Posts written by Misagi_ryuk

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    Hola, cómo están?, pues yo aquí…tratando de disfrutar el puente XD, muchas gracias por comentar, les termino de escribir esta conti mientras tomo atole de fresa con galletas de chocolate :P, respondo sus comentario…

    Melyoan: hola hola cómo estás?.... me alegra que te vaya gustando como a la historia…jejeje se aceptan finales trágicos y desgarradora para Sousuke XD, te tengo una sorpresa para los egoist…no puedo decir que sea totalmente bueno pera va…nowaki es el menor y hiroki el mayor…perdón por la confusión :P, verás lo que sigue con el drama en sumi….besos de cereza querida Mely….sayoooo

    Anne onodera takano: hola , gracias por comentar, si, Haruhiko debe estar sereno para pensar en cómo recuperar a su amor, en lo que él se decide te dejo un poco de drama XD…veremos que sigue en la mansión de Mason…y como siguen los egoist. Espero te guste la conty. Besos de naranja para tu¡

    romantica_1: hola , gracias por comentar, me alegra que te haya gustado la conty, ya verás cómo sigue la situación de los egoist…¿Qué castigo propones para Sousuke? XD…muy pronto veremos el plan de Haruhiko para reconquistar a Keiichi¡¡¡…..espero te gustela conty, besos de sandía…







    Capítulo 20: “Cuarta prueba: el duelo de las cuatro armaduras”




    Ya hacían 2 horas desde que habían dejado la casa de Yanase. Y para desgracia de Misaki, Yuu no mentía, el camino se iba haciendo más frío con cada paso…claro si su destino próximo era las montañas nevadas era obvio. El viento helado corría con fuerza, mientras los tres iban caminando en línea recta por el paisaje de plantas escasas, Masamune al principio, Misaki después y Yukina al último.

    -tengo mucho frío…-tiritó el oji-verde por milésima vez, Mune le regresó a ver y observó los labios pálidos del castaño, sus mejillas rojas y como intentaba abrazarse para darse calor inútilmente. Bufó un poco con gracia y sonriendo al pensar que no podría llegar enfermo el “salvador” a su destino.

    -toma…-habló el príncipe, mientras extendía una manta gruesa que tenía sobre la espalda. Misaki abrió mucho sus ojos con vergüenza intentando negarse, mas Masamune no le permitió- tonterías…tú la necesitas más, sigamos- exclamó después de colocar el mismo la manta sobre el tembloroso Misaki , quien agradeció el gesto, silencioso.

    -casi llegamos, ¿cierto, Masamune-san?- exclamó Yukina, entrecerrando los ojos por el viento que revolvía sus cabellos largos que se le pegaban a la cara.

    -si…es en la montaña Doka- respondió Mune serio, mientras todos observaban el gran tumulto de tierra que se levantaba frente a sus ojos – está ahí…- señaló el príncipe, quien escuchó a Misaki bufar con reproche.

    -tranquilo Misaki…ya casi llegamos- exclamó Yukina con media sonrisa, el menor solo mostró un puchero graciosos.

    -no es eso…es que… ¡allá arriba hará más frío!- se quejó. Los dos mayores se permitieron reír a costa del lindo oji-verde.

    Tardaron, quizás, otras dos horas en subir la pequeña montaña, a petición de Misaki por ir lo más rápido que fuera posible. Era medio día tal vez cuando llegaron hasta la cima de la montaña. Todos observaban atentos por cualquier sorpresa…sin embargo Masamune solamente repasaba el mapa, exactamente donde se supone que era esa prueba, solo decía: “duelo, montaña Doka, llave”

    -¡hey!, ¡miren que hay por acá!- avisó Yukina , los otros dos se aproximaron hasta donde estaba el oji-chocolate. Misaki observaba curioso el salón que estaba allí…parecía un pequeño gimnasio japonés, al ver la estructura de madera pudo notar que estaba algo deteriorada.

    -¿Qué crees que sea Masamune?- preguntó el oji-verde al príncipe.

    -no lo sé…pero vamos a averiguarlo, quédate atrás de mi Misaki- respondió el muchacho mientras se acercaba sigiloso a la entrada del lugar con su espada en mano, Misaki iba justo tras él, Yukina imitó a Masamune y sacó su dorada espada. Cuando Mune abrió la puerta, una gruesa capa de polvo invadió la entrada asiendo toser un poco a los 3 chicos…al parecer no habían venido al lugar por mucho tiempo…pensaron. Yukina observó una pequeña tarima en el centro de la habitación, las ventanas totalmente cerradas y de madera…de hecho todo era de madera…su ojos se fijaron interesadamente en la increíble cantidad de armas que reposaban golgadas en las cuatro paredes del salón.

    -baya…no había visto jamás tantas armas en un mismo lugar- exclamó Yukina por lo bajo con meda sonrisa…una brisa de viento helado hizo que unas campanillas que colgaban del techo sonaran por varios segundos haciendo eco…los chicos guardaron silencio y se miraron entre ellos. De pronto un ruidoso estruendo se escuchó…Misaki respiró un poco al enterarse que había sido la puerta…

    -…fue el viento, seguro…-exclamó Misaki con algo de temor…Mune lo miró un rato para después guiar su vista al frente. Justo en cada esquina de la habitación reposaban 4 armaduras de caballería, las 4 diferentes. Y cada una traía un arma diferente: la primera tenía una fuerte espada plateada, la segunda un arco de batalla, la tercera un hacha y la cuarta una maza de un buen tamaño con varios picos puntiagudos…Los 3 chicos se desesperaron cuando vieron como las 4 figuras se movieron dando un paso al frente.

    -M-Mu..Mune…- tartamudeó con miedo Misaki aferrándose a la camisa del príncipe, quien trataba de resolver el asunto lo más rápido que podía… la mirada de Takano se fijó entonces en el cuello de la armadura que portaba la espada…había una llave…¡era quizás de la que hablaba el mapa!...

    -es una broma…-exclamó Masamune incrédulo haciendo una mueca de asombro.

    -no lo creo Masamune-san…-exclamó Yukina empuñando bien su espada, sin saber a qué armadura apuntar exactamente.

    -necesitamos esa llave para poder seguir nuestro camino- exclamó el príncipe señalándola- y no creo que no las quiera regalar- dijo sarcástico…

    -no representamos problemas para ellos aquí…- hizo saber Yukina- quizás…la plataforma…sea la respuesta para hacerlas pelear- adivinó. Mune asintió y con prudencia se acercó hasta al tarima y subió un pie…al mínimo contacto las 4 armaduras empezaron a marchar hacia la plataforma. Mune se sorprendió, sin embargo no se permitió acobardarse y terminó de subirse a la tarima, esperando a que las figuras se acercaran a él.

    -¡Masamune ten cuidado!- gritó Misaki tembloroso al ver como las armaduras subían de un brinco a la tarima. Y entonces todo empezó. La primera que atacó fue la de la espada, la cual no representó mucha dificultad para el príncipe de Marukawa, pues él era muy bueno con esa arma. La segunda que atacó fue la del mazo, que más bien hizo un enorme agujero en el suelo al intentar golpear a Mune, quien esquivó el golpe con los ojos bien abiertos…¡rayos, si se descuidaba lo iban a matar!

    -¡¿hey, disfrutas del espectáculo Yukina?!- exclamó con el ceño fruncido y la voz entrecortada Takano después de esquivar una flecha dorada. Ya eran 3 figuras las que tacaban al príncipe…obtuvo una risita del “ladrón”

    -jejejeje…a decir verdad si, mucho, pero te ayudaré…-exclamó el pelilargo y de un brinco subió también a la tarima- ¡hey, cuidado con eso…podrías lastimar a alguien!- exclamó Yukina con una sonrisa al interponer su espada dorada con el hacha de la cuarta armadura…¡esa sería una pelea divertida!...pensó…

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    “sensei…lo amo”

    La frase le había estado dando vueltas en la cabeza los 3 últimos días. 3 días en los que se había negado a sí mismo a comer o beber algo…en los que había permanecido totalmente encerrado en su oscura habitación…Una frase…3 palabras,11 insignificantes letras¡ que por sí solas no son nada, pero juntas eran un problema…un gran problema para él. ¡¿Por qué carajo venía a decirle ese estúpido eso?!...¡¿por qué ahora?!...¡¿por qué a él?!...no lo merecía…lo sabía…recibir un amor tan puro como el de ese rubio…no, no podría. Alguien como él…tan impuro y oscuro…no podía aceptar eso…

    No era estúpido, ¡por favor!...¡Era Mason, el gran líder de hechiceros, el mejor de todos los tiempos!..., el más cruel, el más oscuro y el más desgraciado…y estaba consciente de que lo era aún más con su aprendiz. Estaba malditamente consciente de que ese muchacho le miraba de “otra” manera…una manera que prefería no darle nombre…y sin embargo no pensó ni un poco en él…en cómo lo lastimaría. Prefirió mentirse a sí mismo, haciéndose creer que lo que él veía eran estupideces, deseos y anhelos profundos de su corazón…que le hacían mala jugada…de pensar…que realmente su amor…era correspondido. ¿Qué si lo amaba?...ja, la respuesta era obvia.

