Posts written by Blues.

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    A new boy here. Want to give it a sight?

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    La canción me trae viejos recuerdos, de una época no tan agradable, pero donde soñé con ser libre y embarcarme en una aventura, tal y como ahora hago. La letra, además, es algo digno de aprecio. Una vez termino, escucho pisadas y una voz detrás de mí. No esperaba que Killian estuviese despierto también. — Es una vieja canción de cuna, era típica en la isla donde nací. — Menciono, como si le restara importancia a la canción o a su origen. Suelto la cuerda de una vela y me alejo de la barandilla, acercándome al muchacho. — ¿Qué haces despierto, chiquillo? Mañana habrá mucho por hacer. — Aunque eso también se aplica a mí. Según la posición de la luna, no es muy tarde, pero tampoco es temprano. Planeaba colocar mi mano sobre la cabeza del muchacho, pero entonces la vista de él me ha sorprendido. No me había dedicado a observarlo, pero el chiquillo es bastante atractivo, más incluso bajo la plateada luz de luna. Sonrío de medio lado, observándole. Ya me las ingeniaré para tener al chiquillo.
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    Aún con las palabras del profesor Ian, lo cierto es que me deja un mal sabor de boca el estar viniendo a recoger a Noah tarde. No debería, pero no tengo propiamente dicho una hora de salida de mi trabajo. — Gracias por ser tan comprensivo, pero yo no debería abusar de su amabilidad. — Me haría sentir aún peor. Más aún si mi falta de puntualidad le trae algunos otro problemas. Por el momento, sin embargo, lo dejo pasar. Veo cómo le coloca a Noah el abrigo y la mochila y sonrío, echando en falta atenciones que a veces no puedo hacer por Noah, normalmente por culpa del trabajo. Con su abrigo puesto, vuelve a aferrarse a sus robots. — ¿Quisiera que lo volviésemos a dejar en su hogar? No es muy lejos, y nos queda de pasada, por lo cual no sería problema en lo absoluto. — Ofrezco, pues siento que es lo menos que puedo hacer para compensar mi segunda falta en la semana. Noah, al escucharme decir esto, me ha dado sus dos muñecos y ha ido a tomar las manos del profesor.

    ¡Vamos, profesor Ian! ¡Por favor! — Menciona, tratando de llevarlo consigo. Yo tomo los robots sólo en la mano izquierda, mientras que con la derecha tomo las llaves del coche. — Insistimos, profesor Ian. — Menciono yo también, a la espera de que nos deje hacer este pequeño favor por él. Quizá pueda hornear algo junto con Noah el jueves, que saldré temprano de la planta, para traerlo el viernes a modo de agradecimiento por lo que está haciendo por nosotros.
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    Shun.

    Dejo de olfatear todo cuanto encuentro una vez veo a Akemi. Parece estar ligeramente molesto... ¿he hecho algo malo? Me detengo a pensar en todo lo que he hecho desde que mencioné que fuésemos a pasear hasta este momento. El problema es que no he encontrado nada malo que haya hecho. Todo lo he hecho conforme a mi normal yo, ¿no? Más confundido aún, ladeo mi cabeza hacia la izquierda. No entiendo nada. Y así me quedo un rato, viendo el suelo pensativo. Incluso la habilidad de Henning hace que me sienta de esta forma. ¿Por qué hay una habilidad tan cruel como la de él? Tiene que tener una razón, pero ahora ya no me imagino a Henning desangrando a un enemigo para aumentar su fortaleza.

    Al pensar en esto llevo mi vista a donde están los tres hablando sobre algo. Hasta hace poco creía que Pomi y Henning eran nuestros enemigos, pero ahora los considero incluso amigos. Ya no soy capaz de verlos como los chicos malos, porque ellos están sufriendo lo suyo y también quieren ponerle un alto a todo el problema. Y más que eso, ellos nos han ayudado sin que se los preguntemos. Los dos son buenos, aún si Pomi habla de forma muy extraña y con insultos, o si Henning da miedo con su apariencia. Voy a protegerlos a ellos también, no sólo a Akemi.

    Luego, Akemi se pone a llorar y hablar con el señor de la tienda. Me preocupa que esté llorando, así que planeo acercarme, cuando Henning me detiene. Me vuelvo a verlo y él sólo niega. — ¿Por qué? — Pregunto, pero entonces me señala a Akemi, quien se ha vuelto para alzar el pulgar. Yo ladeo la cabeza a la derecha. No entiendo nada.

    incisel



    Henning.

