Posts written by Taem

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    Soltó un suspiro triste ya que no quería quedarse en ese maldito lugar, incluso no habían sido de todo mentiras sus pequeñas súplicas de antes, pero sabía que sus padres no darían su brazo a torcer. Se separó de su madre viendo una lagrimita en el ojo de esta y sonriéndola levantó su dedo y se la quitó dándole una caricia a la mujer que le sonrió con cariño. Mirando a su hermano agarró su bolso dejando que sus dedos se rozaran algo más de la cuenta sin importarle ese gesto y disfrutando el leve contacto. Soltó un bufido ante el comentario de su padre más se abstuvo de enfadarse demasiado o provocar al mayor, al contrario que su madre y su hermano, a este le gustaba regañarle de forma más ruda, además sabía que no lo decía completamente en serio. Fingió indignación por lo segundo, aunque ya tenía algún que otro antecedente en hurto y movió su mano despidiéndose de ambos para luego girarse seguidamente y caminar al lado de Kibum hacia su residencia los próximos tres meses.
    -Este verano va a ser eterno. -le comentó a su hermano mientras dejaba caer el bolso en el suelo sin querer cargarlo él. Si Jinki estuviera ahí seguramente le haría cargar a su bobo más buen amigo con este, pero sin su amislavo en ese lugar tendría que hacerlo él. Ahora que lo pensaba comprendía muy bien los motivos por los que él estaba en ese lugar, pero no comprendía por que su hermano había ido también, quitando sus problemas de zorrería, algo que le jodía muchísimo, el chico no era un medio delincuente como él e incluso sus notas eran mejores que las que él sacaba. ¿Tal vez habría sido por lo mal que siempre se llevaban? Podría ser un motivo, pero no querían tampoco pensarlo ni hacérselo pensar a sus padres, prefería tener a su hermano a su lado donde podría vigilarle y no a cientos de kilómetros donde podría hacer más cosas que no había logrado parar, lo cual si esperaba conseguir en ese lugar.
    -Bien chicos, poneos en fila e id diciéndonos vuestro nombre, cuando lo hagáis nos entregaréis vuestro móvil y pasaréis al comedor donde se os darán más indicaciones. -escuchó decir al chico de antes y suspirando volvió a agarrar su maleta cogiendo a Kibum de la parte de atrás de su camisa para que no se distrajese y lo guio hacia la fila empujando a un chico que estaba a punto de colocarse sin inmutarse colocando a su hermano seguidamente y luego poniéndose él detrás. Estaba preguntándose como lo harían para dormir cuando sintió un empujón proveniente del chico de atrás que hizo que chocara su cuerpo contra la espalda de Kibum notando como el otro también se pegaba a la suya propia cosa que le hizo suspirar ya que creía que todos estaban mayorcitos como para ni siquiera saber colocarse en fila, más no se apartó sintiéndose apachurrado, más cálido. Percatándose de que su hermano también había quedado apachurradito como él soltó una risita.
    -No lo disfrutes mucho Bummie, recuerda que pueden pegarte como se te ponga dura. -le susurró en el oído encontrando demasiado bueno aquel gesto por lo que apoyó su mentón en su hombro manteniéndose ahí.
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    Soltó un pequeño quejido al sentir aquel golpe y se llevó una mano a su nuca mirando de mala forma a su hermano. Esbozó un pequeño puchero seguido de un suspiro y pronto sintió la mano cálida de su madre pasando por sus hombros y apretándole uno de estos mientras le sonreía dándole ánimos de esa manera. Empezó a caminar mientras pasaba la sujetaba de la cintura apoyándose contra ella unos segundos hasta el grupo de chicos que había. La verdad es que si que tendría que haber pensado mejor las cosas, o al menos muchas de ellas, esta no era la vida que había esperado llevar y ahora con las consecuencias era cuando más a disgusto estaba con ella. Soltó a la mayor para colocarse al lado de su hermano que había avanzado un par de metros más que él y pronto escuchó aquellas murmuraciones que le hicieron fruncir el ceño y más al ver a que dirigía su mirada.
    -Intenta no abrirte mucho de piernas Bum, si te insinúas a la mayoría de chicos aquí te darán una paliza. -le dijo soltando una pequeña risita, aunque nunca dejaría que golpearan a su hermano, él era el único que podía hacerlo. Se mantuvo a su lado mirando a sus alrededores. Sus manos rozaban al andar, más lejos de apartarse se pegó un poco más a él disfrutando de esa sensación cálida, como si su último comentario no hubiera sido hiriente, a fin y al cabo, ambos acostumbraban a meterse el uno con el otro casi siempre, ya hasta ni recordaba cuando fue la última vez que se llevaron bien. Miró a sus alrededores viendo a las demás familias despidiéndose de todos y se quedó quieto tirando del dedo meñique de su hermano para que se detuviera ya que los padres no podrían avanzar más a partir de ahí. Se acercó rápidamente a su madre la cual volvió a abrazar más esta vez de forma más cálida y recibió seguidamente la mirada severa de su padre que le avisaba de que se comportara.
    -Hola chicos, ¿me decís vuestros nombres? -escuchó a sus espaldas y se giró observando a uno de los monitores, ya que iba vestido como otros.
    -Minki y Kibum Kim. -respondió mientras suspiraba ya que era cierto, iban a quedarse encerrados todo el verano en aquella cárcel. Volvió a dirigir su mirada de gatito a su madre la cual le sonrió negando con la cabeza y sintió que se desanimaba.
    -Bien, vosotros tenéis que ir por ahí. Tomaos vuestro tiempo para despediros y luego dirigíos a donde os señalo por favor. -mencionó aquel chico con aspecto perruno, pero no tenía ganas de prestarle atención.
    Tachó sus nombres como señal de que habían llegado y levantó la mirada observándoles con una pequeña sonrisa fijándose en que ambos hermanitos eran bastante bonitos. Observó a aquel que había hablado y que abrazaba a su madre y luego su vista recayó en el otro el cual le sacaba unos centímetros. Podía decir incluso sin haberle escuchado que ya tenía un favorito de los dos, más no pensaba confiarse tan rápidamente por lo que le dirigió una pequeña sonrisa y se acercó a otro chico que extrañamente parecía estar bastante emocionado de estar ahí.
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    Había estado dormitando la mayor parte del camino debido a que los viajes solían marearle bastante y no había querido tomar la medicación que lo evitaba, no quería comentarios sobre que era un bebé por aún a su edad necesitar de esta en los trayectos largos por parte de su hermano, ni quería mostrarse débil con este. Así que había mantenido todo el tiempo sus ojos cerrados y abiertos tratando de echar pequeñas siestas para hacerlo todo más ameno para su cabeza y estómago y al mismo tiempo estar alerta. El calor que había sentido en su pierna y que provenía del chico sentado a su lado le había ayudado a relajarse, siempre lo hacía aunque no le gustará pensar mucho en ello. Cuando la calidez lo abandonó se obligó un poco a espabilarse y miro hacia Kibum un par de segundos antes de fijarse en la ventanilla de este y ver el cartel que anunciaba que habían llegado al campamento. Chasqueó su lengua mientras se acomodaba la ropa y sacó su teléfono, este se lo sacarían nada más entrar así que le mando un rápido mensaje a Jinki, al cual esperaba ver en una semana, y luego se guardo el teléfono.
    -Mientras tú seas infeliz, creeme que yo seré todo lo contrario. -le respondió mientras el auto se detenía, lo cual nada más hacer se bajó casi de un salto del auto estirándose y sintiendo demasiado bien el aire fresco, aunque casi inexistente de aquel lugar.
    Pudo ver a los alrededores bastantes edificios campestres y muchas instalaciones deportivas, también había un río con canoas y pudo observar como un grupo de chicos cortaban madera.
    -Que horror... -detestaba el trabajo físico y aunque apenas había llegado ya quería irse. -¿Es muy tarde para prometer que me portare bien? -le pregunto a su madre a la cual lanzó su mirada de gatito bebé del Gato con botas para ver si la mujer, normalmente más accesible, se compadecía. -Por que lo haré mami... -uso todo su arsenal disponible.
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    No pudo evitar que una sonrisa más que satisfecha apareciera en sus labios cuando el mayor se pegó a el. Ya esperaba algún tipo de movimiento ya que ambos amaban picarse de esa manera, pero en cuanto sintió las manos ajenas acariciándolo y provocandolo se arrepintio un poco ya que su pene endureció por las promesas del otro queriendo que las cumpliera ahora a pesar de haber quedado más que satisfecho. Giró un poco su cuerpo más que dispuesto a contratacar cuando el otro se separó y puso morritos un par de segundos antes de seguirlo. Dio un rápido vistazo a su miembro el cual por suerte se había contenido en responder a las caricias del otro y se acercó para también vestirse haciéndolo rápidamente. La armadura que usaban eran liviana más resistente, eran criaturas ágiles asi que al contrario que los humanos
    que lo hacían por completo, ellos solo tapaban su torso, brazos y espinillas, protegiendo más lo primero ya que habían sido especialmente entrenados para aguantar una lucha incluso con heridas de gravedad en alguna pierna o brazo.
