Posts written by Misagi_ryuk

  1. .
    Hola Mely¡¡

    ¿Cómo estas?....feliz navidad y año nuevo para ti :3¡¡¡
    Muy buena conty como siempre, aww mi pobre Nowaki :(, no me gusta
    que sufra tanto, pero en fin.
    Hirokii ha estado medio-salvándose, que bien que el karma conspire tan
    pronto contra Haruhiko xD....

    Kyaaaa, mi bello Misakito ya esta embarazado¡¡ /(*.*)/ yeiii¡¡¡

    Linda Mely, gracias por el cap, me ha gustado mucho. Espero que ya estés
    mejor de tu mano y tus preocupaciones al menos hayan disminuido xD.
    Nos leemos pronto, besitos de dulces de piñata para tu¡¡¡ :P

    Misagi * *
  2. .
    ¡¡¡Holaaa!!!, ¿cómo han estado?, espero que bien, bueno, tomando en cuenta que estoy en vacaciones si que me he demorado :P, gomene, esta conty me ha costado un poco, espero realmente que disfruten un poco de lo que viene xD. Antes que todo muchas gracias por leer y comentar, mí se los agradece incansablemente, después, déjenme decirles que quería apurarme para poder terminar el capítulo antes de Navidad xD, por cierto…¡FELICES FIESTAS A TODOS!, espero que la pasen bien y en familia <3, bueno, con la noticia de que tengo avanzado el sig cap y si todo sale bien espero tenerlo para entes de Año nuevo, si no es el caso, de cualquier forma, gracias por acompañarme un capítulo más en este fic. Aprecio mucho su paciencia, casi cumplimos otro añito xD, pásenla bien, espero que les guste y respondo sus comentarios.

    Un abrazo y mucho besos de chocolate para todos mis lectores…

    Melyoan: hola, ¿cómo estás?, gracias por comentar, jajaja me alegra que te haya gustado el capítulo, no te imaginas lo que se le viene a Nowaki en los siguiente capítulos xD, espero te guste. La relación de Usagi y Misaki apenas comienza tendrás tiempo para verlos un ratito más. Jejeje a mi Haru-chan y Keiichi siempre me habían parecido los más reprimidos xD, así que pos…:P ….Espero que te guste la conty Mely, feliz navidad :D, nos leemos pronto. Besitos de dulces de piñata para tu xD…

    Anne onodera takano: Hola, gracias pro comentar, me alegra que te haya gustado la conty, sip, ya verás como le va a Nowaki con su asunto, verás un poco más del tirno Misakito. Esperemos que no le vaya como en feria al lindo Haru-chan con su cuñado xD. Felices fiestas. Nos leemos pronto. Besitos de Uva.

    Mei rin: Hola Hola¡¡, gracias por comentar, me alegra que te haya gustado el capítulo, ya verás un poco más sobre el lindo Misaki y su sexy príncipe xD, nos leemos pronto. Un abrazote para tu¡.


    Misagi * *





    Capítulo 55: ¿Usagi-san vs…el príncipe Akihiko?



    -así está bien…si….ahora pasas esta parte por acá… ¡exacto!, ya casi lo dominas, cariño. Bien ahora la siguiente, así está bien…correcto-

    Akihiko se encontraba sentado, recargado en el respaldo de la cama; Misaki trataba de que no le temblaran las manos ni de tocar de más al guapo varón. Más atrás estaba Juro-san indicándole al pequeño oji-verde como tenía que hacer un correcto vendaje.

    La bella elfo alegaba que era imprescindible que aprendiera a cuidar de las heridas del príncipe, de nada sirvieron los alegatos de Misaki …y tampoco es que haya puesto demasiada resistencia. Juro-san decía que sus manos eran pequeñas, suaves y se movían con delicadeza, y eso lo hacía un “enfermero-nato”.

    -¡ouch!- lanzó un gritito exagerado el oji-violeta. Misaki brincó en su lugar, separando inmediato sus manos del vendaje a medias del pecho del mayor. Sus ojos voltearon ver asustado al mayor.

    -l-lo siento Usagi-san…yo…- intentaba excusarse

    -estoy jugando contigo…- murmuró risueño el mayor, riéndose de su propia broma.

    -¡idiota!- exclamó Misaki sonrojado haciendo un puchero mientras golpeaba levemente el pecho del mayor. Este hizo una mueca extraña y gimió de verdad…

    -¡OUCH!...oye…eso si me dolió…-gimoteó el peli-gris, arcándose un poco.

    -pues me da mucho gusto…- exclamó todavía “molesto”, mientras procedía a seguir vendando al hermoso varón…esta vez un poco más suave.

    Juro-san solo reía levemente mirando desde atrás a esos dos. No tenían remedio…al menos nunca se iban a aburrir, pensó con gracia. Akihiko era ahora el que tenía un puchero y Misaki trataba de no relajar demasiado su ceño fruncido.

    -hey, muchachos- intentó llamar la atención de los dos chicos, que estaban en una pela verbal entre susurro y pellizcos- chicos- intentó de nuevo. Ambos le regresaron a ver al fin.

    -¿si?, sensei- exclamó Misaki. Ella les sonrió.

    -hay algo importante que tengo que decirles- comenzó- han pasado ya un par de días desde que llegaron y es indispensable su llegada pronta a su destino- comenzó ella. Akihiko enserio su rostro, pues lo único que pasaba por su cabeza era “la boda de Hiroki”. No.

    -… ¿pero cuando?... ¿cómo?- exclamaba sin terminar bien alguna pregunta el nervioso Misaki.

    -eso será algo que Kanaye-sama hablará con todos ustedes-, lo que a mí me concierne es el estado de salud en que tendrán que viajar…en especial tú, Akihiko- exclamó con preocupación. El peliplateado la miró igual.

    -¿creé que Usagi-san está en condiciones de poder viajar, Juro-san?- preguntó despacito el menor. Ella asintió con una leve sonrisa.

    -no está del todo recuperado y creo que todos podemos ver eso, pero puede viajar. No hay duda. Debe poder hacerlo- aseguró y prosiguió- Eso es lo otro sobre lo que quería hablarles…tienes que poner de tu parte Akihiko- miró fijamente los ojos violetas- el medicamento que ahora está haciendo efecto en tu cuerpo no es como cualquier otro, no es común… ¿acaso no han observado que las heridas han sanado mucho más rápido de lo normal?-

    -es verdad- murmuró Misaki, echándole otro vistazo al cuerpo semi-cubierto del mayor. Eran poco moretones lo que quedaban, al igual que las lesiones grandes como las fracturas, pero los raspones y los lugares hinchados y no estaban.

    -es un tónico muy especial y la preparación requiere de un ritual mágico- explicó Juro- es por eso que los resultados son casi inmediatos, sin embargo no les mentiré: el proceso tomará su tiempo, y este medicamento funcionará mejor en cuanto empieces a mover un poco tu cuerpo, Akihiko, la recuperación será un poco dolorosa, eso no puedo evitarlo, pero seguro que ya encontrarán la manera de solucionarlo…juntos… ¿no es verdad?- exclamó sonriendo. Akihiko el regresó la sonrisa agradeciendo a la médico. Misaki bajó su rostro para que no le vieran extremadamente sonrojado. Juro miró con ternura, como pesar de todo, ambos chicos no se soltaban de las manos. Al final se despidió de ellos y salió del lugar.

    Tanto Misaki como Usagi se quedaron un rato en silencio quizás pensando, fue el oji-verde quien viró su preocupada mirada a su “novio”.

    -Usagi-san...¿crees que se trate de Hiroki?- preguntó casi murmurándolo. Akihiko solo asintió…al parecer habían pensado lo mismo.

    -llegaremos a tiempo, no te preocupes, Misaki- consoló el mayor. Misaki sonrió.

    -es verdad…por ahora, hay que intentar que te muevas un poco, ¿no?...- exclamó el menor con sus mejillas rojitas. Akihiko asintió con una media sonrisa.

    ………………..

    Era casi medio día cuando Shinobu y Ritsu salieron de la última sesión de “entrenamiento” con Isamu-san. Ambos decidieron que sería buena idea ir a visitar a Akihiko, el albino elfo les había informado que por la tarde el rey del lugar quería hablar con ellos sobre su próximo viaje de regreso. En el camino se habían encontrado con Miyagi y Masamune.

    -¿de verdad crees que esté listo para viajar?- preguntaba Ritsu a su novio con preocupación.

    -esperemos que si…- respondió el otro suavemente, cruzándose de brazos.

    -yo dudo que si quiera pueda caminar- murmuró Shinobu metiéndose a la plática, con gesto incrédulo y intranquilo. Miyagi hizo una extraña mueca asintiendo.

    Cruzaron la pequeña aldea nómada hasta llegar a las chozas donde estaba su peliplateado amigo, muy probablemente bien acompañado de Misaki. Ritsu sonrió por aquello, al fin estaban juntos esos dos…al menos algo salía bien de todo aquello.

    Sin tocar la puerta, decididos a darles una buena sorpresa entraron en tromba.

    Enfrente de ellos se encontraba una impactante escena. Akihiko estaba dificultosamente sentado en la cama, los dedos de sus pies apenas tocaban el suelo, sus brazos caían laxos a su costado, sin embargo su rostro se encontraba enterrado en el pecho de su castaño doncel, quien le abrazaba suavemente mientras parecía susurrar algo a su oído.

    Un gemido de sorpresa y el sonido de la puerta al ser azotada hicieron que la pareja se alertara y el menor regresó a verlos. Ritsu casi bufa de arrepentimiento al interrumpir la preciosa escena. Casi. Mas su atención se fijó el Akihiko quien al dirigirles fugazmente una mirada pudo darse cuenta que tenía los ojos rojos, ¿había llorado?...se preguntaba sorprendido.

    -¿Akihiko, estás bien?- la pregunta la había ganado Masamune. Akihiko le había regresado a ver levantando una ceja con una sonrisa leve.

    -tan bien como me puedo ver…- exclamó tratando de reír un poco, pero enseguida se quejó de algún dolor en sus costillas. Todos fruncieron el ceño al ver quejarse al mayor que inconscientemente se apretaba un poco más al pecho del doncel que le sostenía.

    -pues no pareces estar muy bien- exclamó algo preocupado Miyagi. Akihiko bufo mirándoles ceñudo.

    -intenta moverte después de que un montón de piedras han fracturado tu cuerpo. No es tan sencillo- exclamó con media sonrisa. El resto le dio la razón.

    -¿es seguro moverlo tanto, Misaki?- exclamó algo preocupado todavía Ritsu. El aludido mordió sus labios, aun sin dejar de sostener en sus brazos a su adolorida pareja y mirando al otro oji-verde. Todos parecían esperar la respuesta y se concentró en intentar responder antes de que su rostro se sonrojara por completo. Sentía la respiración acompasada y extremadamente cálida del príncipe en su pecho, justo sobre su pezón.

    -fueron órdenes de Juro-san, los medicamentos que le ha suministrado funcionan mejor si su cuerpo comienza a estar en movimiento…-

    -con que era eso- exclamó dubitativo el rubio.

    -es un medicamento bebido y otro tónico que va antes del vendaje- explicó simplemente.

    -¿te ha enseñado como hacerlo?- pregunto de nuevo.

    -a-algo así…- exclamó algo avergonzado. Los chicos sonrieron tratando de incomodar lo menos posible al muchacho.

    -seguro le has de hacer el trabajo más difícil al pobre de Misaki, Akihiko- exclamaba reprendiéndole Ritsu. Todos rieron. Misaki quiso gritar un enorme “¡SI!”. El oji-violeta sonrió de lado haciendo un enorme esfuerzo por levantar el rostro hacia su doncel.

    -te equivocas, me he portado muy bien…además Misaki tiene manos muy suaves.

    Los “awww” y las risitas no se hicieron esperar. Misaki se sonrojó intensamente escondiendo el rostro en el hombro del sonriente varón.

    -Usagi-san…baka

    *************************************************

    Nowaki caminaba de un lado a otro en la pequeña habitación, tenía un rostro imperturbable de pura concentración y enojo. Desde hace al menos dos horas se había encerrado en la habitación “seca”, esa que había ocupado su hermoso Hiro-san cuando estaba en su reino. Era lo único que podía darle un poco de paz en esos momentos, su ceño fruncido y su mirada perdida analizando a conciencia realmente todas las posibilidades que tenía…porque Jeju, obviamente no iba a ser una. Toda persona que le vio dirigirse con premura y exaltación desde la sala de reuniones hasta e la pequeña habitación se había quitado de su camino consternado por haber visto al joven príncipe tan alterado. No fue capaz siquiera de mirar los sorprendidos rostros de los cuatro sujetos que había dejado en la sala de reuniones cuando les había dirigido las secas palabras “buscaré otra solución” y había dejado el lugar sin más. Dejar a su Hiro-san no era la solución…

    -Nowaki-sama-

    El azabache apenas se enteró que ya no era el único en la habitación cuando escuchó la grave voz algo suavizada al estar dirigida hacia él. Observó al tritón a sus inquietos ojos verdes, le frunció el ceño y observó como este temblaba ligeramente en su cuerpo “humano” al estar en esa habitación.

    -Ino…te había dicho que no quería nadie me molestara…-

    -si Nowaki-sama, al menos que fuera algo sumamente importante- completó el capitán de la guardia real, intentando no perder su postura respetuosa, con las manos atas de su espalda y el cuerpo erguido, a pesar de haber nadado como loco para buscar al príncipe.

    -¿y entonces?-

    - es algo importante- respondió en un hilo de voz. Nowaki dejó de fruncir el ceño y su mirada cambió de irritación a expectación…

    -¿qué sucede?

    -el guardián de los mares del Este está aquí, quiere hablar contigo- exclamó Ino con una cara de preocupación intensa.

    Nowaki lo había dejado de escucharlo en algún momento, tan solo le siguió con rapidez, ¿de verdad “él” estaba aquí?...había pasado mucho tiempo desde que le había visto. Una sonrisa afloró su rostro.

    -Masumi…-murmuró sonriente.

    ……………..
    Nowaki siguió a su capitán hasta el jardín trasero del palacio. Ino reverenció al oji-azul antes de retirarse silenciosamente. El jardín trasero del palacio no era tan grande pero estaba plagado de bellas algas azuladas y preciosas plantas marinas, así también como un pequeño espacios de “juegos” para su hermanito, todo decorado lindamente con perlas, conchas y demás adornos. Nowaki buscó con la mirada al aludido, seguro había pedido que le trajeran hasta acá para esperarle…conocía a Masumi desde hace un tiempo, odiaba tanto como él las formalidades y de vez en cuando las responsabilidades…tal vez por eso se le hizo extraño que ese hermoso y holgazán ser se hubiera decidido a convertirse en un guardián…

    -eh…pensé que ya no vendrías, casi estaba a punto de irme- escuchó una suave voz llena de un gracioso y fingido reproche. Nowaki observó al bello personaje, a escasos metros de él, sentado sobre un roca, se encontraba un hermoso doncel tritón, mantenía uno de sus brazos recargado sobre su inclinada aleta rosa la cual sostenía distraídamente su barbilla, la otra mano reposaba sobre la roca al mismo tiempo que sostenía un curvo cetro dorado sobre el que flotaba una brillante esfera rosada. Sus ojos azules clarísimos miraban con añoranza al guapo varón y su corto cabello rubio oscuro ondeaba libremente en el mar, aplacado solamente por una cinta que lo mantenía en una coleta alta en su cabeza.

    -Masumi…hace tanto tiempo…-solo había respondido Nowaki al verlo de nuevo. El doncel lo miró fijamente, quizá salgo consternado de que él príncipe no tuviera algo más que decirle.

    -Me gusta este jardín, Nowaki- comenzó de nuevo el doncel mirando fijamente a los ojos azules del tritón frente él- me recuerda a la buena infancia que tuve…a los buenos momentos que pasamos juntos- exclamó suavemente, mientras con lentitud se levantaba de la gran roca y se acercaba a Nowaki.

    -una muy buena infancia, Masumi- corroboró el mayor con una leve sonrisa, para deleite del rubio- me ha causado sorpresa y algo de intriga verte de nuevo, deseo saber…¿por qué?- exclamó con seriedad, sin borrar aun el gesto amble de su rostro. Los ojos se clavaron con rapidez en los contrarios, frunciendo ligeramente el ceño y cruzándose de brazos.

    -me he enterado de lo que ha pasado- exclamó serio- he venido tan rápido como he podido, me había sido imposible hacerlo antes, tenía asuntos que atender en mi actual domicilio, pero algo dentro de mí me ha indicado que debo estar aquí. Quiero ayudarte- le miró significativamente. Nowaki supo que el rumbo de esa conversación se volvería complicada…y mucho-¿y tú?... ¿querrías decirme tu paradero?...había escuchado por allí que estabas fuera, pero o no sabían o se negaban a aclararme la razón- exclamó sin relajar su ceño, ahora se encontraba frente a Nowaki, su mirada se había colmado de tristeza repentinamente…él podía leer el sentimiento que brotaba a borbotones de esos brillantes ojos claros.

    -ha pasado mucho tiempo Masumi- exclamó algo parco el mayor, como preparándolo.

    -lo sé, no nos vemos desde que éramos casi críos, Nowaki- recalcó lo obvio el menor, su mirada bajó por unos segundos para después clavarse de nuevo en los oscuros.

    -tuve que tomar la responsabilidad del reino desde que papá se fue- exclamó consternado, los ojos nerviosos del menor le causaban tanta pena, una que no debería sentir.

    -lo sé…- el asintió mirándole como si fuera su culpa.

    - El hechizo de Aikawa nos tenía en constante sufrimiento a todos…-

    -me enteré de eso, lo siento, no podía intervenir…- bajó el rostro avergonzado, para de nuevo, mirarle fijamente

    -La legión de Usami fue la respuesta a nuestras súplicas-

    -¿a dónde quieres llegar, Nowaki?- su mirada se había endurecido un poco. El mayor emitió un gran suspiró y tomó las suaves manos del doncel, sintiendo el leve estremecimiento de este al contacto.

    -conocí a alguien muy especial para mi…- Nowaki miró en cámara lenta las reacciones de su acompañante. Los ojos azules que parecían tan brillantes de pronto se opacaron…supo de que su dueño se esforzaba por retener las lágrimas. Sus manos se soltaron con agresividad de las suyas.

    -¿Qué…tan especial?- fue un murmullo. Esta vez el rostro estaba agachado, su mirada no lo enfrentaba. A pesar de todo, Nowaki no pudo más que sonreír, con un poco de tristeza.

    -él me hace feliz, Masumi…él me ha ayudado de tantas formas…- declaró recordando a su bello oji-avellana. Masumi se alejó un poco del mayor, aun sin levantar su rostro se abrazó, tratando de aliviar el creciente dolor que invadía su cuerpo de repente. Nowaki quiso acercarse a él, pero él no se lo permitió.

    -yo también quería ayudarte…yo quería hacerte feliz- murmuró suavemente con la voz quebrada. Nowaki emitió un largo suspiró, pasando con frustración y profunda tristeza una mano por sus negros cabellos. Ya venía venir eso…

    -Masumi…tú eres mi mejor amigo- exclamó tomando suavemente por un brazo, para que este le mirara un poco.

    -¡yo no quiero ser tu mejor amigo, maldición!- se soltó con rapidez y al fin levantó su rostro. Nowaki no era tan frío como para no estremecerse con la triste escena. El rostro sonrojado en vergüenza y furia, los labios delgados y rositas apretadas, las cejas fruncidas y los hermosos ojos azules y clarísimos cristalizados por el tumulto de gotitas saladas que poco a poco se disolvían en el agua cristalina…

    -Masumi, el…-

    -¡no te atrevas a hablarme de él, Nowaki!- exclamó interrumpiéndole destrozado. Nowaki le miró con tristeza.

    -dime que puedo hacer, nunca me ha gustado verte llorar, “Umi-chan”…- murmuró Nowaki con preocupación, acariciando con cuidado una hebra dorada del tembloroso doncel, quien sollozó con fuerza al escuchar el antiguo apodo.

    -¡y-yo solo quiero a mi Nowaki!- murmuraba entre hipidos el rubio- ¡sólo quiero mi promesa!- le gritó apretando los puños a los lados con una cara terriblemente triste. Nowaki no pudo evitar abrir en demasía sus ojos, una lágrima se escapó de uno de ellos al mismo tiempo que recordaba aquél día…

    //Flash-Back//

    -¡Nowaki!, ¡Nowaki!...¡No sabes lo que acaba de suceder!-

    Un pequeño niño de no más de 8 años llegó nadando enloquecido y feliz al jardín trasero del castillo de Ayami. El aludido, de algunos 11 años, se encontraba repasando alunas aburridas lecciones de política cuando fue interrumpido por su mejor amigo, un doncel precioso de bonita sonrisa. Ambos eran unos de los pocos niños que tenían magia y se juntaban de vez en cuando para practicar un poco, Masumi era hijo de una de las sirvientas del castillo, pero Hisa-sama lo adoraba tanto que no tuvo problemas con tratarlo como a su propio hijo, y naturalmente se les veía pasear de acá para allá juntos.

    -¿Qué sucede, Umi-chan?- le habló con cariño el mayor, acariciando tiernamente los cabellos rubios y desordenados de su amigo, quien tan solo se sonrojaba levemente.

    -¡Hisa-san me ha conseguido un maestro!...¡voy a poder entrenar para ser un gran mago!- el pequeño doncel revoloteaba de acá para allá emocionado. Nowaki no hizo más que sonreír y abrazar a su inquieto amigo.

    -¡felicidades Umi-chan!, seguro que serás el mejor- lo apretó en sus brazos, el más pequeño chillaba de felicidad.

    -tendré que irme por un tiempo, pero todo valdrá la pena, ¿no es así?- preguntó el niñito. Nowaki asintió. A esa edad no era capaz de decirle a su pequeño amigo que ese tipo de entrenamientos podía llegar a durar muchos años. Pero sonrió…seguro el superaría lo que tuviera enfrente.

    -¡claro que sí, tienes que esforzarte y aferrarte a lo que más quieras para poder ser el mejor!- le contestó levantando un pulgar. El rubio asentía frenético y con las mejillas sonrojadas.

    -¡yo quiero ser el mejor para que Nowaki esté orgulloso de mi!- exclamó moviendo su aletita con entusiasmo y sus mejillas coloradas. Nowaki también había tomado un leve dolor carmín en sus mejillas.

    -¿por qué yo, Umi-chan?- preguntó con una nerviosa sonrisa.

    -porque es obvio que tú serás un tritón fuerte e importante…¡eres el príncipe!- exclamó como su fuera lo obvio el tierno infante- yo tendré que esforzarme mucho más si algún día quiero estar…a tu lado…para siempre…-exclamó con una tímida mirada para el mayor, quien lo miraba perplejo.

    -¿q-quieres casarte conmigo…Umi-chan?- exclamó con su cara sonrojada el mayor. El menor asentía frenéticamente mordiéndose los labios con su rostro colorado.

    -hug…¿si?-

    Nowaki no pudo evitar lanzar una divertida carcajada al ver a su mejor amigo todo colorado, tratando de zafarse de su abrazo.

    -bien, cuando seas el mejor mago de todos los mares del Este, me casaré contigo, Umi-chan- le sonrió nuevamente apachurrando las suaves mejillas del menor.

    -¡¿lo prometes, Nowaki?!- exclamó contentó el menor. El príncipe le había devuelto una sonrisa tranquila y asintió una vez. El niño empezó a gritar por todas partes l buena nueva. Nowaki reía levemente al verlo y continuó con sus lecciones. No creía que aquella promesa traería tantas lágrimas en un futuro.

    //Flash- Back//

    -Umi…-

    -¡nada Nowaki!...solo- el menor le interrumpió poniendo una mano frente a él, dándole la espalda al fin se dirigió hacia la gran piedra donde anteriormente estaba sentado. Nowaki solo se quedó en el mismo lugar, viendo al muchachito llorar un poco más, parecía pensar algo concienzudamente. Pasaron varios minutos, todo estaba en silencio. Ninguno se había movido de su lugar.

    -bien, vamos- exclamó suavemente Masumi. Nowaki lo observó al fin levantarse de la gran roca y nadar lentamente hacia dentro del castillo, lo siguió con curiosidad.

    -¿Umi?-

    -llévame con Yuna-san, ¿está a cargo de la seguridad en estos momentos, no?- le volteó a ver con una pequeña sonrisa. Nowaki se permitió abrir mucho los ojos, sorprendido.
    -¿a qué viene esa expresión de sorpresa, he?- exclamó el menor con media sonrisa- aunque no lo creas, he madurado un poco Nowaki, hasta ahora tu habías sido mi inspiración para salir adelante…ahora solo hay que canalizar una nueva meta- el mayor iba a decirle algo- No, no me interrumpas…estoy feliz Nowaki, porque eres feliz. Y aunque no fuera mi deseo ayudarte, que no es así, es mi responsabilidad hacerlo. Yo comprendí y acepté el cargo de un guardián hace un tiempo ya…ahora es mi responsabilidad mantener la paz en estos mares, vamos-

    -Masumi, estoy orgulloso de ti, por todo- le sonrió con sinceridad. Había subestimado una vez la fortaleza de alguien… en muchos sentidos.

    El menor se detuvo nuevamente para verle volteando su cabeza ligeramente hacia atrás. Y le sonrió levemente seguido de hacer un puchero avergonzado y seguir el camino.

    -baka…esto ha sido lo, más vergonzoso que hecho en mi vida- murmuró abrazándose. Nowaki se permitió reír un poco, ¿cuán vergonzoso es para un doncel una declaración?, más siendo su mejor amigo- me gustaría ver a Hisa-san antes de hablar con Yuna, ¿podría?- preguntó lentamente. Nowaki sonrió tiernamente.

    -estará feliz de verte-

    -eso espero, tengo algunas cosas que hablar con ella- murmuró. Todo se quedó en silencio, mientras tomaban un muevo camino hacia los aposentos de su madre, esta vez, Nowaki iba al frente- y…¿Nowaki?-

    -¿si?- preguntó levemente una vez que estaba frente a la puerta de la habitación y haber dado un pequeño golpe.

    -quiero conocerlo- dijo firmemente con una sonrisa traviesa. Nowaki abrió sus ojos en demasía por la sorpresa justo al mismo tiempo que se abría la puerta y su madre salía de la habitación para lanzarse hacia el bello rubio y encerrarlo en un abrazo.

    -¿q-qué?- murmuró el mayor, ni si quiera escuchó cuando su hermanito le hablaba curioso por su expresión de mirada pérdida…el tan solo pensaba.

    ¿Qué diría Hiro-san de todo eso?...una sonrisa nerviosa adornó su rostro…

    ******************************************************

    El muy temprano cuando el castaño caminaba con tranquilidad por los despejados pasillos del castillo, llevaba una carta en una de sus manos y la otra reposaba suavemente sobre su vientre. Caminaba hacia la sala del castillo cuando un pequeño torbellino rosa le detuvo.

    -¡nii-chan!-

    El agudo grito le hizo detenerse por la sorpresa y tan solo le sonrió a su linda interlocutora.

    -Mikoto, ¿Qué haces tan temprano despierta?- preguntó curioso le mayor, tomando en cuenta que además era fin de semana, la pequeña solo había su mano con susu manita dispuesta a seguirle.

    -nada, solo no tenía sueño…¿y tú nii-chan?, tú y bebé-chan necesitan descansar mucho- le reprendió con un tierno puchero. Hiroki rio divertido.

    -tranquila, estamos bien, me he cansado de estar acostado, además nos ha dado un poco de hambre. Quizá algún pastelillo antes de que se sirva el desayuno- exclamó con una sonrisita que prometía travesura.

    -¡entonces a la cocina se ha dicho!- exclamó la pequeña con cara seria y una linda sonrisa en su rosto, mientras jalaba de la mano a su querido hermano, quien reía divertido.

    El bello doncel avellana acaba de ir a entregar a uno los mensajeros una carta para su querido primo Haruhiko, aprovechando que ya no quería dormir más, sino más bien su pequeño inquilino rogaba por un pequeño dulce. Hace dos días había decidido mandarle finalmente una carta diciéndole más a o menos lo que había pasado, dándole algunas indicaciones de que debería hacer cuando se reunieran con el Concejo y realmente, sobre todo, informándole que él ya había llegado, pero que era prudente que se vieran hasta entonces y servía que calmaba un poco sus nervios; evitando claramente el asunto de su embarazo, el cual no era adecuado contarse mediante una carta, que cualquiera podría interferir. Apenas, ese mismo día en la noche le había llegado la respuesta de Haruhiko expresando con fervor su alegría, comentándole un poco sobre lo que había pasado con el Concejo y con Keiichi sobre todo, eso había logrado tranquilizar el apesadumbrado corazón del doncel embarazado, también escribía que él prefería llegar un día antes para tranquilizar a tía Asuka y tío Hitomi, además de la noticia de que Keiichi lo acompañaría…Hiroki había respondido entusiasta a todo eso, por eso también, la razón de que quisiera entregar lo más rápido posible esa carta…después de todo la reunión con el Concejo era mañana…

    A sus padres no les había hecho gracia la “desaparición” del tritón, más aun justo antes de la reunión, pero no había nada que hacer. Mikoto le hacía burla a Hiroki diciéndole que “mamá quiere más a Nowaki-niisan que a ti”. Después de que le oji-avellana les explicara las razones de su partida cambiaron su opinión, consideraban que era necesario que el chico estuviera en su reino y arreglara todo antes de volver…

    El día siguiente prometía bastantes emociones de todo tipo, predijo el oji-avellana doncel mordiéndose nerviosamente los labios…

    **********************************************************

    Ya habían pasado dos días. Como Juro-san lo había indicado, el estado constante de movimiento en el que estaban sometiendo a Akihiko le había favorecido al tratamiento, tanto que el joven príncipe ya casi era capaz de caminar algunos tramos cortos por sí mismo, con un poco de dolor y la cojera que aún mantenía, pero parecía ser ya un avance. Entre Masamune y Miyagi lo ayudaban a caminar un poco hacia la arboleda detrás del campamento- aldea de los elfos; Misaki permanecía casi siempre a su lado, ayudándole con algunos ejercicios que le había explicado Juro para mover sus hombros y brazos. La medicina mágica de los elfos les estaba sentando a ambos de maravilla. Por las mañanas y antes de anochecer iban a las orillas del bosque a caminar y juguetear un poco, mientras la nueva pareja se sentaba, relajada, y recargados sobre el tronco de un árbol continuaban con sus ejercicios. Las otras dos parejas habían decido mantenerse al margen de aquella nueva relación, aunque interiormente cruzaban los dedos deseándoles suerte, a Akihiko sinceramente le parecía graciosa la situación, pero agradecía el intento.

    Esa noche iba a ser la última que iban a estar en Aki. Por la tarde, Kanaye-sama, acompañado de Isamu y Juro, los habían visitado y el monarca les había platicado muy brevemente, cabe mencionar, que el tiempo que necesitaban estar allí había terminado y que era de gran importancia que al día siguiente, muy temprano salieran hacia su destino final. Los seis chicos no discutieron nada y solamente agradecieron infinitamente por toda la ayuda recibida; también, volvieron recordarle el asunto de la “paga” que recibirían por su ayuda, el hombre rubio tan solo les había sonreído enigmáticamente diciéndoles que tendrían que esperar al momento de su partida para conocerlo.

    Mune, Miyagi, Ritsu y Shinobu se habían ido a acosta temprano argumentando que necesitaban descansar para el largo viaje de vuelta a casa, más aun el lindo doncel rubio, pues fue el mismo Isamu quien propuso, o más bien ordenó, que la mejor opción y la más rápida, era que viajaran ni más ni menos que “en dragón”, el rubio no tuvo nada más que objetar, cierto que era que sus poderes ya habían vuelto y que gracias al entrenamiento que habían tenido con el hombre albino su magia estaba más fuerte que nunca, ¡claro que podía!, probablemente llegaría exhausto, pero valdría la pena, se decía.

    La noche era tranquila, el viento fresco movía las copas de los árboles de un lado a otro, la luna brillaba en el cielo con luz propia y las estrellas brillaban más que otras noches. Akihiko permanecía muy quieto con una suave sonrisa en el rostro, su espalada estaba recargada en un enorme tronco, sus piernas estaban extendidas y sostenía un poco de su peso en ambos brazos, mientras veía atentamente las mejillas sonrojadas de su doncel, quien sentado sobre su regazo con una pierna a cada lado de sus caderas, parecía concentrado tratando de anudar una venda que se había desacomodado en su pecho. Un mechón castaño calló sobre la frente de su doncel, quien resopló frustrado porque interrumpía su vista. Akihiko lo miraba divertido, había visto crecer bastante el suave cabello de su amado oji-verde desde la primera vez que le vio, y ahora mismo le parecía tremendamente perfecto que le llegara un poco más debajo de los hombros. El oji-violeta finalmente levantó el brazo y acomodó el rebelde mechón detrás de la oreja. Sus ojos se encontraron por un momento, Misaki le sonrió…y todo su mundo se detuvo.

    -gracias…- había musitado el menor, sabía que de vez en cuando, todavía le ponía bastante nervioso, ¿no era eso tierno?...

    -no hay de qué. Me gusta tu cabello así de largo. Te vez bellísimo- lo aduló, sintiendo levemente el temblor del cuerpo contrario, sintió también sus manos temblar por unos segundos en el vendaje en su pecho. Pero vio también un puchero bailar en esos hermosos labios.

    -pues no te acostumbres tanto, en cuanto lleguemos a casa, cortarme el cabello será una de las primeras cosas que haga- exclamó simplemente. Casi medio segundo después abrió sus ojos enormemente…Akihiko lo miraba con una sonrisa brillante… ¿acaso su bello doncel hablaba de Usami, como su casa?...¡SI, POR FAVOR! Rogó de inmediato a todos los dioses. El bello escarlata de sus mejillas se encendió de nuevo…Misaki pensaba en qué tan pronto se había acostumbrado al guapo príncipe para que soltara como si nada que planteaba un futuro bastante largo …juntos. Sonrió malditamente nervioso, mordiéndose los labios con ansiedad, sus manos al fin cayeron a sus lados- esto…Usagi-san…yo- más no dijo nada más.

    Gracias a Kami había logrado anudar esa venda. Misaki veía al pequeño nudo como si fuera lo más interesante del mundo.

    -Misaki- El oji-verde cerró los ojos ante el terrible estremecimiento que sintió al escuchar pronunciar al guapo varón su nombre, al mismo tiempo que este le apretaba por la cintura, acercándose, si fuera posible más, a su cuerpo. Al abrir sus ojos se encontró con escasos milímetros del rostro contrario…los ojos violetas, como siempre, lo mantenían en un hermoso transe- tenemos que hablar…- murmuró contra sus labios. Sus ojos instintivamente se llenaron de lágrimas…no sabía que pensar en ese momento. Solo asintió. Akihiko le había besado la punta de su nariz para seguido limpiarle las lágrimas que mojaban si rostro con el pulgar.- ¿por qué lloras, amor?- le había preguntado preocupado el mayor. Misaki le miraba con un pucherito, mientras inconscientemente ponía sus manos sobre el fuerte pecho de su pareja. Todo este tiempo había aprendido, muy a su pesar (y a su vergüenza) que era mejor decir las cosas como tal, las suposiciones y cosas a medias traían malos entendidos…que su escases de elocuencia al hablar no podrían resolver en un futuro.

