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Es su tercera vez en un hospital por el mismo motivo, dar a luz. Debe admitir que esa vez se sentía más tranquilo, especialmente cuando ve a su alfa ahí intentando controlar su expresión para no alterarlo. La ocasión en que tuvo a Shen mostraba una faceta totalmente diferente a lo que acostumbra, tanto que estuvo llorando antes de pasar a sala parto, especialmente porque se encontraba aterrado y con su corazón destrozado después del rompimiento. Ahora era todo lo contrario. Nos vemos. Exclamó, aunque el ajeno estuviera presente él no se encontraría despierto hasta un par de horas después. Es el último en poder recibir en sus brazos su hijo menor cuando despierta. Sonríe al notar las hebras de cabello castaño, delgadas de bebé, la apariencia de Hao era idéntica a la de su Shen cuando lo vio por primera vez.
Ahora que finalmente está en casa se siente a gusto, el bebé ha abierto los ojos con el tiempo y comprueba qué comparte el mismo carmín que su alfa. Tus genes son muy fuertes. Reconoce, Hao era el tercer hijo que su esposo engendraba y compartía la misma peculiaridad que sus hermanos. Cuando ve entrar al resto de sus hijos se encuentra en el sofá especial de la mesa, uno de cuero y alfombrado que su esposo encargó a un diseñador para su tercer aniversario de casados. Tiene el pecho descubierto mientras da de comer al hambriento niño. Shen también comió mucho... pero Yuu fue el más goloso.
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No le extrañaba que su omega también anhelara continuar con el trabajo, en eso era diferente porque él no extrañaba volver a estar repleto de documentos y demás labores empresariales y de la compañía y eso que distribuía una gran parte con el resto de sus hermanos. Terminó dentro, no sin antes jalonear el cabello de su pareja qué parecía enfadarse por su falta de consideración para permitirle sumirse en los pensamientos. Ya tendrás tiempo después . Se encogió de hombros y lo llevó a la ducha para ayudarle con el aseo, omitió el jacuzzi porque quería tomarlo otra vez y no contaban con tanto tiempo. Shen tenía un estilo diferente al de sus hermanos, más despreocupado e, incluso, tal vez muy simplón y se reflejaba en la camiseta básica con un terrible estampado de colores neón que ponía "i'm a wh*re", cortesía de Yuuki que entendía su estilo, una chaqueta abierta, pantalones de mezclilla holgados y sandalias. Había sido fotografiado por paparazzis que vendían las fotografías del heredero primogénito de la mayor farmacéutica mundial, por algún motivo era popular, especialmente desde que inició con un par de tatuajes negros sobre su nívea piel.
Vamos Llevó de la mano a su pareja que estaba desesperada por irse a encerrar en una oficina.
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Si prefirió actuar tranquilo era porque no quería sumar al berrinche de su omega, sabía que su madre lo regañaría todavía más así que quería parecer tranquilo, pero aquello había enfadado al rubio. No hubo un solo día en el que no llorara y enviara correos pidiéndole que regresara, sí correos porque Alex no veía sus mensajes por ninguna plataforma ni los SMS normales. Cuando el rubio por fin regresó el pelirrojo era un saco de ojeras, tristeza, palidez y más delgado al lado de Emmet que era el único que podía soportar su dramatismo actual porque el moreno se encontraba dando de amamantar a su hermanito menor. Es como Shen Menciona, aún en ese estado puede sonreír por la nostalgia de recordar las fotografías de su hermano y los recuerdos de cuando jugaban todos juntos... al menos antes de que Alex lo odiara. -
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Aceptó la mano de su esposo para levantarse del lugar y caminar con calma, la sonrisa que se forma en sus labios en entretenida especialmente con la rabieta del menor, ha consentido a Alex desde niño así que no le extraña el carácter de este. En realidad, había consentido demasiado a todos, agradece que su esposo se mantenga firme en esas ocasiones. Te juro que apenas que me recupere también necesitaré una luna de miel Murmuró contra el oído del mayor, sus hijos no eran los únicos con las hormonas descontroladas de esa manera, desde niños el deseo por el alfa había sido intenso, producto de eso era su primer hijo a una tierna edad de 16 años. Recostó su cabeza contra el hombro del mayor.
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La expresión que muestra es de diversión, desde que su madre reprimía los encuentros tenía el tiempo libre para pensar que quería hacer, solo tomarlo no sería suficiente, quería ir más allá, el cuerpo del menor le pertenecería así que deseaba hacer todo lo posible con este. Conforme suben los pisos entre encuentros los cajones se vuelven más creativos, principalmente entre estimulantes, lubricantes de diferentes sabores y algunos atuendos mínimos para ambos, su madre no incluyó vibradores grandes porque comprendía que no iban a requerir de eso, solo él debería tener el privilegio de entrar en su hermano en la primera noche juntos. A lo largo de la semana compartiendo la cama con su hermano se daba cuenta que eran más compatibles de lo que imaginaron, no siente pena de entregarse como alfa cuando es el menor el que lo pide.
El auto llegará en treinta minutos, mamá ya está en casa Comentó, aquel había sido el último día y ambos debían volver al trabajo, el moreno había dado a luz a un niño sano y luego de un par de días en el hospital recibió la alta para volver a su hogar junto al nuevo integrante. Fue una semana corta Arrojó el móvil a un lado donde verificó la hora y siguió embistiendo, después de esa vez sería complicado encontrar pronto el tiempo porque su padre había prometido hacerlo trabajar por todo el tiempo que se ausentó y debía buscar a un heredero apto.
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Desde que se separaron del resto presintió que algo así pasaría, conocía a su padre lo suficiente para saber que el mayor prefería morir antes que ver a Adler decepcionado o triste por algo que ocurriera y él no haya podido evitarlo. Tan solo los mayores habían permitido que se ilusionaran un poco. A pesar de que tuvo que tomar un supresor para su creciente calentura a causa del menor, es el más tranquilo, no había forma de que ellos lograran lo que sus hermanos mayores habían fracasado a pesar de los agresivos métodos que usaron. Son pocos años... Murmuró recostando la cabeza contra el espejo porque en medio tienen a uno de los fieles guardias del rubio. -
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Agradece la consideración del ajeno, se encontraba en el último mes y de hecho la cita para el nacimiento de Hao, como decidieron llamar al pequeño en su vientre, estaba programada en media semana más. Además, de alguna manera había tenido unas últimas semanas difíciles con las hormonas de Caín y evitando un encuentro entre sus adolescentes... Incluso, le preocupaba Yuu pero no estaba en condiciones de ir a buscarlos, se acarició el vientre, los movimientos del bebé a veces eran incesantes en ciertas horas. Se sentó en un lugar más solitario luego de excusarse. Sabe que para los menores no era más que un obstáculo y que no ocurriría lo mismo que había pasado, mas no podía evitar preocuparse y preferir que esperaran. Se acarició las sienes.