    Unos ruidos provenientes de algunos árboles hicieron que se pusiera rápidamente en guardia y miro hacia el lugar viendo una pequeña ardilla moverse por lo que lanzando uno de sus cuchillos la pego de lleno haciendo que cayera y se acercó.
    -Carne es carne supongo. -dijo encogiéndose de hombros mientras la agarraba de la cola y limpiaba su cuchillo con la hoja de un árbol. -Vamonos, a ver qué maravilloso plato puedes hacer con esto. -dijo riéndose mientras le lanzaba el animal y empezaba a caminar hacia el campamento.

    Su corazón latía con tanta fuerza que hasta le dolía. En cuestión de una hora había sufrido demasiadas impresiones hasta le sorprendía no haber tenido un par cardiaco. Aunque se había esperado ver a ese elfo en plan exhibicionista como ya llevaba viéndolo desde la primera vez que lo hizo, no se esperaba que está vez se trajera a otro elfo igual o peor que el y haber sido testigo de semejantes escenas. Tenía un cúmulo de sensaciones que no sabía cómo explicar, desee culpa por haber visto a dos amantes dándolo todo en la cama hasta deseo por imaginarse ocupando el lugar de alguno, un pensamiento loco sin duda, no solo por la enemistad entre especies, si no por no conocerlos siquiera y haberlos espiado tan descaradamente. Su miembro le recriminaba no haberse dado algun tipo de alivio durante la escena, más sentía que aquello hubiera sido cruzar algún tipo de línea que no quería, a él no le iba espiar ese tipo de cosas y a nadie en realidad, ni siquiera sabía por qué miraba a ese elfo y no informaba sobre el, pero no era un pervertido para hacer ese tipo de cosas.
    Se encogió un poco observando las manchas de la sangre de la ardilla muerta y se disculpó mentalmente por ella, ya que el ruido lo había causado el al bajarse. Sin dudas ambos no eran simples merodeadores, eran guerreros fuertes ya que ese chico, al cual había confundido primero con una chica, había acertado de lleno a más de diez metros de distancia, eso sin contar la fuerza con la que había lanzado el arma para impactar de tal manera, así que eso lo ponía en alerta. ¿Era una tradición a su gente no decir nada? Estaba claro que buscaban algo, pero no parecían ser una amenaza ya que no los atacaban y algo que había aprendido desde pequeño es que los elfos solo eran asesinos que cazaban humanos por diversión, pero estos parecían solo venir a disfrutar del agua.
    Soltando un suspiro de alivio al ver como se alejaban volvió a mirar su miembro aún duro, aquello tendría que esperar a la noche ya que una cosa era hacerlo al espiar, pero en la intimidad de su cama ya no se sentía tan mal por ello, pues ahora .tenía que recuperar un poco de tiempo que había perdido sin entrenar, solo esperaba concentrarse suficiente aunque dudaba poder hacerlo ya que la escena de esos dos elfos no paraba de rondar por su cabeza y los gemidos de uno de ellos chillaban en sus orejas.
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    Ignoró completamente la queja de su amigo para así poder sumergirse más en su miseria. Ni siquiera quería estar atento al espectáculo que acabaría con su trabajo, simplemente quería marcharse cuanto antes, tal vez aprovechando esa oscuridad, pero uno podían verle y hasta quejarse en voz alta lo cual acarrearía en ser visto por más personas hasta acabar en ambos jefes que podrían hacerlo con mucha mayor facilidad y dos, Minho nunca se lo perdonaría, aunque fuera una infantilidad, esos espectáculos parecían ser importantes para él y más por que desde que vivía con él lo había visto ir religiosamente cada viernes a ellos tratando de convencerle pero negándose en redondo por cansancio, falta de motivación y sobre todo poco interés dada su situación, en la cual pensaba en todo excepto en divertirse simplemente saliendo adelante a como diera lugar. Así que tenía que aguantar y verlo, y luego ya podría irse suplicando por no ser visto. Lo que no entendía era por que su amigo no estaba tan preocupado por su empleo como ellos dos, pero suponía que era el llevar tanto tiempo le otorgaba cierta seguridad.
    Habiéndose bebido toda la cerveza volvió a martillear, esta vez más suavemente los dedos contra la mesa mirando de reojo a Minho que estaba tan emocionado como un niño en un parque de atracciones y acabó haciendo lo que este le pedía, mirar al frente justo cuando una extraña más exótica y hasta se atrevería a decir, cautivadora, música, llegó a sus oídos, sonando por todo el local haciendo crecer la expectación a su alrededor. Observó a la gente perdiendo la vista del escenario notando como todos parecían igual de mocosos que Minho hasta que un pequeñito gritito proveniente de Taemin le hizo mirar a este, que observaba el escenario con la boca abierta, y luego posó su vista en aquello que miraba haciendo que el gritito casi se le escapara a él esta vez por la entrada a escena de esos dos hombres. La pregunta de que clase de local era este volvió a su cabeza, más esta vez si tuvo una respuesta y vaya respuesta en algún lugar de su cerebro, casi hasta se recriminó por no haber caído, ya que era algo muy 50 sombras de Gray, esa mortal película, dada los atributos con los que contaba el local y la fijación que todos parecían tener con el cuero. Por un segundo quiso sumergirse en su depresión ya que ir a ver tetas y penes quedaba más normal que venir a ver esto, pero la escena que pronto apareció le hicieron olvidar todos y cada uno de sus pensamientos. Era sin duda increíble a pesar de lo light que parecía estar comenzando todo, ambos hombres eran atractivos y provocaban pasiones entre el público y también tenían una química más que buena. Sus ojos se desviaron al que estaba sobre sus rodillas, observando su ropa y lo poco que podía ver de su expresión, maravillado un poco por ese nivel de entrega que parecía tener con su pareja. Un jadeo leve se le escapó cuando fue colocado contra la mesa con su trasero al aire, la vergüenza tiñendo sus mejillas imaginándose a él mismo en esa posición, cosa que le escandalizó ya que de adoptar una postura no sería precisamente esa, más su pene parecía estar muy contento con ello. Era cierto que había sido el de abajo en más de una ocasión, sobre todo, aunque más bien únicamente con la rana de ojos grandes que estaba a su lado mirando el espectáculo como si se tratara de una mosca bien sabrosa, pero no por ello se dejaría hacer esas cosas y las disfrutaría, ¿verdad? Estaba por empezar a pensar que había perdido un tornillo cuando unos sonidos de impacto le hicieron dar un pequeño salto en su asiento que no fue capaz de disimular aunque al segundo se le olvidó y pudo ver como el chico grande parecía estar castigando el culo del otro, por lo que se permitió fijarse un poco más en este, en lo caliente que se veía alzando esa cosa con tiras. Lamió sus propios labios sintiendo como algo crecía un poco más entre sus pantalones y cruzó sus piernas al nuevamente su mente divagar sobre estar disfrutando ese esfuerzo en crear dolor que ese chico grande estaba ejerciéndole al otro. Estaba claro que su cuerpo reaccionaba por lo nuevo que era esto para él y no por que quisiera hacer esas cosas, pero ya no era capaz de desviar sus pensamientos, lo estaba disfrutando demasiado. Removió inquieto su culo sobre la silla tratando de ocultar su erección, algo de lo poco que aún podía concentrarse y volvió a relamer sus labios terminando en morder el inferior cuando el chico grande mostró su miembro pasándolo por la lagrimosa cara del contrario. ¿Cómo se sentiría este? Sabía que le gustaba, aquel pedazo de tela estaba bien alzada por la erección del otro, pero no era eso lo que quería saber, si no algo que no sabía muy bien como explicar y que estaba naciendo desde algún lugar de su interior. Tragó saliva sintiendo su garganta muy seca a pesar de que se había bebido una cerveza hacia poco y su rostro palideció un segundo ante aquel insulto que resonó por toda la sala pero sobre todo en sus oídos haciendo crecer eso extraño en su interior que lo dejó paralizado, lo cual aprovecho su mente para crear ciertas situaciones en su cabeza que ni siquiera se atrevió a describir haciéndose sentir enfermo durante un segundo ya que aquello no iba para nada con él, él nunca insultaría de esa manera a otra en una situación íntima, por lo que su manera de pensar estaba mal, muy, muy, muy mal.
