El internado (AkihikoXMisaki) (NowakiXHiroki) (MiyagiXShinobu)

Akihiko es contratado como profesor en el internado en que trabaja Hiroki. Allí estudian Misaki y Shinobu, quien está enamorado de su profesor y cuñado, Miyagi.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Noooo Sosuke y yo pensando que sería un principio de aborto y es un cáncer.
    Será HDP, bastarda, desgraciada, basura, mala persona y todos los insultos que hay en este mundo como puede decir a Haru que lo de Sosuke es el karma, a ella ya hace tiempo que le tenía que haber llegado el karma, cada vez que veo que no le llega el karma a Sakura me pone de mala leche.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Pollito taquero
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,072
    Location
    Iniciando la guerra contra McDonald's

    Status
    Anonymous
    ¿Han querido patear a un personaje? Porque eso es lo que se me ocurre en cada aparición de Sakura desde hace meses. Antes creía que el peesonaje era como Lily de modern family... pero ahora sé que ciene del averno 😡
     
    Top
    .
  3.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 276: La operación



    La alarma sonó y Natsu abrió los ojos con pesadez, los volvió a cerrar y dio media vuelta en la cama. Escuchó voces en el pasillo y se incorporó lentamente.

    - A ver si la vas a asustar, Usagi-san.

    - Que no, Misaki, que ya le debe de haber sonado la alarma, seguro que está despierta.

    - Está bien, pero sé sutil por si aún está dormida- escuchó que decía su madre. La puerta de su dormitorio se abrió de golpe y apareció su padre con una pandereta de plástico en la mano.

    - ¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños feliz! ¡Te deseamos todos... Misaki, canta tú también.

    - ¡Esto no es ser sutil!- le riñó Misaki. Natsu rio encendiendo la luz de su dormitorio.

    - Vais a despertar a todo el vecindario- comentó Natsu y sus padres se acercaron a la cama para darle un beso cada uno.

    - Muchas felicidades, corazón- le dijo Misaki.

    - Feliz cumpleaños, nenita- dijo Akihiko-. He intentado entrenar a los gatos para que te canten el cumpleaños feliz con maullidos pero no he tenido éxito.

    - ¿Por eso llevas dos semanas metiendo a todos los gatos en tu estudio?- preguntó Misaki con el ceño fruncido-. Creía que te encerrabas a escribir.

    - Misaki, no hablemos de trabajo que es el cumple de la nena. Natsu, ¿qué quieres de regalo? ¿Un viaje? ¿Otro coche? ¿Dinero? No elijas dinero, te voy a dar igualmente.

    - Usagi-san, me voy a enfadar.

    - Papá, yo ya trabajo así que no necesito nada- negó Natsu-. Es mejor que le hagáis regalos a Rai, él aún está estudiando y no puede comprarse caprichos.

    - Por tu hermano no te preocupes, cariño- dijo Misaki.

    - Exacto, tengo dinero para abastecer a toda mi descendencia.

    - ¡Usagi-san!

    - Perdona, Misaki. Tenemos dinero para abastecer toda nuestra descendencia- corrigió y Misaki suspiró.

    - Sé que nos dijiste que no querías hacer nada especial hoy, pero...

    - Mami, hoy operan a Sosuke- dijo Natsu-. Lo único que me apetece es ir al hospital y estar con los tíos.

    - Pero es tu cumple, nenita.

    - Y lo celebraremos cuando todo pase, ¿vale? Ahora mismo no tengo ganas de celebrar nada- dijo Natsu y sus padres asintieron. Rai apareció en el dormitorio con cara de sueño.

    - Feliz cumpleaños, nee-chan.

    - Muchas gracias, Rai.

    - Qué pronto te has despertado hoy, bichito- comentó Akihiko y Rai desvió la vista a la pandereta.








    - Nowaki, si me pasara algo...

    - Cállate, Sosuke- le interrumpió Wa-chan-. No digas esas cosas.

    - Escúchame- le dijo Sosuke con voz temblorosa y gesto asustado-. Si me pasara algo...

    - No te va a pasar nada, pero te prometo que cuidaré muy bien de Raiden, así que no te preocupes, amor.

    - No, no es eso. Nowaki, si me pasara algo, quiero que rehagas tu vida.

    - No digas tonterías- dijo Wa-chan y los ojos se le llenaron de lágrimas-. No digas eso, ¿vale? Va a ir todo bien y en unos días estaremos en casa.

    - Tengo miedo- admitió en un susurro y Wa-chan le abrazó-. No quiero que Raiden crezca sin mí.

    - No va a crecer sin ti, Sosuke- dijo intentando no romper a llorar. En aquel momento Kane entró en la habitación y miró a la pareja.

    - Perdón, no quería interrumpir. Sosuke, tus padres están hablando con el cirujano jefe pero ya vienen- dijo Kane acercándose a ellos. Wa-chan se apartó de su novio y Kane aprovechó para agarrar con cariño la mano de su yerno-. Sosuke, estaremos todos aquí cuando salgas. Ya verás que se te hará muy corto.

    - Eso espero- murmuró Sosuke-. Tito Kane, ¿has visto a Raiden hoy?

    - Esta mañana me he acercado, James y Shiro se lo han llevado a pasar el día en el campo- dijo Kane-. Tiene muchas ganas de verte, Sosuke.

    - No te imaginas cuánto echo de menos a mi niño- murmuró. Sus padres, Haruki y Naoki entraron en la habitación.

    - Campeón- le dijo Nowaki sonriendo-, acabamos de hablar con el cirujano y dice que lo tienen todo listo. En nada vendrán a por ti, ¿estás preparado?

    - No, papi, tengo miedo. Tengo mucho miedo- dijo Sosuke y rompió a llorar. Nowaki le abrazó con fuerza.

    - No tengas miedo, yo estoy tranquilo- le dijo Nowaki- y tú también deberías estarlo, ¿vale? Tienes muy buenos cirujanos, los conozco a todos y sé que lo van a hacer muy bien.

    - Sí, Sosuke, todo va a ir bien- le dijo Naoki-. Esta gente sabe lo que hace.

    - Sosuke, cielo, papi y yo no estamos preocupados- mintió Hiroki-. Te queremos muchísimo y estamos tranquilos porque sabemos que todo va a salir bien. Así que respira hondo y entra ahí calmado, ¿de acuerdo?

    - ¿De verdad estáis tranquilos?- preguntó Sosuke intentando controlar su llanto.

    - Claro que sí- asintió Hiroki.

    - Nii-chan...

    - Yo también estoy tranquilo- dijo Haruki con voz temblorosa y lágrimas en los ojos-. Tengo ganas de llorar porque te veo llorar y no lo soporto, pero sé que todo va a ir bien, Sosuke.

    - Creéis que yo saldré bien pero... Mi bebé no va a salir bien- murmuró Sosuke con tristeza.

    - Tú eres el importante, Sosuke- dijo Wa-chan-. Si le pasa algo al bebé, lo lloraremos juntos, pero aquí el importante eres tú.

    - Buenos días- saludó un celador entrando en la habitación-. Cuánta gente. Te tengo que bajar ya a quirófano.

    - Vale- murmuró Sosuke secándose las lágrimas.

    El celador movió su cama y lo llevó hacia el ascensor. Wa-chan y sus padres iban a su lado. Sosuke sentía su corazón palpitar con fuerza. Nunca le habían operado y estaba aterrado. Escuchó el timbre del ascensor y supo que habían llegado. La angustia creció dentro de él y miró a su papi, quien había estado hablando con el celador durante el trayecto en ascensor. Nowaki le sonrió y Sosuke quiso abrazarse a él, quiso hacerse pequeñito para poder engancharse a su cuello como cuando era niño y lo cargaba en brazos. No quería entrar en ese quirófano, lo único que deseaba era estar abrazado a su papi.

    Las puertas del ascensor se abrieron y Sosuke se encontró con la mirada de su tío Akihiko, quien le sonrió. Su tío Misaki también estaba allí y le dijo algo que Sosuke no alcanzó a escuchar, pues su cabeza estaba en otra parte. Reiko, Misa-chan y Natsu también estaban en aquel pasillo y le dieron palabras de ánimo mientras era arrastrado por el celador. Sosuke posó su vista en Masaru, quien llevaba un peluche de un perro, el editor se acercó a él y le dio un beso en la frente. Sosuke quiso corresponder el gesto pero el miedo lo tenía paralizado. Su tío Shinobu se puso en pie al verle pasar y Miyagi le hizo un gesto con la cabeza. Satoru le acarició una mano rápidamente mientras movía la boca diciéndole algo que Sosuke no alcanzó a escuchar. Kotaro y Hiro-chan estaban al final de aquel pasillo junto con Tadao, quien dio un paso hacia adelante apoyándose en su bastón.

    - Abu- murmuró Sosuke, quien no esperaba ver al anciano allí.

    - La abuela me ha dicho que no me preocupe, que ella os protege- le dijo el anciano y Sosuke no supo qué decir.

    - Venga, tío, en cuanto salgas comparamos cicatrices- bromeó Hiro-chan intentando sonar animado. Sosuke sonrió de lado.

    - No compares tu apendicitis con esto, idiota- le dijo sintiendo por fin algo de calma. Miró a su abuelo y extendió la mano, Tadao la agarró con firmeza-. Mañana tráeme flores del rosal de la abuela, abu. Me animará verlas en la habitación.

    - Te las traeré esta tarde, cariño- le dijo Tadao. El celador iba a meterle ya al quirófano pero Sosuke le hizo un gesto para que parara. Sosuke miró a su alrededor, vio a toda su familia observarle y se sintió querido.

    - Muchas gracias por venir, os hacéis de querer- dijo Sosuke y aparecieron Kane, Haruki y Naoki, quienes habían tenido que bajar por las escaleras-. Os veo en un rato.

    - Te queremos mucho, Sosuke- dijo Nowaki haciendo un esfuerzo por no romper a llorar.

    - Te amo- le susurró Wa-chan y el celador le metió en aquel quirófano.







    - Son una familia panda.

    - ¿Si? ¿Son una familia panda?- sonrió Hinata mirando el dibujo que acababa de hacer Kenzo.

    - Este es el hijo panda, este el daddy panda, la mami panda, los abus pandas y el novio de la mami panda- señaló Kenzo y Hinata sonrió todavía más.

    - Es muy bonito, Kenzo. ¿Te parece bien si lo ponemos en la nevera?

    - Sí- asintió Kenzo feliz.

    - Aquí están mis chicos- dijo Sakura entrando en la vivienda.

    - ¡Mami!- exclamó Kenzo corriendo hacia ella.

    - Qué suerte que tengo aquí a mi chiquitín- dijo Sakura besando la mejilla del pequeño mientras Hinata colgaba el dibujo en la nevera-. Vamos a sentarnos al sofá que os tengo que dar una buena noticia.

    Kenzo se sentó entre los dos adultos y Sakura sonrió mirando a ambos. Acarició el pelo del niño y sonrió todavía más.

    - Kenzo, vas a tener una hermanita- anunció Sakura. Kenzo sonrió entusiasmado mientras Hinata miraba a Sakura con sorpresa.

    - Oh my god! Voy a ser un big brother- aplaudió feliz.

    - ¿Qué?- murmuró Hinata sin salir de su asombro.

    - Estoy embarazada de mes y medio- dijo Sakura.

    - Kenzo, cielo, ¿por qué no vas al dormitorio a dibujar?- le dijo Hinata-. Ahora iré y jugamos.

    - Voy a dibujar a mi hermanita- asintió el pequeño y se metió corriendo en su habitación.

    - Vaya cara, parece que no te alegras- dijo Sakura borrando su sonrisa.

    - No es que no me alegre, Sakura, es que no me lo esperaba. O sea, ¿cómo ha podido pasar?

    - Dijiste que querías tener hijos- le dijo Sakura-. No entiendo a qué viene esa cara.

    - Y quiero tener hijos, por supuesto, pero cuando Kenzo haya crecido un poco más. Aún es muy pequeño y todavía se está adaptando a mí.

    - Deja de preocuparte por Kenzo y alégrate por nosotros- le dijo Sakura.

    - Es que... No lo entiendo, Sakura, tú tomas la píldora.

    - Tengo muchas cosas en la cabeza y se me pasó tomármela un par de días- explicó Sakura.

    - Joder...- murmuró Hinata tapándose la cara con las manos-. Tenemos mucho que hacer, Sakura. Tenemos que pensar cómo lo vamos a hacer.

    - No te agobies, Hinata- le dijo Sakura-. Esperaba que te lo tomaras mejor, la verdad.

    - No es que no me alegre, es que no lo esperaba porque ahora mismo no es un buen momento. Supongo que esto viene cuando viene...

    - Vamos a dejar la conversación aquí porque al final me voy a enfadar, no me está gustando tu actitud- dijo Sakura poniéndose en pie. Hinata le agarró la mano.

    - Perdona, Sakura. De verdad que me alegro y seguro que todo se soluciona.

    - No entiendo, ¿qué se tiene que solucionar?- preguntó Sakura y Hinata hizo un gesto con las manos para señalar la estancia-. ¿Qué pasa?

    - Pues que en este piso no cabemos, Sakura.

    - Claro que cabemos.

    - ¿Dónde piensas meter al bebé?

    - Esa será la habitación del bebé- dijo señalando el dormitorio de Kenzo. Hinata negó con la cabeza-. ¿No? Pues es la única que hay.

    - Ese es el dormitorio de Kenzo.

    - Pues tendrán que compartir- dijo Sakura.

    - Tengo dinero ahorrado, si vendes este piso, podremos comprarnos uno más grande y que...

    - No- interrumpió Sakura-. No voy a cometer el mismo error dos veces, si me compro algo va a ser solo mío, no de los dos.

    - ¿Puedes comprar un piso tú sola, Sakura?- preguntó y la nombrada frunció los labios-. No, nos necesitamos el uno al otro.

    - Igual si hago las paces con mis padres...- murmuró Sakura y Hinata frunció el ceño.

    - ¿No decías que eran mala gente?

    - Sí, pero lo he estado pensando y tal vez debería darles otra oportunidad- dijo rápidamente-. No es bueno vivir con rencor.

    - Sakura, tu padre te dijo hace unos días que no quería saber nada de ti.

    - Fue todo un malentendido, si les explico que...

    - No, Sakura, deja a esa gente en paz. No conviene que te alteres en tu estado- negó Hinata.

    - Pues entonces vamos a tener que vivir los cuatro aquí. Aunque, bueno, como Kenzo solo está un par de semanas al mes...

    - Kenzo necesita su espacio, al igual que nuestro bebé. Lo siento pero en este piso no podemos seguir viviendo- dijo Hinata.

    - Está bien, venderé este piso y conseguiré dinero para comprarme otro más grande- asintió Sakura-. Iré a visitar a mis abuelos, me adoran y seguro que me dejan dinero.

    - No sabía que tus abuelos aún vivían.

    - Sí, son muy mayores pero tienen servicio y una mujer que se encarga de ellos. Están muy bien atendidos.






    - Quiero fumar pero no quiero irme de aquí- murmuró Wa-chan mirando la puerta del quirófano. Satoru le rodeó con un brazo.

    - Seguro que en nada sale- le dijo Satoru.

    - No puede haber tanta gente aquí- dijo un enfermero-. Ya os he avisado antes, no me obliguéis a llamar a seguridad.

    - Disculpa, ¿sabes quién soy yo?- dijo Akihiko y Misaki le miró con reproche.

    - Por mí como si es usted el Papa de Roma- dijo el enfermero-. Aquí solo familiares cercanos, los demás esperad en la calle.

    - Nene, ¿quién te crees que somos? ¿Los vecinos del quinto?- dijo Shinobu.

    - Shinobu-chin...

    - O desalojan el pasillo o llamo a seguridad- dijo el enfermero.

    - Somos todos familiares cercanos- dijo Reiko.

    - Me da igual, no puede haber tanta gente aquí. Esto es un hospital, no un mercado. No quiero a más de seis personas aquí.

    - Marchaos- dijo Hiroki-. En cuanto sepamos algo os llamaremos.

    - Vamos a la cafetería- propuso Miyagi poniéndose en pie y en aquel momento apareció Hanako, quien abrazó con fuerza a Wa-chan.

    - Hana...

    - He venido lo antes posible, acabamos de aterrizar. Junko se ha ido a casa a dejar el equipaje, ahora vendrá.

    - Más gente aquí no- dijo el enfermero tajante.

    - Que ya nos vamos, pesado- dijo Hiro-chan harto y Naoki le miró mal.

    - Así no se le habla a la gente, Hiroki.

    - ¡Estoy de los nervios, mami!- exclamó Hiro-chan y suspiró mirando al enfermero-. Perdona, ya nos vamos.

    Todos se marcharon excepto Hiroki, Nowaki, Haruki, Kane, Tadao y Wa-chan. Se hizo el silencio entre ellos mientras observaban la puerta del quirófano a la espera de que saliera Sosuke.

    - Kane, por favor, di alguna idiotez para distraernos- dijo Hiroki y Kane le miró con tristeza.

    - No se me ocurre nada- murmuró.

    - No pasa el tiempo- negó Hiroki cubriéndose la cara con las manos-. Mi pobre niño...

    - He soñado con Reiko y me ha dicho que Sosuke va a estar bien- dijo Tadao y Haruki le cogió la mano con cariño.

    - ¿Qué estará haciendo Raiden?- preguntó Nowaki con la intención de distraer a su marido.

    - Hoy le he puesto las zapatillas que le compraste- le dijo Haruki a su padre-. Nos ha hecho una demostración de lo rápido que corre con ellas.

    - Qué gracioso es- murmuró Hiroki con media sonrisa. En ese momento las puertas del quirófano se abrieron y salió el cirujano, quien caminó con paso acelerado hacia Nowaki.

    - ¿Cómo ha ido?- preguntó Nowaki rápidamente sintiendo su corazón palpitar con fuerza.

