CULPABLE (SasuxIta/Drama/Lemon)

Sasuke un afamado detective, Itachi un criminal sin escrpulos, ambos son como el agua y el aceite pero ¿sera la culpa la que los una?

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  1. lobo oscuro
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    Onegai onegai sensei conty onegai usted puede onegai onegai onegai onegai
     
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    jade13
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    -…Ya te tardabas demasiado hermanito…

    -¿Dónde demonios estas maldito?

    *****



    -Escuche que el “SUCESOR” tendrá una cita muy importante hoy- Decía un peli naranja de ojos muy peculiares, recostado sobre el marco de una puerta y de brazos cruzados.

    -¿Te refieres a Itachi? ¿Que acaso es ese su nuevo apodo?- Se burlaba Madara mientras giraba en su silla para verle cara a cara y dejaba a un lado el papeleo que llevaba a cabo antes de que irrumpieran en su despacho.

    No pareciéndole gracioso dicho comentario, Pain frunció el ceño mientras le miraba fijamente intentando descifrar si el otro hablaba en serio. Ciertamente en la organización no había nadie más intimidante que Madara, sin embargo este solo sucumbía ante la hostilidad de una persona y ese era precisamente Pain, hallándose en tal incomodidad solo desvió la mirada. Pain aún le observaba.

    -¿Acaso te volviste loco? Permitir tal estupidez es ponernos en riesgo a todos, confías demasiado en él, lo sobrestimas demasiado.

    -Y tú lo subestimas - Esta vez fue serio, nuevamente el silencio invadió la habitación.

    -Ustedes dos, ¿Que se traen entre manos?- Viendo que Pain no desistiría, tan solo suspiro.

    -No empieces otra vez- Decía con gesto aburrido mientras se levantaba de su silla dirigiéndose hacia donde el otro se hallaba, cerró la puerta con seguro le tomo por la cintura pegándolo a su cuerpo mientras acortaba distancia entre los rostros- Porque mejor no nos ocupamos de otra cosa. ¡Te extrañe!

    -Lo dudo- Decía mientras se liberaba del agarre, caminó hasta el escritorio y se sentó sobre este, una mirada retadora dirigida a Madara fue su primer y último golpe- Además solo fueron tres días.

    -En serio, pensé que había pasado más tiempo- Se quitaba la corbata mientras volvía a asechar al peli naranja, esta vez no huiría y él lo sabía, por eso le encantaba ese chico. Deslizo sus manos por las bien formadas piernas de Pain y se situó entre ellas hasta llegar a la cintura - Es lo malo de ser adicto a ciertas cosas.

    -¿Te refieres al cigarrillo?- Una sonrisa pícara surco sus labios.

    -Te aseguro que eres más adictivo que cualquier otra droga.

    Sin poder resistirse y sin pudor alguno Pain se lanzó a devorar los labios del otro, él también tenía vicios pero ninguno se comparaba con Madara por eso entendía perfectamente cómo se sentía, para ellos tres días lejos el uno del otro sin ningún contacto físico, era más que una eterna tortura.
    Pero la relación entre ellos no siempre fue así, Pain fue el primer miembro reclutado de Akatsuki, Madara apenas tenía 23 cuando se conocieron, el peli naranja era menor por dos años de diferencia y para ese entonces se dedicaba al lavado de dinero, era muy capaz en lo que hacía y muy astuto, no tomaba riesgos innecesarios y se movía como pez en el agua tanto fuera como dentro del negocio; sin embargo sabia sacarle provecho de la mejor manera a su trabajo convirtiéndose en un experto en la estafa de aquellos quienes le encomendaban un trabajo de gran magnitud, claro eso fue hasta que se topó con Madara, el cual le permitió vivir con la condición de que sirviera para él.

    Al verse atado de pies y manos no le quedo de otra, pero eso no significo que se convertiría en su fiel seguidor, al contrario siempre que podía se lo demostraba incluso en más de una ocasión estuvieron a punto de matarse a golpes, aunque nunca fallaba en sus delegaciones normalmente hacia más lo que a su parecer le convenía, proteger los bienes del “Tirano” como él le llamaba, no era su prioridad y esto ocasiono grandes inconvenientes a Madara quien aún se preguntaba porque le había perdonado la vida.

    Fue mucho tiempo después tras analizarlo detalladamente cuando Madara comprendió que aquel chico le interesaba a un nivel mayor, Pain a su parecer era una persona muy seria cuando de su beneficio se trataba, arrogante ya que no dudaba en decir las cosas como eran en realidad porque no le temía a pesar de saber que en cualquier momento podrían deshacerse de él de la peor manera, tenía temple a la hora de tomar decisiones y enfrentar situaciones críticas ya que analizaba muy bien su ventajas y desventajas, además no dudaría en traicionarlo siempre y cuando estuviera seguro que si su enemigo caía no se pondría más en pie, además de todo era un zorro astuto que sabía sacarlo de quicio y sabia defenderse perfectamente bien ya que el mismo lo había comprobado en variadas ocasiones, todo esto demostraba que Pain no era de esos fáciles de derrotar, ni mucho menos conquistar, y eso era justamente lo que a Madara mas le encantaba.

    Las manos de Pain eran rápidas, solo habían pasado segundos cuando la parte superior de Madara ya se hallaba desnuda, pero aunque no había que negar que Pain era un experto en deshacerse de prendas innecesarias, para desgracia quizás no tanta de él, su amante era todo un amateur. Solo instantes pasaron y ya ambos se encontraban en pleno acto sexual, no hubo carias, ni palabras dulces, ni mucho menos delicadeza, Madara conocía a la perfección los deseos y ambiciones del peli naranja los cuales se ajustaban a la perfección a su modo der ser, no fue necesaria la preparación, en una sola embestida Madara ya se encontraba dentro del otro el cual se hallaba de espalda sobre el escritorio gimiendo y pidiendo más, más fuerza, más profundo, más placer.

    Con una mano se aferró con fuerza al cuello de Madara pegando más sus cuerpos jalando su cabello y marcando la piel que sus dientes alcanzaban a morder, mientras que la otra la deslizaba por el sudoroso abdomen de Madara tocando cada centímetro de su cuerpo subiendo hasta sus pectorales, hasta su cuello para luego descender por su espalda. Una estocada y Pain se sintió en el cielo, había dado en el punto, Madara sonreía como psicópata al oír los gemidos y la respiración agitada de Pain, esa piel perlada de sudor con todas esas perforaciones y pircings, y esa forma tan agresiva de tener sexo era lo que más lo enloquecía.
    Siguió embistiendo al peli naranja hasta que sintió que el otro se despegó por instantes de su cuerpo y lo miro tan excitado que no pudo resistir en tomar esos labios de perdición, pero tan pronto intento acercarse Pain jalo de su cabello haciendo que su cabeza se fuera hacia atrás evitando el contacto -¿Acaso te pedí que pararas?- nuevamente sonrió, tan pronto soltó el cabello, Madara tomo sus caderas y lo giro recostándolo de frente al escritorio mientras volvía a penetrarlo sin ningún cuidado, Pain se aferraba al borde de la madera mientras mordía sus labios, pero al hacerlo sintió los dientes de Madara morderlo con fuerza en uno de sus hombro haciendo que gritara de dolor, luego de lastimarlo lamio desde la herida que comenzaba a sangrar hasta el su oreja mientras tomaba sus cabellos –¿Acaso te pedí que callaras?- esta vez fue Pain quien sonrió.

    *****



    Mientras tanto… Kisame Hoshigaki, el 4to, por motivos ajenos a su voluntad no pudo llegar a tiempo para el almuerzo y nuevamente se encontraba esperando en la recepción de la mansión Akatsuki sentado en un sofá a que pasaran algo interesante, como la cena, divagaba en su aburrimiento cuando vio entrar a la casa a Itachi, parecía ir con prisa así que pensó en jugarle una broma pero tan pronto vio su rostro al subir las escaleras lo pensó dos veces y lo dejo pasar sin más, pasaron tan solo unos minutos cuando observo que el Uchiha descendía con una expresión de molestia, o más bien como si algo le preocupara, cosa que lo desencajo un poco, Itachi jamás era expresivo al nivel de que los demás lo notaran.

    -Hey ¿Te encuentras bien?- Con una mirada de sorpresa Itachi volteo a mirarle como si apenas se hubiese percatado de su presencia. En definitiva algo no andaba bien.

    -¿Sabes dónde está Madara?- Fue lo único que dijo.

    -Está en el despacho- dijo señalando hacia un pasillo -¿Ocurrió algo?- Su pregunta quedo en el aire, ya que el otro tan solo se dirigió con la misma prisa hacia el lugar mencionado –Yo en tu lugar ni me acercaría en estos momentos- Se giró y le miro con un gesto de duda –Es Pain, cuando llegue lo vi entrar, llego hoy, su carro está estacionado afuera, ¿Acaso no lo notaste?

    -Tch… Maldición- Murmuro, paso su mano por su cara echando su cabello hacia atrás pensativo, tomo aire por un momento y lo soltó en un suspiro pesado, miro al vacío y se dirigió a la salida.

    -¿Tan pronto te vas? Apenas son las cuatro, es muy temprano aun ¿cierto?

    -Deberías de meterte en tus propios asuntos.

    -Jajaja… No me mires así, no soy ningún metiche, yo solo cumplo órdenes, y las órdenes de Pain fueron muy claras, no es que él desconfié de ti pero quiere estar seguro de que esta vez no dudaras, el que yo te vigile es solo un seguro a sus intereses, velo como la última prueba a superar para ser el jefe definitivo.- Decía con una amplia y sádica sonrisa.

    -Jump… ¿Algo más?- Notando que el Uchiha no caería en sus provocaciones, se levantó del sofá y se dirigió hasta donde él se hallaba, lo tomo por un brazo y lo arrastró hacia afuera de la mansión, ya solos se acercó al oído y susurro.
    -Hey Itachi, ¿Realmente serias capaz?- Sin soltar el agarre lo miro directo a los ojos y viendo que este no respondería solo dijo unas últimas palabras –Solo no hagas algo de lo que luego te arrepentirás. Amigo mío.

    Holaaaaaaaa, lo se lo se meresco ser golpeada lo se, pero realmente espero que disfruten de este cap, lo hice con muchaaa paciencia y mucho amor, sin mas que decir feliz navidad y dentro de pocas horas feliz año nuevo, espero nos leamos pronto, mil gracias por todo su apoyo y besos muchos muchos besos.

    PDT: Con el favor de Dios mañana habra actualizaciòn de Amarte es tan doloroso y una sorpresa como premio por a ustedes por haber sido tan irresponsable.
     
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    Quien sea que se los haya llevado, regreselos
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    Gracias a kami por esto

    Tengo ganas d llorar...
    Despues de tanto al fin actualizaste(y si te quiero golpear¬¬)pero como continuaste te la perdono^^
    Nos leemos pronto y felices fiestas a ti tambien
     
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  4. lobo oscuro
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    me gusto el capitulo aunque tardaste mucho onegai conty onegai sensei
     
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    jade13
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    -Hey Itachi, ¿Realmente serias capaz?- Sin soltar el agarre lo miro directo a los ojos y viendo que este no respondería solo dijo unas últimas palabras –Solo no hagas algo de lo que luego te arrepentirás. Amigo mío.


    *****




    La tarde había caído y la ciudad estaba en su punto más estresante, personas saliendo de sus trabajos, estudiantes que iban y venían corriendo, riendo y gritando, el tráfico, el calor, el ruido, el humo de los autos y los cigarrillos de los fumadores, las prostitutas que comenzaban a mostrarse y los bandidos que buscaban las sombras más oscuras para esperar a sus víctimas.

    ¿Victima?, eso era ¡claro!, así se sentía Sasuke en aquel momento, una víctima de la incertidumbre, y de la ira que lo consumía como el fuego a las brasas, desde su última conversación por teléfono la noche anterior, su mente solo giraba en torno a las palabras de Itachi, las repasaba una y otra y otra vez indagando en lo más profundo de lo que pudiesen ocultar, pero realmente no lo veía posible, simplemente fue directo al grano, fue más bien una imposición en vez de una petición. Dudaba que intentara ocultar algo en aquella explicita “conversación”, aun recordaba su voz grave y madura a través del auricular, le avergonzaba admitirlo pero tan pronto escuchó aquella voz su piel se erizó y sintió su inquietante presencia casi como si estuviera a su lado.

    Dándose cuenta de que perdía el tiempo, decidió mirar el reloj de pulsera que llevaba en la mano izquierda para verificar la hora, no podía seguir donde estaba, llevaba más de una hora frente al lugar que habían acordado, faltaban cinco minutos para las seis y media y aun no observaba ningún cambio, al menos estaba cómodamente sentado pero eso no quitaba el hecho de que el ambiente fuera desagradable. Sasuke era una persona poco sociable, muy cerrado a la hora de entablar una conversación pero muy cortés y formal, siempre andaba solo y pocas veces asistía a lugares muy frecuentados, prefería encerrarse en su oficina y analizar detalladamente cada caso en su archivo, su escases de amigos le permitía disfrutar de sus capacidades máximas a la hora de trabajar, solo se concentraba en su trabajo y lo que quería alcanzar.
    Naruto era la única persona a la que podía etiquetar como amistad, era un joven muy activo y algo alborotado por así decirlo, pero muy suspicaz, se conocían desde pequeños, estudiaron las misma carrera y aunque uno destacaba más que el otro en las labores, siempre continuaba el lazo de compañerismo, a su manera Naruto lo apoyó en sus peores momentos y lo alentó a continuar cuando casi cedía. Sin embargo a pesar de su cercanía Sasuke tenía su espacio muy limitado, Naruto opinaba, aconsejaba y muchas veces le reprochaba cosas que no se atrevía a hacer otro que lo conociera, pero a pesar de eso incluso él sabia cuando era el momento de no presionar a su amigo, sabía que existía una línea que ni siquiera él podía cruzar.

    Otros cinco minutos pasaron y Sasuke dudó de haber sido tomado en serio, suspiró mientras cerraba los ojos y escondía su cara entre sus manos apoyadas de sus rodillas, esto era algo que solo hacía cuando el estrés lo agobiaba, contaba los segundos mientras recordaba ese instante en el que cruzaron palabra Itachi y él después de tanto tiempo.

