Lone Digger [DRAMAtical Murder] [KouNoi]

Koujaku es detective en Midorijima. Debera investigar la muerte de Akushima, para ello le asignaran

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  1. Ada Reizen
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    Hay cosas que es mejor no preguntar...

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    Hola! Esta es una idea que ha estado dando vueltas en mi cabeza durante algun tiempo. Una novela policial ambientada en DMMd pero en lugar de Aoba, tenemos como protagonista a Koujaku y Noiz.
    Esta de mas decir que es un KouNoi xD

    Inspirada en la cancion y el video oficial de Caravan Palace, Lone Digger. En realidad no tiene nada que ver con la temática del fanfic, a excepción del bar y las peleas, probablemente.


    Derechos: Los personajes y el escenario no son de mi propiedad, son propiedad de Nitro+Chiral y del juego BL Dramatical Murder. Yo solo los uso, a los personajes y parte de la trama, sin fines de lucro, solo por diversión.

    Lone Digger



    portada_zpsollzphuj

    Resumen: Koujaku es un detective de Midorijima, conocido por su fama de mujeriego. Justo antes de tomarse vacaciones, recibe un llamado del departamento solicitando urgentemente se presente alli. Es cuando le informan de la muerte del Jefe de policía, Akushima. Y es, además, el encargado de investigar el caso. Pero a falta de personal, le asignan como compañero a Noiz, un Hacker informático que de vez en cuando hacia algunos trabajos para la policía.
    Investigando a los sospechosos, descubren que todos ellos tienen algo en comun: Todos han visitado un Bar de mala fama llamado Lone Digger
    ¿Por qué Lone Digger es lo único que tienen en común? ¿Qué se esconde allí? ¿Qué paso con Benishigure y Ruff Rabbit? Y más importante ¿Podrán Koujaku, el detective mujeriego, y Noiz, el hacker frío e insensible, dejar a un lado sus diferencias para poder resolver el caso?

    Capítulo 1

    El sonido de un Coil fue lo único que irrumpió en el silencio de la habitación. En medio de la oscuridad, una sombra negra comenzó a moverse perezosamente hacia la ventana abierta, donde se encontraba una mesa de madera. Sobre la mesa se podía apreciar unas prendas de vestir masculinas, un traje completo.

    La sombra se acerco a la ventana y la luz de afuera ilumino completamente su figura, dejando ver un cuerpo masculino bien formado y desnudo, lleno de tatuajes en la espalda y los brazos, por no mencionar que estos continuaban hasta su pecho. Los tatuajes eran acompañados por un par de cicatrices que rememoraban cortes proferidos por otras personas en el pasado. Y lo más llamativo del hombre frente a la ventana era su largo cabello azul marino, cubriéndole parte de la espalda casi llegándole a la cintura.

    El hombre rebuscó entre las prendas de la mesa hasta que encontró el origen del sonido. Tomó el Coil y se aclaro la garganta antes de contestar.

    –Koujaku al habla. – respondió a su nuevo interlocutor.

    – ¿Detective...?– la voz al otro lado sonó nerviosa, y más notorio fue la expresión de sorpresa y nerviosismo que mostró al ver el estado del detective.

    –Si ¿Qué sucede?– Koujaku decidió ignorar la cara del joven para centrar su atención en el motivo de la llamada.

    –Debe venir al departamento inmediatamente. – le informo, esta vez con más confianza y seriedad.

    – ¿Sucedió algo?– preguntó un poco sorprendido ya que al día siguiente comenzarían sus vacaciones. Hace mucho que las esperaba ansiosamente.

    –Sí. Pero se solicita su presencia aquí para ser informado. – un dejo de preocupación y decisión demostraron sus palabras. Koujaku soltó un suspiro de hastió entrecerrando los ojos, y al volverlos a abrir decidió responderle finalmente.

    –Bien. Voy en camino. – Y colgó sin esperar respuesta de su compañero de trabajo. Lo conocía del grupo de operadores que usualmente atendían las llamadas en los horarios nocturnos. Era un joven casi nervioso y no resaltaba demasiado, pero había compartido un par de palabras con él en algunos pasillos de la estación y no le parecía un mal chico, solo le faltaba experiencia.

    Se quedó parado en su lugar unos segundos tratando de descifrar el motivo por el que fue llamado. Tal vez alguna mujer furiosa por la falta de atención de su parte había ido a hacer un escándalo en la estación para hacerle quedar mal. Desecho la idea. Hace mucho que no hablaba sobre su trabajo con alguna de sus conquistas de una noche. Tal vez algún familiar suyo se encontraba en peligro. La opción también fue descartada. La única familia que le quedaba había sido su madre, pero ella se encontraba en Japón, y si algo estuviera mal, podrían haberlo llamado desde allí y no desde el departamento de policías. Antes de seguir con sus cavilaciones, un bostezo lo interrumpió llamando su atención. Giro su cabeza hacia la cama, donde una mujer estaba sentada alongando los brazos y cubierta con las sabanas hasta el pecho, mirándolo con el ceño fruncido.