    - Ha sido posible extirpar todo el tumor, no necesitará ninguna sesión de radio- respondió el cirujano-. El feto está bien, Nowaki, pero tenemos que ser prudentes y esperar a ver cómo se desarrolla. En un principio no debería haber problema, ya que no ha sufrido ningún daño en la intervención, pero lo mejor es estar atentos.

    - Menos mal- murmuró Hiroki llorando aliviado mientras abrazaba a su marido, quien no paraba de darle las gracias al cirujano.

    - ¿Podemos verle?- preguntó Wa-chan con lágrimas en los ojos.

    - En unos minutos será llevado a la habitación- respondió el cirujano para luego marcharse. Kane le dio un abrazo a Hiroki y echó a correr hacia la cafetería donde estaban todos sus familiares sentados en dos mesas.

    - ¡Sosuke y Tsukuyomi están bien!- anunció feliz y todos se abrazaron entre ellos aliviados-. ¡Le voy a comer la boca al cirujano!






    Ryan miró a Hiyori, quien había accedido a salir con él a dar una vuelta. No habían quedado pero Ryan le había dicho que estaba siendo una mañana muy dura para él y que necesitaba compañía.

    - Mi hermano Oliver me había dicho que fuera al hospital y yo he ido pero no he entrado- dijo Ryan-. No puedo estar allí dando ánimos a Sosuke porque no voy a ser capaz, solo quiero llorar porque es una injusticia para Sosuke y para el bebé. Me gustaría ser de otra forma para poder estar con Sosuke, siento que soy débil.

    - No eres débil, Ryan- negó Hiyori-. Eres la persona más maravillosa que conozco y me alegra que seas tal y como eres.

    - Eres muy amable.

    - No lo digo por ser amable, lo digo porque lo pienso de verdad- dijo Hiyori y Ryan sonrió-. Eres muy buena persona y me has ayudado más de lo que crees.

    - Me dices cosas que me hacen palpitar el corazón- dijo y Hiyori se sonrojó-. Gracias por venir aunque no habíamos quedado.

    - Puedes llamarme siempre que quieras, Ryan. Somos amigos, ¿no?

    - Sí, somos mejores amigos- asintió Ryan feliz. Estuvieron un rato charlando y finalmente Hiyori volvió a su casa. Su padre había salido a pasear con Sakura y Yokozawa se encontraba cocinando.

    - Ya he vuelto, onii-chan- anunció Hiyori y Yokozawa sonrió pero borró la sonrisa al ver el rostro de su adorada hija.

    - ¿Qué te ha hecho el guiri ese?- preguntó intentando controlar su enfado. Hiyori negó abrazándose a él.

    - No me ha hecho nada, él es perfecto y me alegro de tenerle como amigo pero... Yo no quiero ser solo su amiga, onii-chan- dijo con tristeza-. Estoy enamorada de él y desearía que me correspondiera aunque sé que es imposible.

    - ¿Cómo va a ser imposible? Con lo hermosa que tú eres. Eres preciosa por dentro y por fuera- le dijo Yokozawa y Hiyori sonrió con lágrimas en los ojos.

    - Supongo que la belleza es muy subjetiva. En fin, no vale la pena darle vueltas a algo que no puede ser. ¿Te ayudo con algo, onii-chan?

    - ¿Eh? Sí, cielo, ve cortando los pimientos, yo voy a bajar un momento a ver si nos han dejado correo.

    Yokozawa salió de la vivienda con su delantal de conejitos puesto. Echó a correr con sus zapatillas de andar por casa sin importarle ser visto de aquella forma. Dobló una esquina y vio a lo lejos a un hombre alto y de cabello rubio.

    - ¡Ryan!- bramó asustando a dos muchachas que pasaban por su lado. El australiano se giró y sonrió al ver a Yokozawa.

    - ¡Onii-chan, qué sorpresa! Acabo de dejar a Hiyori en...- dijo y se fijó en los pies del mayor-. Onii-chan, ese no es un calzado cómodo para la calle. ¿Qué talla usas?

    - ¿Te parece fea mi Hiyori?- preguntó con el ceño fruncido y Ryan le miró sorprendido.

    - ¿Fea? Hiyori es una mujer preciosa.

    - Entonces debes de pensar que es mala persona.

    - ¿Mala persona? Hiyori es dulce como la miel- dijo Ryan.

    - ¿Y por qué demonios no le pides salir?

    - ¿Salir?- preguntó sorprendido-. ¿Cómo voy a hacer eso, onii-chan? Yo soy viejo para Hiyori y rompería nuestra amistad. Yo a ella no le gusto, onii-chan.

    - ¡Claro que le gustas! ¡Parecéis bobos!- gritó Yokozawa.

    - What? ¿Le gusto?

    - Te acabo de decir que sí.

    - ¿Le gusto como amigo o para ser novio?- preguntó Ryan y Yokozawa gruñó exasperado.

    - ¡Como novio, demonios!

    - ¡Me ruborizo, onii-chan! Hiyori gusta de mí- sonrió Ryan mientras sus mejillas adquirían un tono rojizo-. Tócame el corazón, onii-chan, late con fuerza.

    - No hace falta, te creo.

    - ¿Qué hago, onii-chan? ¿Le pido ser mi novia? Estoy nervioso, siento mariposas en mi barriga.

    - Haz lo que quieras pero dile que te gusta porque está muy triste y no soporto verla tan triste.

    - Voy a decirle que me gusta y le pediré que sea mi novia- dijo decidido.

    - Muy bien- asintió Yokozawa. Fueron hasta la vivienda del mayor donde se encontraba Hiyori cortando verduras. La mujer se sorprendió al ver al australiano allí.

    - Ryan...

    - Me gustas mucho, Hiyori- dijo Ryan sonrojado y haciendo que ella también se sonrojara-. Me gustaría que fueras mi novio, si tú quieres, claro, yo acepto un no por respuesta porque eres una mujer libre pero ojalá me digas que sí.

    - ¿Lo dices en serio?- preguntó Hiyori ilusionada y Ryan asintió-. ¡Por supuesto que quiero ser tu novia!

    - ¡Chachi!- exclamó Ryan feliz cogiendo sus manos-. ¿Te puedo besar, Hiyori?

    - No.

    - Sí- asintió Hiyori y miró a Yokozawa, quien suspiró.

    - Lo pillo, os dejo solos.

    Yokozawa salió de la cocina y en ese momento entró su marido con la pequeña Sakura. Kirishima le miró con una sonrisa que Takafumi conocía muy bien, su pareja se iba a burlar de él.

    - Qué guapo te has puesto para salir a la calle, amor. Me ha gustado verte correr con esas pantuflas.

    - No te contesto porque está mi pequeña presente- dijo cogiendo en brazos a Sakura-. ¿Te lo has pasado bien con el abu?

    - Abu Zen- señaló sonriendo.

    - ¡Suegro!- exclamó Ryan saliendo de la cocina y yendo a abrazar a Kirishima, quien correspondió el abrazo-. Hiyori y yo somos novios, así que ahora eres mi suegro.

    - ¡Por fin! ¡Esto tenemos que celebrarlo!

    - Zen, no te alegres tanto, por favor.

    - Vamos todos a comer fuera- propuso Kirishima feliz.

    - No puedo, suegro. Han operado a un familiar y me acaban de decir que ya ha despertado, voy a ir a hacer visita pero espero poder celebrarlo pronto todos juntos. Kenzo también vendrá porque os tiene que conocer más.

    - Claro, Kenzo, ya es un nieto más.

    - Zen, calma que llevan juntos dos minutos.

    - Pero si adoras a Kenzo- le dijo Kirishima a su marido, quien no lo negó, pues aquel niño le hacía mucha gracia.

    - Adiós, Hiyori. Tendremos una cita romántica muy pronto- le dijo Ryan para luego besarla, cosa que hizo que Yokozawa torciera el gesto.

    - Adiós, Ryan. Te llamo luego.

    - Cuando llegue a casa te llamo. Adiós, suegro. Adiós, onii-chan. Adiós, Sakura.

    - ¡Adiós!- exclamó la pequeña despidiéndose de Ryan con la manita.
     
    Top
    .
  4.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Que bien que tanto Sosuke y su bebé están bien y la operación ha salido bien.
    Por fin Ryan e Hiyo están saliendo formalmente, ya era hora que Ryan fuera feliz con una gran mujer.
    No me lo puedo creer la basura de Sakura diciendo que haría la paces con Shinobu y Miyagi solo para que le dieran dinero espero que sus abuelos no les de el dinero, sería grandioso que cuando fuera con sus abuelos para pedir el dinero estos le digan que es Shinobu quien les administra sus propiedades incluso la cuenta corriente, eso sería un buen inicio para que empiece a pagar todo el mal que ha hecho y está haciendo, quiero que ya empiece su karma.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  5.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 277: La decoración


    - Raiden, no te pongas de pie en la silla, te puedes caer- dijo Misaki mientras colocaba su mejor mantel en la mesa.

    - Estoy buscando a Papá Noel- respondió el niño señalando la ventana.

    - Aún es pronto, vendrá esta noche- le dijo Misaki-. Rai, ve colocando las copas y asegúrate de que ningún gato se acerque a ellas.

    - ¡Misaki! ¡Misaki!- exclamó Akihiko entrando corriendo en la sala.

    - ¿Qué pasa, Usagi-san?

    - ¡Hay un concurso de decoración de Navidad!- anunció y Misaki asintió sin levantar la vista.

    - Todos los años hay uno en esta urbanización y todos los años gana Kane- informó Misaki-. Aunque este año, con todo lo que ha pasado, no ha tenido tiempo de decorar su jardín.

    - ¿Pues sabes qué? Son solo las cuatro de la tarde- sonrió Akihiko-. Me da tiempo a decorar nuestro jardín antes de que acabe el concurso. ¡Vamos a ganar!

    - Usagi-san, ya lo harás el año que viene.

    - Bichito, deja lo que estés haciendo, te vienes conmigo a comprar adornos. Misaki, me llevo también a Raiden que me hace mucha gracia.

    - Usagi-san, en menos de cuatro horas comenzarán a aparecer familiares por esa puerta, necesito la ayuda de Rai para preparar todo.

    - Ya tienes a Nao-chan cocinando, ¿a cuántos de nuestros hijos necesitas?

    - Teniendo en cuenta que tú no haces nada, yo diría que a todos- dijo Misaki y Rai soltó una pequeña risa.

    - Misaki, siempre dices que necesito proyectos nuevos.

    - No seas tan impulsivo, Usagi-san. El año que viene lo organizaremos con calma.

    - Pero yo quiero hacerlo ya...- murmuró Akihiko y Misaki suspiró.

    - Venga, vale, así estás entretenido y no me distraes, pero nada de subirte al tejado, no quiero acabar en urgencias- dijo Misaki.

    - Venga, bichito, nos vamos. Tú también, Raiden- dijo cogiendo en brazos al pequeño, quien apartó la vista de la ventana.

    - Tengo que buscar a Papá Noel, tío Aki.

    - Pues hazlo desde el coche, nos vamos a comprar adornos.

    - No gastes mucho, Usagi-san.

    Akihiko colocó la sillita de Raiden en el vehículo mientras Rai se subía en el asiento del copiloto.

    - Me busta tu coche, tío Aki. El de mi papá es pequeño, este es grande.

    - Gracias, Raiden, puede que algún día te deje conducirlo- dijo Akihiko mientras lo sentaba en la sillita.

    - El de Hiro es rojo- comentó Raiden y emprendieron la marcha. Condujo unos treinta metros cuando el pequeño volvió a hablar-. ¡Papá Noel está en casa de mis abus!

    Akihiko dio un frenazo al ver un Papá Noel de dos metros en el jardín de la vivienda de Kane y Satoru.

    - ¡Me cago en todo!- exclamó el escritor observando la casa. Miró el tejado y vio a Hiro-chan colocando luces-. ¡Encima con la ayuda de mi descendencia!

    - Parece que el tito Kane al final también va a participar en el concurso- comentó Rai mientras Akihiko aparcaba a un lado de la carretera-. ¿Qué vas a hacer, papá?

    - Voy a hablar con Kane, me parece fatal que quiera participar el mismo día en que acaba el concurso- dijo bajando del coche. Bajó a Raiden también, quien corrió hacia casa de sus abuelos. En el jardín se encontraba Kane dirigiendo a Kotaro y a los trillizos.

    - Chihiro, cielo, separa un poco los bastones de caramelo, tienen que cubrir todo ese sector- dijo Kane.

    - ¡Abu!

    - ¡Cosita bonita!- sonrió Kane al ver a su nieto-. ¿Te gusta cómo está quedando el jardín?

    - ¡Es Papá Noel!

    - ¡Ese no es el de verdad, Raiden!- gritó Hiro-chan desde el tejado-. ¡Esta noche verás al de verdad!

    - Kane, no puedes decorar tu jardín para el concurso- dijo Akihiko y el juez le miró sin entender-. Ya es tarde.

    - Hasta las diez de la noche tengo tiempo, Akihiko- sonrió Kane-. Anda, ayudadme que hay mucho por hacer

    - Mi padre también quiere participar, nos vamos ahora a comprar adornos- informó Rai y Kane sonrió más.

    - Pierdes el tiempo, Akihiko, llevo ganando el concurso desde hace más de una década- dijo Kane-. Tengo un espectáculo de luces montado, por desgracia este año no habrá pirotecnia pero ganaré de todas formas.

    - Esa es mi prima- comentó Raiden señalando a Chihiro.

    - ¡Hiroki, baja de ahí! ¡No ayudes a la competencia!- exclamó Akihiko y Kane sonrió divertido.

    - ¡Es mi suegro!

    - ¡Y yo tu abuelo millonario!

    - Hiro-chan, recuerda que necesitas mi permiso para casarte con Kotaro- dijo Kane.

    - ¿En qué siglo vives?- le preguntó Akihiko al juez y miró a los trillizos-. Vosotros tres, os venís conmigo también.

    - De mí no manda nadie- dijo Aki-chan-, excepto mi mami y el yayo Hiroki.

    - Tu yayo Hiroki no quiere que ayudes a Kane.

    - Claro que quiere, Hiroki disfruta fastidiándote- le dijo Kane-. Le dará la risa cuando sepa que te he ganado.

    - No, disfruta fastidiándote a ti- replicó Akihiko-. A mí me adora, soy su hermano.

    - ¿Soy el único preocupado porque Hiro esté allá arriba?- murmuró Rai-. Es Hiro, le he visto tropezarse con el aire.

    - Sí, debería bajar antes de que se haga daño- asintió Kotaro.

    - ¡HIROKI KAMIJOU, BAJA INMEDIATAMENTE DE AHÍ!- se escuchó el grito de Hiroki en gran parte de la urbanización. Akihiko miró hacia la casa de su hermano y lo vio asomado al balcón con gesto cabreado.

    - El yayo Hiroki está enfadado- señaló Raiden.

    - Pues como siempre- sonrió Kane.

    - ¡Kane, súbete tú a tu tejado!- le gritó Hiroki.

    - Se lo he pedido a Sato-chan pero le da vértigo- respondió Kane mientras Hiro-chan bajaba del tejado con cuidado-. No es mi culpa tener un marido con tantas taras.

    - ¡Tú sí que tienes taras!- le gritó Hiroki.

    - No soy tan torpe- dijo Hiro-chan.

    - ¡Yayo Hiroki, dile a mi yayo sonrisas que salga a jubar conmigo!- gritó Raiden.

    - Cariño, el yayo está con tu papá. Vendrá en un rato- dijo Hiroki desde su balcón y su nieto frunció el ceño-. ¿Quieres venir a jugar con mis perros y tu chucho?

    - ¡Nii-chan!- exclamó Raiden feliz y echó a correr hacia la salida del jardín.

    - Que alguien acompañe al nene- dijo Kane y Saori corrió detrás del pequeño, quien al ver a la niña paró en seco.

    - Dame la manita que soy pequeño- le dijo Raiden a su prima, quien rio cogiéndole de la mano.

    - Muy bien, mi descendencia que venga conmigo- dijo Akihiko después de que Saori y Raiden se marcharan del jardín.

    - Akihiko, una retirada a tiempo también es una victoria- dijo Kane sonriendo.

    - Te debí haber suspendido- murmuró Akihiko frunciendo el ceño y Kane rio-. Todos a mi coche. Hiro-chan, tú también.

    - Yo paso, yo me voy con el abu Misaki a cocinar- dijo Hiro-chan.

    - Vale, pero no ayudes a la competencia o te desheredo- amenazó Akihiko.









    - Ponte junto al árbol, cariño. No, mejor que el tío Oliver te cargue en brazos- dijo Ryan con una cámara de fotos en la mano.

    - ¿Sonrío ya, daddy?- preguntó Kenzo mientras su tío lo cogía en brazos.

    - Qué bonito eres- sonrió Oliver besando la mejilla del pequeño. Ryan hizo la foto y sonó un claxon.

    - ¡Los abus!- exclamó Kenzo en japonés. Oliver lo dejó en el suelo y el pequeño fue hasta la entrada a por sus zapatos.

    - Ryan, no estés nervioso, se van a alegrar por ti- le dijo Oliver.

    - No quiero que piensen que yo no quería a Sakura...

    - Ha pasado más de un año desde que rompisteis y, además, ella empezó a salir con otro al poco tiempo. No les va a sentar mal.

    - Daddy, ¿me ayudas a ponerme los zapatos, por favor?- pidió Kenzo.

    - Qué bien habla este niño- murmuró Oliver orgulloso mientras su hermano iba a ayudar al pequeño.

    Bajaron a la calle y subieron a los asientos traseros del vehículo. Shinobu conducía y Miyagi, quien iba de copiloto, se agarraba con fuerza al asiento.

    - Shinobu-chin, no des esos frenazos que llevamos a Kenzo- pidió Miyagi.

