Nombre: Paul Barret

Edad: 15

Ocupación: estudiante

S/s/u: seme

Nacionalidad: francesa

Historia: tenía una hermanita con capacidades especiales, solía cuidarla con mucho cariño, negándose a que contrataran a una enfermera o a que la metieran a algún instituto, técnicamente él era el único que la cuidaba porque sus padres no tenían tiempo, pero ni los más cariñosos cuidados pudieron evitar que muriera, deceso que desencadeno una serie de conflictos entre los padres de Paul que terminaron divorciándose, todo eso lo dejó muy lastimado, de ahí en adelante se volvió una persona distraída porque con todo lo que sufrió llegó a la conclusión de que nada merecía su total atención. Paul se fue a vivir con su padre quien dos años después volvió a casarse con una publicista inglesa, lo cual lo llevo a mudarse a Inglaterra.
Personalidad: no lo parece, pero a pesar de ser tan joven, es una persona, efusiva, muy madura y responsable, de ideas profundas y muy sensibles. Gusta hacer las cosas a su ritmo, pero no es algo que todos sepan pues desde la muerte de su hermana desarrolló un extraño déficit de atención, es como si su concentración tuviera límite por día y cuando se agota (lo cual sucede muy rápido) se torna hiperactivo y travieso y no considera las cosas antes de hacerlas o decirlas.

No importa que tan ordenado este un lugar, él lo deja desordenado en un abrir y cerrar de ojos, no es porque sea desordenado, sólo le agrada poner en aprietos a todos. Le agrada armar trifulcas (como hacer guerras de comida, saltarse clases, etc) desobedecer las órdenes y reglas del colegio, porque no le agrada la presión.

Gustos:
-Las naranjas.
-Clima cálido
-Hacer travesuras
-Animales de granja

Disgustos:
-Días lluviosos.
-Demasiado silencio.
-Lugares extremadamente altos.

Extras:
-Hace sonidos graciosos y molestos con la boca dependiendo de su estado de ánimo
-Colecciona cosas
-Luego de la muerte de su hermana decidió que sí volvía a encontrar a alguien tan especial como ella, le daría su atención y cuidaría de esa persona con toda su fuerza y cariño

Aspecto

Nombre: David Troncan

Edad: 15 años

Ocupación: estudiante

S/s/u: malditamente uke (?

Nacionalidad: desconocida

Historia: No se sabe muy bien donde nació, solo se sabe que apareció en un hospital vendado todo su cuerpo y en especial su cabeza, el no recuerda nada de su pasado solo vagos recuerdos lo cuales eran ver sangre manchando todo el suelo hasta llegar a sus pequeños pies, gritos y un horrible olor a muerte luego su mente se bloqueaba. En unos meses el fue a parar en un orfanato donde conoció a un niño y una niña. el niño ademas de ser mayor, llenaba sus días de emoción y la niña le llenaba la vida de inocencia, algo que el ya no tenia, ambos niños eran como hermanos y se cuidaban. Un dia un hombre los adopto, lo que parecía felicidad termino siendo horribles dias de abusos tanto físicos como verbal, el tiempo fue pasando y las torturas empeorando hasta el punto de manosear a los menores, el niño y la niña siempre lo defendían a David pero hubo un momento en donde no pudieron y les fue mal a los tres por igual, una mujer que pasaba por unas oscuras calles vio a David acostado en el suelo piso con sus ojos perdidos y sin brillo mirando la nada parecía estar bloqueado , sus manos estaban manchadas con sangre al igual que su ropa, ella se lo llevo a su casa, en donde su esposo no lo acepto al verlo todo sucio pero luego de que estuviera limpio, ese niñato se había convertido en su obsesión porque se parecía a su primer amor y ese niño se le hacia conocido. Personalidad: Es muy serio para su edad, es casi inexpresivo y quien lo culparía, es distante y frió con las personas, pero aun así saca grandes temas de conversación con sus compañeros solo que cuando se cansa deja de hablar y es dificil sacarle de nuevo algun tema. Cuando esta con su "prima" Sofi es completamente diferente, la inocencia y ternura que ella tiene le derriten el corazón, aunque el no lo aparenta tiene aun una inocencia que ninguno podria quitarle. Cada vez que ve a un perro tiende a tener una personalidad muy diferente y cuando ve que se acerca un parque de diversiones actua como todo un niño que es. Es alguien muy sumiso y timido pero tambien tiene un gran espiritu y es fuerte aunque no lo aparente.

Gustos:
-El chocolate
-El frió
-La lluvia
-Los perros
-Los parques de diversiones

Disgustos:
-El calor
-Lo amargo
-La soledad

Extras:
-Su nueva mamá planea casarlo con su sobrina Sofi
-Tiene un diario
-Su mente se bloquea cada vez que siente que esta en peligro o cuando lo lastiman y olvida todo durante ese bloqueo

Apariencia:

Respirando hondo, me aferraba a mis frazadas resistiéndome a la idea de levantarme; debía hacerlo, pero mi cuerpo seguía agotado por todos los cambios que mi vida acababa de pasar. Esas cuestiones me tenían harto y llegaron todas de pronto y al mismo tiempo.
Todo comenzó con una boda, en la que por obligación tuve que involucrarme, luego le siguió la luna de miel a la que mi padre insistió en llevarme y por último la radical decisión de un nuevo comienzo, en el pueblo natal de la nueva esposa de papá.
Nada de esto fue sencillo para mí, era más presión de la que nunca estaba dispuesto a soportar, pero yo lo entendía, sabía que había escogido rehacer su vida con una buena mujer y se veía tan feliz que hice una excepción. Incluso entendía por qué me obligo a venir con él, pero…. ¿por qué no respeto mi decisión? Sus crisis eran peligrosas y violentas, lo acepto, pero si pude cuidar tanto tiempo de Daphne por mi cuenta, pude haber hecho lo mismo por mamá, pude haberla ayudado a superar al fin la muerte de mi hermana y tal vez hubiera conseguido que se arrepintiera de la idea de no volver a vernos a papá y a mí.
Entonces tocaron enérgicamente a la puerta y me despabilaron.
-Despierta dormilón, ya ésta el desayuno- dijo mi padre con cariño.
-En un momento voy….- exprese cansado.
Bostece y me levante con gran esfuerzo; caminé descalzo hasta la ventana y abrí las cortinas. La luz ilumino mi cuarto, dejando ver lo ordenado que estaba, ante eso, sonreí con sorna me dirigí al armario y lanzando por doquier las prendas que ahí se encontraban, busqué mi uniforme.
Fui al baño y me di una ducha sin premura, al salir dejé la bata húmeda en el suelo y me puse la ropa seleccionada.
Un blazer verde oscuro, con camisa blanca, pantalón negro, zapatos del mismo color y corbata con rayas de color gris. Indumentaria que no me agradaba del todo porque no combinaba con mi piel bronceada por las playas soleadas de Biarritz.
Cuando estaba por salir de mi habitación, me encontré con mi padre, que justamente había ido a recordarme la hora.
-Hijo, ¿podrías apresurart….? –quedó impactado con el desorden y yo baje corriendo las escaleras.
Llegué a la cocina y me senté a la mesa, donde me esperaban un tazón de cereal con jugo de naranja.
-Buenos días, ¿dormiste bien?- me saludo mi madrastra, depositando dos tazas de café en la mesa.
-Buen día Berenice y creo que no.
Esperamos un momento a que mi padre llegara y comenzamos a desayunar, ellos me hablaron con emoción de mi nuevo colegio y después de negarme a ser acompañado, me indicaron donde quedaba y que debía salir ya mismo para llegar a tiempo yendo a pie.
Nos despedimos de manera muy efusiva, abrí la puerta principal y lo primero que pude sentir fue una agradable brisa fresca en mi rostro.
Entonces comencé a caminar a través de las amplias calles de Bibury, un pueblo tranquilo y pintoresco de casas grises y medianas embellecidas con musgo que conservaban la arquitectura del siglo pasado, rebosante de zonas verdes y floridas, que te daban la sensación de estar caminando en una postal, parecía un lugar tan hogareño, contrastaba totalmente con la despampanante y siempre activa Biarritz.
Este pueblo te daba una sensación tan familiar y cómoda que con seguridad no tardaría en acostumbrarme.
En mi distracción me tomó media hora llegar….sí llegué tarde mi primer día de clases.
Por supuesto fui reprendido en dirección, empero por ser la primera vez, me dejaron ingresar a clases.
Ingrese en medio de la clase de gramática, la profesora revisó su lista y me presentó:
-Jóvenes, hoy se nos une un nuevo alumno, su nombre es Paul Barret –se dirigió a mí- ¿tienes algo que decir a tus compañeros?
Negué con la cabeza.
-De acuerdo -le hablo a sus estudiantes- espero que lo hagan sentir bienvenido y Barret puedes sentarte….-busco con la mirada un pupitre vacío- a lado de Troncan.
Asentí y me dirigí a la última fila, saqué un cuaderno e intenté prestar atención a la lección, pero no pude y comencé a hacer garabatos en el cuaderno ignorando que debíamos sacar apuntes para un examen que vendría después del recreo.


Me encontraba acostado sin hacer ningún movimiento solo estaba acostado mientras escuchaba a mis "padres" hablar entre ellos de mi...pero hablaban bien...se que uno es honesto y el otro mentiroso, voltee mirando la pared y para cuando menos me di cuenta escuche a alguien entrar a mi habitación, con miedo me agarre la almohada como si pudiera protegerme de lo que estaba temiendo pero me alivie a escuchar el sonido de tacones que entraban despacio intentado no "despertarme".

