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.Iba al gimnasio con frecuencia, aquello era uno de sus verdaderos pasatiempos, más que leer o enseñar, mover su cuerpo y sentir los músculos calurosos luego de una sensación intensa era lo que verdaderamente le gustaba. Cuando era más joven el kickboxing fue su deporte favorito, en la escuela en la que estudió no había club de este pero sí de boxeo, llegó a la nacional en los tres años que participó. Ver al alfa que cortejaba abiertamente a su nuero es raro, si Yuuki no se ha quejado al respecto y Shen parece tan feliz prefiere no opinar nada, después de todo, la relación era de ellos y con los retorcidos hábitos de Yuu no cree que sea un verdadero problema.
La sorpresa que se lleva es grata, con sus parejas de sparring nunca toma en cuenta edades por lo que luchar con él no representó un problema, pero aquel era el primero en mucho tiempo en golpearlo de esa forma. Sonrió leve. Pronto, el ruido de los puñetazos, la cuerina contra el cuerpo es lo que más resuena en la sala, la mayoría de personas han dejado de ejercitarse para observarlos. El alfa era joven pero se daba cuenta que es una especie de monstruo, cree que es mejor que su Yuu sea un alfa pasivo y no se enfrente a este.
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No oculta la sorpresa en su rostro. Aquella no es la primera que recibe esos insultos, han sido varios los omegas que le han reclamado y dicho cosas peores, betas e incluso algunos alfas que disfrutaban de mantener relaciones con otros alfas. La última persona en insultarle con una fuerza similar había sido el pelinegro luego de su infidelidad, Shen además de golpearlo no había evitado usar lo peor de su vocabulario para referirse a él, se sintió una verdadera basura cuando la voz delicada y normalmente monótona del asiático alcanzaba un tono de enojo al humillarlo le dio una erección. Algo similar sucedía ahora, Alex estaba expresando el odio que ya había deducido, molesto, asqueaba al adolescente pero encontraba arrebatador ser el objeto de su odio... Triste a la vez. No sabe si debe responderle, en su experiencia lo mejor es dejar que el otro se desahogue lo suficiente y luego intentar apaciguarlo, aceptar la culpa y disculparse pero el otro desaparece antes de que pueda decirle. El aroma que percibe es el del claro celo, frunce las cejas, está bien que era una basura pero tampoco le gustaría abandonar al omega en un momento como aquel, se cubrió con una de las mascarillas desechables que cargaba por su trabajo y lo encontró en el callejón.
Es la segunda sorpresa que recibe en muy poco tiempo, de la espalda del otro emergía un ala azul... Azul... Realmente era patético, había acudido con la intención de ayudarle pero aquella escena revolvió los recuerdos dentro de él. Cerró los ojos, la jaqueca que le daba recordar un pasado lejano siempre era terrible, por eso evitaba pensar en eso. Esta vez es diferente, pensó que a su lado estaba Shen, aquello era lo que reconocía porque sus ojos solo veían oscuridad y diferenciaba voces, sin embargo, ahora es diferente. Por primera vez sus recuerdos tienen luz, el primer rostro frente a él... ¿A... L... E... X? Es diferente, las facciones maduras, el aura de un alfa, pero ahí estaban las mismas heridas del omega que conoce... Ah, Aquella vez en que Alex le asesinó para que renaciera recobrando su vista... Recuerda que hizo un berrinche porque el alfa no quiso asesinarlo mientras tenían sexo como una de sus fantasías.
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Siempre le costó medir su fuerza en contra de los demás, en un inicio cuando empezaba con las clases de pelea, animado por su padre, le costaba mucho comprender cuando o no debía ejercer, terminaba por lastimar a los niños de su edad. No era muy diferente a lo que hacía actualmente, se centraba más en la técnica que emplear por completo fuerza bruta. Con el moreno no era así, no necesitaba controlarse, podía dejar salir cuando deseara. Los golpes que recibe de igual forma son pesados, puede notar que pese a todo quedarán hematomas y quizás le incomodidad del próximo día le recordaría la presente actividad. El tiempo se consume así tanto que no se fija en que los demás los observan o que ya han estado así al menos veinte minutos, por lo que uno de los encargados debe ponerles el límite e indicarles que otros desean utilizar las instalaciones.
