Aprendiendo Yaoi
- Group
- Member
- Posts
- 468
- Status
- Online
|
|
Capítulo 282: Almorranas Sangrantes
- Papi, Coco me ha destrozado los calcetines- dijo Chihiro con cierta tristeza y Haruki suspiró.
- No se lo tengas en cuenta, es muy pequeñita- le dijo Haruki-. Te compraremos más, ¿de acuerdo?
- Vale, papi.
- Tener un cachorro en casa puede ser duro, al fin y al cabo es un bebé- dijo Haruki.
- ¿Será duro cuando Reiko tenga el bebé?- preguntó Chihiro-. Van a vivir aquí, ¿no?
- Te aseguro que te molestará menos que Coco- dijo y su hija sonrió.
- ¡Hiro! ¡Hiro!- se escucharon los gritos de Aki-chan desde el pasillo. Se asomó a la sala y, al no ver a su hermano allí, subió corriendo por las escaleras.
- Cuidado, Aki-chan, te puedes hacer daño- le dijo Misa-chan, quien bajaba las escaleras con su nueva perrita en brazos.
- ¡Misa, no hagas planes para el viernes!- exclamó feliz y se metió en el dormitorio de Hiro-chan sin llamar-. ¡Hiro!
- Llama antes de entrar, a mí edad se necesita mucha privacidad, Aki-chan.
- Hiro, vamos a tocar en un concierto- anunció Aki-chan y su hermano abrió los ojos sorprendido.
- ¿¡Qué!? ¿De teloneros? ¿De quién? ¿De los Arctic Monkeys?
- Hiro, ¿cómo vais a ser teloneros de los Arctic?- preguntó Misa-chan apoyado en la puerta, todavía cargando a la perrita. El escritor había acudido por mera curiosidad.
- Soñar es gratis, Misa.
- ¡Nos he inscrito en un concurso de música! Lo organiza la asociación de la urbanización de los yayos- dijo Aki-chan tendiéndole un folleto.
- Vaya bajón...- murmuró Hiro-chan leyendo aquel papel-. Aki-chan, es de música infantil, nosotros hacemos rock. Además, pone que la edad es de diez a catorce años. Yo tengo veintidós y nuestro bajista veintiséis.
- Pero yo tengo doce, así que podemos participar, lo he preguntado.
- No sé, Aki-chan...
- Por fa, Hiro, me hace ilusión dar un concierto de verdad- dijo Aki-chan-. Lo único que hacemos es ensayar.
- Eso es cierto, algún día tendrá que debutar Almorranas Sangrantes- comentó Misa-chan y Hiro-chan suspiró.
- ¿Te hace mucha ilusión?
- Muchísima, Hiro.
- Está bien, participaremos en el concurso.
- ¡Rock and roll!- exclamó Aki-chan eufórico y Coco ladró.
- Tendréis que ensayar mucho para el viernes- comentó Misa-chan.
- ¿Vendrás a vernos?- preguntó Aki-chan.
- Aki-chan, no hace falta invitar a nadie.
- Allí estaremos Kei y yo- dijo y sonó el timbre-. Hablando del rey de Roma.
Misa-chan bajó las escaleras sin soltar a Coco, quien estaba encantada de estar en brazos del universitario, y abrió la puerta principal, encontrándose a su novio.
- Hola, Coco- sonrió Keitaro acariciando a la perrita-. Qué bonita y pequeñita eres.
- ¿Has venido a verme a mí o a la perra?- rio Misa-chan.
- A la perra y, de paso, a ti- dijo sin borrar la sonrisa y puso una mano en la cintura de Misa-chan para darle un beso-. Te he echado de menos.
- Y yo a ti.
- Os visteis hace dos días- comentó Aki-chan asomándose a la barandilla de la escalera-. Kei, el viernes tienes que venir a mi concierto de rock, si no vienes mi hermano te dejará.
- Entonces tendré que ir sí o sí- rio Keitaro y Misa-chan le miró.
- ¿Puedes? Si tienes mucho lío en la editorial...
- Podré, no quiero desilusionar a tu hermano- susurró Keitaro y Misa-chan le besó la mejilla con cariño-. Por cierto, ¿tus padres no están? Voy a saludarles.
- Sí, están por aquí. Pasa, amor.
