Nuestra Realidad

¿Cómo sería el encuentro entre los personajes de Inazuma Eleve la línea original y la línea de Orion?

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  1. kaoru16
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    Estoy aprendiendo a conocerme. Ya toque fondo y solo me queda subir.
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    en mi cama con mi pingüino de peluche llamado Kido *-*

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    Ignorantes a los dos espías fuera de la habitación, estaba Kido tratando de quitar a Fudo de su cama. Pero el mohicano parecía gato clavando las uñas en la cama.

    - ¡Suelta las sábanas! – lo jaloneaba de la camiseta Kido.

    - ¡Oblígame!

    - ¡Eso intento! – esto de jalarlo por la ropa no estaba funcionando, hasta escuchaba las costuras ceder, pero nada con Fudo.

    - ¡Esto es maltrato a parejas!

    - ¡Tu y yo no somos pareja! – pasando al plan B, lo tomó del tobillo derecho, pero Fudo sostuvo la cabecera de la cama.

    - ¡Claro que sí! ¡Eres mi novio!

    - ¡¿QUÉ?! – de la impresión lo soltó.

    Fudo se alarmó al escuchar el golpe que se dio Kido contra el piso. Inmediatamente se paró de la cama y corrió a socorrerlo.

    - ¡¿Estás bien?! – el ojiverde no había caído en cuenta de que seguía gritando.

    - ¿Q-qu-qué dijiste? – balbuceó Kido, veía a Fudo incrédulo, como si fuera una especie de alíen o algo así.

    - ¿Te quedaste sordo? – ahora era Fudo el que miraba raro a Kido – Te he preguntado si estás bien.

    - ¡Eso no tarado, lo que dijiste antes! – Kido juraba que Fudo elegía estratégicamente los mejores momentos para jugar con sus nervios.

    -¡Ah! – Fudo por fin entendió - Dije que eres mi novio.

    - Tu y yo no somos no-novios. – hasta nervio le daba al de rastas decir la palabra.

    - Claro que sí.

    - Claro que no. ¿Cómo no voy a saber que estoy saliendo contigo?

    - Ese es muy tu problema si acabas de enterarte.

    - Y según tú – Kido quería golpear al idiota de su aparentemente novio - ¿Desde cuándo estamos saliendo?

    - Desde que nos besamos.

    - ¿Disculpa?

    - Voy a creer que el golpe de verdad te ha dejado sordo. – Fudo estaba de lo más divertido con Kido rojo del enojo – Desde que nos be-sa-mos.

    - Tú me besaste. – le recriminó.

    - Tampoco te negaste.

    - ¡No me dejaste opción!

    - Y te vi poner mucha resistencia – le recordó con sarcasmo – sobre todo cuando te aferraste a mí.

    - Iba a caerme, no es como si de verdad quisiera hacerlo.

    - ¿Por qué no admites que te encantó mi beso? Y nos ahorramos todo este teatro que estás montando.

    - ¡No voy a admitir nada! – Kido pareció volver en sí y parándose ofendido siguió sus reclamos - ¡Porque tú y yo NO estamos saliendo!

    - Sigue creyendo eso, porque hasta no demostrar lo contrario sigues siendo mi novio.

    - ¿Qué diablos te hace creer que aceptaré eso tan fácil?

    - ¿No te has dado cuenta verdad? – la cara de Kido fue suficiente respuesta para diversión de Fudo – Has renegado que no somos novios, pero no has tratado de terminar conmigo. Ni siquiera has dicho que no te gusto.

    -... -

    - Así es que querido novio mío – le remarcó la palabra sabiendo que había ganado – ya que creo que debemos pasar tiempo de calidad juntos, me tendrás por aquí un rato.

    - ... -

    - Tu sigue procesando la información, yo iré a espantar los dos fisgones que tenemos en la puerta y buscaré hielo para tu cabeza, de seguro te sale un chichón.

    Kido quedó ahí parado viendo a la completa nada. ¿Él quería ser novio de Fudo? Buscaba alguna negativa en su cabeza, pero no había ninguna queja. Las pocas que encontró él mismo se encargó de deshacerlas.

    Por su lado Fudo abrió de golpe la puerta esperando encontrarse a "Kazemaru" y a "Kido", pero se le habían escapado.

    Bueno, mientras no los molestaran no le tomaría importancia. Salió del cuarto dejando a Kido solo y bajó las escaleras para buscar hielo y algún trapo o algo para la cabeza de su novio.

    Sin quererlo sonrió al repetir esa palabra en su cabeza, era mínima la sonrisa, pero ahí estaba esa pequeña curvatura al final de sus labios.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    -¡Funciona! – gritaron emocionados Canon y sus bisabuelos.

    Ellos junto a Baddap, Goenji, Someoka y el trio de Fubukis, observaban impresionados el campo celeste claro cubrir el orfanato.

    Si parecía funcionar, hasta que el campo se tornó azul oscuro y comenzó a oscurecerse hasta que desapareció.

    Se escuchó una exclamación general de desánimo. Pero Baddap que era el encargado de hacerlo funcionar, se veía tranquilo.

    -Primera prueba fallida. Se debe modificar durabilidad y...

    El peligris murmuraba las modificaciones que debían realizarse, Goenji lo escuchaba atento, pensando en la ayuda que podría brindarle y Canon miraba orgulloso a su novio. Baddap no era expresivo, pero era perseverante.

