Posts written by kaoru16

  1. .
    Me ha encantado la historia. Un punto de vista completamente diferente a la clásica en que las mujeres son siempre las malas del cuento. Me he reído bastante imaginando a la pobre Natsumi tratando de entender todo.
    Solo una duda, para saber si entendí bien... Tenma estaba con Kirino?

    Muy buena la escritura y la trama por cierto :)
  2. .

    Preocupado



    Kazemaru dio vueltas y vueltas en su habitación. Luego de desistir con la idea de llamar a la policía, porque sí llamó y apenas escuchó el "Buenas noches", colgó el teléfono, de verdad era una pésima idea.

    Estuvo un rato inquieto antes de bajar, estaba determinado en salir a buscar a Fudo o volverse loco en el intento.

    En la entrada de su casa terminaba de colocarse las zapatillas, cuando la puerta fue abierta.

    -Ichirouta – llamó su madre asombrada por encontrarlo ahí.

    - ¿A dónde vas a estas horas? – cuestionó su padre con el ceño fruncido.

    - Yo... - planeaba salir a buscar al chico que se apareció desnudo en mi cuarto, porque he alucinado con él varias veces y acabo de verlo desmayarse.... No podía decirle eso a sus padres... - yo estaba preocupado porque aún no llegaban y planeaba esperarlos afuera...

    - Oh cariño, no tienes que preocuparte ya llegamos. – dijo con ternura su madre.

    - Ya es tarde, ve a descansar. Mañana hay escuela.

    - Si papá. Tengan buena noche.

    - Descansa hijo.

    Regresó a su recámara fingiendo que todo estaba bien, pero la frustración que cargó con él fue su eterna compañía esa noche.

    ----∞----

    Despertó en medio de la madrugada visualizando un techo blanco que solo aumentó su dolor de cabeza. Reconoció inmediatamente el lugar, estaba en alguno de los cuartos de urgencias en la clínica que estaba cerca de su casa.

    - No de nuevo... – se quejó mientras se incorporaba. Tocó su frente notando el vendaje.

    - ¡Akio! – asustado se giró hacia el grito, encontrando a su madre que venía con una sábana. – Lo siento, lo siento tanto... - su progenitora se recostó en la camilla junto a él y abrazándolo lloró en su hombro.

    No pudo más que suspirar y confortar a su madre. La consoló hasta que la sintió caer dormida entre sollozos. Ya no podría dormir, se conocía bien, cuando estas cosas pasaban al despertar le daba insomnio.

    Acomodó a su madre lo mejor que pudo y comenzó a divagar.

    ¡Fudo cuidado!

    ¡Fudo cuidado!

    ¡Fudo cuidado!

    ¡Fudo cuidado!

    ¡Fudo cuidado!

    ¡Fudo cuidado!

    Una y otra vez, escuchó aquellas palabras en su cabeza. Trató de advertirle, aquel chico trató de advertirle... eso no tenía sentido.

    Se supone que era una alucinación, un invento de su retorcida cabeza que había estado delirante estos últimos días. Si aquel chico era producto de su imaginación, no debió ver a su padrastro venirle por la espalda, porque él mismo no lo vio.

    Pero lo hizo, vio por él y trató de advertirle.

    ¡Fudo cuidado!

    Mierda... desesperación, Fudo estaba seguro, aquel grito fue desesperado, el chico temía por él... era imposible que fuera un simple producto de su imaginación.

    ¡Fudo cuidado!

    Por más que trató de acallar su mente, el grito volvía a repetirse. lo peor era que alguna parte ilusa de su subconsciente le jugó una mala pasada, imaginando que su padrastro escuchaba al chico gritar y arremetía contra él.

    Pero la parte racional, le recordó que Kazemaru no estaba ahí, su padrastro no lograría ponerle una mano encima.

    -Necesito hablar con él... - exclamó en voz alta quizás con la idea de que, al llamarlo, Kazemaru vendría a verlo. Pero como la parte racional de su cabeza creía, aquello no pasó. - ¿Kazemaru?

    Trató una última vez antes de resignarse por completo.

    Con un suspiro cansino se acomodó para tratar de dormir una o dos horas, antes de que alguna enfermera viniera en la mañana.

    ----∞----

    -Cariño, despierta. Se te hará tarde – Kazemaru despertó con el llamado de su madre, reviso la hora en el teléfono y se le espantó el sueño rápidamente, se había quedado dormido.

    Se alistó con prisas y bajó corriendo la escalera, tomó algunas frutas y despidiéndose de sus padres que con gracia veían su apuro, salió de casa rumbo al colegio.

    Como pensó no encontró a ninguno de sus amigos en el camino, estos ya debían haber llegado.

    -Gracias años de atletismo – dijo en voz alta acelerando el paso. Faltaban diez minutos antes de que sonara la campana y él estaba a solo cinco de llegar.

    - ¡Lo logré! – dijo al desplomarse en la entrada del salón.

    - Kazemaru, creímos que no vendrías. – levantando la mirada, se encontró a Endo que lo saludaba desde su puesto.

    - Me quedé dormido – respondió con algo de vergüenza.

    Pocos minutos después ingresó el profesor al salón. Poniendo a todos en orden y comenzando las clases.

    ----∞----

    - ¿Quieres algo para comer? Saldré a comprar.

    Fudo por fin estaba de regreso en su hogar, se acomodó en su cama y ahora tendría a su madre sobre él, hasta que el tipo ese regresara a casa y retomaran el ciclo vicioso.

    -Lo que quieras traer estará bien. – desde pequeño aprendió a no ser caprichoso. Cuando su padre los dejó, habían sobrevivido únicamente con el salió de su madre y no podían darse los lujos de antes.

    - Akio... soy tu madre – dijo para extrañeza del de ojos verdes – Yo también quiero cuidarte y consentirte a veces. Siempre has sido un niño muy independiente, me siento inútil sin poder hacer algo por ti.

    - Sabes la única cosa que te he pedido los últimos 6 años.

    - Pídeme lo que quieras menos eso. Yo no puedo dejarlo hijo mío, lo sabes.

    - Entonces no tenemos nada de qué hablar.

    - Akio... - llamó esperando respuestas, pero el oji verde solo se dio la vuelta en su cama, ignorando a su madre.

    Con ojos vidriosos y el corazón roto la señora salió del cuarto, desde que ese tipo llegó a su vida, la relación entre madre e hijo se vio seriamente afectada.

    -Algún día te haré libre mamá... - repitió para él aquella promesa.

    ----∞----

    - ¡Kazemaru! – exclamó el profesor por fin captando su atención luego de la quinta llamada - ¡Salga del salón!

    Resignado salió a paso tranquilo, ante la preocupada mirada de sus amigos. En otro momento hubiera tratado de pedir disculpas y refutar la orden, pero hoy no.

    Desde la primera hora de clases, hasta la actual, había sido regañado varias veces, no logró concentrarse en ninguna de las asignaturas. Por más que trataba de prestar atención, sus pensamientos siempre se desviaban hacia la noche anterior.

    - Aquello no puede ser solo mi imaginación...

    Desde la casa que nunca había visto, hasta los olores de sangre y alcohol, el miedo que sintió cuando vió el objeto precipitarse a la cabeza de Fudo y el grito que escapó de su garganta lastimándole las cuerdas vocales. Todo aquello lo experimentó en carne propia y sin salir de su habitación, se negaba a creer que no pasó, porque aquello fue real.

    Que le digan loco, pero aquello fue muy real.

    Se sentó en la pared contraria al salón de clases, viendo hacia la puerta. Tuvo suerte de no ser enviado a la oficina del director. Posiblemente el profesor se apiadó de él por sus buenas calificaciones en la materia.

    El mismo chico de ojos verdes seguía en sus pensamientos.

    ¿Estará bien?

    ¿Lo llevaron al hospital?

    ¿Qué hicieron con aquel hombre?

    Mil preguntas rondaban su cabeza y solo había un nombre que lograría responder a sus dudas.

    -Fudo... - llamó angustiado. Abrazó sus piernas, mientras recostaba su cabeza contra sus rodillas.

    - Dime.

    ----∞----

    Estaba recostado en su cama mirando hacia el techo. No había dejado de pensar en el chico de larga melena celeste. Quería que apareciera, quería hablar con él.

    -¿Por qué no vienes? – preguntó abatido. Siempre que no quería verlo aparecía y ahora que lo buscaba no lo encontraba.

    - Fudo... - impresionado por aquel llamado, quedó sentado en su cama, a un costado del colchón, sentado en posición fetal estaba él...

    - Dime. – respondió aún incrédulo de tenerlo en su cuarto.

    ----∞----

    No lo creía, junto a él sentado en el piso, estaba Fudo. Tenía un vendaje en la cabeza y unas ojeras horribles, pero era él.

    Por un instante se quedó congelado, como si no creyera en lo que le mostraban sus ojos.

    -Fudo... - volvió a decir con miedo.

    - Ese es mi nombre, no lo gastes.

    - ¡Fudo! – con ese pequeño grito se arrojó sobre el otro apresándolo en un abrazo. – ¡Estás bien!

    ----∞----

    - ¡Estás bien! – esa frase estaba cargada de alivio. Fudo sintió una calidez nacerle del pecho al notar lo preocupado que estaba por él.

    Devolvió el abrazo apretándolo un poco, tal vez Kazemaru no era el único que se estaba desbordando en preocupación.

    Continuará...
  3. .

    Cuidado



    El resto del periodo escolar fue relativamente normal, ninguno de los dos volvió a encontrarse con su otro yo.

    La práctica en el club de futbol fue mucho más relajada en ambos equipos, porque los capitanes de ambos tuvieron que lidiar con sus dos mejores amigos, pues ambos se negaron a descansar un día más.

    Solo hubo un pequeño incidente luego de las prácticas, porque Kazemaru juró ver a un chico de cortos mechones chocolates con blancos entrar a las regaderas.

    Mientras que Fudo estaba seguro de que una cabellera celeste que no era del equipo se estaba cambiando frente a una taquilla.

    Pero en ambos casos bastaba parpadear o frotarse los ojos para desaparecer lo que creían haber visto.

    ----∞----

    Como todos los días, Kazemaru junto al equipo fueron a una pequeña tienda de conveniencia por una paleta, nada mejor que un pequeño gusto frío para terminar el entrenamiento.

    -¡Está riquísimo! – exclamó Fubuki feliz.

    - Te encantan las paletas – afirmó Kazemaru, viendo como el pálido chico estaba sonrojado con una radiante sonrisa.

    - Es que las cosas frías me recuerdan a casa.

    Ahora que lo pensaba, Kazemaru recordó que Fubuki estaba en el Raimon por un intercambio. El joven de Hokkaido llevaba medio año con ellos y se había vuelto parte vital del grupo.

    -¿Cómo se encuentra tu hermano? – recordó Goenji, que el de pelo platinado tenía un hermano menor.

    - Ya está mejor, tendrá el pie enyesado unas semanas más.

    Kazemaru escuchaba sobre el salvaje gemelo de Fubuki, que había tratado de realizar alguna pirueta patinando en hielo y por una mala caída, terminó en el hospital.

    - ¿Pero volverá a jugar futbol? – preguntó Endo preocupado.

    - Si capitán, el doctor dijo que con mucho reposo volverá al campo en poco tiempo.

    - Que alivio – el grupo en general rio por la preocupación del capitán. Desde que Shiro, les mencionó a Atsuya y el grandioso goleador que era, Endo había querido conocerlo y jugar contra él.

    Conversaron un rato más y cada quién siguió por su camino. Como todos los días, Kazemaru calentó comida que dejó su madre, lavó los platos y comenzó con su tarea. Hasta que un mensaje interrumpió su estudio.

    -Es de mamá – mencionó viendo la pantalla.

    Ichirouta, llegaremos un poco tarde para la cena. Pide una pizza o prepárate algo ligero. Se volcó un camión y el tráfico no avanza, estoy con tu padre. Pararemos a cenar y con suerte cuando terminemos la calle estará despejada.

    Curioso por lo que decía su madre, bajó a la sala y prendió la televisión. Justo como le avisó su progenitora, un camión se había volcado en dos paños de la calle, pero ya estaban tratando de removerlo.

    -Supongo que hoy comeré solo...

    ----∞----

    Fudo llegó a su casa y su grandioso almuerzo fue una manzana. Kido había insistido en que se quedara a almorzar en su casa, pero negó la invitación.

    Luego de tan apetitoso manjar, fue a su cuarto para hacer tarea y como todos los días, terminó sus deberes en tiempo récord. Su estómago le reclamó por algo de comer, una fruta no era suficiente almuerzo para un joven de 15 casi 16 años en crecimiento, que practica deporte.

    Debía ignorar eso, no era buena idea que comiera mucho por día, eso afectaría la quincena y era mejor comer poco todos lo días, a no tener que comer algunos solo por darse un gusto.

    Se arrojó a su cama, dispuesto a ignorar su estómago, hasta la hora de la cena. Y cayó completamente dormido.

    ----∞----

    Kazemaru lavó los platos luego de cenar, solo se preparó unos emparedados, la paleta aún lo tenía bastante lleno. Había revisado las noticias en internet avisando que ya fue removido el camión, no hubo ningún muerto, solo un herido.

    Sus padres no debían demorar mucho en llegar, se aseguró de arreglar la sala, así no encontrarían desorden y podrían ir a descansar tranquilos.

    Subió a su recámara y al abrir la puerta, se encontró en su cama al mismo chico que alucinaba.

    -No vale la pena – se dijo a él mismo. Había pensado en despertarlo, pero no tenía ganas de escuchar las tonterías del chico.

    Simplemente lo dejó ser, fue a su escritorio y comenzó a escribirse con los chicos del equipo.

    ----∞----

    Escuchó unos gritos prevenientes de la sala, junto a varias cosas romperse.

    Gruñó de frustración, sabiendo lo que eso significaba.

    -Al fin despertaste.

    Fudo volteó sorprendido, encontrando al chico peliceleste.

    -¿Kazemaru? – llamó recordando que la alucinación tenía nombre.

    -Fudo – respondió. El ojiverde se incorporó en su cama, dispuesto a molestar al chico cuando escuchó el grito de su madre.

    -¡Suéltame desgraciado!

    -¡Mierda! – salió de la cama y corrió hacia donde venía el escándalo, sintiendo las pisadas del peliceleste tras él. - ¡Mamá!

    -¡Suéltame!

    - ¡No vuelvas a contestarme perra!

    El desperdicio de oxígeno tenía a su madre agarrada del cabello, mientras la golpeaba. La pobre mujer trataba de defenderse entre aruñazos y lágrimas.

    ----∞----

    Kazemaru había seguido a Fudo fuera de su habitación cuando este salió corriendo. Nunca había visto aquella expresión, un rostro surcado por la preocupación y el enojo.

    -¡Mamá! – lo escuchó gritar y fue justo en ese momento que notó algo... esta no era su casa. No supo si fue la impresión de estar en un lugar diferente o el miedo de ver a un tipo lastimar a una pobre mujer que rogaba, pero quedó estático viendo la escena.

    -¡Hijo de puta! – Fudo se abalanzó sobre el hombre liberando a la pobre mujer. Impresionado veía como arrojó al tipo contra una de las mesitas de la humilde sala y esta se rompió por el impacto. El sujeto no se volvió a levantar.

    ----∞----

    -Mamá – llamó para que reaccionara – mamá, ya pasó.

    -Suéltame, suéltame, suéltame – rogaba entre sollozos su madre.

    - Ya no te hará nada, tranquila. Yo estoy aquí.

    -Akio – levantó el rostro bañado en lágrimas, el ojo derecho estaba tan rojo e hinchado que no podía abrirlo, el labio sangraba y el pómulo izquierdo estaba morado y con rasguños.

    -Soy yo ¿Ves? – sonrió para calmarla – Ya está todo bien.

    -¡Fudo cuidado!

    -¿Qu... - todo se puso negro...

    ----∞----

    – Ya está todo bien. – Kazemaru veía impresionado como interactuaban madre e hijo. Estaba sorprendido de que aquel molesto chico, fuera tan dulce y protector.

    Ambos estaban perdidos en el otro, por lo que ninguno notó que el sujeto se había levantado y agarró una de las patas de madera de la mesa rota como arma. Cuando Kazemaru lo notó fue demasiado tarde.

    -¡Fudo cuidado! – trató de avisar, mientras corría hacia el chico.

    -¿Qu...

    Eso fue lo último que vio Kazemaru, la pata de la mesa, impactar contra la cabeza del chico,

    En un parpadeo regresó a su cuarto, temblando de miedo.

    -¡Fudo! – llamó preocupado, lo llamó varias veces sin conseguir respuesta.

    Comenzó a caminar por su cuarto, las manos le temblaban sin saber qué hacer. Aquello fue muy real. Eso no podía ser una simple alucinación, el miedo, la adrenalina, la preocupación.

    Varias veces tomó el teléfono dispuesto a llamar a la policía, pero inmediatamente colgaba, no podía llamar y decir, que un chico que veía en su cuarto y en el colegio fue atacado en su casa, una casa que no sabía dónde quedaba.

    Ni siquiera podía corroborar que el chico existiera. Iban a terminar encerrándolo por loco en un manicomio.

    -¿Qué hago? – cayó en su cama angustiado, sin saber cómo proceder.

    Continuará...

    Como siempre capítulo cortito, pero este no da risa. Fudo la tiene dificil en su casa y Kazemaru acaba de ser testigo.

    Nuestro bello peliceleste no conoce esa vida de una familia disfuncional, cuando ese es el pan de cada día de Fudo.

    Espero que les gustara el capítulo, no se olviden de comentar y dejar una estrellita si les gustó.

    Nos leemos, hasta la próxima.
  4. .
    Continuando con mi disculpa...

    Amenaza




    -Fusuke... - llamó el pelirrojo.

    - Dime.

    - ¿Cuándo te tiré al piso, te golpeaste la cabeza?

    - Si... ¿Por qué?

    - Porque creo que estás viendo doble y yo también.

    - Tu estupidez no tiene límites. – se palmeó la frente, pensando hasta dónde podría llegar la falta de inteligencia en su mejor amigo.

    - Chicos – llamó Hiroto – Sé que esto es difícil de entender, pero hay una explicación.

    Entre bombos y tambores, se tomaron el tiempo de explicarles por qué tenían personas de otra dimensión, también las diferencias que causaron que el hijo del señor Kira, estuviera vivo.

    - ¿En serio? - preguntaron incrédulos los dos.

    - Oh vamos – se quejó Midorikawa – Nosotros fingimos ser extraterrestres que venían a atacar colegios con Futbol, esto no es lo más extraño que nos ha pasado... y tengo el presentimiento que en el futuro será peor.

    - No crees que estás dramatizando un poco. – se quejó Suzuno.

    - Para nada, solo nosotros hemos conocido ángeles y demonios, el bisnieto de Endo y ahora nosotros mismos de otra dimensión. Te apuesto a que en el futuro habrá gente que utilizará armaduras con espíritus guerreros que salen de sus cuerpos o se fusionarán con versiones de guerreros antiguos o hasta viajarán por la galaxia utilizando espíritus de animales, en medio de una loca guerra espacial con secuestros y princesas.

    - Muy bien – se quejó "Midorikawa" – no más películas para nosotros.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Por otro lado, estaba el resto del equipo recogiendo sus maletas. No es que fueran groseros y no planearan saludar a Naumo y Suzuno, pero el entrenador se tomó la molestia de recordarles que el autobús era alquilado y tenía horario devolutivo.

    -Recuérdenme... ¿por qué estamos cargando las maletas de otros, mientras están conversando? – se quejó Haizaki, que venía con su equipaje, el de "Kido" y "Hiroto".

    - Porque somos buenos compañeros – respondió radiante Aphrodi – déjame ayudarte con eso. – un asentimiento de cabeza fue el agradecimiento del peligris.

    - Entiendo que estés llevando el de "Hiroto", pero ¿Por qué lleva el de "Kido" también? – preguntó Asuto.

    - Me pidió que lo cuidara mientras se fue a ver algo – dijo mientras señalaba con la cabeza la dirección en la que se fue el estratega.

    - Que raro, que "Kido" se vaya así nada más. – comentó "Endo".

    - Déjalo "Endo" – tranquilizó "Goenji" – seguro que vio algo que llamó su atención.

    - Si dejan la charla para más tarde, se les agradecería mucho – se quejó Atsuya, que venía con su equipaje y el de "Midorikawa".

    - Venga Atsuya, que todos estamos ayudando – trató de calmarlo Fubuki, él tenía las maletas de Hiroto.

    - Además solo son unos pocos metros hasta la puerta – se unió a la conversación Kazemaru, que llevaba el equipaje de Midorikawa – solo los dejamos en la entrada y que ellos lo suban a las habitaciones.

    - Ya tengo hambre – se quejó Endo.

    Seguido de algunos rugidos de estómago. Parece que no era el único hambriento.

    -Adentro los espera la comida, pero deshagan las maletas primero – anunció Kudo – pueden repartir las habitaciones como deseen. Hay recámaras individuales, de dos y tres personas. Cuiden el mobiliario, recuerden que esto es un hospedaje temporal y debemos regresar el orfanato tal como fue encontrado.

    - ¡Entendido!

    - Entrenador – llamó "Kazemaru" - ¿No se supone que las instalaciones estarían vacías?

    - Si se refiere a los dos jóvenes que no deberían estar aquí, no se preocupe, ya se le notificó a la señorita Hitomiko. Ella se hará responsable de los jóvenes, vendrá por ellos, apenas instale a el resto de los miembros del orfanato...

    Justo como dijo el entrenador, dejaron el equipaje de los Hirotos, los Midorikawas y Tatsuya frente a la entrada, ya ellos que acomodaran sus cosas luego, y cada uno subió con sus pertenencias en busca de una habitación.

    Ahora comenzaba la lucha campal...

    ¿Quién duerme con quién?...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Kudo observó con algo de pesar la carrera para subir las escaleras. Hubiera sido mucho más tranquilo que se acomodaran como en la concentración, pero les dejaría esa libertad. Luego de lo que había pasado, quería en cierta manera consentir a los equipos. Por ese mismo motivo, había dejado que los Midorikawas y los Hirotos con Tatsuya, conversaran con Suzuno y Nagumo, le pidió a Hitomiko que viniera con calma a buscarlos y también habló con las managers para que vinieran a Sun Garden desde temprano y les prepararan una comida a los chicos.

    Kudo era un hombre serio, duro o estricto dirían algunos, pero era el entrador, es decir el primer protector del equipo de Inazuma Japón y también era padre, esos dos títulos lo hacían muy consciente de que poner cargas tan pesadas sobre los jóvenes no era bueno. Por eso quería darles un pequeño alivio mientras estuviera en sus manos.

    -Fuyuka, por favor avísales cuando esté lista la comida. Yo debo atender algunos asuntos.

    - Claro entrenador... ¿Debo hacer algo con las maletas de la entrada?

    - Solo diles a los muchachos que cuando entren, acomoden sus cosas.

    - Está bien.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    En la segunda planta se estaba desarrollando un desorden total. Algunos abrían y cerraban habitaciones para escoger la mejor... ignorando que eran casi completamente iguales. Entre esos tenemos a Tsunami, que arrastraba a Tachimukai y Toramaru con él. Los más jóvenes habían quedado atrapados en medio de la carrera para subir las escaleras y Tsunami simplemente no pude dejarlos a su suerte.

    -Me parece que esta está perfecta – dijo por fin el surfista.

    - Se parece a todas las demás habitaciones – le susurró Toramaru a Tachimukai.

    - Déjalo que sea feliz, me costó animarlo luego de la depresión por su tabla de surf.

    - ¿Qué le pasó a la tabla de surf? – eso último no fue un susurró y cuando el portero trató de acallar la voz de su amigo. Fue tarde, Tsunami ya los había escuchado.

    - ¡Mi tabla! – volvió a lamentarse el de cabellos rosas, para extrañeza de Toramaru y exasperación de Tachimukai.

    - Aquí vamos de nuevo... - se quejó el portero.

    .

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    Nishikage subió con el equipaje propio y el de Nosaka. Iba justo detrás del emperador esperando a que escogiera alguna de las habitaciones y esquivando a los que estaba corriendo por el pasillo.

    -Esta me gusta – por fin anunció Nosaka.

    - ¿Quiere la cama de la izquierda o la derecha?

    - Mmmmm... buena pregunta...

    Con estos dos por ahora no tenemos mucho que decir, Nosaka demoró un rato en decidir, pero se fue al final por la cama de la derecha. Nishikage sin ninguna queja escogió la otra cama y ambos comenzaron a guardar las pocas cosas que tenían.

    .

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    "Goenji" había sido uno de los primeros en llegar al segundo piso y sabiendo cómo eran sus amigos escogió la primera habitación a la que entró. Era una pieza individual, por lo que no debía molestarse en buscar compañero. Tampoco le molestaba estar solo por unas cuantas noches, después de todo la estadía en Sun Garden no debía ser muy prolongada.

    -Por fin algo de silencio...

    Silencio que no duró casi nada. Desde fuera escuchó los gritos del resto.

    Si el oído no le fallaba, Atsuya estaba peleando con Someoka.

    Cuando creyó que esa pelea había terminado, la paz y silencio reinaron por otro corto periodo de tiempo, parece que los Midorikawas habían subido también porque estaban reclamado sobre las habitaciones...

    -Unas cuantas noches lejos del caos, me vendrían muy bien. – se confirmó a él mismo.

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    Ambos Kazemarus habían estado de acuerdo en volver a compartir habitación, sus conversaciones antes de dormir eran muy interesantes y uno apoyaba emocionalmente al otro cuando era necesario.

    -Esta tiene tres camas – avisó "Kazemaru" a Kazemaru entrando a la primera habitación que encontró libre.

    - No importa, está cerca de las escaleras, los baños están abajo y no tengo ganas de competir contra dos equipos por usarlos.

    - Buen punto – a diferencia de la concentración que tenía duchas para luego de los entrenamientos, el Sun Garden tenía menos duchas, pero era por la división de baños para hombres y mujeres. A ellos solo les correspondía usar el de varones y sabían que se formaría una guerra civil por usar los baños y el agua caliente.

    Kazemaru ya estaba acomodando sus cosas en la cama individual, su igual podía usar la cama de arriba o abajo del camarote.

    -Kazemaru – llamó aún en la puerta viendo al pasillo - ¿Tienes algún problema en que Asuto se quede con nosotros? No tiene compañero y creo que extraña a sus amigos.

    Kazemaru se asomó por la puerta curioso de lo que decía su igual y en el centro del pasillo, estaba el pelinegro viendo con cierta decepción hacia la puerta por la que entró Haizaki y la habitación de Nosaka con Nishikage.

    -Creo que no hay problema, además nos sobra una cama. – ambos pelicelestes se sonrieron de acuerdo con la idea.

    - ¡Asuto! – llamó "Kazemaru" – Ven con nosotros, tenemos una cama extra.

    La sonrisa que cruzó el rostro del pelinegro no tuvo precio.

    -¡Muchas gracias! – dijo feliz mientras entraba al cuarto – Con permiso.

    - Si no te molesta, te dejamos con la cama de arriba. – avisó "Kazemaru".

    - Está perfecta para mí.

    Ya con la conciencia tranquila al saber que no dejaron a Inamori a su suerte, los tres chicos comenzaron a ordenar sus cosas.

    .

    .

    .

    -¡Shiro duerme con Nosotros!

    - ¡Fubuki no es de tu propiedad!

    - ¡Eres igual de molesto que "Someoka"! ¡Siempre queriendo tener la razón!

    - ¡Yo soy Someoka!

    Atsuya estaba peleando con Someoka en medio del pasillo. El motivo era algo tan sencillo como que el moreno le había preguntado a Fubuki si deseaba ser su compañero de habitación.

    El peligris no sabía que responderle y "Shiro" se había acercado a decirle que no había problema.

    -También debes compartir con tus amigos, no estás obligado a estar solo con nosotros. No nos iremos a ninguna parte. – esa había sido la tranquila respuesta de su igual. Lo que casi provoca que aceptara la propuesta de Someoka, pero Atsuya escuchó y se formó el gran problema.

    -¿No deberíamos detenerlos? – preguntó Shiro a "Shiro" – Puedo dormir con ustedes, no hay problema.

    - No, al contrario, Atsuya tiene que aprender que no siempre se puede salir con la suya. "Someoka" siempre fue firme con él y lo ponía en su lugar, al contrario de el resto de las personas que le dejaban la vía libre solo por su carácter tan difícil.

    - Pero al final yo soy su hermano mayor, aunque no seamos de la misma línea temporal. – Shiro le lanzó una sonrisa cargada de amargura a su igual – No puedo evitar querer consentirlo, porque sé que no tendré esta oportunidad más adelante.

    "Shiro" miró a su igual de manera significativa. Como hermano mayor le había tocado volverse firme ante los caprichos de Atsuya, debía corregirlo y cuidarlo siempre que se metía en problemas... crecieron con las típicas peleas de todos los hermanos por tonterías como juguetes o qué canal de televisión ver. Pero él amaba a su hermano menor con todo su ser y por eso debía cuidar siempre la manera en la que Atsuya se desenvolvía y poner mano firme cuando fuera necesario.