    *****



    -…Ya te tardabas demasiado hermanito…

    -¿Dónde demonios estas maldito?

    -Tus modales son patéticos. Si no es porque yo lo deseo quizás aún no me hubieses notado…

    -Eso no responde a mi pregunta…

    -Bien, entonces la tarjeta que tienes en la mano es tu respuesta. Ve a ese lugar antes de las seis y espera, tan pronto abran sus puertas, entra y entrega la tarjeta, dirás que vas por recomendación del Sr. Danzo. Debes ir solo, y no llegaras en auto, iras a pie todo el camino, sal cuando nadie se dé cuenta de tu presencia y deja el celular en casa, no intentes nada absurdo.

    -¿Por qué debería creerte?

    Sasuke pudo escuchar una pequeña risa de parte de Itachi, algo que no le agradó para nada.

    -Sasuke, no estás en posición de negarte. No llegues tarde.

    Colgó…

    *****



    -Tch… ¡Maldición!

    Él sabía que no lo estaba, la situación había empeorado, quizás fuera una trampa, eso era lo más probable, el que Itachi hubiese mencionado a Danzo y el hecho de tener que utilizar su nombre para entra a aquel bar solo podía significar una cosa, y aunque realmente no le sorprendía pues ya anteriormente lo había sospechado, le inquietaba haber estado en contacto directo con el enemigo desde el principio.

    Danzo, era el responsable de la inteligencia de elite en el país, los agentes más calificados se encontraban bajo su mando, una vez Sasuke fue invitado a participar en su cuartel, pero lo rechazo. Según sus investigaciones y su experiencia personal, Danzo no era alguien en quien pudiese confiar, un hombre con tanto poder era muy peligroso, ya había tratado con él personalmente un par de veces y lo único que hizo fue reafirmar sus sospechas, aquel hombre no tenía las manos limpias.
     
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    Danzo, era el responsable de la inteligencia de elite en el país, los agentes más calificados se encontraban bajo su mando, una vez Sasuke fue invitado a participar en su cuartel, pero lo rechazo. Según sus investigaciones y su experiencia personal, Danzo no era alguien en quien pudiese confiar, un hombre con tanto poder era muy peligroso, ya había tratado con él personalmente un par de veces y lo único que hizo fue reafirmar sus sospechas, aquel hombre no tenía las manos limpias.

    *****



    El tener que asumir todo tan pronto era algo amargo de digerir, sobre todo si tomaba en cuenta el hecho de que su ilusión de atrapar al asesino de su familia algún día, desde un comienzo había sido una jugarreta de Itachi para mantenerlo distraído mientras el manejaba sus hilos desde las sombras. Lo odiaba, esa superioridad que tenía sobre él, Sasuke aún no recordaba un momento en el que su hermano no fuese el centro de atención, sus padres nunca tenían altas expectativas en él, pues Itachi era el hijo ejemplar, una risa surco sus labios mientras apretaba fuertemente sus manos sudorosas intentando contener la impotencia, tenía que verlo y golpearlo, una vez, solo eso pedía, poder mirarlo por encima del hombro, así fuese lo último que hiciera.

    Un Cadillac negro se estacionó frente a las puertas de vidrio ahumado del gran local, no salió nadie del auto, las puertas del bar se abrieron y un par de hombres vestidos de trajes negros con blanco y gafas se ubicaron a cada lado de las puertas, detallando todo lo que ocurría al cruzar la calle, Sasuke espero unos minutos, pero al ver que no habían más movimientos tomó la decisión de acercarse al lugar. Había seguido las instrucciones al pie de la letra, salió de su residencia sin que nadie lo viera o notaran su presencia, dejo su coche y celular y no pretendió nada “Absurdo” pero venia preparado para todo.

    Con la respiración calmada y semblante sereno, sin inmutarse ante el gran tamaño de los hombres que lo miraban de pies a cabeza mientras atravesaba por medio de ellos, siguió caminando hasta llegar a una pequeña recepción lujosamente decorada al mejor estilo de su nombre “Black & White”, aquel lugar era muy similar al recibidor de un hotel cinco estrellas, no se asemejaba para nada a su imagen mental de burdel, pero eso era lo menos importante. En el centro del recibidor, había un mostrador de mármol pulido con barrotes plateados, toda la sala estaba decorada con negro y mueble luminosos, la iluminación era tenue pero era la indicada para observar y dejarse ver.

    Concentrado en el ostentoso decorado del lugar, tardó en darse cuenta de un hombre que le hizo compañía rápidamente luego de haber tocado la campana del recibidor, se giró a mirarle y notó que tan solo era un joven con cara de altanero que posiblemente tenía la misma edad que él, o al menos eso aparentaba, era pelirrubio estaba bien vestido, no era un uniforme como el de los anteriores, tenía un estilo algo extravagante pero sabía combinarse. El joven que no parecía nada amable se presentó por su nombre, Deidara, era el gerente del local y sin mucha charla se disculpó por tener que pedirle que esperara pues el local aún no estaba abierto, faltaba una hora para terminar con la limpieza y comenzar la jornada de esa noche.

    Sasuke que ya no podía esperar un segundo más, sacó la tarjeta que había recibido el día anterior de su saco vino tinto y la entregó al gerente sin decir ni una palabra, aquel hombre que mostro una mueca casi imperceptible de molestia por la acción del otro al ignorar sus palabras, tomó la tarjeta y la miró detalladamente, pregunto si era el referido de algún cliente fijo y Sasuke respondió como se le había instruido.

    -Danzo…

    Por un momento dudó si solo decir su nombre fuese suficiente, pero mejor era ser prudente, el rubio que hasta ahora no mostraba mucho interés abrió los ojos de manera casi alarmante, como si acabase de ser testigo de un gran descubrimiento, rápidamente tomando su papel de gerente, sonrió a Sasuke mientras guardaba la tarjeta y lo guiaba por unas escaleras de caracol, mientras le seguía Sasuke se extrañó por el repentino cambio de actitud de aquel hombre, que ahora era cortés y se mostraba, podría decirse que excitado con su presencia. Llegando a un segundo piso, Deidara instaló a Sasuke en un pódium cerca del balcón que tenía una vista exquisita del bar y su interior, tenía que admitirlo aquel lugar era sorprendentemente elegante y agradable a la vista, solo con mirar los vasos donde se servía el licor podía uno darse cuenta de que aquellos no eran lujos para cualquiera.

    Ya estando cómodo, tomó del wiski que el gerente mismo sirvió para él, ¿Por qué un gerente tendría tantas atenciones?, aquello era sin duda efecto de aquella tarjeta, una de dos o Danzo, como ya se lo esperaba, era miembro exclusivo de aquel local y seguramente alguna facultad dentro del club, o aquel sujeto que pudiese ser o no, más que solo un gerente, conocía a Itachi, sus planes y solo seguía el juego, lo más probable es que fueran ambas.

    Luego de asegurarse de que todo estuviese listo, Deidara hiso una reverencia y le pidió a su invitado de honor esperar unos momentos, pues alguien vendría a hacerle compañía, Sasuke sintió que su estómago comenzaba a revolverse, ¿Acaso su compañía seria Itachi? ¿Esa era la señal?, sin intentar dar tantas vueltas en su cabeza miró por el balcón hacia el centro de la tarima que se hallaba al fondo de la planta baja, allá entre tubos, poca tela, tacones y lentejuelas unas jóvenes y su parejas practicaban algún tipo de danza muy lasciva pero muy atractiva, mientras cada uno de ellos intentaba seguir los pasos al ritmo de una voz que les gritaba fuertemente desde una esquina de la tarima, una mano se posó en el hombro de Sasuke haciéndolo volver al segundo piso.

    Sin dudarlo dos veces giro rápidamente mientras su mano derecha buscaba el arma que guardaba en uno de los bolsillos del saco, no llego a mostrarla y menos mal no lo hizo, pues su simple acto asusto a la pobre joven de cabellos rojos que se posaba a su lado, con la mano puesta sobre el metal entre la ropa y la vista sobre la chica, poco a poco relajo los musculo mientras hacía nota mental de su imprudencia. Suspiró larga y pesadamente mientras la joven notaba que no era a ella precisamente a quien esperaban, volviendo a detallar a la chica la cual llevaba las mismas ropas de los de la tarima, recordó que aquello era un burdel y por mucha clase que tuviera obviamente esta era la clase de compañías que debía de esperarse en un lugar así.

    A pesar de no tener tiempo para perder, pues quería terminar con todo aquel montaje, llamó su atención aquella cara tan peculiar que no recordaba concretamente pero si le era muy familiar, solo para descartar dudas, le hizo una señal con la mano a la chica para que tomara asiento en la misma mesa y así poder indagar un poco, la joven que parecía algo apenada, pues tenía las mejillas rojas y no lo miraba directamente a los ojos jugaba nerviosamente con sus manos, aprovechando el notable hecho de que la chica había puesto sus ojos en él, decidió sacar ventaja para hacerla entrar en comodidad y quizás si tuviese suerte, conseguir algo de valiosa información.

    -¿Tu nombre?- Preguntó en tono seco, mientras servía nuevamente licor en el vaso de cristal.

    -Karin…- respondió la joven que observaba de reojo cada gesto del que tenía al frente.

    -Qué bonito nombre, igual que tu cabello- decía mientras mostraba una cálida sonrisa, tomó otro sorbo de licor, estaba hipnotizando a la chica – ¿Te gusta bailar Karin?

    Esta vez la joven solo agito la cabeza de forma positiva afirmando la respuesta, Sasuke que se sintió triunfador al lograr que la chica lo mirara directamente, decidió atacar más a fondo.

    -Y si es así, ¿Por qué estás aquí conmigo y no allá con ellos? – decía mientras señalaba a la tarima.

    La chica que siguió la dirección indicada, hizo un gesto de desagrado cuando vio al grupo practicar y se giró molesta mientras hacia lo que parecía ser un puchero. ¿Acaso era tan infantil?

    -El gerente me ordenó hacerle compañía, ellos no saben a preciar un buen baile, sin embargo también vine porque realmente quería estar a su lado.- esto último lo dijo casi que escondiendo el rostro por completo.

    -Ummm… Entiendo, ten toma un poco- Le extendió el vaso donde anteriormente él se había servido y del cual estuvo bebiendo.

    La chica lo miró impresionada y completamente roja, estiró sus manos temblorosas hacia el vaso, tuvo que sostenerla con ambas para que no resbalara, un vaso de esos costaba más que un año de su sueldo, bebió complacida y agradeció a Sasuke que la observaba de manera penetrante.

    -Dime algo Karin ¿nos conocemos?- Aquella pregunto la dejo sin habla y su rostro casi palideció, pero antes de que fuera notorio disimuló y negó aquello.

    -Eso es imposible, lo recordaría si así fuera- dijo con cálida sonrisa.

    -¿Te gusta esto? ¿Este lugar?

    -…

    En silencio, la joven comenzó a ensombrecer su semblante mientras aun sostenía el vaso entre sus manos.

    -No, realmente no es lo que quisiera para mí, pero no tengo a donde ir, mis padres me echaron cuando aún era muy niña y ahora tengo muchas deudas que pagar.

    La joven se sintió desarmada, aquellas preguntas tan sencillas y comunes perforaron en su alma y sus recuerdos, hurgando en su pasado y presente, pero cuando estaba a punto de derramar lágrimas, una calidez sobre sus manos se posó, y vio a Sasuke que tomaba las de ella entre las suyas y las llevaba a sus labios para besarlas, sentía que se le iba a salir el corazón y lo miro fijamente mientras él la miraba a ella y estaba lista para responder a su próxima pregunta.

    -Entonces… ¿Conoces a Itachi?
     
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    -Entonces… ¿Conoces a Itachi?

    *****



    Esta vez no lo pudo evitar, su sorpresa se expresaba en toda su cara, aunque intentara negarlo, la respuesta era evidente, su manos estaban atrapadas y el sudor por los nervios rápidamente la hicieron presa del temor de revelar lo que no debía saberse, él no debía saberlo.

    Una sonrisa forzada se enmarco en el rostro de Sasuke mientras unos ojos mordaces y llenos de veneno debelaban sus verdaderas intenciones, ella había caído en su juego. Aun sosteniendo su manos temblorosas y viendo que la había desenmascarado, no tuvo compasión alguna.

    -¿Desde cuando trabajas para él?

    -No… No sé de lo que habla señor, yo no conozco a nadie por ese nombre… -Decía mientras intentaba soltarse desesperadamente del agarre.

    Sasuke que estaba enfurecido, torció sin delicadeza una de las muñecas mientras las miraba con desagrado, la chica se quejaba del dolor en voz baja suplicando compasión y negando de lo que se le acusaba, lo que más la lastimaba era el hecho de saberse descubierta, justo cuando por fin se había acercado tanto. Luego de verla sollozar un poco, Sasuke la soltó y se giró al balcón para no mirarla.

    -Largo, ve y dile a tu dueño que no vine a perder mi tiempo con sus putas.

    Aquellas palabras destruyeron lo poco que quedaba de esperanza en la ilusionada Karin, silenciosamente se levantó, hizo una reverencia y se fue.

    Mientras sacaba una caja de cigarrillos del bolsillo de su pantalón gris, luego de encender uno, Sasuke recordó el día que se mudó a su actual departamento, normalmente no le prestaba atención a ese tipo de cosas, pues poco era el tiempo que pasaba en su “Hogar”, pero aquel día específicamente, una joven pelirroja de lentes se había mudado también al recinto, estaba a unos cuantos departamentos de él, tropezaron en el elevador cuando ambos cargaban sus cosas de la mudanza, él le ayudo y fue amable, ella se sonrojo y le dio la gracias. A pesar de haberla visto unas pocas veces cuando salía muy temprano o llegaba muy tarde, siempre parecían coincidir, aunque nunca cruzaron la palabra.

    Habían sido pocas veces pero, recordaba él día en que conoció a Karin justo cuando él se había reinstalado, justo cuando comenzaba de cero, una vida sin Itachi, habían pasado 6 años desde aquella vez, seis años y nunca había sido como él creía.