    Sabía que ese primer intento solo era el comienzo de un proceso de pruebas y errores hasta lograr el objetivo.

    -¿Necesitas ayuda? – le ofreció esperando que aceptara y ambos pensaran en soluciones. Pero se llevó una sorpresa.

    - Negativo, eres un distractor para mí. Goenji me asistirá.

    Hasta el nombrado se sorprendió por la respuesta, ni decirles Canon. El peliverde pareció meditarlo un momento antes de responder algo, pero al final entendió lo que quería transmitirle su novio.

    -Está bien. Pero luego debes invitarme a un helado.

    - Copiado.

    Los presentes no sabían si enternecerse o analizar esa relación. Definitivamente los opuestos se atraen y esos dos eran buena prueba de ello.

    Sin saberlo la parejita derivó los pensamientos de los presentes a diferentes personas.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Goenji disimuladamente observó a cierto peliplatinado que veía enternecido la escena. Hasta que notó que Atsuya lo pilló mirando a su hermano de esa dimensión y le sacó la lengua. Rápidamente apartó sus ojos por la vergüenza de ser descubierto. Internamente se sintió algo mal, porque Baddap el MUY inexpresivo exsoldado, la personificación de las carencias de emociones, lograba demostrarle en pocas palabras sus sentimientos a Canon. Y él no lograba mucho más avance con Fubuki... es decir, habían dormido juntos y abrazados, pero Kido gritando había arruinado el momento y como ahora Fubuki se la pasaba pegado a Atsuya y "Shiro", era casi imposible encontrarlo solo.

    Era momento de ponerse en las pilas y generar acercamientos más directos... o recurrir al desesperado plan de pedirle consejos a Baddap.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Shiro" por su parte miraba a cierto pelirosa, recordando al "Someoka" de su línea de tiempo. No lo malentiendan, eran amigos y nada más. Muy buenos amigos de hecho, habían forjado su amistad entre los entrenamientos y las conversaciones estratégicas para el progreso del equipo.

    El pelirosa es un joven disciplinado y bastante maduro. Al inicio había llegado al equipo como parte del comité de reforzamiento, diciendo que venía a incrementar el nivel. Siendo honesto no le parecía la gran cosa, hasta recordaba que Atsuya lo había nombrado como "El Tirano", porque llegó imponiendo entrenamientos y cambiando la rutina del equipo. Sobre todo, se enfocó en la actitud de Atsuya.

    Aquello se le hiso incómodo al inicio, muy literalmente era la primera persona que se atrevía a poner en su lugar a su hermano sin llegar a los golpes. Porque sí, había una larga lista de personas en Hokkaido... y posiblemente fuera de Hokkaido... que deseaban resolver uno que otro problema con el menor utilizando la violencia.

    Pero "Someoka" nunca perdió el temple, de alguna manera muy bizarra y aún incomprensible para él, su gemelo había comenzado a respetar y reconocer a "El Tirano".

    Pensándolo un poco, posiblemente fue aquello lo que los acercó, a veces y solo a veces, "Shiro" necesitaba un hombro en el cuál apoyarse y desahogarse, amaba a su hermano... pero en ocasiones también quería matarlo. Y era precisamente eso lo que evitaba que tuviera amigos con los que compartir su frustración, porque todos comenzarían a hablar mal de su hermano... ese tampoco era su objetivo. "Someoka" lo escuchó pacientemente cuando lo necesitaba y a veces hasta le aconsejaba cómo tratar de corregirlo, incluso llegó a regañarlo él mismo cuando "Shiro" no podía más. Y esa amistad brindada, apoyo y comprensión, fue lo que comenzó a crear sentimientos. Sentimientos que no deberían estar ahí, porque nunca hubo señales para algo más, pero en el corazón no se manda.

    Y ahora era tan extraño ver a una persona igual a su platónico, pero que técnicamente no era la misma persona de la que gustaba, parado a pocos metros de él y ser tan diferente, porque este Someoka sí había peleado con Atsuya hace apenas unas horas atrás.

    Suspiró, como si aquello liberara un poco los sentimientos que no podía compartir con nadie. Porque si de algo estaba seguro, es que ni loco le diría eso a Atsuya.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Shiro por su lado se hiso el desentendido, como si no hubiera notado la penetrante mirada de Goenji y aún menos la mueca que hizo Atsuya. Él sabía que tenían química, tampoco es que fuera ciego. Con pequeños actos Goenji había demostrado su interés hacia su persona y él no es que se hiciera el difícil. Pero parece que iban a pasos de tortuga. Tampoco es que fuera un aventado e iría a reclamarle a Goenji sobre sus muy lentos intentos de cortejo, pero hacía falta algo de motivación.

    Pensando que "nadie te comprende mejor que tu mismo", se le ocurrió comentarle de su inexistente relación con Goenji a "Shiro" y Atsuya. Con suerte esos dos le darían un consejo.

    Tratando de no mirar a Goenji, se enfocó en su igual y notó las leves miradas que le dirigía a Someoka...

    ¿Existe un "Someoka" en la otra línea de tiempo?

    Sus pensamientos sobre Goenji tomaron un segundo plano, por la curiosidad de aquellas miradas.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Atsuya quería reírse. Sus hermanos eran dos completos casos perdidos, es que eran tan obvios que solo les faltaba un letrero sobre sus cabezas.

