Posts written by Blues.

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    No debo, no debería venir a comentar aquí como si se tratara de un chatbox, pero no puedo con el hype... Enserio lo siento.

    Sólo quería mencionar que me hace muy, muy feliz saber que sigues acordándote de mí y que me sigas teniendo en buena estima uwu ha sido bastante lindo leer eso. Anyway, casi no he publicado nada de momento, salvo algunos drabbles dispersos (con los cuales debería seguir), y algunos fics que aún están en proceso, pero si los llegas a leer me harías muy feliz. Yo iré a leerme «Fear to be Loved» tan pronto como pueda.

    Cuídate mucho, y sólo recordándotelo, no soy yo, eres tú la mejor ~ ♥♥♥.

    Kisses~!
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    Desde el momento en el cual envié ese mensaje, y hasta que tuve que pasar por Noa al preescolar, todo el día marchó con un buen ritmo. Logré reponer una buena cantidad del trabajo perdido de ayer, además de adelantar el de hoy. Por lo que al momento de salir, me sentí liberado, como hace apenas hace unos días no me sentía, pero que, irremediablemente, se siente como si fuesen más. Mucho más.

    Ya ambos en el departamento, y con Noa entretenido viendo los dibujos animados, marco a Laura para saber si podría cuidar de Noa no sólo durante la tarde sino por igual en la noche. Hace ya bastante tiempo que no le pido algo similar, pero ella acepta sin necesidad de que insista. Si bien lo pienso, tampoco he requerido de su ayuda desde hace un tiempo para que cuide de mi hijo. Coloco el teléfono de regreso a su base, y cuando me doy la vuelta para regresar a la cocina, Noa está viéndome, de pie en el sofá, y con los brazos recargados sobre el respaldo de este mueble. — ¿Vas a trabajar hasta tarde? — Pregunta, y es claro el tono de decepción en su voz. Me siento un poco mal, pero no tengo otra opción. Me acerco al sofá y tomo asiento a su lado. Él retoma una postura sentada. — Iré a hablar con Ian. Voy a buscar la manera de que ya no esté triste. — Ante esto, parece ligeramente emocionado. Incluso vuelve a ponerse en pie y comienza a saltar sobre el sofá.

    Laura llega a la casa poco después de haber terminado de comer. Lo primero que hacen al momento en que me marcho, es jugar con los robots de Noa y colocar popstars en la tostadora. Parece que les depara una tarde divertida a ambos. Durante las horas que me restan en el trabajo, todo parece seguir yendo con un excelente ritmo, lo que no me supone un problema para salir a tiempo y encaminarme a la cafetería para el encuentro con Ian. Cuando llego a la cafetería, ésta se encuentra medianamente vacía y aún restan diez minutos para nuestro encuentro. Me siento no en la entrada, pero tampoco al fondo, y espero por él sin ordenar aún nada. Durante esos diez minutos, que me parecieron ser únicamente uno solo, me dedico a pensar en lo que debería decir, y aunque llego a distintas variables, al momento en que lo veo entrar al establecimiento mi mente se queda completamente en blanco. Lo único que atino a hacer es elevar un poco mi mano, saludándole para llamar su atención. — Hola. — Saludo, a falta de otra palabra, y sintiéndome repentinamente nervioso.
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    Hola, hola, y siento mucho la demora. No anduve por aquí en un rato y recién pude venir a leer el mensaje.

    Puedes sentirte libre de usar la ficha como base, así como el formato siempre que lo desees. No me es inconveniente en lo absoluto, pero aún así gracias por preguntar.

    ¡Ten un lindo día~!<3
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    Hello~<3

    Muchísimas gracias por haber entrado a mi temita Kadance~, así como haberte interesado en mi querido Jack. Me hace muy feliz saber que alguien se ha animado tan pronto. Mira, para mí no hay ningún problema por esperar unos días por tu ficha, así ocupes esos tres que mencionas, o incluso más de ser necesario; sólo quisiera recordarte que no aparto ficha, pero te tendré en consideración si alguien más llegara con una ficha (cosa que en verdad dudo, jajaja). Así que, sin prisas, ¿de acuerdo? Tómalo con calma ~.

    ¡Te deseo mucha suerte en los finales! ¡Ánimo! Y, una vez más, muchísimas gracias. Kisses~<3
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    Hello~<3

    Ha sido un largo, largo, larguísimo tiempo desde la última vez que leí algo tuyo y, ¿sabes? Me sigue encantando tal y como la primera vez en que lo hice. Tu estilo sigue intacto, y eso me ha encantado. Eres, sin duda, la KamonKaze que recuerdo de hace... ¿qué? ¿Cinco años? Wow, el tiempo pasa bastante rápido, ¿no es así?

    Ahora tengo otro nick, mu~uy cierto, pero antaño me conociste por el nick Shrinking Violet, ¿me recuerdas? No te culparía sino, ha sido bastante desde la última vez que hablamos.

    En fin ~ estoy aquí para comentar (y de paso decirte que ando con el hype alto, porque me he emocionado muchísimo al verte), y decirte que, como siempre, tu historia me ha encantado. Y mucho más que eso. Siempre me ha llamado la atención la manera en que haces que este par se conecte; creo que éste es el mayor de tus encantos, ¿no? Logras, o al menos a mí siempre me lo ha parecido, que conecten con una sutileza que no soy enteramente capaz de explicar. Me encanta, simplemente me encanta.

    Ojalá pueda saber de ti más seguido, la verdad es que se te extraña<3, y yo también debo de venir a leer, comentar y publicar más seguido por aquí. Lo haré, no debo, lo haré, aunque sea a paso de tortuga.

    Ha sido todo un placer volver a leerte, en verdad, y espero que puedas seguir trayéndonos más de esta hermosa parejita (y de otras, por favor). Cuídate mucho, y en verdad no sabes cuán alegre estoy de haberme topado con el one-shot. Kisses!~<3
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    Desde el momento mismo en que Iwao se separó de nosotros, he dejado que el silencio reine. Una práctica inusual en mí. Pese a todo este tiempo conviviendo, en el que he creído que he madurado, y aunque soy visiblemente más fuerte y hábil, sigo con mi mala costumbre de la fanfarronería; no me siento yo si no estoy hablando sobre mí mismo, dándome más aires de los que realmente merezco. No obstante, aquí estoy, caminando detrás del hombre quien me ha entrenado estos últimos quince meses, con una inusitada actitud, y esperando que él no se dé cuenta gracias a su estado con la bebida. Pero eso es demasiado pedir, ¿no lo es? Porque pronto escucho su voz, preguntándome por mi estado. Suerte que nunca quise dedicarme al kaibuki, soy también un pésimo actor, ¿no es verdad?

    Antes de responder la pregunta de Kaminari, doy una larga bocanada de aire, notando como Kiba viene hacia nosotros y nos pasa de largo, dirigiéndose a la casa. — Fue un sueño, aunque no como los anteriores. — Es lo único que respondo, pues aunque intento seguir hablando y buscar las palabras más adecuadas para hacerlo, no puedo. No quiero hablar aún sobre aquella aldea nevada, la sangre que mancilló la pureza de la nieve, ni el reflejo del demonio en el hielo. En su lugar, me concentro mejor en sus siguientes palabras, llevando mi vista al frente cuando menciona a Ranmaru, pero pronto bajándola al escuchar su última frase, con un notorio tono burlón. — ... ¿eh? — Nuevamente, aunque he buscado las palabras más adecuadas para hablar, sólo he logrado emitir tan patético monosílabo. Debería centrarme más en mi entorno, tanto físico como mental, pues ni siquiera he sido capaz de mantener al margen el rubor que tiñe mis mejillas.

    Tal vez ésa sea la razón de que vuelva a dejar que una actitud taciturna me domine, porque no vuelvo a hablar. Ni siquiera cuando Iwao pasa a un lado de nosotros, rápido como el mismo viento, y con ropajes en sus manos; no hay que pensarlo demasiado para atar cabos, y entonces saber que ha enviado a Kiba en busca de Iwao por prendas para vestirse nuevamente. Una pena, sin duda, habría sido magnífico poder apreciar un poco más del cuerpo de Ranmaru, pues ayer no me bastó con sólo observar sus hombros. ¡Oh! Al menos comienzo a sonar ahora un tanto más como yo. Lo único que se mantiene extraño ahora es la ausencia de Fuyu.

    Tome, Ranmaru-san. — Se escucha débilmente la voz de Iwao desde el lago, pues la quietud de la mañana así nos lo permite. Así también como lo hace con esa escandalosa tos que le sigue. — ¡Ranmaru-san! ¿Qué ocurre? — El grito desesperado de Iwao, así como la intensidad con la cual Ranmaru tose, provocan que me alarme un poco, apresurándome entonces a llegar al lago. Una vez en éste, veo a Ranmaru con una mano apoyada en su pecho, pero lo que más llama mi atención es la sangre que está expulsando por su boca. Definitivamente no es nada bueno. Vuelvo a apresurarme a donde ellos, viéndolos a ambos con preocupación; primero a Ranmaru, después a Iwao. Mi vista se queda fija en este último, pues confío en que él sabrá que hacer, me ha mostrado demasiado de la magia curativa después de todo. — ¿Qué hacemos, Iwao? — Pregunto, con la voz más alterada de lo que me gustaría, viendo ahora como es que lo cubre con un kimono y una manta, muy posiblemente habiendo previsto lo frío del agua. — Ayúdame a llevarlo de regreso a la casa, yo iré a buscar algo para que entre en calor y el libro de mi abuela... esperemos que no sea lo que pienso que es. — Y así, tan rápido como llegó, se ha marchado de regreso a la casa. En más de una ocasión me he preguntado si en verdad no se trata de un ninja, pero no es momento para detenerse a pensar en ello. — Con tu permiso. — Digo en susurro a Ranmaru, pasando mi brazo derecho debajo de sus rodillas, el izquierdo sujetando su torso, y lo elevo para andar tan rápido como me es posible de regreso a la casa. Aunque no sé qué es lo que puede estar pensando Iwao, la manera en la cual ha hablado me ha logrado asustar bastante. Según pláticas anteriores que he tenido con él, hay aquejos que únicamente los demonios pueden sentir, y otras un tanto más extrañas que sólo quienes comparten doble sangre padecen, así como también decenas de males que pueden llegar a suponer un estado débil en criaturas oscuras (tanto aquellas que pueden ser llamadas enfermedades, como maldiciones, o la influencia de otra esencia queriéndose aprovechar de un cuerpo).

