Bajo los Tacones de ARIANE Kirishima Yokozawa Mundo Alterno
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Bajo los Tacones de ARIANE Kirishima Yokozawa Mundo Alterno

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  1. btalkrajo
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    32 Tacones de mujer



    ***(Ed Sheeran) El club no es el mejor sitio para encontrar una amante, — así que es al bar a donde voy. — Mis amigos y yo, en la mesa tomando chupitos, — bebiendo rápido y luego hablando despacio. — Tú te acercas — y comienzas una conversación solo conmigo; — y créeme, te daré una oportunidad. — Ahora, me agarras de la mano, alto, — pones a Van (Morrison) en la máquina de discos — y entonces empezamos a bailar; — y ahora yo estoy cantando así... —... — Chica, sabes que quiero tu amor, — tu amor fue hecho a mano para alguien como yo. — Vamos, ahora, haz lo que yo digo. — puede que esté loco, no me hagas caso. — Tú dices, chico, no hablemos demasiado; — agárrame de la cintura y pon ese cuerpo sobre el mío. — Vamos, haz lo que yo digo, — vamos, vamos ahora, haz lo que yo digo...

    — ¡Basta ya!

    Seiya perdió la paciencia en el estribillo, estaba cansado de que sus estudiantes mirasen distraídas al guapo joven que leía afuera, Yukina Kou era demasiado hermoso para las calles comunes llenas de adolecentes jóvenes soñando con príncipes azules. Seiya no le odiaba por es (en realidad le apreciaba mucho) le odiaba por ser el guapo más tonto de los tontos, Yukina actuaba como si no se diera cuenta de cómo reaccionaban todos a él.

    — Puedes irle a hacer publicidad a Casandra Claire en otro lado por favor — Seiya miraba molesto a Kou, molesto más aun por haber ayudado en su publicidad

    — Perdona... es que este libro es muy bueno, te encantaría

    — Seguro. Me pasare por MarimoBook para comprarlo... — las chicas tomaron nota de la librería, se les podía ver en la mirada – Ahora vete a hacer tu publicidad a otro lado, aquí bailamos, no leemos

    — La lectura es la danza del alma, estaré en el café Meru, sus pastelillos son delicioso

    — Yukina. Basta de tu maldita publicidad

    Seiya se giró y miro a las chicas que admiraban embelesadas como el otro guardaba sus cosas, Seiya no se había pasado media hora limpiando los cristales para eso, no para que ellas se quedaran mirando embobadas a Yukina. ¡Es gay, no tenéis oportunidad panda de brutas! Pensar así era de envidioso, pero ellas estaban ignorando lo que él amaba. Bailar. Bailar sin duda era lo que Seiya mas disfrutaba y ver como sus estudiantes no prestaban la atención requerida lo molestaba, y ahí seguía Yukina como si meter un libro en la mochila y salir tuviera que ser un acto tan protocolizado.

    — Haber señoritas – dijo, aunque tres de ellas eran casadas — ¿Por qué me tratan así? ¿Ya no me quieren? – su fingida pena surtió efecto y ellas olvidaron al desconocido que antes leía

    — Te preferimos definitivamente – dijo una

    — Seiya perdónanos... vamos a ponerle ganas – aviso otra

    El espejo mostraba los movimientos del grupo, Yukina ya no estaba fuera para distraerlas y comenzaron a bailar otra vez.

    *****xxxxx*****

    Misaki caminaba de ida a sus clases, estaba en el grupo de Yokozawa y aunque al comienzo le había dado algo de miedo, ahora mismo estaba muy cómoda con las clases, la gente pasaba a su lado, ella a veces deseaba ser más guapa, detener alguna mirada pero eso no le sucedía, Kaede al contrario odiaba que la mirasen, tenía el cabello rojo como su hermana Aikawa y los senos más grandes que Misaki, los hombres siempre la miraban de más... Misaki en eso era casi invisible, caminaba con una nube de malestar sobre la cabeza.

