Posts written by Misagi_ryuk

  1. .
    Leyi Leyi¡¡¡

    Hola¡¡¡, perdón por no comentarte hace tanto¡ estaba algo ocupada
    con la escuela y después la actualización de mis fics u.uU , si que pude leer
    las contys, con algo de atraso, pero a fin lo logré¡¡ xD, los capítulos me han fascinado
    uno tanto como el otro¡¡¡ me ha fascinado todo lo que hizo Mazawa para recuperarlo
    y mi amooooor Ryoma tan lindo como siempre¡¡¡¡ la reconciliación hermosa ¡¡¡¡ carajo
    hiciste que me sonrojara jajajajajaj¡¡¡ no había leído jamás un fisting¡¡ por kami¡¡¡ XDD
    SI HABRÁ BODAA¡¡¡¡¡¡¡ XDDDDD jajajaja, espero con ansias al conty.

    besos de sandía¡¡¡

    Misagi * *
  2. .
    Hola hola a todos XD, siento la demora, pero estaba ocupadita con la escuela, estaba haciendo mis famosos ensayos T.T, reportes y exámenes, andaba muriéndome de fiebre para acabarla, pero en fin, ya vengo con la conty, bueno pues aquí respondo varias dudas suyas XD. Y otra aclaración: Onodera no fue raptado por Aiwaka a los 12 (solo puse esa edad como referencia de su crecimiento dentro del flash-back, Onodera fue raptado por Aikawa a los 18…. “preguntó un lindo oji-verde de 18 años con su linda sonrisa”…. :P) y lleva 3 años en el castillo de Aikawa. El año en que fue raptado fue el mismo en el que hab aceptado salir “formalmente” XD con Masamune…aún les debo su historia de amor XD….pues eso es todo, espero les guste el cap de hoy y yo pienso actualizar muy pronto el fic debido a que casi salgo de vacaciones :D…besitos de durazno a todos¡¡¡ especiales a Melyoan, Romantica_1 y Mikeio Kamijou
    Misagi * *






    Capítulo 12: “Segunda prueba: … ¿un beso mojado?”


    Más rápido que de subida, terminaron Misaki y su equipo de bajar la montaña, puesto que venían ya alertados del difícil terreno, sin contar que apenas Ijuuin había desaparecido la lluvia también así lo hizo. Era quizás las 8 de la mañana cuando todos se vieron fuera de la montaña de Bishamon. Cada uno metido en sus pensamientos. Misaki aún seguía pensando en el tal Ijuuin y la propuesta –nada decente- de que se quedara con él…también pensaba en Miyagi y en cómo superaría la prueba de quedarse con semejante bestia. Hiroki iba hasta el frente, como siempre, mientras no se cansaba de admirar la espada, aun así él sabía que eso no le exentaba de ser el siguiente “sacrificado” en alguna prueba.

    Muy pronto llegaron a una agradable paisaje de bosque, en donde decidieron descansar, por estar agotados de bajar la montaña toda la noche. Comieron un poco de lo que pudieron conseguir y se tiraron a dormir bajo la luz del sol a lado de un río. Después de una reparadora siesta todos se pusieron en pie para prepararse a seguir con su camino, claro antes de que Keiichi reclamara por ¡un poco de limpieza!. Y viéndose en fachas y aun con lodo y todos mal vestidos decidieron aprovechar el calmado río para tomar un baño.

    -¡hey, hay que darnos prisa!- exclamó Keiichi entre risas dirigiéndose ya medio desnudo al río, Hiroki quien le miraba con gracia también se desprendía de su ropas. Misaki los miraba algo avergonzado…a el no le gustaba la idea de desnudarse enfrente de alguien, ni aunque fueran donceles. Sin embargo sonrió un poco cuando vio como en un ágil movimiento Keiichi tomaba de uno de los brazos a Hiroki hasta empujarlo al agua.

    -¡Keiichi, idiota!- exclamó el oji-avellana con su ceño fruncido cuando pudo sacar la cabeza del agua. Misaki se permitió reír un poco…esos dos se llevaban muy bien…a su manera; mientras Keiichi, dentro del agua también se retorcía a carcajada limpia.

    -hey…”Hiro-chan”- dijo en forma de burla Keiichi aun sin poder callar su risa- deja de ser tan gruñón o nadie te querrá- exclamó.

    -muérete- respondió Hiroki tirándole agua con las manos y una media sonrisa.

    -ven Misaki, ¿no pensarás quedarte allí?, verdad, no te preocupes…nadie pasa por acá, además Masamune vigila la zona- exclamó Keiichi invitándole con una sonrisa- ¿o querrás que salga a traerte como a Hiroki?- se burló. Al oji-verde no le quedó otra opción que acudir con su propio pie, quitándose su ropa a velocidad del rayo y casi aventándose al río, haciendo reír a los otros 2. Después de jugar y bromear otro rato, casi cerca de una hora se dispusieron a platicar un rato.

    -ya veo…- exclamaba Keiichi- entonces prácticamente quedaste solo a los 10- hablaba compasivo mirando al oji-verde.

    -pues, si y no- dijo con media sonrisa Misaki -…mi madre murió cuando yo tenía 10 años …no se sobre muchas cosas…ya sabes , esas que solo ellas te dicen- sonrió tristemente sonrojándose un poco, Keiichi y Hiroki les sonrieron también…ambos habían tenido momentos difíciles…pero no se imaginaban sin su madre especialmente durante la niñez- adolescencia – aunque mi hermano ha sido un apoyo muy grande para mi…y eso se lo tendré siempre muy agradecido- hablaba el menor, jugando distraídamente con el agua.

    -seguro- exclamó Keiichi con una sonrisa que logró reconfortar al oji-verde- …mira que ser doncel hace poco era casi un pecado- dijo frunciendo el ceño el oji-miel en desaprobación-…hay muchos que lo han tenido difícil…como cuentan del príncipe aquél de un reino lejano que fue expulsado de su reino por ser doncel- platicaba – supongo que ente la realeza se dan más estos casos- explicaba triste Keiichi.

    -¿y tu Keiichi?¿tus padres estaban de acuerdo con un doncel?- preguntó Misaki, vio al Sumi sonreír.

    -jejej claro, fui la adoración de mi padre cuando estuvo vivo- exclamó con una gran sonrisa Keiichi- me celaba de todo el mundo y trataba de protegerme de todos y de todo…Yura se parece tanto a él- dijo con un puchero- cuando mis padres y Yura se enteraron que era un doncel se pusieron muy felices-

    -¡que bien!…-Misaki sonrió-Hiroki- llamó Misaki al oji-avellana , que le prestó atención rápido- ¿Qué no es posible saber que es un doncel o un varón al instante ?- exclamó dudoso. Hiroki sonrió un poco mientras negaba con la cabeza.

    -no siempre….respondió el oji-avellana- te lo explicaré- siguió mientras el oji-verde asentía, nuca había tenido la oportunidad de preguntar algo así después de que su madre muriera…pero suponía ahora tenía la oportunidad- existen 3 tipos de personas: los hombres, las mujeres y los donceles, como nosotros. Los donceles fueron los últimos en aparecer, y cuando lo hicieron eran mal vistos por la sociedad…era algo fuera de lo ordinario…por lo que lo atribuían a mala fortuna o a algún “defecto”. Hace relativamente poco que fueron aceptados en su totalidad, y la realeza se sirve muy bien de su “don”, aquel que lo distingue del varón, ¿tú sabes no Misaki?- exclamaba Hiroki.

    -poder dar a luz- respondió bajito con un sonrojo el oji-verde. Hiroki asintió y continuó con su relato.

    -Un embarazo, que al igual que las mujeres dura 9 meses. El signo de la fertilidad es la estrella de 5 picos, ¿lo sabes verdad?- Misaki asintió fervientemente, llevándose a su inconscientemente las manos a su vientre- este signo aparece como un “tatuaje” un poco más abajo del vientre cuando un doncel está embarazado- siguió Hiroki observando como los 2 menores le ponían atención- Cuando un bebé nace, ya sabes, como “hombre”, no siempre es fácil saber si se trata de un varón o un doncel. Más bien después de los 4 años se empieza notar la complexión y los modos más delicados de un doncel. Aunque hay casos más drásticos que no se notan hasta que los chicos entran a la adolescencia, que es la etapa más hormonal y con un cambia físico más significativo- explicó Hiroki.

    Después de una productiva charla, del baño y de otras bromas por parte de Keiichi estuvieron al fin listos para partir a la siguiente prueba. En ese momento caminaban aun a las orillas del rio siguiendo el transcurso que indicaba el mapa.

    -¿y ahora donde nos dirigimos?- preguntaba curioso Keiichi echando un vistazo al mapa que tenía Hiroki en las manos.

    -la segunda prueba: visita a Ayami, el reino del agua- recitó Hiroki leyendo la inscripción en el mapa.

    **************************************

    Mientras tanto en Usami, una peliplateada monarca, permanecía sentada en una elegante silla en el estudio, mientras sus manos terminaban de sellar la carta que recientemente acaba de escribir. Una vez el sello dorado de la reina Asuka estuvo en la carta se levantó de su asiento y mando a llamar a su más confiable y veloz mensajero para que llevara su encargo a su destino. Cuando el mensajero partió Asuka se permitió suspirar por última vez con preocupación. Ahora mismo se encontraba en su enorme jardín de rosas blancas, pensando en lo que había hecho…y estaba segura que era lo correcto, aunque temía las posibles reacciones que tendría su sobrino al enterarse que…

    -Asuka…- escuchó una voz conocida interrumpiendo sus pensamientos. La reina regresó a ver con rapidez y con una sonrisa al hombre de su vida.

    -Hitomi- respondió al saludo mientras se acercaba al hombre de ojos grises. Este le regresaba el abrazo. Hace un rato que el rey había regresado a sus actividades labores normales…pues al parecer su esperanza estaba creciendo cada vez más, y solo esperaba con mucha alegría el día en que sus sobrinos y su amado hijo regresaron al reino.

    -supe que mandaste a Riuto-kun con un mensaje urgente- exclamó el hombre preocupado refiriéndose al mensajero. Asuka asintió con una mueca preocupada deshaciéndose de contacto con su esposo y dándole un poco la espalda.

    -es una carta explicando la misión y los integrantes que partieron…- respondió Asuka tocando su pecho. Hitomi la miró con duda.

    -¿Por qué es tan importante que esta persona se entere? ¿a quién la mandaste? - preguntó Hitomi intrigado. Asuka le regresó la mirada compungida sin dejar de mostrar su preocupación antes de responderle…

    -a Haruhiko-

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    -¿quién eres?- fue la simple pregunta del azabache

    -vaya, vaya, ¡pensé que ya no me hablarías!- se quejaba con un lindo puchero el rubio- nee eres malo Miyagi, mira que hablarme 2 días después, ¡que poco educado de tu parte!- dramatizaba el hermoso doncel frente a él. Cierto fue que Miyagi había perdido la conciencia un día entero y otro simplemente no le dirigió la palabra al rubio. Era de noche. Miyagi permanecía quieto recargado en uno de los muros de la cueva, de brazos cruzados y sin poder dejar de mirar al “dragón” frente a él…la transformación de esa temible bestia al hermoso doncel enfrente de él era surrealista¡¡. En cambio Shinobu, que de latoso y coqueto tenía mucho, también miraba a Miyagi con curiosidad y ¿alegría?...tal vez podía ser él. El azabache le había parecido hermoso. Un varón muy atractivo sin duda. Sin embargo cuando el oji-noche despertó y no le dirigió la palabra no le reclamó nada, pues tal vez él mismo necesitaba organizar muchas cosas en su cabeza…¿ahora qué diría?. Solo permanecía sentado en el suelo con sus largas piernas dobladas justo enfrente de Miyagi, mientras mordía ansioso el pulgar de su mano.

    -cuando eras un dragón…pude observar tu descontento cuando mencione que eras sirviente de Aikawa…¿estás de su lado?¿quién eres? Y ¿Por qué estás aquí?- preguntó serio Miyagi mirando los ojos grises de Shinobu que sorpresivamente los vio cambiar del brillo alegre a una mirada triste…como si recordara algo.

    -¡no soy un sirviente de esa bruja del infierno!- contestó el rubio después de un tiempo, frunciendo el ceño y volteando a un lado- ¡yo no estoy de su parte por que quiera!- dijo dejando escapar unas finas lágrimas. Miyagi se sorprendió por las palabras y las acciones del doncel e instintivamente quiso abrazarlo. Pero se contuvo rápido.

    -¿Qué pasó?- preguntó Miyagi con un semblante más suave al igual que su voz, Shinobu le miró con ojos impregnados de profundo dolor y rencor -¿me contarás?- pidió de nuevo. El rubio sollozó un poco más y limpió rápidamente sus lágrimas para después asentir.

    -yo…yo no era una persona “normal”- empezó su historia- mi reino fue uno de los últimos en aceptar al doncel dentro de la sociedad…más dentro de la monarquía…jamás. Yo era un príncipe – mencionó con voz quedita. Miyagi lo observó con ojos sorprendidos y lo siguió escuchando…

    //Flash-Back//

    Un pequeño doncel rubio, de entonces 10 años de edad, se encontraba deambulando por el enorme castillo del reino Takatsuki, un lugar bello y muy próspero localizado en unas verdes y regocijantes montañas. En ese momento era media noche, el hermoso oji-gris, había tenido una “pesadilla” muy fea, lo que había hecho ir a corriendo a buscar a su queridos padres, a pesar de que ya no era un pequeñito, era muy “mimado” y consentido, especialmente por su madre, la reina Tsume. Este pequeño respondía al nombre de Shinobu, Shinobu Takatsuki. El príncipe del reino Takatsuki.

    -mamá…¿papá?- preguntaba el niño en un susurro, en una acción muy tierna, apenas asomado su cabecita por la puerta de la habitación de sus padres. Pero se llevó una terrible decepción y sorpresa al no encontrarlos ahí. Con necesidad comenzó a recorrer los pasillos buscándolos, caminó cerca de 20 minutos a media noche, sin encontrarse con nadie en la oscuridad, hasta que comenzó a escuchar voces.

    “¿Qué estará pasando?” Se preguntó el pequeño acercándose a una gran puerta que se encontraba entreabierta, esta puerta conducía a un salón de reuniones, por lo general ahí se discutían cosas importantes entre la corte y sus papás. Estaba punto de entrar a la habitación cuando escuchó las voces hablar sobre un tema que si le interesó, entonces se quedó muy calladito para poder escuchar detrás de la puerta.

    -“¡esto no puede seguir así! ¡ese niño es un peligro para el reino!- escuchó una voz de uno de los ancianos de la corte.

    -p-pero es solo un niño…el no tiene la culpa…él solo necesita apoyo, ¡no pueden estar hablando en serio!- Shinobu reconoció la voz de su madre

    -“¡es un monstruo!, primero…es ¡antinatural! Que un varón pueda concebir…eso es una ¡aberración!¡kami-sama nos libre de tal ultraje!”- exageraba otro hombre

    -“¡no es un varón! , ni una mujer, ¡es un doncel!- explicaba la mujer, Shinobu casi podía escuchar como sollozaba.

    -¡y no sólo eso!- se escuchó la vos de una anciana, Shinobu pudo reconocer la voz de su abuela paterna, Shiba-san, una miembro fuerte de la corte- ¡tu hijo ha nacido con la asquerosa maldición de Merlín!- exageró la vieja refiriéndose a la magia- ¡ese niño será repudiado por todos y de pasó nos traerá mala fortuna al reino! ¡DESASTE DE EL HE DICHO!-

    -¡no!, Shinobu es mi hijo, es mi bebé, ¡no lograrás arrebatarlo de mis manos!¡por dios ni siquiera sabe controlar su magia!- gritaba Tsume a diestra y siniestra. Shinobu en su escondite no dejaba de llorar, ¿de verdad causaba tantos problemas a su familia?, ¿Por qué decían cosas tan feas de él?...cuando su madre le dijo que tenía magia y que por eso era diferente a los demás nunca pensó que se referían a eso.

    -¡lo harás Tsume!, ¡por el bien del reino!- aseguró la matriarca- tu estúpida madre fue la culpable de todo esto, ella por tener la sangre de una “sucia bruja”¡¡- agregó con desdén mirando los ojos lloroso furiosos de la reina- te desharás de esa descendencia podrida tuya o te las verás conmigo…yo tomaré cartas en el asunto- aseguró la vieja refiriéndose a Shinobu, Tsume lloraba desconsolada -…menos mal que podré preparar a Risako para ser una buena reina…mucho mejor de lo que sería ese bastardo tuyo y de lo que eres tú¡-

    -¡no dejaré que toques a Risako!¡y no me vas a quitar a Shinobu!- exclamó la mujer, seguido miró al hombre rubio que había permanecido callado, su esposo, el rey del reino Takatsuki -¡Kotaro di algo maldita sea!¡quieren hacerle algo a mi bebé!- gritaba desesperada la mujer. Nunca se esperó lo que diría…ni en sus más crueles pesadillas.

    -obedece Tsume. Si no sacas a tu hijo mañana de aquí, yo mismo mandaré a que se deshagan de él- dijo serio el hombre. Tsume con los ojos desorbitados, sorprendida y con ganas de llorar, gritar y matar a medio mundo, no dijo nada y tropezando con desorientación se dirigió a la puerta del salón dispuesta a ir por su bebé en ese instante y salir lejos de allí. Mas se llevó una sorpresa al abrir las puertas de par en par y encontrarse al pequeño rubio allí, con su cara espantada y los ojos tan llorosos como ella. Las piernas de la mujer se paralizaron…trató de tocarlo con su mano, pero este la evitó y salió corriendo rápidamente. Los que estaban dentro del salón estaban igual o más sorprendidos…

    Shinobu corrió y corrió, todo lo que pudieron dar su cortas piernecitas a sus 10 años, las lágrimas obstruían su vista, no quería ser un problema, no quería que nadie sufriera por su culpa…irse era lo mejor que podía hacer.

    -¡¡¡SHINOBU!!!- escuchaba los desgarradores gritos de su madre, pero él no se detuvo, la fría noche no era impedimento para burlar con rapidez la seguridad de la entrada del castillo y cuando el mismo ejercito le perseguía por el bosque cercano de Takatsuki extendió su manos hacia los uniformados y los hizo volar con unas fuertes ráfagas de viento, que ni él sabía cómo había hecho. Al menos había podido escapar.