-Hola cielo como te encuentras?- me pregunto mi "madre" quitando las frazadas de mi cuerpo -acaso tienes fiebre?- me pregunto preocupada tocando con su mano mi frente suavemente, aparte con delicadeza su mano, ella me miro confundida pero sonrió al ver que llevaba su mano en mi mejilla.

-Estoy bien...no te preocupes...madre...- dije con una sonrisa, ella se sorprendió pero se puso feliz al escucharme decirle madre

-bueno levantarte y a comer -comento antes de pararse y besarme la frente para después irse a cocinar dando saltitos...

Me levante sin chistar y me fui al baño donde me lave la cara y los dientes para luego colocarme mi uniforme...en eso sentí que alguien había entrado de nuevo a mi habitación pero este ya se quien era, antes de que me diera cuenta ya estaba en el suelo con mi "padre" arriba mio, quise quitármelo de enésima pero recibí un golpee en mi abdomen haciendo que soltara algunas lagrimas por el dolor y él aprovecho a lamer las lagrimas de mis mejillas...esto es asqueroso... tuve que soportarlo algunos segundos cuando escuche a mi salvación llamarme dulcemente desde la cocina, me levante y corrí hacia la cocina donde estaba mi madre junto con una niña quien era su sobrina se llama Sofi quien al verme corrio a abrazarme pero yo no lo acepte pero tampoco me aleje me quede ahí no porque no me agradara si no porque vi al hombre de hace rato mirándome con una rara sonrisa.

-que pasa?- pregunto con inocencia viéndome con un puchero

-solo estoy mareado...nada grave- le respondí viendo el suelo

-bueno basta de charlas y a comer- grito mi madre con una sonrisa, los cuatros nos sentamos y comenzamos a comer en vez en cuando sentí la mirada de mi y ya sabia quien era pero solo lo ignore, al terminar de comer, mi madre me abrazo a mi y a su sobrina -adiós pequeños- se despidió de nosotros. Comenzamos a caminar hacia la escuela pasando por todo el hermoso paisaje y lindas casas....sin duda adoro este lugar es muy bello y único...sin duda es la segunda cosa que adoro, Sofi me miraba con una linda sonrisa en todo el camino preguntándome cosas las cuales trataba de contestarle.

Al llegar entramos a la escuela ella iba aun grado inferior al mio, entre al aula donde ya habían llegado algunos alumnos, camine hacia la parte de atrás donde me senté en el ultimo pupitre esperando a la profesora la cual nos enseñaba gramática no tardo mucho en llegar junto con los que faltaban, comenzó a explicarnos pero yo no preste atención y eso era muy raro, solo me quede mirando la ventana, no tenia ánimos de nada solo quería estar en mi cama...de repente escuche a la profesora decir que había venido un nuevo alumno llamado Paul Barret y se sentaría a mi lado...esto es mas raro...nadie se a sentado conmigo desde el comienzo de clases...él se sentó a mi lado y saco su cuaderno pero no escribía nada de lo que decía la profesora solo hacia garabatos en su cuaderno.

-hey te recomiendo que prestes atención si quieres aprobar- le advertí fríamente pero sin mirarlo mientras prestaba atención a la profesora.

Los segundos me parecían eternos, me era difícil de creer, no habían pasado ni diez minutos y ya estaba muriendo de aburrimiento. En esa aula todos los alumnos eran tan disciplinados….demasiado, tanto que me resultaba sospechoso. ¡Rayos! Incluso el colegio de este pueblo es tranquilo; eso me hizo recordar mi anterior secundaria, ahí había un buen grado de bulla, el suficiente como para tener presente que no somos un montón de robots, no como aquí.
Comenzaba a inquietarme, era demasiado silencio.
Juraría que todo se hacía más lento a mi alrededor. De pronto el tic tac del reloj en la pared se hizo profundo y resonó en mí cabeza de una manera lenta y agobiante, podía escuchar el sonido de los bolígrafos y lápices de mis compañeros mientras escribían, un sonido menudo y desesperante, pero eso era poco comparado con el de la tiza deslizándose sobre el pizarrón de una manera escabrosa que me causaba escalofríos. ¡¿Qué les pasa?! En pleno siglo XXI ¿y todavía usan tizas y pizarras? Cámbienlas por pizarras acrílicas y marcadores de agua ¡por favor!
Cada persona es mundo y ciertamente ese era mi caso. A veces no conseguía entender que pasaba por mí cabeza y que era lo que me llevaba a perder el tiempo, a no hacer lo que debía y a quejarme por todo y por nada….así debe sentirse ser mujer.
Si esto sigue así ¡voy a morder a alguien!
Estaba por empezar a morder mi lápiz cuando me di cuenta de que alguien me hablaba. Su voz era suave e impersonal, no me miró mientras me amonestaba por no prestar atención.
No pude evitar pensar que era interesante, yo no suelo darme cuenta de muchas cosas y nunca le doy toda mi atención a nada, pero él me brindo unos segundos de su tiempo.
Hice caso omiso a su recomendación, pero le agradecí con una sonrisa.
Momentos después sonó la campana y mis compañeros comenzaron a reír y hablar como si hubieran estado bajo un hechizo que se rompió al sonar el timbre del receso; aquello me reconfortó, no eran robots.
Estiré los brazos sosegado y vi que varios de mis compañeros se acercaban a hablarme. Un chico más alto que yo de pelo castaño, otro de pelo rojizo y un par de gemelas peli plateadas que se presentaron en ese orden.
-Hola, te llamas Paul ¿verdad? Yo soy Gerhard y ellos son Donovan, Irina e Irma.
El primero me saludo con un gesto educado y las dos gemelas en seguida comenzaron a hacerme preguntas.
-No pareces de por aquí.
-Sí ¿de dónde eres?
-Vengo de Francia, exactamente de la ciudad de Biarritz.
-¿Dónde queda eso?- pregunto Gerhard.
-En la costa vasca.
-Eso explica tu bronceado- mencionó Donovan a lo que las gemelas rieron.
Les respondí afable, pero no estaba concentrado en ellos, sino en el muchacho que se sentaba a mí lado y que acababa de salir.
-¿Quieres ir a la cafetería con nosotros?- me propuso Gerhard.
-Me agrada la idea, pero tengo unos asuntos que resolver en dirección, los veo luego.
Salí rápido y lo busqué por los pasillos y lo encontré de camino a uno de los jardines.
-¡Espera! -tomé un momento para recuperar el aliento y continué- gracias por lo de hace rato, sé soy muy distraído y que no te hice caso cuando me dijiste que atendiera la lección y no quiero que creas que te hablo sólo por interés pero quería saber si me podías indicar algunas cosas acerca del tema que nos van a evaluar, porque aunque sea nuevo seguro no me perdonaran la prueba, te aseguro que esta vez sí prestaré atención….¿s'il vous plaît?

En todo el momento preste toda mi atención al profesora y anotaba todo lo que escribía o explicaba, todos mis compañeros parecía que estaban en sus mentes...porque no prestan atención? me pregunte mentalmente...se que algunos si lo hacen pero la mayoría son holgazanees y no hacen nada, yo algunas veces veía afuera de la ventana pero rápidamente volvía mi vista a la pizarra. Todo se encontraba en silencio y eso era lo que más me gustaba del aula, solo se escuchaba a la profesora hablar explicándonos su materia

No se cuanto tiempo habrá pasado ya desde que Paul me había sonreído pero después había tocado la campana y de repente se escucharon voces en todo el aula, vi que algunos se levantaban a hablar con otros y algunos solo se destinaban a molestar a los demás...odio el ruido...hubiera preferido que se callaran, vi que algunos de mis compañeros se acercaron al nuevo y le preguntaba cosas las cuales no preste atención ya que solo digne a pararme y salir caminado como si nada...debía encontrar a Sofi que de seguro estará con esas niñas que me acosan cuando me ven....suspire al recordarlas... estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me había cuenta que me seguían hasta que escuche a alguien atrás mio, me di la vuelta y me sorprendí a ver que era Paul y se notaba cansado pero después comenzó a hablar.

-no te preocupes...casi nadie me hace caso así que no pasa nada...- dije seriamente mientras pensaba ¿como que por interés? -mmm...- no sabia que decir...no estoy acostumbrado a esto...pero tal vez él si lo necesite... -claro que puedo...si es verdad...ya ayudare solo si prometes prestar atención y a no distraerte por nada- le advertí viendo el suelo pero antes de que me respondiera le pregunte -que cosa se te hace difícil de entender?- le pregunte mirándolo mientras caminaba hacia la cafetería ya que es ese el primer lugar donde se encontraría Sofi y ademas de que si le tengo que explicar algo por lo menos le explicare en un lugar cómodo.


