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.- Tengo buenas defensas, ya sabes lo que dicen: Mala hierba nunca muere. - bromeó.
Aries terminó de lavarle el cabello escuchando como este le contaba de su mala relación con sus padres. La verdad es que no le sorprendía del todo, Amadeo había contado en el pasado que había sido criado por su abuela y era sólo cosa de sumar 2+2. A Aries no le parecía que fuese una relación tan mala hasta escucharle, pero si, sonaba una historia bastante triste, aparentemente los padres italianos no eran los mejores del mundo.
- Mi relación con mis padres también es difícil, yo también fui un error - confesó, quizás porque Amadeo también lo había hecho y estaban en un momento de ligera intimidad. - Mi mamá fue madre soltera toda mi infancia, mi papá desapareció del mapa apenas mi mamá se embarazó y mis abuelos la repudiaron por ello, así que fuimos ella y yo solos muchos años, hasta que ella se casó con mi padrastro, quién me detesta. Estoy seguro que en mi familia china todos piensan que no debería haber nacido, por eso tampoco me gusta mucho relacionarme con ellos. - indicó y suspiró, aunque en realidad no se sentía muy triste, lo tenía asumido hace mucho. Su suspiro fue mas bien por el haberlo contado que por el contenido del mensaje como tal. - Por eso no le tengo ningún aprecio a dicho país ni a mi nombre chino ni a nadie de allá que no sea mi mamá o mis hermanas. Mi relación con mi padre biologico tampoco es la mejor, no nos llevamos mal pero es alguien demasiado despreocupado e individualista, creo que te lo dije una vez, que se dedicó a ir por el mundo embarazando chicas y luego dejándolas solas. - comentó. - Como podemos ver, los hombres italianos no son las mejores figuras paternas, así que por el bien de la futura generación deberíamos hacernos la vasectomia. - bromeó.
Más allá de la broma tonta, Aries no jugaba con su pensamiento, aunque no era algo particular contra los italianos, sino quizás con todas las personas; No creía que la generación de sus padres o la suya propia estuviera listos y capacitados para tener hijos, así que al menos sabía que definitivamente él no iba a tener. No le interesaba crearle traumas a un niño y eso que estaba seguro que ya alguno le habría causado a Lea o Sumi. Los niños eran demasiado delicados y frágiles, demasiado sensibles, y él, que de por sí ya tenía un caos dentro, no planeaba ponérselo a alguien más. Sus traumas y genética morían con él, no iba a pasárselos a un mini Aries.
El asiático río ligeramente al ver como Amadeo salpicaba y levantó una ceja ante su extraña pregunta.
- Creo que se necesita más que dos semanas de usar yeso para que puedas desadaptarte a una vida siendo diestro, pero seguro desarrollas algún poco de habilidad. - indicó divertido.
Aries se estiró, sentía el cuerpo algo tenso por haber estado demasiado rato en el suelo.
- Venga, sal, el agua a empezado a enfriarse, no querrás resfriarte. - indicó levantandose y ayudando a este a que se levantara también. Aries le paso una toalla, le ayudó en lo básico y luego salió del baño para darle un poco de intimidad, aunque en realidad dudaba si acaso la necesitaría considerando que literalmente ya le había visto desnudo. - Avísame si necesitas ayuda para vestirte, iré a buscar mis cosas al auto, olvide subirlas cuando llegamos, vuelvo enseguida. - indicó y tal como había dicho, salió del departamento para ir a sacar del maletero un bolso donde había empacado un poco de ropa de cambio y algunos libros, lo esencial para al menos hoy. Ya mañana podría ir a buscar el resto de lo que necesitaba a su departamento, debería ir viendo que necesitaría con el pasar de los días.
Aries entró de vuelta al departamento y justo en ese momento su teléfono sonó, era Chiara.
- Hola...
- ¡Aries, hola! ¿Donde estas? Te he mensajeado todo el día y no he sabido nada de ti.
Aries miró el reloj en la pared, apenas era media tarde ¿Como que todo el día? Chiara era bastante exagerada.
- Fui al hospital por Amadeo, Giuseppe se ha ido de gira y me ha pedido que me quede con él. - explicó.
- ¿Amadeo ha salido del hospital? ¡Que alegría! - comentó de manera honesta - ¿Como esta?
- Magullado, pero bien.
- Espero se mejore pronto ¿Ya te ha dicho cuando se reincorporara a clases?
- No hemos hablado de eso aún...
- Dile que le tendré los apuntes, no han sido mucho, pero seguro querrá estar al día
Chiara continuo hablando un poco de Amadeo, ella era realmente atenta con sus amigos, eso era algo que le gustaba a Aries de ella, sin duda Chiara era una chica dulce. Ellos continuaron hablando un poco del italiano aunque luego la conversación pasó al día de Chiara y lo que había hecho en ese día que habían estado separados. La verdad es que al asiático le gustaba hablar con la italiana, pero ahora que hace apenas un rato había hablado con Amadeo de su familia, se daba cuenta que con ella no le nacía hablar de temas más serios y no se podía explicar porque, simplemente no surgía.
Aries la continuo escuchando, preguntándole detalles y todo, pero los temas se mantuvieron entorno al día y poco más. Cuando Aries cortó sintió un sentimiento extraño de vacío, incomodidad... Como si hubiera retrocedido mil pasos con Chiara.
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Amadeo solo se encogió de hombros ante el primer comentario de Aries, después de todo, uno nunca sabía sobre eso, a veces se podía llegar a enfermar cuando menos lo esperaba, así que dejó el tema hasta ahí, después de todo, lo que tenía pensado decir ya lo había hecho. Sin importar qué, Amadeo iría a ayudar a Aries sin lugar a dudas y eso es lo que deseaba que quedará claro.
Siendo sincero, no esperaba que Aries también le hablara de sus padres, él solamente se lo contó por un impulsó, más que por otra cosa, por eso se sorprendió, pero eso jamás hizo que dejara de prestarle atención a todo lo que decía. Al parecer ambos venian de terribles padres que se dedicaron más a otra cosa que ha ser padres de ellos. Ninguno de los dos había tenido una buena figura parterna para poder decir que serían buenos padres, quizás por eso se encogió ligeramente de hombros.
-Tampoco consideró que sería un buen padre...-comento -. Pero tristemente muchos piensan que es la extrema felicidad tener hijos... Pero tenerlos, porque criarlos es otra cosa aparté...
Amadeo si que había escuchado muchas personas señalarlo por eso mismo de que no pensaba tener hijos y que si en algún momento llegaba a darse la situación, probablemente sería él cuidando un hijo ajeno. Si algo tenía consciente Amadeo es que se cuidaba bastante bien, así que fácilmente no iban a lograr tener un hijo de él y lo "gracioso" es que ya había conocido chicas que intentaron eso, romperle el condón para "atar" a Amadeo de alguna forma.
No comento algo al respecto, puesto que seguramente ambos habían confesado eso por sus propias razones ajenas a querer un consuelo a esas alturas. Lo que sí hizo Amadeo fue tener un ligero toque con Aries, no necesitaba decir todo un discurso motivacional, era más que suficiente con que hubiese un mínimo contacto entre ellos. Hubiese quedó tomar la mano ajena, pero solamente se limitó a un suave toque en la muñeca del otro. En otra oportunidad habría tomado su mano, pero en ese momento sabía que no debía hacerlo.
-Quizás desarrolle mis dotes artísticos y me convierta en un artista ambulante...
Amadeo bromeó al respecto, puesto que sabía que él era terrible en cuanto a la parte artística, era demasiado lógico para entenderla. Más bien, comenzó a indagar más en el asunto (porque antes no le llamaba la atención), desde que comenzó su amistad con Giuseppe, ya que este si que se podía considerar uno de esos artistas, aunque Amadeo hacia más referencias a los que pintaban que a los que hacían música.
Recibió la ayuda de Aries para salirse de la bañera, principalmente porque le iba a llevar más tiempo del normal levantarse de esta por el yeso. También aprecio lo hecho por Aries, en ese punto, simplemente no tenía nada que pensar al respecto, pues estaba consciente de que al menos en el ámbito sexual, Aries no sentía ningún tipo de deseo por su cuerpo, quizás ese era el karma por ignorar a tantas personas porque no le atrajera su cuerpo. Decidió buscar lo que se iba a poner, aunque mientras hacía eso, reflexionaba sobre lo que le contó Aries, recordando así, que debía de cambiar el nombre de Aries en sus contactos... Ahí cayó en cuenta que era cierto que su teléfono murió en el accidente y tendría que comprar otro.
Al menos le aliviaba saber que Aries no vería la metida de pata que había hecho. Suspiró cuando terminó de vestirse, jamás pensó que algo tan fácil como vestirse, fuese tan complicado al solo poder usar una mano, pero lo logro, no tendría que pedirle a Aries que lo ayudará. Amadeo iba a buscar a Aries para hablar sobre las cosas que tenía pendiente, pero antes de llegar a este, terminó escuchando al otro hablar por teléfono. No necesitaba de mucho para suponer con quién estaba hablando Aries, por mucho que le doliera, tenía que aceptar aquel hecho irrefutable, a Aries le gustaba Chiara y eso no iba a cambiar.