    -yo…sentí miedo de repente- exclamó avergonzado, mirando el bonito bordado plateado que había en sus pantalones cortos, que por cierto les habían dado los elfos en su llegada. El oji-violeta levantó una ceja curiosa, al mismo tiempo que la barbilla de su doncel para que le mirara, intrigado.

    -¿por qué?-

    -sentí que…después de todo lo que ha pasado…no sé, pero, s-siento como si estuviéramos juntos desde hace mucho tiempo- exclamó con sus mejillas rojas-y quizás tú decidieras que ya no quieres estar conmigo…más- su mirada triste huyó a la sorprendida del mayor.

    -NO- exclamó firmemente, tanto que los ojos sorprendidos de Misaki le miraron de inmediato, un calorcito inundó su pecho- eso nunca pasará- el varón mantenía su ceño fruncido y sus manos apretaban con premura la cintura de su doncel. SUYO.

    -yo solo…-

    -¿acaso no quedó claro cuando dije que Misaki era mío?- exclamó con tanta seguridad que un temblor recorrió por el cuerpo del menor- no lo decía por decirlo Misaki, te amo. No quiero estar contigo solo por un rato. Estoy seguro que eres tú con quien quiero pasar el resto de mis días…para siempre-

    -para siempre es mucho tiempo, Usagi-san…- murmuró Misaki con el corazón en la garganta, el loco palpitaba tan fuerte que temía no poder escuchar a su interlocutor, su guapo interlocutor.

    -es la justo la palabra que estaba buscando, Misaki- el mayor tomó con delicadeza y furia los labios del menor, quien gemía quedito contra los desesperados labios de su pareja. Las grandes manos pasaron por la piel de su cintura, por debajo de la camisa. Eran tan cálidas sobre su cuerpo ya bastante caliente. Misaki quería fundirse con él…justo ahora. Enredó sus brazos en el cuello del mayor, acercándose mucho más a él, hasta que sus pechos no podían estar más juntos. Gimió en frustración cuando el mayor despegó sus labios de los suyos- Misaki…- murmuraba quedito sobre su oído- el temblaba de placer y emoción por igual, quizás intriga también- quédate conmigo…para siempre-

    -eso…eso quiere decir…- sus ojos verde miraron con atención los preciosos violetas que brillaban con la luz de la luna alumbrándose. Estaba sonriente. Todo pareció desaparecer…todo excepto ellos dos. Misaki no tan solo parecía, perplejo, sorprendido y en shock, sino también tremendamente asustado, intrigado y …emocionado. El menor había dejado de respirar por unos segundos mientras sentía el tacto de su pareja sobre sus manos…¡ho kami!

    -cásate conmigo, Misaki- Su vista era tremendamente seria, y el oji-verde podía jurar que había un tono de súplica en su voz.

    -¡NANI!- el pánico y la sorpresa corrían por sus venas.

    -por favor…-

    -¡¿he?!, imposible…tu eres un príncipe… el concejo…Hiroki….tu y yo…soy torpe…además…-el pobre ya no sabía ni lo que decía. Sus ojos temblaban Akihiko sonreí divertido y tremendamente nervioso, tal y como su pequeño.

    -yo creo que serás perfecto- exclamó con una sonrisa sin apartar sus manos de las de su doncel.

    -¡soy estúpido hablando, no creo servir para eso!…-

    -serás un fantástico rey, Misaki…te diferenciará tu gran corazón, bebé-

    -p-pero…pero…yo no sé nada de ser formal y sofisticado, ¡no tengo una belleza extraordinario como debe de tener alguien de la realeza!- exclamaba con lágrimas en los ojos el castaño, Akihiko gruñó un poco antes de besar los temblorosos labios rápidamente.

    -vas a casarte conmigo, no con alguien más; además…¡tú eres bellísimo!, ¿nunca has visto tu reflejo, cariño?, ¡nadie ha nacido sabiendo, Misaki!, yo mismo tendré que aprender muchas cosas antes de tomar mi lugar en Usami…¡y joder!...creo fervientemente que te verás muy sexy con una tiara dorada sobre tus “largos” cabellos, amor- exclamó mordiéndose los labios. Misaki lo veía absorto, más con esa sonrisita coqueta que solo era dirigida para él, sacudió su cabeza tratando de quitar el terrible sonrojo que estaba en su rostro, ¡ese hombre hablaba ensero KAMI!...

    -¡Usagi-san!-

    -¿qué?...cúlpame por amarte tanto- sintió los labios ajenos en su cuello, separó a su hermoso amante de su cuerpo, antes de derretirse en sus brazos- ¿no quieres casarte conmigo, es eso, Misaki?- exclamó con un puchero gracioso el sexy hombre. Los ojos de Misaki se abrieron en demasía.

    -¡no es eso!, es solo que…-

    -¿te he tomado por sorpresa?…

    -¡si!...yo…-

    -te amo Misaki, ¿tú me amas?...

    -¡si!, pero…- sus mejillas estaban tan rojas que Akihiko no se pudo resistir a besarlos de nuevo.

    -¿qué pasa entonces?-

    - Quiero casarme con Usagi-san…-exclamó quedito el doncel. Su mirada tímida se encontró con la extasiada y rebosante de alegría de Akihiko-…pero…me da pavor casarme con el príncipe Akihiko- exclamó todo avergonzado. Akihiko lo miró por unos segundos, completamente sorprendido y después…lanzó una divertida carcajada. Miski frunció el ceño y se cruzó de varazo sonrojado, justo cuando estaba punto de levantarse del regazo de su novio, este lo apretó contra su pecho…

    -cariño…no tienes nada que temer, los dos recorremos juntos lo que haya que recorrer, ¿confías en mí, Misaki?- sus ojos estaban fijos en los contrarios y sus frentes juntas. El asintió con un tierno puchero, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, esta vez de felicidad… ¿Quién lo hubiera pensado, antes?...bueno, al parecer todos…todos menos él. Ahora sabía que siempre habían estado destinados…- ¿Misaki…te casarías conmigo?...-

    -si, Usagi-san…baka…-

    .
    .
    .

    Continuará…
  3. .
    Hola hola, ¿Cómo estás? :3

    Primeramente, !bienvenida al foro¡, después...déjame decirte que tu historia
    me pareció muy interesante, ¡me has dejado intrigada!, jajaja pobre no le gustó
    que le dijera "ángel" xD

    Ya quiero saber que sigue :D, espero tu actualización.
    Saluditos.

    Misagi * *
  4. .
    Hola hola gente bonita, ¿cómo están? :3


    Bien primeramente una larga y tendida disculpa, estaba en finales de cuatrimestre y estuve como loca estas últimas semanas, pero gracias a este pequeño retardo ya su paciencia les comparto que salí con 100 en todas mis materias xD, por Kami tanto desvelos valieron la pena xD…por eso, para festejarme a mi misma xDDDD y recompensarles su preciosa paciencia les traigo un capitulo algo larguito con temas bastante emocionantes de muchas formas *.*……xD, espero les guste y también leernos pronto :3, respondo sus comentarios:

    Melyoan: hola, muchas gracias por comentar, ¡si! Metí mucho de los egoístas en ese capítulo y para nuestra fortuna los seguirás viendo seguido en los cap que vienen :D, quise que conocieran un poco también la situación en Takatsuki para estar ambientados para lo que se viene qué bueno que te gustara :3, seguimos con Akihiko y la faceta “romántica” de Misakito xD, espero te guste la conty, Mely, ¡nos leemos!. Besitos de piña para tu¡¡

    Anne onodera takano: ¿Hola, como estas?. Gracias por comentar, me alegra que te haya gustado el capítulo, pues si veremos como por fin (gracias a Kami xD) progresa la pareja romántica, y lo que pasa en Ayami, por que el drma no hace mal nadie? xD, espero te guste la conty, nos leemos pronto¡ besos de manzana.

    Elimm8: hola, ¿cómo estás?, Gracias por comentar, jajaja si pobre Misaki ya casi pierden la paciencia con su desesperante timidez, pero ya vez se desató con todo xD, ya verás lo que les tengo preparado los Takatsuki para su encuentro, muchas gracias por el apoyo, y ahora que estoy en mis casi-vacaciones ,espero poder traerles la conty mas rápido. Nos leemos, saluditos :3


    Misagi * *






    Capítulo 54: “Un lindo despertar”




    El habitual chapoteo que ocasiona la entrada brusca al agua inundó por unos segundos el pacífico paisaje de follaje verde alrededor de la preciosa cascada.

    Por fin habían llegado a Ayami.

    Sintió la muy conocida sensación del agua cubrir su cuerpo, generalmente placentera…más ahora no era así. La preocupación seguía aglomerada en su pecho. Los cinco personajes que habían ido a buscarle se encontraban nadando tras él, tratando de seguirle el paso, muy pronto saltó a su vista la hermosa estructura del palacio “cristalizado” de Ayami.

    -alteza…-pronunciaron los cinco casi al mismo tiempo, cuando se detuvieron abruptamente frente a la entrada principal, quizás esperando ordenes… o cualquier cosa. Nowaki les dio una mirada rápida.

    -Gracias por avisarme, trataré de arreglar esto rápidamente-

    -no nos agradezca Nowaki-sama- exclamó uno de los tritones mirándolo casi con pesar, todos permanecían con la cabeza gacha- lamentamos esta tragedia justo antes de la resolución de los problemas de Hiroki-sama- lamentó.

    Nowaki sonrió nuevamente.

    -no se preocupen por eso, él está perfectamente bien…necesito ver a mi familia ahora, nos veremos en otro momento- se despidió amable. Y respondió levemente la pronunciada referencia que le ofrecieron los cinco guerreros frente a él, antes de entrar finalmente al palacio.

    Las paredes semitransparentes y los adornos de coral y perla que adornaban el enorme recibidor le dieron la bienvenida a Nowaki. Pensó en dónde podría estar su familia y se dirigió hasta allí. Vio sin extrañeza casi todos los pasillos y lugares del palacio custodiados por la guardia real de Ayami y hadas sirenas, quienes al verlo solo bajaban respetuosamente la cabeza. Así Nowaki llegó al fin a la habitación de su madre en donde, la entrada a esta estaba fuertemente custodiada…por dos personajes. Nowaki sonrió agradecido a los dos personajes allí.

    -Ino- habló primero al hombre que lo recibió con una gran reverencia- gracias-

    -Alteza, es mi deber- pronunció el hombre-pez de cabello albinos que estaba a cargo de la guardia real de Ayami, el más poderoso después de él. Nowaki sonrió un poco bajando la cabeza respetuosamente hacia la otra figurita que no pasaba los 20 cm, una mujercita de apariencia adolescente de cabellos turquesa y ojos de un color ámbar profundo, su piel aceitunada y su cabello recogido en un moño alto en donde una tira dorada reposaba con orgullo.

    -Yuna-san- murmuró con una sonrisa, reverenciándole levemente. Ella la devolvió con lentitud, mirándole con una parca sonrisa.

    -Nowaki- le saludó simplemente. El tritón no se molestó por la falta del “mote” de respeto. Yuna era, desde hace ya bastante siglos, la reina de las hadas sirenas, eran una raza antiquísima, aún más que la suya…puede que por su inteligencia y recato ante cualquier problema ajeno y también porque eran de los seres más poderosos y longevos que había parido la madre Tierra. Desde antes del gobierno de su padre se había llegado a un convenio con las hadas sirenas, y este constaba en ser totalmente independientes de los tritones pero con la posibilidad abierta para algún tipo de unión. Nowaki no necesitaba el “respeto” de Yuna ni de su pueblo, aunque sabía que lo tenía, sabía también que muy a pesar de la oji-ámbar lo consideraban como un hijo más y le tenía un cariño tan grande como la cantidad inmensa de orgullo que poseía ese pequeño cuerpo. Es por eso que no le sorprendía tanto (solo un POCO) que ella en persona y un gran sequito de ellas se propusieran para cuidar el palacio…Nowaki pensaba que seguro los “atacantes” se llevaron un susto-sorpresa de miedo al verlas pelando junto a Ayami.

    -muchas gracias por venir, Yuna-san. Han salvado a mi familia- exclamó el oji-azul con una sonrisa agradecida.

    -no te preocupes por eso muchacho, y no hables tan a la ligera…dónde estabas antes…también estaba tu familia, y también era tu responsabilidad cuidarle- sonrió levemente ella, acariciando maternalmente con su diminuta mano la mejilla del azabache. Nowaki asintió conmovido.

    -necesito ver a madre y a Suki… ¿la veo luego?- preguntó Nowaki son una sonrisa para ella. Yuna asintió con una sonrisa mucho más sincera.

    -eso espero…necesitamos discutir cierto términos para fortalecer de manera adecuada la guardia y también sobre una…tregua permanente- sonrió radiante...Nowaki imitó esa sonrisa, y asintió con rapidez antes de entrar a la habitación y cerrar tras él.

    ………

    -¡¡Nowaki-nii!!-

    El grito del bonito doncel oji-verde le dio la bienvenida cuando lo vio cruzar la puerta. Muy pronto se vio cagando en brazos a su hermanito quien trastabillando intentaba ponerle, sin éxito, al tanto de todo lo que había pasado. Pero el mayor solo veía los asombrados ojos de su madre quien se acercaba lentamente hasta donde estaban ellos. Bajó al suelo al pequeño para abrazar a la bellísima sirena.

    -Nowaki, cariño, no deberías estar aquí- suspiró la mujer abrazándose al cuello de su hijo- tienes que estar con Hiro-chan ahora…- murmuró ella. Nowaki sonrió levemente apretándola entre sus brazos.

    -no te preocupes por él…está perfectamente bien, hay que ver con ustedes…él estaba preocupado por ti- exclamó con una sonrisita de lado. Hisa sonrió graciosamente antes de enseriar de nuevo el rostro.

    -tienes que regresar con él…estamos bien- dictaminó ella.

    -déjame garantizar eso madre- respondió Nowaki sujetando las mejillas de la mujer y dándole un beso en la frente- tan pronto lo haga regresaré a Kmaijou. Por ahora tengo una plática pendiente con Yuna- Hisa abrió los ojos sorprendidos y después asintió…se dieron un abrazo reconfortante al que el pequeño Suki no dudó al unirse.

    …………………..

    -fueron los tritones del pantano del Sur- se escuchó la grave voz de Ino continuar con aquella importante reunión, en donde solo eran asistentes cinco personajes. Ino, Yuna, Lei (la segunda al mando de las hadas sirenas), Siro (El antiguo consejero y amigo de su padre) y el mismo Nowaki.

    A diferencia de otros reinos, Ayami, por ser el más grande y poderoso pueblo de habitantes “bajo el agua” carecía de un Concejo como tal, las personas que se reunían para discutir el destino y el bienestar del pueblo eran nada más y estrictamente los líderes de la corona y los personajes que tuvieran alguna razón de inclusión dentro de la problemática. Posteriormente tenían permiso de presenciar una reunión las personas que así lo permitiera “su majestad”, en este caso, Nowaki. Cuando los otros cuatro personajes le vieron entrar solo a la sala de juntas no le discutieron más, entendieron que Hisa-sama aún podría estar un poco conmocionada.

    -ese es un dato conocido por todos- exclamó serena Yuna continuando con la conversación- no me preocupa quienes hayan sido, lo que me mantiene intranquila es que tan lejos han llegado- exclamó seria frunciendo levemente el ceño.

    -así es- prosiguió Lei- nunca en la Nueva Era de Ayami se había registrado que un intento de invasión hubiera avanzado tanto-

    -no lograron pasar- exclamó también frunciendo el ceño el albino capitán de la guardia Real. Yuna le miró fríamente.

    -no entiendes…jamás, en más de 300 años nos hemos visto obligadas a intervenir…- declaró. El muchacho se quedó callado momentáneamente.

    -considero que tiene mucho que ver con que supieran que Nowaki-san no estaba en Ayami- comentó con cierto retintín Lei.

    Nowaki miraba de un lado a otro escuchando atento lo que su improvisado consejo discutía ardientemente, su mirada se fijó en el serio y viejo tritón sentado al lado de Lei. Sus ojos se conectaron con los de él de inmediato, comprendiendo que acaba de ordenar una idea interesante que deseaba expresar.

    -Siro-san, ¿tiene algo que decirnos?- le habló Nowaki con profunda paciencia y respeto al hombre. Inmediatamente el resto se calló y regresaron a ver al aludido. Lei, que ya flotaba sobre la mesa haciéndose escuchar, regresó a su lugar para ponerle atención. Ino aun con su ceño fruncido estaba quieto y alerta a lo que pudiera decir. Yuna no se movió demasiado, su rostro casi impasible esperaba con cierta impaciencia lo que el hombre tendría que decir. Nowaki sonrió cuando l hombre emitió un gran suspiro antes de hablar.

    -no se- comenzó lentamente el hombre a hablar- si ustedes fueron capaces de ver lo que yo vi- exclamó un tanto misterioso, pero a pesar de las caras de intriga de los “jóvenes” en esa mesa prosiguió- Ayami siempre ha sido capaz de hacerle frente solo a cualquier enemigo Cierto es que somos una de las razas marina más fuertes- exclamó mirando hacia Ino, quien asintió en comunión con aquello- …Es verdad también que jamás un intento de invasión había llegado a tanto- miro a Yuna, esta solo le regresó una mirada significativa- pero lo que intentó invadir esa noche a Ayami, compañeros, no fue un reino…eso se los puedo garantizar-

    Todos le miraron extrañados.

    -¿De qué hablas Siro-san?- preguntó Ino apresurado e intrigado. El hombre bajó la cabeza suspirando una vez más, como pensando como diría lo siguiente.

    -No hemos peleado contra un solo reino, muchacho, era un bien organizado ejercito de guerreros de al menos 6 reinos aliados-

    Todos quedaron callados por unos segundos, asimilando esa noticia.

    -¡¿estás bromeando?!- preguntó irritada Lin. Pretendiendo acercarse agresiva al hombre. Yuna la detuvo con un seña leve de su mano a la altura de su pecho.

    -explícate…- murmuró la oji-ámbar interesada. Ella había presentido algo parecido…pero la situación no se “veía” así, por lo que lo dejó pasar – ¿cómo te diste cuenta?- explicitó.

    -el tatuaje en la nuca…los tritones de los pantanos del Sur la obtienen como una marca de nacimiento. Unos guerreros la portaban orgullosos, era la original; otros traían uno falso…no fue muy difícil diferenciarlos… ¿acaso no se enteraron ustedes?- casi una sonrisa burlona se asomó por su comisuras- su forma de pelear era ridículamente variada. Tanto Ino como Yuna abrieron sus ojos en demasía.

    -no me di cuenta…- murmuró el apesadumbrado hombre.

    -ellos querían eso, con una gran cantidad de guerreros... ¿no les pareció sospechosos que uno de los pueblos tritones más pequeños comandara un ejército tan grande como el que nos atacó?- exclamó el hombre otra vez con unas seriedad pulcra…como si lo regañara por el tremendo descuido. Nowaki estaba absorto, no había muchos que amedrentara tan tranquilamente a Yuna.

    -es verdad- exclamó entre dientes Yuna-…además yo había sentido un aura diferente en todos ellos…es probable que estuvieran usando también un hechizo para ocultarse- exclamó furiosa por haberse dejado llevar por el momento y no confiar en sus habilidades…ese no era su estilo.

    -¡¿un hechizo que no pudimos detectar, mi señora?!- exclamó sorprendida Lin.

    -Meire- intervino hasta entonces Nowaki sobando un poco su barbilla en pose de recordar algo realmente interesante, todos le regresaron a ver de inmediato- las sirenas del pantano hechizado, en Meire, ellas son capaces de hacer eso, el control de la mente, las ilusiones y el cambio de la imagen es su especialidad; no olvidemos también que son de las criaturas más oscuras que usan magia negra antiquísima…si ellas estaban de su lado…-

    -podrían haberlo hecho, sí. Resulta creíble esa versión. No conocemos aun todos los secretos de esa magia, Nowaki-sama- exclamó Ino. Siro asintió.

    -eso había pensado yo también-

    -hicieron una alianza para tratar de invadirnos- reformuló ceñudo el albino, cruzándose brazos. Todos se quedó en silencio nuevamente como pensando en la solución a todo aquello.

    -no queda de otra…habrá que responder igual, al menos por ahora- opinó Yuna. Nowaki se permitió pensar un poco en la posibilidades…¿una alianza…las hadas sirenas, Ayami…y quien más?...

    -las sirenas de la isla Jeju …creo que es mejor opción- resolvió Yuna, después de mirar al oji-azul tan concienzudo- son grandes guerreras-

    -estoy de acuerdo- habló de inmediatamente Siro. Nowaki frunció el ceño.

    - Imposible, no hay forma de cerrar el trato a su manera- exclamó serio y seguro.

    Todos recordaron alguna vez aquella cláusula de alianza que especificaba Jeju…entonces entendieron.

    -¿Qué manera?- susurró Lei a su reina, ella aún era bastante joven con quizás medio siglo de vida, por eso no conocía mucho. Le parecía curioso que Nowaki-san hubiera respondido tan a la defensiva.

    -un compromiso, un matrimonio con la princesa del lugar, linda- murmuró igual de preocupado Ino- Lei se permitió cubrir con sus diminutas manos su boca, silbando por lo bajo por la sorpresa.

    ….¿y Hiroki-san?...


    **************************************************************

    -¿tú me qué…?-

    La voz del príncipe salió de su boca pícara y aterciopelada. Sus ojos violetas traviesos miraban con gracia las reacciones avergonzadas de su hermoso doncel.

    Un par de velas y una lámpara de petróleo era la única voz disponible y Akihiko podía ver, a pesar de la vergüenza ocasionada por sus palabras, ese brillo especial con el que tanto soñó alguna vez tener de su pareja “destinada”. Misaki no le mentía…

    -y-ya te lo dije Usagi-san…no me hagas repetirlo- murmuró aun sentado a un lado de él, todo colorado. Y esos labios deformados en un puchero se le hicieron tremendamente deliciosos. A Akihiko le hubiera fascinado poder lanzarse hacia al para besarlo apasionadamente, pero otra vez, no podría ser posible, su cuerpo dolía como el infierno.

    -neee…pero no te he escuchado- cuchichió con un puchero y aura infantil. Por su puesto lo había escuchado…y había sido maravilloso. Misaki endureció su ceño, que muy a su pesar no se podría tomar muy en serio al estar tremendamente sonrojado.

    -¡haberme puesto atención!- exclamó abanicándose su clorado rostro y separándose al fin de la cama y dando vueltas en la habitación, con el fin de rehuirle a la violeta mirada. Akihiko rio largamente antes de quejarse un poco por el dolor. Misaki le regresó a ver preocupado.

    -baka…no hagas tantos esfuerzos- le riñó Misaki suavemente regresando a su lado.

    -al final has vuelto a mí- le guiñó el ojo el peli-plateado, riéndose un poco más.

    -baka…- murmuró nuevamente el menor. Se quedaron viendo fijamente hasta que el mayor coló una sonrisa. Misaki habló al final, sintiéndose un poco sofocado por lo rápido que crecía “ese” sentimiento dentro de él- … ¿n-necesitas algo, Usagi-san?- preguntó finalmente.

    Asintió.

    -abrázame…-

    El doncel pensó que era una petición muy inocente para venir del mayor, por lo que no dudó mucho en acercarse para complacerle y en un arranque de ternura le besó la mejilla; sin embargo debió indagar que el mayor prefería un beso un poco menos “inocente”. No es tan poco que hubiera hecho mucho para detener a su ,al parecer, guapo “novio”, cuando este volteó el rostro justo para estampar sus delgados labios sobre los suyos; porque bien sabía que Akihiko no estaba reteniéndole…es decir, no podía dada las circunstancias, literalmente. Ni tampoco hizo mucho para evitar que el mayor intensificara el beso, metiéndole su traviesa lengua que gustaba de saborear toda su boca haciendo que sus rodillas temblaran, al igual que los brazos que difícilmente le sostenían sobre el sin aplastarle.

    Gimió en su boca, complacido y avergonzado…era difícil saber cuál dominaba dentro de sí, admitió con vergüenza.

    -¡U-sagi-san!- chilló de manera graciosa cuando este por fin había dejado sus labios libres. Incorporándose un poco en la cama con el pecho agitado por la falta de aire. Akihiko tenía una sonrisa de cachorro con juguete nuevo.

    -¿nani?...no te he escuchado quejarte antes- se burló un poco, las mejillas del donde volvieron a colorearse. Mitad enojado, mitad avergonzado…quizás puede que 3/ avergonzado…razonó.

    -¡BAAAAAAAKA…no puedo pensar claramente cuando me besas así!- le gritó sin pensar…como casi siempre.- etto...no...he…-

    Misaki estaba reinventando satisfactoriamente una nueva escala de rojo. Akihiko tenía una magnifica imitación de la sonrisa de Chessire.

    -procuraré recordar eso…- sonrió gatunamente. Misaki no hizo más que dejar caer su rostro sobre el pecho del mayor rendido y avergonzado…quizás a punto de un colapso nervioso también.

    -olvídalo…por favor- rogó con sus orejas rojísimas. Apenas entendible, pues murmura sin levantar su sonrojado rostro.

    -no lo creo, mi bello doncel…-

    Misaki levantó su vista, encontrándose con los ojos sinceros del mayor…por Kami…¿tanto le quería ese varón?, esperaba que si…porque él estaba casi completamente seguro que tampoco querría huir en un futuro ni cercano ni lejano de él…

    Suspiró. Se mordió por un tic nervioso su labio inferior, Akihiko lo siguió con la mirada atentamente. ¡ugg!...¡peligroso!...

    Por si algo más pasaba, el destino intervino, y unos toques en la puerta los hicieron despertar del hipnótico momento. Usami resopló inconforme y Misaki jadeó algo sorprendido y con rapidez se levantó del filo de la cama en donde estaba.

    -iré a ver- anunció lentamente. Apresurándose a la puerta, al abrirla no pude evitar dar un pequeño gemidito por la sorpresa de encontrar a Juro-san junto a sus cuatro amigos, que traían una consternada cara entre preocupación y reproche. ¡¿ya había llegado Juro-san?!

    -haa…mmm…¿hola?- exclamó algo nervioso, después de un gran silencio.

    -¡no digas “hola” tan altaneramente!...¡¿tan difícil era habernos dicho que te quedabas acá, estábamos preocupados por ti?!- Misaki rio un poco, para frustración del otro oji-verde. Ese era “mamá- Ritsu” al ataque. Y a continuación una serie de reproches por parte de los otros tres. Hasta que Juro-san calló al ruidoso séquito. Casi había olvidado que era cerca de media noche.

    -cariño- le habló suavemente- sabes que te hace falta reposo, no puedes dormir en una silla- un “ya le había dicho eso” de Ritsu interrumpió la charla, pero ella prosiguió después de emitir un suspiro - ¿ha habido alguna señal de conciencia?... ¿lo ha pasado mal?- preguntó en su pose de médico, empujando suavemente al doncel para que los dejara pasar. No entendía de donde se habían “pegado” los otros cuatro…pero como sea…ya era tarde ahora. Sonrió nerviosamente.

    -etto…tuvo fiebre hace un rato- todos les prestaban atención- y… ¿Juro-san?-

    -sí, cariño- le regresó a ver levemente, mientras preparaba algún medicamento para inyectar.

    -he…ya despertó- murmuró con una sonrisa.

    Los ojos abiertos de todos demostraron la sorpresa de aquello. Y el intento del oji-violeta por aguantar una risa los trajo de vuelta, haciéndolos correr hasta él. Muy a su pesar se quitaron para darle permiso a la médico, quien le sonrió amablemente.

    -¿cómo estas Akihiko?, has tenido a estos muchachos realmente preocupados por ti- exclamó tomando sus signos vitales y generalmente el protocolo médico. Vio al muchacho a sonreír, mientras levemente escuchaba un dramatizado “maldito insensible…creí que nos dejabas” de Ritsu. Supo que era el mejor amigo del muchacho. Rio sin poderlo evitar.

    -He estado mejor. Me duele todo el cuerpo, no creo poder mover la mayoría…pero a pesar de todo estoy inmensamente feliz- Juro sonrió levantando una ceja, dejando al fin en paz la revisión del muchacho.

    -¿y se puede saber por qué?-

    El dejó escapar una fresca risa, mientras miraba con una intensidad divina al oji-verde más alejado del resto, quien, cruzado de brazos, inmediatamente conectó su mirada con él.

    -usted no se imagina el lindo despertar que tuve…-murmuró sin despegar la vista del avergonzado oji-verde quien intentaba no hacer contacto visual con nadie, pero sin embargo podía escuchar las risitas “discretas” de los allí presentes, incluyendo la de Juro-san, para variar.

    ******************************************************

    Los ojos mieles recorrían con avidez y palpable enardecimiento las líneas de aquél libro de pasta blanca inmaculado. Sentado cómodamente en pose de indio en el amplio sillón rojo que estaba en el centro de la gran biblioteca del palacio, tenía la cara casi metida dentro del libro, mientras se llevaba de cuando en cuando un dulce trozo de mandarina, que Kioshi con entusiasmo había separado en gajitos para su lindo “nii-san” en un tazón a su lado. Haruhiko estaba acostado sobre su regazo dormitando cuando no ayudaba la familia real con sus papeles, como ahora.

    Aquella había sido una rutina que se habían empeñado en cumplir. A Haruhiko le parecía impresionante poder pasar cada momento junto su amado doncel, después de haber estado tanto tiempo separados ahora les parecía inconcebible separarse, y eso era algo problemático, porque les hacia un eco doloroso en el pecho pensar en todas las posibilidades posible que pasarían en 3 días en Usami. Los ojos grises se abrieron lentamente, de repente todo el sueño se le había esfumado…una mueca de preocupación invadió su rostro. No supo exactamente cuánto tiempo pasó hasta que despertó de sus pensamientos cuando sintió una tibia humedad en los labios.

    -¿Haru-chan?...

    Enfocó unos atormentados ojos mieles mirándole con atención, y se sintió tremendamente culpable, porque descubrió que esa mirada era una copia de la suya…

    Su bello doncel había dejado el libro a un lado suyo y enterraba sus delgados dedos en su cabello, tratándolo de consolar de cualquier cosa. Se incorporó en el sillón, quedando de frente a él.

    -¿Qué sucede?...háblame- le rogó el menor, acariciando su mejilla suavemente.

    -no te preocupes amor…yo sólo…- intentaba explicar Haruhiko sin mirar esos ojos que rogaban siempre la verdad de una manera desesperada.

    -no lo intentes- le paró con un risita que no pudo ocultar su nerviosismos- …te conozco más de lo que quisieras- admitió con un sonrojo en sus mejillas- cuéntame- Haruhiko se sintió totalmente como un libro abierto, paradójicamente, y jodidamente apoyado como nunca se había sentido. Le sonrió- ¿es sobre Usami?, ¿verdad?-

    Asintió lentamente.

    -yo lo siento keiichi, sé que necesito estar tranquilo…también para ti- exclamó el encerrándolo en un abrazo. Keiichi no se negó, porque principalmente, sentía que era da las cosas que ambos necesitaban en esos momentos.

    -no seas tonto- murmuró contra su pecho- …tenemos que apoyarnos en todo…¿Qué no de eso van las parejas?- sonrió, él le copió- cada vez tenemos más cerca la fecha y mañana partimos allá…¿no es verdad?...-exclamó risueño aun con una sonrisa nerviosa.

    -¿partimos…los dos?- el rostro de su guapo varón era un poema de sorpresa absoluta. Keiichi rio de nuevo asintiendo rápidamente, tanto cómo el mayor preguntaba- ... ¿vienes conmigo, cariño?... ¿estás seguro?- tomó las manos del doncel.

    -…te dije que te acompañaría hasta el final… ¿no es así?- exclamó con una radiante sonrisa. Una sonrisa que Haruhiko no dudó en besar agradecidamente, sabía bien que en esos ojos miel rebosantes de esperanza había también miedo y un mar de tristeza. Él también lo sentía, por lo que solo se dedicó a jalar hasta él a su adorado y valiente doncel y plantarle un gran beso en sus esponjosos labios…claro…como lo extrañaba…¡cómo lo amaba!...

    -¡H-Haruhiko!…- murmuró entre un gimoteo agudo el menor cuando se vio sentado en el regazo de su novio, mientras este sutilmente colaba sus manos debajo de la camisa beige que utilizaba su doncel, tocando la tibia piel sintiendo como esta se estremecía- … ¿Qué… estás haciendo baaaka?- susurraba sin saber si alejar o cercar más la traviesa boca del mayor que besaba su cuello tan divinamente…se decidió por la segunda opción, jaloneando un poco los cabellos oscuros y tirando la cabeza hacia atrás dándole espacio. Jadeo…rebotando sin querer sobre el regazo del mayor…quien respondió su jadeo…

    Sus ojos se encontraron.

    Más que pronto Keiichi estaba recostado a lo largo del brillante sillón rojo. El oji-gris, sobre él, robándole beso tras beso, cada uno más apasionado que el anterior, colocado entre las piernas abiertas de su doncel no daba tregua a esos rosados labios que hacía años que lo habían conquistado, mientras rozaba ocasionalmente las largas y tersas piernas del castañito. Keiichi, por su parte, se vio todo sonrojado pasando sus manos por todo el torso de su pareja encima de la ropa , sintiendo su duro abdomen…la sola idea de tocar la piel desnuda le hizo jadear.

    La burbuja de lujuria se disolvía poco a poco, cuando el mayor se separó levemente mordisqueando aun los enrojecidos labios de su oji-miel, que a pesar de tener su rostro sonrojado, tenía en sus ojos impregnada la lujuria…

    -nene…-murmuró dificultosamente, cuando intentó separarse por completo del menor, y este apresó su cintura con sus esbeltas piernas; aun así no perdió la oportunidad de acariciarlas con firmeza…Keiichi mordió sus labios.

    -Haru-chan…-gimoteó. El varón sabía que le estaba rogando.

    -… ¿estás seguro que quieres hacerlo, cariño?- exclamó, con su último atisbo de autocontrol el mayor. Solo vio asentir repetidamente a su sonrojado castaño.

