Posts written by Taem

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    Ya casi estaba acostumbrándose a los toqueteos de Jinki, que no eran en si toqueteos, pero si se daba cuenta de que al mayor aunque fuera de forma leve le gustaba tener sus manos encima de él, en un sitio u otro, tal vez en otro momento se hubiera escandalizado por ello, pero ese contacto le creaba una sensación de paz que hacía mucho tiempo que no sentía por lo que solo se quedó mirando ese contacto con una sonrisa leve en sus labios. Tal vez y solo tal vez, si no hubiera pensado mal del mayor algo podría haber surgido, pues no tenía ningún problema con la diferencia de edad y al mayor parecía agradarle su cosa. El pensamiento de que también tal vez las cosas habrían sido diferentes al igual que la manera de pensar de Jinki si no hubiese pasado eso llegó a su cabeza y se mordió el labio inferior para no decir nada al respecto. Era una locura tratar de empezar algo en un mundo como lo era este ahora, además nunca sabría si desarrolló esos sentimientos por la situación y lo que Jinki había hecho por él, los cuidados que obtenía de este y demás, que por el otro mismo.
    -A mi también me gusta cantar... todos dicen que tengo muy buena voz, pero ahora no es el momento. -dijo riéndose algo avergonzado solo por si acaso el otro le insistía. -Pero mira que cosas, el bebé quiere que me cantes tu, así que... -volvió a reír mientras agarraba la bolsa que el otro le tendía viendo como eran cosas saladas más aún así agarró la salsa de nata que el otro había hecho y volvó el interior en la bolsa. Esta no tenía roturas de ninguna forma así que nada se caería o rebalsaría y con la cuchara para echarla comenzó a comerse el contenido a cucharadas cogiendo una cosa u otra. Ya había asumido que se pondría como una bolita, pero ya lo perdería, además ahora no tenía a su noona para controlarle, ni doctores que le regañaran. Aquel pensamiento le generó algo de tristeza pero prefirió echarlo hacia un lado para no amargarse. -Tan bueno. -se relamió los labios al quedarse algo de nata en estos. -Seguro que si no estuviera embarazado me parecería asqueroso~ pero ahora lo estoy disfrutando demasaido, son como cien orgasmos en mi boca. -un poco de nata se resbaló por la comisura de su labio y con su dedo la empujó de nuevo hacia su boca volviéndose a lamer este. -¿Quieres probar? -le ofreció, aunque dudaba que al otro le gustara,
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    Notó como la escena se había vuelto algo íntima dado que el otro había corrido las cortinas y encendido las velas, cosa que le hizo gracia, pero no por que pensase mal ni creyese que el otro veía esto como una especie de cita, que lo dudaba, si no más bien por el hecho de que si se lo mencionaba estaba seguro de que un muy bonito sonrojo cubriría las rechonchas mejillas de Jinki. Aquello de cierta forma le emocionó y muy tentado estuvo a decirlo, más se quedó callado, no se conocían mucho y las bromas de doble sentido solo hacían gracia un rato, más aún así no pudo evitar sonreír de manera interna sintiendo un calorcito agradable en su interior.
    -Pues... -se quedó pensativo ignorando el hecho de que el otro comiera de tal forma, si él se soltaba lo hacía incluso peor, pensando en algo que pudieran hacer. -Bueno... te diría que viésemos la tele, pero no podemos... también hacer ejercicio... pero yo no puedo. -aunque tal vez si sería interesante entretenerse viendo a Jinki, pero tal vez un poco más adelante se lo pediría. -Beber... que tampoco puedo... -entonces un pequeño estallido resonó en su cabeza y chasqueó los dedos acordándose de su querida guitarra. -Puedo tocar la guitarra y enseñarte si no sabes... aunque sera más enseñarte, esta cosa no me deja sostenerla bien. -suspiró refiriendose a su tripa y volvió a comer nuevamente habiendo abandonado su plato unos segundos. -¿Crees que podamos? No se si seria muy conveniente hacer ruido... esos tipos que te dije que vi por la ventana... no me causan mucha simpatía... -comentó mientras se relamía un dedo que se había manchado. Al principio de verlos se había visto tentado a llamar su atención, por si acaso podían darle más información sobre lo que sucedía o tal vez tenían un grupo numeroso al que podía unirse, pero nada más ver que portaban armas blancas, prefirió mantenerse al margen. La lluvia estaba tan reciente que tal vez en esos momentos solo sacaría lo peor de las personas y no quería poner en peligro a su crío ni a él mismo. -Se que... esto debería sacar lo bueno de las personas y que tal vez deberíamos ayudar... pero... no se... no quiero pecar de egoísta, pero tampoco de iluso y, tengo que proteger a mi bebé. -un escalofrío le recorrió al mencionar de esa manera tan real a su pequeña cosa y trató de hacer como si nada, pero no para demostrar nada a Jinki, si no a si mismo. -Bueno ya sabes... mi noona estaba... obsesionada con ser tía... por ella... -se terminó rápidamente el último cacho habiendo comido bastante rápido. -En fin... ¿qué hay de postre? -preguntó como si hubiese comido poco.
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    El abrazo de Jinki fue igual de agradable que el que se habían dado en el pasillo ya hacía unas horas y ahora que lo pensaba le parecían días de aquello, con ese apocalípsis su esperanza de vida se reducía, la de él y la de todos, más él tenía un embarazo que en cualquier momento podía tornarse de riesgo y que le podía causar muchos problemas de salud más adelante, así que suponía que ahora era cuando debían vivir al límite todo lo que pusieran pues en cualquier momento todo podía cambiar.