    Tanto escuchar a Akemi decir que tiene un plan, como el plan bélico de Pomi me hacen suspirar. Tomarlo por la fuerza no es opción, puesto que llamaríamos la atención y eso es lo menos que debemos hacer ahora. Ya tenemos bastante problema con dos energías desbordantes y descontroladas, como para andar cargando con un llamativo asesinato además. Unas personas nos han escuchado, por lo cual se alejan de nosotros murmurando. Vuelvo a suspirar. — Podría conseguirlo, pero necesitaría que fuese más tarde. — De noche, para ser más preciso.

    Mientras comienzo a planear lo que podría hacer para recuperar el reloj, además de plantearme pedir de regreso el dorado, Akemi se nos adelanta y monta toda una escena que, por el rostro de dolor que ha puesto el anciano, al parecer se lo ha creído todo. Increíble. Bien, mis planes para tomar sin que se dieran cuenta el reloj se han ido a la basura. — Akemi es bastante útil, ¿no? — En serio lo creo. — Ahora sólo nos resta conseguir a alguien con una habilidad de clonación o creación para poder despistar al amo Chiba. Tengo a alguien ya en mente.— Un estúpido gato callejero, a quien si le pagas bien, te podrá también llenar con información útil. No me apetece verlo, pero supongo que no tenemos mayor opción. Si llego a casa del amo sin los relojes estará furioso, y furioso sólo ocasiona más daño a sus alrededores.


    SPOILER (click to view)
    Una vez yo sólo iba de paso por una calle, y había una señora peleándose con una bolsa de plástico que no podía abrir. Le ofrecí ayuda, y la aceptó. Le abrí la bolsa, y mientras lo hacía, ella comenzó a quejarse de que sus hijos no la ayudaban ni para abrir una bolsa, que los jóvenes cada vez somos más groseros e irrespetuosos. Luego comenzó a contarme su vida, y yo me quedé más de dos horas con ella porque no quería interrumpirla y que se enojara.
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    Sé que es la tercera vez que vengo pidiendo esto, espero por favor no sea demasiada molestia, pero quisiera, por favor, que restablecieran algunos temitas, éste y éste también.

    En serio que lamento mucho las molestias. Qué estén muy bien, ¡cuídense!
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    Con mi segundo fracaso, suspiro y me tomo un tiempo para suspirar y ver mi entorno. Las risas y burlas de Karakasa las sigo escuchando de fondo, divertido. Aún si son burlas para mí, puedo apreciarlas de un modo positivo. Yo también río sin poder evitarlo. — Bueno, esto era lo esperado a fin de cuentas. — Menciono para mí, sintiéndome sorpresivamente mejor luego de haberlas pronunciado. Justo cuando me preparo para intentar una tercera vez, veo a Ranmaru acercarse a mí. Escucho sus palabras, observándolo atento, y asintiendo de forma lenta. No creo que termino de entenderlo, pero me seguiré esforzando por conseguirlo. — Lo siento, supongo que me cuesta concentrarme en mantener mi propia energía, que no puedo adecuarla a Ookami. Seguiré intentándolo. —.

    Vuelvo a cerrar los ojos, concentrándome en visualizar mi propia energía. Nuevamente, me enfoco en verla como un listón trenzándose hilo a hilo. También, siguiendo el consejo de Ranmaru, busco la energía inestable de Ookami, queriendo imitar su energía, sin embargo me cuesta hacerlo. Me cuesta mantener mi concentración puesta en mi energía y en la de Ookami al mismo tiempo. Así que, y a pesar de que trato de mantenerme centrado en la misión lo más que puedo, termino por fallar en mi tercer intento. Ya no salgo volando como antes, el impacto ha sido más leve, pero de igual forma termino cayendo de espaldas. Las carcajadas de Karakasa me hacen coro.

    «Déjame ayudarte, muchacho, sé que puedo conseguirlo en el primer intento»



    ¿Por qué insistes tanto en ayudarme, Fuyu? Normalmente sólo molestas sin un motivo aparente.