Amadeo decidió ir a su habitación para no molestar a Aries en su llamada, de todas formas, no es como si fuese a hacer mucho. Al estar en su cuarto comenzó a revisar las cosas que tenía pendiente, pues debía comenzar a ordenar todo para retornar sus actividades, al menos podría ir a la universidad como oyente, tal vez contestar a alguien para que tome sus apuntes. Iba ordenando todo para poder saber cuáles eran prioridad y que no. Cuando lo estuvo listo, fue donde Aries, viendo que su llamada ya había terminado.
-Aries, ¿conoces a alguien que sepa tomar nota?-comento -. Pienso que puedo ir a clases como oyente y busco a otra persona que copié por mi..
Claro estaba Chiara, pero él no veía todas las clases con la chica, así que Amadeo tendría que tener un asistente al menos durante el tiempo que tuviera el yeso, tampoco se lo pidió a Aries, ya que sabía que este tendría sus clases y eso lo tendría ocupado.
-También debo ir por un nuevo celular, pero ya lo haremos mañana por la hora... Sería problemático estar sin celular...-comento -. ¿Qué opinas tú de todo esto?
Amadeo quería organizarse en base a lo que Aries pudiera, ya que tampoco deseaba recargar a este con más trabajos de lo que seguro ya no tendría. Sabía que Aries estaba ahí para él, pero eso no significaba que iba a abusar de este, Amadeo no era del tipo que se aprovechaba de otros.. -
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Aries se quedó mirando el teléfono unos instantes luego de que la llamada terminase, pero realmente tenía un mal sabor en la boca: Habían hablado de las clases de Chiara, de como cierto profesor le había felicitado y como otro le había regañado; Habían hablado de el clima helado y la película que irían a ver el fin de semana, pero solo eso.
Eso.
"¿Y que más?" Fue lo que se preguntó Aries al terminar la llamada, como si le faltara algo. Llevaba casi un mes saliendo con Chiara (aunque no fueran oficialmente nada), hablando todos los días y viéndose casi todos estos y ahora se daba cuenta que él sabía más de ella que ella de él e incluso así era realmente poco lo que se conocían mutuamente: Nunca le había hablado a Chiara de su mala relación con su padrastro o de su relación con sus hermanos cercanos (o siquiera el nombre de estos) o de su nombre de nacimiento o cualquier otra cosa que tuviese relación con su vida más a trasfondo. De pronto se encontró a si mismo diciéndose lo mismo que le había dicho a Amadeo hace apenas un rato atras: ¿Cómo Chiara podía decir que le gustaba si apenas le conocía? ¿Y como él podía decir que Chiara le gustaba si también apenas la conocía? Eran eso literalmente, dos extraños gustandose sin tener motivos del porqué, y era verdad, no todo necesitaba una razón de ser, pero Aries había rechazado a muchas chicas porque no le gustaba que la gente gustara de él sin motivo y ahora mismo estaba con una estudiante de Ciencias que solo conocía porque era amigo de un chico que era amigo de su amigo.
¿Le bastaba con eso? ¿Era eso lo que quería...?
Aries salió de sus pensamientos porque Amadeo le habló, cosa que le dejó confundido unos instantes.
- ¿Qué? - preguntó. ¿Qué tenía que ver eso con Chiara? De pronto cayó en cuenta de que sus pensamientos estaban en otro lado y agitó la cabeza. - Alguien que tome notas... - repitió. - Puedo ayudarte en algunas clases, no tenemos el mismo horario en todas así que puedo hacerlo en aquellas en las que tenga ventana - ofreció - Chiara igual puede darte sus apuntes ¿no? Ella me estaba diciendo eso justamente hace un momento - indicó.
Aries miró su teléfono, no podía dejar de pensar en eso...
- ¿No sería más fácil simplemente grabar la clase? - preguntó de pronto - En medicina hacemos eso cuando es demasiada materia y no alcanzamos a escribir - explicó.
Aries dejó salir un suspiro, de pronto se había sentido desanimado con sus pensamientos con Chiara. Nuevamente sentía que realmente era un bicho raro y que algo estaba mal en su maldita cabeza para no contactar con una chica bonita que claramente tenía sentimientos por él. Seguro si quisiera ya podría haber tenido sexo con ella, sus amigos ya lo habían incitado a ello... pero ni siquiera la había besado... Ni sentía ganas reales de hacerlo. Que desmotivador...
Miró a Amadeo otra vez y asintió.
- Si quieres podemos ir ahora, no es tan tarde, seguro pillamos algo abierto aún - ofreció - ¿O quieres descansar? Si, mejor eso, no deberías moverte mucho, tampoco estoy seguro que sea buena idea que te incorpores tan pronto a clases - indicó ya que Amadeo le había preguntado su opinión del tema. - No te sobreesfuerces porque todo vuelva a la normalidad tan pronto, tienes que tomar las cosas con calma, tu cuerpo está lastimado, dale tiempo para sanarse - Le recordó y sugirió. - Gabriele me ha prestado su auto durante estas dos semanas, no lo suele usar ya que vivimos a apenas unas calles de la universidad, así que puedo llevarte y traerte todo lo que necesites, no te sientas una molestia, estoy aquí para ti. - aseguró y le sonrió.
Aries se estiró perezosamente, le dolía un poco la espalda por haber estado agachado junto a la tina, pero allí cayó en cuenta de algo:
- Tu cabello esta mojado - dijo de pronto y fue al baño para traer una toalla seca. - Ven aquí, te ayudaré a secarlo, si te quedas con el cabello mojado te resfriaras. - indicó. Aries tomó del brazo (bueno) a Amadeo y lo guió al sillón para que ambos se sentarán allí, pero luego notó que claramente no servía dicha posición, porque estaban a la misma altura y Aries era varios centímetros más bajo que el italiano. - Siéntate en el suelo. - ordenó. Espero que Amadeo obedeciera y puso la toalla en su cabello, para frotar ligeramente, esperando que la prenda adquiriera la humedad por la fricción.
Pensó decirle que su cabello era muy bonito, pero luego pensó que no era necesario ni ocurrente comentar algo así.
- Amadeo... - dijo de pronto - ¿Sabes el nombre de alguno de mis hermanos? - preguntó sin venir a cuento.
Aries solo había mencionado a sus hermanos una vez, en el hotel, cuando se habían quedado toda la noche juntos. Amadeo le había preguntado en ese entonces por su familia y Aries le había hecho un recuento rápido de su GRAN línea familiar mencionando algunos nombres al pasar, por lo mismo, dudaba que Amadeo pudiese haber retenido algún nombre especifico... pero quería comprobar si realmente, por casualidad o alcance, Amadeo recordaba algo tan minúsculo y especifico de él y si acaso, solo acaso, Amadeo sabía más de él que Chiara.
No tenía gran sentido ni motivo, pero sentía el corazón en la boca y aunque no tenía ninguna repercusión ni nada similar, Aries deseaba secretamente que Amadeo contestase correctamente alguno de esos tantos nombres. En el fondo, Aries quería comprobar que Amadeo si le había escuchado y si le conocía, y por lo tanto, si tenía motivos para gustar de él.. -
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-Está bien, veamos en qué clase no coincidimos...-acepto -. Tendría que averiguar si los profesores están de acuerdo.
Amadeo en esa oportunidad no rechazo la oferta de Aries, porque sabía que este estaba ahí para ayudarlo, no quería que pasara como antes y luego pelear por ese tema. El grabar las clases era una opción, pero a diferencia de medicina, en ciencia los profesores eran más recelosos para esas cosas, así que primero tendría que averiguar con cada profesor a ver si este se lo permitía o no.
Había varias cosas por pautar y Amadeo prefería hacerlo de una vez, para así salir de ello, por eso es que agito su cabeza en negación cuando Aries le pregunto para ir de una. Esa había sido una de sus opciones, pero era verdad que se encontraba cansado por tantas cosas, además que aún estaba adolorido, si iban y había mucha gente, iba a ser incómodo para él, mejor se planificaban para él día siguiente con más calma, así podrían ir temprano donde no hubiese tanta gente con la cual poder chocar por error.
Amadeo había pedido la opinión de Aries debido a que este era directamente una de las personas que estaría molestando para llevar a cabo todas las cosas, por eso pidió su opinión al respecto. Era cierto que lo mejor sería quedarse a descansar bien, pero Amadeo no deseaba atrasarse más de lo necesario, así que tendría que llegar a un consenso.
-Está bien, por esta semana solamente descansaré, pero para la siguiente si pienso asistir...-señalo -. Y gracias.
Lo último iba más por lo último que le dijo Aries, de que estaba ahí para él y que no se sintiera mal de pedirle cosas. Para alguien como él que las personas con las que podía contar eran realmente pocas, agradecía todo lo que Aries estaba haciendo por él en esos momentos.
Amadeo tuvo que parpadear al momento en que Aries de pronto soltó lo de su cabello, ya que primero no se había fijado y segundo, se sorprendió de que quisiera hacer eso, igualmente, no lo detuvo de arrastrarlo a la sala para sentarse, riendo cuando se dió cuenta que no podría en esa primera posición que estuvieron. Obedeció de sentarse en el suelo, aunque le hacía sentir como un niño pequeño, así como cuando si abuela lo ayudaba a prepararse para salir.
Estaba distraído cuando Aries soltó aquella pregunta, así que evidentemente se iba a quedar unos minutos en silencio, mientras pensaba en los nombres. No es que Amadeo los olvidará, solamente que no eran nombres que usaba todo el tiempo, así que tenía que pensarlos un instante para dar la respuesta.