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La manera en que el menor lo besa y su forma de moverse le recuerdan como Caín llevaba dominando su cuerpo desde niños. Cuando tenía unos siete años había robado su primer beso y continuó tomando libertades con su cuerpo desde entonces, recuerda el primer regaño que recibió de Adler cuando los sorprendió a los 12 años y el rubio estaba adentrando las manos en sus pantalones, debió escuchar media hora al moreno diciéndole que no estaban listos y que él como el mayor debería ser más responsable. Empujó con una embestida viendo sobresalir su miembro sobre la piel de la sonrosada mejilla, en su pelvis había un pequeño tatuaje en caligrafía espejo que señalaba el nombre de su hermano porque según el menor era injusto que solo él pudiera marcarlo, el deseo por monopolizarlo le recordaba a su progenitor con el moreno. Sin embargo, reconoce ser igual de obsesivo, después de todo, tenían el mismo padre.
Una sonrisa divertida se escapó de su rostro cuando pensó en eso. Cuando la luna de miel acabe debo recorrer un par de orfanatos Estaban jóvenes, pero él prefería silenciar los comentarios de los mayores de la empresa sobre sus herederos ya que el rubio había expresado su deseo por copular mas no por engendrar. Su mano se estira a uno de los cajones de donde extrae un anillo para el falo de su hermano. Le pedí a papá que consiguiera algunos juguetes Recuerda la ceja del rubio cuando su hijo mayor declaró que colocara lubricantes y pequeños juguetes como aquellos en las distintas habitaciones porque no sabía cuál de todas usarían. Tal como su hermano lo espera, penetrarlo mientras observar el rebotar del miembro del menor envuelto en vibración era bastante estimulante.
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Para el pelirrojo, amar conlleva humillarse a su pareja porque Alex era la única persona que podría verle llorar de esa forma. Es capaz de provocar el remolino de emociones en su interior y, sobre todo, el calor que se acumula en él. El jardín en que estaba se encontraba algo alejado del salón principal, no ha visto a ninguna otra persona salir y sabe que el estado del moreno le impedía venir a buscarlos, por el lado de su padre el rubio debería estar muy ocupado siendo el anfitrión de un evento donde los novios desaparecieron al inicio y Adler no se encontraba de humor para entretener a todos esos invitados con las patadas de su hermano menor. Acarició los mechones color trigo del menor, le gustaba el cabello de Alex y sus ojos, eran diferentes al del resto de su familia, el tono dorado del contrario combinaba con sus propios orbes. Descubre que ha usado el pasador de diamante rosa que le regaló hace un mes y sonríe. ... Está bien Responde, las lágrimas han cesado porque el omega era capaz de destruirlo con una sola palabra, pero también podía tener el efecto inverso la más mínima muestra.
Todavía era un adolescente, no así su tamaño era considerable, recuerda la vez que Shen comentó algo al respecto y tuvo que soportar el puchero de Caín porque Adler prohibía a los dos compartir bañera o espacios cerrados con poca ropa. Te ves hermoso Recordó que no comentó aquello en ese día, su omega se veía especialmente arrebatador ese día, complementado con su falo podía estar más que seguro que merecía ser plasmado en lienzo y exhibido al óleo en el museo Louvre. -
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No pasa demasiado tiempo para que las sirvientas entren a su alcoba y le despierten. Se mueve perezoso por la temprana hora y porque su cuerpo parece resentir el cambio de hogar luego de un largo viaje, no está el aroma de su progenitora esa mañana. Es levantado y aseado por manos ajenas mientras cabecea todavía. Está en proceso de secado cuando le presentan dos trajes, por lo menos parece que tenía un poco más de elección al vestir, señala con su mano uno al azar porque no existía tanta diferencia entre ambos y cuando es guiado a la mesa donde le espera su esposo está totalmente despierto al fin. Múltiples cadenas le adornan, Adler desde niño sentía afición al oro y envidió como otras concubinas en palacios tenían más joyerías que ellos, ahora no permitiría verse por menos.
Seguía algo molesto de la noche anterior pero se inclinó en una reverencia. Mi rey. Saludó y se sentó frente al otro, le llamaba la atención que fuesen los únicos ahí.
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Era una vida dura la de una concubina sin duda, Shen meditó de nuevo sobre la precaria situación en la que se encontraba y cuando el primer colmillo del ajeno rasgó su impoluta piel, gruñó en lo bajo más por fastidio porque no podría apartarlo. Pensó que el ajeno pararía por lo pronto porque el otro no mostraba interés en su cuerpo, sin embargo, las feromonas contrarias pronto complementaban las propias. Sus mejillas se ruborizaron, era la primera vez que exhibía una erección por esa situación, anteriormente debía suprimir sus celos con medicamentos y otras técnicas. La ropa que viste es la que le ha sido otorgada por el palacio, así que no le interesa si esta se rompe en la búsqueda del ajeno por desnudarlo de nuevo. Al igual que el otro, sus cuernos y gran parte de su transformación estaba presente, la larga cola se encuentra apretujando la ajena sin su voluntad porque su cuerpo ha empezado a actuar solo.
Es mi primera vez. Confiesa su virginidad, era un tesoro qué debía entregar al mejor postor según la educación que recibió, no así, ahora que se encontraba en esa situación encontraba poco eficiente ese hecho, su esposo parecía experimentado y él probablemente no lograría satisfacer a alguien acostumbrado siendo que Shen parecía más delicado. Se acercó mostrando que su erección estaba viva, la masturbó con su diestra. Enséñame. Es lo único que puede solicitar, no cree que las técnicas que ha aprendido de libros o ver a los demás sirvan.
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Su cuerpo actuaba por su propia cuenta cuando entraba en ese estado, parte de lo que permitía mantener una posición más o menos elevada en un estado militar como ese era su predisposición al apareamiento, los políticos esperaban con optimismo que el pelirrojo fuese el primero en tener descendencia y una bastante grande porque era diferente a su progenitor que solo tomó una reina oficial y sus hermanos omegas que parecían enfocados en otras cosas. Jadea, piensa que sus propios líquidos funcionan cuando el interior del menor cede con facilidad, realmente no hubiera querido tomarlo si el rubio parecía odiarlo tanto, pero una vez llegaba a ese estado le era difícil controlarse. Su cola acarició el cuerpo contrario y aceptando el abrazo lo tomó con deseo. Una parte del pelirrojo se avergonzaba de la bestia en celo que era casi todo el tiempo, pero otra parte lo disfrutaba tanto que no podía hacer mucho al respecto, había heredado más la mezcla de un vampiro sexual de su familia materna. Lo siento… comentó entre jadeos, su saliva es dulce por el mismo afrodisíaco, besa al menor porque al menos evitaría provocar daños físicos. No así, fuerza terminar en un solo encuentro porque él contrario de verdad lo odiaba, de igual manera, retiró su miembro antes de eyacular dentro.
