Posts written by Misagi_ryuk

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    Hola Hola, como estas? :)

    Me ha llamado la atención tu fic, hace un rato que no me paseaba
    un poco por el foro de originales :P, es un principio bastante
    prometedor, ¡ya me gustaría saber como es que esos dos se
    relacionarán más!, esperaré paciente la continuación, suerte
    con tu nuevo fic¡¡

    Saludos

    Misagi * *
  2. .
    Hola Hola :3, ¡¿cómo están?!, espero que bien. Pues bien , ahora después de mis recientes tardanzas, estoy tratando de agilizarme un poco :P, muchas gracias por leer y por comentar saben que los quiero mucho a todos, temo que he tenido serios problemas con la inspiración, pero realmente espero salir ya de este pequeño bache jijiji…bueno ahora si después de tanto tiempo, respondo comentarios, Muchas Gracias a todos, espero les guste el capítulo y les dejo muchos besos de pay de queso y fresa a todos¡¡¡ :D



    Anne onodera takano: Hola gracias por comentar, siento que hace tanto que no respondía comentarios :( , me alegra que te baya gustando cómo va el fic, ya verás lo que pasa con Misaki y por fin un poco de lo que lo asustó tanto con las sirenas, espero te guste el nuevo cap, de nuevo gracias por tu apoyo, espero nos leamos pronto, besitos de chocolate¡ :3.

    Yûko-chan: Hola Hola ¿Cómo estás?, gracias por comentar, jajaja y gracias por tenerme paciencia con las actualizaciones: P supongo, que bueno que te haya gustado cómo va la historia, ya verás lo que hará Misaki, espero traer pronto la conty, cuídate, besos de mandarina para tu¡¡¡

    Melyoan: Hola Mely, gracias por comentar, me lagra te haya gustado como va la historia, jajaja si la resistencia de Haruhiko es impresionante, ya verás lo que sucederá con Misaki y Akihiko, y bien a petición tuya te traigo este cap con bastante de Hiroki xDDD, muchas gracias por comentar, espero leerte pronto Mely , abrazos de oso y besitos de mango¡¡¡

    Misagi * *







    Capítulo 43: Un final alternativo




    Era una tarde tranquila a las orillas de aquél río tan conocido; la corriente arrastraba tranquila la cristalina agua, el viento fresco recorría las grandes copas de los árboles, y hasta algunas avecillas entonaban dulces melodías. En una de las ramas más gruesas de un magnifico árbol de copa frondosa se encontraba recostado nuestro tranquilo y pensativo castaño. Mantenía una sonrisa nostálgica, mientras con los ojos cerrados recordaba ciertos “sucesos” que habían acontecido hace algunos años ya…

    //Flash-Back//

    -¡Mikoto, ¿dónde has dejado mi cepillo?!-

    Un castaño enfurruñado, con el ceño fruncido, a medio vestir y con el cabello alborotado, salió corriendo algo apurado de su habitación, dando grandes zancadas para dirigirse a la de cierta rubia traviesa de exactos 6 años; mas desistió de su tarea tan pronto razonó que no podría hacer nada contra su pequeña hermana, por lo que cambió de dirección y entró empujando a puerta de la habitación que compartían su padres; y con total madurez de un perfecto y educado doncel de 20 años se plantó en la entrada…

    -¡mama, Mikoto me ha escondido de nuevo mi cepillo, dile algo!- exclamó casi zapateando y con un lindo puchero en el rostro. La mujer, que se encontraba sentada frente a su tocador, recogiendo su cabello castaño en una moña alta, regresó a ver con una sonrisa tranquila a su desaliñado doncel y poniéndose de pie se acercó lentamente.

    -Mikoto, cariño… ¿Qué te he dicho sobre entrar a la habitación de tu hermano si no está?- regañó suavemente a su niña, quien al parecer se escondía tras una cortinas. Hiroki frunció el ceño viéndola sonreír traviesamente.

    -lo siento mami, no volverá a pasar, lo siento nii-chan- exclamó con una sonrisa pícara la rubia de grandes ojos avellana.

    - ya ésta- exclamó la mujer con una sonrisa radiante, como si hubiera dado la solución a la vida misma.

    -¡p-pero… mamá!, ¡necesito el cepillo ahora!- refunfuñó el doncel agarrando entre sus manos sus desorganizados mellones castaños. La mujer rio un poco con ternura y le acarició la mejilla suavemente.

    -pero si te vez adorable-

    -¡mamá!...no quiero verme adorable - hizo un puchero cruzándose de brazos- la fiesta comenzará en unos minutos y yo aún no estoy listo- exclamó enfurruñado.

    -eso parece, además, sería muy extraño que el cumpleañero no bajara a su propia fiesta, ¿no?- sonrió mientras pasaba el “mencionado” cepillo a su hijo, que seguramente, previamente ya había hecho a la pequeña Mikoto entregarle.

    -Qué más quisiera- murmuró el castaño.

    -Vamos, cariño, anímate un poco, quien sabe, quizás suceda algo interesante- apremió la mujer con una sonrisilla cómplice, más bien “metiche” solía decir el castaño, pues intuía que su madre se refería al constante acoso que había tenido de algunos varones, más recientemente desde que su madre lo había presentado hacía dos años ante sociedad, mas por tradición que por gusto, claro.

    -n-no lo creo- exclamó sonrojado, y salió rápidamente de aquella habitación.

    Cada año el rey Neji organizaba una gran fiesta de gala co motivo de la celebración del cumpleaños de su muy bello y querido doncel, en la que obviamente eran invitados personajes de realeza, la corte y en general de títulos de nobleza y personas en posición económicas…”estables”; sin embargo era el mismo Hiroki el que disfrutaba menos , y es que desde muy pequeño le había dedicado a ese tipo de fiestas un “amor- odio”, detestaba estar rodeado de tanta gente que ni siquiera conocía.

    El castaño, bastante más presentable, salía con prisa de su habitación para dirigirse, ahora sí a la de su pequeña hermana, mientras miraba con recelo su vestuario “incompleto”, un kimono de color azul con adornos plateados…

    -¡Mikoto!... ¿sabes dónde está el obi de mi…?...- Hiroki se interrumpió su pregunta al levantar la vista y encontrarse con un muchacho de ojos negros y profundos al igual que su cabello corto, un varón que le miraba con la atención más instante que hubiera visto alguna vez, Hiroki por inercia había retrocedió un paso, mientras apretaba su puño cerrando la abertura de su kimono…

    -¿qué haces tú aquí?, no tienes permitido subir, la fiesta es abajo- exclamó serió, mas sintió un escalofrío al observar la sonrisa de su interlocutor.

    -me disculpo majestad- exclamó con una sonrisa extraña- pero no había nadie en los escalones, supuse…que…-

    -pues has supuesto mal, te pediré que abandones este piso y te retires, por favor- exclamó el oji-avellana, tratando de mantener la calma, sin embargo el muchacho había ignorado aquella y dio un paso hacia él, tomando su muñeca con premura…

    -Hiroki-san, por favor, quisiera…-

    -no te atrevas a llamarme por mi nombre, yo a ti no te conozco, ¡s-suéltame!-

    Sin querer aquello había sonado bastante mal, una preocupación le había comenzado a invadir y cuando menos se lo esperaron unas saladas lágrimas invadía su vista. Aquél grito había ocasionado que la dueña de aquella habitación se apresurara a abrir.

    -¿nii-chan, que sucede?- exclamó con su inocencia mirando a las dos personas fuera de su habitación, más las lágrimas de su hermano la habían puesto curiosa -¿has lastimado a mi hermano?- le preguntó la niña al varón presente, al ver también que este no soltaba a su hermano-suéltalo, ¡no ves que le duele!- exclamó creyendo esa la razón…el chico obedeció de mala gana susurrando un “mocosa…” y mirándola con ojos fieros…

    -no te metas en asuntos que no te importan- exclamó con el rostro terriblemente aterrador, la niña atinó a esconderse tras su hermano, quien no decía nada.

    -y tú no te metas con mi familia…- escuchó la voz grave y amenazante de otro varón, el primero se alejó algunos pasos del doncel para voltear a ver hacia atrás,

    -¡Masamune-nii-san!- exclamó la pequeña corriendo a abrazar por la cintura al recién llegado, quien afilando la mirada fulminó al muchacho que estaba allí, eso definitivamente bastó para que desistiera de su cometido – él ha hecho llorar a nii-chan- acusó con ceño fruncido la pequeña. Mune pareció imitarla enseguida.

    -¿qué has hecho qué?- preguntó terriblemente serio, el hombrecillo pareció temblar ante aquello, mas no dijo nada.

    -Mune…-llamó suavemente Hiroki al fin, sus ojos cafés entonces dejaron de irradiar furia.

    -lárgate ahora mismo, si no quieres que los guardias te arrastren a la salida- exclamó empujándole hacia las escaleras, el muchacho ni flojo ni perezoso bajó endemoniadamente…Mune apostaría a que salió directamente del castillo - ¿estás bien?- exclamó esta vez hacia Hiroki, este atinó a abrazarle y a asentir, y una vez con el obi puesto los 3 bajaron a la fiesta.

    -…y entonces…yo salí y nii-chan estaba llorando…seguramente le dolía porque lo estaba sujetando con fuerza- exclamaba azarosa la niña, platicando todo a Mune, quien la escuchaba con atención - ¡¿que se cree?!, ya lo he decidido, Masamune- nii-san- exclamó seria la rubia.

    -¿el qué?- preguntó curioso el príncipe de Marukawa- La decidida infante puso sus manos en la cintura y pronunciaba sin titubear.

    -¡no dejaré nunca que un chico se le acerque a nii-chan!!-

    Aquello había hecho reír a Mune, y Hiroki le fulminó con la mirada.

    -esta chica sí que me cae bien, he- exclamó dándole un golpecito de broma en el hombro al sonrojado doncel.

    -deja de decir tonterías Mikoto- regañó Hiroki avergonzado.


    Mas aquello había sido todo menos una broma, pues para bien o para mal, le pequeña rubia había cumplido aquella “promesa” y tan pronto veía a un pretendiente con “malas” intenciones dirigirse a su hermano, el pobre era víctima de sus, para nada agradables, travesuras. Hiroki tenía que admitir que aquello en muchas formas le divertía, le enternecía y le agradecía bastante a la chica; muy al contrario de su padres que desaprobaban aquella actitud…mas ¿que podían hacer?...extrañamente Mikoto acertaba con cada uno…pero ¡por favor!, hasta el gruñón oji-avellana tenía que admitir que algunas “bromitas” quedarían grabadas en la historia…si aún recordaba al pobre chico que empapado hasta las ideas salía enfurruñado de la fuente de agua que estaba en su jardín, o aquél que salió corriendo despavorido , cuando Kiku, el perro de caza de su padre le persiguió hasta la salida del reino…


    //Flash-Back//

    -¿Hiro-san?-

    -Nowaki, ¿Qué sucede?- el castaño había despertado de aquél buen recuerdo y fijó su mirada hacia abajo observando los ojos preocupados y sorprendidos de su novio. Le sonrió tímidamente e hizo amago de querer bajarse tambaleándose entre las ramas…

    -No debiste subir tan alto, podrían lastimarse…-mencionó con una sonrisa. Hiroki casqueó la lengua avergonzado por las atenciones y cuidados que tenía el oji-azul con él y su futuro hijo. Mas en un descuido resbalo…

    Solo atinó a cerrar los ojos, sin embargo jamás sintió el suelo; en su lugar sintió los brazos de su tritón envolver su cuerpo.

    -Ouch…menos mal…te tengo- escuchó decir a su príncipe, abrió los ojos y se vio sano y salvo sobre el cuerpo de su amado quien le tenía aun sujeto aun por la cintura-Hiro-san…-murmuró con un puchero adorable- ¿qué hare yo si se hacen daño?- exclamó incorporándose un poco aun con su doncel sobre él, rozando suavemente sus labios con el sonrojado y arrepentido castaño, quien le devolvió con lentitud un casto beso.

    -lo siento…- exclamó como niño regañado bajando su mirada apenada, para seguido reanudar una espléndida sonrisa sujetando los hombros del azabache, quien sonriente y ya algo acostumbrado por los constantes cambios de humor de su oji-avellana, que por cierto adoraba – estaba recordando algo…sobre mi hermana- explicó riéndose un poco en el proceso.

    -¿y de que se trataba?-
    -e-ella verá que le he encontrado- sonrió el castaño con media sonrisa.

    -¿el qué?- preguntó curioso Nowaki imitándole y poniendo atención a lo que su pareja diría.

    -a la persona correcta- exclamó susurrando muy suavecito, mientras escondía su rostro sonrojado en el pecho de su amado. Nowaki sonrió sintiéndose rebosante de alegría y amor, mientras llevaba casi inconscientemente sus manos al vientre apenas levemente abultado de su castaño, quien se estremeció por la sorpresa y la calidez extrema que irradiaba su novio- Mikoto se pondrá loca cuando se enteré que será tía- bromeó entre lágrimas de felicidad y tal vez…ansiedad.

    -seguro, todos lo harán- comentó el oji-azul- en una semana- recordó el menor. Hiroki había levantado el rostro entonces asintiendo a aquello con algo más de seriedad…solo una semana más y tendría que enfrentar no solo la noticia de su embarazo con sus padres sino también la “plática” con el Consejo en Usami.

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    -¿dónde está Akihiko?- preguntó Miyagi…los chicos indagaron lo peor…


    -maldición… ¡no se metan conmigo!- gritó Misaki; el movimiento no cesó ni un poco y en cuanto tomó un gran respiro y resignado a que en la “superficie” no iba a lograr ayudar a Akihiko, se lanzó a las profundidades del lago con los ojos cerrados…”joder…debo de estar loco”…



    Misaki sintió la helada agua calar sus huesos y el corazón latir desesperado y desbocado, sin embargo sintió mucho más importante el hecho de que Akihiko estaba a punto de ser “devorado”. Abrió los ojos, sintiendo el penetrante dolor del agua quemarla las pupilas, mas no desistió y poniendo a prueba sus, no tan buenas, cualidades de nadador pataleo y manoteó para sumergirse más en aquél ridículamente profundo lago. Sentía el ardor en sus pulmones y frunció el ceño comenzando a desesperarse, cuando justo frente a él observó cómo dos sirenas jaloneaban el cuerpo medio- perdido del peli-plata. Parecían discutir sobre algo…su corazón dio un vuelvo, viendo a oportunidad de intervenir…no sabía cómo, pero una extraña fuerza se había apoderado de él y recordando la pequeña daga que le había regalado Asuka antes de partir , hurgó entre sus ropas hasta dar con ella, empuñó con mano temblorosa el artefacto y se acercó con torpes movimientos allá…

    Una de las sirenas le miró con furia en sus saltones ojos y dando revoloteos aleatorios y desquiciados emitió un grito feroz.

    -¡Gaaaaa!- un grito agudo y salvaje hizo paralizar su cuerpo y tapar sus oídos, tan pronto aquél ruido ensordecedor finalizó se vio rodeado de una infinidad de esas harpías, quienes furiosas evitaban punta de zarpazos con las afiladas agarras de su manos, que se acercara más a su “cena”. Misaki agitaba una y otra vez la cuchilla filosa, pero no hacía más que alejar a la vez por unos segundos, desesperadamente y con los ojos llorosos observaba a lo lejos como el peli-plateado apenas mantenía abiertos sus ojos, totalmente inmóvil y con la boca levemente abierta, señal de que definitivamente ya no contenía aire en sus pulmones…no faltaba mucho quizás para que sse ahogara…y era muy probable que el tuviera el mismo fin…sentía que los pulmones ardían…ya no tenía aire. Luchó arduamente, desesperadamente, cuanto pudo para acercarse a como diera lugar al príncipe, pero ellas no se lo dejaban tan fácil…

    “Usagi-san”

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    Fuera del agua estaban los otros cuatro chicos, 3 de ellos con el corazón en la garganta de la preocupación, ya les parecía una eternidad el tiempo en el que ellos habían permanecido bajo el agua. Ritsu estaba como loco que se aventaba al agua de nuevo…ellos…tenían que estar bien, trató de jalar aire hacia sus pulmones de nuevo, al mismo tiempo que temblaba, ya no sabía si de frío o de los nervios. Shinobu estaba un poco más atrás que Ritsu, observando con gravedad la balsa, o lo que quedaba de ella, flotando totalmente destrozada. Miyagi también estaba atento a lo que sucedía, mientras trataba de hacer reaccionar al desmallado Masamune.

    -Misaki…- murmuró el rubio, todavía con shock de ver al castaño doncel lanzarse al agua-…no pensé que lo fueras a hacer- murmuró…”he subestimado tus sentimientos”…

    -ya ha pasado mucho tiempo…-exclamó con congoja el oji-esmeralda.

    -no han de tardar, no pierdan las esperanzas- animó Miyagi, con el rostro compungido.

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    Al fin pudo sujetar la muñeca de aquél varón “impertinente” y sintió que ese había sido el mayor logro de su vida. Admiró un poco más el serio y atormentado rostro del oji-violeta, a pesar de que se estaba volviendo una tarea difícil en ese momento, pues aquellos seres de pieles verdosas no desistían de querer separarlos. Miró una vez más ese atractivo rostro y sintió de nuevo aquella sensación en el pecho, juró que de no estar los suficientemente desesperado y pálido por el helada agua, hubiera estado más sonrojado que una manzana en plena temporada. De pronto recordó aquella visión que las ninfas le habían hecho pasar en su mente y no pudo evitar soltar las lágrimas que se diluyeron en el agua de aquél río, rogaba de todo corazón que aquella “predicción” no se hiciera realidad…claro que se podría solucionar todo, sonrió amargamente…

    “Usagi-san tiene que volver a Usami cuanto antes”

    -¡Ya no podrás hacer nada por él, LARGO!- berreaban las horrendas criaturas sujetando a Akihiko por los brazos para alejarlos del agarre que Misaki resistía tratando jalarlo hacia arriba.

    -“lo intentaré”…-

    Juntó sus labios entre abiertos con los el príncipe.

    Y sopló cuanto pudo para pasar el poco de oxígeno que quedaba. “Vuelve Usagi-san, te necesitan”…cuanto más lo intentaba más lágrimas salían de su ojos…”vuelve, ¡por favor!...

    //Flash-Back//

    Misaki trago saliva y retrocedió unos pasos al ver a la ninfa de agua tan cerca de él, mirándole tan insistentemente, y se perdió, sin querer, en los ojos azules transparentes de la no- humana. Un frío intenso lo había invadido de inmediato y su rostro se volvió incomparablemente serio…como si esos ojos intensos estuvieran a punto de revelarle la verdad más grande del mundo.

    ………..

    Tuvo un intenso momento de oscuridad, para después verse en un lugar que definitivamente no era el bosque de las ninfas, con curiosidad extrema observó el suelo en donde estaba parado eran baldosas brillantes de colores azulados, a su alrededor una magnifica decoración en lo que parecía ser el salón principal de fiestas…un momento, el conocía ese lugar…¿Usami? ; una encantadora melodía proveniente de una pequeña orquesta inundaba el lugar, observaba como sirvientas iban y venían de la cocina cargando una infinidad de comida, postres y bebidas para llenar unas larguísimas mesas, todo parecía tan elegante y rebosante de felicidad, todo menos las personas…¿Qué sucedía?. Dos personas pasaron a su lado, Misaki se sorprendió de que no le vieran…pero prefirió no pensar en eso y seguir observando… ¿Qué sucedía allí?

    -Mina, ¿cree que esta vez Hiroki-sama si nos acompañe durante la gala?- preguntaba en voz bajita y con cara de preocupación un hombre de una edad algo ya avanzada, la mujer a su lado negó con tristeza, mientras trataba de seguir con su encomiendo de revisar que todo fuera bien con la puesta del buffet, Misaki intuyó que se trataba de una ama de llaves…¿Hiroki había dicho?...¿qué hacía Hiroki en Usami?

    -no lo creó Kimu-san- negó la mujer tristemente, después miró hacia los lados cerciorándose de que no había nadie cerca, como si fuera a decir algo que tenía que mantenerse en secreto, Misaki no pudo evitar acercarse más para escuchar, aprovechando que no lo “podían ver” – anoche que fui a su habitación a llevarle la cena, lo encontré…llorando…de nuevo ¿sabes?, no sé cuánto tiempo vaya a resistir, cada vez lo veo más triste, no ha sido el mismo desde aquél día…-murmuró la mujer. El hombre asintió a aquello. El oji-verde se sorprendió ante aquello… ¿Qué día?...¡¿Qué había pasado?!

    -nadie lo ha sido, Mina- exclamó como entrañando algo lejano el canoso hombre- espero que pueda resistir…por ella, por esa niña…solo kami sabe que será de ella si él le llega a faltar-

    Mina lo vio con una mueca.

    -¡no sea imprudente!, ante los ojos de todos sabes que esa niña es hija “legitima” de Haruhiko-sama, es obvio que tuviera el amparo de su “padre”- regañó en un murmullo la mujer. El mayordomo asintió tristemente.