    - ¿Qué hace este? ¿Va a salir o qué?- dijo Shinobu frunciendo el ceño-.¿¡Sabes qué es un intermitente, imbécil!?

    - ¡Shinobu-chin, que está Kenzo!

    - Mi abu Shinobu grita cuando conduce- informó Kenzo a su tío, quien rio suavemente.

    - Hay gente que no sé cómo se ha sacado el carnet...- murmuró Shinobu y dio otro frenazo.

    - ¡Shinobu-chin, me vas a provocar una contractura! Ya me duele el cuello de tanto frenazo.

    - ¡No haberle dejado el automático a James!- se quejó Shinobu-. Que se hubiera llevado el manual, ya sabes que yo no estoy acostumbrado a las marchas.

    - Pensaba que iba a conducir yo.

    - ¿Cómo vas a conducir? Llevamos a Kenzo y a tu edad se pierden reflejos- dijo Shinobu.

    - Jamás me han multado, ¿cuántas veces te han multado a ti?- preguntó Miyagi.

    - ¡No cuentan, viejo! ¡Siempre han sido multas por aparcamiento!

    - Mis abus se gritan pero no pasa nada porque se quieren- informó Kenzo.

    - Exsuegros, hoy es noche de paz y de amor- dijo Ryan.

    - No puede haber más paz y más amor en el ambiente- comentó Shinobu-. ¿Y ahora este imbécil qué hace?

    - Es Akihiko- comentó Miyagi observando el coche.

    - Ya sabía que era Akihiko. Le pienso decir a Misaki lo mal que conduce su marido.

    - ¿Qué lleva tío Akihiko encima del coche?- preguntó Ryan curioso.

    - Parece un trineo- respondió Miyagi.

    - ¡Papá Noel!- exclamó Kenzo feliz-. ¡Qué nervios!

    - Estará bien sujeto ese trineo, ¿no?- murmuró Shinobu-. He visto Destino final. Voy a adelantarle.

    - No adelantes a Akihiko, ya sabes cómo se pone cuando le adelantan- dijo Miyagi-. Además, con lo rápido que va siempre en nada lo perderemos de vista.

    - No va tan rápido, debe de llevar a algún chiquillo con él. Voy a adelantarle.

    Finalmente llegaron a su destino y vieron a Akihiko, quien había llegado justo antes que ellos, descargando cosas del maletero junto a Rai, Aki-chan y Chihiro.

    - ¡Tío Aki!- exclamó Kenzo bajando del vehículo y yendo hacia él-. ¡He llegado ya!

    - Qué bien, corazón. ¿Nervioso porque viene Papá Noel?- preguntó el escritor.

    - ¡Mucho! ¿Y Misaki?- quiso saber Kenzo.

    - Supongo que cocinando- respondió el escritor y le dio unas guirnaldas al pequeño-. No vayas con las manos vacías, entra esto y déjalo en el salón.

    - Papá, no cargues al nene- dijo Rai quitándole las guirnaldas a Kenzo.

    - Esto no pesa.

    - Yo ayudo- sonrió Kenzo y Rai le volvió a tender las guirnaldas.

    - ¡Shinobu, no entres tan rápido! ¡Ven a llevar cajas!- le gritó Akihiko pero el abogado se metió corriendo en la vivienda.

    - ¿Os mudáis, tío Akihiko?- preguntó Ryan curioso mientras Kenzo entraba en la vivienda.

    - Vamos a decorar el jardín para el concurso.

    - ¡Qué diver!- exclamó Ryan-. Yo también quiero ayudar.

    - Abu Akihiko, ya sobran ayudantes, yo me voy- dijo Aki-chan.

    - No, necesito vuestras manitas. Nos hemos entretenido mucho comprando y hemos perdido tiempo- negó Akihiko-. Oliver, tú también tienes que ayudar.

    - No me insultes en inglés, abu- le dijo Aki-chan y el escritor frunció el ceño.

    - Maldito gen Takahashi...- murmuró Akihiko y miró a Chihiro-. Tú eres la esperanza de esta familia.




    Kenzo dejó las guirnaldas en una silla del salón y echó a correr hacia la cocina en busca de Misaki, pero un gato se le cruzó y cayó al suelo. Alguien le levantó con cuidado mientras el gato se restregaba contra las piernas del pequeño.

    - ¿Estás bien, Kenzo? ¿Te has hecho daño?- le preguntó Natsu, quien lo había alzado del suelo.

    - No me he hecho pupa- sonrió negando con la cabeza-. Barba me ha tirado sin querer porque no ve de un ojito.

    - No quería tirarte, quería darte la bienvenida pero no controla su fuerza- dijo Natsu cogiendo en brazos al gato.

    - Tienes que tener cuidado porque soy pequeñito- le dijo Kenzo al gato, haciendo reír a Natsu-. Y con mi abu Miyagi también porque es un abuelito.

    - Tendrá más cuidado- dijo Natsu y el gato maulló-. Te pide perdón.

    - Te perdono, gatito- dijo Kenzo y se acercó a darle un beso. Después de eso, el pequeño siguió su camino hacia la cocina, donde estaban Naoki, Misaki y Shinobu.

    - No teníais que venir tan pronto, no hacía falta.

    - Sí, Misaki, no sufras que seguro que necesitas ayuda cocinando- dijo Shinobu poniéndose el delantal y Misaki hizo una mueca.

    - ¡Misaki, ya estoy aquí!- anunció Kenzo y su educador se puso en cuclillas para darle un abrazo-. Te he echado de menos, Misaki.

    - Qué mono- sonrió Naoki.

    - Yo también te he echado de menos, ayer no nos vimos- le dijo Misaki.

    - ¿Ya han venido mis amiguitos?- preguntó Kenzo.

    - Raiden estaba por aquí pero el tío Akihiko se lo ha llevado.

    - No estaba con Akihiko- negó Shinobu y Naoki frunció el ceño.

    - ¿No? ¿Y con quién está?- preguntó Naoki preocupado.

    - No te preocupes que papá lo habrá dejado con alguien de confianza- dijo Misaki-. Ya sabes cómo es con los secuestros.

    - Hablando de tu marido- dijo Shinobu-, le he adelantado en la autopista y se ha picado, se ha puesto luego en unas velocidades indecentes.

    - ¿Llevando a los nenes en el coche?- preguntó Misaki y salió de la cocina enfadado-. ¡Usagi-san!

    - Qué chivato- sonrió Naoki.

    - Llevaba a Aki-chan y a Chihiro en el coche-dijo Shinobu y Naoki frunció el ceño, dejó lo que estaba haciendo y abandonó la cocina.

    - ¡Papá!

    - Abu, hay mucha comidita- señaló Kenzo observando unas bandejas.

    - Sí, hoy comeremos mucho- sonrió Shinobu acariciando con cariño el pelo de su nieto.

    - Mi mami tiene que comer mucho- comentó Kenzo.

    - Sí que está delgada, sí- murmuró Shinobu.

    - Tiene que comer mucho para que le llegue comida a mi hermanita- dijo el pequeño y Shinobu le miró con atención.

    - ¿Qué hermanita?

    - La que tiene mi mami en la barriguita- sonrió Kenzo-. Mi mami me ha dicho que no lo puedo decir porque aún mi hermanita va a tardar mucho en salir, pero no pasa nada porque tú eres mi abu y yo te cuento todo.

    - Gracias por contármelo, cariño- dijo en un murmullo.

    - Oh, exsuegro- dijo Ryan entrando en la cocina-. Quiero hablar con exsuegro Miyagi y contigo.

    - Kenzo, ¿por qué no vas a jugar con Aki-chan y con Chihiro?- dijo Shinobu y su nieto salió a buscar a los otros niños-. Sé lo que me vas a decir, Ryan, y me da muy igual. No quiero saber nada de esa niñata ni de su descendencia.

    - ¿Eh?- murmuró Ryan mientras los ojos se le llenaban de lágrimas-. Yo pensé que ella te caía bien...

    - ¿Bien? No me hagas hablar, Ryan. Es una niñata desagradecida y una egoísta, le habría hecho falta un hermano para saber qué es tener que compartir todo. Ese ha sido el problema, que se cree dueña de todo.

    - No, ella no es así, ella es buena y dulce como la miel- dijo Ryan intentando no echarse a llorar-. No es nada egoísta, exsuegro, y si piensas así es porque no la conoces.

    - ¿La vas a defender ahora después de todo lo que te ha hecho?- preguntó Shinobu incrédulo.

    - ¡Ella me cuida y me quiere! ¡Hiyori es la mujer más buena del mundo!- exclamó rompiendo a llorar y Shinobu le miró sorprendido.

    - Ryan, ¿qué demonios dices ahora de Hiyori? ¿Qué tiene que ver?- preguntó abrazando al australiano-. No llores, que me molesta verte llorar.

    - Perdón, exsuegro, quiero mucho a Hiyori...

    - Y yo me alegro- le dijo Shinobu-. Pero estábamos hablando de Sakura, ¿no?

    - ¿Eh? No, yo estaba hablando de Hiyori, ayer le pedí ser mi novia y ahora somos novios- anunció y Shinobu sonrió.

    - Eso es genial, me alegro mucho, Ryan. Es muy buena chica, por fin has elegido bien.

    - ¿De verdad estás contento, exsuegro?

    - Claro, me alegro mucho por ti y por ella- dijo Shinobu-. Ella también se merece estar con alguien bueno.

    - Entonces, ¿hablabas de Sakura?

    - Kenzo me ha dicho que está embarazada- respondió y Ryan asintió.

    - Sí, lo está. Dice que es una niña y que se va a llamar Sakura pero no sé si de verdad es niña porque con Kenzo decía que era niña.

    - Me da igual si es niña o niño, no me va a dejar conocerlo y tampoco pretendo que lo haga- comentó Shinobu-. Yo no tengo hija, ya hace tiempo que esa no es mi niña.

    Ryan abrazó a Shinobu con fuerza, quien se dejó abrazar sintiendo un nudo en la garganta. El abogado carraspeó y se separó un poco, fingiendo una sonrisa.

    - Tendrás que presentarnos formalmente a Hiyori.

    - Oh, sí, os la presentaré como mi novia. De hecho, os voy a pedir que mañana cuidéis un par de horas de Kenzo porque vamos a tener la primera cita de novios. ¡Qué nervios!

    - Nos lo podemos quedar toda la noche si quieres- dijo Shinobu y el menor se sonrojó.

    - Es pronto, exsuegro, solo llevamos un día de novios- murmuró-. Es pronto para pasar noche juntos.

    - Lo entiendo, os vais a tomar las cosas con calma- asintió Shinobu.

    - Sí, hoy le daré un beso para saludar y otro para despedir, pero pasearemos cogidos de la mano- sonrió ilusionado.

    - Te iba a decir que mis abuelos eran así de novios, pero creo que incluso ellos follaban.

    - ¡Shinobu-chin!- exclamó Miyagi, quien acababa de entrar en la cocina-. No le digas esas cosas al pobre.

    - Me escandalizo, exsuegro- dijo Ryan tapándose la cara con las manos.

    - Perdóname, Ryan, soy un bruto- rio Shinobu suavemente-. Haces bien en tomarte las cosas con calma, estoy seguro de que os irá bien.

    - ¿Te has echado novia, Ryan?- preguntó Miyagi curioso.

    - Hiyori es mi novia desde ayer- respondió descubriéndose la cara.

    - Eso es genial, se le ve muy buena chica- sonrió Miyagi-. Enhorabuena, Ryan, te lo mereces.

    - ¡Estoy feliz porque exsuegros están felices por mí!- dijo abrazando a ambos.




    Toda la familia llegó, excepto Hiroki, Nowaki, Wa-chan y Sosuke, y comenzaron a cenar mientras charlaban unos con otros. Antes del momento de los postres, Hiro-chan se puso en pie y carraspeó.

    - Si me disculpáis, voy al excusado un momento.

    - Qué disimulado- rio Naoki.

    - Voy contigo, Hiro- le dijo Raiden.

    - No, colega, voy a hacer caca, ahora vuelvo- dijo Hiro-chan rápidamente. Raiden continuó jugando tranquilamente con Kenzo y Nadia, hasta que en un momento dado se oyó un golpe.

    - ¿¡Qué ha sido eso!?- exclamó Akihiko haciendo que los pequeños le miraran asustados mientras Kane soltaba una carcajada. Se oyó otro golpe y Kenzo corrió hacia Ryan-. Creo que eso ha sido el trineo de Papá Noel.

    - ¿Papá Noel?- murmuró Kenzo ya tranquilo. Se escucharon pasos por la escalera y apareció Hiro-chan disfrazado de Papá Noel y cargando una bolsa de basura llena de regalos.

    - ¡Papá Noel!- exclamó Nadia corriendo hacia él y Kenzo hizo lo mismo. Raiden observó la escena desde cierta distancia hasta que sus ojos se encontraron con los de Papá Noel, entonces rompió a llorar de forma sonora.

    - ¡HIRO!- gritó llorando mientras corría hacia Haruki, quien cargó al pequeño para consolarlo.

    - No le ha gustado la sorpresa- murmuró Tadao observando a su bisnieto.

    - ¡Raiden, no llores!- exclamó Hiro-chan quitándose rápidamente la barba y el gorro. Nadia sonrió todavía más al ver a Hiro-chan mientras que Kenzo le contemplaba con el ceño fruncido-. ¡Soy yo, Raiden! ¡Soy Hiro!

    - ¡Hiro!- lloró abrazándose con fuerza a Haruki-. No quiedo que sea Papá Noel...

    - Tranquilo, Raiden, no pasa nada- le dijo Haruki acariciándole la espalda.

    - Raiden, vamos a abrir los regalos- le dijo Kane en un intento porque parara de llorar.

    - Te quiero mucho, Hiro- dijo Nadia abrazándose a sus piernas.

    - Kenzo, ¿todo bien?- preguntó Miyagi al ver que su nieto seguía contemplando a Hiro-chan con el ceño fruncido.

    - ¿Desde cuándo vive Hiro en el Polo Norte?- preguntó Kenzo en inglés y Miyagi rio divertido.

    - El tío Sosuke te va a pegar por traumatizar a Raiden- le dijo Aki-chan a su hermano mayor, quien miró al pequeño con el ceño fruncido.

    - Está bien, ha sido la sorpresa- dijo Haruki sin dejar de abrazar a Raiden.

    - Hiro es Hiro...- murmuró el pequeño sin parar de llorar.

    Finalmente consiguieron tranquilizar a Raiden y todos abrieron sus regalos. Poco tiempo después, los pequeños fueron a la cama y algunos adultos salieron al jardín, el cual estaba lleno de adornos navideños. Akihiko encendió las luces mientras sonaba un villancico de fondo.

    - Voy a ganar, Misaki, lo presiento- comentó Akihiko-. Mira el tejado de Kane, no es gran cosa. Hay huecos sin iluminar.

    - No te pases, Usagi-san.

    - Yo también me he pasado el día decorando- comentó Tadao-. No es gran cosa pero ya parece que sea Navidad en casa.

    Akihiko miró el jardín de Hiroki y vio algunas luces colocadas torpemente por encima de los setos y alrededor del tronco de un árbol.

    - Abu, nos lo tendrías que haber dicho, te hubiéramos ayudado- le dijo Natsu.

    - Yo no quiero molestar y, además, he estado entretenido- sonrió Tadao. Akihiko miró a Misaki, quien le dedicó una pequeña sonrisa. El escritor suspiró y abandonó su jardín. Salió a la calle y vio a Kane y a Satoru junto a su jardín esperando a que pasara el jurado el concurso.

    - Akihiko, no tienes que ponerte nervioso, no vas a ganar- dijo con una sonrisa socarrona.

    - Kane, nos acaban de invitar a su casa a cenar, no seas así.

    - ¿Qué tendrá que ver, Sato-chan? Son cosas distintas- dijo Kane.

    - No voy a ganar pero tú tampoco- le dijo Akihiko y Kane borró la sonrisa-. Voy a sobornar al jurado para que gane Tadao.

    - ¿¡Qué!?- exclamó Kane indignado y miró el jardín de sus vecinos-. ¡Ahí no hay magia! ¡No hay fantasía!

    - Ese pobre hombre se ha pasado el día entero poniendo las luces, tú y yo nos hemos aprovechado de nuestros familiares y nos hemos limitado a dar órdenes, ese no es el espíritu de la Navidad- le dijo Akihiko-. Además, Tadao lleva unas semanas muy malas, se lo merece más que nosotros.

    - ¿Qué demonios te pasa, Akihiko? No eres tú.¿Te ha visitado el espíritu de las navidades futuras durante la siesta?- preguntó Kane.

    - A Tadao le hará muy feliz ganar- comentó Satoru y Kane suspiró.

    - De acuerdo, es más importante Tadao que este estúpido concurso- asintió el juez-, pero quiero que quede claro que mi jardín es mejor que el de Akihiko.

    - Una mierda, el mío es mejor- dijo Akihiko-. Voy a sobornar a esa gente.

    - Es ilegal y yo soy juez del supremo, así que si te pillan, tú y yo no nos conocemos- dijo Kane.

    Casi veinte minutos después, el jurado fue a buscar a Tadao para entregarle el trofeo. El anciano, muy emocionado, no supo qué decir y se limitó a dar las gracias al jurado.

    - No lo entiendo...- murmuró feliz-. Mi jardín casi no tiene adornos.

    - A veces menos es más- dijo uno de los jueces.

    - Sí, está claro que Akihiko y yo nos hemos excedido- comentó Kane rodeando con un brazo al anciano.

    - Sí, el jardín del tito Kane grita horror vacui- comentó Natsu y Satoru asintió.

    - Bonita, tampoco te pases- le dijo Kane.

    - Sí, abu, ahora se lleva el rollo minimalista- asintió Reiko-. Enhorabuena, abu.

    - No me lo puedo creer- dijo Tadao con lágrimas en los ojos-. Es cierto que cuido mucho el jardín pero lo que cuentan son las decoraciones... Me parece increíble haber ganado. Voy a llamar a mi hijo para contárselo.

