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Kaoru Asahina.
Yaoizando al mundo
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Ya se que dije que no abandonaría de nuevo, hubo y de hecho aún tengo bastantes problemas que me impiden actualizar como quisiera pero aquí sigo con vida
CAPÍTULO 2 de 3
Kirishima no podía creer su mala suerte pero estaba seguro que lograría un gran avance en la relación con el ojiazul si obtenía un gesto más amable de su parte.
Aquella idea lo obsesionó los días posteriores, llegó al punto de arrebatarle cualquier cosa a su pareja pero nada le daba la satisfacción que buscaba.
Tal vez lo mejor sea que deje en paz a Takafumi- se decía el mayor mientras esperaba el ascensor- quizás podamos...
Pero sus palabras fueron interrumpidas por una escena que lo dejó sin palabras y es que Isaka estaba recargado en una de las paredes del elevador abrazando con las piernas la cintura de su secretario mientras el castaño lo besaba en el cuello.
Zen no deseaba interrumpirlos pero recibió una seña del ojiazul para que los ignorara, el rubio tenía mucha prisa pues la reunión empezaba en dos minutos así que no le quedó opción que subirse y sentir envidia de nuevo por cómo era tratado Isaka por su pareja, unos segundos antes de detenerse el ascensor ambos habían empezado a quitarse la ropa y al bajarse Kirishima, detuvieron el elevador.
Aquella escena no salía de la cabeza de Zen, que prefirió tomar otro elevador que no estuviera ocupado- Si Isaka san lo logró, yo también puedo.
El rubio se fue directamente al departamento de ventas a buscar a su pareja pero ahí le dijeron que estaba por salir de una reunión muy importante.
Buscó como loco la sala de juntas hasta que vio al azabache saliendo de la misma, iba solo y malhumorado, una combinación fatal para su propósito pero aún así quiso intentarlo.
Tomó del brazo al menor y lo jaló hasta una sala vacía- Te ves muy cansado mi osito gruñón
El ojiazul arqueó una ceja- Mira Zen; en primera, nunca vuelvas a llamarme osito y j en segunda, no estoy para tus juegos así que déjame salir
Espera Takafumi- se arriesgó a robarle un beso fugaz- Quiero pedirte algo
El mayor había tomado sus manos entre las de él y lo puso un poco nervioso- Ya dilo Zen, pero que no sea una tontería
Kirishima vio su oportunidad y la usó, se acercó lentamente al oído del menor y le susurró- Hagámoslo aquí y ahora
El azabache tardó un poco en reaccionar- No se lo que te está pasando pero es urgente que busques ayuda
Se notaba que la idea era tentadora para su amante y Yokozawa sabía que debía huir antes que éste lograra concretarla aunque si lo dejó pensando en varias cosas..