    Yokozawa iba llegando a Ariane cuando vio a Misaki llegando, la joven era bastante guapa y alegre aunque en ella había un vacío tan triste que en alguna ocasión Yokozawa había estado tentado a preguntarle. No se atrevía. Lo poco que sabía era lo que todos sabían, su hermano y ella eran huérfanos acogidos por la familia Usami (Una familia que tenía un Bufete de Abogados internacional y una Constructora que se encargaba del mantenimiento de carreteras) la matrícula de Misaki se había pagado para seis meses, con transferencia y un bono para que la ayudaran... la matrícula de Misaki había pagado los espejos del estudio, luego vino Kaede, cinco meses al contado, la de ella había supuesto el arreglo de los camerinos. Las dos eran las únicas chicas acaudaladas del Ariane. Misaki era bastante tranquila en su trato con las personas, podría pasar por alguien promedio, pero no. Su ropa, sus accesorios, su piel, sus dientes y sus ojos delataban que estaba lejos de pertenecer al conjunto normal y común de personas en el mundo. Incluso cuando comía tenía una delicadeza especial. Sin contar los coches que a veces pasaban a buscarla o traerla, ahora venía caminando.

    — ¿Por qué estás sola? – Yokozawa le regalo una sonrisa y el rostro de la joven se ilumino, sus ojos verdes brillaron y por un momento Yokozawa reconoció en ella un gesto de Kirishima

    — ¡Vine en metro! – Aviso con orgullo — ¡Yo sola sin chofer!

    Esto sonaría de lo más normal en cualquier chica de diecisiete años, pero era Misaki

    — ¡¿Te has vuelto loca?! – Yokozawa palideció y luego se puso rojo de enojo – Misaki, no puedes ir sola en metro, tú no sabes andar sola en metro, podrías haberte perdido, te podrían haber robado y sabes que ha habido casos de acoso en el metro, Imari nos los conto el otro día... no deberías haber venido sola

    Ella parecía avergonzada ahora de su anterior orgullo.

    Se le olvidaba que todos sabían que era no más que una muñeca de porcelana. Su hermano decidía todo sobre ella, incluso la ropa que usaba, en realidad la ropa si era muy bonita pero no poder escoger ni tus calcetines la estaba volviendo loca. Antes se sentía emocionada cada vez que le traían algo para su armario, ahora comenzaba a desesperarse de no poder comprar ni una sola camiseta ella sola. Yokozawa le toco la barbilla con cuidado.

    — Me alegra que lo hicieras porque puedes hacerlo, pero no lo hagas de noche... prométemelo Misaki

    — Crees que no puedo, como todos piensas que soy una inútil

    — No – Yokozawa se mostró serio – creo que eres capaz de muchas cosas Misaki, pero todas las cosas van por pasos, es valiente salir a la ciudad, cuando yo llegue a Tokio me perdí muchas veces, me confundí de calles y también perdí la mochila por dormirme en el metro, ahora no me pierdo y seguro después tu no lo harás, pero tienes que entender que eres una chica y no importa lo valiente que seas y lo mucho que yo odie esto pero... corres peligro estando sola.

    Misaki lo sabía, escuchaba en las noticias sobre acosos en el metro o incluso violación, a veces sonaban en las noticias, Takahiro le decía que en otros lugares del mundo eso ya era noticia todos los días, ella pensaba que nada malo le sucedería, pero ahora, mirando a Yokozawa estuvo segura de que todas las chicas a las que les paso... creyeron estar a salvo.

    — No viajare de noche, lo prometo.

    — Muy bien... y ahora ¿Qué tal tu primer viaje en metro?

    — Fue muy... — estuvo tentada a mentir — ¡Fue muy complicado! No sabía que cada vagón tenía un precio diferente, tampoco que tarjeta debe pasarse solo una vez, y nadie me ayudaba, todos estaban apurados y me empujaban, pensé que a esta hora no estaría tan lleno pero estaba... oh... perdona, es mi hermano... ¿Qué le digo?

