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Estaba joven y podía no entender muchas situaciones a su alrededor, más, era tan tranquilo con su madre y obediente que sorprendía a muchos a pesar de la corta edad. En la guardería siempre era elogiado por su buen comportamiento, incluso cuando golpeó a otros de sus compañeros no había sufrido mayores problemas porque siempre había sido un buen niño. Todo lo hacía porque le gustaba complacer al otro, desde que el flujo hormonal se había descontrolado había adoptado ese tipo de sobreprotección con su progenitora y algunos de sus compañeros, pero debe admitir que es la primera vez que conoce un omega raro como aquel. En la casa se encarga de leer algún libro o hacer una tarea y cuando su padre llega tiene que fingir dormir, otro de los motivos por el que detesta tanto a ese es por la forma en que obliga a Shen a acompañarlo siempre en el cuarto sin él, era joven pero sabía lo que estaban haciendo, de todas maneras fingía no enterarse para tranquilizar al omega.
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En su propia casa sigue algo estresado, la situación del menor realmente le preocupaba, sentía que era su culpa por haber sido tan joven al tenerlo, su salud o cuerpo no preparado para un embarazo debió haber afectado a su pobre bebé, si con su propio cuerpo había hecho estragos, supone que el menor tampoco pudo nacer ileso, suspira, le gustaría que Hao creciera sin esas preocupaciones. ¿Incomoda el collar? Cuestiona en voz baja cuando lo prepara para el baño, su niño siempre era considerado con él y nunca se quejaba. Después de la cena por fin es interrumpido por su pareja que llega, el horario entre semana era ajustado porque Qjang solo contaba con unas pocas horas para toturarlo, debía volver a su familia oficial antes de las once de la noche. Quería leerle un cuento a Hao, pero debe acostarlo prematuramente para acompañar al alfa a su habitación, agradecía que cumpliera su capricho de haber insonorizado la alcoba, Shen sabía que él tenía cierto poder en su relación, no como el que le gustaría para negarse, pero en ocasiones podía ser caprichoso y exigir lo que quería. No entiende por qué su alfa se encontraba tan emocionado esa noche y era especialmente rudo, ¿debía ser alguna especie de celos? no entendía esas acciones, a esas alturas él no podía estar con ningún otro hombre y menos con otro doctor casado, siente las lágrimas deslizarse por su rostro cuando fuerzan un rut, era un adolescente pero su cuerpo no estaba listo para sobrellevar aquello. Eres un bruto... Se quejó con la voz ronca cuando el otro se disculpa con él, era habitual de que luego de lastimarlo le suplicara perdón, preferiría si desde el inicio no lo hacía.
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Él era de los pocos que tenían toda la libertad de evitar el trabajo, Adler desde que empezó su misión encubierta no cumplía con las obligaciones que le eran asignadas como personal del hospital, no solía ver pacientes y su pésima actitud distanciaba a los demás, aun así, no tenía problemas por su buena relación con el director y porque obviamente él nunca había estudiado medicina, no es como si pudiera hacer mucho. Caminó distraído mientras buscaba a algún idiota para intimidar, de preferencia le hubiera gustado encargarse del enfermo que embarazó al asiático que conoció, pero no pasa demasiado tiempo para que el calor en su brazo y la presencia habitual de aquel omega le distrajera. Suspiró, no le gustaba maltratar personas débiles por lo que medía su fuerza con aquel, más, no su actitud. No estoy de humor Exclamó y siguió caminando, aquella persona no solía desistir fácilmente, lo sabe porque Emmet ha llegado a extremos que ningún otro omega había tenido con él, lo impresionaba bastante. ¿No te he dicho que dejes de seguirme? Intento encontrar un lugar para fumar y tal vez romperle la nariz al que tiene un amante menor Le contrariaba lo lentos que eran en el departamento de policía para actuar. -
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Puede notar que el omega es mayor que él, lo sabe porque le lleva un par de centímetros y su forma de desenvolverse era la de alguien con confianza. En la sala de espera observó con interés los robots, se limitó a no tocarlos mucho, podía ser un niño y aún así había aprendido a no expresar su curiosidad tan abiertamente. No así, sus orbes brillaron mientras observaba las manos ávidas de este, destreza, algo similar a cuando él diseccionaba sus propios juguetes o los animales muertos que se ha encontrado, no lo hace porque le interese la medicina, tan solo tenía curiosidad. Sujetó la mariposa una vez estaba lista, iba a preguntarle cómo conseguía hacerlas, pero su comentario le hizo fruncir las cejas Odio a los alfas Respondió con un tono de voz algo molesto, sabe que él mismo era uno por lo que le han dicho, más, eso no hacía que tuviera menos aversión cuando veía alfas como su padre. Debes ser mayor de edad, mi mamá tampoco ha sido mordido Le comenta un dato natural y mira algo raro al niño, no entiende por qué querría eso, por lo que ha visto de su mami nada bueno podría pasar si lo mordieran, ha visto a Shen esconder su cuello con miedo o temblar cuando su padre lo acaricia en esa zona.
Eres raro, yo no puedo morder a nadie, necesito cuidar a mi mamá Expresó, todavía no ha experimentado su primer celo así que no entendía porque el otro quería evitarlos.
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Ha notado que su contacto no era bien recibido y no lo juzga, empezando por el hecho de que estaba casado, un omega como él que ya tenía un hijo tampoco consideraba que fuera atractivo, su pareja le ha repetido muchas veces que nunca sería más que un objeto para los demás exceptuando a él. Aquello, en ocasiones, provocaba reír al pelinegro, siendo que sentía que sería imposible que alguien pudiera tratarlo peor, más, existían algunos buenos momentos, no lo sabe, debe ser su propia soledad la que le lleva a aferrarse al alfa en ciertos momentos. Su vista se posa sobre el rostro del mayor y sonríe por lo bajo, sutil porque no estaba habituado a expresar sus propias emociones en su rostro, Shen sabe que nada cambiaría, que evitara que lo molestara dentro del hospital no sería un gran cambio cuando lo veía todas las noches y cuando debía pasar sus fines de semana a su lado. De todas formas, agradeció respetuoso con un leve asentimiento. Iré por mi hijo Presiente que su pareja debió haberse rendido ya. Terminó su bebida y se levantó saliendo al mismo tiempo, el pelinegro avanzó por el pasillo y cuando pensó en preguntar en recepción por la enfermera que había llevado a Hao, fue un alivio verlo en la sala, estaba en compañía de un omega que parecía la mini copia del doctor que le atendió.
El rostro de su pequeño se ilumina cuando lo ve y se dirige a recibirlo con un abrazo. Nos iremos a casa, despídete de tu amiguito Comentó al menor y observó como este volvió con el omega para indicarle que se iría con él, pero que vendría mañana de nuevo, sonríe ante la buena memoria del menor y se despide del rubio, prefiere irse lo antes posible para no ser visto de nuevo por su pareja. -
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Si tuviera que poner en palabras sus pensamientos respecto a su familia, Hao se limitaría a definirlos de forma llana, con el vocabulario de un infante porque no le apetece usar léxico complejo, lee libros complicados a su edad, más es porque le agradaba la expresión de felicidad de su madre cuando lo hace. En la balanza en su cabeza, Shen ocupaba todo su cariño, cuando algo andaba mal o quería quejarse lo hacía con su madre y en general el omega era al que acudía todo el tiempo. Razón que lo llevaba a despreciar a los alfas cotidianamente, empezando por su padre que la verdad no le agradaba demasiado, lo toleraba porque la vez que lo despreció abiertamente su madre pagó las consecuencias. Estaba irritado cuando escucha que lo dejará con una extraña porque necesitaban hablar, pero cuando voltea sobre su hombre puede apreciar la escena en que el doctor nuevo se ha llevado al pelinegro, no confía del todo en ese rubio pero le ha agradado más ahora.