    -te amo…-

    -yo también, cariño- susurró contra sus labios…respirando el olor dulzón en su cuello. Keiichi lo atrapó de su cuello. El oji-gris acercó sus labios a la colorada oreja del menor mordisqueándola y después susurrando a su oído- …no hay otra cosa en este momento que quiera hacer más que hacerte el amor, precioso…-

    -si, ¡si!...Haru-chan…-exclamó penosamente el menor con vio temblorosa e intentando acercar más su cuerpo al mayor- justo ahora…justo aquí- exclamó, al parecer negándose a la idea de dejar a corto plazo el sillón en donde estaban cómodamente ahora. Haruhiko rio un poco sobre el pecho de su doncel…donde iba besando sobre la delgada tela…

    -paciencia amor…vamos a tu habitación…quiero que tu primera vez sea única…quiero que te guste…- murmuró contra los labios ajenos, recordando que estaban en una biblioteca…-

    -neeee…Haru-chan…pero los libros también me gustan- exclamó risueño. Haruhiko se rio largamente…

    - cielo…

    -¡además he esperado bastante!...¡3 años, para ser exactos!...-

    -entiendo…- comenzó Haruhiko, divertido, regresando a acariciar al tembloroso doncel por todas partes – me parece brillante enseñarle a Kaede-san, a Kioshi y a Yura cuanto nos amamos…-

    Los ojos del doncel se abrieron de repente. Su rostro colorado. Haruhiko no pudo parar de reír por la repentina palidez del doncel. Si, seguro recordó…que aunque estuvieran solos en el castillo ahora, ellos no tardarían en llegar…

    -bien…¡al cuarto será!…-tartamudeó avergonzado.

    Tomó a su preciosa carga por las caderas y salió rumbo…un lugar más privado…

    ………………………

    Keiichi rebotó graciosamente en el colchón, el oji-gris se subió a la cama, desabrochó su camisa y al fin se dispuso a acechar a su lindo doncel quien no despegaba sus curiosos ojos de los suyos. Muy pronto el esperado beso se hizo presente, jadeaban, chupaban y mordían los labios contrarios.

    -¡hug!..Haruhiko- gimió el menor reclamándole otra vez por dejarlo contra el colchón. Con vergüenza Keiichi sintió como el mayor deslizaba sus prendas fuera de su cuerpo y se sintió tímido al verse finalmente desnudo ante él…e intentó cubrirse, pero una mano se lo impidió.

    -no te cubras nene…te ves hermosísimo- había exclamado bajito. Keiichi descubrió, para su vergüenza, que su novio le miraba completamente embelesado y sintió las ansias del varón por tocarle, por lo que con su mano temblorosa guio la del varón hacia su pecho, para que el acariciara. Haruhiko sonrió y acarició toda esa suave y cálida piel que se encontraba enrojecida de pasión, no pudo evitarlo y acarició superficialmente uno de los rozados botoncitos que se encontraba erizados por ser acariciados por primera vez…

    -aahh…Haru…-

    El oji-miel se deshacía en gemidos que se ahogaban en sus bocas, que como imanes, les era sumamente difícil permanecer separadas. El mayor luchaba por desabrocharse los pantalones al mismo tiempo que besaba a su desesperado doncel quien le tenía bien sujeto por los cabellos jaloneándolo de vez en cuando.

    Pudo separarse al fin de su apasionada pareja cuando pateó los pantalones fuera de su cuerpo, comenzando casi inmediatamente un recorrido con su boca desde el blanco cuello, pasando por el pecho agitado, mordisqueando suavemente los enrojecidos botoncitos duros, entreteniéndose bastante tiempo succionando el ombligo…el menor seguía sus movimientos con una mano enredando los delgados dedos en la corta cabellera y una mano sujetándose de los barrotes de la cama como si temiera desvanecerse en cualquier momento.

    -¡GYAAA!- el doncel se arqueó gritando escandalosamente cuando Haruhiko lo metió por completo a su boca, gimoteos y gritos contenidos inundaban la habitación. El mayor veía excitado a su pareja retorcerse de placer en la cama, sus ojos miel estaban surcados de lágrimas y el sudor empezaba a empapar su frente. Subía y bajaba, envolviendo en su lengua el duro eje de su doncel al mismo tiempo que acariciaba las hermosas piernas. Y se metía dos dedos a la boca para ensalivarlos.

    Keiichi gimió un poco adolorido cuando sintió un dedo intentando abrirse paso por su virginal canal, gimoteó un poco intentando adaptarse, moviendo suavemente sus caderas, sintió el segundo dedo invadirlo, y siseó de dolor…solo un por un rato…lanzó otro grito cuando “los intrusos” encontraron su punto dulce y explotó en la boca de su bello varón…ni siquiera sintió entrar un tercer dedo cuando sus ojos mieles se encontraron con los grises…

    -¿estás listo, amor?

    Asintió.

    Muy pronto se vio boca abajo por que “así será mejor para ti, cariño”, Haruhiko empezó a empujar la punta de su miembro en su estrecha entradita. Un dolor lacerante se le instaló en el principio de su columna. Cerró los ojos fuertemente, intentando respirar…tenía que esperar, sabía que iba a doler porque era su primera vez, solo necesitaba acostumbrarse.

    -Haru-chan…espera por favor-

    -lo que necesites, cariño…-

    Poco a poco los besos en su espalda y cuello lo fueron relajando, se encontraba justo sobre sus manos y rodillas por lo que su hermoso varón podía acariciar su pene libremente, y así lo hizo. Apenas fue consciente de cuando empezó a mover su caderas, dando así la señal muda para que le mayor, lentamente, comenzara a moverse dentro de él.

    -ahh… ahhh…¡H-Haru-hiko!...mmm…¡más!-

    La cama rechinaba y el choque de las pieles y el olor a sexo inundó la habitación rápidamente…era segurísimo que si algún sirviente pasó por allí escuchó su precioso y excitante orquesta. Ambos estaban al límite. El mayor levantó a su amante del pecho, embistiéndole rápidamente mientras ambos se encontraban arrodillados, mordisqueó el cuello fuertemente…justo cuando sintió las paredes anales de su pareja estrecharse. Segundos después el mayor terminó en el cálido interior de su doncel.

    -Te amo mi amor….te amo Keiichi- murmuró Haruhiko en el oído de su hermoso novio, apretándolo fuertemente a su pecho.

    -yo también te amo….Haru-chan-

    Haruhiko besó su sien y le sostuvo justo antes de que callera dormido y agotado en sus brazos.

    ……………………………

    Los golpes en la puerta de su habitación lo hicieron abrir los ojos sobresaltado. Regresó a ver hacia un lado…su Haru-chan no estaba. Tuvo un lapsus veloz de lo que había pasado hace un tiempo y solo pudo sonrojarse intensamente cuando la puerta se abrió dejando ver…para su buena o mala suerte a…

    -Hola Keichii…¿cómo estás?- murmuró el lindo doncel rubio que muy prontamente sería su cuñado. Así que ya habían llegado todos. Frunció el ceño al ver a Yuki intentando no reírse y se cubrió hasta la cabeza justo cuando el otro soltó una ruidosa carcajada.

    -¡no me molestes Yuki!- murmuraba aun debajo de todas esas sábanas. Hasta entonces pudo ver y sentir, paulatinamente, que tenía nada más puesto un enorme camisón que hace mucho no usaba. Sonrió nervioso y agradecido, al menos Haruhiko no lo había dejado completamente desnudo.

    -¡ya!...lo siento, es que es inevitable…te vez tan mono- exclamó aun entre risitas- ya en serio- enserió su rostro un poco, con un leve atisbo de preocupación- ¿estás bien?...no creo que puedas cumplir esa promesa que hiciste a cierto doncelito hace un par de días- le dijo refiriéndose a que Kioshi le había pedido que lo llevara a correr al bosque. Keiichi se coloreó de carmín cuando intento incorporarse en la cama y un punzante dolor le llegó…allí.

    -n-no creo- exclamó con un hilito de voz. Yuki negó otra vez divertido, al escuchar el gemidito que intentó ahoga su futuro cuñado.

    -descuida, cariño, ya lo haré yo por ti, por cierto Yura mando a traer a Haruhiko por que llegó una carta que venía de Kamijou, en fin- exclamó levantándose de la cama y dirigiéndose a la salida, su sonrisa sincera cambió a una pícara y traviesa- te recomiendo que te des un largo baño, descansa y mantén a ese guapo novio tuyo lejos de ti y de tu lindo trasero, jejejejej- exclamó entre risitas y salió corriendo antes de que una almohada voladora lo golpeara.

    -¡¡YUUUUUKI!!-

    .
    .
    .

    Continuará…
  5. .
    Hola Mely, ¿como estas?

    ¡que buena conty!...¡¡¿Qué mejor festejo de mi fin de cuatrimestre que leer un
    cap de tu lindo fic?!! xD

    joooder con los lindos ukes, le traen un coraje relindo a Hiro-san xD, por eso
    el karma les llegó¡¡, pobrecillos, espero que salgan libre de esta¡¡
    ya quiero ver que pasa con todos¡¡, espero nos leamos pronto querida Mely¡¡

    Besitos de durazno en miel¡ :P

    Misagi * *
  6. .
    Hola¡ >.<

    Mil disculpas por el retraso de nuevo u.u, lo siento pero he estado muy ocupada con mis proyectos finales del cuatri en la uni <.<. Además tengo gripa T.T…pero bueno pasando de eso, quiero agradecerles un montón por seguir leyendo mi fic aunque a veces tenga retaros monumentales <.<….muchas gracias también por los comentarios y bueno…quizás muchos lo vayan ya descifrando pero estamos a punto de entrar a los últimos capítulos, espero estén disfrutando de la lectura tanto como yo escribiendo :3…ahora si después de mucho tiempo .///. ….. sus comentarios:

    Melyoan: hola hola, te dije que te leía muy pronto xD, yo estoy bien, gracias :D, acá por donde ando llueve casi a diario…por eso no se me quita la desgraciada gripa xD, me alegra que te haya gustado el capítulo, jajaja sii¡¡ era Mei la sobre misteriosa jejeje aún cree que su hijo es un bebe :P, pues verás que procede con Akihiko xD, y definitivamente sabras bastante de tus queridos egoístas…:D, espero te guste el capítulo. Besitos de manzana verde para tu¡¡

    Anne onodera takano: hola hola, gracias por comentar, me alegra que te haya gustado el capítulo, ya verás lo que sigue con Misaki y Akihiko, había pocas pintas la verdad…pero si…era Mei la sombra misteriosa, bueno la conty pasado fue de buenas noticias…espero que te guste este capitulo Besitos de durazno para tu :)

    elimm8: hola¡¡ , hace tanto tiempo que no te leía, ,muchas gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia, me alegra que te guste, perdón por las tardanzas…intentaré ser más puntual. Gracias por comentar, espero te guste la conty. Besitos de piña para tu¡ :3

    Mei rin: hola, muchas gracias tomarte el tiempo de leer y dejar un comentario por acá, espero te vaya gustando la historia, no te preocupes tanto por Akihiko…ya le tengo una sorpresa en este cap xD, espero te guste, besos de fresa para tu :)


    Los leo pronto, espero les guste :3

    Misagi * *






    Capítulo 53: “Te quiero”




    Si Misaki tuviera que describir con una palabra como fue su mañana, simplemente hubiera podido decir: agobiante, seguida tal vez, de cansado, desesperante y posiblemente: vergonzosa. Esa mañana habían decido que podían pasar un poco de tiempo juntos. Después de haber tomado muy temprano el desayuno habían salido a sentarse bajo un enorme árbol de fresca sombra a comer alguna chucharía y platicar un poco sobre todo y nada.

    Y entre charla y charla , se le había escapado ese “secretillo”…”Juro-san ayer me dejó ir a ver a Usagi-san”, cabe mencionar que nadie estaba preparado para escuchar aquello y lo exteriorizaron cuando después de un aterrador y lago silencio , se lanzaron como posesos a hacer preguntas, las cuales , varias, ni siquiera entendió. Leves explicaciones, algunas preguntas incomodas, otras disculpas y unas cuantas lágrimas fue lo que aconteció después. Un “aun no despierta” regresó a todos al Parente estado de “depresión” el que se encontraban casi todos los días, pero como siempre Ritsu con su “todo estará bien” levantó los ánimos. Algunos minutos después y con un “ya es tarde, hay que regresar a las ocupaciones” todos se fueron yendo haya que se quedó solo. de nuevo. Algo pensativo. Sus mejillas se colorearon de un tierno tono carmín. Ya sabía dónde podía ir.

    Caminó lentamente, apreciando el amanecer y recordando bastantes cosas que habían sucedido durante todo el camino tanto de ida y vuelta en la “misión”, todos los problemas que habían pasado, cómo lo habían superado, los amigos que había conocido…y de pronto nada de lo que estuviera pasando le parecía tan grave. Con más ánimos detuvo sus pasos cuando llegó justo enfrente de la tan conocida puerta blanca, mordiéndose los labios algo nervioso y ansioso, jugó un rato con sus dedos hasta que una voz detrás de él le sorprendió tanto que no pudo evitar dar un pequeño grito.

    -¿vas a entrar en algún momento, pequeño?-

    Misaki se sonrojó al ver el inútil intento de la bella elfo por disimular su risa al verlo seguramente saltar del susto.

    -Juro-san…-murmuró avergonzado. La chica le sonrió radiantemente y abrió la puerta blanca para dejarle pasar. Misaki agradeció silenciosamente y apuró el paso. El oji-verde se preparó mentalmente para volver a ver al oji-violeta y lentamente se fue acercando a la cama donde se encontraba reposando, tal y como la última vez que le vio. Tan absortó estaba que apenas y notó que Juro ya había cerrado la puerta y se encontraba por allí preparando algún medicamento para inyectarle al mayor. Misaki fue atraído por la inconsciente presencia de Akihiko y se limitó a sentarse a un lado de la amplia cama en una silla…mientras inconscientemente dejaba escapar un suspiro. Juro lo observaban en silencio y con una sonrisa en sus rostro…se debía de ser muy ciego para no saber que algo pasaba con esos dos…tan solo esperaba que todo siguiera el curso que debería seguir…

    -Misaki…escucha, esta vez tengo que salir de la aldea junto con un grupo para ir a recolectar plantas medicinales, por lo que no podré estar acá…algunos elfos vendrán a ver más al ratito a Akihiko para revisarle – el oji-verde le prestaba total atención- hazme el favor de avisar a alguien cuando vayas a irte…para que Akihiko no quede solo- le sonrió amigablemente. El castaño asintió como autómata, y agradeció a la bella mujercita antes de que esta saliera por la puerta.

    Entre pensamientos y rememorando de anécdotas unas buenas y otras no tanto, las horas transcurrieron…y cuando menos se lo imaginó se sintió cansado, aunque extrañamente relajado y con una sonrisa bastante confiada de que algo muy bueno iba a pasar. Se sentó en la orillita de la amplia cama y se dejó caer muy cerca de la almohada en donde dormía su príncipe, lentamente fue cerrando los ojos teniendo como última campo de visión los brillantes y sedosos cabellos plateados…

    ***********************************************************

    -¿estás lista linda?- la voz amable y algo divertida volvió a preguntar.

    -S-si….no..¡NO, espera!- chilló nerviosa la pequeña rubia. El varón volvió a reírse.

    -¿y ahora?...- repitió.

    -¡si!...¡ahora si!...¡ESPERA!..¡aun no!...¡Nowaki-nii espera!-

    La carcajada del tritón se escuchó fuertemente acompañada de la del bello doncel a su lado. Mikoto había fruncido un poco el ceño haciendo un pucherito gracioso en los labios ,con sus mejillas totalmente coloradas, ya que al parecer era el centro de burlas de esas dos.

    Esa mañana los tres, a petición de la pequeña princesa de Kamijou, habían salido a pasear a las extensas praderas que hay a un lado del reino. Hiroki aún no podía sacarse de encima a su linda hermanita la cual, como él había predicho, enloqueció hace un par de días cuando le dijo que sería tía; cabe mencionar que la pequeña se había vuelto bastante sobreprotectora con “ellos”, como solía decirle ahora que sabía que estaba embarazado, tanto que apenas toleraba que el castaño anduviera solo…”solo si estás conmigo o con Nowaki-nii” solía decirle, aunque aún le causaba mucha gracia que estuviera de acá para allá preguntándole si necesitaba algo…sus padres morían de la ternura al verla así.

    En algún punto de su recorrido la pequeña casi había chillado de emoción al ver el cristalino lago y había rogado al tritón que le convirtiera en sirena al menos por un par de minutos, después de saber que su hermano había estado viviendo una buena temporada convertido en tritón junto a él sentía mucha curiosidad de sentirlo también, obviamente no contaba con que estuviera tan….nerviosa.

    Mikoto se encontraba sentada en la orilla con las piernecillas sumergidas en el agua, Nowaki estaba frente a ella, quien le daba la espalda y Hiroki, quizás augurando que la pequeña tardaría en decidirse, decidió sentarse al pie de un árbol cercano de por allí mientras reía divertido ante la escena que apreciaba…

    -¡nii-chan no te rías!- reclamaba la pequeña con su pequeño puchero, obvio el castaño no dejó de reírse por eso. Nowaki pensó que la pequeña se parecía mucho a su hermano mayor cuando hacía pucheros…si , definitivamente adorables. De repente se le ocurrió la solución a todo aquellos, y con media sonrisa se acercó hasta donde estaba su amor…Mikoto lo siguió con la mirada.

    -he, Hiro-san, ¿por qué no entras con Miko-chan…quizás así no esté tan nerviosa?

    El oji-avellana no había podido resistirse a esos ojos azules tan brillantes y tampoco al tremendo grito de “¡¡¡SIIIIIII!!!” de su pequeña hermanita, hizo un puchero antes de aceptar la mano extendida de su guapo tritón para ayudarlo a levantarse.

    -hay que ver…pequeña cobarde…-musitó en forma de broma a su hermanita.

    -¡HAAA!...que no soy cobarde ¡nii-chan!…que quede claro que solo quería que me acompañaras para no estar sola- exclamaba haciéndose la ofendida la linda rubia.

    La pequeña risa de Hiroki inundó el lugar.

    Nowaki transformó primero a Hiroki para que la niña viera como era el proceso. La pequeña alucinó cuando vio a su “hermoso” hermano con su brillante aleta con destellos dorados, tanto ella como Nowaki estaban totalmente de acuerdo que el cabello ligeramente más largo le sentaba extraordinariamente al bello doncel, sin contar que Mikoto casi enloquece cuando pudo distinguir la pequeña curva que sobresalía del chalequito dorado que llevaba Hiroki acompañada de la hermosa estrellita azul. Entre jugueteos, charlas y muchos, pero muchos “¡un ratito más, por favor!” de la pequeña al fin salieron del agua y se prepararon para regresar a casa.

    Llegaron justo a la hora de la merienda, y después de una brevísima reprimenda por parte de la reina y un “siéntense, ya está servido” de Neji-sama muy pronto fue olvidado el asunto y disfrutaron de la comida mientras la pequeña comentaba a su padres entusiasmada lo que habían hecho durante su paseo. Era completamente increíble lo mucho que podía cambiar una vida…Nowaki le dio un vistazo a la hermosa familia de su castaño…todos riendo y platicando felices, Neji comentándole algo sobre política a Hiroki, mientras este le hacía alguna travesura disimuladamente a su hermanita por debajo de la mesa, quien a su vez ponía un adorable puchero ya que era regañada suavemente por la correcta y amorosa reina.

    -¿no es verdad Nowaki?-

    La voz de la mujer lo había despertado de su ensoñación, rio de sí mismo cuando todos se echaron a reír al “atraparlo” distraído…

    ……………

    Ya todas las luces se encontraban apagadas, pasaban de las tres de la mañana cuando Hiroki despertó, entreabrió sus ojos avellana forzándolos aun poco en la oscura habitación alumbrada levemente por la luz de la luna, frunció inconscientemente el ceño al no encontrar a su azabache tritón acostado a su lado, palpando las sábanas de a lado que estaban aun medianamente tibias.

    -¿Nowaki?...- preguntó en la oscuridad. Pareció escucha algunos murmullos fuera y poniéndose de pie lentamente, su cuerpo se estremeció cuando sus pies tocaron el frío suelo. Se dirigió hacia a la ventana sorprendiéndose cuando vio a Nowaki un poco más apartado del jardín principal, forzó un poco más su adormilada vista para distinguir que frente a su novio se encontraban dos sujetos que, por su vestimenta, parecían ser de la guardia de magos tritones . Una creciente preocupación e intriga apareció en su pecho, y tal como estaba bajo rápidamente las escaleras para ir saber que sucedía…¿Por qué guardias de Ayami había venido hasta acá?...

    Muy pronto Hiroki se vio en los jardines de su casa a escaso metros de distancia de los otros tres sujetos… ¿o cinco debería decir?, pues ahora estando más cerca pudo darse cuenta que tres hadas sirenas acompañaban a los otros dos hombres. Sus dientes castañearon por la ventisca helada, se mordió los labios y abrazó a sí mismo, no podía creer que se le hubiera olvidado traerse algo abrigador para salir o siquiera sus zapatos, sus pies se movían nerviosos contra el húmedo pasto…

    -¿Hiro-san?...-

    Nowaki al fin le había volteado a ver, y no es que Hiroki se regocijara de conocer bien a su tritón, pero esta vez no le pudo esconder alguna palpitante preocupación…y eso le hizo fruncir el ceño, mirando al extraño séquito frente a ellos, quien al verle bajaron su cabeza en signo de respeto hacia él.

    -Hiroki-san…- exclamaron todos casi al mismo tiempo que reverenciaban.

    -buenas…n-noches…-murmuró casi sin saber que decir, y enseguida su vista se fijó en su tritón, quien había ido a su encuentro rápidamente quitándose algún tipo de capucha que traía encima y abrigándola con esta -…¿Qué sucede Nowaki?...- preguntó suavemente pero su tono preocupado no desaparecía. El menor le ignoró mientras lo abrazaba con fuerza…Hiroki frunció el ceño…quería una respuesta.

    -no deberías haber salido…hace mucho frío y estás descubierto- miró hacia sus pies desnudos sobre el pasto- …y descalzo…-

    -Nowaki…-insistió en un tono más serio. Sus ojos se encontraron…y los ojos azules preocupados se reflejaron en los avellana.

    -vamos…adentro de explico- le susurró. Hiroki asintió y emitió un pequeño gemido de sorpresa cuando se vio levantado en los brazos de su tritón…si hubiera estado en sus cinco sentidos seguro le hubiera reclamado al oji-azul por cargarlo y mucho más en frente de cinco de sus subordinados, pero solo se le quedó viendo fijamente…le hizo un leve asentimiento a los cinco sujetos allí, pronunciando un leve- enseguida estaré con ustedes…-

    Mordió sus labios nervioso, ¡¿Qué pasaba?!...

    …….

    Al fin llegaron a la habitación. Nowaki había dejado a su preciosa carga en sus brazos sentado en la cama, mientras se pasaba las manos por la cara de manera frustrada y deambulaba de acá para allá en la habitación. Hiroki lo miraba curioso y preocupado…

    -¿Qué sucede Nowaki?-

    El oji-azul se detuvo por un momento y emitió un ligero suspiro y le sonrió levemente a su castaño hincándose enfrente de él y sujetando sus manos.

    -Hiro-san…-

    -¿sí?..-murmuró el otro sin despegar su vista de los orbes azules.

    -primero…por favor necesito que me prometas que no te vas a alterar demasiado, ¿sí?, sabes que les hace daño- murmuró muy suavecito acariciando con una mano el vientre donde reposaba y crecía su primogénito.

    -me estás poniendo más nervioso así Nowaki…¿Qué pasa?- preguntó con su puchero. Nowaki sonrió un poco, si, eso intuía.

    -escucha…necesito volver a Ayami-

    El tritón lo había pronunciado lentamente para darle tiempo a su castaño de que asimilara la noticia. Hiroki abría y cerraba la boca con sus ojos llorosos, quizás pensando en qué decir…la pregunta “¡¿por qué?!” se atoraba en su garganta y sin embargo solo pronuncia otras palabras…

    -faltan solo 3 días para la reunión en Usami…- murmuró. Nowaki sabía que su novio había tenido un atisbo de nerviosismo, juntó sus labios en un rápido beso, mientras buscaba la mirada algo perdida del castaño.

    -lo sé amor, por eso me preocupa tener que volver justo ahora…pero es necesario. Tu sabes que todo estará bien allá, ¿verdad Hiro-san?- el mayor asintió al fin mirándole- sabes también que tu presencia es la requerida y si llegara a aparecerme por allá a tu lado no creo que algo buena suceda-

    -si…eso intuía- murmuró- pero…-

    -lo sé…Hiro-san, sabes que no me iría de ser realmente necesario…-

    -¿Qué sucede?...¡¿pasó algo en Ayami?!- preguntó Hiroki esta vez algo conmocionado. Nowaki lo tranquilizó lentamente.

    -calma…Hiro-san, no quiero que te estreses- exclamó haciendo un puchero y narró lentamente lo poco que sabía- hace un par de días…intentaron invadir Ayami…-

    -¡¿qué?!....¡¿quiénes?!...¡¿Hisa-san está bien?!- Hiroki hizo amago ponerse pie alterado con sus ojitos húmedos de la preocupación, pero el tritón no le dejó- ¡dime!-

    -está bien, pero tranquilízate, por favor…al parecer un grupo de tritones de los pantanos del sur se enteraron de que no estoy allá…el ejército de magos tritones defendió Ayami y logró que se dispersaran justo antes de que se tomara el palacio…parece que mi madre está algo alterada y temo que tenga algún ataque de pánico…y que quieran volver a atacar…-

    -por Kami…entiendo…entiendo…-Hiroki mordió sus labios fuertemente. Él no era una persona débil ; cierto era que el embarazo le estaba haciendo algo sensible, pero era perfectamente capaz de comprender el asunto, si el mismo estaba a cargo de la protección de su reino…lo más importante ahora era garantizar la seguridad de Ayami…de antemano ellos sabían que algo así pasaría constantemente dado la decisión que habían tomado, ellos dos a cargo de sus respectivos reinos, significaban un ir y venir de un lugar a otro…no tenía nada que reprocharle a su amado tritón…es más estaba bastante angustiado con todo el asunto, después de todo se había encariñado muchísimo con su “familia política”…

    -¿y Suki-chan?...¿él está bien?- preguntó preocupado por el bonito doncelito que lo llamaba con cariño “Hiro-nii”. Nowaki sonrió levemente asintiendo.

    -está bien…las hadas sirenas han estado con ellos estos últimos días todo el tiempo, dicen que se está tomando muy enserio su “trabajo” de cuidar a mamá- exclamó con gracia. Hiroki le devolvió la sonrisa y abrazó con sus mejillas sonrojadas al menor, dejando su cabeza en su pecho…

    -no te preocupes por mi, baka…todo estará bien, ya lo has dicho, además hay mucha gente también junto a mí…vete tranquilo, y saludo a Hisa-san de mi parte – le sonrió lindamente.

    -eso hare…te prometo que estaré tan pronto pueda junto a ti, ¿sí?...como sea, espérame en Usami, ¿bien?- Hiroki tuvo un atisbo de sorpresa y asintió levemente con sus mejillas sonrojadas.

    -no tienes que venir tan pronto, baka- murmuró todo colorado. Nowaki rio levemente…

    -yo creo que si…- seguido el menor pegó sus labios fuertemente a los de su novio, empezando un beso apasionado y acalorado, el mayor gimió vergonzosamente contra los labios de su tritón cuando este coló sus manos por la holgada camiseta que utilizaba para dormir, se separaron después de varios segundos, totalmente agitados e insatisfechos.

    -te amo…te veré pronto amor, cuídense…yo también lo estaré haciendo desde lejos…recuerda- le guiño un ojo…refiriéndose al anillo azul brillante de “compromiso” que le había obsequiado a Hiroki. El castaño recordó rápidamente como había quedado prácticamente con la boca abierta cuando aquél día Hisa-san le había explicado entre gritillos emocionados que ese anillo era bastante especial, pues solo un mago poderoso podía forjarlo…se trataba de un sortija con el poder de almacenar magia en el pequeñísimo contenedor que hacía de franja…por eso brillaba en color azul…prácticamente Nowaki podía “sentir” si se encontraba en peligro o alterado de alguna manera…era un anillo bastante practico…casi un gemelo del propio que utilizaba Nowaki para canalizar su poder. Y como recurso final este podía autodestruirse para defenderle.

    -yo también…te amo…-le susurró todo sonrojado. Nowaki asintió y al fin salió de allí. Se asomó por la ventana, hasta que le vio reunirse afuera, sus ojos se encontraron con los azules. Y al fin desparecieron de allí…

    Suspiró pesadamente jugando con los dedos de sus manos, cerró al ventana, se sentó en la cama…se le había ido el sueño…

    Valla que tenía cosas que decirles a sus padres al amanecer.

    Sonrió nerviosamente…

    *******************************************************

    Las lluvias de agosto al fin habían llegado. El cielo estaba oscurísimo sobre el castillo del reino Takatsuki, y aun así se podía escuchar algunas voces perdiéndose entre las sonora tormenta que azotaba las fachadas de las torres…

    -majestad, mi señora, la tormenta ha arreciado…¿será cancelado el día de las auditorías?- preguntó el fiel capitán de la guardia, muy cerca del oído de la rubia y joven monarca. La oji-gris hizo un leve movimiento con la mano, aun cómodamente sentada en el trono que ocupaba en esos momentos y respondió tranquilamente…

    -avísenles a todos por favor que pueden pasar a retirarse si así lo desean, tendrán mayores preocupaciones en su hogares, seguiré escuchando sus peticiones el día de mañana y el posterior, de ser pertinente. Si es de calidad urgente…los atenderé ahora-

    El hombre había dado una profunda reverencia antes de retirarse. Risako emitió un gran suspiro y espero algunos minutos para ver si alguno de los habitantes del reino se acercaba a ella, tal parece que todos se habían decido por venir después, se levantó levemente del ya incómodo asiento en donde estaba cuando las enormes hojas del portón frente a ella rechinaron para abrirse, rápidamente tomó asintió con la postura “perfecta de una reina”…más una tierna sonrisa se asomó en su cara al ver el conocido rostro frente a ella. A algunos metros de distancia se encontraba una madura mujer que no debería pasar los cincuenta años, los cabellos oscuros con hilos plateados de la edad peinados en una moña alta, alunas arrugas y una honesta sonrisa en sus labios.

    -Risako-sama…-saludó respetuosamente la mujer con una sonrisa un vez que la tuvo enfrente. Risako tuvo la decencia de reírse un poco antes de responder.

    -¡Fuyo-san, no juegue conmigo!- rio realmente contenta de verla- sabe que puede decirme solo Risako-

    -no me tientes a irrespetar a la realeza, cariño- sonrió igual de contenta la mujer. Risako emitió un gemido tierno antes de levantarse y abrazar fuertemente a la mujer, a al cual consideraba casi como segunda madre.

    -¿ocupa algo?- preguntó preocupada la joven monarca. La mujer movió su mano en signo de restar importancia al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

    -para nada cielo, solo pasaba a visitarlas- exclamó sincera. Risako supo que hablaba de ella y de su madre. Sonrió.

    Fuyo-san, era la madre de su mejor amiga de la infancia, algunos meses después de que Shinobu hubiera desaparecido la tierna mujer había venido hasta su casa a decirles con el corazón destrozado que Aina, su pequeña hija, la mejor amiga de Risako, había muerto. Aquello había sido un duro golpe para la rubia, pues Aina había sido durante mucho tiempos su confidente y única amiga, era la única que sabía la porquería que vivía todos los días con su padre en el palacio, pues no dejaba de decir y hacer “estupideces”…ahora que más la necesitaba…había quedado sola…sin su hermano…sin su mejor amiga…Ella sabía que Aina tenía una rara enfermedad que poco a poco la debilitaba y la hacía perder la capacidad de sostenerse en pie…por lo que los últimos días que le vio fue a visitarla ,a platicar con ella y quizás compartir la merienda de vez en cuando…

    Risako miró los ojos azules cansados frente a ella…tan parecido a los de su linda amiga y se permitió recordar en medio de un tumulto de sentimientos un recuerdo específico…que, en su momento, la hizo perder las esperanzas no tan solo en su padre, sino en cualquier posibilidad de querer ser “reina”…

    //Flash-back//

    -padre-

    La suave voz de la chica sonó con eco en la silenciosa oficina de su padre, quien a verla mostró una espléndida sonrisa y dejó los papeles en los que se encontraba ocupado. Risako mantuvo su rostro inmutable, era hasta ese momento en el que al fin se ponía a pensar en lo que le decía su hermanito entre lágrimas “¿Risako-nee, por qué papá nunca me mira con una sonrisa, como a ti?”…nunca tuvo el valor para decirle que ese hombre era un idiota que lo consideraba un monstruo.

    -dime, hermosa princesa…¿Qué necesitas?-

    Ese tono le enfermaba a la rubia, por lo que solo intentó no hacer notorio su ceño fruncido y lo dejó pasar, después de todo, necesitaba de ese “amor” que le profesaba su padre para permitirle hacer lo que pretendía…

    -padre…solicito tu permiso para salir del palacio…-

    -dime la razón, si no tengo inconvenientes, se hará cariño, lo sabes- le respondió, poniéndole atención. Risako pensó que era un jodido sínico…aun no podía creer que su hermano llevara casi cuatro meses desaparecido y a él eso le tenía sin cuidado. Se tragó algunas lágrimas que querían salir de sus ojos.

    -…hoy será el funeral de Aina- exclamó bajando la cabeza.

    -¿y?-

    Los ojos grises intensos se levantaron con un gesto incrédulo y poco a poco rebasando lo furioso…

    -¡ERA MI MEJOR AMIGA!...¡¿si quiera lo sabías?!-

    Kotaro hizo un gesto molesto y vio por primera vez que su hija iba con un vestido negro, al igual que una cintilla en su cabello rubio y ondulado, bufó cruzándose de brazos, no le gustaba reprender a su hija “perfecta”…

    -Risako, desde un principio te dije que dejaras de perder el tiempo con esa mocosa de la clase baja…menos mal que…-

    -¿¡MENOS MAL QUE SE MURIÓ?!...¡¿eso querías decir?!- exclamó ella con los ojos surcados de lágrimas, ¿clase baja?...¿CLASE BAJA?...desde cuando calificaba a su amigos dependiendo del dinero que tuviera en el bolsillo. Su padre tenía el rostro inmutable…

    -pues si, menos mal que no estarás perdiendo el tiempo, ya te he dicho que tienes que prepararte para cuando te toque hacerte cargo del reino. Tu abuela está esperando que yo le avise para poder entrenarte, conseguir un buen muchacho para ti y puedan casarse. Así van a ser las cosas. No podrás evitarlo. Entre más pronto comiencen, más rápido te convertirás en la reina perfecta…-

    Risako no daba crédito a lo que estaba escuchando.

    -¡¿te estás escuchando?!...¡tengo quince años!, no pienso casarme por conveniencia NUNCA…¡¿ME HAS ESCUCHADO?!...-

    Tan pronto había terminado de hablar su padre la había dado una fuerte bofetada. Sus ojos lagrimeaban, su cara estaba volteada por el gran golpe y apostaba que tenía la mejilla rojísima y que pronto tendría que batallar con alguna hinchazón…no podría creerlo…su padre la había golpeado…Ardía…dolía de muchas maneras diferentes.

