Posts written by btalkrajo

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    No es lo que perdemos

    Las advertencias del cine sobre apagar los móviles, no tirar la basura y devolver las gafas 3D comienzan a verse en la pantalla, Yuu toma asiento mirando sin ver la pantalla y acomoda su soda en el sitio y toma las palomitas de maíz mientras Hatori acomoda su saco en el respaldar. Yuu no lo hace porque las salas de cine siempre son frías y ya lo sabe…

    - Toma - al girarse encuentra una barra de snickers en las manos de Tori – me sorprendió que no pidieras un chocolate, eres el único chico que conozco que mete chocolates al cine
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    - Lo recuerdas… digo, hace mucho que no veníamos al cine juntos
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    - ¿Por qué iba a olvidarlo? – bajo solo el brillo de la pantalla, aun así, Hatori es completamente visible, la oscuridad podría cubrir a todo el entorno, pero no a él y Yuu toma el chocolate con una sonrisa.
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    Por un momento comprende como hubiera sido todo entre ellos si él no se hubiera empeñado en tapar sus sentimientos con ira e ironía, hubieran pasado más horas gratas, momentos como ese donde Hatori tenía detalles simples que podían derretirte de emoción, palabras serenas…

    - Gracias Hatori
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    - Eh… a que viene eso
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    - Me trajiste al cine porque me viste decaído en el café… gracias por eso
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    - Si te dejaba irte…
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    - Seguro estaría deprimido ahora
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    - En serio Yuu deja de ser un grano en el culo
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    Ambos se ríen.

    Pero la risa no es la misma ni parecida, la amabilidad nunca se compararía al amor en silencio de Yuu, de ser feliz y saber que esos detalles no tienen el significado que quisiera, que el consuelo es de un amigo y la reunión no terminara en un beso, en sostener el perfil de amigo sin delatar el de enamorado… Yuu sostiene la envoltura con el deseo de suprimir un sollozo, no puede estarse resquebrajando a trozos, es más fuerte que esto, se repite que puede vencerlo, que puede aplacar ese amor…

    Y si fueran ellos, si fueran solo ellos sin un Chiaki de ojos grises honestos, si fueran ellos solo un poco hacia atrás los dos bajo la lluvia cerca de Marukawa, ahí donde se miraron a los ojos y Yuu no pudo soportar más, adoraba a Chiaki como su amigo pero comenzaba a odiarlo por cómo era con Hatori, cada vez lo absorbía mas, se recordó en ese momento, pudo haber dicho *Estoy enamorado de ti* y no lo hizo, dijo *Voy a decirle a Chiaki que lo amo* y los ojos de Tori se encendieron *No me jodas bramo…* Yuu cerró los ojos, a partir de ahí las cosas habían cambiado de caudal… ahora eran ellos y el no pertenecía a la historia, era menos que el villano porque no movería un dedo por hacerles daño, a los dos los quería y quería que fueran felices pero dolía, porque solo era un hombre corriente. Una persona simple de sentimientos simples de sentir el anhelo de ganar sin que pierdan ellos… ganaría claro, podría esforzarse por comenzar una relación y ocupar su mente en pensamientos menos imprudentes, en deseos menos egoístas y vivir su vida sin interferir jamás, dejo su mano en el descanso y sintió la mano de Hatori rosándola, no se movió ni una milésima y las dos manos permanecieron quietas, una serena porque no sentía nada, la otra ardiendo en anhelos de amor silencioso.

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    Hatori tira el cubo de las palomitas con los vasos vacíos de soda al contenedor y regresa las gafas al encargado. La gente pasa entre ellos como figuras sin color ni rostro, Yuu retrocede un paso… ¿Qué es lo que le pasa? No es un niño, él no puede sentir de este modo…. Te odio, te odio repite, tratando de hacer un esfuerzo por mantenerse quieto mientras sus labios arden de deseo, un beso… solo uno, un beso calmaría el fuego, un beso le haría comprender que no es amor, un beso rompería esta extraña ilusión solo un beso un beso…

    - ¿Te sientes mal? – pestañea aturdido, no sabe en qué momento cerro los ojos, o como llego Hatori a sujetarlo y el sonrojo cubre su cara mientras muerde su lengua
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    - Me siento algo mal… crees que bebí mucho café… ¿será eso?
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    - ¿Hace cuánto no has comido bien?
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    - Creo… - agacha la cara siendo honesto – creo que ayer no comí nada…
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    - Muévete, iremos a que comas algo, en la mañana ni siquiera te terminaste la magdalena.
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    - Imbécil, me regañas como si fueras mi madre
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    - Oh Yuu lávate bien las orejas
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    Sus carcajadas resuenan y el dolor se va por un momento mientras la mano de Hatori descansa sobre su hombro.

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    La salida del Mall mostraba una plaza desierta y la lluvia en caída fría, el cielo gris pintaba completo el panorama y Yuu esperaba, ansiando y odiando el momento de la separación, quería irse a casa lejos de Hatori y al tiempo deseaba que el tiempo se extendiera solo para ellos, este día sin duda era más de lo que había soñado alguna vez, y si cerraba los ojos casi podía sentir un beso… no era verdad, su boca y la de Hatori nunca se habían tocado.

    - Te encontré – soplo la voz desde detrás y el dio un salto sorprendido, los ojos fríos y oscuros lo miraban como un perro con rabia mira a un niño en el parque. Yuu miro a la gente andando, y no se atrevió a pedir ayuda
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    - Déjame en paz – soltó tratando de sonar los más frio posible, aunque para nada le gustaba haberse encontrado justo con el
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    - Que frio eres Yuu, ¿acaso no somos amigos?
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    - Mis amigos no tratan de abusar de mi
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    - No fue así… no lo entendiste yo…
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    Yuu recordaba aquella noche como una verdaderamente asquerosa, Hanase y el habían salido unas cuantas veces pero Yuu no estaba de ánimos para algo más ese día, lastimosamente Hanase mal interpreto su negativa y trato de retenerlo por la fuerza en su casa, Yuu se había defendido, en aquel momento realmente se odio a si mismo por haber caído un día sobre Chiaki aunque en realidad él no quería hacerle nada a su amigo, quería que este le dijera sobre Hatori, pero pensando en eso se sintió vil, porque en realidad era espantoso que alguien le cayera sin más encima, se recordaba amenazando y peleando para soltarse. En realidad, no había vencido, Hanase lo había soltado aterrado y explicando que había confundido aquello con un juego. “¿Un juego? No seas estúpido, si te acercas a mi otra vez iré a la policía, asqueroso violador” y luego Yuu había salido de su casa y borrado su número.

    - ¿Por qué ni siquiera me dejas explicarte las cosas?
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    - No hay nada que explicar, me atacaste y no me interesa saber nada mas de ti… - dicho esto Yuu busco con la mirada a Hatori, en realidad si tenía miedo, le daba miedo Hanase porque Yuu no lo había vencido aquella noche y eso lo hería e irritaba
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    - Creí que jugábamos, en verdad no tenía inten… ¡Mierda deja de ignorarme!
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    - Suéltame
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    - No. Tu y yo tenemos que aclarar esto
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    - Suéltame Hanase
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    - A quien está buscando… ¿sales con otro?
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    - Me estas lastimando, maldita sea suéltame
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    - Y si te rompo el brazo, ¿si te rompo los dedos volverás a dibujar? – el brillo en los ojos de Hanase hizo que Yuu perdiera la voz por un segundo.
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    Los ojos de Yuu encontraron entre los ojos que miraban hacia donde estaba unos ojos marrones encendidos, “no es el” quiso decirle, pero Hatori parecía dispuesto a alejarse, entonces su expresión cambio, como si comprendiera que no era un reencuentro de pareja y llego antes de que Yuu pudiera llamarlo. La escena se convirtió en un espiral de movimientos y la gente formando una frontera, cuando el guardia del Mall intervino ambos tenían la ropa manchada de sangre y el cabello castaño de Hatori estaba pegado a su frente por el sudor.

    - ¡Estoy calmado! – Hanase se quitó al guardia de seguridad – Yo fui atacado por ese sujeto sin ningún motivo, el solo cayó sobre mi sin más… Yuu dilo, vamos dilo
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    - Eres un acosador – la voz de Yuu fue un murmullo, pero Hatori alcanzo a escucharla con claridad, volvió a saltar dispuesto a recomenzar la pelea, pero Yuu lo sostuvo
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    - No es verdad, lo malinterpretaste… yo… yo no quise asustarte Yuu – la mirada de Hanase parecía honesta, Yuu sabía que era temperamental pero solo recordarlo atrapándolo le causaba un malestar.
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    Yuu se negó a poner la denuncia, y le pidió a Hatori que se fueran de ahí, Hanase se disculpó, pero su expresión por un segundo causo una lástima enorme en Yuu, tal vez en realidad no pensaba hacerle daño, pero no podía evitar tenerle miedo.

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    - Deberías llamar a Chiaki, pronto serán las cinco
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    - Si, tienes razón… - mordiéndose el labio Yuu espero mientras Hatori llamaba – Chiaki… surgió algo… si… no, no hoy te llamare mañana… gracias – entonces colgó la llamada y guardo el móvil en su bolsillo – no vas a escapar de esto sin darme una explicación razonable.
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    - Te lo explicare… es mi culpa que te golpearan
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    - Fui yo quien lo golpeo… - Hatori tardo en formular la pregunta mientras Yuu subía la cremallera de su chaqueta, al fin soltó un bufido - ¿es él?
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    - Eh
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    - Me doy cuenta de que no sientes nada por Chiaki, y casi juraría que estabas mal a causa de una persona… es acaso ese sujeto… es de quien estás enamorado
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    - No… no es el
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    Una sonrisa se dibuja en el rostro de Hatori, mientras salen a la lluvia camino al metro.

    - Me alegra que no sea el…
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    El silencio los cubre y van camino al metro, Yuu se muerde el labio comiéndose las palabras “A quien amo no es el… eres tú”

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    Hola y muchas gracias por el apoyo espero que continuen conmigo en el camino para saber si Yuu sera feliz

    btalkrajo
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    Hola Muchas gracias me alegra mucho que les vaya gustando esta historia en un mundo alterno, donde las cosas estan enredadas y Zen atravieza un divorcio doloroso. Me encanta leer a personas conocidas que ya saben que soy adicto a los giros inesperados, por eso gracias los amo!!!

    Actu en Color Lila, en el comentario uno para que quien sea nuevo pueda leerse todo

    Un beso os quiero mucho y agradezco sus tiempo y su mirada en mi imaginario

    btalkrajo

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    Hola y muchas gracias por los comentarios, este cap es de Chiaki pero en breve tendremos a Ritsu y a Kisa lo prometoun abrazo enorme y espero que les guste


    Antihistory

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    Un sonido lo saco de sus pensamientos, miro hacia la puerta y encontró a Yuu Yanase mirándolo fijamente, tenía esa mueca extraña entre el asco y la rabia mirándolo como si nunca antes hubieran sido amigos. ¿Habían sido amigos? La pregunta le causo nauseas porque Yuu no le había creído cuando le pidió ayuda.

    - ¿Qué es lo que quieres? – soplo la viruta de su lápiz y volvió a sus dibujos

    - ¡Cancelaras tu serie!

    - Me retiro del manga Yuu, es lo correcto

    - No es lo correcto, es egoísta, tú no piensas en nadie más que en ti. – Yuu se le puso en frente - ¿Por qué estás haciendo esto?

    - Porque no puedo dibujar, antes podía y ahora no...

    - Tu cancelación afecta a Hatori, hoy mismo se decía en la reunión que te has negado a explicar tus motivos, se dice que hace un mal trabajo

    - Bueno, es un bastardo al menos esto le afectara un poco

    - Eres un egoísta Chiaki

    - ¿Por qué soy un egoísta?

    - Porque mi novio ha sido gentil contigo desde siempre y te ha ayudado, lo calumnias con eso del abuso, si eso fuera verdad hubieras ido a la policía o cambiarias la cerradura de tu casa, deja de fingir para fastidiarlo... ¡El me ama a mí, así que para con tu mierda!

    Chiaki dejó caer su lápiz... “novio” esa era la palabra que había utilizado... pero ¿Qué significaba? ¿Entonces porque le hacía daño? Lo vio entre cortinas de humo mientras era arrastrado por mil demonios hasta el fondo oscuro del lago.

    “Entonces el rey descubrió a la bella durmiente y la violo por tres meses hasta que noto que el vientre de ella comenzaba a crecer, fue a dejarle una rosa todos los días pero al octavo mes dejo de ir... El dolor la hizo salir de ese sueño, Aurora abrió los ojos mientras sus piernas sangraban su primer hijo nació y luego el segundo y entonces”

    - ¡Mamá está despertando! – Chiaki pestañeo mientras veía los ojos de su hermana mirándolo, bizqueo y encontró el libro sobre la mesilla, era la vos de ella la que había estado leyéndole

    - Chiaki amor, tranquilo estas en un hospital, Yuu te trajo amor ya está todo bien

    Pero no lo estaba, Chiaki cerró la boca con fuerza negándose a comer, no quería comer. Comer le recuerda a Hatori haciendo la comida y odia pensar en él.

    - Es sumamente rara la anorexia en hombres, pero ese es el diagnóstico para Yoshino-san, ahora peso cuarenta y seis kilos que son ocho por debajo de su promedio adecuado

    - ¿anorexia? - su madre tenía los ojos cargados de lágrimas – es que yo... siempre creí que esa era una enfermedad de mujeres, él es un hombre ¿lo ve? Siempre he creído que él está a salvo de todo en lo que su hermana corre peligro...

    - Es una persona señora y las personas están expuestas a muchas situaciones

    - ¿Cuándo puedo regresar a mi casa? – La vos de Chiaki suena cortante y seca – tengo treinta años y si no quiero comer tengo el derecho a no hacerlo

    - ¿no comer? – Su madre lo veía bajo un perfil demacrado y viejo que él no recordaba en ella – Chiaki... te estas matando, vi tu casa, no había ni un solo plato, solo botellas de agua y red Bull... ¿Qué es lo que sucede?

    - Nada

    - Yoshino-san – el medico lo observo sereno – he sabido que cancelaron su serie, supongo que eso para usted como mangaka ha sido un golpe y en mi opinión creo que le seria de ayuda asistir a terapia

    - Lo considerare... ¿Cuándo puedo irme a mi casa?

    - Un nos quedan un par de pruebas, supongo que serán dos días más pero... le pido que coma

    - He comido la gelatina

    Dicho esto se puso en pie y los dejo hablando, anorexia se repitió, no había pensado en eso antes de esta hora... sin embargo al tumbarse en su cama esa palabra fue remplazada por otra mucho más cruda y que le dolía... “Novio” se mordió el labio mientras pensaba en sí mismo, se había enamorado de Hatori, todos lo sabían... pero después de todo lo sufrido, Hatori solo sentía el deseo de hacerle daño y eso nunca sería amor, Chiaki lloro.
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    Pues apenas estoy familiarizado con esta serie pero creo que has hecho un gran trabajo con estos dos

    Gracias por compartirlo

    Btalkrajo
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    QUOTE

    Continuación

    El sonido del despertador le hizo apretar los ojos con fuerza, quería dormir un poco más, pero ya era las nueve con veinte, así que debía salir de la cama para irse al trabajo, busco en la cama, pero Ritsu no estaba, sonrió complacido cuando salió y encontró a Ritsu en su cocina.

    - Es casi un milagro que despiertes antes que yo

    Pero el chico como siempre no reacciono de manera dulce, solo le extendió la taza de café

    - Tengo que estar temprano para recoger la muestra de materiales, luego tengo una reunión con Henmi de ventas

    - No lo veras con Yokozawa

    - Al parecer tiene mucho trabajo con la película de… podrías soltarme

    - Solo estoy recargando energía

    - Por favor que no sea la mía

    - Eres muy poco adorable – un beso en la mejilla de Takano era como un despertar suave para Ritsu, lo ponía feliz sentirlo tan cerca, pero nunca lo decía

    El sonido de la música en la regadera hizo a Takano Masamune recuperar sus energías, “Porque te vi venir y no dude, te vi llegar y te abrace y puse toda mi pasión para que te quedaras y luego te bese y me arriesgue con la verdad te acaricie y al fin abrí mi corazón para que tu pasaras, mi amor te di sin condición para que te quedaras” La canción le recordaba a Ritsu, a su amor de hacía años, y al que hoy tenía una vez más entre sus brazos, con esa fuego que nunca se apagaba, las cosas no cambiaban entre ellos, eran felices.

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    Onodera Ritsu se dirigió a la oficina de Tetsuo-san para recoger la muestra de materiales, se sentía cómodo en su trabajo como editor de manga, alzo la mirada al reconocer a los dos sujetos sentados escogiendo los materiales, uno era sin duda alguna Yokozawa y el otro Kirishima Zen, e máximo editor de Marukawa, Ritsu se detuvo a verlos, estaban bromeando o eso parecía por la manera relajada en la que hablaban con Tetsuo-san quien sonreía, de pronto la sonrisa fue cortada y de un modo tan notorio que los otros dos voltearon a verlo.

    - Onodera

    - Onodera-san que gusto – Kirishima siempre le sonreía, pese a que Yokozawa nunca lo hacía y lamentablemente el jefe de materiales tampoco – también vienes por materiales

    - Onodera, por favor aguarde a que termine con el Editor Kirishima

    - Por mí no hay inconveniente en que…

    - Insisto Kirishima-san, por favor Onodera espera mientras terminamos

    Ritsu sale a esperar mientras revisa su teléfono, por alguna razón existe un puñado de personas dentro de la empresa y la imprenta que no lo toleran y contrario a todo lo imaginable, ninguna de esas personas hace lo mínimo por disimular su molestia cuando lo ven. Aun el manual de Takano-san no ha ayudado a que estas personas lo traten de un modo más gentil.

    En el pasado eso hubiera fomentado su ira, pero ahora le causaba un malestar un poco más simple, no era la lucha por ser mejor de lo que creían era el no saber porque no lo soportaban.

    - Bien Onodera ya terminamos de escoger los materiales – Kirishima sonreía amable, mientras a su lado el porte severo de Yokozawa lo veía fijo – me han pedido que revise los proyectos de Esmeralda, creo que deberé reunirme con Takano-san en breve, por favor cuando lo veas indícale que revise su correo

    - Lo hare Kirishima-san, muchas gracias

    Onodera retrocedió un paso por instinto, la gentileza de Kirishima parecía haber enfadado a Yokozawa, pero el vendedor solo lo veía fríamente.

    - Entonces me retiro – anuncio en tono seco

    - Hasta luego Onodera, Yokozawa aún no hemos hablado sobre a cantidad del tiraje

    Kirishima se fue detrás de Yokozawa, pese a que Yokozawa había suavizado sus modos hacia él desde un tiempo atrás, por un momento sintió que era odiado.

    - Entrégale esto a Takano-san – dijo Tetsuo-san severo – envíame un correo si necesitas otra cosa mas

    - Se suponía que escogería los materiales…

    - Es tarde Kirishima-san fue el último en escoger, esto es lo que resta

    - Pero…

    - Les di el mismo plazo a todos los responsables, fuiste el último en presentarse

    - Ni siquiera me dejo ver los materiales restantes

    - Por favor envíeme los que va a requerir para programar las compras

    Lo ignora y regresa a su oficina. Ritsu se aleja frustrado, no puede quejarse del todo, si hubiera venido antes seguro hubiese tenido la misma oportunidad que los otros, pero Esmeralda seguía rompiendo la fecha limite una y otra vez, todos los meses, Zafiro sin embargo cubría su cuota medianamente la mayor parte del año y Japun nunca rompía sus fechas, si no llegaban reemplazaban, eso siempre lo hacían y por eso incluso los autores tenían claro que no eran imprescindibles, a Ritsu le parecía algo un poco cruel, pero la verdad era que Japun de ese modo le daba oportunidad a nuevas series de ser conocidas por los lectores.

    El sonido de su teléfono lo hizo meter la mano en el bolsillo derecho del pantalón, se agotaba cuando respondía las llamadas de su madre, pero si no lo hacía entonces ella llamaría con insistencia hasta que la atendiera.

    - Hola mama

    - ¿Cuántas veces debo llamar para que contestes?

    - Hola mama – repitió molesto

    - Hola amor, solo quería decirte que llegaron noticias de América, tu primo regresara a vivir aquí, es maravilloso, hare una cena y quiero que vengas amor, hace mucho que no nos visitas…

    Sintió que perdía el aire por completo, en este año pocas y nulas habían sido las ocasiones en que pensó en su primo, lo había dejado de lado como un cuadro cubierto que negamos tener, ahora venía de camino a irrumpir en su vida, en sus planes y, sobre todo, en su felicidad.

    - ¿Cuándo llega mama?

    - La próxima semana, vendrá toda la familia a recibirlo, me pone muy contenta poder reunirnos todos

    - ¿estas seguras de que viene?

    - Si, dijo que era demasiado urgente venir, es increíble pero aun no logro encontrar un piso para que se instale, le ofrecí que se quedara en casa, pero no parece nada dispuesto a eso.

    - Iré a verlo mama… tengo que hablar con el

    - Me alegra mucho, usted dos comparten tanto jajaja, aún recuerdo cuando creían que eran gemelos, Oda Ritsu y Onodera Ritsu… mis amados niños

    - Mama, tengo que colgar ahora, deja que te llame después

    - Claro amor, no te preo….

    Todos los sonidos se quedaron en silencio. El vendría… ¿Por qué tenía que regresar?

    *** Si viene y se ven, si él lo reconoce entonces todo se quebrará entre nosotros… Oda Ritsu viene de camino… el nunca deberá volver, es feliz allá, tiene una vida completa, sus estudios su carrera… ¿Qué lo hace venir?

    Ritsu Onodera caminaba aturdido camino al trabajo, sus pesadillas se veían reflejadas en un lamentable momento sentimientos, de mentiras y silencios que podrían fácilmente quedar al descubierto.

    - Ricchan estas pálido – dijo Kisa al verlo

    - Si… donde esta Takano-san

    - Salió, dijo que no regresaría el día de hoy, parece que surgió algo urgente, vino un tipo importante y luego de su reunión se fueron

    - Está bien… entonces le llamare luego

    - Hazlo, el sujeto era idéntico a ti, por un momento pensé que eras tu

    - Yo también – acoto Hatori - era como tu… pero muy diferente

    - ¿saben su nombre?

    - Era… si, Oda-san de Estudio Deen, un contacto me dijo que lo trajeron de América

    - Un peso pesado – Kisa sonrió – parece que llevaban dos años tratando de sacárselo a AMC, pero ya lo hicieron

    - Oda…

    Onodera se quedó en silencio mirando su ordenador… su madre siempre equivocaba las fechas y este también debía ser un error…

    Llamo, pero fue inútil, Takano-san jamás respondió y mando mensajes que no eran contestados, regreso a su casa y espero a que el otro lo buscará, pero no sucedió.

    - Hola…

    - Onodera…

    - Takano-san te he estado llamando, pero…

    - Te acuerdas del viaje que planeamos luego de leer Notredame… iríamos a Paris ¿lo recuerdas?

    - A qué viene eso

    - Responde

    - No…

    - Si lo recordaras, sabrías que el viaje era a Italia y no a parís, pero no puedes recordar nada… porque jamás viviste nada de eso…

    - Yo puedo explicarte

    - No quiero, no soportaría ninguna explicación tuya… tuviste un año entero para explicarme la verdad y no lo hiciste, ahora ya no es necesario

    - Masamune cuelga ahora – esa era la vos de Yokozawa, fría y dura y entonces la llamada termino… se dejó caer al suelo, el suelo era el único lugar seguro en la tempestad que venía… quiso hacerlo, muchas veces, pero se enamoró, en realidad ya lo amaba antes de conocerlo, se enamoró de Saga cuando su primo le hablo de él y después de Takano cuando lo conoció… él no tenía la culpa de que fueran el mismo… no tenía la culpa de que los dos fueran Ritsu.


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    Mas temprano ese dia...

    - Tal vez no me recuerdes… han pasado muchos años desde la última vez que nos vimos… soy Ritsu… Oda Ritsu

    Para Masamune aquella visión fantasmal era como un recordatorio palpable de su pasado, de todo el dolor, aun cuando vio a Onodera no había sentido lo que sentía en este instante.

    - Oda Ritsu…

    Casi le parecía increíble escuchar en sus labios ese nombre.

    - Dices que eres Oda Ritsu

    - Si…

    - ¿Cómo sé que eso es verdad? - se derrumbó en la silla mirando sin ver sus manos

    - Por qué… - el hombre medito un segundo antes de responder – Porque te doy asco, me lo dijiste en la biblioteca de la escuela, estabas furioso y me gritaste que me largara, yo me fui pero comenzó a llover y entonces regrese con un paraguas para ti, llegue justo antes de que te marcharas y te reíste ese día tomaste mi mano y yo escape corriendo… fue la primera vez que me tocaste…

    - Oda Ritsu… Y mi casa…

    - Tu habitación en el segundo piso, tenías una colcha de plumas de ganso para invierno y una ligera para verano

    - Y mi gato

    - Sorata, lo recogiste un día que llovía…

    - Y… ¿Dónde has estado los últimos once años?

    - Tres de ellos en el hospital… uno en Japón buscándote… Saga-san me dijo que habías muerto…

    - ¿Qué?

    - Cuando me dieron el alta regrese a Japón y el primer lugar al que fui fue tu casa, ahí lo encontré y dijo que habías muerto… yo no sabía nada del divorcio de tus padres, jamás quiso atenderme y decirme dónde estabas

    - ¿Me buscaste?

    - Durante ocho años… más de siete de ellos busque a Saga Masamune que desaparecía en Shibuya, nadie sabía nada después de que tomaste ese vuelo… recién hace un mes supe que tu apellido había cambiado a Takano y te encontré…

    - ¿me encontraste?

    - Puede que te parezca idiota que te haya buscado durante este tiempo, no es un acoso yo… - hubo un largo silencio mientras el hombre le veía – te estoy muy agradecido…

    - ¿Por qué?

    - Los tres años que estuve entre hospitales los soporte solo porque esperaba verte, tal vez te suene infantil, ahora que lo digo y teniéndote en frente también me lo parece… pero fuiste lo que me sostuvo durante todo ese tiempo

    - Y…

    - Veo que no te interesa lo que pueda decir, ha pasado mucho tiempo desde luego, pero tenía que decirlo… yo no te deje y no me importa si te interesa o no, eso no cambia nada, solo quería encontrarte y saber que estas bien y ahora…

    - Te iras - dijo Masamune como una plegaria – ahora no soy ese chico que solía ser… no me conoces de nada, no sabes como es mi casa o como es mi gato, ahora ya no…

    - Lo se… me he preguntado si aún te gustan los arándanos, si aún lees manga shoujo… ahora sé que lo editas… yo… lo siento mucho… - los ojos marrones de Takano se fijaron en las lágrimas que caían – lamento no haberte encontrado antes porque fue estúpido creer que aún me amarías… yo aún te amo y no he venido a interrumpir tu vida, si no lo quieres nunca más te buscare y te dejare seguir tu vida… pero… ¡Yo no te abandone! Mil veces les suplique que te buscaran y nunca quisieron… mil veces lo rogué te lo juro.

    - ¿Por qué regresaste?

    - Ahora parece absurdo… nunca te lo dije entonces pero… te amo Masamune

    Takano se puso de pie, no soportaba la asfixia de esa diminuta habitación, sentía que se ahogaba y le pidió a Oda que salieran de ahí lo antes posible, esto debía ser un sueño y si era verdad, era de lejos la realidad más obscena que pudiera imaginar, llegaron a la sala fumar y Takano encontró a Yokozawa fumando…

    - Takafumi…

    - ¿Qué demonios te sucede?

    - Creo que tiene un ataque de pánico – Yokozawa clavo sus ojos en la silueta delante de él, los ojos verdes y serenos de Oda fueron lo único que le hizo ver que no se trataba de Onodera - Por favor abre la ventana necesita respirar

    - ¿Qué demonios le sucede?

    - Es culpa mía, me presente de golpe a verlo después de once años y creo que eso le afecto

    - ¿Quién demonios se supone que eres?

    - Soy Oda Ritsu, compañero de la secundara de Masamune

    - ¿Oda… Oda Ritsu? – Yokozawa lo miro detenidamente, tenía un parecido asombroso con Onodera, pero su mirada fija y definida no se parecía en nada a la nerviosa y aturdida de Onodera, y en ese segundo comprendió lo que sucedía con Masamune – No es posible… ¿eres su novio de la secundaria, el que desapareció?

    - Veo que te ha hablado de mi

    - No, no es posible… ellos se reencontraron hace un año, desde entonces están juntos

    - ¿de que estas hablando?

    Yokozawa coloco una compresa con hielo sobre la frente de Takano, Oda permanecía en silencio sentado en la silla que Yokozawa le había prestado. Yokozawa y el mantenían el silencio mientras Takano descansaba en el sillón, de algún modo ambos comprendían que para él fuera algo tan fuera de lugar ya que durante el último año había estado en una relación con un persona que no era quien creía y quien decía ser.
    Takano comenzó a pensar en todas las cosas que Onodera no recordaba, él había tratado con fuerza de creer que el tiempo cruzaba los recuerdo, el mismo había olvidado muchas cosas pero parecía tan horroroso escuchar como Oda Ritsu lo recordaba todo o casi todo… se sintió miserable por el engaño, lo miserable que era por el trato que Onodera le daba.

    - Creo que es mejor que me vaya por ahora… siento que mi presencia no ayuda en nada a tranquilizarlo

    - Tienes razón, esto le ha golpeado muy duro

    - Estoy en un hotel por ahora así que si me permites tu numero me gustaría comunicarme contigo Yokozawa-san

    - Aun no tienes teléfono

    - En realidad llegue en la madrugada, tenía una reunión con Estudio Deen para revisar el contrato y después fui a buscarlo… no pensé mucho en las consecuencias, además no tenía idea de que mi primo hubiera hecho algo tan miserable

    - Creo que es algo difícil de asimi… ¡Masamune cuelga el teléfono!

    - Tenía que escucharlo… - Takano se veía desvalido en ese momento y Oda sintió que era un error haberlo buscado, por la mañana él tenía un vida y una pareja a la que amaba, ahora esa vida parecía de mentiras y su pareja se desvanecía frente a sus ojos.

