~Kagerou Days~ [Nostálgica, One-Shot]

¿No es horrible tener que vivir la muerte de la persona que amas todo el tiempo de tu existencia? Ya no puedes soportar que Ritsu termine de esa manera. Odias el verano. [Resumen completo dentro]

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  1. aranza
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    Seguiré por ti esperando, mi vida no llores, que te estoy mirando.

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    Resumen: Vivir un hermoso día de verano al lado de la persona que amas. Nada mejor que ello.
    Pero... ¿Si de repente todo se distorsiona? Aquello que te hace feliz, te lo arrebatan de una forma cruel, verlo frente a tus ojos y morir de angustia y miedo. ¿Quién es aquel extraño hombre que aparece cada que te arrebatan a Ritsu? No lo sabes, y es lo que te impacienta.
    Perder la conciencia y despertar. Intentar evitarlo y aún así fallar.
    ¿Es que no hay forma de salvarle? Si tu cambiases de lugar con el... Tal vez...


    *Basado en la canción: Kagerou Days. Video

    -Genero: Drama.
    Lista: One-Shot.
    ¡Disfrutalo!


    KAGEROU DAYS
    **Nostálgica Fanfic**

    [“Esto no es una broma”
    ¡Y se rio sin más!]




    Takano Masamune, no es esas personas que se considera muy apegada a las visitas a los parques residenciales de Japón, y mucho menos en épocas de calor tan efusivas y odiosas, que apenas el mínimo roce con tu piel, estas expuesto a diversas enfermedades, y a sudar como nunca. Claramente como diría Yokozawa “Eso es asqueroso…”
    Sin embargo, después de un Sábado algo aburrido, estar en aquel limpio lugar con la persona que ama con todo su ser, un día Domingo, es muy especial para él.
    Primero que nada, porque Onodera es el que le ha pedido que salieran. Es cierto, esas esmeraldas a veces pueden ser muy tercas y evasivas ante su tacto, sin embargo, Masamune ve con claridad, el efusivo amor que estas también emanan.
    En esos días, Yokozawa le ha devuelto a Sorata por un corto periodo de tiempo, debido a que la primogénita de Kirishima ha pescado un resfriado, y tenerla expuesta al constante tiradero de pelo que puede hacer Sorata, simplemente puede empeorarla.
    A Takano no le molesta en lo absoluto cuidar a su lindo gato, al fin y al cabo, durante muchos años se volvió su única compañía y refuerzo para al menos indagar en una sonrisa.
    “Hey, ¿Te gustaría ir a por un paseo?” El gato negro solo lame su mano como respuesta.

    º*º*º


    El 15 de agosto, a las doce y media de la tarde,


    Se balancea, dándose algo de impulso con sus propios pies encima de aquel columpio que ha tomado como suyo en algún corto lapso de tiempo, sacando su móvil para mirar la hora rápidamente.
    “12:28 de la tarde” Susurra Onodera, inmóvil en el asiento del columpio, el castaño acaricia con lentitud y esmero el pelo de Sorata, como si estuviese acicalándole.
    Takano le mira atónito y algo confundido ante la increíble acertación, en la hora.
    Sin indagar más en el tema, lo deja pasar, guardando el móvil y colocando ambas de sus manos en el manubrio, fija su vista al cielo azulado y lleno de nubes que hasta ahora cubren algo del ardiente sol.

    Hacia un muy buen tiempo…


    Onodera es ahora quien revisa el celular. Takano le mira con curiosidad. No es que es fuera celoso, al contrario. Toda su confianza está depositada en Onodera, sin embargo le conoce, y sabe que no le agrada del todo usar el móvil.
    “Es mi madre…” Responde con naturalidad, entrando en lo profundo de los pensamientos del ojiavellana.
    Takano solo asiente, las nubes comienzan a moverse cambiando a diversas direcciones, revelando por fin la caliente corteza llena de gases.
    Levanta la mirada con su brazo firmemente pegado a su frente, debido a la cegadora y resplandeciente luz de la estrella.