    -Es momento en que deje de consentirte Risako…debes aprender a obedecer a tu padre, incondicionalmente. De esta manera no habrá razones para que tu futuro marido tenga que reprenderte por ineficacia o simplemente por hablar cuando no se te ordena…-

    Los ojos grises estaban enormemente abiertos, Risako mantenía su mano sobre su adolorida mejilla, sin embargo, tampoco se pudo callar esta vez…

    -como mamá…¿no es verdad?, cuando ella dice algo que no te gusta, o que no te conviene la “reprendes”…y la “reprendes” tan fuerte que las nanas tenían que llevarnos a Shinobu y a mí a una habitación al otro lado del castillo para que no la escucháramos llorar y gritar que intentaría ser mejor esposa, madre y reina…¿¡no es verdad?!- Los ojos grises inyectados de furia y lágrimas amargas que cubrían sus mejillas no hacían más que retar al hombre, que ya se encontraba de pie, mirando fijamente a su hija.

    -tu madre debe aprender…-

    -¡tu debes aprender!...¡aprender…que no puedes dar órdenes a quienes quieras!, ¡no puedes controlar a una persona!-

    -puedo y lo haré, Risako. Si es por el bien del reino, no importan los métodos.- el hombre se acercaba a pasos agigantados a donde estaba ella, con alguna cinta de gomilla que tenía en el escritorio en la mano, usualmente era utilizada para “educar” a los caballos.

    La rubia retrocedió aterrada, quería irse de allí, quería estar con Aina, quería que Shinobu estuviera aquí …

    -¡a-léjate!...

    ¡Déjame en paz!...

    ¡no voy a casarme con nadie!...

    ¡HAYYY..!

    ¡HAYYY…¡está bien haré lo que me digas!…

    ¡BASTA!...

    ¡NO ME PEGUES!...

    ¡me duele m-mucho!

    ¡Mamá!...

    ¡no me pegues, por favor!

    ¡MAMÁAA!...-

    //Fin flash-Back//

    -¿Risako?, cariño, ¿estás bien?-

    La dulce voz de la mujer la sacó de sus pensamientos. Risako asintió con un gran sonrisa y se limpió algunas lágrimas que habían surcado sus ojos al recordar aquello, frunció su ceño , al mismo tiempo que acariciaba sus brazos…como si pudiera sanarlos con eso después de tanto tiempo…

    -sólo…recordaba los métodos pocos ortodoxos de Kotaro-

    Fuyo hizo un gesto lastimero en su rostro. No sabía con exactitud en que momento Risako había empezado a llamar a su padre solo por su nombre. Suponía que en algún momento había sentido que había luchado sola contra el mundo. Era tan joven cuando se hizo cargo del reino. Estaba segura que no hubo muchos ciudadanos que lloraran la muerte de su rey cuando este fue encontrado asesinado por uno de sus socios en su despacho, ni mucho menos se negaron a que Risako llevara las riendas del reino cuando Tsume calló enferma de tristeza. Risako era una reina sabía, hermosa y justa…demostró con hechos que una mujer no debe estar sublevada a un hombre para poder hacer bien su trabajo. Nunca dejó que le dijeran que era la reina perfecta…más no demeritaba que le dijeran, más bien, entusiasta.

    -¿he escuchado que sigues buscando a Shinobu?- cambió de tema la mayor. Risako sonrió felizmente, enseñando casi todos los dientes. Un gesto lindo que tenía desde pequeña, pensó Fuyo.

    -si, no he tenido suerte…aun…pero algo me dice que lo veré muy pronto…estamos destinados a reencontrarnos y ser la familia feliz que siempre soñó mamá…- exclamó la oji-gris. Fuyo sonrió…

    -¿destino, heee?-

    -si…-

    ***********************************************

    Sintió una fría corriente de aire frío, su cuerpo se estremeció una vez más.

    Unas terribles nauseas lo atacaron.

    Intentaba moverse, abrir los ojos. Pero le parecía una tarea titánica. Sintió su cuerpo terriblemente agotado y pesado, como si tuviera años y años de estar dormido sin despertar. Su memoria se activó como por arte de magia…¿dónde estaba?...¿después de todo si había muerto?...¿el derrumbe allá con Taya, si había podido con el después de todo?...¿y los chicos y Misaki…?

    -M-Misa..Misaki…- intentó llamarlo desesperadamente. Sintió un terrible dolor en todo su cuerpo entumecido. ¿dolor?...eso no podía sentirlo estando muerto, ¿cierto?...

    ¿Entonces?

    Sintió una repentina calidez en el pecho, junto con una pequeña presión…para nada desagradable, pero un paso al final de cuenta…

    -…Usagi-san…-

    Escuchó su nombre en un breve murmullo…¿MISAKI?...

    Tenía que abrir los ojos…se forzó a sí mismo a hacerlo, primero lentamente…y lo logro…pero todo era sumamente borroso, poco a poco todo se hizo más nítido…pero todo estaba oscuro…seguramente era de noche…intentó mover el cuello hacia un lado y vio una pequeña linterna cómo única fuente de luz, había artilugios médicos, logró distinguir, bastantes muertas de plantas allí. Volteó hacia el otro lado, justo donde sentía esa pequeña presión en su pecho…y entonces lo vió…

    Sus adormilados ojos se abrieron de par en par sorprendidos…

    “Misaki”

    Su bello doncel estaba recostado a su lado, tranquilamente dormido, su cabeza estaba recargada sobre uno de sus brazos, y una de sus manos reposaba en su pecho…dichoso él por despertar de lo que creía el infierno y encontrarse con su amor…junto a él.

    Intentó mover sus brazos, sus piernas….su mano siquiera, para poder acariciar el rostro de su lindo oji-verde. No podía. Gimió de pura frustración…tan solo se quedó allí observando el impasible rostro dormido del doncel…

    -Usagi-san…

    Akihiko estaba sonriendo por la pura expectación…observó como el menor comenzaba estirarse y se sentaba rápidamente en la cama, cómo recordando dónde estaba y qué rayos hacía allí…y entonces sus miradas se encontraron…

    -¿U-usagi-san?- preguntó con su voz temblorosa, como si fuera tan increíble el suceso…sus ojos estaban llenos de lágrimas. Y sin pensarlo mucho se abrazó con fuerza a él, estuvieron así por algunos minutos hasta que…

    -Misaki…que maravilloso es despertar a tu lado…- le susurró con brutal honestidad. El menor no hizo mas que sonrojarse furiosamente…

    -¡p-pero que cosas dices baka…!- el menor se levantó nerviosamente de la cama en donde estaba sentado y fue hacia la pequeña bandeja a un lado de la cama con un trapo, lo ocurrió cuidadosamente y comprobó poniendo el dorso de su mano sobre la frente de Akihiko…tenía fiebre…Juro-san le había comentado que eran las secuelas de la infección…que no tenía que preocuparse mucho por eso…

    Akihiko casi gimió de gusto cuando el frío paño tocó su acalorada frente.

    -te amo…Misaki…gracias por estar a mi lado…-

    El castaño juró que su cuerpo temblaba enterito, se mordió los labios para no gritar…

    -tienes fiebre…no te muevas demasiado…aunque no lo creas estás muy herido, tardará un poco para que vuelvas a moverte con total libertad-

    -¿has estado viniendo a verme, Misaki?- preguntó Akihiko curioso y casi complacido cuando vio sonrojarse al menor.

    -no…tanto así, Juro-san…etto…tu médico no nos dejaba entrar a verte por tu delicado estado…bueno, solo a mí me ha dejado verte…- exclamó escondiendo sus avergonzados esmeraldas del fascinado príncipe. Quién sentía la necesidad de desenmarañar al castaño por completo esa noche…

    -¿quieres contarme por qué?-

    -yo…al principio, me sentía culpable, pensaba que el que tu sufrieras todas esas lesiones…se debía a mi- exclamó con tristeza.

    -¡no fue tu culpa!...yo quise hacerlo…-

    -lo sé…pero era simplemente lo que pensaba…-

    -entonces vienes a verme por lástima…- exclamó con su rostro entristecido. Misaki entornó sus ojos muy grandes y se subió a la cama poniendo su rostro sobre el de Akihiko, ya había visto ese rostro lloroso una vez, y había sido ocasionado por su culpa…esta vez se tragaría su cobardía y hablaría lo que tenía que hablar. No lo quería seguir lastimando inconscientemente…

    El oji-violeta se sorprendió de la mirada decidida, pero llena de lágrimas del menor…

    -¡No!…no fue lástima…¿Qué crees que sentí yo al verte sumamente mancillado?...o aun peor…cuando estabas a punto de caer del acantilado…- hizo un puchero en sus labios- jamás tendré las palabras correctas en mi boca para responder algo, soy bastante idiota con estas cosas Usagi-san…- Akihiko mantenía sus ojos abiertos, estaba sorprendido…-¿te acuerdas de Raku?...lo que pasó…¿lo que te pedí aquella vez? – Akihiko hizo un leve esfuerzo y recordó “¡por favor no te rindas conmigo!...solo espérame un poco más…”, ¿podría ser?...su corazón palpitó con fuerza.

    -ya no tienes que esperar más…Usagi-san…- exclamó sumamente tembloroso y sonrojado.

    -Misaki…-murmuró sorprendido.

    -tú ya lo sabías de todos modos…- Misaki se acercó al oído del mayor y le susurró con su conocida timidez…-yo no sentía lastima por ti…estaba preocupado…y egoístamente…cuando despertaras quería ser la primera persona que vieras…-

    Akihiko pensaban que seguía soñando…pero no, era la realidad, la jodida y sorprendente realidad. Misaki volvió a la postura de antes y con su cara a punto de estallar de lo sonrojada que estaba, dejó un beso cortito en los labios contrarios…

    -Usagi-san, te quiero…

    Maldición…la realidad si supera a la ficción. Comprobado…

    .
    .
    .

    Continuará…
  7. .
    Waooo no puede ser¡¡

    Hola Mely amiga, como siempre con este fic, me dejas con el corazón
    en la mano¡¡. xD

    Jajajaja, desde que pusiste que esperas que lo podamos soportar me dije: "rayos,
    no lo soportare" xD...naaah, ha estado genial, el capitulo me ha fascinado¡¡

    waaa desgraciado, que talento tienen algunos malvados para que todo les salga
    bien¡¡. ¿Qué mas tendrá planeado hacerle al pobre Hiro-san?...he extrañado bastante
    a Nowaki en este capítulo :P, espero puedas escribir pronto la conty¡¡

    Besitos de limón, nos leemos muy pronto :D

    Misagi * *
  8. .
    Hola Mely amiga , como has estado? Espero que muy bien.

    bueno yo practicamente grité cuando leí hoy como a las seis de la mañana la conty xD. See a las 6!!! :P, me ha encantado y me tuvo con ánimos todo en dia y yo pensando..."que harán esos pillines al lindo Hiro-san?!!!" xD , jejeje , me ha fascinado la conty , no te preocupes por el tiempo. Primero las obligaciones :).

    Te mando muchotes besos de cereza y un montón de kilos y kilos de inspiración xDDD , te quiero un montón , nos leemos pronto <3

    Misagi * *
  9. .
    Etto… .-.

    Hola hola, cómo han estado?....lo sé, culpa mía otra vez con los retrasos, gomene T.T, he estado un poco ocupada en la escuela, las materias que llevo este cuatri me exigen muchísima redacción, entonces cuando estoy a punto de escribir la conty, no más mis dedos no responden xD . Una vez más muchas gracias por comentar y leer, cada vez nos acercamos un poco mas al final de este mega fic xD, espero que les vaya gustando cómo va la historia…pues ahora verán por fin, ya que no adivinaron la identidad del “personaje MISTERIOSO”, al fin sabrán de quien se trata¡¡¡ :D. Pues bien, muchas gracias por todo, hoy mismo estaré comenzando a escribir la conty, espero tenerla pronto¡¡¡….besitos de mandarina para todos los que leen…. Y especiales de chocolate almendrado para : Anne onodera takano y Melyoan….las quiero a las dos, nos vemos pronto¡¡….


    Misagi * *






    Capítulo 52: “Te apoyaré hasta el final”




    Los rayos del sol y el fresco viento de medio día entraban por las ventanas abiertas de la recamara pintada en tonos crema. Los trastos vacíos del desayuno permanecían apilados sobre la mesilla de noche, y toda la familia se encontraba amontonada sobre la cama del castaño.

    Cerca del medio día Kaede y Yura habían llegado ya de Kimo, el rostro de Yura estaba serio a morir y el de la mujer terriblemente devastado , pues fuera como fuera, le parecía aterrador el hecho de que hubiera ido a presenciar la muerte del hombre que creyó querer por tatos años. Su sorpresa no se hizo esperar cuando vieron salir al lindo doncel correr hacia ellos, Yura había sido capaz apenas de soltar su ligero equipaje para atrapar a su hermanito en el aire, Kaede también había soltado al suelo su bolso y miraba con curiosidad la escena, la pequeña frase del enérgico muchachito: “lo he recordado todo” acompañado de unas finas lágrimas habían apaciguado cualquier preocupación en su corazón…

    En ese momento Keiichi se encontraba cómodamente recargado en el cabezal de la cama, a su lado su hermoso y tremendamente contento novio, en sus piernas su pequeño hermanito, frente a él su sonriente hermano mayor y sentada en una esquina, a lado de Yura, la mujer había sido incapaz de soltar a su lindo doncel al menos durante 10 minutos y sus ojos seguían aun aguados…tanto habían pedido el “milagro” de que le regresaran la memoria a su lindo Keiichi y al fin había llegado…

    -¡¿pero vamos cariño, cuéntanos que pasó contigo?!- insistió Kaede contenta tomando las manos de su castañito . Keiichi había sonreído levemente mientras se mordía los labios, en ese momento tenía un montón de sentimientos encontrados, pues su familia le había estado contando con recato algunas cosas que habían pasado en su “ausencia”. Estaba feliz, completamente enloquecido de haber recuperado la memoria, estaba preocupado y ansioso por saber cómo estarían el resto de sus compañeros ( Hiroki, Masamune, Misaki y compañía), estaba enfurecido por la falta que había cometido Sousuke con su pequeño hermano y el sentimiento se incrementó cuando supo de su reciente ejecución y el no pudo hacer nada, estaba eufórico por su aparente reconciliación con su bello príncipe, estaba nervioso por la reunión con el concejo, esas cosas y otras más pasaban por su cabeza. Solo bajó el rostro por unos segundos y enseguida tranquilizó a todos regalándoles una sonrisa.

    -bueno… ¿Qué puedo decirles?...no estuve hasta el final de todo esto…pero supongo que les contaré lo que vi- exclamó enseriando su rostro, quizás recordando el estrés continuo en el que vivían durante todo el recorrido…era comprensible que su familia se preocupara por eso sonrió -…bueno, tras la llegada con Mino-san…-

    Keiichi contó sin mucho lujo de detalle todo, el viaje, las pruebas, Aikawa, la guerra…deteniéndose con congoja en el último lapso del viaje que su mente podía recodar, ese doloroso recuerdo…en Towika…

    -bebé…¿Qué pasó realmente ese día?, ¿recuerdas?...cuando te encontré aquél día en Towika…tú…- Haruhiko lo veía intensamente con una perpleja mirada de duda…de ansiedad…igual que el resto de su familia.

    -¿Qué pasó Keiichi?- preguntó también Yura. Keiichi emitió un gran suspiro antes de hipar quedito y derramar lágrimas, aceptando el cálido abrazo que le reglaba su novio.

    -vi a papá Yura…papá estaba allí…-

    -amor…-murmuró con conjuga Kaede mientras llevaba sus blancos dedos a sus mejillas limpiando las lágrimas que también salían de sus ojos. Cómo negar el sentimiento tan intenso que inundaba su pecho al escuchar a su hijo hablar del único amor de su vida. Ryuto.- cariño…pero sabes que tu papá ya no está aquí…Keiichi-

    El doncel asentía levemente- lo sé madre, quizás la añoranza hizo estragos en mí en ese momento…quería que fuera real…quería volver a verlo…quizás por eso me dejé llevar y no pude atención a lo que pasaba a mi alrededor…por eso me encontraste ese día así…fue una trampa- miró a Haruhiko quien recordaba dolorosamente ese día en que había ido a buscar a su encantado doncel para encontrarse con la terrible escena de su atormentado chico gravemente herido-…en el momento menos insospechado la imagen de papá desapareció, pero yo ya estaba muy cerca de ese barranco…y pues…- Keiichi enjugaba sus lágrimas , e inconscientemente Haruhiko lo apretaba más entre sus brazos.

    -ya todo pasó cariño…ahora estás bien…no dejaré que nada ni nadie te haga daño otra vez Keiichi- murmuraba contra el oído del doncel quien asentía levemente, de pronto este sintió un tironcito de su sacó y soltó a su novio para regresar su mirada y una linda sonrisa a su hermanito.

    -¿extrañas a tu papá nii-chan?- Kioshi hizo una extraña mueca. El pequeño sabía lo básico acerca de ellos…sabía que Yura y Keiichi tenían otro papá y que este había muerto hace algún tiempo.

    -mucho, pequeño…pero hay que ser fuertes y aprender a rehacer nuestra vida sin ellos…sé que papá nunca le habría gustado verme llorar…por eso…ya voy a llorar hermanito…- le sonrió tiernamente limpiándose las lágrimas que quedaban en sus mejillas.

    -qué bueno Keiichi-nii…porque a mí no me gusta verte llorar- exclamó abrazándose al pecho de su hermano. Keiichi sonrió...ya le tocaría hablar eso con él después…pobrecito de su pequeño hermano, con todo lo que pasó…el bebé necesitaba un poco de estabilidad en su vida…había vivido en mucho estrés durante los últimos días.

    Después de algunas charlas más al fin dejaron en paz a Keiichi, Kaede discutía que la pareja tenía muchas cosas que hablar solos también. Keiichi agradeció el gesto con el rostro sonrojado y mirando con una sonrisita nervioso a su novio. Se sorprendió también de la mirada de apoyo que le dio Yura a Haruhiko…baya pensó que nunca vería aquello.

    -¿Qué ha pasado entre Yura y tu, hee?- preguntó curiosos con una sonrisilla traviesa el doncel, una vez que estuvieron al fin solos en la amplia cama, el menor estaba sentado entre las piernas del varón y este le abraza por la espalda dulcemente. Haruhiko rio un poco antes de responder.

    -je…te sorprenderás al saber que él nos ayudó mucho…me ayudó mucho para recuperarte…-murmuró contra el cuello de su doncel quien suspiró un poco por la sorpresa.

    -baya…habrá que pasar algo así más seguido- exclamó de broma Keiichi, más el varón le había volteado con rapidez para poder verlo a los ojos.

    -¡no juegos con eso Keiichi!...yo no soportaría pasar de nuevo por esto…-exclamó apesadumbrado. Keiichi se sintió culpable por un ratito y después sonrió, hincándose frente a su chico, acarició suavemente las mejillas y depositó un cortito beso en los labios del contrario, separándose de él con sus mejillas sonrojadas. Haruhiko sonrió…cuánto extrañaba eso.

    -lo siento Haruhiko…sé que esto que pasamos fue una prueba increíblemente difícil…es solo que también me alegra que te lleves mejor con Yura…estoy feliz de que al fin podamos estar juntos- se abrazó a él siendo correspondido de in mediato.

    -aún falta otra prueba más…-recordó suavemente Haruhiko con sus ojos preocupados. Keiichi suspiró, muy a su pesar eso también le preocupaba.

    -lo sé…falta la reunión con el concejo- Keiichi casi estaba seguro que más que una charla ese día…si no ocurría algún milagro el concejo estaría casando a Hiroki con su varón…y eso no le hacía gracia en lo absoluto. Sin embargo la esperanza de que los chicos llegaran a tiempo aún estaba intacta- …no te preocupes por eso, ya verás que todo saldrá bien…yo te apoyaré hasta el final-

    Haruhiko le sonrió y enseguida estampó sus labios en los de su doncel, quien despertando de su sorpresa y con su cara colorada se abrazó al cuello de su varón, disfrutando de un profundo beso cargado de todos los sentimientos que tenía en ese momento.

    -te amo…- susurró el mayor contra los rojos labios de su oji-miel, su mirada estaba cargada de amor, de ternura…pero Keiichi identificó también la lujuria en esos ojos grises intensos que tanto adoraba, e inconscientemente soltó un gemidito cuando el mayor lo acercó aún más a él sujetándolo por la cintura, pegándolo completamente a su cuerpo. Sus pecho estaban completamente pegados…Keiichi sintió erizarse los bellitos de su cuerpo y endurecer sus pezones. Su sonrojo estaba reinventando nuevos colores…

    -yo también te amo Haru-chan…-musitó quedito y tembloroso. Se quedaron por mucho tiempo así hasta que el mayor interrumpió.

    -deberíamos bajar a cenar…- exclamó algo agitado el oji-gris.

    -s-si…-murmuró el menor igual. Y así el mayor dijo adelantarse un poco…lo que Keiichi había agradecido enormemente…con una mano en el pecho intentaba calmar su agitado corazón y con su rostro terriblemente azorado… “ho…Kami…¡¿Por qué me siento disgustado con habernos “detenido”?!” se preguntaba nerviosos y ansioso. Haruhiko detrás de la puerta de la habitación de su doncel estaba más o menos igual…una enorme sonrisa afloró en su rostro…”pronto”….se prometía a si mismo…

    ****************************************************

    Sintió una pequeña brisa fría y después algunos rumoreo, casi pudo asegurar que enseguida una manta cubrió su cuerpo.

    Trató de moverse, pero no podía hacerlo del todo, parecía que todo su cuerpo se había vuelto extremadamente pesado de un momento a otro. El olor de flores y hierbas curativas inundó sus fosas nasales…¿medicina?...se preguntaba curioso. Quiso abrir los ojos, sin embargo se encontró con oscuridad y una pequeña luz que apenas y se trasminaba. La angustia empezó a llenarlo con rapidez, pues empezaba a recordar lo último que había pasado antes de caer en la conciencia y sus lágrimas empezaron a surcar sus ojos, por algunas heridas que tenía en las mejillas ardía, peo era algo que en ese momento no le importaba…un profundo gemido salió de su garganta y empezó a sollozar y a gritar….

    -¡Ritsu!…llévame con él…¿dónde está?…¡RITSU!-

    Las personas que escuchaba allí empezaron a moverse y a tratar de tranquilizarle…pero el solo quería verlo…

    …………………………..

    En otra habitación completamente diferente y con un curioso piso de madera se encontraban Ritsu y Shinobu en compañía de Isamu, quien con otra elfo habían practicado un pequeño entrenamiento especial con los donceles para acelerar el proceso de recuperación de su poderes. Ya habían pasado dos días desde que habían llegado a ese lugar y mientras tanto ellos trataban de guardar la calma que todo requería. Los cuatro allí se encontraban en un pose de meditación profunda cuando tres pequeños toques en la puerta los desconcentraron. Isamu frunció ligeramente el ceño y después de algunos segundos respondió de manera bastante seria.

    -te he dicho que no nos molestes cuando estemos aquí, ¿Qué es tan importante como para que interrumpas?- preguntó sin abrir los ojos. El elfo que llegaba con un pequeño gesto de culpa y de preocupación mezclados asintió haciendo una reverencia.

    -mis disculpas, Isamu-san, pero Juro-san necesita que el joven Ritsu acuda al sanatorio donde está el doncel- explicó rápidamente. Isamu entonces abrió los ojos, ¿la jefa de los médicos quería ver a Ritsu?, ¿pues qué había pasado?; mientras tanto el mencionado no pudo evitar abrir los ojos muy nervioso y preocupado…¿Misaki?...¡¿Qué pasaba con Misaki?!...Sinobu regresó a ver a Ritsu y sintió la misma preocupación por su amigo…

    -I-isamu-san…-murmuró Ritsu despertando de sus pensamientos al elfo segundo al mando, quería ir a ver a Misaki y rogaba por favor que el oji-azul se lo permitiera.

    - de acuerdo…pueden ir- exclamó levantando lentamente de donde estaba. Ambos donceles asintieron y salieron corriendo de allí después de reverenciar levemente al elfo.

    …..

    -¡Misaki! – entró corriendo al lugar observando como alrededor de siete elfos trataban de tranquilizar y sujetar al doncel que estaba renuente en continuar acostado. A Ritsu le dio mucha alegría de verle despierto , pero se le partió el corazón al ver a Misaki llorando tan amargamente y cubierto de vendas al menos de los brazos a la cabeza, sujetando, suponía el , algunos brebajes y medicamentos a su cuerpo, con una pequeña toallita que despedía algún vapor medicinal acomodado en su rostro. Shinobu se quedó algo más atrás viendo también al menor luchar.

    -¡¿Ritsu?!...¿eres tú?...¿dónde estás?...¿dónde estamos?....¡¿dónde está Usagi-san?!- sollozaba estirando uno de su brazos tratando de encontrarle, rápidamente se había acercado hasta él después de un asentamiento por parte de la médico tomó su mano apretándola contra su pecho.

    -aquí estoy Misaki…todos estamos bien…Akihiko está bien, estamos en un sanatorio con elfos médicos. Todo está bien, por favor no te muevas tanto…puedes lastimarte- trataba de tranquilizarle, el menor poco a poco iba respirando más claramente- tranquilo, todos estamos bien…aquí está Shinobu también…-

    -hola Misaki, tranquilízate por favor…todo está bien ¿si?-. EL rubio se había acercado a conversar muy bajito con Misaki, lo que Ritsu había aprovechado para acercado a Juro-san.

    -¿Qué ha pasado?- preguntó apesadumbrado el doncel a la bella y alta fémina.

    -acaba de despertar, muy alterado cabe mencionar; hace unos momentos tuvo problemas para respirar, nada de gravedad, suponemos que fue por alguna crisis nerviosa, solo quería verles a ustedes, el golpe en la cabeza le provocó algunos dolores intensos, pero estamos trabajando en eso, si coopera muy pronto podrá salir de aquí- aseguró. Ritsu asintió dejando escapara un profundo suspiro de alivio.

    -no se preocupe por eso, yo me encargo, gracias…-dejó escapar con una sonrisa sincera.

    -no hay por qué- ella se despidió con una sonrisa y salió, suponía el castaño, hacia la otra habitación de sanatorio. Enseguida se reunió con los otros dos.

    -¿estás mejor, Misaki?- preguntó con una sonrisa, a sabiendas que el menor no podía verle. Lo vio asentir levemente mientras sujetaba con fuerza ahora la mano de Shinobu.

    -escucha Misaki, tienes que luchar mucho, por favor, obedece las indicaciones, aun estás lastimado, necesitas sanar rápido- exclamó Ritsu.

    -si…si Ritsu, solo…yo…¿Usagi-san…digo Akihiko?...- ambos donceles allí sonrieron un poco al percibir el nerviosismo en la voz del muchacho- él…él ¿está bien?…realmente el…y si muere por mi culpa yo….- ambos le abrazaron levemente, el menor sollozo más.

    -no… no…no, nadie va a morir aquí…te he dicho ya que Akihiko está bien, no te mentiré… está muy lastimado…- trató de consolar el rubio- pero se pondrá bien…y créeme que no podrás ir a verle si estás postrado en esta cama, por eso tienes que recupérate muy pronto-

    -¿y-y quien te ha dicho a t-ti que yo lo quiere ver, he?- exclamó con su voz entrecortada, los otros dos donceles estaban seguro que el menor agradecía profundamente la toalla sobre su rostro en esos momentos pues debería están sumamente sonrojado. Rieron.

    -¿aún me quieres engañar Misaki?- exclamó en un tono gracioso Shinobu.

    -n-no me molestes…rubio tonto- murmuró enfurruñado….

    Ambos se permitieron reír un poco más…

    ………………

    Al día siguiente, por la tarde, Misaki ya había salido del sanatorio. Juro-san le había dicho que las heridas graves ya estaban cicatrizando de manera excelente, por lo que ahora era necesario que empezara a poner en movimiento sus músculos. Aun descansaba mucho, sin embargo ahora tenía algún tipo de “rutina” de ejercicios de terapia; Shinobu y Ritsu aún seguían muy metidos con su propio entrenamiento para recuperar su poderes por lo que no podían acompañarlo a todas horas, no obstante, Mune y Miyagi, que decían aburrirse mucho, lo acompañaban de vez en cuando. Así recorrían el medianamente grande territorio, bajando con cuidado por pequeños cerritos empinados, caminaban a la orilla del río o simplemente el doncel se sentaba a reír a carcajadas cuando los dos varones se retaban a echar carreras de ida y vuelta en la colina más alta del lugar. Pasaron dos días más antes de que el menor no pudiera disimular su preocupación por su bello oji-violeta y cada vez que se encontraba solo se iba a sentarse sobre una enorme roca que estaba frente a la habitación de sanatorio que sabía era donde estaba su príncipe. Cada vez que pensaba en él sus mejillas se enrojecían sin remedio, pero cuando en su mente venía una y otra vez la escena del derrumbe llevándose a Akihiko hasta el fondo su corazoncito detenía su acelerado repiqueteo y perdía todo el color en su rostro

    Fue hasta un día en que todo fue diferente. Juro- san había salido de la ya mencionada habitación cuando sus ojos azules se cruzaron con los verdes de Misaki, quien se sonrojó un poco cuando se vio descubierto suspirando y la elfo le había sonreído. Había tragado saliva y obedeciendo el suave gesto de Juro-san para que se acercara.

    -Hola pequeño, me habían dicho que te habían visto por acá…- el menor asintió bajando la cabeza después para esconder sus sonrojadas mejillas- ella había sonreído tiernamente- ¿has estado haciendo tus ejercicios correctamente?-

    -si, sensei- había respondido algo tímido, y entonces levantó la cabeza para ver a la mujer quien le miraba de manera curiosa como pensando atentamente algo- etto…pues, yo creo que me voy a descan…-

    Sin embargo Juro-san lo había interrumpido antes de que terminara de hablar…

    -¿quieres pasar a ver a Akihiko?-le había preguntado tiernamente casi en un susurro.

    Misaki se había sorprendido, sobre todo porque Ritsu le había dicho que anteriormente había preguntado por esa posibilidad, pero siempre le habían respondido que el peliplata estaba muy débil como para tener
    visitas, además de que aún seguía inconsciente. Por eso ante la posibilidad de verle, mente, corazón y todo su cuerpo entero se vio paralizado…quizás de felicidad….tal vez de emoción, y solo atinó a limpiar las pequeñas gotitas saladas que se escurrían por sus ojos y asentir como demente hacia la bella y alta criatura, quien reía y le empujaba maternalmente hacía la puerta blanca de madera.

    Definitivamente no estaba preparado para ver al apuesto príncipe en la situación en la que estaba. Pero eso no impidió que a pasos tremendamente pesados y lentos se acercara hacia la blanca camilla donde reposaba un exageradamente vendado Akihiko, tenía el rostro todavía un poco inflamado y herido ,una gran venda cubría su cabeza y uno de sus ojos y ambos brazos y una de sus piernas tenían esas peculiares tablillas que indicaban una fractura. Sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas, cubrió con sus manos su lloroso rostro y un gemido salió de sus labios…su mente volvió a traerle de vuelta ese doloroso recuerdo de Akihiko pidiéndole a Mune que le pusiera a salvo a él primero….y sintió nuevamente que todo había sido su culpa . Las cerca de 6 personas que atendía al joven príncipe miraban condescendientes y entristecidos al bello doncel. Juro-san se había acercado a él y le había abrazado por los hombros al acuclillado jovencito.

    -tranquilo Misaki…vamos afuera…- intentaba proponerle, pero Misaki se había vuelto a poner de pie y se había quitado el brazo de la elfo lentamente para terminar de acercarse a Akihiko.

    -no…quiere verle, por favor…Juro-san- le miró con sus ojos verdes empañados de lágrimas.

    La chica había asentido con una sonrisa y con gesto indicó a su gente que salieran un momento para que pudieran tener los dos humanos un poco de privacidad.

    -si sucede algo, háblame, estaré afuera- le indicó en un susurro ella. Misaki asintió. Y una vez que se vio solo con SU inconsciente príncipe, se soltó a llorar junto al pacífico rostro del oji-violeta, empapando enseguida la mullida almohada. SU temblorosa mano, sujetó con delicadeza la del varón. Su corazón, a veces calmado , a veces agitado…parecía apaciguado a lado del muchacho de ojos violetas…Misaki aún no terminaba de darse cuenta que quizás fue el último de todos en darse cuenta de la evolución de sentimientos atolondrados que crecían rápidamente dentro de él hacia príncipe…

    -Usagi-san…-


    ****************************************************

    El anaranjado se extinguía en el cielo.

    El atardecer se sofocaba para dar paso al manto oscuro de la noche. La ahora tranquila mansión estaba muy silenciosa, tan solo en el salón se escuchaba un poco de ruido debido a la hora de la merienda que compartían los subordinados del amo de la mansión en armonía. Las cosas habían cambiado bastante en el ahora ahogar en el que ese había convertido esa mansión, algunas veces se veía al mismo Mason acompañado de su bien parecida pareja honrando con su presencia a todos durante la cena, aunque el oji- turquesa sabía que era aún algo sorpresivo verle allí, por lo que recientemente se habían acostumbrado a cenar solos en la habitación del menor, y tal vez…dependiendo de sus ánimos tenían la oportunidad de cambiar el “postre”…

    Mason se encontraba sentado en pose india sobre uno de los grandes almohadones que cubrían el suelo de la sala de estar en su habitación, leyendo un libro de pasta color ocre viejo de magia antigua, Tsumori solía decirle que ya era él mago más fuerte de todos que no necesitaba practicar tanto a lo que él solo se reía divertido. Esperaba que el mayor llegara con un pequeño postre que se le había antojado, cuando una fuerte ráfaga de viento abrió de golpe violentamente una ventana, azotándola contra la pared. El guapo doncel había dejado momentáneamente su tarea de leer y observó con sus labios rectos y un ligero ceño fruncido tal acontecimiento, cerró con premura el libro y lentamente se puso de pie, sin quitar la vista de allí llevó una de sus manos por puro instinto a su vientre.

    Caminó lentamente hasta la ventana y con ambas manos cerró las dos hojas de la ventana, echando el seguro inmediatamente, se tomó unos segundos para tomar un suspiro tratando de recuperarse de la sorpresa que se acaba de llevar…ese aura…no…no podría ser cierto…, y aun de espaldas a “eso” habló:

    -muéstrate…- le ordenó casi en un susurró, pero tratando de ser firme.

    -¿me has olvidado acaso…cariño?-

    Sus ojos se habían llenado de lágrimas instantáneamente. Aquí estaba…con él…al fin…no había roto su promesa. Recordó firmemente como hace unos días Tsummori le había platicado acerca de la aparición de un “personaje” con un poder exagerado rondando cerca del camino que habían destinado a la Legión de Usami, y que contantemente desparecía y aparecía en el mapa…era tanto poder el que tenía que la interferencia en las esferas de cristal casi era completa. Mason se había mostrado igual de sorprendido que el resto, sin embargo había un nombre que se le venía a la mente…pero pensó que era totalmente imposible…sobre todo porque ya “hace tiempo que este personaje había muerto”…así lo sabían todos…

    -¿q-que haces aquí?...- murmuró aun sin salir del shock, tanto tiempo creyendo otra cosa.

