Posts written by Van Phantomhive

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    BIEN HOY HE VENIDO POR PARTIDA DOBLE XDDD HE ACTUALIZADO ESTE FIC Y EL DE ¿MI PRIMER AMOR PURO E INOCENTE? XDDD BANZAAIII XDDD perdon por la tardanza... tuve demasiados problemas mentales y familiares... en fin sin mas que decir gracias a mi querida Lini-okaa-san por su inspiradora inspiración, a tia Mari por ser su compañera de rol y a mi alocada mente por hacer su jugarreta. y Gracias por los coments XDD a Stefy y a Fer XDD si... me flata la cuota de Mystery pero la iré creando a su debido tiempo.

    Sin mas que decir.... ACCION XDDD



    Capitulo 2: Repeat



    Dos presencias humanas se escaneaban en silencio tras una corta cruzada de palabras y como ninguno de los dos rompía el silencio, el editor decidió quebrar la línea de fuego con una simple pregunta.

    -Es Yanase-san, ¿verdad?

    -Si soy yo pero ¿por qué me busca? –dijo extrañado el joven sin dejarlo pasar a su residencia y tampoco salir de la misma.

    -Se dejó olvidado esto. –dijo pasándole un estuche negro, el asistente cauteloso lo tomó y abrió para ver el contenido, ahí estaban los anteojos que ya lo daba por perdido, tanto por su olvido y por su reacio orgullo de no pisar el edificio en cuestión.

    -No se hubiera molestado. –comentó cerrando el estuche y guardándolo en uno de los bolsillos de su mochila.

    -No fue ninguna molestia, pero lo que nos preguntábamos mis compañeros y yo era el por qué no los pasó a buscar.

    Eso incomodó al joven, no tenía necesidad de responder a la pregunta pero por educación respondió con una verdad a medias.

    -Porque… estaba muy ocupado y se me olvidó.

    -Comprendo. –dijo amablemente el editor.

    Tras un breve lapso de silencio, el castaño se encaminó para la salida y Yuu no pudo contenerse en preguntar.

    -¿Ya se va?

    -Sí, aun debo hacer unas rondas por la zona para ver como le van a mis mangakas.

    -Puedo preguntarle una cosa más. –dijo Yuu algo confundido.

    -Claro. –respondió el siempre sonriente editor.

    -¿Por qué nunca nos hemos visto antes?

    -¿Por qué será?... mmm… supongo porque nunca notamos la presencia del otro. –dijo enigmáticamente retirándose del portón del joven, dejándolo con una laguna mental.

    Al desaparecer la delgada figura, Yuu se quedó plantando en la puerta de su casa hasta que una leve brisa lo sacó de sus pensamientos.

    -Debo ir a comprar. –susurró cerrando la puerta de la casa y mirando hacia el camino donde Mino había desaparecido.

    En uno de los supermercados más próximos a su residencia, el asistente buscaba las cosas que debía comprar aun pensando en las palabras del editor. ¿Acaso era el tipo de persona que no miraba a su alrededor? No, no era un despistado a diferencia de Chiaki, entonces ¿por qué le dijo eso?

    -¿Por qué me dijo eso? –se auto-cuestionó mientras escogía un par de verduras y algunas frutas.

    Entre esos vagos pensamientos, su celular vibró y rápidamente lo sacó sin fijarse siquiera quien lo estaba llamando.

    -¿Hola?

    -Yuu, tanto tiempo. –dijo la voz de la única persona que no quería responder.

    -No ha pasado mucho tiempo. –dijo con el tono usual.

    -Lo se… ahmm… ¿te gustaría ir al cine conmigo? –preguntó rápidamente Chiaki, generando una nueva falsa ilusión y como buen amigo que es respondió.

    -Claro, pero acaso no me dijiste que saldrías con Hatori. –dijo manteniendo un tono calmado aunque en el fondo odiaba decir ese nombre.

    -Es que… Tori… pues verás…

    -¿Se pelearon de nuevo? –dijo haciendo alusión al trabajo del joven castaño y sus desmanes con las fechas.

    -Sí… -contestó en tono de ultratumba.

    Suspirando aceptó la oferta, sí le encantaba ser un masoquista de tiempo completo pero que podía hacer si aun lo amaba.

    -De acuerdo, nos vemos a esa hora. –dijo Yanase al escuchar la hora y el sitio, era algo retirado de donde vivía pero eso era lo de menos, debía aprovechar lo poco de tiempo que podía pasar al lado de Yoshino.

    Pagando sus víveres y volviendo a su casa, se dio una ducha rápida y salió nuevamente para la calle, dirigiendo sus anhelos y sentimientos una vez más a un corazón que solo lo quería como si de un hermano se tratase.

    El centro de la ciudad, como era de costumbre, estaba abarrotado de gente y el joven castaño se encaminó torpemente a donde se encontraba su amigo de la secundaria.

    -Yuu… ¿esperaste mucho?

    -No, llegué hace poco. –respondió con una sonrisa, calmando el nerviosismo del otro. -¿Estas bien, Chiaki? –dijo poniendo una mano en el hombro de este ya que aun estaba recuperando el aliento perdido.

    -Estoy bien, solo es que hay demasiada gente.

    -¿Cuándo fue la ultima vez que saliste?

    -¿Cuándo?... mmm no me acuerdo… hace meses supongo. –dijo distraídamente intentando inútilmente recordar.

    -Debes salir de tu casa, por eso estas así de cansado. –reprochó Yuu.

    -Es que nunca tengo nada para hacer afuera y además siempre estoy trabajando en los storyboards. –se lamentó Chiaki.

    Con mucha paciencia, Yuu volvió hablar cambiando de tema.

    -¿Quieres ver la película o prefieres ir a casa?

    -Vamos al cine, estoy harto de estar encerrado en casa.

    De esta manera ambos jóvenes se adentraron a uno de los cines de la ciudad, para mirar una de las películas de acción del momento.

    -“Al menos en la oscuridad de la sala te puedo contemplar tranquilamente” –pensó el asistente mirando como la pantalla iluminaba parte del rostro de Chiaki, haciendo resaltar el brillo de los ojos azulados.

    Su amigo si que era un distraído, no comprendía como era capaz de tratarlo como si nada, a costa de sus sentimientos la verdad que eso no es justo, el dibujante inconscientemente jugaba con su corazón pero bueno… era una de las cosas que la amistad mesclada con el amor correspondido le brindaba para poder permanecer al lado de él.

    La película transcurrió sin muchos sobresaltos y fue muy buena como trama, por lo que ambos chicos salieron alegres del auditorio.

    -Fue genial, la verdad me gustó mucho.

    -Eso es bueno, ¿te sirvió como material?

    -Sí y no veo la hora de dibujarlo.

    -Vamos entonces y de paso compramos algo para beber. –dijo Yuu encaminándose a la estación.

    -Espera Yuu. –dijo Chiaki siguiéndolo.

    Ambos castaños compraron un par de bebidas y viajaron juntos a la residencia del dibujante estrella del departamento doncella.

    -Como siempre esta en orden. –observó Yanase al escudriñar el interior de la casa.

    -Eso es porque Tori lo limpió ayer. –dijo alegremente Yoshino, generando un molesto tic en la sien de su amigo.

    -Chiaki…

    -Dime.

    -¿Hasta cuando vas a depender de Hatori? No es por reprocharte ni nada pero al menos deberías limpiar tu casa.

    El reproche era valido porque a veces, por no decir siempre, Chiaki abusaba de la buena voluntad y cariño de su pareja.

    -Es que yo… no soy bueno en esto. –se defendió.

    -Porque nunca lo practicas. –espetó.

    -Lo intentaré… -dijo alicaído el joven.

    El semblante serio no le duró, no podía enojarse con él, por lo que rápidamente relajó sus facciones y componiendo una sonrisa dijo.

    -Si necesitas ayuda, pídela. –dijo por ultimo para agarrar la bolsa y encaminándose al comedor.

    -Gracias. –dijo Chiaki siguiéndolo y sentándose en la mesa para agarrar una de las latas.

    -Eso si, quiero una recompensa.

    -¿Recompensa?

    -Sí, si yo te ayudo a limpiar quiero que un día vallas a dormir en mi casa. –condicionó.

    -D-De acuerdo. –aceptó inocente y extrañado Chiaki.

    Feliz Yanase empezó a beber, seguido de su amigo, sabiendo que por lo menos se había ganado su compañía en hogar una vez más.

    Varias horas mas tarde y tras ingerir una buena cantidad de alcohol, ambos chicos no estaban en sus sano juicio, por lo que hablaban de temas sin sentido y se reían de la nada. Al ver que Chiaki perdía el control y se caía de dormido comentó.

    -Chiaki… si vas a dormir… ve a la cama…

    -No quiero… además aun queda un poco. –dijo tomando el contenido restante de la enésima lata y tirándose sobre la mesa ratona.

    -Ja ja… Chiaki esas borracho… ja ja

    -Vos… también… lo estas… -secundó abrazando a Yuu que correspondió el afecto.

    -Vamos a la cama. –susurró conteniéndose de no tomar el cuerpo del joven.

    Con un leve asentamiento de cabeza, Yanase lo encaminó a la recamara de Chiaki, tambaleándose ambos en el camino.

    Luego de depositarlo en la cama, el dibujante abrazó su almohada y cayó rendido en el país de los sueños, Yuu también quería dormir a su lado pero con todo y ebriedad se acomodó unos minutos en la cabecera de la cama, mirando muy de cerca el rostro durmiente y oliendo el aliento etílico que ambos compartían.

    La cercanía de ambos, aquel suave hedor y el calor que emanaba, generaba que Yuu perdiera su ultima línea racional mental, por lo que lentamente le plantó un beso en los labios de Chiaki degustando nuevamente ese sabor que le fueron negados.

    El dormido no le correspondió del todo pero al separarse, lo único que suspiró el castaño fue:

    -Tori…

    Maldición… por qué ese nombre debía ser pronunciado, por qué no el suyo, qué es lo que tenía Hatori que no lo tenía él…. Por qué… simplemente no lo podía amarlo de la misma manera…

    -Incluso dormido… me rechazas…

    Con tristeza palmada en todo su agraciado rostro, Yuu se puso de pie y tambaleándose se salió del cuarto del chico, no cometería esa locura… no la quería cometer ya que eso significaría perder la amistad de Chiaki para siempre.

    Tomando sus cosas y justo cuando abrió la puerta, como si fuese un dejavu, se apareció en la puerta nada más ni nada menos que la persona que más detestaba ver en la tierra, Hatori.

    -¿Qué haces acá? –saludó molesto el editor.

    -Nada… solo tomamos algo… -dijo molesto y con una mueca.

    -¿Tomaron? Y ¿Chiaki?

    -Durmiendo en la cama.

    -¿Le hiciste algo? –dijo tomándolo del cuello, enojado ya que el dibujante hacía cualquier cosa cuando estaba en ese estado.

    -N-No… desgraciadamente no. –dijo Yanase sonriendo cínicamente.

    Yoshiyuki se enojó aun más y con un tono amenazador le dijo al asistente.

    -Si descubro que le hiciste algo… te juro que te mataré.

    -Si tanto desconfías de mí… por qué no lo revisas… ya que lo que hizo solo fue suspirar tu maldito nombre. –escupió enojado el dibujante empujándolo para abrirse paso y salir de la casa que no desearía haber pisado, dejando atrás a un sorprendido y a la vez confundido editor.

    Entre tropezones y maldiciones, Yuu caminaba por la calle alejándose de aquella casa que no le traía nada bueno y caminando sin rumbo aparente.

    No muy lejos de ahí y a unas cuantas cuadras, un editor salía de la ultima casa de su histórica ronda.

    -Muchas gracias por su ayuda Mino-san. –se despidió una de las dibujantes que tenía a cargo.

    -De nada y sensei por favor no descuide la fecha limite, estamos a dos semanas de ella. –advirtió el editor.

    -No se preocupe que con los consejos que me dio la tendremos en el final de la próxima semana.

    -Eso espero. –dijo alegremente y con la eterna sonrisa plasmada.

    -Hasta pronto Mino-san.

    -Hasta luego sensei.

    Apenas salió al portón un cuerpo chocó contra el suyo, el editor no calló pero si trastabilló un poco, en cambio la otra persona no corrió la misma suerte.

    -Fíjese por donde va. –dijo con un tono enojado el caído.

    -Perdone pero usted también no se fijó por donde caminaba. –dijo tranquilo reconociendo a la persona tendida en el suelo.

    -No me moleste. –dijo poniéndose de pie a duras penas y casi cayendo nuevamente sobre el editor.

    -¿Se siente bien Yanase-san?

    -Claro que me siento bien. –respondió rápidamente e intentando deshacerse de la ayuda del otro.

    -Pues no lo esta, mejor vamos a su casa. –dijo ayudando nuevamente al asistente.

    Este rehusándose preguntó siendo parcialmente arrastrado por el otro.

    -¿Por qué no me deja en paz?

    -Porque esta viviendo dentro de una tormenta. –respondió simplemente el hombre con una sonrisa amable y una expresión que denotaba lo que decía era cierto.

    Eso sorprendió al joven que se dejó llevar finalmente aflorando sus sentimientos y llorando muy a su pesar, siendo reconfortado en el camino por ese hombro que según su propio observación, apenas conoció en ese mismo día en la mañana.

    Incomprensiblemente, inconscientemente, misteriosamente, ambos jóvenes ocultaban más de lo que las simples palabras podrían demostrar, cómo terminaría ese día… ninguno de los dos sabía, solo lo único que podían hacer era esperar el amanecer de un nuevo mañana.




    En fin... fue lo unico que se ocurrió de momento... de todas maneras acepto cualquier coment que me ayude a iluminar las pocas neuronas que tengo XDDD ojala nos veamos pronto XDD

    Adyuu
  2. .
    - Te amo... Te amo... Te amo... -jadeaba en cada penetración.

    -Mi-chan... lo dijo... Kou. -dijo jadeando Kisa sin dejar de penetrarse.

    -Si... lo dijo... que bien...

    Akihiko abrazó suavemente a Misaki mientras comenzaba a darle besos en el cuello. De pronto todo su enojo se había ido. Levantó la cara del chico y comenzó a besarlo apasionadamente.

    Ambos eróticos ya estaban en su punto, no creían poder aguantar mucho tiempo más.

    -Kou... ahh...n-no... puedo ahh... seguir... -gemía el editor entre embistes.

    -Shouta-san... aguante un poco.... -repelía Kou que ya casi esta en su límite.

    - Aaghh Usa-Usagi-san aaaghhh hmm y-ya casi no... No...

    - Mi Misaki... -jadeaba- aguanta... Aguanta...

    Akihiko aceleró sus movimientos que se igualaron a los de Yukina.

    -Sensei... ¿q-qué hace? -preguntó el rubio mientras masturbaba fuertemente a Kisa que temblaba en sus brazos.

    -Ahh... n-no hagas... eso umm me voy... me voy a... venir.... -dijo entre gemidos el azabache.

    - Misaki... Soporta... Por favor... Soporta... -le jadeaba mientras besaba su cuello-.

    De pronto los sentidos de ambos eróticos se nublaron y con un fuerte gemido, el editor se vino entre ambos vientre y Kou dentro de este. El cuerpo de Kisa quedó colgado mientras abrazaba a su novio, intentando recuperar el aliento se dieron un apasionado beso sellando su amor.

    Mientras eso ocurría, los románticos siguieron con la acción, besándose y acariciándose. Aunque el novelista masturbaba a Misaki por alguna razón no se podían venir, pero el escritor si sabía por qué.

    -Sensei... ¿aun no logran venirse? -peguntaron a dúo los jovenes, mirando a la encendida pareja moverse.

    - No... -jadeó Akihiko- no-nosotros... Necesitamos más que... Esto...

    -¿Qué necesitan? -preguntaron el dúo, sorprendido.

    - Usagi-san.... Usa-Usagi-san... Por favor... Ya... -jadeaba Misaki-.

    El novelista se acercó al oído de Misaki y lo lamió.

    - Misaki... Te amo...

    Apenas dijo esas palabras, Misaki se corrió y apretó su entrada provocando que Akihiko también se corriera.

    -Mi-chan... ¿estas bien?

    -Sensei, ¿con eso ya se siente mejor?

    Los románticos se veían incapaces de contestar. Su orgasmo había sido muy intenso y se notaba por la cantidad de semen, a pesar de haber terminado ya bastantes veces antes. En lugar de hablar Misaki apoyó su cara en el pecho del mayor y miró a los eróticos

    -¿Mi-chan? -dijo Kisa acercandose al estudiante.

    -¿Estas bien, Takahashi-san? -siguió Yukina..

    Misaki se sonrojó y ocultó su cara en el pecho del mayor, quién solo le susurró un "diles". Ante esto, Misaki murmuró:

    - Más...

    -¿Mas? ... ¿después de la cantidad de veces que lo hicimos? -preguntan sorprendidos los eróticos.

    - Para Misaki... No es suficiente... -jadeó Akihiko- No alcanzó a como está acostumbrado...

    -Pero lo hizo muchas veces, sensei. -dijo Kou con los ojos abiertos.

    Akihiko sonrió y abrazó a Misaki por la cintura, quien a la vez lo abrazó por el cuello.

    - Por algo soy el Gran Usami Akihiko-sensei, ¿verdad?

    -Pues si... pero sensei debemos festejar un poco. -dijo Kisa jugando con el doblez del vestido.

    Misaki se levantó de Akihiko y se puso frente a Kisa y le besó la mejilla.

    - Usagi-san y yo celebramos de esta forma Kisa-san -rió Misaki-. Creo que acaban de caer en la red...

    -Entonces deberíamos irnos. -sugirieron ambos chicos, abrazándose de la cintura.

    - Lo siento Kisa-san... Ya es tarde...

    De repente, el novelista ya no estaba.

    -¿Sensei? ¿Mi-chan/Takahashi-san? -preguntaron extrañados el dúo, mirando en que momento se habían esfumado.

    En qué momento los románticos habían desaparecido, no supieron. Pero cuando fueron a checar la puerta principal, esta estaba cerrada con llave.

    -¿Y ahora? -dijo Kisa confundido.

    -No se... quizás nos encerraron para no dejarnos salir tan tarde. -aventuró Kou.

    -Pero lo pudieron haberlo dicho. -refutó el otro.

    -Pues si... vamos al cuarto de sensei.

    -No es correcto.

    -Mejor eso antes que nada. -dijo el rubio subiendo las escaleras seguido del mayor.

    Sin embargo, en la habitación del escritor no había nadie.

    -Shouta-san... ¿qué haremos?

    -No lo se... probemos con el estudio.

    En el estudio no había nada. Sin embargo, en el primer piso había una puerta semi abierta, y una vaga luz azul salía de ahí.

    -Vallamos allá, supongo que es el único lugar que nos queda por revisar. -dijo Kisa con Kou pisándole los talones, ambos se quedaron en el umbral y miraron a escondidas el interior del cuarto.

    Misaki anteriormente les había mencionado que el escritor criaba anguilas y marimos, pero decir eso había sido poco.

    La luz que había era de las decenas de peceras del lugar. En todas había o marimos o anguilas, era como un mini acuario.

    -Son...

    -Demasiadas...

    Los pocos muebles que habían, hacía parecer el lugar un camarote.

    Las paredes eran azules y había detalles de peces y de algas.

    En el centro había un pequeño oso con un traje de capitán, con una nota pegada.

    Kou tomó la nota y la leyó con rapidez, luego le pasó al osito al editor que hizo lo mismo, ambos quedaron con la misma cara.

    -¿Qué hacemos? -preguntó uno.

    -Hora de cacería humana. -respondió el segundo.

    La nota decía un simple:

    "Por la borda".

    -Acaso cree que estamos jugando... okay veremos si le gusta que lo tiremos por la borda al señor oso. -dijo Kisa un tanto podrido de los juegos del dúo romántico, tomando al oso que abrazaba y lo acercaba a una de las peceras con agua mas cercanas a ellos.

    Justo en eso Kisa se vio detenido por alguien que sujetaba fuertemente sus muñecas.

    - Está mal castigar a los inocentes, ¿sabía eso, marinero? -le dijo una voz grave al oído-.

    -Y usted sabe que... esta mal acabar con la paciencia de los demás. -dijo inmune a la voz.

    Entonces, Kisa escuchó detrás de él una clase de forcejeos: increíblemente Misaki había aplicado una clase de llave a Yukina y lo tenía inmovilizado y en silencio.

    -Kou... ok, sensei ¿que juego quiere jugar? -dijo Kisa con su mejor expresión de niño inocente.

    - ¿Jugar? Creo que te equivocas. He de castigarlos.

    -¿Por qué sensei? -esta vez preguntó el rubio.

    -Nosotros no hicimos nada. -se defendió el editor.

    - Oficial -dijo el Usami a Misaki, ignorando las quejas de sus compañeros-. Ya sabe qué hacer.

    - Sí, capitán -sonrió de manera maligna-.

    Akihiko traía un sombrero de capitán, solo con unos pantalones puestos (sin ropa interior) y sin abrochar.

    Misaki iba igual, solo que con un sombrero de oficial.

    Para cuando Yukina acordó, ya estaba amarrado de las muñecas.

    Misaki lo volvió a empujar al suelo y amarró sus pies.

    - Lo lamento capitán, debo hacer esto ya que se niegan a cooperar.

    -Kou. -dijo Kisa zafándose de las manos del novelista y llendo a socorrer a su novio.

    No contó con que Misaki le pondría el pie haciendo que cayera y aplicándole la misma llave que a Yukina.

    - Bien hecho oficial -dijo el escritor caminando hacia a ellos-. Me temo que también tendré que amarrarlo.

    -Nada de eso. -dijo Kisa deshaciéndose el agarre y poniéndose de pie y alejándose de los otros dos.

    -¿Qué les pasa? ¿por qué nos quieren atar? -preguntó el rubio desde el suelo.

    - Qué mal, no quieren jugar -rió el novelista- suéltalos y vamos arriba, Misaki.

    Ambos románticos se miraron unos momentos intercambiando miradas cómplices, luego el castaño suspiró y soltó a Yukina.

    Sin decir ni una palabra ambos subieron al segundo piso y se encerraron en una de las muchas habitaciones que había, dejando abajo a los eróticos.

    -¿Qué les pasa? -preguntó molesto el editor, ayudando al mas joven a ponerse de pie.

    -Solo están jugando con nosotros. -sentenció el rubio igual de mal humor.

    El departamento quedo en silencio, interrumpido solo por el tictac del reloj en forma de oso en el salón.

    El enorme Suzuki-san estaba sentado en un sillón (no se había quedado en el cuarto?) y uno de los pasteles estaba en a mesa.

    Había cuatro vasos en la barra, dos de ellos con leche, y un tazón con unos cuántos caramelos.

    -Shouta-san... al menos cámbiate de ropa... así como estas me dan ganas de violarte de nuevo. -dijo el rubio mirando la sugestiva prenda del editor.

    -Cállate, mi ropa quedó arriba y aun esta manchada. -dijo sonrojado e ignorando la estética anatomía de su pareja.

    -Vallamos arriba, de seguro podemos tomar algo de ellos, Takahashi-san debe tener algo que le quede. -dijo arrastrando a la segunda planta al azabache.

    Pero, curiosamente, ya todas las habitaciones estaban cerradas con llave. Todas.

    -Oh vamos, no me iré así -dijeron al unísono ambos hombres, uno mas apenado que el otro dada su condición.

    De una de las habitaciones se escuchaban, muy débilmente, suaves gemidos, pero al igual que las demás, estaba cerrada con llave.

    Llevados por la curiosidad se acercaron a la recamara de donde salía el sonido y comenzaron a golpear la puerta, sabiendo que estaban allí el otro dúo.

    -Sensei, deme ropa, no saldré así. -se quejó el sonrojado uke mayor.

    Sin embargo nadie atendió la puerta y los gemidos continuaron.

    - Espe... Usag... Espera son... Ellos -se escuhaba la voz de Misaki.

    - Déjalos, no quieren jugar -contestó la voz del mayor-.

    - Pero no... Ah, deja les doy... Ropa...

    - Quédate conmigo....

    -Usami-sensei me robaré a sus osos si no nos da algo que ponernos. -agregó Yukina, sabiendo que no saldría si no usaba la palabra mágica.

    -Kou... dudo que salga con eso... -opinó Shouta.

    - Ah, Usagi-san... Tus... Osos... Se los llevaran...

    - Qué lo hagan -la voz del mayor sonaba muy erótica-. Puedo comprar más.

    -Shouta-san... llevemos al oso gigante de abajo, y de paso usaremos su relleno como ropa. -dijo Kou llendose a la primera planta en busca del peluche mencionado.

    -Espera... no me pondré eso, prefiero mil veces salir de niña, antes usar relleno de peluche. -se quejó siguiendo al otro.

    A lo lejos alcanzaron a escuchar la voz del escritor un poco preocupada (¿dónde está Suzuki-san?) y entonces la puerta en donde estaban se abrió repentinamente.

    Justo en ese instante Shouta abrazaba al oso mientras que Kou estaba a punto de clavarle un cuchillo en la barriga. Ambos miraron hacia arriba y luego volvieron a lo que estaban haciendo.

    Tal vez fue imaginación de Yukina, pero le pareció ver una mirada de terror por parte del oso unos instantes antes de que Misaki apareciera.

    Al ver eso, un pánico cruzó el rostro de Misaki y se puso frente al oso, arrebatándolo de los brazos de Kisa.

    - ¡A él no! ¡Destripen a Usagi-san, pero a él no! -dijo abrazando al oso con fuerza.

    -Pero si es un oso, además no tiene ropa. -dijo Kisa sacándole el oso al castaño.

    -Además a sensei no le molestaba. -agregó el rubio con cuchillo en mano.

    - ¡No! ¡Por favor a él no! -dijo Misaki de la misma forma y volviendo a tomar al oso abrazándolo de forma desesperada- ¡A Suzuki-san no!

    En esos momentos el gran Usami Akihiko hizo acto de presencia, con ropa en ambas manos la cual dejó caer al ver la escena que tenia enfrente.

    - ¿Qué estás haciendo? -dijo con voz neutral-.

    -Yo abrazando un oso.

    -Yo queriendo destripar uno. -soltó el otro.

    - Usagi-san... Suzuki-san... -murmuró Misaki-.

    El novelista suspiró y entregó la ropa a los eróticos.

    - ¿Haciendo llorar a un mocoso? No lo creo.

    -Nosotros no estamos haciendo llorar nadie, verdad Kou. -dijo Kisa abrazando al oso gigante de forma adorable.

    - Yo no diría eso -dijo el escritor en forma suave y señalando a Misaki, quien a su vez miraba alternativamente a Yukina y al oso con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

    -Oh sensei, usted sabe, como somos, no saldríamos casi desnudos a las calles. -refutó con una sonrisa el rubio dejando al cuchillo de lado.

    El escritor guardó silencio unos momentos y luego dijo:

    - ¿Y porqué no usaron esa ropa de ahí? -señaló un bulto de ropa que había en el sillón, muy bien oculto debajo de una almohada.

    Misaki aprovechó y quitó el oso de brazos de Kisa, para abrazarlo fuertemente.

    -Porque no lo vimos. -se defendió el editor cruzándose de bazos y dándole la espalda al novelista.

    - Está bien, ahora ya lo vieron y ya traje ropa... -dijo el escritor con un tono aliviado-.

    Misaki se sentó en el suelo y comenzó a acariciar la cabeza del oso y a sonreírle.

    -Niños. -se quejó el editor, agarrando la ropa ofrecida.

    -Pero Shouta-san, es lindo tener infancia.

    - No es eso -dijo el escritor mientras caminaba hacia Misaki- Suzuki-san es especial.

    -Defina la palabra especial. -espetó el mayor.

    - Como... Una mascota... -dijo el escritor suavemente mirando al oso- un perro o... No, más especial. -miró a Kisa a los ojos- Como un hijo.

    -Ok es oficial, creo que no comprendo. -dijo cansado el editor.

    - Muchas parejas tienen a un perro, o a un gato -era obvio que se refería a las parejas gays-. Solo para sentir que "son 3 en la familia". Nosotros tenemos a Suzuki-san.

    -Nosotros a nadie. -dijo de una el editor

    - Porque es obvio que aun no están listos para dar ese paso -dijo mirando a Kisa.

    -¿Qué paso?

    -Si es del casamiento lo daremos. -dijo Kou adelantándose a la respuesta.

    - Nada de eso -dijo Misaki nervioso, pero calló cuando sintió la mano de Akihiko en su hombro.

    - Para fortalecer su relación -dijo Akihiko-. Ustedes están a modo de novios, pero solo están estancados ahí.

    -Como si fuera sencillo. -murmuró el editor.

    -Shouta-san. -dijo abrazando al azabache que lo tomó por los brazos.

    Misaki guardó silencio mientras abrazaba fuertemente al oso. Akihiko le sonrió a Misaki y luego miró seriamente a los otros dos.

    - No es sencillo. Pero aunque han intentado separarnos, aquí estamos. Creo que todo eso fue lo que nos fortaleció.

    -Nuestro problema no es eso... -refutó el editor con la cabeza gacha.

    -Es el tiempo. -terminó Kou mirando al novelista.

    - Pasó menos antes de formalizar mi relación con Usagi-san

    Habló Misaki y luego se sonrojó.

    - Aunque todo con él es muy acelerado

    - Pero está bien que decidan esperar -dijo Akihiko.

    -En fin... creo que ya molestamos bastante. -dijo Kisa con un poco de seriedad.

    - A mi no me molestan -dijo Akihiko-. ¿Por qué no toman una ducha y compartimos lo que quedó de torta? Después puedo llevarlos en mi auto, ya es tarde después de todo.

    -Pero sensei... seria abusar de su hospitalidad. -dijo Kou, colocando una mano en el hombro de su novio mientras este asentía.

    - Insisto -dijo Akihiko mirándolos a los ojos-. Además, es demasiada torta solo para nosotros dos.

    -Si usted lo dice.. -dice Kisa. -Disculpe... ¿puedo abrazarlo? -preguntó Kisa jugueteando con el volado de la falda.

    Ambos románticos se extrañaron ante la curiosa pregunta de Kisa. Finalmente, el escritor asintió.

    -Gracias. -dijo colgándose al cuello del escritor. -De verdad lamento la broma de hace rato. -dijo haciendo un puchero de niño inocente.

    El Usami estaba visiblemente consternado ante tanto afecto, a lo que solo atinó a sonreír y a corresponder el gesto.

    - De nada. Y no te preocupes, después de todo los cuatro nos divertimos -dijo con una risita-.

    Misaki levantó su mirada hacia Yukina y le sonrió tímidamente.

    - G-gracias por todo.

    -No agradezca Takahashi-san, nosotros también la pasamos bien. -sonrió Kou alegremente, mimando la cabellera castaña.

    -Perdone, quizás no esta acostumbrado a que se le cuelguen. -dijo Shouta apenado, bajando del cuello del novelista.

    - Está bien. Los abrazos me gustan -sonrió Akihiko-.

    Misaki solo le sonrió y se sonrojó levemente.

    -Je je sensei, no diga eso. -dijo sonrojado el editor, mirando hacia abajo. Kou por su parte solo le dedicaba sonrisas y miradas de dulzura a Misaki.

    - ¿Decir qué? Solo digo la verdad: me gustan los abrazos. Y más cuando son de chicos con caras de bebé.

    Misaki rió ante las palabras de Akihiko y miró de nuevo a Yukina y le sonrió dulcemente mientras tomaba su mano.

    -Sensei no diga tonterías y no se burle de mi cara. -dijo aun mas rojo el mayor, a sabiendas que el escritor podía burlarse de él.

    -Takahashi-san... ¿vamos por el pastel? -susurró el rubio al otro.

    - Si no me estoy burlando, al contrario, es un halago -sonrió-.

    Misaki se sonrojó levemente y sonrió.

    - Sí, vamos a por el pastel.

    Mientras los festejados se iban en busca del pastel, el editor se sentó en el suelo molesto.

    -Sensei... créame que mi cara me molesta, así que no lo puedo tomar del todo como un halago.

    - ¿Porqué? Si no muchos pueden tener 31 años y parecer de 20. Incluso puedes usar eso a tu conveniencia.

    -Lo he usado... -susurró aun mas enojado y deprimido el editor.

    - Entonces ¿por qué te pones así? ¿Acaso hiciste cosas malas?

    -... bastantes... -dijo abrazando sus piernas.

    Akihiko miró al editor y luego le puso una mano en el hombro.

    - Hey, no importa lo que hayas sido en el pasado sino lo que seas ahora. Y créeme cuando te digo que en verdad tienes un rostro muy lindo.

    -Gracias... pero no gracias, agradezco su amabilidad pero no es necesario que me levante el animo. -dijo sonriendo al otro.

    - ¿Quién te está animando? Soy el gran Usami Akihiko, yo no animo a nadie. Yo solo te digo la verdad.

    El editor solo lo miraba sonrojado y dio un suspiro al final.

    -No lo diga sensei. -dijo ocultando su sonrojo en sus piernas.

    - Está bien, está bien -sonrió Akihiko-. Ya no te diré la verdad.

    El pequeño azabache solo se quedó en su posición, ya no sabia más que decir.

    En la cocina, Kou miró al castaño y con curiosidad preguntó:

    -¿Donde dejaron el pastel?

    - Ummm... Creo que en el refrigerador...

    Misaki caminó hacia el aparato y lo abrió, agachándose para poder buscarlo bien.

    -¿Seguro? porque Shouta-san deja todo por cualquier lado.

    - Sí... Creo que sí... Yukina-san en cualquier caso, ¿podrías revisar en la barra?

    El rubio obedeció a lo pedido sin hallar lo que buscaban.

    -Nada.

    - Ahh.... ¿dónde estará...? -Se enderezó y volteó hacia la mesa- ¿y allá estará?

    -No lo sé... de seguro lo dejaron por ahí pensando en quien sabe qué cuando estábamos amarrados.

    Misaki no pudo evitar reír ante eso.

    - Ya lo recordé, se quedó en la mesa. Entramos y nos preguntamos si ya habían terminado...

    -Pervertidos... -susurró Kou al verificar lo que había dicho.

    - ¡¿Eehhh?! ¿Pervertidos? Como si ustedes no lo fueran -rió de buena gana-.

    -No fui yo quien nos amarraron con esas cosas en todo nuestros cuerpos. -refutó de mala gana.

    Misaki rió de nuevo y abrazó a Yukina por la espalda.

    - No están enojados ¿verdad? -sonrió-

    -No, para nada. -dijo secamente.

    Misaki rio, se puso frente a Yukina y lo abrazó.

    - Vamos, no estés enfadado, nos divertimos mucho.

    Kou miró hacia aquellas orbes esmeraldas y suspiró:

    -Ya veo por qué nadie se enoja con vos.

    - ¿Eh? ¿Qué quiere decir? -sonrió.

    - Vamos Yukina-san, no puede estar enfadado por ese juego inocente ¿verdad?

    -Aun lo estoy... no era yo quien era violado por esos tentáculos. -se defendió.

    - Y agradezca que no usamos los otros -rió dándole al alto un beso en la mejilla-, además, en verdad fue divertido y usted no fue el único.

    -No sabe como se movía Usami-sensei... me la clavó demasiado...

    Misaki soltó una gran carcajada ante esas palabras. El Usami alcanzó a escuchar.

    - Mira quien habla, señor me-gusta-metérsela-en-la-boca-profundo.

    - Además -continuó el escritor- en ningún momento escuché que te quejaras, todo lo contrario.

    -Sensei... yo tampoco escuché quejas de parte suya... pero no era necesario que se moviera tanto... a propósito ¿y Shouta-san?

    Sin decir nada el escritor señaló el suelo, a su lado, donde se suponía que estaba Kisa hacia unos momentos.

    -Disculpe... pero él no esta ahí. -observó el rubio.

    Un tanto extrañado Akihiko miró a su alrededor y se dio cuenta de que el menor no estaba por ahí.

    - ¿Qué demo...? -dijo extrañado- Hace unos segundos estaba aquí.

    -Valla a buscarlo, usted debe saber donde se metió. -dijo el rubio medio enojado por el descuido del dueño de casa.

    - ¿Qué rayos? Por favor si no es un bebé, debe de haber ido al baño.

    -Conociéndolo debe estar en cualquier lado menos en el baño.

    - La puerta tiene llave, así que no ha salido del departamento.

    -Pero sensei... búsquelo así partimos el pastel.

    Con un gruñido Akihiko se levantó y subió al segundo piso para buscar al editor.

    - Kisa -dijo al llegar al segundo piso y abriendo puertas- Kisa, baja, vamos a comer el pastel...

    El editor por su parte se encontraba hecho bolita en un rincón de la habitación de Misaki.

    Cuando entró a la habitación de Misaki logró ver al editor. Muy extrañado al encontrarlo así se le acercó y lo tomó del hombro.

    -Kisa, ¿qué pasa? ¿qué haces aquí?

    -Nada... solo quería estar un rato a solas. -dijo abrazando sus piernas, temblando un poco.

    - ¿Porqué? ¿Qué pasa? -dijo sentándose a un lado de Kisa, sin mirarlo.

    -Nada... en un rato bajo... ahora debería cambiarme ¿no? -dijo desganado mirando de lado al suelo.

    - ¿Qué pasa? -repitió de nuevo el escritor.

    -No es nada, no se preocupe. -sonrió el editor.

    - Si no fuera nada, no estuvieras aquí, ¿verdad? -dijo el escritor-.

    -Es que no quería que me vieran así.

    - Pues ya te vi así. ¿Qué ocurre?

    -¿Cuando me vio así?

    - Te estoy viendo en estos momentos. ¿Me dirás o te obligo?

    -No creo que me obligue. -dijo tranquilo levantándose del lugar.

    - En verdad no quiero recurrir a obligarte pero si así he de hacerlo, lo haré. Tú decides.

    -Lo seguiré diciendo, usted no es esa clase de persona que obliga a otros.

    Akihiko sonrió malignamente.

    - ¿En verdad crees eso de mi? Qué lindo.

    Tomó las muñecas de Kisa y lo lanzó a la cama, posicionándose encima de él.

    - Ultima oportunidad

    -Oiga, ¿qué cree hace? -dijo empujando al albino.

    Por supuesto, el novelista era más fuerte.

    - ¿Me dirás o te obligo?

    -Decirle qué si no tengo nada. -intentando salir de la jaula de brazos. -Bien, denme unos segundos y me cambio sensei. -dijo Kisa haciendo a un lado al escritor, como pudo.

    El novelista lo volvió a acorralar y comenzó a besarle el cuello.

    - Me dices o te obligo, así es la cosa.

    -Sensei... no creo que esa sea la manera... y le dije que no tenemos nada de que hablar. -refutó el editor sonrojado.

    - Esta es la manera -dijo el escritor bajando poco a poco por el pecho del editor y lamiendo sus pezones, reteniendo fuertemente sus muñecas.

    -Mmm... sensei... déjeme... nos esperan...

    - Te aseguro que están muy bien entretenidos abajo.

    Abajo, Misaki le mostraba a Yukina su colección de videojuegos.

    -Valla tiene bastantes Takahashi-san. -dijo el rubio ya vestido gracias al cambio de ropa y admirando los videos juegos.

    - Sí, ¿quiere que juguemos alguno mientras ellos bajan?

    -Me parece excelente idea, de verdad Shouta-san parece un niño cuando se esconde. -dijo Kou agarrando uno de los cartuchos.

    Misaki y Yukina se sentaron a jugar el videojuego que Yukina había escogido.

    Y en la parte de arriba, el escritor seguía acariciando al editor que se negaba a hablar.

    -Sensei...deténgase... mmm no tengo... nada mmm... -decía Shouta que se iba excitando por las caricias.

    - Mentiroso.

    Seguro de que el editor ya no podía huir, lo soltó poco a poco para ir acariciando su cintura y abdomen, y su cara bajaba hacia la entrepierna del menor.

    -No miento.... ummnn... -dijo sonrojado y removiendo las piernas para ocultar tu parte baja.

    - Entonces ¿qué pretendías? ¿que nos quedáramos solos?

    Suave pero firmemente separó las piernas de Kisa.

    -No claro... que no... no piense así... de mí... -dijo Kisa con cara casi llorosa.

    - ¿Entonces...?

    La boca del mayor comenzó a rodear el miembro del editor con suaves besos y pequeñas lamidas mientras una de sus manos masajeaba sus nalgas.

    -Mmm... no... d-déjeme... -decía entre gemidos el editor, intentando inútilmente apartar el rostro del escritor de su hombría.

    Akihiko omitió sus quejidos y siguió saboreando ese miembro. Bajó poco a poco su rostro y lamió y besó los testículos mientras que su mano libre se encargaba de jalar el pene para no dejarlo desatendido. La mano restante seguía en las nalgas.

    -Ahhh... mmm...sensei... basta... ahhh... déjeme... -dijo retorciéndose y arqueando un poco la espalda

    - ¿Que te deje? Si me dices lo que tenías... Lo haré...

    El mayor siguió con su trabajo solo que ahora lamía el pene, su mano jugaba con los testículos y la otra ya hurgaba entre las nalgas de Kisa, acariciando la entrada.

    -Pero... no es nada... solo estaba... ahhh.... -apenas podía articular la oración debido a su excitación.

    - Solo estabas... -incitó el escritor, aun acariciándolo de la misma manera solo que ahora amenazaba con meter su dedo.

    -Mmm.. deprimido... ahh... d-déjeme... ir... lo prometió....

    - ¿Por qué estabas deprimido?

    Comenzó a acariciar la entrada con la yema de su dedo, como preparándose para meterlo en cualquier momento.

    -Ahh... basta... sensei... lo prometió... déjeme... -dijo retorciéndose ante las caricias del editor.

    - Lo prometí, siempre y cuando me dijeras la verdad... y aun no me lo has dicho...

    Comenzó a bajar su cara hacia la entrada del chico y comenzó a lamerla.

    -Ahh...no... uhh... d-deténgase... yo... ahh... b-basta... -lloriqueó un encendido editor.

    - ¿En verdad quieres que lo deje? Si ya estás así...

    -N-No... digo si... déjeme... por favor... -pidió sonrojado y con una pequeñas lagrimas en los ojos, sujetando con sus manos temblorosas el pelo plateado del escritor.

    - ¿Estás seguro...? -pasó su lengua por toda la entrada- Si tu cuerpo me está pidiendo más...

    -P-Por favor... -imploró Kisa con los ojos llorosos debido al placer, intentando bajar la falda que aun tenia puesta. -Sensei... déjeme... ahh...

    - Está bien, te dejaré.

    Dicho esto, Akihiko se apartó del cuerpo de Kisa y tomó unos bóxers, unos pantalones y una toalla.

    -¿Q-Qué hará... ahhh Usami-sama? -preguntó Kisa recostándose y observando lo que hacia Akihiko.

    - Me iré a dar un baño -dijo sin mirar a Kisa- eres libre de hacerlo también.

    -¿Me podría llevar? -preguntó tomándolo de un brazo, aun con los ojos medio perdidos en la belleza del albino.

    - Está bien -Akihiko cargó a Kisa hasta la puerta del baño y lo dejó ahí-. Puedes tomar una ducha primero, si así lo quieres.

    -No me deje solo... -dijo abrazando la cintura del novelista. -No me dejes... quiero estar contigo... -dijo inconscientemente, jalándolo a su lado. -No te enojes...

    Akihiko guardó silencio unos momentos mirando a Kisa desde arriba.

    - ¿Qué cosas dices? Si creí que querías que te dejara en paz.

    La voz de un Akihiko serio era grave, y dura, y sensual...

    -No quiero que me abandones... quédate a mi lado... -imploró desviando sus ojos al suelo.

    Akihiko miró a Kisa unos segundos y luego lo metió a la regadera -cerrando la puerta del baño con seguro- y le comenzó a besar el cuello mientras abría la llave en agua tibia.

    -Mmm... esta... tibia... -suspiró el editor, abrazando el cuerpo del novelista y dejando que el agua lo empapara.

    El novelista siguió bajando por el cuello del editor hasta llegar a sus pezones, los cuales lamió y mordió suavemente. Sin esperar a nada se arrodilló frente al pelinegro y se apoderó de su hombría para meterla rápidamente a su boca.

    Kisa se estremeció y se encorvó hacia adelante, sujetándose de los hombros del mayor y lo miraba con el rostro sonrojado.

    -Ahhmm... no me dejes... ummm... acaríciame... por favor...

    Animado por estas palabras, el escritor siguió masturbando a Kisa con su boca. Sus manos comenzaron a viajar por los muslos y piernas del pelinegro y uno de sus dedos fue a parar en la entrada, haciendo presión suavemente notando que aun estaba un poco dilatado.


    -Umm... no... ahí no... -dijo sosteniéndose de la pared y jadeando, mientras miraba al novelista con ojos deseosos. Su cuerpo se deslizaba por la pared de arriba a abajo con la esperanza de sentir algo mas, que esas lamidas.

    Al sentir los movimientos de Kisa, Akihiko succionó el pene del editor y luego besó el glande para darle una suave y lenta lamida. Con gusto ya sentía el líquido preseminal, y mientras seguía lamiendo metió dos dedos y comenzó a golpear la próstata del chico.

    -Me... voy a venir... ahh no haga eso... umm... mas... mas.... -dijo Kisa moviendose al compas de los dedos del novelista que jugueteaban en su interior, quería esas frías manos lo tocaran y lo hicieran sentir bien, mejor... de todo, quería sentirlo a él.

    Akihiko metió sus dedos más profundo y comenzó a darles vuelta y a abrirlos en forma de tijeras succionando el glande del chico para que pudiera venirse de la forma que ansiaba.

    -Umm... n-no... ahh... me voy... ahh... -sin poder contenerse mas el editor eyaculó dentro de la boca del novelista y a pesar de que este lo seguía tocando en su entrada, su cuerpo calló encima de Akihiko al no poder aguantar de pie, por el orgasmo reciente.

    Akihiko saboreó el semen de Kisa como si fuera una clase de miel. Apenas terminó de beberlo, sujetó al editor por la cintura y lo elevó, apoyándolo en la pared y haciendo que pasara sus piernas por su cadera y sus brazos por sus hombros para que se sujetara.

    Después de esto, comenzó a pasar la punta de su pene por la entrada del editor lentamente, como jugando.

    -Ahh... siga... siga... -dijo Shouta, besando con pasión al novelista mientras movía las caderas para rozar su hombría contra la otra.

    El novelista correspondió al beso de forma apasionada, aun jugando con la punta de su palpitante miembro en la entrada de Kisa.

    - Umm... mmm... Vaya que estás muy ansioso… -decía el novelista entre besos-.

    -¿Ansioso?... ahhmm... acaso... -dijo separándose el editor y pegándose contra la pared para mostrarle su húmeda entrada mientras se restregaba contra la pared para masturbarse. -Umm... ¿no me... ahhh desea? -preguntó haciendo un puchero.

    Se acercó al oído de Kisa y comenzó a morderlo y lamerlo suavemente al tiempo que comenzaba a meter su miembro dentro del editor.

    - ¿Qué dices...? Claro que... te deseo...

    Shouta se estremeció el solo hecho de oír aquella voz tan sensual y provocativa en su oido, y moviendo un poco las caderas, apuro la penetración, gimiendo contra la pared y dejando que el vaho nublara un par de azulejos.

    -¿Soy ah... deseable?

    Akihiko soltó un gruñido al sentirse aun más adentro de ese lugar. Con una fuerte embestida entró completamente en el editor.

    - Hmm... No solo eres deseable... eres comible... y seductor... -dio otra embestida- . Increíblemente irresistible...

    -Umnn... ¿eso.. cree? -preguntó con lagrimas en los ojos y con la cabeza apoyada en el torso del otro.

    - El Gran Usami Akihiko nunca da halagos -dijo mientras comenzaba con las embestidas- solo... dice la verdad...

    -Ah... mas.. rápido uhh... Akihiko-sama... -gemía el editor al compas de los embistes, restregándose contra la pared.

    Akihiko aumentó la velocidad de sus embestidas, lamiendo la nuca de Kisa y besando y mordiendo sus hombros; comenzó a masturbar al editor rápidamente.

    -UUmmm... ahh... todo... no... Usami-sama... -imploró Kisa en vano porque de verdad deseaba eso y mas.

    Sin obedecer a Kisa, siguió masturbándolo y con la otra mano se encargó de acariciar los pezones. Con cada embestida sentía que el editor lo iba succionando más y más, y su miembro palpitaba debido a la excitación:

    - Umm... nght... d-de verdad... estás tan ansioso...

    -Usami... sama... al otro lado ahhh... -dijo moviendose involuntariamente para que lo tocara en ese punto en especial, donde se perdía en el mar de la lujuria y apretaba la mano del novelista para lo masturbara con mas fuerza, gimiéndole en la boca de este.

    - Hmmm... ¿ahí? -dijo moviéndose de forma brusca intentando golpear ese punto especial en Kisa. Mientras lo hacía volvió a buscar el cuello del pelinegro como si se tratase de alguna droga y comenzó a lamerlo, para luego subir a su oreja y gemirle mientras se la mordía y lamía.

    -S-Si... ahí ahí... mas mas ahh... -dijo desesperado por sentirlo en ese punto, moviendo su cuerpo al compas del otro y apresando entre sus manos con las del mayor su hombría. De verdad estaba gimiendo como una perra en celo y no hacia nada para evitarlo.

    - Ahh... -gimió al sentir una succión de parte de Kisa- mírate nada más como estás... En verdad que eres insaciable... -le gruñó al oído- Estás todo mojado y sucio, tu ano me está comiendo...

    Mientras decía todas esas palabras, aceleró sus movimientos dentro de esas ardientes entrañas.

    -Y usted... también es un ahh... pervertido... no deja... ummm de tocarme... y de penétrame... además... -no lograba terminar la frase porque la excitación lo hacia gemir de forma descontrolada, no podía aguantar mucho mas si seguían así. -Ahh... no... más...

    - ¿Además...?

    El escritor tampoco creía que fuera a soportar mucho, pero le encantaba escuchar esa vocecita mientras intentaba completar frases. Siguió golpeando ese lugar y sintiendo como su miembro palpitaba, no iba a soportar mucho más...

    Kisa gemía descontroladamente y se aferraba a la pared, mirando de reojo al novelista con el rostro bañado en agua y lagrimas.

    -M-Me voy a... mas... fuerte...

    Sin reprimirse el escritor sujetó a Kisa del cabello y lo jaló, haciendo que hiciera su cabeza hacia atrás. Siguió penetrándolo de la misma manera mientras atacaba sus labios sin piedad.

    Un poco más... ¿por qué mierdas no podía correrse? ¡¿Qué le faltaba?!

    -Mmm... ¿qué ahh... sucede mm..? -preguntó entre besos el editor apresando en su interior la hombría de Akihiko, dejándose llevar por el momento y sabiendo que pronto se vendría aunque no quisiera.

    - Hmm nada... tú... sigue...

    Siguió penetrando al chico. Había algo que faltaba para que pudiera terminar, solo que no sabía que, a pesar de que el chico lo apresaba en su interior faltaba algo.. algo...

    -¿No... le gusto? -preguntó restregando las manos del mayor en su cuerpo, apretando su entrada para que el miembro del otro no saliera de él.

    - Nght... claro que sí -admitió, aunque no quiso decir lo demás. Le gustaba pero... solo eso.

    Al notar que ya no pudo salir del interior de Kisa soltó un gruñido y comenzó a temblar. Cerró los ojos y se acercó al oído de Kisa y lo comenzó a morder y besarlo.

    - De hecho... eres muy lindo...

    Y de la nada sin previo aviso, su semen comenzó a salir poco a poco, haciendo que viera hasta estrellas.

    -Eso... lo ahhh dicen todos... me esta... ensuciando... Usami-sama... -dijo entre jadeos el editor, mientras él mismo manchaba con su esencia las manos del escritor.

    - Aahh.. haa...

    Akihiko terminó de correrse dentro de Kisa mientras recibía el semen de éste y lo esparcía en toda su mano, sintiendo la textura y lo caliente que estaba.

    -Es... caliente... -suspiró recargándose contra el cuerpo del mayor después del orgasmo sufrido. -L-Lo siento... lo mojé mucho...

    Akihiko sostuvo a Kisa del vientre para que no se cayera y lamió su mano.

    - Está bien, yo también te ensucié bastante...

    - Entonces, ¿te fuiste tu solo para que pudiéramos hacer esto...?

    -No piense.. así de mí... me gusta su rostro... pero todos me creen que soy así...

    - Claro que no pienso eso de ti... -dijo besándole el cuello- solo se me hace un poco extraño... Y me agrada que mi rostro te guste.

    -¿Extraño?... Mmm ¿en qué sentido? -murmuró degustando los besos que Akihiko le daba a lo largo de su cuerpo.

    - Simplemente eres extraño... -le murmuró aun dándole pequeños besos- y lo dice el Gran Usami Akihiko.

    -Sabe sensei... usted también lo es... -susurró divertido el editor.

    - ¿Yo extraño? Claro que no, si soy de lo más normal.

    -Si... es extraño... no importa... lamento haberlo importunado con mi presencia pero déjeme decirle que pase un buen rato.

    - No te preocupes -rió Akihiko- no fue ninguna molestia, yo también pasé un buen rato.

    -Sensei... ¿le puedo dar mi agradecimiento? -preguntó con cierta timidez el azabache.

    - ¿Agradecerme...? ¿Por qué?

    -Por... por soportarme. -dijo mas apenado

    Una ligera aura negra rodeó al mayor.

    - En lugar de agradecerme deberías pedir perdón. ¿Crees que en verdad fue gracioso dejarnos amarrados a esos "tentáculos"? No imaginas lo mucho que a tu novio le gusta clavarla profundo.

    -L-Lo siento... de verdad lo siento Usami-sama. -reverenció asustado por el aura negra que salía del cuerpo del mayor. -Déjeme compensarlo por favor.

    - ¿Compensarme? ¿Cómo?

    -De esta forma. -dijo agachándose, con suaves caricias comenzó a lamer la hombría del escritor.

    Akihiko intentó apartarse pero se vio detenido por la pared y el mismo Kisa. Sin querer comenzó a estremecerse.

    -Déjeme... compensarlo... sensei... -dijo tragándose ese trozo de carne, degustándolo hasta el fondo de su garganta. Sabía bien para ser la primera vez que lo probaba, dulce era la palabra.

    - Nmm... hgg...

    Sin poder evitarlo el novelista comenzó a cerrar sus ojos dejándose llevar por el placer que le causaba la boca del editor. Bien, Misaki nunca había hecho eso, no tenía nada de malo disfrutarlo esta vez.

    Comenzó a mover suavemente sus caderas mientras acariciaba el cabello de Kisa.

    -¿Le gusta? -preguntó Kisa excitado al escuchar los suaves suspiros y los incentivos que este le daba. Con su lengua acariciaba de arriba a abajo, chupando la punta como si de un dulce se tratara y dicho sea de paso acariciaba los testículos con la lengua cada vez que llegaba a la base.

    - Hmm... n-no puedo negar que ahh... lo estoy disfrutando... hmmm no lo haces nada... mal...

    Movió sus caderas un poco más rápido buscando más contacto y sujetó el cabello del chico para indicarle un ritmo.

    Shouta continuó lamiendo y dándole el oral como el mayor lo deseaba, y para darle más gustos con su mano jugueteó en la entrada de Akihiko, provocando que se estremeciera más y que lo ahogara con su palpitante órgano.

    - O-oi... -jadeó mientras su rostro se ponía rojo- ¿q-qué crees que... estás haciendo...?

    -Shh... solo déjese lleva. -dijo continuando su trabajo, introduciendo otro dedo para abrirlo, jugarlo de tijeras y toda forma geométrica posible. Mientras su boca se encargaba de la hombría de este y una de las manos en la entrada, la otra que tenía libre la colocó sobre su propio miembro y lo fue estimulando lentamente.

    Akihiko aún se reprimía a esa sensación. No es que no le gustara sino que no estaba acostumbrado, pero poco a poco fue cediendo al placer que el editor le estaba dando y movió sus caderas no solo para sentir su miembro más dentro de aquella boca sino también para enterrar esos juguetones dedos más profundo.

    -Ahora... quien es el.... ansioso... -comentó divertido metiendo el tercero de los dedos, mordiendo a su vez los testículos del mayor.

    Esa mordida hizo que se estremeciera y se sacudiera un poco en la pared. No se sintió con ánimos de replicarle al editor así que solo se dedicó a disfrutar.

    -¿Lo hago... bien mmm... Usami-sama? -preguntó entre gemidos eróticos el pequeño doncella.

    - Ah... s-sí... -jadeó el Usami mientras bajaba un poco el rostro- lo haces... m-muy bien...

    -Me alegro... -dijo reanudando su labor y penetrando lo más profundo que podía con los dedos.

    - Ahh... ah e-espera... si sigues así... no creo que yo... basta...

    Sintió que su miembro comenzó a palpitar y le dolía un poco. No podía creer que estuviera tan excitado después de todas las veces que se había corrido.

    Ignorando las quejas, Shouta apresuró su labor y a la vez aceleró su masturbación necesitaba correrse nuevamente, la cara del novelista lo calentó más de lo que había pensado.

    - Hmm... n-no... oi... y-ya no...

    El escritor se mordió los labios pero eso no evitó que soltara un gemido grave al terminar en la boca del editor al momento de que apresaba los dedos dentro de sí.

    -Mmm... ahh... dulce... -dijo lamiéndose los labios luego de haber tragado todo, siguiendo con la penetración y con su auto estimulación.

    - Hmm... o-oye... ¿q-qué estás... haciendo...? -dijo Akihiko entre confundido y excitado al sentir los dedos del editor aun dentro de él.

    -Le dije... ahh... que lo... umnn... recompensaría... -dijo excitado Kisa siguiendo con su trabajo, mientras acariciaba con su rostro el miembro de Usami.

    Akihiko se estremeció y más al sentir que su miembro de nuevo se comenzaba a poner duro. Sus rodillas ya no soportaron y cayó al suelo de la ducha quedando frente al editor.

    -Mmm... ¿hice... algo mal? -dijo acercandose para aumentar el roce de ambos órganos, mientras le lamia los pezones y mordisqueaba el blanco cuello que el mayor le ofrecía.

    Akihiko ya no respondió, solo se quedó disfrutando de los mimos que el pelinegro le iba dando en su cuerpo. Mientras era mimado pasó su mano por la cintura del editor en un intento de acercar más sus cuerpos.

    -Ansioso... señor conejito... -dijo divertido y encendido, mientras continuaba con sus caricias. -Usami-sama… m-me quiero... ya sabe... -dijo la verdad, su cuerpo le estaba cobrando su perversidad y necesitaba venirse nuevamente.

    Con el rostro rojo y los ojos brillándole de excitación, bajó su mano y comenzó a acariciar y apretar el miembro de Kisa, intentando ayudarle a que se corriera.

    -Amm... espere... no se... ahh... moleste... yo puedo... -comentó apretando con fuerza su propia hombría y acariciando con la misma intensidad la de su compañero.

    Su espalda se arqueó y comenzó a temblar levemente. Se negó a obedecer a Kisa y siguió masturbándolo de la misma forma, acelerando un poco sus movimientos.

    -Sensei... umnn... no.. por favor... -suplicó Kisa mordiéndose los labios y temblando, sin poder contenerse alejó la mano del novelista y volvió a engullir con su boca al mayor. Naturalmente antes de hacerlo le pidió disculpas con la mirada.

    Akihiko se retorció ante esto. Ya no tenía fuerzas y su rostro estaba más que rojo, sus ojos reflejaban pura lujuria y brillaban ante esta, se mordía los labios para evitar gemir pero aun así una ligera línea de saliva escurría de su boca.

    El editor doncella, lamió los labios del otro para limpiar ese rastro de saliva recién formada y comenzó a restregarse aun mas entre los dedos y contra el cuerpo tibio del mayor.

    - Hmm... ¿q-qué estás... intentando... hacer...? -dijo entre gemidos e intentando mirar al editor a pesar del placer.

    -Co... Correrme... -respondió el editor volviendo a chupar con seducción el miembro de este y a tocarse a él mismo.

    - Ummgg...

    Akihiko movió un poco sus caderas y se estremeció ante los toques de las delicados manos de Kisa,

    El pequeño continuo así por unos minutos más hasta que se corrió pero eso no detuvo ninguno de los dos movimientos, siguiendo engullendo el miembro del novelista y estimulándose de nuevo a él mismo. Su cuerpo se ponía mas caliente de lo que había pensado y temblaba demasiado, a duras penas lograba continuar con el oral como era debido.

    Akihiko no creía que pudiera soportar más, su cuerpo se estremecía y sentía que su temperatura aumentaba gradualmente, además... algo curioso le pasaba a su ano...

    -Sensei... ahhh.. ¿se umm... encuentra... ahhh bien? -preguntó entre gemidos el menor sin dejar de hacer lo que hacía.

    - S-sí... -respondió con algo de dificultad debido a sus gemidos y a la creciente lujuria que lo iba llenando nuevamente.

    -No parece... -suspiró lamiendo la punta y apretando con suavidad el glande.

    - Umm...

    Movió su cadera al compás de los movimientos de Kisa, sintiendo que su cuerpo vibrada ante cada caricia.

    El pequeño se detuvo y miró al mayor, apretando la punta de este.

    El mayor se estremeció y miró a Kisa a los ojos.

    -¿Sensei?... -dijo Kisa abrazando al novelista y entrelazando sus piernas con las del otro.

    El escritor correspondió al abrazo.

    - ¿Sí...? -murmuró un poco extrañado ante la actitud del editor.

    -¿Me... quiere?

    El novelista miró bastante extrañado al editor.

    - ¿Qué quieres decir con eso?

    -Nada... -respondió ocultando su rostro en el torso del mayor y abrazándolo con fuerza.

    Aún un poco extrañado correspondió al abrazo, mirando al editor e intentando descifrar sus gestos.

    Silencioso mantuvo el gesto y por lo cansado que estaba comenzó a cabecear en el regazo del novelista y susurró por lo bajo lo siguiente.

    -Suave... conejito... Twinkle-san...

    Akihiko no pudo evitar reír y abrazar un poco más a Kisa. Sintió que comenzaba a cabecear y se dejó estar así unos momentos, disfrutando del agua y el calor del cuerpo del editor.

    Shouta esta perdiendo entre sus sueños y s diciendo incoherencias, solo que se recostaba contra el otro cuerpo y se sentaba de forma más cómoda.

    -Umm... no mas... sensei...

    El novelista rió suavemente y apoyó su cabeza en el hombro del editor.

    - ¿Qué estarás soñando, Kisa?

    -Mmm... basta... Takano-san... es demasiado... -dijo sin terminar y hablando cada vez mas bajo y mas relajado.

    Eso extrañó a Akihiko. ¿Takano-san? ¿Ese editor con el que había tenido algo de "inspiración"? ¿Y por qué Kisa...?

    Una idea llenó su mente y comenzó a sonreír de forma malévola. Una vez con su plan ideado comenzó a mover suavemente a Kisa.

    - Kisa, despierta, nos están esperando abajo...

    -Mmm... no... déjame... Tori... -poniendo cara de molestia y acunándose más en el pecho del mayor.

    Pobre Kisa, no sabía que con eso ponía a trabajar la imaginación torcida del escritor.

    - Kisa, despierta. Yukina te espera abajo.

    -Mm... quiero dormir... Akihiko-sama... -dijo mas coherente el mencionado, abrazando con una sonrisa el cuerpo del otro.

    Correspondió un poco el abrazo pero volvió a mover a Kisa.

    - Lo sé, pero los dos niños quieren comer pastel y nos están esperando.

    -¿Pastel?... ya comí...

    - Ellos no y quieren que comamos todos juntos. Así que arriba.

    -Cárgueme... tengo sueño Aki-chan... -dijo infantilmente el editor.

    - Al menos vístete -dijo el escritor algo cansado, pues él también había tenido mucha acción.

    -Malo... -dijo restregándose los ojos y sentándose sobre el otro.

    - Anda, vamos. Además no creo que a Yukina le agrade el verme bajar contigo en brazos

    -Sí... -dijo medio dormido y parándose entre tambaleos.

    Akihiko también se levantó y le ofreció ropa a Kisa -mejor dicho tuvo que ayudarlo a vestirse- y él solo se puso unos pantalones, sin ropa interior abajo. Ya listos, ambos bajaron para encontrarse a Misaki y a Yukina jugando videojuegos: Misaki reía mientras que Yukina lucía... no tan contento.

    Kisa bajaba tambaleándose y casi se cae.

    -Kou...

    -Shouta-san, Usami-sensei al fin... se tardaron mucho.

    - Sí, digamos que Kisa no se esconde fácil -rió Akihiko-

    - Al menos se entretuvieron -rió Misaki- Yukina-san es mal perdedor.

    Kisa agotado se dejó caer sobre los dos jugadores y los abrazó medio dormido.

    -No me dejen...

    Misaki miró un poco extrañado a Kisa.

    - ¿Kisa-san? ¿Se encuentra bien?

    -Shouta-san... no te dejaré... -dijo acompañando en el abrazo, esto hizo sonreír al editor.

    -No... ya no más... muchos dibujos... -susurró el editor sobre ambos universitarios. -Quédense...

    Misaki miró extrañado al editor.

    - Pero Kisa-san... aquí estamos... no sé que quiere decir...

    -Solo... no me dejen... -susurró muy bajito el editor, acomodándose entre ambos jovenes.

    -No se preocupe Takahashi-san, es algo de él. -dijo tranquilo el rubio.

    Misaki muy extrañado tomó la mano de Kisa y le sonrió nerviosamente.

    - Kisa-san, está aquí con nosotros, estamos juntos. ¿Cuál es el problema?

    -En serio no se preocupen, además lo dice cuando esta dormido yo creo que se debe al trabajo. -siguió Kou mimando los cabellos húmedos de Kisa.

    - Tal vez... -dijo el Usami mientras se levantaba a poner agua para el café- comenzó a murmurar algo sobre un al "Twinkle" y "Takano-san y Hatori-san"

    -Je je, Twinkle es la mascota del departamento Emerald y Takano-san y Hatori-san son sus compañeros de trabajo, uno es el editor en jefe y el otro es el subjefe. -explicó divertido.

    - Oh, ya veo -dijo el Usami antes de guardar silencio-.

    -¿Dije algo malo? -preguntó curioso.

    Misaki sonrió ilusionado.

    - ¿En serio? ¿Del departamento Emerald de shojo?

    -Oh si, pensé que Kisa-san te lo había mencionado. -comentó Kou distraídamente mientras estudiaba las facciones del albino.

    Misaki rió.

    - Yo trabajo en el departamento de shonen, apenas soy aprendiz.

    -¿En serio? Entonces debe conocer a Kirishima-san y a Ijuuin-sensei. -comentó emocionado el rubio. Entre los brazos del universitario estaba el editor, abrazándolo y diciendo algunas incoherencias inaudibles.

    - Sí, Kirishima-san es estricto pero buena persona, e Ijuuin-sensei es mi ídolo -dijo con ojos brillantes-.

    -Mmm... rosas... -susurró el dormido.

    -Je je... ah Usami-sensei, usted también conoció a Ijuuin-sensei... en su opinión cómo es él.

    - Es un tipo que no es de confiar -dijo un poco malhumorado-.

    - A Usagi-san no le agrada Ijuuin-sensei -dijo Misaki riendo-.

    -Oh ya veo... perdone no lo sabía. -se disculpó inclinando la cabeza ante el novelista.

    - No se preocupe Yukina-san, es solo que Usagi-san se pone así con la pura mención del Sensei. Pero Ijuuin-sensei es una buena persona que le preocupan las opiniones de sus fans.

    -Eso es verdad, ya que yo mismo estuve ayudando en una de las sesiones de autógrafos. -comentó alegremente.

    - ¿Verdad que sí? -dijo emocionado- ¡¡Y es tan apuesto y genial!!

    -Es cierto es envidiable y debo decir que Kirishima-san también tiene su encanto.

    - ¡Sí! Kirishima-san tiene un aura extraña pero atrayente, y es muy apuesto... en verdad que sí, quisiera ser como ellos...

    -Quien no... -comentó ensoñando también con el castaño.

    Un aura negra los rodeó. Akihiko estaba detrás de ellos, mirándolos de forma horrible.

    -Usami-sensei ¿le sucede algo?

    -N-No... oso malo... -dijo Kisa temblando levemente.

    - ...

    - K-Kisa-san está murmurando algo... -dijo Misaki intentando salvar la situación.

    -Sálvame... -susurró temblando de miedo el editor, eso si que extrañó a Kou y ni que decir a los demás.

    - No... ¿no deberíamos despertarlo....? -dijo Misaki preocupado.

    -No se... duerme muy poco cuando estamos a solas. -dijo Kou sintiendo lastima y acunándolo en su pecho.

    - Pero... si sigue teniendo pesadillas no creo que eso sea bueno... -murmuró-.

    -Es probable... -susurró sintiendo como el pequeño cuerpo temblaba de a ratos.

    - Mejor despertarlo -dijo Misaki comenzando a mover suavemente a Kisa.

    -Mmm... n-no... suélteme... -dijo abrazándose mas al rubio.

    -Shouta-san... despierte. -dijo el rubio mimándole la cabeza.

    - "Suélteme"... ¿será por lo de aquél hombre? -se dijo Misaki mientras volvía a mover a Kisa.

    -¿Qué hombre? -preguntó intrigado.

    Misaki no respondió, solo siguió moviendo a Kisa. Tal vez ese hombre en verdad había asustado a Kisa.

    -Takahashi-san... ¿sucedió algo? -insistió.

    -Ayúdame... -susurró muy bajito el editor, sería un milagro si alguno de ellos lo hubiera escuchado susurrar de forma tan lastimera.

    Misaki comenzaba a asustarse, de tal manera que importándole muy poco que estuviera en el pecho de Yukina, lo tomó por los hombros y comenzó a zarandearlo.

    - ¡¡Kisa-san!! ¡Despierte!

    -¿Mmm... Rit-chan? -susurró confundido entreabriendo los ojos marrones, estaba medio dormido y aun no recordaba dónde se hallaba.

    - No -dijo Misaki extrañado- soy Misaki...

    -¿Misaki?... –dijo confundido y luego tras pestañear varias veces, logró enfocar el rostro del menor. -Mi-chan, ¿por qué estas pálido?

    - Kisa-san, me has pegado un buen susto -suspiró- ¿con qué estabas soñando?

    -Mmm... con varias cosas... me da miedo ese oso. -dijo mas para si mismo que para el castaño.

    -¿Sucedió algo? -dijo preocupado Kou.

    - Ah... nada en especial -dijo Misaki intentando sonreír a Yukina-.

    - Misaki -intervino Akihiko-. Ha sido ese hombre, ¿verdad?

    - ¿Eh? N-no...

    - ¡No mientas!

    -¿Hombre? -dijo confundido Kou, mirando a ellos.

    - Un hombre que vive en este edificio -dijo Akihiko mirando a Yukina- no sé exactamente donde pero ha tenido varias quejas de los vecinos... que ese tipo sigue a sus hijas y se las come con la mirada... pero ninguno ha podido presentar pruebas así que...

    -Pero... ¿acaso les hizo algo? -dijo mas preocupado y mirando a los ukes.

    Kisa no sentía deseos de responder, pero haciendo un esfuerzo solo dijo:

    -No pasó nada... es mas ni sabía quien era ese tipo, pensé que era alguien de afuera del edificio.

    - Kisa-san, di la verdad -dijo Misaki bajando la mirada- solo... nos habló y... nos miraba... tenía... intenciones de acompañarnos a... por el pastel...

    -Al final no pasó nada... igualmente yo tenía miedo por otra cosa diferente. -desvió Kisa.

    - Misaki -dijo Akihiko ya furioso, pero no por culpa de los ukes-, será mejor que me lleves a dónde ese hombre, esto ya fue demasiado...

    -Espere Usami-sensei, no es necesario déjelo pasar no se enoje por algo que no vale la pena. -dijo Kisa reteniendo a Akihiko nervioso del aura negra que emanaba de este.

    El Usami, aun enfadado decidió intentar calmarse.

    - Pero que no se me cruce o lo dejo sin dientes.

    -Sensei... no se enoje mas, comprendo lo que siente pero no se altere por favor. -pidió Yukina amablemente.

    Akihiko soltó un bufido y se dejó caer en la silla, pero de tal forma que con el codo golpeó un plato que tenía algo de pastel provocando que éste volara y le cayera en la cara.

    Los eróticos miraron el pequeño desliz del novelista y no pudieron evitar y echarse a reír a carcajadas limpias.

    Misaki también se atacó de risa, y más aún al ver la cara del novelista debajo de todo el pastel.
    Al ver a sus compañeros reír, Akihiko no pudo evitar sonreír ante su propio accidente.

    -Conejo... jaja conejo sucio. -dijo entre risotadas el editor sosteniéndose de Kou para no caer al suelo de la risa.

    - ¿Sucio yo? No lo creo -sonrió el escritor antes de lanzar un pedazo de pastel dirigido a Kisa, pero ante los movimientos le cayó a Yukina en el pecho.

    -Puf jajaja... mala puntería -rió Kisa más fuerte viendo la cara de asombro de su novio sucio por el pastel.

    -Shouta-san... sensei tendrá mala puntería pero yo la tengo perfecta. -aseguró agarrando un trozo y ensuciando la cabellera húmeda del editor.

    Misaki se había alejado un poco de la lucha y reía a carcajadas al ver a los eróticos luchar y al Usami simplemente lanzarles pastel a diestra y siniestra, viendo a quien le atinaba.

    -Kou... hora de jugar sucio, se nos escapó una presa.

    -A la orden Shouta-san. -secundó Kou tirándole un pedazo a Misaki en plena cara.

    Los eróticos se mataron de la risa al ver el rostro del universitario manchado hasta la corona.

    Akihiko no pudo evitar soltar una carcajada -sorprendiendo a Misaki- así que el estudiante casi corrió hacia la cocina, tomó los botes de crema batida que habían comprado y corrió para bañarlos a todos con el dulce.

    -Cuerpo a tierra. -dijo divertido el editor, para esquivar los ataques del castaño.

    - ¡¡Como si fuera a fallar!! -dijo Misaki riendo y lanzando el dulce a diestra y siniestra.

    -Usami-sensei, ya sabe que hacer. -dijo Kou refugiándose detrás de uno de los sillones rosados.

    - ¿Porqué no lo haces tú? -dijo entre risas e intentando quitarse pedazos de pastel de los ojos.
    (oi, se me desapareció el enlace... ¿podrías...?)

    -Porque yo no soy usted. -respondió Kou de forma cómplice.

    Akihiko suspiró, y luego de darse un último manotazo en los ojos, se levantó y sujetó a Misaki de los brazos y la cintura justo en el momento en que éste bañaba a Kisa con la crema.

    -Buaaa... Mi-chan me ensució. -lloriqueó el editor con tono infantil.

    - Oi Misaki... eso es malo -rió el novelista- Ahora tendrás que limpiar a Kisa...

    Misaki miró extrañado al escritor y luego a Kisa, respectivamente.

    -Y no solo a Shouta-san, si no también a Usami-sensei y a mí. -dijo Kou con una sonrisa un tanto malvada pero que gracias a sus agraciadas facciones no se notaba.

    Al encontrarse fuertemente sujetado por el novelista, Misaki no pudo hacer nada mas que mirar extrañado a los 3 hombres. ¿Por qué razón sus miradas le causaban escalofríos...?

    -¡Kou... snif snif... Mi-chan me ensució! -lloró Kisa abrazando al mencionado y mirando con algo de picardía a los otros dos

    - ¿Vez lo que haces Misaki...? -le dijo al oído Akihiko- Ahora tienes que limpiarnos... a todos...

    - ¿Eh...?

    -Kou... Mi-chan es un chico malo... -susurró Kisa.

    -Lo se... pero no podemos hacer nada... o quieres ser limpiado por mí. -propuso Kou. -Oh por Usami-sensei. -aventuró aun con mas insolencia y picardía poniendo rojo al azabache.

    - Creo -intervino el Usami- que Misaki es quien debería...

    - En ese caso, hazlo tú Usagi-san -sonrió Misaki- tú fuiste quien comenzó con todo...

    -Error... Mi-chan fue quien me ensució. -dijo Kisa con maldad.

    - Entonces...

    Akihiko tomó la cara de Misaki y la puso frente al pecho de Kisa, que estaba todo embarrado de crema.


    -Sensei... procure ser bueno con Mi-chan. -dijo tiernamente el editor.

    A pesar de la situación, Misaki los miraba confundido.

    - ¿Pero qué es...?

    Calló y se estremeció cuando sintió la mano de Akihiko pasear por su trasero.

    -Usami-sensei, tampoco se olvide que nosotros estamos aquí viendo todo. -secundó también con maldad Kou.

    - Ah, vaya vaya, es un poco difícil... Pero vamos Yukina -dijo sonriendo malévolamente- muéstrame lo que le hiciste a Misaki... Quiero verlo todo.

    -¿Quiere que se lo muestre? pues... digamos que nosotros hicimos un par de travesuras. -comentó sin ninguna pena, y manoseando a Kisa para demostrarle lo que ellos habian hecho a la tarde.

    -Kou... no... Ahh espera... -susurró sosteniendo las manos traviesas del rubio.

    - Así no es -dijo Akihiko con su tono de maestro. Sujetó a Misaki de la cintura y tomó ambas manos del castaño y las puso detrás de su espalda- Sujétalo así y presiona bien en los huesos de las muñecas; así quedará inmovilizado.

    - Ah, espera, Usagi-san...

    -Sensei... no fue necesario porque nunca lo forcé a hacer esto. -dijo bajándole los pantalones al editor y masturbándolo sobre la ropa interior ante la mirada de los otros dos.

    -N-No.. Kou... ahh... -dijo excitado y mirando a Misaki en busca de ayuda. -M-Mi-chaan... ayúdame...

    Misaki temblaba. Sí, tal vez la convivencia con el novelista lo había torcido pero... Le excitaba estar de esa forma. Como si "lo fuera a violar".

    - Pero, yo sé que a Misaki le gusta eso -dijo Akihiko riendo-.

    -Kou... mas despacio... -susurró Kisa dejándose llevar y con una mano logró alcanzar una de las de Misaki y comenzó a lamerla limpiando todo rastro de la crema pastelera usada hace un rato.

    Al dúo de eróticos le encantaba hacer esas cosas candentes y más aun generar lo mismo a los demás.

    A Akihiko le pareció muy dulce el gesto -por no decir erótico- así que soltó una mano de Misaki mientras le susurraba al oído.

    - Ya sabes lo que tienes que hacer... -le acaricia una nalga-.

    Misaki gimió y pasó su mano por el pecho de Kisa, rozando a propósito sus pezones, y recogiendo lo que pudo de crema puso su mano entre él y Akihiko, y entre los dos comenzaron a lamerla.

    -Kou... -llamó el editor.

    -Lo se... hora de la fase dos. -respondió el otro.

    Ambos se soltaron unos instantes y cada quien se fue por su lado.

    Yukina se arrodilló y comenzó a limpiar la prensa intima del castaño.

    En cambio Kisa, se fue hasta el novelista y decidió asear la zona trasera de este, bajándole los pantalones y lamiendo ese fornido y apetitoso trasero.

    Ambos románticos gimieron. Comenzaron a acariciar las cabelleras de los eróticos mientras se besaban entre sí, jadeando y disfrutando de las excitantes caricias.
    Después se separaron un poco, se miraron a los ojos, ambos tenían una excitada y perversa sonrisa.

    De un momento a otro Akihiko tumbó a Kisa y a Yukina al suelo, donde Misaki y Akihiko se sentaron encima de ellos.
    Solo que, sorpresivamente, Misaki encima de Kisa y Akihiko de Yukina.

    -Esperen... ¿qué hacen? -dijeron al unísono mirando estupefactos ambos románticos sobre ellos.

    -Sensei... creo que esto no era la idea. -susurró Yukina algo molesto y haciendo entender a lo que se refería.

    Sabiendo que podría oponer resistencia, Akihiko sujetó las manos de Yukina y las puso por encima de su cabeza.

    - Limpiar -respondió Misaki para luego ambos románticos comenzaran a lamer el pecho de los eróticos.

    Eso si que no se lo esperaban, ambos chicos comenzaron a jadear y a removerse de sus lugares, pero para no quedarse atrás decidieron emplear otra táctica.
    Kou al no poder sus manos, usó sus piernas y empezó a frotar la erección del novelista con sensualidad, dedicándole miradas.

    Kisa por otro lado, masturbaba al castaño con toda la maestría que aprendió a lo largo de su vida, arrancándole suspiros al menor de los jovenes románticos.

    Ambos románticos se sentían excitados pero no se dejarían vencer. Retiraron las manos de los otros dos y mientras Misaki se encargaba de morder y besar los pezones de Kisa, Akihiko pellizcaba los de Yukina y bajaba peligrosamente su rostro.

    Akihiko lamió el vientre de Yukina y sentía con diversión el como se le iba formando una erección.
    No se preocupaba, lo mordía y chupaba ahí donde le daba la gana, en cambio Misaki no.
    Él trataba a Kisa con toda la delicadeza posible, le lamía los pezones y besaba el cuello mientras sus manos acariciaban la cintura.

    -¡Ahh... sensei!... no muerda... -coreó Kou sonrojado y bastante prendido, removiéndose y ayudando inconscientemente en la estimulación.

    -Mi-chan... mas... mas abajo... -susurró llevando su propia mano a su erección y masturbándose con ella.

    - Kisa-san, no sea tan impaciente o no podremos divertirnos bien... -le susurró mientras bajaba al vientre del mayor y pasaba su lengua.

    Akihiko, en cambio, ya tenía su mano encima de la erección de Yukina y se divertía y deleitaba con los gestos del chico.

    -Pero... yo quiero. -puchereó Shouta invirtiendo roles y lamiendo la erección del castaño con mucha delicadeza y lentitud.

    Misaki gimió y volvió a dar la vuelta, invirtiendo roles de nuevo.

    - No Kisa-san, ¿no ve que quiero disfrutarle un poco más?

    -Pero yo quiero jugar. -dijo Kisa invirtiendo nuevamente la posición y reanudando su trabajo.

    -Usami-sensei... b-basta... no siga por favor... -imploró Kou intentando no gemir ante las placenteras caricias de Akihiko.

    Mientras los dos ukes seguían luchando por ver quien quedaría arriba, Akihiko tomó la excitada hombría de Yukina y la miró con interés.

    - Tengo que admitir que toma un color muy lindo cuando se pone así.... -dijo bajando la piel y acariciando la punta.

    -No diga... tonterías sensei... que su entrada mmm... estaba mnn... bastante rosada y... umnn tibia... -jadeó mirando con cierto lascivia las acciones del mayor.

    - ¿En serio...? No creo que eso te conste...

    Comenzó a mover su mano, mirando como el pene se estremecía y palpitaba ante su toque.

    -Mmm... me consta... porque ummnn... lo sentí y... lo vi. -dijo Kou cerrando los ojos y exhalando un erótico suspiro.

    -En esos instante un dúo de ukes estaban recostados de lado tocándose con toda la delicadeza del mundo sus partes íntimas, ya que ambos no lograron mantener una posición más cómoda, terminaron de este modo.

    Misaki gemía y acariciaba suavemente el miembro de Kisa, sintiendo que de la punta salían fluidos. Mientras movía suavemente sus caderas, le besaba el cuello y con su mano libre acariciaba el trasero del mayor.

    -M-Mi-chan... ahh... sos suavecito... y estrecho. -dijo gimiendo en el oido al menor tan bajito y sensual como podía, metiendo uno de los dedos en la parte trasera del otro. Con una de las piernas entrelazó con las de Misaki para tener mejor contacto y disfrutarlo más.

    Misaki gimió, disfrutando de los mimos del editor. Entrelazó sus piernas y él también metió un dedo en la entrada de Kisa, sintiendo lo suave, estrecho y caliente que estaba dentro.

    - Umm... Hmm Kisa-san aahh... No c-creo que yo... Vaya a... Soportar...

    -Sí.. lo harás... porque ahh... -en ese momento apretó la punta de la hombría del menor y aumentó el número de intrusos para intensificar el roce.

    -Sensei... no siga... m-me hará correr… -gimió Kou excitado ver como el otro jugaba con su cuerpo de la manera mas sensual y provocativa que existe.

    - ¡Ahh¡ ¡Kisa-saahh! ¡E-espere... No!

    Misaki se revolvía entre los brazos de Kisa, sintiendo que llegaba al paraíso pero incapaz de correrse.

    Akihiko en cambio ya había metido el miembro de Yukina a su boca y saboreaba la punta como si fuese el mejor manjar del mundo. Al ver la situación de los ukes sonrió.

    -¿Qué sucede... Umnn Mi-chan? -preguntó lamiendo el cuello del castaño, deseaba venirse pero a diferencia de Misaki tenia mas resistencia.

    Por su parte Kou disfrutaba y gemía cada vez más alto debido a que Akihiko se desvivía haciéndole el oral.

    Misaki no respondió y besó los labios de Kisa mientras aceleraba el movimiento de sus manos.

    - Hagamos algo... -susurró el escritor a Yukina- El que te corras dependerá de Kisa. Si Misaki se corre, tú también... Y si no... -sonrisa-.

    -Sensei... n-no juegue... Shouta-san es... Ummnn peor... Ahh que usted. -gimió Kou porque conocía las maldades de su pequeño novio.

    -Mmmnn... Oh... Mi-chan sos tan lindo... Ahh parece que... -en ese momento con los dedos tocó el punto donde el otro perdía sus estribos y al ver que este gritaba del placer siguió con su roce, siempre manteniendo apresado la rosada punta del miembro de 0isaki.

    Misaki soltó otro pequeño grito y arañó suavemente la espalda de Kisa arqueando su espalda hacia adelante y pegando sus cuerpos aún más. Sin dejar de temblar atacó el cuello de Kisa y comenzó a lamerlo.

    El escritor, al ver que ya salía cierto líquido del pene de Yukina lo apretó y se fue de nuevo hacia sus pezones, metiendo una mano por detrás de la cadera de Yukina.

    El rubio no podía seguir con ello por lo cual también empezó a lamer y rozar mas su bajo vientre contra el del otro.

    Por el otro, Kisa seguía jugando con la resistencia de Misaki y se divertía en embestir manualmente con tal de admirar las bellas reacciones que este le brindaba.

    - Ahh K-Kisa-san.... Por favor umm... Y-ya no ahh... Puedo... Más...

    Se aferraba desesperadamente a la espalda del mayor y besaba su cuello en un intento vago de saciar su frustración.

    Akihiko detuvo el movimiento de caderas de Yukina y siguió besándolo. Su miembro exigía atención inmediata pero las caras de Yukina eran tan lindas...

    -Dime Mi-chan... Umnn dime qué es lo... Deseas. -susurró con malicia y siguiendo el juego de roces aunque cada vez era mas lento.

    Yukina jugó con la boca del novelista y peleaba igual de duro con la lengua de este. Con gemidos ahogados le intentaba comunicar que se vendría dentro de poco tiempo.

    Sin dejar de besarlo de esa forma hambrienta, Akihiko apretó el miembro de Yukina impidiéndole correrse y mordió su labio para alejar la sensación.


    - Ki-Kisa-saaaah.... Ahh q-quiero... Ya... Terminar... -jadeó Misaki pegándose más al editor.

    -¿Seguro...? mira... que tu puedes... mmm aguantar. -dijo Kisa con mucha lascivia.

    -Noo... mmm Usami-sensei.... por favor ahhmmm... -imploró Kou por la retención de su orgasmo, gimiéndole en el oido del novelista para que se apiadara de él.

    - No puedo... No no no no no puedo... -jadeaba mientras movía sus caderas y se aferraba a los hombros del editor.

    En cambio el escritor no estaba dispuesto a ceder. Mordió la oreja del menor y sus pezones sin piedad alguna.

    Ignorando las palabras de Takahashi, Shouta continuó estimulando todo trozo de piel visible del menor, besando sus labios, su cuello, sus lindos botones rosados. Era fantástico ver el rostro colorado de este y sentir la presión sobre su dedo, sabía que él chico necesitaba venirse pero no lo dejaría tan fácilmente.

    Para Yukina era demasiado siguió suplicando al mayor que lo dejara eyacular, su cuerpo ardía en las llamas de la lujuria y de la pasión desbordante, continuó suplicando entre gemidos eróticos y lo llamaba por su nombre de pila para ver si eso surtía efecto.

    Para Misaki ya era demasiado, no podía, pero Kisa parecía que no tenía ganas de ceder.

    En cambio Akihiko sí se excitaba al escuchar cómo Yukina lo nombraba pero el trato seguía en pie: si Misaki no se corría, él no lo haría.

    -¿Deseas que... te libere? -preguntó la doncella sin dejar de degustar aquel joven uke que se retorcía bajo sus brazos.

    Misaki intentó decir que sí, pero las palabras se le atoraron en la boca. Quería terminar pero también quería seguir sintiendo esas caricias en su cuerpo. Ocultó su cara en el pecho del editor, dando una respuesta negativa para desgracia de Yukina.

    -Ah... Akihiko-san... por favor... uhmm... libéreme... -imploró con pequeñas lágrimas de placer el rubio, se sentó como pudo sobre el regazo del novelista y selló sus palabras con un potente y fogoso beso.

    -Mi-chan... eres un sexópata. -dijo Kisa con toda honestidad del mundo, lamiendo la hombría del menor y jugando con sus testículos sin darle la chance de liberar su atadura.

    - K-Kisa-saaannn... No no diga esas haaaa c-cosas... Ummgg...

    Akihiko dejó que Yukina se acomodara en su regazo pero no lo liberó a pesar de sus súplicas: al verlos, Misaki miró a Kisa con reproche.

