My Hero💖 KaiLen, Lemon, cosas de la vida

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    Que ridícula ironia queremos saber la verdad y por eso inventamos mentiras
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    Hola!!! He vuelto de entre los muertos!! Y OMG! Amo tanto la escritura! Es increíble 💕✨

    Gracias por estar actualizado tanto como puedas 🙏. Espero estés bien uwu


    Y perdón pero ...
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    ¿Qué clase de plan era?
    —Rin me dijo que tu fetiche era que te ignoraran, que tu pareja se hiciera el rogar.

    AJAJJAA me reí mucho con eso! Ay kaito ... Eres un caso!

    Extrañaba mucho leer fanfics vocaloid! Espero con ansias saber más de tus bellas historias <3
     
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    Mi avatar, wacha ^^
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    Un triste recuerdo

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    Tráiganme mi peluca y mi maquillaje, una para Kaito también, porque somos dos p--dejos que confiaron en Rin.

    Sálganse del foro, quiero estar sola.

    Fue sencillo, detallado y lleno de true love, me encanto :'( <3
    Le hizo bien a mi agotado corazoncito y mente (ctm escuela)

    Va a ser mi safe place cada que un episodio futuro se ponga feo, jajajaja

    Gracias por el especial <3
     
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    El cielo siempre esta ahí acompañandonos durante toda nuetra vida, y sin embargo, rara vez volteamos a mirarlo.

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    Kiyomi esta en todas partes \°^°/

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    Capítulo 18: Fukase y Kaito


    “Y, entre tus ojos vi la vía láctea, una Nebulosa entre tus labios que me invitaba a entrar ,sin saber que, con cada roce tuyo, cada palabra, estaba más cerca de mi final”



    *



    Muchas veces, cuando el amor es tan intenso al inicio, cuando es un incendio en medio de la noche, cuando es un gran huracán en verano… termina por apagarse con la misma velocidad con la que nació. Cuando uno menos lo espera, muere, y siempre uno de los dos, termina en el infierno.
    Aquellos amantes que viven con pasión su relación siempre mueren al final de su historia.

    Aquellos amantes que aman sin límites son aquellos cuya caída es más dolorosa. En especial, cuando desde el inicio, su relación sólo estaba destinada a la perdición.


    *



    —Tú… de verdad lo hiciste.
    —¿Hacer qué?
    —Te embarazaste de ese sujeto.
    —¿Y?
    —Que el bebé en tu vientre puede ser igual a él.
    —Si tengo suerte al menos uno de ellos se parecerá a mi físicamente. Es un buen precio por pagar.
    —¿Uno de ellos?
    —Tendré dos. Gemelos al parecer. Ese tipo tiene una buena puntería.
    —No lo entiendo, ¿no dijiste que ese sujeto era un aburrido? Si no mal recuerdo, dijiste que no entendía tu estilo de vida.
    —Y nunca lo hará, ¿puedes creer que el marica lloro cuando le dije perra en medio del sexo? Tuve que pedirle perdón después de eso.


    Una ronca carcajada sonó en la habitación. La mujer tomó un trago más a la botella de whisky a medio terminar, dejándola encima de la ficha medica que declaraba el estado de los cachorros en su vientre. El joven de ojos miel suspiró peinando su cabello hacia atrás con desespero. Observó a la mujer frente a él. Tan pálida y aun así, a sus ojos, la mujer más hermosa que podía existir. Su aroma a vainilla era fuerte, presente. Miró la botella manchada de labial rojo y tomó un sorbo de ella saboreando los restos del maquillaje de la mujer. Ella sonrió y tomó un cigarrillo de su bolso, sin encenderlo lo colocó entre sus dientes, moviéndolo juguetonamente hasta llegar a morderlo suavemente.


    —Entonces, ¿Por qué? Dijiste que te separarías de él, que ya tenías lo que querías… ¿y ahora tendrás a sus hijos? ¿a que estas jugando madame?
    —No lo sé—Respondió—Tal vez, solo tal vez, ese hombre me pareció un buen partido o tal vez estaba demasiado ebria cuando lo hicimos.—sonrió mirando al joven pelirrojo, dejando el cigarrillo sobre la mesa— Él no es como nosotros. Creo que eso fue lo que me gustó.


    ***



    Cuando era niño, Kaito Shion creía que el mundo solo se constituía de las cercas del pequeño pueblo panadero donde vivía. Cuando encontró a Fukase, conoció el verdadero mundo que tanto le había esperado. El primer amor nunca se olvida, el amor puro y juvenil que conlleva un dolor similar al de la muerte.


    Kato Shion no conocía el mundo y cuando lo hizo comenzó a odiarlo y a odiarse.
    Por otra parte, Fukase conocía el mundo. Había visto mares violentos y tenebrosos desiertos desde su nacimiento, y por ello amaba el mundo. Amaba explorarlo, descubrir cada parte de él. Amaba aprovecharse de los seres que lo habitaban. Había nacido como un demonio de rostro angelical que sabia jugar sus cartas. Pero, el demonio tambien tenía corazón, por ello, al enterarse de que su primer amor había tenido mellizos con un hombre cualquiera, algo dentro de él se había roto, corrompido. Nunca imagino que ese veneno podría pasarse al joven que ahora cortejaba.
    Tenía miedo. Temía volver a vulnerarse. Temía tener que sufrir de nuevo, tener que llorar por alguien más.


    Temía no volver a ser elegido, por lo que decidió ser aquel que rompe en lugar de ser destruido.


    Y eso, le agradaba.


    Por primera vez, era agradable ser aquel que mandaba en lugar de ser un jugador del montón.


    ***




    Cuando Len se marchó trato de llamar varias veces al número de su cuñada, pero siempre terminaba por responder el buzón de voz de la rubia hasta que finalmente fue la operadora quien tomo el lugar de la contestadora solo para avisar que su saldo se había agotado.


    Kaito chasqueo su lengua mirando con molestia la pantalla de su celular, acariciando con sus ojos la foto de su pareja que usaba como fondo de bloqueo. Rendido, suspiro dejando el celular sobre la mesa para dejarse caer en el sillón con cansancio. Algo había alterado al rubio. Discretamente observó a Fukase por sobre el hombro y se preguntó si este había sido el culpable del ataque de su pareja; pero, al verlo reír mientras reproducía un video de parodias esa duda se disipó. Fukase era su exnovio, Len lo sabía, ¿no es así?, así como también sabía que todo lo que tuvieron alguna vez había quedado en el pasado. Entonces, ¿por qué?


    —Dale tiempo —pronunció con amabilidad dejando su móvil a un lado para poder mirarle— seguramente estaba cansado o estresado— continuo y enseguida su expresión cambió a una más lúgubre— o tambien, puede que ya viera el video.
    —Aunque lo haya visto, él no es así, habría hablado conmigo y juntos buscaríamos una solución. Algo está mal.
    —Kaito, ¿es que no sabes el historial de Kagamine Len? Ponte en su lugar, seguramente no es algo fácil de digerir y él está consciente de que tú aun eres muy joven para preocuparte por problemas que no te corresponden. Tal vez no quiere que te pierdas en tus pensamientos y quiere solucionarlo por su cuenta. Deja de preocuparte por estas pequeñas reacciones.
    —Es mi pareja, claro que me corresponde. Además no son “pequeñas reacciones”— respondió con molestia masajeando su sien— Tú no lo conoces.
    —De acuerdo —suspiró— en ese caso deja que se relaje, déjalo respirar, él te buscara cuando este en una mejor posición. Ahora siéntate, debemos hablar.
    -Me voy a la cama.
    —No, espera, no puedes dejar el tema al aire Kaito.
    —Podemos hablar de ello mañana después de clases.
    —Esto es serio.
    —Tambien Len.
    —¡Estamos hablando de tu reputación, Kaito! Si ese video llega a manos equivocadas toda tu vida puede irse por la borda. Déjame eliminar por completo tu rostro del video, creo que puedo intentar rastrearlo y hacer algo por ti, podemos poner otro modelo en tu lugar, será sencillo con un poco de edición.
    —No lo necesito, ya pensare en algo.
    —¿Cómo? Solo eres un niño.
    —¡No soy un niño! No soy… no soy un niño. Fukase, comprendo la magnitud de esto, ¿crees que no? Pero eso ahora mismo no es mi prioridad, si Len tiene ese video ¡no puedo imaginarme como está sufriendo! ¡no dejare que vuelva a sufrir lo mismo que hace tiempo! ¡no dejare que la historia se repita. Le prometí que sería su lugar seguro, así que pensare en algo, con él.
    —¿Su lugar seguro? —carcajea negando con su cabeza— ¿Y él será el tuyo, Kaito?


    Kaito Shion se detuvo en silencio. No se atrevió a mirar al contrario y tan sólo suspiró dirigiéndose hacia las escaleras. Podía sentir la mirada de Fukase recorrer su espalda provocando en él un fuerte escalofrío que erizó su piel. Negó con su cabeza negándose a creer en las palabras que su invitado había dicho al viento. Deseaba creer en que al igual que él, Len seria su soporte, sería su escudo contra el mundo. Sin embargo, una parte de él sabía que esto podría ser un hecho incierto y eso significaba que tambien podía estar equivocado.


    —Discutamos esto después. Me voy a la cama. — aclaro Kaito con la voz tensa. Sabía que Fukase lo estaba provocando, pero no sabía el por qué lo hacía.
    -¿tan pronto?- cuestiono Fukase- Apenas son las 12
    -Yo asisto a clases.
    -¿Aún?
    -Aun.
    -Ya veo-Dijo- Es importante asistir a la escuela. Recuerdo que en mi época de estudiante solía saltarme algunas clases, de vez en cuando, aun así logre graduarme con honores- Carcajeo suavemente apagando su celular- También iré a dormir
    -¿Trabajo?
    Sonrió pero no con la mirada. Se preguntó si alguna vez lo había hecho.
    -Algo así
    -¿Fukase?
    -¿Qué pasa niño?
    -¿De dónde conoces a Len?
    -Viejo amigo de su familia, como dije. Más que nada un socio de negocios, sabes que estoy en el área de ventas de una empresa de tecnologías.
    -Le llamaste minino.
    —Un apodo cariñoso. A su hermana le digo cachorro por cómo eran de niños.
    —Tú…
    -Solo eso- interrumpió- Solo negocios Kaito, nunca trate con ninguno de los hijos del matrimonio… ex matrimonio—Se corrigió— ex matrimonio Kagamine. Solo los conozco de poco realmente. Soy como un tío muy lejano que los veía pocas veces al año. Ve a dormir, o despertarás con la cara hinchada.
    -…De acuerdo… descansa
    -Gracias, igualmente. Duerme bien Kaito, te llevare de paso en mi auto.
    -No es necesario
    -Insisto, tómalo como un agradecimiento por dejarme quedarme. Además, creo que tu escuela esta de paso a donde iré, no me atrasaras si eso es lo que te preocupa. Prometo que no tocaré el tema del video en el auto, ese tema lo tocaremos solo cuando tú te sientas listo, ¿de acuerdo?
    -Está bien… pero solo mañana, ¿sí?
    -Solo mañana, enterado. Ahora ve a dormir que la noche no espera a nadie.


    Le miro unos instantes con desconfianza, pero al no lograr descubrir lo que escondía aquella sonrisa brillante y esos ojos joviales, decidió no indagar más, despidiéndose únicamente con un movimiento de cabeza antes de subir.
    Trato de llamar una vez más a la Kagamine y de nuevo suspiró al escuchar la contestadora al otro lado de la línea.


    IceBoy: ¿Necesitas que busquemos ovnis mañana? Llámame.


    Escribió para después apagar el celular dejándolo a un lado de la almohada para después acostarse y cerrar sus ojos con el deseo de dejar de pensar.


    Esa noche no pudo conciliar el sueño.