    -¡maldita sea!- gritó finalmente, mientras sujetaba su cabeza con una mano y cerraba con fuerza sus ojos. ¡Ya era suficiente de berrinches!...no dejaría que ese imbécil destruyera su mundo y el propio. Debía dejar de comportarse como un crío y recordar que es lo que hacía allí…cómo había llegado a ser el líder de la hechicería y por qué no podía ….no debía tener debilidades…el amor es una debilidad…y el no necesitaba una ahora mismo…

    Con decisión se paró del suelo hasta donde ahora había permanecido sentado, descubrió con pesar que los 3 días en “ayunas” le habían hecho mucho daño, pues apenas y podía mantenerse en pie por la debilidad. Se dirigió con algo de debilidad a la puerta y la abrió. Encontrándose en primer plano con una escena no tan agradable…que lo hizo fruncir el ceño…y sin pensárselo mucho salió completamente de la habitación cruzándose de brazos y azotando fuertemente la puerta para hacerse notar…

    -¡¡¡Niwa, tráeme una taza de té negro ahora mismo!!!- gritó con furia a la mujer que normalmente servía su te todos los días. Lo que le había enfurecida tanto era que hablaba muy “amistosamente” con Tsumori…SU aprendiz. La mujer apenas escuchó la orden salió disparada a la cocina dejando a los dos chicos solos. Mason se había arrepentido de haber sido tan impulsivo y solo miraba con superioridad el rostro del rubio, mientras su corazón latía con desenfreno, obviamente sintiendo otra cosa muy distinta a lo que demostraba. Mientras tanto Tsumori miraba con una combinación extraña de felicidad, preocupación, sorpresa e intriga…¿Qué había pasado con su amo?...el necesitaba respuestas…desde aquel día…hace tres, en el que su amo lo había dejado amarrado a aquella cama, y con los ojos húmedos de tanto llorar…abandonado …y rechazado…pero sobre todo lo mataba la preocupación…él estaba preparado para cualquier tipo de rechazo…él era fuerte y podría soportar el desamor y los maltratos del joven oji-turquesa…pero quería respuestas…solo eso…

    -lárgate a tu puesto Tsumori…deja de perder el tiempo- exclamó el amo de la mansión con un deje de celos tratando de no mirar al muchachito rubio a los ojos.

    -¡No!- exclamó algo sorprendido de si mismo Tumori, sin embargo no retrocedió y se acercó con relativa rapidez a su amo- ¡necesito que me explique qué pasó sensei!...yo…yo-

    -¡no tiene importancia!- exclamó el otro encarándolo al fin, con su ceño fruncido…el rubio solo pudo ver sus labios, pues sus ojos seguían cubiertos por el cabello azabache como siempre…

    -¡¿cómo no va a tener importancia?!...¡si usted y yo…!-gritaba el oji-miel exaltado

    -¡cállate!- exclamó en un grito furioso el otro- ¡no sigas hablando, ni mucho menos vuelvas a repetir eso!...tu y yo no tenemos nada que ver…olvídalo…solo me divertí un rato contigo- exclamó con la voz fría. Tsumori derramó unas lágrimas, mas no se dejó caer tan rápido.

    -no es verdad…yo, yo solo quiero…que me explique…-

    -no hay nada que explicar…vete- exclamó Mason tratando de no llorar tampoco, había bajado su rostro agotado por esa conversación con la última persona que quería ver en esos momentos. Abrió la puerta de su habitación, y pretendía encerrarse cuando sintió que era empujado dentro. Tsumori había entrado con él a su habitación cerrando la puerta tras él.

    -los siento sensei…pero si no me quiere decir usted…lo descubriré yo- exclamó el rubio. Mason apenas se enteró cuando su espalda golpeó con fuerza sobre la pared a lado de la puerta, seguido sintió el cuerpo del rubio apretarse contra el suyo y finalmente los labios tibios y suaves del mayor tomando con desesperación los suyos. El azabache se resistió cuanto pudo y sacó su varita mágica de entre su ropa, sin embargo su mano fue desviada por la del rubio…y cuando menos se lo esperó ya estaba desarmado y con sus manos apresadas arriba de su cabeza…muy pronto se vio correspondiendo el beso con furia -…sensei me ha enseñado bien…- exclamó el rubio en un susurró contra los labios del menor…

    -aléjate de mí…si no lo haces te arrepentirás…- exclamó con saña el azabache mirando frío al rubio, sin embargo Tsumori identificó nerviosismo y las mejillas rojas del menor teñirse. Sonrió para sí.

    -no lo haría sensei ni aunque estuviera a punto de matarme…no ahora- respondió Tsumori -sensei, me he dado cuenta de algo…yo tampoco le soy tan indiferente- exclamó con un sonrisa ladina.

    -estás tan loco que empiezas a desvariar…Tsumori…-

    -no lo creo…- respondió el mayor y sin esperar nada más se lanzó a por los labios de su amo de nuevo, encontrándose esta vez con la lengua juguetona del oji-turqueza… Tsumori se quiso arriesgar un poco más y llevó una de sus manos a la cintura del azabache…y como si fuera el gran descubrimiento del siglo se separó de él con los ojos bien abiertos…Mason por su parte se limitó a sujetar su ropa con fuerza…y mirar con el ceño fruncido y la respiración agitada por el resiente beso a su aprendiz… ¡lo había descubierto!...

    El rubio, atontado, se quedó mirando en silencio por unos segundos a su sensei…tratando de ver a través del abultado vestuario verde del menor las líneas de su cuerpo, de pensar en cuantas veces se había perdido en los labios rositas y delgados del azabache…esas miradas y esa atracción casi natural por el…¡claro!...¡cómo no se había dado cuenta antes!...y la razón de su ropa tan holgada…¡alguien como él no podría haber sido el líder de los hechiceros!...

    -sensei…perdón- exclamó rápido antes de aventarse prácticamente al cuerpo del azabache y abrir el enorme camisón de vestuario de mago que usaba Mason en ese momento…descubriendo que lo que había deducido era cierto… pudo ver el pecho blanco y el vientre plano del oji-turqueza. Rápidamente las manos de Tsumori viajaron hasta el cuello delgado y de ahí subieron hasta el rostro del menor retirándole casi con miedo el fleco abundante que cubría los hermosos ojos azules… su rostro era fino, blanco…como el resto de su piel, sus cejas delgadas y los labios rosas que tanto amaba…permanecían apretados en ese momento…

    -sensei…usted…usted…es…un…¡¡¿DONCEL?!!-

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    Había abierto sus ojos, sintiendo una gran pesadez en ellos. Suspiró un poco y estiró y movió sus piernas y brazos…enterándose que se encontraba en una cama…en “su habitación”, de hecho. Se levantó poniendo sus manos en el colchón, mientras se sentaba y trataba de enfocar bien. Hizo una mueca extraña al sentir una incomodidad en su garganta…¡claro cómo olvidarlo!...ayer….casi se ahogaba...a todo eso…¿dónde se encontraba su acosador personal?...por no decir Nowaki…

    Hiroki emitió un gran suspiro…ya no valía la pena que siguiera mintiéndose, no ganaba nada con hacerlo, cada día era más insoportable el hecho de fingir que le desagradaban las atenciones del joven tritón…y también eran más “sopórtateles” los besos que le robaba ese oji-azul. El asunto era que ya no sabía dónde meterse para ocultar sus sonrojos cada vez que el menor le hacía un cumplido, el asunto era que ya no sabía hacia donde desviar su mirada cada vez que el oji-azul intentaba devorarlo con la suya, el asunto era que ya no sabía de dónde agarrarse cada vez que el azabache le robaba un beso tan estremecedor que terminaban devorándose los labios…el asunto era que se había enamorado perdidamente de ese idiota…

    Y la respuesta a tanta problemática era un fiero y decidido ¡NO!

    Hiroki le había dado tantas vueltas al asunto, como es común en él…pero simplemente no encontró la forma, la manera correcta…y él no estaba en la libertad de hacer lo que quisiera…claro que no. Él era un doncel decente, fiero y fiel a su reino, el cual necesitaba de él…era un doncel…en pocas palabras y por más cruel que parezca…un pieza más del reino Kamijou…un tratado de paz…una unión entre naciones…la esperanza de una ciudad de alguna familia…Hiroki sonrió con amargura…por cualquier cosa…si algo saliera mal en la misión Hiroki AÚN era el responsable por responder por Usami…él no podía hacer lo que quisiera…y en el remoto caso de que si pudiera…tampoco sería posible…por qué…¿Quién le aseguraba que Nowaki sintiera lo mismo por el?...como sea…el asunto era que no podían estar juntos…sobre todo el castaño había pensado algo que le había sacado una sonrisa amarga y unas lágrimas dulces…

    …Nowaki no lo podía obligar a quedarse con él para siempre…y él no podía obligar al oji-azul a abandonar a su pueblo e irse con él…

    Su destino no estaba junto…sin embargo sintió como si fuera realmente excitante e importante haberse cruzado en el trayecto. Por eso había ideado un plan…ayudaría a Ayami con su maldición y se iría de in mediato…se alejaría del azabache, por su bien…y por el bien de él…porque eso era lo correcto ¿verdad?

    -Hiro-san…-

    Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un sonriente azabache que entró emocionado a la habitación del castaño, totalmente feliz por verlo despierto…

    -Hiro-san…cuanto me alegra que…-

    -buen día Nowaki…estoy bien, gracias- le interrumpió el castaño, tragándose su orgullo, su dolor y otros sentimientos – siento lo que pasó, terminaremos pronto la prueba y tu pueblo será libre, después me iré…ahora, si no te importa necesito descansar- exclamó el castaño. Nowaki lo miraba casi con la boca abierta de impresión…¿Qué sucedía?...

    -claro…Hiro-san, esto…-Nowaki se acercó un poco al oji-avellana, pero este le detuvo con un mano en su pecho…adivinando que el menor quería darle un beso.

    -te quiero pedir un favor Nowaki…-el tritón lo miró expectante y sorprendido-por favor no me vuelvas a besar-

    -…-

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    Haruhiko se había deslizado hasta el suelo, justo fuera de la habitación de Keiichi, tapaba su rostro con sus manos para intentar mitigar los sollozos que emitía. Era totalmente penoso verlo llorar mientras susurraba el nombre de su lindo castaño…era el destino…era el castigo que merecía por haberlo hecho llorar y sufrir tanto…sabía que todo eso lo pagaría…pero nunca pensó que tan caro. Hace apenas aproximadamente una hora que había salido de la habitación de su amor…tras haber conocido la peor noticia que había tenido hasta entonces…Keiichi no lo recordaba. Era su culpa…por ser un estúpido cobarde y no pelear por lo que quería desde el principio…

    //Flash-Back//

    -¿Quién eres?-
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    Su corazón hizo un pequeño “crack”…sabía que era una posibilidad…pero siempre quiso pensar que no pasaría…su niño no podía haber perdido la memoria…Sonrió cuanto más pudo intentando no derramar ninguna lagrima. El doctor le había dicho que no podía forzar su memoria de ser el caso y que él debía recordar por su cuenta…a él no le gustaba mentirle…sin embargo tendría que hacerlo…

    -soy…soy…un amigo de tu hermano- exclamó con una fingida sonrisa, mientras acomodó un mechoncito de pelo detrás de la oreja de Keiichi.

