La Línea Caliente

El afamado escritor Akihiko Usami está atravesando una sequía sexual, por lo que decide llamar a una línea caliente, quedando inmediatamente prendado por la voz del joven que le atiende. Mpreg.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,596

    Status
    Anonymous
    Con muchísimo gusto leeré de nuevo los capítulos reeditados y espero que pronto la continúes.
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 6


    Misaki entró con enfado en el dormitorio del escritor, quien dormía abrazado a una almohada. El universitario se acercó a él y le dio un golpe en el hombro para que despertara. Akihiko se removió y sonrió al ver a Misaki pero la sonrisa no le duró mucho.

    - ¿Me estás pagando el alquiler?

    - ¿Eh?

    - ¿Qué significa este recibo, Usagi-san?- preguntó enseñándole el papel.

    - ¿Has hurgado entre mis cosas, Misaki?- dijo en un hilo de voz y el nombrado le miró más enfadado.

    - ¡Estaba buscando utensilios para prepararte el desayuno!

    - Yo no tengo de eso- murmuró incorporándose lentamente-. Misaki, mi amor, deja que me despeje un poco y lo hablamos tranquilamente, ¿vale?

    - No hay que hablar nada, solo tienes que responder sí o no. Usagi-san, ¿me estás pagando el alquiler?

    - Sí- respondió y los ojos de Misaki se llenaron de lágrimas-, pero solo porque el mercado de la vivienda está fatal. Es imposible que los jóvenes os independicéis con esos precios, por eso os toca vivir con cinco personas más o meteros en un zulo que...

    - Usagi-san, no me cuentes historias.

    - Yo solo quería ayudar, Misaki.

    - Pero me has mentido. Yo no quería este tipo de ayuda, Usagi-san. Yo no quiero depender de nadie- dijo Misaki dolido-. Yo solo quería tu apoyo.

    - No te pongas así, Misaki. Te he mentido, sí, pero por una buena razón. ¿Dónde te hubieras metido si no te pago yo el piso?

    - Me las hubiera arreglado como siempre hago.

    - ¿Si? ¿Diciéndole guarradas a salidos?- dijo Akihiko y al ver la cara de dolor de Misaki, se arrepintió al instante-. No, amor, lo siento... No quería...

    - Me iré de ese piso y te devolveré el dinero- dijo conteniendo las ganas de llorar.

    - No, Misaki, no quiero que...

    - Me has demostrado que no puedo confiar en ti- le interrumpió-. No me busques más.

    - ¡Misaki, espera! ¡Por favor, no te vayas! No te preocupes por el dinero, yo luego en la declaración de la renta me lo desgravo.

    - ¿No te das cuenta de que no es solo por el dinero? ¿Cómo voy a confiar en ti si a la primera de cambio actúas a mis espaldas y me mientes?- preguntó Misaki derramando un par de lágrimas-. ¿No ves que el dinero es lo de menos?

    - Tienes razón, Misaki. Estaba desesperado por ayudarte y no vi que lo que hacía estaba mal- dijo Akihiko con tristeza-. Misaki, dime cómo lo puedo solucionar y lo solucionaré.

    - El daño ya está hecho, Usagi-san.

    - Misaki, la entrevista de trabajo fue una pantomima- dijo sorprendiendo al otro-. Hablé con el presidente de la editorial para que te contratara.

    - Usagi-san...- lloró Misaki negando con la cabeza.

    - Pero te lo estoy diciendo ahora para que veas que soy sincero y...

    - Un poco tarde, ¿no crees? Por favor, no me llames más- dijo para luego marcharse.





    - Viejo, tampoco es para tanto.

    - ¿Tú crees? En vez de hablarlo conmigo como un adulto has decidido crear un evento. ¡Claro que es para tanto!

    - ¡A mí no me grites que estoy gestando a tu hijo!- exclamó y Miyagi dejó caer su cabeza sobre el escritorio. Hiroki, quien estaba presente, resopló.

    - ¿Por qué tiene que estar este aquí?- preguntó Shinobu señalando a Hiroki.

    - Porque es mi despacho, niñato, y no voy a dejar de trabajar solo porque estéis teniendo un momento de culebrón- respondió Hiroki-. Además, ¿por qué demonios me has metido en ese evento? Que sepas que si tu padre me pregunta algo, voy a decir que me he enterado hoy mismo de lo vuestro.