    Yokozawa debió de imaginarlo, pero esto le confirmaba lo sabido, su hermano no la mandaría sola a clases, Kaede decía que no la dejaban ni ir a la escuela sola. "Un día se quedó en mi casa y al siguiente ahí estaba Takahiro para llevarnos al colegio" Misaki respondió y mintió. Dijo que había tomado un taxi.

    — Si le digo la verdad se enfadara

    — ¿Qué verdad?

    Yokozawa descubrió a Usami saliendo de Ariane en ese justo momento. El rostro de la chica paso de crema a blanco papel mientras observaba al sujeto que le dedico a Yokozawa una mirada severa.

    — ¿Qué haces con ella fuera de clases?

    Los ojos violetas de Usami parecían cuchillas.

    — Va a ser que también contigo debo dejar las cosas en claro

    "También contigo" Yokozawa miro al edificio, en la ventana estaban 4 personas arremolinadas mirando. Volvió a mirar al Abogado, tenía la ropa impecable, su cabello ordenado pero sin duda, esa imagen pulcra tenía un fallo.

    "No lo sé, voy a invitarla a salir, ya sabes lo que dicen que conseguirlas jóvenes"

    — Seiya... — Yokozawa balbuceo el nombre anticipando lo sucedido — ¡Seiya!

    — ¡Oye no creas que te iras de rositas! – Seiya tenía la cara golpeada, mientras que un hilillo de sangre le manchaba la camiseta, nada grave pero ahí estaban ahora, en la calle como

    Yokozawa apenas podía creerlo, Seiya quería pelear, ¡Pelear! Si lo hacia la gente de la zona no vería mas a su centro como un lugar grato, la imagen y la confianza era todo lo que tenían y Seiya quería tirarlo a la basura cediendo a un impulso por culpa de alguien tan desagradable como Akihiko Usami, desagradable por completo pero aun así su principal patrocinador.

    — Detente ahora – dijo en tono firme – no es la manera de tratar al Sr Usami, respeta a Misaki y las estudiantes

    — ¡No sabes nada Yokozawa!

    — Sé que no es la manera ni el lugar, creo que olvidas que aquí trabajas, te pido que me respetes a mí y a tus demás colegas

    Seiya contuvo una maldición. Era verdad, no podía pelearse frente a las estudiantes y menos cuando era consciente de que había alimentado el fuego de Usami, no esperaba que el remilgado abogado le pagase un puñetazo pero había sucedió y ahora parecía completamente dispuesto a continuar con la pelea.

    Misaki apenas creía lo que veía y oía mientras Usami miro a Yokozawa.

    — Misaki es menor de edad – dijo en tono severo — ¿entiendes que es un delito acosar a una menor de edad?

    Había un aplomo duro en sus palabras.

    — No es acoso – se defendió Seiya – lo que es acoso es que le robes el teléfono a tu hermana para espiar sobre lo que hace

    — No es mi hermana y no la espió, la cuido – volcó su mirada llena de ira en Seiya – olvídate de cualquier asquerosa idea que hayas tenido, nunca dejaríamos que alguien de tu clase se acercase a ella. – Volteo la mirada a Yokozawa – teníamos un trato, es una pena que no lo cumplieras...

    — Pero...

    — Escribiré a Onodera para decirle que su familia no solventara más el estudio

    Yokozawa tembló, de ira y miedo, si cerraban Ariane ¿Dónde irían? A ninguna parte y lo sabía, ese sueño apenas estaba construyéndose y ahora debían renunciar. Buscarían trabajos reales, donde los sueños no tuvieran cabida.

    — Vas a desalojarnos – Yokozawa lo dijo y Seiya y Misaki perdieron todo el color de sus rostros – tal vez... no lo sé... ¿podríamos hablarlo?

    — Claro, has una cita para que atienda su solicitud

    Había una sonrisa vil en la boca del abogado, la sonrisa cruel de quien te tiene en sus manos y aprieta para lastimarte pero dejándote respirar. Yokozawa iría a hablarle, tendría que disculparse por cualquier situación y escuchar las condiciones, en el trato solo habían participado él y Ritsu.