    La luz del sol bañando su rostro hizo que abriera los ojos, despertando de sus sueños. Entonces se dio cuenta que no era una pesadilla, todo había sido muy real. Se observó solo, todavía con la piyama con la que se había acostado el día anterior y en medio del bosque, de repente su estomagó gruñó…tenía hambre. Sus ojitos grises se llenaron de lágrimas…¿ahora que iba a hacer?...él era un niño inútil, pequeño, que nunca tuvo la necesidad de hacer algo por su cuenta, alguien que a duras penas había podido salir del castillo, no conocía nada. No podría sobrevivir, moriría muy pronto. Trató de limpiar sus ojitos con la manga de su piyama y siguió caminando. Pasaron 3 días…y el pequeño rubio se veía fatal, no había comido ni bebido agua, no sabía dónde había ríos, no sabía escalar árboles para recolectar frutos, no sabía de caza, ni de pesca…era un total fracaso. Al fin sus piernas no pudieron sostenerlo más y se dejó perder recargado en el tronco de un árbol. El pequeño esperaba su final , no creía salir salvado de esa…

    -hey…mocoso- escuchó la voz de una mujer, seguido unos leves puntapiés en sus costillas. El rubio hizo un gran esfuerzo para poder ver a la mujer que le hablaba- ¿Qué haces ahí tirado?-

    -señora…- susurró el rubio mirando a la mujer blanca de ojos grandes y de un bonito color verde, su cabello rojo como las cerezas- señora, ayúdeme, por favor, tengo hambre- rogó el pequeño. La pelirroja le miró con superioridad.

    -¿por qué debería hacerlo?- preguntó altanera, el pequeño se oprimió con desdicha.

    -por…por favor- susurró de nuevo. La mujer lo miró mal, para seguido cerrar la palma de una de su mano, al abrirla apareció una manzana roja grande y apetitosa.

    -tendrás que darme algo a cambio- sugirió la mujer burlona al ver como al pequeño le brillaron los ojitos y se le hizo agua la boca al ver la manzana- si no, no te la daré-se atrevió a amenazar con una sonrisa.

    -pero yo no tengo nada, señora- rogó Shinobu por la manzana. La mujer miró de repente el cuello del niño del cual colgaba un interesante collar de oro puro, tenía un dije de un hermoso corazón, sonrió.

    -claro que si tienes algo, dame esa medalla que tienes en el cuello- pidió extendiendo su mano, el niño miró con recelo a la manzana y después la medallita.

    -pero señora, esto….esto es un regalo de…de mi madre…no puedo dárselo- rogó Shinobu. No quería perder el único recuerdo que le quedaría de su madre.

    -es eso o nada- dijo con tono escalofriante y burlón la mujer, Shinobu reprimió las ganas de llorar y se desabrochó con tristeza el dije de su madre extendiéndoselo a la mujer, quien lo tomó rápidamente con una risa burlona.

    -ahí la tienes…estúpido- susurró la mujer arrojando a la tierra la manzana, el rubio, que realmente tenía hambre, comenzó a devorar la fruta, sin importarle que tuviera rastros de tierra. La pelirroja quito por un momento los ojos de la hermosa joya para ver al muchachito…era tan pequeño e ingenuo…le serviría de algo. Desde un principio había notado que ese pequeño tenia magia…algo curioso era que no supiera usarla. La mujer se resignó a que el rubio el siguiera por 3 días seguidos, hasta que llegaron a una zona de pastizales, la mujer frunció una sonrisa aterradora.

    -¿Qué sucede señora?- preguntó el niño todo inocente.

    -hemos llegado Shinobu-chan- exclamó la mujer, el niño miró extrañado a su alrededor.

    -pero…este no será su castillo, verdad? ¿Señora?- preguntó el niño asustado.

    -señora…señora…señora- imitó burlándose la pelirroja- ¡me tienes cansada maldito crío!, ¿pero sabes qué?, me servirás de algo…serás mi mas grande proyecto, y aunque hechicero , incapaz de realizar magia, serás el más tenas de mis sirvientes- se burlaba la mujer, el pequeño niño no sabía nada de lo que hablaba esa mujer ¡que rayos decía!, sus ojos se habían llenado de lágrimas de nuevo ¿por qué nadie lo quería?- ¿sabes que es el amor?- preguntó la mujer pelirroja, el niño negó – es la más grande farsa del universo, es la estafa más cruel y el engaño más atroz…es confiar tu vida a un falso héroe…que termina partiéndote el corazón…-dijo con un toque desquiciado…el pequeño Shinobu no sabía de qué hablaba.

    -señora…-murmuraba asustado

    -¡no me llames señora, idiota!- le gritó, haciendo encogerse al niño- me llamo Aikawa…y mi hechizo te mantendrá vivo y como mi fiel sirviente por el resto de la eternidad, porque jamás podrás romper mi maldición…por que la solución no existe¡¡¡- dijo con coraje Aikawa. Shinobu comenzó a llorar e instintivamente a correr en dirección contraria a la loca mujer.

    -¡jamás podrás escapar!- gritó con furia la desquiciada –¡“torre de mármol, furia de acero, la piel de oro, los ojos de fuego. Mi guardián de los cielos, mi verdugo de los suelos, cazador cazado, Mi dragón: el fiero”!- y con estas palabras una cadena tan pesada y enorme comenzó a aparecer y muy pronto se movió por si sola para buscar al “fugitivo muchacho”. Muy pronto unos gritos desgarradores se escucharon en todo el bosque. Aikawa rio con malicia y locura.

    -¡Aikawa-san !¡Aikawa-san , suéltame!...¡haaaaaa!- Los sollozos y los gritos de extendieron por varios minutos por todo el lugar deshabitado, mientras tanto Aikawa miraba entretenida como la cadena tiraba de algo, Aikawa rio con gracia “¡Aun se resistía el bastardo, jajaja!. Muy pronto se vio aparecer entre los arboles al pequeño niñito cansado de luchar siendo arrastrado por la cadena encantada, el cuerpo raspado, sus manos llenas de sangre, al igual que sus uñas, despegadas y llenas de tierra, cuando intentaba resistirse. Su rostro estaba lloroso y podía jurar que no sentía su pierna, pues la cadena lo arrastraba solamente de su tobillo. De sus bellos ojos grises resbalaban con auge lágrimas cristalinas bañando su sucio e impasible rostro…la felicidad no era su destino…él no había nacido para ser feliz, para ser normal…para ser querido…no, él era un esclavo… ¡claro era eso!...el solo era un instrumento…tenía prohibido amar a alguien y definitivamente no podía amarlo nadie…

    Aikawa lo miró curiosa con una sonrisa cuando quedó inerte en el piso sin mover un solo músculo de su cuerpo.

    -bien…haz tu trabajo- pidió la pelirroja al rubio. Este no contestó nada…esa mujer se había ganado su odio, su más profundo odio… ¿un niño podía odiar?, no lo sabía, pero seguro que lo lograría. Aikawa solo observó como la cadena se afianzaba eternamente al suelo dentro de una cueva que estaba detrás de ella, seguido la transformación “dorada” del niño…sonrió…un guardián eterno…porque…después de todo…el amor no existe…y aunque existiera…¿Quién se enamoraría de un monstruo?...

    //Fin flash-back//

    Miyagi se había quedado con los ojos bien abiertos…no era posible…Aikawa era una maldita…era el ser más malvado de todo el mundo. ¡¿Cómo se atrevía a engañar a un niño de 10 años de esa manera?! Observó con tristeza como Shinobu trataba de sonreír mientras se levantaba e inútilmente le daba la espalda para que no viera las lágrimas de sus ojos que había derramado al recordar, su vista se fue más abajo…hacia el tobillo del rubio…ahí estaba la cadena…desde hace 7 años. Un sentimiento de profunda tristeza y enojo lo envolvió…

    -Shinobu…-trató de hablar el pelinegro, pero el menor se dirigía fuera de la cueva.

    -e-estoy bien Miyagi- fue lo único que respondió Shinobu, sentándose fuera encima de una gran roca. El capitán le siguió y se estremeció de frío por la noche ventosa, se sorprendió de que el menor no mostrara tener frío…aun vistiendo tan poca ropa.

    -no es cierto- respondió el súplica Miyagi, los ojos grises le vieron con sorpresa y luego el rubio le regaló una pequeña sonrisa.

    -aun no estoy listo para decírtelo todo- dijo triste el rubio, Miyagi se compadeció y asintió. “no sé cómo pretendo enamorarme si no sé qué es el amor”…exclamó el pequeño haciendo un puchero mientras veía de reojo como “su única esperanza” regresaba a la cueva.


    *************************************************************

    Tardaron 2 días más en llegar al lugar que indicaba el mapa. Era quizás medio día cuando se detuvieron justo enfrente de donde estaba un tranquilo río, cosa extraña era que estuviera tan calmado. Era el agua la más clarísima que jamás hubiera visto, Keiichi hecho un vistazo hacia dentro…parecía no tener fin…

    -¿escucharon eso?- preguntó el Sumi, el resto prestaron atención, era como escuchar el agua caer, con creciente curiosidad y muy rápido siguieron el sonido. Sus ojos se maravillaron con la hermosa escena…

    -¡una cascada!- gritó Misaki con emoción y sorpresa…la cascada era enorme y tenía muchas piedras alrededor del agua dejando escapar hacia el río el cristalino líquido vital. Las plantas alrededor eran preciosas y de un color verde brillante, las flores y los arboles parecían custodiarlos.

    -esto es irreal- mencionaba Hiroki sorprendido deleitándose con el hermoso paisaje...ese era el lugar de la siguiente prueba…¿realmente pasaría algo tan malo en ese lugar?

    -¿estás seguro que es aquí Hiroki?- preguntó Masamune igual de sorprendido que el resto.

    -no puedo estás equivocado…este lugar debe ser Ayami, el reino del agua- dijo Hiroki agachándose y tocando la tibia agua con la punta de sus dedos. El resto de los chicos se fueron a investigar el lugar por su lado, mientras Hiroki se quedó allí, pensando en que sería la siguiente prueba…¿monstruo marino?...se preguntó con gracia. Estaba distraído cuando vio algo en la profundidad del agua que lo hizo deshacerse de sus pensamientos, mas como era curioso, se acercó más al agua al punto de que casi la rozaba con la nariz. Sus ojos se abrieron con asombro cuando vio dos puntitos brillantes azules en el fondo… ¿Qué era eso?...¿alguna joya?, diamantes quizá! Los miró por mucho tiempo, cuando entre parpadeos, “lo azul” comenzaba a acercarse, al parecer, pues Hiroki los veía hacerse poco a poco más grande. Su curiosidad no se fue…quizá por eso fue sorprendido. Muy pronto se enteró de que no solo eran los “2 puntitos azules”…había algo más…algo que se movía con rapidez…hacia la superficie…hacie el específicamente.

    -…¡¿qué?!- alcanzó a exclamar apenas con un susurró de voz, pero ya era suficientemente tarde…y como no se movió del lugar en el que estaba lo siguiente que vio fueron los dos hermosas joyas frente a sus propios ojos y sintió una humedad en sus labios…sensación que extrañamente le causó un cosquilleo. Sus ojos se abrieron a mas no poder…enfrente él…había un…un…¿¡un chico!?, entonces…se dio cuenta…¡eso había sido un beso!- ¡idiota!- gritó con fuerza al chico que el miraba fijamente con una sonrisa, mientras llevó su antebrazo a sus labios alejándose de inmediato del agua y cayendo hacia atrás. Su rostro estaba rojísimo seguramente, ¡qué vergüenza!¡y que desvergonzado ese sujeto! ¡¿Cómo se atreve a besarlo?!. Observó al “muchacho” frente a él. Esos ojos azules, que él había confundido con joyas, cabello tan negro como la noche con destellos azules, en ese momento mojado, y un rostro hermoso. Apenas y se fijó que estaba descubierto del pecho, recargando sus brazos en la orilla y sus manos sosteniendo su cabeza en una pose relajada.

    -eres muy lindo- escuchó que le decía. Hiroki se sonrojó más y como si no fuera poco el oji-azul comenzó a reír.

    -¡cállate idiota, ¿de que te estás riendo?!- gritó todo irritado y sonrojado el castaño.

    -te sonrojas con facilidad, me gustas- dijo como si nada. Hiroki no pudo evitar abrir la boca con asombro, enojo y ¡vergüenza! ¡¿Cómo se le ocurría a ese idiota tantas idioteces!

    -pero…que…-no logró terminar, cuando algo más le llamó la atención, justo a un lado, si se puede decir así, del oji-azul, bajo el agua algo se movía incesantemente- …¿Qué eres…?- fue lo único que alcanzó a pregunta sin reparar en lo extraño que se escuchaba. El azabache solo sonrió con gracia.

    -tú qué crees…-exclamó con una simple sonrisa, mientras emergía del agua un “¿cola?”…era de un bello color turquesa y destellos de muchas tonalidades de azules. Hiroki abrió los ojos se sorpresa….¡claro pero que idita era!....¡AYAMI!

    ¡AYAMI ERA EL REINO LEGENDARIO DEL AGUA, DE LOS GUERREROS DEL AGUA! …específicamente de los famosos y poderosos “magos tritones”…

    Los ojos avellana miraron sorprendidos, los ojos azules y tranquilos…¿Qué significaba eso?...¿cuál era su misión exactamente?...

    -eres….eres…un tritón- dijo Hiroki con una cara de sorpresa total.

    -así es- respondió tranquilo y con una bella sonrisa el oji-azul- soy Nowaki, el príncipe del reino Ayami- se presentó con una leve reverencia con su cabeza, Hiroki lo miró fascinado aun con el sonrojo en su cara, lo que no veía venir es que el rostro feliz del oji-azul se convirtiera en uno preocupado…-tú eres uno de los que viene a romper el hechizo de Akihiko-san, ¿verdad?, dime, por favor, ¿tú me ayudarás a romper el hechizo de mi reino?- preguntó con mirada triste. Hiroki abrió mucho los ojos…¿otro hechizo?...¡heeee!???...
    .
    .
    .

    Continuará…
  3. .
    noooo noooo¡¡¡
    de nuevo me he perdido de mucho T.T

    no puedo creerlo otra vez esa chiba¡¡¡ <.<U
    la odio¡¡¡, como crees que mi takato e itachi estén tan distanciados¡¡ T.T
    cómo será joji?, que querrá ahora?¡
    me tienes ansiosa de nuevo¡¡¡¡ T.T

    espero con ansias la conty¡¡¡
    besitos de fresa¡¡

    Misagi * *
  4. .
    Hola hola , ¿cómo están?. La verdad es que iba a subir este cap antes, pero volvía enfermar (me faltan vitaminas u.uU). Muchas gracias por sus comentarios, verdaderamente los amo¡¡¡ y me animan mucho a seguir escribiendo, jajajaja fue de hecho mi hermoso dragón Shinobu una de mis principales inspiraciones *.* para escribir este fic XD; nee tienen tantas dudas como yo, jaja pero ya los responderé dentro del fic¡. Gracias por sus comentarios , besitos especiales de piña colada para : Mikeio Kamijou, Melyoan y romantica_1.

    Misagi * *




    Capítulo 11: “La montaña de Bishamon”





    Mañana, Tarde. Día, Noche. Todo era exactamente igual en esa mansión, por lo que dejaban de sorprenderse de cuánto tiempo llevaban ahí o qué hora era, lo único que sabían era que posiblemente nunca saldrían. Un oji-verde, como pocas veces, se encontraba sentado en unos de los escalones que daban al segundo piso. Este joven respondía al nombre de Onodera. Estaba en su forma humana, bueno casi, pues aún conservaba sus orejitas peludas y cafes de neko. Estaba pensativo y veía con una sonrisa a 3 pequeños “cachorros” jugar en frente de él. Niños, claramente. Los últimos que esa maldita bruja pelirroja había secuestrado. Onodera se enfureció enseguida…¡eran niños…quizás algunos 6, 8 años cuando mucho!, ¡no podía ser tan desalmada!...él tenía ya 18 años cuando fue “raptado” por Aikawa…¡pero ellos eran niños!. El admiraba mucho la capacidad de esos pequeños para olvidar…para elegir disfrutar pequeñas acciones y no hacer de los grandes problemas más tormentas. El simplemente no podía hacerlo.

    -¡ven a jugar con nosotros Ritsu-nii!- pedía un pequeñito de unos 8 años de cabellos abundantes y azabaches, y unas orejas de inu del mismo color sobre su cabeza.

    -jejeje, lo siento mucho Moku-chan, yo me divierto mucho viéndolos, jueguen ustedes- sonrió Onodera al pequeño. Observó a los otros 2 haciendo pucheros. Uno era un niño tal vez de la misma edad que el otro de cabellos castaños y grandes ojos del mismo color con sus orejas de inu idénticas. El tercero era el más pequeñito de toda la mansión, un niño de 6 años de piel tostadita y ojos verdes muy claros, tenía su cabello rojo y brillante un poco largo al cuello, cosa curiosa es que el tuviera dos puntiagudas y pelirrojas orejitas al igual que una larga cola de…zorrito.

    -¡Onodera-niisan siempre dice lo mismo!- exclamó enfurruñado el más pequeño, dirigiéndose con su voz chillona al castaño, quien solo sonreía nerviosamente.

    -jejeje, claro que no es verdad Tami-chan, yo…solo…hey¡- trataba de excusarse Ritsu pero los niños lo jalaron para que fuera a jugar con ellos. Por lo que no se pudo negar. Mientras reía y jugaba con los pequeños, soltó un suspiró y recordó lo que había pasado “aquél” día…

    //Flash-Back//

    -¡papá, ¿dónde dejo esto?!- preguntó un lindo oji-verde de 18 años con su linda sonrisa, mientras cargaba una caja con algunas botellas, quizás de licores muy caros. El hombre le regreso a ver con sus ojos cansados y negros como carbón, era castaño y de arrugas abundantes en su cara, tal vez de la edad, tal vez de cansancio.

    -ponlo arriba de la mesa- respondió algo distante el hombre con media sonrisa, estaba abatido, triste y casi arrepentido, suspiró por milésima vez en el día…ese era el último día que vería su hijo.

    Seiji Onodera, un hombre de 45 años, gran mercader y conocido como el más rico comerciante de todo el reino Nakamura. Su hijo: Onodera Ritsu, uno de los más hermosos donceles de todo el reino, a sus 12 años el pequeño oji-verde era el orgullo de su padre, su adoración. Gran parte de las ganancias de su trabajo las invertía en su hermoso castañito, quien cada día vestía trajes diferentes y muy elegantes y caros. Ritsu era lo único que poseía Seiji además de su riqueza, pues su esposa Sakura había fallecido apenas cuando su hijo tenía 8 años.

    Hace una semana hizo algo que nunca, ni en sus más macabros sueños, pensó hacer. Todo ese estúpido problema había comenzado por su culpa: Aquél día en que una mujer muy bella y pelirroja llegó a su tienda pidiéndole que le diera lo más preciado para él, obviamente Seiji no imaginaba los problemas que tendría, ni mucho menos quien era esa “loca”, por lo que , como es costumbre en él corrió grosero a la mujer de su comercio, nunca a nadie hubiera creído que la mujer lo condenaría para siempre, y con la mano asfixiando el cuello del pobre mortal le dijera con enojo mal contenido: “si los humano fueran más inteligentes me hubieras dado cualquier cosa...¡pero como buen estúpido que eres te negaste!…ahora tendrás que lidiar con mi furia por tratarme de esa manera. Que desdichado hombrecito aparecerse justo cuando salgo a buscar diversión-fingió la voz de pena con una sonrisa sínica- Yo sé que es lo más preciado para ti, tu precioso hijo doncel… ¡y no por favor!...no intentes negarlo- exclamó al mujer al ver al hombre intentando hablar algo-…ahora escucha mi demanda…vendré en una semana…es tu vida…o me llevaré a tu hijo”. La mujer soltó el cuello del hombre y desapareció al instante. Seiji no pensó mucho la respuesta…

    Eran aproximadamente las ocho de la noche cuando la mujer pelirroja llegó al mismo lugar, después de la semana acordada, esta tenía su rostro adornado de una burlona sonrisa. Onodera la miró con miedo.