    -te prometí que nunca te abandonaría… ¿lo recuerdas?- la imponente sombra misteriosa lo dijo con tal seriedad, pero le acompañaba una preciosa sonrisa, sabiendo que el lindo doncel, temblaba de pura emoción y nervios.

    -ha pasado ya mucho tiempo…-

    -ya no me quieres, ¿entonces?- preguntó con cierto toque de gracia en su voz

    -cómo no te voy a querer…baka- había murmura el oji- turquesa al mismo tiempo que volteaba para verle de frente, con lágrimas en los ojos. La misteriosa figura se había quitado al fin la capucha y la había lanzado a un lado- te he extrañado tanto…todos pensábamos que había muerto, algunos te buscamos por tanto tiempo ¡¿Qué pasó?,¿tienes idea cómo me sentí cuando me anunciaron tu muerte?, ¿dónde estuviste?!....

    La suave risita de su invitado le hizo detener sus palabras.

    -esas son muchas preguntas, cariño…yo también te he extrañado mucho. Tengo intención de intentar contarte lo que pasó “ese” día…por eso estoy aquí…por eso y porque necesito encontrar…a mi bebé – sonrió acercándose con pequeños paso hacia el menor, quien con euforia acortó el camino alcanzándole para encerrarle en un abrazo que ambos necesitaban – ya estoy aquí Mason…- le susurraba para tranquilizarle suavemente mientras acariciaba su estrecha espalda- ¿lo ves ahora?...te dije que todo cambiaría para bien…que algún día la vida te lo recompensaría todo- la blanca y delicada mano portadora de un anillo verde se posó en el vientre del azabache- te recompensaría todo esos malos ratos ,que sé ,pasamos en aquél infernal lugar, cariño…jamás dudé de ti…por eso verte hasta dónde has llegado me llena de alegría…eres muy valiente cielo…estoy orgullosa de ti-

    Mason se había limitado tan solo ha hipar bajito mientras se enredaba su dedos también entre ese cabello castaño y ondulado a los hombros, revivía la sensación de ver esos cálidos ojos verdes y esa linda sonrisa diciéndole que todo mejoraría muy pronto…

    -g-gracias…Mei-

    .
    .
    .

    Continuará…
  10. .
    Hola a todos

    Ya estoy otra vez por acá para dejarles la conty, ¿cómo están?...yo aprovechando el puente :P, ya tengo avanzado también el siguiente capítulo…muchas gracias por comentar, los quiero mucho¡¡¡. Pues bueno ahora les traigo una conty con bastantes lágrimas xD, y también, al fin, les traigo una parte de la historia de un personaje que les llamó a la atención en su momento: p, espero les guste. Besitos de mandarina a todos¡¡ Besitos especiales de helado de fresa a Melyoan y a Anne onodera takano, muchas gracias por sus comentarios¡¡¡





    Capítulo 51: “Trébol azul, los elfos médicos de los bosques del Este”



    Los ojos dorados dejaron de destilar desconfianza y viraron lentamente hasta los dos muchachos inconscientes, gravemente heridos y afiebrados. Necesitaban ayuda urgente, más el varón, su estado era extremadamente crítico, la infección de su heridas probablemente le habían inducido en una profunda inconciencia desde hacía ya un tiempo.

    Regresó a ver minuciosamente a los temblorosos y agotados viajeros frente a él. Parecían completamente exhaustos, pero aun sin perder la esperanza de salvar a su amigos. Podía ver desde donde estaba, la impotencia del muchachito castaño y del otro doncel rubio quienes, aun arrodillados ante él, derramaban grandes lágrimas por sus pálidas mejillas que mojaban la tierra. Suspiró. Se acuclilló con una elegancia solamente propia de los de su clase y colocó las palmas de sus dos manos sobre las frentes de los heridos, cerró los ojos y guardó un profundo silencio…solo concentrándose.

    Los cuatro chicos le observaron de entre-ojo realizar esa extraña acción, pero no se negaron a nada. Cuando el hombre volvió a ponerse de pie y una sonrisa casi imperceptible se dibujó en su rostro para luego borrarse se permitieron relajarse un poco, como si ese sujeto con tacarles supiera que es lo que pasaba por sus mentes…

    -necesitan atención médica urgentemente- comentó el oji-dorado. Shinobu levantó rápidamente el rostro lloroso y observó al personaje enfrente de él.

    -S-si….¡si por favor!...¡ayúdennos!...sólo queremos que los curen a ellos…por favor…nos han dicho que ustedes pueden hacerlo!- rogó el muchachito. El elfo se permitió analizarlo solo un poco comprendiendo rápidamente lo que decía el rubio, pues podía ver claramente con los cuatro muchachos también llevaban algunas heridas en su cuerpo, además del asunto “extra” de los donceles…no podía pasar desapercibido el hecho de que estos eran usuarios de la magia con su poder bloqueado…

    -no será sencillo…-murmuró el albino, los cuatro levantaron el rosto al fin sorprendidos y expectantes por lo que diría el jovencito ese, les hizo un además con la mano para que se levantaran -…mi nombre es Isamu…síganme-

    No tuvieron suficiente tiempo para agradecerle pues prontamente el chico empezó a caminar y ellos le siguieron completamente contentos, aliviados y agradecidos.

    -Isamu-san…m-muchas gracias- exclamaba Ritsu siguiendo al muchacho como los otros a través del bosque-…quisiéramos saber cómo podremos agradecerle- el oji-verde no olvidaba el asunto de que ellos siempre pedían algo a cambio…pero…

    -no discutiremos eso ahora- mencionó el elfo, los volteó a ver por un segundo con una sonrisa muy pequeña- cuando ellos estén totalmente recuperados hablaremos-

    Ellos no debatieron nada ante eso, preferían encargarse de ello después. No se escuchó absolutamente ninguna voz por aproximadamente un minuto, tan solo podrían percibir el silbido del frío aire que movía el fresco follaje de los arboles altísimos, el ruido de algún animal nocturno. Apenas se enteraron que habían llegado cuando tras algunos arbustos bastante frondosos se encontraron con una enorme puerta plateada. Todos se quedaron con la boca levemente abierta cuando detrás de esta puerta encontraron un pequeño valle “mágico”, una aldea preciosa cimentada a las orillas de un cristalino rio, una tan hermosa que podría hacerle frente al majestuoso Ayami.

    -pasen por favor, enseguida regreso, iré a avisar a Kanaye-sama que están aquí-

    Los chicos solo atendieron a asentir rápidamente antes de ver al apesto joven perderse entre todas las chozas que estaban allí. Antes de que pudieran husmear un poco, o quién sabe si habían sido ellos los que perdieron la noción del tiempo, apareció Isamu acompañado de 5 personas más, con trajes bastante similares al del oji-dorado. Los cinco compartían un intenso color azul, cuatro de ellos eran quizás tan joven como Isamu y venían con las manos elegantemente colocadas una sobre otra en su regazo cuando caminaban al compás. El otro sujeto parecía apenas un poco mayor que Isamu, y tenía un rostro un poco más maduro y también más serio, con su cabello igual de blanco hasta las caderas pero recogido en una elegante trenza y en su cabeza reposaba una preciosa tiara de oro y diamantes. Al fin su inspección fue interrumpida por este misterioso sujeto…

    -bienvenido viajeros, mi nombre es Yanama Kanaye, se me ha sido informado ya sobre los sucesos- pareció suspiran un poco mientras con sus propios ojos echaba un vistazo a los desmayados muchachos- ayudaremos a sus amigos, y como ya les había dicho Isamu, los términos en los que nos arreglaremos se discutirán al final, justo antes de su partida, ¿están de acuerdo con eso?-

    Los chicos asintieron viéndose los unos a los otros. Ritsu tan solo esperaba que no fuera a costar “más caro el remedio que la enfermedad”. Pues bien, si era la única opción no estaban en posición de negociar y agradecido agacharon la cabeza, ante el aparente rey del lugar.

    -muchas gracias alteza, mis amigos y yo le estamos profundamente agradecidos…hemos pasado por algunos problemas y …- de repente Ritsu sintió un nudo en la garganta y apenado y apesadumbrado, quizás recodando todos los pesares que había ocurrido durante el camino, bajó la cabeza para ocultar sus lágrimas ante todos allí .

    -calma…- exclamó el “príncipe” aquél, sorprendiendo un poco el castaño pues pudo ver una pequeña sonrisa en su rostro- todo está a punto de acabar…y todo saldrá bien. Su fortaleza es la que los ha hecho llegar hasta acá, pero hasta los mejores héroes siempre han necesitado ayuda...-hizo una pequeña pausa para después continuar- es imprescindible que se empiecen a atender a su amigos de inmediato- comentó…los cuatro chicos asintieron apresurados- Kamín, Juro, Miu, Sachi, llévenlos al ala de sanatorio ,priorícenlo de inmediato…-

    -si, Kanaye-sama, señor- respondieron los cuatro muchachos que lo acompañaban…y tomaron a Misaki y Akihiko llevándolo a uno de las “casas” más grandes del lugar. Ritsu hizo el amago de seguirlo, pero la blanca mano del elfo le detuvo suavemente…Ritsu le regresó su mirada triste…

    -ellos estarán bien…te pediré que confíes en mi gente y les dejes trabajar, están graves y pueden tardar un poco, paulatinamente se les avisará cuando puedan verles…mientras tanto me gustaría que tú y tu amigo recibieran también el tipo de tratamiento de acuerdo a su habilidades- exclamó mirando hacia Shinobu, quien abrió sus ojos grises sorprendido- no se preocupen demasiado por eso, nosotros ya lo sabemos…podemos ayudarlos a acelerar un poco la recuperación de sus poderes, ¿puedes hacer eso?-

    -si señor- respondió Ritsu, Shinobu muy pronto estuvo a lado del otro doncel para abrazarle cariñosamente con una sonrisa.

    -todo estará bien- le dijo con sus ojitos llenos, de nuevo, de esperanza. Mune y Miyagi se permitieron suspirar de alivio.

    -pero antes…todos serán atendidos-

    No fue una sugerencia si no una orden y otro séquito de ellas y elfos aparecieron para curarle sus heridas, que aunque no estaban tan graves como las de los otros, tardarían un poco en sanar.

    -roguemos por que el espíritu de su compañeros sea fuerte. Su recuperación en un lapso de tiempo será tan buena como ellos lo deseen. Recuerden que tienen un camino que seguir con su tiempo estipulado…-aquellas palabras fueran las últimas que les dedicó a los ensimismados jóvenes…que tanto después de un aseo, las curaciones y una espléndida cena al fin pudieron respirar con tranquilidad después de tantos días de angustia. No sabían cuánto tiempo pasarían allí, pero por el bien de todas las personas involucrados en esto esperaban que Akihiko y Misaki fueran capaces de recuperarse muy, muy rápido.

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    Ella era la más increíble mujer que había conocido en toda su vida, no es que hubiera conocido a muchas tampoco.

    Él era un pobre huérfano que a duras penas había logrado construir “algo” a lo que llamaba vivienda a las afueras del reino Marukawa.

    La conoció una tarde de invierno en la que había salido a recoger algo de leña para calentar las heladas noches en su choza. Sorprendido, había dejado caer las húmedas varitas al piso cuando vio a la preciosa figurita embravecida, lanzado puñetazos, patadas y una que otra ráfaga de “algo” que salía de las larguísimas mangas de su vestido verde, gemía, gritaba y de vez en cuando lanzaba un doloroso alarido sollozando y maldiciendo a alguien, suponía él, en algún idioma que nunca supo identificar. Ella parecía no darse cuenta de que la observaba, o probablemente no le interesaba. La vio pasar de un estado melancólico a uno enfurecido y posteriormente de uno preocupado a una paz casi alarmante. Cuando pensó que había satisfecho su curiosidad con aquella “figurita” se dispuso a retirarse de allí, sin embargo ésta viró su mirada hacia él…bendito momento, supo desde ese instante que había quedado prendado de aquellos ojos verdes brillantes que estaban hinchados por haber llorado tantas horas seguidas…

    No le habló esa vez, tan solo observó la curiosidad con la que esos ojos esmeraldas le miraron y la pequeña sonrisa que ésta le dedico…y que por cierto nunca admitiría que le hizo sonrojar…aún más después del encantador gorgorito que salió en una forma de una risa de retintín. Luego desapareció.

    Aquello se repitió aproximadamente unas seis veces, cuando él salía a recolectar lo necesario para su subsistencia podía verle, solo observándole desde lejos, con esos ojitos enternecedores que le provocaban una sensación de ansiedad y nerviosismo en el estómago, si hubiera estado un poco más cerca de ella tal vez hubiera sido capaz de escuchar los latidos de su acelerado corazoncito…

    Un buen día pasó que aquél hermoso ser tocó al fin la puerta de su casa, desgraciadamente no estaba en las mejores condiciones. Él ya sabía que ella no era una persona “común y corriente”, era una usuaria de la magia, una bastante fuerte y peligrosa si se le provocaba, suponía. Sin embargo, ante el tan mal estado en el que la pobre se presentó ante él no fue capaz de negarle nada…y aun con la vergüenza de que viera la “porquería” en la que vivía, le dejó pasar, y con timidez ayudó a curar las heridas que cubrían casi todo su cuerpo…todo en un profundo silencio. “Mei…” fue lo único que salió de esos hermosos labios rosados, entonces se le antojó esa voz la más cálida y ese nombre el más hermoso del mundo. Los días posteriores a eso surgió una conexión especial, una que ellos ahelean en el fondo de su corazón, más una que, sin embargo, les parecía absolutamente imposible y hasta absurda por distintas razones…pero generalmente la esperanza es lo último que se pierde, y aquél acontecimiento en que un “te amo” y un “quédate conmigo” se pronunciaron al mismo tiempo selló el inicio de la relación más absurdamente extraña y hermosa que se haya conocido…

    Ella iba a venia de “su prisión” a verlo cada vez que podía. Todos sus “es imposible” se convertían tan solo para él automáticamente en “algún día todo mejorará”. Los lapsos de tiempo en que ella venía a verlo se hacían cada vez más deseperantes. El permanecía pegado a la ventana esperando a por ella. Pasaron cinco largos meses sin saber el uno del otro. Cuando ella llegó, al fin, no pudo evitar correr a abrazarle fuertemente y besar todo su colorado rostro. Los ojos llorosos de ella lo alarmaron enseguida, sus ojos temblaron aguándose enseguida también cuando en un gesto mundo ella tomó sus grandes manos y las colocó sobre una pequeña curva que crecía en su vientre. Muy pronto ya no serían sólo ellos dos.

    Desde ese momento ella sonreía acariciando su vientre, al mismo tiempo que lloraba al sentir la incertidumbre del futuro de su bebé…qué sería de él si…

    Tomó la decisión más peligrosa para ella… él no pudo opinar al respecto, pero para ella era la única opción. Dispuso que se quedaría todo el tiempo que pudiera con su amado castaño y con el pequeño fruto de su amor que crecía dentro de su vientre…lo que pasaría después lo enfrenaría a su tiempo…

    Cuando al fin pudieron tener al pequeño en sus brazos rieron y lloraron…”mi bebé, mi pobre bebé” había pronunciado ella con pesar, acariciando la mejilla rosada de su precioso pequeño. En un arranque de desesperación él le había suplicado que lo dejara todo y que se quedará con ellos, ella negó lentamente con una sonrisa triste y le había contestado “él jamás nos dejaría en paz, no descansará hasta vernos muertos, tengo que hacerlo”. El no pudo hacer nada cuando ella se fue. Lloró noche tras noche sobre la cuna de madera en donde dormía su pequeño angelito de ojos verdes…”shh…ya pasó cariño, mamá no tarda en llegar” consolaba al niño y a su apesadumbrado corazón.

    Un año pasó. Ya era invierno otra vez. Esa horrible noche quedó grabada hasta en los altísimos árboles que rodeaban aquella vivienda. El mecía entre sus brazos a un risueño bebé cuando un espantoso estruendo acompañado de su nombre siendo pronunciado entre dolorosos gritos lo hizo estremecerse…”¡Mei!”…salió como si de un demente se tratara de la choza con su bebé en brazos, jamás pudo describir lo que sintió al ver la mujer de su vida con una cara de horror y sumamente mancillada. Con desesperación, pasión y el más intenso amor que se profesaban se abrazaron y se besaron…como si fuera la última vez… “¿Qué pasa?, ¿Qué sucede?”…muchas preguntas se aglomeraban en su garganta, pero no pudo realizar ninguna, solo sus ojos verdes opacos miraban a la mujer pidiendo por piedad una explicación. Ella le regaló la sonrisa más hermosa que jamás le hubo visto aun con todo lo que estaba pasando, que por cierto no entendía, y le dijo con una calma impresionante: “ya no hay tiempo mi amor- le había dicho acariciando la mejilla del hombre- me están siguiendo- el llenó sus ojos de lágrimas- tenía que verlos antes de enfrentarlos con todas mis fuerzas…son mi mayor fuente de inspiración. Cariño, por favor…te lo pido- ella ya lloraba sin enterarse si quiera- cuida de nuestro bebé –ya verás que…todo estará bien. Pasarán momentos difíciles, estoy segura de ello…- besó las regordetas mejillas de su bebé que le sonreía tiernamente- …pero sabrán superarlos, por que estarán el uno con el otro. Sakura, mi hermana, cuidará de ustedes…no dejaré que nadie les haga daño…se los prometo… ¡cuida de él por favor!...¡cuídalo mucho!...te prometo que volveré…te lo prometo por nuestro hijo…¡¿me escuchas?!... por favor…¡cuida de mi pequeño …!”

    Él se quedó allí parado en medio de la nada, cuando de repente ella volteó a ver hacia atrás agitada y desapareció del lugar, para reaparecer una distancia bastante alejado de ellos, y correr en dirección contraria…ella les protegería aun en su condición. Sus ojos apenas pudieron mirar el pequeño costalillo plateado que estaba tirado en el suelo y que muy pronto descubrió que eran monedas de oro…sonrió tristemente evocando en su memoria la imagen de su bella maga “Mei…vuelve pronto por favor”. Al menos ahora podría hacer algo mejor para su pequeño…le daría lo mejor a su precioso bebé.

    Esperaron mucho tiempo, construyó con empeño un negocio y prosperó rápidamente, todo con la intención de darle lo mejor a su hijo. Efectivamente, tras el extraño suceso de la “desaparición” de Gin, el líder de los usuarios de la magia, algunos brujos, seguidores de éste comenzaron a buscar al “bastardo” mocoso de la “maga traidora”,Sakura pasó a vivir permanentemente con ellos, al mismo tiempo el pequeño crecía, el precioso doncel llamaba con cariño a Sakura “madre” aunque jamás se le ocultó que ella no lo era. Pasaron un par de años…intentaron llevarse al bebé…no lo lograron. Sakura murió defendiéndolo. Estaban solos de nuevo. Esperaron por Mei…por mucho tiempo más.

    Pero ella ya no volvió…

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    “¡Cuida de él …Seiji!...cuida de mi pequeño Ritsu…”

    Los ojos cansados y llorosos del hombre se abrieron, apesadumbrado e hinchados, como desde los últimos 4 años en que había hecho aquella crueldad con su pequeño. Sin embargo no lo lamentaba, sabía que dentro todas las posibilidades de malas posibilidades… Aikawa era la mejor… la única garantía que tenía era que sabía que él no estaba muerto…esas eran las políticas de lso secuestros de Aikawa.

    Si, él lo sabía…él lo había planeado…pues…¿Qué lugar era más seguro de los brujos impertinentes con sangre asesina que el de la misma Aikawa?, ¿le había dolido?...por su puesto, pero no más de lo que le dolía saber con certeza de que su pequeño jamás le perdonaría…las tantas veces en que le negó la existencia de la magia, le prohibió terminantemente “salir” al exterior como un niño normal…por que vivía con el pavor de que alguien fuera a hacerle daño a su doncel, tantas salidas de “viaje” para despistar a todos aquellos que se atrevían a “espiarles” y que también ocupaba para buscar el paradero de su amada y de algún “aliado”…aquella vez en la que su niño lo maldijo por “venderlo” a la pelirroja bruja…no…el ya no tenía esperanza de que su pequeño lo perdonara…tan solo esperaba que estuviera bien…

    Las lágrimas escurrían de los ojos verdes y opacos del hombre…

    -Mei…perdóname por favor… nuestro bebé me odia…-

    *******************************************************

    ////////////

    Imágenes borrosas y diálogos con voces distorsionadas inundaban su cabeza…gritos, risas, llanto…
    “ cariño, quiero que los acompañes, por favor, necesitarán de tu valentía”… “mocoso inútil…tu padre ya no está, ahora tu tendrás que obedecerme a mi”… “hola…mi nombre es Misaki”… “tendrán que hacer un recorrido…este es el mapa general que seguirán”… “esta es mi espada…los protegerá durante el recorrido, cuando haya terminado su misión…regresará a mi”… “Hiro-san…el ayudará a liberar a Ayami”… “es tu turno…el bosque del recuerdo…nada de lo que haya allí es real…recuerda…tu sabes lo que pasó”…”mi príncipe…perdón…he llegado tarde”… “nii-chan…¡hey nii-chhan!”

    ////////////

    Los ojos mieles llenos de lágrimas se abrieron de repente…estaban irritados , y el banco rostro y cuello del doncel estaban empapados de sudor. Sintió repetidas punzadas en su cabeza…cerró los ojos fuertemente ¿Qué sucedía?... llevó una de sus manos a su cabeza…sintiendo su cabello bastante largo a como lo llevaba habitualmente…abrió lentamente sus ojos ubicando con melancolía el lugar…¿casa?...se preguntó extrañado. Las imágenes que había “soñado” estaban lo suficientemente nítidas… ¿Qué estaba sucediendo?...poco a poco empezaba recordar información…sucesos…Akihiko, un largo viaje, prueba, ¡Misaki! El chico de la profecía, la guerra…

    Keiichi se puso muy rígido, y se enderezó en su cama con los ojos desorbitados…¡mierda!....¡su memoria!... sonrió maravillado al recordar pequeños pasajes en los que había vivido durante su pérdida de memoria…su familia…la gente en Usami…Haruhiko…su hermoso príncipe…el amor de su vida…estaba peleando por él…después de tantos años…él aun lo amaba tanto como el. No lo pudo evitar y se soltó a llorar hundiendo sus cabellos claros en las mullidas almohadas, mientras sonreía bobamente mordiendo su labio inferior y apretando con sus puños las sábanas...

    Lo recordaba…

    Lo recordaba todo…

    Su cuerpo se paralizó en pura expectación al escuchar girar lentamente el picaporte de la puerta de su habitación…su vista se fijó en el hermoso varón que entraba, con algunas hojas de papel en la mano, dirigiéndose casi sin despegar su vista de los documentos hacia la ventana para abrir las cortinas…

    -Keiichi…despierta ya bebé, recuerda que hoy llegan tu madre y tu hermano…además Kyo-chan te pidió ayer que…-

    Keiichi no fue capaz de prestar atención a lo que seguía diciendo el más alto, tan solo lo miraba, absorto al presenciar la , al aparecer, hermosa rutina que tenía el mayor para venir a despertarle, su sonrisa se hizo más grande, el mayor parecía seguir hablando mientras daba pequeños círculos con papeles en mano…

    -ya sé que te molesta que esté leyendo esto a todas horas, cariño pero te prometo que en el desayuno…-

    -Haruhiko…- al fin se atrevió a interrumpirlo con un suave murmullo. El mayor dejó su lectura un poco extrañado de no escuchar el peculiar “Hiro-chan” y una voz bastante estropeada…fijó su mirada al fin en la de su doncel y haciendo el amago de acercarse a él pues había notado esos ojos que tanto adoraba llorosos.

    -Keiichi…¿Qué suce…-

    Más el oji-miel lo sorprendió levantándose increíblemente rápido de la cama hasta estar totalmente de pie en ella y dar un gran salto para caer sobre su oji-gris, quien milagrosamente y como pudo tiró hacia cualquier sitio los papeles y atrapó en el aire al muchacho, lo cual los llevó a aterrizar seriamente en el alfombrado suelo…

    -¡¿están bien?!...¿que fue eso bebé?- preguntó entre sorprendido, asustado y divertido el mayor. Mas lo que le respondió no fue directamente la voz del doncel sino sus suaves labios contra los suyos…Haruhiko no se negó a responderle y muy prontamente tenía sus manos en la cintura de su pareja…-¿Keiichi?- preguntó de nuevo una vez que se separaron…observando el eufórico rostro de su doncel, identificando ese brillo que hace tanto no veía…-¿Keiichi?- preguntó de nuevo ahora casi igual de nervioso que el otro…tomando las mejillas sonrojadas de su niño entre sus manos.

    -Haruhiko…yo…te extrañé tanto…-

    Los ojos grises se llenaron de lágrimas y con un montón de sentimientos encontrados, sollozó de rabia, de felicidad, de impotencia, de euforia…de amor sobre el cálido pecho del amor de su vida...

    -y yo te amo…Keiichi…-

    .
    .
    .

    Continuará…
  11. .
    Hola hola¡¡ :D

    Nee a que no me esperaban tan pronto con la conty?¡ :P…. .-.

    Pues bueno esto se debe a un pequeño arranque de inspiración que no quise desaprovechar xD, espero no tardar demasiado para la que viene, que por cierto ya estoy escribiendo /(*.*)/…….., muchas gracias a todos los que leen y a los que comentan, me encanta que me hagan saber si les gusta el rumbo de la historia. Espero les guste la conti, respondo comentarios¡:3…..besitos de durazno en almíbar para todos¡¡ <3

    Anne onodera takano: hola¡, gracias por comentar, jooo lamento haberte dejado con tanta intriga¡, ya verás lo que pasa con Akihiko¡ o.o, , jejeje si Nowaki es así, le sale natural¡ xD, espero te guste la conty, saluditos¡

    Melyoan: Hola Mely, yo estoy muy bien :D, saliendo de la desdichada gripa…otra vez .-. , jejejeje ya veremos más adelante la reacción de la linda Mikoto con respecto a su sobrino/a , jajaja les está costando adivinar la identidad del personaje “misterioso”….les aseguro que para su siguiente aparición la descubren¡ :P, jajaja arañas¡¡¡ yo también tengo traumas con ellas o.ou por esa la puse….y pues si…le tocó a Akihiko, ya te había comentado que faltaba un poquito de drama que exprimir a este fic xD, muchas gracias por comentar Mely, espero que estés bien y que te guste la conti, hasta pronto¡, besitos de uva para tu¡ :3







    Capítulo 50: “¿Las predicciones se cumplen?”


    En algún momento de aquellos escasísimos minutos Misaki dejó de gritar, dejó de patalear, incluso dejó de temblar. Sus ojos entornados y llorosos y su cuerpo sin un ápice de movimiento. Mune lo miró con preocupación y optó mejor por cargarlo en brazos hasta el lugar “seguro” donde estaba el resto.

    -hey…hey…Misaki…- le llamaba en vano el varón. El pequeño parecía en shock- tsk…- pronunciaba agitado al escalar, bajar y subir rápidamente pero con cuidado de no tropezar con una piedra e ir a caer con Misaki a cuestas. Al fin llegó a la salida de Ijir, y su mirada se fijó en los 3 muchachos allí, que preocupados corrieron a su encuentro.

    -¡Mune!...¿y Akihiko?...¡¿dónde está Akihiko?!- preguntó Ritsu alterado al no ver al oji-violeta por ningún lado, Mune hizo un gesto lastimero, el oji-verde seguido le echó un vistazo a Misaki, quien iba también bastante herido…más lo que le preocupaba fue su mirada entornada y perdida, a punto de cerrarse…

    -¡MISAKI!...-exclamó el rubio acercándose al otro doncel, y pasó lentamente la yema de su dedos por el rostro, pero el castaño no le regresó siquiera a ver… y cerró los ojos. El rubio emitió un gemido lleno de tristeza y regresó a ver a Masamune- ¡¿Qué ha pasado, porque está así?!- preguntó alterado. Takano lo miró una vez más.

    -yo…hubo un derrumbe…cuando llegué a esta ellos, él estaba intentando…ayudar a subir a Akihiko- Masamaune no sabía cómo continuar, todos le estaban mirando curiosos-…debía ayudarlos…pero…no pude ponerlos a salvo a ambos…-

    El silencio se extendió

    -¿él….ha visto…lo que pasó con Akihiko?- preguntó cauteloso Miyagi. Ritsu frunció el ceño lleno de angustia y tapando su rostro esperando la respuesta a eso…y Shinobu tan solo atinó a apretar en su pecho la lastimada cabeza del “perdido” Misaki…tratando de asimilar y consolar ese posible dolor…

    Mune negó lentamente…

    -nada está seguro…tenemos que buscarlo- se dirigió a los donceles, dejando a Misaki cuidadosamente recargado en el tronco de un árbol – Miyagi y yo iremos a buscar a Akihiko- el capitán de Usami asintió- busquen un lugar cerca de aquí mientras tanto…cuiden a Misaki, sería muy bueno que pudieran hacerle reaccionar…-

    Ritsu asintió. Shinobu se limpió algunas lágrimas que salían de sus ojos y se fue a sentar a un lado del castaño, haciendo que recostara su cabeza sobre sus piernas… Los varones simplemente asintieron y partieron de allí rápidamente.

    -mocoso…tienes que resistir…ya verás que todo…estará bien- el menor no sabía si se consolaba a él mismo o al abatido Misaki. Ritsu emitió una leve sonrisa tristona y se arrodillo también junto a ellos, acariciando las hebras castañas del doncel…fue entonces que se fijó que algunos mechones, cerca de la sien derecha, estaban empapados de sangre…su rostro se enserió…

    -Misaki…-le habló un poco más preocupado tanteando otros lugares de su cabeza…

    -¿Qué pasa?- preguntó el rubio sorbiendo su nariz, contagiado de la preocupación del mayor observando como el castaño mayor revisaba rápidamente todo el cuerpo del otro.

    -tiene muchas cortadas profundas por todo el cuerpo…y un hombro dislocado…pero lo que más me preocupada es…un golpe muy fuerte en la cabeza…está sangrando….- explicó preocupado Ritsu- Shinobu…hay que despertarlo…¡hay que despertarlo ahora! –

    -¡rayos…Misaki despierta!...-murmuró el rubio acariciando las pálida mejillas de Misaki.

    …………………………….

    Masamune y Miyagi recorrían el camino de vuelta hasta la cúspide de aquella montaña, en donde hace escasos minutos yacía la cueva de Taya. Las piedras sueltas y los escasos caminos despejados agrietados hacían su recorrido mucho más difícil…cada vez que tropezaban esperaban que no fueran a ocasionar accidentalmente otro derrumbe…


    -¡ya estamos cerca!- exclamó Masamune al recocer con dificultad un tumulto de rocas encimadas, Miyagi le siguió de cerca. Se encontraron prontamente ante un nefasto cuadro de suelo irregular agrietado- es por acá- murmuró Takano, asomándose hacia abajo…donde una gran cantidad de rocas había hecho el acantilado más “corto”. Tragó saliva tratando de disipar el profundo nudo de su garganta que se le formó al pensar en la posible muerte de su primo. Miyagi puso una mano en su hombro. Mune le regresó a ver.

    -hay que bajar para buscarlo- sugirió. Mune asintió.

    Con cuidado comenzaron un tortuoso descenso y empezaron a remover las piedras más livianas.

    -¡Akihiko!...

    -¡AKIHIKO!

    Gritaban con la esperanza de que siguiera consiente…

    Los minutos pasaban…Mune se pasaba desesperadamente las manos por sus húmedos cabellos castaños…no quería llegar con una noticia así con el resto de los chicos, no con el pobre de Misaki, no con su tía Asuka y su tío Hitomi…sintió sus ojos escocer, pero se tragó esas lágrimas…cubriendo su rostro, mientras se ponía en cuclillas.

    -Masamune- escuchó la gruesa voz de Miyagi hablarle con cautela. Mune le regresó a ver de inmediato.

    -¿Qué pas..-

    -shhh….escucha- ordenó el mayor. Takano afinó su oído….y un leve sonido de movimiento de rocas…sus ojos se abrieron en demasía….se puso de pie en un segundo…cuando volvió a escuchar lo mismo…

    -¡AKIHIKO!- gritó intentado buscar el lugar aquel. Los ojos se Mune rápidamente dieron con una enorme placa de piedra que permanecía recargada junto a la roca más grande de la zona.

    -¡es por allí Miyagi!-

    Ambos corrieron como posesos hasta allí, quitando más piedras…Mune casi podría echarse a llorar cuando pudieron descubrir una parte del torso y un brazo de su primo. El pobre se veía horrible, muy mal, sus ojos estaban fuertemente cerrados, o al menos eso cría, porque todo su rostro se encontraba ensangrentado e hinchado su cabello completamente pegado a la cabeza que escurría ese líquido rojo tan vital, el pecho subía y bajaba dificultoso al respirar. Con gran esfuerzo Miyagi y Takano lograron mover la enorme piedra que cubría casi todo el cuerpo del mayor…

    -M…mune…

    -aquí estoy Akihiko…- respondió con rapidez el otro, dando un vistazo a las destrozada piernas de su primo. Mordió sus labios completamente aterrado y preocupado…si Misaki lo veía así una vez de haberse recuperado, seguro que se vuelve a desmayar- todo estará bien…Akihiko…solo…tan solo…tenemos que ir a un sanatorio…a un pueblo…o a donde sea…-murmuraba el mayor tratando de ver de aquel forma se llevarían al otro sin hacerle pasar horrores con el dolor…

    -d-de… acuerdo…- exclamaba dificultosamente el peliplata, dudaba mucho que eso pudiera pasar, pero se permitió creer por unos segundo en lo que decía su primo…sentía un dolor envolverle todos los sentidos…no podía moverse en lo absoluto…las náuseas lo estaban matando pero no tenía fuerza ni para dar un arcada…estaba muy cansado…no creía que pudiera pasar de…-¿M…misaki?...- preguntó por su amado doncel…él era lo único que le importaba en ese momento. Sus últimos momentos, tal vez…

    -él está…bien…está preocupado por ti- exclamó Miyagi. Akihiko viró con dificultad la violeta mirada de uno de sus ojos al mayor…la forma en que tembló su voz no le gustó para nada…frunció el ceño liberando un profundo y doloroso gemido al moverse…las lágrimas empaparon sus hinchados ojos…

    -¡¿Qué…que… TIENE?!- preguntó alterado…

    -¡tranquilízate!...¡todo estará bien!- intentó Mune, pero el peliplata luchaba contra su conciencia…y el dolor profundo que se acrecentaba en su cabeza y brazo especialmente.