Alex… lo lamento. Era vergonzoso ser odiado por su concubina y como no deseaba agrandar el despecho del menor omitió dejar cualquier marca. Se arrastró al gabinete de su alcoba donde guarda los inhibidores medicinales, eran amargos pero funcionaban.
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La sonrisa que muestra es sutil, de cortesana y responde el saludo del ajeno acariciando su mejilla con la punta de sus dedos. Ahora que puede poner en práctica lo que ha forzado su cuerpo a aprender puede percatarse que no sería tan malo, al menos parece acertar en que es lo que a su esposo le gusta. Siente que tanto él como Shen eran los alfas perfectos para omegas como esos, no cree que Abel necesite de un alfa como los que se ven detrás de él. Lamento interrumpir, me sentí algo solo en la mañana. Sus palabras son dulces y aunque sabe puede estar incordiando los deberes del mayor, accede a su invitación. De alguna forma funciona para recalcar que su presencia era importante ahí si lograba que el omega lo atendiera.
Cualquier lugar es bueno si podemos estar juntos. Cerró el paraguas de papel para los rayos de sol y se sentó frente a él, su aroma refinado y fácilmente localizable en medio de todas las feromonas fuertes de los demás. Una mirada rápida y se percata que en efecto solo el omega estaba entrenando a las tropas. No tengo experiencia entrenando físicamente, lamento no poder ayudarte. Respondió, podía encargarse del papeleo pero no se ve sudando junto a esas personas. -
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Toma la posición con naturalidad en el regazo de su pareja, desde la cocina puede escuchar las voces de los niños y el desastre que hace su hijo menor en sus intentos por ayudar, no comprende la paciencia del otro rubio y duda que esa sea herencia de Caín porque su esposo solía fastidiarse con rapidez o al menos eso es lo que demuestra cuándo está con él. Asintió ante sus palabras, Ning estaba en buen estado, se da cuenta que han cambiado su pañal y aseado al bebé. Lo trasladó a su otro pecho una vez se hubo calmado con la presencia de su esposo.
De acuerdo. Responde y escucha como al menor en la cocina no le hace mucha gracia el relevo de responsabilidades, cuando se percata que el bebé está lleno lo limpia y lo vuelve a acurrucar. Estaba conforme con la familia que había logrado formar luego de tantos años en soledad y abusos caóticos. La mirada de Ning le distrae, los rubíes del menor eran su rasgo favorito en el nuevo integrante. Se parece más a ti. Comenta, prefiere que su nuevo hijo sea alfa, es perfectamente consciente de las dificultades como omega en la sociedad, Hao la tendrá difícil también. -
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Su mirada sigue cada movimiento y acción del mayor, le sorprende la paciencia con la que se encarga de dejar impecable la cabaña, un pensamiento fugaz pasa por su mente y es que su esposo ha nacido para eso, quizá ambos y por eso era tan natural que hubieran terminado juntos al poco tiempo de conocerse a pesar de lo tumultuoso que había sido las semanas iniciales. Con la misma paciencia con que el contrario ha limpiado la escena, él tomá el cerillo del auto para indicarle que apague el cigarro, era un hábito que estaba presentando problemas para abandonar del otro, pero que debía recordarle constantemente. Si él no podía beber café ni fumar mientras estuvo embarazado ni ahora en lactancia, su pareja tampoco podría. Tan pronto pone un pie en el hogar toma a Ning que estaba en los brazos de Hao, o más específico, en los brazos de Abel sujetando los brazos de Hao porque su retoño era perfectamente capaz de dejar caer el pequeño al suelo. Tomó al niño y destapó su pecho, enrojecido, por la abundancia de un día sin drenarlo.
La voz de Hao es incesante, le cuenta todo lo que hizo y como él también tendría hijos y que haría lo mismo... Era complicado entender el hilo de oraciones tan veloces que decía su hijo mientras extendía los brazos. Una leve culpabilidad le invade al percatarse la precocidad del niño a causa suya, debe admitir que desde muy bebé su omega estuvo expuesto a más situaciones de la que debería y por eso no debería sorprenderle que aunque tenga menos de diez años ya hable de tener sus propios bebés. Caminó al sofá donde se sentó para terminar de dar pecho al pequeño mientras veía a su pelinegro volver con el rubio para decirle que ya deberían seguir cocinando, aparentemente había interrumpido la cena que preparaba el contrario porque pidió cargar a Ning. Encontraba curioso como el primogénito de su esposo era incapaz de negarse a los caprichos del contrario. Ven Dice al mayor, puede ver como Ning empezaba a inquietarse, la presencia del alfa tranquilizaba al menor. -
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Aquella afirmación fue lo que necesitó en su momento más vulnerable y de verdad que lo estaba porque ni siquiera miró burlón al rubio o le recalcó como él tenía el dominio total sobre el alfa, con el simple deseo de hacerle enojar porque la relación funcionaba de maravilla a pesar de su terrible personalidad por fastidiar a una persona tan tranquila e indiferente como el mayor. Era su punto de placer saber que además de él no había nadie más capaz de provocar un cambio de reacción en el rostro del contrario. No así, en ese momento lo asumió como una verdad y pudo cerrar los ojos con calma luego de sentir el amargo sabor de su medicamento, por la lactancia todavía no volver a inyectar su cuerpo porque alteraría sus hormonas. La frase del contrario sirve como canción de cuna en la cama, le arrulla con facilidad para ceder al cansancio que han provocado sus emociones anteriores. Lo cierto es que ver a aquella persona con vida había revuelto el nudo de sentimientos que tenía dentro de él, un hilo que se ha enredado tanto que el mismo omega prefirió por sepultar en su corazón porque no podría molestarse más intentando desanudar nada de ahí.
Sus brazos reposan sobre el caliente cuerpo del rubio, piensa que esa noche Ning dormiría con sus hermanos mayores, no le preocupa dejarle al cuidado de los otros aunque presiente que sobrecarga al niño mayor porque su Hao cuenta como un bebé más a cuidar, uno problemático a diferencia de su hermano menor. Abre los ojos que cerró previamente para enfocarse en el alfa, aquel enunciado rara vez sale de sus labios. ...Ya lo sé, no podrías vivir sin mí. Una sentencia que también va para él mismo. Levanta su cabeza lo suficiente para besar superficialmente los labios del mayor.
