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Asentí con aprobación para luego echarme a reír, sería divertido verlo bajo el mando de Asano, pero al verlo nervioso acaricié su cabeza para intentar calmarlo.- Tranquilo, Asano no haría nada malo.- añadí.
En ese momento sentí que el camión en el que estábamos subidos se detuvo, y mira qué casualidad, estábamos frente a una cafetería, así que me dirigí a Nagisa.- ¿Te parece bien bajar de este trasto a charlar más tranquilamente allí?- le pregunté señalando el local, me habían hablado muy bien de él, decían que tiene los mejores cafés de la ciudad, pero es más que nada porque ir a otro lado me da pereza.- Se me han entumecido las piernas por culpa del camión.- dije molesto. -
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Aquí de nuevo yo molestando con una nueva ficha y trama pero antes, como siempre, esas preciosas reglas.QUOTE❥ No voy a pedir un mínimo de líneas, pero se deberán respetar las tres que pide el foro.
❥ Tampoco pediré que me describas el escenario completo, tan sólo exigiré lo suficiente como para poder responder a las acciones realizadas por vuestro PJ.
❥ Si posees un nivel ortográfico bajo como para no poder diferenciar "ahí" de "hay", por favor, no te molestes en seguir.
❥ Soy activa en cuanto a roles se dice, pero comprendo que las personas tienen otras cosas que hacer, pero si no puedes continuar roleando o te disgusta algo, avísame.
❥Aparto ficha por 24h a menos que me especifiques el porqué tardarás más.
❥Comparto ficha.
❥ Divertirnos, sobre todo.
Aquí os dejo a mi pequeño.SPOILER (click to view)❥ Nombre:
Luke De Santis.
❥ Edad:
18.
❥ Altura y peso:
1,70m y 57 kg.
❥ Fecha de nacimiento:
13 de octubre.
❥ Orientación sexual:
Heterosexual.
❥ Rol:
Aunque no lo admita, es una pasiva.
❥ Sobre él:
De padre italiano y madre británica, Luke nació y crió en la Toscana donde sus padres católicos le enseñaron todo sobre la religión cristiana, forjando su pasión por esta. Pasados varios años en los que, obviamente, hizo su primera comunión; confirmó su fe y fue a misa cada domingo, se trasladó a Inglaterra para comenzar su carrera de magisterio.
Ya si tratamos el tema de su carácter, pues, Luke es alguien con una personalidad difícil. Se molesta con facilidad y tiene una paciencia casi nula, lo cual es bastante curioso para un futuro profesor; también se podría decir que es un fanático religioso un tanto amargado.
Pero aún así, como toda persona, tiene un lado blando, el cual en su caso es por sus padres y el sacerdote de la parroquia no protestante que se encuentra al lado de su apartamento.
Se ha enamorado un par de veces y siempre ha acabado con el corazón roto, pero ahora mismo, hay una chica en su universidad que le atrae en cierta manera, pero nunca se atreverá a decírselo.
Su comida favorita son las ensaladas con queso de cabras y la más odiada, la carne; aún así, siente cierto gusto hacia el pescado. Y ya hablando de sus manías, no soporta dormir boca abajo, y no se siente cómodo con ninguna almohada a menos que sea la de su habitación.
❥ Extras:
- Siempre lleva una Biblia en tamaño reducido.
- Sabe cocinar bastante bien.
- Tiene alergia al pelo de las mascotas.
- Trabaja en una lavandería a medio tiempo para tener algunos ahorros personales, pues, sus padres pagaron el apartamento y le dan dinero cada mes para poder subsistir.
❥ Apariencia:
Luke es de cabello de color rubio tostado y ojos castaño claro, de complexión delgada y débil, pues no hace mucho ejercicio y no come suficiente carne.
QUOTELo único que quiero para él es que el otro pj sea ateo, ya la personalidad está a elección y la trama me gustaría pensarla con la persona a la que le interese.
Eso es todo, ¡chao!
Edited by Kura san. - 19/3/2017, 00:23 -
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Pensé durante un tiempo en mi respuesta, no me gustaba la idea de que Nagisa se arriesgara a diario por ello, pero aún así es él el que debe decidir por sí mismo.- Yo creo que deberías hacer lo que realmente te gusta.- le respondí sin muchos más rodeos, pues, era cierto, yo no puedo decidir el futuro de nadie.