    -M-mune…-gimió devastado

    -tranquilo…vamos para allá Akihiko…solo resiste primo, por favor- consoló angustiado. Mientras comenzaba a pensar en cómo le llevarían.

    -…Misaki…- murmuró por último antes de perder la conciencia…

    -hay que darnos prisa…- exclamó Takano, se quitó el chaleco que vestía, igual que una pequeña tela a modo de capa que le cubría del sol o la lluvia en el viaje – haremos una camilla improvisada- explicó a Miyagi quien comenzaba a hacer lo mismo que el príncipe…muy pronto tuvieron las 4 prendas bien tensas y amarradas y con la mayor delicadeza con la que pudieron colocaron a Akihiko hasta allí…

    El cielo se oscureció…no tan solo por la ocultación del sol, sino también por las nubes negras se desplazaban con rapidez sobre ellos…Mune frunció el ceño…los truenos empezaron a retumbar…

    -vámonos…tenemos que salir de aquí antes de que comience a llover…-

    Miyagi asintió…mientras su mirada se fijaba en el moribundo príncipe, no quería atosigar más a Masamune, Akihiko estaba demasiado mal, pero pensaba, casi igual que lo hacía Akihiko…de que sería muy improbable que pasara si quiera la noche…

    **************************************************

    Las cosas habían cambiado un poco desde que Keiichi y Haruhiko habían ido a vivir temporalmente al reino de Sumi, por lo que las cosas en Usami ya habían estado por así decirlo, algo tranquilas. Aunque de vez en cuando se podía ver a una Asuka y a un Hitomi algo ansiosos por los preparativos para la reunión del Consejo que se llevaría a cabo allí en menos de dos semanas. Fuera de eso las cosas habían vuelto a la normalidad…casi todo.

    -¡¿c-cómo?!- exclamó la bella muchachita de cabellos ondulados y castaños oscuros, mientras leía la carta que estaba en sus manos.

    Manami aún no regresaba a América, su actual domicilio, puede que por ver resolverse los asuntos de Usami pronto, el estado médico de Keiichi o simplemente podría ser “culpa” de un hermoso mozo del cual se había enamorado recientemente. Mordió sus labios suavemente al recordar los bellos momentos que pasaba junto a su dulce “novio” y la cara que pusieron sus adorados tíos y ¡aún más sus padres! Cuando se enteraron de su relación con Takahiro. Rio divertida por un largo rato más su preocupación inmediata fue expresada con un tierno puchero inconforme al recordar el contenido de la carta…resumiendo todo el protocolo “americano”…tenía que regresar prontamente…el permiso de ausentarse había sido recortado.

    Gimió en frustración…no quería volver aun, pero trabajo era trabajo, suponía…de pronto pasó una loca, ¡loquísima! Idea por su cabeza y apretando la carta en un puño entró de vuelta al castillo corriendo por los pasillos del extenso castillo buscando a su amor…con la sonrisa más grande del mundo en su rostro. Le encontró platicando amenamente con el cocinero principal, sin más corrió hacia la cocina dispuesta a abrazarle y besarle efusivamente…Takahiro algo desorientado apenas y pudo enterarse y alcanzar a sostenerla en sus brazos…

    -¡Manami!...¿qué pasa?- preguntó sorprendido pero con una dulzura natural en él, después del arrebatador beso de su castaña preferida…

    -hola mi amor…- regresó a ver con sus ojos brillantes al otro hombre- hola Taki-saludó amable al hombre

    -buenos días señorita….creo que los dejo solos- exclamó con una sonrisa cómplice el hombre y salió de allí.

    -ha llegado una carta- exclamó casi emocionada mostrándosela muy cerca. El muchacho no entendía mucho- es de mi trabajo…en América- explicó quedito ella. Takahiro la miró sorprendido y después un poco triste…así que hasta aquí se acababa todo, ¿no?...

    -¿y qué vas a hacer?- preguntó algo tristón, pero curioso por lo que fuera a decir…después de todo si alguien era buena para dar sorpresas esa era Manami…y baya que no lo decepcionó. Manami casi chilla de alegría cuando le grito fuertemente la “propuesta”…

    -cariñooo….¡¡¡ACOMPÁÑAME A AMÉRICA!!!-


    ******************************************

    El sol había desaparecido por completo, la lluvia se había detenido hace un rato, y tan solo lloviznaba ligeramente. El atardecer estaba a punto de ceder su lugar a la oscura noche cuando los donceles vieron llegar a sus parejas cargando a alguien en una especie de cama improvisada. Ambos no pudieron evitar suspirar, mitad preocupados, mitad aliviados, después de todo, la pequeña charla que mantuvieron con Misaki les dejó mucho que pensar…

    //Flash- Back//

    -¡vamos Misaki!- insistía el castaño mientras hacía sencillas vendas con trozos de su camisa o de su desgastado chaleco. Hace poco habían podido limpiar con el agua de la lluvia y un paño algunas de las heridas más graves al castaño, mientras Shinobu había ido a buscar algunas hiervas que le sirvieran para calmar aunque sea de manera temporal los dolores del doncel. Ritsu escuchó unos pasos acercarse rápidamente, no se preocupó sabía que era el rubio.

    -¡ya llegué!- exclamó tumbándose de inmediato al suelo con un montón de hiervas entre los brazos-¡ kami, quien diría que esas clases de herbolaria serían tan útiles en estos momentos!- exclamaba el menor tallando entre algunas piedras algunas para crear alguna pasta.

    -¿crees que servirán?- preguntó el oji-verde preocupado, acariciando el ahora afiebrado rostro de Misaki. Shinobu endureció la mirada un poco, negando lentamente, mientras seguía aplicando la pasta verdosa y viscosa en algunas heridas del doncel.

    -solo es temporal…no podremos curar esas heridas así- explicó. Ritsu asintió tristemente y su mirada se concentró en el muchacho recostado en sus piernas.

    -vamos pequeño, resiste…todo estará bien…aunque no lo creas…también te necesitamos…-murmuró el oji-verde, quizás recordando la profecía.

    -hay que confiar que Masamune-san y Miyagi traerán a Akihiko también- murmuró apesadumbrado Shinobu. Ritsu asintió a eso.

    -usa…usagi-san…-murmuró muy quedito el lastimado muchacho. Los otros dos donceles le regresaron a ver curiosos y bastante complacidos de verle reaccionando. El chico murmuró otro par de cosas entendibles para ellos antes de empezar a fruncir el ceño, hasta que con dificultad y parpadeando continuamente abrió los ojos.

    -¡Misaki….estás bien, ya despertaste!- exclamó el rubio. Misaki apenas y fue consiente de cuando el menor le abrazaba con efusividad, sus ojos seguían nublados y un millón de escalofríos recorrían todos su cuerpo…

    -¿q-que me pasa?- murmuró con voz pastosa- ¿dónde está usagi-san?- preguntó mas bajito, intentó llevar una de sus manos a su cabeza que sentía explotar, sin embargo de encontró con un dolor desgarrador proveniente de su brazo inmovilizado con trapos y algunas baritas.

    -tranquilo Misaki…- murmuraba Ritsu

    -¿usagi-san?, ho ¡te refieres a Akihiko!...- el rubio sonrió enternecido y hasta cierto punto divertido por el gracioso juego de palabras que resultaba ese nombre en la situación en la que estaban, más misaki no tenía ni ganas ni energías para discutir algo más…las lágrimas cayeron de sus ojos. Ritsu se acercó a limpiarlas con ternura…

    -Misaki tranquilo, todo estará bien…ya verás que…-

    -no…-

    -Misaki…-

    -¡NO….nada estará bien…si Usagi-san no vuelve nada estará bien!- gritó agarrándose la cabeza con desesperación.

    -¿a qué te refieres?- intervino al fin el rubio

    -al futuro…lo que pasará si fallamos…lo que dijeron ellas…- murmuró a punto de entra en pánico de nuevo…ambos donceles si miraron extrañamente y le abrazaron intentando tranquilizarle.

    -¿Quiénes Misaki?- preguntó Ritsu

    -Aqua y Hana…las ninfas en Meire…lo que me hicieron ver…cuando...cuando ellas...ellas…me…- Misaki temblaba en brazos de los donceles.

    -Misaki tranquilo….vamos…ya no…-

    -¡todo será un caos…todo será tristeza!- exclamó desolado echándose a llorar de nuevo.

    -¿por qué?- preguntó el menor haciendo que Misaki le mirara a los ojos, sujetándole gentilmente por las mejillas.

    - vi a Hiroki reinando Usami con Haruhiko y el bebé de Nowaki-san…-murmuró Missaki como recordando aquel triste recuerdo, si es que se puede llamar así. Ritsu y Shinobu lo miraban perplejos- eran tan triste verle llorar mirando por el ventanal…decían que era nuestra culpa…MI culpa…por que no pude cumplir con la misión, Taya lo dijo…¡soy débil y cobarde!…no pude hacer mucho realmente…ese día solo regresaron Miyagi-san y tú…Ritsu- murmuró Misaki decaído, y quizás un poco desahogado de haber liberado aquella escena traumática que ocultaba solo para su sufrimiento personal.

    -¡no digas eso!...¡TU NO ERES COBARDE!...nadie morirá aquí ¿entiendes?...¡todos regresaremos!...¿escuchas eso?- exclamaba Shinobu en un ataque de furia, preocupación y tristeza, por todas esas cosas horribles que había visto Misaki con las ninfas…no era tan bobo como para no indagar hacia donde iba todo eso…sin príncipe en Usami se cumpliría el contrato que habían hecho Hiroki y Haruhiko-san, Keiichi solo, él sin Miyagi…Ritsu sin Mune, sus ojos grises se llenaron de lágrimas -¡TODOS REGRESAREMOS SALVOS A CASA!...muy pronto…ya lo verás- murmuró apretado contra su pecho al sorprendido y ahora apacible castaño, quien asentía rítmicamente -…eres una de las personas más valientes que he conocido Misaki…solo que aún no te lo crees- exclamó el rubio.

    -descansa Misaki…los chicos no tardan en llegar ya verás…todo estará bien…confía en ellos- sonrió Ritsu. Misaki entrecerró los ojos y les dedicó una sonrisa antes de desvanecerse de nuevo…todo ese drama lo había dejado exhausto.

    Shinobu y Onodera se dedicaron una mirada preocupada.

    //Fin Flash-Back//

    -¡hey, por fin llegaron!- exclamó Shinobu acercándose un poco ellos. Ritsu los miraba desde lejos, mas su rostro borró aquella pequeña sonrisa al ver el rostro devastado y preocupado de los dos varones, y se puso de pie de inmediato.

    -¡por Kami!-

    Definitivamente ese comentario del rubio al ver a su peliplateado amigo no ayudó a tranquilizarle. Cuando fue su turno de verle, sus ojos se llenaron instantáneamente de lágrimas y cubrió su rostro con sus manos. Los varones explicaron levemente lo que había pasado y rogando por primera vez en el día un poco de paz, se acomodaron un rato debajo del árbol para platicarlo. Curaron cuanto pudieron las heridas más superficiales del oji-violeta y limpiaron bastante sangre a igual que cubrieron heridas…el pobre se veía extremadamente pálido…mortalmente pálido. Los cuatro solo observando a tanto al castaño como a Akihiko…no podrían llegar de buenas a primeras así hasta Usami…más Akihiko, los donceles muy pronto comprendieron la gravedad del asunto…era indispensable encontrar algún médico…si no…

    -díganme por favor que Misaki está mejor…- exclamó Mune apesadumbrado tirando su cabeza hacia atrás y después fijando su mirada en los improvisados parches de medicina herbolaria. Fue Shinobu quien contestó.

    -no estés tan seguro, las heridas son profundas y también ha perdido mucha sangre debido a un golpe en la cabeza…no será difícil que coja una infección…y si está se agrava…-el rubio no terminó de decirlo. Mune emitió un largo suspiro.

    -habrá que desviarnos hacia un pueblo para que puedan n curarlos…lo más rápido que podamos, es la única salida- dictaminó preocupado.

    -no llegaremos a tiempo…ya nos faltaban pocos días para llegar a Usami…-murmuró Miyagi.

    -los inconvenientes surgen y se superan- respondió Mune con seriedad brutal – no llegaremos a Usami si vamos así…- los donceles asintieron entristecidos- aun así la aldea más cercana está a kilómetros- exclamó por la bajo.

    -además no tenemos provisiones, ni equipaje, ni la protección de la espada ni nada…perdimos todo en el derrumbe- exclamó angustiado el rubio. Todos asintieron a aquello.

    -por suerte aún tenemos el mapa…- exclamó tratando de dar una luz de esperanza Ritsu ante tantas malas noticias, Takano asintió- podremos hacerlo chicos…seguro será agotador, pero tenemos que seguir adelante- Todos asintieron a aquello decididos.

    Esa noche se quedaron a descansar allí, pues no tenían ganas ni para moverse, acordando por turnos cuidar a los dos chicos inconscientes. A la mañana siguiente, muy temprano, salieron…convinieron en no parar al menos que fuera algo extremadamente necesario, de cualquier forma cargar entre los cuatro, o preferentemente solo los dos varones, a dos desmayados era lo suficientemente arduo. Comían lo que encontraban en el camino, bebían cuando había oportunidad de pasar por un río o recolectar en alguna lluvia, descansaban solo lo necesario…Así pasaron 3 días. El camino a la aldea les había desviado bastante, pero estaban dispuestos a recuperar el tiempo perdido cuando los otros estuvieran mejor…confiaban en ello. Era un precioso amanecer cuando pudieron divisar las pequeña casitas que se tendían por todo la aldea…al fin sonrieron. Lo bastante animados se acercaron allí y coincidieron en encontrarse con la hija del “gobernador” de la aldea, sin embargo las noticias no eran tan buenas como esperaban…

    -¿Qué dice?...n-no puede estar hablando enserio…- murmuró Ritsu abatido. La jovencita miró a los dos desmayados con tristeza.

    -no hay los suficientes conocimientos de medicina en la gente de mi pueblo viajeros, les ruego nos disculpen. Los médicos son escasísimos y apenas con los mismos conocimientos de herbolaria que tu. Ellos requieron mucho más que eso- indicó al rubio quien le había contado sobre los parches de hierbas…- no podemos ayudarles-

    -no puede ser …hemos viajado de muy lejos para solicitar su ayuda- murmuró Masamune- ¿está segura de que no hay otra forma?- preguntó compungido. La mujer pareció pensárselo y con el rostro preocupado asintió…miró a los dos muchachos probablemente debatiéndose entre la vida y la muerte, sus rostros enrojecidos por la fiebre…y los cuatro amigos preocupados que harían lo que fuera por salvarles.

    -hay una…pero es muy arriesgada- exclamó sobando sus manos con nerviosismo- yo no puedo ayudarles…mi pueblo no, pero conozco a unos que sin duda tienen los conocimientos para sanar cualquier cosa- murmuró con intriga.

    -¿quiénes?, ¿están muy lejos?... ¿querrán algo a cambio?...—preguntó Shinobu enseguida quizás un poco nervioso e entusiasta.

    -no se sabe que piden a cambio…nadie nunca de los que han estado ante su presencia a divulgado nada de lo que hablan con ellos, no están muy lejos de aquí…quizás un poco menos de un día…- explicó enigmática ella. Todos asintieron.

    -llévanos por favor…necesitamos ir…- pidió Ritsu apurado.

    -yo no podré llevarlos personalmente, pero quizás mi hermano si…pero…¿están seguros de que querrán ir con ellos?- preguntó sorprendida.

    -¿Por qué lo dices?- preguntó hasta ahora Miyagi. Ella entornó sus preciosos ojos avellana.

    -¿Qué por qué?...pues son seres muy fuertes e inteligentes… ¡son seres mágicos!...¿no les da miedo estar frente a un usuario de la magia?...- Exclamó perpleja. Los chicos se miraron entre sí, no sabían si reír o llorar ante eso… ja…si todo el camino se preguntaron eso…

    -no te preocupes por eso…lo que más nos importa por ahora es salvar a nuestros amigos- exclamó Ritsu sonriéndole para tranquilizarla un poco.

    -si insisten- exclamó la mujer aun sorprendida- iré a avisar a mi padre sobre todo y traeré a Zole, mi hermano…el los llevará a… Aki- ellos asintieron y la vieron correr de vuelta hacia alguna casita.

    Minutos más tarde vieron acercarse a ellos a un robusto muchachito de algunos 18 años y piel morena y ojos avellana, quien se presentó como hermano de Kiri, la muchacha que les había recibió. Agradecieron de buena manera al muchacho y él les expresó los buenos deseos de su padre para encontrar la cura a los males de sus compañeros lo que ellos agradecieron gustosos. Con la ayuda del muchacho pudieron avanzar más rápido y cerca de la media noche el pasaje oscuro se vio iluminado con bellísimas luciérnagas alumbrando el camino que seguían. Los árboles se hacían más altos y espesos y el viento era lo suficientemente frío como para hacerlos temblar un poco, ahora mas con la escasa ropa que llevaban todos.

    -bien…es aquí…-exclamó el muchacho, observando todo a su alrededor- tendrán que pasar esos árboles de por allá- exclamó apuntando hacia enfrente a escaso 5 metros- entonces estarán en Aki…-

    -pero aquí no hay nada- exclamó Masamune.

    -no olviden por favor que son seres mágicos…y no son tan amigables…les suplico que les hablen con sumo respeto- murmuró el muchacho.

    -bueno…si estás seguro…pues muchas gracias…les estaremos siempre infinitamente agradecidos, por favor, se lo pagaremos en cuanto todo esto termine- exclamó con una sonrisa Mune, el muchachos sonrió.

    -no es necesario, pero gracias…y suerte- prontamente se despidieron y el muchacho regresó por donde vinieron, mientras ellos al fin se decidieron a cruzar por donde Zole les había indicado.

    -¿saben?...es curioso…pero no nos dijeron de que ser mágico estamos hablando- habló Miyagi.

    -es lo de menos si pueden curarlos- exclamó Mune

    -¿seguro que es aquí?...- exclamó Miyagi- no parece haber nada, solo oscuridad- todos regresaron a ver a su alrededor pero solo los rodeaba una intensa penumbra…

    -la oscuridad tan solo es la usencia de luz, y por ende el comienzo de todo… ¿Qué buscan aquí?-

    .
    .
    .

    La voz tranquila y aparentemente inmutable los sorprendió en demasía y enseguida le buscaron con la mirada hasta encontrarle unos metros más adelante…Se trataba de un varón- uno muy hermoso…pensaron contrariados todos- De estatura alta, piel blanquísima, un cabello lacio y albino largo hasta la cintura, estaba ataviado en un traje finísimo de color plateado, blanco y verde y poseía una mirada fríamente aterradora pero sin embargo de un bonito y brillante dorado.

    -…- todos se quedaron sin habla. Shinobu le dio otro leve escaneado reconociendo casi temeroso todos “los” rasgos, las puntiagudas orejas con pendientes del símbolo del Trébol azul y la insignia en la cinta de su vestimenta aclaró sus dudas y sin más, y casi rogando que el resto…por su vida….le imitara se postró en suelo casi tocando la tierra con su cabeza, no ofreciéndole una leve reverencia sino algo mucho más serio…sus ojos temblaron…con razón el miedo y el respeto que le profesaban los chicos de la aldea a estos seres…ellos…

    -Mune…-le murmuró al príncipe el rubio al ver que seguían muy sorprendidos. Takano prontamente dio la orden en silencio y con cuidado dejaron a los heridos en el suelo y reverenciaron también a la imponente figura frente a ellos, quien les miraba altivo y orgulloso.

    -¿Quiénes son…Shinobu?- preguntó en voz baja Mune, preocupado por la situación en la que estaban. Shinobu le regresó la mirada.

    -Mune…no estamos en cualquier aldea…este es Aki…seguramente uno de las aldeas de los nómadas del Trebo azul- explicó.

    -no entiendo…- murmuró inconforme con la información. Shinobu frunció el ceño mirando levemente los ojos dorados que parecían querer desaparecerlos del lugar…¿y ellos les iban a ayudar?...volvió a bajar la cabeza preocupado antes de responder…

    -son elfos…Mune…elfos médicos…-

    -¿e-elfos?- Mune abrió con exaltación sus ojos almendrados…por Kami…

    .
    .
    .

    Continuará
  12. .
    Hola a todos ,¿cómo están? .-.

    Espero que bien, sip, lo sé me he vuelto a tardar y lo siento mucho T.T, mis ocupaciones brotan sin parar como flores silvestres <.<, además estuve enferma de nuevo u.u, en fin. Muchas gracias por seguir de cerca mi fic, aun con todas mis tardanzas, rayos¡ u.u. Pues bueno como siempre les agradezco infinitamente sus comentarios, ya saben que me hacen muy feliz :D , y pues bueno les comento que seguimos con la intriga de la misteriosa “sombra” que le anda haciendo visitas a Aikawa…les dejo más pistas…espero que con esto puedan adivinarlo ya xD…muchas gracias por todo…y ahora si (por fin x´D) respondo sus comentario….Besitos de manzana acaramelada para todos¡¡¡ <3


    Anne onodera takano: Hola muchas gracias por comentar, me alegra que te haya gustado el cap, jaja sabes que Nowaki es incapaz de tener las manos fuera de su Hiro-san xD, ya verás un poco de ellos en el cap…y también que pasara con el monstruo. Espero te guste la conty, saludos…

    AMANTE DEL YAOI DEL BUENO: Hola, ¿cómo estás?, gracias por tomarte el tiempo de leer mi fic :3, espero que te vaya gustando, pues veremos qué pasará con el monstruo , espero te guste la conty, besos de mandarina¡¡

    Melyoan: Hola Mely, gracias por comentar, jejeje ya te dije que yo no abandono este fic por nada xD, que bueno que te vaya gustando el fic ,jajaja ese Nowaki lujurioso, ya verás un poco de nuestros adorados Egoístas y la pequeña Mikoto xD y una visita más de la misteriosa personita que nada por ahí :P…espero te guste la conty,besitos de sandía amiga, nos vemos ¡ :)








    Capítulo 49: “Taya, la Gorgona”


    La pequeña princesita rubia se encontraba sentada en una de las bancas en el extenso patio trasero del castillo, apretando casi eufóricamente los holanes rosados de su vestido que anteriormente había estado alisando por los nervios. Sus ojos estaban fijos en los dos personajes que acababan de aparecer enfrente de ella. Sus piececitos ansiosos casi zapatearon contra el suelo cuando se puso de pie para aventarse al doncel castaño, quien le recibió con una linda sonrisa.

    -¡¡nii-chan!!- exclamó la niña apretándole por la cintura, haciendo que el doncel retrocediera un poco acostumbrado a la efusividad que conocía de su hermana.. Nowaki sonrió sujetando suavemente la cintura de Hiroki algo preocupado de que la pequeña fuera a tirarle.

    -Mikoto…-

    -¡te extrañé tanto!-

    -yo también nena, vamos suéltame un poco...para que pueda presentarte a…Nowaki- habló Hiroki casi nerviosamente y con una sonrisa. La pequeña se separó de su hermano tan rápido como si fuera impulsada por un resorte y observó con una enorme sonrisa al alto muchacho que acompañaba a su hermano mayor. Ayer que los vio cuando llegó no hubo tiempo para presentarlos formalmente, volteó a ver rápidamente las mejillas un poco sonrojadas de su hermano y supo casi de forma inmediata que era “él”. Cuando regresó su vista al varón, fue su turno de sonrojarse, unos ojos cálidos y preciosos ojos azules la miraban atentamente y ese rostro esbozó la sonrisa más hermosa que haya visto en sus cortos 10 años. La voz de Hiroki fue quien la despertó…

    -Nowaki…ella es mi hermanita de quien tanto te hablé: Mikoto. Mikoto, este de aquí es Kusama Nowaki…mi novio- exclamó lo último muy bajito, pero lo suficientemente fuerte para que la pequeña y el tritón lo escucharan. Los ojitos de la niña brillaron entusiasmados cuando observó al alto muchacho arrodillarse a su altura.

    - Hola, ¿cómo estás?- preguntó gentilmente el tritón.

    -Hola, estoy muy bien, encantada de conocerte- exclamó con las mejillas sonrojadas y extendiéndole un pequeño ramito de flores púrpuras. Nowaki rio un poco al tomarlas y miró a su doncel levantando coquetamente las cejas, Hiroki sintió arder su rostro al recordar vagamente el comentario de su madre de que enviaría a Mikoto a comprar flores al pueblo…para…distraerla cuando y el y Nowaki…oh….ya…

    -gracias, el placer es mío pequeña. Tu hermano me ha hablado mucho de ti-

    -¿ha si?...jejeje, espero que cosas buenas…niii-chan- exclamó al pequeña con un puchero avergonzado…Hiroki sonrió, podía apostar que sabía de qué cosas hablaba su hermanita, rio. Nowaki también rio largamente.

    -eso parece…siento más bien que tu familia entera está esperando la prueba de fuego- bromeó el mayor, Mikoto sonrió traviesamente, mirando hacia atrás, donde se encontraba su madre y a lado de ella, su muy querida nana, que cabe decir muchas veces terminó arreglando los posibles desagravios que causaran sus pequeñas “travesuras”. Rio pícaramente.

    -¡así que te han contado de mi misión, hee!...¡¿y?!, ¿Qué te parece?- preguntó entusiasmada e interesada por la respuesta del muchacho.

    -me parece que ha sido la mejor idea que hayas tenido- concordó el menor con una sonrisa. Ambos se echaron a reír.

    -¿cómo es que estás seguro que no te correré de casa igual que el resto de malos pretendientes de mi nii-chan?- pregunto la niña con su rostro aun sonriente. La infinita sonrisa tranquila de Nowaki le respondió.

    -no lo estoy- dijo casi seriamente- pero me gustaría saber qué es lo que maquina esa cabecita tuya justo ahora…¿cómo sabes que alguien es o no es “el indicado”?-

    -justo ahora ya sé la respuesta- exclamó la pequeña con sus ojos avellana brillantes y casi intrigantes-…en cuanto a tu pregunta…es muy fácil- exclamó con una sonrisa…

    -¿ha si?- exclamó el oji-azul con una ceja alzada. La nena sintió fervientemente y casi emocionada con una sonrisa mirando a su hermano de reojo.

    -niichan-respondió ella.

    -¿qué?-

    -niichan…él es la respuesta- comenzó a explicar la niña- si tu hubieras vivido tanto tiempo con él como yo…te darías cuenta que…es la primera vez que él tiene esa mirada. Realmente yo nunca les elegía o los rechazaba…era él…- Hiroki se había sonrojado hasta las pestañas y Nowaki había abierto sus ojos aún más demostrando su sorpresa- yo solo les daba un pequeño empujoncito…o una patada en todo caso- murmuró un tanto avergonzada, haciendo reír al tritón en el proceso….

    -Mikoto…- murmuró el doncel¬ sonrojado.

    -¿sabías que te acabas de convertir en una de mis personas favoritas, Mikoto-chan?- exclamó el sonriente tritón, la rubia se echó a reír aun con las mejillas teñidas en rosado.

    -jajajaja, eso me alegra Nowaki-san…etto- sus mejillas se pusieron algo más coloradas- dado las circunstancias…- regresó a ver a su sonrojado hermano -…¿podría decirte Nowaki-nii?-

    -yo no tengo problemas…- habló el relajado y sonriente varón- ¿Hiro-san?...- el menor negó lentamente algo avergonzado…- todo estará bien-

    -¡siii, wiii!-

    La pequeña empezó a gritar y celebrar algo mientras corría por allí y por allá en todo el jardín. Nowaki, mientras tanto, se había puesto al fin de pie y se había acercado al castaño y sujetando de la mano, caminaban hacia donde la pequeña Mikoto lentamente. El ramo de flores púrpuras pasó a las manos del mayor.

    -¿y?, ¿Qué te ha parecido?...¿aterradora, no?- exclamó sonriente Hiroki, Nowaki soltó una risita. Dándole un beso rápido en la mejilla a su novio.

    -es extraordinaria-

    -lo es…es mi hermanita- exclamó el orgulloso doncel.

    -lo sé…ya veremos cómo responde a la noticia de que será tía- murmuró al oído a su mayor. El castaño se mordió los labios ,ansioso y asintió.

    -enloquecerá…ya lo verás…- exclamó con una sonrisa. Nowaki rio.

    ********************************************************

    -estamos en problemas…- exclamó Misaki retorciendo lentamente…algún movimiento rápido de pisadas ágiles dentro de la cueva los paralizó…y una ronca y siniestra voz se escuchó no antes de lanzar una escalofriante y escandalosa risotada que provocó eco en la caverna…


    -…jump…ya lo creo…pequeño-

    La ronca voz lanzó otra carcajada .El eco que resonaba en la húmeda cueva provocó escalofríos en el pequeño Misaki. Todos respiraron agitados, esta vez sentían que se habían metido en algo muy peligroso.

    -por Kami…déjanos ir por favor- exclamó Misaki aferrándose con todas sus fuerzas al chaleco de Akihiko, este le tenía bien aferrado a su pecho tratando de tranquilizar a su doncel. La estruendosa carcajada volvió a invadir el lugar, y pequeños pasos hacían eco por todas partes.

    -que gracioso humano…- el sonido de un respiro profundo, como una olfateada, se escuchó acompañada con un gemido complacido- doncel…puro…mmmm…¡y son tres!...mi bocadillo…¡favorito!- gimió satisfecho nuevamente. Los 3 aludidos temblaron en su lugar. Akihiko rugió rojo de rabia.

    -¡no tocarás a uno solo, monstruo!-

    -jajajajaja….- las ecos de las carcajadas retumbaban en las paredes de la húmeda cueva- ¿Quién va impedírmelo, tú acaso?- el siseó de la voz constante y el timbre grueso , pero bastante suave les hizo pensar que quien les hablaba era una mujer…pero no podrían estar más equivocados. Poco a poco habían empezado a retroceder con la esperanza de que pudiera escapar de allí, sin embargo “aquello” lo notó y de inmediato se puso frente a ellos…

    Un gritillo de horror inundó el lugar.

    Misaki no dejaba de repasar con la mirada el raro monstruo hibrido frente a ellos. La cabeza y torso de la criatura, hasta la cintura era “casi” en su totalidad de un mujer, sin embargo, las 8 extremidades largas y con desagradables vellosidades las cuales miraba con bastante desconfianza, le hizo ver la realidad ,no era cualquier criatura, sino una que el temía bastante, aun cuando tan solo los leía en viejos libros de cuentos.

    -es…es…una…-

    -es un Gorgona…- completó en un silbido bajo el rubio. Shinobu, al estar más en contacto con el mundo mágico, reconocía con mayor facilidad a las criaturas, desde las más dóciles hasta las más orgullosas y temibles…esta criatura estaba dentro de estos últimos.

    -la mitad de su cuerpo es…es… una araña- repasó aterrado Ritsu, entonces le venían a la cabeza las asquerosas telarañas que cubrían casi toda la cueva.

    -eso es lo que es un Gorgona, una criatura mitad bestia mitad humano, pero con la sed y la avaricia de un demonio…-murmuró agitado el preocupado rubio.

    -menos mal conocen su lugar…mis deliciosos bocadillos- siseó con un retintín de eco por toda la cueva casi enseguida de lanzar una escalofriante y burlona carcajada- mal han hecho en venir a Ijir, sin saber que es donde mora Taya, la Gorgona, ningún truco ni trato podrán proponer, que sea tan bueno o supere el festín que me daré al comer a tan encantadores…tentempiés…-

    El “clak” “clak” que hacían las agudas puntas de sus patas al “acecharlos” los ponían más nerviosos.

    -señora…no, usted no puede comernos…tenemos que llegar a un lugar…con mucha urgencia- mencionaba el tembloroso Misaki tratando de apelar al lado “amable” del monstruo, cuando este le olfateaba y le tocaba un mechón de su cabellera castaña con la mano, enseguida había escuchado el gruñido de “ella”. Misaki gimió- nosotros…-

    -¡SÉ QUIENES SON!...no creas que no- Taya empezaba a hablar con cierta urgencia, a veces despacio, a veces fuerte y alterada, como si no contralara su cuerpo…y como , si incluso, fueran dos personas diferentes…-¡NO ME IMPORTA SI SON O NO PROTEGIDOS DEL LIDER!, ¡no me importa si se desata otra guerra y no , nada de lo que venga del exterior es digno de mi atención!...¡TESOROS…BASURA!....no sirven ya. Tengo tanto…tanto…¡y no tengo nada!...basta de cosas banales… ni saber todo…a estas alturas solo la ignorancia sería mi consuelo…-

    Todos le miraban atentos, pero difícilmente lograban entender de qué estaba hablando esa criatura, que bastante trastornada, parloteaba de un lugar a otro. El oji-verde menor en un atisbo de valentía, o más bien de estupidez cegada por curiosidad y anhelo dirigió sus ojos brillantes a Taya…

    -¿lo… sabes todo?-

    Ella dejó de moverse y mostrando una gran y siniestra sonrisa que mostraba unos peligrosos colmillos rojos, observó con sus ojos totalmente oscurecidos, asintiendo…

    - ¿qué quieres saber, pequeño?-

    -¡NO!, ¡Misaki, ven acá!, no pidas nada…ella nunca revela esa información gratis!-

    Misaki había escuchado lejanamente un grito de Shinobu, pero le ignoro y caminó otros dos pasos hacia ella…

    -yo…

    **********************************************************

    La visita al castillo rojo, el hogar de Aiwaka, tan solo fue la primera parada.

    No había tiempo para descansar, era absolutamente necesario encontrarlo…lo necesitaba. Y como ya le había dicho la pelirroja, tendría que cambiar un poco el tipo de “usuarios de la magia” a quienes visitaría. Era de su suma importancia que no fuera a equivocarse de nuevo…presentía…en su corazón…que “él” le necesitaba…

    El frío de la zona calaba los huesos, más, tal vez, cosa de su entrenamiento que tuvo con su maestro alguna vez, apenas y sentía una ligera ventisca. Las montañas congeladas no eran un lugar para deambular si no se sabe qué camino tomar, pues al caer la nieve puede ocasionar un grave caso de desorientación y terminar perdido; suerte que si sabía. Miró de lejos la humilde cabaña, entre tanta oscuridad apenas y se podía divisar alguna chimenea o vela encendida dentro.

    Eran un poco más de media noche cuando se encontró finalmente dentro de aquella vivienda, sin pensarlo mucho se dirigió a una habitación con una puerta pintado de un tenue color crema y entró. No tardó mucho en adivinar que era la habitación del bebé, pues muy lentamente se había acercado hacia la espaciosa cuna que allí estaba, prestando especial atención al pequeño infante que dormía tranquilo entre un gran tumulto de sábanas, extrañamente sentía aquella habitación más cálida…seguro era un hechizo. Una pequeña sonrisa nostálgica afloró en su rostro y fue acercando su mano al rostro del menor…

    -¡tsk..!