    -papi…¿Quién es ella?- preguntó el muchacho, que en ese momento vestía unos pantalones cortos en color esmeralda oscuro, una camisa blanca, unas botitas negras y un chaleco del mismo color de sus pantalones. Su padre no se molestó en mirarlo. La mujer rio con ganas…con que esa era la decisión de Seiji.¡cómo le divertía hacer eso!

    -¿no le matarás, verdad?- preguntó el hombre con tono frio, agachando la mirada.

    -no te importa- contestó altiva pasando del hombre que la miró aterrado- haz tomado tu decisión Seiji- rio la mujer. Y terminando la discusión con el hombre se acercó al muchacho quien retrocedió con premura, solo para toparse con un estante de botellas de vidrio.

    -…¿Q-que….quieres de mí?,¡aléjate!- pidió Onodera asustado, observó como la pelirroja sonreía y sacaba de sus vestidos una ¡varita!, una varita torcida-tu…eres…-trató de hablar pero el pavor no lo dejó.

    -una bruja…por su puesto- completó ella- y soy la peor jajajaja- alardeó de sí misma- arrodíllate ante mí, pequeño minino…soy Aikawa, la bruja roja- se presentó con premura. Onodera abrió los ojos con mucho miedo -¿sabes que pequeño?, tu padre decidió que es más importante su vida…que tú- dijo con un puchero fingido, mientras sujetaba con fuerza la barbilla del menor fijando su rostro en el hombre que lloraba con la cabeza gacha, Onodera no lo soportó y comenzó a llorar.

    -papá…papi…¡papá…¿Qué he hecho mal?!...dime que no es cierto…- rogaba el niño- dime que no me llevará…¿verdad que no?...papá…- intentaba mostrar una sonrisa…pero se borró al observar que su padre seguía sin moverse…era verdad…lo había regalado prácticamente- papá…-susurró por último. Aikawa rio con muchas ganas.

    -shh, shhh….no lo hagas mi niño, no lo hagas más mi pequeño minino…-consoló falsamente la pelirroja que había abrazado por la espalda al menor, mientras con una mano apretaba la varita contra su cuello, el oji-verde seguía derramando lagrimas…aun no lo podía creer- el no cederá…es tan cobarde, que ni siquiera se tienta el corazón…para salvar a lo único que lo hizo feliz, pobre diablo, ¿lo ves?- murmuró Aikawa al oído de Onodera- No te preocupes…cuidaré bien de ti- consintió con un beso en la mejilla.

    -…te odio…¡maldito seas te odio!...OJALA TE HUBIERAS MUERTO TU….Y NO MAMÁ…te odio….-fueron las últimas palabras que escuchó Seiji de su hijo, eso le hizo levantar al fin la mirada, observando como su hijo, con lágrimas en los ojos, sollozando y con la cabeza gacha desparecía junto a la pelirroja.

    -Ritsu…-Seiji gimió de dolor…desde ese segundo su suplicio comenzó… mientras una risa malvada se extendía con fuerza dentro de la habitación…hasta escucharse prácticamente en todo el reino. Varios vecinos habían concurrido a la vivienda del comerciante, pero ya no había nada, solo el pobre hombre que se había quedado loco…sin poder decir palabra alguna.

    //Fin flash-Back//

    -hey, Onodera…-

    Una voz sacó de su ensoñación al oji-verde, entonces se deshizo suavemente de los agarres de los más pequeños para mirar a su interlocutor.

    -¡Akihiko nii-sama!- exclamaron los 3 pequeñitos a coro, mientras corrieron a abrazar al recién llegado. Onodera se reía en silencio mientras observaba como su amigo peliplata se quedaba muy quieto al ser abrazados con tanta euforia por los pequeños, después de que el oji-violeta les despeinara un poco sus cabellos con media sonrisa, los niños se despegaron de él. Onodera pensaba que era muy extraño el cambio que los niños ocasionaban en el príncipe, eran pocas veces en las que veía al Usami sonreír honestamente, eso lo ponía feliz.

    -¿Qué pasa Akihiko?- preguntó Onodera al fin mirando al mayor.

    -los chicos te están buscando…parece que encontraron “algo”- exclamó con su típico tono serio. Onodera se quedó un momento en su lugar , para después asentir y seguir al peliplata.

    -nos vemos al rato chicos- se despidió el castaño de los niños que tenían en su carita la duda. Onodera suspiró. Cuando Akihiko se refería a “los chicos”, realmente se trataban de los otros 4 “usuarios de la magia” que vivían en la mansión de Aikawa. Cada vez que la bruja no estaba aprovechaban para descubrir o investigar por medio de su magia lo que pasaba en el exterior…y ya que se acercaba el momento, el tema principal de ahora era saber sobre “el viaje-rescate de Akihiko”…sabían que no tenían la fuerza suficiente, ni siquiera teniendo a Haruna (hija de Aikawa) de su lado iba a ser sencillo; pero al menos algo debían intentar. Onodera era el mas fuerte de ellos, pero gastaba muchas fuerzas tratando de convertir al menos por algunas horas a todos los habitantes de la mansión, por lo que al resto le tocaba investigar.

    -¿Qué han encontrado?- preguntó el oji-verde a sus “colegas”.

    -sabemos un poco mas sobre el viaje- comentó uno.

    -…sabemos que son 5 pruebas, 2 desviaciones para conseguir dos armas poderosas y también pudimos contactarnos con un mago- informó otro.

    -¿Qué armas?- preguntó Akihiko curioso.

    -desconocemos una de las armas y el lugar en que se encuentra- explicó otro inconforme- pero, el otro es la gran espada de Bishamon- dijo con asombro, Onodera imitó su rostro sorprendido.

    -baya- silbó por la bajo - ¿y a qué mago pudieron contactar?- preguntó.

    -en realidad…es una maga-respondió otro, Onodera le regreso a ver con sus ojos entrecerrados.

    -nombre- pidió inmediato, por la cara que pusieron sus compañeros…solo podría ser.

    -Karouko…-dijo por fin el primero. Onodera frunció el ceño. Akihiko aún más…ella era…tan… ¡Karouko! ¿Pero estaba de su lado?...¿cierto?.


    **********************************************************

    El paisaje había vuelto a cambiar. En ese preciso momento Misaki ya no sabía de donde sacar fuerzas para seguir subiendo el empinado relieve. Su nuevo destino era la montaña Bishamon. Lo que jamás esperó el oji-verde fue que el maldito tumulto rocoso fuera tan difícil de escalar¡. Y es que apenas y llevaban una hora, sus inexpertas piernas pedían descanso. Era muy complicada escalar puesto que el clima no les ayudaba mucho y la tierra suave y floja muy prontamente se convertía en lodo debido a la lluvia, pero como les había dicho Mino, no querían desperdiciar un solo día…y si ese día tenían que llegar ¡ese día llegarían!. Hiroki iba hasta adelante quien comprobaba que fueran en la dirección correcta y tanteaba el terreno; después iba Misaki, a su lado Keiichi quien se mantenía atento a cada resbalón que sufría el oji-verde o para ayudarle de cuando en cuando; Masamune iba hasta atrás cuidando las espaldas del resto, no quería ningún incidente.

    La tarde llegó, y con ella el fin de la lluvia, algo que todos agradecieron mucho. Los colores naranjas al fin aparecían en el cielo, pues el negruzco característico de una tormenta comenzaba a desaparecer. Eran aproximadamente las 6 de la tarde cuando llegaron justo a la cima.

    -tal parece que es aquí- comentó Hiroki, que al fin podía sacar con libertad el mapa que tenía celosamente guardado, pues con la lluvia había sido imposible arriesgarse a perderlo. El oji-avellana mantenía sus ojos fijos al papel, sus cabellos revueltos y estaba totalmente empapado…las botas habían quedado totalmente enlodadas. El resto de sus compañeros no venia mejor.

    -¿crees que hayamos llegado tarde?- preguntó Keiichi, Hiroki negó.

    -¿Qué es lo que estamos buscando exactamente Hiroki?- preguntó curioso Misaki.

    -a Bishamon- respondió Masamune tranquilo, mientras limpiaba un poco su rostro empapado- el dios de la guerra- Misaki se había quedado espantado y sorprendido por igual.

    -realmente a su reencarnación muchacho…-

    Todos regresaron a ver con rapidez hacia dónde provenía esa voz. Y Misaki casi sufre un desmayo por la sorpresa, pudo ver al “joven” que se encontraba recargado en uno de los arboles: era alto, de cuerpo muy bien formado, delgado, piel clara…aunque no tanto, cabellos negros y ojos mieles intensos…muy hipnotizantes…pensaba Misaki.

    -hey…pensé realmente que tardarían un poco más con la “mascota” de Aikawa- habló el desconocido. Masamune frunció el ceño…seguro hablaba del dragón. Hiroki lo miró con seriedad…no podía descifrar…si “el” estaba de su lado…o en contra…

    -descubrimos pronto lo que quería- respondió altivo Keiichi, el que preguntaba lo miró con una sonrisa de lado recorriéndolo rápidamente, Keiichi lo miró mal dispuesto a decir algo.¡¿cómo se atrevia a escanearlo?!.

    -debemos suponer que tú eres Bishamon ¿no?- se adelantó Hiroki al observar la recién “manía” del extraño por observarlos “detenidamente”. Enseguida sintió los escudriñadores ojos pasearse por su cuerpo también.

    -su reencarnación realmente, ya lo había dicho…tontito- dijo con una ladeada sonrisa mientras extendió una rápida y suave caricia a la barbilla del oji-avellana, provocando que el aludido se deshiciera prontamente del roce frunciendo el ceño. Masamune lo miraba ya nada contento. Y viendo que lo haría enojar muy pronto siguió hablando con su sonrisa- honestamente prefiero que me llamen por mi nombre. Un placer…- exclamó con coquetería y una reverencia – soy Ijuuin Kyo, reencarnación de Bishamon, el dios de la guerra, y si soy un usuario de la magia- aclaró mirando a Misaki esta vez, el oji-verde, que había observado todo con atención decidió no “despegarse” de Masamune quien miraba mal al recién presentado. No era ningún tonto…ese tal Kyo miraba con lujuria a los donceles. Sabía que el dios se caracterizaba por su fuerte temperamento y su…lujuria, pero no pensaba que fuera tan…palpable- ven acá…Misaki- llamó el pelinegro al oji-verde quien tembló en su lugar. Muy a su pesar le hizo caso, y caminó lentamente hacia él, sintiendo como esos ojos claros lo recorrían con ahínco.

    -Misaki…-le advirtió Hiroki en voz muy bajita, el menor solo asintió. Se detuvo justo enfrente del extraño por fin tomando valor lo miró a los ojos. Kyo le sonrió extrañamente mientras posaba una de sus manos en la pálida mejilla de Misaki.

    -Sé para qué están aquí- comenzó Ijuuin- y no estoy en su contra- tranquilizó de inmediato al resto de los chicos que estaban expectantes a lo que haría ese “pervertido” con Misaki -…pero sabrán ustedes que soy un alma libre…ni siquiera el mismo Mason logró “convencerme” de acudir a las estúpidas reuniones- exclamó con una sonrisa. El silencio que se extendió fue grande.

    -al punto- pidió enfadado ya Masamune. Kyo rio largamente.

    -jajajaja…no te apures demasiado alteza- se burló el mago – mejor ocúpate de acceder a mi petición- exclamó serio-…quiero algo a cambio-

    -¿Qué quieres?- preguntó de inmediato Masamune, los otros donceles habían optado por escuchar la discusión y observar de lejos.

    -quiero a su libertador- exigió de inmediato mientras hacía aparecer un bello cetro en color rojo escarlata, todos se sorprendieron al observar como volteaba con rapidez a Misaki y lo sujetaba de su cintura, haciendo que el sonrojado y asustado oji-verde gimiera por la impresión.

    -¡¿a caso eres idiota?!, ¡suéltalo!- exclamó primero Keiichi…enseguida detuvo su caminata hacia al mago al verse señalado con el rojo cetro y el rostro furioso de Ijuuin.

    -les prometo vencer yo mismo a Aikawa y así dar fin a la maldición que aqueja al príncipe de Usami- exclamó con una sonrisa mientras le daba un lengüetazo a la mejilla del menor. Hiroki frunció el ceño inconforme al igual que el resto.

    -¡sabes que bien que no es posible!¡las maldiciones perduran aun después de muerto su inventor!- exclamó Masamune.

    -me temo que si no es lo que pido, no les daré lo que vinieron a buscar con tanto anhelo- exclamó Ijuuin desinteresado, mientras soltaba un poco a Misaki, quien no era capaz de moverse. Masamune se enfureció ante la respuesta- juummm..que aburrido…después de todo Asuka se equivocó con todos ustedes…no estaban listos…todos son unos estúpidos que no saben protegerse ni a ustedes mismos…no se preocupen pueden irse yo le diré personalmente como fallaron de manera tan medio…-

    -¡cállate!-

    Las cosas ocurrieron tan rápido, que el mismo Ijuuin se preguntaba por lo ocurrido mientras miraba con asombro a quien estaba frente a él, mientras su mano viajó a su propia mejilla lastimada, justo en la comisura de su labio. Observó los furiosos ojos avellana y el cabello castaño del muchachito quizás más temperamental del grupo. Sonrió con gracia al ver que seguía aun su mano “empuñada”; pudo haber esperado de él desde un empujón hasta una bofetada…sin embargó su lengua saboreó por su labio inferior un hilito de sangre del recién golpe. Un certero puñetazo, ¡hace tanto que no conocía a alguien que se atreviera a enfrentarlo!

    -Hiroki…-murmuró con seriedad al que le había golpeada de tal manera. De alguna forma Hiroki se las había apañado para quitar de su lado a Misaki , que en ese instante era protegido por Keiichi.

    -me importa una mierda lo que digas de mi…-exclamó suavecito Hiroki- …¡pero no te atrevas a cuestionar las acciones de tía Asuka!- le gritó encarándolo sin miedo. Ijuuin admiró con gran reconocimiento el valor del muchacho, aun mas cuando quiso sujetarlo del brazo y el oji-avellana se deshizo de su agarre al instante.

    -eres valiente Hiroki…- admitió Ijuuin, Hiroki no se descompuso ante el alago, el resto de los chicos esperaban el siguiente paso del mago…un silencio muy grande se extendió- haz saldado mi petición- admitió con media sonrisa Ijuuin. Hiroki levantó una ceja en forma de duda.

    -solo obedece a un digno portador- informó el mago mientras daba un paso atrás, Hiroki también retrocedió…pero hacia donde estaban sus amigos -…con ella podrás enfrentarte a cualquier usuario de la magia…es la mejor arma y el más resistente escudo- su sonrisa se extendió – creo que sabrás utilizarla bien- pronto lanzó su cetro carmín hacía Hiroki, que asombrado lo atrapó entre sus manos- cuídala…y no te preocupes por devolverla…cuando haya acabado su trabajo, regresará a mí-

    -…-Hiroki permanecía aun impresionado, solo vio como el cetro emitió un gran resplandor y se convirtió en ¡una espada!....una hermosa espada de mango rojo brillante-g-gracias…-alcanzó a susurrar, pero cuando quiso ver a Kyo…ya había desaparecido.

    -suerte…-se escuchó solamente una voz que llevaba y traía el viento en la montaña. Todos ahí estaban impresionados… ¡¿qué rayos acababa de pasar?!

    ****************************************************

    Era una enorme habitación. Digna del más rico rey que hubiera visto la humanidad. Sin embargo, esta no pertenecía a un simple humano. La habitación estaba dividida en 3 partes: la primera era la recamara principal, con la cama y los muebles más divinos y finos que pudieran imaginarse; la segunda era un enorme y provechoso baño; la tercera era la sala o el recibidor de la habitación el cual contaba con una enorme alfombra, una mesita ratona y un sinfín de almohadones y colchas de la más alta calidad, sobre este “manto aterciopelado”, se encontraba el dueño de esa recamara. Más específicamente el dueño de esa mansión. Permanecía cómodamente sentado mientras se recargaba en uno de sus brazos, con la otra mano sostenía un quisquilloso puro…por lo que la cerrada habitación estaba llena de humo ya. El “chico”, de cabellos negros en sus totalidad y largos a los hombros y especialmente el flequillo permanecía tranquilo y con los ojos cerrados, hasta que escuchó golpear el sonido de la puerta.

    -pasa- admitió antes de dar una profunda calada al puro.

    -Amo…disculpe las molestias, pero…ya tengo todo lo que ha solicitado-escuchó la tenue y cohibida voz, sonrió con prepotencia sin abrir los ojos. Era su…lindo…muñeco.

    -te escucho- autorizó.

    -la ruta fijada por Aikawa ya la tenemos, al igual que los integrantes del “equipo” salvador de Usami y también sobre los magos y demás seres mágicos participantes en la guerra-exclamó el sirviente.

    -me alegro- exclamó sin mucho ánimo realmente. Un silencio se formó en la habitación, hasta que el amo volvió a hablar-…y hasta ahora…¿Quién lleva la ventaja?- preguntó con media sonrisa.

    -tanto por calidad y fuerza de magia como por cantidad, señor- comenzó el muchacho- …los magos podrían vencer con mucha facilidad a los brujos-

    La estruendosa risa del pelinegro se escuchó por la habitación, poniendo la piel de gallina al que estaba allí, y generalmente a todos lo que lo escucharon.

    -era algo de esperarse, pero no olvides…Tsumori-kun , que los brujos son tramposos- rio con malicia. El muchacho de ojos mieles lo miró asustado...y solo asintió. Realmente estar frente a su “amo” le causaba un pavor incomparable, aunque no por eso era…desagradable. Solo se limitó a esperar que el chiquillo, de aparentemente 17 años le dejara ir…o…

    -Tsumori-kun- lo llamó el líder, el aludido solo observó cómo su amo al fin abría sus “hermosos” ojos color aquamarina. Si su caprichoso, poderoso y (aunque no bueno para el) atractivo amo…era el líder de los usuarios de la magia.

    -Mason-sama, amo- respondió bajando la cabeza, indicando que escuchaba lo que decía el azabache.

    -¿acaso es un nuevo uniforme el que vistes el día de hoy?- preguntó curioso, pero con su típica sonrisa ladeada, cosa que Tsumori no pasó por alto, pues sabía que Mason no preguntaba nada sin sacarle “provecho” a la situación.

    -así es, amo- respondió suavecito el muchacho, y pudo escuchar el leve “ummm” del pelinegro.

    -no me gusta- dijo fuerte y claro para que le pudiera escuchar el rubio, quien emitió un pequeño sonido que se quedó en su garganta…quizás sabiendo lo que su amo “quería”- quítatelo-

    -…si amo- fue lo único que respondió, aun con la cabeza gacha y un fuerte sonrojo invadiendo su rostro empezó a desvestirse, empezando por el chaleco, las botas, las medias, el camisón típico de un practicante de magia, la holgada camisa, quedando solo en ropa interior. Escuchó la pequeña risa de su amo…sabía que lo estaba humillando, sabía que se burlaba de su debilidad…pero no podía odiarlo…no al menos desde la primer vez que lo hizo…cerró sus ojos con fuerza tratando de que las lágrimas no salieran por ahí.