    -haa…¿amigo de Yura-niisan?- exclamó algo dudoso, pero después sonrió- bueno, supongo, aunque no te recuerdo…ya lo haré ¿cierto?- Haruhiko abrió los ojos un poco impresionado, al menos recordaba a su hermano…¿ a lo mejor…era el al único que no recordaba?

    -sí, seguro- respondió Haruhiko sintiendo como se desmoronaba por dentro- descuida pronto recordarás todo…-

    -¿y que me pasó?...- preguntó el muchachito sonriéndole.

    -tuviste un accidente y te golpeaste la cabeza…sabes que no te puedo decir más…tendrás que recordarlo- exclamó el mayor, Keiichi asintió con un puchero inconforme.

    -ummm…bueno…-asintió el menor- ¿y cómo te llamas?-

    -mejor me lo dices tú cuando recuerdes ¿no?-exclamó el mayor con una tierna sonrisa, mientras e ponía de pie para dirigirse a la puerta. Keiichi hizo otro puchero… ¿por qué no le decía nada más?- traeré al doctor…y le diré a t…- casi decía tía…ufff- a Asuka-sama que ya has despertado…nos vemos luego- exclamó Haruhiko para después retirarse, dejando a Keiichi con la palabra en la boca, lo que no sabía era que el mayor ya no podía retener más sus lágrimas…

    //Fin Flash-Back//

    Haruhiko tuvo que aguantar todo el tiempo que el doctor y Asuka estuvieron con Keiichi, solo para preguntarle cómo estaba realmente, para que el ¡…doctor! Le dijera que aún no sabía con exactitud lo que pasaba…solo quedaba esperar a que recuperar la memoria.

    Haruhiko sus ojos llorosos un poco, aunque sin levantar la cabeza, de donde estaba sentado con las rodillas enrolladas, solo para dase cuenta que alguien corría por los pasillos del castillo. Sonrió un poco, al menos Keiichi estaría mejor con ellos.

    -¡Asuka!- llegó gritando Kaede, mejor conocida como reina de Sumi. Un poco detrás de ella iba Yura, con el pequeño Kioshi en los brazos. Muy pronto se vio a Asuka y al rey Hitomi allí…

    -¡¡¡tú!!!...¡¿qué demonios haces aquí?!- se escuchó un grito, con el que Yura había dejado a su hermanito en manos de su madre y se había acercado a Haruhiko para agarrarlo por la solapa de la camisa. El príncipe de Nakamura no hizo nada para deshacer el agarre del otro- ¡le hiciste mucho daño a mi hermano…¿y aun así te atreves a venir?!-

    -¡Yura, déjalo por favor!...¡ha sido el quien a traído vivo a tu hermano!- defendió Hitomi. Yura lo soltó de inmediato.

    -¿qué?- exclamó sorprendido. Y entonces sí que abrió los ojos muy grandes cuando Haruhiko le dirigió su mirada gris llorosa -¿Q-qué… pasó?...-exclamó todavía sin creer lo que pasaba- Hruhiko…- llamó preocupado…que tan malo pasaría…como para que ese tipo llorara así.

    -no te preocupes…tu hermano está bien…seguro estará muy feliz de verte- exclamó Haruhiko, antes de reverenciar a los 3 reyes allí y salir a paso lento y con la cabeza gacha. Ignorando las miradas sorprendidas de los Sumi...

    Yura no esperó nada más antes de pasar corriendo a la habitación de su hermano, encontrándolo fijo su mirada en él, sonrió y lo abrazó con mucha fuerza…

    -¡Keiichi!...¡nos has dado un buen susto!...creímos que te había pasado algo malo!- exclamó casi entre lágrimas el mayor…el castaño nada más sonrió, al mismo tiempo que vio a su madre cargando a un niño en brazos…

    -estoy bien nii-san…¿además por qué habría de pasarme algo malo?- exclamó Keiichi extrañado- por cierto…¿Dónde está tu amigo?...él me dijo que vendría pronto…ya no regresó- exclamó con una mueca de inconformidad…Yura abrió los ojos con impresión, al igual que Kaede.

    -…Keiichi….¿no lo conoces?...- preguntó casi con miedo…si era así…entonces podía adivinar el dolor de Haruhiko…

    -no…el solo me dijo que era tu amigo- respondió sincero, después hizo una mueca señalando a Kioshi dormido en brazos de su madre- …por cierto…¿Quién es ese niño?- Yura abrió los ojos sorprendido…
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    .
    Continuará…


    Edited by Misagi_ryuk - 2/2/2015, 15:20
  2. .
    Hola Mely¡¡¡¡
    como estás?¡¡¡

    juro que no había visto la anterior actualización y esta si que llegó¡
    enserio que me has dejado sorprendida cuando vi que ya estaba la conty
    después de tantooo¡¡....mira que te acordarás...que hace un tiempo
    pediste votación para ver que fic ibas a contnuar primero....y yo había
    votado precisamente por esteee¡¡¡¡¡, pero no ganó T.T XDDDD....
    así que imaginarás mi emoción al ver la actu jajajaja....pero en fin....
    dejo de decir payasadas XD.....me has dejado intrigadisisima.....
    Hiroki y Nowaki ya se conocieron¡¡¡¡¡ al igual que Usagi y Misaki¡¡¡
    KYYYAAAAAAAA¡¡¡¡....espero que salgo algo muy bueno de
    todo eso¡¡¡¡

    Quiero conty con locura¡¡¡¡ XDDD

    Besos de bombones enchocolatados Mely¡¡¡¡ :D
    Nos leemos pronto

    Misagi * *
  3. .
    Hola cómo están?¡ n.ñ ….lo siento, me tardé un poco, pero ahora si no fue culpa de mi enfermedad¡¡¡ XD, fueron mis atrasos con algunos libros que tenía que leer…y pues básicamente fue eso….muchas gracias por sus comentarios….jojojojo yo desde siempre había querido a Tsumori de seme….solo que uno muuuy lindo XDDD…..lamento enserio no contestar sus comentarios….pero me estoy robando tiempo que debería utilizar en mis lecturas de romanticismo español XDDD…. Espero traerlos conty a más tardar para el lunes¡¡¡….muchas gracias por la paciencia¡¡

    Besos de chocolate a todos¡¡¡¡
    Misagi * *





    Capítulo 19: “Primera oportunidad, el reto de Ayami”



    -¡ERES UN ESTUPIDO!-gritó el hombre de ojos negros, al igual que su cabello, mientras miraba completamente enfurecido al pequeñito que estaba frente a él- ¡eres un inútil, torpe!, ¡¿tienes una idea cuánto costaba ese jarrón?! ¡Era importado, maldito crío!- le gritaba el adulto mientras se acercaba al menor frunciendo pronunciadamente el ceño.

    -…-los ojitos de Kioshi estaban inundados en lágrimas mientras miraba con pavor el jarrón “carísimo” de su padre hecho pedazos, el cual adornaba la entrada al estudio. Hace unos minutos un hombre había llegado al palacio diciendo que tenía unos importantes papeles que entregar “al rey”, pero debido a que no estaba dispuesto en ese momento, su madre le mando a que fuera entregárselos él. Con las manos temblorosas Kioshi se había dirigido al estudio de su padre y al entrar había tropezado con el jarrón, rompiéndolo abruptamente y cayendo de cara junto con el montón de papeles

    Se levantó del suelo y se disponía a sacudir sus ropas de los trozos de vidrio, cuando sintió la mano de Sousuke levantarlo con fuerza del cuello de su camisa…tanto que sus piececitos ya no tocaban el suelo. El pequeño apenas y conectó su mirada aterrada con la oscura y enfurecida de su padre. Sus ojitos empezaban a llorar de nuevo…¿Por qué pasaba todo eso?...¿por qué ahora?...¿por qué su papá había cambiado?...

    -¡deja de holgazanear maldito crío inútil y limpia el desastre!, ¡¡¡TORPE!!!- le gritó y aventó a un lado al muchachito tembloroso, el cual cayó como si de un costal de papas se tratara.

    -lo siento…-murmuró el pequeño ojimiel con gran pesar y intentó levantarse de nuevo del piso, quejándose de real dolor, pues algunos trocitos de vidrio se habían clavado esta vez en las palmas de sus manos y en sus rodillas- auch¡- gimió al notar pequeños rastro de sangre, miró a su papá como mostrándoles sus manitas para que viera que se encontraba lastimado. Pero este le ignoró olímpicamente.

    -¡¿es que aparte de inútil eres sordo?!...¡apúrate!, ¡y más te vale que quede todo limpio!, yo no tengo por qué cargar con las consecuencias de tu torpeza- exclamó el hombre tronándole los dedos al chiquillo quien reanudó su llanto y juntaba entre sus manitas temblorosas y lastimadas los trocitos de vidrio sin despegar la vista de su enfurecido padre.

    -¡me duele!- se quejaba el niño ya con la mayoría de pedazos de vidrio en su mano, y miraba pidiendo tolerancia al azabache. Sousuke no hizo más que gruñirle ruidosamente y después soltarle tramando abofeteada que mandó de vuelta al piso al oji-miel cayendo de sentón.

    -¡cállate maldita sea! ¡¡ya cállate! , ¡¡¡me tienes harto!!!- gritaba enfurecido el mayor jalando al otro de una de sus muñecas y poniéndolo a la altura de su rostro-¡¿no entiendes que no me importas en lo absoluto?!- los ojitos del menor seguían aguando…

    -¡¿ya no me quieres?!- preguntaba todo inocente. El mayor emitió tremenda carcajada que estremeció a Kioshi.