    Un leve siseo salió de su boca al sentir una proporcional descarga en la punta de sus dedos…punzaban…y poco a poco su brazo se entumió por completo…su sonrisa se ensanchó más…era un hechizo magnífico…

    -se llama Fudo…es un hechizo de protección-parálisis… ¿Qué quieres con mi hijo?-

    La misteriosa sombra volteó a ver hacia atrás levemente…y le sostuvo la sorprendida mirada al muchachito castaño de ojos azules opacos…

    -Hola…Yoshino-chan

    El que después de haber recibido ese potente hechizo aún se pudiera mover fue lo que menos le importó a Chiaki. Esos ojos…ese color…lo había sacado de su órbita por unos segundos. La sonrisa de su visitante le tranquilizó…y el brillante anillo jade que lucía uno de sus dedos le asombró en demasía…tenía que preguntarle…

    -¿cómo…?

    - es un larga historia que no me apetece contar ahora mismo, solo te basta con saber que soy real…y que le estoy buscando…creo saber…y espero que sea así…que tú lo sabes- le interrumpió de inmediato…Chiaki aun sorprendido y conmovido por la tierna mirada que le dirigió esa persona a su crío hizo un leve movimiento con su muñeca y la pequeña red semi transparente que ahora brillaba se desvaneció como vapor.

    -se llama Asaki…- comentó distraídamente el doncel. Su visita sonrió, y después de haber dado una mirada de permiso al muchacho tomó al bebé que gimoteaba tiernamente entre sus brazos…los ojitos platinados se abrieron lentamente…el chiquillo había despertado entre tanto alboroto…pero no lloró ni se inquietó, tan solo miró con intensa curiosidad a la figura encapuchada que le sostenía.

    -es hermoso…se parece bastante a ti…parece que estuviera viéndote a ti cuando eras un mocoso, aunque solo fuera un par de veces- comentó con diversión, Chiaki giró su rostro levemente ruborizado y se cruzó de brazos, recargándose en una de las paredes.

    -eso ya fue hace un tiempo…además…también se parece a Tori-

    Una leve risita salió de los labios misteriosos.

    -seguro…-la pausa se extendió tan solo uno segundos, después de un suspiro- sabes dónde está... ¿cierto?-

    Chiaki bajó la cabeza y negó lentamente. La sombra afiló un poco su mirada.

    -¿no quieres decírmelo?- preguntó.

    -no me malinterprete por favor, sabe bien que no es posible saber su ubicación perfecta…sé más o menos la ruta que debería seguir, pero nada exacto…-

    -no es de mucha ayuda-

    -lo sé…aún tiene un camino que recorrer aun sin su ayuda, lo sabe-

    -es necesario que podamos reunirnos-

    -seguro, pero no justo ahora…-

    -¿y que podría hacer mientras tanto?- preguntó acongojada la sombra.

    -podrías ir a verlo a “él”…- una tercera voz apareció allí, el apuesto muchacho de ojos grises entraba lentamente a la habitación. arrastrando como era costumbre, detrás de su cristalino cetro- él también estaría encantado de verte, parece que tendrá bastantes cosas interesantes que platicar contigo…de todos modos eres una de las personas que más le conoce…-

    -Hatori-kun…- murmuró. Tori sonrió y bajó la cabeza levemente en un signo de respeto. La misteriosa sombra mostró una sonrisa genuina- …iré a verlo primero a él entonces, me quedará de paso- entregó al crío al mayor.

    -eso parece- Hatori recibió a Asaki en sus brazos quien rápidamente se acurrucó y reanudó su sueño.

    -entonces, hasta pronto…-

    La voz se quedó timbrando con eco en la pequeña habitación cuando en un humo verde desapareció. La pareja, Tori con bebé en brazos, aun estaba ensimismada….lo que acababa de pasar…¿fue real?...

    -Tori…está…está….-

    -si… sobrevivió. Quien sabe cómo lo hizo, pero está de vuelta…negué inmediatamente la posibilidad de que fuera real, de no ser que ese increíble poder fue reconocido por mi cetro no lo hubiera creído…-

    Chiaki miró el cetro revuelto de Hatori, jamás había visto ¡la nieve” tan inquieta…sabía que era magia ultra sensible, pero creía que era imposible que una sola persona pudiera generar toda esa energía…pero al parecer, su reciente invitado estaba dispuesto a romper con todos los “imposibles”.

    ******************************************************************

    -¡NO!, ¡Misaki, ven acá!, no pidas nada…ella nunca revela esa información gratis!-

    Misaki había escuchado lejanamente un grito de Shinobu, pero le ignoro y caminó otros dos pasos hacia ella…

    -yo…

    ………..

    -¡Misaki!-

    El oji-verde apenas fue consciente de lo que pasaba cuando sintió los cálidos brazos de Akihiko abrazarle por atrás para ponerle lejos de aquella criatura. Los ojos verdes llorosos miraron intensamente los amarillentos…quizás anhelando realmente poder haber preguntado algo y recibir la respuesta que quería…pero dejó de lamentarse prontamente, ya que, aunque no lo admitiera jamás en voz alta, sentía mucho más reconfortante estar abrazado entre los fuerte brazos de Usagi-san…

    -¡mocoso…COBARDE!- gritó furiosa la Gorgona, quizás por la furia de no poder tener al menor en “bandeja de plata”, tal vez porque sí sabía la respuesta a la pregunta que rondaba en la cabeza del castaño. Misaki había desviado el rostro y sus manos temblaron sobre las del oji-violeta…hizo un gesto lastimero. Ritsu, que estaba más o menos a su lado, fue el primero en darse cuenta que el castaño lloraba. Frunció el ceño.

    -¡déjale en paz!- había gritado una vez más Akihiko.

    -¿Qué harías si…-interrumpió Ritsu, meditando concienzudamente mientras miraba muy seriamente a Taya, todos lo voltearon a ver atentos-…te dijera que tengo algo que podría interesarte aún más que todos nosotros juntos?-

    -¡no me importa que sean de la realeza!, ya les dije, no quiero ni necesito más dinero!...- rugió furiosa.

    -no me refiero a eso…- interrumpió Ritsu perspicaz - supongo que el cetro de un poderoso mago puede captar el interés de cualquiera-

    Takano captó de inmediato hacia donde iba todo eso… sin embargo no estaba seguro… ¿y si la tendrían que necesitar más adelantes? Tocó levemente la espada roja que descansaba en su cinturilla. No…si no la utilizaban justo ahora, tal vez no habría un futuro. Tragó saliva. Su mirada se encontró con la de Miyagi y Shinobu quienes le miraban intrigado, los 3 asintieron, al parecer también habían descubierto el plan de Ritsu. Quien sabe, tal vez la espada de Ijuin-san podría salvarlos una última vez antes de volver a su dueño…

    -¿de qué estás hablando ahora tú?- preguntó ceñuda ella

    -así que no lo sabes todo- murmuró por lo bajo Shinobu, intentando no mostrar demasiado una pequeña sonrisa burlona. Taya lo miró mal, más Ritsu había interrumpido de nuevo para evitar alterar de más a la criatura.

    -tenemos en nuestro poder el cetro de Ijuin-san- declaró Onodera. Taya pareció divertida por el “disparatado” comentario- ¿piensas que es un broma?- comentó seriamente. Ella enserió su rostro nuevamente.

    - ¡muéstralo!- exigió

    - acá está- exclamó Masamune desenvainando la espada y mostrándola a la mujer, quien abrió los ojos desorbitadamente y emocionada se dirigió rápidamente hacia Mune para tomar la espada. Pensó que al tenerla en su poder seguramente se volvería el ser más poderoso, ¡tal vez le ganaría a Mason!...su mente maquinaba demasiadas cosas al mismo tiempo…además desarmar a un gran usuario de la magia, sea o no directamente, siempre era extraordinario.

    -¡e-espera!- la detuvo por un momento Ritsu, la mujer le puso atención- promete que nos dejarás libres una vez que tengas esta espada- Taya se lo pareció pensar un momento, para sembrar pura intriga, sin embargo en ella brotaba ya la respuesta…

    -por su puesto…- siseó.

    Todos se voltearon a ver, y en un acuerdo mutuo de puras miradas convinieron en salir corriendo tan pronto pudieran…no vaya a ser que la espada tuviera alguna otra “sorpresa” …todos habían recordado el pasaje de Meire y la sirenas. Apenas Mune se hubo acercado a ella con la espada, todos salieron enloquecidos de allí. Taya los miró curiosa… ¿acaso planeaban algo?...

    -¿han hecho algo con ella, cierto?- preguntó incauta, Mune tragó saliva y negó levemente.

    -no hay magos entre nosotros- mintió descaradamente, aunque no del todo, no era necesario que supiera que había dos magos que no podían usar su magia aun. Taya pareció recordar algo y frunció el ceño siniestramente hacia Takano, quien casi lanzó la espada a la criatura, para salir de inmediato de allí. La mujer emitió un gran suspiro, y después un alarido escandaloso cuando la espada roja empezó a irradiar una luz naranja refulgente y se convirtió en un bello cetro, al mismo tiempo que pequeñas corrientes eléctricas cubrían todo la orbe, muy pronto sintió sus manos quemarse dolorosamente…la espada se tornaba negra…como el carbón y lamentablemente para ella, igual de caliente…

    ………

    -¡AAAAAAAAAAH!...¡MALDITOS…ME HAN TENDIDO UNA TRAMPA!...¡MALDITOS!-

    Los gritos horrorosos se escuchaban por todo el lugar…ni locos ni perezosos los chicos corrían por sus vidas lo más rápido que podían sus piernas moverse, sin embargo nadie contó con que los rumores de Taya eran reales…

    Una Gorgona no era tan fácil de vencer…

    Sintieron el piso vibrar fuertemente…muy pronto las grietas empezaron a formarse…la zona estaba echa casi en sus totalidad por grandes y pesadas montañas de piedras…

    -¡Mune…esto se convertirá en un derrumbe!- aseguró preocupado Ritsu…y como si se tratara de una predicción, una cantidad exagerada de piedras de todos los tamaños empezaron a rodas cuesta abajo…La cueva que era, pero así decirlo, el centro de poder de aquel gran movimiento, se deshacía rápidamente, muy pronto los gritos de la mujer, que intentando salvarse lanzaba poderes a diestra siniestra para salvarse, dejó de escucharse…pero todo aquél daño ya estaba hecho, el suelo seguía vibrando…Todos intentaban esquivar las piedras como podían…haciendo que se separarán un poco…

    -¡MISAKI CUIDADO!...-

    El oji-verde apenas fue consciente de lo que pasó cuando sintió como alguien lo empujaba fuertemente, su cuerpo rodó unas cuentas veces y uno de su hombros chocó gravemente contra unas rocas…siseó por el dolor, pero sus sentidos se alarmaron al reconocer esa “advertencia” era la voz de Akihiko…Misaki le buscó con la mirada preocupada…

    -¡Usagi-san!- gritó con urgencia cuando le vio tratando de sujetarse en una orilla, estaba a punto de caer al menos unos 50 metros hacia abajo, estaba sosteniéndose con solo un brazo, pues el otro estaba ensangrentado y parecía completamente inmóvil, rápidamente corrió hacia él y recostando sobre el suelo intentó levantarlo con sus brazos. Sus ojos empezaron a derramar lágrimas instantáneamente, si Usagi-san no le hubiera empujado él estaría en su lugar. Observó de reojo la enorme piedra que yacía hecho pedazos en el “piso” de abajo…-¡vamos Usagi-san…tenemos que seguir!- exclamaba con su voz temblorosa…se estaba poniendo ansioso y su hombro, seguro lesionado gravemente, le estaba doliendo bastante…

    -Misaki…corre con los demás…ahorita los alcanzo…¡v e con ellos por favor!- exclamó el oji-violeta acongojado. Misaki lo miró fijamente a los ojos…presintió la inseguridad del príncipe…

    -no es cierto…¿no es cierto verdad?...¡no mientas…vamos!- Misaki intentó hacer fuerza , pero era en vano, no lograba mover mucho al mayor. Las piedras seguían cayendo alrededor de ellos, el suelo se volvía a agrietar…

    -¡Misaki escúchame…voy a estar bien, ve con los demás ahora!-

    -¡no!-

    -¡Misaki!-

    -¡no te voy a dejar!-

    Ambos pares de ojos se miraron intensamente…Misaki no podía dejar de llorar, y lo más seguro es que no fuera consciente de ello. Akihiko lo miró en silencio mucho segundos, en un instante sus rostros habían quedado muy juntos…pegó su frente a la del tembloroso castaño…y lo vio, vio en su ojos verdes la respuesta a esa pregunta tan importante para él. Sonrió. Sin embargo vio también con urgencia la enorme piedra que estaba a punto de desprenderse y caer sobre ellos…

    -Misaki…yo también te amo…-

    El menor gimió en respuesta…

    -no, no, ¡no!, NO…Usagi-san…- gritaba desesperado el castaño…sea lo que sea lo que planeaba el peliplateado no era algo bueno.

    -¡Mune!...¡Mune!...¡MASAMUNE!...- gritaba el mayor…tratando guiar hasta ellos a su primo. Muy pronto un agitado y medianamente herido Takano aparecía de entre las piedras.

    -¡aquí estaban!, ¡todos estábamos preocupados, los demás está a salvo…rayos sí que están en aprietos…!- exclamaba mirando hacia arriba la gran roca.

    -¡no hay tiempo Mune!...¡ponlo a salvo primero a él!- ordenó fúrico Akihiko…Masamune se acercó a un reticente Misaki que se negaba a soltar a Akihiko. Con esfuerzo y esquivando las pataleas del menor al fin los separó…sintió que Akihiko no podría lograr sostenerse hasta que volviera de dejar a Misaki…y entonces comprendió un poco al desesperado doncel…quien rogándole le pedía volver por él…

    -¡Mune…por favor!...¡por favor…tráelo...Mune…¡por favor!-

    …..

    -¡MUNEEEE!...

    ……..

    El grito potente de Misaki hizo eco en toda la zona…al igual que el gran estruendo que hizo aquella última y gigantesca piedra al estrellarse.

    Una gran nueve de polvo cubrió todo.

    Ese desesperado grito erizó los bellos de Ritsu, Shinobu y Miyagi…

    .
    .
    .

    Continuará…
  13. .
    Hola .-.
    Siento mucho haber desaparecido por todo este tiempo T.T, había estado ocupada con la Uni, muy ocupada, y ahora que salí de vacaciones he estado trabajando prácticamente turno y medio, u.u, así que de verdad lo siento…mi tiempo se ha vuelto a reducir. Agradezco mucho a los que aun leen, comentan y siguen mi fic, ¡MUCHAS GRACIAS!, mi los quiere a todos….espero de verdad con mi alama poder tener otro tiempecito para actualizar…pues bueno pasando de eso…en este capítulo sale por primer vez “la persona misteriosa que regresará al fic después de tanto tiempo” xD, espero les guste y /o les sorprenda :P

    Besitos especiales tutifruti para: Anne onodera takano y Melyoan….muchas gracias a las dos, mi las quiere mucho, espero les guste la conty¡¡






    Capítulo 48: “Ijir, las montañas laberinto”





    Masamune no se equivocaba

    Alrededor de las 6 de la tarde, cuando iban subiendo por una empinada colina, pudieron divisar al fin la marcada división del terreno boscoso a uno más de tipo estepario. Estaban a escasos kilómetro y medio, quizás, para llegar a Ijir. Todos iban algo agitados con la dura caminata y extrañamente tranquilos y satisfechos. Aún más Misaki, quien disimuladamente no podía evitar voltear su mirada hacia el peli-plateado príncipe, rindiéndose tal vez, a que “le gustaba” más de lo que era normal…por lo que sin remedio recordaba esa pregunta que le había hecho el guapo varón en la mañana: “¿y tú…me quieres?”….sintió su rostro caliente de repente y por instinto se llevó las manos a sus, seguramente, sonrojadas mejillas…

    -Misaki- la voz de Shinobu lo despertó de sus pensamientos, y enseguida todos le regresaron a ver- ¿te sientes bien?- preguntó frunciendo el ceño al verlo todo colorado.

    -haa..s-si, no te preocupes estoy bien- exclamó jugando con sus dedos, procurando voltear hacia otro lado. El rubio lo dejó pasar.

    -he, chicos no se distraigan, estamos a punto de llegar- exclamaba Takano hasta el frente del grupo, iban todos ya bajando la empinada colina y a punto estaban de entrar a la zona semi-desértica, cuando escucharon un cuchicheo detrás de unos grandes arbustos al pie del camino.

    -¡hey, ¿Quién anda ahí?!- preguntó Akihiko, quien se había puesto en guardia primero. Pasaron escasos segundos antes de que de entre los arbustos surgieran dos pequeños personajes.

    Dos hombrecillos no más altos que 50 centímetros aparecieron ante su vista, vestidos con rústica ropita, remendada con parches de diferentes colores, con un saquito que parecía estar hecho de hojas secas, zapatos de cuero y espigados gorritos verdes.

    -ho, perdonen el malentendido, no pretendíamos…sorprenderlos- exclamó con una sonrisa cómica uno de ellos, los chicos pensaron que más bien buscaban la palabra “asustarlos”.

    -no estamos asustados, si es lo que piensas- respondió Shinobu enfurruñado.

    -ho no…no tienen por qué, sin embargo lo que haya ahí dentro es a lo que deben temer- exclamó misterioso uno de los hombrecillos señalando la entrada a Ijir , dejando extrañados al resto de los chicos.

    -¿a qué te refieres?, ¿Qué hay ahí dentro?- preguntó rápidamente Ritsu.

    -¿están diciendo que van a entrar ahí sin saber algo acerca de…ella?- preguntó con un aire temeroso el otro hombrecito de barba rojiza.

    -yo diría más bien… “eso”- contradijo el otro “enano”.

    -anda ¡si!... “eso”-

    -y bien ¿Qué es “eso”?- preguntó Akihiko ya harto de tanta charla “inútil”.

    -un monstruo…el más aterrador que hayas visto- explicó uno de los enanos.

    -un ser malvado, avaricioso y sobre todo… glotón- exclamó el otro.

    -¿glotón?- preguntó Misaki

    -ho si, pequeño- exclamó uno de los hombrecillos tomando levemente la mano del castaño, quien exaltado retiro la mano de la contraria, cuando Akihiko no tan contento con ese contacto dio un manotazo al “atrevido” hombre, quien sonrió antes de proseguir con su historia- “eso” come todo lo que caiga en sus “redes”- exclamó con una sonrisa.

    -¿por qué dices que es avaricioso?- preguntó Miyagi.

    -bueno, la poca gente ha salido de allí “viva” dice que “eso” les ha pedido grandes fortunas parara dejarlos salir de allí…los que se han negado…o no traigan nada de su gusto…los ha devorado. Así de fácil-

    Los 6 ahí escuchaban aquella advertencia atentos y también ¿Por qué no?... algo intrigados.

    -bueno jovencitos, tenemos que proseguir…suerte-

    Nadie tuvo tiempo de despedirse de los extraños hombrecillo cuando vieron que desaparecieron con premura entre los arbustos.

    -Mune…- exclamó el oji-esmeralda mago a su novio. Como preguntándole que se haría.

    -no hay de otra, tenemos que entrar y procurar salir de él rápido, ya hemos tardado demasiado…no sabemos si requeriremos más tiempo en un futuro- exclamó el príncipe- avanzaremos con cuidado- El resto asintió decidido y muy poco tiempo se encontraron adentrándose en el rocoso paisaje, dejando atrás los altos arboles del bosque.

    **********************************************************

    El sol de un nuevo amanecer se coló a través de las cortinas traslucidas de aquella habitación. El castaño abrió los ojos perezosamente encontrándose recostado en una cálida y reconfortante “almohada”. Se sonrojó al darse cuenta que estaba recostado sobre el pecho fornido de su atractivo novio, más su cuerpo se negó a levantarse y solo permaneció allí, admirando el rostro durmiente de su tritón mientras le abrazaba y recordaba los recientes acontecimientos, más específicamente ayer, que habló con su madre cuando su padre le había “robado” a Nowaki.

    //Flash-Back//

    Hiroki se había quedado viendo fijamente la puerta por la que acaba de salir su padre acompañado de su amado tifón, y mentalmente se preguntaba qué clase de plática tendrían ellos. Apenas se enteró cuando su madre trató de llamar su atención.

    -perdón, ¿decías?- exclamó el castaño poniéndole extrema atención a su bella progenitora, que le sonreía con ternura y felicidad. La mujer le admiró un poco más en silencio, haciendo avergonzar al doncel.

    -¿Cómo te sientes?- le preguntó al fin.

    -bien- respondió corto el muchacho mirando las colchas que cubrían sus piernas como si fueran lo más importante de mundo. Hiroki subió la mirada solo para encontrarse con el puchero de la castaña.

    -ho vamos, bebé…sabes a qué me refiero- la mujer esperó un poco más admirando el bello color carmesí en las mejillas de su lindo doncel antes de “presionar” un poco más- se ve que ese muchacho te adora…- exclamó casi con una sonrisa abrasadora y eufórica. Hiroki asintió sonrojado – y tu…también lo adoras a él…mucho- Hiroki asintió igual o más sonrojado.

    -vamos bebé, ¿no quieres contarle a mamá lo que pasa?- preguntó con una sonrisa, dándole confianza. El menor mordió sus labios, dubitativo, antes de hablarle al fin a su madre.

    -¿qué quieres que te cuente madre?- exclamó con voz rendidas y sus mejilla ardiendo con pequeñas lagrimillas traicioneras en los ojos- ¿que perdí toda noción del tiempo cuando lo conocí?, ¿Qué me sentí la persona más egoísta cuando me dijo que me amaba después de que le hubiera alejado de mí?, ¿Qué fui la persona más feliz, nerviosa, pero feliz cuando me di cuenta que tendría un bebe suyo?, ¿Qué me totalmente enloquecido de euforia cuando me pidió que me casara con él?... …que ahora siento…que es la persona perfecta para mí. Mami…- la mujer lo recibió en sus cálidos brazos cuando su castaño se aventó a su pecho, escondiendo su rostro lloroso- …siento que nunca más me volveré a enamorar así…si algo pasa…yo…-

    -ho, cariño- consoló la mujer a su bello y mocoso hijo- todo saldrá bien. Ya verás que todo pasa perfectamente, nadie va a separar a tu preciosa familia mi lindo Hiro-chan-

    Hiroki recordó que después de eso habría sentido un beso en su frente y se había vuelto a dormir…Hasta que el tritón regresó y le despertó con una bella sonrisa y un tibio beso en los labios que le hizo sentir mariposas en el estómago, habían merendado y juntos y se habían acostado al poco rato.

    //Fin Flash-Back//

    -hey, buenos días-

    Hiroki levantó la mirada, solo para encontrarse con los brillantes ojazos azules que le miraban con devoción, y sonrojado le dedicó una tímida sonrisita.

    -hola…buen día-

    -¿estás cómodo?- preguntó Nowaki con una divertida sonrisa al ver al castaño tan relajado recostado sobre él, recargando su barbilla sobre su pecho, sintió con satisfacción un temblor proveniente de su nervioso y avergonzado castaño, frunciendo el ceño y sus rosados labios en un lindo puchero.

    -¿y que si es así?- reprochó enfurruñado y sonrojado. Nowaki se permitió soltar una leve carcajada, que hizo al menor removerse “molesto” entre los fuertes brazos de su hermoso tifón.

    -¿te estás burlando de mi mocoso?- exclamó Hiroki, el azabache tan solo siguió riendo mientras dejaba un reguero de besos por todo su cuello, sintiendo con satisfacción temblar la piel de sus castaño…le parecía divertido que el cuerpo de su amado no siempre estuviera de acuerdo con él. Poco a poco sintió rendirse a su castaño, como casi siempre, a las pequeñas caricias de amor, como le decía él para hacerlo sonrojar. Muy pronto se habían encontrado sus bocas y el mayor suspiraba cada que las fuertes manos del tifón apretaban sus caderas.

    -nng, N-Nowaki ,¿dónde crees que estás tocando?…m-mocoso idiota- “reclamaba” el mayor, una vez el tritón lo había envuelto maniáticamente por la cintura y volteado para quedar así sobre él. Lo que el ,ahora sensible, doncel le reclamaba era el suave recorrido que había hecho la mano del oji-azul por el estómago del menor hasta llegar al pecho, más específicamente a las suaves aureolas de sus pezones rositas que se erizaban con la mínima brisa, más si esta era del tipo “pasional”.

    -solo relájate… Hiro-san…- murmuraba el menor entre besos ya marcados de un lindo color rojo en el blanco cuello del mayor, quien se retorcía sin poder evitarlo en brazos de su amor.

    -n-no digas eso…-

    -¿Qué?... si has estado muy estresado- exclamó casi como suave regaño el príncipe tritón a su embarazada pareja, mirándolo por unos segundos con sus intensos mares que tenía por ojos y una traviesa sonrisa. Hiroki le sostuvo la mirada por un momento y después frunció el ceño.

    -esta vez no me convencerás con uno de tus métodos poco ortodoxos para relajarme- exclamó con el rostro carmesí, tal vez recordando las veces pasadas que Nowaki lo había “relajado”, tal vez deseando que Nowaki le “desobedeciera”…como casi siempre. Escuchó al joven tritón reír entre dientes contra su cuello quizás acordándose de sus travesuras…y ese simple sonido hizo que su corazón bombeara como loco y corrientes eléctricas atravesaran su cuerpo hasta la punta de sus dedos…

    -yo digo que sí…-

    Dicho y hecho Nowaki juntó con algo de brusquedad sus labios a los contarios antes de que estos le pudieran reclamar algo, muy pronto ambas manos ya paseaban por el pecho del doncel, apretando y acariciando cualquier trozo de piel que encontraban en su camino, y las manos de Hiroki yacían aferradas en puños a las azuladas sabanas de la cama.

    -N-Nowa…espera…-beso

    -mmm…no lo creo…-beso

    -baka…-beso

    La mano del más alto acariciaba con insistencia una de las piernas del mayor, para colarse por el muslo interno….

    TOC TOC TOC

    Ambos se quedaron quietos por unos segundos, Hiroki con lo ojos fijos en la puerta…

    -¿Hiro-chan?...- se escuchó desde fuera.

    Hiroki abrió muchos los ojos…sus mamá…volteó a ver la sonrisa pícara y traviesa de su guapo tritón…ho no…

    -Nowaki…-advirtió en un susurró, enseguida ya tenía a su oji-azul en lo suyo riéndose despacito. Trató de separarlo de su cuerpo, pero lo único que ganó fue que sujetara sus muñecas por encima de su cabeza- deja ya de jugar- murmuró sonrojado.

    -¿bebé, ya estás despierto?- preguntó de nuevo la mujer detrás de la puerta

    -¿m-mamá?- exclamó con la voz algo quebrada de placer, regresó a ver a Nowaki quien le sonreía espléndidamente, como si le hubieran dado el mayor festín a un cachorro travieso…bajó su rostro más bien pegando su mejilla al estómago tibio bajo la camisa de piyama del mayor-no te atrevas- le “amenazó enchinando los ojos en un susurró…-¿qué pasa?..-preguntó a la puerta sin dejar de mirar a su tifón.

    -¿tomarán el desayuno con nosotros?, tu papá está a punto de irse a una importante reunión a un reino vecino...además Mikoto está ansiosa por conocer mejor a Nowaki- kun…- exclamó lo último con cierto retintín, la risita de su madre solo hizo que Hiroki volteara los ojos y mirara fijamente al mayor…quien comenzaba a repartir besitos en su abdomen que le hacían temblar como una hoja…

    -¿M-mikoto?…-

    -si cariño, Mikoto, ¿entonces, bajarán o será después?...-insistió la mujer. Hiroki empezó a gemir bajito, mordiendo sus labios, aun tratando con una mano de “despegar” al tritón de su cuerpo…aunque un el fondo no reprochara absolutamente nada…su cuerpo enteró vibró anticipado cuando la lengua suave y rosada del menor se acercó a su excitado pezón.

    …./fuera de la habitación/….

    -n-no…haggg…-

    -¿no?-

    -¡espera!…mmnn…haaa…¡si!-

    -¿si?-

    -¡oye!...no…-

    -¡Hiro-chan, decídete de una vez, amor!-

    -l-lo …lo siento mamá-

    -Hiroki…ya dime de una vez, cariño, si no quieres no…-

    -¡aaah…!...¡oye…tú…no toques ahí…!, ¡NOWAKI!-

    La reina hasta entonces se coloreó de carmín hasta sus pequeñas orejas ataviadas de aretes color olivo y colocó sus manos en su boca con sus ojos almendrados abiertos al máximo- creo…que será un no- murmuró con una sonrisa graciosa…

    -Hiro-chan, cielo, creo que le diré a Mikoto que antes de que venga a verles vaya a recoger algunas flores al jardín trasero más lejano…- exclamó algo alto, para que los chicos pudieran escucharle, y con sus mejillas aun sonrojadas…

    -mnnn…ahhh..mngg..AAAAAH-

    -o mejor le diré que vaya al pueblo- sonrió y lanzó una pequeña risita…se fue de allí a despedir a su marido.

    **************************************************************

    Los minutos parecían pasar rápido, y muy pronto el paisaje semidesértico montañoso apareció frente a ellos. Caminaron y caminaron siempre con cuidado de no perderse entre tanto tumulto de rocas exactamente iguales. Masamune aun en contra del viento trataba de verificar que el camino que tomaran fuera realmente el más rápido y eficiente para salir prontamente de allí. No querían encontrarse con “lo” que se decía que habitaba allí…no necesitaba más sorpresas. De buena gana todos apresuraron el paso y el cielo empezó a oscurecer…

    -Mune, hay que buscar un lugar donde dormir…no parece que llegaremos hoy…será peligroso moverse en la noche- opinó Ritsu.

    -será también peligroso no hacerlo, estamos en un lugar desconocido- exclamó Miyagi

    -y además…no creo que “eso” sea lo único que habite estas montañas- exclamó Akihiko mirando a la primera pareja, mientras ofrecía silenciosamente un poco de agua del ánfora al pequeño Misaki, quien tomó con premura un poco, observando la discusión, ciertamente…tenía que confesar que lo que más había detestado del viaje eran los ruido de la noche…nunca se había considerado miedoso, pero esos realmente lograban atemorizarlo…

    -¿el resto que dice?- preguntó Masamune tratando de hacer las cosas más “democráticas”. No alcanzaron a responder, pues el crujido de algunas ramas desquebrajándose los alarmó, seguido de un potente aullido que no necesitaron preguntarse dos veces de qué se trataba…

    -¿l-lóbos?- murmuró Misaki alarmado apretando inconscientemente sus manos en su arrugada camisa.

    -eso parece…- exclamó Miyagi. El joven capitán de la guardia de Usami fijó la mirada en un pequeño cerró a algunos metros de ellos, el resto miró allí imitando al otro, descubriendo que de ahí venía el tenue galopeo. Pisadas…garras…y algo más…- corran…-exclamó Miyagi, mientras sujetaba la mano de un confundido Shinobu…

    -¿q-qué…?-

    -¡corran!-

    Todos corrieron como locos alejándose con rapidez más y más de donde escuchaban aquellas pisadas…los maullidos y jadeos de los animales muy pronto les llegaron cerca. Inconscientemente también se iban alejando del camino correcto…

    -¡no lo lograremos, esta vez no!- gritaba Shinobu

    -son muy rápidos, ya están aquí- exclamó Ritsu.

    Misaki regresó a ver por un segundo hacia atrás. Lobos efectivamente. Hambrientos y muy cerca de ellos… ¿así sería su fin?...sintió la mano de Akihiko apretarse contra la suya…viró la mirada hacia el…estaba tan desesperado y agitado como él… corriendo, y aun así esos ojos tan violetas le daban una seguridad que no sabía que pudiera existir en él…le daba la certeza de que todo era posible…

    -¡¡¡heee…allí…todos corran hacia esa cueva!!!-

    El grito de Massamune hizo que despertara de su sueño “violeta”…todos corrieron hacia la oscura gruta.

    -¡ouch…ese es mi pie!-

    -¡¿quién me está pisando?!-

    La oscuridad de allí dentro era inmensa y no lograban ver nada. De repente un relámpago iluminó por unos instantes el lugar, permitiéndoles ver que al pie de la cueva estaban los lobos, 4 enormes y “salvajes” lobos, que agazapados y atemorizados maullaba quedito retrocediendo lentamente, para seguido echarse a correr, colina abajo…

    Todos se quedaron sorprendidos… ¿acaso algo los había asustado?...

    Mas relámpagos y truenos se dejaron ver y escuchar y casi enseguida una torrencial lluvia junto a una brisa fría inundó el lugar…

    Misaki de repente sintió un desesperante escalofrió…y de la nada se puso nervioso. Maldita sea el momento en que podía sentir malos presentimientos, sintió como “algo” que escurría del techo de la cueva resbaló por su hombro…tembló…

    -U-usagi-san…-murmuró tan bajito y tana agudo que apenas Akihiko pudo escucharle y al ver el rostro consternado y pálido del oji-esmeralda se acercó a él con premura.

    -¡¿Qué pasa Misaki?!- exclamó preocupado…el menor solo se limitó a tocar “eso” que se embarraba en su hombro con su mano temblorosa. Todos se acercaron rápidamente y pusieron atención a aquello. Los donceles contuvieron un grito de horror/ sorpresa la observar el líquido viscoso, rojo y con olor a putrefacción que se embarraba en la ropa de Misaki. Y lentamente y casi al mismo tiempo todos fijaron su mirada en el techo, iluminado de cuando en cuando nada más que por los relámpagos…¿eso blanco que bajaba por el techo de la cueva era?…

    -¿tela de araña?...-preguntó Shinoubu con el rostro sobresaltado.

    -es…enorme…-comento Ritsu observando en una oportunidad el suelo, lleno de esta. Observó con atención y con los ojos abiertos al máximo como arriba, en el techo, colgaba el cuerpo en descomposición de algún animal…eso que caía era…- c-chicos…creo que ya sé por qué huyeron los lobos…-murmuró tembloroso. Mune vio lo que su novio observaba con tanto pavor…

    -debemos salir de aquí…-murmuró el Takano empezando a jalonear la mano de su pareja, el resto trató de retroceder pero...

    -estamos en problemas…- exclamó Misaki retorciendo lentamente…algún movimiento rápido de pisadas ágiles dentro de la cueva los paralizó…y una ronca y siniestra voz se escuchó no antes de lanzar un escalofriante u escandalosa risotada que provocó eco en la caverna…

    -…jump…ya lo creo…pequeño-

    ********************************************************

    Era de noche. Caía nieve y los vidrios de las ventanas de la gran mansión estaban empañados y crujiendo por las potentes corrientes de aire. La señora del antes bien llamado “castillo rojo”, recorría por última vez en esa noche, con sus cansados pasos, los pasillos.

    -¿madre?- llamó la muchacha pelirroja a la antes bruja al ver que se había quedado enfrascada quizás en un pensamiento o recuerdo de antaño, como siempre. Aikawa regresó a ver los ojos ciruelos de su hija unos segundos después- vete a acostar ya, es muy tarde…-reprendió suavemente.