    - E-ellos nos... Están adelantando... -le dijo.

    -Dime que deseas... que haga. -susurró Kisa para morderle en el lóbulo derecho de Misaki.

    -Sensei... se lo imploro... -dijo Kou pegando pequeños saltos sobre el pene de Usami mientras ponía caras sumisas y eróticas.

    - Ya te lo dije -dijo Akihiko mientras mordía el cuello de Yukina-. Si Misaki no se corre, tú tampoco.

    - Kisa-saaah... -jadeó Misaki-. M-Méte... Mételo...

    -Si no me... ahhh... deja... yo lo hare... -dijo decidido Kou sentando sobre el miembro del novelista, auto penetrándose y moviendose de arriba a abajo de forma un tanto rápida.

    Kisa sin esperar que se lo dijera dos veces, recostó a Misaki y sabiendo que no lo preparó del todo, sabía que la humedad de su entrada era más que suficiente para penetrarlo y así lo hizo, provocando que este temblara en sus brazos.

    Akihiko dejó que Yukina se penetrara -incluso lo ayudó un poco- pero apretó su miembro de forma que no pudiera correrse. Volteó hacia los ukes y lo que vio lo dejó paralizado y excitado de más.

    Kisa penetraba a Misaki, quien estaba muy excitado y parecía disfrutarlo. Se notaba en su miembro que quería correrse pero a diferencia de Yukina, no estaba lloriqueando.

    - Deberías aprender de él-dijo al menor mientras comenzaba a penetrarlo.

    -Mmm... yo... no ahh no puedo... -dijo Kou dejándose llevar por las oleadas de placer que el mayor le dedicaba mientras cabalgaba a distintas velocidades.

    Mientras Kisa seguía moviendose de forma lenta y profunda, rozando toda la estreches del joven castaño, devorando a su paso el torso y el cuello de este.

    - Sí puedes -jadeó Akihiko; las entrañas de Yukina eran deliciosas-, si un uke puede, tú también.

    Mientras, Misaki disfrutaba de lo lindo las embestidas de Kisa. Al ver la posición de los semes, se sentó sobre Kisa, quedando frente a frente y en la misma posición de los semes.

    De esta forma Kisa quedó sentado justo al lado de Akihiko. Aprovechando la posición Misaki jaló a Yukina y le plantó un húmedo beso sin dejar de gemir y de cabalgar a Kisa.

    Kou continuó brincando sobre el escritor, correspondiendo los besos de Misaki, entrelazando las lenguas y tocando esa pálida piel que se le ofrecía en medio de tan suave contacto.

    Shouta retomó los masajes a la hombría de este y con mucha picardía le dijo a Akihiko.

    -Sabe Usami-sensei... yo ahh... me sentaría... así sobre usted... y lo haría venirse... umm muchísimas veces... hasta que... uhmm... no pueda más.

    - Eso es... Mentira... -jadeaba Akihiko viendo la erótica escena que tenía enfrente-. En ese caso... ¿Por qué no cambiamos?

    -No... ahh... hasta que lo deje... venirse... -susurró provocativamente pasando sus dedos por sus labios primero para humedecerlos y luego delinearlos sobre los del novelista. Esto si que era un beso indirecto con todas las letras.

    Misaki alcanzó a ver eso y no pudo evitar sentir avergonzado. Comparar eso de Kisa, con sus "besos indirectos"...

    - No lo haré... -jadeó el novelista- hasta que dejes a Misaki correrse.

    -Entonces... ellos morirán... por deseo. -dijo Kisa sin doblegarse y lamiendo la poca saliva que sacó de los labios del mayor.

    Misaki, harto por la testarudez de ambos mayores les gritó:

    - ¡Entonces ya dejen que nos corramos!

    -No quiero. -dijo Kisa con ternura, deteniendo las caricias y solo dejando que el miembro de este quedara apresado bajo su tutela.

    -Usami-sensei.... siga... siga... -dijo Kou moviendose mas rápido en su sitio, ese calor del mayor lo estaba cegando en nuevas sensaciones y deseaba que eso siguiera hasta donde pudiera soportarlo.

    Misaki hizo su cabeza hacia atrás, disfrutando de las penetraciones de Kisa.
    Lo sentía palpitar en su interior, parecía una clase de corazón. Y era caliente: muy, muy caliente.
    Miró de forma cómplice a Yukina: nada se solucionaría si ellos no terminaban por su cuenta.


    Comprendiendo la mirada de Misaki, Kou se movía más fuerte y se comía besos al novelista sin chistar ni una palabra más sobre su condición.

    -¿Te gusta eh?... -susurró Kisa comprendiendo algo en los gestos de los universitarios.

    - Me encanta... -una respuesta perfecta para la pregunta de Kisa, fuese lo que fuese a lo que se refería. Besó al editor para evitar que respondiera y aceleró un poco sus movimientos.

    Ambos eróticos besaban con inusitada pasión a los románticos, sin dar un pie atrás a sus acciones, deseaban seguir y probarían que ellos podían con esas ansias y brindar placer hacia otros.

    Por su parte, los románticos hacían cada quien su trabajo, excitaban a sus compañeros decididos a mostrar qué tan lejos podían llegar.

    -Sensei... -llamó Yukina mas ido por el placer que consciente de su entorno. -Me... duele... aquí. -dijo llevando la mano de este a su corazón.

    -Mi-chan... ahh... ¿deseas venirte? -preguntó Kisa a Misaki al ver que el rostro rojo y sudado demostraba el cansancio y el orgasmo contenido.

    Oh, pero el sensei no e dejaría ablandar. No tan rápido.

    Misaki se inclinó y abrazó el cuello de Kisa.

    - S-Sí... -dijo Misaki- quiero... Correrme...

    -¿Cómo... aumm me lo... pedirías? -preguntó el editor acariciando la mejilla del castaño.

    Yukina estaba cada vez mas excitado y se estaba agotando de tener que soportar tanto... definitivamente era peor que lo que había padecido con los vibradores. Su cabeza cayó sobre el cuerpo del mayor y temblaba notablemente ante cada roce, solo gimiendo de forma sensual y erótica.

    - K-Kisa-san... ahhh... hmmm... p-por favor... te lo ruego... d-déjame correrme... -dijo Misaki mientras lo miraba de forma suplicante y le susurraba esas palabras en sus labios.

    Akihiko ya se estaba apiadando del menor, pero no daría marcha atrás con su decisión.

    -Y qué mas... sigue... -dijo malvadamente el mayor de los ukes, mirando al otro implorando.

    -Ahh.... ahh... s...sensei... -dijo Yukina sin fuerzas y mirando al escritor de forma suplicante y llorosamente.

    Misaki ahogó un gemido para poder responder:

    - Yahh... p-por favor... lo ne... necesito... necesito... hmmm... correrme... por favor Kisa-san... métemelo más profundo... y déjame... correr...

    El mayor le penetraba con más profundidad pero veía de reojo que su novio no se encontraba en las mismas condiciones que él.

    -Kou... ¿estas bien?

    -S-Sensei... -era lo único que jadeaba el mencionado apresado en esas olas de infierno placentero.

    Akihiko no pudo evitar sonreír malévolamente. Estaba seguro que, si soltaba a Yukina éste se correría ni bien hubiera quitado su mano.

    Comenzó a bajar el ritmo de sus penetraciones, hasta hacerlas lentas, de manera que pudiera ir más profundo dentro del chico.

    -Sensei... ahmm... -dijo Kou abrazando mas al novelista y arañando la espalda de este suplicando que lo dejara.

    Falcón Akihiko siguió penetrándolo y miró durante un par de segundos a Kisa, recordándole su propuesta, y luego a Yukina, quien tenía cara de desmayarse en cualquier segundo.

    Mientras, Misaki no estaba como Yukina pero al parecer no tardaría en alcanzarle.

    Kisa miró igual de desafiante al novelista y aceleró el ritmo de los embistes, apretando en la mano el miembro de Misaki, no deseaba soltarlo porque sabía que se correría y se olvidó que su novio no se hallaba en la mejor condición de poder aguantar mucho más.

    -Umm... mmm... Sensei... -dijo Kou temblando notablemente, su rostro estaba más que sonrojado, no podía más y su rostro estaba perlado por las lagrimas y del sudor por el esfuerzo de tan intensa actividad y de no poder liberarse de semejante necesidad física. En un ultimo intento miró al castaño implorando por su ayuda ya que sabía que al menos a él si lo escucharía Akihiko.

    Al ver a Yukina así Misaki se preocupó, así que con la voz más dulce que pudo intentó convencer al escritor´

    - Usaaah... Usagi... san... p-por favor... déjalo... aamm... t-terminar...

    El escuchar la dulce voz de Misaki hizo que se estremeciera. Miró con reproche a Kisa, y después a Misaki y por último a Yukina, quien en verdad parecía ya no soportar. Le dio curiosidad... si lo dejaba terminar, ¿se desmayaría?

    Misaki en cambio, aún excitado y moviéndose en el miembro de Kisa lo miró con reproche, ya que tampoco lo dejaba terminar.

    -¿Por qué... me miras así? -dijo Kisa entiendo perfectamente los ojos esmeraldas del castaño mientras embestía con mas fuerza y lo acariciaba por todas partes, comiendo el cuello, los pezones, toda esa piel que poco a poco se iba poniendo mas roja de lo que ya estaba.

    Kou simplemente se recostó en el cuerpo del novelista sin dejar de jadear y temblar, miraba perdido a los otros dos, y a veces enfocaba la mirada en las orbes violetas del otro. Ya no tenía voluntad para articular alguna palabra más, solo rogaba en que en algún momento todo se acabara.

    Misaki se siguió moviendo encima de Kisa ya sin saber muy bien qué hacer. Al final se recargó en Kisa y le susurró:

    - ¿Y-Ya vio a... Yukina-san...?

    Kisa miró nuevamente al rubio ante la observación de Takahashi y también entre susurros le comentó:

    -Si... No da más... Es porque somos pareja.... No hace mucho... Y siempre ha tenido... Mmm... Poca resistencia.

    Era la patética realidad, Kou a pesar de ser joven no poseía la misma resistencia perversa del resto de los presentes, por eso se dejaba llevar por las caricias del novelista clavándole fijamente la mirada, como si el rostro de este fuera algo increíble de admirar.

    Akihiko se empezó a preocupar ligeramente por Yukina. Parecía que en cualquier momento perdería el conocimiento y por alguna razón no se desmayaba aún.

    El rubio intentaba articular alguna palabra que no fuera un gemido o jadeo pero era inútil, solo podía ver ese rostro de hermosa cabellera plateada y de hipnotizantes orbes violetas, un ángel endemoniado era el escritor ante los ojos de Kou.

    Akihiko decidió apiadarse del chico. Al menos de momento. Además le preocupaba la forma en que el miembro de Yukina palpitaba. Así que soltó la punta de una vez.

    En el instante que el novelista liberó a Yukina, Kisa hizo lo mismo con Misaki, dejando que se viniera ambos jovenes universitarios. Una vez que el orgasmo de Kou finalizó este se quedó mirando de la misma manera al escritor como si no hubiera tenido aquella eyaculación.
    Solo se aferró temblando intensamente a los brazos fornidos del mayor, admirando y degustando su liberación pero sin fuerzas para decir algo dignamente coherente.

    Misaki se dejó caer entre los delgados pero fuertes brazos de editor, deleitándose con los últimos rastros de su orgasmo y dedicándole una tierna miradita de agradecimiento. Mientras, el escritor se encontraba admirándose de la eyaculación de Yukina: había sido mucho, mucho en verdad... Y no pudo evitar soltar una risita irónica.

    -¿Mejor Mi-chan? -preguntó Kisa que luego de un par de estocadas había terminado dentro del joven de orbes esmeraldas.

    Por su parte Yukina miraba embelesado la sonrisa del novelista y sin razón al igual que el escritor se comenzó a reír, acompañando en las risotadas al otro y quizás terminaría llamando la atención al dúo de ukes. Oh si sonrisas bellas que adornan a unos Davids de sexy composición

    Misaki extrañado volteó hacia los semes.

    - ¿Porqué... se están riendo...? -dijo al ver que Usagi no había terminado pero aun así reía de buena gana junto a Yukina.

    El editor también observó la risa un tanto psicótica de parte de su novio e irónica por cortesía del novelista. Suspirando comentó mirando despreocupadamente a Misaki:

    -Si yo supiera...

    Kou no podía frenar el ataque de risa y se recostó sobre Akihiko ocultando con su rostro en el pecho de este y con una mano acallando los estridentes sonidos.

    Akihiko también reía y abrazó al chico, intentando de alguna manera detener sus risas y poder decir algo completo y coherente pero no dio resultado sino que al contrario, entre más intentaba calmarse más reía.
    Misaki se abrazó un poco más a Kisa. En verdad que los dos parecían una clase de psicópatas...

    El mayor de los ukes abrazó al menor y con tono muy tranquilo le susurró al oido:

    -Descuida ahora los calmaré.

    Notó que Takahashi lo miró confundido preguntándose cómo le haría para calmar a esos sexópatas. El editor se fue gateando hasta donde estaba los otros dos que aun se reían pero con los ojos cerrados por lo cual no notaron su presencia.

    Sin previo aviso tomo el rostro del escritor y lo besó con mucha intensidad y fogosidad hasta que el aire les hizo falta, una vez que se separaron Kisa le susurró lamiéndose los labios.

    -Perdió sensei... Más bien ambos perdimos.

    Luego hizo el mismo procedimiento con Yukina, que correspondía con la misma vehemencia que su amante. Al separarse nuevamente, sonrió a ambos semes y acariciando el rostro de Kou le susurró bajito:

    -Perdóname... No sabía que podía pasar esto... No volverá a suceder.

    Yukina miraba con esos ojos idos pero le sonrió a su pareja haciéndole entender que parte del mensaje le llegó, Shouta se sonrojó y se quedó clavó sus acaramelados ojos en el príncipe, olvidándose por el momento que Akihiko y Misaki aun estaban ahí y que conociendo sabia que esto podía seguir o en el debido caso descansarían unos minutos.

    - Entonces, ¿ya no quiere jugar Kisa-san? -dijo Misaki que había reptado hasta el editor y lo abrazaba por la espalda.

    - Eso es cierto. Aun hay muchas cosas divertidas que hacer -dijo Akihiko mientras abrazaba a Yukina y lo acurrucaba en su pecho, quien al estar medio ido solo correspondió de forma dócil.

    Para Kisa le era extraño que Kou se comportara tan mimosamente con otro chico, le daba celos pero no por eso dejo de responder con el mismo juego al pequeño castaño.

    -Claro que seguiremos... Mi-chan. Sensei no le cosas raras a mi príncipe. -amenazó sutilmente Kisa dándole un casto beso en los labios al novelista.

    El rubio miraba igual de curioso la muestra de afecto e hizo exactamente lo mismo con el escritor que se sorprendió por ello, pero ver que se acomodaba en su regazo como el buen niño que es.

    Akihiko no pudo evitar reír al ver a Yukina así. Le recordaba a una clase de cachorrito.

    - Ya veo, así que, ¿esto es lo que pasa cuando los obligas a contenerse estando al límite? -dijo en forma burlona y curiosa, acariciando el cabello del menor quien solo cerró los ojos ante el contacto.

    Misaki sonrió y se acurrucó al lado de Akihiko, disfrutando el contacto de las manos de su pareja sobre su cabello. El escritor no pudo evitar reír más: eran como unos lindos cachorritos buscando afecto. Incluso levantó el rostro de ambos menores y les acarició levemente la barbilla: ellos solo cerraron los ojos y sonrieron ante el gesto.

    -Rara vez sucede.. -observó Kisa, por su parte el rubio se dejaba mimar pero imitaba al novelista y al castaño con las muestra de afecto, desde su posición también acariciaba la cabellera de Misaki con una tierna sonrisa y luego eso lo mismo con Akihiko y tocó con sus manos los labios de este delineándolos con los dedos. Parecía un niño haciendo todo eso pero su bello rostro le daba un aire sensual a sus acciones.

    Shouta suspiró y abrazó al novelista por atrás y le susurró diabólicamente:

    -Puede que Kou se comporte así pero sabrá que esta jugando con fuego, sensei. Así que no haga cosas raras, nee... O de lo contrario... Ya sabrá.

    No era en si una amenaza, mas bien lo aconsejaba pero su novio hizo lo mismo que él y se puso se sentó sobre una de las piernas del novelista abrazándose al cuello, en todo momento nunca paró de sonreír pero tampoco dijo nada. Raro pero encantador.

    Misaki se quedó en su lugar. Aun sonriendo. ¿Celos? Sí, se moría de ellos. Pero, todo era tan divertido que no le importó, solo siguió viendo con interés lo que Yukina haría.

    Akihiko soltó una pequeña risita al oír las palabras de Kisa.

    - Entonces me encantaría ver qué es lo que hace... -le murmuró al editor mientras acariciaba suavemente la cintura de Yukina.

    -Se lo advertí...

    Después de lo dicho por el editor Kou realizó lo mismo que Akihiko con el mismo movimiento acarició la cintura de este, acercando su cuerpo al otro. De reojo miró a Misaki que observaba atentamente sus acciones, se quedó unos segundos perdidos en las orbes esmeraldas y luego sonrió. Se separó un poco del mayor e hizo lo mismo con él notando con los suaves temblores proveniente de la cintura del universitario.

    Shouta seguía colgado del cuello del novelista y le lamia el lóbulo de este aun susurrándole su consejo:

    -En serio... No haga esas cosas, es un niño travieso mi adorado Kou.

    - ¿Qué dices? -sonrió Akihiko, un tanto excitado por el travieso cuarteto que estaban formando- Si han sido tú y Misaki los que nos han hecho travesuras a nosotros....

    Misaki, complacido ante las caricias de Yukina, se colgó de su cuello y pegó su cuerpo al del artista para sentir un poco más esa piel que parecía llamarlo

    -No es cierto sensei... Usted siempre soñó con estas clases de cosas, y nosotros solo lo cumplimos. -susurró Kisa malignamente llevando una de sus manos a la entrepierna del novelista para acariciar el miembro de este con mucha sensualidad.

    Kou también se abrazaba al castaño como queriendo sentir más, en eso desvía la mira al otro par y ve lo que hace el editor. Kisa se dio cuenta que era observado y miró a su novio que de inmediato se unió al ataque pero aplicándolo a Misaki.

    -Ahora vea a lo que me refiero, mi príncipe es travieso... Akihiko-sensei-san.

    Akihiko se estremeció pero dejó que Kisa siguiera sin soltar a Yukina. Mientras Misaki se estremecía y jadeaba ante el toque de Yukina. Al escritor se le hizo muy extraño así que tomó a Kisa y lo sentó en sus piernas y volteó para ver las acciones del otro

    Kou notó como el editor estaba sentado sobre el regazo del novelista e hizo lo mismo con Misaki sin dejar de sonreír y sin dejar de estimular al joven universitario porque desde su punto de vista notaba que el azabache aun seguía con aquella pequeña tarea sobre el seme romántico.

    -Sensei... ¿Es lindo no? O lo ve... Que... ¿hay algo que no encaja? -preguntó Shouta llamando la atención al otro al darle un ligero apretón en tan sensible lugar.

    Akihiko jadeó al sentir el apretón de Kisa, así que él comenzó a acariciarlo de la misma manera y mordiendo su cuello.

    - Tienes razón... Está imitando todo lo que hago...

    Misaki por su parte se estremecía ante las caricias de Yukina y le acariciaba la espalda con ambas manos, jadeándole al oído y moviendo sus caderas.

    -No haga... Ahh eso... Él lo hará también... -dijo Shouta gimiendo ante los mordiscos del novelista y estremeciéndose bajo sus brazos.

    Kou realizó lo mismo que Akihiko y comenzó a morder el cuello del universitario, lamiendo y chupeteando toda la piel que este le exhibía pero notando que si espalda era arañada levemente por las manos de este. No le importó porque no veía que eso podía afectarle a él en algún sentido.

    Con una sonrisa un tanto maligna Akihiko recostó a Kisa en el suelo y comenzó a besarle el pecho, dando pequeñas lamidas y casi riendo al ver que Yukina lo imitaba. Subió a los labios de Kisa y comenzó a besarlo de manera apasionada.

    -Mmmm... S-sensei... No siga... -gimoteó Kisa agarrando entre sus manos el miembro del novelista para frenar por unos instantes sus acciones. Y lo comenzó a masturbar con algo de prisa, para la mala o buena suerte de Misaki, eso mismo le sucedía a él solo que no frenaba las caricias del rubio artista.

    Misaki jadeaba excitado y se abrazaba a la espalda de Yukina mientras se removía entre sus brazos. Al escuchar sus gemidos Akihiko volteó y al ver esa escena no pudo hacer menos que excitarse más. Quitó la mano de Kisa para poder seguir lamiendo su cuerpo.

    Kou seguía impasible y con una sonrisa en la cara, por más que se sentía deslumbrado por la belleza mítica de los ojos verdes, su mirada se desvió a los masajes que los mayores se brindaban.
    Con curiosidad labio sus labios y empezó a hacer las delicadas lamidas que el seme mayor realizaba, observando detenidamente las expresiones de su novio y del afamado escritor.

    Un tanto divertido Akihiko siguió bajando por el cuerpo del editor, embobado al ver esos ojos cafés llenos de lujuria -y tal vez un poco de morbo-. Al llegar a su vientre se separó, le abrió las piernas y las subió sobre sus hombros y luego se dedicó a lamer su entrada, metiendo su lengua en la ya dilatada entrada.

    Kou siendo curioso como es dejó que Misaki descansara por un rato, a gatas y en silencio se situó en la zona trasera del novelista y metió la lengua de lleno en tan inexplorado lugar. Akihiko se sorprendió al notar que las mismas manos y lengua que jugaban con su adoración ahora eran aplicadas a él.

    Kisa entre jadeos dijo:

    -S-Sensei... En serio... Ya ve... Que sucede... Se quemara...

    Akihiko intentó quitarse pero las manos de Yukina lo detuvieron. Misaki se enderezó y vio curioso la escena.

    El escritor comenzó a estremecerse y su cara a ponerse roja.

    - Oi... Usagi-san... nunca te había visto así...

    Shouta también se sorprendió al ver ese tono carmín en la cara de Usami, por otra parte Kou miró a los tres por unos breves segundos y al no entender del todo volvió a la tarea de estimular al albino. Algo que lo divertía es ver como se retorcía bajo su agarre, Kisa pensó que inconscientemente su novio se estuviera vengando del otro.

    -Se lo dije... Mi Kou es un príncipe travieso... ¿No es así Mi-chan?

    Akihiko ya no pudo responder. Sus brazos le fallaron y terminó derrumbándose en el cuerpo de Kisa, jadeando y mirando con reproche a Yukina.
    Misaki se acercó a ellos y volteó la cara de Akihiko para besarlo apasionadamente mientras sus manos iban hacia los pezones del editor.

    -Mmm... Mi-chan... Tampoco comprende... -susurró el editor al leve roce de dedos en sus botones rosados.

    Por unos minutos vio que los ojos de su pareja se hallaban clavados en él, como si preguntara si hacia bien las cosas o hizo algo raro. Con una sonrisa sonrojada lo tranquilizó y dejó que el rubio siguiera estimulando la zona trasera, mientras que él se dedicaba a masturbarlo y Misaki a estimularlo en la franja superior.

    Misaki jadeaba al igual que el escritor. Los dos se retorcían pero a diferentes ritmos. Akihiko decidió dejarse llevar por el por el placer y se relajó para darle más libertad al artista. Mientras, Misaki se dejó llevar de nuevo por las caricias del editor y se recostó a su lado. Al verlos, Akihiko con algo de dificultad movió sus manos y comenzó a acariciar a ambos ukes

    -Sensei... Mmm... Amm... Lo hará... -dijo Kisa retorciéndose ante el frio contacto de los dedos del mayor contra su piel. Su cabeza ladeó y tomó el rostro de Misaki para besarlo y acallar sus sonidos.

    Kou observó el cambio y dejó de lubricar la entrada del novelista, de su boca caía algo de líquido pre-seminal y saliva, y se deslizó por la espalda de Akihiko. Este se estremeció por ello ya que sentía como parte de su columna era rosada por la hombría del universitario, erectandolo más si se podía y sumando que aun era apresada por la manos de Yukina todas aquellas sensaciones fueron silenciadas por los labios húmedos del rubio, ambos jugaban con su lengua si detenerse ni por un solo segundo la estimulación brindada al sexy escritor.

    Para los ukes esa visión era maravillosa porque no todos los días podían ver a Usami Akihiko actuar casi sumisamente ante otro hombre.

    Akihiko correspondió al beso de Yukina de manera fogosa mezclando sus lenguas y comenzando una batalla por ver quien controlaría el beso. Ambos jadeaban y gemían en medio del beso.

    Misaki, por su parte comenzó a besar también al editor, no pensaba quedarse atrás y ser vencido por los semes. Solo que esta vez apartó un poco a Kisa del escritor y se posicionó encima de él para poder besarlo mejor.

    Shouta correspondió de buen grado y también se colgó del cuello de Misaki para profundizarlo más.

    Mientras tanto Kou seguía besando al novelista con tal intensidad que sus ojos caramelos se perdían en aquellas profundidades violáceas del otro. Una vez que ambas parejas acabaron se separaron para tomar aire.

    -Mi-chan... Ahh... Él lo imitara todo... -suspiró haciendo alusión al rubio que seguía como si nada.

    - ¿En serio? -dijo Misaki con una sonrisita- Será muy curioso que lo haga... como un espejo -rió-.

    Dicho esto, tomó el miembro de Kisa y comenzó a acariciarlo, a la vez que devoraba su cuello y levantaba las piernas del editor para subirlas en su cadera. Tenía otros planes, pero de momento eso funcionaría.

    Kou ladeó la cabeza y con una energía de quien sabe donde sacó tomo las piernas del escritor y sonriendo de oreja a oreja se dedicó a tocar el pene de este como si nada.

    -Mi-chan... Ahmm... L-Lo hiciste... A propósito... -dijo Kisa gimiendo y mirando que su novio tocaba el cuerpo del novelista y que este miraba con cierto reproche al universitario.

    - Vamos Kisa-san… -dijo suavemente en medio de los besos- ¿no cree que es divertido...?

    Con mucha lascivia miró los movimientos de Yukina con Kisa, y con una risita levantó las piernas de Kisa y comenzó a lamer su entrada, metiendo su lengua y acariciándola levemente por afuera.

    Akihiko por su parte se retorcía entre los brazos del artista y jadeaba como i no hubiera un mañana, mientras inevitablemente su cara se iba poniendo más y más roja.

    -Ahh... Umm... Mi-chan... Espera... Ahh... -gimió Kisa mordiéndose unos dedos y mirando las orbes esmeraldas del muchacho con sed de deseo y algo más.

    El rubio animado volvió a lamer la entrada del novelista tocando con su lengua la punta el glande del otro, el pobre del conejo se retorcía bajo las fauces del menor. Posiblemente... Y muy en el fondo quizás no fue buena idea lo que le halla sucedido a Yukina.

    Misaki no pudo evitar reír: era hora de la venganza.

    Comenzó a meter dedos en la entrada del editor, ensanchando la entrada y haciendo círculos y movimientos de tijeras para ensancharle aún más. No pudo evitar reír al ver que Yukina imitaba sus actos: en verdad era como un espejo. Tomó su miembro y comenzó a acariciar la entrada de Kisa con la punta, sin meterlo, y solo viendo con lujuria los gestos de Kisa y de Akihiko.

    -Mi-chan... Ahh... Mételo... Mételo... -imploró el azabache moviendo sus caderas hacia el castaño para tener mas roce.

    Kou aun normal y manteniendo la compostura, miró el rostro de Akihiko por un rato, las facciones rosadas por la excitación y los ojos enojados lo hacían cuestionarse si lo hacia mal. Miró a su novio y veía que este le daba a pie a seguir a cuestas de su sed de lujuria.

    - ¿Estás seguro Kisa-san? -dijo Misaki con una sonrisita y rozando su glande contra Kisa- ¿estás seguro de que me quieres adentro?

    Mientras, Akihiko miraba a Yukina. Estaba un poco enfadado porque estaba demasiado excitado: o se quitaba y él volvía a tomar el rol de seme, o de una vez se la enterraba profundo.

    -Si... Mételo Mi-chan... Por el bien de sensei... -susurró mirando de reojo que Kou mantenía su posición y el novelista también necesitaba de mas. Algo gracioso a todo lo que se puede decir es que las cosas dependían de los festejados, seguir o frenar dependían de los castaños... Que ironía...

    Kou vio que de esas orbes violetas debatían algo y para sorpresa de los presentes, aun sin entrar, se deslizó hacia adelante rozando sus hombrías y lo besó manteniendo esa mirada de borrego a medio morir, intentando decir algo como "lo hare pero no te enojes conmigo, por favor".

    Esta pequeña acción no reflejada, decía que dentro de todo los títeres tenían voluntad después de todo.

    Misaki vio esa acción y se sintió un poco mal. Subió un poco para besar a Kisa y luego poco a poco comenzó a meter su miembro, soltando un gemido al sentirse dentro de esas entrañas. Al mismo tiempo escuchó un gemido por parte de Usagi.
    Por lo visto, Yukina también había comenzado a penetrarlo.

    -Mi.....chaan... ahh... dios... se siente... bien... -dijo Kisa excitado por la diferente sensación que estaba acostumbrado, uno mas delicado pero igual de apasionado.

    Por otro lado Kou empezó suavemente a embestir a Akihiko que gemía aun por lo bajo y no desea mostrarse que era tan vulnerable como un uke.

    - Ahh... Ki... Kisa-sann... mmm

    Misaki embestía suavemente a Kisa, aun demasiado inexperto como seme. Aun así tomó el miembro del editor y lo comenzó a masajear al ritmo de sus lentas embestidas, intentando averiguar como se sentiría mejor el mayor.

    Akihiko estaba jadeando e intentando reprimir sus gemidos. Aun no era lo suficientemente acariciado como para soltar sus verdaderos gritos de placer.

    -Mi-chaan... mas... mas fuerte... -dijo Kisa con mas deseo de ser penetrado con la violencia que estaba acostumbrado.

    Kou sentía que ese calor que de pronto lo abrazó, le era desconocido y deseaba seguir sintiéndolo por lo que inició un vaivén mas rápido mirando la cara del novelista que rogaba que lo satisficieran como es debido.

    Akihiko siguió recibiendo esas penetraciones, se sentía muy bien, de hecho se sentía de maravilla: ese enorme miembro dentro de él, caliente y palpitante, rasgando sus paredes las cuales lo absorbían... en verdad necesitaba de más, y se lo hizo saber moviendo sus caderas.

    Yukina continuó con el frenesí que iba cada vez con mas velocidad y entre sus manos tomó el pene del novelista y lo fue estimulando conforme a que sus sentidos inconscientes se lo dictaba. Pero luego observó a su costado y vio que los chicos lo hacían con menos velocidad por lo que también descendió escuchando como el novelista se quejaba por ello.

    El editor le hizo observar a Misaki lo siguiente.

    -Mi-chan... depende un poco de ti... de que Sensei... se corra... ahhh... mas... hazlo....

    Misaki volteó y vio la cara de Usami y luego la de Yukina y rio. Volvió a mirar a Kisa a los ojos y no se aceleró.


    - Kisa-san uugh... e-está bien que... hmm... Yukina-san se ahh... vengue un poco... es culpa de U-Usagi-san que... esté en modo zombie.... Ugh...

    Notó que el escritor le daba una mirada iracunda pero eso no le dio miedo.

    Yukina miró los ojos de su novio como preguntando lo que quería decir mientras continuaba sus embistes de forma pausada al igual que Misaki y tocando con delicadeza la hombría del escritor.

    -Ahm... Mi-chan... Kou entiende... pero no entiende... ahhmm... lo sentimos sensei... no puedo... aahhhaayudarloo... -gimió Kisa moviendo un poco sus caderas para sentir ese suave roce mas profundamente

    - M-Misaki... -fue lo único que logró articular antes de reprimir un jadeo. El pene de Yukina en verdad se sentía muy bien...

    - No, Usaaaahgi-san... Hmm... T-tenemos que vengarnos... No es lindo q-que nos hagan eso.... Ughh...

    Akihiko entendió que se pondría divertido.

    Yukina inconscientemente aumentaba la velocidad ante el solo enunciado de que el duo romantico deseaba venganza, eso le decía que él también debía moverse en ese cuadrilátero.

    -Mi-chan... ¿qué... nos harán? -preguntó Kisa mirando de reojo a su novio que notaba ciertos cambios que se manifestaban de a ratos.

    - Hmmm... no lo sé -sonrió- quiero un poco de... tiempo para aaaah... pensarlo... Yukina-san no parece ugh tener... condiciones para... decir algo...

    Entró un poco más profundo. Se sentía jodidamente bien...

    -¿Por qué... Kou... qué sucede? -dijo Kisa que estaba siendo presa del placer y poco a poco sus sentidos de racionalidad iban desapareciendo, pero se mantenía firme por el rubio.

    Por otra parte el chico se divertía por complacer al novelista por lo que por cada embestida que daba, un apretón al miembro de este proporcionaba.

    A Akihiko también se le hacía extraño que Yukina no hubiera hablado. ¿Podría ser...?

    Misaki seguía embistiendo tenía que pensar en algo y rápido, pero ¿qué podrían hacer...?

    El chico continuó con su tarea y volvió a ocupar los labios del mayor, clavando sus ojos caramelo a esas orbes violetas. Acallando parte de los gemidos que de a poco iba adquiriendo volumen por cortesía del escritor.

    -Mi-chan... no... te preocupes... -dijo Kisa asegurando que lo de su novio era normal.

    Misaki dejó de preocuparse y siguió penetrándolo, aumentándolo un poco, solo un poco. Akihiko besó a Yukina de forma fogosa a la vez que se sujetaba de sus hombros. Misaki no pudo evitar reír: Usagi en verdad parecía todo un uke.

    Ambos semes se despegaron al escuchar la risita del castaño como diciendo "¿y a este que le pasa?" pero no quisieron esperar mucha respuesta ya que esa danza se reanudó a los pocos segundos, el rubio seguía estimulando al mayor con pasión y empeño, embistiendo como podía con mas fuerza.

    -Mi-chan... Mas rápido... -dijo Kisa colgándose de cuello de Misaki y jadeando tales palabras en su oido.

    Misaki no pudo resistir a esas palabras y comenzó a acelerar sus movimientos pero poco a poco, permitiéndole disfrutar a Kisa del cambio de velocidad.
    Akihiko en medio del beso abrió sus ojos con dificultad para mirar con reproche a Yukina indicándole que acelerara.

    El otro entiendo la fiereza de los ojos violetas, acotó a lo ordenado y aumentó la velocidad de los embistes al igual que las caricias que iban desde la espalda hasta las nalgas.
    Kisa disfrutaba de todo ello, y con jadeos se quedaba colgado de Misaki para poder disfrutar cada segundo de aquel lascivo roce.

    Akihiko se arqueó soltando un jadeo tan erótico que hizo que los otros tres se estremecieran. Incluso Misaki detuvo sus movimientos para mirar al escritor con ojos de platos.

    -S-Sensei... -susurró el editor sorprendido por tal sonido erótico.

    Kou volvió a repetir el mismo proceso y de a poco iba arrancándole esos gemidos al novelista que nadie oyó jamás.

    - Usagi... san... -Misaki sentía que su pene se iba ensanchando más y más al escuchar los gemidos de Akihiko, y lo más impactante era ver su cara completamente roja, sus ojos nublados de placer, su boca con un pequeño hilo de saliva saliendo de ella y su cuerpo prácticamente retorciéndose entre los brazos de Yukina.

    El rubio continuó esa misma forma y en medio de ese coito tomó el rostro del mayor y lamió las lagrimas que corría a lo largo de su sonrojado rostro.

    -Mi-chan... sigue... -dijo Kisa volviendo a besar a Misaki para apremiar el vaivén y correrse dentro de poco.

    Misaki reaccionó y comenzó a moverse rápido. Veía el miembro del mayor y por lo visto no tardaría mucho en correrse: tenían que alcanzarlos de alguna manera.

    Kisa ayudó al vaivén con sus caderas y tomó ayudó al menor a masturbar su hombría para alcanzar el mismo nivel de clímax que el otro par.

    Yukina tenía el rostro apenas sonrojado por lo que fue cada vez mas rápido y apuró el masturbeo del novelista, escuchando como los gemidos y los temblores del mayor anunciarían que el momento esta relativamente cerca.

    Misaki tenía ganas de venganza pero la verdad era que tenía necesidad de correrse. Se movió un poco más rápido hasta que llegó a un punto donde comenzó a sentir los calambres del orgasmo.

    - Aahhmm Kisa-san yo ya no... Puedo soportar....lo...

    -Ah.. ni yo... -dijo Kisa abrazándose al menor y mirando a los otros dos, jadeando escandalosamente.

    Kou miró por unos segundos a ellos dos, y volvió a enfocarse en el mayor notando que este también estaba cerca de su punto.

    Akihiko comenzó a estremecerse y arquearse de forma exagerada. Se veía muy sensible y su miembro ya estaba soltando algo de líquido.

    - Ughh... Aaaahh.... Hmmmm...

    -Sensei... pídaselo... o no... lo soltara... -dijo Kisa estremeciéndose y arañando la espalda del menor sintiendo el vibrato de su goteante hombría.

    Akihiko aun tenía demasiado orgullo de seme como para pedir algo así, aunque ya era suficiente uke como para mirar a Yukina con ojos de borrego y comenzar a ayudar con su propia masturbación.

    Yukina al notar lo que hacía el mayor le sujetó de las manos y le negó con la cabeza. Después lo recostó y le levantó las piernas para darle con mas vigor en otra posición. No sabia que era peor ser ukeado o ser manipulado vilmente.

    Por su parte, los ukes gozaban de lo lindo pues ellos se ayudaban entre sí a llegar a tan esperado momento. Misaki penetraba a Kisa y sentía como su miembro era cada vez más succionado. Ah, se sentía tan delicioso...

    Akihiko no podía, ya no soportaba, así que miró a Yukina a los ojos y con cierta dificultad le susurró;

    - Por... Favor... Ya...

    Esas tres palabras dejaron en shock a los ukes y algo sorprendido a Kou, ya que al no recordar a quien estaba ukeando parecía inverosímil que el gran novelista al final sucumbiera e implorara por su eyaculación.

    Kou intensificó sus embistes hasta que dejó en libertad la hombría de Akihiko y al final ambos se corrieron, uno con placer y el otro medianamente frustrado por tal suplicio.
    Seguidamente Kisa también finalizó obligando al castaño menor que terminara dentro de él.

    Los dos ukes terminaron recostados uno arriba del otro, en cuanto a los semes Kou dejó que el mayor descansara pero aun no sabía si debía salir dentro de las entrañas de este o no.

    Misaki, aun encima de Kisa, comenzó a acariciarlo con cariño.
    Le quitaba los cabellos del rostro, le daba besitos, luego lo besaba tranquilamente...

    El editor correspondía de buen grado los afectos del menor, por otra parte cierto novelista no podía creer que había sido uke por unos instantes... miró con cierto enfado al menor pero este le dedicó unas de sus cálidas sonrisas que derretiría hasta el glaciar de la Antártica.
    Quizás solo por eso lo podría perdonar un poco... pero solo un poco.

    Akihiko decidió descansar un poco y se acurrucó en el suelo, solo para ver como los ukes se mimaban mutuamente. Era tan curioso...

    Kou solo se quedó en su posición sin saber muy bien que mas hacer, por lo que también se abrazó al novelista y descansó un rato viendo como el duo de ukes se mimaban mutuamente.

    Misaki salió lentamente de Kisa, viendo con curiosidad el como su propio semen salía del interior del editor.

    -Mi-chan... -suspiró el editor. -Fue... genial...

    Se sonrojó y le sonrió a Kisa.

    - G-gracias... Kisa-san, en verdad estuvo muy bueno...

    -Y qué dirá... sensei... -aventuró mirando al novelista con picardía.

    - ¿Decir? ¿qué puedo decir? -dijo Akihiko volteando su cara- Yukina tiene su toque.

    Ese comentario hizo sonrojar al duo erótico porque comprendía perfectamente tanto el uno como al otro a lo que se refería. Pero Yukina negó ante tal comentario, moviendo la cabeza de lado a lado.

    - ¿Qué dices? Ya me cansé de decirlo: el Gran Usami Akihiko no da halagos a nadie.

    Kou hizo un puchero que como diciendo que con esa frase no se convencería ni un ápice pero tampoco tenía el poder para negar las palabras.

    -Creo que ya... los molestamos bastantes... -dijo Kisa cambiando de tema y aun apenado por las palabras de Usami

    - ¿Porqué no se quedan a dormir? -dijo Misaki con una sonrisa- después de todo ya no hay trenes disponibles, dudo que Usagi-san pueda conducir y tenemos habitaciones libres...

    -¿No hay problema? -preguntó Kisa abochornado y mas aun al ver como su novio se colgaba del novelista y lo abrazaba tan melosamente. -Kou ya basta....

    - Oh, vamos, ¿qué tiene de malo que lo haga? -dijo Akihiko melosamente y acariciando la cintura de Yukina- yo no dije nada cuando Misaki y tú se andaban mimando...

    -Llámelo celos, sensei. -dijo Kisa con sinceridad plena, su rubio bipolar quedó prendido del novelista como si no quisiera separarse de él. -Además si lo deja seguir, de seguro va a querer dormir con él en ves de Mi-chan. -provocó colgándose del cuello de Misaki y guiñándole un ojo.

    - No lo creo -rió Akihiko aun acariciando a Yukina- me parece que está así por lo que acaba de pasar. En la noche huirá a tu lado.

    -Mmm... no se... -dijo Kisa aun colgado de Misaki. -Las pocas que lo vi así... se duerme donde mas se sienta cómodo.

    - Entonces no importa. Si tanto te molesta, podemos dormir los 4 juntos en la misma cama. Mi cama, mejor dicho, porque es la más grande -dijo Akihiko sin dejar de acariciar a Yukina.

    -No es eso... me refiero a que... bueno dejémoslo así... ya veo que mi lindo chico ya lo tomó como almohada. -dijo Kisa al ver como Yukina se quedaba medio dormido sobre el escritor.

    Akihiko rió levemente y luego se enderezó, cuidando de no dejar caer a Yukina.

    - Primero hay que ducharnos (de nuevo) después podemos ir a dormir. Dormir en serio.

    -En eso estoy de acuerdo sensei... mmm... ¿quiere que bañe a Kou? así no lo incomodo con ello.

    - ¿Qué dices? -Akihiko sonrió infantilmente- Nos bañaremos los 4 juntos...

    -Ok, no se enoje, solo decía por si le incomodaba ese chico de cara bonita. -señalando al rubio que respiraba calmadamente sobre Akihiko.

    - Claro que no me molesta. Anda, vayamos los 4 juntos -dijo parándose y aun sujetando a Yukina.

    Kou era arrastrado con facilidad y se aferraba al cuello del mayor para no caerse, en tanto que Shouta y Misaki los seguía lentamente por toda la actividad vivida.

    Con su infantil sonrisa Akihiko entró a la ducha (con Kou aun colgando de su cuello) y cuando reguló el agua miró a los ukes, invitándolos a entrar con ellos.

    El editor estaba que babeaba por los dos semes, mojados, de sexy cuerpo, uno medio dormido y el otro despierto... la combinación perfecta de un ángel y un demonio.

    Al verlos Misaki se sonrojó, con mucha pena entró con ellos a la ducha, y luego miró a Kisa, invitándolo a entrar.

    El editor cabeceó para volver al presente y entró muy sonrojado a la ducha, intentando con todas sus fuerzas no tener derrames nasales.

    Curiosamente, la ducha era lo suficientemente grande para los 4, cosa que Misaki nunca había notado. Podían incluso tener...

    Sacudió su cabeza y se metió debajo del chorro de agua. Creía que podría estar convirtiéndose en un ninfómano...

    Ambos ukes mientras enfriaban ideas, un artista se debaja mimar o ayudar por el mayor. No tenia energías para nada.

    Akihiko se dedicó a comenzar a tallar el cabello de Yukina, mientras veía con interés el como Misaki y Kisa tallaban sus respectivos cabellos. La escena de ellos cubiertos de jabón era... Linda...

    Al estilo Akikawa Yayoi, claro.

    Kou se dejaba mimar y para evitar que el shampoo se le cayera en los ojos ocultó su rostro en el torso del albino. Kisa miraba con cierta lascivia los actos de esos dos...PERO NO ERA MOMENTO PARA PENSAR EN ESAS COSAS POR DIOS.

    Akihiko sonrió al ver a Yukina, y cuando volteó con Kisa casi se ataca de risa.

    - Kisa, ¿el agua está demasiado fría?

    -N-No para nada... esta normal... ¿y para usted? -dijo muy nervioso.

    - Um, ¿estás seguro? Porque tus pezones no son lo único erecto en ti...

    -C-Cállese... además no soy el único que se encuentra así. -dijo atropelladamente

    Misaki bajó la cabeza bastante sonrojado. Era cierto: los 4 ya estaban así. Incluso Yukina, que aunque parecía medio ido aun, se encontraba erecto.

    - Vaya vaya -dijo Akihiko- esto será un problema...

    -Un pequeño problema... -secundo Kisa.

    Kisa sin esperar mucho tomó la hombría de pareja y la suya propia y comenzó a masturbarlas a la vez, provocando un temblor en el rubio que seguía colgado de Akihiko.

    - ¿Cómo haremos? -dijo el escritor un tanto divertido por la situación.

    Al ver eso, Akihiko se encogió de hombros y atrajo a Misaki para comenzar a masturbarlo. Misaki jadeó e hizo lo mismo, solo que tembló tanto que tuvo que sujetarse de Yukina.
    .
    El escritor, al ver que Kisa hacía doble trabajo, apartó la mano del editor de su hombría y él mismo comenzó a masturbarlo.

    Con su brazo libre, Kisa tuvo que sostenerse de Misaki.

    -Sensei... mm... no es... necesario... -dijo Kisa haciendo lo propio pero con el escritor, escuchando que su novio jadeaba notoriamente.

    Entre todos siguieron masturbándose, moviendo, jadeando y temblando. El roce de pieles mojadas contra pieles mojadas aumentaban las sensaciones, y más aún que estaban todos juntos, pegados...

    Kou no aguantó mucho y terminó corriéndose dentro de la boca de Kisa y minutos después el editor se corrió en las manos del novelista, al menos con ellos fue efecto dominó.

    Al sentir el semen de Kisa, Akihiko se corrió con un gran gemido. Misaki lo escuchó y no pudo evitar el correrse. Ya no tenía tanta resistencia.

    -Ya... sensei... no mas... -imploró Kisa abrazando las piernas de su novio.

    Por más que quisieran detenerse, sus miembros les indicaban lo contrario.

    -Sensei... en serio... bastaa... -dijo Kisa agotado.

    - No... No podemos... -jadeó Akihiko-

    -Pero... Ya no damos mas... -se lamentó sonrojado el editor y miraba la cara de su pareja que se encontraba mas cansado que la de él.

    - Lo sé... ¿Saben? Mejor vamos a desmayarnos en la cama... -les susurró Akihiko acariciando la cabellera de Yukina.

    -Excelente idea... -secundo Kisa recargándose contra las piernas del universitario que se dejaba consentir por Akihiko.

    Akihiko miró a los 3 hombres. ¿Qué hacer? ¿Cómo harían para arrastrarse hasta la habitación?

    - Vamos a mi habitación- suspiró Akihiko- es la mas cerca

    Los ukes asintieron y con todo el cansancio del mundo se levantaron a duras penas de su lugar, en cambio para Yukina la historia era otra, esta literalmente colgado sobre el cuerpo de Akihiko y por más que este era fuerte, cargar con un peso casi muerto no ayuda para nada al caminar.

    -¿Quiere que lo ayude? -se ofreció Kisa

    - ... Te lo agradecería. Por lo visto Yukina no piensa soltarme en un rato...

    El editor se acercó y con algo de mañas logró el rubio pasara una mano por los hombros y lo ayudó llevarlo a la recamara donde Misaki ya estaba en la puerta esperándolos.

    -Lamento Sensei que Kou se comporte de esa forma. -se disculpó.

    - No te preocupes, no es que realmente me moleste -le dijo Akihiko mientras dejaba a Yukina en la enorme cama King Size-, solamente mi cuerpo ya no aguantaría su peso.

    Cuando se quiso acomodar, Yukina se le volvió a colgar.

    -Parece que le tomó cariño. -sonrió divertido al ver como su mimoso novio se le colgaba de nuevo al escritor. -Oh Kou... deja a sensei en paz o sino Mi-chan y yo nos pondremos celosos. -refunfuñó intentando separar a ambos hombres.

    Misaki miraba la escena un tanto divertido. En verdad le era curioso ver eso.

    - En ese caso -dijo Akihiko poniéndose en medio de la cama (aun con Yukina encima)- ven Misaki -con su mano libre palpó el espacio que había de su lado´.

    -Lo siento Mi-chan pero yo duermo en medio de estos Adonis. -soltó Kisa acomodándose en el medio de ambos semes, abrazando a Yukina y notando que este sonreía ante el roce de las manos del azabache.

    - Eso no es justo -se quejó Misaki metiéndose entre ellos y quedando del lado del escritor-, si yo duermo solo de ese lado tendré frío- y se sujetó al pecho del escritor.

    - Ustedes... -soltó Akihiko para luego con su mano libre acariciar el cabello de Misaki.

    -Sensei... ¿que le parece Kou? -soltó de la nada el mayor de los ukes

    - ¿Me parece? ¿a qué te refieres?

    -A todo... -respondió acomodándose en el pecho de su novio y dedicándole una de sus sonrisas cómplices.

    - Es un excelente chico, en todos los aspectos -sonrió de la misma forma acariciando el cabello del ojiverde- ¿y qué opinas de Misaki?

    -Es el sueño ideal de todo seme. -sentenció Kisa sin reparo alguno. - Y buen cuida Kous.

    Akihiko rió ante eso y Misaki se sonrojó.

    - Tú me agradas. No tienes inhibición alguna para jugar. No todos son así.

    -Y que puedo decir... usted es demasiado mente inquieta. -dijo refiriéndose a las novelas que a lo que vivió.

    Misaki comenzó a ponerse un poco celoso y se aferró de nuevo al pecho del novelista.

    - Estoy cansado -dijo- pero no puedo dormir...

    -Parece que alguien quieren que lo mimen... -conjeturó Kisa desde su posición, y reojo notó que su chico casi se estaba quedando dormido. -Que suerte que vos si duermes con facilidad.

    Misaki se sonrojó y al ver eso, Akihiko rió suavemente y le comenzó a acariciar el cabello. Mientras lo hacía, le dio un suave beso en la frente.

    -Bueno sensei... como veo que mi amado artista se me esta llendo al país de los sueños, déjeme que lo acompañe y dormir de lo mas tranquilo. -dijo Kisa conteniendo en ese abrazo a Yukina.

    - Está bien, descansa.

    Akihiko cerró los ojos y se durmió de la forma inmediata de la que solo él podía dormir.

    Misaki pegó su espalda a la de Kisa y se acurrucó en el pecho de Akihiko y él también cerró los ojos.

    -Que descansen... -susurró Kisa.

    -O... Oyasumi... S-Shouta...san... -susurró finalmente Kou para que el editor lo escuchase, por suerte la tormenta había pasado.

    Y de esta forma pasaron la noche las 2 parejas, que gracias al enorme tamaño de la cama los 4 cupieron perfectamente, aunque no les molestaba para nada el estar pegados. En una esquina estaba Suzuki-san, aunque nadie recordaba haberlo subido.

    - " Quizás él subió solito porque se sentía solo abajo" -pensó incoherentemente Misaki en una de esas veces que despertó por 3 segundos y logró ver al oso.

    A la mañana siguiente un joven de cabellos rubios sentía que había mas calidez de lo que estaba acostumbrado y cuando divisó mejor la vista, notó a los tres hombres. Lo ultimo de su memoria era medio borroso pero intentó no darle importancia, con suavidad y lentitud se escabulló de la cama para buscar la ropa que habían dejado en la planta baja.

    Una vez vestido y doblando la ropa, zarandeó al editor suavemente.

    -Shouta-san... despierte... -susurró mirando como el chico ahora se abrazaba al novelista.

    Akihiko, aun medio inconsciente, abrazó a Misaki pero también a Kisa, y los apretó a su cuerpo. Misaki roncó ligeramente y abrazó la cintura de Kisa para luego acurrucarse en él.

    -Mmm... que haré... que tal si... -en eso se acerca al oido del editor y comienza a lamerle sutilmente dentro del lóbulo, provocando que se estremezca y suspirara un poco.

    -Kou... no... -se quejó medio dormido.

    Misaki, entre sueños gruñó y se abrazó aun más a Kisa al igual que Akihiko

    -Shouta-san... Vamos... -dijo lamiéndole la nuca del editor y acariciando las piernas para ver si la reacción funcionaba.

    Pero el editor al tener el sueño pesado suspiró ante tal afecto y se estremeció mas despertándose al final.

    -Kou... Que haces...

    -Buenos días, Shouta-san. -saludó haciéndose el desentendido y dedicándole esa sonrisa que tanto lo deslumbraba.

    Por su parte, los románticos parecían seguir roncando, metidos cada quien en un mundo de sueños diferente... O eso se supone que hacían.

    Al ver que el otro par seguía descansando ambos chicos en silencio salieron hacia afuera y hablar mas calmadamente en la puerta.

    -Ten Shouta-san tu ropa, y esta limpia. -dijo Yukina tendiéndole la ropa del editor lavada y secada, Yukina vestía la ropa casual de la noche anterior.

    -Gracias, en seguida regreso, voy al baño.

    -Te espero afuera. -dijo para quedarse esperando en la puerta del baño del segundo piso, meditando como saldrían sin molestar a los dueños de casa.

    - Yukina-san, buenos días -dijo algo atontado-.

    -Buenos días Takahashi-san. -saludó alegremente Kou. -¿Durmió bien?

    - Sí, extrañamente dormí bien. ¿Y ustedes? ¿Se quedarán a desayunar?

    -Yo dormí bien. -respondió alegre el rubio. -En cuanto a Shouta-san parece que también durmió bien. No queremos molestarlos mas, así que lo dudo Takahashi-san.

    - Oh vamos, no es ninguna molestia -sonrió Misaki- por favor acompáñennos a desayunar, insisto.

    -¿Sensei estará de acuerdo? -dijo el editor saliendo del baño para reunirse con los menores, ya mas aseado y vestido con ropa normal.

    - Sí, no se preocupen por eso, por favor esperen aquí mientras voy a comenzar a hacer el desayuno -dijo mientras se metía al baño para ponerse algo de ropa.

    -De acuerdo. -corearon ambos jovenes mientras en silencio bajaban a la planta principal y con descaro se apoderaron de las cosas de la cocina, necesarias para armar un desayuno. Kou aprendió bastante de su amiga y junto con Kisa armaron parte del desayuno.

    Cuando Misaki bajó vio que ya estaban preparando el desayuno. Suspiró y comenzó a limpiar todo el desastre que habían provocado con sus "juegos", y en menos de 20 minutos ya había terminado, y se acercó para ayudarlos a terminar el desayuno.

    Cuando terminaron, dejó que los eróticos pusieran la mesa y él subió a despertar al escritor, armado con un pequeño y viejo sartén.

    -Shouta-san... ¿por qué ira así Takahashi-san? -susurró Kou al mencionado.

    -Creo que ya sabes el por qué de sobra... -respondió imaginando todo lo que había pasado.

    Después de un par de minutos, se escuchó un sonoro sartenazo y a los pocos segundos bajó Misaki y sonriendo.

    - Ya viene Usagi-san.

    -Disculpa... Mi-chan... ¿qué le hiciste a Sensei?

    - Ah, es que cuando Usagi-san recién despierta se pone de mal humor y muy agresivo. Solo le di un pequeño golpe para alejarlo. Lo hago todos los días -sonrió inocentemente-.

    -Ah... bueno... -dijeron ambos eróticos un tanto temerosos por la reacción del novelista.

    -Ehmmm... Takahashi-san... ¿seguro que no nockeó a Sensei? -dijo Kou algo preocupado.

    - No, estará bien, Usagi es algo cabeza hueca pero ya pronto bajará.

    Misaki acercó las sillas. Para extrañeza de los eróticos, en lugar de poner 4 sillas, puso 5.

    -¿Por qué cinco? -preguntaron al unísono.

    - Ah, bueno porque...

    Justo en eso bajó el escritor con su típico humor mañanero. Como siempre, traía a Suzuki-san bajo el brazo.

    - Misaki... -dijo con voz arrastrada- ¿ya está el desayuno...?

    - Sí, por favor siéntate Usagi-san, enseguida te sirvo.

    El novelista se sentó en el lado derecho de la mesa, y en la silla a su lado sentó a Suzuki-san.

    Ahora veían los otros dos él por qué de la quinta silla, en eso Yukina se levanta de la misa y sigue al castaño para ayudarlo.

    -Takahashi-san espere que lo ayudo.

    - Ah, gracias Yukina-san.

    Resulta que toda la comida que Misaki había preparado tenía toques infantiles: Salchichas en forma de pulpo, onigiris en forma de pandas y con caras de oso, huevos en forma de patitos y pollitos...
    Incluso las tazas y platos que Misaki acercó tenían diseños de esos animalitos.

    -Takahashi-san.... ¿hay un niño? -dijo Kou al no perder detalle del meno infantil del castaño.

    - ¿Niño...? Ah, no, a Usagi-san le gusta así su desayuno....

    - Y la vajilla... Esa es la que usamos cuando mi hermano no viene a comer... -murmuró-.

    -Oh... de acuerdo, no diré nada entonces... mmm espero que Shouta-san no se sienta incomodo por la presencia de sensei.

    - No lo creo. Después de despierto poco a poco comienza a recuperar su humor normal -le sonrió Misaki ya caminando hacia la mesa para comenzar a comer-.

    Una vez que ambos jovenes trajeron los platillos y los acomodaran para todos los presentes, los universitarios se sentaron y miraron a sus respectivas parejas.

    -Itadakimasu.

    Comenzaron a comer. El escritor miró con fijeza sus onigiris. Los miró durante un buen rato mientras los otros comían y charlaban.

    -Sensei... ¿hay algo malo con sus onigiris? -dijo Shouta con una tostada en mano.

    En lugar de contestar, tomo uno y lo acercó a sus ojos, ignorando la pregunta de Kisa.

    - No se preocupen -rió Misaki- así actúa siempre que le doy lo que el llama "comida de personas comunes".

    Los otros dos miraron con cierta sorpresa a la pareja, si que eran extraños y se lo dijeron.

    -Son... raros. -espetaron los dos, sin querer ofender,

    - Lo sé... -suspiró con resignación- Desde que vivo con Usagi-san siempre me pasan cosas raras...

    - Misaki -dijo Usagi de pronto un poco animado- el oso de este onigiri se parece a Renka...

    - Sí Usagi-san -dijo Misaki distraídamente- se parece a Renka...

    -No te sientas mal Mi-chan... no tienes que vivir la vida de un editor como yo. -dijo Kisa por todas sus desmanes en el laburo.

    - Pronto lo haré -dijo sonriendo tímidamente- actualmente estoy como aprendiz de editor en el departamento Japun, con Kirishima Zen como editor en jefe...

    -Ohh, entonces trabajaras cerca de Ijuuin-sensei. -dijo Kisa sin pelos en la lengua.

    Ese nombre hizo reaccionar al novelista y un aura negra comenzó a rodearlo.

    - Eh... Kisa-san... -susurró Misaki- no diga ese nombre frente a Usagi-san...

    -¿Ah? ¿por qué? -dijo extrañado y acostumbrado a vivir con las auras oscuras.

    - Um... Digamos que... Usagi-san e Ijuuin-sensei no se llevan muy bien que digamos´...

    -Uhh... lo siento sensei... -se disculpó el editor.

    Akihiko no respondió nada, solo dejó un onigiri frente a Suzuki-san y se dedicó a comer.

    Los otros dos se quedaron callados porque encima que se quedaron gracias a la hospitalidad de los residentes, los incomodaron con sus comentarios. En eso Kou preguntó:

    -Sensei... Si no le es molestia... ¿podría autografiarme una de sus novelas? -preguntó suavemente para cambiar el tema y de paso el humor del albino.

    No respondió, simplemente afirmó con la cabeza. Traía unas enormes ojeras y parecía un poco más pálido de lo normal. Misaki lo examinó unos segundos y luego se atrevió a hablar.

    - Usagi-san, estuviste trabajando toda la noche, ¿verdad?

    El novelista solo asintió.

    -Sensei apenas terminamos, nos iremos para que descanse. -dijo Kisa comprendiendo lo que se siente trabajar desvelado.

    - ¿No... quieren que los lleve? -por lo visto ya recuperaba el habla y su rostro tomó un poco más de vida.

    -No se moleste, nos tomamos un taxi. -respondió Yukina.

    - ¿Están seguros? Como sea, debo de ir a la editorial, puedo dejarlos de camino...

    - ¿A la editorial? -dijo Misaki extrañado- ¿vas a ir a la editorial por tu propia cuenta?

    - Tengo que ponerme de acuerdo con Aikawa sobre una nueva novela -dijo mientras movía su cuello para desperezarse- así que no sería mucha molestia.

    - No creo que debamos, además hoy me tomaré el día. -dijo Kisa algo agotado. - Los de la oficina ya lo saben.

    -Yo tengo clases a la noche, así que no se preocupe sensei. -siguió Kou.

    -Ahora que dice sobre novelas... las editoras del departamento Zaphiro me tienen agotado.

    - ¿Zaphiro...? -dijo Misaki extrañado- ¿qué acaso no es el departamento de...?

    -Si... es ese departamento Mi-chan. -dijo el editor desganado y tomándose un sorbo de café.
    Kou escuchaba campanante porque también sabia a lo que se referían.

    El novelista, en cambio, discutía con Suzuki-san porque esa mañana no había querido comer.

    - Pero Kisa-san, ¿por qué le están agotando esas editoras?

    -Porque... bueno tengamos en cuenta que nuestro departamento despierta muchos rumores en toda la editorial. -dijo nada orgulloso.

    - ... Ah, es cierto, Kisa-san usted es parte de Emerald, ¿verdad? -dijo con algo de pena al darse por descubierto que él sabía algo de los rumores- He escuchado que uno de sus editores fue con el editor en jefe a otra ciudad y que durmieron juntos en la misma cama de hotel... y que ninguno quiere decir qué fue lo que ocurrió ahí...

    Tomó algo de café y luego añadió.

    - Aunque también he escuchado rumores sobre el extraño y repentino acercamiento de Kirishima-san y de Yokozawa-san, el jefe del departamento de ventas...

    -¡¿Eh?! ¿en serio? Pobre Kirishima-san... lo que tendrá que aguantar.

    -No digas eso Shouta-san, Yokozawa-san es muy buena persona. -comentó sonriente el rubio

    El editor miró a su pareja con ojos de plato no creyendo en tales palabras.

    - ¿Yokozawa-san? -dijo Misaki extrañado-¿buena persona? La verdad no lo sé, pero "el oso gruñón" en verdad me da miedo...

    -Les aseguro que se equivocan, es muy amable. -dijo Kou al conocer al hombre y presenciar muchas firmas de autógrafos.

    - Yo no puedo opinar -sonrió Misaki- en verdad no le conozco mucho, pero las únicas veces en que le he visto está hablando con Kirishima-san y siempre parece molesto.

    -No me quiero imaginar el por qué. -dijo Kisa para luego echarse a reír.

    Misaki abrió la boca para hablar, cuando de pronto Akihiko se desplazó a la izquierda y se desplomó en el suelo.

    -¡Sensei! -se asustaron la pareja y fueron a auxiliar al escritor.

    Misaki se levantó tranquilamente y se acercó para ver el rostro del escritor.

    - No se preocupen -sonrió- es solo una etapa de su modo zombie

    -Pero... debe ir a la cama. -dijo el editor preocupado.

    -No creo que deba ir a la editorial. -siguió Yukina.

    - Lo sé, llamaré a...

    En eso la puerta se abrió de golpe. Una hermosa mujer pelirroja entró, pero no como siempre entraba: parecía en el mismo estado que el novelista, sino un poco más peor.

    - A-Aikawa-san, ¿se encuentra bien? -dijo Misaki preocupado.

    -Señorita, ¿quiere que le ayude? -se ofreció Yukina con preocupación pero aun así brillaba con intensidad, dejando casi ciega a la mujer.

    - ¿Huh? ¿Misaki-kun...? ¿Acaso morí o... estoy alucinando...? -dijo con su voz arrastrada pero evidentemente impactada ante Yukina-.

    - Ah, lo siento Aikawa-san, ellos son unos amigos, vinieron de visita.

    Al oír eso, Aikawa pareció tomar un poco de compostura.

    - L-lo siento... -dijo ya un poco más normal- que... mala impresión di...

    -Oh no se preocupe que yo la comprendo. -dijo Kisa acercandose a la mujer. -Creo que no la conozco pero me presento, Kisa Shouta del Departamento Emerald.

    -Descuide todos tenemos esa clase de dias. -comentó Kou. -Me llamo Yukina Kou y trabajo a medio tiempo en Marimo's Books y soy estudiante de Arte.

    - Mucho gusto, soy Aikawa Eri, editora de Usami-sensei -sonrió como pudo. Luego miró a Yukina- ¿de casualidad eres tú quien se encarga del departamento de mangas Shojo en la librería Marimo?

    -Si soy yo. -respondió algo sorprendido. -¿Me conoce Aikawa-san?

    - Creo que sí, he ido un par de veces a comprar mangas y lo he visto por ahí acomodando los libros -sonrió para luego mirar a Kisa- Kisa-san, estoy segura de que lo he visto en algún lado... Hmm siento que ya habíamos hablado anteriormente...

    -Puede ser pero soy malo recordando cosas, perdóneme. -se excusó el muchacho con una sonrisa nerviosa.

    Ella se quedó pensando. "Emerald"... "Emerald"...

    Y de pronto lo recordó: ella había sido una de las tantas chicas que habían estado en Emerald intentando saber lo que había ocurrido entre un editor y el editor en jefe de Emerald ya que ambos pasaron juntos la noche en una misma cama en un hotel. Se sonrojó al recordar eso e intentó cambiar de tema.

    - Y-ya veo... Misaki-kun, ¿dónde está sensei?

    - Muerto en el sofá -dijo él suspirando-

    - Ahh ya veo, ¿se volvió a quedar hasta tarde?

    Misaki asintió un poco apenado.

    -Digamos que fue nuestra culpa. -comentó Kou inocentemente

    Al ver que iba a relatar el por qué Kisa le tapo la boca y le dijo a la joven.

    -Nosotros vinimos tarde y festejamos hasta la madrugada.

    - ¿Festejar...? ¡Ah, cierto, Misaki-kun tengo tu obsequio! -dijo ella para rebuscar en el agujero negro que traía de bolso y sacó una pequeña caja de chocolates.

    - Ah, muchas gracias Aikawa-san -le sonrió Misaki- pero no tenía porqué haberlo hecho...

    - Está bien, te lo mereces después de todo, eres muy buen niño -^^

    -Eso es cierto. -dijo Kou sonriente.

    - Aikawa... -dijo la voz de Akihiko desde el sofá.

    - Sensei, ¿ya tiene listo el trabajo?

    Cuando se alejó, Misaki miró a sus invitados.

    - Lo siento, ella tiene que venir de esta forma porque Usagi-san en verdad necesita una niñera para hacer su trabajo.

    -No se preocupe, por lo que veo están ocupados creo que es mejor que nos retiremos. -habló Kisa mirando como lo otros dos hablaban.

    - Está bien, lamento no poder acompañarlos ya que si me voy, es posible que sus vidas corran riesgo -dijo señalando a los otros dos- pero...

    Ladeó la mirada y se sonrojó levemente.

    - Gracias.

    -De nada y perdonamos por estropear la velada con sensei. -susurró Yukina en el oido de Misaki, sonrojándolo un poco mas.

    -Gracias por dejarnos quedar, Mi-chan. -siguió Kisa igual de apenado.

    Así sin mas le saludaron con una mano al novelista y ambos se fueron a la puerta a la espera que el castaño les abriera para retirarse de la famosa residencia Usami.

    Misaki los despidió con una sonrisa y se quedó en la puerta hasta que ellos subieron al elevador. Después dio media vuelta y volvió a entrar al departamento.

    En medio del descenso ambos jovenes hablaban sobre lo que vivieron y Kisa le preguntó si recordaba algo antes de haber dormido, al escuchar la negativa del mas joven el mayor suspiró.

    Por su parte Misaki estaba un poco preocupado. Aikawa actuaba con su modo de Fangirl ON y de vez en cuando volteaba a verlo y se sonrojaba. Por sospechas vio el título del trabajo que Usagi hacía pero no vio "Jun'ai Romantica" solo vio "Sekai Hatsukoi II". Así que mas tranquilo decidió olvidarse de eso.

    Así con mucha calma el duo erótico se fue tranquilo a uno de los departamentos de los dos para descansar mas a gusto, sin saber que próximamente serian difamados por la bella caligrafía del escritor

    Unos cuantos días después, mientras Yukina trabajaba en la bodega, lo abordó una silueta negra.

    - Yukina... -dijo con voz arrastrada-

    -Hola ¿cómo estas? -saludó alegremente el mencionado.


    Kuro estaba sentado encima de una caja, mirándolo en forma curiosa.

    Yukina lo miró como siempre y ladeando la cabeza preguntó: -¿Como vas con James-san?

    Se sonrojó levemente pero su neutra expresión no cambió- De momento todo está bien, aunque es un ninfómano. ¿Qué tal con tu pareja y Takahashi?

    -Oh con Shouta-san vamos muy bien, nosotros solo tenemos sexo cada vez que podemos y en cuanto a Takahashi-san... de ves en cuando se queja porque Usami-sensei lo persigue a sol y asombra.

    Kuro asintió.

    - Lo suponía. ¿Y qué tal sobre el nuevo trabajo de Usami?

    -La novela que él hace es muy buena. -dijo sin comprender que esa frase tenía una segunda intención en el fondo.

    - Me refiero a su "otra" novela

    -¿Otra? ¿cuál otra? -dijo confundido por no recordar a lo que se refería. Después de pensarlo un poco razonó y recordó las palabras de Misaki. -¿Acaso sensei sacó otra de "esas"?

    Kuro asintió.

    - Es de su saga más nueva. Si no lo sabes, tu pareja ya lo sabrá...

    Mientras, en Emerald, Kisa llegó como siempre, solo que se extrañó al ver a Takano y a Ritsu mirando lo que parecía un libro muy juntos y susurrándose algo.

    -Buenos diaaaass. -saludó el editor con energía y se acercó a saludar a sus compañeros. -Buenos dias Takano-san, Rit-chan, ¿qué hacen?

    Ambos editores lo miraron de forma extraña.

    - Buenos días Kisa-san -intentó sonreírle Ritsu, pero Takano solo lo miró.

    -¿Sucedió algo? -dijo extrañado por las cara de sus colegas.

    - Um, Kisa-san -comenzó Ritsu- eeh... usted... um...

    - Kisa, ¿qué eres de Usami Akihiko? -dijo Takano de una vez

    -¿Yo? ¿De Usami-sensei? Nada solo lo conocí una vez con mi n-... amigo... -dijo sonrojado porque casi le salía la palabra novio de la boca. -¿Por qué? ¿Cómo saben que conocí a sensei?

    - P-por nada en especial...

    Takano gruñó y le extendió a Kisa la nueva obra de Akikawa Yayoi: Sekai Hatsukoi II "Un interesante y excitante cuarteto, nunca antes probado por Akikawa-sensei".

    Y en la portada, venían 4 chicos: obviamente, dos eran idénticos a los románticos y los otros dos a los eróticos. Lo único diferente eran los nombres.

    - Eso lo explica -dijo Takano esta vez de forma suave- Sensei solo usó tu físico para el personaje...

    - ... -el editor quedó impactado al verse plasmado no solo a él… sino que Yukina también estaba ahí y rápidamente abrió las hojas y leyó una pagina al azar. Relató todo lo que hicieron en ese día... se quería morir... con un hilo de voz y notoriamente sonrojado le preguntó a su jefe. -Takano-san... me permite ir a otro departamento de edición, tengo que hablar con un conocido.

    Takano solo asintió y cuando Kisa se iba notó que el malicioso y misterioso Mino reía disimuladamente. Era obvio que sabía (de alguna forma) lo que ocurría

    Kisa caminó rápidamente hacia el departamento de manga shounen y al encontrar a quien buscaba saludó n muy alegre que digamos.

    -Mi-chan... tenemos que hablar ahora.

    Misaki se había alegrado al ver a Kisa pero al verlo de esa forma se preocupó.

    - Um, claro Kisa-san -se acercó a él- ¿qué pasa?

    -Disculpa por molestarte... pero se puede saber... ¿qué es esto? -dijo muy enfadado pero no levantando la voz enseñando la portada dl libro y creyendo que el menor había colaborado con el novelista para crear eso. -Nos usaron a Kou y a mi... y lo peor es que Kou no recuerda lo ultimo que sucedió, ¿por qué lo hicieron?

    Misaki extrañado tomó el libro... se puso pálido... lo hojeó.... y estalló.

    - ¡¡MALDITO BASTARDOOOO!! -del coraje rompió el libro en dos- ¡¡NO PUEDO CREER QUE VOLVIERA A HACERLO ESTA VEZ LO MATO DE ESTA NO SE SALVA!!

    Olvidando que tenía frente a él a un enfadado Kisa Misaki caminó hecho una furia hacia la sala de juntas, donde solo estaban Isaka y Akihiko.

    Apenas entró y sin tener consideración hacia Isaka le aventó a Akihiko los restos del libro en la cara.

    - ¡OI BASTARDO, NO PUEDO CREER QUE VOLVIERAS A UTILIZARME DE ESA FORMA!

    - ¿Qué tiene de malo? -dijo Akihiko tranquilamente quitándose los restos de páginas- Ya lo he hecho otras veces

    - ¡Desgraciado, esta vez incluiste a otras dos personas! ¡¡EN VERDAD NO SE QUE HARE CONTIGO!!!!

    El editor siguió detrás del chico y al ver como gritaba le dijo al menor:

    -Espera... yo pensé que vos lo sabias... entonces... -miró la cara del escritor y no quiso pensar mucho mas. -Maldición... -susurró por lo bajo y enojado, porque tampoco quería decir mucho porque estaba Isaka al lado del albino

    Isaka, al escuchar a Misaki comenzó a reír.

    - Vaya vaya Akihiko, ¿otra vez causándole problemas a Cibi-tan? -sin poder contener sus carcajadas despeinó paternalmente a Misaki- Deberías dejar de hacerlo enojar, en cualquier momento esta monada se te puede ir...

    - Isaka-san, por favor no se meta...

    - Isaka-san -dijo Misaki- ¿puedo golpearlo?

    - Tienes todo mi permiso -dijo Isaka riendo.

    Misaki tomó un libro muy pesado de la mesa y ya se estaba dirigiendo a golpear a Akihiko...

    -Discúlpeme Isaka-san. -dijo Kisa interfiriendo y deteniendo al castaño con el libro en manos. -Pero esto lo hago yo.

    En eso le robó el libro y con una fuerza descomunal no muy propia de su apariencia, nockeó al novelista dejándolo en el suelo.

    -Eso le pasa por usarnos...

    Y se dio media vuelta retirándose y pensado como podría explicarle a su amado príncipe lo del libro.

    Misaki lo miró y sin darle mucha importancia salió detrás del editor y lo alcanzó.

    - ¡Kisa-san! ¡Espere! E-en verdad... no sabe cuánto lamento todo esto... Aquél imbécil no sabe medirse... en verdad lo lamento...

    A pesar de que seguía muy enfadado no podía culpar al chico lo que el otro había hecho, después de un suspiro dijo:

    -Lamento haberte acusado injustamente.

    - No, lo comprendo, después de todo soy yo quien vive con él y pues....

    Le hizo una reverencia casi exagerada.

    - En verdad lo lamento mucho. Espero poder después retribuírselo....

    -No te preocupes por mi... el problema es otro... -dijo Kisa temiendo la reacción de otro joven universitario y precisamente no era Misaki.

    - Oi, Misaki -en eso intervino Kirishima- perdón por molestar, pero un tal Yukina te está buscando...

    -No puede ser.... -susurro Kisa temiendo lo peor.

    Temblando bastante, Misaki encaró a Yukina, quien, obviamente, no lucía NADA contento.

    - Y-Yukina-san...

    -Takahashi-san... yo pensé que era mi amigo... ¿por qué nos hizo eso? -dijo indignado y enojado, en eso sale a la defensa el editor.

    Espera Kou, Mi-chan no tiene nada que ver en esto, él también fue una victima al igual que nosotros.

    El universitario le costaba creer en sus palabras pero los ojos de los dos reflejaban parte de lo recién dicho

    Unas pequeñas lágrimas comenzaron a agolparse en los ojos de Misaki, quien bajó la mirada haciendo reverencias a Yukina.

    - En verdad... lo lamento mucho... no creí que fuera a descontrolarse de esa manera.... debí haberlo vigilado...

    -Pero por qué escribió cosas que no hice. -dijo molesto el rubio.

    - Um... Y-Yukina-san usted... si las hizo....

    El rubio puso los ojos en blanco y miró a su pareja que desgraciadamente le corroboró lo recién emitido.

    -Tiene razón... las hiciste... solo que bueno... estabas en ese estado... -dijo murmurando Kisa apenado

    - Por eso... en verdad lo lamento mucho... y-ya me encargaré yo de escarmentar a aquél idiota...

    -Mas bien... yo lo golpeé espero que... no me echen por esto... -dijo Kisa en un susurro mas bajo.

    -Shouta-san... desde cuando... -preguntó confundido al no recordar el haber hecho todo esas cosas.

    -Desde... que Usami-sensei... no te dejaba... ya sabes... terminar... -dijo en un susurro muy bajito solo para que ellos tres lo oyeran

    - Sí... después de eso te pusiste muy extraño Yukina-san... ¿en verdad no recuerdas nada?

    -No... -dijo confundido, de verdad había hecho esas cosas dijo pensando con preocupación.

    Misaki bajó la cara un tanto avergonzado. La verdad ya no sabía ni como mirarlos ni qué decirles.

    -Ni modo... Mi-chan perdona por haberte insultado.

    -Perdone Takahashi-san... yo también lo culpe por nada.

    - Está bien, no hay problema -sonrió sin mirarlos- estaban enojados, y con mucha razón.

    - ¡Takahashi, ven por favor! -lo llamó el editor en jefe de Japun.

    - ¡Voy Kirishima-san! -miró a los eróticos y les sonrió- lo siento, tengo que irme. En verdad lamento mucho lo que pasó.

    -Espera una ultima cosa.

    -¿Seguimos siendo amigos? -preguntaron la pareja a la vez.

    Misaki sonrió alegremente. Creyó que todo estaba arruinado por culpa del conejo.

    - Claro que sí, si ustedes están de acuerdo.

    -Por supuesto. -dijeron los dos con una sonrisa.

    -Bueno yo me voy o sino Takano-san me mata. -dijo Kisa echando a correr a su departamento dejando al rubio y al castaño a solas.

    -Takahashi-san antes de que se valla... le puedo peguntar una ultima cosa.

    - Claro que sí Yukina-san -le sonrió.

    -Sé que pensara que soy un malpensado y todo lo que usted quiera pero... ¿aun le gustaría ser mi modelo, con este problema que poseo? -dijo refiriéndose a ese lapsus mental donde copiaba todo y no recordaba lo que hizo.

    - Claro que sí Yukina-san, sería todo un honor

    -Espero que no me vuelva a ver de esa forma como supongo que lo hice anoche... perdone ya le robé su tiempo y Kirishima-san se va enojar, puede irse si quiere y gracias por no enojarse con nosotros. -dijo dando una reverencia al joven.

    - No Yukina-san, gracias a ustedes -le sonrió y luego corrió hacia su departamento.

    Mientras Kisa iba caminando, pasó por el departamento Zaphiro y vio algo que le llamó la atención:
    Un pequeño estante con las letras "Sekai Hatsukoi" en rosa, y encima las dos respectivas novelas.

    Estaba esa novela que tanto había hecho enfadar a Kisa, donde salían los cuatro, pero la primera salían... Unos que eran idénticos a Takano-san y a Ricchan... y por supuesto al sensei

    -Esto... jeje... ahora se las devolveré. -susurró malignamente el editor, llevándose una de las muestras.

    Al llegar al departamento doncella vio con gracia a los dos graficados y en eso se acercó y abrazó a Ritsu por la espalda, asustándolo.

    -Rit-chan... no sabía que fueras tannn apasionado... -dijo pervertidamente el editor.

    - ¿Ehhhh? K-Kisa-san, ¡qué dice tan de repente?

    -Lo que digo... es todo un lascivo... -susurró provocándolo.

    - ¿Huh? -dijo completamente extrañado, no sabía a lo que se refería.

    -No sabía que fueras amante de Usami-sensei y de Takano-san.

    Ritsu soltó los papeles que traía en la mano.

    - ¡¿Qué dices?! ¡¡Yo no soy amante de nadie!!

    -Ohh... si no eres tu... entonces Takano-san... -dijo mirando al editor en jefe.

    Takano estaba en otro universo, intentando no asesinar a su autora que no podía hacer bien ni un maldito storyboard.

    Kisa se acercó y le sopló la oreja al editor azabache.

    -Takano-san... usted si que sabe dar compañía. -dijo con picardía

    Takano casi deja caer todos los paneles al sentir a Kisa.

    - ¿Dé que rayos estás hablando Kisa? -dijo Takano enfadado ante la cercanía del editor.

    -Me refiero a que Usami-sensei es todo un niño consentido cuando le dan mimos.

    Se quedó extrañado ante las palabras de Kisa y lo miró a los ojos.

    - ¿Qué estás intentando decir Kisa? ¿A dónde vas con todo esto?

    -Me refiero a esto. -dijo nada juguetón y tirándole el libro de Sekai Hatsukoi I

    Takano miró indiferente el libro.

    - ¿Qué hay con eso?

    -Que Rit-chan es todo un amor en la cama, me permite llevármelo porque Usami-sensei nos llamó para ello. -dijo con toda la sonrisa capaz de poner en la cara.

    - Ya veo -sonrió de manera irónica- así que ustedes también cayeron...

    -Y usted también... no me lo esperaba Takano-san.

    - Digamos que eso fue de forma.... bastante natural si se puede decir -dijo volviendo a sus asuntos- nos retamos mutuamente y fue así como terminamos.

    -Oh... lo nuestro fue por encuentro y fiesta, y algún que otro desafío. -dijo Kisa justificándose.

    - En verdad que ese hombre es un ninfómano... pero eso significa ¿que ese lindo chico de ojos verdes también participó?

    -Oh si... y es muy participativo... no sabe como gime el niño. -dijo abrazando a Ritsu como lo había hecho con Misaki.

    - ¿En serio? -dijo Takano con algo de interés pero mirando sus papeles. En realidad lo hacía porque de alguna forma ver a Kisa abrazando a Ritsu así... era un tanto sugestivo.

    Ritsu se sonrojó bastante e intentó huir.

    -De verdad...

    - Entonces, ¿porqué no organizamos algo así solo para nosotros cinco? No es justo que solo ustedes tres se hayan divertido -esa fue la voz de Mino, que escuchó todo.

    -¿Mino-san... usted esta interesado en hombres? -dijo incrédulo Kisa.

    Falcón- Hombres y mujeres me gustan por igual, pero he de admitir que los hombres me parecen más interesantes -dijo sin parar nunca de sonreír

    Ritsu se quedó shockeado. ¿Ahora de que rayos hablaban?

    -Ohh.. y... ¿Hatori-san? se sumará. -aventuró Kisa soñando a lo loco con poder tener una joda con tan sexys compañeros de trabajo.

    - Estoy seguro que sí -dijo Mino- y si no, yo puedo convencerlo, no sería nada difícil.

    Eso si que sorprendió a Kisa, pero lo que le daba curiosidad era otra cosa, así que se soltó del cuello de su compañero de banco y se tiró al cuello del azabache y le susurró.

    -Takano-san... y ¿qué le pareció el rubio? -refiriéndose a Kou.

    - Nada mal -dijo Takano sin hacer ningún intento de quitar a Kisa- aunque si tu plan es invitarlo, he de decirte que no. Si vamos a hacer esto, que sea solo entre nosotros 5

    - ¿Hacer qué? -intervino Hatori.

    -¿Acaso le gusta Mi Kou? -susurró Kisa muy bajito para que Takano lo oyera.

    - Realmente no lo conozco -respondió Takano- lucía muy apuesto, eso no te lo voy a negar, pero si vamos a hacer algo, que sea solo entre los del departamento.

    -De acuerdo... un día nos quedaremos los cinco y usaremos la sala de juntas- dijo Kisa susurrando y lamiendo apenas el oido del editor en jefe.

    Takano solo dejó salir una sonrisita y sujetó la cintura de Kisa- ¿una sala de junta? ¿qué quieres, que nos despidan a todos?

    - Aun no me han dicho que es lo que pasa aquí -dijo Hatori un poco más serio y viendo a Kisa y a Takano.

    -Hola Tori. -dijo Kisa con una sonrisa. -Takano-san, Mino-san, Rit-chan y yo estábamos discutiendo sobre donde podíamos reunirnos y pasar el rato, tu sabes a lo me refiero. -dijo acariciando la mejilla de su jefe.

    Hatori lo pensó muy bien unos minutos. Bien, la verdad es que desde que había probado a Ritsu le daba la tentación de volver a tener... Y de paso, también lo de Kisa se le había metido a la mente...

    - Está bien -suspiró.

    -¿En serio? -espetó Kisa sorprendido.

    -Creo que era de esperarse. -dijo Mino sonriente.

    -¿Por qué toman decisiones sin mi consentimiento? -se quejó Onodera entiendo a medias la conversación del grupo.

    - Porque aun eres el novato y no tienes derecho a opinar -dijo Takano acariciando la cintura de Kisa.

    -¡Que dijiste Takano-san! -dijo enojado Ritsu.

    -Takano-san... es temprano. -susurró Kisa sintiendo un suave cosquilleo por las caricias.

    - No es cierto, falta media hora para que sea el último turno...

    Tori miró el reloj.

    - De hecho podría arreglar la salida ahora mismo...

    -Mas bien ¿por qué no lo hacemos ahora? -sugirió Kanade.

    - Bien, entonces llamaré para pedir la confirmación de la salida -dijo Tori caminando hacia su mesa para ir al teléfono-

    -Mino-san es todo un pervertido. -dijo Kisa con una sonrisa macabra. -Y Tori no se queda atrás.

    - Tu tampoco -rió Takano aun acariciando la cintura de Kisa-.

    -Kisa-san no diga esas cosas y Takano-san deja de tocarlo. -dijo Ritsu intentando poner inútilmente orden en aquella doncelleada sala.

    Sin embargo, Takano siguió acariciando a Kisa y recibiendo los mimos de éste.

    - ¿Qué pasa Onodera? ¿También quieres caricias?

    -C-Cállate. -le espetó sonrojado y mirando a los otros dos con pena.

    -No sea así Takano-san, usted debe ser mas flexible y debe comprender que nuestro joven novato aun no ha aprendido todo lo de esta vida. -dijo Mino.

    -Mino-san... ¿me quiere ayudar o deprimirme? -preguntó el de ojos verdes.

    -Si te quiero ayudar pero con los problemas de aquí. -dijo posando una mano en la entrepierna del castaño.

    -Takano-san... mira ya quiere comenzar. -puchereo Kisa sentándose en las piernas del edito, mirando a los otros dos.

    - Hey Mino, espera un poco ¿no? -dijo Takano abrazando la cadera de Kisa y acercándolo más a su cuerpo- Como sea, no podemos hacer mucho aquí.

    Tori se levantó y se puso a un lado de Mino abrazándolo y poniendo una de sus manos en el trasero de éste.

    - Serán 10 minutos de espera hasta que nos confirmen la salida -dijo mirando a Takano.

    -Hatori-san... ¿por qué le gusta tocarme precisamente en ese sitio? -dijo Kanade mirando al sub jefe de edición.

    -Yo me voy ahora. -dijo Ritsu poniéndose de pie y alejando la mano del castaño de su pierna.

    -Rit-chan espera, no te vallas. -dijo Kisa abrazando al menor del grupo con un tierno abrazo.

    Takano se acercó y tomó el mentón de Ritsu haciendo que lo mirara.

    - ¿No te había dicho ya Onodera que tu no tienes derecho a opinar?

    Hatori, con una sonrisa extraña, se acercó al grupo y se puso detrás de ellos, entre Ritsu y Takano.

    -¿Hatori-san? -dijo pensando que lo iba a salvar de aquella jauría de lobos hambrientos.

    -Tori no seas aguas fiestas -dijo Kisa sin soltar al menor.

    - ¿Aguafiestas? -dijo Tori sonriendo- Si venía a decirle a Onodera que debido a que es un novato su opinión no tiene mucho valor ante la opinión de los veteranos del departamento.

    Esto dejo descolocado al menor, pensó que al menos el mayor lo comprendería pero parece que no.

    -Este Novato se va. -dijo intentando librarse de Kisa que lo tenia bien aferrado.

    Tori lo sujetó de los hombros.

    - Onodera, deje de resistirse -le susurró suavemente.

    Ese susurró lo descolocó, memorando como ese tono grave y seductor lo había doblegado aquella vez.

    -Hatori-san yo... -dijo mirando al mayor.