    Sólo espero que tanto Iwao como yo nos estemos preocupando más de lo necesario, y Ranmaru no se encuentre en verdadero peligro.
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    Tras haber sido invadido por la inconsciencia del sueño, por lo que yo supongo han sido unos buenos pares de horas, siento movimiento a mi lado así como un ligero ruido, despertándome. Debido a esto, sé que Killian ha despertado también. Me mantengo entonces quieto, fingiendo seguir durmiendo, para seguir consciente de sus actos sin llegar a perturbarlo. Al momento de sentir su mano sostener la mía, buscando liberarse de mi contacto, fue difícil contenerme de regresar el agarre. Si su cuerpo está resintiendo nuestros actos, no sería complicado someterlo. Lo único que logra mantenerme aún quieto, es el hecho de el gran autocontrol del que me he hecho acreedor con los años, y saber que me ha vuelto a deber una. Sigo escuchando, fingiendo mantener la respiración lenta, pausada, relajada, mientras escucho todo el ruido que hace al ponerse ahora en pie, caminar por el camarote, y más tarde el sonido del agua; debe estar lavándose en estos momentos.

    Sólo cuando vuelvo a escuchar el sonido de sus pasos, acercándose una vez más a mí y dándome la espalda para ponerse los zapatos, es que abro los ojos. Me enderezo con ligereza, recargando el codo derecho sobre la cama, y después mi mejilla contra ésta. — Esto está mal. No debí gemir como si me gustara, no debí pedir más y más, no debí haberlo disfrutado; no debería sentir todo esto por un hombre. — Comento, subiendo mi voz una octava y queriendo imitar su voz, aunque ha sido un fracaso un tanto acertado, queriéndome burlar de lo que supongo yo deben ser sus actuales pensamientos. — ¿Me equivoco? Es lo que se tiende a pensar al comenzar a experimentar. — Incluso yo dudé en mi momento, pero pronto esto pasa a ser secundario; simplemente aprendes a aceptar el placer. — Vamos, rata inmunda, ¿qué haces fuera de tu servicio? Ve a cubierta y comienza con tus labores. Sal de mi camarote ahora. — Pese a todo, sigo siendo el capitán y él sólo el limpia cubiertas. Y un limpia cubiertas no tiene permitido seguir en el camarote del capitán una vez ha concluido su servicio. — ¿Qué haces? ¡Muévete! — Le grito, apresurándolo y poniéndome en pie para poder comenzar yo también con mis labores.
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    Hey<3 bien, no tengo mucho por decir, salvo que desde hace un tiempo quería abrir un tema donde venir subiendo mis fichas cada cierto tiempo, por lo cual aquí estoy.

    Antes de leer las fichas, te pediré que por favor leas las reglas y sugerencias. Se ven un poco extensas, pero en realidad no son demasiadas. Por favor hazlo, para así ahorrarnos problemas que pudieran avecinarse en un futuro por su omisión.

    QUOTE
    Cumplir con las reglas del foro de rol.

    Tener buena ortografía y redacción. Esto no es opcional. Emociona y da un enorme gusto leer algo que está bien escrito, así que por favor procura que sea así. Está bien cometer errores, todos lo hacemos, pero no me traigas un texto con errores tan sencillos y encima repetitivos con cada una de las respuestas.

    Escribir mínimo diez líneas. Teniendo de dónde jalar contenido, esto no debe ser un problema, ¿no?

    Por favor, por favorcito, no me pidas responder de inmediato. No soy una persona con mucho tiempo libre, pero siempre que tengo tiempo respondo los roles. Puede que, en ocasiones, tarde por mis respuestas, pero te prometo que te llegarán. De lo contrario, te avisaré si debo tardar más tiempo. Soy lenta, pero segura ;D

    Yo avisaré en caso de ausencia, así que pido por favor lo hagas también. Basta un MP y listo. No necesito saber tus razones si no deseas compartirlas, eso es personal, pero sí me gustaría pedir que me dijeras un lapso aproximado de espera.

    Soy una persona muy paciente, pero eso no significa que mi paciencia sea infinita. Esperaré por tu respuesta dos meses, si en ese lapso no has contestado el rol, ni mandado un MP, entonces me daré la libertad de cerrarlo. Comentaré ya por aquí que yo abro el tema. Está bien si tardas seis meses por cada respuesta, incluso el doble, pero avísame que tardarás eso. Teniendo un mensaje de tu parte, yo esperaré lo que sea necesario, pero sólo con el aviso previo.

    Por el otro lado, si soy yo quien está tardando, no envío MP ni otras señales de vida, puedes tomarte la libertad y confianza de cerrar nuestro rol al cabo de esos dos meses. Aviso desde ya que tienes mi total aprobación para ello, así que con mencionarlo a la moderación debería bastar.

    Puedes mover a mi personaje, sí, pero poco porque a veces puede ser necesario. Sólo no me dejes sin nada a mí.

    No aparto ficha. Lo siento; no obstante, si estás interesado en mi ficha, esperaré unos días por ver la tuya.

    Comparto sólo si me ofrecen fichas completamente distintas, interesantes por igual, y que permitan un desenlace diferente uno del otro. De ser así, compartiría una sola vez al personaje. Y, obviamente, únicamente si la persona a la que he aceptado primero está de acuerdo con esto.

    No tomes a mal si rechazo tu ficha, por favor. No es agradable rechazar una ficha, pero si no tiene potencial para la trama a desarrollar, o aptitudes necesarias para tratar con mi personaje, entonces es lo mejor.

    Quiero fichas completas. No es necesario que sean extensas, pero sí que contengan los datos más relevantes del personaje. Está bien también guardarse algo para la partida, pero quiero al menos tener una noción de quién es la persona que me estás presentando.

    Soportarme. No puedo evitarlo, soy muy perica. A veces hablo mucho por spoiler y suelto todo tipo de anécdotas que me ocurren :S una disculpa de antemano por esto, pero por favor tampoco me vayas a dejar hablando sola ;--; Puedo llegar a ser pesada porque, cuando traigo ganas, platico todo con lujo de detalle. Si es así, dímelo y pararé.

    Aportar ideas, si hay algo en mente, ¡dilo! Me encantará saberlo ;3 esto mismo viene tanto si te agrada, como si no el rol. Si ya no sientes el mismo interés lo entenderé. Podemos buscarle una solución y si ya no hay nada que hacer, entonces espero nos quedemos al menos con gratos recuerdos del tiempo que duró :'3

    En verdad, si algo no te agrada, dilo tal cual es. Es lo mejor. Te prometo que no me enojaré ni haré nada. No me molestaría llegar a cambiar post, el starter incluso, si a ti no te gusta o te parecería más cómoda otra situación. Vamos, hay que tenernos también la confianza para hablar si queremos que funcione.

    Lo más importante ¡diviértete! No es opcional tampoco ni en lo más mínimo. Para esto es para lo que jugamos, ¿no?

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    « Only in love are unity and duality not in conflict » || O C U P A D O




    SPOILER (click to view)

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    Nothing teaches us more about life than death




    | Nombre | Vulkan, únicamente Vulkan.
    Perdió su derecho al apellido Nightveil al haber sido exiliado del clan.


    | Edad | 270 años.


    | Cumpleaños | 25° día del sexto ciclo lunar (25 de Junio).


    | Raza | Semi drow.


    | Peso y estatura | 75 Kg. || 1.89 mts.


    | Ocupación | Viajero y sanador.
    Viaja por todo Chmee sanando heridos y dando alivio a los enfermos terminales.


    | Clase | Mago nigromante
    Conoce también magia de sanación, evocación y transmutación, sin embargo.


    | Procedencia | Tjalf.
    Es un reino subterráneo, el cual se cree sólo un mito.


    | Residencia actual | Viaja de pueblo en pueblo, no posee una residencia fija.
    Tiene, sin embargo, un hogar que aprecia en Karn.


    | Orientación y rol | Demisexual || Activo.
    Debe albergar fuertes sentimientos por una persona para sentir atracción.


    | Descripción psicológica |




    Es normalmente una persona de pocas palabras, prefiriendo que sus acciones hablen por sí. Pero esto no lo vuelve una persona más práctica a la hora de tratar, sino todo lo contrario. Vulkan es una persona aburrida, con la cual es difícil llegar a entenderse, y que en ocasiones te dará la sensación o de que estás siendo ignorado, o bien que trata de hacerte enfadar a propósito; sin embargo, no es ninguna de estas razones.

    Vulkan creció sin tener un amigo o un apoyo emocional, por lo cual no es una persona abierta al diálogo o a sus sentimientos. Está acostumbrado a guardar todo para sí, con tal de no molestar a otros, y con la cabeza bien programada a hacer todo por sí mismo. Fuera de su peculiar y asocial manera de ser, es también una persona paciente, lógica, caritativa, y quien, sin importar qué, jamás dejará de lado a alguien quien lo necesite.

    Su naturaleza es bondadosa, y no hay forma de que él llegue a traicionarla.


    | Defectos |




    Sabe bien que no debe serlo, que pudiese haber alguien doble cara aprovechándose de él, pero no es capaz de evitar confiar en las personas. Conoce la crueldad, pero se rehúsa a creer en ella. El hecho de que sea tan crédulo con respecto a las personas le ha supuesto muchos problemas.


    Conocer lo que piensa o lo que siente es complicado, puesto que Vulkan no habla sobre sí, sobre lo que le interesa, sobre lo que le preocupa. Reserva para él sus impresiones de la vida, de sus viajes, de las personas. Hace esto debido a que no está acostumbrado a hacerlo.


    Y es que no sólo es reservado, también es aburrido. No tiene temas de conversación, además de que es malo para seguir éstas, sus respuestas suelen ser directas y sin espacio a discusión, no tiene sentido del humor… no es muy agradable pasar mucho tiempo con él.