    Pero ahora tenía una cara de la monera diferente y siento esta él mismo de otra dimensión, Shiro había perdido a su Atsuya. Su forma de ser era mucho más tranquila y pacífica que la propia justamente porque no tuvo a su hermano, nunca hubo que corregirlo o ser firme con él por sus travesuras. Y ahora ante él estaba un chico que reencontró de cierta forma a su mitad perdida y lo único que deseaba era cuidarla y consentirla. Porque cuando ellos regresaran a su línea de tiempo, tendría que decir adiós a su hermano menor... otra vez.

    Lanzó un suspiro derrotado – está bien, mímalo cuanto quieras. No me opondré. También es tu hermano menor. – con aquello quería transmitirle tranquilidad a Shiro, no sería egoísta, Atsuya era el gemelo menor de ambos.

    -Gracias – contestó feliz, se acercó a los dos chicos que aún se estaban gritando. – Someoka, creo que me quedaré con ellos, discúlpame. Quisiera estar lo más que pueda con Atsuya y "Shiro"

    El pelirosa lo miró por unos segundos, pero al final comprendió el anhelo que tenía Fubuki.

    -No te preocupes. Disfruta a tus hermanos lo más que puedas. Perdona por ponerte en esta situación.

    -Te dije que prefiere estar con nosotros que contigo.

    - ¡Atsuya! – regañó "Shiro" desde la entrada de la puerta y estaba dispuesto a acercarse a su hermano para hacer que se disculpara, pero Shiro le ganó.

    -Duele, duele, dueleeeee... - Shiro le había jalado la oreja a Atsuya, para diversión de Someoka.

    - Discúlpate Atsuya. Someoka fue comprensivo conmigo, no tienes por qué burlarte de él.

    - Ya, ya. Lo siento. – dijo para que al fin lo soltaran y se fue corriendo hacia la habitación que "Shiro" había escogido. El mayor lo siguió dejando a Fubuki y Someoka en el pasillo.

    - Perdónalo – dijo Fubuki medio arrepentido por la escena que le tocó aguantar a su amigo.

    - Tranquilo, no pasa nada. Atsuya se nota que tiene un carácter fuerte y creo que tiene los mismos celos de hermano de Goenji y Kido.

    - Jajajaja. Es verdad, los tiene. – Fubuki estaba más relajado al saber que Someoka no estaba molesto.

    - Está bien que quieras cuidarlo. Pero recuerda que los hermanos mayores también están para guiar a los menores. No dejes que siempre se salga con la suya.

    - Tienes razón, gracias por el consejo.

    - ¡Hermano! – llamó Atsuya asomándose por la puerta del cuarto - ¿Quieres la cama de arriba o de abajo del camarote?

    - Ve con ellos, te están esperando.

    - Gracias Someoka.

    Con eso se dio por terminada la conversación. El pelirosa terminó por agarrar una de las habitaciones individuales y los tres Fubukis, comenzaron a acomodar todo luego de que Atsuya terminara con la cama de arriba.

    .

    .

    .

    Canon había entrado a la primera habitación que había, el joven del futuro esperaba compartir la habitación con su pareja. Pero al ver a sus bisabuelos subir, no pudo contener su emoción y pidió la compañía de ambos.

    -¡Claro que sí! – habían contestado los capitanes. Nada como una extraña convivencia familiar.

    .

    .

    .

    Baddap vio como Canon iba a compartir cuarto con sus bisabuelos y no pudo más que sonreír por su pareja. Canon idolatraba a su bisabuelo y sabía todo lo que significaba para él poder convivir con él... ellos. Al final tenía dos en la misma línea de tiempo.

    -Baddap – llamó Goenji - ¿Tienes compañero? Aquí hay una recámara de dos, no me molesta compartir.

    - Aceptaré la invitación, gracias.

    El exsoldado sabía que Shuuya Goenji, era una persona tranquila, seria y ordenada. Sería un gran compañero de habitación.

    .

    .

    .

    Afuro caminaba tranquilamente por el pasillo, él no iba a pelear con nadie habitación. Había esperado a que despejaran la escalera para subir.

    Ignoró olímpicamente la pelea de Someoka y Atsuya en medio del pasillo y continuó derecho al ver varias recámaras ocupadas.

    -¿Quieres compartir cuarto? – lo llamó alguien.

    Afuro volteó para encontrar a uno de los miembros más pequeños en estatura de los equipos.

    -Soy Kogure, por cierto. Jijijijijiji

    - Mucho gusto. Si tienes espacio para uno más en la habitación, no tengo ningún problema en compartir.

    Kogure había extendido esa invitación sabiendo que aquel rubio poco o nada sabía de él. Lo había considerado el nuevo objetivo de sus bromas. Nadie quería tener la mala suerte de compartir la habitación con el diablillo de Inazuma Japón.

    Lo que no se esperaría nunca el pobre, es que aquel apuesto chico considerado uno de los dioses terrenales del equipo Zeus, podría llegar a ser el mismo demonio encarnado...

    Afuro veía tranquilamente al pequeñín riendo con un marcador en la mano.

    -Parece que "Hiroto" no es el único, al que debo enseñarle modales...

    Kogure no tenía idea de con quién se había metido.

    .

    .

    .

    - ¿Siempre que vamos a escoger habitación se formará este problema? – le preguntó "Kido" a Kido.

    - Espero que no. – Kido se sentó en su cama exhausto, alguien en la escalera le había jalado la capa casi tirándolo.

    - ¿Estás bien compartiendo cuarto conmigo de nuevo?

    - ¿Qué mejor compañía que yo mismo? – respondió Kido con cierta burla.

    - No lo sé, tal vez un chico de poco cabello chocolate y mechas blancas con ojos verdes de aterradora mirada.

    Kido casi se ahoga con su propia saliva ante esa respuesta. – No sé a qué te refieres.

    -Vamos, no tienes que engañarme a mí. No soy ciego, no sé qué pasó, pero sí sé cuándo. Fuiste a buscar a Fudo a la enfermería, demoraste y llegaste rojo y alterado. Luego al acomodarnos para dormir, te aseguraste de estar lo más lejos posible de Fudo. Solo hay que sumar dos más dos.

    -Se me olvida que estoy hablando conmigo a veces... Bien, algo pasó con Fudo, no entraré en detalles. Pero supongo que él, sería tan buena compañía como alguien de largos cabellos grises y ojos rojizos que miran con locura. – "Kido" lo miró sorprendido – Te preocupas mucho por él, somos compañeros de equipo, pero sé distinguir cuando alguien me importa mucho más allá de la amistad.

    - ¿Te das cuenta de que a ninguno de los dos nos gustan los chicos tranquilos o normales?

    - Es una triste realidad que estoy comenzando a aceptar.

    - Seamos sinceros Kido. Nos gustan los retos o los acertijos. Entender las mentes de Fudo y Haizaki es precisamente lo que nos atrae de ellos. Son dos jugadores extraordinarios, comprender como piensan es un misterio para la mayoría de las personas, lo que termina aislándolos de todos.

    - En nuestro caso fue un imán supongo...

    - Correcto.

    - Esto dice mucho sobre nuestros gustos personales.

    - Vamos Kido, nuestras prendas de ropa favoritas son las capas y estos lentes. No puedes esperar que nuestro gusto en chicos sea sensato.

    - ¿Siempre debes tener la razón en todo?

    - Soy tu, adivina la respuesta...

    La conversación murió momentáneamente, terminaron de guardar sus cosas y cada uno se sentó en su cama para seguir conversando.

    - ¿Lograste hacer el favor que te pedí?

    - No, cuando bajamos del camión creí ver algo. Y no pude. Lo lamento, cuando Fudo no esté cerca, te haré el favor. Tranquilo, te prometí que te ayudaría a cuidarlo y eso haré.

    .

    .

    .

    Haizaki había sido de los primeros en entrar a una recámara, luego de pasar sobre un tumulto de jugadores. Planeaba compartir habitación con "Hiroto", pero se sorprendió al escuchar la puerta ser tocada. Porque él la había dejado abierta, se volteó encontrando a "Fudo" que había golpeteado el marco para llamar su atención.

    - ¿Necesitas compañero?

    - Pensaba compartir con "Hiroto", pero creo que sigue abajo hablando. Si quieres la otra cama, es toda tuya.

    - Gracias. – "Fudo" entro a paso tranquilo y comenzó a acomodar sus cosas.

    Haizaki no lo había hecho intencional, pero se había quedado mirando al de ojos esmeraldas un buen rato.

    -Si te preguntas ¿por qué quiero ser tu compañero? La respuesta es fácil. – "Fudo" había sentido todo el rato la mirada del oji rojizo, pero parece que este no se animaba a preguntar lo obvio – "Kazemaru" está en la habitación de al lado.

    Haizaki, no comprendió como eso respondía a la pregunta. Hasta que recordó que eligió esa habitación porque "Kido" estaba en la recámara de en frente.

    -Entiendo – dijo al final. Estaban en las mismas. Se sentían más tranquilos si podían llegar rápido con aquellos que querían cuidar.

    - Y solo para terminar de aclarar, no tengo ningún interés en ninguno de los Kidos. Ese departamento se lo dejo a mi otro yo.

    - Tienen gustos muy diferentes – opinó Haizaki.

    - Yo creo que no. Al contrario, parece que a los dos nos gustan los chicos mandones que odian que los reten y les lleven la contraria. Lo que termina siendo una de nuestras actividades favoritas, sacarlos de quicio. Y en cuanto al físico, ambos tienen el cabello amarrado en colas y una extraña necesidad de cubrir sus ojos. Bueno, Kazemaru solo cubre uno, pero se entiende la idea.

    - ... ¿ustedes dos son masoquistas o algo así?

    - No hables mucho, que estás en el mismo bote que nosotros.

    - Cállate.

    Bueno, parece que esos dos se llevarían bien.

    .

    .

    .

    -No pensé que me ibas a elegir de compañero – comentó Tobitaka luego de ser arrastrado por Fudo y escuchar como trancaba la puerta.

    - Parece que esta es la única manera en la que podré hablar contigo sin tener a los Kidos, respirándome en el cuello. – se quejó Fudo.

    - ¿De qué estás hablando?

    - Mira tú equipaje.

    Tobitaka obedeció y apenas abrió su mochila, un antifaz rojo cayó al suelo.

    - ¿Pero qué? – dijo Tobitaka frunciendo el ceño, volteó a ver a Fudo, que tenía uno igual en su mano.

    - Nos está acechando. El tipo de la máscara estaba tan cerca como para saber cuales eran nuestras maletas y meter esto sin que nadie lo notara.

    - ¿Crees que fue alguno de los asistentes?

    - Lo más seguro. Estamos jodidos, si sabe dónde nos estamos quedando.

    Continuará...

    Lo siento por la hora, se me fue la luz y acaba de volver.

    Les dejo un diagrama de cómo están ubicadas las habitaciones. Todos los chicos de ORION, están en NEGRITA. Los de la línea ORIGINAL, permanecen escritos normales.



    Espero que disfrutaran el capítulo, quería hacer algo ligero y bueno, al final creo que se comprende el título del episodio


    Como siempre vengo con mis preguntas:

    ¿Te gustó el capítulo?

    ¿Qué favor le pidió Kido a "Kido" para cuidar a Fudo?

    ¿Sobrevivirá Kogure a Afuro?

    Cuéntame tu parte favorita.

    La mía fue Shiro hablando con "Shiro".

    La conversación de Haizaki y "Fudo".

    Y la conversación de Kido y "Kido".

    De hecho, me ha gustado bastante el capítulo en general. Pensé en llamarlo Mudanza 2 o algo por el estilo, pero quería resaltar el final.

    El chico de la máscara se nos acerca.

    Así es que solo me queda recordarles dejarme un comentario si les ha gustado el capítulo.

    No olviden dejar su voto también.

    Nos leemos, hasta la próxima...

    Tercer capítulo de mi disculpa por desaparecer. Ya el capítulo siguiente será la próxima semana...

    Consejos




    Nota: en las notas finales del capítulo anterior está el diagrama de cuartos, sería bueno tirarle un ojo antes de leer.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -¿No deberíamos entrar? - comentó "Hiroto" - Somos los únicos afuera y el autobús ya se fue.

    - ¿Nuestras cosas dónde están? - Midorikawa miraba alrededor esperando encontrar las mochilas.

    - Creo que los chicos las llevaron dentro. - respondió Hiroto, que era el único que había estado pendiente del resto.

    - Entremos, así se acomodan y podemos seguir hablando más cómodos. - sugirió Suzuno.

    - Además, nos toca esperar a que Hitomiko venga por nosotros. - terminó Nagumo.

    Sin más que decir el grupo se encaminó al interior del Sun Garden, en la entrada los recibió Fuyuka.

    -El entrenador dice que pueden subir a elegir sus habitaciones, hay individuales, de dos o tres plazas. Sus maletas están frente a la escalera. Cuando terminen de acomodarse pueden bajar a comer.

    - Gracias Fuyuka. - fue la respuesta a coro, para ir a buscar sus maletas y correr para escoger habitación.

    Apenas llegaron al segundo piso los Midorikawas comenzaron las quejas, porque todos ya habían escogido los "mejores cuartos".

    Recorrieron el pasillo golpeando algunas puertas y quejándose con aquellos que abrieran.

    -¡Eres un horrible compañero de equipo!

    Era lo que gritaban en la cara de todos aquellos que tenían la mala suerte de abrir la puerta.

    Para luego escuchar una disculpa por parte de dos pelirrojos, que alejaban a los peliverdes de las recámaras ocupadas.

    -Un Midorikawa es significado de problemas. No me imagino cómo han hecho con dos. - comentó Suzuno, para diversión de Nagumo.

    - Uno les agarra el ritmo o simplemente los ignora. - le respondió "Hiroto", era extraño conversar tan tranquilo con un Suzuno y un Nagumo, que no lo odiaron anteriormente.

    - Está medio difícil ignorarlos - comentó con gracia Haruya, viendo como Midorikawa se había prendado la camiseta de Kazemaru, reclamándole por ser un horrible "mejor amigo de coleta", con Hiroto tratando de separarlos.

    - Y que lo digas - afirmó con una pequeña sonrisa Fusuke, porque unos cuartos más adelante al berrinche causado por Midorikawa, estaba Fubuki consolando a "Midorikawa".

    El peliverde de la otra línea de tiempo lo había tirado al piso porque todos eran unos "crueles y horribles compañeros de equipo muy desalmados". Fubuki trataba de consolarlo mientras sutilmente comentaba que debían levantarse, porque Atsuya estaba a nada de cometer un asesinato por arrojar a su hermano al piso, únicamente siendo detenido por "Shiro" y Tatsuya.

    -Creo que después de un rato, mi cerebro simplemente los bloquea. - se resignó "Hiroto" pasando de largo, mientras recogía las maletas de esos cuatro, que habían quedado abandonadas en el pasillo.

    Después de lograr separar a los peliverdes de sus pobres víctimas, por fin llegaron a dos recámaras sin dueño.

    -¿Cómo nos distribuimos? - preguntó Tatsuya.

    - Ambas son de tres camas. - comentó Haruya, recordando el orden de las habitaciones. Después de todo, era su hogar.

    - ¡Yo duermo conmigo! - saltó "Midorikawa" sobre el otro peliverde.

    - Creo que podemos volver a compartir. - le comentó Tatsuya a Hiroto. Él no quería dormir en la misma habitación de "Midorikawa" si había terceras personas, no quería causarle incomodidad a nadie.

    - Yo podría buscar una habitación para mi solo. - comentó como quien no quiere la cosa "Hiroto". Realmente no le importaba estar solo o compartir.

    - ¡Puedes dormir con nosotros! - comentaron los Midorikawas.

    - ¡De eso nada! - saltó Hiroto y de un jalón, metió a "Hiroto" a la recámara que compartiría con su otro yo - Tatsuya quiere dormir con "Hiroto". - dijo como justificante, ni loco dejaría al peligris en la misma habitación de los peliverdes sin supervisión, y la idea de dejarlo en una habitación solo para él tampoco le gustaba, porque podría escabullirse cerca de Midorikawa o al revés y nadie se daría cuenta.

    Tatsuya solo se resignó y suspirando entró tras ambos Hirotos al cuarto, los Midorikawas se rieron por la reacción de Hiroto y entrar a su propia habitación para acomodar sus cosas.

    Olvidados en el medio del pasillo, estaban Nagumo y Suzuno con los mismos rostros choqueados.

    -Fusuke...

    - Dime.

    - ¿Qué diablos acaba de pasar?

    - No tengo la menor idea.

    - ... ¿Haremos algo al respecto?

    - Claro que sí, mira que consigues de Hiroto. Iré a interrogar a los Midorikawas.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Cuando por fin escuchó que la algarabía en el pasillo se controló, "Kido" se asomó, solo para asegurarse de que todos seguían dentro de sus cuartos.

    Comprobando que no había moros en la costa, cruzó a la habitación de enfrente y suavemente tocó la puerta.

    -Haizaki, es para ti. - avisó "Fudo", que le abrió la puerta dejándolo pasar.

    - ¿Qué ocurre "Kido"?

    - Necesito hablar contigo... en privado si se puede. - el último comentario fue dirigido hacia el ojiverde.

    - Yo ya me iba... - "Fudo" no lo pensó mucho antes de encaminarse a la puerta. - Mi cama es la de la izquierda, la quiero intacta cuando regrese. - aclaró antes de terminar de salir, para vergüenza de ambos chicos.

    - ¿Debo preguntar por ese comentario? - el estratega miró azorado al goleador.

    - Por favor, no lo hagas. - Haizaki se sentó en su cama palmeándose la frente - ¿Qué querías decirme?

    - Necesito un favor...

    Haizaki escuchó interesado la petición de "Kido".

    -Veré que puedo hacer, no prometo mucho.

    - Con que estés al pendiente, me doy por satisfecho. - sonrió el estratega - Gracias por la ayuda.

    - Cuando quieras.

    Y entonces se formó un silencio extraño en la habitación. Las palabras de "Fudo" volvieron a la mente de ambos. Causando un sonrojo involuntario, después de todo, el ojiverde solo habló de la cama de él, no dijo nada de la de Haizaki.

    -Ujumm - se aclaró la garganta "Kido" - de-debería irme.

    -¿Eh? Ah... si, si... yo debo terminar de ordenar...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Ya voy - avisó "Kazemaru", al escuchar que tocaban la puerta. - ¿"Fudo"?

    - Me sacaron de mi cuarto - se quejó mientras entraba.

    - ¿Haizaki te sacó? - preguntó extrañado Asuto.

    - No, "Kido" me sacó de mi propio cuarto. Quería hablar con Haizaki.

    - Esos dos tienen una relación bastante cercana. - comentó Kazemaru, que ya se había acostumbrado a la idea de convivir con "Fudo", por "Kazemaru". El chico era bastante tranquilo, caprichoso, pero tranquilo al final del día.

    - Al contrario, creo que les falta estrecharla más. - comentó con burla el de cabello marrón.

    Asuto no entendió, Kazemaru alzó una ceja entendiendo el doble sentido, pero cuestionando la veracidad de las palabras y "Kazemaru" solo dio una sonrisa que daba a entender que veía a esos dos como un caso perdido.

    -Puedes ayudarnos a terminar de arreglar las cosas ya que estás aquí como adoptado temporal. - sugirió "Kazemaru".

    - Tratas horrible a las visitas, acabo de llegar y me quieres poner a trabajar.

    - Te invitaste solo - lo retó con burla. - ayuda a Asuto, que estamos cambiando las sábanas de las camas y el camarote es difícil de cambiar.

    - Eres un esclavista - dijo dramáticamente, mientras subía la escalera del camarota - Bajemos el colchón, le colocaremos la sábana y lo montamos otra vez.

    - Entendido - dijo Asuto feliz.

    Kazemaru solo veía la convivencia de esos tres, "Kazemaru" llevaba la batuta, era firme con "Fudo", pero solía ablandarse cuando estaba cerca. Desde que lo vio "adoptar" a Asuto, notó lo maternal y protector que llegaba a ser con el chico. Parecía el cuadro de una familia recién mudada y por un momento se sintió ajeno a aquel cuadro...

    Se cuestionó sobre su propio futuro y recordó las palabras de Canon.

    Tres bisabuelas...

    Esas palabras se habían calado en su alma, que Canon existirá implicaba que él ya tenía las de perder con Endo. Porque obviamente no podía darle hijos. Pero el colmo más grande es que no debía competir solo con una, sino con tres mujeres.

    Mi bisabuela biológica.

    La pareja del bisabuelo.

    La que crio a su abuelo.

    -¿Estás bien? - sacándolo de sus amargos pensamientos, se encontró a "Kazemaru" frente a él.

    Parece que había divagado buen rato, porque "Fudo" y Asuto ya estaban acomodando el colchón en la parte de arriba del camarote.

    -Estoy bi... - se calló al notar la mirada de su igual - Estaré bien... solo creo que te envidio un poco.

    - ¿A mí? ¿Por qué?

    - Porque no necesito que alguien del futuro me diga que serás feliz con la persona que quieres. - la sonrisa en su rostro reflejaba el dolor por aquello que no podía tener. "Kazemaru" lo veía preocupado, pero Kazemaru solo podía ver como "Fudo" trataba de llamar su atención exigiendo una felicitación por ayudar a Asuto. - "Fudo" parece un niño pequeño. - por fin la sonrisa genuina volvió a su rostro.

    - ¿Qué tanto cuchichean? - se quejó "Akio", cuando ambos peliceleste voltearon a verlo, aprovechó para quejarse - Escuché mi nombre, más les vale no hablar mal de mí.

    - Solo hablamos de cosas del futuro. - "Kazemaru" no iba a mentir, pero tampoco iba a delatar a Kazemaru.

    - ¿Están hablando sobre las bisabuelas de Canon? - a Kazemaru a veces se le olvidaba que este "Fudo", aunque era más tranquilo que Fudo, no dejaba de ser muy perceptivo.

    - Algo así. - Asuto se tensó ante ese comentario, pero aquello pasó desapercibido por todos.

    "Fudo" iba a decir algo más, pero en ese momento se escucharon unos toques en la puerta.

    -Chicos, está listo el almuerzo. Si terminaron de desempacar, bajen a comer. - avisó Haruna.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Todos estaban sentados tranquilamente en el comedor del Sun Garden. A diferencia de la concentración del Raimon que tenía varias mesas y sillas separadas. Aquí había una larga mesa, conformada por la unión de mesas de tamaño normal.

    Había gran bullicio, al ser larga la mesa, no se podía mantener un solo tema de conversación y cada grupito estaba en su propio mundo.

    Pero entre todo el escándalo, resaltaba el pequeño Kogure, que veía disimuladamente hacia donde estaba el Capitán Endo. El chico tenía esa sonrisilla traviesa que no auguraba nada bueno y disimulaba prestar atención a la conversación que desarrollaba Tsunami frente a él.

    El pequeño defensa, esperaba impaciente a que el capitán probara la carne, pues estaba tan entreneido conversando que apenas y había tocado el arroz en su plato.

    Por otro lado, a una distancia prudente, estaba Afuro comiendo tranquilamente mientras escuchaba la historia de Someoka en Hokkaido, para luego comparar con las historias de vividas por "Shiro" y Atsuya con "Someoka". Nadie había notado el frasco de salsa picante que el de dorada cabellera ocultaba.

    El capitán por fin se llevó un trozo de carne a la boca y Kogure comenzó a reír anticipando la reacción.

    - ¡Está buenísima la carne! - exclamó el capitán, llevándose un nuevo bocado de res a la boca.

    -Pero ¿qué? - exclamó indignado el más pequeño del equipo. Se paró sobre la mesa y señaló enfadado al capitán - ¡¿Por qué estás disfrutando la comida?! ¡Deberías estar llorando y pidiendo agua!

    - ¿De qué hablas Kogure? - preguntó extrañado Endo - La carne tiene un toque salado, pero no tanto como para pedir agua.

    - ¡Pero yo... - Kogure sacó la botella de salsa picante, pensando si esa marca era muy suave para sus bromas, pero en lugar de la típica botella, se encontró con salsa de soja! - Esto no...

    Alzó la mirada, incrédulo de tal error, todos en la mesa tenían la mirada puesta sobre él, por lo que nadie notó como un rubio de ojos rojizos, disimuladamente le enseñaba la botella que era para la broma.

    Afuro se aseguró de que Kogure viera la botella, antes de volverla a ocultar. El pequeño lo señaló estupefacto.

    ¿Cuándo las cambió?

    Definitivamente se divertiría truncando las bromas de ese pequeño, pensaba Aphrodi.

    -¡Es un demonio! - gritó Kogure cuando al fin salió del shock.

    - ¡Kogure! - comenzó Haruna el regaño - ¡Discúlpate de Afuro! ¡Vino de tan lejos a ayudarnos y tu le dices esa grosería!

    - Tranquila Haruna, creo que solo nos hace falta conocernos mejor. - comentó con una radiante sonrisa el de dorados cabellos - Estoy seguro de que con el tiempo Kogure y yo nos llevaremos muy bien.

    Un escalofrío atacó a Kogure, su instinto de supervivencia le decía que corriera.

    Aparte del pequeño defensa, Haizaki y "Hiroto" también tuvieron un escalofrío, dioses y demonios reconocían presencias de deidades superiores... ambos se hicieron la nota mental de no hacer enojar al rubio.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Luego del grito de Kogure y el regaño de Haruna, todo volvió a la calma. Las conversaciones fueron retomadas y otras cambiaron.

    -Déjenme ver si entendí - dijo Suzuno susurrando - Tú eres pareja de Tatsuya, que es como su Hiroto, pero realmente no es Hiroto porque su "Hiroto" tiene pelo gris. Entonces tú, descubriste que como ellos dos están saliendo en la otra línea de tiempo, tendrás una oportunidad con Hiroto. - ambos peliverdes asintieron - Así es que el plan que idearon para juntar a Midorikawa con Hiroto, es dándole celos con "Hiroto", porque Tatsuya se agarró a golpes con "Nagumo" en otra línea de tiempo...

    - Correcto - respondieron a la vez.

    - Están dementes...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Nagumo también había hecho su intento por averiguar algo, pero el Hiroto de la otra línea de tiempo que realmente se llama Tatsuya, no quería decirle nada.

    El Hiroto que él conocía, parecía no saber qué pasaba.

    Lo que desembocó en una conversación con "Hiroto" peligris.

    -Entonces Hiroto te mata con la mirada y no sabes por qué.

    - Estoy acostumbrado al odio de la gente en general. Pero particularmente no le he hecho nada a él.

    - Mmmm... esto huele a alguno de los ridículos planes de Midorikawa... - razonó Nagumo - ¿Crees en los dioses?

    - Yo soy el GOD STR... - Nagumo lo cortó.

    - Bueno, ya que estás acomplejado igual que cierto rubio coreano, órate a ti mismo para librarte de los planes de Midorikawa, nada bueno sale de ellos.

    "Hiroto" sopesó el consejo... tal vez no era mala idea tomar algo de distancia de los peliverdes antes de perder la cabeza.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Lamento mucho los inconvenientes. - Hitomiko, le hizo una pequeña reverencia a Kudo. Tras ella estaba un peliblanco y un pelirojo con grandes chichones en la cabeza.

    - No se preocupe, no causaron problemas.

    - Eso es una verdadera sorpresa. - Hitomiko los miró significativamente y ambos jóvenes tragaron grueso - Nos retiramos, padre dice que disponga de las instalaciones como le plazca.

    - Dele las gracias de mi parte al señor Kira por su hospitalidad.

    Conversaron un rato más, hasta que por fin se despidieron.

    Hitomiko condujo a Nagumo y Suzuno hasta un auto negro y ambos subieron a la parte de atrás, mientras la mujer tomó el volante.

    No los regañaría en el auto, Hitomiko era fiel creyente de que las emociones fuertes por conversaciones innecesarias causaban accidentes, pero ya verían esos dos cuando llegaran a la casa.

    -pss, Suzuno. - llamó el pelirrojo suavemente para no llamar mucho la atención de la hija mayor del señor Kira.

    - ¿mmm?

    - ¿Averiguaste algo?

    - A Midorikawa le gusta Hiroto. Los dos Midorikawas, tienen un ridículo plan, para ponerlo celoso y hacer que lo invite a salir.

    - Eso me imaginé... están idiotas.

    - ¿Por qué? Se hacen muchas locuras por amor.

    - Si te gusta alguien, es mejor ser directo con los sentimientos...

    - ¿Así como tú y el chico misterioso que te gusta?

    - ¿Por qué siempre vuelves a ese tema?

    - Porque no me quieres decir quién es. Ya te dije que no te juzgaré por eso.

    - Y yo ya te dije que te lo diré cuando me asegure de que él siente lo mismo.

    - Eres tan cabeza dura cuando quieres. - se resignó seguir sin saber, como todas las veces anteriores.

    Nagumo se sonrojó y apartó la mirada hacia la ventana, Suzuno hizo lo mismo. Ambos iban en silencio, pero con grandes líos en la cabeza.

    Mientras Hitomiko observó por el retrovisor la unión de las manos de ambos chicos. Apenas entrelazando los dedos, siempre era lo mismo. Por más que peleaban esos dos siempre regresaban al otro.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -¿Qué es esto? - cuestionó Tobitaka, llamando la atención de Fudo.

    Habían regresado al cuarto luego de comer, encontrando una un sobre en el centro de su habitación.