    -¿quererte?... ¿a ti?, ja…¡JAMÁS!...¡¿cómo crees que querría a un mocoso molesto como tú?!....que solo me quita el tiempo y no es más que una fuente de dinero… ¡ERES IGUAL QUE TODOS LOS DONCELES!...¡simples objetos!...solo sirven para obtener más dinero y para ser usados…son la escoria de la humanidad…¡son una aberración!-

    El pequeño trataba de zafarse del agarre de su padre que se había vuelto mucho más fuerte con lágrimas en los ojos y ya con las ilusiones hechas trizas…su padre no…era…no era el que siempre conocía…-¡suéltame!- exigió al mayor…pero este lo zarandeaba más…y entonces volvió a notar el cambio de aquella vez…Kioshi abrió grandes sus ojos al notar como lo ojos de Sousuke se volvían más oscuros…como si no supiera que estaba haciendo…gritó…se jaló más…aun sabiendo que no podría competir con la fuerza de un adulto como su padre…

    -¡por favor!¡suéltame!- pidió - ¡haaaaa!- gritó al sentir como el mayor lo tomaba fuertemente con una mano por los cabellos y tiraba su cabeza tan atrás que casi se rompe la espalda- haaa…- gritó otra vez con dolor al sentir como su padre mordía con saña su cuello y después pasaba la lengua repetidamente…ardía, realmente dolía demasiado…De repente sintió como la otra mano del adulto le tapó la boca…ahora si no podía gritar…sus ojitos no paraban de derramar lágrimas…¿Qué haría su papá?...¿por qué hacía eso?...el no conocía nada de esas cosas…¡tenía 6 años!...

    -tan lindo…tan suave…- escuchaba los murmullos de mayor que soltaba entre gruñidos sin entendimiento alguno, muy pronto sintió como su camisa era jaloneada hasta que saltaron al suelo todos los botones…después fue el turno del botón de su pantaloncito…sus ojos se abrieron mucho más…y entonces recordó algo…

    //Flash-Back//

    -oye Keiichi nii-chan, ¿Qué es hacer el amor?- pregunto el pequeñito de 6 años a su hermano doncel, quien se coloreó de rojo levemente y hizo un escándalo mental antes de responder a su hermanito…

    -es algo que aun tú no puedes saber, porque eres muy pequeño…solo te diré que es lo que haces con la persona que es muy importante para ti y que te acompañará por el resto de tu vida…por que será a quien ames más- explicó el muchachito sonrojado, recordando más bien a cierto príncipe en Nakamura. El niño asintió algo confundido.

    -haa…como mamá y papá- exclamó. Keiichi, no muy convencido y con sonrisa fingida asintió. Después frunció el ceño y miró serio a su hermanito.

    -pero tienes que recuerda esto Kioshi, hermanito, no dejes que nadie te toque ¿escuchaste?...nadie puede tocar tu cuerpo sin tu consentimiento…¿me has entendido?...- el niño asintió confundido en ese entonces.

    //Fin Flash-Back//


    El recuerdo le cayó como balde de agua al pequeñito, quien apenas y sintió con pavor como la mano del hombre trataba de introducirse con ansias a su ropa interior y con todas las fuerzas que su cuerpecito podía empezó a moverse y tratar de separar con sus brazos el cuerpo del mayor, ¡no dejaría que le hiciera nada!, ¡tenía que intentarlo!...no se le ocurrió otra idea que morder la mano del mayor, tomar una gran bocanada de aire y gritar…

    -¡¡¡MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!-
    .
    .
    .
    .
    .

    El gritó logró satisfactoriamente el que Sousuke se separara de él de inmediato tanto que chocó contra su escritorio…y como si de demencia se tratara miró al niño que estaba con cara de trauma sentado el suelo lo más alejado de él que podía…¡mierda…¿Qué había hecho?...Escuchó el sonido de pasos acercarse rápidamente, miró el estado del niño…y después los papeles “con los que pretendía quedarse con las ganancias del reino” tirados por todo el suelo…sus ojos se desorbitaron…estaba perdido…

    La puerta del estudio se abrió estrepitosamente, dejando ver en primer plano a un agitado peli-castaño de ojos grises. Yura encaró de inmediato con mirada penetrante y furiosa a Sousuke…y después buscó casi a máxima velocidad con la mirada a su hermanito…

    -…- Sousuke estaba seguro que había visto arder fuego en los ojos del joven príncipe, cuando vio la ropa del pequeño destrozada y su lastimado cuerpecito lastimado con vidrios. Yura observó de nuevo la mirada perdida de su hermanito, se levantó de su lugar en donde había estado hincado con Kioshi, y con furia y rapidez se acercó al hombre que se decía ser “rey” y concretó estampando con todas sus fuerzas el primer golpe en la cara de aquél hombre.

    -¡¡¡TE VOY A MATAR INFELIZ BASTARDO!!!....¡¡¡ES TU HIJO ,ENFERMO….DEGENERADO!!!-

    Y entre diálogos parecidos a eso, frase tras frase , maldición tras maldición, Yura repartió tantos golpes como sus fuerzas se lo permitieron, o al menos hasta que los pasos de más personas se detenían fuera de la habitación.

    -¡¡Yura!!- exclamó al voz de una mujer que acababa de aparecer por la puerta. El oji-gris apenas le regresó a ver y con lágrimas en los ojos y los puños llenos de sangre del infeliz desgraciado miró a su madre con dolor…Kaede no entendió nada, hasta que escuchó el quejido de su “bebé”…y entonces su corazón de madre se partió en dos... corrió hacia su pequeñito y con llanto exagerado lo acunó entre sus brazos…ella sabía que Sousuke no era la mejor opción…y que no era la mejor persona…sin embargo…nunca pensó que haría lo que hizo…

    -ma…ma……Keiichi…el…niichan…el…dijo que no…dejara que me tocara nadie…- exclamaba entre temblores y sollozos el pequeño en brazos de su mami, quien se ocupaba de llenarle el rostro de besos y revisaba con nerviosismo “hasta donde” llegó el bastardo de su “exmarido”.

    -si mi niño…eso es…eso es correcto- exclamaba Kaede, Yura estaba de cierta forma complacido…de no ser por que keiichi le había dicho eso a Kioshi…no , no quería pensar que hubiera pasado…

    Algunas sirvientas y “curiosos” del castillo se asomaban a ver el drama vivido en el palacio tapándose algunos la boca otros maldiciendo al “culpable”. Yura solo miraba con ganas de matar al hombre que casi estaba inconsciente de tanto golpe. Kaede se levantó del suelo, con su pequeño en brazos…y miró de manera gélida a su marido…

    -te di mi confianza…dejé que gobernaras a tu antojo ¡MI REINO!- levantó la voz con verdadera furia- ¡¿y no se te ocurre algo mejor que aprovecharte de tu hijo?!...- exclamó la mujer, todos miraban sorprendidos como explotaba la tierna y pacifica mujer, unos segundos permaneció el silencio más después el golpe de una cachetada certera retumbó en la habitación. Sousuke…no se molestó en sobarse el golpe- te odio….jamás te lo voy a perdonar…mereces algo peor que la muerte- gruñó entre lágrimas la mujer…

    Yura pretendía decir algo, sin embargo alguien interrumpió…

    -¡majestad mi señora!¡hay una carta muy urgente!- llegó corriendo un mensajero hasta ella, venía tan cansado y tan de prisa que prácticamente se tiró a los pies de la castaña y extendió el sobre. Todos en la sala contuvieron el aire, la mujer sintió temblar sus manos cuando vio el logo del reino de Usami en el sello.

    -la reina Asuka, me ha mandado tan pronto la ha terminado de sellar- explicó el hombre.

    -Yoko, da de comer y descanso a este hombre- habló la reina a una de las sirvientas

    - así será Kaede-sama- exclamó la mujer y se retiró con el hombre a la cocina.

    -madre, ¿Qué crees que sea?- preguntó Yura, quien quitó con suavidad la carta de la mano de su madre, quien aún cargaba a Kioshi…

    -Kami-sama, que no sea lo que estoy pensando- rogó con lágrimas en los ojos Kaede. Yura nervioso abrió la carta y la leyó tratando de prestar atención…sin embargo era corta…las manos temblaron un poco y sus labios titubearon…

    -madre…es Keiichi- dijo con tono neutro…

    -¡mi hijo, mi hijo… ¿Qué pasó con Keiichi?!...¡Yura!-pidió la madre acongojada, pensando en su miseria…que mala madre ha sido…que suerte tan trágica la suya…

    -está en Usami…esta grave- fue lo único que exclamó Yura mirando con sus ojos grises a su madre, quien de inmediato se abrazó en el pecho de su hijo mayor buscando consuelo, aun teniendo al pequeño Kioshi en brazos…justo ahora teniendo que arreglar asuntos importantes con Sousuke... ¿Por qué ahora les llovía sobre mojado?....

    *************************************************************

    Era muy temprano, el agua estaba un poco fría, además de estar también turbia. Nowaki había adivinado, y ese día llovía en la superficie. Por lo que la entrada a “la estructura que cubría el corazón de Ayami (maldición de Aikawa)”, lucía mucho más oscura. Apenas ayer había decidido Hiroki que hoy sería un buen día para intentarlo por primera vez…El castaño miraba con determinación la entrada a la estructura metálica…recordando constantemente que la maldición de Aikawa solo permite entrar 3 veces a la estructura…y si no se termina la “misión” a la tercera vez, Ayami desaparecería. Nowaki se encontraba a un lado del oji-avellana mirando el rostro decidido del menor…sonrió…estaba seguro que lo lograrían…Hiro-san era muy inteligente. La noche pasada habían acordad en no anunciarlo a la población, pues podrían generar pánico…por lo que solo le informaron a la madre de Nowaki.

    -Hiro-san, ¿estás listo?- preguntó el oji-azul mirando al menor, este solo asintió con su rostro serio, Nowaki lo miró con una sonrisa- no te pongas nervioso y no te preocupes, descuida, estaré atento con mi magia- exclamó.

    -no tengo miedo- respondió de inmediato Hiroki, haciendo que Nowaki reluciera una sonrisa divertida- vamos- animó el castaño-…por cualquier cosa…- exclamó con su rostro sonrojado, mientras tomaba la mano del azabache y se adentraban al lugar. Nowaki miró con satisfacción la vergüenza de Hiroki al tomarle de la mano. Los ojos de ambos trataron de escanear el lugar, era en extremo oscuro y el agua ahí dentro estaba helada, tanto que Hiroki se estremeció levemente. Escucharon con algo de preocupación como las barras metálicas de la estructura de esa “mansión” mal improvisada, específicamente las de la puerta se movieron…para encerrarlos por completo.

