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No puede evitar reír cuando lo escucha, desde pequeño su madre estaba segura que la intensidad y Adler debían ser sinónimos, no puede contar cuántas jaquecas le brindaba a sus padres su comportamiento impulsivo y, sobre todo, su poco temor. El día que le entregaron su resultado de alfa la morena lloró de alegría, agradeciendo a todos los santos que su retoño con esa personalidad podría ser alfa. Desde ese día sus acciones no hicieron más que aumentar, tal vez solo adquirió disciplina desde que lo inscribieran tempranamente a entrenamiento militar. Su padre había ganado renombre heredadonde su abuelo que participó en la segunda guerra mundial.
Su pulgar presiona el interior del muslo, intenta no ser brusco pero en aquella piel pálida y suave se ha hundido sin dificultades, puede notar la sangre acumulándose para formar líneas carmín.
No es cualquier omega el que puede acosar a un militar. Responde, no solo el renombre, Emmet tenía otras cualidades que resaltaban en el rubio y que él recordaba más que un título de médico. El coqueteo es lento, contrario a lo que él estaba acostumbrado a sus encuentros; se encuentra disfrutando de eso. Me seduces... Podría ser el amante trofeo de una persona posesiva. Por su parte, no estaba seguro del todo si lo que sentía por el otro rayaba a esas emociones, se ha reprimido tantos años a sí mismo. Sus manos se elevan, la curiosidad por comprobar si la carne más arriba era igual a la que tocó le carcome. El dedo meñique se cuela debajo de la ropa, acariciando de paso el inicio de sus glúteos sin decoro. Por desgracia, soy uno bastante vulgar. Advirtió al final. -
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No es padre, pero supone que es el instinto que lleva a pensar en los hijos como buenos. Él tampoco pensaba que el otro era malo, lo ha observado ayudar gran cantidad de familias y salvar vidas en cirugías, más no podía ser flexible en ciertas situaciones, por desgracia, el omega ya tendría la realidad distorsionada y vería normal aceptar alfas mayores. Las palabras del otro eran aceptables, tampoco pensaba que pudiera forzarlo. Bebió de nuevo, la dosis es apenas la adecuada para armonizar con el café. Cuando llegas a mi edad, te das cuenta de que nadar contra corriente es imposible . Bromeó y dejó de lado su café, no puede continuar con este cuando tiene al ajeno sobre él.
¿El doctor número uno del hospital me atenderá hoy? Pensé que la agenda estaba llena Sus manos se posaran distraída sobre los muslos del ajeno, puede que tenga razón y ha cedido a sus encantos o decidió dejar de fingir no hacerlo. Si es así, soy muy intenso al respecto Advirtió aunque duda que quien es capaz de robar sus cosas tema por algo así. -
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Su rutina es bastante normal en la guardería. Tenían tiempo para jugar y aprender, a diferencia de la mayoría de todos sus compañeros él no necesitaba practicar para escribir o leer porque ya podía hacerlo casi como un adulto de todas formas se integra a las actividades junto a los demás. De las pocas veces que su padre le felicita le mencionó que poseía una habilidad bastante útil si podía adaptarse a todo, lo odiaría de no ser porque Shen se mostraba aliviado de eso también. En la salida espera a su madre con calma, el pelinegro suele ser de los últimos en recogerlo porque solía atrasarse en el instituto, cuando finalmente distingue el uniforme de su madre corre hacia él con felicidad.
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Era bastante callado con la mayoría de sus compañeros y docentes, de no ser estrictamente necesario prefería no hablar del todo, pero su amigo solía sacarlo de su zona confort todo el tiempo, a tal punto que ya se ha acostumbrado y lo disfruta de alguna manera. Ese día es especialmente cansado porque tiene clase de deporte, cuando corre a recoger a su hijo todavía viste la sudadera de su escuela, no se cambió del todo porque ya iba bastante tarde por el menor. Pregunta a Hao qué le gustaría comer cuando siente el vibrar de su móvil, desembolsa el teléfono flip y lee casi con ilusión el mensaje de su pareja que ese día tampoco puede ir a visitarlo, suspira casi de alivio. A veces siente que sea su culpa que el menor tampoco quiera al alfa... Mas siempre se ha esforzado en mantener la armonía por más que le tenga resentimientos.
De nuevo se encuentra bastante animado, todavía le causaba decepción que no hubieran podido progresar con su primer amor, más esa noche mientras hace su tarea junto a la de Hao se siente bastante feliz, incluso ofrece al menor dormir juntos ya que su padre no vendría.
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Cuando conoció a ese hombre no le dio tanta importancia, el alfa le pareció alguien carente de habilidades sociales y que permanecía en su propio mundo, uno donde repetía una rutina de atender consultas y ser un doctor exitoso laboralmente, casi hubiera pensado que sería autista de no ser porque no contaba con pruebas suficientes o interés. Más, en ese momento que lo ve interesado en el caso de un menor y convencido de que con solo hablarle al omega resolverá un caso que él no pudo, le hace desconfiar. Asintió cuando dijo que le confirmaría después y la mirada que lo siguió fuera ahora se dirige al café. Si lo que sospecho es real, tu hijo debería esperar a que el menor cumpla los 18 para cualquier contacto sexual. Rebuscó en el bolsillo de su camisa y agregó una pizca de vodka de la pequeña botella compacta que cargaba, así le agradaba. O deberé arrestarlo también. Bebió, conociendo a la madre la verdad es que no debería considerarlo raro, su mirada se dirigió a Emmet, no importaba cuántas veces lo mirara, que un omega frágil como ese acosara a un alfa como él ya era una cosa de locos.
