No Pasó (Haizaki x Hiroto)

Un viaje en autobús que varios miembros del equipo de Inazuma Japón prefieren olvidar, por culpa de una maldita película del entrenador Chou Kinun. (Contenido Sexual)

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  1. kaoru16
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    Estoy aprendiendo a conocerme. Ya toque fondo y solo me queda subir.
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    Leve: Fudou x Kazemaru


    No Pasó.


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    Inazuma Japón, hay tanto que se puede contar de Inazuma Japón, jugadas de futbol, problemas de trastorno de personalidad, peleas por completas estupideces, dobles sentidos del entrenador, desayunos, almuerzos, cenas, descansos... mil historias, de todo y de todos. Nadie se salva, todos tienen algún secreto que ocultar, alguna aventura de nada, un romance surgente, solo basta con agudizar el ojo y encontrarás lo que buscas.

    Pero hoy no estamos para esas historias, hoy nos centramos en un sitio diferente, no veremos a los chicos en los estadios peleando para llegar al mundial, ni las desvergonzadas situaciones que ocurren dentro de las duchas o las escapadas a otras habitaciones en medio de la noche.

    Hoy contaremos algo que "no ocurrió", un pequeño instante de toda la aventura que fue la historia de Inazuma Japón en el mundial y que todos los miembros del equipo han decidido olvidar... bueno, quizás unos cuantos de ellos falten a esa promesa, pero como esto "no pasó", no es gran problema.

    Un viaje en autobús...

    Lo que debió ser un tranquilo viaje en autobús luego de ganar el partido contra China, coronándose como los ganadores de las preliminares asiáticas, fue el momento más embarazoso que han podido vivir todos los miembros del equipo y miren que con el entrenador que tienen han pasado por varias vergüenzas...

    Tiremos ligeramente el tiempo atrás, antes de montarse al autobús para estar en sintonía.

    Aquel partido sin duda alguna sería para recordar, fue un partido honesto contra un equipo verdaderamente fuerte, de eso debería tratarse un mundial de futbol, el choque de dos equipos que entregan todo en la cancha y no la suciedad a las que les tocó enfrentarse en la cancha anteriormente.

    También salieron varios secretos a la luz, como la verdad sobre el jugador Li Hao y los planes a futuro de Chou Kinun. Pero siendo un poco conscientes, tanto China como Japón tenían el mismo objetivo salvar al futbol de las garras de la fundación Orión, se podía fácilmente perdonar el engaño.

    El silbato que indicó el final de aquel juego solo trajo el desborde de emociones en los jugadores, ambos equipos habían sobrepasado los límites de sus representantes y casi que terminaron aquel juego con la fuerza de voluntad tirando de ellos. Memorable, épico, no había palabras...

    Se reunieron en los vestuarios del estadio donde varias palabras de ánimos y celebración fueron expresadas, tenían las piernas entumecidas y los pulmones casi quemados por el esfuerzo, pero maldita sea, se sentían mejor que nunca en ese momento.

    Con los ánimos levemente calmados, los jugadores tomaron sus cosas, era hora de regresar a las instalaciones de Inazuma Japón para un merecido descanso.

    El estadio contaba con duchas para los jugadores, pero esperar por un equipo entero que se duche, se aliste, vuelva a revisar que nadie dejaba nada y por fin salieran todos del lugar era demasiado tiempo perdido.

    La concentración de Japón tenía suficientes duchas para todos y camas a poca distancia para descansar. Las únicas esperas fueron por algunas paradas técnicas al baño y las instrucciones del entrenador Kudo. Al parecer Chou Kinun necesitaba que se encargara de un papeleo o algo importante, el hombre no entró en detalles, solos les pidió mesura pues regresarían solos a las Instalaciones Japón, sería un viaje en autobús como todos los demás que han tenido.

    Chou Kinun no los acompañaría pues llevaría al equipo de su país natal a comer para animarlos luego de la derrota contra Japón.

    Bien, podían hacer eso. Tenían un cómodo autobús funcional que los llevaba y traía en cada partido. Los entrenadores y el mismo equipo eran conscientes de que una que otra pelea podría llegar a acontecer o alguna inocente bromita tonta. Por lo que el entrenador chino dejó planificada una película para el camino, el autobús era moderno e incluía pantallas cada cierta cantidad de asientos en el centro del corredor, con suerte un poco de entretenimiento audiovisual mantendría en sus lugares a todos los jóvenes.

    Superando las expectativas, entraron ordenadamente al autobús y tomaron asiento tranquilamente. Kazemaru contó la cantidad de cabezas dentro del vehículo y al confirmar que no faltaba nadie le dio la señal a Endou para que avisara al conductor, ya podía partir.

