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“dos semanas” dijo él y yo asentí, atento a sus palabras, fue cuando ofreció ir juntos, que algo quiso hacer click en mi cabeza, como si debiera notar algo, que no terminaba de comprender, es decir, sabia, que no le conocía, sabía que era un completo desconocido, que sin embargo, había sido increíblemente amable conmigo, no había intentado nada y además su conversación me había distraído, sabia sin embargo que las personas que se ofrecen a ayudar a otros sin segundas intenciones, son muy raras (una especie extraña y casi extinta) y lo sabía porque todos buscamos algún medio para ganar algo, yo era de las personas que… le mire mientras el terminaba de hablar y mi cuerpo actuó por su cuenta sin tomar en cuenta mi debate mental.
-¿de verdad? –sentía mis labios sonreír y como mi semblante cambiaba a uno encantado mientras la dulce voz de mi conciencia se ponía a gritar histéricamente – eso sería magnífico, nunca he ido a un festival –y eso no realmente una mentira… fue entonces cuando recupere el uso de mis facultades y di a mi expresión un giro preocupado – pero… -titubee- ¿no estarás ocupado? No quiero ser una molestia –explique con suavidad y me di una bofetada mental “eres un imbécil”, entonces la puerta de la sala volvió a abrirse y Alonso ingreso silencioso como siempre con lo pedido- Alonso.
-Con permiso –logro decir el con esa voz susurrante que llenaba la habitación lo mismo que su aire de eterna autoridad, dejo en silencio y en la mesita que estaba en medio de los sofás el jugo, mi te y los pasteles, luego se paro recto como un poste y le mire.
-eso es todo Alonso, puedes retirarte –dije con voz serena y cortes, sinceramente quería que se fuera, no podía imaginar cómo describiría la mañana a mi tía, cuando esta regresara, el mayordomo se retiro y volví a mirar a Mizuki… ahora que lo recordaba, Mizuki significaba bella luna, mire a mizuki preguntándome si el podía ser una criatura nocturna.SPOILER (click to view)comienzo a pensar que el sentido de auto-conservación de Ángelo no esta tan bien como a él le gusta creer xD -
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-quizás vaya -susurre suavemente refiriéndome al festival, mientras el se decantaba por el jugo, y comentaba que no le gustaban los croissants, intente no mostrarme horrorizado, (yo los amaba) y lo habría logrado de no ser porque eleve una ceja, y con un suspiro y una risa suave conteste.
-yo en cambio los amo, aunque debo decir que la única vez que asistí a su preparacion arruine el temple del chef y desde entonces no soy bienvenido en ella -me encoji de hombros- el financiers es un pastel francés -sonreí con los ojos- que contiene almendra molida, debo decir que me gustan -comente suavemente mientras le miraba -¿preferirá esos? -pregunte -si no, siempre quedaran los bizcochos -dije y luego me volví hacia Alonso -Alonso por favor -la palabra ardía en mis labios- trae un jugo de manzana y un te de jazmin. finaciers y bizcochos para mi invitado y para mi - el mayordomo se retiro de inmediato tras una breve reverencia, en cuanto mi volví a mirar a Mizuki- volverá enseguida -prometí con un suspiro y observe sus ojos - ¿cuando dice que sera ese festival?SPOILER (click to view)Perdon por la demora Q-Q -
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poema
titulo: prisionero
n° de palabras: 247 palabras.