    - Lamento mucho lastimarte Saga…. Ta… Takano-san, pero sería mucho más horrible permitir que este engaño continuara… Yokozawa-san por favor comuníquese conmigo estaré muy agradecido con usted si lo hace…

    - Dilo otra vez - Takano miraba sin ver sus pies

    - ¿decir qué?

    - Lo que viniste a decirme, lo que esperaste once años para decir… repítelo

    - Yo no te abandone, yo te amo Masamune… y aunque hayas cambiado y crecieras, te amo igual no por el recuerdo de tu juventud… yo amo tu existencia, ahora por favor trata de descansar, - acaricio con amor su mejilla mirandole a los ojos, Takano ahora los recordaba, los ojos que le hablban en silencio de amor - este día ha sido más que demasiado para mí y no creo que sea menos para ti…

    - ¿me amas?

    - Desde que tengo doce años…. Te amo.

    Yokozawa sentía que el mundo se reía de él y de sus creencias, aquel hombre ante sus ojos era el verdadero motivo de la más triste y espantosa etapa en la vida de su amigo y a su vez, conociendo su historia se sentía como un reflejo de las historias de amor que son tan escasamente reales, Yokozawa no creía completa aquella historia y sin embargo sentía un agrado singular por Oda, un agrado que jamás había sentido ni un solo día por Onodera.

    Les sirvió una taza de té a sus amigos mientras esperaba con calma serena a que Takano rompiera ese silencio tan triste que mantenía.

    - Takafumi…

    - Dime

    - ¿Qué es peor? ¿amar un recuerdo o amar una mentira?


    Hola y gracias por las lecturas espero que disfruten la actualizacion.

    Btalkrajo
  6. .
    QUOTE


    No es lo que perdemos


    Se colocó su camiseta favorita con unos jeans cómodos y decidió salir a tomar un café al centro, deseaba ver esa película que se había estrenado recién y no dudo en colocarse una chaqueta porque la temporada siempre era lluviosa.

    Lo que no había pensado era que ese café no estaba escogiendo al azar, era el café donde Hatori solía ir antes, antes de la relación con Chiaki, Tori solía pedir un Mocca y sentarse a leer un poco, el café estaba destinado a eso con libros en los estantes dándole un aire extranjero. No pensó en eso y entro con unas pocas gotas menudas de lluvia sobre su cabello y su chaqueta.

    - Un latte con vainilla y dos magdalenas

    Tomo del estante uno de los libros maltrechos por las muchas veces que habría sido tomado y dejado en el estante, era una de las novelas de Sumi-sensei, un autor japonés dedicado al romance en épocas de guerra, Yuu se sentía de especial ánimo para el libro, lo había leído a trozos pero esta vez se fue directo a los dos últimos capítulos y ahí descubriría si al final, ella había sido capaz de confesarle su amor al comandante antes de que este muriera por el golpe del cañón, recordaba eso aunque habrían ser cuatro o cinco años desde que había leído esos capítulos previos al final.

    - Bien, ahora al fin conoceré tus secretos

    Hablándole al libro se acomodó en una de las mesas para dos del fondo, las pinturas en las paredes lo distrajeron por un momento y sonrió a la camarera que dejo frente a él su café y las magdalenas. ¿Por qué estaba tan contento? No había un motivo especial, solo que ese día se había despertado de mejor ánimo, llevaba una semana dura de trabajo con Usami-sensei que tenía dos características muy marcadas, era muy presto a distraerse si Misaki no lo vigilaba con tutela y era muy claro cuando algo lo molestaba y parecía que casi todo lo ponía de mal humor.

    Yuu dio un mordisco a la masa y le gusto el sabor, pensó en Misaki y sus regaños al autor y esa leve pero firme fiereza en sus ojos cuando Yuu se quedaba mirando al escritor, el amor no es algo que pueda esconderse y Misaki trataba tanto de cubrirlo que se delataba en detalles pequeños, cosas en las que otros disimularían le hacían perder los estribos... Yuu sonrió pensando en la pareja... y ahí murió la sonrisa, un frio se coló por su espalda cuando Chiaki dio el paso señalando la mesa, no tardo en encontrar a Hatori haciendo un pedido en la caja y se mordió su corazón en un segundo, era esto lo que había olvidado por unas horas esta mañana, que Chiaki existía y más en su contra... Chiaki lo tenía.

    - Yuu - dijo el mangaka caminando hacia su mesa - ¡Qué bueno verte Yuu! – la sonrisa honesta en los labios finos de su amigo, - Ahora podemos desayunar los tres juntos

    Antes de que pudiera negarse Hatori estaba delante de él con una mueca similar a una sonrisa, pero más fría... “Claro, ha venido a desayunar con su novio y aparezco yo” pensó con pesar, agacho los ojos y deseo que Hatori lo salvara, pero como ya se había hecho costumbre sus deseos no se cumplieron.

    - He pedido para los tres, no creo que te moleste tomar un café mas

    - No – dijo en un susurro, Tori frunció el ceño de inmediato y su mirada se enduro aún mas

    - Te lo he prohibido ¿no quedo claro la otra noche? – Yuu alzo los ojos “Creo que no sabes lo que vi... pero te lo prohíbo mostrármelo de nuevo”

    - ¿la otra noche? - con una sonrisa nerviosa Chiaki interrumpió el choque de sus miradas

    Yuu guardo silencio, casi no sentía como el mismo, antes hubiera respondido hostil sobre una visita nocturna de Tori, pero ahora no podía, aquel encuentro había sido íntimo, y pensarlo le recordaba las manos de Hatori sosteniéndolo, y eso lo avergonzaba, haber deseado más...

    - Un asunto privado – ataja el editor mientras una camarera se acerca, el late de Yuu esta aun a media pero ella lo retira con una sonrisa animada

    - Ah... - Chiaki no dice más del tema. El café sigue con ellos, hablan del proyecto de los diez años de Chiaki y los quince de Akihiko Usami, aunque Yuu no delata el nombre real del autor, eso ha prometido no hacerlo y las promesas deben cumplirse.

    Yuu no se mueve ni un milímetro cuando la mano de Hatori se quedó junto a la suya en la mesa, el editor parecía no notar lo que sucedía o tal vez pudiera ser que al igual que Yuu sentía el deseo de estar junto a él.

    Parecía el pasado, el tiempo en que se juntaban a charlar fingiendo que eran amigos “Para mi somos amigos” la voz de Hatori golpea su pecho, fue esa noche... esa noche el muro se derrumbó por completo, cuando supo que todo era real, que las horas en que Hatori lo ayudo y cuido no fueron actuadas, que las risas y los gritos no fueron falsos... Yuu era preciado para Hatori, pero no era amado... que costoso era combatir el deseo de mover su mano y tomar la de Tori, o peor aún la vergüenza frente a Chiaki, su amigo había sido lo más honesto posible e incluso ahora le sonreía con honestidad.

    - Chiaki – la voz cargada de reproche era de Chinatsu, la joven hermana menor del mangaka- Buenos días Yanase-san Hatori-san

    - ¿Desde cuándo somos desconocidos? – Yuu sonreía mirándola – si antes éramos Yuu y Tori porque ahora te pones tan formal Natsy

    Natsy era el diminutivo que Yuu había creado cuando conoció a una niña menuda que quería pasar con ellos las tardes en que visitaban a su hermano.

    - Tranquila – Chiaki sonreía – solo estamos tomando un café, ahora que termine nos iremos a comprar ese vestido que quieres

    - Chi-Chiaki no hables tan ligero de algo privado

    - Bueno lo siento, chicos es hora de irme, me alegra verte Yuu... – sus ojos honestos sonrieron – avísame cuando tengas tiempo libre para vernos

    - Lo hare

    - Te llamare en la tarde – la vos e Hatori no es despedida, solo un aviso de que volverán a estar juntos, otro golpe a su ha lastimado corazón

    Yuu observa a los hermanos marcharse, la lluvia sigue ligera afuera sin amenaza de empeorar, Chinatsu se veía muy guapa con su jersey azul que resaltaba sus ojos y ahora frente a unos ojos marrones con una camisa a cuadros blanco y negro lo mira sereno. Se da cuenta de que no recuerda cómo iba vestido Chiaki...

    - Irán a comprar un vestido para la graduación de Chinatsu, no sé porque le pidió ayuda a su hermano

    - Chiaki tiene mejor gusto para la ropa de mujer, sus heroínas siempre van muy guapas, he visto los cosplay que hacen de ellas y resultan muy bien vestidas, seguro podrá ayudar a su hermana a escoger un vestido y zapatos que se adecuen a su figura

    - Supongo – los ojos de Tori se van al cartel en la pared de Theater Sun Mall (1) por un reciente estreno en su cartelera. – Vaya ya se estrenó, creía que faltaba una semana

    - ¿En serio no lo sabias? Incluso vinieron dos de los actores americanos a promocionar la película, fue un evento importante

    - ¿Fuiste a la premier?

    - No, vi las noticias... la gente normal mira la televisión

    Ambos se ríen por el tono con que Yuu ha dicho normal, Hatori suelta un billete como propina y se ponen de pie para salir. Afuera se ve todo más oscuro y es posible que la lluvia empeore, pero Theater Sun Mall está cerca de la cafetería. Pero en la puerta Yuu no sabe cómo decirle adiós... en realidad no quiere, si pudiera perpetuar su tiempo lo haría.

    - Bueno Hatori

    - Sí, creo que es mejor darnos prisa

    - Eh...

    - No llegaremos al cine sin mojarnos... vamos

    - Tori...

    - ¿Qué sucede?

    - El que llegue ultimo paga las entradas

    - ¡Eso es muy...!

    Yuu sonrió y comenzó a correr detrás de Hatori que había salido disparado camino al cine.

    Con el cuerpo caliente por la carrera Yuu dio un salto sobre una banca y llego primero a los dispensadores automáticos, Hatori sonreía.

    - Te toca pagarlas – jadeo cuando el otro llego a su lado

    - Solo porque me tropecé son un basurero, de no hacerlo te hubiera ganado

    - No seas mal perdedor

    - Bueno, pero también escogeré las palomitas

    - Yo pagare las sodas y las palomitas

    - No, las pagare yo

    “Debe ser una cita” la voz venia de dos chicas que reían animadas mirarlos y al ser descubiertas apuraron lo más que pudieron su compra en los dispensadores, Hatori las miro hosco, ¿Por qué las miraba así?, Yuu encontraba gracioso que para ellas fuerte algo lindo que ellos tuvieran una cita, también para él lo era.

    - Te molesto que dijeran que estamos en una cita

    - No...

    - Entonces ¿Por qué la cara agria?

    - No había asientos en la fila que quería, espero que no se vea mal desde los sitios que compre

    - Creía que por la cita...

    - No es una cita Yuu


    El peso golpea, sonríe para no llorar, camina para mantenerse entero y agradece que la sala este oscura o Hatori notaria esa maldita lagrima que se escapado y cae por su rostro diciéndole en la piel que esta cometiendo un error al esperar más de lo que podrá tener nunca, las palabras sencillas arrinconándole el corazón, haciéndole menudo y explicándole en simples palabras que no es más que un colega y que ninguna mirada sobre ellos movería un cabello en Hatori, porque no lo ve de ese modo... no ve sus sentimientos, porque si los viera, si se diera cuenta, si lo supiera no estarían ahí, y no podría dejar su mano pegada a la de Tori en la mesa... y no podría amarle desde las tinieblas.

    (1) Una de las salas de cine en tokio a la cual se presentaron los actores de Advengers para la premiere en japon

    Hola y muchas gracias por su apoyo, porque este fic no es sobre como Yuu se lanza a Hatori sino de como encuentra algo bueno despues de haber perdido algo valioso, no hare espoler porque quiero que sigan leyendo. muchas gracias por su apoyo y espero que disfruten el cap

    btalkrajo
  7. .
    QUOTE
    No es lo que perdemos

    continuación


    No lo he perdido... no puedes perder aquello que no tienes, lo que no es tuyo, lo que apenas has acariciado con la imaginación... no lo he perdido... nunca fue mío.

    - Las personas no pertenecen a nadie Yuu – su voz hace eco en mi cabeza con serenidad – tú mismo me lo dijiste muchas veces...

    - He dicho muchas cosas a las que no has prestado oídos, ¿realmente eso es todo lo que has oído en todo este tiempo?

    - Bueno... en verdad había creído que estabas enamorado de Chiaki... no lo sé, me parecía que tu asunto con Hatori era más de rivalidad... – me observa con una legitima lástima que no me ofende, es mi amigo y desde luego no se trata de caridad sino de auténtica preocupación, continua con peso – debió ser duro para ti fingir que te desagradaba la persona que amas

    - Era lo correcto

    - ¿era?

    Hiroki me observa con los ojos muy abiertos, como si mis palabras tuvieran un peso desconocido o fueran una revelación injusta, entonces vuelve a hablar con autoridad

    - No estarás pensando en decirle lo que sientes

    - No

    - Chiaki es tu amigo, espero que no desees quebrar e interponerte en una relación establecida, Yuu por favor nunca hagas eso...

    - ¿Por qué demonios me hablas así? ¡Sabes que ellos están enamorados! – un silencio se cuela, decir eso en vos alta me duele, me hace sentir miserable y me lleva a tener que admitir que realmente quisiera poder ponerme en medio de ellos y tomar a Tori para mí – Sé que es inútil... pero muchos días deseo que sea mío...

    Hiroki me rodea y sus brazos hacen fuerza sobre mí, él sabe que no miento y que he luchado por evitar este deseo porque no quiero ser esa clase de persona, no quiero causar un daño o quedarme con las obras de un encuentro casual y ya su amistad no es suficiente, quiero más... y es tan injusto... tan injusto pensar que tal vez pudimos haber tenido un futuro diferente si solo le hubiera dicho que lo amaba.

    Solo el sonido del timbre nos separa, me acerco al intercomunicador mirando a Hiroki y limpiando mi cara.

    - ¿Quién es?

    - Hatori

    - ¿Qué haces aquí?

    - Tengo que hablar contigo... puedes abrir está lloviendo aquí afuera

    - Si

    Apretó de inmediato para abrir, no había sentido que afuera lloviera absorto en contarle todo lo sucedido a Hiroki. El me observa con un toque de duda y preocupación.

    - Me encantaría irme, pero no puedo salir si está lloviendo

    - Lo mejor es que te quedes, no puedo estar a solas con el

    - Yuu...

    Y sus ojos dicen lo que silencia “Quisiera que fueras feliz” no hace falta que lo diga, no quiero oírlo en realidad.

    - Maldita sea, comenzó a caer como baldes de... – sus ojos se clavan en Hiroki y absurdamente mi corazón da brincos felices al ver como se le tensa la línea de la boca hasta mostrar una mueca dura de molestia – debiste decirme que tenías visita...

    - Dame tu saco, esta mojado... Hiroki es más un familiar que una visita

    - Préstame una camiseta, tengo incluso la camisa empapada

    - Claro ven conmigo... Hiroki podrías poner algo de agua para un te

    - Si... claro...

    Dejo su saco y su camisa en el baño donde también tengo la lavadora. No puedo evitar estremecerme sintiendo el aroma de Hatori saliendo de la camisa húmeda por un momento me detengo a aspirar ese olor, un olor fresco...

    - Tu pantalón también esta mojado – le digo al encontrarlo, una camiseta mía resbala por su abdomen, pero en su cuerpo queda un poco ajustada, es más grande que yo

    - Sí, pero eso si no creo que lo tengas en mi talla, tus caderas y cintura son más estrechas que las mías

    - Te has fijado en mis caderas

    - Desde luego, todas las veces que subes las escaleras antes que yo

    Me muerdo el labio, porque aquello no deseaba decirlo en vos alta y una vez más el me responde de manera serena.

    - Creo que tengo un pantalón deportivo en talla grande

    - ¿Quién es el tipo de allá afuera?

    - Un amigo

    - Antes dijiste que un familiar

    - Más un familiar, es un amigo de hace mucho tiempo

    - Yo no lo conocía

    - No conoces a la mayor parte de mis amigos, te sorprendería saber lo sociable que...

    - Por sociable te refieres a accesible

    - ¿accesible? – la línea dura de su boca me vuelca el estómago, con una sensación casi desconocida e irritante – puedo ser lo accesible que quiera Hatori, no te debo explicaciones ni a ti ni a nadie

    - Es el la causa de tu estado de ánimo anterior, te veías muy afectado hace unos días, ahora pareces mucho más feliz...

    - No te debo explicaciones

    - Si me las debes, he estado preocupado de lo que sucedía contigo y si es porque un tipo de mierda te trata mal no lo permitiré

    - ¿Qué demonios dices?

    - Ese sujeto lleva un anillo de matrimonio en la mano

    - Claro que lo lleva, está casado

    - ¡¿Qué significa eso?!

    - Que mi esposo es pediatra del hospital general – Hiroki habla desde la puerta – lo siento pero han gritado y me preocupe... ¿quieres más detalles de mi vida?

    - ¿esposo? – Hatori balbucea nervioso ante la firmeza de Hiroki, Hiroki es mucho más rudo que cualquiera, siempre ha tenido esa expresión de homicida cuando se enfada

    - Si, esposo... hombre y no, además de que me parece una mierda que acuse a Yuu de meterse con tipos casados, no me parece que alce la vos en una casa que no es la suya, compórtese

    - Es docente en la universidad – digo entonces mirando a Hiroki – es editor de manga, el siempre grita lo lamento Hiroki, es incómodo para ti, pero en verdad así nos llevamos no me siento mal por lo que dijo, no lo dice de corazón, es solo que se preocupó al pensar que fueras la causa de mi anterior estado de animo

    - El culpable es otro y yo también tengo ganas de partirle la cara, he preparado café, los espero en la sala

    Tomar el café se hace tenso pero aun así nos lo bebemos, esperamos a que el cielo destape para que Hiroki pueda marcharse a casa y cuando se marcha mi corazón golpea lleno de frio en mi pecho, un dolor agudo que me revienta el interior. Hatori no muestra intenciones de marcharse pese a que Hiroki repite reiteradas veces que ya es tarde para permanecer como visita, la indirecta parece no hacer ningún efecto en él, y comienzo a sentirme más estúpido que nunca, como una sensación de que se quede conmigo más fuerte que cualquier otra, mi deseo de acariciarle comienza a hacer cosquillas en mis dedos.

    - Mi taxi llego Yuu

    - Lo sé, gracias por haberte quedado conmigo

    - Yuu...

    - Si

    - No mereces migajas, por favor ten eso en claro, si no puede darte todo es mejor que no te de nada

    - Porque dices eso

    - No finjas, sabes perfectamente que le gustas

    No... No lo sé, no lo creo... no lo había pensado.

    Cierro la puerta y lo encuentro lavando las tazas utilizadas de espaldas a mí y me recargo en la pared, ¿le gusto? Tal vez le intereso pero no puede ser romántico, he oído hablar más de una vez a mis amigos sobre una chica que les gusta y sin embargo aman a sus esposas... “Si no puede darte todo lo mejor es que no te de nada” lo sé, tampoco quiero eso, un hora fugas en su vida donde el deseo me controle y deje un hueco por el resto del tiempo, la vergüenza de no poder alzar la mirada y el hecho de saber que no puedo sentir nada porque no tengo derecho a ningún sentimiento... esas cosas... esos agrios sentimientos se van colando por mi espalda.

    - La lluvia ha parado por completo, aunque está bastante frio afuera

    - Creí que no se iría nunca

    - ¿querías que se marchara?

    - Si. Quería hablar contigo, hoy me llamo Kirishima-san para hablarme de un proyecto en que estas involucrado como artista debutante

    - No soy el artista, solo hare los gráficos

    - No fue lo que oí, me dijeron que es una foto novela con Akikawa Yayoi

    - Si, firme para ese proyecto pero la historia es completamente suya

    - ¿Qué pasa son Chiaki?

    - Perdona...

    - Se viene el aniversario diez de su manga, hará un tomo especial y contábamos contigo como el principal apoyo, ni siquiera me mencionaste que firmarías con alguien

    Como cuando comienzas a estar ebrio y una sensación extraña se llena en tu estómago, me siento así, mis deseos quedan en nada, ha venido por él, ha venido a reclamarme que no dibuje más para Chiaki...

    - He incluso que me pidieras como editor... Kirishima no se ofendió o eso dice, pero en zafiro están furiosos, es su departamento el que lleva BL y Aikawa no llamo a ninguna de sus editores... ¿Por qué no llamaste a Yaga mi-san?

    - No pensé en el cuándo me preguntaron “Porque quería verte, porque necesito estar cerca de ti, porque una vez que ha caído el muro no soporto tu ausencia y sufro sabiéndote con él, y como sufro quiero verte conmigo, aunque solo sea trabajando, te quiero a mi lado”

    - Debiste pensarlo... Takano cree que lo mejor es que yo rechace

    - Entonces hazlo, no es como que me importe completamente trabajar o no contigo

    - Le he dicho que no – su vos cae sobre mis anteriores palabras – he creído que lo pedias porque estabas más cómodo conmigo, pero ahora veo que solo lo hiciste al azar

    - ¿de eso querías hablar conmigo? Viniste desde Marukawa para eso

    - No vine desde Marukawa, estuve en la librería Marimo, la sucursal que abrieron cerca de la estación, como estaba cerca decidí venir y a medio camino se desato la lluvia

    - Ah... “Entonces no hiciste un camino largo y tormentoso solo para decirme que trabajarías conmigo”

    - Me veo ridículo, pero no creo que pase nada por ir vestido así ¿verdad?

    - Te iras ahora...

    - Si, antes de perder el último tren es mejor que me marche

    Se detiene en la puerta y se gira.

    - ¿Quién es?

    La pregunta resuena sin que él me mire directamente, su cabello castaño brilla bajo la luz de la salida, usando mi ropa se ve aún más grande que toda se ve pequeña, doy un paso, casi anhelando comprender esa pregunta. La línea de sus labios sigue siendo dura y fría...

    - Tu amigo dijo que era otro y que él también quería romperle la cara... no es Chiaki porque te he visto con él y parecías sereno... ¿Quién es?

    - ¿Qué más da?

    - Importa...

    - Hatori no puedo hablar de eso contigo – en eso soy honesto – y preferiría que lo dejaras así

    - No... no quiero verte así Yuu, nunca antes te había visto de ese modo y no soporto pensar que te estén haciendo daño.

    - ¿Qué más te da?

    - ¡Te lo he dicho antes! – retrocedo en un salto al oírlo - ¡Me importas! No actúes como si ahora no pasara nada, tomando café y charlando con tu amigo, te vi la cara cuando llegue, se te salía la felicidad por los poros, hace unos días estabas derrumbado con ojeras y negándote a comer, creo que no sabes lo que vi... pero te prohíbo mostrármelo de nuevo

    - Entonces no vuelvas a venir – me duele el pecho, sus palabras pesan causándome un pesar asfixiante... haciéndome sentir especial, haciéndome sentir importante

    Pierdo el aire cuando su mano sujeta mi espalda y la otra me toca la nuca, su abrazo es fuerte y me sostiene contra él. Mi cuerpo es consciente de sus manos, mi piel siente su aliento y mi alma se aferra con fuerza al deseo de que sea mío... no es lógico, no es posible... ¿Por qué el amor parece estar haciéndose más fuerte a casa latido? Si por años lo escondí ahora sale delatándome en casa mirada. Sus ojos marrones se suavizan mirando me a los ojos, a menos de dos centímetros el uno del otro, aun su mano sujetándome con calor.

    - Me alegra verte contento Yuu, pero no quiero que sea por el motivo equivocado... tu vales mucho y si esa persona no puede darte todo, es mejor que no te de nada

    Una caricia en mi mejilla y la sensación de agonía arrancándome la piel.

    Las palabras se clavan, no puedo hacer eso... aunque sea poco, aunque no seas mio, aunque me dueles... porque me dueles... te amo...

    Cierro la puerta y me dejo caer al suelo, deseaba pedirle que se quedara conmigo, que también a Chiaki le dijera que no y me escogiera y me hablara de amor... pero le di una chaqueta y lo deje marcharse. Saboreo el salado de mis lágrimas, de mi silencio y de estos sentimientos que parecen haberse esparcido por todo mi cuerpo, el dolor es cada vez más insoportable y más cuando recuerdo en su rostro severo al ver a Hiroki... desee tanto que fueran celos, lo desee tan estúpidamente... tan patético

    <i>Tan enamorado

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    Continuara...

    Hola como vai, espero que bien y pues yo aqui contento de leerlos y saber que les gusta... creo que le gusta espero no estar en un erro. y pues si, va un poco lento, yo se que a este cap en otros lados ya follaron, pero... ah... casi hago espoiler no lo hare. pero si les voy a dar lemon, eso lo prometo. un beso y un abrazo psicologico.

    btalkrajo

  8. .
    Continuacion


    Cuando al fin Yokozawa, se tranquilizó para oír a Kirishima, el medico miraba perturbado la escena, la palabra “violación” se había repetido en varias oportunidades, y al fin Yokozawa parecía demasiado cansado como para seguir llorando y se dejó caer.

    - Yokozawa-san... ante todo quisiera que...

    - Doctor creo que es suficiente, volveremos por las pruebas y le puedo asegurar que darán negativo – Kirishima tenía un aura intimidante mientras miraba al médico en frente suyo, tomo a Yokozawa por el brazo y lo insto a pararse, el otro se dejó llevar agotado, esto era más de lo que nunca podría soportar y era culpa de Kirishima.

    El aire parecía viciado mientras se dirigían al vehículo de Kirishima en un silencio absoluto, Yokozawa se dejó caer en el asiento del copiloto e incluso dejo que fuera Kirishima quien le abrochaba el cinturón, ya daba lo mismo pelear o huir de él, ya no existía más alternativa que seguir a su lado.

    - Escúchame – dijo el rubio sentados y encendiendo el motor – me hice la prueba dos veces pero la segunda dio negativo... si yo creyera que estoy contagiado en un mínimo de posibilidades me hubiera suicidado ¿entiendes?

    - Me odias

    - No digas algo como eso, nunca te haría daño, nosotros nos amamos

    Yokozawa tuvo deseos de escupirle y decirle que parecía un demente, él no lo amaba, no sentía el mínimo afecto por su persona y lo despreciaba desde lo más hondo de sus ser, su único motivo era la protección de Hiyori, su amor por su sobrina lo había hecho aguantar, pero ahora... no tenía fuerza para empezar una pelea con Kirishima.

    - Lo probare, cuando recojamos los resultados veras que no te ocurre nada y todo es solo una anemia por estrés, además podemos hacerla siempre que quieras... – los ojos marrones chocaron directamente a los suyos azules oscuro – confía en mi Takafumi, todo irá bien...

    ¿Confía en mí?

    Yokozawa ya lo había oído decir aquella frase “Confía en mí, arrojare a la mocosa por el balcón” “Confía en mí, este video será un virus en cada ordenador del país” “Confía en mí, te romperé las piernas si es necesario, pero esta noche voy a follar” “Confía en mí, si me traicionas te arrancare la piel” y él había confiado... confiaba en eso porque Kirishima era horrible, era vil y nunca sentiría amor o afecto por nadie, en ese momento en el transitar del vehículo Yokozawa odio a su hermana, Sakura era la culpable de todo esto, ella se había involucrado con aquel engendro y ahora, con su muerte, Kirishima había tomado posesión de Hiyori... al odio con todo su ser por haberlos dejado a merced de ese hombre sin haberles nunca advertido.

    Hiyori siempre había oído historias sobre su maravilloso padre y hasta ahora Kirishima había mantenido justamente esa imagen, con ella se mostraba dócil y gentil, le decía cosas con cariño y era atento, todo era un montaje y Yokozawa se odiaba por haber apoyado esa fantasía, ahora debería decirle a Hiyori que el moriría, y una vez muerto ella se quedaría sola en manos de ese hombre o su familia, “Solas las serpientes dan a luz serpientes” se dijo borrando cualquier afecto por la madre de Kirishima, él no podía creer ahora que ella fuera buena cuando tenía aquel horrible hijo. Escucho las palabras vacías de Kirishima hundiéndose en su dolor, porque si el hombre había sospechado estar contaminado con algo como eso, entonces no tenía ningún escrúpulo y Yokozawa supo que todas sus amenazas eran reales, firmes y viles... “¿Por qué me escogió a mí?” se preguntó con tristeza, había oído aquel rumor sobre Kisa-san, algunos decían que lo había violado en el estacionamiento, aunque la mayoría apoyaba que Kisa-san no había comprendido que Kirishima no le quisiera, el asunto quedo en la nada, solo un rumor de oficina, Kirishima siguió en su cargo y Kisa en el suyo, no se habló más y los pocos rumores fueron muriendo ¿Qué dirían de él? Era un hecho que si decían cosas a su espalda tardaría en descubrirlo... no, sacudió la cabeza, él tenía amigos, si se decía algo a sus espaldas seguro le avisarían.

    La puerta se abrió y comprendió que habían llegado a la casa Kirishima, sentía el corazón en los talones y se dejó llevar, ¿Cómo era que le haya sucedido esto? Sus sueños ya no estaban en su sitio, ya no podía esperar su libertad, la boca de Kirishima se apretó contra su cuello y se quedó abrazado a él por un momento.

    - Deja esa cara... todo estará bien – lo decía con una sonrisa suave, Yokozawa miras sus ojos marrones serenos, se veía realmente guapo mientras lo sostenía, como si deseara hacerlo sentir a salvo, como un mutro que promete ser el único terror bajo la cama, como un cuchillo que detiene una bala pero se clava igual en la piel

    - ¿Por qué?

    - Porque yo no dejaría que algo malo te pasara – sus dedos acarician el rostro enrojecido por las lágrimas – mientras seas bueno conmigo todo irá bien Takafumi...

    - ¿Qué harás si da positivo?

    - No lo hará... bueno en el imposible caso de que fuera positivo, seguiremos juntos buscaremos tratamiento y duraremos lo más que podamos juntos, el VIH no es sida Yokozawa, se puede manejar y lo haremos de la mejor manera entiendes...

    Pese al tono gentil con que Kirishima hablaba, Yokozawa podía sentir la rabia contenida en su voz, tal vez lo había visto tan afectado que en vez de gritarle había decidido consolarlo.