    -Espero que si... -realmente quería luchar por que tuvieran un futuro pero ahora el mundo era más peligroso que antes y seriamente dudaba incluso llegar a la ancianidad. Cerró sus ojos dejando que el otro limpiara su cara y soltó varias risas ya que el otro parecía su madre quitando sus lágrimas y consolándole luego de sufrir una caída. Lentamente bajó su mano hasta la ajena colocándola encima y se quedó en esa posición varios segundos. Le gustaba sentirlo de esa manera, tal vez por que andaba falto de cariño, pero todo Jinki era muy confortante, cada cosa que hacía, cada mirada que te daba, su toque, sus sonrisas... todo. -Voy a comer... tengo hambre y ya se me pasó un poco. -soltó una pequeña risita dandole una palmada en la mano que hacía pocos segundos había tocado. Se giró en la silla para colocarse más cerca de la mesa y se bajó la camiseta sintiendo su estómago algo frío. -Que aproveche. -soltó empezando a comer de manera seguida. La comida se había enfriado un poco por el momento, pero aún así seguía estando bastante rica. Se abstuvo de hacer ruidos vergonzosos debido a lo bueno que estaba todo y se dedicó unos segundos a solo engullir el plato. -Y dime, hasta que pare de llover, ¿en que nos vamos a entretener? -le preguntó sin segundos intenciones, él había dedicado su semana a llorar y velar el cuerpo de su hermana, descuidándose bastante, pero no quería simplemente continuar con aquello, tenía que salir de ese bucle de solo hacer lo mismo en torno a un cadáver y lo bueno es que ahora tenía una persona con la que hablar. -Ahhh~ si solo pudiera beber... -suspiró, lo más probable es que se la pasara borracho todo el tiempo solo para afrontar la situación y por que realmente el gustaba la bebida, aunque su afición a la botella había sido uno de los motivos por los que también se encontraba en ese estado.
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    No pudo evitar soltar una risita al verse mover al mayor, ya que casi había sido dicho y hecho ya que nada más haber terminado su frase, el otro se había incorporado rápidamente hacia él. Le había agradado ver la sorpresa en el otro, hasta él estaba sorprendido por su propio ofrecimiento, pero como había pensado, el chico era igual de baboso como su hermana cuando a bebés tenía que ver. Soltó un pequeño gemido de dolor ya que aunque las patadas eran bonitas de ver, no por ello eran agradables de sentir, y alguna era más dolorosa que otra y soltó un suspiro.
    -Claro, con permiso puedes hacer cualquier cosa. -le gustaba verle desde esta posición, era extraño por supuesto que el otro tuviera una mano en su vientre, ya que no estaba muy acostumbrado a dejarse tocar por algún desconocido, pero Jinki había subido muy rápido en su ranking de relaciones y al mismo tiempo de manera merecida, así que no lo era tanto en realidad. Enarcó una ceja ante sus palabras y no pudo evitar morderse el labio sintiéndose cohibido y al mismo tiempo extrañado por aquello, sin duda el mayor era un tipo adorable. -No será necesario... yo la protegeré, es mi trabajo a fin de cuentas... pero puedes ser su tío raro y consentidor. -soltó varias risas y miró hacia arriba dejándose sobar por el otro encontrando aquellas caricias bastante relajantes ya que incluso parecían menguar el dolor de las patadas de la cosa. -Lo es... le encanta jugar a la pelota con mi vejiga... ya verás que dentro de poco tendré ganas de hacer pis~
    Cerró sus ojos para relajarse permitiendo que el otro continuara acariciándolo sin meterle prisa a pesar de que el olor de la comida estaba literalmente derritiéndole. Por un segundo se permitió pensar que hubiera sucedido si Jinki no hubiese entrado en su vida, y si no hubierse arrastrado el cuerpo de su hermana fuera, algo que veía muy lógico, se habría visto completamente solo en ese apartamento, dudaba de haberla tocado ya que vería claro que algo contagioso tenía y ahora mismo estaría aún en ese lugar aguantando su olor. Un escalofrío le recorrió por completo y volvió a abrir sus ojos fijándose en Jinki una vez más.
    -Gracias... por... solo estar aquí... por todo lo que estás haciendo... -pensar en lo que podría haber pasado y sobre todo lo que había sucedido lo ponía muy triste, aún tenía todo muy reciente más se esforzaba en intentar estar bien, si se derrumbaba por completo podía afectar más a su salud y tenía que conseguir expulsar a ese bebé bien y sano. -Me habría desesperado de saber que... hubiese estado solo... yo... durante toda esta semana... creo que no me desmoroné por completo, por que sabía que había alguien más al otro lado del pasillo. -soltó un pequeño sollozo más se resistió a dejar caer ninguna lágrima. - ...así que gracias por... solo el hecho de existir... -un bizarro pensamiento le recorrió haciéndole pensar que aquello tal vez solo era producto de su imaginación, pero lo dejó ir rápidamente y se acercó al otro para abrazarlo teniendo cuidado con el estorbo en medio.
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    Se sobresaltó un poco ante aquella manera de hablar sobre los animales y algo quiso hacerse un hueco en su cerebro más lo apartó rápidamente sin querer pensar mal del chico, aún así tenía que admitir que sentía algo extraño que pareciese enterado tan bien del tema, pero volvió a repetirse que tal vez habían dado la información por las noticias, era lo más lógico y al ser el chico una especie de cerebrito dada sus carreras estaba claro que iba a quedarse con todo lo dicho. Quiso preguntarle, pero vio como se marchaba a la cocina, y en cuanto escuchó que el pollo ya estaba listo, sus ojos se iluminaron y rápidamente olvidó lo que había pensado y sus intenciones con ello, simplemente apartó la bolsa y el bote de miel, viendo lo escalofriantemente rápido que era Jinki para poner la mesa, aunque en realidad es que él se estaba volviendo más torpe, tal vez por que ya se había movido mucho a lo largo del día, que no es como si fuese tanto, y se quedó sentado haciendo un esfuerzo para levantarse sin lograrlo por lo que agradeció internamente la ayuda del otro, y se incorporó sujetándose de su mano. Llevó una mano a su vientre sintiendo un pequeño pinchazo en uno de los costados de su tripa.
