El pecado que nos unió / Usagi x Misaki x Ijuuin/ Capítulo 8 / Actualizado 22-04-2020

Misaki descubre que el inicio de su relación con Akihiko no fue producto de la casualidad. En medio del dolor, Ijuuin se convertirá en su apoyo./ Advertencia: Lemon

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  1. Aulu
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    Capítulo 5



    Una mano en el hombro de Misaki lo devolvió a la realidad. El menor sintió aquella fría temperatura a través de su ropa.

    Misaki, perdón por hacerte esperar aquí –dijo Ijuuin –pero ya que te quedarás en mi departamento, lo mejor será que te presente con la recepción del edificio. Tienen algunas reglas que se deben cumplir.

    No se preocupe, además… debería ser yo quien se disculpara.... –

    ¿Por qué? –

    Por pedirle algo como esto, sé que me dijo que contara con usted cuando lo necesitara, pero creo que es demasiado... –dijo un apenado Misaki.

    Misaki, sé egoísta. Aprende a serlo conmigo. –dijo Ijuuin tomando con una de sus manos el rostro del castaño para hacerle levantar la mirada.

    Ijuuin extrañó el brillo que aquellos ojos esmeraldas solían tener.

    Vamos. –dijo finalmente el mangaka rompiendo el contacto para dirigir al menor hacia la entrada del edificio.

    El lugar donde vivía Ijuuin era completamente distinto al del Akihiko. Si bien también se encontraba ubicado en una zona exclusiva este tenía un estilo más sencillo, además de encontrarse rodeado de árboles y áreas verdes.

    El interior del departamento del mangaka era pequeño si se comparaba con el exageradamente amplio departamento de Akihiko. El único parecido era que el departamento de Ijuuin se encontraba también en el último piso del edificio. El departamento estaba compuesto por una sola planta, pero el espacio se encontraba perfectamente distribuido por lo que además de áreas imprescindibles como la sala, cocina y comedor había habitaciones suficientes para ser utilizadas para distintos fines. Una de ellas era un cuarto de trabajo donde Ijuuin pasaba largas horas dibujando. Y, ahora, con la llegada de Misaki, una de las habitaciones pasaría a ser un cuarto de invitados.

    Ijuuin no había tenido la necesidad de tener un cuarto para este propósito hasta ese momento. Su estilo de vida solitario, debido a la excesiva carga laboral, no le había permitido establecer relaciones cercanas desde que su manga obtuvo gran éxito. Ahora las cosas, al parecer, empezaban a cambiar.

    Misaki, esta será tu habitación. –comentó Ijuuin a Misaki abriendo una de las puertas.

    El cuarto tenía todo lo necesario para que la estancia del castaño sea cómoda y no le faltara nada. Lo que Misaki desconocía era que la gran mayoría de cosas habían sido recientemente compradas con el único propósito de que fueran para él. Y es que, luego del accidente de Misaki, Ijuuin se planteó la urgente necesidad de tener un lugar especialmente para él en caso lo necesitara. Y no se equivocó.

    El castaño recorrió la habitación, se percató de que todo lucía como nuevo.

    Esta habitación se mantiene así porque casi nunca ha sido usada. –comentó Ijuuin anticipándose, como le sería costumbre, a los pensamientos del menor. Quería evitar que este se preocupara por cosas triviales, ahora que algo evidentemente grave le había sucedido, así que se le ocurrió una pequeña mentira– Mi editor a veces tenía que quedarse a dormir aquí, pero eso ya no es necesario desde que cumplo con las fechas límite.

    El mangaka nunca hubiera pensado en realizar aquel tipo de detalles por su editor. Además, este último no se quedaba más del tiempo necesario en el departamento. La confianza laboral entre ellos era suficiente como para que algo como eso resultara normal, pero Ijuuin, inconscientemente, levantaba una barrera que delimitaba su espacio. Barrera que se disipaba ante la presencia de Misaki.

    Lo que no era mentira era que ahora el mangaka cumplía con las fechas límites, algo inusual en esa industria, pero desde que cierto castaño le había profesado su admiración ya no tenía aquellas crisis que le hacían replantearse si estaba haciendo las cosas de la manera correcta. Si se imaginaba aquellos ojos esmeraldas brillando de alegría frente a un nuevo tomo de su manga todo esfuerzo valía la pena.

    Al cabo de un rato, Misaki dejó su maleta encima de la cama.

    Muchas gracias por todo. –dijo el castaño mirando al mangaka.

    Este lugar es para ti, puedes quedarte el tiempo que quieras. –

    Misaki sintió una punzada, le causaba terror pensar en el futuro. No sabía qué podría ocurrir, ni tenía ánimos de pensar en las posibilidades.