- Está embarazada de verdad- murmuró Naoki observando a su hija a lo lejos mientras Haruki la saludaba con la mano. Habían ido al aeropuerto a recogerla y al día siguiente, aprovechando que se iban a reunir todos para el concierto de Almorranas Sangrantes, celebrarían la llegada de la joven con una cena en casa de Hiroki y Nowaki.
- Claro, Nao, ¿qué esperabas?- preguntó Haruki sorprendido.
- Que fuera una broma pesada- respondió y su marido suspiró.
- Por fin tengo a mi niña- sonrió Haruki cuando su hija llegó hasta ellos y la abrazó con fuerza-. Te quiero mucho, Reiko.
- Y yo a ti, papi. Os he echado mucho de menos- dijo con lágrimas en los ojos.
- Ay, Reiko, yo también quiero- dijo Naoki uniéndose al abrazo-. Teníamos muchas ganas de tenerte con nosotros.
- ¿Te puedo tocar la barriga?
- Haru...
- Claro, papi- asintió Reiko sonriendo.
- Nuestro nieto está aquí- dijo Haruki y Naoki fingió una sonrisa-. En poco más de tres meses lo conoceremos.
- Tenéis que ayudarme a pensar nombres, no me decido- dijo Reiko.
- Algo se nos ocurrirá- dijo Naoki-. Cielo, ¿qué tal el máster? ¿Te ha ido todo bien?
- Me ha ido genial, mami. Está feo que yo lo diga, pero sí.
- No está feo, eres listísima- sonrió Naoki-. ¿Y qué tal el inglés?
- He mejorado un montón, ya soy totalmente bilingüe- dijo Reiko.
- Qué envidia- murmuró Naoki-. Tu abuelo se alegrará mucho de oír eso.
- Tus amigos te hicieron una fiesta de despedida, ¿no?
- Sí, papi, fue genial. Llevo tiempo queriendo volver a casa y, aún así, me ha dado pena dejar Londres.
- Es normal, ha sido casi un año- dijo Haruki-. Ahora en el coche nos cuentas qué tal fue la fiesta.
- Voy a actualizar mi currículum estos días, pero no voy a empezar a solicitar puestos de trabajo hasta que mi hijo tenga unos cinco meses- comentó Reiko en el coche-. ¿Os parece bien?
- Claro, cielo- sonrió Haruki.
- Ahora tu trabajo es descansar, pero si te apetece hacer algún cursillo o algo...
- Bueno, Nao, tiene que hacer uno muy importante- dijo Haruki mirando a su hija por el espejo retrovisor-. Te he apuntado a clase de preparación para el parto.
- Vaya, papi, muchas gracias- dijo Reiko intentando no reír al ver la cara de su madre.
- A ver, tienes que ir porque tu yayo Nowaki y tu padre creen que es súper importante- dijo Naoki-. Tu abuelo Akihiko y yo discrepamos un poco, pero es un evento canónico que no te puedes saltar.
- No es que lo creamos, es que es muy importante.
- Sí, te enseñarán a respirar- dijo Naoki y Haruki negó con una sonrisa.
- También te darán ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
- Vale, eso sí que es importante de verdad, cielo- dijo Naoki con seriedad-. Sino luego irás meándote por las esquinas.
- Me tomaré muy en serio lo del suelo pélvico- asintió Reiko.
Reiko fue recibida por todos sus hermanos, quienes le abrazaron y le preguntaron por su estancia en Londres y por el bebé. No había ni pasado una hora de su llegada cuando Reiko salió de casa y puso rumbo decidida hacia la corte suprema.
- ¿Tiene usted cita?- le preguntó un hombre tras pasar por el detector de metales de la entrada.
- Soy sobrina del juez Fujimoto- respondió sin dudar y el hombre asintió, indicándole el despacho de Kane. Reiko fue hacia allá, pero rápidamente se desvió en busca de los despachos de los procuradores.
Encontró el despacho de Ikuto Chiba, el padre de su hijo, y vio con sorpresa que lo compartía con la mujer de Hanako. Ya era mala suerte, si Junko la veía allí se lo contaría a Hanako y toda su familia acabaría enterándose de quién era el padre del bebé. Tarde o temprano iban a acabar enterándose, pero Reiko quería que fuera cuando Ikuto supiera de la existencia del bebé.
