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@kasane teto 567 :'D: Muchas gracias. >w<
@Suzuki Hoods: ¡Estoy aquí! Yo también digo al fin.
Muchas gracias por tu paciencia, la verdad el aire libre me sentó bien en cuanto a los pulmones xD pero estuvo lloviendo casi todos los días, por no decir todos, y no salí demasiado. Muchos besos. 
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Capítulo 2. Despertar.
No sabía dónde estaba. A juzgar por lo negro que había a su alrededor, parecía estar todavía en medio de aquella oscuridad perpetua, esa especie de Nada con mayúscula, pero no se sentía como si estuviera en ella. En aquella oscuridad, la principal sensación era el frío. El frío calando sus huesos como si fueran témpanos de hielo. Sin embargo, en aquel lugar hacía mucho calor. Misaki sintió una gota de sudor por su frente y escurrir hasta su cuello. No estaba en medio de la Nada, de otro modo no estaría sudando así. Además, no se sentía solo. En medio de aquella Nada, incluso cuando Yuri-san apareció, Misaki tenía la impresión de que estaba solo. No sentía como si hubiera alguien a su lado, era más bien como si estuviera hablando con un producto de su propia imaginación en un intento por despejar su soledad. Sobra decir lo triste que sonaba eso.
Trató de incorporarse, pero de nuevo fue inútil. Todo su cuerpo estaba pesado, como una piedra. Cada que quería mover su brazo, tenía la impresión de que algo lo estaba sujetando al piso. No era una sensación como en la Nada. En la Nada, Misaki estaba prácticamente pegado al piso. En aquel lugar, un objeto grande y pesado cubría su cuerpo, impidiendo todo movimiento. Misaki empezaba a cansarse de esa sensación. ¿Cuándo podría pararse correctamente otra vez?
Llevó a una mano a su frente para secar el sudor, pero no la vio. Bien, Misaki empezaba a asustarse.
"Ya he llegado el momento de que pongas todo de tu parte para comprender el amor que tenías con Akihiko."
Las palabras de Yuri llegaron a su cabeza en ese momento, sin que él comprendiera muy bien por qué. Ella le reprochaba por haberse negado a disculparse con Usagi-san. Una tontería, desde luego, porque Misaki sí que iba a disculparse, pero consideraba que el escritor tenía la culpa de todo. Era demasiado posesivo. Aún después de analizar con detenimiento, mucho detenimiento, todos los días pasados con él, Misaki no lograba encontrar ninguna señal que él lanzara que le indicase a Usagi-san que desconfiara de él. No tenía ningún motivo. Estaba exagerando. No tenía nada de malo prestarle poca atención si era por un motivo tan importante como el trabajo. Definitivamente debía hablar con Usagi-san.
Trató de agitar su mano para ver si, de algún modo, lograba verla. Quizás se trataba de una oscuridad más densa. Sin embargo, el resultado fue el mismo: no la veía en absoluto. Quizás el objeto que estaba encima de él, sin dejarle escapar, había bloqueado toda la luz. Para colmo sus ojos pesaban tanto como su cuerpo. Demonios, ¿acaso Yuri lo había dejado ciego? No, eso era imposible. Para empezar porque Yuri no existía. Ella no era su ángel guardián, sólo era un producto de su imaginación necesitada de un poco de compañía en medio de la solitaria oscuridad. Esa era la única explicación. No obstante, su voz sonaba tan seria mientras hablaba...
Los párpados de Misaki empezaron a alzarse por sí solos, y finalmente el muchacho vio la luz. Luego de haber pasado más de media hora corriendo en círculos en medio de la oscuridad, inundado de frío, Misaki tuvo que parpadear varias veces seguidas hasta que su vista se acostumbró a la luz que se colaba a raudales a través de un pedazo de tela cálido que estaba sobre él. Parpadeó nuevamente. Aquella sábana roja le resultaba familiar. También la sábana celeste que cubría aquel colchón, que, por cierto, también sentía como algo de su pasado. Un fragmento de sus recuerdos que con el tiempo había desaparecido casi por completo. Misaki rebuscó entre sus recuerdos, intentando hallar todo aquello que le resultaba vagamente familiar, sin éxito. No los recordaba para nada, pero continuaba con aquella impresión de que ya había estado allí antes.
Claro, en ese momento se dio cuenta. Tenía los ojos cerrados, por eso no había visto su mano cuando intentó secarse el sudor de la frente. Debió darse cuenta por el peso en sus párpados, maldición. Dormía y despertaba todos los días. ¿Cómo podía olvidar lo que era estar con los ojos cerrados?