    -Todo lo que creemos real, es solo una ilusión…

    Decía mientras exhalaba el humo del cigarrillo.

    *****



    Deidara odiaba las formalidades, detestaba ser gerente de un bar tan lujoso, el papel no era para él, no era mal actor a la hora de aparentar pero prefería estar en otro lugar, anteriormente era un piro-maniaco, se le acusaba en el extranjero de varios crimines con bandas organizadas que causaron gran polémica, recordaba aquellos viejos días de gloria con gran orgullo. “El arte era una explosión” esa era su mejor frase y su “Legado”, sin embargo sus artimañas no eran muy valoradas por otros que solo lo tomaban por un desquiciado, por eso decidió hacer algo más grande, cuando Akatsuki lo reclutó por sus habilidades con los explosivos, sintió que su momento de triunfo se acercaba.

    Conocía a esos tipos solo por rumores, una gran mafia que se iba haciendo nombre poco a poco por sus poco comunes estrategias de contrabando, además de eso se encargaban de otros trabajos siempre y cuando fueran bien remunerados, él fue uno de los últimos en formar parte de la asociación. Al principio las cosas eran fáciles pues tenía algo de libertad trabajando a su manera por cuenta propia, pero todo eso cambio cuando conoció al hombre que se ubicaba en el lugar número uno de aquello que más odiaba, Itachi Uchiha era su nombre.

    Trabajar con aquel bastardo era todo un tormento, Itachi siempre le llevaba la contraria y no comprendía su ideología sobre la vida y el arte, nunca lograba ponerse de acuerdo con él, pues siempre despreciaba sus ideas e imponía su opinión convirtiéndola en orden. Lo que más detestaba de todo aquello, es que la mayoría de las veces tuvo que ceder, pues aunque le pesara, Itachi era racional a niveles sobre humanos, sus cálculos eran siempre los correctos, sabia como moverse y como usar a los demás, incluso llegó a conocer de tal manera el trabajo de Deidara que sabía que errores cometería el rubio antes de que ocurrieran.

    Era un genio de la estrategia y su impasible carácter lo posicionaban en el mayor de los niveles en Akatsuki, todos le temían y respetaban, hartado de todo, Deidara intento tenderle una trampa una vez, pero falló, al principio temió por su vida pues sabía que Itachi no perdonaba, un hombre que mató a su propia familia no era alguien compasivo. Extrañamente Itachi nunca reclamó su cabeza o fue tras él, solo ignoró el hecho y lo dejo pasar como si hubiese esperado todo aquello desde un principio, el único cambio que hubo fue que luego de un tiempo Deidara comenzó a trabajar con otro compañero de Akatsuki, un joven al que llamaban “El Titiritero”.

    A diferencia de Itachi, Sasori y Deidara compartían el concepto del arte en la vida de los humanos, rápidamente entablaron algo parecido a una amistad y los días de Deidara continuaron sin contratiempos, todo eso fue hasta que llegaron a ese maldito país donde le dieron la responsabilidad de acabar con cierto grupo de personas que eran espías de la policía en intentaban obtener información de Akatsuki. Deidara hiso su primera aparición artística en aquel país, pero lastimosamente falló y cayó en una trampa de los agentes de inteligencia que estuvieron muy cerca de capturarlo, en aquel momento de no haber sido por Sasori e Itachi quienes le ayudaron a salir del aprieto, probablemente no estuviese vivo, odiaba tener que deberle algo a Itachi pero peor hubiese sido estar muerto.

    Como castigo por sus errores y para mantenerlo alejado de la polémica mientras las cosas se calmaban, Pain vio conveniente colocarlo a cargo de uno de los tanto locales que pertenecían secretamente a Akatsuki, al principio la frustración no lo dejaba dormir, ¿cómo alguien como él podía caer tan bajo?, y todo por culpa de aquel miserable de Itachi, seguramente había sido idea de él su encierro en ese lugar. Sin embargo mantener un bar como aquel a flote no era tarea sencilla, en “Black & White” se llevaba a cabo intercambio de información, peticiones y colaboraciones de todo tipo, las relaciones de Akatsuki con otros grupos se desarrollaban allí, y de esas relaciones dependían la reputación y firmeza del equipo.

    Al comprender el papel tan “Indispensable” que ahora desarrollaba, se tomó las cosas con más calma, pero eso no quería decir que estuviera en paz con Itachi o todo lo que se le relacionaba, hacía poco recibió noticias de Pain donde explicaba que Itachi se encontraría con una importante persona en el bar, que se hiciera cargo de los preparativos y que no estorbara. Aquello le pareció muy gracioso a Deidara, el gran señor bajaba de sus aposentos a tratar con alguien de la tierra, por supuesto el no “estorbaría” y aunque la idea de arruinar todo aquello se le hacía muy agradable, cuando investigo más a fondo lo que ocurriría decidió completamente no intervenir.

    Aquella noche, en aquel sitio, se debía de llevar a cabo una importante petición del mismísimo Madara, algo que “solo Itachi podía hacer”, según lo que acababa de comprobar con sus propios ojos, aquella importante persona era nada más y nada menos que el hermano menor del Uchiha. Hasta donde tenía entendido, la familia Uchiha había sido literalmente masacrada por uno de su misma sangre, Itachi era el causante de la tragedia más perturbadora del país, acusado de haber asesinado incluso a sus propios padres y luego incendiar el lugar donde ocurrieron los hechos.

    Extraña y milagrosamente, de aquel desastre surgió un sobreviviente, un niño de 11 años hermano del principal sospechoso, cuando fue rescatado del incendio donde casi muere, según informes policiales no tenía heridas graves, sin embargo tras varios interrogatorios y diversos estudios psicológicos se supo que el menor había presenciado algo de lo que se suponía había ocurrido, confirmando parte de los hechos, sus padres habían muerto a manos de su hermano mayor. Otro dato curioso fue que a pesar de hallarse en el momento preciso del homicidio familiar, el chico logro huir del destino tan trágico que sufrieron los demás, el médico que lo atendió asevero que solo había recibido un fuerte golpe que ocasiono su pérdida de conciencia, pero nada más grave que eso, lo que hizo pensar a muchos que quizás el asesino huyo pensando que había logrado acabar con todos y el niño había sido milagrosamente protegido.

    Un estúpido quizás lo viera de ese modo, pero si alguien alguna vez siquiera había tratado con Itachi, seguramente lo dudaría dos veces, ¿Acaso aquel hombre dejaría pasar algo por alto? ¿Acaso faltaban piezas en ese rompecabezas? Tal vez la segunda opción era la más probable; como fuera nadie hablaba de aquel tema en la organización, los susurros eran barridos con facilidad pues Itachi tenía ojos y oídos por doquier, la verdad sobre los Uchiha y su verdugo era un tema completamente confidencial, ni siquiera el mismísimo Kisame, el cual parecía ser el miembro más cercano a Itachi, conocía la historia detrás de todo aquel montaje.

    Quizás Deidara no fuese tan astuto como Itachi, y lo reconocía, pero algo estaba muy claro para él, y eso era que a pesar de todo, ambos tenían algo en común, ambos eran simples humanos, y al igual que él Itachi cometía errores y estaba muy seguro de que Sasuke era uno de ellos; no lo conocía personalmente pero había investigado sobre él y su vida luego de su perdida. Creció con familiares adoptivos, recibió buena educación y se formó para ser detective, oficio que desempeñaba de manera extraordinariamente bien, además de ser quizás uno de esos pocos “incorruptibles” con falsas expectativas sobre la justicia y verdad, ¿pero acaso no tenía el joven motivos suficientes para querer llevar ese camino?
    Ahora que lo volvía a ver de esa manera, le parecía tan divertida aquella controversia, Sasuke cazaba a un asesino, su hermano, para limpiar el nombre de su familia y su propio orgullo como persona, ¿Y si para lograrlo hiciera falta más que solo leyes?

    -Pobre niño ignorante. Si tan solo hubiese tenido una oportunidad…

    Ni hablar del mayor, aquel ser tan temido dentro de la organización, tan impasible, no era más que un cascaron de persona sin sentido propio de la vida, caminando un sendero que era manipulado al antojo de Madara siempre y cuando le beneficiara. Todo lo que había logrado no eran más que escusas para encubrir sus pecados, ¡Oh! Pero que divina suerte le había proporcionado el destino ese día a Deidara, aquello parecía una obra de Da Vinci develada ante sus ojos, una explosiva obra de arte tan compleja y con tanta vitalidad, que podía sentir el dolor y la amargura en sus labios mientras degustaba una copa de vino en la recepción del bar.

    Excitado por sus conjeturas, colocó la copa sobre el amplio mostrador de mármol mientras volvía a arreglar su traje y corbata, tenía trabajo que hacer y el Cadillac negro frente al local se lo recordaba, no había tiempo para fantasear y no lo necesitaría, estaba seguro de lo que ocurriría, él solo tenía que desenvolverse como de costumbre y sonreír una vez más al chico que seguramente lo esperaba en el lugar donde lo había dejado. Mientras caminaba hacia las escaleras en espiral, su emoción aumentaba, quería ver la cara de Itachi cuando se lo entregara, necesitaba verla y corroborar su creencia.

    Si él hubiese tenido los cojones para matar a su propia familia como según lo había hecho el Uchiha, Posiblemente, por alguna circunstancia, puede que hubiese metido la pata y lo dejase al alguien con vida, pero él conocía a Itachi y sabía cómo trabajaba, ¿Era casualidad que su hermanito quedara vivo? No, una rata tan pequeña no se le hubiese escapado. Era una lástima que una conclusión tan simple dañara la imagen que él mismo había intentado crear, pero para los ojos de Deidara el hecho de que Sasuke estuviese vivo era solo una prueba más de la humanidad de Itachi, ni pensar que aquel hombre fuera capaz de sentir compasión, o ¿quizás era algo más fuerte?

    Pero como todo en esta vida tiene un precio, el tiempo de ambos había terminado, Sasuke había crecido y se había preparado, pero su continua persecución a Itachi por su obsesiva venganza, le habían ocasionado muchos problemas y perdidas a la organización y sus aliados, que pedían a gritos una solución que no los involucrara. La paciencia no era algo que le sobrara a Pain, y si Madara daba una orden debía cumplirse, no había más opción para Itachi, el joven Uchiha solo tenía un destino por perseguir, y ese era el terminar igual que sus padres.

    Los escalones se acababan y la figura de Sasuke comenzaba a reflejarse en los ojos del rubio, mientras las distancias entre ambos se acortaban y observaba como Karim les miraba desde el otro lado de los palcos, Deidara pensó en lo aburrido que habría sido todo aquello si hubiese intervenido como en un inicio lo había planificado, que mejor forma de disfrutar su propia venganza contra Itachi, que entregándole aquello que tanto había intentado proteger para que al final de la noche sea sacrificado.

    -Me disculpo por la espera, por favor sígame, le llevare a su destino…- Decía mientras hacía una reverencia y estiraba su mano derecha hacia un pasillo, con una hipócrita sonrisa en la cara.

    *****CONTINUARA*****

     
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    -Me disculpo por la espera, por favor sígame, le llevare a su destino…- Decía mientras hacía una reverencia y estiraba su mano derecha hacia un pasillo, con una hipócrita sonrisa en la cara.

    *****



    Mientras la hora se acercaba y el sol se ponía, a las afueras del club, en un lujoso Cadillac negro de vidrios ahumados y reforzados, se hallaban cuatro personas a la espera. El conductor, un hombre de rasgos juveniles, pero con más edad de la que aparentaba, cabello rojo al igual que sus ojos, se hallaba con la cabeza y los brazos recostado sobre el volante, a su lado en el asiento de copiloto estaba Pain, observando atentamente el ambiente a su alrededor.

    En los asientos traseros, se encontraban Kisame a la izquierda e Itachi a la derecha, ambos al igual que el resto no tenían nada que decir, aunque Kisame parecía contener su aburrimiento. Sasori miraba al frente perdido en algún pensamiento que los demás no podrían llegar a imaginar, estaba allí solo por curiosidad del rumbo que podrían tomar las cosas, no solo era que le agradara perder el tiempo de aquella manera a la espera de una señal o que no hubiese nadie más para hacer el transporte.

    Kisame estiraba las extremidades lo más que el automóvil se lo permitía, se sentía con pez enlatado, su objetivo, pues aunque no fuese de su agrado era una orden directa de Pain, negarse seria encontrar una muerte segura. Por otro lado Itachi quien pretendía disimular la atención especial que le prestaba a la hora del móvil, cruzaba brazos y piernas mientras hacía contacto visual con los ojos que lo miraban a través del espejo del coche, volviendo el ambiente algo tenso para sus acompañantes; a pesar de la incómoda situación a Sasori le hacía gracia de lo que era testigo.

    *****



    Para nadie era un secreto que Pain era el líder indiscutible de Akatsuki, no solo había sido el primer reclutado de Madara, su carácter y determinación además de su osadía al enfrentar sin miedo ni pudor a quien al final término en convertirse en su amante, lo hacían una figura imponente dentro de la asociación; era audaz, como Madara solía llamarlo muchas veces, un zorro, que apostaba solo a ganar. Sin embargo desde que Uchiha Itachi comenzó a hacer méritos las cosas cambiaron, ciertas asociaciones colaboradoras de Akatsuki, comenzaron a ver que el lazo sanguíneo que él fundador e Itachi compartían le daba al chico el derecho de tomar el lugar que Pain ocupaba.

    Además de eso aunque ambos tenían más enemigos que días libres en el año, muchos dentro de la misma organización preferían a Itachi ya que despreciaban el hecho de que Pain fuese la “Puta” del jefe mayor; a pesar de que estos pensamientos y trivialidades poco le importaban personalmente a Pain, no era estúpido para no darse cuenta de la división que esto provocaba en el grupo, había mucho en juego y esta vez no tendría oportunidad de huir limpio como antes, y aunque lo pudiese lograr sin ningún problema, pues una traición mas no le quitaría el sueño, esta vez las cosas eran distintas.