La fortuna le sonrió y en aquel momento Ikuto salió de su despacho, observando con sorpresa a Reiko.
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?- bromeó y se fijó en la barriga de Reiko-. ¿Estás embarazada?
- Intenté contactar contigo, pero no respondías a mis llamadas.
- No contesto a números que no conozco- murmuró sin apartar la vista del vientre de la joven-. Supongo que enhorabuena, Reiko.
- Es tuyo- anunció. Ikuto la miró durante unos segundos y finalmente negó con la cabeza-. Es tuyo, ¿no me crees?
- Te creo, pero me viene muy mal ahora mismo- dijo susurrando para que nadie lo escuchara-. Volví con mi novia hace un par de meses y ahora nos va genial. Esto... esto jodería mi relación. Lo siento mucho, Reiko, pero no cuentes conmigo.
- Legalmente tienes que pasarle una manutención- dijo una voz y Reiko se giró a mirar a Kane, quien observaba al procurador con gesto serio y de brazos cruzados.
- Ya, claro, eso sí, pero... Fujimoto-san, me refería a que no quiero formar parte de la vida de... Mi novia no se lo tomaría bien- dijo nervioso.
- No quiero tu dinero.
- Reiko, calla, no seas orgullosa- le dijo Kane.
- Reiko, hablamos en otro momento, ¿de acuerdo? Tengo que pensar y...
- Sí, esto es mejor hablarlo en presencia de Miyagi-san- dijo Kane y el procurador tragó saliva mirando a Reiko.
- ¿Tu abogado es Miyagi?- preguntó a Reiko, quien le miró sin entender-. No hace falta que le llames, ¿vale? Llegaremos a un acuerdo, te pasaré dinero para el bebé.
- Eso desde luego- dijo Kane-. Reiko, vamos a mi despacho.
- No quiero su dinero- dijo Reiko cuando entraron en el despacho del juez-. Yo solo quería que mi hijo tuviera un padre, ¿sabes? No quiero que le falte de nada y, por suerte, dinero no le va a faltar.
- Te debe dinero, Reiko, es lo mínimo.
- He sido yo quien ha decidido tener al bebé, tito Kane.
- ¿Y? Que lo hubiera pensado antes de acostarse con mi sobrina sin un puto condón- dijo Kane con enfado-. Te va a pasar una pensión para el niño como yo me llamo Kane Fujimoto.
- Démosle tiempo, se acaba de enterar- dijo Reiko.
- ¿Por qué no se lo has dicho antes?
- Lo intenté en varias ocasiones, pero no respondía a mis llamadas. Hasta le envié un mensaje, pero no contestó.
- Ese es un imbécil, Reiko- suspiró Kane tomando asiento-. Yo de ti hablaría con Shinobu cuanto antes.
- Agradecería que no se enterara nadie de esto hasta que Ikuto y yo aclaremos las cosas. Estoy segura de que cuando asimile que va a ser padre...
- Reiko, eres una chica muy inteligente, no seas ilusa. El imbécil de Chiba no va a hacer de padre, no es esa clase de persona- dijo Kane con seriedad-. No esperes a que llame a tu puerta para decirte que quiere formar parte de la vida de tu hijo porque no va a pasar. Hazme caso, no seas tonta y habla con Shinobu ya.
- Voy a esperar unos días, ¿de acuerdo?- dijo Reiko y Kane suspiró desesperado-. Le ha pillado por sorpresa.
- Reiko, imagina que Natsu se queda embarazada de un chico y luego ese chico quiere desentenderse completamente del bebé. ¿Qué le dirías a Natsu?- dijo Kane.
- Que le lleve a juicio- murmuró Reiko y Kane asintió.
- ¿Por qué te cuesta tanto entenderlo cuando se trata de ti?
- Porque es muy fácil verlo todo desde fuera, tito Kane. No quiero tener que recurrir a abogados ni a...
- Cielo, vas a tener un hijo de un hombre que no es tu pareja- dijo Kane-, vas a recurrir a abogados sí o sí. Las cosas no se solucionan por arte de magia, Reiko, las tienes que solucionar tú.
- Si consigo llegar a un acuerdo con Ikuto...
