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Suspire pensativo, no comprendía que estaba pasando aquí.
Note que me tocaba sin entender nada de nada.
Pero no negaría que deseaba que me mirase solo a mi que me tocase solo a mi. mis dedos buscaron su pelo atrayendole mas a mi, mis ojos veían los suyos, se me hacia tan perfecto-ser humano es la capacidad de sentir...¿sabes como se demuestra que alguien te gusta?, con un beso...con esto-me atreví a decir, era verdad que nos habíamos besado una vez antes pero yo quería que eso volviese a pasar. Tal vez mi amor no le alanzase o no me entendiese, era verdad que el era un ser tan puro pero deseaba el sabor de sus labios sobre los míos. le acerque mas a mi colocando todo su cuerpo sobre el mio mientras acercaba mis labios a los suyos primero lamiéndolos con mi lengua en un gesto tímido para luego acabar con todo uniendo nuestros labios. Al principio era un beso casto y sin experiencia, mis labios temblaban por el muy deseado contacto, para luego intensificar mas el beso metiendo mi lengua en su boca para proceder a rosar la suya, me sentía tan torpe en este instante, mis dedos enrredados en su pelo mientras le besaba como si no hubiese un mañana.
No supe cuanto estuvimos así, me separe de sus labios sintiendo que me faltaba el aire, mi respiración entrecortada sus ojos todo se me hacia tan irreal como un mágico sueño que lentamente se hacia realidad, pero esto no era justo me sentía un completo enfermo jugando con alguien que era tan inocente porque así yo veía a Ren.
-Yo...perdón...-le di un beso en la mejilla dándome valor-no debería hacer esto...pero tu me gustas mas que como un amigo...-no creía que pudiese entenderme pero ya le había dicho lo que sentía, mis dedos rosaban su cabello sin apartar mis ojos de los suyos, mi mano desendio a su pecho rosandolo suave-eres humano puedes sentir como uno...-le sonreí intentando estar calmado, el era mi todo y al menos ya dije lo que sentia, ¿porque esto era tan complicado?. -
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Por cierto no te lo había dicho...
bienvenida
Yo igual quiero leer esos fics, escribelos quiero verlos.
Mucha suerte por aquí.
Nos leemos. -
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Le observo con detenimiento, estaba ante un ser realmente cruel, uno que se veía que gozaba de tentar y herir. Al ver que le mostraba el cuello mordia su boca sintiendo el sabor de su sangre en el proceso no deseaba caer en tentación, algo le decía que de tomar esa sangre se volvería su esclavo en todo el sentido de la palabra.
— Eres detestable —el olor a sangre le quitaba el juicio, ¿se podía estar más destrozado? ser esclavo en todos los esquemas, pertenecerle a alguien sin poder chistar ni poder cambiar tu destino. La tentación estaba allí para enseñarle su lugar ese que detestaba con cada fibra de su ser. Muchos buscaban a diario la razón de su existencia, vivir una vida plena en un mundo que algunos veían llenos de esperanza pero esto para Kotaro perdía importancia, su razón de existencia era hallar la libertad, si pudiese ser libre solo disfrutaría de esa libertad tan solo decidiendo que haría cada día tal vez era una perspectiva sencilla de la vida pero para lo que era rutina para sus semejantes para el solo eran sueños imposibles de realizar.
Miro a sus espaldas solo por un instante notando que no tenía escapatoria— aunque perdiese la vida aquí mismo te daré pelea... ¿es divertido jugar a ser dios? —deseaba ofenderle ver si de esa forma al menos era un poco más fuerte, pero primero debía saciar el hambre— soy una bestia... —se acercó rosando el cuello ajeno con sus dedos— una que hará todo por saciar el hambre incluso odiarme a mí mismo...detén todo esto...deja de jugar a tentarme... —sus ojos en ese cuello deseosos de que le detuviese de caer bajo de esa forma la cordura regresaría y podría intentar matarle, esa hambre se hacía tan dolorosa el olor a sangre borraba todo alejándolo de lo que deseaba ser. -
.SPOILER (click to view)Hola me encanta tu chico es tan malo
Ser atravesado dolía como el infierno pero no pediría piedad.