Pensaba escaparse de la enfermera para recorrer el hospital por su cuenta, buscar al moreno que conoció antes y cuestionarle qué hacía hablando con su mamá, más es interrumpido por otro niño. Si despreciaba a los alfas, podía decir que los omegas sí le gustaban, al menos era amables con ellos. No lo sé, no tengo fiebre Exclamó ante su primera pregunta, suele padecer de resfriados todo el tiempo por lo que asocia inmediatamente enfermedad a cualquiera de esos síntomas, más no era el caso en ese momento. Soy Hao, gracias Menciona, el carmín de sus ojos y el rubio le recuerda al doctor que acaba de atenderlo. Espero a mi mamá, no puedo irme lejos Le hace saber mientras sostiene su mano.
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Observa con algo de incomodidad a Hao alejarse y suspira cuando el brazo de su pareja se posa por sus hombros, estaba considerando ofrecerle una felación rápida porque no quería dejar a Hao demasiado tiempo solo, sin embargo, no sabe cómo se la tomaría el mayor. Su inexpresivo rostro se curva en una mueca de sorpresa cuando es interrumpido por el rubio. Pensó que el otro sería un doctor más, pero al voltear y ver como Qjang no podía hacer nada al respecto ante las amenazas, se da cuenta que el otro debe tener más autoridad de la que creyó. En un inicio cree que se debe de verdad porque deseaba discutir más el caso de Hao sin que el pequeño escuchara, más no es así. En el consultorio no se percató porque el collar y el mismo aroma cándido del pequeño alfa interrumpía, más el médico olía bien. Tomó entre sus manos la bebida y bebió un sorbo antes de levantarse y confirmarlo, se acercó lo suficiente para oler al mayor, su nariz rozó el cuello de este, sintiendo el frío metálico de su collar. Hueles muy bien... mejor Murmuró en un susurro y su mano se dirigió a su propio collar, por algún motivo ese aroma le emocionaba, volvió a tomar la distancia. Gracias... realmente no tenía ganas Exceptuando sus celos, no ha habido una sola vez en la que hubiera deseado hacerlo. Tomó de nuevo la bebida, sus mejillas se han encendido por algún motivo, levanta la mirada y su vista se dirige a la sortija de matrimonio del otro, no le importa realmente, más siente algo de envidia por esa persona. -
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En la sala de espera se encuentra al pendiente de Hao, el pequeño le gustaba hablarle sobre su día y los demás amigos que tenía en la guardería. Le alegra que al menos su hijo no haya heredado la terrible asocialidad de él. Es cuando le comenta que puede preparar su estofado favorito para la cena cuando se acerca un aparente doctor moreno a él. Lo ha visto en algunas ocasiones, especialmente cuando él era más jóven y acababa de ser atendido clandestinamente por un desgarre, el bruto de su pareja le gustaba forzar su cuerpo desde una tierna edad. Adler Saludó cuando el otro se presentó de nuevo, Hao miró con algo de desconfianza al otro, más el aroma del moreno, aunque peligroso, no le parecía desconcertante. No entendía del todo el interés del otro en las preguntas que le hacía, empezando por su edad y la de Hao, Qjang le tenía prohibido responder esas preguntas, más el uniforme escolar que viste debía delatarlo, lo había usado a posta.
Escucha que llaman su nombre y el del pequeño así que levanta Nos vemos Se despidió e ingresó a la sala.
Es sutil, más no inesperada la sorpresa del otro. El embarazo había arruinado su etapa de crecimiento y repercutido en su altura, así como su rostro tampoco ayudaba. Respondió a los saludos de este y acarició la cabeza de su propio hijo cuando este se cohibió ante la presencia de un alfa, sabe porque el pequeño actuaba de esa forma. Es algo tímido con los alfas Responde y observa con algo de fascinación la forma experta con la que trata con niños. Su Hao era tranquilo hasta cierto punto, lo ha visto contener el llanto para no preocuparlo desde que creció un poco más en edad. En octubre cumple 5, hace un par de meses empezó Responde haciendo memoria, él mismo viste un collar que también impide en gran medida sus feromonas, más el suyo se debe a la posesividad de su pareja y los constantes celos, Qjang no lo ha mordido, supone que el otro espera que cumpla la mayoría de edad en un par de años para hacerlo. Al menos no había dejado del todo la cabeza en los pantalones. Observó con algo de resignación el collar infantil que fue colocado en el rostro del pequeño, suspira, cree que habría sido mucho pedir que su pequeño hubiera nacido sano, cuando Hao era un bebé enfermaba con mucha frecuencia.
Observa el rostro del menor con las mejillas infladas luego de la extracción y sonríe, lo sube en su regazo mientras lo ve aferrarse a él mismo y tomar la paleta sin ver al doctor, supone que se ha sentido engañado luego de ser distraído. Entiendo, estaremos puntuales Es la primera vez que veía un alfa que se le hacía atractivo, la joya de matrimonio era más que lógica considerando el físico y la edad de este, su misma pareja se encontraba casada desde antes de conocerlo. Muchas gracias por la atención, agradécele al doctor Se inclinó levemente y lo mismo hizo su hijo luego de soltar un tímido gracias. Cuando abre la puerta de la oficina lo primero que se encuentra es a su pareja y una enfermera que dice cuidará a su hijo un rato, ah, claro que no podría desaprovechar que ha venido hasta el trabajo. Pórtate bien, hablaré con papá un rato Mencionó a Hao, el pequeño ha saludado breve a su padre y caminan hacia la oficina del mayor, entiende que el otro estaba en una hora libre así que no podría entretenerlo mucho rato. -
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Oh, if you’re a bird, be an early bird
And catch the worm for your breakfast plate.
If you’re a bird, be an early early bird—
But if you’re a worm, sleep late.
Shen & Caín
Había comenzado más temprano de lo que le hubiera gustado. Normalmente iniciar antes debería ser positivo, en China hay miles de refranes que exaltan los prontos comienzos, más, desde su perspectiva, eso no era del todo cierto. El pelinegro hubiera agradecido haber esperado un par de años antes de su primera pareja, de su primera vez y, por supuesto, de su primer hijo. El tormentoso embarazo que se llevó al suelo su salud y crecimiento, era un par de centímetros más bajo que cualquiera omega de su edad, así como el cuido de un niño al que no tenía ni idea definitivamente era algo que hubiera podido esperar en su vida. El incesante llanto de Hao lo desesperaba en el inicio, no entendía si se debía a que el niño tenía hambre o si estaba experimentado frío. Los constantes regaños de Qjang, su pareja, eran también un terrible proceso. En esos momentos, Shen había tenido diversas opciones, había podido descuidar a Hao lo suficiente para que el culpable del nacimiento tuviera que hacerse cargo, también hubiera podido vaciar su rabia contra el inocente infante o... o simplemente podía aceptar la situación y aprender. Aquella última había sido por la que se decantaba y, agradece que hubiera sido así. Claro, Hao había llegado muy pronto a su vida, más la felicidad que experimentaba con el bebé era suficiente.
Guardó en su bolso escolar, de diseñador, su cuaderno y los útiles que tenía en el pupitre, aquel era el final de la clase y del día lectivo, necesitaba ir por Hao a la guardería para llevarle al chequeo. Antes de abandonar el salón revisó su móvil, último modelo también, tanto para cerciorarse de la cita médica como para informar a su pareja.