- Si consigues llegar a un acuerdo con Chiba, que sea en presencia de los abogados- dijo Kane-. Las palabras se las lleva el viento, Reiko. No te imaginas la de casos que me llegan de acuerdos verbales que, obviamente, luego no se cumplen. Créeme, Reiko, ahora mismo tu mejor amigo es Shinobu.
- ¿Y si él no quiere saber nada del niño? ¿Qué más da que haya abogados o no? Si no quiere saber nada de mi bebé, pues él se lo pierde. Que le den- dijo Reiko y Kane la miró durante unos segundos para luego asentir.
- Muy bien, que le den. Que no sepa nada de ti ni del bebé- murmuró-. Hasta dentro de unos años, claro, cuando igual le dé por querer recuperar el tiempo perdido con su hijo y decida que quiere más que la custodia compartida, pongamos que quiere la custodia total- dijo y Reiko le miró asustada-. Esas cosas pasan, ¿sabes? Y luego es un lío. Es raro que le den la custodia total a uno de los progenitores, pero hasta que se resuelve todo es un proceso muy largo y angustioso.
- No lo había pensado- murmuró Reiko-. Entonces, si no quiere formar parte de la vida de mi hijo, ¿qué debo hacer?
- Llamar a Shinobu y si le conozco tan bien como le conozco, hará que ese imbécil firme una renuncia de los derechos paternos.
- ¿Eso es legal?
- Todo lo que te proponga Shinobu siempre será legal, aunque a veces puede no ser moralmente aceptable. Reiko, te digo todo esto porque no quiero que tengas problemas en el futuro. Eres joven y en un futuro encontrarás a alguien que quiera a tu hijo de verdad. Si el idiota de Chiba no lo quiere, pues que renuncie legalmente a él y os deje en paz para siempre. Eso sí, si renuncia no te pasará una pensión por el bebé. Es mejor que hables con Shinobu de todo esto, la verdad.
- Llamaré al tío Shinobu- asintió Reiko-. Por favor, hasta entonces no digas nada de esto a nadie.
- ¿Eh?
- Por favor, no digas nada a nadie.
- De acuerdo, no diré nada- asintió Kane y finalmente le sonrió a su sobrina-. Estás muy guapa, Reiko. Me alegra que estés de vuelta.
- Vuestro primer concierto- sonrió Kotaro-. ¿Estás nervioso?
- No, es una tontería- negó Hiro-chan y, segundos después, sonrió sonrojado-. Estoy nervioso porque vamos a tocar una canción que te he compuesto.
- ¿Me has compuesto una canción? ¡Te quiero tanto!
- Te he escrito mil- dijo Hiro-chan abrazándole-, pero la que vamos a tocar mañana es muy especial porque es la primera que termino.
- ¿Puedo escuchar un adelanto?
- Ni hablar, quiero que sea sorpresa.
- No podré dormir de la emoción- sonrió Kotaro.
- Es que no quiero que duermas- susurró Hiro-chan y comenzó a besar su cuello. Paró al escuchar que aporreaban la puerta principal.
- ¡Tío Kotaro!- se oyó la voz de Nadia-. Queremos jugar con los gatitos.
- Creía que lo bueno de no tener hijos era que no nos podían interrumpir- murmuró Hiro-chan mientras su novio se levantaba del sofá.
- Bienvenido a la vida de tío- suspiró Kotaro y abrió la puerta-. Hola, chicos.
- ¡Sopresa! Estoy aquí- anunció Raiden entrando en la vivienda junto con su prima. Kenzo, quien también estaba con ellos, abrazó las piernas de Kotaro.
- Hemos venido a jugar.
- Muy bien, Kenzo- dijo correspondiendo el abrazo-. Pasad y jugad con los gatitos si ellos quieren, sino solo miradlos, ¿vale?
- Vale, tío Kotaro- asintió Kenzo-. El tío Aki tiene muchos gatitos y cuando voy a su casa me dice a cuál puedo acariciar porque a otros no puedo porque se duchan y si yo les toco, se tienen que volver a duchar. But they're so cute!
- Qué bien hablas ya, Kenzo- sonrió Kotaro y vio a su hermana.
- Perdona que nos presentemos sin avisar, Nadia quería ver a los gatos.
- No te preocupes, nee-chan, pasa- dijo Kotaro.
- Raiden, cuidado con Zarpas que es mala gente- dijo Hiro-chan, quien tenía a Nadia sentada en el regazo.