    -bien…aquí ya no podemos regresar Hiro-san- advirtió Nowaki, este asintió con calma y con su entrecejo fruncido. Nadaron un rato el línea recta hasta que llegaron una especie de cámara pequeña y una puerta de metal, con una insignia en un placa arriba de este. Hiroki se había leído ya los libros de magia más antigua que pudo conseguir en Ayami y había aprendido, para sorpresa de Nowaki y de muchos más, el idioma de los magos oscuros…¡en tan solo un semana!.

    -aquí está la primera prueba…-avisó Hiroki y se acercó al cuadro y pasó sus dedos sobre la insignia…para empezar a leer.

    -¿Qué dice?- preguntó ansioso Nowaki.

    -nada- respondió Hiroki…el otro lo miró confuso- necesitamos indicar de laguna manera que aceptamos que esta es la primera oportunidad y que aceptamos el “reto” de Aikawa. Nowaki asintió.

    -¡muéstranos la primera prueba bruja!¡ya estamos aquí!, aceptamos tu reto para liberar a mi pueblo- gritó Nowaki, tan fuerte que hizo eco en la estructura abandonado…muy pronto el cuadro que “leía” Hiroki arriba de la puerta…brilló en un color naranja fosforecente .Ambos pudieron darse cuenta que sobre la simple puerta que de estar abierta llegaría directamente al otro lado de la estructura, también como aparecía algo , como una piedra grande, pero esto era una plasta de agua, inmóvil… en donde podía ver claramente su reflejo. A lado de esto apareció también un enorme reloj de arena…suponían los chicos que les contaba el tiempo…

    -ooykk- leyó Hiroki con una mueca de extrañeza, eso era lo que decía la insignia- ¿Qué diantres se supone que significa?- exclamó más para sí que para su acompañante el castaño. Nowaki también analizó curioso…eso no tenía lógica, sin embargo escuchó el caer de la arena en el enorme reloj…y se desesperó…

    -Hiro-san…- le hizo saber el oji-azul, aquel arrugó el entrecejo algo molesto por no averiguarlo rápido.

    -ya lo sé…espera- Hiroki observó el reloj de arena ya a la mitad, a la vez que contemplaba su reflejo en el “espejo” improvisado…- ¡lo tengo!- dijo con satisfacción y media sonrisa- ooykk…acomodando las palabras en el orden correcto es: “Kyoko”…la traducción es “reflejo”- pronunció con una sonrisa de autosuficiencia. Nowaki lo miró sorprendido y le sonrió.

    -¡bien hecho Hiro-san!- exclamó al ver como la puerta metálica se abría y el reloj de arena de detenía abruptamente. Ambos de dispusieron a entrar rápidamente por la puerta, después esta se cerró. Poco a poco la oscuridad dentro de esa nueva habitación se fue disipando hasta que quedó completamente alumbrada con luces de colores rojo…lo siguiente fue una total estupefacción…justo frente a ello dos brumas de alguna neblina roja empezaron a tomar forma…¡y baya que forma!.

    -¡¿Qué?!- exclamó Hiroki totalmente sorprendido…justo frente a ellos aparecieron… ¡ellos mismos!...había tanto un Hiroki (en su forma de tritón), como un Nowaki…ambos “reflejos” miraban con espada a mano y ceño fruncido a los reales. Hiroki sintió que era una prueba muy acertada, claro… una batalla contra ellos mismos. Sonrió, observando que detrás de esos dos sujetos estaba la puerta a la siguiente prueba…eso sería más fácil de lo que creía….pensó.

    -Hiro-san- exclamó el oji-azul, Hiroki le miró por unos segundos y tomó la espada que Nowaki le había lanzado

    -bien…terminemos con esto Nowaki- dijo el castaño empuñando su espada y esperando el golpe de su “igual”, quienes se habían lanzado a ellos con el simple anhelo de matarlos. La pelea se dio de inmediato. Nowaki poseía una fuerza desgarradora…al igual que su “copia” que no se cansaba de atacarlo; pero Hiroki no se quedaba atrás…a pesar de que no estaba en su cuerpo “normal” la agilidad con su espada no la había perdido. Y entre gruñidos, quejidos y una que otra maldición Hiroki y Nowaki se deshicieron de sus dobles…haciendo que estos se volvieran bruma de nuevo…

    -primera prueba… superada- exclamó con un poco de cansancio Hiroki mas una sonrisa adornaba su rostro. Nowaki le respondió y cruzaron la siguiente puerta. Al encontrarse en la siguiente habitación, pudieron observar como un pozo de agua “vacío” aparecía en el centro y aun lado de ellos el reloj de arena nuevamente, el cual ya había empezado el conteo. Ambos se acercaron con rapidez al pozo hasta que vieron una inscripción en el borde de este…

    -¿Qué dice esta vez?- preguntó rápidamente Nowaki, observando como el menor analizaba los garabatos tallados sobre la superficie rocosa.

    -mar…-susurró Hiroki frunciendo el ceño…tampoco tenía mucho sentido la nueva frase, parecía inconclusa… entonces su ojos se fijaron en unas letras que estaban dispersas talladas en el suelo- ¡mira!- exclamó el castaño llamando la atención de Nowaki quien fijó su mirada también en el suelo observando talladas las letras “f” , “t”, “o”, “a” y “g”

    -¿Qué crees que sean?- preguntó el oji-azul.

    -debemos completar la palabra- respondió Hiroki, quien se perdió un momento en sus pensamientos mientras observaba el “clak” “clak” “clak” del reloj de arena…hasta ahora Aikawa buscaba pruebas de identidad…si no se equivocaba, la letra que tenía que escoger para cumplir esta prueba era…- elijo la letra “o”- exclamó fuerte el castaño, como si hablara con la estructura- la palabra correcta es “Maro”…que significa “yo mismo”- enseguida el reloj de arena se detuvo. Tanto Hiroki y Nowaki esperaron expectantes y nervioso que es lo seguía…¿se había equivocado?...¿había acertado?...su nerviosismo terminó cuando del pozo de agua salió una lucecilla blanca…ambos se acercaron rápido para observar mejor.

    -esto…- alcanzó a murmurar Hiroki, sin embargo lo que siguió nunca se lo espero…una especie de cadena salió flotando del pozo de agua y se amarró con fuerza a su cuello…y tan pronto lo tuvo sujeto tiró de él hasta llevarlo hasta el fondo. Nowaki temió por su vida y sorprendido, preocupado y enfurecido le siguió con gran rapidez…

    -¡Hiro-san!- gritó el azabache tratando de alcanzar la cadena que tiraba de su hermoso castaño. Con verdadero pánico, vio lágrimas en los ojos de Hiroki…y entonces se dio cuenta de lo que sucedía… ¡el castaño ya no podía respirar bajo el agua!, con desesperación observó también como la “transformación” de Hiroki desaparecía y sus piernas regresaban. ¡MALDITA SEA AIKAWA!...observó con impotencia como el oji-avellana extendía una mano hacia él…le estaba pidiendo que lo ayudara…

    Hiroki, por su parte, sentía sus pulmones totalmente vacío, el pecho y la garganta le empezaban a arder…las lágrimas no tardaron en salir y se estaba desesperando… su cabeza empezó a dolor horrores…¡era obvio estaba bajo el agua y no soportaba la presión!...Miraba con anhelo y preocupación como Nowaki trataba de alcanzarlo, fijó una de sus manos en la cadena que apretaba escandalosamente fuerte su cuello y la otra la extendió a Nowaki con la esperanza de que le ayudara…

    -¡Nowgh…!- en su intento de llamar al azabache Hiroki dio un gran trago de agua, lo que provocó que todo empeorara. Definitivamente no aguantaba más…entrecerró sus ojos, viendo borrosa la silueta de un preocupado Nowaki.

    -¡HIRO-SAN!- el oji-azul gritó desesperado , mientras extendía su mano hacía Hiroki…rogó a Kami y a todos los dioses existentes y por existir que su poder no dañara a su amor…la palma de su mano inundó en una radiante luz azul al castaño…entonces la cadena se detuvo y dejó de aprisionar a Hiroki. El oji-azul alcanzó la mano al fin del castaño…y las cadenas desaparecieron…-¡Hiro-san…todo estará bien…resiste!- exclamó Nowaki preocupado teniendo entre sus brazos al oji-avellana. Y sin perder el tiempo juntó sus labios con los del otro…con el simple fin de pasarle un poco de aire. Hiroki pareció sentirlo, pues abrió sus ojos casi enseguida…sonrojándose de inmediato…pues fuera adrede o no…el ojiazul lo estaba besando…de nuevo…y esta vez no podía hacer nada…tan solo cerró sus ojos y se dejó abrazar por el menor…esa prueba había sido peligrosa…¡¿Cómo carajo iba a saber que “yo mismo” significaba que tenía que estar como era “en la realidad”?!. Sintió que ya era suficiente por hoy…y dejó caerse en la inconciencia…ya sabía al menos de lo que trataban 2 de las 3 pruebas…quedaban dos oportunidades más para intentarlo…

    -Hiro…san….Hiro-san…-fue lo último que escuchó- descuida…haz estado fantástico…-

    **************************************************************

    Era ya una hora muy avanzada de la noche. Sin embargo no era impedimento para que un lindo doncel de cabellos rubios largos hasta la cintura y poseedor de unos coquetos ojos verdes estuviera aun despierto. Se encontraba sentado de piernas cruzadas sobre su escritorio en su habitación, con lápiz y libreta en mano…el muchachito a costa de trabajo, con sus propias manos…muy a sabiendas de que era “mal visto” que un “señorito” caminara entre la “prole”, mantenía una pequeña casa-hogar en donde se encargaba de los niños huérfanos del reino.

    -bien…ya están…cobertores y ropa abrigadora para el invierno, comida: pan, pescado, leche, cuadernos y lápices…¡no deben descuidar la educación!...juguetes…¡cierto tenemos que remodelar el parque de diversiones de la plaza!- exclamaba contento el muchachito haciendo anotaciones. Este rubio de bonita mirada verde menta respondía al nombre de: Yuki. A pesar de las buenas maneras, educación fina, clases de etiqueta y “comportamiento de buen doncel” que había recibido el rubio no pertenecía a realeza, sino a una familia que era por las buenas adinerada, pues su padre era ni más ni menos, que un exmilitar que sirvió en sus tiempos de juventud al reino de Kioko. Yuki, aun siendo hijo único, no había crecido encaprichado con tanta fortuna…sino como un doncel humilde que se preocupaba más por lo que comerían las personas en situaciones deplorables que por el mismo. Cierto era que el rubio poseía un gran corazón, parte de su buena crianza fue gracias a Mikasa, su madre, la cual le había enseñado a trabajar para subsistir sin depender de nadie más. Sin embargo nunca fue orgulloso ni soberbio. Quien sabe…tal vez, eso fue lo que hizo que Yura se enamorara de él.