    Bajo los brillantes rayos del Sol
    que podrían hacerte enfermar,


    “Gracias por venir conmigo…” Aquella melodiosa voz regresa la vista ojiavellana al centro, contemplando la hermosa sonrisa que Onodera le regala, Ritsu puede ser tan lindo a veces.
    “¿A qué viene eso? Disfruto mucho pasar tiempo contigo…” Takano mira al frente, sintiendo encima de él la esmeralda mirada, pero eso no le molesta. En lo absoluto.
    Onodera ríe, ahora siendo el quien fija su vista al cielo.

    Hablaba contigo, sin haber
    nada más que hacer, en realidad.


    El porte de Ritsu se vuelve serio, baja la mirada hacia Sorata, que mueve la cabeza inquieto buscando más contacto con las suaves manos de Ritsu.

    “Pero… ¿Sabes?
    No me gusta mucho el verano.”


    El tono de Ritsu suena apagado, incluso puede detectar algo de rabia escondida. Comienza a rascar la parte trasera de las orejas del gato, oscureciendo sus orbes, un mohín de molestia sobresale de su rostro; el ojiavellana le mira preocupado, es ilógico que en solo unos segundos, esa risa que sonaba llena de alegría, ceda paso a esta reacción.

    Murmuraste con fiereza, mientras
    acariciabas al gato.


    Su sorpresa cambia de escena, cuando Ritsu deja de inmediato ese rostro, y cambia a una efímera sonrisa, que apunta hacia Takano, haciendo a su corazón acelerarse. Puede ser que esa actitud sea algo extraña, pero esta vez no está siendo evasivo. Y eso le hace sentirse lleno de vida, contento. Con esperanzas renovadas; seguro de que muy pronto Onodera se le confesara… muy pronto.
    “Onodera…” Ahora es Masamune el que le mira, quiere decir alguna de esas frases cursis y melosas solo dedicadas a él.
    Onodera mueve la cabeza, en afirmación a que está escuchándole. Carga a Sorata para abrazarle más de cerca, sin guardar el móvil.
    Pero el escapa.

    Ah… El gato huyo de ti.


    “¡Ah! ¡SORATA!” Onodera grita con temor al sentir las uñas del gato rasguñar sus brazos al huir. Se levanta con rapidez del columpio, corriendo detrás de Sorata.

    Y tú lo perseguiste…


    Takano va tras él, Sorata pasa la acera, sin embargo, Ritsu…
    “¡RITSU!” El aludido le mira con una sonrisa, una que Takano no entiende, Sorata ha huido dejando a Ritsu solo en la avenida.

    Cuando la luz del semáforo
    cambiaba a un deslumbrante rojo


    Sin ser previsto, o haber avisado por detrás, un enorme camión color verde llega a una velocidad increíble.
    Ninguno de los dos tiene el tiempo de reaccionar…

    De pronto un camión apareció de la nada.


    “¡RITS…!” El grito es interrumpido por el golpe del camión estampado contra el frágil cuerpo de Onodera y lanzado al frio pavimento.

    Y mientras gritabas, te golpeo.


    El móvil de Onodera sale volando lejos de él, destruyéndose. Sus ojos avellana miran todo, desde que lo empuja el automóvil, hasta cuando su mano cae dejando de moverse y respirar.
    Takano no entiende, se queda estático en su lugar. La sangre salpica hasta su mejilla. Llena todo el suelo, y cambia el color del camión de verde a un profundo y aterrador color carmesí.
    El rastro del perfume de Onodera queda impregnado en el aire, dando una sensación de nausea.
    Cuando reacciona, sus manos van por instinto a su rostro cubriendo nariz y boca. ¿Qué acaba de pasar? Es una pesadilla. ¿Verdad?

    La sangre esparcida mezclada
    Con tu perfume
    ¡¡ME AHOGABA!!