Cantares de amor se oían de sus labios
En los grandes salones de la familia real
La corte al completo apreciando nocturna
La nueva adquisición de su majestad
Y el poeta cantaba, cantaba
Queriendo pintar la realidad
Resucitando el recuerdo de otras vidas
Luchando por ahogar con ellos
El presente fugaz
Atrapando el tiempo en un verso
Removiendo en el pecho el recuerdo
Deteniendo el verso en el tiempo
Removiendo en el recuerdo el sentimiento
Se herían sus dedos con las cuerdas
Y atajaba la memoria para evitar la histeria
Y una lágrima se deslizaba
Mientras cantaba Tristan e Isolda
Deslizando el sentimiento con el verso
Sin mirar a su carcelero
Ocultando en su pecho el miedo
Ahogando su orgullo con el fuego
Evitaba mirar el cielo y dejaba oí su voz
Sabiéndose un lujo reemplazable
Esperando el momento de su liberación
Miraba al rey y pensaba en su arte
Atrapado en aquel castillo
Su orgullo le exigía escapar
Huir de la adulación deshonrosa
Dejar de sentirse la meretriz de su majestad
A veces a solas ganaba la histeria
Y otras la cordura hacia acto de presencia
El orgullo del artista no podía
Hacerle frente a la necesidad
Y mientras el noble avanzaba
Agachaba la cabeza con humildad
Solo esperaba ansioso
El momento de su soledad
Sigue oyéndose su voz, a ocho pasos el rey
Termina el canto, se oye un suspiro
Extiende la mano su majestad
Y la adulación se oye, la noche acaba de empezar.
Autor: Dalila S. Rodriguez Zevallos.
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°-vista la situación mi depresión no tiene nombre ni razón-° -
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en cuanto mizuki se sentó hice lo mismo, sentándome en el sofá frente a el.
-cosa de un mes o dos -conteste con voz suave al tiempo que miraba a mizuki, por el sonido que antes había oído era claro la situación, algo me hacia pensar que se había puesto a pintar en cuatro había despertado, era algo que yo mismo había hecho en variadas ocasiones, pero claro yo nunca me había ofrecido ayudar a un perfecto desconocido, ahora me sentía responsable, algo que suponía era muy factible ....- mes y medio supongo, me muero por participar en al menos un festival -comente- Mizuki ... que deseas de tomar, te, cafe o quizás algo mas un jugo ?- pregunte serenamente mientras mentalmente me preguntaba que cosas comerian aqui en japon, yo no habia estudiado bastante de la cultura japonesa, pero no creía que un desayuno occidental fuera mala idea, el unico problema era que si a él no le gustaba no quería que se sintiera obligado "ya cálmate" y allí de nuevo la dulce voz de mi conciencia, no habia desayunado mucho aquella mañana yo mismo- por otro lado nuestro chef prepara los mejores bizcochos del mundo , claro que si prefieres unos financiers tambien los tenemos -sonreí suavemente- creo que esta mañana tambien han preparado unos croissants, si prefieres entonces me calle esperandoq ue se decidiera. -
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Una sonrisa se formó levemente en mis labios mientras le miraba al escuchar el repentino ruido de su estómago y suspire levemente.
-por aquí por favor –dije con voz más clara entrando a la sala al notar también que él no me había escuchado, me dije que sin duda me pediría el mismo saber dónde estrían los servicios después, lo mejor sería acomodarnos primero, por otro lado Alonso estaba ya allí, “que rápido” pensé mientras caminaba hacia los sofás- toma asiento por favor –sonreí a Mi -
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De algún modo pude notar como sus labios formaban una sonrisa en medio de nuestro beso y mi respiración dejo de ser tan agitada, el beso ahora suave hizo que sintiera que el suelo a mis pies desaparecía, tenía los ojos completamente cerrados y aquella oscuridad me permitía disfrutar y sentir al completo aquel beso.
Nuestros labios estaban unidos, ambos de manera suave y tan serena que sentí que había algo más en aquel beso, algo que yo no terminaba de comprender, repase mi lengua contra sus lab
De algún modo pude notar como sus labios formaban una sonrisa en medio de nuestro beso y mi respiración dejo de ser tan agitada, el beso ahora suave hizo que sintiera que el suelo a mis pies desaparecía, tenía los ojos completamente cerrados y aquella oscuridad me permitía disfrutar y sentir al completo aquel beso.