    La película comenzó y nadie prestó realmente atención a los títulos ni al inicio. Antes de comenzar el viaje el conductor había dejado el control universal de todos los televisores en manos de Asuto para que ajustara el volumen, pero como dije, nadie estaba realmente enfocado en la película.

    Varios cayeron dormidos a pocos minutos de comenzar el viaje, no se les podía culpar luego de semejante partido. Entre aquellos se encontraban los tres porteros del equipo, Iwato que luego de meterse una montaña de chucherías cayó en esos sueños que dan por bajón de azúcar, Sakanoue y las managers.

    Otros tantos como Mansaku, Kirina, Asuto, Goujin, Tatsuya, Nosaka, Nishikage e Ichihoshi veían la película, sea por falta de algo mejor que hacer, curiosidad o verdadero interés, el título no les sonaba de nada.

    Otros pocos iban concentrados en sus cosas más, díganse Fubuki y Kazemaru.

    Por último, tenemos a tres chicos de difícil carácter con tantos ánimos de convivir con sus compañeros que se colocaron sus audífonos y se metieron en la música que tenían sus teléfonos.

    Sí, aquello prometía ser un viaje tranquilo y sin ningún problema.

    Hablemos un poco de los asientos, de derecha a izquierda, siendo dos filas de asientos separadas por un pasillo.

    Tenemos en los primeros puestos a Endo y Sakanoue profundamente dormidos y llevando una sintonía de ronquidos, junto a ellos después del pasillo Anna y Ootani descansaban aún con el ruido de los asientos de al lado.

    Segunda fila y tenemos a Asuto junto a Goujin, continuos a ellos Mansaku y Hiura.

    Tercera fila un puesto vacío y Nishikage, separado por el pasillo de Nosaka e Ichihoshi. El portero lo admitía, estaba algo celoso de aquello.

    Cuarta final Fubuki junto a la ventana con dos asientos para su comodidad, al otro lado Saginuma con Iwato.

    Quinta fila y encontramos a Fudou con Kazemaru continuos a Tatsuya.

    Y por último, Hiroto y Haizaki sentados tras los asientos del lado del pelirrojo.

    El viaje iba tranquilo y la película hasta cierto punto era entretenida, todo estaba en calma hasta que cierta situación no apta para menores comenzó a crearse.

    -¡Ah! – la exclamación abochornada de Asuto fue el foco de atención que logró que todos los que se habían distraído de la pantalla o no les interesó ver desde un principio, dirigieran su atención al filme. Cuando menos lo esperaban una azafata estaba realizándole cierto trabajo de rodillas al tipo italiano...

    Varios rostros sonrojados, tomaron lugar, muchos cubrieron sus ojos otros miraron incómodos en cualquier dirección, eso pasaría rápido muy probablemente, era normal en las películas actuales contenido algo subido de tono, sería cosa de esperar un poco...

    Y sí, con la espera parece que la cosa se calmó, pero no por eso el tipo de escenas. A cada momento era más fuerte y explícito todo.

    - ¿Podrían quitar eso? Por favor... - pidió Kazemaru asqueado, eso era pornografía haciéndose pasar por película casi.

    - ¿Muy fuerte para el niño bueno? – se burló Fudou a su lado, se había quitado los audífonos y comenzó a prestar a tención cuando vio sangre correr en la pantalla.

    Kazemaru solo lo mató con la mirada.

    Varios asientos más adelante Asuto presionaba cada botón que tenía el control, pero nada pasaba.

    -¡Asuto, dame eso! ¡Voy a quitar esa película! – Mansaku a su lado estaba que ahorcaba al entrenador, había utilizado su gorra para cubrirle los ojos a Hiura.

    En lugar detener o quitar la película le subió el volumen sin querer y ahora se escuchaba más claramente los gemidos que salían de la pantalla. Kirina saltó en su asiento tratando de ayudar, pero terminó peleando el control remoto con los otros dos hasta que salió volando.

    El aparatito se estrelló contra el piso del autobús desarmándose, el volumen en todo su esplendor y una posiblemente escena BDSM a punto de desarrollarse en pantalla. Los tres responsables saltaron de su asiento para tratar de arreglar el desastre con las baterías rodando en todas direcciones.

    Nosaka veía fijamente la pantalla no perdiéndose un solo detalle de nada, a su lado Hikaru estaba vuelto un semáforo en luz roja brillante, cubriendo sus virginales ojos; Nishikage pasaba su mirada de la pantalla al emperador, aparte del bochorno por lo que acontecía en pantalla, Yuuma se veía imperturbable, no sonrojos, no incomodidad, no nada... como si viera el reporte del clima, mientras que él trataba de no ahogarse con su saliva por el descaro demostrado... los italianos no conocían el decoro o pudor.