Ha sido un placer. menciona haciendo una leve inclinación hacia él. Le indica que irá a entrenar un poco más antes de ir al hogar a cenar y que no se preocupe por él.
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Le cuesta respirar en esos momentos, en especial cuando su propio hielo lo rodea de forma constante. Quiere llorar, no solo por su actual situación, sino porque se ha fijado en la presencia del otro, y es capaz de observarlo de esa manera. No te acerques. casi debe suplicarselo porque el hielo se expande a sus alrededores, no es capaz de controlarlo. Madre.. madre.. se que puedes de alguna forma.. ayuda. murmura. No cree ni por un segundo que su madre no pueda ir a su rescate, en especial cuando era un peligro para los demás.
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Aaah. musito casi enojado. No planeaba que el pelirrojo recobrara sus recuerdos ahí, tampoco que su hijo se descontrolara. Bienvenido Yuuki, ha sido un largo tiempo. menciono pasando a lado de este saludándolo. Naturalmente se fijó en el estado de su hijo y rescatarlo como él esperaba sería lo obvio. Los lleva a ambos con un chasquido de dedos hasta su propio hogar, y ahí se centra en curar al rubio. Ya que solo sería más complicado dejarlo así también le devolvió los recuerdos a Alex, de esa forma al menos no estaría solo mientras él no estuviese cerca.
Tus atributos como fénix volverán, así como tus memorias cada día mas, debes tener cuidado. indico. Quizás por el golpe que implicaba recobrar sus memorias el menor se había desmayado, así que se lo entregó al pelirrojo en brazos. Te lo encargo. fue lo que menciono antes de irse. Estaba algo enfurruñado porque fuera el primero aquel y no su esposo.. -
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Había sido una pelea intensa, siente el sudor deslizarse en cuenta se retira el equipo y la camisa de ese día está adherida al cuerpo, de ser más joven se la quitaría pero ante las miradas de otros alfas menores tampoco desea humillarlos, suficiente tienen con que un mocoso de 16 sea más proporcionado que todos ahí. Nos vemos. Se despidió también del alfa menor al terminar y estiró un poco más antes de recoger sus cosas, la jaqueca y sueños extraños donde se ve a sí mismo con el omega no le han dejado dormir anteriormente. Suspira, cuando llega a casa Shen está solo en casa y le dice que el omega menor estaba un poco enfermo, Yuuki lo estaba cuidando. Emmet no hacía más que dejarles problemas, siente las manos del asiático colocarle hielo en la frente, ah cierto, los ataques del alfa habían sido feroces y a puntos sensibles, agradece al menor, no estaba mal tener un hijo atento como el omega, todo lo contrario a Yuu que era un espíritu libre.
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Se siente mareado al recordar esas cosas, todo pasa tan rápido, no ha recordado todo del todo pero no le sorprende cuando Emmet aparece, en sus memorias aquella persona también hacía eso, aparecía cuando más lo necesitaban, lo había salvado de Alex con anterioridad y ahora era el caso contrario. Asiente ante las palabras del druida y observa al omega en sus brazos, le deja en la cama con algo de dificultad, una vez libre se dirige al baño donde vomita y se lava el rostro mientras escribe a Shen, tanto en el pasado como ahora el pelinegro era alguien importante, su hermano y amigo, en esta vida se había añadido como esposo pero con Cain ahí era cuestión de tiempo antes del divorcio. En el pasado aquellos dos eran obsesivos sobre el otro, agradece que el alfa no le había asesinado en celos. Se sentó al lado de la cama donde dormía el otro, si hubiera nacido como un omega todo sería más fácil... Ah, ¿si recuperaba sus atributos de fénix Alex podría asesinarlo de nuevo a ver si renace como omega? Su versión alfa asquea demasiado a su amado.
