Posts written by †‹ELIANN›†

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    Eje bueno yo quiero ya saber
    que pasa conti...y
    no sé me duele la cabeza.
    nos leemos luego.
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    Baño.



    Colocar todas las cosas en la casa fue mucho más fácil que la última vez que lo había hecho, Gakupo tenía una gran fuerza y podía llevar desde muebles pesados hasta toda una cama, así que fue mucho más sencillo para él y pintar la casa más divertido.

    Gakupo no era exigente con los colores, además que en una de las habitaciones estaba pintada de color crema además de tener manchas por todos lados de pintura tenía las marcas de las patas de Gakupo con distintas tonalidades como si fuera una pintura artística.

    Claro que el perro termino lleno de pintura así que le toco un buen baño, eso no le incomodaba a Gakupo lo que le incomodaba era que Kaito no quisiera bañarse con él, simplemente lo limpiaba mientras estaban en la ducha su dueño sentado en un banco para no mojarse tanto, así que hizo lo que mejor pensó mientras le mojaba con la manguera se sacudió.

    -¡Gakupo! –Se quejó Kaito mientras le bañaba para luego suspirar –

    Mientras Kaito le enjabonaba el perro pudo volver a sentirlo era ese olor a apareamiento, Kaito frotaba con calma su cuerpo él no podía verlo pues estaba de espalda pero cuando llegaba a su parte interna donde estaba su miembro se detenía pero ese olor aumentaba, Kaito comenzaba a frotar lentamente su pelaje y respiraba agitadamente, volteo para mirarle su rostro estaba rojo, dejo una lamida en su mejilla para voltearse, Kaito se respingó había estado distraído intentado contenerse de aquellos pensamientos que asaltaron su mente, miro a su mascota aquellos intensos ojos azules salvajes solo le hicieron volver a estremecer.

    -No –Susurro para detener al perro que comenzaba a oler su entrepierna –No –para ver como cambiaba de forma –

    -No lo has hecho en mucho tiempo –habló dejando una lamida en la entrepierna de su acompañante –huele muy bien, me encanta este olor.

    Kaito respiraba agitadamente sabía que esta vez no podría contenerse su mascota tenía razón había sido mucho tiempo ya, desde que estaba casado con Meiko hasta que se divorciaron, luego un tiempo más, realmente tenía una gran tensión sexual acumulada y digamos que la mano no le ayudaba en mucho.

    -Ah –Soltó un gemido al sentir como Gakupo le quitaba los short y ropa interior dejándolo solo con su camisa, la lamida que dejo por toda su extensión solo le hizo apoyarse de la pared del baño respirando con agitación –

    Sentía que no podía aguantar por mucho tiempo la forma en la que Gakupo lo miraba lamía su miembro y lo metía en su boca era como si lo fuera a volver completamente loco, sus piernas acabaron en los hombros del perro que se encargaba de entregarle el placer que no había sentido en tanto tiempo.

    -Ah…ah…No puedo Gakupo –Cerró fuerte los ojos mordiéndose el labio conteniendo un sonoro gemido sintiendo los espasmos que le generaba el orgasmo –ah –Su mascota se alejó lentamente de su miembro mientras tragaba aquel liquido blanco que había manchado parte de su rostro –

    -Es mucho –Susurro limpiándose para luego lamerse nuevamente, sintió entre vergüenza y culpa por lo que había pasado hasta que Gakupo le había pesado probando su propia esencia –

    Ese día Kaito no se contuvo más solo se dejó hacer y mimar por su amado, quien se encargaba de entregarle el mayor placer que no había sentido en tanto tiempo, mientras sentía un poco de pena por lo que pudieran pesar los vecinos, pero aunque lo quisiera no podía acallar el sonido alto de su voz con lo bien que se sentía estar unido a él.

    Y saber que sería por siempre.
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    Bueno a mi me gusta la idea de la serie de oneshot.
    Tengo algo de sueño y mi enojo se volvió depresión.
    Yei...
    Sin más espero actualización y de salvaje... ese me encanta.
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    Jajá, no jodas Gakupo con condones.
    No sé que decir ando muy molesto.
    Así que esperare la continuación.
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    Pequeño.



    Si Gakupo antes era celoso con su territorio desde el nacimiento de su cachorro lo era aún más.
    No permitía ni a un solo depredador rondar la zona de su territorio.

