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«Yuki Lake Sierra»
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Que hermoso capitulo, la casi confesión de Misaki y la dulzura de Usagi fueron maravillosas. Esperaré por el próximo cap <3 
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LiSa GuerrerØ .
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Hola Chi@s!
Lamento decir que este fin de semana no podré publicar.
Fíjense que comienzo a trabajar a partir de mañana,
y con todo el movimiento y ajetreo que esto causo, no alcancé a terminar el siguiente capítulo.
Pero no se preocupen, el siguiente fin de semana publico lo que sería el último capítulo y el extra!
Espero me disculpen por no avisarles antes.
Bueno estas son todas las noticias por ahora, jejeje
Nos leemos el siguiente fin de semana.
Que tengan un buen inicio de semana.
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Pollito taquero
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No quiero que se acabe 
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LiSa GuerrerØ+2 .
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Hola!!!!!!!!!!
Espero que tod@s estén muy bien
Gracias por haber seguido esta historia hasta el final. De verdad, les agradezco de todo corazón.
Les vengo a dejar lo que sería el último capítulo. chan chan chan chaaaaannn!!! jajajajaja. Pero no se preocupen, que el siguiente sábado les dejaré el extra que ya les había mencionado.
Sin más demora, les dejo leer... disfrútenlo!
Capítulo 22
Bienvenido de vuelta
Akihiko
-Quédate-
Fue todo lo que necesité escuchar para echar por la borda mi autocontrol.
Devoré con furia y necesidad los labios de Misaki. Sentí como me abría la boca, dándome libre acceso a explorar su húmeda cavidad. Su lengua y la mía se entrelazaban en una danza que se antojaba demasiado erótica. Nuestras respiraciones pronto se descontrolaron. Nuestros labios se separaban y se volvían a juntar en un intento por devorarse los unos a los otros.
-Usagi- gimió Misaki entre nuestros labios.
Sus brazos se aferraron a mi saco marrón, acercándome más a él. Lo tomé y lo cargue, acomodándolo a horcajadas sobre mi regazo, con sus piernas a cada lado de mi cadera. Mis manos comenzaron a desabrochar su chamarra, seguido de desabrochar los botones de su camisa. Una vez abiertas ambas, terminaron regadas por el suelo. De esa forma, me dediqué a recorrer su pecho entre caricias y juegos con sus pezones.
La falta de oxígeno nos obligó a separarnos. Un hilo de saliva era el testigo de la danza húmeda entre ambas bocas. Nos miramos a los ojos. Los hermosos orbes esmeraldas de Misaki estaban nublados de placer. Su rostro colorado y sus labios ligeramente hinchados y rojos le daban una apariencia demasiado apetecible. Acomodé mi rostro entre su hombro y cuello y comencé con un camino de besos hasta su clavícula. Bajé más y llegué a uno de sus pezones. Succioné con delicadeza y mordí cínicamente. Los gemidos no se hicieron esperar.
-Usagi….mmmmm-
Tomé su cadera e hice que su pelvis chocara con la mía, incitándolo a comenzar un rose demasiado descarado. Misaki pareció aceptar pues sin rechistar siguió con el ritmo insistente aun cuando mis manos se desviaron a su trasero y comenzaron a masajearlo.
-Usa…Usagi- Misaki gemía a cada roce.
-Misaki, desvísteme- le ordené entre besos que esparcía por su pecho.
Sus manos se desenterraron de mis hombros y tímidamente fue desabrochando mi camisa. Una vez abierta la dejó caer por mis hombros junto con el saco marrón, dejándolos deslizarse por mis brazos y cayendo al suelo. Dejó que sus manos se pasearan por mi abdomen, pecho y finalmente tras abrazarme, sentí sus dedos contornear los músculos de mi espalda. Nos besamos otra vez. Nuestras bocas se envolvían una con la otra, entre saliva ligeras mordidas y gemidos.
-Misaki, quiero hacerte el amor-
Él asintió.
Terminamos de quitarnos el resto de la ropa que nos quedaba. Misaki se tumbó en la cama y yo me acomodé entre sus piernas. Ambos miembros estaban ya erectos, y el de Misaki comenzaba a soltar líquido preseminal. Tomé un poco y me ayudé de el para lubricar su entrada.