    "Shiro" cree ciegamente que nunca notaría el interés que le tiene a "Someoka". De verdad su gemelo había pensado que lograría ocultarle aquel "secreto" a la persona que ha estado con él desde antes de nacer.

    Inicialmente pensó en decirle que no se esforzara tanto en ocultar lo obvio, pero luego de mediarlo con la almohada, prefirió no decir nada. Esperaría paciente hasta que el mayor le confiara su secreto.

    Ahora estaba también su otro hermano mayor de otra dimensión. No es que fuera difícil notar la cara de felicidad que tenía Shiro durmiendo entre los brazos de Goenji. Habría que estar ciego para no notar que junto al goleador de fuego su hermano se sentía seguro y protegido. Por más que todos creyeran lo contrario él JAMÁS se opondría a la felicidad de sus hermanos. Tampoco es que dejaría vía libre tan fácil, por lo menos con "Someoka" se encargó de retarlo bastante y ponerle una que otra traba en el camino, el pelirosa le demostró ser digno se su hermano. Ahora solo debía vigilar a este Goenji, pero por lo que había visto, no era mala pareja para su hermano.

    Quizás era buen momento para cortar con los pensamientos de Atsuya, pero hay un pequeño secreto, muy bien oculto por debajo de los buenos deseos hacia sus hermanos.

    A Atsuya Fubuki le gustaba alguien... pero este secreto está tan bien atesorado, que el nombre no saldrá a la luz.

    Lo siento, no se puede contar el trasfondo de aquella persona, porque se delataría rápidamente. Pero si les puedo contar la razón por la que el menor guarda tan celosamente esto, porque nadie lo notaría, incluso al haber convivido bajo el mismo techo al viajar a esta dimensión, el motivo del misterio es "Shiro".

    Atsuya guarda celosamente sus sentimientos hacia aquella persona, porque conoce a su hermano. Muchos creen que el único que tiene complejo de hermano siendo un celoso compulsivo es el menor de los "Fubukis", pero aquello no es más que una falsedad muy disimulada.

    El que tiene un verdadero complejo de hermano en realidad es "Shiro", porque sí, los hermanos mayores suelen ser mucho más celosos del cuidado de los menores.

    Por eso aquello debía ser un secreto, porque "Shiro" podría llegar a poner sus manos en el cuello de aquel chico... y eso sería una gran tragedia.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Endo" tenía una sonrisa de tristeza, miraba a su bisnieto convivir con su novio y no podía evitar pensar en Sakanoue. Su pequeño pupilo, se había metido rápidamente en su mente y corazón. No había pedido permiso a nadie, solo se instaló en su alma y no había hecho amagos de salir.

    Él como capitán y ganador del Futbol Frontera, estaba acostumbrado a recibir halagos por aquel titánico logro, de llevar a un equipo formado de cero hasta la victoria. Aún sentía vergüenza por tanto cumplido, pero en cierto punto se acostumbró al cariño y emoción de las personas.

    Sakanoue había sido el primero en darle la bienvenida cuando lo vió llegar, estaba emocionado de conocerlo, aún más al unirse al equipo del Tonegawa Tousen, construyeron los cimientos del equipo y poco a poco lo hicieron crecer. No eran profesionales, pero el entusiasmo del menor le hizo a él mismo creer que no había imposibles.

    Y eso era lo que pensaba ahora... que era imposible que aquel ser tan lleno de carisma estuviera en quién sabrá qué parte de alguna dimensión o línea de tiempo.

    Sakanoue era un pequeño tesoro en bruto que se prometió cuidar y cultivar, quería ver al chico crecer como jugador. Para él era un compañero de equipo muy especial, así como lo eran "Goenji", "Kido" y "Kazemaru". Lo consideró un buen amigo... hasta que el chico se lanzó.

    Muy literalmente se lanzó a sus labios, la noche antes de enfrentarse al Raimon, el chico lo había besado, pidiéndole que no dijera nada hasta que ganaran el partido contra su antiguo colegio. Que con la victoria tendría algo que decirle.

    Y "Endo" deseó fervientemente que ese partido lo ganaran, porque él quería escuchar aquello que el menor guardaba.

    Ya sabemos el resultado del partido, el Raimon salió victorioso y Sakanoue le dijo a "Endo" que no se sentía digno de contarle aquello, porque aún no podía pararse junto a él con la frente en alto. Quiso protestar y decir mil cosas, incluso cosas que él mismo no terminaba de entender pero que tenían nombre y apellido, Sakanoue Noboru.

    Con la selección del FFI, hubo una nueva oportunidad, pero esta vez sería al contrario. "Endo" le dijo a su pequeño pupilo que cuando ganaran el mundial, tenían que hablar. Todo esto también con la idea de presentárselo a sus más cercanos amigos... no falta explicar que aquel plan se fue al traste. Luego del ataque al estadio, viaje a otra dimensión, secuestro...

    Solo podía pedir que alguna deidad cuidara al menor, hasta que lograran rescatarlo... porque personas como Sakanoue, jamás deberían dejar de sonreír.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Luego estaba Endo... si alguien estaba volviéndose loco, era el pobre Endo. Literalmente su bisnieto llegó del futuro para decirle que tenía tres bisabuelas...