    Su cachorro era muy pequeño más que un tigre común de pelaje blanco con sus típicas rayas hermosas lo inusual del cachorro esa esa pelusa negra que le crecía alrededor de cuello, pero al menos agradecía que no tuviera los dientes de un conejo.

    El cachorro poco a poco fue creciendo entre ambos padres, a Kaito primero se le hizo difícil su cuerpo estaba muy débil, pero Gakupo lo alentaba todo el tiempo y así logro pasar todo.
    Kaito estaba muy feliz con su cachorro y no quería dejarlo en ningún momento, no quería dejar a su pareja y no quería dejar a su hijo por eso a pesar de su debilidad se mantuvo en pie en todo momento.

    El cachorro poco a poco fue creciendo siguiendo a Gakupo y Kaito a todos lados aunque se mantenía más detrás de la cola de su padre más por instinto que por otra razón, para ambos padres era hermoso escuchar el llamado de su cachorrito y ver sus ojos azules como zafiros.

    Verlo cambiar de piel por primera vez e intentar caminar en sus dos piernas fue divertido para ellos pasar por la experiencia de ser padres de su primer cachorro, Gakupo observaba los ojos iluminados de su pareja por la felicidad que le producía su pequeño, Kaito veía el amor en los ojos de su pareja por él y su hijo.

    La madre de Kaito se veía muy orgullosa del pequeño cachorro aunque esto fuera más porque si el pequeño crecía tendrían dos protectores en vez de uno, los padres de Gakupo no estaban muy contentos con el nacido no era un tigre de sangre pura y a la hermana de este podía darle en absoluto lo mismo.
    Aun no se sabía si el pequeño gustaría de los vegetales o la carne pues aun no dejaba de tomar leche, pero eso no le importaba lo importante es que era un cachorrito sano fuerte y muy hermoso, que cuando cambiaba de piel tenía el cabello tan azul como el de su madre y los ojos de su padre.

    Por eso de nombre le había puesto Aoi.


    Me dolía la muñeca y me duele aun, por eso tarde.
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    En camino.

    El vientre de Kaito se fue abultando con los meses lo cual hacía que Gakupo se sintiera ansioso y nervioso, ansioso porque deseaba saber cómo era su cachorro nervioso porque no quería que le pasara nada a Kaito.

    Todo paso muy de repente.

    Estaba lloviendo muy fuerte, ellos estaban abrazados cómodos entre las pieles, hasta que Kaito soltó un quejido de dolor, despertó a Gakupo diciéndole que ya venía en camino él no sabía que hacer había entrado en pánico.

    -¡Apúrate y búscala! ¡Ah! ¡A ella! –Respiraba con agitación Gakupo asintió, cambió de piel para salir corriendo de la cueva en busca de la coneja –

    No le importaba la lluvia que pegaba contra su cuerpo el barro que le dificultaba el movimiento o las veces que cayo dándose duro contra el suelo, no, él necesitaba llegar con la coneja, cuando llego la madriguera de ella sin preguntar y sin dudarlo siquiera la saco de allí para tomarla cargarla con cuidado entre sus dientes y llevarla la coneja se encontraba más que asustada gritando que pasaba y pidiéndole que le bajara y lo hizo cuando llego a la cueva.

    -Kaito –Soltó en un soplido de aliento, la coneja podría decirle miles de maldiciones al tigre por haberle dado el susto de su vida pero no pudo por la mirada de desesperación que le dio, por su cuerpo lleno completamente de barro y hojas simplemente no pudo se acercó al conejo quien estaba en labores de parto y le ayudo –

    Los gritos de Kaito resonaban en la cueva, Gakupo estaba sujetando su mano y más se aterraba al ver la sangre, hasta que el pequeño nació tenía su forma de animal siendo realmente pequeño logrando pasar, Gakupo reacciono al verlo tomándolo entre sus manos comenzó a dejar lamidas en su pequeño estimulándolo, el cual había comenzado a moverse y soltar ligeros lloriqueos.

    Era un pequeño cachorro de color blanco igual a un tigre pero con una pelusa de pelaje color negro rodeando su cuello, esto se le hacía raro más acerco su cachorro a Kaito quien estaba muy emocionado por tenerlo entre sus manos, tan pequeño, tan diminuto, tan hermoso.

    Simplemente era su bello y pequeño cachorro su mayor tesoro.
    Y en ese instante no podía ser más feliz.
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    Veamos que harás ahora Gakupo ¿Cómo podrás ocultarle todo a Gumi?
    Gumi Intentará acercarse a Kaito y descubrirlo
    interrogantes...
    bueno me despido.
    sayo.
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    Embarazo.