    - Abu Akihiko, lo que has hecho es muy bonito- le dijo Misa-chan en un susurro.

    - Yo no he hecho nada- dijo guiñándole un ojo y Misa-chan sonrió.





    Dos días más tarde, Haruki y Naoki se levantaron a las cinco de la mañana para llevar a Reiko al aeropuerto. Haruki, al ver que su hija no bajaba, subió las escaleras y escuchó ruido en el baño.

    - Reiko, cielo, ¿te encuentras bien?- preguntó tras llamar a la puerta. Abrió y se encontró a su hija vomitando.

    - Ya se me pasa- murmuró mientras su padre le recogía el pelo.

    - ¿Te encuentras mal? No viajes, cielo, te compraremos otro vuelo para dentro de unos días.

    - Tengo que volver, papi. Además, ya estoy bien- dijo tirando de la cadena e incorporándose-. Solo me he despertado un poco revuelta.

    - No me quedo tranquilo, cielo. No quiero que viajes en estas condiciones.

    - No puedo quedarme más tiempo, papi.

    - Lo sé- suspiró Haruki preocupado-. ¿Es de la regla? Antes solías tener vómitos. Iré a la farmacia.

    - No es la regla, solo estoy un poco revuelta. No te preocupes, ¿vale?- dijo Reiko y su padre asintió deseando que no fuera nada, sin saber que en unos meses serían uno más viviendo en esa casa.
     
    Top
    .
  6.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Pollito taquero
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,072
    Location
    Iniciando la guerra contra McDonald's

    Status
    Anonymous
    Que bonito gesto de Akihiko, Tadao sí se esmeró en su jardín y finalmente ese esfuerso dió frutos (con sobornos, pero ganó 😅) yo quería/creía que el bebé iba a ser de Misa-chan y Kei-chan
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Que gran gesto el de Akihiko hacía Tadao. Por estas cosas y sus ocurrencias es que se le ama.
    Ahora Nao tendrá un nieto que cuidar.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  8.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 278: Bisabuelos


    - Tío Nao, un caracol- señaló Raiden, quien iba de la mano del psicólogo mientras Haruki arrastraba una maleta.

    - Anda- sonrió Naoki-. ¿Sabes por qué ha salido el caracol?

    - ¿Por qué?

    - Porque esta noche ha llovido- respondió- y a los caracoles les gusta la lluvia.

    - A mí no me busta que llueva porque no puedo jubar en el jardín- dijo Raiden y reparó en el edificio al que acababan de llegar-. ¡Yo vivo aquí!

    - Sí, corazón, ya estamos en tu casa- dijo Haruki sacando la llave del portal-. Tus papás te están esperando.

    - ¿Mis papás?- preguntó Raiden y su tío asintió. Entraron en el edificio y el pequeño corrió hacia el ascensor-. ¡Yo le doy al botón!

    - ¿Tienes ganas de ver a tus papás?- quiso saber Haruki.

    - Sí, tengo estas ganas- asintió Raiden mientras estiraba sus bracitos. Entraron en el ascensor y subieron hasta el segundo piso. Cuando se abrieron las puertas, vieron a Wa-chan en el rellano de cuclillas y con los brazos abiertos esperando a que su hijo fuera hacia él. El pequeño soltó una risa y echó a correr para abrazar a su padre-. ¡Papi!

    - ¡Mi niño!- Wa-chan le abrazó con fuerza mientras besaba sus mejillas-. Qué ganas teníamos de volver a casa contigo. Papá está dentro esperándote, pero tienes que ir con cuidado porque tiene pupa en la barriga, ¿vale?

    - ¿Papá tiene pupa?- preguntó con gesto triste.

    - Sí, pero en nada estará curado, no tienes que preocuparte, solo ve con cuidado para no hacerle daño sin querer, ¿de acuerdo, campeón?

    - Le daré besitos en la pupa- dijo y Wa-chan sonrió.

    Radien entró en la vivienda de la mano de Wa-chan. Nowaki estaba acomodando unos cojines para que Sosuke estuviera bien colocado en el sofá, mientras Hiroki sujetaba a Ares para que no fuera hacia Sosuke. Kotaro, quien también se encontraba allí, estaba charlando con Sosuke mientras Hiro-chan cortaba verduras en la cocina.

    - Papá- dijo Raiden llamando la atención de todos. La sonrisa de Sosuke se ensanchó y le hizo un gesto para que fuera hacia él. El labio de Raiden comenzó a temblar y rompió a llorar de forma sonora mientras caminaba con decisión hacia su padre-. ¡Papá! ¡Mi papá!

    - Tranquilo, cariño, estoy aquí- le dijo Sosuke emocionado-. Yo también te he echado mucho de menos.

    - Papá...- murmuró Raiden subiendo al sofá para abrazar a Sosuke. Ares comenzó a ladrar al escuchar llorar al pequeño.

    - Calla, chucho, solo faltaba que tú ladres- dijo Hiroki y reparó en su primogénito-. Grandullón, no llores, Sosuke estará bien. Lo peor ya ha pasado.

    - Es que tenía muchas ganas de ver esta escena- dijo Haruki secándose las lágrimas.

    - Han sido demasiados días sin su papá- comentó Kotaro observando a su sobrino.

    - Parecía que estaba bien, pero estaba aguantando- dijo Naoki-. Se ha portado muy bien para lo pequeñito que es.

    - Mi niño es un campeón- sonrió Sosuke y Raiden sorbió por la nariz con fuerza.

    - Papá, ya hago pipí como los mayores- anunció Raiden más calmado.

    - Qué mayor eres, Raiden. Siento no haberte ayudado en ese cambio, campeón- le dijo Sosuke con cariño-. Menos mal que estaban los tíos.

    - Los tíos me han cuidado- dijo Raiden-. Y el tío Aki me ha comprado juguetes.

    - Raiden, yo también te he cuidado- dijo Hiro-chan desde la cocina y su ahijado frunció el ceño al oír su voz.

    - ¿Sigues enfadado con Hiro por lo de Papá Noel?- le preguntó Kotaro.

    - No- negó Raiden-, pero no me ha dicho que venía a mi casa.

    - ¿Te tiene que pedir permiso para venir, colega?- preguntó Wa-chan y su hijo asintió.

    - Hiro puede venir siempre que quiera- le dijo Sosuke-, no seas tan borde con él que te quiere mucho.

    - Encima que he dormido contigo todas las noches- se quejó Hiro-chan divertido.

    - Mi papá- dijo Raiden apoyando su cabeza en el pecho de Sosuke-. Papi, ven.

    - ¿Quieres que me siente con vosotros?- sonrió Wa-chan tomando asiento al otro lado del niño, quien le agarro la mano. Raiden sonrió y miró a su alrededor.

    - Adiós a todos- dijo el pequeño y Hiro-chan soltó una carcajada sonora mientras Hiroki fruncía el ceño indignado.

    - Será posible...- murmuró Hiroki todavía sujetando a Ares.

    - Quiere estar a solas con sus padres- comentó Naoki sonriendo.

    - Hiro nos está preparando la cena, campeón- dijo Sosuke-. En un rato se irán todos menos el yayo Nowaki.

    - ¿Se queda mi yayo sonrisas?

    - Sí, se quedará un par de días para cuidarme- asintió Sosuke.

    - ¿Por qué?

    - Porque es mi papi.

    - No, es mi yayo sonrisas.

    - También es mi yayo.

    - Calla, Hiro- le dijo Raiden con el ceño fruncido, lo cual hizo reír al nombrado.

    - No le pinches que le sacas veinte años- le dijo Naoki a su hijo.

    - No le hables así a Hiro- le dijo Sosuke con tono cariñoso y Raiden asintió.







    Sakura condujo hasta una urbanización a las afueras de la ciudad, aparcó delante de una vivienda con un gran jardín y llamó al timbre.

    - ¿Quién es?- dijo una voz de mujer a través del telefonillo.

    - Soy Sakura Miyagi. He venido a ver a mis abuelos- respondió y la puerta metálica se abrió. Entró decidida en aquellos jardines y sonrió al ver a su abuelo sentado en un banco leyendo un libro. El anciano alzó la vista y observó a su nieta durante unos segundos sin decir nada-. Abuelo, ¿qué tal?

    - Hola, Sakura- saludó cerrando el libro.

    - Te veo muy bien, abuelo.

    - Yo a ti también. Me operaron hace un mes de cataratas, así que te veo perfectamente- dijo el anciano y Sakura rio de forma nerviosa.

    - Me alegra que la operación fuera bien, abuelo. De haber sabido que te operaban...

    - ¿Por qué ibas a saberlo?- interrumpió el hombre con aquel gesto serio que le había caracterizado toda la vida. Sakura tragó saliva, aquello no iba a ser tan fácil como había pensado.

    - Ya, bueno, siento no visitaros tanto, tengo mucho lío en el trabajo. Hoy me he podido escapar un poco antes. ¿Sabes qué? La semana que viene os traeré a mi hijo para que lo veáis, está precioso y...

    - Lo sé, mi Shinobu nos trae a Kenzo de vez en cuando- le cortó el hombre y Sakura borró la sonrisa-. Sí que es un niño precioso, no se parece en nada a ti.

    - Abuelo, no puedes hablarme así, soy tu Sakura- le dijo sorprendida. Su abuelo siempre la había tratado muy bien desde pequeña y aquel comportamiento no era propio de él.

    - A mí me da igual que no vengas a vernos. Total, tu abuela y yo ya somos unos vejestorios, ¿para qué vas a perder tu valioso tiempo con nosotros?- dijo el anciano.

    - No digas esas cosas, abuelo.

    - Lo que sí que me molesta es el daño que le has hecho a mi Shinobu, está claro que tiré el dinero a la basura con tu educación- dijo y, al ver que Sakura iba a abrir la boca, el hombre usó el tono autoritario que solía utilizar con sus estudiantes-. No me repliques, no quiero escuchar tu voz. No sabes la suerte que tienes de tener los padres que tienes, Sakura. Los míos me abandonaron de pequeño y aún así nunca les falté al respeto.

    - El bisa no te abandonó, su padre no le dejó criarte- murmuró Sakura sin poder contenerse, haciendo que su abuelo se cabreara.

    - ¡Porque era un borracho! ¡Lo mejor que hizo mi abuelo fue sacarme de esa casa!- gritó enfadado-. ¡Y tú le has puesto el nombre de un borracho a tu hijo!

    - No me voy a quedar aquí a ver cómo insultas a mi bisabuelo- le dijo Sakura frunciendo el ceño-. Quería retomar el contacto con vosotros, pero ya me da igual. No me hacéis ninguna falta.

    - Eso, vete- asintió el anciano-. Que no te vea tu abuela, la matarás del disgusto.

    Sakura salió de allí enfadada con el anciano por cómo había hablado de su bisabuelo y, además, preocupada porque no sabía de dónde iba a sacar el dinero para comprarse una casa.






    - Takahashi-san, ya han llegado las últimas fotografías- anunció un joven cargando una gran caja. Natsu se puso en pie y acudió hasta él para ayudarle.

    - Son las de Tachibana, ¿no?- preguntó y el joven asintió-. Perfecto, ahora se lo diré a la jefa. Vamos muy bien de tiempo.

    - Al final son cuatro fotógrafos los que exponen, ¿no?

    - Cuatro fotógrafos y la foto ganadora del concurso- asintió Natsu-. La idea es realizar una subasta a finales de mes.

    - La verdad es que yo no compraría nada de esto- murmuró el joven mientras sacaba varias fotografías enmarcadas. Natsu sonrió de lado.

    - Por suerte el arte es muy subjetivo y habrá a gente que le guste- comentó la joven y sonó su teléfono móvil-. Discúlpame un momento.

    Natsu salió de la sala de exposiciones y se dirigió al patio trasero de la galería de arte. Su móvil ya había parado de sonar, por lo que le devolvió la llamada a Reiko, quien respondió al primer toque.

    - Hola, Reiko, me pillas trabajando. ¿Va todo bien?- preguntó, ya que no era habitual que su sobrina le llamara a esas horas. Frunció el ceño al no obtener respuesta-. ¿Reiko?

    - Natsu, la he cagado- dijo en un hilo de voz.

    - ¿Qué pasa? Mira, Reiko, los veinte están para equivocarse y...

    - Estoy embarazada- anunció y Natsu calló al instante-. Voy a tenerlo.

    - Ostras...- murmuró-. O sea, te veo segura.

    - Estoy cagada de miedo, Natsu, pero siento que debo tenerlo, ¿sabes? Quiero tenerlo.

    - Ya... Entonces, ¿estás decidida?

    - Sí. Lo he sabido al instante- dijo y le tembló la voz-. He metido la pata, he sido una idiota y este es el resultado, pero creo que tenerlo, a la larga, me traerá alegría.

    - Admiro tu decisión, yo estaría llena de dudas- comentó Natsu-. Reiko, todos te vamos a apoyar.

    - Gracias, Natsu- dijo y rompió a llorar.

    - Tranquila, todo irá bien- le dijo Natsu-. Lo importante es que lo tengas claro. Por cierto, ¿qué ha dicho Seiya?

    - Natsu, no es de Seiya.

    - ¿Qué?- murmuró-. He supuesto que os habíais visto o algo.

    - No, no sé nada de él desde que me dejó.

    - Entonces, ¿de quién es?- preguntó Natsu.

    - ¿Recuerdas al chico de la boda de Hana?

    - ¿El que era un poco...

    - Sí, Natsu, el simple- dijo entre sollozos-. Lo hicimos en el baño, no duró ni dos minutos y mira... En fin, planeo contárselo cuando vuelva a Tokio.

    - ¿Cuándo vuelves?

    - Volveré en dos meses. Estoy de muy poco tiempo, Natsu, quiero quedarme a acabar el máster.

    - Haces bien, ya no te queda nada.

    - No les voy a contar nada a mis padres hasta que vuelva, no quiero preocuparlos.

    - Reiko, yo se lo contaría ya- dijo Natsu.

    - No, estoy muy lejos y se angustiarían.

    - Reiko, tenían cita a las once en una clínica para lo de la inseminación.

    - ¿¡Qué!? ¿Qué demonios dices, Natsu? Eso es imposible.

    - Me lo ha contado mi padre esta mañana. O sea, no van a inseminarse hoy, pero sí que van a empezar los trámites. Reiko, es mejor que sepan que van a ser abuelos antes de tener otro hijo.

    - ¿Están bien de la cabeza? O sea, sé que no estoy en posición de hablar, pero están fatal. Sé que aún son jóvenes, pero creo que seis hijos son más que suficientes.

    - Por eso creo que se lo deberías decir.

    - No me siento con muchas fuerzas de tener esa charla ahora mismo. Tal vez en unos días...

    - No te quiero presionar, pero es mejor que lo sepan.

    - Ya, ya lo sé... Vale, tengo una idea para no tener que hablar con ellos todavía y que sepan que estoy embarazada.





    Hiro-chan llegó a la guardería "Usagi" con una carpeta llena de papeles. No le sorprendió ver a su abuelo Akihiko allí, quien salió del despacho de Misaki al verle.

    - Vaya despiste llevas encima, hoy Raiden no ha venido- le dijo su abuelo-. Se ha ido con tu yayo Nowaki, creo que iban a plantar calabacines.

    - No vengo a por Raiden, quería hablar con el abu- dijo Hiro-chan buscando con la mirada a Misaki.

    - Dime- dijo Akihiko.

    - No, con el abu Misaki.

    - Te he entendido, pero yo también lo tendré que saber, ¿no?

    - Hiro-chan, Raiden no está- dijo Misaki saliendo de su aula.

    - Ya, ya lo sé. Oye, abu, ¿podemos hablar un momento en tu despacho?

    - Vale, entra.

    - Usagi-san, es mi despacho, no el tuyo- le dijo Misaki-. Anda, cielo, pasa.

    - Perdona que venga sin avisar, abu- dijo Hiro-chan entrando en el despacho junto a sus dos abuelos-. Es que... Verás, he hecho el curso de educador y en un mes debo empezar las prácticas.

    - ¿Qué?- dijeron sus abuelos a la vez.

    - He hecho un intensivo, ya solo me quedan las prácticas.

    - Cariño, ¿por qué no lo habías dicho?- preguntó Misaki.

    - No sé, es que... Ya todos tienen trabajo y yo me sentía un poco... No sé, preferí no decir nada por si fracasaba- dijo Hiro-chan mientras Akihiko sacaba la cartera.

    - ¿Cuánto te ha costado el curso ese?

    - Gracias, abu, pero ya lo has pagado tú- dijo Hiro-chan y Akihiko arqueó una ceja-. No me he hecho la depilación láser.

    - ¿Cómo que no? Si me recomendaste un sitio.

    - Lo siento, abu, te recomendé el primer sitio que me salió en internet.

    - ¿Y si me llegan a quemar el culo, Hiro-chan?

    - Usagi-san, tu culo está bien, deja que el nene hable.

    - Me gustaría hacer las prácticas aquí, abu. He traído todo los papeles.

    - ¿Puedes hacerlas aquí? Soy tu abuelo.

    - He preguntado y me han dicho que sí que puedo hacerlas en la empresa de un familiar, pero que ese familiar no puede ser mi tutor de prácticas- respondió Hiro-chan.

    - ¿No puedo ser tu tutor? Entonces tendré que preguntar si algún educador quiere tener a un alumno en prácticas, no puedo obligar a nadie.

    - ¿No? Misaki, yo creo que sí. Amenaza con despedir a...

    - Usagi-san, no seas bruto.

    - De todas formas, Hiyori siempre acepta tener estudiantes en prácticas, seguro que dice que sí. Luego le preguntaré, ¿vale?

    - Hablando de despidos, ¿a quién vas a despedir para contratar a nuestro nieto?- le preguntó Akihiko a su marido, quien frunció el ceño.