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El primero en llegar es Adler, piensa advertirle sobre Alex que no ha regresado pero su esposo le avisó, en el pasado estaría realmente molesto porque Yuu estuviera con otro pero ahora no le molesta, hasta alivia un poco su consciencia ya que comparte tanto contacto con el alfa menor bajo el mismo techo. Atiende las heridas del menor hasta que este le dice que tomará una ducha. Suspira, se siente realmente solo cuando todos en la casa no parecen necesitarlo... ¿Cuando su hijo nazca ya no se sentirá así?... Se recuesta en el sofá, la cena estaba lista pero sin nadie que lo acompañara todavía no quería comer solo. Se abrazó a sí mismo.. -
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Ejercitó un poco más para calmar su ansiedad, si no lo hacía, atacaría al pelinegro sin dudarlo. Toma una ducha en el gimnasio antes de salir, como iría directo a cenar no deseaba oler a sudor para el otro. El camino fue corto para su gusto, le alertó un poco sentir el aroma de su hermano menor, olía a celo.. pero también estaba algo ahí, su madre. No le extrañaba que el rubio fuera hasta ahí a asistirlo, sabiendo esto entra al hogar del moreno, sin embargo nadie está ahí, eso si era un poco más extraño. Se aproxima al omega. Hambre. no recordaba haber comido nada en el día a parte del desayuno, esas cosas solían olvidársele cuando no estaba su madre alrededor. Lo siguió hasta la mesa manteniendo su atenta mirada en él, olía triste.
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Se despierta de golpe, acelerado, su cabeza duele. Yuuki, su Yuuki estaba con él nuevamente. Cuando lo ve su impulso es abrazarlo, comprendía de cierta forma su rechazo a los demás alfas, ninguno era él, inconscientemente lo espero solo a él. Yuu. ese mote cariñoso que solo podía pertenecerle al pelirrojo estaba ahí. Se sostuvo su cabeza, dolía. Perdona.. ¿te lastime con el hielo? preguntó preocupado. No quedaba nada del huraño adolescente que deseaba mantener a todos a raya, a su lado estaba la misma persona que fue en su vida como dragón, un tono más alegre, una sonrisa sincera.
Cae entonces en cuenta de muchas cosas.. ahora era un omega y Yuu un alfa, enrojece sin poder evitarlo, era algo vergonzoso para él, en especial cuando anteriormente habían mantenido relaciones de esa forma.. y ahora, si volvían, si estaban juntos, sería el otro quien lo haría.. -
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Estaba algo triste, Adler había comido algo rápido subido a la habitación, entendía que el otro no se sentía bien desde que encerraron al omega, él también extrañaba al vecino de hecho, era la figura materna que nunca tuvo. Suspiró pero en cuanto sintió el aroma del alfa se levantó, no era habitual pero al estar solos lo abrazó en cuánto entró. Te extrañé. Murmuró mientras restregaba su mejilla contra él, olía el jabón con que el otro se duchaba siempre que hacía ejercicio. Lentamente le llevó a la cocina donde le sirvió la comida que había hecho para él, al inicio se sintió avergonzado como le preocupaba más complacer al otro que a su propio esposo. Duerme conmigo... Pidió cuando se sentó al lado luego de servirle.
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Cabeceó un poco, debía ser los recuerdos o sus poderes de fénix pero sentía algo de fiebre, era raro, pensó en dormir pero el otro despertó. Su primer impulso también fue abrazarlo, aliviado de verlo abrir sus ojos, sonrió al escuchar el tono cariñoso tan diferente al cargado de odio que le dirigía el adolescente siempre, sabe que se merecía el odio de Alex pero escucharlo como en sus memorias le alivió tanto que lloró, ah, no cree que haya nacido para ser un alfa tradicional cuando siente las tibias lágrimas deslizarse por su rostro, en cierta envidiaba a Cain. El hielo de Alex nunca duele. Tenía sus mejillas sonrosadas, se adentró en la cama junto a él. Todavía era el esposo de Shen pero sabe que el otro no se molestaría, desde que se habían reencontrado con sus destinados todo estaba volviendo a su estado original. ¿Me prefieres omega? Soy un idiota como alfa... Un poco como Alex en el pasado. Comentó con leve tono de reproche, no olvida que el otro pasaba sus celos con otras parejas o cuando discutieron un poco antes de iniciar una relación este se había ido con un elfo.. -
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El repentino acercamiento del omega fue extraño, pues era él quien normalmente iniciaba todos los contactos, pero no por ello le resultó desagradable, de cierta forma le era solamente ajeno a su realidad, con su peculiar situación familiar, recibir afecto tan pronto era visto. Comenzó a comer y solo se detuvo cuando el pelinegro ofreció de aquella forma pasar la noche con él, asintió, lo aceptaría todo, no le importaba demasiado el matrimonio del otro de todas formas, ellos dos se pertenecían. Cuando terminó ayudó al otro al menos acomodando los utencilios, descubrió hace un tiempo que era una tarea de la que podía ocuparse sin romper lo que ocupaba.