-Hm...-dijo -. Recuerdo a Lea, Sumi y Jenny... También a Ginevra, Angeal, Kara, Alicia, Ethan.. si recuerdo bien, ellos son los que más interactuas por parte de tu padre, las primeras son de tu madre y padrastro... Había también otros... Después de todo eran doce hermanos o algo así... Hm... Los otros eran, Amaranta, Fionn, Tomas, esos eran los muy muy mayores que también conociste... Y los hijos de la pareja actual de tu padre, que si mi memoria no falla, se llama Maritza... Hay otros nombres que siento me faltan, pero no recuerdo bien ..
Evidentemente entre tantos nombres que Aries mencionó, habría algunos que Amadeo olvidaría, pero al menos los esenciales, como los hermanos con los que más interactuaba Aries, si que los recordaría, ya que este los menciono con cierto cariño. Esperaba que Aries no se molestara con él por no recordar a todos los que menciono, después de todo eran muchos, quizás si Amadeo conociera e interactuara con todo ellos, sería más fácil para él recordar más nombres de todos los mencionados por Aries.
Sin siquiera saberlo, Amadeo estaba cumpliendo una petición que Aries le daba mucho peso. Podía sonar algo acosador, pero Amadeo siempre le daba prioridad a las cosas que Aries le gustaban, por eso recordaba que le gustaban las películas de romance, por eso también se leyó el libro que Aries le gustaba, aunque eso último seguía sin decírselo y con todo lo ocurrido, ni oportunidad de devolver el libro tuvo. Igualmente, Amadeo no lo mencionaba, porque de alguna forma, le daba vergüenza responder cuando Aries le preguntaba si lo había leído. Claro que lo leyó, quizás hasta lo memorizo solamente porque era importante para Aries. Esas cosas era la que le hacía afirmar nuevamente que él todo esté tiempo a tenido sentimientos por Aries.
-Aunque, para que quieres que te dijera los nombres... ¿Necesitas comunicarte con alguno de ellos?
Amadeo realmente tenía sus momentos particulares de ser inocente, aunque en este caso particular, más bien no entendía todo el trasfondo de dicha pregunta, ya que jamás pensaría que Aries había teniendo todo un dilema interno al respecto. Amadeo espero a que Aries termines de sacarle el cabello para poder girarse a verlo mejor. Inevitablemente, Amadeo terminó tomando una de las manos de Aries que hasta hace poco estuvo pasando por su cabello para secarlo.
-Soy bueno para recordar cosas, pero si es sobre ti, busco recordarlas mucho más...
Con sus palabras quería expresar que Amadeo le dedicaba más empeño a recordar cosas relacionadas con Aries que con otros. Después de todo, para Amadeo, Aries siempre fue especial, aún mucho antes de que se diera cuenta de esto mismo.
Al estar sosteniendo su mano, Amadeo simplemente no pudo con su impulso, terminando por dejar un beso sobre la palma ajena. No había realmente un motivo profundo para tal acción, simplemente le provocó, aunque claro, a los minutos se dio cuenta de lo que estaba haciendo, causando que terminara dejando ir dicha mano.
-Ah... Lamento eso.
No podía decir que fue una broma o algo así, porque estaba consciente que no era así, por eso termino disculpándose, antes de levantarse, quizás con algo de torpeza y debido a ello y que se levantó muy rápido, termino tropezandose, causando que tuviera que sostenerse de su mano buena para no caerle encima a Aries. Amadeo en serio quería hacer las cosas bien, pero terminaba metiendo el pie bien profundo.
Suspiró, antes de apartarse del otro hombre, primero le dejaba un beso en la mano y ahora lo acorralaba contra el mueble. Inevitablemente Amadeo se sintió un poco avergonzado de sus acciones, antes lo habría cubierto con una broma, pero en ese punto... ¿Realmente podría llamarlo broma?
-Iré a descansar un poco...
Se excuso rápidamente para poder salir de ahí.. -
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Aries esperaba que Amadeo recordara uno o dos nombres, quizás tres, pero se sorprendió cuando este mencionó a tantos, de hecho el propio Aries se preguntó que en que momento les había nombrado a tantos de sus hermanos o como es que el italiano los recordaba si había sido una sola vez que los mencionó.
Su corazón latió fuertemente, porque aunque él le había preguntado y deseaba que el otro supiera... Su pecho se sintió abatido al oír su respuesta. Ni siquiera supo procesar porque se sentía así, pero su corazón tuvo una punzada extraña, un sentimiento raro, tal como cuando hace rato atrás Amadeo había dicho estar enamorado de él. Y es que sí, la confesión había sido sorpresiva y había agitado su corazón, pero esto... Quizás no lo pareciera, pero esto tenía muchísimo más peso, porque era tal como le había dicho a Amadeo: Se suponía que él no lo conocía para enamorarse de él... Pero en realidad si lo hacía, al menos un poco... y ese poco era importante. Aunque fuera tonto, Aries se sintió visto por Amadeo, y es que Aries era muy fácil de percibir siendo un asiático en Europa, pero era distinto. Él siempre se había sentido invisible incluso si sabía que no era así, pero ahora había una persona que lo veía y escuchaba. Probablemente estaba exagerando las cosas, pero para Aries aquello fue especial. No se lo iba a decir al italiano, no al menos hoy, pero lo guardaría en su corazón.
Al final terminó por agitar su cabeza.
- No, solo... No tiene caso. - indicó.
Pensó que el tema quería allí, pero Amadeo tomó su mano. Aries pensó retraerla, pero ya que se sentía algo conmovido por las palabras de este, decidió no hacerlo. Sinceramente él también disfrutaba del contacto con el italiano, incluso si no lo quería decir o le costaba aceptarlo. De cualquier modo no creyó que pasaría a más, así que cuando este se la besó, Aries nuevamente se puso rojo, porque definitivamente no sabía si algún día se acostumbraria a esas muestras románticas tan deliberadas. Sí, le gustaba el romance, pero no es que precisamente pensase que en algún momento un hombre las iba a tener con él. Aries se sintió avergonzado al oír que este se enfocaba en recordar más sus cosas y nuevamente se encontró diciéndose a si mismo que debía alejarse de Amadeo o este lo volvería "extraño".
Amadeo fácilmente podría dejarlo hecho un desastre.
- Esta bien, no hay problema... - dijo bajito al oír su disculpa, prefería no darle demasiadas vueltas, pero entonces Amadeo tropezó y Aries abrió los ojos sorprendido, quedando en blanco cuando este lo acorraló (sin querer) contra el sillón. Si ya estaba rojo, su color se aumentó ante aquel suceso, ahora si que tenía el corazón golpeándose contra su pecho. La verdad es que desde siempre, cuando Amadeo lo acorralaba, Aries sentía un nudo en el estómago difícil de procesar. "Besame" era el gran pensamiento que aparecía en su mente casi como un pensamiento intrusivo ¿Como podía pensar eso? ¡Él no era gay!
- S-si... - indicó apartando la mirada, buscando tranquilizarse. Mierda, mierda, mierda. Aries agradeció que Amadeo se marchase, porque no sabía que pasaría sino.
Dioses... ¿Que le pasaba? Su mente comenzaba a pensar cosas extrañas.
Aries se quedó sentado en el sillón algunos minutos más y luego fue a dejar sus cosas a su cuarto, quizás necesitaba descansar también. Aries dispuso sus pocas pertenencias en el cuarto de Giuseppe ocupándose de no mover nada demasiado, aunque tampoco creía que para el rubio fuera una gran preocupación, pues él también había dormido varias veces en el cuarto de Aries, así que tenían la confianza de dejarse pasar a sus espacios personales. Cuando Giuseppe iba a su depa siempre se ponía a curiosear entre sus mangas, así que esta vez Aries hizo lo mismo, enfocándose en un libro de arte que estaba allí. Cuando el asiático lo abrió cayeron un par de papeles: Unos dibujos rapidos y un par de fotografías de Giuseppe y Zaryr. No eran fotos comprometedoras, solo estaban ellos en selfies o en fotos en espejos, los dibujos tampoco eran la gran cosa, solo varios ángulos de Giuseppe. Aries realmente se preguntaba como su amigo había terminado con alguien como Zaryr en su banda, y seguramente todos se caerían de espalda cuando supieran (más a futuro) que de hecho estos dos eran pareja.
Aries dejó todo de lado y se dedicó a estudiar un poco, también llamó a Marcus y Gabriele para contarles de cómo habían resultado las cosas con Amadeo y luego simplemente se acostó a dormir.
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A la mañana siguiente Aries se levantó muy temprano, había caído rendido fácilmente por el cansancio, pero no había dormido del todo bien. No recordaba que había soñado pero no había sido agradable, se despertó con un sentimiento triste, como de perdida, como de pena, aunque no había mucho que hacer.
Aries se levantó y fue al baño a ducharse y cambiarse de ropa, para luego batallar sobre que decía hacer o no... ¿Al final podía usar la cocina? El asiático pensó simplemente usarla, pero la verdad no quería pelear con Amadeo, así que fue a su cuarto, tocando levemente la puerta para entrar.