Igual y ese asunto de Usagi-san lo estaba afectando demasiado. Misaki no estaba tan loco para no darse cuenta de que tenía los ojos cerrados. Simplemente estaba tan ocupado pensando en Usagi-san y en lo que le dijo Yuri-san que no se fijó en nada más. No podía concentrarse en otra cosa. Sin embargo, independientemente de todo aquello, había algo que Misaki todavía no lograba entender, y era cómo demonios había llegado a esa cama. En su sueño, Yuri-san le dijo que había tenido un accidente de camino a casa. Un auto casi lo había atropellado, lo que terminó con él cayendo al suelo, dándose un buen golpe y siendo llevado al hospital. Había sido un sueño, eso era seguro. Los ángeles guardianes no existían. Eran sólo cuentos inventados por gente demasiado religiosa intentando darle algo de esperanza a las personas. Era imposible que estos existieran en la vida real. Fue un sueño, tenía que serlo. Incluso podía ser que la discusión con Usagi-san también fue sólo un sueño, junto con la impresión de Usagi-san de que estaba siendo hecho a un lado. Pero entonces, ¿qué hacía en aquella cama? ¿Cómo llegó allí?
El sonido de una alegre voz masculina resonó por toda la habitación en ese instante, interrumpiendo sus pensamientos. Era una voz masculina, llena de energía, que a Misaki también le resultaba familiar. Pero, a diferencia de aquella cama, no le costó mucho adivinar a quién pertenecía. La había escuchado toda su vida.
—¡Misaki, baja ya! ¡Ya está listo el desayuno!
Su nii-chan lo estaba llamando. Aquello en otras circunstancias podría ser normal. Por ejemplo, si Misaki hubiera ido a pasar algunos días y su familia en su casa. Era algo propio de su hermano mayor llamarle en las mañanas para que desayunaran juntos. Ahí estaba la cosa: Misaki no había ido a visitar a su nii-chan a su casa. No entendía qué demonios hacía en su casa. Su mente barajaba distintas posibilidades, pero ninguna le parecía lo suficientemente creíble. Quizás era que el accidente de verdad sucedió, así que, para que descansara, su hermano lo llevó a su casa. Allí podría descansar tranquilamente con los cuidados de Manami. Aquella posibilidad tenía sentido, conociendo lo sobreprotector que era su nii-chan, pero Misaki no creía que el hospital le permitiera a su hermano sacarlo antes de tiempo. En el hospital, si este valía la pena, tomando en cuenta lo que sucedió, debieron determinar que debía permanecer hospitalizado mientras se recuperaba. Era imposible que heridas como las que supuestamente se hizo en su cabeza se recuperasen tan pronto. Además, incluso si lograban sacarlo del hospital ese mismo día, debieron llevarlo al departamento de Usagi-san. Conociendo a Takahiro, este debió llamar a Usagi-san en cuanto se enteró de su accidente, y entonces...
Usagi-san.
De pronto, Misaki cayó en la cuenta. Usagi-san.
Misaki había sido casi atropellado por un auto y llevo a un hospital. Estaba malherido de la cabeza. Y habían llamado a su hermano, que seguramente en cuanto se enteró debió haber llamado a Usagi-san (era imposible que no lo hubiera hecho. No por nada eran mejores amigos) para que fuese al hospital con ellos. Seguramente Usagi-san debió haber recibido la llamada de camino al departamento. Quizás ya estaba ahí cuando Takahiro le informó del accidente. Justo cuando Usagi-san estaba a punto de intentar reconciliarse con él. Misaki conocía a Usagi-san, pero no sabía cómo se supone que podría reaccionar cuando se enterase. Lo más posible era que saliera corriendo, disparado como bala, en dirección al hospital sólo para asegurarse de que estuviera bien. Incluso podía ser que llegara antes que su nii-chan. Misaki se lo podía imaginar perfectamente, lanzando miradas asesinas a cada enfermera o médico que pasara por su lado. Ese pensamiento no hizo otra cosa que provocar la sensación de que algo dentro de él se rompía. Sólo le estaba causando problemas a Usagi-san, de nuevo. Todo lo que Misaki quería evitar desde que empezó a vivir con él. Ahora incluso se alegraba de no tener que ver a Usagi-san de momento. Por lo menos así no tendría que lidiar con esa constante presión en su cerebro, gritándole: "¡Estás causándole molestias a Usagi-san!".