    Si alguien se hubiera tomado el tiempo de hablar con Goenji, el goleador explicaría con toda su serenidad que el amado capitán bateaba para otra liga. Pero Shuuya Goenji, no solo era el delantero estrella del Raimon y de Inazuma Japón, también era el mejor confidente que pueda existir.

    Goenji en más de una ocasión se había trasnochado escuchando a Endo parlotear sobre aquel defensa que le robaba los pensamientos. Pero si Goenji lograra ponerlo en palabras, fue un largo, muy largo, camino para que Endo sumara dos más dos...

    Porque sí, el capitán nunca puede hacer las cosas normales, Endo va por todas o nada. Una tarde comenzaron a hablar sobro cómo iba mejorando el equipo, hasta que nombraron a Kazemaru y Endo olvidó que existían más jugadores, parloteó sobre lo grandioso que era el defensa hasta entrada la noche y si no fue porque Goenji muy educadamente lo mandó a dormir, pues los agarraba el amanecer hablando del chico.

    Y así como esa tarde, vinieron muchas más en las que Endo hablaba sobre las virtudes de Kazemaru. Los estudios, su personalidad, comportamiento, determinación... hasta ahí todo bien.

    Luego vino una extraña etapa de celos, habían desarrollado la técnica combinada Pájaro de Fuego, al inicio lo que fue un logro en conjunto, terminó siendo un dolor de cabeza para el goleador. Endo comenzó a celar, sin notarlo, a Kazemaru de él. Si los veía conversando llegaba inmediatamente a unirse. Hasta un día que colmó el vaso, porque decidió llevarse lejos a Kazemaru con la peor escusa que logró encontrar... Hacer los deberes.

    Eso conllevó a una larga conversación, sobre Kazemaru y él. Explicándole que SOLO eran amigos y compañeros de equipo, que entendía que Kazemaru le gustaba, pero eran exagerados sus celos...

    Endo entró en crisis. Porque a él no le gustaba Kazemaru supuestamente. Endo estaba en negación y Goenji se preguntaba si debía considerar ser psicólogo en vez de doctor o futbolista.

    Por alguna razón Endo llegó a la conclusión de que Goenji estaba errado y aquello solo eran celos de amigos normales... y volvió a las eternas conversaciones sobre lo grandioso que era Kazemaru, Shuuya simplemente decidió esperar a que Endo cayera en cuenta de la realidad...

    Podía aguantar escuchar a Endo hablar y hablar sobre Kazemaru o solo fingir que escuchaba...

    Entonces comenzaron los momentos incómodos, porque ya no solo hablaba de cualidades de Kazemaru, el capitán por inocencia o quizás desconocimiento... o las malditas hormonas en palabras de Kido... empezó a resaltar otras cosas, su cabello, sonrisa, mirada... hasta que le empezó a detallar a Goenji cosas que notaba cuando estaban en los vestidores, y hubo que darle una tarjeta roja al capitán.

    Fue necesaria una intervención para explicar que no estaba bien acosar de esa manera a Kazemaru... que ni cuenta se había dado... a lo que Endo se escandalizó, porque aquello no era acoso, él solo cuidaba de los jugadores del equipo, o alguna escusa barata que Endo dijo en el momento.

    Logró convencerlo de que reconsiderara que cualquier persona que se estuviera cambiando se sentiría incómoda de notar que es observado bajo esas situaciones... una charla con Kido después lo entendió. Si, porque a este punto Shuuya Goenji tuvo que pedir ayuda, porque él no iba a lidiar solo con los descubrimientos emocionales y hormonales de Endo. No culpaba a sus padres por no darle alguna charla explicativa sobre abejas y semillas, cualquiera pensaría que Endo tiene la cabeza llena de fútbol, pero no era tan así.

    Lo peor era ver como Kazemaru jamás notaba como Endo se le quedaba viendo embobado... o cómo se le quedaba viendo en los vestidores...

    Pero volviendo al punto inicial, fue un muy, MUY largo camino, hasta que el capitán por fin aceptó sus sentimientos hacia el velocista y por suerte, estos dejaron de ser celos infantiles y hormonas desatadas, para convertirse en un querer mucho más maduro.

    Que Kazemaru abandonara el equipo y reapareciera como capitán de los Emperadores Oscuros, fue un duro golpe de realidad para Endo. Porque querer no solo significa poner a la persona en un pedestal. Querer a alguien implica cuidarlo, comprenderlo, aceptarlo con defectos... y en casos como este, salvarlo de él mismo.

    Endo comprendió tras ese partido que su querer no podía cegarlo, porque eso haría más mal que bien.

    Kido y Goenji, observaron orgullosos como ese amor infantil y revolucionado, se volvió en algo mucho más realista y menos fantasioso.

    Luego del FFI, Endo tenía planeado declararse a Kazemaru, Kido dijo que quizás sería mejor darle primero señales más directas sobre su interés romántico, pero Endo prefería mantener la sorpresa...

    Los sorprendidos fueron ellos con personas de otra dimensión y un golpe de realidad con un bisnieto.

    ¿En qué estaba pensando su yo adulto?

    Él ya había encontrado a su persona especial, no necesitaba a nadie más.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    La luz estaba apagada y Kogure esperó pacientemente por el rubio. Cuando notó la relajada respiración, se bajó de su cama y suavemente caminó hacia la cama de su compañero.