    - ¿Qué? No voy a despedir a nadie, Usagi-san, estoy muy contento con mis educadores.

    - ¿No le vas a dar trabajo a tu propio nieto?- preguntó Akihiko-. ¿No le va a contratar ni su propio abuelo? Vas a acabar con la moral del chaval, Misaki. Es muy triste que ni su abuelo, sangre de su sangre...

    - Sí que me estoy empezando a deprimir- murmuró Hiro-chan.

    - Yo no he dicho que no le vaya a contratar, Usagi-san, pero no voy a despedir a nadie- dijo Misaki-. La lista de espera es bastante larga actualmente, podríamos poner un grupo más el curso que viene, el problema es el espacio. Ya pensaré algo, Hiro-chan, pero tendrás trabajo, no te preocupes.

    Hiro-chan salió de la guardería su abuelo muy animado, ya que en un futuro cercano tendría trabajo. Se metió en su coche y decidió ir a casa de sus yayos para hacerles una visita y, de paso, darle un beso a Raiden antes de tener que ir a trabajar a la piscina. Iba a arrancar el coche cuando sonó su teléfono móvil. Lo sacó de su bolsillo y vio que era un mensaje de su hermana.

    Reiko: Hiro, tengo algo que decirte pero no se lo puedes contar a nadie

    Hiro: Te juro que no se lo diré a nadie. Tienes novio? 👀

    Reiko: Estoy embarazada

    Hiro-chan soltó un grito que espantó a una mujer que pasaba por la calle. ¿Su hermana estaba embarazada? ¿Iba a ser tío? Aquello era muy fuerte. Llamó a Reiko pero no le respondió.

    Reiko: Ahora mismo no te puedo contestar. Os llamo a las diez de la noche de Tokio, ¿vale?

    Hiro: Faltan muchas horas!! 😫😫 Lo vas a tener?

    Reiko: Sí

    Reiko: Por favor, recuerda que no le puedes contar a nadie que estoy embarazada

    Hiro: 😥😥😥

    Hiro: No diré nada ni aunque me torturen







    - Ya han pasado más de diez años desde tu último embarazo, ¿verdad?- preguntó el doctor y Naoki asintió.

    - Sí, mis hijos tienen ya doce años.

    - ¿Has tenido varios embarazos múltiples?

    - Sí.

    - A ver, aquí para asegurar el éxito siempre implantamos varios embriones- dijo el doctor-. Por lo que es una posibilidad que tengáis más de un bebé.

    - ¿Más de uno?- murmuró Haruki y miró a su marido-. ¿Cuántos embriones implantáis?

    - Cinco o seis.

    - ¿¡Qué!?

    - Haru, tranquilo.

    - Nunca salen todos adelante- explicó el doctor-, pero sí que nos hemos encontrado a veces con gemelos, trillizos... Una vez una mujer tuvo cuatro.

    - Pero yo ya soy muy mayor- dijo Naoki rápidamente al ver la cara de su marido.

    - Tienes treinta y nueve años, no es la edad ideal para la concepción pero atiendo casos de edad mucho más avanzada- dijo el doctor.

    - Nos lo vamos a pensar- dijo Naoki-. Muchas gracias por todo, doctor.

    - Pensadlo pero no mucho, es mejor que no pase el tiempo.

    Salieron de la consulta y Haruki abrazó a su marido, quien suspiró de forma sonora.

    - Haru, no me voy a enfadar, ya lo sabes- le dijo Naoki-, pero tienes que ser sincero. ¿Tú quieres intentarlo?

    - No, Nao, no quiero- respondió y Naoki asintió rompiendo a llorar-. Lo siento mucho.

    - No, no es tu culpa, Haru, ya se me pasa- dijo secándose las lágrimas.

    - Si yo supiera que solo va a venir uno...

    - Lo sé, Haru- dijo y vio que a su marido le temblaba el labio-. No llores tú también o entraremos en bucle. De verdad que se me pasará rápido. Dame un momento.

    - Te amo, Nao- dijo volviendo a abrazarle.

    - Yo también te amo.

    Naoki consiguió calmarse y fueron paseando cogidos de la mano hacia su casa.

    - Seis hijos está muy bien.

    - Sí, tenemos el descuento de familia numerosa- asintió Haruki y Naoki sonrió de lado-. Siento que no haya salido bien, Nao.

    - Era un poco locura, la verdad, pero me hacía ilusión. Nuestros hijos son lo más importante y quería tener otro más. En nada los mayores se irán y los trillizos empezarán a avergonzarse de nosotros.

    - La vida es así, Nao, pero nos tenemos el uno al otro.

    - Eso sí- dijo dándole un suave apretón en la mano-. Echo de menos cuando nos acurrucábamos los ocho en el sofá para ver películas.

    - O cuando viajábamos todos en el mismo coche y cantábamos canciones.

    - Se han hecho mayores demasiado rápido- suspiró Naoki y miró a su marido con una sonrisa de lado-. Haru.

    - Dime.

    - Adoptemos un cachorro- dijo sorprendiendo a su marido-. Obviamente no es lo mismo que un niño, pero necesito más caos en nuestra casa. Además, Chihiro lleva ya un tiempo pidiendo un perrito.

    - La verdad es que noto mucho la ausencia de Atila- murmuró Haruki y sonrió-. Adoptemos un cachorro.

    - Llamemos a Yusuke y que nos dé alguno de la protectora.






    Hiroki observó a su nieto con el ceño fruncido mientras le servía café. Acababan de comer y Nowaki se había ido con Raiden a dormir la siesta.

    - Estás sospechosamente callado- dijo Hiroki y su nieto alzó la vista de su taza de café.

    - Qué cosas dices- murmuró Hiro-chan con una risa nerviosa-. Estoy genial. No, genial no, estoy bien, simplemente bien. Nada que destacar, la verdad.

    - Hiroki Kamijou, tú sabes algo- dijo Hiroki mirándole con seriedad y el joven tragó saliva- y es algo gordo. Dime qué ocurre.

    - Nada, no ocurre nada- negó rápidamente.

    - ¿No? Ya es la quinta cucharada de azúcar que te echas en el café- señaló Hiroki y Hiro-chan suspiró.

    - Reiko está embarazada- dijo y se hizo el silencio en la sala. Hiroki parpadeó dos veces y finalmente asintió.

    - Tú no me has dicho nada- dijo Hiroki y su nieto le miró sorprendido-. Yo no sé nada de esto, ¿entendido?

    - ¿Eh?

    - Estoy harto de ser siempre el que se entera de los embarazos. No es asunto mío si tus padres lo saben o no, ¿vale?- dijo Hiroki rápidamente comenzado a agobiarse-. Cuando me den la noticia, me haré el sorprendido.

    - Yayo...

    - No, Hiroki, tú y yo no hemos hablado- dijo tajante. Se hizo el silencio de nuevo durante varios segundos hasta que el profesor retirado soltó un suspiro de exasperación-. ¡Siempre me como yo el marrón! ¡Nowaki, ven aquí!

    - No, no, yayo, no puedes decir nada- dijo rápidamente-. Reiko me ha pedido que no lo cuente.

    - ¿¡Y para qué me lo cuentas, Hiroki!? Voy a llamar a tus padres.

    - ¡Yayo!

    - Como tus padres sepan que yo lo sé...

    - No se enterarán, yo no les diré que lo sabías- dijo Hiro-chan.

    - Claro que lo dirás, eres físicamente incapaz de guardar un secreto- dijo Hiroki y en ese momento entró Nowaki en la sala.

    - Hiro-san, ¿me has llamado?

    - Sí, tenemos un problema y de los gordos, de los que tienen que ser expulsados a los nueve meses- dijo Hiroki mientras Hiro-chan negaba llevándose las manos a la cabeza. Nowaki miró a ambos con el ceño fruncido.

    - Vosotros dos no podéis ser- murmuró para sí mismo-, ¿quién está embarazado?

    - Sosuke- dijo Hiro-chan rápidamente.

    - Reiko.

    - ¿La nena?- preguntó Nowaki sorprendido-. Pero... ¿Lo va a tener? ¿Haru-chan lo sabe? ¿Qué ha dicho Seiya?

    - Lo va a tener, mis padres aún no lo saben y por Seiya no he preguntado porque, sinceramente, ya ni recordaba su existencia- respondió Hiro-chan.

    - Hay que llamar a los chicos, Hiro-san.

    - No, yayo Nowaki, le he prometido a Reiko que no diría nada.

    - Un poco tarde, ¿no crees?- dijo Hiroki sacando su teléfono móvil.

    - Espera, Hiro-san, igual deberíamos dejar que Reiko sea quien les dé la noticia, ¿no crees?

    - ¿Qué? No. Es una cría y está en otro continente, deben saberlo. Yo querría saberlo- dijo Hiroki-. Me van a salir más canas del estrés, Nowaki.

    - ¿Y si todos olvidamos que yo he abierto la boca?- propuso Hiro-chan y Hiroki le miró.

    - Eso es, solo tienes que volver a abrirla. Hiro-chan, ve y cuéntaselo a tu abuelo Akihiko, él irá corriendo a decírselo a tu madre y nosotros nos lavaremos las manos.

    - ¡Sí, claro!- exclamó Hiro-chan negando con la cabeza-. Me aprecio la vida, no seré yo quien le dé esa noticia a mi abuelo.

    - Se alegrará mucho, está deseando ser bisabuelo- dijo Hiroki y abrió los ojos horrorizado-. Nowaki, vamos a ser bisabuelos.

    - Mi padre conocerá a su tataranieto. ¿No es increíble, Hiro-san?- sonrió Nowaki.

    - Voy a hacerme una tila- murmuró Hiroki dejando la taza de café a un lado.

    - ¡Yayo, me has dejado solito!- dijo Raiden entrando en la sala.

    - Perdona, mi niño, estaba hablando con tu yayo y tu primo- dijo Nowaki-. Vuelve a la cama y ahora voy yo.

    - Vale, yayo, pero no tardes- asintió Raiden y dio media vuelta para marcharse.

    - Qué mala leche tiene el enano, ¿eh?- comentó Hiro-chan buscando cambiar de tema.

    - Hay que avisar a Haru-chan y a Nao-chan- murmuró Hiroki mientras calentaba agua para la tila.

    - ¿Avisar de qué?- preguntó Kane, quien había entrado a la vivienda por la puerta trasera.

    - Ya estamos todos- dijo Hiroki.

    - ¿Avisar de qué?- repitió Kane al ver que nadie le contestaba-. Hiroki, como vecinos, amigos, consuegros y examantes, no puedes ni debes tener secretos conmigo. ¿De qué hay que avisar a Haru-chan y a Nao-chan? Anda, decídmelo, me voy a enterar igual.

    - Reiko está embarazada- dijo Hiro-chan. Hiroki se llevó las manos a la cabeza mientras Kane abría la boca encantado con aquella información.

    - Ya lo sabe Kane. Hay que contárselo a los chicos sí o sí- le dijo Hiroki a su marido.

    - ¡Madre mía! ¡Qué fuerte! Habrá drama y conflicto...

    - Kane, relájate que es mi nieta, a ver si te voy a tener que dar una hostia.

    - Hiro-san, Kane no tiene la culpa.

    - Kane tiene la culpa de absolutamente todo- dijo Hiroki.

    - A ver, vamos a calmarnos- dijo Kane respirando hondo-. ¿Quién lo sabe?

    - Nosotros- respondió Hiro-chan-. No se lo he contado a nadie más.

    - ¿Sabes qué haría si fuera tú, Hiro-chan?

    - Sea lo que sea que vayas a decir, seguro que es una idea terrible- le dijo Hiroki a Kane.

    - ¿Qué, tito Kane?

    - Eres el hermano mayor de Reiko y mides casi dos metros, yo de ti iría a Seiya a dejarle las cosas claras- dijo Kane.

    - ¿Tú crees?

    - No lo hagas, Hiro-chan- negó Nowaki.

    - Rompe con ella y luego la deja embarazada... Ese chaval necesita que vayas y le digas que o se hace responsable o le partes la cara.

    - Violencia jamás- negó Nowaki.

    - Kane, que eres juez, no puedes dar esos consejos- dijo Hiroki.

    - No va a pegarle, solo va a amenazarle. Es más, Hiro-chan, deberías decirle que se tiene que casar con Reiko.

    - ¡No digas burradas! ¡Mi nieta no se va a casar tan joven!- exclamó Hiroki.

    - Joder, Hiroki, tengo ganas de boda.

    - ¡Tu hija se casó hace un mes, mendrugo!

    - ¡Ya estoy aquí, yayo!- se escuchó la voz de Aki-chan seguida de pasos.

    - Todo el mundo a callar ahora, ¿entendido?- susurró Hiroki-. Como alguien diga algo delante del niño, me quito la zapatilla.

    - Papá, te traigo ya al nene- dijo Haruki asomándose a la sala-, ¿me lo podéis traer vosotros cuando llevéis a... Anda, si está mi otro hijo aquí. Hola, cielo.

    - Hola, papi. ¿Qué tal lo del semen?- preguntó Hiro-chan con nerviosismo.

    - Ha habido cambio de planes, las circunstancias no son las mejores- respondió Haruki-. Pero no todo es malo, supongo que ya os habréis enterado de que tendremos un nuevo miembro en la familia.

    - Algo hemos oído- dijo Kane.

    - Ha sido bastante inesperado, pero estamos muy ilusionados- sonrió Haruki-. Estás cosas siempre dan mucha ilusión.

    - Eso es cierto, Haru-chan- asintió Nowaki dándole unas palmaditas en la espalda a su hijo.

    - Vaya, grandullón, me dejas sin palabras.

    - Le dará mucha alegría a la casa, papá. Aunque aún tardaremos en tenerlo con nosotros, vamos a ir mañana mismo a comprarle cositas- comentó Haruki.

    - Un bebé en casa...- murmuró Hiro-chan-. Va a ser increíble.

    - Sí, será un bebé- asintió Haruki-. Seguro que será cariñoso y juguetón.

    - Joder, Haru-chan, admiro lo bien que os habéis tomado el embarazo de Reiko- comentó Kane y a Haruki se le borró la sonrisa-. O sea, yo necesitaría al menos un día para procesarlo, pero vosotros ya vais a comprarle cositas al bebé. Eso os honra, Haru-chan.

    - Yo hablaba del cachorro que vamos a adoptar- murmuró Haruki poniéndose pálido y Kane hizo una mueca.

    - Por favor, decidme que vosotros también creíais que hablaba de lo de Reiko- dijo Kane mirando a los demás.

    - Lo de juguetón me ha parecido un poco raro, pero sí, no tenía ni idea de lo del cachorro- asintió Hiro-chan.

    - Grandullón, tienes muy mala cara.

    - Estoy un poco mareado- murmuró tomando asiento en una silla-. Es broma lo de Reiko, ¿verdad?

    - No, grandullón, está embarazada.

    - ¡Que se desmaya mi ahijado!

    - ¡Papi!
     
    Top
    .
  9.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Pollito taquero
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,072
    Location
    Iniciando la guerra contra McDonald's

    Status
    Anonymous
    Me ha encantado el cómo el abuelo de Sakura le da la espalda, se lo merece.

    Ay Haru, tú querías un bebé... y te salió un bebé, en Reiko, pero bebé es bebé 😅
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Como me ha alegrado como ha tratado su abuelo a Sakura, espero que a partir de ahora todo le vaya mal y por fin reciba su merecido.
    Nao tendrá un bebé como como él esperaba pero un bebé habrá en esa casa.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  11.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 279: Madre soltera


    - Haru-chan, túmbate en el suelo y pon las piernas en alto- le dijo Nowaki ayudándole a tumbarse.

    - ¡Yayo Now...- Raiden, quien había llegado a la sala corriendo, calló al ver a su yayo sujetando las piernas de Haruki-. ¿A qué jubáis con el tío Haru?

    - Cielo, Aki-chan está en mi despacho, ve a jugar con él.

    - ¿Y mi siesta, yayo Hiroki?

    - Hoy no hay siesta- le dijo Hiroki y el pequeño se marchó en busca de su primo.

    - Raiden se pone de muy mala leche si no hace siesta- comentó Kane-. Sosuke se va a enfadar.

    - Kane, ahora mismo tengo preocupaciones más grandes- le dijo Hiroki.

    - ¿Cómo voy a ser abuelo con treinta y nueve?- murmuró Haruki mientras Hiro-chan le hacía aire con una revista sobre literatura.

    - Bueno, el abu Misaki lo fue incluso más joven- comentó Hiro-chan y Hiroki le dio un suave golpe en el hombro.

    - Así no ayudas, Hiro-chan.

    - Nao... Tengo que llamar a Nao.

    - No te incorpores tan rápido- le dijo Nowaki a su hijo.

    - Grandullón, ¿quieres que le diga a Nao-chan que venga? No estás en condiciones de conducir.

    - La verdad es que todo me da vueltas...- murmuró Haruki todavía en el suelo.

    - Ahora te tomaré la tensión, Haru-chan- le dijo Nowaki.

    - Voy a llamar a Nao-chan y lo habláis aquí tranquilamente, ¿vale, grandullón?

    - ¿Quieres agua con azúcar, Haru-chan?- preguntó Kane y luego miró a Nowaki-. ¿O es agua con sal? Nunca recuerdo qué es lo que hay que darle a los desmayados.

    - Gracias, Kane, pero estoy bien, en dos minutos se me pasa- murmuró Haruki-. Mi niña embarazada...

    - Increíble que Seiya...- empezó a decir Hiro-chan sin dejar de abanicar a su padre y soltó una pequeña risita-. Es decir, con lo tímido y poquita cosa que es...

    - ¿Verdad?- sonrió Kane-. Tiene cara de no haber visto una teta en su vida.

    - Kane, cierra la boca o te llevarás una hostia- amenazó Hiroki antes de salir al jardín a hablar por teléfono.