-Sólo relájate. Quiero que ambos lo disfrutemos al máximo- asintió, respiró profundo y dejó que lo preparara, no sin dejar de soltar gemidos y sin poder evitar que de vez en cuando su cuerpo se estremeciera.
Metí un dígito en su entrada. Lentamente, sintiendo su carne abrirse a mi paso. Era tan cálido. Lo moví un poco; adentro, fuera, dejando que se acostumbrara a la intromisión. Fui aumentando los dedos, hasta tener fácilmente tres dentro suyo. Ya no quedaba mucho de lo que había tomado para lubricarlo, sin embargo no era muy necesario. Se había relajado y era más fácil entrar y salir sin peligro de causarle daño. Saqué mis dedos, recibiendo un quejido de parte de Misaki. Tomé mi miembro que también comenzaba a gotear por la excitación y lo froté contra su entrada, volviendo a lubricarlo un poco. Con mis manos separé sus glúteos y coloqué la punta para comenzar a penetrarlo lentamente.
-mmmmmm….Usagi…-
Con cada centímetro que llenaba en su interior, Misaki arqueaba su espalda. Con sus manos estrujaba las sábanas a su alrededor y de sus labios un fino hilo de saliva se escurría.
-mmmm…mm ¡Ah!..- veo que se muerde el labio inferior en un vano intento por acallar sus gemidos.
-No te contengas, Misaki. Quiero escucharlo todo- termino de introducirme en él y me quedo unos segundos quieto mientras me acostumbro a su estreches y él se acopla a mí.
Acaricio su mejilla con los nudillos. Me mira con los ojos llorosos y con un leve movimiento de caderas me indica que puedo comenzar a moverme. Le doy un leve beso en los labios y saco lentamente mi miembro de su interior para volver a introducirme, esta vez de una sola estocada.
-¡ah!..mmm…¡Usagi!-
Las embestidas aceleradas no se hacen esperar. Nuestros brazos se sujetan al cuerpo ajeno. Nuestros alientos llenan la habitación. Ambos cuerpos se perlan en sudor. Sus gemidos endulzan mi oído, y su voz llamándome con la respiración entrecortada me hace enloquecer de placer.
-Misaki, agárrate a mi cuello- ordene con la voz entrecortada a cada embestida.
Sus brazos se enredaron en mi cuello y sus piernas se anclaron a mi cintura al sentir cómo lo alzaba sin dejar de penetrarlo. Lo envolví en mis manos y lo lleve cargado hasta recargarlo en la pared del cuarto. Cuando su espalda sintió lo frío de la misma, un espasmo lo hizo arquear su espalda acercándose a mí. Las embestidas siguieron, esta vez más profundas. Podía sentir como si pudiese llegar a lo más profundo de él.
-¡aahh!..ah…justo ahí..no..mmm-
Mi miembro tocó su punto de éxtasis, y con sus gemidos como incentivos, seguí con más ahínco mis movimientos. Ahora su piel chocaba sin remedio con la pared ante cada embestida.
Nuestros cuerpos comenzaron a temblar, y Misaki se aferró con más fuerza a mis hombros y espalda. Sus piernas alrededor de mi cintura flaqueaban a momentos y sus gemidos se volvieron gritos de placer. En unas cuantas embestidas más, ambos llegamos al clímax, sumergiéndonos en un letargo donde ambos nos sentíamos elevados al cielo. Esperé unos segundos a que mi respiración se tranquilizara un poco. Misaki tenía los ojos cerrados y la cabeza recargada en la pared. Tomé sus labios entre los míos en un beso simple pero cariñoso. Lo llevé de nuevo a la cama, salí de su interior y lo acomodé entre las sábanas. Me coloqué a su lado y rodee su cintura atrayéndolo a mi pecho. Sentí una de sus manos rodear mi costado y acariciar levemente mi espalda, y después acomodarse entre mis cabellos. Me dedicó una mirada inocente y se acurrucó en mi pecho. Ambos quedamos sumergidos en el más maravilloso de los sueños.
~~~
-Buenos días, Akihiko-san- me saluda Tanaka con su habitual sonrisa amable.