    Kazemaru peleaba avergonzado contra un Fudou de los más divertido. El rebelde iba narrándole lo que acontecía en pantalla ya que el defensa se negaba a ver el televisor.

    Tatsuya no sabía ni dónde meter la cabeza, hasta que unos leves toques en su hombro llamaron su atención.

    - ¿Los quieres? – Hiroto le ofrecía sus audífonos asomado por sobre el asiento.

    - ¿No los necesitas? – Tatsuya aceptaría cualquier cosa que bloqueara sus sentidos de aquella pantalla en este momento, pero no quería utilizarlos él y que Hiroto quedara con semejante espectáculo.

    - Creo que puedo soportar esa película mejor que tú, no te preocupes. – volvió a extender los audífonos a su casi hermano y Tatsuya se notaba indeciso, pasaba la vista desde la salvación a sus oídos al rostro de su hermano, estaba acostumbrado a sacrificarse él para ceder ante los caprichos de Hiroto, pero hoy realmente quería ser egoísta y censurar el mundo un rato.

    Un gemido poco más alto que todos los anteriores y Tatsuya tomó los audífonos, si el peligrís decía que estaría bien le creería. Se colocó los casquitos, puso música y por casualidad vio un antifaz de esos que cubren los ojos para dormir. No sabía quién de sus compañeros lo había olvidado ahí, pero lo devolvería más tarde.

    Kira regresó a su asiento tranquilamente, mientras a su lado Haizaki tenía puesto sus propios audífonos y se concentraba en mirar por la ventana. Tenía un leve sonrojo en las mejillas muestra de que también estaba algo abochornado, pero honestamente estaba mucho más tranquilo que todo el resto del autobús.

    La película pareció volver a la normalidad por breve periodo de tiempo, pero honestamente los protagonistas parecían dos bombas sexuales de tiempo a punto de estallar... y no se equivocó

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    Haizaki a cada momento aumentaba el volumen del teléfono, porque no importa qué canción sonara igual se llegaban a filtrar otros sonidos. Giró la mirada a su compañero de asiento quien veía la pantalla, Hiroto hasta aburrido parecía, aún escuchando aquellos sonidos miró al televisor, sea por morbo, curiosidad o sus hormonas levemente alteradas por la situación. Inmediatamente apartó la vista escandalizado...

    - ¿Cómo puedes ver eso? – le recriminó al ojirosa a su lado.

    - ¿Qué tiene? Ni que fuera la gran cosa. – un tic se hizo presente en el rostro del demonio...

    - Eres un desvergonzado.

    - No lo soy. – Kira le regaló una de sus sonrisas, de esas que sabes que no auguran nada buen – Hay peores que yo.

    Un leve movimiento de cabeza le señaló algo que demostraba su punto, por instinto o porque confiaba en su amigo; aunque se negara a admitirlo en voz alta; siguió la dirección señalada.

    Diagonal a ellos se encontraban Fudou y Kazemaru peleando como siempre.

    - ¿Están discutiendo? Nada fuera de lo usual, sigues siendo peor que ellos.

    - Mira bien. – enfatizó Hiroto, molesto por el despiste del demonio.

    Haizaki se inclinó un poco más sobre el asiento de Hiroto tratando de conseguir una mejor vista, porque parece que había algo que se estaba perdiendo.

    Parecía una pelea usual de esos dos, Fudou molestaba a Kazemaru y este último trataba de alejarlo, iba de decirle al dios goleador que se buscara gafas porque aquello no era nada, hasta que notó cierto movimiento extraño...

    Había una chaqueta sobre el regazo del defensa, Kazemaru estaba rojo sosteniendo la mano de Fudou que se perdía bajo la chaqueta anteriormente mencionada, el defensa trataba de alejarlo, pero la sonrisa del solitario de rebelde era la cereza del pastel en ese cuadro...

    Haizaki pegó un brinco regresando a su posición cual resorte, con el color de su piel morena no era tan notorio el sonrojo que tomó lugar en sus mejillas, pero para la cercanía que tenían en el momento fue fácil de distinguir para Kira.

    - ¿Por qué diablos me dices que vea eso? – gritó entre susurros Haizaki, no queriendo llamar la atención de nadie más.

    - Me llamaste desvergonzado, yo solo me defendí. – el dios goleador se encogió de hombros como si aquello no fuera la gran cosa.

    -Tch... - chistó fastidiado, giró el rostro hacia la ventana ignorando de nueva cuenta a su compañero de asiento. Suficiente era con la película para ahora sumarle a su cabeza la imagen de Fudou queriendo... pobre Kazemaru...

    Negó varias veces con la cabeza tratando de quitarse la imagen mental, maldecía a Hiroto por hacerlo ver aquello.