    - Eso es, incorpórate poco a poco- dijo Nowaki mientras le ayudaba a sentarse en el suelo-. ¿Sigues mareado?

    - Ya no tanto, papi- dijo Haruki y se tapó la cara con las manos. Se formó el silencio en la sala mientras los tres observaban al profesor con preocupación.

    - Así que vamos a tener un perrito- comentó Hiro-chan no soportando aquel silencio. Haruki se descubrió la cara y miró a su hijo.

    - ¿Has hablado con Reiko? ¿Qué va a hacer? ¿Cuáles son sus planes? ¿De cuánto está?- preguntó Haruki hablando con rapidez.

    - Me ha dicho que hablaríamos esta noche. No sé mucho, papi, solo que está embarazada y que lo quiere tener.

    - Lo quiere tener- repitió Haruki asintiendo lentamente.

    - Nao-chan ya está de camino- anunció Hiroki volviendo a entrar en la sala-. No le he dicho lo del embarazo, simplemente le he pedido que venga. Podéis ir a vuestro dormitorio a hablar, grandullón.

    - Gracias, papá.

    Casi media hora más tarde, Hiroki observó el vehículo de Akihiko entrar en su propiedad y deseó haberle pedido a Naoki que acudiera solo. El psicólogo bajó del coche y corrió hacia la vivienda en busca de su marido, siendo seguido a paso rápido por Akihiko.

    - Haru, ¿qué ocurre?- preguntó Naoki yendo hacia su marido, quien ya se encontraba algo mejor. Vio a Hiro-chan y frunció el ceño-. Hiroki Kamijou, ¿por qué no estás en el trabajo?

    - ¡La natación!- exclamó Hiro-chan mirando el reloj horrorizado-. ¡Se me había olvidado!

    - Con lo poco que te pagan, yo ni iría- le dijo Akihiko y Naoki le miró con reproche.

    - Voy a llamar a mi jefe, le diré que tengo una urgencia familiar- dijo Hiro-chan saliendo al pasillo para hablar.

    - Nao, Reiko está embarazada- anunció Haruki y Naoki le miró con seriedad durante unos segundos. Hiroki observó a su hermano temiendo una mala reacción, pero el escritor no mostró ningún tipo de sentimiento.

    - Haru, ¿qué dices?

    - Está embarazada y lo quiere tener- dijo Haruki mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.

    - Pero, ¿has hablado con ella?- preguntó Naoki y su marido negó-. Nos calmamos y la llamamos, ¿vale? Voy a por... Me he dejado una cosa en el coche, ¿vale? Ahora vengo, Haru.

    - Nao...- murmuró Haruki intentando no llorar.

    - Ahora vengo, amor, no tardo- dijo Naoki. Besó la frente de Haruki, quien estaba sentado en el sofá, y salió de la vivienda con paso acelerado. Llegó hasta el coche e intentó abrir la puerta del copiloto, pero estaba bloqueada. Segundos después, escuchó que las puertas se desbloqueaban y miró hacia la casa, encontrándose con la mirada de su padre, quien le observaba desde la puerta principal. Se metió en el vehículo, cerró los ojos y comenzó a respirar profundamente con la intención de calmarse. Escuchó que la puerta del conductor se abría y que alguien entraba, el olor de la colonia de su padre llegó hasta él y, por alguna razón, aquello le calmó más que la respiración.

    - ¿Quieres que vayamos a Disneyland?- dijo Akihiko en voz tan baja que a Naoki le costó un poco entender lo que acababa de decir. El psicólogo abrió los ojos y miró a su padre.

    - Deberías comprar acciones de Disneyland- dijo y el escritor sonrió de lado.

    - Tengo el pase anual, sale muy rentable.

    - Estoy enfadado- murmuró Naoki mirando al frente- y me enfada estar enfadado.

    - ¿Por qué?

    - ¿Por qué?- repitió Naoki-. Porque soy un hipócrita, papá, y quiero gritarle a mi hija que ha sido una irresponsable, que no se lo ha pensado bien y que...

    - Yo te aconsejo que no le grites a tu hija, Nao-chan- dijo Akihiko-. Grítame a mí. Dime lo que le dirías a Reiko. Ahora mismo yo soy Reiko. No me mires así, Naoki, es mejor que te desahogues ahora y no cuando hables con ella.

    - Está bien- suspiró y miró a su padre-. No tienes idea de lo que va a ser tener un hijo, sobre todo que ahora ibas a empezar a trabajar, tener dinero, viajar... Tu vida empezaba ahora, Reiko- dijo y se le llenaron los ojos de lágrimas-. Creía que eras más inteligente, Reiko- murmuró rompiendo a llorar.

    - Nao-chan, todo irá bien. Reiko es fuerte y nos tiene, ¿de acuerdo? Y Seiya es un buen chico, o sea, no es Haru-chan, pero no está mal- dijo abrazando a su hijo-. Todo irá bien, no está sola y podrá trabajar y viajar todo lo que quiera.

    - Papá- murmuró separándose ligeramente de él para mirarle a los ojos-. Siento mucho haberme quedado embarazado a los quince, de verdad que lo siento.

    - ¿Sabes qué, Nao-chan?- dijo Akihiko también con lágrimas en los ojos-. Que yo me alegro. Si no te hubieras quedado embarazado, no estaríamos ahora mismo aquí.

    - Sí, no estaríamos llorando en tu coche- murmuró con una pequeña sonrisa.

    - No, Naoki, tal vez ni nos hablaríamos- dijo y su hijo le miró sorprendido.

    - ¿Qué dices, papá?

    - Yo te presionaba mucho con los estudios y te hubiera seguido presionando, Naoki. Al tener los niños, yo te presioné un poco menos y, no sé, tengo la sensación de que, probablemente, hubieras acabado odiándome.

    - Jamás te odiaría, papá.

    - Pienso mucho en aquella noche, ¿sabes? La noche en que me enteré de que estabas embarazado- dijo Akihiko-. Pienso en lo mal que reaccioné, todo lo que dije... Pero lo que más lamento es lo aterrado que estabas, Naoki. Ningún hijo debería estar tan asustado de su padre.

    - Papá...

    - Deberías haber sido capaz de decirme qué te ocurría, ¿sabes?- dijo Akihiko sintiendo un nudo en la garganta-. Deberías haber sido capaz de confiar en mí, pero era imposible que lo hicieras. ¿Cómo ibas a hacerlo? Mi forma de educarte era gritándote que no llegarías a nada si no estudiabas...

    - Papá, no te voy a mentir, estaba aterrado porque sabía que te iba a decepcionar pero... Yo tenía solo quince años, es normal que... Quiero decir, mi hija tiene veintidós, es una adulta y aún así yo estoy enfadado. ¿Cómo no te ibas a enfadar, papá? ¿Cómo no te ibas a sentir decepcionado?

    - Después de ese momento, siempre me he sentido muy orgulloso de ti, Naoki- dijo Akihiko y su hijo le abrazó-. Y no solo porque eres un gran psicólogo, sino porque eres muy buena persona. Ese es mi mayor orgullo, Nao-chan.

    - Te quiero mucho, papá.

    - Y yo a ti, Nao-chan.

    - Debería volver, Haru estaba muy nervioso- murmuró Naoki después de abrazar a su padre de nuevo.

    - ¿Ya estás calmado?

    - Sí.

    - ¿Qué le vas a decir a Reiko?- preguntó Akihiko y Naoki le miró.

    - Que la amo y que todo va a salir bien.

    - ¿Cómo no vas a ser un orgullo para mí?- murmuró Akihiko acariciando la mejilla de su hijo-. Vamos antes de que tu marido se deshidrate de tanto llorar.







    Nowaki les preparó la merienda a sus nietos. Haruki y Naoki habían subido al dormitorio a hablar mientras Kane, Hiroki y Akihiko conversaban en la sala.

    - ¿Está rica la macedonia?- preguntó Nowaki mirando a Raiden, quien agarraba con fuerza la cuchara mientras cogía fresas con la otra mano.

    - Está increíble, yayo- respondió Hiro-chan, quien estaba sentado en la cocina entre Aki-chan y Raiden.

    - Me alegra que os esté gustando la merienda- sonrió Nowaki.

    - Yayo, ¿qué está pasando? No es normal que mis padres estén aquí y que el yayo Hiroki aún no me haya dicho que me ponga a estudiar- dijo Aki-chan con el ceño fruncido-. ¿El abu Tadao está bien?

    - El abu está bien, hace un rato se ha despertado de la siesta y se ha ido a podar los setos de la entrada- respondió Nowaki-. No es nada, cariño. Es que...

    - Estamos planeando las vacaciones familiares-dijo Hiro-chan con la boca llena.

    - Estamos aún a finales de enero.

    - Si lo dejamos para última hora, luego sale muy caro- dijo Hiro-chan-. Raiden, ¿no te comes la pera? ¿No te gusta?

    - Sí me busta- respondió Raiden- pero ahora estoy comendo fresitas.

    - Raiden se lo va a comer todo porque es un campeón- dijo Nowaki y el pequeño sonrió asintiendo con la cabeza-, pero ha empezado por las fresas porque son sus favoritas.

    - Entonces deberías habértelas dejado para el final, Raiden- le dijo su padrino.

    - ¿Y dónde nos vamos de vacaciones?- quiso saber Aki-chan.

    - Todavía no lo sabemos- respondió Nowaki y Hiroki entró en la cocina a por un vaso de agua.

    - Nowaki, sé que es pequeño, pero que no coma así. Raiden, la comida no se coge con las manos- le dijo Hiroki con tono amable-. Usa la cuchara, cielo.

    - Al yayo le da mucha rabia que la gente toque la comida con las manos- comentó Hiro-chan divertido.

    - La abu Reiko era muy estricta con las normas de la mesa- asintió Nowaki- y Hiro-san lo aprendió desde muy pequeño.

    - Como debe ser, no somos salvajes- dijo Hiroki.

    - Mi abu Kane me cogió una patata fita con las manos- informó Raiden.

    - Tu abu Kane está por civilizar.

    - ¡Hiro-san!

    - Yayo Hiroki, ¿dónde nos vamos de vacaciones este año?- preguntó Aki-chan y Hiroki le miró sorprendido.

    - A Osaka, cielo, como siempre.

    - Me habéis mentido- dijo Aki-chan frunciendo el ceño-. Algo está pasando y...

    - Aki-chan, acaba de merendar y ponte a estudiar- le interrumpió Hiroki-. La semana que viene tienes examen de inglés, luego te preguntaré los verbos y el vocabulario.

    - Ya me callo, yayo- murmuró Aki-chan-, pero me acabaré enterando de qué ocurre.

    - Desde luego que sí- rio Hiro-chan, pero se serenó al ver las caras de sus yayos y decidió cambiar de tema-. Raiden, colega, ¿hoy has plantado calabacines?

    - Sí.

    - ¿Me darás?

    - No.

    - Soy tu padrino.

    - Me da igual- respondió el niño.

    - ¿Por qué no me quieres dar?

    - Hiro, preguntas mucho y me enfado- dijo el pequeño malhumorado.

    - Tú también haces muchas preguntas- le dijo Hiro-chan.

    - ¡Mentira!

    - Raiden, no te enfades. Cuando estás contento estás más guapo- le dijo Nowaki.

    - Si es que no ha dormido- suspiró Hiroki mirando a su nieto, quien había extendido sus brazos hacia Nowaki para que le abrazara.

    - Qué mimosín- sonrió Nowaki abrazando a su nieto-. Anda, cariño, termina de merendar para ser tan grande como tu tío Haru.

    - Eso no funciona así- murmuró Aki-chan, quien pese a tener ya doce años medía lo mismo que un niño de ocho.

    - Buenas tardes, familia- saludó Misaki entrando en la cocina.

    - ¡Misaki!- exclamó Raiden feliz.

    - Hola, Raiden. Hoy te he echado de menos en la guarde- dijo Misaki-. ¿Te lo has pasado bien con tus yayos?

    - Mucho- asintió el pequeño.

    - ¿Dónde están los chicos?- preguntó Misaki.

    - Se han subido al dormitorio a hablar- respondió Hiroki y su consuegro asintió.

    - ¿Te apetece tomar algo, Misaki?

    - Gracias, Nowaki, pero ahora mismo no me entra nada- negó Misaki-. Aki-chan, estás muy serio, ¿te pasa algo?

    - Que no me queréis contar qué está pasando...

    - No pasa nada- dijo Nowaki rápidamente.






    - Tenemos que apoyarla en todo.

    - Por supuesto, Haru.

    - Lo bueno es que ya ha acabado sus estudios- comentó Haruki ya más calmado mientras caminaba en círculos por el dormitorio.

    - Le quedan un par de meses para acabar el máster, pero sí- asintió Naoki, quien estaba sentado en el borde de la cama-. Deberíamos llamarla ahora que ya estamos más tranquilos. Necesitamos saber sus planes.

    - Lo va a tener.

    - Eso ya lo sé, Haru- dijo Naoki-. Me refiero a si se quedará en casa o se irá a vivir con Seiya.

    - Igual quiere Seiya mudarse a nuestra casa- murmuró Haruki y su marido abrió los ojos horrorizado.

    - No, no, ellos necesitan su espacio. O sea, si Reiko y el bebé se quieren quedar en casa un tiempo, por mí perfecto, pero Seiya no.

    - Nao, es el padre.

    - Ya... No tengo nada en contra del chaval, de hecho me cae bien, pero una persona más en casa...- dijo y luego negó con la cabeza-. Tienes razón, Haru, no sería lo ideal, pero nuestro nieto necesitará a su padre cerca.

    - Claro, Nao, y Reiko agradecerá tener a Seiya junto a ella. Estoy seguro de que va a ser un buen padre, es un buen chico.

    - Rompió con nuestra niña, pero han estado ocho años juntos y siempre la ha tratado muy bien- asintió Naoki-. Será un buen padre.

    - ¿Llamamos a Reiko?- preguntó Haruki.

    - Sí. ¿Videollamada?

    - Vamos a intentar videollamada- asintió Haruki sentándose al lado de su marido. Naoki sacó su teléfono móvil y llamó a su hija, pero no obtuvo respuesta. Volvió a llamar un par de veces más sin mucho éxito.

    - Es raro, siempre nos responde- murmuró Haruki preocupado.

    - Reiko, cielo, sabemos que estás embarazada- dijo Naoki grabando un audio-. No estamos enfadados, pero necesitamos hablar contigo para saber que estás bien. Cuando me quedé embarazado tuve mucho miedo y me parte el corazón pensar que te sientes así.

    - Sí, Reiko, solo queremos ver que estás bien- dijo Haruki-. Te queremos mucho, ya lo sabes. ¿Podemos hablar un momento, por favor?

    Enviaron el audio y al minuto Reiko les llamó. La joven rompió a llorar al ver a sus padres en la pantalla, lo que hizo que Haruki también llorara.

    - Lo siento mucho...

    - Son cosas que pasan- le dijo Naoki-, a veces eres responsable y, aún así, surgen imprevistos.

    - No, mami, no fui nada responsable- negó Reiko limpiándose las lágrimas y Naoki suspiró-. No usé protección, fui una idiota.

    - Tú sola no, cielo, Seiya también- dijo Haruki y Reiko rompió a llorar más fuerte.

    - ¿Se lo ha tomado mal Seiya?- preguntó Naoki preocupado y Reiko negó-. ¿Se lo ha tomado bien?

    - No es suyo- murmuró Reiko sorprendiendo a sus padres.

    - ¿Qué? ¿Y de quién es?- quiso saber Naoki y su hija negó con la cabeza-. ¿No sabes de quién es? Reiko...

    - Sí que lo sé, pero aún no he hablado con él. Así que de momento es solo mío, ¿de acuerdo?

    - Pero, ¿sois pareja? ¿Quién es?

    - No, no es mi novio, mami, no... Os diré quién es cuando hable con él- dijo Reiko.

    - ¿Y qué pasa con Seiya?

    - No pasa nada, papi, él me dejó, ya no pinta nada en todo esto- dijo Reiko con tristeza.

    - Bueno, el padre da igual- suspiró Naoki-. Lo importante es que nazca sano. ¿De cuánto estás?

    - De un mes.

    - Tienes que buscarte un ginecólogo allá, cielo- le dijo Naoki y su hija asintió-. Busca uno privado y pagaremos las revisiones hasta que regreses.

    - Nos podremos quedar en casa, ¿verdad?- preguntó Reiko-. El bebé y yo podremos quedarnos con vosotros hasta que yo pueda independizarme, ¿no?

    - Reiko, eso ni se pregunta- dijo Haruki.

    - El bebé puede estar conmigo en mi habitación. En casa tenemos cunas y...

    - Reiko, el bebé tendrá su propia habitación- le interrumpió Naoki-. No te preocupes por eso.

    - ¿Dónde, mami? No hay espacio.

    - Tus hermanos ya no usan el cuarto de juegos- dijo Naoki-. Y, además, Misa-chan se independizará este verano, aunque yo preferiría no quitarle su dormitorio. Sí, mejor el cuarto de juegos de los trillizos, hace meses que no entran en él.

    - ¿Y vuestro bebé?- preguntó Reiko.

    - Cielo, no habrá bebé- negó Naoki-. Ahora vamos a ser abuelos. Haru, vamos a ser abuelos...

    - Y vamos a adoptar un cachorrito- sonrió Haruki más animado.

    - ¿De verdad?- sonrió Reiko-. A ver si se come a la lagartija de Aki-chan.

    - Ojalá...- murmuró Naoki.





    - Ese es tu yayo Hiroki de pequeño- dijo Kane cargando a Raiden, quien estaba medio dormido-, ya tenía cara de enfadado.

    - Mi yayo- murmuró Raiden señalando la foto. En aquel momento entraron en la sala Haruki y Naoki, quienes habían acabado de hablar con Reiko. Se encontraban todos en la sala menos Hiroki, que estaba en su despacho con Aki-chan.

    - ¿Habéis hablado con Reiko?- preguntó Misaki.

