Una familia de tres (Nowaki X Hiroki)

Hiroki conoce al hijo de su vecino, que tiene seis años, sin saber lo mucho que les va a cambiar la vida a Nowaki y a él.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Me ha gustado cuando Masuyo dormía entre Hiroki y Nowaki para que no tuvieran bebés. Bonita su inocencia.
    Que bien que ls padres de Hiroki a final aceptan la relación con Nowaki y quieren tener buena relación con su hijo y su familia.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  2.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 6 - Abuela


    Hiroki no estaba de buen humor. Masuyo se encontraba muy ilusionado porque iba a conocer a su abuela y Nowaki no paraba de repetirle que todo iba a salir bien, pero él estaba seguro de que ir a comer a casa de sus padres no era para nada una buena idea.
    La semana pasó rápidamente y llegó aquel domingo. Hiroki amaneció entre los brazos de Nowaki, quien ya se encontraba despierto y le estaba repartiendo pequeños besos por la cara.

    - Buenos días.- Murmuró el profesor con los ojos cerrados.

    - ¿Qué tal has dormido, Hiro-san? Te has movido mucho esta noche, estabas inquieto.

    - Estoy algo nervioso por lo de hoy.- Dijo Hiroki abriendo los ojos.

    - Ya lo sé, amor, pero no estás solo.- Nowaki le besó suavemente en los labios y Hiroki se relajó en sus brazos, apoyando la cabeza en el pecho del médico.- Va a ir todo bien. Además, tu padre el otro día estuvo muy agradable.

    - Es mi madre quien me preocupa.- Suspiró Hiroki.- Hace más de dos años que no hablamos.

    - Piensa que por fin arreglaréis las cosas.- Le dijo el menor y Hiroki se acomodó todavía más, quedando completamente encima de él. Nowaki sonrió y comenzó a acariciarle la espalda.- Hiro-san, qué guapo estás por las mañanas.

    - Calla.- Murmuró Hiroki sonrojado. Nowaki fue bajando las manos hasta llegar al trasero de su novio, las metió por debajo de la ropa y comenzó a masajear sus glúteos.

    - ¿Echamos uno mañanero, Hiro-san?- Le susurró Nowaki a la oreja haciéndole sonreír.

    - Siempre pensando en lo mismo.- Dijo Hiroki sin borrar su sonrisa, se incorporó un poco para llegar a sus labios y darle un tierno beso. Escucharon una puerta y unos pasos que se acercaban hacia su habitación.

    - Ya se ha despertado la fiera.- Comentó Nowaki cuando se separaron del beso.

    - No sé si hablas de tu pene o de nuestro hijo.- Dijo Hiroki haciendo reír al pediatra. La puerta de la habitación se abrió y entró un muy sonriente Masuyo, quien al ver a sus padres subió a la cama de un salto.

    - ¡Sándwich!- Gritó el niño tirándose encima de Hiroki, por suerte Nowaki había apartado las manos a tiempo.

    - ¡Oh no, me asfixio!- Exclamó Nowaki, quien estaba soportando el peso de los dos, haciendo reír a su hijo.- ¡El gran Masuyo va a acabar conmigo! ¡Juro que me vengaré!

    - ¡Jamás podrás pararme!- Dijo el niño haciendo más presión.

    - ¿Seguro? ¿Ni con mi ataque de cosquillas?- Nowaki cogió la pierna del niño con una mano mientras que con la otra le hacía cosquillas donde podía. Hiroki se encontraba en medio de los dos, agarrándose a la camiseta de Nowaki para no desequilibrarse con tanto movimiento por ambas partes.

    - ¡NOOOO! ¡PAPI, SÁLVAME!- Gritó Masuyo sin parar de reír.

    - ¡No podrá salvarte!- Exclamó Nowaki también riendo y sin parar de hacerle cosquillas. Escucharon un crujido y de repente una pata de la cama cedió, haciéndoles caer al suelo.

    - ¿Estás bien, cielo?- Le preguntó Hiroki a Masuyo y el niño asintió.- ¿Nowaki?

    - Muy bien, Hiro-san.- Dijo Nowaki.

    - ¡Sois unos brutos!- Se levantó Hiroki cabreado.- ¡Padre e hijo! ¡Los dos sois unos salvajes!

    - Papi se ha enfadado.- Murmuró Masuyo cuando Hiroki salió de la habitación.

    - No te preocupes, ahora se le pasará.- Dijo Nowaki poniéndose en pie.- Venga, Masu-chan, ayúdame a arreglar la pata.

    Hiroki comenzó a preparar el desayuno cabreado. Sabía que no era tan grave que se hubiera roto la cama, pero el hecho de tener que ir a casa de sus padres le ponía muy irritable. De no haber sido lo de la cama, habría sido otra cosa lo que le habría hecho enfadar. Estaba concentrado preparando café cuando la voz de su hijo le llamó.

    - Papi.- Nowaki iba detrás del niño con una sonrisa de lado.- Papá y yo hemos arreglado la pata de la cama. ¿Nos perdonas?- Masuyo extendió los brazos esperando un abrazo y Hiroki no fue capaz de resistirse aunque sabía que Nowaki había planeado aquella escena para que se le pasara el enfado.

    - Claro que os perdono.- Hiroki atrajo al pequeño hacia él y lo cargó en brazos, dándole un beso en la mejilla. La sonrisa de Nowaki se ensanchó y se acercó a ellos.

    - Tienes razón, Hiro-san, cuando jugamos no nos damos cuenta de lo brutos que somos.- El profesor no dijo nada, simplemente extendió una mano para que se acercara. Nowaki rodeó con sus brazos a Hiroki, quien todavía cargaba a Masuyo, quedando el niño en medio de los dos.

    - Volvemos a ser un sándwich.- Comentó Masuyo.

    - Pues ahora verás.- Fue lo único que dijo Nowaki antes de levantar a Hiroki y, por tanto, alzando también al niño.

    - Nowaki, estás volviendo a hacer el bruto.- Le dijo Hiroki pero no lo hizo con tono enfadado. El médico le sonrió y le guiñó el ojo para luego bajarle.

    - ¡Papá es super fuerte!- Exclamó Masuyo todavía en brazos del profesor.

    - ¿Y yo no? Tú ya empiezas a pesar, grandullón.- Comentó Hiroki haciendo negar al niño.

    - Pero tú pesas más.

    - Creo que hoy es mejor no hablar del peso de papi.- Dijo Nowaki.

    - Prepara la mesa.- Le dijo Hiroki a Masuyo mientras lo bajaba al suelo. El niño obedeció y él continuó preparando el desayuno con ayuda de Nowaki.

    - Todo irá bien, Hiro-san, tu familia estará contigo.- Le susurró el médico acariciándole la espalda. Hiroki le miró agradecido pero no respondió.

    Pocas horas después fueron a las afueras de Tokio donde vivían los padres del profesor. Se notaba que era gente adinerada pues todas las casas de aquel barrio eran prácticamente mansiones, aunque no se podía negar que la que más destacaba era la de los Usami.
    Masuyo miraba boquiabierto a su alrededor, pues nunca había estado en un sitio tan elegante y se le notaban los nervios por conocer a su abuela. Hiroki, por otro lado, lo único que quería era salir corriendo, de no haber sido por la suave mano de Nowaki que no le había soltado en ningún momento del trayecto, lo habría hecho.
    Fue su padre quien les abrió la puerta y les condujo hacia el salón, donde estaba su madre esperándolos. La mujer, al ver a Hiroki, sonrió y fue a darle un abrazo. El profesor se dejó abrazar, no se había dado cuenta de lo mucho que extrañaba a su madre.

    - Mi Hiro-chan.

    - Hola, mamá.

    - Nowaki, gracias por venir.- Dijo la mujer cuando se separó de su hijo. Hiroki notó que la sonrisa que le dedicó al médico había sido un poco forzada, pero no quiso darle mayor importancia, su madre tardaría un tiempo en acostumbrarse.- Y tú debes de ser el famoso Masuyo.

    - Sí.- Asintió el niño con algo de vergüenza y sin soltar la mano de Nowaki.

    - Qué niño más guapo.- Comentó la mujer.- Bueno, tomad asiento que en nada estará lista la comida.

    - ¿Necesita que le ayudemos en algo, Kamijou-san?- Preguntó el médico.

    - No te preocupes, Hiro-chan me echará una mano.- Hiroki asintió y siguió a su madre a la cocina.

    - Mamá, ¿para qué tanta comida?

    - No todos los días vienes a casa.- Su madre le miró emocionada.- Te he echado menos.

    - Me alegra ver que has cambiado de opinión.

    - No ha sido fácil.- Dijo su madre suspirando.- Espero que sea algo que jamás te pase.

    - ¿El qué? ¿Que mi hijo sea gay?- Preguntó Hiroki a la defensiva.

    - No, que tu hijo no te quiera. Creo que no hay nada más triste y doloroso que eso.

    - Sí, sí que lo hay.- Murmuró Hiroki y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.- Que una madre reniegue de su hijo.

    - Hiro-chan, no debiste alejarte de mí. Nunca. Ni por nada ni nadie.

    - Mamá, Nowaki no me alejó de ti. Fuisteis vosotros quienes no nos aceptasteis.- Hiroki sentía como se le formaba un nudo en la garganta.

    - Es que siempre habías sido tan normal y de pronto te presentas en casa con un hombre…

    - ¡Soy normal!- Exclamó Hiroki.- ¡Nowaki y yo somos normales! ¡Nuestra familia es normal!

    - Que dos hombres…

    - ¡Que dos hombres se quieran es normal!- Interrumpió Hiroki y se le escapó una lágrima que rápidamente se limpio.- Deberías estar feliz porque tu hijo tiene una familia maravillosa.

    - Estoy feliz porque tengo un nieto.

    - ¿Y tu yerno? ¿Y Nowaki?

    - Me estás pidiendo demasiado.- Murmuró su madre.

    - Te estoy pidiendo lo justo. Nowaki es el padre de mi hijo…

    - No, tú eres su tutor legal.- Interrumpió la mujer.- Se llama Masuyo Kamijou.

    - ¡Nowaki es el padre de mi hijo!- Repitió Hiroki alzando la voz.- ¡Y lleva haciéndome feliz dieciséis años!

    - Pero no es tu marido, no estáis casados…

    - ¡No necesito ningún papel que diga que es mi marido!- Hiroki alzó el dedo enseñando el anillo que le había regalado Nowaki hacía años.- ¡Le amo y nuestra relación es más fuerte que muchos “matrimonios de verdad”!

    - Papi.- Hiroki se giró y vio a Masuyo parado mirándole muy sorprendido.- ¿Por qué lloras?

    - No es nada, cielo.- Dijo Hiroki y se secó las lágrimas.- Es solo que no me encuentro muy bien. Dile a papá que nos vamos ya a casa.

    - Hiro-chan, no os vayáis.- Le pidió su madre pero éste negó.

    - Venir a aquí ha sido un error.

    - Papi, ¿te has peleado con la abuela?- Quiso saber el niño pero al ver que su padre no contestaba volvió al salón a avisar de que se marchaban.

    - Hasta que no aceptes de verdad a Nowaki, no quiero que te acerques a mi familia.- Su madre le miró con tristeza y él salió de la cocina intentando serenarse. Cuando entró en el salón su padre le miraba con preocupación.

    - ¿Qué ha pasado?- Quiso saber el hombre.

    - No está lista y creo que jamás lo estará.- Dijo Hiroki intentando con todas sus fuerzas no echarse a llorar.- Puedes venir a ver a tu nieto siempre que quieras, papá, pero ella...ella no.

    - Hiroki, ella me dijo que lo había aceptado.

    - Pues no es así, papá. No lo ha aceptado para nada.- Su padre suspiró fastidiado.

    - ¿Queréis que os lleve a casa?

    - No, papá, cogeremos un taxi.

    El camino hasta casa fue muy silencioso. Nowaki sabía que Hiroki no estaba bien, pero no era de las personas con las que se podía hablar de ello, debía esperar a que éste decidiera contarle lo que quisiera. Aunque Nowaki no solía tener paciencia para eso, si su Hiro-san lo estaba pasando mal, él no podía quedarse de brazos cruzados sin hacer nada al respecto.
    Masuyo miraba a su padre de reojo sin saber qué decir. No sabía a ciencia cierta por qué había discutido con su abuela pero tenía muy claro que tenía que ver con Nowaki.