- Si de verdad crees que prefieres ser asesino te apoyaré.- volví a hablar.- Si deseas continuar con tu carrera como profesor te apoyaré.- continué, mirándole de forma tranquila, intentando hacer que su mente se despejase. -
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Markus_Grigori
¡Hola y bienvenido a mi taller! Aquí está tu avatar, espero que te guste.QUOTE
CODEhttp://orig02.deviantart.net/b636/f/2017/074/e/7/markus_grigori_by_k_shirogane-db2ej2y.gif
Si deseas cualquier tipo de cambio no dudes en decírmelo. -
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Lo miré con cierta compasión, acariciando su cabello con suavidad en un intento de consolarlo e hice que no había oído nada, porque aunque un claxon hubiera opacado su voz, pude entender la frase a la perfección. Estaba claro que ahora mismo no debería decirle nada sobre mis sentimientos, pues él tampoco estaba listo.
- Me alegro de que estés mejor.- le dije sonriendo, incorporándome de nuevo para poder ver de nuevo su rostro, no me gustaba para nada verlo triste, así que con cuidado pellizqué su mejilla en un intento de que me regalara una sonrisa.- No pongas esa cara, las sonrisas te quedan mejor.- le susurré con cariño. -
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- Claro, dime.- le respondí en un tono sereno, pero aún así me molestaba mucho lo que habían hecho esas cuatro personas, no les iba a perdonar, y menos si se metían con mi querido ratoncito.
Me mantuve callado esperando a que hablase, escuchándolo con la calma que a primera vista parece que tengo. En el fondo no estaba nada tranquilo, conociendo al pequeño Nagisa, seguramente es algo de suma importancia y ahora lo estoy menos gracias a estos sentimientos que tengo por él.
Realmente me iba a volver loco por culpa de esto. -
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- ¿Mis clases? Qué va, para mí, en comparación a cuando íbamos a Kunugigaoka esto es un juego de niños.- le dije tumbándome sobre el camión.- Es cierto que son asignaturas totalmente nuevas, pero no es nada que yo no pueda controlar.- le seguí diciendo, adoraba estar junto a él como en el pasado, disfrutando de su presencia y compañía. Es cierto que antes de la pelea entre nosotros dos las cosas estaban tensas, pero ya sé que puedo confiar plenamente en Nagisa.
- Y tú qué tal, ¿te acosa alguien?- le pregunté divertido, aunque esperaba que lo negase, pues si me enteraba que alguien le seguía ya me encargaría personalmente de él o ella. -
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Al oír un ruido procedente de la ventana giré mi cabeza y me encontré a mi ratoncito en la ventana llamándome, le saludé e hice el gesto de que iría hasta donde estaba él, me hacía muy feliz verlo aquí conmigo, ya le empezaba a echar de menos.
Por suerte las clases importantes ya terminaron y pude ir hacia allí.
Salí corriendo del Aula Magna y pude subir al camión donde se encontraba Nagisa sin ninguna dificultad.
- Qué tal Nagisa.- let saludé con la mano, esbozando una pequeña sonrisa a mi peliazul favorito. -
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Me levanté de mi cama con unas ojeras increíbles, de verdad, no tenía idea de por qué hice tal estupidez ayer. Me sobé la nuca y me dirigí al cuarto de baño a asearme y ponerme presentable para ir a la universidad.
Odiaba sentirme tan vulnerable en medio de la jornada, pero no podía evitarlo si a cada minuto se me venía la imagen de Nagisa a mi cabeza, tan inocente, tan pequeño, tan...
Maldición, no debería desconcentrarme, y menos cuando hay logaritmos y fórmulas muy complejas de por medio, aunque perfectamente podría aprendermelas en casa, no sé por qué me preocupo.
Suspiré en voz baja, maldición, Nagisa, ojalá pudiera tenerte ahora mismo. -
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Me fui corriendo a mi casa, me di una ducha fría, repasé los apuntes del día de hoy y me fui a la cama sin pensármelo dos veces.
Maldición, por qué tuve que darle ese beso, sí, es cierto que antes toqué su cuerpo, pero una cosa es el deseo y otra son los sentimientos. Y al parecer estos últimos están por matarme ya.
Debía dormir, pero no lo lograba, pues cada vez que cerraba los ojos, una imagen de Nagisa con su cabello suelto venía a mi cabeza.
