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.Al inicio las lecciones le resultaban aburridas, recibía materias mucho más avanzadas para su edad y siempre se encontraba leyendo libros repletos de letras y números. Sin embargo, poder hacer uso de su conocimiento para complacer al mayor hizo que valiera la pena. Sabía la historia de su país y de los países vecinos en su continente, no así, fuera de Asia no había adquirido mucho conocimiento, nunca sintió la necesidad. Mi esposo sabe más de su país, podrías instruirme Sonrió, a diferencia del omega había ignorado la mayoría de maldiciones. Su familia le había educado férreamente a utilizar sus poderes en misiones y solo contra enemigos poderosos, no veían necesidad por hacer caridad de esa manera.
La mirada curiosa se mantiene sobre el mayor cuando habla, no podía comprender la necesidad que sentía el contrario por proteger a los demás, mucho menos a los humanos que ni siquiera eran conscientes del peligro. Nunca lo había pensado, mi madre siempre se refirió a ellos como monos Confesó, mas si Emmet deseaba que usara sus poderes para eso podía hacerlo. Al unir sus manos de nuevo le llevó a un arcade, había sentido curiosidad por ese lugar con luces llamativas y tantas máquinas.
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La invasión en su interior era una sensación nueva y ajena a su vez, le llenaba de incomodidad sentir sus carnes separadas de esa manera, pero cuando el contrario alcanzaba cierto punto su voz avivaba lo que generaba en él. Como alfa, no pensó que podía verse de esa manera, mas el reflejo en los ojos de su pareja delatan su estado actual, Alex le enfoca solo a él en su mirada. Su cuerpo no debía distar mucho del de los omegas en su tribu, se da cuenta que el sonrojo en sus mejillas más que vergüenza se trata de furor, los mechones pálidos azulados opacos normalmente por el carmín de la mayor parte de su cabellera, se encuentran resplandecientes como nunca al estar haciendo uso constante de su técnica. De igual forma, sus pezones erectos se sienten sensibles como nunca. El cuerpo de Alex cubrirlo le invita a abrazarlo, nota así la protección del mayor que le revela como ha descuidado controlar su energía y sin embargo, no puede hacer nada al respecto. No me molesta si me lastimas… Es serio al respecto, si el mayor deseaba herirlo no le importaría, es el primero al que deja su cuerpo a voluntad.
Los tres dedos pronto se encargan de dilatar su entrada, el miembro de su pareja es grande y al ser alfa su cuerpo no lubricaba como un omega, no así, quería sentirlo cuanto antes. Por favor… Murmuró contra su oído, su voz ahogada es suplicante como nunca.
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Se encarga de terminar de alimentarlo con calma, ignorando su alrededor como solía hacer la mayoría del tiempo, existía como sirviente desde que nació, su existencia se basaba en obedecer a sus amos, solo le interesaba lo que estos pensaban de él en vez de sirvientes de bajo nivel. Tomó la servilleta de la mesa con la que se encargó de limpiar los rastros de las mejillas de su joven amo, atribuía la torpeza de este a su corta edad aunque ha visto que Hao no se ensuciaba tanto como él. Al terminar le toma en brazos, ha notado la ausencia de los demás integrantes, rara vez se encontraban solos de esa manera. ¿Biblioteca? Cuestiona por el lugar al que deseaba ir, tenían la agenda libre luego del entrenamiento.
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Tan pronto salen de la oficina vuelve a vestir su máscara, no le gustaba como los demás lo veían siempre así que prefería esconderse detrás de eso. En los brazos de Abel se siente seguro y es durante el camino de los pasillos que ve a su madre con Caín de nuevo. Aparentemente pensaba llevarlo a la biblioteca, a él no le gustaban tanto esos lugares. Es feliz de nuevo cuando llegan al jardín, los rayos del sol y el aroma a pasto le agrada, comienza a jugar con tierra apenas baja de los brazos de su amo. Abel, pastel… Comenzó a reunir la tierra para hacer el primer pastel a su amado, realmente disfrutaba más jugando de esa forma que con libros.
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No le extrañaba aquel pensamiento de parte de una familia elitista, la propia había sido así hasta que acabó con ellos, él por su parte no creía en la superioridad de los de su tipo solo por vivir una vida donde pudiera ver y eliminar maldiciones. Se dejó guiar por el menor hasta el arcade, quizás por ser mayor que el moreno es que no se encontraba tan entretenido con la idea de ir en primer lugar, pero desde el momento que contempló la mirada asombrada de Adler y verlo desenvolverse con naturalidad decidió acompañarlo con la misma energía.
Sonrió al otro después de ganarle un oso de felpa. Soy bueno con mis manos. confesó. No pensó que las manualidades que le obligaban a realizar serían suficientes para ayudarle en los juegos de ese tipo, pero aparentemente si lo eran.
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Apoya su frente contra la ajena cuando lo abraza, Yuu es sincero con sus palabras, puede notarlo. Me molesta a mi, Yuu tonto. susurró. Era una maldición, diferente a un espíritu noble como lo era el otro, por eso se prometió cuidarlo de todo, incluso de si mismo. Aprieta los labios cuando insiste nuevamente, en verdad no quería.. pero sería una mentira decir que no lo deseaba de igual forma. Se debe apartar, no solo para respirar un poco y calmarse, sino porque de esa forma no podría deshacerse de sus prendas. No pasa demasiado para que el traje tradicional que portaba se deslice sobre su hombro, a diferencia del espíritu su cuerpo estaba cubierto de cicatrices, no siempre fue una maldición de alto rango, debió aprender rituales de curación más por la necesidad de sobrevivir que por gusto.
Sus manos tiemblan al momento de liberar su virilidad despierta, se siente caliente, por un segundo o dos le tienta librarse de su barrera para sentir algo del aire frío que emana Yuu. Vuelve a tomar lugar sobre su cuerpo, ayuda al otro indicándole que coloque sus piernas alrededor de su cintura e incluso lo ayuda por ser la primera vez teletransportando una almohada en su espalda baja.
No es sencillo forzarse sobre su cuerpo en un inicio, el interior de su yuki-onna se resiste y no se lo deja fácil, tanto así que cuando logra estar por completo en su interior suelta una exhalación de alivio mezclada con placer. Acaricia su cabello con cariño buscando hacer contacto visual. ¿Estás bien.. Yuu?