    Llegaron a casa y Hiroki se fue a tumbarse un rato a la habitación con la excusa de que no se encontraba bien. Nowaki preparó algo rápido de comer para Masuyo y para él. Hiroki intentó dormir, pero no conseguía dejar de pensar en su madre y en lo tonto que había sido al creer que las cosas iban a mejorar entre ellos. Comenzó a escuchar las voces de Nowaki y Masuyo, quienes hablaban en voz baja pero no lo suficiente como para que Hiroki no lo oyera.

    - ¿Te puedo hacer una pregunta?

    - Claro, Masu-chan, puedes preguntarme lo que quieras.

    - ¿Por qué no le caes bien a la abuela?- Hiroki sintió una presión en el pecho al escuchar aquella pregunta de su hijo. Eso era lo último que quería, no quería que su hijo fuera consciente de la mala relación que tenía con su madre. Escuchó a Nowaki suspirar.

    - La abuela quería que papi se casara con una mujer.

    - Eso es tonto, papi te quiere a ti.

    - Ya lo sé, Masu-chan.

    - ¿Te puedo hacer otra pregunta?

    - Claro.

    - ¿La abuela me puede separar de ti?- Hiroki se puso en pie sin pensárselo y salió de la habitación. Era consciente de que tenía un aspecto horrible después de haber estado un buen rato llorando, pero en aquel momento le dio igual.

    - ¿Cuánto has escuchado de la conversación que he tenido con la abuela?- Masuyo dudó un momento si contestar pero finalmente lo hizo.

    - Desde que ha dicho que papá no es mi padre…

    - Masuyo, somos tus padres.- Le dijo Hiroki con cariño.- No importa lo que nadie diga, papá y yo somos tus padres, ¿entendido?

    - Entonces, ¿por qué ha dicho eso?

    - Porque por desgracia los dos no podemos ser tus tutores legales, uno de los dos tenía que firmar ese dichoso papel.- Explicó el profesor.- Lo hicimos a suertes y gané yo. Es por eso que te apellidas Kamijou y no Kusama. Pero es sólo un papel, no demuestra nada, ¿lo entiendes? Lo importante es que nosotros dos somos tus padres y que te queremos con locura y que nada ni nadie nos va a separar.

    - Pero la abuela…

    - La abuela quiere que tu padre y yo no estemos juntos.- Dijo Hiroki.- Cree que si rompemos yo no le dejaré volver a verte, no entiende que jamás haría algo así. Papá es tan padre tuyo como yo.

    - Pero eso no va a pasar, Masu-chan.- Habló Nowaki por primera vez.- Papi y yo no vamos a romper nunca.

    - Es verdad, porque os queréis mucho.- El niño sonrió y eso hizo sentir a Hiroki un poco mejor.

    - No quiero que lo que ha pasado hoy te afecte.- Le dijo Hiroki al pequeño y después miró a Nowaki.- Ni a ti tampoco.

    - Si tú estás bien yo estoy bien, Hiro-san.

    - Lo estaré.

    - Entonces yo también.- Dijo Nowaki y se acercó a besar a su pareja bajo la atenta mirada de Masuyo, quien sonrió al ver que sus padres estaban muy bien juntos.

    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo! :)
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Pobre Hiroki con una madre así, pero al menos su padre si acepta su relación con Nowaki.
    Me ha encantado la escena dónde los tres hablan hablan y le explican a Masuyo que ambos son sus padres aunque sólo Hiroki puede ser su tutor legal y que siempre estarán juntos.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  4.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 7 - La excursión


    Se podían contar con los dedos de las manos las ocasiones en que habían pasado tanto tiempo a solas desde que adoptaron a Masuyo. Les encantaba estar con su hijo pero era cierto que de vez en cuanto extrañaban pasar tiempo en pareja. Una vez al mes solía ir a dormir a casa de Akihiko ya que la devoción de Masuyo por Misaki no había disminuido con el paso del tiempo. Le encantaba hacer planes con su tío y era a él a quien le contaba todo.

    Masuyo iba a pasar tres días y dos noches fuera con el colegio. Era la primera vez que iban a permanecer tanto tiempo separados y, aunque tenía ganas de estar unos días con Nowaki, Hiroki se sentía un poco triste por no tener a su niño cerca. Nowaki, quien conocía muy bien a su pareja, sabía que eso iba a suceder y por este motivo decidió cogerse aquellos días el turno de mañana, así Hiroki no estaría solo por la tarde.

    Aquella mañana se había ofrecido a acompañarle al colegio, pero Masuyo le había dicho que no, que ya era lo suficiente mayor como para ir solo. Hiroki entendía perfectamente que su hijo con ya diez años quisiera empezar a ser más independiente, pero no podía evitar que ese tipo de cosas le dolieran. Así que le ayudó a terminar de prepararse la pequeña maleta y se despidió de él en la puerta de su casa.

    La mañana le pasó muy lenta a Hiroki, no podía dejar de pensar en su pequeño y en lo poco ilusionado que se había ido a aquella excursión. ¿Ya no tenía ganas de ir? ¿Estaría nervioso por pasar tantas noches fuera de casa? Hiroki era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera Masuyo.
    La cosa cambió un poco por la tarde, cuando volvió de trabajar y Nowaki le recibió con una sonrisa.

    - Hiro-san, ¿qué tal el día?

    - Bien, no me puedo quejar.- Respondió el profesor.- ¿Tú qué tal?

    - Una niña me ha vomitado la bata, pobrecita.- Dijo Nowaki sin borrar su típica sonrisa.- Ya la he lavado y tendido.

    - Vale, de todas formas hay que poner hoy o mañana una lavadora, porque cuando vuelva Masu-chan traerá bastante ropa sucia.

    - Pero si sólo se ha ido tres días.

    - Ya, pero le he metido un par de mudas más por si acaso.- Le dijo Hiroki haciéndole sonreír.

    - ¿Estás preocupado por Masu-chan? Si seguro que se lo está pasando genial.

    - No se ha ido muy contento.- Comentó el profesor sorprendiendo al otro.

    - ¿Y eso?

    - No sé, ha sido la sensación que me ha dado.- Dijo Hiroki pensativo.- ¿Deberíamos llamar a su maestra para ver si está bien?

    - No, Hiro-san.- Negó Nowaki.- Le avergonzaríamos delante de sus compañeros. Además, si pasa algo nos llamarán.

    - Tienes razón.- Suspiró Hiroki.

    - Bueno, dos noches solitos.- Le dijo Nowaki sonriendo.- ¿Tienes algo en mente?

    - No en especial.- Respondió el mayor.- ¿Y tú?

    - He alquilado una película en la que hay bastantes escenas de sexo y nada de dibujos.

    - ¿Existen películas que no son de dibujitos?- Dijo Hiroki haciendo reír al otro, quien posó sus manos en la cintura del castaño.

    - ¿Sabes qué más tengo en mente, Hiro-san?

    - ¿Qué?

    - Hacerte el amor sin miedo a que nos escuchen.- Después de decir eso, Nowaki besó sus labios de forma tierna. El beso se hizo más intenso y Nowaki pasó su lengua por los labios del otro, quien abrió la boca sin pensarlo para dejarle entrar. Hiroki pasó sus manos por la nuca y el pelo de su pareja, acariciándolo y atrayéndolo más hacia él. Nowaki, sin romper aquel beso, fue bajando sus manos lentamente, dando un ligero apretón cuando llegó al culo de Hiroki, quien gimió suavemente en su boca. Continuó bajando las manos un poco más y elevó al profesor cogiéndole por las piernas.

    - ¿Me llevas a la cama?- Preguntó Hiroki en un susurró.

    - No puedo esperar tanto.- Respondió Nowaki y lo tumbó sobre el sofá, situándose encima del profesor. Hiroki comenzó a acariciar el abdomen del menor y lentamente le fue subiendo la camiseta con la intención de quitársela. Nowaki alzó los brazos para facilitar la tarea y, cuando su torso estuvo desnudo, las manos de Hiroki fueron directamente a su bragueta. El pediatra le sonrió.- Veo que tú también estás ansioso.

    - Han sido dos semanas.- Se limitó a decir el profesor mientras colaba su mano por debajo de la ropa interior de Nowaki.

    - Diecisiete días para ser exactos.- Dijo Nowaki mientras Hiroki comenzaba a masturbarlo. El médico besaba, succionaba y mordía la piel del cuello del otro, ya que sabía que ese tipo de contacto volvía loco al profesor.- Te deseo, Hiro-san.- Nowaki le desabrochó la camisa y se la quitó con rapidez dejando a la vista sus pezones, con los que el médico se puso a jugar, arrancándole gemidos a Hiroki.

    - Nowa...Nowaki, no aguanto más.- Dijo el profesor con voz suplicante. Nowaki se sentía igual, por lo que no dudó en desnudarle por completo y también se deshizo de sus pantalones y ropa interior, quedando ambos desnudos.

    Hiroki continuaba acostado sobre el sofá y, al ver que su pareja ya estaba lista, se abrió de piernas dejando expuesta su entrada. Nowaki le admiró durante unos segundos haciéndole sonrojar levemente para después colocarse sobre sus piernas y comenzar a lamer su entrada. Los gemidos de Hiroki resonaron en toda la estancia, era la primera vez en mucho tiempo que no debía contenerse, estaban solos y nadie podía escucharles. Nowaki reemplazó su boca por sus dedos, metiendo primero uno y al poco tiempo otro. Al meter el tercero, observó que aquella cavidad ya estaba completamente lista para lo que iba a suceder.

    - Espera.- Le dijo Hiroki entre jadeos. Nowaki iba a metérsela ya pero paró al escuchar aquel reclamo.- Me apetece ponerme yo arriba.- Nowaki asintió sonriendo e invirtieron posiciones. Hiroki se acomodó encima de su novio y se sentó sobre su pene lentamente, penetrándose con cuidado. Nowaki le agarró de la cintura y se incorporó un poco para besar a Hiroki en los labios.

    - Me encantas.- Le susurró el médico al oído y Hiroki comenzó a cabalgarle. El ritmo fue aumentando poco a poco y el profesor le clavó las uñas en los hombros a Nowaki, quien no soltaba las caderas de su novio, con la intención de intensificar más las embestidas.- Te amo, Hiro-san.

    - Yo también te...- Comenzó a decir Hiroki pero un gemido le interrumpió la frase, Nowaki le había dado justo en ese punto que tan loco le volvía.- ¡Dios!

    Estuvieron un rato en esa posición y cuando Nowaki sentía que estaban a punto de llegar, alzó a Hiroki de las caderas sacando completamente su pene de él. Hiroki le miró con reproche, ya que estaba a nada de correrse.

    - Todavía no, Hiro-san.- Le susurró mientras le recostaba en el sofá y se ponía sobre él. Le agarró una pierna y se la puso sobre el hombro y, sin decir una palabra, le embistió lo más hondo que pudo haciéndole gemir. Embistió unas cuantas veces más y Hiroki se vino gritando el nombre del médico, Nowaki le siguió pocos segundos después.- Eres increíble, amor mío.

    - Ha estado muy bien.- Asintió Hiroki mientras Nowaki salía de él.- Te amo.

    - Y yo a ti, Hiro-san.- Se besaron y se quedaron un rato desnudos en el sofá, uno encima del otro.

    - Habrá que hacer la cena.- Comentó Hiroki.- Pero tendremos que ducharnos antes.

    - ¿Juntos, Hiro-san?- Nowaki le miró ilusionado.

    - Acabaremos más sucios…

    - Un día es un día.- Nowaki le besó el hombro y Hiroki asintió. Tardaron unos diez minutos en levantarse del sofá y dirigirse al baño, donde estuvieron más rato del esperado.

    A la mañana siguiente, Hiroki se despertó antes que Nowaki. Se sentía algo cansado ya que lo habían hecho tres veces el día anterior, cosa que no ocurría desde hacía años. Fue al baño y después comenzó a preparar el desayuno. Nowaki se levantó pocos minutos después y se acercó a darle un beso de buenos días a su pareja.

    - Eres un cochino.- Le dijo Hiroki después de aquel beso. Nowaki le miró extrañado.

    - ¿Por qué, Hiro-san?

    - Anoche no tiraste de la cadena.