    Hatori le sonrió con dulzura. Takano se acercó un poco más y lo miró a los ojos.

    - Vamos, Ritsu -le susurró- nos vamos a divertir.

    -Mmm... -suspiró ante las palabras de los hombres y con los ojos cerrados asintió.

    La batalla de los semes habian ganado y los miembros de Emerald podrían jugar en minutos con todos y entre todos.

    - Me alegro que hayas aceptado -sonrió Takano acariciando su barbilla- ¿no lo crees Mino?

    -La verdad que si y díganos... ¿quien empieza? -dijo poniendo sus manos en el hombro de Kisa.

    - Eso no importa -dijo Tori reaccionando- lo que importa es que nos controlemos hasta que hayamos salido de aquí

    - Eso será aburrido -dijo mientras sujetaba la cadera de Mino.

    -Será difícil. -dijo Kisa con un leve tono sonrojado.

    -Amm... ¿podríamos separarnos un poco? Hace calor. -dijo Ritsu algo apenado y serio.

    - ¿En serio? -rio Tori- si los aires acondicionados están a lo máximo. De hecho si no lo ha notado Onodera, todos traemos abrigos puestos....

    -Pues... podríamos tomar algo de distancia, ya saben... -dijo el castaño.

    -Parece que el menor y el mayor de nuestro equipo ya sufren de calores.-aclaró Mino con una sonrisa cómplice

    - Vaya vaya, qué tragedia -rió Takano- pues mejor vamos a terminar lo que podamos de trabajo antes de irnos

    -Estoy de acuerdo con usted Takano-san. -secundó Mino

    Los dos ukes del grupo estaban apenados por encontrarse en tan delicado momento,

    Takano les sonrió pícaramente a los ukes y luego se dio media vuelta para volver a su trabajo.
    Tori también les sonrió y luego caminó a su escritorio, no sin antes darle "accidentalmente" una ligera nalgada a Kisa

    -Tori. -refunfuñó Kisa por el golpe.

    -Kisa-san... ¿vamos al baño? -dijo Onodera sonrojado y susurrándole al hombre.

    -Creo que si... deberíamos... -asintió.

    -Ah Takano-san me olvidaba decirle, necesitan a dos personas en ventas, ¿a quien manda? -preguntó Mino.

    - Hmm... Que vayan Kisa y Onodera

    -Enseguida vamos. -dijeron los aludidos retirándose del sitio, pero para hacer otra cosa claro esta.

    Mientras, Takano se quedo revisando sus últimos trabajos, de alguna manera sentía que todo iba a ser muy divertido...

    -Takano-san cree que no harán algo el par de jovenes. -dijo Mino llamando la atención.

    - Lo más seguro, andaban muy acalorados...

    -¿No cree que vallan al baño para bajarse unos decibeles?

    - ... ¿Estás diciendo que deberíamos ir a ver? -dijo con una pequeña sonrisita.

    -Usted decidirá, nosotros somos sus compañeros.

    - Hmm... vamos, es nuestro deber cuidar de ellos -dijo dejando las cosas a un lado y parándose-.

    -Y que no hagan cosas indebidas en el trabajo. -dijo Mino siguiéndolo.

    - Y si las hacen, asegurarnos que no sean tan malas -dijo Tori pegándoseles para ir a ver.

    -Esa es la actitud. -dijo Mino malévolamente.

    Los tres hombres caminaron y entraron disimuladamente al baño de caballeros. Primero se extrañaron, creyendo que tal vez se habían equivocado ya que no se veía ni se oía nada, pero cuando estaban a punto de salir escucharon un leve golpe en una de las puertas. Con mucho cuidado se asomaron y los tres casi al mismo tiempo tuvieron una erección:

    Ritsu y Kisa se masturbaban entre sí, y para no hacer ruidos se tapaban la boca mutuamente.

    Los ukes seguían satisfaciéndose mutuamente, ajenos de que estaban siendo observados.

    -Hatori-san... Takano-san... ¿lo interrumpimos? -dijo sorprendido al encontrar infraganti a los otros dos.

    - No -dijo Takano con una sonrisita malévola- espera un poco, y yo te digo cuando entramos.

    Y vaya que los Ukes sabían satisfacerse entre sí, era una gran hazaña que se estuvieran tocando y no hicieran ruido alguno.

    Kisa besaba de forma ferviente y apasionada a Ritsu, jugando con lengua y apretando mas el tronco del menor para que pudiera venirse.

    Por su parte Ritsu colaboraba de buen grado y no gemía porque el otro sabía como acallarlo.
    Ambos jovenes se sentían que iban a acabar y volver al trabajo como si nada.

    - Un poco más... -susurró Takano- ... Ahora...

    -Chicos creo que esas cosas no se hacen. -dijo Mino sorprendiendo al duo.

    - Y menos en el trabajo -dijo Takano-.

    - Y menos cuando dijimos que habría que esperar un poco más... -dijo Hatori.

    -Ah... nosotros... -dijo Kisa.

    -No hacíamos... nada... -dijo Ritsu rojo como un tomate

    Los otros tres no pudieron evitar el reír: estaban semi desnudos, aun sujetándose sus miembros entre si, jadeantes, y aun así lo negaban.

    - Vístanse -dijo Takano sonriendo, y sabiendo que los habían interrumpido cuando estaban a punto de terminar- falta poco para irnos

    -Pero... -dijo Kisa sonrojado y apretando un poco a causa de los nervios el miembro de Ritsu, haciéndolo estremecer.

    -Nosotros... estando así... -dijo Onodera como pudo y apretando el miembro del editor.

    - Vamos, suéltense y pónganse ropa, es hora de irnos.

    No planeaban ceder ante esas lindas caritas.

    -N-No... podemos.... -dijeron al unísono.

    - Está bien, nosotros los ayudaremos a vestirse -dijo Hatori con una linda sonrisa-.

    Mino frenó las manos tanto del editor como del sub editor.

    -Compañeros estas cosas podrían hacer que nos echen.

    - Es cierto, así que vámonos.

    Cada hombre hizo una tarea en especial. Yoshiyuki agarró a Shouta, Mino tomó a Ritsu y Takano lavó un poco las miembro de ambos jovenes con un paño de forma rápida y los vistieron, ante los suspiros que esos jovenes emitían.

    - En verdad ustedes... son tan impacientes y eso está mal -los regañaba Takano- después tendremos que castigarlos....

    -Pero. -dijo Kisa rojo y aun encorvado por su pequeño problema

    -Takano-san... no sean así. -dijo Ritsu.

    - Ya dejen de quejarse y vayan a trabajar ahora mismo -los reprendió Takano- les dije que fueran al departamento de ventas, no que vinieran a masturbarse aquí

    Los dos ukes sonrojados asintieron y fueron a paso lento a lugar predestinado.

    Takano rio malévolamente y luego miro a sus compañeros.

    - ¿Alguna idea de como disimular nuestro pequeño problema?

    -Y podríamos satisfacernos... pero dudo que seamos tan silenciosos y tan delgados como ellos para caber en tan angosto cubículo. -observó Kanade.

    - Es cierto... -la erección de Takano ya dolía- ¿agua funcionará?

    -No se... puede decir... ¿qué dices Hatori-san?

    - Cualquier decisión esta bien para mi pero que sea rápido porque dejamos el departamento solo...

    -¿Y si lo hacemos allá?

    - Sí, como sea -dijo Takano de forma natural, como si estuvieran decidiendo una mesa en la cual sentarse a comer.

    -Bien vámonos. -dijo como si nada Mino y salió del baño tranquilo y con su típica sonrisa

    Los tres volvieron al sitio de trabajo y notaron que aun los chicos no habian vuelto a la oficina
    Para asegurarse Hatori llamó a la sección de ventas y Henmi le corroboró que los chicos estaban escuchando varias reprimendas de su jefe.

    -Parece que aun están allá. -dijo el castaño con su sonrisa eterna.

    Takano rió de forma escandalosa.

    - Pobres, se están llevando la reprimenda del siglo por parte de Yokozawa.

    Durante un buen rato los tres estuvieron trabajando pero eso no evitaba que de vez en cuando se lanzaran una miradita o se rozaran accidentalmente...

    Cuando Kisa y Onodera volvieron, vieron que el ambiente olía a hormonas.
    Y se quedaron pegados al umbral al ver como sus colegas estaban muy incentivados con el juego.

    Hatori volteó y se quedó extrañado al ver sus compañeros así.

    - ¿Qué pasa? Takano-san no está nada contento con ustedes, será mejor que regresen a trabajar.

    Se acercó a ellos y a cada uno lo tomó por la cadera.

    - ¿Yokozawa-san los regañó fuerte?

    -Amm... si... -dijo Ritsu sorprendido por el agarre.

    -No me digan que ya se prendieron. -dijo Kisa sorprendido por el olor de hormonas que sentía en la habitación.

    - Mira quien habla, los que se escaparon al baño... -rio Hatori.

    -Al menos nosotros no usamos la oficina como telo. -dijo Kisa fríamente.

    - Vamos Kisa no te enfades -le sonríe dulcemente-, no es momento.

    -Supongo que Kisa-san le molestó que lo hallamos interrumpido. -dijo maliciosamente Mino.

    - Es lo más probable -dijo Takano desde un rincón- pero ya les habíamos dicho que no lo hicieran

    -Takano-san... es su culpa por ponernos así. -escupió Ritsu.

    - ¿Mi culpa? -dijo él sin levantar la vista- yo solo los convencí. No los toqué.

    -¿Ah no? y entonces ¿quien metió mato a nuestras partes? -dijo Kisa sin piedad.

    - Mino

    -Takano-san no debería mentir, usted los vistió. -se defendió el castaño.

    - Si yo no los hubiera vestido, ellos no lo hubieran hecho. Y volvemos a lo mismo: fue culpa de ellos.

    -Saben que mejor términos de trabajar estoy muerto. -dijo Kisa cansado de tanta charla.

    - Sí, mientras les traeré algo de tomar -dijo Hatori-.


    Los encendidos editores retomaron como pudieron sus labores y apuraron ciertas gestiones de la mejor manera posible para no entorpecer a nadie.

    Con ciertas molestias las doncellas siguieron trabajando como cualquier cristiano un día más, intentando por todos los medios no sucumbir ante la denominada lujuria o placer carnal.
    Que equivocados están...

    FIN... (?)


    Este cap extra largo fue pensado que Misaki cumplia años el 6 de septiembre pero Nakamura-sensei nos timó cuando ya ibamos por la mitad de lo escrito, asi que no se pudo remediar XD, en fin, la cuestion es que superamos nuestro record XDD 247 PAG XDD QUE LOCO XDD si estamos locas, enfermas etc, pero bien que algunos lo leen ewe en fin nos gusta recebir comentarios y desafios, porque ninguna de las parejas será perdonada.

    Adyuu >wo
  3. .
    LARIHOOOO XDD VOVLI DE VALLA SABER DONDE CON UNA NUEVA CONTI QUE NACIÓ DE LA NADA ENTRE AYER Y HOY XDD OJALA LES GUSTE



    Capitulo 2: Las apariencias engañan





    Un joven profesor se presentó ante nosotros, cuyo nombre es Usami Akihiko, por lo que noto según las miradas de todos es que creíamos o pensábamos que el profesor a cargo sería alguien bastante mayor, ya veo que equivocados estábamos al pensar tal detalle.

    -Antes de iniciar con la primera lección. –dijo Usami. –Desearía que se presenten, solo para saber que rangos de edades hay entre ustedes.

    Una propuesta nada del otro mundo pero era algo curiosa, hacía tanto que no hacía eso que dudo que logre hablar fluidamente, dios odio mis nervios, a veces desearía tirarlos por la borda.

    A medida que mis compañeros se presentaban y decían sus edades me sentía más y más nervioso, en parte porque llegaría mi turno y por el otro lado es que yo era el más joven del grupo, la mayoría rondaba entre los catorce y quince años. Ahora veo el por qué todos me miraban y el comentario de Sumi hacia mi apariencia.

    -Muy bien ahora el próximo. –dijo el profesor sacándome de mis pensamientos y notando como la chica que estaba sentada enfrente mío tomaba de nuevo asiento.

    -“Esperen un segundo como puede ser ya mi turno, el tiempo pasó demasiado rápido.” –me lamenté, los ojos de todos se posaban ahora en mí, odio ser el centro de atención.

    -Joven lo estamos esperando. –reclamó amablemente Usami-sensei.

    -¡Lo siento! –dije parándome nervioso y con las mejillas levemente sonrosadas, las risas recorrió en el lugar y me dejaron más tensionado pero el ambiente se relajó.

    -Descuide es normal que se sienta nervioso, así que respire un poco y preséntese por favor. –dijo amablemente y dedicándome una sonrisa tranquilizadora.

    No sé por qué pero el tono de voz empleado, o la sonrisa brindada, o quizás su sola presencia a provocado que mi ser se tranquilizara o quizás conscientemente o inconscientemente lo obedecí, en fin, me siento más centrado por lo tomé aire y me presenté.

    -Me llamo Takahashi Misaki y tengo doce años. –anuncié con mi tono normal, los demás callados me miraban algo con signo visibles de sorpresa, corroborando que la idea de mi edad no era tan errónea como habían pensado.

    -¿Viene de alguna escuela? –preguntó el profesor, eso me incomodó un poco por lo que respondí restándole importancia a lo dicho.

    -No, tuve educación de casa desde los ocho.

    -Ya veo… muy bien puede tomar asiento.

    Acatando la orden volvía sentarme y miré al frente para no dejarme llevar por las miradas de los demás, si cuando salía no me importaba mucho ahora tampoco debía dejarme llevar.

    -Bueno ahora que todos nos presentamos podemos comenzar. –anunció el profesor dándose media vuelta y comenzando a escribir cosas en la pizarra.

    Curiosamente la clase me pareció aburrida porque la mayor parte de los contenidos lo había leído de los libros de mi casa, durante aquellas horas donde la luz del día se colaba por mi recamara, impidiéndome salir a disfrutar como todo el mundo de los placeres del aire fresco matutino.

    Historia mundial, las guerras del siglo xx, los famosos temas políticos que conllevados a la cultura marcaron el presente y la libre expresión de los grandes medios. Por lo poco que comprendí en estos pocos años, es que es necesario que halla cierto nivel de censura para que la población explote su intelecto y la imaginación para lograr con ello grandes obras, sea pinturas, esculturas, canciones, etc.

    Otra observación que tuve es que el profesor a veces detallaba varios hechos, no esos detalles como lo cuentan los historiadores pero había algo que no me cerraba y eso era el hecho que narraba en primera persona, como si lo hubiera vivido.

    -“Deben ser imaginaciones mías, dudo mucho que Usami-sensei viviera más de un siglo, además supongo que lo relata de esa manera para darle dinamismo a la clase.” –pensé tomando apuntes.

    Al cabo de dos horas la campana sonó, dando por terminada la primera lección, mirando el reloj del salón vi que eran ocho de la noche.

    -Tienen una hora de descanso. –habló el hombre mientras recogía sus pertenencias, todos nos quedamos sorprendidos por tal comentario, al mirar nuestras caras él se rio y comentó. –No es un recreo, a esta hora comúnmente todos cenan por lo que pueden ir a la cafetería a pedirse algo, por eso dije que era una hora.

    Dicho y hecho, él se retiró y no sé si también fue mi imaginación pero creí ver que me miraba de una forma muy sugestiva o rara, debo dejar de pensar que a donde quiera que valla, todos me acosaran.

    -¿Vienes? –me preguntó el mismo chico de hace rato llamado Sumi.

    ¿Qué más podía hacer? Si deseaba reintegrarme a la sociedad, debía aprender a interactuar con los demás, solo así podría juzgar más adelante si son buenas o malas personas. Compuse una sonrisa y dije alegremente.

    -Claro.

    Los dos nos dirigimos a la planta baja del lado sur de la escuela, y lo primero que logré vislumbrar es la majestuosa y enorme cafetería. De madera pulida por toda la zona y pintada con colores violetas oscuros, demostraban la ostentosidad del sitio.

    -Parece un escenario sacado de los relatos medievales, ¿verdad? –preguntó Sumi al intuir mi pensamiento y verificando el suyo.

    -Es cierto, es similar a uno aunque tiene su toque moderno. –dije señalando los televisores de ultima generación colocados en cada esquina del sitio, dando a los jóvenes distintas posibilidades a elegir el mejor sitio para ver lo que transmitía en ese instante.

    Después de eso nos formamos con el resto y pedimos nuestra cena, aunque siento que es más como un almuerzo, luego escogimos una de las mesas y nos dispusimos a comer.

    -Es curioso. –dijo Sumi mirándome a los ojos.

    -Curioso, ¿qué cosa? –pregunté confundido.

    -Es curioso que alguien de tu edad este en este grado, y me preguntaba como era posible, acaso… tu examen de admisión te resultó sencilla y supongo que habrás sacado una alta nota, por eso estas con nosotros. –dijo deduciendo correctamente mi ingreso.

    -Sé que puede parecerte raro pero es tal y como lo dijiste. El examen no era complicado y es cierto que obtuve una alta calificación, al ver eso los profesores me adelantaron un par de cursos. Pensé que no era posible porque la educación japonesa prohíbe eso pero veo que esta escuela es una de las pocas que hacen la excepción a la regla. –dije sonriendo.

    -Entiendo, veo que sos muy estudioso.

    -No lo era pero al estar tanto tiempo recostado y encerrado debido a mi condición, no podía hacer otra cosa salvo leer, debe ser por eso que aprendí muchas cosas para mi edad.

    -¿Condición? ¿Estas enfermo? –preguntó sorprendido.

    -No es algo de que preocuparse, digamos que mi “enfermedad” provoca que no exponerme a la luz, cuando era más chico si trataba de pasar aunque sea solo unos segundos debajo del sol mi piel directamente se ponía roja y a veces me quemaba. Por eso tuve que recibir educación en casa y por eso vine a estudiar de noche.

    -Ya veo… ahora comprendo también la palidez de tu piel. –comentó después de minutos de silencio donde lo dedicamos en observar a nuestra comida.

    -Exacto pero bueno al menos me alegro de volver hablar con gente a parte de mis padres. –dije sonriendo nuevamente. –Espero que seamos amigos.

    La sonrisa y el asentamiento de Sumi me dieron a entender que aceptaría ser mi amigo, el primero que hago después de tantos años.

    La cena transcurrió apaciblemente, y cuando terminamos de comer solo había transcurrido media hora de nuestro tiempo de descanso, mientras recogíamos los platos vacíos Sumi preguntó

    -¿Quieres dar un paseo por los alrededores?

    -Sería lo ideal, no sé nada de este lugar. –respondí feliz por el ofrecimiento.

    Mientras el par de adolescentes emprendían un paseo por la edificación, no muy lejos de ahí y observando atentamente al castaño, se encontraba Usami mirando fijamente al aludido.

    -Deberías dejar de hacer eso, las personas lo llaman acoso. –dijo otra voz, retirando de la ensoñación al albino.

    -Sabes que prácticamente es imposible lo que me pides. –dijo mirando a su interlocutor.

    -Pues deberías o sino lo que estas haciendo será en vano.

    -¿Lo dices por mí o por ese chico?

    Eso tensó a la otra persona y el ambiente silencioso se tensó aun más de lo normal, era un cuchillo de doble filo que afectaban a los dos.

    -Solo te aconsejaba, ha pasado muchos años desde ese incidente. –dijo triste y mirando hacia abajo.

    -Mejor vuelve a casa, aun no es tiempo de comer. –dijo desviando el tema y mirando otra vez hacia el ventanal donde los castaños caminaban amenamente y reían de algunas ocurrencias. Eso realmente molestó a Akihiko.

    -¿Vas a tardar mucho? –preguntó cansinamente. –La última vez llegaste sobre la hora.

    -No te preocupes, estaré mucho antes de lo que esperas. –dijo echando un vistazo a los chicos y luego saliendo de la sala donde estaba.

    -Eso espero, sabes que aun no puedo hacerlo. –dijo el otro retirándose pero del lado opuesto.

    -Sí al igual que él. –dijo Akihiko desapareciendo por uno de los múltiples y antiguos pasillos del complejo.

    Finalmente las nueve de la noche resonaban por todo el campus y los jóvenes que comían afuera y los que caminaban por ahí volvieron medio a las corridas para presenciar la segunda sesión de estudio.

    -Es hora de volver. –dijo Sumi.

    -Como pasa la hora. –mencioné mirando un árbol de cerezos, de verdad me hubiera gustado pasar más tiempo afuera.

    -Vamos porque nos van a regañar.

    Asentí dándole la razón, en eso él toma mi mano y por efecto automático me sonrojé.

    -Sumi no es necesario, puedo caminar por mí mismo. –dije apenado queriéndome soltar de su agarre.

    -Si te suelto te perderás entre la muchedumbre. –dijo afianzando el agarre, adentrándonos entre el mar de adolescentes.

    -Pero no soy un niño. –reclamé.

    -No serás un niño pero tienes la apariencia de uno. –dijo inteligentemente, enojándome más.

    -“Es vergonzoso ser llevado de esta forma.” –pensé siendo guiado por mi compañero.

    Cerca del aula, notamos el pasillo vacío, eso me dio mala espina.

    -Parece que llegamos tarde. –hice notar.

    -Así parece, pero tranquilo solo nos disculpamos y ya. –comentó despreocupadamente, eso significa que no es la primera vez que él llegaba tarde a una clase pero para mi era la primera vez, no podía evitar estar nervioso.

    Tragando saliva lo seguí hasta la entrada y él abrió la puerta, como iba detrás tuve que ladear la cabeza para vislumbrar el interior. Estaban todos, incluido el profesor.

    -Llegan tarde. –nos reprendió.

    -Perdón, nos distrajimos mirando los cerezos. –dijo Sumi tranquilamente.

    -L-Lo sentimos. –dije asustado por la severa mirada que nos dedicó a los dos, pero al parecer era más para mi compañero que para mí.

    -Que no se vuelva a repetir. –nos espetó, desviando sus violáceos ojos hacia abajo.

    Intuitivamente y con la curiosidad que me caracteriza, seguí la trayectoria visual y mis mejillas se colorearon; aun estábamos tomados de la mano. Asustado me solté y miré hacia mis pies, entré rápidamente apresurándome para sentarme en el pupitre, no me atrevía mirar a nadie, debo decir que es lo más vergonzoso que me pudo suceder en mi primer día.

    Después de que los demás guardaron silencio, Usami-sensei literalmente nos fulminó con la mirada aunque la disimulaba con su sonrisa y su correcta manera de hablar.

    -“Eso es profesionalismo, a pesar del repentino cambio de humor, ¿será bipolar?” –pensé estudiando las acciones y facciones de tan misterioso personaje.

    La segunda parte constaba de tres horas de economía donde comparamos los modelos de las distintas generaciones y como esto afecto al mercado mundial y en particular al japonés. Era ventajoso que halla leído tantos temas en mis años de encierro… pero eso fue a costa de mi libertad y parte de mi infancia.

    La clase atenta a cada palabra o movimiento del maestro demostraba los deseos de aprender, ahora me pregunto… ¿por qué todos estos chicos eligieron este turno? No todos son como yo, por lo que algo debe ser, supongo.

    El toque de medianoche finalmente resonó por toda la escuela, parte de la ciudad se encontraba a oscuras y la luna se alzaba en su máximo apogeo.

    Pensándolo bien y según por lo que leí en algunos libros, la luna es un astro que no posee brillo propio al igual que los demás cuerpos celestes, nosotros la vemos brillante gracias a que el sol la ilumina.

    Por eso desde que vivo vagando por la noche, acompañado de mis padres nos quedábamos mirando las estrellas que caminaban al compas del lento movimiento lunar. La única percepción y auto-consuelo que me dije desde ese entonces, que para muchos puede sonar poético, es que la luna es el sol de medianoche.

    Fría y silenciosa, hermosa y terrorífica como aquel día.

    -La clase ha concluido, desde mañana iremos asignando los turnos de limpieza y otros detalles, no se olviden de la tarea y traer respondido el cuestionario dado. –dijo Usami mientras recogía sus materiales, todos asentimos y también imitamos su accionar.

    Una vez que él se retiró, Sumi se acercó y me dijo.

    -¿Nos vamos juntos?

    -Perdón pero no puedo, mis padres me esperan en la entrada. –me excuse cerrando la mochila y mirando con un dejo de sincera disculpas.

    -Al menos ¿te puedo acompañar a la puerta?

    -Por supuesto. –sonreí gentilmente, colgándome la mochila y saliendo con Sumi del salón.

    Mientras nos dirigíamos a la salida, pregunté con curiosidad lo siguiente.

    -Sumi, ¿por qué estudias de noche?

    Mi compañero meditó por unos segundos para luego decirme.

    -Se puede decir que la mañana la tengo ocupada con varios trabajos. –me respondió con un tono ambiguo, eso solo me da más curiosidad pero ya tendría tiempo de preguntar como se debía.

    Al llegar a la entrada vi que no muy lejos de la entrada estaba el coche de mi padre, por lo que miré a mi compañero y me despedí de él. Mientras caminaba un par de pasos, escuché una voz.

    -Buenas noches, Takahashi Misaki.

    Eso me frenó de golpe y miré para todos lados, no había nadie pero claramente la voz se sintió como si me lo hubieran dicho de frente o cerca de mi oído. Llevé una mano por inercia a esa zona y luego la baje a la nuca, no se por qué pero la sensación era la misma, la voz era idéntica al ser que me mordió.

    -Misaki, ¿estas bien? –dijo mi padre saliéndome a mi encuentro, lo miré asustado por su repentina aparición por lo que asentí para que se quedara tranquilo.

    -Estoy bien, vamos a casa tengo un poco de sueño.

    -Bueno vámonos. –dijo encaminándose al auto y yo lo seguí con esa vaga sensación de que alguien me estaba siguiendo.

    Y estaba en lo cierto porque cerca de los ventanales de la suntuosa escuela, las orbes violetas de Akihiko lo seguían en todo momento y solo había susurrado ese saludo. Naturalmente intuyó que el joven lo oiría y así fue cuando se giraba en busca de esa persona que no se hallaba a su lado.

    -¿Aun sigues aquí? –dijo otra persona adentrándose en la sala.

    -Te dije que fueras a casa.

    -No es fácil.

    -¿Por qué? si no es muy lejos.

    -Sabes perfectamente el por qué. –dijo sonrojándose la otra persona, sentándose en una de las sillas.

    -Tras vivir un montón de años aun necesitas ayuda ¿no? –dijo acercándose y colocándose de frente.

    -Es tu culpa. –se defendió, mirando hacia abajo, le costaba bastante sostenerle la mirada y no es porque le tuviera miedo.

    -¿Mi culpa? Me temo que te equivocas.

    -Supongo, pero ese chico es igual que yo.

    -Error, has vuelto a equivocarte, él no es igual que vos.

    -¿Cómo lo sabes? Si ambos estamos queramos o no ligados a ti. –dijo susurrando eso ultimo, la mirada violácea de Akihiko se tiñó de un rojo sangre y levantó el rostro de su interlocutor diciéndole estas palabras.

    -Estarán ligados a mí pero ese niño me gusta, Hiroki. –sentenció dándole un beso en los labios, unos hilos de sangre escurrieron por ambas comisuras mientras intensificaban a cada segundo el contacto, las orbes caramelo del castaño se tiñeron de esa misma tonalidad roja.

    Era imposible resistirse a ese sabor y a la vez era muy necesario para la supervivencia por lo que ambos hombres siguieron danzando con ese sabor metálico hasta que el aire les hizo falta, una vez que se separaron un hilo de saliva rosada, debido a la sangre los unía y Akihiko dijo.

    -Estamos unimos por el hilo rojo, es el destino. –mientras se relamía los labios y miraba al castaño que según por la contextura tenía la misma edad que Akihiko o muchísimo menos, de apariencia se asemejaba a un joven de dieciocho años.

    -A ese niño… ¿también lo traerás? –preguntó jadeando el castaño sin cambiar esa tonalidad roja y lamiéndose los labios para saborear aquella sustancia.

    -Por supuesto, pero a su debido tiempo, total eso es lo que nos sobra. –dijo mirando a la calle y siguiendo con la mirada a uno de los miles de autos que se perdía en la negrura de la noche.



    Las cadenas poco a poco se van formando y entrelazando mientras que la inocencia de un joven sigue intacta, la de otro la ha perdido probablemente hace mucho tiempo.

    El sol de medianoche continuará alumbrando por un par de horas más hasta que sea remplazada por el cálido sol de la mañana y con ello la luz que alguna vez todos esos chicos han podido saborear en sus mejores días.



    OK NO ME PEGUEN POR EL FINAL, LOS QUE ME CONOCEN SABEN DE SOBRA QUE SOY ASI DE RETORCIDA POR LO QUE ESPEREN MUCHOS DE MIS DESMANES MENTALES XDDD NO ME PEGUEN XDD ok si, acepto cualquier coment y nada volveré al mundo de la noche para ver que se puede hacer

    Adyuu
  4. .
    www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=81025&chapter=5

    MINNAA-SAAANNN XDDDD -vestida como el sombrero loco - ACA ESTA EL CAP ENTEROO XDDDD YAMURI-SENSEI TUVO LA CORTESIA DE SUBIRLO POR EL BIEN DE USTEDES Y DE LA LINEALIDAD DEL FIC XDDD

    ATTE YO XDDD
  5. .
    - Vamos Misaki, aliméntame

    Como Kisa era menos quejoso en esas cuestiones, no refutó nada y estaba muy abrazado a la cintura del artista.

    -Shouta-san dame de comer, si. -dijo Kou tiernamente.

    El editor no dijo nada ya que había colocado otro pedazo de la torta en la boca del editor y este se acercaba sensual a él con los ojos cerrados.

    Yukina aceptaba gustoso mientras le acariciaba las nalgas de Kisa.

    Misaki, en cambio, tenía algo de dificultad ya que la mirada del escritor en esos momentos lo ponían a temblar. Se sujetó de los hombros del mayor y se acercó tímidamente y le ofreció el pedazo, que el escritor aceptó gustoso mientras comenzaba a moverse.

    -Kou... mas... mas... -dijo Kisa removiéndose y rozando su hombría con el pectoral del rubio.

    El rubio volvía a meter otro pedazo del dulce y repetía el proceso, haciendo que Kisa cabalgara sobre él.

    Akihiko hacía lo mismo. Mientras penetraba a Misaki comía del pastel, y el castaño solo gemía de forma ahogada. Entonces tuvo una idea.

    - Misaki, ¿porqué no besas a Kisa? Después de todo, ¿no te llevas bien con él...?

    -Sensei... no comprendo su idea. -dijo Kou, estimulando a su novio, que estaba besando su cuello en ese instante.

    Pero Misaki sí. Sin dejar de cabalgar al escritor, tomó al editor por los hombros, lo volteó y comenzó a besarlo.

    El azabache correspondía de igual modo sin dejar de pegar los brinquitos sobre Yukina.

    -Ellos si que les gusta besarse. -comentó mirando al dúo de ukes.

    - Vaya que sí... -murmuró el escritor mientras se relamía los labios al ver tan erótica escena.

    Misaki siguió penetrándose y besando al editor de forma apasionada, saboreando los restos del pastel en la boca de Kisa.

    -Mi-chan... ahh... rico... -jadeaba Kisa entre besos, lamiendo los labios del estudiante lascivamente, luego avivó más el beso metiendo su lengua en la cavidad de este sin dejar de hacer lo que hacía.

    -Como se ponen... me provocan mas... -comentó Kou mas caliente por el comentario de su novio.

    - Vamos... -Akihiko aceleró el movimiento de su cadera- pueden hacerlo mejor que esto, ¿verdad, Misaki?

    Misaki se separó un poco, miró a Akihiko y asintió, y luego volvió a besar a Kisa solo que esta vez pasó sus manos por el pecho del editor, pellizcando sus pezones y arañando donde podía.

    Shouta tembló de placer y hacía lo mismo con el castaño, intentaba querer tocar la hombría pero era imposible dadas las posiciones.

    -Mi lindo novio es un pervertido. -comentó Kou apurando sus embistes.

    - Je, Misaki... Aprendió bien... -reía el escritor al ver como Misaki tocaba al otro. De un momento a otro se detuvo. Misaki sabía muy bien qué hacer así que siguió moviéndose violentamente encima de él.

    -Y créame que aprendió... a decir algo que es solo para usted. -dijo Kou dando con mas fuerza al editor.

    - ¿En verdad cree eso? -dijo Akihiko reprimiendo sus gemidos- Tenga en mente que le estoy compartiendo los gestos de mi sexy Misaki... Ugh...

    -Takahashi-san... susúrrele eso... -pidió Kou a Misaki.

    Misaki dejó de besar a Kisa y miró extrañado a Yukina.

    -Dile esas dos palabras... que te obligue a practicar... -dijo Kou serio

    Misaki recordó y se pudo rojo. Miró al escritor seriamente, quien se extrañó.

    - U-Usagi-san... Yo... Ugh... Yo... Y-yo...

    No podía. Se volvían a atorar sus palabras.

    -Respira y dilo.

    - Yo... Usagi-san... Yo...

    El novelista miraba a Misaki. ¿Qué quería decir?

    - Misaki... ¿qué dices...?

    - Yo... Um... Yo t-te... Yo...

    -Mi-chan.... ahh... dilo...

    Akihiko dio una fuerte embestida en Misaki quien gritó.

    - ¡¡TE AMO!!

    El escritor se quedó paralizado y sorprendido ante esas palabras. Misaki siguió penetrándose y abrazándolo
  6. .
    -¿Eh? esto debe ser una broma. -bufó Kou.

    - ¿Qué están haciendo? -dijo Akihiko mirándolos entre confundido y enfadado.

    -L-Llorando... snif... -respondió con la voz quebrada el editor desde su posición.

    - Ugh... Es que... -Misaki escondió su cara en el pecho de Kisa-

    - ¿Porqué demonios están llorando? -dijo el escritor.

    -Oh vamos dejen de fingir. -espetó Kou insensible.

    -N-No estamos... snif f-fingiendo... -dijo Kisa temblando y abrazando a Misaki.

    - Que... Snif... Qué malo eres... Yukina-san...

    - Como sea ya es muy tarde, los encontramos.

    Akihiko miró sin piedad a ambos ukes.

    -M-Me... me duele... snif... Me duele onii-chan... -dijo levantando el rostro lloroso hacia ambos chicos que estaban de pie.

    -Espera... ¿de verdad están llorando? -preguntó incrédulo el rubio.

    - ¿Porqué están llorando...?

    - Ugh... Snif...

    -Deberían respondernos o sino creeremos que es una broma y eso no impedirá que hagamos lo que queremos hacer. -dijo Kou cansado de tanta espera, se veían lindos pero desde que los vio jugar le dio ganas de hacer de todo.

    -Sensei... umm... yo... lo siento... -dijo abrazándose a una de las piernas del escritor.

    Como pudo Misaki se aferró a la pierna de Yukina, un poco perdido.

    - Yukina-san... En serio.... Lo... Lo siento.... -dijo Misaki-.

    -¿Takahashi-san por qué me dices lo siento? -dijo Kou siguiendo por unos segundos el hilo.

    Akihiko miró a los Ukes. Algo andaba mal...

    - Porque... Yo... Nosotros... -murmuró Misaki.

    -Se... nos rompieron... los juguetes... snif... -dijo Kisa llorando a lagrima tendida.

    -Kou no entendió la confesión de Kisa y miró al escritor para ver si él entendió a lo que se refería.

    El escritor entrecerró los ojos.

    - ¿Los juguetes....?

    -Sí... había unos juguetes... cerca de la laptop... y tomamos uno de ellos y peleamos y se rompió... -explicó el editor, mirando con un dejo de disculpa y señalando el sitio donde efectivamente había un par de juguetes que desde la vista de ambos semes se podría confundir con los juguetes sexuales.

    Akihiko se quedó confundido. ¿Romper esos juguetes...?

    Volteó y en su sillón no vio a su par de osos favoritos y sintió que la sangre se le congelaba. Se soltó de Kisa y se acercó a ese lugar para verificar que no fueran sus amados osos...

    -¿Sensei... sucedió algo? -dijo Kou mirando al escritor y por distracción lo siguió, olvidándose de Misaki.

    - Mis osos... -murmuró acercándose al oscuro bulto que estaba ahí

    - Ahora... -susurró Misaki.

    -Ahora... -corroboró Kisa.

    Akihiko se inclinó hacia el bulto. Eran sus osos pero estaban en perfecto estado. Al levantarlos, vio que ocultaban un par de consoladores.

    - Es una trampa... -susurró a Yukina... Demasiado tarde.

    En el instante que se dieron cuenta ambos ukes se habían tirado encima y luego de despojarles de las prendas interiores con una cara de total inocencia les pusieron esos consoladores con forma de tentáculos.

    - Aggh... ¿q-qué... Demonios...? -gruño Akihiko retorciéndose.

    - Kisa-san ¿te aseguraste de ponerles el gel?

    -Oh sí Mi-chan, están bien lubricaditos, en particular el de Usami-sensei. -respondió Kisa tiernamiente.

    -Umm... e-esperen... ¿qué?

    De repente Akihiko comenzó a sentir que su cuerpo dejaba de responderle. Sus brazos y sus piernas se negaban a obedecerle y su piel se hizo tan sensible...

    - Ne Usagi-san, siempre quisimos probar este, ¿no? -sacó el vibrador de tentáculo de su interior y se lo mostró- ¿qué dices? ¿se siente bien?

    Lentamente volvió a meterlo.

    -Mi-chan... ¿cual le metiste a Kou? -preguntó curioso Kisa.

    Con una gran sonrisa, sacó el consolador bruscamente del interior de Yukina: uno que tenía forma de lengua.

    -Uaaaa... Mi-chan pervertido... -dijo Kisa colgándose del cuello del castaño. -Méteselo, méteselo, quiero ver, quiero ver. -dijo divertido con la cabeza apoyada en el hombro de Misaki.

    -Olvídenlo... déjense de bromas... -jadeó el rubio intentando ponerse de pie.

    Misaki se levantó y puso un pie en el pecho de Yukina.

    - Nosotros los atrapamos, así que los comeremos. ¿No era ese el trato? -sonrió dulcemente antes de cubrir el consolador con el gel dado y dirigirlo a la entrada de Yukina.

    - Mira Kisa-san, se siente como una lengua de verdad, será divertido...

    Comenzó a pasar la punta de la "lengua" por la entrada de Yukina, sin meterlo, solo como si estuviera "lamiendo"

    -Uhmm... q-que... espera... ahh... ese gel... -dijo Kou al sentir repentinamente calor.

    -Oh... pobrecito pero si se ve re divertido, nee Mi-chan... ¿sensei vio alguna vez esas series o películas sobre como los tentáculos te tocan? -preguntó aun colgado de Misaki que se divertía con hacer sufrir a su novio.

    - No lo sé Kisa-san... Dime Usagi-san, ¿has visto esas películas...? Contesta...

    Misaki hizo círculos con el consolador dentro del escritor, quien se arqueó.

    -Sensei... conteste, por favor... -dijo Kisa parándose enfrente de la cara del escritor con una sonrisa inocente, para que el mayor viera su bonita prenda interior con más detalle.

    -No... se lo diga... Usami... san... -respondió Kou retorciéndose del placer.

    Akihiko no quería responder, a pesar de la perfecta vista que tenía y del placer que lo iba llenando.

    - Tomaremos ese silencio como un no. Kisa-san, hay que mostrarles lo que pasa en esas películas. Creo que había más de estos tentáculos en el cajón....

    -¡¿En serio!? -dijo emocionado con los ojos brillantes.

    Kou estaba temiendo de lo que pudieran hacer esos niños

    - También en ese armario -dijo sonriendo- hay unas cosas que son como varios tentáculos, ¿podrías traerlos todos por favor? -sonrió Misaki-.

    -Claro. -dijo Kisa llendo al lugar señalado dando pequeño brinquitos y hurgando dentro del armario los objetos pedidos, al rato volvió y le tendió la mitad al castaño.

    -Kou... algo que quizás nunca te haría... sería usar estos consoladores. -dijo Kisa a su novio mostrándole los tres o cuatro que tenía en sus manos.

    - Misa... Ki... -jadeó Akihiko- ¿cómo es... Que tu...?

    - Soy yo quien limpia este lugar, Usagi-san -sonrió Misaki tomando un tentáculo y cubriéndolo de gel- obvio que sí lo se...

    - Pero Kisa-san, ¿no jugaremos con Yukina-san? -dijo con un puchero-.

    -Claro que si, pero... quisieran que sufran media hora solitos... jeje... el amigo tentáculo le hará compañía.

    Mientras tomaba uno de ellos y lo decoraba con el otro gel que tenía guardado en el bolsillo del vestido.

    Misaki lo miró extrañado.

    -Ah... ni sueñen... que dejaré... que me pongan esas cosas... -jadeó Yukina.

    -Mi-chan en esas películas los tentáculos se diviertan con la gente haciéndole toda clase de cosas mientras que los que zafaron lo miran desde lejos. Eso es lo que pasará. -explicó el editor.

    - Y ¿cómo haremos para que los tentáculos jueguen con ellos? -dijo comprendiendo la idea de Kisa.

    -Pues que tal si... -Kisa le susurró toda la idea que pensaba hacer abrazando la cintura del menor y levantando el vestido para que los semes vieran la lindura del castaño. -Y esa es la idea... Mi-chan. -susurró Kisa masajeando la nalga de este.

    - Hmm... Me parece buena idea Kisa-san... -no pudo corresponder a las caricias del castaño ya que aun seguía penetrando a los semes para que no se levantaran-. ¿Quiere que lo hagamos ahora...?

    -Por supuesto, así podemos jugar nosotros solos. -respondió con entusiasmo.

    -¿Qué... umm harán?... -preguntó Yukina.

    - Yaa... Ya verán cuando... Umm... Los... Atrape... -jadeaba Akihiko.

    - Usagi-san, no te metas, siempre has sido así...

    Metió casi por completo el consolador dentro del mayor, el cual soltó un gran gemido.

    - ¿Lo vez? Así está mejor...

    Volteó su cara y se acercó a la de Kisa a quien comenzó a besar de forma hambrienta, saboreando su saliva y su lengua.

    El azabache correspondió de igual grado y dejándose llevar abrazó por la cintura a Misaki masajeando uno de los glúteos y a la vez empujaba su cuerpo hacia adelante para rozar ambos miembros.

    Una viste muy sensual para un par de semes que siempre degustaban de los cuerpos delgados y frágiles de sus ukes.

    Akihiko se quedó embobado ante esa vista. Quiso tocarlos pero se vio detenido por Misaki.

    Se separó a regañadientes del beso de Kisa, aunque al hacerlo se relamió los labios.

    - Kisa-san es mejor hacerlo ya... Se están poniendo muy impacientes...

    -De acuerdo, pero después serás todo mío y yo tuyo, Mi-chan. -dijo juguetón dándole otro beso al castaño que no duró mucho ya que Yukina se estaba arrastrando hasta sus pies. -Kou no seas tan impaciente.

    - ¿Lo ve? Mejor hacerlo ya, Kisa-san...

    -Sí Mi-chan, porque Kou ya me esta bajando una de mis medias. -dijo Kisa mirando a su novio.

    Dicho y hecho ambos jovenes con mucha diversión fueron a buscar algunas sogas, mas peluches y algún que otro consolador mas.

    Una vez con todo ese material, volvieron al cuarto y amarraron a los semes a una pared de peluches.

    -Mi-chan... ayúdame con estos. -dijo Kisa atando consoladores en las sogas.

    - Sí -dijo Misaki divertido mientras amarraba lo que le habían indicado.

    Misaki se divertía ante las caras de sufrimiento de los semes, así que ocasionalmente rozaba a Kisa o bien se levantaba el vestido, para aumentarles la tortura.

    Lo más divertido era cuando se ponía detrás de Kisa y rozaba su miembro contra su trasero. La cara de placer que ponía el mayor era linda, pero la cara de los semes era épica.

    -Mmm... Mi-chan... no te frotes tanto o sino mis conejitos no se quedaran quietos. -dijo Kisa al sentir algunos roces del menor detrás de él y a su vez bajaba su falda de estampados de conejitos sonrojándose cada vez que hacían eso.

    - Pero Kisa-san... ¿acaso no se siente bien...? -le dijo frotándose un poco más.

    -Mmm... Mi-chan.... si... pero van a ver eso... -susurró bajando el frente del vestido, mirando a los semes tímidamente.

    - ¿Qué importa...? Ellos no pueden hacer nada... -dijo de forma burlona y acariciando el muslo del mayor por adelante.

    -Lo se... pero si no prendemos los tentáculos... vendrán por no nosotros. -comentó haciendo pasear la mano de Misaki y levantar su falda a la vez que rozaba su hombría en el proceso.

    - Entonces vamos... -rió- quiero tocarte Kisa-san

    -Y yo a ti. -dijo a Misaki con una sonrisa perversa.

    - Entonces vamos a amarrarlos...

    Sin perder tiempo ambos ukes amarraron al pared de peluches a los semes y los decoraron con los consoladores y divertidos tocaban un poco los cuerpos de ellos.

    Una vez listo solo quedaba activar los aparatos y nada más.

    -Mi-chan ¿prendemos de a poco o todos juntos? -preguntó Kisa mirando los botones de todos los aparatos.

    - Listo Kisa-san, ¿haces el honor? -sonrió.

    - Poco a poco... Hmm mejor todos juntos, quiero ver sus caras -rió.

    -Muy bien, todos juntos, pero quiero que sea de esta forma. -dijo abrazándolo por la espalda y con una mano prendía los botones y con la otra la dejaba sobre la falda rosada de ositos de Misaki, masajeando el miembro de este sobre la ropa.

    - Aahh... Kisa-san...

    La cara de los semes al sentir todos los vibradores en su cuerpo repentinamente y a la vez fue épica, pero el sentirlos y ver esa erótica escena junto al gemido de Misaki hizo que pusieran una cara mucho mejor.

    -Ammm.... D-De... je... -apenas articulo Yukina en medio de ese mar de vibradores moviendo su cadera hacia atrás, chocando con la pared afelpada.

    - Ahhh... Apa... Apaguen... E-eso... -jadeó Akihiko arqueando su espalda contra los peluches detrás de él, sintiendo como su interior vibraba de forma exagerada.

    -Mmm no quiero, y ¿vos Mi-chan? -dijo Kisa besando a Misaki enfrente de ellos.

    - Noo... Ammm... D-déjalos así ahh Kisa-san... Nosotros vamos a ugh... Divertirnos...

    -Si... vamos a divertirnos un rato. -dijo metiendo mano debajo de la falda.

    - Ugh... Kisa-san... -jadeó eróticamente al sentir la mano del mayor en su intimidad.

    -Que suavecito estas, Mi-chan. -dijo Kisa en medio de las caricias, mirando a los amarrados excitados por los juguetes.

    - Aamm... Kisa-san aaag... Ahh n-no diga esas aahh... C-cosas...

    Todas las caras que hacía y sus gemidos se las dedicaba a los semes que parecían sufrir. Coló una de sus manos por detrás de él y acarició suavemente el bulto de Kisa.

    -Mmm... Mi-chan estas... tocándome... ahh... -suspiró en el oido del castaño sin dejar de mirar a los semes.

    -Ahh... dejen... de hacer... -gimió Kou moviendo unos consoladores que al estar todos interconectados provocó que el novelista gimiera.

    - I-idiota... -jadeó Akihiko- no te... Muevas...

    Él intentó moverse y movió los consoladores de Yukina haciendo que éste gimiera.

    - Par de diablillos... -murmuró-.

    -Les sugerimos que no se muevan, pero creo que no nos harán caso. -dijo Kisa mirando los forcejeos de ambos semes.

    - Sí, ya verás... -sonrió y jadeó Misaki.

    Y así fue, en su afán de liberarse y molestarse mutuamente, los semes se movían sacándole jadeos y suspiros al otro. Ya parecía más guerra que otra cosa.

    Kisa no podía evitar y comenzó a reír a carcajadas a ver a los semes en medio de esa situación..

    -Sensei... deje... moverse ahh... -gemía Kou.

    - Ah... T-tú... Eres tú quien debe de ¡Ah! -jadeó al sentir un tirón- eres tú quien... Debe de quedarse... Quieto...

    Movió su cadera, haciendo que el vibrador dentro de Yukina vibrar aun más.

    -Mmm... sensei... quietoo... ahh... -dijo moviendo más la cadera, desencadenando en el misma penetración para el escritor.

    - Ahh... Que te... Quedes quieto... Te digo...

    Akihiko comenzó a mover su cadera, provocando que los vibradores en forma de tentáculos comenzaran a rozar todo el torso del menor.

    Kisa no para de reírse y decidió por un momento dejar de tocar al castaño y se recostó en el suelo mirando a los dos chicos peleando.

    -Ummm... lo mismo... umnn... para usted. -dijo Kou meneándose, haciendo que los tentáculos acariciaran el cuello del novelista.

    - Que te ahhh... Deten... Gas...

    El escritor movió su cadera un poco más rápido sintiéndose indignado de caer ante los roces de un aparato.

    - Jeje, si siguen así los activarán todos -rió Misaki que usaba el cuerpo de Kisa como almohada.

    -Mi-chan ¿compraron el pastel de cumpleaños? -preguntó Kisa.

    - Hmmm... No, no lo compramos -sonrió alegremente.

    Kou movía más las caderas porque deseaba sentir algo más del roce y eso hizo que uno de los tentáculos del novelista acariciara el lóbulo de la oreja.

    -¿Vamos a comprarlo? -propuso Kisa divertido.

    - Pero... Mire cómo estamos Kisa-san... -dijo señalando sonrojado el bulto que ambos tenían-. No podemos salir a la calle así.

    -Arreglamos el pequeño problema y luego salimos.

    Kisa se dio media vuelta y ambos miembros se rozaron sobre la ropa.

    -Pero... sugiero que nos saquemos la ropa interior.

    Misaki asintió y lentamente, a la vista de ambos semes, fue quitándole la ropa interior a Kisa.

    - Creo que tengo una idea de cómo hacerlo mejor y más rápido... -murmuró sonrojado.

    -Dímela... -susurró muy sensual deshaciendo la ropa interior rayada del castaño.

    - Pues..

    Sonrojado, le susurró su idea a Kisa ante la curiosa mirada de los semes, que seguían inmersos en su pequeña guerra.

    -Oh... con que eso... mmm sí será más rápido... -dijo Kisa de acuerdo recostándose de costado y alzando su falda de conejitos, reluciendo su erecta hombría y tocándola le pidió con un sonrojo. -Lámeme Mi-chan.

    Misaki se recostó frente a Kisa y comenzó a lamer y saborear su hombría, acariciándole suavemente las piernas.

    -Mi-chan... ahh... ¿puedo? -dijo tímidamente tocando la erección del castaño.

    Misaki soltó un gemido ahogado por el miembro de Kisa y tímidamente asintió, para luego volver a su labor.

    Pero, ni hablar de la situación de los semes.

    Shouta comenzó a lamer la punta con delicadeza y cuidado como si comiera una paleta.

    Los semes la tenían difícil, no solo lidiar con los juguetes sino que tener que soportar como se consolaban sus niños.

    Akihiko intentó moverse pero solo logró que su vibrador entrara más en él, sino que los de Yukina rozaran sus pezones.

    -Umm... sensei nght... ahh quieto... -dijo Kou moviendose para adelante en un vano intento sacar el vibrador de su trasero, provocando que el que tenía Akihiko lo penetrara más profundo dándole en ese punto en especial.

    -Mmm Mi-chan... sabes dulce... -dijo Kisa entre suspiros chupando la punta que salía algo del liquido preseminal.

    - ¡¡Aahh!! -gimió Akihiko al sentir el golpe en su punto especial. Se estuvo quieto unos segundos y avergonzado de haber gemido de esa manera, se movió de la misma forma, siendo ahora el turno de Yukina en gemir.

    -¡Ahh sensei! -dijo Kou gimiendo molesto, moviendo los brazos para que los tentáculos se metieran dentro del glande del novelista.

    Los ukes seguían mimándose mutuamente, la velocidad aumentaba conforme a los gemidos de los semes.

    De alguna manera curiosa, el que los semes estuviera gimiendo de esa forma estimulaba más a los Ukes, que a diferencia de ellos, estaban ya a unos minutos de terminar.

    - ¡Aaah...! M-mocoso...

    Akihiko movió sus brazos y su cabeza, y unos de los tentáculos rozaron los testículos y el ano de Yukina.

    -¡Maldición Ahh! -gimió Kou repitiendo su intensa salida del consolador para que le volviera a embestir en ese punto particular.

    -Mi-chan... ahh... m-me voy... a venir... -anunció Kisa entre lamidas y chupones.

    - Hmm.. Yo ya... Ahh no puedo... Hmm re-resistir mucho.. Más... -jadeó Misaki.

    - ¡Demonios! -jadeó Akihiko de la misma forma. Embistió al consolador y de esta forma golpeó el punto especial en Yukina, e hizo que uno se metiera a la boca del menor.

    -Mnn... umm... -gimió Kou mirando suplicante al escritor.

    -M-Mi-chan... me... me vengo... -anunció el editor dejando salir su esencia en la boca del castaño.

    Misaki ahogó su gemido con el semen de Kisa. Al sentirlo y oír los eróticos gemidos de los semes, inevitablemente terminó por correrse en la boca de Kisa.

    Akihiko miró de forma burlona a Yukina.

    - Al menos... Así estás.. Callado... -jadeó mientras se movía de la misma forma haciendo que el tentáculo entrara y saliera de la boca del menor´.

    Yukina con lágrimas en los ojos, movió su cabeza e hizo que un tentáculo cayera en la boca del novelista para luego mirarlo y decirle un "estamos a mano"

    El editor tragó toda lo que expulsó Misaki y limpiando la punta dijo jadeando.

    -Mi-chan... estas... rico...

    Misaki, limpiándose la boca del semen del editor lo miró sonrojado.

    - Usted no sabe nada mal, Kisa-san -dijo en un murmuro-.

    -Ahora que ya solucionamos este problemita... ¿vamos a comprar la torta de cumpleaños?

    Miraba sonrojado la cara del estudiante porque si veía otra vez el miembro de este, se erectaría de nuevo.

    - Sí, vamos -sonrió-. Esos dos tienen para largo.

    -Antes de irnos... déjame que te ponga esto. -dijo agarrando con una mano la prenda interior rayada de Misaki.

    Con un enorme sonrojo Misaki dejó que el mayor le pusiera la prenda, luego él hizo lo mismo.

    -Ahora si, nos vamos Mi-chan. -dijo tendiendo la mano mientras se acomodaba la zona trasera del vestido y lo bajaba enfrente de los semes.

    - Sí, vámonos. Oigan, sean buenos y esperen nuestra llegada ¿sí?

    Con una risa burlona ambos ukes salieron, dejando a los semes. Akihiko consiguió sacar el tentáculo de su boca y miró el lugar por donde los chicos habian desaparecido.

    - Vayan... -jadeó-. Cuando vuelvan, tendrán que alimentar a un par de lobos...

    Misaki salió del lugar muy sonriente y tomado de la mano de Kisa´.

    Kou sacó el suyo propio y dijo:

    -No solo nos tendrán... que alimentar... morirán toda la noche.

    -Mi-chan ¿donde vamos?

    - Una pastelería no muy lejos de aquí -sonrió Misaki-. Ahí venden mis pasteles favoritos y también galletas…

    -De acuerdo, salgamos. -dijo Kisa, siguiendo al castaño hacia al ascensor.

    Mientras esperaban uno de los vecinos del castaño se les quedó viendo a los dos chicos y se relamía los labios al ver las cortas faldas y las largas piernas de ellos.

    -Que hacen unas niñas tan lindas a estas horas de la noche. -saludó desde atrás del editor.

    Shouta se asustó y miró al hombre sin articular palabra.

    Misaki volteó y vio al hombre.

    - ¿Q-Quién es usted..?

    -Un vecino. -respondió dando un paso adelante. -¿Y que hacen sola niñas? ¿a donde van?

    -Eso no le importa. -dijo el editor, como si nada.

    - Ahora, si nos disculpa -el ascensor había llegado

    -Las acompaño, yo también bajo. -comentó el tipo.

    Misaki no pudo replicar ante eso. Entraron y el tipo entró atrás de ellos. Misaki y Kisa se alejaron lo más que pudieron del hombre, todo lo que el elevador les permitía.

    -¿Y donde van niñas?

    El tipo se colocó detrás de Kisa y miraba bien los glúteos de este, poniendo nervioso al chico.

    - A un lugar que dudo mucho que le interese -replicó Misaki enfadado-. Y por si no lo sabía, es de mala educación mirar los traseros de las demás personas.

    -Oh disculpe, solo miraba los curiosos estampados de tu amiga. -replicó el hombre. -No sean así... las acompañaré. -dijo examinando a Misaki de arriba a abajo.

    -Mi-chan... ignórelo.

    Misaki hizo un puchero y miró a su compañero.

    - Creo que hubiera sido buena idea que Yukina-san nos hubiera acompañado, ¿no, Kisa-san?

    -Sí… o a Usami-sensei... ya me da cosa este tipo. -susurró.

    Misaki pensó unos segundos y en eso las puertas se abrieron y entró...

    - Ugh... -palideció.

    Era Sumi-sempai.

    -¿Mi-chan, estas bien? -preguntó preocupado al ver la falta de color del rostro del chico.

    El chico se quedó visiblemente sorprendido.

    - ¿Misaki? -dijo el chico visiblemente confundido.

    Shouta pensó en algo al ver el rostro del joven chico. Se abrazó a él por el cuello y dijo:

    -Hola primo te extrañe mucho. Justo con Mi-chan íbamos a salir a buscar algo para comer, ¿nos acompañas?

    - ¿Eh? -dijo Sumi al ver al chico colgado en su cuello.

    Misaki entendió y se sujetó del brazo de Sumi.

    - ¡S-sempai! ¡Qué bien que está aquí! ¿Nos acompaña?

    El tipo que estaba hay en el ascensor miró desilusionado la situación y preguntó al chico:

    -Disculpe joven, ¿conoce a las señoritas?

    Sumi miró al hombre y luego sonrió. Ya después preguntaría.

    - Esta dulce chica -señaló a Kisa- es mi prima, y ella es su amiga. Las quiero como mis hermanas, y golpearé a cualquier idiota que las moleste -dijo aun con su sonrisa-.

    -Oh ya veo, pensaba acompañarlas por lo tarde que era a donde ellas fuesen, ya saben son muy chicas.

    -Primo... ¿nos acompañas por fa? -dijo Kisa de forma tierna ocultando su rostro en el hombro de Sumi, temblando ante la mirada que le dedicaba ese tipejo hacia él.

    - Claro que sí -sonrió- ya les he dicho que no anden solas. Hay... Mucho pervertido allá....

    -Su primo tiene razón, porque cualquiera querría comerlas. -comentó el desconocido mirando la prenda interior que apenas sobresalía de Kisa ya que este seguía colgado de Sumi.

    Sumi comprendió todo (excepto por qué iban vestidos como chicas y le dio la espalda al hombre. Ya que era más corpulento que Kisa y Misaki, los puso delante de él.

    De esta forma, los cubría perfectamente, y todo mejoró cuando a Kisa le puso su chaqueta y a Misaki su gabardina.

    - Tengan, hace frío allá afuera.

    -Gracias, ¿pero no te enfermaras? -dijo preocupado Kisa.

    - Claro que no, es mejor que ustedes las lleven... Mucho mejor...

    - G-gracias sempai... -murmuró Misaki con un leve sonrojo.

    En eso llegaron a la planta baja donde las puertas se abrieron y los ocupantes salieron.

    -Mmm... gracias por la chaqueta... -susurró apenado el editor, acomodándose la vincha turquesa.

    - De nada -dijo Sumi-. Ahora ¿podrían explicarme qué hacen vestidos de esta forma y a estas horas ustedes dos solos?

    -Es... una larga historia... -respondió el editor. -¿Quién es usted? -preguntó curioso.

    - Lo siento, olvidé presentarlos -dijo Misaki. Sempai, él es Kisa Shouta, editor en Emerald. Kisa-san él es Sumi Keiichi, mi ex-compañero de la Universidad.

    - Mucho gusto -sonrió Sumi´.

    -Lo mismo digo. -sonrió Kisa.

    - Bien, ¿me dirán qué hacen solos a estas horas de la noche? -dijo Sumi.

    -Comprar un pastel.

    -¿Y usted?

    - Vengo del departamento de un amigo. Aunque nunca me imagine que me fuera a encontrar con el cumpleañero vestido de chica...

    -No mal piense por favor, esto es culpa de un desconocido. -dijo Kisa apenado.

    - ¿De un desconocido? -dijo Sumi extrañado- pero si venían del departamento de Usami-san...

    -Lo que sucede es que estas ropas nos regaló un desconocido hace unas horas tras ser manchados en una guerra de salsa...

    - ¿Y porqué las usan si son de chicas?

    Rayos, pensaba Misaki. Había olvidado que sempai era buen observador.

    -Porque teníamos las ropas manchadas y porque... era lo único que teníamos para ponernos cuando salimos de aquel restaurante...

    - Lo que no entiendo es que si vienen del departamento de Usami-san, en lugar de cambiarse vienen a comprar pastel...

    -Porque huimos con esa excusa, oye niño pensé que era listo, ¿acaso no sabes como es un seme violador? -refuto Kisa con rapidez, caminando hacia la salida del edificio.

    - Oh, lo dicen por Usami-san -dijo con toda naturalidad- en ese caso todo toma sentido. ¿Quieren que los acompañe de vuelta o estarán bien sin mí?

    -No te preocupes por nosotros, pero gracias por salvarnos... mmm ten te devuelvo tu chaqueta. No quiero que te enfermes. -dijo Kisa con la prenda en manos.

    - Oh, no, por favor llévenlas -dijo sonriendo- ustedes corren más peligro sin ellas que yo. Misaki me las puede devolver después.

    -De verdad sos muy amable, gracias. -dijo Kisa dándole un pico de gratitud y luego se llevó al castaño por otra calle. -Adiós Su-chan.

    -Ahora Mi-chan, ¿por donde vamos? -preguntó Kisa metiendo las manos en los bolsillos.

    - Vamos por aquí -sonrió Misaki tomando a Kisa- por acá es mas seguro

    -¿Acá hay muchos pervertidos? -preguntó solo llevado por el comentario.

    - Sí, hay un buen de pervertidos, por eso Usagi-san siempre me acompaña cuando salgo solo.

    -Mmm... pero no te preocupes estaremos bien, si tu amigo nos reconoció que éramos chicos, dudo mucho que una persona se confunda o si... lo digo porque ahora tenemos su abrigo... -aventuró Kisa ladeando la cabeza.

    - No lo creo, nos reconoció porque hemos sido amigos desde hace años y era obvio que conocería mi cara... Pero estaremos bien... Creo

    Después de unos quince o veinte minutos de caminata, ambos chicos llegaron a la vidriera donde se exhibían pasteles de todos tipos y tamaños.

    -Mi-chan todos se ven geniales, no se con cual quedarme.

    - Si, se ven hermosos -sonrió- ¿qué sabor le gustaría?

    -No se... me gusta de todo y Kou come de todo... es difícil y ¿si preguntamos cual es el mejor?

    - Sí, vamos -sonrió-.

    Ambos ukes entran a la tienda y el editor saluda a alguien que no encuentra.

    -Buenas noches...

    Una chica se apresuró a atenderlos.

    - Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos? -sonrió-

    -Me podría decir ¿cuál es el mejor sabor para dos pasteles de cumpleaños?

    - ¿Clásicos o exóticos? -preguntó la chica con una sonrisa-.

    -¿Exóticos? ¿a qué se refiere?

    - Tenemos sabores exóticos como zarzamora con chocolate, frambuesa y vainilla o blueberry con mango.

    - Parecen afrodisiacos -le susurró Misaki a Kisa-.

    -Para qué querríamos más afrodisiacos si ya tenemos montón en tu casa, Mi-chan. -susurró Kisa en el oido de Misaki.

    - Pero, el de frambuesa con vainilla, no quiero nada que tenga que ver con fresas o cerezas

    -A mi no me gusta del todo las zarzamoras....

    - ¿Entonces que llevamos?

    -Señorita, ¿tiene otros sabores? es que nuestros hermanos son muy especiales.

    Kisa sonrió a la chica con una sonrisa tierna cuando se lo preguntó.

    - Claro que sí: hay de chocolate con menta, napolitano con frutas variadas, mango, limón, mora azul, chocolate de Carlos V, Hersey´s u Oreo....

    - Y tenemos el pastel Kuma -sonrió-.

    -¿Pastel Kuma? -dijo confundido. -¿Qué es eso?

    La chica les sonrió y les mostró el pastel:

    - Es un pastel de pan, de chocolate con vainilla relleno de crema pastelera, de betún de chantillí oscuro en forma de cara de oso y un lindo moño de caramelo suave.

    -Suena lindo... ¿qué dices Mi-chan?

    - Sí -sonrió Misaki- ¿qué dices Kisa-san?

    -Llevémoslo, pero tengo una pregunta... ¿trajiste dinero? me deje olvidado el mio en el apartamento en mi cambio de ropa. -dijo Kisa algo apenado de su descuido.

    - No... Pero tengo la cartera de Sumi-sempai -sonrió- ya le pagaré cuando lo vuelva a ver.

    Sacó dinero de la cartera y ordenó dos.

    -Pobre chico, después le enviaré mi parte.

    Luego de que Misaki comprara los dos pasteles, ambos chicos llevaban un paquete cada uno en una mano. Una vez fuera de la tienda, preguntó el editor.

    -¿Necesitamos algo mas o con esto ya esta bien?

    - Hmm... No lo sé, en casa hay leche y gaseosa, a menos que quiera comprar otra cosa Kisa-san....

    -No se me ocurre nada mas... -dijo meditando el editor.

    La poca gente que había caminando a esas horas miraban a los chicos, por lo que ambos decidieron emprender el regreso, pensando si comprar alguna cosa más o no.

    - Hmm ¿qué tal algo de crema batida? -dijo Misaki sonriendo- un par de botes bastarán ¿no?

    -Suena bien y ¿dónde esta el súper?

    - Por aquí, vamos.

    Después de comprar eso, regresaron al departamento donde todo estaba en silencio.

    - Ya terminaron -rió Misaki.

    Pero cuando fueron el lugar estaba solo, las redes rotas y todo manchado de semen.

    - Kisa-san... Se soltaron... -susurró Misaki temblando.

    -Si... y parecen que se vinieron varias veces... para poder lograrlo... -dijo temblando. -¿Donde están?

    -Kisa-san, tengo miedo....

    En algún otro lugar de la casa, dos par de semes, estaban agotados, manchados de su propia esencia y planeando como se vengarían de sus niños.

    - Ese par de... Mocosos... -jadeaba Akihiko.

    Habían acordado en hacerse venir mutuamente para poder soltarse de esa red, y aunque habían batallado lo habían logrado. Quería venganza.

    -No pensé... que hubieran hecho eso... nos las pagaran... -dijo entrecortado Kou, ambos goteaban, y de sus piernas se deslizaban su semen. Con los cuerpos sudados y con ese detalle tan peculiar, la vista de esos dos adonis era una delicia visual.

    - No tendré... Piedad con ellos... -gruñó Akihiko- en verdad...

    -¿Ni aun a Takahashi-san?... hoy es... su cumpleaños... también él mío... -dijo recostándose en una de las paredes del cuarto donde se ocultaban.

    - Nadie... NADIE... Le hace eso al Gran Usami Akihiko... Y sale con sus caderas en buen estado...

    -Sensei... perdone a Takahashi-san... además no lo pasamos tan mal después de todo... y tuvimos espectáculo gratis. -dijo suavizando sus palabras.

    - Aun así... -suspiró Akihiko-. Verlos solo empeoró todo... Tengo ganas de comérmelos....

    -Sé que nos empeoró.... pero no nos podemos dejar vencer... por esos trajecitos sugerentes... es hora de... jugar fuego con fuego...

    Escucharon la puerta del departamento abrirse y las voces de los ukes.

    - Entonces Yukina-kun, es hora de actuar...

    -Sí... el show acaba de comenzar... -dijo Kou.

    -Mi-chan... revisemos en la cocina y de paso ponemos esto en a mesa. -dijo Kisa con la torta en mano.

    - Sí, pero cuidado... -dijo Misaki- no vayan a salir de la nada...

    -Lo se... -dijo Kisa caminando con cuidado a la primera planta y dejando en la cocina el pastel en cuestión.

    Las luces estaban apagadas y sus ojos aun no se acostumbraban a la oscuridad.

    - Kisa-san, ¿qué haremos...?

    De la nada salió una voz melosa y abrazó a Kisa, cosa que lo asustó.

    -Shouta-san bienvenido.

    - Misaki... Te extrañé...

    Aunque la voz de Akihiko, quien había atrapado y sujetado la cintura de Misaki, no sonaba nada melosa, sino perversa.

    -Kou... ahmm... hola...

    Kisa estaba temblando un poco porque sentía que ambos semes estaban de su más pésimo humor por la bromita.

    - Usa... Usagi-san..

    - ¿Dónde estaban...? No está bien... Dejar solos a dos lobos hambrientos... ¿lo sabían...?

    La voz de Akihiko no era nada suave.

    -Y más aun con esas cosas encima. -dijo Kou no tan meloso.

    -Fuimos a comprar tortas de cumpleaños. -dijo Kisa temeroso por ambos hombres.

    - Oh, así que era eso... Mientras ustedes iban a divertirse, nos dejaron a Yukina y a mi solos... Eso no fue agradable...

    -P-Pero... es que es el cumpleaños de Mi-chan y Kou... por eso le dije a Mi-chan de salir a comprar... lo siento... -dijo Kisa con una cara adorable de disculpa.

    - Sí, lo sentimos Usagi-san, Yukina-san, -sonrió Misaki-.

    Oh, pero los semes ya no caerían ante esa tierna miradita y sonrisita.

    -¿No nos creen? -dijo Kisa al ver los rostros de los otros dos sin inmutarse.

    - Me gustaría probar ese pastel -dijo Akihiko- ¿qué dices Yukina?

    -Oh si, sensei, yo quiero celebrar. -respondió el mencionado.

    Ambos semes acorralaron a los ukes en la barra de la cocina.

    - ¿Este hermoso par de platos estará bien? -dijo al menor tranquilamente a pesar de las quejas de los ukes.

    -Sí pero quiero me lo den de boca a boca y sentando en mi miembro. -dijo Kou sin reparo alguno.

    - Claro, supongo que no habrá problema -dijo Akihiko como si nada-. ¿Podrías por favor cuidar a mi plato mientras voy por el pastel?

    -Seguro sensei. -respondió Kou, sosteniendo de la falda rosada a Misaki y viendo con mas detalle la prenda interior de este.

    En lo que Akihiko regresó por el pastel, Misaki intentó huir por el bien de sus caderas.

    -Mi-chan no me dejes solo. -forcejeo Kisa, intentando que el rubio no metiera mano bajo su vestido.

    - ¡L-lo siento, iré a pedir ayuda!

    En eso llegó Akihiko y acorraló de nuevo a Misaki.

    - ¿Ayuda...? Sí, creo que será lo mejor... Ambos terminarán violados...

    El escritor de plano NO estaba de humor.

    -Sensei que dijimos de hablar de violaciones... además no lo violaremos, solo lo dejares sin poder caminar una semana. -dijo Kou divertido.

    Definitivamente el rubio tampoco estaba con su mejor humor, parece que aun no esta de buenas por la broma y el golpe de hace horas.

    -Uaa... espera Kou... he dicho que esperes... déjame... -dijo Kisa pataleando porque Yukina lo había colocado recostado sobre su regazo y estaba palmeando su trasero.

    -Sensei, mire es suave.

    -Kou... no hagas eso... -decía Kisa pataleando aun recibiendo de nalgadas, su trasero se veía bien gracias a lo corto de la falda y la pantaleta blanca tenia un dibujo de conejo en la zona trasera que solo los semes notaron.

    Akihiko, aun sosteniendo a Misaki, palmeó suavemente el trasero de Kisa.

    - Tienes razón es muy suave, ha de ser delicioso estar dentro de él... Aunque es suave por atrás, creo que está muy duro por delante... -rió-.

    El escritor sentó a Misaki en su regazo, quien aun se retorcía e intentaba huir.

    -Ahh.. sensei...Kou... el pastel... -decía Kisa forcejeando todavía.

    -Después Shouta-san, ahora debemos castigarlos por ser unos niños malos. Sabe sensei, él es muy suave por detrás y más aun por acá. -dijo metiendo dedo por encima de la ropa en la entrada del editor, arrancándole un gemido.

    - Y ni necesito decirte sobre Misaki, tú mismo lo probaste, ¿no? -metió un dedo en la entrada del castaño, el cual estaba lubricado con algo-. Es estrecho, suave y... Hmm calientes... -se relamió los dedos-.

    -Perdone si lo he probado sin su consentimiento sensei. -se disculpó Kou, sacándole la pantaleta a Kisa y luego meterle otra vez el dedo. -Shouta-san te ves tan lindo con ese vestido que me da pena sacártelo.

    -Ah... ¿qué... nos harán? -preguntó con miedo el editor.

    - Hmm muchas cosas... -dijo Akihiko viendo cómo Misaki ya no se quejaba gracias al afrodisiaco-. Y no te preocupes Yukina, luego me desquito...

    -Ya se desquitó con esos consoladores, gracias. -luego metió un segundo dedos que estaba mojado con el gel regalado. La temperatura de Kisa subió rápidamente y comenzaba a gemir más y sentir calor.

    -Kou... ah... ¿me pusiste eso?... -dijo Kisa que ahora temblaba de placer y se dejaba tocar.

    - ¿Qué es eso....? -dijo viendo embelesado el rostro de Misaki- ¿probaste a mi lindo Misaki y no me dejarás probar a Kisa...?

    -Claro sensei, ya lo tiene listo cuando quiera. -dijo Kou metiendo el tercer de los dedos a lo que el mayor de los ukes gimió más. El lindo y húmedo trasero de este estaba provocando que mojara la pantaleta. -¿Qué le parece sensei? para tener sus 31 años esta muy violable.

    Los románticos lo miraron sorprendidos -a pesar del placer-.

    - ¿31 años? -dijo Akihiko claramente sorprendido- ¿en serio tiene esa edad?

    El editor no lograba responder debido a tanta excitación por lo que el universitario lo hizo por él.

    -Claro más tarde le enseño su credencial. ¿Le gusta? -dijo Kou, levantando el rostro lloroso y avergonzado del editor mientras se los enseñaba y lo estimulaba. -¿A poco creían que tenía menos? -comentó Kou divertido.

    - Sí, parece de la edad de Misaki -rió Akihiko-. Incluso más joven.

    -Yo también creí eso hasta que él me lo dijo. Sensei, Shouta-san esta listo, ya mojó toda su prenda interior y la parte baja del vestidito de conejos. -dijo Kou pasando la mano por el trasero de su uke, bajando el vuelo de la pollera.

    - Misaki también está listo -rió tocando la húmeda prenda del chico-. Veamos sus habilidades Yukina, ¿qué haremos con ellos?

    -Como dije que nos den de comer boca a boca mientras están sentados en nuestros miembros. -dijo sonriente.

    - Claro, parece buena idea.

    Akihiko penetró a Misaki de una estocada, quien soltó un grito, y tomó uno de los pasteles y lo puso entre Yukina y él. Con la manó arrancó un pedazo del lindo pastel y lo puso en la boca de Misaki.
  7. .
    Misaki también comenzó a meter y a sacar su dedo y cuando tomo un poco más de confianza introdujo un segundo y los movía de forma rápida y circular, a la vez que hacia que su cadera se moviera para sentir los dedos de Kisa más dentro de él.

    -No... s-si... siga... -susurró en el oido del estudiante, y le mordió en el lóbulo a la vez que introducía otro dedo y jugaba con el en forma de tijera y circular.

    -Shouta-san... deje de provocarme. -susurró Kou apretando su entrepierna con una mano, admirando tal escena.

    Akihiko se apretaba la mano en puño para no tocarse, si lo hacía de seguro se perdería el lascivo desenlace que por lo visto no tardaría mucho en hacerse presente.

    Misaki aumentó la velocidad de sus penetraciones.

    - Ahh... u... K-Kisa-san...yo... no c-creo... poder ahh... soportar uff... m-mucho más..

    -Soporte... más... -dijo Kisa susurrando excitado. -No lo dejaré.... ahh venirse... aumm... -dijo metiendo el ultimo de los tres dedos para iniciar los embistes, a la vez que apretaba la punta del miembro de los dos impidiendo que se corrieran por más que quisieran.

    Misaki comenzó a temblar de la excitación y de las ansias de no poder venirse. Metió el tercer dedo dentro de Kisa y comenzó a moverlos frenéticamente, sintiendo que sus dígitos eran succionados por ese ansioso lugar.

    -Q-Que.. sucede... puede... seguir... -jadeó Kisa moviendose un poco para meter los dedos del castaño más adentro. Los semes se estaban muriendo se solo ver lo que sus amados ukes habían montado.

    -Sensei... parece que ellos... -dijo Kou mirando la mano de Kisa en ambas hombrías.

    - Se están reprimiendo... -dijo Akihiko viendo las caras de ambos chicos.

    - No... Kisa-san ahh... no... no puedo umm...

    -Tengo una idea... pero sería mucha maldad... -susurró Kou.

    -S-Sí... puede.... -gimió Kisa penetrándolo mas rápido y mimando ambas puntas pero sin despegar su dedo y salida para el orgasmo.

    - ¿Cuál es? -dijo Akihiko de la misma forma.

    - No no no no ¡Kisa-san! ¡Ah! P-por favor yo... yo ahh y-ya no... ugh... p-por... favor...

    -Separarlos ahora y dejarlos con las ganas. -dijo Kou.

    -Sí.. si...ahh... no se vendrá... -siguió Kisa no podiendo más sus dedos que impedía ambos corrimientos comenzaba a aflojar el agarre. No aguantaría más a pesar de que lo dijo, no daba más, él también debía eyacular.

    - Hmmm buena idea -sonrió Akihiko.- Después de todos, Yukina y él estaban sufriendo mientras que Kisa y Misaki se habían estado divirtiendo. Era hora de cobrarse.

    -Bien ahora vamos, Shouta-san no da más. -dijo Kou.

    El rubio se acercó por detrás de Kisa, justo cuando la mano de este soltó ambas puntas y le susurró a su novio.

    El escritor acomodó la lente de la cámara para que siguiera grabando y caminó detrás de Yukina hacia los ukes

    -Ya esta Shouta-san... deje a Takahashi-kun.

    -¡K-Kou... ahh... no d-déjame... quiero correrme! -dijo Kisa asustado y con ganas de venirse pero esta vez era el artista quien se lo impedía.

    Misaki no pudo hacer nada ya que se vio detenido por los brazos del escritor, quien no pudo evitar reír: era como quitar a dos gatitos hambrientos del plato de leche.

    - ¡Usa-Usagi-san! ¡E-espera! ¡Y-Yo...!

    -Que crueles son, ustedes haciendo esas cosas cochinas y nos dejan de lado. -dijo Kou, retirando la mano del interior del castaño y alzando a Kisa en brazos.

    - Eso está muy mal -dijo Akihiko con todo de resignación- me pregunto, ¿cómo podríamos castigarlos...?

    -Simple Usami-san, que ahora cenen y luego si se portan bien, quizás... podamos hacer algo más. -comentó Kou con picardía.

    -P-Pero... Kou... ayúdame... -susurró Kisa removiéndose para satisfacer su problema.

    - Usa... Usagi-san... -murmuró mirando al escritor con un puchero.

    El escritor sonrió y acarició levemente la cabeza de ambos.

    - Si son buenos niños, podremos considerarlo. Por ahora, terminen de comer -dijo con una brillante sonrisa-.

    -N-No será imposible... déjenos por favor. -dijo Kisa mirando suplicante a ambos semes.

    Los ojos de Misaki ya derramaban unas ligeras lágrimas de impotencia, pues su miembro dolía mucho.

    - P-por... favor... -jadeó Misaki rogando.

    -Shouta-san esta acostumbrado, pero parece que Takahashi-san no. -dijo Kou divertido.

    -Mentira... siempre me corría... Kou por favor. -imploró tocando la mejilla del rubio.

    Akihiko solo los miraba. La cara de Misaki siempre había sido su debilidad pero ahora, ¿por qué disfrutaba torturándolos?

    - Si hiciéramos eso, no sería justo para Yukina-kun y para mí, nosotros hemos estado sufriendo mientras ustedes jugaban...

    Se puso a la altura de ambos ukes y los miró sonriendo.

    - Nosotros también tenemos un problema, así que estamos a mano~.

    -No que malos... es injusto. -peleó Kisa al ver los ojos del escritor en él.

    -Lo que dice sensei es verdad, así que a comer en paz. -dijo Kou acomodándolo en la mesa y sentándose al lado.

    - Así es, así que va...

    - Entonces, ¿ese es el único problema?

    Quien habló fue Misaki.

    -Sí pero estamos a mano. -respondió Kou sorprendido.

    De pronto, Misaki se metió bajo la mesa -llevándose a Kisa con él- y gateó hacia ellos. Una vez estuvo entre las piernas del escritor rápidamente sacó su miembro y comenzó a besarlo y a lamerlo, haciendo que éste jadeara por el contacto inesperado.

    Kisa hizo lo propio y se llevó a la boca la hombría del rubio lamiendo de arriba a bajo y con frenesí, con una mano libre volvió a estimular a Misaki para curar el problema del otro.

    -Shouta-san.. qué hace... mnn... salgan de ahí.

    Misaki bajó su otra mano y comenzó a estimular a Kisa, pero sin dejar de atender al escritor, quien a diferencia de Yukina éste disfrutaba de lo lindo con las caricias de su uke, y temblaba ligeramente intentando reprimir sus jadeos.

    -Sensei... se vendrán... -dijo Kou llamando la atención del otro.

    El editor gemía y disminuía un poco su ritmo por el placer de ser estimulado por el estudiante. No aminoró pero prefirió lamer la punta que tanto excitaba al rubio.

    Akihiko estaba entre la espada y la pared. Quería escucharlos rogar, pero a la vez quería ver sus caras en pleno orgasmo...

    -Sensei... dijo Kou apurándolo porque Kisa estaba devorándolo con una velocidad que tenía en la intimidad.

    El editor apuraba el oral y la masturbación del otro. Unos leves temblores y la palpitación le indicaba que pronto se vendría.

    Ya decidido miró a Yukina.

    - ¿Qué dices? ¿Te quieres correr aquí? ¿O vamos a otro lugar?

    A pesar del excelente trabajo de Misaki, aun era capaz de tener la voz decente.

    -A menos que... desee dejar evidencia. -comentó Kou.

    Con un gruñido Akihiko retiró a Misaki por los hombros. El castaño ya se iba a volver a abalanzar sobre el miembro del escritor cuando éste lo volvió a detener.

    - Misaki, ¿quieres dejar todo manchado?

    Al reaccionar ante sus ansias Misaki se sonrojó y se quedó quieto.

    - Usa-... Usagi-san en... e-en ese caso yo... p-por favor, regresemos rápido a casa...

    -Shouta-san, déjeme. -dijo Kou levantando el rostro de su novio y lo beso para alejar la mano del editor de la hombría de Misaki.

    -Kou déjame que acabe, o no te acuerdas esa vez. -dijo Kisa pervertidamente

    - Yukina-kun -dijo Akihiko en forma grave- ninguno de los dos acaba. Vámonos de aquí.

    -Como diga sensei. -secundó Kou levantándose de su sitio y siguió al novelista.

    Sabiendo de antemano que el chico no podía caminar, cargó a Misaki como si fuera un saco de patatas a pesar de los golpes y protestas salieron de ahí.

    Kisa iba con la cara agachada porque no podía aguantar siendo llevado como una niña pero le gustaba ser acunado por esos brazos que tanto ama.

    Subieron al deportivo pero hizo que Kisa se sentara en el copiloto y Yukina atrás con Misaki.

    - De esta forma vigilaremos que no terminen antes de tiempo.

    -Sensei... me toma... por alguien precoz. -comentó Kisa jadeando.

    -No Shouta-san pero es una medida, ya sabe igual no tomará mucho tiempo. -comentó Kou.

    - Puede ser -rió Akihiko- aunque se nota que tienes experiencia así que puede ser lo contrario..

    Misaki iba callado, apretando la tela de sus pantalones intentando soportar el punzante dolor de su erecta hombría.

    -¿Cómo sabe... que tengo experiencia? -preguntó al piloto, intentando regularizar su calentura.

    -Takahashi-san... ¿se encuentra bien? -preguntó lindamente Kou mirando a los ojos las esmeraldas del castaño.

    - No lo sé, simplemente se te nota -dijo Akihiko-.

    Misaki no contestó, solo miró a Yukina con reproche y desvió su mirada hacia la ventanilla.

    -Gracias por... el cumplido. -dijo el editor ya mas relajado y distraído.

    Kou por su parte acarició la cabeza de Misaki y le dijo que todo estaría bien, después enfocó su vista al lado de su ventanilla mirando el paisaje nocturno.

    Misaki seguía temblando un poco. Aunque se iba relajando, su miembro seguía insistente en pulsar y dolerle.

    Mientras, Akihiko aceleraba todo lo que podía su deportivo. El Grande Usami Akihiko-sensei no calmaría su libido con solo un viaje tranquilo de regreso a casa. Necesitaba más, al igual que Misaki. Y eso ambos lo sabían muy bien.

    -Kou... -llamó Kisa al artista que estaba distraído.

    -¿Sí? -dijo acercandose al otro y ver que aun seguía sonrojado pero mas calmado.

    -Y-Yo... quería decirte que... bueno es algo raro ahora...

    -Si lo se, aun así qué querías decirme.

    El azabache se aproximó al oído del otro y susurró muy bajito.

    -Feliz Cumpleaños.

    Misaki recibió un mensaje en su celular. Al abrirlo, extrañado vio que era de Akihiko y decía simplemente "Feliz Cumpleaños". Lo miró por el espejo y vio que le sonreía.

    -Ah Usami-sensei ¿a dónde vamos y cuanto nos falta? -preguntó el rubio ladeando el rostro para observar al novelista.

    - Estamos por llegar es... En ese edificio -señaló el enorme y elegante condominio.

    La pareja miró el edificio y quedaron con la boca abierta.

    -Es enorme...

    -Gigantesca.

    - Sí... -murmuró Misaki- es... Un poco difícil... Acostumbrarse...

    -Debe ser muy caro. -comentó Shouta sin dejar de ver el pent-house.

    -¿Desde cuando vive en ese lugar? -preguntó Kou.

    - Deben ser.... Hmmm desde que tengo 18 años... -murmuró el escritor haciendo memoria. Los invitó a pasar y subieron al elevador, donde Misaki presionó el último piso.

    -Oh que joven, debes ser bueno tener mucho talento. -comentó el mayor.

    -Ya veo el porqué de su fama, sensei.

    - Realmente no lo sé, pero si soy el Gran Usami Akihiko-sensei debe ser por algo.

    Los chicos no comentaron nada, no deseaban decir lo que pensaban del otro por temor a ofenderlo.

    - Usagi-san ¿podrías dejar de ser tan idiota por un día? -gruñó Misaki.

    -"Querrá decir presumido" -pensaron al unísono.

    - Presumido, idiota, no importa solo deja de ser así por un día...

    Al llegar a la planta de la residencia y pasar adentro los dos sin poder contenerse murmuraron por lo bajo ante el inmenso lujo.

    -Demasiado espacio innecesario...

    - Sí -dijo de la misma forma Misaki- y no han visto los cuartos...

    Akihiko no les prestó atención ya que de inmediato se fue encima de Suzuki-san para acomodar su moño y murmurar unas cosas.

    -Takahashi-san... no es eso...

    -Un poco infantil...

    - Sí.... -murmuró- pero tiene una habitación llena de osos, su cuarto está lleno de juguetes, en el otro tiene un modelo a escala de la muralla china y en el otro tiene marimos... Y allá están las anguilas -señaló una pecera que estaba en la sala-.

    -¿Y por qué compró todo eso? -cuestionó el menor

    -Mejor preguntemos si hay un cuarto que no tenga esas cosas. -acotó el otro.

    - Sí, esa es una buena pregunta.

    Akihiko se enderezó con el oso bajo el brazo.

    - Si desean ducharse y cambiarse por mi no hay problema -dijo mirándolos-.

    -¿Eh? ¿estamos sucios?

    -Yo me bañe antes de venir. -dijo Kou mirando a Misaki de reojo.

    Misaki se sonrojó y bajó la mirada. Al hacerlo, vio las bolsas que les habían dado y sonrió.

    - Está bien, vamos a bañarnos Kisa-san -dijo tomándolo de la mano y corriendo hacia arriba-.

    -¡Eh! ¡Pero yo..! -dijo Kisa siendo arrastrado a la segunda planta.

    -Shouta-san... ohh yo quería bañarme con él. -suspiró el rubio.

    Pero Akihiko había visto la mirada que Misaki le dirigió antes de comenzar a correr. Comenzó a reír y lentamente se quitó su saco y su camisa.

    - No te preocupes, estoy seguro que nos vamos a divertir... -.

    -Eso espero, hace días que no lo veía porque anda muy ocupado.

    - Estoy igual, mi maldita editora me estuvo presionando demasiado.

    Aventó su camisa sucia de salsa a una esquina, donde estaba el cesto de ropa sucia.

    -¿Tan complicado es trabajar en una editorial? -sacándose el saco y dejando con el montón de ropa sucia.

    - Si puedes mantenerte despierto por más de 48 horas seguidas y sin bañarte por 3 días y estar en modo zombie, no es tan complicado.