    Por otro lado estaba la opción de dejar a Itachi a cargo de todo, no dudaba de su capacidad y lo reconocía, tenía todo lo necesario para dirigir correctamente la raíz de la organización y sus ramificaciones, pero aun así había algo que aún le impedía dejarlo en sus manos, el echo era que no confiaba en Itachi. Conocía su historia hasta donde los demás la contaban, pues ni siquiera él pudo obtener más información de su amante, y no precisamente porque no la supiera, esto le hacía sospechar sobre la veracidad de los hechos, aquel chico era inteligente, él lo había corroborado en variadas ocasiones cuando lo utilizo como conejillo de indias para probar sus habilidades; resulto ser, que al igual que los demás tenía las manos manchadas de sangre, pero aun así, era algo especial.

    Madara solía ser sumamente cauteloso con los miembros raíz de Akatsuki, pues sabía que había reclutado a hombres y mujeres peligrosos y para nada estúpidos o inútiles, incluso Deidara y Hidan eran personas que podían sorprender, por esa razón pocas veces trataba directamente con ellos y utilizaba a Pain como medio de comunicación en aquel entonces, pues no confiaba en nadie más y a Pain no le quedaban más opciones que cumplir o morir; a pesar de esto cuando del Uchiha se trataba las cosas eran diferente, no solo el trato era diferente, pues tenían contacto personal muy a menudo e incluso se reunían y mantenían discusiones matutinas como si fuesen los mejores amigos de la historia. En un principio Pain llegó a pensar que su falta de confianza hacia Itachi, era que quizás estuviese celoso por la cercanía que ambos guardaban o que se sintiera desplazado, estas ideas anduvieron en su cabeza cierto tiempo, hasta que un día escucho secretamente una conversación entre ambos, Madara no sabía que él los escuchaba y por lo visto Itachi tampoco lo notó.

    En aquella breve conversación, la hostilidad entre ellos era casi tangible, educadamente estaban discutiendo cierto tema, Itachi sonaba inmutable pero sus palabras aunque muy venenosamente preparadas mostraban algo de duda, Madara no le cedía ninguna oportunidad y al final se llegó a una conclusión “favorable” para ambos, en términos que podían verse afectados según los actos de cada uno; jamás habló de aquello con Madara ni siquiera después de haberse hecho amantes. Dejo de hacer preguntas y cuestionar, pues ese día comprendió que aquella cercanía no era preferencia o algo parecido, la verdad detrás de todo, era que Madara estaba siendo más cauteloso con Itachi que con los demás.

    No era estimación, tan solo no lo subestimaba, lo conocía y sabía lo que era capaz, estar cerca de él era la manera más eficaz de presionarlo y vigilarlo, “Tus amigos cerca y tu enemigos más” Madara sabía que él poder que le daba a Itachi dentro de la organización era un arma de doble filo que debía saber colocar a su favor, también entendía que Itachi no era idiota como para dejarse manipular tan fácilmente y que corría riesgos, pero él tenía un as bajo la manga con la cual encadenaba a Itachi.

    Sabiendo todo esto Pain comprendió que la única manera de hallar una solución era comprobando la verdadera tenacidad de Itachi, fue por eso que decidió encargarse el mismo de tal amenaza, sabía que Madara solo observaría pues aunque no supiese las razones, sospechaba que ese acuerdo que él e Itachi mantenían a medias, tendría sus consecuencias si era incumplido por alguna de las partes, pero al tratarse de un tercero las cosas eran distintas; primero tendría que preparar la situación adecuadamente.

    Itachi Uchiha fue el quinto miembro de Akatsuki en ser reclutado, huyó de su país con la ayuda de Madara luego de haber asesinado a su familia con sus propias manos, claro que esto no era motivo suficiente para entrar a Akatsuki, pues si ese es el caso cualquiera con un historial más psicópata que ese tuviese más oportunidad que él, también realizo ciertas acciones que beneficiaron a Madara, pero que nadie conoce. Luego de eso se supo que milagrosamente el hermano menor de Itachi había sobrevivido al fatídico suceso, cosa que parecía sacado de una película, el joven creció y comenzaron sus delirios de venganza, gracias a esto, Pain pudo interferir con su plan.

    Lo primero fue mover las piezas para llamar la atención del chico, pues por lo que pudo averiguar, su línea de investigación aunque optimista, estaba muy lejos de poder inculpar o acercarse a algún eslabón de la organización, no es que lo menospreciara el niño era tan bueno como su hermano, había pescado grandes logros, pero Akatsuki le llevaba como mucho kilómetros de distancia y no solo geográfica, después de todo era nada más y nada menos que Itachi el que se encargaba de esos asuntos. Luego de establecer a un señuelo potencial para hacer que el caso estuviese en manos del departamento donde Sasuke desempeñaba su papel, envió a Deidara, un miembro directo de raíz, a lidiar con aquel conflicto.

    Deidara e Itachi habían tenido diferencias que hicieron al rubio actuar, ejecutando un plan donde atentaba contra la vida de Itachi, algo que hubiese sido de mucha ayuda si no hubiese fallado, lo cierto es que considerando a ambas piezas, tanto a Deidara como a Sasuke, el rubio era perfecto para esta misión, seguramente no fallaría o al menos la idea era que fallara, cualquiera que resultara sería favorable para Akatsuki, tanto si moría Sasuke y su grupo de agentes o al contrario era Deidara la víctima. Pero las cosas salieron incluso mejor de lo que esperaba Pain. Cuando Itachi supo de la situación de Deidara, fue en su “rescate” el rubio había fallado y fue emboscado por los agentes de Sasuke, pidió ayuda a la organización y como apoyo Itachi y Sasori le tendieron la mano.

    Aquello duro tres días, tres días en los cuales el joven Sasuke pudo verificar la existencia de Akatsuki y su influencia en el mercado y tráfico del país, además de haber estado cerca de quedarse con la cabeza de uno de los diez miembros base de la organización, también ganó el derecho de comandar el caso de la persecución y captura de Itachi quien se hallaba en el país y era parte de la mafia de Akatsuki. A pesar de no haber conseguido deshacerse de Sasuke o Deidara, Pain consiguió la escusa y motivos perfectos para terminar con aquel pacto que ponía en riesgo tanto a la organización como a él y Madara.

    Durante tres meses, Deidara Sasori e Itachi estuvieron literalmente encerrados para no levantar sospechas y rehacer la organización de Akatsuki, durante el primer mes Itachi destruyó cualquier posibilidad de Sasuke de acercarse al grupo o a él; también por precaución se activó un sistema de vigilancia que mantenía sus ojos 24hrs sobre Sasuke, matarlo mientras llevaba a cabo una investigación en contra de alguien que representaba un importante papel dentro de la organización, seria delatarse de la peor manera, además Pain tenía mejores planes. Pero como sabía que Itachi no era ningún idiota y seguramente ya sospechara de sus intenciones, debía moverse rápida y silenciosamente, por ahora lo tenía ocupado, mientras él junto con un consejo de asociados del país donde ocurrieron los hechos, y los demás miembros de Akatsuki determinaban lo que debía de hacerse en aquella situación.

    Al final lo más conveniente fue lo que Pain había calculado, pero para hacerlo menos sospecho espero a que los demás llegaran solos a la conclusión que el había preparado, así no tendría nada que ver directamente; Sasuke Uchiha representaba una amenaza intolerable para la organización, su obsesionada carrera de venganza contra Itachi desató el caos en las columnas principales de algunos asociados del mercado negro de aquel país, ya que Itachi Uchiha era familiar directo del acusado, se dudaba de su intervención en el suceso, pues se temía que pudiera haber ofrecido información a los agentes que su hermano dirigía en una estrategia donde se convertía en un doble espía. Si esto era así debía de arrancarse el mal de raíz, ambos debían de ser eliminados, todo estaba listo, solo faltaba la aprobación de Madara y el asunto estaría saldado.

    Pain estaba seguro de que Madara no se opondría, pero también dudaba que aceptara tan fácilmente una decisión tan imprudente, así que para ejercer mayor presión y hacer el río correr por su caudal, preparo una junta privada, donde solo él, Madara y los miembros restantes de Akatsuki estuvieron presentes; luego de exponer el caso, en silencio esperó la respuesta de Madara, quien sentado en un sillón blanco con las piernas cruzadas y las manos sobre sus rodillas, con la mirada oculta tras algunos mechones de su largo cabello que caían en su cara, silencioso, observaba peligrosamente a Pain quien se hallaba en el centro del circulo de personas que lo rodeaban.

    Pasaron segundos de tensión donde nadie apartaba la vista de Madara, este, luego de estudiar el caso, se inclinó hacia la mesa de vidrio pequeña que tenía al frente para tomar un vaso con agua, hielo y una rodaja de limón, luego de dar un sorbo y sabiendo que todos esperaban su respuesta incluyendo a Pain, colocó el vaso en la mesa y deslizo su mano por su cara mientras apartaba el cabello hacia atrás, tomo la botella de agua mineral que se hallaba a unos centímetros y comenzó a vaciar el contenido. El pequeño vaso, se llenó rápidamente y el agua comenzó a derramarse por todo el vidrio de la mesa, Madara solo se detuvo cuando la última gota de la botella cayo, luego retiro la rodaja de limón que se hallaba en el borde del vaso y la mordió mientras señalaba el objeto de donde lo había tomado.

    -¿Ven eso? Eso es lo que ocurre cuando no sabes contenerte

    Todos sabían a lo que se refería, la situación era muy delicada, si tan solo iban y acababan con Itachi y su hermano no solo la organización perdería a uno de sus mejores recurso, sino que además se pondrían en el ojo del huracán, cosa que podría causar consecuencias a mayor escala, para empezar Itachi había logrado muchos contactos poderosos dentro de la organización que estarían en juego si se llegase a prescindir de él, además de la credibilidad de la organización estaría en riesgo, después de todo, Itachi era un optante a ser elegido como sucesor ¿Acaso era tan poco confiable Akatsuki? Delatar a Itachi de una forma tan directa, era como decir que le había visto la cara de idiota a Madara y al resto de Akatsuki durante 12 años. Por otro lado Sasuke era muy conocido en el mundo criminalístico y aunque estaba rodeado por superiores corruptos, había ganado los méritos suficientes para estar en la lista de los mejores novatos dentro y fuera del país, si se deshacían de él en este momento, aun si inculparan directamente a Itachi de su muerte, el caso quedaría abierto y seria pasado a entes internacionales.

    Las miradas de todos se volvieron hacia Pain viendo como su rostro se tensaba, y se ponía de pie para acercarse a la mesa de vidrio donde Madara había dado su ejemplo, sabía que no sería fácil, pero él estaba preparado para algo como esto, su momento era ahora pero si fallaba sabía que perderían más que credibilidad y prestigio. Dio un paso adelante y se inclinó ante la mesa mientras tomaba el vaso que se desbordaba con cada movimiento, tomo del agua que había en el hasta vaciarlo, y luego lo soltó viéndolo estrellarse contra el piso de cerámica. Todos miraban, nadie decía nada, esta era una guerra entre Pain y Madara los demás lo sabían, ellos solo estaban para ser testigos, cuando el ruido del vidrio roto termino con el silencio del lugar, la señalo.

    -Ahí está tu reputación y la de Akatsuki. Así estaremos si dejamos que esto continúe, si esperas que me quede de brazos cruzados mientras veo caer y estrellarse a esta puta mierda. Entonces, no cuentes conmigo.

    Eso había sido demasiado, él lo sabía y Madara también, pero así era el juego de Pain, todo era un “ganar o ganar”. Madara no quería seguir perdiendo su tiempo y sabía que Pain tenía algo más que decir, todo esto había sido solo para que no tuviera opción de evadirlo, le estaba dando importancia, así que sería mejor acabar de una vez con aquello, arqueo una ceja y se levantó para enfrentar lo inevitable, tendría que seguir el juego de Pain o no le dejaría más opciones a elegir.

    -De acuerdo, lo dejare en tu manos, pero se hará a mi manera- Dijo con una sonrisa falsa.

    Pain que aun observaba el vidrio roto en sus pies, giró la vista hacia Madara y al verlo directamente a los ojos comprendió que ya había captado su mensaje, esta vez no se podía quejar, había dejado una escapatoria para que Madara hiciera parecer aquello como una decisión que él hubiese tomado y que Pain pareciera su verdugo ejecutor en vez de la mente maestra tras el tablero.

    -Primero. Antes de sacar conclusiones sobre la lealtad de Itachi y su compromiso con Akatsuki, debemos asegurarnos de la verdad de estas suposiciones.

    Un brillo en los ojos de Pain cambio el aspecto de su semblante por completo, al parecer las cosas iban como lo planeado.

    -Y ya que casualmente es su hermano menor el que nos ha causado tantos problemas, y no podemos negarnos a la petición de nuestros asociados.
    Se acercaba el momento, solo tenía que concluir con la sentencia.

    -Sasuke Uchiha debe morir a Manos de Itachi, de una manera que no levante sospecha, ni sea posible relacionarlos. Si Itachi cumple con esto, no solo desmentirá las acusaciones, si no que se convertirá en el líder de Akatsuki a partir de ese momento; pero si no resulta de esa manera, tendrás el derecho de desacerté de ambos de la manera que veas más conveniente.

    Eureka…

    Luego de haber estado todos de acuerdo, Pain y Madara quedaron solos. Pain saco su celular y comenzó a realizar llamadas telefónicas, Madara se dirigió a un escritorio que se hallaba en una esquina cerca de una gran ventanal, firmaba y leía cada documento que estaban en fila ordenados según la prioridad. Cuando Pain termino con las llamadas, se dirigió al mini bar que estaba en uno de los laterales de la oficina en la que se hallaban, sirvió wiski en dos vasos, tomo de uno y lo dejo en su lugar, y llevo el otro a donde estaba Madara.

    Cuando estuvo al lado de Madara, lo miraba mientras este seguía leyendo y firmando papeles, tomo entre sus manos uno de los que ya estaban firmado y mientras lo leía coloco la bebía en la mesa y giro la silla de Madara para sentarse en sus piernas, el Uchiha que sabía que no podría continuar, dejo a un lado su pluma y tomo el vaso, cuando estuvo a punto de beber Pain se lo quito y lo vacío de un tragó. Sonrió y le dio un beso en la mejilla mientras se levantaba con toda la intención de irse, pero fue detenido por Madara quien jalo de su brazo y se puso de pie.