- Amadeo ¿Puedo cocinar finalmente? ¿Que quieres comer de desayuno? - preguntó. Como el italiano no reaccionó enseguida, Aries se adentró en el cuarto, sentándose al borde de la cama para verlo de más cerca.
"Vaya, realmente Amadeo es guapo..." pensó el chino y solo por un minuto se dio la oportunidad de pensar que si realmente era necesario ser una chica para sentirse atraída por él. Aries solía decir "Si fuera una chica, me fijaría en Amadeo" pero ¿que era eso que evitaba que realmente fuese así? ¿Se podía fijar en él siendo un chico? ¿Como sería el romance entre dos hombres? Cuando el asiático lo pensaba, solo podía rememorar a Qiang diciendo "ABOMINABLE" o similar, pero Amadeo no le parecía para nada abominable.... -
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Amadeo estaba realmente no siendo consciente de que esas pequeñas acciones eran las que estaban atrapando lentamente como tortuga a Aries, después de todo, estaba tomando más espacio en el corazón de Aries. Para Amadeo, era normal saber cosas relacionadas a las personas que le gustaba o importaban, porque esa era la forma en que demostraba que tan importante era para él. Al su abuela ser sorda, Amadeo tenía la tendencia de demostrar las cosas a través de acciones que decirlas, quizás por eso tardo tanto en decirle o darse cuenta de los sentimientos que tenía pro Aries.
Obviamente le miraría confundido cuando Aries le dio esa respuesta, quería saber más, pero sabía que posiblemente Aries no querría hablar de eso, así que solamente sellaria todo eso con su acción de dejar un beso en la palma ajena. Indudablemente, esa sería la última vez que haría algún como eso, al menos es lo que Amadeo se repetía, para ver si haciendo eso, se convencía a sí mismo.
Para Amadeo, no había nada raro de lo que sentía hacia Aries, después de todo, su abuela le enseñó a ser honesto con él mismo, quizás las demás personas si llegaron a decirle cosas malas, pero el amor que le dió su abuela, marco una gran diferencia en su vida. Aunque obvio que el amor no lo podía todo, pero no quitaba que Amadeo fue criado bajo buenas costumbres, siendo un ambiente completamente diferente al de Aries. Quizás Amadeo se enfrascaba mucho en tener que marcar distancia con Aries, que no se daba cuenta de los avances que estaba teniendo e ignoraria muchas cosas que le darían señales importantes, después de todo, paso desapercibido el sonrojo de Aries.
No deseaba poner incómodo a Aries, sobre todo porque sabía que había roto la promesa de mantener distancia al haber besado la mano ajena, pero no lo había podido evitar, tenía como una especie de necesidad que le llevaba a tocar a Aries. Como si fuese ese regalo que siempre ha esperado y por eso no puede esperar para abrirlo.
Sea como sea... Amadeo aprovecho también el haber regresado a su cuarto para calmar la alta gama de sentimiento que estaba teniendo.
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Amadeo si que paso una terrible noche, porque le costó encontrar el sueño para dormir. Se la paso despierto, pensando en tantas cosas que sus propios pensamientos se volvían completamente inútiles. Luego de tanto, porque en yeso también era un impedimento para dormir mejor, logró dormir a eso de la madrugada. Por eso mismo es que no despertó cuando Aries hizo acto de presencia, ya que se encontraba lo bastante cansado para no querer despertar.
No fue sino hasta minutos después de que Aries entrará a la habitación y se colocará en la cama, que finalmente Amadeo despertó. Amadeo abrió los ojos de una vez y es que era su costumbre, después de todo, era de los que al sonar la primera vez la alarma, él ya estaba despierto.
-¿Aries?
Soltó con evidente confusión, aunque era más sueño que otra cosa. Como Aries estaba ahí, se imaginó que necesitaba algo, por eso busco levantarse y quedar sentado, pero al hacer todo eso con una sola mano, evidentemente iba a terminar fracasando. Amadeo falló en afincarse bien, así que iba a volver a la cama, pero buscando evitarlo, terminó por jalar a Aries sin quererlo, solo buscando un punto de apoyó.
Nuevamente su cercanía se volvía corta, pero está vez, por la posición, sería Aries quien estaría acorralando a Amadeo. Era algo nuevo de ver, pero por su parte, Amadeo dejo escapar una risa.
-Lo siento, al parecer actuaré más torpe que de costumbre...
Se disculpo, no tenía problema con ese tipo de situaciones, pero no deseaba que Aries se incomodara con todo eso, después de todo, aún seguía con el asunto de marcar límites con Aries. Suspiró, para apartar su mano de Aries, esperando para que esté se moviera y así volver a intentar sentarse en la cama.
-¿Venías por algo?-pregunto, antes de mirar a su alrededor para dar con la hora -. Ah... Es temprano, podríamos ir a lo del celular... ¿Te parece bien?
Amadeo buscaba actuar lo más normal que pudiera, aunque en esos momentos, lo único que quisiera era terminar con esa escasa distancia que parecía formarse cada tanto entre ellos. Llevar un mano a la mejillas ajena para que reconociera su tacto y luego acercarse para romper la distancia... Si, definitivamente debía evitar esos repentinos acercamientos.
-Deberíamos aprovechar que nos levantamos temprano.. -
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Amadeo era guapo, eso era un hecho objetivo. Amadeo hacia que su corazón latiera fuertemente, ese era otro hecho objetivo... La cosa era el por qué, y la cosa es que no podía encontrar la explicación para ello.
Giuseppe solía bromear siempre con él diciéndole apodos de pareja, lanzandole besitos tontos o cosas así, lo mismo que Marcus, pero ni Marcus ni Giuseppe le ponían nervioso como lo hacía Amadeo. Ni siquiera en broma alguno de los dos le hacía sentir mariposas en el estómago o le ponían rojo. Aries en general no era de ponerse nervioso, nunca lo había sido con las múltiples chicas que se le habían confesado... pero con Amadeo todo era distinto. Amadeo le generaba mil sentimientos que se supone que no sentía ¡Se supone que él estaba super seguro de su sexualidad! ¿¡Porque ahora se la cuestionaba!? La verdad es que eso también era algo que tenía dado por hecho más que el que realmente tuviera todo seguro de si. Aries era hetero porque lo normal era ser hetero, era aquello que le habían enseñado. Tenía hermanos LGBT, sí, pero nunca había ahondado en el tema, quizás por sus propios prejuicios. No quería saber de aquello de la vida de sus hermanos, no quería odiarlos, porque, según Qiang, lo natural era odiarlos.
¿Que pasaba si decidía corresponder los sentimientos de Amadeo? Es decir, no sentía nada romántico por él (eso es lo que se repetía), pero... ¿Y si lo llegaba a sentir?
¿Que pasaba si, por esas cosas de la vida, el amor de su vida terminaba siendo un hombre? Las películas que veía no solían tener ese tipo de giro de trama, los romances gays no acababan bien en la vida real. Aries había visto cada cierto tiempo en las noticias sucesos horribles respecto a la comunidad LGBT: Chicos asesinatos, parejas golpeadas en la calle, chicas lesbianas violadas "correctivamente", padres echando de su casa a sus hijos por no ser hetero... Todo era demasiado desesperanzador. La verdad es que lo lamentaba por Amadeo, pues tal como él había dicho de su propio caso, el amor no era muy duradero o factible para ellos. Qiang decía que dos hombres no podían amarse realmente, que solo eran deseos egoistas y carnales... y sinceramente Aries jamás había oído hablar de una pareja queer que hubiese durado mucho, su mundo de lo LGBT se basaba en Ginevra, que era no binarie y en algún momento había salido con una chica; en Qiang, que odiaba a los sodomitas; y ahora en Amadeo, que se le había declarado.
Aries suspiró bajito... Este chico guapo decía que le gustaba... ¿Que se supone que esperaba que hiciera Amadeo con esa información? ¿Como podía decir algo así tan abiertamente? ¿Como podía causar caos en él y luego dormir tan calmado?
- Hola... - le saludó cuando este despertó - Te estaba preguntado si podía us... ¡Ah!
El asiático no supo como o porqué, pero de pronto fue jalado y sin planearlo se encontró nuevamente solo a centímetros de Amadeo, esta vez siendo él quién lo tenía prisionero. Sin embargo eso no fue significativamente distinto a su reacción cuando la situación era al revés, por lo cual se puso rojo al ser ahora "el dominante". La cara del chino era un poema y tardó un momento en reaccionar.
- ¿¡D-d-de que te ríes!? - criticó apartándose exageradamente, casi cayendo de la cama. Aries se levantó y caminó por el cuarto, intentando bajar el calor de su rostro. - S-si, te venía a preguntar si podía usar la cocina - explicó - ¿Hay algo especifico que quieras comer? Yo no estoy en el menú - trato de bromear.
Aries finalmente terminó saliendo del cuarto sin recibir una respuesta concreta, no sentía estar disponible para mirar más al italiano. Realmente Amadeo lo descolocaba y Aries no entendía como siempre terminaba en situaciones comprometedoras con él.. -
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Amadeo iba a comentar algo al respecto cuando notó a Aries rojo como una manzana, pero antes de hacerlo, pudo sentir la forma en que Aries se apartó. Aunque fingiera que no y hubiese sido él quien se lo pidió, no significaba que no le doliera que Aries se apartará de esa manera. Por mucho que Amadeo fingiera que simplemente no le afectaba, en realidad si ll hacía, después de todo, cualquier persona quiere ser correspondida por el que le gusta y Amadeo no era diferente en ese sentido. Así que cualquier clase de rechazo le dolía, aún si en realidad Aries ya había sido claro con sus sentimientos hacia él.