    - Sí, nos ha dicho que...- dijo Haruki y miró a Raiden-. ¿Deberíamos hablar de esto delante del nene?

    - Se está quedando dormido, ni se entera- respondió Kane.

    - Reiko nos ha dicho que está de un mes- dijo Haruki- y que vendrá en cuanto acabe el máster.

    - ¿Y van a vivir en casa?

    - Sí, Hiro-chan, le prepararemos una habitación al bebé- asintió Naoki.

    - Guay- sonrió Hiro-chan-. Espera, ¿Seiya también vivirá con nosotros?

    - No, Seiya no vivirá con nosotros porque no es el padre- negó Naoki.

    - ¿¡Qué!?- exclamaron Hiro-chan, Kane y Akihiko a la vez.

    - Entonces, ¿quién es el padre?- preguntó Nowaki frunciendo el ceño.

    - Reiko quiere dejar las cosas claras con él antes de decirnos quién es, nos ha dicho que de momento es solo suyo- explicó Haruki.

    - Ni hablar- negó Akihiko-. ¿Mi nieta madre soltera? Y una mierda.

    - ¡Usagi-san, por favor!

    - Misaki, que eso es de familia desestructurada y nosotros somos una familia de bien, con valores y que se apoya- dijo Akihiko y le sonó su teléfono móvil-. ¿Qué demonios quiere ahora el inútil de Mahiro?- murmuró y colgó para que dejara de sonar-. ¿Qué estaba diciendo?

    - Que nos apoyamos mutuamente- dijo Hiro-chan.

    - Ah, sí. Una cosa es que se quede embarazada y otra que sea madre soltera. Mi bisnieto necesita un padre y si hace falta, le busco yo novio a Reiko- dijo Akihiko-. Está solo de un mes, le podemos hacer creer al nuevo novio que el niño ha nacido a los siete meses.

    - Papá, no digas burradas- le dijo Naoki.

    - Yo puedo ser el referente paterno de ese niño, abu- dijo Hiro-chan-. ¿Quién necesita padre teniéndome a mí de tío?

    - Lo importante es que Reiko nos tiene- dijo Haruki.

    - Mi Hana-chan fue madre soltera un tiempo y lo hizo genial- dijo Kane-. Akihiko, te has quedado en la edad de piedra.

    - ¿Me estás llamando antiguo?

    - Usagi-san, ha sonado a viejo lo que acabas de decir- le dijo Misaki.

    - Yo solo digo que mi bisnieto necesita un padre, que luego los niños crecen con complejos- dijo Akihiko.

    - No le faltará de nada a ese niño, papá- dijo Naoki.

    - Reiko es una joven muy guapa, con el tiempo tendrá pareja, Akihiko- comentó Nowaki-. No hay que preocuparse por eso. Ahora lo importante es que Reiko se cuide y que todo vaya muy bien.

    - Exacto, eso es lo único que importa- asintió Naoki.

    - Ahora que ya habéis hablado con Reiko y todo está bien, deberíamos ir yéndonos- dijo Misaki y su marido asintió.

    - Sí, se ha hecho tarde, pero quiero dejar claro que yo no soy antiguo, ¿eh? Yo le compro preservativos a mi hijo y tengo TikTok, soy muy moderno.

    - Usagi-san, vámonos.





    Nowaki dejó a su nieto en su antigua casa y se marchó. Raiden sonrió feliz al ver a sus padres, quienes le abrazaron y le dieron varios besos.

    - Campeón, ¿qué tal el día?- preguntó Wa-chan.

    - Reiko tiene un bebé en la barriga, pero no tiene papá y por eso el tío Aki es viejo- respondió Raiden dejando a sus padres sin palabras.
     
    Top
    .
  12.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Pollito taquero
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,072
    Location
    Iniciando la guerra contra McDonald's

    Status
    Anonymous
    Ay ese Raiden 🤣.

    Yo digo que se vaya a Hollywood, es un gran actor 😎
     
    Top
    .
  13.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Me encanta Akihiko se ve como ha ido madurando pero sin perder su esencia y ser un personaje.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  14.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 280: Tsukuyomi

    - Sosuke, estás enorme, no hagas esfuerzos.

    - Estoy bien, Nowaki. Vestir a mi hijo no es ningún esfuerzo- dijo Sosuke-. Bueno, a veces sí, pero hoy está calmado.

    - Porque todavía está medio dormido- comentó Wa-chan mirando a su hijo-. Campeón, que te vas a la guarde.

    - Mi yayo...- murmuró Raiden mientras Sosuke pasaba sus bracitos por las mangas del jersey.

    - Márchate, Nowaki, o llegarás tarde a clase.

    - Adiós, amor. Voy a estar disponible todo el día y si...

    - Nowaki, vete- sonrió Sosuke-. Voy a estar perfectamente.

    - No puedo evitar preocuparme, eres de parto rápido- comentó haciendo reír a su pareja-. No te quedes solo, ¿vale? Estás de más de ocho meses, no quiero que estés solo.

    - Llevaré al nene a la guarde y luego me iré a desayunar con mis padres y los tíos- dijo Sosuke-. Te aseguro que no me dejarán solo hasta que vuelvas.

    - Eso espero- dijo Wa-chan y le dio un beso en los labios. Luego se acercó a su hijo y le hizo cosquillas.

    - ¡No, papi!- exclamó Raiden riendo.

    - ¿Ya despierto? Dame un besito que me voy.

    - Adiós, papi, pórtate bien- dijo Raiden haciendo reír a sus padres.

    - Eso lo tengo que decir yo, campeón.

    Después de darle el desayuno a su hijo, le ayudó a ponerse los zapatos y le puso la correa a Ares.

    - Yo llamo al ascensor.

    - No, Raiden, vamos a bajar por las escaleras- dijo Sosuke-. A Ares le viene bien un poco de ejercicio.

    - Da igual, yo lo llamo- insistió Raiden. Apretó el botón y luego se dirigió hacia las escaleras con su padre y su perrito. Salieron a la calle y pusieron rumbo a la guardería Usagi-. Papá.

    - Dime, cariño- dijo Sosuke caminando de la mano de su hijo.

    - Estás gordo.

    - Gracias, cielo- rio Sosuke.

    - Es porque mi hermanito está ahí dentro.

    - Exacto.

    - Y pronto va a salir y lo veremos.

    - ¿Tienes ganas de ver a tu hermanito?- preguntó Sosuke y el niño asintió-. Qué suerte tiene tu hermanito de tenerte.

    - Sí. Kenzo tiene una hermanita que se llama Sakura fuera de la barriga y tiene otra que se llama Sakura dentro de la barriga*.

    - Es verdad- dijo Sosuke-. Su hermanita aún tardará un poco más en nacer, tu hermano llegará antes.

    - ¿Cuándo?

    - Muy pronto. Si en veinte días no ha nacido, iré al médico y me lo sacará- respondió y Raiden frunció el ceño.

    - ¡Eso es mucho, papá!

    - No, no es tanto- negó y se escuchó un silbido a lo lejos. Padre e hijo se giraron y vieron a Hiro-chan caminando hacia ellos.

    - ¿Silbo y os giráis? ¿Sois cabras?- bromeó Hiro-chan y Sosuke resopló.

    - Idiota...

    - Colega, dame un besito- dijo Hiro-chan y Raiden obedeció-. Hoy está relajado, ¿eh?

    - Sí, se ha despertado de buen humor- asintió Sosuke-. Hoy no has dormido en tu casa.

    - ¿Nos escuchaste?- preguntó Hiro-chan y Sosuke asintió riendo-. No lo puedo evitar, soy pura pasión.

    - Hiro, ¿hoy también vienes a la guarde?- preguntó Raiden.

    - Claro, colega, iré todo el mes, estoy de prácticas- respondió Hiro-chan.

    - Pues hoy ven a mi clase.

    - No puedo, colega, tengo que estar con el grupo de cinco años porque Hiyori es mi tutora- dijo Hiro-chan.

    - Hiro tonto...

    - Ya jugarás con Hiro esta tarde- le dijo Sosuke.

    - Oye, si quieres lo llevo yo- se ofreció Hiro-chan-. Tú vuelve a casa y descansa que con ese barrigón parece que vayas a reventar.

    - Me vais a hundir la moral entre todos. Tengo que ir a la guardería de todas formas porque he quedado allí con tu abuelo- dijo Sosuke-. Hoy en la urbanización hay un mercadillo benéfico, iremos primero a desayunar a casa de mis padres y luego al mercadillo. El tío Miyagi también viene.

    - Planazo, vas a salir con los jubilados- rio Hiro-chan.

    - Es lo que tiene que no me dejen ir a clase- suspiró Sosuke.

    Akihiko recogió a Sosuke en la guardería y condujo hacia las fueras de Tokio. Cuando llegaron al chalet de Hiroki y Nowaki, Miyagi ya se encontraba allí sentado en el sofá charlando con Tadao. Nowaki estaba acabando de preparar el desayuno mientras Hiroki les daba de comer a los perros.

    - Sosuke, cielo, ¿cómo estás?- preguntó Hiroki al ver entrar a su hijo en la vivienda.

    - Hola a ti también, Hiroki- dijo Akihiko y su hermano le hizo un gesto con la mano sin mirarle.

    - Estoy bien, de verdad- sonrió Sosuke sentándose lentamente en una silla. Nowaki salió de la cocina cargado de una bandeja y miró a su hijo.

    - Sosuke, tu barriga está más baja, no tardarás mucho en dar a luz- le dijo a modo de saludo-. ¿Has tenido contracciones?

    - No, papi. De verdad que estoy bien, os preocupáis demasiado- dijo Sosuke-. Lo que tengo es hambre.

    - Yo también- dijo Akihiko sentándose al lado de Sosuke-. Venga, Hiroki, danos de comer.

    - A que te doy el pienso del perro, Akihiko.

    - Tadao, ¿te ayudo?- preguntó Miyagi al ver que el hombre hacía un gran esfuerzo por levantarse del sofá.

    - No, gracias, puedo. A veces, cuando estoy mucho rato sentado, me cuesta ponerme en pie, por eso intento estar siempre en movimiento- sonrió Tadao caminando con lentitud hacia la mesa.

    - Me falta traer los vasos de zumo- dijo Nowaki y se dispuso a marcharse hacia la cocina, pero su padre le llamó.

    - Nowaki, quítale la pulpa al nene.

    - Sí, papá, el de Sosuke sin pulpa- asintió Nowaki metiéndose en la cocina.

    - Dicen que en la pulpa está todo lo bueno- comentó Miyagi tomando asiento en la mesa-. La fibra y esas cosas.

    - Estás obsesionado con la fibra, Miyagi- rio Akihiko.

    - La culpa es de Shinobu, todo lo que me compra tiene que tener fibra- suspiró Miyagi.

    - Siempre acabamos hablando de lo mismo- se quejó Hiroki sirviendo las tortitas que había traído Nowaki en una bandeja-. Vaya familia más escatológica...

    - Es algo natural- dijo Akihiko.

    - Y privado- replicó Hiroki. Nowaki entró en la sala cargando una bandeja con vasos de zumo de naranja. Akihiko cogió el suyo y se lo bebió de un trago bajo la atenta mirada de Hiroki.

    - ¿Qué demonios, Akihiko? ¿Cuánto hace que no bebes?

    - Hiroki, hay que bebérselo rápido para que no se vayan las vitaminas.

    - Estás fatal, Akihiko.

    - Nowaki, a Sosuke no le gusta la pulpa.

    - Papá, no te preocupes, se la he quitado- dijo Nowaki y Tadao asintió-. Voy a traer fruta.

    - Yo con las tortitas voy bien, Nowaki- le dijo Miyagi.

    - Por mí tampoco saques, me da pereza pelar la fruta- comentó Akihiko-. Yo solo como fruta cuando Misaki la pela y la corta.

    - Mira, como Raiden- murmuró Hiroki.

    - Kouta el otro día me ayudó a pelar patatas- comentó Miyagi.

    - Seguro que lo hace mejor que Akihiko- sonrió Hiroki.

    - No he pelado una patata en mi vida y me moriré sin hacerlo.

    - Akihiko, eso no es algo de lo que estar orgulloso- le dijo Hiroki.

    - Sosuke, ¿te quito la pulpa?- le preguntó Tadao señalando su vaso.

    - Muchas gracias, abu, pero no tiene- negó y el hombre asintió satisfecho.

    - Pues te vendría bien por la fibra, Sosuke.

    - ¿Otra vez, Akihiko? Que estamos comiendo- se quejó Hiroki.

    - Yo solo lo digo porque es mejor parir con las tripas vacías- comentó Akihiko y Hiroki hizo una mueca de desagrado-. Recuerda lo que te pasó en el parto de Haruki.

    - Akihiko, come y calla.

    - ¿Qué te pasó, papá?- quiso saber Sosuke y Akihiko rio.

    - Tu padre mandó que le pusieran un enema.

    - Vamos a dejar el tema- murmuró Nowaki.

    - Claro, como no te conviene hablar de ello- le dijo Hiroki y Nowaki suspiró-. Es muy normal cagarse durante el parto.

    - Lo sé, pero no teníamos tanta confianza y te hubiera resultado violento que se te escapara la caca delante de mí, Hiro-san.

    - ¿Cómo que no había confianza? ¡Íbamos a tener un hijo juntos!

    - Ya, Hiro-san, pero a ti esos temas te daban mucho pudor.

    - ¿¡Y un chorro de agua por el culo no me daba pudor!?

    - Vaya, veo que Hiroki aún sigue enfadado por eso- comentó Miyagi y Nowaki asintió lentamente.

    - Anda, dejadlo que ya hace mucho tiempo- dijo Sosuke-. No me alteréis que estoy embarazado.

    - Eso no es nada, Sosuke. Todas las parejas tenemos un tema que no importa cuántos años hayan pasado, seguimos discutiendo por ello.

    - ¿Si, tío Miyagi? ¿Qué tema te hace discutir con el tío Shinobu?- preguntó Sosuke.

    - Mi exmujer- respondió-. O sea, hablar sobre su hermana está bien, pero hacer referencias a que estuve casado con ella... Shinobu se declara negacionista de mi primer matrimonio, para él eso nunca existió.

    - ¿Y tú, tío Akihiko? ¿Por qué discutes con el tío Misaki?

    - Por Isaka- respondió y estuvo unos segundos pensativo-. Bueno, cambio mi respuesta, el tema que más nos hace discutir es mi forma de conducir.

    - Normal- dijo Hiroki.

    - ¿Y tú, Sosuke? ¿Qué te hace discutir con mi ahijado?- preguntó Miyagi con curiosidad.

    - Nowaki y yo no discutimos- negó Sosuke.

    - Imposible. Todas las parejas discuten- dijo Akihiko-. Vamos, Misaki y yo discutimos a diario.

    - Con la mala leche que tienes tú y lo cabra loca que es Wa-chan, me cuesta creer que no discutáis.

    - Hiro-san...

    - ¿De quién es la culpa de que yo tenga mala leche?- preguntó Sosuke mirando a Hiroki-. He salido a ti, ¿no?

    - Yo no tengo mal carácter, Sosuke, simplemente me gusta dejar las cosas claras en un tono de voz ligeramente elevado.

    - ¿Si? Pues yo lo heredé de ti y Raiden lo ha heredado de mí, es lo que hay- dijo Sosuke encogiéndose de hombros y Hiroki sonrió.

    - Raiden no ha heredado tu mala leche, Sosuke.

    - Claro que sí, se pone muy tozudo cuando quiere algo- dijo Sosuke-. Es el gen Kamijou.

    - No, eso es solo un niño de dos años, ese no es el gen Kamijou- negó Hiroki.

    - La verdad es que tú a la edad de Raiden eras mucho más...- comenzó a decir Nowaki-. No sé cómo explicarlo.

    - Exagerados- rio Sosuke.

    - Cuando tenías unos dos años y medio os llevé a Hiro-chan y a ti a la feria- comenzó a decir Akihiko-. Había un señor que vendía globos y los dos queríais uno azul, pero solo quedaba uno de ese color, así que le compré uno rojo a Hiro-chan y a ti uno amarillo. Me miraste a los ojos como si acabase de insultar a toda tu familia, me dijiste "tío Aki basura", te negaste a coger el globo amarillo y no me dirigiste la palabra hasta que te llevé a casa de tus padres.

    - ¿Eso hice?- preguntó Sosuke con una pequeña risa y Akihiko asintió.

    - Hacías de esas prácticamente todos los días- dijo Hiroki-. Créeme que Raiden no ha salido a nosotros.





    - Rai, ¿quieres hablar con la orientadora? Ella te puede asesorar e informar- le dijo Haruki-. Estoy seguro que hay un montón de carreras que ni siquiera sabes que existen.

    - No sé, Kamijou-sensei, no creo que me pueda ayudar mucho- negó Rai con la cabeza.

    - Bueno, daño no te hará, ¿no? No quiero presionarte, Rai, pero ya estamos en abril, en dos meses tienes que hacer la preinscripción para la universidad.

    - Ya...

    - Sé que es una decisión difícil- dijo Haruki-. Yo comencé una carrera y luego me cambié. No te sientas mal si no lo tienes claro, pero estaría bien que tuvieras alguna opción.

    - Había pensado en tomarme un año sabático porque no lo tengo nada claro- suspiró Rai-. No para hacer el vago, ¿eh?

    - Ya lo sé, tú siempre has sido muy trabajador- le sonrió Haruki-. ¿Qué harías en ese año, Rai?

    - Aprender algún idioma, ya hablo inglés perfectamente, creo que sería genial hablar más idiomas- respondió-. También he pensado en hacer un curso de fotografía, no sé... Algún voluntariado tal vez. Es que siento que no me veo estudiando nada, no sé a qué me quiero dedicar. ¿Crees que a mis padres les parecerá bien?