    -Estate quieto, voy a comer, luego podrás moverte lo que quieras. -se quejó para con la cosa y caminó hacia la mesa sentándose en esta casi babeando. Los pinchazos no se detuvieron por lo que suspiró ignorándolos sabiendo lo que era, se lo había explicado su médico, lo de las patatas y como reconocer estas para darse cuenta de que no era algún problema. Miró a Jinki pensando si al otro tal vez le gustaría ver aquello y recordó a su hermana, la cual casi había babeado y se había pegado como una loca a su estómago la primera vez que le pasó. A decir verdad el chico se veía un poco como ella, no en parecido físico, ni en personalidad, pero si se veía el tipo de persona que tal vez disfrutaría de aquello, por lo que arrastrando la silla hacia atrás se levantó la camiseta sintiendo como el movimiento aumentaba lo cual le era doloroso más no insoportable. -¿Quieres tocar? Se está moviendo... -dijo mientras acariciaba su tripa con algo de disgusto ya que era una sensación muy extraña sentir todo aquello y aunque ya lo había sufrido en otras ocasiones no por ello se acostumbraba. -Sabes... dada la situación, aunque no es algo que no pensase antes, la verdad es que no se si quiero que salga o que se quede dentro. -obvio quería librarse de todos los dolores, la incomodidad y las incontrolables ganas de hacer de pis, entre otras muchas y preciosas cosas, pero dentro al menos sabía donde estaba y siempre y cuando no tuviera sangrados o dolores raros, que estaba bien, fuera podía escapárselo o algo podía pasarle, junto al hecho de que encima era completamente responsable de él y solo tendría a Jinki para ayudarle, al cual ya le había visto tropezar más de una vez.
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    No hizo falta que el chico se lo dijera dos veces, con su bolsa ya por la mitad en la mano se dirigió de nuevo al sofá y se sentó en él volviéndose a quitar las zapatillas de estar en casa, soltando un suspiro de alivio, para luego volver a levantar sus piernas en el sofá. Soltó un pequeño suspiro de alivio y se masajeó un poco las rodillas por encima del pantalón sintiéndolas adoloridas. Se echó hacia atrás de manera seguida para continuar comiendo de su bolsa cuando el chico llegó con aquel delicioso olor que le hizo babear.
    Rápidamente abrió la boca sin decir ni una palabra por la manera en la que quería darle el cacho, aunque también podría ser que el chico pretendiese que cogiese él mismo el tenedor más no tuvo tiempo de pensar en ello, pues ya estaba metiéndose el pollo en la boca y comiéndoselo. Cerca estuvieron sus ojos de brillar, o tal vez lo habían hecho, pero aquello estaba tan rico.
    -Me gusta. -dijo con la boca llena más masticando de manera tranquila. -Me gusta mucho. -recalcó relamiéndose los labios y tragándolo para luego agarrar de la muñeca al otro impidiéndole irse. -Cásate conmigo y prepárame siempre esto. -bromeó soltando una risita de manera seguida, soltándole también para luego volver a su bolsa de la que continuó atragantándose. -Es una pena que el pollo se vaya a acabar. Me pregunto si este virus también afecta a los animales... tal vez lavándolos bien... -se permitió pensar en ello unos segundos más pronto llegó a la conclusión de que en su estado lo que peor hacia era pensar por lo que se detuvo viendo aún el bote de miel así que apartándose la bolsa agarró este colocando el envase de los snacks en sus piernas y cucharada a cucharada empezó a echar la miel dentro haciendo una mezcla suave y dulce rápidamente para luego seguir comiendo tan feliz. -¿Le falta mucho al pollo? -preguntó de nuevo para luego cerciorarse de que podía ayudar colocando la mesa o ayudándole en alguna otra cosa, pero se sentía algo egoísta así que esperaría que el otro se lo pidiera antes de moverse él.
    Pensó durante dos segundos en su egoísmo sin querer darle mucha importancia, él normalmente no era así, pero a Jinki parecía gustarle hacer esas cosas por él y a él le estaba gustando mucho ser consentido, además era bonito haber encontrado a una buena persona como el parecía ser, solo esperaba no amanecer a la mañana siguiente atado y ser la próxima comida del otro y que nada más pretendiese engordarlo. Rió internamente por ese pensamiento y decidió echar hacia un lado estos.
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    Su mirada solía influenciar mucho sobre la gente cosa que le encantaba y se vio sonriendo más que contento cuando el otro cayó bajo sus encantos y vio como le pasaba la bolsa que quería. Soltó una pequeña risita abriéndola y empezando a comer bastante rápido de esta de nuevo. No pudo evitar volver a reír ante aquello ya que el chico estaba subestimando mucho su apetito, y es que el médico ya le había puesto a dieta en una ocasión por que se pasó de peso y a su hermana le costó mucho que lo bajara lo suficiente como para que todo fuera bien, lo cual por supuesto no era lo que buscaba, pero tenía hambre. No había comido más de tres snacks cuando el otro quiso que se levantara y le dirigió una mala mirada antes de percatarse del todo de la situación y asintió.
    Tomó su mano con la libre y la sujetó con algo de fuerza bajándose de aquella silla alta y una vez erguido le sonrió. Observó todo lo que cargaba sintiéndose mal y doblando el envase de la bolsa que comía, se la colocó debajo de su axila y luego sacó varias latas de la bolsa del otro para que le pesara menos.