    -Afuro – susurró - ¿Está despierto? ¿Puedo pintarle la cara?

    Un suave silbido como de exhalación fue su respuesta. Aquello fue la señal que necesitaba el de menor estatura para proceder.

    Comenzó a rayar la cara del durmiente rubio y cuando quedó satisfecho, regresó a su cama. Ya apreciaría en la mañana su obra de arte, porque en medio de la oscuridad no pudo hacerlo...


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Estaba tranquilamente desde su ventana observando la noche estrellada. Era increíble todo lo que había ocurrido en una semana. Pero no se quejaba, de nada serviría enojarse y reclamar un: ¿por qué a nosotros?

    Él prefería ir de frente ante los problemas y eso era precisamente lo que estaban haciendo.

    Unos desesperados golpes en su puerta lo sacaron de sus divagaciones.

    - ¿"Kazemaru"? – se sorprendió de encontrarlo a esas horas... bueno, realmente se sorprendió de verlo agitado, sonrojado hasta las orejas y con cara de perro arrepentido a esas horas.

    - ¿Tienes tiempo para hablar con un amigo?

    - Siempre tengo tiempo para ti, pasa. – se hizo a un lado dejándolo entrar a la recámara y cerrando la puerta tras él.

    Kazemaru se sentó en la esquina de su cama y "Goenji" tomó lugar junto a él, esperaba que el peliceleste diera el primer paso, pero el chico parecía tan metido en sus pensamientos que "Goenji" llegó a creer que se había olvidado de él.

    - ¿Todo en orden? – se decidió a preguntarle por fin.

    - Si... no... no sé – se lamentó al final.

    - ¿Quieres contarme? – le animó a hablar o nunca llegarían a nada.

    - Me gusta "Fudo"... - susurró aquello que lo atormentaba.

    - Eso ya lo sé y tú también lo sabes, no veo el problema.

    - Es que creo que me gusta más que solo gustar... - "Kazemaru" sabía que tenía un lío en la cabeza, que no podía expresar y rogaba porque "Goenji" entendiera – y creo que yo también le gusto...

    - "Kazemaru", Fudo se encargó de aclararle a ambos equipos y a ti incluido, que "Fudo" gusta de ti. Sigo sin ver el problema de que ambos se gusten.

    - Es que el problema no es que yo le guste... - trató de explicar desesperado – el problema es que yo le gusto más de lo que creía.

    "Goenji" de verdad quería ser un buen y comprensivo amigo, quería ayudar al velocista con su problema, pero "Kazemaru" no se lo estaba poniendo fácil.

    -No te entiendo. – por fin se resignó a decirle, él no era adivino ni vidente.

    - Escucha...

    Kazemaru comenzó a relatarle lo que había pasado hace apenas unos momentos.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Apenas notaron que Fudo se encaminó hacia la puerta, ambos espías se alarmaron. Su primer instinto fue escapar, pero tenía que ser rápido, así es que "Kido" puso en marcha lo primero que se le ocurrió.

    Jaló a "Kazemaru" hacia la habitación frente a la que espiaban. Abrió sin tocar y solo empujó al velocista, mientras él entraba detrás y cerraba la puerta.

    "Kido" pegó la oreja contra la madera escuchando a Fudo salir al pasillo y luego alejarse lentamente. El estratega suspiró más relajado de no ser descubiertos y cuando volteaba para avisarle a "Kazemaru" que ya no había peligro se encontró con una escena bastante inesperada.

    Primero que todo, estaba Haizaki al fondo de la habitación viéndolo sorprendido, no solo por entrar sin tocar, sino porque resultó que ambos dueños de la recámara se estaban cambiando para ir a dormir en el momento de la interrupción.

    Haizaki estaba sin camiseta y con el pantalón a medio poner, el de cabellera gris tenía una pierna alzada sin terminar de meter el pie en el short.

    Cuando notó los paños menores el color de sus ojos fue el mismo que adornó su rostro. Kido sin querer, o tal vez queriendo, escaneó el cuerpo de su pupilo fascinándose por la vista y escandalizándose por sus propios pensamientos.

    Ok, admitía que fue mala idea entrar sin tocar y más aún, entrar precisamente a ESA habitación. Debía tomar a "Kazemaru" y salir de ahí...

    Espera...

    ¿Dónde está "Kazemaru"?

    Con un rápido escaneo, lo encontró, llevándose la segunda sorpresa.

    .

    .

    .

    "Kazemaru" estaba mudo. Su cerebro había dejado de funcionar en el mismísimo instante en que "Kido" lo arrojó ahí dentro.

    Porque solo a "Fudo Akio", se le ocurría cambiarse frente a la puerta de un cuarto sin antes trancar. A diferencia de Haizaki, el ojiverde tenía los pantalones puestos pero desbrochados y no llevaba camiseta.

    Y ahí fue a parar él, estaba sobre el solitario rebelde a apenas sosteniéndose de sus brazos para poner algo de distancia entre ambos, pero no hizo intento por levantarse de dónde estaba.

    "Fudo" lo veía sorprendió desde su posición, claro si el chico que te gusta te cae del cielo, pues tu solo agradeces y no te quejas. Pero o el golpe lo atontó o "Kazemaru" sonrojado sobre él lo hizo.