    *



    Abrió sus ojos y se sintió más cansado de lo habitual, como si le hubiesen dejado caer el peso del mundo sobre sus hombros en un solo instante. No podía mover su cuerpo, ni siquiera podía respirar. Sentía su garganta áspera, como si al pasar saliva esta le cortara con un millón de espejos que le hacían sangrar.


    Finalmente, al escuchar su alarma sonar a todo volumen la apagó con un solo golpe. Sabía que por una parte debía ir a la escuela para hablar con Kaito, contarle lo que había pasado, advertirle del monstruo que tenía y su casa. Pero, por otra parte, existía la posibilidad de encontrarse con ese monstruo de nuevo y de ver a la mujer de vainilla a su lado. No estaba listo.


    —Soy un cobarde.


    Murmuró para sí mismo retorciéndose en su cama volviendo a cubrirse con su manta. Quería fumar. Quemar sus problemas entre la nicotina y el tabaco. Quería ver en el humo el cadáver de su madre. Quería deshacer sus ideas en caladas que destrozaran sus pulmones. Sin embargo, lo había prometido y una promesa a su héroe de hielo jamás podría ser rota de nuevo.


    —¿Te quedaras en cama? — Preguntó Megurine abriendo cuidadosa la puerta de la habitación del rubio sin llegar a encender la luz— ¿Quieres que le diga a tu madre que te traiga tu medicamento?
    —Estoy bien. —Respondió con pereza sentándose a la orilla de la cama con la manta cayendo por sus hombros.
    —No se ve muy bien amo Len. —Señaló con preocupación acercándose. —Creo que debería quedarse en cama— Sonrió acariciando su rostro maternalmente. Luka siempre olía a flores y a mantequilla, era relajante y a su vez cálido por lo que correspondió débil a la sonrisa, apoyando su cabeza en aquellas suaves manos de seda— Le diré a su madre que necesita descansar pero no son necesarios los medicamentos, ¿eso está bien?
    —Gracias, Luka.
    —Estoy para servirle. —Contestó separándose del menor para dirigirse a la puerta. —Descanse amo Len, estaré en la cocina si necesita algo. —
    Señaló antes de salir y cerrar con cuidado.


    Cuando escuchó el clip del seguro en la puerta su expresión volvió a cambiar a una más lúgubre. Volvió a recostarse dejando que la oscuridad lo consumiera al menos una vez más.


    No sabía en donde había dejado su celular, tampoco le importaba descubrirlo, lo único que estaba en su mente era Fukase, su madre, Kaito y Rin. ¿Por qué había regresado el demonio que le torturaba en sueños? ¿buscaba venganza? ¿buscaba el perdón? ¿buscaba cerrar algún ciclo? Mientras más lo pensaba su cabeza más se destrozaba. Podía escuchar sus propios latidos retumbar en su mente, subir por su cuello y amenazar con saltar en cualquier instante. Frunció el ceño y giró su cuerpo hasta que finalmente decidió permanecer boca arriba mirando a aquel desgastado techo, perdiéndose en el blanco amarillento y en las grietas que se había negado en reparar.


    —Rin está molesta, ¿verdad?

    Preguntó la mujer de vainilla sentándose a su lado para mirar al mismo techo.


    —Está en su derecho después de lo de anoche.
    —No creí que fueras a contarle todo. Al menos no tan cerca del día de visitas en la prisión. Tú padre se pondrá triste si ella decide no visitarlo después de que le contaras la verdad.
    —Merecía saber la verdad, aun si eso la hace odiarme.
    —Sí. Seguramente ahora te odia, después de todo asesinaste a su madre a sangre fría. La madre que te “utilizo” ¿no es así? Debe ser duro enterarse de que no pudo proteger su mayor tesoro, y que sobre todo, ese tesoro es el culpable de que un hombre inocente este en la cárcel. No hiciste nada cuando tu padre se declaró culpable porque fuiste un cobarde.
    —Sólo era un niño— Sollozó evitando mirar a la mujer a su lado, sintiendo su cuerpo encogerse cuando esta se recostó junto a él. Su respiración comenzaba a aumentar y su sudor perlaba su rostro en medio de su agonía silenciosa— Debía defenderme, yo…yo no sabía…
    —Lo sabias, Len. Ya me habías visto usar esa arma. Sabias como operarla, sabias que siempre estaba cargada, y aun así me disparaste. Fue directo, certero, como si lo hubieras planeado.
    —No quería hacerlo, tú me obligaste, tenía miedo, ya no quería volver a ese cuarto, ya no quería…
    —No importa cachorro— silenció la mujer girándose para poder mirarle, pasando sus lánguidos dedos por el torso del joven hasta llegar a su cuello—Te lo dije, ¿recuerdas? Viva o muerta, tu querida madre siempre estará contigo—finalizó apartando su mano del delgado cuello de Kagamine Len, sonriendo como solía hacerlo antes de presentarle a alguno de sus amigos, antes de hacerlo entrar a aquella habitación de paredes aterciopeladas y de luces rojas brillantes—Y ahora que tu hermana te odia, solo tienes a mamá para acompañarte, ¡será divertido con Fukase en la ciudad!
    —Aun si Rin me odia— jadeo— Tengo a Kaito. Él prometió que estaría conmigo, que estaríamos juntos pase lo que pase.
    —¿Es así? ¿entonces porque tienes tanto miedo de contarle? ¿temes que reaccione como Rin lo hizo anoche?
    —Él sabe lo que he hecho, sabe lo que viví.
    —Oh, ¿te refieres a cuando le contaste esa linda historia del niño enamorado de las estrellas? ¿Del dulce príncipe caído en desgracia? Len. Oh, mi dulce y tonto Len. Eso no es contarle la verdad, es maquillarla. Lo sabes, ¿verdad? No le diste nombres, no le dijiste lo mucho que nos divertíamos, no le dijiste todo lo que te metías. Drogas, alcohol, hombres, y otros juguetes. Sobre todo, no le dijiste sobre mi mejor cliente, el hombre que esta bajo su techo. Eso no es decirle la verdad cariño.

    Len guardo silencio unos instantes y tan sólo cerró sus ojos, deseando que la alucinación a su lado desapareciera.

    —¿Entonces? ¿Por qué no puedes decirle la verdad?— continuó la mujer al darse cuenta del intento del rubio por desviar su atención. Su voz era suave y burlesca, como la mordedura de una serpiente juguetona.
    —Cállate.
    —Te aterroriza que te vea con asco.
    —Por favor, mamá, cállate.
    —Temes que te desprecie, que te odie.
    —Cállate.
    —Temes estar solo.
    —¡CALLATE! ¡CALLATE!
    —¡TEMES QUE SEA COMO REI!
    —¡DEJAME EN PAZ!


    Grito con fuerza cayendo de la cama con un fuerte estruendo, pidió ayuda ahogado con sus propias ropas, pero para cuando Megurine abrió la puerta, el fantasma de su madre ya se había esfumado.

    ***



    —¡Esto me trae recuerdos! ¿a ti no, Kaito?
    —No realmente.
    —¡Oh, vamos! Estoy seguro de que si— aclaró Fukase con una amplia sonrisa que mostraba sus dientes, conectando su celular al estéreo— Pon I Will Survive.
    —Fukase, ¿Qué tratas de hacer?
    —Vamos solo ponla. —pidió con cariño mirándole por sobre el hombro encendiendo el motor, dejándole ronronear. Por su parte, Kaito suspiró y obedeció reproduciendo aquella canción con la que había estado tan obsesionado cuando la escuchó por primera vez. —¡Ese es mi chico! Ahora sí, en marcha. Ah, cuantos recuerdos, solo necesitamos un café americano y un latte para que sea como aquellos tiempos, ¿no lo crees?
    Preguntó, pero Kaito tan sólo asintió desviando su atención hacia la ventana. No lo admitiría, no lo haría en voz alta, no diría que escuchar la desafinada voz de Fukase tratando de entonar la letra de Gloria le hacía sonreír. Sí. Era como cuando eran una feliz pareja en una ciudad de oportunidades. Sin un video en el que pensar, con planes para comer con Gumi y Gakupo, con una noche de películas en espera con Fukase y con I Will Survive retumbando en las ventanas del auto.
    —Tantos años y aun no te aprendes la letra— carcajeó Shion acomodándose en el asiento de copiloto para sonreírle a su conductor.
    —Es porque me falta mi acompañante. —respondió— ¡Vamos, ayuda a este viejo a hacer el ridículo!— finalmente Kaito accedió abrazando todos esos recuerdos que creía perdidos, abrazando todos esos momentos en donde el futuro parecía brillante y el presente una bendición.


    Cantó con fuerza sin importarle la mirada de quienes pasaban encerrándose en el mundo que había creado dentro de ese auto. Cantó y dejo sus emociones fluir como un torrente de agua tibia relajando sus músculos a medida que la canción avanzaba. Se permitió sonreír y reír con el que alguna vez compartió una historia. Sintió que había hecho las paces con aquel niño herido y abandonado. Una gran fortaleza lo invadió, olvidándose de todo aquello que le impidió dormir dejando que el tiempo lo abrazara mientras Fukase carcajeaba entre estrofas a su lado.


    Y, por un instante, volvió a sentirse libre.


    ***



    Gruñó en voz baja y entre dientes al ver su reflejo en la pantalla de su celular. Su cabello enmarañado únicamente adornado con un par de broches negros, su pálida piel sin maquillaje exponía las bolsas debajo de sus ojos y su vestimenta constaba únicamente de una playera larga negra que cubría un pequeño short de mezclilla acompañado de un par de vans negros. No había alcanzado a arreglarse al estar despierta toda la noche pensando en posibles soluciones y, pese a ello, realmente no había logrado quedarse con una.


    —Carajo, ¿Qué no conoce la puntualidad?— murmulló con enfado al mirar su descuidada imagen guardando enseguida su celular. Masajeo su sien y comenzó a jugar con uno de sus brazaletes mientras chocaba la suela de su zapato ruidosamente contra el pavimento de la entrada al instituto.


    Se sentía ansiosa, no lo había estado tanto desde que comenzó a usar vestidos y maquillaje en el instituto y hoy, podía jurar que incluso llegaba a compararse a como aquel primer día de su nueva vida. Miró sus uñas tentativamente pensando que realmente no valió la pena gastar tanto dinero en acrílicos y pedrería, de no ser porque logró divisar la melena rubia de Rin Kagamine acercarse se habría comido cada una tan solo para arrepentirse más tarde.


    —¿En dónde está tu maldito hermano? Debo hablar con él seriamente. —La abordó tomando su antebrazo para evitar que corriese a lo que Rin respondió con una mueca de desagrado tirando de su propia mano para zafarse. Gumi giró sus ojos y se cruzó de brazos para mirar a la Rubia en silencio.—Es urgente, ¿Dónde está? Siempre vienes con él, ¿se pelearon o algo así?
    —Pff, ¿Por qué debería decírtelo? Ni siquiera eres alguien que me importe. —respondió con una sonrisa sarcástica confrontando a la más alta— ¿por qué no le preguntas al pendejo de tu amigo?
    —Esto es serio Kagamine, si ese video…
    —¡Me vale mierda! —bufó con ira dando un paso hacia el frente, cortando la distancia entre ambas. Gumi no se retiró, contrario a ello, permaneció en silencio a la escucha de la rubia. Por su tono de voz podía asegurar que en cualquier momento rompería en llanto, esperaba que no lo hiciera— ¿Por qué tengo que arreglar una cagada que yo no hice?


    El tono de Rin era agresivo, doloroso, como si una tormenta estuviera desatándose en su interior. Podía sentir el aliento de la joven atleta, menta fresca que combinaba con su perfume de lilas. Esperó a que la rubia volviera a enderezarse antes de poder hablar. Ella jadeaba enfurecida sin poder mantener más el contacto visual. Desde este ángulo, Gumi pensó que se miraba tan pequeña y vulnerable, sin creer que era realmente la temida Rin Kagamine quien estaba a tan pocos centímetros de ella.