    -Sigues siendo peor que Fudou. - dictaminó Haizaki con rostro pagado al vidrio de la ventana la leve sensación de frío que recibía lo relajó bastante, solo cerraría los ojos y se reventaría los tímpanos con música el resto del camino.

    Ese era el plan, hasta que sintió los auriculares ser jalados fuera de sus oídos.

    - ¡¿Qué te...?! - volteó furioso dispuesto a reclamarle al obvio culpable, pero las palabras se le atoraron en la garganta cuando Kira Hiroto se montó sobre él.

    - ¿Quieres que sea peor que Fudou? – la sonrisa de Hiroto le causó un escalofrío, el idiota frente a él tenía cara de estar dispuesto a cumplir con cualquier locura que se le pasara por la cabeza en este momento – Puedo serlo...

    Kira no le dio tiempo de quejarse, negarse, aceptar o maldecirlo, arremetió contra los labios del demonio sin pensárselo dos veces, mejor aprovechar la estupefacción antes de que reaccionara y lo lanzara lejos.

    Hiroto se abrazó al cuello de Haizaki para mayor control de la situación y presionó sus piernas a los costados del goleador de ojos rojos. Estaba cubierto bajo el sonido de la película y la desmesurada cogida que se estaban dando los protagonistas en un jate.

    Eran los últimos en el autobús y todos los miembros del equipo parecían demasiado ocupados tratando de evitar la pantalla de la televisión como para notar cualquier cosa que aconteciera con ellos.

    Su primer instinto fue separar al cabello de estropajo de él, pero cuando sus manos se posaron en la cintura del que actualmente invadía su boca, en lugar de alejarlo lo acercó más.

    ¿Qué quieren que les diga?

    Había básicamente una película porno de fondo, con la tipa retorciéndose y gritando por cada penetración y pose nueva que daba el italiano, el morbo de eso ya había hecho mella en su cuerpo. Pero aún podía ignorarse el leve cosquilleo que sentía en su parte baja, por eso el frío en la ventana se le había hecho tan agradable hace un momento, en contraste con su cuerpo que se había calentado por la maldita película.

    Ver a Fudou tratando de meterle mano a Kazemaru solo lo había encendido más y no vengan a decirle que es un mirón pervertido. Joder, que él no era de piedra. Estaba en todo su apogeo juvenil, a esta edad el apetito sexual no necesitaba mucho estímulo para ser detonado.

    Y con Kira devorándole la boca con la misma maestría que anteriormente le había demostrado pues ya fue mucho para su de por sí, poco autocontrol.

    Retiró una de sus manos de la cintura del dios goleador para hundirla en los enredados mechones de su compañero, haló con algo de fuerza provocando un jadeo del ojirosado; aprovechando la momentánea separación para hincar sus dientes en el labio inferior de Kira, sin llegar a lastimarlo, pero dejando en claro que no le daría el control total de este juego.

    Hiroto más que molesto pareció disfrutar de su amenaza. Le sonrió en respuesta cuando lo soltó.

    Volvieron a besarse con más ímpetu que antes, sus bocas danzaban con deseo y sus cabezas acompañaban aquel baile cambiando constantemente de posición para mayor disfrute de ambos.

    El autobús saltó un bache separando a los goleadores de su actividad, Kira dio un brinco en su regazo cayendo justo sobre el bulto entre sus piernas. El ojirosado retuvo un gemido mordiéndose el labio para disfrute de Haizaki, estaban cubiertos con todo el ruido de fondo, pero mejor evitar llamar la atención.

    -Parece que te ha gustado. – le susurró el de tes clara, tenía ligeramente agitada la respiración y el sonrojo fuertemente marcado en la cara, pero la sonrisa petulante no la perdía.

    - Cállate.

    Sus labios se encontraron nuevamente peleando por dominar al otro, sin dar tregua o descanso para respirar, apenas tenían tiempo de tomar una bocanada de aire porque ninguno de los dos cedería ante el otro. Hiroto se sostuvo del asiento de Haizaki para tener algo de estabilidad, mientras que Ryouhei pasea sin pudor sus manos por su cuerpo.

    Las manos le picaban exigiendo más contacto por lo que siguiendo sus bajos instintos e importándole poco estar comiéndose la boca del hermano de Tatsuya, que por cierto estaba en el asiento de en frente completamente ignorante a esto, llevó sus manos a las posaderas de su compañero.

    Apretó los dos cachetes logrando que se apegara más a su boca evitando que cualquier sonido escapara. Pero Kira no es de los que se acobarda, si antes estaba sentado sobre Haizaki, ahora estaba levemente alzado permitiéndole mayor acceso a las manos del demonio.