Debo decir que me sentí intimidado por la seriedad que demostraba, pero lo olvide en cuanto empezó a hablarme con más soltura. Me extraño aquello de “casi nadie me hace caso” pero lo dejé pasar y mientras nos dirigíamos a la cafetería agradecí su ayuda con un efusivo abrazo.
-Muchas gracias, tendrás todo lo que me queda de atención por hoy –me separé de él y lleve una mano a mi mentón pensativo- a decir verdad es todo, llegué tarde y luego no pude concentrarme, aunque podríamos empezar con concordancia de polaridad.
El resto del camino preferí guardar silencio, al fin y al cabo acabamos de conocernos y no lo quería atosigar.
Mientras caminábamos me fije en lo moderno de la institución y en que tenía un tamaño considerable, rodeado de espacios verdes, algo que parecía abundar mucho en Bibury.
El edificio parecía haber sido restaurado repetidas veces de tal forma que su arquitectura clásica, se vio invadida por toques de racionalismo.
Mi mirada se paseaba por todos lados con curiosidad, pero me abstuve de seguir en esa distracción, debido a que acorde dedicarle todo lo que me quedaba de atención.
Entonces me tape los ojos y me apoye en su hombro para ya no distraerme.
-Lo siento pero acorde no darle mi atención a nada o a nadie más que a ti y esta es la única forma y no es broma.
Nos detuvimos, volví a abrir los ojos y me agrado ver una escena familiar en medio de todos los cambios bruscos que me acontecían. Esta cafetería no era tan distinta a la de mí anterior colegio, bueno, tal vez sólo en el menú.
Entonces se nos acercaron unas encantadoras chiquillas, que parecían conocer a mí compañero, lo trataban con un cariño bastante empalagoso que se vio dirigido a mí en cuanto me vieron, me saludaron y comenzaron a hacerme preguntas que no pude responder más que con una sonrisa y unas leves risas.
-Petites dames, no creo poder responderles ahora, ¿cómo lo explico? Toda mi atención ahora la tiene él -reí nervioso- pero vuelven a preguntar más tarde y con gusto les responderé. De momento tenemos que estudiar; si nos dejan solos, mañana me convertiré en su corcel y les daré un paseo en mi espalda por el jardín ¿qué dicen?
Me miraron con recelo un momento, pero al fin aceptaron.
-¿Son tus hermanitas?- pregunte con melancolía mientras buscábamos un lugar.

Estaba esperando a que me contestara pero en eso sentí sus brazos al rededor de mi cuerpo, me sorprendí y lo primero que pensé fue en alejarlo de mi...pero no se como le correspondí el abrazo...lo escuchaba agradecerme.

-de nada...y es bueno tener tu atención....-dije un poco confundido mientras sentía que se alejaba de mi para después comenzamos a seguir caminando -claro...bueno comenzamos que...- estaba por comenzar a explicarle todo cuando note que estaba mirando todos los lados...debe ser que le gusta el lugar...o lo compara con su antigua escuela...todo puede ser pensé mirándolo un poco enojado por no prestarme atención pero suavice mi mirada al oírlo disculparse mientras se tapaba los ojos y se apoyaba en mi hombro -n-no te preocupes- dije levemente sonrojado mirando hacia otro lado al oírlo decir eso, al llegar nos detuvimos.

Volvimos a caminar cuando escuche los gritos de...suspire antes de levantar la mirada y encontrándome con cinco pares de ojos, unos ojos esmeraldas, negros, celestes y dos pares de ojos amarillos...supe que era Sofi y sus amigas quienes comenzaron a decirme cosas "lindas" y me abrazaban realmente no las entiendo...o no quiero entenderlas?...

-Hola Sofi...Mariana...Celia...Martina y Susan- dije despeinando los cabellos rubios y rizados de Sofi quien me miro con esos grandes ojos esmeraldas junto con una sonrisa tierna.

-Hola David- dijeron las cuatros niñas, la primera ( Mariana) tenia su pelo hasta los hombros y era de color negro junto con sus ojos celestes, la segunda (Celia) tenia sus ojos negros y su pelo hasta la cintura de color castaño, la tercera y la cuarta (Martina y Susan) tenían unos ojos amarillos muy raros y una tenia su pelo hasta la mitad de su espaldas y la otra hasta las caderas amvas tenian el mismo color marrón en sus pelos...abas no eran hermanas ni nada parecido...pero se parecían en algo.

Las cuatros niñas me hablaban de muchas cosas cuando miraron a mi compañero y se acercaron hasta él haciéndole muchas preguntas que no se de donde la sacan, mientras que Sofi mi fiel seguidora se quedo conmigo....aunque pesándolo bien puedo aprovechar a correr o esconderme antes de que se den cuenta...pero escuche hablar a mi compañero voltee a mirarlo mientras lo escuchaba.

El les hablaba, me sentí un poco incomodo al escucharlo decir que voy a tener toda su atención pero ignore el comentario y seguí escuchando admito que sonó tierno lo que dijo sobre que se convertiría en corcel y las llevaría a pasear por su espalda...ya me lo imaginaba...ellas asintieron un poco y se acercaron a mi otra vez, en eso escuche a Paul preguntar si eran mi hermanitas pero al decir eso note algo diferente en él admito que me sentí un poco mal al oírlo así.

-no...no lo son...son solo amigas mías...- dije cortante antes de mirar a las pequeñas -bueno creo que es mejor que se vayan y disfruten el recreo...- dije seriamente mirando como se escondían una tras la otra menos Sofi ella se quedo mirándome extrañada -por favor...-le susurre dulcemente, ella asintió con una sonrisa y se fue con sus amigas. Comenzamos a buscar algún lugar disponible hasta que encontré uno -vamos- dije tomando su mano tímidamente y lo guié hasta una mesa donde no había nadie.


Las mujeres son seres sorprendentes, cada una tiene detalles irrepetibles y al mismo tiempo con esa individualidad tan maravillosa que las caracteriza, pueden recordarte un multitud de situaciones, sentimientos y por supuesto personas. Podía ver reflejada a mí amada Daphne en las risas y la alegría de aquellas pequeñas….sin duda este tipo Troncan era afortunado; si bien no eran sus hermanitas, se podía percibir un cariño que lo aparentaba ¿qué no daría yo por tener unas amiguitas así?
Estaba a punto de ponerme sentimental, cuando tomando mí mano Troncan me llevo a un lugar alejado. Lo hizo con suavidad casi sin tocarme, apenas rozando mis dedos.
Por lo imprevisto y espontáneo de la situación no pude evitar sonreír mientras era llevado a través del salón.
La gran estancia que tenía por función ser la cafetería constaba de grandes ventanales que daban vista al patio, permitiendo proveer de luz natural el ambiente resaltando el blanco de las mesas y sillas, donde los alumnos compartían la merienda.
Me alegraba estar en un lugar así, seguro había mucha gente interesante y podría hacer más amigos, lo que haría más llevadera mi estancia en la tranquila Bibury. Entonces llegamos a una mesa alejada y espaciosa, demasiado para nosotros dos, por lo cual me estreché a él y lo escuche con atención mirándolo fijamente.
Transmitía tranquilidad a pesar de que en su mirada parecía haber cierta inquietud. Llevaba lentes de montura oscura sobre sus ojos grises. Grises como las nubes de un día lluvioso; tenía el pelo corto y de color castaño con algunos mechones cayendo sobre su rostro fino de piel pálida y tersa.
Con mi mano derecha aparte de su frente los cabellos que le cubrían la frente y acaricié con la yema de mis dedos las hebras ligeras y sedosas….era hermoso.
-Soy un desastre siempre encuentro la forma de distraerme- dije dando un suspiro.

Al llegar a la mesa...la cual estaba alejada de las demás y eso me gustaba mucho..., me senté, él se sentó al lado mio, comencé a explicarle todo lo que tenia que saber para el examen...espero que esta mini explicación le ayude a recordar lo mas importante y que seguro estará en el examen...solo era poco ya que le resumía en pocas palabras pero importantes todo lo que había explicado la profesora...

No se como hacia esto...le estaba explicando mientras mi mente estaba en otro lugar ajeno a la realidad...pensaba en todo y en nada, pensaba en Sofi y en las locas que tiene como amigas...aunque cada vez que van a la casa me hacen reír y son amable..., pensaba en que estarán haciendo mis verdaderos padres y otras cosas sin importancia pero otras con importancia...

Paul me trajo a la realidad cuando con su mano aparto los mechones de mi cabello que estaban en mi frente ni siquiera me había dado cuenta, levante mi mirada al escucharlo decir que era un desastre ya que siempre encuentra una forma de distraerse, yo asentí cuando dijo eso dándole la razón

-si...pero no te preocupes...bueno eso es todo lo que tienes que sabes- comente severamente antes de alejarme un poco de él...no me gusta que las personas se acerquen con tanta confianza a mi sin ni siquiera conocerme...

Voltee a mirarlo para decirle algo más pero me perdí en esos ojos tan claros...tan bonitos....pero que estoy pensando me regañe a mi mismo mentalmente para después bajar mi mirada hacia la mesa para que no notara mi leve sonrojo

-bueno parece que ya sabes algo...no? necesitaras más ayuda en algo ?- pregunte nerviosamente jugando con mis dedos, esperando su respuesta...

En eso se me acerco un compañero de nuestro aula se llama Luis un chico de cabellos negros alborotados, piel blanca, mirada de cachorro y unos ojos azules...admito que con él me sentía un poco mas cómodo que con los demás..se nos acerco y se sentó al medio de Paul y yo mientras comenzaba a hablarnos

-hola..un gusto mi nombre es Luis- se presento Luis mirando a Paul con una sonrisa antes de comenzar a hablarme de que si quería que valla a su casa a jugar o si quería que vallamos a pasear pero en eso le di una mirada indirecta para que sepa que hay un chico rubio de unos lindos ojos a su lado, él entendió y comenzó a hablarle a Paul aunque a mi no me molestaba ser dejado de lado...me disculpe y me pare para luego irme lentamente hacia ningún lado aparente.