    -Hijo de puta - gruñó Fudo. Dentro del sobre estaba una foto de Kido tomada cuando llegaron al Sun Garden y también había un antifaz rojizo.

    Continuará...


    Espero que disfrutaran del capítulo, me divertí escribiendo esto. Todo medio en paz y calma.

    Como siempre, les pregunto:

    ¿Te gusto el capítulo?

    ¿Tu parte favorita? Diría que lo que más me gustó del capítulo fue el comedor con Kogure y Afuro. Morí de la risa por todo lo que le viene a futuro al pobre pequeñín.

    Título para la otra semana, La Misión de Jaret.

    Recomendación, si no estás al día con Inazuma Eleven Orión, y no quieres spoilers, tratar de ver el capitulo 38. Si no lo haz visto, no pasa nada, se puede no leer el próximo capítulo.

    En fin, no tengo más que decir, gracias como siempre por seguirme en esta locura.

    Si les gustó no olviden dejarme un voto y sus comentarios que me alegran la mañana, el día, la tarde, la noche o la madrugada.

    Nos leemos, hasta la próxima...
  5. .
    Xiao Bai Feliz Navidad (atrasada) espero que tuviera un buen fin de año.

    Estaba desaparecida, así es que en compensación subiré tres capítulos. Espero me perdonen por la ausencia.

    Cuatro



    Espacio en el Tiempo: Clasificado.

    Ubicación: Clasificado.

    Operación: J.A.R.E.T.

    Nivel de Seguridad: Máximo.

    Director: Clasificado.

    .

    .

    .

    Tres secuestrados... se supone que solo eran tres los que habían sido secuestrados...

    ¿Cómo no cayeron en cuenta de un cuarto rehén?

    Habían pasado varios días desde que llegaron a ese horrible lugar. No estaban seguros de cuántos, no había reloj o ventanas que les permitieran medir el tiempo, pero se había sentido eterno el suplicio.

    El día que despertaron en ese horrible lugar, Kirina podía jurar que nunca lo olvidaría. Abrir los ojos en un lugar completamente desconocido, con un dolor de cabeza comparado únicamente con una migraña, desorientado completamente.

    Mansaku estaba tirado a un costado de él, también estaba Ichihoshi.

    Recordaba estar tan desorientado en aquel frío cuarto blanco, que no logró ponerse en pie. Tuvo que arrastrarse hasta Mansaku para removerlo hasta hacerlo reaccionar. Estaba igual o más desorientado que él, lo escuchó quejarse y parpadear supuso que tratando de enfocar la vista.

    Luego fue el turno de Ichihoshi, su despertar fue mucho más brusco. Parecía un animal enjaulado a punto de atacar, hasta que logró reconocerlo.

    Así había empezado este calvario, eran tres los que despertaron en ese infernal cuarto, eran tres los que pasaron hambre por horas dentro de ese cuarto, eran tres los que lidiaron con la ansiedad, el enojo, el miedo, la frustración de no saber qué pasaría, eran tres los que pasaron juntos la primera noche despiertos con insomnio, el único momento donde lograron tener idea del tiempo, solo porque el primer científico que entró tras la mugrienta puerta con barrotes, saludó sínicamente deseándoles que hubieran pasado una buena noche.

    Luego de eso los minutos se sentían como horas, las horas como días...

    Se puede decir que el primer día fue el más tranquilo de todos, los sacaran en solitario a cada uno de ellos, obviamente hubo resistencia, pero solo tomaron algunas muestras de sangre, saliva, cabello, nada perjudicial o demasiado invasivo.

    Y así como los sacaron en medio de empujones, a empujones los regresaron a la celda.

    Imaginariamente pasó quizás una hora... o dos, era difícil de decir. Antes de que un tipo corpulento, uniformado como militar con el típico cliché de las mil medallas colgadas del pecho, con marca de una cicatriz bajo la quijada y su mirada, no había humanidad en aquellos ojos. En pocas palabras, el tipo imponía terror y autoridad.

    Se presentó como el "Coronel del Olvido", alegando que ellos no tenían la necesidad de conocer su verdadero nombre. Mansaku y Kirina saltaron a los reclamos, exigiendo saber ¿Dónde estaban?

    Como si aquello no fuera con él, el hombre simplemente los ignoró y caminó rumbo a Ichihoshi. Que por detrás de los otros veía al coronel con ojo crítico, como aquel astuto zorro que analiza la situación antes de atacar.

    El pobre ruso jamás se entero que aquella mirada selló su sentencia con aquel hombre.

    El sujeto salió de la celda con una sonrisa que los tres recordarían en sus más negras pesadillas.

    A los minutos la puerta fue abierta nueva mente y aquel podemos solo compararlo con la apertura de las puertas del infierno.

    Entraron tipos con batas blancas y otros uniformados y con armas. Al ver que los apuntaban y les exigían mantenerse contra la pared, por más impotencia que sintieron, no lograron hacer nada cuando a la fuerza volvieron a sacar a Ichihoshi.

    Lo escucharon gritar que lo liberaran mientras se alejaban por el pasillo. En ese momento no creyeron que fuera tan grave, después de todo, solo les tomaron un poco de sangre y algunas cosas más la primera vez que se los llevaron.

    Tal vez era la negación inicial o la creencia de que esto NO estaba pasando. Porque el golpe de realidad llegó al retorno de Ichihoshi, fue arrojado a la celda completamente inconsciente, malherido, el pobre apenas respiraba.

    Mansaku y Kirina se abalanzaron sobre el pobre. Apenas un toque y se quejó del dolor están inconsciente... o tal vez estaba tan cansado que no podía mantener los ojos abiertos. Fue difícil de decir, por más que lo llamaron no habló, no respondió preguntas, solo se quejaba y se dejó hacer.

    Con extremo cariño y delicadeza recostaron la cabeza del peliazul en las piernas de Kirina, para que suavemente este le acariciara el cabello tratando de confortarlo. Mansaku le quitó los zapatos para mayor comodidad.

    No le dijo nada a su compañero, pero descubrió horribles entradas en la planta de los pies, dejó al peliceleste en la cabaza para sobar la planta de los pies esperando aliviar su dolor.

    Tener a Ichihoshi así lo hizo tomar una decisión, no dejaría que tocaran a Kirina. Era su amigo, su compañero y bajo esta situación él lo protegería solo por ser su superior.

    No pregunten cuánto tiempo transcurrió hasta que regresaron a la celda. Mansaku se paró frente a los menores y Kirinia abrazó protectoramente a Ichihoshi.

    Fue un cachazo con el mango de la una pistola lo que mandó al pelicrema al piso, un labio sangrante y la vista borrosa como resultados del golpe. Mansaku trató de incorporarse al escuchar los gritos.

    Kirina estaba en el piso inmovilizado rogando que soltaran al ruso. Ichihoshi fue arrastrado fuera de aquel cuarto sin que ninguno de los dos lograra evitarlo.

    .

    .

    .

    Pasaron horas antes de que regresaran al ruso. Al contrario de la primera ronda, esta vez Ichihoshi lloraba, suplicaba por piedad. Por más que trataron de explicaron que ya estaba a salvo, que nadie lo lastimaría, el peliazul lloró y lloró hasta caer dormido.

    A pocos minutos de estar cuidando el sueño de Ichihoshi la puerta fue abierta, ni tiempo dio para ponerse en guardia. Arrojaron un pequeño botiquín seguido de la fría orden.

    -Cúrenlo.

    Y así como llegaron, se fueron.

    Saliendo del shock, tomaron el pequeño y básico botiquín, para comenzar a curar al pobre de Ichihoshi. No es como que fueran doctores con grandes conocimientos médicos, pero lo básico podían hacerlo. Limpiaron con toda la calma y delicadeza que tenían, las heridas. Vendaron los pies y brazos del chico, preocupados por los agujeros y no hubo más por hacer que rezar porque eso fuera suficiente.

    .

    .

    .

    Los tres despertaron por la puerta al ser abierta. No sabían que hora era, tampoco estaban seguros del momento en el que cayeron dormidos. Pero hasta Ichihoshi quedó alerta. Se aferró a Kirina, con miedo a que lo volvieran a llevar.

    Mansaku fue arrojado al piso sin oportunidad de encararlos, gritaba exigiendo que se alejaran de los menores, Ichihoshi gritaba desde el piso pidiendo piedad. Y Kirina entró en pánico al sentir las manos sobre él.

    Querían llevarse al peliceles, pataleó y gritó, opuso resistencia al punto de quedar agarrado del marco de la puerta. Fueron segundos, segundos suficientes para permitirle al mayor soltarse de su captor y golpear al desgraciado científico que trató de llevarse a su amigo.

    El tipo cayó soltando a un aterrado peliceleste, que se escondió tras el de gorra. Más gritos, forcejeos, insultos y maldiciones. Un caos total en el pequeño cuarto. Únicamente retronó el silencio ante la aparición del "Coronel del Olvido" ...

    Ichihoshi comenzó a temblar de terror. Por ese hombre había pasado las peores horas de su vida.

    Mansaku frunció el ceño. Ese hombre solo significaba problemas.

    Kirina miraba con miedo. Aquel hombre prometía dolor para los pobres que cayeran en sus manos.

    El coronel venía a controlar todo y exigir que aceleraran la extracción del rubio. Pero bien dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo. La experiencia era algo que se gana con el tiempo, desarrolla tus instintos y te vuelve precavido... a veces.

    -Traigan al de la gorra.

    Única orden, cambio de estrategia... una prevención. Ese chico de gorra sería un problema a futuro... era mejor quebrarlo temprano.

    .

    .

    .

    Kirina quedó completamente solo en el cuarto. Luego de llevarse a Mansaku, regresaron por Ichihoshi. Por más que se interpuso para que no se lo llevaran, gritó, pataleó, mordió y rogó, cuando no tuvo más solo rogó porque no se lo llevaran.

    Por supuesto que fue cruelmente ignorado, quedó solo con aquellas cuatro paredes blancas.

    Golpeó la puerta hasta cansarse. Llamó por su amigo y su compañero. No quería estar solo en ese horrible lugar.

    .

    .

    .

    Regresaron a Manzaku con varias quemaduras en el cuerpo. Un quejido lastimero fue el saludo que recibió Kirina, al tratar de ayudar. Por suerte no se llevaron el botiquín, alivió en la manera que pudo el dolor de su amigo. Mansaku rogó por agua y fue la primera vez que pidieron comida.

    Mansaku necesitaba recuperar energía, el peliceleste pidió y pidió, rogó esperando que le tuvieran lástima o se cansaran de escucharlo. Sea por el motivo que fuera, les trajeron pan y agua.

    Fue un pequeño momento de alegría, la mejor comida que se podía pedir.

    Un pequeño alivio antes de notar una realidad.

    Ichihoshi no fue regresado...

    No volvieron a verlo.

    .

    .

    .

    Los siguientes días no mejoraban, ignoraban a Kirina, mientras llevaban a Mansaku. Eso estaba bien para el mayor, mientras no le pusieran una mano encima a Kirina, él resistiría ese martirio.

    Por su parte el peliceleste estaba perdiendo la cabeza. Al inicio solo esperaba el momento en el que entraran a llevarlo, era una ansiedad que recorría su estómago cada vez que escuchaba la puerta abrirse.

    Pero vez tras vez, pasaban completamente de él. Arrastraban a su superior fuera de aquel lugar, siendo lo peor de la situación que Mansaku no ponía resistencia.

    El pelicrema prefería dejarse llevar, no quería que Kirina pasara por esto. No se lo perdonaría nunca si algo llegaba a pasarle.

    Él junto al capitán siempre habían cuidado a los más jóvenes del equipo. Asuto y Kirina, eran esos amigos que tocaban el corazón con su manera de ser. Siempre estaban para celebrar los logros y apoyar en los momentos amargos. Básicamente eran esas sonrisas que querías proteger a toda costa. Ahora mismo, sabía o creía que Asuto estaba a salvo, pero Kirina estaba aquí atrapado con él.

    Sabía que si el de ojos violáceos llegaba a pasar por alguna de las cosas que le hicieron a él... no se lo perdonaría nunca.

    .

    .

    .

    Y esa era la rutina, veces los alimentaban, a veces dejaban agua, el botiquín era repuesto cada cierto tiempo, seguían sin saber de Ichihoshi...

    Lo último era el sabor más amargo de toda la situación, sabían que tenían días sin verlo. La incertidumbre de no saber era lo que mataba por dentro, no saber si tenía una tortura eterna o si le daban momentos de descanso, no saber si lo estaban curando al terminar la tortura o lo dejaban a su suerte, no saber si lograba dormir, si lloraba, si tenía consuelo, si se quebró o seguía íntegro... no sabían.

    Eran tres los que llegaron, lastimaron a Ichihoshi, luego lo desaparecieron, lastimaron a Mansaku, ignoraban a Kirina... y debían vivir con eso.

    Rogando cada vez que cerraban los ojos, que esto no fuera más que una pesadilla. Hasta que despertaban por la maldita puerta, y entonces rogaban porque sus amigos vinieran a rescatarlos.

    A ellos dos y a Ichihoshi, cuando los tres estuvieran a salvo todo estaría bien... si el rescate debería ser de tres...

    Hasta que fue rota la rutina, Mansaku salía tranquilamente del cuarto, Kirina retaba a uno de los guardias para que lo llevaran a él... y un grito que no era de Ichihoshi se escuchó.

    Mnasaku volteó a verlo y sorprendido reconoció al protegido de "Endo".

    -Sakanoue – llamó incrédulo al chico que luchaba por soltarse al otro lado del pasillo.

    Kirino escuchó y no lo creía, los guardas perdieron la cabeza.

    Ellos no debían saber eso, Mansaku fue arrojado dentro de la celda sin fuerzas para pelear no se opuso a lo que sea que le inyectaron en el cuello.

    Kirina fue arrojado contra la pared e inmovilizado, también fue inyectado.

    Comenzaron los mareos y la vista borrosa, el último pensamiento antes de caer en la inconciencia, fue idealizar que no eran tres los secuestrados...

    -Somos cuatro... - susurró Kirina antes de desvanecerse.

    Continuará...

    Hola, he estado desaparecida lo sé.

    El capítulo no es alegre, no da risa. Pero era importante, apenas se habían visto pistas de lo que pasaba y me di cuenta hace rato de que no solo estos chicos, sinó que varios lectores se olvidaron del cuarto secuestrado.
    Yo sé que no le ven la importancia ahora, pero sí tendrá peso a futuro.

    Otra cosa a recordar, para el próximo capítulo les dejo tarea (al que quiera o le falte) tratar de ver Inazuma eleven Orión capitulo 38 (ahí se ve el rescate de Asuto, en el que se hace referencia el capítulo pasado) Jaret va a viajar a ese momento. Es si quieren, sinó no pasa nada.

    Título para el próximo capítulo... Amenaza

    La única pregunta que dejaré en este capítulo es:

    ¿Por qué crees que Sakanoue está aparte de los otros chicos?

    Fuera de eso, diré que no hay muchos diálogos porque este capítulo es una narrativa en general de lo que han pasado estas pobres criaturas en 7 días.

    Ahora si, sin nada más que decir.
    Acuérdense de mi y déjenme un votito y un comentario.

    Les pido mil disculpas por perderme.

    Nos leemos, hasta la próxima...
  6. .
    Antes que nada un agradecimiento a Xiao Bai, por sus animos : ) espero que disfrutes el capítulo.



    Mudanza






    Recoger todas sus pertenencias en medio del desastre, fue relativamente fácil. Omitiendo completamente el hecho de que hubo que tirar la puerta de Haizaki y "Hiroto", porque estaba bloqueada desde dentro por las camas. Un desastre más, un desastre menos ¿Quién contaba a estas alturas?

    Con la primera parte de la operación mudanza completada, venía la segunda fase... traslado.

    El entrenador Kudo debía movilizar treinta y tres personas, contándolo a él mismo. Aparte de asegurar que Hijikata abordara el taxi que lo llevaría al aeropuerto para retornar a su hogar.

    Pero Hijikata era el menor de sus problemas. La caravana relámpago no daba abasto para tantas personas, más el equipaje, por lo que el señor Raimon se vio en la penosa necesidad de cooperar monetariamente y brindar un bus con capacidad para cuarenta personas.

    Cuando por fin arribó el transporte, algunos asistentes se acercaron para ayudar con el equipaje de los chicos.

    -El servicio es parte del contrato – aclaró el chofer.

    No hubo más quejas después de eso y todos abordaron tranquilamente...

    Si claro...

    La verdad se formó un caos solo para entrar al autobús y ver quién se sentaba con quién, ignorando olímpicamente el hecho de que hasta sobraban los asientos.

    En la puerta se habían atorado Haizaki, Atsuya, Endo y Tsunami, tras ellos ambos Fudos y "Hiroto" los empujaban exigiendo que los dejaran pasar.

    Los Fubukis también estaban tratando de entrar al enredo de miembros corporales, pero por tratar de sacar a Atsuya del medio.

    Los Midorikawas habían arrastrado a los pelirrojos, porque querían los mejores asientos, el problema eran todos sus compañeros en la puerta impidiéndoles el paso. Lo que terminó en ambos peliverdes tratando de escalar sobre los demás, con Tatsuya y Hiroto tratando de detenerlos.

    Tobitaka había tratado de alejarse del desastre y simplemente entrar cuando no hubiera fila, pero el capitán de la otra línea de tiempo emocionado terminó arrastrándolo emocionado junto a su bisnieto. Tobitaka solo vio como Baddap le daba un saludo militar deseándole suerte.

    Otro de los que había corrido emocionado y no queriendo quedarse atrás era Asuto, el pelinegro en medio de su emoción había gritado – ¡No nos quedemos atrás Nosaka! – arrastrando al ojigris en medio del tumulto.

    Nosaka solo se dejó llevar, porque consideraba que Asuto extrañaba a sus amigos más cercanos y ahora descargaba toda su energía con él.

    No creo necesario tener que explicarles que al ser arrastrado Nosaka a esa batalla, Nnishikage fue justo detrás de ellos para evitar una tragedia.

    Ahora el pelicrema trataba de cubrir a esos dos de los colpes y empujones que daba el resto... sobre todo de dos peliverdes que estaban escalando su espalda.

    Ambos Kidos ignoraban todo, gracias a que la entrada al bus tenía a todos concentrados en sobrevivir a la pelea. Brindándole a Kido, su oportunidad de oro para hablar con "Kido".

    -Suena razonable... - meditaba "Kido" la propuesta de su igual.

    - Es la única manera de ayudarlo sin inmiscuirme directamente, si tu me ayuda no lo notará.

    - Se dará cuenta que tramas algo. Sobre todo, si te ve tan tranquilo.

    - Lo sé, por eso le haré creer que aún busco información. Ayúdame, no puedo hacerlo solo.

    - Cuenta conmigo – al final "Kido" no iba a negarse un favor así. Si cierto chico problemático que fue digno de heredar los pingüinos, se metiera en líos semejantes, él movería cielo y tierra con tal de ayudarlo... o arrastrarlo de regreso a la luz. Una luz donde "Kido" no le quitaría el ojo de encima ni un segundo.

    - Gracias – en verdad Kido sonaba aliviado.

    Lejos de la amable conversación, un grupo de tranquilos Kazemarus, junto a Toramaru, Tachimukai, Aphrodi y los Goengis, veían preocupados el desastre que tenían el resto.

    - ¿Deberíamos ayudarlos? – cuestionó Tachimukai preocupado...

    - No al menos que quieras salir herido – respondió Goenji, al ver como alguno de los Midorikawas acaba de poner su pie en la cara de alguno de los capitanes.

    - ¿Necesitan ayuda? - El pequeño grupo volteó encontrando a Hijikata que venía con sus maletas. – Mi taxi acaba de llegar, he venido a despedirme y me encuentro con este desastre.

    - Tampoco es como si pudiéramos esperar algo diferente – comentó jocoso "Kazemaru".

    - Hay cosas que nunca cambiarán – suspiró Hijikata – iré a ayudarlos, vigilen que no suban mis maletas al autobús.

    Y justo como dijo el mayor de barba, caminó hasta la entrada colocándose detrás de todos. Ya que parecían necesitar un pequeño empujón, él se los daría.

    -¡Super Pisotón! - le técnica fue realizada empujando a sus compañeros dentro del vehículo, gracias al pie gigante.

    Se escucharon una gran cantidad de quejas desde dentro.

    -Problema resulto – les sonrió Hijikata con el pulgar en alto, viendo hacia donde estaba el grupito. Todos los veían con una gotita corriendo por la frente... Quizás eso fue muy drástico... efectivo, pero drástico.

    El chico de la isla se despidió de todos y deseándoles mucha suerte abordó su taxi, rumbo al aeropuerto.

    Con Hijikata en camino y todos los demás dentro del autobús, por fin se estaba desarrollando la fase de traslado.

    Evitando un segundo caos, Kudo demandó que se sentaran con sus iguales y aquellos que no tuvieran una copia, podían elegir compañero.

    Al contrario de la subida al bus, el viaje fue bastante más en calma.

    Los Goenjis conversaban sobre cómo era Yuuka en ambas líneas de tiempo.

    Tras ellos estaban sentados ambos capitanes hablando sobre los partidos del FFI que enfrentaron en esta línea de tiempo.

    -¡Italia parecía el equipo más fuerte, pero la final la jugamos contra el Congo!

    - Yo estoy esperando enfrentarme a España, tienen jugadores muy buenos.

    Siguieron un rato mencionando los diferentes países hasta que encontraron el punto en común.

    -¡Ichinose y Domon con los Star Unicorns!

    Esos dos tenían plática para rato. Sobre los asientos de ellos, estaba asomado Canon, de lo más emocionado escuchando la conversación. Mientras Baddab iba muy tranquilo tecleando algo en su brazalete futurista.

    En otros asientos estaban los Kazemarus uno durmiendo recostado al otro.

    Tras ellos iban los Midorikawas hablando entre susurros.

    A las espaldas de esos dos revoltosos, iban Tatsuya y Hiroto. Uno distraído viendo a la ventana y el otro preocupado por los planes malvados que se estaban inventando los de adelante.

    Los Fudos iban cada uno en su mundo, lo que era chistoso es que tenían la misma pose. Ojos cerrados, brazos cruzados y la cabeza inclinada. Simplemente iban ignorando el mundo... lo que incluía la presencia del otro.

    Ambos Kidos habían comenzado una conversación sobre Haruna.

    -Entonces me cambié al Raimon. Haruna en un inicio estaba furiosa por mi actitud y mis actuares. Pero con el tiempo siento que volvimos a conectarnos.

    - Bueno, en mi caso por el comité de reforzamiento Haruna no lo pensó dos veces antes de acompañarme. No era obligatorio para ninguna de las managers apoyar a los equipos, pero ella igual quiso venir.

    Y eso llevó a un pequeño debate, en el que cada quién comentaba por qué su Haruna, era más adorable.

    Tras los Kidos, había un par inusual. "Hiroto" se había sentado con Aphrodi. El plan original era sentarse con Haizaki, pero Nishikage había secuestrado a Nosaka, dejando al pelinegro sin compañero, ya que Canon se quería sentar con Baddad.

    Asuto no tuvo más opción que buscar nuevo compañero de asiento y cuando Haizaki se ponía de pie luego de caer por semejante patada dentro del autobús, el chico de la isla lo vio con la cara de perrito más ilusionada que alguna vez los ojos de Haizaki tuvieron que apreciar. Y simplemente no pudo decirle que no.

    Así es que su compañero de cuarto no podría ser el compañero de asiento de "Hiroto", pero en ese momento un ángel... o quizás un ex-dios, ofreció su amparo.

    Y así fue como un peligris con mechas blancas, terminó sentado junto a un ojirojizo de larga cabellera dorada.

    Sin tener tema de conversación aparente se mantuvieron en silencio la mayoría del viaje, hasta que el rubio buscó sacarle algunas palabras.

    -Eh escuchado que eres un gran delantero.

    - Jum, los rumores no llegarían nunca a igualar mi grandeza.

    - Un poco arrogante para un simple mortal. ¿No crees?

    - Siente honrado de compartir asiento con el God Str...

    Y "Hiroto" habló y habló, mientras Afuro lo escuchaba tranquilamente. Él ya había aprendido por la mala sobre el orgullo de ser un dios creyéndose invencible desde lo alto. Y ahora caminaba entre los mortales... tal vez debería alguien debería enseñarle un poco de humildad a este dios goleador.

    Y nadie mejor que un antiguo dios del olimpo, para la titánica tarea.

    Irónicamente luego de su arranque de emoción y de obligar a Haizaki a ser su compañero de asiento, Asuto había caído completamente dormido en el hombro del peligrís. Simplemente lo dejó descansar mientras el apreciaba el panorama.

    Nishikage estaba invadido por una gran cantidad de bolsas de papas, Nosaka había empacado algunas para el viaje. Y cuando digo algunas, significa que una era para él y diez eran para Nishikage.

    Kogure había quedado bajo la vigilancia de Someoka, la dura mirada del chico era lo único que evitaba que el pequeño escapara para hacer alguna travesura.

    Lo que ignoraba el de piel morena, era el marcador listo para ser utilizado apenas cayera dormido...

    Tobitaka decidió viajar solo y en completa calma, estaba tranquilamente escuchando música con los audífonos puestos.

    Tsunami y Tachumukai venían en medio de una conversación no tan amena.

    -¡Mi pobre tabla de surf!

    - Compraremos otra Tsunami, no desespere.

    - ¡Pero esa era el amor de mi vida!

    - Estoy seguro de que volverá a enamorarse.

    - ¡Nadie será igual a ella!

    - Podemos buscar un sitio donde la reparen.

    - ¡No será lo mismo!

    -... - Tachimukai solo se estaba apiadando de la pobre alma en desgracia que soportaría los lamentos del superior si algún día se enamoraba y al final llegaban a romperle el corazón. - ¿Qué quiere hacer?

    -¡Quiero mi tabla! – y así volvía a comenzar la conversación, con el mismo lamento...por suerte el pequeño portero era una persona muy paciente.

    Por último, al final del autobús y aprovechando los asientos corridos, estaban los tres Fubukis, con "Shiro" en el centro, mientras que Atsuya y Shiro estaban dormidos en sus muslos.

    El peliplatinado que seguía despierto les acariciaba el cabello mientras velaba por sus sueños.

    Kudo iba en solitario también vigilando que todo se mantuviera en calma.

    Así fue todo el viaje, no pasó nada muy extraordinario. Solo que Someoka bajó la guardia y fue víctima de Kogure.

    Por fin llegaron a Sun Garden y esta vez, para agradecimiento de Kudo, bajaron como personas civilizadas.

    Y se acercaron a uno de los costados del autobús, buscando el equipaje.

    -Tiempo sin verlos – llamó una voz conocida y se notaba la emoción.

    - Ha pasado mucho tiempo desde nuestro último enfrentamiento, saludó una segunda voz más tranquila.

    Todos voltearon reconociendo a los dueños de dichos saludos y antes de que alguno agregara algo más, Midorikawa había apartado el tumulto de personas para acercarse a los viejos amigos.

    -¡Nagumo, Suzuno, cuánto tiempo!

    - Ya no saludan, señores ganadores del FFI – dijo en broma, pero sin malicia Haruya. Estaba muy contento por sus amigos.

    - Hiroto – saludó el peliblanco con un asentimiento de cabeza, al ver al de ojos verdes salir de la multitud.

    - Pensé que no llegaríamos a verlos, se supone que el orfanato estaría desocupado.

    - Y así debía ser – aclaró Suzuno, afilando la mirada – pero alguien creyó que era buena idea ignorar las órdenes de Hitomiko y esperar por ustedes.

    - Tampoco opusiste mucha resistencia cuando te arrastré a mi plan.

    - Al fin admites que me arrastraste. – gruñó.

    - Eres un dramático, todo lo exageras.

    - Me arrojaste a los arbustos para que Hitomiko no nos encontrara y luego me jalaste del tobillo hasta un "lugar seguro". Eso es arrastrar.

    - Detalles, detalles – le restó importancia el pelirrojo.

    Ambos estaban ignorando olímpicamente las caras de dos equipos que trataban de entender la extraña amistad que parece tenían esos dos.

    -No han cambiado nada – le comentó feliz Midorikawa a Hiroto.

    - Tienes razón. – el pelirrojo recordó un punto importante que parece no habían notado sus amigos del Sun Garden – Chicos, ya que están aquí, hay personas que quiero presentarles.

    Dirigió su mirada hacia el grupo tras ellos y parece que en ese momento Suzuno y Nagumo, notaron que Inazuma Japón se había duplicado.

    -No...

    - Puede...

    - Ser... - completaron a la par.

    A ellos se acercaron otro pelirrojo y otro peliverde, idénticos a sus amigos. Midorikawa tomó la palabra.

    -Chicos les presento a el "Midorikawa Ruiji" y a Tatsuya Kiyama, de otra dimensión. Tatsuya es Hiroto, pero no podemos llamarlo Hiroto, porque ellos tienen un "Hiroto" de cabello gris que no es nuestro Hiroto.

    -¿Qué? – exclamaron sin entender.

    - Habla de mí – se acercó un peligris de mechas blancas – Yo soy "Hiroto Kira". Y él – señaló a su casi hermano – es Tatsuya Kiyama.

    Las mentes de Suzuno y Nagumo, dejaron de funcionar en ese momento.