De nuevo, sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de su hermano, gritándole desde abajo:
—¡Misaki, el desayuno está servido! ¡Baja o se enfriará!
Misaki suspiró. Debía bajar pronto, o sino preocuparía a su nii-chan. No quería causarle molestias a más personas. Se incorporó de la cama con cierta desgana. Debido al sueño, su cuerpo se sentía extremadamente pesado, así que mientras trataba de alzarse estuvo a punto de doblarse en varias ocasiones para caer encima del colchón de la cama individual. Cuando por fin consiguió mover el cuerpo un poco, lo primero que hizo fue apartar el objeto que lo cubría. A decir verdad, esperaba encontrarse con una manta grande y pesada. Algo que costara mucho más esfuerzo de mover. Sin embargo, al momento de apartarlo se dio cuenta de que en realidad no era así. Mientras su cuerpo se incorporaba, el tacto del objeto era suave como una pluma contra su mano. El sol se colaba a través de una ventana cuadrada en una de las paredes amarillentas de la habitación, apenas cubierta por unas delgadas cortinas blancas. Aquella visión fue tan familiar que Misaki tuvo un leve pinchazo en el pecho. Nostalgia, seguramente. De golpe, todos y cada uno de los recuerdos regresaban a su cabeza. Todo allí tenía un pedacito de su viejo yo.
Aquellas paredes amarillas. Esa ventana. El suelo cubierto por una alfombra ligeramente raída. El armario en el rincón. Y la sensación familiar de la cama. Ese aire tan cálido, casi sofocante... Misaki conocía todo eso.
Era su vieja habitación, cuando vivía con su nii-chan en su departamento. Estaba exactamente como la dejaron cuando Misaki decidió irse a vivir con Usagi-san a su departamento mientras su hermano se marchaba a Osaka con su esposa, antes de que naciera Mahiro y su hermano decidiese comprar una casa para su familia. La única diferencia que Misaki hallaba en ese momento era el ambiente que se sentía. Muy posiblemente era porque ya se había habituado demasiado al penthouse de Usagi-san, pero ya no sentía esa atmósfera familiar de antes en su propia habitación. Era como si hubiera llegado a un sitio totalmente desconocido; todo se le hacía vagamente conocido, pero sólo a ratos recordaba pequeños pedazos de su estadía allí. Aquella ya no era su casa.
Una parte de Misaki quería quedarse un rato más para analizar su habitación. Sonaba estúpido, pero no se acababa de creer que fuera realmente su viejo cuarto. Debía tratarse de una broma de su nii-chan, no había otra explicación. Ninguna, absolutamente ninguna, salvo la que le había dado Yuri-san en su sueño. Sin embargo, todo aquello era tan absurdo que Misaki se negaba a creerlo. No era posible, así de simple. Los ángeles guardianes no existían, incluso si Yuri insistía tanto en que así era; mucho menos ella le daría esa "lección" que tanto aseguraba cuando sólo era un producto de su imaginación. Yuri-san le había dicho que era tiempo de que él luchara por Usagi-san, algo que, desde luego, no tenía el menor sentido. Misaki no quería creer que lo que le dijo Yuri era verdad. Si se lo contaba a su nii-chan, este lo tacharía de loco. Y Usagi-san... Bueno, seguramente pensaría que, de todos los dolores de cabeza que le había dado, había acabado por afectar el razonamiento de su cerebro.
Misaki saltó de la cama y tomó aire. Quería ver una cosa más.
Cuando bajó la vista, confirmó sus temores. Allí estaba, su vieja pijama de cuando vivía con su nii-chan. Poco a poco, las palabras de Yuri empezaban a tomar sentido. Ella le había dicho que era tiempo de que luchara por Usagi-san. ¿Y si con aquello quería decir, justamente, eso? ¿Y si Yuri-san retrocedió el tiempo? Misaki recordaba parte de su vida cuando vivía con su nii-chan; recordaba días en el instituto, por ejemplo. Recordaba a sus amigos. También recordaba lo mal que le iba en el instituto, algo que, comparándolo con sus buenas calificaciones en la universidad, ahora le daba vergüenza. Ahora bien, lo que más recordaba Misaki de aquella época era sin duda cuando su hermano le presentó a su mejor amigo, el gran Usami Akihiko-sensei. Cuando lo conoció, Usagi-san estaba enamorado de su hermano. ¿Podía ser que a eso se refiriera Yuri-san con que tendría que luchar por su amor? ¿Eso significaba que Misaki tendría que revivir sus "comienzos" con Usagi-san?