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Está acostumbrado a ser cuidado por el zorro por lo que solo se deja hacer con facilidad, no era una tarea que cualquiera pudiera cumplir, ya que los únicos a los que toleraba eran los más próximos, siendo su madre y cuidador principal los únicos a los que les permitía decidir por él, guiarlo e incluso acariciarlo a su gusto. Sus ojos brillan ante la mención de la biblioteca, debido a la emoción no tarda en rodear el cuello ajeno con sus brazos pequeños, aferra sus piernas alrededor de su torso esperando a que lo llevara con él.
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Si le preguntaban prefería no ensuciarse o siquiera estar cerca de aquellos que notaba sucios, prefería encontrarse dentro de su hogar porque el sol era molesto, tanta naturaleza era innecesaria. Quizás de ser otra persona Abel hubiese expresado externamente todos los sentimientos negativos que albergaba en su interior, pero al tratarse de Hao solo sonrió suave aproximándose a su lado, sostiene la tierra entre sus manos, sintiendo como esta se adhiere bajo sus uñas, puede sentir de igual forma como sus prendas se ensucian con la acción de acuclillarse para ver más de cerca lo que hacía el menor.
No dudo que Hao se vuelva un gran cocinero. mencionó.. -
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El interior del arcade estaba repleto de luces neon, diferentes máquinas y una gran cantidad de personas pasando un rato agradable. Separado había una sección estilo cafetería vintage donde algunos jugadores se quedaban a descansar después de los juegos. Por su lado, apenas entró llevó a Emmet a los sitios que más llamaban su atención, desde los simuladores de carreras, las máquinas de peleas y las garras metálicas. El peluche era uno de los muñecos en popularidad en el mundo humano, encontraba curioso como mascotas animaloides podían llamar tanto la atención. Gracias, tengo un gran esposo Sonrió al tomar entre sus brazos el muñeco. De igual forma se dispuso a ganar otro para su marido, probó suerte en una más pequeña sacando un llavero. Es un lugar diferente… nunca hubiera considerado usar llaveros antes Comentó a la vez que entregaba un pequeño muñeco con su respectivo aro para llaves.
El día transcurría más rápido de lo que pensaba mientras se divertía.
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Ser de especies diferentes era un reto a veces, Yuuki no podía comprender los pensamientos internos de su pareja, ni la necesidad de Alex de tener esos cuidados con él cuando ni sus propias compañeras de aldeas lo habían tenido. Sus manos acarician los brazos del otro y aunque quisiera apartar la mirada de vergüenza, la curiosidad le lleva a observar fijamente el momento en el que su pareja hace uso de una zona que no había sido ultrajada por nadie más. Es una situación distinta a las anteriores, los recuerdos borrosos de múltiples yukionna presionando su cuerpo y sometiendo su energía se difuminan ante la imagen de Alex sobre él. Sigue sus instrucciones abrazando el torso con sus piernas y tratando de relajar su esfínter, al ser un alfa no se encontraba lubricado de la misma manera.
Su voz es suave, trata de reprimir el quejido doloroso que le provoca ceder ante la invasión, siente como la cabeza del contrario debe golpetear varias veces hasta que logra invadir. Sus mejillas arden al igual que su cuerpo en contraste con la temperatura de la habitación, no le sorprendería ser regañado después porque algunas decoraciones de su alcoba se encuentran congeladas a esas alturas. Se aferró al contrario tomando bocanadas de aire. E-Estoy bien… solo es mi primera vez Murmuró, todo su cuerpo temblaba ante la expectativa de una mezcla de dolor y placer.
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Su rostro se suaviza ante la emoción del contrario y se dirige de inmediato a la gran biblioteca de la mansión, ha notado que esta era una de las más grandes pues ocupaba dos pisos abastecidos de estantes, escritorios y demás herramientas que él no estaba habituado a usar. Abrió el salón y depositó al niño en el suelo para dejarle moverse con libertad. El aroma es débil pero siente rastros de feromonas de alfa que identifica como las de Yuu y Alex. Se lleva una mano a los bolsillos para sacar su medicación y tomar un par de píldoras, era un incordio ser una de las razas de los libidos más fuertes.
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Su felicidad es tal de poder jugar con su persona favorita que sus orejas se encuentran moviéndose levemente al igual que su cola. El jardín era de sus lugares favoritos, cuando al fin está satisfecho de todo el desastre que ha hecho, abraza una vez más a Abel, ambos se encontraban con la ropa y partes del cuerpo sucios. Mamá… regañar Menciona al verse a sí mismo, lo cierto es que no debería terminar de esa manera.. -
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Acaricia la superficie de felpa, los regalos recibidos de su esposo ciertamente parecían agradarle más de aquellos que eran entregados en propósito de ofrenda por sus servicios. Sonríe tomando su mano, en la otra sostiene el premio recientemente ganado para él. Lo curioso de los arcades como esos es que no estaban muy lejos de los casinos, no dudo en pedir al otro que fueran allí, le gustaban las apuestas. Fue el último en integrarse en un juego de cartas, si bien podría terminar con ello con solo usar su habilidad era divertido aprender del mundo humano y sus juegos. Pierde las dos primeras rondas de seguido, pero es animado por sus competidores para seguir, quizás ver a un omega con dinero como él los incitaba a continuar. Le toma un poco de tiempo entender del todo las reglas por lo que para esa ronda queda en segundo lugar y no pierde tanto dinero.
Para la cuarta ronda suma una cantidad alta de fichas con una sonrisa y por supuesto se encarga de ganar la misma. Adler, ¿me viste? cuestionó girando su rostro en búsqueda de su prometido. Podríamos vivir de esto si algún día decidimos escapar. menciona.
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Está atento a las expresiones de su yuki-onna de forma en que es capaz de percatarse pese a sus palabras que no lo estaba llevando bien. Apoya una de sus manos sobre su frente. Guárdalo como secreto. susurró. Se encargó de dirigir su dolor a otro sitio, era su forma más avanzada de técnica, no solo llevar objetos físicos y personas, pero también emociones, ni siquiera su amo era consciente de esta habilidad porque se encargó de esconderla bien. Aprovecho el pequeño lapso en que el otro parecía desear comentar algo para moverse, por supuesto, no había redirigido el placer por lo que solo eliminaba su dolor y curaba sus heridas con la técnica reversa.