    Ahora Gakupo cazaba más que antes ya que su querido Kaito comía bastante ahora con la llegada del cachorro, sus presas solían acabarse rápido, aunque esto no le molestaba porque él era un gran cazador.

    Se sorprendía cuando observaba a Kaito atrapando insectos y comiéndoselos como si fueran un gran manjar.

    Entendía por qué los conejos solían tener tanto cachorros, él y Kaito siempre habían tenido una muy activa vida sexual, la cual se había incrementado desde el estado de preñes de su amado, no era que se quejara aunque sabía que en un momento avanzado del embarazo tendría que detenerse para no lastimar el cachorro, mientras tanto iba a aprovechar.

    Aunque ahora no se la tenía que pasar con los conejos la madre de Kaito técnicamente le obligaba a ir a la pradera, no era que le tuviera miedo a la coneja ni mucho menos pero le debía un gran favor por haber engendrado a su amado, solamente eso.

    Su padre no estaba nada contento pero no tenía deseos de enfrentarse nuevamente a su hijo, sus hermanos se habían enfrentado a él pensando que estaría débil y sería fácil de vencer estaban más que equivocado Gakupo estaba más fuerte que nunca, así que rápidamente se deshacía de cualquier tigre que osara a acercarse o intentar adueñarse de su territorio.

    Gakupo se había vuelto muchos más territorial y agresivo con otros depredadores que había en su territorio, hasta el punto de sacarlos de su territorio.

    Kaito tomaba baños más seguido se sentía muy bien en el agua, algo que solía hacer el tigre pues le era cómodo más en días calurosos.

    Kaito a veces tenía comportamientos de tigre y eso era sorprendente para Gakupo más pensaba que sería por el cachorro lo cual le llevaba siempre a colocarse cerca del vientre de su pareja acariciarlo, olerlo y querer saber ¿Cómo sería?

    Tendría que esperar.


    Maratón.
  9. .

    Afrontarlo.



    Cuando Kaito al fin decidió decirle a su pareja sobre lo del cachorro y del porque ahora se encontraba comiendo de la carne Gakupo se atraganto con el trozo de carne que se estaba comiendo se puso tan pálido que parecía haber pasado de su color natural anaranjado a uno blanco.

    -¿eh? –Cuando pasó aquello tragando grueso – ¿hablas enserio?

    -Si –Respondió –Y pienso tenerlo.

    -El tigre se quedó mirando la determinación en los ojos de su pareja – ¿estás seguro de ello? es peligroso.

    -lo sé, sé que es peligroso –miro su vientre que no estaba abultado aun para luego mirar a su pareja –pero aun así quiero tenerlo.

    -Está bien te acompaño en tu decisión si estás seguro de ella –Contestó sonriéndole –

    -Acaso tú ¿no quieres que lo tenga? –pregunto sus orejas se bajaron para que el tigre le observara negando –

    -Estoy feliz Kaito, yo siempre he pensado en ello y me da miedo, sabes la circunstancias que acarrea un cachorro entre dos especies distintas más entre un tigre y un conejo, el cachorro puede ser muy grande para tu cuerpo…puede venir muerto por la genética tan distinta, puede nacer con problemas o incluso deforme ¿lo sabes? ¿Cierto? –el conejo asintió –

    -lo sé, pero aun así quiero correr el riesgo porque –Aun apoyando la mano en su abdomen –lo siento aquí y… sé que todo estará bien.

    -Entonces yo te apoyo –Dejo un beso en su frente –Siempre estaré para ti y te apoyare en todo.

    -Gracias –el conejo sonrió para besarle los labios aunque estos tenían el sabor de la carne y sangre, uno de sus besos que antes no le gustarían y que ahora le encantaba más que nada haciéndole sentir caliente por aquel beso miro al felino con las mejillas sonrojadas para que este lograra sentir el olor de querer aparearse –

    -Será interesante –Ronroneo –este embarazo –Y volvió a besar a su pareja –
  10. .
    Es normal que Gakupo sienta pánico no sabe a lo que se está enfrentando.
    En primera por pensar en que Kaito es un chico normal que tiene una personalidad muy infantil
    para darse cuenta de que no es así, de que no teme dañar personas y de que ya lo ha hecho antes.
    Al darse cuenta de que no solo tiene una personalidad infantil si no que en realidad tiene "casi cinco años"
    Eso no termina de aclarar las cosas para él si no que lo remata con la palabra "Así fui creado" lo cual
    le deja muchas dudas en la cabeza y una batalla interna en la cual pensar por lo sentimientos que tiene hacia el pequeño
    hacia la familia que lo cuida. Así que queda en un determinante y no tiene con quien hablarlo.
    Y estoy seguro que si lo habla con Gumi todo se iría al caño, hablar con Kaito podría solucionar sus incógnitas.
    Pero aun siente ese pánico por lo del parque.

