-¡Óiganme estúpidos! –a su lado Kidou tenía el rostro cubierto por su mano libre y no sabiéndose a dónde meter – ¡esta persona aquí presente me pertenece! –Al diablo todo– ¡y yo le pertenezco a él! ¡Así que cualquier estúpido que se le intente acercar se las verá conmigo! –fueron sus últimas palabras antes de tomarlo en sus brazos y salir corriendo de ahí, parecía calmado, pero estaba demasiado nervioso como para poder pensar, lo había proclamado suyo frente a toda la escuela

El líder rebelde se corre en el cuerpo inconsciente del peli celeste dejándolo en el escritorio sin importarle nada, haciendo su mirada más fría de lo que la tenía.

Fudou: (acomodándose la ropa) Esto nunca debió pasar

Esa última tarde, salí con Hiroto a mirar a los chicos y, efectivamente, eran lindos, sus cuerpos me fascinaron en cuanto los vi pero, una punsada de culpabilidad me golpeó el pecho ¿Era correcto que mirara otros cuerpos que no fueran el de el? ¿Estaba bien sentir aquel familiar cosquilleo en mi entrepierna?

-Wow...esto...es el paraíso~ -escuche suspirar a Hiroto y ríe poniendo los ojos en blanco.
La mayoría de los chicos de nuestra edad sabía que el era homosexual, y que disfrutaba mucho de ver a los hombres y el claro, lo aceptaba libremente, de hecho...estaba casi seguro que había tenido algo almenos con la mayoría de los chicos de la academia.

Ahí estaba, con su torso desnudo...perlado de sudor...sus brazos delgados y fuertes cargando sin esfuerzo una pesa mientras su hermoso cabello se balanceaba en su nuca atado en una coleta.
No se cuanto me quede ahí de pie, mirándolo como bobo hasta que, un descarado apretón en el tracero me saco de mis ensoñaciones.

-Toma -dijo el chico quitandose su bufanda -es un regalo para ti, estas frio -lo arropo alrededor del cuello como un niño pequeño, lo miro con ternura

El joven de ojos verdes no se percato de que su amado podia ver y oir sus pensamientos, pero estaba demasiado debil para poder hablarle con libertad, solo podia sonreir y soltar lagrimas de felicidad su amado no lo habia olvidado, al contrario.

-No sabes que es el dolor. -acurrucandose en su pecho. Somos dos chatarras con diferentes mundos.

-Me duele. Desde que te vi ser como yo. -Atsuya abrio sus ojos, dejo de temblar, ¿Afuro sentia compasion? -No deseo que seas como yo.
Atsuya sin pensarlo miro a la cara del rubio, y lo beso apasionadamente, con lagrimas que tocaban su palida piel.

-Un dia, cuando seamos humanos, estaremos juntos, te lo prometo.

-Ya se que no soy el mejor compañero de todos pero, tu si que lo eres! Anda~ no soporto verte con esa cara larga...hay que ir a caminar, me han dicho que los chicos de último han estado ejercitandose afuera~