    El de largos cabellos aprovechó para pasearse por los muslos a su disposición, subió y bajó deslizándose con calma mientras apretaba en algunas ocasiones, no quería quitarle ninguna prenda al otro por más tentadora que sonara la idea de buscar contacto más directo, pero para su suerte, Kira llevaba puesto aún el short que utilizaron para el partido, en lugar del pantalón buso que solía tener el equipo.

    Adentró su mano por en medio de la suelta tela del short, Kira estaba frío o él muy caliente, pues el contacto directo de su mano con los muslos del otro goleador dio reacción inmediata, la leve rugosidad que sintió sin duda era Hiroto erizándose a su toque. Subiendo con calma por los muslos el cuerpo sobre el suyo tembló ligeramente cuando llegó a lo que quería, comenzó a jugar con el elástico de la ropa interior del que tenía el rayo.

    El ojirosado se separó de él, un leve temblor se hizo presente en los labios de Kira, señal innegable de lo excitado que se encontraba.

    -Saca las manos. – exigió.

    - No. – Haizaki le dio vuelta al marcador, adentrándose bajo el elástico de la topa interior, ambas manos apretando cada nalga con la idea de dejar marcada la blanca piel que tenía oculta.

    No solo la fuerza al ser descaradamente tocado sino la presión extra que se creó en su falo por el tirón que dio su bóxer, Kira se encogió temblando mientras mordía su antebrazo evitando jadear de placer... Maldito Haizaki que sabía cómo tocarlo.

    No era la primera vez en la que llegaban a algo así, es más, esta hasta parecía inocente en comparación a su primer encuentro. Cuando expulsaron a Kidou del equipo inculpándolo de utilizar pastillas para dopaje.

    Sí, ese día Haizaki perdió los nervios, la cabeza y el temperamento.

    ¿Quién lidió con él?

    Kira Hiroto, su compañero de habitación.

    ¿Cómo logró calmarlo?

    Esa es historia para otro día...

    Haizaki seguía en su labor de torturar los cachetes que tenía a mano mientras el de mechas trataba de no derretirse.

    Era sorprendente lo que podía llegar a aumentar el lívido por hacer algo así en público. El miedo de ser descubiertos se entremezclaba con el placer que sentía solo encendiendo más su cuerpo, él no solía ser tan sensible... que le agarraran el culo no representaba gran problema, pero no estaba ni a un metro de su casi hermano y Haizaki lo estaba tocando sin pudor alguno. Eso solo lo hacía querer más, quería ser más osado, quería más peligro, quería... él quería...

    - Para. – exigió presionando los hombros de su torturador.

    - No quiero. – volvió a apretar sus nalgas.

    - ¡Cabrón! – jadeo por lo bajo, vio su propio aliento en forma de un leve vaho. Fue en ese momento que notó que afuera llovía, las gotitas pegaban contra la ventana creando una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, la ventana estaba empañada. Eso lo explicaba, él estaba tan caliente que su cuerpo no iba acorde a la temperatura dentro del autobús.

    Desesperado por detener la acción tomó de los brazos a Haizaki pausando sus acciones momentáneamente. Luchó por recuperar el aliento tratando de que sus inhalaciones no fueran demasiado fuertes, por suerte estaba escuchando disparos desde la película y quedaba oculto todo lo que él dijera.

    El demonio se apiadó del dios y retiró sus manos dando una leve caria a sus muslos mientras las sacaba de debajo de su ropa. Hiroto volvió a sentarse sobre Haizaki

    -Mi turno. – dijo Kira, extrañando al ojirojo.

    Se bajó de su regazo y se reacomodó en su asiento, ingenuamente el de tes morena creyó que ese era el fin del capricho que le dio a Kira, porque sí, eso no era nada más que un capricho que le dio al goleador del rayo. Entre ellos no había sentimientos, no románticos por lo menos. Eran amigos, se comprendían bien y sus estilos de futbol se complementaban de maravilla, como dijeron una vez ellos estaban bien sincronizados.

    Se podían mentar la madre de la noche a la mañana y serían los primeros en tenderle una mano al otro si lo necesitaba, cada uno tenía su propio guía, la persona que los mantenía bien enfocados, Kidou Yuuto y Kiyama Tatsuya respectivamente; pero entre ellos la cosa era diferente, era tener un cómplice, no un profesor o un hermano mayor.

    Por así decirlo, "si uno llegara a matar a alguien y necesitar ayuda", el otro respondería: " ¿De qué tamaño es el cadáver?".

    Eran cómplices, amigos, rivales y por qué no agregar compañeros de cama. A falta de pareja y sentimientos románticos, podían ayudarse mutuamente con "las ganas" cuando fuese necesario y verse al día siguiente como si nada continuando con sus peleas estúpidas.