Lo deseo tanto, que empecé yo mismo a calentarme un poco por abajo, joder, cuántas duchas necesitaría esta noche para dormir en paz. -
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Mis ojos se abrieron de la sorpresa por su respuesta, no me lo esperaba para nada lo miré de frente, todavía callado y decidí que sería lo mejor responderle, pero no verbalmente, sino físicamente.
Me aproximé más a él y posé mi mano en su mejilla, acariciándola suavemente para luego besarla.- No me molesta para nada Nagisa.- respondí suavemente, sonriéndole con ternura.- Bueno, se me va haciendo tarde, y dentro de no mucho tengo un examen, aún así gracias por ofrecerme un café.- dije yéndome hacia la puerta, despidiéndome de él, salí y pude suspirar en paz.
Mierda, eso estuvo cerca, todavía no estaba listo para confesarme, y no creo que lo esté pronto. -
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- Pues bastante bien a decir verdad, lo único malo de allí son los profesores.- respondí, diciendo lo último con molestia, a decir verdad, me había acostumbrado bastante a las clases de Korosensei y ya ningún maestro podría reemplazarlo, excepto Nagisa, él seguramente estará al mismo nivel que el pulpo.
Ahora que me fijaba, Nagisa se veía nervioso alrededor mía, así que decidí gastarle una última broma antes de irme, aunque tampoco es que tuviera muchas ganas de marcharme.- ¿Por qué tan nervioso Nagisa? ¿Todavía afectado por lo de antes?- let susurré suavemente.- ¿Acaso quieres repetirlo?- le pregunté, pero a diferencia de lo de antes, esta vez había cierta parte de esto que iba en serio. Pues, si se trata de él no me importaría hacerlo de nuevo y tampoco lo haría dar un paso más lejos. -
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- Vale, gracias Nagisa.- le respondí, a decir verdad me apetecía tomarme un café caliente para poder reponerme un poco, esta mañana los profesores de la universidad me tenían un poco harto. Entrando por su casa me fijé en el cabello de Nagisa por unos segundos y por mera acción involuntaria le solté sus dos coletas, viendo todavía que todavía tenía el pelo largo.
- ¿No dijiste en su tiempo que lo ibas a cortar?.- let pregunté por mera curiosidad, pasando mis manos suavemente por su lacia cabellera, admirando la suavidad de sus hebras del color del cielo. Y sumándole a todo esto, acerqué mi rostro a su cabeza y la olfateé.
Olía tan bien, y además, se me hacía gracioso lo mucho que tenía que agacharme para poder llegar a su altura. Me separé de él y sonreí, acariciando su cabeza una última vez para luego volver a hacer sus coletas.
- Bueno, tampoco es que tenga tanta prisa, si tienes todavía el pelo largo, todavía te puedes poner falda.- reí con malicia.- Aunque tú te verías bien con ellas incluso con el pelo corto.- volví a reír. -
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Esa pregunta me pilló algo desprevenido, pero aun así le sonreí y respondí.- Claro que sí Nagisa, recuerda que él hizo mil y una locuras para ver nuestras caras de felicidad.- dije nostálgicamente, aún recuerdo todos nuestros intentos de asesinato y también del momento en el que tuvimos que asesinarlo. El llanto de Nagisa aquella noche todavía resonaba en mi cabeza, y también el mío estaba presente en mis memorias, pero no es momento de ponerse como unos ancianos a recordar; ya casi llegábamos a casa de Nagisa.
- Bueno Nagisa, aquí te bajo.- dije. - Sigues igual de ligero que antes, pero mi hombro ya se ha entumecido de llevar tanto tiempo cargándote.- dije en un intento de meterme con él, estirando el hombro sobre el que había estado él. -
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El ver cómo Bitch-sensei la acariciaba a Nagisa me molestaba, así que lo aparté y le respondí.- Claro que sí Bitch-sensei- dije haciendo más fuerte mi agarre hacia Nagisa. - Todo lo que sabemos hacer fue gracias a que teníamos a la bitch suprema dándonos clase.- dije tomando un tono burlón hacia ella.
- Bueno, me encantaría seguir hablando acerca de nuestras batallitas, pero tengo un asunto que arreglar con un pequeño ratoncito.- sonreí a los dos presentes, ya comenzando a caminar. - Adiós mimado y bitch suprema.- me despedí con mi mano libre, saliendo ya a la calle. En cuanto estuvimos lo suficientemente lejos le hablé a Nagisa.- No vuelvas a dejar que ella se te insinúe.- le advertí de una forma muy obviamente celosa.
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