Las palabras quedaron en su boca, ya que no llegó a pronunciar algo más, puesto que Aries se marchó de la habitación dejándolo con cualquier comentario colgado. Suspiro, si se iba a deprimir por situaciones como esa, no debió aceptar ser amigo de Aries, pero era cierto que no deseaba dejar la amistad con Aries, después de todo, antes de darse cuenta de sus sentimientos, realmente aprecio la amistad que tenía con Aries. Era un sentimiento complejo la verdad y uno que le hacía ser quizás más egoísta que normalmente lo era.
¿Dónde podía poner el límite para iniciar y terminar esa extraña relación?
Al final, dejando escapar otro suspiro, se levantó de la cama para prepararse, después de todo, lo mejor era salir, porque dudaba que la comodidad se quedará a dormir dentro de esas cuatro paredes y no quería hacer mas rara la situación. Escogió una ropa para salir y aunque tardo, se vistió por su cuenta, si seguía así, iba a ser más rápido el que pudiera estar por su cuenta. Quizás era lo mejor, ya que no quería seguir molestando e incomodando a Aries. Cuando estuvo listo, salió de la habitación para bajar a Aries con la mirada.
-Ya estoy listo para salir ..-le dijo cuando finalmente lo vio -. Y también te iba a decir que estaba bien, puedes usar la cocina sin problema. Igual dudo poder hacerlo yo...
Volvió a soltar un suspiro, no lo podía evitar. Antes de seguro, fue a la cocina, dónde se sirvió un vaso con agua. Al poco tiempo, se dió cuenta que lo mejor sería cambiarse el vendaje antes de salir, porque el de la cara comenzaba a despegarse. Amadeo se fue un momento, antes de buscar una venda nueva para colocar que le dieron en el hospital. Fue directo a Aries, porque eso era algo que definitivamente no iba a poder hacer por su cuenta.
-¿Puedes cambiar el parche?-pregunto, para cerrar el ojo que usaba para ver e inclinarse un poco para que fuese más cómodo para Aries -. Ah... Acabo de recordar, Chiara hace poco compro un celular y lo compro a buen precio, quizás nos pueda decir al lugar donde fue para comprar el que necesito... También podríamos llamarla y que vaya con nosotros...
Amadeo no lo hacía con mala intención, porque en realidad no era mentira lo que dijo, además, pensó que quizás Aries se sentiría más cómodo si iba la chica con ellos. Que lo estuviera cuidando, no significaba específicamente que tenían que estar a solas, por eso es que sugirió que fuese la chica junto a ellos, así quizás las cosas no serían incómodas, pero sobre todo, no pasarían los "momentos incómodos".
Se quedó de aquella forma, esperando a que Aries terminara para poder abrir los ojos. A veces el exceso de amabilidad de Amadeo podía jugar realmente en contra, ya que aún si él quería seguir teniendo su tiempo juntos a Aries, no lo iba a hacer a costa de la comodidad ajena. Si Aries se sentía incómodo o "raro" cuando estaban a solas, entonces solo tenían que tener a alguien más haciéndole compañía.
También pensó en Mia, después de todo, la consideraba una buena amiga, pero no deseaba que lo viera en semejante situación. Aunque podría ponerla al día al respecto de la situación, después de todo, la chica desconocia que Amadeo se le había confesado a Aries, sabía que le gustaba, pero hasta ahí.
-También podemos invitar a Mia... Salir todos juntos, aunque no pueda hacer mucho.... -
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Aries había ido a la cocina a hacer absolutamente nada más que estar parado y revisar las gabetas, pues como había empezado la situación, no sabía si podía cocinar o no y Amadeo no le había dado una respuesta clara.
Puede que sus rechazos fueran muy rotundos y agresivos para Amadeo, pero para Aries eran más bien un tipo de "gay-panic", como si alguien lo descubriese haciendo algo gay, como si temiera que alguien descubriese un secreto oscuro de su interior. A veces temía que Amadeo pudiese notar sus dudas y pudiese notar como él no era tan seguro de esa heterosexualidad que pregonaba. Aries temía que su máscara se cayese, aunque el ni sabía que efectivamente tenía una.
Tenía miedo, quizás eso era lo principal que debía hacer que sus alertas saltasen: Tenía miedo de ser como Amadeo, porque quizás sentía que quizás lo era, aunque quisiera negarlo...
Miró a Amadeo cuando llegó hacia este hablándole del parche y asintió ligeramente, aún algo colorado, pero sabiendo que debía saber separar las cosas: Estaba allí para ayudarle, debía hacer eso, debía calmar su agitada mente.
Aries asintió y guió a Amadeo a una silla ya que aunque este se había agachado, aún era incómodo el estar nivelados. Aries fue al baño por un poco de algodón que mojó suavemente con agua, para aprovechar de limpiar ligeramente la zona antes de poner el nuevo parche.
Allí estaba otra vez eso amabilidad atípica y dulce que surgía entre ambos, esa amabilidad que era digna de un amor correspondido. Aries y Amadeo se conocían hace poco, muy poco, pero entre ellos había un preocupación mutua que era digna de un romance de esos que Aries disfrutaba ver. Si está fuese una película o algo así, sin duda de fondo sonaría una balada de Coldplay. Quizás eso sí era lo que era contradictorio entre ellos: El como por más que se esforzaban por mantenerse lejos, ellos se necesitaban tocar e incluso cuando no, siempre hacían todo con mucho amor. Aries nunca había tratado con tanto cariño a alguien ajeno a su familia, cosa que podía lucir extraña considerando que él era de hacer amigos con mucha facilidad, pero lo cierto es que aunque todo con Amadeo le salía natural, no eran cosas que fácilmente hubiese hecho con otros.
- Listo, ya esta... - susurró luego de poner el nuevo parche. - A la semana debes ir a control ¿no? No puedes continuar mucho más con el parche o será peligroso, tu ojo no debe acostumbrarse demasiado tiempo a la oscuridad... - señaló.
Aries recogió el envoltorio del parche y el algodón para botarlo a la basura. Miró sorprendido a Amadeo cuando mencionó a Chiara y el sobre decirle que fuera con ellos.
- ¿Estas seguro? No quiero que te sientas incómodo - señaló. Ambos estaban siendo muy considerados con el otro, buscando incomodarse lo menos posible. Aries hizo una mueca, suponiendo que si iba Mia las cosas serian más relajadas también. - Esta bien, quizás te haga bien salir a distraerte - indicó sonriendo. - Podemos desayunar con las chicas - propuso.
Aries se encargó de llamar a Chiara para decirle la propuesta y luego llamó a Mia, aunque a este tuvo que explicarle el incidente de Amadeo pues lo desconocía. Aries manejó al centro comercial con el italiano, donde las chicas ya les esperaban.
- ¡Amadeo! - fue Chiara la primera en saltar. Iba a abrazar a Amadeo pero Aries la detuvo, pues seguro le lastimaria. Chiara cayó en cuenta de eso y retrocedió, aunque eso no calmó su intensidad. - ¡Amadeo, me alegra que estés bien! ¡Estaba tan preocupada! - dijo honestamente. - ¿Por qué no nos contaste de tu accidente? Casi me morí cuando oí a los profes hablar. - señaló.
Mía se aproximo a la situación.
- Vaya, realmente quedaste lastimado... - indicó la estudiante de medicina - ¿Por qué tampoco me contactaste a mi? ¡Creí que teníamos un código de contarnos cosas! - señaló. Su código se refería a cuando ellos habían hablado sobre la sexualidad del castaño.
Aries rio suavemente.
- ¿Que les parece si vamos a una cafetería? Tenemos hambre, no hemos desayunado - indicó.. -
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Amadeo obedeció cuando Aries lo guió a una silla, aunque no pido evitar el que se le escapara una risa, ya que la diferencia de alturas salía a relucir en esos momentos. Espero pacientemente a que Aries terminara de colocarle el parche, sabiendo que quizás estaba haciendo más de lo que le pidió, pero no le molestaba, más bien le agradaba verse de alguna forma consentido por Aries. Al menos podía disfrutar de todo eso sin sentirse culpable o similar, es lo mínimo que deseaba creer.
-Gracias, me alegra tenerte aquí para ayudarme.
Y es que le hubiese costado más si estuviera solo, que seguramente sería lo más probable, ya que el único que le habría podido ayudar sería quien ahora seguro andaría nervioso por tener un concierto de tal calibre. Pensar en Giuseppe le hizo recordar que seguía estando ese detalle de lo que vio en la disco, pero luego de pensarlo un poco, Amadeo sentía que muchas cosas tomaban sentido luego de lo que vio. Giuseppe siempre le dio una extraña importancia a todo lo que hacía o decía Milán, aún cuando siempre le repetía que lo odiaba. Si realmente lo fuese odiado, no le habría importado sus palabras durante tantos años.
-Si...-dijo de manera vaga, principalmente porque estaba pensando en sus asuntos con Giuseppe -. Me parece buena idea, así podré decirle a Mia y no que se entere por otro...