    -Y-Ya veo... es difícil... a veces lo encuentro así o peor. -sacándose el jean manchado.

    - Sí, supongo. He oído que con los editores de manga es peor que con los de literatura.

    Con un solo movimiento se quitó sus pantalones quedando solo en bóxers, y luego los lanzó a la misma esquina.

    -A veces temo que realmente se muera, todos los fines de ciclo, literalmente se muere...por así decirlo. -agregó mirando la blanca fisonomía del albino.

    - Sí, de hecho si Misaki no estuviera aquí, yo desde cuando hubiera muerto en algunas escaleras...

    -Me pregunto como Shouta-san sobrevive... en fin me alegro que su pareja sea quien lo consienta de esa forma lo debe de querer mucho, siempre me hablaba de usted.

    Eso sorprendió a Akihiko.

    - ¿Misaki te ha hablado sobre mí? -dijo extrañado.

    -Sí, siempre mencionaba Usagi-san esto o aquello. Lo que no sabía era que se refería a usted, sensei. -sonrió.

    - Ya veo... -una ligera sonrisa pasó por sus labios durante un segundo antes de desaparecer-. Su hermano me llamaba así para no mencionar mi nombre en público. A Misaki se le hizo costumbre llamarme así, pero suena más especial viniendo de él.

    Se dejó caer en el sillón, al lado del enorme oso.

    Mientras en el baño, Misaki sacaba lo que les habían entregado en las bolsas.

    Hurgaba su bolsa, y sacó dos trajes.

    - Oye, son dos trajes... -dijo extrañado- unos disfraces...

    -Ya me suponía que esto terminaría algo así... -dijo Kisa sacando otro traje de la bolsa.

    -Luego veremos si lo usamos o no, mejor duchémonos ¿le parece bien?

    - Sí -sonrió Misaki- vamos.

    Entró a la ducha y abrió la llave. El agua era tibia, muy agradable para sus pieles.

    - ¿No entra Kisa-san?

    -Bueno, supongo que esta bien. -respondió metiéndose a la ducha luego de haberse despojado de las prendas de vestir.

    Por alguna razón Misaki no se sintió incómodo ante la presencia de Kisa.

    - Kisa-san, quiero vengarme de ellos... O mejor dicho, quiero jugar con ellos por hacernos eso... -dijo en un gruñido.

    -Vengarse eh... quiere poner en practica una de las cosas que le enseñé no es así... mmm podemos hacer eso y mucho mas, Mi-chan. -sonrió Kisa de forma malvada.

    - ¿En serio...? ¿Cree que podamos hacerlo Kisa-san? -dijo abrazándose al brazo del mayor y mirándolo curioso.

    -¿Qué si lo creo? Claro que lo creo, un par de cosas deberíamos enseñarles a esas caras bonitas... y créame que hace rato deseaba bajarle los humos a Kou. -comentó sonriente y revolviendo los cabellos de Misaki.

    Misaki rió y se abrazó al cuello de Kisa.

    - ¡Sí! Yo también quiero bajarle los humos a Usagi-san, ya vio lo presumido que es él.

    Kisa no podía soportar esa muestra de cariño que manifestó el joven y sin dudarlo lo tomó de la cintura.

    -Él será presumido pero tú eres una inocente lindura. -dijo y le plantó un beso.

    Misaki correspondió al beso y también se abrazó a la cintura de Kisa. El mayor era más alto que Misaki por un par de centímetros pero casi no se notaba.

    Shouta profundizó el beso, jugando con la lengua del estudiante, el agua caía a raudales mojando sus delgados cuerpos y sus cabelleras. Cuando se desprendieron por la falta de aire, el editor con una sonrisa se agachó y engulló el miembro de este sin darle la oportunidad necesaria para refutarle por su perversa acción.

    Misaki gimió y arqueó su espalda. Débilmente intentó apartar al mayor.

    - E-espere... Ahh Kisa-sann... Ugh, esto no... Está bien...

    -Shh... no hagas ruido... además te duele mucho Mi-chan... -dijo separándose un poco y dando un besito a la punta mirando a los ojos del mencionado.

    - Ahh pe-pero... Hmm Kisa-san... Eso no es haa jus... Justo... Solo yo... Ahh estoy siendo... Tocado...

    -No te preocupes... tengo resistencia... -volvió a sorber la punta y a dedicarle unos embistes con su boca mientras sostenía con su mano los suaves testículos del joven. -Sos... suave Mi-chan y no gimas... o vendrán los lobos.

    - Pe... Pero ughhh... -Misaki comenzó a morder sus labios y a apretar sus puños para intentar no hacer ruido.

    -Shh... solo déjame hacerlo... -dijo por ultimo el editor y prosiguió con su magnífica labor, acariciando con su boca toda la extensión de la hombría del menor y como ambos tenían la misma estatura le era muy sencillo meterse todo eso la boca sin problemas.

    Luego lo dejaba y chupaba con la misma fuerza los testículos del joven, arrancándole gemidos ahogados a Misaki y luego volvía al miembro de este y hacía lo mismo.

    El agua caliente empañaba los vidrios y los azulejos blancos del espacioso baño, dejando a dos cuerpos haciendo una simple travesura.

    Misaki pegó su espalda a los azulejos de la regadera y se retorcía en ellos. Puso una mano en su boca para morderla e intentar ahogar sus gemidos y con la otra acariciaba el cabello de Kisa e incluso lo jalaba un poco de tanto placer.

    El editor disfrutaba de hacer eso y veía con satisfacción que el menor lo gozaba y con picardía detuvo sus movimientos y dijo:

    -¿Lo dejo o acabo?

    Misaki temblaba, su erección estaba palpitando dolorosamente y goteaba, se agachó lo suficiente y besó a Kisa.

    - ¿Sería mucha... Molestia si... Le pido que... Lo acabe...?

    -Ninguna en absoluto. -respondió complacido e hizo sentar al joven en el suelo. ÉL se recostó en el piso húmedo y caliente y volvió a practicarle el oral con fuerza y ganas, sabía de sobra que en menos de unos minutos el castaño se vendría

    Misaki mordía sus labios e intentaba contener sus gemidos. Tomó la cabeza del mayor y lo incitó a que fuera un poco más rápido, tenía mucha pena pero en verdad lo necesitaba, necesitaba correrse.

    - Nght... Mfff… M-más... Nghhtfff....

    Obedeciendo apuró los embistes bucales dejando que el menor gozara todo lo que fuera necesario para venirse y a los segundos sintió que su boca se llenaba. El objetivo había sido logrado, Misaki se corrió y naturalmente se tragó todo y dando un beso a la punta de este preguntó:

    -¿Mejor no? con esto quedamos a mano.

    El castaño quedó temblando después de correrse no, no había sido suficiente pero algo le decía que pronto tendría más. Asintió y débilmente besó a Kisa.

    - Sí... Gracias... Kisa-san...

    -De nada y dígame... ¿desea que le haga un service más o planeamos nuestra venganza para esos lobos hambrientos?

    Dijo sentándose de forma tal que rodeara la cintura de Misaki.

    - Un... ¿un servicio... más...? -dijo extrañado y apoyándose en el hombro del mayor intentando calmar su respiración.

    -Ajá... a ese servicio me refiero Mi-chan. -respondió dejando al otro calmarse del efecto post orgasmo. -O tendré que explicarme. -aventuró con un tono insinuador.

    - Pues... Tendrá que... Explicarme Kisa-san... No entiendo exactamente lo que quiere decir...

    -De acuerdo pero sea silencioso si. -respondió a la vez que tumbaba al chico y metía su hombría en el cuerpo en esa estrecha cavidad que no requería preparación gracias al agua caía hace tiempo sobe ellos.

    - ¡Ah!

    Silenció su gemido justo a tiempo porque lo ahogó en el pecho de Kisa. Sujetó los hombros del mayor y pasó sus piernas por su cintura temblando de placer.

    Algunos sonidos había llegado a la planta baja, llamando la atención de ambos semes, al principio lo habían ignorado pero luego de repetidos sonidos les estaba venciendo su curiosidad y habían subido hasta la segunda planta.

    El novelista lo había guiado hasta la puerta del baño y ambos llamaron a los ukes que justo en ese instante Kisa había penetrado a Misaki.

    -Shouta-san, ¿todo esta en orden?, se escuchaba cosas desde abajo.

    -T-Todo bien Kou... solo me cayó jabón en los ojos. -dando un suave vaivén y tirando adrede la jabonera para verificar su versión de los hechos.

    - ¿Están seguros que todo está bien? -preguntó el escritor-.

    Misaki no se atrevía a hablar, si lo hacía se pondría a gemir y entonces habría problemas.

    -Oh si sensei... despreocúpese. -respondió Kisa seguro volviendo a embestir al castaño.

    Misaki se arqueó y cubrió su boca con sus manos al sentir la embestida de Kisa.

    - ¿En serio? ¿Y Misaki?

    -¿Mi-chan? jeje él esta bien, ¿no es así? -respondió dando otro par de embistes mientras volvía a masturbar al castaño para que respondiera.

    - S-sí... -respondió un poco preocupado y excitado.

    Hubiera sido una respuesta normal pero el novelista conocía muy bien la voz erótica de Misaki y era obvia que estaban haciendo algo "sucio".

    -Mi-chan, responde con más seguridad. -susurró en el oido sin dejarlo de embestir.

    -Sensei... ¿le sucede algo? -preguntó Kou sabiendo que él también había captado el tono erótico del castaño.

    - No puedo... -susurró eróticamente a Kisa- no puedo, no puedo, ah, no puedo...

    Movió sus caderas haciendo que las embestidas de Kisa fueran más profundas.

    - Esos dos... -suspiró Akihiko al menor- no pudieron soportar un poco más...

    -Je je sensei si tan molesto esta, pues venga conmigo y enséñeme sus juguetes. -propuso Kou por lo bajo con una sonrisa.

    -Sí puede... claro que puedes Mi-chan... -murmuró dándole fuerte y profundo a las estocadas.

    - ¡Estamos bien! -gritó justo para reprimir un gemido en los hombros de Kisa.

    -Shouta-san, ¿tienen ropa o le pido a Usami-sensei que les traiga un cambio? -preguntó por ultimo Kou desde el otro lado de la puerta.

    Akihiko se quedó pensando unos momentos con una cara que no reflejaba nada.

    -Eh... no te preocupes, Mi-chan me presta algo de su ropa. -respondió normal sin dejar de brindar sus servicios al castaño.

    -En fin... parece que no saldrán en un rato, ¿sensei me enseña los juguetes que tiene? Takahashi-san me comentó que tiene muchos.

    El escritor reaccionó con una sonrisa.

    - Entonces ¿si los mencionó? Creí que jamás se atrevería a hacerlo... Es por aquí.

    El escritor guío a Yukina a su estudio, donde al entrar cerró las puertas.

    Abrió una cajonera con llave y mostró el contenido al menor: Condones de todos colores, sabores y tamaños (incluso había unos que brillaban en la oscuridad).

    Lubricantes y geles de todos colores y sabores, vibradores de muchas formas y tamaños.

    Y ni hablar de los consoladores: incluso había uno que parecía un tentáculo de pulpo tanto en textura como flexibilidad.

    Había esposas de metal y con peluche, sogas, vendas y listones.

    Incluso había cosas de las que Yukina dudaba de su uso.

    - He usado la mayoría con Misaki -dijo sonriendo-. Se queja, pero es obvio que le gusta.

    -Ya veo... y según usted, ¿cuál es su preferido? -preguntó sorprendido por ver el arsenal que tenía guardado tan prodigiosa mente.

    - Son muchos, pero uno de ellos es éste...

    Sacó algo que parecía una patita de gato junto con el brazo, el cual era largo y con la punta redondeada.

    -¡Que lindo! Oh que bonito es hermoso. -dijo Kou con los ojos soñadores mirando tan bonito objeto.

    - Se ve mucho más lindo cuando está dentro de la persona en cuestión. Además, las almohadillas son suaves, parecen las de un gato de verdad... -sonrió-.

    -¿En serio? ahh yo adoro las cosas suaves, esponjosas y brillantes. -comentó feliz de la vida olvidando por un momento a que había venido el comentario.

    - Entonces seguro que esto le va a gustar.

    Puso la patita en el cuello de Yukina y lo encendió con el control que tenía en la mano.

    -Waa... espere. -retrocedió de golpe al sentir el cosquilleó de la patita. -Sensei le recuerdo que no soy Takahashi-san. -se defendió Kou.

    - ¿Ahora qué hice? -dijo "inocentemente"-. Solo te estaba mostrando cómo funciona.

    -Ja ja, sensei no me engañe que a pesar que no tener muchos conocimientos, no soy tan inocente como piensa que soy. -dijo Kou a la defensiva.

    Mientras estos caballeros hablaban sobre el funcionamiento de juguetes a batería, un par de ukes seguían gozando de los placeres de una tranquila ducha caliente.

    -Mi-chan... respira un poco... -jadeó Kisa en medio de los embistes que daba al menor porque a pesar de que lo masturbaba el castaño estrechaba su entrada de forma inconsciente.

    - No... Ahhh no puedo... Ugh... Kisa-san, yaahh... Haaa... Es que hm... E-está tan... Duro que no... Puedo... Evitarlo...

    -P-Pero.. Mí-chan... m-me harás... correr...

    - L-lo siento haaa... Pero ya no… No puedo... Soportar... Ugh mucho... Más...

    -Ni... yo... -dijo Kisa dando los últimos embistes y con leve temblor y sonrojo plasmado en el rostro, besó a Misaki para callar su orgasmo mientras se venía dentro de él.

    El gemido de Misaki al terminar fue ahogado en la boca del mayor, mientras se arqueaba al sentir su semen salir a la vez que el del mayor lo llenaba.

    Después del intenso beso, ambas bocas se separaron y el editor se quedó rendido sobre Misaki.

    -Eso... es un servicio especial... ahh...

    Misaki rió débilmente.

    - Solo pudo... Haberlo dicho...

    -Je je... ¿no fui bueno?

    - No es eso... Pero perdimos tiempo... Pudimos hablar sobre cómo vengarnos de... Ellos...

    - De hecho, es muy bueno -dijo justo antes de besarlo.

    -Tenemos tiempo, algo me dice que Kou jugará con Sensei por un rato largo. -dijo Kisa divertido.

    - ¿Usted lo cree? Si conozco a Usagi, le mostrará toda su colección...

    -Sí, así que dígame ¿cómo desearía empezar su venganza? -dijo mas calmado y sentándose a un costado del castaño.

    Misaki lo pensó durante unos segundos y luego se enderezó con algo de dificultad, sintiendo con algo de pena como el semen de Kisa salía de su interior.

    - A Usagi le es muy difícil tratar de contenerse y más cuando es provocado, pero Yukina-san resiste más respecto a ese tema...

    -Ja ja ja una porque nunca viste a Kou cuando le soltas la correa y por otro lado no pensaba que sensei fuera tan impulsivo... se puede arreglar.

    - ¿Ah si? -dijo extrañado. No creía que el impulsivo de Usagi tuviera arreglo-. ¿de qué forma tendría arreglo?

    -Dándole castigos por hacer cosas indebidas. -respondió confianzudo, tomando el pote de shampoo y lavándose la cabeza.

    - Pero ¿cómo podemos castigarlos? -dijo mientras tomaba la barra de jabón y tallaba el torso de Kisa- si lo que podríamos usar está en el estudio de Usagi-san...

    -¿Usar? ¿No me digas que él tiene ese tipo de cosas? -preguntó mirando con los ojos abiertos a su interlocutor.

    Para Misaki eso era un tanto natural, ya que varias veces las habían usado.

    - Sí, tiene bastantes cosas, creo que un poco de todo...

    -Es todo un pervertido Mi-chan, con razón sensei te tiene acostumbrado a que gimas así.

    - ¡Kisa-san, no digas esas cosas! A-además, no es que yo siempre estoy de acuerdo....

    -Mmmm... a propósito usaremos "eso" disfraces. -dijo señalando las bolsas que estaban al lado de la puerta.

    - Ah, hablando de eso, en mi bolsa venían dos... Dos vestidos -baja la cara sonrojado- uno es celeste y tiene conejitos y el otro es rosa y tiene ositos...

    -¿Solo vestidos? ¿Q-Qué... tipo de... vestidos exactamente?

    - S-será mejor que los vea... -dijo bajando la mirada y señalándole las prendas que estaban encima del lavabo.

    -Antes de verlos... ¿no venía algo más en la bolsa o solo eso?

    - Creo que venían unos objetos, también en la suya, pero no vi exactamente lo que eran...

    -La mía no revise del todo pero creí ver algo parecido a ropa interior y medias...

    - ¿Vamos a usarlos...? -dijo un poco sonrojado.

    -Mmm... si... tengo una idea....

    - ¿En serio? ¿qué está planeando?

    -Quería enseñarle controlar a sensei, que nada mejor que un juego de niños

    - ¿Juego de niños....? Está bien, explíqueme...

    -Los niños son inocentes y juegan con muchas cosas, a veces esos juegos son demasiado provocativos.

    - Pero, ¿cómo podemos ju-...?

    Se quedó callado y luego sonrió.

    - Kisa-san, ¿le he mostrado ya la habitación de Usagi-san?

    -Ahora que lo menciona no, solo me dijo que tenía muchos juguetes. -Pensando en lo que había puede ser que eso ayudaría. -¿Nos cambiamos allá o acá?

    - No, vamos a cambiarnos allá, después de todo ¿no dijo que seguramente Usagi y Yukina-san se están divirtiendo por su cuenta?

    -Sí... aunque no se cuanto Kou podrá contenerlo je je. -dijo divertido de solo imaginar ciertas cosas

    - Entonces será mejor que vayamos rápido.

    Salió y se puso una toalla en la cintura, tomó ambas bolsas y salió cuidando de no hacer ruido. Cuando pasó por el estudio del escritor salió corriendo y le hacía señas a Kisa de que se apresurara a seguirlo.

    Shouta lo siguió de puntas y teniendo cuidado de no resbalarse, aunque de manera accidental un par de gotitas de agua habían hecho un camino apenas visible hasta el cuarto del escritor.

    Adentro, los semes estaban tan ensanchados en una discusión sobre el uso de ciertas cosas que no notaron los pasos de los Ukes.

    Mientras, Misaki corrió por Suzuki-san, regresó y abrió la puerta del cuarto de Usagi y encendió la luz.

    -¿Esto es su habitación? Parece una juguetería. -comentó sorprendido el moreno al ver paraíso de peluches que adornaban a diestra y siniestra la recamara

    - Pero ¿no es perfecto? Además lo tenemos a él -señaló al enorme oso que llevaba en brazos.

    -Es perfecto... solo que mi mente tendrá que asociarlo un poco... son demasiados juguetes...

    - No, es demasiado fácil... Ahora a vestirnos -le sonrió mientras se quitaba la toalla´.

    -Estas mas entusiasmado de lo que pensé, Mi-chan. -señaló Kisa. -¿Ahora que prefieres, rosa o celeste?

    - Hmm creo que el rosa -sonrió- a él le gustan los osos, así que será más tentación para él y más tortura...

    -Entonces me quedaré con los conejitos... mmm ¿y al final que tenía mi bolsa? Mi-chan... pásame la bolsita por fa.

    Misaki le pasó la bolsa a Kisa mientras pensaba que usar de ropa interior.

    Shouta la tomó y estudió su contenido, con cara de resignación absoluta le pregunto al chico:

    -Mi-chan... ¿liso o rayado?

    - ¿Liso? ¿a qué se refiere? -lo miró extrañado-.

    -A la ropa interior.

    Con mucha pena vio la ropa interior que había en la bolsa.

    -... Hmm creo que... El rayado... ¿qué más había ahí dentro...?

    -Aparte de esta lindas ropitas interior de niña pues...

    Miró dentro de la bolsa y sacó un par de lazos semejantes a vinchas de pelo, medias con voladitos y unos zapatos brillantes con los respectivos colores de los vestidos

    -Mi-chan... su amigo esta cuerdo...

    - ¿Qué demo...? Ahhh ¿qué estoy diciendo? Como sea, Usagi-san tiene serios perfiles de pedófilo...

    -Entonces aparte de ser carne muerta... podemos de alguna manera sacarle provecho a nuestro juego Mi-chan... el chiste es que ellos tendrán que caer antes de que nos coman.

    - ¿Cómo podemos hacerlos caer sin que nos coman al vernos así? -dijo mientras se ponía el vestido.

    -Mmm... el oso. -apuntó Kisa, mientras se colocaba la ropa interior lisa de color celeste agua.

    - ¿El oso? ¿qué tiene que ver Suzuki-san con eso? -dijo mientras se colocaba las delicadas medias y los zapatos.

    -Será nuestro escudo. -dijo poniéndose el vestido celeste. -Soy yo... o me quedó algo justo con el largo.

    - No, a mi también -dijo al notar que el vestido apenas y cubría sus nalgas

    -Bueno más niñas no podemos llegar a ser... -dijo Kisa colocándose una vincha celeste y luego tomo uno de los osos, lo abrazó y dijo muy lindamente -¿No es así... Mi-chan?

    Misaki rió y abrazó a Suzuki-san. Con una mano se puso un pequeño adorno con cara de oso en el cabello y sonrió.

    - Es cierto Kisa-san, ¿cree que es hora de llamarlos...?

    -No... que vengan a buscarnos y nos encuentren como buenos niños que somos. -dijo Kisa escuchando ciertas cosas desde el otro lado.

    Justo en ese momento el dúo de semes estaban charlando amenamente sobre el funcionamiento de la patita de gato.

    - Entonces, que nos encuentren como buenos niños -sonrió Misaki para subirse a la cama y comenzar a brincar en ella.

    - Te digo que es así -dijo Akihiko poniendo la patita sobre el miembro de Yukina -sin encenderla-. Después el brazo se mete, por eso está redondeado. Aparte la pata se puede usar en otros lugares.

    -Pero sensei... mmm bueno de acuerdo y por qué compró esa con forma de pulpo.... me recuerda a esos mangas de corte hentai... -dijo avergonzado al sentir el aparato por mas que no estuviese prendido.

    - Por eso lo compré -dijo tomando el objeto y agitándolo un poco- el monstruo de los tentáculos no solo ataca en el hentai, sino también en el GL y el BL

    - Además, por las caras que pone Misaki, es muy efectivo.

    -Me compadezco pero no puedo imaginar como sería tener a Shouta-san con esa cosa moviendose por todos lados. -dijo Kou temblando un poco por solo el hecho de imaginar lo que debería de sentirse tener eso jugando en tu cuerpo

    - En realidad les gusta mucho, es como..

    Se quedó callado al escuchar sonidos. ¿Que serían...?

    Abrió la puerta y se encontró con unas gotas de agua y el baño vacío. Miró a Yukina.

    - Creo que ya terminaron -le dijo para caminar hacia su habitación, que era de donde provenían los sonidos.

    Al abrir la puerta se quedó con la boca abierta (y una nueva erección): ambos ukes saltaban en la cama, riendo y golpeándose ocasionalmente con sus almohadas en forma de pollitos.

    Y lo mejor es que estaban con vestidos muy lindos, y al saltar éste se levantaba y mostraba su linda ropa interior.

    -¡Mi-chan que malo eres, toma esto! -dijo Kisa dándole otro almohadazo que hizo que el castaño cayera en la cama de forma graciosa. -¡JA JA TE VES GRACIOSO! -se reía de espaldas a los semes, sosteniéndose el estomago para contener la risa, agachándose un poco y mostrando los encajes lisos.

    Ambos semes estaban impactados viendo la escena sin saber muy bien qué decir.

    - ¡¡Kisa-san, eso no fue justo!! -jaló los pies de Kisa haciendo que cayera en la cama, encima de las piernas de Suzuki-san y Misaki se le tiró encima, haciéndole cosquillas.

    -¡Jajaja espera jaja M-Mi-chan jaja! -dijo retorciéndose de la risa y pataleando

    - ¡¡No!! ¡es mi venganza!

    Ante tanto pataleo, ambos vestidos se subieron y mostraron la linda ropa interior de ambos ukes. Akihiko no pudo resistir y comenzó a caminar hacia ellos.

    -¡Ah ya viene Usagi-san! -dijo Misaki escondiéndose en la espalda de Kisa

    -¡Viene el conejo y el perro! -dijo Shouta con el mismo tono y tomó a Suzuki-san como escudo y se escondió detrás de él.

    -Alto señor conejo, yo soy Suzuki-san y protegeré a estos niños inocentes. -dijo Kisa manipulando el peluche enfrente de Usami, moviendo una de las patitas afelpadas.

    Akihiko se quedó shockeado ante esto pero su lado infantil reaccionó.

    - Lo siento Suzuki-san, quiero comerlos a ambos.

    -Eso es imposible, ya que ellos no quieren ser comidos por este conejo, déjelos jugar como niños que son. -dijo manipulando al oso.

    - Oohh ya veo... Así que quieren jugar...

    Akihiko sonrió y caminó a su clóset. De ahí saco dos pedazos de tela rojas y se las lanzó a los ukes, luego caminó hacia Yukina y le entregó un par de orejas cafés y una cola como de perro.

    Él se comenzó a poner otro par de orejas y la cola y miró al oso.

    - Está bien, jugaremos a caperucita roja. Yukina-san y yo seremos los lobos. No importa a quien atrapemos, los comeremos.

    - Tienen 20 segundos para correr. Vamos Yukina-kun -dijo tomando la muñeca del chico para salir de la habitación.

    -Akihiko-sama... -llamó el oso

    Akihiko se detuvo y miró a Suzuki.

    - ¿Sí?

    -Akihiko-sama... ¿pueden venir los lobos unos segundos?, queremos decirles algo

    - ¿Qué pasa? -dijo acercándose un poco a ellos pero con la guardia alta... Por si acaso....

    Kisa bajó un poco la mirada y los miró con ojos de borrego a medio morir mientras abrazaba al oso, aun ocultando a Misaki detrás de él que miraba de la misma manera a los dos.

    -Nosotros... le queremos decir que... -y lo ultimo lo susurro tan bajo que no lo captaron.

    - ¿Qué dicen...? -se acercó un poco a ellos para entenderles mejor.

    -¡LAS TRAEN! -gritó Kisa tirándoles el oso gigante y empujándolos para luego volver a recoger el oso y salir corriendo sosteniendo a Misaki de la mano.

    Akihiko quedó en el suelo con cara de idiota sin saber muy bien que había ocurrido.

    En eso, las luces se apagaron pues en algún lugar abajo, Misaki las había apagado.

    - ¿Qué....?

    -Je je con esto les va a costar más. -susurró Kisa.

    -Pero... estos chicos... -dijo Kou levantándose del golpe y mirando en medio de la oscuridad

    - ¿Qué demonios... ? -se levantó- Yukina-kun ¿ya te pusiste tus accesorios? Porque quiero ir a vengarme.

    -Sí sensei, pero no se enoje son unos niños. -comentó divertido al ver alterado al escritor.

    -Mi-chan ¿se habrá enojado?

    - No, todo lo contrario -rió Misaki- él nunca...

    - ...he jugado a las escondidillas. Estoy muy emocionado -dijo acomodándose la cola de lobo y las orejas.

    -Yo solo jugué en la primaria. -acotó Kou. -Supongo que al ser su casa sabe donde pueden esconderse... así que guíeme sensei.

    -Mi-chan por si acaso... vamos a ocultarnos en un lugar difícil de encontrar.

    - Necesitamos movernos -dijo Misaki- es su casa y la conoce bien.

    - Está bien, después de todo, los lobos cazan en manada -dijo con una gran sonrisa al salir de la habitación.

    - Ahí vienen -susurró a Kisa al escuchar los pasos.

    -Bien movámonos. -susurró también Kisa.

    -Sensei, ¿donde supone que estarán? -preguntó Kou en voz baja

    - Vamos por aquí...

    Lo guío hacia una esquina del lugar, justo donde unos segundos habían estado los chicos. Se agachó y se quedó olfateando la esquina.

    - Estuvieron aquí -sonrió- huele a la colonia de Misaki...

    -Mi-chan... ¿te pusiste algo? -dijo Kisa mientras gateaban lejos de los depredadores.

    - N-no… Oh espera, creo que si... -dijo temblando-.

    -Sensei, mas que lobo diría que es un sabueso. -acotó Kou.

    - ¿Qué sería de un lobo si no tuviera olfato de sabueso? -dijo Akihiko sonriendo.

    -Mi-chan mmm espera tenemos que hacer algo... mmm juguetes... juguetes... el olor de juguetes eso debería ayudarnos. -pensó lo mas rápido el mayor de los ukes.

    - ¿qué hacemos? ¿los llenamos de mi colonia...?

    - Ya los escuché -dijo Akihiko en voz alta.

    -¡ATAQUE DE PATADA VOLADORA DE SUZUKI-SAN! -dijo Kisa reaccionado rápido pateando los pies del editor y saliendo corriendo con Misaki a rastras. -¡LOBO TONTO BULLL!

    -¿A donde van niños traviesos? -secundó Kou cerrando el paso.

    Akihiko se puso detrás de ellos y al lanzárseles encima, Misaki en un ataque de pánico golpeó a Yukina en sus partes nobles y salió corriendo con Kisa provocando que Akihiko se tropezara con Yukina.

    -Eso debió doler. -dijo el editor por lo que vio.

    -Auch... maldición... me las... pagaran... -dijo Kou adolorido.

    - Oi, ¿estás bien? ¿te puedes parar? -dijo mientras intentaba buscar a los chicos.

    -Sí... no se preocupe... lo lamento por su novio, pero de esta... me vengo. -dijo Kou con una sonrisa sádica y unos ojos furiosos.

    - Jajajaja nunca creí que Misaki fuera capaz de hacer algo así... Debió doler -se burló el mayor.

    -Sensei no se ría de mí o quiere ver cómo se siente. -dijo enfadado y con cara de pocos amigos.

    -Mi-chan... te pasaste pero gracias.

    - Jajajaja lo siento no puedo evitarlo... Entonces ¿qué te parece si vamos a buscar a ese par de niños malos...?

    - L-lamento haber golpeado de esa forma a tu novio Kisa-san, pero no pude evitarlo...

    -N-No te preocupes estará bien... mmm.... necesitamos eliminar las colonias, el olor de juguetes debería ayudar.

    -Sensei estoy de acuerdo, es hora de acabar este juego. -dijo Kou malvadamente.

    - Me alegra que entiendas el punto -dijo divertido ante la mirada psicópata de Yukina- así que, ¿Misaki sacó tu lado seme real, no es verdad?

    -No, Shouta-san me lo sacó hace tiempo pero... fue un momento de enojo. -dijo Kou caminando a lado sin rumbo.

    - Ah vaya, vaya ¿qué podemos hacer para castigarlos? Eso fue un golpe realmente doloroso.

    -Sensei... recurramos a su genero favorito que me enseñó hace rato. Esto requerirá venganza por partida doble.

    -Mi-chan... tienes algo, colonia o algo semejante para ocultar nuestro olor. -apremió Kisa desde una de las habitaciones donde los trenecitos pasaban sin cesar.

    Misaki entró a escondidas a una habitación y sacó una botellita de colonia. Lanzó un juguete desde las escaleras a un lugar del primer piso para distraer a los semes.

    - ¿Qué fue ese ruido? -dijo Akihiko extrañado al escuchar un ruido por donde estaban ellos.

    -Parece que vino del primer piso. -respondió Kou. -Pero... no creo que sea cierto... -susurró.

    -¿Esa colonia servirá? -preguntó Kisa.

    - Es la misma que use -susurró- rápido, no creo que eso haya servido....

    -Pero no era la idea que usará otro aroma. -conjeturó Kisa alarmado lanzando otra cosa debajo.

    -Sensei... -llamó Kou.

    - ¿Sí? -dijo Akihiko. Quien intentaba sentir algún movimiento.

    -Allá. -señaló Kou donde estaban los niños malos.

    - Demonios... -murmuró Misaki al ver que rápidamente los semes iban hacia ellos- ¡huyamos Kisa-san!

    -Sí. -secundó el editor. -corriendo a otro lado.

    Los dos ukes se fueron hasta el estudio del novelista a ocultarse por un rato.

    -Mi-chan... algo que podamos usar y que no sean libros. -sugirió el editor porque solo notaba la estantería de libros.

    - Solamente a Renka y Uki -dijo señalando un par de osos encima del sofá del lugar

    -Mmm un par de osos, libros y... el escritorio... -dijo Kisa mirando rápidamente el sitio, encontrando los juguetes. -Pervertido... -susurró por lo bajo, enseñando uno de los juguetes.

    - ¿Así que aquí los guardaba...? -dijo un poco sonrojado- ¿qué haremos con eso?

    -Usarlos.

    - ¿Usarlos? ¿cómo y con quién? ¿cuándo? -dijo un poco asustado al escuchar los pasos de los semes buscándolos.

    -En ellos y en nosotros... -sentenció Kisa.

    -Sensei... no deberían haberse ido lejos.

    - Lo sé, tal vez en el baño o mi estudio... Eso quiere decir que están acorralados...

    -Y ya verán lo que les esperan. -aseguró Kou perversamente.

    - Entonces ¿qué estamos esperando?

    -Señores, hora de la cacería. -respondió Kou.

    -Mi-chan... cuando vengan, nos tiramos encima de ellos y lo penetramos con estas cosas. -es la única manera que sigamos vivos por un rato mas.

    - E-está bien pero, hay que tumbarlos y quitarles los pantalones primero...

    -No será difícil... espero. -dijo Kisa

    Ambos semes se pusieron frente a la puerta.

    - Usted fue el herido Yukina-san, tiene el privilegio de escoger a quien.

    -Le ruego que me disculpe, pero Takahashi-san merece un castigo.

    Estoy completamente de acuerdo. Bien, ¿entramos? -dijo señalándole a Yukina la perilla.

    -Por favor, adelante. -dijo Kou.

    Akihiko asintió y abrió la puerta entrando inmediatamente al estudio buscando a ambos Ukes.

    -Creo que... nos encontraron... -susurró Kisa muy bajito solo para que lo oyera Misaki.

    - ¿Qué hacemos...? Si vienen juntos... y Yukina-san parece enfadado...

    -Mmm quieres vivir... ¿unos segundos más Mi-chan?

    - S-sí... Kisa-san...

    -Salgan de donde de estén, un par de lobitos tienen hambre... -coreó Kou con un tono tierno y juguetón.

    Akihiko solo miraba alrededor. ¿Dónde demonios estaban...?

    -Si sensei le gusta esto... simulemos gemidos creíbles ahora. -ordenó Kisa.

    - ¿Eh? Pero...

    -Después de eso cuando nos atrapen, le metemos estas cosas y... espero que nos salvemos... -terminó la idea no muy seguro.

    - Kisa-san... sabe muy bien que se nos irán encima apenas nos vean ¿verdad?

    - Ya lo escuché -sonrió Akihiko- están por aquí...

    -Lo se... pero no se me ocurre nada... a menos que nos atrapen pero que sea con algo convincente... -susurró por ultimo el editor.

    -Ya era hora, vamos sensei es hora de degustar. -dijo Kou acompañando con la sonrisa.

    -Bien... el cosplay creo que se terminó acá... o tal vez no... -Kisa se hizo bicho bolita y fingió llorar, sorprendiendo al castaño.

    - ¿Ki-Kisa-san...? ¿Qué está haciendo...?

    -Llorando, "las niñas frágiles lloran". -dijo rápidamente y volvió a hacer eso, empezó a simular sollozos bajitos y queditos.

    Al oír los pasos de los semes acercarse Misaki se hizo bolita y se pegó a Kisa.

    -Sensei... eso son ellos pero parecen como si lloraran. -comentó Kou estando cerca.

    Akihiko se acercó al escritorio y se encontró con ambos ukes hechos bolita.

    - ¿Qué demo..?

    Kisa solo se quedó hecho bolita y seguía fingiendo, no levantaba por nada del mundo la vista, a esos hombres los haría caer.
  8. .
    Misaki se enderezó como pudo y tumbó a Yukina y sin decir nada se apoderó de su hombría y comenzó a lamerla y succionarla de forma hambrienta.

    -Ahmm.. c-calma... ahh no tan... ash se siente genial... -gimió Kou moviendo un poco la cadera correspondiendo al oral del castaño.

    Misaki siguió con su oral, succionando de forma desesperada, ansioso por probar el semen de Yukina. Se sentía tan caliente que ya no razonaba nada.

    Bajó sus manos hacia los testículos del chico y los apretó y agitó, sintiendo la curiosa textura.

    -Mmm... M-Mas... despacio ahh... me hará... venir si sigue... ahhh no puedo... umm... -gemía Kou temblando ante los roces bucales y de las juguetonas manos del castaño. El calor lo estaba segando y la lujuria devoraba cada rastro de su ser, pero algo que notó es el fervor y la pasión del otro en devorarlo, literalmente.

    Sin hacer caso a los reclamos siguió con sus acciones. Comenzó a sentir el líquido pre seminal del chico y se dio cuenta de que ya no le faltaba mucho. Sus manos siguieron con el pene y los testículos pero su boca se concentró en el orificio del glande.

    Kou no podía aguantar mucho tiempo, la devoción y la fuerza que chupaba su hombría provocaban que todos sus sentidos se fueran no se sabe a donde.

    -Ahh.. n-no aguanto... por... favor... ahhhh déjelo... -dijo intentando inútilmente apartar la cabeza de Misaki de su cuerpo.

    Misaki apartó las manos de Yukina y las sujetó con (sorprendente) fuerza para evitar que lo apartara de su trabajo. Se separó un poco y con mucha lascivia hizo que el alto viera como la punta de su lengua jugaba con su glande.

    Ver la saliva y su punta mojada, sumando al rostro lleno de sed de satisfacerse, provocó que Kou gimiera aun mas hasta que de pronto lo azotó una oleada eléctrica que nubló su consciencia.

    -Ahh... m-me vengo... ahhh... -dijo eyaculando dentro de la boca de Misaki y manchando parte del rostro de este.

    Sin perderse nada Misaki de inmediato comenzó a tragar todo lo que pudo, sin importarle que su rostro estuviera manchado. Una vez que terminó siguió succionando un poco la punta. Pidiendo más de esa esencia.

    -N-No... espere.. ahh... déjelo... mmm... -gimió Kou al ver que Misaki no se detenía, su cuerpo estaba mas sensible después del orgasmo por ende apenas tenia fuerza para rechazar el contacto del otro.

    Sin esperar nada las manos de Misaki comenzaron a moverse por todo el cuerpo de Yukina, acariciando sus labios, sus pezones, sus nalgas...

    - Yukina-san, te di tiempo de sobra para que me llenaras... Pero ya es tarde, es mi turno... -jadeó-.

    -L-Lo se... ahh... pero igual... lo hubiera hecho ¿no? -comentó entre gemidos el rubio buscando los labios del otro para besarlos con pasión

    - Te tardaste... Mucho... -le dijo entre besos- debo... Castigarte por.. Eso...

    -Y ese castigo... es lo... que quería... recibir... -dijo divertido Kou manteniendo como podía su razón a raya pero devorando los labios de Misaki. Con sus manos lo sentó de nuevo sobre él y susurró sensualmente: -Castígueme... Amo

    Con una malévola sonrisa Misaki comenzó a morder el cuello de Yukina, luego bajó por todo su pecho mordiendo sin piedad, sin reprimirse ni un poco, y no permitió que el alto lo tocara.

    El rubio gozaba con cierto grado de placer las mordidas pero no podía ni aun queriendo tocar ese pálido cuerpo que se movía de un lado al otro sobre él.

    -Amo... más... castígueme más.

    - ¿Qué es esto? -rio- ¿un sirviente pidiendo más castigos?

    Cuando llegó a los pezones del chico los mordió sin piedad alguna, incluso estirándolos.

    -Si... soy así... -dijo conteniendo sus ganas de gemir, le dolía un poco pero dejaba que el muchacho jugara con su cuerpo a su antojo

    - Qué curioso... Qué extraño sirviente...

    Bajó un poco más hasta llegar al vientre de él.

    - ¿Qué debería hacer, mi sirviente? -dijo con una risita- ¿debo metérselo...? ¿o hago que me lo meta...?

    -Lo que... el Amo diga... estará bien... yo obedeceré... -dijo dejando vía libre a Misaki para que hiciera lo que quisiera.

    - Entonces mi sirviente, comienza a prepárate tu mismo -dijo para lamer los dedos de Yukina y luego soltarlo, mientras se acomodaba para ver la deliciosa escena que tendría

    Estando bajo la petición de Misaki, Kou tomó distancia y dejando su entrada expuesta introdujo uno de los dedos ensalivados en su entrada y comenzó a moverlo dentro de ella, conteniendo sus ganas de gemir pero la sensación era muy placentera y con la mano libre la usó para masturbar nuevamente su miembro.

    Todo su cuerpo estaba temblando de la excitación y como pudo le dijo a Misaki:

    -¿Así... mmm... esta bien... A... Amo?

    - Sí... Vas bien pero, Yukina-san... Está prohibido que toques otra cosa que no sea tu ano.

    -Entendido... umm... -dijo Kou alejando su mano de su miembro y recostándose sobre la cama, metiendo el segundo de los dedos moviéndolos de forma circular y de tijera, haciendo unos cortos vaivenes que inconscientemente lo hacia moverse para sentir aun mas aquella placentera sensación. Cerró los ojos porque el roce de su pene con las sabanas lo calentaba más, por lo que finalmente comenzó a jadear para tener mas aire y seguir con la preparación.

    Misaki veía esa escena extasiado, incluso se dio cuenta de que traía la boca abierta y babeaba. Se limpió a la vez que daba a Yukina su siguiente orden.

    - Ahora Yukina-san, abra sus piernas un poco más y levante sus caderas, no veo lo que está haciendo...

    Acatando la orden, levantó un poco más su cadera dejando expuesto su goteante miembro mientras se abría un poco más las piernas sin dejar de auto penetrarse e introduciendo finalmente el tercer dedo para iniciar un intenso vaivén. Con la mano libre se sostenía para mantener la pose, y al sentir los tres dedos tocando cada pared de sus entrañas, no pudo evitar que comenzar a gemir. Cada yema rozaba las paredes provocando que se retorciera un poco y temblara de placer.

    - Ehhh mira Yukina-san, que lindo color... -dijo haciendo referencia a la punta roja de su pene- parece una cereza.. -se acercó y lamió momentáneamente la punta y luego lo volvió a mirar- una cereza deliciosamente salada...

    -Mmmm... la suya... es dulce... ahh... -comentó Kou envistiendo con toda la profundidad que sus dedos eran capaces de llegar. -Amm... mas... me siento... bieen...

    - Mmm me alegro que te estés sintiendo bien Yukina-san pero... No es suficiente ¿verdad? -sonrió- ¿no quisieras sentir algo mejor que unos dedos...?

    -Si... quiero más... denme más... Takahashi-san... . -dijo Kou inconscientemente jugando aun consigo mismo, el calor que emanaba de él lo sofocaba y las fuerza de sus dedos aumentaba al igual que la velocidad, los temblores seguían pero no eran lo suficiente como para llevarlo al orgasmo.

    Aun con su sonrisa le quitó los dedos para remplazarlos con su lengua y comenzó a succionar su entrada, degustando ese curioso sabor.

    -Eh.. mmnn... más... más... -rogó Kou meciéndose al sentir el suave órgano pasear en su interior.

    Era muy interesante sentir a Yukina pidiendo por más, o al menos lo era para Misaki. Tomó su duro miembro y comenzó a rozar la punta con la palpitante entrada de Yukina, divirtiéndose al notar que quería succionar su pene.

    - Yukina-san, que ansioso…

    El rubio se movió para atrás para tocar de nuevo con su trasero el miembro de Misaki, su sed de placer lo llevaba a exhibir su lascividad.

    -Así... me gusta... eso... ahh... mojado... y tibio...

    - ¿En serio...? -susurró- ¿lo quiere dentro...? -metió solo la punta- ¿o fuera...? -la sacó, para luego seguir rozando y dando pequeños golpecitos a esa entrada.

    Como toda respuesta se movió para atrás, dándole a entender su necesidad

    Sonriendo, comenzó a meter su miembro pero lo dejó hasta la mitad. Cuando se detuvo, volvió a mirar a Yukina.

    - Yukina-san, ¿porqué no me ayuda...? Es usted quien me quiere dentro...

    -Y usted... ¿por qué no... me lo mete? -dijo mirándolo excitado al otro.

    - Umm ¿le estás respondiendo a tu amo, sirviente? -dijo sonriendo- recuerda que te estoy castigando, Yukina-san.

    -Pero... Amo... no puedo mas... necesito sentirlo... ahh así... -dijo meciéndose para atrás y terminando de meter el miembro de Misaki dentro de él.

    Misaki soltó un gemido al sentir las ardientes paredes de Yukina rodear su pene. Por inercia comenzó a moverse escuchando con placer los sonidos húmedos que provocaban.

    - Ughh Yukina-san... Mmm es tan... Delicioso... -dijo relamiendo sus labios.

    -I-Igual... usted Takahashi-san... cuando.. se la meto... m-me encanta... sentirlo ummnn... -comentó entre gemidos Kou correspondiendo los movimientos

    - Ummm y-ya... Es que es tan... Ay... Delicioso... Tan húmedo... Y caliente... Aghhh estrecho...

    Las penetraciones eran lentas, pues era genial sentir las paredes de Yukina rozar contra su miembro, las cuales parecían estar acopladas a sus movimientos.

    -Ahh... Mas... Mas fuerte... -dijo moviéndose con mas fuerza y profundidad, gimiendo como perro en celo

    - No -jadeó- no lo haré ahmmm... Eso aghhh sería darte gusto y yo mmm... t-te estoy castigando... uh...

    Siguió con sus penetraciones lentas, pero metía su pene lo más profundo que podía.

    Con necesidad se acercó al rostro de Misaki y lo besó con pasión inusitada, jugando con su lengua, entre besos dijo conteniendo su locura:

    -Por...mmm favor... mas aumm...

    - Ahh Yukina-san uuughh e-en verdad mm está... Ansioso... Pero no aghh... Lo tendré que ahh dejar... Así... Como ummm cas-castigo...

    -Castígueme... se lo ahhh imploro... -rogó Kou en la boca de Misaki

    Misaki se movió un poco más rápido y en una enterrada que dio, toco el punto más sensible en Yukina. No, no lo tocó: lo golpeó salvajemente.

    - Ughh hmmm Yukina-san ahhmm... Es. Es ahí, ¿cierto? Ugh...

    El rubio asintió entre jadeos mudos y temblando levemente, miró fijamente a los ojos verdes y con su lengua le lamio el lóbulo y lo mordió un poco intentando no lastimarlo con el intento.

    Misaki jadeó pero siguió con sus penetraciones.

    - Lo ahh ¿l-lo escucha... Yukina-san ugh...? Los sonidos... Su ano... Mi ammm p-pene... Entrando aghhh... Sus paredes ammm m-me aprietan y aah me succionan... Parece que me devoraaah...

    -Mmm... s-si... lo oigo... -dijo moviendose mas fuerte mientras comia a besos al castaño, y en el oido le pidio con mucha sensualidad -Toqueme... Takaha...shi-saaaan mmm....

    Misaki obedeció a la petición de Yukina y mientras lo besaba apasionadamente con una mano pellizcaba sus pezones y con la otra lo masturbaba de forma juguetona.

    -Ummnn... mas... me siento... bien... -dijo entre jadeos el rubio, meciéndose en entre los embistes

    Misaki siguió meciéndose, penetrándolo aun más fuerte.

    - Yukina-san ughh... Ah espere... Hmm n-no creo amm soportar... Mucho más...

    -Y-Yo... tampoco umm... -dijo Kou apretando más su entrada, apresando en ella la hombría del castaño.

    Misaki siguió gimiendo de forma grave.

    - Yukina sannnn aghhh l-lo siento... Ah creo que me... Dios... Vendré... Adentro ugh...

    -Córrase... -dijo tomando las manos temblorosas del otro para masturbarse con fuerza y llegar de esa forma al clímax al mismo tiempo que Misaki. -Ahh... así... t-tóqueme... asiii... -dijo gimiendo y moviendose al compas del vaivén

    - Ahhh n-no ammgg espere... Ahhh ... Ahh.. Dios, no... Ahhh ¡¡Ahhhhh!! -gritó cuando sintió que su semen salía con salvajismo, llenando completamente a Yukina mientras su espalda se encorvaba y apretaba el miembro que tenía entre sus manos.

    -Mmm ahh... T-Taka...hashi-saan... -jadeo Kou eyaculando en las manos del menor y sintiendo como el liquido caliente corría dentro de él. su cuerpo tras los primeros efectos del orgasmo se desplomó en la cama dejando apresadas sus manos con las otras que sostenian su virilidad. -Ahh... genial... me encantó...

    Misaki aun jadeaba y temblaba encima del cuerpo de Yukina. Y notó que ambos miembros seguían semi erectos.

    - Yu... Yukina-san no... No fue... Suficiente...

    -No... n-no lo fue... mas... quiero mas... -dijo moviendo nuevamente las manos de Misaki sobre su hombría, la sabana se humedecia debajo de él y el glande rozaba con la misma por lo que involuntariamente se mecia para atrás, chocando su trasero contra los testículos del joven aprendiz

    - Amm... Yukina-san... Ahhg c-creo que es su... Turno... -dijo en un jadeo mientras salía del interior del alto.

    -Ummm... -gimió al sentir que el otro se retiró, luego se giró y se arrastró hasta a Misaki jadeando un poco porque rozaba su cuerpo con la sabana y sin previo aviso dio un embiste al otro cuerpo, al momento que lo abrazaba- E-Esta... estrecho... -susurró

    - Aaaahhh -el gemido que soltó Misaki fue de puro placer. Su espalda se arqueó y abrazó fuertemente a Yukina, sollozando de gozo.

    Mirando de reojo notó las pequeñas gotas salinas y con un susurro antes de iniciar el vaivén preguntó:

    -¿Le... duele?

    - Aaahhh n-no... No me duele... M-me gustaaaa aghh... Más... Más por favor... Ahh más...

    Diciendo esto, inconscientemente movió sus caderas.

    El rubio comprendió que no debía esperar ni un minuto más, así que desenfrenadamente inició el vaivén porque le dolía la erección y la estreches del cuerpo del menor. Todo eso era muy placentero.

    -Unnmmm... seguiremos... hasta cansarnos...

    - Ahhh Yukina-san... Adentro... Más adentro... Desgárreme... Por favor...

    ¿Hasta cansarse? Pasaría un buen tiempo antes de que eso ocurriera...

    -Mmm.... -entre vaivenes el rubio masturbaba el miembro de Misaki y gracias a que sus manos estaban mas que húmedas, el trabajo era relativamente sencillo

    - Aahh ahhh ayy!! Siii Yukina-san mmm más más!!! Por favor!! Más dentro ughh más dentro!! Más!!

    El artista embestía con mas profundidad y repetidas veces tocando ese punto a la vez que lo masturbaba con su mano lubricada, los gemidos de los era un deleite musical

    Misaki se abría lo más que podía de piernas para que el alto lo embistiera aun más profundo. Sentía la punta del pene de Yukina como una roca que irritaba su interior, pero eso le encantaba, lo adoraba.

    - Aghh más ... más... ¡Ay! ¡más...!

    -Es ansioso... y pervertido... -susurró el estudiante ralentizando el movimiento en ambas zonas mientras se dedicaba a consentir la nuca de Misaki.

    - ¿P-pervertido...? Aaaammm si u-usted ahh es el... ugh pervertido...

    -Pero es usted... quien grita más... mi lindo novio. -susurró quedándose quieto dentro del cuerpo de Misaki mientras lamía el lóbulo de la oreja.

    - Ahh n-no... Yukina-san ahhgg no... por favor... no se aag det-tenga... -se quejó mientras movía sus caderas en un vago intento de que siguiera con sus movimientos.

    De a poco reanudó el vaivén pero seguía susurrándole cosas:

    -Sabe... que eso... es ser mmm... perver...tido mngh... -dijo con mucha malicia

    - Ah c-calla... eso ugh... n-no es cierto... ahmm...

    El castaño siguió los suaves movimientos de Yukina, haciendo su cadera hacia adelante cuando él salía y hacia atrás cuando entraba. Podía sentir perfectamente como ese miembro palpitaba lo cual le excitaba más.

    -Es cierto... porque... derramó mucho... adentro... de mi... -susurró pervertidamente intensificando cada penetración a la vez que apretaba el glande con los dedos

    - Aamm pero... Aghh eso no... No... Mentira yo no.... Hice eso... Aahh...

    -Claro que... si... aun siento su semen.. dentro mio... -susurró con lascivia el artista mientras seguía con los embistes

    - Ahhhhg Yuki-Yukina-san mmm no me... No me diga esas cosas...

    Porque el miembro de Misaki se ponía duro y goteaba aun más con esas palabras sucias que Yukina le susurra.

    -¿Por qué... no le gusta? -preguntó dejando libre la erección del menor para concentrarse en los botones rosados.

    - Ahhh n-no es eso. Ahhh es solo que ahh me... Me avergüenza...

    Misaki tomó la mano de Yukina e hizo que lo acariciara con un poco más de fuerza.

    -¿Qué desea... sus pezones... o su pene... mi adorado modelo? -dándole una estocada para gemirle en el oido del castaño

    Misaki gimió un poco más fuerte, provocando que algo de saliva cayera por la comisura de su boca.

    - Aahh ambos... Ahh ambos....

    Acatando el pedido, Kou acarició los dos sitios con cada mano, la izquierda en el miembro y la derecha en los pezones. Con suaves movimientos circulares y pellizcando con maldad en el glande y en el botón.

    - Ahhhh es-espera Yukina-san ughh.... Mmm ahh más... ¿q-qué pasa...? ¿acaso es... Todo lo que... Ugh tiene..?

    -Amo, no me... desafíe... -dijo dando unos violentos embistes en ese punto especial de Misaki, estrujando a la vez con su mano el miembro de este impidiéndole eyacular.

    - Aghhhh hummm... Yukina-san... hug... yo... yo... mas... muéstreme lo que tenga...

    -Niño... malo. -dijo lamiendo el oido y dándole con fuerza en el vaivén, masturbándolo con la mano pero dejando apretada la punta, con la derecha jugo con los testículos, pellizcándolos con cierta maña

    - Aghhh Yukina-san... hmmm... e-en serio... e-es todo lo que... ¿puede darm-me...?

    Molesto se salió del interior de Misaki y lo dejó en la cama medio tendido. -Takahashi-san... ni modo... -se levantó de la cama y fue a una de las cajoneras del ropero, dejando a un confundido castaño en ella.

    - ¿Yukina... san...? -dijo extrañado al ver que el alto estaba hurgando en un cajón- ¿qué está... buscando...?

    -Nada... -dijo encontrando lo que buscaba, y al darse vuelta se lo ocultó tras la espalda. Al volver con Misaki le susurró en el oido: -Esto es mejor... que yo... -y le plantó un beso a la vez que le metía un consolador y lo activaba a máxima potencia.

    Apartó la cara de Yukina mientras soltaba un grito y arqueaba su espalda.

    - ¡¡Aaaahh!! ¡Yukina-san aahmmm! ¡¿d-de dónde... Sacó eso?! Aahhhmmm no... Aaamm...

    -Es un se-cre-to... solo disfrute... -dijo separándose un poco del menor mientras se tocaba un poco para calmar su molesta erección.

    Misaki temblaba de placer ante el juguete que Yukina insertaba dentro de él. Sí, las vibraciones del aparato se sentían bien pero...

    - Pero aammm Yukina-san ahhh y-yo... Lo prefiero aahh usted... D-dentro de... Mi...

    -Mmm... usted me dijo... que no le bastaba... -aventuró con picardía moviendo el juguetito con afán, deleitándose del sonrojo de Misaki

    - Pe-pero aahhh Yukina-san ahh está... Frío... Yo... Yo lo... Prefiero a usted... -gimió- usted es más... Caliente...

    -Es su castigo... jeje.. -dijo divertido dejándolo con el aparatito mientras se dedicaba a consentirse frotándose con el cuerpo del castaño.

    - ¿C-castigo...? -gimió frunciendo el ceño y deleitándose al sentir el duro pene de Yukina contra su piel- si ahh e-eres tu quien debe... Hmm ser c-castigado....

    -Cambio... de roles... amo... -dijo mordiendo el cuello de Misaki, mientras seguía frotándose

    - Aahhh pe-pero eso no es mmm justo...

    Misaki tembló ante las caricias de Yukina. El vibrador en su interior alteraba sus paredes internas y lo hacía casi gritar, y más aún cuando el alto alcanzó su punto más sensible con el aparato.

    -No no... -dijo retirando un poco el vibrador. -no lo dejaré... ummnn... me esta... mojando... que niño sucio... -dijo meciéndose sobre él, apretando la punta del miembro.

    - Aaaghhh no!! -se quejó Misaki- ¡Yukina-san! ¡No! ¡M-métalo...! -jadeó refiriéndose al pene del más alto.

    -Mmmm... lo pensaré... -respondió alejándose de él, para lamer el miembro de Misaki, mientras alejaba un poco más el vibrador hasta casi hacerlo rozar con la entrada de este

    - Ahhhh nooohh Yukina-san!!! ¡Por favor! Ughh n-no hag... haga.. eso!!

    Movió su cadera hacia adelante en un vago e inútil intento de meter el vibrador nuevamente en su entrada.

    El rubio mecia el vibrador de un lado al otro, pero siempre la dejaba cerca de la entrada y no la profundizaba, dedicándose de lleno al oral que le brindaba al mas bajo.

    -Me gusta... que ruegue

    - ¡¡Ahhh e-entonces...!! ¡Yukina-san mmmm p-por favor...!! ¡Por favor, ya no... aghm...!

    El sentir la punta del aparato rozar sobre su palpitante entrada lo hacía perder la cordura... no, en serio, lo hacía perder la cordura.

    -No se... es que se ve... taaaaaaaaaan lindo... -dijo lamiéndole la hombría y usando el aparato para rozarlo por toda su extensión

    - Aahhhh ¡n-no seaaaaa maloooo aaaahhg p-por favor... Yukina..- san...

    Intentaba mantener lo poco de cordura que le quedaba.

    - Por favor... aghh m-métalo... hmm no me... obligue a...

    -¿A qué? -preguntó colocándose encima y acercando su hombría al agujero del otro, dejando el aparato entre los dos.

    - Ahh... p-por favor... Yukina-san solo... solo hágalo... por favor... -gimió mientras elevaba su cadera para rozar su entrada con la punta del miembro de Yukina.

    -¿Es una.. orden? -preguntó cerca de los labios del menor, degustando los jadeos que daba

    Ya no podía, su cuerpo ardía de forma anormal, ¿qué demonios le había ocurrido?

    - S-sí... -jadeó- p-por favor... yah... métalo... por favor...

    -Entendido. -respondió embistiéndolo de una sola estocada y profundamente

    Con una velocidad demencial ambos se movían en esa danza sexual, dejándose llevar por las bajas pasiones y los deseos prohibidos

    Misaki soltó un grito cuando Yukina lo penetró. Pero, sintió algo extraño, algo...

    - Ahhh Yukina-san ahmm ¿q-qué metió... metió algo de ahhh más...?

    -¿Algo... como qué? -se hizo el desentendido mientras lo embestía

    - Ahhh ¡no sé! ¡Algo! -se quejó mientras movía sus caderas con más fuerza buscando más profundidad en las embestidas.

    Con jadeos, el estudiante de arte continuó con los embistes, masturbando a la vez con el vibrador entre sus manos.

    -No se... a qué se... refiere

    - Ahhh es que... Yukina-san... hmmm e-está... muy ahhh grande... aaghhh!!

    -No será... que estaaas... muy estrecho mmm... -gimió Kou al sentir las entrañas mas angostas que antes

    - Ahhh pero pero aghh! Es que... ammhh Yukina-san... aagh l-la tienes tan... ay... grande... demonios...

    -Y vos... tan angosta... -dijo aumentando la intensidad de los embistes y de las caricias, lamiéndole todo el frente y en los labios

    Misaki disfrutaba de las embestidas de Yukina, las cuales le llegaban a lugares que no había creído que fueran capaces de alcanzarse. Levantó sus temblorosas manos y se sujetó de los hombros del alto, encajando sin piedad sus uñas.

    -¿Te... ahh gustan...? -preguntó dándole fuertes embistes y dejando que Misaki lo arañara, con las manos encerró el cuerpo en un abrazo y le acariaba las nalgas al compas de los vaivenes

    - Ah! Ah! S-síiii... -jadeó- oh, siii.... Ammm m-me encantan... Aghhh más....¡Quiero más!

    Apretó su entrada lo más que pudo y se dio cuenta de que había dejado atrapado el miembro de Yukina en su interior.

    -Eh... T-Takahashi-saan... aflojee un p-poco.. ahh... no me podre... venir si nos quedamos así... -gimió Kou al verse imposibilitado continuar con los embistes

    - P-pero... Aaahh n-no puedo yo... Ugh en serio que no... Puedo...

    -C-Coopere ahh... un poco... o nos quedaremos... así... -dijo Kou masajeando la virilidad del castaño mientras intentaba seguir

    No sabía qué hacer para relajarse y lo primero que se le ocurrió fue morder los hombros de Yukina y lamer y besar su cuello. Haciendo esta rutina se relajó un poco lo suficiente para que pudieran continuar.

    -Umm... así... relájese... ahh... -dijo Kou al notar que ya podía seguir con mas soltura, siguió dándole duro y fuerte hasta que una corriente eléctrica que recorrió su cuerpo lo hizo venirse dentro del cuerpo de Misaki, derramando su esencia en él. El castaño también estaba en su punto.

    Al sentir la esencia de Yukina en su interior Misaki gritó de placer pues justo en esos momentos su semen salió a chorros, como si fuera la primera vez que terminara.

    Tras los efectos del orgasmo, Kou se tumbó sobre Misaki aun sin salirse dentro de este, ya que las entrañas del joven eran muy cálidas y placenteras. Con un susurro bajo y grave le dijo:

    -Salió… mucho... -dándole un beso en los labios

    Pasó sus brazos alrededor del cuello de Yukina para continuar el beso y luego se separó un poco.

    - Usted... También tiró mucho... -dijo con un leve sonrojo.

    -Eso fue... porque... su cuerpo me excita demasiado. -confesó sinceramente, quedándose pegado a él.

    - Yukina-san.. Hmm... No diga eso, me apena... -murmuró ocultando su cara en el cuello de Yukina.

    -No se apene... es la verdad. -susurró acariciando el rostro perlado de Misaki, observando detenidamente las orbes esmeraldas

    Al sentir las manos del chico, Misaki sonrió tiernamente y cerró sus ojos para luego abrazarlo fuertemente.

    -¿Desea descansar? Aun tenemos algo de tiempo para la cita doble. -preguntó recostándose al lado de Misaki, admirando en silencio la belleza inocente de este.

    - La... ¿"la cita doble"? -dijo extrañado- ¿a qué se refiere Yukina-san...?

    -No se olvide que hoy es nuestro cumpleaños... por ende tenemos una cita con nuestras parejas. -respondió Kou como si nada

    De la nada, Misaki recordó que esa misma noche había quedado son su pareja de verse frente al parque Sakura a las 9.30...

    - ¡UWAAA ES CIERTO! ¡RAYOS, USAGI-SAN ME VA A MATAR!!!!!

    -Jeje no se preocupe que Shouta-san me matará de lo lindo, aunque no se si debería decirle que venga para mi casa... no se... en fin aun es temprano. -dijo re contento recostándose de lado con una sonrisa angelada.

    Misaki se cubrió la cara con las manos y luego se ocultó en el pecho de Yukina.

    - Si Usagi-san descubre todo lo que hemos hecho... -dijo con voz ahogada.

    -No lo descubrirá, ya lo verás.-dijo seguro Kou, abrazando a Misaki, acariciándole la cabeza.

    - No, lo hará, yo sé que lo hará... Es bastante hábil para descubrir cosas como estas...

    -Bueno... entonces comenzaré a armar mi testamento. -bromeó con un gesto de drama total.

    Misaki lo miró un tanto sorprendido y luego comenzó a reír, risa que se vio cortada cuando al moverse sintió como TODO el semen de Yukina comenzaba a salir de su interior.

    -Mmm... parece que alguien se ensució.-comentó saliéndose del interior del castaño y mirando la viscosa sustancia escurrir por la pierna de ambos

    - ¡¿De quién crees que es la culpa?! -dijo Misaki pero luego su mirada se desvió hacia un lado, donde estaba el botecito de lubricante que habían usado-. Por cierto Yukina-san, ¿qué es esa cosa...?

    -Esa misma pregunta debería hacerla yo. Por otro lado... apenas se untó un poco y se hizo mucho más lascivo que antes. -respondió con una sincera picara, riéndose para sus adentros de los recuerdos que generaron hace poco.

    - ¡Yukina-san! ¡No diga esas cosas! -dijo mientras "golpeaba" el pecho del chico. Pero era cierto, sintió que su lujuria aumentaba apenas ese gel tocó su cuerpo...

    -No es mi culpa que sea un pervertido, Joven Amo. -canturreó Kou de lo divertido de la situación

    - Yukina-san, no es necesario que siga diciendo esa clase de cosas.... -dijo un poco sonrojado-- después de todo, ya hemos terminado...

    -Ohh mi novio ha roto conmigo, que tristeza. -dramatizó Kou con la tristeza plasmada en la cara

    Misaki lo miró extrañado y luego rio.

    - Yukina-san, ¿qué demonios está diciendo?

    -Que aparentemente el juego de ser novios ha terminado. -respondió abrazando de nuevo a Misaki, con un tono mas serio.

    Un tanto confundido Misaki abrazó a Yukina.

    - Pero, Yukina-san tienes una pareja ¿verdad? Yo también, y está mal tener a dos parejas a la vez...

    -Je je je, solo bromeaba. -dijo aflojando el agarre para recostarse y mirar el techo de su cuarto. -La verdad no pensé hacer estas cosas en mi vida, y me divertí mucho, gracias Takahashi-san. -comentó sonriente. -Y si... aunque no me crea yo amo mucho a Shouta-san. -confesó abiertamente con leve sonrojo en las mejillas.

    - Ehhh ¿cómo puede decir esas cosas tan fácilmente, Yukina-san? -dijo un tanto admirado- A mi... me cuesta mucho... admitir esas cosas...

    -Las puedo decir porque es lo que siento, además no es tan complicado como parece, solo imagine a su pareja y con valor dígale que lo ama. -aconsejó amablemente.

    - ¡Ese es problema! -dijo Misaki cubriéndose la cara con la almohada- ¡Yo sé muy bien lo que siento, pero al momento de intentar decírselo se me atoran las palabras y termino diciéndole un "Cállate idiota" o algo así!!

    -Ohh ya veo... bueno entonces practiquemos juntos. -ofreció alegremente

    - E-está bien...

    -Muy bien, primero concéntrese en la figura de esa persona. -empezó Kou cerrando los ojos e imaginándose a su adorable editor.

    Misaki cerró los ojos e instantáneamente la imagen del escritor vino a su mente. Como siempre, no pudo evitar que su cara se pusiera completamente roja.

    -Luego respire varias veces profundamente, enfocando sus ojos en los otros. -continuó instruyendo el rubio.

    Así lo hizo Misaki, sintiendo los ojos de Usagi calándolo como si en verdad estuviera ahí.

    -Lo siguiente es pensar con decisión esas dos palabras, manteniendo la mirada en él.

    Misaki veía a Usagi... escuchaba que le susurraba "te amo"... y esas dos palabras salieron de su boca casi sin saberlo:

    - Usagi idiota...

    -Mal. -dijo dándole un leve golpe en la cabeza al castaño. -Intenta de nuevo por favor.

    Misaki asintió y volvió a cerrar los ojos. De nuevo volvió a ver a Usagi y...

    - ¡Calla tonto!

    -MAL. -sentenció de nuevo Yukina. -Vamos Takahashi-san no es tan complicado. Inténtelo de nuevo y que sea desde el fondo de su ser.

    - Ahhh lo lamento Yukina-san... -suspiró Misaki- es solo que... en serio amo tanto a Usagi-san que me es muy difícil decírselo...

    -Yo sé que puede hacerlo. -dijo tomándolos de las manos para darle confianza.-Imagine que yo soy él, si le resulta mas sencillo. Y suelte esas lindas palabras que su corazón guarda con tanto recelo. -dijo Kou con toda pasión.

    Misaki suspiró y miró a Yukina, imaginó que era su Usagi-san pero...

    - Lo siento en verdad Usagi-san... -murmuró- por más que intento decirlo... Te amo tanto que no tengo palabras para expresarlo....

    -Al menos lo intentaste.-dijo abrazándolo.-Y al final lo dijiste, bien hecho, lo hará muy feliz.

    - ¿Eh? ¿Acaso dije algo extraño?

    -No, dijo unas muy hermosas palabras.

    - En... ¿serio...? Pero si no dije nada especial...

    -Yo creo que si, repítalo de nuevo.-dijo feliz.

    - Dije... "por mas que intento decirlo, te... te..."

    Al darse cuenta de lo que había dicho, se sonrojó completamente de nuevo y ocultó su cara en el pecho de Yukina.

    Con una sonrisa comprensiva, acunó al castaño pero siguió diciendo.

    -Vamos usted puede, yo confío en que si puede decirlo.

    - ¡No puedo! No puedo decirlo, no si me doy cuenta de que lo voy a hacer...

    -¿No le gusta decírselo? ¿Acaso quiere privarlo de tan encantadora sensación? -dijo desilusionado.

    - No es eso es que... lo amo tanto que ... que... -sus lágrimas aparecieron en sus ojos- ¡es que en serio este sentimiento es tan grande que me asusta!

    -Sé que a veces es así, pero sabe es lo mejor que puede decir en el momento indicado. -dijo alentándolo mientras jugaba con los mechones castaños de su rostro y le sonría con mucha felicidad.

    - ...Se lo he dicho... -murmuró- pero... siempre es en momentos que... que en verdad luce muy, muy inseguro... y ese no es el caso...

    -Entonces solo debe decirlo en el momento menos esperado y cuando ve que todo es maravilloso.

    - Pero, es que al lado de él todo es maravilloso... -murmuró sonrojado- no importa si está en su estado zombie, o de mal humor, o si me hace enojar... siempre a su lado todo se ve mejor... Incluso... Incluso llego a creer sus palabras de "todo estará bien..."

    -Solo es cuestión de esforzarse un poquito y darle una palabra de aliento... por ej: "Usagi-san yo lo amo... así que esfuércese un poco mas". -ejemplificó Kou con ternura.

    - ¡Eso sería malo! Si lo hago de esa forma, Usagi-san me lo haría hasta dejarme sin poder caminar...

    -Mmm... y si le dice antes de dormir... "Usagi-san... yo te amo" -siguió ejemplificando.

    Bajó la mirada.

    - Si ve que aun no estoy dormido, igual lo haría...

    -Vamos un pequeño sacrificio por dos palabras no es tan malo como parece. -dijo Kou divertido.

    - Pero es que no sería un "pequeño sacrificio", serían varios y por varios días seguidos... En verdad no lo conoce...

    -¿Tan apasionado es su pareja? -preguntó ingenuamente.

    - No es apasionado Yukina-san, es un pervertido con energía inagotable...

    -O sea que yo no sería nada comparado con él... Bueno Shouta-san también tiene mucha energía aunque no se cuanta. -comentó medio por lo bajo viendo de reojo a la nada.

    - Solo le digo Yukina-san, que nuestras "noches" las terminamos solo porque yo prácticamente me desmayo... E incluso a veces pienso que él sigue sin mí...

    -Uhh debería ponerle un freno a la pasión de su novio, en cambio cuando el hago con Shouta-san el termina rendido y se duerme sobre mi. -dijo con una sonrisa de satisfacción

    Misaki se sonrojó.

    - Solo que no sé cómo decirle que... Aunque hay raras veces en las que quiero seguir toda la noche... no tengo tanta energía como él...

    -Pues parece que tiene mucha resistencia, porque lo hicimos muchas veces, en el día. -susurró Kou en el oido de Misaki, con un tono sensual.

    Bajó la cara sonrojado.

    - C-creo que... Umm... Algo tiene que ver con el tonto de Usagi-san...

    Kou se divertía hacer sonrojar a su compañero y con un tono sensual y envidia susurró:

    -Te diré que siento mucha en envidia del Usagi-san, tener a una lindura como vos como novio es un regalo del cielo.

    - ¡¡No diga esas cosas Yukina-san!! -dijo sonrojado- además, apostaría lo que fuera a que su pareja es muy guapo!!

    -Je je je, si es lindo Shouta-san tanto que no me puedo resistir a abrazarlo y besarlo. -dijo Kou soñadoramente, en el aire se podría notar unas flores a su alrededor generando que el joven universitario de economía lo mirara medio extraño.

    - Y... ¿él no se siente algo incómodo con usted Yukina-san?

    -Ahora que lo mencionas... -se quedó un tanto pensativo, meditando la respuesta. -No se... a mi me parece que no se incomoda pero bueno eso lo juzgará usted mismo cuando lo conozca. -dijo emocionado el rubio.

    - ¿Conocerlo...? Pero Yukina-san, si yo voy a ir por Usagi-san y usted por ¿Shouta-san? Pues, ¿cómo quiere que...?

    -Eso se arregla fácil, le diré que lo espero en el mismo lugar que usted y listo.

    - Pero, ¿eso estará bien? Digo, su pareja y su celebración... Y todavía está el asunto de Usagi-san, no sé si acepte...

    -No se preocupe, le demostraré que no haré nada con usted... al menos no de momento. -dijo guiñando un ojo.

    - Eso no sonó agradable... ¿Qué está planeando hacer Yukina-san?

    -Después le diré pero le sugiero que descanse un poco. -dijo Kou calmando a Misaki mientras se acomodaba de nuevo en la cama.

    - Está bien -dijo un tanto extrañado y se acomodó en la cama-. ¿Usted tomará la ducha primero?

    -Valla usted primero, luego iré y quizás duerma un rato... si quiere puede agarrar lo que quiera, ah y le sugiero que descanse así Usagi-san no le hace nada. -dijo Kou divertido.

    Misaki rió y se levantó. Cuando pasó al lado de Yukina los despeinó un poco.

    - Está bien, gracias -sonrió entrando al baño.

    -Y le recomiendo que se asee bien porque supongo que no querrá que ven como cae mi semen de su cuerpo. -dijo Kou mirando las piernas goteantes de Misaki a medida que se retiraba de su campo visual.

    - ¡¡C-callé!! -dijo sonrojado y entró al baño dando un portazo. Con un gran sonrojo se metió a la ducha y comenzó a asearse. Con un sonrojo más grande aun separó sus nalgas para hacer que todo el semen fuera escurriendo.

    -Je je que lindo, ya veo por qué lo quieren mucho. -comentó Kou recostado en la cama mirando hacia la nada misma, mientras esperaba a que saliera el castaño de su exhaustiva ducha.

    - Sí, es un chico especial -dijo otra voz en una esquina de la habitación.

    -Sí... es especial. -dijo cerrando los ojos para dormitar un rato, las sabanas tapaban lo mínimo y suficiente, el flequillo caía con elegancia sobre su rostro ocultando todo rastro de sus ojos acaramelados.

    - Takahashi es muy especial-dijo una conocida voz arrastrada.

    -Mmm... ¿Kuro... san? -preguntó medio dormido el rubio.

    - Sí.

    -¿Qué hace... acá? -dijo abrazando su almohada, cerrando los ojos aun dormitando.

    - Vine a verlos

    -¿Y cómo descubrió dónde vivía? -preguntó un poco más despierto pero sin abrir los ojos.

    - Los olí

    -Ah.. se me había olvidado y ¿vienes solo o trajiste a James-san? -preguntó Kou enfocando por primera vez la mirada en el cuerpo del visitante

    - James está esperando abajo.

    -Oh, entonces estas medio apurado... dime en qué puedo ayudarte.

    - Realmente no, solamente quería verlos.

    -Ya veo, si buscas a Takahashi-san, él se encuentra en el baño y perdón por el desorden. -dijo disculpándose por el reguero de ropa que había en el cuarto.

    - No importa. Huele mucho a semen así que perdón si interrumpí algo.

    -No te preocupes, no hace mucho terminamos de jugar, ¿deseas esperar a Takahashi-san? no creo que se tarde mucho.

    - Está bien -dijo mientras jugaba con sus pulgares- por cierto, ¿si funcionó el gel que le di a Takahashi?

    -¿Gel? -dijo confundido pero luego de unos momentos la pensó mejor y miró al albino encapuchado. -¿Ese gel... tenía algo verdad?

    Asintió.

    - Es un gel especial, es un poco difícil conseguirlo, pero decidí regalárselo. ¿Les gustó?

    -Jeje... pues déjeme decirle que le encantó y sobró un poco ¿lo quiere? -dijo ofreciendo el pote que estaba en la mesa de luz.

    El chico negó con la cabeza.

    - Tengo más en mi cueva. De hecho vine a regalarles otros dos.

    -¿Eh? ahh gracias... creo que esta noche será interminable. -dijo con una sonrisa irónica

    - Asintió- No lo dude Yukina-san, por eso estoy aquí. Tome -se levantó y le puso en las manos dos botellas un poco más grandes que la primera-.

    -Gracias Kuro-san, ya veré como le hago para entregárselo a ellos. -dijo aceptando ambos potes.

    Kuro sonrió.

    - Ya veo, lo estaba planeando desde el principio, ¿verdad?

    -Se podría decir que sí. -respondió con perversidad.

    La sonrisa de Kuro se ensanchó.

    - En ese caso, no me equivoqué al considerarlo amigo, Yukina. Será mejor que me marche... Y por favor no le diga a mi Takahashi que vine, y menos que le entregué eso. Por favor escóndalos de una vez.

    -Claro y no se preocupe ya veré como los usaré a mi favor. -dijo confiado y ocultando las dos botellas en su mochila.

    Cuando Yukina volvió a voltear, Kuro ya no estaba y la puerta estaba cerrada hasta con cadena.

    -Por lo menos espero que me visite pronto de nuevo. -dijo volviéndose a recostar en la cama.

    Justo en eso salió Misaki envuelto en una toalla.

    - ¿Hm? ¿Dijo algo Yukina-san?

    -Nada... -dijo empleando un tono adormilado.

    - Puede usar ya la ducha, mientras yo cambiaré las ´sabanas para dormir un rato -sonrió-.

    -Sí y disculpe por no haberlas cambiado antes. -dijo levantándose con desgano y yendo a rastras al baño como dios lo trajo al mundo.

    - Está bien -por alguna razón no le afectó tanto el ver a Yukina desnudo, aunque si se sonrojó al ver que de su pierna goteaba semen.

    Cuando el chico entró al baño, Misaki se puso a cambiar las sábanas y se dejó caer en la cama, abrazando una fría almohada y sintiendo de inmediato que el sueño lo invadía.

    Mientras tanto Yukina se aseaba, el agua caliente corría por su cuerpo borrando toda huella de las travesuras hechas por el castaño, al rato sale medio cansado y ve al chico durmiendo apaciblemente en su cama. Se acomoda un poco, al lado de este y por efecto automático su mente se fue al séptimo cielo.

    Horas más tarde, un celular resonó en la habitación, alterando la tranquilidad de la casa.

    -Uhh... ¿quien es?... dijo dormido el rubio sin moverse un milímetro y dejando sonar al móvil.

    - Ugh... no lo sé... -el castaño se removió entre las sábanas y abrazó la cintura de Yukina para luego pegarse a él- apágalo... quiero dormir...

    Manoteando el causante de su despertar, apagó el molesto aparato y luego se acomodó mejor, abrazando con dulzura a Misaki.

    Con un fantasma de puchero Misaki se acurrucó en el pecho de Yukina, sintiendo de nuevo que el sueño se iba apoderando de él.

    Y luego el celular de Misaki comenzó a sonar también.

    -Mmm... cinco minutos más... -dijo Kou arrullándose en el hombro de Misaki.

    Misaki gruñó y tomó su celular para apagarlo, y vio en la pantalla "Llamada de Usagi-san"

    -Mmm... sueño... -susurró Kou medio dormido.

    - ¡Yukina-san! ¡Yukina-san despierte! ¡Ya es muy tarde! -dijo moviéndolo.

    -Umm... ¿qué horas son? -preguntó adormilado

    - ¡Faltan 15 minutos para las 10!

    -¡Qué! ¡Ya es tan tarde! -dijo sorprendido y levantándose de golpe.

    - ¡Uwaaaaa! ¡Estoy muerto! -dijo lloriqueando mientras buscaba que ponerse.

    -No se preocupe, llámelo y dígale que lo espere en la librería, Shouta-san también debe estar esperando. -dijo consternado Kou tomando lo primero que veía.

    - ¡Mejor le mando un mensaje! -dijo mientras se intentaba poner unos bóxers- ¡Uwaa me va a matar...!

    -No se preocupe, yo sé que no se enojará. -dijo confiado Kou.

    - Uwaaa estoy seguro que si... Como sea, ¡mejor vámonos! -y salió corriendo con los pantalones sin abrochar y la playera puesta al revés.

    -¡Espere Takahashi-san! ¡Si lo ve así pensará que hizo algo! -dijo Kou reteniendo al joven

    - ¡¿;e ve cómo?! ¡¡Vámonos se hace tarde!!

    -Tomemos un taxi. -dijo Kou ya mejor vestido y bajando rápidamente las escaleras del complejo, para frenar a un taxi que pasaba por ahí

    Misaki prácticamente se echó de cabeza en el taxi, temblando de nervios.

    -Tranquilo, todo saldrá bien. -dijo abrazando al castaño con un brazo mientras tecleaba unas cosas en el celular. -Listo.

    - ¿Eh? ¿Q-qué hizo, Yukina-kun...?

    -Le avisé a Shouta-san que ya estaría ahí en unos minutos.

    - Pero, ¿qué le diré a Usagi-san cuando me vea llegar con usted Yukina-san?

    -Dígale que me acompañó a buscar a mi novio.

    Sin decir nada, solamente asintió.

    - ¿En dónde estará su novio...?

    -En la puerta de la librería Marimo

    - Ugh... ahí ya debe de estar Usagi-san...

    Desde el otro punto de la ciudad, un joven pelinegro esperaba con algo de molestia la llegada de cierto príncipe de cabellos dorados.

    Su celular vibró y el mensaje daba a entender que estaba cerca del lugar.

    -Ah.. Yukina te tardas mucho... -suspiraba mirando a la gente pasar.

    No muy lejos de ahí, apoyado en su flamante deportivo rojo, el famoso Usami Akihiko estaba fumando uno de sus varios cigarrillos del día, con unos lentes oscuros y una gabardina puestos, esperando a su amante.

    Le había mandado un mensaje diciendo que "se había retrasado un poco pero ya iba en camino". ¿Qué demonios? Misaki era muy puntual... ¿acaso estaba con alguien más?

    Y para sumar su frustración, estaba falto de inspiración para sus novelas BL. Por eso necesitaba YA a Misaki...

    En medio del paseo visual, su vista se clavó en un inusual deportivo rojo, y en el hombre que fumaba recostado en él. Un rostro hermoso, un cuerpo infartante y sexy, pero por alguna extraña razón se le hacía familiar.

    Con curiosidad se aproximó al hombre y al verlo detalladamente, casi se cae del susto y susurró:

    -¿Usami Akihiko-sensei?

    Akihiko apenas reaccionó al escuchar esa voz. Cuando volteó vio a un chico muy lindo, que parecía tener máximo unos 20 años, de unos enormes ojos cafés y rostro inocente. Muy lindo...

    - ¿Quién pregunta? -dijo con voz grave.

    -Ah.. esto... disculpe fui yo. -dijo Shouta un tanto sonrojado por verse descubierto por su eminencia.

    Akihiko lo miró. Era en verdad lindo...

    - No hay problema, solo no lo digas en voz alta por favor, no quiero que los demás lo noten... -dijo en un susurro al oído del editor.

    Shouta se sonrojó aun más por la cercanía del novelista y guardando un poco la distancia preguntó:

    -Discúlpeme... pero ¿por qué esta aquí, siendo una eminencia de la literatura?

    - En realidad estoy esperando a alguien... aunque ya se tardo... -murmuró-

    -¿Oh usted también?

    - ¿Eh? ¿Usted espera también?

    -Sí pero también se retrasó. -dijo triste y con la cabeza gacha

    - Ya veo... por cierto, usted ya me conoce pero, ¿cuál es su nombre?

    -Discúlpeme que no me halla presentado, mi nombre es Kisa Shouta y trabajo en el Departamento Emerald de Marukawa Shoten. -dijo inclinándose y ofreciendo una tarjeta

    - Ohh ¿Emerald? -dijo Akihiko con gracia educada, ya que había escuchado muchos rumores, además...- ¿De casualidad es ahí donde el editor en jefe es Takano Masamune?

    Sorprendido por oír el nombre de su jefe preguntó más curioso:

    -¿Conoce a Takano-san?

    - He... tenido contacto con él, sí -dijo con una brillante sonrisa- entonces trabaja con él, ¿verdad?

    -Sí, soy uno de los subordinados y compañeros.

    - Oh, me alegro. ¿Cómo está Takano-san, está bien?

    -Eh... sí... se encuentra bien, mmm ¿quiere mandarle algún mensaje?

    - Hmm no se preocupe Kisa-san, cuando vea el joven Takano yo mismo se lo diré personalmente -dijo con una gran sonrisa.

    En eso se aproxima un taxi y de la nada sale un joven rubio gritando a los cuatro vientos, llamando la atención del público presente:

    -¡Shouta-saaaann!

    El mencionado se giró sobre su eje y sonrojado miraba como su objeto de devoción venía corriendo, a su alrededor notaba las flores y el brillo celestial que tanto lo caracterizaba.

    Tanto era el brillo que como era de costumbre lo cegaba, poniendo una mano para cubrir sus ojos dijo:

    -¡Yukina te tardaste mucho!

    Luego de un abrazo fugaz, reparó en la presencia del escritor y susurró:

    -¿Usami-sensei?

    Usami Akihiko no hubiera puesto atención, pero vio que corriendo detrás de ese chico venía Misaki corriendo y parecía muy agitado.

    - ¡Usagi-san! ¡Lo siento por llegar tarde! ¡Es que me encontré con un amigo y...!

    -¿Usagi-san? -miró al mayor y luego ató un par de cabos y sonrió pensando. -"Así que él es Usagi-san"

    - Misaki... ¿por qué venías con él? -dijo el escritor sin tantos celos, pues vio que ese chico se fue encima del editor.

    - Ah.. es que... verás... él y yo... nosotros... ugh...

    -Perdone Usami-sensei, es que Takahashi-san aceptó divertirse un rato mientras esperaba y de paso ambos celebrábamos nuestros cumpleaños.

    Se adelantó el artista con una sonrisa sincera, sin dejar de abrazar al editor.

    -¡Yukina suéltame, por dios que pensará Usami-sensei!

    -Pero Shouta-san, hace tanto que no nos vemos. -puchereó el rubio.

    - ¿Celebrar juntos? -dijo el Usami de forma seria- ¿por qué? Si se supone que nosotros celebraríamos juntos.

    De alguna manera se sintió amenazado así que -a la fuerza- tomó la mano de Misaki.

    -No lo malinterprete Usami-sensei, ya que los dos cumplimos en el mismo día quisimos pasear un poco y comprar algunas cosas para la ocasión. -dijo Kou divertido ante los celos del escritor.

    -Yukina... ¿qué estuvieron haciendo? -preguntó escéptico el moreno temiendo que el chico hubiese cometido un error con el castaño.

    Al escuchar la pregunta de Kisa, Misaki no pudo evitar ponerse nervioso.

    - ¡Uuuusagi-san!! ¿Qué te parece si vamos a cenar los cuatro juntos? ¡¿ne?!

    El Usami se iba a negar pero al ver la cara tan ansiosa de Misaki no pudo hacerlo.

    - Por mi está bien. ¿Qué dicen ellos?

    -Claro -aceptó radiante Kou. -¿Qué dices Shouta-san?

    -¿Eh? pues... ¿no los molestaremos? -preguntó tímidamente al mayor del grupo.

    Akihiko pareció pensarlo unos segundos y luego suspiró.

    - Claro que no. Si Misaki lo pide, no hay ningún problema por mí.

    -M-Muchas gracias y perdone la intromisión. -dijo Shouta apenado.

    -Gracias y disculpe por colarnos en su cita. -dijo Kou alegremente.

    Para el dúo romántico, esos dos chicos le parecían un tanto... raros.

    - No se preocupen, no es ninguna intromisión -dijo Akihiko, pero una parte de él decía cruelmente "mentira".

    Misaki se aferró al brazo del escritor (tomándolo por sorpresa) y sonrió.

    - Gracias Usagi-san.

    El escritor le sonrió dulcemente y comenzó a caminar detrás de los eróticos.

    -Vamos Shouta-san. -dijo susurrando en el oido de este y plantándole un beso en la mejilla, cosa que sonrojó notoriamente al editor.

    Kisa, lo tomó tímidamente de la mano al rubio y fueron a la par de los jovenes románticos.

    -Yukina...

    -Dime.

    -¿Quién es el chico? -dijo señalando a Misaki.

    -Es el novio de Usami-sensei. -respondió como si nada sin saber si eran escuchados por el otro dúo.

    En cambio, el Usami iba cuestionando a Misaki.

    - ¿Cuándo lo conociste?

    - Hace tiempo

    - ¿Te trata bien?

    - ¡Claro que sí! Es un buen chico.

    - ¿No tiene otras intenciones contigo?

    - C-claro que no Usagi-san, ¿no vez que él ya tiene pareja?

    - ¿Y?

    - ¿Qué rayos quieres decir con eso? Demonios, en serio me molestas... -dijo "enfadado".