Sus ojos en los ajenos miraban que estaba realmente contra un ser que no sentía ningún tipo de amor a la vida, esas personas que decían hacer algo y hacían otra cosa eran detestable. Con todo el acopio de sus fuerzas le empujo sacándose en el proceso la espada enterrada, un fuerte jadeo salio de sus labios retrocediendo unos pasos con la mano en la herida. Esta necesitaría un rato para recuperarse al menos sabia que su muerte no seria ni rápida ni muy tranquila que digamos.
— No eres mas que un fanático religioso....aléjate ...no moriré tan fácilmente...—tose expectorando sangre, intentando calmar su respiración entrecortada, su corazón latía fuerte en sus oídos todo se hacia tan irreal como si fuese la vida de alguien mas la que estuviese al filo de la muerte.
"Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti."
Sus colmillos se mostraron sin mas, estaba disidido a no morir ese día, como fuese sobreviviría y como fuese escaparía. Sus ojos fijos esperando un movimiento para atacar, sabia que era el mas débil en perspectiva por estar perdiendo tanta sangre pero a pesar de todo no se rendiría hasta que sus ojos se cerraren por ultima vez.
— Estas tan equivocado... —susurro algo débil, ¿se podia odiar a alguien que recien conoces?. -
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Mi cara muy sonrojada al sentir que de nuevo nuestros miembros estaban juntos. Mis uñas rasgaban suave su espalda mi voz en su oído. Se notaba que mi amor era de buen aguante que a pesar de hacerlo tan a menudo desea más y más de este ardor que nos quemaba a ambos. No supe cuando estuvo tocándome en ese sitio, la interacción de nuestras zonas tan sensibles me quitaba el juicio, sin más un fuerte jadeo se escapó de mis labios al notar que me corría con los ojos entrecerrados por el esfuerzo estaba agotado así que aunque mi cuerpo deseaba mas de esto sentía que me desmayaría de tan intenso que era todo esto.
Rose su pecho con mis dedos solo viéndole— Osamu muero por sentirte nuevamente dentro de mí pero estoy en mi limite...podemos solo ducharnos y descansar solo en la cama...me encanta estar en tu compañía...nadie nunca ha estado tan cercano a mí que deseo disfrutar las cosas pequeñas...que estemos felices más allá que solo con el sexo...—me sorprendía de mí mismo por desear más, pero las relaciones en teoría eran de estar en unidad, poder hablar, reír llorar o eso creía era después de todo un novato.
Mis dedos rosaron sus labios solo delineándolos— sabes tus besos me encantan, al igual que cada parte —mis dedos rosaron su cuello sin dejar de mirarle coqueto, no me entendía le pedía algo mas y inconscientemente le tentaba— tu eres mío y yo tuyo— mi boca roso su pecho mordiéndolo suave, me sentía un completo posesivo deseaba mimarle y cuidarle.
No se lo diría pero me asustaba que mis sospechas fuesen ciertas. Que mi amor no fuese normal. Pero a pesar de todo era el chico más feliz, le mire más tranquilo mientras solo le sonreía— señor Osamu ahora en la oficina con ese uniforme de oficial serio me darán ganas de verlo así como ahora tan fuerte...tan sexy —dije eso ante sus labios dándole un corto beso, me sentía tan cursi a su lado pero esto era tan único...tan bonito -
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“Una vida sin valor, un ser sin elecciones, un simple esclavo sin un pasado ni un futuro más allá que solo bajar la cabeza”.