- Zarpas es bueno, tú eres tonto- dijo Raiden agarrando en brazos al gato, que no opuso resistencia.
- No llames tonto a Hiro- le riñó Kotaro y Raiden le miró durante unos segundos hasta que finalmente asintió.
- ¿Qué tal, Hiro? ¿Nervioso por vuestro gran concierto?- sonrió Hanako tomando asiento en uno de los sillones.
- ¿Eh? ¿También te has enterado?- preguntó Hiro-chan sorprendido.
- Claro, tu abuelo nos envió invitaciones- asintió Hanako y Hiro-chan se llevó una mano a la sien.
- Mi abu Misaki le ha apuntado a un curso de diseño gráfico para que esté entretenido y ahora no para de crear cosas.
- Yo recibí una postal en la que salían Canelo y Brownie- comentó Kotaro.
- No para, mi yayo Hiroki le ha dicho que como le envíe algo más, le denuncia por acoso- dijo Hiro-chan y Hanako rio.
- Tío Kotaro, Zarpas no me da besitos- le dijo Raiden-. Ares sí que me da besitos cuando le doy abrazos.
- Es que Zarpas es un gato y a los gatos les gusta estar en el suelo, no en brazos- le dijo Kenzo a su amigo, quien dejó inmediatamente a Zarpas. El gato se tumbó de lado delante de Raiden.
- No te da besitos, pero quiere que le acaricies- le dijo Kotaro y Raiden sonrió dándole mimos al gato.
- ¿Yo también, tío Kotaro?
- Claro, Kenzo.
- Los gatitos son suaves- sonrió Kenzo acariciando a Zarpas-. ¿Dónde está el otro gatito, tío Kotaro?
- Se esconde cuando viene gente- explicó Kotaro.
- ¡Hiro me está mirando!- exclamó Nadia escondiendo su cara.
- ¿Ahora te pones tímida?- rio Hiro-chan y en ese momento entró Wa-chan en la vivienda sin llamar.
- Vaya peste- dijo Wa-chan arrugando la nariz-. Aquí hay alguien que huele muy mal y necesita un baño.
- Hiro, se refiere a Raiden- susurró Kotaro divertido al ver que su novio se olía la axila disimuladamente.
- No- negó Raiden.
- Sí, campeón, ya es hora de bañarte.
- No quiero, estoy jubando con mis amiguitos- negó Raiden.
- Nadia se va pronto y el tío Ryan está en casa que ya ha venido a por Kenzo- dijo Wa-chan.
- ¿Ha venido mi daddy?
- Sí, Kenzo- asintió y Kenzo dejó de acariciar al gato-. Raiden, se va a enfriar el agua.
- Raiden, yo también me voy a bañar cuando llegue a mi casa- dijo Kenzo y miró a Hiro-chan-. Hiro, mi daddy y Hiyori se han comprado una casa nueva y nos vamos a mudar y tendré una habitación súper grande y os invitaré a jugar.
- Estoy deseando que me enseñes tu casa nueva, colega- le dijo Hiro-chan.
Wa-chan finalmente cargó a Raiden y se marchó junto con Kenzo, quien se despidió de los adultos con un beso.
- ¿Cuánto tiempo llevan juntos Ryan y Hiyori?- le preguntó Kotaro a su novio, quien le estaba haciendo cosquillas a Nadia.
- Creo que seis meses- respondió-, pero se ve que están muy enamorados.
- Comprarse una casa juntos es un gran paso- comentó Kotaro impresionado.
- Puede parecer un poco precipitado porque llevan poco tiempo juntos, pero tened en cuenta que hay niños de por medio- dijo Hanako-. Estoy segura de que Ryan y Hiyori quieren vivir juntos para que sus niños crezcan unidos y como hermanos.
- Sí, Kenzo quiere a Sakura como a su hermanita- asintió Hiro-chan-. Estará muy feliz de poder pasar más tiempo con ella.
- Va a tener dos hermanas llamadas Sakura, va a ser un poco lioso- sonrió Hanako.
- ¿Has hablado con Sakura, nee-chan?- preguntó Kotaro.
- No me hablo con ella. O sea, sí que me hablo con ella, pero solo por temas relacionados con Kenzo, nada más- respondió Hanako-. No me gusta juzgar a la gente porque cada uno es como es, pero después de lo que le ha hecho a los tíos...