A la mañana siguiente se encuentra presionando sus pechos en lo que observa al contrario terminar de limpiar el desastre anterior. Sin duda era desventajoso no poder confiar esas tareas a nadie más, lo que ocurría en esa cabaña era un secreto de ambos. Apresúrate, tengo exceso de leche Su tono ha vuelto al que suele emplear siempre, la voz vulnerable del día anterior ha desaparecido. -
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Ha dormido en su forma bestia toda la noche así que a la mañana siguiente todavía se encuentra sensible a los sentidos. El cambio en su pareja lo identifica más por su sentido de supervivencia, todos su cuerpo alertaba sobre un ser muy poderoso cerca. Bostezó en lo que salía del escondite, era muy temprano todavía, lamentablemente no tenía alas así que no podría acompañar al alfa en esas situaciones. En la cama retoma la forma del adolescente moreno y desnudo que era para dormir un rato más en lo que esperaba a los sirvientes asignados para vestirlo. Debe investigar más sobre los gustos contrarios y qué clase reina debía ser, el solo recuerdo causa dolor de cabeza especialmente porque no se ve gustándole a ese emperador tan quisquilloso.
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Ha dormido mejor que en las noches anteriores así que despierta con un humor más tranquilo que el día anterior. De alguna manera se encuentra aceptando su destino en el que deberá pasar un celo al lado de otros alfas y su esposo, humillante pero es la vida que le ha tocado. Siente cosquilleo en su dermis y cuando abre los ojos no le extraña identificar al contrario olfateando de nuevo su aroma. Son suaves... Aclara, sus feromonas de alfa eran débiles y pasaban desapercibidas la mayor parte del tiempo. Sus manos acarician los brazos que le rodean, fuese su esposo el encargado de degradarlo en el futuro no importaba que tenía que seguir mostrando su favor hacia el mayor, así le había aconsejado su madre y es lo que habían aprendido para servir. Liberó su aroma porque parece gustarle al contrario.
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Lo pensó el día anterior y hoy vuelve a comprobarlo, su nuevo omega tenía un carácter bastante... Fuerte, ese nivel de sarcasmo y la forma en que es quisquilloso le recuerda a su padre. Sus manos acarician los muslos contrarios, en la noche habían sido duros y trabajados en los músculos y en el día volvían a la suavidad que calculaba de un omega con la estatura del contrario. A diferencia de Alex yo no suelo hacer sangrar a mis concubinas de esa manera. A no ser que esté en celo la manera en que le gustaba tener sexo no era con la misma violencia que el hombre lobo ejerció en él, todavía siente la sensación de desgarro interno cuando el reiterado sexo fue demasiado para su cuerpo de alfa. Además, el menor le había sujetado con tanta fuerza que de no ser por su habilidad curativa estaría exhibiendo moretones y piernas dislocadas. Se acercó y su lengua acarició la piel del abdomen, ahí quedaban rastros de su esencia cuando había terminado mientras lo cabalgaba.
El Alexde la noche anterior dijo que deberíamos hacerlo así... Murmuró, su pupila cambió en cuanto su propio afrodisíaco entró en efecto, formaban un ardiente corazón en rojo, era su señal cuando estaba deseoso de intimar. Podemos hacerlo antes del desayuno. Y separó los muslos del menor para hundir su rostro entre los glúteos del omega, tenían un par de horas antes del amanecer completo y que sus sirvientes vinieran por él.
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Siente la cama especialmente vacía sin Shen o Abel, atribuye el hecho a ser su primera vez en un entorno desconocido y no estar al lado de su hermano del que seguía preocupado. De todas formas el cansancio permitió el descanso y a la mañana siguiente despierta cuando escucha el golpeteo de la puerta y los sirvientes. Pide ser atendido cuanto antes porque pretende saludar a su esposo en el campo de entrenamiento antes de asistir al desayuno juntos. Se adorna de la misma manera y vistiendo los trajes expuestos del imperio se dirige a dónde le indican que estaba su esposo. Es temprano pero siente el sol de la mañana y es mucho para su piel nívea, delicadamente abre la sombrilla de sol que cargaba uno de los sirvientes, estaba habituado a dar órdenes. Observó el entrenamiento de todos, no le sorprende no ver ningún alfa remotamente parecido a él, ni los más jóvenes. -
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Bajo la cama y el frescor del suelo, Adler cubrió sus ojos con las patas y así, moviendo su cola todavía molesto, terminó por dormirse. Las noches anteriores había compartido la cama con el resto de las concubinas que vinieron con él, admite sentir algo de tranquilidad ante la soledad actual.
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Su sueño es ligero, pero el cansancio actual le impide despertarse aún cuando siente la presión de estar sujetado por una persona... Sus cejas delgadas se fruncieron levemente en lo que dormía.
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Cuando recibió al rubio en la mañana no creyó encontrarse en la situación actual. Antes del contrario, había considerado hacerlo con alguno de sus comandantes, la curiosidad innata de su naturaleza y el libido le llevaba a querer experimentar diferentes sensaciones, aunque seguía prefiriendo a los omegas por su condición de alfa, debe aceptar que la compatibilidad actual con el otro era buena. La incomodidad que creyó sentiría cuando el otro adentrara sus dedos es nula, inclinándose más al umbral del dolor y siendo opacado por el placer. La cola que ha sido liberada al perder control de su transformación se ha aferrado con fuerza a la carne ajena, las púas diminutas que emergen dañan la dermis, lo presiente por el color escarlata que adorna la blanca piel de su nuevo amante, por suerte la raza de Alex es rápida en sanar. Estoy listo... Ha sido adicto a usar su parte posterior desde su primer celo, pero no creyó que eso se extendiera a tomar la posición de omega también. Una vez Alex se ha hundido en su carne no ha tenido suficiente, Yuuki ha buscado con hambre el placer de su primer encuentro recibiendo hasta altas horas de la madrugada, sanándose a sí mismo cuando la brusquedad del encuentro provoca sangrados internos.
En la mañana han desaparecido los golpes que dejó en él su pareja, así como el imponente cuerpo que abrazó cuando cedió al cansancio es el adolescente que observó por primera vez. Gruñó, se ha sanado pero el cansancio y la sensación en su cadera sigue presente, necesitaba más sangre para deshacerse de las sensaciones molestas. Un movimiento y el líquido blanquecino se desborda por los muslos. Es gracioso como la naturaleza animal de Alex le llevó a impregnarlo de esa forma. ¿Lo hacemos en esta nueva forma? Cuestionó al rubio a su lado, siente que sus movimientos lo despertaron.