    - Pero si fuiste tú el último en ir al baño, Hiro-san.- Le dijo Nowaki.- Y has sido el primero en ir esta mañana. Yo todavía no he ido.

    - Pues habrás ido durante la noche porque yo siempre tiro de la cadena.

    - Y yo también, Hiro-san. Es Masu-chan quien no tira nunca de la cadena.

    - Masuyo no está así que no tienes a quien echarle la culpa.

    - Pero Hiro-san...- Comenzó a decir Nowaki y Hiroki decidió cambiar de tema.

    - Hay un táper en la nevera con lasaña.- Le dijo el profesor.- Yo he cogido uno con arroz, pero si prefieres el de arroz lo cambiamos.

    - Gracias, Hiro-san pero hoy comeré en la cafetería del hospital.

    - ¿Y eso?

    - Me gusta lo que hay hoy.- Respondió Nowaki sonriendo.- Vendrás hoy pronto del trabajo, ¿no?

    - Lo intentaré. ¿Tenemos plan?

    - Sí, el mismo de ayer.- Dijo Nowaki besándolo y agarrándolo del culo.

    - En ese caso volveré nada más acabar las clases.

    - Ese es mi Hiro-san.

    La mañana pasó bastante tranquila para Hiroki, por algún motivo que desconocía, Miyagi se estaba comportando últimamente y ya casi no le molestaba. Acabó de trabajar y volvió a su casa con muchas ganas de pasar tiempo con Nowaki. Aunque le agradaba aquella vida en pareja, no podía dejar de pensar en su pequeño y en las ganas que tenía de verlo.
    Cuando llegó a casa, Nowaki también acababa de volver del trabajo y se estaba cambiando de ropa. Al ver al profesor, se acercó sonriendo para darle un beso de bienvenida.

    - Ayer al final no vimos la peli. ¿Te apetece verla ahora?- Le preguntó Nowaki mientras Hiroki caminaba hacia la nevera para beber un poco de agua fresca.

    - De acuerdo.- Asintió el mayor.- Al final te has llevado la lasaña, ¿no?

    - No, he comido en la cafetería.- Respondió Nowaki y Hiroki le miró con el ceño fruncido.

    - ¿Y qué has hecho con ella?

    - ¿Con la lasaña? Pues nada, no la he tocado.

    - ¿Por qué me mientes?

    - No te miento, Hiro-san.

    - ¡Claro, le habrán salido patas y se habrá ido sola!- Exclamó Hiroki y Nowaki decidió no responder nada, quería pasar una tarde agradable con su pareja y sabía que era mejor permanecer callado. El profesor bebió y se dirigió al baño.- ¡Nowaki, otra vez!

    - ¿Ahora qué he hecho, Hiro-san?- Preguntó el médico caminando hacia el baño.

    - ¡La cadena!

    - La he tirado esta mañana.

    - Pues se te habrá olvidado ahora.- Le dijo Hiroki.

    - Que no, Hiro-san, que no he sido yo.

    - ¿Entonces quién ha sido?- Le preguntó el castaño cruzándose de brazos.- ¿Vienen los duendes a comerse nuestra comida y mear en nuestro váter?

    - Te juro que no he sido yo.

    - Pues yo tampoco he sido.- Dijo Hiroki y tiró de la cadena.- ¿Qué hacemos? ¿Llamamos a un exorcista?

    - Vamos a olvidarnos de esto, ¿de acuerdo?- Le pidió Nowaki y Hiroki asintió suspirando.- ¿Por qué no nos metemos mano mientras vemos la peli?

    - Espero que sea buena la peli.- Comentó Hiroki con un amago de sonrisa.

    - Eso es lo de menos, lo importante es la compañía.- Nowaki iba a besar a Hiroki cuando sonó el timbre. El profesor resopló frustrado y fue a abrir.

    - Hola, Misaki, ¿qué tal?- Saludó Hiroki y le dejó pasar.

    - Bien. Hoy he acabado antes del trabajo y he decidido pasar para ver cómo está Masu-chan.- Comentó Misaki sonriendo.- Le he traído el último manga que he editado.

    - Muchas gracias, Misaki, pero Masu-chan está de excursión.- Dijo Hiroki mientras entraban en el salón, donde les estaba esperando Nowaki. Misaki le miró muy extrañado.

    - ¿Cómo? ¿Masu-chan no habló con vosotros?- Hiroki y Nowaki negaron y el rostro de Misaki reflejó mucha preocupación.- ¿Entonces no está aquí?

    - Está en la excursión.- Dijo Nowaki.

    - No, no, no.- Negó Misaki.- Le han expulsado tres días y no puede ir a la excursión.

    - ¿QUÉ?- Exclamó Hiroki.

    - Entonces, ¿nuestro hijo está por cualquier parte?- Preguntó Nowaki y entonces Hiroki reparó en ello. Si Masuyo no estaba en la excursión, ¿dónde demonios estaba? Se sintió muy angustiado.

    - Voy a llamar a la policía.- Dijo Hiroki muy decidido.- Mi niño no puede andar solo por ahí.

    - Yo llamaré a Usagi-san para que nos ayude a buscarlo.

    - Puede que esté en casa de algún amigo, aunque si están todos en la excursión...- Nowaki no terminó aquella frase pues se escuchó la puerta de la habitación de Masuyo abrirse. Los tres adultos se giraron a mirar al pequeño, quien estaba cabizbajo y con cara de pena.

    - ¡Masuyo!- Exclamó Hiroki y corrió a abrazarle.- Vaya susto nos has dado…

    - Masu-chan, ya íbamos a llamar a la policía.- Dijo Nowaki agachándose para también abrazarle. Hiroki se separó del niño y le miró muy enfadado.

    - ¿Qué haces aquí y no en la excursión?- Le preguntó el profesor cruzándose de brazos. Nowaki también le miró con gesto serio.

    - Lo siento.- Dijo Masuyo sin mirarles.- Como no podía ir a la excursión me he quedado en casa escondido. He sido yo quien se ha comido la lasaña y quien no ha tirado de la cadena.

    - Misterio resuelto.- Murmuró Nowaki.

    - ¿Te han expulsado? ¿Es eso cierto?

    - Sí, papi.- Asintió el niño. Hiroki iba a gritarle lo mucho que le había decepcionado, pero el pequeño se echó a llorar y no fue capaz de alzarle la voz, se le formó un nudo en la garganta y tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no abrazarle.

    - ¿Por qué? Tú eres un buen niño...- Dijo Nowaki con voz calmada.

    - Hay...hay un niño que se mete conmigo y me cansé...y le pegué.- Explicó el niño sin parar de llorar.

    - ¿Se mete contigo? ¿Por qué?- Quiso saber Nowaki, muy sorprendiendo ante tal noticia.

    - Dice que soy raro porque...porque tengo dos papás...y dice...dice que me gustan los chicos.

    - Ese niño es imbécil.- Se le escapó a Misaki, quien observaba la escena un poco alejado de ellos. Hiroki sentía mucha rabia, no iba a permitir que un niño molestara a su hijo de esa forma. Al día siguiente iría a hablar con el director para asegurarse de que aquel niño recibía un buen castigo.
    Hiroki cogió a Masuyo en brazos y le limpió las lágrimas.

    - Masu-chan, cielo, necesito que te tranquilices.- Le dijo Hiroki con dulzura.- Papá y yo nos aseguraremos de que ese niño no vuelva a molestarte.

    - No es sólo él...- Murmuró el pequeño.

    - ¿Más niños se meten contigo?- Preguntó Nowaki.

    - Sí.

    - ¿Y se lo has dicho al profe?- Preguntó Misaki acercándose a ellos.

    - No soy un chivato.

    - Pero esas cosas hay que contarlas.- Le dijo Hiroki.- Deberías haberlo dicho en el cole y deberías habérnoslo contado. Papá y yo necesitamos saber este tipo de cosas para poder ayudarte.

    - No quería preocuparos.

    - Nos preocupa más ver que sufres y no saber por qué.- Le dijo Nowaki.

    - Lo siento.

    - No es tu culpa, cariño.- Dijo Hiroki.- No deberían pasar estas cosas. Pero ya no debes preocuparte por eso porque lo vamos a solucionar.

    - Gracias, papi.- Le dijo Masuyo abrazándole y después se dirigió a su tío.- Siento haberte mentido, tío Misaki.

    - Renacuajo, yo a ti te lo perdono todo.- Misaki le acarició la cabeza y el niño le sonrió.- Por cierto, te he traído el último manga que he editado.- Su tío se agachó para susurrarle al oído.- Es un poco sangriento, que no te lo vea tu padre.

    - ¡Gracias, tío!

    - Bueno, yo me voy a marchar para comprobar que Usagi-san siga con vida.- Dijo Misaki después de haberle dado el manga a Masuyo. Se acercó un poco a hablar con los dos adultos mientras el pequeño inspeccionaba el regalo.- Lo siento, debería haber hablado con vosotros. Masu-chan vino a casa y nos contó que le habían expulsado por pegarle a un niño, no nos dijo por qué le había pegado. Le reñí en ese momento e iba a llamaros pero Masu-chan me rogó que no os dijera nada, quería ser él quien os lo contara. No os lo dije porque le creí, lo lamento. Pensé en llamaros para ver cómo os lo habíais tomado, pero Usagi-san me dijo que le estaba dando demasiada importancia a una chiquillada...

    - No te tortures, Misaki.- Le sonrió Nowaki.- Lo importante es que Masu-chan está bien.

    - Eso es cierto.- Dijo Misaki.- Me voy ya. Hasta pronto.

    - ¡Adiós, tío Misaki!

    Misaki se marchó dejando a la familia a solas. Nowaki y Hiroki se sentaron en el sofá y Masuyo se puso a leer aquel manga en el suelo. Hiroki no podía quitarse aquella preocupación de encima, estaba deseando que llegara el día siguiente para ir al colegio de Masuyo.

    - Masu-chan, papá y yo tenemos que hablar contigo.- Dijo Hiroki llamando la atención de Nowaki y del más pequeño.

    - ¿Me vais a reñir?

    - No.- Negó el profesor.- Es sobre las cosas que te ha dicho ese niño. Verás, por desgracia, hay gente que no entiende que dos hombres se quieran de la forma en que papá y yo lo hacemos.

    - Como la abuela.- Comentó Masuyo.

    - Exacto. Esto nos va a seguir pasando, estoy seguro de eso, pero no quiero que pienses que nuestra familia es rara o que tú eres raro porque no es así. No hay nada malo en ti, cielo, ni en papá, ni en mí.- Le dijo Hiroki.- No te voy a decir que no dejes que lo que piensen los demás te afecte porque sé que es imposible, cuando una persona a la que quieres no te acepta tal y como eres duele.

    - ¿Por eso lloraste el día en que vimos a la abuela?

    - Sí, cielo, me pone muy triste que la abuela no pueda formar parte de nuestras vidas.- Respondió Hiroki.- Pero te tengo a ti y a papá y eso me pone inmensamente feliz.

    - Te lo hemos dicho muchas veces y te lo repetiremos siempre; nosotros tres nos queremos y eso es lo único que importa.- Le dijo Nowaki. Masuyo sonrió pero de repente se quedó pensativo.- ¿Ocurre algo, Masu-chan?

    - ¿Os puedo hacer una pregunta?

    - Claro, cielo.- Asintió Hiroki y el pequeño estuvo unos segundos callados, como pensando qué decir.

    - ¿El sexo duele?- Hiroki y Nowaki le miraron muy sorprendidos, sin poder creer lo que les acababa de preguntar su hijo. Y entonces Hiroki recordó que el día anterior lo habían hecho tres veces sin pudor alguno al pensar que estaban solos.

    - Nos escuchaste.- Murmuró Hiroki tapándose la cara con las manos y sintiendo mucha vergüenza.

    - Sí.

    - Vaya, lo siento mucho.- Le dijo Nowaki con una risa nerviosa.- Papi y yo creíamos que no estabas y nos dejamos llevar.

    - Pero...¿le haces daño a papi?- Masuyo miró a Nowaki con cierta desconfianza y el pediatra negó rápidamente con la cabeza.

    - ¡No, no! ¡Te prometo que a papi le gusta!

    - Pero yo le oí gritar mucho.

    - Jamás le haría daño a Hiro-san.

    - Masu-chan, no me gusta nada esta conversación.- Le dijo Hiroki.- Pero para que te quedes más tranquilo te diré que no gritaba de dolor. Se puede gritar por muchos motivos.