    - Te he metido para que veas que Miyagi ya está pillado para siempre, así que deja de intentar seducirle.

    - Si Miyagi y yo fuéramos los únicos hombres sobre la faz de la tierra, yo me volvería hetero- dijo Hiroki y Shinobu rodó los ojos.

    - Gracias, Hiroki- murmuró Miyagi-. Shinobu-chin, tenemos que pensar qué vamos a hacer.

    - ¿No quieres que lo tenga, viejo?

    - Me refería a tus padres. ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Voy yo y les digo que nos hemos enamorado o...

    - ¿En qué año vives, viejo? ¿Vas a pedirles mi mano?

    - Tu padre es mi jefe, Shinobu, quiero quedar bien con él.

    - Tarde- murmuró Hiroki-. A ver, que no cunda el pánico. ¿Cuántos años tiene el chiquillo?

    - Tengo casi veintidos.

    - Acaba de cumplir veinte- dijo Miyagi y Hiroki hizo una mueca.

    - Eres joven pero mayor de edad. Miyagi, no te pueden despedir por eso ya que no es alumno tuyo. Eso sí, prepárate para que Takatsuki-san te haga la vida imposible.

    - Si mi padre te putea, le meteré en una residencia cuando sea viejo- le dijo Shinobu.

    - Habla con tus padres, Shinobu, y dile que iremos esta tarde a visitarles.

    - Yo paso de ir.

    - Shinobu, hagamos las cosas bien. Les contaremos que llevamos un tiempo saliendo, que nos queremos mucho y que vamos a tener un bebé.

    - Por cierto, ¿dónde vais a criar al niño? Vives en un estudio, Miyagi.

    - Hiroki, los problemas de uno en uno. Ahora lo importante es que no me maten ni me despidan.





    - Te estás tomando el ácido fólico, ¿no?

    - Nowaki... Calla.

    - Perdón- dijo y continuó embistiendo a su pareja, quien se agarró con fuerza con una mano a las sábanas y con otra a la espalda del pediatra-. Presiento que esta es la buena...- dijo entre jadeos-...llevábamos dos días sin hacerlo, mi semen estará más...

    - Por favor, cállate. Habla solo para decirme guarradas. Anda, vamos a cambiar.

    - Hay muchos estudios que demuestran que esta posición es la mejor, Hiro-san.

    - Estoy harto del misionero, Nowaki- dijo apartándole-. Llevamos más de un año intentándolo, no creo que sea por la postura.

    - Hiro-san, tenemos que hacer un esfuerzo- dijo Nowaki y Hiroki suspiró incorporándose.

    - Nowaki, no lo vamos a conseguir sin ayuda- dijo Hiroki-. Ya van muchos intentos, es hora de que recurramos a otros métodos.

    - Son muy caros, Hiro-san, se nos irá todo lo que tenemos ahorrado- comentó Nowaki mientras se ponía la ropa interior.

    - He pensado en pedirle dinero a Akihiko.

    - ¿Eh? ¿A Akihiko? No sé, Hiro-san...

    - ¿Por qué no? Es mi mejor amigo.

    - Ya pero... ¿Qué va a pensar de mí, Hiro-san? Creerá que no te puedo dar lo que necesitas.

    - Nowaki, no pienses gilipolleces. ¿Quieres que tengamos un hijo?

    - Más que nada en el mundo.

    - Pues entonces deja el orgullo a un lado. Además, le devolveremos el dinero- dijo Hiroki-. Poco a poco.

    - No sé, Hiro-san, no estoy convencido. No tenemos mal sueldo, Hiro-san, si ahorramos durante unos meses más...

    - Nowaki, quiero quedarme embarazado ya- le dijo tajante-. Llevamos un año con esta mierda y no me he quedado embarazado ni una sola vez, está claro que necesitamos ayuda profesional y cuanto antes mejor. Akihiko es muy buen amigo, te prometo que nos prestará el dinero encantado.





    Aquella tarde Hiroki llegó a casa de su mejor amigo, el cual tenía muy mal aspecto. El profesor se preocupó al ver a Akihiko en ese estado.

    - Akihiko, ¿va todo bien?