    – ¿Ya te vas?– le profirió un poco molesta.

    –Si. Acaban de llamarme y es una emergencia. – dijo guardando el Coil, para después pasar a ponerse su ropa interior seguido de sus pantalones.

    –Bien. Aunque es un poco temprano...– respondió la mujer desviando un poco la mirada quitándole importancia al espectáculo frente a ella. Probablemente trataba de mostrarle un toque de inocencia, aunque el estado de ellos y la habitación demostraba lo poco inocentes que habían sido anoche.

    – ¿Qué hora es?– pregunto terminando de abotonarse los botones de la camisa bordó que antes había vestido. La mujer dirigió su vista hacia una parte en particular de la pared. En ella un reloj digital le dio la respuesta.

    –Las 5:27...– ahora se encontraba más tranquila, aunque un poco desconfiada. – Te paso mi contacto...– comenzó a decir apresuradamente.

    –No es necesario... luego vendré a verte de nuevo. – una sonrisa limpia compaña sus palabras y la mujer no pudo evitar quedar encantada ante ello. Aunque fuese pura mentira. Lo decía solo para que ella se quedara tranquila, probablemente cuando saliera el sol no recordaría donde había pasado la noche ni con quien. "Las mujeres son un tesoro que, debemos cuidarlas si ellas se ofrecen" se decía constantemente, y no queriendo faltar a sus palabras decía cualquier cosa con tal de no lastimar a las chicas con las cuales compartía una noche. No soportaba ver sufrir a ninguna mujer, y con tal de lograr eso, era capaz de soltar palabras falsas para satisfacer su "ética" y dejarlas contentas... al menos hasta que se dieran cuenta por sí mismas de que solo era un tipo que no buscaba nada mas allá de solo sexo. Lo más extraño de todo es que siempre que volvía a reencontrarse con alguna de aquellas mujeres, ellas lo seguían persiguiendo para repetir la noche que habían compartido con anterioridad. A veces no se negaba, pero con las que parecían más obsesionadas no tenía otra opción más que tomar. El rechazo.

    –De acuerdo. Te estaré esperando. – respondió con timidez y una sonrisa. Él le devolvió otra de sus clásicas sonrisas para complacerla a la vez que pasaba los brazos por el saco. Tomo la corbata que acompañaba el traje del suelo, llevándola en la mano y sin más que decir se dirigió a la puerta. Antes de cerrarla, por última vez le dedico un guiño para desaparecer por el umbral.

    Afuera del departamento de la joven, dejo escapar otro suspiro de cansancio. A veces se cansaba de seguir la misma rutina de cada ocasión en que iba a la casa de alguna mujer a pasar la noche.

    Se encamino hacia el estacionamiento del complejo de departamentos en el que vivía la mujer de antes para subirse a su auto y marcharse a la estación. Una vez dentro de su coche, encendió a Beni, su Allmate, para pedirle algunas indicaciones.

    –¡Koujaku! ¡Vaya que tardaste!– le reclamo el ave ni bien fue encendido, aleteando un poco las alas.

    –Lo sé, perdóname. Acaban de llamarme de la estación ¿Sabes de algún camino que me lleve mas rápido hacia allí?– hablo mas rápido de lo normal, probablemente tratando de evitar más regaños por parte del ave. Comenzó a ponerse la corbata frente al retrovisor a la espera de indicaciones.

    –Si, dame un momento.

    ***

    A pesar de que había puesto en falta varias normas de transito, de haber recibido insultos por parte de conductores y transeúntes, y de casi haber atropellado a un pobre gato callejero, Koujaku hizo un buen tiempo en su camino hacia la estación.

    Dejo aparcado su auto en el estacionamiento al lado de tres patrullas. Después de sacar su placa de la guantera, llevo a Beni sobre su hombro y cerró la puerta. Acomodo mejor su corbata y a paso más acelerado de lo normal, entro por las puertas principales del departamento.

    – ¿Dónde estabas?– le pregunto una oficial apenas entro por las puertas, plantándose frente a él.

    –Me estaba relajando listo para tomar mis vacaciones ¿Tu qué crees?– respondió como si fuera lo mas obvio, la oficial lo vio incrédula, pareció no tragarse sus palabras, y miro a Beni seriamente esperando la verdad.