    La voz de Minho entonces resonó sacándolo de su ensoñación extraña y de lo mucho que estaba disfrutando el espectáculo, casi al punto de verse el solo en la sala observando a esos dos hombres, y la encontró más que molesta por lo que sin mirarle llevó una de sus manos hasta la boca del otro y le pegó con su dedo índice en sus labios para que estos no volvieran a ser abiertos y luego bajo esta misma mano por el hombro del contrario pasando por su brazo hasta llegar a su codo el cual cruzo y aferrándose con algo de fuerza a su muñeca casi sin darse cuenta, más necesitando una especie de punto de apoyo que hasta ahora no había requerido. Sin decir palabra, continuó viendo el espectáculo volviendo a entrar en esa fascinación, contradicción y cúmulo de pensamientos y sentimientos que estaban revoloteando en su interior.
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    Era increíble por que a pesar de la situación, su estúpido, idiota, más buen amigo estaba más interesado en el show que en el lío que podrían meterse. Ya tenían que valerlo esos pechos para estar arriesgándose de esa forma, pero realmente tampoco tenían ninguna forma de salir sin ser vistos. El ya no los miraba pero al ver como Taemin continuaba dándoles pequeños vistazos le dio un sopapo en la nuca por el cual este le miró feo y le advirtió con la mirada que dejase de mirarlos o aquel golpe se repetiría. Este rápidamente le hizo caso y ambos se pusieron a regodearse en su propia miseria y mala suerte, aunque al menos ahora tenían a un enemigo en común, uno que estaba demasiado tranquilo para todo lo que podría pasar. Solo llevaba una semana en la empresa, una en la que ya había conseguido enemistarse más con su jefe y no es como si pudiera destacar cuando lo único que hacía era hacer fotocopias, llevar cafés de un lado para otro y encargos que les pedían desde los distintos departamentos, por lo que el tipo tenía su empleo en la palma de su mano, una que cada vez se inclinaba más hacia un lado haciendo que sus posibilidades de mantener el empleo fueran muy escasas, todo lo malo que le había pasado en la vida se lo había ganado, pero ahora estaba rehaciéndola cosa que le había costado muchas promesas a su familia, a sus amigos y sobre todo a Minho para que este le consiguiera ese empleo y no la jodiera, pero iba a fallar irremediablemente solo por haberle llamado patoso, obvio con palabras un poco más desagradables, pero no se merecía aquello. Ni siquiera podía pensar en que hacían esos hombres en ese tipo de local, ya que suponía que era normal que vinieran a relajarse como ellos a un bar a simplemente ver pechos y estaban lo suficientemente aceptados en la sociedad al ser sus jefes, además incluso estos podían solo despedirlo para que no divulgara que sitios solían frecuentar.
    -Supongo que lo tengo merecido, el karma siempre llega... -suspiró mientras las luces eran apagadas y fijaba sus ojos en el espectáculo que estaba por comenzar.
    -Pero yo no me lo merezco... -escuchó por parte de Taemin el cual parecía igual que él. Sabía que el chico tenía problemas de confianza, pero al menos no tenía un asunto tan feo como el suyo. -Realmente espero que no nos vean... -dijo que también se fijó en el show que empezaba y ambos vieron como dos hombres aparecían haciendo crecer su estado de desesperación por ser descubiertos. -Genial... voy a ser despedido por que me trajiste a ver un espectáculo gay donde uno de mis jefes con esposa está presente y no querrá que le delate delante de todos. -casi podría verlo a punto de lloriquear, pero aquello sin duda complicaba su situación también, por que al menos el jefe de Taemin no lo odiaba, el señor Kim era un buen tipo dudaba mucho que este pudiera odiar a alguien aunque fuera severo, pero el suyo si lo hacia él.
    -Genial, en vez de verme viendo tetas, me verá viendo penes... fantástico. -suspiró terminándose de beber la cerveza de golpe. Con la oscuridad ya no podían ver si seguían allí pero estaban claro que si.

    Edited by Taem - 27/2/2021, 13:58
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    No es que tuviera ningún problema con ese tipo de mujeres, pero no tenía cuerpo para esos espectáculos, estaba cansado física y psicológicamente, y nada más quería descansar. Rodó sus ojos ante la negativa, no tan negativa del otro sobre su sospecha de que trataba el club por el escenario que se veía y escondió sus manos por debajo de la mesa para guardar su inquietud. Realmente si no le debiera tanto a ese anormal... bueno seguramente estaría en la cárcel, por lo que prefería mil veces encontrarse en ese lugar, además solo sería esa noche, luego volaría a su casa a dormir como ya tenía planeado. Dio un buen sorbo a su cerveza y miró alrededor observando la oscuridad tan clara que había, no parecía ser un lugar de mala muerte así que era sorprendente de cierta forma e incluso íntimo, pero aunque no le desagradaba tampoco llegaba a gustarle.
    -¿Nos has traído a ligar o a ver el espectáculo? -se quejó mientras daba un buen sorbo a su cerveza mientras echaba su cabello hacia atrás y se fijaba en general en la gente que había, la cual parecía tener una fijación por el cuero hasta casi enfermiza, hasta sentía que destacaba por tener su ropa de mercadillo puesta.
    -Hyung, nuestro trabajo es más cansado que el tuyo que solo te sientas en esa silla a mirar por que todo el mundo se comporte... creo que puedo hablar por los dos cuando digo que ninguno ha venido con ese tipo de interés. -y mira que no le disgustaría en otro momento, pero el trabajo había sido duro esa semana como ya había dicho y eso sumado a lo presionado que se sentía por tratar de aunque no impresionar, si satisfacer a su nuevo jefe, lo tenían roto. Aún así y como hombre que era no pudo evitar tampoco echar un vistazo a la gente de su alrededor maldiciendo un poco al iluminador de ese sitio ya que había hecho un trabajo de mierda sin duda, solo esperaba que la pobre corista que se exhibiría en el escenario no tuviera un accidente.
    Asintió a todo lo dicho por Taemin ya que buena razón llevaba el criajo, más como este no pudo evitar no mirar a ese ''bonito'' que su ciego amigo miraba. Era gracioso lo suyo, ya que aunque necesitaba gafas para ver de lejos el chico se negaba a usarlas por que no iba con su atractivo y no siempre acertaba en la belleza superficial de alguien Más vio con sorpresa como esta vez no había errado y si, se le hacía jodidamente bonito, pero también jodidamente parecido a alguien que hizo que un pequeño escalofrío le recorriera. Miró a su acompañante y el escalofrío aumentó el triple al ver a su jefe sentado con el bonito, el cual era jefe de Taemin que también parecía helado al verlo.
    -De todos los malditos sitios a los que podías traernos decides hacerlo a uno al que acude ese tipo... -señaló a su jefe, el distinguido señor Lee Jinki o como a él le gustaba llamarle, ese cabrón imbécil. -Es genial... no solo tuve un problema ya con él por tu culpa y por no decirme que estaba detrás escuchando si no que ahora va a creer que me gusta venir aquí a ver tetas. -si tuviera un cuchillo encima de la mesa seguramente se lo clavaría en la mano a su amigo. Odiaba a su maldito jefe, no había tenido un buen comienzo con este, pero luego de ese incidente y saber lo rencoroso que era le tenía mucho menos aprecio aún si es que era posible, no quería que lo viera en tal situación y aunque no se llevaba mal con el otro, el señor Kim, tampoco quería tener problemas con él, el tipo siempre había sido muy agradable con él y de todos quitando a Minho y a veces al menor, era quien mejor le caía en ese lugar. Taemin no estaba en una mejor situación que veía a Kim Kibum como a una especie de ogro feo.
    -Maldito ciego... -se quejó el menor agachando la cabeza para que su jefe no pudiera verle tapando su cabeza con su mano. -¿Lo tuyo es malo? El señor Kim es super exigente y me tiene asustado todo el tiempo, llevo una semana con miedo a enseñarle mis ideas por que todo lo desprecia, lo que menos quiero no es solo que sepa que sitios frecuento. Mierda, me largo. -dijo haciendo el movimiento de incorporarse mas Jonghyun fue rápido y tiró de él.
    -¡Ni se te ocurra! Todos están sentados, si te levantas atraerás miradas y puede que atraigas la suyas y si ellos te ven, me ven a mi... -le dijo viendo como el menor parecía caer en cuenta y volver a tratar de esconderse con su mano para luego ambos unirse en una especie de tregua y dirigirle a la vez una muy mala y fea mirada a Minho prometiéndole que se lo harían pagar en cuanto tuvieran ocasión.