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Sonríe por inercia cuando le dice que su hielo no lo ha lastimado, era bueno, le hacía olvidarse incluso de su creciente pena, al menos hasta que el pelirrojo lo menciona en voz alta. Aclara su garganta desviando la mirada a la par, apenado. Si, pude notarlo, eras algo fácil de manos.. era la forma de suavizarlo, para él, aquel pelirrojo era un pervertido que le gustaban rubios y jóvenes, lo sabía porque Shen le mencionó que anteriormente tuvo un amorío. Era un poco más razonable ahora pensarlo de esa forma, el otro lo buscaba de forma inconsciente. Golpeó su frente con su dedo índice, no muy fuerte. Con eso estamos a mano. decidió.
No olvidaba lo mal que lo hizo sentirse que el otro lo buscase de esa forma cuando claramente tenía un esposo y más con un hijo en camino, ah cierto.. ellos.. ¿Es tuyo el bebé? preguntó seriamente. Existían cosas que podría o no aceptar en aquel momento, él no era tan sencillo como Cain y si ellos realmente habían traído vida al mundo.. no sabía si perdonaría tan fácil al otro.. -
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Su mirada se suavizó en cuánto observó el asentimiento. Cuando conoció a Yuu este le dijo que solía mirar con resentimiento a los demás, cuando se abrió al ajeno y a Adler simplemente cambió su semblante a uno inexpresivo, no recuerda el motivo por el cual no suele sonreír o mostrarse con vida habitualmente... Pero ahora frente al alfa cree su problema no era nada, Cain tenía peor expresión que él e intimidaba fácilmente. Emmet y Alex le comentaron el desastre que era el el rubio en los quehaceres y se sintió algo nervioso cuando este se acercó. Por suerte la vajilla favorita de Yuu y la taza de café de Adler estaban a salvo. Limpió un poco y lo tomó de la mano, su habitación es la que comparte con Yuuki así que no sabe si es correcto llevarlo ahí. Te seguiré. Exclamó, si el ajeno quiere usar su cama o ir a su propia habitación le daba igual, tan solo quería pasar con él.
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Sus cejas se arquean en un suave gesto que da camino a la risa, era sin duda gracioso pensar como sus papeles se habían invertido. En realidad no le molestaba del todo, amaba a Alex y no creía ser tan posesivo como los otros así que puede perdonar las infidelidades sin recurrir a la violencia. Recuerda que su relación era la más pacífica, Cain y Shen solían tener peleas acaloradas por celos, Adler era posesivo y el juguete de Emmet. Se acercó en busca de un abrazo nuevo cuando la pregunta del ajeno le hizo detenerse. Shen no es como yo. Exclama, en la vida pasada el pelinegro fue un incubo por sucesos desafortunados pero luego de conocer a su alfa había descartado cualquier aventura, en esa vez fue algo similar, se siente realmente culpable de haber sido un idiota que lo engañó cuando piensa eso. Alex... Murmuró haciendo un leve puchero. Es solo cuestión de tiempo para que Cain marque su territorio otra vez. No le sorprendería si incluso mañana entra y se encuentra con que su esposo tiene la mordida del adolescente. Realmente no recordaba nada y no creí que volviéramos a encontrarnos. Intenta dar una pequeña excusa mientras baja su cabeza, era un alfa ahora pero sus gestos seguían siendo los mismos de cuando fue un omega fénix ingenuo.. -
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Era ajeno al miedo que el otro tenía de que rompiese sus cosas, estaba bastante enfocado en no romper nada en general y se sentía satisfecho cuando fue así, su madre estaría orgullosa de él, esperaba que pronto los visitara. Por supuesto que lo tomase de la mano era una clara invitación para él por lo que lo cargó y lo llevó a la habitación que compartía con el pelirrojo, podía sentir el aroma de su hermano y aquel adulto en su propio hogar asi que ir ahí sería molesto. Esta bien aqui. fue lo que le indicó. Primero lo dejó en la cama suavemente, no deseaba lastimarlo, asi que era lo más cuidadoso que se le permitía serlo con aquella contextura.