Su relación con Qjang era complicada, siendo que el otro se trataba de un alfa mucho mayor y casado, no era raro que tuvieran problemas. No eran de su parte, Shen recuerda mirar con repugnancia interna cuando el hombre le pide que actúe celoso de su esposa o que si no siente celos de ser el segundo, el pelinegro reflexiona que eso solo debe ocurrir si hubiera amor, en su vida Qjang era su pareja, el padre de Hao y el proveedor de ambos, nada más, por eso no le interesaba mucho el asunto. Por el contrario, le enojaba que si tenía una esposa se hubiera involucrado con él cuando tenía 10 años. Guardó el móvil y recogió a Hao del centro, su pequeño era de los niños más destacables en ese lugar, la maestra le comentaba que tenía buena conducta. ¿Cómo te sientes hoy? Iremos a tu cita Le toma en brazos ante las miradas de las demás madres, debe ser escandaloso que él recoja a su hijo vistiendo el uniforme de su instituto y, peor, que su pequeño se vea de más de dos años. Ha cargado a Hao parte del camino y abordado un taxi, cuando observa el edificio del hospital toma la mano del niño para caminar dentro. En la recepción presenta el informe que le ha dado el alfa y el nombre del doctor que lo atendería, tenía entendido que era un colega del otro. Se encuentra en la sala de espera. -
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Se encuentra en un mar de datos, recordando negocios y brindando e intercambiando información cuando un leve llanto le hace desviar la mirada a su esposo. A pesar de la personalidad del rubio por algún motivo era muy popular con los niños, especialmente con los gemelos revoltosos, le tranquiliza ver en un momento que no era Ning, su bebé era demasiado tranquilo, había heredado la personalidad de los dos. Volvió a su trabajo cuando la petición de Yuu llamó su atención, le parecía un lindo gesto, pero no sabe cómo lo llevaría su hermano. Le dedica una rápida mirada al menor y antes de ir con su pareja acaricia el cabello de Hao. Te ves hermoso Menciona al contrario para relajarlo, sus feromonas no tendría el mismo efecto porque estaban mezcladas con la de Cain desde que se enlazó. Tomó la mano del rubio que parecía cansado por cuidar niños. Compórtate, apenas empieza la velada Le mencionó, conociendo a Yuu tendrían más eventos, lo había visto preparar una lista de cosas por hacer en su boda.
Colocó una mano en el hombro de su esposo y la otra la unió con la mano del menor.
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Algunas veces se pregunta si Yuuki de verdad era hijo suyo, las ideas del contrario solían ir muy alineadas con él, empezando porque también le habría gustado sugerir lo mismo ahora que estaban todos juntos. Miró a su esposo con una sonrisa, en el pasado lo hubiera pensado, pero ahora Hao y Abel eran lo suficiente maduros para sobrellevar situaciones incómodas. Se acercó a sus retoños más pequeños. Como lo practicaron, Caleb toma la mano de Mason y Mason... no seas duro con tu hermano Le avisó antes de ir y tomar la mano del rubio, los gemelos eran muy jóvenes pero se veían adorables como otra pareja más bailando un ensayado vals.
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Su primer instinto de madre es atender a su hijo que llora, no así, el rostro del pequeño con las cejas arqueadas y lágrimas deslizándose también le parecía adorable, en algunas ocasiones se deja disfrutarlo unos segundos antes de atenderlo. En esa ocasión no sería lo contrario, más no quiere que llame tanto la atención así que decide ir primero, tal es su sorpresa cuando ve a Abel calmarlo. Un Hao adolescente le había gustado pensar que cuando se casaran y tuvieron sus primeros hijos el otro se volvería más amable. Sin embargo, verlo ahora sujetando a Cassey de esa forma solo traía pensamientos dolorosos de saber que no había cumplido ninguna de sus metas románticas. Suspiró y se acercó de nuevo, esta vez mirando el rostro dormido, pero que conociendo bien al pelirrojo, despertaría si no sentía su aroma de nuevo. Gracias, Cassey llora todo el tiempo Expresa para tomarlo de nuevo, la acción parece alertar al infante pero se tranquiliza en cuanto reconoce el rostro de su madre. Le habla en voz baja y de nuevo logra dormirlo. No pasa demasiado para que deba ser separado de nuevo del pelirrojo porque su mejor amigo insistía en torturar su corazón en su boda.
Miró con cierta incomodidad la unión de sus manos y luego a Alex, el rubio había crecido y se veía como un alfa adorable para su pareja, pero para él solo parecía un psicópata capaz de matarlos si desobedecían. Lo siento Exclama cuando se resigna y debe caminar a la pista colocando su mano en el hombro del menor, durante su compromiso solo bailaron una vez así que sabe cuánto debe repugnarle aquel contacto al otro.
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La canción es intensa, el estridente piano acompañado de un armonioso violín le hace recordar su vida, cuando conoció a un pequeño Alex, la primera vez que hablaron... cuando en la bañera el otro pidió ser su esposo. Es casi divertido como inicialmente creía que aquello sería imposible porque su alfa le parecía tan hermoso que solo pensar en que sería un omega. Le alegra haberse equivocado. Sus ojos no se apartan del contrario, el rubio es el único que ha sido capaz de elogiarlo la terrible combinación de su escarlata cabello y orbes, sí, si lo piensa, el otro es el único para él en muchos aspectos. Es inevitable que selle el baile con un nuevo beso apasionado y sonría cuando el otro va a cumplir sus órdenes. No había usado su voz pero rara vez era necesario, el menor siempre había sido obediente con él. Te amo Exclamó al verlo regresar, se lo ha dicho a lo largo de los años y no cree que nunca deje de sentirlo. Sus brazos rodean el cuello del menor en cuanto comienza la música, un rápido vistazo a la armonía de toda su familia junta e incluso a los niños esforzándose, sabe bien que Mason debe estar batallando por no pisar a su hermano y Caleb por llevar el ritmo brusco del moreno, le provoca soltar algunas lágrimas, esconde el rostro en el cuello del menor. Es uno de los días más felices de mi vida Porque tenía muchos, cuando lo conoció por primera vez era uno de ellos. -
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Había seleccionado trajes a juego para su pareja e hijo, el propio no combinaba porque iba en pareja con Hao como damas de honor. Sin embargo, en eventos formales sí solían un conjunto de tres, tal era el caso que para la recepción de la boda tenían otro atuendo. Tan solo recuerda de fastidio de su esposo cuando le recordó que debía cambiarse de nuevo. Aplaude junto a los demás y en el momento de los saludos reserva el espacio para la familia directa. Realmente no sentía mucha empatía hacia Abel, por lo que no comparte el mismo sentimiento de los demás, no así, también le alegra que esté bien porque los jefes y el resto parece estarlo, incluso su pareja a pesar del escepticismo. Se llama Ning Menciona el nombre de su hijo. Lamentablemente, en la recepción su tiempo era ocupado para atender asuntos similares a Emmet, conversaba principalmente con las esposas de políticos y otras personas, la cara de sorpresa de Hao que observa de reojo le provoca con sonreír con algo más de felicidad real, se había acostumbrado a fingir todas las expresiones, había recibido clases de actuación que Adler exigió necesarias.
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Se encuentra felicitando a sus hijos recién casados cuando la sorpresa de ver a su retoño le llama la atención. Sabe que Abel tan solo debía contar con unos 21 años, sin embargo, lo ve tan cambiado que no puede evitar pensar que se trataba de alguien todavía mayor. La inmadurez que le recordaba no se asomaba en el rostro del menor. Fue el segundo en abrazarlo, el rubio había crecido tanto que siente como le saca más ventaja que Emmet en altura. Me alegra que sigas bien Los regaños y el golpe que le repitió a Emmet le daría en cuanto viera a su hijo de nuevo no sucedieron, principalmente por el momento y el sitio. De todas formas, al verlo solo podía sentir alivio, el tiempo había hecho que se apagara gran parte de su ira con el abandono de la familia. Observó a sus retoños. Iremos después Exclama ante la mirada insistente de Mason, planeaba visitar el sitio donde vivía su hijo actualmente. En la recepción era de nuevo ocupado por otras figuras, pidió a Cain, a pesar de que sabía no era sensato, que cuidara de los niños cuando lo vio sostener a Ning, Shen había perdido esperanzas en las habilidades sociales de su retoño y lo relegaba a tareas como encargarse de Ning y hablar lo mínimo.