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    Dejo escapar el aire del cigarrillo de manera calmada sintiéndose cansado, hambriento y con ganas de sentarse. No sabía cuanto tiempo llevaban esperando pero deseaba entrar de una vez, tomar una copa, aguantar a Minho y a su otro amigo y luego marcharse a su apartamento a dormir todo el fin de semana. Sus primeros días en esa empresa habían sido terribles, el trabajo era demasiado y su jefe no le ponía las cosas fáciles, lo único agradable había sido pasar los descansos con su amigo de ojos grandes y haber hecho amistad con uno de los jefes que para su desgracia no era el que tenía que mandarle, por lo que estaba deseando que la semana acabase y ahora que lo había hecho se veía arrastrado a un club para deleite de Minho, al cual si no le debiera tanto ahora estaría hecho una bolita en su cama.
    Chasqueó la lengua cuando por fin vio a ese mocoso de teta aparecer, volviéndole a sorprender que tuvieran la misma edad ya que este parecía un niño en comparación y apagó el cigarrillo rápidamente tirando la colilla en una papelera que apagó contra la pared.
    -¿Por qué lo invitas si siempre hace lo mismo? -le preguntó antes de que Taemin se acercara del todo y levantó su mano saludándole cuando este se colocó al lado de ambos tratando de coger aire.
    -Las llaves... las llaves... -repitió entre jadeos mientras era llevado dentro sin apenas haber recuperado algo de aire, pero no iba a quejarse dado que sabía lo tarde que llegaba. -Llegué a casa y vi que se me olvidaron en el trabajo, así que volví pero no las encontraba y el portero se ofreció a ayudarme a encontrarlas, más lo hicimos algo tarde y el insistía en que me quedase a hacerle compañía como compensación, y lo hice, pero como había quedado contigo, luego corrí a casa y me preparé y vine hasta aquí... perdón. -habló demasiado como siempre hacía sin ser capaz de apreciar la decoración de aquel sitio ya que estaba demasiado fatigado, y ya venía cansado de antes. Escuchó el bufido de Jonghyun el amigo problema de Minho, pero solo lo ignoró mientras tomaba asiento ya acomodados en la mesa.
    -Hablas demasiado... -escuchó por parte de Jonghyun al cual frunció el ceño.
    -Y ninguna palabra era para ti. -ambos gruñeron mirando hacia otro lado más se mantuvieron serenos, aunque no se llevaban del todo bien se toleraban y Jonghyun ya le había ayudado con algunas fotocopias en esa semana, así que no tenía ganas de tirar esa buena obra, aunque hubiera sido su trabajo, por la borda y empezar una discusión. -En fin, ¿de que va tu paraiso? -preguntó con un toque burlón ahora si mirando alrededor viéndolo todo demasiado oscuro más era un sitio bonito.
    -Te juro que como aparezca una mujer meneando sus pechos me voy. -avisó Jonghyun mientras empezaba a martillear sus dedos sobre la mesa ya que ahí dentro no podía fumar siendo apoyado por Taemin que asintió mientras pedía un vaso de agua y una cerveza para los tres.
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    Se puso unos tapones invisibles en sus orejas para no escuchar como esos dos empezaban a ser empalagosos y le alegró darse cuenta de que ni él ni Jonghyun lo eran delante de otros, es cierto que se sentaban juntos y al mayor le gustaba pasar un brazo por detrás de sus hombros, pero de ahí no subían el toqueteo a no ser que a ambos les diera un buen calentón. No eran personas muy físicas en público, pero en cuanto se excitaban, ninguno de los dos podía abandonar la boca del otro para simplemente guiarse al lugar privado más cercano que tuvieran donde poder dar rienda suelta a su pasión. Imitó la acción de arcadas soltando una pequeña risita aunque sabia que ni su hermano ni su novio estaban pendientes de él en ese momento y por un segundo los miró de reojo dándose cuenta de lo ''bonitos'' que ambos se veían y también por otro segundo deseo una relación de esa forma que no se basaba solo en discusiones y arreglos más tarde. O sea no era como si pusiera pegas al buen sexo que Jonghyun siempre le daba, pero si se sentía algo frustrado de no poder satisfacer al mayor la mayoría de las veces, por eso también muchos días se dejaba hacerlo al menos un par de veces aunque luego acabara cansado, ya que este podría durar varios polvos sin pestañear siquiera.
    Apartando instagram de su campo de visión, abrió el chat de Jonghyun, no sabía si este tenía el móvil en la mano, el cual con lo muy alejado que era de la tecnología seguramente no, pero deseaba decirle que volviera y lo abrazara como esos dos lo hacían entre ellos, más al leer que la última conversación que habían tenido por ese medio había sido una discusión solo rodó sus ojos y se echó hacia atrás en su idea.
    -¡Hyung! -se quejó al asustarse por estar perdido en sus pensamientos ante el agarre en sus cabellos pero luego asintió volviendo a abrir instagram para perderse en la vida que los demás exhibían. -Bueno, pero sin azúcar, tengo la boca empalagosa por el chocolate. -dijo aunque apenas si lo había catado y hartándose de aparentar lo de la fruta simplemente la colocó en la mesa viendo por el rabillo del ojo como Kibum se acercaba a él. No pudo evitar soltar unas buenas risas por su comentario y levantando su mano lo golpeó en el hombro de modo amistoso por ello sabiendo que el bonito y pijo Kibum no era muy afín de ese tipo de tratos. -Solo lograríamos que se mataran. -siguió con la broma mientras se quedaba pensativo en que sucedería si Jonghyun y Jinki permanecieran veinticuatro horas encerrados en una misma habitación, lo más probable es que los encontraran todos magullados luego del experimento, así que mejor no tentar a la suerte. No había pasado por alto la indirecta del chico a que se juntara para que ambos se taparan con la manta pero se negó, no tenía frío y además aquello seguramente lo haría sentir extraño, aunque Kibum no parecía haberle afectado verle follar, él aún se acordaba de esos ojitos bonitos y gatunos espiándole a él y a Jonghyun por la rendija de la puerta. -Jinki va a venir enseguida y me hará quitarme... -dijo sonriendo negándose a romper la distancia, aunque más que su hermano prefería que viniera cierto cabeza hueca.
    Apagando su cigarrillo en el cenicero sacó un chicle de fresa de su boca, ya que Taemin odiaba el olor de la menta y se lo metió en la boca masticándolo varias veces para que el sabor inundara este y cambiara el olor de su aliento. Repasó sus obligaciones la semana que entraba mentalmente al igual que los días que tenía que trabajar y no, tendría al menos dos días que podría ir a comer con Taemin a su universidad y en todos tenía que madrugar para trabajar en las lonjas de pescado descargando dicho producto. Era un trabajo duro no solo por el horario que manejaban que era increíblemente temprano, pero le daba bastante dinero, era uno de sus dos trabajos fijos como el del almacén en el que trabajaba descargando mercancía de camiones y cargándola en otros, luego solía hacer trabajos esporádicos donde podía intentando aprovechar todas las horas que podía, más desde que había conocido a Taemin se había permitido un poco más de libertad para pasar tiempo con el menor. Soltando un pequeño bostezo y decidiendo que ya había pasado bastante frío, entró por el balcón que daba a parar directamente a la cocina y ahí vio a su némesis, cual diablo preparando unos tés, tres específicamente los cuales no había que ser muy listo para saber que cada uno tenía dueño, no tenía ganas de ningún encontronazo, pero haciendo el que no había visto nada, agarró un banana milk para Taemin y salió rápidamente de la cocina yendo al salón donde vio como el menor le dirigía la mirada al percatarse de él. Vio como fruncía el ceño, un acto reflejo que expresaba solo por si él había entrado a discutir y levantó rápidamente su brazo enseñándole la bebida, vio como su expresión cambiaba a una sonrisa y rápidamente le hacía un sitio a su lado pegándose a Kibum para que él se sentara al otro lado y quedar él en medio. Vio como cogía la bebida mientras tomaba asiento y se acercó para darle un beso en su mejilla.
    -Lo siento... -se disculpó sabiendo que era lo que Taemin quería escuchar, por que no había mucho arrepentimiento, no pensaba que hiciese mal al regañar a su novio por su mala alimentación, pero ya no quería peleas por hoy.
    -Perdonado. -escuchó de este y sonriendo se acercó para unir sus labios a los de su pequeño.