    El conductor del camión sale de inmediato, mira asustado el cuerpo inmóvil del chico y sale corriendo presa de la desesperación. Nadie le nota, la gente comienza a acercarse horrorizada algunos siguen su camino rápidamente intentando que los más pequeños no aprecien la escena.
    Takano corre al pequeño cuerpo ahora destrozado, y lo toma entre sus brazos.
    “No, no, no… Ritsu… ¡¡RITSU!!” Su frente sangra, nariz y mejillas están llenas de moretones y raspones. Onodera ya no está con vida.
    Comienza a llorar con fuerza, abraza el cuerpo y grita repetidas veces su nombre.
    Empieza a oír pasos que se dirigen hacía el, un brillo destacable hace voltear a Takano, aun sumido en el pánico de tener a su Ritsu en sus brazos, muerto.
    Esta persona, de rasgado kimono azul, sonríe con malicia, Sorata está en una de sus manos mientras toma la pipa de tabaco con la otra.

    Entre la bruma de mentiras,


    Masamune se aferra con más fuerza al cuerpo de Ritsu, mira con temor a la persona delante de él.
    Esta persona ríe.

    “Esto no es un sueño” reía la bruma de calor.


    Takano abre los ojos irritados con sorpresa, el miedo inunda con fuerza su cuerpo, más lágrimas resbalan por su mejilla.
    El hombre se aleja, sin que Takano deje de mirarle con miedo.

    El cielo azul del verano al igual
    que al interrumpir a una cigarra,


    La cabeza de Takano duele, palpita con fuerza. El olor de la sangre, los gritos, su propio llanto, el sonido del semáforo cambiando de nuevo de color, todo le llena la cabeza, y siente que el morirá también allí mismo.
    El sujeto con un deslumbrante brillo rojo alrededor suyo, se detiene, suelta a Sorata que corre frente a Takano, el mira al gato aterrorizado, el hombre le sonríe.
    “Hasta Pronto…” Levanta su mano a modo de despedida. Y Takano cae al suelo inconsciente.

    Se esfumó de golpe…


    Tic, Tac, Tic…
    Takano abre los ojos, con el corazón acelerado y los ojos irritados, se sienta con una mano en el pecho, esta aturdido.

    Con el Tic-Tac, del reloj, desperté en mi cama.


    Parpadea repetidamente para secar las lágrimas, entre confundido y asustado.

    “¿Qué hora es?”


    Voltea a ver el reloj, aun limpiando algo de sudor de su frente.
    “¿12:04?” Confundido toma el móvil entre sus manos, abre los ojos con sorpresa.

    El 14 de agosto, pasadas las 12 de la tarde,


    Voltea a la ventana de su habitación, que deja ver la radiante luz de una mañana de sábado.
    Un día que él cree ya ha pasado.

    Recordé la molesta voz
    de una cigarra.


    Takano no sabe qué clase de pesadilla ha tenido, pero ha sido tan real, y ahora está ahí, en el mismo lugar, Onodera acaricia Sorata y el baja la mirada con melancolía, aun con el miedo presente atravesando sus pupilas.
    “Gracias por venir conmigo.” Escucha la alegre voz de Ritsu que mantiene una mano en el columpio y la otra en el pelaje de Sorata.

    Pero ¿Sabes? Es un poco extraño


    La sonrisa de Onodera se esfuma mirándole confundido.
    “¿A qué te refieres?”

    Ayer, vi como caminábamos por este mismo parque
    en un sueño.


    Takano mira a Ritsu un momento, mientras el sigue analizando que respuesta darle, con el móvil en la mano y a punto de levantar a Sorata para cargarlo entre sus brazos, justo como en su sueño.
    “Ah. ¡SORATA!” Al huir el gato, Takano se altera y asusta al ver como Ritsu se levanta. Inmediatamente el también quita las manos del columpio y lo tomo del brazo antes de que fuese hacía la avenida. Sus ojos esmeralda le miran con confusión.
    “Takano-San… ¿Estas bien?”
    Masamune le mira a los ojos con nostalgia.

    “¿Y si nos vamos ya a casa?”


    “Pero, ¿Y Sorata? Yokozawa-San, se molestara mucho y…”
    “Sorata sabe llegar solo a casa. Está bien Ritsu, en serio”
    Ritsu parpadea un par de veces hasta que con un rubor presente en sus mejillas baja la mirada y asiente.
    Takano va delante suyo, sin soltar su mano. Ritsu baja la mirada ruborizado y Takano se siente más tranquilo… En paz.
    Porque fuese real o no lo que hubiese visto siente que está evitando una tragedia. Perder al amor de su vida.
    “¡APARTENSE TODOS! ¡QUITENSE!” Una voz a lo lejos hace que la gente mire arriba. Casi todos se apartan gritando, excepto ellos dos. El ojiavellana les miro confuso sin entender la causa de sus gritos.