    -Ah Usami-sensei perdone que no me halla presentado, soy Yukina Kou y estudio arte en la universidad. Al igual que Takahashi-san cumplo 22 años y él es mi novio, Shouta-san. -dijo para el novelista y dando un beso casto al moreno que se sonrojó de una.

    Esa presentación no convenció del todo al escritor, quien gracias a su experiencia como todo, sabía que ese chico ocultaba algo.

    - Mucho gusto, ya me conoces por lo visto. En ese caso, ¿qué tal si vamos a un restaurant bar? Para celebrar a ambos cumpleañeros...

    - No suena mal -sonrió Misaki- ¿qué dicen?

    -Por nosotros esta bien. -dijeron al unísono los dos jovenes, uno sonrojado y otro alegre

    -Pero... -objetó el editor.

    - Ya está, vamos -dijo Misaki sonriente. Debido a que se había acostumbrado a ir de la mano o del brazo de Yukina, no se le hizo nada difícil tomar el brazo de Akihiko, quién lo miró con mucha sorpresa, y seguir caminando hacia un pequeño restaurant bar muy íntimo y lujoso.

    -Sigámoslo, Shouta-san. -habló Kou tomando la mano del editor con una brillante sonrisa que hizo sonrojar de forma automática al otro.

    -Yukina... no en público... -susurró

    -Que tiene de malo, ellos lo hacen. -dijo Kou alegre afianzando el agarre.

    Entraron al lujoso lugar y Akihiko de inmediato pidió una mesa muy apartada del lugar, de esas que tienen puertas para más privacidad y de inmediato fueron atendidos con solo escuchar el nombre del escritor.

    -Oh Usami-sensei tiene mucha influencia. -comentó el rubio.

    -Valla que sí... emm... Takahashi-san... ¿no es algo caro, este lugar? -preguntó el editor.

    - Sí, lo es -susurró Misaki aprovechando que el escritor estaba ocupado ordenando unas cosas-. Pero jamás lograrás hacerlo cambiar de parecer, solamente harás corajes. Creo que lo mejor es solo acostumbrarse...

    -Comprendo... nee Takahashi-san espero no incomodarlo pero... ¿cómo conoció a Usami-sensei? -preguntó el pelinegro sorprendido por el joven universitario.

    -Shouta-san no creo que deba preguntar esas cosas, es algo privado. -dijo Kou extrañado por la curiosidad del otro aunque admitía que él también tenía la misma pregunta.

    - Um... b-bueno verán, es solo que... Usagi-san y mi hermano mayor son amigos desde la secundaria... y antes de que yo entrara a la Universidad, él fue mi tutor...

    Comenzó a jugar con sus pulgares.

    - Después mi hermano se fue a Osaka por trabajo, y Usagi-san me invitó a vivir en su casa en lo que termino los estudios..

    Eso si que era una sorpresa, ambos chicos miraron con los ojos abiertos parte de la historia del castaño y no dejaban de pensar al unísono que "el mundo es muy pequeño"

    -Impresionante... y le puedo hacer una pregunta más. -dijo el editor.

    - Claro

    Kisa se acercó al menor y le susurró en el oido su pregunta:

    -¿Usami-sensei y usted son novios?

    Ante esta pregunta, la cara del castaño se puso tan roja que parecía un foco. Se comenzó a agitar y a mover los brazos frenéticamente.

    - Ah no... No, no quise decir que no es solo que ahh e-es un poco complicado ajajaja!!! Qué cosas digo?!

    Para el morocho era todo lo que deseaba oír, pero antes de decir o hacer algo los brazos del príncipe lo encerraron en un abrazo susurrándole en el oído:

    -Shouta-san... estoy poniéndome celoso... ¿qué tanto hablan?

    -N-Nada. -respondió con un leve tono rojo.

    Misaki se cubría la cara con sus manos, deseando que el escritor no lo viera así, pero para su mala suerte él estaba detrás de él.

    - ¿De qué tanto hablan para que ustedes dos estén así? -dijo el mayor a ver a Misaki y a Kisa rojos.

    -D-De nada U-Usami-sensei, ¿no es así Takahashi-san? -habló Kisa con torpeza, aun apresado en los brazos de Yukina.

    -Usami-sensei que bueno que llega, yo también les estaba preguntando por lo mismo pero me dijeron que no era nada. -alegó Kou con una sonrisa de lado.

    El mayor examinó a Misaki. Estaba muy seguro que había sido algo, el castaño no sabía mentir. Cuando levantó su mirada se encontró con la de Yukina. Le pareció detectar algo en su mirada... Como una mirada cómplice.

    Al ver la inquisidora mirada violácea del escritor, Kou se atrevió a preguntar:

    -¿Pasa algo Usami-sensei?

    El escritor entrecerró los ojos. No era tonto, tenía mucha experiencia y sabía que ese chico tramaba algo. Aun así aparto lo mirada y respondió:

    - Nada. Ya está lista la mesa, ¿por qué no vamos?

    -Claro, vamos Shouta-san, Takahashi-san. -dijo Kou divertido tomando la mano de su pareja y mirando de reojo al escritor.

    Se fueron a la mesa, una vez ahí ambos semes se sentaron juntos, frente a sus parejas. El mesero llevó unas copas, un par de botellas y unos bocadillos antes de dar media vuelta e irse y cerrar la puerta.

    Hubo un ligero momento incómodo de silencio hasta que el mayor volvió a hablar.

    - Bien, serviré las copas. Hay que brindar por los cumpleañeros.

    -Si brindemos. -coreó Kou. -dejando que el otro llene la copa.

    Kisa secundó con su vaso. -Y por conocer a nuevas personas y estrechar lazos.

    El rubio se sonrojó un poco por las buenas palabras de los demás.

    - Por los nuevos amigos -sonrió Misaki.

    El escritor lo pensó unos momentos y luego sonrió, apantallando un poco a los presentes.

    - Y por nuestras parejas -dijo levantando su copa.

    - Kanpai -dijeron los románticos al chocar sus copas contra la de los otros dos.

    Luego del choque de copas y con un leve sonrojo Kisa y Yukina bebieron el contenido, pensando en quien sabe que cosas ante la inusual reunión

    Muy feliz Misaki bebió el sake, que era muy suave, fresco y dulce, y tenía un aroma floral.

    - Uwaaa Usagi-san, sabe en verdad muy bien... -dijo un poco asombrado.

    - Es obvio -dijo Akihiko sonriendo- es sake de la mejor calidad.

    -Usami-sensei tiene un paladar muy refinado. -elogió el editor.

    -Refinado y elegante. -secundó Kou -Aunque muy peculiar. -agregó por ultimo en un susurro.

    Akihiko miró disimuladamente a Yukina. Creyó detectar un doble sentido en sus palabras.


    El rubio sonreía como si nada y Shouta miraba de reojo a los dos semes... había algo que no le cerraba.

    - ¿Y desde cuando conoces a Misaki, Yukina-kun?

    -Desde esta mañana. -respondió sinceramente. -¿Y usted con Shouta-san?

    - ¿A qué te refieres con "esta mañana"? -dijo un poco enfadado- si yo los vi venir juntos con demasiada confianza.

    -No se enoje Usami-sensei, con Takahashi-san solo fue una relación de vendedor-cliente y cómo ambos debíamos esperarlo a ustedes, pues decidimos hablar un rato para matar el tiempo, ¿no es así Takahashi-san? -dijo con confianza mirando al castaño. -Aun no respondió mi pregunta, sensei.

    Misaki bajó la mirada un poco sonrojado.

    - A él recién lo conocí hoy -dijo tomando un poco más- estaba esperando a Misaki y él se acercó para hablar.

    -Lamento si mi breve compañía lo halla molestado, sensei. -dijo Shouta apenado.

    - Claro que no -dijo Akihiko sonriéndole amablemente-. Jamás quise decir eso.

    - Y ¿cómo se conocieron? -dijo Misaki para bajar el ambiente.

    -¿Nosotros? pues... -empezó Kou.

    -Es una larga historia. -dijo Kisa mas colorado y avergonzado de solo recordar las veces que iba a ver al estudiante antes de cruzar palabras-

    - Tenemos tiempo Kisa-san -dijo Akihiko sonriéndole de forma brillante, una sonrisa que superaba incluso la del mismo Yukina.

    -Bue... no se... es demasiada larga jeje . -respondió nervioso y mas colorado, decidido desviar el tema preguntó al escritor. -¿Ustedes se conocieron desde hace mucho pero cómo fue su primer encuentro?

    - Raro-dijeron ambos.

    -¿Raro? -preguntaron los otros dos.

    - No fue una buena impresión -dijeron de nuevo al unísono.

    - ... -estaban sin palabras.

    -Tan... ¿malo fue? -aventuró Kisa.

    -Shouta-san... no debería preguntar sobre esas cosas. -susurró el otro en el oido del chico.

    - Pues... -comenzó el escritor.

    - Digamos que me llevé una decepción al ver que Misaki no se parecía a su hermano...

    Ambos notaron la respuesta, y un ambiente incomodo surgió en los presentes.

    -Usami-sensei... verá... nosotros tuvimos una peculiar forma de conocernos

    - ¿En serio? -dijo Misaki- por cierto Usagi-san no me llevé una buena impresión de ti al verte colgado de mi hermano...

    -¡Yukina!

    - ¿Colgado...? Ah, te refieres a eso... Takahiro me lo pidió.

    El dúo miraba con ojos abiertos tales confesiones

    - ¡Siiii claaaaaro! Y luego hablamos de mi hermano....

    - ¿Qué más podía hacer? -dijo de forma sincera- mirarme de esa forma y decirme "me alegro d verte Usagi..."

    - ...

    -D-Disculpen... -dijo Shouta por lo bajo

    Misaki frunció el ceño y golpeó la mesa suavemente con una mano.

    - En ese caso, ¿por qué le mentiste a mi hermano para quedarme contigo? Y además ¿por qué me invitaste a vivir contigo en primer lugar?

    -Perdonen... -reclamó Kou mirando al par romántico discutir como si nada.

    - ¿Cómo que porqué? Me causaste mucha lástima, eras un mocoso tan solitario...

    - ¡¡Oye, idio..!!

    - Además, para entonces ya estaba enamorado de ti. Creo que te lo dejé muy en claro desde la primera vez.

    -Disculpen. -dijeron al unísono ambos chicos

    Ambos románticos reaccionaron y Misaki se dio cuenta de lo que habían hecho.

    - Ugh... L-lo siento... Hicimos una escena...

    -No se preocupen, hasta en las mejores parejas suele pasar. -dijo Kou sonriente.

    -... Yukina creo no somos los indicados para decirles esas cosas.

    -Pero es la verdad, hasta nosotros pasamos por esto.

    -No es necesario que lo digas enfrente de otros, Yukina. -dijo molesto el editor, dando un sorbo a su bebida

    -Pero... Shouta-san... es mejor decirlo porque es una buena forma de demostrar cuanto queremos a la otra persona. -dijo Kou con semblante serio.

    - Es cierto -dijo Usami- además, ¿acaso no se ven lindos cuando están enfadados...?

    Misaki reaccionó.

    - Tú.... ¡¿lo hiciste a propósito verdad?!

    El escritor solo sonreía bobamente al ver a su castaño enojado y haciendo pucheros.

    -Je je je, que buen sentido del humor Usami-sensei. -elogió Kou

    -Yukina... -suspira. -olvídenlo.

    - ¡¿Buen sentido?! ¡¿BUEN SENTIDO?! ¡ME HIZO ENOJAR A PROPOSITO! ¡ESO DE ES DE BUEN GUSTO! ¿Verdad que me apoya Kisa-san? -dijo mirándolo a los ojos.

    -Claro que si lo apoyo, es mas no pensé que Usami-sensei tenía esa clase forma de bromear, se parece a alguien que conozco... -dijo mirando al rubio.

    -Yo nunca bromee. -se defendió

    -Claro que lo hiciste.

    -¿Cuando? -haciéndose el desentendido.

    -Cuando me preguntaste por los cruceros y yo te dije que... -al darse cuenta que estaba a punto de confesar su amor, su rostro se puso rojo y se levantó del asiento diciendo. -Disculpen debo ir al baño.

    - Oh, qué miedo.... -dijo Akihiko con tono dramático- los dos pasivos se unen en mi contra....

    -Je je. -reía el rubio, al ver como su novio se alejaba.

    Misaki sintió pena al quedarse solo con ellos dos y siguió a Kisa.

    Al ver que se quedaron solos, Kou sonrió divertido al escritor.

    -Le gusta molestarlos, ¿verdad?

    - Sí -rió el escritor. - De acuerdo, ¿cuántas veces lo hicieron? -dijo de pronto.

    -Shouta-san y yo... desde que nos conocemos. -dijo sinceramente. -¿Ustedes?

    - No te hagas el tonto. Sabes muy bien a lo que me refiero -dijo mientras sacaba un cigarrillo para encenderlo-.

    -No, no se a que se refiere, y aun no respondió a mi pregunta. -siguió Kou tranquilo.

    - Lo hemos hecho desde el primer mes que vivimos juntos y me refiero a cuántas veces lo hizo hoy con Misaki.

    -¿Por qué piensa eso de mí? Usted mismo ve que tengo pareja y que la amo con locura. -refutó seguro de si mismo.

    - Porque ambos huelen al mismo jabón, Misaki tiene unas marcas muy recientes en el cuello y cuando lo abrasé me fijé que tenía una mordida en la nuca. Yo nunca lo muerdo.

    -¿Ah no? ¿esta seguro de lo que dice Usami-sensei? -dijo mirándolo a los ojos.

    - Sí, estoy completamente seguro. Además, trae puesta la bufanda de Misaki. Y Misaki huele a la colonia que trae puesta, Yukina-kun.

    -La bufanda fue por un regalo de cumpleaños y la colonia fue mi regalo hacia él.

    - Supongo que también lo fue esa pequeña marca de su cuello que apenas se está formando, ¿verdad?

    -Lo de esa marca lo desconozco. -siguió sonriente. -Ah se me olvidaba. -dijo de pronto hurgando en la mochila, bajo la atenta mirada del escritor.

    - ¿Qué pasa? -dijo extrañado.

    -Un amigo me dijo que esto es para usted. -dijo tendiéndole una de las dos botellas que Kuro le había regalado hace horas atrás.

    Akihiko miró sorprendido la botella y luego a Yukina de forma grave.

    - ¿Y así me dices que no te acostaste con Misaki? Sé muy bien quién te las dio: ese extraño chico llamado Kuro, ¿verdad?

    -Oh ¿conoce a Kuro-san? yo lo conocí hoy, es agradable.

    -Pero no se moleste él me lo dio mientras Takahashi-san se había ido al baño. -Me comentó que era un regalo hacia usted y que pudiera disfrutar con Takahashi-san. Mire hasta yo tengo una para mi Shouta-san. -dijo lindamente mostrando la otra.

    - Eso es mentira.

    - Estás planeando algo desde el principio, ¿verdad?

    -¿Por qué aventura eso?

    - Porque de lo contrario, ese chico no te hubiera dado dos.

    -¿Acaso no desea jugar? -sugirió con picardía.

    - No lo sé, no parece mala idea ya que ando falto de inspiración... Aunque a ti te falta mucho por aprender, niño.

    -Mmm veremos quien aprende de quien, sensei.-comentó sin malicia.

    - Ya veremos. Pareces tener potencial niño, pero necesitas un par de lecciones...

    -¿Sobre qué sensei?

    - ¿En serio tengo que decirlo? Digamos que esta clase de cosas... -señaló los botes que tenían-. Tienen más de una clase de uso...

    -Sí puede ser... pero no quisiera adelantar la velada. -comentó captando parte del mensaje

    - Claro que no. Quiero que Misaki disfrute hoy... Todo lo que pueda.

    -Ojala que Shouta-san también lo disfrute. -mirando de lado el asiento vacío,

    Mientras, en el baño Misaki hablaba con Kisa.

    - L-Lamento mucho que Usagi-san se comporte de esa forma...

    -No se disculpe, Kou es también así. -dijo sonrojado por la situación.

    - Lo siento... A veces me gustaría darle una lección...

    -¿Y por qué no lo hace?

    El editor fue a uno de los lavabos a lavarse la cara, para bajar el calor de sus mejillas.

    - No sé como además aunque me haga enojar realmente no me enfado con él

    Se apoyó en una pared y suspiró.

    - Además eso es lo que él quiere... Que tome la iniciativa en algo...

    -Debería castigarlo con "eso".

    Era obvio que a pesar de todo Misaki era más inocente que el editor.

    - ¿"Eso"?

    Kisa miró al menor y percibió la falta de comprensión de sus palabras, con un leve sonrojo le respondió:

    -Me refiero a las relaciones.

    - ¿Que? ¿eso? ¡¡no, no!! ¡jamás podría hacer algo así! ... No se cómo....

    -Debería, además todo hombre conoce el punto débil de otro.

    - P-pues sí pero... Pero.... ¡simplemente no puedo!

    -... ¿No te lo enseñó?

    - A-algo pero... No se tanto... Y no se si lo hago mal...

    -¿No lo ensayaste con Kou?

    - ¿Eh? ¿Qué quiere...?

    -No tengo que ser muy listo de que Kou te enseñó un par de cositas.

    Kisa mira divertido la reacción de Misaki, el pobre estudiante estaba rojo hasta las orejas.

    - No... No es...

    -No seas tímido, además no estoy molesto. Y en parte me lo merezco.

    - ¿Eh? ¿Por qué lo dice...?

    -Antes de conocerlo me acostaba con hombres... pero solo los que tenían una cara bonita.

    - Pero aun así... Yo... Lo lamento... Um... Yo...

    -No se disculpe es un karma que cargo pero nos desviamos del tema.. ¿Te enseñó algo?

    - Amm... Um... -se sonroja- yo... T-tal vez....

    -Sea sincero o no lo podré ayudar-

    - Si... M-me enseñó unas cosas...

    -Oh... ¿y cómo cuales? -dijo insuandose.

    - Umm... Yo... -se sonroja y se hace hacia atrás-.

    -Si... dígame. -dando un paso mas.

    - Pues... Varias... Varias cosas...

    -¿Cuales? ¿Desea mostrarlas? -dando otro pasó acorralando al chico en uno de los cubículos del baño.

    - Ah... Yo... No, no creo que quiera hacerlo...

    -¿Por qué? -susurró Kisa encerrándolos en el cubículo.

    Misaki se iba poniendo más y más nervioso.

    - Porque.. No creo que yo quiera hacerlo....

    -Oh.. ya veo, pero aun así qué sintió a tener a Kou dentro. ¿Bien?

    Misaki bajó la cara. No se sentía capaz de responder esas cosas precisamente al amante de Yukina.

    -Mmm... ya veo que no quiere responder... entonces le daré una lección intensiva de castigo.

    El editor se acercó al joven y comenzó a besarlo con pasión, colando su mano por debajo de la camisa.

    Los dedos saboreaban de la textura de los pezones, para Kisa era raro ser el seme en una relación pero teniendo a un chico lindo a sus pies, no dejaría pasar su oportunidad de jugar con otras cosas.

    - Nght... E-espere... Kisa-san... -jadeó intentando apartarse del editor- no... ¿q-qué estaaahhh?

    -Lo que dije, curso rápido de como castigar a un seme.

    Kisa sabiendo que tenían poco tiempo apresuro las cosas y metió de una la mano entre el pantalón del chico, masturbando el miembro de este.

    -¿Debería hacer algo, o seguiré?

    - Ahhh pe-pero... No aquí y... Hmm... No....

    La fuerza de Misaki iba desapareciendo poco a poco ante el toque de Kisa. Sus manos eran suaves y delicadas y sus labios sedosos. Era una experiencia diferente pero agradable...

    Kisa al ver que el chico no oponía resistencia, lo soltó dejándolo con el pequeño problemita.

    -Debe aprender a castigar, Takahashi-san. -lo regañó con simpleza.

    Intentando recuperar su respiración a pesar de su "problemita", asintió un poco avergonzado.

    - L-Lo siento... es que yo no... Si se trata de Usagi-san yo no... no puedo...

    -Tenemos poco tiempo, practíquelo ahora. -dijo sin rodeos, sentándose en el inodoro.

    - Umm... y-yo no sé como... ¿po-podría... expli...carme? -dijo con la cara absolutamente roja.

    -¿Es un broma no? De todos los años que vivió con Usami-sensei no aprendió nada. -dijo incrédulo Kisa.

    - ¡Es que es un idiota! -dijo Misaki un tanto avergonzado- ¡No tiene aviso ni nada por el estilo! ¡Simplemente me acorrala y se me tira encima! ¡No puedo ver realmente qué es lo que hace!

    Kisa se dio un golpe en la cabeza, de verdad no podía creer lo que oía.

    -¿Y viste cómo te lo hizo Kou? -preguntó sin abrir los ojos temiendo la respuesta del castaño.

    Misaki comenzó a recordar lo que había pasado y solo pudo murmurar un leve "Sí".

    -Hazlo ahora. -ordenó.

    Se quedó paralizado ante la orden del chico. ¿Era una broma? Era una broma, ¿verdad?

    Y si era una broma, ¿porqué su cuerpo se había movido sin saber y ya estaba acorralando al editor en el excusado, subiendo su cuerpo encima de él y poniendo una de sus piernas entre las del mayor?

    -Mmm... bien ahora lámelo. -ordenó Kisa.

    ¡No! ¡No quería! ¡No podía!

    ¡¿Porqué demonios su cabeza comenzó a bajar por el cuello de Kisa, una de sus manos desabrochaba el pantalón del mayor y la otra acariciaba el recién formado bulto del chico?!

    -Umm... lámelo... ahora... -ordenó de nuevo el editor disfrutando de los roces delicados de una mano pequeña que rara vez había sentido.

    Con su mente ahora en blanco, bajó la ropa interior del chico y de inmediato metió ese miembro a su boca, comenzando a bajar poco a poco la cabeza intentando meterlo lo mas profundo posible.

    -Así... sigue la.. ahh... lamiendo... -gimió por lo bajo Shouta con los ojos cerrados y con un leve carmín en el rostro. Sus manos se colocaron en la cabeza del menor, incitándolo a que continúe.

    Las manos de Misaki comenzaron a explorar la intimidad de Kisa, una de ellas acariciaba sus testículos y la otra su pierna izquierda. Con algo de malicia comenzó a morder el miembro suavemente.

    -Ahh... así... después... ya sabes que... hacer.. umm... -dijo Kisa arqueando la espalda al sentir las oleadas placenteras. -Takahashi-san... castigue... ahh...

    Misaki sacó el miembro de su boca y comenzó a delinearlo solo con la punta, dejó los testículos en paz y solo se puso a acariciar sus muslos y piernas.

    -Mmm... ahh... ahora... tortúreme... y haga lo ahhh que quiera... -dijo Kisa con toda la coherencia que era capaz de tener en tan intimo momento, el chico hacia un buen trabajo y tenia ganas de venirse pero debía enseñarle eso o sino no aprendería nunca.

    Sin ponerle especial atención al miembro, Misaki comenzó a morder el vientre de Kisa. Le bajó un poco más los pantalones y comenzó a masajear sus nalgas, pasó un dedo por esa arrugada entrada pero no lo metió, solamente acariciaba ese lugar con la yema de su dedo.

    -Ah... por faaavor... basta... -gimió Shouta encorvándose, colocando sus manos sobre los hombros de Misaki, a duras penas podía controlar sus gemidos.

    Cuando Misaki levantó la mirada, no era la mirada de un chico apenado, o de uno decidido: era de un completo seme.

    Tomó las muñecas de Kisa y las hizo a un lado para poder seguir con su trabajo. Comenzó a mordisquear la base de ese miembro y a darle suaves chupetones, luego siguió subiendo poco a poco y cuando llegó al glande solo le dio una lamida para volver a bajar y seguir con su ritmo.

    -Ya... no sigas... ahh... -dijo Kisa con temblores por las miles de sensaciones placenteras que percibía. -T-Takahashi-san... aahh... no... soy.. ahh...

    Subió su cabeza hacia el glande y comenzó a succionar fuertemente. Justo cuando sintió el líquido preseminal se apartó y se limpió la boca.

    - Está bien Kisa-san, ya no seguiré -dijo sonriendo, pero con la voz un tanto grave.

    -Ahh... umm... ahh... dijo el editor deslizándose hacia abajo con temblores y chorreando algo de su semen preseminal, miró a la cara del chico y comentó como pudo. -Usami-sensei.... o Kou... ahh te enseñaron... bien umm...

    Misaki sonrió alegremente y terminó de limpiarse la boca. Increíblemente no tenía ningún bulto visible.

    - Gracias Kisa-san. ¿Desea que le deje solo para calmarse?

    -Haga... lo que quiera... y Takahashi-san... vuelva con ellos, dígale que... retrasé porque estaba lleno.... -dijo sosteniendo su propia virilidad y comenzaba a masturbarse para poder acabar, no podía volver así como estaba y no en ese patético estado.

    Misaki lo miró unos segundos y luego volvió a inclinarse sobre la hombría de Kisa.

    - Lo siento, yo provoqué esto, por favor deje que me haga cargo.

    Dicho esto, metió de nuevo ese miembro a su boca.

    -No... ahh... no déjeme... yo ahh puedo solo... -dijo temblando de nuevo ante la intromisión bucal del joven. -S-Se darán.... cuenta... ahh déjeme...

    - No lo harán... piénselo bien Kisa-san -sonrió-. Somos dos pasivos. Jamás creerían que hicimos esto...

    Sin hacer caso a sus protestas siguió jugando con esa hombría concentrándose en la punta, la cual de nuevo ya comenzaba a gotear.

    -N-No... no lo haga... ahh... mmm... así... -gimió Kisa moviendo sus caderas para meter mas profundo en la boca de Misaki, al diablo necesitaba venirse y no dejaría pasar la ocasión.

    Comenzó a mover su cabeza al compás de las caderas del editor, succionó en forma fuerte dispuesto a quitarle al mayor esa ansiedad que definitivamente lo torturaba.

    -Ah... n-no mas... de... déjame...ahh n-no puedo... seguir... -gimió Shouta recostándose en la pared del cubículo jadeando fuertemente, su cuerpo no podía mas y con esas lamidas... dios la juventud de ahora si que tenia fuerza.

    Misaki se encargó de ahora lamer solamente el glande, sintiendo con cierta emoción como el pene ya temblaba y palpitaba mucho.

    -No mas... me... ahh voy a... ve-venir... d-déjeme... -gimió Kisa entrecortadamente intentando alejar la boca de Misaki de su miembro.

    Los labios del castaño se aferraron el pene de Kisa. Ya no faltaba mucho para que éste terminara, en cualquier momento...

    -Kisa-san... -jadeó entre lamidas- ¿en verdad quiere que me aleje?

    Shouta no pudo responder la pregunta pero su cuerpo si, al final con un espasmo que recorrió su ser se vino dentro de la boca del castaño.

    Misaki se sorprendió pero de inmediato se puso a beber esa esencia que tenía un curioso sabor. Debido a su poca experiencia, un poco de ese líquido salió de su boca.

    -T-Taka... hashi ahh...san... -llamó el editor.

    - ¿Sí? -dijo mientras intentaba limpiarse la boca y la cara.

    -Le quedó... un poco. -dijo acercandose para lamer los restos con mucha delicadeza.

    La cara de Misaki se puso completamente roja al comenzar a reaccionar lo que había hecho. No pudo evitar comenzar a entrar en pánico de los nervios.

    -Hágalo con sensei... y estará bien. -dijo Kisa luego de darle la ultima lamida cerca de la comisura de los labios. -Además practicaste con Kou, eso bastará supongo. -dijo poniéndose temblorosamente la ropa interior, aun el efecto del post orgasmo estaba en sus sistema.

    - Kisa-san... en serio no... ¿no está enojado? Es que.. yo.. en verdad, no se como... se dieron las cosas...

    -No, yo no debería estarlo, y como te dije es mi karma regresado... lo que no puedo asegurar es de sensei, también se dio cuenta... me gustaría saber... que hicieron todo el día. -preguntó Kisa acomodando sus pantalones y camisa.

    Ante esta pregunta, Misaki se sonrojó bastante e intentó evadirla.

    - Sé que Usagi-san ya lo sabe... Estoy muy seguro de eso.

    -Ya veo.. quizás le preguntaré a él. -dijo poniéndose de pie aun temblando un poquito y fue al lavabo a lavarse las manos.

    - ¡No! ¡Por favor, no vaya a ..!

    Cuando salieron, encontraron a un chico sentado en los lavabos mirando distraídamente los azulejos del suelo. A Misaki se le hizo extrañamente familiar.

    Kisa quedo extrañado por la presencia de esa persona y preguntó:

    -¿Quien es usted?

    - Ah, hola -los saludó el chico al verlos-. Disculpa, ¿eres Takahashi, verdad?

    Misaki lo recordó.

    - ¿J-James-san?

    El chico sonrió.

    - Kuro quería que les entregara algo... digamos que él estaba un... poco adolorido... para hacer la entrega él mismo.

    - ... ya me imagino el por qué. -dijo Kisa al ver el físico del mesero, se le hacia agua la boca por ver ese rostro tan lindo y varonil.

    El chico sonrió tímidamente. Al bajar de los lavabos de un salto su camisa se subió un poco, dando a mostrar un poco su bien formado abdomen.

    - No puedo quedarme mucho, tengo que cuidar de Kuro, pero me pidió que les diera esto...

    El chico le extendió una bolsa negra a cada uno.

    - Dijo que cuando llegaran a casa la abrieran.

    Kisa lo aceptó como si nada e intentó ver el interior pero las palabras del chico lo detuvo.

    -De acuerdo, gracias

    James sonrió y le entregó a Misaki un pequeño botecito aparte.

    - Dijo Kuro que cuando llegue el momento simplemente lo usen. Bien, tengo que irme.

    Kisa observó al joven retirarse y preguntó:

    -¿Un amigo?

    -A todo esto... tengo curiosidad sobre esto. -dijo mirando la bolsa que sostenía en su mano derecha.

    - Algo así -dijo Misaki distraídamente mientras veía el bote que el chico le había entregado: era una clase de colonia en gel para el cuerpo... ¡Claro! Después de la "travesura" que habían hecho, debían de oler extraño...

    Así que sin dudar, comenzó a untársela en las manos y en la cara y después se la pasó a Kisa.

    - Aun no es hora de abrirla -rio- pero a juzgar de cómo se siente, seguramente será ropa o algo así...

    -¿Olemos tan raro como para ponernos esto? -preguntó Kisa sosteniendo el pote de gel en sus manos, había algo que no le cerraba de todo esto.

    - Creo que sí, pero conozco a Kuro así que debe de haber algo raro, pero no tenemos opción...

    -Por qué tengo la sensación de que esto va a ser algo embarazoso. -dijo resignado y colocando un poco del gel en los dedos para pasárselo en la cara y cuello.

    - Tal vez, pero es mejor que nos vayamos ahora, ya nos hemos tardado mucho -dijo para tomar a Kisa de la mano y sacarlo del lugar para caminar hacia la mesa.

    Mientras tanto en la mesa del restaurante, los semes continuaban con su discusión hasta que el rubio sacó un comentario curioso.

    -Se están tardando..

    - Se están tardando de más... me pregunto que estarán haciendo, si no es un baño de chicas... -dijo mientras tomaba un poco más de ese dulce sake.

    En eso llegan el par de ukes tomados de la mano, el mayor de ellos se excusó por los dos.

    -Lo sentimos, había gente jeje.

    La mirada del escritor de inmediato se centró en las pequeñas manos unidas, pero en lugar de sentir celos o algo por el estilo, le dio mucha curiosidad.

    Kou también se percató de lo mismo pero no dijo nada ya que se veían re tiernos y se lo dijo a los dos.

    -Que tiernos se ven, me dan envidia.

    Al percatarse que seguía tomado de la mano del editor, enseguida la soltó y se sonrojó un poco. Volvió a tomar asiento a un lado de Kisa pero frente al Usami.

    - Eso fue curioso -dijo Akihiko- ¿qué quieres decir con "te dan envidia"?

    -Oh sensei, no lo ha pensado un poco no, y después me dice que debo aprender un par de cosas. -respondió con el doble sentido que le dedicó hace un rato el escritor.

    - ¿Qué cosas dices mocoso? -dijo Akihiko de forma amable- claro que sí, solo quiero ver que tanto talento tiene~.

    -Sensei cuide su imaginación. -dijo Kou mirando soñadoramente a los tres.

    -Mmm... ¿acaso nos perdimos de algo? -habló Shouta.

    Misaki miró alternativamente a Yukina y a Usagi. Yukina lucía... extraño pero Usagi... él tenía "esa" mirada. Estaba seguro, no había duda alguna...

    - Oigan... -aventuró Misaki- ¿todo está bien....?

    - Perfecto -respondió Akihiko con una sonrisa que hizo temblar a Misaki. No, no todo estaba perfecto, iban a hacer algo, ¿pero como advertirle al editor sin que ellos se dieran cuenta...?

    -Yukina. -llamó el editor, su pareja aproximó su oreja a la boca del otro. -¿No habrás hecho enojar a sensei no? -susurró.

    -Descuida, solo cruzamos unas palabras. -respondió alegremente, con un aura radiante.

    El editor percibía algo... quizás era la edad, se estaba haciendo viejo.

    Mientras, el escritor analizaba la situación. De entre todos sus geniales cliché BL, ¿cuál sería el más interesante...?

    Decidió usar el más común, así que de inmediato pidió comida, la que traía más salsa encima. Antes de comenzar a comer, miró a Yukina de reojo, esperando que le llegara su mensaje.

    -Je je. -rió Kou por la mirada del escritor, se la regresó con la clara indirecta de: "esperaba algo mejor"

    El escritor ladeó un poco su cara con una suave sonrisa, como diciendo "lo más común a veces es mejor".

    - Es una linda chaqueta... -susurró el escritor aprovechando que los otros dos estaban distraídos comiendo- es una verdadera lástima...

    -¿Ah? Dijo algo sensei. -preguntó Kisa con duda.

    - No, no dije nada...

    Y al decir eso, "accidentalmente a propósito" dio un codazo a su plato del cual saltó toda la salsa, manchando en su mayoría la chaqueta de Yukina y a él, e incluso llegó hacia los otros dos.

    - ¡Lo siento! Soy un idiota -dijo apresuradamente.

    -Sensei que descuidado. -reclamaron los dos eróticos.

    - ¡Usagi-san! ¿Estás bien? -dijo Misaki extrañado. Esa clase de accidentes no eran dignos de él.

    - Sí, sí... Qué pena, ahora estamos todos sucios -dijo el escritor mirando a los demás- Por favor permítanme llevarlos a mi departamento a limpiarnos...

    -Ah sensei no se moleste. -se excusó Shouta tomando una servilleta y limpiando un poco de la salsa.

    -Shouta-san déjelo que se redimine Usami-san, además... tienes algo aquí. -dijo Kou acercando al rostro del editor y comenzó a lamer la comisura de los labios de este y Kisa no se hizo el tonto y aprovechó para besarlo cuando menos se lo esperaron.

    El artista sorprendido siguió limpiando la manchas que tenia su novio en la cara con numerosos besos, olvidándose por unos segundos de los demás.

    Misaki se quedó en shock ante la escena, pero el escritor solo examinó la forma en que se besaban. Ah, se notaba que el editor tenía bastante experiencia, Yukina parecía ser bueno, pero se notaba que podría mejorar.

    En eso los acaramelados seguían con sus mimos y un leve sonrojo se apoderó del rostro del editor al ver las miradas de Misaki y Akihiko. Nervioso dijo entre suspiros:

    -K-Kou... mmm... basta...

    -No cuando me llamas así Shouta-san. -susurró emocionado dando un profundo beso al mayor.

    Tras separarse por la falta de aire, Shouta ocultó su rostro avergonzado por lo que acaba de pasar.

    Kisa pensaba: "que me trague la tierra"

    - Nada mal Yukina-san -dijo el escritor- pero, creo que sería mejor si hiciera esto...

    Tomó el mentón de Yukina y lo miró fijamente unos segundos antes de besarlo apasionadamente, succionando de inmediato su lengua para poder entrelazarlas.

    Kisa no podía creer lo que veía, su amado Kou... estaba siendo besado por... USAMI-SENSEI, ¿¡ES UNA BROMA VERDAD?!

    Para Kou también lo tomó de sorpresa, su lengua jugaba con la del escritor y con unos ojos alegres pero desafiantes se unió a la lucha del beso. En medio de aquella pelea veía la estupefacción del joven castaño, quizás esto no era algo que esperaba.

    Lo que sorprendió a Misaki no fue el beso de Usagi, ni el que Yukina le correspondiera, sino que tomó la cara de Kisa y después de susurrarle un "vamos a ganarles" se puso a besarlo.

    Kisa se dejó llevar y para poner más calor a la escena se sentó sobre el castaño, rozando entre telas sus miembros. Con la mirada le dijo mas a Misaki que para el resto: "Hagámoslo pero que sea mas creíble"

    Con un enorme sonrojo no visible gracias a Kisa, Misaki siguió besándolo esta vez sujetando su cintura y acariciando sus caderas permitiendo que de vez en cuando sus manos acariciaran la espalda del mayor.

    Akihiko vio la escena y se separó de Yukina, bastante sorprendido, no solo por el accionar de Misaki sino porque esa era una escena EN VERDAD erótica.

    Kou los miraba no con los mismos ojos pero si, ese par les daba un buen espectáculo y si supieran la experiencia del editor, pues no quisiera imaginar lo que podría pasar.

    -Sensei... ¿lo dejamos o..?

    Sin poder ni querer evitarlo, sacó su celular y comenzó a grabar la escena.

    -Oh... que pervertido je. –dijo Kou dejando a su amado novio que jugara un poco.

    Kisa sin notar la lente del celular comenzó a mover sus caderas hacia adelante para aumentar el roce, antes de emitir sonido alguno dio una bocanada de aire y selló dichos sonidos en los labios de Misaki que con gracia acompañaba su andar.

    Al sentir que el editor comenzaba a moverse, Misaki siguió sus movimientos, esta vez poniendo sus manos sobre esas nalgas para ayudarle a profundizar el roce, sintiendo que de su boca también salían gemidos.

    Cuando abrió un poco los ojos vio que Kisa estaba completamente sonrojado, de hecho ambos lo estaban, pero aun así siguió con esos movimientos.

    Sintiendo que la cosa iba para más, Akihiko se levantó silenciosamente de la mesa -siempre cuidando de grabar un buen ángulo- y cerró la puerta del lugar con seguro, para asegurarse que nadie interviniera.

    -Mmm... ahh... así... -dijo Kisa encendido, su sonrojo era visible y por obvias razones su cuerpo comenzaba a reaccionar, para no dejarse notar descendió por el cuello del castaño colando una mano en la espalda de este. Los suaves jadeos se escapaban de su boca y era inevitable ahora deseaba saciarse y no se iba a detener.

    Por su parte Kou miraba maravillado como ambos chicos hacían gala de su escena, un juego que ninguno de los cuatro saldría bien librado pero dejaba al escritor grabar porque no era momento de arruinar tan excitante momento.

    Sin quedarse atrás, Misaki comenzó a meter sus manos por la parte de atrás del pantalón de Kisa, acariciando sus nalgas cuya piel se sentía muy suave.

    -Umm... gime... para mí. -ordenó Kisa dando brinquitos sobre el miembro de Misaki, los ojos verdes enfocados en él lo deslumbraban y la verdad era únicos. La acción se repitió bajo el tono carmín de sus mejillas y de la atenta y depravada mirada de sus parejas.

    El rubio se deleitaba pero su cuerpo comenzaba a cobrarles con el pasar delos minutos un típico problema.

    Al sentir el trasero de Kisa en su miembro el sonrojo de Misaki aumentó y comenzó a gemir mientras movía su cadera, como simulando penetraciones.

    El escritor estaba igual que el menor pero aun quería grabar un poco más. No todos los días te encontrabas en esa excitante escena.

    Shouta siguió saltando con un gesto provocativo, sus mejillas estaban encendidas y sus ojos entrecerrados, siguió saltando para seguir estimulando al universitario. Para no dejar desatendido a él mismo se meció hacia delante para rozarlo con el abdomen del otro largando suspiros en el oído del estudiante.

    Misaki ya no lo soportaba, era demasiado, así que comenzó a desabrochar los pantalones y tomó su miembro y el de Kisa en manos para comenzar a masturbarlos juntos, mientras que levantaba su cara para besarlo.

    -Mmm... más... despacio... -dijo Kisa colocando una de sus manos sobre la de Misaki para ayudarlo con el ritmo de la masturbación.

    Rápidamente Misaki comprendió la velocidad y Kisa dejó que hiciera eso mientras que él se dedicaba a masajear los dos glandes con sus dedos.

    Mientras los dos ukes se divertían entre sí, ambos semes ya tenían un gran problema entre pantalones, pero la verdad no se atrevían a hacerse nada, la escena de los ukes era tan erótica, sus gemidos, sus caras sonrojadas, sus miradas, sus pequeñas manos tocándose entre si...

    Kou se acercó despacio al novelista y le susurró para no interrumpir la escena.

    -Sensei... no pensé que su pareja fuera tan lasciva.

    - Se nota que ha aprendido... y yo que creía que todo mi esfuerzo era en vano... -rió suavemente-. Pero se nota que su pareja tiene mucha experiencia...

    -La tiene... porque cuando lo conocí... me contó un par de cositas. -susurró sin dejar de ver a los lindos ukes.

    - ¿En serio? -de repente su voz de tornó grave-. ¿Qué clase de cosas?

    -Quiere escucharlo o filmara ellos. -dijo Kou al ver que la lente del celular salía de enfoque.

    - Hmm me agradaría hacer las dos cosas aunque...

    Como pudo, detuvo en celular en la mesa el cual se quedó grabando a ambos Ukes que gemían excitados y luego miró a Yukina.

    - ¿Qué es eso?

    -¿Qué es qué cosa, sensei? -dijo extrañado y divertido por la maniobra que usó el mayor para hacer dos cosas a la vez.

    - Cuando tengas un poco más de experiencia, serás capaz de hacer dos cosas muy diferentes a la vez, lo cual te será muy útil para tocar a tu pareja.

    -Ja ja, desearía que no me subestime pero en fin, supongo que no viene al caso en estos momentos.

    - Podría ser posible. Je, ¿en serio te subestimo? ¿Cómo podrías demostrarme que en realidad es así?

    -Se lo mostraría pero me perdería de ellos. -señaló a los chicos.

    - ¿Deberíamos unirnos? ¿O deberíamos dejarlos terminar?

    -Déjelos, no me gusta que Shouta-san se distraiga, aunque no lo parezca cuando se enoja no hay nadie que se salve.

    Mientras tanto Kisa apretaba la punta del miembro de Misaki y la suya propia con fuerza, al compas que el otro movía las manos con más velocidad.

    -Ahh... r-rápido... más.. umm...

    - N-No... -jadeó Misaki bajando la velocidad de sus manos- Ki-Kisa-san... ugh... ¿no acaba de decirme que ahhh m-más... lento...?

    -L-Lo ahh siento... costumbre... -respondió apretando ambas puntas impidiendo que ambos se vinieran, el rostro sonrojado de ambos era muy tentador, pero debía hacerlo despacio era lo mejor.

    Misaki siguió moviendo su cadera. No pudo evitar comenzar a besar a Kisa, era tan bueno besando...

    Uno de sus dedos se aventuró hacia la entrada del editor y comenzó a acariciarla, dudando si en meter el dedo o no.

    Ante esta escena, el escritor de inmediato hizo zoom, captando las acciones de Misaki.

    -Umm... chico malo... -dijo de pronto Kisa al ver el castaño quería meter un dedo pero no se movió al igual que Misaki realizó la misma acción y él si introdujo un dedo en la entrada del castaño generando que este gimiera más fuerte.

    Al momento de sentir ese dedo dentro de él, por la misma sorpresa también metió su dedo dentro de Kisa, sintiendo como el mayor se arqueaba por sus acciones.

    -Ah... q-qué... ahh... eso.. ahh siga... -gimió Kisa en la cara de Misaki moviendo su dedo en el interior del joven, mientras aferraba temblorosamente ambas puntas.

    Kou no sabría si aguantaría pero deseaba ver que tanto esos dos avanzarían.

    -Estoy en problemas... -susurró por lo bajo, al saber que eso lo prendió del todo.

    - Tienes que... resistir... -jadeó el Usami al escuchar los eróticos gemidos de ambos chicos.
  9. .
    - ¿En serio? ¿Qué comieron?

    -Galletas, pasteles y Kuro-san y Takahashi-san a la crema. -respondió Kou sonriendo ampliamente.

    Esa última frase descolocó al chico.

    - ¿Kuro-san a la crema? ¿a qué se refiere? -dijo un tanto extrañado.

    Kuro miró a Yukina en forma suplicante, pero por su capucha el chico no se dio cuenta de eso.

    -Mmm es difícil explicarlo pero es delicioso ¿no Takahashi-san?

    - Sí, realmente delicioso -rio Misaki mientras acariciaba suavemente la mano de Kuro, quien un tanto nervioso la apartó y la escondió en la manga de su capa.

    -Si y ni que decir cuando le agregas chispas de chocolate. -siguió aunque esto era una mentira

    - ... ¿De qué están hablando? -dijo James ya de forma un tanto seria, mirando alternativamente a Yukina y a Misaki.

    - De que Kuro es muy lindo, y más con chocolate~

    Al oír eso, Kuro se encogió un poco en su asiento. Misaki jamás lo había visto así, y en realidad era un tanto... Interesante, ver sus reacciones.

    -Takahashi-san usted también es delicioso cuando tiene chocolate encima. -coreo Kou con maldad. -Pero no tanto como Kuro-san. -añadió con picardía el rubio.

    James frunció el ceño y miró a Kuro, quien se puso muy nervioso.

    - Kuro-san ¿de qué están hablando?

    Kou no podía aguantar las ganas de reírse y notaba que Misaki estaba igual que él.

    Kuro estaba sonrojado y respondió:

    - Solo están bromeando... Les gusta molestarme con esa clase de cosas...

    -¿Nosotros bromeando? si la pasamos genial. -sonrió Kou a su pareja.

    - Eso es cierto Kuro-san, bien que nos dabas más y más... -rio Misaki

    A James le dio un tic.

    -James-san ¿sucede algo?

    - ... No realmente. ¿Qué es eso de que les dabas mas, Kuro-san?

    - Heeee James-san, está pidiendo muchas explicaciones -notó Misaki- ¿acaso es novio o amante de Kuro-san...?

    -Buena pregunta porque Kuro-san no nos ha dicho sobre su novio.

    - ... No -dijo James en forma extraña- nosotros somos... amigos...

    -Mmm... si son amigos... ¿no te importaría que haga esto verdad? -preguntó tomando con ambas manos el rostro del encapuchado albino para plantarle un beso
    Fue una extraña reacción en cadena: Misaki abrió la boca sorprendido, Kuro se tensó e inmediatamente intentó alejarse de Yukina, y James se levantó tirando la silla y rompiendo un vaso.

    El rubio se detuvo a dos centímetros de clavarle el beso al chico y miró al mesero

    -¿Y es o no es su novio?

    Kuro se quedo pegado a Yukina, esperando la reacción de James. James solo se quedó perplejo y Misaki se quedó viéndolos alternativamente.

    - No -dijo James- no es mi novio, solo que no creo que fuera bueno que bese a Kuro-san sin su...

    Antes de que James terminara, Kuro comprendió lo que estaban haciendo y se colgó del cuello de Yukina y le dio un casto beso.

    El artista sorprendido correspondió de igual manera porque el chico había captado la broma que jugaban ellos dos desde hace rato.

    Metiendo un poco mas de realismo jugó con la lengua del albino y cuando les faltó el aire se separaron y miró al mesero con cierta ternura diciendo:

    -Si no sos la pareja ¿no te importará que mi novio y yo hagamos un trio verdad?

    James aparentemente estaba tranquilo, pero sus puños estaban cerrados fuertemente. Misaki dejó algo de dinero en la mesa para pagar las bebidas y Kuro habló.

    - No creo que le importe Yukina -dijo Kuro- entonces vamos los tres juntos, ¿si Misaki?

    - Claro -sonrió el ojiverde-

    -Bueno ya veremos cual de ustedes dos aguanta mas bajo presión. -dijo Kou levantando y tomando a cada uno de los chicos de las manos.

    Kuro sujetó la mano de Yukina y con mucha pena se sujetó al brazo del alto. De esta manera los 3 salieron de la tienda.

    - Yukina, ¿qué se supone que estamos haciendo...? -dijo Kuro cuando se hubieron alejado un poco.

    -Se llama provocando al enemigo. -respondió Kou con toda la elegancia y seriedad del mundo.

    - ¿Y qué resultado espera de esto? -dijo Kuro mirándolo por debajo de su capucha.

    -Pronto lo verá mi estimado amigo. Y no te desanimes que estamos aquí. -dijo notando la tristeza del otro.

    De repente tanto Yukina como Kuro sintieron un jalón muy brusco: James había tomado a Kuro de un brazo y lo jalaba para que soltara a Yukina.

    El rubio actuó como extrañado de tal actitud pero en el fondo se divertía porque sabía la verdad.

    -Perdone... pero sería tan amable en soltarnos el brazo. -preguntó educadamente

    - Kuro-san -dijo James bastante serio- ¿es cierto lo que van a hacer? ¿en verdad?

    -Mi amado novio y yo le propusimos eso a Kuro-san y él había dicho que sí porque no tenía pareja. -respondió astutamente, antes que el otro.

    James se quedó pensando. Y luego sonrió.

    - ¿Ese es el caso? -dijo James- entonces Kuro-san aceptó porque... ¿no tiene novio...?

    -Según él dijo que no había nadie que se le halla declarado, a todo esto... James-san... ¿esta celoso?

    Misaki sonrió.

    - Es cierto -dijo Misaki- porque está actuando muy raro...

    James suspiró y miró a Kuro.

    - Kuro-san, la verdad nunca creí que diría esto en este lugar y en esta situación... Siempre creí que sería en su tienda o algo así...

    Expectantes los cumpleañeros esperaban la frase del millón.

    -Takahashi-san... ¿escuchamos esto?

    Misaki se quedó pensando y luego suspiró.

    - Solo veremos si le dirá lo que creemos... Luego nos podemos ir y dejaremos a Kuro solo...

    -Entendido, entonces James-san ¿que le dirá a nuestro amigo?

    - ... Kuro-san, yo...

    Kuro comenzó a sonrojarse.

    - Kuro-san, yo... Siempre me ha gustado... Desde aquella vez que entró al bar con su cuervo en el hombro...

    Kuro se sorprendió y se sonrojó mucho. De la impresión su capucha se cayó un poco.

    - Kuro-san... usted... sé que es mayor que yo pero... ¿le gustaría salir conmigo...?

    La pareja improvisada sonreía con satisfacción, esperando nerviosamente lo que respondería el joven.

    -Kuro-san, James-san se le ha declarado, no se quede callado y diga algo. -susurró el rubio

    Kuro bajó la mirada. Aunque tenía su expresión neutral, estaba completamente rojo.

    - ... Sí... me gustaría salir contigo...

    James sonrió alegremente. Misaki también sonrió y tomó la mano de Yukina.

    - Vámonos Yukina-san, vayamos a otro lado

    -Sí, este momento es mas privado. -dijo alejándose con el castaño de ojos verdes del famoso antro gótico.

    Dejaron a Kuro y a James atrás (quien por cierto ya se estaban abrazando tímidamente) y Misaki sonrió.

    - Eso fue genial Yukina-san, ¿no lo cree?

    -Oh si y la verdad me divertí tanto en provocar al novio de Kuro-san, debería hacer esas cosas mas seguido.

    - Yukina-san -dijo riendo y sujetando la mano del chico- si juega con fuego podría quemarse...

    -¿Y cómo podría quemarme, Takahashi-san? -preguntó malévolamente, afianzando el agarre.

    - Hmmm ¿como podría quemarse...? -repitió riendo- ¿quien sabe? Tal vez si el novio se enfadara en verdad podría golpearlo...

    -Mmm... que mal... pero prefiero ser golpeado por usted. -dijo pervertidamente

    - ¿En serio...? No debería decir eso por su bien Yukina-san -le dijo Misaki de la misma forma

    -Me alegro que me estimes, pero sabes esas cosas se pueden arreglar fácilmente. -susurró sensualmente

    - Ehhhh ¿en serio...? -susurró de la misma forma- que yo supiera eso no se puede... ¿Qué piensas de eso...?

    -Ohh que problemas... bueno podríamos intentar hacer una cura a eso. -aventuró acorralando al chico contra la pared.

    Misaki se dejó acorralar y miró a Yukina sonriendo.

    - ¿Una cura? ¿De qué está hablando Yukina-san?

    -De esto. -dijo Kou rozando con una de sus piernas la entrepierna del joven.

    - Ummm... -jadeó Misaki con una pequeña sonrisita- Yukina-san... ¿acaso ya está muy cansado y no puede hacer nada mejor?

    -Lo haríamos pero siento los ojos de Anubis sobre mí. -dijo masajeando el cuerpo del castaño con su pierna

    - Ahhmm Yukina-san... ¿en serio le tiene miedo... a "Anubis..."? -rio mientras movía su cadera

    -No, pero es una forma de decir a la presencia de varios ojos puesto en nosotros. -susurró en el oido correspondiendo el mover de caderas

    - Amm... ¿Eso qué importa...? -jadeó abrazando el cuello del mayor- ¿eso no lo vuelve mas interesante...?

    -Pues si... y haremos esto. -en eso se agacha quedando con a la altura del erecto miembro del joven, con la boca desabrochó el cierre y comenzó a acariciar el bulto con la mano. -¿Se siente bien?

    - Ammm Yukina-san... -se pegó a la pared por un escalofrío- ahh... S-sí.. .ah... se siente tan... bien...

    -¿Y si hago esto? -preguntó lamiendo la punta lentamente.

    - Ahhhhh... -jadeó y se arqueó levemente- ammm... ugh...

    El rubio siguió lamiendo la punta varias veces, dando algunos chupones y leves mordidas, escuchando los bellos sonidos que le dedicaba el joven castaño

    Misaki se estremeció y se retorcía ante el toque de Yukina. Sujetó con una mano los hombros del chico y con la otra su cabello, acariciándolo y enredando sus dedos en tan sedosas hebras.

    -¿Sigo? -dijo apretando la punta mientras acariciaba con la otra los testículos, admirando el rostro jadeante.

    - Ah... agg... S-sí... -jadeó sintiendo espasmos y escalofríos- p-por favor... sigue... Yukina-san...

    Apretando la punta, el artista siguió delineando con su lengua todo el contorno de la hombría del joven, fascinado por los sonidos y los movimientos involuntarios de Misaki.

    - Ahhh Yuki... no.... hmmm -involuntariamente comenzó a mover su cadera, buscando más contacto con la boca del rubio.

    -No... ¿qué? -dijo continuando con el oral de forma sensual.

    La larga capa de ambos lo ocultaba perfectamente de la vista de los ojos curiosos

    - Amm... es que ugh... yo... no se si... podre contenerme... no se si ammm podre... esperar... hasta casa... aghhhmm

    -Lo llevaré y seguiremos allá. -comentó deteniendo sus movimientos y mirando al chico.

    - Amm p-pero yo... estoy muy... duro... -susurró bajando la mirada- y... d-duele... un poco...

    -¿Si lo llevo a caballito podrá aguantar?

    Misaki bajó la mirada y se sonrojó.

    - Y-yo... no lo sé... podría intentarlo...

    -De acuerdo, probemos. -dijo acomodando la ropa del castaño, una vez que vio que el bulto erecto estaba oculto, se dio media vuelta de espaldas a él. -Suba, Takahashi-san

    Con un enorme sonrojo se subió a la espalda de Yukina y jadeó cuando sintió la presión entre su miembro y la espalda de su compañero.

    Kou se sonrojó por el jadeo del otro y por el bulto que sentía del más bajo. -¿Esta bien o prefiere caminar?

    - E-Estoy bien... -suspiró Misaki- después de todo... No creo que pueda caminar estando así...

    -Aguante un poco y vamos a casa. -dijo acomodándolo más y en eso la erección del castaño rozó su espalda, sonrojándose pero intentando disimularlo.

    - E-está bien... -jadeó el chico intentando mantenerse cuerdo y mordiéndose los labios para no soltar ningún ruido en lo que llegaban al departamento del rubio.

    Durante el trayecto percibía como los calores del otro cuerpo subían y que inconscientemente se movía para calmar la molestia. Con lo cual comentó por lo bajo:

    -Un par de cuadras mas y ya llegamos

    Misaki no respondió nada, estaba más concentrado intentando no soltar ningún gemido y cuando sentía que no podría mordía el hombro del mayor.

    Percibía la presión de los dientes en su hombro, divisó las escaleras de su casa y contento comentó:

    -Un piso mas y terminamos. -dijo sonriendo alzando más al chico.

    Sin decir nada, Misaki solo asintió y dejó que el chico lo llevara hasta su casa. El roce de su miembro con la espalda de Yukina solo lo excitaba más.

    Una vez que pasaron el umbral de la casa, deposito al joven en la cama que estaba cerca.

    -¿Estas bien?

    - S-sí... -jadeó retorciéndose un poco- solo... Un poco ansioso...

    -Pronto se le quitará. -dijo desanudándose el moño del volado y sacándose la larga capa negra.

    Con las manos temblorosas, Misaki comenzó a quitarse la larga y elegante capa, sintiendo un peso menos en su ardiente cuerpo

    -¿Le duele? -pregunta el rubio con naturalidad, acariciando la mejilla del castaño y sonriendo como si nada

    - U-un po... Poco.... -jadeó mientras movía su cadera hacia adelante.

    -Que bueno que sea un poco. -comentó alegremente alejándose un poco y apretando la entrepierna del joven de paso.

    Misaki soltó un jadeo cuando sintió el apretón de Yukina. Sintió que su cuerpo temblaba y al sentir que el chico se alejaba lo tomó de la muñeca para que no lo hiciera.

    -¿Sucede algo Takahashi-san? -preguntó fingiendo preocupación y acercando su pálido rostro al del otro que estaba igual pero con un tenue color rosado gracias al maquillaje

    Pasó sus brazos alrededor del cuello de Yukina y le dio un profundo y apasionado beso.

    - N-no se... Ahhhleje...

    Correspondiendo con la misma intensidad el chico no se despegaba del pequeño cuerpo pero manteniendo a raya su cordura habló lo mas relajado posible:

    -¿Y cómo... nos sacamos... esto?

    - Ahhh rómpelo no se.... Pero no te alejes... -jadeó-

    -No hay necesidad... los disfrutaras igual... -susurró pervertidamente, lamiendo la mejilla con mucha sensualidad y acariciando la entrepierna aun sobre la ropa

    - Ammm mmm nhgt... Ahh e-espera Yuki.... Ammgg n-no espera... Umm más... Más...

    Gemía y se movía al compás de las manos de Yukina, y por alguna razón loca se dio cuenta que a pesar del sudor su maquillaje no se corría.

    -Dime... ¿qué deseas que haga Botchan? -preguntó galantemente sin moverse ni un milímetro y susurrando en el oido de este.

    - T-Tócame... Mi siervo... -jadeó sonrojándose.

    -Amo esa orden no es muy especifica. -replicó Kou sin cambiar de pose

    - Amm umm... Pues entonces, quita mi ropa... Sin separarte de mi...

    -Yes, My Lord. -susurró dando un intenso beso al castaño sin quitarse de encima, mientras que sus manos se paseaban por encima de la camisa que este tenía, masajeando todo el torso que podía tocar.

    Correspondió al beso del mayor gimiendo al sentir las manos de Yukina. Su miembro se puso mucho más duro de lo que estaba y rozaba contra la rodilla del rubio.

    El artista sentía la erección de su modelo y entre besos que no terminaban, continuaba con su insinuosa labor de masajes. Su mano se deslizó, colándose en la piel del castaño que debido a la ropa estaba mas tibia de lo normal.

    -Amo, ¿tiene fiebre? -preguntó tocando los pezones de Misaki.

    - Amm... C-creo que sí... Yukina-san... -le jadeó en los labios- si eres un buen sirviente... Entonces te ordeno que ummm... M-me quites esta... fiebre...

    Siguió frotándose contra el cuerpo de Yukina, sintiendo que la temperatura de ambos iba en aumento.

    - Y otra cosa... q-quiero que te... desnudes....

    -Como el amo ordene. -respondió Kou desabotonándose con una mano uno por uno los botones de la camisa blanca. A la vez descendía por el cuello para lamerlo y morder un poco.

    Una vez que desabotonó todos dejando expuesto su torso, dedicó a consentir a Misaki con lamidas, besos y chupetones, mirando embelesado las reacciones de su cuerpo que al igual al suyo subía de temperatura. Con una mirada muy seductora se colocó enfrente del rostro del otro, mechones rubio cubrían perfectamente uno de los ojos cafés en el momento que preguntaba:

    -Mi Amo ¿desea que lo consienta mucho?


    - Ammm ughhh -gimió Misaki moviendo su cadera- Ahhh s-sí... q-quiero que me ... consientas mucho... mi querido sirviente... -dijo de manera pícara mientras admiraba nuevamente el cuerpo de Yukina.

    -Como el amo... ordene... -respondió mientras devoraba de a poco el bajo vientre del castaño, y sintiendo la humedad del miembro de este y que reclamaba desde hace mucho su devota atención. En eso se iba deshaciendo como podía de la camisa blanca, dejando su parte delantera libre de todo ropaje.

    Misaki iba gimiendo al compás de las caricias del más alto. Mientras Yukina lo acariciaba Misaki enredaba sus dedos en la cabellera del alto, en parte como caricia y en parte para indicarle la velocidad a la que quería que fuera.

    En esos momentos él era el amo, Yukina era... solo un simple mayordomo.

    -Joven... Amo... ¿desea que... siga? -preguntó pasando de largo la hombría del muchacho mientras retiraba los pantalones de este y mimaba las piernas del chico.

    - Hmmm... s-sí... sigue... -jadeó a la vez que subía sus piernas a los hombros de Yukina para que lo siguiera mimando.

    El rubio consintió cada trozo de piel de las piernas de Misaki, lamía y subía y bajaba a lo largo de este. Pero por razones divertidas no se acercaba al miembro de este para poder disfrutar de la ocasión y de la experiencia.

    Misaki suspiraba y se estremecía ante el suave toque de Yukina. Casi inconscientemente movió su cadera hacia adelante, le encantaba la sensación que tenía en sus piernas pero su miembro ya gritaba por atención.

    -¿Se... siente bien? -preguntó con picardía al ver la erección del chico y que esta goteaba un poco, la suya propia le dolía pero la disminuyó un poco al rozar con una de las piernas de Misaki.

    - Ahh... s-sí... Ahhh!! -gimió al sentir la dura erección del chico contra su pierna. Por inercia movió su rodilla para rozar de nuevo el miembro de Yukina.

    -Mmm... Amo... por favor... no haga eso... -comentó Kou al sentir los movimientos involuntarios o voluntarios de Misaki.

    - Pero... Yukina-san... está muy duro también..

    Hizo un movimiento y quedó encima del más alto, y una vez en esta posición comenzó a masajear el miembro de Yukina por encima de la tela.

    -Takahashi-san... ¿q-que hace...? ahh... -dijo sorprendido al quedar debajo del menor, gozando de las caricias que este le proporcionaba

    - Estoy... recompensando a mi... mayordomo...

    Se sentó encima del miembro de Yukina y comenzó a rozar su trasero contra el bulto, sujetándose de los hombros del chico, haciendo una deliciosa y tortuosa presión para ambos.

    -Ah.... l-lo hace.. muy bien... Amo... -gimió un poco mientras con sus manos sujetaba la cintura de este y se acercaba a la boca para darle un apasionado beso.

    Correspondió al beso mientras seguía moviéndose. Cuando el aire se le acabó se separó solo para comenzar a besar el pecho de Yukina. Mordía y besaba todo lo que podía, incluso jugueteó con los erectos pezones del chico, mordiéndolos y pasando la punta de su lengua por el centro de los pezones.

    El rubio se sentía demasiado caliente y su cuerpo era prueba de ello. Involuntariamente su cadera se meció haciéndole entender que su ser reclamaba la atención del otro cuerpo que seguía sentado cómodamente sobre él.

    El ojiverde soltó un gemido pero no hizo nada, simplemente siguió rozando su trasero contra el miembro de Yukina, jadeando y moviéndose cada vez un poco más rápido. Rozó su pecho contra el del chico sintiendo como los latidos de ambos pechos chocaban.

    Yukina jadeaba un poco más porque el roce era demasiado... demasiado apasionante, cargado de lujuria pero con ese toque de inocencia de Misaki.

    -Amo... si sigue así... mmm... se vendrá... y como mayordomo no puedo... consentir tal acción... -dijo apretando la punta del miembro de este.

    - Ahhh no... S-suelta... -jadeó desesperado cuando sintió que el alto presionaba su punta- d-deja que me ahhh c-corra...

    -Pero Amo... si lo dejo se ensuciará y eso... no lo puedo permitir. -dijo manteniendo su postura, mientras masajeaba su hombría contra la otra con la mano libre que tenía a disposición. -A-Amo... aguante un poco mas... -murmuró Kou en el oido de Misaki

    - Ummh... p-pero... es que... agh... y-ya no... no puedo ahh... necesito... necesito ya... ammm Yukina-san... -su espalda comenzó a arquearse.

    -Solo un... poco más... Takahashi-san... -dijo lamiéndole el lóbulo y mirando la expresión jadeante y sonrojada del castaño, amaba como este en su momento de clímax ponía esas bellas expresiones

    - Ahhh p-pero... ammm ya no ahhmm... ya no puedo ughh s-siento que me ... me derrito ummm

    -Amm... resista... unos minutos mas... -dijo masajeando mas rápido ambas hombrías y mirando los ojos verdes de Misaki, el orgasmo le estaba llegando como choques eléctricos y de un momento a otro ambos se vinieron manchándose mutuamente

    Misaki terminó bastante agitado en el pecho de Yukina, pero aun no era suficiente y se lo dio a entender besándolo con pasión y volviendo a mover sus caderas.

    Correspondiendo con el mismo fervor, el también siguió los movimientos del castaño y con picardía preguntó:

    -¿Que desea... hacer Botchan?

    - ¿A qué te refieres con "qué"? -le dijo con "altanería"- quiero que me hagas sentir satisfecho, ya que eres mi sirviente... -jadeó en sus labios-.

    -Si no me... lo especifica... no podré cumplir su "petición". -respondió con toda educación y entrega total

    Misaki se acurrucó en el pecho de Yukina y lo miró a los ojos un tanto sonrojado.

    - Tómame...

    -¿Seguro? lo hicimos... tantas veces... ¿no le duele? -preguntó acariciando la cabellera mientras lo acomodaba en su regazo para acunarlo

    - No, si me doliera no te lo pediría... Y aunque me doliera, lo deseo tanto que realmente no me importaría...

    -Esta bien... te consentiré... -respondió suavemente mientras uno de sus dedos se deslizó adentro de la entrada del castaño, provocando el estremecimiento del mismo

    - Amm... -jadeó. No le era suficiente, quería más-. Yukina-san ahhh... Más... Más... Dame más -gimió mientras comenzaba a mover su cadera-.

    -De a poco... no quiero lastimarlo, Takahashi-san. -dijo introduciendo el segundo de los dedos e iniciando como en otras ocasiones los movimientos de tijera y circulares, al mismo compas que los andares de cadera del castaño

    - Amm... No... y-ya... mételo... -jadeó- no necesito... esto... tus dedos...

    Tomó el cabello de Yukina y lo estiró e hizo que lo mirara a los ojos.

    - Te necesito aaahhmm... a ti...

    -Lo se... pero debo prepararte... -susurró introduciendo el tercero y provocando los pequeños embistes siguiendo el ritmo de vaderas del otro

    - Amm... p-pero... vamos... -jadeó. Se movió ligeramente y tomó la capa que llevaba anteriormente y sacó un pequeño frasco el cual entregó a Yukina- no... no recordaba esto...

    -¿Qué es eso?- preguntó mirando el frasquito

    - Es um... -se sonroja- lu-lubricante... Kuro me lo dio antes de que saliéramos de su tienda... me dijo que lo iba a utilizar...

    -¿Lo quiere usar? -preguntó extrañado y mirando la sustancia con mas minuciosidad

    - ¿Y porqué no? Sería un desperdicio si no lo usamos... -sonrió colgándose de su cuello-.

    -Mmmm... que chico tan sucio... -dijo abrazándolo mientras desenroscaba el pote y untaba los dedos en él, luego metió los tres en él y los movió con rapidez

    - Ammm ahhh haaaa -jadeó de inmediato. Aparte de que el gel era frío, los dedos de Yukina entraron aun más dentro de él y con más facilidad, además... Rayos, había que admitirlo: le excitaba que Yukina le susurraba palabras "sucias" al oído.

    -Esta tan mojado que mi dedos se mueven con facilidad, Takahashi-san. No sabía que fueran un chico tan exquisito. -dijo Kou susurrando en el oido del mencionado mientras continuaba con su labor

    - Ah! Ah! Ummff! Yukina-sannn agghhh e-espere... ahhmmm !!!

    Se comenzó a mover un poco más rápido, intentando meter los dedos de Yukina aun más dentro, y sintió que su miembro se ponía aun mas duro al escuchar las palabras del mayor.

    -Encima se mueve con ganas... no pensé fuera así de lascivo Takahashi-san. -susurró Kou retirando los dedos en tan delicada zona.

    - Ahmmm uff Yu-Yukina saaaahhhnnnn ghh -se sintió muy frustrado cuando Yukina sacó sus dedos, así que de inmediato comenzó a intentar sentarse sobre el miembro de Yukina.

    -¿Lo ve?... es un lujurioso y lascivo, Takahashi-san. -dijo tocando la hombría de este con los dedos, en la rosada punta, viendo con gracia los movimientos del ansioso joven

    - Yu- Yukina-san... ugh... n-no aaahh ummm diga esas.... aahh esas cosas...

    -¿Decir qué cosas? -preguntó haciéndose el desentendido

    - D-decir tantas... cosas ammhh... sucias...

    -Y como no decirlas... si usted las hace... con mucha energía. -comentó mordiéndole la oreja.

    - Ahh pe-pero yo... Nght... Yukina-san yahhh... ya m-métalo... -jadeó, ya que debido a sus temblores no podía auto penetrarse.

    -.¿Es una.. orden? -preguntó con voz seductora, tocando con la punta de su miembro la entrada del otro

    La espalda de Misaki se arqueó hacia adelante, provocando que su pecho rozara contra el del mayor.

    - S-sí... -jadeó- me-mételo... ammm ugh ahora...

    -Su deseo... es mi orden. -dijo sentándolo lentamente sobre su hombría generando espasmos en los dos, con mucha pasión besó a Misaki a medida que descendía su cuerpo en él.

    Mientras Yukina lo penetraba sentía un fuerte calor en su interior, también sentía el pene de Yukina palpitar. Cuando el rubio terminó de entrar en él no quiso esperar sino que enseguida comenzó a moverse. Además gracias al lubricante era más fácil.

    -Takahashi... san mmm... esta... estrecho... y caliente... -comentó jadeante después de separarse un poco para recuperar aire, la calidez de aquellas entrañas lo dejaba sin palabras.

    - Hmm no ahh no... -Misaki enseguida volvió a pegarse contra Yukina- agg no me ammm importa s-si aahhh me ahogo... Ughh no quiero que te ammm s-separes de mmm mi...

    -Mmm... no me... separaré... ahhmm... -gimió Kou tomando esos carnosos labios y moviendo un poco la cadera, dando el inicio de un vaivén que no sabrían cómo terminaría

    El castaño siguió el movimiento de Yukina, sintiendo que de pronto el pene del rubio entraba mucho más profundo de lo que lo había hecho anteriormente, y soltó un grito de puro placer.

    -Takahashi-saaannmmm... no me gima... de esa forma...me calienta... ahh más... -dijo Kou en el odio del chico y luego le lamió sensualmente mientras le tocaba las nalgas de este.

    - Ammm mmm -gemía Misaki metiendo aun más adentro el pene de Yukina. Por lo visto, el lubricante no era un simple gel, tenía algo más... - Yukina-san... ammm m-métalo mas... más adentro...

    -Ahh... esta... caliente... acá... esta muy... suave... -dijo Kou, penetrándolo mas adentro y tocando en varios puntos donde el cuerpo de Misaki sentía mucho placer y eso se notaba en los sonidos y en los movimientos que realizaban

    De un momento a otro Misaki se levantó del miembro de Yukina y se acostó, elevando su trasero y dejando expuesta su roja entrada.

    - Yuki... Yukina-san... -jadeó mirándolo de lado- me... métalo... por favor... muy adentro...

    -Será... que... usted... -aventuró Yukina embelesado y sorprendido por la pose del castaño. -Esta... roja, no le duele... -dijo lamiendo la entrada de Misaki limpiando la superficie que luego recibiría su hombría.

    Al sentir la lengua de Yukina lamiendo su ano Misaki gritó de tal forma que tuvo que morder la sábana para que los vecinos no escucharan. Movió ligeramente su cadera y sus nudillos se pusieron blancos de lo tanto que sujetaba esa tela.

    - Ahhh no Yukina-san... no me umm... no me duele uggg...

    -Será... que ese gel... -y no había que ser muy listos para darse cuenta e la extrema sensibilidad del chico de ojos verdes. -Sabe... esta sensible y mas aun acá. -comentó lamiendo e introduciendo su lengua en esa rosada zona, con sus manos libres tocaba la punta del miembro del otro y jugaba con el glande para comprobar que su idea era cierta.

    Soltó un grito de placer al sentir la lengua de Yukina dentro suyo, tanto que sus piernas le fallaron y terminó por derrumbarse en la cama. Estaba tan excitado que le era difícil moverse, incluso hablar le costaba.

    - Yuki... Yukina-san... Ughh... Algo...

    -¿Algo qué? -dijo Kou continuando con su tarea de lamer ese húmedo sector, dejando descansar el pene del chico en su mano pero no lo masturbaba ni nada porque ya sabía que esa sensibilidad se debía a la sustancia.

    Misaki se sentía extraño. ¿Porqué el simple hecho de sentir la mano de Yukina encima de su pene, quieta, le excitaba como si le estuviera haciendo un oral? ¿Porqué sentía de más la lengua de Yukina?

    - Algo quiere... Salir... Uummgg quiero... Correrme...

    -Aun no... hace poco se corrió. -sentenció Kou jugando nuevamente con los dedos, entiendo los tres a la vez meciéndolos de un lado al otro. Luego los retiraba y lamía todo el liquido seminal que desprendía Misaki de esa zona. -Sabe... yo quisiera correrme por solo hacho de escucharlo gemir así. -comentó porque el dolor de su hombría se acentuaba de momentos
  10. .
    Por favor les ruego paciencia, la 2da parte de este cap, nadie dijo que iba acabar ahi XDD

    - Gracias -sonrió- y sí, se cocinar -sonrió penosamente.

    -Eso es un talento, apuesto que cocina de maravilla.

    - La verdad no lo sé, pero lo que hago al menos se puede comer.

    -Cuando regresemos, cocine algo y verá que le saldrá de maravillas.

    - Claro que sí -sonrió.

    Una ráfaga de viento despeinó a ambos chicos y bajó ligeramente la camisa de Misaki dejando sus hombros al descubierto.

    La naturaleza sabía como poner toda la situación a su favor, y eso le recordó la otra propuesta que había aceptado el joven.

    -Takahashi-san... póseme una vez más. -susurró en el oido del castaño seductoramente.

    Misaki se estremeció.

    ¿Cómo quiere que pose? -susurró.

    -Esta vez... elija usted. -sentenció Yukina de forma muy sensual y divertida.

    Misaki sonrió y se levantó, recordando su promesa.

    Con el pie comenzó a juntar las flores que había en e suelo, formando una clase de cama y miró a Yukina.

    -Por favor voltéese por unos momentos.

    El rubio se dio media vuelta, mirando el paisaje exterior por unos momentos, pensando que haría el chico para impresionarlo

    Misaki se quitó la camisa y la lanzó accidentalmente a propósito hacia Yukina, dándole a entender lo que haría.

    -Takahashi-san... sea amable y no me excite por favor. -comentó divertidamente el artista al sentir la camisa del chico deslizarse por sus hombros.

    Misaki soltó una risita.
    Se acostó en la cama de flores que había preparado, boca abajo y un poco ladeado hacia Yukina, para que pudiera apreciar su cara y parte de su pecho.
    Extendió su brazo derecho y apoyó su cabeza en él, mirando al chico. Movió su pierna de manera que cubrió sus partes íntimas pero su trasero quedó bien a la vista.

    - Listo, ¿así está bien, Yukina-san?

    Al girarse Kou quedó con la boca abierta, era la imagen perfecta, un chico muy deseable y se contuvo todo lo que podía para no lanzarse y tocarlo.

    -S-Sí, así es-esta p-perfecto. -tartamudeó

    Misaki no pudo evitar el reír al ver que Yukina estaba nervioso.

    - Vamos Yukina-san no se ponga así, y dibuje que es la primera vez que hago esto y estoy muy nervioso -dijo sonriendo apenadamente.

    -También es mi primera vez que dibujo un desnudo. -confesó el estudiante, sentándose en el suelo, sintiendo para su mala suerte su erección.

    Y para su mala suerte, el castaño alcanzó a verlo.

    - Yukina-san... ¿Ya... Está... Duro? -dijo sonrojándose notablemente.

    Si le digo que no sería una mentira. -dijo Kou, intentando guardar compostura y sentarse de forma tal que no le doliera el roce. Aunque sus mejillas ya estaban rojas por solo ver al castaño.

    - Heee pero Yukina-san... Ni siquiera nos hemos tocado... ¿cómo es que ya está así...?

    -Perdóneme, solo omita mi erección y mantenga su pose por favor.-pidió Kou, abriendo en una hoja nueva para empezar con el dibujo, mirando de reojo al castaño.

    Costaba horrores dibujar sin tener en su mente delgados dedos paseándose en ese frágil cuerpo.
    Con reproches mentales siguió su boceto cuidando los detalles y como buen artista mirando fijamente a su modelo.

    Misaki rio y muy disimuladamente comenzó a mover delicadamente su dedo índice en el suelo en círculos, sin perder su pose.

    -¿Se aburre? -preguntó mirando a Misaki, en medio del bosquejo donde graficaba el torso del joven. Su cuerpo se prendía más pero con esfuerzo guardaba la compostura.

    - Un poco -sonrió- es aburrido estar un rato inmóvil. Pero estoy bien, así que solo dibuje Yukina-san

    -Si, perdone ya terminaré en unos minutos. -dijo Kou, moviendo su flequillo hacia atrás para que no le estorbase, de su bolsillo sacó un par de hebillas y se las colocó para que no interfiriera.

    Dando un profundo suspiro, retomó su seriedad y continuó con el grafico, la parte mas difícil era la zona baja ya que ahí se debatía su inmoralidad con su racionalidad

    - ¿Qué ocurre Yukina-san? -dijo al ver al alto que parecía debatirse con él mismo- ¿hay algo malo?

    -No.. no es nada. -respondió aun sonrojado pero serio, finalizando los contornos de la cintura y los detalles anatómicos del muchacho.

    Por suerte es era rápido porque no había tantos detalles, ahora le estaba colocando el claro oscuro, cuidando en plasmar bien el brillo de los ojos y del contorno del cuerpo que quedaba en la luz

    Misaki sonreía divertido. La erección del cuerpo de Yukina aun no se había bajado, sino que parecía todo lo contrario. Estaba sonrojado y parecía muy nervioso.

    -Siento vergüenza de mi mismo.-confesó el rubio al ver la risa del castaño.

    Finalmente había acabado con el dibujo y lo dejó al lado de él en el suelo, de pronto se dio vuelta y se sacó el saco negro del uniforme de preparatoria y se la tendió a Misaki.

    -Takahashi-san ya regreso. -dijo Kou con un sonrojo en las mejillas.

    - Ah... Está bien -dijo extrañado y poniéndose el saco que Yukina le extendía- ¿a donde va?

    -No estaré lejos, solo espere un momento. -respondió sacándose los pantalones y el bóxer para quedar con la camisa, tirándose en el estanque que adornaba la entrada del kiosco.
    El agua fría aplacaba un poco su calentura y se quedó así por unos minutos, evitando mirar hacia adentro del lugar, donde sabia que el castaño estaba desnudo.

    Misaki corrió hacia el estanque.

    - ¡¡Yukina-san!! ¡¿qué cree que hace?!

    -M-Me enfrío. -respondió suspirando el rubio mirando a otro lado menos a Misaki.

    Llegó a la orilla del estanque y se asomó, un tanto preocupado.
    - ¿Enfriarse? ¡¿Que demonios?! ¿¡para eso tenia que tirarse al estanque donde hay.. Ranas?!

    -Eso no importa... solo necesitaba bajar mi temperatura. -sonrió al joven, y la verdad a pesar de que el dichoso estanque tenía batracios, le ayudó a volver a ser el mismo.
    Se sumergió un poco para salir con el cabello hacia atrás, la camisa blanca también estaba mojada y marcaba sus pectorales, la imagen era muy sexy y deseosa.

    Misaki lo pensó durante unos segundos y luego sonrió. Se acercó a él lentamente y lo miró.

    - Yukina-san, en verdad... -dijo mientras le quitaba unas ramas del cabello- no sé porqué hizo eso... -le quitó unas hierbas de los hombros- si sabía muy bien que como sea, iba a terminar de la misma manera...
    Dejo caer el saco y lo besó.

    Esa acción lo tomó de sorpresa, no podía creer lo que sucedía, estaba probando nuevamente esos labios... la verdad ese chico sabía dar buenos regalos.

    De buen grado correspondió al contacto y con su lengua pidió permiso para inspeccionar la cavidad bucal del otro, abrazando cuidadosamente.

    Abrió la boca para poder saborear la boca de Yukina, poder enredar sus lenguas y sentir como la saliva se mezclaba, sin saber cual era cual.
    Estando desnudo, se estremecía al sentir el frío y mojado cuerpo de Yukina, que aparte de que lo empapaba, soplaba el aire y lo hacía temblar.

    Los minutos que duró el beso fue eterno, su cuerpo estaba frío pero sentía una calidez que no sabía de donde provenía.
    Rompiendo el beso despacito preguntó al chico:

    -Takahashi-san... ¿tiene frío? no debió haberse sacado el saco.

    - ... Yukina-san... T-tengo frío... -suspiró abrazándose al cuerpo del más alto y escondiendo su cara en ese fuerte pecho.

    -Si tienes frío, vallamos adentro y te pones la ropa. -dijo abrazando al tembloroso chico, era verano, pero el agua fría no caía bien a todo el mundo. -¿Nos vamos adentro? o ¿nos quedamos acá?

    Misaki sonrió y arrastró a Yukina adentro del kiosco. Una vez ahí hizo que se sentara en la cama de flores que anteriormente había usado. Ya sentado, Misaki se subió al regazo del artista y comenzó a besarlo nuevamente.

    Desde el lugar donde estaba, era muy cómodo y sentía como el tembloroso cuerpo del joven se estremecía por la brisa. Con la dulzura que lo besaba respondía por igual, y lo acunaba en sus brazos para brindarle calor que por el momento no tenía debido a la ducha fría dada hace unos minutos.

    -¿Aun... tiene frio, Takahashi-san? -cuestionó besando esos ricos labios que no podía abandonarlos.


    - Amm.. S-solo un poco... -jadeó en esos labios semi-sonriendo.- Usted tiene frío, ¿Yukina-san?

    -No tanto como usted. -respondió recostando ese cuerpo delgado en su torso, acariciando el cabello lacio removiendo los pétalos que se volvían a posar en él.

    Con un suave suspiro, Misaki entrometió una de sus manos debajo de esa pegada camisa y acariciando parte de sus pectorales húmedos y fríos, pero... De alguna manera le excitó.

    -Parece que... necesita enfriarse un poco, Takahashi-san. -hizo notar Yukina, lamiendo el lóbulo del castaño y descendía en el cuello, con el brazo que lo acunaba rozaba un poco los botones rosados y esto provocaba espasmos en el cuerpo de Misaki.

    - Ah... Yu-Yukina...san... -jadeó Misaki echando su cabeza hacia atrás para permitirle que siguiera probando su cuello.

    -Dígame Takahashi-san... -susurró Kou, estimulando los pezones del mencionado.

    - hmmm se.... Ah siente.... Ummm tan... Bien.... -gimió moviendo un poco sus caderas.

    -¿Quiere que lo toque acá? -tocando disimuladamente con sus manos la entrepierna de Misaki.

    - Ammm... S-sí ahh -gimió mientras sentía como su miembro se empezaba a endurecer.

    El rubio con una suave sonrisa, acomodó al menor en la cama de flores y con suaves masajes fue descendiendo hasta dar con el miembro erecto del chico.
    Con su lengua, empezó a dar pequeñas lamidas, todas en la punta y con sus manos acariciaba los testículos. Misaki comenzaba a reaccionar a esos roces placenteros.

    - Ahhh ummm Yukina... San... -gemía mientras subía sus piernas a los hombros del mencionado. Conforme pasaban las caricias la espalda de Misaki se iba arqueando.
    Con sus manos acarició el cabello del más alto en parte como caricia y en parte para guiarlo a la velocidad que quería -la cual era muy lenta-.

    Manteniendo ese ritmo, Kou fue bajando y contorneando todo el pene del castaño, lamiendo como una helado, despacio para saborearlo perfectamente. Siendo mimado por las caricias de Misaki que deseaba mas de él.

    El castaño comenzó a mover sus caderas inconscientemente, deseando más de ese cálido contacto. Era tanto el placer que de tanto en tanto jalaba los cabellos del más alto, retorciéndose.

    - Ahhh Yukina-san.... Ummm más.... Ahh más...

    -Disfrute Takahashi-san... porque hoy debe gozar... -retomó su labor, bajo hasta la base y chupó los testículos del joven que gimió de la excitación arqueando mas su cuerpo. Haciendo el mismo labor con el otro y con igual resultado por parte de su dueño.

    Después notó que el liquido preseminal mojaba la punta y con mucha paciencia la limpiaba para meter de lleno en su boca e iniciar un suave vaivén.

    - Aa ammm n-no Yukina-san nnngh... Y-ya casi... S-siento que me ahhmmm d-derrito... -jadeó mientras se tocaba sus pezones y movía sus caderas.

    El rubio levantó su cabeza dejando que parte del presemen se cayera por su boca hacia su cuello.

    -Ya termino... Takahashi-san. -con una sonrisa acarició con su mejilla el miembro de este, para realizar el mismo procedimiento, limpiar la punta húmeda y meterla a la boca para limpiar y masturbarla a la vez.

    Misaki comenzó a jadear aun más pellizcaba sus pezones y acariciaba su cuello. Estaba tan excitado, y la boca de Yukina era tan cálida...

    - Yu... Yu... Yu... -jadeaba- ya... Ya no... Ahhh ummmm ahhhh ¡¡Aaahhhh ahhhhh!!

    Misaki se derritió completamente dentro de la boca de Yukina, moviendo sus caderas de forma suave para hacer durar un poco más los efectos del orgasmo.

    Kou satisfecho tomó toda la esencia que le brindaba el menor y con mas lamidas limpió los restos que salían de la punta del joven.
    Luego se alejó mientras se lo tragaba preguntando

    -¿Aun... tiene frío?

    Aun muy agitado, Misaki negó con la cabeza, mientras enredaba sus piernas en la cadera de Yukina.

    - Yuki... Yukina... San.. T-tengo... Mucho... Calor... -jadeó.

    -¿Quieres que... te ayude a bajarla? -propuso pícaramente Kou recostándose en el cuerpo del castaño.

    - Sssiiii ahhh si... Por favor´... Jadeo abrazándose al cuelo de Yukina

    Con cuidado cargó al castaño estilo princesa saliendo del kiosco, zambulléndose despacio en la zona clara del estanque. El frio golpeó ambos cuerpos que se apegó más al cuello del rubio, el otro se sentó cerca del borde de la misma y acomodó al menor sobre su hombría, provocando que suspirara con el roce.

    -Ahh... esta frío...

    - Yukina-sannn...

    Misaki se estremeció y se pegó al cuerpo de Yukina, temblando por el frío del agua y por la excitación de la que era preso.

    -¿Me... muevo? -preguntó en tono bajo porque a pesar que el lugar estaba oculto, seguía siendo un lugar publico por eso cuidaba controlar su voz.

    Conteniendo un poco su voz, movió su cabeza en forma afirmativa, aferrándose al cuello del más alto y enterrando su cabeza entre el cuello y hombro de Yukina.

    Despacio comenzó a embestirlo jadeando por lo bajo en el oído del joven, sus lascivos movimientos hacían olas en el estanque. Un lugar muy peculiar para hacer el amor... o en este caso bajar la temperatura.

    Misaki comenzó a jadear e intentó ahogar sus gemidos en la piel de Yukina.
    No sintió mucho dolor y comenzó a mover sus caderas, intentando que Yukina fuera aun más dentro de él.

    -Mmmm... Takahashi-san... -jadeó Kou aumentando la velocidad de sus embistes apresando las piernas del joven a cada lado de su cuerpo para penetrarlo mas profundo.

    Misaki jadeó y se tensó bastante. Arqueó su espalda hacia atrás apresando el miembro de Yukina completamente dentro de él y apretó el amarre que tenía con sus piernas en la cadera del alto.

    - Ahhhh Yukina san... mmmm más... aahh mas...

    Era difícil embestirlo estando apresado dentro de él, entre jadeos empujaba mas y mas profundo.

    -Es tan... estrecho...