-Buenos días, Tanaka-
Me adentro en el establo y me acerco mi caballo. Lo acaricio un momento para después dedicarme a acomodar la silla en su lomo. Una vez listos, ambos nos dirigimos hacia el campo.
El día pasa tranquilo. Los sembradíos están en pleno apogeo de su crecimiento y estará en excelente estado para cosechar en un par de días. Todos trabajan arduamente en lo que le toca hacer. El campo está tranquilo, el sol brilla con intensidad pero no hace calor, la brisa mese la copa de los árboles y los pájaros cantan alegremente mientras revolotean de aquí para allá.
Doy una vuelta por toda la extensión de la propiedad. Resuelvo unas cuantas dudas de trabajadores y ayudo a regar una de las parcelas. Por fin, el día termina. Vuelvo al establo y dejo al caballo descansar, tras haberle dejado su comida y agua limpia me encamino a mi casa. La tarde comienza a caer, la temperatura se hace más fría, el viento sopla con más intensidad que al medio día. Se nota que faltan un par de semanas para que comience el invierno.
Ya son dos años. Pienso melancólicamente.
Llego a casa. Lo primero que hago al pasar por la puerta es comenzar a desvestirme para meterme a la ducha. Abro el agua que sale templada, y me dejo empapar por ella. Mi mente comienza a divagar, y recuerdo a Misaki. Su suave piel, su boca, sus ojos esmeraldas. Suelto un suspiro y sonrío ligeramente, lo extraño. Termino mi ducha, me envuelvo la cintura en una toalla y otra me la cuelgo al hombro. Salgo y me siento en mi habitación, termino de secarme y me pongo unos pantalones de lana grises mientras termino de secarme el cabello. El sonido de alguien tocando a la puerta me hace girarme en busca de unas pantuflas o algo para salir a ver quién toca a mi puerta a esta hora. Aviento la pequeña toalla a una silla mientras me pongo una camiseta sin mangas blanca y me dirijo a la puerta.
Tomo la perilla y la giro. Abro a puerta y me quedo estático ante lo que veo. O más bien, ante quien veo.
-Usagi- saluda tímidamente
-…-no puedo reaccionar, quiero decir o hacer algo pero mi cuerpo no reacciona.
Me mira y al ver que no reacciono la inseguridad comienza a reflejarse en su expresión.
-¿No dirás nada?- pregunta temiendo lo peor.
Aspiro profundamente y suelto el aire en un suspiro.
-¿Estás aquí para quedarte?-
-¿eh?- me mira confundido.
-Estoy preguntándote si te quedarás esta vez.- suelto con algo de desesperación.
Me mira sorprendido, pero en segundos su expresión cambia a una de ternura. Me mira dulcemente y sonríe.
-Volví para quedarme-
Muy bien, pues como ya les había dicho es el último capítulo, sin embargo todavía nos vamos a leer el próximo fin de semana
Y nuevamente, muchas gracias a tod@s ustedes, me animaron a seguir publicando esta historia
Así que, sin nada más por el momento, me despido.
Nos leemos el siguiente fin de semana!
Adios!!!!!!. -
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Pollito taquero
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Noooooo tendré que esperar otros siete días!!!!!!! . -
KELATINA 123 .
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QUE BONITOOOOO :=NOI
El final mas hermoso que he visto
bueno nos leemos adios. -
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Me ha encantado el capítulo final.
Ahora a esperar para leer el extra.
Esperare con ansias la conti.. -
Ami-Chan19 .
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TODAVÍA NO SE TERMINA!!!! YEY!!!
Me asusto sensei pensé que era el final,
OH NO TENDRE QUE ESPERAR 7 DÍAS MAS!!!NOOOO!
ok me calmo.....me gusto el capitulo sensei, estaré esperando pacientemente el extra
cuídese sensei,
CHAUSITO. -
Tsumki-chan .
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Q lindo!!! Pero ya no habrá más 
Estuvo muy linda tu historia.. Esperare anciosamente el extra ;-). -
LiSa GuerrerØ+1 .
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Y después de una semana de retraso...O.O!