    En cuanto pisamos la acera,
    la gente a nuestro alrededor


    Siente un leve empujón que lo aparta del camino. Cuando mira al cielo de nuevo es demasiado tarde.

    Dirigió la vista al cielo y
    abrió la boca.


    Una enorme barra de metal, cae desde un edificio en construcción, y como si estuviese destinado, atraviesa el cuerpo de Ritsu, este suelta un grito ahogado, el dolor y la sangre empiezan a presentarse. Su celular se cae de sus manos, y a pesar de estar vivo, queda inmóvil casi al instante.

    Del cielo cayo una barra de hierro.


    La sangre rebota hasta la mejilla del ojiavellana (exactamente igual que la última vez), dejándole una pequeña mancha. Los labios de Takano tiemblan, y se hecha hacia atrás, tropezando y cayendo al suelo, sin dejar de mirar la horrorosa escena que pronto se vuelve borrosa, pues ya está gritando y llorando nuevamente.
    Milagro o desgracia, Ritsu sigue con vida, su cuerpo resbala por la barra, haciendo que suelte un grito de dolor que hace a Takano desesperarse, y reaccionar del shock.
    La gente grita asustada, algunos se alejan corriendo, otros se cubren la boca horrorizados, Takano está seguro que no solo él es el que mantendrá esa imagen vivida en su cabeza.

    El sonido de los gritos y el de los
    Carrillones de viento rotos


    Parpadea un par de veces, hasta que agitado y con lágrimas en los ojos, se levanta y hecha a correr a Ritsu, quien aun con los ojos abiertos, pierde la conciencia de a poco.
    -¡RITSU!- Con el temblor en las rodillas amenazándole con tirarle al suelo, grita su nombre las veces que puede, esta solo a un metro de distancia, pero no puede alcanzarle. No alcanza a Ritsu. Extiende su mano con desesperación al estar más cerca de él.
    Mas una sonrisa traviesa y un rostro ya conocido, impiden seguir con su camino.

    Llenaban el hueco entre los arboles
    del parque.


    Intenta tomar el rostro de Ritsu en sus brazos, pero aquella presencia y su sonrisa se lo impiden.
    El espíritu con vendas en el cuerpo le mira de una manera tan… malvada, que Takano puede sentir como se le hela la sangre. Y congela su tiempo pues deja de moverse.

    En esta escena tan irreal.


    -¿¡QUIEN MIERDA ERES TÚ!?- El del aura color rojo suelta la pipa que lleva en las manos y río burlándose de él.

    “Esto no es mentira” Reía el brillante calor.


    Aquella voz grave le aterra cuando le toma de la camisa y lo empuja al suelo.
    Todo empieza a verse borroso entre los gritos de la gente y la sangre en el suelo, de nuevo perderá la conciencia…
    Por última vez dirige su vista a su ahora moribundo Onodera.

    Mientras mi visión se desvanecía mire tu rostro.


    Ritsu susurra palabras que Takano ya no escucha, pero aparece una sonrisa en su rostro, Takano está seguro que sí.

    Y apuesto mi vida a que en tu rostro había una sonrisa.



    Pero este no era el final… Por supuesto que no.
    Una vez más despierta en su cama. Ni siquiera se molesta en mirar la hora y al ponerse una sudadera, sale al parque de su encuentro. Su corazón acelerado y los ojos hinchados.
    No importa cuantas veces haga lo mismo, cuantas veces cambie la escena, siempre termina igual.
    Asfixiado, ahogado, electrocutado, siempre Ritsu muere en sus brazos.
    Siempre aquel hombre de parecido físico a el mismo aparece en el acto. Aparece y ríe. Aparece a burlarse y hacerle sufrir mientras lo asfixia con el humo de su tabaco.
    Siempre las sonrisas de Ritsu en el columpio, son reemplazadas por las de maldad del “calor”.
    Takano siempre llora. Takano siempre repite la muerte del amor de su vida. Llora de desespero, de odio, de intolerancia a su situación. ¿Por qué no puede detenerlo? ¿Por qué…? Un grito desesperado sale de sus labios. ¿Cuántas veces ya ha perdido la conciencia en el mismo escenario?