    Casi quiso inflar sus mejillas sintiéndose chinchada por las pequeñas burlas del otro, pero tenía otras cosas entre manos, o mejor dicho entre piernas que requerían toda su atención. Apenas continuaba siendo consciente de que iba en un coche ante el movimiento de sus dedos y cuanto más su orgasmo se acercaba más húmeda se sentía notando como gran parte de sus inglés ya se encontraban mojadas debido a la forma de acariciarla que tenía Minho que esparcía todo ese líquido por todas partes. Sin poder evitarlo sabiendo lo poquito que le quedaba llevó una de sus manos hasta la muñeca del otro instándole a hacerlo aún más deprisa para llegar cuanto antes, pero no llegó a tiempo cuando notó como el otro se detenía dejándola a medias de nuevo como en el capó del auto momentos antes y no pudo evitar fruncir el ceño, ya que las siguientes y suaves caricias no la satisfacían del todo aquello sumado a sus palabras.
    -Podríamos entonces habernos esperado a estar en casa... -suspiró entre gemidos ya que no le gustaba quedarse a medias y en ese rato ya llevaba dos veces- Se fue incorporando despacito tapándose mejor por arriba notando como su clítoris estaba muy sensible así que cada caricia del otro era más que bien recibida, más estas no profundizaban como ella quería y solo la dejaban más necesitada. -Malo. -hizo un pequeño puchero arreglando también su peinado que debido a la postura se le había desarmado pidiendo perdón a un Kibum que no podía escucharla. -Cuando lleguemos tengo que ir a hablar con el portero a la recepción, tal vez hayan llegado mis paquetes.. -suspiró moviendo aún sus piernas de manera inquieta ya que a pesar de su orgasmo se había frustrado continuaba bastante excitada. -Mañana tengo que... maquillar a esa señora y encargué su maquillaje, si no ha llegado... estaré en problemas... -dijo pareciendo menos serio el asunto de lo que era al soltar varios y pequeños gemidos por los toques que aunque leves, bien expertos de su novio. El apartamento donde vivía con Minho era casi de lujo, demostrando lo mucho que ganaba su novio y el poder adquisitivo de este, aunque por supuesto ella también se hacía cargo de algunas facturas. Se había mudado con él luego de que ambos vieran que iban muy en serio y le encantaba el lugar, aunque muchísimo más la compañía. El caso es que el lugar era lo suficientemente lujoso como para tener una recepción con portero y no dejaban entrar a nadie ajeno al lugar si el propietario no lo había registrado antes o estaba en una lista de preferencia.
  10. .
    Parecía que hasta de cierta forma había invocado a Kibum, ya que en cuanto el mayor relató lo fantástico que les iba en cuatro palabras e incluso usando esa misma, este apareció por la puerta. Buscó detrás de este a Jonghyun pero pronto se fijó de que su novio no había venido con él y el pensamiento de que tal vez estuviera enfadado por la mini discusión de antes le sacó un pequeño puchero. Tenía todos sus motivos y derecho para estarlo, pero le hubiera gustado que el diera el primer paso viniendo, así podría ir y disculparse, sobre todo ahora que Kibum estaba aquí con su hermano. Aunque adoraba al chico y apoyaba ya hasta morir esa relación, no se sentía del todo cómodo con ambos chicos, estos siempre eran tan mimosos y tenían ese aura de pareja feliz que se compraba jerseys a juegos y hablaban terminando las frases del otro, que debido a sus celos de hermano le molestaba un poquito, por eso siempre le era más fácil tratar a los dos por separado o en su defecto, cuando había más personas en una misma habitación junto a él y a la pareja, por ejemplo Jonghyun.
    -Jinki hablaba de ti, diciendo lo fantástico que eres. -comentó para impulsar un poco la relación de esos dos, aunque sabía que ya estaba lo suficientemente impulsada como para no necesitar que hiciera ese tipo de comentarios y sabiendo que la pareja querría sentarse junta se incorporó se cambió de sofá recostándose en este para volver a mirar su teléfono y darles algún tipo de intimidad sin tener que irse del salón, pues quería que Jonghyun regresara para poder poner en marcha ese plan que sabía que sería bien recibido, por mucho que discutieran, Jonghyun siempre era más accesible que él luego de una discusión. Observó el bol de fruta a medio acabar aún abandonado en la mesa recordando como minutos antes Kibum se la daba de comer, frunció levemente el ceño mirando a este como interactuaba con Jinki para luego observar hacia la puerta pensando en Jonghyun y en lo amigos que eran Key y su novio. Sabía que este último tenía la extraña idea metida en su cabeza de que comía poco y mal, y el pensamiento de que tal vez había compartido algo de ese asunto con Kibum llegó a su mente, si Jonghyun envenenaba la mente con esa tontería al mayor, este también lo haría a su hermano generando un drama innecesario y demasiada atención hacia él que no quería, ya que no era la que le gustaba por lo que agarrando el bol de fruta y aunque no tenía hambre, lo colocó encima de su pecho y empezó a comer, o más bien hacer el que comía, eligiendo los pedazos más pequeños, ya que no tenía muchas ganas de fruta, pero quería hacerles ver que todo estaba bien, pues así era como él lo sentía y lo veía.
  11. .
    No pudo evitar sonreír más que enternecido por las palabras de su hermano, ya que era cierto y aunque no fuese completamente abalado dado que era su hermano y había obviamente vínculos afectivos, Jinki era el hombre más mimoso, tierno y adorable del mundo. Sería como su tipo ideal si no compartieran lazos sanguíneos, pero por el mero hecho de hacerlo, conocía los motivos por los que su hermano mayor se comportaba de una manera u otra algunas veces y a raíz de sus preguntas llegaba a la conclusión de que el chico quería sacarle algo sin preguntarle directamente por ese motivo o contárselo, y es que el mayor era un libro abierto para él y sabía distinguir sus tipos de mimos. Abrió un poco sus ojos sorprendido por aquel apodo recordando su infancia con Jinki, todas las veces que lo perseguía para que jugara con él o lo esperaba cuando llegaba de clase, añoraba bastante esos momentos y que pasaran tiempo juntos, pero ahora ambos tenían a su pareja y se encontraban algo distantes el uno del otro.
    -Tofu... te llamaba así por que eras igual de bueno, blandito y tierno que el plato. -recordó con añoranza apartando la mirada de su teléfono para sonreírle. No sabía muy bien a donde quería llegar su hermano y odiaba sentir que algo se le escapaba como era el verdadero motivo por el que Jinki se encontraba hablándole y haciéndole recordar esas cosas, por lo que le seguiría el juego un ratito más. -Bien, con muchos deberes. -se encogió de hombros sin querer dar más detalles ya que no era necesario, ya no se trataba de un niño para que el mayor luchara sus batallas. -No tengo nada más que decir. ¿Qué tal con Kibum? -le preguntó sobre el chico ya que habían ''hablado'' un poco de su relación, si es que esa era la palabra que mejor definía al hecho de regañar a su hermano para que tratara mejor a su pareja.
    Quería ser optimista con el asunto de Taemin así que sonrió a Kibum asintiendo. Aunque al principio de su relación el menor había sido muy abierto con él a medida que pasaba el tiempo y ante diferentes situaciones este se había ido cerrado, sabía que no la pasaba muy bien en clase, ya que hacía unos pocos meses al empezar el curso había encontrado al menor llorando y le había confesado que no le gustaban para nada sus compañeros y como estos se habían burlado un poco de él. Aquello le había preocupado bastante e incluso se había ofrecido a acompañarle y a recogerle de la universidad siempre que pudiera, más Taemin se había negado, ya que eso habría sido solo contraproducente si se alteraba por escuchar alguna mala palabra hacia su chico, lo cual sucedería ya que no soportaría sin poder hacer nada el hecho de que maltrataran a su novio. Luego todo parecía haber pasado ya que algunos de esos compañeros se cambiaron de especialidad, pero Taemin seguía sin estar cómodo, luego el chico había dejado de comentarle nada respondiendo con monosílabos cuando le preguntaba sobre el tema hasta que habían empezado a discutir y dejó de hacerlo. No era algo que hubiese contado a Kibum ya que este se lo hubiera dicho a su hermano y Taemin estaba muy en contra de preocupar a ese patán, así que se había mantenido callado, cosa de lo que ahora se arrepentía un poco, ya que tal vez podrían haber ayudado un poco mejor a Taemin que él.
    -Puede que a ti si. -no quería ser malo, pero dudaba mucho que a Taemin todavía se le hubiera pasado el enfado. -Ve con ellos, voy a fumarme otro cigarro. -le dijo al chico mientras sacaba su paquete más no lo encendería hasta que el menor se hubiera marchado. Al día siguiente tenía que madrugar un poco así que sería el último antes de ir a preguntarle a su novio si se iban o se quedaban, a él cualquier opción le valía, ya que ambos apartamentos quedaba a una buena distancia de su trabajo de la mañana.