Roma era un infierno. Un lugar donde la esclavitud era la orden del día. Vidas sin valor alguno, sin voz ni voto existían pero sin hacerlo realmente, perdidos en un mar de desesperación sin terminar de ahogarse del todo, las emociones eran como látigos tan dolorosos que muchas veces convencerte que no podías sentir era mejor para que nadie viese tus debilidades, era peor mostrar las lagrimas esas que estaban alli fluyendo dentro pero que por cosas de las heridas de un destino nada alentador para Kotaro se sentían como para alguien mas.
"Soy fuerte, no debo llorar...nunca llorar..."
Sus días pasaban solo estando en aquel burdel sonriendo si hacía falta, haciendo los mandatos de los amos que llegasen deseosos de un delicado joven que detestaba su oficio tanto como detestaba ser un vampiro. Sus ojos observan a los demás chicos que como el tenían este cruel destino, algunos llorosos y suplicantes por una piedad que nunca llegaría por una absolución de pecados que no poseían.
No estaba seguro como aún era virgen. Tal vez por su carácter rebelde no era ese ser sumiso que muchos buscaban para saciar sus deseos retorcidos, pero aun así sus amos eran de lastimar, le humillaban mostrándole su destino, que por muy fuerte que quisiese ser se debía a otro.
Perdido en sus pensamientos noto que alguien llegaba, un grupo de hombres que eran entre intimidantes y misteriosos parecían actuar en nombre de “dios”. Que ignorancia tan grande, lo que vino a continuación movió su interior era verdad que no tenía miedo por sentir que en su joven vida lo había visto todo solo le movía la curiosidad.
Las muertes comenzaron. No distinguían entre buenos o malos eso era tan evidente Kotaro solo observaba esa escena que para muchos seria terrorífica lleno de curiosidad no muchas veces podías ver el mal fijamente a los ojos. El hombre que suponía era el jefe acerco su espada llena de ese líquido carmesí a su rostro. Lamio su boca sintiendo como es hambre oculta por ese tentador sabor lentamente le despertaba se odiaba por caer a sus instintos primarios tan fácilmente.
Debía controlarse.
“Si he de morir no quiero ser un animal preso del hambre”
— ¿Crees que me asustas?...no le temo a la muerte… —le miraba desafiante, muchos creerían que era un loco por desafiar a ese monstruo en esta situación pero estaba tan lleno de emociones encontradas en ese instante, por un lado estaba las ansias locas por ese líquido carmesí y por el otro estaba esa rebeldía que le evitaba el bajar la cabeza por muy en el abismo que pudiese estar— si esperas que te suplique…búscate a otro…asqueroso monstruo —palabras dichas sin ningún signo de temor, sabía que lo mejor era controlar su carácter pero si se dejaba aunque fuese un poco ser débil perdería lo que le mantenía en pie, esta lucha era lo único que le mantenía cuerdo, así que se agarraría a esta rebeldía hasta el fin de sus días aunque con eso solo recibiese más dolor y lágrimas.
“No te temo, jamás escucharas una súplica de piedad de mis labios, has lo que te venga en gana, no seré ese esclavo sumiso deseoso de dolor, jamás me vencerás”. -
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¿Podrian por favor cerrar este tema?,o si es posible borrarlo...
https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=74000707
y gracias -
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Aun no podía entender los cambios de este hombre, al escuchar eso de “ponerlo duro” mi cara se sonrojo tanto mientras me dejaba llevar al baño y depositar en esa tina con tanta delicadeza mi mente estaba llena de tantas dudas, ¿sería acaso que el tenia doble personalidad?.
Como si leyese mi mente eso de que no recordaba me hacía sentir más inseguro pero aunque eso fuese cierto cosa que me negaba a creer le amaba y deseaba estar a su lado por muy difícil que fuesen las cosas o por estar ante mi jefe y una relación entre nosotros fuese tan complicada.
— Lo se debemos mantener las apariencias...somos después de todo jefe y subordinado pero en este instante no lo somos...solo soy alguien que desea besarte y sentir que cada parte de ti arde por mí —baje mi mano a su miembro rosándolo debajo del agua—y que esto se revive solo conmigo —me coloque más sobre el mientras le tocaba suave y constante mientras le besaba lentamente, me separe del beso colocando mis manos en su pecho debía controlarme aun mi cuerpo estaba adolorido por lo reciente acto entre nosotros.