    Continuará...


    Espero que disfrutaran el capítulo. Como siempre llego con mis preguntas:

    Cuéntame tu parte favorita. La mía ha sido la conversación de los Kidos, super cortita así come fue, pero es porque yo me sé el favor que pidieron, ustedes lo verán más adelante.

    ¿Qué hará Afuro con el ego de "Hiroto"?

    ¿Cuáles son los planes de los Midorikawas?

    ¿Dónde estará Jaret?

    Esto lo escribí en mi cabeza con voz de locutora... debería ir a dormir, el sueño ya me está afectando.

    Sin más que decir, no olviden dejar un voto y sus comentarios si les ha gustado.

    Nos leemos, hasta la próxima.
  7. .

    Fuerza




    Apenas se levantó el campo de fuerza todos corrieron al encuentro de los dos peligrises y la menor.

    Los Goenjis se abalanzaron sobre su hermana abrazándola, luego se separaron y comenzaron a buscar alguna herida.

    -¿Estás bien? – preguntaron a la par.

    - No me pasó nada... - Yuuka veía incrédula a los dos Goenjis que hablaban con ella. – Pero creo que estoy viendo doble. ¿Hermanito tenías un gemelo y no me dijiste?

    Y en ese momento cayeron en cuenta de la metida de pata. Se supone que su hermana no debía ver eso.

    Se miraron preocupados entre ellos antes de regresar la mirada a su hermana con el mismo pensamiento en mente.

    -No le digas a papá.

    -¿Por qué?

    Y comenzó una extraña explicación sobre porqué era mala idea contarle a papá de la existencia de un segundo Shuuya, con una medio amenaza de no llevarla a ver la nieve si le contaba a papá o a nana.

    Al final Yuuka aceptó guardar el secreto, ella estaba feliz ahora tenía dos veces a su hermano favorito.

    Se arrojó al cuello de ambos regalándoles un abrazo de lo feliz que estaba, relajando en sobremanera a ambos goleadores. Al fin estaba a salvo y con ellos.

    Por otro lado venía Haizaki apoyando a "Hiroto" para caminar. Los primeros en llegar a él fueron Tatsuya y "Midorikawa", el pelirrojo recibió en sus brazos a su herido hermano, para que Haizaki descansara un poco.

    -¿Qué te duele? – le preguntó "Midorikawa", siguiendo a Tatsuya que se dirigía bajo la sombra de un árbol para que descansara.

    - El costado me arde, creo que me llegó a quemar con el láser.

    - ¿Láser?

    - La luz roja que vimos... - recordó Tatsuya perturbado mientras removía la mano de "Hiroto" que cubría la zona.

    - Lo esquivé, solo me rozó un poco. Estoy bien. – por suerte eso fue verdad, la piel estaba rojiza y la ropa algo quemada, pero no había carne descubierta por ninguna parte. Algo de pomada y mucho hielo era lo único que necesitaría.

    - Estás bien – suspiró aliviado Tatsuya.

    - Eso dije estoy... - guardó su sarcasmo al notar a su hermano agachar la cabeza y apoyarla contra su hombro, Tatsuya apretó levemente su pierna y no fue hasta ese momento que "Hiroto" notó el temblor en el cuerpo de su hermano.

    - De verdad estás bien – escuchó el susurro del pelirrojo, parece que estaba terminando de convencerse a él mismo que no pasaba nada.

    "Midorikawa" se arrodilló junto a ellos y suavemente masajeó la espalda de Tatsuya tratando de relajarlo, "Hiroto" llevó su mano hasta los mechones rojizos y los acarició.

    Tatsuya había tratado de mantenerse entero todo el rato, pero desde que vio la pared del segundo piso caer, el color lo había abandonado. Su hermano estaba ahí, él no tenía familia, ese título era ocupado por sus amigos, pero desde que el señor Kira le abrió los brazos y "Hiroto" lo aceptó como hermano, familia cobró un nuevo significado.

    Así es que tener el temor de casi perderlo por un loco del futuro no era agradable.

    Haizaki fue escaneado de arriba abajo por "Kido", se notaba que no estaba herido, así es que solo se relajó y le pidió que le contara todo lo que había pasado.

    Por otro lado, hubo un grupo que corrió hacia el interior de la concentración para buscar al encapuchado. Baddap, Canon, Asuto, "Shiro", Atsuya, Tsunami, Hijikata, Aphrodi, Nishikage, Nosaka, ambos Fudos y ambos Endos.

    Con Baddap a la cabeza entraron buscando al intruso, la planta baja estaba despejaba, destrozada, pero sin rastros de Jaret.

    Subieron a las habitaciones, encontrando la tabla de surf tirada en el piso, Tsunami corrió encontrando una leve marca y comenzó a lamentarse por su amada.

    Ambos Fudos comenzaron a burlarse del surfista, mientras que Hijikata trataba de consolarlo.

    Baddap iba a dar la búsqueda por perdida hasta que escuchó a Asuto.

    -Juro que he dejado la puerta cerrada – el de banda roja miraba hacia el final del pasillo, viendo la puerta abierta, Asuto tenía razón, ellos habían cerrado la puerta porque tenían cosas del futuro que no era buena idea dejar al alcance de Yuuka.

    Baddap corrió encontrando el cuarto desordenado, muy al contrario de cómo lo dejaron cuando salieron corriendo.

    -Esto es malo – comentó Canon – Jaret debió venir a buscar algo...

    - Y parece que lo encontró, si quitaron el campo es porque cumplieron la misión. Necesitamos saber qué se ha llevado. – Avisó Baddap.

    Asuto no podía hacer mucho, no tenía conocimiento de los artefactos del futuro, así es que solo comenzó a recoger un poco el lugar, mientras dejaba a los del futuro hacer inventario.

    Los demás que habían entrado, seguían buscando a Jaret por el lugar, nunca se sabía.

    -Oh no... - exclamó Canon, llamando la atención de sus dos acompañantes.

    -¿Encontraste qué falta? – preguntó Asuto acercándose. Canon solo alzó un frasco vacío.

    - Se llevó el APX – anunció Baddap, reconociendo el contenedor.

    - ¿Eso no era el mineral que necesitabas para el campo de fuerza? – recordó Asuto.

    - El mismo, se lo ha llevado todo. Ahora no tenemos manera de crear el campo. – Canon se sentía fatal, sin el profesor Killard no había manera de conseguir más APX. Ahora estaban completamente desprotegidos.

    - No se llevó todo – avisó Baddap. Ganando dos miradas sorprendidas. – El entrenador Kudo, había pedido que le diera una muestra de cómo funcionaría el campo de fuerza, él tiene una parte del APX junto con el dispositivo. Anoche me lo ha pedido para mostrarle al señor Raimon.

    -Eso quiere decir... - los chicos se veían ilusionados.

    - Aún podemos hacer el campo, pero será un poco más débil de lo esperado – les confirmó Baddap. De la emoción Canon y Asuto saltaron a abrazarlo, para extrañeza del peligris. Nunca se acostumbraría a las muestras de afecto.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Todo despejado, pueden entrar – les avisó Nosaka por medio del comunicador, a todos los que se quedaron afuera.

    -Dice Nosaka que no hay peligro, podemos entrar. Creo que "Hiroto" necesita ir a la enfermería. – Anunció "Kido" para todos los que no tenían los aparatos.

    - Tanto que nos costó salir y ahora volvemos a entrar – pensó Haizaki, en lo irónico de la situación.

    A paso lento regresaron al que era su hogar temporal. Los ánimos estaban decaídos viendo los destrozos.

    - ¿Y ahora qué haremos? – preguntó Midorikawa. Su lugar seguro ya no lo era.

    - Esperemos al entrenador Kudo – avisó Kido - Estaba en una reunión, hace poco logré contactarlo. Ya viene en camino.

    Sin muchas más opciones no les quedó de otra que tratar de despejar la sala, para esperar. Por lo menos no había disparado el láser en ese espacio.

    "Hiroto" fue llevado a la enfermería y todo el grupo de pelirrojos y peliverdes se fue con él.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Duele... duele... ¡Que duele joder, ten más cuidado!

    - ¡Si te quedaras quieto no dolería tanto!

    ¿Cómo terminó Midorikawa aplicándole una pomada a "Hiroto"? Nadie sabía...

    Hiroto al inicio miraba celoso la situación, pero al ver que comenzaban a pelear porque no congeniaban, se relajó y solo dejó que "Hiroto" sufriera bajo el descuidado toque del peliverde. Hasta llegó a reír un poco.

    Tatsuya estaba preocupado tanto por su hermano, como por Hiroto.

    Se preocupaba por "Hiroto", ya que conocía lo terco que era y sabía que no se quedaría quieto mientras le aplicaran la pomada. A su hermano no le gustaba que lo tocaran mucho.

    Por otro lado, le preocupaba Hiroto, desde hace un rato lo estaba escuchando reír. Tatsuya pensó que explotaría en un arranque de celos, pero parecía disfrutar el sufrimiento del peligris...

    "Midorikawa" por su lado se ofreció a buscar algo de hielo, dejando al cuarteto más extraño juntos y solos como si fueran los mejores amigos de toda la vida y no hubiera problemas entre los Hirotos.

    -Midorikawa – llamó Tatsuya - ¿Seguro que no quieres ayuda?

    - Yo puedo no te preocupes, tu deberías descansar también. Estabas pálido hace rato.

    - ¡Que duele!

    - ¡Deja de quejarte!

    - Jajaja...

    Definitivamente se iba a volver loco, pensó Tatsuya.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    De vuelta a la sala, ahora había un mundo de arcoíris alegrando el ambiente. Yuuka descubrió que no solo habían dos Goenjis, sino que también habían muchos clones.

    La niña estaba fascinada hablando con el trio de Fubukis, era como si todo el incidente no hubiera pasado nunca. Porque la pequeña quiso retomar la conversación sobre la nieve y ahora escuchaba impresionada las aventuras de Atsuya contra los osos.

    -Y entonces el oso hizo ¡GRRRRRR! Pero yo no le tenía miedo así es que le gruñí más fuerte – por alguna luz de sensatez Atsuya convirtió algunas historias un poquito más sangrientas en cuentos aptos para niños, para tranquilidad de "Shiro". Su hermano menor se veía emocionado sobre la mesa contando sus historias. – El oso me tuvo tanto miedo que salió corriendo y nunca nos volvió a molestar.

    Fubuki, "Shiro" y Yuuka, aplaudieron la gran hazaña.

    -Claro que no volvió a molestar, si pasó a mejor vida cuando le cayó un pino. – pensó "Shiro". Por fuera sonreía como si nada malo hubiera pasado.

    Los Goenjis dejaron que los "trillizos" entretuvieran a su hermana, porque querían hablar con Haizaki sobre lo que había pasado. Tenían el estómago cerrado con lo que les contó.

    -La enana es uno de los objetivos, la consideran uno de tus soportes emocionales.

    Tenían que ocultar a su hermana y tal vez no solo a ella. También a todos los familiares y a aquellos que fueran algún posible talón de Aquiles.

    - ¿Qué podemos hacer? – le preguntó "Goenji" a Baddap.

    - Su entrenador me habló ayer sobre dos bases secretas. Una es para nosotros, en la otra planean proteger a sus familiares hasta que todo esto termine.

    - Será lo mejor. Quiero a Yuuka lejos de todo esto. – aceptó Goenji.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Buenas noches – por fin hizo acto de presencia Kudo. Había un ambiente medio depresivo y muy tranquilo dentro de la sala. Corría el aire frío a causa de los agujeros en las paredes.

    - Buenas noches entrenador. – respondieron a coro.

    - Lamento no haber estado presente. Luego de lo que ha pasado hoy, hemos tenido que contactar con sus padres y actualmente todos están anuentes de lo que está pasando. No podemos permitir que sigan con su vida diaria estando expuestos al peligro. El señor Kido, se ha ofrecido a brindar protección a todos sus familiares mientras todo regresa a la normalidad. Por seguridad es mejor que estén alejados. Por ese motivo, el señor Kira se ha ofrecido a poner el orfanato Sun Garden a nuestra disposición. Todos los niños que habitan en el lugar se irán de vacaciones con la señorita Hitomiko.

    -Entrenador – llamó Kido – Baddap, nos ha comentado sobre una base secreta para nosotros o algo por el estilo.

    - Es correcto. Su ubicación actual es desconocida hasta para mí. Pero aún no están listas las instalaciones. Faltan unos días para que terminen las obras, apenas estén listas, ustedes serán trasladados.

    - Entendido. – la respuesta fue a coro.

    - Otra cosa. Hoy se cumplen los 7 días que se tenían planificados para las celebraciones por su victoria. Se supone que algunos de ustedes deberían regresar a casa. No creemos que sea buena idea que regresen a sus hogares. Pero no impondremos la decisión, si alguno quiere regresar no se le impedirá. Pero recuerden que es bajo su propio riesgo.

    Se formó un silencio en el que todos se veían los unos a los otros. Ninguno pensaba abandonar a nadie.

    -Yo quiero regresar – ambos equipos voltearon impresionados, encontrando a Hijikata con la mano alzada – No puedo dejar más tiempo solos a mis hermanos. Ya sé que planean llevarlos a una base secreta o con el señor Kido, pero ellos están solos cuidados por una vecina. No puedo abandonarlos bajo este peligro.

    - Está bien, mañana sale el vuelo. Igualmente serán llevados a un lugar seguro junto contigo.

    - Gracias entrenador – ahora se dirigió a sus amigos – Perdonen chicos, no quiero abandonarlos, pero yo... - miró al piso furioso, esa no era una fácil decisión.

    - Todo está bien Hijikata – habló Goenji, colocando su mano sobre el hombre del grandote en señal de apoyo – Llevas meses lejos de tus hermanos y con esto nadie piensa culparte por querer estar cerca para cuidarlos.

    - Así es Hijikata, nosotros esteramos bien. Tu vela por ellos, ya verás que cuando todo esto termine iremos a visitarte. – el capitán se unió a Goenji.

    Seguido de es varias frases de consuelo, siguieron. Nadie podía estar molesto, sabiendo que la única familia que tenían para cuidar a tantos niños era Hijikata.

    -Son los mejores chicos – dijo con pequeñas lágrimas el más grande del grupo.

    Luego de eso no quedaba de otra más que ir a empacar. Era hora de ir a un nuevo lugar.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Jaret caminaba por aquellos blancos y esterilizados pasillos, con el APX en mano. Había cumplido su misión de desabastecer a los traidores.

    -Al fin llegaste – avisó el general que le encargó aquella misión.

    - Misión cumplida – avisó con aquella inexpresiva voz entregando el mineral.

    - Tienes una nueva misión, debes viajar a una línea de tiempo diferente – el hombre tecleó en su computadora proyectando una línea de tiempo más específicamente mostraba el Centro Deportivo de Kazán, la imagen se enfocaba en tres sujetos: Inamori Asuto, Malik Kuabel y al italiano Vladimir, fingiendo ser Masato el padre del primero.

    Con una tranquilidad tan característica de él vio al pelinegro ser secuestrado, por el hombre que fingía ser su padre.

    -Luego del secuestro de la fundación. Ese niño fue rescatado por su verdadero padre. Para eso dejaron inconsciente al científico a cargo del caso de Inamori Asuto. – el hombre detuvo la imagen en el momento en que Shinjo rescataba a su hijo – Tu misión es la extracción de la fórmula de control mental que estaban utilizando. Aprovecharemos la oportunidad que inconscientemente nos han creado, para no levantar sospechas. Pero ve a descansar por hoy. Parece que esos niños te han dado tiempo duro, partes a primera hora mañana.

    - Si señor – así era Jaret, no cuestionaba nada, no preguntaba, no mostraba emoción. Era una perfecta arma de defensa y ataque.

    Continuará...

    Lo sé, es corto el capítulo, pero no me sentía muy animada, como para hacer algo super chistoso.

    Mañana espero sentirme más animada.

    Si les gustó algo del capítulo me pueden decir. Creo que lo único que me ha sacado una risa es Hiroto riéndose del sufrimiento de "Hiroto".

    Bueno, también me ha dado risa Atsuya.

    El próximo capítulo, si puedo decir que se llamará Mudanza.

    El próximo capítulo será mucho más animado, eso sí lo prometo. Descansaremos un poco de Jaret y veremos más del enmascarado. Buajajaja...

    En fin.

    Si les ha gusta dejen su estrellita y algún comentario.

    Nos leemos, hasta la próxima.
  8. .

    El Gato y los Ratones




    -Salgamos de aquí – ya con la pequeña en brazos, "Hiroto" pretendía alejarse varios metros del famoso Jaret, pero al notar que Haizaki no lo seguía se detuvo a llamarlo - ¡Haizaki, mueve o te dejo aquí!

    Mientras caminaba por el pasillo escuchó los pasos tras él y una leve mirada de costado bastó para confirmar que era Haizaki el que lo seguía.

    -Los tres estamos bien... dejen de gritar- "Hiroto" avisó por medio del comunicador acallando la voz de todos sus compañeros, ya le habían aumentado su dolor de cabeza luego de tanto escándalo.

    -¿Quiénes son ustedes? – una pequeña vocecita asustada detuvo su andar momentáneamente.

    - Somos compañeros de tu hermano – respondió Haisaki, aquello no era del todo mentira, solo había que omitir la dimensión alterna – yo soy Haizaki Ryouhei.

    - "Hiroto Kira" – se presentó el de mechas blancas.

    - Yo soy Yuuka Goenji, mucho gusto – la pequeña les regaló una sonrisa que solo el de pelo largo pudo apreciar, ya que esta estaba abrazada al cuello de "Hiroto". - ¿Saben dónde está mi hermanito?

    - Está afuera esperando por ti, démonos prisa. – respondió Haizaki. Ya que "Hiroto" parecía pensar en algo, ignorando a la niña, mientras bajaban las escaleras.

    - ¿Quién era el chico de la capucha? Nunca lo he visto en el equipo de mi hermano.

    - Una mala persona...

    - ¿Qué tenía en su mano?

    - Un guante.

    - Pero tiraba luz su guante...

    - Es un guante raro.

    - ¿Qué le pasó en la cara? Tenía una fea herida.

    - ¿Te han dicho que haces muchas preguntas?

    - ¿Te han dicho que deberías sonreír más? – Haizaki se le quedó viendo con una ceja alzada, definitivamente esa niña le recordaba a Akane de niña.

    - Si... si me lo han dicho – la enana le había caído bien.

    - Haizaki, mira las ventanas – "Hiroto" interrumpió la amena charla.

    Justo como dijo "Kido" había algo rodeando el lugar. Se aproximaron hacia la puerta comprobando que estaban atrapados. El pomo giraba, pero no tenían manera de empujar la puerta para salir.

    -Nada, no cederá – avisó el de pelo largo luego de intentar tirar la puerta.

    - Valía la pena probar. – ambos sabían que sería en vano, pero quizás la suerte les sonreiría. Claro que no fue el caso.

    Haizaki comenzó a hablar por el comunicador, hasta que la mano de "Hiroto" cubrió su boca, mirando con pánico hacia el piso de arriba. El silencio le permitió escuchar al oji rojizo unos pazos.

    - Debemos escondernos – susurró, alejando su mano el de piel oscura. Recibiendo un asentimiento, "Hiroto" hizo que Yuuka lo volteara a ver - ¿Te gustan los juegos verdad?

    - Si mucho – confirmó feliz.

    - Vamos a jugar a las escondidas, debemos quedarnos muy callados para que el chico de arriba no nos encuentre ¿Ok?

    - Ok

    Con esa confirmación, ambos petigrises caminaron lo más rápido que podían por el pasillo contrario a las escaleras, sabían que correr delataría su posición.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Esto no está funcionando – se quejaba Canon, por más que Baddap o él trataran de controlas las ondas del campo, estas no cedían. – No hay manera de deshacerlo.

    - No se rindan chicos – Endo trató de animar a su bisnieto. Pero no era alentadora la vista. Habían descubierto que no solo había un campo que les impedía acercarse a la concentración, sino que había un segundo campo más pequeño que cubría la misma estructura de la casa, el cual impedía salir del lugar a sus amigos.

    Goenji se veía pensativo y preocupado, no había despegado la vista del agujero en el segundo piso.

    "Goenji" parecía estar pensando en algo, hace rato había dejado de gritarle por el comunicador.

    A un costado de la barrera, varios de sus compañeros con las técnicas de tiro más fuertes, se veían exhaustas. Ninguno logró siquiera abollar el campo de fuerza.

    Desde que "Hiroto" confirmó que los tres se encontraban bien, hubo un alivio general. "Kido" juraba que a ambos Goenjis le regresó el color, los chicos habían estado pálidos sin saber nada de su hermana menor.

    Ese pequeño momento de felicidad había regresado los ánimos para intentar tirar el campo.

    Pingüino Emperador #2

    Tiger Drive

    Alas Celestiales

    Lobo Legendario

    Astro Break

    Tifón

    Navaja Meteoro

    Técnica tras técnica, ninguna surtía efecto. Hasta el punto de que terminaron agotados, esas barreras futuristas definitivamente eran otro nivel de defensa.

    "Kido" estaba pensando qué otra cosa podía hacer, cuando escuchó la voz de Haizaki.

    - "Kido" estamos frente a la puerta y...

    - ¿Hola? Haizaki... Haizaki ¿Qué planean hacer? ¡Haizaki!

    - ¿Qué ocurre "Kido"? – Kazemaru que era el más cercano al estratega preguntó.

    - Dijo que estaban frente a la puerta, pero luego se cortó la comunicación.

    Y con eso, volvió a recaer el pesado ambiente de pesimismo.

    -Tengo una idea – voltearon a ver a "Goenji" que recogió un balón de futbol – pero necesitaré tu ayuda.

    - ¿Mía? – por fin Goenji, salió de su letargo al sentir el llamado de "Goenji".

    - Tengo algo que podría funcionar, pero, así como es el último recurso que tengo y esta es una situación extrema, podemos aumentar el poder.

    - Dos Goenjis, coincidiendo en la misma línea de tiempo, algo interesante y poderoso saldrá de aquí – "Kido" no pudo evitar pensar en voz alta, pero solo fue escuchado por Kazemaru.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Habían llegado a la sala, no les dio tiempo de buscar otro lugar, ya que escucharon el fuerte pisar en planta baja de Jaret. El niño futurista parecía burlarse de ellos, sabía que no lograrían salir, solo podían esconderse.

    Estaban ocultos tras los sofás y usaron algunas mantas y almohadas para disimular, por suerte no habían recogido el "campamento para dormir" y habían muchas cosas.

    Tenían a Yuuka en una esquina, cubierta en almohadas, mientras los dos rebeldes trataban de ver algo sin asomarse mucho. Solo escuchaban pisadas, pero aún no estaba en su rango de visión.

    - ¿Qué haremos si nos encuentra? – le susurró Haizaki a "Hiroto".

    - Agarras a Yuuka y corres.

    - ¿Y tú? – se había molestado con "Hiroto" él no era un cobarde, si tenían que pelear se quedaría.

    - Les daré tiempo, eres más rápido que yo, solo ponla a salvo. – Ahora también se había enojado "Hiroto".

    - No pienso abandonarte aquí.

    - ¿Tanto te preocupas por mí? – preguntó con mofa.

    - No quiero que Tatsuya me asesine... - el pelirrojo sería su escusa, no iba a admitir que le agradaba ese intento de dios y aún menos que lo estaba considerando su amigo.

    Un estruendo volvió a sonar, parece que Jaret utilizó el laser con alguna otra pared.

    -Está cerca – pensaron ambos.

    -mmm... - un pequeño lamento se escuchó. La pobre de Yuuka cubría sus oídos, había apretado sus labios para no gritar. Tenía miedo... Quería a su hermano.

    Haizaki se acercó a ella y la abrazó contra su pecho tratando de brindarle algo de seguridad, era tan pequeña como alguno de los peluches que tanto le gustaban.

    -Todo está bien, no dejaremos que te haga daño. – la promesa de Haizaki pareció surtir efecto, la niña se relajó en sus brazos mientras lo abrazaba.

    Cada vez se escuchaban más cerca las pisadas de Jaret, los corazones de los tres ocultos golpeaban fuertes contra sus pechos. Una por temor, los otros dos por la adrenalina que estaba recorriendo sus cuerpos.

    -Haizaki, cuando te diga, corre hacia los cuartos y ocúltense.

    - ¿Qué dices? ¡No hagas ninguna locura! – gritó entre susurros, no sabiendo qué pasaba por la cabeza del oji rosa. – ¡Oe! ¡" Hiroto"!

    Pero ya no consiguió respuesta, había estirado su mano tratando de detenerlo, pero ya se había alejado del escondite tras el sofá, tal vez si estuviera solo la historia sería diferente, pero teniendo a Yuuka con él no podía darse el lujo de ser tan imprudente.

    Por su parte el de mechas blancas había tomado una sábana y se había parado contra la pared de la entrada observando hacia la entrada.

    "Kira" respiraba lentamente, temiendo ser delatado por algo tan simple como eso. Sintió sus piernas temblar y mentalmente se regañó, no podía darse el lujo de dudar ahora. Escuchó los pasos de Jaret encaminarse hacia la sala, se acercaba el momento.

    Logró ver la mirada preocupada de Haizaki desde donde estaba oculto, tratando de persuadirlo con la mirada, pero él ya había tomado su decisión. Le dedicó una de sus sonrisas prepotentes como diciendo – Un dios te está cuidando, se agradecido.

    Claro que como su protegido era un demonio, tuvo que aguantarse la risa, cuando Haizaki cubrió los ojos de Yuuka, para con la mano libre mostrarle el dedo medio.

    Con eso murió la conversación, él no esperaba el agradecimiento y benevolencia de Haizaki, el ojirojo no era así y eso era lo que más le agradaba a "Kira". Por su padre había estado rodeado de hipócritas toda su vida, apenas podía contar a la gente de Sun Garden como amigos, le costó años aceptar a Tatsuya como hermano. Pero la convivencia con él casi que fue forzada por su padre y hermana, aceptar a "Midorikawa" fue gracias a Tatsuya, igual que con el resto. Nunca tuvo la oportunidad de encontrar un amigo bajo sus propios medios. Lo otro con Tatsuya era que se desvivía por cuidarlo y corregirlo, un hermano mayor en todo su esplendor, aunque no estuvieran emparentados por la sangre.

    Pero con Haizaki era diferente, su relación comenzó como compañeros de equipo y luego la convivencia fue forzada al compartir habitación, se la vivían peleando y eso le encantaba, el de piel morena no se tragaría sus palabras solo por su apellido, al contrario, siempre lo retaba y discutía con él. Lo trataba como a un igual, no como menos y no como más.

    No quería perder eso, cuidaría del primer amigo que hizo, como que se llamaba "Hiroto Kira" el dios goleador.

    Determinado y seguro de su plan, esperó a que Jaret diera el primer paso dentro de la sala y cuando lo sintió voltear en su dirección, para lanzarse sobre él y cubrir su visual con la sábana.

    Cayeron al piso y antes de que el menor lograra quitarse la cobija, "Hiroto" aplicó una llave en su cuello reteniéndolo contra el piso.

    -¡Sal de aquí! – le gritó a Haizaki que aún molesto por el plan del oji rosa, tomó a Yuuka y corrió hacia la planta alta. Más le valía a "Hiroto" aguantar hasta que regresara por él.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Estaba Goenji junto a "Goenji", listos para tirar, sus amigos habían dejado el camino libre hacia el campo de fuerza, esperando con fe que la nueva técnica fuera la solución al problema.

    Baddap y Canon, también veían expectantes el resultado de una técnica combinada entre dos Goenjis.

    -¡Vamos! – anunció "Goenji" cortando la respiración de todos ante las expectativas.

    "Goenji" generó la primera bola de energía del Last Resort, conocida únicamente por los miembros del equipo del Raimon de su línea de tiempo. Pero a diferencia de los tonos celestes y violetas originales, la esfera tenía todos rojizos y grises. La esfera de energía fue enviada hacia abajo por una patada de "Goenji", siendo interceptada por Goenji, ahora espirales hechos de llamaradas hicieron su aparición elevando el balón para la patada final, ser dada por ambos goleadores.

    El balón cubierto por energía rojiza fue cubierto por grandes cantidades de roca prendidas en fuego. tomando forma de dragón, las piedras comenzaron a derretirse y al realizar la primera caída a tierra, resurgió un dragón del doble de tamaño que la técnica original cubierto en magma.

    La imponente criatura realizó saltos hasta golpear contra el campo de fuerza.

    La energía de choque fue tal que los más cercanos cayeron al piso, cubriendo sus rostros por las ondas de energía. Tierra y polvo, eran arrojados mientras que rayos se disparaban por todos lados.

    Canon y Baddap no podían creer lo que estaban viendo. Aquel campo de fuerza era una de las últimas líneas de defensa del gobierno futurista y ahora una técnica combinada le estaba causando interferencias.

    Los brazaletes comenzaron a pitar indicando que el campo comenzaba a ceder.

    - ¡Está funcionando! – gritó Canon.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Haizaki había logrado llegar hasta su habitación, dejando a Yuuka en el piso, le dijo que se ocultara bajo las camas y que no saliera hasta que él o "Hiroto" vinieran por ella. Escuchó otra de las explosiones causadas por el láser, debía apresurarse.