    - No, nada va bien- negó dejándose caer en el sofá-. Misaki me ha dejado.

    - ¿El de la línea erótica?- preguntó y su amigo asintió con la cabeza-. Ya veo. ¿Qué ha pasado?

    - La cagué.

    - ¿Mucho o poco? Igual lo puedes arreglar.

    - La cagué profundamente.

    - Vaya...- murmuró Hiroki-. Akihiko, igual esto es lo mejor, había mucha diferencia de edad.

    - No, Hiroki, estoy enamorado de él. Mi vida ya nunca tendrá sentido...

    - A ver, cuéntame, ¿qué has hecho?- Akihiko le explicó lo ocurrido sin omitir ningún detalle. Hiroki suspiró sonoramente-. Akihiko, la has cagado.

    - No me digas...

    - Tienes que aprender a respetar los límites que te ponen los demás.

    - Yo solo quería ayudarle.

    - Lo sé, pero a veces ayudar es estar al lado de una persona dándole apoyo. Él no quería que le solucionaras la vida, Akihiko. Tu intención era buena pero no ha servido de mucho, ¿no crees?

    - Ya lo sé, Hiroki- suspiró.

    - Pero no deberías tirar la toalla. Dale un par de días y luego intenta hablar con él, explícale cómo te sientes y pídele perdón.

    - Entonces, ¿no le llamo aún?

    - No, Akihiko, espera un poco- respondió y su amigo asintió.

    - Por cierto, ¿a qué has venido? ¿Ya estás embarazado?

    - No, no... Solo venía a verte- dijo Hiroki-. ¿Por qué te ríes, Akihiko? ¿No estabas deprimido?

    - Me río porque debes de estar poniéndote morado a follar.

    - ¡No seas soez!- exclamó Hiroki sonrojándose-. Pero sí, lo hacemos con mucha frecuencia pero, sinceramente, ya no es cómo antes.

    - ¿A qué te refieres?

    - A que antes lo hacíamos porque nos apetecía, ahora lo hacemos porque queremos un bebé y estamos tan centrados en eso que no lo disfruto. Lo estamos haciendo y noto como la mente de Nowaki está en otra parte. Antes no era así.

    - Estáis obsesionados, ese es el problema. Tenéis que recuperar la pasión. ¿Por qué no probáis a hacerlo en un sitio público?

    - No digas burradas, Akihiko, somos gente decente.






    - ¿Por qué siento que estoy caminando hacia mi muerte?- preguntó Miyagi asustado.

    - Viejo, estamos siendo muy negativos, igual se alegran.

    - ¿Cómo se van a alegrar?

    - Intentaron juntarte con mi hermana, ¿lo recuerdas? Eso es porque les caes bien.

    - Sí, con tu hermana, no contigo- suspiró Miyagi.

    - Mi madre dice que un bebé siempre es una alegría, viejo. No es lo ideal pero se alegrará de ser abuela.

    - ¿Y de tenerme de yerno?

    - Bueno, ahora lo veremos- dijo Shinobu y abrió la puerta de su casa-. ¡Mamá, papá! ¡Estoy en casa!

    - Shinobu, ¿estás embarazado?- preguntó su madre a modo de saludo.

    - Mami, lo siento mucho...- dijo rompiendo a llorar-. Soy el peor hijo del mundo...

    - No, mi niño- dijo abrazando a Shinobu-. Son cosas que pasan. Ahora estás asustado pero ya verás como tener un bebé es siempre una alegría. Un desliz lo tiene cualquiera, cariño.

    - Papá...

    - No te preocupes por papá, cielo. Oh, Miyagi, gracias por cuidar de Shinobu y acompañarlo a casa. Le vamos a cuidar mucho, así que no tienes de qué preocuparte.

    - Mami, es el padre- dijo en un hilo de voz y la mujer miró a Miyagi con sorpresa.

    - He traído bombones- dijo Miyagi nervioso.

    - Gracias- murmuró la madre de Shinobu mientras le entregaba la caja de bombones. El padre de Shinobu salió al recibidor con gesto serio.

    - ¿Ya está aquí el insensato?

    - Cariño, Shin-chan está muy nervioso y asustado. Vamos a ser comprensivos, ¿de acuerdo?

    - Te quedan aún dos años de universidad, ¿cuál es tu plan, Shinobu?