    -aun no has terminado…-exclamó Mason sonriendo al muchachito, quien se tragó el orgullo y solo un poco de su vergüenza y terminó de desvestirse quedando totalmente desnudo. A total merced de su amo. Si Tsumori hubiera tenido sus ojos abiertos hubiera visto claramente como el pelinegro pasaba por su labio inferior la punta de su lengua, como saboreando algo…

    -ven aquí…-le llamó el menor, Tsimori atendió la orden y cumpliendo solo un día más de la rutina que sabía que “adoraba” su jefe y que agradecía mucho se cumpliese al pie de la letra “cada día”, se arrodillo a la altura del amo y se sentó sobre sus piernas-…que obediente es mi… hermoso aprendiz…-escuchó el oji-miel que susurraba el pelinegro en su oído, mordiendo su sensible oreja en el proceso.

    -mmnn- gimió casi imperceptiblemente, lo que logró sacar una sonrisa socarrona al amo. Quien inmediatamente apretó mas ese cuerpo contra el suyo, acariciando sin pudor el trasero del que era mayor para el por casi 7 años. Besó por un buen tiempo el cuello blanco del muchacho, mordiendo y succionándolo, e incluso lastimándolo. Tsumori gimió con fuerza cuando sintió de repente un fuerte tirón de cabello hacia atrás, una lágrima escapó de sus ojos, a su acompañante no le importó demasiado. Sino que aun con los cabellos rubios entres sus dedos guió a la rosada boca de su aprendiz a su pecho, que había sido descubierto por el mismo.

    -¿acaso quieres una invitación?- preguntó con un tono serio el más joven, el sirviente negó fervientemente la cabeza aun con sus ojos llorosos y lentamente sacó su lengua de la boca y comenzó a recorrer el pecho y el estómago de su amo, chupando y dejando suave besos…hasta que chocó con el elástico de los pantalones de su amo, no fue suficiente ni siquiera regresar a verlo, se deshizo del nudo con sus manos temblorosas, tomó “su premió” entre sus manos y se lo llevó de inmediato a la boca…

    No, no era la primera vez que lo hacía…era algo que ambos disfrutaban…muy a su retorcida manera cada quien…pero lo hacían. Mason se permitió dibujar una bella expresión de placer…Tsumori seguía con su trabajo, subiendo y bajando…subiendo bajando…¿algún día sería libre de su amo?...No, no creía…NO, no QUERÍA.
    .
    .
    .
    Continuará…


    Edited by Misagi_ryuk - 8/11/2014, 15:16
  5. .
    waaa¡¡¡¡¡ Leyi¡¡¡

    como me pude haber perdido de tanto¡
    te juro que yo leia de poco en poco, pero como me atrasé
    simplemente nunca terminaba... cuando ya habías actualizado
    jajaja¡¡¡, ja no te creas es genial que puedas actualizar tan rápido¡
    las contys me han dejado encantada....awww me muero de ternurita
    con yuya-chan *.*, cada vez me enamoro mas de Ryoma¡¡¡ <3
    y esos dos pillos (Takato e Itachi) algún dia me matarán de tantos derrames
    nasales¡¡ XDDD....

    neee...yo quería saber con lujo de detalle sobre el regalito de Itachi-sama
    en el auto nuevo XDDD

    Espero con ansiasss la conty¡¡¡

    besitos de fresa¡¡

    Misagi * *
  6. .
    Hola hola Layi

    Siento la tardanza de nuevo, pero estaba ocupada actualizando mis fics
    y con algunos pendientes de la escuela jejeje

    Ahora a tu fic¡, estos dos últimos cpaitulos me han fascinado¡¡, jajaja
    me encantó la "venganza" de Kano en el elevador, supero hot el lemon *¬*
    simplemente hermoso¡¡¡ :3 , pero al reconciliación me mató¡¡¡ XD, que fácil¡¡
    y los otros de chismosos espiando¡¡ JAJAJAJAJ. Pero que uke Fuyuki¡¡¡¡ XD

    Ya kiero saber que pasará en viaje de Itachi y Takato *.*....:3

    Espero ansiosa la conty¡

    besitos de uva¡¡¡

    Misagi * *
  7. .
    Hola hola¡, cómo están?¡, espero que bien :3.

    Pues estoy por acá un poquito antes de tiempo, mis clases me lo han permitido XD. Me alegra mucho que sigan leyendo y comentando mi fic, eso me inspira para seguir escribiendo  , respondo sus comentarios:

    Melyoan: hola querida Mely¡, gracias por comentar, pues si, ahorita parecen ir muy rápido, jajaja no te preocupes tanto que tengo algo para Hiroki todavía XD , si , ya verás el merecido que tengo preparado junto a Keiichi para Sousuke¡ :P, espero te guste la conty, besitos de sandía¡¡¡.

    Mikeio Kamijou: hola¡, gracias por comentar, me encantan tus comentarios, mira que me hacen pensar y reir mucho¡ XD, sobre mis exámenes, pues te diré que en la mayoría salí muy bien, y si el barroco es un época que en mi carrera se tiene que estudiar mucho, linda materia …pero difícil XD….jeje me alegra que estés muy interesada en la historia de Keiichi, ya verás que no será el primero en quedarse….:P, por ahora te dejaré otra parte de su historia. Jajaja no te preocupes por la extensión, se ve así , porque creo que es mi forma de escribir la que parece ir muy rápido, pero yo creo que la historia llevará un poco de tiempo . Nunca me imaginé al país de las maravillas reflejado en mi fic O.o…..si muchas otras películas XD, pero esa no :P…umm, debo decirte que a mi tampoco me gusta mucho la chocomenta, amoooooo el chocolate con locura¡¡ *.* XDDD….pero la menta no tanto :P….pero supongo que hay otras personas que si….Muchas gracias por tu comentario¡, espero te guste la conty¡, besitos de frambuesa¡¡¡


    Bueno, pues espero estar con la siguiente conty , MUY pronto 
    Besos

    Misagi * *





    Capítulo 10: “Primera prueba: El dragón dorado”




    Habían caminado el resto del medio día y toda la tarde para llegar a su dichosa “primera prueba”, entre pláticas, risas, anécdotas graciosas de Keiichi y unos cuantos regaños por parte de Hiroki el día llegó a su fin y el manto oscurísimo plagado de estrellas los cubrió, por lo que acordaron quedarse en las orillas de un claro río debajo de unos árboles a pasar la noche.

    Keiichi y Misaki habían recorrido el pequeño paisaje boscoso buscando algo que pudieran comer, Masamune y Hiroki se encargaron de buscar ramas secas para hacer una fogata y prenderla; mientras que Miyagi había ido a inspeccionar un poco el terreno en el que se encontraban. Una vez todos sentados alrededor del fuego, se permitieron comer algunas frutas, semillas y raíces que los menores habían conseguido, al igual que compartían 2 grandes pescados que supieron asar muy bien.

    -oigan, contemos una historia para pasar el tiempo- insistió Keiichi rompiendo el incómodo silencio.

    -¿otra?, seguramente todos aquí conocemos tu vida- se burló Hiroki, el oji-miel hizo un puchero gracioso mientras el resto reía.

    -hay algo que yo no conozco de ti Keiichi-san- exclamó Misaki con una voz bajita y su rostro apenado, el aludido le puso atención -…¡¿cómo conociste a Haruhiko-san?!- preguntó avergonzado, el resto también se sorprendió, pensando que era algo …doloroso para Keiichi, el oji-miel solo sonrió tristemente , mientras se sonrojaba un poco.

    -bueno…yo creo que podría contarte un poco- aceptó Keiichi recordando, mientras los demás escuchaban atentos la historia “completa”-…

    //Flash-Back//

    -¡no iré y es mi última palabra! – gritaba el muchachito de cabellos castaños claros y ojos mieles, que en ese momento permanecía vestido con un camisón celeste claro, sus pies descalzos, sus puños a sus costados representando su enojo y su ceño fruncido bien dirigido hacia su madre y el hombre que estaba a lado suyo. A sus 16 años de edad, aun 2 años después del nuevo casamiento de su madre con Sousuke, Keiichi no se había deshecho de su mal comportamiento, y lo que es más “grave” para la realeza: no obedecía regla alguna, ni siquiera sus clases básicas de tacto, amabilidad y servicio, que deben tener todo buen doncel. Todos estos problemas hacían que Kaede perdiera la cabeza pues así no podía presentar a su hermoso hijo ante “sociedad”, y Sousuke estaba hasta ¡la coronilla! de ese niño caprichoso…que si no estuviera allí su mujer seguramente ¡ya lo hubiera arrojado por la maldita ventana!.

    -escucha keiichi, no pretendo repetirlo –dijo con voz cansina Sousuke tratando de sonar amable, claro, mal intento. Keiichi solo le miraba retador, esa mirada que sabía que Sosuke odiaba incluso más que la mismísima miseria- es NECESARIO que vayamos todos, es una reunión con personas importantes de la realeza, como representación de la unión en el reino de Sumi, debemos estar TODOS- exclamó su mirada oscura al oji-miel que apenas y retrocedió un poco reprimiendo un grito que nunca soltó, sus ojos se pusieron llorosos de coraje, más Sousuke no lo dejó hablar –te espero abajo en media hora, las sirvientas te ayudaran a vestirte – dijo sin mas el hombre y se fue, su madre tras él; Yura que desde el portal de su habitación lo había escuchado todo socorrió a su hermano encerrándolo en un abrazo como siempre para tranquilizarlo.

    -lo odio- exclamó entre sollozos, abrazando a su hermano de 19 años.

    -ya lo sé, pero nos guste o no , debemos aprender a tratarlo Keiichi, no vale la pena que te desgastes tanto en él- unas sirvientas se acercaron al doncel y reverenciaron silenciosas a los príncipes. Yura se hizo a un lado y dejó que hiciera su trabajo con su hermanito- tranquilo Keiichi, todo estará bien, si algo te incomoda cuando estemos en Usami, simplemente diremos a madre que no te sientes bien y nos dejará volver, ¿de acuerdo?- reconfortó Yura a su hermanito, esto apenas asomó la cabeza por la puerta del cuarto y asintió…

    -de acuerdo – dijo más animado el menor.
    Una vez en el carruaje, los reyes en un carruaje y los príncipes en otro, y a punto de llegar al reino Usami, que sería donde se llevaría a cabo la reunión, Yura vio a su hermanito subir las piernas por completo al sillón y meter las manos bajo sus vestidos.

    -¿Qué haces Keiichi?-preguntó dudoso el oji-gris, vio a su hermanito frunciendo el ceño mientras intentaba desabrochar algo debajo de su ropa.

    -¡no me veas con tanta atención!- le dijo avergonzado el doncelito al mayor –solo me deshago de esta asquerosa prenda- dijo fastidiado. Yura soltó una carcajada cuando observó cómo se deslizaban por las piernas de Keiichi unas medias que debían de llegarle quizás hasta la mitad del muslo.

    -neee…no creo que sea buena idea que hagas eso hermanito, de algo deben servir esas “prendas asquerosas”, ¿no?- intentaba Yura tratando de calmar su risa.

    -¡cállate!, lo entenderías si tú las usaras, además ¡no sirven de nada!- recalcó el menor con un puchero. Y así siguieron el camino hasta llegar a Usami.

    Cuando el carruaje llegó a su destino, Keiichi trataba por todos los medios de tranquilizarse, no era que no hubiera estado ya en eventos “de gran importancia”…pero siempre haba guardado cierto recelo a ellos. Los mismos reyes de Usami fueron quienes los recibieron: una mujer de cabellos plateados y ojos lilas y un hombre castaño de ojos grises.

    -un placer recibir a la familia real de Sumi, bienvenidos, por favor pasen, el resto de mis invitados ya ha llegado- informó la peli-gris. Keiichi pudo notar la tristeza que emanaban ambos reyes…algo sabía del asunto de su hijo Akihiko y el rapto de una bruja…pero en ese entonces no era bien visto que los menores conocieran esas cosas.

    -el honor es nuestro Asuka, nos alegra estar aquí- respondió Kaede sonriendo a la peliplata.

    -muchas gracias- exclamó para seguido guiarnos hasta unos de los jardines del palacio, donde al parecer se llevaría a cabo el convivio- sigamos, los chicos pueden conocer al resto de los príncipes si quieren- sonrió amable Asuka .Yura trataba de permanecer cerca de su hermano todo el tiempo, mientras sus padres seguían a los reyes de Usami. Tan pronto llegaron adonde se encontraban los miembros de la realeza más jóvenes reunidos, ambos ya se habían arrepentido de estar ahí. La mayoría de ellos les escudriñaban con la mirada; chicas, chicos y donceles que parecían tener peor carácter que Keiichi y que solo se juntaban con “iguales a ellos”.

    -Yura nii-san, ya me quiero ir- susurró el pequeño Keiichi a su hermano mayor, este solo tragó saliva antes de responder a su hermanito.

    -yo también, pero acabamos de llegar Keiichi, seguro Sousuke se enojará si le decimos eso ahora, espera un poco- respondió.

    En una mesa que estaba un poco más alejada del resto se encontraban dos chicos platicando…que no parecían tan malos. Ambos parecían compartir la misma edad que Yura, 19. El primero era un varón de estatura alta, ojos marrón claros y cabellos oscuros; el segundo era un doncel, uno muy lindo y difícil, pensó Yura al observar sus movimientos ágiles y seguros tan solo al hablar, era castaño y de unos bonitos ojos avellana, éste curiosamente cargaba sobre sus piernas a una pequeña niña de unos 4 años tal vez, de ojos idénticos al doncel y una cabello rubio.

    Keiichi y Yura estaban por acercarse a ellos, cuando escucharon el llamado de los anfitriones para dedicar una palabras de bienvenida y …bla, bla, bla…cosas que a Keiichi le aburrían mucho. Después de haberse muerto del aburrimiento, se escabulló de su hermano y caminó sin saber realmente donde estaba, solo sabía que había llegado a otro jardín, pero era tan “enorme” que parecía un bosque. Muy pronto se vio perdido, más no se asustó, pues llegó a la conclusión de que si no lo encontraban en la fiesta, seguro mandarían a buscarle, por lo que siguió caminado…o eso se proponía, porque una voz le sorprendió, haciéndole dar un brinquito por el susto.

    -oye…no deberías estar aquí- escuchó. Keiichi regresó a verle rápidamente encontrándose con un chico de aproximadamente 20 años, alto, castaño oscuro y de unos ojos grises oscuros, vestía un elegante traje de príncipe en color azul marino. Era un varón, Keiichi se sonrojó sin poder evitarlo.

    -y-yo…yo lo siento, no sabía que no podía estar aquí- exclamó el oji-miel con un rostro de preocupación pero aun sonrojado.

    -jejeje, no te disculpes, no lo decía por eso, solo pensaba que te podrías perder- respondió el otro con gracia al observar la cara de susto del doncel.

    -ha, jejeje, eso ya lo sé…de hecho no sé cómo regresar ahora- sonreía avergonzado, al varón le pareció una reacción muy tierna –¿podrías ayudarme a regresar?- pidió lo mejor que pudo Keiichi, se sentía nervioso…¡maldita sea el día en que decidió no tomar sus clases de protocolo!..

    -jump…-escuchó contener la risa al mayor- …¿sabes que puedes pedir “por favor”?¿y si quiera decirme tu nombre?¿no?- se burló un poco. Keiichi sintió que se le subía absolutamente toda la sangre a la cara para formar el “mejor” sonrojo de su vida. ¡Qué vergüenza!- no lo tomes a mal, por favor, descuida, es solo que me has sorprendido un poco- continuó el príncipe y dando una pequeña reverencia al oji-miel se presentó- mi nombre es Haruhiko Usami , príncipe del reino Nakamura –

    -mucho gusto Haruhiko- exclamó el doncel, Haruhiko le sonrió- mi nombre es Sumi Keiichi, príncipe del reino Sumi-

    -un placer- respondió con coquetería el otro, tomado la mano del menor y besando el dorso de manera lenta, lo que avergonzó mucho al otro. Quien tratando de alejarse un poco del varón retrocedió rápidamente, pero no se dio cuenta que una raíz de un árbol sobresalía del suelo y se tropezó, Haruhiko no fue capaz de alcanzarlo a tiempo, pues no se esperaba el brusco movimiento del menor. Mas apenas vio al pequeño en el suelo no le quitó los ojos de encima… Keiichi se sobaba la cabeza con ahínco pues le había dolido el golpe, una de su manos se había ganado un raspón, mas sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta que se encontraba con las piernas flexionadas y abiertas, por lo que su vestuario se había abierto y dejaban ver sus largas piernas con nada más que las cortas botas cafés y un pequeño short a la mitad del muslo...¡las medias! ¡las malditas medias!...su cara se tornó mucho más roja al darse cuenta que “Haruhiko” le veía ¡atentamente!, y cerró sus piernas de inmediato.

    -¡KYAAAAAAAA! ¡NO ME MIRES PERVERTIDO!- gritó con mucha vergüenza retrocediendo aun en el suelo. Haruhiko reaccionó al fin también con el rostro sonrojado.

    -¡guarda silencio!..¡no soy ningún pervertido!- se defendió tratando de acercarse al menor –te ayudaré a levantarte- dijo.

    -¡no no no!, ¡aléjate de mí!- dijo el otro todavía rojísimo tratando de que no le tocara, y justo cuando el mayor estaba por levantarlo, Keiichi retrocedió cayendo al suelo de nuevo, está vez con el príncipe de Nakamura sobre él.

    -¡baka!, ¡te estoy diciendo que dejes de moverte tanto!- dijo el mayor avergonzado por estar justo su pecho encima del de él doncel. Mientras se levantaba rápidamente.

    -¡baka tu!...si te estoy diciendo que…- iba a reprochar el menor, que cada vez estaba más rojo pero…

    -¡¿Qué pasa aquí?!- se escuchó una voz que Keiichi conocía muy bien - ¡hey tu!- llamó al mayor. Mientras se ponía enfrente del menor.

    -¡Yura!- exclamó el menor avergonzado y asustado ¡¿Qué había visto exactamente su hermano?! , ¿cómo lo había encontrado?- Yura…espera- trataba de detener a su hermano que al parecer quería golpear a su nuevo…¿amigo?.- no pasa nada, vámonos-insistía.

    -¡¿cómo carajo no va a pasar nada si estaba encima de ti?!- gritaba el oji-gris fulminando con la mirada a Haruhiko , quien no entendía nada, y estaba con cara de no creerse. Con tanto alboroto algunas personas llegaron corriendo al lugar. Keiichi reconoció a los 2 chicos que estaban sentados solos en la mesa.

    -¿qué hiciste Haruhiko?- preguntó alarmado el doncel de cabellos castaños que miraba a Keiichi con su vestido desabrochado. La niña rubia que ates le acompañaba ahora estaba tras él.