Exhalo intentando contenerse, pero era difícil más cuando el cuerpo ajeno se estremecía entre sus brazos y lo escuchaba con una voz que no creería poder asociar con alguien tan puro como Yuu. Sostiene sus caderas con fuerza, ha dejado la almohada que estaba bajo su espalda tirada en algún rincón de la habitación hace unos segundos, solo podía pensar en hundirse con fuerza en su interior, que era una mezcla entre cálido y frío, la sensación enviaba fuertes oleadas de placer a su miembro y le hacía estremecer con violencia.
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Cuando es liberado del agarre se estira un poco, sus ojos siguen curiosos la forma en la que el otro ingiere las pastillas. No duda en aferrarse a su pierna, asociaba la acción con encontrarse enfermo. ¿Duele? preguntó. Si fuera más grande y fuerte podría llevar al zorro a su cama a descansar como el otro siempre lo hacía.
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Aún si sus prendas son un desastre y siente el sudor recorrer su cuerpo no duda en corresponder el abrazo del otro, lo sostiene en el aire porque puede hacerlo, le gusta cuando están juntos. Apoya una de sus mejillas en la contraria escuchando atentamente lo que tiene para decir. Tomemos un baño. de esa forma no tendría que enfrentarse a su madre porque detestaba que otros hablaran mal a su pequeño. Lo llevó con él hasta su baño negándose a la intervención de los sirvientes, era perfectamente capaz de encargarse.
Primero se encarga de limpiar al otro de la suciedad en sus manos y pies para después desvestirlo y repetir el proceso con el resto de su cuerpo, cuando está limpio le indica que se adelante a la bañera. Decide encargarse silenciosamente de su aseo, ha dejado sus lentes a un lado por esta ocasión, así que cuando entra al agua tiene los ojos cerrados para no incomodar al otro.. -
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El casino lo encuentra similar al arcade, de no ser porque a diferencia del primero, ese lugar se encontraba repleto de otras emociones y maldiciones, desde unas lamentándose sobre las máquinas de apuestas, así como otras rebosantes de fervor. La mesa donde su pareja estaba compitiendo no era la excepción, sospecha que incluso esa estaba más llena de otras que ninguna. Mientras estaba a su lado algunas personas se acerca, no comprende la emoción ni cómo las acompañantes buscan sostenerse de su brazo cuando su esposo estaba justo ahí. Un nuevo vistazo a la mesa y puede ver cómo su marido también ha atraído otra clase de miradas, un omega con dinero resultaba muy llamativo en ese lugar. Cuando Emmet le devuelve el contacto visual su rostro se encuentra claramente algo incómodo, tiene una omega en su brazo derecho y una alfa en el izquierdo. Sí, podríamos vivir bien. El sentimiento de desear escapar le recuerda a su infancia, cuando buscaba la escapatoria a una técnica dolorosa de asimilar y limitante. Emmet... Su voz es suave, deseaba irse de ese lugar, pero cuando ve al ajeno tan feliz no puede evitar decidirse a quedarse cuanto quisiera.
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Su mirada se abre cuando descubre la nueva técnica de su pareja, Alex guardaba más secretos de los que creyó. El dolor desaparece de inmediato dejando paso solo al placer y a la nueva sensación. Ha sentido en el pasado cómo utilizan su miembro para la concepción, pero al tener los papeles invertidos puede darse cuenta de la obsesión de los demás... Sentir sus carnes invadidas le agradaba bastante. Sus feromonas son fuertes, agradece que los amos no estén porque los niños no serían capaces de identificar su aroma de esa manera, mas, la verguenza pronto le invade porque es consciente de que esa fragancia no debería salir de un alfa. La energía maldita del mayor, así como las feromonas de Alex se sienten aplastantes, modificando parte de su ser en medio de las embestidas, su cuerpo se ha adaptado lo suficiente para dejar el cojín a un lado, no era necesario, la manera en que sus piernas se aferraban al torso contrario buscando mayor profundidad le causaba infinita pena. Alex... N-No puedes... decirle a nadie más Ha escondido su rostro con las manos, no puede verse en el espejo, pero el reflejo de su imagen en las pupilas contrarias revelan cuán lasciva era su apariencia actual.
Las yukionna eran conocidas como hermosas mujeres en la nieve, conocida también la forma en que atraían viajeros para seducirlos, Yuu pensó que él nunca se vería así, por desgracia, su rostro tan encendido como su cabello y su erección tan dura como nunca la ha sentido, le recuerdan una vez sus raíces. Al ser su primera vez de esa forma, es inevitable que el orgasmo le invada primero. No.. te detengas Suplica al mayor, ha terminado, pero espera que el contrario también lo haga dentro de él.
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La imagen del niño frente a él le provoca sonreír débilmente, Cain se preocupaba de él de una manera extraña. Caín-sama, soy un sirviente Se arrodilla a su altura para recordarle, era normal si él se preocupaba por su amo, mas no al contrario. Acaricia sus mejillas y le señala nuevamente los estantes. Estoy bien, los libros... Indica que regrese su atención a las actividades que le gustaban, por suerte sus supresores funcionaban perfectamente aunque oprimían su energía maldita también.
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Asintió ante la sugerencia del contrario, le agrada cuando Abel no permite a otros sirvientes en el baño, no se sentía cómodo mostrándose a los demás, si no era Shen o el albino prefería bañarse solo. Se retiró su ropa para lavarse, estaba joven pero su madre le había instruido cómo realizar su propio aseo. Abel, espalda... Indica con emoción mientras sostiene el jabón para ayudarle al mayor a lavar su espalda, le gustaba servirlo de esa forma a pesar de que no lo asimilaba como parte de su posición de sirviente.. -
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Había estado tan entretenido con la partida y próximo a iniciar una próxima sosteniendo un cigarro que en algún punto le han tendido que no fue capaz de percatarse como otros sostenían a su esposo, frunce las cejas de inmediato, su energía maldita en un inicio invade suave hasta que no puede contenerla y es suficiente para borrar a las maldiciones alrededor de ellos, ha espantado a las otras más lejanas. Se incorpora y aparta las manos poco agraciadas de la figura del moreno. Es mío. recalca con ferocidad. Toma sus ganancias al igual que la mano de su esposo para retirarse, si al otro no le gustaba compartir ese momento no tenía sentido, cuando están afuera el aire fresco le ayuda a despejar su mente.
Ha olvidado que cuentan con una diferencia de edad clara, no culpaba al otro por no desear experimentar lo mismo que él. No se detiene hasta que se encuentra en un parque donde puede sentarse a lado de este en una banca, aún sostiene su mano y apoya su cabeza en el hombro ajeno. Lo siento. susurra.