    Y por si fuera poco, le cuesta saber qué es lo que quiere o busca. Cuando se trata de una persona ajena a él, por supuesto, puede reconocer lo que es mejor (hablando en casos de personas enfermas a las que trata), pero si se trata de él jamás lo sabe. Le cuesta decidirse incluso por lo más sencillo.


    | Virtudes |





    No posee mucho, pero lo poco que tiene no duda en entregarlo a alguien más, en caso de que esa persona lo necesite más de lo que él hace. Le cuesta quedarse de brazos cruzados si hay alguien en necesidad.


    Es incapaz de reconocer mérito en sus esfuerzos, pues se cree haciendo lo correcto y su parte en esta vida. Es humilde en todas sus acciones y palabras, dándolas con la mejor de las intenciones y sin pretensión en éstas.


    Cuando alguien sufre, es capaz de sentir empatía por esa persona y acompañarla en su dolor. La compasión es algo que es natural para él, y que le permite entenderse mejor con las personas.


    Es capaz de mantener la calma en cualquier tipo de situación, y, por ende, pensar con raciocinio. Mantenerse con la cabeza fría le ha ayudado en distintas situaciones en el pasado.


    | Temores |




    Las aguas profundas. No es un muy buen nadador, además de que sabe que las profundidades deben albergar todo tipo de criaturas desconocidas y aterradoras.


    La vida y la muerte. Ya que las conoce tan íntimamente, sabe que es la dualidad más aterradora existente, y sin embargo, es por eso mismo que les alberga un profundo respeto.


    | Historia |



    El clan de drows, raza conocida también como elfos oscuros, Nightveil, es famoso y temido por su uso y control de la nigromancia; magia oscura, además de prohibida, capaz de arrebatar la vida y controlar y manipular la muerte.

    Vulkan nació en una de las ramas inferiores del clan. Su madre, Vanadia Nightveil, fue una maga prodigio, de alto estatus, pero con un carácter indómito y aventurero. Escapó un día de Tjfal, subiendo a la superficie del continente Chmee, donde conoció todo aquello que se les presentaba como imposible. Fue allí cuando conoció también a un humano, con el cual entabló una amistad que, eventualmente, se transformó en amor. Todo fue de maravilla, al menos hasta que el vientre de Vanadia comenzó a crecer en tamaño, porque el humano se alejó exclamando lo desagradable que es una mezcla de especies.

    Humillada y destrozada, Vanadia regresó a Tjalf, donde se le acogió con recelo. Lo único que le permitió regresar, fue el estatus que alguna vez tuvo… hasta el nacimiento de su hijo. A diferencia de los demás, Vulkan nació con un tono de piel pálido, cabello rojo y unos ojos grises, sin nada que lo identificase como un drow, como lo es la piel oscura, cabello platinado y ojos rojos. Lo único que posee son unas orejas cortas como las de un humano, pero puntiagudas como las de un elfo.

    Su apariencia y los errores de su madre fueron los causantes del inicio de su maltrato.

    Se le tuvo consideración y, a la pronta edad de siete años, comenzó el estudio de la nigromancia como es costumbre dentro del clan; no obstante, Vulkan, a diferencia del resto de chiquillos, con cada uno de sus errores cargaba además de humillación y castigos físicos. Lleva en su piel cicatrices que no ha podido dejar atrás de esos años. No podía buscar consuelo con su madre, quien lo odió por lucir como el hombre quien la abandonó, y a pesar de ello, lo soportó. Se sabía distinto a los demás, por supuesto, y que por ende no contaba con los mismos derechos que ellos. Vulkan bajaba la cabeza dócilmente y aceptaba los castigos sin decir nada.

    Fueron largos y difíciles años, pero aprendió a la perfección aquella magia negra, teniendo un control nato como el de su madre antaño. Todo pudo haber ido bien, tal vez, hasta que Vulkan un día dio con una pequeña biblioteca secreta. En ella leyó, sin saber aquellos documentos prohibidos, sobre el componente más poderoso de la nigromancia: La vida. Intrigado, leyó con avidez todos aquellos documentos, fascinándose cada vez más con la contraparte de la magia que con esmero practicaba.

    Eventualmente, esto fue descubierto, y el joven Vulkan, de tan sólo quince años, fue sentenciado al exilio.

    Y aunque el exilio es la vergüenza más grande que un Nightveil pueda experimentar, para Vulkan fue una liberación y, más que un castigo, una gran oportunidad. Deseoso de conocer lo que hay fuera de Tjfal, y de prestar ayuda a los demás, es que comenzó su viaje por todo Chmee.


    | Gustos |




    El aroma del pan recién horneado. Le parece un aroma delicioso y agradable de apreciar.


    Escuchar la risa de felicidad de otras personas. El sentimiento que invade su pecho al escuchar esto es una sensación inefable para él.


    Contemplar las estrellas. Le gusta esperar a la noche para poder recostarse al aire libre, y así entonces observar el espectáculo nocturno que ofrece el cielo estrellado. Cree que, de haber tenido la oportunidad, habría dedicado su vida a la astronomía.


    Leer. Carga consigo distintos libros de conjuros, los cuales lee y relee en el transcurso de los días, así como también libros que ha conseguido de bardos y aventureros, habiendo plasmado sus viajes en ellos.


    | Disgustos |




    Las injusticias, y sobre todo, sentir la impotencia de no poder hacer algo para remediarlo. Le ocasiona un conflicto en su interior saber que debería, pero que un solo hombre es incapaz de hacer algo.


    Como resulta obvio, las aguas profundas. Quizá sea un miedo que no logre superar jamás.


    Las peleas innecesarias. Detesta la violencia, más aún si ésta no tiene una razón para ser. Lo cree inadecuado y una pérdida de tiempo y energía, que bien podrían ser aprovechadas en otras cuestiones más memorables para el parpadeo que es una vida.


    La carne. No soporta la idea de arrebatarle la vida a un animal para alimentarse él. En ocasiones la come, cuando reposa en una posada y lo sirven en su comedor, pero eso no significa que le agrade hacerlo.


    | Datos extra |




    Reza a «Wee Jas», Diosa de la magia y la muerte.

    Su familiar es una gata negra de nombre Eti, ella lo ha acompañado desde que fue exiliado del clan.

    Su piel se ha endurecido con los años y los golpes recibidos, pero a pesar de ello, su cuerpo sigue siendo débil. Un mago entrena su mente, no su cuerpo.

    Perdió su mano derecha en un combate. Ocurrió en Karn, cuando se dieron cuenta del tipo de magia que profesa. Su oponente, a pesar de haber perdido, blandió su espada contra él.

    Lleva consigo un collar rojo, el cual jamás se quita. Verdaderamente, no es más que un contenedor donde guarda la pócima más poderosa que ha creado, con la cual podría traer a la vida a alguien.

    Perdió parcialmente la vista del ojo derecho. Ocurrió en una posada de Mag, donde un grupo de bandidos llegaron a asaltar. Uno de ellos, el más joven y quien parecía asustado, atacó por nerviosismo arrojando su daga. Vulkan no lo culpa de lo ocurrido, pues cree que el joven tiene una buena razón para estar con los bandidos, o tal vez ése no sea su deseo.

    | Apariencia |




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    | Su familiar |


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    QUOTE

    | ¿Qué busco? |



    No lo tengo aún muy en claro, pero quiero a alguien quien represente su dualidad. Como pequeñas sugerencias, si gustas tomarlas, son éstas:

    • El bandido quien lo ha atacado antes en el reino de Mag. Tiene un fuerte motivo por el cual se ha unido a ese grupo de bandidos, necesitando el dinero a toda costa.

    • Un aventurero, contratado para encontrar una cura a la enfermedad que padece su monarca.

    • Alguien fascinado por las leyendas que se cuentan sobre Tjfal, además de deseoso de aprender la magia prohibida de nigromancia.


    Son meramente sugerencias, de hecho, incluso podría ser un poco de todas. Lo único que quiero es alguien opuesto a Vulkan, pero con el cual pueda llevarse bien, a modo de llevar la trama amena.

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    « Twins. Gods way to say: Buy one, get one free » || L I B R E




    SPOILER (click to view)

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    Running away from your problems is a race you'll never win



    | Nombre | Andrew Hoffman.
    Su mote es Fastidios. Así lo llaman todos en su familia y sus amigos más cercanos.


    | Edad | 17


    | Cumpleaños | 31 de Agosto.
    Nació a las 18:37 hrs.


    | Peso y estatura | 70 Kg. || 1.77 mts.


    | Grupo sanguíneo | O (-)


    | Nacionalidad | Británico residente en Coahuila, México.
    Su madre es mexicana, y toda su familia proviene del norte


    | Ocupación | Estudiante de bachiller || Heredero de la empresa familiar.
    Toma clases extra del taller de humanidades y se encuentra en un club deportivo.


    | Orientación y rol | Pansexual || Versátil.
    Es capaz de sentir atracción sin importar el género


    | Descripción psicológica |


    Andrew es esa clase de chico a quien es fácil atribuirle el hecho de que es alguien popular. Además de su físico, es alguien fresco, quien es sociable con todos, bromista y muy activo. No le cuesta trabajo convencer a las personas y mover a la gente de su grupo en escuela en una sola dirección. Su abuelo solía decirle que es un líder nato.

    Es muy hablador, y siempre tratará de incluir a todos en ese ambiente, incluso a aquellos quienes prefieren estar en un rincón y ocupados con sus propios pensamientos, tal y como su hermano. No lo hace queriendo molestar, sino que le parece que lo correcto es eso. Siempre tiene algo para decir, sin importar la situación en la que se esté.

    Normalmente con una sonrisa en el rostro, correteando de un lado al otro, brincando y haciendo exageraciones, te asegura que es un chico con el cual no llegarás a aburrirte; no obstante, no es trigo limpio, y en ocasiones puede dejar ver ese otro lado de la faceta de chico popular, dando comentarios hirientes disfrazados de buenas intenciones, o haciendo desdenes.

    Menos brillante que su hermano, pero más dispuesto a dar la cara y buscar soluciones. No le gusta quedarse de brazos cruzados. Trata de compensar su falta de creatividad y de inteligencia con su carisma y presencia.

    Te será fácil relacionarte con él, pero más difícil notar los más grandes y menos obvios defectos de su persona.


    | Defectos |


    • Pedirle que espere unos cuantos minutos es un martirio para él. Tiene que estar haciendo algo, porque si no se volverá loco. Esperar jamás ha sido lo suyo, y posiblemente nuca lo será. Quienes han concretado una cita con él, y se atrevieron a llegar cinco minutos tarde, son ahora objeto de desprecio por su parte.