- Usagi-san, quítate esa camiseta.
- Misaki, estás siendo tóxico, no puedes controlar lo que me pongo.
- A mí también me da vergüenza tu camiseta, papá- dijo Natsu.
- Es el nombre del grupo de tus sobrinos, Natsu, a la familia se le apoya- dijo el escritor.
- Que se hubieran puesto un nombre más bonito- comentó Misaki y llamaron al timbre-. ¿Quién será?
- Tu hermano y tu cuñada- respondió Akihiko y Misaki le miró sorprendido-. He invitado a mucha gente, mis nietos son estrellas del rock.
- Bueno, al menos veré a mi hermano y a mi cuñada- sonrió Misaki mientras Akihiko abandonaba la estancia para abrir la puerta principal.
- Mami, papá sabe que es un concierto infantil y que solo pueden tocar una canción, ¿verdad?
- Papá no puede evitar emocionarse por vuestros logros, Natsu- sonrió Misaki-. Es muy buen hombre y está muy orgulloso de su familia.
- El imbécil de tu sobrino está en la puerta- anunció Akihiko y Misaki abrió los ojos sorprendido.
- ¿Mahiro está aquí? ¡Qué alegría!- exclamó Misaki y volvió a sonar el timbre-. ¿No le has abierto?
- Claro que no, he visto por la cámara que era él.
- ¡Usagi-san, ábrele!
Akihiko, a regañadientes, fue hasta la entrada y abrió la verja principal del chalet. Escuchó voces y abrió la puerta de la vivienda fingiendo una sonrisa.
- ¡Sorpresa!- exclamaron Mahiro y Héctor a la vez. Akihiko sonrió y cogió en brazos al pequeño.
- ¿Cómo está mi ahijado?- preguntó Akihiko y el niño sonrió. Una niña pequeña, desde los brazos de Manami, extendió sus extremidades hacia el escritor-. Uy, ¿y está quién es?
- Qué cachondo eres, tío- rio Mahiro y Akihiko asintió lentamente.
- Qué grande está ya Lucía- dijo Natsu, quien había escuchado a su padre, y Akihiko abrió la boca sorprendido.
- Es verdad, si yo fui al bautizo de la niña- murmuró Akihiko-. Carmen, ¿qué tal todo?
- Muy bien. La yaya Angustias nos ha dado jamón para ti.
- Cómo adoro a esa mujer- dijo Akihiko en español.
- Tío, ¿dónde están los niños?- le preguntó Héctor en japonés.
- Rai está arriba estudiando y Nao-chan en su casa.
- Papá, creo que se refiere a Suzue y a Kouta- explicó Natsu riendo-. La última vez que vino se hicieron muy amigos.
- Sí, no para de hablar de sus amigos de Japón- asintió Takahiro-. ¿Dónde está mi hermanito?
- ¡Misaaaaaaaki!
- Usagi-san, parece que estés llamando al ganado, estoy en la habitación de al lado- dijo Misaki saliendo a la entrada-. Perdona, nii-chan, estaba preparando una empanada para la cena. Qué alegría ver a mis chicos. ¿Me das un besito, Héctor?
- ¡Sí!
- ¿Y tú, Lucía?- sonrió Misaki y la pequeña escondió la cara en el pecho de su abuela.
- Es muy tímida- comentó Manami.
- Bueno, poco a poco- sonrió Misaki-. Os quedáis a cenar en casa de Hiroki y Nowaki, ¿no? Voy a avisarles.
- Ya he hablado con los tíos y saben que vamos- dijo Mahiro.
- ¿Hiroki sabía que venías y no me avisa?- preguntó Akihiko indignado-. Vaya traición.
- Tío, era una sorpresa- rio Mahiro.
Hiroki miró a Kane con atención. El juez, al sentirse observado, alzó la mirada de la revista que estaba leyendo.
- Si me haces una foto te durará más, Hiroki- dijo volviendo la vista a la revista.
- Llevas dos días muy raro.
- ¿Yo?
- Sí, estás más callado- dijo Hiroki y Kane se encogió de hombros-. Muy bien, no me lo cuentes.
- ¿El qué?- preguntó Kane.
- Lo que no me puedes contar. No me interesa- dijo Hiroki-, pero yo no te contaré de lo que me enteré ayer.