    —Es de tu hermano y mi amigo de quien estás hablando, ¿Qué no te importa lo que pase si llega a ser viral en el colegio? — respondió una vez que su compañera se calmó. Aunque tambien estaba nerviosa, trataba de mantener una voz serena, sabía que, si ambas se alteraban nunca conseguiría lo que deseaba, al menos le agradecía a Gakupo aquellas técnicas que le había enseñado de cuando salía, nunca creyó que algún día le fueran útiles y ahora, tan solo la idea le hacía sonreír. Parecía que deseaba domar una bestia a la que por tanto había humillado, era difícil, pero estaba dispuesta por el bien de la imprudencia de su amigo.
    —Yo no los mandé a coger en plena playa— respondió
    —¿Sabes qué? No tengo que discutir contigo, sólo dime donde está el chico p…
    —Atrévete a decir ese apodo Gumiya y te rompo el hocico, ¿escuchaste? Que este molesta con Len no significa que te dejaré llamarle por ese denigrante nombre.
    —Ah, aquí está el ogro, al fin— sonrió— ¿me dirás donde esta? — respondió acostumbrada a que cuando la rubia se enojaba le llamaba por aquel nombre que trataba de enterrar.
    —¿Para qué?
    —Para hablar sobre este video. Estoy segura de que te llego a ti tambien.
    —Estás en lo correcto.
    —En ese caso, esperemos a tu hermano y busquemos una solución. Ustedes también son listos, ¿no? Estoy segura de que entre los tres…
    —¿Y qué piensas arreglar?—interrumpió— ¿Nosotros tres? Pff no me hagas reír, ¿no crees que deberías hablar antes con la maldita rata traicionera de tu amigo?— respondió con una voz ronca y profunda apuntando con la cabeza en dirección a un automóvil blanco. Gumi, desconcertada, se giró lo suficiente para mirar en dirección a los ojos de Rin Kagamine, palideciendo al reconocer al conductor de quien se despedía Kaito con una cálida sonrisa.
    —¿Qué mierda?
    —Una jodida mierda. Si no hablas con él antes que con mi hermano te juro que no sólo asesinaré al maldito pelirrojo, asesinaré a Shion y te enviare sus restos por correo— sentencio antes de dar la vuelta— No me hagas perder mi tiempo Gumiya, y céntrate en el verdadero problema. ¿Nosotros tres? Yo veré por el culo de mi hermano, te recomiendo que hagas lo mismo; aunque, si al menos hay una mínima pizca de decencia en ti estoy segura de que no ayudaras a un hipócrita como él.
    —Cuidado con tus palabras, Kagamine.
    —Sabes tan bien como yo quien es ese imbécil con el que vino, ¿me negaras que no lo conoces a la perfección? ¿Por qué crees que habrá aceptado venir al instituto con él?— sonríe— Nos vemos en clases.


    Gumi chasqueó su lengua y no dijo más. Se mantuvo de pie, mirando la expresión de su amigo. Rin ya se había retirado, no se atrevió a ir tras ella pues, pese a sus insultos, sentía que una parte de sus palabras eran ciertas. Recordaba a Fukase a la perfección, recordaba las veces en las que Kaito le llamaba llorando cada vez que este lo maltrataba y ahora, pese a todo ese daño y a las infidelidades, Kaito reía junto a él como si nada de eso hubiese ocurrido. Sintió nauseas, coraje, y una sensación creciente de odio, buscó su celular y miró unos segundos el numero anónimo que le había enviado aquel video, vio a Fukase y negó con la cabeza para eliminar todo pensamiento en su contra.


    —Sí. Una jodida mierda— repitió las palabras de la rubia volviendo a guardar su dispositivo.


    Dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su salón antes de que alguno de los dos pudiese verla.




    *********************************************************************************************************

    WOLA HOLAAAAAA MIS AMORES SIGO VIVAAAAAA
    bueno, casi, ahora soy un zombie, bleeeeeeeeh!
    QWQ LOS EXTRAÑE CHINGOS PEROOOOO AAAAAH ya saben la escuela, la amsiedad, la depresion, muchas cosas que me quitaron la motivacion de escribir y de vivir por mucho tiempo qwq peeero sha estoy aqui yaaaaaay X3 tratando de sobrevivir porque como saben necesito meterme en los personajes para escribirlos y por los temas que trato en este fanfic qwq era un poco dificil por mis propias emociones
    Aun asi creo que quedo bastante decente, me gusto X3

    >:3 coooooomenzamos con los problemas!!!! y los mal entendidos!!!! UwU muajajajaaj

    X3 espero les gustara tanto como a mi, hecho desde el corazon y con amors <3


    RESPUESTA

    SPOILER (click to view)
    Miku: aaaaaaaaah QwQ haz vuelto!!! te extrañe cingos!!! muchisimo!!! *Abrazo de oso* QwQ que bueno verte aqui <3
    QwQ waaaah muchisimas graicas!!! <3 X3 significa mucho para mi
    QwQ wah gracias a ti por tomarte el tiempo de leer X3 <3
    XD es que Kaito es como los niños jajaj se cree todo lo que le dices
    QwQ graciaaaas me halagas mucho X3 espero te gustara la actualizacion

    Forbidden: XD AJAJAJAJAJ es que Rin dice las cosas con tanta confianza y seguridad que es dificil no creerle
    XD jsjsjsjsj ahora veras a Rin modo a la defensiva vulnerable >:3

    QWQ WAAAAAAAH muchisimas gracias!!! significa muchisimo para mi X3 me alegra que te gustara <3 <3 <3 X3 shiii queria dar esa sensacion, como hogareña qwq me alegra haberlo logrado graciaaaas X3 <3
    chingesu la escuelaaaaaa
    >:3 y comenzamos lo feo muajajajajaja
    QwQ gracias a ti por leerlo <3


    yyyyyyyyy bueno mis amores, que tal les parecio? les gusto? X3 no olviden comentar por favor y decir sus teorias! disfruto leerlos y ademas me ayudan a crecer X3

    MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTAR
    LOS AMODORO UN CHINGO
    HASTA MAÑANA
     
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    Un triste recuerdo

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    Yo solo quiero saber a quien p***as se refiere el titulo del fanfic, en este punto todos ocupan ayuda sdsddfdgffsf será que solo se trata de la idealización? lloro

    Ok, supe de la conty a los dos días, pero me dije: por el bien de tu salud mental, no lo leas ahora, vuelve cuando sientas que vas a poder hacerlo
    Esta tarde me dije: joder, hoy es el día
    Y agradezco no haberlo leído antes! JAJAJAJA
    Ya fue, stoi arta, mis expectativas para las acciones de los personajes son 0, cada quien hará de su culo un papalote, soy simple espectadora, de mis mentadas de madre nadie se salva pero me voy a decepcionar de sus mamadas sin esperar nada de ellos
    Sabiendo que Fukase le entra al funky, mi cerebro a modo de mecanismo de defensa hizo el bad momo de verlo cantándole a Len la de Maria Jose "prefiero ser su amante", hijo mal parido de la concha de su madre, ruco pútrido
    Por estos motivos no me tienta la terapia, se que seria muy ogete como para decirle a un caso como Len: nmms pendejo, obviamente te saboteas a ti mismo viendo cosas que no existen, ya deja la piedra, te woa dar unos tablazos como en la vieja escuela

    El grado de intimidad que le das hace que piense así de feo, ya no puedo empatizar con pesar, siento el hate self de cada miserable xD suicid** colectivo, amonos alv, que nos lleve la chin***a a todos *toca madera pq es bromi*

    Bien... Ejem, pues, agradecida que no lidiar con estas broncas ficticias porque no podría manejarlo tal como lo llevan, que no puedo decir que lo llevan bien, pero siento que podría empeorarlo, jsjsjsjs *mira de reojo sus dinámicas* ejeje... Ay :'v

    Podemos volver a cuando culiaban a escondidas de los suegros homófobos y ni el ser escuchados les importada? todo love, todo paz
    Digo, yo puedo, pasarla leyendo ese arco una y otra vez, pero en fin xd

    No lloremos porque el ambiente en este ep fue malo, porque el del próximo puede ser peor B) (Autora, no mates a nadie, porfa)
    No es desafío, solo consuelo a mi misma, pésimo, but, jajaja auxilio

    Anulo cualquier mal de ojo del pairing principal manifestando que no me importa lo que les pase, por lo que no tiene caso que les pase algo malo porque ni me woa enterar (8 mi personaje favorito es Fukase, es mas, todos lo amamos, es tan preferido como Rengoku pero no tanto como Bakugo, eh~ eh~ eh~, viva el rucailo, ojala siga vivo, que llegue a vejete, conserve sus extremidades y no le de diarrea

    Espero el mensaje quedase claro ;v

    Nos leemos criaturita <3
     
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    Capítulo 19: Ella

    “Es difícil saber que es lo que hay dentro de la cabeza de una persona cuando muere. Que es lo que ocurre con sus pensamientos cuando su vida, su historia, se desvanece de entre sus dedos.


    ¿A que Dios rezara? ¿A quien llorara? ¿De que se arrepentirá?


    La vida no es más que un viaje en carretera donde difícilmente podremos saber que era lo que invadía la razón de aquellos que llegaron a su final”




    *




    —Esto debe de ser una jodida broma, ¿verdad? Me estas jodiendo sólo porque me viste con ese otro sujeto. Esto no es real, es una jodida pesadilla, ¿Cómo fuiste capaz de hacerlo? ¿eh? ¿Cómo es que fuiste y te metiste con la perra de tu secretaria? ¡¡cómo se te ocurre?! ¡Ella era una jodida zorra! Todo el mundo sabe de sus videos. Más te vale no dejarme por ese contenedor de esperma.
    —Catherine si me dejaras…
    —¡No! Esto es una pesadilla, es un mal sueño, yo despertaré pronto. Sí. Despertare y todo estará como siempre. —Sonrió apoyando sus manos contra el escritorio de la habitación. Se miró por unos instantes al espejo; estaba despeinada, el maquillaje se había corrido sobre sus ojos causando manchones profundos y negros, el labial seguía intacto pero perdía su tonalidad desprendiéndose de sus carnosos labios. Ella apretó sus dientes y negó con la cabeza tomando asiento para volver a maquillarse hasta que, la voz de su esposo interrumpió sus pensamientos.
    —No, Catherine— dijo lento y suave acercándose a ella— nada volverá a ser como antes, por favor compréndelo. — Suspiró tomando la carpeta que la mujer había tirado momentos atrás. Acomodó los papales en su interior y los dejó sobre la cama al lado de un bolígrafo sin usar— Sólo firma los papeles del divorcio y asunto arreglado. Ambos sabíamos que esto pasaría tarde o temprano. ¿creerías que me quedaría toda la vida a tu lado ignorando tus constantes engaños? No soy ese tipo de hombre, no soy uno de tus juguetes, ¿me oíste? Sólo firma, ¿sí? Terminemos esto bien, por los niños. Si te preocupa el dinero mis abogados pueden…
    —Como si eso te importara— interrumpió en una amarga risa levantándose, tirando la silla contra el suelo y mirándolo a través del espejo. Sujeto con fuerza el labial carmín entre sus dedos antes de azotarlo contra la fina madera de la mesa— ¡Una mierda! ¡Puedes meterte tu puto dinero en el…
    —¡Baja la voz! ¡Los niños pueden oírte!
    —¡Me importan un carajo los niños! ¡Yo sólo los tuve porque tú querías niños! ¡Ni siquiera quería ser madre!
    —Catherine, por favor, no hagas de esto uno de tus escándalos. Sólo firma o me obligare a tomar acciones legales.