Nuestros labios estaban unidos, ambos de manera suave y tan serena que sentí que había algo más en aquel beso, algo que yo no terminaba de comprender, repase mi lengua contra sus labios con suavidad, al tiempo que mi mano izquierda acariciaba su espalda con lentitud junto a la otra, subiendo ambas con profunda lentitud, una parte de mi cerebro me advirtió que estábamos en un lugar público, probablemente con gente viéndonos ¿Cuánto tiempo llevábamos besándonos? Deseche, sin embargo, el pensamiento mientras sentía su delgado cuello bajo mis manos, acariciándolo y subiendo por aquella garganta hasta sus mejillas, sin dejar de besarle nunca, sintiendo el beso de su aliento en mi piel lo mismo que en mis labios, cálida, suave, sentí contra la punta de mis dedos sus cabellos, se estaría despenando? No lo creía, pero si así era, el oxígeno era algo importante por alguna razón y por otra no deseaba una denuncia encima por ir contra la moral pública y aun contra mis deseos me aleje de él, con la sonrisa en los labios y mirando sus bonitos ojos violeta. -
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La puerta se abrió en el mismo momento en el que el acepto mi propuesta.
-muy bien vamos- le sonreí alegremente al tiempo que me daba media vuelta, el mayordomo alemán de la familia nos observo con sus fríos ojos grises y su aspecto de hombre de 55 años hastiado de la vida- buenos días Alonso, no te vi esta mañana –salude brevemente en el estricto alemán de siempre sin apenas darme cuenta mientras ingresaba al interior de la casa, mire a Mizuki con la misma sonrisa al tiempo que decía- vine con un amigo –formule terminando a su muda pregunta antes de que él inclinara la cabeza en dirección a Mizuki.
-buen día caballero, sea bienvenido - y se expresara en el idioma nipón, repasándome en la cara que mi costumbre de hablar en alemán podría haberle ofendido, por un momento me dije que él no podía haberlo hecho a propósito pero su mirada fija dos segundos más de la cuenta en mi me dijo que si, lo había hecho a propósito, mantuve mi aspecto relajado.
Sonreí mientras ponía en manos del mayordomo las bolsas que llevaba conmigo y también las que mizuki traía encima –Alonso por favor lleva esto a mi habitación, luego ven al salón, estaremos allí –dije con el tono cortes de siempre, pero esta vez en el idioma nipón, me volví hacia Mizuki e hice un gesto suave –por aquí por favor Mizuki –dije caminando hacia el salón, pero antes de entrar en el hice una breve seña hacia una puerta de caoba negra –el servicio está allí, por si lo necesitas –dije con un tono suave y mirándole a modo de disculpa, aceptando internamente que con las manos en ese estado no podría comer los maravillosos pasteles del chef, impedí cualquier pensamiento mordaz ir más allá de mi mente, por alguna razón en ese momento observe sus ojos sin querer, siempre evitaba cruzarme con los ojos de los demás, razón por la cual miraba su cara completa y ahora … mi voz perdió peso enseguida, ya estaba callado y sentí la boca repentinamente seca, confuso. -
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Asentí concentrado en sus imperceptibles gestos, muy a pesar de su estrafalaria (por ser amables) apariencia, seguía siendo dueño de un atractivo singular, que en mi posición podía observar, quizás por aquello había admirado con natural intriga aquella sonrisa en sus labios, no parecía una sonrisa de esas que se dan con la natural ligereza de la situación, sino de esas que te dan una esperanza, no, que te dan una buena noticia, algo que te agrada, me pregunte si recordaba alguna buena noticia, ah cosas.
Mientras tanto el auto se movía tranquilamente por la carretera avanzando, para mi natural agrado, a una velocidad aceptable y entonces oí su respuesta, mi sonrisa vacilo esta vez y no hice nada por impedirlo, eran estilos ciertamente diferentes y ladee un poco la cabeza asintiendo a la vez, personalmente y aunque sonar absurdo, yo había sentido cierto miedo por el hiperrealismo(aunque en ocasiones lo había practicado también), mientras que la línea argumental del estilo abstracto correspondía mas a mis secretos placeres, encontraba algo espiritual en aquellas pinturas que me calmaba y admiraba, aunque no había logrado llevarlo al lienzo nunca.