Fue lo que comento al momento en que Aries acepto ir a comer con las chicas, tal vez un rato afuera, podría ayudarles a mantener esa rara necesidad de tocarse a raya, después de todo, si seguían así, terminaría con algo más que un simple toque. Amadeo se conocía y aunque podía controlar sus impulsos, sabía que solamente volvería a las "malas" costumbres, donde sin razón aparente le tomaba la mano a Aries.
Se prepararon para salir, yendo al centro comercial donde las chicas ya los estaban esperando. Pudo notar la preocupación de Chiara, así que dejó escapar un suspiro de alivio, Amadeo también apreciaba bastante a la chica. Fue bueno que Aries la detuviera, porque Amadeo no iba a lograr hacerlo tan fácil.
-Lo siento, pasaron unos días hasta que desperté, así que decidí llamar primeramente a la universidad...
Se disculpó con ambas, porque en realidad no había llamado a nadie en ese momento, ni siquiera a Giuseppe lo hizo, pensó en hacerlo, pero se sintió tan patético en aquel momento que no quería ser visto por otros de esa forma.
Ante las palabras de Aries, todos asintieron, comenzando a caminar hacia alguna cafetería cercana. Claro está que Chiara buscó caminar cerca de Aries, pues no sé habían visto, por su parte, Amadeo decidió ir al lado de Mia, quién se inclinó en dirección de Amadeo para conversar algo más privado.
-Esos dos... Realmente están saliendo...
-Hm... Pues supongo que si, aunque Aries no ha dicho exactamente eso...
-¿Eso hace alguna diferencia?
-Con alguien como Aries, sí.
No muchos eran conscientes de que Aries tenía una forma particular de ver las relaciones, además que este mismo en ninguna oportunidad le dijo que estaba saliendo con Chiara o al menos es lo que Amadeo trataba de convencerse, aún si en realidad, tenía razón.
Llegaron a una bonita cafetería, tenía buen ambiente y estaba casi vacía, un perfecto lugar para desayunar y conversar con las chicas. Se sentaron en la mesa, pero al ver que la mesera del lugar estaba ocupada, Amadeo se volvió a levantar para buscarlos en la barra.
-Amadeo, ¿A dónde vas?
-Voy por los menú para ordenar...
-No tienes que ir por ellos...
-Déjenme al menos hacerlo, sino me sentiré un inútil...
Amadeo se excuso, así que logró irse a la barra a tomar los menús y así ordenar de una vez cuando la mesera se desocupara, porque finalmente le estaba dando hambre a Amadeo. Cuando estaba incendiandoselas para tomar al menos dos menús y llevarlos, escucho una voz familiar.
-¿Amadeo?
Al girarse, se encontró con Robert, una ex pareja con la que tuvo varias noches de pasión, pero nada más allá de eso. Él se veía sorprendido de verlo y el otro sorprendido del estado en que estaba Amadeo.
-¿Esta todo bien?
-Ah... Si, solamente tuve un accidente en la moto...
-¿De verdad? Es una lástima, realmente amas ir en moto... Recuerdo que siempre viajábamos en ella...
-Si, aunque sería más perdernos, siempre que manejabas tu, terminábamos en algún otro lugar, menos al que íbamos...
-¡Ey! Siempe supiste que tengo un mal sentido de la ubicación.
A pesar de que la conversación empezó con cierta tensión, luego de unos segundos, se relajo al punto en que ambos rieron al recordar las ocurrencias que vivieron en conjunto. Amadeo no creía que volvería a ver a Robert, después de todo, este siempre le recalco que no quería nada serio porque iba a estudiar al extranjero y con esa excusa lo mantuvo, hasta que finalmente se fue y perdieron comunicación por completo.
La que se dio cuenta de la situación fue Mía, quien podía ver mejor en dirección a la que Amadeo se fue, notando que este estaba conversando con alguien.
-Parece que Amadeo se encontró con alguien...
Aquello lo dijo para que los otros lo notarán, puesto que le había parecido raro que Amadeo tardará y había visto en su dirección para ver si es que el otro necesitaba algo de ayuda. Al parecer no necesitaba nada de ayuda.... -
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Aries no sabría explicarlo, quizás ni siquiera era consciente de ello, pero le molestaba un poco tener a Chiara tan cerca cuando estaba con Amadeo. Era curioso y al inicio la situación era al revés siendo que le molestaba que Amadeo estuviese cerca de ellos al estar con Chiara, pero ¿A este punto importaba? La cosa era que tener a ambos cerca al mismo tiempo le hacía ruido, quizás porque ahora que sabía de los sentimientos de Amadeo y sabía de los sentimientos de Chiara se sentía entre la espada y la pared.
Realmente el amor era extraño y complicado, prefería cuando podía ignorar a todos y ya ¿Como había pasado a tener a dos personas interesadas por él y no salir corriendo? Sin duda no estaba hecho para eso.
Aries permitió que Chiara caminara a su lado pero no pasó mucho más que eso, ellos no tenían contacto físico pues el asiático había dejado en claro desde el inicio que no le gustaba, así que Chiara había desistido de tomarle la mano o abrazarse a su brazo. Era curioso pues a ella le apartaba más rotundamente de lo que lo hacía con Amadeo, pero no lo procesaba.
En la cafetería se sentó frente a Amadeo, ya que Chiara quiso sentarse a su lado y este se lo permitió.
- La mesera ya vendrá - insistió también el asiático cuando vio a Amadeo levantarse, pero al final ninguno de los tres lo pudo detener.
- Realmente me alegra que Amadeo este bien... - comentó Chiara cuando este se había marchado.
- ¿Como lo hará con sus heridas? - consultó Mia.
- Yo me estoy quedando con él - explicó Aries - Estaré viviendo con él hasta que le quiten el yeso. - indicó.
Mía se distrajo de la leve conversación haciendo un ademán y comentario sobre Amadeo, así que Aries y Chiara voltearon hacía este y su amigo.
- Waoooo - comentó Chiara - Amadeo se junta con mucha gente guapa - indicó de manera honesta, y es que la verdad era que tenía bastante razón.
Aries se quedó mirando a los hombres interactuar. Quizás debería haberse sentido molesto o al menos ligeramente celoso de que "su chica" prácticamente chiflara a un chico guapo, pero allí estaban esas cosas y códigos que Aries no compartía con otras personas: No sentía nada de celos de ese chico guapo... No al menos por Chiara, aunque no podía decir lo mismo de por Amadeo.
Aries simplemente se quedó mirando a ambos hablar, debía admitir que le daba toda la razón a Chiara, aquel extraño si era guapo, incluso Aries que no sentía ninguna atracción por los hombres sabía reconocer a alguien atractivo cuando lo miraba.
- ¿Es de Ciencias? - le preguntó Mia a Chiara, sin embargo esta negó con la cabeza enseguida.
- No, es primera vez que lo veo. No es de nuestro grado y dudo que sea de nuestra facultad. - indicó.
- Ellos se ven cercanos... - comentó la estudiante de medicina con cierta suspicacia, sobretodo cuando Robert tocó el brazo bueno de Amadeo en un gesto fraterno. Quizás más que fraterno... ¿Amistoso? Quizás más aún...
Los tres tenían sus miradas fijas en la pareja. Aries no pudo evitar preguntarse si acaso ese chico guapo no estaba siendo acaso demasiado confianzudo. En realidad no estaba haciendo nada raro, los amigos solían tocarse, él se tocaba un montón con Marcus y Gabriele entre abrazos, codazos y demases... pero había algo extraño entre Amadeo y Robert. Aries tenía un presentimiento, un algo. Se pensó las palabras del castaño cuando habían tenido la situación del desintencionado coqueteo con el barista y como Amadeo le había explicado que coqueteaban los hombres a otros hombres.
¿Ahora ellos estaban coqueteando?
- Voy a ir a ver si Amadeo necesita ayuda - indicó levantándose, pensando que quizás esta era una situación como en la disco a inicio de año, cuando el italiano había tenido trepado encima al mesero.
Aries ni siquiera proceso que se había movido por celos o un sentimiento inexplicable pero intuitivo, y era curioso e incluso gracioso, pues no le había molestado que su casi novia dijese que Robert era guapo, pero si le había nacido de las entrañas ir donde Amadeo al verle demasiado cercano a este. Definitivamente Aries era bastante ajeno a sus propios sentimientos intrínsecos.
- Amadeo - le llamó al estar cerca, y tal como Robert, quizás como reflejo a lo que había visto hacer a este, le tocó también para hacerse presente. - ¿Esta todo bien? - preguntó. No sé refería a que particularmente estuviera en problemas con el otro, sino a que tuviese problemas con su mano, pero entonces cayó en cuenta de que podía haber sonado mal. - Digo, lo decía por los menú... - explicó.
Aries se dio cuenta entonces que realmente había venido a interrumpir algo que ni a cuento, así que osciló su mirada entre los dos y terminó por hacer un ligero asentimiento a Robert como saludo, no sabía si presentarse o no, la verdad es que ni él tenía muy claro que demonios estaba haciendo parado allí, así que en último momento decidió hablarle directamente al otro.
- Hola, soy Aries Zhan, amigo de Amadeo - indicó extendiendole la mano.
Aries pensó un instante después que había sido una manera ESTUPIDA de presentarse y notó que Robert pensó lo mismo al estrecharle la mano con una sonrisa divertida en el rostro.
- Hola, soy Robert Bianco, ex de Amadeo.