    -No importa lo que escuches abajo, quédate aquí. ¿Ok enana?

    Luego del asentimiento de la menor, corrió sobre sus pasos de regreso a la sala, donde esperaba encontrar a su compañero luchando contra Jaret, pero la sala estaba vacía.

    Un momento de pánico lo invadió, debía elegir entre regresar con Yuuka o buscar a "Hiroto" ... cabía la posibilidad incluso de que se hubieran teletransportado fuera del lugar o de este tiempo.

    -El idiota ese no se dejará vencer tan fácil – trató de convencerse.

    Otra explosión se escuchó, venía desde el comedor junto al ruido de cosas caer.

    Haizaki se apuró en llegar, justo antes de entrar se detuvo notando a "Hiroto" contra la pared sosteniéndose un costado, había un gran agujero junto a él. Parece que por los pelos esquivó el tiro. Al lado contrario del comedor, estaba Jaret aún con el brazo extendido.

    Tenía una idea.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Cuando Haizaki escapó, Jaret no le costó nada deshacer la llave que le habían hecho y con el codo le había acertado un golpe en la cara.

    "Hiroto" vio blanco el mundo por un instante, antes de notar como corría tras Haizaki y la niña.

    Espabilando, se puso en pie y justo cuando subía el primer escalón, lo lanzó a un costado.

    Jaret cayó al piso y el ojirosado aprovechó para atinarle un golpe partiéndole el labio.

    -¿Qué pretendes hacer con una niña tan pequeña? ¡Déjala en paz! ¡Entiendo que nos odies a nosotros, pero ella no tiene nada que ver!

    - Yuuka Goenji es uno de los pilares emocionales de Goenji Shuuya. – era como escuchar a un robot, ni siquiera había variantes en su tono de voz – Debe ser destruida.

    Aquello enfureció más al dios goleador. Ni siquiera fue consciente de cómo llegaron al comedor, la ira lo había segado, pero volvió a enfriar su cabeza al esquivar un tiro del laser que impactó contra el techo. Los escombros los obligaron a alejarse varios metros el uno del otro.

    "Hiroto" estaba tosiendo sin poder ver a Jaret. Pero escuchó el momento en que el laser fue cargado y por instinto se lanzó hacia un costado.

    -Agh... - parte de su ropa y su chaqueta fue quemada, pero la herida era superficial. Solo le escocía un poco la piel de la zona.

    -¿Es todo... cof... cof... lo que tienes? – lo estaba provocando, lo peor es que era consciente de su condición. No lograría esquivar otro de esos ataques. El tipo sabía pelear cuerpo a cuerpo.

    -¿Tus últimas palabras? – escuchó el sonido del láser volver a cargarse. Maldecía a todo el gobierno futurista por esto.

    En ese momento la puerta del comedor salió dispara hasta el extremo contrario por un balón de futbol, por inersia las dos personas dentro del comedor siguieron el movimiento de la puerta y esa era justo la distracción que necesitaba Haizaki.
    Entró de carrera al lugar y cuando Jaret captó su presencia, ya era tarde. Haizaki empujó la mesa más cercana que tenía con toda su fuerza.

    Por la manera en que estaba acomodo el comedor, había dos líneas paralelas de mesas junto a las sillas y Jaret estaba detrás de una de esas filas.

    El plan de Haizaki, aunque simple, era funcional, empujó la primera mesa y la fuerza de esa empujó las otras cuatro de esa fila, dejando a Jaret sin aire y atrapado contra la pared.

    Regresó su vista a "Hiroto" que parecía agradecido de verlo. Pasó su brazo bajo el hombro del herido y lo ayudó a caminar fuera del comedor, no tenían mucho tiempo. Debían regresar con Yuuka.

    Cuando llegaron al inicio de las escaleras, sintieron el lugar volver a temblar.

    - ¿Y ahora qué? – se quejó "Hiroto".

    - Parece que vino de fuera...

    Escucharon ruidos en la cocina, y decidieron que no tenían tiempo de pensar en el nuevo ruido. Subieron las escaleras y llegaron hasta la habitación de ambos. El de mechas blancas cayó al piso un momento para recuperar el aire, mientras Yuuka se le acercó preocupada.

    -¿Estás bien?

    - Mala hierva nunca muere, no se desharán de mi tan fácil pequeña.

    La niña igual preocupada, sacó un pañuelo y limpió la mejilla de "Hiroto" pues tenía un pequeño corte. El dios goleador estaba impresionado y halagado por los cuidados, preguntándose si alguien siquiera en su propia línea de tiempo se atrevería a acercarse sin miedo a él y hacer algo parecido. Pero llegó a la conclusión de que nadie sería tan valiente como esta niña.

    Haizaki por su lado había empujado ambas camas y las puso contra la pared. Comenzaba a preguntarse si era buena idea encerrarse, pero ya no sabía qué mas hacer, con "Hiroto" herido empeoraba la situación.

    -¡¿Haizaki, me escuchas?! – su ángel guardián hizo notar su presencia desde el comunicador.

    - Aquí estoy "Kido", nos estamos quedando sin opciones.

    - Escucha, tenemos un plan. Logramos debilitar el campo de fuerza, no podemos tirarlo completo, pero Canon y Baddap dicen que siendo más débil podemos abrir una salida para ustedes. Necesito que me digas dónde abrir un espacio.

    - Estamos encerrados en nuestra habitación, podemos salir por la ventana su usamos el árbol para bajar.

    - Entendido, esperen un poco.

    - Van a sacarnos. – Les avisó a sus dos acompañantes.

    Seguido de eso, escucharon otra de las explosiones en la planta baja.

    -Creo que alguien está molesto – comentó "Hiroto" para tratar de alegrar el ambiente, pero eso no estaba funcionando.

    - Chicos estén atentos, no sé qué tanto tiempo podamos mantener abierto el campo – en ambos comunicadores resonó la voz de Canon.

    Haizaki se aproximó hacia la venta abriéndola y justo como dijo Canon, el campo que evitaba su salida comenzó a abrirse hasta que formó un agujero.

    -Ve tu primero – le dijo "Hiroto" aún en el piso – Sube a una de las ramas y luego tendré que pasarte a Yuuka, yo no estoy en condiciones de atraparla.

    Haizaki asintió, se aproximó a la pequeña que veía a ambos preocupada.

    -Esta pesadilla pronto acabará y podrás reunirte con te hermano. Aguanta un poco más ¿De acuerdo?

    Sin esperar respuesta, Haizaki se montó al marco de la ventana y dio un pequeño salto cayendo sobre una de las ramas más gruesas del árbol. Evitó mirar hacia abajo, no quería pensar en la caía desde un segundo piso.

    Se sentó en la rama y con sus piernas trató de sujetarse lo más firme que podía. Ok ahora venía lo difícil.

    -Listo...

    Dentro del cuarto, "Hiroto" se puso en pie con ayuda de la pared. Caminó hasta la ventana y tomó con mucho esfuerzo a Yuuka entre sus brazos.

    -Escucha, voy a lanzarte para salir de aquí. – La niña lo veía con miedo - Haizaki te va a atrapar y nada malo va a pasarte. No lo permitiremos.

    -Confío en ustedes – la pequeña le dio una mirada tranquila, ella de verdad confiaba en ellos.

    - Haizaki, aquí va – sacando lo más que pudo su cuerpo por la ventana, cargaba a Yuuka como si fuera una recién nacida. Más le valía a Haizaki atraparla.

    Se miraron consientes de todo lo que podía salir mal pero no tenían muchas opciones. Pero confiaban en el otro, "Hiroto" arrojó a Yuuka y Haizaki sintió en cámara lenta cómo la pequeña volaba hacia él extendiendo sus brazos.

    Incluso su cuerpo parecía ir a otro ritmo, lentamente la niña tocó sus palmas y la sostuvo por debajo de hombros. Claro que no era tan simple, el peso extra lo obligó a caer hacia el frente casi resbalando de la rama.

    -¡Aaaaah! – gritó la más joven al quedar guindada mientras era sostenida por el de larma melena.

    -Ya te tengo, tranquila. – Haizaki sintió que volvió a respirar con su propia frase, no podía creer que de verdad la atrapó.

    Aplicando fuerza en sus muslos y espalda, volvió a quedar sentado ahora abrazando a Yuuka.

    -Enana – la llamó, haciendo que la niña dejara de ver hacia abajo – Necesito ayudar a "Hiroto", está lastimado y no podrá subir él solo. Ayúdame, te voy a poner detrás de mi y vas a abrazarte al tronco del árbol, porque yo no podré sostenerte y la rama se va a sacudir.

    - Está bien. Tengan cuidado – cumpliendo con su tarea. Yuuka se sentó tras Haizaki y abrazó el árbol con todas sus fuerzas. Esperaba que los dos amables muchachos que la estaban cuidando estuvieran bien.

    - "Hiroto" salta. – Haizaki se había acercado lo más que pudo a la ventana. Pero debía de tener cuidado, porque si iba muy al borde la rama se podía partir. – Te atraparé también y te ayudaré a bajar.

    - Si me dejas caer, vendré desde la tumba para hacerte la vida imposible.

    - No espero menos, ahora salta.

    Como pudo se lanzó de la ventana, y tal como prometo, Haizaki lo atrapó, con la diferencia de que solo lo pudo sostener de una mano, "Hiroto" no había calculado bien el salto.

    Un grito de Yuuka por la sacudida de la rama, una queja por el jalón que sufrió su brazo al agarrar a "Hiroto" y un gruñido del ojirosa adolorido por seguir maltratando a su cuerpo cuando este solo le exigía descanso. Simultáneamente se escucharon las tres exclamaciones.

    Ahora el de mechas guindaba solo sostenido por Haizaki, sabía que no podría subirlo a la misma rama, sería mucho peso.

    -Balancéame hacia esa rama – señaló "Kira", estaba dejando de sentir dolor, sabía que solo era la adrenalina recorrer su cuerpo por el miedo que sentía de caer.

    Haizaki lo meció mientras contaban, era una manera de sincronizar cuando debían soltar sus manos.

    -Uno.... – dijo Haizaki con el primer impulso.

    - Dos..... – lo siguió "Hiroto" para darle confianza.

    - ¡Tres! – ambos dieron el número final soltando sus manos. "Hiroto" cayó tambaleante en la rama, pero a tiempo se sostuvo del tronco evitando la caída.

    Una vez seguro de que no iba a tropezar, miró hacia arriba alzando su pulgar, para alegría de su compañero y una pequeña de trenzas.

    -Pásame a Yuuka, bajaremos de a poco. – Haizaki asintió y se acercó a la más joven deslizándose por la rama.

    -¿Lista para bajar?

    - Claro que sí. – Yuuka se veía feliz de nuevo. Lo que tranquilizó a Haizaki.

    Le levantó tomándola bajo los hombros y la acercó lo más que pudo, hasta que "Hiroto" logró tomarla por la cintura.

    -Listo, sostente del tronco. Ahora debe bajar Haizaki y esto va a tambalear.

    Y así como fue pronunciado ocurrió, Haizaki saltó de una rama a la otra, casi cayendo para susto de todos. Pero luego de algunas maromas para mantener el equilibrio volvieron a respirar.

    -Las ramas de abajo son más delgadas, no podemos seguir saltando. – se quejó el de larga melena.

    - Ya no es mucha la altura, podemos bajar agarrados al tronco.

    - ¿Y la enana?

    - Cárgala en tu espalda. – no era mala sugerencia.

    -¿Y tú que harás? ¿Puedes bajar solo?

    - No te preocupes por mí, aún puedo dar pelea. – aquello era mentira, pero parece que su compañero se lo creyó.

    Haizaki volvió a sentarse en la rama y Yuuka se montó en su espalda.

    -Enana – llamó Haizaki – Te llevaré de caballito hasta abajo, sujétate fuerte.

    Con un asentimiento comenzó el descenso. Hasta que por fin los primeros dos tocaron tierra. Ahora faltaba el herido.

    Con gran esfuerzo "Hiroto" logró descender y cuando faltaba apenas un metro para tocar tierra, resbaló.

    Cayó esperando el golpe, pero gracias a la poca distancia, Haizaki logró interceptarlo antes de caer.

    -Nunca pensé ver un dios caer desde el cielo.

    - No creí que los demonios fueran buenos samaritanos.

    Yuuka no entendió esa conversación, pero se dio cuenta de que eran buenos amigos y se cuidaban a su manera. Sonriendo por los dos nuevos hermanos que había encontrado, no podía esperar para contarle a su hermano sobre su día.

    Con Haizaki siendo el apoyo de "Hiroto" comenzaron a caminar los tres alejándose de la concentración, notaron una segunda barrera que cubría el lugar. Pero más importante fue notar a todos reunidos al otro lado.

    Al otro lado divisaron a sus amigos atrapados y a la hermana de Goenji, acercarse. Mayor fue la alegría cuando el campo comenzó a parpadear hasta desaparecer...

    Continuará...


    Espero que disfrutaran el capítulo, yo me la he pasado es nerviosa escribiendo.

    Cuéntenme su parte favorita.

    La mía ha sido la técnica combinada de ambos Goenjis, desde que vi todos los Last Resort que surgieron en Orion había querido hacer esto. He denominado la técnica como Last Resort Magma.

    ¿Por qué creen que desapareció el campo de fuerza al final?

    ¿Pasará algo interesante con "Hiroto" herido?

    ¿Cómo reaccionará Yuuka al ver que hay dos Goenjis?

    Bueno, sin más que decir les comento que no se qué título ponerle a la próxima semana. Creo que se llamará Mudanza, pero aún no termino de convencerme.

    Recuerden dejar su voto y sus comentarios si les gustó.

    Hasta la próxima, nos leemos...
  9. .

    Salvando a la Hermanita




    Hay personas que como bien dice la frase, despiertan con el pie izquierdo, en palabras simples, despiertan amargados. Ese era el caso de "Hiroto", luego del susto innecesario que sufrieron por parte de la hermana de Kido, estaba mucho más amargado que su despertar común y con dolor de cabeza.

    Otro factor que sumaba a su mal humor era estar encerrado y por esconderse de la pequeña visita inesperada, ahora debía encerrarse en su cuarto por tiempo indefinido... podría dormir un rato más, lo que no estaría tan mal, pero no, no los dejaron ir directamente a sus habitaciones a perder el tiempo. Porque Baddap pidió que todos se reunieran en la habitación de Canon, pues tenía "algo importante" que decirles.

    - ¿Seguro que no quieres ayuda? – cuestionó Canon viendo curioso a su pareja que no dejaba de hurgar en la única mochila que trajo del futuro.

    - No...

    El peliverde se resignó a esperar con los demás, no iba a insistir mucho, tampoco le molestaban esas respuestas en monosílabos, así era su novio, así lo quería.

    Todos los demás miraban curiosos y para el caso de "Hiroto" exasperados, Baddap los obligó a todos a reunirse y ahora los tenía en vela.

    -Aquí están – por fin anunció, mostrando una pequeña cajeta metálica.

    - ¿Esos son...? – Canon no logró terminar la frase, asombrado de que el profesor lograra terminar todos los prototipos.

    - Afirmativo. – abriendo la cajeta, para curiosidad de todos, mostró el contenido.

    Había una gran cantidad de botones negros, acomodados perfectamente en una almohadilla, cada uno dentro de su espacio. El exsoldado tomó uno, el objeto no era mayor que su huella dactilar.

    -¡Impresionante! – Canon estaba maravillado, tomando el dispositivo – Chicos, esto que ven aquí son pequeños comunicadores. Un modelo especialmente desarrollado por el profesor Killard, se rigen a base del pensamiento y funcionan en conjunto. Cada uno de los comunicadores que ven aquí conecta con el otro, sin importar el rango de distancia. Lo único que se debe hacer es pensar en la persona o las personas que requerimos que escuchen nuestro mensaje. Se coloca justo detrás de la oreja pasando desapercibido. – mientras les explicaba, acercó el pequeño objeto tras su lóbulo derecho y con un poco de presión el comunicador quedó adherido a su piel. – Se supone que están diseñados para no soltarse al menos que la misma huella dactilar que lo colocó trate de quitarlo, son a prueba de agua, fuego, humo, nieve – dejando que Canon hablara las mil maravillas, Baddap procedió a colocarse uno de los aparatos y pasando la cajita a los presentes, cada uno tomó uno de los comunicadores y justo como dijo el bisnieto de Endo, con un poco de presión bastaba para que este no cayera.

    -¿Hola? Probando... - Habló "Endo" entusiasmado por el pequeño invento.

    - Te escucho – habló sorprendido "Goenji".

    - ¡Y yo a ti! – "Endo" estaba encantado con el nuevo juguete.

    - Roncas cuando duermes – "Hiroto" quiso intentar.

    - Vete a la mierda – fue la linda respuesta que recibió por parte de Haizaki.

    - ¿Nosaka? ¿Puede escucharme? – preguntó Asuto, emocionado también por probar el dispositivo.

    - Fuerte y claro – sonrió el emperador del campo - ¿Qué hay de ti Nishikage?

    - Sin problema – habló calmado el pelicrema.

    - ¡Incluso escucho a Nishikage! – se emocionó más el pelinegro, al ver que Nosaka logró conectarlos a los tres en una sola conversación. Los otros dos no pudieron más que sonreír, por la emoción del menor.

    - Tatsuya ahora podré escuchar si me quieres ser infiel – quiso molestarlo "Midorikawa" en medio de risas.

    - No creo que funcione de esa manera, pero me alegra tenerte a un pensamiento de distancia – Tatsuya tenía ese don de hacerlo sonrojar tan fácilmente.

    - Chicos, ahora podrán seguir probándolos, lo importante es que con esto podremos estar en contacto inmediato en caso de cualquier emergencia. No solo tiene la opción de ser comunicador, también si el portador lo desea sirve como un canal abierto.

    - No comprendo – habló "Kido".

    - Es como si fuera un teléfono, si dejas abierta una llamada, la persona al otro lado puede escuchar todo lo que ocurre, aunque no estén hablando. Solo que esta es más difícil de comprobar si funciona, porque tienes que pensar en quién puede escuchar, pero sin hablar no tienes manera de comprobar si funciona. Necesita mucha más concentración, pues debes estar pendiente a tu entorno, sin perder el pensamiento de quién necesitas que escuche.

    - Comprendo, supongo que podemos tratar de practicar eso.

    - Por ahora eso es todo. – comentó Baddap – Canon necesitamos hablar, hay que terminar el campo de fuerza.

    Esa fue la despedida, los chicos comenzaron a salir en silencio, tratando de no hacer ruido para no llamar la atención en la planta baja.

    Cada quién pensaba ir a su propia recámara, hasta que escucharon un grito en la planta baja y pequeños pasos que se acercaban corriendo. Todos se miraron con cara de pánico.

    -¡A las habitaciones, escóndanse en los armarios! – gritó entre susurros "Kido".

    Todos acataron la orden y tratando de no tirar las puertas, empezaron a entrar en las recámaras.

    Haizaki y "Hiroto" estaban por entrar a la propia, hasta que Nosaka los detuvo a ambos.

    - ¿Cuál es la habitación de Goenji? – cuestionó el ojigris.

    - La del final del pasillo. – respondió Haizaki, sin saber las intenciones del emperador.

    - Nishikage, ya sabes que hacer.

    El pelicrema cargó a ambos peligrises entre pataleos, para diversión de los que seguían en el pasillo, arrojándolos dentro de la habitación de los Goenjis.

    -¡¿Qué mierda les pasa?! – exclamaron enojados ambos chicos.

    - Si alguien los encuentra pueden pasar por dos fanáticos problemáticos, no es bueno que encuentren a "Goenji" aquí.

    Fue lo último que dijo el emperador, antes de salir con Nishikage, ni tiempo les dio de preguntar: ¿cuándo "Goenji" accedió a eso?

    Pero escuchando cómo alguien subía por las escaleras y la puerta de alguna habitación siendo abierta, no hubo tiempo para salir a perseguir a nadie.

    Entre empujones ingresaron al armario, tropezando al final "Hiroto" arrastrando al fondo del armario al de mayor altura con él. Haizaki terminó semi sentado dentro del estrecho espacio, con "Hiroto" sobre él apoyándose en sus hombros.

    -Quítate que pesas. – se quejó el aplastado, aparte de que "Hiroto" estaba muy cerca, en un estrecho espacio oscuro.

    - Como si me encantara estar sobre ti – "Hiroto" atacó con todo su sarcasmo, trató de incorporarse en medio de la oscuridad, con tan mala suerte que se sujetó de alguna de las camisetas guindadas y al soltarse la prenda, volvió a irse aún más cerca de Haizaki, golpeándose la frente.

    - ¡Joder!

    - ¡Duele!

    Haizaki tomó de la ropa a "Hiroto" dispuesto a comenzar una pelea mientras lo acercaba aún más, chocando los alientos entre ellos. Por supuesto que "Hiroto" captó el jalón hostil y pensaba devolverle cualquier insulto.

    Pero no les dio tiempo de comenzar con la agresión verbal, por estar distraídos no habían notado que a cada momento las puertas abriéndose y cerrándose se acercaban más a ellos. Cuando notaron que la habitación contigua a esa fue abierta, quedaron alerta inmediatamente, la intrusa estaba muy cerca.

    Sintieron el tiempo correr despacio por la ansiedad de ser descubiertos, cuando por fin escucharon el portazo de la habitación de Goenji. Por instinto cubrieron la boca del contrario. Haizaki con la única mano que tenía libre, "Hiroto" al estar sentado sobre el primero, utilizó las dos manos que antes tenía apoyadas en los hombros del ojirojo.

    Contuvieron la respiración al escuchar pequeños pasos deambular por el cuarto. Y gracias a la cercanía que mantenían en el oscuro lugar, ninguno perdió de vista los ojos del contrario.

    Con una mirada cómplice, ambos ya tenían al culpable de este problema, apenas salieran de ahí se vengarían de Nosaka y Nishikage...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Tatsuya arrastró a "Midorikawa" a la habitación de los peliverdes. Era la más cercana. Rápidamente entraron en el armario y esperaron en completo silencio...

    Silencio que no duró nada con "Midorikawa" ahí.

    -Tat~su~ya... – llamó al pelirrojo remarcando sílaba por sílaba – estamos solos. – terminó susurrando como si fuera un gran secreto ese descubrimiento.

    - Ya me di cuenta – comentó divertido, dispuesto a seguirle el juego. Amaba a ese revoltoso peliverde, que sin importar lo serio de la situación siempre lograba encontrar el lado positivo - ¿Tiene algo en mente el amor de mi vida?

    - Si, de hecho, sí. Porque resulta que llevo una semana viviendo con mi novio en un lugar casi libre de adultos. Y el muy despistado no ha querido hacerme nada malo. – terminó con un adorable puchero acercándose al ojiverde, comenzó el juego "Midorikawa".

    - Eso suena terrible – Tatsuya por más que trataba de mantener la fingida seriedad por el "problema", no lograba disimular la sonrisa en su rostro. "Midorikawa" tenía una manera muy particular de pedirle mimos... hace un tiempo habían comenzado ese juego, en el que el peliverde fingía serle infiel, con él, porque su novio, ósea él igualmente, lo tenía desatendido - ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarlo o necesitado caballero?

    - Se me ocurre besuquearme con el atractivo pelirrojo que está conmigo en el armario – dijo como quien no quiere la cosa, acercándose a Tatsuya y ronroneando de gusto al sentir como unas manos pálidas se posaban en su cintura.

    - Podríamos meternos en problemas si su novio se entera, he escuchado que es un celoso compulsivo – el ojinegro ya había pasado sus brazos alrededor del cuello del ojiverde, ansioso porque terminara la plática y comenzara la acción.

    - Nunca lo descubrirá, mis labios estarán sellados – sus narices ya se rozaban y los alientos chocaban expectantes por la poca distancia que faltaba recortar.

    En ese instante en el que "Midorikawa" estaba por lanzarse a los labios de su pálido novio, resonó la puerta. Yuka había entrado de golpe, asustando al de piel morena. Estaba a nada de soltar una exclamación de susto, cuando sus labios fueron invadidos por la lengua de Tatsuya, que ni corto ni perezoso encontró la manera perfecta de mantenerlo en silencio.

    Eso bastó para olvidarse de la pequeña intrusa, "Midorikawa" se pegó más a su novio entregándose al beso. Completamente extasiado de sentir como una de las manos de su pareja subía y suavemente masajeaba los pequeños mechones de cabello que revoloteaban cerca de su cuello. Escucharon la puerta cerrarse y no pudo importarles menos. Tatsuya empujó al peliverde, pegándolo al otro lado del armario, consiguiendo una adorable exclamación por la nueva cercanía de sus cuerpos.

    -Mmmhg~

    "Midorikawa" sería su perdición, Tatsuya estaba seguro de eso. Siguió devorándole la boca con más pasión que antes, encendido por los pequeños suspiros que estaba soltando. Deslizó suavemente su mano paseándola por su espalda hasta que regresó a la cintura del ojinegro, donde a la par de la otra continuó bajando, rozando apenas con los dedos los suaves y firmes cachetes con los que fue bendecido "Midorikawa". Sus manos picaban de emoción por más, su acompañante pareció entender su idea.

    Afianzando el agarre en su cuello, el peliverde dio subió lentamente la pierna derecha hasta anclarla en la cadera de Tatsuya, el cuál sostenía su muslo para ayudarlo. Ahora fue turno de subir la otra, suavemente el pelirrojo lo ayudó a levantar la pierna izquierda.

    "Midorikawa" tenía razón, llevaban una semana juntos y no habían tenido nada de intimidad, le recordó la punzada en su entrepierna, que gracias a la posición chocaba con la de su chico favorito. Aprovechando el buen anclaje de las piernas del peliverde en su cintura, Tatsuya acariciaba el muslo derecho, mientras la mano izquierda apretaba una de las posaderas del ojinegro.

    Estaban en su mundo besuqueándose, hasta que un fuerte estruendo junto a una sacudida logró que Tatsuya tropezara por el peso extra y ambos cayeron fuera del armario, con una exclamación de sorpresa y dolor por el golpe.

    Asustados de un posible ataque, ambos salieron de la habitación, encontrándose al resto del equipo que salía con prisa del lugar.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Con el mayor sigilo posible, ambos peligrises habían logrado acomodarse en el armario uno lejos del otro. Ambos esperando impacientes a que Goenji, Fubuki y Yuka abandonaran la habitación. Deseo que se vio truncado al sentir la sacudida, los fuertes ruidos y los gritos. Por milagro de la vida, ninguno de los dos cayó fuera del armario, pero ambos tenían el corazón bombeando fuerte al no saber lo que estaba ocurriendo.

    Escucharon a Goenji y Fubuki ordenarle a la pequeña que se quedara en el cuarto hasta que ellos regresaran.

    Maldijeron su suerte, eso era el colmo.

    Lograron escuchar pequeños sollozos de la pequeña, ahora el ambiente en el armario era extraño. No es que ninguno de ellos dos fuera precisamente muy sentimental, pero tampoco eran dos descorazonados que no se conmoverían ante una niña pequeña con miedo.

    Tratando de mantener la mente en blanco, se dedicaron a pensar en cualquier cosa, antes de que por un arrebato asustaran más a la menor con la presencia de dos desconocidos escondidos en el armario de su hermano mayor.

    -¡AAAAAAAAAHHHHH! – volvió a gritar Yuka, para el pesar de ambos rebeldes al escuchar otra posible explosión y una nueva sacudida.

    "Hiroto" tomó a Haizaki del brazo al ver que este tenía intenciones de salir para calmar a la niña.

    Claro que "Kira" no conocía del pasado del de largo cabello, pero Haizaki estaba seriamente preocupado, recordaba a Akane y su estadía en el hospital, pensaba en todas las veces que necesitó de él y no pudo consolarla. Y ahora a unos metros de distancia, había una pequeña niña aterrada, sin su hermano mayor con miedo a lo que estaba ocurriendo.

    Joder, el también tenía miedo. ¡Y le debía de triplicar la edad a la menor! Claro que ella estaría aterrada.

    Estuvo a nada de mandar el anonimato a freír espárragos, no dejaría a una niña pequeña llorando sola, pero fue detenido por su compañero. Al sentir el agarre en su brazo giró dispuesto a exigir que lo soltara, pero la serena mirada que le dirigió "Hiroto" junto a al movimiento negativo de su cabeza, bastó para calmarlo. Ver al revoltoso chico del rayo con una expresión tan seria bastó para hacerlo entrar en razón, no era momento de actuar impulsivamente.

    Luego de la segunda explosión, se formó un silencio total. En el armario tenían miedo de que sus respiraciones llegaran a los oídos de la de trenzas. Mas nada de eso importó, al escuchar pasos que venían de las escaleras.

    Asumiendo que era Goenji que regresaba por la hermana, ambos chicos respiraron aliviados, cuando la escucharon salir.

    -¡Hermano! – gritó emocionada dejando la puerta abierta.

    Dentro del armario demonio y dios, respiraron aliviados, se miraron de soslayo soltando una leve sonrisa. Ya podían respirar en paz...

    -¿Quién eres? – escuchar esa pregunta extrañó a ambos, pero asumieron que sería alguno de los chicos que Yuka no conocía, sea Asuto, Canon, Baddap... cualquiera.

    - ¡Haizaki me escuchas! – sorprendido por escuchar la voz de "Kido" en su oreja derecha, recordó los comunicadores que les dio Baddap.