    -Saldré mañana a primera hora con Kisame, cuando llegué te daré detalles de la situación. Así que solo lo diré una vez, si en una semana no está resuelto este asunto, lo matare con mis propias manos- Decía sin girarse a mirar a Madara.

    Aquello no sorprendió para nada al pelilargo, ya se esperaba algo como eso, y para ser sinceros Pain se había contenido; no tenía idea de cuánto sabría ya, pero no era idiota tarde o temprano por más que se lo ocultara se daría cuenta y actuaria. Sin embargo así como Pain arriesgaba todo, el mismo Madara por primera vez en su vida arriesgaba a perder, Pain no tenía por qué asumir todo el solo.

    -No, no será así. Tomaré un vuelo esta tarde y Kisame vendrá conmigo, me alcanzaras dentro de tres días.

    *****

    Aquellas fueron las últimas palabras de Madara antes de partir y reencontrarse nuevamente, por ahora todo iba según lo planeado, hasta ahora Itachi había seguido con precisión las indicaciones, no daba indicios de oponerse o de negarse, pero si se notaba algo alterado últimamente; quizás ni el mismo lo notara pero a través de aquel espejo Pain podía ver la inquietud en los ojos de Itachi, quien luego de unos momentos giro hacia la ventanilla.

    Pain quien se había cansado de esperar por Deidara, decidió averiguar si aquella persona había entendido bien lo que debía de hacer, esperaba que no fallara esta vez, pues no era difícil la tarea de secuestrar a alguien, hasta un niño de 3 años podría lograrlo. Saco su celular para llamar al rubio, pero cuando estuvo a punto de hacerlo, recibió una llamada de él.

    -¿Está todo listo?- Fue lo único que pregunto.

    -¿Acaso dudabas de mis habilidades?- respondió el rubio en tono ofendido.

    -Bien, entonces ya sabes que hacer. Si notas el mínimo cambio de planes, avísame.

    -Por supuesto, pero antes me gustaría pedirte un favor. ¿Podrías pasarme a Itachi un momento?

    Sin siquiera intentar entender porque querría hablar con Itachi en aquel momento, paso su teléfono celular a Kisame para que lo entregara a Itachi y lo dejo hablar.

    -Habla de una vez.

    -Tranquilo, no te he dado razones como tú me las has dado a mí para tratarme de forma tan hostil. Sin embargo solo quería darte mi sentido pésame por tu futura perdida.

    Con la mirada clavada en el reflejo de Pain quien vigilaba cada una de sus reacciones, colgó el celular y lo devolvió a su dueño, por ultimo reviso la hora en su móvil y abrió la puerta del coche para salir, Kisame quien salió por la otra puerta, rodeo el auto para llegar a las puertas del local, antes de dar un paso, Pain bajo los vidrios y se dirigió a Itachi.

    -No sé si Kisame te lo habrá dicho pero, espero que tomes la decisión correcta. – Dicho esto, sonrió de forma sincera y dio la señal a Sasori para retirarse.

    Sin mirar atrás y con paso firme, Itachi se adentró en el interior del reconocido club nocturno “Black & White” no necesitó entregar tarjeta de invitación o identificación, solo avanzo hacia el recibidor y llego hasta las escaleras en espiral.

    *****CONTINUARA*****

     
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    Holaaaa!!! un saludo, besos y abrazos para aquellas personitas que se han tomado un tiempito para leer esta historia, que escribo con mucho cariño y esfuerzo...

    Primero que nada, me disculpo por la ausencia, se que debí de dar esta disculpa hace 4 semanas cuando retome la historia, pero bueno... mejor tarde que nunca... Mil gracias por seguir leyendo, aunque no halla comentarios TT.TT cosa que me duele muchísimo, imagino que eso es un castigo por perderme tanto tiempo. Aun así se les quiere.

    Segundo, saludos a una personita por allí, cuyo usuario es "No name" XD jajaj gracias por estar pendiente, los mensajes que me envía son alentadores, gracias.

    tercero y por ultimo, pasaba para avisar de ante mano, que luego de haber publicado durante cuatro semana seguidas ininterrumpidas... woaohh ni yo me lo creo XD... publicare dos capítulos mas, para luego tomar una pausa en la historia. Esto quiere decir que las próximas dos semanas habrá cap y luego la historia estará en pausa. ¿Por qué? Pues ocurre que dentro de este mismo blog, tengo otra historia que quizás ya hallan leído, se llama "Amarte es tan doloroso" Por aquí dejare el link por si no la han leído: https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=71556429.

    Es por esta historia, la cual también deje de continuar, que me tomare un tiempo con CULPABLE, así podre trabajar en ella, ya que siento que aquella me llevara mas trabajo, quizás sea porque es mas romantica jajaj. Sin mas que agregar me despido, hasta el proxmo cap, bye!!!
     
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    CAP Anterior:



    Sin mirar atrás y con paso firme, Itachi se adentró en el interior del reconocido club nocturno “Black & White” no necesitó entregar tarjeta de invitación o identificación, solo avanzo hacia el recibidor y llego hasta las escaleras en espiral.

    *****



    -Me disculpo por la espera, por favor sígame, le llevare a su destino…- Decía mientras hacía una reverencia y estiraba su mano derecha hacia un pasillo, con una hipócrita sonrisa en la cara.

    La cordial actitud de Deidara alertó a Sasuke de sus posibles intenciones ocultas, pero estaba preparado para lo peor, o al menos mentalmente lo estaba, le había parecido extraña la facilidad con la cual todo estaba surgiendo; escondido en uno de los bolsillos interiores de su saco un revolver cargado que usaría cuando llegara el momento. Se puso de pie para seguir al rubio, se adentraron en un pasillo que los llevaba a un elevador, Deidara y él subieron tres pisos más, cuando salieron del elevador ante ellos se hallaba otro pasillo de piso alfombrado y paredes tapizadas, estaba muy oscuro, de no ser por las lámparas de rojo neón que se hallaban en las paredes a tres metros de distancia cada una, quizás Sasuke no hubiese podido notar las puertas con números que se hallaban a cada lado del lugar por donde caminaban.

    Obviamente aquellas serían habitaciones donde las chicas como Karin laboraban. Todo era silencioso, si el piso no fuese alfombrado quizás lo único que se escucharía serían los pasos de él y el joven de cabellos dorados delante; intentó poner toda su atención y detallar el entorno, seguramente su “destino” seria ser entregado a Itachi, aunque no se esperaría jamás que fuese en un ambiente como aquel, aquellos por menores no importaban realmente.

    Una curva en el recto andar y surgieron nuevas habitaciones, pero esta vez unas estaban más separadas de las otras, un último cruce a lo que parecía un infinito laberinto oscuro de neones alucinantes y se hallaron frente a otro ascensor, Deidara presionó los botones y este se abrió, ambos ingresaron en el lugar; extrañamente aquel ascensor era diferente pues solo poseía tres botones. Cuando las puertas del lugar estuvieron cerradas y la tensión en el cuerpo de Sasuke aumentaba, pues comprendía que aquí acababa el recorrido, acerco con disimulo su mano al arma que escondía, Deidara le daba la espalda y cuando sintió que la tocaba repentinamente el rubio detuvo el ascensor.

    Inmóvil, esperó unos segundos para saber si reaccionaba o no, aquel “gerente” tenía todas las de perder pues no se veía armado y su manos estaban libres, si se encontrara escondiendo algo igual que Sasuke no tendría tiempo; a pesar de parecer haberse dado cuenta de todo, Deidara aún estaba de espalda a Sasuke quizás ideando una manera de zafarse de una posible muerte o quizás solo siguiendo el plan como lo estuvo haciendo desde el principio. Cualquiera de las dos, Sasuke no dudaría, así que en silencio espero, hasta que escucho a su acompañante hablarle.

    -¿Tu nombre es Sasuke Uchiha cierto? Eres el bastardo al que Itachi dejo con vida ¿No es así?

    -Y que si lo soy…

    -Jajaja… no me hagas reír niño…- Decía mientras se giraba a ver al chico que le apuntaba con el arma.

    Sin prestar atención a tal hecho, se acercó lo suficiente como para quedar a centímetros de su rostro, Sasuke que no se inmuto, presiono el hierro de la pistola contra su estómago mientras le miraba directo a los ojos. Deidara volvió a reír.

    -En efecto eres su hermano, tienes sus mismos ojos por lo tanto son la misma mierda.

    En su vida de policía y detective había tenido muchos encuentros donde solo para hacerlo perder la moral, muchos utilizaron esas palabras para ofenderlo sin lograr efecto alguno; sin embargo que fuese Deidara quien lo dijera, extrañamente encolerizo a Sasuke, quien ejercía más presión amenazante.

    -¿Crees que puedes matarme con esto?- Prosiguió Deidara mientras con su propias manos presionaba el arma en sí mismo- ¿Crees que puedes matarlo con esto? ¿Crees que puedes detenernos con una simple pistola?

    Sasuke no respondió.

    -Para empezar, NIÑO, estas apuntado en el lugar equivocado- Sin mucha dificulta y como guiando la mano de Sasuke, subió el revólver y la colocó en su frente- Aunque no lo creas, eh escuchado de personas que han sobrevivido incluso a un disparo al corazón, pero no de alguien con un agujero entre ceja y ceja.

    Luego de la explicación, soltó al joven.

    -Vamos, ¿Por qué no lo intentas? Me ofrezco como voluntario.

    Sasuke quien no decía nada solo examinaba la situación y sus posibilidades, bajó el arma y la guardo nuevamente. Deidara quien se divertía con la seriedad del chico, empujó a Sasuke contra la pared de metal presionándolo con su propio cuerpo mientras se acercaba a su oído para susurrar.

    -Créeme Sasuke no tengo nada en contra tuya… Me caes bien a pesar de lo ocurrido hace tres meses. Le debo mi encierro en esta pocilga a ti y a tu adorado hermano, así que si lo matas te lo agradecería muchísimo, pues a mi parecer él es más culpable que tú de mis desgracias; si te hubiese matado en aquel entonces no podría disfrutar tanto como ahora, así que lo dejare pasar.

    Pero, también escúchame cuando te digo que, esto no es un juego de esos a los que estas acostumbrados a jugar, así que ten cuidado con lo que hagas a partir de ahora y piensa bien que cartas jugaras, porque necesitaras mas que valor para enfrentarte a lo que te espera allá afuera, si eres inteligente, puede que a quien lancemos mañana al mar sea Itachi y no a ti.

    Dicho todo, Deidara se separó de Sasuke y presiono el botón que lo liberaría, las puertas se abrieron, quizás por ultimas vez y Sasuke avanzó dejando a Deidara detrás de él, seguiría solo a partir de allí, dio un paso y sintió como un artefacto punzante atravesaba la piel de su cuello, en un instante su cuerpo inmóvil cayó al suelo, intentaba girar el rostro o mover sus brazos o piernas, pero era inútil, nada respondía. Sintiendo la adrenalina de alguien que está experimentando el miedo, escucho las últimas palabras que Deidara antes de quedar inconsciente.

    -Una última cosa niño… Jamás, le des la espalda a tu enemigo.

    *****



    Kisame quien se hallaba junto a Itachi se detuvo junto a él, frente a las escaleras de mármol en espiral.

    Deidara bajaba cada una de ellas con aires de grandeza, como un absurdo presentador de circo, cuando estuvo a mitad de camino sonrió mientras saludaba a Itachi y lo invitaba a subir, pasando por desapercibido Itachi prosiguió, su mirada ni siquiera se posó en él cuando llego a su lado y le dio la espalda; cuando todos se hallaron en el segundo piso, Itachi echó un vistazo a uno de los lugares que se hallaba ocupado extrañamente por alguien a quien conocía. “Black & White” era conocido por su elevado prestigio y esa palabra era sinónimo de elevado costo, era más caro que cualquier otro burdel refinado o club nocturno de la ciudad, no cualquier persona se sentaba cómodamente en una mesa en aquel lugar V.I.P, mucho menos una de las empleadas que seguramente no era más que una golfa prepago.

    El lugar estaba en su hora de trabajo, la música de ambiente, los bailarines y sus parejas en las barras y por supuesto los clientes y sus acompañantes, sin embargo en uno de los lugares con mejor vista al piso inferior, se hallaba una joven de cabellos rojos con una expresión que no era fácil de describir, ¿Angustia quizás? Deidara al verla aun sentada en aquel lugar, frunció su gesto.

    -La muy perra no ha trabajado desde que hablo con Sasuke, y para colmo exige hablar contigo, se cree mucho por estar a tu cargo, así que aprieta su correa o yo me encargare de ello.

    Itachi miro de reojo a Deidara y se acercó a la mesa donde estaba la joven, cuando esta lo vio, sus ojos mostraron un poco de tranquilidad. Se inclinó haciendo una reverencia exagerada y hablaba con voz ronca, casi como si fuese a llorar.

    -Lo lamento mucho señor Itachi, me deje llevar, al parecer Sasuke sabe de mi conexión con usted, es un error que sé que no podre compensar pero, le suplico que me dé una oportunidad. Seré más cautelosa y estaré vigilando a…

    -Ya no será necesario.

    Antes de terminar la chica había sido interrumpida por Itachi, el significado de esas palabras hicieron que levantara su rostro y al comprender en la mirada de quien le hablaba lo que trataba de entender, su cara palideció de horror.

    -Pero señor…

    -A partir de ahora trabajaras en este lugar como una más de las chicas de “Black & White” estarás a cargo de Deidara, así que no tienes más que hacer al respecto.

    -No, yo no quiero…

    La bofetada que recibió Karin de mano de Deidara, hizo que su mejilla enrojeciera y su rostro girara, llevó una mano al lugar que ardía por la fuerza del golpe y giro a mirar al rubio con furia. Deidara que ya estaba al borde de su paciencia, se acercó y la tomo por la malla casi transparente que llevaba puesta, jaló de sus cabellos mientras mantenía la vista en ella.