Aries abrió los ojos sorprendido, no supo que contestar, así que al ver su expresión Robert pareció reconsiderar sus palabras.
- Mierda ¿No era secreto o si? ¿Aún estas en el closet, Amadeo?. -
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Amadeo por su parte siguió hablando con Robert, después de todo, ellos tenían toda una historia ya contada que en realidad, si ambos hubiesen cedido un poco en ese tiempo, pues habeian sido definitivo algo, porque a pesar de la constante negativa de Robert, ellos si interactuaron más de lo que lo harían solamente con alguien de una sola noche. La historia sería otro, Pero ya no había que seguir pensando en lo que fue, lo que si, es que era innegable la forma en que ambos se llevaban, a pesar del tiempo, parecía como si hubiese sido ayer que se vieron por última vez.
No sé dió cuenta que estaba tardando tanto y es más, hasta se le olvidó que estaba acompañado y es que en el fondo sabía que Robert si fue especial para él en su momento. No fue hasta que Aries hizo acto de presencia y tomó su brazo que recordó el asunto. Particularmente no era que Amadeo quería ser malo, era solo la mala costumbre de olvidar lo demás cuando estaba con Robert. Quizás eso mismo es lo que causó que tardará en presentar a Aries a Robert.
Ambos dejaron escapar una suave risa por la torpeza de Aries, uno más por reflejó y en caso de Amadeo, porque le pareció lindo que Aries se corrigiera, después de todo, ninguno de los dos había pensado mal de sus palabras.
Amadeo suspiro... Claro, eran amigos.
Ante lo siguiente, volvió a suspirar, sabía que las cosas iban a pasar así, pero lo dejo pasar debido a que tuvo su pequeña crisis al escuchar a Aries decir que eran amigos, aún le dolía un poco ese hecho, aunque sabía que tendría que aceptarlo tarde o temprano, él solamente sería amigo de Aries y nada más. Agito ligeramente la cabeza en negación.
-Nah, no te preocupes, Aries lo sabe...-dijo relajado -. Aunque, ¿Podríamos decir que llegas a la categoría de ex?
-Eso es un alivio, no querría meterte en problemas... ¡Claro que sí! Duramos bastante... Eres cruel al decir eso...
Robert de forma juguetona hizo un gesto de estar llorando por las palabras de Amadeo, quien rodó los ojos ante ello. Estar bromeando con Robert hizo que no se diera cuenta de dos cosas, la primera que Aries seguía tomando su brazo y la segunda, que en medio de la broma, por una acción de parte de Robert, fue apartada dicha mano de Aries.
-Ya bueno... Por cierto, ¿No ibas de salida?
-¡Es cierto! Seré regañado por tardar tanto -comento con una risa -. Me alegró mucho haberte vuelto a ver...
Robert, ya consciente de que él chico que estaba al lado de Amadeo era consciente de la orientación de este y pensando que solo estaba acompañado por este, sin saber de las chicas esperando en la mesa, se inclinó para quedar más cerca de Amadeo. Cualquiera externo podría pensar que le iba a decir algo en el oído, pero no había razón de hacerlo si estaban en un lugar que no se escuchaba tanto ruido.
-Aun mantengo el mismo número... Si no estás con alguien, volvamos a reunirnos si tenemos la oportunidad.
Quizás porque Amadeo estaba acostumbrado a tener a las personas de confianza cerca, no le pareció raro la cercanía de Robert o que como gesto posesivo, también lo tomaba del brazo con sus manos. Cualquiera que supiera la situación, se daría cuenta a la distancia que Robert estaba coqueteando con él, así que en realidad, Aries no estaba equivocado en pensar que era una situación similar a la del mesero, solo que la diferencia es que Amadeo no lo rechazo.
Al separarse, Robert dirigió su mirada a Aries quien seguía estando parado ahí con ellos.
-Ha sido un placer.
-Nos vemos Robert...
Luego de sus palabras el chico se despidió con un gesto de mano, antes de marcharse de la tienda, puesto que se había detenido cuando se reencontró con Amadeo, tenía cosas que hacer que más adelante tanto Aries como Amadeo descubrirían. Por su parte, al volver a quedar a solas con Aries, Amadeo se giro un poco en su dirección.
-Ya tengo los menú-dijo animado -. Regresemos junto a las chicas para pedir el desayuno, ya me ha entrado el hambre...
Claro que Amadeo no se sentó a considerar la posibilidad de que Aries estuviera celoso, el chico ya había dejado en claro que no tenía sentimientos hacia su persona, no tenía sentido enfrascarse en eso, por eso es que actuó con normalidad. Además, el mismo Aries se presentó como solamente un amigo y no había razón para que los amigos estuvieran celoso de un Ex.
Amadeo no dudo en disponerse a volver a la mesa. ¿Tenía que dar una explicación? No consideraba que fuese necesario, puesto que sentía que solo haría las cosas incómodas (de lo que ya estaban sin saberlo), era mejor no hablar sobre su historial amoroso con quién estaba enamorado y esperaba tener una relación, además de ser vergonzoso, sentía que Aries podría llegar a odiarlo.
A parte de eso, estaban juntos a las chicas y no había razón para hablar de ello, solamente causaría posibles problemas, así que dejó el asunto hasta ahí. Sobre si vería a Robert o no, pues no estaba seguro en ese punto, ya que Robert si fue especial en su momento, pero dudaba que algo realmente pudiera darse, además, él deseaba mantenerse fiel a sus sentimientos un poco más de tiempo, aún si sabía no sería correspondido.
-Vamos Aries...
Amadeo como reflejó le ofreció la mano que estaba buena, aunque claro está, luego la apartó cuando se dió cuenta que si reflejó había estado primero que su razón. Sería raro, además dudaba de que Aries la tomara, así que la regreso, fingiendo que no le había ofrecido a Aries dicha mano. A veces el reflejo ganaba a la razón, Amadeo tendría que empezar a ser consciente de este hecho para aprender a controlarse.. -
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Un ex... Robert era un ex. Woau, así que este era el tipo que le gustaba a Amadeo. Aries no supo si sentirse aliviado o decepcionado de que no fueran asiaticos como había dicho en broma hace poco.
Este chico era tan alto, tan europeo, tan guapo... Aries realmente se preguntó que era lo que veía Amadeo en él, si acaso le gustaban sujetos como Robert. Ellos ni podían ser más opuestos ¡Literalmente no tenían ni un solo punto de comparación!
Cuando Robert hizo que apartase su mano, Aries entendió que ese chico estaba interesado en Amadeo... o quizás él estaba demasiado a la defensiva, pero definitivamente pensó que algo se traía entre manos... y eso lo hizo molestar. No tenía sentido, no tenía razón de ser, pero Aries se molestó de que ese sujeto fuera tan... tan... ¡Tan confianzudo! ¿Hace cuanto era ex de Amadeo para venir como si nada y tocarle y reír y todo eso? ¿Y QUE PASABA CON AMADEO QUE SE DEJABA ESTAR? Aries sintió el impulso de darle un golpe para sacarle la sonrisita tonta ¿De que tanto se reía? ¿No se supone que la gente se llevaba mal con sus exs al terminar? Aries sentía un extraño remolino en su estomago, no eran las mariposas revoloteando que solía sentir con Amadeo, estas eran... agujas o vidrios rotos golpeando su barriga... Se sentían fatal.
Cuando Robert se acercó a susurrarle a Amadeo, Aries escuchó directamente lo que le acababa de decir y aquello se sintió como un balde de agua helada, de la más fría con hielo y todo. Ese sujeto... ¿Como podía ser tan descarado? Aries se le quedó mirando y luego miró a Amadeo esperando y CASI EXIGIENDO que le dijera algo... Cosa que no pasó. ¿Por qué Amadeo no le dijo que no estaba disponible o que estaba interesado en Aries o algo así? Era ridículo, nadie diría algo así sobretodo si no eran nada, pero Aries se sentía tontamente traicionado, tonta e infantilmente traicionado.
- Adiós - se despidió por cortesía el asiático.
Aries se quedó observando como Robert se marchaba con los mismos pensamientos recurrentes: Ese tipo era guapo, era sexy y no se parecía a él.
El asiático miró a Amadeo cuando este lo observó y sin que este lo notara, afiló la mirada al verlo tan radiante ¿Le había puesto feliz ver a él ex o qué? Perro infiel, primero diciendo estar enamorado de él y todo y ahora andaba sonriente luego de hablar con él sujeto con el que se acostaba.
Aries observó como el italiano le ofrecía su mano e iba a tomarla, pero Amadeo la retiró antes de que ello fuera posible y se puso a andar, así que en último momento Aries cogió el impulso y se abrazó a su brazo bueno, dándole la mano y abrazándose a dicha extremidad con bastante posesión o inseguridad... o celos... o todos ellos mezclados. Aries realmente se aferró a Amadeo casi como un perrito receloso con su dueño, ni siquiera en preocupó como en otras ocasiones de que los vieran y mucho menos pensó en las chicas, solo esperaba que el estúpido de Robert (que ya se había ido hace mucho) supiera que no podía tocar a Amadeo así como así.
No dijo nada, camino en silencio aferrado a este, por lo mismo cuando llegaron a la mesa, Chiara y Mia les miraron confundidas.
- ¿Pasó algo? - preguntó su pseudo novia preocupada.