    - Afirmativo. ¿Qué fueron las explosiones? – el de mirada rojiza se relajó en sobremanera al escuchar al estratega.

    - ¡Una distracción, nos querían lejos! – "Kido" se escuchaba bastante alterado al otro lado y de fondo había más gritos que no lograba distinguir.

    - ¿Cómo que distracción? Habla claro "Kido" – esa frase llamó la atención de "Hiroto", que volteó a ver el ceño fruncido de Haizaki.

    - ¡Hay un campo de fuerza alrededor de la concentración, no podemos entrar!

    Esa frase bastó para dejar helado al de tes morena.

    Pero "Hiroto" se aterró por igual al escuchar la última frase que pronunció Yuka desde el pasillo.

    - ¿Por qué traes una capucha?

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Ambos Goenjis estaban desesperados. Golpeando furiosos el campo de fuerza como si a base de puñetazos lograran derribarlo. Algunos de los chicos habían ido a buscar balones de futbol a la vieja caseta del club, con suerte varias super técnicas combinadas lograrían romperlo.

    Pero Baddap y Canon, sabían que esto no era tan simple. Ambos buscaban la frecuencia que emitía el escudo, de ahí era tratar de conectarse al dispositivo que lo generara y hackearlo. Utilizaban los brazaletes que les había suministrado el profesor Killard, pero por más que ambos insistían no daban con ninguna solución.

    "Kido" había llamado a Haizaki para advertirle. Tenía un muy mal presentimiento. Los primeros explosivos que escucharon los llevaron hasta la arboleda que poseía el colegio, pero solo encontraron un pequeño cráter con restos de lo que fueron varias bombas. Canon y Baddap habían comenzado a escanear los restos, cuando explotaron la segunda ronda de explosivos. Esos venían de fuera del colegio. Fue más instinto que pensamiento, todos corrieron hacia donde vieron el humo.

    Una desagradable sorpresa se llevaron, habían estallado los botes de basura que estaban afuera de la institución, los contenedores aún tiraban humo y había fuego. El olor no era nada agradable y antes de que se agregara alguna conjetura, escucharon un extraño ruido proveniente de la concentración.

    Ese fue el preciso instante en el que el terror se apoderó de los rostros de ambos goleadores de fuego, la concentración era cubierta por un campo de fuerza, con un color celeste transparentoso y pequeñas ondas de energía. Les fue imposible acercarse.

    Yuka estaba ahí dentro...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Ambos peligrises salieron a prisa del pequeño armario. Corriendo al pasillo, espantados de ver al encapuchado, ahora sabiendo que su nombre era Jaret, con la mano estirada hacia Yuka.

    -¡Aléjate de ella! – gritaron ambos. De un salto, el encapuchado retrocedió por primera vez revelando el rostro del hermano menor de Baddap. Yuka se asustó al ver la cicatriz que surcaba la mitad del rostro del de tes morena. Pero para Haizaki y "Hiroto", era más impactante la mirada carente de vida del joven.

    Colocando a la niña tras ellos, se disponían a encarar al peliblanco. Poco les importaba que fuera hermano menor de Baddap, ese tipo tenía varias cuentas pendientes con ellos.

    Importándole poco las miradas amenazantes hacia su persona, Jaret levantó el brazo izquierdo, donde tenía una especie de guante, mesclado con un brazalete, cortesía del gobierno futurista.

    Las alertas se activaron en la mente del dios y el demonio al ver como se cargaba un pequeño rayo rojo en aquel guante. En cosa de instantes se escuchó un disparo, Haizaki que estaba más cercano a la hermana de Goenji, la jaló con él cayendo dentro de la habitación de los Kazemarus. Mientras que "Hiroto" saltó en dirección contraria, protegiéndose dentro de la habitación de Tsunami y Tachimukai. Por suerte todos habían dejado las puertas abiertas al salir corriendo.

    El ruido del rayo impactando contra la pared, les confirmó que fue buena idea haber escapado del tiro.

    - ¿Estás bien? – preguntó Haizaki a la pequeña que protegía bajo su cuerpo, ignorando momentáneamente los gritos de pánico de "Kido" en su oreja.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -¡Haizaki! ¡Haizaki, responde! – "Kido" estaba a nada de sufrir un ataque de pánico. Estaban viendo hacia la concentración tratando de descifrar alguna manera de entrar. Cuando vieron parte de la pared del segundo piso caer en pedazos, junto a una luz rojoza.

    -¡¿"Hiroto" estás bien?! – por su parte, Tatsuya estaba mucho más pálido de lo que ya era. Al igual que "Kido" presenció la pared caer y el rayo rojo que se perdió luego de abrirse un agujero en el segundo piso. No dudó en comenzar a llamar a gritos a su hermano, ante la mirada preocupada de "Midorikawa".

    "Goenji" por el contrario estaba gritándole a ambos peligrises que respondieran. Mientras Goenji llamaba a gritos a su hermana.

    Los demás estaban sumamente preocupados, no solo por Yuka, sino también por los dos peligrises, que no estaban dando señales de vida.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Haizaki quedó un poco más tranquilo, al ver el pequeño asentimiento que le dedicó la niña de trenzas. Tenía que sacarla de ahí, pero YA.

    Iba a decirle algo para tranquilizarla, pero sintió una presencia en la puerta del cuarto topándose de frente con Jaret, que nuevamente lo apuntaba con aquel guante del demonio.

    -Haizaki Ryouhei, eres una amenaza para los planes del futuro. Debes ser eliminado.

    El de largos cabellos cubrió con su cuerpo a la menor sabiendo que en tan reducido espacio no lograría evitar el rayo.

    -¡Déjalos en paz! – el grito de "Hiroto" junto al sonido de un fuerte golpe, hicieron a Haizaki levantar la mirada.

    Tirado en el piso estaba Jaret y tras él, se encontraba su compañero de habitación con una tabla de surf. Había golpeado al hermano de Baddap con lo primero que encontró.

    -Salgamos de aquí – rápidamente se acerco a Haizaki, para cargar a Yuka y encaminarse a la puerta – Haizaki mueve o te dejo aquí. – Avisó al ver que su compañero seguía en el piso, viendo impresionado al chico del futuro desmayado, junto a la tabla de surf.

    Continuará...

    ¡ESTOY DE REGRESO!

    Señooooooooor, cómo extrañaba esto. Volvemos a la carga, por fin veremos más interacción entre Haizaki y "Hiroto". Los cuales olímpicamente están ignorando los gritos de sus amigos por los comunicadores.

    Estoy emocionada por el próximo capítulo, tengo mil ideas fluyendo por aquí y por allá para tantas cosas...

    Pero bueno, guardemos los spoilers. Como siempre las preguntas:

    ¿Les ha gustado el capítulo?

    ¿Creen que esos tres ya están a salvo?

    ¿Me extrañaron? Yo a ustedes sí. He estado super desconectada

    Cuéntame tu parte favorita.

    Creo que la mía ha sido el momento TatsuMido y "Hiroto" golpeando a Jaret con la tabla de surf de Tsunami.

    Título para la próxima semana: El gato y los Ratones.


    Otra cosa, para los fanáticos del Goenji x Fubuki y los amantes de Yuuka, escribí un One Shot, desde el punto de vista de la pequeña. Si se quieren reír un rato pueden pasar a leerlo. Se llama "Un Príncipe para Goenji".


    No se olviden de comentar y dejar su voto si les ha gustado.

    Nos leemos, hasta la próxima...
  10. .
    Muchas gracias a Michelle Gil por comentar, espero que disfrutes el capítulo. Y me encantó la imagen de patricio, gracias <3

    Alucinación




    Comenzaba un nuevo día, Kazemaru tuvo que convencer a sus padres para dejarlo asistir al colegio. Su madre seguía preocupada por la alucinación que su hijo sufrió en la noche. Pero Kazemaru le aseguró que se sentía muy bien y ya no existía rastro de fiebre alguno.

    -Si te comienzas a sentir mal, me llamas a la oficina y vendré por ti. – Esa fue la única manera en la que accedió a dejarlo ir.

    - Lo prometo.

    - No te sobre esfuerces. – pidió su padre. El único aliado que tenía cuando su madre quería llevarle la contraria. – Ten buen día hijo.

    Con eso por fin salió de su hogar, respirar el aire mañanero le hacía bien. Sonrió emocionado dispuesto a disfrutar un nuevo día junto a sus amigos.

    ----∞----



    Fudo despertó después de una muy necesitada noche de sueño. Por una vez no lo pararon gemidos en la madrugada, tampoco tuvo que verle la horrible cara a su padrastro. Extrañamente eran contadas con una mano las veces que se ha quedado a dormir en la casa de Kido.

    Por más invitaciones que este le había hecho, Fudo odiaba dejar sola a su madre.

    Bajó a desayunar con su mejor amigo y su padre, como siempre que estaba el dueño de la casa, la comida fue en completo silencio. Terminaron de comer y ya el chofer los esperaba para llevarlos al Instituto Imperial.

    - ¿Alguna vez te he dicho lo extraño que es, saber que tienes un uniforme de repuesto en tu casa solo para mí?

    - Prefiero considerarme una persona preparada para cualquier situación.

    Así fue su conversación hasta que por fin bajaron del coche. Caminaron en completo silencio hasta las clases, mientras los estudiantes les abrían el paso. Unos por miedo a Fudo, otros por respeto a Kido.

    ----∞----



    Llegó el receso y Kazemaru necesitaba ir al baño.

    -Ya los alcanzo chicos. – les avisó dispuesto a tomar otro camino.

    - ¿Te compramos algo de comer? – preguntó Endo, él si debía formar fila en la cafetería.

    - No se preocupen, tengo mi comida.

    - Te guardaremos puesto – le sonrió Fubuki.

    Kazemaru solo sonrió, tenía los mejores amigos que podían existir. Entró al baño, al momento que salían unos chicos.

    ----∞----



    Kido, Fudo, Sakuma y Genda, caminaban rumbo a la cafetería. No es que los dos últimos fueran sus amigos, ni siquiera se llevaban bien, pero por Kido lograban convivir medio en paz. Genda y Sakuma conversaban sobre un parcial que tenían luego de la hora libre, Kido venía tranquilo escuchando la conversación. Fudo solo ignoraba todo hasta que se acordó.

    -Ah... dejé mi credencial en el salón – aquello era necesario para la entrega del almuerzo. Normas del instituto.

    - ¿Es en serio Fudo? No se puede ser tan despistado – se quejó Sakuma – No pienso regresar solo por eso.

    - Nadie te ha pedido que lo hagas, acosador de Kido.

    Sakuma se ofendió y rojo como estaba fue detenido por Genda, sino se lanzaba sobre Fudo. Pero el portero sabía que no le ganaría al de ojos verdes, mejor evitar el derramamiento de sangre.

    - ¿Quieres que te acompañe? – ofreció Kido – Sakuma y Genda pueden guardarnos puesto en la fila.

    - No, mejor ve con ellos, iré más rápido solo.

    - Ok, te esperamos en la cafetería.

    - ¡Mejor no regreses! – le gritó Sakuma aún molesto para gracia de Genda y Kido.

    ----∞----



    Kazemaru salió del cubículo en el que había ingresado y justo en ese momento entró al baño el desconocido de anoche. Se quedaron viendo el uno al otro, incrédulos.

    -No puede ser, ya estoy alucinando otra vez. – se quejó Kazemaru restregándose el puente de la nariz.

    - Esa es mi línea, por lo menos ahora si tienes ropa puesta.

    - No voy a hablar con una alucinación, solo fingiré que no te estoy viendo y en algún momento vas a desaparecer. – Kazemaru abrió el grifo del agua dispuesto a ignorar al desconocido.

    ----∞----



    Fudo entró al salón y para su desgracia, encontró al mismo chico de ayer.

    -No puede ser, ya estoy alucinando otra vez. – lo escuchó quejarse.

    - Esa es mi línea, por lo menos ahora si tienes ropa puesta. – era verdad, vestía un uniforme que no reconocía, pero era mejor eso que lo que vio anoche.

    - No voy a hablar con una alucinación, solo fingiré que no te estoy viendo y en algún momento vas a desaparecer.

    - Debes ser la primera ilusión que dice que va a desaparecer la persona que te imagina – Fudo estaba comenzando a darle la razón a Kido, quizás si estaba demente y su psicosis aumentó anoche. – No puedo creer que le esté respondiendo a algo que no existe. ¿Si me estoy volviendo loco, no sería mejor imaginarte con el uniforme de mi instituto?

    ----∞----



    -¿Disculpa? – Kazemaru volteó a ver incrédulo a lo que consideraba producto de su cabeza - ¿De qué rayos estás hablando? Soy muy real y tú eres el raro producto de mi imaginación que aparece o sin ropa o con un ostentoso uniforme.

    - Para tú información este es el uniforme del Instituto Imperial. Y no eres real, eres producto de mi retorcida cabeza... al menos que seas un fantasma. Dime que no eres un espíritu que busca el descanso eterno y no pudiste encontrar a alguien mejor para joder que no fuera yo.

    - Definitivamente estás loco... No... espera... ¿Dijiste Instituto Imperial?

    - ¿Eres un fantasma sordo o algo así? Si, soy Fudo Akio, becado del Instituto Imperial. ¿No deberías de saber eso si eres producto de mi imaginación?

    - No soy producto de tu imaginación, tu eres producto de la mía... y es ridículo que esté tratando de hablar con algo que no existe. Mis amigos me están esperando y no tengo tiempo para perder contigo solo desaparece como ayer.

    ----∞----

    Fudo comenzó a encontrar un extraño placer en molestar al fantasma. Ya que vendría a atormentarlo para hacerle creer que se estaba volviendo loco. Él lo volvería loco primero.

    - No sabía que los fantasmas tuvieran amigos. ¿Qué hacen juntos? ¿Juegan escondite entre las tumbas? O ya sé, se divierten en competencias para ver quién mueve más objetos.

    - ¿Mi cabeza no podía imaginar a alguien más normal? Mira soy Kazemaru Ichirouta, estamos en el Instituto Raimon y mis amigos son los miembros del club de futbol, Endo Mamoru, Goenji Shuuya, Fubuki Shirou y eso solo por mencionar a los más conocidos. Ahora hazme un favor y desaparece de mi vista.

    Aquello dejó pensando a Fudo... esos nombres le sonaban de algo, pero si todo eso era inventado de seguro es porque en algún lado lo escuchó. El chico fantasma o ilusión de su cabeza con largo cabello celeste le pasó a un costado y salió de su salón tirando la puerta.

    -Valla fantasma mal educado...

    Continuará...

    Espero que lo disfruten.

    Como siempre capítulos cortitos y algo graciosos.

    Nos leemos, hasta la próxima.
  11. .
    Akino chan, gracias como siempre por comentar y el apoyo. : )

    Fudo vs "Fudo" - EXTRA




    Más que un capítulo, esto es un extra.


    ~*~*~*~*~*~*~*~



    -Te dejo con tu fiera, no destrocen la enfermería – y dejando a un rojo "Kazemaru" por el enojo, Fudo salió campante.

    - Es un... - comenzó a maldecirlo por lo bajo, mientras se volteaba hacia "Fudo", quién más que enojado parecía divertido por la situación – y tú deja de reírte... A ver quita la gaza, con suerte no tendrás rota la nariz.

    - No descargues conmigo tu enojo, mira que estoy herido – trató "Fudo" de suavizar el ambiente. Después de todo, no quería las manos de "Kazemaru" cerca de su nariz si estaba enojado con una persona que tiene su misma cara.

    Alejando la gaza de su nariz, le permitió revisar la zona. El peliceleste con delicadeza posó su mano derecha en el rostro del ojiverde y con su pulgar e índice, comenzó a palpar la nariz sin realizar mucha presión.

    -Parece que no hay nada roto. – "Kazemaru" estaba tan centrado en su tarea que no notó la cercanía que él mismo creó. – Mientras no vuelva a sangrar nos podemos quedar tranquilos. - Por su parte "Fudo" solo disfrutaba del momento, sabía que el otro no era consciente de nada y que se alejaría apenas lo notara. Así es que se propuso disfrutar lo más que pudiera de los cuidados de "Kazemaru", embriagarse con su esencia y disfrutar de su delicado tacto. Fiera o no, "Kazemaru" siempre cuidaría de las personas que fueran importantes para él y "Fudo" sabía que, desde hace un tiempo, él ostentaba uno de esos lugares.

    -El sangrado se detuvo hace un rato – le anunció suavemente, si alzaba la mucho la voz, posiblemente "Kazemaru" reventaría la pequeña burbuja de intimidad que se había creado.

    - Ya veo... - estaba completamente enfocado en buscar alguna zona que produjera dolor en particular, había notado la pequeña mueca que hacía "Fudo" si realizaba presión en la zona derecha de la base de la nariz. Pero fuera de eso, todo lo demás parecía estar bien. – Parece que solo fue una pequeña lesión. ¿Cómo no bloqueaste el golpe? – "Kazemaru" se alejó un momento para tomar agua oxigenada y más gazas, para limpiar la zona. "Fudo" no se quejó cuando volvieron a estar a tan poca distancia.

    - Mis manos estaban ocupadas y él tiene la cabeza dura – la pelea rememorándola le hacía gracia. Nunca creyó terminar golpeándose a él mismo... bueno, a su él de otra realidad, línea de tiempo o lo que sea. - Eres bueno en esto – le comentó para sacarle plática, al tenerlo tan cerca, el aliento de "Kazemaru" inundaba sus fosas nasales, reemplazando un poco el olor metálico de la sangre.

    - Si bueno, uno gana experiencia, cuando el capitán es portero y su entrenamiento favorito consiste en parar llantas que muchas veces terminan en su cara.

    Ok, se mosqueó porque mencionó a otra persona, pero más eran las ganas que tenía de reírse por imaginar eso. Y de hecho, "Fudo" estaba por soltar una leve risa, pero "Kazemaru" lo detuvo posando su mano sobre su boca, para sorpresa de "Fudo".

    -No te rías – le avisó – estabas sangrando hace apenas unos momentos, no es bueno que hagas movimientos bruscos al inhalar o exhalar por un rato.

    Aún con la mano en su rostro, el de cabellera marrón solo asintió y una vez que lo sintió relajarse, "Kazemaru" volvió a la tarea de limpiar bajo las fosas nasales y continuar con el rastro de sangre descendente. Había sangre seca y otra un poco más fresca, junto a "Fudo" se iban acumulando las gazas rojizas. Una nueva gaza fue tomada, suavemente la deslizó por los labios del ojiverde, que fascinado se dejaba hacer. Tan concentrado estaba el peliceleste, que no fue consciente de su alrededor, hasta que "Fudo" tomó la mano que limpiaba ahora su barbilla. Y besó las falanges. Automáticamente las mejillas de "Kazemaru" tomaron color y no fue hasta ese momento que notó la cercanía con su compañero.

    -¿Q-q-q-qu-qué crees que estás haciendo?

    - Le doy las gracias a mi enfermero – "Kazemaru" trató de retroceder, pero "Fudo" fue más rápido. Con sus piernas mantuvo lo acercó a él, ahora sin posibilidad de alejarse y aún sin soltar su mano. Evitando caer hacia el frente, "Kazemaru" terminó apoyando su mano libre contra el pecho del "Fudo".

    - Esto no es gracioso, déjame ir – no iba a admitirlo, pero estaba nervioso no solo por la cercanía, "Fudo" no apartaba la mirada de sus ojos, reflejando una completa paz. Y mientras todo su sistema estaba alerta, su cerebro le recordaba que nadie le había dedicado una mirada parecida en su vida.

    - ¿Quién dijo que era un chiste? – "Fudo" estaba de los más divertido, disfrutando el ceño fruncido de "Kazemaru" junto al sonrojo de sus mejillas.

    - Suéltame – demandó.

    - ¿Si no lo hago?

    - Atente a las consecuencias. – "Fudo" no pudo evitar sonreír ante la amenaza, eso era lo que le encantaba de "Kazemaru" él estaba dispuesto a pelear, no se amedrentaba ante nadie, estaba dispuesto a plantarle cara a cualquiera. Lidiar con "Kazemaru" era un reto diario, nunca dejaba de sorprenderlo.

    - Mira cómo tiemblo. – se burló. Pero no esperó el siguiente movimiento del exatleta. "Kazemaru" utilizó su mano libre para presionar la nariz de "Fudo" justo donde sabía que le dolía. – ¡Agh!

    Libre de las piernas de "Fudo", se alejó unos pasos, mirándolo con superioridad.

    -Te lo advertí.

    - No eres divertido... - Había un mohín en los labios del solitario rebelde, observando a su agresor. – Me dolió. Si vuelvo a sangrar será tu culpa.

    - Un pequeño apretón, no es peor que los golpes que te has dado con Fudo – lo miró con reproche. "Kazemaru" no estaba para nada feliz de saber que pelearon.

    "Fudo" miró a un costado, cruzando los brazos. Estaba enfurruñado con "Kazemaru" ...

    -Yo salvé a "Kido" de la ira de mi igual y tu me pagas así. – ahora estaba siendo dramático, pensó "Kazemaru". Pero ya que lo mencionaba, aprovechó para preguntar.

    - ¿Por qué Fudo estaba molesto?

    - No es algo que necesites saber – la expresión infantil que "Fudo" tenía mientras hacía su pequeño drama, terminó en completa seriedad.

    "Kazemaru" solo lo miraba tratando de descifrar qué ocultaba...

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    "Fudo" no permitió que Fudo estuviera de pie en ningún momento, lo arrastró hasta afuera de la concentración y lo terminó de lanzar al piso.

    - ¡Te quieres calmar! – le gritó "Fudo" a Fudo, luego de aguantarse callado todos los insultos hacia su persona.

    - ¡Jódete! – Fudo, estando tirado aún en el piso, se lanzó sobre "Fudo".

    Ahora ambos rodaban por el piso tratando de someter al otro. Entre puños y patadas, dados y esquivados. Terminó Fudo sobre "Fudo", sosteniéndolo con una mano del cuello y con la otra apoyándose en el piso.

    Ambas respiraciones erráticas eran lo que llenaba el silencio del lugar, se miraban con odio, de esmeralda a esmeralda.

    -Muy valiente y todo ¿Ahora quién te ayuda? – preguntó con burla haciendo algo de presión en el cuello del contrario. No pensaba ahorcarlo reamente, pero así podía mantener el control.

    - Muérete – "Fudo" volvió a conectar su puño en la mejilla derecha de Fudo, justo como en el comedor. Lanzándolo a un costado. Ahora posicionándose encima del otro, pero para evitar los golpes, tomó ambas muñecas presionándolas contra el piso e inmovilizando las piernas de Fudo. – Ahora que estás quietecito, me vas a escuchar.

    Si las miradas mataran, "Fudo" estaría muerto y enterrado bajo el magma del centro de la tierra.

    -No sé que te habrá dicho "Kido" para alterarte, pero fue estúpido tu comportamiento. Amenazar a "Kido" frente a todo el comedor, es de lo más estúpido que te he visto hacer, desde que estoy aquí.

    - Lo que yo haga o deje de hacer, no es tu asunto. Podremos tener la misma cara, pero no somos iguales en nada.

    - Tienes razón. No soy tan estúpido como para atacar a "Kido" frente a Haizaki.

    - Haizaki, como si fuera el mismísimo Kageyama me traen sin cuidado, me vale una hectárea de mierda lo que le pase a este equipo. Acabaré con cualquiera que se meta en mi camino, todos son unos inútiles buenos para nada. Ninguno sabe defenderse y quieren venir a tocarme las pelotas.

    - ... No te creo – dijo "Fudo" serio.

    - Me trae sin cuidado lo que pienses.

    - Lástima para ti, que nuestros pensamientos tal vez no son tan diferentes. Dices que son unos inútiles y no saben defenderse. Y es eso lo que te hace preocuparte por ellos.

    - Eres más idiota de lo que creí.

    - Y tu eres más cabezota de lo que pareces. – "Fudo" ya se iba haciendo una idea de por qué Fudo, armó ese espectáculo. Suspiró antes de soltarlo, se puso de pie extendiendo una mano hacia su igual para ayudarlo a levantar, pero fue ignorado por Fudo que se puso en pie solo – Creíste que amenazando a "Kido" lo alejarías de lo que sea que estés haciendo. Pero no funcionó, por eso pensabas "atacarlo", si Haizaki o cualquier otro del equipo se interponía, lo más seguro es que quisiera mantener a "Kido" lejos de ti. Tendrías libertad de hacer lo que quisieres sin tener que cuidar a nadie.

    - ¿Y tu dices que yo me fumé algo? – ya lo tenía, "Fudo" lo sabía. En lugar de negarlo, buscaba cambiar el tema molestándolo.

    - Deja la estupidez en paz, que estás abusando de ella. No se que me parece más patético, que trates de engañarme a mí o que ignores a Kido que parece perro faldero tras de ti, para luego armar un escándalo con "Kido".

    - Por lo menos Kido, se las puede ingeniar para salir de algún problema si queda envuelto. ¿Y "Kazemaru"? Ni siquiera pudo salir solo de un congelador... - Fudo acaba de tocar una fibra sensible, se sentía acorralado por la facilidad con la que su otro yo lograba entender su cabeza – Cuéntame ¿Qué se sintió ver a "Kazemaru" siendo "resucitado" por Tsunami sabiendo que no podías hacer nada?

    Y ahora fue "Fudo" el que se lanzó sobre Fudo. Trató de volver a golpearlo, pero, aunque Fudo evitó el golpe, no contó conque se le fuera encima. De vuelta en el piso, volvieron los golpes en los costados, las patadas, una que otra mordida fue dada, no hicieron falta los aruñazos. Hasta que "Fudo" volvió a quedar sobre Fudo. Estaba molesto... no hacía más que ver a su igual con odio.

    Fudo tampoco controlaba su boca, dejó de forcejear, porque sabía que más le iban a doler las palabras – No estabas ahí, no fuiste a salvarlo, estabas de lo más feliz haciendo sabrás que sinsentido y "Kazemaru" estando a punto de morir.

    - ¡CALLATE! – lo había jodido. "Fudo" guardaba aún la impotencia, culpa, pesar, miedo, terror de ese día.

    - No puedes proteger a quién dices querer.

    - No quiero escuchar eso de ti. Kido casi muere en la montaña rusa, te haces el muy duro quedándote callado a su lado, como si no te importara, pero estás marcando territorio. Lo alejas para protegerlo, pero realmente no tienes las bolas para comenzar algo con él. ¿Tan poca cosa te sientes a su lado?

    El último comentario le costó un buen golpe. La frente de Fudo impactó contra la nariz de "Fudo" por fin logrando que lo soltara. "Fudo" cayó hacia atrás y Fudo aprovechó para ponerse de pie y patearlo en el estómago dejándolo sin aire.

    - ¿Te duele que te digan la verdad? – con sangre corriendo de su nariz y aún tratando de regresar el aire a su sistema, "Fudo" le regresó la frase.

    - Lo mismo podría decir de ti. – Fudo lo veía desde arriba, con superioridad – Dices que me siento poca cosa al lado de Kido, pero tu no eres capaz de enfrentar a "Kazemaru", te la pasas persiguiéndolo como su acosador personal, pero no puedes confrontarlo.

    Se formó un largo silencio, en el que solo se veían el uno al otro. Y de la gran nada los dos comenzaron a reír. Fudo cayó al piso sentándose junto a "Fudo", que como pudo se enderezó tomándose el estómago.

    -Somos una mierda en esto del amor – comentó Fudo.

    - Completamente de acuerdo... Ya deja de hacerte el difícil y cuéntame ¿en qué estás metido?

    Fue una larga charla para explicarle sobre el tipo de la máscara, la fotografía, porqué "Kido" sabía, pero por lo menos consiguió el apoyo de alguien más... alguien que tenía un buen gancho, su mejilla ya estaba inflamada por los golpes que recibió.

    "Fudo" convenció a Fudo de entrar y disculparse con "Kido", eso le daría a Kido una buena impresión. También daría algo de lástima si lo veía golpeado. Y con suerte él también saldría ganando con "Kazemaru" preocupado.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    -Está bien – habló "Kazemaru" sacando a "Fudo" de sus recuerdos. – Si no puedes decirme, no insistiré. - Con un movimiento de cabeza y en silencio agradeció que no insistiera. – Pero más les vale no volver a pelear. No haré de enfermero si vuelven a discutir.

    - Entendido – "Fudo" no pensaba insistir, sabía que era mentira. Y le divertía que "Kazemaru" creyera que él se tragaría eso.

    - Lo digo en serio.

    - Claro, claro, yo te creo. – "Kazemaru" lo miró mal y "Fudo" no pudo más que sonreír.

    Terminó de limpiar la sangre y todas las heridas visibles que tenía. "Fudo" omitió el golpe de su estómago, no quería preocuparlo más de la cuenta.

    -Y listo – avisó "Kazemaru"

    - ¿Y mi beso para que me sienta mejor? – preguntó con burla "Fudo".

    - No eres un niño – "Kazemaru" estaba concentrado recogiendo todo lo que utilizó para curar y botando lo que ya no servía.

    - Pero con los besos todo se cura más rápido – realmente no esperaba nada, solo quería molestarlo.