    — Como siempre eres desagradable, no te cansas de ser un aboganster – Ijuuin Kyo estaba con una gafas negras y su camiseta de DG era color crema, marcaba su físico, estaba mirando al abogado y este chirrió los dientes al verlo – no solo acosas a dibujantes, también estas fastidiando coreógrafos, tengo una duda ¿tus clientes te pagan por ser una mierda de persona? Digo, tal vez es algo completamente tuyo eso de no tener sentimientos

    — Como siempre hablando sobre lo que no sabes, Ijuuin... – volteo los ojos a Yokozawa – te aconsejo que pidas la cita pronto. – Luego miro a la chica – vamos

    — Tengo clase de baile – dijo Misaki con una vos suplicante

    — No me enfades mas Misaki, no vas a volver aquí... no vas a volver a verlo

    Yokozawa apenas pudo detenerse un segundo y abrazo a Misaki, la chica ya estaba llorando. No había nada, Seiya no había ido nunca en serio con ella y ella no lo miraba más que de pasada, lo que fuera que el abogado pensara no era cierto, ella y Seiya no tenían ningún tipo de cercanía o relación romántica.

    Pero Ijuuin Kyo no conocía a ninguna de las partes y parecía tener cierto deseo de molestar al abogado así que en vez de ayudar a serenar las cosas decidió hacerlas arder.

    — ¡Esto no me lo creo! – Casi grito en tono jocoso — ¡CELOS! Vienes a fastidias solo por celos... oye es un crimen mirar a adolecente, creo que deberé hablar con su hermano el segundo aboganster, aunque tal vez la venda a buen precio, a Takahiro solo le importa el dinero, igual que tu

    — ¡No hables de mi hermano! – Misaki clavo su mirada verde en Ijuuin, unos ojos verdes preciosos en un rostro suave de porcelana, los ojos azul cobalto de Yokozawa también lo miraban furiosos

    — Pues hablo de lo que sé — miro a Yokozawa y le juño un ojo – además ni siquiera es guapa, no entiendo porque tanto lio, es normal que los coreógrafos liguen con las estudiantes, no es real solo sirve como publicidad, ¿en serio crees Usami que alguien la tomaría en serio?

    Aquello fue la gota.

    Misaki grito pero ya era tarde el abogado había atinado un puñetazo que hubiera dado en la cara de Ijuuin si este no interponía su mano.

    — Porque no te controlas, — dijo tropezando y ampliando el espacio entre ellos — ¿Qué dirán de tu bufete si peleas en las calles?

    — Crees que eso me importa mucho – Usami estaba lívido de ira – no te metas en lo que no te importa

    — Me interesa, desde luego, creo que tu motivación es algo reprochable pero ¿Qué se puede esperar de los de tu especie?

    Aquello retrocedió a Usami, su mandíbula perecía más dura aun, Yokozawa estaba convencido de que esto acababa de sepultar cualquier mínima oportunidad por salvar Ariane, ahora en definitiva Usami los haría desalojar.

    — ¿Su especie? – Misaki ya no tenía lágrimas en el rostro y se colocó delante del abogado como protegiéndolo – Tienes razón, no se puede esperar nada de nuestra especie, pero sabemos exactamente que esperar de la tuya... basura

    Yokozawa vio como la chica echaba a andar tirando de la mano del abogado, se había incluido a sí misma en cualquiera que fuera la categoría humana donde entrase Usami y aunque parecía dolerle, porque ella era de corazón gentil había llamado basura a Ijuuin.

    Yokozawa se quedó de pie mientras desaparecían en la esquina rumbo al estacionamiento donde el abogado solía guardar su coche.

    — No te preocupes – aviso Ijuuin – seguro que ella hablara con él, la niña maneja con el meñique a ese idiota

    — ¿Qué dices?

    — Misaki Takahashi, él está enamorado de ella, desde luego la chica no lo sabe pero si hubieras visto a Akihiko en la cena de navidad lo sabrías, parecía un perro detrás de su amo.