Heredó tus genes, culpable. Y por algún motivo lo encontraba gracioso. Dormiré en tu oficina. Avisó al otro, ya que llegó ahí no pensaba irse todavía. -
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Se despide del otro y caminó tomando la mano de su madre, Shen era callado pero le indica que lo más probable es que su padre los visitara hoy, odiaría el día de no ser porque pudo ver al omega. En la entrada de la guardería se despide del pelinegro y le observa marcharse apresurado, era tarde supone. Pasa sin mayor inconveniente y habla con algunos de sus compañeros, era un niño dócil la mayoría del tiempo.
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Puede intuir como el alfa no deseaba volver a sobrepasar la línea con él y se siente realmente decepcionado al respecto. Era la primera ocasión en que fue tan feliz solo por besar a alguien, pero no podía hacer nada si el otro no estaba dispuesto... No lo culpa, un omega como él con un hijo y un alfa rondando al que no podía negarse, ah dus emociones de desbordan con facilidad al pensar en eso y su mano libre apretó su pecho ante la incomodidad, él era tan inútil que ni siquiera tenía acceso a su propio collar Qjang era el único que podía abrirlo.
Besó la frente de su retoño al despedirse y corrió de nuevo,iba tarde para el primer período. En el salón tenía un único amigo, en el receso le cuenta al pelirrojo que esa mañana su primer amor le había rechazado indirectamente.
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Lo ha acompañado y abierto por él la puerta, a diferencia del día anterior cuando el omega había escapado, hoy lo nota más confiado, especialmente cuando lo siente sentarse en sus regazos. Recostó la espalda contra el respaldar del sofá y le rodeó con un abrazo. En el fondo no sabe si agradecer la interrupción o resentirla, a como progresaban la situación creyó que Emmet sería capaz de violarlo ahí mismo.
¿El pelinegro? Lo ideal es que Shen colabore con una denuncia directa y testimonio... Pero lo rechazó pelinegro? . Frunce las cejas, pudo hablar poco pero cuando insinuó al omega que deberían arrestar al enfermo del alfa, el pelinegro le había negado todo. Claro que podemos hacerlo, pero lo más probable es qur ambos terminen en un centro de menores y lo separen de su hijo, el maldito tiene a un omega dependiente de él, Shen podría defenderlo y el caso se complicaría más. Cuando piensa en el pelinegro lo ve totalmente capaz de negar todo el abuso y suplicar que liberen al alfa, por lo que ha visto su hijo y él eran sostenidos por el otro. Su mirada se eleva y mira al rubio, no se le hace alguien interesado en los demás. ¿Por qué? Cuestiona con desconfianza. Ahora que lo decía en voz alta volvía a sentirse frustrado de las leyes tan incompetentes. -
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Se formó un ligero puchero en sus labios cuando dice que todavía no era suficiente, más, el gesto pronto era reemplazado por una sonrisa cuando lo acaricia, hasta el momento solo le gustaba que lo hiciera su madre, pero también su nuevo omega. Tomó asiento cuando entró su doctor y guardó en su mochila la consola. Su madre leía los resultados, a la vez que eran explicados, no puede decir que le guste la expresión del pelinegro cuando le dicen sobre ser un problema. Responde las preguntas sin mucho interés, comentando que la comida de su mami siempre le gustaba o que nunca se despertaba de noche una vez se dormía, mientras balancea las piernas, solía ser más tranquilo, pero estaba algo ansioso esa mañana, su padre siempre le generaba estrés.
Las consultas se le hacen más cortas de lo que cree, así que pronto se encuentra siendo despachado, sujeta la mano del menor antes de irse. Nos veremos después. Hubiera querido estar con él, pero su mami debía dejarlo a cuidado mientras iba al instituto. Escucha a su madre pero no es sino hasta momentos después que se separa del mayor para no molestarlo más.
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En las consultas siempre tiene la misma expresión de siempre, la preocupación que le genera el estado de su retoño y verse culpable de eso también le provoca emociones poco agradables... No quería ni imaginar lo que podría pasar con otro bebé que el alfa decía querer, su mirada se distrae en su retoño y el otro niño, nunca quiso tener más hijo luego de Hao y se encuentra pensando que otro pequeño como el doctor no sería malo. Tomó los documentos que le fueron entregados con la copia de los resultados del menor y sacó su propio folder de la escuela para guardarlo, tenía otras impresiones de la clase de biología y matemáticas. Entiendo, agradezco su atención. Su rostro estaba algo aliviado de que hubiera tratamiento, no así, se encontraba decepcionado de tener que someter a su hijo a tantas medicinas y también que le hubiera gustado pasar más tiempo con el alfa, con los menores presentes no podía abrazarlo como le hubiera gustado.
Iba a levantarse cuando ve a Hao despedirse resignadamente de su amigo. Algo similar experimentaba, estaba en una situación complicada. Después podrás jugar, cariño. Acarició la espalda de su hijo, es la primera vez que encuentra difícil hacer que Hao le obedezca inmediatamente, como madre primeriza se sentía bastante confundido.