    -ya sabes que en ese tiempo, el padre de Hiroki-sama, en paz descanse, Neji-sama, no tuvo otra elección más que apresurar todo lo que pudo ese matrimonio- la mujer pareció recordar algo muy triste- había muchas personas confiando en ese muchacho…Misaki-san, aquél que iba a traer a Akihiko-sama de vuelta…nunca nadie se imaginaba las tristes noticias con las que llegaron Ritsu-san y Miyagi-san- exclamó permitiéndose derramar unas lágrimas solitarias.

    -ya Mina, tienes que olvidar eso, lo que nos queda es el presente, nada más…- consentía el hombre.

    Misaki entró en pánico…¿qué?...¿qué había pasado?, ¿no llegó Akihiko?...¡¿solo habían llegado Ritsu, Miyagi y Hiroki?!...¡¿y los demás?!...¿y él?....

    No pudo seguir pensando pues una voz, acompañada de unos lentos pasos interrumpieron sus pensamientos e instintivamente regresó a ver hacia arriba, donde por las escaleras bajaba alguien muy conocido por él…

    -así es, solo existe el presente. Les agradeceré que dejen de hablar de mí a mis espaldas- exclamó el recién llegado fríamente, los dos personajes pertenecientes a la servidumbre asintieron apenados y se retiraron rápidamente a sus puestos-

    Misaki observó con una mezcla feroz de sentimientos el rostro fino, pulcro…pero también triste y devastado el rostro de aquél príncipe que había considerado su amigo. Sus ojos avellana parecían cansados e hinchados, según la mucama era por que lloraba a diario. Sintió su corazón apretujarse de pura pena…¿entonces…si se había casado con Haruhiko?...y entonces…¿Qué era de Nowaki-san y de Keiichi?...La vergüenza y la tristeza dentro de su corazón se multiplicaron. El rostro de Hiroki se contrajo en un marcado ceño fruncido; Misaki había admirado también como llevaba el cabello castaño un poco más largo sujetado por una trenza corta, también observó con admiración y sorpresa la preciosa carga que llevaba en sus manos…era una niña, de aproximadamente dos años de edad, con cabellos castaños y ojos profundos y azules claros, como aquél río en el que habían conocido a…¡Nowaki-san, claro, él era el padre de esa niña!...

    Misaki entonces se permitió llorar amargamente, mientras sollozaba muy fuerte, apenas pudiendo ver que el castaño también derraba lágrimas al mismo tiempo …¡¿qué pasaba allí?!, ¡¿Qué era todo eso?!...¿Hiroki y Haruhiko casados?, ¿el padre de Hiroki muerto?, ¿Qué había pasado con los demás?, ¿qué con Keiichi y Haruhiko?, ¿Qué con Akihiko y él mismo?... ¡¿Qué pasaba allí?!...¿eso era el futuro?...¿era lo que pasaría si fallaban?...¿por qué lo estaba viendo, por qué las ninfas le estaban mostrando eso?...¡el no quería verlo!, ¡el quería regresar ya a la realidad y dejar de ver esas crueles imágenes!...

    -¡Quiero irme!, ¡quiero volver!- exclamaba llorando, mientras cerraba los ojos y se sujetaba fuertemente la cabeza, no podía dejar de mirar al Hiroki con la chiquita en brazos mirando por un enorme ventanal hacia el horizonte y murmurando algo que aunque no escuchó sí que pudo leer en su labios: “Nowaki”…

    -¡quiero volver!- exclamó devastado Misaki de nuevo…y sintió la oscuridad, ahora relajante, envolverlo…

    …..

    Al regresar los brazos de Akihiko fueron los primeros en darles la bienvenida, y lo había disfrutado bastante…

    //Flash-Back//

    -“tienes que volver”…-rezaba Misaki contra los labios de un inconsciente Akihiko, aturdido como estaba, empezó a ver borroso, sus pulmones estaban secos…ya no podía dar más de él a ese varón que decía amarle…intentó sonreírle un poco pero no lo logró…y cuando estaba punto de cerrar sus ojos, observó los violetas abrirse lenta y cansadamente….entones si que sonrió, cerró los ojos sintiendo como sus brazos dejaban de aferrarse al príncipe y como la daga con el emblemático escudo de Usami se perdía en las profundidades de ese río…
    .
    .
    .

    Continuará…
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    Hola otra vez Rose :3¡

    Me ha fascinado ajaja, esta es una de mis parejas preferidas *.*, los amo
    que hermoso describiste el proceso, me fascinan estos finales felices y
    los bebés en los fics son tan tiernos¡¡ :D (yo me lo imaginé igualito a Shinobu
    con esos ojazos xDDD)

    Cuídate, nos leemos luego¡

    Besos de mandarina xD


    Misagi * *
  4. .
    Hola¡¡¡

    Oye¡, que buen fic te has aventado¡¡ :D
    me ha gustado bastante la temática de la boda¡¡ :3
    alucinante le lemon de los románticos, owo qué detalle Miyagi¡¡¡
    me morí jajajaja...paciencia Hiro-san, pobre no lo dejaron dormir¡¡ :D

    Muy buen fic, espero leerte pronto...
    Besitos de fresa :P

    Misagi * *
  5. .
    Etto .-. ….. Hola?...

    Bien, lo he vuelto a hacer <.<….Siento mucho la tardanza de nuevo T.T, pero se me han juntado muchas cosas, viajé a mi ciudad natal, no tuve internet todo el mes, estuve trabajando y arreglando las cosas para mi nuevo curso u.u y mi inspiración estaba por los suelos .-., de verdad que mis pocos momento de “iluminación” escribía lo que se me ocurría en donde encontraba <.< (si supieran lo que pasé transcribiendo una parte del fic de una servilleta de papel xD). En fin, MUCHAS GRACIAS por leer, mi está muy agradecida con ustedes , y por los que comentan también los quiero un montón¡¡¡, ahora para recompensar mi tardanza les dejo un capitulo algo larguito :P, espero les guste. Trataré con mi alma terminar esta la próxima conty a tiempo xD…

    Saluditos y besos de manzana verde especiales para: Anne onodera takano y Melyoan


    Misagi * *




    Capítulo 42: “La villa de Meire”


    Al día siguiente se despertaron muy temprano y continuaron con su camino; aunque esta vez Shinobu y Misaki se habían sumido en una extraña conversación, Ritsu caminaba junto a Akihiko y Mune con Miyagi. Muy a su pesar, Ritsu permanecía curioso y hasta cierto punto intranquilo por lo que pudiera haber acontecido entre Misaki y Akihiko la noche pasada, pues la “extensa” conversación que había mantenido con Misaki no le habían dejado muy sosegado…

    //Flash-Back//

    Pasó cerca de una hora desde que los 6 chicos se habían separado para ir a buscar lo encomendado. Los primeros en llegar al punto de reunión fueron Miyagi y Shinobu, seguido de Mune y Ritsu…esperaron algunos minutos a los otros, sin nada más interesante que hacer que prender una fogata y platicar un rato sin intentar sacar a escena el asunto de la “pareja” faltante. Aquél ambiente se tornó silencioso y nada más que las miradas llenas de palabras cruzaban de una persona a otra…

    -¿crees que…?- el comentario que había comenzado Shinobu se quedó inconcluso cuando vieron aparecer a Misaki. Extrañado lo vieron llegar casi corriendo y con la cabeza gacha. Fue Ritsu el que se puso de pie primero.

    -Misaki… ¿sucede algo?- preguntó cauteloso y preocupado. El aludido dio un saltito algo exaltado cuando sintió como el mago lo sujetaba levemente por la muñeca, y sin poder evitarlo levantó el rostro para mirarle. Arrepintiéndose casi enseguida. Todos los presentes habían notado con sorpresa como Misaki tenía sus ojos rojos e hinchados, muestra de que había estado llorando… ¿Por qué?...

    -¿seguro que estás bien?- preguntó esta vez Shinobu levantando una de su finas cejas rubias. Misaki asintió casi desesperado sin ser capaz de mirar a ninguno por mucho tiempo a los ojos.

    -¿de verdad?... ¿Akihiko tiene que ver? ¡Si fue así lo reñiré!- aseguró Ritsu achinando los ojos. Misaki había sentido su rostro arder al escuchar le nombre del príncipe, más lo único que pudo hacer instantáneamente fue negar como un maniaco- ¿Quieres que hable con él? – preguntó de nuevo.

    -¡N-NO!- gritó casi por inercia, el resto frunció el ceño extrañado- digo…no Ritsu, gracias no es necesario, Usag…¡digo! …Akihiko-san solo…esto, yo solo iré por allí- exclamó algo apresurado, mientras dejaba la ánfora en los brazos del mago. Los chicos extrañados solo le vieron perderse de la vista por un rato. Segundos después apareció Akihiko con el rostro levemente serio. Fijó sus ojos violetas en los 4 pares de ojos que lo miraban curiosos…

    -¿qué?- exclamó, mientras dejaba en el suelo la leña que había recogido.

    -cómo si no lo supieras- refutó Ritsu, el príncipe volteó los ojos sonriéndole levemente – en fin…iré a ver que Misaki no se aleje tanto…luego hablo contigo- advirtió a su amigo acusadoramente quien levantó las manos en signo de derrota.

    Como era de esperarse Misaki no dijo nada más; mucho menos Akihiko, cuando le preguntó después. Al final cada quien fue adormir por su parte, pues tenían que preparase para la misión que venía.

    //Fin Flash-Back//

    Ritsu movió su cabeza de un lado a otro para dispersar esos pensamientos. Solo esperaba que Akihiko no estuviera haciendo alguna tontería con ese niño. Fijó la vista enfrente de nuevo cuando escuchó la voz del rubio “dragón” hablarle…

    -ya llegamos- le anunció Shinobu, el oji-verde le miró con gracia apreciando como el menor de todos fruncía el ceño sin despegar su vista del nuevo bosque que se mostraba frente a ellos. Los arboles no eran tan altos, pero sí bastante frondosos, había diversidad de plantas y flores de todos los colores y tamaños. A lo lejos se podían escuchar el canto de las aves y el viento corría fresco, moviendo las pobladas copas de los árboles.

    -se escucha demasiado tranquilo- expuso Miyagi elevando una de sus cejas. Los chicos asintieron a ese comentario.

    -ese es el problema- expuso Shinobu, quien conscientemente se aferró al brazo de su novio. Y juntos los seis se adentraron en el bosque; sin embargo a medida que se internaban más podían escuchar voces, cantos y risas acompañados de sonidos de tambores y flautas, todo como un murmullo, pero ruido al fin,

    -¿estarán festejando algo importante?- preguntó curioso Misaki.

    -no exactamente- respondió Ritsu – ellos festejan todo el tiempo, es algo natural para ellos, hacen fiestas cada día y noche-

    -¿ellos?- preguntó Akihiko curioso.

    -sí, sátiros -respondió Shinobu. Todos fruncieron el ceño, especialmente los magos. Cautelosos, siguieron avanzando, lo mejor era dejar ese lugar lo más rápido que pudieran, tan solo tenían que cruzar el lago que atravesaba esa “detestable” villa y podrían seguir sin problemas…

    -…- Misaki regresó a ver hacia un lado cuando escuchó un murmullo.

    -¿dijiste algo?- preguntó a Shinobu, el rubio le regresó una mirada confundida y levantando una ceja.

    -no- respondió corto. Misaki frunció el ceño. Realmente había escuchado algo. Pasaron breves segundos antes de que volviera a escuchar ese murmullo extraño. Esta vez regresó a ver con rapidez hacia atrás…

    -¡basta!... ¿quién eres?- levantó la voz Misaki, alertando al resto también, volteando de inmediato para encarar “aquello” que al parecer hablaba al oji-verde. Con sorpresa se vieron solos en aquella escena. No había nadie – me volveré loco…- murmuró Misaki, extrañado al ver vacío aquél lugar y mirando hacia todos lados.

    -mejor apuremos el paso… quiero estar lo menos posible aquí- exclamó Miyagi pretendiendo seguir con el camino, sin embargo, esta vez, todos escucharon aquella tenue y melosa voz.

    -¿no nos acompañas?, nee-

    Los presentes abrieron mucho los ojos por la sorpresa. En especial Misaki, quien en su vida se imaginaba ver a semejantes criaturas…

    Apenas y podía distinguir la tenue silueta que formaban aquellos pequeños pétalos de florecillas rosadas. ¡Una silueta de una mujer!, que se formaba y se deshacía juguetonamente transportándose de un lugar a otro.

    -joven caballero, ¿no nos acompaña en esta pieza?- preguntó otra voz finita como un repique de campanilla de oro dirigiéndose hacia Miyagi. Había aparecido otra silueta, pero esta vez era una figura transparente, parecía formada de nada más que agua, por lo que al verse contra la luz del sol podía verse a través de ella.

    -aléjate…ninfa- exclamó Shinobu frunciendo el ceño poniéndose enfrente de su azabache. Las dos “mujeres” parecieron mirarse antes de echarse a reír.

    -ho vaya…que pena…-parecieron susurrar al unísono.

    -¿y qué dices tú?- esta vez las dos revolotearon alrededor de Masamune, quien se pasó el dorso de la mano por la cara limpiándose unas gotitas que habían escurrido de la silueta de agua. Esta vez fue Ritsu quien habló.

    -no lo creo- dijo con voz seria, mirando fríamente a las siluetas, sorprendiéndose hasta el mismo, sin titubear. Las “mujeres” parecieron indignarse llevando sus manos al pecho y haciendo pucheros, pues apenas podían distinguir algún gesto en esos rostros.

    -hou…nos hemos quedado…sin palabras- reclamó la segunda que había aparecido- esta vez no conseguiremos una pareja de baile…que tristeza…- exclamó flotando de acá para allá suavemente- …supongo tú también estarás “reservado”… ¿no?- preguntó la mujercilla echa de florecillas, dirigiéndose hacia Akihiko y lanzando después una mirada fugaz a Misaki, quien solo atinó a sonrojarse congelado sin ser capaz de negar o asentir a aquella interrogación. Los chicos solo se miraron todos nerviosos y el oji-violeta tampoco negó u aseguro nada.

    -ummm…una verdadera lástima- gimieron las doncellas rendidas. El silencio se hizo entre todos ellos hasta que Misaki habló.

    -¿podrían ayudarnos a cruzar el lago que pasa por Meire?- peguntó dudoso el oji-verde. Las ninfas intercambiaron miradas y parecieron exaltadas e indignadas por aquella propuesta.

    -¿por qué lo haríamos?- exclamó molesta una

    -¿qué nos darían a cambió?- preguntó la otra

    -¿qué quieren?- preguntó Ritsu con gesto concienzudo. El resto de los chicos miraban aquellos curiosos… ¿Qué querrían esas mujeres para ayudarlos?... Ellas sonrieron de manera siniestra…

    -Ummm- exclamó una de las ninfas pensativa, para después reanudar una sonrisa- ¿Qué tal un besito?- exclamó coqueta, guiñándole un ojo a Miyagi, quien era al que tenía más cerca, este solo hizo un gesto de repelus, levantando una de su cejas.

    -deja de bromear…-reclamó Ritsu frunciendo el ceño.

    -¿Qué te hace pensar que es una broma?- exclamó con una sonrisa la otra. Las risitas de las dos ninfas, resonaban como eco de campanillas, moviéndose de un lado a otro. Los seis chicos presentes solamente seguían con la mirada seria los irregulares movimientos, esperando lo que dirían las extrañas mujercillas.

    -ummm… ¿acaso no hay trato?- preguntó presionando burlona la ninfa de agua.

    -yo…creo que podría hacerlo- habló Mune aun en tono desconfiado, volteando ver a un Ritsu no muy conforme. Shinobu sonrió travieso regresando a ver a Akiiko, quien negó lentamente, quizás adivinando lo que querría provocar en su pequeño indeciso.

    -Yo creo que alguien más podría hacerlo- murmuró el rubio. Ritsu le miró inquisidor.

    -¿acaso estás proponiendo a Miyagi?- preguntó burlón Ritsu. Shinobu bufó antes de responder.

    -por supuesto que no- habló con un puchero- pero yo creo que Akihiko-san no tendrá problemas…¿o sí?- exclamó mirando a Misaki quien abrió mucho los ojos mirando sorprendido y avergonzado a Shinobu, tanto que deshizo sus brazos cruzados que había mantenido y los empuñó hacia los lados. Abrió y cerró la boca sin saber que decir exactamente; y dándose un golpe mental al observan como todos, incluso las ninfas, lo miraban curiosos. Desvió la mirada, avergonzado e intentando esconder su sonrojo…

    -y-yo… ¡yo no dije nada!- tartamudeo apenas entendiblemente Misaki, pero mucho más fuerte de lo que habría querido en realidad, tanto que casi prontamente se encogió en su lugar. Muy diferente a Shinobu quien disfrutaba bastante su pequeña “travesura”, a sabiendas de que, por como lo miraba, Ritsu le daría un buen coscorrón por “entrometido”…

    -yo no he dicho que hayas dicho algo- exclamó pícaro mordiéndose uno de sus labios, observando como el castaño hacia un puchero, aun mas avergonzado que en un principio, sin embargo le daba gracia, que también tuviera fruncido el ceño.

    -¡deja de molestarme rubio tonto!- le recriminó, cruzándose de brazos nuevamente sin despegar de él la mirada verde. Shinobu fingió hacer un mohín ofendido, tocándose el pecho con la palma de su mano.

    -que sensible…- murmuró el rubio sonriente, mientras tanto todos se habían quedado callados sin ser capaces de intervenir, todos menos Akihiko, quien no pudo contener una risita al escuchar “rubio tonto” de los temblorosos labios de su oji-verde.

    -Shinobu…-advirtió Ritsu mirando inquisidor al susodicho, quien prefirió no mirarlo los ojos por ahora. Todos habían mantenido el aire en sus pulmones, observando como el rubio y el oji-verde sostenían sus miradas, a excepción de la ninfa de agua, que sonriente, reprimió una risita al sospechar lo que sucedía allí…pareció abrir los ojos mucho al darse cuenta de algo que solo estaba en su mente y llamó la atención de su amiga codeándola…

    -Hana...-le susurró, la ninfa de florecillas le miró y apresuradamente se acercaron al ji-verde deteniendo la “guerra de miradas” con el rubio. Ambas lo miraban fijamente, casi con curiosidad, como queriendo comprobar si realmente no se equivocaban…

    Misaki trago saliva y retrocedió unos pasos al ver a la ninfa de agua tan cerca de él, mirándole tan insistentemente, y se perdió, sin querer, en los ojos azules transparentes de la no- humana. Un frío intenso lo había invadido de inmediato y su rostro se volvió incomparablemente serio…como si esos ojos intensos estuvieran a punto de revelarle la verdad más grande del mundo.

    -¡¿Qué le estás haciendo?¡, ¡déjalo en paz!- le exigió Akihiko al ver lo tenso que se había puesto Misaki al tener contacto visual con la mujer, pero a pesar de sus reclamaciones ninguna de las ninfas si quiera lo miró.

    -Akihiko…-susurró Ritsu sosteniendo al peliplata que estaba a punto de ir a “socorrer” a su castaño, haciéndole un gesto de que esperara…el príncipe frunció el ceño. Todos observaron atentos a lo que sucedía frente a sus ojos…

    -Misaki…-susurró la ninfa con una gran sonrisa. Ella no podría saber su nombre. El castaño había abierto mucho los ojos sorprendido, ¿asustado?....quizás ambos. Porque esos ojos no eran normales…

    ***********************************************

    Era una noche muy avanzada, y la luz de la luna llena se colaba por las traslúcidas cortinas alumbrando parcialmente aquella habitación con paredes de color beige. En el lado derecho de la majestuosa y mullida cama reposaba el precioso dueño de aquella habitación, dormitando de vez en cuando, insistiendo a su amado que se dignara a acompañarle a dormir, y aunque le hacía pucheros y ojitos brillosos el susodicho no desistía de leer documentos bajo la luz de una vela.

    -¡vamos Haru-chan!... tienes todo el día de mañana para leer esos aburridos documentos- insistió el muchachito de brillantes ojos mieles. Haruhiko sonrió sin despegar la vista de los papeles.

    -duerme ya cariño, pronto iré a la cama, te lo prometo- exclamó corto. Cosa que no le gustó al doncel, quien frunció el ceño e incorporándose se abalanzó “cariñosamente” contra su pareja, quedando recargado en la espalda del oji-gris y con su barbilla en su hombro.

    -eso me dijiste ayer…- le habló con un tono meloso de reclamo. Haruhiko sonrió, volteó hacia donde estaba el rostro de su novio y besó su mejilla tiernamente.

    -Keiichi…necesito terminar esto…- murmuró mimando con los labios la pequeña nariz de su precioso doncel. Éste se atrevió un poco más y frunciendo el ceño se abrazó a su pareja, depositándole un tierno beso en el cuello de su contrario.