    -Venga vamos~ -dijo sin mencionar nada sobre el tema ya que sabía que el otro estaría en desacuerdo y no tenía ganas de discutir por unas simples latas. -Necesito una buena ducha o al menos bañarme un poco más a fondo, apesto un poco. -suspiró ya que su lavado no había sido nada más que un remojón y lo necesitaba desesperadamente. Se mordió el labio para evitar hacerle la broma sobre que necesitaría ayuda, ya que de momento no lo hacía, pero sabía que con el tiempo si, y aquello rompería la magia más adelante cuando le pidiera al otro que le ayudase a lavarse y tener que ver sus expresiones avergonzadas mientras asentía, ya que si algo tenía claro es que el otro no se iba a negar. -Y si vas a volver luego... te haré una pequeña lista de cosas que me tienes que traer. -ya que necesitaría su ropa y tal vez algunos recuerdos, nada pesado ni que fuera difícil de transportar por si alguno de los dos cambiaba de idea sobre vivir con el otro y él tenía que volver.
    Salió por la puerta dejando esta bien abierta y aguantándosela para que el chico pudiera salir sin problemas y una vez que lo hizo la cerró dando un portazo para luego dirigirse al piso ajeno y repetir la misma operación que con la suya, cerrando también una vez que Jinki hubo entrado.
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    Se puso de cuclillas para llegar mejor a un armario cuando sintió las manos del otro en sus hombros que lo guiaron a una silla que tenían en a cocina para desayunar ahí, aquello le sorprendió un poco y al escuchar los motivos por los que lo hacía suspiró recordando nuevamente a su hermana. La verdad es que si que estaba cansado por ese día y aunque no debería dejar que un desconocido o más o menos, como Jinki era, rebuscara en su cocina, se lo permitiría. Agarró una de sus bolsas de snack antes de que este le separara de estas y ya sentadito la abrió asintiendo empezando a comer.
    -A mi hermana no le gustaba mucho la comida preparada, pero lo natural creo que ya se puso malo, lo guardé en la nevera pero no creo que haya nada que salvar. -esos días había estado tan triste que no se había alimentado para nada bien, y eso sumado a que no era un buen cocinero lo tenían seguramente descompensado de todo, ya que también sus vitaminas se habían acabado, es más había estado subsistiendo a base de snacks ya que tampoco podía calentar nada. -Tu pollo huele hasta aquí y me da mucha hambre. -dijo mientras aspiraba el aroma que se mezclaba con el del cuerpo de su hermana lo cual le generó una rara sensación más intentó no pensar profundamente en ello. Se tomó un momento para acariciar su estómago pensando en la próxima comida que tendría y recordó pronto algo. -En el baño tenemos muchos botellas de agua, también sería bueno llevarlas, tal vez cuando se acaben podamos probar a buscar en los apartamentos de aquí... creo que el conserje tiene las llaves. -comentó acordándose de ese tipo que siempre le había echado miraditas y que estas no se habían detenido aún a pesar de estar embarazado, más eran tan siniestras que nunca le había hecho caso. -Y creo que la señora del segundo tiene que tener muchas cosas.. pero antes llamaremos civilizadamente a la puerta, no podemos solo entrar como si nada señor saqueador de farmacias. -enarcó una ceja como advirtiéndole que aquello no le había gustado mucho. -Pareces muy convencido de que todo se ha ido a la mierda, pero cuando pare de llover... estoy seguro de que las cosas volverán a ser como antes, no todo el mundo a muerto, aún se ven luces en las ventanas por la noche incluso vi el otro día a un par de tipos todos cubiertos y andando por la calle. -comentó como si nada. Estos tenían una especie de traje casero puesto, pero parecían bien cubiertos. Se acabó la bolsa escalofriantemente rápido y miró con disgusto lo lejos que estaban las otras, poniendo un pequeño puchero y sus ojos de cachorrito señaló a estas. -Solo una más antes de la comida... la de color verde...
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    Se quedó más que sorprendido por que el otro le hablara de robar, como si fuese a ir nada más que de compras, e incluso escandalizado ya que el chico tenía toda la pinta de uno de esos bobos apegados a las leyes y que se dedicaban a cumplir las reglas a rajatabla. Sabía que esa situación conllevaba el comportarse de cierta forma más aún así no sabía si quería seguir ese tipo de vida, a fin de cuentas esa farmacia pertenecería a un trabajador que la habría levantado con el sudor de su frente. Volvió a sorprenderse de sus propios pensamientos, ya que no pensaba eso cuando agarraba algún que otro billete de la caja, en el bar que trabajaba antes de darse cuenta de que su indigestión, no era tal, más tal vez ahora por esa cosa que crecía dentro de él y por influencia de su hermana que se había molestado mucho cuando le contó lo que hacía, el Jonghyun pillo había desaparecido. Se encogió de hombros sin querer pensar en aquello aún del todo pues aún tenía pastillas si el otro se la daba y entonces volvió a sorprenderse cuando el otro lo sujetó de aquella manera. A primera vista no le gustó la diferencia de altura, más se mantuvo escuchándolo. Reanudó sus pensamientos de que se trataba de algún tipo de bobo idealista ya que aunque estuviera de acuerdo con robar en una farmacia, quería seguir haciéndose cargo de alguien como él, que se podía deducir como más débil dada su condición.
    Suspiró de forma leve agachando la cabeza y se rascó la nuca mientras el otro le soltaba. Realmente irse con él era lo más lógico, así que tal vez debería darle un boto de confianza aunque fuera momentáneo y probar unos días esa convivencia.
