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.Esa mañana peleé con Clara.
—Sabes que puedes contarme lo que sea que te esté pasando —me dijo a la hora del almuerzo.
—Está bien, no tengo tiempo, eso es todo, tengo que dar lo mejor en mis exámenes, así que quiero estar concentrado —contesté sin mirarla.
Se indignó, por supuesto. Habíamos estado juntos desde la escuela, jamás le diría algo como eso a no ser que estuviera enojado con ella.
—Bien, eso es todo —contestó y se levantó.
Acabé renegando encerrado en el baño, lo último que quería era perder a mis amigos. Me llamó la atención no ver a Melissa ese día, ella nunca faltaba.Attached Image
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Al llegar a casa el hombre me esperaba parado en la puerta.
—Ven conmigo —dijo y me llevó hasta un coche estacionado frente al apartamento.
Condujimos una hora y media, en completo silencio. Él no era de muchas palabras y yo no sabía qué decirle, o de qué conversar. No era como que le iba a contar sobre mi día en el colegio, o mis problemas familiares. Yo estaba casi secuestrado.
Pronto llegamos a una casa de aspecto elegante, la cual parecía pertenecer a una persona muy adinerada. Estacionó el coche y caminamos hacia la puerta.
—Hay cosas que es mejor mostrarlas que explicarlas. Ya sabes, ver para creer —explicó. No entendí el punto.
La puerta se abrió y ambos caminamos hacia el salón principal. Todo estaba decorado de rojo: las paredes, la alfombra; todo, hasta las cortinas. A los lados había estatuas tenebrosas de gárgolas, me dieron escalofríos.
Escuché el sonido del piano que venía desde otra habitación y el hombre que me acompañaba me sonrió antes de continuar hacia allí.
—No te quedes atrás —me sugirió.
En el piano había otro hombre, canoso, vestido de negro. Mi acompañante lo enfrentó, él señor canoso dijo algo como: "quién es usted y qué hace en mi c..." cuando sin decirle nada le clavó una especie de estaca de madera en el pecho. El hombre chilló estrepitosamente mientras se desvanecía en un humo lila; la sangre se esparció por todo el lugar, otra vez. Yo estaba parado con los ojos abiertos de par en par, sin saber cómo reaccionar. Todo sucedió tan rápido que parecía un show de cámara oculta.Attached Image
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—Esto es lo que hago, mato demonios —explicó.
Me senté en el suelo, temblando. Necesitaba pensar sobre lo que estaba pasando. Ahora el hombre detrás de mí tocaba el piano, una melodía suave, mientras mis nervios intentaban calmarse sobre el suelo de la lujosa mansión.
—¿Cuál... cuál es tu nombre? —pregunté de repente.
—Lyssandro —me contestó.Attached Image
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Volvimos a casa después de que pude recuperarme.
¿Demonios? El hombre en la playa, ¿también era un demonio? Lyssandro tampoco parecía un humano común y corriente. Yo estaba aturdido, era de locos hablar de humanos y demonios con tal naturalidad. No podía negar lo que mis ojos habían visto. Era eso por lo que Lyssandro no quería ser descubierto, porque tenía un "trabajo" poco convencional. Por lo visto, tampoco quería quedar como el malo, ¿por eso me había mostrado lo que hacía? Me sentí aliviado... ¿Aliviado? Bueno, Lyssandro no era un psicópata. Aunque no sé si era un héroe.
Cuando llegamos, me enfrentó en mi habitación, yo seguía algo perdido con los sentimientos que estaban dando vueltas en mi cabeza.
—Dime en qué estás pensando... —me pidió con voz amable.
—No lo sé, ¿qué pretendes de mí? Estoy muy asustado —contesté con total sinceridad.
Lyssandro se acercó a mí y besó mi frente, cerré los ojos, lo dejé ser. Tenía que confesarlo, al menos para mí mismo, él me atraía.
Entonces vio la oportunidad, mi pasividad ante sus atenciones, y me besó. Otra vez estaba asaltando mi boca en un beso atrevido, al cual correspondí sin pena. Esta vez estaba muy despierto, era consciente de lo que estaba pasando.Attached Image
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—Agustín... me gustas —me confesó entre los labios.
Me dejé llevar por él, por sus manos de nuevo recorriendo mi cuerpo; me estaba volviendo loco con sus caricias, con sus besos, nunca había sentido nada igual.Attached Image
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Nos enredamos de nuevo, me desnudó en mi cama, y volvió a tomarme. No me reconocí. El sexo era demasiado bueno como para negarme a que sucediera. Attached Image
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Próxima actualización 15/05
¿Les está gustando la historia? Lyssandro es mi sim favorito, juego con él hace años.Attached Image
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Nota de autor
¡Hola! Esto que estoy haciendo aquí es un ejercicio de "escritura creativa".