¿Cómo podía distraerme de algo tan importante como la gramática? Escuchar esa explicación corta pero sustanciosa, me hizo sentir algo culpable. Es un estudio imprescindible, mejora la comunicación entre las personas a partir de un mejor uso del idioma ¿cuántas veces uno se encuentra sin saber qué decir en el momento adecuado?
Yo dejé al descubierto mi error y él me dio la razón mientras se alejaba con disimulo, ¿lo moleste sin darme cuenta? ¿Es porque me acerqué demasiado? ¿¡Y qué si fue así!? Él me tomó de la mano ¿o no?
Debí ser más precavido, pero como cualquier otra persona tengo esos defectos de los cuales no soy consciente a menos de que me lo hagan notar, misma circunstancia que se presenta cuando el improperio ya ha sido hecho; eso me fastidia, ¡así soy yo! ¿Qué puedo hacer?
Pensando en eso me di cuenta de que me miraba; era la primera vez que realmente lo hacía pues hasta ahora se había limitado a verme, pero sin enfocarse en mí y se sonrojo.
Con un rostro tan níveo, era imposible estar equivocado y el que bajara la mirada jugueteando nervioso con sus manos al preguntarme si necesitaba algo más lo aseveró….yo lo estaba incomodando.
Luego dije para mis adentros: ¡al diablo la gramática! lo que en verdad cuenta es el lenguaje corporal; un gesto, un movimiento pueden desmentir una palabra y dejar en claro algo que no ha sido dicho.
Intenté agradecerle, pero sin avisar un muchacho se sentó en medio de ambos, no parecía ser mal tipo, pero no tenía derecho a hacer eso.
Se presentó, pero luego me sentí excluido; en fin parecían no era mi asunto y me dispuse a irme, sin embargo Troncan se adelantó y me dejó a solas con su amigo Louis, cosa que no pareció agradarle a él.
-¿No te agrado?- me atreví a preguntar.
-Es que sólo puedo hablarle a David en los recreos; en el aula siempre permanece en un rígido silencio y aunque intento hablarle no me responde.
Escuche el nombre de Troncan algo desilusionado, hubiera preferido saberlo de sus labios.
-Pero a mí sí me h….-corte la frase- digo….¿te interesa?
Tapé mi boca por lo impertinente de mis palabras, cuando por suerte tocó la campana.
-No me hagas caso, volvamos al curso- exprese avergonzado por haber hablado sin pensar. Otro de mis defectos; al menos sí soy consciente de eso.
Lo lleve a empujones porque pareció impactarle lo que dije e ingresamos a dar la prueba. Como es de esperarse en un examen, reinó el silencio, pero no me molesto debido a que tenía la mente concentrada.
El examen termino al cabo de quince minutos y suspire tranquilo.
Gracias a las indicaciones de Troncan al menos respondí parte del examen. Seis de diez preguntas no están mal para alguien que acaba de llegar y estudio en el recreo ¿verdad?
Y todo se lo debía él. Quería agradecerle, pero no estaba seguro de que manera, ya no quería molestarlo.
La profesora acabo de recoger todos los exámenes y los guardo, no sin antes hacer un conteo y ordenarlos, acabada esa revisión se dispuso a comenzar con un nuevo tema, entonces llamaron a la puerta y el director de estudios le pidió que fuera a dirección a causa de una situación inesperada. Nos recomendó orden y salió.
Mis compañeros esperaron unos segundos, en seguida se reunieron en grupos y se pusieron a hablar.
Debía aprovechar el momento y agradecerle, pero se me acercaron cuatro personas.
-Chicos, siento no haber ido con ustedes.
-Ésta bien- mencionó Gerhard galante.
-¿Cómo te fue en el examen?- inquirieron Irina e Irma.
-No lo hice mal.
-¡Qué bueno!- celebraron ambas.
-Nos preocupaba que te fuera mal, pensamos ayudarte en el recreo, pero como tenías otros asuntos….-dijo Donovan, el serio del grupo.
-Pasando a otro tema ¿quieres jugar a las vencidas?- ofreció el castaño.
-¿A qué viene eso?- pregunte con una sonrisa entretenida.
-Es que ya vencí a casi todos en esta aula y estos -señalo al pelirrojo y a las gemelas- siguen resentidos por la derrota y esperan que tú rescates su honor.
-Lo creas o no Gerhard es muy arrogante y no deja de restregarnos en la cara que nos venció, así que te agradeceríamos que le dieras una lección- expreso el pelirrojo.
-¡Sí, tu puedes vencerlo!- vocifero Irina.
-¡Ánimo Paul!- añadió Irma.
-Un reto….¡Acepto!
-Eso quería escuchar, así acabaran de entender que soy el mejor en las vencidas- hizo una risa malévola y reímos.
Los demás del curso también escucharon y se reunieron alrededor para ver qué sucedía; admito que me extraño no ver a Troncan.
Nos apoyamos en un pupitre, entrelazamos las manos y enfrentamos nuestra fuerza.
Gerhard era realmente fuerte, siquiera pasó un minuto y ya sentía que iba a perder, pero si no podía ganar por la fuerza, le daría un giro a la situación con astucia.
-¡La maestra ésta en la puerta!- grite de pronto, por lo cual todo se asustaron, incluido el castaño y aproveché la confusión para vencerlo.
Todos nos pusimos a reír, menos Gerhard que me miro con una sonrisa divertida.
-Trampa ¿he? Te daré una lección- se quitó el blazer y se arremango la camisa con gestos graciosos.
-Eso lo veremos- dije haciendo lo mismo.
Aparentamos mirarnos con odio, mientras todos repetían: “¡pelea, pelea!” y en aquel momento el castaño bajo los puños diciendo:
-Prefiero hacer el amor, no la guerra.
Se abalanzo sobre mí fingiendo llenarme de besos, causando risas en todos los presentes. Viendo que todos entendían el teatro, yo le seguí el juego diciendo cosas como: “amor, un poco más” “no te detengas” realmente no pude evitarlo, cuando me pongo así no hay tontería que no haga.
Seguimos así, hasta que unos de los chicos que vigilaba la puerta pudo atisbar que venía la maestra, en ese instante, todos volvimos a nuestros lugares e hicimos de cuenta que nada había sucedido.
Sólo entonces caí en cuenta de que no había podido hablar con Troncan; no me sentí bien respecto a eso y esperé al siguiente receso.
Ya me encontraba más relajado y a pesar de que me encontraba impaciente de que tocara la campana, pude concentrarme mejor en lo que resto de clase.
En cuanto se dejó oír el timbre, me dirigí directo a él esperando que no se presentara ningún inconveniente.
-Oye, no sabes cuánto te agradezco lo de hace rato ¿vamos juntos al recreo? Estoy seguro de que conoces un buen lugar para pasar el rato, acepta ¿quieres?- le dije mirándolo a los ojos.


Llegue al aula y tuvimos que hacer el examen...no fue tan difícil como pensaba que iba a ser...pude responder todas...aunque la ultima no me acordaba mucho pero logre hacerla

La profesora se llevo todos los exámenes sin esperar que siguieran completando para después contarlos para ver que no faltaba ninguno, ella estaba por comenzar con un nuevo tema, cuando el director entro pidiéndole a ella si podría ir a la dirección no pude saber cual es ya que Louis hizo una cara rara mientras me miraba me aguante la risa que quería escapar de mi, lo ultimo que escuche de la profesora fue decir que nos quedáramos en orden..algo que se que no se va a cumplir...se retiro.

Cuando menos me di cuenta ya estaban todos parados mientras hablaban entre ellos, yo solo me quede sentado mientras agarraba mi libreta donde comencé a garabatear algo, hasta que sentí que alguien se paraba cerca de mi.

-hola- susurro Louis mirándome con una sonrisa para después sentarse a mi lado, yo solo asentí viendo como el suspiraba con desilusión ¿pero porque? en eso vi que me entregaba un papelito, lo agarre.
"holaaa que tal si nos hablamos asi" lo mire extrañamente antes de responder
"hola y si quieres si" el me sonrió antes de seguir escribiendo, nos respondíamos y en vez en cuando le sonreía algo raro de mi.

Escuche a los demás alumnos acercarse a donde se encontraba Paul y sus amigos...¿que estarán haciendo?...me pregunte para despues levantarme pero sentí una mano agarrar la mía y hacerme sentarme otra vez en la silla mire confundido a cierto pelinegro de unos ojos azules.

-que paso Louis?- pregunte mirándolo un poco curioso, el solo miro el suelo antes de mirarme a mi

-nada solo quería preguntarte si en el recreo podríamos estar juntos...obvio si quieres- me pregunto nerviosamente mirándome con esos ojos que no podria decir que no aunque quisiera.

-...claro...-susurre antes de escuchar que la maestra estaba en la puerta vi que todos se sobresaltaban al escucharlo pero después se escucharon risas...mas tarde escuche que repetían varias veces ¡pelea, pelea! voltee y vi a un castaño arriba de Paul dándole besos...no se porque pero no me daba risa a igual que a los otros y ni siquiera se porque...Louis volvió a hablarme por papelitos.


La profesora llego en verdad después de unos cuantos minutos mas tardes...comenzó a explicarnos lo que iba a decirnos antes del que director entrara y interrumpiera la clase. Preste atención a todo lo que me decía, anotaba algunas cosas que para mi eran importantes.


Sonó el timbre y note que cierto rubio se me acercaba diciéndome que me agradecía por lo de hace rato...la explicación...y me preguntaba si vamos juntos al recreo...es verdad conozco un lugar bueno y tranquilo...voltee y vi a Louis apoyado en la puerta mirándonos algo serio pero aun con su sonrisa

-lo siento Paul pero creo que no...quede con Louis...-dije seriamente no puedo estar con alguien si ya quede con otro pero...-que tal si vienes con nosotros...no creo que Louis se enoje por eso- dije para ver a Louis y mandarle una sonrisa la cual hizo que mirara el suelo...que raro...pensé antes de volver mi vista hacia Paul -vamos- dije haciendo una seña para que me siguiera.