- ¿Qué? ¿De qué te enteraste?- preguntó Kane cerrando la revista.
- De nada- negó Hiroki.
- Somos consuegros, tenemos dos nietos en común- dijo Kane-. Debes contarme todos los cotilleos.
- No, al parecer ahora nos guardamos secretos- dijo Hiroki y Kane gruñó frustrado.
- No te lo puedo contar, Hiroki, lo he prometido.
- Lo entiendo, no te preocupes.
- Venga, cuéntame de qué te enteraste ayer- pidió Kane.
- No te lo puedo contar, lo he prometido.
- ¡Hiroki, no me jodas! ¡No juegues conmigo que sufro!
- ¡Yo sí que sufro aguantándote a diario durante cuarenta años!
- Vaya cosas más feas me dices. Si tu madre estuviera aquí, te reñiría- dijo Kane-. He prometido que no lo diría, pero igual tú lo puedes adivinar porque necesito comentarlo con alguien. Te lo diré con mímica.
- Lo que me faltaba, ponernos a jugar...
- Atento, empiezo- dijo Kane y se puso en pie. Se llevó una mano a la barriga.
- ¿Gases?
- Joder, Hiroki, concéntrate que esto se nos suele dar bien- negó Kane e hizo el gesto de acunar un bebé.
- ¿Un bebé? ¿Tadao?- preguntó y Kane negó tocándose la barriga-. ¿Embarazo? Sí, es un embarazo... ¿Reiko? ¿Es sobre Reiko?- dijo y Kane asintió. El juez comenzó a mover las caderas de forma obscena-. ¿Qué demonios haces ahora, enfermo? Parece que estés fo...- calló y abrió los ojos con sorpresa-. ¡Tú sabes quién es el padre!
- Se nos da genial esto, no entiendo por qué ganan siempre Shinobu y Miyagi- murmuró Kane y Hiroki se acercó a él.
- Cuéntame todo lo que sepas, Kane.
- De acuerdo, pero primero me tienes que contar eso de lo que te enteraste ayer.
- Kane, era un farol- dijo Hiroki y el juez le miró con fastidio.
- Pues hay bastante ambiente- comentó Masaru y Sosuke se giró para encontrarse con él.
- No sabía que veníais- sonrió Sosuke dándole un abrazo.
- ¿Y perdernos el primer concierto de Aki-chan?- negó Masaru-. Kane quería ver a su amigo.
- ¿Dónde está Kane?- preguntó Sosuke buscando con la mirada al niño. Lo encontró junto a Saori y a Chihiro, que estaban cerca del escenario.
- Está con tus sobrinas. ¿Y los nenes?
- Raiden está buscando mariposas con Kenzo y Ryan- señaló Sosuke hacia una zona del parque que estaba repleta de flores-. Y Nowaki se ha llevado a Tadao a una farmacia para ver si le venden unos cascos, nos preocupa que haya mucho ruido y que le moleste.
- Solo tiene un mes y ya está en su primer concierto- rio Masaru.
- Bueno, teniendo en cuenta que los primeros en cantar son un coro de una iglesia... Yo creo que estará bien- sonrió Sosuke y Kotaro se acercó a ellos.
- Hiro dice que no, pero está muy nervioso- comentó Kotaro-. Yo creo que no esperaba que acudiera tanta gente.
- Está toda la urbanización aquí- asintió Sosuke y vio aparecer a su novio cargando a Tadao, quien llevaba unos cascos casi tan grandes como él-. Mi niño está graciosísimo.
- Han sido caros, pero dice que anula todos los ruidos- explicó Wa-chan entregándole el bebé a Sosuke.
El concurso comenzó con el coro juvenil de una iglesia cercana a la urbanización, luego actuaron dos niñas de diez años que tocaron el violín y el violonchelo y, para finalizar, llegó el turno de Almorranas Sangrantes.
- ¡Buenas tardes, Tokio!- saludó Hiro-chan mientras su hermano se sentaba en la batería y el bajista se preparaba-. Somos Almorranas Sangrantes y vamos a tocar una canción muy especial...
- Esos son mis nietos- le dijo Akihiko orgulloso a la presidenta de la asociación de vecinos.