Después se despojó de su camisa sin cortar aquel contacto visual que mantenían, se hubiese sacado los pantalones pero no llevaba ropa interior en ese momento así que era mejor no hacerlo. Pronto encontró comodidad a su lado, lo abrazó sin dudarlo un segundo, manteniendo al otro protegido a la altura de su pecho.
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La sonrisa que mantenía hasta entonces se borró de su rostro, el pelirrojo realmente.. No sería extraño que incluso sin hijo de por medio lo hubiesen hecho en repetidas ocasiones. Yo.. no soy como Cain. responde. No era un idiota como su hermano que solo podía interesarse por la otra persona, el tenía sentimientos, un corazón que le dolía al enfrentar una verdad demasiado tortuosa. Se incorporó porque sentía que se asfixiaba en aquel sitio, retrocedió cuanto pudo y se sentó en un rincón de la habitación en el suelo. Aunque cada parte de mi solo puede gritarme lo mucho que te necesito a mi lado, otra parte de mi.. no puede evitar sentirse traicionada porque no me esperaste.. responde ahora que tiene un poco más de espacio y control.
Tener un hijo.. nosotros ni siquiera en nuestra primera vida... no habían proceado porque era díficil hacerlo por su naturaleza de elementos opuesta, vio al pelirrojo consumirse por culpa, e intentaron de diversas formas pero jamás lo consiguieron. Yuu siempre deseó un hijo y yo no pude dárselo, así que supongo que es mi castigo. en ese punto las lágrimas se acumularon en sus ojos, no era su culpa, generalmente no se dejaba ver así, pero el ciclo de celo lo afectaba.. -
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A veces sentía que aquel podía leer sus pensamientos, mejor que Yuu incluso. Cain parecía saber lo que quería siempre, como en ese momento que deseaba sentirlo cerca, aunque fuese solo un abrazo. Se despojó de su propia camisa también, en su piel se exhibía la marca de nacimiento del posesivo dragón que cubría sus hombros. Se abrazó al cuerpo contrario, por algún motivo el aroma y calor de este le calmaba totalmente y le provocaba olvidar todo lo demás, ni siquiera pensaba en su matrimonio. Su mejilla volvió a restregarse. No me dejes. Murmuró de nuevo, era mayor que el adolescente y aunque olvidaba su matrimonio no podía olvidar que se encontraba en cinta en ese momento, por lo mismo se sentía indeciso de iniciar un encuentro sexual aunque su cuerpo se lo pudiera. El aroma del otro además de relajarlo provocaba su propio celo lentamente, lo sentía por el calor en sus mejillas y la incomodidad que descendía en su cuerpo. Se aferró con un poco más de fuerza.
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Lo observó levantarse, sus cejas se mantenían arqueadas mientras lo escuchaba, las palabras de Alex le hicieron recordar el pasado donde intentó todos los métodos que le sugirió Emmet y que ellos investigaron, la mayoría eran incómodos y algunos dolorosos pero siempre deseó tener su propio hijo con el otro, especialmente cuando Ning y Naraka crecían con tanta libertad... Caleb y Jason también eran unos niños adorables. Hizo un puchero, era su culpa también, Alex hubiera podido tener hijos si su pareja hubiese sido otra pero no era el punto. Sacudió la cabeza para volver a su coyuntura actual. ¿Me odias? Murmuró, era una pregunta que escapó de sus labios y que lo asustó también, no necesitaba la respuesta, no quería saberla. No recordaba nada... De verdad, lo siento. Abrió la boca un par de veces pero no sabía qué palabras usar, se levantó para estar un poco más cerca pero sin invadir el espacio del otro, si el rubio había tomado su distancia no quería hacerlo sentir peor con acercarse. Ciertamente prefiere mil veces ser un omega, no recuerda haber tenido que sentirse así en el pasado... No llores, bebé. Susurró de nuevo, en el pasado le solía decir como broma luego de que Emmet tratara como un niño inmaduro al Alex que volvió sin un brazo.. -
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No sabe porque las palabras del otro lo afectaron tanto, lo suficiente para enseñar escamas en su piel, sus ojos cambiaron de color, enseñando su verdadera naturaleza. Nunca te abandoné. no sabe porque le dedica esas palabras hasta que recae en el detalle de su tatuaje, delinea los patrones que fueron dibujados en su piel son las yemas de sus dedos mientras sus uñas se convierten lentamente en garras, no lo lastima sin embargo, parece encontrar la fuerza de voluntad suficiente. Cuando sus ojos se encuentran sus alas se enseñan cubriendo la escasa iluminación de la habitación, se encuentra totalmente transformado porque ha reaccionado a su celo, pero sin embargo su mente se encuentra en control, como si hubiese esperado ese momento toda su vida.