    Hace ya casi 3 años que ellos se habían conocido durante un una visita al rey de Kioko. Ese día Yura había respondido al llamado del rey de ese país con el fin fe perpetuar alguna forma de alianza…y entre paseo y paseo…ocurrió que un día Yura se encontrara con el bello doncel justo fuera del palacio, en donde este platicaba animadamente con los encargados de los establos…desde ese día…cuando sus miradas se juntaron…gris y verde…ya no habían podido escapar uno del otro…

    Yuki había dejado la libretita encima de su escritorio para disponerse a acostarse de una buena vez, bostezó un poco…más su sueño se vio interrumpido por los toques incesantes en su puerta.

    -¡Yuki-san!...¡¡¡ha llegado una carta urgente!!!- exclamaron desde afuera, el rubio se cubrió con su bata y corrió a abrir la puerta el mismo. Encontrándose con 2 muchachitos parados en la puerta, a los cuales conocía muy bien. Eran, por así decirlo, sus acompañantes…su dama y doncel de compañía. Shuichi y Kiara. Ella era bajita de cabello castaño recogido en un moño y ojos cafés, Shuichi, en cambio era un doncel muy lindo, albino de piel clara y de unos ojos azules brillantes.

    -¡¿Qué pasa?!...¿de qué carta hablan?- preguntó el rubio con preocupación, mientras recibía de Kiara un sobre, con el logo de Sumi. Rápidamente su corazoncito palpitó con mucha fuerza…¡¿habría pasado al en Sumi?!...¿estaría bien Yura?. Inmediatamente y con los ojos de sus acompañantes viéndolo, abrió el sobre temblándole en el proceso sus delgados dedos. Abrió al fin el sobre, sacó la carta y se dispuso a leer, con una mano en el pecho y la otra sosteniendo el papel.

    -¡¿Qué ha pasado Yuki-san?- preguntó Shuichi con su suave voz -¿se encuentra bien Yura-sama?- preguntaba exaltado.

    -tenemos que partir ahora a Sumi- habló serio el rubio y entregando momentáneamente la carta a los chicos quienes se juntaron para leer mientras empezó a arreglar el mismo en un bolsita su equipaje. Tanto Shuichi como Kiara abrieron los ojos con sorpresa y tapaban su boca mientras leían el contenido de la carta…la cual estaba firmada por el mismo Yura- ¡Shu-chan, avisa a mis padres que tenemos que salir a Sumi de urgencia!.

    -¡si Yuki-san!- el albino salió corriendo.

    -¡Kiara-chan, ayúdame a decirle al cochero que prepare el carruaje lo más antes posible!

    -enseguida- respondió la muchacha y salió corriendo de allí. Yuki salió con bolsa en mano directo hacia el patio, su mirada parecía dura y algo preocupada. La carta no tenía muchos detalles…solo le pedía Yura que por favor fuera lo más rápido que pudiera al reino, pues una situación muy complicada estaba sucediendo y tenía que viajar toda la familia a Usami, por lo que el palacio en Sumi no podía quedarse solo, y dado a que él, prácticamente se estaba preparando para ser “rey” podría ocupar el puesto… ¿tendría algo que ver con Keiichi?...se preguntó preocupado el rubio con un mal presentimiento en el pecho…

    *****************************************************

    El sol empezaba a salir, se podía notar en como los rayos intentaban traspasar las gruesas cortinas de esa habitación. El buró a lado de la cama era de la madera más fina que se hubiera imaginado, y sobre este había un balde de agua con algunas toallas dentro. También había unos cuantos botecitos de vidrio con sustancias de diferentes colores dentro. Al costado de la cama permanecía un muchacho de cabellos castaños oscuros y ojos grises, en ese momento había caído rendido de cansancio, velando la inconciencia de su amor, postrado en la cama, de donde no había despertado desde hacía ya 2 días. Aquel día, tan pronto habían llegado, Asuka mandó a arreglar una habitación para Keiichi al mismo tiempo que mandó a traer a un médico, desesperado Haruhiko había interrogado al doctor sobre lo que tenía su oji-miel, sin embargo no obtuvo más del sujeto que lo que ya sabía: un brazo roto, fiebre y no sabía cuándo despertaría, podrían ser días, meses o incluso años.

    Haruhiko levanto el rostro de la cama, en donde hace poco estaba recargado, y se estiró un poco en la silla donde estaba sentado. Su mirada se fijó en el rostro de Keiichi,y lo miró con amor contenido desbordante, ¡Cuánto anhelaba ver los ojos mieles de ese revoltoso y hermoso ser!

    Su mirada se desvió cuando escuchó como tocaban la puerta de la habitación.

    -pasa- dio permiso, y enseguida pudo observar a una de las sirvientas del castillo dando una reverencia corta.

    -lo siento Haruhiko-sama, pero Asuka-sama ha pedido por favor que baje a desayunar- exclamó la mujer con una sonrisa tímida y sorprendida viendo los ojos llorosos, tristes y cansados…seguramente se la había pasado llorando por el muchacho toda la noche otra vez ¡pobre!, pensó la mujer.

    -gracias…-murmuró el príncipe tratando de reglarle una sonrisa…más nunca salió- dile a mi tía por favor que no tengo apetito…pero que la acompañaré en un rato, en cuanto haya terminado de desayunar- dijo con vos tranquila sin despegar la vista de Keiichi. La mujer asintió, y disculpándose salió de la habitación. La habitación se quedó en silencio nuevamente, Haruhiko emitió un gran suspiro y se levantó de la silla para acercarse a la ventana y observar los grandes jardines del castillo de Usami, recargó sus brazos en el barandal de la ventana y soltó otro suspiro cerrando los ojos…recordando aquellos bellos días en los que no hacía más que reír, jugar y escaparse traviesamente del castillo para ir a visitar a Sumi a su querido Keiichi…

    -Keiichi…Keiichi- susurró el menor llevándose sus dos manos al rostro…sus ojos se humedecieron.

    -hugg….-se escuchó un leve quejido…Haruhiko abrió mucho sus ojos y sorprendido regresó a ver hacia donde esta “inconsciente” su amor…volteó a ver tan rápido que temió se rompiera el cuello, dejó en velocidad record la ventana para aparecerse justo enfrente de la cama del de Sumi. Una lágrima calló limpia por el rostro de Haruhiko, recorriendo el cuello hasta perderse en su elegante camisa. Observó con añoranza los ojos mieles abrirse con algo de lentitud y desorientación. Keiichi se llevó su mano al rostro, y después a su cabello tratando de peinarlo un poco hacia atrás…encontrándose extrañado en la cama…sus ojos curiosos recorrieron su propio cuerpo…tenia enyesado un brazo…y sintió como le dolía todo el cuerpo, se sujetó la cabeza con fuerza…dolía…optó por sentarse un poco en la cama. Seguido fijó su mirada en la persona que estaba justo frente a él con un rostro de alegría y añoranza algo extraño…le sonrió.

    -hola…- apenas fue un susurro por parte de Haruhiko, quien sentía la inmensa felicidad desbordante y le sonreía como jamás había sonreído a una persona en su vida…¡su amor…ya había despertado!....¡aunque claro …tenía que arreglar algunas cosas con el todavía…pero…¡ya estaba bien!...pronto…pronto podría…

    -ho-la- respondió con una sonrisa algo tímida el oji-miel. Haruhiko se sorprendió un poco…¿Por qué le hablaba así Keiichi?...observó cómo su lindo castaño lo observaba con mucha curiosidad…como si nunca lo hubiera visto…su corazón tembló con pavor. Hubiera preferido no saber la respuesta a eso…esa simple pregunta que siguió…le destrozó algo más que el alma…

    -..¿Quién eres?...-
    .
    .
    .

    Continuará…
  4. .
    hola hola, como estás?

    gracias por avisarme de nuevo sobre tu actualización
    me ha gustado demasiado como ha quedado todo¡¡
    que hermosísimo la primera vez que ven a sus bebitas¡¡
    ha sido todo muy maravilloso, james me ha caído super bien XD
    me ha encantado ver a un usagi-san todo cariñoso y paternal¡ :D
    has dejado el final un poquito abierto, pero me ha gustado un resto¡

    Felicitaciones por terminar tu fic¡¡¡¡, espero realmente poder leerte de
    nuevo en este foro o en otro¡¡

    Hasta pronto
    Besos de durazno

    Misagi * *
  5. .
    Hola Leyi, como has estado?

    yo sigo enferma, (para variar u.uU), disculpa por no comentar de inmediato,
    pero no había tenido salud ni tiempo <.<, pero en fin.....a lo que importa....
    me ha fascinado como va la luna de miel¡¡¡, está súper tierna y su vida de
    casados la has descrito hermosísima...claro con la perversión común de esta parejita XDD
    siii , felicitaciones por tu nueva auto superación en cuanto al fic¡¡ jaja....
    ya estoy deseosa por leer como va la relación con las otras parejas, en cuanto al nombre de la niña
    ...emmm..no se...quizás podría ser Tamiko, Takiko, Tayiko...?¡¡¡ u,u no se me ocurren otros XDD...
    espero ansiosa tu actualización¡¡¡

    besos de cereza¡¡

    Misagi * *
  6. .
    Mely Mely¡¡¡

    hola , hola, perdón por no comentar antes¡
    mi muy maldita traicionera computadora ¬¬ no me avisó que ya habías actualizado XD
    te habías tardado mucho en continuar :3, pero me alegro que ya hayas regresado
    ya hacían falta buenos fics como los tuyos por acá :P
    me ha encantado como llevas la historia, jeje siempre me saca una sonrisa :D
    ya era hora de que Nowaki tuviera su oportunidad...sii Hiroki ya empieza a notar la diferencia
    que siente entre los dos¡¡ XD, espero ansiosa la conty

    besitos de sandía¡¡

    Misagi * *
  7. .
    Hola¡¡¡, cómo están? ñ.ñ gomen?...

