Posts written by Taem

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    Los días habían pasado igual de lentos y semi angustiantes que los primeros, solo con la diferencia de que ahora tenía muchas más cosas que hacer que no podía descuidar o simplemente pasarle a Jinki. Nunca se hubiera esperado que el mayor hacía tanto para encargarse de la casa, o sea siempre la había visto limpia, pero suponía que era por que no ensuciaban mucho, más luego de ponerse el al mando, se había dado cuenta de que quien no ensuciaba apenas era Jinki mientras él tenía la manía de dejarlo todo por cualquier lado y que luego apareciera mágicamente en su sitio. Si antes le debía mucho al mayor, ahora se daba cuenta de que lo hacía aún más, sin dudas el papel de amo de casa no era para él, era torpe e inútil, ahora era cuando se empezaba a preguntar como había sobrevivido viviendo solo tantos años antes de que su hermana se mudara con él, es más estaba seguro de que hubiera muerto si la chica no hubiera insistido tanto en hacerlo. En cuanto ella había llegado y visto que vivía a base de comida rápida y de apenas parar en casa lo justo para ducharse, dormir y a veces vaguear, había cambiado rápidamente todo comprando comida de verdad, ayudándole a limpiar y transmitiéndole una rutina para que se fuera acostumbrando a vivir con un horario de desempleado que al principio le había hecho llorar mucho. Siempre había sido una persona sensible, pero ese estúpido embarazo lo había vuelto más. Y luego de que todo sucediera y empezara a vivir con el mayor, se había dado cuenta de que había vuelto a sus viejas costumbres dejándose cuidar por el otro. Los primeros días como al principio con Sodam, habían sido un desastre, un maldito desastre, no había cosa que preparase que se le quemase, lo cual había sido frustrante y un derroche, percatándose de que no era nada fácil, ni agradable, fregar una cacerola con restos de comida en el fondo. Le había costado dar con una comida que no quemara, así que cuando los macarrones habían salido bien había decidido que ambos estarían a dieta de esa comida y había intentado innovar echándoles todo lo que se le había ocurrido de condimentos que aún tenían desembocando en unas comidas más agradables que otras, una vez en la que frustrado le había echado chocolate aún sabiendo de que no sabría bien y le había servido a Jinki. Había esperado alguna queja, por muy poco que lo hiciera, realmente estaba esperando alguna ya que ansiaba discutir por algo, era su forma de desahogarse, discutir, liberarse y luego hacer como si nada, por lo que cuando no obtuvo lo que quería y vio como el mayor se forzaba a comer esa mierda incomible, había dado un fuerte golpe en la mesa con un puño para luego levantarse, agarrar su propio plato y marcharse dramáticamente a su habitación. Desde entonces las cosas habían estado tensas, pero se había sentido mucho mejor cuando el otro no había sacado el tema, así que para cenar había añadido algo rico a los macarrones y habían cenado a la luz de las velas con una incómoda y corta conversación. Luego todo había transcurrido con una tensa incomodidad hasta que sin querer y al tratar de fregar, se le había caído la última garraba de agua que les quedaba al suelo. No sabía muy bien como se había sentido en esos momentos, ya que luego de unos días bastante difíciles eso había sido la gota que colmaba el vaso, pero se había sorprendido de la calma que había guardado, es más había sido tanta que hasta su mente se había desconectado de su cuerpo y mientras limpiaba siendo ayudado por Jinki, ni siquiera había escuchado lo que este le había dicho, como si el mayor fuera un muñeco de ventrílocuo, sin este. Aunque claro toda esa calma había desaparecido cuando en la noche, todas las emociones de la situación le volvieron y tuvo que añadir otro motivo, aparte del de su hermana, para desahogarse llorando esa noche, recriminándose lo inútil que había sido y que prácticamente era. No sabía ni cuando se había dormido, pero había despertado tarde y al hacerlo, ni siquiera había tenido ganas de salir de la habitación, así que cuando lo hizo y vio como el mayor estaba preparando algo de comer, que no eran macarrones simplemente le dejó hacerlo sin decirle nada sintiéndose casi al borde del llanto, ya que aquel descuido era sin duda un motivo para que el otro le gritara y más luego de su comportamiento, pero Jinki había continuado siendo el adorable hombre que era, del cual cada vez estaba más enamorado. Luego de aquello, los siguientes días había ido todo más o menos bien, había vuelto a cocinar él, lo cual había ocasionado que sus raciones de macarrones menguaran, cosa que le preocupaba, pero no tanto como el agua. Reutilizar el agua de la cocción no había sido una buena idea, pero también estaba el hecho de que necesitaban agua para sobrevivir y eso le había llevado a ir armando un plan a espaldas de Jinki. Aunque su mano había mejorado, no lo suficiente, el chico seguía sin poder cargar peso y ya habían mirado los demás apartamentos sin encontrar el indispensable líquido, así que poniéndose manos a las obras había estado estudiando el croquis que el mayor había montado sobre los momentos en los que pararía la lluvia, desde la primera vez ya lo había hecho varias veces y cada vez con un espacio de tiempo más prolongado. El siguiente duraría cerca de una hora, así que sería el tiempo suficiente como para ir corriendo al super mercado que quedaba a pocas calles de donde vivían, rezar por que no hubiera nadie dentro y volver a hacerlo para que ese sitio no hubiera sido saqueado. Con un poco de esfuerzo y aprovechándose de la confianza y al mismo tiempo bobería encantadora de Jinki, había ido llevándose cosas a su habitación, entre ellas un chubasquero, cinta americana, guantes y ropa ancha que aunque se mojara no entrara en contacto con la piel. El mayor nunca entraba en esta y si lo hacía le vería, por lo que había sido relativamente fácil esconderlo, luego de armar una especie de traje de tonto con los guantes de cocina y el chubasquero, pegando estos primeros a las mangas de lo segundo con la cinta, había hecho la prueba sacando el brazo por la ventana. Había estado muy nervioso al principio por si se mojaba, pero había pasado la prueba, así que también se había disculpado con el bebé.
    Ya habiendo dejado preparada su defensa, se había asegurado de que el carro de aquella señora quedaba cerca de la puerta aquella noche. Se había aprovechado un poco de su locura de embarazado insistiéndole al mayor que no quería verlo por que su procedencia le molestaba, más que aún así era consciente de que les sería útil y que el mejor lugar para este era en el rellano. Solo había necesitado alzar un poco la voz para que el mayor no se quejara, cosa que no le hacía sentir orgulloso, pero todo cambiaría cuando llegara con el agua, en ese momento se disculparía por todo. El siguiente paso ya si era más difícil y se trataba de abrir la puerta, no es como si el mayor no le permitiera salir, ambos habían hecho sus visitas al ''local'' de películas y revistas cochinas que había en el piso de al lado, no era algo que hubiesen comentado, pero sin duda era imposible entrar sin que las revistas en las manos de cada uno no se vieran o el otro no intuyera que el único sitio interesante que había por visitar en ese sitio era ese lugar, pero cuando el dejaba de usar la llave, se la entregaba al mayor, ya que era su casa y dado que últimamente andaba pasando por una fase en la que perdía todo, era el sitio más seguro. Sabía que el chico las guardaba en su cajón de la mesita de noche, así que el día anterior a su salida, aprovechando que el otro estaba en el baño y habiéndose asegurado de que no había papel en ninguna parte del baño, para que el otro tuviera que pedirle y no saliera, se había colado en su cuarto, el cual no pisaba desde aquella mañana que habían dormido juntos y las había cogido. Casi había saltado de felicidad, casi, pero al percatarse de donde estaba y recordando que las revistas que el otro había cogido aún no habían sido devueltas, le había picado la curiosidad y se había puesto a buscarlas, en su cabeza pensando que no era por ningún motivo en especial como celos, simplemente por el gusanillo curioso. Al no verlas a simple vista con esfuerzo se había agachado bajo la cama ya que era normal poner ese material bajo el colchón, pero simplemente había visto una caja la cual no logró abrir pues el mayor comenzó a ponerse insistente en el tema del papel, y cuando escuchó un lloriqueo percatándose de que ya llevaba sus buenos varios minutos ''recordando'' y ''buscando'' donde había colocado los rollos de papel, no había podido enternecerse e ir a llevarle uno.
    Prometiéndose que volvería para saber que había en la caja, y ya con todas las piezas de su plan completas, el día había acabado y cada uno se había marchado a su cuarto. Casi podía frotarse las manos como uno de esos malos de película que acababa de hacer una travesura, pero se sentía muy orgulloso de que un tonto embarazado como él era, lo cual ya ni le resultaba un insulto pues últimamente apenas podía unir las ideas ya que el bebé chupaba toda su inteligencia, había armado un plan tan brillante y maestro como este era, solo le gustaría tener a alguien con quien comentarlo, pero ya lo haría con Jinki cuando volviera con todas las reservas de agua que necesitaban.
    Abrió sus ojos a la mañana siguiente nada más escuchar el sonido de su alarma y miró rápidamente el reloj aunque sabía que hora era. Faltaban exactamente treinta minutos para que la lluvia parase si el croquis de Jinki estaba bien y no dudaba de este ya que hasta el momento nunca había fallado. Incorporándose rápidamente salió muy lentamente de su habitación y se asomó a la de Jinki, el mayor siempre dormía con esta abierta así que no tardó mucho en verlo aún acostado y por supuesto dormido, el mayor no acostumbraba a levantarse hasta al menos dos horas más tarde y aunque no era temprano para ese entonces, él a veces hasta dormía más que eso. Volviendo a su cuarto sintiendo como las rodillas ya le estaban matando desde tan temprano, se apresuró en vestirse y agarró su traje. Sabía que las pintas que tenía con este eran horribles, pero si le salvaba la vida merecería la pena. Se lo puso con algo de esfuerzo ya que el plástico era algo rígido y no había medido bien la parte de su estómago y agarrando la cinta, lo selló por algunos lados más y luego se puso la capucha, unas gafas de sol y una mascarilla. Estaba pensando si llevarse paraguas o no, pero eso le limitaría aún más movimiento por lo que mejor sería no disponer de él y arriesgarse. Tal vez estaba siendo un poco paranoico, en esos días, en los ratos que no había llovido habían visto a gente pasando por las calles, no como esos merodeadores que se veían hasta en la lluvia, gente de la que Jinki aún no tenía respuesta, si no otras que aprovechaban que la lluvia paraba para ir a aprovisionarse y no iban de forma tan segura como él, pero en su estado no podía arriesgarse. Saliendo de su habitación, intentando no hacer ruido, fue lentamente hacia la puerta y sujetó el carro para que no rodara. Sacando las llaves abrió y salió cerrando la puerta con cuidado. Por un segundo pensó en echar la llave, que si Jinki despertaba no pudiera seguirlo, pero en caso de que algo le sucediera estaría encerrando al chico a su suerte, por lo que dejó las llaves en la alfombra de delante de la puerta ya que solo las necesitaba para salir y bajó los escalones con cuidado. Comenzó a sentirse frustrado a medida que lo hacía, ya que no era tan fácil y se demoró varios minutos preciosos, más se alegró de darse cuenta al llegar abajo del todo, como la lluvia aún no se detenía. Acercándose a la puerta, la abrió poniéndole un tope para que esta se mantuviera abierta para cuando volviera y levantando su muñeca miró la hora, quedaban solo dos minutos. Cogió aire sacándolo despacio mientras calculaba su plan, bien simple, solo tenía que correr hasta la tienda que había cercana y buscar agua por encima de todo, en caso de que esta hubiera sido saqueada o estuviera siendo ocupada tendría que ir a la que estaba un poco más lejos y eso le quitaría uno tiempo valioso. Por un segundo la idea de que tendría que haber cogido algún tipo de arma llegó a su cabeza, pero ya era tarde para volver a subir por lo que tendría que tener cuidado. La lluvia entonces se detuvo y asegurándose de que ya no caía ninguna gota, salió, por primera vez en semanas a la calle.
    -Esta vez voy a ser yo tu héroe Jinki. -soltó una pequeña risita para disimular su nervioso empezando a caminar por la calle directo a su destino.

    Soltó un pequeño quejido cuando el menor detuvo sus movimientos casi de manera inconsciente, al igual que el hecho de haber levantado sus caderas buscando pegarse más y más a la deliciosa boca del contrario. Toda su parte inferior temblaba por el placer que la recorría, tan bueno y al mismo tiempo tan fuerte, sin duda el menor se había vuelto un experto de aquello, aún recordaba lo torpe que había sido al comienzo y lo avergonzada que ella había estado por permitirle a alguien hacer eso, hasta que se dio cuenta de que no se lo estaba dejando a hacer a cualquiera lo cual le había sorprendido el nivel de confianza que ya había depositado en Jungkook como para dejarle verla de aquella forma. Un pequeño chillido se le escapó cuando notó como un dedo entraba curioso y explorador a su interior y apretó y aflojó por reflejo sus paredes alrededor de este sin que fuera doloroso. Sin duda aquello era una maravilla sin duda, todo lo que sentía cuando el menor le practicaba sexo oral era increíble y aunque se quedaba siempre bien avergonzada ya que sentía que una parte de ella se desinhibía de la fachada que siempre solía dar a todos, incluído a veces Jungkook, aunque este la conocía mejor que nadie, era algo que le encantaba y aunque no podía, siempre esperaba poder recibir ese exquisito placer.
    Dicho y hecho apretó los dedos agarrando su cabello con fuerza pero al mismo tiempo delicadeza, tirando de su pelo de la manera en la que el otro le gustaba, lo justo para que su cuero cabelludo ardiese, más el dolor no fuera pronunciado ni le dificultase practicar su labor. Cuando el segundo dedo entró, se quedó sin aire durante un segundo y volvió a repetir las contracciones sobre sus dígitos notando como su sexo se humedecía más si es que eso era posible. Apretó un poco de más su cabello y empujó de manera inconsciente la cabeza del contrario hacia ella. Su rostro quemaba tanto que casi sus mejillas ardían, más se olvidó por completo de su vergüenza al sentir como a su orgasmo le quedaba tan poco para salir.
    -Más... -susurró de manera casi desesperada sintiendo lo poco que le quedaba para explotar.