    Se olvidaron completamente del otro dueño de la habitación y del espía que arrojó a "Kazemaru" a esa situación. Porque ahí estaban los dos viéndose embobados y con los corazones acelerados.

    "Fudo" movió las manos hasta las caderas del velocista haciendo algo de presión y ese fue el detonante del verdadero caos.

    La pequeña presión extra le permitió sentir al peliceleste la dureza de "Fudo", un suave jadeo se le escapó entre la sorpresa y posiblemente su propia excitación.

    Se paró alarmado, con la idea de salir de ahí a toda costa... el precio a pagar de ese "a toda costa" fue quitar a "Kido" del camino hacia la puerta. Quizás eso último con demasiada fuerza, porque terminó arrojando al estratega sobre "Fudo" que aún seguía en el piso. Claro que esta vez no tuvo la misma suerte que con "Kazemaru".

    El de rastas cayó con una rodilla por delante dándole en el orgullo que tenía parado por cierto velocista.

    "Kazemaru" fuera de la habitación solo escuchó la maldición que soltó "Fudo", las excesivas disculpas de "Kido" y a Haizaki preguntándole a "Fudo" si quería hielo....

    Corrió directamente a la habitación de "Goenji" después de eso, porque no podía regresar tan agitado a la propia.

    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Goenji" estaba seguro de que podía vivir sin saber lo contento que se ponía "Fudo" por tener a "Kazemaru" sobre él, pero su amigo se veía tan desesperado, por un problema que aún no entendía, que no quería terminar de desanimarlo.

    -Yo sabía que le gustaba a "Fudo" – comenzó a explicar lentamente – pero no pensé que sería tanto, como para provocar eso...

    - Quieres decirme que no pensantes que "Fudo" gustara lo suficiente de ti como... para... ¿excitarse?

    - ¡Sí! – el peliceleste se tomó la cabeza desesperado – Pensé que solo era un capricho al inicio. Luego entendí que sí era en serio... pero eso...

    - Es completamente normal, sentirse así por la persona que nos gusta "Kazemaru". Dudo mucho que "Fudo" sea el primer ser humano al que le pasa eso.

    - Ya lo sé... - era frustrante no poder poner en palabras lo que pasaba por su cabeza.

    - ¿Te asustaste?

    - ¡No! – se apresuró a contestar – No... yo no le temo a "Fudo".

    - No "Kazemaru" – lo corrigió el goleador - ¿Te asustó tu propia reacción ante "Fudo"?

    - ... - se tomó un momento para meditar sy respuesta - Me sorprendió... es extraño, nos hemos cambiado tantas veces y nunca ha pasado nada así.

    - Las cosas son diferentes, estaban muy cerca. – recalcó lo último. – Trata de verlo por el lado positivo, de verdad le gustas.

    - Si noté lo feliz que estaba conmigo...

    - No seas pesimista. Ustedes se quieren solo que deben hablar claramente las cosas.

    - Parece que él quiere hacer algo más que hablar... - "Kazemaru" estaba cerrado a entender razones.

    - Eso fue un accidente. No ha pasado nada más, no te rompas la cabeza por una reacción corporal. Incluso es normal querer hacer e imaginar ciertas cosas con la persona que nos gusta... Además, con lo último que me dijiste lo más probable es que tenga algo más que solo el orgullo herido por la escapada que montaste, no creo que le queden muchas ganas de hacer algo más.

    - No podré verlo a la cara nunca más... ni a "Kido". – ya más relajado ambos comenzaron a reír, no podían hacer más.

    - "Fudo" tiene suerte de tenerte, deja que las cosas entre ustedes se den natural. No te preocupes pensando en cosas que aún no han pasado.

    - Gracias "Goenji" eres un gran amigo.

    Continuará...

    EXTRA - Haruna




    Haruna estaba seriamente preocupada por los equipos, no precisamente porque están en medio de una guerra contra el futuro o por otras dimensiones, no nada de eso. La hermana menor de Kido está preocupada por la salud mental de estos chicos.

    Retrocedamos unas pocas horas para entender estos pesares.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Luego de finalizada la comida, estaban Haruna y Aki lavando los platos. Natsumi recibió una llamada de su padre y Fuyupe estaba acomodando sus pertenencias en la habitación que le correspondía del lugar.

    Las dos conversaban sobre cualquier trivialidad. Cuando a la cocina entraron ambos Midorikawas.

    - ¿Haruna? – llamó Midorikawa.

    - ¿Podemos hablar contigo? – terminó "Midorikawa"

    - Claro chicos – les regaló una sonrisa a ambos - ¿Qué necesitan?

    - Tu ropa – respondieron a la par.

    - ... - a Aki se le cayó un plato y Haruna solo se les quedó viendo sin aliento.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Luego de aquella extraña petición y conseguirles a los chicos algo de ropa de Fuyupe, porque obviamente ella no tenía otro cambio de ropa en el lugar. Haruna pidió explicaciones.

    En este momento se arrepentía de haber preguntado, pero solo los dejó ser. Hay personas que solo debemos aceptarlas como son, en lugar de tratar de entenderlas...

    Intentó no pensar en lo que esos dos peliverdes junto a Tsunami, Toramaru y Tachimukai estarían haciendo, porque ese era el combo perfecto para el desastre.