Aún así Misaki no le veía el caso. Incluso si revivía los inicios de su relación con Usagi-san, no entendía de qué modo podía esto afectar a su discusión. Por no decir que hacer eso por una simple discusión era ridículo. Si Yuri-san lo envió al pasado de ese modo, debía ser por una razón importante, no solamente por su pelea con Usagi-san por su supuesta falta de atención.
Sí, Yuri-san debía tener otros motivos para enviarlo al pasado.
Espera un segundo.
Misaki se abofeteó mentalmente. ¡Estaba actuando como un demente! Actuaba como si realmente Yuri-san fuera un ángel y lo hubiera enviado al pasado. Aquello sólo era una broma de mal gusto, debía ser una pequeña venganza de Usagi-san por la discusión, seguro. No podía haber viajado al pasado. Yuri no era un ángel; pertenecía a la clase de cosas tan extrañas que Misaki estaba seguro que, incluso si se probara su veracidad, nunca podría acabar de creerlas del todo. Por no decir que en ese momento no estaba tan seguro de que fuera verdad eso. Yuri-san debía ser alguna compañera de universidad o del trabajo que Misaki se topó por accidente en una ocasión, y en medio de aquel choque casual pudieron haber sido muy buenos amigos. Por esos sus sueños la representaban así. Misaki intentaba convencerse a sí mismo mientras bajaba las escaleras. Todo lucía igual a como lo recordaba; tanto, que al mirarlo no pudo evitar sentir cierta nostalgia. Hacía mucho tiempo que no veía ese departamento, así que se permitió a sí mismo bajar las escaleras con lentitud, admirando hasta el más mínimo detalle. Los recuerdos llegaban en tropel a su cabeza. Después de todo, Misaki había vivido allí diecisiete años de su vida.
A diferencia del penthouse de Usagi-san, su antiguo departamento no tenía escaleras. De hecho, su antiguo departamento era todo lo contrario a lo que Usagi-san lo había acostumbrado. Interiormente, Misaki no pudo evitar sentirse un poco mal por compararlos. Era ilógico, considerando la obvia diferencia entre su economía y la de ese pervertido. El viejo departamento era un sitio pequeño, apenas suficiente para que dentro vivieran dos personas. Tenía un baño, tres habitaciones y un comedor con cocina, básicamente como cualquier otro departamento normal. A Misaki siempre le había gustado su departamento. Era un sitio sencillo, donde su nii-chan solía colocar flores desde que empezó a salir con Manami. Misaki lo llamaba "síndrome del enamorado". Ni siquiera se fijó en si había flores o no. Estaba casi seguro de que las habría.
El camino era tan familiar para él que ni siquiera necesitó llamar a su nii-chan para que le indicara dónde estaba la cocina. Aquello fue algo que Misaki agradeció; con todo lo que estaba pasando, no tenía ninguna gana de parecer tonto. No sabía si Yuri mentía o decía la verdad. Por el momento, lo mejor era aparentar hasta que las cosas se resolvieran.
La mesa del comedor era lo bastante grande para que allí comieran seis personas. Apenas cubierta por un delgado mantel blanco, eran los platos los que llamaron la atención de Misaki. Su hermano siempre fue muy buen cocinero; era algo que había aprendido a hacer, seguramente para poder darle una buena alimentación de niño, y se le daba bastante bien. Por lo menos a Misaki le gustaba mucho su comida.
Platos delicados, platos fuertes, postres. Su hermano sabía hacer de todo. Cuando era niño, Misaki solía tenerle envidia. Le gustaban tanto los platillos de su nii-chan que a menudo le pedía que les preparara también a sus amigos, sugerencia que era siempre recibida con una sonrisa. Otro gesto que Misaki apreciaba de su hermano era su buen humor. Era algo que también quería tener cuando niño. Ahora se podría decir que tenía algunas características de Takahiro, pero en muchos aspectos eran distintos. Aquel día había teriyaki bañado en una salsa espesa, tal y como su hermano lo preparaba. Hasta ese momento, Misaki no se había dado cuenta de lo mucho que había echado de menos su comida. Hacía demasiado tiempo que no la probaba. Todo lo que había comido en los últimos años eran, en su mayoría, platillos de él.