    -Realmente... espero que no te arrepìentas de esto y me hagas arrepentirme a mi... -dijo mientras asentía a lo que el otro le preguntaba ya que aún tenía más cosas que llevar con él. -Conviviremos un tiempo y si no nos gusta cada uno tomará su camino, ¿de acuerdo? Acepto vivir contigo, pero aún no irme. -quería que le quedase claro solo por si acaso, aunque estaba agradecido por tener otro sitio donde quedarse que no fuera allí, y si al final Jinki se iba tal vez y solo tal vez podría quedarse en el apartamento de Jinki, sería algo que ya mirarían más adelante. -Me llevaré todas mis chucherías para allá entonces, esas pretendía comérmelas ahora. -dijo como si no fueran pocos envases los que el otro había guardado en aquella bolsa. -Las tenía escondidas de mi hermana, aunque creo que ella sabía que ya las tenía. -comentó mientras se agachaba para llegar mejor a uno de los armarios de abajo y colocándose de rodillas con algo de esfuerzo sacó unas cacerolas y seguidamente más del doble de bolsas que había sacado anteriormente. -Las compartiré contigo, pero solo cuando no tenga hambre, me pongo muy agresivo cuando estoy comiendo y tratan de comer de lo que yo como. -dijo como si nada volviéndose a incorporar. -Si quieres ayúdame a buscar toda la comida que podamos dar uso... es una suerte que tengas horno y cocina con gas, lo mío va todo con electricidad y esta no sirve. -suspiró mientras abría armarios y demás para sacar latas de comida y cualquier envase que fuera a durarles bastante.
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    El mayor era tan amable que estaba bastante conmovido debido a la gran y buena personlidad del otro. Se sentía un tipo bastante afortunado por que se hubieran podido encontrar en tal situación, no solo él estaría muerto si no que... bueno en realidad no habría nada más él ya habría muerto, tirado en la calle como todas esas personas que lo estaban. Un escalofrío le recorrió y giró la cabeza hacia el otro sintiendo aquella mano en su espalda que le daba cierta sensación de paz y cuidado, una agradable.
    -Buen chico, ya estás aprendiendo. -bromeó mientras daba un paso sintiendo como el dolor en sus pies era algo severo en esos momentos pero nada que no pudiera resistir. Siempre se había considerado un superviviente y pensaba llegar bien lejos o al menos todo lo que pudiera. Volvió a dar otro paso cuando escuchó el ofrecimiento del otro quedándose algo perplejo, mentiría si dijera que no había pensado en ello, o sea no de manera profunda ya que no llevaba más de una hora conociendo a ese chico, aunque este ya había hecho más por él que cualquiera que no hubiera sido su hermana o su madre, pero no se esperaba que ese ofrecimiento, o en su caso, pedido, pudiera llegar tan pronto. No pudo evitar soltar una risita y bajar la cabeza queriendo decir que si, pero no sabía si era lo correcto, se moría por salir de ahí luego de esa semana y ahora que su hermana estaba 'enterrada' por así decirlo en ese lugar, no quería seguir oliendo como su cadáver se descomponía.
    Levantó la vista ante el frasco de vitaminas y leyó la etiqueta, estaba seguro de que estas eran muy parecidas a las que el médico le había receptado, pero aún así miraría en su apartamento.
    -Gracias, las compararé, aún tengo los botes ahí. -dijo empezando a caminar hacia fuerta. No sabía muy bien como responder a su propuesta por lo que la meditó unos segundos. -Eres muy amable... pero es mejor que lo pienses bien... yo en mi estado no voy a ser alguien fácil, voy a tener mis cambios de humor y... bueno procesos corporales normales que... no te van a gustar. -dijo sin querer nombrarlos ya que era vergonzoso de decir a alguien tan atractivo como Jinki, más que siendo médico, se haría una idea a lo que se refería. -Además... se que quieres llevarme a tu bunker, pero como te digo... en mi estado no va a ser fácil... y puedes cambiar de idea en algún momento aunque ahora digas que no y... llegar el día en que no me quieras cerca. Así que... mejor piensalo todo mejor antes de ofrecerme nada. Piensa también que no nos conocemos y aunque pareces un buen tipo, uno muy raro y consentidor... yo no se si... aún puedo confiar del todo en ti... -suspiró mientras sacaba sus llaves y apretándolas durante un segundo abrió la puerta de su apartamento dando un paso dentro. El olor le golpeó y una nausea le atravesó, pensó que tenía bien impregnado el olor, pero al haber pasado un rato fuera, aunque este había desaparecido bastante con el cuerpo encerrado, ahora le parecía más potente. -Está todo en la cocina. -dijo aguantando sintiéndose mal por tener ese tipo de reacciones con el cuerpo de su hermana y yendo hasta esta abrió unos cuantos muebles sacando sus golosinas y snacks para luego ver los frascos de vitaminas que había y compararlos con los que Jinki le había dado.
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    Enarcó una ceja ante la mención de las vitaminas y suplementos que necesitaba ya que en verdad si lo hacía, todos sus botes se le habían acabado casi al mismo tiempo en el que apareció la lluvia, se suponía que iban a reponerlos esa tarde, luego de que comieran y se relajaran un rato, ya que el necesitaba dormir siesta si o si, pero eso nunca había sucedido. Sabía que eran importantes, su médico se lo había recalcado varias veces y dado su estado atontado su hermana se las tenía colocadas en un pastillero para que le fuera más fácil, pero ya no había.
    -La verdad es que... me vendrían bien... no tengo desde hace ya varios días y... me preocupa que nazca con carencias o algo así. Será más trabajo. -suspiró mientras dejaba el bote de miel encima de su barriga descansando un poco del empacho que se estaba llevando con la miel durante unos segundos. Le preocupaba un poco el como saliese el bebé, no solo la salida, que no tendría medios para ir a ningún hospital si no si luego este salía con algún tipo de problema médico. No quería ahondar mucho en esos temas, como su hermana decía era mejor no pensar en lo malo, así que refugiándose en su comida favorita agarró nuevamente el recipiente para llevarse otra cucharada a la boca.