    De pronto, como si fuera un viejo programa de televisión, todo queda en silencio en el momento en que Rin cubre mis oídos,. El sonido poco a poco se asfixia y mi mirada sólo puede centrarse en su gentil sonrisa y en sus ojos que tratan de darme calma. Lo comprendo. Ella no quiere que escuche la pelea al otro lado de la habitación.


    Tomó sus manos que son casi tan pequeñas como las mías y cierro los ojos recostándome en su pecho. Ella me abraza y comienza a mecerme hasta que me quedo dormido.


    A la mañana siguiente papá nos anuncio el divorcio con mamá. Dijo que estaríamos con él pero que mamá seguiría visitándonos por ordenes del juez. Ella ya no viviría aquí y eso me hizo feliz. No me agradaba mamá, nunca lo hizo aunque yo era su hijo preferido.


    Nunca supe porque mamá pasaba más tiempo conmigo que con mi hermana. Rin la amaba. Me atrevo a decir, que la adora. Pero, mamá nunca la miro, ella tomaba mi mano, me cantaba canciones y me besaba, pero nunca miro a Rin o siquiera dijo su nombre para algo más allá de las apariencias que debíamos tener ante la prensa. Por ello, cuando papá nos dijo que mamá se iría de la casa, me sentí tan feliz que mi sonrisa no podía ocultarlo. Podría pasar más tiempo con Rin, podría pasar más tiempo con papá sin que ese repugnante aroma a vainilla me envolviera hasta asfixiarme.


    Seriamos una familia feliz sin que ella se interpusiera entre nosotros.


    Papá no lloraría más en las noches en donde llenaba su sangre de alcohol.


    Rin no se molestaría conmigo cuando mamá me abrazara y a ella no.


    Y yo, podre estar con mi hermana en paz, podre salir a jugar, podre tener amigos sin que mi madre se enoje.


    Tal vez consiga una novia o un novio sin que ella decida si es apto o no.


    Estaremos bien. Estaremos bien.


    Dos semanas después del divorcio mamá comenzó sus visitas. Tres semanas después ella me invitó al parque aunque le dije que quería que Rin nos acompañara ella se enojo y dijo que Rin se aburriría pronto.


    Yo accedí. Ella prometió comprarme un helado y ese conejo de felpa que quería tanto. Le compraría uno a Rin y los llevaríamos a juego en nuestras mochilas.


    No fuimos al parque. No fuimos por un helado. No fuimos por ese par de conejos de felpa.


    Creo que tres semanas después del divorcio de mis padres fue cuando todo comenzó.


    El momento cuando puse un pie en el infierno.


    Ella me sonrió mostrando sus dientes perlados en la oscuridad de una habitación que desconozco. Huele a vainilla. Todo huele a vainilla y ella no deja de sonreírme mientras me ofrece un par de pastelillos de chocolate.


    —¿Por qué estás triste cariño mío? No seas tonto y come los postres que mamá hizo para ti.
    —¿Por qué Rin no esta aquí?— volví a preguntar encogiéndome de hombros al ver su mueca de desagrado.
    —Los niños buenos no hacen preguntas a su madre cielo. ¿O acaso eres un niño malo?
    —…No soy un niño malo…
    —Eso es. Buen chico. Ahora come, se hace tarde.
    —¿Para que mami? ¿Ya se acabará la visita?
    —No tontito— Sonríe con falsa gentileza apretando mi mejilla como solía hacerlo antes de irse con alguno de sus amantes— Quiero que conozcas a un amigo mío. Estoy segura de que los tres nos divertiremos mucho, mi pequeño minino.




    ***




    —A un lado imbécil estás en mi lugar. —Gruñó Kagamine Rin mirando detenidamente al joven que había decidido que su banca era el lugar más apropiado para sentarse.


    Un suspiró bastó para que él se retirara y para que los murmullos comenzaran a su alrededor. Los ignoró y en su lugar decidió ponerse los audífonos para escuchar algo de música antes que el profesor llegara. Había entrado a pisotones a su salón. Dejó caer la mochila con enfado ignorando que pudiera dañarse. Palabras como “Ogro” zumbaban en sus oídos. Chasqueo la lengua y se cruzó de brazos mirando asesina al grupo de chicas que había comenzado a hablar. Volvió a girarse tomando su celular para ver su historial de llamadas. Todos del mismo número: Kaito Shion.


    —Maldito traidor. Maldito mentiroso diciendo amar a mi hermano con toda el alma. Si la vida no te castiga, lo haré yo. —Masculló entre dientes tomando su brazalete entre sus dedos, cerrando sus ojos unos instantes para recordar.


    Anoche, cuando el sonido de la música había parado por completo, Kagamine Rin tragó en seco, silenciosa movía su brazalete en círculos y después lo deslizaba por su muñeca hasta donde no podía moverlo más. Len permanecía cabizbajo con sus labios sellados escuchando únicamente aquel corazón que comenzaba a tranquilizarse.


    La inquietud en su pecho permaneció unos minutos más hasta que su mellizo decidió que era buen momento para hablar. Entre el suave canto de la noche, podía oír la manera en que algo en ella se rompía. Su alma se quebraba y su corazón, se hundía entre aquellos fragmentos de lo que fue un pasado amor. Mientras más contaba su hermano, más debía contenerse para no llorar, para no gritar.


    Siempre lo había sospechado, pero una parte de ella, aquella que siempre añoro la calidez de su madre, se negaba a creerlo.


    Su hermano había sido violado por aquella que debía protegerlos.


    Al inicio, creyó que quizás eran alucinaciones de su hermano, que quizás el Shion le había envenado. Pero, en los ojos de su amado hermano, no había más que una dolorosa verdad. Su historia, esa que tanto ocultó, la estaba asfixiando. Jamás creyó todo el abuso que su igual sufrió a sus espaldas, y en ocasiones, bajo el mismo techo. Ahora comprendía el comportamiento de su mellizo, ahora podía ponerle un rostro al autor de las pesadillas de su pequeño sol. Sin embargo, ¿Cómo podía digerir esto? ¿Cómo podía nombrar a la creciente sensación de nauseas en su vientre?


    Aun, después de todo. De todos sus pecados. Amaba a su madre. Esa brillante sonrisa, tan cautivante bajo toda esa pintura roja. Su padre solía decir que tanto ella como Len habían salido a su madre. Recordaba lo orgullosa que se sentía al escucharlo pese a nunca haber dormido entre los brazos de su progenitora. Recordaba cuanto le dolió el que sus padres se divorciaran y el que su madre solo eligiera a Len para sus paseos, recordó cuanto odió a su hermano por no disfrutarlos y nunca contarle que es lo que hacían. Y ahora, no había más que desdicha en esos atesorados recuerdos.


    —Fui tan egoísta… tan estúpida…

    Pensó mientras encendía el motor cuando su hermano rompió en llanto. No le abrazó, en su lugar comenzó a conducir en medio de una melodía dolorosa. Apretó sus dedos contra el volante hasta que estos perdieron el color de las puntas y trató de conectar los recuerdos de su hermano con los propios. Deseo que su padre estuviera libre, esperándolos en casa, tal vez él podría aclarar la bruma en su mente. No sabía si seguiría cuerda para el próximo día de visitas.


    Cuando llegaron ninguno dijo alguna palabra. Len la abrazo en agradecimiento por haberle escuchado más ella no correspondió. Permaneció inmóvil, sin alma. Una vez sola dejo salir un tenue sollozo que apenas se podía escuchar. No logro descifrar si era en consuelo propio o era para su pequeño hermano, cuyo sufrimiento ignoro por años.


    —Perdóname…


    Murmuro para si misma apretando sus labios hasta formar una delgada línea. Se sentía culpable. Era algo que no podría remediar. ¿Cómo podría verlo a los ojos ahora que sabia que fue incapaz de protegerlo de la persona a quien alguna vez admiro por su indiscutible belleza y su audaz hablar?


    Su madre. Su hermosa madre tan elegante, tan lejana, había lastimado a su pequeño tesoro por años y ella, añorando un abrazo suyo, impregnarse de ese perfume, lo ignoró hasta que su hermano no pudo más, manchando sus manos de un claro rojizo. Se pregunto, en ese momento en que su vida se escapaba en el viento, ¿Qué sintió? ¿habrá sentido miedo? ¿arrepentimiento? ¿dolor? ¿alegría? La muerte era, a sus ojos, un misterio fascinante. No obstante, no lograba descubrir el significado de lo que su hermano le había confiado acerca de aquel día.“Ella sonreía. Sonreía como si estuviera gozando del mayor éxtasis de su vida. Fue mi quiebre y rompí a llorar atrayendo la atención de papá. Ella cayó contra el suelo, sin pulso, la sangre brotaba como un montón de rosas, sus ojos habían perdido el brillo pero esa maldita sonrisa, permaneció”.


    Tras oír esas palabras quiso indagar más, sobre que se imaginaba que había visto su madre, que sintió él al asesinarla, mas no se atrevió, guardando sus preguntas con un simple asentimiento. Ahora, su hermano no había salido de cama, lo comprendía, seguía triste, ella molesta por la verdad que se le ocultó, no sabía cómo arreglar todo cuando volviese a su hogar.


    No sabía si realmente quería volver.


    —Una serpiente en el cuerpo de un ángel.
    —Ay me halagas, pero prefiero pensar que soy una clase de majestuoso zorro.
    —Ugh, sólo cállate, no tengo ganas de romperte la cara ahora mismo— bufó girando sus ojos al ver a Gumi tomar asiento junto a ella.
    —¿En que piensas?
    —En como partirte ese bonito culo tuyo después de clases.
    —Jo, ¿piensas que soy bonito?
    —¿Qué quieres?
    —Fukase.
    —No.
    —Sabes que no podemos dejarlo así— murmuro— Si no hacemos algo…
    —¿No lo entiendes? — respondió apagando la música para quitarse los audífonos, mirando finalmente a quién se atrevía a perturbar su paz— No quiero nada que ver. Me rindo. Arréglatelas tú con ese maldito traidor.
    —¿Tú? ¿Rendirte? Sí, como no. Eres hermana helicóptero, ¿Cómo puedes dejar que ese loco se salga con la suya? Esta más que claro que va tras tu hermano y tras el idiota de mi amigo. Por favor Kagamine, eres la única persona con cerebro que sé que puede ayudarme.
    —¿Qué hay de Gakupo? Él es algo así como un genio de la tecnología, ¿no?
    —Él no tiene nada que ver.
    —¿Y yo sí? No. No lo creo.
    —¿Por qué estas portándote como una perra? Sucedió algo con Len, ¿no es verdad? —Pregunto. Rin tan solo guardo silencio bajando su mirada, Gumi suspiró negando— Lo siento, no debí llamarte perra, mis disculpas, pero por favor te pido que me escuches; sea lo que sea que sucediera, no deberías dejarte llevar por el enojo que sientes. Piensa Kagamine, no eres una niña para ser tan caprichosa, la vida de quien amas, todo su mundo, esta en riesgo, ¿crees que hay tiempo para un berrinche?
    —No quiero hablar contigo, travesti. — Soltó volviendo su vista al frente. Ante esto Gumi frunció el ceño apretando sus puños para después levantarse. Miro a la rubia y tan sólo carcajeo.
    —Cobarde.


    No respondió, sabia que eso era, e incluso, pensó que ese insulto era amable a comparación de lo que las voces en su mente le gritaban. Cuando levantó la mirada y logro cruzarse con aquella cabellera azul no pudo soportarlo más. No supo en qué momento había derribado a la pareja de su hermano, en que instante sus puños se habían manchado de sangre o cuando la mirada confundida del Shion penetró en sus sentidos. Lo había golpeado. Sus manos hormigueaban y podía escuchar los gritos de sus compañeros, los insultos de Gumi al tratar de separarla de Kaito Shion. Sólo se detuvo cuando este ultimo la tomo de los brazos sacudiéndola, viendo a su profesor ordenarle ir a detención.