    -…y yo necesito a mi Haru-chan…- susurró contra su pido. Haruhiko sonrió complacido con su pequeño y dejando por la paz dichos papeles, aventándolos en la mesa de noche, a su lado, devolvió el travieso beso de su castañito, pero esta vez en sus suaves labios, volteándose tan rápido a encararle que el tirón los hizo caer a ambos contra el colchón…

    Haruhiko llevaba contados tres días en los que su bello doncel se había escabullido hasta su habitación por las noches, específicamente a su cama. El primer día en el que despertó con su tierno novio recostado sobre su pecho casi se cae de la cama. Keiichi había insistido en querer dormir a su lado, y Haruhiko no había tenido objeciones para él…Cosa que a Yura no le agradaba demasiado, claro está. Más últimamente era Haruhiko quien acompañaba al menor en su habitación, y aunque permanecía bastante tiempo a su lado…el oji-miel se quejaba de la poca “atención” que le prestaba, aunado también a la carga “administrativa” que Haruhiko compartía con Yura, ya que había sido un tanto difícil sacar adelante a Sumi, con tan decaída economía que atravesaba debido a lo sucedió con Sousuke. Otro asunto, muy aparte, eran las pequeñas “discusiones” que estos dos habían tenido sobre un tema bastante…interesante…

    -mmm…Haru- gimoteó el doncel, al sentir los traviesos labios de su novio morder tiernamente su barbilla, mientras, este, sin recargar totalmente sobre el cuerpo del menor levantaba sutilmente la playera que cubría su estómago. Cerró los ojos con fuerza, sintiendo su rostro extremadamente caliente, seguramente estaría considerablemente sonrojado. Era verdad que se sentía enormemente avergonzado, pero también cada vez que acababa en esas “situaciones” con su Haru-chan una sensación increíblemente placentera lo inundaba desde la punta del pie hasta el último de sus cabellos.

    Haruhiko cerró los ojos dejando que el embriagante olor que desprendía el blanco cuello de su koi lo envolviera, al mismo tiempo que sentía pura electricidad recorrer la yema de su dedos segundos después de haber acariciado con estas el plano estomago del doncel. Percibió como el menor había separado sus piernas para enredarlas alrededor de su cintura, entonces abrió los ojos, recuperando su cordura…

    -no…-murmuró contra los labios de su oji-miel casi lastimosamente, pegando su frente a la de su novio y desenredado una de las piernas de su niño, acariciándola suavemente en el proceso; Keiichi frunció el ceño, dibujando un puchero. Si, ese era el tema interesante…Haruhiko se había negado terminantemente a tocar de “más” a su doncel. Fuera un terrible ataque de “sobre-protección” hacia su castaño, la espera de un “buen” momento, un encuentro fuera del actual stress, o simple respeto…Haruhiko mantenía todo a la línea…y silenciosamente Keiichi lo agradecía, porque actualmente ni el mismo comprendía esa gran…¿atracción?, que sentía por el varón…-lo siento bebé…todo a su tiempo- susurró contra el oído del doncel.

    -lo sé…gracias, yo… ya no me entiendo- exclamó sonrojado y con un gesto gracioso expresando su punto, Haruhiko rio un poco.

    -descuida, vamos a dormir ya…-
    Unos minutos después ambos se encontraban ya sobre las cálidas cobijas de la cama, Keiichi dormitaba de lado, mientras Haruhiko, acostado justo atrás de su doncel jugaba con algunos mechones claros del muchacho. El silencio los había envuelto hace un tiempo, hasta que la tenue voz, aunque adormilada, cargada de seriedad habló…

    -Haruhiko…-

    -¿si?-

    -¿cuánto tiempo falta para la reunión con el concejo?- Haruhiko abrió los ojos sorprendido, porque aquello también le preocupaba tanto a su joven pareja.

    -Una semana y media-

    El silencio se prolongó largos minutos, hasta que el menor volvió a hablar…

    -¿crees que lleguen a tiempo?-

    El varón suspiró largamente, pesando en las posibilidades y sin poder reprimir una mueca preocupada respondió la pregunta…

    -eso espero...-

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    .
    .
    .

    -Misaki…-susurró la ninfa con una gran sonrisa. Ella no podría saber su nombre. El castaño había abierto mucho los ojos sorprendido, ¿asustado?....quizás ambos. Porque esos ojos no eran normales…

    El azul iris muy prontamente ya no era lo que era, y sin poder tener elección, aquella mirada tan fría lo teletransportó, pero no sabía a donde, no era precisamente algo del presente , no había señales de que fuera absolutamente su pasado…más silenciosamente, sufrió más lo que él había entendió como un “muy posible “ futuro; porque aunque uno no quiere, el cerebro es capaz de hacer cosas extraordinarias, y la capacidad de enlazar ideas y opciones en base a imagines desordenadas ha nacido innata en nosotros…

    Ni vio ni sintió nada del exterior, de la vida normal. No vio los rostros absortos de los espectadores. No fue capaz de escuchar los llamados desesperados que hacían sus compañeros para que les prestara atención, ni mucho menos los que le dedicaban a la transparente ninfa para que lo dejara en paz. No escuchó la risita que emitió la otra ninfa, que al parecer, también podía ver aquella “película”, ni mucho menos sintió las lágrimas que salían sin parar de sus ojos, no hasta que estas obstruyeron por completo su vista.

    -¡Misaki!- escuchó hasta entonces el oji-verde. Era Akihiko. Y con los ojos enrojecidos de tanto llanto aceptó el desesperado abrazo que le ofrecía aquél peliplateado, que “inexplicablemente” era el protagonista de aquellas visiones extrañas…lo abrazó con fuerza…

    El resto estaba expectante a lo que harían las ninfas, quienes sonrientes solo permanecían en silencio, ¿qué es lo que le habían hecho al castaño?, Ritsu se acercó con premura a Misaki y tocó levemente su hombro…

    -¿estás bien Misaki?-

    El menor respondió sin deshacer el abrazo con el príncipe.

    -eso creo…-

    El silencio inundó todo el lugar, y ansiosamente Ritsu se dio cuenta que ya habían perdió demasiado tiempo con esto. Frunció el ceño. No sabía que buscaban ellas, pero si no podían obtener su ayuda tendrían que seguir solos, de cualquier manera…

    -estamos satisfechas. Los ayudaremos a cruzar el lago-

    Todos las miraron sorprendidos, ¿Qué es lo que las tenía satisfechas?... ¿por qué…?

    ………………………

    Algo desconfiados los chicos siguieron con rapidez a las “hadas multiformes”; después de todo no querían perderse en aquel inmenso bosque, durante el camino no discutieron sobre nada, más que sobre los sátiros, quienes hasta entonces no se había aparecido frente ellos. Misaki se había mantenido absolutamente callado, y nadie había querido romper ese extraño trance en el que se había quedado. Miyagi observa atento todo aquél paisaje en tan apresurado camino y tal vez, con algo de preocupación la caída del sol, que reflejaba el gran retardo que estaban sufriendo en su encomienda. Lo ideal sería que hoy mismo cruzaran ese mencionado río, pero uno nunca sabe lo que pueda llegar a pasar…

    -¿Por qué nos han ayudado?- cuestionó Masamune a las ninfas, sin poder aguantar un segundo más la intriga de esa decisión tan repentina. Las féminas solo le observaron poniendo un rostro serio, y casi nostálgico…

    -es pertinente que lleguen a su lugar…lo más pronto posible- exclamó la ninfa de florecillas, que respondía al nombre de Hana. Los chicos le miraron curiosos,¿ de que hablaba?...

    -¿qué quieres decir con eso?- preguntó de nuevo.

    -Lo hemos podido ver a través de él- contestó la otra ninfa que respondía al nombre de Aqua, señalando a un aturdido Misaki- Los hilos del destino de ustedes y de sus allegados se han unido irremediablemente con el mundo mágico…- calló por unos segundos, dejando en suspenso a los intrigados muchachos-…aunque no lo crean, también anhelamos la paz para nuestro mundo-

    Aquella charla no pasó a más, y aunque hubieran insistido más, sabían que las ninfas no hablarían. Algunos minutos después, con el sol a punto de comenzar a ocultarse, llegaron al fin a las orillas del tan famoso lago. Sentían un inmenso frío, y el viento era fuertísimo. Los seis muchachos concluyeron en calificar el aspecto del lago: espeluznante, y es que difícilmente se puede observar un lago de color verdoso alga de tanta anchura y cubierto todo de neblina…algunos tragaron saliva con fuerza…

    - Hay algo en este lago que no es normal- mencionó Hana con tono intrigante.

    -Un lago tan pacífico y manso, hechizado para que la corriente ahuyente a quien intente cruzarlo, las criaturas culpables de tal aspecto, viven bajo este lago- explicó Aqua. Misaki abrió los ojos bastante asustado y juró que tenía la piel de gallina…

    -¿c-cri-criaturas?-

    -claro…será bastante peligroso, es por eso que era extraño que quisieran cruzarlo con tanta premura- indicó Hana.

    -¿q-qué tipo de criatura?- preguntó Shinobu con el corazón en la mano, retrocediendo involuntariamente un paso.

    -Sirenas…- respondieron al unísono ellas.

    -¿sirenas?, ¿Como en Ayami?- preguntó Misaki a Masamune, este se encogió de hombros e inmediatamente escucharon las risas de las ninfas.

    -para nada, pequeño. Estas sirenas son de las profundidades de los lagos pantanosos, claramente de las criaturas más oscuras que puedas encontrar en tu vida. Una vez que pongas un pie sobre ese lago, estarás ofreciéndole tu vida en charola de plata…- exclamó Aqua.

    -eso es…espantoso- opinó Misaki.

    -senos sincera…¿Qué probabilidad hay que pasemos salvos…los 6, del otro lado del lago?- preguntó Ritsu seriamente a la ninfa de agua, esta volteó a mirar a su compañera y negó la cabeza lentamente…

    -muy pocas veces en nuestra inmortal vida hemos visto que alguien lo cruce…sin embargo, suponemos que solo es cuestión de resistir…-explicaron una tras la otra.

    -¿resistir?...¿qué?...- preguntó Miayagi curioso.

    -el canto, por supuesto-

    ………………….

    -recuerden, este es el límite de nuestro territorio, no podremos acompañarles después- advirtió Hana. Los chicos asintieron, tremendamente nerviosos, ya preparados para cruzar aquél prometido infernal lago, una especie de balsa mediana con remos, sería su transporte para superar aquello. No sabían exactamente lo que verían…o lo que escucharían, solo tenían en su mente la historia tradicional de las “sirenas”, expertas por engatusar hombres con su bello canto parea llevarlos a la perdición…

    -no lo olviden, ellas no le harán daño a los donceles…- Aqua miró a los mencionados. Más los varones intentaron no mostrar un gesto preocupado…

    “SUERTE”

    Fue el último susurró que escucharon de aquellas vocecillas de campanillas diminutas, antes de que una corriente helada los arrastrara al agua…

    Tal y como lo predijeron las ninfas, el agua se calmó de inmediato, y la balsa solamente permanecía estática sobre la tranquila agua. Y tanto Akihiko como Miyagi tomaron un remo, lo sumergieron en el agua y comenzaron a moverse…

    El agua parecía pesada…y por los rostros de los varones que movía la nave, algo indicaba que “el lago” no quería dejarlos llegar a la otra orilla…

    -R-Ritsu…-tartamudeó Misaki sujetándose al primero que tuvo al alcance, que fue Shinobu, quien también se tambaleo, debido a que justo segundos antes sintieron que “algo” había movido el bote. El castaño no respondió y cuidadosamente echó un vistazo hacia abajo, la neblina se había dispersado un poco a su alrededor, por lo que ya podría verla verdosa agua en la que navegaban. Unos segundos más… y la desvencijada balsa se tambaleo de nuevo…

    -calma, todo está bien- exclamó al fin, quien sabe si para tranquilizar el resto o a sí mismo. Era pertinente llegar al otro lado, como fuera, pero llegar ya…

    -ok…hay que darnos prisa…ayudemos con esos remos- mencionó el Onodera, y por más esfuerzos que hacían parecía que el bote no se moví ni un ápice.

    -hay…hay alguien abajo…justo ahora- mencionó Shinobu poniéndose de pie por un momento, mas un movimiento aún más fuerte que los anteriores lo hizo regresar a su lugar…

    El corazón de Misaki latía desbocado, arrítmico, estaba punto de estallar…

    Todo se quedó sepulcralmente en silencio, ni sus respiraciones, ni el frío viento silbaba, era como si todos hubieran sido víctimas de la más extraña sordera…Pasaron algunos segundos… ¿o minutos?...no lo sabían…y entonces volvieron a escuchar…

    Eran ligerísimos repiques… que entre tanto silencio parecían hacer ecos por todas partes… ¿cascabeles?...

    -¿Qué es…?- la pregunta de Shinobu quedó inconclusa, cuando Ritsu puso su dedo índice sobre sus labios, a modo de señal de silencio…el rubio solo obedeció con un puchero, tratando de escuchar lo que quería oir el oji-verde.

    Y entonces aquello comenzó…

    Misaki solo escuchaba un repique insistente y rítmico de un cascabel, y honestamente no hacía más que ponerle nervioso, sin embargo se extrañó cuando volteó a ver a los 3 varones que los acompañaban, y más específicamente al príncipe Akihiko. Que con los ojos desorbitados se asomaba con premura por la orilla de la balsa, tratando de ver algo…Misaki temió lo peor.

    -Usagi-san…¿sucede algo?- preguntó curioso jalándolo del brazo hacia atrás. Akihiko pareció concentrarse mucho para ver a Misaki y este lo miró preocupado.

    -¿no escuchaste eso?- preguntó con énfasis. Misaki negó repetidamente.

    -no escucho más que cascabeles- respondió obviando. Más Akihiko ya no le prestaba atención.

    -¡Misaki , son las sirenas!- había gritado agitado Ritsu. Hasta entonces Misaki se había enterado que los otros donceles estaban en una situación similar, ¿de dónde salía esa hipnotizante necesidad de que los varones quisieran aventarse prácticamente al agua? Aterrado y desesperado tiraba hacia tras para alejar de la orilla al peliplata, pero la fuerza que poseía en comparación a la del varón era inigualable.

    Mientras tanto lo que pasaba por las mentes de los apuestos varones era un panorama totalmente distinto…

    Era como una sensación de desconexión con el mundo, como si lo único que existiera fuera el verdoso río increíblemente tranquilo y la hermosa y melodiosa voz, de pronto sintió su corazón latir con fuerza y desesperadamente…”no escucho más que cascabeles”…pareció oír del mundo “exterior”, pero ya no recordaba sobre qué hablaba, o quien lo decía, ¡demonios!, si ya no recordaba que hacía allí, se maginó, quizás ,que lo único que tenía que hacer era encontrar la fuente de esa cautivadora voz…Tiraba con fuerza tratando de acercarse a esa delicia convertida en música , pero por una extraña razón sentía su cuerpo pesado, y por más que hacia fuerza no podía llegar su anhelada meta…¿qué sucedía?...

    -¡Usagi-san, detente!- gritaba desesperado y a punto de surcar lágrimas en su ojos, jalándolo con todas su fuerzas.

    ….

    -¡Miyagi!, ¡maldita sea!- gruñía el menor, tratando por todos los medios que su novio azabache no se tirara por la borda; por lo que ahora mismo se encontraba sentado sobre el bien parecido capitán de Usami, quien como podía, boca a abajo y con la cara pegada al suelo, se arrastraba hasta la borda con desesperación inquietante.

    Ritsu no estaba mejor. Masamune tenía ya la mitad del cuerpo fuera de la balsa y tocaba y “hurgaba” entre el agua para buscar algo que solo estaba en su cabeza. Ritsu lo jalaba de la camisa y como podía hacia atrás…

    -¡qué demonios!...¡a este paso los arrastrarán!- gritaba desesperado el rubio- ¡¿Qué vamos a hacer?!- pujaba entre esfuerzo y esfuerzo…muy pronto no tendrían la fuerza suficiente para retenerlos…

    -¡hay que llegar a la orilla!, es la única manera- respondió el mago oji-verde.

    -aja…¿y cómo propones que lo hagamos?, si los soltamos para acercarnos a los remos , si tirarán al lago- replicó señalando a los 3 varones, frunciendo el ceño molesto y preocupado a la vez…-

    Ritsu tensó la mandíbula ante esa obviedad…y por más que pensaba no encontraba la solución, con intriga escucharon como los sonidos de los cascabeles se tornaban más violentos y desordenados; seguido de unos quejidos, que más bien se escuchaban como aullidos, quizás reclamos…

    Los minutos pasaron silenciosos hasta que sintieron una tremenda sacudida, que los hizo caer violentamente al suelo de la balsa. Algo los había empujado. Bastante desorientados se pusieron de pie rápidamente, tratando de volver a retener a los chicos.: Ritsu había sujetado satisfactoriamente a Mune antes de que se hubiera levantado, al igual que Misaki, quien a duras penas había impedido un clavado que el oji-violeta estaba dispuesto a hacer…

    Sin embargo había sido Miyagi quien no había quedado en la mejor posición… la mitad de su cuerpo había caído al agua y Shinobu solo había logrado a sujetarlo de la camisa…

    -¡maldición!- exclamó el rubio, apenas atascando sus rodillas contra la orilla de la balsa para apoyarse...- ¡Miyagi!…- sus lágrimas mojaron sus mejillas rápidamente- maldición…no me quedan más fuerzas…-

    …..

    Abrió sus ojos…era la imagen más hermosa que había visto en su vida…”Miyagi…Miyagi”…escuchaba que gritaban…pero él no le prestó más atención…solo tenía ojos para las tres bellísimas criaturas que estaban frente a él… 3 bellas mujeres, dos morenas y una rubia, que en vez de piernas tenían una brillante y colorida aleta de color coral; las doncellas le sonreían y coquetas le hacían ademanes para que las acompañara…él encantado y desesperado buscaba seguirlas, sin embargo sentía que algo lo retenía…¿qué era?...volvió a fijar su vista en ellas quedándose impregnado de esa piel blanquecina, de sus pechos desnudos y de sus hermosos ojos azules…curioso también se fijó en el extraño listón color negro que tenían las tres sujetas en el cuello y como prendados de estos permanecía un cascabel dorado.

    Una de ellas al verlo curioseando el dorado adorno, lo tocó y lo hizo resonar un par de veces con el dedo índice regalándole una sonrisa al varón. Con expectación Miyagi sintió como crecía dentro de él una desesperación por tenerlas entre sus brazos e inconscientemente tiró para soltarse de lo que sea que lo retenía e ir a su encuentro; al enterarse que “muy” posiblemente fuera debido al cascabel , creció dentro de él un atisbo de conciencia…¿Qué rayos hacía allí?... y frunciendo el ceño dejó de intentar alcanzarlas…las sirenas se dieron cuenta de todo eso y mirándose intrigadas entre ellas se acercaron con rapidez al hombre y con sonrisas nerviosas se acercaban a él tocándole con las manos el rostro y los brazos; entonces miró fijamente a una de las sirenas, específicamente la de cabellos dorados, que se había puesto justo frente a él, acercándole de las mejillas hacia ella para besarle, suponía Miyagi, pero las “ansias” en el varón habían desaparecido… y cuando tuvo la mujer frente a él extendió su mano hacia ella y le arrebató la gargantilla y en el cascabel en el proceso…

    Un agudo grito hizo que sus sentidos despertaran por completo e inconscientemente llevó sus manos a sus oídos al mismo tiempo que cerraba los ojos…Pero cuando los abrió, hubiera preferido no hacerlo…sentía asombro … y quizás sorpresa o terror…no estaba seguro…por que aquella imagen que vieron sus ojos fue espeluznante, ¡¿cómo una criatura podía ser tan repugnante?!...¡¿dónde había quedado su belleza?!... y entonces miró el cascabel en su mano…ho;…con desesperación trató de volver a la superficie…pero “eso” lo había sujetado del brazo, y entre las tres tiraban de él hacia abajo…el no podía despegar la vista de criatura de aspecto grotesco y verdoso, con el cuerpo tan huesudo que el cuero parecía enfundar nada más que el esqueleto, sus ojos grandes saltones y oscuros y cabellos y aleta grises…

    -¡no te resistas!- había pronunciado una de ellas, con la voz tan rasposa y desagradable que o hizo fruncir el ceño…con razón no hablaban en su aspecto “bello”…pensó.

    -devoraremos tu corazón…- exclamaba la otra…

    Miyagi entrecerró los ojos, la cabeza le empezó a dolor, al igual que el pecho…había contenido la respiración ya por mucho tiempo…sus ojos se quedaron inmóviles en el cabello grisáceo de las sirenas… gris…gris…el concia un gris…pero uno brillante y hermoso… ¿de dónde?...

    “! Miyagi!”

    Esa voz la conocía, levantó la vista… ¿un bote?... ¿alguien lo estaba sosteniendo?...

    -¡no te irás de aquí!- advirtió la sirena, y de un tirón calló por completo al agua el azabache… sintió su cuerpo helado, pero recordó que “alguien” aun peleaba por sacarlo del agua, y mentalmente le agradeció…pero… ¿Quién era esa persona?...

    “¡MIYAGI!” volvió a escuchar, pero esta vez sí recordó el nombre de esa persona y abrió los ojos sorprendido y exaltado por igual. Nadó todo cuánto pudo hacia arriba, inspirado en volver a verlo…

    “Shinobu”

    …..

    Mientras tanto el rubio se deshacía en lágrimas tratando de hurgar en el agua para encontrar a su amor. Misaki y Ritsu seguían en shock…¡¿Miyagi se había caído?!.

    -Shinobu…- murmuró Ritsu sin saber que decir exactamente, solo veía al menor de todos desesperado mirando hacia el agua.