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Las feromonas de Yuu son suficientes para que pierda la cordura, sus dedos se imprimen en su piel con fuerza y acomoda al otro al momento de su orgasmo para subirlo sobre él, presiona con fuerza sus glúteos contra su piel provocando la última estocada que necesitaba para alcanzar el clímax con fuerza, respira agitado sobre su cuello tratando de recuperar el aire perdido, había utilizado demasiada energía maldita por lo que se sentía algo mareado, débil. Lo siento.. esto.. no es usual. susurra. Siente que debe disculparse porque ha formado un rut, normalmente no tenía sesiones donde uno sucediera contra su voluntad, sus mejillas arden un poco ante la realización de que lo que sentía por su yuki-onna era tan intenso como para provocarle esas reacciones físicas.
Deben mantener la misma posición por unos minutos, donde se dedica a acariciar su espalda con cariño, el hielo de la habitación empieza a ceder dejando agua a su paso, deberán para próximas ocasiones tener cuidado, en especial cuando su amo volviera. Cuando el rut finalmente termina se retira de su interior y lleva al otro entre sus brazos para que ambos descansen sobre la superficie de la cama. Yuu. llama su atención sosteniendo su mejilla. ¿Estás bien? ¿No fue doloroso?
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Frunce las cejas molesto por la actitud del zorro, no le gustaba la palabra sirviente si debía dirigirse a él. Sostiene su mano con fuerza entre las suyas, aún era muy pequeño, pero lo sabía.. Esposa. corrigió al mayor. Creía que su relación estaba destinada a volverse esposos, después de todo, no le gustaba nadie más a excepción del zorro, no se imaginaba apreciando los contactos que veía a su madre compartir con Adler con otro que no fuera Shen.
Lo lleva con él mientras selecciona los libros de esa ocasión, aún si era muy joven era capaz de leer, no entendía todas las palabras en ocasiones, pero al menos era lo suficiente para entender el contexto de los libros.
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Detiene las acciones del menor cargándolo a estilo nupcias de vuelta a la bañera, no necesitaba ofrecerle esos tratos. Ya me encargué. dijo simplemente, Hao no necesitaba hacer esas acciones nunca, después de todo sería suyo. No pasan mucho tiempo ahí hasta que deban volver a la habitación del menor, pide que primero se encargue de vestirse el mismo, a él no le importaba estar un tiempo más así. Cuando pudieron acomodar correctamente sus prendas van a su habitación donde viste nuevamente un traje cómodo, lo suficiente para que olvidara la sensación de la tierra en sus manos.
Toma sus lentes y se los coloca para no importunar al menor y después le indica que irán a comer algo.. -
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No había querido arruinar el momento de felicidad del mayor, pocas veces lo ha visto emocionado de esa forma, recuerda cuánto tuvo que esforzarse para hacerlo sonreír al inicio. Así que, que haya sido su causa la que les provocara irse del lugar le entristece de alguna forma. Mantuvo silencio en lo que el contrario le guiaba fuera, podía darse cuenta que aquel sitio era para adultos y negocios no tan pulcros como los que su familia llevaba casi siempre. Ha sido mi culpa... no quería que lo pasaras mal por mí Anteriormente el ajeno se limitaba bastante debido al cuerpo de niño que poseía, ahora que por fin había crecido no quería que siguiera siendo igual. Acarició su mano y de igual recuesta su cabeza cerca del contrario, a esa hora hay menos personas pero todavía podía observar algunos jóvenes y parejas, personas saliendo del trabajo en trajes de oficinistas. Nunca he querido que te limites por mi causa Entendía que Emmet prefería otras libertades y experiencias a diferencia de él, a ojos del ajeno debía seguir siendo un niño.
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Una parte de él siente curiosidad por ese mundo que su pareja parecía experimentar, no tiene conocimiento de otras relaciones consensuadas y no quería estar con omegas, quizás un alfa diferente... Su mente vuelve cuando el ajeno se disculpa, en un inicio no comprendía, pero la sensación de llenura que invade sus entrañas le hace comprender, Alex había tomado su cuerpo de la forma en que deseaba.Está bien... no se siente mal Murmuró, su libido era más alto de lo que pensó, quizás por eso se llevaba bien con los zorros como Shen, había escuchado como esa raza experimentaba deseos similares. Al igual que el mayor, se encuentra jugueteando con los hombros contrarios, formando círculos con los dedos al menos hasta que este le devuelve a la cama. La técnica del contrario ha dejado de funcionar, por lo que su respectivo dolor vuelve lentamente, le recuerda que en efecto su cuerpo no estaba hecho para esas acciones... sin embargo, lo antinatural que era tomar esa posición como alfa le provocaba una emoción de euforia en su estómago. No me molesta... ¿otros alfas también hacen el rut? No recuerda si él lo ha hecho, lo más probable era que sí, pero más que realizarlo, siente curiosidad por recibirlos.
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Su rostro demuestra una leve pizca de confusión ante las palabras del contrario, no recordaba si Caín sabía el significado de esa palabra o si tal vez Hao también había estado comentando ese tipo de relaciones al niño. Adler nunca le había llamado esposa, pero recuerda que cuando el moreno tenía la edad del albino ocasionalmente le llamaba madre, generando regaños por parte de su progenitora real. Decide no pensar demasiado al respecto, está seguro que cuando su amo crezca también encontrará otro hechicero con el que compartir su vida. Se dedica a tomar los libros que le señala y llevarlos a la alfombra donde el menor comienza a leer, encontraba tierno el contraste del niño rodeado de libros complicados, sin duda los humanos eran interesantes en ese sentido. De igual forma tomó asiento en el suelo a su lado para acompañarlo.
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Forma un pequeño puchero cuando el contrario niega sus acciones, pero este pronto es olvidado tan pronto entra al agua y puede jugar con sus demás juguetes de bañera, su favorito era el barco que flotaba en medio de la bañera. Su habitación es pequeña y aburrida en comparación a la de Abel, con los estantes de ropa necesarios para un sirviente, al igual que la alcoba de su madre. Por suerte, tenían una habitación propia a diferencia del resto de la servidumbre en la mansión. Buscó su ropa y volvió a vestirse para volver a la habitación del mayor, se sentó y lo observó, anteriormente han hecho lo que él quería, deseaba escuchar lo que el contrario quería jugar también.. -
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Sostiene su rostro entre sus manos obligándolo a que observe directamente a sus ojos rubíes, los propios no eran tan fuertes como los de su heredero y en ocasiones se fundían en un violeta que opacaba el rojo. Moriría antes de hacerte sentir mal, Adler es mi esposo. susurró. No pasó mucho tiempo hasta que tuvieran que volver a la mansión, su escapada había sido tal éxito que decidió con el moreno hacerla al menos una vez al mes, ellos se perderían en la ciudad para amarse en secreto, sin las respectivas presiones sobre sus cabezas. Al volver a la mansión debe controlarse para no dejar escapar un suspiro derrotado, se habían ausentado por un corto periodo de tiempo, pero aparentemente todo era diferente. Lo primero que notó fue a sus dos sirvientes con sus aromas entremezclados con fuerza, aparentemente eran una pareja.
