☾:. 𝕾𝖊𝖈𝖗𝖊𝖙𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖑𝖚𝖓𝖆 𝔂 𝖊𝖑 𝖘𝖔𝖑 .:☽

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Que Erin se hubiera quedado pese a las circunstancias le llego a Aurelius directo al corazón, haciendo que este colocase su mano encima de su boca. La verdad es que le cotaba creérselo un poco, había sido protegido siempre por su madre y su padre y era recordado cada uno de sus días que np debía decirle nada a nadie a cerca de quien era realmente, provocando que fuera más bien reservado y tomara precauciones hasta por si a caso... nunca imagino que habría gente allí afuera a la que genuinamente no le importaba, por lo que estaba seguro de que, al menos con Erin iba a poder mostrarse tal y como era sin miedo a las represalias. Se detuvo a pensar un momento y pensó que igual tendría que abrirse con Albert, ya que su opinión era más bien parecida a la de Erin, y ahora que estaba un poco más seguro, dudaba que fuera a tener una reacción muy mala. En verdad toda esa conversación le había sacado un peso enorme de encima, aunque a los demás lo más probable es que les tomara tiempo aceptarlo, solo le quedaba demostrar que no iba a ser una roca en el camino para ellos.

Aurelius escucho con atención como Erin hablaba a cerca de su pasado. Obviamente lo había escuchado unos minutos antes, pero nunca se le habría venido a la mente el como las personas pueden ser tan malas como para dejar que alguien sufra eso. Aurelius pensaba que ayudando a los demás no tendrían que sufrir cosas por las que él paso y los demás pasaron, pero Erin era fuerte pese a todo, y realmente admiraba las ganas que el contrario tenía de seguir viviendo y seguir con su vida - No, yo no diría que es un asco... bien puede deberse a lo que haz vivido, incluida la manera en la actuó... en consecuencia solo somos un poco más reservados en cierto modo, pero pones limites cuando necesitas hacerlo. - rio un poco al sentir a Erin recostarse en su hombro nuevamente.

- No lo dudo, con Albert siempre hay algo de lo que hablar... o de lo que discutir... - menciono Aurelius brevemente, mirando a Erin de vuelta con una sonrisa tranquila en su rostro.

- Bien entonces. Aurelius tendrá que venir a decirme más o menos a que hora del día, pueden contar conmigo y en que llevare algo por su hospitalidad. - respondió Alexander, tomando otro sorbo de té.

La noche había sido agradable, conversaron un poco más y luego, Aurelius, mirando por la ventana, le comento a Erin luego de unos minutos.

- ¿Crees que sea hora de volver?... Tengo que despertarme algo tarde mañana, pero igualmente me va a tomar tiempo levantarme de la cama.

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- No, no, no hace falta disculparse, son cosas que a veces ocurren, y más si tu hijo es un poco cerrado de mente, aunque no sea algo tan malo siempre y cuando este dedicando ese tiempo a cosas buenas. - rio el padre de Aurelius para luego darle una palmada en el hombro a su hijo, y una más suave a Erin en forma de despedida.

Aurelius noto que Erin tenía cara de decirle algo más a Alexander, y cuando capto que es a lo que se refería, este suspiro y al levantarse de su asiento para caminar con Erin a la puerta, este menciono - Puedes venir mañana luego del medio día, incluso si llegas un poco más temprano te recibiremos igual...

- Oh, ¡Muy bien entonces! Estaré ahí. - Alexander sonrió de oreja a oreja antes de que su hijo y su ahora pareja de manera oficial se retiraran. Este camino rápidamente a su estudio una vez que la puerta se cerro suavemente. << Ramona, no vas a creer lo que voy a escribirte a continuación... >> pensado eso, dio unos saltos de alegría en dirección al mesón en donde había algo de papel y tinta.

- ¿Tienes frío? - pregunto Aurelius en el camino, ayudando a Erin a caminar en medio de la oscuridad, lo cual no suponía un gran problema para él al menos, al ser parte de una criatura que podía ver de noche bastante bien dentro de lo que cabía.

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- Hmn, yo igual tengo muchas ganas de estar en la cama ya... - Aurelius toco suavemente su bufanda y suspiro, antes de voltearse a ver a Erin, aunque este no lo viera tan bien en la oscuridad - Deberías hacer una bufanda para ti ¿No crees? o enseñarme a tejer, aunque se ve un poco complicado, así por lo menos puedo darte una en agradecimiento. - sugirió riendo por lo bajo mientras caminaban en dirección a su vivienda luego de despedirse.