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La felicidad que sentía fue levemente opacada por la presencia de la persona que había deseado no volver a ver. Dentro de él sabía que sus sentimientos nunca podrían apagarse por aquel alfa, razón que le fastidiaba todavía más. Sin embargo, hubiera preferido continuar sin verlo. Su respiración se había tensado unos instantes, pero sentir la mano de Cassey tantearle el pecho le hizo retomar la compostura. Su pelirrojo de verdad había sido la salvación que necesitaba, le alegraba haberlo sostenido cuando bajó de su posición en el altar. Se abstuvo de involucrarse en la reunión familiar, principalmente porque no formaba parte de la familia directamente y sonrió ante la imagen de un Cain niñera. Sin duda era la situación más insana, de todas formas aprovechó para depositar a Cassey en el brazo libre del rubio. Nunca hubiera imaginado que eras tan buena niñera Comentó con cierta risa, su pelirrojo no gustaba mucho de desconocidos pero se quedó quieto, más interesado en mirar a su primo en el otro brazo.
Llega el momento en el que no puede huir más de la situación, le hubiera gustado comandarse a sí mismo pero no puede hacer más que morder el interior de su boca y tragarse sus emociones como siempre. Le hizo una leve reverencia, a pesar de haber abandonado la familia era el hijo de Emmet y Adler y no podía tratarlo con irrespeto. Prefirió no extender el saludo, duda que haya palabras para intercambiar entre ellos a pesar de los años y el cambio del menor no le gustaba. Casi que podía rabiar de verlo con una cruz y sereno luego de destrozar su vida. En la recepción vuelve a relegar a Cassey, por desgracia no podía beber porque su retoño no terminaba el período de lactancia. Conversa brevemente con algunos de los que le reconocen por su trabajo en la rama y luego toma asiento, puede sentir como Cassey le busca con la mirada y que el llanto está a punto de reflejarse en los ojos oscuros de su bebé. Le recordaba tanto al otro alfa, definitivamente él nunca había llorón de niño.
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Siente que es el día más feliz de su vida. No solo se ha casado con su pareja destinada, sino que toda su familia vuelve a reunirse, anteriormente le había confesado a Alex como consideraba a todos su familia, especialmente luego de compromiso pensó con mayor libertad en Adler y Emmet como sus padres, claro, rió pícaramente cuando le dijo al rubio que nunca lo había visto como un hermanito. ¡Abel! Le abrazó efusivamente, solo recordaba rabietas del menor cuando niño pero lo seguía queriendo, lo había considerado el hermano malcriado que nunca tuvo. No así, verlo tan calmado también le hizo extrañar, puede comprender perfectamente el desconcierto de Alex. ... Oh, de seguro es bueno que sea más tranquilo, no me imagino que a sus 20 siga enojado por todo. Comentó al menor y lo abrazó en el vehículo, supone que ir con sus padres fue una prevención de que quisiera hacerlo en la limusina, lo toma positivo porque de verdad quería asistir a su recepción.
Una vez le mencionó a Alex que le gustaban los castillos, así que para su recepción alquilaron uno. Se bajó emocionado sujetando al rubio. Es como si fuera una princesa Susurra entre risas a su ahora esposo, podía ser mayor pero en algunas situaciones seguía enseñando esa inocencia reservada. Saluda y habla con algunos invitados, no así, prefiere dedicarle el tiempo a su pareja, son los primeros en la pista. También me gustaría que tuviéramos un vals con todos... Susurró, en su boda le gustaría que en la pista estuviera el resto como debió ser, Shen bailando con Cain a su izquierda, Adler y Emmet a la derecha y Hao y... Mira a Alex a los ojos, lo hacía de esa forma cuando sentía que pedía imposibles. -
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Ha alcanzado un grado de convivencia con el menor que nunca imaginó, cuando lo conoció no creyó llegar al punto de comprender las acciones del otro. Ahora era capaz de identificar gestos en el otro, discernir su lenguaje corporal y, de alguna forma, entender los sentimientos del rubio mejor que él mismo. La alta compatibilidad de ambos llevó a la procreación de Ning, algo lento porque llevaban un par de años casados, pero entendible cuando era el omega mayor de la relación. Reservaba sus comandos para la alcoba, tanto para ocultar la condición de su esposo, como porque su voz solía ocasionar erecciones sin previo aviso en el otro. Disfrutó de la mañana en compañía del mayor, relajándose en la alcoba con un dormido Ning. Su retoño era tan tranquilo como él y su pareja, si nada ocurría que alterara su espacio el pequeño no solía llorar, rara vez expresaba que deseaba objetos pero cuando lo hacía era obsesivo con la posesión de estos, lo ha visto pelear con sus tíos pequeños al respecto. Suspiró, le agradaba esas vacaciones de un par de días con el mayor.
Por su parte, se dedicaba principalmente al trabajo político y redactar los papeleos que concernían a su marido, era su manera de complementarse con su alfa que solo parecía conocer la fuerza bruta. El día de la boda de Yuu tuvo un deja vu cuando fue despertado más temprano de lo normal por las mucamas de la mansión, no era el novio en esa ocasión pero debía estar presentable para aquellos eventos. Bostezó cuando terminaron de aplicar su maquillaje, la noche anterior la había compartido con su pareja más de lo que debió. Ning Menciona para encargarle a su retoño al alfa, él debía terminar de vestirse e iría en la limusina con Yuu y Adler después, los alfas iban adelante con los niños además.
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La manera cohibida de su retoño en reaccionar le hace olvidar sus pensamientos negativos. En su interior se ha culpado constantemente, la rebeldía de Abel, la manera inevitable en que su familia se fragmentó, más no lo exteriorizaba mucho, su esposo debía sentirse de la misma manera. Tomó en brazos a Caleb, el niño era muy apegado a él, le recordaba a Emmet y a Alex de esa manera con sus mejillas coloradas y una expresión tranquila casi inofensiva. Será un gran día Comenta y une sus labios en un corto beso con el contrario. El día de la boda de Yuu le recuerda al proceso de la Shen, el pelirrojo le había solicitado entregarlo en el altar porque la madre de este había fallecido un par de años atrás. Su esposo y algunos de sus hombres bromearon sobre como había adquirido tantos hijos. En la ceremonia le era grato ver el rostro de Hao, al igual que la cabellera pelirroja, entendía que aquella pequeña criatura se había vuelto en consuelo del omega y se alegra. Las misiones que le entregaba al pelinegro no eran sencillas, se alarmaba cuando este las cumplía tan rápido y solo podía imaginarse lo imprudente que podía ser el estilo del menor. Caminó con Yuu, a diferencia de cuando entregó a Shen, la mirada de su hijo seguía cada paso del pelirrojo, maravillado. Lo entregó y volvió junto a sus esposo, los pequeños Mason y Caleb eran los encargados de llevar los anillos.
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Estaba seguro de que si Abel lo viera en ese momento lo odiaría más que nunca, durante esos años se encargó de exhibir su aura dominante sin pudor y convertirse en uno de los líderes de rama más devastadores con sus enemigos. Normalmente mantenía un perfil bajo, pero adoraba cuando recibía la orden de Adler o Emmet de limpiar alguna zona que se había vuelto muy problemática o que ya no se ajustaba a las expectativas de su familia. Con el tiempo había aprendido a dominar su aura, influirla en los demás, incluso en alfas que no eran sumisos y en él mismo. Había detestado su vida desde pequeño y luego de ser abandonado solo acrecentó, a Hao le gustaba hacer las misiones por su cuenta, casi suicidas, no era de extrañar que el omega irrumpiera usando su propia aura en él para apoyar sus deficiencias físicas al ordenarse él mismo. Aquel efecto era pesado y tenía repercusiones que le llevaban a estar en cama después. Sin embargo, el poco consuelo que encontró en el padre de Hao, aquel alfa sin aura pero patético, el único que lloró cuando usó su dominancia en él y le conmovió, verlo de aquella forma le recordó a su pasado, quizá de esa misma inútil le había visto Abel todo el tiempo. No resistió no hacerlo su mascota, se rió irónico cuando quedó en cinta de esa persona. Había sido su embarazo y la muerte de ese alfa por protegerlo que le llevaron a abandonar un poco su irresponsabilidad por su seguridad. Cuando miraba a Cassey dormido, agradecía que el pequeño no tuviera la edad suficiente para hablar o percatarse de su entorno, no sería grato darle la noticia que su padre murió por proteger a la inútil madre que tenía.