Cuando se sentó, Misaki aprovechó para mirar de reojo a su hermano. Takahiro tarareaba por lo bajo, como siempre, mientras parecía preparar jugo. Era un gesto que había repetido tantos años seguidos que Misaki había acabado cogiéndolo también. Por lo menos él también cantaba por lo bajo cuando cocinaba. Mientras lo miraba, Misaki se dio cuenta de dos cosas: a) su hermano sin duda se veía mucho más joven que antes, y b) actuaba exactamente como si estuviera pasando nada. Como si no le estuviera gastando una broma pesada.
Ahora sí, Misaki estaba sinceramente asustado. Quería huir. Quería refugiarse bajo las sábanas y no salir de allí hasta sentir que estaba de nuevo en su habitación, en casa de Usagi-san. Sí, era definitivo, Yuri lo había devuelto al pasado. Lo notaba en la expresión de Takahiro, que lo observaba exactamente como lo hacía antes. Lo notaba en el tono de su voz, totalmente despejado de burla. Lo notaba en su manera de actuar. Sí, estaba sin duda tratando con el Takahiro de veintisiete años. No había lugar a dudas.
Necesitaba hablar con Yuri. Tenía que hacerlo. Tenía que preguntarle qué significaba eso, y también tenía que preguntarle cómo podía arreglarlo. No es que Misaki no apreciara aquella época pasada con su hermano. Era, sencillamente, que había ciertos momentos que no estaba dispuesto a volver a pasar. Como sus precarias calificaciones. Además, aún tenía un problema que arreglar con Usagi-san. Debía dejarle las cosas claras; no pensaba dejarlo así. Tenía que hablar con Yuri y volver a casa.
—¿Misaki? —La voz de su hermano sonaba tan feliz como siempre. Misaki esbozó su mejor sonrisa, mirándolo. Sí, debía hallar a Yuri. Pero mientras tanto, tenía que aparentar normalidad con su hermano. No quería quedar como un loco encerrado en un psiquiátrico. Por el momento, necesitaba aparentar, nada más—. ¿Todo bien?
—Sí, sí, todo bien —contestó, clavando la mirada en su teriyaki. De repente había perdido el apetito. Su hermano asintió, ganándose un suspiro de alivio. Bueno, por lo menos su hermano no pensaba que estaba loco. Por el momento, lo que quedaba era intentar entablar una conversación normal para que sospechara todavía menos.
—Y, bueno, nii-chan, dime, ¿cómo está Manami-san?
Silencio. Silencio fue lo único que recibió a la pregunta de Misaki. En medio de ese silencio sepulcral, lo único que se escuchaba era el sonido de la fruta siendo exprimida por su hermano para hacer el jugo. Era un silencio penetrante, de esos que, cuando llegan al ambiente, ya no se pueden romper, y son como cuchillas clavándose por tu mente, deshaciendo cada pensamiento coherente. Eso era más o menos lo que le pasaba a Misaki. En medio de ese silencio, no podía ni siquiera mirar a su nii-chan, aunque no sabía por qué. En medio de ese silencio, la respiración de ambos era lo único tangible.
—Misaki —habló su hermano por fin, al cabo de un minuto. Aún así, el ambiente tenso no se fue—, ¿a qué te refieres? ¿Quién es Manami?. -
Suzuki Hoods+1 .
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SENSEI!!!!!!!!!!!
–3– misaki misaki misaki ........ayy misaki!!!!
Cuando entenderás que si fuiste culpable ( aunque sea un 50%) de lo que paso 😩😩😩
Pobre yuri-san tremendo tsundere que le tocó
Me puse a reflexionar mientras leia una parte........ ¿a todo esto , como se encontrara usagi-san??????????
Digo en la vida real ....al enterarse del accidente,concuerdo con usted sensei , lo mas lógico es que será el primero en llegar al hospital 👌👌👌
Jeje mirada asesinas 🔪🔪🔪
Me parece interesante el como habrá sido antes la vida de misaki, si bien era un baka, me preguntó que clase de actitud tenia en ese entonces ?????QUOTEY, bueno, nii-chan, dime, ¿cómo está Manami-san?
Silencio. Silencio fue lo único que recibió a la pregunta de Misaki. En medio de ese silencio sepulcral, lo único que se escuchaba era el sonido de la fruta siendo exprimida por su hermano para hacer el jugo. Era un silencio penetrante, de esos que, cuando llegan al ambiente, ya no se pueden romper, y son como cuchillas clavándose por tu mente, deshaciendo cada pensamiento coherente. Eso era más o menos lo que le pasaba a Misaki. En medio de ese silencio, no podía ni siquiera mirar a su nii-chan, aunque no sabía por qué. En medio de ese silencio, la respiración de ambos era lo único tangible.