    No pudo evitar no compartir la misma sonrisa traviesa que el menor le tiró y mordió su labio inferior fijándose nuevamente en los movimientos de su dedo, como volvían a entre sus piernas y no pudo evitar morderse el labio inferior. Levantando la cabeza se fijó en los demás autos, sus conductores demasiado enfocados en la carretera al igual que sus acompañantes, por lo que no se enterarían de lo que sucedía en el suyo. Bajó la mirada y se concentró sin ayudar en el recorrido que sus dedos hicieron hasta que lograron colarse por la tela de su shor, que se encontraba bien pegado a su piel y comenzaron a acariciarla. El chico siempre era así, la calentaba y cuando ella quería corresponderle, la hacía esperar hasta casa, pero durante el camino siempre aprovechaba para meterle mano. Un gemido se escapó seguido de un jadeo y se erizó por completo cuando volvió a acariciar su clítoris de aquella manera tan deliciosa como antes y pasó su lengua por sus labios humedeciéndolos.
    -Ah espera... -suspiró ante la rapidez con la que empezó a acariciarla hasta que sus toques de detuvieron de repente y cerró sus ojos haciendo todo lo contrario con sus piernas al notar también como la mano ajena se había deslizado hacia estas y las incitaba a abrirse. Haciéndolo, las separó todo lo que pudo y se resbaló un poco más en el asiento para que la abertura fuera un poquito más allá y aprovechar para que las curiosas miradas que pudieran darse de los otros conductores no recayeran en sus expresiones, aunque a veces le gustaba ser observada, no sería para nada agradable que apuntaran su matrícula y recibir alguna denuncia. Un pequeño chillido de los suyos se le escapó cuando Minho coló su dedo y apretó su interior alrededor de este cerrando sus ojos mientras reprimía su orgasmo, sintiéndose tan cerca de este siendo tan rápido, pero la situación y el entorno la encendían un poco. -Tonto... siempre haces lo mismo... -hizo un pequeño puchero que no pudo mantener ya que un nuevo gemido la atravesó. -Cuando lleguemos a casa pienso exprimir la polla... -soltó ni corta ni perezosa empezando a mover sus caderas en círculos al mismo ritmo que los dedos del contario.
  12. .
    Como había dicho, no se creería que Jinki fuese a intentarlo hasta que esté lo hiciese, pero no iba a mencionar más ese tema ya que tampoco quería mostrarse demasiado exceptico y hacer que su hermano se pensase mejor las cosas y terminará por no hacerlo, así que le daría unos días, tal vez un par de semanas para demostrarle sus cambios y si no tendría que ponerse más serio con el y estaba seguro de que ninguno de los dos quería eso.
    Abrió mucho sus ojos como retandole a acabar ese insulto que había dejado a medias y frunció el ceño de manera leve ante sus siguientes palabras para luego levantar su dedo y pincharle de manera acusadora en su pecho varias veces.
    -El solo responde a lo que tú le dices, no puedes esperar que no se defienda si le deseas que se caiga de su moto y que no volvamos a verlo. -le recriminó la última media discusión que habían tenido ya que para suerte su novio había sido más maduro alejándose de Jinki aunque luego le hubiera cerrado la puerta en sus narices después de también decirle algo feo por lo cual le había regañado cuando esté le contó. -¿Que pensarías si yo le hubiera dicho algo tan horrible a Kibum? Así que, no quiero que le insultes así de nuevo. -estuvo a punto de cruAr sus brazos y ponerse en plan como un niño regañado más no lo hizo, quería transmitirle lo en serio que iba con esa conversación a su hermano. -Pero te prometo que hablaré con él para que no responda a tus intentos de mala manera. -prometio para luego volver a coger su teléfono, manteniéndolo en la mano aunque ganas tenía de empezar a enredar en el más por inquieto que otra cosa.
    Enarcó una ceja ante su nueva pregunta sin entender muy bien a que venía está y lo miro con algo de curiosidad encogiéndose de hombros mientras soltaba una pequeña risita.
    -¿Bien? ¿A que viene eso hyung? -pregunto sin comprender ya que ya llevaban un buen rato en la misma habitación y nada había sucedido como para que su estado cambiara a que pudiera sentirse mal y que nadie se hubiera dado cuenta. -¿Y tu, aparte de demasiado mimoso? -sin poder resistirse volvió a tomar a levantar la pantalla, ahora que la conversación era más amena y volvió a mirar sus redes sociales.
    Estaba bastante claro que hablaba en serio dado que el raramente bromeaba con temas importantes más aún así asintió y sonrió sin poder evitarlo al escuchar que lo suyo serían tardes de chicos ya que eso le parecía más que bien, ahora solo tendría que cuadrar sus horarios lo cual sería un poco difícil más no imposible. Estaba pensando en cómo hacerlo cuando la nueva sugerencia de Kibum le dejo algo pensativo, obviamente sus intenciones no solamente eran el vigilar que comiese si no también el hecho de pasar un poco más de tiempo con su pareja, pero en esos momentos su situación financiera volvía a estar bastante pobre y renunciar a uno de sus trabajos le daría más cargas por lo que se vio asintiendo más rápido de lo que le hubiera gustado.
    -El plus es sin duda lo mejor. -dijo medio en broma, medio en serio, ya que lo que menos querría sería montar algún espectáculo en la universidad de su novio con su hermano y dejar a este en vergüenza. -Pero veré si también puedo escaparme algún mediodía para estar con el, además dice que va a dormir en mi casa la semana que viene ya que esta algo cargado de deberes y para ahorrarse los viajes, por lo que lo vigilaré en las cenas que este temprano en caso. -no tenía mucha comida saludable, pero podía encargar a restaurantes de comida sana si es que existían.

    Pequeño suspiros se le escaparon cuando los roces se detuvieron más no sé quejó por ello y cuando Minho la beso correspondió con ganas de manera lenta, sencilla y bonita sintiendo como su corazón y estómago revoloteaban en su interior, contentos por los dulces gestos que Minho tenía con ella. Amaba tanto a ese chico que no tendría vida suficiente para chillarselo, desde que habían empezado, Minho se había convertido en su todo y estaba más que contenta con ello. Le dirigió una dulce sonrisa dejándose cargar pensando que tendrían algo de acción en el asiento trasero antes de ir a casa, pero tampoco le sorprendió del todo cuando el menor la metió y acomodo en el asiento delantero. Con un pequeño puchero se colocó el cinturón sintiendo como el short había quedado bastante pegado a su intimidad por haber tirado tanto de el hacia arriba, más no sé lo coloco, era algo que podía aguantar hasta llegar y eso haría. Podía notar su humedad manchando un poco la tela ya que se había excitado un poco de más por las caricias de Minho, así que se lo haría pagar de alguna manera divertida al chico.
    -Muchas veces... Por eso compré dos. -dijo cuando el otro se sentó a su lado y se abrochó los botones de la parte superior ya que en efecto estaba enfriando un poco la noche y de forma seguida cogió su móvil estirandose un poco hacia atrás para llegar a sus bolsos mientras Minho arrancaba. -Me comportare siempre y cuando no me aburra. -menciono de forma divertida e insinuante levantando sus dos cejas hacía antes antes de buscar una app de comida para llevar y pedir algo nutritivo y rico para que les llevarán a casa para cuando estuvieran allí. Aún no era muy buena cocinera, pero se estaba esforzando en aprender por el lo cual le hacía sentir orgullosa y la sorprendía, ya que la cocina nunca le había interesado hasta que había conocido a Minho y se dio cuenta de que quería prepararle muchos platos deliciosos. Así que esa comida les serviría por esa noche. -La cena llegara en una hora... -le anuncio a pesar de que ya estarían para esa hora en el piso que ambos compartían.
    Apartó el móvil para mirar hacia delante por el cristal y lentamente se vio abriendo cada vez un poco más sus piernas al igual que moviendo sus caderas de manera muy leve ante los tironcitos que Minho daba a la tela de su short y que rozaban su humedad intimidad soltando leves suspiros.
  13. .
    Estaba usando el teléfono como una especie de escudo y no discutir, además con la reciente barrera que había crecido entre él y Jinki debido a que ya no pasaban tanto tiempo juntos como antes y el desprecio del mayor hacia su novio, a veces lo veía más como a un enemigo que como al chico cariñoso que era. Es decir, obvio que lo quería y respetaba, era su hermano, la persona que lo había criado y a quien tanto amaba, pero debido a esas pequeñas brechas empezaba a sentir que ya tenían menos cosas en común que antes y más con el hecho de saber que en cuanto Kibum se mudase a esa casa, ya no sería la casa de él y Jinki, si no la de Jinki y Kibum más el hermanito del primero que aún le era permitido vivir ahí. Así que si Jinki se enfadaba o algo, necesitaba algo con lo que defenderse y mantener esa pequeña distancia era como una especie de seguro.