Cuando deje ese beso mordí sus labios mirándole tan sonrojado—contigo es con el único que soy de esta forma...solo tú me has visto así...me alegra haberte conocido—era verdad me asustaban estos sentimientos y esas ideas de la condición mi amor, de que si eran solo ideas mias o si realmente mi amor tenia semejante secreto a cuestas si era verdad de una segunda personalidad ¿Cuál sería la correcta el dulce Osamu que era tan bueno y considerado? ¿O el Osamu que me enloquecía y me hacía caer en tentación cada vez que me tocaba o solo me hacía caer ante el placer extremo?.
¿Esto es cierto?, dime que no es así amor mío.
Mi boca viajo a su cuello el cual mordí suave dejando una nueva marca, no quería pensar en nada este momento lo era todo justo ahora—quedémonos así un poco más...entiendo que debemos separar nuestro trabajo de esto pero ahora solo disfrutemos de esto tan único —volví a besarle lento mientras mis manos tomaban sus mejillas en un beso lento lleno de dulzura deseaba cuidarlo, mimarlo hacerle ver que ya no estaba solo porque algo me decía que a pesar de lo popular que se me pudiese parecer mi amor era solitario e incluso un poco triste.
¿Podría yo llenar sus carencias con mi amor?.
Edited by Saira - 30/6/2017, 22:57 -
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hola -
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Lo que vino luego me pareció casi un sueño. Ese hombre que me parecía tan perfecto e intimidante me estaba confesando sus sentimientos mientras me besaba tan dulcemente. Se mostraba tan cariñoso como si el hombre de la noche anterior no fuese más que una ilusión, rose su mejilla con mi muñeca solo observándole mientras mis lágrimas fluían lentas, no estaba triste era que no creía que pudiese llegar el día en el que le escuchase diciendo algo así, solo para mí.
-Claro que quiero tener una relación contigo...eres mi todo, ¿estoy soñando?, si es así no quiero despertar nunca-me sorprendía estar diciendo estas cosas, yo que hasta hace poco jugaba con chicas, el amor para mí era como cosa de otros para mí era algo inexistente pero ahora era tan palpable tan real, un hermoso sentimiento que me llenaba de tanta felicidad que me sentía que casi flotaba.
Acerque mi boca a la suya en un corto beso-nunca dejaría de amarte tonto...-reí ante sus labios limpiando las recientes lagrimas-a veces no te entiendo pero a pesar de lo complicado que pueda ser todo quiero estar contigo...solo tengo miedo de esto que nos está pasando-rose su pecho con mis dedos en un gesto algo erótico, pero yo no deseaba seducirle o algo así solo quería convencerme que esto era real que realmente estaba aquí conmigo.
-Nunca pensé estar así de conectado como lo estoy contigo...si no estás me siento vacío...triste-le di un beso en el cuello colocando mis brazos alrededor de su cuello colocándolo más sobre mi mientras besaba sus labios en un corto beso-me encanta sentirse así sobre mi...eres tan perfecto...tan mío-le di otro breve beso sin dejar esta posición.
-Me gustas mucho...-mis manos rosaban su espalda-creo que deberíamos darnos un baño...pero no creo poder levantarme...sé que debemos pero me encanta estar en esta cama así contigo...me haces feliz-mi voz suave mostraba que a pesar de que le deseaba al mismo tiempo esto no era solo deseo le amaba intensamente con cada poro de mi piel, era como se solía decir mi otra mitad, pensar de esta manera parecía como si no fuese yo pero da igual si puedo estar a su lado nada importaba.
