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| Comimos nuestra merienda tranquilo. Todavía seguía algo maluco así que el plan que queríamos hacer para salir a jugar de nuevo tuvo que ser aplasado.
-Lo importante es que te mejores pronto -Luis me sonrió y agradecí el gesto. Jacov me abrazó para darme apoyo.
-Gracias, amigos. Les prometo recuperarme muy pronto -sonreí feliz.
Hablamos de muchas cosas tribiales. Me dio un poco de mareo así que les pedí permiso a los chicos para levantarme. Entre tanto sono la campana y debería apurarme. Pinche mareo, por eso odio venir enfermo a la escuela. Si algo voy a la enfermeria. Fui al baño rápido por si las ganas de trasbocar aumentaban. Al llegar al baño un chico estaba sin camisa, quería entrar al cubiculo anres de que se diera cuenta.
-Nathaniel... ¿eres tú, verdad? |
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| | -No, para nada. Cien por ciento garantizado -sonrió Johan con mucho orgullo. Tomo la taza de té y se acercó donde estaba el mayor tumbado. -Alexander-kun, aquí -levantó su cabeza haciendo un apoyo desde su cuello. Hizo que bebiera el té y junto a este le dio las pastillas, así no se notaría el sabor que tenía el medicamento. -Con esto bajará su fiebre. Con algo de reposo por unas horas, estará mucho mejor en cuestión de nada. |
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| | Kuoro gemía. Era su primera experiencia con un hombre, al igual que en el sexo. La temperatura de su cuerpo ascendía aceleradamente y unos gemidos que reflejaban su placer eran emitidos por su boca en un todo delgado. Se abrazó al cuello del mayor para pode tener un punto de apoyo. El placer nublaba sus sentidos y no lo dejaba pensar con claridad. Se sentía tan bien. -A-asusa... ahhah mas por favor~ por favor~ -rogó arqueando su espalda. Extendió aún más sus piernas. De la punta de su miembro empezó a escurrir las primeras gotas de pre-semen. Su rostro se tornó rojo, por la vergúenza y excitación. |
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| Tuve mis clases con regularidad. Por mi ausencia estoy un poco atrasado con las materias. Gracias a los profesores, pude ponerme al día con más facilidad de la que pensaba. A la hora del recreo, salí y me encontré con mis amigos. Ainos hasta la sombra de un árbol y ahí nos sentamod a comer como si nada hubiese pasad en estos últimos días. Todavía somos ese gran combo que habla en los recreos y va a los arcade cada vez que hay dinero. A veces miré hacía Luis el cual también me veía, muy directamente, la verdad. Se notaba que yo le gustaba mucho, y el casi beso de esta mañana... pero no. Yo amo a otra persona.
Y hablando de eso. ¿Dónde está Nathaniel? No lo he visto en todo el día. ¿Será que vino? Ahorita itentaré localizarlo. |
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| Abrí la boca impresionado y ya iba a seguir derecho como si estuviera indignado pero en cuanto me atrapó y me beso, correspondí.
-Tú eres sólo mío, chico lindo. No te atrevas a usar esas ropas frente a otra gente. ¿Okey? -le advertí y seguimos caminando hacía casa. Cogí más fuerte las bolsas. Este chico me encantaba, lo amaba muchísimo. Sé que haría todo por él. Hasta ponerme a sus pies aquí en la calle. O lo que sea. Pero así mismo, si hace algo que me duela, el golpe será tan fuerte que no podría soportarlo. |
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| Cuando me levanté, me sentía un poco mejor. Mi madre me dijo que sería mejor que fuera hoy a la escuela para no atrasarme con los temas. Me dio una pasta y un tapabocas. Me preparó el almuerzo y yo me arreglé. Me puse una chaqueta sobre un abrigo, y un jean. Tome mi maleta y sin preocuparme en absoluto por mi aspecto, salí de casa. Ahí estaban Luis y Jacov, los dos sonrientes por ver que había salido. Sonreí por bajo el tapabocas y caminamos juntos a la escuela.
No sé si ibamos tarde o algo así porque cuando nos ibamos acercando, sonó el timbre. Nos apresuramos a correr. Jacov iba de primero. Luis aprovecho la ocasión y ahí en la puerta me dio un beso a la altura de la labios. Por sobre el tapabocas sentí sus labios. Lo miré impresionado y el sólo me guiñó el ojo, corriendo rápido.
Retome mi ritmo hacía mi salón. Que vergüenza. |
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| -Bueno... todavía no lo somos oficialmente, pero sé que pronto podremos... ser una muy buena familia. Y te lo juro, prefiero yo salir lastimado o algo mucho peor a que algo le pase a Lysander -dije serie y decidido cuando pude bajarme de la banca luego de haber organizado todo. Era muy sincero y certero con lo que decía. Lysander no saldrá lastimado en ninguna circustancia mientras yo esté a su lado. Sonreí y saqué una bandeja. Serví el té.
-Ayudame por favor a llevarla. Iré a buscar un par de medicamentos para Alexander-kun -salí corriendo al baño donde estaba el botiquín y de ahí saque unos acetaminofen. Eso le ayudarían con la fiebre y el dolor. |
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| No pude conciliar el sueño por más que lo intenté. Di vueltas y vueltas en mi cama sin saber realmente qué hacer o qué pensar. Lo que más me sorprendió fue cuando Luis llegó a mi casa. Traía flores y unas cajas más de pastillas. Lo invité a pasar y hablamos mucho rato en la sala, luego en mi cuarto. Jugamos un poco de Monopolio, le gané, como siempre. Me divertí como en los viejos tiempos, la verdad no sentía ninguna tensión entre nosotros. Sólamente sentí una extraña sensación al pensar qué hubiese pasado de haberme enamorado de él y no de Nathaniel. La idea me pareció muy loca.
