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MaruChan.
.Dije que me iba a poner a ello, ¡y aquí estoy de nuevo! La verdad es que ni yo esperé que fuera tan pronto, pero la verdad, me alegro mucho de haber escrito ya el siguiente capítulo c:
Alejandra_1539, no te preocupes por no haber comentado en el anterior capítulo xD Aunque me alegro de que sigas leyendo el fic
Víctor Hernandez de melissa San, yo estoy emocionada por tu comentario xD Te agradezco que sigas leyendo el fic con tantas ganas, ya puedes disfrutar del siguiente capítulo, ¡espero que te guste tanto como los anteriores! c:
----------------------------[Capítulo 4]
—¡Espeeera! —Al fin reaccionó Kirino, demasiado tarde para lo que le hubiera gustado en verdad, parándose en seco una vez habían entrado a una especie de bosquecillo que ya sí que no le sonaba para nada. Al hacer esto, también obligó al otro niño a detenerse.
—¿Eh? ¿Y a ti qué te pasa ahora? —Y, porque no tenía por qué cambiar ni un ápice en su manera de dirigirse hacia los demás, el niño más pequeño le respondió con la continuación del tono agrio de antes.
—¿Por qué has salido corriendo así de la peluquería? —Entonces, Kirino preguntó esto bastante curioso.
—¿Que por qué?… ¡Bueno, eso está claro! ¡Es porque me he peleado con mi papá! —Hizo una pequeña pausa, en tanto comenzaba a recuperar un poco el aliento que le faltaba —¡Pero tú no tienes nada que ver con eso!
—Y entonces… ¿por qué me has arrastrado hasta aquí, si ni siquiera nos conocemos, para empezar?
—¿Que yo te he…? —El niño, incrédulo, se quedó callado súbitamente al darse cuenta de que el de cabellos rosados tenía razón, y reparó en que aún sujetaba la mano de su contrario. De manera rápida y algo brusca la soltó, dejando escapar una pequeña exclamación de asombro de sus labios. Sus mejillas enrojecieron mucho en un breve lapso de tiempo, y comenzó a negar con la cabeza. —¡Huy, yo qué sé! ¡Sólo lo he hecho sin pensar!… No es como si te quisiera llevar conmigo, de cualquier manera… —Terminó balbuceando esto último bastante confundido consigo mismo. Pero, casi al instante, levantó la vista de nuevo, chocando esta con la del más alto. —Oye, y dime, ¿tú quién eres? No me suena haberte visto antes, y de una chica como tú, yo creo que me acordaría…
—¿¡Qué!? ¿¡Una chica!? ¡Yo soy un niño! —Exclamó profundamente enfadado ante la confusión del otro chico. Verdad era que no se trataba de la primera vez que ocurría, pero esta sí que era la que más directamente se lo han soltado. Será…
—¿¡Quéeeee!? ¡No! ¡Imposible! ¡Tienes cara de niña! ¡Tú me estás engañando! —Y al ver que el menor insistía, Kirino, ya harto de ello, le empujó con algo de fuerza para tirarlo al suelo.
—¡No lo digas más!
—¡Ay!… ¡Qué bruto!… Sin duda una niña no puede ser tan desagradable, ¡está bien! ¡Te creeré por el momento! ¡Está bien! —Pero, para afianzar un poco más su propia seguridad, optó por tomar algo de distancia con el otro chico cuando se levantó del suelo. Ahora le miraba con algo de desconfianza.
—Bueno, y dime… ¿cómo es que puedes entenderme tan bien? —Preguntó a continuación Kirino, esperando que el otro niño le dijera que también es otro turista o algo por el estilo.
—Es que mi padre es japonés… Y entonces me enseñó el idioma… —De repente, pareció acordarse de algo, y comenzó a mirar de manera casi frenética hacia todos lados. —Oye, ¿crees que estamos lo suficientemente lejos como para que mi papá no nos encuentre? Si es que ha salido a buscarme, claro…
—Yo… —Kirino negó con la cabeza —La verdad es que no tengo ni idea… Es mi primer día estando aquí, y no conozco nada… ni siquiera sabía que existía este bosque en el que estamos ahora mismo.
—Es un parque —puntualizó el menor, a lo que el de cabellos rosados se sorprendió.
—¡Hala! ¿¡En serio!? ¡Pero si es muy grande!
A esto, su contrario soltó una pequeña risilla en aspecto algo más risueño que al principio de todo aquello.
—Bueno, yo me lo conozco como la palma de mi mano.
—Oye, y dime, ¿por qué te has peleado con tu papá? —Y como siempre, la curiosidad de Kirino no desaparecía y tal vez era un poco excesiva.
El otro niño, al mencionarlo, frunció levemente el ceño, mientras se asomaba tras un árbol mirando aún a ver si su padre estaba por allí.
—Pues porque no me entiende. Pero ya te dije que esto no era asunto tuyo. —Tras decir aquello, se giró hacia el mayor, clavando una vez más su penetrante mirada en los ojos ajenos. —Aún no nos hemos presentado.
—¡Oh! ¡Es verdad!… Bueno, pues yo me llamo Kirino. Ranmaru, de nombre.
—Yo soy Masaki Kariya.
Ambos se sonrieron mutuamente por unos instantes, contentos por conocerse al fin. Kirino se preguntaba si había conseguido hacer su primer amigo en Hawái.
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◼[Reencuentros]◼ [¡Capítulo 5! - 16/07/2017] [Kirino x Kariya] |