    Apretó el bote de la miel en cuanto vio al chico acercándose, protegiendo su tesoro por si este ya venía a retirárselo y lo habría apartado de la trayectoria del otro, si este no hubiera hecho ese gesto tan... infantil, pero que su lado bobo de embarazado aceptó haciéndole sonrojar. Normalmente no le gustaba que le tratasen así, sobre todo los desconocidos, pero también luego de haber obtenido tanta ayuda de este ya casi lo consideraba un amigo cercano, además estaba despatarrado en su sofá, comiéndose su miel y el otro tenía que ver lo horrible que ahora eran sus pies y tobillos, se había ganado que lo tratase como quisiese.
    -Ladrón~ cuando las existencias de miel se acaben y yo empiece con el mono ahí recordarás tu salsa. -bromeó mientras volvía a darle buena cuenta a otra cuchara, ya ni siquiera sabía cuantas llevaba pero junto a las que había retirado Jinki, aquello estaba bajando bastante y la idea de no tener más miel hasta quien sabe cuando le aterró por lo que apartó el bote en la mesa ratona enfrente de él y solo se volvió a tirar en el sofá lamiéndose los labios mientras escuchaba ahora la historia de Jinki. Casi se atraganta con su saliva al saber su edad, ya que si eso era cierto, que era lo más lógico por las carreras que este mencionaba, ¿dónde guardaba esos años? El solo tenía veintitrés y ya parecía un anciano malhumorado con su dolor de rodillas y de espalda, aunque bueno tenía que admitir que estos dolores habían aumentado con su embarazado, pero en verdad Lee Jinki no parecía tener su edad. es más le hubiese dicho que tenía la suya y él le habría creído.
    Lo observó viendo lo cercanos que estaban el uno del otro y bajando sus pies del sofá dio unos pequeños golpecitos a su lado para que se sentara con él, a fin y al cabo el sofá era más cómodo y le pertenecía a él.
    -¿Tu hermano es mayor o menor? -le preguntó en referente a este. -Mi hermana era más mayor que yo... -seguro se lo había dicho, pero su tonta cabeza ya no servía muy bien. -Pero a ella no le gustaba decir su edad, decía que... que... -se quedó callado unos segundos aguantando un pequeño sollozo para luego solo sonreír. - ...que una señorita nunca debería decir su edad a no ser que fuese cuestión de vida o muerte y que al hacerlo tenía que quitarse cinco años. -soltó una pequeña risita ya que aquel no había sido el pensamiento de la chica sobre ese tema, pero a ella le gustaba decirlo para hacer reír. -¿No tienes algo salado? Me apetece algo salado. -comentó mientras luchaba por incorporarse siempre dificultándoselo al ser los sofás algo bajos. -Aunque tengo bolsas de patatas en casa, podría traerlas~ y también... podría traer más comida si quieres... -dijo sin moverse y solo manteniendo una mano en su espalda sabiendo que debería hacer lo que decía, pero de cierta forma esperaba que el otro se ofreciese para acompañarle, tenía cierto temor a ir él solo a su apartamento, ahora tan solitario y con aquel olor que no lograba despegar de su nariz.
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    Algo tenía su bebé con la miel, que se había vuelto un manjar super especial para él desde que los síntomas propios del embarazado habían comenzado. así que cuando su hermana se entero, luego de regañarle por haberle pillado comiendo de varios botes que tenía escondidos por la casa por si se le antojaba y no le apetecía moverse de donde estaba, había empezado a hacerle recetas que le racionaba a una cada tres días, aunque eso no le quitaba su cucharada diaria de miel y cada vez que la otra no se daba cuenta, para regularle un poco el alimento, ya que debido a ello había aumentado su peso y su azúcar estaba por las nubes. Aunque eso no quitó que mirara super mal al chico cuando este le negó pasarle el bote de miel y casi gruñó molesto.
    -¿Realmente ves lógico meterte con un embarazado y su comida? -le preguntó con cierto tono divertido más si que estaba molesto por que no le permitiera el otro tomarla como quería. Rodó sus ojos ya que aquello había sonado igual que su médico y chistó la lengua poniéndose con los brazos cruzados nada más supo que no iba a conseguir lo que quería. -No hace falta que se la pongas, si tienes nata déjamela a un lado y yo se la echaré. -casi babeó de solo imaginárselo, más al principio probaría el pollo por si así estaba perfecto.
    Se acomodó un poco soltando varios quejiditos al sentir tirones en su espalda por que aquella posición no le era muy cómoda cuando vio aparecer al mayor con el bote de miel en sus manos y una cuchara. Se sintió tan emocionado en cuanto el olor llegó a su nariz, que casi se emocionó y lo agarró rápidamente.
    -Gracias. -si el chico se hubiera quedado dos segundos más, hubiera tirado de él para abrazarlo, pero como no fue así rápidamente hundió la cuchara en el pringe y seguidamente se la llevó a la boca. Estaba tan rica que casi podía llorar, es más hasta algunas nuevas lágrimas se le cayeron al recordar que este gesto había sido uno que también hizo su hermana hace unos días. Limpiándose la cara volvió a dar otra cucharada y asintió ante la propuesta del otro. -Y si creo que sería lo mejor. -se incorporó para comer mejor soltando pequeños quejidos hasta que logró ponerse sentado. -Empiezo yo... Me llamo Kim Jonghyun, nací y crecí en esta ciudad, tengo una hermana muy obsesiva que se llama Kim Sodam, mi madre murió ya hace muchos años y mi padre se largó. Esta cosa aún no tiene género ni nombre por que le gusta dar las nalgas, su padre no es relevante en esta historia y si este virus es tan malo como parece, lo tendrá muerto en algún callejón yyyy tengo 23 años casi recién cumplidos, soy camarero, bueno era camarero... -dijo casi de carrerilla para volver a dar un nuevo bocado a la miel relamiéndose los labios. - ...y nada más.