Escribo en Wattpad, así que si les interesa mi onda, puedo dejarles el link a mi perfil. Les juro que esas historias sí son buenas, jaja.
Ahorita llevo meses con un bloqueo, así que estoy tratando de abrir mi cabeza, de activar mi imaginación; por decirlo de alguna manera. La historia que están leyendo no tiene planificación, voy escribiendo lo que se me ocurre mientras juego mi partida de TS4.
Viendo lo que va de la trama, me acabo de dar cuenta que OLVIDÉ que Agustín debería trabajar
. Si recuerdan, puse que trabajaba en el almacén de los padres de su "mejor amigo", que nunca lo llamó para preguntarle: "Hey, ¿vienes a trabajar o qué?". Ni siquiera presenté a quién sería su mejor amigo, tremendo 
. Pero son cosas que pasan cuando estas tecleando a lo loco sin rumbo.
Me encantaría leer sus comentarios sobre esta... "historia", sobre esta locura sin pies ni cabeza, para que esto sea más entretenido para tod@s. Es mucho pedir, pero sería genial, quizá podrían darme ideas; amaría complacer peticiones.
Quiero que sepan que estoy haciendo esto aquí porque en Wattpad no puedo subir porno. Ah.Fin de nota
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Inocente
Día tres después de Lyssandro.
Tuve que volver al trabajo después de mis días de licencia por estudio. Los exámenes habían terminado, y la fiesta de graduación era por la noche. No esperaba obtener las mejores notas, el estrés que estaba viviendo no me había permitido estudiar todo lo que quería, pero algo me decía que los resultados serían al menos aceptables.
Fui al colegio, Clara se sentó en los asientos de atrás; conversó con otros compañeros y no habló conmigo. Mi estado de ánimo había cambiado, no me sentía triste o atormentado, más bien preocupado. Era un poco solitario no poder compartir lo que me estaba pasando con nadie. Yo estaba cooperando con un cazador de monstruos, y además... Bueno, eso. Mi relación con Lyssando cambió de un momento a otro: anoche dormimos juntos, esta mañana desayunamos juntos, y hasta... nos bañamos juntos. Luego él se vistió y salió de la casa. No me dice a dónde va o qué hace, quiero preguntarle, pero siento que es temprano para cruzar algunos límites.
Llegué a casa, almorcé y me fui en bici al trabajo. Cuando llegué me cambié, charlé un poco con la madre de Julián, mi mejor amigo, inicié mis actividades y al terminar salí con él a dar una vuelta, quería planear cómo iríamos al baile juntos.
Julián era el chico más guapo y carismático de nuestro colegio, la mayoría de las chicas tenían algo que decir sobre él, pero a él no le gustaba ninguna chica. Era bastante arisco con las mujeres, así que no tenía con quién ir al baile, al igual que yo, que me había peleado con Clara, a quien quería invitar.
Como estamos en período de exámenes, y estamos en diferentes clases, nos habíamos visto muy poco en el colegio durante estos tres días, así que no tuvimos tiempo suficiente para conversar sobre el baile. Julián no estaba verdaderamente entusiasmado sobre eso, así que tampoco lo mencionaba por mensajes de texto. Igualmente tenía varios chismes que compartirle además del baile.Attached Image
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Le conté todo a Julián. Todo menos lo de los monstruos, y Lyssandro.
Que me había peleado con Clara —no mentí del todo, porque le dije que estaba estresado por los exámenes—. Que estaba preocupado por Melissa ya que no contestaba su teléfono —ella era una amiga en común del grupo—, y la discusión telefónica con mi abuelo.
Lyssandro ya no era un secreto, era mi secreto. Monstruos, asesinatos, Lyssandro, el "pum-pum". Todo una bola de cosas raras que al mirar la normalidad a mi alrededor me parecía que era un invento extraño de mi cabeza y que me había vuelto completamente loco.
Me quedé hasta la noche con Julián, me prestó ropa y fuimos al baile. Clara se veía hermosa, pero mantuvo una distancia abismal entre ambos, la cual mis amigos trataron de acortar de mil maneras. Al final Julián salió rey del baile, no me sorprendía, porque había bailado como un loco toda la noche en medio de la pista.Attached Image
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Después del baile decidimos continuar con la fiesta en el parque de diversiones.
¿Recuerdan que había dicho que el día que conocí a Lyssandro mi vida se había convertido en una película de terror adolescente? Bueno, a esto me refería.
Me acerqué a Clara para hacer las pases, ella no quiso continuar enojada conmigo, así que pudimos abrazarnos y hacer de cuenta que había tenido un mal día. Estábamos conversando cuando algo extraño pasó detrás de ella.
—Ay, ¡su puta madre! —grité.