    -no me digas que hacer, mocosa- La mujer con muchas arrugas visible en el blanco rostro frunció un poco el ceño. Haruna sonrió traviesamente-…voy en un momento- Haruna asintió y Aikawa no despegó su vista de ella hasta que la vio perderse por el pasillo hasta su habitación.

    Un ruido alertó sus sentidos. Y viró sus ojos hacia la última puerta de ese pasillo…las luces se habían encendido de repente…

    “la biblioteca” murmuró para si la bruja. Volteó a ver hacia tras, hacia donde se había ido Haruna, negó la cabeza, y con cautela caminó hasta allí…

    La puerta rechinó cuando la empujó suavemente para abrirla, estaba entrecerrada. Sus ojos fueron rápidamente hacia la sombra que parada a un lado de la ventana, permanecía quieta mirando por ella, cubierta en una gran capucha verde olivo…Aikawa trató de ver quien era por el reflejo del empañado vidrio…pero fue imposible…más cuando vio la blanca mano que surgió de entre el manto pudo ver el anillo que portaba…

    Pocas cosas lograban sorprenderla…y eso lo había logrado…ella conocía muy bien a esa persona…ese anillo solo podía pertenecer a….

    -demasiado silencio como para estar en tu presencia…- la “sombra” había decidido comenzar la conversación, con un comentario algo burlón, cabe mencionar. Aikawa no hizo más que fruncir el ceño y esperar lo que quería obtener –así que es verdad el rumor que llegó a mis oídos hace unos días…-la pelirroja no dijo nada…no había nada que decir…ella misma podía verse en un espejo….maldiciendo al mismo tiempo…todos los días- Mason es implacable… ¿no?- una risita sardónica salió de la boca de su “invitado”.

    -¿Qué quieres?, ¿Qué haces aquí?...hace tiempo que te creían en el “más allá”- exclamó Aikawa acercándose lentamente hacia donde estaba la otra persona. La risa de “ello” se detuvo…Aikawa estaba segura que había escuchado un rugido y los dientes rechinar furiosos.

    -lo sé…sé lo que todos pensaron de mi….y deberías también saber a QUIEN busco. Me han dicho que tú serías la indicada para decirme su paradero-

    -te han mentido…- habló de inmediato la pelirroja, sosteniendo su mirada a la sombra…

    -no intentes jugar conmigo…te lo advierto….-

    -¿estás intentando amenazarme?- la personalidad reacia de Aikawa salía a flote, probablemente sin detenerse a pensar en la diferencia de “poder” que había ahora.

    -tómalo como quieras…yo solo quiero saber dónde está- la voz misteriosa se había apaciguado de nuevo…Aikawa emitió un suspiro pesado y cerró por unos segundos los ojos.

    -lo sabía…antes. Ahora no. No creo ser la indicada para ayudarte…los magos deben saber…sabes bien que los magos no han sido precisamente mis amigos- su mirada le fulminó de arriba a abajo.

    Un profundo silencio se extendió por toda la habitación.

    -bien-

    La voz había salido rencorosa. Aikawa le miró fijamente…quizás aun sin creer que estuviera allí.

    -tengo que irme-

    -bien- ahora fue el turno de Aikawa

    -cuida a esa muchacha tuya, Aikawa…no sabes lo que duele perderles- El misterioso rostro hasta entonces se dejó ver por la bruja y tal como llegó….desapareció.

    La pelirroja asintió, aun cavilando lo que acaba de suceder…. Escuchó los pasos de alguien tras ella y viró el rostro hacia atrás…

    -¿madre?... ¿sigues despierta?, ¿Qué sucedió?...se escuchaban voces…-

    -fue tu imaginación Haruna…vamos a dormir ya- la pelirroja más joven frunció el ceño, pero lo dejó pasar por esta vez y juntas regresaron a sus dormitorios…

    -bueno…-

    Aikawa mantenía, mientras tanto, la cabeza ocupada…pensando aun sorprendida…”ha sobrevivido…y le está buscando…pobre de quien se atreviese en su camino” sonrió de medio lado, tal vez extrañando la adrenalina de la venganza…

    .
    .
    .

    Continuará…
  14. .
    Hola, que bien va la historia, me ha gustado mucho :3
    Felicitaciones por tu primer fic, mira que ya hacía falta
    un fic de los mistake por aquí :D

    Suerte y espero puedas actualizar pronto.
    besitos de chocolate

    Misagi * *
  15. .
    Hola cómo están?¡, espero que bien :D, bueno, al parecer creo que me volví a tardar, lo siento…estaba en finales de cuatrimestre y los ensayos consumieron mi cerebro -.- …..De ante mano muchas gracias por comentar, de verdad que ponen muy feliz sus opiniones. Por ahora les cuanto que tendré solo 2 tristes semanas de vacaciones T.T, que por cierto pretendo aprovechar bien…así que esperen en este lapso la conty xD…Bueno de nuevo muchas gracias por sus ánimos y les comentó también que a partir del sig capitulo aparecerán pistas de un personaje anteriormente mencionado que aparecerá…hagan sus apuestas xDDD….jejeje ahora si después de tanto respondo comentarios…

    Anne onodera takano: Hola¡, gracias por comentar, jejeje siii eso pillines, ya sabrás las que se les va armar¡¡¡ :D…Akihiko derribará las defensas de Misaki muy pronto xD…verás lo que va a pasar con Hiroki en este cap…espero te guste la conty, besitos de fresa¡¡

    Melyoan: hola hola Mely, yo estoy muy bien gracias :3, jaja noo te despidas del drama todavía le queda un poquito…ya verás xD, verás también las reacciones de todo este lío con Hiroki y hablará Nowaki :P, jajaja… tendrás que tenerle un poco de paciencia al indeciso de Misaki…pero ya verá que caerá en las sexys garras de Usagi-san xD …espero te guste la conty Mely, abrazos y besitos de chocolate para tu¡¡¡

    Misagi * *





    Capítulo 47: “Lo mejor para Hiro-san”

    Lo que pasó después de aquella extraña y sorpresiva escena aconteció tan rápido que pocos reaccionaron de inmediato: como fondo sonoro principal se escuchó la caída de una charola llena copas de vino destrozándose y salpicando hacia todos lados, cortesía de alguna sirvienta que comenzaba servir, los gritos de todos culpándose una otros por el desmayado y embarazado castaño en brazos del menor, la servidumbre saliendo disparada hacia la sala común y por si no fuera apoco se escuchó otra voz dulzona irrumpir en la habitación:

    -¡padre, mami, ya llegué!

    Todos regresaron a ver al mismo tiempo hacia la entrada observando a la pequeña rubia que asimilaba lo que sucedía allí, ante la ahora silenciosa escena.

    -¿Qué sucede?... ¡¿nii-chan?!...

    La pequeña corrió hasta donde estaba el muchacho alto sostenido a su hermano.

    -Mikoto , cariño…cálmate- exclamó la mujer sujetando por los hombros a la pequeña.

    -¡no!…yo-

    -necesito un lugar donde pueda descansar- interrumpió Nowaki preocupado, cortando así la conversación, muy rápido la habitación de su oji-avellana le había sido indicado y los cuatro habían corrido hasta allá. Observó el rostro de su doncel deformado en una mueca incomoda y dolorosa…y solo le quedó sentarse junto a él, mientras mantenía de forma protectora su mano sobre el plano y cálido vientre de su hermoso doncel. La reina miró con asombro y ternura como el contacto del oji-azul relajó por completo el rostro de su “bebé”.

    …………

    El atardecer comenzaba colorear el cielo y la conciencia de cierto castaño empezaba a reaccionar. Abrió lentamente los ojos, parpadeando cuidadosamente por la tenue luz que se filtraba por la ventana de a lado, suspiró pesadamente, al sentir una revolución en su cuerpo, le dolía la cabeza y el estómago, pasó una de su manos temblorosas por su rostro, sintiendo al debilidad latente en su cuerpo. Al fin se abrieron sus ojos avellana divisando primeramente el borroso techo, desconociéndolo al principio y después recordando lo sucedido antes de que perdiera su conciencia. Frunció el ceño y gimió frustrado, enojado y quizás tal vez también algo decepcionado por el comportamiento de su padre…

    -¿Hiro-san?...¿cómo te sientes?

    La preocupada y suave voz que inconscientemente esperaba escuchar más en este mundo le dio la bienvenida a la realidad. Cuando al fin pudo enfocar con claridad su rostro y esos orbes azules brillantes e intranquilos se lanzó hacia el azabache, quien algo turbado lo encerró fuertemente entre sus brazos. Besó con cariño los cabellos castaños cuando sintió a su precioso doncel temblar y sollozar contra él.

    -vamos…todo está bien Hiro-san…ve…

    -nada está bien…vámonos- murmuraba el mayor entre hipidos aun en brazos del tritón y sollozando en su fuerte pecho. El menor suspiró y regresó a ver levemente hacia atrás donde se encontraban en la entrada de la habitación los padres del castaño mirando la escena con un gesto preocupado y exaltado, tal vez arrepentido…

    -c-cariño…¿irte?...¿ a dónde?- murmuraba la mujer aterrada de que su amado doncel quisiera tomar decisiones drásticas. Hiroki se despegó solo un poco de Nowaki para ver los ojos llorosos de su castaña progenitora y vio su tristeza reflejada en ellos. Su mirada viajó con rapidez y casi miedo al hombre rubio, que permanecía como una estatua al lado de su madre…y vio un sentimiento extraño en los ojos del hombre, uno que muy probablemente nunca había visto.

    -a casa…-respondió el oji-avellana menor bajando el rostro, evitando la mirada de sus padres. Suspiró lánguidamente para evitar lanzarse a llorar otra vez.

    - esta es tu casa…Hiroki- murmuró bajito el hombre, y su mirada seria y melancólica se encontró con la llorosa del castaño quien bajó la mirada deshaciéndose levemente del abrazo de su tritón y haciéndose un ovillo a un lado de la cama, provocando simultáneamente un silencio bastante prolongado…hasta que su voz temblorosa y casi apagada se escuchó como murmullo en el salón…

    -y-yo solo…no quería decepcionarte…

    Y aquella pequeña frase hizo mella en los 3 personajes presentes en la habitación. Neji abrió de par en par sus avellanas orbes y frunció el ceño antes de verse muchos pasos hacia adelante, enfrente de la cama en donde reposaba el doncel, más específicamente estrechando el rígido y sorprendió cuerpo de su castaño entre sus brazos…ante la mirada sorprendida y conmovida de los otros dos.

    -escúchame bien…-exclamó con voz ruda, pero bastante afectada el monarca- tu nunca me has decepcionado…- Neji inhaló prolongadamente antes de proseguir, separándolo por fin de su cuerpo para ver los sorprendidos y brillosos ojos de su hijo mirándole-…eres mi mayor orgullo Hiroki…te amo hijo…y nada cambiará eso, ¿me entiendes?-

    Hiroki había atinado a asentir repetidamente, mientras sorbiendo la nariz y con el rostro lloroso se unía en un nuevo abrazo con su orgulloso progenitor, abrazo en el que fue participe también la bella mujer castaña, quien lloraba igual o aún más que el joven doncel.

    “baya…pero si es la viva imagen de ambos” pensaba el risueño tritón admirando la escena. Aquello se alargó no más de escasos minutos en lo que se reponían cada uno…

    -¿y…mi bebé?- preguntó el castaño a sus padres, más bien para conocer que pensaban acerca de él. Sus padres se sonrieron tiernamente mientras tomaban sus manos. Hiroki pensó que había extrañado esa chispa traviesa y brillante que compartían las miradas cómplices sus padres y sonrió involuntariamente, el sin embargo, también miró con una sonrisa fugaz a su bello varón que mantenía una de sus manos en su hombro.

    -cariño… ¡estaremos locos por la espera de ese bebé!…- chillo enternecida y emocionada la mujer.

    -definitivamente, imagina eso Mitsuki- murmuró jubiloso el rey mirando a su mujer sonriente con porte orgullosa-…mi primer nieto…-

    La joven pareja sonrió…y Hiroki casi chilla de nuevo…

    Malditas hormonas…

    **************************************************

    El sol empezaba a asomarse tímido a través de las montañas que rodeaban la pequeña aldea de Riku, la habitación en donde descansaba la no-declarada pareja aún estaba levemente oscura debido a las gruesas cortinas que cubrían los enormes ventanales. Eran quizás las 6 de la mañana cuando el menor de ellos abrió lentamente sus ojos verdes encontrándose primeramente con el bello rostro durmiente del príncipe peliplata. Sus mejillas se sonrojaron al recordar la pequeña “clase” de anoche y nervioso y avergonzado se hizo un ovillo colorado entre las frescas sábanas. Casi enseguida regresó su atención al varonil rostro frente a él y sintió su corazón palpitar con fuerza…

    -por Kami…cálmate tú, loco- murmuró el sonrojado doncel tocándose su pecho con la palma de su mano, como temiendo que el mayor fuera a escuchar los latidos alocados; y sin pensarlo mucho extendió su tembloroso brazo hacia el rostro del mayor y con la punta de los dedos acarició el bello rostro, pasándolos por la blanca frente y los pómulos hasta detener el suave recorrido hasta los aterciopelados y delgados labios, los mismos que esa noche habían tocado los suyos…intensamente. Sus mejillas se sonrojaron y cerró los ojos.

    -¿m-misaki?-

    Abrió los ojos con rapidez y nervioso al encontrarse con los violetas ojos traviesos y curiosos mirándole fijamente. Misaki adivinó que el príncipe acababa de despertar pues aún tenía sus ojos un poco enrojecidos; trató de quitar rápidamente su mano “exploradora” del rostro de Akihiko pero este lo había sujetado y sonrojado hasta las orejas sintió como depositaba un tierno beso en la puntas de sus dedos. Todo junto con esa sonrisa muy suya.

    -¡n-no hagas eso!- chilló murmurando en una queja el castaño, sacando una risita del mayor.

    -me has despertado…-murmuró con un puchero bien fingido, haciendo un movimiento rápido para colocarse sobre el menor mirándole desde arriba, riendo cuando Misaki se sonrojó y desvió la mirada.

    -pues vuélvete a dormir…- exclamó el otro frunciendo el ceño aun todo colorado. Akihiko volvió a reír sujetando con sus manos las del avergonzado oji-verde cada una a lado de su cabeza. Ambos dejaron poco a poco sus anteriores expresiones. Akihiko dejó de reír y fijó su mirada en la esmeralda…Misaki enserió su rostro y miró fijamente los ojos violetas. Ambos mirándose fijamente…perdidamente. Akihiko vio a Misaki relajarse por completo y entregarse a la cómoda intriga que sentían al mirarse mutuamente y no pensó mucho para acercarse, primero vacilante y luego con decisión al rostro del menor y acariciar con sus labios los contrarios.

    Ante el tímido movimiento el oji-verde se sonrojó un poco y se permitió regresar el “gesto” presionando sus belfos contra los del mayor…quien al verse correspondió no dudó en perpetuar un beso en toda regla…Misaki consintió aquello, pasando sus brazos por encima del mayor, cuando este se acercó a él delineando con su lengua sus labios y sin pensarlo mucho dejó que el príncipe le invadiera por completo la boca.

    Sus pechos subían y bajaban agitados, y Misaki abrió sus piernas inconscientemente para el mayor se acomodara mejor.

    -M-Misaki…-murmuraba Akihiko al oído del menor, haciéndolo estremecer como hoja al viento -…te amo…-le murmuraba con cariño, al mismo tiempo de recorría con casi transparentes besos el cuello blanco del menor. Sus manos estaban unidas. Misaki gimió…

    Muy pronto los labios del mayor subieron de nuevo hasta los contrarios, dando un sutil roce como despedida…y con pesar, si…de ambos, se separaron. Misaki desenredó sus dedos de las sedosas hebras paleteadas. Akihiko lo miró intensamente…

    Después de algunos segundos el mayor habló…

    -¿Qué sucederá ahora?- preguntó el mayor, sin esperar precisamente la respuesta, mientras se recostaba tendido en el pecho del menor, quien casi por manía, volvió a enterrar sus dedos en los cabellos grises, mientras sus mejillas enrojecían.

    -n-no lo sé Usagi-san…- respondió mecánicamente mirando el techo como si fuera la cosa más importante del mundo. Bajó su mirada un poco encontrándose con la violeta que subió para encontrase con la suya. Sus mejillas seguían sonrojadas y su corazón latía desfasado.

    -Misaki…¿sabes que te amo?- preguntó coqueto. Misaki asintió avergonzado dando a entender que se dio por aludido. El príncipe sonrió- …¿y tú…me quieres?- preguntó cautamente , el menor desvió la mirada con premura, mientras balbuceaba algo casi inentendible…pero que hizo ensanchar la sonrisa del oji-violeta…

    -t-tal vez…-

    Estaba por intentar conseguir más “información”, cuando un grito potente acompañado de enardecidos golpes en la puerta interrumpió su línea…

    -¡¡¡AKIHIKO ABRE LA PUERTA AHORA MISMO O JURO QUE ME VAS A CONOCER!!!-

    Era Ritsu. Ambos se miraron con una ceja levantada y seguido miraron la puerta.

    -¡ AKIHIKO IDIOTA, DIME QUE NO HICISTE ALGO ESTÚPIDO!, ¡¡¡ABRE AHORA MISMO O TIRARÉ LA PUERTA DE UNA PATADA!-

    Ambos se volvieron a mirar y abrieron en demasía los ojos. Misaki se sonrojó tanto que Akihiko temió fuera a ponerse morado. Entonces se dieron cuenta de algo…Ritsu lo sabía…

    -¡demonios!...-murmuró el mayor, levantándose con rapidez- tendremos que inventarle algo…-exclamó susurrando

    -no cuentes conmigo…¡soy muy malo diciendo mentiras!…- exclamó el menor igual, todo sonrojado. Akihiko frunció el ceño.

    -¡¡¡AKIHIKO!!!-

    -¡corre, abre o tirará la puerta!- exclamó Misaki casi sacando de una patada al mayor de la cama, por lo que el príncipe casi se cae de cara al enredarse con algunas sábanas. Misaki reprimió una risilla al verle y solo atinó a enredarse rápidamente con las sabanas que encontró a la mano. Akihiko lo miró con una sonrisa antes de correr hacia la puerta…

    ……………………………

    Del otro lado de la puerta…

    Ritsu estaba a punto de patear la puerta cuando esta se abrió, y casi empujando al peliplata entró a la habitación, seguido de un somnoliento Masamune y un curioso Shinobu.

    -¿qué rayos haces tocando puertas ajenas a estas horas Ritsu?- exclamó Akihiko malhumorado. Bien, a actuar.

    -¿ves, amor?...te dije que no haría nada- exclamó interrumpiendo Masamune mas dormido que despierto recargado en el marco de la puerta. Akihiko levantó una de sus finas cejas.

    -¿pues qué te crees que andaba haciendo?- exclamó el peliplata.

    -pues…etto, realmente…-murmuraba el rubio un poco avergonzado jugando con los dedos índices de sus manos.

    -realmente creían que ibas a hacerle “algo” al pequeño Misaki...ya sabes… después de que ayer tomará esa extraña bebida afrodisiaca- exclamó como si nada Mune. Akihiko lo miró fijamente con su rostro más convincente de duda que encontró en su repertorio.

    -y…¿por eso tenían que venir todos?- exclamó cruzado de brazos.

    -hey…no me culpes…tenía que comprobarlo con mis propios ojos- exclamaba con el ceño fruncido Ritsu auto-invitándose a pasar para ver al otro oji-verde. Akihiko rodó los ojos.

    -yo solo tenía curiosidad…- se excusó Shinobu- a Miyagi no le importó mucho-agregó sonrojado Shinobu mas bien recordando que su novio había murmurado algo así como “déjenlos ser, seguro ahora sí que estarán más unidos”…

    -yo solo quería dormir…-murmuró Mune. Akihiko rio flojamente al adivinar que Ritsu lo había “obligado” a acompañarles.

    -¿y bien?- preguntó el peliplateado al ver como el oji-vede miraba “dormir” tranquilamente a un vestido y arropado Misaki.

    -está bien…por ahora- exclamó entrecerrando los ojos. Akihiko bufó, vio enseriar el rostro de su amigo castaño- ¿n-notaste anoche…qué pasó con…Misaki?- exclamó quizás algo preocupado. Akihiko dubitativo asintió lentamente.

    -solo al principio- comenzó- …ya sabes…me despertó cuando sentí que se movía mucho…cuando me di cuenta que estaba… gimiendo no tuve de otra que alejarme de él- murmuró algo avergonzado recordando cómo lo confundió con fiebre. Los donceles se sonrojaron y Mune prestó atención como si se le hubiera esfumado de repente el sueño.

    -¿y qué pasó después?- preguntó Takano entre curioso y pícaro. Akihiko fingió un perfecto bufido…

    -tú que crees…desperté más cansado de lo que me acosté…digamos que la bañera no es el mejor lugar para dormir- murmuró malhumorado, haciendo reír al resto…

    Después de la invitación- orden por parte de Ritsu de que se arreglaran pronto para bajar a desayunar y agradecer por el hospedaje para partir, por fin los tres chicos salieron de la habitación. Akihiko se permitió suspirar, recargado en la puerta cerrada mientras fijaba la mirada en los ojos sorprendidos de Misaki, quien apenas sus amigos se habían ido se había “desenvuelto” de todo el montón de sábanas.

    -¿y bien?- preguntó el mayor con una sonrisita. Misaki negó con un puchero marcado el rostro sonrojado lanzándole una almohada a la cara…

    *********************************************************

    Era cerca de medio día en el palacio de Sumi. Los grandes ventanales en la biblioteca estaban abiertos de par en par previendo de perfecta luz al concentrado lector y su apuesto acompañante sentados en el enorme sillón rojo en medio de la habitación. El doncel, que tenía ahora un grueso libro de pasta anaranjada, devoraba con entusiasmo libro tras libro, mientras tanto el mayor le observaba embelesado con una sonrisa.

    Después de algunos minutos el menor cerró el libro y lo dejó en la mesita de a lado soltando un enorme suspiro acompañado de una satisfecha sonrisa…

    -¡pues ya está el tercero del día!- exclamó emocionado recargándose en el pecho de su novio.

    -¿vas a leer otro?- preguntó el oji-gris con una sonrisa besando castamente la cien de su castaño.

    -no, tengo cosas más importantes que hacer- exclamó con una sonrisilla coqueta y sus mejillas sonrojadas; seguido dio un piquito en los labios de mayor - ¡vamos!- exclamó poniéndose tan rápido de pie tirando de la mano del varón que apenas se vio siendo jalado hacia la puerta para salir de la habitación.

    -¡espera Keiichi!- exclamó contagiado de una fresca risa del menor.

    Hace dos días que la reina Kaede, acompañada de Yura, habían salido hacia Kimo, específicamente a la ejecución de Sousuke, por lo que como lo había indicado la monarca ,Haruhiko se había quedado en Sumi para cuidar de sus donceles, mientras Yuki tenía que hacer un corto viaje a su reino a arreglar algunos asuntos, pues el rubio también había pasado ya mucho tiempo fuera de su hogar. El asunto de la memoria del oji-miel avanzaba con tortuosa lentitud a la par de que se acercaba con rapidez la fecha de la reunión con el Concejo en Usami…a estas aturas ya no sabía si era mejor o peor que apareciera Hiroki allí…mucho menos si iba solo…sin Akihiko. Sea como sea…casi todo dependía en la esperanza de que “la legión de Usami” llegara a tiempo…

    Haruhiko se le había pasado todo el día correteando con los hermanos donceles de arriba abajo por todo el castillo, “esos chiquillos sí que tienen energías” se repetía. Keiichi parecía feliz al convivir con su pequeño hermanito y Kioshi estaba que enloquecía tirándose a los brazos de su hermano, Haruhiko pensó que ese pequeño necesitaba mucho de su hermano…las cosas que vivió no se olvidarían fácil. Una vez que tomaron la merienda y acostaron al agotadísimo Kioshi en su habitación, ambos se dirigieron hacia la habitación de Keiichi. Haruhiko cerró la puerta mirando con un leve y nostálgica sonrisa a su novio, quien se encontraba recargado en el enorme balcón que daba al jardín trasero del castillo…Haruhiko se fue acercando lentamente a él, hasta que recargó su barbilla en el hombro del menor, quien sintió como el varón rodeaba su cintura con ambos brazos…

    -¿recuerdas algo importante en este lugar, Keiichi?- preguntó el mayor, suspirando lentamente el olor a miel del cuello de su doncel…este algo acalorado negó con la cabeza volteando a ver levemente hacia atrás.

    -no mucho…¡¿qué pasó aquí?!- preguntó casi emocionado por saber, al ver la sonrisa soñadora del mayor.

    -…aquí fue donde te pedí que te casarás conmigo- exclamó con un susurró. Keiichi le miró con una sonrisa tierna y sus mejillas sonrojadas, viendo la sonrisita nerviosa del mayor…seguro recordando el momento…pero el no pudo recordarlo…bajó la cabeza levemente.

    -seguro que fue increíble…-exclamó el menor con una media sonrisa. Haruhiko adivinando lo que pasaba por esa cabecita, le sonrió tomándole de las manos.

    -no tienes idea…fue un milagro que me entendieras…estaba tan nervioso que casi me ahogo con mi propia saliva- se burló de sí mismo haciendo reír divertidamente a Keiichi.

    -¡Seguramente te veías muy tierno!- aseguraba el oji-mie, picando al mayor uno de sus mejillas juguetonamente. Volteó a ver hacia al frente como recordando algo más…

    -fue una de las veces en que vi brillar más tu hermosa sonrisa- confesó mirando de nuevo el rostro, ahora sonrojado de su doncel -…estábamos tan felices…-murmuró sin deshacer el agarre de sus manos. Keiichi no pudo soportarlo y se aventó a los brazos de su príncipe, enterrando su sonrojado rostro en el fuerte pecho.

    -... ¿volverás a hacerlo, verdad?- preguntó murmurando, aun sin darle el rostro a su novio.

    -¿el qué?- preguntó curiosos el mayor

    -pedirme que me casé contigo…-

    Haruhiko sonrió, apretando ese pequeño cuerpo contra el suyo…

    -por su puesto…siempre-

    -¿y si todo sale mal?...¿y si la legión de Usami no regresa?...¿y si...yo?...-el menor preocupado levantó su mirada triste a su novio, quien tomó el blanco rostro en sus manos.

    -todo saldrá bien…ya verás…además… te juro que me aseguraré de que me digas que “si”- exclamó coqueto.

    Keiichi se sonrojó, dando un pequeño golpe el hombro de Haruhiko

    -baka…

    *****************************************************

    En Kamijou las cosas se encontraban un tanto más tranquila, sin embargo había bastantes cosas que discutir aun, por lo que en algún momento de la emotiva charla los dos reyes se voltearon a ver para después asentir…y después de un “muchacho, vamos, quiero hablar contigo” de Neji, Nowaki asintió, despidiéndose momentáneamente de Hiroki y de la reina, quienes al parecer tendrían otro tipo de charla…

    Nowaki se encontró con el hombre rubio afuera de la habitación, en el pasillo, algunos pasos más alejados de la puerta, y juntos caminaron hacia los enormes jardines del palacio, cerca del establo.

    -desde pequeños Mitsuki y yo tratamos de educar a nuestros hijos como mejor nos fue posible- empezó el hombre. Nowaki le prestó atención- Muy pronto nos dimos cuenta que Hiroki sería algo…diferente. Me refiero a algo mucho más que su condición de doncel; su intuición e inteligencia lo hizo sobresaliente en muchos aspectos…mucho más sobresaliente que el resto- Nowaki observó como el rey lo miró significativamente, el tritón estaba de acuerdo con ello…el intelecto de Hiroki era muy superior al de cualquiera que hubiera conocido antes.

    - me doy cuenta de eso…-

    -no entiendes- intervino el rubio con una sonrisa, recordando- él empezó a participar dentro de las estrategias de batalla del reino a las 11 años y estuvo a cargo formalmente de ellas a los 15- Nowaki se permitió abrir mucho los ojos realmente sorprendido- quizás el hecho de sentirse el responsable del reino fue un factor importante en la construcción de su peculiar carácter- el rey frunció el ceño, más bien pensando en que fue en gran parte herencia del suyo. Nowaki sonrió divertido.

    -si me permite decirlo, majestad, encuentro ese rasgo de su hijo uno de sus principales atractivos- exclamó divertido el joven tritón. El rey miró con una media sonrisa y una ceja levantada al muchacho.

    -¿ha si?-

    El menor asintió y prosiguió

    -Desde el principio me encontré cautivado su perspicacia y su “sutil” forma de encarar a las personas cuando algo no le parecía- comentó con gracia soltando una pequeña risa, acompañada de la risa de Neji- supongo que me enamoré de la seguridad que irradiaban sus ojos y de su valentía inquebrantable-

    -¿enamorado, he?-

    Nowaki asintió –ya lo había dicho, majestad. Amo a su hijo y por eso me veo en la necesidad de apropiarme también, con su permiso, de los problemas que sufre su reino, especialmente aquellos que tengan que ver con Hiroki directamente-

    Neji se sorprendió un poco y sonrió al chico. Esa decisión le gustaba.

    -sabes que nosotros no podemos hacer nada con respecto al matrimonio, ¿verdad?- preguntó con un rostro serio, casi triste el rey. Nowaki asintió, sin embargo.

    - lo sé. Nosotros no venimos acá a pedirles que resolvieran ese problema. Hiro-san es quien ha decidido venir hasta aquí antes de ir a Usami a enfrentar al Consejo- explicó Nowaki, Neji expresó en su rostro sorpresa, sabía de la tenacidad de Hiroki…pero eso…

    -¿debo entender que ustedes se han adelantado al resto?-

    -así debía ser. Los demás aún tenían un importante camino por recorrer, y nosotros otros asuntos que arreglar, incluyendo esta visita; después de todo, ahora que mi madre ha conocido a Hiro-san y nuestras intenciones seguro se va a negar que esté mucho tiempo lejos de Ayami- exclamó sonriente el tritón, dejando perplejo al rey.

    -¿hablas de los magos tritones de Ayami?-

    -así es señor- exclamó con su típica sonrisa inagotable el menor- soy el príncipe heredero de Ayami-

    Neji se permitió digerir aquello concienzudamente, intercalando su mirada de los perfectos jardines llenos de margaritas al apuesto joven a lado de él.

    -tu…también tienes un reino del cual hacerte responsable- exclamó algo distante.

    -así es. Hiroki y yo discutimos constantemente el destino que tomarán nuestros respectivos reinos con las decisiones que tomemos-

    -lo puedo imaginar, y hacerse cargo de dos reinos a la vez debe ser arriesgado y agotador-

    -lo sé, pero hasta ahora es la mejor idea que tenemos-

    El silencio se extendió por unos segundos más.

    -¿y si algo no sale de acuerdo a lo planeado?- preguntó el rey preocupado. Nowaki enserió su rostro y bajó la mirada significativamente. Neji lo miró expectante.

    -confiamos en que todo suceda como debe ser, si no fuera el caso…siempre elegiría la mejor opción para Hiro-san-

    El mayor no dejaba de admirar la determinación del sujeto frente a él, e inconscientemente recordó todas las veces que Mikoto le había “corrido” los pretendientes a su hermano y sonrió al recordar la sonrisa pícara de su pequeña. De alguna forma Mikoto sabía que esos muchachos no eran los “correctos”. Después de todo, Hiroki siempre supo lo que quería…

    -con que “Hiro-san” quiso venir primero aquí- exclamó sonriendo el rey, recalcando el sobrenombre que usaba el tritón con su hijo y fijó su mirada divertida en él. Nowaki rio un poco antes de contestar.

    -Soy 4 años menor que su hijo…esa es una de las razones- explicó levemente, guardó silencio y miró pacíficamente como el viento movía las pequeñas florecillas blancas de un lado a otro-…después de todo…supongo que Hiro-san siempre supo que ustedes lo apoyarían incondicionalmente-

    El rubio sonrió de lado cruzándose de brazos y prosiguió el camino de vuelta al interior del castillo…

    -vamos, mi hijo debe estar preguntando por ti- Nowaki le siguió, hasta que el mayor se detuvo por unos instantes y volteó hacia atrás mirándole con esas orbes avellanas orgullosas y una tenue sonrisa pintada en el rostro-por cierto…dime Neji-

    Nowaki sonrió….

    -de acuerdo Neji-san…

    *********************************************************

    A las 7 en punto todos se encontraban ya desayunando en el enorme comedor del palacio en Riku, en un extraño y ansioso silencio, al igual que la noche anterior el comedor estaba rebosante en manjares de todo tipo, bebidas, frutos y demás. Dicha escena era observada curiosamente por Shinobu, quien disimuladamente observaba las facciones del resto: Misaki parecía morirse de los nervios, Mune de sueño, Ritsu estaba ansioso a mas no poder…como si quisiera desentrañar el más grande secreto de la historia, Akihiko e Isaka-san estaban con una sonrisa que no se las quitaba nada y Kaoru-san y Miyagi…bueno, ellos no tenían expresión alguna en el rostro…

    Justo una hora y media después las ceremoniosas despedidas y agradecimientos dieron inicio. Tenían que partir lo más pronto posible. No podían permitirse retrasos…para su sorpresa los Asahina estuvieron de acuerdo con ellos…

    -muchas gracias de nuevo por su hospitalidad- agradecía Akihiko inclinándose brevemente hacia los monarcas.

    -no tienes que agradecer, nosotros encantados de ayudar a la causa- exclamó Asahina guiñándole discretamente un ojo al peliplata, quien abrió mucho los ojos expresando su sorpresa, Misaki, quien también vio la acción, solo volteó disimuladamente hacia un lado ocultando el intenso sonrojo en sus mejillas.

    -buen viaje - despidió Asahina

    -muchas gracias, Asahina-san- respondieron todos a coro antes de partir del extraño y pequeño reino.

    Casi iba a ser medio día cuando lograron regresar a la ruta principal que marcaba el mapa, el sol daba directamente en sus caras, pero iban tan recuperados, que no pusieron menor resistencia; y en charlas vagas continuaron su camino. Al final Ritsu dejó por la paz el asunto del “detective” y dejó que las cosas corrieran por su propio cause. Regresó su mirada esmeralda a su novio, quien caminaba con un rostro bastante serio mirando el mapa…

    -¿Qué sucede?- preguntó curioso el doncel. Mune chasqueó la lengua un poco antes de contestar, a esas alturas el resto se había acercado un poco también para or lo que diría el varón.

    -antes del atardecer estaremos llegando a nuestra próxima marca-

    -¿dónde es?- preguntó Shinobu

    -Ijir…-

    -¿qué es?- preguntó curioso Misaki

    -una zona extensa y rocosa…más bien montañosa…he escuchado algo de ellas…- hablaba Masamune sin dejar de caminar, los chicos le ponían extrema atención- dicen que es tan fácil de perderse allí que son conocida también como… las montañas laberinto-

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    Continuará…
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