    - Porque no duermes con Oazaki-san...

    - ¿crees que te seria infiel? No... confía en mí, eres el único al que toco,

    Confía en mi había dicho con media sonrisa. Claro que confiaba, confiaba en que no tenía escrúpulos o sentimientos, que jugaba un juego macabro donde el no tenía conocimiento de las reglas, confiaba en cada amenaza cruda y decidió confiar un poco más, confiar en que no estaría contaminado, confiar en que si era bueno obtendría su libertad.

    No había nadie en casa, Hiyori debía seguir en casa de su abuela y ahí dormiría más que seguro, Kirishima hablo y aviso que solo se trataba de anemia por el trabajo, le pidió a Hiyori o eso entendía Yokozawa, que estuviera tranquila porque ya todo había mejorado y la insto a comerse los vegetales, “Sabes que el siempre evita el brócoli, tu no lo hagas cariño” él no dijo nada y se fue a su recamara, se dejó caer en la cama y espero un poco pero ya no habían lágrimas, solo un cansancio absoluto.

    “He venido porque no respondes a mis llamadas” la voz de Oazaki vino desde el salón, el siguió tendido en la cama con ganas de escapar de ellos. La luz de su habitación se encendió de golpe y al girarse vio las rodillas de la mujer y su falda café, tan agotado no molesto en levantar la mirada y siguió recostado.

    - Podrías dejarlo descansar – Kirishima entro detrás de ella con aquella serenidad fría

    - ¡Levántese, tenemos que aclarar una par de cosas! – entonces vio la espalda de Kirishima interponiéndose entre él y la mujer – suéltame, me lastimas...

    - ¡No! – fue su propia vos cuando escucho el bofetón, Oazaki cayó rendida la suelo y se llevó la mano a la mejilla herida, tenía los ojos llenos de lágrimas mirando a su prometido, aun así rechazo la mano de Yokozawa con violencia - ¿Por qué hiciste eso? – la pregunta era débil, el mismo no tenía fuerzas para un pelea pero no podía quedarse callado

    - Así de repugnante era Sakura – dijo al fin con frialdad – no importaba cuantas veces le pidiera que dejara de buscarme, las veces que le dije que amaba a otra persona, las veces que la azote o la eche a la calle ¡Siempre regresaba a buscarme! ¡Lo detesto! ¡Detesto que no lo entiendan!

    - Te odio – dijo ella mirándole y Yokozawa observo un hilo de sangre en su boca, tal vez se abría mordido con el golpe

    - ¡Ojala sea verdad y me libre de ti! – bramo Kirishima mirándola y sonriendo – Eres tan estúpida Oazaki... tan idiota que no comprendes que me repugnas, que no es por honor sino por asco que no duermo contigo, tan idiota que no entiendes que jamás me casare contigo, sigues soportando esto... ¿Cómo lo haces? ¿Cómo puedes vivir sin un gramo de dignidad?

    - ¡Se acabó... rompemos!

    - ¡Gracias! – los ojos de Kirishima se veían radiantes – No sabes lo feliz que me haces, espero que sea verdad y nunca más reciba tus llamadas lloriqueantes, que no vuelvas a suplicarle a mi madre que te perdone, que tu padre no tenga que pagarme para seguir aguantándote porque ya ni el dinero me viene bien – hizo una pausa mientras ella lo miraba horrorizada - ¿puedes creer que le rompí el brazo? – aquella pregunta iba a Yokozawa – También le corte el cabello un día que discutió con mi hermana, antes lo tenía largo, la hice llorar y después aun así vino suplicando que la perdonara...

    - ¡Me matare! – amenazo ella con todo el peso de sus lagrimas

    - Bien... no serias la primera

    Yokozawa retrocedió hasta que no hubo más espacio entre él y la pared, ella lloraba en el suelo y Kirishima tenía aquel gesto, tan difícil de calificar pero que le erizaba casa vello en el cuerpo, “Porque nos amamos” su véndete se estrelló contra aquellas palabras... ¿acaso Kirishima en verdad creía que él lo amaba?

    - Descansa, acompañare a Oazaki a su coche, ¿ya estas más calmada?

    - Aun lo amas... a ese chico – dijo ella mirando a Kirishima – una vez me dijiste que a él si lo amaste...

    - Que idiota eres

    El comenzó a reír a carcajadas pero ella no sonreía y con la mirada de asombro se volteo a ver a Yokozawa. “Oazaki deja que te presente a mi familia” así había presentado a Yokozawa y a Hiyori con ella, el miedo le causo un malestar estomacal y su espalda se sintió apaleada... si, Zen creía que ellos eran familia, no supo exactamente porque eso lo aterrorizo aún más, ¿Cómo podía tenerle tanto miedo? Se sentó en la cama mirando sin mirar nada en la oscuridad.

    Continuara

    ******::::::::::::::::::::::******



    Hola y muchas gracias Chicafujoshi, Akory Nomi Aome samael Yoo Joo espero que el cap de hoy les haya gustado y les agradezco su paciencia con respecto a este fin y la demora en su actualizacion... espero tener mas tiempo ahora que acabe la U y asi avnzar porque tenemos pendiente a Kisa y a Chiaki que son importates.

    Gracias por el animo, coman cocholate

    btalkrajo
  9. .
    Gracias, espero que les guste Actu en el primer comentario.
  10. .
    Bajo los tacones de Ariana

    Dejó la bolsa de basura en el contenedor de incinerables, la gente del condominio siempre evitaba mirarle de frente y este día no era diferente porque al subir las escaleras la mujer que bajaba saludo desviando los ojos, todos sabían que lo habían abandonado.

    :
    :

    Yokozawa se metió en la regadera al ritmo de Animals de Maroom 5 y se hecho el shampoo mientras pensaba en este día, porque este día era especial y este día Yokozawa lo llevaba esperando casi un mes.

    Abrió el refrigerador y saco la leche que derramó sobre su café, unto mermelada en su tostada y mientras revisaba las nuevas fotos de Ann salto el mensaje.

    Rodo los ojos en blanco irritado, no podía suceder, un tiraje de tan pocas copias y el, estúpidamente, absurdamente, ingenuamente no había reservado su copia con anticipación.

    Aunque corrió al llegar a encontró las tres librerías del distrito con filas de una manzana. Pateo una lata se soda que había tirada en el suelo pero luego la recogió y la depositó en el basurero. Miró la fila con inútil esperanza, Yukina le escribió diciendo que tampoco lo había logrado en su distrito, ambos habían confiado en que el otro conseguiría la reserva, había sido un absoluto error porque ninguno lo hizo.

    - Yokozawa... buenos días - la sonrisa y el hombre a quién pertenecían estaba acompañado por dos hombres desconocidos

    - Kirishima buen día

    - No me digas que viniste a comprar una copia del especial 10 años

    - Bueno... no la conseguiré...

    - ¿La querías? - una sonrisa pícara de dibujo en la perfecta boca del sujeto, Yokozawa se aturdió un poco antes la sonrisa y la mirada, Kirishima le parecía abrumadoramente hermoso. No era guapo o lindo era hermoso, el más alto nivel para Yokozawa - vamos dime la querías

    - Eh si... bueno supongo que ahora solo vivirá en mis anhelos

    - Hum... hum...

    - Kirishima debemos volver a la oficina - el sujeto a su lado le dio una mirada extraña a Yokozawa quien le devolvió una mirada irritada

    - Lo siento... - Kirishima miró sobre su hombro - también por ti Yokozawa tal vez en otra librería sé que lo distribuyeron en muchas además viene con un llavero

    - No estás ayudando Kirishima

    - Bueno, animo... solo es un manga

    Y ante esas palabras Yokozawa sintió que le faltaba el aire de pronto.

    - Solo un manga... ¿solo un manga? ¡solo un manga! - Yokozawa elevó la voz irritado - creo que no lo sabes Kirishima pero Za Kan no es solo un manga, es una obra emblemática que ha trascendido desde sus inicios llegando a conmover a sus lectores y las filas que ves no son por un manga y ya... son por uno de los personajes más queridos y si tú piensas que no es relevante o que puedes bajarlo a la categoría común de serie de relleno es que no comprendes nada

    - Ah sí me encanta tu energía matutina

    Yokozawa notó que algunos le veían, mientras una risa serena hacía eco en el pecho de Kirishima, con la camisa blanca resaltaba el torso firme del hombre.

    Un poco avergonzado de sus actos Yokozawa murmuró molesto que era un idiota, en cambio Kirishima sonreía amable y cálido.

    - Lamento que no llegaras para la compra del especial, en serio lo siento porque supe que es tiraje único, no habrá más que las que fueron entregadas... lo siento tanto

    Yokozawa no creyó que lo sintiera en absoluto. Igual acepto las palabras y miró la hora en su móvil a manera de dar por concluida la reunión

    - Vaya pronto serán las once

    - Rayos debo volver al trabajo, Kata...O u, oh creo que se fue sin mí

    - Bueno tendrás que volver solo

    - Oh podrías acompañarme

    - Lo siento tengo otras cosas que hacer

    - Está bien, te veré en la noche Yokozawa

    - Si claro

    - Oye... por lo qué pasó con tu amiga

    - Ella me aclaro que no era nada, lamento haberme enfadado

    - Siento haberme entrometido, lo compensaré

    - Solo olvídalo


    Yokozawa de alejo sin mirar atrás poniendo la música a un volumen deseable mientras iba en busca de las nuevas camisetas del curso.

    :
    :

    Si Kirishima estaba en lo correcto Ritsu y Takafumi eran amigos muy cercanos y a Ritsu le agradaba que Yokozawa diera el visto bueno para una cita. Pensando en eso Kirishima decidió que necesitaba el apoyo de Yokozawa si quería salir con el menudo de ojos verdes. Entonces pensó que si le regalaba a Yokozawa un ejemplar autografiado de Za Kan tendría su apoyo, usaría la copia de la edición 10 como ayuda y chantaje.


    - ¿Qué sucede? - su entorno le veía nervioso

    - Da miedo que sonrías de esa manera jefe

    - Lo siento

    No lo sentía para nada.

    Tampoco su gente, en realidad de alegraban de ver aquella tétrica sonrisa de homicida en serie que Kirishima tenía en ese momento, todos ellos consideraban a su jefe como un tipo duro pero comprensible y despiadado en el trabajo, los meses pasados habían sido malos para todos, Kirishima había trabajado en silencio y lejano a todos ellos hablando solo lo básico y apurando las cosas de un modo severo. Algo bueno había sucedido.

    Kirishima ignorando las miradas afectivas de sus colegas abrió el ordenador para revisar si Ijuuin estaba conectado, la luz verde decía que sí y tomo su momento para escribir

    QUOTE
    Hola

    QUOTE
    Aún estoy en descanso Kirishima, volveré al trabajo en una semana y ya habíamos acordado eso

    Zen bufo molesto, ¿Por qué Ijuuin pensaba que escribía por trabajo en el día de entrega?
    QUOTE
    Escribo, para decirte que había filas enormes en las librerías

    QUOTE
    Oh, eso es genial... pasare luego a ver si quedó algo en las más grandes

    QUOTE
    Filas muy largas en verdad y necesito un favor Kyo

    QUOTE
    ¿Un favor? ¿Qué clase de favor?

    QUOTE
    Necesito una de las copias que tienes y necesito que la firmes

    QUOTE
    ¿Es para el hijo de alguien?

    QUOTE
    No exactamente, más bien es personal un amigo no alcanzó a comprar la suya y él no sabe que yo te edito así que voy a sorprenderlo

    QUOTE
    ¿Un amigo? ¿Qué amigo? ¡Tus amigos siempre insultan mi trabajo!!

    QUOTE
    Un nuevo amigo, vamos hazlo por esta vez y prometo conseguir a Yuu para el siguiente capítulo

    QUOTE
    Tengo a Yuu me pidió dos copias autografiadas, pediré otra cosa, entonces... ¿quieres que coloque algo en especial?

    QUOTE
    Ponle algo así, "No olvides que tienes una deuda con Kirishima Zen" ¿podrás?

    QUOTE
    No, pero pensare en algo más sutil, pasa a recogerla en el almuerzo

    dejo el movil a un costado pensando por un momento en la reaccion que Yokozawa tendria cuando recibiera el regalo, recordo que no le habia dicho el nombre para la dedicatoria y por un momento no quiso hacerlo, como si Yokozawa fuera un secreto, su secreto, pero no lo era, solo era el gentil instructor de Ariane que lo habia animado a cambiar su rutina.

    QUOTE
    Dedicalo a Yokozawa Takafumi

    :
    :

    Yokozawa estaba frente al ordenador mirando los costos del mes, el contador pasaría en unos días a recoger los recibos y por este mes iban bien, la entrada de Kirishima, Tsuru, y Nao era el ingreso que necesitaban para no tener que renunciar al sueño de la academia a danza, todos ellos trabajaban en otras cosas y solo podían estar en las tardes para dar las clases Shouta de emocionaría mucho con este bono a su economía, siempre que no perdieran dinero el padre de Shouta los dejaría ocupar su estudio.

    - Oniichan qué haces - Nao se mantenía fuera de la oficina pero con la mirada dirigida a él, sus ojos se hacían más bonitos cuando lo veía porque siempre estaba feliz de verlo, Yokozawa sintió un poco de culpa por la chica

    - Revisando los datos

    - ¿Quieres ayuda?

    - Me serviría si me ayudar a separar los recibos

    - Genial, debo esperar a Natsy y es mejor si estoy ocupada

    - Gracias Nao

    La joven tenía una bonita melena negra que hacía resaltar sus ojitos brillantes, Yokozawa le entregó los papeles y mientras oían la música se pusieron a trabajar.

    He estado sentado con los ojos bien abiertos,

    Tras estas cuatro paredes,

    Con la esperanza de recibir tu llamada.

    Es una existencia cruel,

    Como si no tuviera ningún sentido tener esperanzas.

    Cariño, cariño, me siento un loco,

    Despierto toda la noche, toda la noche y cada día.

    (Yo digo) dame algo,

    Pero tú no dices nada,

    ¿Qué me está ocurriendo?

    (I don't wanna live forever, Zayn)


    Y por un rato el silencio los acompaño, no era la primera vez que una chica esperaba conseguir la atención de Yokozawa y el ya conocía la rutina sería amable y a medio camino acabaría con las esperanzas menudas de la chica, algunas veces pensaba en intentarlo tal vez, pero no podía ni hacerse a la idea de besar a una mujer, mucho menos hacerlo si ella era buena y merecía algo mejor

    - Yokozawa ¡llévame a cenar!

    Kirishima Zen apareció sin más y clavó sus ojos en Nao que estaba sentada al lado de Yokozawa, la joven le devolvió una sonrisa

    - Nastu debe haber salido - Nao sonrió pro apago la sonrisa al ver la expresión de Kirishima - me retiro

    Cuando ella hubo salido Kirishima tomo asiento frente a Yokozawa y sin permiso alguno tomo un caramelo del bol en el escritorio, el boli tenía la forma de un pato.


    - ¿Si sabes que le gustas no?

    - ¿Otra vez metiéndote donde no te llaman?

    - Esa chica tiene dieciséis, es una niña...

    - Y por eso seré gentil al momento de rechazarla, por favor no intimides a tus compañeras

    - No lo haré... ahora sí, llévame a cenar Oniichan

    - Iugk!! Eso suena asqueroso saliendo de ti, que es lo que te pasa Kirishima...

    - Que me lleves a cenar – Kirishima Zen soltó una carcajada ante la atónita mirada de Yokozawa, el asunto con Ann y Masamune no había sido aclarado a profundidad y hasta donde Yokozawa sabia Ann y Zen habían discutido acerca de si ella era o no una mujer infiel, pero como Ann no se había enfadado Yokozawa prefirió dejarlo estar

    - ¿Por qué haría algo como eso? ¿Por qué querrías cenar conmigo?

    - Porque quiero darte algo, pero no quiero que me invites a cenar solo por eso... quiero que...

    Kirishima se atoró con sus palabras, Yokozawa no entendía eso pero ahora mismo no le importaba, seguro Kirishima querría ayuda con Ritsu, en realidad no hacía falta pero Yokozawa aprovechó para no cenar solo esa noche.

    - Pagaré solo la comida

    - Perfecto

    - Ve a bañarte o te enfermarás

    - Oh si...

    Entonces se puso de pie y salió hacia los baños, Yokozawa sintió ese leve pesar de saber que pronto tal vez Ritsu aceptaría salir con el sujeto y el quedaría fuera, no sentía que pudiera tener esperanzas pero tampoco quería saborear la amarga realidad tan pronto.

    :
    :


    - Conozco un lugar cerca donde venden bocadillos de cerdo

    - Es muy pesado a esta hora - Yokozawa miró su móvil, eran las 9:30 de la noche y las calles estaban repletas de gente - sería mejor comprar algo más ligero

    - Oye puedo preguntar algo y no sonar entrometido?

    - Claro

    - ¿Estás enamorado de Ann?

    - Otra vez... porque me preguntas eso

    - Bueno las veces que ha venido y te he visto das un salto y dejas cualquier cosa por hablarle... y también está que... tienes su foto como fondo de pantalla

    Yokozawa abrió su móvil y encontró la cara de Ann bebiendo algo, recordaba que era café pero no el día, se sintió entre emocionado y decepcionado al tiempo.

    - ¿Que más te da lo que yo sienta por ella?

    - No lo sé, me agradas y no me gusta pensar que sufres porque ella solo te ve como amigo. Si la quieres díselo, si lo sabe al menos dejara de tomar tu mano y tú podrás comprender que su relación no es la... la de una pareja...

    - Soy gay Kirishima


    :
    :

    Kirishima Zen de quedó con las palabras en la boca... no le gustaba quedarse con palabras, siempre había sido de los que dicen lo que piensan, aunque había aprendido a no soltarlo sin más y está era una de esas ocasiones.


    - Un filete de pollo y ensalada - Yokozawa tenía un físico masculino y a diferencia de Ritsu o Shouta no jugaba nunca con sus dedos, Kirishima había pensado muy poco en la posibilidad de que el fuera gay y mucho en que estuviera enamorado de Ann Kohinata, la novia de Takano Masamune - con limonada gracias

    - Lo mismo que el pero también papas fritas

    La mesera sonrío y girando se alejó de ellos. Con la calle la gente salía más tarde así que por la calle se veían aún un gran número de personas caminando.

    Kirishima fingió que revisaba su teléfono mientras trataba de serenarse, le ponía un poco nervioso estar a solas con Yokozawa, no era que lo intimidara o más bien era la intimidad, la manera tan natural en que Yokozawa hablaba con él, la forma en que movía los hombros al reír, el hecho de que pese a su tamaño tuviera tanta delicadeza al bailar

    - Entonces - apago el móvil y miró los ojos oscuros de Yokozawa- ¿tienes novio?

    - No

    - ¿Quieres uno?

    Y ante esa pregunta Yokozawa se atoró y olvido respirar, tardó en volver a hacerlo y entonces una gruesa bocanada de aire cruzo hasta sus pulmones, esto era un sueño o una broma, no estaba seguro hasta que Kirishima abrió la boca otra vez


    - conozco un chico y pensé que ustedes podrían llevarse bien

    - Ah... claro... ¡Que detalle! Gracias pero no me interesa, gracias

    - ¿En serio? ¿No lo conoces? - Kirishima sonrió sobre sus delgados y elegantes dedos - Deberías darle una oportunidad no fue fácil convencerlo de conocerte

    - No quiero que me busques pareja Kirishima

    - Rayos... yo creí que ustedes podrían encajar

    - Hace media hora no sabías que era gay

    - No estaba seguro que es diferente; sospeche un poco cuando Takano tomó tan sereno lo que le dije de ti y de Ann

    - Bueno no me interesa - Kirishima tenso los labios, no le gustaba cuando Yokozawa se enfadaba, y menos cuando él no estaba hablando en serio - querías cenar conmigo por eso, para saber si puedes mezclarme con cualquier amigo tuyo

    - No puedes pensar eso de mi

    - Entonces dime que debo pensar

    - Toma... agua fiestas

    En un sobre Manila del tamaño de media hoja carta está un manga, Yokozawa lo saco con sumo cuidado, había visto sus deseos de tenerlo morir, se sintió frustrado y cansado, también estúpido por preocuparse por eso aún a su edad, pero ahí lo tenía ahora leyó la dedicatoria "Tengamos una cita Takafumi-kun y vamos a rememorar nuestros diez años... Ijuuin"

    La imagen era la del pastelero pero su nombre significaba que no era parte de la obra, era una dedicatoria real, dibujada por el propio autor... Yokozawa ahogo un grito de felicidad mientras releía la dedicatoria.

    Sus ojos encontraron los marrones brillantes de Kirishima Zen... no era una broma o un juego así que Yokozawa solo dijo.

    - Que quieres que haga a cambio de esto

    - Que cruel, pero sí... quiero algo a cambio

    - Habla

    - Practica conmigo... bailo como un ganso y si no mejoró no podré seguir en las clases por mi propio orgullo - Kirishima no se atrevió a pedirle ayuda con Ritsu, si lo hacía entonces seguramente Yokozawa rechazaría el presente, no sería directo pero conseguiría el apoyo de Yokozawa para atrapar a Onodera - ¿lo harás?


    ******************::::::::::::::::: ******************



    Kirishima Zen llego a la reunión con un traje gris oscuro que resaltaba el castaño claro de su cabello levemente rizado, no se lo había cortado y aunque no había crecido excesivamente si tenía un largo notable, entonces no parecía un editor de manga, podría haber pasado fácilmente por un alto ejecutivo, a su lado caminaba su abogado, Usami Akihiko tenía la mueca dura y venía a juego con un traje azul marino, el cabello del abogado tenía un tono albino y aunque podría haber hecho en otro una muestra de vejes, a Usami le iba bien y le veía elegante. El abogado sonrió levemente a su homologo.

    ̶ Buenos

    ̶ ¡Cómo puedes decir que tengo un trastorno!

    Sakura Kirishima no había soportado ni un instante la presencia de ellos dos, y con los documentos de la demanda en mano reclamaba a gritos, no había podido evitar el análisis clínico y ahora sería visitada por servicios sociales, de hecho Usami había sido especifico en que solo un trastorno grave orillaría a una mujer como ella a comenzar una relación ilícita fuera del matrimonio y acusar a Kirishima Zen de violencia domestica cuando ella había cometido abandono de hogar.

    Su abogado la sereno mientras Kirishima, ahora, teniéndola en frente sentía deseos de abrazarla y suplicarle una nueva oportunidad, sería mejor esposo, podrían solucionarlo... tantas cosas que se le quedaron en la garganta, no debía hacer eso o su ficha clínica ameritaría una revisión, mantener el temple sereno no funcionaba con ella.

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    ̶ Quieres comer helado – Ann sostenía entre sus dedos los dedos de Masamune, el cabello negro de su novio caía sobre sus ojos despeinado este día, sus espesas cejas negras estaban fruncidas en franca molestia, pero sus ojos brillaban, al observar a Ann, Masamune sentía cosas tan difíciles de explicar que solo lograba sonreír, todo en ella le provocaba. Si hubiera podido, le hubiera gustado que nadie nunca en la vida pudiera siquiera arrebatarle una mirada - ¿Helado de chocolate? – Ann pregunto con un mohín y sus ojos redondos parecieron brillar

    ̶ ¿Cómo es posible que me hayas escogido? - el jalo de ella y la abrazo, no le importo que fueran por la calle, sus ojos se clavaron en los de ella y pido ver el rubor en las mejillas de la joven - Prométeme que no es un juego Ann...no tiene mucho sentido pero si estás jugando detén esto porque en serio estoy enamorado de ti

    Ella trago un gemido, él no decía aquellas palabras de modo ensayado, cuando Masamune hablaba de quererla habla desde adentro, mucho más al fondo de lo que ella pudiera descubrir y la asustaba, Ann temía que el dejara de sentir eso, que ella pudiera arruinarlo de alguna manera, que el viera que ella no era ni tan hermosa ni maravillosa como ahora la imaginaba.

    ̶ Voy muy en serio en los juegos – dijo ella tratando de serenarse

    ̶ Lo sé, adoro como te prendes a los videojuegos

    ̶ Estas avergonzándome Masamune... es difícil oírte decir estas cosas

    ̶ ¿Qué cosas? – aquel rostro sereno era tan honesto, tanto que dolía, el haya dicho lo que sentía sin segundas intenciones

    ̶ Las cosas que dices...

    ̶ Si pasara algo malo mañana, espero que tengas claro que hoy te amo... Helado de Chocolate y menta

    ̶ Acepto

    Se quedaron quietos en ese momento, mientras los ojos de Onodera Ritsu se clavaban directamente en sus manos entrelazadas.

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    “Estamos aquí para negociar” Kirishima conocía ese término, lo usaba todos los días, su vida era el negocio, subir tiraje, conseguir un dibujante, materiales... aquello de: Te doy esto por aquello. Un costo beneficio, una subida y bajada, algunas mentiras y otras artimañas y todo eso a diario, aun así le costó procesar que Hiyori era la mercancía en esa habitación.

    Podían negociar la casa, podían negociar el fideicomiso, el coche, o también los muebles, no a Hiyori, ella no era mercancía, no podían repartirla como un lego ni esperar que ella siguiera completa si hacían eso.

    ̶ Estamos claros – dijo el abogado de Sakura, Zen no recordaba el nombre del sujeto – en que la menor debe vivir bajo la tutela de su madre

    ̶ No hay trato – dijo Usami con una sonrisa

    ̶ También en el caso de los bienes, para mantener la vivienda estable, es solicitada la vivienda que actualmente ocupa el señor Kirishima Zen

    ̶ No trato – volvió a decir Usami

    ̶ En cuanto a las cuentas bancarias, mi clienta solicita poder retirar el importe necesaria para hacerse de insumos, dado que Kirishima Zen desecho todo lo que había de ella en la vivienda

    ̶ No hay trato – Usami marcaba con rojo en las solicitudes de Sakura

    ̶ En cuanto a la pensión alimenticia, se estima que deberá ser de...

    ̶ No hay trato – Usami acabo de marcar la hoja con su bolígrafo rojo

    ̶ Abogado esta es una sección de negociación – dijo el fiscal a cargo, él debía ver que no existiera violencia entre las partes

    ̶ Hiyori Kirishima ha superado los ocho años de edad, con esta finalidad ella puede ser consultada acerca de si quiere permanecer con su madre o padre, sospechamos que su madre la maltrata y por ello pedimos el análisis de la custodia. Los bienes no son de tipo mancomunado, la familia de la señora Kirishima solicito un convenio pre nupcial, este se firmó antes de ellos perdieran su fábrica en el terremoto, pero lamentablemente es un convenio vigente que exime a mi cliente de tener que entregar ninguno de los bienes obtenidos de su trabajo como editor en Marukawa Shoten, en el caso de la cuenta mancomunada y haciendo uso del acuerdo antes mencionado solicitamos una compensación económica por los daños psicológicos que Kirishima Zen sufrió producto de la infidelidad y posterior abandono más secuestro de su hija.

    El abogado tendio una copias recientes de documentacion, las cosas serian mucho mas fieras de los que en inicio todos habian creido.

    ̶ Hipócrita – rugió Sakura – dijiste que romperías ese convenio, que lo tuyo y lo mío eran nuestros

    ̶ No respondas a eso, tienes una orden del juez que te prohíbe terminantemente hablar con ella – Usami sonrió y la miro – mi cliente en efecto si desecho la copia que tenía en su poder, esta es una copia sacada de los archivos del colegio de abogados, aun con la copia de mi cliente rota, está establecido que, usted no tiene derecho sobre sus propiedades.

    Ella comenzó a ver el techo, Zen que la conocía podía ver la fuerza en esa mujer que evitaba llorar. Ella siempre había sido fuerte y lo era.

    ̶ Te amo... por favor no nos hagas esto

    Los ojos de Sakura se cruzaron con los de el por un instante, un leve instante mientras ya las lágrimas que había escondido caían.

    ̶ Preferiría que me odiaras Zen, ¿En serio eres tan débil en los sentimientos?

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    :

    Yukina Kou miraba con absoluta devoción el ejemplar que ahora Yokozawa Takafumi había dejado en sus manos, en la segunda hoja, con tinta negra citaba “Takafumi-kun” y Yukina sintió envidia... una arrolladora envidia ante las paginas, había conseguido comprar un ejemplar y pensaba compartirlo con Yokozawa pero ahora su maravilloso ejemplar era uno más en el montón, el de Yokozawa en cambio tenía su nombre firmado por el propio autor. ¿Quién era ese tal Kirishima? ¿Cómo había logrado algo como esto?

    ̶ Te odio

    ̶ ¡No puedes odiarme!

    ̶ ¡Claro que puedo! - Yukina se dejó caer sobre la alfombra gris de Yokozawa y miro por un momento el sillón verde pálido donde Yokozawa estaba sentado – Te odio y de ahora en adelante escupiré siempre en tus sándwiches

    ̶ Eso es asqueroso

    ̶ ¿Prefieres que orine en tu café?

    ̶ Preferiría que te alegraras por mi

    ̶ Estuve cinco horas en una fila bajo el sol, al menos catorce chicas fingieron tropezar para caer sobre mí y solo conseguí una copia en blanco... tú en cambio, no hiciste ninguna fila, no soportaste el acoso de nadie y recibiste en mano un autógrafo dedicado solo a ti... si, en definitiva puedo odiarte.

    Yokozawa se mordió la lengua para no hablar por demás, decirle a Ann que le gustaba Kirishima era una cosa, ella jamás diría algo al respecto, pero los demás, sus amigos por lo general solían dejar caer las cosas sin pensar en cómo afectarían esas palabras a cualquiera, gracias a ellos Iokawa había descubierto que le gustaba, de otro modo seguro no lo hubiera sabido, en realidad no lo reprochaba, pero había una diferencia enorme entre uno y otro... Kirishima era una fantasía y Yokozawa no quería que esa fantasía terminara.

    ̶ En realidad no es un regalo como tal, debo enseñarle a bailar y puedo asegurar que es como enseñarle a un tronco de madera

    ̶ No puede ser tan malo

    ̶ ¿En serio? – pregunto con tono agotado, si él decía que alguien era un tronco era porque en serio lo era, y hasta ahora Kirishima era el primero que conocía de ese tipo - Entonces pásate por Ariane y velo tú mismo...