Sostiene su rostro. Shen. susurra. Su nombre nunca se ha escuchado mejor en sus labios y solo desea volver a repetirlo hasta que acabe esa vida mortal que poseen.
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Odia estremecerse cuando el otro se aproxima, también le da pena admitir que pese a los esfuerzos de su madre continuaba en su celo actualmente, por lo que su transformación hace aparición una segunda vez, en esta oportunidad sin el hielo rodeándolo, se esfuerza por no dañar al otro como su naturaleza parecía desear hacerlo. Lo sé. responde. No quiere decirlo, pero es una respuesta atorada en su garganta. Eso solo significa que para Yuu cualquiera estaría bien.. puedes tener a otra persona a tu lado.. lo dice con dolor, su corazón duele, solo pensar en que aquella vida que el otro llevaba en su vientre era a causa del pelirrojo lo enfurecía y también le hacía darse cuenta que alguien mas, fuese o no el pelinegro, podía darle la una vida completa.
Incluso aunque sea un omega, nada asegura que en esta vida yo pueda darte hijos.. sufrirías a mi lado. esconde su rostro entre sus piernas porque enfrentarse a él es muy doloroso. Yo haré lo mismo, buscaré a alguien a quien no le moleste un omega defectuoso.. -
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Las palabras le estremecen y acentúan un leve dolor de cabeza que provoca la transformación del otro. Lo normal sería asustarse pero para él es tan natural que Cain posea esa forma que realmente ni siquiera lo piensa... Acaricia las escamas ajenas, la jaqueca está ahí pero lleva tiempo deseando recordar, los sueños, el aroma... Observar su rostro le trae pequeños fragmentos pero necesita más... Mentiroso. Murmura, si no lo hubiera abandonado nunca no estarían en ese desastre de situación... ¿Desastre? Yuu... La exclamación que escapa de sus labios es un leve efecto de dolor, rompe el inexpresivo rostro que mantenía para arquear las cejas, las pocas expresiones de su vida solían girar entorno a esas situaciones... Dolor, placer...
Esconde la cabeza porque no desea verlo cuando recuerda lentamente... Sí, la transformación del otro es suficiente, Cain había sido el primero en mostrarle que pasar un celo no necesitaba ser asqueroso, que podía sentirse feliz ser poseído. Mentiroso... Son pequeñas lágrimas, en esta vida tampoco ha podido preñarse primero del rubio.