Me disculpo en serio por hacerla de emoción, pero tuve algunas actividades que mantuvieron mi semana bastante ocupada y sin espacio para sentarme tranquila a escribir. Pero finalmente lo prometido es deuda y aquí les traigo el Extra!!!!
Espero lo disfruten.
Extra
-¡Usagi rápido, Tanaka nos está esperando en la puerta!-
Al instante por el pasillo se divisó la figura de Usagi. Iba con un pantalón de lana gris, una camisa negra de manga larga, una cazadora negra, una bufanda azul que colgaba por su cuello y unas botas negras.
-Venga rápido- me acerqué a él y le enredé la bufanda correctamente alrededor de su cuello. Él me miró y sonrió ligeramente.
-Te ves bien pero ¿Seguro que tendrás suficiente con eso? Hace bastante frío afuera, ¿sabes?-
-Seguro- tuerzo la boca en señal de enojo, termino de acomodar su bufanda y le doy la espalda para comenzar a dirigirme a la puerta seguido por él.
Finalmente después de toda la odisea que fue hacer que Usagi se levantara de la cama y esperar por más de treinta minutos a que se vistiera, por fin salimos de la casa. Saludamos a Tanaka y nos subimos a la camioneta, dentro estaba su esposa y sus hijos, saludamos a todos y tras el ruido de encendido del auto comenzamos a dirigirnos al templo del pueblo.
Era año nuevo, y a pesar del frío que me hacía moquear, toda la gente se había aglomerado frente a las puertas del templo en espera de poder rezar ante el altar, sacar una fortuna que les bendijera con buena suerte y si todavía había tiempo tomar una de las deliciosas bebidas que ofrecía el personal del templo.
Tanaka estacionó la camioneta, y al instante todos abrimos las puertas para bajar y formarnos en la gran fila que había de la gente esperando entrar al templo.
-Y eso que llegamos temprano-dice sarcásticamente Usagi.
-¿Qué les parece si mientras ustedes guardan lugar en la fila, mi esposa y yo compramos bebidas calientes para todos?- sugirió Tanaka ya comenzando a caminar hacia el puesto de bebidas.
Me limité a dar un “Claro” y sonreír mientras los veía perderse entre la muchedumbre. Usagi y yo quedamos al final de la fila, pero no por mucho, pues poco a poco detrás de nosotros fueron llegando más y más personas.
-Sí que está abarrotado, debimos habernos quedado en casa- dijo casi con fastidio. Suspiró y me miró- lo único bueno de todo esto es que puedo pasar tiempo contigo- se inclinó y me hizo un ademán con la mano para que acercara mi oído a él. – Aunque preferiría pasar tiempo contigo haciendo otro tipo de cosas-
Dios, este tipo no tiene vergüenza.
Le miré con el ceño fruncido, pero seguro de que a pesar de todos mis esfuerzos por parecer enojado e indignado se iban por el caño por el muy seguro sonrojo que había en mis mejillas, y no necesariamente por el frío. Miré al lado contrario tratando de esconder mi sonrojo.
-Serás idiota- susurré lo suficientemente alto para que sólo él me escuchara.
-jajaja….yo también te quiero, Misaki-
Ahora sí que me muero de la vergüenza.
El tiempo pasó y poco a poco la fila avanzaba más y más. Ya estábamos en el centro del patio y faltaba poco para llegar a los primeros escalones que dirigían al altar.
-Tanaka ya se tardó con las bebidas- pensé en voz alta.
-Probablemente se ha encontrado con algún conocido y se ha puesto a platicar- Usagi me miró y sonrió- ya sabes que él parece conocer a todo el pueblo y una vez que comienza a platicar no para jamás.-
Reí ante su comentario. Tenía razón, Tanaka era alguien muy amable y gentil con todos. La gente le quería y casi todo el pueblo le conocía si no es que eran sus amigos. Además de que una vez comenzaba a platicar amenamente con alguien, no había quien lo parara, hablaba hasta por los codos.
La fila avanzó nuevamente, ya estábamos a tres parejas para pasar nosotros.
-¿Qué pedirás?-
Miré a Usagi un tanto sorprendido por su pregunta.
-No te lo diré- respondí con una sonrisa burlona.