    - Ahh ummm mmm amm Yukina sann ahhh más... dentro... más...
    Misaki comenzó a cabalgar encima de Yukina, provocando un chapoteo en el estanque espantando a algunas ranas que salían y se alejaban de ese lugar.

    El placer de hacerlo con un desconocido, el morbo de hacerlo en publico, todas aquellas sensaciones era únicas e irrepetibles.
    Continuó dándole mas profundo, aumentando su danza y el oleaje del estanque.

    Misaki se sentía perdido. Era tan excitante hacerlo en un lugar público, donde cualquier persona podría pasar y verlos en tan apasionada escena pero no le importó, lo único que quería era llegar al final con ese chico y sentirlo aún más dentro de él.

    -Mmm... ah... estas tan... estrecho... -gimió Kou dándole con todas sus fuerzas y penetrándolo profundamente, ya no le importaba si gritaba, quería gozar el instante de lujuria pura.

    - Umm ahh ahhhmmm -ya casi gritaba, se mordía los labios para no hacerlo. Sentir el agua que salpicaba por todo su cuerpo lo hacía estremecerse, tanto que clavaba sus uñas en la blanca piel del chico, casi casi sacándole sangre.

    -Nght... ahh... dioss... -jadeaba Yukina embistiendo desenfrenadamente y tomando la virilidad de Misaki para masturbarlo fuertemente. El placer cegaba los rasguños que el chico hacia para calmar su sentir.

    - Ammm Yukina-san!!! Ahhhh !!! Más!! Más!!

    Yukina comenzó a golpear cierto punto dentro de él, su próstata para ser más exactos, y lo estaba sacando de sus cabales. Ya no le importaba que todo Japón estuviera alrededor de ellos viendo ese prohibido espectáculo, solo quería sentir más a Yukina.

    Seguía chocando en el punto donde perdía la cordura el castaño, ambos gemía alto y para no ser tan escandalosos, lo abrazó y lo besó desperadamente. Sintiendo los pequeños hormigueos que anunciaban que el orgasmo estaba a la vuelta de la esquina

    Misaki ahogaba sus gritos y gemidos en la boca de Yukina, temiendo que alguien si llegara a escucharlos en serio. Se abrazó a su cuello y lo besó de forma hambrienta, buscando aun más de ese chico, lo que recibía no era suficiente.

    Sin pena y desenfrenadamente embistió salvajemente, manteniendo el beso lo más que podían. Se separaban un poco para recuperar el aire y luego volvían a juntar sus bocas en una danza interminable

    Al final sus sentidos se nublaron por unos segundos y ambos jovenes se corrieron a la vez, uno manchando la mano y el otro dentro del cuerpo del castaño, finalmente soltaron el contacto bucal recostándose en el agua, casi flotando para recuperar el aliento.

    Misaki jadeaba e intentaba recuperar el aliento. Se puso bastante rojo al ver como un líquido blanco y viscoso flotaba en el agua.

    - Yukina-san... -suspiró Misaki acomodándose en el pecho del mencionado.

    -¿Sí... Takahashi-san? -Preguntó abrazando al chico.

    - Por alguna razón... el agua ya no está fría... está tibia... -dijo para mirar al chico a los ojos y sonreír.

    -Parece que nuestro actividad artística calienta hasta lo mas frío que hay. -correspondiendo la mirada y sonrisa.

    Misaki no pudo evitar reír y abrazó a Yukina.

    - Pero, nuestros trajes están un poco arruinados, ya no podremos salir a divertirnos con eso puestos...

    -Creo que tienes razón... mmm usemos otro disfraz. -propuso alegremente.

    - ¡Sí! -dijo Misaki feliz- ¿tiene alguno en su departamento?

    -Mmm... creo que no... tengo muy pocos disfraces que sirvan. -respondió dubitativo.

    - Tengo una idea -dijo Misaki sonriendo- ¿porqué no vamos a casa de mi hermano? Él debe de tener algo interesante...

    -De acuerdo, vamos para allá. -respondió sonriente Kou, levantando a Misaki como una princesa para volver al kiosco y ponerse los uniformes escolares.

    Después de haberse puesto los uniformes, Misaki se dio cuenta de que traía la cara un poco manchada de barro del estanque, así que salió para enjuagarse la cara y quitarse ese barro.

    Kou notó su pelo algo enmarañado y volvió al sitio y puso la cara en ella revolviendo su cabeza para ver si salía el barro y algunas ramitas.

    Misaki volteó y sonrió.

    - Yukina-san, tienes algo de barro en la cara

    -¿Donde? -intentado ver su reflejo en el agua

    - Ahí

    Y con un gestó muy infantil, metió su mano rápidamente al estanque y le lanzó agua a la cara, riendo alegremente.

    El chico miró divertido a su compañero, y le comentó:

    -Muy divertido pero Takahashi-san... tiene una rana en la cabeza. -señalo al pequeño batracio

    - ¡¿Qué?! -dijo Misaki escandalizado y moviendo sus brazos de forma histérica- ¡quítala! ¡quítala! ¡quítala!

    -¡JAJAJA! -se rio Kou mirando los movimientos de Misaki. Dios eso si que era una buena broma

    Al percatarse de que era una broma, Misaki frunció el ceño y sonrió.

    - ¿Así que crees que fue divertido? ¡¡Toma!! -dijo en forma infantil y comenzó a tirarle agua de forma masiva.

    -¡Ey espera! -comenzó a contratacar de igual manera, en una de las veces mojadas, Kou se resbaló y llevó consigo a Misaki cayendo ambos adentro del estanque, empapándose de arriba a abajo. -Ahh... esta fría...

    - ¡Yukina-san! -dijo Misaki sujetándose del mas alto- ¡¿porque hizo eso?!

    Sintió algo pegado a su mejilla y cuando intentó quitárselo, se quedó en shock cuando noto que ese "algo" era resbaloso y respiraba.

    - ¡¡¡AHHHHHH!!!! ¡¡¡QUITELA!!!! ¡¡¡QUITEMELA!!!

    Misaki comenzó a hacer un gran chapoteadero en el estanque, provocando que más ranas salieran y unas se subieran a Yukina.

    -¡CALMESE TAKAHASHI-SAN! -dijo Kou tratando de calmar al chico y de paso sacarse a los batracios que subieron en él.

    Después de una intensa batalla ambos estudiantes salieron mas mojados y sucios de lo que esperaban.

    -Takahashi-san... dudo que su hermano nos reciba así...

    - Ah, no lo creo -sonrió Misaki intentando quitarse los pedazos de hierbas que tenía pegados- mi hermano es alguien amable y paciente. A lo mucho se burlará de nosotros.

    -Tengo una idea en caso de que su hermano no este en casa. Y creo que este amiguito nos va a ayudar. -dijo Kou con una sonrisa traviesa señalando a la rana.

    Misaki se estremeció al ver al animal.

    - Yukina-san... ¿qué piensa hacer con eso...?

    -Conseguir ropa limpia y disfraces nuevos. Dos pájaros en un tiro. -respondió ocultando el animal dentro del saco. -Vamos sígame. -tomó la mano de Misaki para llevarlo a la zona comercial.

    Misaki siguió a Yukina, todavía preguntándose como podrían conseguir disfraces nuevos con una simple rana, pero como el chico era inteligente, decidió no pensarlo mucho y seguirle la corriente.

    El rubio arrastró al otro a una de tienda de ropa femenina. Entrando ambos en ella, captando la atención de las dos vendedoras del lugar por su impresentable vestimenta.

    -¡Señora ayúdenos! -coreó Kou dramáticamente.

    -¿Qué paso?

    -Unos tipos nos sacaron todo y para lo peor casi nos violan. -dijo Kou temerosamente abrazando a Misaki, que lo miraba confundido.

    La otra chica que era mas joven que la dueña los miró con lastima, pero le llamaba la atención por los desprolijos y mojados que se encontraban los menores

    La cara de extrañeza y confusión de Misaki era tan obvia, que en verdad parecía como si estuviera aun en shock, así que la "historia" de Yukina tomó mas fortaleza.

    -Por favor, serían amables en darnos algún cambio de ropa o lo que sea... es que no sabemos que hacer y tampoco tenemos dinero para volver a casa. -dijo Kou sollozando.

    Misaki medio comprendió la historia así que solo abrazo a Yukina.

    - S-sempai.. t-t-tuve... mucho... m-miedo...

    Las vendedoras se comparecieron de los chicos pero había un problema en ello y se lo hicieron notar.

    -Chicos me encantaría ayudarles, le podemos prestar dinero... pero me temo que la ropa será algo imposible.

    -¿P-Por qué? -pregunta Yukina abrazando a Misaki para calmarlo, mirando de reojo a la mujer

    -Porque... están en una tienda de ropa femenina. -sentenció seria la vendedora.

    Misaki se quedó en shock unos segundos y miró a Yukina, como diciendo "y ahora?"

    -Takahashi-san, simule que se desmaya, y cuando se valla una, asustamos a la otra. -susurró Kou abrazando al castaño y susurrándole el plan.

    Un tanto confundido Misaki obedeció.

    - S-sempai... yo... no me siento muy bien...

    Cerró los ojos y se dejó caer en los brazos de Yukina, relajando su cuerpo para que el mencionado lo manejara a su conveniencia.

    -T-Takahashi-kun... ¡Takahashi-kun despierta por favor! -dijo asustado Yukina zarandeando un poco el cuerpo de Misaki.

    Asustada por el panorama la señora mas grande gritó:

    -¡Llamare una ambulancia! ¡Quédate con ellos! -dijo a la chica mas joven que se aproximó a la pareja

    -¡Takahashi-kun no me dejes solo! -lloró el rubio sobre el cuerpo del inconsciente.

    - "Qué dramático..." -pensó Misaki intentando mantenerse serio y no atacarse de risa.

    -Joven no haga eso, no ve ahogará al chico, necesita aire. -dijo la joven separando ambos chicos.

    El rubio llorando se abrazó a sus rodillas y dijo entre ellas:

    -L-Lo siento... es q-que... estábamos en u-una c-cita... y de la n-nada pasa esto...

    La chica armándose de paciencia le soba la espalda para tranquilizar al estudiante.

    -Ah... un pañuelo... -murmuró la joven, buscando en sus bolsillos el trozo de tela para limpiar el rostro del rubio.

    -D-Disculpe... snif... tengo uno dentro... snif del s-saco... -señalo Yukina hacia el bulto de su uniforme.

    La vendedora fue confundida hacia el bulto señalado y que dentro de todo era el más seco.
    Hurgando dentro de él, toca algo viscoso, liso... y pegajoso.

    Despacio lo retira y lo mira unos dos segundos al objeto en cuestión hasta que...

    -¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA UNA RANAAAAAAAAAAAAAAAA! -dice histérica saliendo corriendo del local dejando a la pareja a solas.

    Cuando escuchó que la chica se fue, Misaki abrió los ojos y frunció el ceño, pero sonriendo.

    - Yukina-san eso fue cruel

    -¿Tu cree? fue genial -dijo Kou descostillándose de la risa -Además... tenemos los disfraces. -canturreó victorioso.

    - ¿Ropa femenina? -dijo extrañado Misaki-

    -Sí, y no te preocupes que yo también la usaré... además unas chicas molan más que los chicos para en ciertas ocasiones.

    Yukina se para del suelo, cierra la puerta del local y baja las persianas para poder buscar con tranquilidad.

    - Sí Yukina-san, pero digamos que hay un "par de cosas" que nos impiden usar ropa femenina -dijo Misaki viendo la ropa ajustada- y no quiero que se le suban los humos, pero su "cosa" es peculiarmente grande y no creo que se disimula fácilmente...

    -Mmm... usaré vestido largo y un poco holgado. -respondió mirando de reojo algunas prendas.
    -y por cierto Takahashi-san... le tengo envidia porque se verá bien con cualquier cosa. -sentenció Kou seriamente, agarrando prendas interiores de mujer, inspeccionando los estilos que había y alguno que le gustase.

    - ¿En serio lo cree, Yukina-san? -dijo Misaki viendo los vestidos- no sé si se me vea bien o no... Además, ¿tendremos que usar también ropa interior femenina?

    -Claro que si Takahashi-san o sino el cosplay no tendría sentido. -dijo Kou agarrando varias prendas, la mayoría eran blancas pero había algunas negras para cortar el color. -Y si creo que le queda bien cualquier cosa por su cuerpo delgado y pequeño. En cambio yo... bueno enseguida veremos. -comentó desvistiéndose sin entrar al cambiador todavía, sorprendiendo y sonrojando al castaño por su falta de pudor.

    - ¡Yu-Yukina-san! -dijo volteando la cara- ¡al menos espere a entrar al probador! -dijo mientras le lanzaba un par de prendas para reprenderlo.

    -Si somos hombres, ¿cual es el problema? -preguntó con su soltura y gracia de siempre mirando a su acompañante.

    Misaki se sonrojó y asintió. Frente a Yukina comenzó a desvestirse -incluyendo la ropa interior.- Y solo para jugar, una vez que se quitó sus empapados bóxers se agacho para recoger una tela y secarse bien, mostrando su entrada a su compañero en todo su esplendor.

    Kou se sonrojó al ver el trasero del menor, con disimulo y suavemente se acercó y lamió la entrada, asustando al otro.

    -Takahashi-san... no me provoque... por favor... -imploró Kou, abrazando al joven.

    Misaki soltó un jadeo cuando sintió la lamida de Kou y enseguida se enderezó, solo para ser abrazado por su compañero.

    - Yukina-san... ¿quién le está provocando?

    -Usted y sus suntuosas insinuaciones... lastima que no estamos en un lugar privado para poder seguir jugando. -dijo deprimido, mirando una de las paredes donde colgaban varias prendas que le llamaban la atención pero por el momento prefería seguir tocando a Misaki y luego retomaría su travesura

    - ¿Cuáles insinuaciones? Yukina-san, déjeme ir, hay que vestirnos antes de que ellas regresen.. -dijo intentando soltarse de los brazos del pintor.

    -Sí, perdone mi imprudencia. -dijo soltando el cuerpo del menor, rápidamente se levantó y agarró varias prendas que observó hace unos segundos. Con una sonrisa miró al menor y entró sin decir nada al castaño entró a uno de los 5 probadores, dejando a su pareja de juegos extrañado ante su cambio de actitud.

    Misaki sacudió de su cabeza sus raras ideas pervertidas y tomó un vestido, ropa interior, incluso unos accesorios, regresó por unas extensiones y entró al probador que estaba al lado del de Yukina

    Minutos de silencio fue lo que reinó, mientras se cambiaban, miraba un poco las prendas y escogió las que creó se le verían dentro de todo bien. Con una mirada a su reflejo, casi se parecía a una chica pero faltaba algo mas. Salió unos segundos del vestidor y agarró unos accesorios y se metió de nuevo acomodándose mejor el vestido. Al ver que el reflejo era mas convincente salió de él y llamó a Misaki por lo bajo.

    -Takahashi-san... ¿esta listo?

    - C-creo que sí, Yukina-san... Enseguida salgo...

    Misaki arregló las extensiones y salió, quedándose sorprendido ante Yukina.

    Misaki traía un vestido de tirantes con una clase de chaleco encima. Era rosa y traía un enorme moño blanco anudado en la parte de atrás.
    Usaba zapatillas blancas con unas medias de igual color, traía unas extensiones que le llegaban a la cadera, y un lindo prendedor en forma de fresa.
    Lo gracioso fue que al momento de ponerse un sostén, lo rellenó con unos cuantos calcetines, y parecía que tenía pechos.

    - Yukina-san... Luce muy bien...

    Yukina se quedó embelesado ante la imagen tierna y adorable que mostraba el menor. Él se había puesto un vestido blanco, de cuello alto y con una mangas que terminaban en forma de campana.
    Las terminaciones eran de color negro, y el bordado del vestido tenia un poco de volados.
    Después estaba la peluca que era del mismo tono que su cabello, que le llegaba un poco mas largo que los hombros.
    Tenia medias transparentes y unos zapatos con un taco muy bajito, para no hacerlo mas alto de lo que ya era.
    Para cerrar el conjunto, el pelo tenia unas hebillas negras con forma de estrella.
    Una sonrisa amable y un tono dulce fue lo que empleó para hacer un cumplido a Misaki.

    -Takahashi-san se ve adorable

    - Vámonos Yukina-san, antes de que nos metamos en problemas -dijo para tomarlo de la mano y salir de ahí.

    El mas alto también lo tomó de la mano con una sonrisa y salieron casi corriendo del local.
    Después de unas cuantos metros y ver que no había problemas, Kou suspiró y respiro tranquilamente, cerca del sitio había una fuente de agua y llevado por la curiosidad fue a inspeccionar el resultado de su disfraz.

    -"Me pude haber disfrazado mejor" -se quejó mentalmente, haciendo un puchero.

    Al ver su gesto, Misaki rio.

    - Yukina-san no ponga esa cara, luce muy bien.

    Al voltear logró ver un anuncio, el cual decía que por un concurso, los chicos de cierta preparatoria se disfrazarían de chicas.

    - ¡Mire Yukina-san! ¿no quiere ir a ver?

    El mencionado miró el cartel que señalaba Misaki y llevado por la curiosidad al igual que el otro, preguntó:

    -¿Esta bien que vallamos? ¿Pasaremos inadvertidos? o sea, quiero ver pero... no se si... llamaremos un poco la atención... -sacudiendo un poco su cabeza alejando las dudas, sonrió entusiasmado y tomó de la mano a Misaki. -Vamos Takahashi-san, creo que será divertido ver a esos chicos haciendo crossplay

    - Sí, ¡vamos!

    Bastante felices caminaron y llegaron a la preparatoria, donde efectivamente había varios chicos disfrazados de chicas... Y la mayoría lucía mal. Misaki tuvo que morderse los labios para no soltar la carcajada.

    - Yukina-san -dijo por lo bajo- ¿ya vio a ese chico? Se está pavoneando por ahí, pero con esa minifalda se le nota todo el bulto.

    -Es cierto Takahashi-san... y ¿ve a ese otro, que es igual de alto que yo? no creo que sea conveniente ponerse algo escotado porque esos senos falsos no convencen a nadie. -susurró Kou mirando a otro chico que caminaba hacia uno de los auditorios de la escuela

    - Jeje es cierto, ¿y ve a ese chico alto y rubio que viene hacia nosotros...? Oh, oh... -dijo al notar que, efectivamente, el chico con cara de pocos amigos -y con un vestido-iba hacia ellos.

    -¿Q-Qué haremos, Takahashi-san? -preguntó nervioso Yukina, al ver que uno de los estudiantes disfrazado se acercaban a ellos.

    - Actuar normales, como si fuéramos de aquí -susurró Misaki.

    Yukina asintió aceptando la idea, justo en el momento que el chico se paraba enfrente de ellos y los inspeccionaba de arriba a abajo.

    -¿Sucede algo? -preguntó amablemente Kou.

    - ¿Qué creen que hacen? -dijo el chico mirando a Yukina- ¿acaso no leíste bien las reglas?

    -¿Hicimos algo mal? –contra preguntó Kou, cuidando de no caer en el juego de palabras.

    - ¿Algo mal? Te recuerdo que esta es una preparatoria de chicos, por lo tanto un evento de CHICOS. Estaba claramente escrito que no puedes traer chicas -dijo aun un tanto molesto y mirando a Misaki.

    -Creo que se equivoca... él es mi novio. -refutó abrazando a Misaki con cariño.

    El chico frunció aun más el ceño.

    - No me importa la relación que tengas, no puedes traer chicas a este evento.

    Al entender a lo que se refería, Misaki habló con la voz más grave que pudo.

    - L-lo siento... Y-yo soy un chico...

    El chico pareció claramente extrañado.

    - ¿En serio eres un chico?

    - S-sí -dijo Misaki- ¿n-no le dijo él que... es mi... novio...?

    -Lo repetiré de nuevo si no me comprendió. Takahashi-kun es mi no-vio. -con un tono tierno y colocando su cabeza en el hombro del castaño.

    Misaki se sonrojó y el chico los miró extrañado. ¡¡Es que ese chico de vestido rosa en verdad parecía una chica!!

    - ¡¡Chiga!! -se escuchó a lo lejos, haciendo que el rubio volteara-

    - ¿Qué pasa Kokusai-san? -dijo el rubio volteando.

    - ¡Anda, hay que abrir la ceremonia!¡Nos necesitan!

    Kou miraba al recién llegado, y con una sonrisa saludó. -Buenas tardes.

    El chico que había llegado los miró un tanto extrañado.

    - Chiga... creí que aquí no se permitían chicas, ¿porque hay dos?

    El rubio frunció el ceño y le dio un pequeño golpe en la cabeza al otro.

    - No seas patata, ambos son hombres.

    -Takahashi-kun, parece que estamos molestando un poco... creo que no nos quieren... -dijo triste Yukina con una mirada deprimida y abrazando a Misaki como si no hubiera nadie que lo salvara de eso.

    - Ah, no, por favor perdónenme -dijo el recién llegado- es solo que lucen muy bien, en verdad parecen chicas. Incluso se pusieron senos -dijo tocando los "senos" de Misaki y riendo, haciendo que el otro se sonrojara.

    -Es mentira.... no me parezco... -susurró Kou sin levantar la vista y su agarre de Misaki.

    - Claro que sí, en verdad parecen chicas. Bien, recuerden que deben encontrar a un hombre para patrullar, si no lo encuentran pueden quedarse ustedes juntos. Solo una estampilla por persona y si ven algo de inmediato vengan con Chiga o conmigo.

    Misaki asintió pero se quedó a medio movimiento al ver que Chiga los miró de forma amenazante, como diciéndoles "mas le vale que no haya quedado ninguna duda. No quiero que se acerquen a él.

    - Bien chicos, recuerden que solo deben patrullar cierta área, ¿de acuerdo? -dijo Kokusai- cuando todo termine pueden regresar a casa a cambiarse. Adiós.

    Kokusai se marchó con Chiga detrás de él.

    Misaki vio como se marchaban y luego volteó a ver a Yukina con una enorme sonrisa.

    - Yukina-san, ¿nos vamos? -dijo con una dulce sonrisa y sujetándole fuertemente la mano.

    -Por favor, estos chicos son más raros de lo que pensé. -dijo afianzando el agarre.

    - Heee ¿porqué lo dice? A mi me parecen muy agradables -sonrió- ¿a dónde iremos?

    -S-Solo lo decía porque pensé que podíamos jugarle bromas a varios chicos, pero de este instituto no podrá ser... ¿deberías probar suerte en otro lado para ver si le tomamos el pelo a alguien?

    - Claro... ¿Qué tal si vamos a mi universidad? No queda muy lejos de aquí, y dudo mucho que alguien me vaya a reconocer...

    -Bien entonces iremos a su universidad. ¿Cúal es el nombre? -preguntó mientras se dejaba llevar por el castaño.

    - Es la Universidad Mitsuhashi. Será divertido, tal vez hasta consigamos números~

    -¿Números? -preguntó confundido Kou.

    A medida que caminaban dejaban a su paso un par de miradas, no sabia si era por su buen disfraz o porque se notaba a leguas que él era un hombre.

    - Sí, tu sabes, personas que quieran una cita con nosotros...

    -Con usted de seguro querrán, en cambio yo... -dijo dubitativamente.

    - Ahhh claro que no Yukina-san, ya verá que usted será el primero en conseguir citas~

    -Bueno hagamos la prueba. -comentó por ultimo Kou, corriendo atrás un mechón largo y rubio mientras continuaban con su caminata

    - ¡Sí! -dijo Misaki alegre y corriendo detrás de Yukina- por cierto Yukina-san, ¿cómo es que sabe correr en tacones?

    -N-No lo se.. supongo que soy un innato en esto jaja. -dijo entre risas el mas alto.

    - Bien Yukina-san, aquí es -dijo Misaki después de un rato- ¿no se supone que deberíamos actuar como chicas? ¿Cómo se supone que actúa una...?

    -Woooww es enorme. -dijo estupefacto y escuchó la pregunta del castaño cosa que también le entró la misma duda. Se quedó pensando unos momentos e intentó hacer memoria por como actuaban sus clientas, al recordar un poco respondió: -Supongo que debemos ser finas y elegantes al hablar, divertidas cuando requiera el momento y no sobrepasarse. Y también debemos mostrar un semblante tierno y adorable con un toque de fragilidad.

    - Uwaaaa eso será muy difícil....

    Misaki vio un grupo de chicos y los señaló disimuladamente. Comenzó a caminar hacia ellos de manera "frágil y tímida" arrastrando a Yukina consigo, logrando que todos los chicos voltearan a verlos.

    -T-Takahashi-san... espere... -susurró Kou apenado mirando al grupo masculino que no les quitaba la vista, más aun al castaño que a él.

    -B-Buenas tardes... -saludó en tono bajito y haciendo una reverencia a los chicos. -N-Nosotras nos perdimos... serían muy amables en ayudarnos, por favor. -pidió tímidamente mirando de reojo.

    Todos los chicos los miraron unos segundos, poniendo nerviosos a Misaki y a Yukina, quienes se preguntaban si habían caído o no...
    Hasta que uno de ellos se sonrojó y fue el valiente que habló primero.

    - C-claro que si bonitas... ¿a dónde querían ir?

    Y después de eso el resto de los chicos comenzaron a hacerse bolas y hablar a la vez intentando llamar la atención de esas hermosas chicas.

    Kou estaba nervioso y no sabía que responder con lo cual se sonrojó aun más, dándole un aire adorable. Tomándose uno de los brazos con una mirada de lado, mirando nerviosamente al que habló respondió:

    -Ahmmm... como no conocemos el campus... desconozco donde queda las salas de arte.

    -¿H-Hay salones de arte dentro del campus? -preguntó temerosamente Yukina por no saber del todo como estaba compuesto el campus en si.

    - C-claro que sí -dijo un chico- están por... Por allá... -señaló a un punto- ¿quieren que las acompañemos?

    - Oh, no sería necesario -dijo Misaki sujetándose a un brazo de Yukina- no queremos ser una molestia para ustedes...

    -No queremos incomodarlos, además deben estar ocupados con sus clases. -dijo Kou con una sonrisa.

    - ¡Claro que no será una molestia! ¡por favor déjenos acompañarles! -fue lo que alcanzaron a entender porque todos los chicos comenzaron a hablar a la vez y a hacer reverencias.

    Kou solo sonreía conteniéndose las ganas de reír y con una sonrisa mientras volvía a tomar de la mano a Misaki, habló ladeando la cabeza haciendo que su cabellera cayera un poco para adelante:

    -Por favor guíenos.

    Los chicos se hicieron bolas y comenzaron a pelearse por ver quienes iban al lado de esas hermosas chicas, y ver quien iba a tener el honor de guiarlas. Misaki rio y los miró dulcemente.

    - Calmen chicos, ¿porqué no vienen todos ustedes con nosotras?

    - ¿No lo cree, Yuki... Yuki-san?

    -Sí claro. -asintió Yukina con una sonrisa radiante y tomando las manos de uno de ellos. -Misa-san tiene razón, no quiero que se peleen por nuestra culpa.

    Todos quedaron embobados y luego comenzaron a luchar para ver quienes iban a ser los afortunados en tomar una de las manos de las chicas. Misaki volvió a reír.

    - Calmen, si tanto quieren acompañarnos, ¿porqué no se dividen en dos y un grupo va con Yuki-san y otro conmigo?

    -Pero Misa-san... yo... no quiero que me dejes sola... -susurró por lo bajo al castaño con un sonrojo

    - Yuki-san... -susurró mirando a Yukina y sonrojándose- no se preocupe... estos apuestos chicos no dejarán que nos separemos... ¿verdad? -preguntó mirando a los chicos.

    -No quiero que me separen de Misa-san es mi única amiga... por favor no me separen de ella. -puchereó Kou.

    Todos se sonrojaron ante esa cara y aceptaron simplemente con guiarl"a"s y rodeándolas.

    - Chicas, ¿tienen novio? -se atrevió a preguntar uno de los chicos.

    - No, yo no tengo -dijo Misaki bajando la mirada y sonrojándose- no creo que sea demasiado bonita para conseguir uno...

    -Y-Yo tampoco... a mi nadie me quiere y se fija en mí. -respondió Kou mirando tristemente al suelo.

    De repente "ambas chicas" se vieron acosadas con declaraciones y una que otra petición de matrimonio. Con una dulce sonrisa Misaki miró a los chicos y luego a Yukina.

    - Oh, Yuki-san ¿qué debería hacer? Todos estos chicos tan apuestos se nos están declarando...

    -Son todos muy lindos pero... tengo miedo se corresponder. -dijo Kou apenado, mirando a Misaki con aires de diversión. -Misa-san no lo se... de verdad son todos tan bellos que no sabría con cual quedarme.

    - Ah... si tan solo alguno pudiera traernos algunos bocadillos dulces o algo así... creo que podría pensarlo mejor... ¿qué dice Yuki-san?

    -No es mala idea Misa-san, como no conocemos mucho de aquí... si no es molestia... quisiera alguna golosina. -pidió Kou sonrojado y jugando con sus dedos en la falda.

    Al escuchar sus deseos, los chicos corrieron lejos para conseguir algunas golosinas a esas hermosas chicas, dejando a Misaki riendo.

    - Yukina-san, ¿deberíamos esperarlos o ir a jugar con más personas?

    -Vamos a jugar con otras personas, total podemos decir que queríamos ir al baño y que nos perdimos. -sonrió divertido Kou.

    - ¡Sí! Bien, ¿tiene alguna otra en mente? -dijo Misaki mirando a su alrededor.

    -A ver... como usted conoce mejor el campus... supongo que usted debe saber donde hay un gimnasio ¿no?

    - Sí, por aquél lado está el gimnasio... hmm ¿qué pretende ir a hacer a ese lugar...?

    -Probar que tan inocente puedo ser. -respondió con una mirada misteriosa y una sonrisa sádica

    Feliz fue para el lugar señalado, mirando con cuidado el campo de atletismo, futbol y demás deportes.

    -¿Cual debo elegir? -pensó en voz alta, ladeando la cabeza de un lado al otro.

    - ¿Quiere elegir algún deporte? Le recomiendo el de judo -sonrió Misaki- es un buen lugar...

    -¿Judo? puedo preguntar que tiene de especial Takahashi-san.

    - Pues es tipo contacto físico. Los estudiantes de judo son muy buenos en las artes marciales, y son fuertes y ágiles. Ahh si pudiera me hubiera unido a ese equipo...

    -Será difícil pero veamos que podemos hacer. -dijo encaminándose al dojo donde se practica el deporte

    Con un andar desenfadado, miró a lo lejos a los estudiantes y con curiosidad entró como si nada, asustándose porque uno de ellos cayó justo enfrente de él. Ambos se miraron por unos segundos y enseguida se sonrojó y puso las manos en la falda ocultando las prendas interiores, temiendo que lo descubrieran.

    -P-Perdón... y-yo...

    - ¡Yuki-san! ¿estás bien? -dijo Misaki acercándose.

    -... -el judoca aun conservaba la posición mirando a Yukina que estaba muerto de la pena, el chico también se sonrojó aun más por lo que había visto, en un susurró dijo:

    -Blancas...

    -Y-Yo... Misa-san... c-creo que... -al escuchar el susurró del chico el rostro se le tornó más rojo y dijo casi enojado.

    - ¡¡Oye pervertido!! -dijo Misaki-¡¡ porque le miras los interiores a mi amiga??!!

    -¡Pervertido! Misa-san me las vio... -dijo abrazándose a Misaki

    -¡Yo no quise mirar eso, además no es mi culpa que tu amiga entrara de sopetón en el dojo! -se defendió el chico sonrojado.

    Yukina haciéndose la victima se sentó en el suelo con las manos en el rostro, y con la voz media quebrada dijo: -L-Lo siento... snif... p-perdóname...

    - ¿Ya vez lo que has hecho? ¡Insensible! -dijo Misaki agachándose a "consolar" a Yukina. El resto de los chicos del dojo miraron a su compañero de forma fea.

    - Oye, discúlpate con la señorita -dijo uno de ellos.

    -N-No te enojes M-Misa-san snif... fue mi.. mi culpa... -dijo abrazándose al castaño, ocultando su rostro y enseñando la espalda a los estudiantes varones, la cabellera rubia tapaba su cuello y parte del rostro de Misaki. Pero llamaba más la atención las piernas al descubiertas, la falda solo cubría lo necesario.

    Los chicos del dojo se quedaron embobados viendo las piernas de esa bella y alta chica. Misaki a propósito lo abrazaba para que los chicos pudieran apreciar mejor el cuerpo de su amigo.

    - Yuki-san, mejor vámonos de aquí. Es obvio que aquí no quieren mujeres -dijo Misaki en forma triste.

    -S-Sí... vámonos Misa-san... -dijo Kou, levantando lentamente haciendo ondear a propósito el vestido.

    Misaki también se levantó, dejando al descubierto una parte de sus muslos por unos segundos.

    -¡Esperen! no se vallan nos disculpamos por parte de este imbécil. -habló uno de los chicos llamando la atención de las chicas.

    Todos los chicos babearon al ver las piernas delgadas y finas de Misaki. Misaki se detuvo y miró a los chicos.

    - Fue mi amiga la herida, no yo, pero aun así me siento mal por ella. Nosotras solo queríamos ver como entrenan los chicos guapos y fuertes como ustedes pero... es obvio que no quieren chicas aquí... -dijo bajando la mirada

    -¡No es cierto!, por favor quédense, no podemos permitir que les suceda algo, además tu amiga aun no para de llorar. -habló otro estudiante señalando a Kou que aun fingía llorar.

    - ¡¿Cómo quieren que pare de llorar si le han ofendido?! Primero ese chico le mira la ropa interior y después le grita, ¿cómo quieres que se sienta? -dijo acariciando la espalda de Yukina y apoyando su cabeza en su brazo.

    -Perdóneme por haberla gritado y... mirar su ropa interior. -dijo el estudiante fisgón.

    -N-No se enojen... fue mi culpa por entrar sin avisar. -comentó Kou, limpiándose las lagrimas y mirando con un ojo lloroso a los judocas. -Y-Yo solo quería ver... nada mas.. -se excusó el rubio, mirando a Misaki.

    - Ya, ya, está bien Yuki-san -dijo "consolando" a su "amiga".- No fue tu culpa y el chico ya se disculpó, así que deja de llorar, ¿sí?

    -Sí... -respondió por lo bajo para componer una tímida sonrisa, con los últimos vestigios de lagrimas en los ojos.

    - Chicas, ¿porqué no se sientan a ver?

    Apareció un chico muy apuesto y muy bien parecido, que casi casi dejó a Yukina y a Misaki tirando baba.

    Ambas jovenes miraban embelesadas al joven, este era rubio, con buen físico, una sonrisa bonita y unos ojos marrones que lo acompañaba del mismo modo.

    -Sanejima-buchou, ellas pueden sentarse sobre las colchonetas así no ensucian sus ropas. -sugirió uno de los chicos

    -Tienes razón, por favor siéntese allá. -dijo con un tono serio pero no enfadado

    -Misa-san... vamos allá. -dijo Kou tomando la mano del castaño y llevándolo hacia el lugar señalado.

    Mientras caminaban, sentía con gusto como todos los chicos los seguían con la mirada. De haber sabido antes que era tan divertido ser mujer...

    - Chicos, ¿podemos verlos entrenar ya ?-dijo Misaki con una dulce sonrisa

    Yukina se sentó al lado de Misaki y se abrazó las rodillas pidiendo lo mismo que el otro:

    -Por favor reanuden el entrenamiento, hagan como si no estuviéramos.

    La vista era muy sugerente porque dependiendo del ángulo podían ver las prendas interiores de Yukina, y el mencionado no hacia nada por ocultarlas, solo se quedaba mirando a los estudiantes con una sonrisa inocente.

    Y Misaki no se quedaba atrás. "Inocentemente" abrazaba sus rodillas y miraba sonriendo a los chicos, y se veía su prenda interior tipo marinerito rosa y blanco con encaje del mismo color.

    Los estudiantes apenas podían concentrarse, esas bellezas los tenían embrujados y cometían muchos errores.

    - ¿Qué pasa chicos? -dijo Misaki moviéndose un poco y mostrando un poco más sus piernas- ¿porqué se distraen tanto? ¿somos una molestia? Si lo somos, nos vamos

    -No queríamos importunarlos, si quieren nos vamos y de paso conocemos a mas clubes. -apoyó Kou sonrojado, abriendo un poco sus piernas dejando a la vista su prenda interior.

    La mayoría de los hombres tenían hemorragias nasales, esas dos chicas habían hecho que mas de uno se excitara y le surgiera un "problemita"

    -No son una molestia, al contrario nos gusta tenerlas aquí. -refutó uno de los chicos, conteniendo la sangre que se le aglomeraba en la nariz.

    - Heee pero mírense chicos -dijo Misaki de forma inocente y perversa- muchos de ustedes están sangrando de la nariz, y otros se tapan su entrepierna, ¿porqué?

    -¿Por qué se tapan?, Yuki-chan quiere saber -dijo el rubio levantándose y acercandose a uno de ellos para mirar más de cerca a uno de los varones. Y se agachó a la altura de la hombría del muchacho, estando a gatas dejó que sus piernas y parte de la prenda interior se le vieran. -Misa-san, Misa-san mira esto. -llamó al mencionado, haciéndole señas.

    - ¡Ya voy Yuki-chan! -dijo Misaki saltando de las colchonetas, lo cual provocó que el vestido se le levantó lo suficiente para que se le vieran todas las bragas por la parte de atrás.

    Se puso también en gatas al lado de Yukina y le miró.

    - Yuki-chan, ¿qué pasa?

    -Mira hay un bulto acá. -señaló Kou sin tocar el cuerpo ajeno. -¿Por qué se formó? ¿Misa-chan vos lo sabes?

    - La verdad no lo sé Yuki-chan -dijo Misaki retorciendo suavemente una de sus extensiones, cuidando de que no se cayera- oi, onii-san, ¿porqué se te formó ese bulto?

    Misaki no pudo evitar dirigirle a Yukina una mirada llena de perversidad.

    -Ahh... etto.. n-no es por nada, chicas. -se defendió el chico

    -Pero mírate ahora esta mas grande. -dijo Kou acercandose peligrosamente al muchacho

    - Oi, Yuki-chan, y no es el único -dijo Misaki gateando lentamente hacia los otros chicos- pero si los chicos de aquí están igual... ¿qué pasa...? ¿es por nuestra culpa...?

    -Es verdad, este chico también esta igual. -dijo gateando a otro dejando que se viera parte de sus prendas y las piernas. Y miró desde abajo a otro, también aproximando su rostro a otra virilidad masculina, todo esta situación lo divertía.

    -N-No es su culpa... n-nosotros... siempre nos pasan esto cuando entrenamos. -comentó otro chico diciendo cualquier cosa.

    - Ehhh ¿en serio? -dijo Misaki acercándose a el bulto del chico que tenía enfrente y abriendo levemente la boca, mirando esa erección fijamente- ¿y pueden decirme porqué les ocurre esto?

    -P-Perdonen... pero eso será difícil de responder... -respondió conteniendo su excitación de no querer tirarse a la castaña, mientras que los demás hacían lo mismo por la rubia

    - Ehhh ¿porquéeee? Si Misa-san quiere saber...

    Misaki se arrastró hacia el chico que tenía enfrente. Ya se estaba subiendo encima de él cuando miró el reloj.

    - Ah, Yuki-chan, es hora de irnos, ya es tarde para la película

    -Es verdad... lo siento chicos pero tenemos que irnos. -agregó Kou levantándose y siguiendo a Misaki hacia la salida

    - ¡Adiós! ¡me divertí mucho con ustedes chicos! ¡Hasta luego! ¡Sigan esforzándose! -dijo para tomar la mano de Yukina - Por cierto...

    Misaki volteó y utilizó su voz grave:

    - Soy hombre.

    Y luego salió corriendo arrastrando a Yukina y dejando a los chicos en shock, desangrados y erectos.

    -¡Me divertí mucho chicos! -gritó Kou antes de perderse de vista con Misaki, empleando el tono normal

    Después de atravesaron la cancha de atletismo, ambos estudiantes estaban descostillándose de la risa por la buena broma que recién hicieron. Yukina entre risotadas e intentando recuperar el aliento preguntó:

    -Jaja eso fue divertido... Vio sus caras... Se querían... Morir jaja... Encima... Los dejamos así... Usted si que sabe... Volar la imaginación Takahashi-san

    Misaki estaba atacado de risa junto con Yukina.

    - Yukina-san... Ahhh fue tan divertido jajajaja me gustaría saber qué harán para quitarse su "problemita" jajajaja

    No lo sé... pero prefiero no averiguarlo o de seguro nos violan jaja. -comentó entre risas el rubio

    El tiempo pasaba con lentitud, y una vez que podían respirar mejor, Kou se enderezó acomodándose el pelo y la falda, mirando con cierta curiosidad a su compañero de juegos.

    -¿Seguimos jugando o quiere descansar?

    - Hmm no lo sé, ¿qué quiere hacer usted Yukina-san? -dijo levantándose un poco la falda para que el aire "ventilara" mejor.

    -Yo quisiera jugar un poco más pero es bueno descansar un poco. Takahashi-san... no creo que una chica haga eso. -hizo notar al ver como el castaño se levantaba la falda para que corriera el aire.

    - Ahh está bien, no importa, no hay nadie cerca -rio

    Levantó un poco más su falda y la dejó a mitad de sus muslos.

    -Eso espero porque la verdad si que hace calor con estos vestidos. -dijo Kou sentándose y levantando un poco la falda con el mismo motivo que su compañero.

    - Cierto... Me dan ganas de quitármelo..

    - ¿Porqué no vamos a otro lado para quitárnoslo y refrescarnos un poco? Después podremos volver a usarlos...

    -No es mala idea, ¿si vamos algún vestidor o volvemos al kiosco?

    - Hmm no, vayamos a otro lado, el kiosco ya lo visitamos y no podemos volver al vestidor. ¿Qué tal si mejor vamos a un vestidor abandonado? Casi nunca va nadie y siempre está cerrado...

    -De acuerdo pero ¿donde queda?

    Misaki tomó la mano de Yukina y lo arrastró fuera del campus, a una clase de bodega. La puerta estaba cerrada con un enorme candado pero Misaki tenía la llave (ventajas de ser amigo del presidente de clase) lo abrió y cuando entraron cerró.

    Kou miró sorprendido el espacio, no estaba del todo vacío y había de todo un poco.-Takahashi-san es enorme y hay muchas cosas.

    - Sí, es un buen lugar -dijo sonriendo- y estas colchonetas, son muy cómodas a pesar de todo...

    Se quitó el vestido, quedando en ropa interior, y se dejó caer en la colchoneta

    -T-Takahashi-san... y después me reprocha a mi por desvestirme sin pena alguna.-comentó Kou, desabrochándose la cremallera del vestido blanco que se deslizó con delicadeza abajo y lo colgó en otro lugar para que no se ensuciara. Una vez tomado esos cuidados miró de reojo por una de las ventanas que iluminaban el abandonado lugar, parte del brillo caía en el rostro de este y en la larga cabellera rubia.

    - Oh bien, como dijo usted Yukina-san, somos hombres... O chicas -dijo de forma pícara y mirando lo guapo que lucía Yukina, aun y con el cabello largo. Sonrió al ver el efecto del sol sobre la cara del más alto.

    -Jeje es cierto, ah hoy si que me divertí a lo grande. -dijo contemplando el rostro del castaño que era iluminado parcialmente por el rayo del sol, si de verdad no lo hubiera conocido, habría jurado que Misaki era una chica. Se sentó al lado del otro y comentó: -De verdad le sienta bien esas prendas.

    - No diga esas cosas Yukina-san, si soy un chico -rio y cerró los ojos, disfrutando del clima templado de esa bodega, del silencio y de la compañía de Yukina.

    -Por mas que seas un chico, te sientan bien te ves mas adorable y sexy, apuesto que si usaras eso con tu pareja tendrían una noche interminable. -acotó recostándose en la pared y llevándose las rodillas al pecho. -La verdad quisiera ser así de lindo como usted porque puede sacarle provecho a la situación.

    - Pero, ¿qué dice? Usted también podría sacarle provecho a su físico -dijo Misaki enderezándose- aunque ser chica le queda bien, creo que le quedaría bien un look más... Más rudo...

    -¿Cómo cual? ¿Dark?- aventuró y luego se rio de si mismo. -Hace rato casi me asusté, pensé que ese chico me había visto todo. -se avergonzó pero sonriendo al otro.

    - Jajajaja creo que se concentró más en las bragas que en lo demás... Además, ¿porqué no, Yukina-san? Un estilo de visual gotic le quedaría muy bien...

    -Pues podría probar, de seguro el negro hará contrastar otras cosas, y usted podría probar también Takahashi-san.

    - Claro, siempre he querido. Sirve de que me pongo ropa de chico, estas bragas son demasiado ajustadas -dijo tocando su propio trasero estirando un poco la parte delantera de las bragas.

    Kou conteniéndose desvió la mirada, no quería ver esa erótica visión y respiró varias veces para no ponerse duro, lo ultimo que deseaba es que lo calificaran de lascivo.

    -Takahashi-san quizás le aprietan porque son prendas de una talla mas pequeña, aunque si le soy sincero a mi también me aprieta jeje. -dijo acomodándose la parte trasera.

    - Ahhh pero si decía muy bien que era de mi talla... O será que no tengo tantas curvas como una chica...

    Sin que se diera cuenta sus bragas quedaron en su cadera. Se levantó y comenzó a mirarse en un espejo arrumbado que había por ahí.

    El otro lo siguió con la mirada y también se levantó para mirar el reflejo del chico en el espejo. -No creo que sea por las curvas... supongo que se debe a "eso".

    - Jajajaja tal vez tenga razón Yukina-san... Ahhh pero esto también molesta un poco -dijo moviendo el sostén- las calcetas me rozan un poco... ¿podría ayudarme a quitarlo, por favor?

    -Claro, ahora le ayudo. -se colocó detrás del chico, y se curvó un poco para poder desabrocharlo, una vez echó colocó su rostro en el hombro de este, su cabellera larga se corrió hacia adelante y preguntó con suavidad: -¿Mejor?

    - Ahhh, sí, muchas gracias... -sonrió. Con una mano acarició las mejillas de Yukina y con la otra frotó sus pezones, para "consolarlos" del roce de las calcetas.

    El otro aceptó gustoso las caricias del joven, y para ayudarlo, masajeó el otro pezón con suavidad para no lastimarlo.

    -Si lo ayudo será mas sencillo.

    - Hmmm Yukina-san, no haga eso, no me toque o me excitará... -susurró Misaki suavemente.

    -No creo que estos pequeños roces lo exciten Takahashi-san. -murmuró Kou, apartando la mano con la que Misaki se masajeaba y usar ambas manos en aquellas sensibles zonas. Los dedos se movían en forma circular y muy lentamente para no alterar a la piel del castaño.

    - Mmm Yukina-san... No sabe... En realidad... Qué tan sensible soy... -susurró poniendo sus manos sobre las de Yukina y recargando su cabeza en su hombro, cerrando los ojos.

    -No lo se, pero si no lo masajeamos un poco será mas molesto el roce cuando se ponga de nuevo el vestido. -siguió Kou haciendo esos movimientos suaves, notando como el castaño se sonrojaba con los roces.

    - No... Yukina-san... En serio... Mi cuerpo está...

    Apretó los ojos y comenzó a suspirar y a respirar hondo, intentando no excitarse o pronto tendría un problema...

    -¿Su cuerpo esta...? -susurró Yukina en el oido del castaño

    Un escalofrío recorrió a Misaki y lo hizo inclinarse hacia adelante, lo que provocó que su trasero rozara con el miembro de Yukina pero no lo notó. Algo ya se estaba levantando en su entrepierna y comenzó a temblar.

    - Mi-mi cuerpo... Está... Reaccionando

    -Pero solo son unos masajes no creo que se excite solo por eso o ¿si?-dijo Yukina sin disminuir sus movimientos pero comprendiendo la reacción que generaba en el cuerpo de Misaki. Al sentir el trasero del chico sobre su hombría le comentó: -Takahashi-san no se mueva por favor...

    - Ahh.. Yuki... Yukina-san... Por favor no... Ya...

    Misaki siguió temblando y estremeciéndose. Rozó el miembro de Yukina un par de veces más sin poder evitarlo pues no podía controlar los espasmos de su cuerpo.

    -Taka... Hashi-san.... No se mueva... O sino... -dejo la frase inconclusa porque los dos sabían muy bien a lo que se refería pero aun así no se detuvo y le gustaba ver el reflejo del chico, sonrojado y con una erección que crecía a cada segundo.

    - Aammm ya... Ya es muy... -jadeó al ver reflejada su propia erección. Se sonrojó mucho y escondió su cara tras las extensiones castañas que usaba- aaahh Yuki.... Yukina-sammmm -gimió moviendo su trasero esta vez por su voluntad.

    -Ahh por favor... No haga eso... -dijo Kou comenzando a jadear y abrazar el cuerpo del otro, una de las manos se deslizó hasta la entrepierna y tocó superficialmente las bragas de Misaki que se sonrojó aun mas. Kou con una voz susurrante pidió- muéstreme su rostro

    Jadeando, como pudo volteó su cara y miró a Yukina a los ojos, pero sentía tanta vergüenza que sus ojos se llenaron con unas pequeñas lagrimitas´

    - Ammm Yuki.... Yukina-san... -gimió y movió un poco más su cadera, pegándose a él.

    -No llores... si no te gusta, dejaré que te toques vos mismo... -dijo Kou aflojando el agarre ya que él también se estaba excitando y no deseaba que Misaki lo viera de esa forma.

    Antes de que se alejara el ojiverde lo volvió a sujetar, impidiéndole que se soltara y siguió frotándose contra él, jadeando y suspirando.

    Kou comenzaba a gemir y permitía ese roce porque le estaba siendo placentero.

    -Ahmm T-Takahashi... san... -tomó entre una de sus manos el miembro de Misaki y comenzó a tocarlo con el mismo andar que el chico hacía con su roce.

    Misaki comenzó a gemir aun más y se sujetó de los brazos de Yukina sin detenerse. Le excitaba el sentir como la erección de Yukina se iba a formando exactamente en su trasero.

    - Amm... Yukina-san... aaahmmm...

    -Te ves... estas... duro... -gimió a dura penas el rubio mirando el reflejo de ambos, donde los dos estaban con los rostros colorados y con sed de consolarse.

    Al ojiverde se le ocurrió mirar al espejo, y logró ver su propia cara sonrojada y su cara de placer, y lo mejor: vio la cara de placer de Yukina. Se notaba que el más alto estaba disfrutando con su cuerpo, pero definitivamente podría disfrutar más.

    -No me mire... de esa forma... o tendré ganas... de meterlo... otra vez... -susurró en el oído al castaño ocultando sus ojos gracias a la larga cabellera

    - No... Yukina-san... hmmm m-míreme...

    Como pudo, apartó la cabellera de Yukina y lo miró a los ojos. Era obvio que ambos estaban completamente excitados.

    Un choque de colores, verde contra marrón, donde había una cosa en común calentura y una necesidad de bajarla. Sus rostros se acercó, donde Kou besó a Misaki de forma hambrienta moviendo la mano con mas fuerte.

    Misaki jadeó e hizo su trasero hacia atrás de forma brusca, como si estuviera siendo penetrado pero no era así. Gimió al sentir esa dura erección chocar contra la suave carne de sus nalgas. Apretó más su trasero contra el bulto de Yukina, y sin separarse ni un milímetro siguió restregándose de manera profunda, besándolo.

    -Mmm... -gimió dentro de la boca del otro, la presión no era la misma pero era de algún modo gratificante, el roce de las telas, que eran muy suaves lo hacían sentir muy bien y no quería despegarse de esos labios. Las manos apresaban con mas fuerza esa carne húmeda y caliente, y tocaba la punta que apenas sobresalía de la prenda.

    Misaki se volteó y pasó un brazo por detrás del cuello de Yukina, su mano libre la metió por los interiores del alto. Jadeó cuando sintió lo duro y palpitante que estaba ese miembro.

    El mayor abrió los ojos y miró a Misaki, porque su cuerpo se movió para atrás apenas el otro lo tocó. Pero no quería que se detuviera y se meció para adelante para frotar ambas erecciones, las telas ayudaban mucho ya que se iban humedeciendo rápidamente.

    El castaño gimió y echó su cabeza hacia atrás, y sujetó fuertemente el hombro de Yukina. También comenzó a mover sus caderas, sintiendo la fricción de las telas y la dureza y calidez de ambos penes.

    Ese vaivén iba tomando fuerza a cada roce, ambos jovenes gemían y se movían con el mismo potencial, Kou descendió al cuello de Misaki y fue dando unas mordidas suaves y besitos. El castaño tenia un cuerpo muy seductor y hermoso.

    Misaki comenzó a arañar levemente el cuerpo de Yukina. Le apartó el cabello del cuello para poder besarlo y lamerlo, saborearlo. Arrastró un poco a Yukina y se dejó caer (con el alto encima) encima de una colchoneta, para apresarlo con sus caderas.

    El rubio admiró el cuerpo de Takahashi, y la verdad le encantaba cosa que se lo comunicó entre jadeos, porque apenas se habían recostado continuaban con esos roces sin tocarse.

    -Takaha... shi-san... de verdad... es muy sensual.

    - Yuki... Yukina-san... ahhmm... N-no diga esas... cosas... -jadeó estremeciéndose. -Es usted quien luce tan... hmm s-sexy...

    Movió un poco más sus caderas, rozando de nuevo su trasero con el palpitante miembro de Yukina.

    Y es que el alto no estaba para nada mal. Hombros anchos, pecho fuerte, manos grandes y dedos largos, que lo volvían loco.

    Demonios, era un pecado ser tan sensual.

    Su cuerpo empezaba a llegar al limite, los movimientos sin penetración continuaban y los elogios lascivos aparecían sin ninguna mala intención.

    -Pero... digo la verdad... es muy bello y me incita a metérselo y otras cosas... que no diré...

    Misaki recibía y daba tales halagos, pero no de forma morbosa, sino los decía en serio.

    - Yukina-san... Usted... lo tiene muy grande... de repente creo que en cualquier momento podría... partirme en dos...

    -Lo partiría en dos... cientos de veces... pero estamos... en su universidad... aunque... se lo quiero poner... y que gima mi nombre hasta que... nos cansemos

    - Yukina-san... E-eso no importa... -jadeó Misaki pasando sus manos por ese pecho- m-métalo... si ya lo hicimos... al aire libre... ¿p-porqué no... hacerlo... aquí...?

    -Lo haremos... Porque la verdad... Ya estoy mas que duro... -confesó frotando su cuerpo contra el otro. Las ropas húmedas lo excitaba mas y mas aun teniendo al miembro del castaño goteando en su mano

    Misaki gimió y se pegó al cuerpo de Yukina. Abrió sus piernas, dejando que el más alto se acomodara entre ellas, y luego las enrolló alrededor de su cadera, impidiéndole que se separara.

    - M-métalo... Por favor... -jadeó mirándolo a los ojos.

    -Aráñeme... Si le duele- avisó Kou introduciendo la húmeda punta en la frágil y rosada entrada.

    Misaki lo arañó pero no porque le doliera tanto, sino por el inmenso placer que sintió. Por lo visto, su entrada ya se estaba acostumbrando a recibir al miembro de Yukina. Gimió e hizo su cadera un poco hacia adelante, para ayudarlo a entrar más rápido.

    Con tremenda rapidez y soltura el miembro del artista se amoldó en las entrañas del castaño. Sus caderas también se movió con ese vaivén que era lento en ese instante.

    -T-Takahashi-san... Lo quiero hacer... muchas veces.

    - Ahhh p-pero... Yukina... san... si ahora lo... ahhh lo hacemos t-tantas veces... No nos hmmmm quedará energía para.... mmm d-después...

    Misaki siguió ese lento vaivén, sintiendo a la perfección como ese duro y ardiente miembro rozaba sus paredes internas, cosa que lo excitaba más y lo hacía querer aun más...

    -E-Entonces lo hacemos... una vez... acá y luego quiero... seguirlo... en casa... -gimió Kou tales palabras en el oído de Misaki, continuando penetrándolo con esa lentitud y percibiendo como ese cuerpo retenía todo su ser en él.

    Misaki jadeó al escuchar tales eróticas palabras. Arqueó un poco su espalda y dejó que sus manos se pasearan por toda la espalda de Yukina.

    - Hmmm Yukina... San... E-entonces ya... Ya no... ¿ya no jugaremos...? Aaahh uuugh

    -J-Jugaremos... nos divertiremos... ahh.. hasta que... dejemos... a todos... tan excitados como.... me tiene usted a mi ahora... -dijo perversamente Kou y continuando con sus embistes parsimoniosos

    - Ahhh p-pero eso no... Ahh s-sería... ¿perverso? Ahhhh más!!

    Misaki elevó su cadera para permitir mejor la entrada de Yukina. Los testículos de Yukina golpeando su trasero, los sonidos sucios, todo lo excitaba de sobremanera.

    -Adoro... la perversidad... Takahashi-san... -dijo meciéndose en ese rico vaivén, mientras estimulaba el glande con los dedos, jugando y haciéndolo gotear... esa habitación abandonada era perfecta ya que el único testigo de su prohibida y morbosa pasión eran ellos mismos en el reflejo

    - Ahhh Yukina-san... Hmmm e-en verdad... E-s un... Chico malo...

    La sonrisa pícara de Misaki se vio un poco deformada por el placer. Cerró los ojos y se dedicó a sentir a Yukina, deseando que siguiera con ese lento vaivén.

    -Y usted... es tan malo... como yo por... calentarme con esa... mirada... -dijo Kou penetrándolo profundamente y quedándose durante segundos en ese pequeño lugar para sentirse mas excitado.

    - Ahmmm Yukina-san ahh... Más... Así umm... Más...

    Misaki solo disfrutaba. El que el más alto se quedara quieto durante unos segundos y luego volviera a moverse de forma lenta solo lo excitaba más, lo sentía aun mas.

    Se notaba enseguida que Yukina, aparte de estar muy excitado, disfrutaba de lo lindo con su cuerpo. Y eso lo excitaba más: saber que le estaba dando placer a su pareja.

    Ese procedimiento lo hizo varias veces y lo aplicaba también al miembro del castaño, a cada vaivén donde se detenía, acariciaba la punta suavemente. Amaba ese placer que sentía y notaba los ojos verdes en él, se agachó a la altura del rostro:

    -T-Takahashi-saaan... mm... es un pervertido... porque adora... verme caliente... ¿verdad...?

    - Ahhmmm e-es inevitable... -jadeó, y cuando lo hizo un pequeño hilo de saliva cayó por su boca- es que ummm... L-luce tan... Umm tan apuesto cuando ahh p-pone esa... Amm mirada...

    Comenzó a mover su cadera en círculos, y cuando Yukina se detenía apretaba su entrada, succionando aun más ese miembro dentro de él.

    En un pequeño ataque, tomó la mano del alto y comenzó a morder, lamer y succionar su dedo medio de una manera muy sugestiva, dándole a entender lo que quería hacer más adelante.

    -Takahashi-san.... apriéteme... porque... me pone mas... duro... -seguía jugando Kou mientras miraba las lascivas reacciones del castaño.

    Cuando lo vio le susurró

    -Y seguiremos jugando... porque... yo seré su juguete... cuando estemos... en casa..

    Misaki sintió que se ponía más duro al escuchar las palabras de Yukina. Siguió moviendo sus caderas y jugando con el dedo de Yukina. Asfixiaba lo más que podía al miembro del chico, tanto que sentía que podría arrancárselo.

    Esa imagen lo motivó a aumentar la velocidad y las masturbaciones, sentía corrientes eléctricas y espasmos pero aun faltaba un poco mas para venirse, y aprovecharía cada segundo que pudiera para sentir esa presión en su pene, y esa carita sonrojada que lo miraba con lujuria

    - Nooo ahhh e-espera Yukina-san ammm no... No, no... -jadeó repentinamente Misaki, deteniendo sus sensuales movimientos.

    El rubio alarmado detuvo todo avance y gimiendo preguntó:

    -Takahashi-san... ¿se encuentra... bien?

    - Si... Sí, estoy bien... Pero no... Muévase lento no... No se adelante amm.. V-vaya más... Lento...

    Kou sonrió reanudando ese lento vaivén y esa pulcra y cariñosa masturbación.
    -¿Así... esta mejor?

    - Ammm s-sí... Aaahhh más dentro... Umm más dentro...

    Misaki gemía y se estremecía, ansioso por sentir ese palpitante miembro lo más dentro que pudiera y que tocara su punto débil.

    Siguió con las estocadas profundas, hasta que en cierto instante tocó el fondo, en el cual el castaño gimió mas fuerte. Había hallado el punto, realizó mismo modus operandi, cuando se quedaba unos segundos se movía dando cortos embistes y tocar mas fácilmente esa zona.

    El cuarto se llenó de los sonidos de los dos, el cuerpo de Kou se estaba calentando peor ya que Misaki lo apresaba y lo estaba llevando a su limite

    Eso fue el detonante en Misaki, quien sin poder evitarlo comenzó a retorcerse y a gritar, encajando sus uñas en los hombros de Yukina y mordiéndolos salvajemente, pues lo estaba haciendo perder la cordura.

    Y por supuesto, llamó la atención de algunos estudiantes que vagaban cerca, pues la zona estaba un poco aislada y los sonidos de Misaki se alcanzaban a escuchar vagamente.

    Extrañados, 3 chicos se acercaron a la bodega.

    - Kotaru, escuchaste?

    - Sí Renji, creo que eran gritos...

    El mas alto al darse cuenta de ese pequeño detalle donde los gritos se hacían oír, los calló con hambrientos besos, dando esos mini embistes en ese punto y frotando con su abdomen la hombría del castaño, haciéndole entender que los oirían y podrían descubrir su travesura.

    Misaki entró en pánico y se puso muy nervioso, haciendo que su cuerpo se tensara y le impidiera a Yukina continuar. No podía reprimir sus gritos, menos ahora que había atrapado el miembro del alto en su interior, y tocando su punto débil. Los 3 chicos comenzaron a intentar asomarse por las ventanas (que estaban muy altas) para ver qué ocurría allí dentro.

    -Ahmmm... shh.. nos ahh... oirán... -dijo Kou entre el beso, temblando pero mas por el placer que por el miedo.

    El rubio se detuvo para que el otro no gimiera mas porque sentía unas miradas o presencias que se asomaban a ese oscuro y abandonado lugar.

    Los chicos intentaban asomarse.

    - Vámonos, no hay nada

    - Espera, ¿y si están matando a alguien?

    - ...

    - ... Eres idiota, ¿verdad? No creo que elijan ese lugar para matar a alguien...

    - Sí, no hay nada...

    - Pero, Kotaru, Satou...

    - ¡Vamos!

    - Bien, solo entro y cuando vea que no hay nada, nos vamos

    - Está cerrado

    - El candado está abierto

    Misaki se congelo. ¡¡Demonios!!

    Miró a Yukina de forma desesperada, temblando no de miedo sino de ansiedad, deseado que continuara.
    Y luego tuvo una gran idea.

    En un movimiento rápido, colocó su espalda contra la puerta para que obstruyera la entrada con el castaño encima dando esos cortos embistes en el punto del joven. Aun manteniendo el beso para que ninguno de los dos gimiera y de paso impidiendo que el chico entrase en el sitio.

    Hizo que Yukina se moviera dentro de él, lo que le provocó un gemido, pero concentrándose lo más que pudo, gimió de forma aguda.

    El suave gemido de Misaki hizo que los chicos se detuvieran.

    - ¿Oíste eso?

    - Sí, ¿qué fue?

    Misaki movió su cadera y gimió un poco más alto, también de forma aguda.

    Un chico intentó abrir la puerta pero no pudo, estaba obstruida. Lleno de curiosidad, asomó un ojo por una grieta y alcanzó a ver una delgada espalda desnuda y una larga cabellera castaña.
    Kou empleó la misma técnica de Misaki, haciéndolo gemir de esa forma, cuidando que desde el ángulo donde estaban nadie los viera, aunque era complicado tener en cuenta ese detalle ya que su excitación nublaba su buen juicio

    - Kou-san -gimió de forma aguda- ahhh espera... Alguien... Afuera...

    Atento el rubio se detuvo y besó al castaño para ocultar todo vestigio de sonido.
    Aun así prefirió continuar masturbándolo en la silenciosa espera de que en algún momento u otro serian descubiertos

    - Ehhh ¿quién está ahí? -dijo uno de los chicos.

    - Kou-san, diles que se ahh vayan -dijo Misaki en forma aguda pero mirando intensamente a Yukina, dándole a entender su idea.

    Yukina excitado, intentó hablar con un tono mas suave y mas agraciado, lo mas femenino que le fuera posible y dijo conteniendo todas sus ganas de gemir:

    -Ahm... se pueden ir... soy del club de actores y estoy practicando para la obra de teatro del festival de verano.

    Al escuchar eso, los chicos se quedaron quietos.

    - ¿Le pidieron permiso al maestro para utilizar este lugar?

    - C-claro que sí -dijo Misaki- si no, ¿por qué el candado está abierto?

    Eso pareció convencer a los chicos, pues se miraron entre ellos, se encogieron de hombros y después de despedirse de ellos, se marcharon.
    Ahora si no quedaba nadie cerca.

    -Ahora... que esos latosos se fueron... continuemos con nuestro juego... ya estoy en mi limite... Misaki-san.

    - Ammm Y-Yukina-san ugh... Yo... también...

    El rubio reanudó con fuerza esos pequeños embistes y besando con pasión al castaño, apresándolo en sus brazos mientras hacia ese corto vaivén en aquel punto.
    Su cuerpo sentía las corrientes eléctricas y el calor que ambos emanaban, el calor y la estrecho del cuarto elevaba la pasión que demostraban los universitarios en su coito.

    Misaki correspondió al beso pasando sus brazos detrás del cuello de Yukina. Admitía que la adrenalina de casi ser descubiertos lo estaba excitando de más. En verdad ya no soportaría más tiempo, y menos con Yukina golpeando su próstata de esa manera.

    - Ya.... Yukina... San.... Ammm.... Uughhh aaaahh j-juntos ahhhh t-terminemos.... Juntos...

    Los espasmos comenzaron a recorrer el cuerpo de Misaki, apresando el miembro del mayor en su interior.

    -S-Sí... juntos... m-me vengo T-Takahashi-saan...

    - Ahhhh Ahhh ¡¡ahhhmmm!!

    Anunció moviéndose y de pronto el calor lo embriagó y algo húmedo corrió dentro de las entrañas del castaño y a la vez que el otro despedía su esencia entre los dos.

    -¡¡Ummn!! ahh...

    Los segundos después del orgasmo fueron la nada misma, ambos chicos cayeron rendidos y agitados sobre el suelo, aun obstruyendo la entrada.

    Misaki se retorció mientras sentía como su semen se derramaba en la mano del alto, y casi en cámara lenta sintió como el semen de Yukina lo llenaba completamente, haciéndolo gemir.
    No habló, no tenía demasiadas fuerzas para hacerlo.

    Sin fuerzas se quedaron recostados, el castaño sobre el rubio, recuperando las pocas fuerzas y la respiración, para él fue sublime porque la su corazón latía con rapidez y se sentía completo, a pesar que estuvieron a punto de descubrirlos, toda la experiencia fue excitante y perfecta.

    Pero, no sabía si ya llevaba demasiado tiempo sin sexo, o porque Yukina era muy apasionado, o tal vez se estaba volviendo un pervertido...
    Pero no fue suficiente para él.

    Quería más.

    - Yukina-san... -dijo suavemente- no podemos volver a usar los vestidos...

    -¿Por qué? ... no están sucios... -refutó mirando a su compañero

    - No pero... Pero sí la ropa interior... No podemos andar por ahí sin bragas...

    -No importa.. nos tendremos que cuidar un poco y además... aun quiero jugar con los demás... o ¿usted no quiere?

    - Sí, quiero jugar... -dijo pensativamente- ¿qué haremos ahora?

    -Recuperemos fuerzas y... luego nos iremos antes de que vuelvan esos chicos de antes.

    - De acuerdo -le sonrió dándole un ligero beso- pero tengo hambre. ¿Cuando terminemos de jugar podemos ir a comer?

    -Claro, aun tenemos a esos chicos que le pedimos comida. -respondió dando otro beso casto

    - Ehhh pero Yukina-san, ¿no tendremos algún "olor raro"? -dijo en forma divertida y dándole otro beso.

    -Mmm... puede ser... pero le diremos que. unos chicos nos jugaron una broma y que nosotras... caímos. -respondió dando otro beso y sonriendo.

    - Pero, dudo mucho que vayan a creerlo Yukina-san, ¿qué clase de broma pudieron habernos hecho para que quedemos... oliendo así? -dijo siguiendo el juego de los besos.

    Y para él, el olor de ambos juntos era agradable, pero estaba seguro que para el resto de las personas no...

    -Q-Que por error nos metimos en un escenario donde había cosas podridas... y al llamarnos la atención nos asustamos y caímos. -comentó acompañando en el juego.

    Adoraba el aroma del chico pero era una realidad que no todo el mundo era consciente de su pasión desbordante y traviesa.

    Misaki volvió a darle un beso a Yukina.

    - Hmmm aun así no se si quiero verlos... Digo, acabamos de estar juntos así que...

    -Entonces... sigamos en casa... y continuemos jugando ahí... pero no se como haremos para ir sin llamar tanto la atención. -pensó en voz alta, dando mas besos a Misaki

    Misaki rio dulcemente, pues de alguna manera los besos del más alto le daban cosquillas.

    - Me gustaría verlo vestido de negro -sonrió dándole un beso en la mejilla- seguro le luciría muy bien.

    -Y a usted también le sentaría de maravilla, tengo unas ropas como esas... y allá estaremos mas cómodos porque mi cama sigue mojada... y estoy igual pero me gusta besarlo... -dijo dando otro beso.

    Misaki soltó una risa y le dio otro beso a Yukina.

    - Tengo un amigo que me debe un par de favores... Podríamos ir con él, tiene una tienda con muchos accesorios de esa clase...

    -¿Vestidos así? por mi no hay problema pero si se ese chico se excita por nosotros no será nuestra culpa.

    - No te preocupes, es heterosexual y me conoce muy bien. Además, me debe varios favores -sonrió- nos ayudará.

    Besó a Yukina de forma casta, pero el beso duró un poco más que los otros.

    -Muy bien... vallamos con él y luego juguemos un poco más en mi casa... aun tengo algo más que hacer con este cosplay... -susurró en el oido y luego bajó a los labios y los besó una vez más.

    - Yukina-san, qué pervertido -dijo Misaki riendo e intentando levantarse de encima de Yukina, para poder ponerse el vestido

    -Usted también lo es con ese sensual andar.

    - ¿Sensual andar? ¿de qué está hablando? -rio- si así es como siempre camino.

    -Sensual porque gotea un poco. -observó divertido.

    - ¿Eh?

    Miró su trasero y sí, estaba goteando el semen de Yukina. Se sonrojó bastante y miró al alto "enojado".

    - ¿De quién crees que es la culpa?

    -Mía y me encanta. -se defendió abrazándolo y dándole un beso en la mejilla.

    Misaki se sonrojó un poco más. Lo tomó de las mejillas y le sonrió dulcemente.

    - Eso no es bueno, tendré que castigarle después por eso, Yukina-san -dijo dándole un pequeño beso.

    -Ansiaré con ganas su "castigo" -susurró dándole un beso más.


    - No diga eso, me pone nervioso -dijo pasando sus brazos por el cuello de Yukina y dándole un suave beso. Después se quedó colgado a él, sonriéndole y mirándolo a los ojos.

    Él también sonrió de igual manera y se quedaron así por unos minutos. Hasta que luego dijo con mucho pesar.

    -Me parece que nos tendremos que vestir e irnos de acá... no sabe lo que sufriré para que me castigue Takahashi-san. -dijo dando otro beso, rodeándolo por la cintura.

    Misaki correspondió al beso e hizo que fuera un poco largo. Luego se separó.

    - Tiene razón, hay que vestirnos... E ir por los otros trajes...

    Pero no se vio capaz de soltar a Yukina.

    -Quisiera quedarme así por siempre. -confesó abrazando aun mas al chico y respirando su perfume.

    - Pero, ¿qué cosas dice? -dijo abrazando al más alto y cerrando los ojos, para poder sentirlo completamente.

    Tenía que admitir que, por unos segundos él había pensado lo mismo.

    -Digo lo que es... si pudiera me quedaría aquí para toda la vida. -susurró

    - Creo que estoy de acuerdo, Yukina-san... Congelar este momento... Como un sueño... -suspiró. - Y como todo sueño... Tiene que acabar en algún momento -dijo abrazando más fuerte a Yukina.

    -Lamentablemente es así... pero lo repetiremos muchas veces ya que usted es mi modelo. -estrechó el contacto.

    Misaki no había recordado eso, y luego sonrió.

    - Tiene razón....

    Se quedaron unos momentos más así, hasta que con mucho pesar Misaki lo miró a los ojos.

    - Creo que... Es hora de vestirnos...

    -Sí... hay que vestirnos... -dio un ultimo beso y se desprendió con mucho pesar de aquel calor.

    Luego fue a donde estaba su vestido blanco y se lo puso de la misma manera sensual con el cual se había desprendido, acomodándose las bragas húmedas, y mirando a su lindo amigo de ojos verdes en el proceso.

    - Pero ¿qué cree que hace? -rio Misaki, solo que él en lugar de acomodar sus bragas, se las quitó y las lanzó a un rincón, y se comenzó a acomodar el vestido.

    -Pues acomodándome... a menos que usted quiera quitarme las bragas, yo no me opondré. -comentó Kou, acodando la larga y lacia cabellera, con las pequeñas hebillas en forma de estrella.

    - No, yo no pienso quitarle nada... Todavía -rio- disculpe, ¿podría ayudarme por favor a acomodar el listón? -dijo señalando el moño del vestido.

    En realidad, Misaki no hubiera tenido problemas para acomodarlo él mismo.

    -No hay problema. -respondió poniéndose en la espalda del chico y atando el lazo rosado a su cintura, abrazando su cintura por delante palpando la falda, o sea, tocando la hombría por arriba del vestido por unos segundos. -Cuídese o sino muchos... querrán meter mano.

    Misaki suspiró y luego le dio un suave codazo a Yukina.´

    - Si eso pasara, ¿lo permitiría, Yukina-san? -dijo mirándolo por encima del hombro.

    -Claro que no. -respondió sobándose la zona golpeada. -Primero lo mataría al imbécil que se atreva, o... lo distraeré yo mismo.

    - Ehhh ¿y cómo lo distraería? -rio Misaki acomodando su cabellera.

    -De esta forma. -dijo acorralando a alguien imaginariamente y levantando la falda para que se viera bien las nalgas.

    - Jajajajaja Yukina-san, no creo que de esa manera se pueda distraer a alguien -rio

    -Al menos le daría tiempo para huir, ¿no cree? -preguntó volviendo a bajar la falda y acomodando los volados. Una vez todo listo, miró a su acompañante y usó ese tono suave y femenino:

    -¿Nos vamos Misa-san?

    Misaki soltó una carcajada y tomó la mano de Yukina.

    - Vamos Yuki-san -dijo con una voz tan suave y aguda que por unos momentos se asustó porque su voz se escucho en verdad femenina.

    Ambos tomados de la mano empezaron a caminar a paso un tanto lento por la reciente actividad.

    -Tengamos cuidado y a todo esto... ¿como esta su cuerpo?

    Misaki se sonrojó y bajó la mirada.

    - Está bien... No, quiero decir... Estoy bien, gracias por preguntar...

    -¿Vamos a mi casa o vamos a ver a su amigo? -preguntó apretando la mano del castaño

    - Vamos con mi amigo, podremos comer en su restaurante y luego volver a casa a seguir jugando -le sonrió pícaramente.

    -De acuerdo. -correspondió la sonrisa picara.

    Algunas personas veían al dúo, y clavaban la vista en ellos, sin saber muy bien si acercarse y hablar o admirarlos de lejos.

    Obviamente a Misaki le importó un bledo y guío a Yukina hacia una parte más oscura de Japón, más silenciosa, y conforme se adentraban, una música un tanto escandalosa se escuchaba.

    - Esta es la zona Dark -dijo sonriendo- hay muchos dark visual kei o gothic visual kei por aquí. Son muy extraños, pero de alguna manera me agradan

    -Valla y ¿cómo conoció este lugar? -mirando curiosamente los alrededores.

    - Es una larga y vergonzosa historia -suspiró Misaki- solo dejemos en que un perro, un pedazo de popó y un chocolate estuvieron involucrados

    -Ok ok. -respondió divertido, luego miró un par de trajes y otras cosas que le llamó su atención. -Me los pondré después

    - Sí, sí...

    Misaki lo guío a un callejón. Las personas de ahí, vestidas de manera extraña, ni los miraban al pasar. Al fondo de ese mismo callejón había una tienda con un letrero simple que decía "Kueros".

    - Es aquí -sonrió Misaki- y no importa lo que diga mi amigo, por favor no se quede a solas con él -le advirtió para luego entrar.

    -"¿Por qué será?" -pensó entrando detrás del otro y admirando las miles de cosas que había adentro, desde ropa negra hasta las tachas y otros accesorios.

    - Oiiii Kuro -dijo Misaki mirando a su alrededor- ya estoy aquí~. ¿Kuro? Sal, sé que andas por ahí...

    No se dieron cuenta, pero algo se movió detrás de Yukina, y ese algo tocó su trasero.

    EL rubio sintió una mano en su trasero y rápidamente volteó para darle un puñetazo al idiota que osó tocarlo.

    -¡Eso fue por pervertido! -ladró sonrojado.

    Misaki miró el bulto que estaba en el suelo y luego sonrió:

    - Hola Kuro. Se nota que no has cambiado, tú y tus extraños saludos...

    -¡¿Eh!? -miró sorprendido a los dos presentes. -Takahashi-san ¿ese chico es su amigo? -preguntó sorprendido.

    Como si no le hubiera dolido, el chico se levantó como si nada.

    - Hola, Takahashi -dijo el chico con voz grave y arrastrada. Traía encima una capa con capucha y cubría su cara.

    -De verdad lo siento mucho. -se excusó. -Pero se lo merece por tocarme de esa forma. -se defendió mirando al joven misterioso.

    El chico lo miró (o eso creyó Yukina) y luego volteó su cabeza hacia el frente.

    - Si no lo hubieras hecho, te hubiera sacado de mi tienda.

    Con pasos arrastrados se puso detrás del mostrador y luego miró a Misaki.

    - Takahashi, ¿qué puedo hacer por ti?

    -Sos raro. -espetó Kou, tirando el cabello para atrás.

    - Gracias -dijo el chico sin dejar de mirar a Misaki.

    - Kuro, necesito ropas... -dijo Misaki- ¿tendrás talla para él?

    El rubio solo se quedó mirando, inspeccionando el local, manteniéndose al lado de Misaki.

    El chico miró a Yukina y luego asintió.

    - Es muy alto, pero debo de tener algo. Por cierto, lindos vestidos -dijo sin tono de burla. Fue como si lo dijera en serio.

    -Gracias, y también lindo traje. -respondió Kou con un sonrisa sonrojada, empleando el mismo tono serio.

    Pero al parecer, eso no tuvo ningún efecto en el chico, que simplemente dio la media vuelta y entró en la trastienda.

    - Lo siento -dijo Misaki- sé que es muy extraño, pero es buen chico... Al menos cuando se acostumbra a tu olor...

    -¿A qué te refieres con "tu olor"? -preguntó escéptico

    - Ni yo mismo tengo la menor idea -admitió- pero lo del olor es cierto. ¿Porqué crees que supo que era yo? No fue por mi cara, sino por mi olor... Es raro no se explicarlo bien...

    Justo en esos momentos apareció de nuevo el chico con un montón de ropa doblada en la mano. Cuando se acercó a ellos se tropezó pero ni hizo el menor intento de levantarse, solo le extendió la ropa a Misaki.

    - Takahashi, solo recuerda lo que te he dicho

    Kou vio al chico en el suelo y se arrodilló preguntando -¿Estas bien?

    El chico no contestó, sino que siguió mirando a Misaki como esperando una respuesta. El castaño suspiró y tomó la ropa.

    - Sí si me lo has dicho al menos 50 veces...

    -¿Decirte qué? -preguntó Kou aun arrodillado y mirando a Misaki

    - 50, 100, 1000 veces, nunca es suficiente -se comenzó a arrastrar a Misaki- te debo la vida y siempre te lo agradeceré...

    El chico tomó los tobillos de Misaki.

    - Ahhh no empieces con eso -suspiró Misaki- solo era un simple gato..

    - Los gatos son los guardianes del reino de los muertos. Si no hubieras llegado, me hubiera llevado...

    Kou miró extrañado la escena, luego compuso una sonrisa.

    -Takahashi-san sos muy amable.

    - Nunca me di cuenta -dijo Misaki- solo llegue y el gato salió corriendo, asustado...

    El chico miró a Yukina, quien al fin pudo ver su rostro: era apuesto, rubio, y un ojo lo tenia azul oscuro y el otro blanco, como ciego. En ese ojo tenía una cicatriz como rasguño de gato o algo parecido.

    - Huelen a semen -dijo el chico finalmente- no deberían andar oliendo así por ahí. Vayan a la trastienda, ahí está mi baño -dijo comenzando a rodar lentamente por el suelo.

    Kou siguió mirándolo y murmuró por lo bajo:

    -Eso debe doler, ya veo porque lo quiere mucho.

    Misaki miró a Yukina y le hizo una seña de que guardara silencio, y luego miró al chico, que seguía rodando por el suelo lentamente.

    Entiendo el mensaje se puso de pie, y con una sonrisa comentó: -Gracias por prestarnos el baño, Takahashi-san, ¿entramos los dos o va usted primero?

    Antes de que Misaki contestara, el chico lo hizo por él (sin dejar de rodar).

    - Entren los dos juntos. Astaroth no conoce a Yukina y lo atacará si se baña solo. Takahashi, recuerda tener cuidado con mi murciélago...

    -Lindo nombre. -comentó divertido. -¿Takahashi-san vamos? -manteniendo la sonrisa

    Misaki tomo a Yukina y lo llevó a la trastienda. A diferencia del resto de la tienda, todo ahí estaba adornado de forma gótica. Frente a lo que parecía el baño, había una gárgola de piedra con una placa que decía " Astaroth".

    Había una jaula negra y algo ahí dentro se movía: un enorme murciélago, que parecía haber detectado movimientos.

    -Es... gigantesco... -murmuró mirando al mamífero.

    - Sí -dijo estremeciéndose- lo peor es cuando lo saca, se ve muy extraño. También tiene un cuervo, al que llama "Jake", pero por suerte la jaula no está por aquí

    -¿Tiene miedo? -dijo afianzando la toma de manos

    Misaki lo guío al baño. Había una araña de velas en el techo, con velas rojas. Todo el baño, incluyendo el excusado y la bañera, era de mármol negro. Un espejo al estilo antiguo estaba frente al lavabo, de mármol negro también.

    - No es que tenga miedo... Solo que juraría que a veces el cuervo hablaba. Es imposible, pero en serio que casi escuchaba eso…

    -Ya veo... Admito que tiene un gusto fuera de lo común, pero por algo será ¿no? -mirando todo el lugar dijo con mas curiosidad -De dónde habrá sacado el dinero para comprar todo esto, debió ser caro

    - Sí, todo es muy caro... Creo que es heredero de una fortuna o algo así. Fue lo que mencionó cuando lo conocí...

    Misaki se desnudó y se quitó las extensiones. Notó que la bañera ya estaba preparada: como siempre, adivinando sus pasos.

    - Vamos Yukina-san, entremos juntos -dijo sonriendo y extendiendo una mano, parado ya desnudo a un lado de la bañera.

    Con una sonrisa Kou se deshizo de sus ropas y de las extensiones, se acercó al otro y tomó de la mano besándola. -Entremos Takahashi-san.

    Con un suave sonrojo, Misaki comenzó a entrar en la bañera, la cual no había notado que traía pétalos de rosa flotando en el agua. (¿en serio habían estado ahí?)

    - Kuro es romántico a su estilo -dijo a Yukina- a veces no le entiendo.

    El estudiante lo siguió de buen grado y se sentó en la tina y suspiró relajado. -Los genios son incomprendidos es lo hace divertido, además... -dijo cerrando los ojos. -se nota que lo quiere Takahashi-san.

    Misaki puso un gesto triste y se sentó entre las piernas de Yukina.

    - En verdad... No sé qué hubiera pasado si no hubiera llegado -suspiró- el gato era muy grande y lo estaba arrinconando, y él se tapaba la cara, y estaba sangrando.´..

    -Ya veo... debió ser muy traumarte para usted ver eso. -respondió acunándolo en su pecho y mojando la cabeza con delicadas caricias.

    - No fue tanto eso... Es solo que estoy seguro que el gato le cayó de sorpresa. Si él hubiera querido lo hubiera espantado...

    -Es por eso que digo que usted es una persona muy bondadosa y que ayuda a muchos olvidándose de uno mismo. -comentó acariciando el pelo, y lavándole un hombro. -Es por eso que todos lo aman.

    - No es cierto -dijo Misaki sonrojándose- solo que... Hubiera visto su cara Yukina-san -suspiró- estaba realmente asustado... El gato salió huyendo y él se tiró al suelo y abrazó mis pies diciendo "gracias Dios de la luz por salvarme..."

    Se acurrucó al pecho de Yukina y suspiró.

    - Por eso intento visitarlo cada vez que puedo. Se alegra mucho.

    -Sos su luz así que déjelo que lo cuide... -dijo Kou relajado.

    - No quiero causarle problemas a Kuro, por eso me da un poco de...

    -Esa persona algún día le ayudará cuando este en apuros. Así que déjese consentir por los demás, diga las cosas que no le gustan y confíe... confié que todo estará bien. -murmuró abrazando un poco a Misaki

    Misaki suspiró y se dejó abrazar por Yukina, disfrutando lo cálido del agua y los brazos del más alto. El aroma a rosas lo llenaba y se sentía tan cómodo...

    - Lo siento -la voz arrastrada de Kuro apareció de la nada- no les di toallas

    -Kuro-san es muy amable en traer las toallas pero la próxima vez llame antes de entrar. -comento el rubio pero no estaba del todo molesto porque el chico había sido muy atento con ellos. Solo mantuvo la posición y seguía abrazando a Misaki, suponía que el chico no le importaba ver esas escenas.

    - ¿Qué dices? Es mi baño y es mi Takahashi, además les avisé antes de entrar -dijo Kuro sentándose en la tapa del excusado, efectivamente no le importó ver esa escena.

    -Por hoy, él me hará compañía. -sonrió el rubio dándole un beso al castaño

    Kuro los miró de forma neutra y luego hizo un extraño gesto que pareció una sonrisa.

    El rubio miró también como si nada, solo se quedó clavado en los ojos del chico y no dijo más nada, solo abrazaba a Misaki.

    - De acuerdo, si tienen sexo por favor asegúrense de quitar el tapón de la bañera -dijo levantándose- vámonos Astaroth

    Cuando Misaki volteó, casi dio un salto cuando vio la misma gárgola que estaba afuera, solo que ahora estaba adentro del baño, a un lado de la puerta.

    -Kuro-san... no se preocupe que no lo tendremos, y por cierto... Astaroth-san es realmente sorprendente.

    - Gracias Yukina, Astaroth te lo agradece

    - Espera Kuro, ¿cómo sabes su nombre? -dijo Misaki

    El chico se encogió de hombros.

    - No lo sé... Solo huele a Yukina... -dijo para irse del baño arrastrando los pies.

    Luego, ya afuera, asomó su cara.

    - Los lubricantes están al lado de los shampoos. Usen los que gusten -dijo para luego retirarse.

    -Gracias por el consejo pero necesito recuperar fuerzas... Kuro-san es una persona muy atenta por eso te quiere Takahashi-san.

    Misaki se quedó sonrojado y luego sonrió. Se levantó un poco y tomó uno de los frascos que Kuro le había indicado. Era un extraño líquido color celeste. Lo destapó y lo olió: olía de manera rara... pero agradable.

    Al ver la acción del mas bajo le preguntó por curiosidad, mientras se llevaba el cabello hacia atrás.

    -¿Qué hará con eso?

    Misaki no respondió. Metió dos dedos (que eran los que cabían) en el frasco y luego los sacó. El líquido tenía la consistencia de shampoo pero no parecía jabonoso. Se sentía un tanto agradable.

    El otro solo lo miró en silencio. -¿Qué siente?

    Aun sin responder, se puso un poco de ese líquido en el brazo, esperó unos cuantos segundos y luego volvió a tocar: seguía un tanto resbaloso, jabonoso, pero definitivamente no era jabón.

    El rubio al no tener respuesta solo se dedicó a cerrar los ojos y hundirse un poco mas en el agua.

    Pero esa paz se vio interrumpida cuando sintió las manos de Misaki en su hombría, masajeándola suavemente.

    -Ahmm.. ¿q-qué hace... T-Takahashi-san? -gimió sorprendido Kou al notar esas manos pegajosas paseándose como si nada sobre ese delicado sitio

    Misaki le susurró un suave "no diga nada" y siguió untándole por debajo del agua ese líquido que había tomado. No tardó mucho para que ese miembro se pusiera duro.

    Cuando eso ocurrió, se elevó un poco y se sujetó de los hombros de Yukina, para luego comenzar a sentarse sobre él lentamente, gimiendo un poco.

    -Um... ah... p-por qué... aun tiene ganas ¿no?... pero dije que jugaríamos en casa... -dijo abrazando la cintura del chico y acomodándolo en su regazo

    - L-lo... siento pero... umm n-no podía... dejar pasar la... oportunidad... -jadeó- en verdad... quería... más...