    Las chicas estaban por tomar un descanso en la sala del orfanato luego de terminar de limpiar la cocina, cuando vieron varios juguetes apilados en una esquina. Pensando que evitarían accidentes y ayudando a mantener el lugar ordenado comenzaron a acomodar los juguetes en estanterías y un baúl.

    Así las había encontrado Afuro cuando bajó a la sala.

    - ¿Necesitan ayuda? – ofreció al verlas tan atareadas.

    - Por favor. – aceptó Aki – No alcanzamos las repisas más altas y el baúl ya está lleno.

    - Un placer servir a tan encantadoras damiselas. – haciendo gala de su caballerosidad y modales, Afuro acomodó todo lo que le pidieron las chicas, que estaban encantadas de recibir algo de ayuda.

    - Muchas gracias Aphrodi. – le dijo Haruna.

    - No es ningún problema. – el rubio les regaló una sonrisa – Venía a pedirles un favor, si pueden ayudarme les agradecería.

    - ¿Qué necesitas? Aquí estamos para apoyar al equipo, más bien los equipos. – comentó con gracia Haruna.

    - A veces se nos olvida que ahora son dos, no es nuestra culpa que la mayoría de ellos sean los mismos jugadores. – se burló Aki.

    - Si es algo extraño. Agradezco ser el único yo por aquí.

    Las chicas se rieron algo nerviosas y evitaron mencionar que en alguna parte de Corea quizás estaba una copia de él.

    -Bueno cuéntanos – regresó Haruna al tema - ¿En qué podemos ayudarte?

    - Necesito una sandía... y maquillaje.

    Por segunda vez en el día, ambas chicas quedaron mudas. Por suerte ningún plato se quebró ahora.

    Les tocó llamar a Natsumi y pedirle maquillaje, por suerte la chica siempre cargaba un pequeño kit de emergencias con ella, Afuro le prometió devolverlo al día siguiente, asegurando que no gastaría muchas cosas.

    Natsumi había querido interrogarlo, pero Haruna ya con la experiencia más temprana de los Midorikawas, le rogó que no lo hiciera. Costó un poco convencerla, pero al final cedió y no preguntó nada.

    El rubio les agradeció la confianza y subió las escaleras de regreso a su habitación.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Para finalizar su día, estaban planeando el menú para el desayuno de mañana.

    -Podríamos comprar huevos y hacer un desayuno occidental. – sugirió Natsumi.

    - Eso suena delicioso. – Haruna parecía encantada con la idea.

    - Algo diferente de vez en cuando nos vendría bien a todos. – concordó Aki.

    - Creo que puedo hacer masa para pancakes, si me despierto más temprano tendré todo listo para cuando ustedes lleguen. – Fuyupe quería contribuir, sabiendo que sus tres amigas despertarían más temprano para hacer la compra.

    - Me parece perfecto, te lo encargamos Fuyupe. – le sonrió Aki y la pelilila le correspondió la sonrisa.

    Así las encontró Fudo cuando entró a la cocina. Las chicas guardaron silencio esperando que él dijera algo y luego de meditarlo unos segundos habló por fin.

    -Buenas noches. – fue el escueto saludo y pasando de largo sin esperar respuesta fue al congelador buscando hielo.

    Las chicas lo escucharon gruñir por lo bajo cuando encontró envases con comida congelada que no lo dejaban sacar la hielera.

    -Déjame ayudarte. – ofreció Haruna al ver que estaba matando con la mirada una bolsa de guisantes.

    Entre ambos sacaron lo justo y necesario para darle acceso al hielo.

    - ¿Puedo preguntar para qué necesitas el hielo? – comentó la de lentes al ver que Fudo buscaba un paño de cocina, la chica pensó que solo quería algo frío de tomar, pero eso quedó descartado.

    - No necesitas preguntarme si puedes hacer una pregunta, cuando ya la haz hecho. – Haruna no esperaba que le respondiera tirando pétalos de rosas, pero esperaba que no fuera tan... pedante – Pero si quieres saber, pues el hielo es para Kido. Se ha caído y se golpeó la cabeza.

    - ¡¿Mi hermano está bien?!

    - Creo que se está quedando algo sordo, pero estará bien cuando termine de procesar algunas cosas.

    - ¿Algunas cosas?

    - Si... - Fudo estaba por retirarse de la cocina con el hielo envuelto en un paño limpio, pero antes de salir se detuvo y le comentó a la chica – en algún momento te contará, gracias por el hielo... cuñada.

    Y con su tendencia de dejar a la gente sorprendida, Fudo salió de la cocina, no solo dejando a Haruna muda, sino también al resto de las managers que habían escuchado toda la conversación.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Las chicas habían tenido que tomar a Haruna y sentarla en uno de los sofás de la sala, porque la de lentes se había quedado viendo a la completa nada.

    -Por lo menos sigue respirando. – dijo medio en broma, medio en serio Aki.

    - Haruna, ten. – Fuyupe le puso un vaso entre las manos y no lo soltó hasta que se aseguró que la pelinegra lo sostuviera firme – Es agua, bebe un poco.

    - Me llamó cuñada... - murmuró la chica aún viendo algún punto fijo de la pared.

    - Eso dijo. – le confirmó Natsumi - ¿Estás bien?

    - Yo estoy bien...

    - ¿Estás preocupada por tu hermano? ¿Temes que esté con Fudo? – preguntó Natsumi con seriedad.