    "Kazemaru" por fin terminó de dejar todo en su lugar y se acercó a "Fudo" que lo veía divertido. Sabía que "Kazemaru" no se atrevería a nada, solo quería que se apenara. Pero el apenado fue él.

    Un rápido beso, fue depositado en su nariz. Lo siguiente que escuchó fue a "Kazemaru" salir de la enfermería.

    -Le gusto... definitivamente le gusto...

    Ese chico de melena celeste lo traía loco.

    Continuará...

    Gracias a todos los que siguen esta história. Casi nadie comenta, pero el contador de lecturas siempre sube <3 gracias fantasmitas que me leen.
  12. .

    Confusión




    -¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH! – el grito de pánico resonó en ambas residencias. Asustando no solo a los vecinos, también alertó a otras personas dentro de los hogares.

    -¡¿Qué haces aquí?! – gritó Kazemaru jalando la colcha de su cama para cubrirte. - ¡¿Cómo entraste?!

    ----∞----



    -¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Cómo entraste?!– gritó el desconocido jalando la sábana de su cama.

    - ¡Yo debería decir eso! ¡¿Cómo burlaste la seguridad de esta mansión?! – Fudo juraba que ese tipo estaba loco, lo acusó a él, cuando obviamente el intruso era otro.

    - ¡Fudo! – en ese momento entró Kido a la habitación, moviendo la atención del ojiverde del joven desconocido a la puerta del cuarto - ¡Escuché un grito! ¡¿Estás bien?!

    -¡Claro que no estoy bien, hay un desconocido desnudo en el cuarto! – muy seguro de sus palabras, Fudo señaló hacia la cama, donde no había absolutamente nadie - ¿Pero qué? ¡Estaba aquí! ¡¿Dónde te escondiste?!

    Kido veía preocupado como Fudo aun en toalla buscaba a un supuesto chico desnudo. Era imposible que alguien entrara a su hogar sin autorización, tenía uno de los mejores sistemas de seguridad del país.

    Fudo ya había volteado el colchón, tirado las almohadas y sábanas, ahora rebuscaba en el armario.

    -Fudo, creo que tu fiebre era más grave de lo que creímos. Vamos a cenar y llamaré al doctor para que te revise.

    - ¡Él estaba aquí! – dijo muy seguro y molesto ante la mirada que le lanzaba Kido, Fudo podía ser muchas cosas, pero no era mentiroso - ¡No me mires como si estuviera demente!

    - Primero deja de gritar, segundo no creo que estés demente, yo estoy seguro de que estás demente, verte buscar un fantasma solo le suma un punto más a tu posible psicopatía.

    - Eres un horrible mejor amigo.

    - Soy tu único amigo, si me consideras tan horrible creo que eso dice más de ti que de mí.

    - Kido aquí había alguien, me habló y hasta jaló las sábanas.

    - Cuando entré estabas completamente solo. Habías gritado, puede que solo alucinaste al chico.

    - ¿Y me lo imaginé sin ropa? - Fudo estaba ofendido, Kido no le creía.

    - Yo no sé qué tipo de fantasías raras tengas. – Kido alzó las manos como señal de paz. Él no quería indagar mucho – Mira, lo único que sé, es que te desmayaste en medio de la práctica. Tal vez te golpeaste la cabeza y hasta ahora sentiste el efecto. No has comido bien y sé que no duermes bien. Todo eso al final afecta a las personas, incluso a seres humanos raros como tú.

    - Repito, eres un horrible mejor amigo. Pero puede que tengas razón.

    - La tengo, ahora vístete y vayamos a cenar – Kido le dejó la ropa que venía cargando desde que entró corriendo, alertado por el grito y se retiró para que se cambiara.

    Fudo ya sentado a la mesa con su mejor amigo, disfrutando una cena cuyo nombre no sabía pronunciar, comenzó a olvidar el incidente y mentalmente le dio la razón a Kido.

    -Quizás solo estoy estresado... - susurró para él mismo. Quitándole importancia al asunto.

    ----∞----



    - ¡Yo debería decir eso! ¡¿Cómo burlaste la seguridad de esta mansión?!

    Kazemaru solo lo miró raro - ¿De qué mansión está hablando este loco? – se preguntó mentalmente. Pero unos ruidos en la planta baja llamaron su atención, escuchó los pasos apresurados que venían a su habitación.

    -¡Ichirouta! – su madre entró corriendo a su cuarto abriendo de golpe la puerta y desapareciendo al desconocido - ¿Qué ocurre bebe? Te escuché gritar.

    La angustiada madre se acercó a su hijo inspeccionándolo y al asegurarse de que no había nada malo, suspiró aliviada.

    -¡Mamá había un desconocido en la casa!

    - ¡Oh, Dios! ¿Entró alguien a robar? ¿Te hicieron daño? – la mujer tomó por los hombros a su retoño pensando en lo que hubieran podido hacerle.

    - No, no. No me hizo nada, era como de mi edad, pero estaba en toalla y habló algo de una mansión. Creo que era un loco. Salí del baño y estaba aquí en mi cuarto y puff, desapareció cuando entraste.

    - ... - ahora la mujer estaba preocupada por la salud mental de su hijo – Cariño... ¿Esto es alguna manera moderna de explicarle a tu madre que estás en la etapa de la vida donde saliste del closet y comienzas a fantasear con chicos en poca ropa? Porque si es así, debemos tener una seria conversación.

    -¡Mamá! – gritó avergonzado - ¡No es nada de eso! ¡Había alguien aquí, me habló!

    - Cariño, no había nadie cuando yo entré, tampoco había otra persona en la casa. ¿Te sientes mal todavía? ¿Quizás te volvió la fiebre? – colocando su mano sobre la frente de su hijo, tomó la temperatura. – Mmmm, parece que estás bien.

    - Estoy bien mamá, tomé la pastilla que me dejaste apenas me levanté.

    - ¿No comiste algo antes de tomarla? – Kazemaru negó – No es bueno tomar medicamentos con el estómago vacío, de seguro que lo que viste es algún efecto secundario de la medicina... Pero si estás saliendo del closet, todo está bien, tu padre y yo te amamos igual.

    Kazemaru retuvo el impulso de estrellar la palma de su mano contra su frente. Su madre era única en su especie.

    -¿Podemos dejar mi sexualidad para otro momento?

    - Está bien tesoro, cuando tu estés listo hablaremos. Ahora ponte algo abrigado y baja a comer. Estaba terminando de preparar la cena cuando gritaste. – con un beso en la mejilla, la señora Kazemaru dejó a su hijo solo y se fue a darle los toques finales a su comida.

    Kazemaru se puso su pijama y solo por si acaso revisó su cuarto. No había rastros de ninguna otra persona.

    -Quizás solo fue la medicina... - se dijo a él mismo, para dar por zanjado el tema.

    Continuará...



    Sensorium no tendrá día fijo de actualización, simplemente lo haré cuando tenga pequeños espacios desocupados en mi agenda.


    Nos leemos, hasta la próxima.
  13. .

    DESPERTAR



    Rusia 8:00 pm

    Lus Kasim se encontraba en su habitación tranquilamente recostado en su cama junto a una tasa de cocoa caliente. Redactaba un informe sobre la monarquía rusa que debía entregar al día siguiente. Estaba concentrado en los últimos párrafos cuando lo sintió. Suspiró antes de anunciarle a los demás.

    -Han despertado... - dijo sin referirse a nadie en particular.

    -El clubster pronto estará reunido – respondió Clario sentándose en la cama del rubio.

    .

    .

    .

    España 6:00 pm

    Clario Orvan caminaba de lo más entretenido por el Parque Güell, le brindaba paz interior disfrutar de la curiosa arquitectura y los vibrantes colores que adornaban el paseo. Combatía el frío con un humeante café y consideraba si quedarse un rato más por la zona o regresar a su hogar, cuando sintió a sus hermanos faltantes. Detuvo su andar apreciando a Lus Kazim sentado en una de las sillas corridas de la plaza y aprovechando que la zona estaba apartada, tomó asiento junto a él.

    -Han despertado -avisó Lus.

    -El clubster pronto estará reunido – respondió, mientras sentía unas pequeñas manos colgarse en su cuello.

    -Han demorado en aparecer, será un problema contactarlos... - se quejó una voz somnolienta.

    .

    .

    .

    China 1:00 am

    Li Hao dormía pacíficamente, cuando su sueño fue perturbado. Sintió la recién formada conexión de sus hermanos, habían esperado mucho tiempo por ellos. Se sentó en su cama tallándose un ojo mientras veía a los dos más serios del grupo conversar a un costado de su cama.

    -Han despertado

    - El clubster pronto estará reunido – si se quedaba en la cama sabía que se volvería a dormir. Así es que se tiró sobre Clario, buscando que lo mimara.

    -Han demorado en aparecer, será un problema contactarlos... - pensar en la madrugada sobre la búsqueda que se les avecinaba no le hacía gracia, mañana debía despertar temprano para ayudar al jefe en el negocio. ¿Sus hermanos no podían buscar una hora más adecuada para hablar?

    -¡Yo no puedo esperar para conocerlos! – se hizo presente la última persona que faltaba sentándose en la cama del peliverde.

    .

    .

    .

    Japón 2:00pm

    Asuto estaba emocionado, apenas sintió a sus nuevos hermanos aparecer pidió permiso para ir al baño, estaba en horario de entrenamiento y se sentía algo culpable de pedir aquel permiso al ser el capitán de su equipo. Pero esto era mucho más urgente.

    Cuando se aseguró de estar solo en los vestidores, trancó la puerta solo por si acaso y al voltear, se encontró con las tres personas que más quería en esta vida.

    -Han despertado – confirmó Lus, apoyado en unos casilleros.

    - El clubster pronto estará reunido – Clario asintió sosteniendo a Li Hao que luchaba contra el sueño abrazando el cuello del español.

    -Han demorado en aparecer, será un problema contactarlos... - con aquella voz que indicaba lo mucho que le costaba permanecer despierto, escuchó la queja de Li Hao. Le pareció adorable como se acurrucaba lo más que podía en la espalda del español.

    -¡Yo no puedo esperar para conocerlos! – era verdad, llevaban un par de años tratando de encontrar a los dos miembros faltantes de su clubster, pero parecía que nunca despertarían.

    La espera por fin había terminado, ahora el problema era otro.

    -¿En qué parte del mundo estarán? – Asuto sabía que Lus solo estaba pensando en voz alta, pero esa era la duda que todos tenían.

    - ¿Les parece que piense eso cuando sea menos de madrugada? – el pobre Li Hao luchaba por mantener los ojos abiertos, pero parece que no lo lograría.

    - Ve a descansar, hablaremos luego – anunció Clario para cortar la conexión. Desapareciendo él y el joven chino de su vista.

    - ¿Crees que los encontremos pronto? – Asuto se acercó a Lus con una radiante sonrisa, no podía evitarlo.

    - Lo más difícil era que ellos se conectaran, lo demás no debe dar tanto problema.

    .

    .

    .

    Rusia 8:07 pm

    - Lo más difícil era que ellos se conectaran, lo demás no debe dar tanto problema. – moviéndose a un costado, dejó espacio en su cama para que Asuto se hiciera a su lado, pero conociendo al pequeño tuvo que alejar su laptop antes de que algo saliera mal.

    - Tienes razón. – el pelinegro se tiró sobre las piernas de su alma gemela aprovechando el pequeño momento de soledad. – Te extraño...

    - Estamos unidos y nos vemos todos los días – Lus no terminaba de comprender al japonés. – Sabes que solo tienes que llamarme y vendré.

    - No es lo mismo. Ya quiero que sean vacaciones, para poder ir a Rusia y quedarme contigo.

    - ¿Tu padre también vendrá?

    - Acepta que nos veamos por la conexión, pero no confía en dejarme solo contigo en el mismo país. Cree que haremos cosas malas...

    - No necesito estar en el mismo país que tú para eso – se mofó el rubio deteniendo la queja de Asuto mientras le robaba un beso.

    El nipones solo se sonrojó y entre balbuceos le dijo que debía regresar a la práctica.

    Kazim amaba a su alma gemela, Asuto le traía toda la paz y felicidad que podía necesitar. Si se lo pedía le bajaría la mismísima luna.

    .

    .

    .

    Japón 4:00pm

    Kazemaru despertó en su cama, le dolía horrores la cabeza y había tenía un espantoso sueño... no recordaba sobre qué era, pero sabía que no le gustó.

    En la mesita de noche junto a su cama había una nota con la caligrafía de su madre. Parece que se había desmayado en medio del entrenamiento, pero solo era por la fiebre.

    La nota decía que salió a comprar algo para la cena, que descansara todo lo que quisiera y tomara un baño. También había dejado medicina y un vaso de agua junto a la nota.

    Adoraba a su madre, siempre tan preocupada por él.

    Tomó la pastilla y la bajó con agua. Buscó una muda de ropa limpia la dejó sobre su cama, se colgó al cuello una toalla y se encaminó al baño.

    ----∞----

    Fudo despertó en una suave cama en medio de costosas sábanas... esa no era su casa. Se talló los ojos para aclarar su vista y distinguió el cuarto de invitados en la mansión Kido.

    No recordaba nada del entrenamiento, ni cómo llegó ahí.

    -Al fin despertaste. ¿Cómo te sientes? – estaba tan desorientado que no había notado a Kido leyendo en una silla.

    - Mejor... - tenía la boca pastosa. Quería agua.

    - ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal? El médico dijo que tenías fiebre, no debiste entrenar.

    - Kido, me siento mejor. Pero aún me duele la cabeza, guarda el sermón para mañana.

    -... - Kido lo vio un momento sopesando si seguía su regaño o no, pero se apiadó de su mejor amigo, pocas veces Fudo se mostraba débil ante alguien – Está bien. Toma un baño, te hará sentir mejor, mandaré a traer ropa para que te cambies. Y te quedarás aquí esta noche, luego de dos horas por fin contactamos con tu madre y le avisamos. – Fudo iba a reclamar, pero Kido se adelantó – No le dije nada de la fiebre, ella cree que estás aquí por una tarea que debemos entregar mañana.

    - No necesito tu caridad.

    - Somos amigos, no es caridad. Si necesitas algo, sabes dónde encontrarme.

    - Agua... quiero un poco de agua...

    - En camino – Kido se paró con una sonrisa en su rostro, le agradaba cuando Fudo bajaba la guardia con él. Sabía la difícil vida que llevaba y lo terco que era para pedir ayuda.

    Cuando el de rastas salió se encaminó al baño que había en la recámara.

    ----∞----

    Salió del baño con una toalla en su cintura y otra secando sus mechones celestes. Se sentía de maravilla, ni rastro del malestar que lo aquejumbró en la mañana.

    Se sentó sobre su cama terminando de secar su larga cabellera antes de cambiarse, cuando escuchó la puerta de su cuarto abrirse.

    Volteó pensando que era su progenitora cuando un chico también en toalla con una cresta de cabello marrón y mechas blancas, con marcado abdomen le dirigió la mirada.

    ----∞----

    Fudo salió de la ducha mucho más relajado, sentía su cuerpo ligero y comenzó a cuestionarse sobre su extraña fiebre.

    Había escuchado sobre resfriados que no duran más de 24 horas, pero esto era ridículo. Salió del cuarto de baño y entró a la recámara, esperando ver sobre la cama, la ropa que Kido prometió.

    En lugar de eso encontró a un chico en toalla secándose los mechones de cabello celeste.

    No hace falta decir que el grito que resonó en ambas habitaciones se escuchó a varias cuadras. Espantando a más a una persona.

    Continuará...

    Bueno, este capitulo es de prueba, quiero saber si se comprende la narrativa.

    Porque muchas cosas pasan simultáneamente.

    Yo lo entiendo porque y creo que si alguno que lee esto ha visto Sense 8 debe comprenderlo también.

    Pero si hay alguien que se ha perdido, con toda la confianza por favor contacta conmigo así buscaré una manera de solucionar la narrativa.

    NOTA: todo lo que sea en CURSIVA significa que la persona que habla, no se encuentra en ese lado del mundo... O que está solo en la cabeza de la persona que está habla normalmente...

    POR EJEMPLO:

    -Han despertado... - dijo sin referirse a nadie en particular.

    -El clubster pronto estará reunido – respondió Clario sentándose en la cama del rubio.

    Lus está en rusia y Clario en España. Lus habla normal porque el foco en este momento es desde él.

    Por eso Clario tiene cursiva en su diálogo. Si una tercera persona viniera, por ejemplo la madre de Lus, ella no vería ni escucharía a Clario.

    Por eso debía hacer la diferencia.

    Bueno, eso es todo, estos capítulos son cortos porque actualmente la mayoría de mi energía es para Nuestra Realidad.

    Si les gustó, les saqué alguna risa o alguna emoción, no olviden votar y dejarme su comentario.

    Aparte de que pueden contarme su parte favorita, eso nunca debe faltar.

    Nos leemos, hasta la próxima.
  14. .

    DESCRIPCIÓN



    Dos jóvenes sin nada en común terminan involucrados en la vida del otro por un lazo que los une desde que nacieron. Pertenecientes a los homo-sensorium, Fudo Akio y Kazemaru Ichirouta son almas gemelas. Este descubrimiento los lleva a una aventura alrededor del mundo en busca de sus hermanos.

    ----∞----



    - No me hizo nada, era como de mi edad, pero estaba en toalla y habló algo de una mansión. Creo que era un loco. Salí del baño y estaba aquí en mi cuarto y puff, desapareció cuando entraste.

    ----∞----



    -¡Claro que no estoy bien, hay un desconocido desnudo en el cuarto! - muy seguro de sus palabras, Fudo señaló hacia la cama, donde no había absolutamente nadie - ¿Pero qué? ¡Estaba aquí! ¡¿Dónde te escondiste?!

    Advertencias:
    Lemon - Orgía (posiblemente) - Malas palabras.


    Parejas:
    -Fudo x Kazemaru (Principal)
    -Lus x Asuto
    -Clario x Li Hao
    -Froy x Ichihoshi
    -Endo x Kido
    -Hiroto x Haizaki
    -Goenji x Fubuki

    Comienza una inesperada Aventura por descubrir todos los secretos detrás de los Homo Sensorium.

    Historia Inspirada en mi serie favorita SENSE8. Aquellos que han tenido la dicha de admirar esta obra de Netflix, creo que se harán una idea de por dónde van los tiros. Sin embargo, lo modificaré un poco.

    PRÓLOGO





    Para Kazemaru Ichirouta era un día normal en su rutina. Despertar temprano, tomar un baño con agua caliente y lavar su larga cabellera, desayunar con sus padres y tener una amena conversación con ambos, caminar al colegio en medio del bello sol mañanero, encontrarse con Endo Mamoru camino al instituto y unas calles más adelante se unió a ellos Goenji Shuuya, llegaron al Raimon en medio de una amena plática, ir a su aula, esperar al profesor, reír de las tonterías de sus compañeros, iniciar clase, prestar atención a las clases, hora de almuerzo, su madre siempre le preparaba un bento para que no tuviera que comprar en la cafetería nada de comida chatarra, saludar al resto del equipo de futbol que se reunía en el receso para platicar, más clases, tratar de entender física era la materia que más le costaba, simplemente eso no era para él, festejar el final de las clases, club de futbol, por fin, él amaba correré en la cancha junto a sus amigos, bromear en el calentamiento e iniciar las prácticas...

    Al terminar el entrenamiento iría a una tienda de conveniencia junto a sus amigos, comprarían chucherías, hablarían un rato de la tarea de mañana, para finalmente ir cada uno a su casa. Llegaría a su hogar, almorzaría lo que su madre dejó en el refrigerador o en caso contrario, cocinaría algo él mismo, lavaría los platos, tomaría un baño y haría tarea hasta que sus padres retornaran del trabajo, ambos lo saludarían, su padre pondría la televisión para ver noticias, su madre comenzaría a hacer la cena. Terminaría tarea, comería con sus progenitores, comentarían el día de todos para reír sobre las ocurrencias de su madre en la oficina, ayudaría a su madre a lavar los platos, se pondría cómodo y hablaría por chat con sus compañeros de equipo antes de ir a dormir.

    Un día completamente común en su rutina.

    ----∞----



    Para Fudo Akio era otra mañana caótica. Despertó por los gritos de su madre, reclamándole a su "padrastro", sobre gastar el dinero de la quincena en alcohol, entrar a la ducha para ignorar el escándalo y ser recibido por el agua helada a falta de calentador, vestir el muy prestigioso uniforme del Instituto Imperial, tomar una manzana y salir de su casa con un portazo que fue ignorado por los adultos. Tomar el tren para luego caminar algunas cuadras hasta las puertas del colegio, ignorar a todos a su paso, los muy inútiles se alejaban de él por miedo, llegar al salón y sentarse junto a la única persona que le agradaba y de paso la única persona que lo soportaba a él, Yuuto Kido su mejor y único amigo. Le dio los buenos días y se recostó en su pupitre a dormir hasta que Kido lo despertara con la llegada del profesor, ignoró la mayoría de las clases, humillar al profesor de matemáticas que trató de reprenderlo por no prestar atención, pero el hombre había cometido un error en medio de su explicación y a Fudo no le faltaron pepitas en la lengua para recalcarlo. Hora de almuerzo, por suerte el colegio brindaba almuerzo gratis por la alta colegiatura que él no pagaba gracias a la beca, Kido estaba en reunión del consejo estudiantil, planeaba comer solo hasta que un grupo de listillos trató de meterse con él por ser becado... cinco idiotas acabaron con la nariz rota y corriendo hacia la enfermería, nunca lo sancionaban, el director prefería hacer la vista gorda en los "problemas de ricos" y un "pobre becado". Por fin terminó su almuerzo, más clases aburridas, por fin hora del club... si había algo que lo ayudaba a lidiar con su vida diaria, era correr tras el balón.

    Terminaría la práctica y conversaría un rato con Kido, hasta que llegara Sakuma para reclamarle alguna tontería, lo que llevaría a una pelea que serpia detenida por Kido y el portero del equipo. Aprovecharía el agua caliente del instituto y se daría un buen baño, saldría listo de los vestidores para encontrarse a Kido que lo espera para salir juntos del instituto, esperarían juntos hasta que le chofer del capitán llegara a recogerlo y por fin se iría a casa. Llegaría para encontrar el lugar vacío, su madre estaría trabajando y aquel desperdicio de oxigeno al que su madre insistía en "amar" solo Dios sabría dónde estaba metido, comería algún pan con queso si tenía suerte, haría tarea rápidamente, no solía demorar más de dos horas, se acostaría a dormir un rato, hasta volver a ser despertar por gritos, ahora su madre gritaba pidiendo que parara, escuchó cosas romperse y suspiró enojado, caminó a la sala sabiendo lo que vería, el intruso estaría golpeando a su madre porque ya se le pasó la borrachera y no había comida ni alcohol. Él trataría de interponerse entre el tipo y su padre, terminaría golpeado en la espalda por cubrir a la mujer y al final el tipo fastidiado se iría dando un portazo... su madre lloraría hasta que él le cocinara una sopa instantánea o algo ligero, la haría comer y la mandaría a la cama. Luego él iría a su cuarto para despertar a las 2 de la mañana con el ruido de la puerta... el intruso regresaba luego de tomar o drogarse... de nuevo. Lo peor venía ahora, escucharía a su madre gemir como gata en celo por ese desperdicio de oxígeno... hasta las 3 de la mañana, cuando por fin podría dormir otro rato... hasta el día siguiente donde todo volvería a comenzar.

    ----∞----



    Así debía ser, sus días comunes y corrientes, uno en su calma diaria y el otro en medio del caos, pero si todo continuara así no habría historia.

    Específicamente este relato comienza el día en que ambos nacieron, 27 de Julio.

    Pero no estamos aquí para descubrir aquel secreto. No aún por lo menos, así es que regresemos a la vida diaria de los protagonistas. Era jueves, un nuevo día la rutina volvía a comenzar con una leve diferencia, ambos jóvenes sentían el cuerpo extraño, había una leve pesadez en sus cuerpos, esa que te anuncia que vas a resfriarte, pero aún es muy leve como para alarmarse.

    Ignorando el malestar, uno porque no quería preocupar a sus padres y el otro porque sabía que sería ignorado, comenzaron con su día como normalmente harían. Con el único inconveniente de que mediante transcurría el día el calor en sus cuerpos aumentaba, tal vez era fiebre lo que les anunciaba su estado o tal vez el día simplemente estaba muy caluroso. No importaba, lo volvieron a ignorar.

    Los amigos de Kazemaru lo notaron pálido y le sugirieron no ir al club, pero él no quería ser una molestia, se acercaba un partido importante y no podía darse el lujo de no entrenar. Endo como capitán y amigo estaba seriamente preocupado, insistió en que lo tomara con calma, pero al final del día Kazemaru era bastante terco y no hubo manera de convencerlo para que se quedara en la banca descansando.

    Por su parte, Fudo fue cuestionado por la ceja alzada de Kido. El capitán estaba preocupado al verlo tan callado, había ignorado las provocaciones de Sakuma y simplemente se había dormido en el pupitre. Pero lo más que obtuvo de Fudo fue un levantamiento de hombres restándole importancia a sus ojeras y palidez. Kido no insistió, sabía lo cabezota que era su amigo.

    Así estaban ambos, sudados y pálidos, pero con un rojo en las mejillas, producto del calor interior que sentían.

    Kazemaru corría hacia Goenji para tratar de impedir que se acercara a la portería.

    Fudo corría con el balón tratando de esquivar a Sakuma para darle un pase a Kido.

    La vista de ambos comenzó a nublarse, pero tercos como eran siguieron como si no pasara nada, les costaba respirar, lentas y pesadas eran las inhalaciones, sentían que el aire no les llegaba a los pulmones. Ya no podían coordinar hacia dónde corrían, solo siguieron de frente hasta que cada uno de desplomó perdieron por completo el conocimiento en medio del campo de futbol.

    Ese día tanto el Raimon, como el Instituto Imperial detuvieron sus entrenamientos por compañeros caídos.
  15. .
    Akino chan, los Midorikawas nos tienen muchas sorpresas preparadas

    YUUKA



    Si yo pudiera expresarles a ustedes lo mucho que quería escribir este capítulo, al fin contaré la historia del encapuchado misterioso. Este puede que sea una de las partes más importantes, porque le da sentido al inicio de la historia. También porque tendremos a la linda Yuka y bueno... mejor no les cuento mucho, espero que disfruten el capítulo.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    - Es mi hermano menor. - Y con eso se formó un perturbador silencio. Todos parecían impresionados, con la anterior revelación sobre pertenecer a un grupo de soldados élite del gobierno futurista y ahora enterarse que el hermano menor era su perseguidor, pues no ayudaba a darle mucha credibilidad al peligris. Pero el que peor se encontraba era Canon, aunque su sorpresa no era porque el encapuchado fuera un familiar, sino más bien por la existencia misma de alguien emparentado con su pareja.

    - Ba-baddap – a duras penas hablo el chico de banda rojiza – Tú me dijiste q-que eras huérfano... Que no tenías familia... – Canon se sentía traicionado, no era que tuvieran mucho tiempo como pareja, al contrario, su amistad demoró en formarse y aún más fue la espera para que surgiera la confianza entre ellos, luego fue un lento proceso hasta que aclararon sus mutuos sentimientos. Habían ido a misiones en las que debían confiar su vida en el otro, Canon le había contado todo sobre él y su familia, incluso sobre las bisabuelas y el importante rol que desempeñó cada una de ellas en la vida de su bisabuelo, sobre todo para que él llegara a nacer, tomando en cuenta la particular situación de la pareja de su bisabuelo, las contantes peleas entre su abuelo y bisabuelo casualmente por existir tres bisabuelas. Canon siempre fue sincero y realmente le creyó a Baddap cuando le dijo que estaba solo en el mundo y... ¿y ahora le salía con esto?

    - Canon – llamó el ojirojo – No sobre pienses las cosas. Me enteré sobre la existencia de mi familia en mi última misión, justo antes de tener que viajar al pasado para buscar refuerzos.

    - Baddap, si puedes ilustrarnos un poco más, creo que Canon podrá calmarse – sorprendentemente Kazemaru llegó a intervenir por el bisnieto de Endo, no pudo pasar por alto el desorden emocional que el pobre niño se estaba formando en su cabeza y aunque había más razones para desconfiar, prefirió darle el beneficio de la duda al exsoldado.