    - Pero…

    - Eres aún muy pequeño, Masu-chan.- Dijo Hiroki.- No quiero que pienses que el sexo es un tema tabú pero vamos a dejarlo para dentro de unos años, ¿de acuerdo?

    - ¿Entonces es tema tabú pero sólo durante unos años?- Preguntó Nowaki.

    - Calla.- Le dijo Hiroki.

    - Pero en el cole ya hemos dado la reproducción.- Dijo Masuyo pensativo.- Aunque no nos han explicado cómo lo hacen dos hombres…

    - ¿Y dos mujeres?.- Preguntó Nowaki.

    - ¡Nowaki, por favor!

    - Lo siento, Hiro-san, tenía curiosidad.

    - ¿No sabes cómo lo hacen dos mujeres?- Dijo Hiroki extrañado.

    - Sí. Tenía curiosidad por si se lo habían explicado en el cole.

    - ¿Me vais a responder?- Preguntó Masuyo al ver que era ignorado.

    - No necesitas saber cómo lo hacen dos hombres.- Se limitó a decir el profesor.- Venga, a bañarte que ayer te libraste.

    - ¿Puede bañarse alguien conmigo?

    - Hoy me toca hacer a mí la cena, Hiro-san. Báñate tú con Masu-chan.

    - ¿Y si nos bañamos los tres?- Propuso el niño ilusionado.

    - Ya no cabemos los tres en esa bañera.- Negó Hiroki.- Has crecido.

    - Venga, Hiro-san, si nos apretamos cabemos.

    - ¡Ni hablar!

    - Hiro-san, será un momento en familia.

    - ¡Qué no!

    - A Masu-chan le hace mucha ilusión.

    - Nowaki…

    - Yo te ayudo a desnudarte, Hiro-san.

    - ¡Definitivamente no!

    - ¡Yo ya estoy desnudo!- Exclamó Masuyo saliendo del baño.

    - ¡Qué rápido!- Rió Nowaki.- No llenes mucho la bañera o cuando nos metamos los tres se saldrá el agua.

    - No vamos a meternos los tres.- Negó Hiroki y Nowaki lo cargó y lo llevó hasta el baño. Hiroki desistió, le vendría bien relajarse un poco con su familia, al fin y al cabo al día siguiente tenía que ir al colegio de su hijo a quejarse.


    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo, ha sido un poco más largo de lo normal. No tenía planeado que hubiera lemon en este fic pero ha surgido...
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo! :)
     
    Top
    .
  5.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Que bueno que al final haya surgido lemon, me gustó mucho.
    Pobre Masuyo, pero eso es culpa de los padres, los niños aprenden de lo que ven y oyen de sus padres, lástima que haya gente así, menos mal que mi madre por la edad que tiene es súper tolerante y esos valores nos lo transmitió, ella está a favor de la adopción y el matrimonio entre dos mujeres y dos hombres.
    Me gustó cuando Masuyo preguntó si el sexo dolía porque su papi gritaba, bonita la inocencia de los niños.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  6.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Hola! ^^
    Totalmente de acuerdo, el comportamiento de los niños depende mucho de la educación que le den los padres.
    Muchas gracias por leer y por el comentario.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    soy alegre, me gusta ver animes y me gusta el Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    87
    Location
    viendo animes de todo tipo

    Status
    Offline
    Hola tu historia es muy interesante me encantó, continuación de ella cuando puedas. 😊
     
    Top
    .
  8.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    ¡Hola!
    Me alegra que te esté gustando la historia :) Intentaré subir el capítulo lo antes posible.

    Gracias por leer.

    ¡Un abrazo! ^^
     
    Top
    .
  9.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 8 - Nuevo colegio


    Había pasado una semana desde el incidente de la excursión. Hiroki fue al día siguiente a hablar con el director pero la cosa no fue bien. El director justificó el comportamiento de aquellos niños y Hiroki entró en cólera, como resultado le prohibieron volver a acercarse a aquel colegio.
    Hiroki se negaba a que Nowaki fuera el único que podía participar en la vida escolar de su hijo, por lo que ambos padres tomaron la decisión de cambiar a Masuyo de colegio. El niño no se lo había tomado muy bien. Era cierto que en aquel colegio había gente que se metía con él, pero también era cierto que tenía amigos y no quería separarse de ellos.

    - Harás nuevos amigos.- Le dijo Hiroki mientras cenaban. El niño se cruzó de brazos sin probar bocado.

    - Masu-chan, come algo.- Pidió Nowaki de forma amable y Masuyo negó con la cabeza.

    - Papi, por favor, no me hagas ir a otro cole.- El niño le miró con ojos suplicantes.

    - Lo siento, no puede ser.

    - Hiro-san, ¿me ayudas a traer el postre?

    - Pero si acabamos de empezar a cenar.- Le dijo Hiroki sorprendido

    - Vamos, Hiro-san.- Los adultos se levantaron y fueron a la cocina. Hiroki se dirigió a la nevera para sacar el postre pero Nowaki le paró con su mano.- Masu-chan lo está pasando mal.

    - Ya lo sé, pero es un niño muy sociable, le irá bien en el nuevo colegio.- Se limitó a decir Hiroki.

    - ¿Por qué no te disculpas con el director?

    - ¿Por qué iba a disculparme? ¿Por defender a mi hijo?- Hiroki le miró con cierto enfado.- ¡Ni hablar!

    - A él le gusta ese colegio.

    - Bueno, pues a mí no me gusta y nosotros somos sus padres, nuestra opinión vale más que la suya.

    - No estoy de acuerdo, Hiro-san. Será él quien deba asistir a ese colegio.

    - Nowaki, no es sólo porque me hayan prohibido volver a pisar ese colegio.- Le dijo Hiroki.- Es que no me gusta que Masuyo vaya a un colegio donde a su director le dé exactamente igual que otros niños se metan con él.

    - Pero es que está tan triste...

    - A mí tampoco me gusta verle así, pero ya verás como el cambio será para mejor.- Dijo Hiroki.

    Volvieron al comedor donde se encontraba Masuyo, quien se había puesto a llorar. Nowaki suspiró y miró con cierto reproche a Hiroki, quien fue a abrazar a su hijo.

    - Cielo, no llores, todo va a ir bien.- Le dijo Hiroki.- Estoy seguro de que este cole te gustará más, ya lo verás.

    - ¿Por qué me castigas?- Le preguntó el niño sin parar de llorar.- Ya pedí perdón por esconderme en mi habitación.

    - Esto no es ningún castigo. Te hemos cambiado de colegio porque creemos que es lo mejor para ti.- Hiroki le dio un beso en la frente y le limpió las lágrimas.- Ya verás como mañana va todo bien.

    - No quiero ir.

    - Yo iré contigo, no estarás solo.- Le dijo Hiroki.

    - Papá, por favor, no me hagas ir.- Le pidió Masuyo a Nowaki. El médico miró a Hiroki con semblante serio y no le dijo nada al pequeño.- Papá, por favor...

    - Cielo, los comienzos son duros pero estoy seguro de que te encantará ir a ese cole.- Le dijo Hiroki.

    Hiroki consiguió tranquilizar un poco a su hijo, aunque no logró que comiera nada. Poco tiempo después el pequeño se fue a dormir y sus padres también se prepararon para acostarse. Hiroki ya estaba metido en la cama leyendo el último libro que se había comprado. Nowaki entró en el dormitorio sin decir nada y cogió una almohada y una manta. Hiroki le miró sorprendido.

    - ¿Y eso?

    - Hoy dormiré en el sofá, Hiro-san.

    - Nowaki, sé que estás disgustado pero...

    - Me apetece dormir solo.- Le interrumpió el médico y salió de la habitación. Hiroki suspiró fastidiado y apagó la luz para intentar coger el sueño.

    Pasaron un par de horas en las que Hiroki no consiguió dormirse. Echaba de menos la compañía de Nowaki y no podía dejar de pensar en si su hijo estaría descansando bien.
    Se levantó de la cama y salió de la habitación. Nowaki encendió la lamparita al verle pasar por el salón hacia la habitación de su hijo pero no dijo nada. Hiroki abrió la puerta con cuidado y vio que Masuyo estaba hecho un ovillo y que temblaba ligeramente.

    - Masu-chan, ¿me dejas dormir contigo?- El niño se incorporó un poco y miró a su padre con sorpresa. La cara del pequeño estaba empapada de tanto llorar y esa imagen partió el corazón del profesor. El menor se hizo a un lado y le dejó hueco en la cama. Hiroki se tumbó y Masuyo se apoyó sobre su pecho abrazándolo, Hiroki comenzó a acariciar su pelo.

    - Papá se ha enfadado contigo por mi culpa.- Comentó el niño.

    - No, no está enfadado y mucho menos por tu culpa. Se siente mal porque no le gusta verte tan triste.- Le dijo Hiroki.- A mí me pasa igual, por eso no podía dormir.

    - Tengo miedo.

    - Ya lo sé, cielo. Los cambios asustan a todo el mundo pero lo importante es que no estarás solo, papá y yo estaremos contigo.

    - ¿Me acompañaréis los dos?- Preguntó el pequeño.

    - Sí.- Respondió Nowaki, quien estaba apoyado en el marco de la puerta.- E iremos a recogerte los dos.

    - Papá, ¿no te has enfadado con papi?

    - Claro que no.- Le sonrió el médico caminando hacia la cama.- ¿Cómo voy a enfadarme con papi sólo por preocuparse por ti?

    - Ya pero como papi pegó al director...

    - No llegué a pegarle.- Dijo Hiroki.

    - ¿Recuerdas el documental que vimos hace poco, Masu-chan?- Preguntó Nowaki sentándose a la orilla de la cama.

    - ¿El de los leones?

    - Ese mismo.- Asintió Nowaki sonriendo.- Pues papi es como una de esas leonas, si ve que alguien va a tocar a su cachorro, él ataca sin pensarlo.

    - Vaya comparación.- Comentó Hiroki riendo suavemente.

    Estuvieron hablando un rato hasta que Masuyo cayó rendido, Hiroki decidió dormir aquella noche con él por si se despertaba en algún momento y Nowaki recogió las cosas del sofá para pasar la noche en su cama.

    A la mañana siguiente, Masuyo estaba nervioso y poco hablador. Ambos padres salieron con él y se dirigieron al nuevo colegio, que se encontraba algo más alejado que el antiguo.
    Llegaron a la puerta y Masuyo frenó en seco, soltándose de las manos de sus padres.

    - Creo que prefiero entrar solo.- Los dos adultos le miraron extrañados.

    - ¿Estás seguro, Masu-chan?- Preguntó Nowaki.

    - Sí, no quiero que vean que me habéis acompañado.- Dijo el niño.

    - ¿Entonces venimos a por ti?

    - Sí, papá, pero esperadme en la calle de al lado.- Dijo Masuyo y entró rápidamente en el colegio.

    - ¿Ya se avergüenza de nosotros? No esperaba que pasara eso tan pronto...- Murmuró Hiroki todavía sorprendido.- ¿Ya está en la edad del pavo?

    - No, Hiro-san.- Rió el médico al ver la cara de su pareja.- Yo creo que sólo está nervioso y quiere causar buena impresión.

    - ¿Y nosotros no damos buena impresión?

    - No te lo tomes como algo personal, Hiro-san.

    Cuando llegó el momento de ir a recoger a Masuyo, Nowaki pasó a buscar a Hiroki a la universidad y de allí fueron a por su hijo. Le esperaron en la calle de al lado como habían acordado.

    - ¡Papi! ¡Papá!- Exclamó Masuyo corriendo hacia ellos y abrazándolos.

    - ¿Cómo ha ido, cielo?- Le preguntó Hiroki. Masuyo le dio una mano a cada uno de sus padres y caminaron juntos hacia su casa.

    - He hecho una amiga.- Respondió el pequeño sonriendo.- Se llama Kiko y es un poco mandona, pero muy simpática. También le gusta nadar, como a mí.

    - Eso es genial, Masu-chan.- Sonrió Nowaki.- ¿Y que tal tu maestro?

    - Himura-sensei es muy joven y lleva el pelo largo.

    - ¿No será un perroflauta?

    - ¡Hiro-san!- Dijo Nowaki riendo.- No seas antiguo.

    - No sé si tiene perro, le preguntaré mañana.- Dijo Masuyo haciendo reír a sus padres.