    -¡yo no hice nada Hiroki, todo fue un mal entendido!- se excusó serio Haruhiko.

    -ven acá y deja de estar causando problemas, tío Toshio te buscó durante todo el evento- advirtió el otro chico de cabellos oscuros y ojos marrón claros. Haruhiko frunció el ceño y les siguió, Yura estaba a punto de decir algo pero Keiichi le detuvo.

    -siento las molestias- se disculpó el que había “regañado” a Haruhiko- mi nombre es Masamune-

    -Yura- dijo el oji-gris de mala gana aun enojado con el tal “Haruhiko”.

    -Keiichi, de Sumi- exclamó corto el oji-miel.

    -nos vemos- exclamó Masamune en forma de despedida y se fue junto a los otros 2.

    -“lo siento”- susurró Keiichi culpable y sonrojado, dirigiéndose a Haruhiko, quien le pudo escuchar y regresándolo a ver le dedicó una pequeña sonrisa. Muy a pesar de que Yura lo quiso matar otra vez. ¡¿Cómo se atrevía coquetearle a su hermanito en sus narices?!....

    //Fin Flash-Back//

    -jajajaja…y ahí está otra lección de vida: ¡las medias!- se burlaban Hiroki y Misaki. Mientras Keiichi los miraba enfurruñado.

    -con que eso había pasado realmente- exclamó Masamune con una sonrisa que rara vez podía mostrar – Haruhiko nunca nos quiso contar qué había pasado ese día ¿no Hiroki?-

    -exacto, siempre pensé otra cosa jajaja- exclamaba Hiroki.

    -¿por quién me tomas Hiroki? si yo soy un chico decente¡¡¡- recalcaba sonrojado Keiichi, mientras todos reían.

    Una vez que se tranquilizaron todos y dejaron de molestar a Keiichi, decidieron por fin dar paso al descanso y dormir, deberían descansar y prepararse para un nuevo día, no sabían que les aguardaba en la primera prueba. Esa noche cada cual soñó y divagó en el futuro que les había predicado el mago Yoshino…soñaron que todo se volvía realidad y que muy pronto estarían en casa de vuelta…junto a Akihiko. Muy pronto la oscuridad del cielo desapareció y la claridad llegó…el sol aparecía en todo su resplandor desde el horizonte. Ya había amanecido. Todos, ahora más descansados, prepararon sus cosas y siguieron su camino…


    Caminaron toda la mañana y la tarde siguiendo siempre la ruta del mapa que les había dado Mino, y que ahora estaba en las manos de Hiroki. Cruzaron un río y rápido observaron el cambio de paisaje, pues este era menos verde algo más parecido a una pradera, sin árboles altos y con muchos pastizales. Todos estaban alertas ya, pues el mapa indicaba que estaban muy cerca de donde sería la primera prueba. Observaron con detenimiento cada arbusto, la cueva que estaba pegada a unas montañas allí, cada trozo de tierra en el que estaban, agudizaron sentidos y desenvainaron espadas y prepararon arcos. Cualquier cosa se podía esperar. Keiichi notó algo y de inmediato lo hizo saber…

    -el pasto en el que estamos es mucho más corto que el que está alrededor- dijo serio, el resto miró con asombro que era cierto, empezaron a preguntar por qué. Miyagi escudriñó el territorio y poniéndose en cuclillas cortó un poco de pasto de la tierra con mucha facilidad.

    -este pasto está quemado…-dijo casi con pesar y una cara preocupada, después de llevarse el pasto a la nariz. Justo cuando se puso nuevamente de pie, un ruido escalofriante y muy fuerte los hizo retroceder un poco- aquí o hubo una guerra….o-

    -aarrrrrrg¡¡¡- se escuchó un fuerte rugido de nuevo, seguido de unas fuertes pisadas que hicieron temblar el suelo, Keiichi regresó a ver hacia la cueva con su arco bien tensado , listo para disparar…más abrió los ojos con mucha sorpresa…y miedo…

    -…dragón…-susurró por lo bajo sintiendo su mano temblar de repente. Los demás que lo habían escuchado voltearon también, encontrándose con el terrible monstruo. ¡Era enorme!, de piel dorada, como si fuera de oro, sus grandes y fuertes alas se extendieron, estaba amarrado de una de sus patas a una cadena de plata que conducía hasta dentro de la cueva, aunque parecía tan larga que no se terminaba, los terribles ojos rojos con orillas plateadas le pusieron los pelos de punta a todos, más a Misaki , que aún no podía creer lo que estaba viendo.

    -u-un…un…d-dragón¡- exclamó al fin aterrado, observando como el resto estaba en guardia esperando cualquier movimiento del poderoso animal que simplemente se puso enfrente de ellos, impidiéndoles el paso. ¡¿ESO ERA SU PRIMERA PRUEBA?! ¡DEBERÍA SER UN BROMA!

    -¡no te separes de mi Misaki!- advirtió Masamune poniéndose enfrente de Misaki. El oji-verde pensaba hacerle MUCHO caso al príncipe.

    Todos se quedaron muy quietos, mientras el dragón rugía y recorría el lugar de un lado a otro, solo caminando. Miyagi decidió dar el primer paso e intento dirigirse hacia el camino libre donde tenían que seguir, pero el dragón se dio cuenta y se puso frente a él de un movimiento rápido.

    -¡Miyagi ten cuidado!- gritó Hiroki – no te muevas-

    Miyagi así lo hizo y observó al dragón acercándose a él, el enorme hocico del animal quedó justo frente a su cara, él estaba aterrado y permanecía tirado aun en el suelo. El resto de los chicos contuvieron la respiración, Misaki cubrió sus ojos, no quería ver a nadie morir ¡demonios!. Pero se llevaron una sorpresa cuando el monstruo se alejó del pelinegro y se echó con gran comodidad en el suelo. Nadie se atrevió a mover un solo musculo por casi 20 minutos, mucho menos Miyagi que escuchaba respirar al poderoso animal justo a un metro de él.

    -¿Qué haremos ahora?- preguntó Keiichi en un susurro, que se había quedado arrodillado en el suelo sin moverse.

    -no sé qué trama ese dragón, si hubiera querido, ya nos habría devorado a todos- exclamó con preocupación Hiroki, frunciendo el ceño, de pie junto a Misaki

    -creo que nunca saldremos de aquí- exclamó Misaki con lágrimas de frustración en los ojos a punto de salir.

    -tranquilo, Hiroki ha encontrado la respuesta- exclamó Masamune mirando al animal fijamente a los terribles ojos, tanto Misaki como Hiroki lo miraron con cara de “¿a sí?” – tu has dicho…”si hubiera querido”, el dilema es que no nos quiere comer…¿pero…que quiere?-exclamó pensativo.

    -“3 de estas pruebas requieren un sacrificio un poco más grande, 3 personas se quedaran en el lugar en el que sea esa prueba, por lo que no podrán continuar”- recitó Hiroki de repente sorprendido, todos le pusieron atención-¡eso dijo Mino-san!...tal vez…esta prueba es una de esas- exclamó.

    -tiene mucha lógica- respondió Keiicchi preocupado, mirando a sus compañeros…¿quién sería capaz de quedarse con semejante bestia?- …¿quién se quedará…?- preguntó el oji-miel encarando al resto. Todos pusieron atención, incluso Miyagi quien permanecía sin moverse todavía, pero les escuchaba.

    -tú no puedes ser Masamune, tu deber es llegar junto con Misaki con Aikawa- dijo Hiroki de repente, Masamune frunció el ceño de ninguna manera dejaría que se quedara alguien más, sin embargo, tenía razón.

    -tu tampoco puedes ser Hiroki- exclamó de brazos cruzados Keiichi- tú debes guiarnos a como dé lugar, al menos hasta que lleguemos con el siguiente mago…no puedes dejarnos ahora- explicó. Hiroki miró hacia otro lado, era cierto.

    -no creas que te quedarás tú- le dijo Masamune a Keiichi con preocupación.

    -pues tú no puedes ser- le respondió con el ceño fruncido el menor de los príncipes. No podía mostrar debilidades.

    -me quedaré yo- escucharon una voz, todos se sorprendieron al ver a Miyagi – ustedes tienen que acompañar a Misaki hasta que termine su misión. No se preocupen y vayan- exclamó poniéndose de pie, lo que hizo que el dragón se levantara también, rugiendo. Todos se encogieron de nuevo en sus lugares- ¡vayanse ya!- exclamó mientras se acercaba mucho más al animal con espada en mano. El resto le hizo caso y lentamente se dirigían hacia el camino libre para continuar el viaje.

    -dragón, escucha- exclamó Miyagi frente al animal, que sorpresivamente pareció entenderle- cumpliremos con las condiciones que ha ordenado tu señora, la bruja Aikawa- el dragón rugió inconforme, cosa que sorprendió a los presentes- yo me quedaré aquí, hasta que sea el momento…mientras tanto deja ir a mis compañeros- pidió al animal, que rugió nuevamente, para prepararse para respirar fuego que creó un nuevo camino en los altos montes. Los chicos se sorprendieron mucho, según el mapa, ese sendero era el correcto…

    -gracias…-agradeció Misaki al animal, dando sin pensarlo una reverencia pronunciada, sorpresivamente el dragón correspondió a la muestra de respeto, bajando su cabeza. Los príncipes cada vez se confundían más, pero recordando que el tiempo era importante se dirigieron hacia el sendero nuevo.

    -¡Miyagi, te veremos pronto, recuerda!- exclamó Hiroki, y todos los demás se fueron corriendo, dejando al capitán de la guardia de Usami parado frente del animal. Permanecieron unos segundos así, hasta que el cuerpo del dragón empezó a brillar. Miyagi abrió mucho los ojos impresionado, dejando caer su espada.

    ****************************************


    Ya llevaban mucho tiempo corriendo, y habiendo calmado sus corazones y creyendo pertinente la lejanía que habían recorrido se detuvieron agotados recargándose en sus piernas o dejándose caer al suelo.

    -haaaa…haaa…no siento las…piernas- jadeaba Misaki acostado en pastizal.

    -….eso..ha..sido algo raro- exclamó Masamune mirando hacia donde habían dejado a Miyagi

    -espero que esté bien- rogó Keiichi preocupado.

    -claro que está bien, se trata de Miyagi- exclamó Hiroki. Tan pronto se recuperaron siguieron con su camino. Su siguiente destino era: La montaña de Bishamon. El dios de la guerra.

    ******************************************

    Miyagi tenía los ojos bien abiertos, al igual que su boca desencajada…no podía creerlo…simplemente no podía ser verdad…

    -…con que eres tú quien se quedará conmigo , ¿nee?-…susurraron con sorna esos…¿labios rosas?. Miyagi trataba en concentrarse cuando fue en que se había pegado en la cabeza o algo así, porque cuando el cuerpo del animal brilló intensamente…ese cuerpo cambió. Examinó lentamente de arriba abajo, los delicados pies descalzos tan blancos como el resto de la piel, unas piernas largas y firmes apenas cubiertas con un pequeño short casi transparente que parecía tejido con finísimas hebras de oro y que llegaba difícilmente a la cintura, su pecho desnudo y un vientre en su totalidad plano, el cuello firme y blanco apenas adornado con una cinta negra, su rostro delicado, labios rosas, facciones suaves, cabellos rubios y unos impactantes ojos…grises. Definitivamente…un doncel.

    -tu…-apenas murmuraba Miyagi confundido, el muchachito rio con ganas, mientras le daba la espalda al mayor con las manos en la cintura.

    -¿Por qué tan callado…Miyagi?- volvió a preguntar. El pelinegro se permitió observar otra vez el sensual cuerpo frente a él, reparando en los tatuajes que poseía el menor, unas alas negras y doradas de ¡dragón! adornaban su espalda…la columna del tatuaje se perdía entre los pequeños shorts- Miyagi tragó saliva- y salían de nuevo justo donde terminaban…el tatuaje grababa una cola de un dragón. El caballero apenas pudo poner atención a las “escamas” que parecían adornar algunas partes del bello cuerpo del niño.

    -tu…tu….tu…-trataba de decir algo Myagi, pero no salía nada de su boca.

    -Si soy yo…-exclamó el rubio sonriendo mientras tosía pequeñas cenizas y tizas con fuego que caían en su mano sin quemarle- Takatsuki Shinobu, el príncipe dragón- se presentó sin más, dejando a Miyagi sentado en el suelo de nuevo y con la respiración agitada.
    .

    .

    .


    Continuará…
  8. .
    Hola Leyi :D
    haaa no he podido comentar el cap anterior¡¡¡¡ ó.ó
    me ha encantado¡ , el lemon fue tal y como no me lo espere¡ XDDD

    ESTOY fascinada con el perver Takato...¡¡¡, ¿Cómo crees que ya esta Fuyuki ahí?¡, jajaja
    pobrecillo no reconoció a su ex¡ XD, me ha matado este ultimo capitulo, espero con
    ansias la conty¡¡

    besitos de cereza¡¡¡

    Misagi * *
  9. .
    Hola leyi
    neee..seguro dirás que soy la única que no tiene nada que hacer XD
    jajaja, pero me tiene muy ansiosa tu fi , es tu culpa :P, la leí hace rato
    antes de clases¡, me ha gustado un montón¡, ya me imaginaba algo así
    de Ryoma <3, XD. que osas que cosas¡¡¡, ya kiero ver la reconciliación
    *¬* :D, aunque también me preocupa que regrese Fuyuki D:

    Necesito la conty¡¡

    BESITOS de manzana para tu¡ <3

    Misagi * *
  10. .
    waaaa¡¡¡¡¡, intriga¡ intriga¡ *corre al rededor de su cuarto con la laptop en el aire* XD

    SUPER super¡¡¡ no se por que me he enamorado del hijo de Itachi¡ XDDD
    realmente me has dejado impactada con la conty (y emocionada por
    que dijiste que pronto habrá lemon XD), ya kiero saber que pasará¡¡¡

    espero puedas actualizar pronto....
    besitos de piña * *


    Misagi * *
  11. .
    Hola Leyi :3

    yo otra vez aquí comentando tarde <.<u
    me ha fascinado la conty, estuvo suer maravillosa
    me mantuvo con las ansias de principio y fin, no
    tienes una idea de como me encanto "el momento"
    de eso 2¡ XDDDD, jajaja realmente estoy deseando
    leer un lemon escrito por ti¡ *¬* XDDD

    Besitos de sandía, para tu¡¡¡ :D

    Misagi *
    *
  12. .
    Hola a todos , perdón por la tardanza, pero tenía muchas cosas que hacer, la escuela me tenía ocupada con muchos libros de la era neobarroca <.<U, y tenía exámenes a morir de educación y sintaxis, pero en fin dejo de molestarlos con mis problemas XD, ,MUCHAS GRACIAS por comentar me alegra que les haya gustado, a mi se me hizo muy interesante poner a esos dos como pareja, llos había visto un par de veces en fanfics y me dije “mi misma…por qué no?¡” XDDDD…gracias por seguir comentando, yo seguiré escribiendo cada que pueda, ya saben preferentemente fin de semanas XD, besitos de choco-menta a todos, especiales para: Melyoan y Mikeio Kamijou <3.

    Misagi * *



    Capítulo 9: “Destello Azul: el mago profeta”




    El sol todavía permanecía escondido entre las montañas, pues aún era muy temprano, sin embargo todo el castillo se encontraba muy activo desde aproximadamente las 5 de la mañana, la razón: "la partida de los príncipes, el capitán y de Misaki en busca de Akihiko-sama". Se veía correr sirvientas de acá para allá, armeros y hasta los mismísimos reyes.

    Eran no menos de las 6 de la mañana cuando un castaño de ojos verdes bajaba las escaleras que daban al salón principal, vestía unos pantalones azul marino , una camisa holgada blanca, unas botas negras de viaje y un pequeño morral. Misaki se sentía nervioso, ¡muy nervioso”, su corazón palpitaba fuertemente, era normal, después de todo…¡¿cada cuánto arriesgas tu vida por salvar a alguien y más sabiendo que podrías enfrentarte con seres “mágicos”. Un estremecimiento lo invadió por todo el cuerpo, justo cuando alguien llamaba su atención.

    -hey Misaki- el oji-verde le regresó a ver, observando en primera fila a sus 4 acompañantes, quien le había hablado había sido Keiichi, que con su sonrisa despampanante se encontraba ya listo con unos pantalones levemente ajustados en color beige y una camisa holgada idéntica a la de Misaki, Keiichi traía en una de sus manos un precioso arco de madera muy fina e incrustaciones de algunos metales diversos- casi pensábamos que te habías arrepentido- bromeó el Sumi, Misaki hizo un puchero que lo hizo reír.

    -¡Keiichi!- regañó Hiroki con su cejo fruncido al menor de los príncipes, éste vestía unos pantalones cafés y una camisa azul muy bajo, después volteó a ver a Misaki – ignora a ese idiota, ¿estás listo?- exclamó acomodándose en su cintura una hermosa espada plateada, haciendo sonreír al oji-verde.

    -si- respondió un poco corto.

    -no te preocupes demasiado Misaki-kun, todo irá bien- animó el capitán Yoo regalándole una sonrisa de lado que hizo que se sonrojara sin remedio. Misaki pudo darse cuenta que el hombre iba sin su armadura, vestía tal como ellos, unos pantalones un poco ajustados a sus fuertes piernas y una camisa blanca holgadísimas…eso sí, su inseparable espada lo acompañaba.

    -pues si ya estamos listos, debemos partir- habló Masamune, los demás asintieron, tras seguir a su líder quien vestía pantalones café oscuro y una camisa blanca.

    -¡Misaki!- la reina llamó al oji-verde y este se dirigió a ella con una sonrisa, pues observaba como la oji-violeta lloraba.

    -¿Qué sucede Asuka-san?- preguntó con ternura el niño.

    -ten, espero que no tengas la suficiente necesidad de utilizarla, pero es un regalo de mi parte- la reina extendió una pequeña daga de oro a Misaki, quien la miro con estupefacción, ¡era preciosa!, tallada a mano y con el escudo del reino Usami en el mango.

    -muchas gracias Asuka-san- agradeció Misaki, y después de despedirse partieron hacia el reino Kiano, en busca de Mino-san , aquél que les diría hacia donde deberían ir, los 5 muchachos salieron del reino Usami justo cuando el sol empezaba a asomarse entre las montañas.

    *****************************************************

    Al mismo tiempo, en el reino Sumi, ciertas personas dedicaban una triste mirada al hermoso amanecer que anunciaba un nuevo día.

    -a esta hora ya debieron haber partido- pronunció Yura quien sonreía tristemente, hacia el enorme ventanal que daba una vista perfecta del paisaje fuera del palacio.

    -que será de mi niño…allá afuera, con tanto peligro- exclamó preocupada Kaede con ambas manos sobre su pecho.

    -Keiichi-nii, ni siquiera se despidió de mí –sollozaba el pequeño Kioshi, quien con sus triste ojitos mieles miraba con enojo el anaranjado sol como si fuera del astro la culpa de que su hermano se fuera.