    Esto…sé que estas no son horas para la actualización pero realmente no había podido ponerme escribir…<.<;verán esta vez estuve algo delicada de salud estuve internada en el hospital y pues miren que yo no quería regresar allí T.T, ya saben cómo siempre yo y mis problemas respiratorios…creo que la gripa me acompañará para el resto de mi vida…en fin, pues ahora ya estoy por fin con medicación de vitaminas para fortalecer defensas y todo eso….<.<U, ahora si me tengo que cuidar si o si…pero en fin, dejando como siempre mis tragedias, les agradezco mucho los comentarios y el tiempo que invierten en esta enfermiza escritora de fics XD…y pues también con las noticias de que ya entraré a clases y me será muy complicado actualizar una vez por semana como lo hacía , así que nos veremos en cuanto pueda ….besitos de durazno a todos y respondo sus comentarios¡¡¡

    Melyoan: hola, gracias por comentar, mira que el asunto de todo lo que pase en Sumi ya lo tengo casi soñado y verá muy pronto lo que hará Suosuke, jajajaj Hiroki caerá no te preocupes...ya falta un poco…y por supuesto que Nowaki “osará “ un poco más XD….en cuanto a Tsumori…pues dije en la conty pasada que tengo una sorpresa para esa pareja…este sorprenderte un poco XD, muy pronto terminará todo esto y verás en los problemas que estará Akihiko en cuanto a Misaki XD….por ahora te dejo la conty, besitos de manzana para tu…

    Anne onodera takano: hola , gracias por comentar, me alegra que te vaya gustando, jaja los siento el drama es mi pasión XD, espero te guste la conty…besos de naranja¡

    romantica_1 : hola gracias por comentar…ya verás lo que le espera a Suosuke…Yura realmente se las cobrará toditas…pero habrá que esperar un poco, me alegra que te vaya gustando la situación de los egoístas…muy pronto verás ceder “entre comillas XD” al lindo Hirokito, lo que les contará Yuu y “el castigo” de Tsumori…XD, espero te guste la conty, besitos de cereza….

    gerald..usami261: hola muchas gracias por tomarte el tiempo de leer mi fic , espero que te siga gustando , besos de fresa para tu¡¡¡

    Mikeio Kamijou: holaaa¡¡¡¡, cómo estás? Mira que ya te extrañaba por acá :P, jajaja pronto verás a Kisa por acá…obvio que no tienen tanto papel como otros personajes, pero saldrá. Jeje que bueno que puedas apoderarte de tu compu al fin XD, me mató tus concusiones sobre la apariencia de Mason y Nowaki….pero no XD, Mason es un personaje original mío que está basado en un 2 amigos míos xD, pero eso es otra historia XD…espero te guste la conty, besitos de fresa enchocolatada para tu¡¡¡¡ 


    Misagi * *





    Capítulo 18:”Un beso de buenas noches”





    -¡hey!, ¿pretenden quedarse ahí?- preguntó Yuu con una sonrisa mientras caminaba. Los 3 humanos aun recuperados de la sorpresa le siguieron rápido en silencio. No tardaron mucho en llegar a una pequeña cabañita en el centro del bosque, y después de que Yuu abriera la puerta les pidió a los chicos que entraran.

    -pónganse cómodos por favor, ahora vengo- exclamó el mago con una sonrisa, para seguido entrar por una de las puertas a alguna habitación. Los chicos se limitaron a obedecer todavía absortos por todo lo que pasaba, Mune se sentó en un sillón de dos plazas junto a Misaki y Yukina en un banco que estaba cerca del comedor. Misaki , como siempre, curioseó un poco en la sala donde se encontraban, observo como todo el inmueble era casi de madera, prevalecían los colores claros en especial los verdes y azules, era una casa pequeña pero bastante acogedora. Entre objetos, que consideraba de magia o cosas “que no debía tocar” algo le llamó la atención y con una sonrisa se acercó hasta la encimera arriba de la chimenea encontrando un portarretratos. Su sonrisa se ensanchó más junto a una expresión de sorpresa.

    -este…es…¡Masamune mira ven!- expresó Misaki, el príncipe hizo caso al más pequeño y se acercó a ver lo que el otro veía, Yukina algo curioso también se acercó.

    -es…¿Mino-san?-exclamó Mune con una sonrisa, observando en la fotografía como un “Mino” en versión adolescente abrazaba a un chiquillo de cabellos castaños alborotados y ojos Camín oscuros…Yuu, quien sonreía haciendo una coqueta pose, que fue la que sacó una sonrisa a Misaki –ellos son…- Masamune estaba a punto de decir algo , cuando se vio a Yanase salir de la habitación con un grueso libro de color verde oscuro. Sonrió al ver a los chicos mirando su fotografía favorita.

    -lo siento Yanase-san…- se disculpaba Misaki por curiosear sin permiso, pero Yanase le dedicó una sonrisa divertido haciéndole una señal con la mano para que le restara importancia al asunto.

    -jajaja, no te preocupes pequeño, no me molesta- empezó, mientras dejaba el libro en la barra de la cocina y se proponía a buscar algo en los estantes de libros que Misaki no había querido tocar, los chicos se sentaron de nuevo poniendo atención- esa foto es cuando Mino y yo hicimos un viaje a Europa, ya saben cosas importantes que los magos tienen que ver con otros magos- hizo un gesto extraño que sacó otra sonrisa a su interlocutores- yo entonces todavía era su aprendiz, el primero que tuvo de hecho. Él no lo sabía en aquel tiempo….pero a mí no importaba mucho donde íbamos, estaba bien con estar junto a él. No fue hasta algunos años después que formalizamos lo nuestro- sonrió mirando a sus sonrientes y sorprendidos espectadores. Mune hasta entonces se dio cuenta de los rasgos finos del “guardián”…claro…era un doncel.

    -¡¿fue su primer aprendiz?!- preguntó sorprendido Misaki, sin darse cuenta qua casi lo había gritado.

    -sip- contestó sonriente el mago mirándolo por unos segundos, ocupado buscando en el estante todavía- el día que llegue a su casa prácticamente estaba por gritarme que me largara de allí…pero supongo que ni él era tan cruel como para dejar a un huérfano congelarse en el frío invernal- exclamó y suspiró, los chicos hicieron un gesto lastimero- entonces me entrenó. ¿Saben?, el siempre pareció una persona fría... incluso pensé que después de mi no volvería a tener otro practicante…pero al parecer Chiaki también pudo con su humor- rio un poco al final, ocasionando la sonrisa del resto-…supongo ya lo conocen a él también, ¿cierto?-preguntó.

    -si…de hecho fue él quien nos recibió el día que llagamos con Mino-san- exclamó Masamune.

    -ya veo… ¿y qué tal?...¿les ha servido el mapa que les dio Mino-koi?...¿tardaron mucho en encontrar los lugares?- preguntó Yuu, mirándoles por unos segundos para seguir con su tarea.

    -pues la verdad el mapa nos ha servido de mucho y hemos tratado de no desperdiciar el tiempo en cada lugar a donde llegamos. Chiaki-san es una persona muy amable- empezó Masamune –Mino-san, también- agregó rápido escuchando una risita de Yuu- pero si es algo más serio-

    -y parece querer hacer todo muy rápido- exclamó casi en un susurro Misaki con un puchero, recordando el día en que el castaño casi los corre de su casa.

    -jajajaja, ese hombre es la puntualidad en persona- se burló Yanase de su novio –y si…preferentemente hace todo rápido- exclamó…después puso pose de pensar- bueno…casi todo- exclamó más para sí…con una sonrisilla pervertida, logrando una carcajada limpia de Yukina, una sonrisa divertida de Mune y un rostro sonrojado de Misaki- bueno…bueno…pero a lo importante- exclamó Yanase todavía con una sonrisa mirando a los chicos ya con un mapa que buscaba en la mano, tomó también el libro verde que había traído con anterioridad y se sentó con las piernas cruzadas en la mesa de centro de su sala, para poder ver a los 3 jóvenes- …¿cómo les ha ido con las pruebas?- preguntó condescendiente.

    -pues…no lo sabemos, hemos tenido que dejarlos a su suerte en el lugar en que marcaba cada prueba- empezó con gesto enojado e inconforme Masamune- solo espero que todos regresen con bien- murmuró.

    -ya verás que si- reconfortó Yanase con una sonrisa- además…tengo entendido que Chiaki se le ha escapado decirles un poco de su futuro…¿no?- preguntó con una sonrisa traviesa, los chicos sonrieron igual asintiendo- todo está yendo de maravilla- aseguró el mago, entonces empezó a hojear el libro de gruesa pasta verde mientras les hablaba- ha¡¡, por cierto hace un par de días tuve la agradable visita de Kaoruko, llegó de improvisto justo a la hora del té…- dijo volteando los ojos con un toque de sarcasmo, Misaki sonrió divertido.

    -¿Kaoruko?...¿la maga del amor?- preguntó sorprendido Yukina, quien había escuchado historias de la “hermosa mujer de vestidos rosados que iba en ayuda de los enamorados”. Yanase asintió. Mune y Misaki se vieron entre ellos sorprendidos.

    -ella misma. Decía…entre tanto disparate y gritos que no logro comprender de esa mujer- exclamó el mago con gracia moviendo una de sus manos divertido contagiando al resto- me contó algo interesante, supongo que ustedes podrán tomar un respiro respecto a eso- dijo algo misterioso, los chicos escuchaban intrigados- ¿conocen a un tal Haruhiko?-

    -¡claro, es mi primo!- exclamó sorprendido Masamune- ¿Por qué?- preguntó.

    -ha pues, lo único que entendí de todo lo que dijo esa mujer fue…que ayudó a ese chico, lo encontró cabalgando en un camino solitario y “sintió” su dolor…por lo que decidió por detenerle. El chico le contó sus penas y que buscaba a alguien importante para el que había perdido y que sentía que ahora estaba en problemas .Al parecer le puso a prueba…ya saben….el clásico “te ayudare con lo que deseas si me das lo más valioso para ti”- exclamó con deje de flojera. Sin embargo los chicos están expectantes…¡¡¡¡¿Haruhiko buscaba a Keiichi?!!!!, bueno a menos Misaki y Mune que lo conocían- …al parecer el chico acertó…y ganó la recompensa de ser guiado hasta donde estaba esa persona importante- concluyó. Misaki casi estaba que se ponía gritar de felicidad…¡eso era una gran noticia!.