    Con un asentimiento de cabeza, Baddap precedió a contarles – Como les había mencionado, yo fui parte de las fuerzas militares del gobierno, específicamente mi escuadrón era conformado por un grupo de jóvenes huérfanos, criados bajo el amparo de los altos cargos. A todos nos habían relatado historias diferentes sobre nuestro proceder. En mi caso, se supone que mi familia padeció en un atentado, dentro de un estadio de futbol. No entraron en detalles alegando que era información muy delicada para alguien tan joven y actualmente admito mis fallos al no indagar más. Me dieron techo, comida y educación, nunca puse en duda sus palabras y en agradecimiento, cumplía con todas sus exigencias. El escuadrón Ogre se formó bajo el deseo de cumplir todas las metas del gobierno. – había un completo silencio en la sala, el televisor fue puesto en mudo y nadie se atrevía a respirar muy fuerte, no querían perderse ni un detalle del relato – La última misión que nos fue encomendada fue la de asegurar el futuro evitando que Endo Mamoru propagara el futbol del Raimon. Ya saben el final de la historia, estaré eternamente agradecido por ese partido – dijo mientras le dirigía una significativa mirada a Canon, si no fuera por eso, ellos no estarían juntos – Para el gobierno, haber acogido las palabras de Endo fue traición. Nos vimos tratados como prisioneros de guerra sin derechos y sin posibilidad de redención. No teníamos familia y éramos un secreto ante el mundo, nadie podría sacarnos del encierro. O al menos eso creímos, meses después Canon junto a un pequeño grupo de rebeldes, dieron con nuestra ubicación y nos liberaron, desde ese momento le juré mi eterna lealtad a la causa. Estaba seguro cuál era la verdad que quería seguir y planeaba pagar mi deuda con Endo asegurando la libertad del futbol en el futuro. No sé qué tanto les ha contado Canon sobre la rebelión, pero hemos realizado varias misiones para recolectar información en las bases del gobierno, gracias a ellas encontramos un archivo que explicaba las intervenciones que hicieron en esta línea de tiempo, todas las bajas que sufrieron junto a una serie de accidentes que no debieron ocurrir. – les dio un momento a los chicos, para respetar la pérdida de todas las personas que podrían estar con ellos en ese momento o sufrieron algún percance – Fue por esa misión que el profesor Killard comenzó a monitorear las diferentes líneas de tiempo y lograron interceptar el ataque de ustedes. – ahora dirigió su mirada a "Endo" y su equipo, Nosaka aún lo mataba con la mirada desconfiado, "Kido" tenía el ceño fruncido, los demás no estaban mejor, se debatían entre la incertidumbre y la pena – Mientras Canon permaneció en esta línea de tiempo, en el futuro estábamos recolectando información y buscando los materiales necesarios para crear el campo de fuerza. El profesor me envió a una pequeña base abandonada que dejaron a su suerte hace años. Había información eliminada del sistema, pero no lograron quemar todos los archivos en papel, una gaveta contenía documentos sobre el ex escuadrón Ogre, más específicamente archivos que para ellos no debían salir a la luz.

    Canon comenzó a entender por dónde iban los tiros y se acercó preocupado a su novio, eso era inhumano.

    -Baddap... - llamó sin saber que decir, solo consiguiendo un suave apretón de manos. - ¿Qué encontraste?

    - Información... un expediente para cada miembro del escuadrón Ogre. Fuimos seleccionados por los genes, realizaban estudios a los recién nacidos, determinando patrones en el ADN que dictaminar buenos soldados... inteligencia, fuerza, velocidad... pero reclutar un soldado criado por una familia, significaba el desarrollo de emociones y lazos afectivos... Ello no necesitaban esas cualidades en sus soldados. El expediente redactaba los accidentes provocados con los que hicieron creer a todos esos padres, que sus hijos estaban muertos, entregándoles cuerpos calcinados para evitar su reconocimiento. Con eso se evitaban búsquedas futuras de todos los desaparecidos. Por último, había un cronograma del seguimiento a nuestros padres para asegurar que nunca nos buscaran. Ahí descubrí que tenía un hermano menor...

    - Dios mío... - ni siquiera se supo quién exclamó eso, pero todos estaban igual de horrorizados. ¿Hasta qué punto era esa gente capaz de llegar?

    - Baddap – llamó Nosaka – lamento por todo lo que has pasado, pero eso no explica la venganza de tu hermano hacia nosotros. Debería de guardarle rencor al gobierno por alejarte de ellos, no a nosotros.

    - Nosaka tiene razón – concordó "Kido" – ¿Por qué tu hermano se tomaría la molestia de viajar hacia el pasado? No tiene sentido – la mayoría dentro de la habitación asintió de acuerdo con la idea.

    - Porque para él, yo traicione a nuestra familia.

    - Eso tiene aún menos sentido – se quejó "Hiroto".

    - Creo que me perdí – comentó Midorikawa.

    - Tu hermano está loco – se unió Haizaki.

    - ¿Tus padres qué dicen sobre esto? – preguntó Kido

    - Nada, están muertos.

    Y eso volvió a formar otro silencio incómodo en la sala. Baddap se notaba que no era la persona más expresiva del universo... o del futuro, pero comentar tan normalmente sobre el deceso de sus progenitores... dejaba un sabor amargo.

    -Pero Baddap – por suerte, Canon pareció intervenir, igual de consternado que los demás – Dijiste que estaban vivos.

    - Y lo estaban – aclaró el de tes oscura, exhaló un suspiro, aunque no se notara a simple vista, el tema de sus padres si le era sensible, pero ante tantas personas prefería bloquear sus pensamientos – Vivieron tranquilos con mi hermano menor, hasta poco después que el escuadrón Ogre fue considerado como traidor. Aparentemente a alguien se le ocurrió que no tenerme como elemento activo, era una perdida muy grande. Creyeron que reclutando a mi hermano y lavándole el cerebro para que fuera fiel a su causa lograrían que yo los siguiera. Pero no contaron con que mis padres se opondrían a perder otro hijo. No sé con exactitud lo que aconteció, pero mis padres fueron asesinados y Jaret fue secuestrado.

    - ¿Jaret? – cuestionó Asuto.

    - Mi hermano, se llama Jaret. – aclaró – Lo mantuvieron cautivo al mismo tiempo que mi equipo y yo estuvimos encarcelados. Guardaron el secreto, parece que esperaban que Jaret obedeciera antes de hablarme de su existencia. Al poco tiempo fui sacado por Canon...

    - Baddap yo no tenía idea pude haberlo liberado también. – Canon estaba arrepentido, si tan solo hubieran tenido en su poder esa información antes, tal vez nada de esto estaría ocurriendo. Pero Baddap cortó sus lamentos.

    - No es tu culpa, ni del profesor. Ellos retorcieron la verdad... le hicieron creer que las personas que ingresaron a la casa eran miembros de la revolución, que me estaban buscando, y mis padres en un intento desesperado por mantener el secreto de que yo estaba vivo y protegido con el gobierno, prefirieron morir antes que entregarme. Parece que en medio de toda la revuelta Jaret salió herido y perdió el conocimiento, no tenía manera de saber la verdad del allanamiento. Aprovecharon eso y se inventaron una fantástica historia en la que ellos llegaron a salvar a mis padres, pero ya era demasiado tarde, por eso solo lograron salvarlo a él de las garras de los revolucionarios. Le mostraron la última misión que realicé contándole como Endo me lavó el cerebro para traicionarlos y al ser rescatado por Canon, tenían la coartada perfecta. Yo era un traidor que le dio la espalda al gobierno y se unió a los rebeldes... al final sucumbió ante sus mentiras cuando se enteró de mi relación con Canon. Lo consideró la más alta traición, no solo me había aliado con el enemigo, sino que me enamoré del bisnieto de la persona que causó todos sus males, según el gobierno. Jaret tomó personal la misión de destruir a Endo, ya que para él ese futbol fue el inicio de todas sus pérdidas, si logra deshacerse de Endo, Canon sufrirá... y ese sería mi castigo.

    Todos estaban callados asimilando la información... eso era cruel. Habían destruido por completo a una familia, solo porque el futbol de Endo no cuadraba en sus planes egoístas. Y aún con cara de espanto, Canon tenía un imperceptible sonrojo, no era momento para alegrarse, pero rara vez Baddap llegaba a decirle algo lindo y que admitiera tan abiertamente que estaba enamorado de él... lo tenía en las nubes.

    Pero todos fueron sacados de sus pensamientos, rompiendo el ambiente pesado que había en el lugar, acababan de entrar ambos Fudos a la sala. Uno con sangre escurriendo de la nariz y el otro con la mejilla inflamada... el cabello de ambos estaba hecho un desastre, sin contar la ropa toda magullada y sucia, parecía que rodaron por el suelo...

    "Kazemaru" se paró espantado, Kido no sabía qué pensar, Haizaki se puso a la defensiva y "Kido" solo miró extrañado a los dos ojiverdes que se acercaron a él.

    -Fudo tiene algo que decirte – anunció "Fudo", medio arrastrando a su igual hasta el chico de la capa e indicándole a "Kazemaru" que esperara. El peliceleste planeaba arrástralo a la enfermería apenas vio la nariz sangrante de "Fudo".

    - ... - claro que el muy cooperador Fudo se negó a hablar.

    - Si no quieres que le cuente a todo el equipo más te vale comenzar a hablar. – gruño "Fudo".

    - ... No eres un cobarde "Kido" y se acepta tu preocupación... - de mala gana Fudo comenzó a hablar.

    - ¿Qué más? – exigió "Fudo" que continuara.

    - A lo bruto no siempre funcionan las cosas... a veces hay que planear antes de actuar – eso casi lo escupió, no sabía cómo era en la otra línea de tiempo, pero en esta él estaba muy al nivel de Kido y estaba ofendido por ser obligado a decir eso. Él podía ir a la guerra sin pensarlo mucho y salir victorioso solo con sus estrategias y fuerza.

    - ¡¿Y?! – "Fudo" estaba desesperado con su igual, sí que era cabezota.

    - Y no puedo creer que necesites a Haizaki para defenderte...

    - ¡Fudo! – regaño "Fudo", es que era el colmo.

    - ¡Bien, deja de reñirme! – exclamó – "Kido", lamento haberte amenazado en el comedor ¿Contento? – lo último fue dicho mientras veía a su igual.

    - ¡Eres imposible!

    - ¡Soy tu!

    - ¡Bueno ya basta los dos! – "Kazemaru" se plantó a poner orden, él no le tenía miedo a "Fudo", tampoco se lo iba a tener al otro – Vamos a la enfermería. – demandó el velocista, ante la incredulidad de todos en la sala. "Fudo" dio la vuelta y salió del lugar, pero el otro se quedó parado viéndolo por el descaro de ordenarle algo, por lo que alzando una ceja Fudo lo retó – No estoy preguntando tu opinión, camina a la enfermería.

    Extrañamente Fudo formó una retorcida sonrisa antes de darse la vuelta y comenzar a caminar fuera de la sala, para sorpresa de todos, pero como Fudo es él y siempre debe tener la última palabra, antes de salir agregó.

    -Ya entiendo por qué le gustas – y con eso abandonó el lugar dejando a varios sorprendidos y aun sonrojado "Kazemaru", que se palmeó la frente antes de salir tras esos dos dolores de cabeza.

    - ¿Quién gusta de "Kazemaru"? – le susurró "Endo" a "Goenji", él no estaba enterado de nada.

    - Nuestro pequeño defensa quiere abandonar el nido – respondió el goleador, para pesar de "Endo". "Goenji" si sabía y él no...

    Aún con el shock en el rostro de los presentes, algunos voltearon a ver al Kazemaru que estaba en la sala y Midorikawa no se contuvo en preguntarle.

    - ¿Puedes hacer eso y sobrevivir?

    - Tengo mucho que aprender... - fue todo lo que pudo decir Kazemaru. Y nadie notó que Kido, en cierto punto había fruncido el ceño, la idea de que Kazemaru llegara a "controlar" a Fudo, no le agradaba...

    Bueno, por lo menos la escena de "Kazemaru" regañando a ambos Fudos, sirvió para relajar un poco el ambiente.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    En la enfermería, "Fudo" sostenía una gaza en su nariz tratando de detener la hemorragia, mientras "Kazemaru" ponía un desinflamatorio en la mejilla de Fudo.

    -Parecen dos salvajes – les comentó.

    - ¡Él empezó! – reclamaron ambos castaños, mientras señalaban al otro.

    - No me importa quién empezó, no pueden agarrarse a los golpes de buenas a primeras – los reprendió. Luego de aplicarle el desinflamatorio, "Kazemaru" fue en busca de alcohol para colocarle en los pequeños raspones que tenía Fudo en la cara, así evitaba una infección.

    - ¿Por qué lo curas a él primero? – reclamó "Fudo", como niño chiquito para diversión del otro.

    - Porque ahora que termine con él, tú y yo vamos a hablar – dijo tajante el velocista sin dar lugar a réplicas.

    - Te van a regañar ¡Auch! – Fudo se iba seguir burlando de su igual, pero "Kazemaru" aplicó con algo más de fuerza necesaria el alcohol.

    - Silencio – exigió "Kazemaru" mientras terminaba de curarle.

    Con eso la enfermería se mantuvo en calma por un rato, hasta que por fin el peliceleste dejó libre a Fudo. Antes de retirarse, no pudo evitar meterse una vez más con su igual.

    -Te dejo con tu fiera, no destrocen la enfermería – y dejando a un rojo "Kazemaru" por el enojo, Fudo salió campante.

    - Es un... - comenzó a maldecirlo por lo bajo, mientras se volteaba hacia "Fudo", quién más que enojado parecía divertido por la situación – y tú deja de reírte... A ver quita la gaza, con suerte no tendrás rota la nariz.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Fuera de la enfermería Fudo comenzó a caminar hacia el baño, pero Kido lo interceptó antes de que llegara muy lejos.

    - ¿Podemos hablar? – genial, justo necesitaba eso. Que Kido viniera a interrogarlo... aunque si pensaba en la pequeña conversación que tuvo con su igual en medio de uno que otro golpe y una rodada en el piso...

    - ¿Qué quieres saber? – cedió, saciaría la curiosidad de Kido, solo por atreverse a confrontarlo de frente, además era mejor ir directo al grano.

    - No sé en qué están metidos tú y Tobitaka. – comenzó Kido – Pero sé que mi otro yo sabe e imagino que "Fudo" sabe también... no sé si a "Kazemaru" también le han-

    - No le hemos dicho nada. Y no creo que "Fudo" le cuente – rápidamente cortó al de la capa adelantándose a su idea. "Fudo" quería mantener al peliceleste a salvo, estaba seguro de que no le contaría nada.

    - Oh... entiendo – Kido estaba meditando lo siguiente que pensaba decir, si lo acribillaba en preguntas Fudo no respondería o se iría por las ramas. Debía aprovechar que accedió a hablar, pero sin hostigarlo – Sabes que pueden contar conmigo ¿verdad? – prefirió irse por el lado del apoyo, se rebajaría a recordarle que él estaría ahí si lo necesitaban.

    - Deja de ser condescendiente – prefería al Kido que lo retara, en lugar del que llegaba dando lástima. – Sé muy bien que si llego a pedir ayuda, serás el primero en venir corriendo. No me tomes por idiota que no lo soy. – gruñó al final.

    - ¡¿Y qué quieres que haga?! – pasamos de la mansedumbre al enojo, solo Fudo lograba que Kido fuera bipolar - ¿Te persigo por toda la ciudad, así como hice en la isla Liocott? ¿A ver cuando decides apiadarte de mí y contarme que pasa? ¿O espero a estar en medio de un partido de futbol contra algún loco para que a las malas me cuentes tu plan?

    Oh, Fudo lo sabía. Kido tenía el orgullo herido por ese día. Nunca le reclamó y ahora explotaba... esto sería divertido.

    - ¿Me perseguirías por toda la ciudad Kido? – comentó con burla – No te conocía esas mañas de acosador y tan decente que te vez.

    - No tergiverses mis palabras, sabes a qué me refiero – Kido se veía seriamente dolido – Hemos pasado por mucho Fudo. ¡No me creo que soy el único que piensa que desarrollamos cierto nivel de amistad! ¡Sé que estás en algo, tú no lo has negado, pero has preferido ir a contarle a mi otro yo! ¿Cómo esperas que lo tome?... ¿No somos amigos acaso?

    - En primer lugar, yo no le conté nada a tu otro tu. Pasó que es igual de cotilla que tu y se fue jugando al espía. Así fue como se enteró, si por mi fuera solo sabríamos Tobitaka y yo. Pero no, noooooooooooooo ¡Todos quieren jugar al héroe! Y luego vienen a reclamarme porque prefiero que estén a salvo. ¡No veo a nadie reclamándole nada a Tobitaka!

    - ¡A Tobitaka no le tengo tanta confianza!

    - ¿Y a mí sí? – Kido metió la pata, lo supo en el instante que los ojos de Fudo agarraron un brillo extraño y su sonrisa pareció ampliarse. Kido retrocedió y Fudo dio un paso al frente – Responde Kido. ¿Confías en mí?

    ¿En qué momento Kido terminó atrapado entre la pared y Fudo? Ni idea, el pobre no se enteró hasta que sintió su espalda chocar con la fría superficie con el brazo derecho del ojiverde bloqueándole el paso, maldito Fudo y su intimidante presencia...

    -Si te digo que sí... ¿acaso cambiaría algo? – Aunque se sentía acorralado, pensaba dar la cara. Para el de rastas Fudo de verdad era su amigo... uno muy raro y de difícil carácter, pero su amigo a final de cuentas... literalmente fueron juntos al infierno y regresaron, pelearon codo a codo en varias batallas, se entendían bien... No creía que nada de eso fuera una farsa.

    - Si... - Fudo se acercó más – cambia mucho las cosas... - susurró antes de apoderarse de los labios del estratega, Kido trató de apartarse, pero no tenía a dónde retroceder, Fudo colocó su mano tras su cuello para jalarlo un poco más cerca, no era un beso inocente, pero tampoco brusco. El ojiverde se encargó de saborear lentamente la boca del de la capa. Sintiendo que le fallaban las piernas, Kido se sostuvo de los hombros de Fudo, de otra manera terminaría en el piso, por suerte el ladrón de besos se separó en ese momento permitiéndole respirar. Eran dos rostros dignos de ver.

    Por un lado, Kido rojo hasta las orejas, tratando de coger aire y procesando lo que Fudo había hecho.

    Por el otro, estaba Fudo con cara de satisfacción total, lamiéndose los labios.

    -Ahora que la confianza está establecida – Fudo retrocedió un paso, permitiéndole a Kido bajar un poco la guardia – Te aclaro que me gusta esa problemática cabeza tuya, unida a tu cuerpo. No te quiero ver metido en este lío, Tobitaka, "Fudo" y yo podemos solos, lo único que tienes que hacer es mantenerte a salvo.

    Y con eso, Fudo se dio la vuelta dejando a un confundido, azorado y aún más preocupado Kido en el pasillo.

    Pero ahora tenía una leve idea de cómo podía ayudar a Fudo, sin que este se enterara. Necesitaba hablar con "Kido" y pedirle un favor.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Por fin luego de los dramas formados por ambos Fudo, todos se acostaron a dormir en paz. Estaban más apretujados que la vez anterior, pero de alguna manera estar en grupo tenía un efectivo calmante. Sobre todo, lo fue para Kido y Goenji, que esa noche se negaron a estar alejados de Endo, parecían dos guardaespaldas protegiendo a su amigo, de un actualmente inexistente peligro, pero luego de bajar del helicóptero ninguno de los dos se atrevió a abrazarlo. Era tanto el shock de ver que seguía vivo, que por un momento creyeron que era un sueño y que apenas tocaran a su capitán este se esfumaría en el aire.

    Necesitaron un momento para aclarar sus mentes. Kido casi sufrió un ataque al ver a Endo caer, Goenji se arrepintió en el instante que soltó su mano. Casi pierden a su mejor amigo y por una noche planeaban asegurarse de que Endo siguiera ahí con ellos... aparte de que a Kido le servía como excusa para mantenerse alejado de cierto chico que actualmente no podía ver a los ojos.

    Otros que formaron un pequeño drama para dormir, resultaron ser los Midorikawas y Hiroto, ambos peliverdes querían dormir juntos, para cuchichear algunas cosas antes de dormir, pero Hiroto lo prohibió dejando a Midorikawa entre la pared y él... Muy, muy lejos de otro "Hiroto" con cabello gris, que como todas las veces anteriores ni por enterado de lo que pasaba, él solo sabía que se iba a acomodar cerca de Tatsuya.

    Ya con todo en calma, por fin era hora de descansar, Tsunami se tomó la tarea de apagar las luces y todos fueron cayendo en los encantos de Morfeo.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    - ¡Chicos despierten! ¡Deprisa! – esa mañana, Haruna entró gritando, levantando del susto a todos en la sala. Baddap quedó en pie listo para neutralizar cualquier amenaza, Canon igual estaba de pie junto a su pareja listo para seguirlo.

    - ¡¿Qué ocurre?! – preguntaron alarmados los dos Kidos, también en pie listos para socorrer a su hermana.

    - ¡Tenemos visitas, hay que ocultarse!

    Hubo una chistosa caída general en ese momento. Uno no puede levantar a dos equipos de futbol que se encuentran en la mira del loco hermano menor del novio del bisnieto de los capitanes, esperar que no cunda el mini pánico y luego decir que hay visitas...

    No... esperen... ¡Hay gente del futuro y de otra dimensión aquí! ¡Las visitas son malas si se quiere ocultar un secreto!

    - ¿Quién es? – preguntó Endo, curioso porque viniera alguien al colegio.

    - La hermana de Goenji – aclaró Haruna, ahora que lo pensaba, no fue buena idea llegar gritando. – Está preocupada por lo que ocurrió ayer en el parque, pero como estaban los camarógrafos la nana la convenció de venir en la mañana.

    - Haruna – llamó Goenji – pídele a Yuka que me espere en el comedor, que nos alistaremos para desayunar. Eso debe darnos algo de tiempo.

    - Entendido – acató la chica de lentes, para retirarse.

    - Bueno chicos – llamó "Endo" - ya escucharon, es hora de ocultarse.

    Eso bastó para movilizar a todos, algunos fueron directo a la ducha y otros subieron a esconderse en las habitaciones.

    Goenji no demoró más de diez minutos en alistarse y encaminar sus pasos al comedor. Donde fue recibido por una alegre Yuka, que saltó a los brazos de su hermano mayor contenta de verlo a salvo.

    -Hermanito, nana y yo estábamos viendo tu paseo en el parque y entonces... - Yuka procedió a contarle todo su día a Goenji, desde el momento en que inició la entrevista, hasta el incidente en la montaña rusa. El pelicrema solo la escuchaba con toda la calma y paciencia del mundo. Para diversión del resto del comedor que disfrutaban su desayuno escuchando el cuento de Yuka.

    Con el final de la comida, era obvio que su hermana querría ir a otro lado y a la niña no se le ocurrió mejor lugar para decirle a Goenji.

    -Hermanito, enséñame tu habitación, nana dice que los cuartos aquí son mucho más bonitos que los de la casa y por eso aún no quieres regresar – Goenji se tensó en ese momento, él no tendría ningún problema en mostrarle su recámara a su adoración de trencitas, pero si Yuka subía a su recámara encontraría a otro Goenji y eso sería un problema...

    ¿Cómo le explicas a tu hermana sobre un viaje multidimensional?

    - ¿Nana dijo eso? Pero si mi habitación aquí es super aburrida – trató de bajarle la emoción.

    - Igual quiero verla – Oh Dios, ella lo estaba mirando con esos grandes y adorables ojos de perrito. Yuka sabía que él no podía resistir a esos ojos, pero ver a todo el resto del equipo negando con la cabeza y con los brazos en forma de cruz detrás de Yuka, recordándole que eso era una muy mala idea, ayudó a aclarar su mente.

    - Lo siento pequeña, pero ahora mismo mi habitación está desordenada y no quisiera enseñártela así. ¿Te parece verla en otra ocasión?

    - Está bien – se resignó la menor, para alivio de todos.

    - Buena chica, iré a traerte algo de jugo y tu y yo saldremos a jugar afuera. – Goenji comenzó a caminar hacia la cocina y los demás regresaron a sus conversaciones un poco más relajados... nadie contó con la astucia de la pequeña.

    - O puedo ayudar ordenando el cuarto – y Yuka salió corriendo fuera del comedor.

    - ¡NO!

    Yuka pasó por alto el grito general que propinó el comedor e ignorando a todo el equipo de Inazuma Japón pegando carrera tras ella para detenerla, subió las escaleras y tuvo tanta suerte la pequeña que Tsunami y Hijikata se tropezaron tirando a los demás en los escalones.

    Ya en el piso superior, Yuka comenzó a abrir habitación por habitación buscando la de su hermano. El típico chirrido de las cerraduras resonaba seguido del golpe de la puerta contra la pared, para al segundo siguiendo escuchar la puerta cerrarse de golpe y repetir el proceso... todo eso escuchado por el enredo humano de personas en las escaleras tratando de liberarse.

    Hasta que dio con la habitación de su hermano, reconoció su mochila a un costado de la cama y en la mesita de noche el colgante de futbol que tenía.

    - ¿Qué raro? Yo lo veo bastante ordenado – la pequeña se adentró a la habitación curioseando - ¿Por qué hay otra cama?

    - ¡Yuka! – entró Goenji a la carrera luego de pasar por el enredo de manos y piernas que eran sus amigos en las escaleras - ¡Puedo explicarlo! – y alzando la mirada, no había nadie más en el cuarto aparte de su hermana. Por un momento el alma le volvió al cuerpo al goleador de fuego, ahora solo debía tratar de adivinar en dónde se escondió su igual y no meter la pata llevando a Yuka a ese lugar.

    - Hermanito no está desordenado el cuarto, no tienes que explicarme nada – en toda su inocencia, la pequeña creyó que Goenji era un exagerado del orden, una de las camas apenas estaba un poco deshecha y la otra tenía una chaqueta que ella no reconocía – Aunque no entiendo... Nana dijo que tenías un cuarto para ti solito. ¿Por qué hay otra cama?

    - Ehhhhhhh – Goenji pensaba la mejor escusa que fuera creíble – Solo está como extra, nadie la usa. – Ok eso sonaba creíble.

    - Pero esa chaqueta no es tuya – señaló la cama que utilizaba "Goenji", con la chaqueta del Inazuma Japón de su línea de tiempo. Genial, ahora quería darle un balonazo a su otro yo.

    - ¡Es mía! – en ese momento la salvación albina de Goenji, entró a la habitación – Es que se me quedó aquí la otra noche.

    - ¿Dormiste con mi hermanito? – Esta niña es demasiado curiosa para su propio bien, pensaba Fubuki. Goenji se quería morir, aparte de que recordó que sí durmió con el de piel nívea y despertó abrazado a él. Mal momento para estar divagando.

    - Es que le tengo miedo a las tormentas – Fubuki se agachó para quedar a la altura de la pequeña y poniendo una mano al costado de su rostro, como si quisiera contarle un secreto le dijo – No me gustan los truenos, no me dejan dormir. Así es que Goenji me dejó dormir aquí para no tener miedo.

    - Oh, mi hermanito es el mejor ¿A que sí? – Yuka al fin parecía conforme y Goenji quería abrazar a Fubuki, eso era muy creíble y no era del todo mentira.

    Goenji quería sacar a la pequeña del cuarto, pero un leve movimiento de cabeza por parte de Fubuki, le indicó que no era el mejor momento. Fuera de la habitación, poco a poco estaban sacando a todos de las recámaras y escapando hacia la caseta del club viejo, donde Yuka jamás se le ocurriría ir. Era mejor mantenerla en la casa y ya luego solo sacarla del colegio cuando terminara la visita.

    Goenji disfrutaba ver a su hermana, feliz de escuchar las historias de Fubuki. Encontró la distracción perfecta contándole a la pequeña sobre Hokkaido y la nieve. Ahora el problema lo tendría el padre de Goenji, el pelicrema estaba seguro de que Yuka volvería loco a su padre hasta que aceptara llevarla a ver la nieve.

    Y ese pequeño momento de felicidad se vio arruinado por una fuerte sacudida que sufrió la concentración, seguido de un fuerte estruendo... parecía una explosión. Yuka y Fubuki estaban sentados en una de las camas, la pequeña se abrazó asustada al peliplata gritando del miedo, Goenji por su parte estaba de pie y casi cae al piso. Algo estaba pasando...

    -Yuka – llamó Goenji – quédate aquí y no salgas hasta que regresemos.

    Ambos salieron de la habitación cerrando la puerta y dejando a la más pequeña asustada, sin saber que había dos personas ocultas en el armario igual que la niña.

    Maldecían a Nosaka por obligarlos a esconderse en tan pequeño espacio...

    Después de todo los dioses y los demonios no deberían convivir en tan reducido espacio.

    Continuará...

    LEAN LA NOTA FINAL

    No miento, esto se alargó más de lo que yo misma creía, pero llegué a narrar lo primordial. Así es que el próximo capítulo si será dedicado a mis peligrises favoritos de Orión.

    Haré una nota luego del capítulo para subir la imagen de Jaret.

    Por favor, véanlo. Porque si en algún momento estoy narrando algo sobre Jaret y se me pega la gana de decir alguna característica de él en lugar de su nombre, no me hago responsable porque estén perdidos.


    Este hasta ahora creo que es uno de mis capítulos favoritos, hay Fudos haciendo de las suyas. Y solo por si alguien quiere saber, si pienso narrar la conversación que tuvieron esos dos y cómo quedaron lastimados.

    Espero que disfrutaran este capítulo y bueno lo de siempre:

    Cuéntame tu parte favorita.

    Sinceramente, no tengo parte favorita en este capítulo, desde la explicación de la historia de Jaret, todo lo que tenga que ver con Fudo y las travesuras de Yuka. Pero cuéntame lo que más te gustó.

    ¿Qué crees que pasará en el próximo capítulo?

    En fin, el título del próximo capítulo: Salvando a la Hermanita.

    No olviden votar y comentar todas las locuras randoms que se les ocurra, yo siempre me río de lo que piensan.

    Hasta la próxima, nos leemos...
133 replies since 16/12/2013
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