    Todo pasó en un fragmento de instantes. Palabras como “¡Loca!” ahora penetraban en sus oídos. Vio como Gumi llevaba a Kaito a la enfermería, con suerte le habría roto la nariz o le habría puesto el ojo morado, eso la hizo sonreír. Ganaría una suspensión de algunos días, por sus calificaciones la castigarían con no ir a entrenar en una o dos semanas. Le entristecía, pero no se arrepentía.


    Actuó por impulso, lo reconocía. Cuando vio entrar a Kaito Shion, tan brillante y entusiasta mientras su hermano se pudría en la soledad de su mundo, no pudo evitar pensar en su madre llegar cada mañana con la sonrisa más brillante del mundo y un inexpresivo Kagamine Len entre brazos.


    —Como no noté la manera en que su sonrisa se desvanecía con cada visita. Realmente, soy una hermana inútil.


    Carcajeo permitiendo a sus lagrimas salir con libertad, cayendo de rodillas en medio del bullicio de las aulas. Pensó que golpeaba a su difunta madre al darle ese puñetazo al hombre que se atrevió a traicionar su confianza. Pese a ello, su corazón seguía sintiéndose roto y su alma vacía.


    —Len. Mi dulce hermano. Perdona a esta egoísta hermana. Siempre he anhelado tu felicidad, perdóname, no fui capaz de cuidarte, de ver más allá de tus ojos. Mi amado tesoro…— dijo entre un llanto desenfrenado arrancando su brazalete. Lo observo, acaricio el nombre de su madre en el grabado de oro. Había sido un regalo de bodas que su padre le había dado el día que se casaron, lo conservó aun después de su muerte, deseando algún día ser como la mujer que logró alcanzar el éxito en cuestión de segundos. —Desde ahora, no volverás a llorar— Continúo apretando entre sus dedos el brazalete, caminando hacia el lago de la institución— Junto con Gumi…¡Definitivamente te protegeré!


    Lanzó el brazalete y observó el cómo se hundía lentamente, junto con todos esos recuerdos que alguna vez atesoro.


    —Ya no más.



    Y gritó una canción que sólo ella podía entender.


    *



    Mientras tanto. En otro lugar de la ciudad, Kagamine Len había decidido levantarse. Agradecía que Kaito le hiciera aprenderse su número de memoria. Pidió el celular de su madrastra prestado y escribió rápido dos únicas palabras acompañados de un sticker que representaba la imagen de un control de videojuego.


    DESCONOCIDO

    NECESITO VERTE


    Presionó enviar y volvió a la penumbra de su habitación en donde el fantasma de su madre lo estaba esperando.


    ******************************************************************************************************
    ¡Hola hola mis amores! ¡Cuanto tiempo! pero finalmente logré recuperarme un poco para poder publicar la última actualizacion del año!!!!! OMAIGAAAAAA
    Este año a sido de mis favoritos ya que, después de mucho tiempo, pude recuperar mi sonrisa, mi verdadera sonrisa, mi luz... hice tantas cosas, conocí mucha gente, viaje a varios sitios...conocí a quien fue y siempre será mi primer gran amor, me atrevo a decir, mi alma gemela, aunque claro, sabemos que nada es para siempre. No les mentiré. Estos ultimos meses he estado sin animo de nada, no sé ni siquiera como logro levantarme de cama cada día. Desde septiembre me he sentido horriblemente mal, es por eso que hoy, a poco de comenzar un nuevo año, les traigo este capitulo con todo el amor del mundo. Porque me a ayudado a respirar un poco. Asi como yo, espero lo disfruten.

    ¡Vayamos por un año lleno de aventuras! FELIZ AÑO NUEVO MIS AMORES!!! Conquistemos al 2023!!! <3

    RESPUESTAS

    SPOILER (click to view)
    Forbbiden; XD jajajjaaj en efecto, todos necesitan ayuda psicologica urgente. U.U el titulo se refiere a todos, pero en especial a Kaito y a Len, son el héroe del otro.

    XD MUAJAJAJAAJJA >:3 es que ahora si se viene la prueba del amor. Ver que tan fuerte es el lazo de estos dos y si realmente estan destinados a estar juntos MUAJAJAJAJA

    XD un "No espero nada de ustedes y aun así logran decepcionarme" jajajaja U.U es que estan todos tikitos todos pendejos

    XD SIES JAJAJAJAJ definitivamente se la cantaria! uy y aun no acaba. Si la madre de Len es una desgraciada, Fukase lo es peor, por algo le gustaba la loca pederasta

    XD AJAJAJAJ hacerlo sanar a chingadazos

    XD JAJAJAJAJ es que estos niños necesitan terapia, porque para hablar lo idiota les nace

    XD exacto, esta de la mierda pero aun se pueden salvar, al menos Rin y Gumi ahora trabajaran en equipo, falta ver los que estan jodidos y no lo saben

    MUAJAJAJA nah no morira nadie... ¿o si? >:D

    XD PANA tambien me encanta Fukase, pero siempre me da vibras del villano narcisista así que dije ¡woah! lo quiero como el narcisista que le cagara la vida a los prota! XD porque tambien tengo debilidad por los villanos jajjaaja

    QwQ nos leemos!!! X3 FELIZ AÑO! espero la espera valiese la pena <3



    FELIZ AÑO NUEVO!
    LOS AMODORO UN CHINGOOOO
    GRACIAS POR TODO SU APOYO! ESPERO SEGUIR CRECIENDO CON USTEDES!

    HASTA MAÑANA
     
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    Mi avatar, wacha ^^
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    Un triste recuerdo

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    Sobre aviso no hay engaño: Si Kaito atiende el mensaje de "necesito verte" pensando que es el hijodeputa de Fukase, ME MATOOOO, bueno, LO MATOOOO, LO MATO AL PNDEJO PORQUE CAPAZ DE-..., SI LO CREO AL IMBECIL *panic*

    Jsjsjsjs que loco, mas desmadre del que esperaba para algo que comenzó como dos pololos que se conocieron online. ¿Ash?
    ¿Banana fish eres tu?

    Creo que no entendiste mi sarcasmo, creo, jaja, en fin, aclaro que quiero a ese pelirrojo cara culo muerto (como personaje del fic, no el fukase en si, en general, este, mm, si), ya, no hay tiempo para ser justos, que se muera, es una mierda, me cago en esa porquería, es molesto como una plaga, hace mal pero no tiene nada de clase, joder, ojala Gumi no la cague por hacer pendejadas y se vaya a morir cualquiera menos el malo (flashbacks a la muerte de Rin en tu fic de Colors).

    Fiuuuu, ya me desahogué.

    Gracias por las chances de desquitar mis emociones negativas.

    AHHHHHHHHH, me quema, me duele, me lastima ver que Rin no puede evitar tener unos lentes de admiración para su madre, pero pasa, no debe ser nada fácil ser familia de AMBOS, abusador y victima me refiero, y no tipo uno abusa de alguien y el otro es victima de alguien, sino que uno abusó al otro, mi nenaaaa, suéltenla que no es la mejor guerrera, ta chiquita (óiganmen, hipócrita yo).

    Ahhhhh mi mente weee.jpg

    Por el flashback, supongo que Catherine realmente tenia un "motivo" para hacer lo que hizo y no solo se levantó un día y dijo: Hagamos esto

    Raro de decir pero, es de naturaleza vengativa a su ex esposo reflejando su visión de la nueva mujer en su propio hijo para hacer "pagar" al pobre señor Kagamine y no solo pulsión, porque, ugh, odio decirlo, pero al ser ella una madre, y madre de quien lastimó, necesito creer que sus acciones son una serie de eventos malignos juntos y no solo un "ah ya, da igual". Lista en caso de que no sea así, pero eh, debo confesar mis sentimientos respecto a lo que golpea "close as home", jaja :'v

    Nos leemos criaturita quq <3
     
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    Capítulo 20: Rin y Len


    En ocasiones me pregunto si esto es real. Si estoy soñando una verdad o estoy muriendo en una mentira. ¿Realmente estoy vivo?



    *




    Después de que nuestro padre fuera encarcelado y nuestra madre enterrada, sólo quedamos nosotros dos. Estábamos a la deriva. El mundo a nuestro alrededor parecía tan irreal que la única constante de nuestra vida éramos nosotros dos. Algunos días salíamos. Otros, Rin se encerraba en su cuarto y yo en el mío. En ocasiones… solo existíamos. Pero no importaba que, siempre se trataba de nosotros.


    Los primeros días fueron difíciles. Especialmente para Rin. Ella a veces entraba a mi habitación echa una furia exigiendo siempre una explicación. Por supuesto, siempre era la misma respuesta: no lo recuerdo. Ella sabía que si lo recordaba, que sabía lo que sucedió aquel día en que mi madre dejo este mundo; pero, tambien sabía que no hablaría. Se disculpaba y no volvía a tocar el tema al menos un tiempo. Así fue nuestra rutina hasta que poco a poco se fue rindiendo y desvió su atención de mi para dirigirla a quien se convertiría en nuestra madrastra.


    Al parecer esa mujer y mi padre habían estado saliendo antes del divorcio de nuestros padres, antes del quiebre de mi madre. Podía ser similar a mi madre. Sin embargo, ella no olía a vainilla, no tenía ese repugnante tono en sus labios ni esas endemoniadas garras, en su lugar tenía una melena rizada y azabache, piel levemente bronceada y ojos de un marrón tan profundo que podrías perderte en ellos. La mujer con la que nuestro padre engañaba a nuestra madre era una mujer de apariencia sencilla pero elegante. Tenía varios aromas sobre ella. A veces eran rosas, otras lilas, cuando volvía de la cárcel olía a tristeza, tanta, que ninguno de nosotros se atrevía a molestarla los días de visita a prisión. Era una mujer rota al igual que mi madre, pero ella nunca nos tocó. En su lugar, era cuidadosa y lloraba en la soledad de la habitación que compartía con mi padre antes de ser arrestado. No era perfecta, pero lo intentaba y eso era todo para nosotros.


    Rin comenzó a amarla cuando vio que no era una amenaza, yo tarde en apreciarla. Incluso, hoy en día me atrevo a decir que he aprendido a no caminar en silencio cuando esta ella. Descubrí que ella podría tener tantas similitudes con mi madre, pero era tan distinta a ella que ahora veo porque mi padre decidió estar con ella aun estando casado.


    Pronto ya no éramos Rin y yo, poco a poco volvíamos a ser una familia aunque mi padre estuviera en prisión y mi madre estuviera tres metros bajo tierra. Estábamos sanando, estábamos volviendo a vivir. el mundo volvía a avanzar. Todo volvía a su lugar.

    Todo estaba bien.

    Todo, excepto yo.


    Nuestra madrastra comenzó a hacerse cargo del negocio familiar, Rin entro al equipo deportivo de la escuela, ¿y yo? Yo permanecí quieto sobre la tumba de mi madre, justo en donde recibió la bala que acabó con ella. Permanecí en sus manos y deje que ese aroma a vainilla me consumiera hasta que ya no quedo más de mí.

    ¿Quién era yo sino más que el mero objeto de burla y juego de un difunto?


    Sé que ella puede verlo, sé que hay días en donde quiere volver a la rutina de entrar a mi habitación y exigir respuestas. Ella se contiene, lo sé. Merece respuestas, lo sé. Ella merece saber la verdad, pero me temo, que una vez que la sepa ya no habrá marcha atrás. Ella me odiara, odiara a papá y se odiara. No quiero que eso pase. Este es mi pecado, es mi enfermedad, sólo yo debo cargar con esta culpa que carcome mi alma, no ella, no lo merece; a comenzado a rehacer su vida, y yo no soy un monstruo para arrebatarle lo que con tanto esfuerzo a logrado. Rin esta sanando, mientras yo me he anclado al fondo de este océano al que mi madre me ha condenado.