    ̶ Si eso quieres... oye y crees que pueda conseguirme una copia a mi... si pudo conseguir esa

    ̶ Ni siquiera sé cómo la consiguió, seria incomodo pedírselo...

    ̶ Es verdad, pero eso significa que en verdad quiere mejor con lo del baile. Lo admiro por eso

    :
    :
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    :

    Usami Akihiko tenía los ojos fijos en él, ahora estaban en Coffe Prince, los ojos del abogado lo estremecían, Usami era solo dos años menor pero tenía una ferocidad impactante, o podría ser que desde lo sucedido con Sakura era Zen quien se había vuelto alguien frágil, casi como el cascaron de un huevo vacío, se iba secando y pronto se comenzaría a convertir en polvo.

    ̶ Yo – dijo mirando a Zen – ni siquiera entiendo cómo puedes haberte enamorado de ella, comprendo que no la conocí antes, pero esa persona es verdaderamente fría y verdaderamente quiere hacerte daño

    ̶ Ahora es así

    ̶ ¿Cómo era antes? - pregunto entre una media sonrisa y una mirada más relajada, ahora si se veía joven – nunca me he enamorado, no tengo idea de cómo sea eso...

    ̶ Pues deberías intentarlo

    ̶ El amor siempre acaba, desde que me gradué he visto a personas tratar de sacarse los ojos, pero cuando miras a sus inicios, parecía que tendrían su “Bonito Final Feliz”, no he visto a nadie que lo haya obtenido

    “Ni yo” pensó Zen, pero en cambio hablo de Sakura de lo buena y gentil que era, de como ellos dos decidieron casarse pese a que ella provenía de una familia más acaudalada, ahora parecía un sueño, ella era su mejor amiga, nadie lo comprendía como ella. Con ella estaba completo, sin ella no había ni sombras de él.

    ̶ Me dio a Hiyo – dijo entonces y su comida estaba a la mitad - no entiendo porque ahora la usa como...

    ̶ ... un puñal – completo el novelista – ella quiere hacerte daño, las mujeres hacen eso, tú las golpeas ellas te quitan a tus hijos, tú las engañas ellas te quitan la casa, tú las lastimas y ellas no paran hasta joderte la vida

    ̶ No hice nada de eso

    ̶ ¿ella lo sabe? – Usami sonrió irónico – el caso, es que la heriste, de algún modo y en algún momento la heriste tanto que ella ahora quiere lastimarte, no puedo decirte que sea, El año pasado lleve un divorcio, el hombre había tenido no menos que 15 amantes desde que se casaron y su esposa sabía perfectamente de once de ellas, cuando le pregunte porque ahora, recién quería el divorcio y todos los bienes del sujeto me dijo “Su amante y el pasean un perro, jamás me dejo tener perros” – la risa del abogado inundo la habitación - puede que no sepas lo que le hiciste a ella, pero tú y yo hicimos un trato

    ̶ Lo se

    ̶ No vamos a renunciar a nada, no tu casa, no tu coche y no la custodia cerrada, si quiere a la niña y la verdad veo difícil que se la quites es una niña pequeña, podemos intentar, pero no pararemos hasta tener custodia abierta, podrás verla cuando quieras sin impedimentos y pasara dos fines de semana al mes en tu casa, solo gastos demostrados en partes iguales... no me mires así, no conozco a tu esposa, no me importa lastimarla.

    ̶ Pero... mi hija está en medio

    ̶ Créeme que lo sé, por eso no me detendré, no dejare que ella tenga tres meses para decirle a tu hija lo horrible que eres y luego solo tengas dos horas para tratar de probar tu inocencia... ya te lo dije, es un mujer, puede amar a tu hija no digo que sea una mala madre, pero de hecho es una mala esposa y de una u otra manera tu hija sabrá lo vil y cruel que fuiste al no dejarle tus bienes y tu razón, por cierto, tengo que hablar con tu terapeuta

    ̶ Claro

    ̶ No, la que contrataste por privado, ella podría demostrar que Sakura te dejo traumas y que no es como lo pintan, digo, Lógicamente no era normal que almacenaras la basura por dos meses

    ̶ Quería que ella lo viera – Zen miro su tenedor – esperaba que volviera a casa y viera lo que había sucedido desde que se fue... que viera lo que me hizo

    Zen alzo los ojos al rostro del abogado, esperaba un “Eso es, usaremos eso con el fiscal” pero encontró un perfil que parecía estar procesando el dolor.

    ̶ Puede que tú la ames, yo la voy joder

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    Onodera Ritsu estaba sentado frente al ordenador de la oficina, no tenía realmente nada que hacer, no ahora que Takano se había enfadado con él, tal vez era su error, tal vez solo era cuestiones universales que le hacían odiar a Ann... dejo caer su cabeza sobre la mesa de escritorio, amaba a Ann, ella había sido su primera amiga, pero no podía evitar los celos cuando la veía con él, y no podía dejar de quererlo pese a saber que Masamune no lo quería, “Jamás debí presentarlos” se había repetido eso infinidad de veces, aun podía ver los ojos de Masamune abriéndose como si tratase de comerse a Ann en ese momento, como si quisiera memorizarla para siempre, como si tuviera miedo de no volver a verla.

    ̶ ¿Qué te pasa? – Yokozawa hizo su entrada y Ritsu lo odio en ese momento, como siempre odiaba a Yokozawa cuando tenía la mala suerte de ver a Ann y Masamune juntos

    ̶ ¡Tú tienes la culpa!

    ̶ Los viste juntos – Numfy ni se estremeció - ya deberías saber que ellos están enamorados

    ̶ Los apoyas porque tu no sientes nada por nadie

    ̶ Sabes que no es así

    ̶ ¿Cómo es entonces?

    ̶ Yo lo supere tu deberías hacer lo mismo

    ̶ Pero ella... ¡ella!

    ̶ Ella es mi amiga Ritsu, - en aquel momento el castaño se quedó en silencio, aquella mirada fría lo detuvo de decir cualquier cosa, Yokozawa podía dar miedo si se enfadaba y en ese momento se enfadado - tú también lo eres y lo diré solo una vez, no digas las cosas que dices de Ann frente a mi

    ̶ Yo...

    ̶ Ella no es nada de eso, y si no lo entiendes lo lamento pero Masamune la quiere a ella, no a ti y lo siento pero aun si rompen tú no tienes oportunidad con el

    ̶ ¡Tú tampoco!

    Los ojos de Ritsu se llenaron de lágrimas. Le dolía el pecho cuando le tocaba verlos juntos, se asfixiaba con todas esas palabras de amor y los miles de besos que habían quedado en su boca, Yokozawa casi lo comprendía, pero aunque ambos se habían enamorado de Masamune, Yokozawa jamás tuvo esperanzas de conseguir algo con el sujeto, miro a su mano, al sobre que escondía el tesoro que en inicio quería compartir con Ritsu, no lo menciono. Tampoco tenía esperanzas ahí, y esa era su manera de mantenerse a salvo... sabía que no podía ganar.

    ̶ ¡Ahí estas! – la vos era como música y por un momento Yokozawa sonrió – Hola Yokozawa – dijo Kirishima sin mirarlo realmente - ¿Ya decidiste? – la pregunta iba dirigida a Ritsu, Yokozawa apretó aún más el sobre

    ̶ Si... vamos a cenar

    ̶ Perfecto, temía que hubieras huido

    ̶ Claro que no... te escribo luego Numfy ¿está bien?

    ̶ Adiós Yokozawa – Kirishima sonrió, pero no le miro realmente su ojos iban mirando a Ritsu, a Ritsu y su rostro de porcelana con los ojos verdes brillantes que bailaban en su cara.

    Yokozawa trago y espero a que Kisa llegara para salir, tenía miedo de verlos, sonrió cansado para sí mismo, no tenía sentido, el sabía que a Kirishima le gustaba Ritsu, Ritsu les gustaba a todos menos a Masamune, él en cambio no le gustaba a nadie.



    QUOTE
    Bajo los tacones de Ariane

    Yokozawa Takafumi dejó sobre la mesa de su casa las llaves y miró extrañado que Sora no hubiera aparecido como hacía diariamente en cuanto él llegaba, “Nyanya sora-chan” pero no encontró respuesta del felino, soltando su mochila sobre su sillón verde camino hacia su habitación y el “nya” le hizo voltear hacia la puerta del baño. Encontró al gato encerrado y lo recogió en las manos dándole calor, el gato no estaba frío realmente ya que seguro había dormido sobre la alfombrilla de salida de ducha.

    - Bien… entonces Como te quedaste encerrado ahí? ¡Claro, seguro Yukina no vio que estabas ahí… por eso no debes ir tras los chicos guapos, ellos… na! Tú eres realmente lindo Sora-chan tu conseguirías a cualquier chico lindo que quisieras, deberías darme algún consejo…

    Si el gato tenía algún consejo no lo dijo.

    Trepado en el hombro de Yokozawa avanzaron de regreso a la sala y de ahí a la cocina. Eran ya las diez y Yokozawa colocó al gato en la mesa y vacío un poco de wishkass de pavo en su plato, acaricio a sora mientras esté comenzaba a comer, la mejor parte de sora era que nunca gruñía mientras comía.

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    Onodera Ritsu escucho a Kirishima Zen hablar sobre los próximos lanzamientos de su trabajo, su mente no estaba realmente concentrada en esas palabras, sentía que Zen se obligaba a parecer animado, sentía que todo el diálogo de hombre animado no era más que una fachada. De hecho, todo lo que sabía de Zen era que se había divorciado hace poco y que por casualidades había ido al cine con Yokozawa… Yokozawa, oniichan definitivamente se había enojado y de hecho no podía decir que eso fuera malo, los dos habían estado enamorados de Masamune en la universidad, solo era culpa suya haber imaginado que todo lo que pasaba con Masamune era romántico, no lo era. Masamune los consideraba a ambos sus mejores amigos, todas las veces que había peleado por defender a Ritsu de la gente que lo insultaba por ser gay lo había hecho como su amigo, cada vez que había preparado la cena cuando caía enfermo era igual. Ritsu sonrió, una vez se había puesto realmente celoso al descubrir a Masamune preparando compota de arroz para Yokozawa.

    - Y bueno me encanta matar gatos los domingos…

    - ¿Que?!

    - Oh… ¿me escuchaste? Qué bueno, llevas como quince minutos ignorándome olímpicamente

    - Lo siento… no matas gatos verdad? ¡Te odiaría si lo hicieras!

    - No, soy más de perros, pero en realidad no tengo mascotas mi ex esposa era alérgica

    - Deberías visitar un café de gatos, te dejan acariciarlos y puedes comprar un tazón de crema especial si uno te gusta mucho, también puedes comprarles collares es genial

    - Prostitución felina, - medito a media sonrisa Zen – eso solo en Japón

    - No es prostitución… no realmente

    - Pagar por placer es mi definición de prostitución- Kirishima soltó una risa tan serena y natural que fue como una brisa que hizo a Ritsu olvidar sus otros pensamientos negativos

    - Bueno… quieres gastar algo de dinero en placer felino

    - Hay comida para humano?

    - Si, pero recuerda que no debes darle de tu cena a Los Gatos

    - Prostitución completa, en los clubes pasa algo similar puedes ver a las chicas darles dinero comprarles bebidas, pero no tocarlas, claro si ellas te dan su número telefónico y las encuentras por fuera es un poco caro, pero bastante seguro

    - ¿Visitas prostitutas?

    - ¿Tú no?

    - No…

    - Bien, si tú me muestras la prostitución felina yo prometo mostrarte la humana

    Tal vez en otra ocasión Ritsu de hubiera sentido insultado, pero el brillo en su mirada y la manera en que su cuerpo sonreía junto con su boca le hizo aceptar y cursaron rumbo a uno de los cafés con Gatos del centro. Había reglas estrictas sobre cómo tratarlos y alimentarlos y aunque a Ritsu le costaba que Los Gatos subieran a su regazo, Kirishima no tuvo aquel inconveniente y un gato pardo de ojos dorados se le subió al regazo nada más sentarse.

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    Takano Masamune envió un mensaje a Yokozawa, sabía que Numfy no se involucraría, pero igual le comentó que Ritsu estaba en franca ira contra Ann por los trajes.

    Ann sabía que los trajes eran lo de menos, que la tela no le importaba realmente a Ritsu, siempre que los veía juntos se ponía de esa manera y ella que sabía lo que sucedía prefirió morderse la lengua. Si algún día Ritsu decidía decirle a Masamune que estaba enamorado sería su decisión, aun así, una vocecita en su cabeza le hablo suavemente “en serio esperas que el guarde tu secreto como tú guardas el suyo” Ann se estremeció. Había algo qué tal vez debería decirle a Masamune, pero no se atrevía a decepcionarlo.

    - ¿Qué haces?

    - Le tomo fotos a mi hermosa novia – Masamune tomo otra foto más de ella

    - Sabes que suenas igual que un hombre infiel, en las telenovelas los hombres que engañan siempre quieren parecer enamorados

    - En las telenovelas las mujeres perdonan todo, no es así en la vida real

    - No

    - ¿No estás ni un poco enfadada porque él te haya gritado?

    - Está nervioso - dijo ella moviendo la mano para restarle importancia al comportamiento de Ritsu -, tienen el Freedom en una semana, es bastante presión

    - Igual no debería ser grosero, en verdad a veces pienso que Ritsu está tocando un límite conmigo

    - ¿De qué hablas?

    - Cuando se pone así contigo quiero golpearlo, - los ojos de Ann se ampliaron sorprendidos de las frías palabras de su novio - sé que eso es de salvajes y que todo puede ser hablado, pero no me gusta que el té reproche cosas a ti, ellos no te pagan por diseñar su vestuario… tal vez... ya no deberías hacerlo

    - Woow!! No! – ella trago aire nuevo mientras procesaba las palabras de su novio – yo lo conozco Masamune, mañana escribirá y dirá que lo siente que por favor lo perdone y pasara, además no lo hago por el

    - Lo sé

    - Oniichan y Shouta necesitan ayuda con esto, y quiero ser parte de esto

    - Solo lo sugería, pero prométeme que si sientes que es mucha presión lo dejaras, no quiero que acabemos peleados con ellos, prefiero en serio que te salgas antes de las cosas vayan mal

    - Te lo prometo…

    Ann sonreía y Masamune pensó que, aunque era casi imposible esa era una nueva sonrisa, la colocó en su lista de las sonrisas más bonitas de Ann, aunque no se lo decía a ella a veces se sentía como un imbécil por adorarla de esa manera, no podía ver a nadie y pensar que fuera más linda que Ann, a veces incluso le daba miedo que ella no lo amara en realidad, Ann venía de una familia económicamente fuerte, él en cambio no

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    - Hola

    Yokozawa se tallo los ojos, sora estaba haciendo peso en su abdomen

    - ¿te desperté?

    - Quién habla

    - El hada de los sueños… despierta de una vez o tendré que castigarte… no querrás que tenga que hacerlo – la voz parecía extraña y nasal así que Yokozawa comenzó a pensar que se trataba de un conocido molesto

    - Mira imbécil no me gustan estas bromas de mierda - soltó irritado

    - Soy Kirishima - la vos pareció sonreír - lo siento Shouta me dio tu teléfono, no pensé que estuvieras dormido y no quería molestar

    - Tsk! Ya estaba dormido son… son cerca de la una… porque me llamas a esta hora

    - No lo sé… dijiste que podía llamarte si algún día Ritsu salía conmigo… hay ha sido el día

    - ¿Te fue bien en la cena con Ritsu? - pregunto para acabar con aquel tono meloso que se colaba por su oreja a su cerebro haciendo que sus terminaciones nerviosas saltaran de aquella peculiar manera coreografiada

    - Sí, no lo sé bien tú crees que nosotros

    - ¿Nosotros?

    - Si Ritsu y yo, ¿crees que es extraño?

    Con esas palabras Yokozawa comenzó a tener dolor de cabeza, escucho a Zen, no tenía que hacerlo realmente y en realidad tampoco quería, pero una parte de él, la parte que deseaba renunciar ya a esa fantasía se aferró a la conversación, quería rendirse. Pensó que los chicos como Shouta o Ritsu, suaves de apariencia frágil y de rasgos suaves eran mucho más bonitos, de hecho, esos chicos terminaban con chicos como Kirishima…

    Yokozawa se pasó los dedos por el cabello oscuro, lo sabía sin que nadie se lo dijera y en verdad, de verdad, le alegraba no tener que oírlo, si él fuera diferente si a él le gustara ser el que controla o el protector sería feliz con algún chico como ellos… ¿Qué tan difícil era que alguien lo viera? Tal vez un día recibiría flores, tal vez algún día alguien en vez de pedirle que le ayude a cargar unas sillas se ofrecería a llevarlas por él, tal vez un día alguien vería que era una princesa, medio macho, pero princesa…

    - Y así acabe con mi dinero que quincena, es muy caro contratar los servicios felinos - Kirishima termino su relato sobre la cita en el café de gatos

    - Nunca había pensado en que era un tipo de prostitución - Yokozawa miró de reojo a Sora que dormía en su cama - tal vez deba empezar mi negocio usando a Sora

    - Sora es tu gato ¿no?

    - Si

    - ¿Puedo conocerlo? - Yokozawa sonrió ante la pregunta, había un nivel de intensidad que sonaba genial y no pudo menos que imaginar a Kirishima sonriéndole

    - Kirishima no voy a llevar a mi gato a Ariane solo para que puedas verlo, Los Gatos se estresan cuando cambian de sitio de confort

    - Entonces invítame a tu casa, que dices, podemos quedar mañana ninguno de los dos tienen clases en Ariane

    - No creo que sea buena idea… - arrastro las palabras para tratar de evitar en que sonara mal, no había modo de que sonara mejor lo que diría

    - Ritsu y tú están yendo bien tal vez deberíamos alejarnos un poco

    - ¡¿Eh?! - una carcajada sonó- porque se enfadaría de que te vea, no sería lógico. - Yokozawa miro su mano, claro que no lo era y en verdad Ritsu solo había tenido celos de él una vez y esa vez fue Masamune - prometiste ayudarme con lo del baile… lo has olvidado

    - Podemos practicar en otro lugar

    - Lo diré así… Ritsu me mostró una foto… por favor, por favor, por favor déjame conocer a tu gato

    ¿Un latido… un latido profundo de fue metiendo en su piel, a Yokozawa sonreía ante esas palabras mirando al menudo gato en su regazo… solo iban a verse? ¿Que tenía de malo? Nada… nada en realidad

    - Está bien… te dejaré conocer a mi gato

    - Perfecto… entonces te llamo para saber los detalles

    - Te enviaré un mensaje

    - No lo hagas por favor - Kirishima pareció nervioso, de pronto toda la energía cayo de su vos y Yokozawa sintió que necesitaba rescatarlo, como a Ann cuando decía que solo tenía hambre, como a Ritsu cuando decía que vería una película, como si supiera que debía estar ahí y ser el muro que evitara el derrumbe - creo que he desarrollado una fobia a ellos – continuo Zen -, estaba por escribirte y me di cuenta de que no podía así que decidí llamarte

    - ¿Estás bien?

    - Si

    - Suena a que no… estas jadeando… ¿Kirishima?

    - Estoy bien, solo que me siento cansado… te llamaré mañana

    - Si lo necesitas podemos vernos ahora

    - ¿Porque lo necesitaría?

    - Tal vez porque necesitas desconectar, o simplemente porque ya me despertaste y ahora no podré dormir, si tienes trabajo mañana solo trae una muda de ropa, sobrevivirás a una noche sin sueño

    - ¡Genial…! - fue la respuesta - ¿vives cerca de Ariane no?

    - Si, llámame en cuanto llegues y te guiaré

    Apenas colgó, de un salto corrió a la sala y comenzó a limpiarla, había camisetas sobre el sillón que llevo corriendo al baño donde también estaba la lavadora, comprendió qué tal vez Kirishima lo usara y entonces metió todo a la máquina. Miró su reloj eran cerca de las tres de la madrugada… su teléfono comenzó a sonar.

    - Sora… mírame, no hago nada malo, - dijo al gato que le miraba de manera acusadora - al final no voy a ganar… aun así está bien que juegue ¿verdad?


    Bajo los tacones de Ariane


    Yokozawa respondió a la llamada e indicó la ruta y la entrada a su condominio, aún soñaba con una casa pero por ahora el departamento de 45 metros era todo lo que tenía y lo adoraba pese a que todo estaba reducido. Por su lado Sora parecía interesado en conocer a la visita, a esta hora generalmente Yokozawa dormía y el gato revisaba toda la casa vigilando que ningún duende entrase a molestar a su compañero. De eso Yokozawa no sabía nada, y así era mejor, Sora no quería que Yokozawa tuviera más pesadillas de las que ya tenía.

    Yokozawa salió para recibir a Kirishima en la puerta y aunque se emocionó por verlo no parecía que Kirishima estuviera en su mejor condición.

    ---Por favor no me eches ahora - apresuró pero Yokozawa solo río con los hombros de esa manera que a Kirishima le parecía tan encantadora

    ---Yo te invité recuerdas? Ven por aquí vivo en el quinto piso

    ---Es un edificio grande

    ---Si, cuatro departamentos por piso

    ---Que?! No, no es tan grande

    ---Pero es genial, las expensas son casi nada entre tantos y podemos pintar la fachada sin hacer mucho alboroto del costo. - miró la bolsa que Kirishima cargaba- esa es ropa?

    ---Si... creo que te tome la palabra al pie de letra

    ---Genial, me alegra que lo hicieras, tu coche es lindo

    ---Gracias ... tu pijama también

    Solo en ese momento Yokozawa comprendió que no se había cambiado la ropa de dormir, contaba con pantalones de algodón negros y no sería nada extraño salvo por las figuras de cabezas de ositos que aparecían sobre él y su camiseta gris tenía la imagen de una de las cabezas con la leyenda I'm tired and hungry no pudiendo esconderse dejó que el calor cubriera su cara hasta que sus orejas dolieron, seguro a esta sensación se referían las películas cuando la chica aparecía con mascarillas verdes frente al chico que le gustaba.

    Llegaron a la puerta y solo con abrirla Sora se mostró interesado, Los Gatos por lo general huyen de los desconocidos pero en ocasiones sienten la energía positiva de un individuo y se acercan. Yokozawa recogió en las manos al gato, Kirishima lo vio con cierto recelo, era un gato bastante grande.

    ---Es todo un gato gordo - dijo sonriente

    ---No está gordo... es el pelaje que aparenta

    ---Es una gato de pelo corto... si está gordo

    ---No... está fuerte que es diferente

    ---Ah ya, olvide el trauma con la palabra gordo, lo siento mi culpa, pero como muchas otras palabras existentes en realidad no es mala, imagina un gato flaco con las costillas visibles no tendrías ni ganas de acariciarlo. Este en cambio es una gato gordo y tiene una panza que puedes acariciar si... "mmrrh" ok no te toco, tu gato acaba de gruñirme

    ---Creo que es lo que pasa cuando tratas de tocarlos sin más

    ---Pensé que era un gato amigable

    ---Eso no existe, Sora ha hecho mucho saliendo a saludarte

    Kirishima notó que la casa de Yokozawa era bastante reducida pero cómoda, en el salón un sillón verde limón y una alfombra gris resaltan pero aunque miró dos veces no había ninguna televisión a la vista, no es común que las personas tengan la televisión en la habitación pero siendo que Yokozawa vivía solo tal vez la tendría ahí.

    La cocina era igual pequeña y con solo una mesa frente a la ventana que en definitiva sólo podía usarse por una persona a la vez.


    ---Siento claustrofobia

    ---La próxima vez iré yo a tu casa y la criticaré

    ---Me gusta esa idea. - Yokozawa tragó un nudo de saliva y miró a su lado, Kirishima estaba mirando las pegatinas más de su refrigerador en ese momento - una vez fui a Roma - dijo- estuve tres horas haciendo fila para ver el museo, yo no quería verlo... yo quería hacer el tour de la comida mi plan era comer todo lo que pudiera de pasta y helados y caramelos... no sucedió

    ---Fueron vacaciones?

    ---Mi luna de miel, los padres de Sakura nos lo regalaron... un día iré a hacer mi tour de la comida

    ---Así que... su nombre es Sakura

    ---Si, un desperdicio de nombre, es lindo y ella... puedo insultarla verdad?

    ---Siéntete libre

    ---Ella... ella no sabe cocinar

    Kirishima rió y Yokozawa le hizo eco a su risa, otro diría peores cosas pero Kirishima aún tenía esperanzas de volver con ella, ella era su hogar y uno siempre quiere tener un hogar.

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    ---Buenos días

    Kirishima salto del sillón al oír la voz de una mujer. Mordiéndose el labio por no gritar Kirishima miró a su pie, el mismo pie que el salto había golpeado justo con la esquina de la mesa, ella sonrió sin disimulo.

    ---Lo siento, no esperaba asustarlo

    ---Lo lamento... no la oí entrar

    De la recámara salió Yokozawa y con él el gato. Ann sostenía una bolsa de papel en las manos y un grueso libro anillado.

    ---Traje pastelillos... Dame café!!

    ---En seguida señorita... tres cafés con crema y avellana

    Los ojos de Kirishima siguieron los pasos de Yokozawa hasta que se perdió en la cocina. Ann Kohinata tomo asiento a su lado en el sillón verde y colocó su pesado libro sobre la mesita de telefono, donde no había un teléfono. Noto que Kirishima buscaba con la mirada un algo y adivino que fuera la televisión.

    ---No tiene televisión, lee las noticias en su teléfono o ve películas en su laptop, no hay televisores aquí, lo siento

    ---Cómo es que alguien no tiene un televisor?

    ---No lo sé, bueno la computadora ayuda bastante - ella le pasó los dedos por el rostro, era en realidad un hombre muy atractivo y Ann lo notaba - dormiste poco, otra vez tienes las ojeras que al principio tenias

    ---Yo no... - diría que antes no tenía ojeras, eso era mentira desde lo que Sakura hizo el no dormía bien, dormía poco y eso le había ido mermando, no tenía que entrar en detalles con Ann pero tampoco tenía que mentir - bueno no sé que hora es pero si creo, nos decidimos a dormir a las cuatro de la madrugada

    ---Oh... lo siento en verdad lo siento

    ---Porque?

    ---Son las siete y treinta - ella se veía verdaderamente avergonzada por haber perjudicado su sueño de esa manera - no tenía ni idea que pudieras estar aquí

    ---Yo tampoco tenía idea de que alguien vendría tan temprano

    ---Listo tres cafés!

    Bandeja en mano Yokozawa entró en la habitación donde ellos estaban y detrás de él nuevamente apareció el gato.

    Sora comenzó a afilar sus uñas en una pata de la mesa que estaba forrada con cordón especial para gatos y Kirishima reafirmó su idea de un gato gordo por la panza que sobresalía del gato mientras hacía aquello.


    ---Cómo es que te quedaste aquí, pensé que habías salido con Ritchan a cenar o algo así - Ann sonreía

    ---Bueno...

    ---Ritsu le mostró una foto de Sora y el no pudo esperar a conocerlo luego nos usimos a charlar y era tarde para que se fuera... - Yokozawa abrió la caja de pastelitos y tomó uno de crema con chocolate

    ---Entonces ahora Ritsu y tú lo intentarán, honestamente no sé si quedan bien juntos - Ann se sentía un poco miserable por entrometerse entre Ritsu y Kirishima pero ella prefería un Kirishima y Yokozawa desde que lo había visto - no es como muy animado tú pareces más cauto... bueno tienen algo en común?

    La pregunta quisiera o no soma mal, Yokozawa le regaló una mirada que decía "no te metas" y Kirishima una sonrisa que preguntaba " a ti que te importa?" Pero ninguno dijo nada y bebieron de sus cafés. Kirishima casi escupió el suyo porque no tenía azúcar y noto que los sobres estaban justo frente a el y Ann vaciaba dos en su taza.

    ---Lo siento, no sé cuánto de azúcar bebés y no le puse al tuyo

    ---Mi culpa, - Kirishima sonrió, con Ann ahí no se sentía cómodo para hablar con Yokozawa de nada ni del delicioso aroma del café ni del sabor de los pastelillos ni del gato gordo, la presencia de Ann se había convertido en un muro de inmediato, no le gustaban los muros

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    Ritsu escribió para disculparse con Ann, se sentía miserable por ser de ese modo, pero los celos no morían con el tiempo y siempre explotaba contra Ann cuando la veía con Masamune.

    Ahora Masamune ya no era su mejor amigo y Ritsu lo sentía, nunca cenaba con el o salía, Yokozawa en cambio iba a beber con Masamune o salían a correr juntos.

    ---Así que... - Shouta le miraba extendiendo un vaso de jugo - volviste a actuar como loco

    ---Los materiales no son...

    ---Es lo que hay Ritsu, tal vez tu padre tenga dinero pero no veo que aporte en nuestro proyecto, Yokozawa hace lo que puede y Ann también... deja esa mierda de estar odiándola porque Takano se enamoró de ella, aún si ellos se separaran tú no tienes oportunidad

    ---Como te atreves!

    ---Es la verdad - Shouta se quitó el r los y lo metió al cajón del escritorio de su pequeña oficina - además qué pasa con Kirishima? Tu dijiste que lo intentarías con él... lo harás?

    ---No lo sé... me gusta pero... tampoco ha dicho que yo le guste de ese modo, no quiero ilusionarme a lo tonto - Ritsu tenía que si pensaba más en Kirishima terminaría sufriendo cuando este le rechazara, no había garantías de que Kirishima estuviera realmente interesado en el

    ---Acuéstate con el - Shouta lo miró severo- ha pasado mucho desde que tú... pues eso

    ---Lo dices como si no importara

    ---No importa, no realmente, si ambos se gustan deben intentarlo, no superas lo de Takano porque te niegas a salir con otras personas - Shouta le regaló una última sonrisa - yo te apoyo Ritchan

    Ritsu miró el reloj, este día Kirishima no vendría a bailar, miró su teléfono con la intención de enviarle un mensaje pero no se atrevió, kirishima recientemente se había divorciado y eso no era completamente definitivo ya que Kirishima hablaba de ella siempre que podía hacerlo, tal vez quería olvidarla pero no había dejado de amarla y Ritsu no deseaba ser un reemplazo.