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Enarca una ceja ante su respuesta y forma una sonrisa ladina, casi de mofa ante la manera en que el omega finge demencia. Sin duda encontró curiosa la situación, entretenida en ciertos puntos. Nunca me había pasado algo así, me sentí bastante halagado de provocar deseos tan intensos en otra persona.Encontrar cartas o que robaran su basura le alarmó al punto de considerar un arresto, pero lo dejaba pasar por algún motivo cuando veía el rostro del omega. ¿No necesitas hielo para eso? Pudiste tomar el día libre. No puede verlo pero se imagina el estado del rostro del otro cuando lo ve con aquellas gafas, la noche anterior le había perturbado al punto que le fue difícil conciliar el sueño.
Decide no apartarlo esta vez, sería un bastardo si hiciera eso con alguien en un momento frágil, Emmet no le parecía la persona confiada que conoce en aquel instante. Avanzó de nuevo hacia el consultorio del mayor, supone que este iba de camino a la oficina. -
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Se despierta cuando su madre lo hace y mientras el omega prepara el agua para bañarlo se dedica a alistar su propia mochila para el día. Antes de ir a la guardería debía ir a la consulta, era entendible porque su madre no podía faltar tan seguido a clases o su padre se enfadaría. Bosteza colocando el juego dentro, no estaba seguro si vería a Abel pero debía llevarlo porque Le prometió al otro mejorar. Cuando está listo su madre ajusta su uniforme estirando la ropa de preescolar para deshacer las pocas arrugas que se formaron en el desayuno. Se encontraba en la sala de espera sentado al lado del omega cuando escucha la voz de su padre. Si algo detestaba más que escucharlo era que lo cargara, pasó de estar cómodamente en la silla al lado de Shen a estar en el regazo del mayor, prefirió concentrarse en su juego luego de saludarle con un asentimiento y cuando llaman su nombre para la cita es el primero en bajarse emocionado. Tienes buen tiempo. Felicitó al doctor y pasó al consultorio, había identificado el aroma de Abel, le mostró orgulloso la pantalla de su consola. Dije que mejoraría.
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Sus mañanas suelen ser muy ocupadas, entre hacer el desayuno, la medicina propia y la de Hao así como prepararse él y su pequeño, a las ocho de la mañana Shen se encontraba algo cansado ya, sus clases empezaban a las nueve y primero debía a la cita del hospital, no podía faltar más esa semana porque el calendario le indicaba que su celo sería pronto y cuando eso pasaba tampoco podía ir, su alfa le regañaría de nuevo. Desde que pone pie en el hospital se encontraba nervioso, es la primera vez en que duda si vestir su uniforme era correcto... ¿Y si a ese alfa no le gustaba? Su corazón late con algo de prisa mientras espera. Es quizá ese el motivo de que no se percatara de la presencia de Qjang hasta que este estaba a su lado. Lo primero que nota es la cara de resignación de su hijo y luego saluda al mayor. Sí, te extrañé. Responde sin sinceridad cuando el otro le cuestiona por su ausencia la noche anterior. Le habla brevemente sobre el avance de Hao y su propio rendimiento académico, el otro había dicho que debía estudiar enfermería así que necesitaba ciertas notas para hacerlo. Al igual que su retoño se levantó casi de inmediato con emoción, se percata de que no debió disimular en su rostro lo que provocaba ver al doctor de nuevo cuando su pareja le detiene por el brazo.
Es la primera vez que ve una expresión de sorpresa en el alfa, también, Shen no se percata que debió lucir como un adolescente enamorado. Hm.... Es la cita de Hao, nos vemos después .Tomó la mochila que había olvidado para pasar detrás de su hijo, agradecía estar en público porque el alfa no podía detenerlo como hubiera deseado.
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De nuevo se encuentra con que la presencia del omega tarda escasos minutos. Tiempo en el que se percató que el otro era más delgado de lo que parecía debajo de ese uniforme de hospital. Se le hace curioso que el acosador que tuvo tanto tiempo ahora se encontrara huyendo con tanta rapidez de él. No puede detenerlo cuando lo ve de esa manera así que termina en la penosa situación de estar solo de nuevo en un gran hospital.
Creo que los papeles se han invertido, ahora soy yo el que deberían arrestar por cargos de acoso. Comentó cuando es el primero en ver al omega esa mañana. Había omitido de acercarse al adolescente en la sala porque el ped3rasta le había ganado. -
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La mala noticia de beber medicina continuamente había sido opacada por la nueva información que le dio su madre, que su papá no fuera a la casa ese día le dio tanta felicidad que no hizo berrinches cuando el pelinegro lo obligó a beber los supresores. Además, había faltado a la guardería y podría estar en casa con el omega, lo que para el Hao de cinco años era lo que más le gustaba y, no olvida, que consiguió un omega. Aquel debía ser el mejor día de su vida si lo evaluaba, tan solo la medicina no lo hacía tan bueno. Mami, ya tengo con quien casarme Le explica a Shen mientras juega en la mesa con el automóvil de carreras que le compró el omega para su cumpleaños, dice que el hijo del doctor acordó tenerlo como alfa así que ahora necesita esforzarse más porque cuidará dos omegas, la risa de Shen es casual cuando su hijo lo contempla dentro de sus planes de esa manera tan inocente.