    Para Rin, seguimos siendo nosotros dos contra el mundo, pero, para mí, solo soy yo contra el fantasma de un recuerdo.


    *




    No supe en qué momento me quedé dormido, pero el fantasma de mi madre ya no estaba y en su lugar solo quedaba una abrumadora oscuridad.

    Me queje al sentir los huesos de mi cuerpo crujir mientras intentaba reincorporarme hasta que la extraña sensación de que alguien me observaba me hizo detenerme.


    —Un minuto más y te habría despertado yo misma. —Hablo mi melliza haciéndome jadear atemorizado al no haberla reconocido en medio del oscuro manto en el que se había envuelto mi habitación. Estaba cruzada de brazos, sentada en la silla junto a mi escritorio. Observándome con ojos felinos y agudos, intentando descifrar mi mente.
    —Eso da un poco de miedo, ¿podrías avisar cuando entres a mi habitación?
    —Len.
    —¿Sí?
    —Acabo de entrar a tu cuarto— respondió con una pequeña sonrisa, a la que respondí levantando el dedo medio, sentándose con la espalda contra la pared. Desde este ángulo, podía observar como la poca luz de luna que se filtraba por el cristal de mi ventana, se reflejaba en su rostro de una manera poética. Parecida a como se reflejaba en el rostro de nuestra madre cuando entraba a escondidas a mi habitación para despertarme y cantarme versos que he olvidado. Por un instante, creí verla en aquella silla en lugar de a Rin.


    Suspiré, era inútil tratar de discutir.


    —Tienes algo que decir, ¿verdad?
    —Ambos sabemos que lo merezco.
    —Lo sé…


    Rasqué mi nuca, deteniéndome en el instante en que Rin frunció el entrecejo. Un mal hábito Esperé a que ella hablara, realmente no sabia que decirle, que más decirle además de la verdad que le oculté por años. Que escuchó en medio de un ataque de pánico.

    Ella tan sólo suspiro y se levantó de su asiento dándome la esperanza de que se marcharía, por supuesto, no lo hizo, y en cambio se sentó a mi lado, echando su cabeza hacia atrás.


    —De nuevo han publicado un video tuyo.


    Soltó. No respondí. Lo había visto la misma noche que Fukase aparecio. No esperaba que Rin también tuviera acceso a él. No tenía la energía para avergonzarme o enfadarme más de lo que ya estaba. Sabía que podría haber sido él. No era una simple coincidencia que volviese luego de desaparecer tantos años. Pero no tengo pruebas, no hay testigos. Era una batalla perdida desde un inicio.


    —Ese con el que estas es Kaito, ¿verdad?— asentí— Lo sabia. Me parecía extraño que un contacto de spam me enviara este video. Fue de cuando fuimos de viaje a la playa, ¿no? en tu cita para buscar ovnis o lo que sea. ¡No pudiste mantener el culo en... --- Suspiró--- Lo siento. No era mi intención gritar. Hablemos del video después, ahora lo importante. No puedes seguir huyendo, Len. ¿Por qué no hablas conmigo?
    —Porque me odiaras.
    —¿Es en serio? ¿Aun después de todo este tiempo, piensas que te odiare?— su voz comenzaba a romperse y Dios, como dolió ver esa mirada de dolor y angustia en su rostro, tan sólo alce mis rodillas y cubrí lo más que pude de mi ser. Como desee estar muerto. —No me conoces— gruñó negando con enfado.
    —Lo siento.
    —¡No te disculpes, idiota!


    Ya no podía soportarlo más. Me estaba ahogando.


    —¡Entonces dime que es lo que quieres que te diga!
    —¡¿Por qué?! ¡Quiero que me digas por qué! Todos estos años estando juntos, esos intentos tuyos de suicidarte… ¿Por qué nunca me dijiste nada?— y ahí estaba. Lagrimas. Tan pronto comenzó a gritar su voz termino por romperse terminando en un imparable llanto. No estoy acostumbrado a verla llorar, así que el nudo en mi garganta fue creciendo, hasta que aprete mis propias rodillas para detenerlo. Mi hermana, mi dulce hermana, de nuevo, lloraba a causa mía.


    Soy un asco.


    Soy una escoria.


    Estaría mejor muerto.


    Casi escuche la risa de mi madre.


    — ¡Soy tu hermana! ¿es que no me tienes confianza?
    —¡Por supuesto que sí! Es solo que no es tan fácil Rin— dije, evitando verla— Fui violado, ¿esta bien? Fui vendido a tantas personas que he perdido la cuenta y no suficiente con eso fui traicionado en dos ocasiones por personas que debían protegerme. Nuestra madre, Rinto… asesiné a uno de ellos y no fui capaz de hablar cuando papá decidió cargar con mi pecado, ¿en verdad puedes culparme por guardar silencio todo este tiempo? — sonreí, pero no estaba feliz. Sin darme cuenta, mis mejillas habían comenzado a humedecerse con una lagrima tras otra mientras sentía la mirada silenciosa de mi hermana— cuando conocí a Kaito me sentí tan feliz, creí que al menos el universo finalmente conspiraba a mi favor, ¡era mi momento! Al fin seria libre. Kato es… todo lo que siempre he necesitado y que jamás había buscado. Es mi luz, es mi sol. Y ahora, el cómplice de nuestra madre esta de vuelta, esta con Kaito, es su ex. ¿Puedes creerlo?— carcajee— Esto es una puta broma. Soy una puta broma. No puedo detenerlo, Rin. A cada segundo que pasa anhelo con tanta fuerza mi muerte que he comenzado a ver el fantasma de nuestra madre. Ella esta aquí— continue señalando mi cabeza, bajando mi mirada— Solo quiero que todo esto termine. Pero por más que lo intento, sólo veo un único final. Necesito ayuda. Realmente necesito ayuda. — La mire en un intento por sostenerme en su realidad— Creo que estoy perdiendo la cabeza.


    Pronto el silencio se hizo presente. Por supuesto, le doy asco, era de esperarse.


    —Perdón, ¿podrías salir de…


    Antes de que pudiera siquiera terminar mi oración, ella se abalanzo sobre mí, logrando tumbarme contra el colchón. Comenzó a llorar mientras me apretaba contra su cuerpo y compartía su calor, calmando poco a poco los latidos que amenazan con romper mi pecho. Hundió su rostro contra el hueco de mi cuello, sin intención alguna de soltarme.


    —Lo siento. Lo lamento tanto—Dijo entre lágrimas, humedeciendo mi piel— Si lo hubiera sabido, si lo hubiera visto hubiera podido protegerte, perdona a tu hermana tan negligente. Si no hubiera estado tan cegada por mis celos nada de esto estaría ocurriendo. ¿Puedes perdonarme, hermanito?
    —No. No te disculpes. Nada de lo que me paso fue tu culpa, eramos niños, tan sólo unos mocosos--- Sonreí sorbiendo mi nariz negando suavemente con la cabeza--- No hubieras podido hacer nada aunque quisieras. Aun así, lamento haberme callado… —murmure, pero ella negó, levantándose. Era tan hermosa, que me sentí cautivado por la mirada en su rostro. Un ángel afligido por mi culpa.
    —Estabas tratando de sobrevivir. Siento que no hubieras sentido que era suficiente apoyo para ti.
    —Rin, eso no es… —callo mis labios con su mano con suavidad, sentándose frente mío.
    —Desde ahora en adelante quiero que me cuentes todo, ¿de acuerdo? Aunque sientas que no puedes, que te asfixias. Quiero que hables conmigo. No hay vergüenza entre nosotros, no debe de haber secretos entre nosotros. Soy tu hermana, déjame cumplir mi papel.
    —¿No me odias? Es mi culpa que no tengas madre… y que nuestro padre este en prisión. ¡Por mi culpa pasas vergüenzas por esos videos!
    —Eras un niño— Y su expresión…detuvo mi aliento— ¿Cómo puedes responsabilizarte de todo eso? Fuiste una víctima. Y, aunque me hubiera gustado protegerte, el pasado es lo que es. Ya no podemos cambiarlo, pero podemos forjar un mejor futuro, juntos.
    —¿Cómo? Ese monstruo está aquí, viene por mí.
    —Pero ahora no estas solo. He hablado con Gumiya esta mañana. También le llego ese video. Esta dispuesto a ayudarnos con tal de proteger a Kaito. Y tenemos a nuestra familia, ¿Qué no el hermano de Luka es detective?


    Mi hermana. Mi dulce e inteligente hermana. Mi héroe.


    —Es momento de que avances. De que los dos, avancemos. —Asentí volviendo a abrazarla.


    Esa noche, el fantasma de mi madre no apareció en ningún momento.


    Así, como tampoco lo hizo Kaito.





    ************************************************************************************

    HOLA HOLA MIS AMORES!!! me recuerdan? les juro que sigo viva! pero han sido dias pesados... semanas... meses... estoy sobreviviendo jaaj
    Finalmente pude escribir, fue complicado, amo tanto este fanfic pero siento que no le hago justicia... QAQ


    en fin... espero les haya gustado tanto como a mi! no olviden comentar sus teorias amo leerlas

    el siguiente capitulo aparecera Kaito! y sera intenso :f: MUAJAJAJAJAJA



    SPOILER (click to view)
    Forbidden; SHIII MUAJAJAJAJAA >:D >:3 no dare spoilers... pero se pone interesante

    XD JAJAJAJAJ se salio de control este coso, ASHUUUU AAAAAH U.U es que debia meterle drama para que fuera un amor maduro y fuerte evolucionando

    XD aaaah sjsjsjsj perdooooon no comprendo el sarcasmo qwq
    U.U es de esos malos malosos pero malditos que dan ganas de acariciarles el cuello con un cuchillo. Sobre todo porque es un loco obsesivo por la que ya se petateo. QAQ AAAAAAH RIIIIIIIN me dolio matarla en ese fanfic porque ella era mi favorita U.U pero era ella o el esposo de Len QwQ >:3 veamos que tal se desenvuelven las cosas, suelo cambiar mucho los finales de mis fanfics durante el proceso XD MUAJAJAJA


    XD AJAJAJAJ >:D a dejar salir todo ese veneno muajajaja

    U.U EXACTOOOO AAAAAAAH la pobre se esconde detras de la mascara del "ogro" poniendo siempre una cara ruda y a la defensiva, pero ella solo queria un abrazo de su madre y una familia amorosa... por desgracia, la persona que admiraba fue la misma que rompio a su persona amada QwQ Diosito se agarro de la pobre. XD aaaaah pero en tu fanfic yo soy la que hace corajes queriendo proteger a la niña jajajajaa

    >:D BINGO AAAAAAAH ella siempre a tenido una razon. Era una psicopata narcisista, por lo que sus actos fueron totalmente planeados por el odio que comenzo a sentir hacia su esposo. Si bien el padre de los mellizos se sacrifico por Len >:D podria decirse que fue un culpable indirecto por lo que se vio en el flashback. Peeeeero ya se vera porque Catherine comenzo a odiarlo tanto hasta el punto de vengarse a traves de Len en el cap 22 UwU

    >:D ningun acto de ella fue impulsivo muajajaja

    QwQ gracias por leer y comentar, nos vemos <3 <3 <3



    MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTAR
    LOS AMODORO CHINGOS!!!!
    HASTA MAÑANA <3
     
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    Omg abrí mi cuenta para recordar los viejos tiempos y me encuentro esta obra maestra por favor actualiza tan pronto puedas me encanta esta historia
     
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    El cielo siempre esta ahí acompañandonos durante toda nuetra vida, y sin embargo, rara vez volteamos a mirarlo.