    Observó como Jinki parecía ponerse incómodo de repente, una incomodidad rara y que no entendía, pero no tuvo mucho tiempo de preguntarle al ver como el mayor huía rápidamente de la habitación y al mismo tiempo se le olvidó ante la promesa de la comida, la cual pensaba que ya no iba a ser posible debido a la visita de Dowoon y pronto la de su hermana.
    -¿He dicho algo malo? -escuchó que el chico le preguntaba y negó con la cabeza moviendo la mano para quitarle importancia a la situación.
    -Nah, es un chico raro. -excusó a Jinki tomándose esa confianza, pero era lo que le había parecido este, raro, nervioso, más sumamente encantador y atractivo, tal vez lo último no tanto como el otro chico con el que estaba, el cual al llegar a su cabeza se preguntó quien mierdas era, pero tenía algo que le atraía, al igual que en sus encuentros en el ascensor. -Además me ha prometido comida~ Eso yo no se lo daría ni a un perro. -señaló lo que la enfermera le había traído. Escuchó la risa del otro viendo como negaba la cabeza, antes de ponerse serio y ver la preocupación en su cara. -Estoy bien, de verdad. -le aseguró antes de que el otro preguntara de nuevo y vio como este asentía colocando una mano con cuidado en su vientre.
    -Está bien, me alegro mucho de verdad. La próxima vez os acompañaré yo a hacer la compra. -escuchó su decisión y resopló sonriendo.
    -No tienes tiempo, trabajas de lunes a sábado durante casi todo el día.
    -Me las apañaré. -escuchó lo decidido que el otro estaba y volvió a resoplar, observando como se ponía una mano en el pecho a modo de promesa, lo cual les sacó una risa a ambos.
    Sin duda podía ver lo que había enamorado a su hermana quitando el aspecto físico, el cual no estaba para nada mal. Dowoon era un buen tipo, le sacaba algunos años y aunque no había tenido mucha suerte en la vida y su trabajo no era lo que muchas mujeres buscaban en un hombre, era una gran persona y lo más importante que siempre había hecho feliz a su hermana. Ambos llevaban ya tres años, Sodam era arquitecta y nada más acabar la carrera y entrar en un despacho de arquitectos le habían encargado el diseño de una discoteca, aún recordaba lo nerviosa que había estado cuando se lo contó, sin duda había sido un paso muy grande en su carrera ya que era una novata, pero su jefe le había confiado ese proyecto, y al estar trabajando activamente en la obra con los albañiles, capataces y demás trabajadores, lo había conocido a él. Cuando se lo había presentado, se había imaginado a un tipo, algo gordito y peludo, tal vez con la raja del trasero al aire, aunque solo fuera para reírse internamente, pero luego le había caído demasiado bien. El chico era genial sin duda y se había sentido enternecido ya que se había mostrado muy nervioso al conocerse ambos, lo cual unos meses después con más confianza este le había confesado que estaba tan nervioso ya que Sodam siempre lo había puesto a él por los cielos y era la persona más importante para su hermana, así que por lo tanto quería agradarle a como diera lugar, cosa que había conseguido.
    -¿Y que tal con él? ¿No es este el super chico del ascensor que tu hermana me comentaba? -medio gruñó ya que esos dos eran como un pegote que se la vivían contado todo y por supuesto si a ella le hablaba de Jinki, ella le hablaría a Donwoo de Jinki.
    -Si es él, y todo bien, ha sido muy amable, pero hace chistes un poco raros y... creía que yo y Sodam éramos pareja. -escuchó como el otro se ponía a reír rápidamente.
    -Mejor no se lo comentemos a ella, se ofenderá. -dijo este riéndose sin retirar la mano de su vientre, el bebé estaba dando patadas en ese momento y fue justo que cayó en la cuenta que no las había sentido hasta ahora en todo ese rato y un fuerte alivio lo recorrió por completo soltando un suspiro sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas que no llegaron a caer.
    -Creí... creí que lo perdía... -se sinceró tragando saliva. -Sabes que... no estoy muy a gusto con la idea de... bueno ya sabes, pero... si todo hubiera acabado así yo... -ahogó un pequeño sollozo y sintió como le revolvían el cabello.
    -No pienses en eso, ahora todo está bien. -levantó la vista devolviéndole una media sonrisa y pronto vio como Jinki entraba por la puerta por lo que se apresuró a limpiarse las pequeñas lagrimitas. Sin pensarlo agarró rápidamente lo suyo mientras Dowoon también cogía lo que le tendía algo sorprendido y agradeció.
    -Dios, eres increíble. -dijo viendo su comida y casi haciéndose su boca una bola de saliva.
    -¿Cuánto te debemos? -escuchó preguntar a Dowoon. -No tengo dinero aquí. -dijo avergonzado ya que era algo que no se esperaba. -Pero le daré el dinero a Sodam o a Jonghyun para que ellos te lo den.
    -No he peogupez. -dijo con la boca ya llena. -Y payo cundo zalga de qui. -era lo mínimo por ir a verle. - A zi... -tragó el bocado por fin y se relamió los labios. -Provecho y muchas gracias. -le sonrió aceitosamente a Jinki antes de volver a su comida.

    Edited by Taem - 25/9/2020, 11:45
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    Enarcó una de sus cejas de manera sugerente por que el mayor quisiera que le mostrara esa faceta de boxeador. Aunque había abandonado hacía mucho el deporte, aún seguía entrenándose a menudo, al menos una vez a la semana, o eso había hecho antes de saber que estaba embarazado. Su médico pronto se lo había prohibido y su hermana lo habría golpeado de simplemente habérselo propuesto, además que a la mayor nunca le gustó que practicara algo que a ella le parecía tan salvaje. Estaba a punto de hacer alguna broma, pero en cuanto el otro empezó a narrar su historia en la que mencionaba a su hermano, toda su atención fue a parar a esta mientras continuaba vendando su muñeca con cuidado sintiendo como su amarre se iba desviando a cuando él mismo se lo hacía por lo que se corregía con las indicaciones del otro. En este tiempo que habían pasado juntos, al mayor le gustaba mencionar mucho a su hermano, Taemin, estaba claro que ambos eran muy cercanos, tanto como él y Sodam lo habían sido, así que aunque la mención de este y ver sus ojos brillantes cuando mencionaba alguna anécdota como esta le hacían sentir levemente mal, no por celos o algo parecido, si no más bien por el hecho de que pensaba irremediablemente en Sodam, siempre le ponía toda su atención. Rio a la par que el otro al escucharle sin poder evitarlo. Cuando pensaba en Jinki siempre lo asemejaba a un Buda no gordito, lleno de calma serenidad y sonrisas, pero parecía que había sacado otro lado de él en esos momentos para proteger a quien tanto amaba, y era lógico, él también lo habría hecho por Sodam, la habría protegido de cualquier que hubiera intentado herirla de cualquier modo. Pronto el pensamiento de que no había podido hacerlo se instauró en su mente, como cada noche en la que se iba a la cama y pensaba sobre el tema, produciéndole un dolor en el pecho que disimuló, más se le fue un poco la mano y apretó un poco de más la venda escuchando de manera seguida el quejido del otro.
    -Lo siento. -se disculpó de inmediato, más se alegró de que aquello hubiera detenido la conversación a pesar de que esta, seguramente ya estaba acabada. -Se lo merecía, yo le habría partido la cara y luego su boca, así nunca hubiera alentado a nadie más a transmitir su propia ignorancia. -dijo con cierto tono malvado que disimuló luego con una sonrisa de como si nada. -Creo que esto ya está. -puso un esparadrapo en el último pedazo de tela para que no se desenvolviera y le dio un par de palmadas en su rostro. Se incorporó estirándose un poco y agarrando la botella de alcohol volvió a agarrar la palma del contrario y roció sobre sus heridas, teniendo cuidado con la venda, una buena cantidad del producto. -Ahora intenta no hacer muchos esfuerzos y... recuerda lo que hemos acordado... -le mencionó mientras salía de manera seguida del cuarto de baño e iba hacia la cocina echándole un vistazo a la comida que el otro preparaba. Hundiendo un tenedor en el arroz, se dio cuenta de que había terminado de cocerse con el calor residual y aún sobraba algo de ese maldito estofado del mediodía por lo que puso a calentar este con el fuego lo más fuerte posible para que lo hiciera cuanto antes y agarró dos platos para servir.

    Cogiendo aire miró hacia el inmaculado techo. Habían hecho esto mil veces, pero no importaba las veces que lo hiciera, siempre anticiparía y desearía aquello. Al principio le había dado mucha vergüenza verse así de expuesta, ninguna de sus anteriores parejas le había hecho algo parecido, como mucho la acariciaban hasta que humedecía o hasta que ella les decía que estaba lista, lo cual la mitad de las veces no era cierto, simplemente quería que todo acabase cuanto antes para así poder irse a dormir sin insistencia. Realmente no había conocido lo que era el verdadero placer hasta que conoció al menor, alguien con quien había congeniado tanto en cuerpo y en alma y ella atribuía ese hecho, el que disfrutara tanto del sexo como nunca lo había hecho antes.
    Bajó su mirada al sentir demasiado frío y poco calor provenir de su parte baja y soltó una pequeña risita al ver como Jungkook se le había quedado mirado un poco de más. No pudo evitar enternecerse intentando no pensar que fuera por cosa del sedante, si no por que aún a día de hoy su novio seguía viéndolo con los mismos ojos de siempre, más aquello no duró mucho al ver como se agachaba hacia ella por lo que soltó un pequeño suspiro y nuevamente su vista se desvió hacia el techo cuando la humedad empezó a recorrerla de manera tan íntima. Un gemido traicionero se le escapó al segundo en el que todas esas sensaciones aparecieron en su parte baja y cerró sus ojos apretándolos mientras se forzaba a mantener sus piernas bien abiertas para que el menor no se apartara en ningún momento. Movió sus caderas dejándose llevar por los pequeños latiguillos de placer que la recorrían y volviendo a bajar la mirada se encontró con que el menor tenía sus ojos bien puestos en ella.
    -Tonto, siempre me haces... avergonzar. -gimió sin poder evitarlo sintiendo como su rostro se coloreaba. El chico sabía lo mucho que aquello la hacía sentir y se notaba como lo disfrutaba. -Es tan bueno... -suspiró bajando su mano por su monte de venus hasta llegar a sus labios mayores y ayudarle separándolos dejándose aún más expuesta para él.

    Soltó un pequeño respingo cuando vio como el otro se incorporaba de aquella manera tan rápida luego de su disculpa y se llevó una mano a su pecho. El chico había sido rápido y aquello le había sorprendido demasiado, el chico era bastante inquieto a decir verdad. Cuando se volvió a sentar como si nada cuando la enfermera se fue y él apartó la comida, pudo observar como por segunda vez se levantaba y estaba a punto de decirle que se quedara quieto cuando lo vio acercarse a por su chaqueta. Sin duda era una caja de sorpresas, pero no de esas que abrías y te venía un regalo dentro, si no otra en la que aparecía un muñeco y te asustaba y luego te reías por caer en algo tan bobo.
    Enarcó una ceja ante su gesto de caballerosidad de ir a traerle de comer algo más apetecible y el enfado que había sentido antes, el cual era leve, por su bromita boba, se le pasó. No quería aprovecharse más del hombre, pero su bebé si, y su estómago también, ninguno de los dos quería comerse esa bazofia, por lo que se vio impulsado a asentir de manera enérgica.
    -Está bien, algo bien rico, con mucha salsa y carne, por favor traerme carne, como me traigas alguna mierda vegetariana nuestra poca relación acaba aquí. -le advirtió levantándole un dedo para avisarlo. Cada vez que salía con su hermana esta se empeñaba en que comiera de manera saludable y dejase los productos cárnicos o la comida rápida, la cual tenía una tasa de carne elevada, de lado, cosa que le hacía chillar por dentro y luego chillarla a ella de manera dramática más sin esta dar su brazo a torcer, lo peor es que ya incluso la mayor había contagiado a sus amigos, para que cuando saliera con estos, ellos solo le consiguieran cosas saludables o le llevaran a locales en las que las paredes eran verdes y había cuadros de hortalizas y campos por doquier. -Y patatas fritas, dos raciones de patatas fritas... y tarta... la clave es la tarta, si no me traes tarta ni te molestes en volver. -le dio en broma, más no pudo enviar ese mensaje a sus ojos que miraban completamente en serio al mayor.
    -¿Ya estás malinfluenciando a alguien para que te traiga de comer? -escuchó una voz proveniente de la puerta y con un tono divertido. Se movió para mirar detrás de Jinki y observó al novio de su hermana que lo miraba con una sonrisa, aún con su uniforme de albañil puesto, señal de que había venido directamente luego del trabajo.
    -Dowoon, ¿a que debo el honor? -le preguntó soltando una pequeña risa mientras el chico se acercaba y chocaban los puños.
    -He venido a verte corriendo luego de trabajar, ¿es lo único que vas a decirme? -escuchó su pregunta y resopló ya que ambos sabían que no era muy amigo de los encuentros emotivos. -Ven aquí imbécil. -y pronto estuvo entre los brazos del otro el cual lo apretó. -Casi me infarto cuando tu hermana me avisó, voy a pegarle una paliza a ese portero imbécil. -soltó una risotada ya que su hermana había dicho algo parecido, sin duda esos dos estaban bien compenetrados. Se separó al cabo de un par de segundos y observó como el chico se giraba hacia Jinki. -Hola, tu debes de ser Jinki, Sodam me ha hablado de ti, gracias por haberlos ayudado. -dijo este extendiendo una mano para saludarle.
    -¿Sabes cuando vendrá? -le preguntó en referente a su desaparecida hermana.
    -Me ha dicho que está al venir, insistió en que no viniera, pero tenía que ver que estabas bien. -dijo Dowoon con una pequeña sonrisa girándose a él para hablarle aunque no tardó en hacerlo de nuevo hacia Jinki. -Ah, me ha dicho que la esperes... -aquello solo le hacía darse cuenta de que la mayor ya estaba segura de que vendría aunque le hubiera pedido que no. - ...quiere hablar contigo.
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    Observó como el mayor se frotaba las heridas de su mano, más no se quejó por ese gesto, sabía que estas no eran profundas, por lo que le picarían bastante debido al dolor al mismo tiempo que le dolerían. Lo preocupante sin duda era su mano, podía notarla levemente torcida y empezaba a amoratarse, pero con unas semanas de reposo tendría que estar bien. Le devolvió la sonrisa sin poder evitarlo, terminando por derribar sus propios muros de seriedad ya que la mirada del otro era irresistible. Casi estuvo a punto de suspirar, por que realmente había caído bien duro por él incluso a pesar de estar aún enfadado por lo sucedido. Estaba a punto de coger nuevamente el bote de alcohol y rociar sus heridas nuevamente, ya que no creía que fuera necesario taparlas, estas podrían curarse de mejor manera al aire libre, cuando el otro empezó a acercarse a él. Su corazón comenzó a latir como loco, como si toda una banda sonora surgiera desde el interior de su pecho. ¿Iba a hacer lo que él pensaba? Una parte de él se llenó de ilusión pensando que por fin era el momento, que sería besado por el chico, que todos sus pensamientos sobre la manera en la que el otro lo veía estaban equivocados, pero entonces Jinki se desvió y besó su frente de aquella manera tan fraternal que no pudo evitar sonreír de manera leve. Sus ilusiones nuevamente destruidas, más aún así sintiéndose lleno del cariño que ese chico parecía tener por él. Ya era hora de que dejara de pensar que algo pasaría, estaba más que claro que nunca sería así y aunque era doloroso sin duda, a la larga sería lo mejor.
    Subió una de sus manos por la espalda del otro acariciándola lentamente cuando se apoyó y cerró sus ojos escuchando sus palabras. Así se sentía especialmente él, tampoco toleraría perderle, Jinki y el bebé era lo único que le quedaba y sabía que no podría seguir adelante si alguno de los dos fallaba, los necesitaba a ambos. Soltó una risotada ante su broma y apartó su mano cuando el otro empezó a incorporarse y la llevó esta vez hasta su hombro dándole un apretón que le supo muy poco luego del gesto de Jinki, pero ahora mentalizado en aceptar la relación que tenían no podía permitirse acercarse de más, acabaría por alimentar de nuevo sus fantasías y tenía que tener los pies bien anclados en la tierra.
    -Yo también me esforzaré... no dejaré que vuelvas a tener tu todo el peso, lo compartiremos. -este accidente había abierto los ojos a ambos, a Jinki sobre los límites que debía poner en torno a la sobreprotección a la que le tenía y a él, no solo con respecto a sus sentimientos, si no a que tenía que poner de su parte en colaborar más y no solo dejar que el mayor se encargara de todo. Se sentía un poco culpable por que hubiera tenido que pasar algo así para que abrieran los ojos a su manera, pero era un paso en la dirección correcta. -Bueno, vamos a vendar esto, vas a tener que guiarme. -comentó mientras agarraba las vendas y los adhesivos y los dejaba cerca de él. -¿Sabes? Lo máximo que me he llegado a hacer de este tipo. -dijo refiriéndose a ese tipo de lesiones. -Es quebrarme dos dedos. -dijo levantando los problemáticos. -En el instituto hacía boxeo, estaba en un club, me sobrepasé un poco y... bueno golpee sin los guantes un saco de mala forma y tenía mucha fuerza en los puños y como el saco era bastante resistente me los quebré. No pude presentarme ese año a ningún campeonato y era el último, así que... mi gozo en un pozo. -había sido una etapa algo tensa en su vida. Su madre se había enfermado por esa época y había estado enfadado con todos. Dado que solo era un hobby no se había deprimido mucho por fallar, más siempre se quedo con la espinita por su lesión. -Seguro que ahora mismo me estás imaginando de esa manera. No siempre estuve gordito. -quiso pincharle un poco mientras empezaba a ponerle la venda, atento a alguna indicación del otro sobre como colocarla de mejor manera. -La verdad es que me gusta mucho hacer ejercicio y aunque no lo parezca mis golpes aún son muy fuertes... -ahora estaba pasado de peso y físicamente en baja forma, pero en cuanto expulsara a ese bebé, todo cambiaría.