-pues, me decanto por el surrealismo –conteste con voz suave y serena, contestándole la verdad a medias, seguía escuelas muy diferentes, a decir verdad y todas con notable éxito, pero no era a mi parecer necesario decirlo –con todo soy un aficionado –logre reír relajadamente mientras miraba a la carretera por unos segundos y observe que ya nos acercábamos a nuestro destino, una sensación de desazón me ataco, no quería que el tiempo se acabara tan pronto “pero te das cuenta de lo que dices?” me reprocho violentamente mi mente al notar el rumbo que quería tomar mi sentir, limitándolo o queriendo hacerlo, ya que mizuki me hablo de nuevo – si –parpadee- sí, me gusta la fotografía – por un segundo me pareció oír mi voz desde muy lejos y formule una sonrisa mirándole- me gustan los paisajes -explique… entonces el auto paro, habíamos llegado. Asentí , el pareció negar algo con la cabeza, aunque no tenía idea que podía ser-si, gracias por traerme –logre decir y le mire mientras él decía que me ayudaría con las bolsas, bajo tan rápido que apenas pude contestar , una sensación de enorme confusión me atrapo por un segundo de nuevo y baje del automóvil observando que él había tomado parte de mis bolsas en verdad, tome las ultimas y le mire – gracias por ayudarme –le diriji una sonrisa de agradecimiento mientras iba a la puerta –¿quieres pasar? –pregunte mientras tocaba el timbre, abrirían enseguida, ningún sirviente se demora más de la cuenta –a tomar algo quiero decir, no sé cómo agradecerte –formule con cierta turbación mientras mi cerebro al fin me comunicaba todo aquello que yo le había obligado a callar mientras observaba sus rasgos, porque éramos perfectos desconocidos y él me había ayudado sin, al parecer, segundas intenciones… de hecho una mirada y su conversación me habían dicho que el no debia tener ni idea de la importancia de los Saint Velle o los von tomer y me habia sentido en confianza, cosa que personalmente agradecía. -
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Tengo un par de defectos, pero la falta de atención no es uno de ellos, de hecho yo calificaría mi excesiva atención como un defecto por sí mismo, sin embargo en aquella ocasión no lo estaba haciendo, obviamente me iba a perder todo el precioso paisaje de árboles de sakura de aquel área, pero sobreviviría y además quería verle y grabar a fuego en mi memoria sus atractivos (exóticos) rasgos quizás con la intención de pintarle… algún día….
-de Alemania –conteste suavemente- mi familia vino por negocios y aproveche mis vacaciones para agregarme –decía con voz flexible mirándole el rostro mientras el encendía el auto y luego manejaba, entonces me pregunto la dirección –ah, es verdad, será mejor ir a mi casa, no me imagino llevando las bolsas para otro lugar –reí un poco de manera avergonzada –mi casa está en...- y dicte la dirección, agradeciendo mi buena memoria mientras le seguía mirando y mantenía mi expresión suave, lo mejor sería no dejarme llevar por mis pensamientos, sin embargo, por unos segundos, había pesado que el bien podía haber sido un trovador, en alguna vida pasada, la razón era a decir verdad muy simple, más allá de su evidente atractivo, poseía una voz atrayente con un timbre ciertamente artístico, parpadee un poco al oír su siguiente pregunto y titubee un poco, mientras negaba con la cabeza- no, no he venido con mi novia –sonreí, pensando en que la última vez que había salido con una chica, apenas habíamos durado una semana, no soportaba su afecto encendido – solo con mi familia –eleve una mano mientras doblaba los dedos a la vez que enumeraba a mis familiares –mi tío, mi tía y mi adorable prima … aunque ellos casi siempre están ocupados con sus propios asuntos, casi podría decirse que vine