    Mientras tanto por parte de Kaito esto puede aumentar su odio hacia las otros seres humanos.
    No solo por lo que él fue creado, si no de igual manera por aquellos que se atrevieron a dañar lo más importante para él.
    Sus pensamientos infantiles no le dejarán ver más allá de que no todos los seres humanos son iguales.
    Y si sus abuelitos mueren terminaría en un peor caso, si Gakupo en esa instancia llega a rechazarlo.
    Terminara cerrándose volviéndose la maquina de destrucción para la que fue creada.
    A menos que, Isamine quien tiene mucho más conocimiento que él pueda ayudarlo a entender un poco más de la humanidad.
    O en todo caso también sienta el mismo repudio y juntos quieran destruirla.
    Hasta que Kaito vuelva a ver el factor Gakupo y sienta aun algo por él...

    Y me dejo de conclusiones bye.
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    Si tengo entendido los lobos solo tienen una pareja
    Y con ella pasan toda su vida.
    así que es raro que Kaito diga "es solo por el celo"
    pero igual está muy, muy lindo.
    Yo sin más me retiro sayonara.
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    Olvidar.



    Gakupo paso aquellos días con mi familia y todos estaban entusiasmados por él, más Kamaito y Kaiko quienes parecían querer quitármelo pero no podían, yo lo podía notar él no tenía por qué decírmelo las miradas de mis hermanos eran determinadas a querer arrebatármelo.
    Querer quitarme mi felicidad.

    Cuando regresamos a casa Gakupo se veía animado pero los dos sabíamos bien que no era así suspire por ello –mi familia quiere aprovecharse… ¿verdad?

    -No me importa realmente –Respondió –

    -No es justo simplemente no lo es –Detuvo el auto acariciándome el cabello –

    -todo estará bien –me respondió besándome –

    Yo le sonreí pero ojala lo estuviera, pero no lo estaba odie el comportamiento de mi familia haciendo que Gakupo pagara por todo, odie que mis hermanos intentaran quitármelo, odie la forma en la que le hablaron mis padres, como si él le debiera algo, odie el hecho….el hecho de que yo no les hubiera importando en lo más mínimo.

    Solo Akaito se comportó normal, pero los demás no fueron así ni el pequeño Nigaito y eso es muy molesto, cerré los ojos y luego de un rato me dormí, me desperté estando en la cama y por el olor de la cena, sonreí porque me sentía en casa.

    Era tan triste como repulsivo el pensamiento de que en mi propia casa con mi familia no me sintiera bien, me levante para llegar a la cocina y abrazar a Gakupo por la espalda sonriéndole –Huele bien como todo lo que tu preparas.

    -Gracias –Respondió para voltear dejando un beso en mi frente –

    Gakupo es un hombre que conocí solo para tener sexo de una noche la cual se volvió más de una y él me hace sentir más querido que mi propia familia ¿Cómo no puedo sentirme intranquilo ante esto? pero no importa porque lo tengo a él… no lo merezco…yo no lo sé.
    Pero le amo.

    Y no dejaré que este dolor nuevo me hunda.

    Si Meito no pudo…

    Esto no lo hará, no lo permitiré me hundiré en el calor de Gakupo y lo olvidaré.

    ¿Cómo puedo ayudar a alguien de quien necesito para no sentirme horrible? Lo siento Gakupo… no puedo ser lo suficientemente útil para ti pero lo seré… ya verás.
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    ¡¿Qué?!




    Kaito había comenzado a sufrir extraños cambios y eso estaba asustando al conejo, el tigre lo había notado no podía comer sus tan amadas zanahorias sin querer vomitar pero decidió pasarlo por alto.

    El conejo no, no estaba bien cuando iban a la pradera para estar con sus familiares se sentía horrible, todas esas flores y hierbas le revolvían el estómago, una coneja la más sabia de todas y que además ayudaba en los partos notaba el malestar en el conejo.