Aries recién allí cayó en cuenta estaba todo tomado al más alto por la mirada de las otras chicas.
- Trajimos los menú - dijo lo obvio. No estaba de buen humor y no podía explicarlo, pero trato de no hacerlo notar.
- ¡Genial! Muero de hambre - indicó Chiara viendo a Aries sentarse a su lado otra vez.
- Oye, tu amigo era guapo - dijo sin pelos en la lengua Mia. - Es mi tipo. - comentó.
- También es el tipo de Amadeo. - bufó por lo bajo el asiático, haciendo que todas las miradas cayeran en él. - Quiero decir... ¿Tu tipo de amigo, no? Luce como alguien que fácilmente seria amigo de Giuseppe - trató de arreglar la cosa y por suerte Chiara (que era la única que no sabia de la sexualidad de Amadeo) le creyó.
- ¡Si, sin duda él luce como alguien que calzaria muy bien en tu grupo de amigos!
Aries se enfocó en leer y releer el menú sin procesar nada de la información. Incluso él notaba que estaba siendo... tonto.. -
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Amadeo tenía sus momentos de ser grandemente... Idiota. Porque es que realmente no llegaba a notar todo el proceso mental que estaba teniendo en esos momentos Aries, aún si parte de todo ese proceso se veía a la vista. Pero es que no quería pensar en la posibilidad, porque significaba tener esperanza y él no quería tener una falsa esperanza donde podría dañar más la amistad que tenía con Aries. Quizás por eso mismo es que apartó su mano cuando se dió cuenta que iba a actuar como cuando ambos estaban solos y no lo estaban.
Pensaba dejar todo el asunto hasta ahí, tampoco es que pretendiera contactar a Robert, no lo creía correcto por muchas cosas, aún si en realidad él y Aries no eran nada, así que no tendría porque guardarle respeto al otro, pero tampoco deseaba que fuese malentendido de que sus sentimientos son tan fácil como la tabla del uno. Estaba pensando en eso que cuando se vio sorprendido por Aries.
No se lo espero para nada, que Aries no solamente le tomara la mano sino que también se abrazó a su brazo. Su mente hizo corto... ¿¡QUÉ DEMONIOS ESTABA PASANDO!? ¿POR QUÉ ARIES SE ESTABA AFERRANDO TANTO A SU BRAZO? ¡No debía sentirse tan feliz! Porque estaba confundido, pero realmente le alegraba cuando tenían ese tipo de contactos, quizás por eso se esforzó por tardar lo más posible para disfrutar más tiempo de todo aquello... Que no entendía bien por qué pasó.
Amadeo suspiró, principalmente porque esperaba saber qué iba a decir Aries, pero al final nada paso y quedó más confundido que antes. Igualmente se sentó donde antes estuvo junto a Mia, escuchando su comentario, iba a decirle a Mia de forma disimulada que no tenía chance, pero antes de hacerlo, Aries fue y dijo aquello, quedándose más confundido que antes... ¿Qué le pasaba a Aries?
Quedó pensativo ante lo siguiente que pasó, si lo pensaban, tenían razón, Robert se parecía a Giuseppe, porque quizás una parte de él buscaba a la persona que le gustó hasta ese momento. Verse descubierto le hizo soltar una ligera risa.
-Ciertamente se llevaría bien con Giuseppe...
Amadeo dijo aquello, antes de inclinarse un poco hacia Mia y susurrarle un hecho que le hizo tener una expresión de sorpresa, que pasó rápidamente a una amarga, al parecer Mía tenía un imán para sentirse atraía por hombres que no le iban a prestar atención.
-Pedire algo dulce para pasar el amargo...
-Exageras...
Amadeo volvió a reír ante las palabras de la chica, quien le dedicó una mala mirada por lo dicho, aún así, ambos decidieron dedicarse a escoger qué sería lo que pedirían. Por su parte, Chiara quien miraba la escena, veía con ternura a la otra pareja. De manera inocente se acercó a Aries pero no en plan de buscar algo, sino para que solamente Aries escuchará lo que iba a decir.
-Ellos dos hacen una buena pareja... ¿Será que están saliendo?
Fue lo que soltó Chiara de forma inocente le dijo a Aries sin saber todo lo que este estaba pasando con lo sucedido anteriormente. Después de eso, dejo el tema hasta ahí para pasar a escoger lo que iba a pedir. Más pronto paso la mesera para tomar la orden de cada uno e irse a pedirla minutos después, volviendo a quedar sola. Mia hablaba sobre las prácticas de medicina que tenía, quejándose de estas y gracias al cielo que hablaba porque Amadeo no decía mucho y es que su mente estaba todavía procesando lo que había pasado... Todo. Desde que apareció Robert hasta lo que hizo Aries antes.. -
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Aries leía y leía una y otra vez en el menú el mismo plato y aun así no procesaba para nada en que consistían las tostadas francesas, su mente había quedado pegada en Robert diciéndole a Amadeo que le llamase y a este sin hacer nada por oponerse a tal petición. Aries estaba siendo tonto y exagerado pero seguía llamando a Amadeo "Perro infiel" en su cabeza.
Sinceramente... si se sentía... inferior. Aries no se consideraba atractivo y no era falsa humildad, quizás eran sus gustos propios o su propio desagrado a hacía su país de origen, pero... No sentía que los asiáticos fueran especialmente atractivos. Incluso si le gustaba el k-pop, definitivamente nunca había considerado salir con una chica asiática...aunque siendo justos él no consideraba salir con nadie. Para Aries, los chicos europeos eran muchos más guapos que los asiáticos. ¿Aries no notaba acaso que pensaba más en lo bonito que eran los hombres (europeos o no) que las mujeres? Aries sin duda era muy ajeno a su propia sexualidad y definitivamente al haber vivido la adolescencia en ese vorágine de estar cambiándose de país y de familia, se había perdido el descubrir su propia identidad. Quizás cuando al fin aceptara que le gustaba Amadeo sería una gran iluminada todo aquello que ahora esfaltaba dicho camino.
¿Entonces que llevaban las tostadas francesas finalmente? Aries releyó la descripción una vez más: Masas crocantes de pan cocinadas suavemente con frutos rojos, miel y mermelada...
Iba a hacer su pedido cuando Chiara le habló e hizo que mirara una vez más al castaño.
Ahora que lo pensaba... A Mia también le gustaba Amadeo. ¿Amadeo tenia amigos con quienes no tuviese algún nexo sentimental que no fuesen Chiara o Giuseppe? Porque aparentemente todos los que tenía cerca se lo querían comer salvo su mejor amigo... del cual Aries desconocía que la situación era al revés.
Aries afiló una vez más la mirada, llamando otra vez "Perro infiel" a Amadeo mentalmente.
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El desayuno fue tranquilo y no demasiado interesante, siendo Chiara y Mia las que principalmente se dedicaron a conversar con algunos pequeños aportes de los hombres. Aries se sentía molesto pero no lo expresaba del todo, más bien parecía ido o ajeno a la conversación.
Cuando aquello acabó Aries se ofreció a pagar la cuenta corriendo con el gasto de la salida y ellos caminaron afuera de la cafetería para emprender el camino en búsqueda del teléfono de Amadeo.
- Mia ¿Puedes ir adelantando camino con Amadeo? Aries y yo saldremos a fumar. - indicó la estudiante de Ciencias, guiñandole un ojo a los otros dos para dar a entender que necesitaba tiempo a solas con su chico.
Mia aceptó y se llevó consigo a Amadeo, mientras Aries salió afuera a efectivamente fumar.
- Aries, estas de mal humor - dijo la chica lo obvio.
Aries se sentó en una banca y prendió su cigarrillo, dándole una gran calada para dejar salir el humo sin dar una respuesta certera.
Chiara se acercó al chico y sujeto su rostro con ambas manos, permitiéndose tener algo de contacto físico con el asiático, pese a que sabía que este podía llegar a ser bastante huraño... Sin embargo Aries no le apartó y al contrario, ladeo el rostro en esas manos que le acariciaban.
El sentir cosas era... realmente muy confuso, porque Aries SI sentía cosas por Chiara, pero también sentía cosas por Amadeo y ninguna tenía punto de comparación. No era que sus sentimientos por Amadeo fueran más fuertes o los de Chiara fuesen falsos, simplemente eran... distintos. Uno era dulce como una frutilla, el otro era dulce como un helado. Ambos eran dulces, pero no se podía decir que alguno fuese mejor al otro, porque simplemente no tenían punto de comparación.
Aries alzó su mano para sujetar de la cintura a Chiara ligeramente, aunque era más por tener contacto físico que por otra cosa. El contacto físico se sentía bien a veces, el problema es que no siempre era así.
- Estas muy tenso... - dijo Chiara. - ¿Porque no salimos un día? Solo tu y yo, solos, a estar tranquilos... - comentó sutilmente, dejando entrever algo más que una salida a solo tomar un café o un helado.
- Tengo que cuidar a Amadeo... - explicó el asiático.
- No pasa nada si le dejas una noche... - indicó la mujer.
Y sinceramente... tenía razón. Amadeo tenía a Robert ¿no? Este le había dicho que le llamara y Aries no tenía ningún motivo para interrumpir dicho encuentro... Él debía enfocarse en sus propios asuntos amorosos.
- ¿Que te parece si salimos el viernes?
- Si, creo que tienes razón..
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