    Haruna lo medito un rato, el resto lo sintió eterno, pero finalmente dio el veredicto.

    -No estoy preocupada... de alguna manera creo que lo veía venir... Solo me tomó desprevenida. – la chica al final les sonrió, saliendo por completo de su burbuja de pensamientos.

    Iban a continuar la conversación, cuando Haisaki bajó a prisa las escaleras. Fue directo a la cocina, pasando junto a ellas e ignorándolas, se detuvo frente al congelador y al igual que Fudo un rato antes, maldijo la bolsa de guisantes.

    -Yo lo ayudo – avisó Aki, cuando vio que Haruna se iba a parar.

    Al igual que con Fudo un rato atrás, abrieron camino hacia la hielera.

    Haizaki tomó varios cubos y mientras Aki lo ayudaba buscando un paño límpio, lo comenzó a interrogar.

    - ¿Kido necesita más hielo? Fudo se llevó bastante hace poco.

    - Este no es para el Kido. – respondió el chico esperando impaciente – Es para "Fudo".

    - ¿Para "Fudo"?

    - Digamos que ha tenido un pequeño accidente con "Kido" por culpa de "Kazemaru".

    - ¿Accidente? – Aki no entendía por qué tanto misterio.

    - Créeme, no quieres saber.

    La peliverde iba a renegar, pero considerando el extraño día de peticiones que habían tenido. Prefirió no hacerlo, le haría caso a Haizaki y sería feliz viviendo en la ignorancia... así es que asintió levemente indicándole al peligris que no preguntaría más.

    Aparte de que, conociendo a los chicos, mañana todos sabrían los accidentes que ocurrieron hoy.

    -Listo, aquí tienes. – le pasó el paño con el hielo dentro.

    -Gracias. – con el recado en mano, Haisaki pegó carrera hacia arriba de las escaleras.

    Aki aprovechó para guardar de regreso las cosas al congelador y dejar la hielera a facil alcance... solo por si había más accidentados.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Todo esto nos lleva al inicio de la narrativa. Haruna estaba en su cama rememorando su día. Quizás no debería trasnocharse tratando de entender a los chicos. Ya había aceptado, que nunca los entendería... Pero su mente parecía querer recordarle todo lo que pasó hoy.

    También estaba lo que dijo Fudo, le tomó buena parte de la noche terminar de asimilar, el hecho de que Fudo Akio la llamara cuñada. No es que el chico fuera un príncipe azul, pero habría que estar ciego para no notar, como su hermano perseguía al chico y estaba muy al pendiente de él.

    Desde el FFI había notado que Kido tenía la tendencia involuntaria de "vigilar" a Fudo, para "evitar que hiciera cosas malas". Pero bastaban dos dedos de frente para saber que hace mucho Fudo dejó claro que no tenía "intereses malvados" y su hermano no había apaciguado su obsesión.

    Así es que Kido era un paranoico, que igual lo era, o gustaba de Fudo y aún no se había dado cuenta.

    Su hermano era muy listo dentro del campo de futbol, para los estudios y los problemas en general, pero lo que se refería a sentimientos sin lugar a dudas era su talón de Aquiles. Igual no es que era un completo desastre, Kido fácilmente podía entender cuando dos personas se gustaban, o si una persona X tenía interés en una persona Y... pero cuando se trataba de sus propios sentimientos, dejaba mucho que desear.

    Pero parece que Fudo fue más listo que su adorado hermano y colocó los puntos sobre las i.

    -Tengo un cuñado... - le dijo a la oscuridad de su cuarto. Al final se dijo que aquello no era malo.

    Si bien es cierto a ella no le gustaba el tipo de persona que era Fudo, también lograba entender que, si a él no le gustara su hermano de verdad, no la hubiera llamado de aquella manera.

    Pensando un poco más, comenzó a meditar en su otro hermano. "Kido" al contrario de Kido, no tenía una relación cercana con "Fudo", los chicos hablaban lo justo y necesario, eran dos compañeros de equipo nada más.

    Entonces aparecía Haizaki en la ecuación. Haruna no era tonta, tenía ese sexto sentido de reportera, que la guiaba a verdades que aún no salían a la luz.

    Si el instinto no le fallaba, a "Kido" debía gustarle Haizaki... y luego de ver como Haizaki había volado casi de un punto del comedor al otro para proteger a "Kido" de Fudo, estaba muy segura de que a su hermano de otra dimensión era correspondido.

    Pensó en ambos Kidos y al final solo sonrió, se alegraba por ellos. No hay sentimiento más llenador que el ser correspondido por la persona que quieres.

    Luego meditó un poco más y consideró que pasar mucho tiempo con Kageyama de seguro influyó mucho en su hermano. Porque parecía mucha casualidad que en dos líneas de tiempo diferentes a Kido Yuuto le gustaran chicos problemáticos, con difícil carácter, aires de grandezas y con miradas aterradoras.

    Es decir, su hermano era excéntrico, solo había que ver la capa y los googles para saberlo, pero que le gustaran chicos que casi podían compararse con demonios... pues era otro nivel de excentricidad.

    -Tal vez solo tienen complejos de domador de bestias o algo así...

    Fue lo último que razonó antes de que la invadiera el sueño. Se hizo una nota mental de tener una conversación con sus dos hermanos y la falta de confianza para contarle a ella que les gustaba un chico.

    Continuará....
     
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