-¿¡Ah!? Con eso sólo me da más curiosidad, ¡Venga, cuéntame!-
Reí de forma traviesa ante su rostro descolocado tras mi respuesta, lo que hizo que Usagi sólo se molestara más, pero antes de que pudiera reclamarme otra vez la fila avanzo, hasta dejarnos a una persona antes de nosotros. Usagi calló y avanzó, pero podía ver el enojo y frustración en su rostro. Lo tomé de la manga de su cazadora y parado de puntillas susurré a su oído.
-No te lo diré, hasta llegar a casa-
-…¿Q-Qué...-
No pudo responder pues era nuestro turno de pasar a rezar. Dimos unas palmadas y nos inclinamos, después agachamos ligeramente las cabezas hacia adelante en forma de oración. No pude evitar sonreír silenciosamente.
~~~
-De verdad lo siento mucho, al final nosotros no pudimos rezar y sus bebidas terminaron frías-
Por quinta vez, Tanaka se inclinaba hacia nosotros pidiendo perdón. Al final, era cierto que Tanaka se había quedado platicando con el dueño de la ferretera.
-No pasa nada. Espero que vuelvan con bien a casa- le dije sonriendo tratando de restarle importancia.
-Muchas gracias, que descansen ustedes también- Tanaka se inclinó nuevamente y después dio media vuelta para dirigirse al automóvil.
Usagi y yo le despedimos con la mano, les deseamos un buen inicio de año y nos quedamos viéndolos hasta que el auto se perdió en la carretera.
-¿Entramos, o te quieres congelar el primer día del año?- preguntó un tanto sarcástico y burlón a la vez.
-Entremos- dije ya sin tomar importancia a su tono de voz.
Ambos entramos y nos dirigimos automáticamente a la cocina. Puesto que al final no pudimos probar nada caliente mientras estuvimos en el templo, decidí preparar un poco de café. Usagi me ayudó sin decir una palabra, en realidad ninguno decía nada, y extrañamente sabíamos lo que hacíamos en perfecta sincronización. Él sacó el frasco de café y la leche del refrigerador para mí, acomodó las tazas y una cuchara para cada una respectivamente. En lo mientras yo calenté el agua, una vez lista la vertí en las tazas mientras Usagi removía el café en cada una de ellas, esperando a que agregara un poco de leche a la mía. Tomamos cada uno su bebida y salimos en dirección a la habitación. Desde que había vuelto, Usagi se había negado a dejarme solo, y al final terminamos durmiendo los dos en mi habitación. Tampoco es como si me molestara. Por el contrario, yo también sentía la necesidad de estar junto a él. Al terminar los dos años de mi maestría, juré que jamás volvería a dejar este lugar, y mucho menos a Usagi. El tiempo lejos de él se había vuelto pesado, monótono. Es extraño, pues casi toda mi vida estuve solo, y de hecho jamás quise darme la oportunidad de compartirla con nadie debido a mis propios miedos e inseguridades, mismos que Usagi descubrió con facilidad, aceptó y me ayudo a superar. Desde el momento en que lo conocí se volvió un sostén para mí, una persona en la que podía confiar lo suficiente como para dejarme llevar y relajarme. No me enorgullezco mucho de lo que hice, casi tiro por la borda todo lo que habíamos vivido y sentido el uno con el otro en el momento en que hui, pero me alegro que Usagi no se rindiera. Me buscó.
Fue por mí. Evito que cayera otra vez.
-Estas muy pensativo-
Lo miré entrar al cuarto y dejar la taza en la mesita de noche no sin antes darle un par de sorbos a su café, se sentó en la cama y me miró. Lo imité al dejar la taza y sentarme a su lado, sin dejar de mirarlo sonreí.
-En lo mucho que agradezco haberte conocido-
Me devolvió la sonrisa.
Dios, que hermosa sonrisa.
Acercó su rostro al mío y sin darme tiempo a pensarlo mejor me beso. Sus labios eran tibios, acogían a los míos. Tomó mi mano y enredó sus largos dedos con los míos. Con su otra mano tomó mi nuca y profundizó el beso al tiempo en que me recostaba en la cama. Sentí su cuerpo sobre el mío, su respiración acompasada, su corazón latiente. Nos separamos un momento para tomar aire y vernos nuevamente a los ojos. Me sonrió con lujuria y picardía.