    - Entonces ha ido bien, ¿no?

    - Sí, papi, ya no tengo miedo.- Le dijo el niño a Hiroki, quien le sonrió y le dio un suave apretón en la mano.

    - Me alegro mucho, Masu-chan.

    - Hoy has sido muy valiente.- Nowaki acarició su cabeza.- Papi y yo estamos muy orgullosos de ti.

    - No ha sido para tanto...- El pequeño se sonrojó un poco y decidió cambiar de tema.- Cuando lleguemos a casa, ¿puedo llamar al tío Misaki? Quiero contarle mi primer día.

    - Claro.

    - ¿Y puedo quedarme este fin de semana a dormir en su casa?

    - Lo que digan los tíos.- Dijo Nowaki.

    Después de ver a Masuyo feliz con su nuevo colegio, Hiroki se encontraba más tranquilo. Jamás lo diría en voz alta pero se sentía culpable por lo ocurrido con el director, tal vez se le fue la mano defendiendo a su hijo aunque, al contrario de lo que los demás decían, no literalmente. No llegó a ponerle la mano encima a aquel imbécil, pero sí que le gritó y le insultó. No quería dar un mal ejemplo a su hijo pero tampoco iba a permitir ese tipo de actitud en la persona que se suponía que era la responsable del centro. Hiroki esperaba más seriedad y compromiso por parte del director de un colegio.

    Hola ^^
    Espero que os haya gustado. El capítulo ha sido cortito pero os prometo que mañana o el miércoles subo el siguiente.
    En el próximo capítulo aparecerá bastante la pareja romántica y Masuyo ya tendrá doce años, vamos, que hará seis años que lo adoptaron.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Pobre Masuyo pero al final contento con su nuevo colegio y hasta una amiga ha hecho.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  11.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 9 - El cumpleaños de Misaki


    Hacía años que no vivían un agosto tan caluroso, estaban pasando tanto calor que Hiroki no dejaba que Nowaki se pusiera cariñoso con él. Masuyo, quien ya tenía doce años y estaba a punto de comenzar la secundaria, también debía de estar pasando mucho calor pues se paseaba por la casa en
    ropa interior, para disgusto de su padre.

    - No te lo voy a volver a repetir.- Le dijo Hiroki frunciendo el ceño.

    - Hace calor.- Se quejó Masuyo.

    - Vístete, no somos salvajes.

    - La ropa me da calor.

    - ¡Pues te aguantas!- Exclamó el profesor.- No puedes ir en calzoncillos por la casa.

    - ¿Por qué no?- Quiso saber el menor mientras se sentaba en el sofá.

    - ¿Y si viene alguna visita?

    - Pero si nunca viene nadie.

    - Pues Akihiko está a punto de llegar, así que ponte algo de ropa.

    - Hay confianza con el tío Akihiko.- Se limitó a decir Masuyo ignorando a su padre. Hiroki fue a decirle algo más pero sonó el timbre y caminó hacia la entrada.

    - Hola, Akihiko.- Saludó cuando abrió. El escritor entró en la estancia y se quitó las gafas de sol.

    - He venido a por lo mío.

    - No me hables como si fuera tu camello.- Dijo Hiroki y bajó la voz para que su hijo no le escuchara desde la sala.- Masuyo está un poco insoportable últimamente y…

    - Eso son las hormonas, te quedan años y años de aguantar ese calvario.

    -...y no me hace caso, ¿podrías hacer algún comentario sobre que no es muy civilizado ir en ropa interior? A ver si así le da vergüenza y se tapa un poco.

    - Por supuesto, no te preocupes que esto lo soluciono yo.- Dijo Akihiko sonriendo y ambos pasaron a la sala. El escritor miró a su sobrino, quien le saludó con la mano.- Masu-chan, veo que vas fresquito.

    - Es que hace mucho calor.

    - Y tanto, yo suelo ir completamente desnudo por casa.- Le dijo el escritor ganándose una mirada de odio por parte de su amigo. El niño sonrió.- Así que ya sabes, gayumbos fuera que tu culo también tiene derecho a refrescarse.

    - Dudo mucho que Misaki te deje ir en bolas por la casa.- Comentó Hiroki mientras entraba en su dormitorio a por lo que había ido su amigo.

    - Le encanta verme desnudo, siempre acabamos haciéndolo.

    - ¡No digas esas cosas delante del niño que me lo traumatizas!- Hiroki volvió cargando una caja grande envuelta en papel de regalo.

    - Por cierto, ¿y tu hombre?- Preguntó Akihiko cogiendo aquella caja.

    - No le llames así…

    - Papá está trabajando.- Dijo Masuyo.- ¿Qué es eso?

    - El regalo de Misaki.- Respondió el escritor.- Voy a aprovechar que se ha ido a comer con Takahiro para meterlo en casa, así esta noche se lo doy.

    - ¿Takahiro no va a la cena?- Preguntó Hiroki sorprendido.

    - Sí, también vendrá a la cena pero quería pasar tiempo a solas con su hermanito.- Dijo Akihiko.- No lleva bien que Misaki cumpla ya los treinta.

    - Vaya complejo de hermano tiene.- Comentó Hiroki riendo.

    Aquel día era el cumpleaños de Misaki y lo iban a celebrar con una cena en su casa. Habían invitado a Takahiro y su familia, a ellos tres y a unos compañeros del trabajo de Misaki. Iba a ser algo íntimo porque el editor no quería celebrarlo a lo grande.

    Llegaron un poco antes de la hora acordada. Misaki fue quien les abrió y Masuyo se abalanzó sobre él. Hiroki no pudo evitar sentir una punzada de celos. Últimamente su hijo estaba algo distante con él, sabía que era cosa de la edad pero el ver que con Misaki seguía comportándose como siempre le había dolido.
    Hiroki le dio un abrazo a Misaki y le felicitó por su cumpleaños, acto seguido Nowaki hizo lo mismo. Akihiko se encontraba en la sala bebiendo.

    - Has conseguido que se ponga algo de ropa.- Comentó el escritor.

    - Ha costado.- Se limitó a decir Hiroki entrando en la estancia.

    - ¿De qué habláis?- Quiso saber Misaki mientras todos se iban sentando en el sofá y los sillones.

    - Masu-chan está atravesando una fase nudista.- Explicó Akihiko riendo.

    - No soy un nudista, simplemente hace calor.- Dijo Masuyo frunciendo el ceño.

    - Tu tío hace igual.- Le dijo Misaki y en ese momento volvieron a llamar al timbre. El editor, quien todavía no se había sentado, fue a abrir.- ¡Nii-chan!

    - ¡Misaki!- Exclamó Takahiro abrazándole.- ¡No me puedo creer que mi hermanito sea un treintañero!

    - Y se han visto esta mañana.- Le susurró Akihiko a Hiroki.

    - ¡Tío!- Gritó Mahiro abrazando también a Misaki e intentando apartar a su padre.

    - Dejad ya al pobre Misaki.- Dijo Manami, quien cargaba en brazos a una niña pequeña. Padre e hijo soltaron al editor y éste fue a darle un abrazo a su cuñada, para después coger en brazos a la niña.

    - ¿Cómo estás, Ami-chan?- Preguntó Misaki mientras su familia entraba y se acomodaba.

    - ¡Bien!

    - No sabía que teníais otra hija.- Le dijo Nowaki a Takahiro.

    - Sí, es que hacía mucho que no nos veíamos. Se llama Ami y tiene dos años y medio.

    - Hiro-san, ¿podemos adoptar a una niña?

    - ¡No!- Exclamó Masuyo haciendo reír a todos.

    - Masu-chan, creo que aún no os conocéis. Este es mi sobrino Mahiro, es de tu edad.- Les presentó Misaki sin soltar a su sobrina. Los dos niños se saludaron algo incómodos pero poco tiempo después salieron a la terraza a jugar.

    Los otros dos invitados llegaron con un poco de retraso debido a un atasco y, cuando estuvieron todos, comenzaron a cenar. Hablaron de todo un poco y el tiempo pasó rápido. Después del postre, los dos niños desaparecieron y Ami se puso a jugar con Nowaki, mientras que los demás seguían en la mesa hablando.

    - Masuyo está un poco rebelde últimamente.- Comentó Hiroki.- Pero sólo conmigo, con Nowaki sigue igual que siempre.

    - Seguro que es una fase, se le acabará pasando.- Dijo Takahiro.- Mahiro también me ignora mucho, nunca me hace caso, pero a su madre siempre le obedece.

    - Mi hija tuvo una fase rebelde pero fue a los dieciséis.- Dijo ese tal Kirishima, quien era jefe y amigo de Misaki.

    - Echarse novio no cuenta como fase rebelde.

    - Takafumi, para mí sí.

    - No le hagáis caso.- Dijo Yokozawa.- Hiyori pasaba menos tiempo en casa y para él eso es una fase rebelde.

    - ¿Y qué vas a hacer ahora que va a empezar la universidad?- Le preguntó Misaki.

    - Llorar.- Respondió Kirishima.

    - Masu-chan sólo tiene doce años.- Dijo Nowaki quien estaba en el suelo junto con Ami.- La cosa irá a peor.

    - Gracias por los ánimos.- Le dijo Hiroki.

    - ¿Habéis pensando en enviarle a algún campamento? Así se despejará un poco.- Preguntó Takahiro.- Mahiro irá a uno la semana que viene, puedo preguntar si aún tienen plazas.

    - Gracias pero no creo que Masuyo quiera ir a un campamento.- Dijo Hiroki.- Además, tiene que seguir entrenando.

    - Puede que le venga bien, Hiro-san.- Dijo Nowaki.- Y no pasará nada porque no vaya a natación durante una semana.

    - Hiroki, debes cortar ya el cordón umbilical.- Le dijo Akihiko.

    - ¿Qué insinúas? ¿Que tengo a mi hijo mimado?

    - No, que no te gusta separarte de él.

    - ¡Normal que no! ¡Es mi hijo!- Exclamó Hiroki cruzándose de brazos. No era tan raro querer pasar tiempo con su hijo y más cuando dentro de poco se le acababan las vacaciones.

    - Hiro-san, tranquilo…

    - Nii-chan.- Dijo la pequeña.

    - Mahiro está fuera con Masuyo.- Le dijo su madre.

    - Nii-chan.- Repitó Ami.

    - ¿Quieres ir con tu hermanito?- Le preguntó el profesor y la niña asintió. Hiroki, para sorpresa de los demás, se levantó y caminó hacia la pequeña que estaba junto a Nowaki, para cargarla en brazos.- Vamos a ver que hacen estos niños.

    Hiroki salió del salón donde estaban todos y caminó por un pasillo para llegar a la terraza, donde suponía que estaba su hijo con Mahiro. Los dos niños charlaban y reían tranquilamente y a Hiroki le supo mal interrumpirles.

    Les observó desde el otro lado de la puerta de cristal, le encantaba ver a Masuyo así de relajado. Desde hacía unos meses que lo único que hacían era discutir, Hiroki era consciente que en parte era culpa suya pues no le pasaba una y casi siempre le estaba riñendo. Con Nowaki era diferente, también tenía de vez en cuando algún desacuerdo con Masuyo pero el médico sabía manejar la situación mejor que él y no solía entrar al trapo. Tal vez por eso Masuyo seguía siendo cariñoso con Nowaki. ¿Cuándo fue la última vez que su hijo le dio un beso o un abrazo? No lo recordaba pero ya hacía meses.

    Una pequeña mano se apoyó en su mejilla y le sacó de sus pensamientos. Miró a Ami, quien le sonreía mientras le tocaba la cara y él le devolvió la sonrisa. Pensó en lo que había dicho Nowaki sobre volver a adoptar y por un segundo no le pareció tan mala idea, pero luego volvió a la realidad. Si con cuarenta años ya le estaba costando criar a un preadolescente, no quería imaginarse lo mucho que le costaría con cincuenta y pico. Además, sabía que Masuyo nunca había querido tener hermanos.

    - Hiro-san.- Se giró y vio a Nowaki con cara de preocupación.- ¿Estás bien?

    - Sí.

    - ¿De verdad?

    - Echo de menos a nuestro hijo.- Le dijo Hiroki y abrazó a Ami haciéndole cosquillas.- ¿Por qué tienen que crecer? Ojalá se quedaran así para siempre.