    • Coqueto, y bastante descarado, además. Cuando le echa el ojo a alguien, más le vale prepararse para todo tipo de insinuaciones. Sobre todo, con connotación sexual. Confía en su encanto físico, por lo cual busca hacerlo relucir y que otros lo vean de esa forma, creyendo ciegamente que nadie puede resistírsele.

    • Todo, absolutamente todo, debe de estar hecho al pie de la letra. Nada debe de estar fuera del orden establecido. Su manía por hacer todo perfecto es el factor que le hace sacar notas bajas, pues, aunque se esmere en sus proyectos, al buscar que todo quede como debe ser, todo sale al final mal. Esto no se aplica únicamente a la escuela, sino a su apariencia, actividades diarias, y propósitos en la vida.

    • Desgraciadamente, Andrew es un chico a quien la apariencia le importa. Bastante, cabe destacarse. De igual manera es bastante materialista. Tiene muchos humos en la cabeza, motivo que lo vuelve una persona pesada y frustrante de tratar. Seguro y ya lo veías venir, pero su misma actitud narcicista lo domina en la mayor parte de su vida.

    • Desordenado; por curioso que suene, él conoce el orden dentro de su propio caos.

    | Virtudes |


    • La mentira es algo muy problemático, además de innecesaria y estúpida a su parecer, por lo tanto, jamás mentirá a los demás. Puede llegar a ser agobiante su forma tan directa de hablar, pero para Andrew eso es lo mejor. Las cosas claras y como son. Punto.

    • Es responsable, o al menos de una forma lo es. Cuando debe de trabajar en equipo, tal y como en su club deportivo, hará todo lo que tenga a mano para realizar sus actividades correspondientes. Sabiendo que hay más personas dependiendo de él, no se puede dar el lujo de fallarles. Sólo en este tipo de ocasiones puede dejar de lado su perfeccionismo y trabajar como se debe.

    • Disciplinado. Esta cualidad la ha trabajado desde niño, fue la condición que le impuso su padre al momento de dejarlo practicar fútbol y artes marciales. La autodisciplina podría considerarse su más grande virtud, puesto que no ha flaqueado con los años.

    • Suena bastante cliché, pero en verdad es un buen chico. Muy a pesar de su mala y pesada actitud, es un buen amigo y compañero. Alguien con quien siempre puedes contar y te ayudará si necesitas ayuda. Aún si es para una cuestión difícil. Esto no aplica a sus amigos únicamente, también él es la primera persona en pasar hambre con tal de que otros coman, por decirlo de alguna manera.

    • Es romántico, algo poco creíble viendo su descarada actitud coqueta. Quizá al inicio no me creas, pero una vez tiene a alguien, las demás personas ya no existen para él. Es únicamente esa persona especial y hará todo cuanto tenga a su alcance para demostrarle su afecto, siempre y a cada momento. Incluso, la mayor parte de las veces raya en lo cursi.


    | Gustos |


    • Los deportes. Siempre ha sido bueno para ellos, hecho que lo ha llevado a practicar distintos. Sus favoritos son el atletismo y gimnasia. Normalmente no le gusta depender de un equipo, prefiere destacar de forma individual, pero eso no le fue impedimento para pertenecer a varios clubes deportivos.

    • Toda comida con sabor dulce. Golosinas, postres, panes, todo lo que tenga azúcar, le gustará. Ya que quema bastantes calorías en su día a día, se le puede ver comer a cada momento. Incluso en medio de las clases. Su mochila parece una piñata debido a que carga más golosinas que útiles escolares.

    • Salir. De fiesta, compras, aventura. No importa. Cualquier actividad que implique estar fuera de casa es perfecta para él. Suele quedar con amigos la mayor parte de la semana. Y cuando no es así sale solo (en el caso de no haber convencido a su hermano). Lo importante para él es estar fuera.

    • Tomar fotografías de todo y de todos para subirlas a sus redes sociales. Su teléfono y éstas están completamente llenas de selfies de él solo, con su hermano, con el gato, fotos de sus comidas, de los lugares que visita, etcétera. Es normal verlo siempre con el teléfono en la mano y en alto para hacer una toma.

    • Sí, las redes sociales son uno de sus mayores vicios. Está conectado prácticamente todo el día a ellas. Ha perdido todas las apuestas contra su hermano por mantenerse un día sin su teléfono ni acceso a internet. Jamás ha durado más de treinta minutos.


    | Disgustos |


    • Le molesta, y mucho, el hecho de no tener músculos bien desarrollados, a pesar del riguroso entrenamiento que ha llevado, su cuerpo sigue igual de delgado y de apariencia escuálida como siempre. Pero no te confundas, es mucho más fuerte de lo que llega a aparentar.

    • Los roedores le causan asco. Que no vea uno, porque no puede tolerarlos ni en una mínima expresión. Te obligará a que lo desaparezcas de su vista y no te dejará en paz hasta que lo hagas.

    • Todo aquel sabor picante o amargo. Los detesta. La lengua se le escalda e irrita con facilidad. Tampoco es de comer demasiados platillos calientes, ni siquiera en época de invierno.

    • Estar encerrado en casa. Le desespera. Es imposible. Simplemente no soporta la idea de sentirse acorralado entre las paredes. Los fines de semana llenos de tarea es cuando más sufre.

    • El humo del tabaco. Es una de esas cosas que no tolera, ni en una mínima expresión. Cuidar su salud es algo que considera de gran importancia, por lo tanto, desarrolló un profundo rechazo y repugnancia a éste. Por igual, este rechazo viene del lado del alcohol y drogas.


    | Datos extra |


    • Lleva siempre consigo un collar con forma de Yin. Fue un regalo de su abuela. Lo atesora más que a otro objeto. Para él, es su mayor tesoro.

    • Fue él quien convenció a sus padres de dejarlos mudarse del país. Ellos accedieron bajo unas cuantas condiciones. Ambos prometieron cumplirlas, así que su padre les consiguió un hogar de renta lo suficientemente grande y cómodo para ellos, además de mandar dinero semanalmente para su sustento. Y, por supuesto, cercano a sus abuelos maternos para tenerlos bien vigilados.

    • De momento es parte de un club de atletismo. Es conocido por su rapidez y facilidad para cruzar los obstáculos impuestos en las pistas. Es considerado su corredor estrella.

    • Se hizo un tatuaje a escondidas de sus padres. No hay motivo para el diseño, él sólo quería tatuarse algo y listo. Éste lo tiene en su tobillo derecho y está planeando hacerse un par más: Uno en la cadera y otro en el tobillo izquierdo.

    • Sus ojos son naturalmente de un tono azul, no obstante, utiliza lentillas de todo tipo de colores y formas. No tiene mayor motivo para esto que encontrarlo divertido. A veces obliga a Matt a hacer lo mismo.


    | Apariencia |



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    Weak people can't forgive. Forgiveness is an atributte of the strong.



    | Nombre | Matthew Hoffman.
    Uno de sus motes es Matt, comúnmente usado por familia y amigos. El otro es Sleepyhead dado por Andrew.


    | Edad | 17.


    | Cumpleaños | 31 de Agosto.
    Nació a las 18:51 hrs.


    | Peso y estatura | 74 Kg. || 1.82 mts.


    | Grupo sanguíneo | O (-)


    | Nacionalidad | Británico residente en Coahuila, México.
    Su madre es mexicana, y toda su familia proviene del norte.


    | Ocupación | Estudiante de bachiller || Cantautor auto proclamado.
    Toma clases extra del taller físico-matemático. No pertenece a ningún club, pero constantemente es acosado por los artísticos para su ingreso.


    | Orientación y rol | Demisexual || Activo.
    Debe albergar fuertes sentimientos por una persona para sentir atracción.


    | Descripción psicológica |


    Matt es un chico tranquilo. De hecho, es tan tranquilo, que en sus acciones o en su manera de hablar puede llegar a provocar sentir flojera en los demás. No es algo que se pueda evitar, a él le gusta tomarse su tiempo para todo; el problema es que en verdad se toma su tiempo. No digas que no te lo he advertido cuando te veas frente a él y su eterna pereza.

    Difícil de hacer enojar, en veces algo aburrido, con un comentario mordaz en la punta de la lengua, Matt es bastante sencillo de describir. Tal vez, iniciando con el hecho de que es totalmente contrario a su gemelo, quien destila vitalidad y alegría.

    Tal vez el único momento en que lo veas activo sea cuando toca algún instrumento y canta. Le gusta hacerlo, y posee una hermosa voz, aunque se avergüenza rápidamente si alguien lo escucha sin su consentimiento. No lo parece, pero en ocasiones puede llegar a ser tímido. Y si alguien lo felicita por su voz o su talento, estará feliz, posiblemente, la semana entera.

    Es muy brillante, pero su pereza no le permite aprovecharse de esto. A veces se arrepiente de haber entrado en el taller físico-matemático, pero, al menos, no le gusta rendirse en algo que ya ha tomado. Así que, aunque llegue a considerar algo una molestia, lo terminará, pues ha accedido a ello. Cuando se lo propone, puede llegar a ser responsable.

    Por lo demás, su actitud es retraída y bastante simple. Después de la primera mala impresión, es fácil llevarte con él.


    | Defectos |


    • Si por él fuera, no se movía de la cama en todo el santo día. Es muy perezoso en cuanto todo, en realidad. Para la escuela, para las actividades del hogar, para caminar incluso. Es de esa clase de persona que contagia su pereza con sólo verle. Únicamente es capaz de verse activo cuando se trata del arte.

    • Sus pensamientos, sus problemas, sus alegrías; absolutamente todo es de él y de nadie más. No soporta la idea de compartirlos con alguna otra persona. En muchos casos, ni siquiera Andrew tiene permitido saber esto.

    • Si lo hieres, es difícil que él vuelva a querer acercarse. Le cuesta mucho trabajo olvidar y perdonar. Por más que ha tratado de deshacerse de esto, le es imposible. Esto le duele más de lo que debería ya que es muy sensible.