    Así que cuando Jinki apartó su móvil de esa manera y dijo esas palabras a punto estuvo de recriminarle hasta que vio el puchero que el otro formaba y se mantuvo tranquilo, sobre todo cuando los brazos del mayor lo rodearon y acercaron a su pecho. Suspiró sintiéndose un tonto, ya que el mayor raramente se enfadaba con él o le hablaba mal, como con Kibum, es más había empezado a verlo ahora realmente cabreado y desagradable simplemente en presencia de Jonghyun. Pasó sus brazos sus brazos alrededor del cuerpo del mayor cerrando sus ojos y frotó su nariz contra la ropa del contrario al igual que su mejilla y parte de su rostro. Los pensamientos de Jinki los había tenido él con Kibum, solo con la diferencia de que lo de Jinki estaba más cerca de suceder que lo suyo, aún quería acabar la carrera y dada todas las discusiones dudaba mucho que durasen mucho tiempo si vivieran de manera activa el uno con el otro, por lo que no era una buena idea vivir junto al mayor en esos momentos y estaba seguro de que Jonghyun pensaba lo mismo. Pero cuando Kibum empezara a vivir por completo ahí no sabría muy bien como se lo tomaría, aunque adoraba al chico sería algo duro para él, ya que siempre había tenido problemas para compartir a su hermano que aún no estaban solucionados, simplemente había cedido un poco.
    -Lo creeré cuando lo vea... y lo se, tampoco te pido eso. Solo... inténtalo. Jonghyun es una buena persona, se que discutimos mucho, pero la mitad de las veces ni siquiera es culpa suya. -dijo soltando una pequeña risita mientras se apartaba un poco levantando sus piernas encima del sofá y cruzándolas de la misma forma que su hermano estaba sentado. -Y... me quiere hyung, y yo le quiero... -los ojos de Kibum espiando se le atravesaron por un segundo, más los quitó pronto de su mente. - ...me trata bien y se preocupa... -agachó un poco la cabeza al pensar en la bobada de su última discusión y como había reaccionado él. -¿Inténtalo de acuerdo? Es lo único que te pido. -le sonrió al mayor.
    Se sintió un poco más aliviado en cuanto escuchó a Kibum decir que le ayudaría con el tema de Taemin sintiéndose conmovido por ello dado que no importaba lo que pasara siempre podía contar con el menor y eso le gustaba. Le debía tanto al chico que ya ni siquiera sabía cuantas vidas necesitaría para compensárselo ya que incluso una de estas había sido salvada por el menor. Nunca había podido agradecerle lo suficiente todo.
    -Gracias... estaba pensando en dejar uno de mis trabajos para poder almorzar con él. -no le hacía especialmente gracia aquello ya que necesitaba todo el dinero que podía, pero simplemente podía quitarse horas de ocio por otro lado que no pasase con Taemin, por ejemplo las de gimnasio. Sabía que estas eran muy necesarias a veces para controlar el estrés y la agresividad que alguna mala situación podía acarrearle, pero trataría de canalizar esos malos sentimientos de otra manera, desde que estaba con el menor Taemin siempre había sido lo más importante y esta vez mucho más. -Aunque eso significa cruzarme con Jinki cada día... -ya que si este le llevaba el almuerzo a esa hora sería irremediable no verlo, pero podía soportarlo por el bien de su pequeño. Atrajo más a Kibum hacia él disfrutando mucho de su compañía tan limitada y que se acabaría en cuanto alguno de los hermanos apareciera reclamando atención de su respectiva pareja. -Deberíamos salir tu y yo algún día por ahí, sobre todo antes de que empieces a vivir formalmente aquí... tienes tus tardes de chicas, quiero que tengamos alguna tarde de chicos, así que mi próxima tarde libre te la reservo, te avisaré cuando será... -también tendría que hablarlo con Taemin pero no creía que el menor tuviera algún problema.

    Sonrió más que satisfecha cuando el otro mencionó que había perdido aunque no fuera así y lo observó con una ceja alzada pensando en cuales serían los movimientos del otro, que no tardó mucho en llevar a cabo y casi chilló ante la rapidez del otro y como la tuvo en un momento encima del capot del coche. Tuvo por un segundo miedo a ensuciarse la ropa de grasa, pero siempre tenía un pijama de reserva, ya que esa ropa aunque simple y bonita era como una especie de vínculo con Kibum y ambos adoraban vestir así. Apoyó sus antebrazos en el metal para no recostarse del todo y arruinar su bonito peinado y cerró sus ojos dejándose llevar por las caricias del otro. Al principio se había preocupado de que Minho solo pensase de ella que era una exhibicionista o algo así, ya que aunque le gustaba el riesgo y la adrenalina que le causaba el hecho de saber que podía ser pillada, no era como si le gustase ir desnuda por medio mundo.
    -Tu verás... yo las veo siempre, es a ti a quien le cuesta estar con ellas tanto como desearías... -se burló un poquitín del mayor sabiendo que aquello sacaba muy buenas reacciones del otro. Entonces el otro llevó una mano a su entrepierna y soltó un pequeño chillido por la impresión que ahogó al llevar una mano a su boca para no ser escuchada por ninguna persona que pudiera deambular hacia su coche en esos momentos. Aún así no se quejó para nada de esa acción y pronto comenzó a mover sus caderas de manera suave de arriba a abajo al ritmo contrario que los dedos del otro. Sintió un pequeño sonrojo al escuchar sus palabras y ladeó la cabeza soltando pequeños jadeos. -Sabes que... no es solo eso... tu... tu también... que tu me veas y como me haces sentir... hace que pase... -llevó su mano hasta la muñeca ajena apretándola y cerró sus piernas. -Entremos en el coche... no llego a tocarte... -le pidió dandole también pequeños golpecitos con el pie y estirando el único brazo que le quedaba señalándoe como su manito no alcanzaba hasta el miembro del contrario.
  14. .
    Se había distraído leyendo una de esas tontas frases motivadoras de su red social por lo que cuando el otro se levantó luego de sus palabras se puso levemente a la defensiva por si este se ponía en contra más recibió la sorpresa de sus palabras que le sacaron una sonrisa. Lo miro con una infinita ternura por qué el mayor siempre le sorprendía para bien y estaba encantado con ello.
    -Tranquilo hyung, solo será esta semana por el estudio. Y seguramente me olvide de mil cosas así que vendré a verte a menudo. -comento ya que al igual que Jinki, el despiste le venía de familia y cuando no se le olvidaba algo es que se le había perdido. -A todo esto hyung... Tienes que ser más amable con Jonghyun por favor... El ha puesto mucho esfuerzo para llevarse bien contigo y tu nunca has puesto de tu parte y eso debe cambiar. -le pidió de manera seria para luego volver a su teléfono. Aunque siempre evitaba el tema y solía enfadarse solo cuando veía que Jinki estaba siendo malo con su novio, ahora que estaban los dos solos era el mejor momento para sacar el tema. El sabía que tampoco sé lo había puesto fácil a Key en su día, pero jamás había tratado al mayor tan mal como Jinki se lo hacía a Jonghyun y eso de cierta forma le molestaba.-Quiero que eso cambie y no una de esas falsas promesas que le das a Kibum. -lo conocía como si lo hubiera parido y casi había sido así, solo que a la inversa al haber sido Jinki una figura paterna más que sus padres.
    Levanto un poco su brazo para que el menor se acomodara a su lado y apoyo su cabeza contra la ajena mirando a la nada. Eran pocos los momentos en los que podían estar juntos, es más la última vez había sido esa leve conversación que habían tenido en el sofa del salón. No iba a negar que lo echaba de menos aunque solamente fuera disfrutar de su compañía, pero ahora las cosas eran muy diferentes a cuando eran más jóvenes, cada uno tenía sus parejas y sus obligaciones y por desgracia para su amistad estaban por encima de todo aunque no dejasen está nunca de lado.
    -No lo sé... No qué tan grave sea como para que tenga que acudir a un médico...-hablar de médicos le hacía que ver que todo era demasiado grave y no quería pensar de Taemin como alguien enfermo. -¿Podrías hablarlo con el? A mí no me escucha... Siento que solamente busca excusas a veces para nada más que discutir y yo admiro que no tengo el tacto suficiente para hacerle ver bien las cosas. -sentia que necesitaba otro cigarro pero se contuvo ya que sabía que su amigo detestaba el olor a tabaco. -No digo que yo no vaya a hacer nada y te deje todo a ti... Solo que tal vez si se lo decimos muchas personas que quiere y el sepa que lo quieren puede que vaya abriendo los ojos. -suspiro apretando un poco sus puños cuando pensó que ese tipo de conversación tenía que estar teniendo la con el hermano de este pero el imbécil nisiquiera soportaba respirar el mismo aire que el.