    No había llegado a bajar del todo su pantalón, cuando el chico tiró de ella hacia arriba y apoyando sus manos en el colchón, se lo facilitó acercándose a sus labios para corresponder a su beso más que gustosa. Una sonrisa apareció en sus labios mientras lo besaba ya que adoraba escuchar la voz del otro, era como el coro más perfecto para sus oídos. Soltó una pequeño quejido de sorpresa cuando el otro giró a ambos y se apartó observándole. Estaba a punto de hacer alguna broma cuando observó su expresión. El chico estaba mareado por un movimiento tan ligero y aquello la volvía a llenar de culpabilidad por todo lo que su precioso novio estaba sufriendo. Le devolvió la sonrisa aunque solo fuera para no meter dudas en el chico y echó hacia atrás la cabeza dejando soltar varios suspiros cuando Jungkook empezó a acariciarla. Cerró sus ojos tratando de concentrarse en lo que estaba sucediendo, cosa que no le era para nada difícil dada la situación, más su mente también quería impregnarse de recriminaciones y preocupaciones hacía si misma y Jungkook. Llevó su mano hasta la cabeza del otro el cual se aferraba a su pecho como si esperara que algo saliera y hundió sus dedos en su hermoso cabello observando lo que hacía. Lo había visto hacerlo tanto que ya ni siquiera pensaba en la fijación del otro por sus pechos, ya que lo disfrutaba más que contenta. Lentamente fue abriendo sus piernas acompañando las manos del otro que jugaban entre estas y soltó un gemido cuando el menor abandonó sus jugueteos con su lengua.
    -No te fuerces... -suspiró sin poder evitarlo sus labios volviendo al tema que antes había callado a causa del placer. Más no hizo nada por detener al otro a causa de su propio deseo y no pudo evitar sentirse bastante egoísta. Asintió más que dispuesta y levantó sus caderas para ayudar al otro a quitar su pantalón mientras levantaba su pierna rozando su rodilla contra la entrepierna del contrario. Incorporándose casi al mismo tiempo bajó de nuevo hasta sus labios en una posición incómoda pero que merecía la pena y sujetó su rostro besándolo de manera desesperada, introduciendo su lengua mientras bajaba su mano hasta la entrepierna antes cubierta levemente por su rodilla introduciéndose por el pantalón desabrochado hasta sujetar su miembro por encima de la ropa interior apretándolo y masturbándolo. - ...sabes que también puedo hacerte sentir muy bien... -suspiró sobre sus labios para luego apartarse y volver a su posición recostándose en la cama. Quería que el chico fuese quien se lo pidiese, no quería quitarle el control que le había cedido.

    Su risa se intensificó cuando el otro tapó su rostro viendo como a través de sus dedos el tono de su piel subía de color. Tuvo que agarrarse la zona adolorida debido a que sus risas y movimientos le provocaban algo de dolor, pero aquello no tendría por que sentarle mal, y además no es como si pudiera evitarlo, el chico había subido en adorabilidad hasta una cifra incalculable lo cual junto a su confusión hacían de todo algo super divertido. No supo cuanto tiempo estuvieron riendo, se perdió entre risas y observar como el chico también se desternillaba, por lo que cuando el otro habló, por un segundo había olvidado los motivos por los que estaban así, pero enseguida se acordó. Quiso realmente también preguntarle como no lo había notado, cuando era tan obvio, además, en el caso de que si fueran pareja, algo que le costó el solo pensarlo, ¿cómo se suponía que Sodam lo habría dejado embarazado? Era físicamente imposible incluso para la tecnología que cargaba esa época. Continuó riéndose unos segundos asintiendo y dándole la razón al otro en los rasgos más parecidos que tenía cuando aquella pregunta le tragó la risa hasta hacerla desaparecer pocos segundos después y frunció el ceño. Sabía a lo que se refería, su hermana le había dado un beso en los labios fruto de sus nervios, pero para él eso no era nada incestuoso.
    -¿Qué tratas de decir? -le preguntó intentando relajar el tono aunque no pudo evitar que sonara algo brusco. -Nosotros no tenemos una de esas relaciones, si me besó fue por que estaba nerviosa, cada persona reacciona de una forma distinta... y... tampoco le veo lo malo. -miró hacia otro lado sintiéndose enfadado, más volvió a controlarse, estaba en deuda con ese chico y sabía que su tono no había sido recriminatorio, si no más bien bromista, pero no quería que el otro pensara lo que no era. Por unos segundos volvió a mirarle de la misma forma que lo había visto luego de esas miradas en el ascensor a su vientre, pero trató de apartar esos pensamientos. -Todas las personas que necesitan saber que estoy aquí lo saben, no hay necesidad de llamar a más. -le vino bien esa pregunta para despejar su mente. -No tengo más familia que mi hermana y mis amigos... -no tenía muchos amigos íntimos y no consideraba como tal a aquellos con los que salía a beber, además tampoco había pasado nada por lo que se lo diría cuando estuviera ya en casa y tranquilo. -Bueno tal vez... -pronto se acordó del prometido de su hermana, pero ambos se comunicaban con mucha frecuencia así que seguramente ella ya se había encargado de decirle. - ...nah ya se habrá encargado Sodam. -movió su mano quitándole importancia
    Se quedó unos segundos callado hasta que una de las enfermeras entró con una bandeja de comida, dándose cuenta de que ya era casi de noche y se incorporó un poco. Nunca había estado ingresado, pero sabía de lo que se decía de la comida de los hospitales y no le tenía mucha fe, así que acercándose la mesa con cuidado la destapó arrugando el entrecejo rápidamente.
  4. .
    Se había ido fijando en cada expresión que el otro había puesto cuanto le hablaba. Casi le había golpeado de nuevo al darse cuenta como al comienzo el chico no tenía ni idea de por que le decía eso o incluso de por qué estuviera enfadado. ¿Por cuántas personas se había desvivido Jinki sin darse cuenta? Aquella pregunta a si mismo le enfadó, más intentó que no fuera a más de lo que ya lo estaba. Cuando terminó el mayor ya ni siquiera parecía el mayor, se veía como uno de esos niños adorables y a punto estuvo de flaquear, pero no quería hacerlo, no quería disculparse por su actitud y que Jinki no lo tomara en serio para una próxima vez y volviera a ocurrir un accidente parecido, tenía que continuar con su actitud hasta que el mayor se convenciera del todo. Observó con satisfacción como caminaba hacia el baño, no sin antes apagar el fuego de la comida y suspirando en parte alivio, en parte cansancio lo siguió. Una vez allí y con el botiquín a mano sujetó con cuidado su mano. Los cortes no parecían ser muy graves, más había que sacar los cristales, por suerte ninguno parecía estar muy enterrado, el problema era el esquince, él podía curarle los cortes, no había que ser muy listo para poseer esos conocimientos, pero el mayor si tendría que guiarle en como envolver su muñeca con las vendas y mantenerla bien apretada para que todo se curara de manera adecuada.
    Enarcó una ceja ante la disculpa del otro, para él, el tema ya estaba enterrado y si el chico pensaba discutirle luego de encandilarle con una disculpa perdería su paciencia rápidamente, además de que su amenaza era completamente cierta, si veía que el chico ponía solo su seguridad ante la suya una vez más, se marcharía, no pensaba ver como otra persona moría por él y menos que le importara tanto, no podría pasar por ello una vez más, seguramente acabaría volviéndose loco. Jinki ya era el último eslabón entre él y su cordura, si algo le pasaba, no tendría fuerzas suficientes para continuar, el mayor había escalado en esos días a alguien que consideraba tan importante como había considerado a su madre y a su hermana, él también quería protegerle y asegurarse de que nada le pasara, no solo al contrario, pero tenían que poner límites.
    -Está bien. -aceptó su disculpa al escuchar lo siguiente más no lo miró ni le sonrió. Quería seguir manteniendo su seriedad para que el otro lo tomara más en serio. -Se que solo quieres lo mejor para mi Jinki. -agarró unas pequeñas pinzas que se usaba para quitarse pelitos pequeños, más le serviría y mojándolas con alcohol y seguidamente echando un buen chorro sobre la palma herida del otro, comenzó a extraer los cristales poco a poco. -Pero tienes que mirar tu propia seguridad también... yo no soy prioritario. Ambos lo somos. Tenemos que sobrevivir los dos, no uno solo. -suspiró con algo de pesadez sintiendo que no podría mantener su fachada mucho más tiempo, el mayor se veía arrepentido y le costaba no tratar de consolarle. -Se que tampoco he sido de mucha ayuda cargándote con todo... en parte también es mi culpa si lo pienso bien... así que bueno, ahora me toca a mi cuidar de ti y... no quiero que te quejes en ningún momento, no de que no hagas nada, es decir si hago algo mal te puedes quejar, pero no de no poder ayudarme, ¿de acuerdo? -extrajo el último cristal que estaba algo más enterrado y la observó. -Creo que han salido todos.

    No pudo evitar soltar una pequeña carcajada, ya que tendría que haber hecho esa pregunta sin acariciar de más al menor, pero ahora ya era demasiado tarde. Suspiró de gusto sabiéndose tan querida de nuevo, como su Jungkook estaba ahí solo que más lento y bobito, algo que ni siquiera le importaba, tampoco el tema de las copas de chocolate, era divertido saber que aún continuaba guardando el sentido del humor, sería algo que ambos necesitarían y mucho. Asintió soltando un jadeo, dejando que el menor se encargara de su ropa interior superior mientras ella continuaba soltando los botones de su camisa muy lentamente. Era algo extraño al ser la ropa de su padre, pero era algo en lo que no quería pensar por lo que en cuanto su sujetador estuvo libre bajó hasta su pecho ahora desnudo y repartió algún besito en su suave piel disfrutando de ese contacto en sus labios. El menor siempre había sido atractivo. Cuando lo cuidaba de pequeño le gustaba abrazarle y decirle lo guapo que sería cuando creciese, aún recordaba su carita iluminada siguiéndola a cualquier sitio de la casa que se moviera sin querer separarse de ella. Eso siempre la había enternecido y cuando conoció sus sentimientos le aterró, por que entonces, ¿desde cuando ese dulce niño había estado enamorado de ella? Se había sentido la peor persona por no haberse dado cuenta antes, por no haberle logrado dirigirle hacia algo más sano. Luego había desarrollado los sentimientos que ahora tenía por él, Jungkook se los había merecido, pero en esa etapa había estado muy asustada por que el menor nunca hubiera logrado superarla.
    -Cada vez se te da mejor. -se burló un poquitín nada más, soltando una pequeña risita subiendo hasta su rostro para besar de nuevo sus labios. -Pero yo quería hacerte sentir mejor a ti solo... -hizo un pequeño puchero, aunque no le molestaba que ambos lo pasaran bien por supuesto, pero sentía que necesitaba compensarle por muchas cosas. Sentándose lentamente sobre su abdomen se levantó la camiseta y apartándola a un lado se quitó también el sujetador que siguió el mismo camino que su parte de arriba. -Te dejaré estar al mando esta vez... -susurró antes de bajar hasta sus labios para besarlos con ansias y hacerse un camino de besos nuevamente a su pecho mientras sus manos juguetonas bajaban su pantalón. Comenzaba a sentirse excitada por la expectativa de lo que iban a hacer y el tiempo que había pasado desde la última vez, pero trató de no parecer muy desesperada.

    Se sentía extremadamente sensible y lloroso, pero trató de controlarse para no dar una escena frente a su vecino o al menos no otra y tampoco ante la enfermera. Aún así apretó el agarre de su mano cuando este fue correspondido y limpiándose las lagrimitas con las impolutas sábanas blancas lo miró observando esa tierna sonrisa que se transformó en esa otra tan maravillosa luego de sus palabras. Intentó no sonrojarse por que aunque el chico se le había hecho atractivo en el ascensor y luego todo lo guapo que le había visto, había desaparecido con rapidez ante las constantes miradas recriminosas a su vientre, ahora volvía a sentir todo aquello que había dejado atrás, al menos momentáneamente. La enfermera estropeó un poco el momento, pero se alegró de que estuviera ahí y aprovechó para responder a sus preguntas y dejar que la otra le explicara de mejor manera el como estaba su cuerpo y su bebé asintiendo atento a las recomendaciones que le dio sobre como debía moverse y que tenía que mantenerse todo al menos los primeros días para que su costilla no perforara nada y pudiera curarse de mejor manera.
    Estaba a punto de preguntarle sobre el sexo de su bebé, ya que era algo que aún desconocía y podía haberse dado la casualidad de que lo hubieran visto al hacerle el ultrasonido anteriormente, más la mujer se despidió demasiado rápido asegurándole más estudios y se apuntó la pregunta en algún lugar de su mente para cuando alguna otra volviera. Se dio cuenta de que no había soltado la mano de Jinki, así que eso hizo mientras el chico parecía querer una charla con una pregunta que le dejó en un estado de confusión durante varios segundos.
    -¿Saliendo? -preguntó al principio sin entender. No es como si los hospitales fueran los lugares a los que más les gustara ir. Lo miró como si le hubieran salido dos cabeza hasta que su mente aún algo confundida por la droga para dormir y todo lo sucedido le permitió comprender el contexto de su pregunta, más aún así continuó mirándolo de la misma forma. No es como si fueran gemelos, pero tanto él como su hermana tenían mucho parecido, todos se lo decían y nunca nadie los había confundido como novios. Se quedó pensando solo dos segundos de que tal vez se trataba de una broma del otro, pero Jinki no parecía tener cara de que lo fuera, por lo que no pudo evitar soltar una pequeña risita. -Desde nunca, el incesto no es algo que me atraiga. -sus risas se hicieron más fuerte lo cual le produjo algo de dolor más no pudo evitar continuar riendo unos segundos más. -Es mi hermana mayor... ella es Kim Sodam y yo soy Kim Jonghyun... -sabía que había mucha gente con la que compartía apellido en su país, pero aún así quiso dejarlo claro mencionando el de ambos. -Eres adorable... -no pudo evitar decir volviendo a reírse.
  5. .
    Se escandalizo al observar aquellos pequeños trozos de cristal pegados a la palma de su mano y a punto estuvo de bofetearle, solo le habían faltado dos segundos, pero en cuanto el mayor comenzó a palpar su propia mano lo miró atento. No sabía si sentir tanto alivio como el otro por que simplemente fuera un esguince a una rotura, aunque sabía que lo segundo era peor que lo primero, pero hubiera sido mejor que simplemente fuera un dolor pasajero lo cual todo apuntaba a que no. Suspirando sintiendo como el enfado que antes le había acompañado volvía, solo que esta vez por motivos muy diferentes estaba a punto de empezar a sacar los pedazos de vidrio, cuando el otro volvió a alterarse por él. Se dio cuenta de su propia mano, pero no le había sucedido nada, solo era un movimiento involuntario, nada más, estaba perfectamente.
    -Estoy bien. -respondió molesto mientras se colocaba de pie con ayuda del otro y en cuanto lo estuvo dio un tirón a su brazo para que Jinki lo soltara. Le dedicó una muy fea mirada antes de empujar su hombro molesto sin quitar el ceño fruncido de su rostro. -¿Pero que te pasa? -le preguntó como si le hubiera salido otra cabeza. -¿Por qué pones siempre mi seguridad por encima de la tuya? Sabes que tengo brazos, ¿verdad? Que los podría haber puesto por delante y así no golpearme en ninguna zona que me pusiera en riesgo. Pero no, tu tienes que hacer el papel de príncipe encantador, ayudándome en todo y desviviéndote. -quería chillarle que la relación que mantenían no era apta para que el grado de preocupación que mostraba Jinki, recriminarle que si quería protegerlo de tal forma que al menos desarrollase sentimientos por él, pero ya suficiente estúpido estaba siendo recriminándole que lo estuviera protegiendo siempre, por que si, aunque a una parte de él le molestaba pues el chico podía o en este caso, había acabado herido, a otra parte le gustaba, le encantaba sentirse así para Jinki y una tercera odiaba el hecho de que solamente estuviera recibiendo esas atenciones por el bebé que cargaba y no por que al chico le importase solamente él, siempre había sido celoso con todo, pero este era un nuevo tipo de celos. -¿Has pensado que haré yo si a ti te pasa algo por mi culpa? Si te mojas o tu accidente es demasiado grave o... ¡Cualquier cosa! ¡¿Cómo crees que me harás sentir si te pasa algo?! -sintió como un par de lágrimas venían a sus ojos y se mordió el labio inferior con fuerza para evitar que ninguna saliera. -Ya perdí a mi hermana que era igual o peor que tu, no soportaré perder a nadie más, ¿me escuchas? -agarró la mandíbula del otro con fuerza y enfocó sus ojos a los del contrario. -Así que vamos a ir a curarte esto. Y luego voy a recoger esto y a seguir con la cena. Y como se te ocurra soltar la más mínima queja, cojo mis cosas y me vuelvo a mi apartamento. ¿Entendiste? -le preguntó alzando sus cejas para luego soltarle empujando su cabeza en la acción. -Y no creas que soy un desagradecido, agradezco todo lo que has hecho por mi y lo sabes, pero si llegamos a este punto no voy a quedarme de brazos cruzados. Así que vamos a curarte. -señaló con el dedo el cuarto de baño, en donde guardaban el botiquín y lo necesario.