    He perdido el conocimiento incontables veces
    en este burlón calor.


    Tiene ojeras y sus ojos ya perdieron vida. Ya no tiene esperanza desde que todo comenzó.
    ¿Cuánto tiempo ha paso ya? Días, meses, años… Quizá hasta décadas. Ya no importa.

    Este ciclo se ha repetido por décadas,
    me di cuenta hace mucho tiempo…


    A lo largo de todas sus líneas manchadas de la sangre esmeralda, quiere aferrarse a la última a salvo. Con la esperanza de que logra cambiar algo.

    En este cliché de historia.


    No deja de pensar… ¿Cómo cambiar todo? Mira a su alrededor. Sus escenarios. Su vida… Se mira a el mismo corriendo tras de Ritsu el primer dia en que todo comenzó. El primer día que lloro por su muerte.

    Tan solo debe haber un final.


    Una idea disfrazada de esperanza llega a su cabeza. Tal vez si pueda salvar a Ritsu… Tal vez haya una manera de que su hermosa sonrisa no desaparezca.
    “Mírate. Divisa tu escenario y no tengas miedo. Cambia las cosas. Aléjalo de ese camión. Puedes hacerlo… ¿No? Queda en tus manos”
    Sí…

    Más allá de este verano que se repite
    ha de existir…


    Toma impulso, y sale corriendo con determinación. Por qué el no vale nada a comparación de su Ritsu.
    Porque… Ya se cansó de ser el que se quede. Porque aunque no sea con el… Quiero que esos ojos verdes vean las flores de Sakura nuevamente.
    Destruyendo una historia sin fin, Takano empuja con fuerza a Ritsu, mientras el camión llega con rebase de velocidad.

    De pronto, te aparte y salte a la carretera.


    Ritsu cae de sentón al suelo, Takano le sonríe. Ritsu no sabe reaccionar, cuando el cuerpo de Takano es golpeado por el camión, y la sangre rebota.
    La mirada de Onodera desaparece del campo de visión de Takano, y este siente como cae al suelo.
    Con sus pocas fuerzas, escucha a Ritsu gritar y sollozar. Le duele, pero es necesario.

    Mi cuerpo destrozado, y tus ojos eran como
    Borrosos reflejos de la sangre esparcida.


    Mira hacia los lados, el hombre de ojos violeta le mira, y la pipa cae al suelo, se ha quedado sin palabras, sin un “Es que tu no lo mereces a el” para Takano, sin una risa malvada, y no hay para Masamune mejor satisfacción que esa.

    Si esa burlona bruma de calor se hubiera reído
    Con un “¡Te lo mereces!”


    El aura roja desaparece, y las lágrimas salen de sus ojos.
    Esto es lo que siempre ha querido… ¿No? Que Tsukishima se salve… Y ahora… ¿Ocurre? Ahora… Ahora ya no es mentira. ¿Por qué lo evito todo el tiempo? Por mucho tiempo pensó que era por odio, pero nunca dejo de ser amor. Quizá era el, Kuroda, el que quería salvarlo. Y no Takano.
    Las lágrimas de Ritsu las puede ver Takano, como si todo pasase en cámara lenta. Sus sollozos, los gritos de la gente. ¿Qué puede hacer?

    Este habría sido otro día normal de verano.


    El llanto de Onodera no para. Y una sombra azul, aparece detrás de él. Un chico. Un chico con kimono, idéntico a Ritsu le mira. Le mira y hela su sangre. Todo termina ese día. ¿Verdad? La mirada asustada de Takano aparece, pero no puede decir nada, pues su corazón se detiene.

    Pero todo eso termina hoy.



    Entonces, el chico de azul, quiebra otro reloj.