    -no se cayó…ni se tiró…lo ha jalado- exclamó el rubio frunciendo el ceño cabreado e impotente- ¡esas malditas harpías lo han jalado!- gritaba, los oji-verde lo miraban preocupado

    -Shinobu…-esta vez intentó Misaki, aun haciendo fuerza para no dejar escapar al peliplateado hombre…

    Mas antes de que el rubio intentara aventarse el agua y los otros dos muchachos intentaran detenerlo, escucharon un chapoteo intenso el agua, al igual que una bocanada desesperada por tomar aire…

    -¡Miyagi!, ¿Qué pasó?- Sinobu había caído de rodillas en el suelo de la balsa acercándose lo más que podía a la orilla para ayudarlo a subir y este agotado como estaba se dejó caer sobre el “cómodo” cuerpo de su rubio amante.

    -Shinobu…ho por Kami-sama, creía que iba morir…lo juro- exclamó con la respiración entrecortada, aun reposando sobre el cuerpo de su rubio, este le abrazaba con fuerza, intentando calmar su corazón de la asfixiante angustia - son monstruos, primero las vi hermosas…bellísimas…y después…horrendas…ellas son así normalmente, tienen un aspecto grotesco y una voz espantosa…los cascabeles, en su cuello causan los cantos…o eso creo…- finalizó levantándose al fin de su joven amante.

    -por eso nosotros solo escuchamos cascabeles- indago Misaki

    -¡tenemos que irnos!- gritó Ritsu rompiendo aquella atmosfera…

    Tomando al fin sus puestos en los remos Shinobu y Miyagi lograron mover lentamente la balsa y pronto vieron la orilla a escaso metros, más las sirenas parecían no estar dispuestas a dejar escapar su “cena”…y furiosas golpeaban contra los costados haciendo tambalear la nave de un lado a otro…entre golpe y golpe, los primeros que cayeron al agua fueron Miyagi y Shinobu, aunque por un extraña razón, fuera la perdida de interés en el azabache o simplemente que no se dieron cuenta, los dejaron escapar y estos pudieron llegar, por la corta distancia faltaba, rápidamente a la orilla, respirando salvos por completo. Ritsu había salido tras Masamune cuando este se lanzó al agua y a costa de un gran esfuerzo, y a la ayuda de Shinobu a medio camino para arrastrar al príncipe hasta al orilla, quien había caído desmayado al instante, habían logrado salir… Más las sirenas la habían tomado con los otros dos, y cada vez que Misaki intentaba observar hacia la orilla de la balsa una sirena, un gran movimiento lo hacía tambalearse incesantemente…

    -Usagi-san, despierta- murmuró desesperado y con lágrimas en los ojos, sus nudillos estaban blancos por el esfuerzo de sujetar como podía al príncipe peli-plateado…¡pero en qué cosas te metes Misaki!, se reprendía a cada rato; cada vez escuchaba más rápido y más fuerte el sonido de los cascabeles y sinceramente ese sonido ya le estaba hartando y mareando…también escuchaba a lo lejos los gritos de Miyagi, de Shinobu y de Ritsu…no podía diferenciarlos muy bien, al parecer las sirenas los estaban alejando más de las orillas. Misaki se había planteado al posibilidad de no resistir…entonces Akihiko sería “devorado” por las harpías…como había dicho Shinobu… y ese pensamiento había causado tanto pesar y tristeza en él …que se asustó…se asustó de que algo a lo que tanto había huido tanto tiempo y tan tercamente se estuviera cumpliendo, ¡Kami!...el no podría estar…

    -déjame darte un beso de buenas noches, lindo príncipe- murmuró con su voz rasposa una de ellas. Misaki contuvo un pequeño grito de horror al ver el rostro asqueroso de esas sirenas oscuras y se concentró solamente en impedir que se lo llevaran…

    -¿sabes que no podrás hacer nada, verdad?- exclamó burlona la otra, mientras agitaba juguetonamente el cascabel en su cuello. Uno, dos, tres segundos, y Akihiko estaba por lanzarse por la borda…

    -¡de-déjalo, en…en paz!- tartamudeó, casi provocándolo la mujer lamió con su larguísima lengua púrpura la mejilla del oji-violeta y lanzó un horroroso grito combinado con un risa. Misaki frunció el ceño, ¿enojado?, ¿furioso, quizás?...

    -ya puedes irte, nos quedaremos con esto- exclamó la sirena ignorándole y acercando su arrugado rostro al del apuesto príncipe-conejo…

    Misaki enrojeció de inmediato frunciendo el ceño...esa harpía lo estaba besando… ¡se había atrevido a besarlo!, ¡pero qué carajo se creía!...si él…él…Sus ojos se abrieron iracundos cuando observó, casi en cámara lenta como el azabache era sumergido hasta el fondo…

    Tan pronto quiso reaccionar, las sacudidas y arremetidas se hicieron furiosas y sonidos similares a los latigazos empezaron a azotar contra la balsa, que como podía resistía crujiendo y quebrándose una que otra madera…Muy pronto la neblina desapareció haciendo visible el terrible “espectáculo” a los chicos que preocupados aguardaban en las orillas del lago.

    -por Kami-sama…-murmuró con los ojos llorosos Ritsu dejándose caer de rodillas, bajo la luz de la luna era alumbrada la balsa moviéndose casi imposiblemente sobre la agitada agua y Misaki tratando de mantenerse en pie, las despiadadas mujeres hibridas con una especie la látigo en mano , saltaban de un lado a otro tratando de deshacer la balsa, mas no por eso cuidaban de que alguna puntilla llegara hasta el cuerpo del agotado muchacho- …le están haciendo daño…¡las ninfas dijeron que no nos dañarían a nosotros!- exclamó furioso.

    -¿dónde está Akihiko?- preguntó Miyagi…los chicos indagaron lo peor…

    -maldición…¡no se metan conmigo!- gritó Misaki; el movimiento no cesó ni un poco y en cuanto tomó un gran respiro y resignado a que en la “superficie” no iba a lograr ayudar a Akihiko, se lanzó a las profundidades del lago con los ojos cerrados…”joder…debo de estar loco”…
    .
    .
    .

    Continuará…
  6. .
    Hola Hola¡¡¡, como estás?. Muchas gracias por volver a leer :3, que bueno que te guste mi fic,
    jejeje ha sido mi fic más largo con 3 temporadas :P, yo por ahora he estado un poco ausente,
    cuestiones de salud y de mi uni <.<, pero actualmente estoy escribiendo un fic en esta misma
    sección que se llama ABRACADABRA, si puedes me gustaría que te dieras una vuelta por ahí :P
    , que gustazo leerte de nuevo, espero leernos pronto.

    Misagi * *

    pd. Te dejo el link :)....
    https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=69200474
  7. .
    Etto…¿Hola?... -///- Bueno, se que realmente me han de estar odiando justo ahora por aparecerme hasta ahora o al menos haciéndose una idea de que ya no regresaba <.<U….pero no es así¡¡ les había prometido que no dejaba el fic y así será¡…De antemano unas ENORMES disculpas de mi parte, la verdad es que se me han juntado bastantes problemas, mayormente con la escuela y mi salud…ya saben yo y mis resfriados (tomando vitaminas de nuevo T///T). Verán ,hay una materia que me ha estado dando lata <.< y pues tuve que ocuparme un poco de ella y pelearme un rato con el profe <.<…Y pues es también la razón por la que ahora actualizaré cada vez que pueda…

    Muchísimas gracias por seguir leyendo mi fic, aguantas mis desplates de irresponsabilidad y tardanza u.uU y comentar¡¡¡ Espero sus comentarios y sugerencias¡3 y respondo….


    Melyoan: Hola¡¡¡ después de tanto ahora si traigo la continuación de mi fic u///u, muchas gracias por tus buenos deseos y verás en todo este tiempo me enfermé , me curé y me volví a enfermar -.-U….así que mi estado actual es enferma <.<….bueno muchas gracias por comentar¡, ya verás los avances de dos hermosas parejas, jejeje ya empiezas a sospechar lo que se les vendrá en Meire :P, será muy bueno te lo garantizo xD….Espero te guste esta conty un poco larga :P, Cuídate… Besitos de Cereza¡¡¡

    Anne onodera takano: hola¡¡¡ gracias por comentar y por tus buenos deseos¡¡¡, si, pronto habrá avances importantes para el asunto de Keiishi¡, y el avance con la relación de los románticos será algo de qué hablar esta conty¡ :3. Espero te guste, besos de mango.

    Rito-san: heyyy¡¡ hermano¡, hola¡¡¡, gracias por comentar. Me alegra te haya gustado la conty, ya vez soy bien mala con Haru-chan y Keiichi jajajaja...naa ya verás que pronto todo regresará a la normalidad, y pues los siento¡¡¡ te debo la historia de Mei…tendrás que esperar un poco más :P….besitos de limón con azúcar¡¡¡

    Misagi * *








    Capítulo 41: “Un beso bajo la Luna”


    //Flash-Back//

    Tan pronto habían llegado a un claro en un bosque fresco, habían decidido que se quedarían a descansar allí, el atardecer ya estaba por desaparecer y se podía escuchar, no muy lejos, el cauce de un río, era en definitivo un lugar perfecto.

    -Habrá que darse prisa si no queremos salir tarde mañana- Ritsu miró achinando los ojos mirando a todos los que se habían quedado dormidos esa mañana – así que repartiré las tareas, ¿ok?, bien. Shinobu y Miyagi se encargarán de la fogata, Masamune y yo iremos a ver que encontramos para cenar, Akihiko y Misaki podrían ir por más leña…y quizá podrían a provechar para traer algo de agua. Ok…. Si todo está decido andando, no tarden mucho-

    Aquello aconteció tan pronto que no hubo tiempo de alguna objeción y como quien no quiere la cosa, sumada al cansancio y que querían terminar con todo eso rápido, cada quien se dirigió a conseguir lo discutido para después verse en el lugar acordado.

    //Fin Flash- Back//


    -bueno…andando- había susurrado el oji-violeta, una vez cada quien se había ido a buscar su encomienda. Misaki solo había asentido, algo agradecido de que por la oscuridad de la noche no se viera mucho su sonrojado rostro y el apuesto príncipe no pudiera verlo…o eso creía. Caminaron unos segundos alejándose del lugar de reunión, el claro, hasta que llegaron a las orillas del rio.

    -¿está bien si voy por el agua?, ¿no tendrás problemas con la leña?, podría pesar- preguntaba el menor. Akihiko sonrió restándole problema.

    - no te aflijas…no necesitaremos mucha, recuerda que Miyagi y Shinobu traerán la suficiente para la fogata- recordó el príncipe. Misaki solo asintió algo enfurruñado…y enojado, más bien consigo mismo… ¿por qué rayos se preocupa tanto por ese bobo?...se preguntaba sonrojado, frunciendo el ceño y con un puchero en los labios.

    -etto… bien…entonces…ahora vengo…- advirtió sin ser capaz de mirar los amatistas del mayor. Quien sospechando sonrió y recogió algo de madera que encontraba el suelo, mirando como el ojiverde se dirigió con cautela a las orillas del apaciguado rio. Le siguió los pasos lentamente esbozando una media sonrisa…

    ……….

    Algunos metros más alejados, se encontraban Ritsu y masamune. El oji-verde parecía bastante tranquilo o más concentrado en sus pensamientos mientras llevaba en sus brazos algunas frutas y raíces que habían conseguido por allí. Mune caminaba a su lado, levemente preocupado por su distraído amor...él sabía la razón de todo aquel comedero de sesos…y no es como si hubieran tenido mucho tiempo de hablar, pero el tema de su madre los tenía intrigados a todos y más al príncipe de Marukawa, que no podía dejar de pensar en su afligido doncel…

    -Ritsu…todo estará bien. No hagas presuposiciones, por favor, no ganas nada- exclamó el mayor estrechando entre sus brazos al más bajo, que apenas se enteraba de la cercanía del otro, su mejillas se sonrojaron un poco y asentía apegándose más a aquél pecho cálido que se ofrecía como consuelo para él.

    -lo sé. Pero…Mune…yo solo quisiera saber la verdad, quisiera saber quién fue mi madre…yo-

    -y lo sabrás- interrumpió comprensible el mayor- pero todo a su tiempo. Por favor, no te aflijas ahora…te prometo que yo mismo te acompañaré a verle una vez haya acabado todo esto, seguro que “él” podrá darte toda la información que necesitas- exclamó el mas alto. Onodera lo miró con algo de sorpresa, sin embargo con grato agradecimiento en la mirada y asintió, muy a su pesar…pues aun no tenía claro todo lo que sucedía en realidad…y no es como si él hubiera quedado en “buenos términos” con “ese” hombre. Frunció un poco el ceño. Aun sentía ciertas rencillas contra su “padre” por lo que le había hecho pasar con Aikawa… y sinceramente no estaba seguro que poder o “querer” hablar con Onodera Seiji…pero era algo que tenía que hacer….

    -Gracias Mune…- acotó sinceramente, el mayor le encerró en sus brazo y besó su sien- te amo…- susurró escondiendo su sonrojado rostro en el pecho del mayor. Mune sonrió y levantó el rostro de su castaño para que le mirara…

    - yo también te amo…-

    Y con sus corazones nuevamente calmados, se sentaron en una piedra bajo un árbol a esperar la llegada de los otros…

    ………………

    Shinobu más bien se había mantenido ansioso y rebosante de emoción todo el transcurso de regreso, cuando ya iban con las manos llenas de varias leñas y ramitas secas, cuando después de una “cualquiera” plática y un silencio prolongado, escuchó el suspiró de SU varón acompañado de una de esas encantadoras sonrisas suyas, susurrando “cuando hayamos acabado con todo esto, te llevaré a Takatsuki, tu familia seguro te echa de menos”. Y por más “esporádica” o descuidada que se hay escuchado esa frase el rubio sabía que eso no era así. El pelinegro se había preocupado por escoger muy bien sus palabras…en especial el príncipe dragón había alucinado con la idea de que no permitiría que lo separaran de él. Aun así, y como su naturaleza se lo imponía, el oji-plata no pudo evitar su curiosidad, sorpresa y emoción al escucharlo…y aunque no hubiese sonado más fuerte que un murmullo había empezado a lanzar preguntas a su amado una tras otra con verdadera euforia. Claro…no antes de un apasionado y aturdidor beso que pasaba mucho más de un gran agradecimiento…

    Tan solo de imaginarse de vuelta en su reino…en su antiguo hogar sentía que le faltaba el aire en el pecho de pura emoción, pero también sabía que lloraría a mares…y el solo esperaba que fuera de alegría de volver a ver a su familia…¡solo Kami sabe cuánto ansiaba sentir los labios de su madre en su frente!...¡Y Risako…¿qué sería de ella?!...¿y su padre…?...No. A el no le hacía mucha gracia verle. Después de su desprecio no tuvo cabida en su corazón para ese hombre. Apenas fue cociente cuando se percató de que fruncía el ceño y enseguida reanudó una leve sonrisa. Si, atesoraba la idea de volver a ver a su madre y a Risako. Mientras tanto…seguiría dando lo mejor de sí. Sonrió bobaliconamente, y casi inocentemente se abrazó mucho más al brazo de su amado azabache, quien le regresó a ver de inmediato, pues iba ocupado cargando entre sus brazos los trozos de madera.

    -¿sucede algo?- preguntó casi preocupado. El menor sonrió mucho más contagiando de inmediato al mayor, quien le imitó.

    -no…solo que siento que mi cuerpo no soportará por mucho tiempo más la euforia- exclamó dejando escapar un gritillo gracioso, que hizo soltar una carcajada limpia al mayor.

    -me alegro…yo solo quiero verte feliz- exclamó sincero el capitán de Usami. El rubio le miró con atención y enternecido…pero también sumamente sonrojado, y sacudió al cabeza para intentar mitigar el color escarlata de su rostro.

    -lo seré si nunca te separas de mi- exclamó bajando su rostro aun sabiendo que estaba colorado hasta las orejas. El mayor lo miró sorprendido por algunos segundos y después sonrió radiantemente. Bajó su rostro cerca del oído de otro y susurró: “jamás”…seguido de depositar un tierno beso en la mejilla de su precioso dragón, el cual no pudo más que colorearse de rojo mucho más de lo que ya estaba…”Te amo”…

    Si….debe ser el destino…pensó el más pequeño rebosante de alegría.

    …………………………………………………………………………………………….

    “-Inhala…exhala…inhala…exhala…Misaki…¡inhala…exhala!-“

    Esa era la mantra que se repetía el castaño oji-verde mientras caminaba nerviosamente por las orillas del rio, encontrando un “buen lugar” para acomodarse a llenar la ánfora que tenía entre sus temblorosas manos. Bien…una cosa era admitir (con bastante dificultad) que el joven príncipe que fue a rescatar era en extremo atractivo y otra muuuuy diferente era que su “estúpido” cuerpo reaccionará a él. ¿Por qué carajos sentía que el pecho le martillaba con fuerza cada vez que el oji-violeta estaba cerca? ¿Por qué sentía que olvidaba hasta como respirar cuando le dirigía esa genuina sonrisa tan suya?... ¡POR KAMI!...¡¿Por qué rayos su cuerpo reaccionaba a él sin si quiera consultárselo y obedecía cualquier cosa que el mayor “sugiriera”?!...muy a su pesar le vino a la mente la noche pasada, en la que, invitado por el príncipe, habían mantenido una conversación un tanto…extraña…

    “-no Misaki…no es absolutamente lo que estás pensando… ¡no lo es!-“se repetía tratando de convencerse aun con sus mejillas sonrojadas. Simplemente no era posible “-tú no estás a su altura-”, se decía, quizás con tristeza. Sus ojitos verdes se inundaron de lágrimas…y lo peor era que no estaba seguro por qué. Le tomó por sorpresa el pequeño sollozo que dejó escapar su boca…y abrió mucho los ojos…preocupado de que el mayor le hubiera oído, rápidamente sacudió la cabeza y quitó esas traicionaras gotitas saladas que se escapaban de sus ojos…¿Por qué le dolía tanto el corazón?...¿que era ese nudo en la garganta que dificultosamente apenas le dejaba respirar?...De pronto una pregunta saltó en su mente como si se tratara del gran descubrimiento de la humanidad…¿y qué tal si se estaba e-enamorando?...

    -¡No!- exclamó en voz alta sin querer. Sacudió su cabeza varias veces, extremadamente sonrojado y sin poder sacar el bello rostro del príncipe de Usami de su cabeza…suspiró. Estaba muerto…debería dejar de pensar en eso o su cabeza explotaría.

    Finalmente se decidió por detenerse y llenar de una buena vez el ánfora aun vacía entre sus manos y se acercó a la orilla de aquél pacífico río. Se puso en cuclillas para verse más cerca del agua y puso la boquilla en contacto con el líquido hasta que este empezó a llenar su improvisado recipiente. Frunció el ceño al pensar en que por estar muy cerca de la orilla granillos de arena fueran a entrar al recipiente, por lo que visualizando unas piedras de tamaño mediano que formaban una clase de puente hacia el otro lado del río no le vio el problema al subir a ellas para, según él, tomar agua justo en el medio del río.

    Pie tras pie, el oji-verde logró llegar a la roca levemente mojada, y tomando la misma postura anterior se dispuso a volver a la faena de llenar de una buena vez la ánfora…sin embargo, sus pensamientos…relacionado con cierto príncipe aun no le dejaban solo…y con un tímido gesto y mordiendo su labio inferior se preguntó casi ilusionado…” ¿qué pensará Usagi-san de mí?”…

    ……………………………..

    Akihiko había seguido todos y cada uno de los movimientos del menor con una sonrisa en el rostro, muy a su favor y más para su gusto había notado que el menor no le era “tan” indiferente, pues había notado lo nervioso que su persona lograba poner al bello doncel. Estaba seguro que el pequeño había estado bastante distraído desde su encuentro “bajo aquél frondoso árbol aquella noche”, y eso le daba una pequeña esperanza de que tal vez…sí.

    Por su parte, el a cada día que pasaba en compañía del dulce castaño se convencía un poco más de que añoraba y necesitaba a aquel doncel de manera casi desesperada. Si cada vez que lo veía sonreír sentía como su, anteriormente, frío corazón se convertía en gimnasta dando miles de saltos mortales hacia atrás dejando su pecho emocionado y agitado. Su vida había sido un episodio triste y sin casi nada rescatable. Había vivido la mayor parte de su existencia secuestrado con aquella bruja pelirroja…no había muchas cosas que hubieran movido algo en él. Él había incluso pensado que jamás saldría allí. Si bien sabía algo acerca de la profecía, prefería no hacerse ilusiones…y eso era porque precisamente la mayor parte de su adolescencia soñando y esperando que aquello pasara…muchas veces recordaba a su amiga Kaiya acariciar su peluda cabeza de conejo tratando de consolarlo cada vez que se quedaba mirando por la ventana con sus ojos violetas llenos de lágrimas…esperando aquella “profecía”…pasaron muchos años…y no vio nada.