    Apartó todo lo necesario para curarle en el momento justo en el que el otro la sujetó de esa forma que le sacó una carcajada mientras dejaba caer todo encima de la mesita de noche por suerte sin que nada saliera rodando fuera y lejos, y simplemente se dejó recostar junto al otro correspondiendo a sus besos. Esta forma de sujetarla con la de antes era tan diferente. Ahora podía sentir el profundo amor que Jungkook sentía por ella, antes solamente se había sentido amenzada. Era como si el chico guardara dos personalidades en su interior la de siempre y una nueva que había generado aquella lluvia que se imponía a la otra. Su espíritu curioso quería empezar a pensar en todo eso y formular sus hipótesis y teorías, pero el cariño de Jungkook pronto le hizo olvidarse de todo aquello y centrarse en ello.
    -Estás renunciando a una copa de chocolate con nata así como así. Me siento afortunada. -bromeó mientras lo rodeaba con sus brazos. La escena había cambiado tanto en tan pocos minutos que le parecía increíble, pero ahora no quería pensar en eso, simplemente fundirse con el menor todo lo que pudiera y hacerle sentir bien como se merecía. -¿Sabes que te amo, verdad? -le preguntó, estaba claro que el otro lo sabía, más aún así quería decírselo, habían pasado tantas cosas y le había hecho otras tantas que no se sentía la mejor novia en esos momentos. Aunque no se sentía culpable por el virus, ya que a fin y al cabo ella no había sido quien lo había liberado, si se sentía así por no haber protegido al menor. Ella era la mayor, su noona, tendría que haberle insistido más, haberle contado a lo que se exponía si se mojaba, si Jungkook estaba en ese estado si era su culpa. Llevó una de sus manos al pecho del contrario y desabotonó parte de la parte de arriba del pijama colando su mano y acariciando la piel de sus pequeños cuadritos subiendo y bajando en un lento masaje. -Antes te dije que te haría sentir bien, quieres.... o ¿te sientes muy cansado? -le preguntó para que el chico no se sintiera presionado a hacer nada. -Podemos dormir de nuevo nada más.

    Pestañeó varias veces sintiendo como las dos figuras se movían un poco debido a su visión y luego se frotó los ojos. Era como si se hubiese despertado luego de una resaca de esos cigarritos que tanto le gustaban y la sensación de mareo no se le iba por completo, más ahora no era así, eso estaba más que claro. Apretó y relajó sus ojos mientras escuchaba una despedida y enfocó mejor al chico reconociéndolo como que no lo conocía, más no pudo evitar pensar en que era atractivo, tenía muchas hormonas descontroladas en su cuerpo debido a su estado y le fue inevitable no hacerlo.
    -Adiós. -dijo por inercia hasta que se giró y sus ojos se fijaron en los dos melocotones que cargaba como trasero. -Adiós. -volvió a decir más esta vez con otro tono y no despidiéndose únicamente del muchacho. Luego toda su atención se vio reflejada en el que quedaba al cual ya si reconocía. Prestó toda la atención a su discurso que pudo quedándose con varias partes. Entonces Sodam no estaba y le había dejado con él, eso era lo más importante sin duda ya que así sabía que la mayor estaba bien al menos. Junto a aquello por supuesto la noticia de que su cosa aún estaba bien agarrada a él también era sin duda buena, por lo que sonrió de forma leve suspirando con alivio. -Me duele aquí. -se apartó las sábanas y levantó su bata percatándose de que no llevaba ropa interior, pero ambos eran hombres, ¿qué más daba? -y observó como tenía la zona algo amoratada. -Mierda. -se quejó mientras volvía a colocarse la ropa para luego asentir un par de veces. -Si... venía de comprar con Sodam y... se le rompió la bolsa de la compra... -se acordó de eso en especial y suspiró ya que seguramente los vecinos se habían encargado de quedarse con todo. -...entonces yo subí primero... lo hice con cuidado por que ese inútil portero... había llenado todo de agua... -sabía como fregaba ese tipo, lo había visto alguna vez y le había parecido gracioso hasta ahora. - ...tuve cuidado... de verdad que lo tuve... pero me resbalé... y... -sintió un pequeño pinchazo en su pecho al recordar la angustia y un par de lagrimitas fueron liberadas de sus ojos. -Pensé que... -sollozó un poco. - ... y tu apareciste. -ahora su rostro estaba más que claro. -Gracias... nos salvaste... te estoy muy agradecido. -colocó una de sus manos encima de la ajena viendo como una enfermera entraba.
  6. .
    En muy pocas milésimas de segundo, muchas cosas pasaron por su cabeza, las primeras, las consecuencias de la caída, iba a ir de boca así que su estómago impactaría contra el suelo y el bebé seguramente acabaría lastimado, no había que ser tonto para saber que los golpes ahí no eran nada buenos y para colmo no podría acudir a ningún centro médico donde pudieran tratarle y salvar su vida, simplemente lo perdería fallando en lo único que tenía que hacer, proteger esa vida. También pasó el hecho de a todas las personas que estaba fallando, su hermana y Jinki, ambos se habían desvivido por la criatura, pero obvio ninguno contaba con que él aún a pesar de todo siempre se esforzaba por fallar en algo, así que sería otra cosa que le pesaría, su hermana estaría decepcionada con él allí donde estuviera y el mayor seguramente lo acabaría echando de nuevo a su piso y se marcharía sin él. No sabía si era posible que esa línea de pensamientos lo sacudiera tan rápido, pero apenas un segundo después sintió unas fuertes manos evitando su caída y al levantar la cabeza que había tenido inclinada hacia delante como consecuencia del resbalón, observó a Jinki, por supuesto, ese chico con complejo de príncipe no iba a dejar que se cayera si podía evitarlo. Por otro segundo se sintió aliviado, pero no tardó mucho en sentirse así pues ahora era el mayor quien se resbalaba y debido a la manera en la que le sujetaba él se fue con él. En esos milisegundos ningún pensamiento pasó por su cabeza y solo terminó impactando contra el cuerpo del otro, sin daño, sin dolor, más si con mucha sorpresa por como había acabado todo en menos de cinco segundos.
    Un pequeño jadeo se le escapó al recoger una bocanada de aire que ya llevaba rato sin tomar y se apartó un poco de él llevando una mano a su vientre por instinto mientras sentía el invasivo toque del otro, alterado, escuchando sus preguntas. Estaba enmudecido, su corazón latía a mil por hora, pero estaba bien, el dolor que sentía había sido causado por la sorpresa que por el golpe, nada había pasado, ambos estaban bien. Estuvo a punto de reír cuando escuchó el quejido del otro y observó el movimiento de su brazo, el cual a simple vista no parecía tener nada fuera de lo normal, pero pronto observó su palma excesivamente roja y por la posición de ambos, sumó dos más dos a lo que había sucedido.
    -¿Te has hecho daño? -le preguntó sin responder a sus preguntas llevando su mano hasta la ajena la cual retiró de su pecho tal vez con menos suavidad de lo que debería observando.

    El medicamento no tardaba mucho en hacer efecto así que lo mantuvo sujeto intentando limitar sus movimientos todo lo que pudiera, aunque la diferencia de fuerzas era realmente abismal y no lo había logrado mucho, pero como había observado anteriormente con la primera dosis, el menor pronto se quedó sin fuerzas sobre su cuerpo. Ahogó un sollozo, todo esto iba a acabar superándola, siempre había presumido de ser fuerte, pero no sabía si tendría ese tipo de fortaleza más adelante, no quería lastimar a Jungkook, pero le haría más mal salir a esa lluvia y perderse que estar ahí con ella. Además también su propio egoísmo la impedía soltarle, lo necesitaba también con él.
    -Lo siento cielo. -se limpió un par de lágrimas que habían salido traicioneras de sus ojos y puso su mejor sonrisa levantando su cabeza. -Es necesario, esto hace que te... -¿qué iba a decirle? Hacerle sentir mejor no lo hacía y no quería mentirle diciendo que era un medicamento que necesitaba, no era cierto. - ...solo confía en mi... sabes que nunca haría nada que te hiciera mal a propósito. -apartó la mano del otro de su cuello y se acercó hasta esa zona con ya varios pinchazos en su bonita piel y la besó con cariño y amor. Aprovechándose de la diferencia de fuerzas de ambos, lo fue girando lentamente y se posicionó a su lado, sin querer subirse encima de él para no lastimarle y acercándose a sus labios le dio un beso. Se apartó del todo y abriendo uno de los cajones sacó un poco de algodón con alcohol el cual empapó y lo pasó por esa zona para luego revisar sus muñecas, estas necesitaban ya un cambio de vendas, observó también sus manos, esas manos que habían mellado un cristal de seguridad intentando salir y suspiró aliviada de que no estuvieran heridas, más seguramente le dolerían un poco.
    -Voy a cambiarte esto, ¿quieres luego una de esas copas que tanto te gustan? -le preguntó. Ya era de noche, pero no tenía preparado nada de cena, más sabía que Jungkook no solía cenar de manera pesada, así que un sandwich y su postre favorito serían suficientes. No sabía muy bien que harían luego, al estar la energía canalizada a las zonas más necesarias de la casa no podrían entretenerse viendo una película o algo. Lentamente cortó las vendas y de forma seguida las quitó observando como estaban un poco abiertas, pero parecían estar curándose bien, por lo que comenzó a tratarlas con cuidado y mimo hasta que las dejó de nuevo bien vendadas y a punto.

    La nube de niebla que su cabeza tenía formada se iba deshaciendo lentamente al mismo tiempo que su cuerpo iba tomando algo de movilidad. Movió su cabeza hacia un lado tomando un pequeña bocanada de aire y al hacerlo sintió un pequeño pinchazo a un lado de su abdomen que le hizo suspirar, más continuó en ese letargo aún sin poder despertar pero espabilándose cada vez más. Podía escuchar unas voces de algún lado en su cabeza, pero no las reconocía, la imagen de su noona vino a su mente y se esforzó por abrir sus ojos para ver si ella era la dueña de alguna voz, pero fue incapaz de ello. No entendía por que sentía su cuerpo tan pesado, ¿qué había sucedido? Casi dicha y echa esa pregunta los recuerdos lo envolvieron, habían ido a hacer la compra, habían estado bromeando y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Luego habían entrado y luego de una pequeña discusión había subido solo, no recordaba por que los escalones estaban tan mojados, pero el portero pronto llegó a su mente y entonces todo se tensó y pronto cada recuerdo vino a su cabeza. Se había caído, había golpeado su vientre y eso no estaba bien, el bebé, su bebé. Se agitó un poco esta vez luchando con más ahínco por despertar. Iba a matar a ese maldito portero y luego lo rebanaría y escondería y tiraría cada parte de su cuerpo por toda la ciudad como la rata miserable que era. Por fin pudo abrir sus ojos y nada más hacerlo observó su redondo vientre sin cambios, como ya había estado la última vez que recordaba y soltó un pequeño jadeo mientras llevaba su mano hasta este acariciándolo y sintiéndose agradecido. El bebé continuaba en su sitio y no podía sentirse más que aliviado. Miró a cada lado reconociendo la aséptica habitación de un hospital y luego cayó en la cuenta de esos dos desconocidos que lo miraban, uno siendo la cara y la cruz de una moneda.
    -¿Quiénes sois? -preguntó sin salirle su bordería habitual al aún estar medio adormilado. Los miró de manera más atenta hasta que reconoció a uno. El de los ojos más pequeños lo había ayudado, lo había llevado hasta el coche y luego al hospital. Pero no estaba solo. -¿Y Sodam? -preguntó buscando a su hermana sin encontrarla e ignorando completamente al otro tipo. -Mierda... mi cabeza... -se llevó una mano a su frente tratando de parar el dolor sin conseguirlo obviamente e hizo el movimiento de incorporarse sintiendo un pinchazo fuerte a un lado de su vientre que le hizo soltar un fuerte gemido de dolor, aunque este no era tan comparado como el de antes sintiendo preocupación por mi criatura. -¿Qué ha pasado? ¿Está todo bien? -preguntó volviendo a llevar su mano a su vientre recordando que una de las cosas que los médicos le habían preguntado era si había sangrado y solo por si acaso levantó la sábana esperando no encontrar las manchas rojas que tanto temía y que para su suerte no estaban.

    Edited by Taem - 26/8/2020, 12:46
  7. .
    No tuvo mucho tiempo de reaccionar en cuanto Jinki le robó un chocolate y levantó su mano para darle una cachetada pero el otro fue más rápido y el se percató de lo que había estado a punto de hacer, sorprendiéndose por ello ya que normalmente no era tan violento con la comida pero su cuerpo nuevamente había reaccionado rápido.
    -Ya aparté tu montón, me robas de los míos. -se quejó mientras intentaba parecer el gesto adorable, más el sabía internamente que a punto había estado de golpear en la cara al otro por un chocolate, sin duda tenía que controlar un poco mejor sus impulsos o al menos intentar hacer el esfuerzo. Puso mala cara ante la mención de las verduras como si fuera un niño pequeño que no querría comérselas más sin por supuesto ser esa su intención. Agarró el vaso mientras reía manteniéndolo en su mano y levantó la vista observando la cercanía, no era tanta como en el baño, pero aún así le pareció hasta, ¿íntima? Y quiso apartarse de alguna forma sin querer sufrir algún tipo de rechazo por una cercanía que el otro consideraba tan normal y causal, pero solo ladeó la cabeza mascullando un gracias mientras volvía a coger otro chocolate, pero las palabras del otro le hicieron levantar la cabeza y al hacerlo, el juguetón dedo contrario estaba haciendo de las suyas en sus labios. Un sonrojo le atravesó odiándose por ello ya que el mayor de nuevo estaba demasiado cerca para su gusto, aunque en realidad no es que no le gustara, pero al estar en conflicto con sus sentimientos le afectaba de cierta forma. Notó como se enfadaba al igual que antes, sobre todo cuando el chico lamió su dedo manchado tan casualmente, como si no fuera nada y apretó el vaso en su mano de manera inconsciente. De nuevo estaba enfadado y queriendo gritarle que se detuviera, que no hiciera nada que pudiese confundirle o darle esperanzas por que Jinki ya casi parecía un experto en ello, pero esta vez se contuvo, no quería formar otro numerito y aunque como con el otro no pensaba ni disculparse ni hablar sobre ello, esta vez prefería ignorarlo por completo. Dio un trago al agua para librarse del chocolate y apartó la bolsa lejos de él en la encima ya sin ganas de comer. Aunque lo intentaba no era tan bueno disimulando su enfado, así que prefirió mantenerse callado, pero aún así el mayor no se libro de que lo estuviera mirando durante un rato largo con mala cara mientras este se dedicaba a cocinar. Tal vez si no estuviera embarazado y esta situación no se hubiese dado si que le hubiera gritado hasta saciarse, pero ahora quería contenerse. Levantó el vaso para darle un nuevo sorbo cuando una fuerte contracción sacudió su estómago, sacándole un pequeño gemido de dolor y asustándose por lo inesperado así que el vaso se resbaló de sus manos impactando contra el suelo haciendo un desagradable sonido y rompiéndose en mil pedazos.
    -Oh mierda, perdón. -se disculpó mientras apoyaba su mano en la encimera para bajarse y recoger su estropicio, cuando al apoyar su pie en el suelo, la suela de la zapatilla resbaló en el pequeño charco precipitando su bajada y que se fuera hacia delante al suelo.