    • Es sarcástico, esta actitud es más cotidiana de lo necesario. Las palabras salen de sus labios incluso antes de que las haya verdaderamente pensado. Es una acción natural y espontánea en él. La mayor parte de las veces no lo hace con intensiones hirientes.

    • No puede evitarlo. Siempre espera lo peor de todo, más aún si es de sí mismo. Antes de realizar alguna acción, la pregunta de ¿Qué puede salir mal? Inunda su mente, obligándolo a ver todas las posibles vías negativas y desanimándolo. Es extraño que tome iniciativa alguna.


    | Virtudes |


    • A diferencia de su hermano, a él le da enteramente igual si llegas a tardar de cinco a sesenta minutos. Como es tan tranquilo y tiene distintas formas de distraerse, esperar jamás le ha supuesto un problema. La paciencia viene no sólo de este tipo de cuestiones, sino también con las personas y diversos tipos de situaciones.

    • Si alguien tiene problemas por contar, puede confiar plenamente en él. Escuchará con paciencia y si es necesario dará algún consejo, o un poco de su apoyo. A la fecha, no ha destrozado la confianza de nadie al revelar secretos que no son suyos. Jamás lo haría.

    • Muy a pesar de que te lleves una primera mala impresión de él, te aseguro que, una vez conociéndolo, te será sencillo tratarlo. Es sencillo y amable en su forma de ser, por lo cual no dudes en acudir a él si necesitas algo.

    • Es sensible; pero para él, éste es el mayor de sus defectos. Es más sensible de lo que su fría apariencia pueda mostrar y lo odia. Odia en demasía lo que es tener que cargar con tanto sentimentalismo. Por el otro lado, es capaz de apreciar el arte, a las personas o situaciones con mayor sinceridad y gusto.

    • Ya que es bastante tranquilo, y queda relegado a un segundo plano, tiene la perfecta oportunidad de ser meramente espectador y tomar detalle de todo. Cuando conoce bien a alguien, hasta la más mínima expresión distinta en sus gestos es perceptible para él.


    | Gustos |


    • La música es una de sus más grandes pasiones. Disfruta tanto de escucharla, cantar o tocar algunos instrumentos. Lo verás la mayor parte del tiempo con los cascos puestos y el volumen tan alto, que incluso tú podrás escuchar la canción. Los géneros que normalmente escucha son rock clásico, trash metal, baladas y rock pop.

    • Dibujar también se le da medianamente bien. Le gusta ya que le ayuda a relajarse. No es excepcional con esto, pero puede defenderse un poco. Al menos, sus dibujos son bastante mejores que simples bolitas y palitos.

    • Adora molestar a su gemelo con el hecho de ser más alto que él por cinco centímetros. La diferencia no es tanta, pero le es bastante divertido verlo renegar como pequeño debido a este hecho.

    • Dormir hasta tarde. Le encanta levantarse y ver en su teléfono que ya pasa de la una de la tarde. También adora despertarse por la madrugada y ver que aún tiene bastantes horas para dormir.

    • Jugar juegos de vídeo. A veces lo verás caminar con una consola portátil en mano, sin prestar atención en el camino, y posiblemente impactando contra algún poste o pared. Sus favoritos son títulos de aventuras, acción, plataformas y RPG.


    | Disgustos |


    • Siente un poco de desprecio por su abuelo. Aún no es capaz de perdonarlo del todo, a pesar de lo que han hablado sus padres con él. Ni siquiera escucha las palabras de Andrew respecto a este tema.

    • Mantenerse activo. Si bien hace un poco de ejercicio, le da una enorme pereza y se cansa de sólo ver a su hermano salir a correr a las seis de la mañana. Él no se lleva así con los deportes. Gracias, pero no gracias.

    • Las películas de terror. No le asustan, pero tampoco le gustan. Se siente agobiado cuando las ve, por lo cual prefiere evitarlas. Andrew normalmente lo arrastra al cine a ver alguna de éstas. Si, en un día de lo más normal, lo ves corriendo desesperado en el centro, muy posiblemente sea porque se escapó de su gemelo mientras él compraba las entradas.

    • Saber que es bastante menos fuerte que su hermano. Odia cuando él llega y lo carga, tal y como un costal de papas, y aun así sale corriendo como si no le supusiera un problema. Por el otro lado, él jamás ha podido cargar a Andrew. Ni una sola vez y ni porque es menos pesado que él mismo.

    • Salir de casa. La pasa mejor encerrado, con una cobija envolviéndole, algo de comida y viendo musicales todo el día. Esto es para él un día perfecto. Cuando sale, lo hace a regañadientes y porque Andrew lo ha sacado a la fuerza.


    | Datos extra |


    • Lleva consigo un collar en forma de Yang, el complemento del collar de su hermano. A pesar de que fue un muy importante regalo, no lo atesora con tanto esmero como Andrew.

    • El tono natural de su cabello es rubio. Comenzó a teñírselo a los catorce, evitando que siguieran confundiéndolos. Le gustó bastante la forma en la cual luce, por lo que siguió haciéndolo.

    • Sabe tocar la guitarra, el violín y la batería. Su instrumento favorito es la guitarra acústica. Le encanta el sonido producido por ésta, además de que adora tocar baladas.

    • Él tiene una perforación en el ombligo. La hizo cuando Andrew se tatuó. Llegaron al acuerdo de guardar el secreto para el otro a sus padres.

    • Su primer beso fue con su hermano. Un accidente bastante torpe. Mientras a Andrew le da completamente igual, Matt se muere de vergüenza cuando se lo recuerdan.


    | Apariencia |



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    | Ambos |


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    QUOTE

    | ¿Qué busco? |


    Con ellos quiero, principalmente, hacer un drama y un cuadrado amoroso.

    Estoy buscando a dos chicos (Aquí podemos manejar cada quien un personaje, o ser un grupal de tres personitas). Quiero a un amigo de los gemelos, o de al menos uno de ellos, y un chico nuevo en la clase, el cual pasará a ser el interés de los gemelos.

    Personalidad, gustos, demás, queda completamente a criterio. Tienes total libertad creativa.

    ¡Muchas gracias por haber leído! Kisses~<3


    Edited by Blues. - 8/12/2018, 17:53
  9. .
    El camino a casa lo hice en silencio, mientras que Noa se dedicó a hablar sobre su día. Pese a que fue un monólogo extenso de su parte, he sido capaz de notar la preocupación en su voz; se pierde la alegría en ésta, aunque él no deje de sonreír. Si bien no me ha gustado ver a Ian así, luciendo tan destrozado, mucho menos me gusta ver a Noa sufrir, peor aún sabiendo que la causa de esto soy yo. Debo hacer algo, lo que sea, para remediarlo. Llegamos a casa y rápidamente me pongo a preparar la comida, mientas Noa se adentra a su recámara y busca aquellos dos robots que tanto adora. Regresa con éstos, abrazándolos, y después se dirige a la sala para poner los dibujos animados. — Papá — Al momento en que lo escucho llamarme, dejo todo lo que hago (y a lo cual no puedo del todo prestar atención), para recargarme sobre la barra y escuchar a Noa. — Megalord murió en la última batalla contra los malos que dicen que son los héroes. Y Star entonces ha comenzado a buscar todas las piezas de su armadura y su fuente de vida, porque lo quiere reparar. Star no sabe cómo, pero quiere hacerlo... ¡Y luego golpeará a los héroes cuando lo consiga! — Al momento de escuchar sus palabras, muerdo mi labio al sentirme un tanto culpable. Incluso un niño de cuatro años parece tener mejor idea sobre lo que debo hacer. Y, con tan inesperado final de su frase, no puedo sino reírme. — ¿Qué sería de mi vida sin ti, Noa? — Pregunto, aunque sin esperar una respuesta, dispuesto a seguir con la comida para aprovechar la tarde. No obstante, él me responde alzando ambos juguetes sobre su cabeza. — ¡Sería aburrida!

    Luego de comer rápidamente, más que otra cosa por las ansias de Noa por salir a jugar, nos encaminamos al parque que nos queda un tanto más cerca de la casa. Noa ha corrido por todos lados, trepándose tanto a los juegos como a los árboles, y más temprano que tarde ya se encontraba jugando con otros dos niños. Con una ligera sonrisa, únicamente disfruto de observar a Noa jugar y divertirse. Tiene razón, mi vida sería muy aburrida sin él, y un desastre sin aquellos consejos, dados de manera extraña, por él. No tengo una armadura ni... ¿fuente de vida? Que deba buscar, pero creo que, al menos, debo de tratar de solucionarlo de una manera en que sea capaz.

    El resto de la tarde transcurre de manera tranquila, Noa llegó tan agotado a casa que apenas y probó su cena y se fue a dormir. Mientras tanto, yo me he dedicado a corregir parte del trabajo que no fui capaz de hacer, al menos lo teórico, y comenzar a prepararme para todo lo que deberé de hacer mañana. Deberé de reponer todo el trabajo que no hice y el tiempo perdido de alguna manera. Cuando voy a dormir, ya es tarde, pero no me siento en realidad cansado del todo, y por eso mismo no resiento las pocas horas de sueño cuando Noa me despierta por la mañana, como usualmente, para comenzar nuestra rutina matutina. Para poder arreglar lo que ha ocurrido, primero deberemos hablarlo, por lo cual hoy le pediré a Ian salir a tomar un café por la noche, de modo que podamos conversar acerca de todo esto. Debido a mi convicción sobre el pequeño plan a realizar, no verlo tomando cargo del grupo me hizo sentir ligeramente desanimado, pero no por ello me retracté de mi decisión. Poco antes de entrar al laboratorio he enviado un mensaje al teléfono de Ian; éste fue corto, bastante preciso, y además no lo obliga a presentarse para ello. Al menos no del todo.

    ¿Podemos hablar? Estaré en la cafetería a una calle de tu hogar a las 20:30

  10. .
    Una vez llego a mi recámara, comienzo a desvestirme para colocarme el kimono interior. No había sentido cuán cansado me encuentro sino hasta haberme adentrado en la soledad de ésta. Me siento en el futón poco después, y por mera acción de la costumbre, peino mi cabello desde su raíz con mis dedos, salvo que ahora el camino que éstos recorren llega pronto a su fin. En ocasiones soy consciente de este cambio, mientras que en otros simplemente lo olvido. — Olvido muchas cosas, ¿no? — Me reclamo a mí mismo, con reproche, llevando mi vista al tatami del rincón. Sin duda, olvido demasiado. Más de lo que debería. Pero, tristemente, todo lo que he olvidado fue hace mucho tiempo que no podría recordarlo. Cada vez me siento más inseguro de quien soy (y eso que ya parecía que fuese imposible dudar aún más de mí mismo), y ahora con tantos terribles sueños, que se entremezclan con los tenues recuerdos que poseo de mi pasado, no disfruto en lo más mínimo dormir sabiendo que pueden asaltarme éstos de un instante a otro.