    -hay que guardar la calma y confiar en que Keiichi regresará con bien, además de haber cumplido la misión. Él tomó una decisión, madre, y me lo dejó muy claro, tiene responsabilidades importantes…siendo un pilar también del reino Usami no puede fallar a Asuka-sama- exclamó con decisión Yura. Kaede a su pesar asintió.

    “solo regresa, Keiichi”…pensó Yura recordando lo que pasó aquél día que logro alcanzar a su hermano en la persecución a caballo a media noche.

    //Flash-Back//

    Yura ya había alcanzado a Keiichi, pero este último se negaba a hablarle a su hermano mayor, por lo que el oji-gris solo le siguió en silencio, conocía a su hermanito, no lo dejaría solo, solo necesitaba desahogarse un poco sino explotaría. Esperó cerca de media hora, en la que Keiichi disminuía la velocidad de la cabalgata hasta reducirla a un lento paseo. Cuando el menor consideró suficiente su berrinche bajó de su caballo y encaró a su hermano, quien le miraba con duda.

    -perdón…- se disculpó el oji-miel bajando la cabeza.

    -no digas e…- intentó detenerlo el mayor, pero el otro lo interrumpió.

    -sé que seguramente para ti ha de ser muy problemático tener un hermano con tantos defectos y tan caprichoso como yo, que se toma la vida tras el primer impulso…-exclamó con voz triste, Yura se sorprendió mucho -…pero lo siento, no puedo evitarlo, sé que quizás sea demasiado egoísta pensando solo en mi felicidad y que es injusto que no piense en el reino, pero…no pretendía doblegarme más, menos ante Sosuke…los siento Yura…no quise dejarlos solos-

    -eres un grandísimo idiota Keiichi- le espetó el mayor conmovido, el oji-miel solo puso sentir los brazos de su hermano encerrándolo y entonces se permitió llorar en su hombro, sollozando primero un poco, hasta deshacerse en temblores y pequeños gritos de impotencia, el mayor solo acariciaba los cabellos castaños claros de su hermano y besaba su frente susurrándole que todo estaría bien –nada es más importante que tu felicidad, baka…- regañó con gracia a su hermanito, quien le regresó una sonrisita- y quien te quiera convencer de lo contrario, especialmente sousuke, se la verá conmigo…hermano, regresa conmigo …y con las pruebas necesarias, quien será desterrado de Sumi será Sousuke- dijo convencido. Keiichi frunció un poco el ceño y guardó silencio antes de responder.

    -no hay otra cosa que deseara más Yura, pero ahora no puedo, tendrás que encargarte tu solo, tengo algo muy importante que hacer- exclamo desviando su mirada, Yura lo notó, y se preocupó un poco más.

    -¿Qué es…Keiichi?- preguntó, espero mucho su respuesta, pues el menor nos sabía por dónde empezar, por lo que el oji-gris comenzaba desesperarse- Keiichi…-insistió.

    -es sobre eso que he venido tan pronto a casa, necesitaba avisarles- Yura lo miró con mucha atención-…Asuka-sama ha encontrado al chico de la profecía… está reuniendo un grupo “especial” para acompañarle, la reunión será en 3 días …y…-Keiichi no pudo continuar…

    -¡NO!...no irás…¡tendrá que buscar a alguien más!¡no dejaré que vayas!- exclamaba el mayor muy seguro, tan pronto escucho las primeras palabras supo de qué se trataba…¡claro que Asuka querría a su hermano en el equipo!, Keiichi era sencillamente fantástico…pero él era su hermano mayor y “aun” velaba también por su seguridad. Keiichi por su parte se sorprendió un poco por la reacción de su hermano, y también le conmovió el hecho de que le protegiera costa de todo…pero le enojó el hecho de que intentara detenerle.

    -te estoy diciendo Yura, no estoy pidiendo tu opinión, yo he tomado mi decisión ya- dijo muy seguro, el mayor se sorprendió mucho y sujetó por lo hombros a su hermanito.

    -Keiichi, por favor…-rogó con voz baja el mayor.

    -soy uno de los pilares de Usami…tengo responsabilidades grandes allí, tanto como Hiroki y Masamune, si Asuka-san nos necesita, yo acudiré a su llamado, ¿o te olvidas de que fue el reino Usami quien nos ayudó después de la guerra…en la que murió….papá?- preguntó con ojos tristes, mirando también los de su hermano mayor.

    -no…-

    -necesito ir Yura, gracias por preocuparte por mi…eres un gran persona…con un gran corazón, por eso mereces amar y ser amado con un intensidad tan grande que no les quepa a ambos en el pecho…recuérdame agradecerle a Yuki cuando vuelva- exclamó el menor con una triste mirada -…te prometo que en cuanto siga con vida no dejaré que nadie los separe…por nada- finalizó, Yura sintió oprimírsele el pecho, y sus ojos guardaron saladas lagrimas…sabía muy bien que Keiichi hablaba de Haruhiko…y de cómo el padre del príncipe y Sousuke cortaron su relación en definitivo…Yura frunció el ceño con enojo…¡Cuánto daño le había hecho Sousuke a su hermano!. Keiichi no habló más, Yura se limitó a acompañar a su hermano hasta le reino Usami, ya el tiempo decidiría el destino que le esperaba al oji-miel.

    //Fin flash-Back//

    ………………………………..

    En otra parte del mismo castillo se encontraban dos personas. Se trataba del despacho “del rey”. Era espacioso, elegante y vistosamente plagado de objetos carísimos traídos desde muchas partes del mundo por que “él tenía” dinero para cumplirse esos “pequeños” sacrificios. En dos cómodos sillones de tejidos pomposos y oscuros se encontraban dos hombres, uno frente al otro, al centro de ambos muebles estaba una pequeña mesita ratona, traída desde Europa , por su puesto. Y sobre esta mesa, dos copas bien servidas del más longevo vino que su pudo encontrar en el palacio.

    -Sousuke…quien te viera en este día en que pierdes la cordura querido…amigo- exclamó hipócrita el hombre de piel arrugada y cabellos castaños al igual que barba y bigote excesivo que cubría se rostro.

    -cierra la maldita boca Akeno, no tengo ganas de escucharte…- respondió el hombre de cabellos azabaches de mala gana. El otro rió con ganas.

    -vaya, vaya, vaya…¡¿Quién diría que ese niñato tendría valor para enfrentarte y realmente largarse de aquí?!, jajajaja, al parecer te salió “el tiro por la culata” , he- se burlaba el hombre , mientras Souske rugía de coraje.

    -¡ese maldito…KEIICHI…me las pagara, Akeno, ya lo verás!- advertía con un puño en lo alto –se atrevió a burlarse de mi, de mi autoridad, yo soy el rey¡¡…!debe respetarme!, tenía planeado mandarlo a matar de no resultar mis antiguos planes- decía el hombre sin compasión -…pero creo que no saldrá vivo de ese viaje que hará…eso me hace...muy…feliz- sonrió sin pena Sousuke- un estorbo menos…-
    -tienes razón…-aceptaba el castaño – aunque siempre me pregunté por qué nunca optaste por el camino fácil, amigo…-

    -¿a qué te refieres?- preguntó sin mucho ánimo Sousuke bebiendo un trago de su copa.

    -ya sabes, los brujos…ellos compran muy bien a cualquier miembro de la realeza para ponerlos a sus servicios o simplemente…para “deshacerse” de ellos…amigo, eso era muy sencillo desde el principio- hablaba Akeno, Sousuke levantó una ceja pensándolo solo un poco- aquí en confianza, te confieso que la que se dice que paga mejor es una bruja…se hace llamar “la bruja roja”…la gente cuenta que es una de las más desalmadas…me parece que se llama…Larawa…no, Amawa…Wakaia…- dudaba un poco.

    -Aikawa…-resolvió Sosuke dando otro sorbo a su bebida. Con mirada seria. Akeno asintió. Claro que había escuchado hablar de ella, pero era simple la situación. Aikawa era terrible…Sousuke no solo le temía, le tenía ¡pavor!.

    -pues más te vale que resuelvas todos tus problemas y como salir de aquí a tiempo Sousuke- exclamó el más viejo, levantándose de su asiento y terminándose de un trago la copa de vino- …antes de que Yura...o cualquier otro se entere que dejaste al reino en la quiebra… y que debes dinero prácticamente en todos los continentes – silbó por la bajo Akeno y retirándose al fin de la habitación, dejando solo, pensativo y preocupado al rey.

    ************************************************************

    Al medio día Misaki y los demás ya habían llegado al reino de Kiano, cabe mencionar que el menor al no estar acostumbrado a tanta caminata estaba exhausto, mientras que los príncipes y especialmente los varones estaban como “nuevos”. Buscaron rápidamente a alguien que les pudieran dar información sobre el mago que vivía en las afueras del reino y vieron a un par de campesino que cargaban con unos costales de papas y estos con algarabías les saludaron y contentos les dijeron el camino que deberían tomar para llegar a la morada de Mino-san, y todos se encaminaron hacia allá. Durante un tiempo se quedaron callados más Keiichi y su gran aburrimiento decidieron acabar con el silencio y comenzar a hablar sobre lo que “preguntarían” al famoso mago si les concediera ese deseo personal. Y cómo no es tonto…no empezó él.

    -pues…realmente no lo había pensado….exclamó Miyagi pensativo- supongo que preguntarle qué tan posible sería que un hombre de guerras se enamore…supongo que no es algo conveniente, pues la vida no es segura- dijo con algo de desgano, todos le escuchaban con atención…y pensaron en su situación. Era muy lógico.

    -pues yo pensaba en Haruhiko- dijo encogiéndose de hombros Keiichi- le preguntaría que…si es feliz- dijo con una sonrisa que todos interpretaron como triste, por lo que callaron.

    -yo realmente no pediría nada…- exclamó Hiroki cruzándose de brazos.

    -¡algo debes querer saber!- insistió Keiichi colgándose de su brazos, el oji-avellana solo bufó.

    -no necesito saber alguna cosa ahora, prefiero vivir tal y como está mi presente y descubrir por mi mismo las sorpresas que vendrán- dijo con media sonrisa, todos le miraron igual.

    -aburrido- murmuró Keiichi con un puchero. Todos regresaron a ver a Masamune , quien al sentir las miradas soltó un tremendo suspiro y respondió.

    -quisiera saber dónde está Onodera- fue lo único que dijo. Misaki bajó la cabeza con congoja. En el tiempo en que Keiichi se había quedado en el castillo le contó algo sobre el tal Onodera, el novio de Masamune…y como mágicamente había….desaparecido. Entre pláticas y más anécdotas de Keiichi se internaron por fin al bosque en el que vivía el susodicho mago. Aquel al que los campesinos llamaban “Destello Azul”. Muy pronto el bosque se volvía más espeso y el viento corría más fresco. Bastaron algunos minutos para que estos 5 personajes llegaran a un hermoso claro, y en el centro se levantaba una linda casita de paredes de piedras y ventanas de vidrio. Los chicos se sorprendieron al ver lo alta que esta era y cómo parecía que se movía de un lado a otro para caerse. Tan embobados estaban que no se dieron cuenta que ya no estaban solos.

    -¡vaya, al fin llegan!...temí que se hubieran perdido en el bosque- escucharon una voz que les hablaba, de inmediato los 5 pusieron atención y se fijaron en el muchacho que los atendía, eran quizás de unos 25 años de ojos azules oscuros y cabellos castaños, tenía una camisa holgada morada y unos pantalones negros ajustados, encima la acostumbrada vestimenta abierta del centro de un mago, la cual el lucía en un elegante y brilloso color violeta- pero pasen por favor, Mino-san ha salido , no tarda en regresar-dijo sonriente , mientras el resto le seguía. Hasta entonces se dieron cuenta que quien les había recibido no era Mino.

    -bueno, mi nombre es Yoshino Chiaki, y digamos que Mino-san, fue mi sensei- dijo sonriente, los demás se sorprendieron- he terminado mi entrenamiento como aprendiz, solo que me he quedado aquí a esperar a qué todo esto pasara- seguía el ,muchacho mientras tanto todos se habían quedado parados enfrente de él –bueno, en lo que llega sensei les ofrezco un ligero almuerzo, ¿les parece?- y tan pronto terminó de hablar tronó sus dedos y el comedor se vio bien servido de un sinfín de manjares- por favor- invitó a los chicos a sentarse y ellos lo hicieron así.

    -…¡¿pe-queño?!- exclamó Misaki sin pensarlo mucho, por lo que el mago rio.

    -me alegra mucho al fin conocerlos a todos, ¿saben?, los magos tenemos muchas esperanzas en ustedes- empezó a platicar.

    -yo solo espero no decepcionar a nadie- respondió pensativo el oji-verde mientras al fin se animaba a tomar una pequeña fresa que había en un canasto. Eso conmovió a Chiaki.

    -eres extraordinario Misaki…todo saldrá bien, ya lo verás, he echado un vistazo a su futuro- susurró lo último como si fuera una travesura, lo que ocasionó que se rieran un poco el resto-lo que pasé es por que determinará muchas cosas muy buenas que les espera…todo saldrá perfectamente- tranquilizó el oji-azul guiñándole un ojo, Misaki asintió con una sonrisa.

    -gracias, definitivamente nos has dejado algo más tranquilos- habló Hiroki mientras mordía lentamente un durazno. Chiaki le miró y sonrió.

    -realmente nunca dudé de que fueras tú unos de los elegidos para acompañar a Misaki, Hiroki- expresó el mago , por lo que el oji-avellana se sorprendió un poco- necesitarán de tu fuerza…creo que te irá muy bien-

    - gracias- exclamó todavía sorprendido el príncipe.

    -Keiichi- llamó el mago ahora al menor de los príncipes quien le miró enseguida, esperando que le diría-te llevarás una sorpresa muy grande…buena claro, y habrá también algunos problemas pero no debes preocuparte, todo saldrá bien y puede que te libres de un gran peso de encima- exclamó sonriente.

    -ja, espero que se trata de Sousuke- dijo con una sonrisa de lado que hizo reír al resto.

    -shhh...yo no te lo dije- advirtió el mago, los demás sonrieron –Miyagi…-habló al capitán y esto le puso atención –tendrás que descubrir tu cuestión por ti mismo, si eres valiente- sonrió un poco Chiaki, por lo que Miyagi asintió seguro…algo muy bueno lo esperaba. Los ojos azules del mago se fijaron en el apesto príncipe de Marukawa.

    -Masamune…-le llamó, lentamente los ojos avellana del príncipe se pusieron sobre los suyos-…yo sé dónde está Onodera-

    -…¿dónde?- preguntó casi sin voz y sorprendido Takano.

    -él y Akihiko están bien, ambos están en el castillo de Aikawa- exclamó con algo de tristeza el mago. Masamune quizo llorar de desesperación, pero no lo hizo – escucha Masamune, él está bien y está ayudando a todos los chicos que tiene atrapados en la mansión de Aikawa- Chiaki levantó una ceja al ver la confusión en el rostro de todos -…¿no sabían de Ritsu-kun sabe usar magia?- preguntó, todos abrieron los ojos impresionados.

    -…¡¿cómo?!- preguntó Keiichi.

    -bueno, yo no sé la historia completa, pero supongo que es descendencia de alguno de sus abuelos. Verán Onodera, por alguna extraña razón- dijo con una sonrisa divertida- se ha vuelto muy amigo de Akihiko- los presentes se regresaron a ver extrañados imitando la sonrisa del mago – Aikawa mantiene a todos sus rehenes convertidos en un animal hasta que esos dejan de pensar como un humano y se olvidan de lo que eran realmente-exclamó tristemente.

    -¡qué mal!- exclamó Misaki preocupado.

    -pero Onodera hace poco encontró la manera de contrarrestar el hechizo aunque sea por una hora y poder convertir en su forma humana a todos estos chicos, así no olvidarán quienes son- dijo con una sonrisa, Masamune se sintió orgulloso de su amor- …desgraciadamente esto lo debilita demasiado, aunque supe que su plan desde el inicio es contrarrestar por completo el hechizo y ayudado por otros 5 chicos que saben usar magia que están en la mansión poder escapar, y ahora que sabe que se desatará una pelea grande, es la oportunidad perfecta – concluyó.

    -entonces piensa ayudar a escapar al resto cuando lleguemos por Akihiko- exclamó más que preguntar Hiroki.

    -así es…- finalizó Chiaki. El silencio reinó por un momento en el comedor, hasta que escucharon como la puerta de la entrada principal se abría y cerraba, todos los chicos se pusieron de pie.

    -vaya, bienvenidos- exclamó el recién llegado, los demás saludaron al mago de ropajes azules- pues bien, tenemos que empezar lo más antes posible, porque tenemos el tiempo encima- el resto asintió- Chiaki…-llamó al castaño quien entendió y extendiendo su mano enfrente de todos hizo aparecer un gran mapa.

    -escuchen, este es el mapa general que seguirán, tiene todo el camino desde este punto- dijo Mino señalando el suelo en el que estaban parados-…hasta la mansión de Aikawa. Esta bruja ha puesto diversas trabas para que no lleguen a su destino- explicaba Mino- se trata de 5 pruebas, unas más de valor, otras más de inteligencia…pero por algo fueron elegidos, ¿no?- comentó con una sonrisa, todos se miraban, mientras tanto Hiroki trataba de memorizar el mapa- cada cierta distancia recorrida irán apareciendo estas pruebas tendrán que obedecerlas si quieren continuar el recorrido, pero hay algo muy importante que deben saber, 3 de estas pruebas requieren un sacrificio un poco más grande- advirtió con un gesto preocupado, los demás escuchaban atentos – 3 personas se quedaran en el lugar en el que sea esa prueba, por lo que no podrán continuar- dijo, los 5 chicos se sorprendieron-por lo que , efectivamente, solo 2 de ustedes llegaran con Aikawa-

    -¿y el resto Mino-san?...¿qué pasará con los otros?- preguntó preocupado Misaki, Mino le sonrió casi paternalmente.

    -estarán bien, cuando sea el momento les verás- fue lo único que respondió Mino al respecto.

    -ahora bien, en el mapa que está aquí- dijo señalando Mino mientras recorría todo con dedo- ven donde se encuentra cada prueba y donde tienen que dirigirse después de que pasen cada una. Durante todo el recorrido visitaran a 2 mago más, los cuales les ayudarán a informarse y recomendarles lo que tienen que hacer después, ¿entendido?- preguntó sin más.

    -de acuerdo- exclamaron todos seguros, observaron cómo Chiaki reducía el mapa y doblándolo en el aire el cual cayó en manos de Hiroki.

    -entonces es hora de que partan, un día de retraso podían cambiar algunas cosas- exclamó Mino, el resto se preparó para partir- cuando sea el momento los magos nos reuniremos para la guerra más grande se ha visto entre seres mágicos, vayan con cuidado- finalizó con su típica sonrisa. Muy pronto los chicos salieron de allí, rumbo: la primera prueba.
    .
    .
    .
    Continuará…


    Edited by Misagi_ryuk - 8/12/2016, 04:14
  13. .
    hoo, lo siento, no había podido comentar
    pero ya te había leído apenas lo subiste¡
    me ha encantado, quiero conty¡¡ :)

    besos de mandarina

    Misagi * *
  14. .
    Hola hola, ¿cómo están?, yo bien , muchas gracias por sus comentarios me encantann¡¡ y pues yo aquí paseándome por la pagina para dejarles la conty, miren que esta es una de mis favoritas y me salió súper larguisisisisima¡,pues originalmente pensaba dividirla en dos, pero las escribí de una vez y aquí están...el capítulo que sigue:…Misaki y los demás salen de Usami ya¡¡¡ XD, espero que les guste.