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    Había cogido las llaves antes de salir por lo que las guardó en el bolsillo cerrando la puerta de su apartamento y luego caminando hacia el de Jinki, que era lo contrario al suyo. Por un segundo se espero ver muebles caros o decoración exquisita adornando las paredes, así que le relajó saber que no era así y que el sitio no parecía ser muy diferente al suyo. Se preguntó entonces como el otro podía tener un búnker y luego vivir de forma tan sencilla, pero si el chico no quería revelarle más, él no iba a preguntar, de todos modos tampoco se veía en derecho de hacerlo dado que apenas se conocían a pesar de que daba la sensación de que ya llevaban toda una vida juntos debido a lo sucedido. No pudo evitar sonreír ante aquello de coquetear ya que de no haberse quedado el otro mirando tanto su tripa sorprendido seguramente habría acabado hablándole a los pocos días, pero ahora, no lo veía correcto, enamorarse en tal situación, empezar algo tal y como estaban las cosas... prefería mejor mantenerse al margen de esas cosas, más si que bromearía mucho ya que al chico parecía gustarle devolverle las bromas y a él estas le encantaban.
    Colocó una mano a su hombro para hacerle saber que aceptaba su disculpa y fue al salón, nada más ver el sofá, se dio cuenta de cuanto le dolían los pies, y sin dudarlo aceptó el ofrecimiento del otro y se puso lo más cómodo posible, sentándose más no por ello sin cuidado.
    -Agua mineral, que lujo, dame una de esas. -bromeó ya que él también tenía mucho de esta y llevó una mano a su vientre frotándolo mientras cerraba sus ojos unos segundos. Aspiró aire y se dio cuenta de como en este lugar no olía a cadáver y pronto se sintió triste al recordarlo. Se le había hecho tan natural, que ahora que había aire limpio sentía que no se lo merecía, que tenía que seguir oliendo la carne en descomposición de cuerpo de su hermana, como una penitencia por lo que esta habría sufrido ahí tirada en el sofá durante horas mientras el dormía. Tragó saliva tratando de quitar esos pensamientos de su cabeza y sacándose las zapatillas de estar en casa subió los pies en el sofá. El médico le había dicho que era bueno tenerlos en alto ya que ayudaba a la mejor circulación de la sangre. -No te asustes al verme los pies. -bromeó sin abrir los ojos. Su hermana había querido masajearselos en más de una ocasión, pero era algo que nunca le había permitido, con todo lo que estaba haciendo ya si que sería abusar a pesar de que él no se lo pidiera. -Pollo~ -dijo la especialidad del otro viniéndole a la cabeza a pesar de que este la había mencionado hace pocos minutos. -A esta cosa le encanta el pollo con miel y nata... ya has hecho que me antoje. -hizo un pequeño puchero sintiendo como su estómago empezaba a gruñir por lo mencionado. Ahora que estaba un poco mejor empezaba a notar como la bobería que su estado le otorgaba empezaba a venir. Era como si luego de colocar a su hermana en su habitación, a modo de entierro le otorgara cierta sensación de paz, ya que por supuesto sería algo que no superaría nunca. -¿Tienes miel? Me la comeré a cucharadas. -dijo abriendo sus ojos y esbozando un pequeño puchero ya que en verdad se le antojaba ahora esta, pero a ellos se les había olvidado comprar en su última compra y la nata se la había comido a lo largo de esa semana mientras velaba el cuerpo de la mayor.
  14. .
    No estaba enfadado con el chico, ni estaba en contra de él, pero ese era su estado natural, él no era una persona alegre y risueña como lo había sido su hermana, era un tipo sarcástico y malhumorado, que a veces hasta pecaba de egoísta, obvio no se creía por ello una mala persona, cada uno tenía su propio carácter y aunque él era de esa manera no era un mal tipo. También solía decir las cosas directas, a lo largo de su vida, no todo le había salido bien, al igual que a su hermana, así que cuando sucedía lo peor del mundo, que en este caso era esa lluvia y alguien le prometía un paraíso entre tanta mierda, le era irremediable no desconfiar y pensar demasiado las cosas, al igual que hacérselas pensar, en este caso al chico para que analizara mejor tanto su ofrecimiento como las consecuencias que le acarrearían que se la jugase.
    Un mafioso, la imagen de un pollito con gafas de sol en tono amenazador se formó en su mente y se mantuvo a medida que veía al otro avanzar, de manera bizarra pero divertida, ese chico seguro que no había roto un plato en su vida, tenía esos ojos inocentes y esa sonrisa bonita que iluminaba la habitación más vacía, claro que todo aquello podía ser una fachada y era por ello que había lanzado sus amenazas y advertencias, las cuales habían sido más sutiles de las que parecían a pesar de haber amenazado la vida del otro, pues se conocía y podía ser peor a la hora de decir las cosas.
    Apretó su mano sobre su estómago al ver como el otro miraba hacia este y frunció el ceño, a punto estuvo de dar varios pasos atrás cuando el otro se acercó de esa manera y se quedó congelado en el sitio al ver como se arrodilla. Apartó su mano por instinto cuando el otro colocó la suya y dijo aquellas palabras que le hicieron jadear de la impresión. Realmente ese chico era el más loco del mundo diciendo esas cosas sin siquiera conocerle, y por un momento deseo que aquello fuera cierto y que los sentimientos que él tenía por esa cosa llegaran al amor como el otro aseguraba, pero aún a pesar de estar en un estado de embarazo tan avanzado y de haber amenazado la vida de otra persona por la de ese niño, aún no estaba seguro de lo como se sentía con respecto a este. Sabía que quería protegerlo y desvivirse por él como su hermana había hecho incluso en los últimos momentos de su vida por ambos, pero ¿amor? aquello ya era una palabra muy fuerte.