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El aviso de Hao sobre tener su pareja le parece adorable hasta cierto punto, el doctor no lo había presentado directamente pero con solo ver el parecido en ambos sabía que aquel pequeño en el consultorio era su hijo, no puede culpar a Hao porque a él también le parecía atractivo el alfa, tal vez era solo natural que su retoño tuviera los gustos similares al enamorarse de un omega que luce como la versión diminuta de aquel. Ese día más que descansar prefirió aprovecharlo para cocinar a su retoño y limpiar, Qjang no contrataba personal que hiciera esas labores por obvios motivos, cualquier persona decente denunciaría lo que ocurre en su hogar o necesitaría una suma muy grande de dinero todos los meses para mantenerlo callado, su alfa prefería ahorrarse eso así que él debía encargarse de todo en el apartamento. Cuando por fin acuesta a Hao cerca de las diez de la noche se relaja de nuevo, sin tener que preocuparse por la visita nocturna del alfa puede bañarse en calma, no le sorprende que la ropa interior que usó ese día tenga leves manchas de sangre, su esposo lo había lastimado la noche anterior.
A la mañana siguiente se despierta sin ojeras y de mejor humor, solo toma un par de píldoras para el dolor y se prepara para ir al colegio, deben ir en la tarde por los resultados de Hao, la verdad es que le ilusionaba ir al hospital de nuevo.
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Desde que inició la misión encubierta se encuentra abrumado por lo aburrido que resultaba para una persona como él, un alfa moreno de metro ochenta con mal genio y que prefiere hablar con los puños, a veces no hace más que preguntarse que tenía su jefe en la cabeza cuando lo seleccionó para el trabajo, además de que él no tenía ni idea de qué hacer en un hospital. Cuando se despide del omega se encuentra vagando de nuevo, fingiendo algunas funciones y conversando un tanto con el equipo, incluso, puede tomar una siesta en la tarde. Por tal motivo, no es de extrañar que a altar horas de la noche siga despierta, ese día estaba de guardia según los demás. Parece que necesitas un héroe Comentó cuando luego de desviarse por los pasillos para huir de la sala de emergencia, se topara con el rubio de nuevo, la expresión de este le había recordado uno de sus casos perdidos cuando la víctima se suicidó, había sido un día terrible. Avanzó para sentarse al lado del mayor. -
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Escucha en silencio la explicación de su madre y de nuevo a su doctor, su mirada es más interrogante con este. No estaba seguro de qué ocurría, pero algo en su instinto le hacía desconfiar de este. Las instrucciones iban para ambos, debería también llevar el control para las ocasiones en que Shen no esté presente. Agradeció sin disipar la desconfianza en su mirada al doctor y luego se despidió del omega, advirtiéndole que iba a seguir practicando. Realmente no sabe cuándo lo verá de nuevo y se retira con su madre, ha notado que esta estaba cansado. Volviendo a casa se siente feliz de nuevo, no le ha comentado sobre el omega que sería su pareja al otro porque no sabe cómo mencionarlo.
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Tomó la receta entre sus manos y escuchó con atención, conforme habían pasado los minutos pudo recuperar su semblante inexpresivo de siempre. Se despidió dedicando una mirada casi de decepción, de verdad había nacido con mala suerte, ni siquiera podía estar con el único alfa que le había gustado. Tomó su móvil para enviarle el mensaje a su pareja, las medicinas las compraría con la tarjeta de este así que daba una breve explicación y le comentaba el caso, no creía que al otro realmente le importaba pero era parte de lo que tenía que hacer para fingir ser una familia. La sonrisa que recorre sus labios llama la atención de su hijo, la respuesta de su padre ha sido la típica de siempre donde finge preocupación por Hao y lo mucho que deseaba verlo, más, esta vez añade que no podrá ir a casa por su trabajo. Tu padre está ocupado hoy, nos verá mañana. Evitó despedirse de este porque no quiere arriesgar tener el aroma del doctor sobre él.
En el camino de vuelta se ha detenido a la farmacia y el supermercado. Una vez en casa recuerda que no desayunó tampoco, solía saltarse las comidas cuando no las compartía con el menor. Una caricia a su cintura le hace recordar que el medicamento ha calmado su dolor, suspira, si se hubiera casado con una persona así tal vez sería feliz.
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Se encoge de hombros, el hubiera preferido tela más para deportes, algo pegado a su cuerpo y elástico para evitar posibles surcos, pero tampoco le disgustaba del todo, al menos la tela no se sentía áspera. Está bien, seré la cita trofeo de hoy. Contesta ante su invitación y caminan de igual forma a la cafetería, ver solo al omega menor le hace suspirar porque se percata que perdió la oportunidad de volver a interrogar al adolescente, se quejaba de sus jefes pero él tampoco hacía un buen trabajo. Creo que soy un inútil, a veces. Comentó con cierto orgullo mientras cargaba las bandejas a las mesas de fuera como el otro quería. Sus palabras le provocan reír, una cita con él no sería tan buena como el otro se imagina. Fuera puede sentir la brisa y el día soleado le ponía de buen humor, Adler le gustaba el resplandor del sol y el contraste del cielo. Crecí cerca de la playa, me gustan los días así. Comenta, estaban bajo sombra porque no cree que al otro le agrade recibir los rayos mientras come. -
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Para Hao era normal que le agradaran los omegas y los demás niños, solía llevarse bien con todos en su salón, más, siente que el rubio es especial. La voz del contrario le agrada y su aroma, similar a como le agradaba cuando Shen lo envolvía en sus brazos. Sus labios forman un pequeña puchero cuando este se burla. Seré mejor, ya prometí que voy a ser tu alfa. Comentó con decisión, no se echaría para atrás y si ser bueno en los videojuegos era un requisito a seguir debe cumplirlo para el mayor. Cuando siente el aroma de su madre levanta la mirada de la pantalla, lo primero que nota es la expresión del omega y cierta felicidad... Su olfato no es tan perspicaz como el de un adulto, pero encuentra que su madre huele similar al doctor. Gané. Exclama al contrario para enseñarle la pantalla, sin apartar su vista de los mayores.