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Oculta la sorpresa que le ocasiona las palabras del contrario. Una familia donde no consideraban la virginidad necesaria y ni siquiera tenían como oficiales a los amantes le parecía irónico que sancionara el coito previo al matrimonio. Por desgracia, su posición subalterna impedía cuestionar a su esposo. Entiendo, buenas noches. Besó su mejilla antes de obedecer y arreglar su propia ropa para seguir al sirviente. Había tocado porque el ajeno parecía desear su cuerpo en un inicio. Su nueva habitación se siente vacía sin su hermano o su nuevo esposo. No obstante, agradece que el cansancio haga de las suyas para dormir pronto, por fin en una cama decente luego de una semana. -
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Piensa que algo similar debió sentir su madre cuando el rey dejó de visitarla, no estaba al tanto de lo que pasaba en la alcoba por obvias razones, pero la mirada de despecho de su progenitora la mañana siguiente de la última visita todavía la recordaba vívidamente. Se mordió el labio, había liberado sus feromonas pero estas no ejercían ningún efecto en el contrario, piensa que debe deberse a la diferencia de edad, Emmet como adulto podría controlar las feromonas de un niño como él. Es inmovilizado en la cama y obligado a calmar su propio libido que generaba calor en su cuerpo. Era humillante sentir como le menospreciaba de nuevo, más, desde que llegó esa mañana el emperador no ha mostrado interés en él fuera de lo que declaró en su cena. De pronto, mantener su forma humana es muy complicada y es reemplazada por la de un tigre adolescente, pequeño todavía y sin el tamaño de garras de un adulto. Se apartó saltando de la cama. Las joyas y el ropaje que vestía fueron olvidados en la cama. Me voy Su madre le aconsejó un par de veces sobre el orgullo que debía mantener, era la primera vez que había intentado intimar con otro alfa así que se siente realmente nervioso y avergonzado de haber fracasado. Salió de golpe de la alcoba volviendo a la que le presentaron anteriormente donde se refugió debajo de la cama.
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Suspiró cuando se encontró siendo llevado en la misma posición que esa mañana. No percibía la presencia de Hao cerca ni del resto de los herederos, ubicar la posición de aromas tan imponentes como el emperador o su propia omega era muy sencillo. En la cama se levantó para encargarse de quitarse la ropa tan molesta que andaba, no podía caminar tranquilo y estaba cansado de la brisa en sus glúteos, las pijamas tampoco eran mejores pero la tela era más suave al ser diseñadas para dormir. Se ocupó de retirarse las joyas con las que adornó su cabello y el maquillaje. Los movimientos de Shen eran delicados y su manera de prepararse para la cama era la de un omega geisha en su nación teniendo que realizar tantos pasos. Finalmente acabó y se acercó a la figura del contrario, besando su frente antes de volver a dormir porque solo ver un libro aumentaba su dolor de cabeza, por suerte era el idioma de su reino así que comprendía la poesía que leía. Necesitaré aprender el idioma de aquí Mencionó antes de acostarse y decidir que había tenido suficiente por ese día y el desorden de su marido.
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No tarda demasiado para las líneas rojas de su tribu aparezcan en sus mejillas, su madre había pertenecido a una raza peculiar de vampiros así que estas solían imitar a las de las etnias donde había nacido la omega. Le avergonzaba un tanto ese rasgo porque no eran tan imponentes como los de su padre o hermanos. Nunca ha descuidado su entrenamiento así que no es de extrañar que Alex encuentre su abdomen marcado o el músculo trabajado de sus brazos y piernas durante su exploración. Las palabras del contrario son innecesarias, nunca preguntaba por la intimidad de sus concubinas, menos una vez que entraban en el harén porque aquello podía ser un arma de doble fijo revelar si habían tenido experiencias antes de su matrimonio. Si es lo que quieres... Murmuró, acarició las felpudas orejas del contrario durante su felación, podía sentir de vez en cuando su miembro ser rozado por los colmillos contrarios. Recordó las experiencias de esa mañana así que contuvo su respiración. Lo apartó cuando sus feromonas se hicieron demasiado fuertes, su celo solía ser más constante y a menudo que el resto de sus familiares, por lo que podía sobrellevarlo mejor. Sabe bien que la erección del contrario también debe ser dolorosa, ofrece ocuparse de ella con su mano. En el beso que comparte su saliva es dulce, parte de su naturaleza mezclada volvía afrodisiaco sus fluidos en el momento del acto sexual.
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El beso le toma por sorpresa, al igual que Shen había sido entrenado en diferentes situaciones para servir como concubina sexual, enfocado en el rango de omega, para lo tal habían practicado soportando afrodisiacos y observando diferentes actos de otras personas, más su virginidad se mantenía porque eran trofeos a ofrecer a un mayor postor. Aquel era su primer contacto de labios, no así lo corresponde como le han enseñado. Siempre usa perfume en su cuerpo, no sabe si el contrario se refiere a ese aroma o al de sus débiles feromonas. Abel huele mejor Murmuró en respuesta, su cola se ha enroscado en la figura del mayor y siendo que el contrario fue el primero en romper las distancias, sus manos también se ocupan de acariciar al rubio, tocando los cuernos con la curiosidad inicial que sintió al verlos, totalmente diferente a los propios. -
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Al inicio no había sentido que el alcohol invadiera con fuerza, más en el momento en que fue alzado por el mayor sumado al aroma de este, comenzó a sentirse caliente. Más que sueño o cansancio, su libido estaba creciendo, a mitad del recorrido gruñe, le parece haber escuchado que lo harían reina ¿tan fácil? No había dormido bien durante todo el camino al imperio, primero porque no sabía cuál de todos los herederos lo tomaría, y luego porque se mortificaba pensando en cómo debería seducir a alguien. Definitivamente el consejo de Shen de solo verse bien no le había parecido útil. Ahora que el emperador pensaba tomarlo como oficial tan sencillo, lo hacía sentirse algo tonto... No, de seguro todo se debía a sus encantos. Fuera de su atractivo físico, Emmet debió captar lo buena especie que era. Se aferró al otro aunque se soltó tan pronto le dejó en la cama. Sus orejas se liberaron reemplazando a las humanas y la cola tigresa se escapó de su atuendo. Enroscada, bailaba en círculos demostrando lo excitada que se encontraba su versión felina.
Es lógico... No pueden enviar un omega viejo aquí. Exhibió un mohin en sus labios y se arrastró, sus movimientos lentos en la cama le llevaron a los pies del mayor, lamió el dorso del pie. El brillo dorado de sus ojos se intensificó y la pupila rasgada estaba dilatada. No soy un niño. Repitió mientras se deslizaba del talón hacia la rodilla, su cola se enroscó en la otra pierna. El estado de alcoholismo y los movimientos algo torpes habían desaliñado su ropa, uno de sus pezones había escapado de la escasa tela que cubría su pecho.