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    FELIZ AÑO NUEVO CHICUELINES
    espero traerles pronto una conty de calidad 🤌💖

    Este año a sido muy difícil para mi, pero este 2024 será mejor yo lo se

    Agradezco todo su apoyo y todo su amor a lo que escribo
    Son quienes más me motivan a continuar con esta pasión de años

    Los amo mucho

    Por favor, continuemos creciendo juntos 🥰💖

    Lucy; 🥹💖 muchísimas gracias!!!!
    Me alegra mucho que te guste
    Me esforzaré al máximo para poder traerte un gran capitulo 🥰
     
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    Omg siii, sigues vivaa❤️ un muy feliz año y muchas gracias!!
     
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    Capítulo 21: Reunión


    Me entregaste tu corazón en primavera junto a un campo de girasoles. En verano, te entregué mi cuerpo en medio del mar, en otoño te alejaste entre las hojas y en invierno, comprendí que no fuimos más que un romance de cuatro estaciones.

    Avanzaste. Traté de seguirte pero decidiste anclarme en tu recuerdo. Avanzaste, y yo me quedé aquí, esperando el nacimiento de la primavera en aquel campo donde te conocí.



    *



    De nuevo, estoy dentro de aquel bosque. Sin embargo, esta vez, no estoy solo. Frente a mí, una figura conocida me observa detenidamente. Intento gritar, pero no soy capaz de escucharme. Él me mira y me siento afligido. Suspira y levanta un arma. No me apunta. En cambio, dirige lentamente el cañón hacia su sien y, ante el abrumador silencio, escucho el sonido del cañón girar. Grito con más fuerza y comienzo a correr en dirección a él pero, antes de poder detenerlo, Kagamine Len dispara. Limpio, ensordecedor, obligándome a despertar.

    Nuevamente, un sueño. Desde aquel extraño encuentro con Fukase no he dejado de tener todos esos extraños sueños con Len. El escenario cambia pero el final siempre es el mismo. Él está frente a mí, siempre sosteniendo un arma de fuego. Él siempre sonríe, pero su mirada es vacía, tan áspera y profunda. Él muere y yo, nunca puedo detenerlo. No nos hemos visto desde aquel encuentro, ni siquiera he logrado regresar su celular. No comprendo del todo, ¿Qué es lo que me esta deteniendo?


    Mi mente da vueltas. Me siento tan ansioso, ¿es normal sentir gusanos en el cerebro cuando piensas en tu novio y tu exnovio a la vez? No. Por supuesto que no es normal, pero de igual manera estoy solo y no sé cómo puedo enfrentarlo…


    —Demasiado interesante la clase, ¿verdad?— pregunta Gumi con sarcasmo terminando de guardar mis cosas, interrumpiendo mis pensamientos, ¿en qué momento me quede dormido?— Creí que tendría que dejarte aquí.
    —Gracias…— respondo tomando mi mochila dispuesto a marcharme. Sin embargo, en cuanto intento levantarme, Gumi me obliga a tomar asiento de nuevo. La miro con curiosidad y ella tan sólo sonríe, pero no lo hace con la mirada. Es una expresión pesada, una mueca desagradable que solo hace cuando trata de contenerse. Ella alza una ceja y yo intento adivinar que la habrá hecho enojar esta vez.—¿Todo bien?— pregunto con esperanza de que hable o me de algún indicio de que pudo haber detonado aquella expresión. Por supuesto, no logro averiguarlo y, al ver mi falta de información, tan sólo suspira; mostrándome enseguida el enorme pompón rosado que sostenía las llaves de su auto, moviendo a la par su cabeza en dirección a la salida.


    Este día, Len había faltado nuevamente a clases y, para mi sorpresa, Rin tambien lo había hecho. Ni siquiera la encontré en el campo de futbol durante el receso, y sus compañeras de equipo no sabían nada, lo que hacía más sospechosa la actitud de Gumi. No celebraba, no hablaba mal de ella. Me llegue a preguntar si finalmente habían hecho las pases mientras me encontraba inmerso en mis pensamientos y en ser un buen anfitrión temporal para Fukase, pero me lo mencionaría, ¿no es así?


    —Te llevaré, vamos.
    —Woah, ¿a qué se debe el honor?
    —¿No quieres?
    —No es queja— sonrió— Sólo quiero saber, ¿necesitas que cargue tus bolsas de compras de nuevo? Porque esta vez le tocaba a Gaku…
    —Sólo deja de hablar y camina.— corta mi pequeña broma de un tajo y se dispone a caminar hacia la salida.


    Definitivamente, está enojada.


    —¿Sigues molesta?— pregunte suspirando por nuestra platica de hace tres días. Antes de poder siquiera llegar a las puertas del salón había sido derribado por Gumi, quien me sacudió violentamente sin dudarlo exigiendo alguna explicación de lo que había visto, por supuesto, solo brinde detalles de lo que sabia, evitando que su enojo creciera, misión en la que creo fracasé.— ya te lo dije, Len y yo seguimos siendo pareja le puedes preguntar tú misma. Fukase está quedándose temporalmente mientras encuentra un buen departamento cercano a su trabajo y ya está todo bien entre nosotros. No tengo intención de volver con él, actualmente soy muy feliz con Len— comenté orgulloso, porque era verdad— no tienes por qué preocuparte, ¿sí?
    —No es eso lo que me preocupa— murmuró sacando una paleta de dulce de su bolso, comenzando a masticarla tan pronto la metió en su boca. Esa era una alternativa que Gakupo le había enseñado para evitar que continuara mordiéndose las uñas cada vez que se sintiera tensa, por lo que solo logro contagiarme su ansiedad.
    —Gumi, ¿pasa algo? —Pregunté encogiéndome de hombros a la espera de una respuesta, mas ella tan sólo se giró y estiró su mano.
    —Celular.
    —¿Para qué lo quieres?
    —Celular, ahora.


    Suspiré cediendo a su petición. Entregándoselo. Ella lo apaga y lo guarda en su bolso permaneciendo en silencio hasta que llegamos a su auto.


    Me senté en el asiento de copiloto encendiendo la radio para evitar un futuro vacío silencioso, esta vez ella no se niega y comienza a conducir. Trato de analizar sus expresiones. Aunque su rostro es serio, permanece sereno, estaba ideando un plan, el problema era que… ¿para qué?


    —¿Por qué apagaste mi celular? —quise saber mientras que alguna cantante Pop expresaba en una solitaria melodía como el amor se había terminado tan pronto una tarde de verano, mi estomago se revolvió sin conocer muy bien el motivo del porqué. creí que se negaría a responder pero ella tan sólo suspiro. Tan pronto detuvo el auto al ver la luz roja, saco su celular del bolso entregándomelo. —Comienzas a asustarme…
    —Ve a mis mensajes y entra al chat del número desconocido. —Lo hice.
    —Hay un video. --- Su voz tembló mientras soltaba esas palabras a la par en que sus manos contra el volante haciendo rechinar el cuero rojizo bajo sus lánguidos dedos, aprieta sus dientes y mira la carretera con enfado encogiéndose de hombros, conteniendo un gruñido—No… no he tenido la oportunidad de mostrártelo. Quisiera que no lo vieras, me gustaría que ni siquiera existiera, pero debes verlo porque es importante. Necesitas verlo.
    —¿Qué está sucediendo?
    —Sólo míralo. Iremos a casa de los Kagamine y lo que quieras discutir, lo haremos entre todos, como un equipo. Sí. Un equipo que encontrará una solución.
    —¿Len está..?— indague con miedo, ella tan sólo negó lentamente con una sonrisa vacía, hueca y una mirada que creí por un instante, me ahogaría en su miseria.


    No me atreví a preguntar más. Revise el contacto que me dijo. Nada escrito. únicamente la miniatura oscurecida de un clip. Tragué profundo sintiendo como mi corazón se detuvo en cuanto reconocí el lugar. Al ver mi negativa, ella me quito el celular con gentileza y presionó el botón de reproducir en cuanto el semáforo cambio a verde. Comencé a ver el video. Inseguro. Atemorizado. Podía ver a Len con claridad aquella noche en la bahía, el cómo había sido tomado por primera vez como un humano y no como un juguete, y, aunque no se alcanzaba a distinguir sabía que el hombre que estaba sobre él era yo, no había dudas que era yo. Deje caer el celular horrorizado. No me atreví a terminar de verlo. Mi corazón comenzó a correr como loco mientras que las paredes del auto comenzaban a cerrarse sobre nosotros. Enseguida, Gumi se detuvo al lado de un baldío para dejarme bajar y vomitar. Ella no bajo del auto y yo, me sentí tan indefenso contra esa áspera pared. Mis piernas temblaron y tuve que hacer un esfuerzo para no desmayarme. Esos éramos Len y yo, alguien nos había estado observando y no sólo eso. Ese alguien nos grabó. Mi cabeza comenzó a dolerme hasta creer que explotaría a la par de mi pecho. Las náuseas no se iban mientras que todo a mi alrededor parecía sacudirse sin descanso.

    Ruidoso. Todo era tan ruidoso. Me está matando, ¿Porqué no se callan? ¿POR QUÉ ESOS MALDITOS GUSANOS NO SE CALLAN?!

    CORREN
    CORREN
    CORREN

    ALGUIEN DETENGALOS
    POR FAVOR
    POR FAVOR

    DETENGANLO

    Giré mi cabeza para mirar a la amiga que no se atrevía a mirarme, quería su consuelo, quería que calmara el ruido de mi mente aunque no lo mereciera; me sentí asqueado, abandonado y traicionado por un desconocido. Ese video había llegado a sus manos, ¿Quién más podría ser dueño del mismo? ¿Quién podría odiarnos para enviarlo ahora, después de tanto tiempo?


    En un instante, todo se vio inmerso en las tinieblas de mi pecho. El sueño se repetía, pero esta vez estaba yo solo. La angustia crecía en mi mente tejiendo una maraña de pensamientos que no lograba escuchar. Una voz, dos voces, todas disparejas, corriendo de un lado a otro como balas a medianoche. El sueño vuelve, y mis piernas parecen hundirse en la marea sólo que, sé que no estamos en la playa, sé que no estoy en el mar, ¿acaso esto es real?


    Un parpadeo. Dos parpadeos. Al tercero tenia a Gumi frente a mi hablando y sosteniéndome de los hombros para intentar hacerme tomar una botella de agua. No la escuche. Por más que quise hacerlo no lograba oír su voz, en cambio, sólo podía oír la voz de mi padre repitiéndome lo mucho que sufriría por mis elecciones. Ella me abrazo con fuerza mientras murmuraba palabras suaves, tan dulces intentando calmarme. Y, aunque su voz era armoniosa, mi padre continuaba ahí, observándome a través del reflejo de mis lágrimas.


    Ahora podía entender el peso de aquellas palabras que creí enterradas en mi jardín.