    Creo que es necesario que le cuente por qué estoy aquí…–Misaki agachó la mirada, sería difícil tener que recordar y contar lo sucedido con Akihiko.

    Si ahora no te sientes cómodo no tienes que decirme nada. –

    El menor se sorprendió un poco ante aquellas palabras, creía que Ijuuin merecía una explicación. Después de todo, iba a vivir en su departamento a consecuencia de lo que le había pasado.

    Pero…–

    Ijuuin posó uno de sus dedos en los labios de Misaki haciéndolo callar suavemente.

    Cuando necesites alguien que te escuche o de algún consejo entonces puedes contarme lo que desees. Pero creo que ahora lo que intentas es dejar pensar ¿no es así? –

    Misaki asintió levemente.

    Ahora iré a preparar algo de comer, por más que me digas que no tienes hambre tienes que alimentarte. Te avisaré cuando la cena esté lista, mientras tanto puedes ir desempacando. –dijo el mangaka antes de cerrar la puerta de la habitación dejando a solas a Misaki.

    Ijuuin sensei…–susurró un agradecido castaño.

    No le tomó mucho tiempo a Misaki ordenar sus cosas. Había dejado en el departamento del escritor toda la ropa y demás artículos que este le había comprado. No pasó ni por un instante por su mente la idea de llevarse todo aquello.

    Una vez todo estuvo en orden se sentó en la cama y su mirada quedó fija en la maleta vacía.

    Su mente empezó a girar en torno a Akihiko. ¿Por qué tenía que encontrarse en esa situación? ¿Cómo habían sido capaces el escritor y su hermano de ocultarle durante tanto tiempo algo así?

    La pregunta que más le dolía plantearse era si Akihiko en verdad lo había amado. Esta pregunta hacía que su corazón de agitara. Si bien el escritor se había empeñado en afirmar esto hasta el final ya no estaba seguro de nada. Además, en caso de ser cierto, ¿sería él capaz de perdonar algo así o su amor no podría superar aquello?

    Porque era consciente que, en ese momento, aún lo amaba. Por eso le dolía tanto.

    Gruesas lágrimas se agolparon en los ojos de Misaki.

    La cena está servida. –anunció de pronto Ijuuin del otro lado de la puerta.

    El castaño se sobresaltó.

    S-si, en seguida salgo. –respondió Misaki tratando de modular su voz para que esta no delatara su tristeza.

    Pero fue en vano.

    Ijuuin notó al instante que no se encontraba bien.

    El mangaka abrió la puerta y entró. Vio al castaño tapándose los ojos con las manos. Tomó suavemente sus muñecas y las apartó, un par de ojos color esmeralda llenos de lágrimas aparecieron.

    En otro punto de la ciudad, un peliplata fumaba en la sala de su departamento.

    Después de que Misaki y Takahiro se fueron, Akihiko había acabado ya con una caja de cigarrillos.

    La mente del escritor se encontraba presa del pánico y es que su peor temor parecía haberse hecho realidad: perder a Misaki.

    Y esta posible pérdida no había sido causada ni por su padre ni por su hermano, algún otro a quien culpar, sino por él mismo.

    Akihiko había perdido ya la cuenta de las veces que había visto su celular esperando en vano alguna señal del castaño o de tomar él mismo la determinación de llamarlo. Ninguna de las dos cosas había pasado.

    En otras oportunidades no habría dudado en llamarlo insistentemente pero ahora las cosas eran muy distintas. Cualquier decisión tomada por impulso podría terminar de alejar al castaño completamente de su lado.

    Asimismo, dadas las circunstancias, lo mejor sería hablar en persona, pero ¿cuándo? ¿Misaki lo llamaría o debería esperarlo? Todas eran preguntas que no tenían una respuesta clara.

    El corazón de Akihiko se oprimía cuando pensaba en Takahiko, ¿Misaki le pediría que le cuente más detalles de aquel pasado tormentoso? ¿Qué respondería Takahiro?

    El único consuelo era que al menos Misaki se encontraba en casa de Takahiro por lo que estaría bien y, en algún momento, de ser necesario, podría ir a buscarlo.

    El escritor desconocía que Misaki se encontraba a kilómetros de distancia de su hermano.

    Akihiko pensó por un momento que este era el castigo merecido por sus acciones pasadas, pero el precio le pareció demasiado alto. Misaki era lo más valioso en su vida. La llegada del castaño significó que su mundo se llenara de luz. ¿O es que la oscuridad, aquella que sentía que siempre lo acechaba, era más fuerte?