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De niño pensaba que la lengua mordaz de su madre y la del resto de concubinas debía ser lo peor, la manera elegante en que el omega que los había traído al mundo mandaba a la mierda a su vecina diciéndole puta fea era asombrosa. Más, frente a él, su esposo que parecía un bruto incapaz de hablar con la misma elegancia se encontraba ofendiéndolo tan rápido y seguido que el alfa no pudo más que parpadear. Le había dicho débil y después le había insinuado que sería un inútil en la cama y que ocupaba otros cuatro alfas más además de él... No cree que ni su padre se había atrevido a tanto por el orgullo de sus concubinas. Su vista se dirigió a la entrada del balcón. ¿Sería muy tarde para suplicarle al omega de su hermano que también lo aceptara como concubina? No, no puede ir a molestar la posición de Hao. Tus concubinas deben odiarte... No pensé que aquí habría tanto desorden. Comenta, todo parecía cada vez peor, debía competir con personas que ni siquiera tenían rango. Su cabeza empezaba a doler, ahora resulta que deberá buscar al alzar quiénes eran para amenazarlas, si estuvieran ordenados en el palacio sería más sencillo discutir al menos. No soy débil. Respondió al fin porque hiere su orgullo.
Y conmigo basta, lo dije desde el principio. Si tan solo tuviera su propio palacio podría marcharse enojado por todas las ofensas que le ha dicho su esposo, más debe tragar el coraje. Puedes probarme, fui criado para eso. No era orgullo reconocer que había sido criado como una prostituta.
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Nunca había sido tomado por otro alfa por más que esto causara curiosidad al Yuu guiado por sus instintos sexuales la mayoría del tiempo. No quería que su posición se viese más frágil todavía al ser un alfa que era tomado por otro, seguía manteniendo su orgullo. Sin embargo, frente a Alex no podía mantenerlo, el aroma fuerte del otro, su presencia y la afinidad con que el otro parecía preferirlo a él en vez de buscar la posibilidad de pasar a Cain o Abel que gozaban más potencial de grandeza le hacía sentirse halagado. Liberó sus pequeños cuernos, si escondía la cola su rasgo más notable más allá de las pequeñeces en su frente, eran sus colmillos de vampiros perfectos como el marfil. Es mi primera vez . Sonrió, su humor había regresado ahora que pronunciaba esa frase que había escuchado decir a tanta omegas que tomó en el pasado.
Le llevó a la cama, como esposo debía asumir la responsabilidad. Se colocó sobre Alex y terminó de arrancar las ropas del menor junto a las propias, le causó risa cuando ambos exhibían una erección.
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La noticia lo había sorprendido porque minutos antes la expresión frustrada de Adler parecía indicar que el moreno no estaba logrando seducir al alfa como aclaró que haría con orgullo. Sin embargo, se encuentra feliz, anota en su cabeza que deberá felicitarlo, si el moreno ascendía a ese rango seguir cultivando la amistad que tenían solo podría beneficiarlo más. De igual forma le conmueve lo dispuesto de su omega a defenderlo. Gracias... Respondió y le siguió a la habitación. La propuesta del otro le provoca sorpresa, cuando llegó pensó que debería pasar un rato humillandose ante otras concubinas hasta lograr ascender lo suficiente y si hacía un buen trabajo podría eliminarlas después. Lo observó en el suelo, tener al heredero del imperio que podía aplastar a su propio país con un chasquido de dedos le halagaba, sus mejillas se sonrojaron.
Si piensas que soy suficiente. Su pierna se cruza, la escasa ropa hace que se vea su muslo desnudo en la ensayada reverencia que realiza mientras acepta su mano, sus movimientos de omega habían sido practicados hasta el cansancio para hacerlos más perfectos que incluso los demás omegas. Estaré encantado, mi esposo. Sus cuernos se liberan ante la felicidad que sentía de haber logrado su cometido. -
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Las palabras del otro eran dulces, podía tener una baja posición en su reino pero era verdad la nobleza de su raza. Los tigres siempre eran cotizados, desde que no debería faltar una omega de esa estirpe en un matrimonio real, a que tener un comandante de su raza era un símbolo de prestigio y fortaleza. No es de extrañar que el moreno se sonroje con cierto orgullo, era un adolescente que había sido rebajado mucho tiempo. Ya lo sé, soy asombroso. Respondió, puede que todavía le falte crecer pero si el otro deseaba verlo transformado podía mostrárselo en el dormitorio o cuando estuvieran a solas porque se negaba a que otros aprecieran la inmadurez de su tigre joven. Las otras palabras llaman su atención ¿le ofrecía una posición de reina o lo estaba mofando? Emmet, a diferencia de su padre, no le daba la impresión de dar comentarios sarcásticos. Se mordió los labios en lo que tomaba de un trago su copa, no tenía tanta resistencia al licor por lo que sus morenas mejillas mostraban un encendido color.
¿Dejarás de tratarme como un niño? Murmuró antes de apoyar el codo en la mesa porque el alcohol estaba subiendo a su organismo. Desde que salió de su reino estaba dispuesto a engendrar tan pronto tuviera la oportunidad, aunque la idea asustara un poco a su juventud todavía.
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Le sorprende que el otro niegue algo que es tan evidente. Está a punto de responderle de nuevo que sí lo era, pero el omega se levanta la mesa. Un esposo que deja a su concubina de lado sigue pareciéndole un bruto, más debe reprimirse porque a su marido parece no gustarle la afirmación. Se levantó de igual forma para ir tras él antes de recibir comentarios de doble sentido como que si sería el omega de un omega, no le sorprende que incluso ante un omega como Cain él parezca más uno. Lo alcanzó en la terraza algo contrariadoNo me dejes solo. Amenazó, sus mejillas estaban algo sonrosadas, de la rabia y la vergüenza que incluso en el imperio recibiera esos comentarios.
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A pesar de ser uno de los hijos de Emmet, no le sorprende que la posición de su concubina sea más llamativa, las palabras de los demás ignoraban su existencia, Alex era alguien que parecía más fuerte así que no le sorprende que reciba esas atenciones. Su sonrisa se mantenía, algo incómoda, la razón de que su harén también fuese tan grande a pesar de su juventud es porque encontraba consuelo en los omegas que no le juzgaban o no les interesaba que fuese un alfa tranquilo, la gran mayoría de omegas eran mayores que él. Sus palabras causan escalofríos junto a la cola en su abdomen, sigue provocando cosquilleos contra la desnudez de su torso. Nunca... He sido de ignorar el potencial de los demás. Respondió ante las insistentes miradas de los demás, el aroma de Alex se completaba bien con el propio. Pero Alex es mi preciada concubina. Respondió porque el menor parecía querer que le diese la razón.
Es sutil pero percibe las feromonas de su joven esposo. Se levantó de igual forma e incitó al lobo a hacerlo. Nos iremos. Avisó a su padre, el alfa parecía de buen humor con el moreno así que agradece no recibir regaños por llegar tarde e irse temprano. Arrastró al alfa a su alcoba de nuevo. Tus feromonas son fuertes. Aclaró, sería un desastre si el menor continuaba liberando su aroma en el salón.