    Por perderse en sus pensamientos, pasó por alto que el ojirosa se bajó del asiento y apiñándose en el reducido espacio que había, quedó arrodillado frente a él.

    - ¿Qué rayos haces? – reprochó tomándolo por los hombros y tratando de sacar a Kira de ahí.

    - Hay que bajar esto antes de llegar. – señaló el bulto sobresaliente entre las piernas de Ryouhei.

    - ¡No, tú no tienes que hacer nada, sal de ahí! – volvió a gritarle en un susurro. Ahora sí se encontraba nervioso, comenzó a entender la advertencia que le había dado... Puto Hiroto.

    Forcejearon un rato, de forma milagrosa sin despertar a Tatsuya con las sacudidas que estaban dando.

    Kira ya cansado de la falta de cooperación de Haizaki, fue a por todas... literalmente.

    Haizaki dejó de pelear con el pelo de estropajo por la corriente que pasó de su pene hasta el último cabello de su cabeza. Apretó los dientes negándose a dejar salir el jadeo placentero que buscaba su camino por su garganta.

    Hiroto succionaba por sobre su pantalón humedeciendo la zona cubierta, el roce de la tela mojada contra la sensible área lo hizo perderse por un momento.

    Liberó sin querer al dios, quien ni corto ni perezoso aprovechó para bajar el pantalón e interiores del demonio. Hubo un pequeño instante en el que rosa y rojo chocaron, las respiraciones de ambos estaban agitadas, sabían lo que iba a pasar, sabían que no deberían estar haciendo aquello ahí, sabían que cualquiera podría descubrirlos, pero por la mierda que a ninguno le importaba.

    Incapaz de sostenerle la mirada a Kira que mostraba gula ante el trozo de carne que tenía frente a él, giró la mirada en otra dirección... error...

    Olvidó por completo que había otras dos personas cometiendo actos que no deberían dentro de ese autobús, aparte de ellos.

    Kazemaru estaba encogido sobre sí mismo, ocultándose en el cuello del rebelde, Fudou parecía estarle diciendo cosas al oído mientras su brazo realizaba cierto movimiento hacia arriba y abajo. La mano siempre oculta bajo aquella chaqueta del equipo que disimulaba apenas lo que realmente hacía el rebelde con el defensa, no podía ver su rostro, pero desde su lugar notaba el intenso rojo en la oreja del peliceleste.

    -¡Ah! – casi se ahogó con aquella exclamación, el aire se le cortó a medio paso hacia sus pulmones. Hiroto aprovechó su distracción para engullir su miembro. El interior caliente y húmedo de la boca de Kira fue un deleite ante el frío dentro del autobús, producto de la lluvia en el exterior – Bastardo. – gruñó apenas fue cazas de respirar.

    Aún con su miembro en la boca, los iris rosados le regresaron la mirada, se estaba burlando de él, lo sabía y para continuar con su travesura, succionó la parte más sensible de su cuerpo.

    -Oh~

    Apretó los dientes no dispuesto a dejar que otro sonido escapara de su garganta, el desgraciado que tenía entre las piernas ya bastante se estaba burlando, no le daría el gusto de escucharlo.

    Para mayor comodidad Hiroto apoyó sus manos en los muslos del goleador demoniaco, comenzó un lento vaivén subiendo y bajando, no hacía más que eso de a momento solo dejaba toda la extensión húmeda permitiendo un deslice más fácil a cada momento.

    Sabía que Haizaki estaba enfurruñado y se aguantaba dejar salir algún sonido que demostrara que eso le gustaba y lo prendía tanto como a él mismo.

    ¿Se acordaría Haizaki que seguían en el autobús con todo el equipo? Bueno... hora de comprobarlo. Esperaba que ese gritón demonio mantuviera la boca cerrada.

    Liberó el húmedo pene de Haizaki, un hilito de saliva unía su boca con el duro trozo de carne. Se deleitó viendo las leves sacudidas que daba, imaginando que por frío del lugar más la capa de humedad que él se encargó de proporcionar sería una tortura para el demonio.

    Con su mano derecha tomó entre sus dedos lo que anteriormente estaba en su boca, con un lento movimiento de muñeca masturbó a su compañero a la par que bajaba su boca más al sur del pene que atendía.

    Regaló una larga y lenta lamida por el escroto del demonio justo en medio de las dos bolas hinchadas y una sonrisa de orgullo brotó de sus labios cuando escuchó un leve – Mgh~

    Ya sin la parsimonia lentitud comenzó a repartir rápidas y cortas lamidas por la zona al tiempo que aumentaba la velocidad de su mano. Disfrutó el momento en que las manos de Haizaki se anclaron al asiento, sabía que ya no pensaba detenerlo porque sería un verdadero infierno parar en este momento.