    Pero ahora…todo había cambiado…y aquél que le habían prometido como su salvador hoy estaba frente a él. Y la idea de que fuera su “compañero de vida” le gustaba y le ilusionaba bastante. Hoy veía la esperanza de compartir su soledad y esperanza con alguien y ya no valía la pena negar que Misaki le provocaba algo mucho más que un simple gusto… ni si quiera creía que “querer” fuera suficiente para ese ansioso y cálido sentimiento que formaba en su pecho cada vez que su cabeza pensaba en ese muchachito de ojos inocentes… ¿podría ser amor?...se preguntaba casi con ansiedad…

    Sus pensamientos se interrumpieron de inmediato cuando la fuerte ventisca que inundó el lugar hizo revolver su plateada caballera…su mirada viajó rápidamente al oji-vierde quien se estremeció ante la fresca brisa. Sonrió de lado al verlo tan sumido en sus pensamientos y dejando la leña que tenía entre brazos se dirigió lentamente hasta donde estaba el otro, con la intensión de indicarle lo mucho que ya habían tardado y que tenían que regresar…y tal vez sorprenderlo un poco si…casi sonrió travieso al pensarlo…

    Uno…dos…piedras había cruzado; fue hasta entonces que Misaki reparó en su cercanía, más se había levantado tan rápido de la posición agachada en la que estaba y había sido tanta su sorpresa al ver al príncipe tan cerca suyo que se tambaleó un poco sobre la roca resbaladiza y como era predecible resbaló. Akihiko no habría anticipado esa desdichada caída si no hubiese estado poniendo su atención en el menor.

    -¡Misaki!... ¿estás bien?- preguntó preocupado el príncipe mirando directamente los ojos verdes sorprendidos del menor, que por la diferencia de altura lo miraban levemente hacia arriba. Misaki había retenido el aire, sorprendido y muy posiblemente también avergonzado, pues apenas fue consciente de que el mayor se encontraba sujetándolo por la cintura, mientras en su otra mano reposaba el ánfora que, seguramente, en algún momento se resbaló de sus manos. Tuvieron que pasar unos segundos antes de que Misaki se reprendiera por su “estupidez” de olvidar que el príncipe le había hecho una pregunta, por lo que solo atinó a asentir. No hacía falta un espejo para saber que estaba completamente sonrojado…¡por kami!...se había perdido en los ojos violetas de su mayor…¡otra vez!

    “-tonto”- se reprendió de nuevo al inundarle esos sentimientos “incorrectos”, y sin poder evitarlo volteó su rostro hacia un lado, pues sintió que sus ojos ardían…!idiota…ahí vas a llorar de nuevo!”….lo que menos quería era que el príncipe se diera cuenta…pero ya era muy tarde…

    -¿M-Misaki?... ¿sucede algo?... ¿te has lastimado?- preguntó algo confuso Akihiko, observando como las finas gotitas saladas resbalaban por las mejillas de su dulce castaño, deshizo al fin el agarre que tenía en la cintura del doncel y deslizó esa mano hasta la barbilla del menor para tirar de ahí y observar su rostro, encontrándose con la lastimera imagen de los ojos enrojecidos del menor…al principio se preocupó al pensar en que realmente se había lastimado…pero después descartó esa idea, al sentir como el otro temblaba ligeramente con su toque y como trataba de desviar su mirada de la suya con sus mejillas totalmente encendidas…sonrió, aunque aún curioso del llanto…-¿Qué sucede Misaki?...vamos…deja de llorar- habló suavemente con una sonrisa y limpiando con su pulgar las cálidas lágrimas del sonrojado muchachito.

    Enfurruñado Misaki no dejaba de llorar, mientras limpiaba inútilmente las lágrimas de sus mejillas sonrojadas- ¡no tiene que ver contigo!- “mentiroso” se reprendió - ¡no puedo parar una vez que he empezado!- admitió avergonzado. Akihiko rio un poco ante el puchero tímido del menor.

    -baka…-

    -cállate…-

    El eco de una última risita del Usami inundó los oídos del menor; antes de siquiera poder enterarse de lo que pasaba sus labios tocaban una superficie suave y cálida. Observó con sus ojos bien abiertos de par en par observando al abrupta cercanía del mayor a él…esos ojos violetas que siempre le miraban con elegante coquetería…pero que esta vez…no pudo leer. Los tibios labios del más alto presionaron un poco más contra los suyos, recordándole que le estaba besando… ¡el príncipe lo estaba besando!...tiró de su necio cuerpo hacia atrás…casi invocando todas su fuerzas… empujando un poco con sus manos el pecho del otro…pero este le tenía bien sujeto de la cintura y no tuvo más fuerza para negarse…

    Hipeó un poco, cuando sintió los delgados labios del otro abandonar los suyos…¿Por qué…?...¿por qué lo había hecho? Se preguntaba casi estresado… Levantó su rostro sonrojado mirando el rostro tan “perfecto” de su mayor quien lo miraba con una mezcla de sorpresa y felicidad…

    -Misaki…-susurró tan despacio y tan profundo que Misaki juró que sentía como un temblor recorría todo su cuerpo. El escarlata se negaba a abandonar sus mejillas y Akihiko adivinó que estaba a punto de entrar en un ataque de nervios…sonrió de medio lado, mientras juntaba su frente con la del menor, atrayendo su completa atención al tembloroso castaño- no te alteres Misaki… ¿no querrás que un lindo conejito plateado sea arrastrado por el río…o sí?- confesó casi juguetonamente. A Misaki poco le importó que afirmara sus sospechas de su culpabilidad tras las “transformaciones” del príncipe y miró casi con reproche la “seria amenaza”…

    -¿Por qué lo hiciste?...- preguntó intrigado y sumamente avergonzado tratando de desviar su rostro de la de su mayor, tapándose la boca con su mano. Akihiko lo miró sonriendo levemente sorprendido…¿sería acaso…su primer beso?...

    -has dejado de llorar- remarcó lo obvio, Misakai se sorprendió de esa afirmación, pues ni siquiera se había dado cuenta de ello. Aunque admitió que aquello lo había casi- decepcionado…bajó su mirada- hey…¿te ha molestado?- preguntó el mayor tanteando terreno. Misaki lo miró aun sonrojado, pero también indignado por aquello…

    -¿a ti que te parece?...la gente no anda por allí besando a todo el mundo por que le plazca, a saber a cuantos les andas robando besos- dijo queriendo parecer enojado, pero más bien se escuchó un berrinche, y Akihiko rio al notar reproche en esa última frase, aunque reprimió el “¿estarás celoso?” por su propio bien… y solo se limitó tomar sorpresivamente rápido por las muñecas al doncel para acercar mucho su rostro al contrario

    -¿y si…te digo que solo te he besado a ti?...-preguntó cai suavemente sobre los labios del otro sin llegar a tocarlos… Misaki sintió como su respiración se agitaba y no pudo más que ponerle atención a los labios contrarios que “amenazaban” con querer tocar a los suyos…

    -no…no te creería…- respondió casi en un susurro el menor.

    -¿Por qué?...¿tan bien ha estado?- preguntó coqueto. Misaki se tensó inmediatamente, pero no iba a vacilar ahora… fuera o no una “broma” del mayor, pero de repente todo era tan confuso, sus ojos eran tan hermosos… y dudaba si quiera que estuviera despierto… ¿este tipo de cosas solo sucede en los sueños, no?...

    -no lo sé…no tengo alguna otra referencia para compararlos- dijo como si nada. Más aquella burbuja de “coquetería” se rompió cuando el mayor frunció ligeramente el ceño.

    -ni la tendrás…- aseguró el peliplata levantando el rostro del menor. Misaki miró estupefacto los ojos violetas serios -…porque Misaki es solo…mío- aseguró. Misaki tembló ante aquellas palabras y se sonrojó más sin remedio…¿estaba… estaba escuchado lo que estaba escuchando?...sus ojos se aguaron de inmediato, todo eso no era un maldito sueño...estaba pasando…pero se negaba a aceptarlo…¿Qué sucedió?…

    -¿estás…estás jugando conmigo?...por qué…no es gracioso- preguntó como si no entendiera si quiera que pasaba o donde estaba. Akihiko lo miró serio y negó con la cabeza mirando preocupado la reacción del bajito. Intentó tomarlo de la mano, pero Misaki negó su tacto – no me toques…- le pidió con súplica.

    -Misaki…escúchame- pidió el mayor. El oji-verde estaba renuente a obedecerle- por favor- Los esmeraldas le miraron casi suplicantes para que no hiciera o dijera algo que no era verdad –tengo algo importante que decirte…es sobre…los sentimientos que tengo hacia ti…- expreso, Misaki abrió mucho los ojos y frunció el ceño.

    -mientes- refutó con ojos llorosos y sonrojado.

    -no lo hago…escucha…- insistió cuando vio como el menor separaba su vista de él, y respiró un poco cuando el menor consintió que le tomara por los hombros- pensé que solo me gustabas e incluso que era agradecimiento…pero ahora…incluso siento que “querer” se queda corto a esto que siento…Misaki…temo…presiento que me estoy enamorando de ti…y es algo irremediable…yo…-

    -no sigas- pidió sacudiendo su cabeza de un lado a otro Misaki tapándose su rostro sonrojado. Akihiko sonrió ante el tierno gesto del menor…

    -¿por qué?...-

    -me da vergüenza…-

    -¿Por qué?...- preguntó intentando descubrir su rostro, el menor le negaba el capricho desviando su mirada hacia cualquier lado o cerrando los ojos. El mayor empezó a reír un poco, como si de un juego se tratara.

    -¡Usagi-san!...exclamó casi frunciendo el ceño cuando sintió como el mayor besaba ahora…la punta de su nariz… Su rostro se tornó mucho más colorado. No quería pensar tanto aquella situación…pero el “descanso” se había acabado… y si el mayor no mentía eso era una “declaración” en todas sus letras…Apenas y detuvo las manos del otro…con las propias…no por que realmente pudiera si no que Akihiko se había detenido a admirar su rostro…”¿y si era verdad?”... se debatía Misaki…”No”…se entristecía de inmediato…”¡Misaki…no seas tonto…él es un príncipe!”….-yo…-

    El silencio de Misaki no le decía nada bueno a Alihiko…quería creer que había aclarado algo y no que lo había confundido más…pero al parecer no era así…

    -aun no me crees Misaki, ¿verdad?...- exclamó tomando la mano del doncel, quien le regresó la mirada avergonzada y decaída…-¿Qué debo hacer para que me creas?... ¿me darás la oportunidad de…demostrártelo?- preguntó más bien como una súplica.

    Misaki vio el rostro serio del Usami, pero la duda le palpitaba furiosamente en el pecho…el…él no estaba seguro…el…

    -Usagi-san…yo…-

    -Misaki- pidió de nuevo

    -perdón…yo…yo no lo sé- exclamó estresado e indeciso el menor, y arrebatando de las manos del príncipe la ánfora de agua cruzó de regresó las rocas sobre el agua y corrió hacia el bosque, a encontrase con el resto suponía.

    Akihiko frotó sus manos en el rostro. Desesperado si…tal vez…Pero estaba renuente a rendirse con su bello doncel…

    -solo es cuestión de darle su espacio Akihiko…¿kami…que rayos estoy haciendo?…perderé la cabeza completamente por ese chico antes de haber llegado a mi reino, bueno…al menos no me ha dicho que no- se dijo con gracia. Y tomando el mismo camino que Misaki, pero con la leña en los brazos siguió al menor…

    ******************************************************

    -madre…habrá que fijar una fecha- insistió Yura, mientras observaba a su madre deambular por el gran salón del lugar, con los ojos cerrados y los brazos cruzados. Aquella pose que Yura reconocía como de profunda concentración pata tomar decisiones importantes. La mujer abrió los ojos asintiendo levemente, dándole la razón.

    -ya lo sé, cariño. Tendrá que ser pronto, no quisiera que se juntara la fecha con el asunto del Concejo en Usami…- respondió la mujer.

    -¿te parece una semana?- propuso el joven. La reina pareció pensárselo. Y asintió.

    -será en una semana- dijo al fin detenido su monótona caminata. Yura le sonrió. Así debería de ser. Ya bastantes problemas les habían causado “ese” hombre y ahora al fin que se había aclarado el asunto de quien tendría el derecho sobre la muerte del insulso. Había tardado más de lo quería admitir entablar una discusión con todas las personas con las que Sousuke había dejado tratos a “medias”, y era también, una cantidad ridícula de dinero que quedó a deber ala antiguo rey a “prestamistas” en todos los continentes. Entre acuerdos y demás contratos lograron arreglar el asunto; y tal como adelantaba Yura no habría que esperar más que una semana para cumplir la sentencia que se había acordado.

    Por lo que respecta al resto de sus asuntos, tanto Kaede como Yura habían demostrado su felicidad a ver a la parejita tan cariñosa y unida de nuevo. Keiichi había estado más tranquilo, y eso era lo que agradecía ella, aunado a que Haruhiko había permanecido renuente a darse por vencido. Había sonreído con felicidad aquella mañana en la que Keiichi se levantó con euforia mal contenida gritando como loco que había recordado un nombre importante para los últimos días de su memoria…”Misaki”…había pronunciado casi con deleite. Todo mundo había sacado conjeturas propias de aquello, pero decidieron esperar a por más avances; por otro lado estaba Kioshi…desde el asunto “desagradable” que había tenido con Sousuke se había vuelto un niño mucho más retraído e incluso, a veces estaba renuente a que le tocaran…y el regreso de su hermano sin poder recordarle había hecho mella en él…”pobre niño, tan pequeño y con tanto stress”… había escuchado de una de sus mucamas cuchicheando con otra. Tanto Yuki como Yura e incluso Haruhiko habían estado de acuerdo en que permanecer junto a Keiichi le haría superar bastantes “traumas” que pudiera seguir conservando…y dicho y hecho el menor se había pegado prácticamente como lapa a la parejita. Donde quiera que iban ellos Kioshi les acompañaba…

    -oye…Yura..¿Crees que los chicos vuelvan hoy por la tarde?- preguntó, cambiando de tema, la mujer de ojos claros. Yura lanzó una pequeña sonrisa negando con la cabeza.

    -no lo creo…conociendo la curiosidad innata de esos donceles…seguro Yuki les invitará a pasar la noche en su casa- obvió el menor. La mujer asintió a aquello con una sonrisa-…mejor espéralos mañana en la merienda…

    Aquella mañana Yuki había soltado sin más durante el desayuno en Sumi que sería muy bueno que fueran a visitar el río Taka a las orillas de su reino, y como Keiichi nada más terminar de escucharlo preguntó al rubio con una sonrisa emocionado “¿cuándo?”… seguido de mirar a su “novio” con ojos de cachorro “¡¡vamos?!”… El grito triunfante de “¡si, una expedición!” por parte de Kioshi fue lo que cerró aquel convenio. Y tal cual tardaron en decir aquello así mismo estuvieron listos para partir…

    La cuenta regresiva empezaba también para Sumi, la espera del regreso de la “legión” de Usami estaba cerca al igual que la tan “esperada” junta con el Concejo…

    *************************************************

    En un reino, fundado entre las montañas, rodeado de un precioso bosque de árboles altísimos, el silencio reinaba en la sala principal, en la que no estaban más que la monarca de aquél próspero, pero triste reino y dos de sus guardias. La habitación estaba ordenada con lujosos y hermosos adornos la alfombra rosa pálido que llegaba desde la entrada hasta los pies de aquél único trono justo al frente y al fondo, donde reposaba la reina de aquél lugar. Considerado por mucho ,la mujer más bella de entre muchos otros reinos, la mujer de cabellos rubios oscuros recogidos en una moña , permanecía con sus ojos cerrados, aun cuando escuchó las pasos de alguna persona hacer el clásico recorrido hasta estar frente a ella…

    -¿qué has encontrado?- preguntó sin más sumida en tan impasible actitud. El hombre se arrodillo frente a ella, quitándose su casco de la armadura como acto de respeto y reverencia a la joven reina.

    -recorrimos infinidad de veces de ida a vuelta el Sendero Dorado- sus ojos color café miraron a la mujer frunciendo el ceño levemente -…alteza…pero no hemos encontrado evidencia clara sobre los rumores…no creo que…-

    -gracias- interrumpió ella a su capitán de la guardia, quien la miró con ojos tristes…sabía que nunca se rendiría hasta encontrarle…- lleva a tus hombres a descansar, y espera nuevas órdenes mías Kensho-

    -¿alteza?…- preguntó el caballero que poco a poco se levantaba de su pose arrodillada, la reina abrió los ojos solo un poco mirándole serenamente. El hombre bajo la cabeza al mirar sus ojos grisáceos tan tristes. No podía hacer más por ayudar a su reina… y eso lo hacía infeliz…

    -solo déjenme sola…por favor- ordenó suavemente, tanto el capitán como sus dos guardias se miraron entre ellos antes de retirarse a paso lento e la habitación. La oji-plata suspiró largamente…las cosas no iban bien…¿Quién diría que con tanta riqueza , serían tan pobres?...

    Su aparente tranquilidad fue interrumpida por unos escandalosos pasos, una mujer entró agitada a la sala en donde ella estaba…

    -¡alteza, disculpe mi insolencia por favor!, ¡es urgente que venga!- expresó como pudo la muchachita.

    -Sarah…¿Qué sucede?- preguntó apremiante la rubia levantándose de un tirón de su trono- …Tsume-sama no se encuentra bien…ella quiere verle- declaró. Ni bien había terminado de hablar, la monarca se dirigió hasta los aposentos de la mencionado mujer convaleciente. Entró dando un portazo y se echó al suelo a lado del rostro sudoroso de esa mujer de largos cabellos rubios brillantes.

    -alteza…no debería- insistía el doctor que estaba a su lado cuidando de la salud de la postrada en la cama. Risako lo miró por unos segundos más…no era el momento de recitarle el protocolo de una “buena” reina.

    -madre…-susurró a la mujer, que dificultosamente le regresó la mirada y le sonrió- … ¿madre estás bien?- preguntó tomando su mano.

    -e-estoy… bien cariño…no te preocupes por mí, por favor…-

    -no me pidas eso… siempre estaré al pendiente de ti…

    -Risako…mi niña- murmuró la mujer, la reina enjugó sus ojos- perdona por dejarte todo esto a ti…eres tan joven y yo…nunca he hecho nada por ustedes realmente…yo…-un ataque de tos inundó el cuerpo de la mayor.

    -madre…-insistió preocupada- no nos debes nada…tranquilízate…por favor…te haces daño…-

    -S-shinobu… ¿dónde está…mi niño?...Risako- preguntó a su hija mayor… Risako derramó lagrimas que mojaron sus mejillas…ella a veces era incapaz de recordar que Shinobu tenía más 8 años fuera de casa.

    -pronto lo verás, madre…- “lo sigo buscando y no descansaré hasta encontrarlo”…exclamó para si- lo prometo…- aseguró acariciando la frente de su madre quien cerraba los ojos por el cansancio.

    .
    .
    .

    Continuará…
  8. .
    Hola Mely¡¡¡

    Me alegra que este bien :3, yo también ya estoy mucho mejor :P
    me he acabado con mis pendientes y estoy en mis tiempos "relax" xD
    Así que espero pronto poder ponerme al corriente con mi fic jejeje...

    Pasando a tu fic, me ha encantado esta conty y ha estado bastante
    larga¡¡ :D, jajaja me tenías riendo nerviosamente todo el capitulo jajaja
    Akihiko y su facilidad de resoluciones de problemas jajaja, que relajo se
    hizo entre las parejas xD, ya quiero saber que pasará en la playa¡¡¡

    Espero con ansias tus actus Mely...hasta entonces :)

    Besitos de manzana acaramelada xD

    Misagi * *
  9. .
    Hola mely amiga¡¡, ¿Cómo estás?

    Ya extrañaba un montón tu fic, jejej empecé bien el día al ver tu actualización
    sabes hoy iba a ser un día asquerosamente horroroso en mi escuela xD, jajaj gracias
    por alegrar mi día xD.
    La conty ha estado genialosa¡ :D, me ha encanto , ya quiero saber que hará Nowaki¡¡
    espero que Tsumori no le diga nada a Misaki... y si se o dice que Akihiko lo consuele
    muuuuucho xDDD....

    Gracias por la conty, Mely, actualmente yo estoy con bastantes problemas y por eso de
    mi ausencia por esta pagina u.uU, pero espero pronto tener algo de tiempo :P....espero
    con ansias la conty de tus dos fics¡¡¡

    Besitos de manzana .....desde mi salón de clases xD

    Misagi * *
  10. .
    Hola¡
    waaaa¡¡¡ , ¡¿por que solo 3 capítulos?! T.T
    Me encanta como llevas todo y que mono Giulian tenga novia¡¡ xD
    jajaj ya quiero saber como solucionará Castielito eso de que
    Clarissa quiera una niña ajajaja. Muchas gracias por actualizar, estaré
    esperando la conty¡

    besos

    Misagi * *
  11. .
    waa¡¡¡ waa¡¡¡¡¡¡ moriré muy pronto... de felicidad¡¡¡¡ xDDDD

    jajaja me hiciste muy feliz con la conty, yo creo que esta escena es algo
    que ya muchos de nosotros esperábamos con ansias jejeje...me ha encantado
    todo ha sido un capitulo lleno de miel que me ha sacado una sonrisota xd
    Que felicidad que se haya arreglado con su hermano y esa escena del
    cementerio ante "Emilio" estuvo fantástica...

    Espero con ansias tu actualización...Hasta entonces..