Llegamos al patio..era muy bonito...no se como describir lo bello que es...es uno de mis lugar que me gusta venir...nos acercamos Louis quien en vez en cuando miraba algo raro a Paul pero no le di importancia solo segui caminando, comenzamos a caminar hacia el patio.

Al llegar me senté en el césped...había bancas pero me gusta mejor asi...me quede un rato pensando en algunas cosas...que hare después de la escuela?...no quiero volver a casa...aunque tengo que acompañar a Sofi...no puedo dejar que se valla sola...

Escuche unas risas provenir de atrás de nosotros, no voltee sabiendo quienes eran. Sentí un peso arriba mio y vi unos rizos, sonreí antes de tirarme hacia tras aplastando a Sofi quien comenzó a reírse junto con Louis

-malo- susurro, antes de mirar a sus amigas quienes miraron a Paul con un brillo en sus ojos...parece que ahora tiene admiradoras...en eso senti que Louis se sentaba al lado mio con una sonrisa, voltee y vi a Paul

-siéntate si quieres- dije serio antes de mirar el césped y acariciarlo suavemente mientras pensaba en algunas cosas -Sofi- la llame ella levanto la mirada con una sonrisa -te quiero- susurre, ella se sonrojo por lo dicho...ella no se lo esperaba pero me abrazo...¿porque dije eso?...me pregunte pero no me importo le acaricie sus rizos ganando las miradas de sus amigas quienes se sentaron a mi alrededor.


No estaba seguro de cómo, pero realmente quedé sorprendido con su respuesta; alguien ya lo había invitado antes, nada más ni nada menos que ese muchacho Louis, pero me ofreció ir con ellos.
-Ésta bien- dije algo….¿desilusionado?
Admito que pudo haber sido peor, pudo haberme dicho que no, pero fue lo contrario, eso me reconfortó porque significa que no lo moleste tanto como imaginaba.
Me hizo una señal y salimos del curso junto a Louis en un silencio bastante incómodo que quise mitigar golpeando mis dientes inferiores contra los superiores imitando el tic tac de un reloj, de forma suave para que nadie lo escuchara.
La manera en que ese tipo me miraba era molesta, pero no le iba a dar el gusto de que lo notara.
Sonreí con mayor ahínco y me distraje con el patrón de los azulejos de los pasillos y al llegar a uno de los jardines, quedé agradablemente sorprendido con el panorama.
Casi no había gente. El terreno era liso y lo cubría un césped muy verde y bien cuidado; había bastantes olmos y arbustos podados de manera prolija, todo delimitado por altos muros de piedra, por lo cual asumí que era el jardín posterior.
Troncan decidió sentarse en el suelo, yo le seguí, pero Louis prefirió seguir de pie.
Mutis; cada uno de nosotros parecía estar por su lado cuando por suerte llegaron Sofi y sus amigas para salvarme del silencio.
La jovial Sofi abrazo por la espalda a Paul y fue aplastada por error. Eso instó a todos a la risa, incluso Louis comenzó a reír y se sentó al lado de Troncan.
Tenerlas como compañía era bonito, pero me provocaba muchos recuerdos incomodos, sin embargo mostré cordialidad cuando se acercaron emocionadas Celia, Mariana, Martina y Susan.
-Todavía está en pie lo de ser nuestro corcel ¿verdad?- pregunto Susan.
-Claro.
-Qué bueno, porque pensamos que íbamos a tener que esperar hasta mañana- añadió Martina
-Dije eso porque no esperaba volverlas a ver hoy, pero ya que estamos aquí….¿quién quiere ir primero?
Qué bello es ver los ojos llenos de ilusión de una chica, tan cierto como lo competitivas que se pueden tornar.
-¡Yo primero!- aseveró Celia.
-No ¡seré yo!- dijo Mariana dándole un empujón amistoso.
-¿Han escuchado el dicho “dos pelean por la presa y un tercero se lo lleva”?- mencionó Martina que ya estaba en mi espalda.
-Susan ¿por qué no la detuviste?- gimoteo Celia
-Es como mi hermana, no pude evitarlo- respondió ella.
Pero antes de comenzar con el paseo, mi atención la atrajo un “te quiero” de parte de Troncan hacía Sofi.
Las demás chicas rieron y yo procuré ignorarlo bufando como un caballo.
Y de pronto me vi convertido en la mascota de aquellas chicas, fue vergonzoso y divertido; todas eran muy dinámicas y bulliciosas. Hubo frases como: “are caballo” o “si te apuras te daremos doble ración de avena” inclusive me dieron golpecitos cariñosos en la frente.
Me dejaron casi sin energía, pero estaba dispuesto a resistir un paseo más; faltaba Sofi.
-Es tu turno, sube- le dije arrodillándome a su lado.
Sin embargo se negó con la cabeza volví a preguntarle y tuve la misma respuesta.
-¡Oh! Yo quiero seguir jugando -mire hacía todos lados- estoy seguro de que debe haber alguien por aquí a quién le agradaría un paseo con este corcel.
Le dirigí una mirada tierna a Troncan. Sin previo aviso lo tomé en brazos y me las arreglé para subirlo en mí espalda y le di el mismo recorrido que a las pequeñas, pero con él fue distinto, no dijo nada, sólo se aferró a mí con fuerza respirando agitado ¿pensaba que lo iba a dejar caer?
Eso me permitió sentir su tibio exhalar en mi cuello, era igual de divertido que con las chicas porque me hacía cosquillas, pero me hizo sentir distinto y me infundo hacer algo más.
Hice un esfuerzo y sujete su peso solamente con el brazo izquierdo y con la mano libre acerque las suyas a mí boca y las besé.
Louis vio aquello, movió la cabeza con decepción y se alejó mirándome furioso.
Baje enseguida a Troncan, me disculpe y fui tras el muchacho de ojos azules.
¡¿Por qué soy tan impulsivo?! Primero molesté a quién me ayudo y ahora a su amigo ¡soy un idiota! Un momento….¿qué se supone que le hice a Louis?
Pensando en aquello le di alcance y pregunte:
-¿Por qué reaccionaste así?
Respondió mi pregunta con otra pregunta.
-¿Por qué viniste con nosotros? Se ve que hiciste buenos amigos, debiste ir con ellos- expreso tajante y con cierto dolor en su voz.
-Tal vez quiero juntarme con gente distinta ¿acaso no puedo?- respondí sin estar convencido de mis propias palabras.
-Me cuesta creerte; él es una persona frágil, muy profunda y tú acabas de tratarlo como a un juguete.
Abrí los ojos por la sorpresa y acepté los hechos.
-No pude quedarme a ver cómo reaccionó por lo que acabo de hacerle, pero con seguridad lo moleste y no fue mi intención.
-Sí ese es el caso ¡¿por qué lo besaste?!
Realmente no tenía una respuesta para eso. Simplemente quise sentir su piel contra la mía ¿tan malo fue eso?
-Sé que hago las cosas sin pensar y puedo ser demasiado amistoso al punto de ser molesto. Por si no lo notaste en el aula….así soy yo, pero realmente quiero ser su amigo- exprese avergonzado.
-No quiero que él salga lastimado en el proceso, así que mejor….aléjate ¿quieres?
La vehemencia que denotaba su voz, me desconcertó.
-Un momento…. –lo observe curioso- ahora sí estoy seguro. Te gusta.
-¡¿Qué?!
-Se me declaran a menudo y puedo advertir que eres un caso perdido- señale con una suave risa.
-¡No te burles! -había ira en sus ojos- ¿Eres homofóbico?
-Para nada y me parece admirable ver a alguien de mi edad tan seguro respecto a ser gay- afirme con muchas gesticulaciones graciosas.
-Es por él….-susurro sonrojado.
-Sí que lo quieres ¿ya le has dicho?
-¿Lo parece?
-Hazlo cuanto antes ¿no lo escuchaste? Acaba de decirle “te quiero” a la chica de lindo bucles.
-No quiero perder su confianza.
-Perderás su confianza si sigues dedicando miradas asesinas a cualquiera que se le acerque.
-De todas formas ¡no debiste hacerlo!
-Cálmate y para demostrar que mis intenciones son sinceras te ayudaré.
-¿En serio?
-Por supuesto y digo que debes hacerlo hoy después de clases- expresé con algarabía.
-Eso estará difícil, David siempre lleva a casa a Sofi.
Medite un momento y añadí:
-¡Ya sé! ¿Qué tal si los acompañamos hasta cierta parte del camino y luego me ofrezco a llevar a Sofi a su casa? Así podrán estar solos.
Louis río.
-¡Vaya! ese cerebro sí piensa.
-Lo tomaré como un cumplido.
En aquel momento sonó la campana, Louis volvió a clase con un plan y yo con un extraño resquemor en el pecho. Cierta parte de mí no estaba feliz con esto.
El resto de la jornada lo dejé pasar dándole apenas la atención necesaria. Si Louis no me hubiera recordado nuestro compromiso ni siquiera hubiera notado que ya era hora de salida.
Pasamos por la bella Sofi y pusimos en marcha el plan, nos fuimos juntos los cuatro y en determinado punto me rezagué junto a la rubia y le dije:
-He notado lo mucho que aprecias a Troncan ¿quieres que sea feliz?- pregunte de pronto.
Ella asintió.
-Entonces hay que dejarlos solos; permite que hoy te lleve a casa. Llegaras a salvo, te lo aseguro.
La vi desconcertada, pero al verlos hablar tan amenamente supo que era lo mejor.
Troncan se detuvo al no ver a Sofi, pero ella corrió hacía él explicándole que se iría conmigo. El pelinegro lo tomó de la mano y se fueron.
Nosotros nos fuimos por la calle adyacente, en un profundo silencio que me hizo notar que no era el único que se sentía mal.
-¿Te molestaría hablarme de Troncan?
-¿Por qué?
-Porque cuando estas con él te vez muy dichosa. Tal vez así te puedas sentir mejor.
Estuvo indecisa un momento, pero al fin comenzó a soltarse y a tenerme más confianza. Pude enterarme de lo mucho que a Troncan le gustan los libros, que su seriedad se debe a su espíritu sensible y que bajo eso, puedes encontrar a la persona más dulce y amable que puedas imaginar.
En medio de esa efusiva charla, llegamos a la casa de Sofi sin darnos cuenta y nos despedimos sintiéndonos mejor.
Caminé por varias calles solitarias intentando ubicarme sin resultado alguno y empecé a preocuparme, cuando a lo lejos divise una figura conocida.
-Troncan ¿eres tú?....Sino te encuentras bien me puedo quedar contigo.