    Lo abrazó con mucha fuerza pegándolo a él y cerró sus ojos unos segundos notando como el menor estaba bastante calmado, tal vez podía retrasar un poco más la inyección e irle sacando cosas, pero algo dentro de su cerebro le decía que este Jungkook no era el suyo y tenía que eliminarlo cuanto antes, hacer que el suyo volviera, el que no hablaba de la lluvia para nada, aunque ahora que lo pensaba no había probado a preguntar a ese sobre esta, le atemorizaba tener que explicarle todo, no solo lo que le había pasado a él, si no el horror que el mundo era, la enfermedad que había creado y destruido tantas vidas, por culpa de esos hombres, más con su participación. Aunque no se sentía completamente culpable, no iba a ignorar el hecho de que ella había contribuido mucho a que todo esto pasara y de cierta forma también le pesaba. Pero era una cobarde, con todo lo que se tratase del menor, su instinto de protegerle estaba más arraigado que cualquier cosa, por lo que no podía exponerle a que supiera todo eso.
    -Lo siento cariño... -susurró sintiendo más que suaves la mano del otro dentro de su camiseta notando como esa postura le serviría ya que apoyó su espalda en la cama inhabilitando de cierta forma esta y lo atrajo hacia él para que se colocara encima de ella. Lentamente lo atrajo hacia él colocando su cabeza en el hueco de su cuello y bajó la mirada hasta su cuello expuesto y bien a su disposición observando los demás pinchazos que le había dado y rodeó la cabeza del otro con uno de sus brazos mientras con su otra mano sacaba la jeringuilla lentamente de su pantalón. -Pero nunca me va a conocer. -dijo para luego inyectarle rápidamente y apretarlo contra ella los segundos que el efecto del sedante haría efecto.

    Ni siquiera disimuló su alegría cuando el otro aceptó y a punto estuvo de abrazarlo, al igual que su hermano, ella también era un poco toquetona, pero se contuvo más que feliz de escucharle sintiendo un gran alivio en su pecho, ni siquiera vio que el otro aceptara tan rápido en su cerebro solo podía entender que las cosas ya estaban saliendo bien y era lo único que le importaba. No le gustó para nada escuchar que no quisiera una compensación ya que el hombre se la merecía más que nada y no pensaba dejar las cosas así.
    -Muchas gracias, de verdad, no se que hubiéramos hecho sin ti. -pensar en las consecuencias de todo lo que había ocurrido, o más bien en las malas consecuencias hizo que su pecho se apretara y que algunas lagrimitas emergieran en sus ojos por lo que las limpió enseguida para no dar más espectáculo del que había dado con su inutilidad en lo que había sucedido. -Pero de verdad quiero hacer algo por ti, así que te cocinaré una tarta, se me da muy bien a Jonghyun le encanta, ¿de acuerdo? En cuanto tenga tiempo te la haré. -cogió las llaves para marcharse guardándoselas en el bolso. -Y te prometo que intentaré no tardar mucho... -se sentía conmovida y nuevamente al borde del llanto por todo lo que Jinki estaba haciendo por ellos y se riñó a su misma ya que estaba perdiendo unos segundos valiosos no solo en los que repetía lo mismo una y otra vez, si no en los que la factura estaba subiendo como la espuma. -Por favor cuida mucho de él~ -le pidió haciendo una inclinación nuevamente, el mayor pensaba que no hacía nada, pero con su presencia el menor no se sentiría desprotegido y cuando despertase estaría en compañía y Jonghyun sabía que nunca le dejaría solo con cualquiera. Moviendo por última vez su mano se fue corriendo del hospital.
  8. .
    No pudo evitar sonreír más que satisfecho cuando el otro tomó su bolsa de chucherías y observó la sonrisa del otro. Sintió como un pinchazo de enfado lo pulsaba en algún rinconcito de su cabeza pero trato de ignorarlo. Seguramente el mayor ni siquiera se había dado cuenta de que se había enfadado, por que no vería motivos para que lo hiciera y solamente le estaría siguiendo la corriente. Suspiró de forma interna y buscó relajarse, había venido en son de paz aunque el otro no lo supiera, así que iba a estar bien tranquilo todo el tiempo. Se asomó al carro viendo lo que el otro sacaba suspirando al ver tantas malditas latas de ese estofado. El nunca lo había comido en su vida, ¿cómo es que era tan popular como para que tanto Jinki como esa señora lo tuvieran y a montones? Sus ojos se iluminaron al ver el arroz ya que hacía varios días que se les había acabado a ellos, y era un gusto volver a comerlo.
    -El arroz con ajo está tan rico... -pero por supuesto no tenía el segundo ingrediente lo cual era una lástima aún así el poder comer arroz lo compensaba. Cuando el mayor se apartó del carro para poner la cazuela con agua se asomó al carro observando una bolsa ya abierta con algunos bombones y sus ojos se iluminaron. Sin pensarlo, su mano y el bebé moviéndose antes de que el cerebro mandase la orden, se agachó cogiendo la bolsa y sacando el tesoro. -Es chocolate~ -alargó de manera exagerada la última letra y luego miró con ojitos brillantes al chico mientras se acercaba a un punto de la encimera donde no molestaría y con un poco de esfuerzo se sentó en esta teniendo cuidado con los armarios de detrás. Ya se había olvidado por completo de sus intenciones de ayudar al otro, por lo que contando los chocolates para repartirlos equitativamente, comenzó a comerse el montón que había destinado para él. Aún así no tardó mucho en acordarse de que debía ayudarlo, más su cabeza solo pensó en que ya estaba ayudando a Jinki al no molestarlo por lo que continuó con su comilona empachándose rápidamente con el chocolate más aún así no deteniéndose. -Hoy creo que me he pasado comiendo, pero tengo mucha hambre. -por no llamarlo ansiedad ya que su estómago ya llevaba lleno hace un rato. -¿Me vaf un vazo de apua? -le preguntó mientras volvía a atragantarse con un nuevo chocolate sin ningún tipo de remordimiento.

    El alivio que sintió fue tan grande que ni siquiera pudo disimular el suspiro, simplemente dejó escapar el aire más que feliz por haberlo podido convencer. El medicamento seguramente también estaba surtiendo efecto aún, el chico estaba calmado, no tanto como antes, pero se dejaba manejar y parecía haber influido bastante en el lo cual le alegraba mucho. Asintió siguiéndole la corriente para que no cambiara de idea y lo empujó de forma leve para que se apartaran un poco más de las escaleras hasta que estuvieron fuera de peligro. Sin duda este comportamiento era uno que tenía que apuntar cuanto antes, ya que sin duda era fascinante y tal vez hasta podía reducir la dosis más adelante para poder estudiarlo más a fondo, pero de momento no iba a arriesgarse. Pasó sus manos por sus caderas abrazándolo por ellas mientras lo guiaba de nuevo a la habitación. Giró la cabeza observando como la ventana estaba en bastante mal estado y mordió su labio inferior, sin duda tendría que poner algún tipo de cerrojo en la puerta y cerrar al chico por si pasaba alguna situación parecida. Cerró la puerta una vez que ambos estuvieron dentro de la habitación y guió a Jungkook hacia la cama. Si se mantenía relajado podría volver a pincharle, más esta vez tenía que ser rápida. Abandonó también el taser sobre una de las cómodas y sentando al menor en la cama lo hizo a su lado acariciando de forma leve su espalda. Si el otro veía la aguja estaría en un buen problema, pero quería arriesgarse, tanta electrocución no le vendría para nada bien a Jungkook y estaba cansada de usar técnicas tan horribles en la persona que amaba.
    -Dormiremos un ratito, ¿de acuerdo? -si lograba que el otro lo hiciera entonces podría inyectarle sin que lo supiera y su dulce chico volvería a tomar más control que ese ser ansiado por la lluvia. No había pasado desapercibido como había llamado de manera tan personal a la lluvia, como si fuera un ente y se sentía confusa, estaba segura de que su enfermedad no causaba ese tipo de paranoias, así que algo más había tenido que ser lanzado, pero no sabía el qué. -Yo también quiero conocerla... pero todo a su tiempo. -lo fue empujando posicionándose a su lado y acarició de manera suave su mejilla, tal vez si le hablaba de cosas completamente diferentes a la lluvia podría quitarle del todo ese pensamiento de su cabeza, al menos de manera momentánea, hasta que el menor se duermiera.

    No había estado muy pendiente de la relación que esos dos tenían ni de al conversación que había acontecido, no solo por no haber estado presente, si no también por el hecho de que Jonghyun era lo único en su cabeza, más aún así se despidió del chico haciendo una pequeña inclinación respetuosa a pesar de ser obviamente más mayor que él y luego miró a su vecino, el cual la observó de manera agradable, con una pequeña sonrisa que la trajo mucha calma.
    -Muchas gracias. -agradeció de primera cuenta antes de volver a inclinarse, no sabía que edad tenía el otro y no quería arriesgarse a que fuera mayor y este pudiese enfadarse por su falta de respeto, la cual aunque había sido permitida a ese chico, tal vez solo había sido por el hecho de ser conocidos y bastante cercanos por lo que había podido observar. -Verás... tengo que ir a arreglar los papeles del seguro... y añadir a Jonghyun, estaba pensando en hacerlo en estos días, pero no sabía que pasaría algo así... -este hospital era caro, casi se había desmayado al ver la factura, así que cuanto antes metiera al menor como segundo beneficiario de su seguro al ser familia antes el contador dejaría de correr y aunque tenía un buen trabajo era un gasto desorbitante. - ...así que tengo que ausentarme unas horas... por lo que tendría que dejarle solo, pero no quiero que despierte sin nadie, así que, ¿podrías quedarte con él? Ahora está dormido y seguramente no despertará antes de que yo venga, pero... solo por si acaso... -le pidió y juntó sus manos esperanzada de que aceptara ya que no le estaba pidiendo cualquier cosa, al contrario, él y Jonghyun apenas se conocían y aunque su hermano le había dicho que compartían algunas miradas, el menor parecía haber sido rechazado luego de que Jinki mirara demasiado su estómago, pero luego de todo lo que había hecho, el hombre parecía ser una buena persona. -Por supuesto te lo compensaré... como tu quieras, te pagaré o... bu-bueno lo que quieras o necesites. -se ofreció más que dispuesta a hacer lo que Jinki quisiera a cambio de darle compañía a su dormido hermano.
  9. .
    Su enfado comenzaba a pasarsele y con ello venía el arrepentimiento, el tonto, estúpido e idiota arrepentimiento al cual le acompañaba la vergüenza. ¿Por qué se había comportado así? Bueno eso lo sabía, estaba enamorado de alguien que no le correspondía y que lo trataba de oro solo por su bebé,el cual no decía que fuera un mal motivo, pero también quería que lo viera a el,no a la incubadora humana en la que se había convertido. Suspirando comenzó a comerse las chucherías a tropel, medio atragantandose para reducir la ansiedad que se iba apoderando de el lentamente. Era curioso, había gente muriendo por las calles y el parecía un adolescente hormonado con una rabieta solo por qué el chico que le gustaba no sentía lo mismo que el. Suspiro con mucha pesadez e iba a abrir otra bolsa luego de vaciar la primera escandalosamente rápido cuando escuchó esas palabras del otro lado de la puerta que hicieron que volviera a sentirse idiota. Siempre le pasaba cuando se enfadaba y luego pensaba mejor las cosas como ahora y siempre era demasiado orgulloso como para luego disculparse, ¿Sería este el día en que lo hiciera? No, para nada, pero trataría al menos de darle alguna charla agradable y un buen momento, de todos modos el chico nunca le mencionaba sus cambios de humor, algo que agradecía, y no le había insultado o dicho alguna burrada, por lo que todo tendría que estar bien entre ellos.
    Incorporándose de la cama apartó los envases de golosinas tanto el vacío como los llenos escondiendo los debajo de la almohada y acercándose al armario, donde muy amablemente Jinki le había colocado su ropa, busco uno de sus pijamas de gordito ignorando la ropa interior ya que toda le quedaba demasiado justa y una camiseta ancha. Con esfuerzo y sin mucha paciencia se lo puso sentado en la cama y varios minutos después se levantó listo para salir. Tal vez esta vez podría tener algún detalle con el chico y no solo hacer como que nada había pasado, así que apartando la almohada busco entre todos los envases el que más le gustase y lo apartó buscando de manera seguida el que menos sujetándolo y escondiendo los demás. Acercándose a la puerta de forma seguida la abrió de manera lenta asomando primero su cabeza sin ver al mayor pero escuchándole enredar en la cocina por lo que saliendo y cerrando la puerta, cual ratoncito saliendo de su cueva, fue hacia esta. Se acercó volviéndose a asomar por la puerta viéndolo de espaldas y le dio un par de toquecitos en su hombro para luego ofrecerle la bolsa.
    -Es para ti... Gracias por tu ayuda en la bañera. -se la dio sin darle oportunidad a que no lo aceptara y se apoyo contra la encimera. -¿Que vas a preparar? Te ayudaré. -se ofreció aunque no era muy diestro en labores y menos en cocinar.

    Sintió los nervios apoderándose de ella al ver como se acercaba. Observó su estado como aún a pesar de que esos pensamientos no habían vuelto podía moverse con bastante facilidad dentro de la dificultad y aquello le preocupo, ya que de ser así y volver a quedarse dormida podría ser peligroso, el chico podía escaparse o incluso tratar de lastimarla y de ser así ella no podría ayudarle. Sonrió tratando de aparentar, negarse a todo anteriormente y resistirse no había llegado a ningún lado, el chico se había desquiciado y la había arrastrado con bastante violencia tratando de sacarlo, por lo que tomaría otra manera de enfocar las cosas.
    Al escuchar su pregunta le dedicó una de esas sonrisas que tanto le gustaban al chico tratando de transmitirle paz y tranquilidad forzandose a tenerla ella misma y no desatarse y apoyo levemente su cabeza contra su brazo cuando esté lo apoyo en sus hombros. Estaba a punto de responder cuando la mención de la jeringuilla le trastoco. Este Jungkook se acordaba, lo cual aumentaba aún más el peligro por lo que la apretó un poco más fuerte escondiendo la mejor contra su espalda hasta que los brazos del otro apresaron los suyos. Dejó escapar un pequeño jadeo cuando empezó a dirigirla y supo que tenía que decir o hacer algo. Apretó también su taser midiendo las posibilidades. Podría inyectarle en cualquier sitio, pero en su cuello el efecto sería antes y si el chico se ponía nervioso tan cerca de las escaleras ambos podrían caerse, pero si dejaba que este continuará arrastrándola y pusiera resistencia entonces Jungkook podría reaccionar muy mal lo cual también sería peligroso para ellos.
    -Tran- tranquilo cariño. -su voz flaqueó por lo que ensanchó su sonrisa tratando de transmitirle una calma que ya estaba perdiendo y agarrandose a la barandilla le impidió que continuará avanzando. -Podemos ir luego... Cuando te sientas mejor... No puedes moverte bien ahora... -dejo pasar lo de la jeringuilla haciéndose la tonta y se guardo está en el bolsillo de atrás llevando su mano libre hasta el pecho del otro donde la apoyo. -Luego iremos... Vamos a tumbarnos juntos un ratito... ¿Vale? -dio un paso hacia el sabiendo a lo que se arriesgaba más queriendo hacerlo y depositó un besito en su barbilla ya que si el chico no agachaba su cabeza ella no llegaba a sus labios y subió su mano de su rostro hasta su cuello. Si solo podía distraerlo lo suficiente podría acercar la jeringuilla y hacerle el más mínimo daño por lo que cruzó sus dedos mentalmente.