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La respuesta ajena es como un baldazo de agua helada a su cuerpo, son instantes en los que agoniza creyendo que sería rechazado, para su suerte, un tercer contacto le sorprende. Le aterra como un alfa al que apenas conoce era capaz de generar el mayor nerviosismo en él y calmarlo tan pronto como surgía. Sus brazos se desprenden de la camisa para rodear el cuello del mayor en un abrazo fuerte, desesperado. Cuando es posicionado en el escritorio tiene la libertad de en volverlo con sus muslos también mientras corresponde al beso. Movimientos lentos, casi monótonos pero que se le antojan tan perfectos para la figura del doctor al que recién conoce que no puede más que esforzarse en memorizarlos, imprimirlos en su piel porque desear recordar, complacerlo la próxima vez que pueda besarlo.
Un hilo de saliva le une con el mayor cuando se separa, lo recoge con su lengua y cualquier rastro que se deslice de su boca es limpiado por la misma. Su pecho respiraba agitado y asiente, de continuar tendría una erección. Me gusta... Le menciona antes de apartarse por completo y arreglar su ropa de la misma manera, imitando sus acciones con las prendas ajenas, se siente culpable al notar que arruinó el planchado de estas.
No sabe si será capaz de disimular su expresión frente a su retoño, pero verlo jugar con otro niño y todavía en la cafetería esperando por él le hace sentir aliviado, se aproxima lo suficiente para acariciar la cabeza del menor. Lo siento, mamá estaba hablando con el doctor. Se excusa ante la interrogante mirada del contrario sobre su tardanza, su hijo a veces le parecía tan listo. No puede mirar a los ojos al hijo del mayor así que evita hacerlo.
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En algún momento se cruzó de brazos y dormitó en el asiento, él podría ser el único lo suficientemente confiado para hacer eso en sus supuestas horas laborales. Es cuando todavía sueña que siente el aroma del mayor y el repentino abrazo le provoca abrir los ojos, tomando al otro contra su cuerpo como un reflejo. ¿No sabes que los héroes tienen reflejos cuando duermen? Bosteza y mira la hora en el reloj de la pared. Emmet. Le llama, el otro había sido Insistente y de alguna forma lograba hacerlo ceder. De acuerdo... Pero advierto que luego te arrepentirás porque como mucho. Se levantó del lugar para estirar sus ropas, intentado quitar las arrujas con las manos y leves palmadas. Odio las camisas de algodón. Masculla, lo mismo con su uniforme de policía o militar. -
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Observó con interés el juego, el otro tenía siempre aparatos raros con él, como los robots de la vez pasada. Su padre en el pasado le había regalado un par de consolas, principalmente para mantenerlo entretenido mientras molestaba a su madre, razón por la que le disgustaban un poco, de todas formas tomó el aparato luego de limpiarse las manos. Mis compañeros también juegan este Exclamó al reconocer el juego que ha visto en ocasiones anteriores en la guardería, no todos tenían una consola por lo que solían agruparse en torno a quién sí, él dejaba la propia en casa todo el tiempo. Se interesó en el juego, a tal punto que no notó que su madre no había venido por él todavía.
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Estaba seguro de que el ajeno le apartaría, se había convencido de que debía disfrutar el fugaz momento en que pudiera abrazarlo y resignarse una vez estuviera suelto, más, la mano a su cintura le sobresalta. El crop top que eligió esa mañana al azar ahora parecía la decisión más acertada, así podía percibir con plenitud las manos contrarias, así como la sensación de la tela áspera de aquella bata de doctor, no es su primera vez siendo abrazado por una, pero sí es la ocasión en que lo disfruta. Su corazón se había mantenido acelerado desde que se aproximó, no hizo más que mantener aquel ritmo. Cuando recibió el primer belfo a una tierna edad, el pelinegro no podía más que pensar en lo repugnante que era ese contacto, sentir los fluidos de alguien más. Sin embargo, por alguna razón no puede pensar lo mismo en ese momento, la sorpresa que se coló en sus sentidos, la sensación de unos labios diferentes a los únicos que conoce. Parpadeó, el contacto fue breve, supone que el ajeno siente que no debería... Cierto, él le pertenecía a alguien más, así como el ajeno estaba casado y, aun así, no le importaba en absoluto. No quiero Responde, su voz sale más frágil de lo que creyó, la emoción en su pecho apenas y le permite hablar, negó con la cabeza a la vez que se aferraba a la camisa provocando surcos en la ropa perfectamente lisa del otro. Te deseo a ti Se colocó de puntillas volviendo a unir sus labios, el beso es lento, casi temeroso de no gustarle al otro, tantos años con una sola persona solo sabía complacer a alguien, no tiene experiencia queriendo satisfacer otros gustos.
¿Está mal? No me molesta si es usted Menciona, sus mejillas se tiñen de un color más fuerte que el de segundos antes, maldecía por dentro que Qjang hubiera dejado su cuerpo en el estado actual, no podía seducir a nadie mientras estuviera repleto de mordidas.