Vi a las pequeñas acercarse a Paul y preguntarle sobre el paseo que él les prometió...vi como se peleaban, me alegra verlas feliz junto con Paul...yo no logro hacer lo que él hace...siempre les digo que estoy ocupado...no quiero decirles que no puedo hacer tanta fuerza como el chico que tiene afrente de sus ojos...temo desilusionar a alguien mas...suspire decepcionado de mi mismo...Louis se dio cuenta de mi estado y me dio un pequeño abrazo.

-estas bien?- me pregunto suavemente, yo solo asentí mientras me alejaba de el...odio dar lastima... a las personas...mire hacia otro lado.

Voltee y vi a cada niña tenia su turno para ir arriba de Paul...el parecía un corcel de verdad con esos ruidos que hacia...era muy divertido verlo así...

Vi que se acercaba a Sofí y le decía que era su turno, ella solo negó pero el volvió a insistir...teniendo el mismo resultado negativo de ella...porque no querrá hacerlo?...me pregunte confundido mientras la miraba como diciéndole con la mirada...porque no?.

Sentí una mirada en mi, levante mi mirada hacia cierto rubio que me miraba con...¿ternura?...y sin notarlo me subió en él para hacer su comenzar a caminar como hizo con las pequeñas, yo solo me aferre a su cuello con miedo a que me tirara o me cayera o lo que pasara primero…pero a pesar de eso era divertido…

Abrí mis ojos con sorpresa al ver que tomaba mis manos y las besaba, no pude evitar tener un leve sonrojo en mis mejillas por lo cual miraba disimuladamente a un lado pero en eso vi Louis que se iba..¿que paso?...la preocupación de apodero de mi al verlo molesto

Paul me bajo de su espalda rápidamente y di como terminado el paseo, me acerque a las pequeñas con una sonrisa, ellas también me devolvieron la sonrisa pero más grande y alegres que solo ellas tenían...aquí vienen las preguntas...

-porque se fueron Paul y Louis?- preguntaron a la vez Susan y Martina

-no lo sé- admití ganándome miradas confusas y curiosas de las niñas quienes se sentaron al igual que yo al césped

-David...que piensas de ellos?- pregunto Mariana

-pues...Louis es como un cachorrito...es tierno...dulce...y David...realmente no lo conozco tanto...pero es alguien distraído, gracioso y simpático ademas de ser agradable...pero tengo que conocerlo más...- respondí viendo el cielo

-cual te agrada más?- me pregunto Celia

-ambos?- dije pero sonó mas como pregunta -y a ustedes?- pregunte mirándolas

-Louis- dijeron Susan, Mariana

-Paul- dijeron Celia, Martina

-ambos- dijo Sofi

Suspire antes de comenzar a escuchar las tiernas vocecitas de las pequeñas quienes me comenzaron a decir más preguntas las cuales trate de contestar. Escuche la campana así que me levante mientras me limpiaba el uniforme las niñas copiaron mi acción con unas risas, entre al aula y me senté en mi silla esperando a la profesora quien no tardo tanto en venir.

Las clases terminaron cuando menos me di cuenta, guarde todas mis cosas para luego salir del aula para pasar a buscar a Sofi quien estaba en el marco de la puerta esperándome con una linda sonrisa pero se sorprendió al ver a ambos chicos de hoy acompañándome.

Caminábamos los cuatros juntos pero en eso me di cuenta que Paul se acerco a Sofi para decirle algo pero no preste atención ya que Louis comenzó a hablarme de una tierna manera la cual me sorprendió, me detuve al no ver a la rizada pero vi que ella venia hacia mi diciéndome que se iría con Paul....iba a negarme cuando sentí una mano agarrar la mía delicadamente mientras comenzaba a tirarme hacia él, yo lo seguí.

Nos detuvimos cerca de una Plaza donde no había nadie, el parecía algo raro y pensativo mientra que yo solo quería saber que pasaba pero aun asi me preocupaba un poco la actitud de Louis.

-que paso Louis?-pregunte serio viendo como el miraba el suelo parecía nervioso….

-yo…quería decirte algo- dijo tomando de nuevo mi mano entre las suyas…ahora era yo el que estaba nervioso

-claro que pasa?-volví a preguntar más suave, sentí que se acercaba de a mi

-quería decirte que...bueno hace tiempo que...yo...tu...me gustas- susurro nervioso para luego acercarse demasiado a mi quise alejarme pero me acorralo en la pared…esto?…cuando?…que?...y más preguntas rondaban por mi cabeza

-Louis yo…-trate de decir, el me miro y se alejo mientras murmuraba cosas en voz baja como si estuviera hablando con el mismo pude ver que estaba triste eso me hizo sentir mal asi que agarre sus hombros y lo atraje hacia mí para darle un pequeño beso en la mejilla…aun no estoy listo para mi primer beso...-dame tiempo si?- pregunte mirándolo con inocencia

-el que sea necesario- dijo acariciando mis mejillas para después acariciar mi cabello y darme un beso en la frente…es tan dulce...lo mire con una sonrisa antes de caminar hacia su casa y yo hacia la mía.

Estuve caminando un rato hasta que escuche a alguien llamarme...esa voz...voltee y me encontré con Paul quien preguntaba si era yo y que si no me encontraba bien podría estar conmigo...lo mire un poco indeciso hasta pensé que no pierdo nada si el me acompaña...tal vez le pregunte algo sobre Louis

-claro ven- hice una seña para que se acercara a mi

Comenzamos a caminar -oye que piensas sobre Louis...- pregunte algo serio mirando e suelo...-alguien me dijo que yo le gustaba- susurre avergonzado al recordar a cierto chico de ojos azules -fue algo raro- comencé a reírme suavemente -no se que hacer...tu que me dices?...que debo hacer?- le pregunte esperando algún consejo de su parte...no quiero hacer esperar tanto a Louis...suspire antes de mirarlo con curiosidad pero aun asi con una sonrisa...algo pequeña... pero era una sonrisa...


Al principio creí que no le había ido bien, pero luego de ver su tímida felicidad y la tranquilidad con que me permitió ir hacia él, deduje lo contrario.
Comenzamos a caminar y me hizo las preguntas que suponía: qué pensaba respecto a Louis y qué debería hacer ahora que alguien se le declaro. Me pregunto con una sonrisa leve y curiosa.
-Hasta que decidiste sonreír para mí -exprese devolviéndole el gesto- y…. Louis es un ami très gentil a quien le importas mucho y que te tiene mucho cariño.
Detuve el paso y añadí:
-Alguien te dijo que le gustas…. ¿quién pudo ser? Y como le dijiste a Sofi que la querías he quedado más intrigado aún -fingí no saber- pero estoy seguro de que sabes lo que sientes. Lo que debes hacer es perder los nervios que te impiden decirlo y por eso practicaras conmigo mañana- exprese decidido.
Caminando un poco más, caí en cuenta de que esas calles comenzaban a resultarme familiares, me adelante un poco y encontré mi casa.
-Creí que me había perdido -comente aliviado para después darme cuenta de que mi domicilio no estaba lejos de el de Troncan- ¡vaya! Nuestras casas están cerca. Ahora que encontré la mía, podré acompañarte más tranquilo a la tuya- le sonreí y tomándolo de la mano lo llevé corriendo.
Nos detuvimos ante la vivienda de Troncan y me despedí dándole ánimos y diciéndole que piense para mañana lo que quisiera decirle a esa persona, yo por supuesto sabía que era Louis
En cuanto entro a la residencia, yo emprendí una veloz carrera a casa, pues ya era tarde y de seguro me reprenderían….todo porque hago las cosas sin pensar.
Llegué sin aliento, saqué mi llave y abrí la puerta intentando hacer el menor ruido posible.
-¿Por qué tardaste tanto hijo?- escuche decir con severidad a mi padre.
-Me perdí….
-Espero que sea cierto y que no vuelva a suceder- agregó enfadado.
Yo asentí fingiendo pesar y corrí a mi cuarto, donde me esperaba un gran desorden. Me cambié de indumentaria con lo que encontré en el suelo. Observe el tumulto burlón y se me ocurrió amontonar toda la ropa y meterla dentro del armario de la manera más apresurada que pude, tendí mi cama e intenté ponerme a hacer mi tarea.
Tenía suerte de que no fueran tantos los deberes que nos dejaron hoy en el colegio, de lo contrario con lo distraído que soy, no habría podido acabar la tarea ni en toda la noche
Más tarde me llamaron a cenar y baje desganado al comedor.
Comía en silencio mientras mis padres hablaban afablemente. De rato en rato, ellos me hacían algún comentario divertido intentando cambiar la sobria expresión de mi rostro, pero no daba resultado.
Siempre que tienen oportunidad, intentan acercarse a mí, mas yo no lo permito; no puedo explicarlo fácilmente, incluso me avergüenza.
Soy muy afortunado, tengo una buena familia, pero con el tiempo he dejado que una barrera se cierna entre mi familia y yo, un muro formado de las malas experiencias que han sucedido y no he podido superar.
Pensando en eso, acabe de comer, agradecí y llevé lo que me correspondía a la cocina, seguro de no querer concentrarme en nada más.
Antes de encerrarme en mi cuarto, les desee buenas noches a mi padre y a Berenice, entonces ellos quisieron ir a arroparme y como otras veces que intentaban demostrarme su afecto….me negué, ¿por quién me toman? No tengo cinco años.
Estaba desmotivado sin razón, tanto que sólo me deje caer en la cama, tal vez era porque acabo de recordar lo mucho que estoy lastimando a otros por mí manera de ser, pero de la misma forma que puedo ser distraído y hablador, también puedo llegar a ser demasiado reservado y antipático, pero esto es también lo que soy.
Eso fue en lo último que reflexione antes de dormirme.
Quisiera poder recordar todo lo que sueño y ser consciente, como cuando estoy despierto, pues puede que sean los únicos momentos en los que en verdad se alejan las preocupaciones de mi cabeza, consiguiendo una lucidez que es imposible tener despierto.
Esa clase de divagaciones siempre se me olvidan minutos después de que abro los ojos por las mañanas. Y de nuevo vuelven los ajetreos de la rutina, intentando ser puntual en los deberes, pero con la sensación de que olvide algo profundo y es que en este mundo no hay espacio para esa clase de pensamientos.
Hoy sí pude llegar temprano a clases, pero me arrepentí al ver que tendría que asistir a la asamblea. Berenice ya me había hablado de eso, en los colegios ingleses, academias o como se les llame, se daba una educación bastante integral a la vez que se les permitía a los alumnos ser partícipes de ciertas decisiones del colegio, como con los nuevos profesores, los alumnos pueden entrevistar al postulante. Pero en esta ocasión sólo era una simple charla motivacional, eso lo pude advertir mientras buscaba un lugar en el auditorio, donde se nos reunía antes de empezar las clases. Busqué a mis compañeros y vi un lugar vacío a lado de Troncan; seguía un poco desmotivado, así que no dije nada. Como no vi a Louis por ninguna parte me senté a su lado y apoye mi cabeza en su hombro, aburrido por tener que prestar atención a las recomendaciones que nos daban.