Lo segundo y más preocupante fue el hecho de que su hermano menor y el hijo del zorro formaron una atadura. Habló tanto con su hermano como con el zorro. No creo que haga mayor daño, mientras no afecte su vida diaria, cuando sean adultos podrán decidir si seguir con la atadura o no. expresó con calma. Volver a sus labores al día siguiente fue cansador, al menos ahora contaba con la ayuda de su esposo.
Ya que su familia era relativamente nueva no dieron prioridad a engendrar herederos aún, por lo que cuidaban bastante su vida sexual, aunque admitía en ocasiones era difícil. Bebió un sorbo de su taza de té, pensaba que ahora los niños estaban un poco más grandes podrían retomar la charla de traer herederos, esa mañana se levantó decidido a hablarlo con su esposo.
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Los días pasaban en la mansión con tranquilidad, al menos en lo que aquello podría considerarse tranquilidad, los jóvenes se hacían fuertes con el pasar de los días y sentía que su cuello peligraba cuando bajaba la guardia ante Cain. Un día para horror de su pareja llegó con un solo brazo, pero pudieron solucionarlo con un ritual inverso, solo él conocía la capacidad de su pupilo y pensaba que pronto su asistencia no sería necesaria. Esa mañana como siempre fue a servir a su amo el desayuno, este parecía muy perdido en sus pensamientos, no era habitual notarlo tan ido por lo que decidió liberar la sala para que estuviese a solas.
Observó de reojo la hora, Yuu debería volver pronto de su misión.
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Aunque todos lo habían categorizado como un simple amor infantil por la cercanía, esto solo había empeorado con el pasar de los años, al menos así lo hacían ver sus padres. No existía día en que la presencia de Shen no fuera requerida por su persona y a diferencia de su edad más tierna las amenazas ya no existían, asesinaba sin siquiera parpadear a cualquiera que se interpusiera en su camino. Ha despertado hace unos segundos, pero de igual forma espera paciente a que el zorro vaya a su habitación, necesitaba besarlo antes de salir de la cama, era su secreto aún, no tenía la edad apropiada para contraer nupcias.
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A sus veinte años podía decir que era una persona relativamente confiable, muchas de las tareas de la familia e inclusos asistir a eventos en su representación eran llevados al cabo de forma impecable, creía que nadie era tan perfecto como él, sin embargo.. si existía algo que salía de sus esquemas era el pequeño zorro que había adoptado siendo un niño. Hao había despertado como omega desde los diez, cuando él tenía quince años, recuerda la forma en que sus feromonas lo atacaron de un momento a otro y era forzado a un beso del que no pudo apartarse por su propia debilidad, debió intervenir la madre de este disculpándose repetidas veces, desde esa ocasión el zorro pequeño era constantemente vigilado.
Por supuesto había un límite en cuanto podían controlarlos, por lo que no era de extrañar que tan pronto encontraran un rincón compartieran besos subidos de tono e incluso le permitía al pequeño zorro tocarlo cuanto quisiera, entendía que no era moralmente aceptable, pero era débil a sus ojos suplicantes. En ese momento se encontraba de camino al jardín, el día anterior lo citó para desayunar a solas, si estaban a plena vista era más difícil irse por otros rumbos.. Se había vuelto más complicado desde que el zorro llegó a la adolescencia y le pesaba admitir que resistirse a su figura era casi imposible.. -
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A diferencia de la mayoría de matrimonios arreglados, su relación con su esposo era bastante buena, debe admitir que se debía a su personalidad de alfa tan empeñado en complacer a su omega o la forma en que le restaba importancia a los comentarios de los demás sobre la pareja anterior de su esposo. Desde el día que puso en pie en la mansión reconoció a Caín como su hijo y heredero también, no quería presionar al ajeno sobre tener más hijos porque notaba que el embarazo del pequeño había sido muy difícil para el cuerpo del contrario. No así, gozaban de una cercanía emocional y física más allá de las parejas convencionales. Esa mañana despertó como todas, ajeno a los debates internos del contrario sobre tener más hijos, lo cierto es que se había casado demasiado joven, doce años después de estar juntos apenas iba a cumplir 30, como todas las mañanas, dejó su vestimenta a cargo de los sirvientes y caminó una vez listo a encontrarse con su pareja. Le llamó la atención la soledad de este en la sala. ¿Es una misión problemática? Es lo primero que preguntar al ingresar a la habitación y notar el aire un poco tenso de su pareja. De todas formas, se acercó y besó su mejilla como acostumbraba.
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Su relación había aumentado con los años, tuvieron un par de altibajos ante los celos excesivos de su pareja y su libertad para acercarse a otros alfas, pero siempre le repitió que no tenía interés en acostarse con otros. Yuu era el único que podía llevar con tanta tranquilidad las emociones asfixiantes de su pareja, amaba a Alex y estaba seguro de aceptar todo por parte del mayor, aunque no entendía por qué el contrario todavía no deseaba intentar la procreación con él, en el fondo siente que no es suficiente en ese sentido. La misión que le asignaron esta vez le tomó un día, por lo que no pudo dormir junto al contrario esa noche. Cuando ingresa es normal que traiga un puchero en su rostro, odiaba el tiempo lejos de Alex o compartir demasiado espacio con otros alfas que pegaban su olor en él, sabía cuánto enfadaba esto al contrario. Decide que debe asearse antes de informar, su amo también le ha dado permiso después del último ataque de celos que soportó. Elige uno de los tantos trajes al azar y en el baño se limpia tan pronto como puede, cuando toca para presentarse a su amo, todavía tiene su cabello rojo despeinado. He cumplido Reporta, el ambiente tenso le confunde, mira en silencio a su pareja para entender lo que pasaba.