    Aunque eran cercanos. no tanto como para usar esas palabras así que había sido algo sorprendente que el chico la llamara con tan familiaridad. incluso recordando que al comienzo no se habían llevado muy bien, tal vez por que ambos eran bastante inteligentes en sus campos y habían llegado a chocar un poquitillo, más ahora era todo lo contrario y podían mantener una amistad que aunque no estrecha no por ello no era cercana. Se dejó abrazar por su novio aspirando el aroma de este antes de ver el patín a los pies del chico y frunció la nariz ya que ya le había advertido sobre esa cosa varias veces, pero no quería regañarle delante de Jinki y hacerle avergonzar por lo que se mordió el labio prestando solamente atención a la conversación que ocurría.
    -Así que ese chico te hace llamar de una forma tan bonitamente cursi a todos, que adorable. -volvió a burlarse luego de recibir el abrazo del chico y pasar un brazo por detrás de la espalda de menor más solo unos segundos pues aún continuaba trabajando. -Tranquilo cielo, tu eres mi único monito, ya lo sabes. -se burló también un poquitito de su novio para luego enarcar una ceja ante la pregunta del otro. -Bueno... no creo que suceda, el golpe ha sido más en la zona de sus costillas que en su vientre, pero ha tenido varias contracciones dolorosas a raíz de este y existe una posibilidad. -no quería afirmarlo por completo, pero tampoco descartarlo. -Pero en la ecografía todo parecía estar bien, el bebe estaba de nalgas pero se movía y sus latidos eran normales. -le aseguró mientras una de las enfermeras salía de la habitación y le pasaba el informe el cual observó. -Tengo que rellenarlo así que disculpadme. Saldré en diez minutos, veinte como mucho. -le aseguró al menor para luego gesticular un ''Saca eso de aquí'' señalando la patineta para luego mover sus manos despidiéndose de Jinki ya que dudaba mucho encontrarlo cuando saliera y dirigirse hacia la zona solamente designada a los enfermeros o médicos del lugar.
    Abriendo la puerta salió luego de echarle un vistazo rápido al chico viendo como parecía ya estar más dormido que despierto, pero sobre todo tranquilo lo cual era bastante agradable de ver luego de todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Aunque le habían atendido bastante rápido, no por ello dudaba que lo hubieran hecho de forma incorrecta, sí que era un alivio. Antes de salir, la enfermera que le estaba tomando una muestra de sangre a su hermano, le había pasado los papeles del seguro encontrándose con el pequeño problema de que su hermano aún no estaba adherido a este y no tenía tanto dinero en mano como para pagar los gastos del hospital, así que al salir y encontrar con que el chico no se había marchado aún soltó un pequeño suspiro de alivio.
    -Hola... -saludó a ambos, aunque no se acordaba del nombre del otro. -Está dormido... más bien, de nuevo muchas gracias otra por tu ayuda... quien sabe que hubiera pasado si no hubieses estado ahí... -sentía como sus manos temblaban un poco, pero ahora estaba mucho más tranquila que antes. -Se que tal vez me-me aprovecharía pero... ¿podría pedirte un nuevo favor?

    Edited by Taem - 16/8/2020, 21:21
  10. .
    Se dejó levantar tratando de poner toda la fuerza que era capaz para poder incorporarse solo y una vez en pie salió del baño también ayudado por Jinki. Ahora que estaba enfadado, no se sentía completamente cómodo con la ayuda, pero no podía solamente ignorar esta ya que la necesitaba. Estaba a punto de quitarle la toalla de las manos al otro, cuando Jinki fue más rápido y empezó a secarlo por si mismo, aquello lo paralizó unos segundos sin saber muy bien como comportarse al principio, ya que aquello era hasta íntimo y por varios segundos se dejó hacer poniéndoselo más fácil al mover sus miembros para que la toalla llegara a todas las zonas con la mayor rapidez.
    Un pequeño pensamiento apesadumbrado se apoderó de él. Era tan injusto, estaba loquísimo por un hombre que solo lo veía como alguien a quien tenía que proteger a toda costa, y lo peor es que ni siquiera lo hacía por él en si, si no por la vida que crecía en su interior. Estaba seguro de que de no haber estado embarazado y el primer día del fin del mundo hubiera sucedido como lo había hecho, Jinki ni siquiera le hubiera abierto la puerta, habría sido como esa señora, solo escondiéndose en su casa, solo con la diferencia de que él no acabaría muerto, tal vez si trastornado, pero se hubiese marchado a ese búnker con su hermano y con el tiempo habría olvidado o al menos dejado atrás todo. Chasqueó la lengua internamente ya que sabía que esos pensamientos pesimistas también se debían a los cambios de humor que sufría por su estado, pero odiaba que tuvieran tanta razón y fueran tan coherentes. Él no significaba nada para Jinki, solo la vida en su interior, y si lo trataba tan bien era en parte por ella y en parte por el hermano que el chico tenía y que tan cercanos eran en edad, así que cuanto antes se hiciera a la idea de todo sería lo mejor, se ahorraría a si mismo sufrimiento.
    Se sobresaltó un poco cuando lo vio inclinarse delante de él, habiéndose evadido parte del proceso de secado y reaccionando le quitó la toalla tapándose rápidamente, no por que alguna erección le estuviera creciendo, que podría haber sido si el chico continuaba en esa posición y su caliente cabeza empezaba a pensar de más, si no por que el chico ya se estaba sobrepasando demasiado sus funciones.
    -Me refería a que me ayudaras a salir, no a secarme, más gracias. -dijo pasando por uno de sus lados y saliendo descalzo del baño hacia la habitación que ahora era casi suya. Sabía que su comportamiento estaba distando mucho de ser respetuoso, el mayor no dejaba de ser su hyung y quien lo estaba ayudando, pero que más daba, solo quería gritarle que no le quisiera y no iba a permitirse salir de sus casillas mas allá de eso, así que la huida estaba bien, cuando se calmase solamente saldría como si nada y haría que nada había pasado. Parando en la cocina antes de marcharse a su cuarto, agarró varias bolsas de golosinas que necesitaba inmediatamente y luego entró en la habitación cerrando tras de si.
  11. .
    Intentaba no pensar en lo que casi había sucedido, metiéndose en la cabeza la idea de que solo habían sido dos amigos en una misma bañera mirándose la boca el uno y el otro, no tenía por que haber nada raro en eso, no señor. Más era incapaz de no sonrojarse de manera leve cuando se imaginaba aquellos labios bonitos tan cerca, sintiéndose al mismo tiempo mal por la estúpida manera que el otro tenía que verle. Comenzó a frotarse con más fuerza casi inconscientemente cuando escuchó el regaño del otro y frunció el ceño. Ese estúpido hermoso, él era el motivo por el que lo hacía así aparte de la mugre, ¿por qué no solo le dejaba? Giró la cabeza más esta vez para dedicarle un bonito ceño fruncido y luego continuó con su baño soltando maldiciones muy bajito. Estaba claro que el destino nunca iba a serle justo, más si agradecía que al menos lo hubiera mantenido con vida, aunque si no hubiese estado embarazado seguramente ahora sería uno de esos cuerpos ahí tirados. Suspirando sin querer pensar en eso sintió como el mayor se salía de la bañera y lo miró con el ceño fruncido. ¿No planearía dejarle ahí no? Si ni siquiera había podido entrar mucho menos salir. Ya estaba a punto de soltar sus palabrotas en alto mientras se lavaba sus partes manteniendo sus ojos puestos en el otro. Ni siquiera sabía completamente por que estaba tan molesto, tal vez por que no estaba acostumbrado a no gustar, o quizás por que Jinki era la primera persona por la que se interesaba tanto y el interés de este era más bien dirigido a su bebé que a él. Fuese lo que fuese, ese cambio de humor no se le iba a pasar tan rápidamente.
    -Oh, piensas ayudarme, que amable por tu parte. -casi gruñó al ver la secuencia justa en la que el otro se ataba la toalla y extendía otra la cual suponía que era para él, por que como viese al mayor envolverse la cabeza con ella, le tiraría a él la palangana de agua desde ahí. Para suerte del otro, no fue así por lo que chasqueando la lengua solo echó la cabeza hacia atrás hasta hundirla lo suficiente solo para que su cabello se mojase y luego se lavó este evitando mirando al mayor, al cual no quería ahí, pero al mismo tiempo no quería que se moviera. Lo hizo lo mas rápido posible y ya con el pelo limpio y enjuagado y teniendo limpio el resto del cuerpo apoyó sus manos en la bañera e hizo el esfuerzo de incorporarse sin lograrlo y haciéndose daño en los brazos, por lo que se detuvo suspirando sintiendo como su enfado iba a más, y sin querer volver a intentarlo, con su suerte le saldría un gas y había logrado hasta ahora que Jinki no viera esa parte de el. Así que estiró una de sus manos hacia el otro medio gruñendo. -¿Me ayudas?

    Luego de un par de horas simplemente viendo su sueño, se había levantado y marchado para empezar a contar las cosas que tenía y podían servirle, sabía que todo podía esperar hasta el día siguiente, pero siempre había sido bastante inquieta y en esa situación no era para menos. Había reunido en la mesa varios objetos que podían serle de ayuda y también las armas que su padre tenía guardadas junto a la munición, gracias al hombre sabía disparar, pero seguía prefiriendo el arma paralizante, esa al menos no mataba y la veía de manera más ética que las otras, más no pensaba salir sin al menos una a la calle aunque esperaba no verse obligada a usarla. Sabía que dentro de poco también necesitaría combustible para el generador, más para eso aún quedaban días y coincidiría cuando la lluvia durase mucho más, así que esa no era su preocupación, si un poco más, la comida, más podría racionarla hasta ese día. Habiendo reunido en una esquina también las cosas que quería llevarse al bunker encontró unos albumes de fotos de su familia, los de sus últimas vacaciones y no había podido evitar conmoverse. Eran tan felices ahí, absolutamente todos, y ahora... ni siquiera volvería a saber de su madre, su padre y de su hermano, incluso podrían estar muertos aunque no quisiera pensar en ellos. En algún punto de verlas se había acabado apoyando contra la mesa a la que estaba sentada y quedado dormida, pues fue escuchar al menor llamarle que levantó rápidamente la cabeza sintiendo sus ojos pesados y un leve mareo apoderarse de ella.
    Miró a cada lado sin saber muy bien donde estaba hasta que cayó en la cuenta y miró rápidamente la hora viendo como se había pasado media hora. ¿Habría sonado? Ni siquiera lo sabía, ya que de haberlo hecho no lo había escuchado. Se maldijo incorporándose y buscó rápidamente el medicamento de Jungkook suspirando aliviada al ver que no lo había subido, si tenía que subir y prepararlo a la habitación dudaba mucho que Jungkook fuera tan paciente en esperar a que lo hiciese y luego a pincharle. Se acercó rápidamente hasta este desenvolviendo una nueva aguja mientras miraba hacia las escaleras viendo como el otro aún no bajaba así que ajustó la dosis y escondió la jeringuilla a su lado mientras agarraba su taser con la otra.
    -Estoy aquí. -dijo mientras empezaba a subir las escaleras escuchando ruidos provenientes del pasillo por lo que se apresuró a subir encontrándolo tratando de escaparse por la ventana. -¿A dónde quieres ir? -le preguntó como si no supiera mientras se iba acercando a él. -¿Por qué no volvemos a la cama? Te prometí que jugaríamos... luego... luego podríamos ir bajo la lluvia. -sabía que se arriesgaba mencionándola, pero podía notar como los movimientos del otro eran bastante tortes, si lograba acercarse lo suficiente podrían inyectarle sin necesidad de darle otra descarga, era un arma potente y amaba ese cerebro bobo y tierno que el menor cargaba. -Ven cariño, abrázame. -si lo hablaba de forma tranquila tal vez podría reducir su agresividad, era un experimento arriesgado pero necesario para comprender mejor ese estado en el que se sumergía.

    Amasaba sus manos de manera nerviosa mientras pensaba en todo lo que podía haber pasado, en lo que había hecho mal y en como habría podido remediarlo si solamente hubiese subido con él. Tal vez habría podido ponerse en medio y evitar que se cayera o simplemente podría haber secado antes las escaleras. Sintió que un par de lágrimas se le escapaban asintiendo de manera distraía al chico, aunque estaba muy agradecida con él, sinceramente le importaba muy poco lo que hiciese, por no decir una mierda, si, tanto ella como Jonghyun habían heredado esa bonita manera de ser.
    -Hola... -solo llegó a decir mientras el otro parecía hacer algo en su teléfono cuando apareció un amigo al parecer del tal Jinki, lo cual le hizo acordarse de que ella debería también avisar a ciertas personas sobre lo que había sucedido o más bien a una sola persona, que era a la que más le interesaría lo que acababa de pasar, su novio. Le escribió rápidamente mensajes sobre lo que había sucedido sin poder evitar derramar más lágrimas recibiendo unas respuestas tan entrañables como se había esperado. Ya llevaban dos años juntos e iban a irse a vivir juntos cuando Jonghyun se había quedado embarazado por lo que ella había ido a vivir con el para ayudarle en todo lo que pudiese hasta que al menos aceptara el hecho completamente de que iba a tener un bebé, su novio lejos de juzgarla la había apoyado mucho, o más bien a ambos, por lo que no le extrañó leer que el chico tenía pensado intentar salir antes del trabajo para acudir al hospital, pero lo disuadió rápidamente de ello.
    A pesar de todo había estado medio atenta a la conversación de esos dos así que cuando escuchó que la nombraban de esa manera sus ojos absorbieron las lágrimas y miró a ese chico como si algún tornillo se le hubiera caído. Aunque era normal pensar en ello, no lo era tanto si uno se fijaba en el parecido que ambos tenían, el cual era intachable.
    -No so- -estaba a punto de decir cuando vio como la puerta se abría y salía rápidamente la misma chica que había atendido a Jonghyun al llegar. Se incorporó super rápido acercándose a ella. -¿Cómo está? -le preguntó antes de que ella pudiera hablar.
    -Tranquila, le estamos haciendo pruebas y de momento todo parece en orden. El bebé está bien y le hemos dado algo para reducir el dolor, además no hay sangrado por lo que hemos podido observar, pero Jonghyun parece tener una costilla rota, no podemos saber si algún órgano ha sido perforado por esta dado que no es aconsejable hacerle una radiografía dado su estado, pero dada la zona en la que le duele dudamos estar equivocados. -sintió como un poco de aire volvía a sus pulmones al escuchar aquello y asintió. -Aún hay riesgo de que el golpe ocasione un desprendimiento de placenta así que quiero que se quede ingresado al menos hasta mañana para tenerlo en observación. Pero habéis sido rápidos en reaccionar y traedlo. -aquello la alivió de cierta forma más no dejaba de sentirse preocupado.
    -¿Qué pasaría si... bueno eso de... si su placenta se desprende? -le preguntó ya que no parecía nada bueno.
    -Bueno, dependiendo de la gravedad hasta podría tener un parto prematuro, más tranquila, no ha habido sangrado así que descarto esa idea más no por ello te advierto por si acaso. -volvió a asentir sin saber si sentirse completamente aliviada más si mucho mejor. -Le están haciendo una ecografía, pero puedes entrar a verle, no te sorprendas si esta un poco dormido, pero estaba bastante nervioso. -no tuvo ni que decírselo dos veces ya que rápidamente se precipitó hacia dentro.
    Sonrió un poco al verla sin poder evitarlo pensando en que era una chica bastante tierna y luego se fijó tanto en su amigo como en su novio, sus ojos brillando al ver al segundo antes de que estos recayeran en el primero y una expresión burlona apareciera en su rostro.
    -¿Es ese el vecino del que hablabas tanto... cariño? -le preguntó al chico acercándose para darle un beso en los labios a Jungkook a modo de saludo antes de posicionarse al lado de Jinki y apoyar su brazo en su hombro. -Te pones bastante mono cuando estás nervioso~ -y es que no tenía que ser muy lista, que lo era, para darse cuenta de que en la llamada el chico había estado un poco en ese estado y no solo por la forma de llamarla.
  12. .
    Se mordió el labio inferior para resistir el impulso a suspirar de gusto ante los toques de Jinki y cerró sus ojos. Quería tanto que el hombre lo viera de otra forma que ya hasta su mente empezaba a imaginar cosas que nunca pasarían o a malinterpretar esos roces, que obviamente el mayor solo los usaba para calmarle y hacerle sentir bien. Quería creer en sus palabras pero la gente antes moría al dar a luz y él era un hombre con un cuerpo no tan adaptado a parir como el de una mujer, podrían surgir mil complicaciones más, pero sus palabras le daban cierto alivio, a fin y al cabo el otro era médico, tenía que saber del tema. Por un segundo pensó que al momento de parir el otro tendría que verle todo y se sintió avergonzado pero dudaba mucho que en ese momento pensara en aquello con los dolores y lo nervioso que estaría por traer una vida al mundo, aunque si le deprimía de cierto modo, si Jinki desarrollaba algún tipo de interés por él, seguramente se iría en cuanto viera como esa zona se ponía, hasta a él le habían dejado de gustar levemente los hombres luego de ver videos de partos de estos.
    -¿Sabes que los bebés lloran, no te dejan dormir y se cagan por todos lados no? -le preguntó con respecto a esa alegría que iba a proporcionar el bebé, ya que si se refería a esta, entonces iban a tener ''alegría'' hasta para aburrir, más entendía la referencia, solo quería añadir un toque de humor y dejar de lado el hecho de lo ''buen padre'' que sería, eso de cierta forma le costaba escuchar al estar aún en conflicto. -Creo que cuando ocurra toda esa ''alegría'' te la dejaré a ti. -soltó una risa y giró su cabeza encontrando su rostro y el ajeno demasiado cerca. Su risa fue muriendo transformándose en una sonrisa y sus ojos se fijaron en los contrarios antes de bajar hasta sus labios. Mierda, la postura era tan íntima que ganas no le faltaban de terminar de acercar sus labios a los del contrario y recibir un beso, o más bien darlo. Lentamente colocó su mano encima de la del contrario en su vientre entrelazando un poco sus dedos. Tenía que lanzarse, no podía simplemente nunca probarlos, ¿verdad? Solo sería un pequeños roce y se apartaría como que no se había dado cuenta, obviamente el chico no era bobo, o si, pero no de ese tipo, sabría que pasaría, pero podría hacérselo pasar por alto cambiándole de tema. Así que iba a hacerlo, estaba más que decidido, pero entonces un nuevo grito rasgó el aire y el pegó un pequeño brinco en la bañera volviendo a girar su cabeza más esta vez en dirección a la ventana. Un escalofrío tanto por la situación como por el frío se apoderó de él y soltó al otro abrazándose un poco.
    -Vamos a darnos prisa, tengo un frío terrible. -recordó este su cuerpo enfriándose varios grados luego de decir aquello más su rostro siendo todo lo contrario. Agradecía no haberse lanzado, casi hasta veía como una especie de señal aquel grito por muy horrible que pareciese. En este nuevo mundo no había sitio para ese tipo de sentimientos, además sería hasta egoísta empezar algo habiendo tantas personas muriendo. Agarrando la esponja echó bastante gen en ella y empezó a frotarse con bastante fuerza queriendo retirar toda la suciedad que pudiese, ya que sentía que necesitaría varios baños para sentirse nuevamente igual de limpio que antes de que todo pasara.