Mamá llegó en la noche y Luis no se fue. Se quedó a cenar. Hasta bien tarde se fue con Jacov que pasó por aquí con él. Al irme a dormir revise mi celular y miré la notificación. El pensamiento de la tarde regresó a mi pensamiento y me hizo sentir culpa. No contesté, ni lo leí completo.
En la noche mi subconsciente me jugó una mala pasada al hacerme soñar en una cita romántica con Luis y que luego me iba a un jardín con Nathaniel donde nos besabamos profundamente. |
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| Asentí y fui junto con Levi a la cocina para poner a calentar el agua. Con la banquita me subí para alcanzar la alacena y así poder coger las hojas de té.
-Levi... ¿te importaría recibirme unas cosas? Hay mucho aquí arriba y no alcanzo la caja -Comencé a sacar varias cajas y frascos que llenaban el gabinete y los fui dejando en el mesón. De a punticas me fui acercando hasta el fondo, logrando coger por fin las hojas. -Ponlas en el agua, así yo organizo esto... -y así lo hice. |
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| De la impresión se me cayó el gorro al piso y caí junto a Levi al sofá. Estaba algo estupefacto y aliviado cuando Lysander lo aparto de mí. Me cogió por sorpresa pero me río. Alcanzó a incorporarme y recoger mi prenda para luego recibir el cordial saludo de Alexander. Me sentía más como una pulga a su lado, pero tiene un aura muy cálida como la de Lysander.
Tome asiento y sonreí cuando Levi se sentó a mi lado. Me sonroje mucho por su comentario y sólo vi la opción de ponerme de nuevo el gorro.
-Gracias... creo -miré hacía mi novio y vi a su hermano-. Eh... A-Alexander... ¿no te gustaría recostarte? Te vez pálido y cansado. Puedo hacerte una taza de té para que te relajes. |
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| Extiendo el plato hacía él y después de que se lo lleva me quedo ahí sentado en la cama. Llegó, pasandome las medicinas. Tome un vaso de agua que había por ahí en mi mesita de noche y mientras hablaba, yo tragaba las pastillas. Al final lo mire y disimule un suspiro. Quisiera que se quedara más tiempo pero tiene responsabilidades mucho más importantes. Sólo asentí.
-De acuerdo. Gracias por haber venido, de verdad. Fue lindo verte... y que arreglaramos las cosas, ¿no crees? -volví a asentir para mí mismo y me tumbe en la cama, de medio lado. Las mantas me cubrieron completamente hasta los hombros. El calor de la cama me haría sudar la fiebre.
Dormiré hasta que mamá llegue. Muchos éxitos en tu trabajo -cerré los ojos |
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| Mire la tierna escena familiar de los tres hermanos. Guardan rastros similares entre ellos y se nota que se quieren mucho. Me dio un poco de envidia y tristeza porque yo nunca tuve eso. Pero recorde que si seguía con Lysander, ellos serían mi familia también. Respiré hondo y me deje llevar por Lysander. Los mire fijamente, estudiandolos un poco nervioso.
-Hola -me aclaré la garganta- es un placer. Mi nombre es Johan... me alegra mucho poder conocerlos al fin -como para no ser grosero, me quité el gorro que traía puesto, sujetandolo contra mi pecho. Sólo esperaba no haber quedado despeinado o algo parecido. |
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| Me reí un poco más y comí con él, difrutando el desayuno. Cuando sonó el teléfono, me congelé. Mire mi desayuno y mi vestimenta. ¡Qué vergüenza! Corrí al cuarto a bañarme y vestirme con la topa nueva que había comprado ayer. Usar ropa limpia y no rota se sentía muy bien. Hice un puchero. Me daba pena salir y el ver mi desayuno todavía en la mesa hacía que me crujieran las tripas. El sombrero que tenía lo ajuste a mi cabeza igual que la camisa chaleco rojade cuadros sobre una blanca manga larga; y unos vaqueros.
Respira hondo y tranquilo, hondo y tranquilo. Me escondí tras la pared y miré hacía la puerta. |
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| Lleve los cubiertos tambien y me acomode en la silla, esperandolo para iniciar a comer los dos. Apenas vi el puchero en su rostro pensé que había hecho una mala elección con nuestro desayuno y que no le gustarían.
-Puedo... -luego fue que escuche lo que dijo ye sonroje cubriendome el rostro. Comencé a reírme estrepitosamente, aún cubriendome la cara. Los días con Lysander siempre son diferentes y cada día me enamoro mas; soy muy feliz. Mis ojos se pusieron lagrimosos de tanto reirme. -No te preocupes... -le pasé el pan-. Te perdonaré si te gusta |
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| Me estremecí un poco al sentir sus manos rodeando su cintura y su aliente rozandome por el cuello. Reí y la sonrisa en mi rostro se mantuvo.
-Buenos días, amor. Dormí bien y mucho más cómodo con esta ropa. Y que eres muy calentito -me acurruque en su toque. Hago el desayuno para que podamos comer y alistarnos antes de que vengan tus hermanos. Estoy muy ansioso. -casi pego un pequeño brinquito y sonreí más.
Acabe de fritar los huevos y los serví con algo de tocino en los platos, formando una especie de carita con los alimentos. Esta vez hice jugo de manga y chocolate para no causar problemas. |
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