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Ha caminado alrededor, verificando los niños en la cafetería y luego en los pasillos, distraído, por algún motivo sus pies le llevan al consultorio del omega. Sabe que el otro estaba ocupado, por lo que se limita a sentarse fuera con los manos en los bolsillos mientras busca su móvil, no puede fumar dentro así que se limita a molestar a su superior con mensajes exigiendo que trabaje rápido, Adler mantenía una buena posición en la policía por su servicio militar así que podía darse pequeños lujos como aquellos. -
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Sus palabras habían sido serias, pese a que se encontraba más entretenido con el desayuno y el dulzor de uno de sus productos favoritos, Hao amaba todo lo que tuviera azúcar o un sabor similar, razón que su madre solía restringir el exceso de esta. Asintió ante la amenaza del otro, podrá no entender todo lo que angustiaba al omega, pero cuando prometía u ofrecía su ayuda nunca mentía. Hao estaba obsesionado con hacer todo lo contrario a su padre, desde tener amantes menores a incumplir las promesas que hace. ¿No sería mejor antes? Puedo hacerlo en tu primer celo Ha leído al respecto en las bibliotecas, además de que como alfa prematuro le correspondía saber aquellos ciclos, había preguntado a su madre al respecto, cuando Shen estaba en celo siempre le dejaban en una guardería especial por un par de días. Lo prometo Levantó su muñeca, limpia porque la otra mano la ha usado para llenar de miel su índice y probar directamente. ´¿Mejor? Deja de pensar en alfas, no tiene sentido tampoco Se rió al respecto, si tan solo su padre no le visitara todos los días podría olvidarse de esa existencia. Terminó el desayuno y bebió del té con calma, tiene lengua de gato.
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Por algún motivo, aquel doctor estaba empeñado en ayudar a su hijo y a él, no lo entendía, las demás personas no le habían mostrado más que indiferencia y las que sabían que Hao era su hijo lo trataban como una zorra por tener un bebé tan joven. Su mirada se cristaliza, la primera pizca de bondad desinteresada que recibe agita su pecho, elevó la mano con la que presionó su propio abdomen, eran métodos que tenía para calmar el dolor, y sujetó la camisa de doctor del ajeno mientras terminaba la llamada. Eres extraño... no cambiará mucho solo por un día Dice en voz alta, pero es un recordatorio más para sí mismo que para el ajeno, debía recordarse que no importaba si no veía a su alfa por un par de días u horas, al final, este siempre volvería a él porque Shen le pertenecía... podría no estar marcado por el otro todavía, más era cuestión de tiempo. Aproxima su cuerpo al mayor, si debía tener un amante que le doblara la edad, uno como aquel se veía más indicado... Por desgracia, este parecía no verlo más que un niño.
Gracias... Su frente estaba cálida por la leve fiebre que experimentó esa mañana, el ajeno no parecía que le gustara que invadiera su espacio personal, pero ya lo había hecho, rodeó con sus brazos la figura contrariado en sí mismo, a él mismo tampoco le gustaba el contacto con nadie más que no fuera su hijo. Hueles mejor Le recordó, el aroma de este le tranquilizaba, lo poco que le permitía apreciar el collar que usaba.
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Una parte de él ignora los acercamientos del mayor porque no creen que sean del todo ciertos, Emmet le parecía una persona libre por algún motivo y diferente, teme que si termina cediendo no quiera la habitual posición de amante que le han dado todos. Adler siempre ha sido popular desde que tiene memoria, perdió su virginidad joven y los omegas solían buscarlo todo el tiempo, más, por algún motivo el rol del moreno era solamente solicitado en lo sexual, nadie realmente le ha visto como material de novio o esposo, quizá por su pésimo carácter. Hay mejores alfas que yo Le recuerda cuando se despide, ha evitado aproximarse al hijo de su objetivo porque no quiere que se malentienda sus motivos, a nadie le gustaría ver a un adulto cerca de un niño, prefiere esperar por esa mañana y recorrer de nuevo el hospital. -
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Su expresión se relaja cuando le da la razón, sin duda un padre cariñoso no era nada bueno, prefería solo los abrazos de su madre. Lo escucha quejarse sobre cosas de adultos, su madre todavía no trabajaba así que no sabía del todo a lo que se refería, nunca le había preguntado nada del trabajo a su padre porque le importaba poco y nada su progenitor, además de que era alfa. Lo miró de nuevo, ¿tenía sentido angustiarse tanto? No entendía gran cosa de esos problemas porque tal vez el otro tenía razón y él como alfa no le afectarían. ¿Quieres que te muerda? No podré cuidarte como a mi mamá, pero necesitas ayuda Ofreció luego de meditarlo mientras comía sus pancakes y empapaba en la miel la torta. Al menos sé que no seré un alfa idiota como mi padre, es de los peores que conozco Confiesa con orgullo, se ha jurado nunca ser como el mayor de ninguna manera, razones por las que se decía se casaría con un omega de su edad o mayor, prefería mayor porque eso lo hacía ser menos como su padre.
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Es en ese momento que le parece que la voz del otro era calmada, no le gustaba escuchar la palabra seriedad al estado de su hijo, más, le soltaba un peso de encima saber que no se debía a su culpa, amaba a Hao porque era todo lo que tenía, su pequeño ocupaba un factor indispensable en su vida. Gracias... Exclamó en voz baja y lo miró levantarse, sus mejillas se ruborizaron con fuerza cuando le ofreció la medicina, debió ser muy obvio. Cuando su hijo estaba presente soportaba el dolor y se mantenía quieto, pero desde que el pequeño abandonó la habitación se había permitido expresar su malestar al punto de que el doctor lo había notado. Tomó la medicina con manos temblorosas de la vergüenza. No soy un niño Le replica, no le agrada que el otro lo trate de esa forma por algún motivo, dio un sorbo al agua luego de introducir entre sus labios el medicamento, podía sentir que el interior de su boca estaba más caliente de lo normal y se levanta, lo ha hecho de golpe así que sus rodillas fallaron, se apoyó en el escritorio del mayor. ¿Debo irme o esperar los resultados? He tomado el día del colegio Preguntó, debería chequear lo que hacía el menor, precisamente por su vida es que era muy paranoico cuando dejaba solo a Hao.