    –Estaba en casa de otra mujer...– dijo rendido y con una gota de "sudor" cayendo de su frente.

    – ¡¿Otra vez?!– le grito a Koujaku dándose una planada en la frente. Suspiro. – No por nada te dicen "Koujaku, el que se mueve todo lo que lleva falda"–

    –Y es por eso que no intento nada contigo...– le respondió Koujaku con burla y arrogancia cruzándose de brazos, sabiendo que la mujer no tenía por costumbre usar faldas o vestidos.

    –Si, porque sabes que saldrías de eso sin cabeza. Y no hablo precisamente de la que llevas sobre los hombros. – termino imitando la postura de Koujaku a modo de reto.

    Los oficiales de todo el departamento iban y venían a su alrededor. Había más movimiento del cotidiano. Fue lo primero que noto Koujaku, pero se había entretenido hablando con la oficial. Y por supuesto, no era el único distraído.

    – ¡Urasawa!– se escucho un grito desde algún lugar en la comisaria. La policía puso una expresión de terror. Sabía perfectamente de donde y de quien provenía ese grito. De la oficina del Jefe del Departamento de Policía de Midorijima.

    –Muévete, antes de que el nuevo jefe me arranque la cabeza a mi...– le dio una palmada en el hombro a Koujaku animándolo a continuar hacia la oficina del Jefe. Pero Koujaku no se movió y se quedo en su lugar.

    – ¿Nuevo jefe?– le pregunto mirándola con confusión. Ella levanto ambas manos tratando, metafóricamente, de lavárselas.

    –A mi no me veas, el nuevo jefe pidió hablar contigo urgentemente. Yo que tu mejor me apresuro. –

    Sin decir más, ambos decidieron ir derecho a la oficina del jefe. No más distracciones.

    –¡Urasawa!– se volvió a escuchar. Esta vez, ellos ya se encontraban afuera de la oficina del jefe. La oficial abrió la puerta con cautela.

    –Si, señor.– se anuncio con firmeza y llevando su mano a la frente, el típico gesto de los militares. Trato de disimular su miedo ante el nuevo jefe.

    – ¡¿Donde está el detective Koujaku?!– volvió a gritarle.

    –Acaba de llegar...– abrió la puerta completamente, dejando ver a Koujaku parado en la puerta con una expresión extraña.

    – ¡Pase! ¡¿Que está esperando?!– Entro con cuidado. Ya conocía al nuevo jefe, era el antiguo sub–jefe. Le pareció extraño que Akushima no estuviera sentado en el lugar del nuevo jefe.

    –Señor...– comenzó a decir.

    –Silencio. – lo callo. Se levanto de su asiento, y abrió la puerta haciendo un gesto con la mano, invitando a la oficial a retirarse. Ella lo miro confundida y al ver las expresiones del rostro de su jefe endurecerse, supo que no había lugar para replicas y se retiro.

    El jefe volvió hacia su asiento y con un gesto de la mano, invito al detective a tomar asiento. Koujaku no dijo nada y se sentó con cautela.

    –Señor..., ¿Que está pasando? ¿Dónde está Akushima?– se fue sin rodeos, yendo directamente al grano. El jefe se aclaro la garganta antes de decir algo.

    –Está muerto. – su voz sonaba seca a los oídos de Koujaku.

    Un silencio inevitable se hizo presente. Koujaku bajo la cabeza, confundido y con cierto remordimiento. Entonces, volvió a ver a los ojos a su nuevo jefe.

    – ¿Que sucedió exactamente?–

    –El jefe Akushima se encontraba en su casa este fin de semana, como siempre. Su esposa iba los sábados a visitar a sus padres, el no la acompañaba porque detestaba a sus suegros. Y su muerte fue notificada cuando al llegar la esposa, noto la calma en el hogar. Cundo emergencias llego, ya no tenía signos vitales. Aun no le han hecho la autopsia. –fue diciendo con calma y pena. Akushima siempre fue conocido por ser una persona honorable y respetado por todos, los integrantes del departamento confiaban en el. Su pérdida era muy lamentable. Ahora se explicaba porque tanto ajetreo por todo el departamento.

    –Aun no se ha dado a conocer la noticia, no solo porque aun no se le ha practicado la autopsia, sino porque las condiciones en que murió y él cómo están siendo investigadas. Por ahora, Akushima se encuentra como desaparecido. Los de arriba nos han pedido claramente que mantengamos en secreto su muerte. – suspiro y se rasco la sien.

    Cuando "los de arriba" se inmiscuían en los asuntos de la policía, era sabido por todos que allí había algo raro. Nadie nunca hablaba sobre ello, pero era un secreto a voces. A algunos les indignaba, a otros les daba igual.