    -Esta noche aprenderás a obedecer y a ser agradecida, seguramente no me darán mucho por ti, pero me encargare de tus modales personalmente antes de entregarte al que mejor pague por tu trasero.

    La chica, que estaba enfurecida y a la vez asustada, miro a Itachi por última vez, pero este no reacciono a su suplica, comprendiendo que ya no tendrían más compasión por ella, acepto su única verdad. Cuando Deidara la soltó, hizo nuevamente una reverencia y desapareció; Itachi y Kisame caminaron junto al rubio hasta llegar a un lugar apartado de todos los salones del bar, un pequeño cuarto gris con televisores que daban imagen de todas las cámaras del lugar, a la izquierda de la habitación en un pequeño escritorio se hallaba una computadora portátil con audífonos.

    Deidara cerró con seguro la habitación y se acercó para encender el artefacto, tan pronto encendió, abrió uno de los programas que daba imagen de una habitación en específico del bar; normalmente las cámaras de las habitaciones en aquel lugar estaban conectadas a los televisores pero en esta ocasión se había preparado este sistema para hacer la vigilancia en directo y grabar el lugar donde se darían los hechos. Los trabajadores comunes no se hallaban en aquella noche, Kisame quien estaba allí para hacerse cargo, se sentó frente a la computadora tan pronto el rubio acabo.

    -Bien, solo falta que vallas hasta allá. Ya te sabes el camino así que no necesitas de mi guía, yo estaré aquí con Kisame, ser espectador es muy divertido cuando se trata de ti.

    Itachi que se había mantenido en silencio y no respondía a nada de lo que Deidara decía, intervino.

    -Kisame será el que se encargue.

    Aquello no le pareció al rubio, quien se mostró molesto al instante.

    -Cuidado Uchiha, estas en mi territorio ahora. Mi casa, mis reglas.

    Mientras frías miradas y opiniones encontradas se intercambiaban, Kisame quien se hallaba en el mismo lugar, se ubicaba los audífonos para asegurarse de que el sistema de seguridad se hallase en orden, le prestaba poca importancia a las discusiones de los presentes, él tenía sus propias preocupaciones.

    -Estoy a cargo del lugar, por lo tanto es mi deber encargarme de que no hallan errores. Pain ha sido muy claro al explicarlo hace unos minutos.- Decía mientras cruzaba sus brazos y se recostaba de la pared al lado de Kisame.

    -La única persona que fue autorizada para vigilar mis acciones es Kisame, sabes perfectamente que Madara lo ha traído solo para eso. Así que no me hagas perder el tiempo y ve a servir tragos.

    -No me moveré ¿acaso tienes algo que ocultar? No hay forma de que escapes esta vez y lo sabes, y si así fuera, me asegurare yo mismo de que tengas una hermosa vista de mi arte al morir.

    -Te lo preguntare una vez más. ¿Quieres seguir discutiendo conmigo? O ¿prefieres discutirlo con Pain? –Los negros ojos de Itachi eran un reto venenoso que Deidara no soportaba.

    Cerrando los ojos mientras suspiraba y una mueca de risa se plantaba momentáneamente en sus labios, decidió que era hora de dejar su orgullo de lado. Sin avisos ni miramientos se lanzó contra el Uchiha frente a él, Itachi quien vestía completamente un traje negro con corbata azul marino muy elegante, guardaba sus manos en los bolsillos del pantalón; Deidara era rápido, pero cuando su puño cargado de fuerza y envidia iba a estamparse contra el rostro de su oponente, fue detenida ágilmente por una mano grande y corpulenta a pocos centímetros de la cara de Itachi, el cual no había ni pestañado.

    Kisame quien no lo aparentaba pero prestaba mucha atención a todo, se había levantado para evitar que Deidara se metiera en más problemas de los que había causado, mientras sostenía su puño y ejercía presión con sus dedos, miraba a Deidara con ojos que decían a gritos “Mejor ni lo intentes”. El rubio que temblaba de impotencia, fruncía el ceño y apretaba los dientes, pero al final bajó su mano y se soltó del agarre mientras le daba la espalda a ambos.

    -Deberías meterte en tus propios asuntos Kisame.

    -Suelen decirme eso a menudo. Deberías de agradecerme- Decía sonriente y despreocupado, cambiando rápidamente su semblante amenazador al de persona relajada que acostumbraba aparentar- Además, tener más cuidado con tu tono y acciones podrían salvar tu cuello. Si todo sale bien, a partir de hoy Itachi será el nuevo líder y si eso ocurre, tu habrás de aceptarlo o morir.

    -Tch… Pain será el único líder al que responda- Decía mientras estampaba el golpe que debió haber recibido Itachi, en la pared- No tengo porque lamerle el trasero a ningún Uchiha.

    -Pues eso es algo que podremos discutir luego, por ahora ya nos hiciste perder bastante tiempo, primero te tardaste demasiado en preparar las cosas y ¿ahora esto? Dame un respiro por favor.

    -Si estamos retrasados es por culpa de la bella durmiente, el sedante de Sasori tendría efecto durante una hora y él se tardó cuatro en despertar.
    Con los puños apretados y sin más opción que resignarse, Deidara tuvo que ceder y aceptar retirarse por el momento. Tan solo haría una última cosa antes de dejarles, volteándose para verles, abrió una gaveta de uno de los archivos de aquel cuarto y saco algo envuelto en un pañuelo de seda.

    -De acuerdo, me iré, pero antes… Esto es una cortesía de mi parte, se lo decomise a tu hermanito cuando cayó tendido, tenías que ver su expresión de desespero, al menos uno de los Uchiha es humano.

    Deidara no perdió su vista de Itachi quien tomó en sus manos lo que Deidara le hacía entrega, lo miró por un momento si apartar la tela y luego lo describió, unos segundos pasaron y volvió a envolverlo mientras le hacía una señal al rubio para que se retirara. Deidara sonrió triunfante.
    -Bien, que tengas buena suerte, hermano mayor.-Decía mientras abandonaba el lugar.

    Al estar afuera, dio unos pasos tranquilamente mientras silbaba, poco a poco el sonido del silbido se fue apagando y una carcajada escandalosa se escapaba de su garganta mientras que se acomodaba junto a una pared para sostenerse, estaba tan excitado que su respiración y corazón habían acelerado notablemente. Sus manos, aquellas con las que había tocado a Itachi al entregarle el arma que Sasuke llevaba, envuelto en el pañuelo, temblaban confirmando su estado de emoción, había sido un momento pero lo había sentido, aquel simple y casi imperceptible gesto, fue el comprobante de sus sospechas.

    Itachi había reaccionado no solo a sus palabras al salir, si no que antes de entregarle el arma, ya él la había reconocido, quizás era una reliquia familiar pues se veía algo desgastada pero conservada, cuando Deidara hizo contacto en un leve e insignificante roce de manos, pudo percibir el frio que estas emanaban, aquel frio que la piel de las personas con miedo y desesperación presentan. Además su rostro casi palidece y su mirada retadora se ensombreció por milésimas de segundos, sabía que aquello no lo había imaginado.

    Se sentía tan feliz que ya no le importaba estar al pendiente de las cámaras de la habitación, aunque quería saber que ocurría prefería esperar, quizás se llevara una gran sorpresa con resultados inesperado. Sentado en el suelo mientras juntaba sus manos y tapaba su rostro, continuaba riendo.

    Kisame había regresado a su silla frente al portátil, se colocó los audífonos y reviso todo por última vez, cuando estuvo seguro, miró a Itachi quien se hallaba sentado sobre la mesa donde estaba la computadora a escasos centímetros de él, en absoluto y total silencio. Kisame que ya lo había notado, se quitó los audífonos y acerco el envuelto que estaba al otro lado de la mesa y se puso de pie; ya frente a Itachi coloco en sus manos el arma y guardo el pañuelo que lo cubría en su bolsillo, le miro y solo dijo una frase.

    -Ve, y recuerda que estaré viendo y escuchando todo.

    Sin siquiera molestarse en responder, Itachi tomo el revólver y lo acomodó en el interior del saco que llevaba puesto, arregló su cabello y aflojo un poco su corbata. Salió del lugar donde Kisame se convertiría en los ojos y oídos de Pain, y camino hacia los interminables pasillos; halló el ascensor que buscaba y estando adentro, apretó uno de los tres botones. Sintió la presión del aire en la cabina de metal cuando subió al siguiente piso y las puertas se abrieron, salió del lugar y camino directo a la habitación que habían preparado para aquella noche.

    Mientras avanzaba, sacó de su saco una tarjeta electrónica que servía como llave de las habitaciones en aquel lugar, aquella era la habitación más lujosa y cara de “Black & White” no recordaba cómo era por dentro pues solo había estado en ella una vez hacía mucho tiempo, cuando visitó el país por negocios que llevo a cabo en aquel club. Hallando la puerta que buscaba, notó que estaba separada en una sección distinta muy bien decorada, de las otras dos que se hallaban en el mismo piso; ya frente a esta, paso la tarjeta por la ranura de seguridad y cuando la luz estuvo en verde, confirmando que ya estaba abierta, deslizo el pomo de la puerta pensando que había sido mala idea llevar camisa blanca esa noche, después de todo “las manchas de sangre son difíciles de limpiar”.

    *****CONTINUARA*****

     
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    Mientras avanzaba, extrajo de su saco una tarjeta electrónica que servía como llave de las habitaciones en aquel lugar, aquella era la habitación más lujosa y cara de “Black & White” no recordaba cómo era por dentro pues solo había estado en ella una vez hacía mucho tiempo, cuando visitó el país por negocios que llevo a cabo en aquel club. Hallando la puerta que buscaba, notó que estaba separada en una sección distinta muy bien decorada, de las otras dos que se hallaban en el mismo piso; ya frente a esta, paso la tarjeta por la ranura de seguridad y cuando la luz estuvo en verde, confirmando que ya estaba abierta, deslizo el pomo de la puerta pensando que había sido mala idea llevar camisa blanca esa noche, después de todo “las manchas de sangre son difíciles de limpiar”.

    *****



    En la habitación más lujosa de “Black & White” en una amplia cama de sabanas suaves y almohadas de terciopelo rojas con detalles negros, inmerso en las sombras causada por la poca iluminación del lugar, acostado sobre ella, con las manos fuertemente atadas en la espalda se hallaba Sasuke, quien aún era víctima del fuerte sedante que Deidara le había inyectado en el único momento que bajo su guardia.

    -Maldito… - espetó con ira y frustración

    Tenía los ojos entre cerrados, estaba acostado de lado, la posición era algo incomoda con sus brazos inmóviles, el hombro en el que se apoyaba le dolía, quizás llevara tiempo así, sentía algo de frío, pero el mareo y la sensación de movimiento constante no le permitía notar el hecho de que se hallaba sin pantalones, su saco vino tinto tampoco estaba con él, solo llevaba puesto la franela beige que se había puesto antes de salir de su departamento, bóxer, medias y la incómoda sensación de nauseas.

    Aun recostado mientras cerraba y abría lentamente los ojos, intentando aclarar la mente y buscando una posibilidad de salir de aquel lugar, comenzó a recordar sucesos que en muchas ocasiones lo atormentaban por las noches cuando dormía.

    *****



    Una noche, otra reunión, y por tercera vez Itachi no estuvo presente, los niños como Sasuke no tenían permitido estar presente durante aquellas reuniones de adultos, luego de que su padre y madre se despidieran de él en la puerta de la habitación, cerrando sus ojos, encontró el sueño.

    No sabe cuánto tiempo paso, pero los ruidos lo despertaron, aun con los ojos cerrados y en parte consiente, escuchaba gritos y pasos de alguien correr, luego de eso un golpe sordo que lo termino de despertar, abriendo los ojos al máximo, se quedó en silencio debajo de las sabanas que lo cubrían, ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso lo estaba imaginando? Eso pensó, pero, dos detonaciones se escucharon tras la puerta. Sasuke conocía aquel sonido, su padre y su tío hacían ruidos iguales con algo que llamaban armas de fuego y balas, podían matar a personas con aquello, pero no lo hacían porque las usaban solo en el trabajo o cuando iban a practicar a un lugar especial donde lo llevaron una vez, en aquel sitio utilizaron lar armas para dispararle a un muñeco muy delgado de metal que tenía dibujado varios círculos.

    Mientras Sasuke miraba sentado desde el otro lado del vidrio donde su tío y padre estaban, ellos apuntaban directo al muñeco, llevaban lentes y audífonos grandes puestos, aquellas cosas hacían mucho ruido, y eran muy peligrosas; papá las usaba para defenderse de personas malas diferentes a ellos, que las usaban para matar y hacer mal. ¿Por qué papá usaría eso en casa? ¿Y si era el tío Izuna?

    Sintiendo que el cuerpo se le congelaba al no escuchar nada más, poco a poco se puso de pie sobre su colchón y bajó para acercarse a la puerta, lentamente intentando no hacer ruido llegó hasta ella y giro el pomo para abrirla, por la rendija de la puerta pudo ver que todo estaba oscuro, las luces del pasillo estaban apagadas, pero más adelante por donde quedaba la sala, se veía algo de luz, una sombra atravesó y Sasuke se escondió detrás de la puerta.

    Su pecho subía y bajaba rápidamente, escuchó a personas hablando casi que susurrando pero no entendió lo que decían, hasta que abrieron la puerta de su cuarto lentamente, temblaba de miedo, estaba paralizado, respiraba más rápido y sentía que su corazón se saldría, con las manos apretadas sobre la franela de su pijama, cerró los ojos fuertemente, hasta que de repente sintió que lo tomaban por los hombros, abrió los ojos nuevamente.

    Su madre apareció frente a él con lágrimas en los ojos, estaba descalza y también temblaba, Sasuke que no entendía nada intento preguntarle, pero antes de que hablara su madre tapo su boca con una de sus manos, giro la cabeza a la puerta mientras se volvían a escuchar detonaciones, y golpes de algo cayendo. La mujer que miraba hacia la puerta horrorizada y pálida, trago saliva mientras empujaba lentamente la puerta intentando no hacer ruido.