Había llegado un día antes, sin embargo, no asistió directamente a la mansión, después de la disolución de su compromiso no pertenecía más a la familia cercano, era solo un miembro más como en el inicio así que mantenía su debida distancia. Yuu ha mencionado que lo quería como dama de honor junto a Shen así que llega con puntualidad, bien vestido, agradece que sus cicatrices de balas o cortes se encuentren en zonas como el abdomen o pecho, no necesitaba cubrirse con mucha ropa para ocultarlas. Inhaló nervioso, cuando se encuentra con su hermano después de años y con aquellos que había decidido no ver más, sus emociones vuelven a salir a flote. Debe morderse el labio para no llorar o arruinar el maquillaje. Se llama Cassey Presenta al niño, anteriormente había enviado fotografías y comentado al respecto pero ahora que estaban en frente lo hice de manera formal. Siente el abrazo de su hermano y uno menos fuerte por parte de Yuu porque ya casi debía ir al altar. Dejó al bebé al lado de Ning y la niñera del asiático para tomar su lugar. Todavía odiaba un poco como la primera vez que fue dama de honor no dejó de ilusionarse cómo sería cuando fuera su turno de ser entregado por Adler en el altar.
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Sonrió ante sus palabras, con Alex ha planeado que no permitirán que nada ocurra ese día, de ser necesario amordazaría a quién fuera y tendría hombres vigilando las bebidas. Había sido una desgracia lo que ocurrió en la boda del pelinegro, tal vez era el motivo por el que este no se veía tan emocionado en sus aniversarios. Besó el rostro del rubio y se separó, si pasaban mucho tiempo juntos sus feromonas deseaban intimar, Yuuki se había percatado como su libido no debía ser normal por los constantes supresores y demás medidas que debía tomar con regulación, tan solo podía desear el momento de poder enlazarse con el rubio y sobrellevar todo.
La preparación para su ceremonia lleva varias horas, se despertó casi con el alba y fue preparado, el vestido lo había seleccionado blanco con encajes de mariposas entre el cuello y su pecho, guantes y el velo adornado con perlas. Amaba como todo eso contrastaba con su cabello encendido, anteriormente le disgustaba su color pero con los constantes elogios de Alex llegó a gustarle. Lo único que podía quejarse es que no pudo abrazar a Hao con fuerza ni besar las mejillas del pequeño que traía su mejor amigo porque el maquillaje y todo estaba listo.
El recorrido por la alfombra se le hace infinito, así como el discurso del cura que, durante este, no hizo más que observar el rostro del menor, era una lástima que el velo le impidiera apreciarlo con detalles. Cuando por fin es el momento de sus votos responde efusivamente. ¡Sí, acepto! Siento como el menor se apresura a levantarle el velo o el mismo lo haría y por fin sella su unión con un beso, escucha el gruñido de Mason porque los han dejado con los anillos esperando así que sonríe. Admira como en su dedo fue colocado la marca de su matrimonio. -
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Es la primera vez que siente que íntima con el menor. El contacto se había vuelto placentero para ambos, lo nota en su rostro por lo que ha decidido romper el contacto uniendo sus labios en un beso. Lento, podía sentir la textura reseca por el cigarrillo que fumaba segundos antes, el sabor amargo de la nicotina. Sin embargo, ese encuentro había sido interrumpido por la situación y su luna de miel acabó pospuesta. Le hubiera gustado reanudarla con prontitud, pero cuando ve a su hermano débil no puede evitar separarse de su esposo para consolarle.
Su luna de miel seguiría pospuesta de no ser porque Hao también decide abandonarlo, su hermano se ofrece como voluntario para trabajar en una de las ramas alemanas. Supone que para el menor era miserable permanecer en la casa en la que había crecido con su primer amor. Suspiró. No es hasta un mes después que logró consumar su matrimonio luego de haber llorado algunas noches, la ausencia de su familiar había sido un golpe fuerte. Por suerte, la presencia de Cain le había consolado más de lo que imaginó, su primer encuentro había sido torpe por la inexperiencia de ambos. Sus feromonas demasiado fuertes, el menor había tenido fiebres las primeras veces.
No fue de extrañar cuando le pidió al ajeno que lo mordiera, estaba seguro de que no necesitaría ningún otro alfa en su vida y cree que lo siente debe ser amor, no se imagina a nadie más hermoso siguiendo sus órdenes como el rubio. Mañana es la boda de Yuu y Alex. Le recuerda a la pareja que le acompaña, tiene a un dormido Ning en brazos, su bebé se calmaba con el aroma de su esposo.
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A pesar de la rudeza que exhibía casi todo el tiempo, la noticia de su retoño le hizo sentir desolado. Furioso, destrozó toda su habitación en cuanto salieron de las miradas inquisitorias de los demás. No le sorprendió destrozarse los nudillos con los vidrios que quebró y llorar. Hubiera continuado con su rabieta de no ser por el leve dolor que ocasiona su embarazo, cierto, necesita cuidarse. ¿Fui una mala madre? Preguntó al contrario. Ahora se consuela con que al menos Cain y Alex siguen ahí, sus retoños más tranquilos... Observa a los gemelos de pocos años, Caleb y Mason. El último ha heredado su tono de piel y rasgos.
Te juro que si Mason hace lo mismo que Abel.... Murmuró mientras se sostiene la sien, mañana es la boda de su pequeño y quiere que sea perfecto todo.
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Aquella debió ser la única vez en que se sintió más desolado. La depresión le había mantenido encerrado en su habitación sin comer toda la semana y el anuncio de Abel en la asamblea terminó por destrozar su existencia... ¿Quizá si él no hubiera nacido como un omega dominante todo sería diferente? Abel mencionaba como prefería los omegas lindos, supone que el problema era de él. Con la anulación de su compromiso pensó que no viviría más pero le sorprendió ser perdonado. Supone que por eso lo hizo el menor. Sin embargo, odiaba todo... Detestaba caminar por los pasillos y recordar la voz del menor, contemplar el salón donde conoció a un Abel de 11 años por primera vez. La presión en su pecho se volvía insoportable. Suplicó a Adler que le permitiera reubicarse en otro lugar, no podría seguir vivo si continuaba ahí.
La vez que perdió su virginidad pensó en Abel, ¿así debió sentirse el menor cuando le engañó en la boda de su hermano? Aquel era un acto tan vacío y banal... Tan solo él había sido el idiota que idealizaba ese momento, soñar con el día en que se casaran y se entregara por primera vez a su primer amor. Ahora todo carecía de sentido. En los cinco años que estuvo en Alemania contribuyó a la mafia lo mejor que pudo, completó sin error todas las órdenes de Adler y Emmet, humilló a todos sus enemigos, coleccionó todos los alfas que le gustaron. Tan solo excluyó a los rubios, no soportaría eso. Ahora que observa a su Cassey de un niño cree que por eso su pequeño heredó ese cabello rojizo, los pelirrojos a recordaban a su mejor amigo Yuu. Besó las mejillas del bebé dormido y bajó del avión. Volvía ese día porque mañana se casaría su mejor amigo y debía presenciarlo.
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Recuerda con cariño la confesión de su alfa. Sin embargo, a veces era opacada por los tristes recuerdos de ese tiempo. Perder a Abel y a Hao había sido un golpe que le deprimió en demasía. De no ser por las atenciones de Alex no se imagina cómo estarían en ese momento. Fue cuando su amado cumplió los 15 que experimentó una reacción extraña con su voz. Había dicho algo sin mucha importancia al menor, un simple "Siéntate" que fue interpretado como una orden. Ese día descubrió el verdadero por qué había llevado a los pelinegros a su situación. Al menos Shen había salido bien. Suspiró cuando recordó a Hao con algo de tristeza.