    A pesar de que el pequeño tenía un deseo por la carne no dejaba de comer lo que le hacía mal porque ¡Santa madre naturaleza! él es un conejo ¡No come carne! la coneja se le acercó al pequeño quien estaba apartado hasta de su pareja mirando a al horizonte, para hablar con él, porque si algo le pasaba a ese conejo adiós tranquilidad, hola depredadores queriendo devorarlos a todos.

    -¿Kaito? –El conejo blanco levanto sus orejas al escuchar su nombre para voltear a mirarla –

    -¿si? –enarco una ceja la mayoría de conejos que estaban allí no los conocía pero ellos si a él y no se le hacía extraño el conejo era el más extravagante de todos por tener de pareja a un tigre –

    -¿qué te ocurre? –Pregunto, el conejo después de un rato la reconoció ella era conocida como una de las más sabias de todas, tal vez ella podía ayudarle –

    -No lo sé…pero –Miro un momento hacia el tigre y luego hacia su acompañante, suspiro para comenzar a contarle todo lo que le había pasado últimamente y lo mal que se sentía al comer lo que era su comida favorita hasta el punto de vomitar –
    -Me parece que estás embarazado Kaito –Respondió la coneja –

    -¿Qué? eso…eso no es posible…

    -Tal vez lo es –Contestó ella –Tienes que cuidarte –Acaricio su cabello –Sé que es raro pero la madre naturaleza sabe porque hace las cosas y te está dando una oportunidad –Sonrió ella –De tener cachorros con tu pareja, ahora como es el cachorro de un tigre será mejor que cambies de piel, puesto que en esa forma será menos peligrosa para ti si es un cachorro como el tigre será demasiado grande pero en el cambio de piel el tamaño no te afectara tanto –el conejo asintió –Y tendrás que comer lo que el cuerpo te pida…

    -c... Carne… pero soy un conejo –murmuro –

    -lo sé, pero eso también es por ello, por el cachorro en camino, el cachorro necesita las proteínas de la carne y por eso te las exige con tanto ahínco –el conejo asintió –

    -por favor, no le diga de eso a nadie –la coneja le sonrió respondiéndole que si –

    El conejo blanco suspiro tenía sus dudas resueltas al menos pero más miedo que nunca ¿Cómo sería su cachorro? ¿Sería sano? ¿Estaría bien que él tuviera al cachorro? ¿Cómo sería su cachorro? entonces una extraña emoción entre felicidad y miedo le hizo sentir mareado hasta llegar con su pareja, le sonrió dejando un beso en su cabeza.

    No sabía cómo decirle pero en algún momento lo haría y no sabía el cómo afrontar el hecho de que tenía que comer carne… eran cosas nuevas…cosas extrañas.
    Cielos, miro a los ojos a su pareja y volvió a sonreír sentía en su ser que eso valía la pena, realmente lo valía.

    Tristeza, miedo y felicidad ¿Cómo pueden habitar el cuerpo de un pequeño animal? así estaba él, porque sabía que con aquello él podía morir, miedo porque no sabía que sería del cachorro y felicidad porque lo tendría… porque haría cualquier cosa por tenerlo así le devorara por dentro.

    Ese era el riesgo que corría al amar a un depredador siendo él una presa.
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    Ejem aquí el puesto de actualizaciones locas lo tengo yo ¬¬
    Bueno lo tenía, bueno no sé.
    ¡pero oye!
    Cada día esta más bonito.
    Veamos como explicas esto en tu cabeza Gakupo.
    Algo me dice que Gumi anda investigando cosas del gobierno y quiere
    averiguar por eso sobre Kaito.
    no sé si sea bueno o malo pero ya lo veré.
    nos leemos.

    Pd: no dejaré que me arrebates mi titulo así tenga que actualizar todos mis fics !!! >:
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    Grande y fuerte.


    “No te preocupes” Era lo que le había dicho el lobo a su pequeño cachorro “estoy bien” El cachorro no estaba bien se cohibía mucho ya no corría tanto por el bosque tenía miedo así era, tenía miedo de que pasara lo mismo tenía miedo de perder a sus padres por su culpa.
    Porque si él neceaba mucho terminarían capturándolo los humanos y sus padres por intentar salvarlo resultarían asesinado por ellos.