    Apenas y soy capaz de contener un suspiro, decidiendo finalmente que es mejor simplemente dormir y no sugestionarme antes de tiempo. Lo más sensato ahora es ir a dormir y no sobrepensar en nada. Con esto en mente, me adentro en el futon, tomando una postura hacia el costado izquierdo, y cierro mis ojos mientras espero que la inconsciencia se apodere de mí.

    No estoy seguro del tiempo que pasa, pero sí que, una vez más, me veo sumido en estos sueños que me han estado aquejando. Cuando abro mis ojos, no estoy en la recámara del hogar de Kaminari, sino en un lugar blanco, completamente blanco. Doy una vuelta sobre mí mismo, notando entonces que aquello blanco que me rodea no es más que nieve. Detrás de mí, viéndose apenas tanto por la lejanía como la nieve que ha comenzado a caer, parece haber una aldea. Me encamino a ella. Mi cuerpo, aunque bien sé que esto puede ser producto del sueño, no se siente como si fuera mío. Sino más grande, más pesado, menos ágil, pero, extrañamente, más poderoso. Con curiosidad, elevo ambas manos para observarlas, notando entonces que están cubiertas por una armadura de plata. Nuevamente, he paseado mi vista por mis alrededores, notando un lago congelado no muy lejos de donde me encuentro. Rectifico mis pasos y me dirijo a este lugar. Hay una parte de mí que no desea observar su reflejo sobre el hielo, pues tengo un mal presentimiento. La otra parte, indudablemente más fuerte, es dominada por la curiosidad. Camino apenas unos cinco metros y me detengo justo frente al lago, colocándome en cuclillas.

    Entonces veo un rostro que no es mío.

    Quien me regresa la mirada en el hielo es un hombre, de joven y atractiva apariencia, con ojos rojos y una sonrisa repleta de largos colmillos afilados.
    Tanto la mirada como la sonrisa, están llenos de locura y malicia y, justo cuando llego a pensar que se trata de la verdadera apariencia de Fuyu, miles de gritos se hacen presentes como un estruendo. El lago, la blanca nieve, y el rostro se llenan por completo de sangre. Al girarme, en dirección a la aldea, ésta se encuentra ya en llamadas y ya no es únicamente sangre lo que hay sobre la nieve, sino los cuerpos de quienes supongo son sus habitantes. Intento levantarme, pero no puedo. Lo último que escucho antes de despertar, es la risa de aquel demonio en el hielo y más gritos provenientes de la aldea.

    Me despierto sobresaltado. Lo primero que busco desesperadamente de observar son mis manos, luego mi rostro, y con gran alivio noto que vuelvo a ser yo. El escenario donde me encuentro vuelve también a ser la recámara en casa de Kaminari. Doy un largo suspiro, levantándome para vestirme, y entonces noto una mancha de sangre sobre el futon. Con lentitud, llevo la mano derecha a mi mejilla, donde soy capaz de sentir una sustancia espesa y caliente sobre ésta... ¿De dónde ha salido esta sangre? — Fuyu... ¿tú...? — Pero, además de no ser capaz de terminar la pregunta, Fuyu no se hace presente. Debería comentar esto a Kaminari y Ranmaru, pero tal vez también deba esperar un poco. Antes de salir, me apresuro a limpiar mi rostro y cambiar mi atuendo. Al salir, me encuentro con Iwao y Kaminari. Ofrezco una corta reverencia a ambos, misma que Iwao corresponde y su vista va después al lago. — Ranmaru-san se encuentra en el lago. Me retiro a la cocina. — Tras otra corta reverencia, él se marcha. Kaminari, quien parece estar aún afectado por los efectos del alcohol, comienza a encaminarse al lago, por lo cual lo sigo en silencio. peraré a que ambos hablen y, entonces, les contaré lo que he visto.
  11. .
    No había manera de evitarlo. Pese a que me dije a mí mismo miles (bueno, tal vez sólo cientos), de veces que no debía dejarme embelesar e intimidar por Amber y su gran y llamativa presencia, aquí estoy, con un sonrojo y un temblor que no he sido capaz de controlar. Mi único consuelo con esto ha sido que, al menos, pude seguir el hilo de su conversación con normalidad. Él me ha hablado de su vida, así como yo le he contado sobre la mía. Además, no he dejado de sonreírle de manera confiada. A diferencia de nuestro primer encuentro, hoy me siento con mayores posibilidades y confianza. — Me alegro mucho de que tus padres hayan apoyado tus sueños. — Comento, un tanto distraído; en verdad me alegro por él, ya que de esa manera somos capaces de disfrutar de su gran voz, no obstante, no puedo sino pensar en la decepción de mis padres cuando no quise estudiar medicina. — Habría sido terrible que nos quedásemos privados de tu talento.

    La plática sigue de manera ligera, amena, y si bien me siento más cómodo aún no soy capaz de abandonar mi sonrojo. No descarto la posibilidad de que esto se deba por igual a la bebida, pues es mi tercera de la noche. Tampoco tengo manera de evitar balancearme ligeramente con el ritmo de la música, mientras le hablo sobre mi trabajo dentro de la industria del modelaje. Y mientras relato lo aburrido que resultan las pasarelas, mi vista se mantiene inquiera, viajando entre Amber y la pista de baile. Bailar me gusta, y mucho, pues me permite mostrar otra de mis mejores cualidades. No soy, en absoluto, un mal bailarín. Muerdo mi mejilla izquierda al notar mi poca atención ante Amber, se supone que estoy aquí para cerrar el trato, ¿no? Y estoy dejándome llevar por el ambiente del club. Vamos Dominik, concéntrate y déjate de payasadas; tienes trabajo por hacer.

    Doy un largo suspiro al pensar en esto, decidido a seguir con nuestra conversación, y esta ocasión más centrado, cuando él hace la pregunta que he estado evitando todo este tiempo. Estoy seguro de que la sonrisa en mis labios ha sido más grande que en ocasiones anteriores. — Me encantaría. — Aseguro, aferrándome con ligera presión a la mano con que ha tomado una de las mías. — Y que sepas que soy un excelente bailarín. Sé mover bien las caderas. — Aseguro, pronto cambiando mi tono de voz por uno lento y pausado, insinuando que no sólo sé moverme bien a la hora de bailar; si lo ha entendido o no, ya sería completamente su problema. Aunque ciertamente no creo que Amber pueda llegar a ser tan inocente. La pista de baile no se encuentra sola, pero sí más despejada que antes, por lo cual no tardamos en encontrar un lugar dónde ubicarnos. Nada más verlo separarse ligeramente de mí, otorgándome espacio para bailar, comienzo a moverme no sólo al ritmo de la música, sino además enfocándome en mover tanto mi abdomen como cadera más de lo necesario, obligándome a tomar movimientos sensuales, y pasando ocasionalmente mis manos sobre mi mismo cuerpo.

    Amber también ha comenzado a moverse, aunque no de la forma tan sensual en la cual imaginé un baile de su parte. — No te mueves tan mal. — Comento, gritando un poco para hacerme escuchar sobre el sonido de la música, pero sin detener completamente mis movimientos. Ciertamente, de no ser porque se trata de Amber (y no olvidemos que de trabajo también), ya habría ido a buscar a una nueva pareja de baile. No por querer actuar de manera grosera, pero en verdad es un poco aburrido si no es capaz de seguir tus pasos... y se vuelve molesto si, mientras tú le prestas atención, él se pone a coquetearle a cualquier mujer que trata de llamar su atención. Lo primero que me embarga al observar ese coqueto acto de Amber es sorpresa, para luego sólo pasar a ser un pequeño puchero al fruncir suavemente mis labios. Lo único que me permitió notar mi acción, así como darme la razón para desvanecerla, fue la misma risilla que Amber emitió al observarme. Es debido a esto mismo que me giro, esperando bailar dándole un tanto la espalda. No esperé en ningún momento que Amber fuese a abrazarme, por segunda ocasión en la noche, por la cintura y me atrajese hacia sí. Me detengo apenas un instante, analizando lo sucedido, pero pronto comienzo a reír con suavidad y sin intensión de burlarme. Un segundo consuelo para mí en esta noche, es que su pequeño beso no me sobresaltó como lo hizo la noche anterior. — ¿Siempre estás lleno de sorpresas? — Pregunto, en un tono juguetón, y pasando la punta de los dedos de mi mano derecha sobre sus brazos.

    Y, como una respuesta a mi pregunta, Amber comienza a cantar justo a un lado de mi oído... Oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío. ¡Amber está cantando en mi oído! Ha sido una de mis fantasías más rebuscadas desde hace un buen tiempo. Podría simplemente derretirme de tan perfecto que resulta, pero, y gracias a que luego de un tiempo me habla, soy capaz de volver a regresar a la realidad. ¿Quiere jugar sucio? Entonces juguemos sucio. Una sonrisa se extiende por mi rostro al retomar mis movimientos anteriores, sólo que esta ocasión más lentos y pegándome a su cuerpo; prácticamente estoy restregándome contra él, aunque sin perder la gracia que hace característicos a mis movimientos. Yo también tengo trucos bajo la manga, y si quiere que juguemos, lo haremos. Si ocurre, no será Amber el primero quien no fue capaz de evitar una erección al bailar conmigo.
  12. .
    A pesar de que ya han pasado unos buenos minutos desde que entramos en el supermercado, no puedo dejar de pensar en solo una de las frases que soltó Aaron mientras nos encaminábamos a este sitio. Ha declarado, aunque después ha bromeado sobre este hecho, que le gusta mi cabello tal y como está. Una enorme sonrisa se ha extendido por mis labios al recordarlo, viendo sin realmente observar la harina y demás ingredientes para hornear. Me siento tan feliz de ser halagado por Aaron, que no puedo sino desear recibir más y más de sus halagos. Él pensó en mí durante esos momentos, ¿no? Si sigo haciendo cosas que le gusten, seguro y seguirá halagándome, entonces él dejaría lentamente de pensar en Kayako, para comenzar a pensar en mí, y seguir haciéndolo hasta finalmente ser yo lo único que ocupe su memoria, como él hace conmigo. ¿No sería maravilloso? Sé que tarde o temprano Aaron debe darse cuenta de que yo soy el indicado para él, que nadie más en este mundo lo ama tanto como yo, ni que es tan merecedor de su afecto, atenciones y cuerpo como yo. ¿No? ¿No he sido yo quien se ha estado esforzando durante años para poder obtenerlo? ¿No he sido yo quien se ha estado arriesgando consiguiendo información sobre todos quiénes lo rodean? ¿No me he matado ya el tiempo suficiente estudiando para poder aprender todo lo que a Aaron haga falta saber? ¡¿No he sido yo quien siempre ha estado preocupándose por él mientras los demás tratan de aprovecharse de su amabilidad?! ¡¿No he sido yo quien lo ha estado protegiendo y apoyando todo este tiempo?! ¡¿No he sido...?!