Los años habían pasado más rápido de lo que creyó y se encontraba a tan solo un día de cumplir la promesa que el menor le hizo hace 8 años. Su corazón latía con fuerza. Estoy muy feliz. Exlama mientras sujeta su mano, no solo se casarían el mismo día del cumpleaños del menor porque Alex se negaba a esperar más, sino que también vería a su mejor amigo y espera que Abel también asista... Sin embargo lo dudaba.
Observó con cariño a Alex, estaba muy emocionado por la luna de miel en especial, deseaba por fin consumar su romance. -
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Era la primera que realmente hablaba con el menor. En el pasado se trataba de él llamando a Cain y obligándole a escucharlo, ocasionalmente con Hao incurriendo en algunos momentos. Le escuchó con calma, algo sorprendido al dato, no pensaba que al contrario le faltaran pretendientes, pero asintió, si ambos carecían de experiencia sería más fácil, quizá, el ajeno no esperaría mucho sobre él. Acarició su rostro y le explicó como siempre había sido educado a mantener su distancia de los demás. Mis padres decían que era uno de los mejores omegas en generaciones de la familia. Exclamó, no comprendía a ciencia cierta lo que se referían con aquello. Tocó su propio collar y miró al contrario. ¿Podrás? Cuestionó, la última vez lo había visto con fiebre.
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Sonrió ante la excusa de su pareja y en la pista le abraza con cariño, rodeando su cuello con los brazos, Emmet siempre le había sacado una cabeza de altura y encontraba adorable el hecho. No creo que nada pueda ser peor... Esta vez los educaré más estricto. Comentó en broma, piensa que ha sido su culpa el desvío que tuvieron sus dos retoños mayores. Es cuando termina la balada que le mencionan el incidente de Abel y siente, al igual que su pareja, la migraña creciente.
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Se encontraba sumido en sus propios pensamientos y su destino de mierda cuando sintió una mano sujetarlo. Seguido del jalón un fuerte dolor en su mejilla le hace reaccionar, no es la primera vez que le golpean, tan solo no lo esperaba. Su rostro ha sido volteado y no le extraña sentir sangre deslizarse desde el tabique de su nariz hacia sus labios, saborear el dulzor metálico le hace enfurecer. Devolvió la mirada al ajeno, con odio como nunca lo había hecho. Era el rubio el que decidió engañarlo y ahora venía a culparlo de todo. Normalmente trataba de ser el maduro y tragar su enojo, más escuchar sus palabras sobre Shen es suficiente para hacerlo rabiar. ¡No seas imbécil! Gritó cuando recobró la compostura. Las lágrimas que había contenido anteriormente ahora le son imposibles de detener. Dentro de él sabe que no tiene sentido expresar sus emociones, mucho menos revelar su debilidad, más no logra detenerse. Shen es mi hermano y muy importante para mi, pero eso no quiere decir que quiera estar con él de esa manera
Se siente ofendido, sabe que es obsesivo con el asiático pero dentro de él no deseaba cruzar esas líneas, el pelinegro, además de sus padres, era la única persona que le ha tratado bien en todo ese tiempo. Sabes bien de quién estoy enamorado. Le miró con enojo. El niño que he cuidado desde siempre, el primer alfa que deseaba mantener cerca... Pierde la fuerza cuando le ve vomitar, se percata que todo su cuerpo estaba temblando. Suspira, tarde o temprano iban a acabar así. Haz lo que... Rompe el compromiso, no me importa, tal como deseabas ya no me interesa estar con Abel. Realmente ni siquiera le importaba morir, no creyó que como omega dominante podría llegar a sentirse de esa forma. Apartó con brusquedad su mano y llamó a seguridad para que atendieran a Abel, por su parte él se retiró como planeó desde el inicio. No quería que Shen le viera de esa forma o arruinaría la boda de su hermano.
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Jamás creyó que recibirá una confesión de esa manera. El ambiente en el estuvieron bailando fue interrumpido y frente a él se posa una imagen de Alex, como un príncipe, pidiendo su mano. Sus mejillas se encienden casi rivalizando el color de su cabello. Ah... exclama ante la emoción. Siente el aire faltante en su cuerpo, nunca lo esperó. Sus mejillas pronto se humedecen porque se encuentra llorando de felicidad. ¡Sí! Quiero que estemos juntos siempre gritó, no podía controlarse. Tan pronto el ajeno colocó el anillo lo besó con fuerza, los besos castos ahora no le satisfacían. Ha introducido su lengua en la cavidad del otro y no puede importarle menos las miradas sobre ellos.
Son los segundos en percatarse de lo que ocurrió y se siente realmente triste. Ha visto a Hao huir de la escena y el rostro preocupado de Shen cuando le informan que su hermano se ha ido. Aparentemente Abel había sido drogado por lo que los patriarcas proceden a investigar el caso. Obedece cuando le es ordenado recopilar la evidencia. Bailaremos en otra ocasión. Sonríe a su amado, Alex también debía estar preocupado por su hermano. -
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La recepción era para ellos, pero agradece que todos se centren más en los líderes de la familia o en divertirse entre ellos. Tiene un poco más de privacidad en el segundo en que se relaja. Las palabras de su, ahora esposo,le llaman la atención. Supone que el menor debía sentirse culpable o algo por el estilo. Se aproximó de nuevo, esta vez tomando asiento en sus regazos, no le molestaba del todo el humo del cigarro pero supone que no podría hacer lo mismo una vez quedara en cinta. Lo mío tampoco, no molesta. Exclamó, fuera de Hao que era tan cariñoso, realmente no tenía idea de cómo debería expresar aquellos sentimientos, en cierta forma agradece que el otro sea así o se sentiría extraño. Recuerda que esa noche debe liberar sus feromonas para el otro y le preocupa, no sabe si el Cain de ahora podría soportarlas.
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Es una noche ajetreada en la que debe saludar y conversar con diferentes líderes como él, todos parecen estar interesados en sus retoños, preguntando incluso si Alexander también tendría una prometida. Ciertas discusiones políticas las deja más para su marido que tenía una lengua mordaz para responder. Es cuando cree que ha sido suficiente que se excusa. Queremos disfrutar de un romántico baile en la boda de nuestro hijo. Comentó con cierta diversión para robarse al rubio del centro y caminar a la pista. Todavía puede ver a Yuuki y Alex juntos, pero el resto no estaba... Espera que no causen problemas.
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Solía beber en ocasiones y fumar, le gustaba encender un cigarro luego de ordenar a los demás qué hacer por él, mirarlos con superioridad y apagar en la lengua de estos su tabaco consumido. Por lo que resiste bastante bien su licor, no le sorprende ver a Abel bailar con otros omegas, era casi una tradición del otro hacerlo. Lo que le extraña es verlo desaparecer con una. Siente el dolor de cabeza cuando al seguirlo descubre la escena. Se acaricia la sien mientras repasa lo idiota que ha sido todo ese tiempo, manteniendo su virginidad para alguien menor, con cierta esperanza esperaba convivir tranquilamente en algún momento, la verdad es que cuando conoció al menor hace cinco años le había encantado la apariencia del alfa. Ahora no lo sabía, Abel había llegado a un punto en el que si su vida no estuviera ligada le hubiera gustado desaparecer todo compromiso alguno. Haz lo que quieras. Le menciona con su voz a la vez que desaparece, él también debería hacer lo que quería... Quizá un alfa pelinegro con cierta semejanza a Shen podría consolarlo. Se limpió el rostro con el pañuelo porque en algún momento sintió algo húmedo. La vida nunca había sido grata con él, sin duda.
Decide excusarse del resto de la fiesta aprovechando que todos parecen estar ocupados.