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Había decidido mantener la distancia para respetar al otro pero en cuanto escucha lo que dice frunce las cejas haciendo un puchero, indignado incluso... Deshace el espacio entre ambos sin importarle. ¡No! Es lo primero que dice, puede soportar si Alex quiere engañarlo mientras el rubio siga a su lado pero que se entregue sin querer volver a verlo... No, no puede vivir así jamás, prefiere que lo pisotee a su lado que vivir sin él. Para empezar, lo que realmente quería era un hijo con Alex, sino, no tenía sentido... Dice decidido, estuvo muy feliz cuando Shen le dijo que tendrían un hijo pero con sus memorias de vuelta no puede evitar sentirse raro, en especial porque el asiático era su hermano en la vida pasada, aunque nunca hubieran compartido sangre lo amaba como uno. Además... Con Shen fue solo porque me sentía bien creyendo que era mi destinado pero era nuestro vínculo de familia... Ah, ahora también soy un idiota con incesto. Exclama frustrado conforme recuenta sus faltas, si lo piensa, no tiene el mínimo derecho de tocar al Alex puro de ahora. El celo lo huele pero hace todo lo posible para mantener su cabeza, sus mejillas arden pero no era el momento, no quería abusar del otro cuando el corazón de este no estaba listo. Alex, solo puedes ser tú.. -
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No en esta vida, no en las próximas. sabe de donde proviene su dolor, porque el mismo se sentía de esa forma, sabiendo que el otro no le pertenecía nuevamente del todo. No te abandonaré, siempre encontraré a Shen. junta sus frentes, el calor que emana su cuerpo de forma natural se hace presente entre ambos. Te robaré las veces que sean necesarias, porque Shen es mío, siempre lo será. las circunstancias no le importaban, solo tenerlo a su lado era suficiente. Toma su posición sobre él sin apoyar del todo su peso, sabe que la naturaleza de incubo del otro no debe ser tan fuerte como en el pasado asi que no puede presionarlo, en especial porque él se encuentra casi por completo transformado.
Se mío. suplica.
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Se asusta ante lo repentino de su respuesta, Yuu jamás le había alzado la voz de esa forma, quizás una vez cuando habían tenido un descuerdo serio, pero nada igual a lo reciente. Su cabeza le duele, el celo es demasiado fuerte a lado de aquel pelirrojo. ¿Por qué no me encontraste antes? le pregunta sin poder evitarlo, sabe que ninguno de ellos podría haber hecho nada, ni siquiera su madre, este parecía realmente rendido al destino y dejaba suceder las situaciones según aparecieran. Sus hombros tiemblan porque ya no puede contener el llanto, descarga todos sus sentimientos ahí, todo el dolor que lo ocasiona su situación actual, se mantiene de esa forma hasta que consigue calmarse y finalmente observa al otro.
Si me hubieses encontrado antes serías un criminal.. susurra. Tenían una diferencia de edad que no podía ser obviada fácilmente, incluso en ese momento apenas tenía diecisiete, no sería legal siquiera sugerir algo entre ellos hasta que cumpliese la mayoría de edad. Se ríe secando sus lágrimas, Yuu.. su inocente Yuu sería un criminal por su culpa. La última vez.. yo tomé la viriginidad de Yuu. mencionó. La primera vez, con ello hablaba de su primera vida a su lado, porque realmente no recordaba las que le seguian a esa. Entonces, esta vez.. Yuu debe hacerlo. sus mejillas ardían, no sabía si por la verguenza o por los efectos del celo.
Extendió sus brazos en su dirección rodeando su cuello con sus brazos. Aún no te he perdonado del todo, pero.. un mundo sin Yuu en él, lo odiaría.. -
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Las palabras del otro provocan lágrimas de nuevo, no recordaba si habían tenido alguna otra vida anterior a esta pero está seguro de que era verdad, Cain siempre era capaz de encontrarlo, incluso ahora aunque fuese un adolescente podía hacerlo rendirse de esa forma. La marca que se dibuja en su vientre era su sello de incubo, un seductor útero en forma de corazón de un indecente rosa... La magia ajena le estimulaba, su naturaleza era débil pero no importaba. Separó las piernas, por sus recuerdos sabe que el otro se está conteniendo en esos momentos pero no lo culpa, no ha recuperado sus poderes y podrían salir mal las cosas pero no importaba. Siempre lo he sido. Exclamó como respuesta, lo amaba, muchas cosas le hacían enojar pero también le hacían feliz. Se impulsó a unir sus labios, el contacto pasó de ser un suave beso a un encuentro húmedo de sus lenguas, su saliva era un afrodisíaco.
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Lo ama tanto, más que a su propia vida pero nunca se ha imaginado tomando a un Alex demasiado joven, si lo hubiese encontrado antes lo habría tratado como a un adorable niño sin duda... Lo tomó entre sus brazos, acariciando sus hombros y su espalda para tranquilizarlo, sí, era un criminal, ahora que lo piensa Shen también tenía la edad de Alex cuando lo tomó en esta vida. Ugh.