solo –me encogí de hombros tras dejar caer mi mano sobre mis rodillas, sonriendo con natural resignación antes de dar un vistazo a la carretera, por suerte no había demasiados autos en ella, al mismo tiempo que mi boca hablaba yo mismo me preguntaba si podía preguntar algo, era obvio, pensé, que era hijo de la cantante de la noche anterior, por sus mismas palabras se dedicaba a la pintura y la fotografía, internamente me pregunte si habría visto alguna vez su obra, las posibilidades no eran muchas, no solía mirar a mis competidores primero por falta de tiempo y segundo por exceso de confianza – por cierto, que escuela pictórica sigues? –mi interés era sincero mientras le miraba, pero eso no impidió que mi mente tomara un breve vistazo de su perfil bajo las sombras que creaba el sol aquella mañana, era atractivo, como si caminara con la muerte o algo así “y entonces la muerte se enamoró del amor”, dijo la burlona e irónica voz de mi conciencia… -
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una ola de confusión arraso por unos segundos conmigo al ver su "caballerosa" acción, el que me ayudaa por iniciativa propia me recordaba que mis compañeros tanto de instituto como de la universidad realizaba casi las mismas acciones a modo de cortejo, lo que personalmente me causaba un profundo desden y ahora me habia causado un nudo en el estomago, respire serenamente subiendo al auto, cerrando la puerta y sonriendole a modo de agradecimiento, concentrandome en evitar un sonrojo que amenaza con aparecer en mis mejilla, concentrarme en ello era un tanto dificil y vergonzoso para mí.
-pues si, es un modo facil de decirlo, estoy de vacaciones -conteste de manera relajada, para escuchar su respuesta, le mire ladeando un poco el rostro, las ventanas del auto estaban abiertas, escuche su propuesta y oculte mi sorpresa y ansiedad interna con la misma sonrisa, a veces me preguntaba y no sin razon como me las arreglaba para sonreir tanto, cuando era niño las mejillas me dolian por hacerlo, pero habia aprendido a hacerlas suaves, de manera que nunca fueran exageradas ni causaran molestias como esas y daban buena impresion lo mejor de todo, "basta de los lios existencialistas, contestale!" mi mente tan hermosa- ¿en serio? te lo agradecería -mi voz era tan animada- ero... no te seria molesto, te advierto que soy un turista muy curioso -sonrei. -
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llegue a su altura y sonreí cuando me saludo de nuevo.
-hola - estaba buscando la forma de acomodar mis bolsas en mis manos, la poca costumbre me pasaba siempre la factura de mi vida sosegada, mi sonrisa vacilo un poco ante su invitación, quizás porque apena nos conocíamos, quizás porque, bueno era un tanto diferente, aunque no podía decir que no me hubiese pasado antes, le mire, no parecía alguien capaz de hacer daño, pero venga que yo parecía un ángel, honor a mi nombre, todo el tiempo, le sonreí mas serena mente, mientras pensaba rápidamente que decirle- pues no, no traje auto, acabamos de llegar y preferí salir a ver un poco la ciudad , pero vista mi compra, puedo aprovecharme de tu amabilidad - termine de hablar manteniendo mi tono amigable, cortes y juvenil mente relajado, ah la vida - gracias -dije mas suavemente y le mire a los ojos, preguntandome en silencio porque aceptaba, normalmente habría rechazado la oferta educadamente.... "Ángelo, eres un caso perdido" -
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escribi la clave de la tarjeta mientras el joven hacia lo propio cobrándome por mis artículos y metiendolos metía en bolsas, yo hacia esfuerzos por no sonrojarme, demasiado, al sentir la mirada de Mizuki sobre mio, eleve un poco la mirada cuando escuche su voz despidiéndose, le mire.