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Era inevitable sonreír en todo momento cuando estaba al lado del rubio, niega con la cabeza ante lo segundo sin duda, jamás ha creído que Alex lo hiciera esperar demasiado... Es cierto que le gustaría poder consumar cuanto antes con el menor, pero también estar a su lado estaba bien. Puedo esperar todo el tiempo necesario, lo que más amo es estar contigo. Reconoce con sus mejillas ruborizadas y besa castamente los labios del menor, en la siguiente canción que era un vals lento lo abraza rodeando su cuello para moverse al ritmo lento de la música. -
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Fueron escasos los momentos en que quiso huir, cuando era niño, desde que llegó a esa mansión y era tratado con algo de decencia también lo pensábamos menos. Sin embargo, era inevitable que anhelara otro tipo de relaciones... Su mente se encuentra divagando mientras camina al altar. Siente la mano de Adler acariciarlo, apuesta que el moreno puede leerle la mente. Su mano es entregada a su futuro esposo una vez llega al altar y se dedica a escuchar el discurso del sacerdote.
Largo, apenas reacciona cuando es su turno. Acepto. Responde, se voltea hacia el otro, el velo traslúcido ocultaba parte de su rostro. No sabe qué sentir precisamente cuando sus labios se unen escuetamente con los del menor, percibió cierta compatibilidad, más se ha mantenido lejos porque sus suegros fueron muy claros en que estaba prohibido intimar antes del matrimonio. Estira su pequeña mano mientras observa al otro colocar su anillo casi con movimientos robóticos. Detrás de él la mirada fulminante que le dirige Hao a su esposo es casi consoladora, le provoca sonreír débilmente en su rostro inexpresivo.
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Suspira interiormente, se dice a sí mismo que debió advertir mejor a su hijo a mostrar otra actitud en el altar. La mirada seria del moreno se clava en el rubio mientras entrega a la novia y le susurra un leve "compórtate" antes de retirarse a tomar asiento con su esposo. Si me hubieras hecho lo mismo el día de nuestra boda te hubiera dejado en silla ruedas con la luna de miel. Mencionó al contrario al momento en que cruzaba los brazos. Después de la ceremonia debían ir a la recepción, observa con algo de gracia la expresión de su nuevo yerno cuando sonríe a las Felicidades que recibe.
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Sus cejas se fruncen, cree que ha dejado a Abel con demasiada libertad, estaba acostumbrado a que los alfas fueran más sumisos con él, no por nada había dominado a todo su instituto antes dd graduarse. Le dirige una mirada exasperada a Cain, dios, cuanto odiaba a ese idiota con fuerza, es afortunado que él haya nacido como omega o desposaría a Shen sin importarle si eran hermanos de sangre. Cuando la ceremonia termina vuelve la tortura de convivir con su prometido. Estoy lo suficientemente deprimido hoy como para tener que soportar tus rabietas. Se queja, no puede creer que a partir de ese día su hermano vaya a perder la virginidad... Suspira y toma una de las copas de champagne, no le interesa tanto saludar a los demás, espera que de eso se encargue Abel.
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Prestó un poco de atención a la boda, pero especialmente su mirada era atrapada por Alex, su alfa había crecido tan bien que ni siquiera aparentaba ser menor que él. Aplaudió con emoción cuando la ceremonia concluyó y en la recepción abrazó al menor. Bailemos. Pide, todos parecen tener sus propios dramas ese día, Hao con un corazón roto y Shen con su nuevo esposo indiferente. -
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No encontró demasiada diferencia entre su vida anterior y la que encontró en su nueva familia. Tan solo el factor de que volvía a estar con su hermano y este se daba ciertas libertades. Los baños con Cain tuvo que detenerlos cuando el otro empezó a crecer a más y fueron reemplazados con compartir la bañera con Hao, rara vez los acompañaba el pelirrojo, aparentemente el rubio menor era más posesivo de lo que parecía. Se dedicaba a mantener relación con otros omegas comprometidos o de familias importantes, como futuro esposo de Cain necesitaba manter una figura pública, lo mismo ocurría con su hermano menor.
El día de su boda había sido despertado más temprano de lo normal. Las mucamas encargadas de servirlo lo habían separado de un aferrado Hao en la mañana para introducirlo en la bañera y empezar una rutina de hidratación, lavando su cabello que había dejado crecer con el pasar de los años. Ahora que estaba sentado y mirándose en el espejo apenas y podía crecer que se casaría
... Sus mejillas se ruborizaron un poco ante el elogio del patriarca y agradeció con un gesto. Dio un rápido vistazo a Cain, era tradición no mirarse antes de la boda. Fueron llevados en vehículos separados entre omegas y alfas, aunque el matrimonio mayor iba junto.
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Lo que había empezado ajetreado se tranquilizó con el tiempo, a diferencia de Abel, ninguno de sus retoños daba mayores problemas. Había entrado en una zona confort en la que se encontró convenciendo a su esposo, meses atrás, que era momento para tener nuevos herederos. Con la confirmación de su embarazo la dura rutina de entrenamiento que hacía con Cain todas las mañanas se había apaciguado, de su parte al menos. Lo supe desde que lo vi, era un buen omega para estar al lado de Cain. No quería presumir pero estaba orgulloso de la belleza de sus hijos, heredada principalmente de su marido. Sonrió para tomar la mano del contrario y dirigirse a la boda. Él llevaría a Shen al altar del brazo, era una lástima que los verdaderos padres del asiático ya no estuvieran vivos para ese momento. El único que parecía algo devastado ese día era Hao por la boda de su hermano.
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De entre todos los insultos que le dedica Abel, definitivamente el único que considera verdadero era el de complejo de hermano. Esos tres años se había tenido la indulgencia de estar con Shen con mayor frecuencia, colarse en las noches a dormir con su hermano y acompañarlo en el baño. Casi sentía una envidia insana por el alfa que se casaría con el mayor y peor, verlo tan tranquilo al respecto... Si mi hermano llega a quejarse o te veo con otro omega considerate muerto. Amenazó antes de subir a las limusinas, quizá debería preocuparse más por su propia relación con Abel pero su alfa estaba dispuesto a hacerle difícil todo. Se acarició la sien y decidió deleitarse con la imagen del pelinegro listo para su boda. El peinado con perlas blancas en su cabello onix le hacía ver más precioso de lo normal. Acarició las manos del mayor, en el salón debió volver al lado de su prometido. Eres tan difícil, nl conseguirás a un omega más hermoso que yo porque ya Shen se casará con tu hermano. Se quejó con un puchero y tomó la mano del otro para saludar algunos invitados antes de colocarse como dama de honor, lo mismo debía hacer Yuu.
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Le sorprendió que no hubiera una oposición directa por parte de los mayores. De hecho, lleva tres años viviendo con un título como prometido... Sin embargo, no lo ha tomado tan en serio como el par de pelinegros que parecían no tener opción. Acarició las mejillas de su alfa que estaba especialmente arreglado ese día. Nuestra boda también será maravillosa~ mencionó y lo tomó del brazo al bajar de los autos, era otra de las damas de honor para Shen, estaba emocionado ese día. Miró a lls alfas y sintió que era afortunado, Alex siempre le había tratado muy bien y obedecía todo lo que pedía., aunque él Nunca le había dicho directamente que rechazara con tanta crueldad a sus pretendientes, cuando el alfa le vio llorar en uno de los baños luego de ser llamado una puta omega que no merecía ser su prometido, su prometido se había vuelto arrebatadoramente peligroso con los demás. -
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Ha sido habitual para él ignorar las expresiones de su prometido, era el único en ese mansión, obviando a los padres de este, que se daba la libertad de tocarle de esa mano. Entrelazó su mano con la del ajeno, molestarlo mientras lee era entretenido. Su mirada se dirige con algo del sorpresa en el nuevo alfa y de verdad cree que las palabras de Emmet tenían sentido, "estaban malditos" reposó su cabeza sobre el hombro del otro. Hoy es mi té favorito, esta mañana llegó el paquete de matcha que ordené. Mencionó algo perezoso, los momentos que no compartía así lo hacía estudiando o incorporándose en negocios como le dictaba el moreno. Todo apuntaba a que Cain sería el heredero y él debía estar a la altura.