-mmmm….Usagi-
No lo podía contener, mis gemidos escapaban de mi boca a su voluntad. Usagi me tomaba con firmeza, sus manos rodeaban mi cintura, y sus caderas iban aumentando el ritmo de las embestidas. Yo con las piernas a los costados de su cadera y las manos apoyadas sobre su pecho no podía dejar de arquear mi espalda ante cada espasmo que su miembro dentro de mí producía. A pesar de ser invierno las ropas habían sido esparcidas por toda la habitación sin miramientos. Y muy por el contrario del hecho de que la temperatura había bajado aún más, sentía mi cuerpo arder.
-Misaki, dime lo que pediste en el tempo- la voz de Usagi sonaba agitada en medio de nuestro encuentro.
Sonreí y tomé su rostro entre mis manos. Me acerqué a él y deposité un beso casto en sus labios.
-Pedí estar siempre contigo-
En ese momento Usagi pareció perder el poco autocontrol que le quedaba. Las embestidas se volvieron descomunales, era una guerra entre su cuerpo y el mío. Su pelvis chocaba salvajemente contra mi entrada y mi cuerpo no podía evitar dar brincos sobre él. Mis manos arañaron sus hombros en acto reflejo por tratar de aferrarme a algo. Sus dedos se clavaron en mi cintura y me obligaban a cabalgarlo de forma descontrolada.
-aahh…Usagi…mmm..Usagi..ya casi..-
-Misaki, te amo-
Un sonido gutural salió de su garganta en el momento en que ambos llegamos al éxtasis, incluso yo podía sentir los ligeros espasmos que ambos teníamos debido al placer.
-Usagi…-
-Te amo. Te amo. Te amo- susurró contra mis labios antes de besarme con desesperación.
Enredé mis brazos en su cuello y rodee con él quedando ahora yo debajo de él. mis piernas por acto reflejo se enredaron en sus caderas, impidiendo que saliera de mí. Quería estar así un poco más. Quería sentirlo.
-Usagi, yo también te amo-
MUCHAS GRACIAS A TOD@S POR HABER LEÍDO ESTE FIC!!!!
Y como ven, hemos llegado al final de esta mi primer historia.
Nuevamente, gracias por su apoyo, sus comentarios y su aceptación.
Debo decir que me siento afortunada y feliz. Al principio tenía muchas dudas sobre publicar un fic, pero ahora me siento más segura y confiada, además de que ahora tengo muchas más ideas para más fics, así que este definitivamente no será el último.
Espero seguir contando con su apoyo y sus lindos comentarios.
Se despide por ahora;
Lisa Guerrero
P.D.
Espero que tengan un lindo fin de semana (o lo que resta de él) y que su semana sea grandiosa.
Nos seguimos leyendo en el foro.
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Dios estuvo hermosooooooo como siempre la redacción fue muy buena, el capítulo largo pero no pesado y definitivamente lo volveré a leer.
Gracias por tan hermosa historia y realmente me gustaría leer las próximas.. -
Ami-Chan19 .
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GRACIAS SENSEI POR DARNOS ESTE DULCE Y TIERNO EXTRA (Y POR EL LEMON TAMBIÉN)
ME ENCANTO TU FIC, TU FORMA DE NARRAR WOOOW.....SIMPLEMENTE ERES LA MEJOR
MUY PRONTO QUISIERA LEER OTRO DE TUS FIC
FRACIAS POR ESTA LINDA HISTORIA
BAY BAY. -
Usagi-chan159 .
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Estuvo hermosisima . -
«Yuki Lake Sierra» .
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Hola!
Ay dios, me encantó el extra <3 Es una lastima que haya llegado a su final pero tu fic me ha maravillado <3
Saludos. -
+1 .
Me ha gustado el final.
Espero poder pronto leer otra historia tuya..
Tu amor me sostendrá. (AkihikoXMisaki) Extra-FINALMisaki Takahashi vuelve a su pueblo natal tras la muerte de su tío, ahí conocerá a un hombre que le cambiara la vida para siempre. Un fanfic lleno de romance, un toque de misterio y por supuesto lemon |
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