    Besos de mandarina a todos, especiales a :Isa-chan Amor Yaoi, Melyoan, Mikeio Kamijou y romántica_ 1¡¡¡

    Misagi los quiere¡¡¡




    Capítulo 8: “El mejor aprendiz” y “mariposas de hielo”


    Las gotas de agua caían del cielo rápidamente, a pesar de que el sol se ponía con ánimos sobre las copas de aquellos árboles. Específicamente se escuchaban melodiosas las gotitas que golpeaban contra las ventanas de vidrio y el simple techado de aquella hogareña casita. Y tan sorprendente acontecimiento fue tomado por los habitantes de esa choza como buena suerte de lo que vendría en el futuro.

    Dentro, resguardado de la extraña tempestad, se encontraba un reconocido mago; de ojos misteriosos, piel blanca, cabellos castaños, atuendo azul y de nombre Mino. Hace un tiempo que “trataba” de concentrarse mirando fijamente la orbe azulina de su cetro…intentando descifrar secretos que solamente son pertinentes a personajes poderosos…aquellos que saben usar magia. Pero para su buena-mala suerte un brazo tenia bien sujeto el suyo, por lo que mirando hacia un lado y con una sonrisa habló a su “captor”.

    -oye sabes que no me iré a ningún lado, ¿cierto?- bromeó, logrando que el muchacho que descansaba sobre su hombro hiciera un manipulador puchero y le sonriera con coquetería.

    -solo quiero estar seguro- dijo al fin soltando al Mino, quien se puso de pie riendo levemente, acercándose a una gran mesa en el centro de la sala, que realmente era un enorme mapa de los reinos descubiertos hasta la actualidad. Los ojos carmín oscuros curiosos del visitante siguieron la trayectoria del mago, y levantándose del sillón en donde hace poco se encontraban ambos siguió al otro.

    -quisiera darles las respuestas a todas las problemáticas que tendrán- expresaba con frustración el de vestuario azul, mirando al más joven, quien suspiró y dando un pequeño saltito se sentó sobre la mesa en donde estaba el mapa.

    -el descubrir cosas por si solos también es parte de su misión, cariño- respondió, mientras sonreía al mago y acomodaba una pequeña flor violeta que adornaba su cabello castaño. Mino le sonrió y se acercó al chico sentado sobre la mesa, quien pasó los brazos sobre el cuello del más alto para darle un pequeño beso en los labios.

    -ya va a ser hora …Yanase- recordó el mayor, mientras su vista se fijaba de nuevo en el mapa, esta vez su “novio” también observó – la ruta ya está hecha…mañana llegarán acá- exclamó recorriendo con sus dedos los caminos que estaban trazados en el papel.

    - es una ruta peligrosa…Aikawa realmente se ha esforzado esta vez- dijo con enfado Yanase-pero por eso estaremos nosotros ¿no?, recomiendo que recorran solamente del tramo del “dorado” hasta Ayami- dijo mientras señalaba en el mapa con su dedo índice-…cuando hayan llegado a mi bosque, les daré yo el resto de la ruta que seguirán-


    -me gusta la idea- expresó el mayor, mientras se dirigía a un estante con pergaminos viejos y traía uno consigo- la primera prueba está “allí” después de todo-

    El ambiente se quedó en silencio por mucho tiempo, en lo que “la pareja de magos” seguía analizando la trayectoria que habrían de seguir los que buscarían a Akihiko. Hasta que el menor habló, rompiendo el silencio.

    -oye…¿dónde está Chiaki?- preguntó el oji-carmesí a su novio por su aprendiz.

    -¿no adivinas?- exclamó con gracia el mayor, guardando los mapas en los estantes; la risa de Yanase se escuchó por la casa.

    -Hatori- adivinó.

    -si. Aunque ya sabes…mañana tiene que estar de vuelta- dijo el otro.

    -al igual que yo- exclamó con un puchero de inconformidad el castaño menor, que era nada menos que el guardián de los bosques, y con velocidad felina y juguetona propia de su naturaleza se bajó de la mesa de un salto y abrazó por la espalda a su mago.

    -nee…Mino-sensei- habló con una voz chillona llena de gracia, lo que hizo que el otro le regresara a ver de inmediato-… ¡a que soy mejor aprendiz que Yoshino!...nee- dijo pícaro, por lo que su ahora novio levantó una ceja junto con una ladeada sonrisa, recordando cómo había sido la historia de ambos.

    //Flash-Back//

    Los tiempos eran difíciles en ese entonces; los reinos empezaban a establecerse, lo que había ocasionado muchas guerras; cada familia poderosa quería hacerse de algún territorio, los compromisos arreglados eran más que solicitados; los donceles empezaron a aparecer con más frecuencia…por desgracia eran mal vistos…y obligados a crecer como varones o en su defecto…eran abandonados. El mundo de la magia también estaba en conflicto, apenas se había acordado el tratado de “paz” entre magos y brujos, por lo que los ánimos aún estaban por la cima y era inevitable alguna riña entre integrantes de estos bandos.

    Los usuarios de la magia, por esos tiempos, solo se encargaban de sí mismos; vivían lejos de los humanos sin tener el mínimo contacto si quiera, se entrenaban en su magia, acudían a los llamados de su líder…y ya. Era realmente sencillo…vivir sin preocupaciones.

    Era invierno, cuando un chico de cabellos castaños, interrumpido por los golpes en la puerta de su casa, se levantó de su cómodo sillón y con el ceño fruncido por la molestia se dirigió a abrir… ¡¿Qué haría alguien a la mitad del bosque, a media noche, en invierno?! Se preguntó enfadado. Este chico de apariencia de 19 años de edad, cabellos alborotados y largos cubrían sus misteriosos ojos, respondía al nombre de Mino. Resopló antes de abrir la puerta y gritó sin siquiera ver…

    -¡no me importa lo que quieras!…ve-t…-detuvo su propia voz al observar al pequeño bulto que temblaba frente de él. Era un muchacho…un niño más bien. Sus cabellos eran de un castaño claro, su piel blanca…seguramente mucho más de lo normal por el frío, su cuerpo apenas era cubierto por una gran camisa blanca transparentosa que al quedarle muy grande le llegaba a las rodillas, el pobre chico con la cabeza aun hacia abajo tiritaba de frio mientras intentaba cubrirse inútilmente del infernal clima con sus delgados brazos.

    -…- Mino se había quedado sin palabras sintiendo un sin fin de emociones a la vez. Él no era una persona cálida…pero tampoco era un desgraciado. El muchacho simplemente había tocado una fibra de sensibilidad en él. Y sin decir nada, tal vez porque el niño tampoco decía nada, lo tomó con suavidad y firmeza a la vez y lo metió a su casa. Cerró la puerta y viendo que el chiquillo no reaccionaba lo cargó y lo sentó en el sillón que hace poco él ocupaba, buscó unas mantas y cubrió al muchacho, quien tardó un poco para dejar de tiritar. Viendo que estaba mejor buscó preparar un té a su inesperado invitado al igual que un pedazo de pan. Cuando volvió el chico se veía más repuesto.

    -g-gracias…siento causarle molestias-escuchó como un susurró Mino, sin embargo la vocecilla hizo mella en su pecho y sonrió involuntariamente.

    -no te preocupes por eso…mejor, dime tu nombre, quién eres y de dónde vienes... ¿porque andabas solo en el bosque a estas horas?- preguntó el mayor, observando como el muchacho se encogía levemente mientras daba un sorbo al té.

    -lo estaba buscando…- respondió suavecito, Mino se sorprendió…¡¿el niño le…buscaba?!

    -¿por qué?- preguntó intrigado. El mayor vio temblar al niño otra vez, hasta que al fin levantó el rostro, dejando que el otro le viera…Mino no pudo evitar observarlo con MUCHO detenimiento…en especial sus inusuales ojos…eran de un “extrañamente bello” color carmín oscuro.

    -¡M-Mino-sama p-por favor entréneme!-dijo casi con un grito el menor poniéndose tan rápido de pie que Mino temió que se callera, pero su rostro de sorpresa se la llevó el al analizar la frase dicha por el niño, que permanecía haciendo una pronunciada reverencia.

    -¡¿Q-Qué?!- ahora fue su turno de gritar- tienes… ¿magia?- preguntó con sorpresa y un tanto dudoso el mayor, por lo que vio al menor asentir frenéticamente, y entonces volvió a subir su rostro que ahora estaba lleno de lágrimas, Mino se preguntó la razón de ellas.

    -¡por favor!- rogó el menor sollozando- ¡yo le prometo que haré todo lo que me diga!, pero por favor no me eche…no quiero volver con ellos…- seguía llorando con congoja, Mino cada vez entendía menos.

    -cálmate…no te voy a echar- tranquiló el mayor con su típica voz seria más su rostro se mostraba preocupado, el menor le miró esperanzado y poco a poco dejaba de sollozar- dime tu nombre y por qué no quieres volver- pidió.

    -me llamo…Yuu Yanase, tengo 15 años…tengo magia en mi cuerpo porque mi padre fue un brujo, mi madre murió a los 17 años después de darme a luz, mi padre me regaló a una familia de delincuentes para deshacerse de mi cuando tenía 6 años…ellos querían…ellos- Mino lo miró tristemente regresar a la lágrimas- ellos querían venderme…vender mi cuerpo realmente- dijo susurrando lo último sonrojándose un poco por platicar esas cosas a un extraño – por eso escapé…por eso…¡entréneme por favor!...yo necesito aprender a defenderme y a usar mis poderes- pidió con ruego. Mino lo miró por largo rato. Ya había tomado su decisión.

    -Una vez que empiece no puedes arrepentirte- dijo Mino dándole la espalda, Yuu sonrió enormemente.

    -¡si sensei!-

    -habrá ciertas reglas y responsabilidades que tendrás en la casa- dijo dando vueltas por la sala como quien no quiere la cosa.

    - ¡si sensei!-

    -No será sencillo- dijo al fin mirando los extraños ojos del menor y su radiante sonrisa.

    -¡si sensei!...digo ¡no sensei!-

    Mino rio largamente. Yanase se encogió en su lugar algo sonrojado. Lo que el menor no sabía era que era la primera vez que el chico de ropajes azules reía en mucho tiempo. Definitivamente las cosas cambiarían, y todo indicaba que era para bien.

    El tiempo pasó, Mino enseñó todo lo que pudo a Yanase, quien poco a poco fue mostrando su veredero yo, dejando realmente sorprendido y encantado a su sensei pues el muchachito era súper divertido , extrovertido y muy inteligente para aprender todo. Con el tiempo el mayor también le enseñó al muchachito a encontrar la naturaleza de su magia , dándose cuenta por primera vez que Yanase tenía una conexión muy cercana con la naturaleza especialmente con el bosque, el paisaje parecía responder a sus risas, los arboles moverse a su ritmo, los animales jugar a su pasó…y finalmente Mino dejó de ver a su discípulo como lo que era…su oculta mirada no se despegó más de la color cobre del muchacho. Lo que el mayor no sabía es que Yanase pensaba…más o menos igual.

    Pasó otro año y el menor era casi tan bueno como Mino, pasaban mucho tiempo juntos y disfrutaban del entrenamiento en el bosque. Un día como tanto regresaban del entrenamiento y la luna alumbraba todo el paisaje en su esplendor, como pocas veces ambos iban callados, sobre todo, porque Yanase no hablaba, pues se sentía cada vez más nervioso de estar a solas con su sensei. Apenas se enteró cuando Mino se detuvo, entonces también lo hizo.

    -¿Qué sucede Mino-sensei?- preguntó Yanase curioso al ver como el mayor se acercaba a unos arbustos y tomaba algo, tuvo que acercarse más para observar que lo que había cortado…era una flor…una flor pequeña y violeta. “son mi favoritas” recordó una vez que le confesó a su maestro. Y sin poder remediarlo se sonrojó hasta las orejas…su sonrojó no disminuyó cuando observó a su sensei ponerse frente a él, soplar un poco a la violeta florecilla para que esta quedara impregnada de pequeños brillitos y suavemente la acomodó en el cabello castaño del menor, que contuvo todo el tiempo la respiración.

    -¿s-sen…sei?- preguntó dudoso, nervioso y rojísimo por la acción del mayor, este solo le sonrió y siguió caminando.

    -creo que te queda bien…-fue lo único que se habló durante el transcurso del camino. Yanase sonrió con su cara aun avergonzada y su corazón latiendo como loco. Después sonrió con tristeza mientras acariciaba la florecilla…”Mino-san no es consciente de lo que provoca en mi”…

    Cuando la situación se vuelve inalcanzable el tiempo lo vuelve insoportable…Y ni los largos suspiros, ni los excesivos sonrojos, ni las sonrisas más sinceras ni siquiera el bosque que triste lloraba su despedida, hicieron que el menor desistiera a la decisión que había tomado…ya era suficiente. Ya no podía más…el sentimiento era más fuerte que él. Definitivamente se iría. Con apenas un pequeño bolso salió de su habitación y caminando lentamente por la casa, llegó a la puerta, suspiró fuertemente antes de girar la perilla…

    -¿a dónde vas?- escuchó una voz clara. Yanase se sorprendió pues no había hecho casi nada de ruido…pero sus ojos se llenaron de lágrimas- ¿Yanase?-…”no diga mi nombre por favor” rogaba el menor empezando a sollozar, Mino se dio cuanta y se acercó poco a poco.

    -me voy…sensei- dijo con voz bajita. Mino tembló, aunque el menor no lo notó.

    -¿por qué?- preguntó muy serio, Yanase se volteó al fin para encararse con él…y lo que vio lo sorprendió, su sensei estaba…¿triste?

    -yo…no puedo decirle…- seguía llorando mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su camisa -…por favor…déjeme irme- pidió. Mino rio amargamente. Yanase lo miró extraño por esa acción.

    -Hace unos años me rogabas lo contrario…-dijo serio. Yanase no pudo evitarlo y se lanzó a abrazarle con mucha fuerza. Mino recargó su frente en el hombro del menor y le regresó el abrazo.

    -…los siento Mino-sensei…pero debo irme…muchas gracias por todo…le agradezco todo lo que hizo por mi…yo…tenga seguro que le recordaré…para siempre…- dijo al fin soltando un tremendo sollozo que no pudo controlar desatando un nuevo lloriqueo. Mino no estaba mejor, quería llorar….¡¡¡lo peor era que no sabía por qué!!!

    -está bien- dijo el mayor, Yanase lo miró con ojos esperanzados- solo dime…¿por qué?- pidió. Al menor se le vino el mundo encima…sus ojos lloraban a cantidades y su rostro rojo no quería hablar –anda…asi como peleaste por quedarte aquí…ahora haz lo mismo para que te deje salir- dijo frío el mayor, mientras hacía aparecer su plateado cetro, sorprendiendo a su discípulo, quien tragó saliva…¡al demonio todo!

    -de acuerdo- aceptó el menor- solo…por favor, no me odie…yo …yo nunca intenté molestarlo…ni mucho menos…yo solo sufrí en silencio…y perdóneme de nuevo, por que sentí que traicioné su confianza…y por qué a pesar de que soy valiente para unas cosas …otras me aterran tanto…yo…yo…lo siento sensei-dijo con su voz nerviosa y entrecortada, Mino lo escuchaba con atención…pero no terminaba de entender -…y perdón otra vez, por que pretendo culparlo sensei…culparlo de todo- dijo, ahora si Mino se sorprendió, mirando el rostro sonrojado del menor- …porque usted tuvo la culpa de que yo no mirara más allá de usted, por que tal vez sin darse cuenta …ocasionaba que mi cerebro se desestabilizara cada vez que intentaba pensar en cualquier cosa…porque es tan ridículamente bueno y tan absurdamente amable y consentidor conmigo…¡aun cuando sabía que un pobre diablo como yo no lo merecía!...usted es el culpable- dijo tapándose su rostro. Mino tenía sus ojos bien abiertos, a pesar de que su interlocutor no pudiese verlos- lo siento…lo siento…tanto…sensei…pero ya no puedo seguir aquí…no así…no con la persona….a ….a la que amo-

    Mino trataba de convencerse de que realmente había escuchado lo que había escuchado…Yanase seguía llorando con el rostro cubierto con sus manos…se sentía de lo peor…se sentía ya sin fuerza, sin nada…sin dignidad…no fue capaz de decir nada más y se dio media vuelta para salir al fin de esa casa, pero una mano lo detuvo.

    -¡por favor, déjeme ir ya!...¡no ve que me hace sentir peor!...por favor…no se burle de mi…sensei- rogó el menor sin poder ver a su maestro. Pero este lo volteó frente a él, Yanase cerró con mucha fuerza sus ojos.

    -mírame…-pidió – Yanase…mírame- insistió, pero el menor no respondía- es mentira lo que dices…-aseguró.

    -no me humille, por favor…yo ya dije lo que tenía que decir…¡es verdad!- seguía el menor con los ojos cerrados y sus brazos atrapados por los del mayor.

    -no me refiero a eso…me refiero a tus disculpas…tu no lo sientes…- dijo, entonces Yanase abrió los ojos llorosos- …tu no te quieres disculpar conmigo por enamorarte de mi…no te arrepientes, ¿cierto?- preguntó con sus ojos cerrados frente al muchacho, quien se le cortó la voz , y su rostro se sonrojó aún más -…dímelo Yanase…-

    -yo…-

    -dímelo…-

    -yo…-

    -por favor…- rogó Mino, Yanase lo miró sorprendido.

    -yo…¡yo no me arrepiento!...¡no me arrepiento de enamorarme perdidamente de usted, sensei!- casi gritó con los ojos cerrados el menor, todo sonrojado del rostro, lo que provocó que Mino riera un poco, el menor pensaba que su sensei ya había enloquecido. Pero se sorprendió al verse recargado sobre la puerta de la entrada, sus muñecas apresadas, y con Mino susurrándole algo:

    -eres muy ruidoso…ahora si ya eres tu- exclamó con una sonrisa, Yanase se sonrojó como nunca, sobre todo porque era verdad-

    -¡sensei!- gritó sonrojado al sentir el mayor juntando su frente con la suya.

    -¡cállate de una buena vez!- dijo entre risas el mayor, Yanase vio entonces por primera vez los traviesos ojos que le miraban tras un desordenado flequillo castaño…¡eso era!...¡los ojos de Mino eran dorados! -…-el menor no pudo seguir pensando pues lo único que sintió fueron los tibios labios de su maestro devorar los suyos, pasó sus brazos por encima del cuello del mayor, quien lo tomó por la cintura de inmediato…


    //Fin Flash-Back//

    -¿verdad que soy mejor aprendiz?- preguntó con una sonrisa el menor, aun abrazando por la espalda a su koi. El otro simplemente rio, recordando tal vez, lo mismo que Yanase.