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La obsesión de su amo con él había progresado conforme transcurrían los días. Caín había dejado atrás la tierna apariencia que podía cargar en brazos, a la imagen de un adolescente fornido y peligroso. Todavía tenía quince años, pero el pequeño que crió era el terror de la mayoría de hechiceros y maldiciones, pocos se atrevían a contradecirlo. Por eso, el secreto a voces del deseo de su amo por el sirviente no se le era cuestionado, le confundía el por qué Emmet no lo había separado del contrario, sabe que su linaje zorro era cotizado por muchos, mas no creía ser lo suficientemente bueno para el hechicero más fuerte del siglo. De todas formas, cumplía su papel en silencio, mentiría si decía no sentir atracción por el contrario ahora que había crecido, eso le hacía sentirse sucio de alguna forma. Como todas las mañanas, se levantó pronto para encargarse de su aseo antes de ir por su amo, Caín estaba en edad de no necesitar una nana como él, pero seguía cumpliendo su trabajo. Caín-sama Menciona tan pronto abre la puerta de su cuarto, es el único al que se le permitía entrar en las mañanas. El día de hoy tiene una agenda libre en la mañana, en la tarde le esperan... Tan pronto está en el rango de agarre del contrario, no le extrañe que este lo arrastre a la cama, su amo se negaba a levantarse si no lo mimaba de esa forma. Acarició sus pálidos cabellos y besó la frente del menor, es consciente de que deseaba un beso en otra zona, por eso no puede resistir el impulso a provocarlo de esa manera.
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Estaba muy joven cuando experimentó su primer celo, el cuerpo de un niño embriagado del aroma adulto exudando feromonas lascivamente, en la mansión fue un motivo de críticas y burlas hacia su madre, Shen le mencionó con cariño que aquello era normal en su raza, por lo que escuchó su madre tenía una edad similar cuando empezó a experimentar esas violentas oleadas de libido. Sin embargo, el zorro reprime el vergonzoso aroma con supresores, él decidió dejarlo libre y volcarlo sobre su amo... Recuerda con vivo detalle la vez en que invadió al adolescente, Abel ha diferencia suya ya había crecido más, todavía escucha en sus oídos los gritos de los demás cuando con diez años se abalanzó sobre la entrepierna del hermano de Emmet. Su madre se había disculpado, había recibido regaños y ni así quiso detenerlo. Cada vez que notaba un hueco en la vigilancia corría con el contrario, su lado lascivo estaba reservado para el mayor. Conforme crecía, sus atributos fueron mejorando, ha escuchado a otros alfas mencionar su trasero y cintura en más ocasiones, odiaba esto.
Esa mañana se levantó y tomó la medicación a medias, lo hacía siempre que sabía que pasaría a solas con el contrario. Se arregló en su traje de sirviente, usaba el mismo traje de mucama tradicional que Shen, tan solo difería en que él prefería usar la máscara que cubría la mitad de su rostro y una vez listo se dirigió al jardín para su encuentro con su amado. Tan pronto divisa la figura del adulto, se abalanza sobre este. Te extrañé... Quisiera dormir con Abel Murmuró aspirando el aroma del alfa, estaba listo para convertirse en el amante del contrario desde hace años, no entendía porque este no lo aceptaba de esa forma todavía.. -
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La pregunta del moreno casi le ofende por la forma en la que lo plantea, claro que no era una misión problemática, Alex no le perdonaría si mandaba a una misión peligrosa a su yuki-onna, no dejaría de merodearle por los pasillos preguntándole si podía ir a su lado. Buenos días cariño. saluda como cada mañana desde que oficialmente eran esposos. Observa como le sirven su desayuno al otro con una expresión conflictuada la misma que pasa a ser una más tensa cuando nota que el pelirrojo de igual forma ha ingresado al salón. Es solo lo natural, Yuuki es fuerte. replica al informe breve, no le importaban los detalles en ese momento. Deja de lado su taza de té, quizás hubiese sido mejor primero pedir privacidad para ambos, pero sentía que si no se sacaba del pecho aquello que lo carcomía no lo haría jamás.
Quiero tener hijos. fue directo al punto. Apoyó su codo sobre la mesa y sobre el dorso de su palma su mentón, observaba fijamente al moreno esperando por su reacción. Cain ya ha crecido y siento que el tiempo cada día se nos escapa más, no puedo pasar otro minuto pensando en que estoy demasiado viejo para procrear y si podré hacerlo, por eso quiero intentarlo.
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Puede sentir la energía de Yuu apenas entra en el territorio de su amo, tenía varios portales que servían para la seguridad de todos los que habitaban la mansión y estos le ayudaban a saber la ubicación de las personas a las que se supone debería proteger y por supuesto a su amado. Cuando lo ve debe contenerse para abrazarlo porque una noche separados era demasiado, odiaba ser el sirviente principal de la mansión si eso implicaba no poder ir a misiones en conjunto con Yuu y dedicarse a entrenar al adolescente. Muerde su labio inferior tan pronto las intenciones de su amo son expresadas y lentamente retrocede llevándose al pelirrojo con él, de todas formas ya había cumplido con servir el desayuno a ambos.
Al salir de la sala siente que puede respirar de nuevo. Ahora entiendo de donde Cain-sama ha sacado la habilidad para sorprenderme. menciona al aire. Ahora que están solos en el pasillo lo envuelve en un abrazo. Te extrañé.
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Tan pronto lo tiene a su alcance lo arrincona entre la superficie de la cama y su propio cuerpo, juega con él que carece de paciencia así que lo castiga con el primer beso del día, fuerza su boca con su lengua y no se separa hasta que se siente satisfecho, generalmente cuando el rostro del zorro se encuentra enrojecido. Buenos días. susurra. Apoya su frente sobre la ajena, le gustaba la forma en la que sus pieles se encontraban, si pudiera lo hubiese hecho su esposa desde que despertó como alfa, su madre le advertía que debía al menos tener la mayoría de edad para ello.
Lo lleva con él en brazos hasta el baño personal de su habitación, como no le gustaba convivir con otros le habían dado esa alternativa, solo Shen podía ingresar con él, quizás su madre.. pero este no se aparecía si es que no tenía algo en mente. No hace falta que lo desvista porque para empezar no lleva nada, pero continúa encargándose de su aseo como cuando era un bebé que apenas hilaba pensamientos. En el baño se asegura de besarlo un poco más, acaricia las zonas descubiertas, sus muñecas, brazos, piernas, muerde parte de su cuello cuando nota que baja la guardia, sin embargo no es un enlace, aunque desearía que lo fuera.