    ¡¡¡Basta!!!



    Había comenzado a temblar sin notarlo, y no fui capaz de hacerlo hasta que la voz de Bill no se hace presente. Ha pasado ya mucho, mucho, mucho tiempo desde la última vez que escuché su voz. Es por este hecho que siento la necesidad de volver a temblar, y seguramente lo habría hecho, de no ser por una mujer de madura apariencia quien se acerca a mí, tomando con suavidad mi hombro. — Joven, ¿se encuentra bien? — Pregunta, con un asqueroso tono de genuina preocupación. Aunque mi rostro le otorga una de esas sonrisas dulces que ofrezco a todos, por dentro no puedo sino sentirme irritado por su repentina presencia. — Sí, estoy bien. Son... eh, bueno, no he tomado mi medicamento hoy y me ha parecido ver un insecto y... — Tras mi pequeña y patética explicación, en la cual son notorios los tintes de timidez y bochorno, la mujer cubre su boca y ahoga una risilla. Esconderme detrás de las ansias causadas por una falsa entomofobia siempre me ha funcionado como una salida fácil. — Comprendo, comprendo. Bueno, con este frío es raro ver insectos, pero deberías tener cuidado. Es raro que un muchacho tema a éstos, pero hay de todo en este mundo, ¿no es así? — Y sigue con ese asqueroso tono de voz, mismo por el cual únicamente puedo sonreír, con mayor timidez, y asentir. La mujer, tras un poco más de su plática unilateral, finalmente se marcha. En tanto lo hace suspiro al volverme a los alimentos.

    ¡Qué triste escena te has montado! Incluso necesitaste la intervención de Bill para darte cuenta de tu raro comportamiento. Sabes que él detesta despertar, ¿no? Sabes que lo hace aún más por tus estúpidas y sin sentido razones, ¿verdad?



    ¡Cállate Elizabeth! ¡Cállate! No necesito que estés reclamándome por algo que sé, ¿si? ¡Sólo lárgate ya!

    Doy un nuevo suspiro, finalmente tomando los ingredientes necesarios para la masa de la pizza y crepas. No debo dejar que mis fantasías me dominen, no por el momento. Lo único que debe de importar ahora es que Aaron ha dicho que con pizza podrá olvidar a Kayako por un momento, así que debo de centrarme en hacerle la mejor pizza que pueda hornear. De manera casi mecánica, me encamino a donde las carnes frías y lácteos, llevando conmigo un poco de tanto puedo llevar (carnes frías, queso, queso crema, yogur y un poco más de helado, aparte del que seguramente ya lleva Aaron), y después voy en busca de los vegetales igualmente necesarios. Hago un recorrido rápido por esta sección, tomando también unas cuantas frutas para las crepas, antes de dirigirme a donde los dulces, donde he encontrado a Aaron otra vez. Con una sonrisa, me acerco a él, asomándome sobre su hombro para ver los chocolates que ha tomado consigo. — ¿Chocolates? Bueno, es predecible. — Me burlo ligeramente, o al menos hablo con un poco de ironía, mientras me alejo para entonces yo tomar algunos cuantos caramelos de menta, así como después galletas y algunos jarabes dulces. — Llevo ya todo lo que necesitaré, ¿tienes tú ya todo? — Pregunto, ahora asomándome a la canasta que carga, sonriendo al observar el helado de vainilla. Es su favorito, lo ha sido desde que nos conocimos y antes de eso. — ¿Tal vez un poco más de dulces? Para quitarnos a tus hermanos de encima, al menos.

    Ciertamente, no me gustaría tener que estar tratando el tiempo que estemos en su hogar con ellos. No son los seres más desesperantes de todos (Al menos no llegan a la altura de Kayako y todos los demás idiotas del consejo estudiantil), pero desearía también quitármelos de encima lo más pronto posible. Ellos siempre están dispuestos a comer cualquier cosa que yo prepare, ¿no es así? Tal vez una vez Aaron comience a recuperarse de Kayako, pueda ir detrás de uno de sus hermanos. Es tan sencillo ocultar todo tipo de químicos en la comida, que es incluso extraño que no se haga con tanta regularidad. Sólo se debe de estudiar las condiciones en las cuales vive la víctima, para poder encontrar un componente de éste que pueda usarse como excusa ante cualquier intoxicación deseada. Me pregunto, ¿cómo reaccionaría Aaron cuando, finalmente, la desesperación que siente ahora regrese con mayor intensidad? Si por ahora, su desesperación es increíble, estoy seguro que con esto no cabré en mi propia emoción cuando aumente. Un pequeño temblor invade mi cuerpo, producto de la anticipación, pero puedo hacerlo pasar por mera acción por del frío clima. Ajusto mi abrigo a mi cuerpo, antes de volver a sujetar nuevamente la canasta con todo lo necesario. — Iré a hacer fila mientras tanto, están enormes el día de hoy. Te veo ahí. — No quiero alejarme de él, pero justo en estos momentos necesita soledad para poder divagar en sus propios pensamiento. Es un concepto extraño, mismo que he leído en libros de psicología, pero ante situaciones como éstas es mejor dejar a la persona disfrutar de la soledad, pero sin dejarlo realmente solo. Ésta es la parte que sus hermanos están haciendo mal. Una vez me alejo unos cuantos pasos, me detengo para verlo al girar un tanto mi rostro. — Y me niego a dejarte pagar algo. — Comento, haciéndole saber que planeo darle ese gusto, como ha pedido cuando entramos.

    Avanzo de manera lenta, despreocupada, hacia las cajas, con una ligera sonrisa en mi rostro. Mi mente ha comenzado a trazar más rutas posibles a tomar en cuanto a lo que puedo hacer para alejar a Aaron de todos quienes desean arrebatármelo. Aunque aún hace falta tiempo, éste ha sido un excelente primer paso. ¡Púdrete bajo tierra, Kayako y disfruta del infierno! Eso es lo único que se merece esta perra, no el afecto que mi amado Aaron planeaba darle, y así se lo haré saber una vez pueda sostenerlo sin preocupaciones. Aaron entenderá que ni ella ni nadie más es merecedor de él, salvo yo. Y que sólo yo haré lo que sea necesario para estar con él. ¿Por qué no puedes darte cuenta de quién es la persona que más te ama, Aaron?


    SPOILER (click to view)
    Ha pasado un tiempo, pero en verdad que tengo curiosidad por esos 150 dibujos que te dejaron de tarea o.o Son una chingonada, ¿de qué eran o qué? ¿Por qué tantos? ¿Todo salió bien? Debió ser horrible, tanto que mi mente aún no quiere aceptarlo x'D

    Jejeje, muchas gracias~<3 en verdad me alegra saber que pienses así de mis personajes. He trabajado en unos pocos, en ratitos donde he tenido tiempo, que quiero publicar lo más pronto posible, pero nunca terminan por gustarme a mí x'D ¡Sí! Deberías probar nuevamente con los ukes yanderes, son tan bellos~~ aunque es una lástima que todos hayan sido abandonados :'c es horrible.

    Jajajaja, ¿cómo es que se escapó? Bueno, no, me hago una idea, he sufrido lo mío también x'D Al menos has tenido suerte de que es en la casa, porque sino seguro y te sacaba hasta canas verdes. Pero bueno, ¿se la pasaron bien pese a todo en semana santa?

    Ay, créeme, esa maldita friega que es la ingeniería, vale completamente la pena. Como dices, y aunque sea masoquista, es muy reconfortante. Todas esas malditas desveladas, mal pasadas a la hora de comer, y el estrés que te hace querer llorar y mandar todo a la chingada, es muy, muy reconfortante. Es un sacrificio que te hace sentir bien al final. Y concuerdo con tu hermana, aún eres joven y estás aún en prepa, debes aprovecharla al máximo. No realmente por "envejecer" (yo voy por mis 21 y me siguen preguntando si tengo quince o ya cumplí dieciséis), pero si se extraña el tiempo libre, la libertad, la vida social :'c También tiene su parte buena, pero te hace notar el tiempo que no aprovechaste.

    Lo sé, lo sé ~~ el albur está ya en nuestras venas. Es parte de nuestro encanto(?) x'D Bueno, aún si eres mala para entenderlo, sigue sienod precioso el sarcasmo. Y me parece hilarante y genial que los sueltes sin notarlo x'3 debe de causar momentos divertidos con los amigos.
  13. .
    Kenji.

    Todo aquello que me ha contado Shiro, tan desprevenidamente, no ha abandonado mi mente, ni siquiera cuando mi espalda ha impactado contra las escaleras. He dicho que pudo haber ido peor, pero no estoy del todo seguro. Mis ojos se han humedecido ligeramente debido a tan repentina sensación de dolor que me invadió con intensidad. No dudo que posiblemente vayan a aparecer hematomas con la forma de los filos de los peldaños contra los que he impactado. Y, aún con esto, más que el dolor que estoy sintiendo y que me ha obligado a apretar los dientes, lo único que soy capaz de pensar es en la relación que ha mencionado tener con su familia. Durante unos momentos, pienso en reconfortarlo ligeramente, pero este pensamiento me abandona pronto, así como poco después él mismo me pide olvidarlo.