-lo mismo digo -logre decir- un placer Mizuki - bueno, antes de que saliera de manera un tanto apresurada a mi parecer, mire al joven que atendia, debian ser amigos, al menos eso suponía mientras observaba que terminaba de cobrar y me devolvía la tarjeta al tiempo que me entregaba las bolsas -gracias -sonreí serenamente saliendo de la tienda a pasos cortos, deseoso de observar unos minutos la apariencia de aquella calle en particular y me hacia preguntas con respecto a Mizuki, me preguntaba que tipo de vida llevaría, si era un artista bohemio o quizás uno .... entonces le vi aun parado allí, frente a la tienda, con una sonrisa alegre y animada en los labios, me sorprendi, por lo joven y feliz que repentinamente se veía, y sentí un poco de envidia, me las arregle para mantener la sonrisa en los labios mientras caminaba hacia el, no estaba lejos, de hecho estaba a unos pasos mio... le mire, preguntándome que decir -
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Le mire al escuchar lo de algún día, a pesar de la indiferencia que siempre había acusado a esas palabras, por alguna razón esta vez supuse que podía ocurrir, me resultaba extraño ver la emoción que habitaba en todo su rostro a la hora de hablar con respecto al arte, nunca había visto una emoción, no, espiritualidad baje un poco los ojos al suelo y luego le seguí mientras sonreía un poco incomodo porque me dejara atrás.
-si –y me apresure a alcanzarle, llegando a su lado en el preciso momento en que el dependiente se volvía y le decía…. Parpadeé un poco mientras ahogaba una risa interna, Mizz, me hacía pensar de manera automática en un gato, un gato negro y muy lindo, me acerque al mostrador mientras ponía lo que llevaba de mis pedidos – esto para mi por favor –dije con serenidad mientras sacaba la billetera –¿acepta tarjeta? –pregunte sin mirarle y sintiendo los ojos de Mizuki sobre mío, sonreí un poco mientras le miraba de reojo a mi vez… al mismo tiempo me temía que era imposible hablarle, abordarle, era obvio que estaría ocupado al menso este día -
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le sonreí a modo de agradecimiento ante sus palabras y asentí recibiendo la tabla para la pintura, mientras me decía a mi mismo que probablemente nunca podría mostrarle ninguna pintura, entonces contestó a mi pregunta y me asombre por la animosidad que repentinamente apareció en su rostro, en sus gestos y en sus ojos, me pregunte cuanto tiempo se mantendría aquel brillo sobrenatural en sus ojos.
Al mismo tiempo me preguntaba si sería demasiada coincidencia que aquel mismo joven fuera quien había causado tanto lio en mi casa por la obsesión de mi prima con él, por lo que le había oído decir también tomaba fotografías.
Me pregunte si haría alguna exposición con prontitud, o durante el tiempo que estaríamos allí.
-creo que no –conteste ligeramente apocado al oírle preguntarme si necesitaba algo más, mientras reconocía internamente que me gustaría hablar más con él– me gustaría ver alguna pintura tuya, quizás alguna foto –explique sin mirarle- sería interesante –le mire de nuevo, por alguna razón sentí que mis ojos brillaban- porque parece que te gusta hacerlo… de verdad -
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Asentí con serenidad al tiempo que le veía mostrarme los productos y los observaba con notable atención al tiempo que pasaba mis dedos sobre el material, observe sus gestos y a sonrisa que me dirigió, por un momento sentí que el corazón latía con demasiada fuerza, pero fueron apenas unos segundos y su sonrisa desapareció dejándome con la sensación de si había hecho algo malo para que cambiara tan bruscamente de expresión, suspire imperceptiblemente.
- Eh, creo que también necesitara una tabla para las mesclas- suspire suavemente sintiendo ahora que era yo el que era estudiado, le mire a la cara nuevo, esperando alguna reacción, pero no me esperaba la pregunta, le mire unos segundos más sintiendo que me estudiaba a conciencia, como si pensara que con mi apariencia no debía de pintar y en cierto punto apoyaba ese pensamiento, yo era frágil, demasiado para un pintor, si, demasiado para alguien que pintara pero adecuado para ser pintado- si –le sonríe- si, son para mí –reí un poco y ladee un poco el rostro, sintiendo no rabia ni decepción ante lo que imaginaba que sería el derrotero de sus pensamientos- suelo pintar a veces… pero no soy muy bueno – le mire con una sonrisa suave- usted…tú…. Pintas? –por alguna razón supuse que debía hacerlo… los materiales antes, y su apariencia, me lo podían decir, tenía la apariencia de un artista.
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