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Sostiene la figura de Hao tan pronto este se abalanza, la diferencia entre sus tamaños se ha hecho más evidente con el pasar de los años, pero aún así es capaz de mantenerlo entre sus brazos como cuando era un bebé. Acaricia su cabeza con cariño. ¿Recuerdas lo que hablamos? preguntó seriamente. Al ver que el otro no daba indicios de responder suspiró. Cuando tengas dieciocho te tomaré oficialmente como mi esposa, hasta entonces tenemos que ser pacientes. ya que no nota que el otro ceda al lugar entre sus piernas lo mantiene ahí para el desayuno, por lo general cuando están a solas los demás sirvientes no se aproximan.
Lo acomoda con la misma calma de siempre, de forma en que tiene su mentón apoyado sobre su hombro y una de sus manos sostiene con familiaridad su cadera. Hoy saldremos fuera, tengo una reunión. siempre que iba fuera llevaba al zorro con él para disfrutar del tiempo a solas, no necesitaba de un guardaespaldas ya que con su ritual era difícil recibir daño alguno.. -
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El beso en su mejilla se desliza hábilmente a los labios de su pareja en un casto beso matutino, si profundizaban demasiado era inevitable que quisiera llevarlo a la cama por su poco autocontrol cuando se trataba del cuerpo de su esposo. Se sentó, desde que entregó a Shen como sirviente de Caín rara vez lo veía, especialmente cuando el niño creció demasiado. Lo primero que toma es la taza de café a su derecha, le gustaba iniciar el día con uno a pesar de haber sido criado tradicionalmente con té. Bebió el primer sorbo cuando el anunció de Emmet llama su atención. Más allá de la sorpresa, siente curiosidad el por qué su pareja se consideraba viejo, lo veía tan hermoso y joven como cuando lo conoció. ¿Por qué lo dices como si pidieras algo nefasto? Su gesto es algo infantil cuando frunce las cejas, parte de su ritual nunca le hizo abandonar facciones demasiado añiñadas a pesar de que los años seguían pasando. Claro que me encantaría ver otros niños con tu rostro Relajó su entrecejo, de verdad que encontraba curiosa la forma en que su esposo se estresaba por acciones que él encontraba naturales. Acarició la mano del contrario sobre la mesa, el contraste en sus personalidades era evidente en ese tipo de situaciones.
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Al inicio pensó que había pasado al grave como Caín-sama violando al zorro o marcando antes de tiempo al omega, por lo que ante la noticia no le parece extraño, por el contrario, veía raro que una pareja tan amorosa como esa todavía no tuviera un par más de niños. ¿Es una sorpresa? Los amos se adoran Responde ante el comentario de su alfa, de hecho envidiaba un poco a su amo poder expresar con tanta naturalidad algo así, las ventajas de ser un omega en la relación. El abrazo le toma por sorpresa, estaba pensando en la situación todavía, no así, se encuentra correspondiendo tan pronto vuelve en sí. Yo también... no me gusta dormir separados Confiesa, no siente que descansa igual sin su pareja al alcance. El drenaje de su energía maldita evidencia que la misión fue desgastante, aunque no lo suficiente para tumbarlo.
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Ha permitido acciones del menor sobre él más allá de las que debería, encontraba curioso el contraste entre su recuerdo del pequeño niño deseando ser tomado en brazos y la imagen del alfa joven deseando su cuerpo de esa forma. A pesar de las pequeñas objeciones que realiza de vez en cuando, se encuentra correspondiendo por instinto el beso, intensificando este. Sabe que su edad no era la misma que la de los hechiceros, mientras que en años humanos contaba con 44, en su raza se consideraba todavía un zorro precoz. De igual forma, su aspecto seguía igual a como llegó a la mansión hacía 12 años. Las caricias subidas de tono dispersan sus feromonas de una forma dolorosa, debe perdonar en el fondo a su amo porque este no tenía idea de lo violento que podía ser su celo o lo desenfrenado de su libido. No más... no podré... Suplica al fin, su rostro estaba completamente encendido y la expresión inexpresiva mostraba una leve señal de incordie, la cantidad de supresores que debe ingerir ha ido en aumento, es evidente ante su casi inexisten energía maldita por los efectos secundarios de abusar del fármaco. Con manos temblorosas retoma la tarea de terminar el aseo de su amo, de igual forma le presenta el traje que ha elegido para el menor. El blanco es el mejor Comenta, adoraba la forma en que contrastaba con los orbes carmín del menor, también disfrutaba cuando sus ropas terminaban manchadas de sangre.
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Es una promesa que no le gustaba, lo volvía impaciente, no entendía la obsesión de los humanos por esperar a lo que llamaban una mayoría de edad, mas respetaba que era la forma del mayor por cuidarlo y tratarlo con respeto. Al ser llevado a la mesa, adora como el mayor entiende su deseo por permanecer en su regazo, abraza con emoción el cuello de su alfa hasta que la comida vuelve a despertar su apetito. Me gusta salir fuera, mamá no se da cuenta La nariz vigilante de su progenitor siempre detectaba cuando estaba liberando más feromonas de las permitidas. Sin embargo, también le gustaba salir de la mansión en compañía del ajeno, solía comentar que le gustaría viajar en compañía de este cuando cumpliera los dieciocho. Las fresas son mis favoritas Sonríe al contemplar cómo los desayunos siempre contenían lo que le gustaba comer, no tiene un solo recuerdo donde Abel hiciera algo que le molestara, a excepción de la negativa del contrario por tomarlo cuando quería.
En medio del desayuno, es habitual que su mano se escurra con picardía a la entrepierna del albino, eran acciones que no lograba controlar.. -
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Se siente ofendido por la pregunta del moreno, este en verdad no parecía tener las nociones básicas de sobre como tratar con omegas, en especial uno inseguro con respecto a su edad y luchando con el deseo de procrear con la persona que amaba. Cuando se conocieron tenía veintiún años, ahora tenía treinta y cinco, estaba entrando en una edad donde un embarazo podría ser un riesgo y no estaba seguro de que se contentaría con uno solo. Como no has traído el tema.. pensé que no querrías tener hijos. expresa su miedo en voz alta. Aún si la mano del moreno sostiene la propia se siente débil, no es fácil admitir sus pensamientos más oscuros, sus preocupaciones.
Después de todo soy mayor. si bien la edad de ambos era mejor disimulada con el tiempo no dejaba de lado el hecho de que era mayor.