Sabía que quería permanecer a su lado. Pero algo me decía que esta confusión de saber que mi amor tenía dos caras me hacía sentir preocupado de que fuese como fuese al final al saber la verdad esta solo me lastimaría y rompería mi corazón a pedazos, suspire rosando mi nariz con la suya-soy tuyo-estaba tan lleno de él que no deseaba que mis pensamientos dañasen este momento, solo esperaba que pudiésemos soportar todo juntos aprender del amor a pesar de las adversidades que pudiesen surgir. -
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Estaba aún muy agotado cuando note un ligero escozor en mi muñeca. La noche pasada no había sido un sueño, realmente el dolor de mi cuerpo delataba que ambos no estábamos hablando inocentemente ni discutiendo sobre política.
A pesar de que lo habíamos hecho varias veces terminamos en mi cama hasta caer presos del cansancio, ¿alguna vez me seras suficiente?.
Abrí los ojos ligeramente mirando a Osamu escuchando su voz, se notaba preocupado por mí. El cansancio me venció de nuevo cayendo dormido lentamente me sentía algo confuso, era como si viese dos caras de mi amor. Una dominante y la otra tan dulce no podían comprender la situación en la que estábamos.
No supe cuánto tiempo dormí, me sentía más relajado. Era como si me sintiese por primera vez tan complacido con mi existencia. No necesitaba más que esta calma, lentamente fui abriendo los ojos y con el despertar regresaba el dolor en mi cuerpo y el dolor ligero en mi muñeca, sin más me acerque más a Osamu que estaba a mi lado rose su mejilla con mis dedos en un gesto dulce, observe el reciente vendaje en mi herida sin dejar de rosar la cara ajena con cariño.
-Gracias por curarme...y por quedarte conmigo...te amo-susurre eso ultimo muy bajito mi cara sonrojada mostraba que aún me costaba tanto decirle mis sentimientos, tal vez no escucharía algo así de su parte pero no podía negarme más a mí mismo lo que sentía por este hombre. Era verdad que recién no estábamos conociendo pero yo había caído a sus pies. Ante alguien que me era un completo misterio.
Coloque ambas manos en sus mejillas acercando su cara a la mía uniendo nuestros labios en un beso dulce y lento. Yo no deseaba solo deseo, aunque no se lo dijese deseaba que me mimase, que me acompañase aunque esto representase para el solo un instante de pasión.
Me separe del beso solo acostado a su lado mirándole tan lleno de dudas, en sus ojos era como ver a una persona tan dulce y tan diferente a ese hombre que me ato a la cama con mi esposa y me había dejado medio muerto por tal sesión de sexo, me sentía tan confuso y al mismo tiempo deseaba conocer toda la verdad aquí.
-Osamu...anoche fue muy intenso...¿porque no me quitaste la esposa antes?...a veces siento que me ocultas algo importante...tengo tanto miedo de quedarme solo... -oculte mi cara en su pecho tan asustado, sin entender la razón las lágrimas comenzaban a fluir lentamente-no te vayas-me sentía tan torpe al no saber cómo expresar mis sentimientos, era como si le reclamase pero no era así del todo cierto, lo que me pasaba era que estaba tan inseguro de no poder entenderle y me preocupaba jamás llegar a hacerlo.
Tan cercano pero tan lejos al mismo tiempo. -
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Hola.
¿Como estan? -
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Hola
Aww que lindo
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¿Como no notas el cambio que haces conmigo?, siento que debo ser alguien bueno para que me veas siempre de esta forma, aunque la vida fuese un mero instante seria la mas hermosa si estamos juntos.
Me parecía un poco cómico como Leo veía las cosas. Era verdad que era un ángel tan inexperto en tantas cosas pero si pensaba en eso con detalle me sentía algo pervertido por ser su pareja, yo sabía muchas cosas que podía enseñarle, lugares hermosos en los cuales podría solo pasear a su lado, sus palabras solo remarcaba lo diferentes que éramos, sonreí para mí solo acerando mi cuerpo más al suyo como un gatito deseoso de mimos, esos que jamás recibí de ninguna persona.