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No puede más que fruncir las cejas ante esa historia tan descabellada, sin duda cada vez se convence más de que las personas con dinero o de élite eran el principal problema del mundo, siempre haciendo ese tipo de acciones. Oh, pero ya eres libre, yo que tú tendría un par de amantes al menos Comentó distraído y acarició su cabeza, tal vez la historia le había recordado alguno de los casos en los que trabajó, el actual de hecho le generaba ciertos sentimientos ver a un niño cuidando de otro niño. Solo que sean normales, tienes gustos muy raros también Le reconoció con cierta gracia, el hecho de seguirlo de la forma en que hacía era otro de esos factores. -
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Las respuestas del mayor provocan que eleve la mirada para centrarse en su rostro, el otro podía ser omega pero era mayor que él así que no le extraña que le saque altura a esa edad. La verdad siente algo de envidia, le gustaría que su padre fuera de esa manera y no lo tocara a él para nada, mucho menos a su madre. Tienes suerte, odio que el mío me cargue Expresa con admiración, a diferencia del otro él solía ser bien portado en casi todos los momentos, solo con los alfas mostraba cierto recelo, más lo solían pasar por alto porque parecía ser un niño tímido. Elige los pancakes y pide, por favor, que le agreguen miel, a la señora le gusta la voz inocente del pequeño así que se devuelve feliz a su mesa con su desayuno cubierto de miel y un té, su madre siempre le dice que es bueno beber algo caliente en el desayuno.
Lo sé, pero eso no hará que deje de odiarlos Lo mira con cierta molestia en su rostro, odiaba ese factor pero se convencía a sí mismo que era mejor, como alfa podría proteger más a su madre cuando creciera. Tu eres el raro queriendo un alfa Reconoce de nuevo, ese niño era el más extraño que conocía fuera de él.
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Las palabras del mayor que al inicio sonaron duras, se han suavizado tranquilizándose un poco, cierto, Hao todavía era muy pequeño... Se llevó una mano al pecho mientras asentía, no le agradaba la idea de darle medicinas como aquellas siendo tan joven, más reconoce que debe ser mejor que mantenerlo sin tratamiento alguno. Eleva de nuevo su mirada, desde hace tiempo que los alfas le parecían todos iguales, pero debe admitir que las facciones de ese no le desagradan al igual que el aroma. ¿Cree que sea mi culpa? Tuve muchas dificultades en el embarazo Cuestionó, desde que el pequeño nació se había sentido culpable de heredarle una salud deplorable a comparación de otros niños. En su asiento constantemente está cambiando de posición, buscando la forma menos dolorosa de sentarse a pesar de que la silla estaba acolchada su cuerpo todavía resentía el encuentro de anoche.
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Enarcó una ceja, ha olvidado incluso apartar al omega cuando le comenta eso ¿acosarlo? Debía verse de aquella forma supone, siguiendo a una madre adolescente, un escalofrío le recorre el cuerpo y frunce el ceño. Prefiero follar personas de mi edad o mayores Comenta, Definitivamente consideraba que una brecha mayor de tres años menos entre él y su posible pareja sexual lo descartaba totalmente. Solo cogí con alguien de quince cuando yo también tenía quince, tu marido debió ser un degenerado si era mayor Le comenta sin mucho tacto, la verdad le disgustaba bastante esa preferencia de los hombres por una pareja joven o toda la manera en que se idolatraba la juventud con belleza y se sobresexualizaba. -
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Su mirada solo empeora cuando le da el contenedor, desde que tiene memoria y ha observado a su padre, los adultos se le hacen los seres más desagradables, especialmente los alfas. Escucha la voz de su madre decirle si necesita su ayuda y niega con la cabeza, debe cumplir con sus deberes para no angustiar más al omega, a veces sentía que era solo Shen y él contra el mundo, aquellos eran pensamientos abrumadores para un niño de su edad así que evitaba expresarlos en voz alta. Su ceño fruncido solo incrementa cuando vuelve y el rostro pálido debió alertar al otro, ha estado bajo estrés desde ayer. La presencia del niño la ha pasado por alto, su instinto de proteger inconscientemente al omega frente a un alfa le distraía del entorno. Da una rápida mirada a Shen que le insta a ir con su nuevo amigo. ¿Tu padre también le gustan omegas menores? Cuestionó a este cuando avanzaron fuera del consultorio, su mal vocabulario y la precocidad con que captaba las cosas era un secreto para Shen, pero frente a ese le daba igual, el otro tampoco parecía normal.
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Le tranquiliza saber que será pronto así que espera, la verdad es que no entendía gran cosa de la medicina, más, se había informado sobre hormonas desde que notó el cambio en Hao. Le preocupa dejar solo a su hijo, pero el hijo del mayor parece responsable y es el hospital en que trabaja Qjang, podrá pensar que su alfa es uno de los seres más depravados, más, no cree que eso se extienda con su propio hijo, agradece infinitamente que Hao haya nacido alfa, su pareja solo lo veía como la herramienta para mantenerlo atado. Su rostro, normalmente inexpresivo, arquea levemente las cejas mostrando su nerviosismo ante el primer diagnóstico, lo cual no hace sino aumentar ante la solución que le ofrece el mayor. Sabe que Hao al ser alfa no debería sufrir lo que él en el desfogue de sus deseos, más, le perturba tanto escuchar que debe emparejar a un niño. Es demasiado pequeño... Exclamó, en algún momento su mirada al otro se extiende como la que le dedica a Qjang, no es culpa del mayor pero lo que ha dicho le ha sonado tan degenerado como lo que diría su alfa. No creo que consiga un compañero pronto, ¿no hay otras formas? Bajó la cabeza, de nuevo cuando se encuentran solos siente el ligero aroma del mayor, más agradable que el de su alfa.