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Ha sido una semana algo larga para él. Como el único omega de la familia debía ocuparse de instruir a los prometidos, mostrarle al pelinegro el trabajo que haría y lo que necesitaba estudiar. El hecho de que Shen haya sido instruido con anterioridad facilitaba un poco más su trabajo. Es el día de Alex de recibir su noticia, le gustaría que su hijo fuese un omega pero todo apuntaba a que seguiría el legado de su padre. Acarició la pierna del mayor cuando tomó el documento y de igual forma felicitó a su hijo. Felicitaciones, mi retoño. Exclamó y avanzó junto al mayor. Se percataba de la emoción del rubio con el pelirrojo, ah, tal vez su pequeño también se uniría a sus hermanos en ser comprometido con un guardaespaldas.
Ese lado rebelde definitivamente lo sacaron a ti. Menciona a su pareja cuando ve a Abel huir de la habitación después de la noticia. Se acercó acariciando el cabello de su cansado alfa. De seguro es el sentimiento inicial... Estoy seguro de que se calmará con el tiempo. Besa la frente de su alfa. Puede presentir como el contrario tendría una migraña ese día. Al menos agradece que Cain haya sido el más tranquilo ante la noticia.
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Su sonrisa se mantuvo en cuanto el menor escupe los acostumbrados insultos. Sin duda no se imagina cómo podría convivir con Abel en un matrimonio, lo más probable es que este quiera asesinarlo a cada momento. Retiró el vaso para dejarlo en la mesita de noche y limpió con uno de los pañuelos el cuello y boca del menor. En cuanto los padres ingresaron al umbral se levantó para saludarles con la habitual reverencia y, en ese instante, pudo apreciar cada cambio en las facciones de Abel. Maravilloso, no puede describir de otra forma lo que siente cuando el rostro del menor se contrae, cuando las cejas se fruncen más de lo normal y le dedica la mirada, más cargada, de odio que ha visto hasta el momento provoca que sus mejillas se sonrojen. No sabe a ciencia cierta qué ha hecho para resultarle tan fastidiado al contrario, más sí sabe que la rebeldía del ajeno es real, se excusa de la alcoba para caminar detrás del otro, no era complicado encontrar el escondite siguiendo su aroma.
Que tu prometido te diga esas palabras es un golpe fuerte. Se sentó al otro del estante, respetando el espacio, tan solo dejando la distancia suficiente para que el otro le escuchara. Soy un desdichado omega comprometido con una persona que le odia. Su voz era suave, aparentemente el tono podría provocar fiebre de nuevo en el otro y no quería que ocurriera tan pronto ha despertado.
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La noticia le tomó por sorpresa. Si bien deseaba que Alex fuera un alfa y se desarrollara como tal, dentro siempre pensó que el otro sería un omega como él por aquellos rasgos delicados. Debe ocultar su expresión de sorpresa tan pronto se voltea el otro y reemplazarla por emoción. Le abraza de la misma manera. ¡Es una promesa! Le responde con la misma emoción, no será él el que le diga a su protegido que sus padres no permitirían tan fácilmente el matrimonio en ambos. De todas formas lo detiene para acariciar su rostro. En un acercamiento lento deposita un corto beso sobre sus labios, superficial. Mi primer beso... La promesa para Alex. Exclamó con una sonrisa, cuestiona que el menor realmente entienda a lo que se refiere pero era adorable verlo de esa manera. -
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Era extraño encontrar tan sumiso a su prometido, por su apariencia inicial imaginaba a Cain similar a un animal, definitivamente no al alfa que permitiría que lo secara de esa manera. Sin embargo, sus acciones son calmadas cuando terminó de cambiarlo a algo similar a una pijama y pasó a ocuparse de su propia apariencia. Necesita volver a colocar sus vendas y demás, es un proceso tedioso, especialmente porque las heridas nunca fueron una constante en su vida, mucho menos en su rostro que era preservado. Se acostó en la cama, estaba cansado luego de aquel día. No es de extrañar que entre en un profundo sueño, no se percata de la presencia de su prometido al desaparecer ni de la invasión de Hao en su habitación, aparentemente su hermano había ansiado el momento en que podría volver a tener contacto con él. Ha transcurrido una semana desde que inició su vivencia en esa casa. Se ha habituado a los desayunos en familia y a que su hermanito sea más pegajoso que su futuro esposo, está manteniendo un momento familiar con Hao leyendo un libro en voz alta a este cuando se le menciona que el anuncio sobre el género del rubio menor sería anunciado a la familia. No es un tema que le interese tanto, pero se levanta, en el pasillo se encuentra a su prometido y lo toma de la mano, encontraba cierta fascinación en fastidiarlo, razón por la que le obligaba a compartir el té y algunos baños juntos.
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El ambiente se sentía pesado, más serio de lo normal. Hao pensó que su vida estaba decidida, Abel había enfermado con algo en la misión y no cree que el patriarca sea tan permisivo con él, es bien conocido como el rubio priorizaba a su familia sobre todas las cosas. Jugueteó con sus manos nervioso y la mirada se mantuvo sobre el otro, con respeto, sus cejas levemente inclinadas delataban el temor del adolescente. Sin embargo, no se esperó para nada esos datos, llevó una de sus manos a cubrir su boca mientras repasaba en su cabeza la convivencia con Abel hasta ese momento. El otro solía quejarse de su aroma y encontrarlo un fastidio, con la nueva información parecía cobrar sentido la poca confianza del otro. En la misión utilicé mi voz para ordenar, nuestra familia siempre ha sido reconocida por concebir omegas dominantes Comentó, siendo el moreno la madre de esos alfas jamás creyó la sumisión sería asociado a estos. No conocía a nadie tan imponente como Adler. Su vista se enfocó en Emmet, escondido tras la ropa podía adivinar por qué el jefe de mafia usaba tantos abrigos todo el tiempo. Inmediatamente bajó su mirada al presentir que podría ser un irrespeto de su parte.
Honestamente, estaba seguro de que Abel lo odiaba, el alfa no hacía más que maldecirlo y ser rebelde, no se imagina cómo podrían casarse o la reacción del alfa cuando despertara y le dieran la noticia. Se levantó para arrodillarse de la misma manera que lo hizo cuando juró lealtad. Será un honor formar parte de la familia Liberó su collar de la misma manera que su hermano, su aroma era fuerte y seguía exudando pureza, era su forma de mostrar que también se mantenía sin ultrajar. Aquello era una tradición en su familia China. No dice más cuando siente la mano de Adler detrás acariciando con diversión sus cabellos, el médico ha inyectado supresores en Abel y su prometido necesita reposo. No asustes más a tus yernos Exclamó el moreno.
No es hasta una semana después que el rubio despierta, aparentemente su voz había sido demasiado fuerte para este. Está sentado al borde de la cama colocando el florero con nuevos claveles luego de que Shen le abandonara para molestar a su prometido, se percata que el menor abrió los ojos. Hoy es la prueba de tu hermano Da la noticia y le aproxima un vaso con agua. Será anunciada pronto, si puedes levantarte... tus padres también tienen un anuncio que darte No puede esperar a mirar la cara del rubio cuando le anuncien que estaban comprometidos.
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Era entretenido jugar con el menor, de verdad adoraba ver la seriedad la este y reconocer que a pesar de lo adorable que era también podía esconder sus emociones. Sin duda la sangre del moreno y Emmet estaba mezclada en él. Cuando lo anuncien me convertiré en tu omega Sonrió, dudaba que los adultos lo permitieran pero él no podía negarle nada al menor, especialmente cuando lo veía tan feliz. Sabe que Alex no se percataba del significado real de aquellas palabras. Su mirada se agudiza, no es fácil en el juego así que hace su mejor esfuerzo para derrotarlo, descubrir al asesino era de sus experiencias favoritas.
Una semana después se encuentra al lado del menor, terminó la misión lo más veloz que pudo con tal de estar presente en ese momento, tomó la mano de este. ¿Emocionado? Cuestionó con una sonrisa, la puerta se abrió permitiendo apreciar la figura del pelinegro tomado de la mano del primogénito, supone que Abel no ha despertado todavía.
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