    – ¿Y cuál es mi papel en este asunto? Estaba a punto de tomarme unas buenas vacaciones...– No pudo continuar, gracias a la interrupción del jefe.

    –Es por eso mismo que te mande a llamar. Koujaku. Tú investigaras el caso. A partir de ahora estas a cargo de la investigación de la muerte de Auxina. Nadie puede saber sobre su muerte y aprovechado que estarás de vacaciones, usaras ese pretexto para hacer la investigación, como un trabajo extraoficial. Para todos estarás tomando tus vacaciones, pero en realidad investigaras el caso. Es confidencial. Nadie, absolutamente nadie puede saber sobre esto. – le dijo con firmeza. Cuidando de las palabras que usaba.

    –Así que usted también cree que aquí hay algo raro...– comenzó a decir.

    –Koujaku. Encárgate únicamente de lo que se te ha pedido. No quiero replicas a ello. – le dirigió una mirada a modo de reproche, y Koujaku no tuvo más opción que callarse. Ninguno dijo nada por unos segundos.

    – ¿Tu última compañera renuncio y pidió una transferencia, verdad?– le pregunto revisando unos papeles sobre la mesa sin mirarlo de frente. En realidad, era una pregunta retorica.

    –Hmmp. – simplemente murmuro. –Me dio una cachetada y me dijo que era cruel. Fui mable con ella y la trate muy bien. A veces creo que cuando le tomas la mano a una mujer ya cree que quedo embarazada. – dijo con simpleza recargándose en el respaldar de la silla.

    –Koujaku. Eso solo pasa contigo. Además, es fácil suponer que no solo tomaste su mano. – ambos compartieron risas cómplices.

    –Las mujeres son un Tesoro. Si ellas se ofrecen, no puedo negarme. Es el deber de un hombre complacer a una mujer– repitió.

    – Sí, claro. Pero eso no es a lo que me dirijo. Lo que trato de decirte es que ya no tienes un nuevo compañero gracias a que estamos con poco personal, y la mayoría está a cargo de más casos de los que debería. En esta oportunidad, diría que te encargues de la investigación solo, pero no creo que sea justo. Por ello hemos contratado a alguien que te será de mucha ayuda, no solo como compañero sino como hacker, si es necesario. No es un oficial ni un detective del departamento, trabaja por libre.

    – ¿Es alguna especie de detective privado a algo así?– preguntó, poniéndose mas cómodo en el asiento.

    –No exactamente. En el campo se investigación de homicidios no tiene experiencia, pero en lo demás, posee casi la misma que tu. – se levanto y se dirigió a la puerta. Ni bien esta se abrió, la oficial Urasawa cayó hacia delante dándose de lleno contra el suelo, dejando suponer que estaba tratando de espiar o escuchar a través de la puerta.

    – ¿Hikari?– menciono Koujaku elevando una ceja, un poco confundido.

    –Yo no, imbécil. – dijo aun desde el piso levantándose y recuperando la compostura como si nada hubiese pasado. El jefe rodo los ojos ante ello.

    –Urasawa, tráigalo. – ordenó con seriedad. Ella salió y cerró la puerta tras de sí. Pocos segundos después se escucho como tocaban a la puerta. El jefe volvió a abrir la puerta.

    –Koujaku, te presento a tu nuevo compañero en esta investigación...–

    En cualquier otra historia policial, por la puerta entraría una hermosa mujer, talentosa e increíble que haría cambiar al típico protagonista mujeriego. Koujaku no esperaba precisamente esto último, pero si lo primero.

    Grande fue su sorpresa al ver que no era ninguno de los dos. Por la puerta ingreso un hombre. Alguien que conocía perfectamente.

    –Hey, anciano, creí que ya te habías jubilado. – le dijo con burla y una sonrisa igualmente molesta.

    Koujaku ya conocía a este tipo y este tipo ya conocía a Koujaku.

    – ¿Ya lo conoces, Noiz?– dijo el jefe.

    –Por desgracia, si. Ya conozco a este mocoso irrespetuoso. – dijo el detective entre dientes. La forma en que se miraban hacia recordar a un par de perros ladrándose, solo que esta vez ellos lo hacían con la mirada. Entonces el nuevo jefe supo que al parecer no había sido tan buena idea el haber contratado a Noiz.

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    Hola! Gracias por leer, espero que te haya gustado. Bueno y asi empieza este intento de novela policial, habia leido un libro policial y desde entonces se me ocurrio esto, no pude evitarlo jjajaaj

    Traté de hacer algo mas serio de lo que acostumbro, vere que tal me va...

    En fin, saludos y hasta la proxima n.n


    Edited by Ada Reizen - 28/2/2016, 11:20
     
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