    Luego de pasar el seguro, se puso de rodillas frente a Sasuke para llegar a su nivel, su cuerpo estaba tenso y sudaba frio al igual que él, lo abrazo con mucha fuerza, tanta que Sasuke pensó que no podría respirar, mientras sollozaba y lo llamaba por su nombre en voz casi inaudible, sentía sus lágrimas deslizarse por su cuello y caer en su hombro, en donde su madre apoyaba la cabeza, intentando calmar su llanto Sasuke también la abrazo, y acariciaba su cabello, pero el también temía y comenzó a llorar escondiendo la cara en la ropa de su madre. Ella que no podía hacer mucho escándalo, se alejó y limpio sus lágrimas con su franela, tomo su cara pequeña entre sus manos y él tomo la de ella, besó su frente y sonrió.

    Hasta ese momento Sasuke no había notado que en el suelo junto a su madre, se hallaba una pequeña arma que según ella misma su padre le había regalado hacía mucho tiempo para defenderse en caso de emergencias, al comprender aquello, Sasuke sintió tanto miedo que pregunto a su madre si morirían, a lo que esta respondió con otra sonrisa y acaricio su mejillas mientras negaba con su cabeza.

    -No mientras yo este a tu lado.- fue lo último que le escucho decir, antes de que se pusiera de pie y lo llevara de la mano a esconderse debajo de la cama.

    Sasuke obedeció, pero al ver que su madre no se escondía junto con él, intento salir para buscarla, vio por debajo de la cama los pies de su madre acercarse a la puerta pero no terminó de salir pues justo cuando la puerta estuvo abierta alguien estaba del otro lado, Sasuke observó como mientras su madre retrocedía la otra persona avanzaba, había solo silencio hasta que escuchó a su madre gritar y lanzarse contra la otra persona.
    Otro disparo y Sasuke asustado tapo sus oídos y cerró los ojos. Luego de aquello el silencio reino nuevamente en la habitación, los pies de la madre de Sasuke estaban muy cerca de los de la otra persona, no escuchó bien lo que su madre decía al intruso, pero lo que le siguió a esas palabras fue el ruido del cuerpo de la mujer que lo había traído al mundo caer en el piso mientras se desangraba, Sasuke no solo distinguió la sangre que se esparcía hacia donde él estaba, pues el cuerpo de su amada progenitora se hallaba a un palmo de él.

    Horrorizado con la escena e intentando huir de la sangre que se acercaba, golpeándose la cabeza, se llevó la peor de las sorpresas cuando descubrió al salir de su escondite, a la persona que se hallaba de pie frente al cadáver, con las manos llenas de sangre y el arma que antes la mujer portaba.

    -Itachi…

    Apenas pudo pronunciar el nombre de su hermano, quien levanto la vista para mirarlo y como si de nada se tratara, lanzo la pequeña pistola al piso junto a la que también era su madre.

    *****



    Como despertando de una pesadilla de forma agitada y con toda la fuerza que tenía en aquel momento, se levantó sentándose sobre el suave colchón, fue allí que sintió las condiciones descubiertas en la que se hallaba, la vista aún no se adaptaba a la oscuridad del lugar, solo alcanzo a ver la pequeña llama de un par de velas a cierta distancia de él. De la nada, la luz se hizo presente a través de color azul y rojo.

    Pudo distinguir parte de lo que lo rodeaba, frente a él, una pared decorada con dos grandes cuadros de imágenes abstractas rodeadas por marco que a la vez eran como las linternas de luz ultravioleta, pero que destellaban con luz de neón igual que en el pasillo que recorrió antes de llegar a aquel lugar, el de la derecha de color rojo y el de la izquierda de azul. Ambos cuadros estaban en posición vertical, apoyados sobre lo que parecía ser el espaldar de la cama, de madera blanca, a los lados de cada cuadro, se hallaban unos candelabros de casi medio metro que llevaban las pequeñas velas que había notado antes en la oscuridad, y al lado de estas dos lámparas idénticas blancas de la misma altura, todo sobre la madera del mueble que cumplía el papel de espaldar.

    La pared al fondo también era de color blanco, las sabanas y las almohadas hacían contraste con los cuadros, a pesar de que ahora podía ver la luz seguía escaseando, aquel lugar era agradable para una noche de drogas y putas pero con el toque más refinado de la ciudad. Un olor a humo de cigarrillo alertó a Sasuke de no estar solo, giró a la izquierda y solo pudo notar entre sombras lo que parecía ser un armario y unos floreros que colgaban de las paredes, giró a su derecha y encontró una puerta.

    Giro un poco más y allí en la completa oscuridad, sentado en un sillón pequeño en una de las esquina de la habitación, al lado de una mesa de vidrio, se hallaba el ser que le causaba tantas pesadillas. Con las piernas cruzadas de forma cómoda y sosteniendo un cigarrillo entre sus manos sobre su regazo mientras exhalaba el humo, estaba Itachi; Sasuke no podía distinguirlo, pero sabía que era él, solo con él observándolo se podría sentir tan incómodo.

    Entendiendo su desfavorable condición se tensó por completo mientras apretaba los dientes y enterraba las uñas en sus manos aun atadas, ¿Cómo es que estaba pasando aquello? ¿Por qué tuvo que caer tan estúpidamente? ¿Acaso hubo la más mínima posibilidad de llevar ventaja en algún momento? “Mierda, mierda” agachando la cabeza mientras se ahogaba con impotencia, intento forcejar con aquello que mantenía sus manos prisioneras.

    -Acaso dije que podías moverte.

    El corazón de Sasuke pereció dejar de palpitar con aquella simple frase, deteniendo cada movimiento de su cuerpo y manteniendo la vista baja al igual que su cabeza, ocultando su rostro en su desordenado cabello, quedó en silencio, mientras en su mente una explosión de pensamientos encontrados, armaban una guerra de confusiones.

    Acaso ¿este sería su final? ¿Para esto se había preparado tantos años? si hubiese sabido que su final sería tan patético ¿quizás? hubiese preferido vivir una vida normal fuera de los riesgos de seguir a delincuentes y mafiosos, quizás viviera con una mujer y tendría hijos e hijas que en un futuro le dieran nietos, quizás tomara un trabajo sin tantas complicaciones y que no ameritara tantas horas, así llevaría más días de descanso en los cuales dormir plácidamente.

    Quizás si hubiese…

    Mentira, aun si le hubiesen mostrado su futuro con una muerte de tortura no hubiese cambiado de opinión, él lo sabía pues se conocía mejor que nadie, su único objetivo era el asesinar a Itachi con sus propias manos y lo haría sin importar como, ese era su deseo más profundo, era una necesidad. Pero, ¿cómo iba a lograr aquello si había sido capturado y acorralado y ahora no tenía salida? siempre estuvo jugando el juego de su hermano, y cuando por fin lo notó fue porque Itachi había decidido que era aburrido hacerse el perseguido; ¿cómo podría vencerlo con las manos atadas y sin armas? ¿Que significaban las palabras de Deidara? Tenía que hacer algo y rápido, pero ¿qué? Tenía que haber algo, algo, alguna debilidad, alguna…

    Sus pensamientos terminaron desbordándose y las pesadas lágrimas de amargura impotencia, frustración y demás caían sin control de sus ojos a sus mejillas, su cuerpo tembloroso se mostraba más frágil de lo que en realidad era, Sasuke había perdido, lo sabía, pero no quería aceptarlo, pues en su interior aun guardaba la esperanza de haber sido libre en algún momento de la sombra de Itachi.

    Itachi que silenciosamente había acabado su cigarrillo, se puso de pie y con pasos lentos y ligeros se acercó al joven pálido de cabello corto y oscuro con ambas manos en los bolsillos de su pantalón, cuando llego al borde de la cama, miro a Sasuke con ojos inexpresivos mientras con la mano derecha tomaba uno de los mechones y lo alejaba un poco de su frente sudorosa y fría. Entonces levanto el rostro del más joven y al verlo directamente a los ojos, este aun con lágrimas que lo cubrían, sonrió de forma tan grotesca que parecía un burla.

    -¿Porque? ¿Por qué yo? ¿Por qué nosotros? ¿Qué mal te hicimos? ¿Qué pecado cometimos para merecer esto?

    Itachi jamás dejo de mirarlo y sin cambiar de expresión, solo golpeo delicadamente con dos dedos juntos, la frente de Sasuke, como cuando eran más jóvenes.

    -No lo entenderías, Sasuke. Ríndete.

    -¡Nunca! No hasta que haya acabado contigo y tenga en mis manos tu sangre y halla arrebatado tu vida como tú lo hiciste con mi madre- Escupía las palabras aun con los dientes cerrados, la ira ya había sobrepasado los niveles de la cordura, ya no pensaba en escapar, ahora tenía cosas que aclarar- No hasta que me digas la verdadera razón por la cual los mataste como si fuesen cerdos, sin tener clemencia alguna. ¿Alguna vez los consideraste tu familia? Vamos dime, ¿lo hiciste por dinero o por alguna otra razón personal? ¿Lo odiabas? ¿A papá y sus estrictas reglas, a mamá y sus expectativas o al tío y sus prejuicios? ¿O quizás era a mí a quien realmente odiabas?

    Una de las cejas de Itachi se arqueo un poco

    -¡Así que eso era! Si tanto me odiabas, entonces, ¿porque no solo acabaste conmigo de una vez? Mi madre no tenía la culpa de nada infeliz ¿Por qué no empezaste por mí? ¿Por qué me dejaste vivir? ¿Crees que te lo agradecí en algún momento? o acaso fue satisfactorio para ti hacerme sufrir mientras vivía una vida a costa de la de otros. ¡Dime! ¿Fue divertido verme correr en círculos detrás de ti mientras te reías de mí?

    -¿Esa es tu conclusión?

    Sasuke había dejado de llorar, ya no tenía fuerzas para seguir gritando pero quería llegar al fondo de todo, quería saber la verdad sobre su verdadera razón de vida, así eso le costara la misma.

    -Entonces, si estoy equivocado dime tus razones, después de todo vas a matarme, eso es seguro. Tengo derecho de saber la verdad por única vez.
    Ambos se miraban sin ceder ante el otro, pero Itachi era superior, así que con una delicada sonrisa mientras acariciaba su rostro, deposito un beso sobre sus cabellos húmedos y se alejó un poco y de pie, frente a Sasuke que aún se hallaba sentado en la cama, con las manos atadas, y completamente indefenso, ubico sobre su frente la pistola que Deidara le había arrebatado anteriormente a Sasuke, la misma que su madre había usado aquella noche en la que murió sobre sus brazos.

    Sasuke quien no se sorprendió por aquello, solo cerró los ojos un momento mientras despejaba su mente, su momento había llegado y no quería seguirse atormentando, cuando volvió a abrir los ojos y sintió el cañón del arma en su piel, dijo lo que serían sus últimas palabras.

    -Sabes algo Itachi, no esperaba menos de ti.

    Decidido a mirar a su adversario sin pestañar mientras moría a manos de este, pensó que tal vez sería la peor de las formas en la que se había imaginado alguna vez morir, pues siempre soñaba con Itachi matándolo, pero jamás con el arma con el que pensaba tomar venganza “Te he fallado una vez más madre” fue lo último que paso por su mente antes de que el gatillo fuese jalado, y la detonación hubiese hecho eco en la habitación.

    *****CONTINUARA*****



    Hello! Jade por aquí, ustedes por allá... Como ya anuncie hace unas semanas atrás, este sera el ultimo cap "por ahora" de culpable, me tomare un tiempo para actualizar "Amarte es tan doloroso" y luego continuare con ambas... Debo admitir que aunque Culpable es mi segundo fic, se me hace mas mas fácil inspirarme en ella, mi primer fic me tiene vuelta un ocho XD...

    Espero que el proceso de actualización no me tome mucho tiempo, espero que en un mes pueda volver a llevar ambas historias semanalmente... Asi que sin mas que decir, deseenme suerte, disfruten la lectura, comenten y hasta pronto.... XD
     
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    jade13
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    CAP Anterior:

    -Sabes algo Itachi, no esperaba menos de ti.

    Decidido a mirar a su adversario sin pestañar mientras moría a manos de este, pensó que tal vez sería la peor de las formas en la que se había imaginado alguna vez morir, pues siempre soñaba con Itachi matándolo, pero jamás con el arma con el que pensaba tomar venganza “Te he fallado una vez más madre” fue lo último que paso por su mente antes de que el gatillo fuese jalado, y la detonación hubiese hecho eco en la habitación.

    *****

    Luego de retirar la memoria USB donde acababa de guardar la grabación, Kisame se retiró los audífonos y desconecto el sistema de vigilancia de la habitación, apagando el portátil y cerrándolo; luego de suspirar con algo de pesadez en el cuerpo, se levantó para estirar sus músculos y saco su celular para marcarle a Pain.

    Esperó el tono y luego escucho la voz del peli naranja.

    -¿Y? ¿Lo ha hecho?

    Un momento de pausa antes de contestar…

    -Tal como ordenaste. Sasuke Uchiha está muerto.

    -Bien, entonces procede con el resto y no permitas que Itachi hulla.

    -Entendido.

    *****

    La temperatura alrededor del frío, pálido, y estático cuerpo de Sasuke era aún más baja, a pesar de ello, el roce de la bala que fue disparada quemó algo más que sus conjeturas. Había querido ver a su asesino directo a los ojos mientras este llevaba a cabo su sentencia, pero en el último momento, los había cerrado invadido por el miedo.

    Luego de aquello, mientras el silencio rápidamente se adueñaba de la estancia, notando que aun podía respirar Sasuke abrió los ojos dándose cuenta de que seguía con vida. Si, vivía… ¿Cómo era aquello posible? ¿Acaso alguien podía fallar un tiro a quemarropa? Dilatando las pupilas y observando al ser que se hallaba frente a él, descubrió que el arma que anteriormente apuntaba a su frente, había sido desviada por sobre su cabeza, la bala seguramente había terminado incrustada en una de las paredes recubiertas que no dejaban escapar sonido alguno del lugar.