Aurelius y Erin llegaron a las famosas y familiares escaleras luego de un buen rato paseando, Aurelius concordando con que era agradable caminar a esas horas de vez en cuando, pese a que él le diera algo de tristeza el ver la noche a veces, aunque suponía que tenía que ser algo que tenía demasiado interiorizado, ahora no tendría que estar tan solo después de todo.

Al llegar a la puerta observó como Erin se frotaba las manos y luego lo siguió adentro. También se puso a pensar en aquella barricada que había hecho Albert hace ya un mes, observándola a la distancia con una ceja levemente levantada. Siendo honestos, la habría sacado, pero no estaba seguro de si dormir con Erin así como si nada, juntos, era buena idea aun, a menos que él se sintiera cómodo, después de todo estaba tratando de ser comprensivo luego de lo que tuvo que pasar con anterioridad, y pese a que oficialmente eran pareja, eso aun así no le daba el derecho de llegar y hacer lo que él quisiera sin tomar en cuenta sus sentimientos.

Para cuando termino de pensar en la dichosa barricada, el hecho de que Erin le hubiera traído algo de sopa, mientras este se sentaba en la mesa, hizo que le sonriera de manera cariñosa, agradeciéndole con un pequeño movimiento de su cabeza antes de tomar un sorbo. - Erin, estaba pensando en lo de la cama justo ahora y quería saber si estaba bien si ya deshacemos la barricada, aunque... solo si te sientes cómodo... - menciono este en una voz algo bajita luego de dejar el cuenco en la mesa, como dudando de la proposición un poco.

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- Bueno, yo preguntaba realmente por lo que haz tenido que pasar... usualmente las personas que han sufrido eso prefieren no tener a nadie cerca por un tiempo... me preocupa un poco, ¿En realidad esta bien? - murmuro Aurelius observándolo detenidamente por unos momentos. Dormir junto a él no parecía una mala idea en absoluto, pero tenía que asegurarse, el trauma de cada uno funcionaba distinto.

Finalmente termino el caldo, y poniendo el cuenco a un lado en la mesa se levanto con algo de flojera para ir a la habitación. Le dio un buen vistazo a la barricada y empezó a quitar cada una de las almohadas lentamente - Si quieres que la ponga de nuevo en algún punto puedes avisarme y lo hare sin ningún problema. Lo comprenderé. - dijo en voz lo suficientemente alta para que Erin lo escuchara desde su lugar.

Aurelius aprovecho también a cambiar algunas sabanas por que ya era tiempo de hacerlo, así por lo menos dormirían un poco mejor.

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Aurelius se quito la ropa de manera tranquila a medida que escuchaba a Erin. - Esta bien, creeré en tu palabra entonces... - Dicho esto, el se metió a la cama igualmente, aunque genuinamente estaba algo nervioso y rigido cuando lo hizo. Observó como Erin se arreglaba el cabello y se lo desenredaba con las manos antes de escucharlo.

- Si, mi padre puede parecer imponente cuando esta enojado, pero tiene un muy buen carácter en general, así que no es necesario que te pongas demasiado nervioso cerca de él, después de todo ser el dueño de las tierras es meramente un titulo para él cuando no se trata de cosas demasiado serias. Siempre advoca por la seguridad de los demás... - Este rasco su mejilla un poco cuando Erin bostezo y se acerco un poco más a él al meterse bajo las sabanas. Era la primera vez que dormían actualmente juntos, y Aurelius lo observó con algo de cariño y a la vez algo de nerviosismo, pero estaba bien, todo iba a estar bien.

- Buenas noches a ti también. Que descanses. - Susurro este antes de acomodarse en la almohada y cerrar lentamente los ojos.

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El día siguiente los recibió, y para la sorpresa de Aurelius, se había despertado algo temprano. Suponía que era ante la idea de que iba a empezar algo nuevo el que lo mantenía en velo. Tenía uno de los brazos entumidos, y al mirar al costado con los ojos entrecerrados, se percato de que era la cabeza de Erin la que tenía encima, el cual inconscientemente, quizás, se había acercado de tal manera en que su brazo había acabado alrededor de Erin en la noche. Este se estiro un poco y quito algunos de los cabellos de encima de la cara de Erin con su brazo libre, admirando un rato la cara del hombre que ahora sabía que era su pareja destinada y la manera en la que respiraba serenamente. No tenía ganas de despertarlo, incluso si él ya no tenía sueño, no quería interrumpírselo a él, por lo que no se movió tanto, teniendo que soportar el estar "preso" ahí un rato más mientras miraba al techo y a través de la ventana de vez en cuando.