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Suspira, pese a los años aún su yuki-onna era bastante denso con los asuntos relacionados a la intimidad. Es algo que normalmente quisieras hablar en privacidad. responde como si fuera lo más natural del mundo. Ahora que lo sostiene entre sus brazos puede notar que efectivamente la misión ha sido dura por lo que lo lleva a la habitación que comparten, no cree que sus deberes se vean afectados ya que los amos tendrían una larga charla por el tema.
Has pensado en eso, ¿el tener hijos? preguntó mientras lo dejaba en la cama. Ya que ellos eran alfa la probabilidad de tenerlo era un poco más baja, pero ahora que pensaba en el tema realmente disfrutaría de ver a un pequeño igual a su pareja. Le interesaba también saber que saldría de la mezcla de un espíritu y una maldición.
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Se detiene solo porque el zorro se lo suplica, era consciente de las reglas ya que su mamá se encargó de repetirselas incontables veces, esperar hasta la mayoría de edad era un requisito que no podía obviar. Tan solo se deja hacer por el tacto del otro, tanto en el baño como cuando lo viste con prendas que parecen ser de su agrado, no pasa demasiado tiempo para que lo abrace con fuerza. Solo tres años más y Shen será mi esposa. susurró. Pensaba en ese momento desde que podía recordar, era un fastidio que el tiempo no pasara con prisas. Pide al otro que lo acompañe durante el desayuno, normalmente lo tomaba en la terraza de la mansión porque le gustaba la forma en que el sol iluminaba la silueta del otro.
Al llegar a su sitio predilecto ya todo está servido, los sirvientes no permanecen mucho tiempo en su presencia ya que les causaba terror. ¿La agenda? pregunta. En la mañana no le había permitido terminar con su agenda de actividades, como próxima cabeza tenía cosas de las que encargarse, aunque no le gustara, principalmente iba a las misiones más peligrosas, esto había empezado desde el momento en que consiguió controlar su expansión de dominio, sus padres le habían dado el visto bueno.
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Solo asiente ante la mención de que su madre no se daba cuenta de los momentos que intimaban cuando estaban a solas. A diferencia de Cain no podía mantener sus manos quietas sobre su pequeño, la verdad es que no lo hacía desde hace meses aunque no iban hasta el final, mucho menos lo había marcado como suyo. Lo se. responde. Todos sus gustos giraban en torno a los del zorro, no se imaginaba un mundo donde no viese su sonrisa emocionada cuando lo consentía.
Debe detener su mano antes de que alcance su objetivo. Aún estamos en la mansión. replica. Su vista se alza hacia arriba donde puede sentir la energía maldita del zorro mayor extenderse. Además, tu madre nos observa.. -
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Escuchó sus inseguridades en silencio, la verdad no consideraba una brecha de cinco años como escandalosa, ha visto parejas que se llevan más edad entre hechiceros porque se priorizaba la compatibilidad de rituales o técnicas en las uniones. La sonrisa se dibuja en su rostro, es inevitable encontrar divertida la forma en que el ajeno saca el tema. No estamos viejos Lo que sí le provoca reírse en la manera en que el mayor le comenta su negativa ante los hijos. ¿Y con quién tendría hijos si no es con mi esposo? Casi encuentra ofensivo el solo pensamiento al respecto, de hecho, no quiere escuchar una respuesta. Levanta su otra mano para detenerlo de brindarle una. Ni digas que con un omega joven o amante ¿acaso crees que soy un niño? Se levantó para abrazarlo, su pareja era madura en todos los asuntos menos en aquel.
Intentémoslo, no somos humanos normales Tranquiliza al ajeno, contaban con una ventaja como aquella.
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Tan pronto su cuerpo toca la superficie de la cama, su energía se relaja mostrando el semblante cansado que ocultó anteriormente. La suavidad del edredón y la mezcla del aroma de su alfa le provocan bajar la guardia, es un lugar donde se siente seguro. No quiero molestarte… Murmura en lo que busca su sábana preferida y se despoja de los zapatos y gran parte de su ropa. Sé que siempre quisiste tener hijos con omegas Es otro factor que acepta de su pareja, al menos siempre lo ha creído por lo que ha evitado mencionar el tema desde la primera negativa del mayor. Disfrutaba de su relación, pero no quería presionarlo. Cerró los ojos cansado, en eso difería del contrario, no expresaba abiertamente sus celos al verlo con otras personas, prefería hacerlo feliz y si Alex quería tener un omega o alguien más, debía aceptarlo.
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Su respiración es algo agitada, las caricias de su amo lo acaloran más de lo que le gustaría admitir, por suerte puede controlarse lo suficiente para volver a la normalidad. Las palabras del ajeno le ilusionan en el fondo, casarse con el contrario no le desagrada, a pesar de que ese no era una concepto muy utilizado en su especie. Si mi amo no cambia de opinión… Es la opinión que siempre brinda cuando el contrario le repite la promesa, es también una protección para él mismo si llegase el caso de que el albino se enamorara de alguien más en ese lapso de tiempo. Tres años eran muy poco para él, pero para un humano podían ser mucho tiempo. Está acostumbrado a que los demás sirvientes ya no le dirigen la mirada, es una forma de defensa porque su joven amo suele destrozar a todo aquel que lo mira mal.
En la mesa se encarga de brindarle la comida al contrario, solía sentarse al lado para atenderle mejor antes de comer él mismo. Misión en la tarde, la reunión no es obligatoria, Abel irá. Le recuerda en cuanto la energía de su hijo llama su atención y suspira, su pequeño no se controlaba en absoluto. Se encargó de cortar en trozos más pequeños la comida de su amo, prestaba atención a los detalles.
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El recordatorio de ser observados le hace reír, su madre podía reprimir casi todo su poder a causa de los supresores, pero seguía siendo un atento zorro. De verdad encontraba feliz su familia, aunque Caín le haya robado cualquier rato qué podría pasar con Shen, tenía a Abel a su lado siempre. Mi mamá también sufre el límite de mayoría de edad Comenta para terminar su desayuno, no puede ir más allá, pero al menos acciones como besar el rostro de su alfa estaban permitidas. Deposita pequeños besos en las mejillas del contrario, no imagina su vida sin el contrario.
Quiero llevar ropa similar Señala, cuando salían de esa forma prefería dejar atrás su traje de mucama para destacar la relación cercana con el otro, vestirse a juego le encantaba..
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