    El pasado fue envolviendo al peliplata.

    Flashback

    Aún estás a tiempo de parar esto. –dijo un joven Takahiro.

    Akihiko lo había llevado a su habitación. Sabía que la enorme mansión se encontraba vacía así que no tuvo reparos en llevar a Takahiro.

    Era hora de que empezara a pagar su deuda.

    Takahiro se encontraba echado en la enorme cama, este había sido empujado por Akihiko quien se encontraba sobre él.

    Las rodillas y manos del peliplata se encontraban a los lados del pelinegro como para evitar que este huyera.

    La mirada de Akihiko era fría.

    Haciendo caso omiso de las palabras de Takahiro, empezó a besarlo en el cuello. El pelinegro se estremeció.

    No, basta. –gritó empujando fuertemente el pecho de Akihiko.

    El peliplata se reincorporó y se sentó al borde de la cama dando la espalda al pelinegro.

    El silencio reinó en la habitación por un largo momento.

    Si tanto lo deseas puedes irte. –dijo Akihiko despertando el alivio momentáneo de su acompañante –Pero sería una lástima que termines separado de tu hermano. Le prometiste que siempre estarían juntos ¿no es así?

    La cabeza del peliplata volteó. Los ojos violetas del escritor observaron con satisfacción que Takahiro recostaba nuevamente su cuerpo en la cama.

    Akihiko reinició su labor.

    Empezó a desabotonar la chaqueta de Takahiro. A pesar que su mirada era fría, sus movimientos eran suaves. Y es que Akihiko lo amaba, pero a tal punto que se sentimiento lo encegueció.

    Cuando la chaqueta y la camisa de Takahiro cayeron al suelo el peliplata se deleitó con la piel que tenía frente suyo. Akihiko sería el primero tocarla y despertar en ella sentimientos que nunca antes había sentido.

    Akihiko repartió besos por el cuello y torso del pelinegro arrancando a su paso fuertes gemidos que Takahiro intentaba controlar sin mucho éxito.

    Peligrosamente, la boca del peliplata fue bajando hasta toparse con el pantalón de Takahiro. Antes de dar el siguiente paso se despojó de la parte superior de sus prendas dejando a la vista su juvenil figura.

    El peliplata aparentaba desenvolverse con naturalidad, como si aquello fuera algo rutinario, pero estaba nervioso. No solo sería la primera vez de Takahiro sino también la suya.

    Además, se sumaba el hecho de tener un conflicto interno. Dentro de él albergaba la ciega esperanza que quizá Takahiro podría llegar a enamorarse de él, aunque sea bajo esas las circunstancias.

    Luego de convencerse de que no había marcha atrás, terminó de despojar al pelinegro de sus prendas. Y, para estar en igualdad de condiciones, se desnudó también.

    Takahiro mantenía los ojos fuertemente cerrados. Arqueó la espalda al sentir que la boca de Akihiko empezaba a estimular su miembro. Primero fueron suaves lamidas las que lo hicieron estremecer. Después, sintió cómo la boca del mayor engullía su miembro.

    El pelinegro abrió los ojos. Vio los cabellos plateados de Akihiko en medio de sus piernas moviéndose a un suave vaivén que fue aumentando de intensidad.

    Aki…hiko…no continúes … –advirtió Takahiro, iba a alcanzar el orgasmo pronto.

    El mayor no le hizo caso y continuó con su labor. Cuando alcanzó el climax las manos de Takahiro se aferraron fuertemente a las sábanas al mismo tiempo que un ronco gemido salía de sus labios.

    Nunca creyó que Akihiko podría ser capaz de generar aquella sensación. Sintió que su cuerpo le había traicionado.

    El peliplata bebió el semen de Takahiro con satisfacción. Le dio un par de minutos de descanso al pelinegro antes de recostarse sobre su cuerpo.

    Uno de los dedos de Akihiko se dirigió a la entrada de Takahiro, este último se sobresaltó al sentir aquel contacto. Para evitar algún tipo de protesta el peliplata lo besó en los labios.

    Ese fue el primer beso de ambos. Nunca se hubieran imaginado que sería bajo esas circunstancias.

    Akihiko callaba los gemidos de Takahiro con el vaivén de su lengua. Sus dedos iban dilatando la entrada, preparándolo.

    Una vez que estuvo listo, el peliplata tomó su miembro y lo condujo hacia la entrada. El solo querer ingresar la punta de su miembro provocó en Takahiro un gran dolor. Estaba tenso.

    Relájate. –ordenó Akihiko.

    Y, para ayudarlo, tomó el miembro del pelinegro y empezó a masturbarlo. La fría mano de Akihiko recorriendo la longitud de aquella área tan sensible se sentía bien.