    Yokozawa coloco una almohada, Ann soltó una risa y Kirishima estaba completamente dormido. Habían comenzado a hablar sobre el Freedom y antes de notarlo Kirishima dormía sentado. Al notarlo Yokozawa había colocado la almohada bajo su cabeza y con sumo cuidado lo había recostado, le daba miedo que Kirishima tuviera problemas en el trabajo, pero en realidad parecía que el sujeto necesitaba desconectar, tenía ojeras y la barba a medio crecer, seguía siendo hermoso, pero estaba maltrecho.

    ---- Definitivamente no – dijo Ann tomando su libro en vos queda - no queda junto a Ritsu

    ---- No te metas Ann

    ---- Deberías decirle a Ritsu que él te gusta, tienes las mismas oportunidades... creo que tienes una buena dosis más de posibilidades

    ---- No tengo ni la más mínimas – Yokozawa recogió las tazas y se alejó a la cocina, ella lo siguió - no insistas con esto Ann, no funciona así

    ---- Si él te gusta... ¿Qué te detiene? Te invito al cine

    ---- Quería llevar a Ritsu

    ---- No me creo esa historia, seguro lo uso de pretexto

    ---- Ann no fastidies – Yokozawa no presto importancia, Ann no estaba segura si eso era bueno o malo, pero sentía que las cosas serían complicadas para ella con su misión de que Yokozawa tuviera un novio que valiera la pena, no sabía si era justamente Kirishima el tipo indicado, pero sabía que Yokozawa pocas veces se veía de ese modo por alguien. - sé que me quieres Ann, pero a él le gusta Ritsu, ¿no sientes que es peor darme ánimos? Ya vivimos esto antes... ¿Cómo termino?

    Como una bofetada Ann agacho la cara, se maldijo a si misma por no saber contenerse, ya había pasado antes, volvería a pasar después... la gente siempre era tan superficial, tan desagradable en realidad y Ann ya había cometido el error de animar a Yokozawa.

    ---- Perdóname – se abrazó a Yokozawa y este con dos palmadas en su cabeza la perdono

    ---- Estoy bien Ann, pasara cuando tenga que pasar

    Pero no pasaba, aun Iokawa no se había enamorado de él... abrazo a Ann con más fuerza, jalando un poco de la energía que ella le daba, él amaba a Ann porque ella lo amaba tal y como era y nunca pedía nada a cambio, nunca le pedía que cambiara nada, ella nunca se había quejado de su entrecejo molesto o de su manera de gritarles a las personas, Ann era la única persona que estaba conforme con él tal y como era.

    Se alegró mucho de tenerla en su vida.

    **********xxxxx**********

    Abrió los ojos y se encontró en un espacio desconocido pero cómodo, se sentía bien ahí, Yokozawa tenía esa extraña energía materna que hacía que uno quisiera contarle sus problemas, en realidad Kirishima quería hacerlo pese a comprender que posiblemente sería una molestia, se dejó llenar con la vos de Ed Sharen y su The Man que sonaba en ese momento. Encontró al gato mirándolo fijamente de esa manera extraña que solo los gatos tienen, como si supieran todo de ti, y se rieran, podía casi oír la risa de Sora. Al mover la mano el gato salió huyendo y el recogió su teléfono, llamadas y mensajes, nada importante o más bien, nada que le importara. Le importaba ella, la extrañaba y le dolía que hubiera sido tan cruel en el careo con el fiscal, no lo había mirado al salir, solo hablaba de los bienes... y los recuerdos, ¿Cómo repartirían los besos? Y las caricias ¿a quién le tocaban más pesadillas? Y los sueños ¿Cómo repartían los sentimientos?

    Cerro los ojos y apresto con sus dedos el naciente de su nariz, no quería llorar ahí.

    ---- Lo siento - la vos giro, pero no tan rápido, Kirishima alcanzo a tomar su mano

    ---- Lo siento yo... lo siento por haber venido en medio de la noche y molestarte... tu... ¿Por qué me dejaste venir?

    ---- Porque necesitabas estar con alguien

    Tan simple como eso, antes ella lo hubiera sabido, ella siempre sabía lo que el necesitaba, cuando estaba triste o enojado, cuando tenía hambre o frio... ahora nadie lo sabía, nadie parecía notar lo solo que estaba, lo difícil que era volver a esa casa sin ellas, perder a una era horroroso, perderlas a las dos era más de lo que podía soportar y las personas creían que estaba bien, lo invitaban a salir, lo invitaban a beber... no quería eso, no estaba contento, no había ningún triunfo en volver a ser soltero, había un peso enorme en la palabra que lo auspiciaba, no era soltero, estaba divorciado, la palabra le daba asco.

    ---- Ann se fue hace rato y no volverá el día de hoy, pero creo que debes llamar a tu empleo, no deberías buscarte problemas

    ---- Soy editor Yokozawa, no tengo horario de entrada, no marco tarjeta... entro a trabajar a las seis y treinta y salgo de la oficina pasadas las diez, solo cuando me toca clase en Ariane salgo temprano... pero no es por Ariane en realidad...

    ---- Visitas a la Psicóloga, la del octavo piso - Yokozawa no se desprendió del agarre, la mirada de Kirishima por un momento fue de miedo, pero luego se sereno, Yokozawa lo sabía, no había dicho nada sobre eso, no quería hacerlo en realidad, pero había tratado de saber todo lo que pudiera de Kirishima, espero mientras el hombre que sostenía su mano se relajaba y lo soltaba - es por ella ¿verdad? Por lo que te hizo

    ---- No. Es por mí. Para curarme... ella tenía derecho a dejarme Yokozawa, yo no funcionó bien, ni con ella ni con nadie... lo he intentado, pero no hay cambios, sea hombre o mujer simplemente no funciono

    Yokozawa quiso preguntar a que se refería con eso de; No funcionar bien, pero había tanta humillación personal en la voz de Kirishima que no se atrevió a preguntar. Ella había hecho algo malo, no sabía que o como, pero sabía que había calado en Kirishima hasta adentro.

    ---- ¿Qué quieres comer? Hare lo que pidas y podremos almorzarlo, si no tienes horario no tienes que ir a ningún lugar por este día, así que después de comer podemos ver una película.

    ---- No tienes televisor

    ---- Tengo un proyector y una laptop, ¿recuerdas que te ofrecí ver Vikingos?

    ---- Estas tratando de seducirme acaso

    ---- Jamás tendría tales intenciones Kirishima

    ---- Jamás eh... - una leve decepción cubrió su vos y Yokozawa se estremeció en ese instante - bien quiero Yakisoba... - sonrió y se puso de pie poniendo una mano en el brazo de Takafumi - Gracias por esto.

    ---- Te cobrare Kirishima, algún día necesitare que alguien me recoja en medio de la noche

    ---- Cuenta con eso, Kirishima móvil a su servicio

    Ambos rieron y el gato regreso solo para colocarse en la mesa como queriendo comprender la broma entre ellos dos.

    **********xxxxx**********

    Kisa Shouta escucho atento la historia de Ritsu, la cena en el café de gatos había sido divertida, Kirishima era muy agradable e incluso habían llegado a la casa de Ritsu, pero como un buen caballero Kirishima se había despedido ahí.

    ---- ¿No subió? – Kisa estaba expectante

    ---- No

    ---- ¿lo invitaste a subir?

    ---- No – Onodera sonada avergonzado de sí mismo – no quería apresurar las cosas

    ---- ¿quedaron en verse otra vez?

    ---- No

    ---- ¡¿Por qué no me dijiste esto antes?!

    ---- Porque empezaste a hablar de Ann y luego tenías las clases... Shouta ¿Qué hago? Me gusta mucho, pero habla de su ex esposa siempre, ¿Qué si regresan? No quiero crearme falsas expectativas sobre él y luego ver que no hay nada de lo que yo creía... tengo que llamar a Yokozawa él siempre sabe

    ---- Tal vez no ahora, puede que este con Ann y no quieres discutir también con él - Kisa tomo la mano de Onodera entre las suyas, estaba cálida – anímate con esto, puedes hacerlo, date la oportunidad

    ---- ¿Crees que Yokozawa lo apruebe?

    ---- ¡Claro que sí! – Shouta sonrió animado – pero creo que vas a tener que moverte tú, si Kirishima es en el romance como en el baile... - rodo los ojos por el techo y ambos rieron

    ---- Esperare a verlo luego y

    ---- Mándale un mensaje ahora, pídele comer juntos

    ---- Lo hare

    Tomo el teléfono entre las manos dispuesto a escribir, pero no se atrevió a hacerlo, Kirishima era un poco especial, tampoco era como si el hombre hubiese hecho ninguna insinuación, si era el caso entonces Onodera prefería esperar a por él un poco más, conocerlo mejor y no precipitar las cosas, tenía una buena corazonada sobre ese hombre. Se puso de pie y jalo a Kisa lejos de la oficina, tenían dos horas antes de la siguiente clase y debían comer para sus rondas.

    **********xxxxx**********

    Katou llamo una vez más sin éxito alguno, Kirishima simplemente no daba señales de vida, comenzó a preocuparse, de un tiempo a esta parte él había cambiado mucho. Trabajaba como perdido en el empleo, si, no podía negarse que ahora todo estaba prolijo y archivado, Kirishima hacia horas extras casi empre pero estaba ausente, nunca reía ni compartía con ellos, y ahora... justo ahora, no estaba ahí, no había llegado a trabajar y no atendía ni a las llamadas ni a los mensajes, y esta vez, esta si era una reunión Importante, Asahina, había abandonado la reunión rojo de ira luego de esperar y los otros asistentes parecían ir por el mismo camino.

    ---- Lo lamento, parece que no hay cobertura

    ---- Katou... esta reunión se 'programo con meses de antelación, la gente del estudio viajo para la misma y llevamos una hora esperándolo, cancela todo por favor y pídele a tu jefe que nos escriba urgentemente porque solo estaremos el día de hoy en la ciudad – Yasuda Gou tenía una mirada temible en ese momento, los otros invitados murmuraban irritados y Katou rezaba para que Kirishima cruzara la puerta y salvara su empleo, no lo hizo.


    Edited by btalkrajo - 26/5/2017, 14:15
  11. .

    BAJO LOS TACONES DE ARIANNE




    Hola y bien venido a este nuevo proyecto, yo soy Btalkrajo y en ocasiones se me mete el gusanillo y decido escribir y en ocasiones alguien entra y le da por leer mis ideas, agradezco el tiempo de tu lectura y espero disfrutes de este fan fic en un universo alternativo, lamento mucho si encuentras algunas conductas chocantes, creo que todos tenemos nuestra visión de los personajes y espero que la mía no le falte el respeto a la tuya.

    Btalkrajo

    Sinopsis

    Kirishima Zen un hombre divorciado recientemente decide darle un giro a su vida cansado de estarse compadeciendo de sí mismo. Mientras que Yokozawa Takafumi quien trabaja en un centro de danza sueña con caer en las redes del amor y establecerse con alguien que no sea un encuentro casual… ambos se conocen por azares del destino una tarde y sin saberlo poco a poco se van encontrando a si mismo

    Detalles

    Principales: Kirishima y Yokozawa
    Secundarios: Todos lo que pueda involucrar
    Universo: Alterno
    Advertencias: Giro Inesperados – Lemon – FanFic

    Nota 2: Los personajes pertenecen a Nakamura-sensei, sin embargo solo han sido tomados esencialmente y por ello sus actividades no se desarrollan en el plano específico de la autora. La historia es mía pero tratare de mantener la línea de la personalidad en los personajes.




    Bajo Los Tacones de ARIANNE



    Se deja caer en el sillón de su sala como hundiéndose en la miseria que le corresponde es un momento como este, no ha planificado su día de esta manera pero al final cuando ha dejado el trabajo no tenía más ganas de hacer nada que revolcarse en esa mierda. Ahora la bicicleta azul de su hija estaba contra la pared y más que un poco de polvo se iba estableciendo sobre ella como lo hacía sobre los muebles de la casa. Kirishima abrió su estante y saco una sopa de microondas sin importarle que el cubo de la basura ya estaba por encima de su límite.

    Comiendo su cena de supermercado en su mesa sola en casa volvió a pensar en su despreciable esposa, porque ella era una maldita y esto nadie podría negárselo. Había sucedido hace dos meses cuando llego de casa y ni su esposa ni su hija estaban en casa, el espero mirando un partido en la televisión y comió los restos del almuerzo que estaban en la heladera, todo lo más normal de su día a día, cuando la noche se hizo oscura decidió llamarla e insistió por más de dos horas hasta que su llamada fue atendida. “Dios Sakura tuve miedo de que hubiera pasado algo” un silencio se cómo entre ellos “No lo has leído” afirmo la vos de la mujer que por quince años había sido su mujer “Leer que – dijo confuso – tenías un viaje planeado, no recuerdo que me dijeras nada de eso” “Te he dejado Zen” luego le colgó, pero de ahí en más el solo repetiría en su cabeza ese ensayado y tan asqueroso Te he dejado, y he ahí que ella era una maldita, porque solo un ser miserable hubiera sido capaz de ensayar las palabras que le diría mientras rompía su vida. Zen tiro los restos de su cena al bote repleto de la basura, no estaba listo para tirar los envases desechables vacíos, tenía ganas de que Sakura viera lo que haya sucedido desde que se fue, aún no había vaciado las gavetas que tenían ropa de ella ni los útiles del baño o la cocina.

    :

    Yokozawa Takafumi dio un salto para alcanzar la puerta del metro, tenía su ropa de baile negra un pantalón holgado y una camiseta y unos tenis Nike que acababa de comprar, puso la música en su iPod mientras se movió rumbo a un sitio vacío, tomo el libro de su bolso y lo abrió por la pagina que le correspondía, se odiaba a si mismo por haber dejado que ese libro se hubiera empolvado antes de rescatarlo del estante, pronto llegaría al final y entonces podría avanzar al siguiente tomo, noto que una chica sentada más adelante lo miraba parpadeando y sonriendo, la joven se veía bastante bonita y de seguro podría invitarla a cenar… eso en el remoto y descabellado caso de que quisiera salir con alguna chica, siendo que no regreso a su lectura ignorante estoicamente las miradas de la joven.

    :

    Kirishima Zen abrió nuevamente el ordenador para buscar lo que no se atrevía a mencionar en vos alta, odiaba a su esposa por haberlo abandonado cuando él la necesitaba pero no podía culparla completamente, una vez más internet no le resolvía el problema de la frigidez, pensó en su esposa y luego observo algunos videos, pero no pudo hacer nada con eso, su hombría y su orgullo se sentían cada día mas heridos, antes había podido fingir que si su esposa y el no tenían sexo era por la rutina y el cansancio pero desde que ella decidió (por cuenta propia) que quería otro hijo, la frustración había crecido a límites insospechados la impotencia de Kirishima era dolorosamente humillante.

    Pero luego de revisar pornografía siguió tan flácido como antes y se machacó pensando en que era lo que fallaba, que era lo que había cambiado y cuando. Forzó su mente y no pudo menos que reaccionar al hecho de que las pocas ocasiones en las que había llevado a su esposa a la cama estaba ebrio e incluso eso le había reprochado ella cuando al fin pudo verla “¿Crees que eso es un hombre? Alguien que cierra los ojos mientras esta en la cama conmigo por unos minutos hasta terminar… no voy a soportar más tiempo esto – luego de las suplicas y las humillaciones de Zen ella pareció confusa y solo dijo – En serio no lo sabes…”

    ¿Saber qué? ¿Qué era lo que debía saber? Ah… si, ese asuntillo de mierda sobre que su esposa estaba acostándose con un compañero de trabajo, si Kirishima lo sabía, incluso lo comprendía. Lo que no comprendía era el abandono.

    :

    La chica deja una nota sobre el libro de Yokozawa antes de bajar del metro, él lo observa “Llámame” luego lo arruga y lo tira al suelo.

    - Dios porque siempre te pasan esas cosas – Ritsu ríe animado

    - No lo sé, voy a ponerme un cartel que diga ¡GAY quiero una cita con un chico, chicas déjenme en PAZ!!

    - Me alucinaría verte con un cartel de ese tipo

    - ¿Qué es lo que debo hacer?

    Yokozawa se dejó caer al suelo con una mano sobre su frente de manera dramática, estaba cansado de las insinuaciones de chicas o los chicos que siempre querían las cosas de modo escondido.

    - Moriré virgen – dijo simulando que lloraba

    - No eres virgen… quieres que te lo recuerde

    - Solo porque me prometió que después yo iría abajo… Soy una princesa… medio macho pero princesa – Yokozawa si había tenido sexo en su vida con chicos en el pasado, pero realmente quería saber cómo era ser la parte que recibía, lo deseaba como una fantasía pero no pasaba y su ex novio había preferido terminar la relación que cumplir con lo que Yokozawa consideraba, era lo mínimo de reciprocidad

    - Por suerte para mi yo no tengo ese problema - Ritsu sonreía de oreja a oreja

    - Sí, porque todo en ti grita PASIVA… salvo que…ah sí, tu mejor amigo es heterosexual y no tiene ni puta idea de que estás enamorado de el

    - Eso no es verdad

    - ¿en serio? – dijo en tono cansado

    - Si… tu eres mi mejor amigo y eres gay, - Ritsu le da un beso en la mejilla - él es el amor de mi vida, con quien disfrazo mis anhelos… lo que me convierte en hipócrita, pero no es relevante porque mi afecto es honesto y tengo claro que es unilateral…

    - ¿Quién dice que somos amigos?

    Ritsu le arroja la toalla y sale del salón rumbo a las duchas, Yokozawa continua un minuto más en el suelo sonriendo.

    :

    Kirishima Zen se mete en la cama son las once de la noche, básicamente temprano. Cierra los ojos cansado, decide mientras programa la alarma de su móvil que ya es momento de buscar ayuda…

    :

    Kirishima Zen hizo lo que la psicóloga le pidió durante seis semanas, dibujo, escribió, respondió y no existía ningún tipo de cambio respecto, pero aquel día vino una serie de preguntas sin sentido, aunque nada podría tenerlo, era un hombre treinta años con un trabajo estable, una buena constitución física y un atractivo notable.

    - No soy homosexual - dice en tono sereno – tengo impotencia eréctil… ser impotente no me hace gay

    - Es cierto, lo que te hace impotente es no desear a una mujer

    - Estoy casado, mi esposa es hermosa… ¿quiere ver su foto?

    - Porque asumes que él no desear a una mujer te hace homosexual

    - Usted lo dijo

    - Dije que las mujeres no te atraen sexualmente… podría tratarse un fetiche, podríamos buscar lo que realmente te provoca, pero tu instantáneamente…

    - ¡No soy un marica!

    - ¿Marica?

    Los ojos de la doctora lo atraviesan Irina es extranjera, el principal motivo para hacer consulta con ella pero se ve francamente serena mientras lo mira.

    - Solo fue una vez…

    - ¿te acostaste con un hombre?

    - ¡No! ¡¿Qué le sucede?! – ella espera mientras él toma en sus manos un libro de su mesa, Las aventuras de Robinson Crusoe, las hojas están gastadas – fue cuando estaba en la escuela, yo tenía doce y el trece… me dio un beso…

    - ¿en los labios?

    - Si… era mi mejor amigo así que me sentí feliz con eso… mi madre nos vio, me prohibió hablar con él otra vez y me metió en las clases de Kendo, futbol, boxeo… cosas de varón…

    - Sakura-san ¿lo sabe?

    - Nadie lo sabe

    - Tú lo sabes, tu eres alguien, alguien muy importante… voy a pedirte algo Zen, quiero que pienses solo en ti, olvida a tu hija, a tu esposa, a tu madre y piensa en ti… tu mereces ser feliz y aunque Kirishima Zen no lo acepte, la verdad es que Kirishima Zen está sufriendo mucho, amas a Sakura como a una gran mujer pero no la deseas, ella no te completa y todos sus intentos te han forzado a hacerte daño y este es tu cuerpo no tienes que dormir con nadie si no lo deseas… no es malo

    - Ella solo quería otro hijo

    - ¿Qué es lo que tú quieres?

    Zen miro a Irina, podía decirle todo a Irina, nadie más que ella lo comprendería.

    - Quiero decir no… quiero decirle no a mi madre sobre las clases de futbol, quiero decirle no a Sakura cuando se confesó, quiero decirle no en el altar el día de la boda y quiero decirle que no… que no es… un…

    Zen comenzó a llorar, Irina lo dejo llorar.

    - No es malo Zen… y tienes que aprenderlo.

    :

    “Uno, dos, tres, cuatro ¡Aaaarriiibaaa!!” dice mitras mueve la cadera frente al espejo esperando que sus alumnos le sigan el ritmo, las chicas lo hacen con mucha gracia pero los chicos lo hacen con más concentración. Yokozawa no cree que la coreografía sea complicada así que no hace caso de los tropiezos de las alumnas nuevas.

    - Hari si te quedas atrás no serás capaz de mejorar – dice fuerte sobre la música y siguen bailando con el ritmo

    Yokozawa trae la ropa de danza que muy a su pesar lo hace aún más masculino, la camiseta sin mangas pegada a su cuerpo resalta los músculos de sus brazos y el pantalón holgado le da el aspecto de un hombre de gimnasio más que un bailarín.

    - Vamos… muevan la cadera

    Yokozawa se seca el sudor y toma un trago largo de agua, su clase tiene cuatro chicas y dos chicos, pero ellas siempre tratan de filtrar con él y los chicos de filtrar con ellas. Se siente algo solo en esta situación pero tampoco es tan grave, él podría ir detrás de alguien si quisiera pero eso siempre terminaría convirtiéndolo obligatoriamente en el activo así que se quita la camiseta húmeda sin prestar atención a sus estudiantes que lo observan. Es lo más ilógico, él y Ritsu se llevan de maravilla porque son iguales pero Ritsu tiene esos rasgos suaves que lo hacen parecer adorable mientras el termina siendo intimidante.

    - Hola... – dice cuando descubre al sujeto mirando la pizarra de las clases, el hombre tiene un aspecto frio y una mirada severa – Mi nombre es Yokozawa… ¿busca a alguien?

    - No, no en realidad, solo que el asesor se averió y note al bajar las gradas que hay un centro de danza aquí

    - Oh… si, bueno, la verdad no es como si fuéramos una escuela de danza, más bien somos un lugar para bailar…

    Kirishima miro la pared ARIANE estaba escrito en letras curvas.

    Kirishima observa uno de los salones, hay un grupo de chicas haciendo lo que él cree debe ser Yoga con y otro salón donde las chicas bailan osadamente…

    - Tú… ¿Qué enseñas?

    - Cumbia

    - Cambia

    - No… cumbia, enseño ritmos latinos, en eso nos especializamos es muy bueno para des estresarse y desconectar del mundo laboral

    - ¿bailas todo el día?

    - En intervalos de tiempo porque solo tenemos dos salones… - Yokozawa sonríe mirando esos ojos marrones tan intrigantes

    - Kirishima Zen – el hombre le tiende la mano para saludarlo - ¿cree que yo pueda tomar clases?

    - Claro que sí, la idea es divertirse

    - Eso es lo que más necesito…

    :

    Luego de explicarle a la dependienta que hacía mucho no usaba ropa de deporte y que se había inscrito en una clase de danza de la cual ella parecía sumamente interesada y le hacía preguntas de todo tipo que él no sabía responde, al fin Kirishima se hizo de lo necesario para las clases que tomaría tres días a la semana en ARIANE, compro unas zapatillas tenis para interiores y camisetas y dos pantalones deportivos. ARIANE estaba a escasas calles de su trabajo, justamente en el edificio de su psicóloga, la que lo había hecho replantearse su sexualidad… pero contrario a su deseo, ella no tenía una cura mágica que hiciera que a él le gustaran las chicas. “Quieres que muestre algunas pesas” había dicho el dependiente varón de la tienda, tal vez porque había considerado insulsa la plática de su colega sobre el baile. Era un chico atractivo y Zen lo miro con detalle, siempre había mirado a los chicos de ese modo, no lo veía como algo malo pero ahora se preguntaba si los otros hombres notarían o no si un chico era guapo o si lo calificarían como tal. “No gracias, esto es todo lo que necesito” pago y salió de ahí. Llego a casa para abrir el ordenador y buscar algo que no había buscado antes. Nuvid.com/sexo-gay.

    :

    - Otro día en el paraíso, como están amores – Kisa sonreía mientras se metía en la sala sonriendo a sus estudiantes

    - Yokozawa era el encargado de la música pero no la trajo – aviso un chico mirando a Kisa consternado - ¿Qué vamos a hacer?

    - Ocho… sin la música no podemos hacer la coreografía, pero aún podemos… - Kisa sonríe amable - planificar el vestuario

    Yokozawa mira avergonzado al grupo, había olvidado la música y ahora no tenían como ensayar. Se sentía tonto por estar pendiente del teléfono, pero al parecer solo le había parecido a él ya que aquel hombre Yasuda Gou no le llamaba.

    - Bueno... podríamos ensayar sin música para practicar los tiempos

    Y al fin todos vuelven a sonreír, Yokozawa se pone a la derecha y espera la señal de Kisa. Yokozawa hace una mueca dándose ánimos a sí mismo para seguir adelante, no puede ser tan malditamente masculino como para no encontrar un chico activo que se fije en el... y es que... mientras salta sobre sus pies Yokozawa desea ser por una vez quien recibe las flores o quien es sujetado en un beso pasional e inesperado. “Despierta Tonto” sonríe y regresa a concentrarse en Kisa y el tiempo, no les queda mucho para poder hacer el show que quieren y aun no dominan la principal atracción de su baile.


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    Bajo los tacones de Ariane


    Zen dejo su mochila en un locker cercano a la puerta, y se quitó la sudadera, aunque en su juventud había hecho ejercicio y se mantenía firme, su piel no tenía el bronceado de los otros ni la definición marcada en los brazos, pero no se fijó en eso, se fijó en Onodera Ritsu que bebía agua en ese momento… Kirishima no tenía intenciones reales de formar una pareja con absolutamente nadie, solo el deseo de poder estar convencido de que, en efecto, era gay. Antes no lo había pensado o no había querido pensarlo, se había cerrado en sí mismo para no hablar del tema negándose no solo el obtener placer con su cuerpo sino además el sentirse libre. Mientras más lo pensaba más caía en que todo se había derrumbado cuando comenzó a editar a Ijuuin, aunque habían sido amigos en la infancia y mantenían un trato muy familiar actualmente Ijuuin era gay y si no lo gritaba a los cuatro vientos, tampoco tenía intenciones de esconderlo. “Le has estado envidiando sin saberlo” pensó en eso por horas, días prácticamente y más caía en que le gustaría ser más como Ijuuin… libre.

    Se puso en la fila con los otros y pensó en eso, no era del todo cierto, amaba a Hiyori y era muy feliz de saberla su hija porque eso nadie podía arrebatárselo y aunque ahora Sakura se negara a dejarlo estar con su hija el confiaba en que pronto podría hacerlo, esperaba poder encontrarse con su esposa sin tener aquellos arranques tan desagradables… se estiro junto con los otros estirando los brazos y piernas, no buscaba un romance, solo quería encontrarse a sí mismo, a quien era.

    - Kirishima ven conmigo – Onodera lo llevo a un lado para que ensayaran, aunque le daba vergüenza en realidad no había logrado hacer ninguno de los movimientos correctamente – No… izquierda, izquierda alto derecha, derecha aplauso…
    -
    - Eso hice
    -
    - Es que no te mueves… los pies son lo importante y tú los mantienes firmes en el suelo, eso está bien para el kendo, pero esto es más rítmico
    -
    - Oh…
    -
    Aprender a bailar resultaba mucho, mucho, mucho más complicado de lo que hubiera querido que fuera, si movía las manos olvidaba mover los pies y viceversa, además de que los movimientos de cadera lo avergonzaban, lo que era ridículo ya que todos a su alrededor hacían lo mismo.

    - Otra vez… no te rindas
    -
    :

    Recogiendo a Sora del sillón Yokozawa se dirigió a su recamara, le habían dicho una y mil veces que no durmiera con el gato, pero Sora no podía ser disminuido a un felino común, tenía artes mágicas que siempre lo hacían sentir mejor y por ello no hacía caso de nadie y dormía con su felino, a veces Sora decidía subirse a su cabeza, a veces se ponía sobre su pecho – entonces tenía pesadilla – pero casi siempre dormía a su costado izquierdo.

    Se tumbó con el gato sobre él y comenzó a leer los mensajes en el móvil, por las reuniones con sus padres no había podido dar sus clases de baile y Onodera lo había suplido a cambio de un sábado, Yokozawa no tenía inconveniente, al fin y al cavo llevaba muchos sábados metido en casa, al menos salir le haría bien. Puso la alarma y comenzó a acariciar a Sora.

    :

    - Lo haces muy mal – Onodera reía mostrando sus pequeños y blancos dientes – creo que voy a rendirme contigo… olvídate de bailar
    -
    Kirishima se reía por el tono trágico con el que su maestro se quejaba, mientras reía ampliamente, tenía unos ojos verdes esmeralda que se le marcaban más cuando reía, y por si eso no fuera suficiente su piel parecía de nívea, el reclamo se hacía tierno en los labios de ese chico de ojos brillantes.

    - Es fácil para ti, llevas años bailando yo no
    -
    - No creo que fuera tan malo ni al… co…mienzo
    -
    Kirishima se gira instantáneamente a ver lo que el chico veía y eran una pareja, la pareja no tenía nada salvo que el varón era Takano Masamune quien era uno de los editores de su trabajo. Ellos dos no eran realmente amigos, aunque habían salido a beber de vez en cuando. Kirishima sonrió cuando el azabache lo reconoció con una cauta sonrisa, no le hacía ninguna ilusión que se rumoreara sobre él y no podía confiar plenamente en Takano quien siempre divulgaba cuando salía con una mujer por los pasillos de la oficina.