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Su entrenamiento le permite percatarse de la presencia detrás de él antes de que lo abrace, el otro tampoco hacía mucho por esconder su presencia cuando llegaba. ¿Debería salvar a algún gato en un árbol o recuperar el globo de un niño? Preguntó con sarcasmo, la verdad que su único plan era aprovechar algún agujero en la visita del pelinegro para volver a interrogarlo, observa a los dos niños salir primero en dirección a la cafetería, le parece tan perturbador saber que Abel era apenas dos años mayor que el pelinegro cuando recordaba la edad de la madre asiática. -
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Es el más feliz cuando su padre se va y siente la mano fría de Shen sobre su frente, su madre solía revisarlo tan pronto el otro se iba, ajustaba las sábanas y le dejaba dormir. En las mañanas lo primero que siente es el aroma del desayuno, el pelinegro solía despertar tan temprano como podía para preparar hotcakes o cualquier otro alimento que tuvieran en casa, más, ese no era el caso de ese día, su madre le había dicho que no podría comer hasta que le tomaran la muestra, su rostro se ve triste. Ese día no irá a la guardería, debe volver al hospital para los exámenes, su madre tampoco ha desayunado supone. Cuando se encuentra listo toma la mano del omega.
Es al encontrarse de nuevo frente al mismo doctor de ayer que frunce las cejas, su reacción natural a los alfas, realmente no es que lo odiara del todo a ese en concreto, luego de ver como separó a sus padres ayer le agradaba, pero no le gustaba que estuviera pinchando su brazo o tomando muestras.
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Desde niño aquel alfa había estado obsesionado con él, Shen no se siente feliz de saber que se había convertido en el objeto de esa persona, al inicio peleaba bastante y los golpes eran más constantes, pero desde que nació Hao dejó de resistirse, supone que aquel fue el motivo por el que otro decidió forzarlo a un embarazo. En la mañana despierta con el dolor en su cintura y espalda baja, tiene mordidas en el pecho y otros hematomas en las piernas. Se baña primero para evitar que su pequeño vea nada de ese estado. Omite preparar el desayuno porque recuerda que su niño debe ir en ayunas, le da más tiempo para bañarse con lentitud, sentía su entrada palpitar de dolor cuando la abrió con los dedos para limpiarla, odiaba la falta de condón siempre porque debía estar en constante estrés para no descuidar su tratamiento, no quería tener más hijos de aquel hombre todavía, no lo perdonaba. Prepara su ropa y la del menor con cariño, a Hao le viste con los shorts favoritos de este que tenían bordados de nubes en una de las piernas y una camisa algo grande, le ajusta los zapatos. Por su parte no asistirá al colegio ese día así que se viste normal, va a la consulta con un pantalón cargo y un top de manga al codo que dejaba al descubierto su ombligo, se había habituado a vestir de esa manera, en especial cuando molestaba a su alfa que le recriminara que enseñara piel, de no ser por las marcas que el otro había dejado hubiera usado algo más libre.
Doctor, ¿tardarán mucho? Quisiera que Hao desayunara Era sobreprotector, tan pronto estaban en consulta es lo primero que menciona, le angustiaba que su pequeño no desayunara la fruta y hotcakes que le gustaban.
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Lo sigue en silencio porque deshacerse del omega había demostrado de ser más molesto que otra cosa, Emmet sabía como molestarlo con facilidad aunque no cree que se necesite mucho para hacerlo. Está fumando en cierta tranquilidad cuando lo escucha, sabe el nombre de esa persona, por supuesto, así como que de alguna forma un degenerado había tenido suerte de obtener influencia luego de casarse, le perturbaba como la esposa permitía esas acciones, de ser su pareja le hubiera dado una paliza y denunciado él mismo hace tiempo. Casi se ahoga con las palabras del otro ¿justiciero? bueno, debía verse de esa forma, pero no era su intención. Estás más loco de lo que pensé, omega Responde en un gruñido y se masajea la sien, había elegido ser policía porque era lo que más se adecuaba, luego de hubiera considerado ser luchador de artes mixtas, sabía que le daba mucha satisfacción golpear hombres. No paso desapercibido, todos deben darse cuenta que no hago una mierda en el hospital No lo disimulaba tanto, sonrió ante la amenaza, apagó el cigarro con el pie.
De todas formas no lo haré, podrás verme un tiempo más Se encoge de hombros. Agradece que el tiempo en que está sea menor, el aroma del omega le perturbaba de cierta forma. A la mañana siguiente observa de nuevo entrar al asiático, le hubiera gustado seguir su interrogatorio pero la cita del otro tenía prioridad. Le daba el mismo disgusto de siempre ver la forma en que un niño intentaba caminar normal, evidentemente se daba cuenta que el cuerpo de Shen no soportaba el de un adulto, lo supone porque el otro estaría cargando al mocoso siendo la madre consentida que era.
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