No pude ver bien qué era, pero estaba seguro de que mis ojos no me habían engañado. Me sobresalté, ella me miró extrañada.Attached Image
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Busqué con la vista y vi una cosa extraña y peluda corriendo a esconderse detrás de uno de los puestos de comida. ¿En serio? ¿En un lugar lleno de gente?
Enseguida le mandé un mensaje a Lyssandro, y le pedí a mis amigos que nos reuniéramos detrás de la casa embrujada. Tenía que esconderlos antes de que esa criatura decidiera atacar a alguien.
Nos juntamos ahí, pensaron que estaba por hacer alguna especie de broma y les seguí el juego, pensé que estaríamos bien. Entonces esa criatura apareció detrás de nosotros y se lanzó sobre una de nuestras amigas.
—¡Corran! —grité y me fui hacia la salida trasera del parque, hacia la reserva.
Todos se dispersaron corriendo, gritando de terror. Mientras corría vi a la criatura pasar por mi lado, me cubrí con ambos brazos, pensando que me atacaría, sin embargo continuó hacia la reserva.
Llamé a Lyssandro.
—¡Va hacia la reserva! —le dije con la respiración agitada por la carrera.
—Ahí lo espero —contestó Lyssandro y colgó.
Mi idea era huir lo más lejos que pudiera, sin embargo, corrí detrás de la criatura.Attached Image
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Lyssandro lo esperó en medio del camino con su infinita tranquilidad y una escopeta en la mano.
Cuando la bestia se acercó a él, le disparó. Fue un instante.Attached Image
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Alcancé a Lyssandro en el camino.
—¡Carajo, Lyssandro!, ¡llegaste tarde! ¡Esa cosa mató a una de nuestras compañeras de curso! —grité histérico.
—¿Y qué crees? ¿Que voy a aparecer por arte de magia? Vine corriendo —contestó sereno.
—¡Pues corres muy rápido! —volví a quejarme y me cubrí la cara—. ¿¡Cómo va a aparecer en un lugar lleno de gente!? ¡Necesito saber qué está pasando!
Seguramente le parecí cómico en mi estado de nervios, porque se tuvo que reír.
—Escucha, respira... —pidió con esa voz amable que me crispaba los nervios—. Es verdad, es raro. Lo haré simple: la criatura es un licántropo, usualmente tienen vidas pacíficas, se mezclan con las personas, no usan esta forma salvaje; se ven como simples humanos. Y sí, no atacan a las personas. Pero si notaste el extraño resplandor, estaba poseído por una energía maligna. Las criaturas de esta ciudad están siendo controladas, y eso, es lo que estoy tratando de resolver, ya que es irreversible.
—¿Hay más criaturas? —pregunté de camino a casa.
—Vampiros, sirenas, tritones, licántropos, demonios... Sí. No todos son malos, pero algunos han asesinado a muchas personas bajo una influencia negativa muy poderosa —explicó—. El hombre que matamos ayer, era un vampiro, asesinó y violó a muchos jóvenes esta semana... Usualmente llevaba una vida tranquila, es una pena, pero una vez poseídos, pierden su conciencia.Attached Image
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Cuando llegamos a casa fui derecho a la cocina. Estaba cansado y muriendo de hambre, así que iba a prepararme unas tostadas de queso en el sartén. Lyssandro me atrapó contra la mesada por la espalda, lo miré sobre mi hombro con el ceño fruncido.
—¿Estás enojado conmigo? —preguntó con una sonrisa burlona.
—Estoy cansado y te juro que muy, muy tenso... —contesté.
No le importó, sus manos comenzaron a hacer travesuras debajo de mi chaqueta.
—Lyssandro... —susurré—. Tú... ¿te excitas cuando... matas? —pregunté tímido.
—Me gusta tener sexo después de cazar, me ayuda a liberar la adrenalina que corre por mis venas cuando enfrento el peligro... —contestó y comenzó a desvestirme—. Lo que me excita es el peligro... y tu cara.
Contuve un grito de desaprobación, maldito hijo de puta, quería pegarle por hacerme ruborizar hasta las orejas.
Esta vez no quería quedarme atrás, y lo ayudé a quitarse la ropa sucia. Comenzó a prepararme contra la mesada, penetrándome con sus dedos hasta que mi agujero húmedo cedió tanto como quería. Luego me trepó sobre su cintura, enterrándome su pene duro y caliente.
—¿Nadie te lo había dicho antes? Tienes una cara preciosa. Eres muy erótico, Agustin —decía con voz grave y sensual.
—Cállate... —ordené, haciendo que se riera.
—Tu cuerpo delicado, tu piel tan blanca, tus lunares como una constelación que se dibuja en tu pecho —continuó—. Todo es precioso.
—Basta, Ly... Lyssandro —me cubrí el rostro.
¿Qué era este sonido? Eran latidos, fuertes, en mis oídos. Me pregunté si él también podía oírlos.Attached Image
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Inocente (+18, contenido sexual explícito) |
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