Lo mire algo extrañado cuando dijo que hasta que me había decidido sonreír por el...no pude evitar sonreír otra vez pero mire el suelo avergonzado

-es verdad- dije dándole razón sobre lo que dijo de Louis -etto...le dije a Sofí que la quiero por varias razones- susurre mirando el frente -y sobre lo que siento no sé muy bien qué es lo que siento- suspire viéndolo -me ayudaras?...gracias Paul- dije...qué raro de mi hablar tanto pero me sentía algo...un poco cómodo con él.

Seguimos caminando hasta que note a lo lejos mi...casa...suspire antes de mirarlo y escucharlo

-por lo menos no te perdiste...agradece eso- le dije serio -es cierto...- comente viendo que me tomaba de la mano y me acompañaba hasta mi casa.

Al llegar se despidió de mí dándome ánimos y diciéndome que pensara sobre lo que quisiera decirle a esa persona, solo asentí sonrojado antes de entrar y apoyarme en la puerta sabiendo lo que venia...

Me encontraba acostado aguantándome las lagrimas que amenazaban con salir y hacerme notar mas débil de lo que soy...¿porque me pasa esto?...no habían pasado una hora cuando mi madre salió a comprar junto con Sofí dejándome a solas con el...¿porque a mí? comencé a golpear la almohada varias veces notando como las plumas de estas salían y caían con suavidad hacia mi cama y otras hacia el suelo junto con algunas de mis lagrimas...esto me tiene harto...si esto no para...solo espero que no pase a mayores

Sentí que tocaban mi puerta y lentamente comencé a caminar hacia a puerta la cual abrí viendo a una niña rizada que me miraba con unos ojitos de cachorro

-David...no puedo dormir....-susurro con su voz temblorosa, la deje pasar y acomodarla en la cama suavemente mientras le besaba la frente

-¿ahora quieres que te cante la nana?- pregunte acariciando sus rizos...aun recuerdo lo que me dijo mi madre sobre Sofí y yo...un futuro el cual ella desea y que yo me niego...Sofí asintió lentamente así que comencé a tararear una vieja canción que no recuerdo bien el nombre y algunos párrafos pero cantaba cualquier cosa que se me viniera en la cabeza, Sofí reía antes de cerrar sus grandes ojos mientras suspiraba tranquilamente.

Me pare del suelo y me acosté a su lado para darle un cálido abrazo que hizo que sonriera antes de que ambos cayéramos en los brazos del dulce Morfeo.

Desperté gracias a las cosquillas de cierta niña la cual al verme que abrí los ojos salto arriba mío como si fuera una pluma, en eso escuchamos que nos llamaban desde la cocina así que la levante como costal de papas y la lleve a la sala donde la tire con suavidad en el sofá ganándome unos aplausos de parte de mi madre, voltee a ambos lados y no se encontraba mi "padre" así que suspire con alivio antes de correr hasta mi habitación donde me di una rápida ducha para después lavarme los dientes y bajar para comer algo

Tome mis audífonos y comencé a escuchar algo de música mientras salía de mi casa y en eso sentí a Sofí agarrar mi mano para después comenzar a caminar hacia la escuela

Al llegar a la escuela me conto una compañera que iba haber una "pequeña" charla sobre algunas cosas las cuales ignore, Sofí se despidió y se fue con sus amigas las cuales me saludaron, les devolví el saludo con una sonrisa antes de sentarme alejado de los demás mientras jugaba con mi celular.

Voltee y vi a Paul caminar hacia mí, se sentó a mi lado y apoyo su cabeza en mi hombro mientras prestaba atención a lo que decían, yo solo esperaba a que Louis viniera pero en eso sentí a mi celular vibrar asi que me fije quien era…y era nada mas ni nadie menos que Louis…disculpándose de que hoy no podría ir ya que tenia que cuidar a su hermanito y que esperaría ansioso mi respuesta…suspire antes de guardar mi celular

-Paul?- trate de llamar su atención –mmm…yo…- dije nervioso mirando mis pies…odio cuando me pongo nervioso…-aun estas dispuesto a ayudarme…sobre lo de practicar?- pregunte mirándolo mientras esperaba su respuesta, lo mire con unos ojos de cachorro perdido...


Estaba molesto conmigo mismo, molesto con esa charla, tenía sueño todavía, no quería hacer nada, no quería hablar ni hacer nada, sólo apoyarme en él.
Estaba tan ensimismado que por unos momentos no note que me hablaban.
-¡Ah!....lo siento, estaba en otro mundo- reí un poco; con sólo algunas de sus palabras, ya me sentía feliz. Era curioso, no entendía bien por qué- y claro que sí, siempre cumplo lo que digo- expresé dándole un golpe amistoso en el hombro.
Después me adose más a él y aproveché de dormitar un poco, pero desperté en el momento justo e ingrese al salón entre bostezos a soportar las monótonas clases.
¿Cómo consiguieron adecuarse a esto mis compañeros? No dejó de preguntarme si yo también podré acostumbrarme al silencio de esta aula.
El primer periodo lo ocupo la materia de matemáticas, nada me desesperó más. El tema tenía que ver con algebra. Resolvimos polinomios de distintas clases, mientras el profesor explicaba el valor numérico de expresiones compuestas.
Tendría que recurrir a Troncan otra vez, dado que él sí habría conseguido entender la lección, no como yo.
No veía el momento de salir al recreo, pero tenía que concentrarme y demostrarme que sí podía, entender el tema por mi cuenta, al fin y al cabo me quedaba mucho más por igualarme ya que me acababa de incluir y tampoco quería parecer un tonto ante el muchacho que se sentaba a mí lado.
Y me esmeré por acabar los ejercicios de mis cuadernos en caso de que me llamaran a pasar a la pizarra, en eso escuche que sonaba la campana del receso. Tal vez me convenía concentrarme en clase, así el tiempo pasaba más rápido.
Volteé hacia Troncan y con una sonrisa que empezaba a hacerse costumbre para con él, le di a entender que quería ir a un lugar más privado.
Fuimos al jardín posterior procurando no encontrarnos con nadie en el camino. Lo llevé a una parte alejada a escondernos detrás de unos arbustos bastante grandes y nos sentamos en el césped.
Aclaré la garganta
-Hay algo que quiero que sepas. Eres una de las personas más distintas que he conocido -me acerqué reduciendo el espacio que nos separaba- adoro tus silencios y esa sensibilidad que escondes, la fuerza que demuestras ante la indiferencia y la mala actitud de los demás, cuando bajas la mirada y titubeas -le abracé- decir que “me gustas” sería poco. Te quiero demasiado, por eso, acepta ser sólo mío por favor…..
Entonces acerqué mis labios a los suyos y finalicé:
-Es tú parte.
Y me avergoncé por lo mucho que me había metido en el papel y lo más confuso era que….¿lo hice a propósito?

Me sentí un poco mal al ver que me ignoraba pero después se disculpo y por alguna razón me hizo sentir bien, me dijo que me ayudaría y me golpeo el brazo no tan fuerte si no con suavidad...