    Pero Hiroto tampoco es considerado un dios muy benevolente, volvió a bajar el ritmo de las caricias y detuvo las lamidas. Solo un momento, quería ver la cara de frustración que pondría Haizaki, por cortarlo en tan buen momento.

    Esperó... estaba esperando la señal... y justo cuando el demonio abrió la boca, Hiroto engulló uno de sus testículos y con su mano apretó el miembro erecto. Sin llegar a lastimarlo, pero sabiendo que conseguiría una reacción por la brusca acción.

    -¡Mierda! – Haizaki se encogió un poco casi pegando su frente contra la cabeza de Hiroto, un temblor como resultado de todo lo que le estaban haciendo acompañó la maldición.

    Con aquella bolita que cargaba el esperma esperando a ser liberado Hiroto jugueteó con su lengua por el contorno, aquella piel no era la más agradable de sentir que podía tener el cuerpo humano, pero no era nada que no pueda soportar.

    Siguió con los movimientos sobre el pene de Haizaki, intercalaba leves presiones con movimientos suaves a un movimiento rápido. Mientras se entretenía pasando de un testículo al otro con su lengua.

    Lo estaba torturando, lo sabía, él no estaba mejor. El ego se le inflaba viendo como el otro se retorcía ante su toque aumentando su propia excitación. Calculando el tiempo que debía quedarles de camino, decidió que no podía seguir jugueteando mucho rato más con Haizaki de esta forma o tendrían problemas en la llegada a las instalaciones.

    Volvió a tragar aquel falo y se concentró en la punta, succionando con fuerza únicamente el glande y con sus dedos subía y bajaba el prepucio de su amigo. Usaba su lengua para para recorrer en círculo la punta, sabía que eso sería el cielo y el infierno.

    Haizaki llevó sus manos a la cabeza de enredados mechones y fue el turno de Hiroto para jadear por el brusco tirón que le dio a su cabello.

    Maldito desgraciado que sabía que le gustaba el trato brusco.

    Alejó su mano para volver a dedicarse exclusivamente con su boca al placer del demonio. Apretó ambos muslos para darse fuerza y comenzó a subir y bajar, de a poco aceleraba el ritmo y cuando sentía que Haizaki comenzaba a retorcerse paraba... y daba suaves lamidas para volver a iniciar.

    Subía y se concentraba en la punta del pene, le daba suaves caricias con su lengua y cambiaba succionándolo con ímpetu.

    Notó la inquietud en su compañero según movía las piernas o presionaba sus mechones.

    Hace rato su boca estaba a rebosar en líquido preseminal, ya no estaba seguro si por la comisura de sus labios escurría lo que producía Haizaki o su propia baba, no pensaba darle importancia en ese momento. Solo se dedicaba a mantener el movimiento inconstante de su boca. Sería tan fácil hacerlo venirse, pero prefería posponer el momento con el cambio de ritmo, una placentera tortura.

    Abrió uno de sus rosados iris para regalarle una rápida mirada a la persona a la que con devoción le estaba realizando una mamada. Haizaki tenía los párpados fuertemente cerrados y presionaba sus labios fuertemente presionados.

    Si estaba respirando o no, no lograba decirlo con certeza. Soltó el miembro que tenía en la boca para regalar una larga lamida antes de volver a engullirlo. Pensaba torturarlo un rato más, pero Haizaki no tenía ganas de seguir jugando al son del dios goleador.

    -Hijo de puta. – le susurró antes de reafirmar su agarre en su cabeza y comenzar a llevar el ritmo de la felación.

    Kira no hizo nada para poner resistencia, dejó que Haizaki penetrara su boca como mejor le pareciera, esto era lo que él quería. Las malas palabras, el toque brusco, que no pensara en él y lo trataran sin cuidado.

    Se estaba ahogando con el miembro de Haizaki en su boca y aquello solo lo prendía más. Soltaba leves gemidos acallados por el miembro en su cavidad, con cada estocada iba más profundo en su garganta, tuvo arcadas y la falta de aire no lo ayudaba. Lágrimas corrían por sus mejillas no sabiendo si por el sofoco o el placer, no podría importarle menos en el momento, su cabeza daba vueltas de lo bien que se sentía.

    Tenía los oídos tapados por el aire que no encontraba un curso de salida, pero aún así logro escuchar los leves jadeos que estaba soltando Haizaki.

    El demonio estaba cerca de terminar y él estaba ansioso de recibirlo.

    -¡Tch! – fue la única señal del final con el cuerpo tenso, Haizaki se enterró en él sin permitirle apartarse, las arcadas empeoraron cuando sintió el glande chocar contra su uvula y el espeso líquido chocar contra su garganta.