    Misagi * *
  12. .
    Ya extrañaba tu historia¡¡
    awww, me encantó el capítulo, super tiernito leyendo un
    cuento a su bebé mi Castiel hermoso¡¡¡¡
    Estaré esperando con ansias la actu de tu hermoso fic¡

    Misagi * *
  13. .
    Hola hola¡¡ n.nU……….los siento…de nuevo T.T. Me volví a tardar lo sé. Estuve un poco ocupada y enferma estas últimas semanas, ya saben mis enfermedades de siempre…y la maldita gripa que se niega a abandonarme <.< U……Bueno y sumando a eso mi examen de Gramática Histórica que me hizo estudiar como loca, pues bueno u.u, estoy algo cansada , pero no lo suficiente como para no seguir escribiendo mis tonterías :P….pues bueno es básicamente eso lo que pasó en mi vida estos últimos días. ¡Muchas gracias por seguir leyendo!, mi las quiere mucho¡, me alegra que les vaya gustando cómo va la historia. Otra cosita….gracias a ustedes ya llegamos a los 3000 visos, muchas gracias, espero no decepcionarlos con las tardías actualizaciones.-. .. Ahora mismo respondo sus comentarios :D

    Nethy Takahashi: Hola, gracias por comentar, jejej si eres el primer comentario¡ gracias :3, bueno hay muchos pendientes con el asuntito de la madre de Ritsu y reveladoras declaraciones jejejej, y pues sobre el matrimonio de Hiroki y Haruhiko ya sabrás las opiniones de todos los “involucrados” :P….y me temo que habrá más drama con respecto a ellos…lo siento por tus uñas :P-…jeje por cierto ya te traje algo de los románticos :P, espero te guste la conty, besitos de durazno en almíbar……

    Melyoan: Hola Mely¡¡ , aww… espero que ya te hayas recuperado¡, pero que ahora soy ya la enferma…jajaj así no se puede :P….muchas gracias por leer¡¡…jajajaja muy pronto sabrás lo que pasó realmente con Gin y Mei…. Falta poquito :P, verás el drama que falta que se desate en Sumi y en general con el matrimonio arreglado¡¡¡… Akihiko y Misaki y sus propios “pendientes” xD ,espero te guste como va quedando todo… ….besitos de chocomenta¡¡¡…hasta pronto…

    Anne onodera takano: Hola gracias por comentar¡¡, me alegra que te vaya gustando, jeje muy pronto sabrás lo que pasó realmente con Mei…claro aún falta la versión “completa” de Mason y de Seiji¡¡, también el asunto de la boda arreglada tendrá nerviosos a TODOS¡¡¡ :P, espero te guste la conty… besitos de naranja¡¡¡

    Rito-san: holaaa¡¡¡ cómo estás?¡…gracias por comentar…. Jejej que bueno que te haya gustado la conty, ya verás lo que va a pasar con el asunto de Mei…¡y por fin los románticos a escena¡¡¡ xDDD¡ espero te guste la conty ,besitos de cereza…

    Espero podernos leer pronto, mi los quiere a todos¡¡¡

    Misagi * *







    Capítulo 40: “¡Usagi-san!”



    -¡oi!…¡Keiichi! ¡KEIICHI!-

    El doncel de ojos mieles abrió los ojos con dificultad al mismo tiempo que intentaba enfocar un poco lo que sucedía frente a él. Todo era tan borroso…tan confuso…apenas y podía diferenciar su nombre entre todos esos gritos lejanos…y no podía hacer nada para decirles que no comprendían mucho lo que hablaban esas personas, o más bien esas “manchas negras” que su vista no lograba descifrar; sentía su boca reseca y entumida…varias imágenes “sin sentido2 pasaban por su cabeza… ¡dolía horrores!...quería dormir para que se fuera el dolor…si…dormir…

    -¡Keiichi despierta!, no cierres los ojos por favor…- suplicaba Kaede frente a su hijo, quien era sostenido por Haruhiko y Yura, sentado en el filo de su cama. El muchachito parecía más dormido que despierto, agotado y adolorido. La mujer no podía evitar sentirse aterrada y angustiada… ¡su doncel, su pobre hijo!...no era justo que sufriera tanto.

    -¡buaaaa!...¡es mi culpa que Keiiichi-nii-chan se haya puesto mal! ¡Es mi culpa!- jadeaba el pequeño Kioshi que se mantenía sujeto a las faldas del vestido de su madre, sin ser capaz ni de acercase ni de alejarse de Keiichi.

    -claro que no bebé…no es tu culpa- consoló la reina, mientras extendía un paño húmedo sobre la frente de su Keiichi, quien ya estaba recostado sobre la cama- Yuki-kun, ¿hay noticias del doctor?- preguntó al rubio de bonitos ojos que también estaba junto a ellos, preocupado por su “cuñado”.

    -Si, Kaede-san, le han mandado a traer tan pronto lo ordenó, no ha de tardar mucho- respondió el muchacho. La reina asintió.

    -Gracias cariño, ¿te importaría llevarte a Kioshi por favor?, no necesita estar aquí-pidió la mujer. Yuki asintió y se acercó hasta donde estaba el pequeño, que renuente se agarraba a los holanes del vestido de su madre para evitar que le separaran.

    -¡no, no Yuki-san, quiero estar con mi nii-chan!- exclamaba el pequeño.

    -lo sé pequeño, pero ahorita no puedes hacerlo…cuando esté mejor, y el médico lo indique, vendremos a verlo, ¿de acuerdo?- consintió el oji-verde cargando en sus brazos al menor, quien asintió resignado con sus ojos llorosos y se dejó hacer recargando su cabeza en el hombro de su mayor.

    La habitación se quedó en silencio por bastante tiempo, tan solo con los 4 sujetos en completo silencio, uno de ellos inconsciente. Keiichi había caído dormido sin remedio. Yura estaba de pie a su lado mirando con preocupación a su hermano, Kaede cargaba en su regazo la cabeza de su hijo, mientras acariciaba con suavidad su castaños cabellos. Haruhiko se sentó en una silla que estaba a unos pasos de la cama de Keiichi… y recargando sus codos en sus rodillas se llevó las manos al rostro resoplando con frustración, reprimiendo un sollozo con todas sus fuerzas…no soportaba el nudo en la garganta que se le formaba a cada segundo…

    -Haruhiko…-trató de consolar la única mujer allí, miraba con preocupación y condescendiente al muchacho que había sido…y esperaba aun fuera, el gran amor de su niño. Tanto sufrimiento y días y noches de ver a su pequeño llorarle a aquél varón...Y ahora verlo a él tan destrozado por la condición tan cruel y repentina de Keiichi…la causaba una sensación indescriptible en el pecho…y un deseo de querer abrazar al muchacho con la ternura de una madre- …todo estará bien…ya lo verás…ya sabes, él es muy fuerte-

    Haruhiko solo se limitó a asentir. No había mucho que pudiera hacer él en esos momentos. Yura lanzó un suspiro cuando vio al príncipe salir de la habitación aun paso casi moribundo…unos segundos después le siguió…

    ……..

    -¡hey! , ¿Dónde te crees que vas?- preguntó Yura serio, mientras miraba a Haruhiko, recargado en una de las paredes del establo…y frente a él estaba Toru, su tan fiel e imponente caballo blanco. Haruhiko había estado acariciando inconscientemente las crines del animal mientras mantenía la mirada perdida en ningún lado en particular. Haruhiko tardó en mirarlo y aún más en contestarle con voz pastosa y susurrante…

    -ya no lo sé-

    Yura miró a la cabizbaja figura frente a él. Lo notaba TAN diferente a como lo conocía…había cambiado bastante los últimos días…y comprendía un poco más lo vulnerable que era…y sobre todo lo dependiente que era de Keiichi. Habían sido unos meses muy difíciles para ellos (Keiichi y Haruhiko)…lo admitía…pero tal vez… fuera Haruhiko el que se llevaba la peor parte. Keiichi podría estar sufriendo las dudas con su pérdida de memoria…pero Haruhiko sufría lo que sufría Kiichi y además estaba “obligado” a dar su mejor cara ante el doncel, aun sabiendo todos los pendientes que habían quedado en su “relación” los cuales probablemente eran su culpa…Había soportado mucho…mucho en verdad…El no sabría decir con seguridad su hubiera podido resistir tanto si estuviera en la misma situación con Yuki…

    -hey…no pierdas la cabeza hombre, todo estará bien- exclamó Yura sin saber exactamente que debía decir en frente del triste varón.

    -sería muy bueno si pudieras garantizarlo…- exclamó el otro. Yura hizo un gesto de amargura y tristeza.

    -lo siento- era verdad lo que decía Yura, lamentaba todo aquello, sin embargo reanudó su rosto serio al observar “ese” sentimiento en el otro…cuando fruncía el ceño mientras su mirada se perdía – no obstante…hay algo más que te preocupa- exclamó. Haruhiko el regresó la mirada algo sorprendido de que Yura supiera leerlo tan fácilmente - ¿Qué es?- preguntó. Él vaciló un poco antes de responder, lanzó un suspiró al mismo tiempo que cerraba su ojos y se cruzaba de brazos dejándose recargar totalmente en la cancela.

    -El Concejo- fue lo único que salió de sus labios. Yura frunció el ceño y apretó sus puños.

    -¡¿Y ahora qué carajo quieren?!...¿aún siguen con la estupidez del adelanto del matrimonio?- preguntó casi rugiendo en desacuerdo. Haruhiko asintió.

    -Y no solo eso. Se reunirán en Usami para la reunión en dos semanas. Es el máximo plazo que dieron para este asunto…¿sabes?- Yura vio fruncir pronunciadamente el ceño a Haruhiko mientras apretaba con mucha fuerza sus puños- temo qué vaya a pasar con el reino Kamijou y Usami…todo se me sale de las manos Yura…además Keiichi…-

    Yura vio el rostro de imponencia de Haruhiko y lo reflejó en su silencio.

    …………………………..

    La noche al fin había llegado. Eran quizás pasadas las 2 de la madrugada, la luna brillaba en todo su esplendor y el cielo estaba limpio de estrellas esa noche. Haruhiko , que estaba sobre el barandal de la ventana, fijó su vista en su hermoso doncel que descansaba sobre la cama. Sonrió…parecía tan tranquilo justo ahora. Hace un par de horas que el doctor se había retirado, ya cuando estaba seguro que su amado Keiichi no corría ningún peligro de cualquier tipo, todo el problema se resumió en el fuerte impacto que causó la noticia en el…Haruhiko había sonreído como estúpido cuando escuchó aquellas palabras del médico “lo más seguro es que, si su mente y su cuerpo son fuertes, los recuerdos vengan a él de poco a poco”…había una esperanza. Aunque era consiente que eso podría llevar bastante tiempo.

    -no sé cuánto tiempo pueda seguir con esto- murmuró en aquél imperturbable silencio mirando el piso sin ningún interés en particular.

    -y yo…- La voz de Keiichi le sacó de sus pensamientos y sorprendido y bajo de un salto para encararse con su joven doncel.

    -Keiichi- murmuró el mayor, acariciando apenas una mejilla, casi con miedo de ser rechazado. Keiichi lo notó y su gesto se deformó en uno de tristeza.

    -ya no te sientes seguro…¿no es así?. Y es mi culpa- exclamó triste el menor dejando escapar unas lágrimas.

    -no quiero hacerte sentir mal…Keiichi. Quiero tratar de darte tiempo y de comprenderte. No tienes la culpa de nada- exclamó el otro ya sentado a un lado del menor, mirándole fijamente tratando de consolarle tan solo con la mirada.

    -no es verdad…es mi culpa que tu estés así- exclamó el menor agachando la cabeza. Haruhiko no entendió a lo que se refería- ¿crees que no me doy cuenta cada noche…en la que velas mis sueños?...¿crees que no me doy cuenta de que lloras, y pides…a quien quiera que te pueda escuchar…que todo acabe de una buena vez?...¡¿crees que no sé qué estás sufriendo por mi causa?!...¡Haruhiko te estoy lastimando y no soy capaz de evitarlo!...quiero estar contigo para siempre...pero no puedo tenerte a mi lado así…no quiero lastimarte más-

    -Keiichi- murmuró el mayor sorprendido…había abierto mucho los ojos, mientras sujetaba al doncel de los hombros, el cual temblaba como hoja al viento.

    -Quiero ayudarte…quiero ser útil para ti. Quiero ser digo de poder estar a tu lado. Quiero recordar todo lo que ha pasado con nosotros…¡quiero recorte a ti!...pero no puedo- chilló el menor soltando amargas lágrimas que bañaban todo su sonrojado rostro- quisiera poder ser la mejor persona para ti…no…la única. Pero no puedo ganarle a ÉL-

    -Keiichi, ¿pero qué dices?...tu eres el indicado para mí , tu eres el único para mí . Yo solo te quiero a ti, ¡¿Qué no vez que dependo enteramente de ti?!...solo te amo y te amaré a ti…- exclamó el mayor a punto de derramar lágrimas- jamás querré a otra persona en mi vida…eso es seguro. No sé de qué “ÉL” hablas- Keiichii había sonreído con tristeza mientras se abrazaba con fuerza al pecho de su aun novio…

    -no lo entiendes…Pero para mí…hay una persona incansable…alguien que se ha ganado tu corazón con creces…y no como yo…que ha dependido enteramente de él para conquistar tu corazón- Haruhiko cada vez entendía menos- ¿aún no sabes de quien hablo, verdad?...jejejeje- sonrió con tristeza y con los ojos inundados en lágrimas- y soy tan estúpido…porque estoy celoso…de mí mismo. De mi…cuando era más joven y consiguió llamar tu atención a como diera lugar. De esa persona que siempre consideraste como inteligente y valiente…de la persona que realmente te enamoraste…¿sabes?…Yo no le hago ni sombra a esa persona…y eso me duele. Me duele tanto que mi condición y mi presencia te duela- exclamó el menor sin ser capaz de mirar el rostro de su chico.

    -¡Keiichi!...mírame… ¡mírame ahora!- exigió el príncipe. El menor sorprendido por la exigencia regresó a ver esos orbes grises que tanto le encantaban. Haruhiko mantenía fruncido el ceño y sujetaba de los hombros aun al doncel- ¡escúchame bien y quiero que te quede claro de una vez por todas!- el aludido se mantenía sorprendido poniendo extrema atención a su príncipe -¡Tú eres Keiichi!...¡tú condición no cambia nada!...no eres otra persona…¡eres tú!, tu eres mi luz, eres la única persona que amo…y seguramente la única que amaré. Esto solo es una prueba más del destino para asegurarse que ha hecho lo correcto en juntarnos. Odié todo este problema…¡créeme, no quería seguir con esto!...¿pero sabes algo?...algo bueno surgió de aquí: La vida me dio la oportunidad de volver a enamorarme de ti…y también de volver a enamorarte…me dio la oportunidad de mirarte otra vez…como si fuera la primera vez…de ver tu rostro sonrojado o avergonzado cada vez que me acercaba ti para hacer alguna picardía- sonrió de lado sacándole un bello sonrojo a su doncel- me dio la oportunidad de conocerte de nuevo…y de sentir la felicidad y el amor de la única persona que yo amaré en toda mi vida…Keiichi…jamás me digas que no eres para mi…porque cuando eso suceda sabrás que será suficiente para hacer pedazos mi corazón-

    -¡Haruhiko…te amo tanto!- estalló el menor sin ser capaz de retener sus lágrimas. Haruhiko lo recibió en sus brazos apretándolo con fuerza a su cuerpo…si por el fuera, jamás lo soltaría, viviría con él abrazado por la eternidad…tenerlo ahí junto a su corazón…era incomparable.

    -también te amo Keiichi…te amo demasiado para mi cordura- sonrió un poco, haciendo sonrojar al menor –todo estará bien Keiichi…las cosas mejorarán…estaré contigo para siempre…cueste lo que cueste…- exclamó decidido, mirando la oscuridad de la noche a través de la ventana.

    *******************************************************

    Sus ojos verdes se abrieron lentamente, divisando primeramente un tejado hecho de pequeñas ramitas, que seguramente tapaban la hermosa vista de aquella noche. Su corazón se desesperó un poco al recordar la última escena de la que fue consciente: ¡aquél ciclope se los iba cenar! Sus ojos voltearon a ver a un lado, percatándose que el resto de los chicos dormían allí. Su corazón volvió a latir con regularidad…ya era de noche…a unos pasos más encontró la figura de dos ¿centauros?...hoo cierto. Tenía un vago recuerdo que ellos los habían ayudado...hug…que dolor de espalda tenía. Se desesperó un poco y se sentó bien en la manta sobre la que dormía… dándose cuenta hasta ese momento que junto a él solo dormían 4 personas…aun en la oscuridad de la noche pudo divisar quien faltaba…

    -¿dónde se habrá metido Akihiko-san?- se preguntó con las mejillas sonrojadas, se levantó de su improvisado lecho y caminó un poco, entrando a una especie de campo más arbolado. Caminó unos cuantos pasos admirando algunas plantitas que cerrada por la ausencia del sol, eran alumbradas por la luz de la luna y movidas por el fresco viento de la noche.

    -¿Misaki?-

    El castaño dio un pequeño brinquito del susto, sorprendiéndose al reconocer la voz del príncipe peli-plateado. Lo encontró sentado debajo de un árbol recargado cómodamente en el tronco del árbol, parecía curioso y extrañado de mirarlo allí, sin embargo le regaló una linda sonrisa que hizo que todo dentro del oji-verde vibrara de nerviosismo…¿Qué fue eso?...se preguntaba sonrojado el menor…

    -ho-hola…Usagi-san…waa¡¡ ¡UsaMI-san!- se corrigió rápidamente y avergonzado el oji-verde; provocando que el mayor abriera primera mucho los ojos por la graciosa ocurrencia y después lanzara una simpática carcajada -¡waa…lo siento!- trataba todo acongojado de corregir su error el menor.

    -jajaja…no me molesta ese mote…si viene de ti- consintió el mayor con media sonrisa notando con suficiente fascinación como Misaki enrojeció desde las orejas hasta el cuello. Reprimió una risilla; sin embargo no estaba dispuesto a retroceder en su “cometido” y lo que menos quería en ese momento era incomodar al castaño y regresar a su deplorable forma de un conejo-lo que quiero decir es… que no me molestaría que llamaras así Misaki- rio suavemente- además…yo creo que queda bastante bien con la situación… ¿no lo crees?-

    Misaki más bien estaba bastante seguro de que explotaría en cualquier segundo más solo se encogió un poco en su lugar tratando de rechazar aquella vergonzosa propuesta.

    -¡pero!…-

    -baaa…no hay problema, insisto- interrumpió el mayor como quitándole importancia al asunto; seguido palmeó un poco la tierra junto a él, llamando al menor- ¿qué haces allí?, ven aquí…-invitó. Misaki caminó casi idiotizado hasta allí, quizás sin percatarse que era una petición y no una orden. Se sentó junto al guapo príncipe tratando de verse tranquilo, más sabía, que por dentro ¡estaba que se moría de los nervios!, con sus piernas dobladas y sus manos sobándose nerviosas solo se mantenía en silencio sin ser capaz de ver el rostro de su “acompañante”; todo lo contrario a Akihiko, que no podía despegar su mirada violeta del tenso cuerpo sentado a su lado, más mostró un sonrisa autosuficiente al ver que el muchacho se había sentado a su lado y no se había negado.

    -y… ¿Qué haces aquí?...digo, deberías estar durmiendo como el resto- exclamó el peli-gris, mirando fijamente las estrellas en el cielo. Misaki frunció un poco el ceño… ¡pero que decía….si él también estaba despierto!...

    -pues…lo que pasa es que ya no tengo sueño…además ya me dolía la espalda de estar tanto tiempo acostado- exclamó avergonzado el menor, mientras se pasaba una mano por la nuca. Akihiko mostró una simple sonrisa imaginándose al castañito haciendo un puchero… ¡Por Kami… ¿desde cuándo sonreía tanto?!...se preguntaba sorprendido el mayor, abriendo un poco más de la cuenta sus iris violetas. Misaki no descuidó esa reacción y se le antojó terriblemente atractivo.

    -ummm…pues bien, yo tampoco podía seguir acostado- comentó el príncipe.

    -¿Por qué?- preguntó entornando sus ojos verdes hacia su interlocutor, con aire curioso por la seriedad repentina en el rostro del mayor.

    -pensaba en…lo que nos espera cuando lleguemos a nuestro destino- habló así el mayor. Misaki bajó un poco la mirada, quizás contagiándose de la preocupación de Akihiko. Después lo escuchó continuando con su discurso- hay muchas cosas que hacer…y tan poco tiempo…me siento tan ajeno a todo lo que pasa en mi hogar…no sé si seré capaz de “arreglar” todo lo que ha sucedido en mi ausencia…todo lo que ha ocasionado mi desaparición…no sé si sabré que hacer cuando llegue el momento…-

    Misaki lo volteó a ver con la mirada ligeramente ensombrecida y sorprendida…

    -¡no seas tonto!- aquellas palabras, con el toque perfecto de regaño sorprendieron a ambos…Akihiko lo miró absorto y Misaki se sorprendió por el repentino arranque de “libertad” que se dio con el príncipe, y sus mejillas se sonrojaron…sin embargo siguió hablando con su tono tímido- No estás solo. Todo este tiempo que estuviste ausente, nadie ha dejado solos a tu familia y a tu reino. Hiroki, Masamune, Keiichi. Ellos te han ayudado, y seguro no son los únicos. Hay y habrá gente dispuesta a tenderte la mano…aun en las circunstancias que parecen más insuperables. Aun aunque la situación nos tome por sorpresa- susurró lo último más para sí. Akihiko sonrió un poco al descubrir las mejillas rojas de SU niño-¿aun crees que estás solo?-

    -no- respondió rápidamente, sonriendo, tal vez, agradecido, tal vez, sentimental- sé que aunque se los pidiera, esos jamás me dejarían solo, jejeje, son demasiado tercos-

    Miskai sonrió ante aquella descripción. Él podría asegurar aquello…con tan poco tiempo conviviendo con ellos podía garantizarlo.