    Se despidió rápido de todos ya que su novio parecía estar demasiado ansioso como para soportar alguna otra despedida larga y cogiendo una de las bolsas para ayudarle cargando algo ya que todo era suyo, acabaron fuera del apartamento besándose como si nunca lo hubieran hecho, pero así siempre solían ser sus besos. Sintió un poquito de orgullo de saber que aún a pesar de todo el tiempo que llevaban, el mayor siempre se calentaba igual de rápido que ella con el uno y el otro, era algo que amaba ya que sus relaciones siempre habían sido más físicas que sentimentales, pero con el lo tenía todo y amaba eso.
    Ladeó la cabeza entiendo lo que el otro querría decir un par de segundos después de que Minho lo dijera y desabrochara el primer botón observando como su busto rebotaba un poquitin debido a que su parte de arriba era algo ajustada.
    -Me gustan los juegos en los que ninguno de los dos pierde... -susurro juguetona ya que tal y como el otro decía a ella no le importaba acabar sin la parte de arriba y a el no le importaba tampoco cuanto enseñará, y eso era otra cosa que le gustaba, la confianza que se tenían. -Pero no voy a dejar que me quites ni uno... -el siguiente botón fue desabrochado y soltó un jadeo. -¡Ni uno más! -chillo y le tiro la bolsa que llevaba y había cogido antes para luego salir corriendo soltando varias risas debido a los nervios por el juego y a saber que no era tan rápida como su novio ni de lejos. Corrió todo lo que pudo bajando las escaleras a trompicones y perdiendo algún que otro botón y recibiendo más de un sobeteo hasta que llegó hacia el coche jadeante y cansada contra el que tuvo que apoyarse agachandose en cuclillas sintiendo sus piernas cansadas, más aún así las risas la acompañaban. Miro hacia abajo viendo cómo solo le quedaba uno de los botones, pero el parking estaba completamente en silencio señal de que ni había nadie por lo que incorporándose se giró llevando su mano hasta el botón que quedaba y tanteando este mientras miraba a Minho.
    -Creo que he ganado... -dijo a pesar de sus primeras palabras con respecto al juego.
  15. .
    Le alegró por que Kibum no le insistiera más, ya que de haberlo hecho tal vez se hubiera generado alguna pequeña discusión y no tenía muchas ganas de discutir con Key, aunque a decir verdad nunca lo había hecho con el mayor, era cierto que al comienzo de empezar a salir con su hermano, no se había involucrado para nada con este debido a sus celos, apenas saludándole o manteniéndose al lado de la pareja solamente por que era obligado por Jinki, pero luego y gracias a Jonghyun ambos habían aprendido a llevarse muy bien dándole una oportunidad a la excelente persona que era, y vaya que se había alegrado por ello. Así que no quería empañar su amistad con una discusión por un tema que algo en lo que realmente no tendría que inmiscuirse el mayor, a fin y al cabo cada persona comía cuando quería y si él no tenía hambre no era quien para inmiscuirse en ese tipo de cosas. Se sorprendió un poco por el alcance de sus pensamientos y se arrepintió rápidamente de ellos percatándose también al mismo tiempo que aunque Kibum no fuera quien para decirle nada, Jonghyun si que lo era y él le había hablado muy mal.
    Agarró el espejo para mirarse y ladeó la cabeza frunciendo el ceño y alejando y acercando el espejo ya que aunque el peinado estaba perfectamente hecho, algo había en su cara que no sentía que le quedara bien para un peinado tan bonito. No sabía muy bien como explicarlo, pero era como si su cabello fuera una peluca, una preciosa que no se merecía y pronto empezó a sentirse incómodo con ello y tuvo ganas de deshacerlo, más se contuvo.
    -Oh es cierto, me queda muy bien, gracias. -le sonrió como siempre guardándose sus pensamientos. -Claro. -asintió ante su pregunta habiendo visto como minutos antes Jonghyun huía de la escena que empezaban a crear Puiyi y Minho, tan normal en ellos cada vez que estaban todos juntos. Observó a su hermano como le pedía ayuda a su novio para librarse de ambos, y al no conseguirla iba con el por lo que tomó su móvil empezando a curiosear en internet dejando que el mayor se acomodara en su regazo como quisiera. Hacía mucho tiempo que no estaba a solas con Jinki, en los últimos meses Kibum se la vivía en casa, cosa que no le importaba ya que lo adoraba, y la pareja siempre estaba junta y cuando no, él estaba con ellos, en clases o con Jonghyun, así que sabía que se habían distanciado un poquito. -Si, me queda muy bien. -repitió el mismo mantra que le había dicho a Kibum y bajó su mano hasta el cabello del mayor sabiendo que buscaba ese tipo de mimos, y sabiendo también que si no se lo hacía acabaría pidiéndolos. -Tengo muchos deberes para la semana que viene... así que estaba pensando en ir a dormir algunas noches a casa de Jonghyun, queda más cerca el campús de allí que de aquí. -le comentó de manera distraida.
    Mordió de forma leve su labio inferior al darse cuenta de la forma en la que Minho la miraba y tragó saliva dejándose hacer por el mayor empezando a mover sus manos por los hombros del contario en ligeras caricias. Apretó un poco su culo cuando el menor empezó a sobarlo y asintió sin poder evitarlo ante su pregunta ya que así era. Que le hablase de manera sucia era algo que le encantaba así que intento que su cuerpo no reaccionara ante este y tampoco ante lo mucho que parecía gustarle su trasero a Minho. Se encontró jadeando sin poder evitarlo cuando sintió un pequeño pinchazo en su nalga y luego puso morritos cuando el otro le instó a levantarse, más sintió como su cuerpo la traicionaba humedeciéndose un poquitín por las órdenes del otro así que se acomodó el pequeño short también para mayor comodidad y con una pequeña sonrisita se dirigió al pasillo, a un punto ciego en el que la pareja de hermanos no la vería y se apartó un poco el pantalón por la zona de la entrepierna, mostrándole lo mucho que se estiraba esa tela.
    -Puede que no necesites quitármelo... -le guiñó un ojo y fue hacia el balcón de la cocina que era donde se encontraban esos dos. -Recoge mis cosas mientras porfa, pero deja la bolsa grande ahí están los regalos para Bummie, Jinki y Tae. -le pidió a su novio ya que aunque obviamente su Bummie tenía más regalos que los demás, también les había comprado algo de ropa a la pareja de hermanos y algunas sales de baño relajante por lo estresados que ambos parecían últimamente. Sin querer interrumpir ni escuchar nada que ninguno de los dos quisiera que oyese y respetar su privacidad, llamó al menos de los dos. -Bummie~ -dijo acercándose. -Perdona que os interrumpa, ya me voy. -se acercó a su amigo pasando sus brazos por su espalda y uniendo sus manos en su pecho y le dio un buen abrazo. -He dejado tus regalitos y de los demás en la bolsa grande, y mañana quedamos para desayunar que no se te olvide. -se separó señalándole con el dedo y luego miró a Jonghyun que se había girado para observar a ambos. -La próxima vez te traeré algo a ti. -se acercó al mayor y compartieron un pequeño abrazo.
    -Gracias, pero sabes que no es necesario preciosa, ve con cuidado con esa rana salida. -no pudo evitar reír ante su comentario y asintió.
    -Ya la tengo domada. -dijo más que orgullosa y volvió a darle otro abrazo a Key junto a un buen besito en su mejilla antes de alejarse del todo despidiéndose con la mano.
    Volvió a girarse en cuanto Puiyi salió de la cocina y dio una fuerte calada terminándose el cigarro y apagándolo de manera seguida en el cenicero que había ahí ya puesto. No había llegado a decir nada en respuesta a la pregunta de su amigo, pero ya no podía librarse así como así, aunque había varias cosas que le preocupaban así que apartaría las que no quería decirle de las que si,
    -Me preocupa un poco Taemin, últimamente no come mucho y... cuando come solo lo hace de esas mierdas con azúcar. -dijo señalando la bolsa aún abandonada en la encimera de la cocina. -Cuando salimos a comer o a cenar por ahí si suele hacerlo, pero dice que se llena muy rápido así que pide muy poco. Y cada vez que hablo con él solo le quita importancia o se queja...
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