    Y Ritsu despierta. Ritsu despierta, inundado en lágrimas, como desde hace mucho tiempo.

    El 14 de agosto, una chica despertó en su cama.


    No se molesta en limpiar su rostro, y mira a la nada. Ahora las ganas de decirle que “Si es amor” no faltan.

    Y se dijo…
    “He vuelto a fallar”
    Mientras sostenía al gato en manos otra vez…



    “De nuevo fue inútil, ¿Verdad?” Aquel olor a Sakura aparece de nuevo. Y Ritsu ya no tolera esa voz molesta.

    *-*-*-*-*


    Bien… Por si como avanzaba el Fanfic quisiste preguntar ciertas cosas, aquí te lo resuelvo.(?)
    1. ¿Por qué Ritsu sonreía si es un pinshi Tsundere? Bueno… La verdad es porque el One-Shot fue fiel a las escenas de la canción original.
    Tambien fue bastante obvio que Ritsu ya sabia que iba a morir, por lo tanto no tuvo que esforzarse para sonreírle a Takano, en los últimos momentos que iba a verle.
    2. Alto. ¿Ritsu ya sabia que iba a morir? Bueno… Si haz leído completo el Fanfic y oído la canción, podrás darte cuenta que Takano y Ritsu están atrapados en un bucle sin fin. Uno muere porque intenta salvar al otro.
    3. ¿El “verano” es representando por…? Por Kuroda, por supuesto. Si llegaste hasta aquí y no te diste cuenta… Pues creo que no haz visto Hybrid Child. :v
    4. ¿Por qué Kuroda era el que aparecia cuando Ritsu moria? Si leíste bien, el color del aura de Kuroda es roja. No, no fue un error: Kuroda esta corrompido.
    5. Por dios… ¿Kuroda esta corrompido? Pues en efecto. Digamos que en el pasado nunca pudo superar la muerte de su Tsukishima, y su espíritu no ha podido descansar en paz, y mucho menos dándose cuenta que “su alma y la de Tsukishima” están bien en este mundo.
    Kuroda tiene encerrado a Takano en el bucle de ver morir a Ritsu, porque esta cegado por el rencor. Y espera que una y otra vez, Masamune sienta el mismo dolor que el sintió al perder a Tsukishima. Y a su vez, tiene un sentimiento enfermizo de desaparecer el alma de Ritsu por completo, y que Tsukishima vuelva a sus brazos, pero al final se da cuenta que su único deseo era poder salvarlo y quedarse en su lugar, tal y como hizo Takano, por eso mismo se altero y el aura roja desaparecio cuando Masamune se coloco en el lugar de Ritsu.
    6. Tsukishima aparece al final. ¿Por qué? Porque al igual que Kuroda, es Tsukishima el que tiene ambiciones al morir Takano.
    7. ¿Y esas son…? ¿Notaste que el aura de Tsukishima es azul en lugar de roja como la de Kuroda? Eso es porque Tsukishima en vez de representar al “calor” representa a la Nostalgia, el no esta corrompido. Porque el deseo de Tsukishima es seguir siendo el que se sacrifique. El quiere que Takano viva, porque sabe que el alma de Kuroda sigue allí, y Tsukishima no ha dejado de amarlo, por lo cual desea salvarlo. Por eso siempre que falla, aparece ante Ritsu, y le recuerda que de nuevo fue inútil su esfuerzo. Mientras mas veces falla Ritsu, es como mas se corrompe el alma de Tsukishima… Eso debería hacerles una pregunta… ¿Kuroda no se habrá corrompido por en algún pasado lejano, Takano hubiese fallado demasiadas veces? Lo dejo a su criterio.


    ¡Hello! Volví en forma de One-Shot.(?)
    ¿Cómo explicar todo lo que me paso? Bueno… No lo explicare, solo diré.
    ¡Ahora estoy muy bien! ¡Estoy perfecta! Todo ha mejorado mucho para mí, y ya me tendrán de latosa actualizando por estas semanas. :’v
    Los quiere su Tía Die. 7u7
     
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4 replies since 20/9/2016, 03:57   217 views
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