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Aurelius noto luego de un buen rato como Erin se removía en la cama y luego se daba cuenta de que tenía su brazo izquierdo preso debajo de la almohada, a lo que él rio un poco ante la disculpa musitada del contrario - Esta bien, no te preocupes, dormí bien, no dormí tanto pero dormí bien... - le aseguro, para luego sacar su brazo y agitarlo un poco. A penas se lo sentía a decir verdad, pero no era ningún problema, solo bastaba con que poco a poco volviera a circular la sangre de manera correcta, aunque lo más probable es que luego de un rato sintiera un cosquilleo molesto.

- ¿Cómo dormiste tu? No te haz dado ni cuenta de que te eh quitado unos cuantos pelos de encima con todo el sueño que traías encima. Aun es temprano así que aun hay tiempo para preparar la comida antes de la llegada de Albert y mi padre, ya en la tarde podremos subir con toda normalidad a la iglesia como de costumbre... hmn - Aurelius volvió a mirar por la ventana - se esta nublando de nuevo - señalo, moviendo la cabeza de lado a lado, antes de notar que Erin estaba rojo, lo que lo hizo soltar una carcajada corta, aunque muy poco servía a modo de burla por que él igual estaba un poco sonrojado en su lugar.

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Aurelius levanto una ceja brevemente ante lo apresurado que le pareció que se levanto Erin luego de su breve intercambio, aunque en definitiva no había esperado para nada el beso, haciéndolo colocar una cara de sorpresa luego de un rato de procesar que era lo que había pasado. Aurelius se sonrojo más de lo habitual, llevando sus manos a su rostro para cubrirlo una vez que Erin se fue al pequeño cuarto de baño que se encontraba en la habitación. Suponía que solo le quedaba acostumbrarse a esas muestras de afecto, aunque era algo que en teoría no podía atreverse a comentar por que él día anterior definitivamente se le había pasado la mano a él, aunque ambos lo hubiesen disfrutado.

Aurelius no menciono nada en tanto, pero asintió avergonzado y espero pacientemente su turno luego de bajarle al nerviosismo. Era unm milagro que en realidad no pudiera sentir ciertos olores además de las feromonas que desprendía Erin, por lo que realmente no le sintió olor a nada durante y después del trayecto.

Cuando salió Erin este volvió a asentir, aunque sin poder evitar el mencionar - De hecho estaba pensando en bañarme luego de ti, perdón... me dejaste sin palabras hace unos momentos atrás... por cierto... ¿No es esa una de mis camisas?... ¿O eran tuyas? - pregunto con curiosidad, la prenda era un poco grande para Erin, y no recordaba haberlas visto, al menos por que se negaba por vergüenza más que por otra cosa cuando Erin empezó a quedarse los primeros días.

Se levanto lentamente de la cama para mirar en la dirección en la que se estaba haciendo el pescado desde la puerta de la habitación, apoyándose brevemente en ella antes de reír suavemente y dirigirse al cuarto de baño. En el camino cogió algo con lo que secarse y una muda nueva de ropa, de pronto se le ocurrió preguntar - Ah verdad, ¿Yo no olía a nada anoche verdad?... - dijo dándose una olfateada que no dio frutos, por lo que luego aparto la vista con las mejillas algo ruborizadas, el tampoco se había bañado antes de acostarse después de todo.

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- Ah, bien, me lo imaginaba jajaja... - Aurelius lo pensó un poco más detenidamente y asintió - Esta bien, me parece una buena idea. Aunque no es como haya estado incomodo antes... bueno tu me entiendes, asumo que será para cosas mucho más serias. - Rio por fin entrando al cuarto de baño, un poco más tranquilo a cerca de que en realidad no olía nada más que a sus feromonas.

Entro a la bañera de madera con calma después de un necesitado cambio de agua. Relajo su cuerpo al quitarse la ropa de la parte inferior y al entrar finalmente, estirando un poco sus músculos para que se relajaran cuando finalmente termino sentado dentro de ella. Se tomo su tiempo ya que la sensación era agradable, y tambien procuro tallarse bien cada una de las zonas del cuerpo. Salió luego de unos 20 minutos aproximadamente, se seco bien, y amarrando la tela que era para secarse en la cintura salió para ir a buscar su cambio de ropa.

En esos momentos Albert había llegado apresurado a la puerta de la vivienda, golpeando la puerta para que Erin le abriera en cuanto Aurelius se vestía en la habitación.

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