    :

    :

    - Solo los ancianos duermen tan temprano – decía la voz al otro lado de la línea y Yokozawa sonrió
    -
    - Bueno… mañana tengo que salir a correr temprano
    -
    - ¿correr? No es suficiente con todo lo que bailas… porque si necesitas quemar calorías yo creo saber cómo ayudarte
    -
    - Iokawa… hablamos de eso
    -
    - Lo se… es solo que…
    -
    Yokozawa sintió un nudo en el pecho, aun recordaba el agrio dolor de haber sido dejado, Iokawa lo había lastimado y sabía que se hería al fingir que podían ser amigos, había aceptado con la ilusión de que el hombre lamentara sus palabras y pudieran recuperar su relación, pero no… Iokawa parecía llamarlo ahora solo para una cosa en específico y si bien Yokozawa lo había permitido no era lo que quería, Kisa y Ritsu creían que él tenía la surten por el mango, pero poder hacerle el amor a Iokawa carecía de todo valor si Iokawa no le amaba.

    - ¿Estás en la puerta?
    -
    - Si
    -
    - Te abro ahora…
    -
    Se miró en el espejo, era su culpa por ser alto y fuerte, si fuera solo un poco más como Ritsu o Shouta no tendría este problema… no podía negarse a sí mismo que disfrutaba el sexo, pero hacerlo de ese modo parecía estarle mermando algo que tenía dentro, algo personal.

    :

    :

    Después de unos días Yokozawa dejo de mirar el móvil, era claro que aquel sujeto no le llamaría e Iokawa solo lo haría en cuestiones necesarias, dejo caer su maletín mientras las chicas recogían sus maletines y le movían las pestañas de ese modo tan bonito que tenían, Hari se había tomado la molestia de maquillarse solo para verse guapa al despedirse de él, era bonita, pero sin duda se veía más bonita con la máscara de pestañas y el labial.

    - Oniichan llegaste tarde
    -
    - Si, tuve un lio por ahí
    -
    - Ensayaran hoy el numero para el teatro
    -
    - Si ¿quieren quedarse?
    -
    - Si… pero…
    -
    - Oh es verdad tienes las clases de la universidad – Hari sonrió algo avergonzada – no te retrases, eso sí, no olvides que las queremos ver ahí ese día… espero se sorprendan
    -
    - Claro que si Oniichan
    -
    Oniichan, aquel apodo parecía haberse extendido a todos, pero solo las chicas parecían felices de utilizarlo. Solo levanto levemente las cejas cuando encontró a Onodera riendo la mar de contento con el nuevo... Irashima o algo así, no estaba en su clase así que no le conocía de nada más que la vez en que le dio el formulario para su inscripción, ahora parecía un miembro activo en las clases de Ritsu y con todos los asuntos de sus padres no había podido sentarse a charlar con sus amigos. Entro sereno y Onodera termino de inmediato su plática con el castaño guapo y se fue directo a él.

    - Tengo que contarte algo espantoso, es más que horroroso… no se ni como hablar de esto
    -
    - ¿Qué paso?
    -
    - No lo vas a creer
    -
    :

    :

    Kirishima Zen noto como los ojos de Onodera dieron un brinco de emoción y se fueron directamente al Azulado, un tipo de aspecto rudo y mirada severa, las chicas siempre parpadeaban innecesariamente frente a él, aunque no tenía un solo atractivo o era que a Kirishima no se lo parecía, le parecía un sujeto común, nada que ver con la figura estilizada de Onodera o los rasgos de porcelana que tenía Kisa, ellos eran verdaderamente agradables.

    Se acomodó en su línea para seguir los pasos que Kisa ya ignorando a Onodera, seguro el chico - en caso de tener alguna inclinación homosexual – estaría colado por el Azulado.

    - En uno en dos en tres, vamos manos y pies al mismo tiempo
    -
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    Un estruendo sonó de golpe y Kirishima salto entre los bailarines abriendo la puerta y encontrando a Arizawa en el suelo, la silla plástica estaba rota, Kirishima no tuvo que pensarlo mucho, era claro que había cedido al peso del hombre, es más, le pareció ridículo que un hombre de ese tamaño se hubiera subido a una débil silla de plástico.

    Onodera reía a carcajadas mientras el sujeto se levantaba torpemente, tal vez le había dolido más de lo que admitía, entonces Kirishima le paso el cuerpo por debajo del brazo y sujetándolo por la cintura lo ayudo a caminar los siete pasos que separaban a Arizawa (porque ese era el nombre que Kirishima creía) con el sillón cómodo de la entrada. En un parpadeo vio unos ojos azules cobalto oscuro que lo atraparon y lo hicieron mirar una piel más que tersa que estaba solo manchada por una arruga en el entrecejo. La sensación inquietante no le gusto para nada.

    - Gracias – sentados aparto su cuerpo del cuerpo de Kirishima
    -
    - De nada…hum – como no estaba seguro de su nombre, no se animó a ponerse en evidencia, sin embargo, el otro pareció notarlo
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    - Yokozawa Takafumi, enseño aquí
    -
    - Kirishima Zen, aprendo aquí
    -
    Ambos soltaron una carcajada serena, Kirishima pensó que aquel nombre le iba de maravilla al sujeto, era un nombre fuerte, entrecerró los ojos pensando si acaso Yokozawa podría ayudarlo en su nuevo y además desconocido interés por Onodera o seria que el sujeto también estuviera interesado en el chico. De hecho, la única razón para ayudar a Yokozawa había sido la de ganar el favor de Ritsu. Los ojos verdes del joven sonreían amables ante la caballerosidad de Kirishima.

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    En un arranque de celos Yokozawa se marchó a la oficina de admisiones y aunque no era el día que le correspondía comenzó a cargar la información del mes sobre los cursos, tenían no más de 80 alumnos distribuidos en los diferentes horarios, ni que decir del costo que comenzaba a generar el no tener más alumnado. Pero no era eso en realidad, era la manera en que el sujeto ese había mirado a Onodera, aunque era su amigo entre ellos existía una rivalidad de siempre que nunca había pasado a mayores, primero porque no era culpa de Ritsu si cualquiera se fijaba en él y segundo porque Yokozawa la verdad no estaba del todo interesado en nadie. Una vez armado el portafolios Yokozawa lo coloco en el estante. Kisa que como de costumbre tenía una cita paso volando rumbo a las duchas luego de su clase y Ritsu se marchó a ver a Takano… y ahí estaba el punto débil de Yokozawa, en algún momento ambos habían estado devotamente enamorados de su amigo, pero a diferencia de Yokozawa el ojiverde no había logrado minimizar ese amor.

    - Yokozawa… ¿seguirás? – Kisa sonreía con la bolsa en la mano
    -
    - Si, voy a mandar unos correos – se fijó en Kisa que parecía especialmente feliz - ¿con quién saldrás?
    -
    - ¡Secreto, secreto!
    -
    - Huh tu siempre alardeas sobre las personas cuando sales
    -
    - Si. Pero este me gusta mucho así que lo mejor es no decir nada… Chao Caro Mío… - y lanzando un beso desapareció de la oficina.
    -
    Su estudio de danza era pequeño, solo tenían dos salones para las clases, aunque en ambos salones las paredes tenían espejos que servían para que los chicos siguieran los maestros y para que ellos ensayaran su coordinación. Después estaba la oficina de inscripciones un lugar mediano a chico que tenía los registros de los alumnos y la computadora de trabajo y al fondo las duchas y vestidores, que eran del tamaño de un solo salón y además estaban divididas entre varones y chicas. Cuando decidieron montarlo no habían creído que ganarían tan poco dinero, pero tampoco habían creído que sería tan divertido hacerlo.

    - Yokozawa-san
    -
    Por un segundo no reconoció al sujeto, vestía unos janes y un jersey negros bajo una americana café. El tipo era un sueño. Tenía esos ojos almendrados y marrones que parecían saber todo de ti en una mirada y una boca que por extraño que fuerza sobre un cuerpo tan amplio era delicada, su cuerpo estaba bien balanceado y su voz… Yokozawa sacudió su pensamiento, no era la primera y no sería la última vez que alguien inaccesible le gustaba.

    - Kirishima… hoy no hay clases nocturnas ¿lo sabe?
    -
    - Sssi – el tipo sonreía de lado – bueno en realidad buscaba a Ritsu ¿lo ha visto?
    -
    - Ah… eh.. bueno si, él ya se retiró – Yokozawa noto la decepción en el rostro del hombre que se palmeo el bolsillo automáticamente. - ¿Lo necesitaba para algo?
    -
    - No, bueno no exactamente… - el sujeto parecía estar meditando cuando las dos alumnas que Yokozawa esperaba se asomaron
    -
    - Oniichan – dijo una – ya terminamos así que nos retiramos… Buen trabajo hoy
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    - Buen trabajo, con cuidado y directo a casa
    -
    - ¡Si!
    -
    Yokozawa sentía un afecto amplio por sus estudiantes, tanto las chicas como los chicos se tomaban en baile con seriedad y se respetan mucho entre ellos, aunque los chicos siempre trataban de ligar con ellas, no eran cansinos o molestos y por eso Yokozawa les tenía más afecto. Apago el ordenador y se puso de pie con las llaves en la mano saliendo, Kirishima miro el cartel. “Concurso de danza Freedoom”

    - Kirishima-san lo lamento, pero voy a cerrar
    -
    - Oh claro – Kirishima pareció pensante y luego abrió la boca una vez más - ¿Yokozawa-san tienes planes para ahora?
    -
    - ¿Planes?
    -
    - Si. Vera, pensaba invitar a Ritsu al cine cuando este terminara su clase, pero me retrase…
    -
    - Podrá invitarlo otro día
    -
    - Si… bueno ya compré los tickets
    -
    - Ah jajaja eso es ser muy confiado… ¿Qué haría si él le dice que no?
    -
    - No creo que me dijera que no – aquella autosuficiencia le pareció chocante y Yokozawa estuvo a un segundo de decirle que no, pero la verdad no tenía nada que hacer e ir al cine gratis era una opción adecuada. - ¿vendría al cine conmigo?
    -
    - Solo si no hace preguntas extrañas. – aviso – si quiere saber algo de Ritchan pregúntele usted mismo
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    - Acepto… ¿cosas sobre usted si puedo preguntar?
    -
    Yokozawa cerro el piso y se despidió del portero, como no era su día de clases iba con jeans y una sudadera su camiseta blanca era de su talle adecuado con lo que no era ni ajustada ni holgada, choco con Kirishima cuando este se viro y se detuvo de golpe delante de él, estaban a menos de cinco centímetros y el atractivo sujeto lo miraba fijamente, Yokozawa se sintió nervioso.

    - Sip son azules…
    -
    - ¿Qué cosa?
    -
    - Tus ojos, no estaba seguro de si eran azules o negros, pero son azules… nunca había visto unos ojos azules tan oscuros
    -
    - Perdóname por eso
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    - Son muy…
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    - Oscuros
    -
    - Llamativos, estuve pensando en tus ojos toda la mañana
    -
    - No te hablare de Ritchan
    -
    - Oh vamos… no te hago un cumplido porque quiera saber algo de tu amigo, lo digo en serio tus ojos son muy llamativos y además… ¡Genial va a llover!
    -
    “Además qué” quería saber Yokozawa, pero mirando de nuevo Kirishima era demasiado guapo y obviamente le iban los del tipo de Ritsu… cuando entraron al ascensor para llegar a las salas de cine, Yokozawa noto que tenían básicamente la misma constitución física. Ambos eran altos de hombros firmes y manos grandes, había chicos que saltaban sobre Yokozawa, pero ahí estaba el asunto, ser gay no implicaba que cualquiera le gustara, a Yokozawa le gustaban los tipos como Kirishima y esos tipos nunca se fijaban en él. Por absurdo que fuera en un mundo de hombres, Yokozawa era muy masculino para los demás.






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    Bajo los tacones de Ariane


    La película fue más entretenida de lo que habían imaginado y al salir Kirishima Zen decidió que podría tratar de hacerse amigo de Yokozawa, creyó que el sujeto podría comprenderlo de algún modo... ¿Qué modo? Pensó de manera simple, pero en realidad daba los mismo, sus antiguos amigos habían desaparecido junto con ella... ella... ella odiaba el cine lleno de gente desconocida y Kirishima no diría que lo amaba, pero hacia mucho que no veía una película en un cine, dejo su soda sobre la mesa sin ver nada en realidad, le hubiera gustado que Ritsu estuviera ahí, siempre que estaba con él era como olvidarse de ella.


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    Yokozawa comía en silencio, pese a que estaban sentados cara a cara en la mesa ninguno de los dos hablaba, no tenían nada de qué hablar en realidad, Yokozawa realmente no diría nada de su amigo... pero por otro lado Kirishima no era su amigo y le iría a contar en cuanto estuviera libre a Ritsu que el sujeto estaba interesado en él. Aun si Kirishima le gustaba no tenía sentido esperar algo así que estaba a favor de que Ritsu tuviera su oportunidad de ser feliz, quien supiera si acaso no se enamoraran... aunque le hubiera gustado que Kirishima mencionara otra vez lo de sus ojos...


    - ¿Por qué te sonrojas?


    Kirishima al fin lo miraba, justo en el momento en que su cara ardía, ahora ardía realmente, estaba avergonzado por haber sido descubierto.


    - Lo siento... piensa en lo que pensabas no debí mencionarlo


    Kirishima desvió los ojos, y Yokozawa apago la vergüenza. O más bien la indiferencia de Kirishima la apago


    La gente transitaba entre risas y conversaciones, todos ellos ignorando completamente a los dos sujetos sentados con fideos fríos y coca cola, salvo unos ojos café que brillaban de una manera desesperada, Yokozawa noto que esos ojos miraban a Kirishima, le pareció gracioso pero una mano jalo a la niña, la mano parecía apurada en alejarse del patio de comidas, Yokozawa soltó un “las conoces” Kirishima se giró y su sorpresa inicial mostro un dolor agónico, la niña no decía ni una palabra mientras era llevada de ahí por la mano que tiraba de ella, una cabellera casi rubia caía a la cintura fina de la mujer que con vaqueros y una camisa blanca alejo a la niña de sus ojos.


    - Hiyo...


    Aquel dolor se incrusto en la piel de Yokozawa, odiaba esa parte de sí mismo donde el dolor ajeno se amplificaba en él, ahora le dolían los dos, el hombre que pronunciaba destrozado esas palabras y la niña que había tenido que irse en silencio.


    - Perdona... es solo que llevo tres meses sin verla...



    - ¿Quién era?


    - Mi exesposa Sakura... – pero Yokozawa no se refería a la mujer, el casi nunca distinguía a las mujeres, salvo por sus amigas las mujeres en general eran siluetas sin rostro, pero a la niña si la había visto... aquellos ojos marrones que destilaban amor por ese hombre, solo había una manera de explicarlo...


    - ¿era tu hija?


    - Si... no tengo permitido verla hasta que... – Kirishima no quería hablar de su vida realmente, no con un extraño al menos, pero Sakura parecía haberse llevado a todos sus amigos junto con ella, sus amigos estaban casados en su mayoría y habían sido llevados por el lado oscuro, Sakura... volvió a mirar el rostro severo que perfilaba con unos ojos muy oscuros esperando – ataque a mi exesposa, no en realidad, pero sí...


    - La golpeaste o...


    - trate de secuestrarla, ella me había abandonado y pensé que si nos alejábamos de todo podríamos resolverlo, ella pensó que yo quería asesinarla y un colega de su trabajo - no menciono que ese era el amante de su esposa - que pensó lo mismo llamo a la policía, me arrestaron pero explique que no pensaba matar a mi esposa... me pusieron citas con una psicóloga criminal y hasta que ella no determine que soy apto... no puedo ver a mi hija – las últimas palabras venían cargadas de un peso crudo que Yokozawa lamento realmente


    - creo que eso no es justo, tu hija no tiene nada que ver con un arranque de ira... o de amor como sea que lo veas


    - los hijos siempre están en medio Yokozawa... aunque uno no quiera son el arma perfecta para herir al otro, Sakura tiene a mi hija y me hace mucho daño que me prohíba verla... si yo fuera un demente y quisiera lastimar a mi esposa...


    - no harías daño a tu hija, lo veo en tus ojos... – Yokozawa no era un perfecto lector de almas, pero la expresión agónica de Kirishima no era fingida y le motivaba a creer que no sería capaz de herir a su propia hija con el fin de lastimar a la madre esta... aunque si la madre tenía miedo de él, tendría que haber un motivo y eso hizo que Yokozawa no dijera mas


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    Yokozawa Takafumi desechó la idea de que Kirishima Zen estuviese interesado románticamente en Onodera, lo más seguro seria en todo caso que el sujeto se encontrara agradecido con la amabilidad de Ritsu, Yokozawa sabía que Ritsu tenía ese carácter que hacía a uno sentirse cómodo con él, era muy directo, pero con esos adorables ojos verdes uno casi nunca se ofendía con su franqueza, venía a ser una más de las cosas que le envidiaba a la gente bonita, a él los mismos actos no le hacían ver bien. Entonces junto con esos pensamientos desechó la idea de un Kirishima ínfimamente interesado en él, al parecer el hombre solo estaba atravesando un divorcio complicado, las clases de baile lo sacaban del tedio de la soledad y lo divertían mientras caían justo con sus citas con una psicóloga que había buscado el por su propia cuenta para que le ayudase.


    Romper un noviazgo era muchas veces endemoniadamente doloroso, pero un matrimonio era algo fuera de la imaginación de Yokozawa, además Kirishima había afirmado que aún tenía esperanzas de volver con ella, “Que ingenuo... las mujeres no abandonan su hogar, si lo hacen, no regresan nunca” no lo había dicho, pero era lo que él sabía por experiencia.


    - Hola


    - Hola – respondió, era una chica menor de ojos avellana y rostro en forma de corazón, le sonaba haberla visto por algún lugar, pero no recordaba donde


    - Hace tiempo que no le veía... creía que se había mudado


    - No.… solo ocupado


    - Yo estaba por irme, pero puedo ayudarle... ¿busca algo en específico?


    Yokozawa no sabía quién pudiera ser la chica ahí delante suyo, iba más o menos con regularidad a Marimo Books porque tenían un café delicioso y podías leer mientras consumiera en el local. “Ya estaba por irme” repitió una vocecilla en su cabeza.


    - ¿trabajas aquí?


    - Eh... si... desde hace dos años...


    - Te has... - Yokozawa comenzó a sentirse muy incomodo


    - Ah... sí, me he cortado el cabello, antes no llevaba flequillo, no me reconociste por eso... soy Matsumoto


    - ¡Claro!... te cambia mucho


    No sabía que más decir aparte de aquello.


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    Onodera Ritsu escuchaba con atención el chismorreo de la tarde, parecían más que entretenidos sacando sus conclusiones sobre lo acontecido con Yokozawa y Kirishima, aunque Ritsu estaba sorprendido de pensar que Kirishima hubiera buscado a Yokozawa, había creído que el hombre le hacía algunas indirectas, tal vez solo era un coqueto o quizá él había mal interpreto las señales, no estaba molesto de ninguna manera, Yokozawa era su persona favorita y si conseguía alejarse del plasta de Iokawa mejor que mejor.


    Iokawa era un hombre agradable pero demasiado conflictivo, se habían peleado en una ocasión porque el sujeto tenía unos celos enfermos en su contra y Ritsu que sabía muy bien que Iokawa había roto con Yokozawa, seguía preguntándose dos cosas, una, ¿Por qué Iokawa buscaba a Yokozawa solo para tener sexo? Y dos, ¿Por qué merodeaba el estudio de baile sin atreverse a entrar? Ambas preguntas lo molestaban, se había sorprendido de que terminara con Yokozawa, pero no le sorprendía verlo espiando, solo lo molestaba.


    - ¿Quién crees que haya invitado al otro? – Kisa meditaba con seriedad


    - Supongo que Kirishima, Numfy no me ha mencionado nada sobre algún interés sobre el sujeto


    - Bueno si vio los ensayos del show que haremos en el teatro, seguro se volvió loco por Numfy – Kisa y Onodera llamaban Numfy a Yokozawa de cariño, el apodo había nacido sin intención en una fiesta hace años y tanto ese como el Oniichan estaban vigentes, Yokozawa intimidaba mucho más de lo que era peligroso en realidad. Onodera salto al ver a Ann entrar en la pequeña oficina que tenían, aunque Ann y el habían sido amigos desde niños cada día estaban más distanciados, Onodera tenía un motivo... Ann era la novia de Takano Masamune un editor de manga de quien él llevaba enamorado durante años, camino a saludarla, aunque eso era todo lo que hacían sonreírse, decirse hola y luego quedar, pero no verse nunca.


    - Bueno - decía Ann en vos calmada – puedo conseguir una tela mejor pero no sé si... hola


    - Hola


    - Te llamare después Nunfy, para mandarte las muestras


    - ¿Cambiaran la tela? - Onodera estaba algo molesto con eso, Yokozawa terminaba siendo siempre demasiado quisquilloso con la indumentaria que usaban, pero no contaban con el tiempo para hacer los trajes otra vez


    - Solo la chaqueta de Numfy, ayer ensayamos con el vestuario y se rasgó en la espalda, ¿Cómo te fue a ti con la cita? Valió perderte el ensayo


    - Fue divertido, pero no más de usual


    - Genial, espero que me cuentes todo... mira me llevo la carpeta del diseño veré a Numfy mas tarde y se la entregare... te veo después quiero detalles


    - Claro que si Ann... saluda a Takano


    - Si le diré que le mandaste saludos


    ¿Por qué ahora era así?


    Yokozawa decía que todos los sentimientos tenían un final, Onodera rezaba para despertarse y no odiar a Ann como la odiaba... no era correcto, pero ella tenía todo lo que el soñaba...


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    Kirishima Zen entro y espero como siempre a que ella le dijese donde sentarse, Pero ella no dijo nada, solo sirvió un vaso de agua y se lo entrego con la misma solemnidad con la que le entregase la llave que encerrara todo lo malo que le sucedía, Irina no se parecía en nada a la trabajadora social que tenía que ver dos veces al mes para probar que no asesinaría a su esposa. Irina era una profesional, su traje lo decía, el collar de perlas de fantasía y los aros finos la respaldaban, tenía el cabello corto y lizo que la hacía ver más joven de lo que era y Kirishima la respetaba, algo en ella lo influía a respetarla lo suficiente para confiar en ella y contarle todo lo que sentía, vivía o había vivido.


    - Ella se la llevo, como si yo no mereciera estar frente a mi hija... es mía


    - Entonces porque sufres... es tuya, te ama y tú la más y volverán a reunirse y podrás explicarle todo


    - Porque la echo de menos... siempre la extraño, su risa y su voz, sus estornudos o la manera en que hace las grullas de papel...porque sin ella no estoy completo


    - Se lo que pedirás y mi respuesta es no, no eres apto para estar en presencia de tu ex esposa o de tu hija, no aun Kirishima, puedes enfadarte, pero la realidad es que no abogare a tu favor en este caso.


    Se dio vuelta y salió. No quería hablar de nada más.


    El pasado era eso y nada ni nadie podía cambiarlo, pero él estaba en otro punto, su futuro se veía como una neblina densa que lo enjaulaba a la más asquerosa perspectiva. Quería estar libre de esa sanción agónica, entro en su casa, y abrió la gaveta, saco los guates de goma y las bolsas de basura, si no podía volver a la vida que algún día tuvo, decidió que no quedaría ni un rastro de que alguna vez la había tenido, abrió el armario y tomo la ropa que quedaba de Sakura arrancándola se la llevó hasta una bolsa grande y a fue metiendo, cuando ella se marchó el casi no lo creía, nadie se iba dejando tanto de si atrás, saco todo mientras lloraba, a solas, donde nadie tendía un pañuelo, donde nadie comprendía que se arrancaba la piel en cada prenda, la amaba, Sakura había sido su compañera y su amante y de todos había confiado en que ella lo aceptaba tal como era y no había nada de todos los sueños que por años fue construyendo, todo lo que ellos habían vivido ahora no existía y solo era una mirada fría y una carta… su miseria nunca seria vista, el dolor de estar tan solo como él lo estaba en ese momento, no había nada… cuando cerro la última bolsa su habitación estaba vacía, su cocina carecía del toque de hogar y su sala estaba a media y en su librero no quedaba ni uno solo de los libros que ya leía, solo la habitación cerrada continuaba siendo un muero de hielo… si Hiyori algún día volvía, no volvería a nada que Sakura hubiera comprado para ella, no había entrado ahí jamás abrió la puerta y al mover la almohada una hoja de papel resbalo al suelo, la letra de Hiyo saltaba a la vista en escuetas líneas escritas con rapidez, ña estrujo con fuerza mientras maldecía no haber estado ahí, Sakura tenía el derecho de dejarlo, de no amarlo, de negarle la verdad pero no tenía el derecho de llevarse, de esconderla, de negársela… menos si Hiyo no quería, volvió a leer las líneas. “Te amo papá, tráeme pronto a casa. Hiyo”



    Bajo los tacones de Ariane


    - Meneo, meno, paso, paso


    Y la música suena mientras Kirishima Zen tropieza con sus propios pies, el sin sentido de querer aprender a bailar. Onodera Ritsu lleva la clase y las chicas hacen un trabajo perfecto en seguirlo, pero para Zen el “meneo, meneo” es insoportable, no se atreve ni a intentarlo porque no le parece lógico ni cómodo que un hombre de su talla menee la cadera de esa manera.

    Pero su atención se perdía cuando Onodera lo hacía.


    - ¡Oniichan!


    Tres chicas saltaron y arremolinaron a Yokozawa que acababa de llegar, tras la ventana del curso se le veía con su ropa negra de gimnasio y los tenis Nike que usaba. Veía a las jóvenes sonreírle descaradamente al instructor y a este devolver todas las sonrisas, Kirishima notaba como caían los ojos en Yokozawa, era fácil saber el motivo, tenía un físico envidiable con las abdominales marcadas y la piel bronceada bajo una mata de pelo oscuro con reflejos azules que delataban un origen chino entre sus ancestros, más que eso tenía los ojos tan oscuros que pasarían por negros, pero luego de haber cenado Kirishima comprendía la fascinación con los ojos azules cobalto de Yokozawa, eran tan rarísimos como los violetas de los cuales solo había visto un par.


    - Siempre hace lo mismo, te sonríe, te coquetea y al final te ignora – la vos era de Airi una de las chicas de la clase que parecía molesta en ese momento – a Yokozawa solo le interesa Ann Kohinata, veras que cuando ella viene el deja lo que esté haciendo por estar con ella y eso que ella tiene novio.


    Era palpable el resentimiento en esas palabras, Yokozawa no era alguien que rechazara una invitación, pero tampoco fomentaba fantasías y solía ser gentil pero claro con las chicas que se interesaban, de hecho, eran sus estudiantes y sería absurdo comenzar ninguna relación con alguna de ellas… Kirishima automáticamente cayo en cuenta de que sucedería lo mismo si el intentaba acercarse a Onodera, ya que se encontraban en la misma situación de relación.


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    - Claro que sí, podemos ir el sábado


    Yokozawa se preguntaba internamente porque seguían invitándolo a salir.
    Encontró sin querer la mirada de Airi desde dentro del salón de clases, aquella joven había sido un verdadero dolor de cabeza, su insistencia había durado más o menos cuatro meses y en esos cuatro meses Yokozawa había llegado a plantearse el explicarle a detalle que él, era igual que Ritsu y Shouta, tal vez así ella comprendería que enviarle mensajes cada hora había terminado por resultarle molesto a él.


    Detrás de los ojos de Airi estaban los de Kirishima Zen, un más que agradable estudiante que coincidentemente trabajaba en la misma editorial que Takano Masamune, pero los ojos de Zen no lo veían a él, o no le veían lo suficiente, Yokozawa odiaba eso, aunque no podía quejarse. Había un ramo de flores en la mesa de su pequeña oficina y no tuvo ni que alzar la nota para saber que iba dirigido a Kisa Shouta, los chicos como Ritsu o Shouta siempre recibían flores o tenían novios que los abrazaban y mimaban, era cierto que Ritsu y Shouta tenían buenos sentimientos y eran bastante agradables, pero no por ello los celos en Yokozawa disminuían.


    - Hola…


    Al oír la voz se despertó de su ensañamiento y encontró a Zen de pie mirándole.


    - Buenos días Kirishima, ¿Cómo se encuentra?


    - Bien, todo bien gracias – el sujeto era un tanto más atractivo de lo usual, Yokozawa está rodeado de hombres atractivos, pero Kirishima le gustaba así que se le hacía mucho más guapo, en ese momento con un poco de agitación se veía aún más atractivo - Solo que no has venido y quería saludarte


    - Sí, me llamaron para dar una clase en el centro de Ballet, fue solo como apoyo, pero me gustó mucho participar de ellas.


    - Vaya que bueno, temía que hubieras caído enfermo o


    - Si… gracias, perdona me das un minuto…


    Yokozawa nunca, sin importar el día dejaba de lado a Ann, ella es su persona favorita en el mundo y hablar con ella está por encima de cualquier otro, en principio porque es la única que está ahí siempre para él y en segundo porque adora ser el mismo con ella.


    Ann sonríe a Kirishima con esa cara de durazno que la caracteriza y las mejillas rojas hacen eco del calor fuera del edificio, su pelo está atado en un tranza alemana y una blusa con tirantes muestra una cadenita de oro con un anillo en ella, Kirishima le sonríe y los deja solos, sabe quién es ella, o cree saberlo. Es Ann Kohinata, la mujer a quien Yokozawa ama.


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    Yokozawa pide una hamburguesa doble con papas y soda de dieta mientras que Ann pide un sándwich club de pollo. Saben que deberían comer más sano, pero hay días en que les gusta dejarse llevar por su amor a la chatarra y se sonríen mientras llevan sus bandejas a la mesa para comer, sin duda ellos son una pareja soñada, Ann es hermosa y delicada además de honesta y decidida mientras Yokozawa es fuerte, galante y atractivo.

    - Y entonces el idiota me dice que mis diseños son demasiado falsos

    - Pobre estúpido, ¿no sabe nada de moda?

    - Creo que solo sabe hacer faldas para secretarias de gobierno

    - Como puede alguien tan cuadrado dar clases de Diseño, tu eres maravillosa

    - Lo sé.


    Y en la honestidad los dos se sonríen.

    El brillo del sol golpea en las calles de verano mientras ellos dos comienzan a comer juntos, Ann lo sabe todo de él incluso el sentimiento agrio de no ser amado.