    «Lo hago porque creo que puedo ayudarte en tu entrenamiento, incluso mostrarte algo que ni Ranmaru podría. Ya no tengo un cuerpo físico, así que no tengo sino más remedio que querer mostrarte las técnicas que creé y perfeccioné a lo largo de mi vida. Si pereces, se habrán perdido para siempre»



    Las palabras de Fuyu me mantienen distraído. No soy capaz de dejar de pensar en lo que ha dicho. No suena como si quisiera apoderarse de mí y hacer destrozos por ahí, como otros demonios. Y aunque sé que podría estarme engañando, hay una parte de mí que, ajeno a mis deseos, quiere creer en Fuyu. Tal vez sea el hecho de que estamos conectados el uno con el otro, que irremediablemente pienso en algo positivo. Quiero creer en algo positivo.

    Para mi cuarto intento atrapando a Ookami estoy tan distraído por pensar en Fuyu, que vuelvo a salir volando. Además, Karakasa y Kiba han comenzado a hacer un montón de ruido, dificultándome el que me pueda concentrar. Contrario a mi quinto intento, donde, y muy a pesar de que la energía de Ookami me ha golpeado, ni siquiera me mueve de mi sitio. Sonrío, alegre a que al menos he mostrado una ligera mejoría. Quizá no sea demasiado, pero para mí se siente como un gran paso. Incluso me siento orgulloso de que puedo ignorar el ruido.

    Entonces, en mi sexto intento, hay algo que siento diferente. No sé cómo describirlo, pero es como si hubiese sido desplazado, como si mi cuerpo no me correspondiera. Siento mi energía crecer de forma exagerada, y siento también una imponente corriente de ésta salir disparada a Ookami, quien termina por caer al suelo y no parece poder ponerse en pie. De súbito, la energía se esfuma, y mi control de mi propio cuerpo se recobra. Veo mis manos, algo atemorizado, sin entender muy bien lo que ha ocurrido, pero dándome una idea de ello.

    ¿Qué has hecho, Fuyu?...


    SPOILER (click to view)
    Te quería responder desde ayer, pero tuve la gran y brillante idea de beberme una copa, que luego se volvieron dos, y tres, y media botella que ni te cuento cómo me puse. Hoy la resaca me ocupó mucho tiempo y recién fui capaz de escribir algo decente. Perdona que te haga esperar.
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    El viaje a Scaios nos tomará algo de tiempo. A mitad de la tarde Tom y Albert pescan y cocinan la comida, lo cual termina estando bastante decente. La verdad, nadie en la tripulación sabe cocinar como es debido, pero algo comestible al menos podemos hacer. Luego, para la noche, ellos mismos vuelven a atrapar y preparar la cena. El día me ha pasado demasiado rápido. Yo cuento las monedas de oro que aproximadamente gastaremos en Scaios, así como hago una lista de las provisiones que necesitaremos comprar, entre otras cosas más y me ocupo. Cuando termino, y aunque me siento con algo de sueño, no me siento realmente cansado, por lo cual salgo a la cubierta, donde poder observar el cielo. Tenemos luna llena, que ilumina el océano con una luz plateada, así como una noche repleta de estrellas que tintinean sin dejar de brillar. La tripulación está dormida ya, pues sus ronquidos son apreciables. A mí me entran unas enormes ganas de cantar, una vieja canción de cuna que habla sobre el mar y la luna, por lo cual cierro los ojos y dejo que mi voz escape de mis labios.
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    Al llegar a mi trabajo, como es usual, me he ocupado prontamente. Me encargo de supervisar el área de laboratorios de control de calidad en la planta. Mientras los laboratoristas analizan el nivel de pureza de varios de nuestros productos terminados, a modo de poder muestrearlos, yo reviso algunos cálculos hechos en anteriores muestreos. Tengo que tener un intervalo de aceptación en los niveles a reportar, así como también tengo que mantenerme actualizando los números en la base de datos.

    Todo esto me ocupa gran parte de la mañana. Una reunión con otros gerentes me ocupa el resto del día, mientras discutíamos y acordábamos lo que se hará después del mantenimiento general que se dará a la planta el viernes. Al final, apenas y logro salir a la hora de salida de Noah, por lo cual, por segunda ocasión en la semana, llego a recogerlo tarde. Estoy volviéndole a causar inconvenientes al profesor Ian. — Perdone que volviera a molestarlo con mi falta de puntualidad, profesor Ian. — Me disculpo nada más llegar. Me siento en verdad avergonzado.
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    Shun.