    -lo sé, todos ellos son de un carácter de cuidado- exclamó reprimiendo una alegre risilla, pero enseguida hizo una mueca casi lastimera y triste-son tan valientes…y fuertes…ellos son maravillosos. No me extraña que sean perfectos para todos ustedes…- exclamó casi inconscientemente. Akihiko lo miró sorprendido. Misaki se sonrojó –d-digo…me refiero a personas importantes…ya sabes…de la realeza…que deben estar con otra persona de la realeza o con alguien tan único como alguien de la realeza- exclamó el castaño…recordando a Ritsu específicamente, abrazándose fuertemente a sí mismo, no sabía por qué tan de repente se sintió tan deprimido y triste…tan poca cosa alrededor de todas esas personas tan sorprendentes. Akihiko frunció el ceño…adivinando, quizás, lo que pasaba por la cabeza del oji-esmeralda. Se cruzó de brazos.

    -¿eso crees?- preguntó serio, fijando su vista hacia el frente. Solo vio bajar el rostro al otro- No toda la realeza es extraordinaria o inclusa buena…o justa. Y te aseguro también…que hay muchísima gente allá afuera…que no pertenece a la realeza y que tiene un corazón mucho más valioso que esta gente pedante y llena de innecesarias y egoístas comodidades…- exclamó el peli-plata. Sus ojos se encontraron al fin con los de Misaki que lo veían sorprendido y con los ojos llorosos y avergonzados.

    -tienes razón…-murmuró quedito Misaki, recordando el contraste de su madre…que fue una mujer extraordinaria y del “padre” de Keiichi, que como este el contaba, era un ser humano horrible…Akihiko le sonrío de medio lado.

    -pues claro que la tengo, baka- exclamó el mayor, y en un rápido movimiento abrazo por el cuello al menor, haciendo que este quedara recargado en su hombro- …tu eres una de esas personas Misaki. No sabes cuánto te admiro…-susurró tan bajo que cualquiera hubiera dudado al tratar de adivinar lo dicho, más Misaki que estaba MUY cerca de él si lo escuchó y se sonrojó aún más por si fuera posible. El tan inesperado abrazo le había resultado algo mucho más que sorprendente…por lo que aun temblaba ligeramente contra el cuerpo contrario y una sonrisa tímida surgió en su rostro en conjunto con un calorcito agradable en el pecho…su corazón estaba aún inquieto saltando como loco por todas partes…Tal parece que tampoco podía controlar su emoción…

    -pero…que cosas dices…-alcanzó a murmurar Misaki , aun sin despegar su cabeza del hombro del príncipe, quien le tenía bien abrazado. Akihiko estaba sorprendido y complacido, primero…de que el menor no hubiera deshecho su abrazarlo, y segundo de la confianza que le había pedido de hablarle de “tu” .Ninguno se miraba a los ojos pero parecía que no era necesario…no ahora al menos.

    -es verdad. Creo…que cualquier varón estaría complacido y agradecido de tenerte a su lado, tu eres extraordinario- …”como yo por ejemplo”…reprimió Akihiko , mirando fijamente al menor, quien volteó tan rápido a verlo, con sus rostro sonrojado, que temió se hubiera roto algo…. Sus ojos estaban abiertos y avergonzados a más poder…casi se preguntó…” ¿y tú?”…pero enseguida su subconsciente reprimió aquél “imposible” pensamiento…

    -m-mientes…jamás había hecho algo en mi vida hasta ahora…además dudo que llamé la atención de alguien- exclamó avergonzado y con un susurró casi inaudible. Akihiko le miró con una sonrisa y sorprendido a mas no poder…tal vez se metería en terreno peligroso y estaría arriesgando convertirse de nuevo en un conejo, pero necesitaba intentar aquella pegunta importante para él…

    -mientes tú, seguro. ¿Me estás diciendo que nadie te ha pretendido?- preguntó casi ansiosamente al menor, quien dio un pequeño saltito nervio y rojísimo a su lado. Lo vio encogerse hombros, moverse incomodo en su lugar y bajar el rostro…pensó que no le contestaría más luego se dio cuenta que no sería así… Al oji-violeta le comían los nervios y no despegó su vista del muchachito más bajo.

    -bueno…yo nunca salí de mi aldea…y siempre me encontraba trabajando o encerrado en casa…pues…etto…si hubo alguna vez alguien que me mirará pues… al parecer nunca me di cuenta- exclamó avergonzado. Akihiko casi ríe sin poderlo creer…. Pero por primera vez adoraba lo despistado de ese doncel excepcional…

    -debes ser un despistado excepcional, jajajaja- se burló un poco el mayor. El menor hizo un puchero ante el insulto, mas después relajó su vista al darse cuenta del mensaje “escondido” en el comentario del príncipe…¿acaso él lo consideraba…atractivo de alguna manera?...se preguntaba nervioso. Más optó por seguir escuchándolo -… pues al parecer estamos iguales…-exclamó el mayor emitiendo un resoplido algo vago e informal para su “porte”. Misaki levantó una ceja.

    -No te creo…seguro que atraías bastante miradas- exclamó el menor. Akihiko lo miró curioso.

    -aja…seguramente rebozaba de pretendientes encerrado en el castillo de Aikawa- exclamó sarcástico. Akihiko no sabía cómo rayos habían llegado a aquello…era extraño pero bastante gracioso….los pucheros avergonzados de Misaki valían la pena. Misaki encogió los hombros casi con un rostro serio, diciendo realmente lo primero que se le vino a la cabeza…

    -quien sabe…Haruna es una mujer muy bella…y Arata-san…parece que le gustas- exclamó el oji-verde bajando la mirada. Akihiko abrió mucho los ojos y no pudo reprimir soltar una pequeña risa… aquello parecía una perfecta escena de celos y seguramente el doncelito ni se enteraba…

    -Haruna es muy bella, claro. Pero la llegue a considerar casi como a una hermana. Y Arata, puede que sea muy obvio su gusto por mi…pero lamento decirte que no era mi tipo- exclamó el mayor con una sonrisa. Misaki enrojeció.

    -n-no me importa realmente…además… ¡¿Por qué hablamos de esto?!- exclamó el menor cruzándose de brazos todo sonrojado. Akihiko rio largamente.

    -quien sabe…tu empezaste- exclamó entre risas. Misaki hizo otro puchero y regresó a ver hacia el cielo, el cual empezaba aclararse. El silencio se extendió entre ellos por mucho tiempo. Misaki solo bajaba su cabeza y jugaba nerviosamente con sus manos. Akihiko lo miraba y sonreía como estúpido, cada vez estaba más seguro que lo NECESITABA solo para él.

    -ummm…ya es tarde…creo que debería irme…pronto amanecerá- exclamó el menor haciendo el amago de levantarse. El mayor lo ayudo y asintió.

    -por su puesto…descansa Misaki- exclamó el mayor levantando en rápido movimiento para besar la sien del menor y seguido sentarse. El menor se encogió en su lugar por unos segundos y después bajó su rojo rostro. Akihiko estaba seguro que le dolería la cara después de tanto sonreír.

    -si…tu igual…hasta dentro de una horas…supongo- exclamó el menor sin dejar de ver los amatistas del mayor , mientras retrocedía lentamente para regresar a donde estaba el resto…Akihiko no se negó el capricho y también miraba los ojos esmeraldas con alucinación…aquél juego de miradas se tornaba peligrosos…y esta vez Misaki también lo notó…”¡tonto!”…se reprendía a sí mismo…”¡él es un príncipe…y tu…tu solo eres un… Misaki”!

    Akihiko no despegó la vista de la silueta de Misaki hasta que este desapareció…cerró los ojos esbozando quizás la millonésima sonrisa del día…quería pensar que estaba cerca… ¡joder como adoraba a ese castaño!...

    *******************************************************

    Ese día, desde la mañana, había sido bastante productivo para todo Ayami. Hiroki había estrado fascinado por la manera en la que habían adornado todo el reino marino, ¡estaba incluso más colorido de lo que era normalmente!, cada una de las casitas rebosaban de cintas de colores y perlitas y demás adornos del mar. Desde hace algunos días Nowaki y Hisa-san le habían venido platicando acerca de ese gran día para los habitantes de Ayami…se trataba del día en el que festejaban su independencia como reino libre, además de haber obtenido el reconocimiento de los otras ciudades marinas como la “capital” ,por así decirlo, de los tritones y sirenas. Aquella celebración era festejada por todos con mucha alegría y algarabía. El palacio ofrecía un baile esa noche al igual que un exquisito y rebosante banquete al que todo el reino asistía.

    La noche al fin había llegado y las luces de colores alumbraban los pasillos oscuros del palacio. La fiesta seguía, aunque con menos escándalo que hace algunas horas. Hisa se había mostrado rebosante de alegría y sonriendo todo el tiempo cada vez que su gente se acercaba a saludarle. Hiroki había recordado un poco sus tiempos en su reino, en aquellas fiestas en las que a lado, de sus padre y hermana saludaba también a los invitados (y despedía de la manera más “cordial” a sus pretendientes). Tal parece que aquello no había cambiado demasiado. Sonrió.

    -Muy buenas noches tenga Hisa-sama, alteza, muchas gracias por la invitación. Una magnifica fiesta, como siempre- Exclamaba un tritón de edad madura, junto a su sirena y sus dos pequeñas- muy buenas noches tengan también Nowaki-sama y Hiroki-sama, majestades- Nowaki y Hiroki permanecían a un lado de donde estaba Hisa-sama sentada en su trono. Era ya tarde y algunas familias empezaban a despedirse.

    - es un placer para nosotros celebrar junto a todo el reino este importante día- respondía con sincera sonrisa Nowaki.

    -Muchas gracias por asistir- completó Hiroki. Los dos adultos bajaron la cabeza en signo de respeto al príncipe consorte y las pequeñas salieron detrás de su madre con algún objeto el castaño no alcanzaba a distinguir, pero iba adornado con un lindo lazo. Hiroki sintió pura ternura la ver a las pequeñitas sonrojadas acercándose a él con el presente en las manos.

    -muy buenas tardes Hiroki-sama, acepte por favor nuestro pequeño obsequio para el futuro heredero- exclamaron al unísono. Hiroki les sonrió tiernamente, al mismo tiempo que se deshacía del agarre del brazo de Nowaki y inclinaba a recibir el obsequio, beso ambas frentes y se llevó aquel curioso juguete hecho de perlitas y conchitas al pecho.

    -muchas gracias, seguro lo adorará este pequeñito de aquí- exclamó el castaño, llevándose ligeramente su mano a su apenas visible bulto en el estómago. Los mayores sonrieron al mismo tiempo que las pequeñas asentían entusiastas, y salían corriendo a la salida. Los padres las siguieron después de reverenciar por última vez a los 3.

    -a este paso llenarás el palacio de obsequios antes de que nazca mi nieto- rio la peli-azul, haciendo reír a su hijo y sonrojar al castaño.

    -eso parece- comentó ente avergonzado y agradecido el castaño emitiendo un pequeño suspiro cuando Nowaki lo rodeó con un brazo por la cintura, haciendo que el mayor recargara su cabeza en el hombro.

    -¿estás cansado Hiro-san, quieres que regresemos a la habitación ya?- preguntó el azabache a su lindo doncel, quien negó levemente con la cabeza.

    -¿es eso Hiro-chan?...si es así ve descansar mejor- exclamó preocupada la mujer. Hiroki le sonrió y asintió levemente.

    -bueno…yo…no es necesario que vengas, quédate con Hisa-san- debatía Hiroki mirando a Nowaki.

    -tonterías, cariño, esto ya acabo…mejor vete con tu novio cielo- habló la reina, regalándoles una sornisa sincera.

    Después de aquella pequeña conversación y de despedirse de los invitados que quedaron ambos se retiraron a su habitación. Durante el tiempo que había pasado en Ayami, ya como príncipe “consorte”, Hiroki había vivido unos días bastante felices y despreocupados, más no por eso se le olvidaba todo los pendientes que tenía una vez que llegara a casa. Realmente extrañaría los días tranquilos de la ciudad bajo el agua.

    Una vez que llegaron a la habitación y con el cambio de ropa listos para descansar, Hiroki se sentó cómodamente en el centro de la cama mientras miraba con alegría y cariño el bello anillo de oro con una piedra azul que reposaba en su dedo anular. Después de muchas insistencias (por Hisa, claro está) de que el anillo de compromiso debería de ser el más hermoso, único especial, etc… de todos, Nowaki había acordado regalarle ese anillo, el cual decir que era solo especial era poco…pues el bonus extra consistía en que una pequeña parte de su magia estaba en esa hermosa pieza de joyería, lo cual resultaba bastante útil, pues permitía saber al menor sonde se encontraba su amado dese cualquier distancia…y no solo eso.

    -¿te ha gustado?- escuchó Hiroki la voz de su prometido muy cerca de su oído…no se había enterado de cuando se había acomodado tras él y ahora tocaba la mano que el mantenía extendida para admirar la pieza.

    -sabes que si…lo amo- respondió con una sonrisa, recargándose en el pecho del menor.

    -¿tanto como a mi…o más?- bromeó el menor con un puchero.

    -casi estás a su altura…-respondió Hiroki con una risa.

    -Eres malo Hiro-san…- exclamó el otro con voz aniñada que hizo reír a su novio, le regalo mimosos besos en las mejillas sonrojadas por largos segundos hasta que decidió seguir hablando- … ¿estás nervioso por la noticia a tu padres?...- preguntó el menor curioso. Hiroki suprimió una risa y negó con la cabeza.

    -jejeje, yo creo que tu deberías estar nervioso- exclamó el mayor con una sonrisa. Nowaki lo miró con una ceja levantada- …sabes…Masamune no es ni la mitad de celoso conmigo como lo es mi padre…-exclamó. Nowaki levantó ambas cejas en respuesta de no creerlo- …por cierto tienes una plática pendiente con él- exclamó el castaño sonriendo y rodando los ojos.

    -deséame suerte entonces…- respondió el menor al fin, poniéndose frente a su pareja. Hiroki rio un poco, poniéndose en pose de recordar. Nowaki adoraba verlo sonreír con ese brillo en sus ojos. Sabía que esa mirada de anhelo era para su familia.

    -no te preocupes. Madre lo mantendrá a raya y seguramente Mikoto intercederá por ti todo el tiempo- rio el castaño casi adivinando lo que pasaría ese loco día.

    -vaya…pues si es así…adoraré a mi pequeña cuñadita- exclamó Nowaki, haciendo un gesto de alivio.

    -y ella también te adorará…-

    -¿así?...¿por qué tan seguro?...¿acaso ella era así con tu otros novios?- preguntó curioso Nowaki. Hiroki levantó una ceja casi como si fuera obvio.

    -ja, estás loco. Mikoto era la primera quien me corría de una patada a los pretendientes- recordó el mayor. Nowaki se permitió carcajearse junto a su castaño- “solo estoy segura que ella sabrá que eres le correcto”- pensó el castaño con un rubor en sus mejillas.

    -espero todo vaya como fue planeado…Hiro-san…aquí…y en tu reino- exclamó el azabache acariciando con una mano la mejilla del rostro “casi” preocupado de su prometido, quien asintió regalándole una tierna sonrisa.

    -verás que si…en una semana partiremos a Kamijou y todo saldrá bien…haré lo que haga falta para estar juntos…los 3- sonrió el castaño, recordando que aún tenía un “round” pendiente con el Consejo. Nowaki rio un poco.

    -sé que si…los amo…Hiro-san- confesó el oji-azul, besando casi con devoción los labios suaves de Hiroki, quien suspiró audiblemente mientras subía los brazos al cuello de su amado…”yo también”…retumbó un último susurro en aquella habitación.

    **************************************************************

    Ritsu abrió los ojos cuando el primer rayo del sol acarició su cara. Se pasó la mano por el rostro lentamente y se incorporó en el lecho improvisado que habían preparado anoche sus anfitriones bajo un techadito de ramas y palmas. Parpadeó un poco y frunció el ceño al recordar lo que les había dio Horus anoche…y es que… ¡no podía sacárselo de la cabeza! :” ¿Qué por qué?...es claro, ella fue su primer aprendiz y no solo eso…los brujos y criaturas cercanos a ese tirano…juraban que Mei fue importante…realmente importante para él…ya sabes ese monstruo la amaba…hubiera hecho cualquier cosa para mantenerla junto a él para siempre…”

    Chasqueó la lengua, tratando de olvidar aquello. Simplemente no se imaginaba, a su…quien sea que haya merecido el sobrenombre de “madre” a lado de ese mal hombre que todos tachaban de monstruo. De pronto se le había venido a la mente la “imposible” idea de que fuera hijo de ese brujo vil y cruel…simplemente sacudió la cabeza para sacar esas atrocidades de su conciencia…suspiró un par de veces antes de tranquilizarse por completo. Apenas atendieran todos sus asuntos con Usami, tendría una larga y seria charla con Onodera Seiji, eso era seguro. Ladeó su cabeza hacia un lado encontrándose con su príncipe amado, durmiendo a pierna suelta a su lado, o pudo evitar sonreír; un poco más allá estaban Miyagi-san y el principito dragón, seguido de Misaki y …¡¿dónde rayos estaba Akihiko?!...

    Se levantó, un poco perezoso y se dirigió a un lago cercano para lavarse la cara, ya después buscaría a Akihiko. El sol ya había salido, había recordado que saldrían temprano para evitar retrasarse más en su viaje. Levantó su rostro aun húmedo cuando escuchó un ruido que hacia la maleza al ser aplastada y emitió un suspiro de alivio al ver al peli-plata ahí parad, frente a él, mostrándole, al parecer, una sonrisa burlona por haberle asustado.

    -¿y tú qué haces allí?... ¿hace cuánto que te has despertado?- preguntó el menor secándose la cara con un pedazo de tela.

    -llevo despierto bastante tiempo...- respondió el príncipe con unas sonrisa enigmática. Ritsu solo elevó una ceja y no le dio mucha importancia al asunto. Total, Akihiko no era la persona más normal precisamente que hubiera conocido, sonrió.

    -ummm…pues andado que se hace tarde, al parecer todos se han quedado dormidos…-explicó el oji-verde frunciendo el ceño. Akihiko sonrió al ver a su amigo enfurruñado y solo le siguió con una gran sonrisa de idiota que nadie le quitaría en mucho tiempo…

    Como lo habían planeado, tan pronto todos estuvieron listos agradecieron a las atenciones de los magníficos centauros y prosiguieron con su camino; todos animados de nuevo, retomaron sus acostumbradas platicas. Ritsu volteaba a ver a Misaki y al oji-violeta de vez en cuando…sonreía extrañado y sorprendido de verlos tan relajados y “confianzudos” , especialmente el menor…

    ¿Habría pasado algo allí?....se preguntaba una y otra vez curioso y con sonrisa pícara…total era mejor dejar las cosas como iban…quien sabe…prefería esperar mejor la sorpresa. Desvió su mirada de nuevo hacia donde estaba Masamune observando fijamente el mapa que les había dado Hatori antes de salir de su casa.

    -¿hacia dónde tenemos que ir?... ¿nos hemos desviado mucho del camino?- preguntaba el menor abrazándose a su príncipe. El resto de los acompañantes sabían escuchado aquello y “discretamente” se acercaron curiosos también al mapa que tenía Mune entre sus manos. Vieron al aludido negar lentamente la cabeza con una sonrisa en su rostro.

    -no, de hecho si vamos a este paso mañana en la tarde estaremos en el otro lugar que tenemos que pasar- explicó el oji-avellana- y en dos semanas habremos llegado a Usami- exclamó con una sonrisa radiante. Todos le imitaron y lanzaron un suspiro.

    -¿y donde exactamente es que debemos de llegar? Preguntó con deje de duda Shinobu, tratando de entender todos los garabatos en el mapa. Mune deslizó un par de veces su dedo por el arrugado papel antes de responder…

    -La villa de Meire- pronunció despacio. Shinobu arrugó el ceño y frunció la boca, a Misaki no le gustó mucho ese gesto…

    -¿sabes que hay allí?- preguntó Miyagi al percatarse de la reacción de su rubio. El menor chasqueó la lengua.

    -sátiros…son imposibles…- exclamó haciendo otro puchero. Ritsu rio un poco, había escuchado de esos coquetos seres…pero Meire no solo tenía sátiros…A el le preocupaban un poquito más las juguetonas ninfas…nunca se sabía que esperar de esas mujeres tan tramposas…

    -pues habrá que descubrirlo cuando lleguemos- pronunció Mune y cerró el mapa, despejando así al resto que se había acercado a mirar. Akihiko miró a Misaki por el rabillo de su ojo… ¿habrá suficiente tiempo para conquista a su castaño por las buenas?...suspiró una última vez, antes de sonreír…esperaba que sí. Esperaba que así fuera…a lo mejor algo muy bueno estaba por pasarle a ambos…
    .
    .
    .