    - Sabes que pienso… - ella habla con la boca medio llena, pero a él no le molesta - creo que necesitas conocer un extranjero, sí, porque acá no muchos hombres tienen tu físico, entonces no se animan pero que me dices de un americano


    - Tú lo que quieres es verme con un negro

    - Lo pasarías bien

    - Me va a doler


    - Pero le decimos pues, que use lubricante y que con cariño


    - ¡Vete al diablo!


    Ellos son una pareja de sueño, quien los viera creería que hacen la pareja ideal, ella menuda y frágil como una muñeca de porcelana, el alto y gallardo como un caballero de historias de hadas, los dos se comprenden casi con la mirada y se aman con una locura intensa, pero es un amor que es más amor que amistad, Yokozawa le roba un bocado de su comida y Ann le ofrece otro después, algunos ojos curiosos los miran, muchas chicas al paso la envidian, muchos hombres parecen satisfechos, de hecho lo están, una chica guapa al lado de un hombre completo, salvo que Yokozawa no es el novio de Ann ni jamás la ha mirado de esa manera.


    - Sigues incomoda con Ritsu


    - No soy yo - ella bebe un trago de su agua – es difícil hablarle cuando reacciona de ese modo, actúa como si todo estuviera bien y me gustaría, pero cuando alguien nombra a Masamune él se enfada, es como si me odiara… digo, entiendo que le guste, pero es mi novio, yo no le quite nada a Ritsu… ni siquiera sabía que lo quería…


    - Yo te dije


    - Me dijiste que se lo quería coger, eso no es decirme que Ritsu se enamoró de Masamune


    - Bueno… si… pero aun así no es algo por lo que él deba enfadarse, digo yo no me enfado porque el ojo bonito lo invite a salir


    - ¿ojos… bonitos?


    La boca de Ann se curvo en una sonrisa pícara mientras cruzaba sus dedos a la espera de detalles más detallados sobre Kirishima Zen, nuevo estudiante y no por poco, el que le robaba el sueño a Yokozawa estos días.


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    - Solo quiero ver a mi hija

    La expresión de abogado era de solidaridad plena, los antecedentes hubieran entregado a Zen Kirishima la custodia de su hija, tenía ingresos estables y constantes, había existido infidelidad por parte de su esposa, la casa donde habitaban había sido gestada antes del matrimonio y por ello no era parte de la división de bienes, pero Kirishima estaba dispuesto a entregar su departamento a cambio de ver a su hija, Sakura se negaba a ello aduciendo violencia.

    - Hubo violencia

    - Se ha demostrado que no era un secuestro, se trataba de un intento desesperado por hablar con su esposa – el abogado de Kirishima tenía los ojos fijos en el fiscal mientras Zen miraba con temblor el lapicero en su mano – Tengo un examen clínico gestado por la procuraduría donde cita textualmente y reiteradamente que Kirishima Zen es apto para la crianza de niños, no hay índices preocupantes de violencia y además tiene un trabajo estable, mi cliente no está peleando la custodia, no pelea los bienes, no rehúsa los pagos de la menor y la madre, lo que pide es visitar a su hija, incluso en casos de violencia reconocida se permite al padre ver a su hija

    - Mi cliente no quiere más relación con el suyo

    - Perfecto entonces. – Usami sonrió maliciosamente - Aduciremos secuestro y abandono de hogar, - el joven se cruzó de brazos, tenía la mirada fiera y fija en el fiscal - avísele a su cliente que iremos a juicio, en tanto – entrego una orden – se ha notificado que Hiyori Kirishima no puede hacer ningún viaje sin la autorización expresa de su padre

    - Usami-san… creo que no comprende

    - No. Es su cliente quien no comprende

    - Esto no fue lo hablado, en ningún momento dijeron que harían algo como esto – el segundo fiscal leía la orden del juez – Sakura-san solo quiere lo mejor para su hija

    - También solicitamos una evaluación clínica para ella, dado que acusa a mi cliente de hechos que no sucedieron en realidad, sospechamos de episodios esquizofrénicos

    - ¡Una tontería!

    - Bueno eso se verá cuando la evalúen

    - Usami-san… ¿esto es una broma para usted? Con esta emisión, Hiyori Kirishima deberá ser puesta a tutela

    - Si, lo comprendemos – Akihiko Usami cerro su portafolio - una pena, pero actos extremos merecen medidas extremas, mi cliente no hizo nada para merecer un trato como este y su clienta a abusado del amor que Kirishima Zen le profesa, Buenas tardes

    Kirishima Zen se puso de pie y salió detrás de su abogado, era joven, pero parecía más que capacitado para llevar un caso como este, lo único que Akihiko Usami había solicitado era plena decisión en cuanto a procedimientos, y al parecer lo tomaba muy en serio.

    Zen continuaba sin comprender los acontecimientos recientes en su vida, incluso su ligero descubrimiento sobre su propia sexualidad, no dijo nada de esto ni a su abogado ni a su familia, no sabía que tan perjudicial podría ser comentar un hecho como ese. Se subieron juntos al ascensor mientras el abogado enviaba un texto.

    - No nos dejaron alternativa – dijo sereno – nosotros pedimos una conciliación pacifica, ¿Lo entiendes?

    - Lo hago

    - Kirishima debe saber que las cosas podrían ponerse feas con su exesposa

    - No estamos divorciados

    - Hágase a la idea

    - ¿Está usted casado?

    - No

    - Pues si se casa, sabrá que uno no se hace a la idea de separarse, había creído que éramos felices, nosotros no peleábamos yo jamás le falte

    - Ella a usted sí, no lo olvide. Lo llamare mañana para darle noticias, no contacte bajo ninguna circunstancia a su exesposa, no hable con ella aun si ella lo llama y procure estar con alguien si ella aparece, no queremos que se rompa la orden de alejamiento

    Zen asiente mientras el abogado sube a su porche rojo convertible, un tipo elegante de familia privilegiada, no es como si Zen lo odiara ni nada, pero seguía haciendo las cuentas sobre el costo que llevarían los honorarios de ese abogado. No había tenido opción, si era calificado de peligroso solo podría ver a Hiyori dos veces al año con un oficial custodio, no podía soportar la idea de que ellos se separaran.

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    Salió rumbo a buscar algo para comer, pero se quedó congelado en su sitio cuando encontró a Ann y Yokozawa saliendo de un restaurante, iban cogidos de la mano y aquello sorprendió a Zen Kirishima al recordar que ella era novia de un colega suyo de trabajo, se quedó quieto en su sitio mientras la boca se le hacia metálica ante esa idea. Seguro Sakura paseaba igual con su amante… ¿Acaso Yokozawa no sabía el daño que hacia? Kirishima Zen comprendió que no podría pasar bocado y se fue en dirección a Marukawa, tal vez nadie lo había hecho por él, pero él lo haría por Takano. Le diría lo que había visto.



    Bajo los tacones de Ariane



    Los ojos marrones de Takano parecieron centellar mientras Kirishima explicaba su posición y teoría de una manera digna, dado que él estaba en contra de las traiciones y los actos de esa naturaleza, ahora que lo pensaba un poco, muy posiblemente no sería asunto suyo.

    Takano Masamune era editor del área de manga shoujo y mientras Kirishima era el Editor en Jefe y llevaban dos años trabajando juntos, dado que Takano hacia un trabajo admirable no habían tenido ni la oportunidad ni la necesidad de conversar más que de trabajo y ahora Kirishima invadía su intimidad de un modo más que irritable, trayéndole la noticia de una posible infidelidad y aun eso no sería tanto... Ann y Yokozawa... eso no era un simple chisme o un comentario bien intencionado ante Takano Masamune eso era Calumnia.

    - Lo he visto en Ariane – dijo Takano sacando un cigarrillo con la intención de fumarlo ahí mismo – fue sorpresivo descubrir que bailaba ahí

    - Es un medio para sacar el estrés del trabajo

    - Ann no trabaja ahí, no puede por las clases

    - He pensado que debería saberlo, solo eso

    - ¿Saberlo? Usted cree que yo debo saber que mi novia iba cogida de la mano de uno de mis mejores amigos luego de haber almorzado en un restaurante de comida rápida... – una sonrisa se hizo amplia en el rostro de Masamune – voy a tomar esto con el mejor de los ánimos y agradecer que viniera a hablarlo conmigo antes de esparcir un rumor sobre mí, otra persona seguramente no haría el camino hasta mi oficina para alertarme de un traición

    - Si no me cree es asunto suyo

    - Le creo... no la parte de la traición, esa no la creo, pero la de que ellos dos estuvieran cogidos de la mano si la creo, Ann y Takafumi se quieren y en ocasiones tienden a expresar ese afecto en exceso, pero no Kirishima, ninguno de ellos es el tipo de persona que comete una traición, los dos tienen ese talante de ir siempre de cara a los problemas

    - Es... impresionante – Kirishima se sentía incómodo ¿sonaban tan estúpidos los hombres enamorados siempre? No estaba seguro, pero de hecho Takano no había tomado en cuenta sus palabras - veo que usted confía en ellos y siendo así puedo asegurarle que es mi última interrupción
    Kirishima Zen no quería interrumpir por nada la relación de otras personas, consideraba que cada uno debía seguir siempre su camino y lo que acababa de hacer tal vez era más por sí mismo que por Takano, de igual manera no se sentía bien por eso.

    Volvió al trabajo con una sensación nueva de tranquilidad, su abogado era alguien temible que no dudaría en hacer todo lo posible por anular esa prohibición sobre el respecto a su hija, su hija era la mejor parte de Kirishima, su parte más humana, mas empática, la parte que le había mantenido a flote siempre.

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    - Te amo demasiado como para mentirte - Ritsu estaba solo con Yokozawa en su pequeña oficina – quiero mucho a Ann en serio, es mi persona favorita después de ti y de Takano, pero... ¿Por qué ella? O sea... como te sentirías tu si te enamoraras de alguien y precisamente tu mejor amiga se hiciera su novia

    - Sería complicado

    Eso dijo, pero para Yokozawa Takafumi sería más doloroso que complicado, si alguien a quien el amase se enamorase de su mejor amiga o amigo Yokozawa sabría que estarían bien juntos y eso lo calmaría, los apoyaría aunque le doliera, esa era su naturaleza. La naturaleza de Ritsu era querer tener lo que deseaba, tenía unos zapatos de tacón rojos valentinos que jamás en su vida había utilizado y que tal vez no usaría, pero ahí estaban, en un armario dentro de su caja solo porque Ritsu los quería. Los de Yokozawa en cambio habían significado el regalo de cumpleaños de su madre, él no podía utilizarlos, pero su madre los luciría mucho mejor y aunque simple eso explicaba la gran diferencia entre uno y otro.

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    Ann Kohinata le envió a su novio diez caritas malvadas. Las personas que son injustamente acusadas de una infidelidad por lo general se enfadan un montón, pero Ann comenzó a imaginar los mil motivos posibles y situaciones descabelladas que podrían haber orillado a Kirishima a tomar una actitud como esa.

    Ella desde luego no era el interés motivador de Kirishima o como Yokozawa lo había apodado “Maybelline” por sus ojos que eran bastante bonitos, y aquellas pestañas largas. Para Ann ahora comenzaba una misión súper secreta que no debería delatar ante Yokozawa o este se enfadaría, pero Ann definitivamente haría una investigación sobre Kirishima Zen para descubrir si el sujeto en realidad tenía intenciones amorosas con Yokozawa o solo era un entrometido idiota, Ann comenzó a planificar sus tareas al respecto. Ann deseaba que el idiota de Iokawa desapareciera definitivamente y absolutamente de la vida de Numfy, que era como ella apodaba a Yokozawa con cariño, su amigo merecía algo mejor que sexo entre semana.

    Ann tomo de su perchero un blase ligero y se colocó las sandalias moradas que iban a juego directo a Ariane, ella no tenía tiempo que perder.

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    Mientras sonaba Dangerously de Charlie Puth en su versión mezclada Ann vio a Yokozawa delante de su clase bailando, le gustaba la seriedad con que las chicas y los chicos de Ariane tomaban sus clases. Ritsu estaba sentado en el otro salón haciendo estiramiento con el segundo grupo y ella comenzó a pensar en que podría pintar un mural para ellos cuando llegasen las vacaciones de verano.

    - Ann mi amor que bueno verte

    - ¡Vida! – le dio dos besos a Shouta mientras se cogían de la mano – no sabes lo que tengo para ti

    - Espero que sea el diseño final de los trajes, debemos tenerlos listos para el Freedom, es este sábado

    - Eso ya está hecho – ella sonrió – Ritsu y Numfy recogieron los trajes el viernes pasado... ¿Shouta estas bien?

    - No... estoy loco y cuando te diga porque vas a golpearme

    - No lo hare

    - Ok... conocí a alguien y...

    Antes de terminar Shouta sintió el golpe en su estómago y una mirada desaprobadora sobre él.

    - Prometiste que esta vez te tomarías tu tiempo

    - Lo sé pero el caso es que...

    - ¿te está acosando?

    - No. El caso es que no me ha vuelto a llamar desde que nos vimos y le he escrito y responde escuetamente que tiene mucho para hacer con la universidad y el trabajo ¡No dejo de pensar en el !

    - Bueno eso es nuevo, por lo general te aburres tu primero

    - Lo sé

    - Entonces vamos a buscarlo, no ha nacido el sujeto que vaya a tenerte... ¡Hey tú!

    :
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    Kirishima salió de los vestidores con una camiseta gris con un lobo delante y unos pantalones cortos negros, recientemente comenzaba a gustarle más esa ropa y por ahora aún se le veía bien, esperaba envejecer como su padre y mantener el buen físico pasado el medio siglo.

    Un vos sonó con fuerza y al girarse se encontró con una mueca que le sonó muy similar a Hiyori, pero venia de una chica adulta.

    - Te molesta si tenemos dos palabras

    - No

    Zen maldijo de inmediato a Takano, si la chica hacia un alboroto de esto, lo mismo a lo que Takano había restado importancia por completo, para él sería abrumadoramente imposible volver, seguro Yokozawa se enfadaría y ahora que lo pensaba ¿Por qué mierda se metía donde no lo llamaban?

    La chica bajo las gradas hacia la calle y Zen la siguió, algunas personas pasaban pero no los miraron, el camino con ella hasta estar una cuadra lejos del edificio.

    Ella se detuvo a mirarlo, tenía los ojos redondeos de Hiyo ampliados por la máscara de pestañas y el delineador, Sakura usaba maquillaje, Sakura le veía de ese modo cuando él hacía algo malo y Zen al ver la mirada irritada de Ann comenzó a preguntarse ¿Algún día Sakura estuvo contenta con él?

    - ¿Te gusta mi novio?

    La pregunta fue repentina y Zen se sintió como en un tembló, ¿Qué clase de loca pregunta era esa?

    - ¿Qué?

    - Que si te gusta mi novio, no es la primera vez que alguien se enamora de él y trata de separarnos pero quiero dejar en claro que soy un rival difícil de vencer y te las veras duras si quieres arrebatarme a Masamune

    - No estoy interesado en Takano

    - No trates de negarlo, sé que es demasiado sensual para este mundo y que...

    - No me interesa tu novio – la atajo – no me interesa en lo más mínimo

    - ¿Entonces te gusta Numfy?

    - ¿Quién?

    - Yokozawa Takafumi, el tío al que estabas mirando atravesó del cristal del salón

    - Es una especie broma...

    Nada. Nada que han pudiera relacionar con un sentimiento, Kirishima continuaba sereno como la arena en una maceta.

    - Oh... entonces... ¿te gusto yo?

    - ¡¿Que?! – Zen comenzaba a sentirse asfixiado y asustado por las reacciones tan extrañas tanto de Takano como de su novia, parecía que entendían el mundo de otra manera.

    - Es que no entiendo porque alguien que no me conoce de nada, no es amigo de mi novio, no es cercano a Numfy y no necesita inmiscuirse en la vida ajena, le va con chismes a mi novio.

    - Lamento mucho el inconveniente, creí que debía decírselo a Takano como un favor entre hombres pero nada más, no me interesa tu novio, ni tú, ni me interesa Yokozawa, solo me entrometí por consideración masculina

    - Bien... pues no lo hagas, o la próxima vez le diremos a Yokozawa y no podrás mirarle las nalgas

    - Yo no...

    ¡Eco! Ann se giró en sus pies de regreso al edificio, el tartamudeo y la manera en que los ojos de Kirishima habían delatado que en efecto, si le andaba mirando las nalgas a Yokozawa fueron el primer dato recabado, su misión seria vigilar al sujeto. Aun si era algo completamente irrespetuoso, Yokozawa había escogido mal a sus últimos novios y si Kirishima quería algo con él, esta vez debería pasar por varias pruebas de calidad.


    Edited by btalkrajo - 25/6/2017, 19:24
  12. .
    QUOTE
    Continuación




    Cuando llego a Japón sus tíos lo recibieron con los brazos abiertos, lo vieron cambiado, más guapo de años atrás, había tomado el cuerpo de un hombre, aunque al igual que Ritsu no era alto, tenían esa complexión normal. Desempaco y se bañó, hizo acopio de valor y salió directo a la casa de Saga, estaba convencido de que no lo encontraría porque seguro saga ya viviría solo o estaría en el trabajo o la universidad, pero podría conseguir su dirección en casa, había esperado ese momento durante mucho tiempo. Nadie abrió y él se quedó sentado en las escaleras con los auriculares sonando hasta que se hizo de noche, hasta que los perros ladraron a la luna.

    Un Nissan azul eléctrico se detuvo en la puerta y un hombre bajo de el con el rostro severo y frio, lo miro de pies a cabeza y no respondió a su saludo.

    - ¿Qué es lo que quieres? – dijo en tono brutal


    - Perdone la intromisión, soy Oda Ritsu y busco a Saga Masamune, el antes vivía en esta casa

    - Masamune… - repitió el hombre con una frialdad lúgubre – ya no vive más en esta casa

    - Perdone eso lo entiendo, usted me diría donde lo puedo encontrar

    - ¡Qué tal en los siente infierno, Saga Masamune está muerto!

    Y le cerró la puerta en la cara, Oda escucho los sollozos del hombre.
    Pudo ver el dolor físico de aquellas palabras y se congelo, nunca antes había sentido tanto frio, ni siquiera después de las cirugías… muerto… muerto… muerto.

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    :

    - ¡Dígame donde esta!

    - Ya te lo he dicho cien veces, deja de venir a buscarlo, no soporto más tus visitas, no está, está muerto

    - Si murió ¿Dónde está enterrado?

    Aquella pregunta no obtuvo respuesta, Saga no aparecía por ningún lado, nadie sabía nada de él, un día simplemente había desaparecido, Oda no se podía resignar.


    - Comenzaras la universidad en el extranjero

    - Si – dijo con tono adolorido – en verdad agradezco su generosidad tío

    - Quiero verte formado como un hombre, además has hecho un gran trabajo terminando la preparatoria en el horario nocturno… solo que creí que te quedarías

    - No puedo hacerlo tío… no si el no esta

    - Ese hombre es muy cruel, si solo te dijera donde está enterrado… pero trata de entender su dolor, era su hijo el que falleció

    - Lo se papa… perdona tío

    - No hay nada que perdonar, mi hijo

    Oda dejo Japón y se marchó a estudiar.

    Y estudio y trabajo y sigue buscando, una sombra, una silueta, una prueba para poder despedirse, se preguntaba mil veces sobre lo sucedido y mil veces se quedaba en el aire.

    Pero entonces, lejos de su hogar encontró la primera señal.

    - Espera…

    - Si

    La chica tenía los ojos marrones y una larga cabellera ondeada, Oda la reconoció de sus años en el instituto y aunque ella no lo conocía se alegró de encontrar alguien de su ciudad. Cuando estaban juntos hablaban en su lengua materna, mucha gente no entendía lo que se decían y Oda y Hari comenzaron a dar clases de japonés y a vender manga en la universidad, eso les daba dinero y cubría su pasatiempo.

    - Iré a Japón cuando termine la carrera y te quedaras solo Oda

    - Tengo muchos amigos

    - Lo se… tienes unos cuantos demasiado cercanos

    - No lo digas así, soy gay, pero eso no significa que me gusten todos los hombres

    - Tú le gustas a muchos… sabes en mi clase había un chico al que yo adoraba, pero se fue antes de terminar la preparatoria, sus padres se divorciaron y él se marchó a Shibuya… Saga-kun era el más…

    - ¿Saga Masamune?

    - Si… seguro lo conocías era muy popular

    - ¿está vivo?

    - Hasta donde yo sé si, sus padres se divorciaron y él se mudo

    - ¿vivo?

    - ¿Por qué creías que murió?

    - Su padre me lo dijo… el… todas las veces que fui a buscarlo me dijo que estaba muerto, pero nunca me dijo dónde estaba sepultado….

    - Oh… - ella se mordió el labio – puede que sea por otra razón, sabes fue un poco escandaloso… mi madre me conto en Saga-kun no era hijo de su padre, al parecer su madre había mantenido un amorío por muchos años con un hombre mayor casado y él era hijo de ese hombre… tal vez por eso Saga-san te dijo que él estaba muerto
    Hari agacho la cara por un momento y luego miro a Oda.

    - Eres tú…

    - ¿Yo?

    - La persona que él amaba…

    - Si

    Hari no volvió a hablar con el después de esa noche. Pero con esa información Oda Ritsu comenzó la búsqueda de Saga Masamune.

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    Años más tarde
    :

    - Todo es inútil… no hay nada, desaparece en Shibuya, después de eso no existe – Oda sacudía las hojas en sus manos, es el tercero que contrato que no tiene idea de que sucedió después de eso

    - Lo tuyo ya es locura – decía David al verlo – estas gastándote todo tu dinero en buscar a alguien que no sabes si aún vive en Japón, mira qué tal si al igual que tú se fue al extranjero

    - David entiende

    - No entiendo nada, que pasa con Jon estaba enamorado de ti y le has dejado sin más, tienes veinticinco años, olvídalo, tienes un trabajo la gente te respeta, ganas más que muchos a tu edad y te tiras todo el dinero en buscar a alguien que tal vez ya este casado y con hijos

    - David… necesito verlo para dejar esto, saber que me olvido, saber que ama a alguien más, saber que está bien… sin eso yo no puedo continuar

    - Vives en una habitación de una pieza, vienes en bicicleta y no has tomado vacaciones ni una vez en tres años, vete de viaje y trata de soltarlo… eres un genio en mercadotecnia, has cerrado los mejores tratos de esta compañía, pero no eres de fiar Oda… si vez una luz la sigues y…

    - Eso no es verdad

    - Solo porque no ha habido una luz, si mañana te dicen que él vive en Paris tomaras la maleta y te iras, no te atrevas a negarlo Oda…

    - ¿Qué quieres que haga?

    - Lo tuyo es obsesivo… vete de vacaciones y déjalo ir… quiero que pienses en esto Oda, tú vives en estados unidos, él podría vivir en cualquier país del mundo, pero es más probable que en Japón… ¿Por qué no regresas?

    - El tiempo que estuve ahí fue el más desdichado, cada calle me lo recordaba a gritos, pero él no estaba por ningún rincón… no soporto estar donde es más fuerte su ausencia, allá no podría ni trabajar, saldría a buscarlo por las calles… David…
    David lo abrazo con cariño, no solo era su jefe sino su amigo también.

    - No estás loco Oda y no es malo que lo busques porque aun lo amas, lo que es malo es que te olvides de ti mismo…

    - Tomare las vacaciones. Cuando éramos jóvenes nosotros planeamos un viaje a Italia… lo hare yo solo y le diré adiós… David te prometo que regresare lucido.

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    :

    Nunca había sentido un calor como el de la playa de Italia, escuchaba a Masamune hablarle sobre el amor y las historia que se escribían ahí… en Italia, ya ni recordaba el nombre del libro que los hizo planear aquella tarde ese viaje, pero aun sentía sobre su piel las manos de Saga… el dolor de su miembro dentro de su cuerpo, el sentimiento de miedo y lo oía… “Tranquilo estamos solos” y él decía “No estamos solos, estamos juntos”

    - ¿Ritsu? ¿eres Oda Ritsu?

    - Nagisa…. Nagisa-chan

    Se sorprendió al encontrar a una vieja compañera de escuela, ella iba con un grupo que había tomado un tour por Europa y ese día les tocaba Italia, se veía muy bella, ella estaba de luna de miel, pero su esposo los dejo conversar sobre la gente de la escuela y la vida de algunos de ellos.

    - La verdad de los sempai solo recuerdo a Saga-sempai – dijo Oda mirando al mar

    - Takano-san, ahora ese es su apellido

    - ¿eh? ¿lo has visto?

    - Si, vive cerca de mi casa así que a veces nos encontramos, es todo un mujeriego… bueno tiene que serlo, una vez me dijo que la única persona que amo lo abandono, pero bueno… de eso hace años, ahora es… creo que trabaja en algo de una editorial… la verdad no recuerdo muy bien, aunque mi esposo se ve amable en verdad es muy celoso y Takano-san era muy atractivo

    - Nagisa…

    - Dime

    - Gracias…

    Ella no entendió la conmoción en el rostro de oda, ni entendió porque se puso de pie y se marchó sin decir más dejando dinero en la mesa para la cuenta.

    David le abrazo como despedida, los frutos sobre la búsqueda de Takano Masamune habían nacido muy rápido, había estado en tres compañías editoriales y ahora trabajaba en Marukawa Shoten, era jefe editor de manga shoujo y vivía en un condominio, tenía un auto, el departamento aun lo pagaba, seguía soltero y en apariencia no tenía ninguna relación estable.

    - Siempre tendrás esta puerta abierta Oda

    - Gracias David

    - ¿Qué harás en Japón?

    - No lo sé, buscar trabajo creo

    - Toma… es del Presidente de Estudio Deen, te ira bien allá

    - Podrías decírmelo otra vez David

    - Si, Saluda a Takano de mi parte y dile que los espero para navidad en Baltimore,

    - Se lo diré

    Cruzo la línea y siguió su camino, el vuelo seria largo, pero él estaba decidió a verlo, aun lo amaba, aquel amor no había dejado de arder en su piel. Dejo que las lágrimas cayeran libres por su cara, era la felicidad… no sabía lo que le esperaba, pero existen momento donde se debe saltar a la oscuridad para saber si es solo un efecto de luces, un lago o un abismo.
  13. .
    Espero que disfruten la actualización.

    Btalkrajo

    QUOTE
    Continuación


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    Me levanto con un ánimo mucho mejor que el decaído e irritado de ayer, empiezo a estirarme cuando mi mano da justo con su cabello, el mareo me sacude y noto que esta de espaldas a mi dormido… me duele el pecho, es un dolor absurdo sobre el hecho de que para el dormir a mi lado no signifique ningún tipo de inconveniente, no le susurre ni un básico deseo a su piel y sea igual a dormir con una almohada. Igual a nada.

    - Mierda, ya son las nueve – farfulla mirando el reloj en su mano, pero no se mueve, continúa recostado de espaldas a mí, ignorando el hecho de que esta es mi cama y no la suya o ignorándome a mí que no le significo nada…

    - Llegaras tarde

    - Llegare tarde…

    Deja que su vos flote mientras observa el techo. Aún sigue sin verme y yo continúo mirándole, como si marcase una distancia enorme el simple hecho de que mis deseos no rosen los suyos y al fin con una mirada fugaz me mira.

    - ¿Cómo estás?

    - Sobre que…

    - Sobre lo que sea que te tenga alterado

    - Mejor supongo

    - Hare algo para comer antes de irme a casa

    - ¿no iras a la editorial?

    - Debo ir a darme un baño y cambiarme la ropa, no creo que tengas una camisa que puedas prestarme

    - Tengo un traje tuyo en el armario, el que olvidaste cuando hicimos el evento de Mahiro-sempai

    - ¿lo tenías tú?

    - Si

    - ¿Por qué no me lo dijiste?

    - No me preguntaste

    Me encojo de hombros en la cama saboreando este momento que no es mío realmente, como en el manga, donde son mis trazos y es mi arte, pero la historia es del mangaka, igual Hatori es de Chiaki… ¿acaso el siente esto cuando despierta? ¿acaso saborea la presencia de Tori mientras se despereza en la cama? ¿acaso siente que estos momentos son comunes y los deja pasar sin valor? Como sea no importa… es su amor el que Hatori reclama y es su beso el que busca al despertar.

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    :

    Meto la ropa a lavar mientras camino en mi pequeño espacio ahora inundado de él, de su paso y de su rose, de su forma de cocinar y comer, de aroma en mis sabanas y de su tacto en mi piel… el latido comienza a sonar como un redoble haciendo hecho por vacíos espacios de mi soledad, le he querido siempre, todos los días desde mi escondite, desde la fachada de “rival” y debería poder continuar, apagar los sueños de adolecente y enfrentar cara a cara la realidad del adulto que se cree que soy… y ya lo sabía en la universidad, envejecer no tiene nada que ver con madurar. Vacío el detergente mirando como el polvo cae, si me detengo solo a resignarme encontrare no más que desventura sobre este maléfico sentir que me domina, no quiero amargarme al punto de desconocer mi propia raíz.

    :
    :

    - Es maravilloso que te encuentres mejor ahora Yuu

    - Gracias Aikawa-san

    - Sabes quiero hablar contigo sobre algo que sensei observo en los dibujos que me entregaste…

    - ¿le molestaron?

    - ¡No! – ella sonríe con mientras coloca las láminas en la mesa – él quiere que lo ayudes con una novela gráfica… sabes que sensei no dibuja, pero está convencido de que tu comprendes perfectamente lo que él quiere transmitir…

    - Yo…

    - Sé que eres Freelance y que eso te gusta Yuu, se lo dije a él, pero… se niega rotundamente a trabajar con un artista que no seas tú… lamentablemente dependeríamos mucho de ambos para completar este proyecto y al menos por los siguientes ocho meses deberías ser exclusivo de Akikawa Yayoi

    Me quedo mirando las láminas, Akikawa Yayoi es el autor más cumplido de la serie Zafiro, el área dedicada a BL de Marukawa, su único contacto son Isaka-domo y Aikawa-san, nadie nunca lo ha visto o a interactuado con él, su figura es la de una caricatura de un anciano calvo japonés, y se ha rumoreado sobre su edad y su sexo por años, aun eso no me impacta del modo en que lo hace la visión de que este sería mi debut… su obra, pero mi arte…

    Veo el dolor en los ojos de mi protagonista, es mío… he sido yo quien lo ha creado, antes de mí solo eran letras y ahora tiene un rostro, su dolor es el mío, su agonía la mía… incluso su historia…

    “…Katzura Nishima ha vivido un amor secreto por diez años… ahora el amor de su vida y mejor amigo se ha enamorado, Katzura se ve entre la espada y pared al tener que rescatar a la pasión de su amado pese a sus sentimientos ¿Cómo enfrentará su destino ahora que debe reunir al hombre que ama, con la mujer que ama el?”