    - Nuestro hijo te quiere.- Nowaki se acercó a él.

    - No sé yo…

    - Masuyo está pasando por una serie de cambios ahora mismo que le hacen actuar así. Los chicos de su edad suelen ser impulsivos y temperamentales y tú también tienes mucho carácter, es por eso que chocáis tanto.- Le dijo Nowaki de forma amable.- Pero ni se te ocurra dudar del amor que te tiene tu hijo.

    - Tienes razón, Nowaki. Intentaré ser más comprensivo con él, seguro que así mejora nuestra relación.

    - Muy bien, Hiro-san, ahora volvamos con los demás.

    - Nii-chan.- Dijo la niña señalando a su hermano. Hiroki abrió la puerta y salió seguido de Nowaki a la terraza.- ¡Nii-chan!

    - ¡Ami!- Exclamó Mahiro al ver a su hermana. Hiroki dejó a la niña en el suelo y ella corrió a abrazar a su hermano. El profesor rió suavemente, por lo visto el complejo de hermano era algo hereditario.

    - ¿No te gustaría tener una hermanita, Masu-chan?- Le preguntó Nowaki sonriendo. El niño miró a su nuevo amigo abrazar y besar a su hermana y después dirigió la vista a su padre.

    - Es muy mona, pero creo que estoy bien siendo hijo único.

    El cumpleaños acabó y todos los invitados se marcharon, quedando los dueños de la casa y ellos tres.

    - Va a ser raro este verano.- Comentó Misaki.

    - La verdad es que sí.- Asintió Nowaki.- Pero ya me he asegurado de que el año que viene me den las vacaciones en agosto.

    - Yo haré lo mismo.- Dijo Misaki.- Es una verdadera lástima que este año no vayamos a la playa.

    Desde hacía unos años, iban todos los veranos a una playa de la prefectura de Kioto a pasar diez días en un hotel. Se había vuelto ya una tradición pero aquel año Nowaki no había podido conseguir las vacaciones en agosto y se las habían dado en septiembre, cuando Masuyo volvía a tener colegio. En un principio el médico les había sugerido que fueran sin él pero todos acordaron que no sería lo mismo.

    - Seguro que los del hotel nos echan de menos.- Comentó Hiroki.

    - Sobre todo al tío Akihiko que es quien gasta más dinero.- Dijo Masuyo.

    - ¿Lo ves, Usagi-san? Hasta Masu-chan se ha dado cuenta de que eres un derrochador.

    - Misaki, si estás locamente enamorado de mí, ¿por qué intentas cambiarme?

    - Creo que será mejor que nos vayamos.- Dijo Nowaki mirando el reloj.- Se hace tarde y mañana trabajo.

    - Eso, marcharos ya que Misaki y yo tenemos que hacer unas gestiones.

    - ¿Qué gestiones?- Preguntó Misaki extrañado.

    - Unas que te van a tener despierto toda la noche.

    - ¿De qué hablas, Usagi-san?

    - Tío Misaki, creo que se refiere a que vais a hacerlo.- Le dijo Masuyo haciendo reír a Akihiko y sonrojando a su otro tío.

    - ¿Lo ves, Misaki? Hasta Masu-chan se ha dado cuenta de que te voy a tener a cuatro…

    - ¡Akihiko!- Le dijo Hiroki poniéndose en pie.

    - ¿Qué? Si los niños de hoy en día no tienen nada de inocentes.- Dijo el escritor.- ¿Sabes qué? El otro día Takahiro pilló a Mahiro en una web porno.

    - Entró por error.- Dijo Misaki.

    - Eso es lo que dijo el niño y Takahiro le creyó, pero yo no soy tan crédulo.

    - Akihiko, mi hijo no ve esas cosas porque tenemos puesto el control parental.- Dijo Hiroki.

    - Sabéis que sé quitarlo, ¿no?

    - ¿Cómo? Lo puso tu padre y yo no soy capaz de desactivarlo.- Le dijo Nowaki a su hijo.

    - En casa te enseño.

    - No hará falta porque voy a quitarlo.- Dijo Hiroki sorprendiendo a todos.

    - Hiroki, ¿tienes fiebre? ¿Vas a dejar que tu hijo vea cualquier cosa?- Preguntó Akihiko riendo.

    - Masuyo ya tiene doce años y creo que ya es lo suficientemente mayor como para saber qué es apropiado para él.- Hiroki no pensaba que eso fuera cierto, pero si su hijo creía que confiaba ciegamente en él, las cosas volverían a ser como antes. O al menos eso esperaba el profesor.

    Se despidieron de sus amigos y se dirigieron a su casa. Hiroki no podía parar de pensar en formas de volver a acercarse a su hijo. Se había propuesto recuperar la relación que tenían aunque eso significara ser más permisivo en algunos aspectos. A partir de aquel día Hiroki sólo se enfadaría lo justo y necesario. Lo que no sabía era lo mucho que le iba a costar aquello.

    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo. Planeaba subirlo anoche pero me quedé frita antes de acabarlo.
    Intentaré subir el siguiente pronto aunque tengo pensado subir primero el de El internado.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  12.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Muy bueno cuando le han dicho a Masuyo exhibicionista y él decía que no que tengo calor y cuando ha dicho que sabía quitar el control parental.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  13.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 10 - Conflicto

    Agosto estaba llegando a su fin y Hiroki había conseguido suavizar la tensión que había entre él y su hijo. Hiroki se mostraba más paciente y comprensivo con Masuyo, le estaba costando pero sabía que el esfuerzo valía la pena.

    Aquella mañana le había pedido a Masuyo que le acompañara a hacer la compra y el niño había accedido sin apenas protestar, lo cual era un gran avance. Hiroki había pensado que como recompensa le compraría algún manga de los que tanto le gustaban.

    Salieron del supermercado y Hiroki recordó que debía pasar por su despacho a por unos papeles. Se lo comentó a su hijo y éste puso mala cara pero al final accedió. Hiroki supuso que Masuyo sentía curiosidad porque nunca había visto donde trabajaba su padre.

    Al ser vacaciones, la universidad estaba prácticamente vacía. Hiroki se dirigió hacia el despacho que compartía con su jefe mientras su hijo le iba pisando los talones. Hiroki suspiró aliviado al comprobar que no había nadie en su despacho, lo último que quería era cruzarse con Miyagi.

    - ¿Este es tu escritorio?- Preguntó Masuyo y Hiroki asintió.- ¿Puedo sentarme?

    - Claro.- Respondió el profesor y el niño tomó asiento. Masuyo giró la silla para poder mirar por la ventana, quedando de espaldas a la puerta, mientras su padre buscaba aquellos papeles.- ¿Dónde demonios los puse?- La puerta del despacho se abrió y apareció un sonriente Miyagi.

    - ¡Pero si es my sweet honey!

    - Me había emocionado pensando que no te vería.- Comentó Hiroki sin mirarle. Miyagi de acercó a él y le abrazó por la cintura.

    - ¿No me has echado de menos, amor?- Hiroki fue a apartarle de un guantazo pero no le dio tiempo, su hijo se le adelantó. Pasó todo muy rápido, su hijo estaba fuera de sí y no paraba de darle patadas a Miyagi. Hiroki agarró a su hijo, quien era algo bajito para su edad, y lo levantó del suelo, recibiendo él las patadas que iban para su jefe. El niño pareció volver en sí cuando su padre le cogió.

    - ¡NO VUELVAS A TOCARLE!- Exclamó Masuyo muy enfadado.

    - ¡YA BASTA!- Gritó Hiroki alterado.

    - Hiroki, no pasa nada...- Comenzó a decir Miyagi mientras se frotaba las partes donde le había dado el menor.

    - ¡Ya lo creo que pasa!- Dijo Hiroki.- ¡Yo no le he educado para que se comporte así!

    - ¡Te estaba tocando!

    - ¡No puedes pegar a la gente!

    - ¡Pero te estaba abrazando y te ha llamado amor!- Exclamó el niño frustrado.

    - Hiroki, no seas duro con el niño.

    - ¡Tú no te metas!- Le gritó a Miyagi para luego mirar seriamente a su hijo.- Vas a estar castigado hasta que puedas votar.

    - Ha sido una chiquillada y...- Comenzó a decir Miyagi pero calló al ver la cara Hiroki.

    - Pero...

    - ¡No quiero oír ninguna palabra!- Masuyo quiso protestar pero no lo hizo. Hiroki se encontraba más que enfadado, jamás se hubiera esperado ese comportamiento por parte de su hijo. Siempre había sido un niño muy dulce y cariñoso, no entendía qué le estaba pasando.

    - Chaval, no te enfades.- Dijo Miyagi con voz calmada mientras Hiroki continuaba buscando aquellos papeles.- No quiero nada con tu padre, simplemente me hace gracia cabrearle.- Masuyo ni siquiera le miró, se encontraba de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

    - No encuentro los papeles, ya vendré mañana a buscarlos con calma.- Dijo Hiroki.

    - No le castigues...

    - ¿Que no le castigue? Este no vuelve a ver la luz del sol.- Dijo Hiroki y le hizo un gesto con la cabeza a su hijo.- Venga, que nos vamos.

    El camino hacia casa fue muy silencioso, ninguno de los dos decía nada. Cuando llegaron a casa les recibió Nowaki con una sonrisa que se le borró al ver la cara que traían. Masuyo no le devolvió el saludo a su padre y se encerró en su habitación dando un portazo.

    - ¡ESO!- Gritó Hiroki enfadado mientras dejaba las bolsas de la compra sobre la encimera.- ¡ACOSTÚMBRATE A ESTAR AHÍ METIDO PORQUE NO VAS A SALIR EN MUCHO TIEMPO!

    - Hiro-san.- Nowaki le miró con preocupación. No entendía qué podía haber pasado para que ambos estuvieran tan alterados.

    - Nada de videojuegos, ni mangas, ni cualquier forma de ocio...- Comenzó a decir Hiroki mientras guardaba bruscamente la compra.

    - ¿Qué ha pasado?

    -...y por supuesto nada de salir. Se pasará lo que le quedan de vacaciones conmigo. Vamos, no le pienso dejar ni ir a casa de Akihiko.

    - Hiro-san, ¿me vas a contar qué ha ocurrido?

    - ¡MASUYO!- Gritó Hiroki y el niño salió de la habitación mirándole con enfado.- Cuéntale a tu padre lo que has hecho.

    - Cuéntale tú qué te has dejado hacer.- Hiroki le miró de tal forma que hizo que el pequeño temblara y se arrepintiera al instante de haber dicho aquello.

    - Sea lo que sea que haya pasado vamos a sentarnos a hablarlo como personas civilizadas, ¿de acuerdo?- Dijo Nowaki posando una mano en el hombro del profesor, quien cerró los ojos intentando tranquilizarse.- Nada de gritos, nada de portazos y respetando los turnos para hablar.

    Los tres se sentaron en la mesa para hablar de lo sucedido. Hiroki intentó estar lo más calmado posible, aunque le resultaba muy difícil.

    - ¿Empiezas tú, Masu-chan? Venga, cuéntame tu versión.

    - Hemos ido al despacho de papi a por unos papeles y ha llegado su jefe, que es un baboso.- Dijo el niño con cara de asco.- Ha empezado a llamarle "my sweet honey" y "amor" y también le ha abrazado.

    - ¿Te ha abrazado?- Le preguntó al profesor.

    - Nowaki, por favor...

    - Sí, lo siento.- Dijo el médico y se dirigió a su hijo.- Masu-chan, sigue.

    - Y yo... yo le he pegado.

    - ¿Por qué, Masu-chan?- Le preguntó Nowaki sorprendido, no se imaginaba a su hijo poniéndose violento.

    - Porque estaba tocando a papi…

    - No está bien pegar a la gente.- Le dijo Nowaki sin elevar la voz.

    - Tampoco está bien que toque a papi.- Se defendió el niño.

    - Eso es cosa mía y no tuya.- Dijo Hiroki tajante.- Si no te hubieras metido yo me lo habría quitado de encima como hago siempre.

    - ¡Es un baboso que está enamorado de papi!

    - No digas tonterías.- Le dijo el profesor.- Miyagi tiene pareja estable desde hace años.

    - Hijo, no está enamorado de papi, simplemente es imbécil.

    - ¡Nowaki!

    - ¿Qué? ¿Te parece normal que esté siempre tocándote solo para molestarte?- Le dijo el médico.