    Todos tenemos nuestros propios problemas y todos tenemos que aprender a lidiar con ellos.

    Estoy bien. — Le respondo a Shiro, incorporándome lentamente tanto como me es posible. Primero me enderezo, sentándome sobre uno de los peldaños, y observo cómo las cuchillas de Shiro, al impactar contra las paredes, lanzan unas pequeñas chispas que nos iluminan el camino hacia arriba. De esta manera, es que he sido capaz de notar las extrañas protuberancias que están dispersas por todo el camino restante. — ¿Qué es esto? — Pregunto, aunque sin esperar una respuesta por parte de Shiro. Mi mano derecha viaja hasta una de éstas, sintiendo la solidez, que tras un poco de dejar mi mano presionada con ésta, desaparece en algo que parece niebla entre toda esta oscuridad. Creo que cada vez estoy más confuso sobre el quirk de Yamino.

    Una vez deshecha esa extraña y sólida pieza oscura, me pongo en pie y vuelvo a tomar la mano izquierda de Shiro. Agradezco en silencio, y muchísimo, que mi traje no le permite ver la pequeña mueca ante el dolor que doy al enderezarme correctamente. — ¿Te soy sincero, Shiro? No creo que podamos ganar. — No es algo muy optimista, pero lo veo como la realidad. Aunque tuvimos un buen plan inicialmente, no logramos enfrentarnos completamente a las adversidades que ellos nos han estado imponiendo. Siendo una de éstas también su escondite, en el cual tardamos más de lo que debería ser realmente necesario en encontrar. Aunque, conociendo un tanto el quirk de Yamino ahora, aunque sea apenas una noción, estoy seguro de que podremos ganarles sin ningún problema en una segunda ocasión. Doy un suspiro, apretando la mano de Shiro en un amistoso gesto, tratando de darme los ánimos que yo mismo me he quitado.

    Al menos hasta el final de la prueba, quiero dar mi mejor esfuerzo.


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    Yamino.

    Ya que no tengo demasiado por acordar o agregar, prefiero quedarme en silencio. Únicamente disfruto de la oscuridad de la estancia y el ligero eco que crea la suave voz de Allen. La verdad sí, es algo obvio que vaya a poder observar en la oscuridad, de lo contrario sería muy poco útil. Pero comprendo también que puede llegar a crear esa pequeña incertidumbre, pues no siempre se tiene el quirk a favor. Supongo que tengo suerte. No obstante, hay algo que me hace pensar que no debe de ser agradable tener la mentalidad que él tiene respecto a sus tazones para no hablar. — ¿Y qué más da? Si los demás se molestan por decir algo obvio, es su problema, no el tuyo. — O no molestia, cualquier sentimiento desagradable producto de no tolerar a otros, es problema de la propia persona. Creo que cada vez más me agrada más Allen; no obstante, no por ello respondo a su observación de lo interesante que resulta un quirk útil. Comparto aquel pensamiento, pero no se lo hago saber. No veo el caso a que lo haga, tal vez podría resultar igualmente obvio, como él ha dicho.

    Abajo se escucha un ligero ajetreo, aunque no parece ser demasiado importante. Al menos a mí así me lo parece. Puede que en estos momentos sólo estén hablando de lo que deberían hacer, mientras tratan de abrirse camino hacia nosotros. Casi siento las ganas de poder estar ahí, de ese modo habría podido saber qué es lo que están planeando con exactitud, pero me distraigo un instante al verlo apretar sus mejillas con una sola mano. No comprendo sus razones para hacerlo, aunque no menciono nada, únicamente decido observarlo en silencio, de modo que sus palabras las escucho con mayor intensidad, incluso amortiguan a nuestros rivales. Aún si él no me ve, me encojo de hombros ante su revelación. — El almuerzo sigue después, ¿no? — Le pregunto distraído. Aunque yo no esperaba que terminara pronto, porque realmente no planeaba hacer demasiado, no me habría molestado tampoco que lo hiciera. Tanto quedarme aquí como afuera observando como los demás, habría sido lo mismo. No detengo el suspiro que escapa de mis labios, ya que ahora sí comienzo a impacientarme un poco.

    El silencio corre por unos momentos, incluso abajo están quietos por unos instantes. Cuando Allen vuelve a hablar, siento la necesidad de encogerme de hombros, aunque no me pueda ver. Su segunda frase también me provoca encogerme de hombros. — Me abruma preocuparme por nada que no me parezca importante. — No tenía la necesidad de decir esto, ya que sobra tras escuchar sus observaciones, mas al sentir la pequeña necesidad de hacerlo no pude evitarlo. Normalmente me mantendría en silencio, sin necesidad de aclarar nada más que con ademanes o similares. Tal vez sea la oscuridad lo que me hace hablar innecesariamente, pues de otro modo no tiene manera de saber que estoy prestándole atención a sus palabras. Para mi fortuna, el silencio es irrumpido ahora por una pregunta que incluso a mí me parece interesante. ¿Por qué llevar una navaja suiza? Se volvió costumbre mía cargar con una desde los siete, año en el cual mi padre comenzó a cerrar la sala donde me obligaba a tomar clases extra, esperando que no me saltara ninguna de sus horribles sesiones. La navaja siempre me ayudó a abrir la cerradura, o forzar las ventanas, de modo que me permitía escapar. Y aunque tengo una razón para tenerla, prefiero no mencionarlo completamente. — La uso para escapar. — Respondo, de manera tajante, viéndolo hacerse una herida no muy grande, pero que permitió que la sangre corriera. Poco después de eso, él se muestra confundido ante mi petición, pero aunque no parece muy convencido accede a esto. Con una emoción que mi rostro no refleja, tomo la navaja de vuelta, siendo ofrecida por Allen. — De acuerdo. Haré lo que sea, no importa. — Aseguro, con algo de impropia rapidez y, justo cuando estoy por abrir una herida en la palma de mi mano, la voz de All Might se hace presente en todo el edificio.

    ¡Se acabó el tiempo! — Anuncia, momento en el cual desactivo mi quirk y bajo la navaja, escondiendo el filo en ésta misma. — Los villanos, Liznect-kun y Kurosaki-kun ganan. — Tras esto, doy un suspiro, guardando nuevamente la navaja en una de mis botas. Ya que no hay más oscuridad, una pequeña pizca de molestia es apreciable en mis facciones. — Ah, es increíble. — Comento, con un sarcasmo que no es apreciable en mi voz, y pasando de largo de mi compañero me encamino a la salida. Al menos finalmente esto se ha terminado.


    SPOILER (click to view)
    Sorry<3, pero creí conveniente poner ya fin a esto, para que los cuatro puedan avanzar sin trabas entre ellos
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    Lo veo darse la vuelta, aunque sus ojos están plagados de somnolencia. Una vez él cumple mi demanda, cierra sus ojos y rápidamente su respiración cambia a una más tranquila, indicándome que ha caído rendido. Bueno, apenas un minuto después de haberse corrido cuatro veces al parecer es su límite. Sonrío, al verlo simplemente disfrutando de la inconsciencia, y viendo entonces cómo es que sin control de su cuerpo, el semen escapa de su interior. Esto significa que no ha cumplido con mi amenaza, y se lo haré saber en tanto despierte. Por el momento, me conformo con sólo saber que tengo un motivo más para poder seguir teniéndolo de esta manera. Pese a que normalmente no me molestaría tomarlo a la fuerza, no puedo permitírmelo desde el momento en que pasó a ser parte de mi tripulación.

    Me acomodo a su lado, negándome a dormir en el suelo, y llevo mi mano derecha a mi pene. La sola vista de su cuerpo lleno con pequeños hematomas, hechos con mis mordidas y mis manos al sujetarlo con fuerza, el sudor que lo aperla en su totalidad, y el semen en su abdoomen y corriendo por sus muslos, me es suficiente para volver a ponerme duro. Me masturbo durante unos minutos, sin dejar de observarlo, y cuando finalmente logro correrme, mi semen salpica por todo el abdomen de Killian. Ha sido una buena noche. Bostezo, pasando mi brazo derecho por su cintura y lo acerco a mí. De ese modo, finalmente yo también caigo en la inconsciencia a su lado.


    SPOILER (click to view)
    Gracias~<3 yo también quiero avanzarlos. Me encantan nuestro temas juntas; también me gusta mucho jugar contigo.
  15. .
    Hay algo, una sensación indescriptible, en mi interior al escuchar a Ian decir que ha sido un error suyo, y más tarde la pregunta de Noa sobre el porque llora. Pretencioso o no, pensar que ésas lágrimas son por mí no me agrada en lo más mínimo. Me siento confundido, sumamente confundido, pero sigo firme ante el hecho de no arrepentirme de lo que hemos hecho. Todo lo contrario. Veo cómo es que entrega un niño a su madre, quien me da las buenas tardes amablemente y se marcha, por lo cual sé debo de hacerlo también. Me acerco a la puerta, algo rígido, con la mirada baja. — Buenos días. — Saludo, escuchando a Noa gritarme emocionado y corriendo a mí. Cuando siento sus pequeños brazos envolverse en una de mis piernas, me inclino para sostenerlo en mis brazos y al enderezarme me encuentro con Ian. Sus ojos siguen ligeramente rojizos, señal de las lágrimas, y aún hay un rastro de ellas algo secas en su mejilla izquierda.

    Menos consciente de lo que debería, alzo mi mano derecha para poder retirarla totalmente. Sólo soy capaz de reaccionar una vez mi mano entra en contacto con su su suave piel, habiéndose llevado aquella lágrima a medio secar. Escandalizado, doy un paso atrás. — Hasta mañana. — Me apresuro a despedirme, retirándome tan pronto y tan rápido como una salida normal, no una huida, me lo permiten hacer ver. — ¿Qué pasa? — Pregunta Noa, a lo que yo sólo puedo negar. — No ocurre nada, Noa. Hoy no iré al trabajo en la tarde, ¿por qué no vamos al parque después de comer? — Gracias a la emoción que esto le causa, deja de lado su primera pregunta, aunque eso no se lleva mi malestar. ¿Por qué no obtengo respuestas a mis preguntas sobre qué hacer ahora?
1320 replies since 9/12/2011
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