-...la escribí pensando en el amor de mi vida- dijo Hiro-chan y Kotaro, entre el público, se tapó la cara ruborizado-. Te amo, Kotaro.
Hiro-chan rasgó las cuerdas de la guitarra y al segundo comenzó a sonar la batería acompañada del bajo. El público comenzó a animarse y Hiro-chan se acercó al micrófono para cantar:
Cuando te vi, mi corazón estalló No puedo controlar mi pasión Eres mi mayor tentación Por eso te canto esta canción
Quiero lamerte despacito Eres mi lugar favorito Te voy a engullir enterito Seremos tú y yo solitos
En tus besos encuentro mi hogar Tus labios me hacen gozar sin parar, yeah Voy a ser el azúcar de tu vida Y tú serás mi fruta prohibida, oh oh
Quiero lamerte despacito Eres mi lugar favorito Te voy a engullir enterito Seremos tú y yo solitos
Y al caer la noche, te haré el amor De nuestros cuerpos saldrá el vapor En mi lengua notaré tu sabor Y la meteré en tu interior
- ¿Esos son sus nietos?- preguntó la presidenta de la asociación mirando a Akihiko, quien negó con la cabeza rápidamente.
- No, no, me has entendido mal, son los de Kamijou- dijo señalando a Hiroki, quien estaba junto a Kane.
- Qué vergüenza, esto es un concurso infantil...
- Se están perdiendo los valores- murmuró Akihiko-. Esta juventud...
- Y tú querías quedarte en casa, viejo- rio Shinobu observando las caras de algunos padres.
- Es increíble- murmuró Kotaro emocionado y Wa-chan y Sosuke le miraron como si se hubiera vuelto loco-. Es precioso... Hiro es increíble. No tengo palabras.
- El amor es ciego y sordo- susurró Wa-chan haciendo reír a Sosuke.
- Nuestro niño es muy sutil- comentó Naoki divertido mientras Haruki grababa la actuación con su teléfono móvil.
- Ha merecido la pena salir antes del trabajo para esto- dijo Keitaro.
- Ya ves, contado no es lo mismo- sonrió Misa-chan.
- ¡Muchas gracias, Tokio! ¡Somos Almorranas Sangrantes!- exclamó Hiro-chan mientras el público aplaudía-. Ahora, antes de marcharnos, me gustaría que la persona que me ha robado el corazón subiera al escenario. Kotaro, por favor, ¿puedes subir?
- ¿Qué? Qué vergüenza...- murmuró Kotaro sonrojado, pero caminó hacia el escenario.
- ¡Ya ha acabado vuestro turno!- gritó la presidenta de la asociación indignada.
- ¡Cállate, Hitler!
- ¡Fujimoto, sé que has sido tú!- gritó la presidenta enfadada y Kane hizo el amagó de ir hacia ella, pero Hiroki lo paró.
- Señora, silencio, que el nieto de los Kamijou va a decir algo- le dijo Akihiko a la presidenta, quien le miró con mosqueo, pero no se atrevió a decir nada más. Kotaro subió al escenario y Hiro-chan, nervioso, le cogió la mano.
- Kotaro, te conozco de toda la vida y sin ti no sería la persona que soy. Sacas lo mejor de mí, me ayudas y me complementas. Estos casi seis años que llevamos juntos han sido los mejores de mi vida y quiero que sigamos así. Por eso- Hiro-chan se arrodilló y se escuchó un murmullo entre el público mientras sacaba un anillo del bolsillo. Se oyó el grito agudo de Kane y Hiro-chan miró a su novio a los ojos, quien estaba a nada de romper a llorar-, Kotaro, ¿quieres casarte conmigo?
- ¡Por supuesto que quiero!- asintió emocionado-. Te amo tanto, Hiro...
- Yo sí que te amo- dijo Hiro-chan poniéndose en pie para besar con pasión a su novio. Aki-chan aporreó la batería emocionado mientras el público aplaudía.
- ¡Vivan los novios!- se escuchó el grito de Wa-chan mientras los recién prometidos continuaban besándose sin importarles nadie más.
Almorranas Sangrantes quedó tercero en el concurso en el que solo participaban tres grupos 🤘🤘
Se aceptan sugerencias para el nombre del bebé de Reiko, que es un niño, no se ha anunciado abiertamente pero los personajes se refieren a él en masculino porque saben que es niño.
|
|