    Aunque Chiaki no es una mujer, ni soy yo quien los reúne… de algún modo siento que por mucho tiempo todo lo que hice fue programar el encuentro de ellos dos. Construí mi propio ataúd.

    - Lo hare… déjame llegar al final de ciclo con mis otros trabajos y les diré que firmare con Akikawa Yayoi…

    - ¡Genial Yuu!

    - Solo quiero una cosa

    Una egoísta y miserable cosa que me de él tiempo de interponerme entre dos que se aman para que mi corrupto sentir lo acaricie, aunque él nunca me ame… quiero amarle yo. Quiero amarlo como se debe, sin huir a cada latido, sin llorar en un rincón… quiero amarle y calmar el rio de este amor.

    - Necesito que Hatori-san edite mis laminas, lo siento mucho si te ofendo… pero

    - Lo lamento, en realidad pedí ayuda a Kirishima Zen, siendo que este es el debut de Akikawa Yayoi en novelas gráficas…

    - Kirishima Zen es un gran editor, trabajo con él y lo respeto mucho, pero… creo que Hatori sería un apoyo más fuerte, siendo un editor de Manga Shoujo…

    - ¿te sentirías más cómodo?

    - Si

    - Lo hablare con sensei… ya comprometí a Kirishima, pero no creo que haya inconveniente en que ambos nos apoyen

    - ¿tan grande es esta obra?

    - Si… - con una sonrisa amplia bebe el agua – no es solo Marukawa, veras, esta obra estará licenciada en Francia Rusia y EEUU al mismo tiempo… tendrás a tu cargo a otros artistas y sensei vigilará el desarrollo para que lleguemos a la fecha pactada de publicación, quiero que tengas claro que una vez dentro no hay marcha atrás.

    Claro que no, una vez firmase como el Artista encargado la sola idea de abandonar el proyecto podría constituir una demanda millonaria que acabase con mi carrera y con mis ahorros por completo. Lo vi hace dos años cuando se un autor medio decidió venderle su novela a otra editorial, haber traicionado a Aikawa lo dejo fuera del sueño de publicar algún día y la demanda de Marukawa azoto de tal modo su economía que se declaró en bancarrota dos veces ese año. Los autores se exponen a muchas cosas que las personas no perciben, es un precio alto el de cumplir los sueños.


    El encuentro llego antes de lo planeado, tomamos un taxi con dirección a la casa del escritor, a mí no me sorprendió que viviera en un edificio del centro ni que utilizara el ascensor privado del edificio – ese que va directo al penhouse – debía ser sin duda alguien de clase alta, he ahí la negativa a la vida pública, un ministro o tal vez un alto cargo militar o el hijo de un empresario de autos… cualquier posibilidad porque de otro modo, no podría vivir ahí, ni Ichinose Ericka que vendía más que nadie Sojo ni de Akira Toriyama Vivian en un lugar lejanamente parecido a este. Pero tampoco se trataba de ponerse a juzgar al dueño de la casa y desde ahora mi jefe. Caminamos por el pasillo que daba a la única puerta de madera brillante y Aikawa saco su llave dispuesta a entrar, pero se detuvo al ver su reloj, apretó el timbre y espero. Yo detrás de ella aguardo a conocer a la persona que ha creado Junai Romantica, debe ser sin duda alguien de muy buen genio y talento rebosante… la puerta se abre.

    - Aikawa-san debiste entrar…

    Sus ojos verdes se quedan fijos en mí, no esperaba una visita eso es claro, ni yo jamás hubiera imaginado que me encontraría de frente al más lejano autor en la figura ya conocida de Misaki… Misaki tráeme un café… ese Misaki, el chico que se derrite cada vez que mira las láminas de Za Kan, el chico que siempre parece maravillado de trabajar en Marukawa aunque todo estemos colapsados, el chico que le pone la cantidad de azúcar al café… ¿es él?

    - Yanase-san es un gusto tenerlo en casa… pase por favor

    - Misa… Takahashi-san

    Apenas me creo que esto sea posible. Todos sabemos que Misaki no es de clase alta… o… bueno, tiene una delicadeza con los cubiertos y conoce las copas en las mesas elegante, incuso un día me corrigió el tenedor que yo estaba recogiendo… pero él no puede ser el autor… eso no es lógico… aunque es más ilógico lo que sucede a continuación.

    - Me alegra mucho que tomaras el trabajo Yanase-san, acompáñanos con un café…

    - Usami-sensei

    Esto está lejos de lo razonable, el mismo autor de la novela económica La cueva del oso ha sido invadida es el autor de Presidente Sedúceme…. ¿Qué ha sucedido? El me habla de sus inicios, la curiosidad y por último el deseo de compartir sus ideas.

    - Pero como sabes yo no dibujo…

    - Hace más que eso, sin su descripción tan clara de los personajes uno no podría encontrarlos

    - Puedo escribir el tipo de mirada, pero tú les has dado vida… el proyecto que abordaremos ahora es un reto para mí, porque saldrá en dos
    formatos, el literal que estoy trabajando y el artístico que será lo que te competa… tenemos que poder comprendernos y sincronizar las dudas que tengamos…

    Hablamos y nos reímos un par de veces hablando sobre los bosquejos hasta que comienzo a sentir una mirada insistente sobre mí, vuelvo la vista y observo a Misaki… supongo que su presencia se debe a sus deseos de ser editor, puede que asista en su tiempo fuera de Japun a Aikawa-san, mi primera idea de que el fuera el autor se aleja de mi por completo.

    - Regresamos en un momento… Misaki me acompañas al despacho por favor

    El chico me lanza una mirada con sus ojos verdes, pero a diferencia de su forma común de ser la noto hostil.

    - Sobre esto Yuu – ella bebe de su té con una sonrisa – aunque ninguno es particularmente peligroso los dos son desafiantemente celosos el uno del otro, si me preguntas no se cuál de ellos lo es mas

    - ¿Perdón?

    - Pasará cuando Misaki se haga a la idea de que todo lo que sensei ha visto en ti es tu arte… entonces veras que regresa a ser una persona adorable y mientras tu no pienses en que podrías tener algo con Misaki todo irá bien con sensei

    - Yo…

    - Sabes perfectamente que son pareja – me dice asumiendo que yo lo habría adivinado… no, no se me habría cruzado por la cabeza pensar que Misaki Takahashi fuera el amante de Usami Akihiko… no tengo tanta imaginación como para relacionar a un mensajero con un célebre escritor – En verdad no lo notaste de inmediato…

    - Creí que el habría venido por algo de la editorial

    - No, nada de eso, Misaki vive aquí y será nuestro principal lazo con sensei… en realidad estarás mas en contacto con él, pero no te sientas afectado Misaki solo tiene ojos para sensei… y mientras no crea que quieres robárselo no hará nada en contra tuya…

    - Porque me dices eso…

    - No lo sé, tal vez porque eres gay… no quiero problemas con ninguno de los dos…

    Podría decir ¡No soy gay! ¿no sé de donde sacas eso?, pero ella me ha dejado en claro que no tiene dudas, podría ofenderme por su comentario que implica que yo podría tener un comportamiento indecoroso… sin embargo debería ser honesto conmigo y emitir que ella me haría la misma advertencia de ser yo una chica y ellos un matrimonio, es fácil de adivinar que los celos de Misaki fueran algo caprichosos, el chico solía mostrar una fuerza y terquedad que me han parecido siempre muy fuera de lugar en el, Misaki es de constitución pequeña sin embargo es fuerte y aunque muchas veces se comporta de un modo que muchos llaman adorable tiene esa peculiar firmeza de decir lo que piensa claramente sin pensar en que eso hiera a los demás, con él es ante todo la verdad… pero bueno esta es su casa, ese es su amante y aunque sea un chico agraciado y talentoso no deja estar muy por debajo de la expectativa común de lo que debería significar una pareja para Usami-sensei… aun no imagino que tipo de armas ha usado para conquistarlo. El sexo atrae, pero nunca retiene y si Misaki vive en su casa es que ha tenido que hacer algo que nadie más hubiera podido hacer… le ama como humano… más allá del escritor, del millonario, del heredero… es claro que Misaki le ama como persona y que a diferencia de mí y del resto conoce todas esas facetas que uno solo puede imaginar…

    - ¿te sientes mal Yuu?

    - No

    - Estas bastante pálido

    - Lo siento… debe ser una baja de azúcar… no crees que tardan demasiado

    - Bueno, sensei te estaba prestando su total atención… Misaki no regresará hasta estar tranquilo

    - No tiene por qué sentir celos de mi

    - No es como si fuera exactamente de ti, ellos dos son muy herméticos en su vida priva, muy poca gente conoce su relación y esta casa es un bunker para ellos, para sensei es más complicado porque es una figura muy conocida y pues para Misaki el acoso, seria devastador…

    - Cuida lo suyo entonces

    - Sí, pero es un gran chico, se le bajara la fiebre y veras que su ayuda es primordial para que sensei cumpla los plazos

    - Es el autor más cumplido de Zafiro

    - Si… por alguna razón solo para Zafiro es un autor cumplido, yo tengo que batallar para que avance con sus otros proyectos.

    Ellos regresan, la mirada violácea del novelista me sonríe y los verdes orbes de Misaki se han relajado. Lo detesto. Detesto esa mirada que me regalan, la mirada que me dice que estoy fuera del juego, la misma que Kirishima me dio se repite ahora, es la misma que me dio Chiaki cuando salió con el de mi casa…

    Definimos el tipo de trazo, definimos los diálogos nacerán en recuadros simples, eso es elegante así que estoy de acuerdo, continuamos con los detalles de la escenografía, y así la tarde avanza, muere y llega la noche y todo está bien mientras estamos ahí se me olvida pensar en el…

    - Me gusta el… - admite Usami-sensei tomando mi lamina – siempre lo había imaginado más rubio, pero me gusta el tono castaño que hiciste para la portada, también los ojos y la serenidad…

    - Me base en Tori para hacerlo… - silencio… miradas y un leve fruncimiento de cejas

    - ¿es el editor del que hablaste con Aikawa?

    - Si

    - Mejor aún, servirá más fácilmente de modelo si lo puedes ver seguido

    - Claro, eso es lo ideal para no perder el foco

    El foco y las ganas…

    Regreso a casa y me duele el cuerpo entero, me duele el deseo, me hieren las ganas, me come la soledad… Deseo que sus manos recorran mi cuerpo, deseo que me arranque la ropa y la piel, que tome mi alma, que la haga suya, deseo su boca en la mía deseo saborear la sal de su piel, recostarme besando su espalda, mirar sus ojos cafés… deseo que me haga el amor…

    Deseos que no pueden ser
  14. .
    QUOTE
    La costa del norte Final


    YTNB1


    Yokozawa Takafumi observa el instante, el momento de su vida que no ha terminado en desastre, hay batallas que deben perderse para poder ganarse, y observa a su padre, los dos tienen ese rostro severo que tanto adora su madre, con el porte serio de hombre malhumorado, y es que a ella le gusta verlos y dice en sonrisa completa “Mientras más serios son es más divertido verlos sonrojados” son los años, reflexiona Yokozawa, su madre está libre de las cargas del trabajo, no es vieja pero al fin vive esa calma que venía deseando y él la quiere porque es la fuerza que lo ha mantenido firme, si ella no fuera lo que es, una romántica, el tal vez no sería lo que es, un romántico... debía admitirlo que creía con locura en el amor verdadero, de otro modo hubiera saltado de cama en cama buscando un sentimiento y le alegraba no haberlo hecho, le alegraba aunque no lo dijera decir que sus poco momentos habían estado cargados de sentimientos y que no mentía ni un segundo en el vergonzoso hecho, de que esos intentos de amor solo habían sido la preparación a esto... a querer como adoraba a alguien tan desagradable como Kirishima, y vaya si no era un ser horrible que lo sacaba de sus casillas, que siempre le cambiaba la rutina que nunca conseguía enfadarle de verdad porque siempre le perdonaba antes de terminar el día, porque amaba a Kirishima.

    A las siete de la noche la madre de Kirishima y la de Yokozawa esperan a que los hombres terminen de ver el partido para salir todos a cenar Hiyo se ha colocado el vestido que su nueva abuela le ha traído de su viaje, es blanco con flores rojas, aunque ya no está a tono con vestidos como estos, comprende que irán a un restaurante muy fino como despedida los padres de Yokozawa se irán por la mañana y esta es su última velada en la ciudad. Hiyori Kirishima aún no confía del todo en esta situación, teme que alguien se lleve a Yokozawa de sus vidas, es la sensación de peligro la que le revuelve el estómago cada vez que piensa en lo que ellos dos son, como amigos su padre y Yokozawa podían pasar juntos sin ser juzgados, pero ahora ella sabe que las personas ahora en adelante miraran a su padre y a Yokozawa de otra manera, ella misma no los ve igual, aunque no se siente incómoda y está contenta de verlos sonreír… ella sabe que no todos compartirán esa felicidad, la felicidad no es siempre algo que la gente quiera compartir.

    -Esta lista mamá

    -Si

    Y al responder ambas mujeres sueltan una risa.

    -Lo lamento, es solo que Yokozawa suele llamarme mamá con regularidad, al comienzo se avergonzaba mucho pero como que ya estamos acostumbrados

    -Muchas gracias por no sentirse incomoda, no me molesta en absoluto, se bien que Numfy me extraña y yo a él, y saber que lo ves como a un hijo me tranquiliza enormemente


    Los sentimientos están en todos ellos, cuando salen y toman asiento esta vez no es como antes, sienten las miradas aunque nadie les mira directamente, es el peso de saber que aun la sociedad no está lista para comprender algo tan simple y básico como el amor. Pero haciendo acopio de su valentía enfrentan la velada con tranquilidad ellas dos son las madres de ellos, por eso deben tomar la responsabilidad de no pestañear, si lo hacen ellos saldrán heridos y no quieren que suceda, cada una los ve y ve debilidades y fortalezas, pero la fragilidad está ahí todo el tiempo, el miedo y el peso que ambos llevan en sus hombros… Hiyori.

    Los hombres por el contrario no ven la fragilidad de sus hijos, pero temen que el otro no cumpla con el deber que ahora tiene, ambos son hombres de familia que han permanecido firmes a sus valores pero ahora mismo no saben cómo enfrentar algo como esto, Kirishima había supuesto – correctamente – que ellos dos llevaban una relación bastante más larga de lo que decían y aun no cree esa historia de un romance reciente, sabe que lo hacen para poder enfrentar a los padres de Yokozawa, pero al pensar en Takafumi, aunque lo considera un hombre digno y confiable… teme que abandone a Zen, su hijo no sabe cómo reaccionar a la perdida, y como un hombre mayor sabe que eso no mejora con los años, y Hiyori, para ella seria devastador, le asuste que Takafumi sea una pieza suelta...

    Para Yokozawa sin embargo el problema es Zen, aunque le considera un buen hombre cree que está poniendo a Takafumi en un conflicto que podría terminar lastimando mucho a su hijo y la niña, Hiyori, aunque ahora es dulce y es notable el amor que siente por Numfy en un par de años será una adolecente consiente de cada comentario malicioso que hagan en torno a ella y podría con justo derecho, querer sacar de su vida a Takafumi y Zen siendo un padre como lo es, terminaría por obedecerla… Takafumi sufriría indescriptiblemente… Zen es una puerta que podría cerrarse.

    Hiyori teme algo diferente… teme que Yokozawa o su padre decidan que su relación no es la adecuada, teme que ha cometido un terrible error al pedirle a su padre que retire el altar de su madre… y si, ese es su miedo, y si acaso su padre no ha superado aquel amor que le detenía por esa mujer que no existe más… ella la ama, pero como una historia dulce que le han contado, no la conoció jamás y no sabe nada de ella, las cosas que le cuentan siempre son buenas, comprende que no dirán nada malo respecto a ella, pero eso la hace irreal, contrario a ella Yokozawa Takafumi es una verdad en su vida, ama a sus abuelas, pero lo que siente por él, la sensación de calor que él le da, la seguridad con la que la regaña o la malcría… es justo como sus amigas describen a sus madres, ella sabe que no es una madre pero, aun así es la suya, antes de él los biscochos eran escasos los chocolates del mercado, las cenas obra suya y las sorpresas una esperanza absurda, ahora lo tiene, es la pieza que faltaba pero ahora esta pulida y encaja a la perfección y eso le da miedo. Le da miedo que si la relación termina ellos no recuperaran la amistad.

    -Hiyo tesoro, estas distraída – dice Takafumi mirándola con cariño

    -Lo siento, Oniichan tu tampoco has comido

    -Es cierto, ninguno de estudies a probado bocado – apunta la madre de Takafumi con un sonrisa

    -No se preocupe señora, mi hija y Yokozawa son iguales en eso, cuando están nerviosos dejan de comer

    -Ya veo… están sincronizados

    -Y si los ve pestañear varias veces es como un lenguaje, les gusta mentirme y esconderme cosas, lo hacen fatal y siempre los atrapo pero lo siguen intentando

    -Eres un buen hombre Zen, me alegra que se hayan encontrado

    -Quiere que le cuente como nos hicimos cercanos, es una historia más que divertida

    -¿Qué es lo divertido? – Reclama Yokozawa – me chantajeaste

    -Lo ve, es encantador

    Todos ríen, es el instante perfecto para estar juntos, la gente que les ama le ama por completo y tanto es ese amor que Takafumi y Zen se sonríen, el miedo está ahí y ambos están conscientes de que las cosas podrían complicarse, pero han pasado por mucho, celos, amenazas, insultos y ahí siguen, uno al lado del otro, si les preguntaran ellos no han renunciado a nada, a nada importante al menos, están ganando, el peligro de perder está presente en ellos, pero a su vez lo es el triunfo. Y tal vez aquello que los une mas es que ambos están seguros de que el mundo podría derrumbarse en un minuto y por eso se aman segundo a segundo.

    Fin

    Gracias por la compañia...
    Btalkrajo
  15. .
    QUOTE
    Hola espero que disfruten la continuacion, siento mucho la demora...

    btalkrajo

    QUOTE
    Continuación




    - Solo un día… tengo que salir, mama por favor

    - No

    Todos le daban esa respuesta, su estado de salud había empeorado y para navidad era imposible que dejara el hospital.

    - Solo quiero salir un día

    - Salir y hacer qué, Richan – decía su madre – esto es más importante que cualquier cosa

    - No lo es, mañana es su cumpleaños, cumple 18 y yo tengo que verlo mama…

    - No es por nosotros, por pasar las fiestas con nosotros… tu solo quieres ir con esa persona

    - ¿Por qué te enfadas? Tu huiste de casa para estar con papá, ¿Por qué no lo comprendes? Esto es importante para mí, llevo dos semanas en el hospi…

    - ¡Richan!

    Luego de eso fueron idas y venidas de su casa al hospital, su hígado no trabajaba y era apenas una sobra de su mismo ser. En marzo su tío entro en su habitación, no había comenzado el periodo escolar, no importaba Saga ya no estaría en colegio con él, entraría a la preparatoria y no se verían tanto como antes, Ritsu Oda sentía que le habían arrebatado su única felicidad…

    - Te tengo noticias hijo – su tío siempre lo llamaba hijo, aunque a su primo lo llamaba por su nombre

    - Tu primo comenzara el semestre en el extranjero… ya está listo el departamento donde vivirán…

    Aquello llamo su atención, Oda miro a su tío

    - Te iras en dos días, mi esposa encontró un lugar cerca del hospital y del colegio de Ritsu, te atenderán allá y si todo va bien entraras al colegio también…

    - No iré – dijo con toda la fuerza que su voz famélica le permitía – me atenderán aquí

    - Aquí no hay donadores como allá, revisamos las listas, podrían conseguir que sanaras, incluso por completo y quieres quedarte

    - Por favor…

    - No

    - Tío por favor…

    - No, nadie lo traerá y no vuelvas a pedirlo

    Su secreto había dejado de serlo en el hospital, su madre y sus tíos sabían perfectamente ahora lo que hacían él y Saga a solas en su casa, tal vez la tortura más agria era que nadie lo traía, Oda estaba seguro de que si lo dejaran ver a Saga se recuperaría más pronto, pero una y otra vez se negaban. Y siempre le decían lo mismo, que lo negara que lo olvidara que se preocupara por recuperarse, pero Oda ya no creía en eso, hacia todo lo que el medico decía y cada día empeoraba su condición, sentía que moriría, casi se resignaba, pero entonces y como una fuerza empujándolo a vivir recordaba la vos de Saga en su Oído “Escogerás tu regalo” aquellas palabras sonaban a promesa, como si ellos tuvieran que estar juntos.

    - Espérame

    Le dijo a la noche cuando se iba y lloro, llorar no minimizaba su pena, pero tampoco lograba evitarlo. Agonizaba ante el sentimiento de perderse y perderlo en el camino, soñaba con estar otra vez en la habitación de Saga, sentir las patas suaves del gato en sus manos, acariciar su pelaje suave y sentir el aroma de ellos en las sabanas, aquel dolor placentero, aquellas manos en su cuerpo, sus bocas beso a beso, sus rostros sonrojados y la música, y los libros y las tareas… y lloraba de nuevo, debió besarlo más, decirle te amo mil veces, reírse más a menudo, no pelearle por sus celos, no pelear por que se burlara de él, no enfadarse porque Saga no lo espera en la puerta del colegio, se habían peleado por cosas tan estúpidas… Oda lo lamentaba por completo…

    - Quiero que entiendas que esto lo hago por tu bien

    - Pudiste traerlo, decirle que estoy enfermo… pensara que lo deje…

    - ¿crees que le importa? - su madre miro a Oda con molestia, estaba cansada. Había perdido a su esposo y sentía que perdería a su hijo, no sabía cómo hacer para que Ritchan se recuperara y lo peor era que él se echaba a morir – descubrí algunas cosas de ese chico… se dice que ha tenido problemas con muchas chicas, le gusta reírse de ellas

    - No lo conoces, no sabes cómo es

    - Se lo que te hizo

    - Yo quería

    - ¡No! ¡Tú no puedes saber si lo querías o no! Por favor ya basta, estoy harta de tus lloriqueos por alguien que no vino a buscarte ni una sola vez, si él hubiera querido verte yo no le hubiera negado la entrada a casa, pero no vino nunca Ritsu, olvídalo porque él ya se olvidó de ti

    - Mientes – susurro – eres una mentirosa…

    - No miento, trato de que te recuperes y sigas tu vida, no te importan los demás, eres egoísta y eso no está bien, yo no sabía que decir cuando nos lo dijeron, ¿te das cuenta de que te hizo daño?

    - Tú me haces daño mama, no me dejas verlo y eso me tiene enfermo

    - No seas estúpido… yo quiero que sanes, quiero que vivas, nada de lo que hago es para hacerte daño, no voy a ir a buscarlo porque es el quien debería haber venido, en cuatro meses no vino ni a preguntar por ti. Cuatro meses que tú has llorado hasta el cansancio y no te ha hecho ni una miserable llamada… y lloras por el… - su madre comenzó a llorar quebrada, pero eso no lo conmovió – lloras por el que te ha olvidado y no lloras por mí que te estoy perdiendo…

    En ese momento nada ni nadie era más importante para Oda que Saga, sentía que le negaban estar con quien amaba, ¿Qué importaba dejarlos verse si el moriría?

    - Voy a morir y lo sabes

    - Aun se puede… si conseguimos…

    - Me dejaras morir sin haberlo visto

    - ¿Cómo puede ser lo único que te importe?

    - Nunca te perdonare mamá, si lo pierdo por tu causa jamás te perdonare, si descubro que me busco y no lo dejaste verme te odiare y si muero… si muero sabrás que me negaste la poca felicidad que podía tener y me hiciste morir solo

    - Eres horrible

    Lo era y lo sabía, su madre sufría y el sufría también, luego le pediría perdón por aquellas palabras, pero ya las había dicho, decía tantas cosas que no debería decir y se callaba otras muchas que debía soltar…

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    Oda y Onodera vivían juntos en un departamento, la situación los obligaba a estar juntos y comenzaron a llevarse bien, Onodera siempre sentía que su primo era muy frio con su madre, no lo decía, él se empeñaba en ser cariñoso con su tía. De algún modo ahora entendía a su primo, lo veía en la silla de ruedas leyendo agotado, pensaba que de estar en sus zapatos se amargaría igual, sabía que no debía mencionar a Saga, pero un día a solas decidió preguntar.

    - Tu novio y tu jugaban mucho a la consola

    - ¿Mi novio?

    - Si, Saga de 3ro – se esforzó en ser natural

    - Él jugaba y yo veía, trato de enseñarme, pero siempre me mataban

    - Yo lo vi en los partidos de soccer, se veía bastante fuerte

    - Es muy bueno en deportes, pero no le gusta, odia sudar

    - También lo odio

    - Yo igual

    Y ahí empezó Onodera escuchaba hablar de Saga siempre que estaban a solas, de los planes de su primo por volver con él, de los planes para celebrar juntos la navidad, del gato que saga rescato una tarde de lluvia, dela comida, de los libros y muchas veces Oda repetía las mismas historias, a Onodera no le importaba y en diciembre su primo caminaba tranquilo a la espera de su cirugía, la gente siempre los confundía como gemelos, pero no lo eran, las gemelas eran sus madres, ellos no.

    - Pero él no respondió

    - No, solo re rio

    Onodera no dijo lo que pensaba, “Lo siento primo, pero no te ama, se ha reído de ti cuando le has preguntado si lo amabas” no lo dijo porque de algún modo su primo parecía estar mejor y él no quería que decayera.

    Luego de ocho meses consiguieron un donador, el donador era un niño de dos años de edad, si el trasplante se hacía bien y el cuerpo de Oda aceptaba el hígado del niño estaría tan sano que hasta podría beber alcohol.

    - Tienes que subir cinco kilos para la operación y después serán seis meses más para estar seguros… chico eres un ganador

    Los médicos en estados unidos lo llamaban chico, pero Oda estaba por cumplir los dieciocho años, tenía dos cirugías y las veían en el espejo, recordaba a Saga besando su vientre, en ese entonces sin ninguna cicatriz, recordaba su cabello negro que le caía hasta los ojos.

    - Y… está prohibido el sexo – dijo el medico sonriente

    - Eh…

    - Es un esfuerzo en tu zona abdominal que no debes tener, trata de no pensar en sexo, entiendo que a tu edad sea difícil, pero es tu bien, sin deportes, sin sexo, sin masturbación y comiendo muy sano…

    - Lo hare

    - Dos años Oda Ritsu, he sido tu medico por dos años y estas a un paso de no volver a visitarme…

    - Siempre estaré agradecido por su ayuda doctor

    - Dirás que soy un viejo sentimentalista, pero… me dejas darte un abrazo

    Oda se lo permitió, como le permitía tocarle el cabello, acariciarle la espalda y pasear los dedos por su cara, no era estúpido y sentía como los toques del médico tenían un punto muy erótico sobre su piel, pero también sabía que el hombre tenía una esposa, que era mayor y que era solo deseo y no amor.

    - ¿nada de sexo después de la cirugía? – pregunto a escasos centímetros de la boca del medico

    - Nada

    - Y… ¿antes?

    Cuando regreso a su casa esa tarde estaba en un punto entre el éxito y el fracaso, el doctor lo había besado y de no ser por una enfermera que toco la puerta habrían tenido sexo, después de todo ese tiempo no sentía culpa por desear a otros hombres. Saga lo entendería o no lo sabría nunca, no podría saberlo y él no se lo diría, porque aun lo amaba, porque contaba los días para volver a Japón y buscarlo, ahora claro el estaría en la universidad mientras Oda aun no terminaba la preparatoria, una vez que pudiera se iría a vivir con él. Ese era su sueño mayor, aunque algunas noches le asustaba regresar y descubrir que era verdad que Saga lo había olvidado o que se había enamorado de otra persona…

    - Y si es así, si ama a alguien mas

    - Dejare de soñar Onodera, le diré que lo ame tanto que pude soportar todo esto y que le deseo una vida feliz

    - Eso es estúpido Oda

    - Y tu… ¿Cuándo romperás el compromiso con Ann?

    - Ya lo rompí, la rechace y ella sabe que no es real… sabes que me iré a Inglaterra para estudiar literatura, ¿Qué harás tú?

    - Volveré a Japón, lo buscare y… según lo que suceda decidiré

    - Y la universidad

    - Estudiare allá

    - Y tu madre

    - Está enamorada, feliz y esperando un hijo… ¿Qué más puede querer de mí?

    - Que dejes de odiarla, Oda él nunca fue a casa, no te busco en la escuela… te lo he dicho mil ve…ces

    Se detuvo, los ojos de Oda eran fríos y severos, no admitía dudas, aunque todos le dijeran lo contrario creía fielmente que Saga lo amaba, lo de ellos era real.


    :
    :


    La madre de Oda encontró vacías las gavetas de su armario una mañana de abril, había huido durante la noche sin decirle adiós, su esposo e hijo recién nacido aun dormían cuando ella descubrió que su primogénito se había marchado, reviso la habitación a detalle pero no encontró ni una sola nota de despedida, ella, cuando huyo de casa había dejado una carta pidiéndole perdón a su padre, había roto su compromiso con Tito-san y se había fugado con Oda Daysuke, dejo la carta para sus padres, regreso dos años después con el pequeño Ritsu, su hijo recién nacido y descubrió que su hermana también había sido madre, ambas se rieron porque habían nombrado a sus hijos del mismo modo, su padre la perdono, pero perdió a Daisuke doce años más tarde y su hijo era un niño enfermo y frágil… creyó que era su castigo por deshonrar a su padre… ahora no lo creía más, ningún dios la castigaría de ese modo por sus pecados, este era su castigo, su hijo la había dejado sin decirle adiós y sin dejarle ni una nota de consuelo.
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