    -Mmm… niño travieso... -movió su cadera contra el cuerpo del joven dando un vaivén. -No sabe... lo que me gusta... cuando me incita... -lo tomó del mentón y lo beso hambrientamente, tocando las nalgas del joven

    - Hmmm nnngh... -jadeaba mientras seguía el vaivén de Yukina, frotando su pecho contra el del más alto y moviendo sus caderas de manera circular, cosa que era fácil pues el lubricante había ayudado mucho.

    -Ummm... estas muy... caliente y duro... -dijo moviéndose e imprimiéndole velocidad, sintiendo esas manos mojadas tocándolo por todos lados

    Misaki volvió a besarlo de forma hambrienta, jadeando en su boca y moviéndose un poco más rápido. Escuchaba como por sus movimientos el agua se tiraba de la tina pero no le importó. Bajó por el cuello de Yukina, besándolo y mordiéndolo, el cual gracias a los pétalos que había en el agua, olía deliciosa.

    -Ah... umnn... así... más... siga así... -jadeó Kou sentándose mejor en la tina y moviendo el cuerpo del castaño para penetrarlo mas profundamente

    - Amm... Mmmm más... más... dentro... -jadeaba Misaki moviéndose e intentando que el miembro de Yukina fuera aun más adentro de lo que estaba.

    Kou aumentó el ritmo, y volvió a masturbarlo disfrutando de la cara sonrojada y de las expresiones que realizaba

    Misaki siguió moviéndose. Comenzó a besar las mejillas de Yukina, las cuales estaban completamente rojas.

    - Ummm Yukina... San.... Aaagghh más... Por favor... Más...

    Acatando el pedido, se meció con mas intensidad y fue apretando con mas pasión el miembro de Misaki, tocando a fondo el cuerpo de este y gozando de los sonidos que le brindaba por su lascivo trabajo.

    -P-Perdón... si le falta... fuerza... igual a mi me... gusta como... me incita y me calienta... Y eso... hace que me... mueva... Takahashi-san

    - Aammmm Yukina-san uugghh... Ahhh e-está bien yo me... Yo me encargo...

    Misaki comenzó a darse impulso con sus piernas, moviéndose aun más rápido y yendo más profundo excitándose con los sonidos húmedos y huecos que causaban las penetraciones.

    -Ahmm... nght... s-se siente biiiien... -gimió acompañándolo lo mejor que podía y besándolo con lujuria desbordante.

    Movía su cabeza a un lado para dejarle al alto el paso libre a su cuello. Él mismo besaba y mordía el cuerpo de Yukina como si fuera un dulce o algo parecido.

    - Asam Yukina... Yukina saahhh amm ugghhh nmmhh...

    Sin esperar un segundo comenzó a morder, besar, lamer todo el trozo de piel que le ofrecía Misaki, moviendo las caderas para darle en el punto mas profundo, de manera que ambos gozaban sin contenerse.

    Comenzó a moverse en círculos, apretando su entrada lo más que podía. Había descubierto que eso le gustaba a Yukina: que asfixiara su miembro y no lo soltara

    -A-Amas que... me excite... cuando haces... eso ¿no?... chico travieso... -jadeó apretando el glande del castaño y moviendo la yema del dedo alrededor de la rosada zona.

    - Aaahhhh e-espere... -gimió intentando apartarse un poco- n-no haga eso... Me excita más... Eso... No esta... Ahhh biien....

    -Es... su castigo... -comentó paseando la yema del dedo en la húmeda y caliente zona.

    - Ammm no... Yukina-sannn ammm uuughh en serio...

    Intentó levantarse y apartarse de Yukina, de lo contrario terminaría corriéndose.

    El otro al notar esa huida, tomó las caderas y lo sentó sobre él, dando en ese punto donde perdía la cordura y apretando a la vez esa rosada zona y esta vez con dos dedos.

    -Quédese... me gusta... sentirlo

    - ¡¡Aaaahhhh!! -gritó Misaki- no, no, espera, ahhhhmmm Yukina.. San... No me voy a ammmm venir no... Aaauummm!!

    -L-Lo siento... no puedo esperar... quiero correrme... dentro suyo... -susurró en el oido del joven, continuando con el juego. Percibía que el cuerpo de Misaki temblaba de la excitación y que dentro de nada se vendría.

    Pudo haber resistido un poco más, pero la erótica voz de Yukina fue el detonante para que gritara de placer y pusiera una cara en verdad sensual, mientras su semen comenzaba a salir poco a poco, embarrando la mano del alto.

    Mientras se corría, comenzó a apretar su entrada fuertemente, impidiendo la salida del miembro en su interior.

    -Umm.. Ahhh... m-me corrooo... -anunció el rubio ante la repentina estreches y descargó su esencia nuevamente en la entrada del castaño. Aun así se quedó en esa posición, en parte porque no podía salir y por el otro lado porque le gustaba la calidez de aquel cuerpo.

    Misaki pasó los últimos segundos del clímax suspirando y abrazando la cabeza de Yukina, con su espalda arqueada. Cuando terminó de correrse, se quedó jadeando sin querer separarse de él.

    El post orgasmo y el agua caliente lo relajó bastante y se lo hizo saber al mas bajo.

    -Me siento... mejor...

    - C-creo que.. Yo también... -suspiró Misaki.

    En eso se escuchó que tocaron la puerta.

    - Voy a entrar -era la voz de Kuro.

    -Pase... Kuro-san... -dijo Kou sin moverse ni un milímetro y besando a Misaki con pasión.

    Misaki correspondió al beso justo cuando Kuro entró. Los miró sin mostrar alguna seña de escándalo o sorpresa, los miró normalmente.

    - Supongo que deben de estar cansados. Vengan, he preparado unos bocadillos -dijo mientras dejaba la ropa que les había preparado encima del excusado.

    Los miró unos segundos más y luego añadió:

    - Realmente no me importa el tiempo que quieran pasar aquí adentro, pero sería una lástima si esos bocadillos se desperdician.

    Después de cortar el beso, suavemente salió del interior del joven. Y se levantó de la bañera, exhibiendo todo su ser, las gotas de agua recorrían su figura y caminó un par de pasos hasta quedar enfrente del chico. Después de cruzar mirada unos segundos, sonrió y lo abrazó:

    -Gracias por tomarse esas molestias.

    Kuro no pareció ni alegrarse ni enfadarse por el abrazo. No lo correspondió pero tampoco se alejó. Solo se quedó ahí hasta que Yukina dejó de abrazarlo. Cuando levantó la mirada, la herida de su ojo se había abierto un poco y estaba sangrando.

    -L-Lo siento, es mi culpa. -respondió tomando una toalla y limpiando un poco la herida, cuidando de no herirlo.

    De inmediato Kuro volteó la cara y se alejó un poco de Yukina.

    - Por favor vengan ya, si los bocadillos se enfrían sabrán mal.

    Dicho esto, rápidamente caminó a la puerta y salió, cerrándola al desaparecer.

    Misaki suspiró, meditando la escena.

    -No se preocupe Yukina-san, suele abrirse a veces. Es solo que... Le avergüenza que vean cómo sangra.

    -Lo siento, fue mi culpa de todas maneras. -se disculpó sinceramente

    Se levantó de la bañera y abrazó a Yukina.

    - No, no fue su culpa. Kuro estará bien, ya verá que cuando salgamos tendrá a su murciélago afuera...

    - Es mejor que nos vistamos ya -sonrió.

    -Igual le pediré que me disculpe, después de todo se tomó la molestia en darnos de comer y usar la ducha. -comentó tomando una de las prendas negras.

    - Así es él -dijo sonriendo- en verdad no sé por qué es tan atento, pero por su rara personalidad y sus gustos casi nadie lo toma en cuenta.

    Tomó unos bóxers que le habían llevado y sonrió al notar que eran negros un una pequeña calavera en una esquina.

    - Espero que no sea muy exagerada -rio mientras se ponía los pantalones negros, algo ajustados.

    -Jaja no creo que le quede mal, es mas le sienta muy bien la figura. -comentó poniéndose la ropa interior del mismo color y unos pantalones de vestir con botamanga ancha

    Tomó la playera que le había llevado, que era al estilo victoriano de manga larga, y una gabardina.

    - Ehhh creo que se emocionó con todo esto -sonrió apenado mientras se ponía la playera.

    -Verdad que si. -rio el rubio, agarrando una camisa blanca y un pañuelo a volados, y finalmente una campera larga y negra, junto con un rosario de cruz invertida

    - Jajaja hasta me trajo un sombrero de copa -dijo riendo mientras veía que tal accesorio estaba adornado con una rosa roja.

    -Que lindo, yo creo que no necesito sombreros, soy bastante alto jeje.

    Misaki golpeó juguetonamente a Yukina.

    - Oi, ¿qué quisiste decir con eso?

    -Jeje nada, bocchan. -respondió divertido haciendo una reverencia

    - Hmmm ahora que lo mencionas, pareces un mayordomo -rio de forma divertida al ver el vestuario completo de Yukina.

    -Y usted se parece a un lindo señorito ingles. -bromeó Kou mirando a Misaki de arriba a bajo

    - Si, ya basta tonto -dijo en forma cariñosa- vamos o Kuro no estará contento

    -Yes, My Lord. -respondió Kou siguiendo al castaño

    Misaki rio y salió a la trastienda, que a la vez era la casa de Kuro y caminó hacia el comedor, el cual era muy al estilo gótico y los muebles eran de madera negra.

    Ya estaba ahí Kuro, sentado en la parte izquierda y frente a él un enorme plato lleno de galletas. Al verlos, se levantó y señaló a Yukina la silla frente a él, y a Misaki la que estaba a la cabecera.

    -Discúlpeme por lo de hace rato, y gracias por la ropa. -comentó Kou sentándose en el lugar indicado

    Kuro lo miró y (por primera vez) hizo un gesto. De extrañeza.

    - ¿Lo que... Pasó hace rato? ¿Qué pasó?

    En eso llegó un cuervo aleteando y se apoyó en la silla de Kuro.

    Misaki se sentó en la silla que le habían indicado.

    -Me refiero a haberlo lastimado en su vieja herida. -especifico Kou con la mirada baja

    Por un momento, una expresión de tristeza se vio en a cara del chico al tocarse la herida pero luego volvió a su neutralismo.

    - No importa... Suele pasar. Por favor, coman -dijo mientras se levantaba y entraba a la cocina.

    Misaki tomó una galleta y la miró: era de color negro pero no estaba quemada, y tenia forma de murciélago.

    Kou aceptó de buen grado sin cuestionarse nada, solo sentía pena por el chico por lo bajo comentó sin que lo escucharan alguno de los dos. -Claro que importa.

    Kuro volvió con una jarra de peltre y unas copas de cristal. Las acomodó y sirvió un líquido rojo.

    - No es sangre ni vino. Es solo... Líquido sabor cereza. Disfruten por favor.

    -Muchas gracias. -dijo dando un sorbo, pintando sus labios con esa tonalidad roja y luego se relamió un poco para limpiarlo. -Sabe muy rico

    - Me alegro de que gusten de él. Por favor, prueben las galletas. Deben de estar muy cansados y sin energía después del sexo -dijo de forma natural.

    Kou comió dos galletas y el sabor le pareció sublime y perfecto, con una sonrisa le pidió al inexpresivo joven: -¿Me podrías enseñar algún día a cocinarlas?

    Al fin el chico mostró otra expresión; una momentánea sorpresa. Después de mirarlo así, volvió a su expresión neutral.

    - Son un poco complicadas. No tengo problema alguno pero ¿aun así quieres volver a entrar a este agujero?

    -Claro, además usted es mi amigo ahora así que por favor permítame que lo visite, ¿si?

    Un fantasma de sonrisa apareció en la boca del chico, y luego bajó un poco la cara, provocando que la capucha le tapara la mitad.

    - ¿... Amigo...? Claro... Sería muy feliz si tú y Takahashi vinieran a verme...

    Misaki sonrió dulcemente a Yukina.

    -Kuro-san esa expresión le sienta bien, ojalá la muestre mas seguido a futuro. -comentó sonriendo a ambos jovenes

    Kuro no dijo nada, pero a Yukina le pareció que se sonrojaba un poco.

    Se asomó debajo de la mesa y sacó un cofre color morado.

    - ¿Qué hay ahí Kuro? -dijo Misaki curioso.

    - El resto de sus vestimentas -dijo sacando unos lápices negros, cajas negras y en fin, maquillaje negro.

    -jeje bueno, yo jamás usé maquillaje así que no se como usar eso. -confesó divertido mirando todos los objetos

    - No te preocupes por eso -dijo Kuro- yo lo haré por ustedes. Primero quítate todos tus aretes. El color no le queda a tu traje.


    Una vez que Yukina se quitó todos sus aretes, Kuro se le acercó para ponerle pero unos negros: todos eran argollas gruesas, muy parecidos a los suyos.
    Solo que en el lóbulo puso uno en forma de araña con unos pequeños rubís como ojos. En el arete que iba hasta arriba en la oreja había una cadena ligera y delgada, la cual unió con la araña.

    Con su otro oído, como solo tenía un par de aretes, le puso unos que tenían una piedra negra.
    Le puso a Yukina en toda la cara y parte de cuello un polvo blanco, para hacerlo lucir un poco más pálido. El chico notó que las manos de Kuro eran frías pero suaves.
    Además, Kuro lo maquillaba con mucha maestría y delicadeza. Su tacto era agradable.

    - Por favor cierra los ojos, Yukina -dijo Kuro mientras tomaba un lápiz negra y lo ponía frente a sus ojos esperando a que los cerrara.

    Cuando fue obedecido, Kuro lenta y cuidadosamente fue maquillándolo, dibujando una delgada línea en sus párpados superiores e inferiores.
    Cuando terminó, tomó un pequeño frasco y untó un poco del contenido en los labios de Yukina, dándoles un color rojo apasionado, pero no artificial, sino del color que se tornan los labios cuando se pasan horas besando otros labios.

    Misaki, quien había estado entretenido comiendo galletas, levantó la mirada y se quedó con la boca abierta al ver el resultado.
    Kuro dejó su pulgar en los labios de Yukina separándolos un poco, examinándolo y viendo si le faltaba algo, y no pudo evitar que una sonrisa de satisfacción se asomara en sus labios.

    Kou sintiendo los dedos del joven los labios los beso suavemente y preguntó a los presentes con un gesto que ponen los modelos cuando posan para las fotos de portada.

    -¿Cómo quede?

    Kou sintiendo los dedos del joven los labios los beso suavemente y preguntó a los presentes con un gesto que ponen los modelos cuando posan para las fotos de portada.

    -¿Cómo quede?

    Al sentir que Yukina besaba sus dedos, Kuro se sonrojó pero su expresión no cambió, solo retiró nerviosamente sus dedos. Misaki, en cambio, miraba a Yukina con la boca abierta.

    - Uwaaa... Yukina-san luce muy guapo... Kuro hizo un buen trabajo...

    -¿De verdad? Yo opino que usted se verá mejor que yo, Takahashi-san. Usted que opina Kuro-san, ¿no cree que a él le sentará mejor el maquillaje que a mi? -preguntó con una sonrisa amable al joven gótico.

    - Tal vez, o tal vez no -dijo Kuro aun con su expresión neutral- pero den por hecho que ambos se verán bien. Después de todo, soy yo quien los maquilla.

    Con lentitud se acercó a Misaki y comenzó a maquillarlo. Al igual que a Yukina le puso polvo blanco en la cara y cuello y le maquilló los ojos.
    Dudando un poco, le dibujó una clase de enredaderas en el ojo derecho, que salía de la orilla del mismo. Muy simple, faltaba algo...

    Con una mirada pícara, sacó un aro y se lo puso en el labio inferior en la esquina, a modo de piercing

    - No te preocupes -dijo mientras lo ponía- es separable, en cuanto quieras puedes cambiarlo de lugar.

    Kou miró sorprendido el cambio del castaño, no era lo que pensaba pero le sentaba bien de todas formas.

    -Takahashi-san ahora si que dudo que lo reconozcan, Kuro-san hizo un excelente trabajo. -dijo alabando a ambos jovenes

    Misaki bajó la mirada y se sonrojó. Kuro sonrió al ver las caras de ambos chicos.

    - Qué bien, me alegra que les haya gustado. Por favor disfruten de las galletas, voy por el pastel que preparé para ustedes...

    -Oh por favor, quédese Kuro-san también desearía que usted deguste de sus dulces, son exquisitos. Takahashi-san me dijo que le gustaba y le doy toda la razón del mundo.

    Kuro miró a Yukina aun serio, pero algo sonrojado. Hizo una pequeña reverencia y se alejó murmurando algo que sonaba a "si no lo comen se desperdiciará..."

    - Lo siento Yukina-san -dijo Misaki comiendo las galletas- Kuro es alguien muy atento y solitario. Casi nunca recibe visitas, por eso es muy feliz cuando tiene alguien a quien prepararle sus postres (el ama la repostería)

    -No se disculpe Takahashi-san, y creo comprender algo de esos sentimientos pero por lo menos si él quiere que al menor coma un poco de sus creaciones, no quiero que este solo en la cocina preparando esas delicias. -comentó sonriendo al castaño.

    - Lo sé, pero creo que prefiere ver como comemos y ver si nos gusta. Intentaré convencerle

    -¿Desea que lo acompañe? -preguntó mientras comía otra galleta.

    - Claro, cuando regrese hablemos con él

    -Takahashi-san... ¿por qué no salimos los tres cuando terminemos de comer? -preguntó a su compañero mordisqueando otra galleta.

    - No sería mala idea, pero Kuro no va a querer... Además Yukina-san, dijiste que ibas a jugar un poco más conmigo... -dijo a modo de puchero-

    -Y claro que jugaré contigo, pero eso será a solas y debajo de mi cama. -susurró Kou guiñándole el ojo. -Igual le preguntaremos a Kuro-san si quiere venir, total no pierdo nada



    - ¿Venir..? ¿a que nos acompañe o como compañeros de juegos? -dijo riendo un poco-

    -A que nos acompañe en un paseo, por lo menos que se divierta un rato y después tendremos nuestro juego privado. -susurró pervertidamente.

    - Jeje claro -en esos momentos llegó Kuro con un pastel en manos.

    -¡Oh que rico! Como adoro los dulces. -exclamó Kou al ver la gran torta que sostenía el chico entre sus manos

    El pastel que traía Kuro era de 3 pisos, blanco y con un "corazón humano" en el final, con "sangre" chorreando (que era mermelada de fresa)

    Al oír a Yukina, Kuro semi sonrió.

    - Me alegro que le gusten los dulces Yukina -dijo Kuro poniendo el pastel entre ellos

    -Kuro-san me preguntaba si le gustaría dar un pequeño paseo con Takahashi-san y conmigo por acá cerca. -habló mirando como el chico cortaba un par de trozos para repartirlos entre los tres.

    Kuro se detuvo y lo miró unos segundos.

    - ¿Salir al mundo exterior? ¿con tantos guardianes de Anubis? No, muchas gracias.

    -Oh ya veo... pensé que sería bueno tener una salida para festejar una nueva amistad. -susurró Kou deprimido y mirando su trozo de pastel.

    Kuro lo miró unos segundos y luego habló.

    -Lo siento Yukina. Yo no caigo con esos gestos.

    -Lo se... pero igual estoy triste. -comentó sincero mirando de lado hacia uno de los adornos de la casa.

    Misaki rio y miró a Yukina y luego a Kuro.

    - No te preocupes -sonrió- nosotros te protegeremos de los gatos. No dejaremos que se acerquen a ti, ¿verdad Yukina-san?

    -Yo protegeré a todos, pero aun así.. si no quiere no podemos obligarlo. -puchereo ocultando su cara en la mesa, su cabellera cubría sus ojos que aun seguían clavados en esos excéntricos adornos.

    Kuro pareció pensarlo seriamente y luego suspiró.

    - Está bien, iré con ustedes un rato. Pero por favor alejen a esas horrendas criaturas de mi.

    -¿De verdad quieres ir? en serio no queremos obligarte. -comentó Kou mirando de reojo al joven.

    Kuro se sonrojó levemente y comenzó a retorcer las mangas de su excéntrica capa.

    - Quisiera salir de vez en cuando... Pero no quiero porque los guardianes de Anubis se me acercan... Y cuando Takahashi viene solo quiero prepararle cosas deliciosas y dulces

    -¿Y cuando venga un día solo yo... que harías?

    - También le prepararía cosas deliciosas y dulces... -murmuró de forma tan baja que los chicos tuvieron que esforzarse para entenderle.

    -¿Y saldría con nosotros si le protegemos y comería un helado con nosotros? -siguió preguntando aun recostado mirando al chico y evitando de que la emoción se desborde

    Kuro asintió, provocando una sonrisa en Misaki.

    - Está bien, pero alejen a esas horribles criaturas de mi

    -Sí señor. -dijo entusiasmado el rubio y con una sonrisa.

    Kuro se sonrojó y bajó la mirada, sirviendo nerviosamente las copas y los pasteles.

    El cuervo aleteó por encima de la cabeza de Kuro, graznando. Pero de alguna forma curiosa su graznido sonó a "quítatela".

    La capucha cayó y mostró la cabeza de Kuro. Su cabello era rubio platino, muy largo y hasta la cintura, amarrado en una coleta.
    Como había visto antes, su ojo bueno era azul oscuro, y el otro ciego. La cicatriz era más larga de lo que habían pensado.
    Y era apuesto. Muy apuesto.

    En verdad era apuesto, haciéndole competencia a Yukina en belleza.

    -Kuro-san es mas lindo que yo. -confesó Kou divertido al ver la hermosura del joven albino

    - N-no es cierto -dijo volviéndose a acomodar la capucha- por favor terminen sus pasteles para irnos.

    -¿No le agrada mostrar su rostro? -preguntó seriamente el rubio mirando con cierta decepción como el otro acomodaba su vestimenta.

    - ... No es eso. Las personas se acercan a mi por mi rostro. Y no me gustan esa clase de personas.

    -Igual me pasa a mi pero bueno... entiendo lo que dice. -dijo dándole un bocado a su trozo.

    - Aunque si Yukina me lo pide, soy capaz de mostrar mi rostro.

    -¿De verdad haría eso? no quiero que se sienta obligado por mi egoísmo.

    - No. Si Yukina lo pide, lo haré. Necesito que sea petición para hacerlo.

    -Si no quiere no se lo pediré, solo cuando tengas ganas muéstrese sino no. -declaró Kou comiendo de un bocado su trozo.

    Kuro se quedó pensando unos segundos y luego se volvió a retirar la capucha, sonrojado.

    -Está bien, lo haré

    -De verdad es más lindo que yo, que envidia. En fin, yo termine mi parte, solo esperemos a usted Takahashi-san.

    Misaki terminó de engullir su parte y se levantó. Kuro lo miró y se acercó a él.

    - Takahashi, tienes algo de betún -con un dedo le retiró un poco de betún y luego lo lamió. Ambos estaban muy sonrojados.

    -Jeje ambos parecen niños chiquitos, tienen crema en la cara. -dijo limpiando a los dos las mejillas, muy cerca de las comisuras de los labios de ambos jovenes. -Gracias por el postre. -comentó relamiéndose los labios.

    Ambos chicos se sonrojaron aun más y Kuro habló.

    - V-vámonos ya... ¿a dónde iremos? -dijo tomando sus llaves.

    -Donde quieran. -respondió con una sonrisa.

    - ¡¡Ya sé!! -dijo Misaki- ¡vamos al Aullido!

    - Buena idea Takahashi -dijo Kuro- entonces, vamos al Aullido.

    -¿Aullido?

    - Es un lugar muy genial Yukina-san, ya lo verá cuando lleguemos -dijo Misaki tomando la mano de Yukina.

    -Si así lo dicen pues, vamos. -rio afianzando el agarre. Y con una sonrisa tomo la mano libre una de Kuro.

    Al notarlo, Kuro -aun con su expresión neutral- pareció entrar en pánico e intentó soltar la mano de Yukina.

    -¿No le gusta que le sostenga la mano? -preguntó al notar el forcejeo del albino

    - Ah... y-yo... n-no es eso... solo que... um... no estoy... acostumbrado...

    -Si es así haré que se acostumbre. -sonrió confiado con la mano del joven entre sus dedos.

    Kuro ya no dijo nada, solo bajó la mirada y dejó que Yukina lo tomara.

    Misaki rio un poco y luego se pegó a Yukina, abrazando completamente su brazo y casi apoyándose en el pecho del alto.

    -No sé que decir, tener dos bellezas a mi lado me hacen sentir envidia de sus parejas. -rio el rubio sintiendo como uno lo aferraba y el otro solo tomaba de su mano con algo mas de confianza.

    - Y-y-yo no... no tengo pareja -dijo Kuro aun sin expresión, pero de forma tímida.

    - ¿Qué dices Yukina-san? Si por el momento eres mi pareja -rio Misaki abrazando aun más el brazo de Yukina- al menos solo por el momento.

    -Lo sé Takahashi-san pero igual no lo puedo evitar dijo sonriéndole. -Kuro-san no puedo creerlo, siendo tan amable, atento y lindo seria pecado que no exista alguien que lo quiera.

    - Eso es cierto Kuro -dijo Misaki sonriendo- ¿qué pasó con esa chica... esa Yami? ¿Y qué hay con el otro chico, el que su apellido era Black?
    Kuro bajó la mirada, aun sonrojado.

    -Ah yo sabía que había alguien especial, ves que alguien te debe amar Kuro-san.

    - Son los únicos que vieron mi rostro -dijo Kuro bajando aun más la mirada- por eso me querían. Antes de verme, ni siquiera me hablaban

    Misaki lo pensó durante unos segundos y luego sonrió.

    - Yukina-san, ¿porqué no le conseguimos a Kuro alguien especial?

    -Por mí esta bien, pero ¿esta seguro que debemos interferir en la vida privada de Kuro-san? -preguntó preocupado por el joven

    - Está bien, no siempre podremos cuidar de Kuro, y él por su cuenta jamás conseguiría a alguien...

    -Kuro-san siéntase afortunado porque hoy será su día de suerte.

    - E-en realidad... -dijo Kuro volviendo a ponerse su capucha.

    Misaki lo miró confundido unos segundos y luego reaccionó sonriendo.

    - Kuro... ¡No me digas que ya hay alguien!

    El chico se sonrojó un poco más y bajó aun más su capucha.

    -Ve que no era necesario Takahashi-san, Kuro-san es muy especial.

    Misaki sonreía.

    - ¿Kuro, tienes alguna relación...?

    - N-no en realidad... nosotros solo... hablamos eventualmente...

    - ¿Y en dónde está?

    - Trabaja... Trabaja en el aullido...

    - ¡Entonces vamos!

    -Esta será una tarde divertida. -comentó risueño

    Resulta que el Aullido era una clase de bar-restaurante en ese callejón gótico-dark. Un lugar extrañamente tranquilo, con personas muy extrañas como clientes. Cuando entraron, de inmediato Kuro se acomodó su capucha e intentó por todos los medios evitar la barra donde servían bebidas.

    Y Misaki notó que el único que estaba en la barra era un mesero mas o menos de la edad de ellos, de cabello largo y negro, muy apuesto y de ojos dorados, que, a contraste con el ambiente serio y tranquilo del lugar, sonreía de forma suave.

    -¿Es él Kuro-san? -preguntó mirando al joven de la barra

    Kuro no dijo nada, solo se cubrió aun más el rostro con la capucha. Misaki vio cuales mesas atendía ese chico, y cuando notó que una se liberaba, la señaló a Yukina.

    - Mire Yukina-san, vamos a sentarnos allá y a pedir algo -dijo con una sonrisa cómplice

    -Vamos allá esta bien ubicada la mesa. -correspondió la mirada cómplice y arrastrando a ambos jovenes a la mesa en cuestión.

    Al notar a donde iban, Kuro intentó débilmente oponerse, pero no pudo hacer nada cuando se sentaron. Él también lo hizo y bajó tanto su capucha que solo se le veía el labio inferior.

    Al notar que Kuro se había bloqueado la vista, Misaki se acercó a susurrarle a Yukina:

    - Hey Yukina-san, si ese es el chico de Kuro... ¿no sería buena idea darle a entender que Kuro puede no estar libre...? Digo, no tiene nada de malo dar celos blancos....

    -Celos blancos... mmm pues usemos todo nuestro arsenal Takahashi-san. -respondió Kou con el mismo tono.

    En eso Kou abraza a Kuro y le susurra divertido:

    -Kuro-san si no deseas divertirse al menos, bebamos algo juntos.

    Kuro se estremeció ante el toque de Yukina, y luego una voz grave y amable se escuchó detrás de ellos.

    - Bienvenidos al Aullido, espero que disfruten su estancia. Mi nombre es James y seré su mesero, ¿qué desean pedir?

    Misaki sonrió al ver al chico de cerca: muy alto, tal vez un poco más que Yukina, cabello negro, un par de cabellos cayendo por su cara, sus ojos dorados, una sonrisa suave...

    - Buenas noches -dijo Misaki- no sé qué pedir aun... ¿Qué dices tú, Yukina-san? -rio al ver que Yukina traía abrazado a Kuro, quien increíblemente moría de nervios.

    -Mmm... quiero un daikiri para animar a mi nuevo amigo y brindar por eso. -dijo Kou acariciando las manos del albino que se moría de la vergüenza

    - Bien, un daikiri -dijo el chico anotando algo en su libreta- ¿y para usted? -dijo amablemente mirando a Misaki

    - Hmm algo de sake dulce estaría bien

    - De acuerdo, y usted...

    El chico se quedó en silencio, mirando a Kuro y luego su suave sonrisa cambió a una de alegría.

    - ¿Kuro-san? ¿Eres tú?

    Kuro se tensó al escuchar su nombre.

    -Kuro-san no me dijiste que tenias un amigo, por favor joven únase a nuestra celebración. -dijo Kou abrazando al chico encapuchado

    El chico miró el reloj que se encontraba en el local y luego volvió a sonreír.

    - Bien, es ya hora de mi salida, si no les molesto...

    - ¡Claro que no! ¡Por favor, cuando termines únete a nosotros! -dijo Misaki señalando la silla al lado de Kuro

    -¡Y de paso celebremos una nueva amistad! -comentó re feliz el rubio

    El chico sonrió y los miró.

    - Bien, entonces traeré sus bebidas y me uniré a ustedes.

    En cuanto se retiró, Misaki rio.

    - Kuro, no tienes malos gustos. Es muy guapo...

    - No debieron hacerlo... -dijo Kuro levemente- en serio...

    -Debíamos hacerlo, además se ve que es un buen chico.

    - Él... es el más asediado de por aquí...

    Unos minutos después el chico regresó con 3 bebidas y algo que parecían fresas con crema.

    - Tengan chicos, esto es para ustedes -dijo James- y este postre es para ti Kuro-san, te gustan las cosas dulces, ¿verdad?

    Misaki sonrió pícaramente a la vez que Kuro se ponía muy rojo, pero gracias a la capucha no se le notó del todo.

    -Sabe James-san, usted debería probar los dulces que Kuro-san hace, le sale muy ricos

    - ¿Eh? ¿Eso es cierto Kuro-san? -dijo el chico- Yo no sabía que hacías dulces...

    Debajo de su capucha, Kuro hacía tiernos gestos de vergüenza, y obviamente no se notaban.

    - Por cierto -dijo Misaki- yo soy Misaki y ese chico al lado de Kuro se llama Yukina.

    -Yukina Kou, un placer, puedes llamarme como quieras. -saludó

    - Mucho gusto -dijo James- y um, disculpa Yukina-san por la pregunta indiscreta pero, ¿qué eres de Kuro-san?

    A Misaki le sorprendió esa pregunta. Que demo... Eso había sido muy directo....

    -Amigo, hoy lo conocí por medio de Takahashi-san.

    - ¿Y usted Misaki-san, qué relación tiene con Kuro-san?

    Con una malvada sonrisa, Misaki respondió:

    - Es algo difícil de explicar... No sé como lo tomarías... Ambos somos muy íntimos así que...

    Kuro miró a Misaki con pánico mientras que un pequeño tic aparecía en la ceja de James, aunque nunca perdió su encantadora sonrisa.

    -Takahashi-san... no revele las intimidades y mas aun la que tuvimos los tres esta tarde. -siguió Kou dando un sorbo a su bebida con un dejo de malicia

    - ... ¿Los 3? -dijo James tomando de su bebida- ¿de qué clase de intimidades hablan...?

    - Basta -dijo Kuro con "seriedad" pero se notaban sus nervios- no hablen de eso con James...

    -Pues esta tarde comimos muchas cosas ricas.

    El tic en la ceja de James se relajó.

  11. .
    Las aclaraciones las haré el final, tengan paciencia porque este fic lo subiré en partes, para leerlo completo veanlo en Amor Yaoi

    Sekai Hatsukoi II: Un cumpleaños interminable

    El verano estaba a su máximo esplendor, días calurosos y despejados, cigarras sonando por los barrios y embotellamientos en la gran ciudad.
    Pero todo esa clase de sonidos eran silenciados en la gran y fresca tienda Marimo's Books
    donde un chico casi rubio acomodaba unos mangas en un display lleno de rosas.

    Justo en esos momentos entró un chico castaño de ojos verdes. Tanto era su apuro por entrar a la fresca librería que entró por el lado equivocado, quedándose extrañado al no reconocer los escaparates.

    - ¿Qué demo...? -se dijo al ver todo rosa y lleno de flores.

    Comenzó a voltear a su alrededor y alcanzó a ver a un empleado, y se acercó a él.

    - Disculpe... -dijo con timidez-

    -¿Si? -dijo el rubio ante el llamado de un chico, al voltear su rostro lo primero que notó fueron unos intensos ojos verde esmeralda, acompañados de una cabellera castaña que caía elegantemente sobre el rostro del chico.

    - Ah... Yo... - se quedó mudo. Ese chico era en verdad apuesto... Muy, muy apuesto.

    - Ah, disculpe -dijo reaccionando- ¿qué departamento es éste...?

    -De manga shojo. -respondió dulcemente el chico, parándose de su sitio y tendiéndole uno de los tomos de Ichinose Erika. Donde se vislumbraba una chica sonriendo a su pareja.

    - ¡¿Eeehh?! ¡¿Shojo?! -dijo sorprendido mirando el manga del chico- ¡¿cómo vine a dar aquí...?!

    -Posiblemente se confundió de entrada. ¿Desea que lo ayude en algo? -se ofreció como buen vendedor el estudiante con una cálida sonrisa, intentando calmar al joven de ojos verdes.

    Al ver la sonrisa del chico, Misaki se sonrojó y también sonrió.

    - E-en realidad quería ir al departamento Shonen, estaba buscando el manga Za kan...

    -Oh la obra de Ijuuin-sensei, es muy vendida y siempre estamos pidiendo otro cargamento de mangas porque no nos alcanzan. -confesó divertido al ver como la gente compraba los tomos. -en te guiaré a la sección Shonen, veo que no estas acostumbrado a tantas cosas rosada. -observó mirando a su cliente.

    - Jejeje, lo siento, está bien, muchas gracias. Sí, la verdad es que no estoy muy acostumbrado a todas estas cosas... Le agradecería que me llevara...

    -Vamos. -dijo tomando una de las manos de Misaki para llevarlo a la otra parte de la tienda, sin tener en cuenta que dicho accionar podría incomodarlo.

    El castaño se sonrojó, las manos del empleado eran grandes y cálidas y lo sujetaban con mucha fragilidad. Se odió cuando sintió que sus manos comenzaron a temblar pero no dijo nada.

    -Disculpe por ser entrometido pero puedo preguntar su nombre. -siguió hablando el rubio ante el inminente silencio formado por los dos.

    - Ah, lo siento... Mi n-nombre es Takahashi Misaki... ¿y usted...?

    -Yukina Kou. -respondió alegremente mirando al recién presentado. -Parece que tenemos la misma edad, tengo 21 pero hoy es mi cumpleaños así que tengo 22 años jeje.

    Eso sorprendió al chico.

    - ¿Eh? ¿En serio? Hoy también es mi cumpleaños, y también cumplo 22 años...

    -¡Valla que coincidencia! ¡Otanjoubi Omedeto Takahashi-san! -festejó Yukina ante tan curioso acontecimiento.

    - Ah... Sí... M-muchas gracias Yukina-san... ¡O-otanjoubi omedeto para usted también!

    -Entonces déjeme darle un regalo Takahashi-san. -dijo sonriente con una aura brillante a su alrededor. -Le regalare el tomo de Za Kan.

    Misaki se sonrojó.

    - ¡¿Eh?! ¡¿En serio?! N-no, no podría aceptarlo...

    -Por favor, acéptelo como un regalo de alguien que casualmente cumple en el mismo día. ¿Cuantos tomos le faltan? ¿le gustaría algún otro manga? -preguntó llegando a la zona Shonen

    - E-está bien yo... Lo aceptaré... Voy al día con Zakan pero... Me faltan dos de "Girls Master".

    -¿Lee manga shojo? -se sorprendió el mas alto al escuchar el titulo de su adorado Kisa-san.

    - Eh... Pues no realmente... Ese manga lo leí por una amiga, pero me gustó demasiado así que decidí seguirlo....

    -Oh que suerte, es uno de los más vendidos en mi sección. -comentó entusiasmado ante la novedad.

    - ¿En serio? No me sorprende para nada -dijo sonriendo- es un manga demasiado bueno, me pregunto por qué aun no lo han hecho anime...

    -Esa pregunta también me la hago... debería preguntarle a Kisa-san. -dijo susurrando lo ultimo, quedando en la nebulosa de sus pensamientos.

    - Kisa-san? -dijo extrañado pero no le puso mucha atención- me gusta la trama de ese manga, pero no sé, hay algo en el ambiente que me atrapó... No sé lo que será pero me gusta mucho -sonrió-

    El otro miró la sonrisa de su compañero, dicho gesto acentuaba sus jóvenes facciones y lo hacia verlo realmente adorable y mas joven. -Ese manga tiene un ambiente único a mi me hizo llorar. -dijo abiertamente.

    - D-debo admitir que a mi también me hizo llorar -dijo sonrojándose- es muy lindo y... Brillante... No lo sé...

    -Todo eso y más... también se lo regalare, por favor escoja el tomo de Ijuuin-sensei. Lo esperaré en la sección Shojo cuando este disponible. -comentó dejando a Misaki en la sección Shonen, cerca del aparador donde se exhibían los tomos de Za Kan.

    Con un sonrojo bastante notorio, Misaki se dispuso a escoger un tomo de su adorado manga. Actualmente estaba al día, así que solo necesitó uno. Cuando lo escogió dio media vuelta y caminó hacia la sección shojo de nuevo tal y como el chico le había indicad
    Cuando llegó, vio al chico hablando con varias chicas. Decidió esperar a que terminara, no quería molestarlo.

    Mientras tanto Kou atendía a su clientela habitual con su encantadora sonrisa y aura brillante, hablando a las jóvenes publicitando las obras de Marukawa.

    -Estos son lo mas recomendados. Estos de Mutou-sensei, Saeki-sensei, Morimoto-sensei y Kana-sensei. -mostrando las respectivas portadas.

    Las jóvenes maravilladas querían comprar, otras tomaron los susodichos libros.

    -Ojou-sama, ojala podamos compartir un recuerdo, ya que son estos momentos en lo que puedo hablar con personas como ustedes. -dijo amablemente abrazando un tomo de Girl's Master.

    Misaki, de lejos, lo admiraba. Tenía a todas las chicas a sus pies... Pero ¿cómo no? Si era muy apuesto. Su cabello, sus ojos, su nariz, su voz, sus manos... Todo en ese chico era perfecto...
    Bajó su mirada, un tanto sonrojado. ¿Por qué no podía estar rodeado de alguien así...?

    Como siempre dejaba embelesadas a las jovenes y alzando una mano llamó la atención del menor, acercandose enseguida. -Takahashi-san ha vuelto. -anunció manteniendo la encantadora sonrisa.

    - Ah, Yukina-san... -dijo sintiendo que se le subían los colores- lo siento, no pretendía molestarlo...

    -No es nada, además ellas ya están atendidas. -mirando de reojo a las jovenes y dedicándoles que inmediatamente se sonrojaron. -Aquí tiene. -le tiende el manga prometido.

    - Ah, muchas gracias -dijo sonriendo- escuché que había una edición de lujo, pero aun no están expuestas así que...

    -La tenemos... pero esta en el deposito. -dijo susurrando para que las chicas no las escucharan, desde el punto de vista de los demás posiblemente podría ser tomado como una escena de corte yaoi.
    La cercanía generó que el castaño se pusiera más nervioso

    - Ah, ¿e-en serio...? Y-ya veo... Cuando las expongas... ¿podría llamarme... Por favor...? En verdad... Me gustaría... Esa edición..

    -Si gusta se la doy ahora pero que sea un secreto, ¿si? -preguntó ladeando la cabeza para mirar aquellos cautivadores y profundos ojos verdes.

    Misaki no pudo rechazar eso, así como no pudo evadir esa profunda mirada.

    - Ah, yo... Está bien -sonrió sonrojándose- será un secreto.

    - Ah pero ¿no será una molestia? Está trabajando....

    -Si gusta esperarme unos minutos, lo guiare hacia el deposito pero debo hacerlo mientras no me vea el gerente.

    - Ah, de acuerdo, lo espero -sonrió Misaki- solo espero que no se meta en problemas...

    -¿Acaso no viene conmigo, Takahashi-san? -preguntó curioso el rubio, mirando a su cliente y cumpleañero

    - Ah... e-está bien... -dijo el castaño para seguir sigilosamente a ese apuesto chico.

    -Si se siente obligado, esta bien que no me siga. -comentó mirando al castaño que se encontraba nervioso.

    - Ah, claro que no, lo seguiré con gusto -le sonrió dulcemente

    -Entonces por aquí, por favor. -dijo Kou tomando la mano de Misaki para guiarlo a la trastienda.

    - Ah...

    Misaki se sonrojó bastante al sentir la mano de ese chico pero se dejó guiar. Por alguna razón se estaba poniendo muy nervioso y, ¿cómo no? Si ese chico era muy apuesto, y aparte demasiado amable...

    -Perdone si hay mucho desorden, pero apenas tenemos tiempo para poner orden. -comentó un poco sonrojado al ver la cantidad de mangas desperdigados a lo largo y ancho de la habitación.

    - Ah, no importa -sonrió feliz- me gustan los cuartos llenos de libros, y más si son de mangas

    -Que bueno, si gusta de algunos más, solo tómelo. -ofreció alegremente tocando la cabeza del chico con su sonrisa amorosa y unos ojos tiernos.

    El sonrojo en la cara de Misaki aumentó y bajó la mirada.

    - M-muchas g.gracias pero... Creo que el único que deseo... es el de Girl's Master...

    -Oh de acuerdo... mm y después que hará?¿Lo festejará con alguien? -preguntó curioso buscando el manga en cuestión, dándole la espalda al chico por unos instantes.

    - Umm... algo así -dijo el chico sentándose detrás de una pila de mangas- realmente no quiero hacer nada grande, pero le conozco muy bien y es capaz de rentar algún zeppelín... ¿y usted?

    -Mmm no se... dependerá si llega temprano y no tenga sueño... dudo que lo festeje. -mencionó con una sonrisa triste que el chico no vio.

    - Ya veo... ¿porqué no festejamos juntos? -dijo Misaki sonriendo- después de todo, la única persona con la que podría festejar estará libre hasta mas tarde

    -¿En serio? -dijo dando vuelta su cara para mirarlo con un tomo en manos Y sorprendido por la propuesta. -No lo incomodaré? lo digo porque usted tiene con quien festejar. -susurró por lo bajo sintiendo un cosquilleo en su cuerpo y un ardor en su rostro.

    - Claro que no -le sonrió dulcemente- estaré solo hasta casi la noche, así que estaría bien si vamos a festejar nuestros cumpleaños

    -Entonces aguárdeme unos minutos, ya saldré en seguida y vamos de paseo. -propuso alegre el chico abrazando a Misaki.

    Cuando el chico lo abrazó, Misaki no pudo hacer otra cosa más que sonrojarse y corresponder el abrazo.

    - Ah... d-de acuerdo yo... puedo esperar...

    -Por favor, espéreme en la entrada prometo que no tardare. -dijo sonriéndole cerca de su rostro, la distancia era algo angosta, pero para el rubio era un detalle sin importancia.

    - Eh.. ah... -balbuceó- c-c-claro... está bien yo... te lo haré digo, te esperaré -dijo bastante nervioso y apartando la mirada, sin saber muy bien porqué se ponía así con la cercanía del chico.

    -Mmm por favor, y tome. -le tiende el manga de Girl's Master. -En dos minutos estaré ahí. -dijo saliendo del deposito dejando que la luz de afuera le sacara un brillo dorado a su cabellera y su sonrisa se acentuara aun mas.

    Misaki lo vio salir y sus ojos casi dolieron, pues el chico era en verdad apuesto y casi podía ver los brillos que desprendía. Un poco nervioso e intentando calmarse, caminó hacia la puerta donde había quedado con el chico, esperándolo pacientemente.

    Por otro lado el joven rubio arreglaba con el encargado su salida, no tuvo que excusarse mucho ya que todos comprendían que hoy era para festejar, y que por sobre todas las cosas era un buen vendedor. Al menos hoy, lo liberaran de las ataduras laborales, cuando se alejaba la voz del encargado resonó:

    -Mañana llega temprano, y no tomes mucho.

    -Si no se preocupe, hasta mañana. -se despidió encaminándose a donde lo esperaba el dueño de aquellas esmeraldas brillantes. -¡¡Takahashi-san!! ¡¡Perdone por hacerlo esperar!!. -dijo mientras se acercaba corriendo.

    Al escuchar su nombre, volteó y casi se vio obligado a cubrirse sus ojos por la brillantez que desprendía.

    - "este chico es tan guapo, debería trabajar como modelo en lugar de vendedor de mangas" Ah, no se preocupe Yukina-san, estoy bien. ¿A dónde iremos?

    -¿Le gustaría ir a ver una película? hace poco salió una nueva de corte de acción con algo de terror que me gustaría ver.

    - Claro, vamos, aunque no tengo mucho dinero, solo para la entrada, aun no me pagan en mi trabajo -dijo algo apenado.

    -No importa, yo lo pago, recién me dieron mi paga y un extra como regalo. Ya que estamos listos, vamos. -tomando de la mano al chico y llevándolo a lo largo de las calles concurridas, llevándose consigo las miradas de todo el mundo.

    - Ah... um...

    Misaki ya no pudo decir nada, al verse arrastrado por el chico solo pudo seguirlo y sonrojarse, ya que lo llevaba por las calles y tomado de la mano, ganándose las miradas de los demás... Bien, no estaban haciendo nada malo, ¿verdad? Solamente caminaban hacia el cine...

    Parecían...

    - Pareja... -pensó esto último en voz alta.

    -¿Pareja? -preguntó curioso al escuchar el comentario. -Jaja, no se preocupe, no pensaran en eso, aunque en cierto sentido lo parecemos ¿no cree? -agregó mirando sus reflejos en una de las vidrieras del local donde sus yos virtuales estaban ahí, uno con un aire distendido y amigable y el otro sonrojado y apenado.

    Misaki miró su propio reflejo, completamente rojo, y el reflejo sonriente del chico, ambos tomados de las manos. Como Yukina se lo tomaba a la ligera, decidió que estaba siendo un poco paranoico respecto a eso y también sonrió.

    - Tiene razón Yukina-san -dijo mirando a su compañero a los ojos para luego volver al reflejo- parecemos una buena pareja...

    El otro asintió divertido y mirando su reflejo notaba más las esmeraldas intensas que el chico poseía, y su cabellera castaña que caía cubriéndolas con elegancia.

    -Si... sería lindo ser pareja... -pero luego sacudió su cabeza y compuso su sonrisa. -Si somos pareja entonces vallamos a nuestra cita, Takahashi-san. -dijo observando al chico real, alejando sus ojos de la versión virtual de ambo.

    - ¿Q-qué cosas d-dice Yukina-san? -le sonrió Misaki sonrojándose un poco más- pero está bien, vayamos al cine -sonrió de manera alegre y comenzó a caminar -sin soltar la mano de Yukina- en dirección al cine.

    -¿Le gusta las películas de terror? -preguntó con curiosidad encaminándose en una de las avenidas, atravesando a muchas personas de por medio.

    - Em... Claro, me gustan, solo que a veces soy un poco miedoso -sonrió apenado- pero aun así soy capaz de disfrutarlas... hasta cierto punto

    -Comprendo... si llega a tener miedo me avisa si? -dijo con algo de preocupación llegando a la entrada del local, donde pidió dos boletos para la función de ese día. Tomando de nuevo la mano del chico lo llevo hasta la sala. -Takahashi-san... ¿quiere palomitas?

    - Claro que si Yukina-san, aunque la verdad preferiría unas golosinas -dijo sujetándose del brazo de su compañero, ajeno a las miradas de los demás.

    -Compremos golosinas... Mmm etto... ¿chocolates, confetis, mmm... caramelos? -miraba el rubio en uno de los carteles donde se vendían los dulces y las gaseosas para el disfrute del publico.

    Con una sonrisa infantil Misaki miraba las vitrinas, intentando escoger algún dulce de su gusto.

    - Me gustarían... unos de estos -señaló unos M&M- yyyy... unos de estos -señaló unos snickers- yyy... caramelos de leche.

    Mientras escogía, nunca soltó el brazo de Yukina.

    El otro era un poco arrastrado por el entusiasmo del chico, él se reí por lo bajo ya que le parecía muy lindo como escogía todas aquellas golosinas. -Bien... entonces yo sumaré las palomitas para tener algo salado que comer jeje. -En eso tendió el dinero a la chica de la tienda que los miraba con cierto sonrojo a los dos.

    Curiosa la chica preguntó a Yukina tímidamente:

    -¿Disculpe señor.... son pareja?

    -Si, somos pareja, ¿no es así Takahashi-san? -preguntó abrazando por detrás al castaño enfrente de la joven y de algunas personas que estaban detrás de ellos en la fila de compra.

    Al escucharlo, Misaki se sonrojó y miró a su alrededor. Bien, no había nadie cerca que los conocieran, y aparte él y Usagi nunca habían ido a ese lugar (demasiado sencillo para los gustos del escritor), así que no vio problema alguno el seguir ese inocente juego.

    - Eh... s-sí Yukina-san, somos pareja... -dijo sonriendo algo apenado-

    La vendedora se murió dela vergüenza, su rostro rojo daba el cambio a los acaramelados joven, para el publico presente pensarían que ambos chicos irían a ver una película romántica pero se sorprendieron al notar que ambos se encaminaban hacia la sala de genero opuesto al pensado.

    Con una sonrisa mientras llevaba al chico entre ese abraso pegote, que no ayudaba al fácil caminar le susurró para que nadie los oyera:

    -Parece que le gustamos jeje.

    - Jeje, eso quisiera yo -sonrió apenado- no tengo mucha popularidad con las chicas

    Misaki sonrió mientras entraba a la sala aun sujetado del brazo de Yukina y miró todos los asientos.

    - ¿En qué lugar deberíamos sentarnos Yukina-san?

    -Mmm... no se... que tal atrás de todo y en el medio, parece que la ultima fila no hay nadie. -respondió mirando la oscura sala en busca de los dichosos asientos, y señalando el lugar en cuestión.

    - Ah, claro.

    Mientras caminaba, debido a la oscuridad del lugar se tropezó con un escalón y se llevó a Yukina de encuentro.

    El rubio toó entre sus brazos el cuerpo del castaño impidiendo que este callera del todo, pero quedando en una postura algo comprometedora. Misaki arriba de Kou y ambos con el rostro algo cercano, entrecortadamente preguntó: -¿E-Estas bien?

    - Uh, sí, estoy bien, lo siento mucho...

    Abrió sus ojos solo para encontrarse con los de Yukina, muy cerca a su cara.

    - Um... G-gracias.... Yukina-san...

    -N-no se preocupe me alegro que no se halla lastimado.-comentó acariciándole la cabeza.

    La cara de Misaki volvió a ponerse roja al ver la comprometedora posición en la que estaban.

    - Ah... Muchas gracias Yukina-san pero... Ya puede... Quitarse... -dijo con mucha pena.

    -Jeje lo haría pero creo que usted esta sobre mi. -se excusó el mas alto al sentir como los brazos del menor tocaban su pecho.

    La cara de Misaki se puso más roja y se levantó de inmediato.

    - A-aaahh t-tiene razón l-l-l-lo siento mucho -dijo parándose y sentándose inmediatamente.

    Se quedó sentado esperando a que Yukina tomara su lugar a un lado. ¿Qué estaba haciendo? Se supone que era un extraño, no debería actuar así con él....

    Al ver que su compañero se quedó estático en el suelo y extrañado por lo que acaba de suceder, Kou se levantó y sacudió un poco sus prendas y de nuevo con una amada sonrisa decidió jugarle una pequeña broma a Misaki diciendo lo siguiente mientras le tendía la mano al chico.

    -Vamos déjeme que lo ayude a levantar mi amado novio.

    La cara de Misaki enrojeció aun más y lo miró un tanto escandalizado.

    - ¿q-q-que c-c-cosas dice, Yukina-san? -pero tomó la mano del chico para poder levantarse.

    -Digo que somos novios, o es que... -meditando un segundo, se divertía ver el rostro del chico, apenado y avergonzado.-¿ acaso hoy no somos una pareja acaramelada que viene a ver una película? Mi querido Takahashi-san. -dijo eso ultimas palabras besando la mano del mencionado, haciendo que este se muriera de la pena y se pusiera mas rojo de lo que ya estaba.

    Ya no sabía que hacer, ese chico hasta cierto punto se parecía a su pervertido casero...

    No, claro que no. Este chico era amable, agradable y con un aura brillante. Cualquier persona que saliera con él debería sentirse afortunada...

    - "Entonces, ¿yo debería sentirme afortunado?" -se cuestionó el castaño mientras -aun rojo- le sonreía- Yukina-san, vamos a tomar asiento ya, la película está a punto de comenzar...

    -Claro tomemos asiento, pasa primero. -dijo dejando que el otro pasara a su lado donde olio el olor a shampoo y la suave fragancia. Al ver que la pantalla mostraba una imagen y el salón entero estaba a oscuras se sentó al lado, dirigiendo sus ojos dorados al frente. -Espero que te guste. -dejando en el apoyabrazos las palomitas.

    - Yo también lo espero -dijo un poco apenado y poniendo todos sus dulces en su regazo.

    La película comenzó. Primero todo estuvo bien, hasta que las escenas de terror comenzaron. Intentó hacerse el fuerte, pero no podía negar que temblaba un poco, y los gritos de las personas no ayudaban en nada.
    Tal vez hubiera sido buena idea el ir a ver la del duende feliz....

    Entusiasmado no quitaba los ojos de la pantalla, pero cuando desvió por unos segundos su vista al asiento de al lado, notó los ligeros temblores de Takahashi. Pensando que la película era un poco fuerte para él, disimuladamente le tomó una de las manos y le susurró en el oído cosa que sorprendió al castaño. -Si tienes mucho miedo aprieta mi mano.

    Al escuchar eso Misaki se estremeció y asintió levemente. Sujeto la grande mano de su compañero y por alguna razón se sintió más seguro.

    Pero, cuando las escenas siguieron y en una escena especialmente terrible en que todos los del cine gritaron (menos Yukina, ¡¿de qué demonios estaba hecho?!) Misaki también gritó y se aferró del brazo de Yukina, ocultando su cara y cerrando fuertemente los ojos.

    Justo en esa escena donde el medio mundo gritó ya que los protagonistas estaban viendo ante sus ojos como el malo estaba asesinando ante sus ojos a una de sus victimas, despellejando y torciéndole la cabeza dándole un gran sustazo a la audiencia. Percibió como sobrazo fue apresado por el castaño y preocupado le preguntó.

    -¿Te asustó mucho? No temas yo estoy a tu lado. -pasando su mano por la cabellera, calmándolo aunque sea un poco.

    Aun pegado al brazo de Yukina, solo asintió. Cuando se separó levantó la vista solo para encontrarse con los ojos de su compañero y sonrió.

    - Sí, muchas gracias

    -Eso si... te veías adorable al tomar mi brazo de esa forma. -bromeó el chico por lo bajo.

    - Y-Yukina-san... -se quejó Misaki por lo bajo. Justo cuando volteó apareció una escena de un hombre decapitando repentinamente a otro, más el grito de los del cine, que Misaki no supo como el caso es que terminó colgado del cuello de Yukina.

    -T-Takahashi-san n-no pasa nada todo esta en orden, es una película nada más. -dijo sorprendido el rubio al notar el cuerpo temblorosos y los mechones castaños tapando parte de su visión. Lo abrazo suavemente para transmitirle tranquilidad a pesar de la situación.

    Misaki se aferró un poco más al cuello de Yukina. Olía tan bien..

    - l-lo siento fue... Solo que me sorprendí mucho... -dijo sin soltarlo.

    -Creo que fue mucho... ¿quieres salir? -abrazando un poco mas su delgado cuerpo, acariciando su espalda mientras le susurraba esa pregunta en el oído.

    - N-no... Quiero terminar de... Ver la película... -suspiró al sentir las manos de Yukina. El tacto fue muy suave, cálido y delicado. Se sentía muy, muy bien.

    -¿Seguro? no tengo problema si nos vamos ahora. -siguió hablando bajito para no molestar a la gente, sintiendo como el otro cuerpo se relajaba, la oscuridad ocultaba su sensación extraña de querer hacer algo mas. De sobra sabia que su pensar estaba mal y no quería arruinar el cumpleaños de los dos por su estupidez.

    - Sí... -murmuró Misaki separándose un poco de Yukina -pero sin soltarlo- y sonriéndole- como sea, si nos fuéramos, ¿a dónde iríamos?

    -Mmm... que te parece... en un café o... algún parque, el lugar que elijas esta bien para mi. -dijo con una sonrisa mable y mirando la media sonrisa y los ojos verdes que gracias al brillo de la pantalla era capaz de notar.

    Misaki le sonrió tiernamente y se sonrojó.

    - Está bien, vamos a un parque

    Pero un repentino grito de todo el público y un sonido brusco hizo que Misaki saltara y resbaló hacia adelante, chocando sus labios con los de Yukina.

    Un grito, el susto que recorrió a todos incluyéndolo a él mismo y la presión sobre sus labios fe lo que sintió el rubio. No podía creer que estaba besando a ese chico, apenas lo conocía pero era tan lindo que no se pudo resistir y comenzó a profundizar aquel contacto tomando con ambas manos el rostro de Misaki.

    Misaki se asustó al ver que estaba encima de ese chico besándolo, pero lo que más le sorprendió fue que Yukina profundizó el beso, sujetándolo por la cara.
    Quiso quitarse, pero los labios de ese chico eran suaves y cálidos... Sus fuerzas desaparecieron y se dejó besar, correspondiendo el beso.

    El beso fue largo y duradero, pidiendo permiso a esos suaves labios se abrió paso por la boca para poder jugar con la lengua del castaño. El tiempo pareció detenerse olvidándose donde se estaban en ese instante, Yukina colocó una de las manos que sostenía el rostro en la cintura de Misaki para tener más cerca la fragancia de Misaki.

    Sin romper el beso, Misaki levantó el brazo del asiento que los separaban a él y a Yukina y se acercó aun más a él, pasando sus brazos por el cuello de su compañero, jugando con su lengua y aspirando su perfume.

    El juego de ambas lenguas que danzaban juntas duró lo que tenía que durar ya que el aire se hizo falta, apenas se separaron unos centímetros y Yukina notó lo que había echo, con un sonrojo se disculpó.

    -L-Lo siento... no se... que paso... yo... -dejando inclusa la frase mirando las orbes esmeraldas que lo cautivaban, no sabía que tenía esos ojos pero lo hechizaban.

    - Ah... No, Yukina-san... -jadeó- yo... L-lo siento yo no... Quise...

    Levantó la mirada y miró los ojos cafés de Yukina. Se quedó hipnotizado por esa mirada seria y apenada.

    Café contra verde se enfrentaban, era un estado de ensoñación para la pareja, disimuladamente e inconscientemente sus rostros se acercaban nuevamente pero dicho encanto fue roto gracias a otro grito de la audiencia. Yukina se reprochaba mentalmente por su accionar y entrecortadamente miró apenado de lado componiendo una media sonrisa.

    -C-Creo que sería mejor salir no?

    - T-tiene razón Yukina-san... Vamos...

    Se levantó y tomó la mano de Yukina y le sonrió tiernamente invitándolo a seguirle.

    Correspondiendo la sonrisa afianzó la toma de manos saliendo del establecimiento para dirigirse hacia uno de los parques que había por la zona comercial.

    -Takahashi-san... ¿trajo alguno de los dulces que compramos? yo me olvidé de las palomitas allá jaja.

    - Sí, traje algunas cosas... -sonrió mostrando los chocolates de colores y barras de chocolates- ¿qué le gustaría?

    -Comerte. -respondió sin pensar pero rápidamente se rectificó. -Digo comer algunos de los confetis. Vamos a sentarnos por acá. -dijo llevándolo aun tomados de la mano a una de las miles de bancas que se adornaban el pintoresco parque. Alguna que otra estudiante clavaban los ojos en ambos jovenes, deleitándose por la linda vista que les brindaba tan hermosos chicos.

    - Claro -sonrió para luego tomar asiento en la banca y hacer espacio para que el chico tomara lugar a su lado- de acuerdo, ponga sus manos -sonrió dulcemente mientras le ofrecía la bolsa de chocolates.

    No se dio cuenta de que varias personas los miraban, unos enternecidos por la linda escena y otros con molestia e incluso algo de asco.

    Kou tendió sus manos y la bolsa de chocolates reposó en ella, luego tomó uno de ellos y mirando tras unos segundos, le dio una lamida para después morder un trocito de él, mirando a la gente que pasaba y sus ojos se clavaban en ellos. A él no le importaba total ese día lo disfrutaría al máximo y feliz de que Misaki lo acompañase parte de ese día muy especial para los dos.

    -Esta delicioso.-sonrió a su compañero mientras volvía a ejecutar el mismo procedimiento.

    - Sí, mis favoritos son los azules, no sé por qué si saben exactamente igual -sonrió- a mi me gustan mucho estos...

    Sacó una barra de snickers y la mostró a Yukina con una dulce sonrisa.

    - Mis dulces favoritos son los chocolates, no me gusta mucho el picante... -continuó con su sonrisa.

    -A mi m gusta todo, así que no tengo preferencias por nada. Pero me gustan las barras de chocolate porque los puedo saborearlos lentamente, de esta forma. -comentó mostrando su extraña manera de saborear la golosina.

    Misaki lo miró extrañado y luego sonrió.

    - A mi me gusta primero saborear el chocolate por fuera, así... -comenzó a lamer la barra de arriba a abajo, y luego lamió lentamente la punta para darle una suave mordida.

    -Parece que comemos de la misma manera Takahashi-san. -observó Kou mirando como el joven deleitaba el cacao.

    - ¿Eh? ¿en serio?

    -Claro. -respondió tomando las manos de Misaki que sostenían la barra y ejecutando la misma acción que el otro había realizado bajo su estupefacta mirada.

    Misaki lo vio y una vaga idea pervertida pasó por su mente. Se sonrojó y sacudió la cabeza, definitivamente le había afectado el vivir con el pervertido escritor.

    -¿Lo ve? tenemos la misma forma de comer. -dijo levantando su rostro con la comisura de los labios manchados y los ojos risueños. Una visión muy apetecible para cualquier persona.

    Misaki lo miró embobado y volteó la cara, bastante sonrojado.

    - Aah s-sí, t-tiene razón... Tenemos una forma muy... Parecida...

    Miró un poco extrañado el sonrojo del otro, después se alejó un poco de las manos del chico, y lamió las suyas propias introduciendo uno por uno los dedos en su boca para lamerlos de arriba a abajo. Ese procedimiento variaba porque otro de los dedos lo metió por entero en su boca y simuló minis embistes. Sin embargo no se dio cuenta que ese inocente accionar era muy lascivo para el resto de los presentes.

    Misaki miró embobado a ese chico. Su sonrojo iba aumentando mientras veía las acciones del chico. ¿Se estaba volviendo un pervertido? De alguna manera sintió que su cuerpo comenzaba a reaccionar así que volteó la mirada.

    Luego de terminar de limpiar su mano miró por unos segundos a su compañero y luego sorpresivamente también le tomó la mano del chico y dijo con una sonrisa un tanto seductora: -Acá también esta manchado. -realizando el mismo procedimiento limpió los dedos del chico dentro de su boca haciendo esos minis embistes y en otros los lamia de forma lenta y sensual. Esa maniobra era inconsciente para Yukina pero para Takahashi era algo mas que eso.

    Misaki comenzó a temblar mientras sentía que el calor comenzaba a subírsele. Intentó quitar su mano pero no se vio capaz de hacerlo. Solo se quedo viendo como ese chico saboreaba sus dedos. Sin darse cuenta jadeó un poco.

    Kou terminó de limpiar el último dedo de Misaki, cuando se separó de su mano, un hilo fino de saliva apareció uniendo ambas zonas. Luego miró a Misaki y comentó. -parecen que ya están limpios. -relamiéndose la comisura de los labios para sacar el chocolate que había ido a parar en su cara. Todo eso transcurría muy cerca... molestosamente cerca, unas colegialas se habían detenido a ver lo que hacían la "improvisada" pareja. El sonrojo estaba plasmado tanto en ellas como en el castaño que intentaba con todas sus fuerzas no mirar aquella lengua que se paseaba por los labios.

    - Ah... Yukina...san -jadeó viendo como esa lengua lamia los labios- p... ¿porqué n-no nos... Vamos? Hay... M-muchas... Personas... Mir-randonos...

    No pudo evitar gemir un poco y cerró los ojos fuertemente, sonrojándose aun más.

    -¿A dónde nos iremos? -preguntó mirándolo con la cabeza de lado. Los labios de Kou brillaban sutilmente gracias a la saliva, que mostraban una sonrisa.

    Volteó la cabeza con un dulce y tierno sonrojo. Suspiró y estaba semi-temblando.

    - A... A cualquier otro lugar... Aquí hay muchas... Muchas personas y... Nos miran raro... Vamos a... Otro lado...

    -¿Conoce otro sitio? porque yo no se más a donde ir. -dijo apenado ante la falta de inventiva debido a que pocas veces salía de su casa y no tenía tiempo para divertirse como un chico de su edad.

    - La verdad no... Casi no salgo... No tengo muchos lugares a... Donde salir... Pero...

    Bajó la mirada y se sonrojó aun más.

    - ¿Porqué no vamos a... Un restaurant más intimo...? Conozco uno, el ambiente es agradable y la comida muy buena...

    - O para no gastar más... ¿qué le parece si vamos a su departamento -sonrió- Podría hacer un pastel de cumpleaños para nosotros...

    -¿Quieres ir a mi casa? ¿no te molestará que este algo desordenada? -preguntó incrédulo a su sonrojado compañero. En cierta manera se parecía mucho a él...

    - C-claro que no -sonrió- al contrario, si gusta yo podría limpiar un poco mientras el pastel queda listo...

    -No podría dejar que haga eso y mas aun en su cumpleaños. -dijo apenado Kou. -Mmm.. quiere... ir todavía porque si yo... tengo una colección de mangas shojo... olvide lo que dije. -dijo parándose de pronto mirando al frente un tanto nervioso por lo que estaba sucediendo.

    Misaki sonrió en forma dulce y divertida.

    - Está bien, yo leo mangas shonen, recuerde que también me gustan. Está bien, podemos ir, claro, si usted lo desea.

    Se levantó y se agacho un poco para quedar a la altura de Yukina quien seguía sentado.

    - Yukina-san, también me gustaría ver sus otros mangas shojo, tal vez podría recomendarme uno interesante.

    -De acuerdo vamos, espero que te guste. -dijo tomándolo de la mano aun con su rostro sonrosado, encaminándose ambos hacia su residencia.

    - Claro -sonrió y afirmó el agarre de la mano del chico.

    Caminaron alegremente hacia el departamento de Yukina, charlaron y sonriéndose. Parecían una verdadera pareja...

    -Risueños y tomados de la mano charlaron durante todo el trayecto, apenas llegaron a la puerta del recinto y sin soltarse de la mano abrió la puerta de la casa, dejando que el chico pasara primero. -Ignora el desorden que halla y siéntete cómodo.

    - Ah, claro -sonrió Misaki quitándose los zapatos y sin soltar a Yukina.

    Dio un vistazo alrededor, a comparación de lo que usualmente tenía que limpiar, ese departamento estaba limpio. Con mucha confianza entró y sonrió: era un lugar muy pequeño, pero muy agradable.

    -Si es algo pequeño. -hizo notar al ver como los ojos verdes se paseaban por toda el lugar.
    -¿Quieres te o café u otra cosa? -ofreció

    - Me agrada -dijo sonriendo- este lugar aunque es pequeño parece muy cómodo... ¿aquí es donde tomamos el té? -dijo señalando la mesa que estaba a un lado de la cama de Yukina. - Ah, quisiera té, por favor -sonrió

    -Si esa es la mesa, espérame un poco que ya lo traigo. -dijo separándose del agarre y se fue a la cocina a calentar el agua mientras buscaba un par de tazas. -¿Limón o leche?

    - Limón por favor -sonrió mientras se dejaba caer en la cama (en lugar del suelo). Se acostó en la cama, estirándose y alcanzó a notar el aroma de Yukina entre las cobijas y las almohadas.

    Sabiendo que el chico estaba en la cocina, se dio la media vuelta para aspirar ese agradable aroma.

    Sin darse cuenta, sus ojos se fueron cerrando poco a poco. Esas cobijas olían muy bien, estaba muy cómodo...

    Quedó dormido.

    Al tener las dos tazas, las colocó en una bandeja y un pequeño plato para las galletas y otra para la azucarera.
    Luego vio al chico recostado en su cama, y le enterneció verlo dormido, suavemente lo llamó por su nombre zarandeándolo un poco.

    -Takahashi-san... Takahashi-san... despierte

    Misaki se removió entre sueños, murmurando algo sobre "moscas".

    -¿Moscas?... jejeje Takahashi-san vamos despierte. -lo llamó suavemente en el oído y soplándole en él. Le gustaba ver al chico abrazar su almohada y dormir con esa llena de paz.

    - Umm... Ngh, no... -jadeó volteando un poco y quedando de frente a Yukina, aun dormido y con una sonrisa boba.

    El rubio suspiró esa vista era muy apetecible y la verdad no se podía resistir. Esa cara dulce, sus delgados labios, el cuello, todas eso y más fue todo lo que corrompió con su cordura. Se acercó a la cara del menor y con su mano tocó la mejilla de Misaki, aproximándose percibía como el aliento de él resoplaba contra su rostro.

    Acortando la milimétrica distancia posó sus labios contra los ajenos en un casto beso.

    Misaki siguió dormido, solo suspiró. Gruño un poco pero no se movió.

    Al notar como no se despertaba, suspiro y dijo para el aire.

    -Vamos Bella Durmiente, despierta.

    Dando nuevamente un beso pero a diferencia del primero usó su lengua para abrirse paso en aquella cavidad bucal para tocar la lengua del dormido.

    Entre sueños Misaki sintió el beso. Medio dormido correspondió, levantó sus brazos y rodeó el cuello de Yukina. Poco a poco despertó y abrió los ojos para verse a sí mismo besándose con el chico.

    El beso fue interrumpido al ver que aquellas esmeraldas que tanto lo hechizaban lo miraban atentamente. Lentamente desprendió un poco el contacto y dijo:

    -Lo siento... pero era la única forma que se me ocurrió. ¿Esta molestó Takahashi-san?

    - Ah... No.. -dijo extrañado y sorprendido, sin quitar sus brazos del cuello de Yukina- no... No me molestó...

    Sorprendido por la respuesta del castaño ambos se quedaron mirándose a los ojos, no sabían ambo que hacer... avanzar o retroceder...

    -Amm... ¿L-Le gustó? -preguntó temerosamente y apenado de su propia desfachatez.

    Ante esa pregunta se sonrojó bastante, pero no quitó su mirada.

    - ... S-sí... M-me... G-gustó...

    Esa respuesta lo descolocó aun mas, temía moverse por lo cual cayo rendido ante todas las confusiones sobre el cuerpo del menor, ocultando su rostro en el espacio del cuello de Misaki y la almohada.
    No quería perder a un nuevo amigo, tampoco quería arruinar el cumpleaños, así que solo quedó abrazándolo sin decir nada más.

    Se sonrojó un poco más y abrazó a Yukina, ocultando su rostro en el hombro del chico.

    - ¿Yu...Yukina... San...?

    -Dime. -respondió mecánicamente manteniendo aquel contacto.

    - Um... Y-yo...

    Se quedó un momento en silencio y se puso más rojo.

    - ¿Usted... Está... D-duro...?

    -¿Eh? -se sonrojó conociendo su propio cuerpo esa posibilidad, al menos de momento no era del todo posible, o si... -N-No creo que sea y-yo. -tartamudeó algo sonrojado por la pregunta.

    - Em... P-pero... Lo que... Estoy sintiendo es...

    Misaki conocía muy bien su propio cuerpo, no podía estar excitado tan rápido... Pero esa dureza que sentía en su entrepierna ¿de quién era? ¿de él o de Yukina?

    Se movió un poco y notó qué... Era él mismo quien... Estaba duro. Se puso completamente rojo y se sintió muy avergonzado.

    El roce del cuerpo del castaño también hizo notar que él también comenzaba a caer en la red de la tentación y ver que el castaño se sonrojaba por inducción Kou se sonrojó.

    -Etto... yo...

    - Umm... Y-yo... Eh... Y-Yukina-san... Ah...

    Se sonrojó bastante y miró a su compañero a los ojos. Se miraron fijamente durante unos segundos, dudando entre si seguir o no.

    -C-Creo que los dos estamos iguales. -sentenció rápidamente Kou muerto de la pena.

    - Eh... Sí, yo... Hum...

    Misaki se movió en un vago intento de quitarse, pero su duro miembro rozó con el de Yukina, soltó un jadeo y se abrazó de la espalda del chico, temblando ligeramente.

    Kou también sintió el roce ambas partes y con un leve suspiro y por querer tener más de ese caliente y suave contacto que se comenzó a frotarse contra el cuerpo del castaño. La ropa interior se iba humedeciendo pero eso no privaba de lo que estaba haciendo y de poder abrazar aquel pequeño cuerpo.

    - Ahh, ahh, amm mmm Yuki... Yukina... San... Ahmm...

    Misaki se sujetó de la espalda de Yukina y comenzó a jadear, comenzando a mover sus caderas para tener más de ese cálido contacto.

    -T-Takahashi-san... mmnhh... -jadeó el rubio acompañando el frenesí de cuerpos contra telas, de a poco la temperatura iba subiendo y sentí una infinita necesidad de sacarse la ropa pero no quería que el chico se sintiera que lo estaba violando o algo semejante a eso.

    - Aahh amm Yukina... San mmm yo ahhh se.... Hmmm se siente.... Ummm muy... Ahh b-bien ahhh uuummm mmm... Ahhh hace... Mucho umm ca... Calor... -gimió mientras escondía su cara en el cuello de Yukina y aspiraba su aroma.

    -S-Sí... se siente... mmmnnn... demasiado.... nght.... bien... -siguió gimiendo mientras colaba lentamente una mano entre ambas virilidades y poder tocarlas por encima de la ropa, haciendo que ambos se excitaran más gimiéndose en los oídos del otro.

    - Aaahh... Mmm uummm nght... Ca.... Umm calor... Hace.... Calor aahh..

    Misaki jadeaba y se movía al compás de las caderas de Yukina.

    Cuando el calor se le hizo insoportable comenzó a quitarse desesperadamente su chaqueta y su camisa.

    El accionar desesperado del castaño por desprenderse de todo el ropaje, lo calentó más de lo que creía... la pálida piel, las clavículas del cuello, el torso.. dios, su erección se endureció más.
    Dirigió su mano a su hombría y la introdujo en su prenda interior masturbándose por lo que veía mientras lamía el cuello desnudo de Misaki.

    Misaki gemía mientras sentía la lengua de Yukina en su cuello. Estaba tan excitado y perdido que metió su mano a su ropa interior y comenzó a masturbarse sin quitar la vista de su compañero.

    Ambas miradas cruzadas y llenas de sed de ese algo más los carcomían por dentro como una llama inapagable.
    Curioso dirigió la mano con la que se tocaba hacia el miembro de Takahashi, y la mano de él hacia su hombría.

    -Ahhh... ummm... T-Takahashi-san... e-esta duro...

    - Ahh Yu... Yukina-san...

    Misaki jadeó al sentir la grande y cálida mano de Yukina en su pene y gimió aun más cuando sintió el duro y palpitante miembro en su mano. Se excitó cuando sintió lo caliente que estaba.

    Kou movía con lentitud su mano contorneando con sus dedos cada rincón de esa suave piel, por lo bajo gemía observando los ojos verdes del castaño.

    Misaki gemía y apretaba el miembro de Yukina. Lo sentía ardiente, palpitante, húmedo y goteante. Pasaba las yemas de sus dedos por todo el largo, y luego acariciaba el glande, sintiendo como se derramaba un poco de líquido.

    Jadeos, gemidos, esos sonidos guturales adornaban el pequeño cuarto del artista. Esa calidez... quería sentir mas a esa mano que se movía por todo su miembro, él mismo aumentó la velocidad para mandarle la indirecta a Misaki que hiciera lo mismo.

    Misaki jadeó y aceleró el movimiento en su mano, acariciando más rápidamente el miembro de Kou, excitándose al sentir ese duro miembro sacudirse un poco. Dios, el solo imaginar que esa cosa lo penetraba...

    -N-No aahh... aguanto... -gimió Yukina notando las corrientes eléctricas que recorrían toda su columna y extremidades.

    La mano no disminuía la velocidad, todo lo contrario, aumentaba y acariciaba los testículos del castaño que hacia su labor con igual de fervor y potencia que él.

    - Ahh mmm... Uuuummm y-yo ahhh tam... Tampoco.... Ahhh Yuki... Yukina-san ummm ya... Mmm estoy a... Ahh punto de.... Ummm mmm nght...

    Ambos llegaron a ese momento cumbre donde ese hormigueo característico recorrió todo el cuerpo de los jovenes y con un gemido ahogado o medio gritado se vinieron en la mano del otro.

    Manchando con sus esencias el cuerpo del contrario.

    -Ahh... T-Taka...hashi-saan... mmm ahh...

    - Yuki... Ammmm Yukina-san -gimió Misaki lamiéndose los labios y retorciéndose, disfrutando de los últimos efectos del orgasmo.
    Apenas recuperó algo de aliento, tomó el cabello de Yukina y lo obligó a mirarlo a los ojos.

    Se acercó a sus labios, y sin besarlo solamente le susurró:

    - ,.. Más...

    Esa suplica fue demasiado... pero él también deseaba seguir y no se quería hacer de rogar pero un poco no vendría mal.
    Manteniendo la ínfima distancia entrecortadamente dijo:

    -Más... ¿qué?

    - Quiero... Más... De... Yukina-san... -jadeó de la misma forma- quiero... Más... De ti...

    -Y yo... de ti... Takahashi-san. -murmuró en el oido ajeno para luego lamerlo suavemente con la punta de la lengua, estremeciendo al otro. Luego fue bajando con un ritmo lento por el cuello blanco y delgado de Misaki.

    Misaki comenzó a gemir, estremeciéndose. Sus manos comenzaron a acariciar el cabello de Yukina y sus piernas a enredar todo el cuerpo del más alto, jadeando.

    Mientras iba bajando por el cuello, una de sus manos se fue por la espalda hacia una de las nalgas, después de unos suaves apretones, comenzó a masajear la entrada sin meter el dedo en ella.

    Una de sus manos bajó a la espalda de su compañero para acariciarla y arañarla, su otra mano siguió en el cabello. Sus piernas subían por su cadera y su cuerpo en general, enredándolo... Seduciéndolo...

    - Ahhhh ummm... Hmmmm nmmm yuki.... Ahhhh Yukina... San... Más... Hmmm

    Ese chico sabía lo que quería pero iría de a poco aun quedaba tiempo suficiente para disfrutar de su día.
    Masajeando con la yema la entrada, desde el frente atacaba los pezones del castaño, mordiéndolos y chupándolos como si fueran un dulce.

    - Ugghh... Ammm hmmm haaa... Yuki... Yukina-saaahh...

    Misaki se estremecía y movía su cadera en un vago intento de que su compañero lo penetrara.

    Al sentir sus pezones ser atacados, dio un pequeño grito y siguió temblando, jadeando y animando al chico que siguiera adelante con su buen trabajo.

    Ese insinuante y provocador movimiento lo encendía pero no, aun no era la hora de gozar aquel cuerpo. Siguiendo con el masaje en la zona trasera, en la parte delantera chupaba y lamia los botones rosados erectandolos. Moviendo su zona baja contra las caderas del castaño enseñándole que debido a sus provocaciones ya se estaba duro nuevamente.

    -Takahashi-san.... deje... de seducirme.

    Misaki aumentó un poco sus movimientos, jadeando y mirando suplicante al chico.

    - Yukina... San... Mmm yo lo ahmm... Necesito.... Ya.... Nght... Dentro de miii ahhhh mmmm uummm... -siguió moviendo sus caderas para lograr frotar su duro miembro contra el de Yukina, sorprendiéndose de que ambos ya estaban duros.

    El rubio se moría por entrar en aquel cuerpo pero por unos momentos mas se aguantaría, a costa de su dolor en esa zona continuaría con ese sutil roce aunque para calmar su sed lo besó con desespero, introduciendo su lengua en la boca para jugar con ella.
    Pero por otro lado siguió meciéndose, masajeando un miembro contra otra con ese sutil vaivén.

    Misaki correspondió el beso pasando sus brazos por el cuello de Yukina y movió su cadera.
    Sentía que ese miembro rozaba con el suyo, y sus ansias aumentaban, deseando que ese grueso pene lo penetrara de forma salvaje.

    El estudiante de arte no soportaba más finalmente introdujo su dedo en la aquella apertura desconocida, el cuerpo de Misaki temblaba debajo suyo por la pequeña intromisión. Toda queja era acallada por sus labios danzantes.

    Misaki ahogaba sus gemidos en esa boca ajena. Al sentir ese enorme dedo entrar en él comenzó a mover su cadera, provocando que entrara un poco más profundo dentro de él. Su entrada se amoldaba a la perfección.

    Yukina estaba contento por la correspondencia de movimientos, pero era no alcanzaba con lo cual metió el segundo de los dedos palpando las paredes cuando hacia los movimientos de tijera y circulares. Aun comiendo a besos aquellos labios cuyo dueño con sus ojos lo embrujaban.

    Misaki se estremeció al sentir un segundo dedo, pero por alguna razón no sintió dolor. Comenzó a moverse un poco más, jadeando y ahogando su voz en esos labios succionó esos dedos, deseando, ansiando sentir aun más.

    Luego de notar que sus dedos estaban humedecidos por esta estrecha zona, condujo una de las manos del castaño a su hombría, apenas este tocó Kou lanzo un gemido cortando el beso.
    -Ahh... no t-tan fuerte... Takahashi-san...

    - Pero... Yukina-san... Está tan ummm duro... -gimió Misaki estrujando ese miembro entre sus dedos, pasando la yema del pulgar por el orificio del glande. - Ahhh Yukina... San... Más.. Más... -gemía mientras succionaba desesperadamente esos dedos en un vago intento de sentirlo más adentro.

    -Nght... Taka... hashi-saaan... me hará... venir... no... por favor... -dijo meciendo su cadera por auto reflejo debido a las caricias lascivas y atrapantes que iban aumentando en velocidad. Los dedos del rubio giraban y se movían en forma de tijeras, entrando y saliendo, generando que el castaño siguiera gimiendo y suplicándole más

    Misaki jadeaba y movía su mano aun más, apretando fuertemente ese miembro y excitándose al sentirlo palpitar y gotear.

    - Ahhh Yuki-Yukina-san... Ummm nmmm usted está tan... Aaaahh excitado con... Ahh solo mi... Mano...?

    Temblaba y movía las caderas ansiando sentir los dedos de Yukina más dentro d si.

    -Ahh... M-Maa... S-Si... no... no aprietes... -le suplicó Kou gimiéndole en el oido con una mirada entregada al placer sin dejar de hacer el trabajo en la zona baja del otro.

    - Ahhhh Yukina... saaaahh -gemía Misaki moviendo su cadera aun mas. No sabía que hacer, ya quería sentir el semen de Yukina en sus manos pero quería que lo penetrara salvajemente. Si para eso tenia que hacer que el chico terminara en su mano nuevamente, entonces lo haría.
    Acelero los movimientos de su mano, y esta vez agrego su otra mano al trabajo, apretando y casi exprimiendo el pene de Yukina.

    -N-Nooo... Esp... Espera... Takahashi-san... -gimió Yukina deteniendo los movimientos del chico con una de sus manos mientras le jadeaba en la boca de Misaki.

    - Pero... Ahh Yukina-san... ¿q-qué pasa...? -dijo quejándose un poco al verse bruscamente detenido.

    -Y-Yo... quiero... -dijo con un tono claramente que transmitía sus intenciones, el tono suave y seductor junto con el vaho de sus alientos... toda persona caería ante la imagen del rubio brindaba.

    Jadeó en los labios de Yukina y lo miró a los ojos.

    - Usted... Quiere... ¿qué...?

    -Sí... -le susurró en el oido tan quedamente y sensual que sonrojó a su compañero, en ese momento hizo rozar su hombría contra las manos del menor para jadearle y terminar de trasmitirle la idea.

    - Yukina... San... -jadeó Misaki. Sería divertido hacerse del rogar un poco- si no me ahh... Dice lo que quiere.... Ummm nunca lo... Lo sabré..

    Comprendiendo las intenciones del más joven, le siguió el juego metiendo un tercer en el castaño.
    -Eso es... lo que... quiero hacer... Takahashi-san

    Misaki gimió y se arqueó un poco al sentir ese dedo dentro de él.

    - Ahhh e-eso no me..´.. Ummm e-explica... Nada....

    -Esa es... -moviendo los tres dedos más profundamente en el cual Misaki gimió más fuerte. -Mi respuesta...

    Misaki gimió y sacó los dedos de su interior. Abrió sus piernas dejando expuesta su entrada y miró a los ojos a Yukina.

    - Ahhh Yuki... Yukina-san ummm ahhh me... Métalo.... Ya... Ahhh m-métalo por... Favor... -jadeaba.

    Kou quedó extasiado con la vista pero no dejaría sucumbirse ante los impulsos, antes de penetrarlo colocó su punta en la entrada del joven y fue acariciándola lentamente. Misaki se estremecía y lo miraba con algo de reproche.

    -Así... estas mejor... Takahashi-san?

    - Haaa n-no... Ummmm nnmm Yu... Yukina-san.... Ahhh me.... Mételo por... Por favor... Hmmm yaaa mételo...

    Movía su cadera contra la punta del miembro de Yukina. Nada más porque no podía penetrarse, sino ya lo hubiera hecho... Aunque pensándolo bien...

    Con sus pies empujó a Yukina hacia atrás y se sentó en su regazo, mirándolo de forma tiernamente amenazante rozó su trasero con el miembro del chico.

    - Si no lo ahhh haces.... Ahh l-lo haré.... Yo...

    -Mnnn... no creo... amnn... que te atrevas... -desafió Kou tomando entre sus manos la virilidad del castaño masajeándola lentamente, apretando con sus dedos la punta del glande.
    Observando claramente en las orbes verdes del joven su sonrojado rostro.

    - Ahhmmm n-no... Suelta... -gimió cuando sintió las manos de Yukina en su miembro y comenzó a forcejear para quitarlas.

    -Y si no quiero? -contratacó Kou hundiendo mas su dedo en la punta de Misaki provocando que este gimiera de forma mas erótica y temblara en sus brazos.

    - Yaaahh mmm p-por favor... Ammm Yukina-san... Ya no... Soporto... -gimió intentando quitar la mano de Yukina y a la vez intentando sentarse en su miembro- yaaa... Hmmm ya m-métalo...

    -De acuerdo... por haber sido... amble conmigo... lo meteré. -sin soltar la hombría del castaño situó la suya en la entrada del otro y de una estocada la metió. Esto generó que Takahashi gimiera dolorosamente. -Lo siento... ¿me excedí? -preguntó con una mirada suave, y una mano en la mejilla del joven.

    - Ahhh e-estoy bien... -gimió entre sollozos- solo... Ammm aun no te... Muevas...

    Aunque había sido doloroso deseaba mas, pero en verdad su pobre entrada le ardía.

    -Lo siento... -se disculpó el rubio acatando el pedido del castaño, espero pacientemente a que se acostumbrara, no se esperaba que por sus impulsos estaba lastimando a una persona que apenas conocía. -Si te duele... paremos, te parece?

    - No -jadeó ocultando su rostro en el pecho de Yukina- ... Estoy bien, en serio.... Ummm... Y-Ya puedes... Moverte...

    -¿Seguro? -preguntó acariciando la mejilla para sacarle una lagrima que se había asomado en esas bellas orbes.

    Misaki asintió y comenzó a moverse lentamente de arriba hacia abajo en el pene de Yukina, jadeando y sollozando de dolor y gozo al sentir al fin ese enorme miembro abrirse paso dentro de él.

    Kou disfrutaba el movimiento del chico, las lágrimas que emanaban de los ojos de este eran limpiadas con besos y lamidas. En un murmuró le dijo:

    -Perdóname... no quería que te duela... pero pronto te lo haré olvidar.
    Acto siguiente le planta un beso dulce en los labios, dejando por un momento en shock a Misaki.