—Misaki —habló su hermano por fin, al cabo de un minuto. Aún así, el ambiente tenso no se fue—, ¿a qué te refieres? ¿Quién es Manami?
No pude ser!!!!!!!!!
Sensei kiero conti 😵😵😵
Como que no sabe ?!?!?!?!?!?!
Es la madre de tu hijo ?!?!?!?!!?! Ahhhhhhhhh!!!!!!.......... ( jeje ya recordé que solo es un fic y el contexto en el que se encontraba 😂😂😂)
Me pregunto que otras cosas le depara el destino a misaki ??????
Se ve que la va tener difícil!!!!!
Cuidese,sensei en serio ame el cap 😍😍😍😍
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Fujoshi-chan o Ana-chan+1 .
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OMgg esto si me esta sorprendiendo y mUcho 0.0 espero la siguas pronto byeee . -
Gareca Bet+1 .
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Whaaaaaa misakito tendra que averiguar ahora que pasa.....y si akihko no conoce a thakahiro?.....waaaaa quiero conti URGENTEEEEEEEEEEEEEE . -
+1 .
Ese Misaki, ¿cuando aceptara que él también hace mal al no darse cuenta de sus errores?
¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeee? ¿Cómo es que pasa eso? humm, Misaki-kun se las vera difíciles a partir de este momento...
Me pregunto ¿Qué pasara después, y si las cosas no pasan como al principio, y si Usagi-san esta con alguien mas, y si Misaki no tiene oportunidad de conocerlo...? waaaaaa, la intriga no me deja, espero la conty pronto.... -
panda-Perv-chan+1 .
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hoooo dios mio, urge esa continuacion
haa que vas a hacer misaki???
dios esto es intenso, contyyy wuiiiii. -
Kari~san13+1 .
User deleted
Holitas
Ooooohhh ya valio pobre misaki xD
Esto es demasiado intenso para mi 😨😨😨
Eso significa que takahiro y Usagi si van a estar enamorados y misaki va a tener que luchar por su amor contra su hermano ??? O solamente se va a enamorar Usagi de nuevo pero está vez no dejará ése amor no correspondido por misaki ??? Creo que tengo muchas teorías
CONTYYYYYY
Besitos kawaii
. -
Jane Luna+3 .
User deleted
@Suzuki Hoods: ¡Hola Suzuki-san! 
Misaki es muy terco, debemos hacer algo para calmarle ese tsunderismo suyo. D: De Usagi-san ya sabremos más adelante, muuuucho más adelante (o bueno, al Usagi-san fuera del universo en el que se fue a meter Misaki, del Usagi-san "alterno" sí que conoceremos algo muy pronto xD). Yo pienso que Misaki siempre ha sido así como es (medio tsundere, un poco tímido con algunas cosas, pero muy alegre y amable) así que plasmaré mi visión allí. ^^ Takahiro en ese universo no conoce a Manami, ni sabe quién es xDD. Ya veremos lo que el destino le depara a Misaki.
@Fujoshi-chan o Ana-chan: Me alegra que te guste.
Gareca Bet: Es hora de que Misaki se ponga a pensar. o.O Es interesante tu teoría de que Takahiro no conoce a Akihiko... Ya veremos en el próximo capítulo si es verdad.
@KannaUttau: Misaki es muy testarudo, necesitaba una lección de la gran Yuri-san y su amigo Hazuki, el ángel guardián de Akihiko. Ya veremos más adelante todos los detalles de ese mundo alterno de la mano de nuestros personajes. ^^
@panda-Perv-chan: La tendré lista en cuanto pueda. Ya veremos lo que hace Misaki.
@Kari~san13: Como tú dijiste, ya valió xD. Ya veremos más adelante si tus teorías son acertadas jaja.. -
GioUsami+1 .
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Wow 
me encantaaaaaaaa
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GioUsami .
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Por favor queremos contyyyyy 
. -
karyna saga .
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Contyyy 
. -
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Hoooooo! 
Misaki te toca encontrar al señor conejo!!
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GioUsami .
User deleted
Conty porfissss
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Elígeme a míMisaki tiene un accidente. Cuando despierta, descubre que tiene diecisiete años otra vez, pero no sólo eso... ¡Otra vez está viviendo con su nii-chan, no hay Manami ni Mahiro! Pero eso no es lo pe |
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