    - Yo le ayudaré- dijo la mujer rápidamente.

    - Qué vergüenza... Mi hijo padre soltero...

    - Takatsuki-san- dijo Miyagi con voz trémula-, en realidad...

    - ¿Qué haces tú aquí? Te veo mañana en el trabajo, ahora no es buen momento como habrás podido comprobar.

    - Papá, Miyagi es el padre y nos vamos a casar- anunció Shinobu y tanto su padre como Miyagi le miraron sorprendidos. El rostro de su padre fue adquiriendo un tono rojizo y, embriagado por la rabia, se abalanzó sobre Miyagi, quien echó a correr por la casa-. ¡Papá, para! ¡Lo necesito vivo para cuidar de mi hijo!

    - ¡DESGRACIADO! ¡ASALTACUNAS!

    - Tú no te alteres, cielo, no es bueno en tu estado- le dijo su madre.

    - ¡Takatsuki-san, vamos a calmarnos todos!- exclamó Miyagi asustado mientras huía de su jefe.







    Misaki se encontraba muy desanimado, todo el asunto con Akihiko le tenía decaído y, además, se sentía un hipócrita por no haber abandonado el piso ni renunciado al trabajo en la editorial. En un principio pensó en renunciar, pues no quería ser un enchufado, pero la idea de volver a trabajar en la línea caliente le revolvía las entrañas.

    Acababa de volver de la editorial cuando su teléfono móvil sonó. Observó la pantalla esperanzado, ya que echaba de menos a Usagi-san, y se sintió decepcionado al ver que se trataba de su mejor amigo.

    - Hola, Shinobu.

    - Misaki, ha sido un auténtico desastre. Mi padre me ha echado de casa.

    - ¿Te han echado? Lo siento muchísimo, Shinobu. ¿Quieres venir a mi piso? Tengo espacio.

    - Gracias pero me he venido con Miyagi. Es un estudio de una sola habitación pero es mejor que estar debajo de un puente.

    - Gracias, Shinobu-chin, tus palabras me consuelan.

    - Calla, viejo, que estoy hablando con Misaki.

    - ¿Cómo está Miyagi?

    - Mi padre le ha intentado pegar y mi madre se ha enfadado un montón con mi padre. Luego ha sido cuando mi padre me ha echado, creo que mi madre le hará entrar en razón pero de momento me toca estar en el cuchitril este.

    - Al menos tienes a Miyagi.

    - Eso sí. Miyagi va a estar conmigo para siempre, ¿verdad?

    - Claro, Shinobu-chin.


    - ¿Has hecho las paces con el millonario?

    - Shinobu, me mintió.

    - Sí, pero no es para tanto. Yo también miento a Miyagi.

    - ¿Qué? ¿En qué me mientes, Shinobu-chin?

    - Lo importante es que no sean mentiras malas en plan cuernos, ¿sabes? Es que... Lo siento mucho, Misaki, intento comprenderte pero te has enfadado porque te ha conseguido casa y trabajo.


    - Sé que cuesta de entender pero odio que me haya mentido. Siento que si miente con esto puede mentir con cualquier cosa.

    - ¿No vas a hacer las paces con él?

    - No sé, es que le echo de menos pero sigo dolido... Estoy hecho un lío.

    - No es por meterte prisa pero los millonarios no duran mucho solteros. Por eso a mí me da tanta tranquilidad que Miyagi sea un muerto de hambre.

    - Shinobu-chin, a veces no sé si me quieres o no.

    - Te amo, viejo, más que a nada, pero es un hecho que no tienes dinero.


    - No seas malo con él, Shinobu- sonrió Misaki y en aquel momento llamaron al timbre. El castaño abrió la puerta de su piso y se encontró cara a cara con Akihiko, quien le miraba con gesto triste.

    - Misaki, te echo muchísimo de menos, ¿puedo pasar y hablamos?

     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,596

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Akihiko tiene razón Hiroki y Nowaki al obsesionarse se estresan y eso afecta, deben hacerlo cuando le apetezcan y disfrutar sin pesar en quedarse embarazado.
    Que bien que Akihiko ha ido para hablar con Misaki y arreglar su cagada.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
17 replies since 3/12/2019, 21:23   716 views
  Share  
.