    -Supongo que si... a mi, me gustaría seguir manteniendo el contacto en este tiempo... -realmente no quería quedarse solo ahí, esa semana había sido un desastre y sentía que se volvería loco si el olor, que casi había desaparecido volvía a aparecer siendo aterradoramente testigo de como el estado del cuerpo de su hermana empeoraba más. -Eres un tipo muy raro, pero dado que eres rico médico mafioso, te voy a seguir el juego. -volvió a bromear y pasó uno de sus brazos por el ajeno aferrándose a este a pesar de que esas cosas realmente no iban mucho con él.
    Su noona estaría orgullosa por que hubiese hecho un amigo en esa situación y dado que Lee Jinki ahora mismo era su mejor opción para continuar con vida y pensaba aprovecharse de ello también. -Espero que sepas cocinar, por que yo no. -admitió sin poder evitarlo ya que era cierto mientras salía de la cocina y ya en el pasillo le soltó pues era imposible que ambos pudieran andar el uno al lado del otro en ese pasillo estrecho, además de que la broma ya había sido hecha y aceptada no era necesario mantenerla. La puerta de su apartamento estaba abierta aún y aquello le sembró la duda de si aún quedaba alguien vivo en el resto del edificio, no había habido sonidos de ningún tipo, pero tal vez sería bueno descubrirlo más adelante pues recordaba como el día que había pedido a Jinki para ayudar a su hermana, había visto algunas sombras de luces debajo de un par de su misma planta. -Y.. ella se llama... Sodam, Kim Sodam... su cuerpo aún sigue aquí... así que... no hables de ella en pasado. -le pidió costándole un poco no cambiar su tono de voz, pero consiguiéndolo por que si no se pondría de nuevo ierremediablemente triste.
  15. .
    Le había dado la espalda a la hora de asearse, pero no había negado que se había sentido levemente ansioso por la mirada que el otro le estuviese dando debido a su estómago. No es como si se sintiera avergonzado de su estómago, era algo normal en su estado, pero debido a que había gustado del chico y al chico parecía haberle gustado él, se sentía nervioso por lo que pudiera pensar de su atractivo. Siempre se había considerado bastante guapo, incluso había acompañado su atractivo en el gimnasio para aumentar su masa muscular y ser de cierta forma más deseable a la hora de ligar. Y era precisamente aquello lo cual le había dejado en ese estado.
    -Eso pensé, así que he evitado usarla, mi nooona... -sintió que se atragantaba un segundo ya que al mencionarla había pasado por hecho su condición de ahora y se quedó en silencio un par de segundos, más quiso continuar hablando, ya que ella habría odiado convertirse en un tema tabú, ella sin duda lo odiaría por completo. - A ella no le parecía bien que en mi estado tomase agua del grifo, demasiado cloro. -dijo riéndose un poco al recordar como ella nada más llegar le había prohibido por completo usar ese agua para consumo. -Como te dije... era una obsesiva. -agarró una camiseta que tenía por ahí con la que se limpió su aseo, sabiendo que sería otra cosa que haría molestar a su hermana y agarrando una bastante ancha se la puso. Se dio la vuelta agarrando lo sucio que había por ahí para tirarlo en algún rincón del cuarto cuando el otro reveló ese escondite que tenía y se tropezó con la pata de la cama teniendo un momento torpe ante tal revelación. -Vaya... no sabía que los médicos podían costearse ese tipo de cosas. -dijo más que sorprendido. -Tendría que haber coqueteado más contigo. -bromeó ya que él nunca se había considerado una persona aprovechada, además por mucho que ganaran los médicos, sabía que era imposible tanto como para comprarse algo así, a no ser que Jinki llamara bunker a un agujero escavado en el suelo solo de tierra. Una vez listo salió de la habitación. Había sido adorable la posición que el otro había tomado, cosa que le sorprendía ya que aunque el chico se veía joven, si parecía más mayor que él, pero le había dado su intimidad al mismo tiempo que lo espiaba de manera sutil. -¿Y por qué me quieres llevar allí? -sabía que este no lo había dicho con esas palabras, pero no pudo evitar sonar algo agresivo. -¿Piensas que alguien en mi estado no puede cuidarse por si mismo? -le preguntó yendo hacia la cocina y agarrando una bolsa metió algunas latas de comida. -También me lo propusiste cuando ella murió... así que voy a dar por sentado que al menos en ese momento si lo pensabas... -levantó la bolsa junto a la comida y se la tendió. -Es por haberme ayudado... me gusta pagar cuando me ayudan... y me supongo que esto es el nuevo método de intercambio ahora... -no había aceptado aún ir a su búnker, aún no sabía si fiarse del todo, pero podían empezar a conocerse, además el chico tenía que tener en cuenta ciertas cosas. - ...y otra cosa, si acepto irme contigo, tienes que tener en cuenta, que no solo me llevas a mi, también lo llevas a él... o ella. -mencionó llevando de nuevo una mano a su estómago. - y será una cosa que llorará, se cagará y a quien hay que alimentar y... que si te llega a cansar y tratas de echar una vez esté fuera a la lluvia o le haces algo... te mataré. -sintió como su cuerpo temblaba ante aquella amenaza, pero quería que le quedase claro a ese chico.

    Edited by Taem - 3/6/2020, 01:29
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