    Continuará…
  14. .
    Hola Mely amiga, que bien leerte por aca :D¡¡
    ha pasado ya un tiempecito desde que no publicabas¡¡, pero estoy muy felíz
    de ver la conty, que bueno que has podido buscar un espacio.
    wow, me encanta como va todo¡¡, pobrecito mi Nowaki :( esta deshecho¡¡
    Esto se pone mas interesante...jajajaja tengo curiosidad de que nivel de
    drama estamos hablando¡¡ xD

    óyeme no eres un desastre¡ simplemente hay prioridades y si a eso le sumamos
    la condenada inspiración...con la cual al parecer yo también me he peleado xD, pues
    esta complicado :P....tranquila mely estaré esperando paciente tu conty
    y por sus puesto que también la de otro fic¡¡ :3

    Nos leemos pronto¡¡
    Besitos de paleta de piña¡¡ :3

    Misagi * *
  15. .
    Hola Hola: 3,como han estado?... ya es algo tarde pero aún no se acaba el día xD así que sigo en tiempo para subir la conty :P. Bueno , como siempre muchas gracias por seguir acompañándome en este fic, me alegra que me sigan leyendo y agradezco mucho a los que también comentan. Bueno, espero seguir actualizando semanalmente como siempre, gracias pro su apoyo. Espero les guste la contty. Nos vemos pronto :3. Respondo comentarios ¡

    Melyoan: Hola mely :3, gracias por comentar, jajajaja espero que si pueda distribuir mi tiempo, jejej hay que pensar en positivo xD…que bien que te haya gustado la conty, pronto sabrás como evolucionarán las cosas con el asunto del consejo y el casamiento de Hiroki jejeje…y pues bueno el asunto de la madre de Ritsu es un bonus de misterio por la larga espera xD. Nos leemos pronto Mely, espero te guste la conty…Besitos de manzana con miel :3¡¡¡

    Anne onodera takano: Hola¡¡¡, gracias por comentar, me alegra te vaya gustando la historia, jejej protno verás como evolucinan las cosas con Haruhiko y Keiichi y y la boda…Espero te guste la conty, nesos de sandía para tu…

    Rito-san: hey hey¡¡¡, grandísimo baka, mira que te apareces y desapareces cuando quieres…ya no sabía anda de tu paradero xD¡¡¡, me alegra que te haya gustado la conty y también verte de vuelta… espero que esta vez no desaparezcas :P. Besitos de limón con azúcar para tu¡¡¡


    Misagi * *







    Capítulo 39: “¡¿La cena?!” parte 2

    Akihiko chasqueó la lengua con evidente molestia y preocupación, mientras aún seguía corriendo a través de aquél enredoso bosque, acomodó una vez más al convaleciente Misaki quien aún seguía inconsciente en sus brazos mientras volteó a ver hacia atrás todos venían tan apresurados como él, ¡y con justa razón!...¡el desgraciado monstruo seguía tras ellos!

    Ritsu jadeaba cansado, mientras sentía como las piernas e temblaban. ¡No es que tuviera precisamente la mejor condición!, su corazón latía desenfrenado, sentía que muy pronto se le saldría del pecho.

    -¡Vuelvan acá…serán mi cena!-

    Aquella gruesa y profunda voz les hizo estremecerse y por si fuera posible aceleraron, su de por sí, presuroso paso. Sin mencionar aquellos toscos y pesados pasos que corrían tras ellos dejando fuertes marcas, seguramente en la tierra. Ritsu casi podía jurar que tenía horas corriendo para huir de ese feroz cíclope, aunque bien sabía que con dificultad llevaban escasos 2 o 3 minutos.

    -¡Hey no se detengan, corran!- animaba Miyagi, quien también se las estaba viendo difícil con mantener el paso con Shinobu, pues hay que recordar, que el menor cojeaba un poco por la marca de la cadena; y había optado por ayudarla sujetándole por un hombro. Muy pronto vieron como los arboles comenzaron a escasear y el paisaje se fue convirtiendo en una zona mucho más despejada, casi como pastizales.

    -¡joder!...esto no se ve bien- murmuró Takano, pensando obviamente en que ahora no había “obstáculos” que le impidieran la “carrera” a su perseguidor. Mas su cuerpo entero se tensó cuando se percató de que solo oji-verde había tropezado-¡RITSU!- …trató de levantarlo…pero todo aquello fue tan rápido…

    Akihiko apenas pudo doblar el cuello mirar hacia atrás al mismo tiempo que agrandaba con verdadera desesperación los ojos. Shinobu había caído de rodillas al suelo, por el cansancio, cuando Miyagi le había soltado para sacar su espada y apuntar a la “bestia”. Takano instintivamente se había puesto enfrente de su castaño, que seguía tirado en el suelo cubriendo su cabeza y temblando de pavor…

    Sin embargo no vieron llegar su “fin” inmediato…

    -¡ARWWWWW!- se escuchó un gemido casi gutural, al mismo tiempo que escucharon el resonar con fuerza de…¿unos cascos de caballos?... Los chicos se quedaron inmóviles por unos segundos, sin poder apartar la vista del corpulento ciclope, al cual le brotaba la sangre justo en uno de sus muslos, donde yacía, enterrada profundamente, una colorida flecha.

    -¡Yifán!, sabes perfectamente que tienes prohibido el paso a nuestros territorios, ¡más te vale que te marches ahora mismo si no quieres sufrir las consecuencias!-

    Observaron solo por un segundo más, como el rostro del oi-ojo, compungido gemía quedito y daba media vuelta, al mismo tiempo que intentaba sacarse la flecha. Muy pronto, casi al mismo tiempo, los 6 muchachos giraron su cabeza, soltando un suspiro de puro alivio, para ver mejor a su salvador…pero sus ojos se habían abierto en demasía…

    Había 5 figuras frente a ellos. Mitad humanos…mitad corcel. Todos ellos con un porte tan envidiable como el otro y cada uno de ellos con un arco en la mano…

    -s-son…son…-tartamudeaba Misaki quien no cabía en su asombro…

    -centauros…-completó en voz baja Shinobu, bajando, un poco la cabeza en forma de respeto, ante tan poderosos y orgullosas figuras. El resto de los chicos, sin superar aun su letargo al ver a esos nuevos personajes, imitaron las acciones del rubio, bajando levemente la cabeza. Los 5 híbridos parecieron pensarse aquella temerosa reverencia y segundos después la devolvieron…

    -¿Quiénes son ustedes?-

    *********************************************************

    /////

    Era aproximadamente la una de la madrugada, y el silencio de aquella calurosa mansión en el desierto fue interrumpido por agudos sollozos que intentaban, sin éxito, ser callados. Un muchachito de escaso 15 años, de cabellos ébanos largos a los hombros y labios rosados permanecía acurrucado en una de las esquinas de las escaleras que daban al tercer piso. Gemía de dolor e hipaba cada vez que se le iba el aire con cada sollozo, sus brazos, que se abrazaban así mismo, parecían muy delgados…todo él era un destre comparado con el lindo doncel que solía ser hace algunos años atrás.

    Unos pasos lentos y suaves se escucharon dirigirse hacia donde esta aquél desdichado, quien temeroso, ya acostumbrado a la vida de golpes que llevaba no hizo más que encogerse en su lugar y tapar su boca para evitar molestara los que habitaban aquella noche.

    -…¿pero qué haces aquí, cielo?-

    El muchacho levantó la vista, bastante aliviado de que fuera esa persona la que estaba frente a él y no…su maestro, por ejemplo. Sus ojos turquesa, hinchados y rojos de tanto llorar, no pudieron detenerse, y como animalito herido, lastimado ya, de todas las formas posibles, solo atinó a levantar los brazos hacia aquella mujer…

    -no deberías estar aquí cielo, es muy tarde- se arrodillo a la altura del menor y lo envolvió en aquél abrazo que el chiquillo necesitaba-…menos mal que te he encontrado antes…si sensei te hubiera visto…- decidió callarse al sentir el temblor y sollozos del menor incrementarse -… ¿lo ha hecho otra vez?- preguntó ella con el ceño fruncido y apretando el cuerpo del doncel contra el suyo con mucho más fuerza por el desacuerdo de aquello…

    -s-si- tardó en responder el niño echándose a llorar de nuevo- …me ha lastimado más que otras veces…no he podido levantarme…- explicaba entre hipos y con el rostro todo rojo y mojado. La mujer emitió algún tipo de rugido demostrando su desagrado… ¿Cuánto más tenía que sufrir ese niño inocente?...

    -ya, bebé, ya pequeño…todo pasará…cuando menos te lo esperes todo mejorará para ti…-exclamó ella entre lágrimas…la vida era tan injusto con los desdichados como ellos- yo te ayudaré…yo haré que todo esto sea menos horrible para ti…estaré contigo siempre… ¿ok?...me crees…¿verdad?, todo estará bien…solo confía en mi-

    -¿estarás conmigo para siempre?, no me dejarás solo con sensei…¿verdad, Mei?...- miró intensamente con sus ojos turquesas los verdes de la muchacha. Ella asintió mostrándole una linda sonrisa.

    -así es, Mason, siempre estaré contigo-

    -Gracias…eres mi mejor amiga…-

    /////

    -¡Mason-sensei!-

    El actual líder de la magia parpadeó un par de veces al escuchar la voz de unos de los chicos que trabajan en su mansión, por lo que se acomodó mejor sobre el muro en la ventana donde estaba sentado. Apretó sus ojos un poco para quitar las traviesas lágrimas que había derramado al recordar a “aquella” persona, giró su vista para encarar al muchacho y sonrió levemente…

    -buen día Toru, ¿sucede algo?- preguntó amablemente.. El subordinado se sorprendió un poco al ver los ojos turquesa llorosos y la sonrisa al mismo tiempo.

    -… ¿está usted bien, sensei?- preguntó preocupado.

    - por supuesto, no te preocupes demasiado…por favor- exclamó con una sonrisa. El subordinado se sonrojó ante aquella respuesta y solo atinó a asentir rápidamente y avergonzado…para todos los habitantes de aquella mansión aún era extremadamente extrañísimo ver a Mason rondando por allí sin esconder precisamente demasiado “su forma” natural de doncel…y es que nadie podía negar que era un doncel bellísimo. Escuchó a Mason reír y él bajó el rostro apenado.

    -d-discúlpenme por favor- exclamó el muchachito en un reverencia- solo venía a avisarle que Tsumori-san me manda a recordarle que quería hablar con usted sobre la próxima reunión que se hará con los usuarios de la magia- exclamó aun sonrojado.

    -descuida, muchas gracias…no lo he olvidado. Ahora mismo iré a reunirme con él- respondió amablemente.

    -entendido. Me retiro sensei- exclamó y se fue casi enseguida.

    -propio- mencionó el azabache y de un salto bajó de donde estaba sentado. Emitió una pequeña risita mientras se encaminaba a encontrarse con su guapo novio.

    -je…esto ha resultado bastante entretenido- exclamó con gracia. Bufó un poco antes de regresarle aquellos ojos verdes opacos a la mente y recordó también el rostro de aquél “humano” que había secuestrado Aikawa…no había duda…”Onodera Ritsu”…o quizás, siguiendo la antigua tradición de tomar el apellido más importante, debería decir…”Shibatsu Ritsu”

    -quizás…un día de estos podría ir a visitarle- se sonrió…2merece saber sobre Mei”…

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    Aquellos habían sido 3 días bastante agitados, en los que su “relación” se “tambaleaba en la cuerda floja”…mencionaba Manami con gracia, que obviamente el moreno no disfrutaba. Una vez Haruhiko había dicho “si” a explicar lo que sucedía a Keiichi, el menor no pudo reprimir la necesidad de lanzar preguntas y preguntas al oji-plata, quien con la mayor calma tomaba aquella situación.

    Aquellas circunstancias llegaron a oídos de Asuka y el resto de los “involucrados” presentes…¿realmente era bueno contar aquello a Keiichi?. Al final no hubo mucho que discutir, nada más que la condición de esconder pequeñas “nimiedades”, claro está que entre estas estaba Sousuke…”¡ante todo está su salud!” había gritado Asuka aquella noche en que se reunieron a conversar los pros y las contras de esa encomienda.

    Haruhiko suspiró…después de ver aquellos ojos llorosos pidiéndole una explicación no pudo negarse. No quería arriesgarse a perderle para siempre…y sin embargo, al aceptarlo también se estaba jugando una parte del odio de su oji-miel…

    Aquella tarde Haruhiko y Kaede, la madre de Keiichi, habían acordado que era un buen momento para que el menor “visitara” al menos su antiguo reino. El príncipe de Nakamura no tuvo razón para negarse, por lo que aproximadamente eran las 6 de la tarde cuando ambos príncipes tocaron las tierras de Sumi. Haruhiko bajó primero del caballo, para seguido extender su mano y ayudar a bajar al doncel, quien le agradeció el gesto silenciosamente.

    -Keiichi…te quiero…-le había susurrado. El menor bajó la mirada y simplemente asintió.

    -¡cariño…ya han llegado! ¡Qué alegría verte!- exclamó la reina corriendo a su encuentro. El muchacho se dejó abrazar. Y después de invitarlos a pasar tiró de su doncel para que recorriera con ella el vestíbulo del castillo.

    -¡wow!...es muy bello, ¿de verdad vivo aquí?- preguntó extrañado por todo lo que no recordaba. Su madre solo respondía con paciencia y en el fondo…también con tristeza…todo fuera porque su Keiichi volviera a ser el de antes…

    Haruhiko se quedó un poco atrás mirando con media sonrisa como su doncel caminaba de acá para allá reconociendo su hogar. Sintió la garganta cerrársele de puro dolor, angustia, miedo…cada paso que daba sentía que perdía más a su amor. Sabía que sería difícil recuperarlo…pero esto…esto se salía de sus manos. Apretó los ojos con fuerza frunciendo el ceño, no quería llorar justo allí…la impotencia lo invadía…

    -Hey…tranquilo-

    Haruhiko volteó a ver al dueño de aquella voz que apretaba con una de sus manos su hombro, transmitiendo apoyo…baya que jamás se hubiera creído a ese tipo de su lado…pero ahora, lo agradecía demasiado…-lo intento Yura…pero es complicado-

    -solo dale tiempo Haruhiko…ya deberías saber cómo es…necesita asimilar toda la información que le has dado…el necesita saber que está listo para dar el siguiente paso…necesita saber que no saldrá herido…otra vez. Solo dale tiempo… Él te ama realmente…-

    Ahora fue el turno de Haruhiko de asentir…”Yo también lo amo”…

    ……….

    Keiichi ahora mismo se encontraba recorriendo los hermosos rosales que estaban plantados en el jardín trasero, hacia unos minutos que su madre le había dejado solo, pues tenía que ir a encargar a los cocineros la comida que se haría para ese tarde; por lo que le doncel de mirada miel recorría con tranquilidad relajante aquél hermosos lugar, extrañamente su corazón se sentía sereno y comenzaba a pensar que todo lo que pasaba no era para tanto…

    -¡hug!…-

    Un sonido parecido aun gemido de sorpresa intrigó al doncel, por lo que miró a hacia atrás sorprendiéndose al encontrarse con un pequeño doncel de mirada miel y cabello negrísimo, el cual, más bien, parecía algo asustado de que le encontrara el mayor.

    -…oi... ¿Quién eres tú, pequeño?- exclamó con curiosidad Keiichi.

    -y-yo…yo...- exclamaba el menor sin ser capaz de contestar nada, muy tentado a salir huyendo de allí, sabía que no debería salir , ¡¿pero cómo iba a adivinar que él iba a estar allí?! El mayor le dirigió una mirada intrigadísima como si tratara de descubrir quién era…y muy pronto recordó el primer día que Yura y su madre se habían presentado en Usami para verle…ese niño iba con ellos…¿pero quién era?...

    -espera…yo te conozco...ya te he visto antes- Keiichi abrió mucho sus ojos, mientras sentía que todo le daba vueltas, la cabeza la dolía, entrecerró y miró sus ojos en los casi idénticos del menor…Recordó la suave voz del niño llamarle, con una sonrisa, “nii-san”. Keiichi abrió sus ojos enormes justo cuando pensó que se iba a desvanecer…-eres…e-eres…Kioshi…-

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    -centauros…-completó en voz baja Shinobu, bajando, un poco la cabeza en forma de respeto, ante tan poderosos y orgullosas figuras. El resto de los chicos, sin superar aun su letargo al ver a esos nuevos personajes, imitaron las acciones del rubio, bajando levemente la cabeza. Los 5 híbridos parecieron pensarse aquella temerosa reverencia y segundos después la devolvieron…

    -¿Quiénes son ustedes?-

    Los 6 viajeros seguían ensimismados con la presencia de aquellos seres, sin embargo atendieron a responder rápido, más bien fue el rubio quien habló, pues al parecer, era el que conocía un poco más sobre las criaturas mágicas y poderosos que habitaban aquellos bosques.

    -un saludo cortés, y nuestro agradamiento, señor, los chicos que ven a mi lado son la legión de Usami y el príncipe Akihiko. Yo soy Takatsuki Shinobu- habló así el menor de todos bajando levemente la cabeza en signo de respeto, pero sin despegar la mirada gris de los “corceles”.

    -bienvenidos entonces, mi nombre es Horus- tardó en responder el centauro que había hablado- estábamos enterados del encuentro que se daría en la morada de Aikawa-san, es un verdadero deleite saber que todo ha salido como Mason-san lo habría planeado- exclamó el extraño ser, el cual, su parte humana, al posterior, lucía un fuerte pecho y un rostro algo marcado y musculoso, rodeado de bello y de cabellos negros y largos. Mostró una sonrisa enigmática a sus “invitados” y los invitó a seguirles a donde moraba su pueblo.

    Misaki se había mostrado silencioso y asombrado por las grandes praderas que recorrían, y aún más cuando logró ver a todo “el pueblo” completo. Aquellos seres le parecían de lo más extraordinario…brillantes…sus ojos resplandecieron de ternura al ver a los pequeños centauros que contentos correteaban de acá para allá…

    -quisiera agradecerles de nuevo la gentileza que tuvieron que ayudarnos con ese enorme cíclope…sentí que realmente no la contaba- exclamaba Ritsu, la risa del centauro, que parecía ser el líder de la “manada”, se escuchó en la escena.

    -no es nada…Yifán lleva ya bastantes años viviendo en el bosque de a lado, generalmente no causa problemas…pero es un tipo bastante impulsivo, por lo que tuvimos que poner una barrera entre su territorio y el nuestro. Es un gran alivio que estuviéramos cerca o no hubiéramos podido enterarnos que necesitaban ayuda- el oji-verde asintió apresurado.

    Horus había ofrecido a los chicos que se quedaran y así pudieran dormir tranquilos bajo su protección. Ellos aceptaron sin protestas; entre pláticas amenas de los orígenes de los centauros y anécdotas de la guerra con Aikawa, la noche al fin los cubrió y bien acomodados alrededor de un acogedor fuego la plática se tornó interesante con un comentario que levantó bastante curiosidad a todos.

    -Horus-san, ustedes han vivido bastante tiempo, ¿verdad?... ¿quizás conocieron en vida a Gin-san…el anterior líder de la magia?- preguntó Ritsu, bajando un poco el rostro. El hibrido azabache lo miró fijamente y asintió serio.

    -así es…conocimos a Gin-sama. Un hombre, si me permiten decirlo, de principios aterradores. Nunca nadie vivió más miedo que como se vivió durante su liderato. Pero… ¿por qué lo preguntas?- inquirió intrigado el azabache con cuerpo de caballo.

    -Hay dudas que se han plantado en mi…desde mi arribo a la mansión de Aikawa- exclamó empezando aquella conversación que sabía difícil en todos los aspectos, su ojos se fijaron por unos segundos en Mune, quien le incitaba con la mirada para continuar-…Me he enterado por pergaminos antiguos que tenía Aikawa…que mi madre era una usuaria de la magia- exclamó, dejando levemente sorprendidos a los que lo escuchaban- pero no cualquiera…sino una muy cercana a ese hombre…yo quisiera saber…si ¿sabrá algo…de ella?- preguntó dudoso pero con lágrimas en los ojos. Mune, que estaba a su lado sujetó su mano fuerte…transmitiéndole seguridad y apoyo, tomándolo un poco por sorpresa, Onodera le regresó la mirada verde y le sonrió…

    -entiendo- exclamó Horus, mirando al muchacho- y…juzgando por tu aspecto…podría jurar que de quien hablas es…Shibatsu Mei, ¿me equivoco?-

    -n-no…¡es ella!- habló el Onodera mirándole fijamente con atención.

    -Si, tienes razón, la conocí hace algunos años…era inseparable de Gin-sama-

    -¿por qué?- se atrevió a preguntar el oji-verde. Horus lo había mirado inquisidor, levantando una ceja…¡cómo si aquello fuera tan obvio!. Ritsu tragó saliva ansioso y el resto estaba callado a morir… ¿la madre de Ritsu…maga…o BRUJA?... ¡cercana al cruel Gin!...eso era algo intrigante…

    -¿Qué por qué?...es claro, ella fue su primer aprendiz y no solo eso…-
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    Continuará…
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