    *




    —Sabes que tarde o tempano volverás a la escuela, ¿verdad?
    —Quisiera no hacerlo— respondió Kagamine Len, desviando su mirada tan pronto su hermana carcajeo.
    —Sabes que no se permite la educación en casa, papá cree que debes socializar. —recordó, girando enternecida su mirada al escuchar el gruñido de su hermano, mirando de reojo su celular al ver una notificación. —Es Gumi.
    —¿Gumi? ¿La amiga de Kaito? Creí que la odiabas.
    —No la odio, sólo no la soporto. Me parece una persona, ¿Cómo decirlo? Presumida, egocéntrica y demasiado hueca. Siempre te llama por esos apodos tan horribles. Me gustaría tanto arrancarle esas extensiones una a una para que sienta una parte de tu dolor, de nuestro dolor. Y eso no sería suficiente.— respondió Kagamine Rin terminando de limpiar el rostro de su hermano, sonriendo maternalmente ante su trabajo— pero esta vez es diferente.
    —Se trata de Kaito y de mi— suspiro, dejando que su hermana lo sentara entre sus piernas para comenzar a peinarle, permitiendo que su cuerpo cediera a su tacto, tal y como en su infancia.
    —¿Has podido comunicarte con él?
    —No se a conectado al juego… Toy dice que tampoco lo a visto en el servidor.
    —Bueno, de igual manera vendrá y entre todos podremos pensar la mejor solución.
    —¿Cómo estas tan segura? —Pregunto girándose a ver a Kagamine Rin, descubriendo una sonrisa brillante, una que solo su melliza hacia cuando tenía asegurada una victoria logrando calmar la ansiedad que comenzaba a crecer en su pecho. —¿Y si no quiere solucionarlo? Ya pasaron días desde que Fu… desde que “él” llego a la ciudad, ¿no crees que si realmente quisiera verme ya lo habría hecho? Sabe donde vivo— pregunto, separándose de su melliza para ir hacia su tocador y sacar de uno de los cajones, una cajetilla de cigarros sin abrir. Su mano tembló, y la apretó entre sus dedos, dudando en romper el sello del empaque— ¿Y si…y si ya no quiere tener nada que ver conmigo? como Rinto...
    —No pienses en lo que aún no sucede. Kaito es diferente, lo sé— respondió suavemente su madre al haber oído la plática. Rin y Len palidecieron al mirarla ahí, bajo el umbral de la puerta, temerosos de la situación. Ella tan solo sonrió con suavidad, como solía hacerlo siempre, luciendo serena, gentil y calida. A menudo, Len comparaba la expresión de su madrastra como la primera mañana de primavera y la primera noche del verano. Fresca, jovial y viva. Llegaba a calmarlo siempre que la miraba, pero en esta ocasión sus manos titubearon en sostener el empaque, hasta que sintió la tersa mano de la mujer, haciéndolo soltarlo. Ella no le reprendió, tan solo tomo la cajetilla y hablo pacifica, mirando las manos de su cachorro— concéntrate en lo que está sucediendo ahora y preocúpate por lo demás después. Si Kaito decide romper contigo, mamá estará para ti— finalizo besando su frente, manchándolo de su labial, un rosado que apenas se notaba sobre su piel— y por supuesto que tu hermana tambien— agrego yendo hacia su melliza, besando sus mejillas— Me llevare esto. Debo ir a ver a su padre.
    —¿Pa-papá?— titubeó Rin levantándose de la cama, deteniéndose en cuanto la mujer movió su mano para detenerle.
    —No se preocupen. No sé lo que está sucediendo pero confio en que me lo contaran en cuanto regrese, y si es necesario, yo los llevare con su padre ¿es un trato?— al ver que ninguno respondió, continuo— para estamos nosotros, para cuidarlos mis pollitos. No los obligare, lo saben. Pero, quiero que sepan que las situaciones pasadas sólo se repiten si nosotros así lo decidimos. Por ahora, hay un par de invitados en la sala de estar esperándolos. — dijo— y creo que uno de ellos tiene el cabello liso y azul… — no pudo terminar su conversación cuando enseguida, una cabellera rubia y a medio peinar la interrumpió corriendo a toda velocidad hacia donde había dicho. Rin miro a su madre, dudando si seguir a su mellizo o no, recibiendo unas palmadas en la cabeza por parte de la mayor— hablaremos de esto más tarde, ve. — ella asintió, besando la mejilla de la mujer, corriendo tras los talones de su hermano.


    En cuanto su hijastra abandono la habitación, la mujer miro atentamente la cajetilla de cigarros y la metió a su bolso. Tomo su celular y observó la pantalla unos instantes antes de presionar y botón de llamar.


    —Oh, Hola, sé que estás ocupado así que seré breve, ¿recuerdas el favor que me debías? Si. Sí. Ya sé cómo podrías pagármelo, ¿nos podemos ver mañana en donde solíamos juntarnos cuando aún trabajábamos en la industria? Creo que te interesara lo que tengo que decirte.


    *




    La grava crujió dócil en cuanto el auto de Gumi se detuvo, abriendo con cuidado de no hacer rechinar demasiado las vencidas puertas que lograban mantenerse unidas al vehivulo. No era la primera vez que estaba en la residencia de los Kagamine. No obstante, pese a ello, se sentía perdido, desolado. Como un extraño en un nuevo continente, temeroso a explorarlo. Logro caminar tan pronto percibió la mano de su amiga empujándolo con gentileza hacia la puerta que les esperaba abierta.


    Era extraño. La sensación de la marea tirando de sus pies no desaparecia por más que se aferraba a la mano de su aliada. Pensó en marcharse y fingir que nada sucedía. Vivir un día más. Hasta que, al pie de las escaleras, él lo observaba.


    Esta vez no sostenía un arma, en cambio, vestía unos pequeños shorts celestes y una playera estampada con una luna que llegaba un poco más allá de su cintura. Tenia calcetines disparejos, rosa y cerúleo y su melena, alborotada y en un aspecto esponjoso que tuvo el impulso de querer acariciarla. Él no sonrió, en cambio comenzó a llorar a la par en que gritaba su nombre. Y, como si se tratase de un poder sobre natural, pronto la marea que había intentado engullirlo había desaparecido al igual que como había llegado.


    Kagamine Len corría a sus brazos y él no pudo resistirse a ir a su encuentro, abrazándolo tan fuerte como podía hacerlo.


    Sólo podía pensar en una sola palabra.


    —Lo siento. Lo siento tanto. Perdón, debí venir antes. — murmuró contra la cabellera de su amante, acariciándola con gentileza a la par en que le levantaba para poder ver su rostro de cerca. Estaba enrojecido por el llanto naciente, y podía notar un par de bolsas debajo de aquellos celestinos zafiros que tanto le habían cautivado. Beso sus mejillas, recorriendo poco a poco el rostro de su pareja con pequeños besos hasta llegar a sus labios, dispersando toda duda sobre su realidad.

    Él estaba aquí. Él era real. No sostenía un arma. No lo miraba con pesar, angustia ni la muerte estaba a sus pies. Él estaba aquí y lo abrazaba con tanto cariño, se frotaba contra él y era cálido. Era tan cálido que creyó que podría hundirse en sus brazos para siempre.

    —Está bien— repitió su pareja besando la punta de su nariz en apenas un roce que Kaito Shion consideró eterno— esta bien. Estoy feliz de que estes aquí. Te extrañe.
    —Lo vi. — confesó, sosteniendo con más fuerza las muñecas de su amante al notar como este se había alejado tan pronto lo escucho— no logre terminar de hacerlo… pero, lo vi.
    —K-Kaito, y-yo… — pronto el habla del menor había comenzado a desaparecer. Quiso forzar su huida, buscando a su alrededor algún escape. En cambio, Kaito Shion le abrazo con más fuerza, acariciando su espalda baja, cubriéndolo con sus manos, buscando protegerlo de aquellos demonios a los que había jurado destruir una noche de verano.
    —No. No digas nada. Estoy aquí. Estoy aquí. Concéntrate en mí, ¿sí? No me iré. No hasta que lo resolvamos. —Calmo, aunque el latir de su pecho traicionaba su razón— Ya estoy aquí.

    Y, entonces, lloró como nunca lo había hecho en su vida.

    No por él.

    No por el enemigo que desconocía.

    Lloro por temor.

    Lloro por amor.

    ***



    En su memoria no existía nada más que el fantasma de su recuerdo. En ocasiones, si se esforzaba, podía escuchar su risa, podía notar aquel perfume de vainilla y sobre todo, podía sentir el terciopelo de sus manos, su cabello cayendo sobre su rostro mientras le recordaba que la vida no era más que un juego, y que él debía sentirse afortunado de que fuera selecto como un jugador.


    Se preguntaba, si realmente esta filosofía podía aplicar en él, después de todo, no recordaba su vida más allá de cuando la había conocido. A la mujer que le enseño que en este mundo o eres un cazador o eres una presa. Y, en la brecha que significaba aquel pensamiento él aun decidia su papel.


    Tomo un sorbo al whisky que ocultaba de si mismo mientras observaba una vieja polaroid de su primer amor. La foto estaba desgastada y tenia varios dobleces al centro, pero aun lograba distinguir perfectamente su rostro al lado del propio.


    —¿Por qué lo permitiste?— se preguntó dejando el vaso sobre la mesita de noche, tumbándose sobre las desordenadas sabanas que comenzaban a vislumbrar contra el ventanal a su lado. — Tenias el mundo en la palma de tu mano, tenías todo, ¿Por qué lo dejaste? — pregunto, esperando la respuesta de la sombra que alguna vez lo acompaño.


    Muchas veces había buscado una respuesta a la interrogativa de su muerte. Imaginaba que ella estaba cansada. Imaginaba que de verdad había sido acorralada. Imaginaba, que ella simplemente había encontrado un nuevo juego, uno retorcido que él aun no lograba entender.


    Volvió a guardar la fotografía en su cartera, agotado de buscar una explicación.


    —¿Disfrutaste cuando tu pequeño bastardo te disparó? — Cuestiono, imaginando a la mujer de vainilla a su lado, observándolo con aquella expresión juguetona que lo había cautivado el primer día que se conocieron— Te lo dije, ¿no es así? Que yo me desharía de todo lo que tu querido esposo quisiera hacerte. Conmigo estabas segura. Entonces, ¿Por qué? — sollozo en silencio tomando el vaso, mirando el poco whisky que quedaba antes de estrellarlo contra la pared, borrando todo rastro de su recuerdo.



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    PRIMER CAPITULO DEL AÑOOOOOO WUUUUUUUUUU yo sé que ya es 14 de febrero así que FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS!!! lamento tanto la ausencia, trato de reacomodar mi vida poco a poco, un paso a la vez

    que les parecio el capitulo? cuales son sus opiniones? cuales son sus teorias? saben que amo leer sus comentarios!!!

    Este capitulo tarde taaaanto es publicarlo pese a terminarlo a principios de mes porque queria que fuera lo suficientemente bueno, sobre todo por el cargo emocional que hay. Adivinen, ya estamos en la recta final! ¿que sucedera despues? UwUr sigan en sintonia

    RESPUESTAS
    SPOILER (click to view)
    Lucy; QwQ a duras penas pero soy un cactus, no morire muajajajajaj waaaah feliz año! X3 espero te guste el capitulo <3




    GRACIAS POR LEER Y COMENTAR
    LOS AMODORO CHINGOS

    HASTA MAÑANA

    PD: Kaito podrá aparentar ser maduro, pero no a dejado de ser un "niño" jugando a ser adulto en un mundo para el que aun no está preparado. Ojito Ojito
     
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    Aprendiendo Yaoi
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    Esto es genial, gracias tu fic a animado mi año literalmente jeje gran capítulo
    :) feliz año
     
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    Iniciad@

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    Omg ame este fic por favor actualizar me lo e leído en un día omg 🥰🤩 len mi pobre bebé a sufrido demasiado 😭😭😭 ese come helado kaito tiene que cuidar bien de len, me encanta como rin de alguna manera protege a len esta historia es genial y tu manera de escribir wuo en fin gran capítulo

    Ps: aquí recordando viejos tiempos con historias de vocaloid kailen más que nada y me encontre con esta obra maestra perfeccion jeje 🥰
     
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    Mi avatar, wacha ^^
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    Un triste recuerdo

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    Fukase: *Muestra que tiene un lado humano*
    Yo, recién titulada de psicología: Me vale verga puñeton, me vale verga, todo pendejx

    Bueno la verdad sí me da un poco de curiosidad ver con qué mamada salen, dinámica estúpida pero necesaria para la trama, los odio, pero no tanto como odio la necesidad de Kaito de ser pendejo por el bien del guion, gracias Gumi por reunirlos, al imbécil nunca se le habría ocurrido ;_;

    Menos mal no se cumplió lo que temía, ahí si me les voy mundo cruel, me andaba quedando sin alma en el cuerpo

    Que bonetos los hermanos, hay que cuidarlos, rezar que ambos sigan vivos y con algo de salud mental al final :,)
     
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73 replies since 4/8/2017, 07:12   3393 views
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