    -¡Mgh! – fue todo lo que se llegó a entender cuando retuvo las ganas de vomitar.

    Después de aquella placentera explosión, la calma volvió a ellos. Haizaki se forzaba a normalizar su respiración, mientras que Hiroto soltaba el flácido miembro liberado.

    Un ataque de tos invadió al goleador del rayo al tratar de recuperar el aire. El sabor salado que tenía en la boca le picaba un poco la garganta, pero no se quejaría cuando él fue el propiciador de la anterior actividad.

    Haizaki se acomodó la ropa y Hiroto regresó a su asiento.

    Los vestigios de su actividad recorrían el cuerpo de los involucrados, habían disfrutado eso más de lo que les gustaría dimitir.

    - Puto loco. – le agradeció Haizaki una vez más calmado.

    - De nada, cuando quieras repetir me avisas. – respondió orgulloso.

    ¿Lo disfrutaron? Por supuesto, pero admitirlo ante el otro era una historia diferente.

    Hiroto le pasó el teléfono con los audífonos que inicialmente había apartado de él y Haizaki agradeció pasándole uno de los auriculares.

    Como dos buenos amigos que no habían tenido un encuentro íntimo hace apenas un minuto, terminaron el viaje hablando sobre los gustos musicales de ambos.

    La película de la discordia aún no terminaba, pero a este punto era lo que menos les importaba a ambos.

    Llegaron a la residencia y el autobús no había terminado de abrir las puertas cuando Kazemaru Ichirouta salió corriendo fuera del vehículo para extrañeza de todo el equipo... menos para el causante de eso y los dos peligrises.

    Endou bajó preocupado persiguiendo a su amigo, seguido por Sakanoue, las managers bajaron con prisas corriendo bajo la lluvia buscando el techo, los chicos del Inakuni Raimon también bajaron a prisa no queriendo estar un minuto más ahí y asumiendo que el defensa de coleta escapaba luego del incómodo momento por la película.

    Nosaka bajaba tranquilamente diciendo que disfrutó el filme, Ichihoshi quería llorar, mantenía su camiseta hacia abajo tratando de cubrir la incómoda situación que tenía entre las piernas, Nishikage iba tras el dúo casi pálido después de todo lo visto.

    Fubuki bajó molesto luego del horrible momento de tener esa película de fondo.

    Otros tantos que habían dormido durante el viaje milagrosamente no entendían las extrañas acciones de varios que casi parecían haber visto un fantasma.

    Fudou parecía estarse tomando su tiempo, esperando a que los demás desalojaran del vehículo para él bajar con calma.

    -Hiroto, muchas gracias. – Tatsuya le regresó sus audífonos sinceramente agradecido por no tener que ver ni escuchar nada de lo que pasó en el bus con la película.

    - Por nada.

    El pelirrojo bajó tranquilamente y Haizaki lo siguió alegando que necesitaba una ducha. Hiroto aún tenía cierto problema en sus piernas, ya que él no pudo atenderse por estar ocupado en el demonio. Solo necesitaba un rato y podría bajar con calma o tal vez correr bajo la lluvia para que el frío lo ayudara con su problema.

    Aprovechó que Fudou seguía esperando en su asiento para molestarlo.

    - Kazemaru va a matarte, deberías dormir con un ojo abierto hoy.

    Akio no pareció sorprenderse por aquello.

    - ¿Eh? – Fudou lo volteó a ver divertido - Podría decir lo mismo, ten cuidado con los demonios o terminarás ahogándote alguna noche.

    Hiroto rio entendiendo la advertencia y doble sentido de aquella frase.

    Un rato después el solitario rebelde y el dios goleador abandonaban el vehículo rumbo a las instalaciones.

    Para muchos del equipo ese era un viaje que desearían olvidar con todas sus fuerzas, hacer como si aquello "no pasó", sería lo mejor para los más jóvenes e inocentes, pero para otros fue una experiencia bastante... gratificante. Sin duda un momento que "no ocurrió", digno de recordar.

    Fin????


    Me cuesta muchísimo ver a Haizaki y Hiroto como pareja, es que me encantan como amigos. No me molesta shippearlos, porque son shippeables, pero no sé en preferencia me cuesta bastante imaginarlos en plan romántico sin que pierdan los caracteres tan fuertes que ambos se cargan.

    Por eso esto no está hecho como una historia romántica. Aquí no hay romance, no hay amor o cualquier sentimiento derivado.

    Netamente es apetito sexual.

    Espero que disfrutaran de la historia y nos leemos en mi próxima invención.

    No olviden dejar sus opiniones, creo que logré mantener la personalidad de estos dos, pero realmente ellos no son mi fuerte.

    Bye, bye <3
     
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3 replies since 3/7/2020, 01:24   560 views
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