Se siente en conflicto, especialmente porque el celo del otro le ha provocado una erección desde hace unos momentos. Su rostro tiene una expresión conflictuada, no está feliz de que no le perdone del todo pero está muy feliz de que le haya perdonado un poco... Ah, se hundió en los brazos ajenos. Te amo. Al menos pensaban igual, no sabe si como fénix podría morir pero preferiría seguirse suicidando eternamente si no podía estar con el rubio. Seré gentil... Murmura, sus memorias como omega y alfa se anteponen por lo que ahora se sentía bastante torpe de cómo proceder. La mano que adentra entre las ropas ajenas tiembla un poco.. -
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Debe detener los besos contra sus más bajos instintos porque de no hacerlo estarían en una situación peligrosa, el pelinegro era más delicado de lo que parecía, sentía algo similar en su cabeza a la voz de su madre diciéndole que se controlara, no le sorprendería si realmente resultaba ser el rubio quien le dedicara esas palabras, nunca se sabía. Acomoda su cuerpo a su lado, lo sostiene de forma en que descanse su cabeza en su pecho, es agradable hacerlo de ese modo. Pronto. asegura, no era el momento en que ellos dos estuvieran en una situación así dado lo delicado de su estado actual.
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Quizás porque lo ha desposado anteriormente y han vivido un largo tiempo juntos es que lo conoce, sabe cuándo el fénix está nervioso, el temblor en sus manos también lo delataba. Detiene sus avances sosteniendo su mano a la altura de su rostro, su piel es fría, especialmente cuando se encuentra en celo, algo contradictorio pensaba. Yo también seré gentil Yuu. responde sonriendo. Lo deja bajo su cuerpo, desde esa posición se encarga de sus prendas superiores dejándolas a un lado de la cama, es la primera vez que le enseña su brazo completamente expuesto, pero para su sorpresa en esta oportunidad ya no presenta el color negro, sino que es el tono de su piel que lo cubre. Toca su ojo en busca de la cicatriz que tenía y al no sentir la textura de esta suspira aliviado.
Parece ser que te necesitaba a mi lado para deshacerme de mis heridas. no era la primera vez, ya que en el pasado también había sido así. Une sus labios, podía sentir pequeñas gotas deslizarse sobre su piel producto de la diferencia entre las temperaturas de sus cuerpos.. -
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La vez anterior habían sido detenidos por Emmet, la condición de su cuerpo siempre había sido débil, presiente que es por la misma marca que el dragón selló en él siglos atrás, su cuerpo rechazaba instintivamente la marca de Yuuki y ahora que estaba preñado también se encontraba en una situación peligrosa, suspiró al separarse. Es tu culpa Murmuró, sabe que con la diferencia de edad el contrario era muy joven para haberlo encontrado antes, pero de todas formas no puede evitar no culparlo ahora que estaba frustrado de los desastres entre sus vidas.
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Los recuerdos han fluido lentamente en él, en el pasado tenían géneros diferentes pero recuerda como su energía servía al contrario, también había sido gracias a Alex que había podido recuperar la vista. Sus manos se deslizaron sobre la piel ajena, el frío estaba presente y no le molestaba, siempre había aceptado todo de Alex en el pasado. Siempre has sido muy impulsivo Murmuró recordando cuando el contrario apareció frente a él con esas heridas. Deshace sus prendas para encontrar con diversión como la temperatura era contraria a la erección que exhibía el menor, ese factor le parecía adorable en el pasado y ahora también. Es extraño... en el pasado esa era mi posición Comentó entre risas antes de volver a unir sus labios, el interior de su boca estaba helado de igual forma pero no le molestaba, su propia temperatura siempre había contrarrestado la contraria en un complemento ideal. Lo abrazó, no importaba que hubieran empezado mal nuevamente, ahora que estaban juntos no podía pensar en algo más, Alex había tomado sus primeras veces en el pasado y junto al mayor había criado una familia, ahora podría hacerlo de nuevo. Su propia erección despierta, empuja contra la piel contraria todavía atrapada bajo la tela.
Todavía era un delito lo que hacían, pero incluso en el pasado ellos no habían vivido aferrados a ninguna ley..
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