    - Es mi jefe y te aseguro que no dejo que me toque.- Hiroki miró a Nowaki con seriedad.

    - Pero es evidente que no te hace caso.

    - Nowaki, controla los celos porque no es momento para eso.- Le dijo Hiroki tajante y se dirigió a su hijo.- Vas a disculparte con Miyagi.

    - ¡No!

    - ¡Sí!- Dijo Hiroki.- De verdad qué no entiendo por qué estás tan rebelde.

    - ¡No me gusta que te toquen!- Gritó Masuyo y se fue a su habitación dando un portazo.

    - Ya no puedo más, Nowaki.- Dijo Hiroki suspirando y el médico se acercó a abrazarle.

    - Ha sido un mal día, eso es todo.

    - He intentado ser más comprensivo con él, pero no me lo pone nada fácil. Ha pegado a mi jefe, no puedo pasar esto por alto.

    - Ya lo sé, Hiro-san.

    - No quiero que me odie…- Murmuró Hiroki angustiado.

    - No te odia, simplemente está en una edad difícil.

    - Pero no es así contigo, Nowaki.- Le dijo el profesor.- A ti no te grita, ni te contesta mal, ni te ignora… incluso de vez en cuando te abraza. Sin embargo, a mí no me quiere tocar ni con un palo.

    - Hiro-san, ¿tú crees que Masu-chan hubiera reaccionado así por cualquiera?- Preguntó el médico haciendo que Hiroki le mirara sorprendido.- Nuestro hijo creía que estabas siendo atacado por un hombre y no ha dudado ni un segundo en defenderte. Masuyo está loco por ti y si te hace todos esos feos es porque no sabe muy bien cómo gestionar sus emociones. Les pasa a muchos chavales de su edad y es por eso que tenemos que ser pacientes con él y, sobre todo, empezar a tratarle como un adulto, puede que no en todo pero sí en algunas cosas.

    - ¿Tú crees?- Dijo Hiroki con un nudo en la garganta.- Yo sólo quiero que mi hijo me quiera como antes. ¿Recuerdas cuando era pequeñito y siempre que nos veía nos abrazaba?

    - Claro que lo recuerdo.- Sonrió Nowaki y le besó en la mejilla.- Masuyo te ama, pero no puedes esperar que un chaval de doce años abrace a su padre a cada hora. ¿Tú hacías eso a su edad?

    - Yo no he abrazado a mi padre en mi vida.

    - Pero le quieres, ¿no?

    - Claro.- Asintió Hiroki y apoyó su cabeza en el pecho del médico.- Menos mal que te tengo a ti. De no ser por ti me volvería loco.

    - No exageres, Hiro-san.- Sonrió Nowaki acariciándole suavemente la cabeza.

    - Te amo.- Hiroki se incorporó un poco y le besó.

    - Y yo a ti, Hiro-san.- Dijo después de separarse.

    - Papi.- Le llamó su hijo saliendo de la habitación.- He decidido disculparme.

    - Muy bien, Masu-chan, mañana iremos a la universidad.- Dijo Hiroki sonriendo de lado.

    - No, he decidido disculparme contigo.- La sonrisa de Hiroki se borró y miró a su hijo fijamente.- Siento mucho que tu jefe sea un imbécil y siento mucho no haberte dado la posibilidad de defenderte tú mismo, sé que eres capaz de partirle la boca a ese baboso. Lo siento.

    - Bueno.- Murmuró Nowaki rompiendo el silencio que se había formado después de aquella disculpa.- Es un comienzo.

    - ¿Papi, no dices nada?- Preguntó Masuyo al ver que el profesor no decía nada.

    - ¿Estás intentando provocarme, Masuyo?

    - Hiro-san…

    - Me he disculpado.- Dijo el pequeño encogiéndose de hombros.

    - Esas no son formas de disculparte.- Le dijo Hiroki intentando no alzar la voz.- Podrían haberme despedido, ¿eres consciente de ello? ¿Sabes cuántos años he invertido en este trabajo? ¿Tienes idea de cuánto me costó conseguirlo? Y sí, mi jefe es buena gente pero un poco idiota, pero me encanta mi trabajo y si tengo que soportar las payasadas de Miyagi, las soportaré. Así que mañana vendrás conmigo y le dirás lo mucho que lamentas el haberle pegado, ¿entendido?

    - Pero no te van a despedir, ¿verdad?- Preguntó Masuyo temeroso.

    - Lo dudo, ya has oído lo que ha dicho.- Dijo Hiroki suspirando.- Tienes suerte de que Miyagi sea buena persona y considere que lo que has hecho es una chiquillada, de lo contrario me habrías metido en un buen lío.

    - Lo siento, papi.- Dijo Masuyo apenado.

    - Bueno, ya está todo solucionado, ¿no? Mañana Masu-chan se disculpará con Miyagi y Hiro-san hablará con él sobre los límites.

    - ¿Que yo haré qué?- Dijo Hiroki desconcertado.

    - Le dirás a Miyagi que tenga las manos quietas.- Dijo Nowaki.- Lo que ha hecho Masu-chan está mal, pero que tu jefe te acose tampoco está bien. Creo que darías un buen ejemplo si solucionaras este asunto a través del diálogo, ¿no crees, Hiro-san?- Hiroki se quedó pasmado por un momento. Nowaki tenía razón, debía darle un buen ejemplo a su hijo y resolver aquel asunto de la mejor forma posible.

    - Sí, hablaré con él.- Asintió Hiroki.- Y Masuyo estará presente.

    - ¡Genial!- Exclamó Nowaki sonriendo.- Ahora que ya está todo arreglado, ¿por qué no os dais un abrazo?- Hiroki miró a su hijo, se moría de ganas de abrazarle pero no quería presionarle, si el muchacho no tenía ganas de abrazarle no lo haría. Masuyo se acercó tímidamente a él y rodeo el cuello del profesor con sus brazos, apoyando su cabeza en el hombro del mayor. Hiroki sonrió mientras rodeaba con los brazos a su hijo y le atraía más hacia él.

    - Te quiero mucho, Masu-chan.- Le susurró el profesor y el pequeño le dio un beso en la mejilla.

    - ¿Te he hecho daño?- Preguntó Masuyo preocupado.- Te he dado alguna patada sin querer…

    - No te preocupes, cielo, no me has hecho daño.- Mintió Hiroki. La verdad era que ya le estaban empezando a salir moratones en las piernas.

    - ¿De verdad?

    - Te lo prometo, Masu-chan.- Sonrió el profesor.

    - Menos mal.- Dijo Masuyo devolviendo la sonrisa.



    A la mañana siguiente, padre e hijo se dirigieron a la universidad. Miyagi estaba en el despacho haciendo papeleo, se tensó al ver entrar a los dos.

    - Buenos días, Miyagi.

    - Hola, Hiroki.- Saludó fingiendo una sonrisa.

    - Mi hijo tiene algo que decirte.- Dijo Hiroki poniendo una mano sobre el hombro del muchacho.

    - Siento haberle pegado, no estuvo bien.- Le dijo Masuyo sin apenas mirarle.

    - No pasa nada, ya está todo olvidado.- Dijo Miyagi.

    - Papi, te toca.

    - Sí.- Asintió Hiroki y se dirigió a Miyagi.- No está bien que me manosees, vengo aquí a trabajar y lo último que quiero es que mi jefe me acose. Así que te agradecería que mantuvieras las manos quietas, ya que tus bromas me incomodan.

    - Por supuesto.- Dijo Miyagi rápidamente.- No volveré a molestarte, pensé que era una especie de juego que teníamos, ¿sabes? Yo te molestaba, tú me insultabas… Creía que a los dos nos gustaba. Lo lamento.

    - Perfecto, todo aclarado.- Hiroki comenzó a recoger algunos libros.- Voy a la biblioteca a por unos libros, ¿me esperas aquí, Masu-chan? Será solo un momento.

    - Claro.- Asintió el niño y se sentó en la silla de su padre.

    Hiroki salió hacia la biblioteca pero a mitad de camino se dio cuenta de que había olvidado el carnet que le autorizaba a sacar libros. La bibliotecaria le conocía desde hacía muchos años y sabía que era profesor de aquella universidad, pero aun así no le permitiría coger ningún libro sin aquel dichoso carnet. Volvió sobre sus pasos y, cuando iba a entrar en el despacho, escuchó la voz de su hijo, por lo que decidió quedarse escuchando detrás de la puerta. Era consciente de que aquello no estaba bien pero le interesaba saber de qué podían estar hablando su hijo y Miyagi.

    - Doce años.

    - ¿Y sacas buenas notas?- Preguntó el profesor. Hiroki supuso que se sentía incómodo y simplemente quería tener algún tema de conversación con Masuyo.

    - Sí.

    - ¿Y Hiroki te ayuda con los deberes?

    - No necesito que nadie me ayude.- Respondió el niño con un tono que sorprendió a Hiroki, su hijo seguía a la defensiva, no se fiaba de Miyagi.

    - Muy bien.- Hubo un silencio en el que Hiroki se decidió a entrar pero paró en seco cuando Miyagi continuó hablando.- ¿Y cómo es Hiroki? Como padre, digo. No parece muy cariñoso y tampoco tiene paciencia, ¿sabes cómo le llaman los alumnos?

    - ¿Cómo?

    - Le llaman el demonio Kamijou.- Respondió Miyagi riendo pero Masuyo se mantuvo serio.

    - Conmigo no es así, es muy cariñoso.- Dijo Masuyo.- ¿Quiere saber cómo es mi otro padre?

    - ¿El médico?

    - Claro.- Dijo el pequeño con una sonrisa de lado.- Es muy alto y fuerte, va casi todos los días al gimnasio. Es capaz de levantar a mi papi con solo un brazo y a mí con el otro.

    - Suena impresionante.- Se limitó a decir Miyagi.

    - Pero he de decir que no es todo bueno.- Dijo Masuyo y Hiroki frunció el ceño, ¿qué tenía que decir malo de Nowaki?- Es muy celoso y no ayuda que tenga problemas de control de la ira. Una vez le rompió la nariz a uno porque le miró el culo a papi. Espero que jamás se entere de las cosas que le ha hecho usted a mi papi…

    - Vaya, suena peligroso.- Comentó Miyagi, quien había visto en alguna ocasión a Nowaki y sabía perfectamente que no era así. Hacía años estuvo a punto de besar a Hiroki y Nowaki intentó pegarle, pero aquel fue un incidente aislado.

    - Ha estado en la cárcel.- Hiroki se aguantó la risa y decidió que ya había escuchado bastante.

    - Me he dejado el carnet.- Comentó entrando en el despacho.- Venga, Masu-chan, nos vamos ya a casa.

    - Adiós, que tengáis un buen día.- Les dijo Miyagi antes de que se marcharan.

    - Le daré recuerdos de su parte a mi papá.- Dijo Masuyo sonriendo de lado.

    - Joder, espero que los estudiantes jamás se enteren de que hay dos demonios Kamijou.- Murmuró Miyagi cuando ambos se hubieron marchado.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo.
    Intentaré subir el siguiente lo antes posible.

    Muchas gracias por leer :)

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  14.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Me encanta Masuyo tiene mucho de sus dos padres aunque Hiroki y Nowaki no son sus padres Masuyo tiene mucho de ellos se nota su influencia.
    Me he divertido mucho cuando Masuyo se pone celoso porque Miyagi toca a Hiroki y empieza a darle patadas y luego cuando se disculpa y se queda con él a solas y le dice como es Nowaki jajajaja y cuando Miyagi dice que hay dos demonios Kamijou.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  15.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 11 - El concierto

    Hiroki le miró con el ceño fruncido, cosa que hizo a Nowaki reír con nerviosismo. El profesor dejó el cuchillo sobre la encimera y le prestó toda la atención al médico.

    - Repite eso.

    - El viernes al final tengo turno de tarde.- Dijo Nowaki.- Tsumori me ha pedido el favor y yo...

    - Y a tu hijo que le den.- Dijo Hiroki cabreado y volvió a coger el cuchillo para seguir pelando las patatas.

    - No, Hiro-san, eso no es así y lo sabes.- Le dijo Nowaki poniéndose serio.- Pero Tsumori no puede hacer el turno de tarde y...

    - Hace meses que dijiste que no ibas a poder hacer ese turno.- El profesor se encontraba enfadado.- Tsumori siempre fastiando...