    No pudo evitar sonreír al saber de las intenciones del otro, más no decepcionándose por que no llegara a ocurrir nada, el chico necesitaba descanso, llevaba días solo durmiendo a causa de las drogas, dormir por su cuenta no le vendría nada más. El sueño también se estaba apoderando de ella, pero no podía permitirse el lujo de hacerlo demasiado, si se le pasaba otra dosis con Jungkook estaría en problemas, no solo el otro la arrastraría a la lluvia, lo cual aunque no la enfermase por la vacuna, podría ser que el menor se marchara y ella no pudiese dar con él, además de que aún no sabía si su vacuna era completamente efectiva. Estar al lado del otro y tocarle no la enfermaba, pero era por que creía que el chico al pasar la enfermedad había dejado de ser contagioso, pero hasta que no analizase su sangre no podría asegurarlo.
    -Duerme, no pasa nada... -se apretujo un poco contra su cuerpo sin importarle donde el otro tocaba y continuó acariciando su pecho pasando su mano de manera suave sintiendo como el sueño se iba apoderando del menor y permitiéndolo, bajando el nivel de sus caricias a medidas que su respiración se volvía más pesada hasta que el otro acabó dormido. Levantó la cabeza observándolo y esbozó una pequeña sonrisa antes de separarse con cuidado y arroparlo. Se acomodó a su lado más sin acercarlo y apoyó su cabeza contra el cabezal de la cama, cerrando sus ojos mientras pensaba en sus siguientes planes. Por supuesto iba a seguir drogando al chico y ahora que lo tenía en ese estado empezaría a analizarlo de manera más profunda al mismo tiempo que cuidaba de él. También tenía que cerciorarse de que no se quedaban sin comida y que el filtro funcionaba a la perfección por lo que haría listas para que nada se le olvidara al igual que de todo lo que faltaba. La lluvia ya se había detenido una vez, eso significaba que habían empezado con esa parte del plan. Sabía que las primeras veces solo serían minutos las veces que se detuvieran, pero en algunos días ya llegaría a las horas y aprovecharía esos momentos para conseguir todo lo que necesitaba y cuando el espacio de tiempo fuera más grande llevaría a Jungkook a su búnker. Si tenía muchas cosas que hacer y en las que pensar, pero por ahora se dedicaría a ver como dormía el menor sabiendo que había dado un paso a favor de ambos.

    El camino al hospital fue más largo de lo que se esperaba o tal vez era tanto el dolor que sentía que a causa de ello lo creyó así, pero pasados unos minutos luego de tumbarse en ese coche, dejó de escuchar todo a su alrededor hasta que el coche se detuvo y pudo ver por el rabillo del ojo a su hermana hablándole, sin escuchar lo que decía, más notando sus movimientos al querer bajar del coche y abriendo la puerta de forma seguida. Pestañeó y al abrir los ojos observó como ese chico lo sacaba del coche, teniendo un cuidado sumamente increíble con él, tanto que apenas si pudo quejarse recuperando de golpe el sonido de a su alrededor mientras era colocado en una camilla.
    -¿Qué ha sucedido? -escuchó una voz femenina que no reconoció como la de su hermana y al levantar la vista observó a una chica joven y hermosa con una bata de doctora.
    -Se resbaló por las escaleras y se golpeó en el vientre. -escuchó ya si esta vez a su hermana y luego vio como la hermosa joven se dirigía a él.
    -Hola, soy la doctora Lee Ji Eun, ¿en qué sitio te duele? No hables si no puedes, solo señálame. -movió su mano de forma lenta sintiendo como esta temblaba demasiado y la llevó hasta su costado abarcando parte de su vientre y la zona de sus costillas. -Bien, llevadle adentro. -ordenó esta y vio notó como la camilla empezaba a moverse.
    -Tendréis que esperar aquí, ¿de acuerdo? Saldré en un momento a hablar con vosotros. -acarició el brazo de Jinki en señal de saludo para luego dirigirse dentro de las puertas de urgencias del hospital.
    Sodam soltó el aire sintiendo como este parecía querer salir luego de un buen rato dentro de ella y se dejó caer en una de las sillas de la sala de espera que ahí había torturándose levemente con todo lo que podría ir mal.
    -Gracias por tu ayuda... puedes irte ya si quieres, te estamos agradecidos, si quieres puedes también llevarte mi coche, solo mete las llaves por el buzón. -dijo sin levantar la cabeza notando como sus manos temblaban. Unos segundos después vio como una enfermera se acercaba.
    -Se que están pasando por un momento muy tenso, pero necesito preguntarle algunos datos del paciente. ¿Puede decirme su nombre?
    -Kim Jonghyun.
    -Bien. ¿Edad?
    -Veintitres años... -continuó unos minutos más con varias preguntas hasta que estás terminaron y entro por donde se habían llevado al menor.
  13. .
    Podía notar por la postura como el cuerpo de Jinki estaba más cerca debido a la posición y de cierta forma le gustó. Ansiaba echarse hacia atrás y apoyarse en el cuerpo del otro, tal vez cerrar sus ojos sin quitar la postura mientras el mayor continuaba acariciando su estómago. La escena pensada sería tan íntima que hasta seguro suspiraría y luego giraría levemente su rostro, ambos se mirarían y acercarían sus rostros para... Un chillido resonó en su interior, uno muy parecido a los que hacía su hermana cuando se emocionaba e imitando a Jinki, carraspeó para liberarse de todos esos pensamientos y no dejar a su mente divagar. Se esforzó en meter la palabra fraternidad en su cabeza, era así como el chico le veía y no quería estropear aquello o crear algún momento incómodo entre ambos que desembocara en no volver a tratarse como lo hacían. Suspiró de manera muy pesada de forma seguida y se distrajo con las palabras que Jinki decía emocionándose por la idea del gimnasio, pues aunque a él también le gustaba mucho correr, esa también sería una muy buena alternativa para volver a ponerse en forma y tal vez cuando el mayor viera el gran cuerpo que se cargaba comenzaría a interesarle al otro, a fin de cuentas no dejaban de ser hombres y dudaba mucho que el chico quisiera algo con su propio hermano. Estaba a punto de hablar sobre el hecho del bebé y lo que tenían que llevar ya que si era demasiado cuando aquel comentario le sacó un pequeño jadeo y giró levemente su cabeza para mirar la expresión del otro al haber dicho eso, cuando el agua fría lo golpeó de nuevo y soltó un nuevo chillido que le sacó un puchero y un escalofrío. Quería pensar más a fondo en sus palabras, pero no quería hacerse ilusiones, puede que el chico solo tratase de hacerlo sentir bien debido a que ya varias veces se había quejado por su peso.
    -Aún no tenía compradas muchas cosas... -a decir verdad ninguna. -Pero mi hermana estaba viendo las cunas. Ella me mandó un enlace el... el día que pasó todo, pero... nunca pude abrirlo. Eran una de esas cunas que al parecer se cierran por arriba... vinimos hablando de eso, yo le aseguraba que quería meter al bebé en una jaula de broma y ella me chillaba que no era así... -había intentado no pensar mucho en ese día estos últimos días, con Jinki a su lado siempre tenía otra cosa que pensar o el chico lo mantenía entretenido jugando a algún juego o simplemente charlando, y al mismo tiempo él lo ayudaba a alejarse de las ventanas para que el chico no se torturara con el panorama tan desolador que había y la culpa que aún le carcomía, pero el tema del bebé siempre le sacaba recuerdos. -Igual teníamos que ver cosas baratas por que ninguno de los dos tenemos tanto dinero, por suerte ella tiene un buen seguro médico al que iba a agregarme por si ocurría algo con el bebé y para cuando fuera a dar a luz. -no pudo evitar terminar hablando en presente sin darse cuenta, más o quería corregirse. -Tal vez cuando deje de llover podemos ver alguna tienda, una cuna será difícil cargarla por el panorama, pero podemos ver otras cosas. El bebé puede dormir conmigo y ya. -sintió un escalofrío no tan agradable como los otros al pensar en ya tener al bebé en los brazos, sabía que aún quedaba tiempo, pero este acortaba cada vez más y encima ahora las condiciones para parir se le habían complicado debido a lo sucedido. -Si algo me pasa... o bueno mejor dicho... si algo pasa durante el parto... quiero que le pongas a él o a ella de prioridad, ¿de acuerdo? Solo en el caso de que yo no pueda decidir... quiero que él nazca aunque sea a costa de mi. -llevó sus manos hasta su vientre acariciándolo sintiendo los frotes en su espalda bastante agradables.

    Sonrió al ver que se había mantenido acostado, no es como si pensase que Jungkook era desobediente y mucho menos en su estado, pero a veces al chico le había gustado sorprenderla, más era normal que en ese estado eso no sucediera. Cerró la puerta tras de si, aunque no importaba realmente como la dejase y asintiendo se acercó a la cama subiéndose y recostándose al lado del menor sin siquiera la posibilidad de negarse azotándola. Nunca sería capaz de negarse a casi nada que el otro le planteara. Se acomodó con cuidado a su lado apoyándose en parte de su hombro y colocando una de sus piernas encima del cuerpo ajeno al mismo tiempo que pasaba un brazo por el torso del contrario. Al quedar su rostro pegado a su mejilla comenzó a repartir muchos besitos debido a la petición del otro mientras acariciaba el cuerpo del chico subiendo y bajando su mano.
    -¿Quieres dormir un ratito? Podemos hacerlo juntos si quieres... -no se le olvidaba lo que le había prometido al otro, pero ya no parecía tener ganas y no pensaba presionarle, quería aprovechar para pasar todo el rato que pudiera a su lado y aunque no tenía nada de sueño, dormiría también con él. Subió su mano hasta la cabeza del otro y giró su mejilla para depositar esta vez muchos besitos encima de sus labios hasta que terminó por profundizar en uno introduciendo su lengua mucho más traviesa que la ajena sintiendo aquello raro, pues el menor siempre se encargaba de tomar el control en cada beso, más esta vez era diferente y agradable. Se separó de este besando sus mejillas y volvió a su postura acurrucándose esta vez en su cuello.

    Estaba tan alterado que no había buenos pensamientos sobre la situación que se impusieran en su cabeza, solo pensaba en lo peor, en las consecuencias que aquello podrían acarrear y ninguna era buena. Cerró sus ojos mientras caía hasta que los abrió de golpe al sentir como pasaba lo contrario y era incorporado. Soltó un pequeño jadeo y se aferró a la ropa del contrario sin estar para nada acostumbrado a ser cogido de esa manera, para nada. No se quejó dada la situación más si se mantuvo con los ojos bien abiertos mientras soltaba pequeños gemiditos de dolor por su estómago siendo presionado hacia el cuerpo del contrario más sintiéndose extrañamente seguro, tal vez por la actitud del otro frente a la situación, tranquila más decidida en ayudarle aún cuando era un completo desconocido para él.
    Una vez fuera del edificio vio como ya había parado de llover y la gente escaseaba por la calle, más no era su preocupación el que dirían por la situación que estaba viviendo, en su cabeza solo el tema de su bebé estaba bien anclado en sus pensamientos, de manera dura. El chico era más optimista que él, tal vez por que no estaba en sus zapatos.
    -Duele... -se quejó mientras el otro le acomodaba en el sitio de atrás habiendo observado a su hermana mirarle en el mismo estado de nervios y llorosa que había estado antes.
    -Ah si... yo... creo que si... -la escuchó no poder juntar las palabras que quería decir y no pudo evitar sentir mucha empatía hacia esta, ya que al igual que él no daba pie con bolo cuando algo los ponía sumamente nerviosos. Escuchó un ruido metálico impactar contra el suelo sabiendo que seguramente eran las llaves a ella nunca le gustaba dejarlas puestas si no había nadie en el coche y seguramente y dada la situación tampoco había pensado que aquello aligeraría las cosas. -Si por favor... conduce tu... lo siento... y gracias... -se agachó a por ellas y se las tendió a Jinki mientras entraba en el coche y se ponía el cinturón girándose hacia él. Pudo ver como las lágrimas ya empapaban su rostro. -Lo siento hyungnim, tendría que haber subido contigo, lo siento tanto.... -escucho su disculpa y negó con la cabeza ya que no había sido culpa de esta, si no suya, por no subir con cuidado. -Por favor, se que tenemos prisa, pero conduce despacio por hyungnim, no quiero que se lastime más. -le dijo al chico una vez que este subió y arrancó el auto con el móvil aún pegado en su oreja más no permaneciendo mucho en esta luego de arrancar el coche.
  14. .
    El mayor estaba demasiado para su gusto, no sabia si es que sus palabras estaban siendo ignoradas o el otro estaba sufriendo uno de sus famosos momentos en los que la estupidez se apoderaba de él y no daba pie con bolo. Se giró para mirarle nuevamente luego de dar un breve vistazo al agua, pensando en lo fría que tenía que estar esta, haciendo que se se desantojara del baño unos segundos, más por supuesto no apartando la idea del todo, necesitaba oler a limpio ya. Observó con gusto como Jinki por fin se desnudaba así que sonrió más que complacido habiendo notado el rojo en sus mejillas. Sabía que era bueno coqueteando y que afectara al otro era agradable, pues dudaba mucho que su cuerpo gordito de embarazado le provocaba y mucho menos si el otro lo veía de esa forma que ya tanto odiaba.
    Asintió ante su ofrecimiento, aunque estaba claro que el otro tendría que ayudarle, si sufría una caída dada la situación estaría metido en un buen problema, además ese era otro motivo para que se bañaran juntos, no solo aprovechar el agua limpia, ya que de hacerlo por separado uno se bañaría con agua limpia y el otro con sucia, lo cual sería claramente injusto, o al menos así lo veía él.
    -Gracias. -tomó sus manos apretándolas un poco de más y levantó una de sus piernas. Soltó pequeños gemiditos cuando su pie tocó el agua fría y se forzó a continuar metiéndose, levantó el otro pie que siguió el mismo camino que el otro hasta tener los dos metidos y luego lentamente se fue agachando apoyándose en los bordes y tratando de dejarle espacio a Jinki hasta que se apoyó por completo soltando una palabrota cuando su culo, piernas y parte de su abdomen inferior estuvo con el agua cubriéndolo. -Está muy fría. -dijo soltando un pequeño escalofrío mientras veía como el mayor se metía, sus ojos yendo irremediablemente al miembro de este debido a la posición y abrió mucho sus ojos, al ver como incluso en reposo, o casi, más quiso pensar que era el agua fría, por algún extraño e invertido fenómeno quien lo tenía así, el hombre cargaba un buen asunto. Bajó su mirada hacia la suya bien oculta por su estómago y frunció levemente el ceño, más aquellos pensamientos no duraron mucho cuando el otro le tiró por los brazos y espalda una palangana de agua fría y soltó un chillido.
    -Hijo de tu... -se mordió la lengua para no continuar ya que el otro no lo había hecho a propósito y se tapó con sus brazos como si aquello le proporcionase algo de calor. -Despacito vaquero, está muy fría. -suspiró mientras empezaba a salpicarse el mismo agua para ir acostumbrándose poco a poco. -Aunque sienta bastante bien... -se relajó un poco echándose hacia atrás sintiendo varias y oportunas patadas en su estómago por lo que agarrando la mano del otro rápidamente la llevó hasta este. -¿Ves? También se está quejando. -soltó una pequeña risa soltándole una vez que sabía que el otro mantendría su mano colocada. Ahora que lo pensaba el chico solo lo había conocido embarazado, y por lo tanto pasado de peso, así que se permitió imaginar si realmente lo hubiera visto fraternalmente si supiera como era sin barriga. -¿Sabes? Aunque no lo parezca por que esto es lo único que has visto de mi... en realidad me cuido bastante, no tanto en comida, pero si me gusta mucho hacer deporte... cuando esto salga te lo mostraré. -dijo refiriéndose a su bebé, sabiendo que no venía nada a cuento su comentario, más quería enaltecerse de alguna manera a raíz de sus pensamientos.