    Itachi quien durante casi medio minuto no movió ni un musculo, miraba hacia una de las esquinas de la habitación, allí al fondo en cada esquina, escondida entre las sombras se hallaban las cámaras que Pain había instalado, las detalló hasta que un pequeño parpadear de estas se convirtió en su señal. Guardando el arma en la parte trasera de su pantalón, le dio la espalda a su confundido hermano quien se mantenía en silencio y se dirigió a la mesa cerca del sillón donde había estado sentado para tomar su celular y realizar una llamada.

    -Me encargare de Deidara, alcánzame cuando hallas terminado.

    Luego de decir esas palabras y colgar el teléfono, se acercó a la puerta y al abrirla Sasuke reconoció a las tres personas que entraron al lugar: Karin, Juugo y otro joven cuyo nombre no recordaba pero también lo había visto en variadas ocasiones; a pesar de que ya no le sorprendía el hecho de siempre haber estado rodeado de espías de Itachi, que Juugo fuese uno de “ellos” realmente fue inesperado.

    No solo había sido su mejor aprendiz, también había notado su fuerte sentido de la justicia y en cierto modo lo respetaba por su abnegación al trabajo y esfuerzo sincero; pero allí estaba él junto con los otros dos que también eran secuaces de Itachi.

    Divagando en sus pensamientos, no notó el momento en que los jóvenes se acercaron a Itachi y susurraron algo en grupo, luego de que Itachi les hiciera un gesto salió de la habitación tranquilamente hacia un rumbo desconocido para Sasuke. Cuando estuvo a solas en la habitación con los tres jóvenes, Karin que parecía algo nerviosa extrajo una maleta que se hallaba debajo de la cama y la abrió. Dentro de esta, se podían apreciar algunas prendas de ropa.

    Mientras Sasuke observaba todo lo que sucedía anonadado con la situación tan extraña, los jóvenes cambiaron sus vestimentas frente a él, cuando estuvieron listos se acercaron a Sasuke. Al ver que pretendían capturarle comenzó a forcejar, pero Juugo que era más corpulento logro inmovilizarlo, si tan solo no estuviese bajo los efectos de la droga quizás se habría defendido mejor; los chicos que al parecer no tenían como objetivo lastimarle, le arrebataron la camisa que era lo único que lo cubría aparte de su ropa interior y la suplantaron por una especie de gabardina oscura con capucha.

    Suigetsu, el chico de cabellos grises y peculiares dientes, apresurado ordenó a Juugo que cargara con Sasuke advirtiéndole que si se resistía tendrían que noquearlo… Ahora que recordaba, ese niño con actitud de gánster de quinta era el encargado de la caja registradora de un mini comercio abierto las 24 horas del día que Sasuke frecuentaba para adquirir cigarrillos ya que era lo más cercano a su hogar.

    Pero no era el momento para pensar en detalles como esos, su cabeza estaba demasiado agitada con preguntas y ese instinto de supervivencia que lo mantenía alerta a pesar de no estar al cien por ciento consiente de lo que ocurría. Esperar a ver qué rumbo seguía el río no era lo suyo pero ¿tenía otra alternativa?

    Además el que estuviera con vida era una señal no muy agradable de que aún no era el momento de morir, pero ¿Qué planeaban? Y más importante ¿Qué pretendía Itachi con todo esto?

    El ser cargado como un simple costal quizás, era la causa de no poder analizar el ambiente con más astucia; las manos seguían atadas y sentía la sangre fluir a través de sus venas, llegados a cierto punto sintió el frío de la brisa colarse por la gabardina que lo cubría.

    Lo único que podía visualizar en la posición en la que se hallaba era el suelo que cambiaba cada ciertas veces mientras avanzaban, por lo cual supo que se encontraban ya fuera del local al que nunca debió haber ido aquel día, pero a pesar de la desesperada situación, no era algo que realmente se lamentara.

    Por un instante se le ocurrió pedir ayuda, hacer algún alboroto que llamara la atención puesto que ya se hallaban fuera de aquel lugar, pero esta idea fue descartada más rápido de lo que fue concebida. Escuchó atentamente cada ruido a su alrededor, había grabado las voces de quienes lo escoltaban, así que si prestaba atención quizás pudiese entender un poco más el ¿Por qué seguía con vida? Ya que no creía en los milagros… ¿Acaso el corazón y la moral de su hermano se habían derrumbado al escuchar las últimas palabras que este le dirigió?

    Por supuesto que no.

    Para su desgracia, seguramente Itachi se había adelantado y les había advertido al trio sobre las conversaciones mientras lo trasladaban. Fue introducido en alguna especie de vehículo de carga pues al estar en su interior fue sentado entre Karin y Juugo quienes en ningún momento le miraron o emitieron palabra alguna, convirtiendo aquellos momentos en algo más que poco soportable.

    Al principio mientras aprovechaba el silencio para poner a trabajar el ingenio se planteó entre muchas la posibilidad de que le estuvieran trasladando a su destino final, pero luego se reprochó por su propia absurdez. ¿Si tan solo pudiera saber lo que Itachi pensaba? Pero entonces mientras analizaba esta variante cayo en cuenta de que incluso tras haberlo estudiado y perseguido tanto años jamás le había conocido.

    Tras pensarlo de manera más detenida aceptó que en realidad nunca había llegado a conocerlo “todo era una ilusión”… El hermano abnegado, la figura a seguir, el respeto, la confianza, el amor… ¿amor? Todo había sido falso ¿acaso Itachi alguna vez lo amo?

    Recordar el rostro de su hermano mayor al enfrentarlo y preguntarle si lo odiaba en aquella habitación, solo le hizo desistir de intentarlo. Su mente quedó agotada con el eco de un ¿por qué?

    Los minutos se hicieron horas, y cuando el auto se detuvo fue que Juugoo se acercó a Sasuke quien con una mirada vacía parecía acceder a cualquier pedido.

    Tras llamarlo dos veces por su nombre y no recibir respuestas, no tuvo más opción que tomarle por los hombros para estremecerlo un poco y hacerle reaccionar, cosa que funciono pues al volver en si tan rápido como se percató del contacto de Juugo se alejó de este. Karin quien por fin mostraba gestos de compasión fue la que habló.

    -Puedes estar tranquilo Sasuke, si colaboras con nosotros no será necesario el uso de la fuerza.

    Estas simples palabras detonaron en Sasuke una ira que rápidamente se transformó en desprecio hacia la chica que acababa de emitirlas. Lanzándole una mirada que pudiese haber matado a cualquiera si poseyera un poder superior, logro que la joven se mordiera la lengua y bajara primero del auto.

    Estando solo con Juugo se puso de pie pero antes de salir este le hizo entrega de algo que parecía una especie de mordaza.

    -¿Esto es necesario?- preguntó.

    -Lo es- respondió el más alto.

    Sin quejas dejó que Juugo le colocara la mordaza para luego seguirle fuera del auto. Al tocar el suelo con sus pies descalzos sintió escalofríos. A pesar de estar cubierto de aquella pesada y larga gabardina negra con capucha, el aire frio a su alrededor se colaba por debajo de la misma.

    Se hallaban en una zona rodeada de múltiples almacenes que se perdían a la vista, la noche había caído y el entorno estaba iluminado por bombillas amarillas en postes de electricidad con bastante distancia de separación. Mientras la brisa azotaba con más fuerza cada vez, el olor y sabor salado del aire le hizo suponer a Sasuke que el mar no se hallaba muy lejos.

    Mientras continuaba analizando cada detalle que le supusiera una pista para elaborar una escapatoria, Juugo quien lo sujeto delicadamente del brazo comenzó a conducirlo hacia los otros dos quienes parecían discutir a una distancia prudente. Ya estando lo suficientemente cerca presto atención a cada palabra.

    Karin se mostraba alterada y con un teléfono en la mano intentaba seguramente contactarse con alguien.

    -Ya deja eso, no te va a funcionar de todas maneras, esta zona está aislada de cualquier medio de comunicación telefónica.- Decía Suigetsu con algo de aburrimiento.

    -¡¿Estas demente?! No podemos dejarlo aquí, nos matará si se entera de esto. Acaso no pudiste pensar en algo mejor.- Su forma de gritar y presionar el teléfono parecía confirmar que no había señal telefónica en el área.

    -¿Tenías una mejor? Sí es así pues te escucho…

    Karin se detuvo mientras giraba a mirarlo enfurecida, le lanzo el móvil que antes sostenía y él lo esquivo.

    -Te guste o no, no tenemos mejores opciones, este es el único lugar que esta fuera de su alcancé.

    -¡Maldición! ¿Acaso no pudiste escuchar y seguir las instrucciones?

    -¿Instrucciones?... Oh claro ¿te refieres a aquellas que conversamos en el día de campin, cuando tomamos café todos juntos?- Aquello era obviamente un sarcasmo.- Lo único que recuerdo fue un mal gesto de su parte con cara de lárguense de aquí.

    -¡Se supone que lo llevaríamos a un lugar seguro! ¿Y cómo se supone que le contactaremos?

    Viéndolo a simple vista aquella parecía una discusión de niños que no terminaban de ponerse de acuerdo con la tarea escolar, sin embargo todo lo que dijeron había sido anotado mentalmente por Sasuke quien comenzaba hacer conjeturas. Mirando a Juugo de reojo pudo notar que este estaba sumamente calmado, como si estuviera acostumbrado a este tipo de dramas.

    -No creo que sea necesario…- dijo finalmente Suigetsu- Piénsalo detenidamente, si no recibimos ordenes fue porque así lo quiso él. Seguramente dedujo una o dos posibilidades, no es ningún idiota.

    Karin quien estaba tan roja como su cabellera se detuvo antes de explotar gracias a la intervención de Juugo.

    -Karin, aunque odie admitirlo Suigetsu tiene razón esta vez. Además será mejor dejar de hacer tanto escándalo. Tenemos compañía.

    Tan pronto terminaron de caer en cuenta sobre las palabras de Juugo, Karin y Suigetsu buscaron al acompañante que no habían notado. Un joven de cabellos blancos y con anteojos redondos y afilada mirada se mostró saliendo de entre la sombras de un almacén cercano a los otros chicos.

    -Lamento ser tan descortés, espero me disculpen por mis malos modales.

    Como si hubiese trabajado por acto de reflejo Juugo le cubrió el rostro de Sasuke con la capucha y se ubicó delante de él mientras lo sujetaba de las muñecas, Suigetsu hizo lo contrario con Karin quedando esta frente a frente con el joven que acababa de aparecer.

    -Estuve esperando un largo tiempo, pero esto sí que es una sorpresa… No esperaba ver a tantos desertores en un mismo día, pero así es.- Sasuke pudo comprender que se conocían de antes- Bien ¿entonces ese es el cordero?

    La primera en hablar fue Karin, y lo hizo con un tono de voz tan demandante como si estuviera en una posición superior a los demás que estaban presentes.

    -No es ningún cordero. Solicito audiencia con el maestro.

    Ni titubeos ni alaridos, estaba centrada y se manejaba de tal manera que parecía otra persona, fue en ese momento que Sasuke entendió que el cambio de ropas era para este momento. Los corderos solían ser nombres que se usaban para las personas que eran vendidas en el mercado negro, y ese día él cumplía las características de uno; hasta aquel entonces pensó que aquellos jóvenes eran unos estúpidos jugando a los malos, pero viendo a Karin tan a la defensiva supo que no eran ningunos novatos, seguramente estaban acostumbrados a este mundo incluso más que un inspector con toda la experiencia del mundo.

    -¡Denegado!- Fue la respuesta del de anteojos- El maestro no es anfitrión de traidores, que estén en su territorio es incluso una ofensa que debe ser pagada.

    Un gesto de su mano y varios individuos armados surgieron de la oscuridad apuntando hacia los cuatro que habían sido llamados intruso. Juugo y Suigetsu volvieron a trabajar de manera mecánica, solo que esta vez Suigetsu se ubicó delante de Karin protegiéndola y apuntando directamente al chico que sostenía su mano en el aire; Juugo por su parte arrastro a Sasuke contra su propio pecho mientras apuntaba al lado contrario cubriendo la espalda de Karin.

    Karin quien ni siquiera pestañeo, giro los ojos y los puso en blanco… Suspiro y señalo a Sasuke que era sujetado por Juugo sin descubrir su rostro.

    -No hemos venimos de visita. Lo que está cubierto por esa gabardina vale más que cualquier deuda que hayamos contraído; si me haces perder más tiempo, no seré yo la que tenga que dar explicaciones, así que se buen chico y llévame con el maestro. Y por cierto esta no es una solicitud Kabuto.

    Otro nombre que Sasuke no olvidaría… tras unos segundos de silencio el tal Kabuto bajo su mano y los hombres desaparecieron, Juugo y Suigetsu se relajaron mientras el anfitrión les sonreía con los ojos cerrados.

    -Lamento haberte causado molestias Karin.- Menciono con tono de pocos amigos- Te llevaré directamente con el maestro. Espero estés satisfecha con eso.

    Karin asintió sin quitarle la vista de encima, era la única cuyo semblante no había cambiado.

    -Pero, si el maestro considera que son una pérdida de tiempo. No tendrás tiempo de otro discurso de valentía. Y por cierto esta no es una advertencia.

    ***CONTINUARA***
     
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    Esta genial la historia me encanto gracias por compartirla espero algún día la continúes escribes de maravilla gracias! por tu tiempo <3
     
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    QUOTE (Sasori Arena Roja @ 22/7/2020, 07:41) 
    Esta genial la historia me encanto gracias por compartirla espero algún día la continúes escribes de maravilla gracias! por tu tiempo <3

    Holissss pues, que bueno que te ha gustado... Yo también espero poder continuar este pequeño drama XDXDXD... Esta es mas difícil que mi otro titulo pues es como podría decirlo: Menos rosa?! y por esta razón es mas difícil poner en palabras las ideas que tengo para continuarla. Además eh decidido primero culminar mi primera historia...
     
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    Si el desarrollo de la trama y la personalidad de los personajes son más complejas en esta historia pero te quedo espectacular por eso te agradezco el tiempo que inviertes debe ser difícil tantos detalles que tomar en cuenta para la historia. :b:
     
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32 replies since 17/4/2016, 20:35   1663 views
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