    - No seas así, Hiro-san, le ha surgido un imprevisto.

    - ¡Qué justito!- Exclamó Hiroki.- Sabía perfectamente que el viernes tienes que acompañar a tu hijo al dichoso concierto.

    - Su madre está enferma y tiene que...

    - Me dan igual sus excusas, Nowaki. Podría pedírselo a otro, que no eres el único pediatra.

    - Hiro-san, trata de ser más comprensivo.- Le pidió Nowaki.

    - Con la ilusión que le hace ir a Masu-chan...

    - No intentes hacerme sentir mal, Hiro-san.- Dijo Nowaki.- Además, que no le acompañe yo no significa que Masu-chan se pierda el concierto.

    - ¿Y quién le va a acompañar?

    - Tú.

    - ¿Yo? ¡Ni hablar!- Negó Hiroki.- Cuando le diste permiso para ir a ese concierto dejé bien claro que yo no quería saber nada.

    - Bueno, le preguntaré a Misaki.- Suspiró Nowaki.

    - Más vale que pueda, el niño lleva hablando meses del concierto…

    - No vas a conseguir hacerme sentir mal.- Dijo el médico mientras sacaba el móvil para llamar a Misaki.

    Hiroki terminó de pelar las patatas y comenzó a cortarlas imaginándose que eran la cabeza de Tsumori. Escuchó la puerta de la entrada abrirse y la voz de su hijo.

    - Hola, papi.- Le saludó Masuyo sonriendo. Hacía poco que había cumplido los catorce años pero todavía no había pegado el estirón, seguía siendo algo bajito para su edad.

    - Hola, cielo. ¿Qué tal la natación?

    - Muy bien.- Respondió metiéndose en su dormitorio para dejar la mochila. Salió poco tiempo después y fue a la cocina a ayudar al profesor.- ¿No está papá?

    - Sí, está en la habitación hablando por teléfono.

    - ¿Con quién?

    - Misaki.- Respondió Hiroki y decidió cambiar de tema.- ¿Qué tal en el instituto?

    - Bien.

    - ¿Te han dicho alguna nota?

    - No.- Negó Masuyo y en aquel momento salió Nowaki del dormitorio, se acercó a su hijo y le acarició la cabeza a modo de saludo.

    - Masu-chan, tengo que decirte algo.- Le dijo el médico con gesto serio.- El viernes al final trabajo por la tarde.

    - ¿Qué?

    - He llamado a Misaki para ver si te podía acompañar él pero tiene una firma de uno de sus mangakas. Lo siento mucho.

    - ¿Entonces no voy a poder ir?- Preguntó su hijo mientras las lágrimas se le acumulaban en los ojos. Hiroki sabía la ilusión que le hacía aquel concierto de ese dichoso grupo extranjero que no paraba de escuchar a todas horas y le partió el alma ver aquella expresión en el rostro de Masuyo.- Hace más de seis meses que tenemos las entradas…

    - Masu-chan, de verdad que lo siento pero…

    - Claro que vas a ir, cielo.- Dijo Hiroki vertiendo las patatas en la sartén.- Yo te acompañaré.

    - ¿De verdad?- Preguntó Masuyo sonriendo y el profesor asintió. El joven se abalanzó sobre su padre para abrazarlo.- ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Te quiero muchísimo!- Sin parar de sonreír, su hijo se fue corriendo a su cuarto.

    - Hiro-san, ¿estás bien?- Le preguntó Nowaki sonriendo.

    - Sí, lo siento, estaba en shock. Mi hijo me ha dicho que me quiere.

    - Muchas gracias por acompañarle.

    - No lo he hecho por salvarte el culo.- Le dijo Hiroki tajante.- ¿Has visto la carita que ha puesto? Eso es algo que no puedo permitir.

    - De todas formas gracias, Hiro-san. La verdad es que me sentía terriblemente mal.

    - Peor se sentirá Tsumori como me lo cruce por ahí...- Murmuró el profesor.

    El día del concierto llegó y padre e hijo fueron hacia el estadio donde tendría lugar, uno mucho más emocionado que el otro. Hiroki no tenía ganas de estar ahí, ni siquiera en su juventud le habían gustado los sitios multitudinarios y mucho menos los conciertos, ya que le desagradaba escuchar la música tan alta, pero por su hijo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.

    Se sentaron en la grada y esperaron a que diera comienzo el espectáculo. La gente comenzó a llegar y el recinto se llenó al completo.

    - ¡Masuyo!- Escuchó que una voz llamaba a su hijo. Se trataba de un chico alto que debía de ser algo más mayor que el nombrado y que iba acompañado de otros dos muchachos.

    - ¡Sempai!- Sonrió Masuyo para luego dirigirse a su padre.- Papi, voy a saludarle, no tardo.

    - Claro, cielo.- Asintió el profesor y observó como su hijo se alejaba de él para ir con esos chavales. Desde tan lejos no podía escuchar lo que decían pero parecía que aquel chico le estaba presentando a los otros dos a su hijo, quien no paraba de sonreír. Y entonces sucedió algo que sorprendió a Hiroki, aquel muchacho rodeó con un brazo los hombros de su hijo haciéndole sonrojar. Se quedó absorto en sus pensamientos, sin poder parar de darle vueltas a lo que acababa de ver. ¿Por qué se había sonrojado Masu-chan? Simplemente le había tocado su amigo y nunca había sido un chico tímido, no entendía el porqué de esa reacción.

    - Ya estoy aquí.- Dijo Masuyo sacándolo de sus pensamientos.

    - ¿Quién era?¿Un amigo?- Quiso saber el mayor y Masuyo volvió a sonrojarse.

    - Un compañero de natación.

    - Parece simpático.

    - ¡Ya empieza!- Exclamó Masuyo emocionado cuando se apagaron las luces.

    Hiroki no pudo apartar la vista de su hijo durante todo el concierto, la forma en que el menor estaba disfrutando del espectáculo le tenía embelesado. Masuyo no paró ni un segundo de cantar y saltar, se lo estaba pasando como nunca y Hiroki agradeció internamente al idiota de Tsumori, de no ser por él se habría perdido aquel momento con su hijo.

    El concierto llegó a su fin y ambos salieron del estadio. Masuyo no paraba de hablar de lo genial que había sido y de que, sin duda, aquel estaba siendo el mejor día de su vida. Hiroki no quería que aquello acabara, pocas eran las veces en las que podía disfrutar de aquella manera de su hijo.

    - No es muy tarde.- Comentó el profesor mirando el reloj.- ¿Te apetece ir a tomar un helado?

    - Ya es medianoche.- Dijo Masuyo extrañado por la oferta de su padre.

    - Bueno, si estás cansado…

    - No.- Interrumpió el joven.- Me apetece un helado.

    Caminaron hasta una heladería que estaba cerca de allí y que Hiroki sabía que no cerraba hasta bien entrada la madrugada. Pidieron dos helados y se sentaron a comerlo tranquilamente.

    - ¿Está en tu mismo equipo?- Preguntó de pronto Hiroki.

    - ¿Quién?

    - El chico de antes.

    - No, entrenamos juntos pero, al ser más mayor, él compite en otras categorías.- Respondió Masuyo rápidamente y desviando la mirada.

    - ¿Es mucho más mayor que tú?

    - Tiene dieciséis.

    - Ya veo. ¿Y a qué instituto…

    - ¿Por qué te interesa tanto, papi?- Preguntó Masuyo frunciendo el ceño.

    - Por nada, cielo, simplemente tenía curiosidad.- Dijo Hiroki suspirando.

    - Papi, ¿te puedo hacer una pregunta?

    - Claro.

    - Pero no te enfades ni te pongas raro…

    - Pregunta lo que sea.- Le dijo Hiroki sonriéndole. Estaba teniendo un gran día con su hijo y no pensaba estropearlo.

    - ¿Has estado alguna vez con una chica?- Dijo Masuyo sonrojándose de nuevo.

    - No, nunca.

    - Entonces, ¿siempre has sabido que te gustaban los chicos?

    - Bueno, no sabría decir si siempre pero la primera vez que me fijé en uno fue a los diez años.- Respondió Hiroki mirando atentamente a su hijo.- ¿Por qué lo preguntas, cielo?- Masuyo posó la mirada en su helado y no dijo nada. Hiroki suspiró pensando que no iba a recibir respuesta, aunque intuía quién era el causante de aquellas preguntas.

    - Kimura-sempai, el chico que me ha saludado, tiene una novia.- Dijo Masuyo tiempo después.- A veces viene a verle entrenar y todos mis amigos de natación dicen que está muy buena pero yo ni siquiera me he fijado en ella.

    - Es en sempai en quien te fijas, ¿no?- Preguntó Hiroki conociendo la respuesta. Masuyo le miró dudoso pero finalmente asintió y el profesor se acercó a él para besarle en la mejilla.- Te amo, Masu-chan.

    - Me preocupaba que papá y tú hicierais como hizo la abuela contigo.- Le confesó su hijo en un susurro.

    - Eso jamás. Además, sería muy hipócrita de nuestra parte, ¿no crees?- Dijo Hiroki sonriéndole suavemente. Masuyo asintió y le devolvió la sonrisa.- Siento mucho que ese chico tenga novia, pero aún eres muy joven y ya encontrarás a alguien, te lo aseguro.

    - No importa, papi, me conformo con seguir siendo su amigo.

    - ¿Cuándo has crecido tanto?- Preguntó Hiroki en un susurro, más para sí mismo que para el muchacho. Masuyo le miró sonriendo.

    - Pues soy de los más bajitos de mi clase.

    Cuando llegaron a su casa, Nowaki seguía despierto esperándolos. Se encontraba en el sofá viendo la tele e intentando no quedarse dormido.

    - Sí que ha sido largo el concierto.- Comentó el médico poniéndose en pie al verlos entrar.

    - Hemos ido a tomar un helado.- Dijo Masuyo sin poder parar de sonreír.- El concierto ha sido una pasada, papá. Hasta papi se lo ha pasado bien.

    - ¿De verdad, Hiro-san?- Preguntó Nowaki sorprendido.

    - No ha estado mal.- Respondió Hiroki haciendo sonreír a su pareja.- Venga, que ya es tarde. A la cama todo el mundo.

    - Buenas noches.- Dijo Masuyo para luego meterse en su dormitorio.

    - ¿Tienes ganas de marcha, Hiro-san?- Preguntó Nowaki poniéndole una mano en su cintura.

    - Hoy no, estoy algo cansado y me pitan los oídos.- Respondió el profesor.- Sólo quiero dormir.

    - De acuerdo.- Asintió el médico y le dio un suave beso en los labios.- Vamos a dormir.

    Se metieron en la cama, apagaron la luz y se abrazaron como hacían todas las noches. Entonces Hiroki habló en un susurro.

    - En el concierto ha pasado algo.

    - ¿El qué, Hiro-san?- Nowaki también habló en voz baja.

    - Masuyo ha visto a un compañero de natación. Ha sido bastante curioso.

    - ¿Por?

    - Cuando su compañero le ha tocado él se ha sonrojado. Ha sido muy tierno e inocente.- Dijo Hiroki haciendo sonreír al médico.- Luego en la heladería me ha confesado que le gusta aquel chico.

    - Así que ya empieza.- Suspiró Nowaki sin borrar aquella sonrisa.- Los amoríos.

    - Supongo, aunque dudo mucho que nuestro hijo nos dé muchos dolores de cabeza con eso.- Comentó Hiroki.

    - Siempre he tenido esa duda, no tenía claro si le gustaban los chicos o las chicas.- Comentó el médico.

    - Yo nunca me lo había preguntado.

    - Ojalá encuentre a un chico como tú.- Le dijo Nowaki dándole un beso.- Tú también te sonrojas muchas veces. Eres tierno e inocente.

    - Qué bobo eres.- Rió Hiroki enterrando su cara en el pecho del otro para esconder su sonrojo.

    Hiroki aquella noche durmió feliz después de haber pasado una gran velada en compañía de su hijo y sin discutir sobre nada. Lo que el profesor no sabía era lo muy equivocado que estaba, pues la vida amorosa de su hijo le iba a traer muchos dolores de cabeza.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo. Siento que haya quedado tan corto pero es como una especie de introducción a la vida amorosa de Masuyo.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
79 replies since 4/5/2019, 19:10   1900 views
  Share  
.