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Entiende que Abel parecía ser el único considerado en su posición, cree que se debe a la seriedad con la que el otro asumía su papel de heredero y esposo. Tomó la mano del mayor. Estoy bien, no quiero ser una concubina inútil. Aclaró, si el contrario encontraba beneficio usando su fuerza debía usarla, así como si el otro prefería que se mantuviera encargado del trabajo de escritorio también lo haría. Entrelazó su agarre. -
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Su mirada dorada se mantiene sobre el resto de presentes, nobles y otros invitados que asisten a la celebración, para finalmente volver a quien era su esposo. Supone que un imperio no puede existir solo porque sí, el hecho de que haya dominado a los demás iba más allá de ser más fuerte, la mentalidad en esa nación era totalmente diferente a la propia. Para empezar, el hecho de que especies como ellos que estaban aptas para la guerra y desarrollar su fuerza se vieran sobrepuestas por el simple hecho de ser omegas, su madre que tenía todo el potencial para ser una guerrera acabó pudriéndose en un harén sin favor del rey y él, que desde joven exhibió mucha más fuerza que muchos de sus hermanos alfas estaba relegado a su palacio sin posibilidades de entrenar para terminar siendo intercambiado como concubina. Emmet lo veía como un potencial soldado en vez de a la esposa que era, una parte de él se siente halagado y la otra no sabe qué pensar cuando el alfa que ha intentado conquistar desde que llegó no se fija en él. Tigre Exclamó, su forma estaba incompleta por su juventud así que al transformarse se notaba como un juvenil animal, más no era débil o eso pensaba.
Apartó la mirada del otro para probar los platillos diferentes a su reino, había sido enviado a un país de lunáticos porque nunca pensó que un emperador tuviera más interés en pelear con su concubina que tomarla. Las texturas nuevas llamaron su atención en un inicio pero cuando el sabor no convenció más su paladar prefirió dejar de lado la comida, no podría retirarse hasta que lo hiciera el mayor así que se dedicó a esperar.
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Debe admitir que encuentra graciosas las reacciones del contrario cuando toma la iniciativa, creyó que estaría más habituado a esos contactos. Escuchó sin gran interés el discurso, su posición actual le tenía más mortificado que también querer mostrar su valía en un campo con el que no contaba tanta experiencia. Si lo que Hao le indicaba era real, lo primero que debería hacer era adaptar sus conocimientos y buscar una manera de deshacerse del resto de concubinas para tener el poder a sus anchas. Levantó la mirada a su esposo al escucharlo. Dragón, agua Le pareció gracioso que sus elementos fueran diferentes. Sus cejas se arquean al percibir la emoción del ajeno, si luchaba con Caín que era tan reconocido por su fuerza bruta no cree poder seguir vivo. No pelear, te mostraré después, eres bruto Aclaró de inmediato al otro.
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La cola que se enrosca en su cintura le causa cosquillas. Según ha escuchado al resto de ministros, él se parecía más a sus abuelos, buscando el lado tranquilo y la neutralidad todo el tiempo, no le extrañaba que su padre no tuviera ninguna expectativa en él, especialmente en el campo de la guerra. Sin embargo, creía que se debía a Caín, su hermano opacaba al resto y solo Abel parecía lo suficientemente competitivo para continuar ese conflicto internos entre ambos, Yuu había descartado heredar y servir al frente como sus hermanos. La respuesta de Alex le provoca una sonrisa forzada, el lado vampiresco de su madre dominaba la sangre de demonio, irónicamente su sed de sangre no era grande, ha recibido muchas mofas como su libido era más el del un incubo que un demonio fuerte como su progenitor. Claro, te ves muy fuerte Si Alex demostraba ser tan útil no le sorprendería que su padre prefiriera usarlo como soldado en vez de dejarlo en su harén inservible. Come poco y evita el contacto visual con sus hermanos.
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Desde que atravesaron la frontera no para de pensar en que él y Shen llegaron a un lugar muy peligroso, dentro del palacio ese sentimiento no hizo más que crecer. Por doquier solo veía personas fuertes, enfocadas en la pelea, de la boca del gobernante escuchaba lo mismo. Miró a Shen y a él, eran una vergüenza como alfas para las personas de este lugar, empezando por su apariencia como por la poca aura de pelea que exudaban ambos, incluso en esos momentos estaba más preocupado por como complacer al omega que demostrar la utilidad que le estaban pidiendo. ¿Abel necesitaba que él también fuera fuerte? Se mordió el labio para pensarlo, debe cuestionar muchas cosas al mayor. Es distraído por su hermano que parece preocupado en ser asesinado por su esposo, como dragones gemelos lo lógico es que pelearan juntos porque su fuerza se fortalecía. Siente jaqueca, vivir era más difícil de lo que creía. -
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En su habitación es terminado de arreglar, debía asistir a la cena y como concubina del patriarca debía ir perfecto. Es adornado con joyas y la ropa no le contrae, la que él usaba también era muy expuesta. Gruñe cuando se percata que su esposo tampoco le ha esperado, sigue a la sirvienta que le indica el camino, pero está convencido, esa noche no lo dejará dormir hasta lograr que el otro tome su virginidad, de esa manera también podrá adquirir rango en el palacio. La silla está al lado del patriarca como su esposa, podía no ser emperatriz pero ante la ausencia de alguien más en el harén y ocupando esa posición se la han entregado a él. Al menos eso es de su agrado. Toma asiento y puede ver las caras de los demás que vinieron con él, le relaja ver que a los gemelos parece irle mejor que a él, e incluso Alex, que era muy pesimista ante su destino todo el tiempo. El festejo no inicia sin la palabra del mayor, eso le hace percatarse que en efecto ha sido entregado ante alguien de mucho rango.
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No comparte la opinión de su esposo respecto a sus atuendos, pero debe asimilar que eso sería lo actual. Le permite olfatearlo, no eran los únicos ahí así que no podía actuar con el capricho anterior, con la salvedad de que debe aprovechar las miradas para dejar en claro que es la nueva concubina y pronto la favorita, por lo que tan pronto el otro ha dejado de tener su nariz contra él, vuelve a besarlo. La vida de una concubina es dura, piensa cuando debe mostrar esos actos públicamente, no así, ante la mirada del emperador se limita a contactos breves que no incordien el festejo, siente la mirada de envidia del moreno, Adler había comentado muy orgulloso y confiado como conquistaría a quien sea que lo entregaran para ascender al rango de esposa legítima, parece que no le es sencillo.