    Se quedó a su lado solamente viéndolo comer, observando como lo hacía bastante bien, pero era normal, el chico cada vez se movería mejor cuanto más tiempo pasara luego de la administración del medicamento, más los cambios serían más notables luego de las seis horas y apenas estaban en la segunda, así que tenía tiempo. A partir de esta, ataría al chico solo por si acaso ya que tenía que estudiar su comportamiento en cada momento, si el efecto se pasaba antes o al estar más espabilado volvía esa actitud tendría que adelantar la toma. Su plato cada vez estaba más vacío y cuanto más comía su sonrisa crecía, era realmente un gusto verle comer tanto luego de apenas hacerlo debido al estado en el que había estado, más de una vez el otro le había tirado la comida cuando había tratado de dársela, haciéndola desesperar mucho, pero ahora todo volvía a estar normal, y era un alivio.
    -Muy bien, estoy muy orgullosa de ti. -dijo agarrando la bandeja, luego de que el otro la apartara y dejándola en el suelo, algo apartada al igual que la suya y lo recibió entre sus brazos. -Me alegra que te gustase. -normalmente era ella la que lo hacía debido al tamaño de ambos, pero no dejaba de ser agradable tenerlo entre sus brazos. Repartió besitos por toda la zona que quedaba más cerca de su boca mientras frotaba sus brazos y sintió un calor agradable y característico envolverle. -Yo también, te amo mucho Jungkook. -lo abrazó con más fuerza aún apoyando su cabeza contra la ajena durante varios segundos. -¿Por qué no descansas mientras yo bajo todo esto? Sabes que no me gusta dejar los platos sucios después de comer, nada más los lave subiré enseguida y podemos acostarnos un ratito. - no le importaba si el chico al final se dormía a fin y al cabo por fin conseguiría un sueño por si mismo y no solo por las drogas, así que estaría bien. Se incorporó despacio y levantando las piernas del otro lo fue recostando poco a poco y luego pasó las mantas y las sábanas por encima de él. -No tardaré nada, -ahora que había recuperado de nuevo a su precioso novio, necesitaba estar con él al menos durante un día entero, luego ya podría dejarle jugando mientras ella trabajaba. Agarrando todo lo que habían ensuciado lo bajó, aprovechando lo que ella no se había terminado y guardándolo para luego dejar todo lo sucio en el lavabo y fregarlo rápidamente intentando aprovechar todo el agua posible, que tuvieran no significaba que iba a a ser una derrochadora, seguidamente subió de nuevo, no sin asegurarse de que todas las puertas y ventanas estuvieran perfectamente cerradas y que no hubiese merodeadores por el jardín a pesar de las altas vallas, y entró en la habitación donde estaba Jungkook.

    Había sido una mini tortura el incorporarse, el dolor era bastante grande y no entendía que tan fuerte se había tenido que golpear para que este fuera tanto. Se aferró con fuerza al hombro de ese chico, sin importarle si era un desconocido, el chico podría ser un monstruo feo, queriendo ayudarle y él dado su estado se lo permitiría sin importarle nada.
    -Eso sería genial. -levantó la vista viendo los ojos lagrimosos de su hermana que miraba a su vecino y sintió que el comenzaría a llorar de manera más profunda por tenerla en ese estado. -Muchas gracias de verdad. -observó también como se inclinaba de forma rápida y luego desaparecía escaleras abajo de manera rápida.
    Un sollozo se le atravesó una vez solo mientras empezaba a bajar con cuidado, siendo ayudado por el otro y agarrándose a la maltrecha barandilla a su lado. Era un estúpido, tenía que haber tenido más cuidado, su hermana no se merecía ese tipo de disgustos al igual que el bebé sufrir tanto como tal vez lo estaba haciendo. Sabía que no todo había sido su culpa, que el suelo mojado también habría sido un grave problema, más le era irremediable no culparse por ello.
    -Tendría que haber tenido más cuidado... -sollozó sintiendo que su ojos se nublaban por lo que se forzó a aclararlos para no terminar por caerse por segunda vez. -Si algo le pasa al bebé... nunca podré perdonármelo... -más que para Jinki, eran palabras para si mismo, pues no era capaz de no autotorturarse de esa manera. Había sido un descuidado, ya que tendría que haber tenido el doble de precaución debido al suelo.
    Soltó pequeños jadeos a medida que bajaban los escalones. sintiendo un pinchazo cada vez que sus dos pies se apoyaban en cada escalón que les quedaba hasta que llegaron al rellano y suspiró de alivio por ya no tener que bajar más escalones aunque sabía que ahora les quedaba un pequeño trecho hasta que pudiera sentarse. Escuchó unos pitidos de un claxon de coche sabiendo que seguramente eran los de su hermana aunque dudaba que fuera para meterles prisa, solo para avisarles. Se sentía cansado del esfuerzo y el dolo por lo que por un segundo sus piernas fallaron y cayó levemente hacia abajo.
  15. .
    Abrió mucho sus ojos con sorpresa ante aquella revelación, no había visto a ese tipo en muchas ocasiones ni se había fijado en el aspecto de este, así que no podía deducir si el hombre tenían pinta de vender o consumir mucho de ese material, pero bueno, no lo consideraba un vicio problemático, hasta él mismo había visto muchas películas para ponerse a punto y aunque ya las había tirado, había tenido revistas guardadas bajo la cama, más con la llegada de su hermana y lo inquieta que esta era, se había deshecho de ellas para no acabar teniendo una conversación vergonzosa. Sin que el sonrojo de Jinki hubiera pasado desapercibido para él se permitió imaginar al mayor mirando una de esas películas u ojeando alguna de esas revistas, a decir verdad era algo que no le pegaba para nada y por su forma de reaccionar, dudaba mucho que fuera una práctica que llevara a cabo. El pensamiento de si tal vez Jinki era completamente gay llegó a su cabeza, aunque lo había asumido por las miradas, ahora que tenían esa relación, más bien fraternal para su desgracia, no parecía el tipo de hombre que estaría con otro hombre, si no el que tendría una bonita novia con la que esperase casarse algún día. Se recriminó no haberle preguntado, más al mismo tiempo tampoco quería saber por lo que quitando esos pensamientos de su cabeza, fue hacia el armario donde el mayor guardaba las toallas.
    -Tráete entonces alguna ya que vas. -bromeó pues sabía que el chico no iba por gusto al otro apartamento y fue hacia el cuarto de baño colocando las toallas encima del retrete y luego se asomó a la bañera viendo el enorme bidón volcado sobre esta con el agua cayendo. Observando el grifo le dio un pequeño golpecito asegurándose de que no goteaba y cayendo en la cuenta de que tendría que haber colocado algo debajo ya que de haber salido alguna gotita habría contaminado todo el agua, más tenía un bebé alimentándose de él, no podía pensar siempre de forma tan rápida como normalmente. La voz de Jinki sonó a su espalda y se asomó asintiendo.
    -Si, así es suficiente, podemos usar una palangana para echarnos el agua por encima y así enjuagarnos, luego podemos reciclar el agua en el retrete y no tener que usar de la buena. -dijo sonriendo mientras se separaba de la bañera y llevando sus manos hasta su camiseta se la quitó con algo de esfuerzo descalzándose y bajándose el pantalón del pijama con goma. -Tal vez también podamos aprovecharla para lavar la ropa, o sea se que no es muy higiénico si ya nos bañamos nosotros en ella, pero peor no va a oler de lo que ya huele. -rió mientras se acercaba la zona de la axila a la nariz y luego fruncía la nariz dejándola caer al suelo. Se quitó el pantalón apartándolo con el pie y acercándose al agua metió su mano viendo como esta estaba tan fría como se había imaginado. -Habrá que hacerlo rápido, así que no vamos a disfrutar mucho, pero valdrá la pena. -se giró hacia el mayor dándose cuenta de cierto detalle y frunció el ceño. -¿A qué esperas, quieres que te desnude yo? -le preguntó claramente en broma, aunque utilizó esa voz de cuando quería coquetear que muchas veces le salía sola al ver a Jinki aún con la ropa puesta. Con lavar la ropa me refería a, luego de nosotros, no con nosotros. -volvió a bromear sintiendo que se estaba viniendo muy arriba por lo que se detuvo y se bajó la ropa interior apartándola también con el pie ya más que listo para meterse, más esperando a Jinki pues necesitaría ayuda.

    No pudo evitar soltar una risa sintiéndose avergonzada ante las palabras del otro, más no avergonzada de forma mala, le encantaba poder compartir ese tipo de momentos junto al chico. Asintió aún entre risas a que el otro podía, más iba a estar bien atenta y hundió su cubierto en su propia comida para comerla cuando el menor la distrajo queriendo darle una cucharada. Hizo un pequeño puchero ya que a ella mezclar comidas era otra cosa que no le iba, más abrió su boca y aceptó gustosa el chocolate lamiéndose el labio inferior al sentir que quedaban rastros de este y sonrió.
    -Está muy bueno cariño. -se acercó ella también para recibir el besito, sin querer que el otro hiciera muchos esfuerzos y acabara cayéndose hacia delante y dio un pequeño brinquito al sentir la lengua del otro pasar de forma seguida. -Alguien tiene muchas ganas de jugar. -le pinchó en su costado de forma divertida. Lo dejó seguir comiendo aceptando las cucharadas que el otro a veces le daba de manera ocasional sintiendo como tanto el sabor de su comida como el del chocolate no eral del todo de su agrado, más se aguantó para no ofender al menor. -Así es cariño, ambos nos cuidamos. -pasó una mano por su cabello acariciándolo y dejando ya de lado su comida, pues siempre se llenaba demasiado pronto vio como el menor terminaba su copa por lo que quitándole el envase viendo como faltaba rebañarlo un poco, lo hizo rápidamente y le colocó el cubierto en su mano para que el se la terminara cogiendo la bandeja con la comida principal y dejándola encima de las piernas del otro. -Ahora tienes que comerte todo esto, ¿vale? -le encantaba la burbuja que tenían y no quería amargarle contándole todo lo que tenía que decirle, por lo que intentaría retrasar todo lo que pudiera aquello

    No quería que la mayor se marchara, necesitaba incorporarse y mirar que no tuviera nada malo, que su vientre no hubiera sufrido cambios a antes de la caída, pero la chica fue rápida, demasiado rápida. Soltó varios quejidos sintiendo como las lágrimas inundaban su vientre. Sentía que había fallado de alguna manera. Lo único que tenía que hacer era cuidar de si mismo y de la pequeña vida que crecía en su interior, el amor podía esperar, solo tenía que manterla a salvo y él se caía de una manera tan estúpida. Quería chillar de la frustración consigo mismo. Podría no querer a su hijo o hija aún no nacidos tanto como debería, incluso la idea de abortar y de la adopción hubieran pasado duramente por su cabeza, pero ahora que estaba tan desarrollado y que se había hecho una idea, era hasta cruel el solo pensar en que lo perdería. Intentó moverse para incorporarse de nuevo, sintiendo como el dolor y su propio peso se lo impedía, cuando una voz llamó su atención y levantó rápidamente la cabeza viendo a ese chico, ese que tanto había mirado y que tanto le había mirado, hasta que la vista de este se había desviado a cierta zona de su cuerpo con más asombro del que debería y había detenido el contacto visual. Tenía que admitir que de cierta forma le había gustado hasta ese entonces, luego se había sentido sumamente desilusionado hasta que se había esforzado en poner su máscara de indiferencia. Tenía que acostumbrarse a que ahora esa sería la mirada que los hombres le dirigieran y más cuando el bebé saliera.
    Quiso gritarle lo evidente, pues aunque con su hermana tenía paciencia, no con un desconocido, pero se forzó a no hacerlo, el chico estaba siendo amable, podría simplemente haber pasado de largo, pero no lo había hecho. Negó ante su pregunta de ponerse de pie, ya que no era capaz de hacerlo, el dolor en su abdomen era fuerte, y por un segundo se esforzó en sentir si algo se deslizaba de su interior, más no sentía nada y eso de cierta forma era un alivio, al menos de momento. Su broma no llegó a surtir el efecto que el otro esperaba que sucediera y negó la cabeza.
    -No me he... dado en la espalda... caí de lado... pero me he... me he golpeado en el vientre. -soltó un sollozo mientras se aferraba al otro necesitando agarrar algo y así lo hizo. -Mi bebé... -llevó la mano con la que no se sujetaba a Jinki a su barriga y volvió a sollozar. Casi al mismo tiempo escuchó el sonido de la puerta cerrándose con fuerza y seguidamente unos pasos.
    -¡Hyungnim ya estoy! -escuchó el grito de su hermana mientras bajaba las escaleras y levantó la vista viendo como observaba a Jinki durante un par de segundos antes de acercarse a ellos. -Gra-gracias por tu ayuda... -sentía el nerviosismo de la chica hasta aquí el cual seguramente sería como el suyo. -¿Po-podrías bajarlo? Voy a acercar el coche todo lo que pueda a la entrada y así podré llevarlo rápidamente al hospital... por favor... te-te lo compensaré... vivimos ahí... -vio como señalaba el piso de ambos y de forma seguida la vio acercándose a él sintiendo un fuerte beso en sus labios de la mayor. -Tranquilo Jjong, ¿vale? Todo va a salir bien. -asintió a la chica viendo como se colocaba a su lado. -Vamos a levantarle y... luego bajaré corriendo a arrancar el coche. -le dijo a Jinki y ya sabiendo lo que pasaría se aferró a cada uno sintiendo como un fuerte tirón sacudía su abdomen lo cual le sacó un pequeño grito mientras iba acomodando sus pies en el suelo manteniéndose por suerte.
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