-no te preocupes...y gracias- susurre

Parecía que quería dormirse en mi brazo así que deje que hiciera lo que quisiera, después de un rato tuvimos que entrar al salón pensaba despertar a Paul pero vi que él lo pudo por si mismo así que comencé a entrar al aula de forma lenta sin apuro alguno.

Comenzamos con matemática...eh de admitir que es la materia que más me gusta, comencé a hacer todo lo que el profesor decía que teníamos que hacer...varias veces de reojo veía a Paul para ver si había entendido...veo que algo entendió...sonreí inconscientemente antes de volver mi vista hacia la pizarra en eso desvié mi mirada hacia la ventana.

Por un momento me quede pensando en que le diría a Louis...ya lo se...quede varios minutos pensando en algunas cosas más cuando escuche la campana sonar, me levante lentamente y voltee y me encontré con Paul sonriendo, camine hacia a fuera de la puerta junto a él.

Caminamos hasta un lugar apartado del jardín en donde nos pusimos detrás de unos grandes arbustos y nos sentamos en el césped, me senté con mis piernas ligeramente abiertas, mis manos entre ellas mientras lo miraba con curiosidad.

Comenzamos a hablar...mejor dicho el comenzó con la practica....con cada palabra que decía me hacía sentir raro además de que cada vez se me acercaba mas y mas hasta que me abrazo...acerco sus labios a los míos pero no llego a rozarnos ni un poco...no es que yo quisiera claro que no...no no no....dijo que era mi turno, suavemente lo empuje para alejarlo de mi...necesito mi espacio….

Tome un poco de aire para después mirarlo fijamente tratando de imaginarme a Louis el cual estaría al frente de mi...pero mis intentos no eran los mejores....son tan diferentes…

-Yo…yo…-comencé a tartamudear…-quiero que sepas que…me gusta tu manera de ser…lo diferente que eres conmigo…tu sonrisa, tus ojos…tu personalidad…todo de ti me gusta mucho…- desvié mi mirada al suelo sonrojado –yo…quisiera ser alguien especial para ti…quisiera ser el único al cual vas a querer…y…-me coloque a gatas al lado de él mirándolo a los ojos, tome una mano de Paul entre las mías –yo…- acerque su mano a mi mejilla y la coloque en mi mejilla para dejarla ahí sin moverla sintiendo el calor de su mano lo cual me hizo estremecer...¿acaso estoy frió?…pensé mentalmente pero aun tenía mi mirada baja, levante mi mirada con una sonrisa sincera y un brillo en mis ojos -te quiero...solo para mi...Louis...- susurre para después alejarme completamente de el –y qué tal?...sonó bien?- pregunte curioso y tengo que admitir que ansioso tambien...

En eso sentí mi celular sonar, lo agarre y atendí la llamada mientras le hacia una seña a Paul de que se quedara callado y quieto, me pare y comencé a caminar de un lado a otro

-hola?...oh Louis eres tu- dije con una sonrisa -si?...bien gracias y vos?…Louis acuérdate lo que dije yo....claro estaré encantado y gracias por entender...adiós- me despedí de Louis antes de volver mi vista hacia Paul me acerque a el rápidamente para contarle lo que me había dicho Louis pero en eso me tropecé y me cai arriba de él…avergonzado me aleje de el ruborizadome -lo siento- me disculpe torpemente mirándolo -etto...quieres hacer algo más?- pregunte aburrido y aun faltaba para que entráramos al aula.


En medio de mi arrepentimiento, sucedió algo que no me esperaba, acerco sus manos a mí pecho y me empujo. No fue brusco, pero aunque suene estúpido, de alguna manera me dolió.
Mediante ese empujón recordé mi impertinencia y cuanto puedo molestar a otros ¿qué otra razón podía ser? pero más allá de eso trajo a mí mente una mala experiencia que tuve en eso llamado “amor” Fue en una de las tantas veces que esa persona me lastimo con su indiferencia….ya ni recuerdo bien….
Me toqué el pecho y me mordí la lengua mientras Troncan comenzaba a decir lo que le correspondía. La incomodidad que sentía iba siendo reemplazada por cierta emoción que se iba apoderando ante cada silaba que salía de su boca y de las gesticulaciones que las acompañaban y entonces sucedió otro hecho que no pude haber imaginado….estaba sumamente cerca de mí, tenía una de mis manos entre las suyas y la había apoyado contra su mejilla.
Se sentía tan bien estremecerse por su tacto….
Apreté los dientes haciéndolos crujir y caí en cuenta de que esas muestras de afecto no iban dirigidas a mí, porque el final de aquella oración acababa con el nombre del muchacho de ojos azules. Yo lo sabía, pero por un instante quise olvidarlo.
Pregunto qué tal sonaba y yo disimule mi desazón levantándole el pulgar.
-Estuvo bien y….no imaginaba que le correspondías, ni que te gustaban los hombres- dije sin afán de insulto.
En ese instante el celular de Troncan comenzó a vibrar, atendió la llamada, se puso a caminar nervioso y yo me vi tentado a decir cosas como: ¡baja de la mesa! ¡El trago no es sólo para ti! Como solía hacer con mis amigos cuando salíamos de juerga y alguno recibía una llamada, pero tuve que resignarme por más de un motivo. Él me lo impidió, estaba hablando con Louis y se veía tan exacerbado mientras hablaba con su pretendiente que al final me distraje en todo el tiempo que estuvieron conversando.
Y de pronto percibí su peso sobre mí….todo por un tropiezo. Lo miré serio y triste mientras se alejaba de mí avergonzado.
-Luego me cuentas, lo que te dijo Louis ¿si?
Dije antes de sugerirle escuchar música en lo que quedaba del recreo.
Saqué el celular del bolsillo derecho de mi blazer y me puse a buscar en la lista de reproducción algo acorde a como me sentía y la única tonada en la que podía pensar era Do I wanna know?
La canción empezaba con agresivos acordes de guitarra, luego de una introducción de medio minuto el vocalista con una voz sobria y expresivamente adusta profería las estrofas de la balada….versos con demasiado significado para mí y que cada vez que llegaban a mis oídos me inducían a articular la canción con mi voz.
-'Cause there's this tune I found that makes me think of you somehow. When I play it on repeat, until I fall asleep, spilling drinks on my settee.
Esa canción me obsesionaba un poco, hubiera querido conocerla en mis peores momentos, pero pensándolo a fondo sabía que había sido mejor escucharla por primera vez hace tan sólo un mes, porque sé que con esa letra y la enajenación que me acometían en esos momentos, esta tonada me hubiera vuelto loco.
Esta balada podía hacerme pensar en tantas cosas, entre todas las cuestiones las más importantes estaban en el estribillo; recuerdos y deseos mezclados en la cabeza de alguien que ya no ésta seguro de que siente, pero que quiso y quiere ser correspondido.
-Do I wanna know? If this feeling flows both ways. Sad to see you go, was sorta hoping that you'd stay….
A pesar del tiempo transcurrido siempre me preguntaba que había sido de esa persona y si aún me recordaba.
-Ever thought of calling when you've had a few? 'Cause I always do…. Crawling back to you.
Cantaba mirando al cielo y apretando el celular con fuerza. En mis momentos de mayor melancolía y arrepentimiento pienso que si nos volviéramos a encontrar y me pidiera que volviera arrastrándome hacía él, no dudaría en hacerlo….a pesar de que fue él quien me lastimo.
-¿Qué te pareció? Si te gusto te la puedo pasar y por cierto tú escoges la siguiente canción- expresé reservado y con la mirada serena.

Lo mire por un largo momento con un tic en mi ojo izquierdo y una sonrisa algo rara -no me gustan los hombres ni me gustaran- dije ruborizándome mas no poder mientras apretaba mis manos -solo uno y ese es Louis- dije serio pero al decirlo sentí como si fuera mentira inocente...pero ignore ese sentimiento para ver a Paul cruzándome de brazos -el me dejo tiempo para pensar en lo que decidiré - susurre mirando el césped para luego acariciarlo suavemente

-mmm claro que me gusta la música- dije acomodándome a su lado, vi que sacaba su celular y comenzaba a cantar...

Sin duda me gusta como canta, lo escuche atentamente...el parecía algo raro...lo mire tristemente por alguna razón me hacía sentir mal verlo así, suspire al ver que termino de cantar...me acerque más a él y le acaricie su cabello rubio de una tierna manera...eso siempre lo hacia Sofí cuando me encontraba distante con ella...le regale una pequeña y sincera sonrisa…me siento tan incomodo sonriendo…

-me gusta mucho como cantas…seras un gran cantante y sere tu fan numero 1°- admití un poco más suave junto con una pequeña risita antes de alejarme de él y volver a sentarme a su lado-claro pásamelo si quieres...sobre la canción...yo....-vacile un poco -no te gustaran las canciones que tengo y...creo que es mejor que las elijas tu...-dije acostándome en el césped lentamente para despues mirar el cielo y ver las nubes...realmente no tenia muchas ganas de nada pero con él es diferente...estoy confundido...

-recuerdo que cuando era mas pequeño siempre miraba el cielo con tal de ver las figuras de las nubes...tonto no?- dije sarcásticamente recordando cuando me quedaba solo y miraba las nubes o en la noche las estrellas...suspire antes de cerrar mis ojos por un largo momento.

Me quede un momento así hasta que de repente se me vino una pregunta en la mente...una pregunta que me hizo hervir la sangre y ni siquiera se porque...

-has tenido novia no?...digo por como eres debes tener alguna novia o no?.-pregunte fríamente con los ojos cerrados...no se porque pero al preguntar eso me da rabia...suspire...ni yo me entiendo…