    Poco a poco, Akihiko fue capaz de introducir la totalidad de su miembro. Cada uno fue experimentando distintas sensaciones por primera vez. Akihiko, el sentir como la tibieza de otro cuerpo podía envolverlo y Takahiro, la dolorosa pero placentera intromisión.

    Akihiko empezó a mover sus caderas, marcó un compás placentero para ambos.

    Las embestidas se mantuvieron a un ritmo ni muy rápido ni muy lento. Esto porque Akihiko no quería hacerle daño a Takahiro y porque, además, si iba muy rápido no duraría mucho. Al ser la primera vez, no tenía el control que llegaría a tener en un futuro.

    El climax los alcanzó a ambos al mismo tiempo.

    El peliplata llenó con su esencia el espacio de Takahiro deseando ser siempre uno solo con él, mientras que Takahiro deseaba que aquella fuera la primera y última vez que tuviera que encontrarse en tal situación.

    Akihiko salió lentamente del cuerpo de Takahiro. Hubiera querido abrazarlo para que durmieran juntos sintiendo la tibieza del cuerpo del otro, pero el pelinegro se acurrucó a un extremo de la cama. Takahiro solo quería irse inmediatamente pero el dolor que sentía su cuerpo no se lo permitía, ya no había placer.

    Fin del flashback

    Akihiko movió su cabeza tratando de despejar su mente de aquellos recuerdos.

    Se levantó del sofá y se dirigió escaleras arriba, entró a la habitación que había pertenecido a Misaki. Aquella que a veces permanecía vacía debido a que el escritor llevaba al castaño a su propia habitación.

    El aroma de la persona ahora ausente aún se podía percibir.

    El peliplata se sentó en la cama y lloró a solas, ya no estaba el único al que le hubiera permitido verlo en aquel estado.




    Nota de la autora

    Primero lo primero, responder los comentarios de las personas que tan amablemente se dieron el tiempo de escribir (¡muchas gracias!).

    Suzuki Hoods: Espero te haya gustado la continuación, a lo largo de la historia veremos cómo van las cosas para Misaki. Con el tiempo dejará de estar deprimido y a ver qué pasará entre el castaño e ¿Ijuuin?…

    Aira-San: <3

    Kari~san13: Perdón por necesitar cuatro capítulos para al fin develar la historia. La idea inicial era dejarlo todo claro desde el inicio, pero luego quise jugar con esta otra idea además que nunca había usado lo del flashback de manera tan intensa como ahora. Quería ese reto para probar cosas nuevas. Gracias por la comprensión, besos kawai para ti también.

    Angellitha: Me hiciste reír con la anécdota del cuaderno, espero no te haya dolido mucho. Gracias también por ser tan comprensiva, ojalá este capítulo haya logrado generar en ti las mismas emociones que el anterior.

    Tsumki-chan: (abraza su yaoi para que no lo quemen) Concuerdo contigo, es imposible dejar de amar a Usagi-san pero veremos si lo mismo pensará Misaki…Espero la historia siga capturando tu atención.
    Dan Angel: Espero que este capítulo te haya emocionado también. (PD: me encanta la imagen que tienes de avatar).

    panda-Perv-chan: Al fin el enigma quedó al descubierto, pero ahora es Misaki el que tendrá que lidiar con una gran duda…

    Aobwaa: Con este capítulo inicia la convivencia de Misaki e Ijuuin…ojalá este capítulo te haya gustado mucho también.

    kasane teto 567 :'D: Jajaja es difícil lo sé…Ijuuin o Usagi. Cada uno tiene una esencia tan propia y distinta…Usagi es Usagi (siempre visto como la pareja perfecta para Misaki) e Ijuuin el rival perfecto, no se apresura, y tiene sentimientos fuertes hacia Misaki…Pero veremos qué decide este último…

    Anne onodera takano: De que debe de hablar debe, pero le tomará un poco de tiempo decidirse... o quizá sea la casualidad la que los reúna…

    Arwen09: concuerdo contigo, no me imagino a Usagi sin Misaki pero un Misaki por Ijuuin tiene un no sé qué…me atrae bastante, por eso esta historia…

    Camila-kún: Misaki x Ijuuin…quiero escribir algo al respecto…pero aún sería pronto...pero ya es un avance que vivan juntos…Gracias por los besitos kawaii, otros para ti también.

    Igualmente, gracias a quienes pasan por aquí y leen/ojean la historia. Espero que tod@s hayan pasado un buen momento.

    Será hasta la siguiente actualización.

    Aulu
     
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