    -naa…Yoshino es mejor de lo que fuiste tú- dijo riendo mientras se dirigía fuera de la casa, solo para molestar a un oji-carmín que tenía un puchero muy gracioso en su rostro.

    -¡mentira!- insistía el menor siguiéndole enseguida como una persecución de niños chiquitos.

    ********************************************************************

    En otro lugar, más alejado del verde de los bosques y los cálidos ríos, cerca de las enormes montañas glaciares, se encontraba otra choza, más grande que de la que hablaba antes, pero si más fría. Por algo el lugar era conocido como “las montañas congeladas”. El aire corría más feroz que de costumbre levantando incluso la nieve, haciéndola flotar. Justo fuera de esta vivienda, sobre una roca con una gran plasta de nieve encima se encontraba parado un sujeto. El clima que parecería “un infierno” para cualquiera lograba tranquilizarlo, golpeaba de lleno contra su cara y movía frenéticamente su cabello castaño oscuro corto. Suspiró una vez más cerrando sus ojos grises y extendiendo sus brazos. Una de sus manos cargaba un elegante cetro plateado de mástil en espiral y que concluía en una transparente orbe blanca…siempre revuelta, como la nieve de ese momento. Vestía solamente unos pantalones grises, unas botas blancas y una ligera bufanda de ambos colores. Una locura para cualquier humano sería ir “medio desnudo” a las montañas congeladas…pero él no era cualquier humano. Era el guardián de las montañas nevadas.

    -Tori- escuchó una voz muy conocida para él, sus ojos se abrieron de inmediato y se fijó en la persona que le hablaba: era un muchacho de algunos 23 años, de cabellos castaños y ojos azules oscuros, permanecía al pie de la puerta de la choza y apretando un abrigo que vestía, el viento lo había hecho tiritar. El oji-gris le sonrió y enseguida se dirigió hacia él.

    -¿lo has encontrado?- preguntó una vez se encontraba frente a él, a lo que el oji-azul asintió con una sonrisa. Ambos entraron y el mayor cerró la puerta tras él.

    -está un poco desviado de su camino, les tomará aproximadamente un día ir y regresar a la ruta determinada- explicó el menor, el cual respondía al nombre de Yoshino – será…justo después del bosque de Yanase- explicó mientras hacía que unos mapas se extendieran en el aire justo en medio de ambos.

    -ése percance y el tramo del Sendero Negro les tomaran tres días de retraso- analizó Tori con una mueca de preocupación, quien respondía al nombre completo de Hatori. El otro asintió. Yoshino, actual aprendiz de Mino, y obviamente pareja de Hatori, bueno…ellos compartían mucho más que pensamientos, cariño y amor…ellos tenían en común un…

    -entonces está listo todo ya, ¿no?- preguntó Chiaki mirando al otro con preocupación, cruzándose de brazos y recargándose en la mesa de la cocina.

    -ya. Si todo sale como está planeado en 15 días tendrán que llegar acá…y después…al castillo de Aikawa- respondió Hatori serio, Yoshino asintió, mirando a través de la ventana con vidrios que eran golpeadas por granizo ahora, el sol empezaba a meterse.

    -ya es tarde- susurró el menor, pues a pesar de todo no quería irse, era muy extraño que pudiese visitar a Hatori, después de todo el guardián no podía dejar por mucho tiempo su “guardia” en las montañas. El oji-gris le sonrió, solo para después acercarse a él y abrazarlo a él para robarle un profundo beso que fue bien recibido por el otro chico.

    -los extrañaré…-susurró el oído contrario Hatori. Yoshino asintió con un pequeño sonrojo.

    -yo a ustedes…se quedará contigo, necesito llegar rápido- exclamó el menor, el otro asintió, mirando hacia atrás, donde estaba una puerta que guiaba a una de las habitaciones. Chiaki le imitó. Hasta que sintió otro beso del mayor, pero esta vez en su cuello, suspiró un poco, mientras se dirigían entre beso y beso al sillón.

    -te amo…-exclamó el mayor mirando con sus profundos ojos grises al aprendiz quien le miraba con su mejillas rojas, recostado en el sillón.

    -yo también te amo Tori…- respondió el menor, mirando al otro sonreírle de lado, gimió un poco al sentir la mano de su koi recorrer su tibio abdomen -…estás frío- se quejó con un puchero graciosos que hizo reír al otro, quien bajó a besar su cuello, para después hablarle al oído.

    -… ¿Qué sientes?...- preguntó sensual, el otro sonrió de manera enigmática.

    -mariposas…mariposas de hielo…- respondió. Tori lo miró con una cara de sorpresa, pero no pudo evitar regresarle la sonrisa y recordar…

    //Flash-Back//

    Era uno de esos días en los que Mino regresaba de las, a su parecer, aburridas reuniones que tenían con Mason, el actual líder dela magia oscura y blanca. Estaba hasta el cansancio de los comentarios de que “debería” tener un aprendiz o un sirviente…obviamente la segunda opción estaba descartada. Hace aproximadamente un año desde que los usuarios de la magia se comprometieron con los “humanos”, ya era ahora su deber protegerlos, al igual que los diferentes ecosistemas de la naturaleza: bosques, selvas, montañas, mares. Casi al mismo tiempo en el que Mino consideró, muy a su pesar, que Yanase ya no podía aprender más de él, por lo que se consideró un mago completo, específicamente un guardián. No hubo nadie mejor, nadie que le refutara el puesto al muchacho de casi 20 años. Y así se hizo el guardián de los bosques del norte.

    Mino pasaba caminaba por uno de los pueblos que le quedaban de paso, vistiendo con unos simples pantalones holgados al igual que una camisa azul, su cabello cubría su rostro pensativo, pero eso no impidió que se diera cuanta de un muchacho que se encontraba sentado en una esquina de un puente. Se detuvo. Pudo ver que se encontraba haraposo, sucio y con una manta oscura y rota apenas cubriendo su cuerpo. Su cabello largo y castaño también estaba sucio y enredado, su cabeza estaba gacha por lo que no pudo verle el rostro.

    -por favor…una ayuda- pidió con voz pastosa el mendigo, mientras le extendía una mano al mayor, Mino pensó que querría dinero…o tal vez solo comida. No pudo evitar sentirse mal…y sin poder evitarlo recordó el día que conoció a Yanase. Lo que pasó después fue tan rápido, que apenas y alcanzó a ver al chiquillo corriendo a una velocidad impresionante, observó su mano con una sonrisa y se dispuso a perseguir al niño.

    El menor se detuvo abruptamente cuando observó como una altísima pared de piedra se levantaba justo enfrente de él, sus ojos se abrieron mucho con asombro y miedo, se volteó rápidamente mirando a quien le había “robado”. Muy pronto se dio cuenta de que se trataba de un mago.

    -¡lo siento!....¡lo siento mucho!¡tome!...¡por favor no me haga daño!- decía el niño cerrando sus ojos mientras dejaba caer lo que hace poco le había quitado al mayor , se trataban de dos anillos de diamantes y oro. Mino, en cambio lo miraba sorprendido, aun se pregunta cómo le había hecho ese niño para quitarle sus anillos en fracciones de segundo. Se agachó a recoger los anillos y miró con una sonrisa al niño.

    -si lo quieres, te regalaré uno- dijo Mino al niño, por lo que este abrió sus ojos azules oscuros con sorpresa. Mino asintió.

    -¿de verdad?- preguntó dudoso el menor.

    -claro…si lo quieres, tendrás que ir por el- exclamó el mayor con una sonrisa y arrojó uno de los anillos hacia el río que pasaba debajo del puente, el niño abrió la boca asombrado de que fuera cierto lo que decía el mayor, y corriendo se paró sobre uno de los bordes del puente para extender su mano al aire. Sonrió traviesamente cuando el anillo dejó de moverse y flotó en el aire. Mino lo miró fascinado, el niño también podía usar magia.

    -¡muchas gracias señor!- exclamaba el muchacho feliz de la vida mientras se probaba el anillo y hacia poses con su mano. Mino sonreía.

    -no hay problema- respondió el mayor acercándose al oji-azul- oye…te tengo una propuesta- exclamó.

    -¿qué?- preguntó curioso el menor

    -sé mi aprendiz- pidió, el aniño abrió mucho sus ojos.

    -¿en serio señor?-

    -si te lo garantizo, al parecer te has entrenado un poco a tu manera ya- dijo con una sonrisa divertida, por lo que el menor se sonrojó- ¿Qué dices?-

    -…s-si- susurró el oji-azul contento y aún muy sorprendido con todo, ¿realmente se convertiría en un mago fuerte? ¿Realmente dejaría de mendigar en las calle y seguir robando para sobrevivir?...

    -no te escuché- dijo el mayor empezando a caminar con una sonrisa.

    -¡si, señor!- exclamó el más joven siguiendo al mayor – por cierto, me llamo Chiaki, Yoshino Chiaki- le sonrió- tengo 16 años-

    -soy Kanade Mino- respondió el otro con una sonrisa.

    Como Mino lo prometió, Yoshino aprendió mucho y muy rápido, incluso más rápido que Yanase, a quien por cierto, por la razón de que él no podía salir muy seguido de sus bosques, no lo había podido ver tan seguido. Pasó un año y Mino se decidió por llevar a su aprendiz a la siguiente reunión con los magos, y cuando fue el momento partió con el hacia la mansión de Mason. De antemano Mino sabía que el primer día de Chiaki sería difícil, no era sencillo el ambiente ahí, pero era algo que consideraba necesario para el chiquillo, en especial, si algún día se presentaría como un mago allí.

    Llegó el momento, y Chiaki observaba con temor y asombro todo lo que veían sus ojos, había muchos personajes ahí: obviamente los brujos, los magos y los guardianes eran los más conocidos e importantes, pero también pudo alcanzar a ver sobre otros de los que su maestro le había contado: como hadas, gnomos, duendes, elfos e incluso los impresionantes magos tritones.

    -no te distraigas, sígueme y no te vayas a perder, no bajes la cabeza y no hables más de lo necesario- recomendó Mino a su aprendiz quien solo asintió efusivamente y siguió a su sensei. Tuvo que tragarse las ganas de gritar cuando todas las miradas despectivas se dirigieron a él. La reunión fue el lapso de tiempo más largo de toda su vida, y cuando su maestro fue llamado personalmente por Mason para hablar de algo tuvo que dejarlos solo y retirarse. Con pánico y casi escondiéndose de que nadie le viera Chaiki se dirigió hacia los jardines donde habían otro aprendices como él. Trago saliva al observar como todos se acercaban con sonrisas burlonas.

    -¡miren que tenemos aquí!-

    -¡novato de quinta!-

    -no aguantarás si quiera un mes…-

    -Mino-san como siempre…recogiendo basura-

    -¡pobrecito…cree que realmente merece estar aquí!-

    -…- Chiaki no había sido capaz de hablar simplemente agachó la cabeza y empezó a llorar – cá…llense- susurró retrocediendo.

    -¡jajaja, el bebé está llorando!...bua…¿quiere a su mamá?...hee…Yoshino…¿quieres ver a tu mamá?....hoo cierto ella está muerta jajaja- se burlaba uno de ellos – basura…- Todos seguían burlándose mientras el castaño se había encogido en su lugar sin ser capaz de defenderse, tal vez tenían razón , y no debería estar ahí…

    Sus pensamientos fueron interrumpidos pos un fuertísimo viento que inundó todo el jardín, poco a poco la temperatura descendía y Chiaki observó como todos los que lo insultaban habían salido corriendo despavoridos de allí. De su boca salió vaho por el frío y sus lágrimas se detuvieron tratando de averiguar qué es lo que ocasionaba el terrible cambio de clima. Pero no lo encontró…en su lugar observó con una sonrisa como nieve empezaba caer solo sobre él, después vio como pequeñas mariposas de hielo danzaban a su alrededor. Muy pronto había quedado olvidado su llanto y estaba riendo tratando de atrapar a los alados animalitos de agua congelada. Sus ojos de pronto se desviaron a donde estaba un gran árbol, donde asombrado observó a un muchacho de, al parecer, de la misma edad que el, 17, observándolo fijamente mientras mantenía una de sus manos extendidas hacia él. Cuando se vio descubierto sonrió de medio lado y bajó de un salto de un árbol, para caminar hacia él. Chiaki observó desilusionado como las mariposas se disicieron…-entonces él era el “responsable”- pensó avergonzado de que le estuviera observando todo ese tiempo.

    -así está mejor- exclamó el que estaba frente suyo, mirando con una sonrisa coqueta al oji-azul limpiando una última lágrima debajo de su ojo- te ves más lindo sonriendo- aseguró. Chiaki enrojeció enseguida observando mejor al chico enfrente de él. Era de piel blanca, aunque no más que él, su cabello corto y café oscuro y de unos ojos grises impresionantes, se sonrojó mucho más al observar como el muchacho solo vestía unos pantalones blancos al igual que sus botas y una bufanda.

    -etto…-susurró algo inseguro tratando de mirar el rostro del muchacho y no su cuerpo casi desnudo- gracias…supongo…-fue lo único que se le ocurrió decir, escuchó una leve risa del otro.

    -no fue nada…me agradó mucho verte reír- dijo sin su ápice de vergüenza, ¡cómo puede decir eso!...pensaba aún más rojo el otro -…mi nombre es Hatori- se presentó.

    -haa…soy Yoshi-ino…Chiaki- completó aun nervioso.

    -un placer- exclamó el oji-gris estrechando su mano. Chiaki no sabría que más decir, si no fuera porque su maestro llego en ese momento observando curioso la escena.

    -Yoshino, ven acá- mando Mino a su discípulo quien de inmediato obedeció. Observó el ambiente frío que aún quedaba, indagó que es lo que había pasado, al parecer Chiaki si estuvo en problemas – Gracias por cuidarlo por mi Hatori- agradeció con media sonrisa, este se la devolvió.

    -no fue para nada una molestia Mino-san- respondió respetuoso.

    -nos vemos Hatori- se despidió Chaiki mas que nada por cortesía y siguió a su maestro.

    -lo esperaré con ansias…-respondió el otro. Chiaki tuvo que voltear a ver hacia otro lado cuando Mino le regresó a ver con una sonrisa divertido por la respuesta del oji-gris , así no vería su extremo sonrojo.

    Tardaron poco tiempo en llegar a la casa de Mino. Chiaki había estado preparando la cena , mientras Mino leía un gordo libro de hechicería antigua para pasar el tiempo mirando disimuladamente a un distraído oji-azul.

    -oye Yoshino, ¿Qué hacías con Hatori?- preguntó como si no le importara.

    -¡hee!...ha…nada…sensei, solo se acercó a mí para defenderme de unos chicos- respondió corto encogiéndose de hombros. Mino levantó una de sus cejas mientras una sonrisa se pintaba en su rostro.

    -¿sabías que él es un mago poderoso y es el guardián delas montañas nevadas?- preguntó. Chiaki le miró sorprendido.

    -no…no lo sabía…¡pero es muy joven!- reclamó el otro

    -je, si , un poco, a los 16 años consiguió el puesto- exclamó el mayor, Chiaki se quedó sorprendido.

    Pasaron los días lentos, pasaron los meses y por último los años, cada vez que asistían a una reunión Mino y Chiaki se separaban uno para ir a ver a Yanase y otro a Hatori. Y sin nada más que tiempo en medio de ellos, lo suyo se dio, y un buen día Hatori dejo de dar indirectas para decirle de frente a “su” castaño lo que sentía.

    Ese día ambos se encontraban recostados en el pasto cerca de un río, habían salido corriendo apenas Hatori se había podido escapar más temprano de la reunión. Y llegaron riéndose como niños que habían hecho una travesura.

    -Chiaki…-llamó la atención del otro el oji-gris.

    -¿Qué sucede Tori?- preguntó el menor mientras cerraba sus ojos, se sentía muy tranquilo cada vez que estaba con el guardián, y le había tomado tanta confianza que había optado por acortar su nombre a “Tori”. Y muy dentro de él, aunque no tanto, sabía que sentía algo más por el más alto…a pesar de todo lo que hacía Hatori por llamar su atención, no sabía si era por su forma de ser o porque…realmente sentía algo por él…y preguntar le daba pavor…es por eso que prefería tenerlo como amigo…como un muy querido amigo.

    -me gustas…no, te amo- dijo sin más el oji-gris soltando un retenido suspiro. Pero el que se había quedado sin aire era Yoshino que solo lagrimeó un poco sin poder decir nada. Tori se dio cuenta de eso y se levantó preocupado para ver cómo estaba.

    -Yoshino…lo siento…si es por eso porque lloras- exclamó tratando de quitar el brazo del menor quien se cubría el rostro con él y había empezado a hipar- no llores…no me gusta que llores-pidió.

    -eres un idiota…-respondió Chiaki poniéndose de pie y darle la espalda aun con lágrimas en los ojos. Hatori suspiró largamente, no entendía que era lo que pasaba, él pensó que Chiaki…tal vez…

    -lo siento Chiaki…no quise hacerte sentir mal…si quieres que ya no te vea…yo…-

    -y eres ahora más idiota…-siguió el menor, Hatori lo observó sin comprender mucho, Chiaki al fin se dio la vuelta dejando que el más alto viera su rostro lloroso y caminó hacia él. Hatori se esperó cualquier cosa, un golpe, una despedida…pero en su lugar.

    -yo…shino- tartamudeo ahora él sorprendido cuando lo vio abrazado a su cuerpo y recargarse en su pecho, escondiendo ahí su rostro rojo.

    -te has tardado demasiado…-dijo como un susurró y una risa algo tonta. Hatori sintió que su alma volvía a su cuerpo y levantó con sus manos el rostro de su sonrojado castaño regalándole su primer beso.

    //Fin flash-back//

    La noche ya había caído en todo su esplendor, Yoshino había terminado de abrocharse nuevamente su abrigo, el cual había quedado olvidado en el suelo hace unas horas. Y con el rostro aun sonrojado regresaba a ver a su oji-gris quien le miraba con sus traviesos ojos pícaros. Muy poco hizo para soltarse del ultimo abrazo en mucho tiempo y unos labios fríos tomar los suyos.

    -tengo que irme Tori- rogó el menor separándose al fin del guardián.

    -lo se…cuídate…Asaki y yo te esperaremos- sonrió Tori.

    -lo sé…me voy, los amo- se despidió el menor, para seguido salir de la casa.

    *********

    El momento ya estaba cerca… todos los usuarios de la magia blanca se unirán por primera vez en la historia, porque el salvador, el chico de la profecía, el que salvaría a Akihiko de las garras de la bruja Aikawa, Misaki…ya estaba en camino….

    .
    .
    .

    Continuará…



    Jejej ahí me cuentan que les apareció XD y que historia les gustó más??¡¡¡…nos vemos…besitos¡
    Misagi * *
  15. .
    Hola¡, gracias por la conty
    me alegra te haya gustao el comentario...
    mee ha fascinado el capitulo, especialmente donde
    Itaachi lo salvó y el besooo¡¡ me mató XD....
    me alegra que actualices mas rápido¡
    siendo asi espero conty¡¡¡

    besos de sandía¡

    Misagi * *
1676 replies since 18/3/2012
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