    Antes de que Pomi nos alcance, ya que corre a lo lejos, me giro y le doy un pequeño beso a Akemi. — Salgamos a pasear pronto, por favor. — Veo a Pomi llegar cansado con nosotros, lo que me provoca reír nervioso mientras acaricio mi cabeza. — Lo siento Pomi. — Me disculpo, ahora sintiéndome repentinamente mal de que lo hayamos dejado atrás. Ahora que lo pienso, ¿por qué nosotros corrimos en primer lugar? Aunque siempre es divertido correr, me siento algo mal por haber hecho a Pomi cansarse. Desvío mi mirada al pensar en esto. Me siento avergonzado.

    Entonces escucho a Pomi decirnos cuál es su habilidad y mostárnosla. ¡Es sorprendente! Me siento con la curiosidad de tocar al otro yo que está frente a mí, pero me contengo, apretando mis manos en puño. Inclusive tienen nuestro mismo aroma. Es literalmente otro yo. Por reflejo saco mi lengua, esperando que mi otro yo también lo haga, aunque no lo hizo. — Pomi es genial. — Menciono, emocionado. En verdad es genial. Entonces los otros yo de Akemi y mío desaparecen, Pomi cambia de ropa para verse como Akemi y luego entra a la tienda. Yo espero que Akemi entre para hacerlo también. Ya dentro, vuelvo a emocionarme. ¡Todo está lleno de cosas interesantes!

    Con una sonrisa, me acerco al enorme mostrador y veo las cosas brillantes que tienen ahí. Hay también más relojes, aunque no como el que Henning nos mostró, y anillos y monedas, y todo brilla mucho. Luego, me pongo en pie y veo las demás cosas que tienen, en especial una silla. Las cosa aquí no tienen aroma a mal augurio, pero sí a sentimientos. Es un lugar muy agradable.

    Por eso mismo me quedo oliendo, en silencio, todos esos sentimientos que los objetos poseen, olvidando incluso preguntar a Henning por su habilidad.

    incisel



    Henning.

    La consciencia me remuerde tanto, que pido al anciano algunos discos al azar y termino pagándolos. Ni siquiera sé dónde los podré colocar, pero ya no tengo nada que hacer. Me odio por no ser capaz de lidiar con la presión que me ocasiona la socialización y todo tipo de contacto con otros seres. Suspiro con desgano cuando el amable anciano se retira para guardar el resto de los discos. Al poco después veo a Pomi, seguido de Akemi y Shun, entrar en la tienda. Doy un vistazo en dirección a donde se ha ido el señor, luego me acerco a ellos.

    El reloj no está en exhibición en la tienda. — Les digo, hablando en voz baja. Shun está tonteando con todo cuanto hay aquí. — Y no sé si el anciano esté dispuesto a venderlo. — Lo cual lo vuelve un problema. Tras un par de minutos, el hombre regresa a la tienda, luciendo feliz de que hayan más personas ahí, pues además de Pomi, Akemi y Shun, han entrado más clientes. Shun deja de bobear para acercarse a mí. — Por cierto, ¿cuál es tu habilidad, Henning? — Enarco una ceja ante su pregunta, pero al final respondo. — Se llama sacrificio, y me permite incrementar mis habilidades físicas cada que desangro a un enemigo, o que yo mismo esté desangrando. — Al parecer no le ha gustado escucharlo.

    Observo mis manos entonces. A mí tampoco me gusta mi habilidad, pero, ¿qué más podría hacer? Tengo la esencia de Grendel en mí, aún si nunca lo hubiese pedido y lo deteste, es por eso que mi único propósito debería ser destruir.


    SPOILER (click to view)
    Quizá. Bueno, sí, fue muy agradable y educado. Por algún motivo tengo muchas anécdotas con gente mayor, jejeje.
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    Aquel puchero en sus facciones sólo asciende. Incluso escuchar a Lessa hablar le causa rabia, pero se controla lo mejor que puede. Toma una larguísima inhalación y exhala el aire lentamente. Repite esto otras dos veces. — No me cuestiones. — Se queja, con el veneno apenas contenido en su lengua. — Si no he conquistado Farna es porque no me ha dado la gana, dejó de ser interesante para mí. Y si quiero un último combate contigo, es porque así lo quiero, ¡¿por qué es tan difícil de entender?! — De su mismo enojo, ni siquiera se digna a responder de qué le servirá vivir, en dado caso, después de haberla derrotado.