    Misaki se sorprendió al sentir ese dulce beso, pero lo correspondió y pasó sus brazos por detrás de su cuello. Ese chico lo trataba como si fuera algo frágil y en cualquier momento pudiera romperse y eso lo hacía estremecer.
    Siguió besándolo, saboreando esos labios y siguió moviéndose, ahogando sus gemidos en esa boca prohibida.

    Kou se deslizaba, embestía al compas del chico acallando su sentir en la boca donde se besaban con pasión. Una de sus manos libres se deslizó por la espalda del joven para acariciar las nalgas, esto provocó un leve estremecimiento y que aumentara un poco más la temperatura en el ambiente

    Misaki se separó del beso para poder jadear y gemir a gusto. Comenzó a besar el cuello de Yukina y a morderlo suavemente, cuidándose de no dejar marcas.

    -Mmm... Takahashi-san... -gimió Kou moviéndose con más velocidad abrazando al cuerpo del joven para que el otro hiciera lo que deseara con él. Sus manos se divertían masturbando aquel suave y cálido órgano.

    - Ammmm ummm ahh Yukina... sahhn... umm...

    Misaki se movía al compás de las penetraciones de Yukina. Sin dejar de besar su cuello bajó sus manos por ese pecho, acariciando suavemente los pezones y rasguñando levemente sus pectorales.

    -Tch.. se siente... muy bien... -decía moviendo con mas frenesí las caderas para meterla mas profundamente al menor, con lo cual los sonidos abarrotaron el silencioso cuarto del artista

    - Ahh Yukina-san... hmmm más... ¡Ahí! ¡Ahí! ¡Más! -gimió al sentir que su compañero tocaba cierto punto dentro de él.

    Sin contenerse mas fue dando embestidas en el punto donde el castaño perdía toda su cordura y él también sentía que llegaba a su limite, no sabía cuanto aguantaría pero si que lo estaba disfrutando a lo máximo.

    - Ummm ahhhh Yuki-Yukina-sannn ahhh y-ya casi ahhh ya casi...

    Misaki sentía que llegaba al límite con las expertas caricias del chico, sentía que su miembro goteaba y los espasmos recorrían su espalda, provocando que cerrara más y más su entrada-

    -Mnn... ahh... n-no aprietes... -dijo Kou ante lo inevitable, ambos estaba a un paso de venirse. Su cuerpo temblaba por el inminente orgasmo, gemía sin control, masturbaba la hombría de Misaki con más fuerza mirando al otro con ojos deseosos y con sed de más.

    - Ahmmm l-lo siento ahhh pero no-no puedo... ma... ¡Yukina-san!

    Misaki repentinamente terminó en la mano de Yukina, moviendo sus caderas rítmicamente y haciendo que la mano de Yukina masajeara su miembro mientras se corría.

    El cuerpo del chico se contrajo y como consecuencia y sin poder aguantarlo más se corrió dentro, dando un gemido ahogándolo en la boca de él. Sintió como las entrañas se humedecían de a esencia que recién descargada mientras su mano se mojaba por igual debido al orgasmo del otro.

    Misaki se recargó en el cuerpo de Yukina, intentando recuperar el aliento. Apenas y lo recuperó, tomó algo del semen de Yukina que escurría de su entrada, lo lamió para poder probarlo y luego miró al chico a los ojos, y se acercó solo para susurrarle suavemente.

    - Más...

    Ver esa imagen de alguien lamiendo su propia esencia lo abrumó pero la petición lo descolocó. Cumpliría su petición pero con más juego: -Y ¿qué sugieres.. para continuar? -con un tono de voz seductor y mordiéndole el lóbulo - ¿Cual es mi... regalo?

    Misaki gimió al sentir que Yukina le mordía su oído y lo rasguñó levemente en el pecho. Como pudo lo miró a los ojos.

    - ¿Tienes algún... equipo de sonido, o algo así...?

    -Claro... en el librero esta el equipo. -señaló el rubio el estante de libros donde en medio de la decoración de mangas, cuadernos y demás libros de arte se hallaba la consola de color negro.

    Con una dulce sonrisa Misaki acomodó a Yukina en la cama, y después de susurrarle un "ponte cómodo" tomó su iPod de su chaqueta y caminó hacia el equipo, sintiendo con algo de diversión como el semen de Yukina escurría por su entrada.
    Conectó su iPod en el equipo de sonido y comenzó a cambiar de canciones, hasta que escogió una.

    Una música muy romántica y sensual comenzó a sonar. Apenas eso ocurrió Misaki volteó y sonrió coquetamente a Yukina.
    Caminó lentamente hacia el chico, pero no se le acercó solo se puso frente a él.
    Cuando la voz comenzó a cantar, Misaki comenzó a moverse sensualmente, tocándose suavemente el pecho y moviendo lenta y rítmicamente sus caderas.

    Kou miraba los provocativos movimientos del joven, y su sensual meneo de caderas, muy tentador si lo sumábamos las orbes verdes llenas de lujuria.

    -Con eso solo... no me enciendes. -canturreo a modo de incentivo.

    - Hey... ¿quién dijo que he terminado? -se quejó Misaki sin dejar de moverse.

    -Nadie, solo me gusta ver que harás.

    Siguió bailando lentamente y luego poco a poco se acercó a Yukina hasta quedar muy cerca de él. Una vez estando así siguió moviéndose, solo que esta vez tocándose un poco más y soltando uno que otro gemido.
    Mientras Misaki siguió bailando poco a poco su miembro volvió a endurecerse con solo ver a Yukina a los ojos, pero no le dio importancia.

    Esa forma de bailar poco a poco se excitaba, y para acompañar al castaño, se fue tocando su pecho y con la otra mano metió un dedo en su propia entrada, provocando un erótico gemido sin dejar de mirar aquellos ojos verdes.

    Al ver eso, Misaki jadeó pero siguió con su baile erótico. Cuando la música iba llegando casi al final se sentó frente a Yukina y comenzó a tocar su miembro y a meter un dedo en su propia entrada, acompañándolo.

    Kou miró extasiado a Misaki que simulaba sus propios movimientos, eso solo generó que siguiera con ese juego, metió un segundo y comenzó dar pequeños embistes. Con la mano libre la llevo a su boca para lubricar sus dedos y sumando que su rostro se iba sonrojando daba una imagen muy necesitada de ser penetrado o que él penetrara a alguien. Todo eso transcurría sin despegar sus ojos del chico que estaba sentado sobre su cama.

    -Mmm.. aumm... Takahashi... san... ahh... no me mire así.

    Misaki jadeó y también metió 3 dedos dentro de él. El ver a Yukina así despertó algo dentro de él. Dejó de tocarse y se sentó encima de Yukina, sin penetrarse.

    - Pobre Yukina-san... debe de estar muy cansado... -le susurró mientras sacaba la mano de su entrada y en cambio metía sus dedos- creo que... es hora de que tome mi responsabilidad... ¿no lo cree?

    Los dedos del menor dentro de él era algo que no se lo esperaba pero después de lubricar los suyos propios, los retiró de su boca dejando un hilo de saliva escurriera y se deslizara a su cuello.
    Una vez más tocó la punta del miembro del joven que se sonrojó de forma automática

    -Y ¿cual sería... ahh... su responsabilidad?

    Con mucha delicadeza Misaki apartó esa mano de su miembro y abrió suavemente las piernas de Yukina.

    - Es mi turno de complacerle~

    -Compláceme... Takahashi-san. -susurró Kou con una mirada llena de lujuria, mientras se auto estimulaba.

    Misaki acarició un par de veces su propio miembro y después de acomodarse entre las piernas de Yukina, puso la punta de su miembro en el ano del chico y lo miró a los ojos.

    - ¿Dónde están tus buenos modales, Yukina-san? ¿Qué se dice....?

    Kou se acercó, sin dejar de estimularse, se agachó hasta quedar a la altura del pene del castaño, y lamiendo la punta varias veces con voz excitaba pidió:

    -Por... faaa... vor ahh... Taka... hashi-san

    Al ver eso, Misaki jadeó y empujó a Yukina situándose encima de él. Abrió de nuevo sus piernas y con mucha delicadeza comenzó a entrar en él, gimiendo de puro placer al sentir esas ardientes y suaves paredes asfixiar su pene.

    -Ahhh... mmm... dios... -jadeó el rubio al sentir adentro suyo la virilidad del castaño, con un movimiento de caderas pidió que iniciara el vaivén. Con los ojos llenos de pasión prohibida.

    Misaki comenzó a moverse lentamente, disfrutando el roce de esas paredes con su pene. Mientras lo hacía, mordió suavemente los pezones de Yukina, y luego dejó a sus manos con ese trabajo para subir al cuello y comenzar a morderlo ya saborearlo, como si fuera alguna clase de dulce.

    -Mmm... Takahashi... san... mas... -rogó Yukina moviendo mas las caderas, tocando su hombría con ambas manos y mirando al joven que lo embestía de forma apasionada.

    Misaki aceleró un poco sus movimientos, golpeando todo lo que podía dentro de ese estrecho lugar.

    - Amm uuuhh Yukina... saaaann... Dios está tan... caliente y ummm... estrecho... -gemía mientras sus manos se aventuraban a las nalgas del más alto y comenzaba a darles suaves masajes.

    -Umnn... esta... mojando.. -dijo arqueándose un poco ante los suaves roces, y jadeando, lamia sus dedos bañados por el liquido pre seminal.

    - Yahhh Yukina-san... -Misaki gemía y jadeaba. Dios, el poseer y probar un cuerpo prohibido era en verdad delicioso.

    -Ya... qué... mmm aumm... -gemía Yukina de igual forma lamiendo sus dedos con su esencia para acallarse un poco, la otra mano fue estimulando los pezones de Misaki, masajes suaves y circulares, presionándolos un poco cuando lo requería.

    - Ahhh ya... Yukina-san no me ummm toque...

    Misaki siguió embistiendo esa estrecha entrada que lo iba asfixiando. Sentía como esas paredes palpitaban alrededor de su miembro, como succionaban su punta, como deseando aun más de lo que era capaz de dar, ese calor que lo quemaba completamente... Y lo sintió: sintió que golpeaba cierto punto suave dentro de Yukina, y supo que fue el punto ideal porque el chico soltó un gemido muy erótico y sonó casi a grito.

    -AHH.. MMM... M-MAS... MASSS... -gemía a los gritos el rubio, masturbándose con fuerza a si mismo para acompañar los movimientos frenéticos del castaño. Se sentía como en el cielo y abría un poco las piernas para que lo penetrara con más facilidad en ese punto único y especial.

    Misaki sujetó las piernas de Yukina y las sujetó hacia arriba, dando una imagen demasiado erótica. Besó las mejillas rojas del más alto y sintió como si su pene fuera aun más adentro. Los sonidos de sus testículos chocando contra esas nalgas y el sonido húmedo y algo pegajoso de su pene entrando y saliendo rápidamente de ese estrecho ano lo excitaban aun más, sentía que todo se estaba poniendo en blanco y solo veía a Yukina y sus eróticos gestos.

    Las envestidas eran mucho para él, infinitas veces que lo penetraba en ese sitio provocó que gimiera tanto que sintió un espasmo que recorrió todo su cuerpo y cerrando los ojos de golpe se corrió en sus manos, manchando en el proceso el pecho de Misaki.

    Al sentir que esas paredes ardientes se contraían alrededor de su miembro, Misaki se vio obligado a terminar dentro de Yukina, soltando todo su semen y soltando solo un suave "mierda" y estremeciéndose, para después dejarse caer encima del chico para poder descansar un poco.

    -L-Lo siento.... me corrí... -dijo avergonzado el mas alto ladeando su rostro con un puchero.

    Misaki sonrió dulcemente.

    - Qué lindo -susurró- está bien... yo también me corrí...

    Bajó su mirada y se sonrojó completamente y luego sacó su miembro de la entrada de Yukina.

    - Lo siento... ¿estás bien...?

    -Si... déjeme que lo limpie. -dijo para lamerme el torso que se manchó con su semen, unas suaves lamidas, lentas y muy dulces. Sonrojando aun más al castaño.

    - Ah... Yukina-san, está bien... -dijo tímidamente intentando apartarse- n-no es necesario que lo haga...

    -D-Debo hacerlo... porque... -lo mira intensamente y le dedica una sonrisa suave.- No quiero dejarlo pegajoso... y mas aun en este día.

    - Ahhh n-no, está bien yo... puedo ir a bañarme, claro, si me presta su ducha...

    -¿Y me dejará solo? -preguntó con una cara triste y de lado, dándole un aire de príncipe solitario.

    Misaki se sonrojó y sonrió para luego tomarlo de la mano y jalarlo levemente.

    - Entonces vayamos los dos juntos

    Tomando de la mano del castaño, le sonríe y le pregunta:

    -Takahashi-san ¿puede caminar?

    - C-claro que sí...

    Caminó de forma perfecta... Solo que MUY lentamente.

    Los dos estudiantes se encaminaron a la puerta del baño, primero entró Yukina para abrir el agua de la ducha. A los pocos segundos cayo sobre su cuerpo, mojando su cabellera que favorecía más su galante figura. Luego tomó la mano del castaño y la besó.

    -Ven... o te resfriaras, Takahashi-san

    Misaki se sonrojó completamente y sonrió por lo bajo. Asintió y entró junto con Yukina, apenándose por lo sexy que lucía.

    Bajo el agua tibia, Kou observaba las orbes verdes que relucían y como la piel blanca brillaba más que nunca.

    -Sos muy hermoso, que suerte tiene tu pareja. -comentó sinceramente Kou

    Misaki se sonrojó aun más y desvió la mirada.

    - ¿Q-qué cosas... dice... Yukina-san? Y-yo nunca he sido muy... popular con las chicas... Siempre parecieron... evadirme...

    -No es cierto, usted es una persona de gran belleza y le tengo envidia. -comentó tocando la mejilla del mas bajo con suavidad, mirando los grandes ojos del dueño de ese cuerpo que sabia como provocar y sacar sus bajos instintos.

    - C-claro que no... -volvió a desviar la mirada- Yukina-san, usted es muy apuesto -se atrevió a mirarlo a los ojos- usted es muy guapo, quisiera ser al menos la mitad de lo que es usted -sonrisa-

    -Créeme que es un problema mi belleza... porque la verdad... la gente me quiere solo porque mi cara bonita y mi cuerpo... solo encontré una persona que me ama por como soy y no solo por como me veo. -comentó dedicándole una sonrisa.

    - Y-ya veo, me alegro... Yo... También... Creo... Pero, quitando qué tan guapo es, usted es muy buena persona, muy amable.

    -Gracias, es muy considerado y tierno de su parte, espero no haber estropeado su cumpleaños. -comentó corriendo su flequillo hacia atrás.

    - Claro que no.... Creo que lo contrario -sonrió de forma avergonzada

    - Creo que... El encontrarme con usted mejoró mi cumpleaños, Yukina-san... Al menos no estuve solo.

    Sonrió y abrazó al más alto, pasando sus brazos por esa ancha espalda.

    El rubio correspondió el abrazo y susurró.

    -Gracias por acompañarme en este día, Feliz Cumpleaños Takahashi-san

    Misaki sonrió por lo bajo y se acomodó en el pecho de Yukina.

    - No, gracias a usted, Yukina-san. Feliz cumpleaños.

    En medio de ese cálido abrazo donde los minutos parecieron eternos preguntó:

    -¿Nos bañamos?

    Se sonrojó un poco más y asintió.

    - ¿Quiere que le talle la espalda? -preguntó tímidamente.

    -Si por favor. -respondió con una radiante sonrisa, deshaciendo ese suave contacto y dándose media vuelta, mirando de reojo al castaño

    Tímidamente comenzó a tallar la espalda de Yukina, sonrojándose y admirando lo ancha y fuerte que era.

    - Yukina-san, tiene muy buen cuerpo -halagó- ¿cómo lo hace? A mi también me gustaría tener un cuerpo como el suyo...

    -No hago nada realmente... solo soy un artista que trabaja en una librería... pero no haga ejercicios, tiene un buen cuerpo y me gusta. -confeso por lo bajo

    Al oír eso, Misaki se sonrojó aun más.

    - Usted... ¿en verdad... Cree... Que así... Estoy bien...?

    -Por supuesto, esta perfecto porque resalta su hermoso rostro y sus encantadores ojos verdes. -declaró sin pena alguna.

    - ¡Ah, Yukina-san! ¿C-como puede decir esas cosas....?

    - Lo puedo decir porque es la verdad, así que no se incomode que es cierto. -acariciando el cabello mojado

    Misaki se sonrojó bastante y bajó la mirada. Siguió tallando la espalda del chico hasta que...

    - Ah, ¡Yukina-san! ¡Lo siento! ¡En verdad! Yo... L-le deje m-marcas...

    -jeje no hay problema... ¿Acaso mi presencia lo asusta o lo incomoda?-susurro Kou mirando de reojo a Misaki -Si soy el causante pues me alegra-le sonríe, la lluvia resaltaba los ojos marrones que brillaban de alegría

    - Yukina-san.... -las palabras de ese chico no lo incomodaban, sino que más bien lo avergonzaban. Decía cosas tan lindas y vergonzosas tan fácil... Casi podría decir que Yukina era su tipo- su pareja en verdad tiene mucha suerte.. -susurró.

    -Yo diría que el afortunado es la suya porque usted es una persona muy amable. En fin... ¿le lavo el cabello? -pregunto con su radiante sonrisa sosteniendo el shampoo en una mano

    - Ah... S-si usted quiere... -dijo con una tímida sonrisa.

    Yukina tomó la botella de shampoo y vertió un poco en su mano, luego con ella masajeo los cabellos del castaño y comentó:

    -Que suave tienes el pelo y es muy fino.

    - G-gracias -dijo sonriendo tiernamente- a veces lo cuido con un poco de crema, pero unas amigas me dicen que me ponga no sé que tantas tonterías encima...

    -Prefiero que lo deje así, es lo mejor ojalá pudiera tener un color como ese... ¿debería colorearlo? quizás un tinte me venga bien -se auto cuestionó Kou echando con cuidado el agua para sacar la espuma.

    - ¿En serio? Pero si le queda muy bien -sonrió- creo que debería dejarlo así... aunque esas perforaciones le quedan muy bien, ¿estaría bien si me hago una en el labio? O tal vez en la nariz...

    -No.. usted esta perfecto tal como es, no me gustaría que tengas estos adornos en su blanca y suave piel. -dijo vertiendo el acondicionador y masajeando nuevamente la cabeza.

    - Ehhh pero, si lucen tan geniales -dijo cerrando los ojos para disfrutar del masaje de las manos de Yukina- además, planeaba hacerme un tatuaje...

    -Créame que me gusta su cuerpo tal y como es... además me sentiría mal ver algún hermoso dibujo en un lienzo blanco que no debe ser mancillado. -murmuró Kou abrazando el cuello de Misaki.

    Misaki se sonrojó y correspondió el abrazo.

    - Pero, no tendría que ser permanente... Aunque sea temporal... Un osito teddy...

    -Por más temporal que sea... no desearía que se manche con dibujos innecesarios. -dijo por lo bajo ocultando su rostro en el hombro del chico.

    - Pero... -hizo un puchero- ese osito es muy especial...

    Se acurrucó un poco más en Yukina, sintiendo con agrado como el agua masajeaba sus hombros y su espalda.

    -Lastima que mis palabras no lo convencen... si cree que es especial hacerlo, yo no puedo impedírselo... solo reconsidere mis palabras Takahashi-san. -lo dijo muy por lo bajo, apenas era audible, solo se quedaron abrazados con el agua escurriéndose por sus cuerpos ocultando sus ojos del otro gracias a los flequillos.

    - Sí... está bien, lo consideraré... -susurró abrazándose al cuerpo de Yukina. Sintió como si el calor aumentara, pero lo supuso a que ahora estaba casi completamente pegado al chico.

    Ambos mantuvieron el abrazo, en un silencio agradable, un calor muy agradable crecía dentro de los dos. -Ojala pudiera estar así por siempre. -pesó en voz alta el rubio.

    Misaki se sorprendió un poco ante lo que escuchó pero luego sonrió.

    - Tiene razón, aunque estemos parados me siento muy cómodo...

    -Mmm si... me gusta este calorcito... se siente muy placentero.

    - De hecho -rio suavemente- es muy relajante y extrañamente placentero.

    Por alguna razón no pudo quitar sus brazos de Yukina, así que solo se dedicó a disfrutar el momento.

    -¿Por qué será? -él tampoco podía despegarse del castaño, solo que lentamente su cuerpo empujaba al otro hacia abajo quedando en el suelo mojado de la ducha.

    - No lo sé -susurró Misaki acomodándose en el suelo y en el cuerpo de Yukina.- pero, se siente muy bien... Muy... cálido y... relajante y...

    -Y... muy... ¿excitante? -se cuestionó, ya que el agua los mojaba tan bien que no se darían cuenta como sus cuerpos reaccionaban con un leve roce. Pero no deseaba deshacerse de ese abrazo, era muy cómodo, aunque sus mejillas se sonrojaran un poco por pasar tiempo en el agua caliente.

    - Tal vez... -rio levemente. Sentía como su sentido común se iba a algún lado. Ya no pensaba nada, solo sentía como su cuerpo cedía ante la agradable sensación de su cuerpo pegado al del más alto.

    -Espero imaginar cosas. -murmuró Kou, mirando los ojos verdes del chico y perderse en las profundidades de este, con sus cuerpos pegados uno al lado de otro

    - ¿Imaginar cosas? ¿qué está imaginando...? -susurró Misaki apoyando su cara contra el hombro de Yukina.

    -Ah... mmm... cosas... quizás son algo vergonzosas, desde su punto de vista. -dijo Kou sonrojándose por tal pensamiento.

    - Está bien, cuénteme, no lo diré a nadie -sonrió sujetándose mejor de Yukina.

    -N-No puedo...me mataras si te lo cuento... es algo muy fuera de lugar. -respondió mirando el rostro de Takahashi

    - Oh, vamos, no soy un asesino serial y no muerdo... Al menos no fuerte. Y estoy vacunado -sonrió.

    -Jeje -se rio por la broma del joven. -D-De acuerdo, después de esto quedo como fetichista... imagine que vestías un uniforme de... c-colegiala y que ambos éramos compañeros de curso...

    - ¿Colegiala? -dijo haciendo un puchero- ¿porqué de colegiala? ¿porqué no un uniforme de chico?

    -Bueno... que sea uniforme de chico... pero solo tenias tu camisa, y nos estábamos cambiando por el uniforme de gimnasia... te veías tan bien...

    Misaki lo pensó por unos momentos y luego sonrió.

    - Me interesa, ¿te gustaría jugar Yukina-san? ¿Al menos tienes los uniformes...?

    -Si... tengo uniformes, espero que te queden. -respondió sorprendido ante la incentiva del castaño.

    - Bien, ¿por qué no nos los probamos? -dijo levantándose y tomando la mano de Yukina para ayudarlo a pararse.

    Aceptando la mano, se levanta del suelo y ambos salen del baño para redirigirse nuevamente a la habitación del estudiante. En eso hurgó entre sus pertenencias los uniformes negros de secundaria. Pero solo halló uno de ellos, el otro uniforme era de saco negro y corbata a rayas, más grande ya que era el de preparatoria.

    -Parece que... tengo estos dos.

    - Bien, me probaré este -dijo tomando el de secundaria y comenzando a ponérselo -asegurándose de ponerse ropa interior.

    -De acuerdo, yo espero. -dijo Kou colocándose una de sus miles de camisas blancas y un bóxer para tapar sus partes, el cabello húmedo humedecía el cuello y un poco los hombros.

    Después de acomodárselo, Misaki sonrió.

    - Me queda un poco largo, pero está bien -sonrió algo apenado. ¿En serio era tan bajo como para que le quedara un uniforme de secundaria teniendo ya 22 años?

    -Crecí un poco más al terminar la preparatoria. -comentó colocándose los pantalones negros, el saco de tres botones y de la corbata a rayas.

    - Yukina-san, se le ve muy bien ese uniforme -sonrió- ¿y bien? ¿cuál es su idea?

    -Mmm... bueno no se... como dije es una idea rara... seríamos como dos jovenes en clase de apoyo pero nos faltaría un profesor, aunque espero tener algo de conocimientos. ¿Qué le parece o prefiere agregar algo? -una idea se le vino a la cabeza. -Takahashi-san... tengo una idea... será divertido, se la cuento?

    - Me agrada -sonrió- bien Yukina-san, ¿cuál es esa idea?

    -Salgamos como pareja con los uniformes, y paseemos por acá no mas, así no tenemos inconvenientes si nos ve algún conocido. -dijo guiñándole el ojo, con una sonrisa.

    Misaki meditó esa loca idea y luego sonrió.

    - Claro que si Yukina-san, será divertido -sonrió alegremente y corrió a tomarlo de la mano- ¿nos vamos?

    -Pues claro, vamos a divertirnos un poco. -afianzando el agarre y saliendo con ese cosplay de secundaria, pasearon por las calles, ambos con una sonrisa y tomados de la mano. Se parecían a una joven pareja pero muy joven, de la edad escolar

    Misaki miraba a su alrededor como si todo fuera nuevo, la verdad nunca había ido a esa parte de la ciudad. Vio un lindo osito dentro de una máquina de juguetes e hizo que Yukina se detuviera.

    - ¡Sempai! -dijo sonriendo divertidamente y colgándose de su brazo- ¡Sempai, lo quiero! ¿Me lo puede conseguir?

    -"¿Sempai?" -pensó por unos momentos Kou, pero al ver que los uniformes eran de distintos grados, era de esperarse ese apodo por lo tanto siguió el juego de Misaki.

    -Takahashi-kun como se pide. -dijo con un susurro tomándole del mentón y acercando sus rostros. Algunas personas se le quedaron viéndoles y alguna que otra chica gritó el famosos "kyaaaa que lindos"

    - L-lo siento... Sempai, ¿podría conseguirlo, por favor? -dijo sonrojándose.

    -De acuerdo, así pues si... y ¿tendré mi premio cuando lo consiga?

    Misaki sonrió y bajó la mirada.

    - Le daré a sempai su premio... Solo si consigue mi juguete...

    Varias chicas que pasaban se quedaron "disimuladamente" paradas y viendo lo que ocurriría.

    -Okay, vamos a jugar un poco. -introdujo un par de monedas y movió el control de mando en busca del juguete, lentamente la garra metálica descendió hasta agarrar la cabeza del osito.

    Después cuando aseguró la toma, levantó con cuidado pero la cabeza se deslizó y cayó de nuevo en el mar de juguetes.

    -Demonios. -maldijo Kou al ver el juguete de nuevo en el mar.

    Las miradas de todos clavaban su nuca, en particular las esmeraldas del castaño.

    Misaki miró a Yukina con un puchero, haciendo que las chicas suspiraran.

    - Sempai... -se quejó.

    -Lo se... déjame que pruebo de nuevo. -lo miró con una mirada entusiasmada. Por segunda vez intentó pero fracasó apenas cerró las fauces de la garra.

    Misaki hizo un adorable puchero y miraba alternativamente al oso y a Yukina, impacientándose y haciendo que las chicas murmuraran emocionadas.

    -La tercera es la vencida.

    Y tal cual la frase se cumplió, la endemoniada maquina logró agarrar el dichoso muñeco y lentamente la iba deslizando por el pequeño y eterno trecho.
    Notaba la presión y la expectativa de varios ojos

    Misaki sonreía alegre y emocionado, pero sentía que...

    Todo iba bien pero de pronto la garra se trabó y tiró el juguete con los demás. Las caras de todos los presentes se ensombreció.

    -Takahashi-kun... yo... perdí de nuevo. -dijo deprimido Kou.

    Misaki bajó la mirada un tanto decepcionado y luego se abrazó al brazo de Yukina.

    - Sempai... Está bien... Si no pudo conseguirlo... No era un oso tan bonito después de todo -dijo dándole un beso en la mejilla.

    -Takahashi-kun... yo quería regalártelo, por tu cumpleaños. -le tomó de las dos manos con una mirada muy triste. La escena conmovía a las jovenes intrusas que se quedaron prendidas.

    - Ah... Está bien sempai... Yo, soy feliz con poder pasar mi cumpleaños a tu lado...

    Pero la mirada del chico se desvió de nuevo unos segundos hacia el oso, y luego hacia los ojos de Yukina.

    -Te lo regalaré, te prometo que si. -juró Kou abrazándolo y dándole un beso en los labios, el sonrojo se apoderó de la audiencia entera mientras que el rubio volvía a la maquina y con una mirada feroz introdujo una serie de monedas en búsqueda del tesoro perdido.

    - ¡Vamos sempai! ¡te amo, así que tú puedes! -dijo Misaki de una forma tan linda que varias chicas suspiraron y a otras les dio una ligera hemorragia.

    Los alientos lo animaban pero el nerviosismo lo atacó y provocó el juguete se cayera por enésima vez en aquel mar.

    Misaki hizo un triste puchero y por alguna razón todas las chicas tuvieron ganas de ir ellas a intentar sacar ese juguete.

    - Sempai... Está bien si no puede hacerlo... En verdad...

    Kou molesto y con una mirada fiera, dio un puñetazo a la maquina, sus ojos marrones se ocultaron debajo del fleco.

    -Nunca rompo mis promesas, y hoy no la romperé por ti amor mio. -lo miró incentivado.

    Con una mirada capaz de matar a alguien dio una serie de patadas al aparato, y de a poco el muñeco se iba corriendo hacia la boca donde caía el premio.
    -E-SE JU-GUE-TE SE-RÁ TU-YO -dijo entre cada patada Yukina, mientras el muñequito se acercaba a la boca de desagüe.

    Misaki se sonrojó bastante y sonrió. Las chicas se pusieron a animar a Yukina.

    - ¡Vamos ¡vamos! ¡tú puedes! -decían las chicas emocionadas.
    Misaki sonrió ante las dulces palabras de Yukina y se quedó ahí, viendo como casi asesinaba a la máquina.

    Tras unas diez patadas más, y dejarle un pequeño bollo a la maquina, el muñeco cayó y por fin lo sacó, con una sonrisa e incandose en el piso le dijo:

    -Un pequeño regalo de parte de alguien tan inútil como yo.

    Las chicas no podían mas con ellas mismas y gritaron como locas "ahh que lindo" "eso si que es amor" entre otras frases.

    Misaki se sonrojó y sonrió.

    - Sempai... ¡eres el mejor! -dijo lanzándose encima de Yukina y tirándolo al suelo.

    Todas las chicas comenzaron a gritar emocionadas y a retorcerse al ver tierna escena.

    En eso, llegó un policía enojado a reprender a Yukina y a cobrarle por los daños en la máquina.

    El rubio se sorprendió por la reprimenda y como todo estudiante pagó por sus faltas, pero luego abrazó al joven y dijo al policía.

    -Discúlpeme señor... fue solo por conseguir un regalo a mi novio.

    Todas las chicas comenzaron a gritar y el policía se retiró un poco confundido. Misaki se abrazó al pecho de Yukina y una de las chicas se acercó a él.

    - ¿En verdad son novios? -dijo la chica sonrojada

    -Lo somos. -respondió el rubio, tomando del mentón del estudiante de secundaria y le plantó un apasionado beso, donde metió su lengua en aquella cavidad bucal mientras lo abrazaba por la cintura.

    La chica enrojeció de golpe y quedó con la boca abierta sin saber que decir, sus amigas estaban en el mismo estado de shock.

    Misaki correspondió al beso gustoso, pasando sus brazos por el cuello del más alto y pegándose completamente a él.

    Ese baile duró hasta que el aire hizo falta y cuando se separaron, abrazó otra vez al castaño y le dijo a la chica, con una sonrisa inocente:

    -¿Eso responde a tu pregunta?

    La chica no respondió, solo seguía en shock. Otra se acercó y le dio a Yukina algo de dinero.

    - Toma -dijo la chica- por pagar esa cosa debiste de haberte quedado sin dinero… Esto es para que le compres algún dulce..

    - Ah, toma para que le compres un helado -dijo otra

    -Pero chicas.... no es necesario. -se excusó el rubio tomando de la mano al castaño, rechazando la oferta

    Las chicas siguieron insistiendo y ofreciéndole el dinero -incluso hubo una que les dio para condones- y terminaron por reponerle a Yukina el dinero que había gastado.

    - Gracias señoritas.. -dijo Misaki sonrojándose y acurrucándose en el pecho de Yukina- yo... Siempre termino por causarle problemas a sempai... No sé como es que sigue conmigo...

    -No causas problemas Takahashi-kun... tu eres lo que mas quiero, por eso jamás me traerás ningún problema. Todo lo que hago es por amor.... Todo es porque yo... te amo. -dijo con sus rostros muy cerca del otro, en medio del abrazo tierno y cálido que se brindaban.

    - Sempai... -murmuró Misaki poniéndose rojo y mirando a Yukina a los ojos, tomando sus mejillas.

    Las chicas se pusieron a gritar y a retorcerse y a abrazarse entre si frente a ese hermoso espectáculo. Una de ellas se atrevió a preguntar:

    - ¿Quién es el seme? -dijo a pesar de la escena.

    -Y ustedes que creen, señoritas. -respondió Yukina, chocando las frentes con su novio.
    a escasos centímetros de besarse

    Todas las chicas comenzaron a decir que Yukina, hasta que a una se le ocurrió decir "el de ojos verdes".

    -Takahashi-kun... demostrarías a las señoritas quien es quien? -preguntó Kou a Misaki, en medio de la discusión. -O prefieres dejarles en el misterio? -preguntó pícaramente.

    Al escuchar la última pregunta, todas las chicas comenzaron a quejarse. Misaki miró a Yukina y sonrió malévolamente por unos segundos antes de poner una expresión tímida.

    -Pero... Sempai... Estamos en público... -murmuró.

    -Olvídate de los demás y solo mírame a mi... dime ¿deseas mostrarles nuestro amor? o... ¿quieres mostrarme solo a mi en un lugar mas privado? -le susurra en el oido y mordiéndole el lóbulo de la oreja.

    Las chicas gritaron como locas por esa ultima muestra de afecto, era demasiado para las fujoshis al ver semejante acto ante sus inocentes ojos.

    Misaki gimió de manera real, paralizando a las chicas y al mismo Yukina.

    - S-sempai... N-no debemos hacer eso aquí... O me veré obligado a castigarle..

    Reponiéndose rápidamente, y colocando una mano en su cintura le susurró cerca de sus labios:

    -Entonces quiero ver cómo me castigas, Takahashi-kun

    - Bien -le sonrió- sempai, no tendremos sexo en un mes

    Todas las chicas se quedaron de piedra. ¡¿Un mes?!

    El rubio se sorprendió y con una mirada suplicante y tomándole de las manos preguntó:

    -¿Qué debo hacer para no recibir ese suplicio?

    - Pues... Conteste la pregunta que hicieron las señoritas, Sempai... Y con la verdad...

    Todas miraron expectantes a Yukina, esperando una respuesta.

    -Pues verán... yo so el seme. -respondió Kou con una sonrisa y abrazando a Misaki. -Y Takahashi-kun es mi amado y tierno uke, verdad?

    Misaki frunció el ceño.

    - Sempai, ¿qué le dije acerca de la verdad....?

    -Pero si es verdad, solo que a veces jugamos un poco a cambiar roles. -sonrió el rubio.

    Misaki hizo un puchero.

    - Sempai, que malo, niega que usted es mi Uke...

    -No es cierto... solo soy sumiso ante tus peticiones. -renegó el rubio

    Ante eso todas las chicas comenzaron a gritar. Misaki se estremeció y miró a Yukina.

    - Sempai, es hora de que nos vayamos, ¿no lo cree? Creo que... debería darle su premio... por mi peluche -sonrió abrazando al oso.

    -Esta bien... vayamos a jugar a un lugar más privado porque estoy deseoso de sentirte de nuevo. -besó la mejilla del pequeño sonrojando a las jovencitas y tomados de la mano se retiraron del sitio.

    Cuando estuvieron suficientemente alejados de las chicas, Misaki no pudo evitar estallar en carcajadas.

    - ¿Viste sus caras? Yukina-san, eres muy buen actor -dijo entre risas y aun sujetando la mano del alto.

    Acompañando entre las risotadas, a punto de llorar de la risa comentó:

    -Fue genial jaja que debo decir, usted es mejor actor que yo, con ese gemido y sus lindas caritas, toda persona estaría postrada a sus pies. Además aun falta mi castigo no? -dijo guiñándole el ojo, aun tomados de la mano.

    - Yukina-san -rio Misaki omitiendo que el gemido que dio fue real- ¿a dónde iremos ahora? ¿Iremos al departamento o prefiere seguir jugando por aquí?

    -Sigamos jugando, hace tanto que no me divierto que quiero aprovechar este día al máximo, además este cosplay nos ayuda un poco. -comentó divertido, llevándolo a otra dirección.

    - ¡Bien! -rio Misaki- ¿a donde vamos ahora?

    -Mmm... al parque. -aventuró Kou caminando por las largas avenidas comerciales.

    Misaki siguió de buena gana a Yukina aun sujetando su mano. De alguna manera se sentía muy feliz, tal vez porque estuvo riendo mucho.

    La juvenil pareja caminó por largos senderos llenos de negocios, tras atravesar unos varios locales, vieron unos arboles con flores violetas que caían grácilmente hacia los caminos de los enamorados.

    -Es perfecto. -miró Kou al árbol y las flores desperdigadas por e lugar.

    - Uwaaaa es hermoso -sonrió Misaki al ver al paisaje-

    -No tan hermoso como tú. -dijo Kou mirando fijamente al castaño.

    - Yukina-san -dijo Misaki poniéndose rojo y avergonzándose- n-no es necesario que diga esas cosas, ya no hay nadie que las escuche

    -Claro que si.. estas tú y eso es lo que importa. -dijo acorralándolo contra el tronco del árbol para plantarle un beso sutil y cariñoso.

    Misaki se sorprendió bastante ante las palabras y acciones del chico. Correspondió dulcemente el beso unos segundos y luego volteó la cara evadiendo la mirada del más alto.

    - Yu-Yukina-san... ¿que-e... Hace...? -suspiró al sentir las manos del chico apresar su cintura.


    -Nada solo amarte y demostrarte mi cariño, Takahashi-san. -dijo colocando sus rostros a dos palmos de besarse nuevamente, aspirando sus alientos y aromas de cabellos recién lavados.

    - Pero.... Yukina-san.... -suspiró Misaki volteando la cara y sujetando las manos del alto- esto.... Esto no...

    -¿No deseas demostrar nuestro amor en este maravilloso lugar? -mirando los ojos del castaño, y besando las pequeñas manos.

    - ¿Nuestro...? -dijo Misaki extrañado y mirando los ojos de Yukina. No sabía muy bien que decir o como reaccionar. ¿Seguían en el rol o....?

    -Sí... nuestro amor... pero veo que no le apetece amarme acá. -dijo deprimido, encerrando entre sus brazos al mas bajo.

    Misaki decidió seguir un poco el juego, sin saber muy bien si hablaba en serio o no. Correspondió el abrazo y se acomodó en el cuerpo del mayor.

    - Yukina-san... No es eso... Pero, no podemos llegar muy lejos en este lugar...

    -¿Dónde quisieras ir? -preguntó en el oido del joven, haciendo rozar intencionadamente su miembro contra el otro.

    Misaki suspiró y correspondió el movimiento, adelantó un poco su cadera y rozó su miembro con el de Yukina.

    - Yukina... San... -jadeó. Se sostuvo de los hombros del chico y ocultó su cara en ese fuerte pecho.

    -Mmm... Takahashi-san... dígame... ¿qué desea hacer? -siguió Kou con ese roce y oliendo el cabello del castaño, tenía apresado al joven entre sus brazos y piernas contra el árbol.

    - Mmm... Y-Yukina... San... Y-yo... Umm.. N-no lo sé...

    El rubio se alejó un poco de él, consciente de sus acciones. -Lo siento...me dejé llevar...

    Antes de que se alejara, Misaki lo jaló de nuevo hacia él y lo abrazó para comenzar a besarle el cuello.

    -Takahashi-san... ¿qué haremos? -preguntó por segunda vez el estudiante de arte, abrazando el cuerpo del chico y dejándose mimar por los besos que le daba.
    Él quería hacer cosas prohibidas pero estando en un lugar público... iba a hacer un poco difícil.

    - Amm... N-no lo sé... No sé si yo... Pueda detenerme...

    -Somos dos... -agregó sentando al chico en una de sus piernas usando de soporte el tronco.

    Misaki se acomodó en las piernas de Yukina y siguió besándolo. Y luego notó algo que no había notado antes, detrás de Yukina, no muy lejos, había unos enormes y hermosos árboles de flores lilas que caían.
    Entre esos árboles, muy apenas sobresalía algo blanco. Un kiosco de mármol

    - Hmm Yukina-san -jadeó- vamos... Allá... Ahí... Nadie nos... Verá....

    -¿A donde? -dijo soltándolo un poco, pero tomándolo de la cintura para que no se cayera.

    Misaki tomó a Yukina de la mano y lo llevó hacia esa construcción. Estaba muy oculto, era discreto, y el suelo estaba cubierto de esas flores lilas. Parecía estar construido de mármol blanco, y al lado había un charco de agua con lirios encima.

    -Es hermoso... me gustaría dibujarlo algún día. -comentó mirando el sitio con ojos soñadores, tocando la baranda y el sitio donde las lilas descansaban en ellas. El viento sopló y más lilas cayeron en el kiosco, dejando en los cabellos de los presentes vestigios de la naturaleza viva.

    - Sí, es muy hermoso -dijo Misaki con una sonrisa. Comenzó a intentar quitarse las flores de su cabello pero solo se las enredó un poco más. Se acercó a Yukina y le sonrió- ¿podría ayudarme?

    -Por supuesto. -se levantó del suelo y acariciando los finos cabellos, tomó uno por uno los pétalos. -Le quedan muy bien. -tomando otro más y besando la lila.

    - No diga esas cosas -dijo Misaki riendo y apoyándose en el pecho de Yukina.

    -Es cierto, le sienta bien el violeta... además seria un modelo perfecto para u cuadro. -comentó sacando otros pétalos que se posaban en el hombro del uniforme negro. Colocando una mano alrededor de la cintura del joven

    - ¿En verdad lo cree? -dijo sonriendo y pasando sus brazos detrás del cuello de Yukina- ya una vez me habían propuesto ser modelo para un personaje de manga...

    -Lo creo porque es simplemente perfecto, ¿le gustaría modelar para mí algún día? -soplando el rostro del castaño para alejar las flores que se acercaban al rostro de Misaki.

    - Me encantaría -sonrió Misaki- ¿cómo posaría?

    -Si pudiera lo haría en este lugar, y usted solo usaría una camisa blanca, un poco mas larga y nada mas. -respondió sonriendo en medio de su fantástica idea.

    -Takahashi-san... ¿me permitiría ir a comprar una hoja y un lápiz, en el puesto de allá? -preguntó señalando una librería comercial, cerca de la avenida principal pero desde el punto de vista de allá, el kiosco quedaba bien camuflado por los arboles y el claro de la naturaleza. -Si es que aun... quieras posar para mí. -comentó por lo bajo sosteniendo las manos del chico.

    Misaki lo miró y luego sonrió.

    - Por supuesto que sí, yo te esperó aquí -dijo para soltar las manos de Yukina y sentarse en el escalón que estaba en la entrada del kiosco, al lado del pequeño estanque.

    Kou rápidamente se puso de pie y se sacudió un poco las prendas, para luego salir a la entrada, besó una de las manos del joven y dijo: -No tardaré.

    - Está bien -le sonrió para verlo marcharse y correr.

    Tras una carrera al negocio, pidió unas hojas, unos lápices negros y una goma de borrar.
    La vendedora preguntó:

    -¿Estudiante de arte?

    -Sí. -respondió con un tono normal.

    -¿En preparatoria?

    El rubio se olvidó que aun tenía el cosplay, pero miró con una sonrisa encantadora respondiendo.

    -Guárdeme el secreto, ¿sí?

    La chica un poco sonrojada, asintió tendiéndole una bolsa al rubio. que lo recibió gustoso.
    Con el dinero de las chicas pagó lo comprado y antes de salir del local la joven lo retuvo con una pregunta:

    -Disculpa... ¿A quién dibujará?

    El joven la miró por unos segundos meditando la respuesta, y respondió feliz:

    -A un ángel caído del cielo.

    Y salió del local con una sonrisa en los labios, dejando atrás a una joven con un sonrojo imaginando sus palabras.
    Luego volvió corriendo y al volver a ese pequeño claro donde brillaba el kiosco, vio ahí a su modelo bajo un rayo de luz que iluminaba su cabellera castaña

    -"Si... es un ángel caído del cielo" -pensó observando la grácil figura.

    -¡Takahashi-san! ¡Perdone por el retraso! -llamó Yukina a Misaki, sacándolo de su ensimismamiento.

    - Ah, Yukina-san -sonrió Misaki levantándose- ¿ya consiguió los materiales?

    Se levantó para recibir al alto, con una tierna sonrisa y un tanto nervioso ya que nunca había posado para nadie.

    -Sí, conseguí todos... ¿aun desea ser mi modelo? prometo no tardar mucho.

    - Claro que s-sí -sonrió Misaki- ¿d-donde quiere que pose?

    -Sí es tan amable quiero se siente en la silla... ¿sería posible que solo se quede en camisa? -preguntó el artista mirando a su modelo con su gesto amable de siempre.

    Para muchas personas la propuesta era muy vergonzosa pero dentro del mundo artístico era de lo más común posar con poca ropa.

    Misaki asintió caminó hacia la silla. Una vez ahí, comenzó a desvestirse lentamente hasta que se quedó en camisa. Se desabrochó 3 botones y luego se sentó y miró a Yukina.

    - ¿A-así está bien? -dijo con algo de vergüenza.

    -S-Sí... -respondió extasiado ante la frágil figura que sus ojos apreciaba. -S-Solo quisiera que se desabroche toda la camisa y... -tragó saliva, mirando los ojos verdes de su compañero. -Y.. abrace sus rodillas, mirándome de lado. -guio el rubio sin dejar de ver el pálido cuerpo de Misaki

    Un tanto divertido Misaki desabrochó toda su camisa (ocultando sus partes íntimas) y miró a Yukina de la forma que le había pedido.

    - Jajaja Yukina-san, en ese caso hubiera pedido un desnudo -rio Misaki ante la escasa ropa que traía puesta.

    -Era la idea. -confesó. -Pero un desnudo tampoco es del todo estético. -comentó mirando divertidamente al castaño, abriendo el bloc de dibujo.

    - ¿Estético? -dijo Misaki intentando quedarse quieto- ¿a qué se refiere?

    -Me refiero a que una persona desnuda sirve para apreciar toda su anatomía, pero desde mi punto de vista no me resulta del todo atractiva si la debo retratar... en mi opinión queda mejor con algo de ropa y en lo preferible escojo camisas blancas porque demuestran la pureza del modelo.

    En este caso usted es mi ángel, con sus blanca piel y sus ojos verdes esmeraldas que brindan paz a la persona amada. Sus ojos reflejan amor, un amor incondicional. -terminó Kou, mirando fijamente a su modelo mientras se sentaba en la alfombra floreada de lilas.

    Misaki escuchó todo eso y no supo que decir. Su puso completamente rojo que hasta sentía sus orejas calientes. Miró a Yukina y sonrió.´

    - Yukina-san... Eso fue muy hermoso... Y-ya veo a usted en verdad le queda... Ser un artista...

    - Usted es alguien muy amable, Yukina-san y también tiene mucho talento. Estoy seguro que en algún futuro iré a alguna galería y veré todas sus obras expuestas...

    -Jaja -rio Kou por ese cumplido.- Esas palabras son mas de lo que merezco, y si alguna vez lo logro... tenga la seguridad que lo invitaré. -sonrió tiernamente, una brisa suave sopló removiendo los cabellos de los castaños. Sumidos en un silencio Yukina empezó a dibujar a su modelo.

    En medio de ese silencio, Kou miraba fijamente a Misaki, esos intervalos eran largos e intensos poniendo posiblemente nervioso al modelo.

    -Takahashi-san... si algún día se siente aburrido... ¿le gustaría ser mi modelo a tiempo parcial? -preguntó enfocado en los trazos que hacia en la hoja, marcando la figura del joven.

    Misaki no podía mirar ya a Yukina a los ojos. Se sentía muy nervioso pero la mirada del chico lo tranquilizaba. Sintió que unas flores caían en su cabello y levantó la mano para quitarlas.

    - Claro que sí Yukina-san -sonrió- solo llámeme cuando necesite que pose para usted

    -Por favor no se mueva. -reprochó el rubio. -Gracias por aceptar... igual habrá un par de ocasiones que será un desnudo, ¿eso no lo incomoda? -siguió Kou, borrando un par de trazos para luego volver a dibujarlos mirando a su modelo que retomaba posición

    - Ah... Lo siento -dijo él sonriendo- no me incomoda realmente el posar desnudo. Al menos no si es para usted.

    - Eso es bueno, entonces podría hacer luego un desnudo después de este? -continuando con los trazos, moviendo el lápiz para poner las matices del claroscuro al cuerpo graficado.

    - Amm, claro -rio- después de todo, solo necesitaría quitarme la camisa...

    El mas alto no terminó continuó con la conversación ya que estaba concentrado, poniendo detalles al cabello y en plasmar la mirada del joven.

    Misaki miró el hermoso paisaje.

    El sol entre las hojas

    Las flores flotando en el aire.

    El sonido del viento entre las ramas..

    Con seriedad observó a su modelo varias veces percatándose en esa suave mirada, esos ojos era lo que buscaba. Borrando una vez más se dispuso a bocetar lo más rápido que pudo para plasmar el momento.

    - Suena como una balada -sonrió- la balada del viento y los árboles.

    -Es un bello sonido... pero me gusta mas el que viene del corazón, es más relajante. -comentó pasando el lápiz al torso para definir la figura con la camisa puesta.

    - Tiene razón -sonrió- el sonido de los latidos de un corazón es relajante, y más si provienen de la persona especial. No, relajante no -se corrigió- es como.. Cálido... Sé que es extraño, pero los latidos de un corazón son... Cálidos...

    -Le doy la razón, son más cálidos y dulces. -dijo ultimando los detalles faciales, de pronto se quedó viendo el dibujo terminado en silencio... faltaba ese detalle pero dudaba en agregarlo.

    - ¿Qué pasa? -dijo Misaki al ver a Yukina quieto y mirando el dibujo fijamente.

    -N-Nada... solo pensaba...

    - ¿En qué? ¿Ya está terminado? -sonrió.

    -Creo que si... quería agregar algo más... -decidido dibujó un par de detalles adicionales, unas grandes alas con unas plumas que caían al piso, adornando con las lilas la hermosa imagen. -Ahora si, ya esta listo. -sonrió alegremente Kou.

    - Bien -sonrió- ¿puedo verlo?

    -E-Esta bien. -un poco avergonzado le pasó el dibujo al modelo, esperando un veredicto de otra persona.

    - Uwaaaa es muy hermoso -dijo Misaki sorprendido. Prácticamente era como una fotografía en blanco y negro. -Pero, ¿porqué las alas..?

    -Ah eso... es porque es un ángel. -respondió simplemente el artista mirando fijamente al castaño

    Misaki se sonrojó y sonrió.

    - ¿Aun diciendo eso...? Ah, por cierto Yukina-san, ¿qué hará con el dibujo?

    -No lo se.. ¿por qué lo pregunta?

    - Solo curiosidad. Pero, Yukina-san, en verdad tiene un gran talento...

    Era extraño verse dibujado de esa manera, pero en definitiva era muy buen dibujo.

    -Si quiere se lo regalo. -comentó Kou al notar que el chico clavaba sus ojos en su retrato.

    - Ah, claro que no, consérvelo usted -sonrió Misaki- es solo que pensaba... Que yo no tengo ningún talento en especial. No se cantar, dibujar o escribir... Nada...

    -Por favor, consérvelo es un regalo de mi parte. -dijo tomándole de las manos. -Además todos tenemos talentos, ¿sabe cocinar?


    Edited by Van Phantomhive - 7/10/2012, 20:13
  12. .
    MAMIIIIIIIIIIIII XDDDDD HE VENIDO DE NUEVO A JODERTE CON MIS SALUDOSXDDD

    FELIZ CUMPLEE XDDD okay vamos a los hechos, me encantó que lo que siembra se halla cosechado y vemos por qué Mino es un lobo solitario, en cuanto a mi Zorro o Kitsune-kun, pues que decir al menos se quema as neuronas por lo que hizo y recuerda que lo hizo con Kanade-kun. Ojala logre ver como se desenvuelven todos estos niños, calor de la pradera vs frio de siberia, quien gana? eso solo vos lo sabras

    CONTI PRONTO XDD

    Adyuu
  13. .
    TIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA XDDDDD AQUI TOYYYY XDDD ME ENCANTÓ

    adore la forma en la que te referiste a Mino, y como jugaste con ambos en un tira y trae, este fic es tan prometedor como el de mama, ojala vea conti pronto XDD

    Adyuu

  14. .

    OHAYOUUUUUUUUUUUUU DESUUUU XDDDD HE VENIDO A MOLESTAR NUEVAMENTE XDDDD Traigo una no tan novedosa propuesta pero he aquí la idea.

    Como verán he aparecido de nuevo y esta pareja ha comenzado a deambular por los sitios web, el nombre de los Enigmaticos se los concedí yo, en un día cuando entre charla con las roleadoras de la susodicha pareja bromeaba a cuatro manos con apodarlos de alguna manera. Asi fue el nombre de Enigmaticos nació.

    El titulo original tomando en cuenta que pertenecen a Nakamura Shungiku serian:



    Yanase Yuu no Baai y Mino Kanade no Baai



    Sin mas que decir pasen y lean, bienvenidos a Enigmatic Lovers






    Capitulo 01: Reset




    Una noche de tormenta donde nadie en su sano juicio estaría paseándose por aquellas húmedas y desérticas calles, se hallaba en una de esas de miles de millares un joven de cabellos castaños claros que cubrían unos ojos de tonalidad parda. Raro de ver en la era en que se vive tener ese color de ojos, pero lo mas curioso es que hacia en un sitio como ese un joven adulto como el que acabo de describir… pronto lo sabremos…



    -No quiero esto nunca más. –se dijo a si mismo en el medio de aquel aguacero. –No volveré a caer y si me dan una segunda oportunidad de sentir esto la tiraré a la basura. –dijo con firme sentencia, dirigiéndose a su residencia de estilo antiguo.



    -Si la gente me viera en este estado, si esa persona que tanto amo me viera así… no lo podría soportar, no quiero verme más patético de lo que ya soy. –tales pensamientos deambulaban en mi mente, apenas podía pensar de forma coherente. Por dios donde quedó mi tranquilidad y buen juicio…



    Sé que no es el momento ni la hora pero muy pocos me conocen o todos saben quien soy, Yanase Yuu de 28 años. Hasta el momento de mi carrera profesional me he dedicado a ser un asistente de mangas sin importar el genero, todos saben que no hace mucho o… no se cuantos meses pasaron… de que mi mejor y único amigo de la secundaria me ha rechazado.



    Sí, todos dicen que su editor y amigo de toda la vida es mejor que yo y que hacen mejor pareja… y pueden que tengan razón, pero es muy doloroso vivir y convivir con esos sentimientos si tienes enfrente a la persona que te ha destruido el corazón.



    Es posible que suene exagerado pero no saben lo que es vivir callando por una década entera y pelear todos los días con Hatori, por eso, si tuviera una segunda oportunidad de en este mismo momento pediría desde e fondo de mi ser no enamorarme de un hombre o de una mujer jamás.



    Sin darme cuenta he llegado de nuevo a mi casa, nunca hay nadie y por qué… digamos que mis padres salieron hace mucho tiempo, tuve suerte de poder valerme por mi mismo y apenas me gradué comencé inmediatamente a trabajar de esto. Todas las personas que vivimos de este entorno me vive preguntando el por qué no trabajo con un mangaka fijo, odio decirlo… incluso ahora… no quería trabajar con nadie porque deseaba ayuda a Chiaki con sus historias.



    Ahora que lo pienso, fui un total imbécil y egoísta pero qué podía hacer si lo amaba y aun lo amo… ya basta, es momento de olvidarme de todo esto.



    No crean que me suicidaré, eso no sirve de nada y es la salida fácil que la mayoría aplica cuando no puede más, afortunadamente creo que no soy de ese tipo de personas.



    Sin muchas ganas me fui a dar un baño de agua caliente y después de ello me metí a la cama, inconscientemente lleve una mano a mi mejilla izquierda, aun siento el golpe que me dio Chiaki en ese día de verano pero como no deseaba recaer en mis negativos pensamientos desganadamente me recosté y como muchas otras veces intenté dormir, creyendo soñar un mundo donde no exista un Hatori ni él.



    La mañana se asomó por las hendiduras de la persiana, mis ojos estaban más cansados de lo acostumbrado pero igual debía cumplir con mis deberes por lo que, muy a mi pesar, me levanté de la cama.



    Lo primero que enfoca mi vista apenas logro reubicar mi mente en tiempo y espacio, es el librero donde no solo estaban mis cuadernos universitarios y los libros de las materias que cursé, sino que también estaban los blocs que sin darme cuenta, ocupaban casi la mitad de un estante. No me gustaba pero a la vez si, contemplarlos porque dentro de sus viejas y amarillentas hojas quedaron plasmadas los primeros bocetos de mi vida amateur como dibujante.



    Por otro lado, los odiaba ya que entre esos lisos y a mi parecer mini lienzos que dormirían para la eternidad estaban todos los bocetos que realicé de Chiaki a lo largo de esos diez años.



    Seria lamentable si los tiro, además mejor los conservo como prueba de mis errores y que en un futuro lejano no vuelva a suceder. Entre suspiros me voy hasta al baño y ponerme mas presentable, el día sería largo… bastante largo…



    No era para menos porque no solo ayudo a “Yoshikawa-sensei” sino que también tengo cinco o seis mangakas más a quienes les ayudo con los fondos, entramados, escalar colores, en fin, todo lo necesario para la composición de un storyboard.



    Dejando mis deberes laborales, en momentos como este, pienso si esta bien que siga con tantas personas. No me molesta, tampoco pierdo mucho tiempo pero es la primera vez que el reflejo del espejo me demuestra lo que una noche de tormenta y dormir tarde le cobraron a mi rostro y probablemente a mi posible desempeño.



    -Creo que usaré los lentes. –me dije a mi mismo, notando la irritación de mis globos oculares.



    Tras asearme, vestirme y asegurarme de tener mejor semblante, tomé mis cosas y salí una vez más a las calles de la fría ciudad. En medio de mi caminata me percaté que había menos gente de lo usual, quizás se debía a que el tiempo seguía inestable o que era demasiado temprano.



    Finalmente llegué a uno de mis destinos, la residencia de Satou-sensei cuyo editor era Hatori Yoshiyuki, para mi desgracia.



    -Buenos días. –saludé con tono neutral al mangaka y a sus asistentes.



    -Buenos días, Yanase-san. –corearon la mayoría de los presentes con ojeras y cierto malhumor debido al cansancio.



    Luego me dirigí al mangaka que con mucho cansancio me pidió los fondos y otros detalles de veinte paginas, algo exagerado pero típico de este trabajo, de buena gana tome las hojas y me acomodé en una de las mesas de dibujo para comenzar a hacer lo pedido.



    Las horas pasaron como agua y al ver que mis ojos se cansaban después de la tercera hora me coloqué los lentes y seguí con el trabajo, algunos ya sabían que los uso para descanso, no es que estuviese mal de la vista solo agota tener los ojos enfocados en la blanca hoja de papel y dibujar detalles minúsculos tras muchas horas de trabajo.



    El toque de queda de mi estadía llegó al ver a la persona que atravesó en el umbral de la puerta, el editor de Satou-sensei había llegado con su seria expresión y cierto enojo al notar mi presencia. Como buenos profesionales que somos, ambos ignoramos la presencia del otro mientras cada quien sigue en lo suyo, él con el dibujante y yo con las últimas pasadas de lo encomendado.



    Después de otra hora de arduo trabajo, finalicé y le pedí al dibujante que los revisara para ver si se debía cambiar algo o con eso era suficiente, la confirmación no se hizo esperar y así como estaba guardé mis cosas y me disponía salir para no tener que tolerar la presencia de ese hombre y él la mía.



    Antes de retirarme de la casa del mangaka, Hatori me siguió hasta la entrada y con su cara de pocos amigos y molestia me dijo.



    -Yanase no te olvides de ir para allá.



    -Ya lo sé, no me digas lo que tengo que hacer. –dije con la mirada llena de furia y rabia, retomando mi camino hasta que la pregunta del editor me descolocó.



    -¿Hasta cuando ayudaras a Yoshino?



    La pregunta siempre tiene dos significados, una era la normal: el odio, la envidia, los celos de pasar más tiempo que él con la persona amada. Pero para mí ya era la segunda opción: la lastima o el patetismo que había tras saber la verdad de las cosas y aun seguir insistiendo en ello.



    Con un suspiro me giré le puse mi mejor cara neutral que me fue posible para responderle.



    -Hasta que Chiaki lo diga.



    Esa respuesta era una espada de doble filo para los dos, porque conociendo al castaño que con su inocencia lastima más que con sus golpes, éramos y somos conscientes de que Chiaki no me dejaría con facilidad y tampoco soy tan desalmado como para negar mis servicios a un amigo.



    Los ojos azules petróleo de Hatori se clavaron en mi persona, comprendiendo que lo que dije era cierto y que mi “fatídica” presencia dependía si el chico deseaba que siguiera ayudándolo o no como asistente de dibujo que soy desde que comenzamos los tres a trabajar de esto.



    Sin decir nada más me despedí me encaminé hacia la siguiente casa que obviamente me pedirían un idéntico pedido.



    Esto es lo que odio de las fechas limites, todos los dibujantes deja para ultimo minuto todos los detalles que muy pocos son capaces de llevarlo de buena manera durante los veintes días que hay entre fecha y fecha.



    Si uno lo medita… creo que ser mangaka sería lo último que haría sobre la faz de la tierra, porque no me veo pensando una trama, una historia y relatarla de forma tal que para el público le fuera interesante.



    El día pasó, las horas volaron y de a poco me iba agotando, al final me deje los anteojos todos la mañana y tarde, no podía pasar unas horas sin ellos porque realmente mis ojos estaban mas que irritados. Creo que me falta una buena noche de sueño o un día de descanso.



    Al ver que los rayos del sol desaparecían por los edificios más altos, comprendí que la noche se avecinaba, rápidamente me encaminé a mi casa para comer algo y luego ver si dentro de la contestadora había algún mensaje pidiendo auxilio por las fechas limites.



    Sin esperar mucho ya sabía de quien se trataba: Chiaki.



    Con un suspiro comiendo parte de un almuerzo-cena recalentado y escuchaba atentamente la desastrosa situación de mi amigo. El sonido de la contestadora finalizó, dándome a entender que eso fue todo, mirando hacia el patio oscuro de mi casa me dije a mi mismo.



    -Podía ser peor.



    Vestido tal y como estaba, y revisando los materiales necesarios en mi bolso me encaminé una vez más hacia el edificio donde se hallaban todos: la Editorial Marukawa Shoten.



    Afortunadamente logré ingresar sin problemas porque hubo veces en las que tuve que entrar por el área de servicio o en las salidas de emergencias. Al llegar en la sala en cuestión abrí la puerta y noté que estaban varias personas aparte de las usuales, dos editores más aparte de Hatori que los conocí en reiteradas oportunidades: Takano Masamune, editor en feje del departamento y Onodera Ritsu, el más joven de los editores.



    Como siempre mi amigo se hallaba en su más deplorable estado, todo ojeroso pero aun bien vestido, por lo menos Hatori lo tenía bien cuidado… creo que eso es lo bueno de ser pareja, cuidar uno del otro… por dios, basta concentración… concentración y a terminar con otro suplicio.



    -Yuu, buenas noches. –me saludó Chiaki.



    -Buenas noches Yanase-san. –corearon las asistentes.



    -Buenas noches a todos. –dije inclinando levemente mi cabeza ante la presencia de los editores. -¿Empezamos? –dije para volver a la situación y ponerme a corriente del avance realizado.



    Las chicas me indicaban como estaban, las correcciones pedidas, entre otros detalles, mientras que Chiaki seguía pasando a limpio la mitad de las paginas de su siguiente capitulo.



    Entre suspiros todos volvimos a enfocarnos en la hoja de papel hasta que un comentario de mi amigo castaño me obligó a retirar mis ojos de la hoja.



    -Yuu… ¿esas bien?



    Definitivamente esa fue una pregunta algo extraña.



    -Sí, estoy bien, ¿no lo parezco?



    -Mmm… no del todo. –observó Chiaki.



    -No te preocupes es falta de sueño, supongo. –dije restándole importancia para volver al papel y remarcar con los marcadores y pinceles lo que estaba haciendo.



    Chiaki me miró por un rato más y luego volvió a la hoja, de ves en cuando me miraba pero ya estaba acostumbrado a eso desde mi confesión, aunque yo lo aparentase probablemente en el fondo se me notaba que estaba sufriendo pero esa agonía me la gané yo mismo así que no nadie tiene por qué tenerme lastima.



    No quiero de la misericordia de la gente, aun tengo orgullo y dignidad por lo que ignoro mi propio sentir y cumplo diligentemente las labores encomendadas; además prefiero sufrir solo, siempre lo he hecho y dudo mucho que eso cambie.



    Las horas de la madrugada fueron eternas, entre bebidas energéticas, algunas golosinas fáciles de digerir cortesía de las tiendas de 24 horas, dibujábamos o arreglábamos los diálogos, la verdad es cansador que cada veinte días este hecho se repitiera pero era inevitable si la mayoría de los mangakas sufrían de aquel lapsus de ausencia creativa.



    Al final las primeras horas de la mañana de un nuevo día llegó, solo éramos conscientes de ello por la hora porque si se trataba de la claridad matutina no era observable ya que estábamos confinados en una de las salas de juntas de la editorial.



    Con las pinceladas, retoques, coloreados finales, todos suspiramos en nuestras sillas y yo me quedé mirando por unos instantes el techo sin enfocar mi vista en nada en particular, solo se quedó clavada en los tubos de luz que adornaban el lugar mientras que los demás comentaban lo aliviados que estaban por haber terminado todo antes de la hora limite.



    Hasta cuando debía seguir así… si tan solo pudiera desatarme y romper esta cadena de sentimientos, quizás lograría finalmente alejarme de este chico… pero cuanto tiempo debía pasar, hasta cuando debía sufrir para comprender que Chiaki solo lo quería como un amigo y nada más… que injusto era estar ahí y ver como las sonrisas de todos adornaban sus rostros.



    No me gusta fingir algo que no siento es por eso que mi cara queda inexpresiva a pesar de todo y antes de que notaran tan insulso detalle me volví a sentar y agarré mis cosas con rapidez. Cosa que quizás ya no les extrañó tanto a los presentes.



    -¿Ya te vas? –preguntó Chiaki triste.



    “Como desearía que no emplearas ese tono” pensé en ese momento mientras continuaba recogiendo mis pertenencias.



    -Sí aun debo ayudar a otra persona más. –eso era mentira porque las demás personas que tenían mis servicios ya habían logrado finalizar con sus storyboards.



    -Oh bueno… pero ven de ves en cuando a visitarnos. –dijo Chiaki con una sonrisa cansada.



    La verdad quisiera negarme pero aun albergando tales sentimientos, me resulta casi imposible negarlo pero debo ponerme a mi mismo en disciplina y olvidarme de esa efímera ilusión que aun tengo dentro de mi corazón.



    -Iré en cuanto pueda. –respondí componiendo una fingida sonrisa y tomando mi bolso para retirarme de ese sitio, despidiéndome de los otros editores que pacientemente esperaron una vez más al despistado amigo que tengo desde hace una década.



    Antes de irme a casa pasé por el baño para lavarme la cara e ir a casa sin caerme de dormido en el proceso, en medio de eso aparece Hatori a mis espaldas y con su voz neutral dijo.



    -¿Vas a seguir yendo a la casa de Yoshino?



    -Ya te dije, eso no depende de mí sino de Chiaki el que valla o no a su casa. –respondí cansinamente y mirando lo ojos del hombre.



    -Deja de insistir Yanase. –me advirtió o reprochó, no lo se muy bien porque el tono que emplea al dirigirse a mí siempre es el mismo. –Ya sabes que él te rechazó.



    “No es necesario que me lo vivas recordándomelo cada dos por tres” pensé frustrado y con la mirada alicaída y desafiante a la vez.



    -Te lo diré de nuevo, no depende de mí sino de Chiaki.



    -Depende de ti también si no pones algo de voluntad y lo olvidas. –dijo Hatori. Si lo dijera otra persona quizás lo hubiera tomado como un consejo pero viniendo de él no puedo esperar nada bueno.



    Ignorándolo tomé mi bolso para salir volando de ahí pero el brazo de Hatori me retuvo para decirme una especie de ultimátum.



    -No te acerques más a Yoshino, porque o sino no me contendré.



    La mirada azulada brillaba y demostraba que los celos aun seguían latiendo por las venas del editor, una mirada que congelaría a cualquiera aunque yo me acostumbré a ella después de varios años.



    Forcejeando liberé mi brazo y salí caminando a paso rápido del lugar de trabajo de los editores de Emerald, llevando a varias personas en el camino pero no me importó, solo quería llegar a casa y dormir olvidando esas palabras que tanto y millones de veces golpearon mis neuronas, obligándome a dejar de algo que no puede ser y que jamás sucederá.



    Cuando llegué a casa y sacando los objetos de dibujo para guardarlos en el correspondiente estante me percaté de que había olvidado los anteojos en el baño de la editorial.



    -Mejor los olvido y me compro otros mañana.



    Además no deseaba volver a ese sitio, no es que no los quisiese pero fue una de las cosas que me compré cuando notaba que mi vista se agotaba tras el intenso trabajo al que me sometía.



    Suspirando y con cansancio me tiré a la cama sin siquiera cambiarme, los ojos me dolían lo suficiente como para querer hacerlos aguantar una sesión de ducha y comida.



    De esta manera es como el joven asistente se sumergió en el mar de la inconsciencia queriendo soñar para olvidar, soñar para desaparecer aquellas cosas que, según su propio corazón, nunca debieron nacer. Todo eso bajo los cálidos rayos de un día frio de invierno.



    Mientras tanto en la mítica y magnifica editorial Marukawa Shoten, uno de los tantos editores doncella estaba en el servicio para despejarse la mente por un rato.



    La lacia cabellera castaña clara caía a raudales sobre el frente, ocultando unos ojos que de por sí nunca fueron mostrados ante nadie que fuera digno de merecerlo y no es porque no quisiese a nadie pero esos ojos eran mejor que permanecieran en el anonimato ya que las miradas transmiten más que las palabras.



    Cuando el joven tomó una de las toallas higiénicas del lugar notó la presencia de unos marcos verdes.



    -Que raro… -comentó tomándolo y mirándolo a través de ellos, aumento no tenían y al parecer no era para ver ni de cerca ni de lejos. –Mejor me los llevo y le pregunto a alguien si sabe de quien es.



    El editor volvió a la oficina donde estaban sus compañeros de trabajo, Kisa curioso y observando el objeto traído en las manos del castaño preguntó.



    -Mino-san ¿de dónde sacó esos anteojos?



    -Estaban tirados en los baños. –respondió el mencionado y enseñándolos a los demás.



    -Hatori-san esos se parecen a los que usaba Yanase-san. –observó Ritsu que se situaba al lado del editor azabache mayor.



    El aludido miró el objeto que exhibía Mino y asintió con la cabeza.



    -¿Deberíamos llevárselo? –cuestionó Kanade.



    -No te preocupes él vendrá. –respondió Hatori restándole importancia.



    -No lo se… -dijo pensando y mirando el enmarcado.



    Los días pasaban y para el asistente entre cuestiones laborales y otras cosas se había olvidado de comprar un nuevo anteojo de descanso.



    Para los editores doncella se le hacía extraño que el dueño en cuestión no se cruzara para reclamar la susodicha pertenencia, por lo que Mino tomó la rienda de la situación y le preguntó a uno de sus compañeros si conocía la dirección de la vivienda del dibujante. Como Hatori andaba ausente por sus rondas para cerciorarse que todo seguía en orden y más aun sobre los trabajos de la despistada Yoshikawa-sensei, Takano colaboró en accederle tal información.



    -Gracias Takano-san, si me disculpa también iré a ver como le van a mis mangakas y de paso devuelvo esto.



    -Ve con cuidado. –dijo el mencionado.



    -Valla con cuidado Mino-san. –dijo Onodera.



    -Esfuérzate. –dijo animado Kisa.



    Encaminándose a la casa del joven asistente, Yuu miraba los víveres que le hacían falta en la nevera, ese día lo tomó como su descanso no tenía ganas de atender a nadie y de paso poner algo de prioridad a lo que haría de su vida.



    Luego de hacer una nota mental de todo lo faltante se encaminó a la salida de su casa y lo primero que ve es al editor en la puerta a punto de tocar el timbre de su casa. Eso si que lo sorprendió, ambos hombres se estudiaron por minutos de silencio y lo primero que se le ocurrió decir a Yuu fue:



    -¿Quién es usted?



    -Mi nombre es Mino Kanade y trabajo en el departamento Emerald de Marukawa Shoten.





    Una presentación, una sensación extraña en el aire y un duelo silencioso de dos presencias que ocultaban más cosas de lo que la simple mirada logra transmitir. ¿Será el inicio de un nuevo amor o solo de una ilusión pasajera?


    Ojala les halla gustado, y aclarando una cosa:

    La pareja enigmatica será innovadora en cuanto al nombre pero en fics soy la tercera persona o cuarta, no lo se muy bien.

    Conosco que los primeros en usar a dichos personajes plasmarlos en fics fueron precisamente sus roleadoras y escritoras de estos mundos

    Lini02 de Amor y Mundo Yaoi y Marii Maaro de Mundo Yaoi.

    Por favor leanlas que al igual que yo, usa sus mentes prodigiosas para contar sus versiones de los hechos.

    Adyuu



    PD: FELIZ CUMPLE LINI OKAA-SAAN XDDDD

  15. .
    OYAHOUUUUUUUUUU XDDD SI HE VUELTO CON UNA NUEVA LOCURA Y NADA MEJOR QUE COMENZAR MI MAGNIFICO MES Y MI ANIVERSARIO DE ESCRITORA CON ESTO XDD.

    Este fic nació como drabble de reto literario cuyo titulo es el mismo y la pareja también, ahora después de un año esta historia cobra vida, ojala lo disfruten.





    Capitulo I: El inicio de un nuevo año.





    Aun recuerdo aquel día de hace tantos años… nunca pensé que aquel día de Halloween haría que mi vida como la había conocido muriera en ese momento. Y digo eso porque ya no soy el mismo que solía ser.

    Discúlpenme por no haberme presentado, Takahashi Misaki de 12 años, como verán… es medio difícil de explicarlo pero mi cuerpo al igual que mi vida fueron transformadas hace un par de años por un ser que según las historias mitológicas son denominados vampiros.

    Lamentablemente desde que fui mordido por ese hombre de cabellos plateados cuyo nombre todavía desconozco, mi organismo no tolera ciertas cosas que cualquier otra persona puede soportar. Y a eso me refiero con lo siguiente: tolerancia a la luz solar, las cruces, el agua pura, etc.

    ¿Cuándo me di cuenta de esto? A los días siguientes de después de haber salido de un hospital que no recuerdo de cómo llegue ahí, solo me dijeron y le contaron a mis padres que llegué muy mal herido y con signos de haber sido casi violado.

    INICIO FLASH BACK

    Un pequeño niño se hallaba cerca de la entrada de un hospital con sus padres a cada lado y sonriéndole por tener a su hijo sano y salvo. Ambos padres sostenían la mano del infante a cada lado y le sonreían con el cariño típico y paternal que los caracterizaban.

    -Bien Misaki-kun, ya es hora de irse a casa. –decía una enfermera amable y con un traje verde agua.

    -¡Sí! –sonrió alegremente el menor.

    -Gracias por su ayuda. –reverenciaron los padres despidiendo a la joven mujer que cortésmente correspondió a la despedida.

    Mientras se acercaban a la entrada cuyo vidrio polarizado ayudaban a que los ayos solares no fueran tan nocivos, el menor sentía que su cuerpo se iba calentando levemente pero no le dio importancia ya que creía que se debía a que era un efecto normal de estar por debajo del sol.

    Cuando por fin se abrieron las puertas de la edificación permitiendo que la luz de la mañana ingresara de lleno el pequeño sintió un calor repentino como si lo estuvieran quemando con fuego o como si lo incineraran en un sauna; pegó un salto separándose del agarre de sus padres e ingresó nuevamente al edificio nuevamente todo sudado y asustado por tal efecto.

    Los padres extrañados volvieron por el menor y notaron que el infante tenía la cara roja y parte de su cuello a quemado.

    -¡Misaki que te paso! –exclamaron preocupados.

    -¡No lo se! ¡Me duele! –gimoteó el menor con dolor y mas le dolió cuando se abrazó a si mismo.

    -¡Enfermera! –gritaron los padres, llamando algún medico o quien fuese para que lo atendiera al niño.

    Enseguida jóvenes ataviados con sus trajes aguamarina se presentaron atendiendo al infante que lloraba de dolor.

    Al final de ese día le comunicaron a los progenitores que Misaki tenía unas pequeñas quemaduras de tercer grado y una leve insolación, para los mayores eso le resultó extraño porque le dijeron al decano que el niño había salido de lo mas bien e inmediatamente ingresó al edificio quejándose y notando que estaba lastimado sin razón aparente.

    Ese hecho se repitió un par de veces mas con idéntico resultado, por lo que decidieron darle el alta a las últimas horas de la tarde cuando el sol desaparecía del horizonte. Finalmente el menor logró salir de la edificación y miraba con extrañeza que su cuerpo no se alteraba para nada ante la falta de luz, y eso significó una sola cosa: ya no podía salir bajo la luz nunca más.

    Una observación muy cruel para un pequeño niño, no podría jugar con sus amigos ni poder perseguir las cigarras ni siquiera comer helados bajo el sol de verano.

    -No es justo. –se lamentó Misaki cuando estaba en su casa recostado en la cama.

    Para los padres no queriendo hacer sentir mal a su hijo optaron por dejarlo salir en los días nublados y en las últimas horas de la tarde, naturalmente acompañándolo ya que no podían permitir que se repitiera tan desafortunado incidente.

    Así transcurrió el tiempo hasta la edad de los doce años, donde Misaki miraba con desilusión el afuera.

    FIN DEL FLASH BACK

    -Ah… que día más aburrido. –se lamentó Misaki mirando desde un rincón de su cama como el sol de la tarde iluminaba parte de su recamara mientras él leía un libro para matar el tiempo.

    Ya había aprendido a no acercarse a la luz pero era inevitable observar como aquellos rayos aclaraban su pequeña recamara.

    Durante varios años tuvo enseñanza de hogar por lo que nunca se retrasó con los estudios, los padres pensando que el niño se aburría por la falta de interacción decidieron darle una pequeña sorpresa cuando la noche llegase y el niño bajara para dar un paseo alrededor de la ciudad.

    El firmamento violeta y las primeras estelas nocturnas anunciaban que finalmente el reino de la noche había vuelto una vez más para saludar a sus residentes. Misaki miraba con cierta nostalgia el color violáceo ya que recordaba las orbes de ese hombre que lo mordió, sintiendo que su sangre hervía del enojo por solo el hecho de recordar ladeó la cabeza de lado a lado y se levantó de su cama ante el llamado materno que anunciaba la cena de ese día.

    Entre suspiros dejó de lado un libro de psicología y desganado se levantó, tanto tiempo estar sentado y recostado habían provocado que tuviese un ligero mareo, recordándole que debía comer algo si no quería desmayarse.

    Bajando por los escalones y llegando a la cocina se encontró con sus padres que sonreían de oreja a oreja, eso lo extrañó pero se sentó con esa cara de perplejidad total y esperó alguna noticia o lo que fuere que estuviese que pasar.

    -Misaki, tu padre y yo hemos decidido inscribirte en una secundaria nocturna. –de acuerdo eso si que fue extraño.

    -¿Existe escuelas de turno nocturno? –preguntó incrédulo el castaño.

    -De existir, existen solo que no que no hay muchas en Tokyo pero las hay. –explicó el padre.

    -¿Y por qué no me enviaron cuando era niño? –preguntó esta vez con un tono molesto.

    -Porque no hay primarias con esos turnos. –respondió la madre con obviedad, y después Misaki meditó en su pregunta y se sonrojó al darse cuenta que eso fue estúpido al preguntar.

    -Bueno… entonces… ¿iré a estudiar de noche? –cuestionó nuevamente para confirmar la propuesta dada.

    -Sí y en el próximo mes comenzarás. –concluyó el padre dándole un sorbo a la bebida que reposaba cerca de él.

    -De acuerdo, pero… -dijo Misaki mirando con confundido a sus progenitores.

    -¿Pero? –dijo la madre.

    -Estoy feliz y todo pero… ¿por qué?

    -Porque te veíamos aburrido, hace mucho que no juegas con nadie, además sales tan tarde que no te permite interactuar con otras personas por lo que quisimos darte al menos esta salida y alegrarte aunque sea un poco la vida.

    Una sonrisa y un tono rosado recorrió el rostro de Misaki, por eso quería mucho a sus padres ya que pensaban lo mejor que podían hacer para él y no desperdiciaría semejante esfuerzo.

    Tranquilamente cenaron los presentes y dejaron que el tiempo pasara y con ello la ansiedad de Misaki incrementara. Los días siguientes se dedicó a leer y ponerse mas o menos lo que creía que dictarían para los jóvenes de su edad, lo que no sabía es que aprendió cosas que van más allá del promedio de un chico de su edad pero eso recién lo comprobaría cuando presenciara su primer día.

    Las semanas volaron y el castaño ya deseaba que su vida escolar iniciara como debía ser, como un chico normal… bueno medianamente normal porque no era común asistir en las horas de la noche.

    Por fin el día había llegado, día donde los vientos cálidos de verano del mes de septiembre anunciaban su nuevo ciclo lectivo y su reingreso a la sociedad.

    -Una tarde muy hermosa. –dijo el castaño con el viento alborotándole el pelo.

    -Misaki te recogeremos a la medianoche, si salís antes no llamas ¿si? –dijo su padre aun preocupado por dejar su hijo a merced de las personas a cargo del establecimiento.

    -Claro pero no se preocupen no me va a pasar nada. –aseguró el adolescente.

    -Ten cuidado.

    -Nos vemos más tarde.

    Una vez que el auto de su padre se retiró, Misaki miró con ilusión la escuela, algo antigua pero bien conservada. Con cierto nerviosismo recorrió los pasillos y se dirigió a una de las salas que rezaba: “sala de profesores”

    -Disculpe. –se anunció el menor dentro de la sala.

    -Oh usted debe ser Takahashi-san. –dijo uno de los maestros.

    -Si soy yo, quería saber donde tendré mis clases. –preguntó algo apenado.

    -Oh si, su clase es en el primer piso del ala oeste, la primera aula a la derecha. –dijo mirándolo con cierta atención y examinando el cuerpo del castaño.

    Para el niño se extrañó ver que esos ojos estudiaban su cuerpo, quizás debe ser su imaginación por lo que compuso una sonrisa y se retiró de la sala.

    -Debo dejar de pensar en esas cosas sin sentido. –se dijo a sí mismo para darse confianza.

    Mientras caminaba los pocos estudiantes que aun seguían en los pasillos se le quedaban mirando, acaso tenía algo en la cara o es que nunca vieron a un joven tan corto de edad estudiar a esas horas, preguntas como esas rondaban de una punta a la otra de la cabeza del castaño.

    Una vez que llegó dentro del salón ojeó todo el lugar para ubicar un puesto vacío, por fortuna lo halló cerca de la ventana y casi al final del aula. Su vista se desvió al resto del salón donde algún que otro par de ojos posaban en su persona, eso lo molestó un poco ya que no era la primera vez que sentía como los ojos de la gente posaban en él y muchas de esas veces la mirada no profesaba buenas intenciones.

    Por lo que prefirió desviar su vista hasta que el profesor a cargo se anunciara. Lo que no contaba es que una persona se acercara a él y lo saludara.

    -Hola. –dijo otro joven castaño pero de tonalidad clara y unos ojos grises. -¿Eres nuevo?

    -Sí. –respondió secamente.

    -No pongas esa cara, quiero ser tu amigo. –dijo con una sonrisa sincera el chico.

    El castaño observó al otro y no sabía si era bueno confiar en otra persona pero de verdad quería hacer amigos, así que le tomó la palabra y le creyó. Componiendo una sonrisa se presentó.

    -Me llamo Takahashi Misaki.

    -Sumi Keiichi. –se presentó el adolescente. –Perdona que te pregunte pero ¿cuántos años tienes?

    -Doce ¿por qué acaso parezco de menos?

    -Pues para serte sincero, sí tu cara da alguien de ocho o diez años.

    -¿Eh? ¿En serio? –dijo extrañado y ladeando la cabeza a un lado, se notaba que dentro de la seriedad ostentaba esa inocencia que tanto había sido cultivada en el calor del hogar.

    -Sí, o sino mírate en el reflejo del vidrio. –señaló.

    Obedeciendo el pedido ambos jóvenes miraron sus reflejos atenuados, no eran nítidos pero se notaba lo suficiente como para demostrar los rasgos, las esmeraldas de Misaki resaltaban a la vista y las orbes grises de su compañero se dejaban entrever.

    -Ahora que lo dices… -dijo Misaki escudriñando sus facciones, y lamentablemente estaba en lo cierto, aunque tuviese la edad de un adolescente su rostro no había cambiado mucho a lo largo de los años, posiblemente debido a su condición.

    Y pensándolo mejor quizás era por eso que sus padres siempre lo acompañaban en cada salida o aquellos paseos nocturnos, salvo los días nublados que podía aprovechar las horas de la mañana.

    -Comprendo… pero aun estoy en edad de crecimiento. -se defendió.

    -Es cierto, pero debes tener cuidado acá hay muchos que son malintencionados.

    -Lo dices porque sos uno de ellos o porque sos una persona amable y quiere dar un consejo a un extraño. –dijo Misaki estudiando las reacciones de su compañero.

    -Las dos cosas. –respondió y notando que la cara del castaño se volvió mas blanca de lo que ya era, compuso una sonrisa y dijo. –Es broma pero en serio, ten cuidado no valla a ser que alguno de estos chicos se pasen con vos.

    -Gracias pero no se preocupe, creo que me sabré defender. –dijo entonando una sonrisa.

    La campana estaba pronta a sonar, por lo que Keiichi se acomodó en su lugar que era unas dos filas mas adelante y al medio de Misaki. Durante ese lapso el menor se quedó mirando hacia afuera, era curioso ver otro panorama que no fuese desde la ventana de su recamara.

    Perdiéndose en aquella negrura que era iluminada por los faroles de las plazas y de los negocios de 24 horas, Misaki esperó con ansias, se sentía como un niño pequeño ya que pasó mucho tiempo sin poder asistir a la escuela por lo que las éticas y los modales los perdió un poco pero aun recordaba como comportarse.

    Lo único que lamentaba de todas esa situación fue aquel incidente, si tan solo no hubiera ido a ese barrio, no le hubieran maltratado y tampoco aquel desconocido lo hubiera mordido para supuestamente “salvarlo”.

    Inconscientemente se llevó una mano a su cuello, recordando como aquellos colmillos le perforaron la piel y como su sangre era extraída por esa zona. Un leve escalofrío le recorrió de arriba abajo, en ese instante vio un brillo rojo en la ventana que el traía recuerdos que pensaba que estaban enterrados, por un instante pensó que todo había vuelto hacia aquel día por lo que asustado apartó la vista de la ventana y la situó donde se suponía que venía.

    La impresión que se llevó el chico fue tal que sus ojos se agrandaron y su piel perdió todo color pero no al punto de colapsar, en la entrada del aula se hallaba un hombre de cabellera plateada, tez pálida como la de él, vestido elegantemente y con un aura que irradiaba misterio y sensualidad. Sumando la sonrisa que reposaba en el rostro del presente, la naturalidad de postura y viéndolo bien, la estatura y otros rasgos sin importancia, daba a entender que ese joven era el tutor de la cursada.

    -Creo que estoy alucinando. –se dijo a si mismo el castaño muy por lo bajo, mientras se ponía de pie al igual que sus compañeros para saludar al maestro.

    Después de la orden para tomar asiento, el joven ingresó y quedó parado enfrente del estrado estudiando a todos los adolescentes. Cuchicheos, susurros pasaban de boca en boca de todos pero eso no inmutaba al hombre, un pequeño carraspeo llamó la atención de todos y los jóvenes atentos guardaron silencio para dejar que el hombre se presentara.

    -Mi nombre es Usami Akihiko y desde hoy hasta lo que termine la cursada seré su profesor a cargo. Sean bienvenidos a la Academia St. Heaven.

    Aquel saludo desencadenaría una de las miles de millones de situaciones y las cadenas que Misaki no notó jamás pronto lo enredarían y lo harían sucumbir a un mundo donde la luz era lo menos que brillaba y la oscuridad de la noche lo acobijaría por muchos años, probablemente toda una eternidad.


    En fin... asi es como he decidido volver con esta entrega, ojala les halla gustado y acepto cualquier sugerencia :v

    ademas... quien dijo que este sería la unica historia que publicaré en conmemoración a mi San Valentin Negro o Halloween para los amigos XDD Trick or Treat ustedes eligen si esta historia vive o muere XDD

    Adyuu
712 replies since 20/8/2011
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