Deseaba quedarme a su lado para siempre, ahora éramos algo así como humanos pero aunque nuestra relación era diferente a mí no me importaba ninguna persona solo deseaba más de su compañía, que no nos separásemos nunca.
-Sé que nunca me serás infiel, pero si mejor solo disfrutemos de esta vida sencilla de humanos…no hacen falta muchas cosas para ser feliz…como la muerte pude gozar de muchos lujos pero era una vida triste, en cambio sí solo estamos juntos soy muy realmente feliz….Leo eres perfecto…te adoro-era verdad no deseaba nada más, esperaba que todo lo malo se esfumase un día, olvidar las tristezas pasadas y solo enfocarme en lo feliz que sentía, era verdad que estábamos en una guerra justo en ese instante, pero todo se me hacía tan mágico, su calor, el barco…nada podía empañar este momento.
-Me cuestiono si hay algo que quieres que hagamos en esta cita…si por mi fuese estaría en casa solo jugando contigo…soy un dios muy impropio si lo pienso bien-dijo riendo, mis palabras eran dichas con una voz seductora ante su oído-eres muy tentador Leo, no sea que un dios quiera comerte-le di un beso en la mejilla coqueto, estar en su compañía, pasar un instante todo era tan diferente, esto era algo que no podía describir, era algo en lo cual no creí, eso del primer amor parecía para los demás no para mí, pero este joven me había cambiado tanto que si esto era un sueño deseaba que jamás acabase que solo tuviese ojos para mí.
¿Desde cuándo soy tan posesivo?. -
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No entenderme, ¿Cómo mi yo futuro podía parecerme tan cruel?, pensando de ese modo yo solo le miraba “para mí no eres reemplazable”. Estábamos así de cerca podía sentir que mientras más tiempo estábamos juntos esta misión aunque debía ser mi prioridad ya no me era tan importante, si todo se acababa justo ahora ya no me importaría, un día a su lado o el tiempo que pasemos de esta forma lo era todo para mí, un joven que sin entender la razón estaba solo sumido en trabajo.
Estado sobre él era como si el dolor no se sintiese, no me importaba-creo que mi yo futuro…en el fondo era muy tímido…no eres reemplazable, mi vida no sería igual sin ti-quería hacerle entender que era muy importante, esperaba que mis palabras le hiciesen ver que me importaba, tal vez pensase que era un amor de amigos, aunque jamás pudiésemos traspasar esta barrera al menos estábamos tan cercanos al menos de esta forma.
-¿No era bueno peleando ni en el futuro?-reí pensativo, bueno al menos sabía que él me protegería siempre, pensando de esa forma me sentía tan feliz, le sonreí rosando sus mejillas con mis dedos solo mirándole a los ojos, se me hacía tan lindo y perfecto. El amor me hacía tan dependiente, aunque sabía que a la larga nos separaríamos.
“No pienses en eso aoba aun está aquí…abra una forma de estar juntos”.
Mientras tocaba sus mejillas no sabía que haría de ahora y adelante con estos sentimientos, no quería molestarle ni obligarle a estar conmigo por obligación, deseaba que me viese de la misma forma pero debía entender que esto no era una relación “normal” después de todo.
-Cuéntame mas del futuro...¿cómo era?, ¿Cómo era mi casa?, ¿Qué me gustaba hacer?, ¿tú que crees que me hacía feliz?-quería saber, así de esa forma tal vez podría saber cómo seguir a partir de ahora, algo me decía que si me entendía todo esto sería más fácil, incluso este amor no correspondido seria más soportable y menos doloroso.
Esperaba con sinceridad que me correspondiese algún día, pero debía mantenerme con los pies sobre la tierra esta relación era muy difícil, era incluso casi imposible que pasase, así que tenía que mantenerme consiente de eso por muy doloroso que se sintiese, era después de todo una misión para mi amor, pero quería creer que aunque fuese un poco me ganaba su corazón, ese que latía tan vivo debajo de mi cuerpo.
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