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Sonríe, piensa que es gracioso todo lo que el otro le ha dicho desde que llegó, no lo culpa, con los hermanos que él tiene no es de extrañar que también piensen en él como un bárbaro. No puedo enviar a mi esposa...esposo a una celda, tan solo no puedo dejarte vivir con el resto de concubinas Yuu podía ser liberal, pero es consciente de que la infidelidad no era permitida como normas del imperio, al menos de parte de las concubinas. Tampoco se vería bien en su imagen si surgían rumores en su harén. Terminó por asimilar la situación, no es la primera vez que algo le sorprende y ni la primera en que algo solo le queda aceptarlo, le había ocurrido en muchas ocasiones. Recuerda la derrota que sufrió en el entrenamiento con Caín o cuando sus hermanos mayores, siendo omegas, lo habían descalificado indirectamente de la lucha por el trono. Es consiente de que muchos nobles tenían altas expectativas cuando nació alfa, ahora ninguno lo considera como un heredero al trono posible porque si no es Caín, Abel es el próximo con mayor potencial.
Después de ayudar al alfa a su aseo regresó a su habitación. Mi esposa es especial, preparen uno de mis atuendos para él también Observó resignado como debería esperar hasta mañana para colocarle el revelador traje que habían traído al omega, aunque el que le pusieron también lo era así que eso servía para complacerlo. Es de los últimos en llegar y se inclina como disculpa ante el patriarca, no lo habla pero cree que su padre ha comprendido el contratiempo cuando ve la apariencia de la concubina nueva.
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Al ser discreto y recibido un buen entrenamiento para servir como concubina, puede percatarse de los sutiles detalle de su esposo, cree que no mirarlo mucho es la forma en que el omega muestra su respeto ante su incomodidad, le halaga, pero que su esposo sea el único que no lo mire tampoco es bueno. La buena relación de su hermano llama su atención, Shen estaba más que dispuesto a hacerse su lugar y deshacerse de su competencia como siempre ha hecho desde niño. Gracias Susurró a su esposo al percatarse de que le ha dejado espacio para que conviva con su hermano, ante los ojos de los demás evita abrazarlo o mostrar cariño corporalmente, de todas maneras le habla en voz baja, le sorprende que Shen sea el único sin empezar a aprender leer y escribir, le gustaría decir que le enseñaría pero en su posición actual era complicado. -
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El mohin que exhibe no desaparece cuando es apartado,ni cuando siente las manos de los demás sobre él que ayudan a su aseo. Estaba bastante exasperado de que sus encantos no funcionaran en su marido. No era su culpa su propia edad, estaba en el punto ideal para casarse, incluso, algo mayor porque los omegas deben contraer matrimonio mucho más joven. Quiero que mi esposo me de mimos .Respondió ante su comentario, claro que quería un heredero también y como el otro decía podría gozar de más poder, pero prefería no expresar eso directamente. Fue llevado cuando su aseo estuvo listo porque molestaba demasiado al patriarca. No sabe si es peor su situación actual o la de seguir viviendo en un harén repleto de enemigos.
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El tiempo ha pasado más rápido de lo que piensa y no le sorprende que le despierten. Es llevado por aparte a una alcoba, supone que esa debe ser la propia pero no entiende mucho del edificio, también sabe que debería ir a saludar a la concubina mayor aunque nadie le ha dicho dónde están. Le llevan al baño y la ropa que le recibe causa que arquee las cejas, las personas de ese lugar vestían muy raro a su parecer. Cuestiona a una de las sirvientas dónde se encontraba el resto de concubinas que debía visitar y también pide que desempaquen sus cosas. Le es dicho que asistiría a una cena, le sorprende que le lleven a él y no a una concubina diferente, supone que se debe a que ellos eran los premios de esa noche. Su mirada se relaja en el salón y mantiene el semblante inexpresivo a pesar de lo desnudo que se siente con esa ropa qur exhibe toda su piel delicada e impoluta sin una sola cicatriz. Tiene los hombros desnudos y parte de sus pectorales, en la espalda la tela se cierra peligrosamente rozando el inicio de sus glúteos, un traje muy atrevido sin duda.
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Se siente algo cansado cuando le despiertan y gruñe por lo bajo en lo que se desesperaza y le llevan al baño, no sin antes decir que también lleven a su concubina y pedir que traigan un traje para Alex, no da mayores instrucciones porque las sirvientas de su palacio saben muy bien sus gustos. En el baño se sentó bajo el agua relajándose por el vapor Alex tenía una personalidad muy fuerte a su parecer que no combinaba con la hermosa cara que tenía. Estaba a punto de llamarlo cuando lo escuchó hablar, enarcó una ceja ¿acaso el otro pensaba en él como si fuera Caín? Yuu era bien conocido por su libido y sus planes pacíficos de negociación,no por decapitar a sus concubinas. Estaba a punto de preguntarle a qué se refería cuando lo observó mutar.
El pelirrojo pensó que estaba soñando, frente a él el pequeño muchacho que recibió al que deseaba coger tan pronto lo vio, había cambiado en un alfa, de su mismo tamaño -incluso pensaría que Alex le ganaba por unos milímetros- y con un físico similar al de Cain. Su vista descendió ¡Y qué atributos tenía entre las piernas! Se levantó, sin ocultar su sorpresa y caminó hacia el menor. Palpó todo su cuerpo para asegurarse que fuese real y, por supuesto, también sujetó el miembro del menor. Es increíble... Exclamó al fin antes de sentarse de nuevo por el asombro. Alex... No puedo enviarte al harén. Con el aroma fuerte de feromonas que percibe y la apariencia del otro no podía hacerlo,sus concubinas eran todas omegas aunque hubiesen hombres y mujeres. Le indicó que se sentara, agradece haber enviado fuera a sus sirvientas porque cuando se bañaba con sus concubinas prefería privacidad por si surgía el sexo. Es complicado... Uh, el traje que te espera tampoco te quedará, te daré uno de los míos. Nunca había estado con otro alfa pero admite sentir curiosidad.
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Permite a las sirvientas vestirle y se maquilla por su cuenta de nuevo, al igual que su hermano se encargaba de delinear sus ojos con carmín y adornarse con un par de pendientes en sus orejas, era lo único que no podían disimular del todo al ser estas extendidas como elfos. Cuando sale, el primer paso que da deja al descubierto su muslo y se tapa de inmediato, más, no esperaba ver a su esposo ahí fuera. Lo siento... Nunca he usado nada así. Carraspea para recobrar la compostura, toma el brazo del mayor para caminar hacia el salón, conteniendo sus expresiones cuando el aire acaricia toda la desnudez de su cuerpo, más que aprender a escribir, cree que lo más complicado será estos atuendos. Tan pronto llega sonríe ante la presencia de su hermano que parecía más relajado e igual de desnudo que él.
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