    - No lo sé, Rai, si les explicas tu razones, seguro que te escuchan- le dijo Haruki y sonó el timbre del internado-. Será mejor que vayas a clase.

    - Sí, gracias, Kamijou-sensei- dijo dispuesto a salir del despacho.

    - Rai, no te angusties mucho, ¿vale? Eres un joven trabajador e inteligente, te irá bien- le sonrió su cuñado y profesor.

    Rai salió del despacho y sacó su teléfono móvil del bolsillo.

    Rai: Cada vez tengo más claro lo del año sabático. Creo que me vendrá bien.

    Ryota ❤️❤️: Me alegra mucho que te estés decidiendo 💕

    Ryota ❤️❤️: Pero me da pena que el año que viene no vayamos a vivir juntos 🥺

    Ryota ❤️❤️: Tendrá que ser al siguiente 🥰

    Rai: No tengo yo muy claro que mis padres me dejasen vivir contigo 😅😅

    Ryota ❤️❤️: Claro que sí, lo tengo todo pensado, amor

    Ryota ❤️❤️: Lo primero es convencer a tu padre de que quieres estudiar en Kioto porque es una de las mejores universidades del país y no porque yo estudio allí 😬

    Ryota ❤️❤️: Tu padre se informará y verá que Kioto es muy buena opción para su bichito, así que dirá que sí

    Rai: Te veo muy seguro 😂

    Ryota ❤️❤️: Lo segundo es bombardear a tu padre con noticias de estudiantes que han muerto en residencias universitarias

    Rai: 😂😂

    Ryota ❤️❤️: Verá que la mejor opción es que te quedes en un piso compartido, pero, obviamente, su bichito no va a vivir con desconocidos. ¿Qué conocido vive en Kioto? 🙋‍♂️

    Rai: Un plan sin fisuras

    Ryota ❤️❤️: Lo he pensado yo solito ✌️

    Rai: Estoy muy orgulloso de ti 👏

    Rai: Al final vienes este finde? 🥺

    Ryota ❤️❤️: Sí

    Ryota ❤️❤️: No hagas planes este sábado que vamos a jugar a videojuegos

    Ryota ❤️❤️: Y con nuestros joysticks 😏

    Rai: Lo estoy deseando 😘





    - Hiro-san, ¿te gustan estos manteles?- preguntó Nowaki. Habían ido todos juntos al mercadillo, excepto Tadao, quien se había marchado al centro al que iba todas las mañanas a hacer actividades con otros ancianos.

    - Nos vendrían bien para Osaka- murmuró Hiroki observándolos-. Aunque, ¿no son demasiado coloridos? No quiero que Kane nos llame horteras.

    - Hiro-san, lo importante es que nos guste a nosotros- dijo Nowaki.

    - ¡Gatitos de porcelana!- exclamó Akihiko desde otro puesto.

    - Quedarían bien en la mesa de la cocina de Osaka- asintió Hiroki-. Compremos un par.

    - Ay- murmuró Sosuke haciendo una mueca y Miyagi, que estaba a su lado mirando unos relojes, frunció el ceño.

    - ¿Te encuentras bien?

    - Me ha dado una punzada- respondió y Akihiko alcanzó a escucharle.

    - ¡Nowaki, Sosuke ha tenido una contracción!- gritó el escritor en medio del mercadillo. Nowaki dejó los manteles y corrió hacia ellos.

    - ¿Te duele? ¿Cuántas has tenido y a cada cuánto?

    - Papi, tranquilo, no ha sido nada, ya se me ha pasado- dijo Sosuke y volvió a sentir una contracción-. No, no se me ha pasado.

    - Vamos a casa, Sosuke- le dijo Nowaki y su hijo asintió.

    - ¿A casa? Nowaki, llévale al hospital que Sosuke tarda muy poco en parir, no como Misaki que tardó unas ochenta horas en dar a luz a Nao-chan- comentó Akihiko mientras regresaban hacia el chalet.

    - Estuve allí y no fueron tantas horas- le dijo Hiroki, quien les acababa de alcanzar-. Sosuke, cielo, ¿quieres apretar mi mano?

    - No, ahora estoy bien... No, no, no estoy bien.

    - Si comienzan a ser muy seguidas, nos vamos al hospital- le dijo Nowaki y su hijo asintió.

    - Vale, papi.






    - Dile adiós a tus amiguitos, Kenzo- dijo Hinata, quien había ido a por el pequeño a la guardería.

    - Bye! Me lo he pasado chachi, Misaki- dijo Kenzo despidiéndose con la manita. Prácticamente todos los niños ya habían sido recogidos por sus familiares. Raiden miró la puerta y luego a Misaki.

    - Mi papá no viene.

    - Ahora vendrá, cariño- le dijo Misaki con cariño-. Sigue jugando.

    - Ya he guardado todas las esterillas, Misaki- dijo Hiro-chan y Raiden, al ver a su padrino, corrió a abrazarle las piernas-. ¿Qué pasa, colega?

    - Mi papá no viene...

    - Ahora vendrá, se le habrá hecho tarde comiendo en casa de los yayos- dijo Hiro-chan.

    - Me llevas tú a mi casa, Hiro.

    - Colega, me tengo que quedar un poco más en la guardería, no te puedo llevar. No te preocupes que ahora viene tu papá- le animó Hiro-chan y en ese momento entró Misa-chan en la guardería.

    - ¡Hay dos Hiroki!- exclamó un niño del grupo de Hiyori.

    - Cariño, qué sorpresa verte aquí- sonrió Misaki.

    - Sosuke está de parto- anunció Misa-chan y Hiro-chan dio una vuelta sobre sí mismo nervioso.

    - Yo ya dije que no acabaría la semana embarazado- sonrió Misaki-. Espero que vaya todo bien. ¿Has oído, Raiden? Está naciendo tu hermanito.

    - ¿Viene también mi hermanito a por mí?- preguntó Raiden confundido.

    - No, Raiden, aún tardará un poco en nacer- negó Misa-chan-. Tus padres me han dicho que venga a por ti, ¿nos vamos a mi casa o prefieres ir antes al parque?

    - Entonces, ¿cuándo viene mi papá?

    - Cuando nazca Tsukuyomi- respondió Misa-chan poniéndose en cuclillas para estar a la altura de su primo-. Un bebé no nace de forma rápida, tu papá seguramente tenga que quedarse en el hospital hasta mañana. ¿Lo entiendes, Raiden?

    - Sí, pero no me busta, Misa.

    - Lo sé, pero ahora en mi casa jugaremos- dijo Misa-chan.

    - ¿Con el perrito bebé?- sonrió Raiden y Misa-chan asintió acariciando su cabecita-. ¡Chachi!






    - Llevo más de quince horas con la puta bata esta de hospital puesta.

    - Sosuke, esa boca.

    - Papi, estoy de parto, puedo decir tacos- dijo Sosuke y Nowaki suspiró.

    - Siéntate un poco, Sosuke- le dijo Wa-chan.

    - Me duele menos estando de pie- negó Sosuke.

    - En la última contracción casi te caes al suelo- dijo Wa-chan y entró un doctor en la habitación.

    - Nowaki, ¿cómo va tu niño?- preguntó el médico sonriendo.

    - Fatal- dijo Sosuke.

    - Ha dilatado un poco más, está ahora en cinco centímetros- respondió Nowaki.

    - Suficiente, voy yendo yo al paritorio. Allí os espero- dijo Sosuke dirigiéndose hacia la puerta pero su novio le paró.

    - Mira el lado positivo, ya vas por la mitad- sonrió el médico-. Paciencia.

    - Le odio- murmuró Sosuke cuando el doctor se hubo marchado.

    - Es muy buen médico, Sosuke, tienes suerte de que te atienda él- le dijo Nowaki.

    - Ay no, ay no... ¡Dueleeeee!- gritó Sosuke agarrándose a Wa-chan, pues las piernas le flaquearon-. ¡No te pienso dar más hijos, Nowaki!

    - ¿Y la niña?- se atrevió a preguntar Wa-chan.

    - ¡La niña la pares tú! ¡Yo me retiro!

    - Respira hondo, cariño- le dijo Nowaki.

    Tres horas después, llevaron a Sosuke al paritorio. Wa-chan, muy nervioso, se limitaba a darle la mano a su novio y seguir con la mirada a su suegro, quien estaba ayudando al doctor. Tras varios empujones, Sosuke gritó un par de improperios y se escuchó el llanto de un bebé en la sala. Wa-chan suspiró aliviado al ver la sonrisa de su suegro, quien sujetaba al bebé en brazos. Nowaki le acercó el pequeño a Sosuke, quien rompió a llorar al tenerlo en brazos.

    - Mi niñito...- murmuró Sosuke-. Tienes todos los deditos.

    Wa-chan besó la frente de su novio, rompiendo a llorar. Un enfermero se llevó al bebé y Nowaki le indicó que fuera con ellos, Wa-chan dudó, pero finalmente siguió a aquel enfermero. Observó cómo limpiaba al recién nacido y lo preparaba para volver con Sosuke. Vio que el enfermero le miraba.

    - ¿No quieres coger a tu hijo?

    - ¿Puedo?- preguntó Wa-chan todavía nervioso y con lágrimas en los ojos. El enfermero rio y le entregó al bebé ya limpio. Wa-chan por fin pudo contemplar al pequeño con detenimiento. El bebé, que ya no lloraba, abrió los ojos y Wa-chan observó anonadado cómo su ceño se iba frunciendo lentamente-. ¿Es normal que los bebés hagan esta cara?

    - Vaya, parece que no está contento- rio el enfermero-. Es normal, no te preocupes.

    - Es que pone la misma expresión que...- murmuró Wa-chan sin apartar la vista de su bebé. Rio al pensar que era la misma cara que solía poner Hiroki cuando le pillaba con el móvil en clase. Aquel bebé llevaba pocos minutos en el mundo y ya era todo un Kamijou.






    - Tiene carita de ángel- dijo Hiroki observando a su nieto por primera vez-. Es precioso.

    - Me recuerda a Sosuke- sonrió Nowaki y su marido asintió.

    - ¿Cómo estás?- le preguntó Tadao a su nieto, quien sonrió.

    - Ahora que ya se me ha pasado la euforia, muy cansado, abu- respondió Sosuke tumbado en la cama-, pero muy feliz.

    - Me alegra conocer a otro bisnieto- sonrió Tadao- y dentro de poco conoceré un tataranieto.

    - Eso no lo puede decir mucha gente, ¿eh, Tadao?- dijo Kane entrando en la habitación con su marido.

    - Soy un privilegiado- sonrió el anciano.

    - ¿Qué tal, Sosuke?- preguntó Satoru.

    - Bien, ha ido todo muy bien- respondió Sosuke.

    - A ver la cosita más bonita del univer...- Kane calló al acercarse a la cuna y ver al bebé. Alzó la mirada y se encontró con la sonrisa burlona de Hiroki-. Bueno, supongo que ya estamos en paz, Hiroki.

    - En paz estaremos cuando me pagues todo el dinero que me gasté en tu universidad.

    - Hiroki, qué poca clase tienes- le dijo Kane-. Hablar de dinero en el nacimiento de nuestro nieto... Qué feo eso.

    - Enhorabuena, chicos- dijo Satoru-. Es un bebé precioso.

    - Más de cuatro kilos- comentó Wa-chan orgulloso- y eso que se ha adelantado un par de semanas.

    - Hiro-san pesó cuatro kilos y medio al nacer.

    - Nowaki, no des esos datos que a nadie le interesan.

    - Son interesantes, me lo contó tu madre- dijo Nowaki.

    - Me alegro mucho de veros, pero estoy un poco cansado- dijo Tadao-. Muchas emociones... Voy a coger el bus y...

    - Me voy contigo, papá. Necesito una ducha y descansar- le dijo Nowaki-. Han sido muchas horas. Hiro-san, ¿te quedas con el nene?

    - Sí, me quedo yo. Descansa.

    Llegaron a la vivienda y Tadao se dirigió a su dormitorio para tumbarse en la cama. Nowaki miró a su padre con atención.

    - ¿Vas a acostarte ya, papá?

    - Estoy muy cansado- murmuró el anciano-. Descanso media hora y podaré el rosal.

    - Si estás cansado, no hagas esfuerzos, papá- le dijo Nowaki ayudándole a tumbarse-. Voy a por el termómetro, a ver si tienes fiebre.

    - Gracias, Nowaki- asintió Tadao cerrando los ojos para dormir.

    Recogió del suelo las tijeras de podar y cortó varias ramas del rosal. Escuchó el ruido de unos tacones y Tadao se giró a mirar a Reiko, quien llevaba una bandeja con una jarra de granizado de frutas.

    - ¿Quieres un vaso? He hecho para los nenes- dijo Reiko sonriendo. Tadao dejó las tijeras de nuevo en el césped y se acercó a su pareja para agarrarla de la cintura.

    - Hoy estás muy guapa- dijo y Reiko besó sus labios.

    - Anda, vamos a la piscina con los chicos.

    Tadao la siguió hasta la piscina. Nowaki con aspecto muy joven le ponía crema en la espalda a Hiroki, quien también lucía rejuvenecido.

    - Sosuke, no te lo vuelvo a repetir- amenazó Hiroki-. Si salpicas, te saco del agua.

    - ¡Ha empezado Hiro-chan!

    - Hiro-chan- le dijo Reiko a su hijo-, deja que los nenes jueguen tranquilos.

    - Eso, Hiroki, no seas angustias- le dijo Akihiko, quien se estaba tomando un vaso de granizado.

    - Nao-chan, ponte el flotador- dijo Misaki y Tadao observó a un Nao-chan de poco más de seis años jugando con Haru-chan en el agua. Natsu, Reiko y Misa-chan correteaban por el césped jugando con Bobby.

    - Abu Tadao, ¿hay quesitos?- preguntó Aki-chan, quien estaba sentado en una tumbona junto a Chihiro y Saori.

    - ¡Ya estamos aquí!- anunció Kane saliendo al jardín junto a su marido, Hanako, Nadia y Kotaro-. No sabía que aquí vivía Julie Andrews.

    - Kane, qué cosas tienes, me ruborizas- rio Reiko haciendo sonreír a Tadao.

    - Dioptrías es lo que tiene- dijo Hiroki.

    - ¡Hiro-chan, sé bueno con Kane! Así no se trata a los amiguitos- le riñó Reiko. Tadao sintió que alguien le tiraba de la mano y miró hacia abajo para encontrarse con un muy pequeño Rai.

    - ¡Abu, te ayudo a regar!- dijo Rai sonriente. Tadao le devolvió la sonrisa y asintió.

    - Sentimos llegar tarde- saludó Shinobu-. El viejo está mal de la ciática.

    - No es la ciática, Shinobu-chin, ha sido un tirón que me ha dado al atarme los zapatos.

    Tadao escuchó el timbre de la puerta principal y se metió en la vivienda para ver de quién se trataba. Abrió la puerta y se encontró con Wa-chan de adulto, quien cargaba a Raiden en brazos.

    - Hemos venido a pasar el fin de semana- informó Wa-chan.

    - ¡Ya estoy aquí! ¡He venido a jubar!- exclamó Raiden sonriendo y Tadao sintió que el corazón le palpitaba con fuerza.

    - Gracias por venir, me hacéis intensamente feliz- sonrió Tadao con lágrimas en los ojos.

    Nowaki lloró al comprobar que su padre había fallecido en el rato en que se había ausentado a por el termómetro. Observó su rostro y sintió alivio al ver que Tadao se veía en paz, pero aún así dolía la pérdida.






    - Tienes que ir a rellenar lo del registro, Nowaki- le dijo Sosuke y su novio asintió.

    - Tsukuyomi Kamijou, vas a ser registrado- le dijo Wa-chan al bebé haciendo a Sosuke y Hiroki sonreír. Salió de la habitación y bajó dos plantas para llegar al mostrador-. Acabo de ser papi, ¿dónde registro a mi chiquillo?

    - Veo que es usted un muy feliz padre- sonrió el hombre del mostrador y Wa-chan asintió-. Tengo que ir a por las hojas del registro, vuelvo en un minuto.

    - De acuerdo- dijo Wa-chan. El hombre se metió por una puerta y justo en ese momento le sonó el teléfono-. Tío Nowaki, te acabas de ir, tus niños están perfe...

    - Siento llamarte a ti, pero Hiro-san no me responde- La sonrisa de Wa-chan se borró al escuchar a su suegro llorar.

    - ¿Qué ocurre, tío Nowaki?

    - Por favor, dile a Hiro-san que venga... Mi padre ha muerto y... He llamado ya a la funeraria, pero necesito a Hiro-san.

    - ¿Ha muerto?- murmuró Wa-chan con lágrimas en los ojos.

    - Por favor, dile a Hiro-san que venga.

    - Ahora mismo se lo digo.

    Nowaki colgó y Wa-chan continuó con el móvil pegado a la oreja, procesando lo que le acababa de decir su suegro. Tadao había muerto.

    - Ya estoy aquí- dijo el hombre volviendo con un papel en la mano-. Vamos a empezar por una pregunta sencillita, ¿nombre del niño?- El hombre alzó la mirada al ver que no obtenía respuesta. Wa-chan contemplaba aquel papel fijamente sin articular palabra-. Parece que no es tan sencilla... Perdone, ¿qué nombre le van a poner a su hijo? Lo saben ya, ¿no?- Wa-chan asintió con lágrimas en los ojos-. Muy bien, ¿nombre del niño?

    - Tadao Kamijou.




    *Kenzo está rodeado de Sakuras
     
    Top
    .
  15.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Pollito taquero
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,072
    Location
    Iniciando la guerra contra McDonald's

    Status
    Anonymous
    Me recordaste la muerte de mi bisabuela... ella también se fué feliz, supongo que Sosuke no tendrá problema con el nombre

    Edited by 4 EVER Yaoi - 15/4/2024, 17:16
     
    Top
    .
756 replies since 12/3/2019, 17:31   17619 views
  Share  
.