    — ¿crees que eso me sirve de algo? — ella se había marchado – perdí a mi estudiante y lo más seguro es que pierda a todas sus amigas por esto, aun si no nos desalojaran que lo dudo he perdido a almenos 5 chicas en un minuto – miro a Seiya que aun pálido estaba quieto — ¿Qué demonios hiciste para enfadarlo?

    — Le pedí permiso para salir con Misaki – Seiya estaba sonrojado – pensé que debía hacerlo... no imagine que él también la quisiera

    "El también" Yokozawa miro el rostro compungido de Seiya, luego el de Ijuuin, lamento realmente que el hombre hubiera dicho aquello, Seiya parecía haber visto una realidad cruel, una realidad en la que nunca podría tener a Misaki.

    Aunque... porque no, que Usami amara o no a Misaki no significaba que la chica sintiera algo, tal vez ella no sintiera nada por él, tal vez por eso estaba furioso porque sabía que Seiya podría tener mejor oportunidad, aun si no tenía su dinero o su aspecto o su coche, Seiya siempre hacia reír a Misaki cuando estaban juntos y Yokozawa jamás la había visto sonreír junto a Usami.

    *****xxxxx*****

    — Entonces ella te gusta – dijo Ijuuin ya en la oficina mientras Yokozawa esperaba para su hora de clases para comenzar, no le quedaba mucho y aun así estaba dispuesto a escuchar a Seiya – creo que es loable que le pidieras permiso pero deberías hablarlo con ella primero, digo, ella debería corresponderte antes de que hables con ellos

    — La invite al cine – dijo sereno —. Me dijo que no le darían permiso así que esperaba que él entendiera... pero no lo hizo, me humillo

    — Usami no es mal tipo realmente – asevero Ijuuin – es de un carácter muy complicado pero no es malo

    — Lo llamaste aboganster

    — Bueno... ellos le ganaron la demanda a un amigo mío, le quitaron todos los derechos sobre su obra, todo porque él estaba pensando dejar Marukawa y bueno, son un bufete grande así que he ido tropezando con ellos, no me agrada como sujeto y solo quería molestarlo pero en realidad si lo respeto

    — ¿Por qué? — Yokozawa dejo su silencio – nos echara y no le importa, no le interesa ni los estudiantes ni nuestra inversión, en eso tienes razón a él y a Takahiro solo les interesa el dinero, Takahiro revisa las cuentas, el trato dice que si tenemos perdida por dos meses seguidos nos echan, si hacemos algún tipo de alboroto nos echan, si no mantenemos una media de estudiantes nos echan, tal vez podríamos alquilar un sitio pero apenas tenemos estudiantes y a ese sujeto no le va a importar nada sacarnos

    — Deja que ella le hable... créeme, si esa chica se lo pide no pasara nada

    — Y debo quedarme tranquilo porque tú dices eso, no debiste involucrarte – solo entonces Yokozawa reacciono realmente a su presencia, ¿Qué hacía ahí? — ¿Qué haces aquí?

    *****xxxxx*****

    Kirishima Zen vio al abogado que caminaba con una joven, Misaki de Ariane, una de las alumnas de Yokozawa, pero ella lloraba sujetando un pañuelo en la mano mientras el abogado iba en silencio.

    Zen compro una soda de dieta y se la llevo a la joven que estaba sentada en una pequeña sala de espera, no vio al abogado en la sala al llegar, ella estaba sola.

    — Toma, necesitas azúcar

    — Oh... hola... – ella le sonrió y sus ojos hinchados le dieron un aspecto más tierno, su nariz estaba roja y sus ojos verdes brillaban

    — ¿te puedo ayudar?

    — No... bueno... ¿te gusta bailar en Ariane?

    — Sí, me gusta mucho

    — A mí también... – ella parecía desolada – me gusta que siempre te animan a seguir intentando, que Kisa tiene caramelos para todos y que Yokozawa baila sobre los tacones... me gusta estar ahí porque es como ser libre...