    Los humanos eran criaturas muy crueles que no dudarían en matarlo a la primera oportunidad, ya lo había notado y no quería repetir la experiencia no cuando solo era un débil cachorro pero algún día se volvería tan grande y fuerte como su padre, entonces el acabaría con los humanos que intentaran hacerles daño como él lo hacía.

    ¡Si! algún día sería grande y fuerte como su padre, tendría alguien que proteger como su padre protegía a su papá de todos… si, así era.
    Un día en el bosque el cachorro practicando con un pequeño ratón para cazar, como solía hacerlo su papá porque aún no se sentía lo suficiente grande como para atrapar a un venado de enorme astas como su padre, en eso escucho un leve gimoteo.

    El cachorro se alertó para caminar hacia donde se encontraba el llanto encontrando lo que era para él, un cachorro humano primero pensó en atacarlo, era un humano, pero cuando aquellos ojos zafiros iguales a lo de su padre se encontraron con los suyos simplemente paro, no podía se quedó mirando al humano sentando alejado, el niño parpadeo un par de veces observando al perrito que se encontraba enfrente de él con su cabeza ladeada hacia la derecha y una oreja abajo y la otra arriba confundido, el niño soltó una ligera risa por la ternura del animal para comenzar a acercarse, el lobo temió por un instante pensó en retroceder pero él no debía de tener miedo él era hijo de un magnifico ejemplar de lobo que no le tenía miedo a nada y él debía de ser igual.

    -Hola –Habló el niño –Soy Aoi y me siento muy solo ¿quieres ser mi amigo? – ¡¿Un humano estaba ofreciéndose ser su amigo?! –

    Bueno…él no tenía muchos amigos además los otros lobos no eran nada agradables siempre se metían con él y si no fuera por su padre estaba seguro que le atacarían pero era un humano, un cachorro humano, mantuvo la duda pero se acercó rozando su nariz con la del niño quien rio porque estaba fría.

    El cachorro de lobo se quedó jugando con el niño humano a veces empujándolo y hacían fuerza, el niño se divertía con el lobo sin siquiera saber su especie, solo le era divertido tener a alguien para jugar.

    Los años fueron pasando y ambos cachorros crecieron ya entrando en la adolescencia Fuyu se estaba volviendo un gran cazador y un fuerte lobo, el chico ahora ya sabía de qué especie era el perrito con el que jugaba de niño pero aun así no dejo de ir al lugar donde se encontraba con el lobo porque quería sentir a alguien quien realmente le quería.

    -Hola –Sonrió el humano observando al lobo quien corriendo se acercaba para tirarlo al suelo estaba emocionado por verlo, la cola del lobo se movía de un lado al otro, él no había cambiado de piel delante de él tenía miedo de asustarlo –Hoy estás feliz ¿eh? -Y como no estarlo sin necesidad de la ayuda de su padre había logrado cazar a un venado podía independizarse ya pero por ahora no lo deseaba –Ya lo noto, lo noto –Respondió riendo mientras el lobo se frotaba contra él como solía hacerlo –

    Él era el primer humano en saber lo cariñoso que solían ser los lobos, el cachorro siempre se frotaba contra él, jugaba y le hacía mimos, solía dejar que lo usara como almohada para descansar, el humano no solo sentía que el lobo era su único acompañante por ser su único amigo pero era extraño.

    Muy extraño.

    El lobo escucho el gruñir del estómago de su acompañante y se alejó oliendo su abdomen –jajá lo siento te alerte es solo que tengo hambre no he comido en algunos días –Se sonrojo por ello el lobo se alarmó ante esto, se alejó mirando a su acompañante y luego simplemente se levantó perdiéndose en el bosque –O…Oye.

    El joven se sintió decaído, suspiro hasta su único amigo le había dejado hasta que el lobo regreso con un cerdo salvaje muerto, lo dejo a sus pies y se sentó ladeaba la cabeza hacia un lado como la primera vez que le conoció el joven estaba sorprendido mirando al cerdo y luego hacia el lobo ¿le estaba dando de comer? sonrió –No puedo comerlo crudo –Respondió –Haré un poco de fuego.

    El joven no fue nada torpe en hacer el fuego como si ya estuviera acostumbrado a ello destripo al animal para luego cocinarlo, cuando ya estaba hecho tomó una de las varas donde había insertado la carne –Se siente bien probar bocado desde hace días –Dijo con deleite para seguir comiendo hasta acabarse todo, el lobo no lo parecía pero estaba sonriendo feliz –
    Porque había cazado y había hecho feliz al joven.
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