    Sostiene su cabeza, como si le doliera, luego pega un grito y se marcha, pateando la silla en la cual estuvo sentado. Aún no está listo para dejar su berrinche, pero sí para dejar de ver a Lessa. Esto está mal. Terriblemente mal. No es como lo ha planeado y eso le enfada. No se supone Lessa tendría un parásito en su vientre. De hecho, desde un inicio, no se supone que Lessa escapase. Todo es por su culpa. Da un segundo gruñido y patea lo que antaño fue un establo, pero ahora no es más que un montón de madera pútrida sobre otra.

    Todo está mal.
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    Hola, sólo vengo a informar de algo en lo que recién me doy cuenta, y es que, al parecer, mi tema anterior fue enviado erróneamente al área de inscripciones, cuando debería estar en rol privado.

    Espero se pueda corregir y disculpen las molestias.
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    A la mañana siguiente, nada más haber escuchado la alarma, comienzo a prepararme para el día. Me ducho, cepillo los dientes, afeito y comienzo a preparar el desayuno, antes de ir a despertar a Noah. Desde hace dos semanas dice que se bañará solo, así que no me queda más remedio que despertarlo y mandarlo a bañar. Lo escucho jugar, salpicando agua por todos lados y riendo. Cuando sale, yo sólo lo ayudo a ponerse la ropa y ambos nos vamos al comedor, donde he dejado huevos revueltos con verduras como desayuno.

    ¿Por qué verduras?

    Porque las necesitas para crecer.

    ¿Puedo tener una galleta de chocolate si como todo?

    Sólo si comes todo.

    Noah asiente, feliz, comenzando a comer con avidez. Mientras yo busco su galleta y preparo su mochila, él corre en busca de uno de sus robots transformables para marcharnos. Noah va feliz, con un robot bajo el brazo, uno en la mano y su galleta en la otra. Por una vez, salimos y llegamos a tiempo al jardín de infantes. Creo que ésta es la cuarta vez en el año que he estado trayendo a Noah aquí. Cuando lo bajo, él sale corriendo, con sus dos robots en las manos.

    ¡Mire, profesor Ian, Megatron y Starscream son novios! — Luego de mostrarle los robots al profesor, sale corriendo dentro del salón con uno de sus amigos. Yo suspiro, ligeramente avergonzado por esto. — Buenos días, lo siento mucho. — Saludo y me disculpo tanto con el profesor como con las madres de los compañeros de Noah. Aprovecho que Noah se gira y le muestro su mochila, por la cual corre de nuevo. Se la doy y revuelvo su cabello. — Pórtate bien. — Él asiente, así que me vuelvo al profesor. — Muchas gracias, hasta luego. — Y así, ignorando a las demás personas, es hora de que yo corra a mi trabajo.


    Edited by Blues. - 1/12/2018, 19:11
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    He visto como Killian ha terminado fuera del círculo que formamos, habiendo sido empujado por todos los presentes aquí. Yo hablo con mis hombres durante un momento, ignorando al muchacho, aunque no por eso olvidando su pregunta. Una vez la curiosidad y temores de la tripulación son calmados, me acerco a él y me inclino, quedando a su altura. — Te diré dónde es, muchacho. — Digo, volviendo a enderezarme y tomando unos pasos más lejos de él tras entregarle el mapa. — Mules se encuentra en los límites del mundo, donde no hay nada más que un temor tras otro. Mules fue la guarida de un poderoso dragón, y dejó ahí mismo su tesoro, protegido por todas las criaturas mágicas que están bajo la obediencia de los dragones. — Le quito el mapa de las manos, guardándolo en mi ropa. — Es por eso, que si queremos hacernos con más oro del que podamos gastar y robar en nuestra vida, así como un eterno reconocimiento como los primeros que han pisado Mules, vale por completo el riesgo. ¡Venga, alcen el ala! ¡Nos vamos rumbo a Scaois a hacer nuestros preparativos! — Ir a Scaios será apenas el primer paso de varios que tendremos que tomar para aventurarnos a nuestro destino suicida.
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    Me mantengo en silencio mientras lo escucho hablar. Para hacerlo, además, tomo asiento cruzándome de piernas y frente a él, fuera del cobijo que da el árbol. De tener aquí a Iwao le preguntaría el nombre del árbol, con su conocimiento de herbolaria seguro y lo conoce. Pero me estoy perdiendo en pensamientos. Vuelvo por completo mi vista y atención a Ranmaru, asintiendo cuando menciona me dirá lo que yo haré. Luego, ante nosotros, aparece una vez más Ookami como un cachorro.