    — ¿quieres ser libre? – Zen la miraba preocupado

    — No... no me gustaría poder hacer lo que quisiera porque sentiría que no le importo a nadie, solo quisiera que comprendieran que a veces quiero hacer algunas cosas y que me apoyaran, pero ahora ya no puedo decirles esto

    — Bueno, aun puedes decirles esto, tu familia comprenderá si eres clara al hablar, además Misaki, me han dicho que te quieren mucho y si eso es verdad y yo creo que es verdad, solo tienes que hablarles

    Kirishima sonrió y el abogado aparecía cargando una carpeta. Tenía el rostro diferente, más suave, más joven, no tenía la fría mirada que solía mostrar, parecía preocupado y miraba a la chica.

    — Buenas tardes Kirishima

    — Usami, bueno Misaki, te veo el viernes en el ensayo

    Ella agacho la cara dejando que su pelo escondiera su rostro. Misaki sabía que no volvería a bailar, también sabía que Ariane dejaría de existir.

    Kirishima salió y ellos dos se quedaron solos.

    — No sabía que lo conocías

    — ¿Cómo podrías? – Misaki apretó la lata – nunca me hablas y no puedes saber nada de mi porque tampoco me dejas hablar contigo

    — Tu y yo hablamos siempre

    — ¡No hablamos nunca! — ella miro a Akihiko con tristeza más que con enojo – por favor... dime que no lo harás

    — ¿hacer qué?

    — Cerrar Ariane, sé que el padre de Ritsu es el dueño pero no entiendo porque depende de ti que funcione o no, no entiendo porque dijo que robaste mi teléfono, tampoco entiendo porque peleaste

    — ¿Por qué me defendiste Misaki?

    Ella enmudeció, tenía un motivo, sabía que saltaría al fuego por él, sin importar el día ella lo protegería, estaba con él, aun si Akihiko jamás veía en ella más de una niña, ella estaba enamorada y no creía que nunca pudiera dejar de quererlo.

    — Porque somos lo mismo... – dijo Misaki seriamente – la misma especie

    — La misma especie – Akihiko repitió serenamente – no lo somos Misaki, tu eres mejor, por eso te cuidamos, porque eres valiosa para nosotros y creo que yo no tenía derecho a decidir por ti, sigo pensando que ese chico... ¿Misaki tú quieres a Seiya?

    — No

    No lo pensó y tampoco tenía que hacerlo.

    — Me invito a salir y le dije que no – ella estaba calmada – lo que quiero es bailar, no ballet, no en una academia de renombre, solo quiero divertirme bailando, cuando me veas en el grupal lo entenderás...

    — No puedo...

    — Puedes, si tú quieres puedes dejar que yo baile, por favor.

    — ¿quieres ir al cine? – Akihiko no la miraba, tenía los ojos en la soda, en sus manos – me refiero los dos, tu y yo

    — Sí, pero no me has respondido

    — Déjame pensarlo – Akihiko la miro – hablare con tu hermano, luego te diré que haremos

    Misaki se quedó quieta mientras el pulgar de Akihiko la rosaba, pensó que él la besaría pero no lo hizo. Se puso de pie y le sonrió. Al ver la sonrisa Misaki entendió algo que no había entendido antes, él ya no le sonreía, ya no la miraba, no como antes, no como cuando corrían por los jardines de la casa Usami o salían por helado con Takahiro, había una brecha entre ellos, y se sintió desdichada. La amabilidad era peor que el amor no correspondido.


    QUOTE (Yoo Joo @ 1/2/2018, 15:48) 
    Pense que había comentado este capítulo desde que lo leí ¿?
    No importa, lo he leído de nuevo. 😊😊😊😊
    Quiero un poco más de Akihiko y Misaki. No se si ya lo había mencionado pero es increíble que hayas hecho a Misaki chika 👯 ¡interesante!
    A seguir esperando conty!
    😁 😁 😁

    Gracias por leerlo!!
     
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