    «Ya veo lo que intenta hacer, interesante.»



    Nadie te preguntó, Fuyu. Guarda silencio.

    Escucho entonces que Ookami será mi compañero de entrenamiento teniendo como coro la risa de Fuyu; supongo que ha terminado siendo lo que él esperaba. Mientras Ranmaru me continua explicando yo observo a Ookami corretear de aquí para allá. — Creo que voy entendiendo. — Ookami es un claro ejemplo de lo que las conexiones energéticas pueden ser y hacer. Incluso, si vuelvo a concentrarme a ello, puedo ver la corriente de energía que conecta a ambos, estirándose y enredándose conforme Ookami sigue correteando, pero sin romperse y regresando a su forma original. Es como si fuese un listón, tejido y reforzado con una cantidad perfectamente escogida de hilos, que son incapaces de desprenderse unos de otros.

    Lo sigo escuchando, pero mi vista viaja hacia Ookami una vez siguiente cuando menciona que mi misión será capturarlo. Viéndolo seguir felizmente de un lado al otro, me permito dudar de mi habilidad y desconfiar de si seré capaz de ello. Decirlo es fácil, y es más fácil suponer que el hacerlo será todo lo contrario. El resto de las explicaciones lo escucho sin mover mi vista de Ranmaru (¿es mi imaginación o luce incluso más pálido ahora?), con mi atención fija en sus palabras... una criatura compartida con Ranmaru, el tan famoso semi demonio no suena nada mal. Y no sólo eso, sé bien que mantener un control en mi corriente energética y en las conexiones que puedo llegar a realizar me será de ayuda.

    Al preguntar por duda alguna yo niego, fijándome ahora en Karakasa. — Casi suena a que me dices o esperas que salga volando... — Posiblemente es lo que pasará, pues nunca antes he intentado esto, como es obvio. Me siento a total mercer de una extensa faea, y eso que ni siquiera he comenzado. — Karakasa — Lo llamo, habiendo escuchado sobre que me gustaría tener una mascota compartida con Ranmaru. — Tú y yo nos entendemos muy bien.

    Me pongo en pie y me alejo, vislumbrando a Ookami a unos metros. Cierro los ojos entonces y doy una larga inhalación. Esto será complicado. Exhalo y trato de concentrarme en mi propia energía, tratando de imaginarla como aquel listón que parece unirlos. Trato de visualizar los hilos entretejiéndose entre ellos, formando una estrecha conexión, pero al momento de enviar en la dirección donde puedo sentir a Ookami siento una fuerza invisible golpearme; inevitablemente, yo termino por salir expelido de mi sitio. Aturdido, trato de ponerme en pie, costándome un poco el hacerlo debido a un pequeño y repentino mareo. La cabeza me da vueltas, pero mis ansias por atrapar a Ookami han crecido. Luego de sacudir mi cabeza, sintiendo mi cabello rozar mi cuello, regreso a mi sitio y vuelvo a concentrarme... esto en verdad será tardado.

    «Si me dejaras ayudarte, acabaríamos en un segundo.»



    Como siempre, Fuyu, gracias, pero no gracias.

    Ignorando lo más que puedo a Fuyu, quien no deja de insistir, me concentro en continuar con mi labor, fallando irremediablemente en el intento.


    SPOILER (click to view)
    Hola ~ verás, es que no sé si seguirle o no, porque sé que a Ryu le tomará tiempo lograrlo, y no sé si quisieras que lo salte todo y coloque que ha atrapado a Ookami luego de unas horas (con ayuda de Fuyu), o dejarlo para tal vez otro día, habiendo fracasado sin remedio.
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    Muy buen día, y disculpen que venga a molestar de nuevo.

    ¿Podrían, por favor, restaurar este tema? Se los agradezco muchísimo.

    Cuídense y espero estén muy bien.
1320 replies since 9/12/2011
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