    -maldito, que bueno que se decidió a tiempo- exclamó con murmuro Mune soltando un suspiro y colando en su rostro media sonrisa.


    -supuse que los pondría de buenas- exclamó Yuu, los chicos asintieron y agradecieron- bueno, ahora a nuestro asunto- exclamó, los chicos se acercaron hasta estar frente a él y este sosteniendo el libro con a una de sus manos – bien, primero me gustaría que supieran que estos mapas, la información y en sí, todo lo que hemos designado para su viaje fue estipulado y estudiado por nosotros- exclamó Yuu- Aikawa propuso sus lugares y pruebas…pero nosotros pusimos el orden, según lo consideramos mejor, Mino y yo estipulamos el tiempo y reunimos a todos los magos que estaban dispuesto a ayudar- exclamó Yuu sorprendiendo a los muchachos- por su parte Chiaki y Hatori se encargaron de aquellos que “pondrían” “un arma” para que ustedes pudieran obtener una mínima ventaja contra Aikawa, a Chiaki no le costó demasiado hablar con las parlanchinas hadas-lili….quienes aceptaron gustosas regalarles una de sus valiosas flores. En cambio Hatori se las vio difícil con Ijuuin-san, quien finalmente aceptó con tal de poner su propia prueba y así poder usar su poderosa espada- dijo con seriedad- así que no duden que este es el mejor camino y que los magos de toda la tierra están de su parte…pero también todos los brujos están en su contra…-

    -mucha gracias- agradeció Misaki- algo así nos había dicho Tsumori-san…un mago que nos salvó hace poco de un ataque seguro de unos brujos- exclamó compungido Misaki. Yuu abrió mucho los ojos al escuchar el nombre.

    -vaya muchacho…se las verá difícil con el castigo de su maestro, pero supongo que aceptará el castigo por una buena causa- exclamó más para sí que para el resto, que se había quedado un poco sorprendido.

    -¡¿castigo?!- preguntó el oji-verde casi alarmado.

    -pues verás…él no tiene permitido salir sin permiso…es el aprendiz de Mason- exclamó con un deje obvio.

    -pero estará bien, ¿cierto?...- preguntó el oji-verde. Yuu sonrió y asintió. “definitivamente tenía que ser él” pensó el mago.

    -¿Quién es Hatori?- preguntó curioso Yukina.

    -es el guardián de las montañas nevadas- exclamó con una sonrisa Yanase, viendo la sorpresa en los dos mayores y la “decepción” en Misaki que en ese momento solo pensaba “¡más frío!”- ya pronto lo conocerán…será la última parada que harán antes de ir al castillo de Aikawa…él será quien los acompañe hasta allá- los chicos asintieron- como saben aún faltan otras dos pruebas…las cuales no necesitan de más “sacrificios”…pero no les garantizo que sean sencillos, el día de la “guerra” lo más probable es que Yoshino esté primero que nosotros, Mino y yo llegaremos después y el resto de los magos y guardianes al final –explicó.

    -¿Por qué Yoshino-san llagaría primero?- preguntó Misaki con duda. Yuu sonrió pícaro.

    -pues porque Yoshino y Hatori son pareja, ¿Por qué otra cosa sería?- exclamó Yanase soltando una risita divertida al ver el rostro expectante de sus escuchas- jajajaja- se reía el mago realmente divertido “y eso que no saben de Asaki”…pensó con gracia – pero ya, en serio , luego lo conocerán, ahora es necesario que les dé el siguiente mapa, el cual marca la ruta que seguirán desde este punto hasta llegar con Hatori a las montañas nevadas- los chicos asintieron ansioso mientras miraban como Yanase extendía el mencionado mapa en la mesita ratona en la mesa y pasaba sus dedos indicando los lugares que visitarían. Todos platicaron un rato más hasta que se hizo más tarde, Yanase les comentó también que probablemente solo les quedarían 10 días más de viaje hasta las montañas nevadas, además de que los invitó a cenar y a pasar la noche en su casa, para salir temprano al día siguiente.

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    Los pasos resonaban con fuerza contra los azulejos azulados en el suelo. Era tarde, ya, tal vez las siete, y eso se podía observar en las tonalidades rojizas y anaranjadas que entraban con premura por las ventanas de aquella gran mansión. En primer plano podían observarse a dos personas caminando con relativa prisa por los pasillos de aquella estructura, una siguiendo a la otra. Quien iba hasta el frente era ni más ni menos que el dueño de la ostentosa mansión, quien tenía su rostro completamente serio, ni rastro de felicidad, ni de enojo ni de nada, su flequillo azabache ocultaba como siempre sus turquesas ojos, solo caminaba arrastrando el montón de trapos ordenados y carísimos que era su ropaje de mago. Por otra parte, quien caminaba tras él, era solamente su…preciado aprendiz, aquél que casi por todos era tratado a la par de su amo…pero que para el oji-azul pareciese no ser más que basura. Este oji-miel mantenía su cuerpo levemente rígido y su vista atenta a su maestro, siguiéndole sin decir palabra alguna. Sabía que le deparaba un castigo… y la mirada de su “sensei” se lo había dejado claro hace un par de minutos: cuando apareció en los jardines de la mansión y observó la penetrante mirada de Mason escudriñarlo. Era un claro anunció de “sígueme, rápido y en silencio”. Si había algo que no soportaba Mason era que lo retaran…y definitivamente…al menos por ahora….no pensaba hacerlo…o eso creía…

    -entra…-la voz de Mason lo despertó de sus pensamientos y observó que se encontraban en la puerta de la habitación de su amo. Sin decir absolutamente nada solo obedeció entrando al cuarto, el azabache entró enseguida y cerró la puerta. Tsumori se recargó de espaldas la puerta con las dos manos tras la espalda y la cabeza gacha. Esperando el sermón y/o el castigo que le daría. Mason por su parte solo se limitó a fruncir el ceño un poco mirando a su discípulo (o eso creía el rubio por que no veía sus ojos), sin embargo por alguna razón Tsumori pensó que ese gesto no iba dirigido a él. Pasaron varios minutos en los cuales los nervios del rubio estaban por colapsar…hasta que finalmente el menor rompió el silencio.

    -exactamente…- exclamó con voz casi inaudible…pero que sin embargo hizo mella en el discípulo, pues notó al instante el tono serio…y el golpe que dio el puño de su maestro en la puerta justo al lado de su rostro no le ayudó demasiado- exactamente… ¿Quién te dio permiso de salir?- exclamó con tono frio.

    -yo…lo siento sensei…no fue mi intención desobedecerlo- hablaba con voz queda el oji-miel- pero los “chicos” estaban en problemas…y usted dijo que podríamos ayu…-

    -OTROS…podían ayudar- exclamó Mason aun sin mostrar su rostro a Tsumori , quien se encontraba sorprendido por el tono de voz de su amo, el cual, para ser sincero, NUNCA había escuchado gritar-…tú no tienes permitido salir…tu deber es quedarte aquí a servirme…¡tú eres mío!- soltó de enojado. Los ojos mieles se abrieron de par en par analizando esa última frase…sintió como una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo enterito…¡si, seguro estaba loco…solo él se puede emocionar en una situación como esa!...sin embargo no fue capaz de pensar mucho…pues observó el rostro “hermoso” y colérico de su maestro…como esos ojos turquesa lo miraban queriendo dejar un hueco hasta en lo más recóndito de sus pensamientos…

    -lo siento…- exclamó el rubio algo ido todavía, y hubiera seguido disculpándose de no ser porque el azabache puso uno de su finos dedos sobre sus labios al mismo tiempo que susurraba muy cerca de su rostro un “shhhh” para que guardara silencio. Tsumori cada vez comprendía menos las acciones y reacciones de su sensei, lo último de lo que fue consiente fue de la sonrisa de su amo, seguido de una luz cegadora producida por magia, obviamente, de la varita mágica de Mason…muy pronto todo se volvió negro…se había desmayado.

    Despertó algo angustiado, sintiendo que no había pasado más que segundos desde que perdió la conciencia. Trató de moverse pero le fue imposible, podía sentir que estaba atado de manos y pies…sin embargo la superficie sobre la que estaba era blanda… ¿una cama?...pensó de inmediato. Todo era oscuro…obvio tenía los ojos vendados… ¡pero que rayos! Se quejaba alterado el muchachito sintiendo dolor en sus brazos, que estaban sobre su cabeza, seguramente ya llevaban un tiempo así…

    -¿a-amo?- fue lo único que se le ocurrió preguntar… ¿acaso era este el castigo de su amo?…se preguntó alterado. Por qué solo él podría haberle hecho eso…¿verdad?

    -hasta que despiertas- se escuchó la tranquila voz de Mason. Por alguna razón calmó el nerviosismo del rubio, pero aun tenía otra pregunta…¿Qué le haría?...

    -¿sensei…cómo…por qué….qué…significa esto?- preguntó algo inseguro de cómo articular la pregunta correcta.

    -no es nada importante Tsumori-kun- exclamó la voz del azabache con un toque de sarcasmo que estremeció al otro- considéralo como una sesión de clases…-

    -¿clases?...-preguntó el rubio sabiendo que probablemente no le gustaría la respuesta.

    -claro…la sesión de hoy será práctica- exclamó con un deje de diversión…si Tsumori hubiera visto la siniestra sonrisa que esbozó el oji-turquesa…seguro que mínimo hubiera temblado- nee…¿sabes sobre el filósofo griego platón?...Tsumori-kun- El rubio digirió con dificultad la pregunta para simplemente asentir no muy seguro…era uno de los representantes máximos en Grecia…no había leído mucho de él. Pero…- el tema de hoy es “la pedagogía platónica”- exclamó de lo más emocionado Mason -¿sabes de que trata?- preguntó con tono de burla al “amarrado” quien negó…-¿no?...pues…principalmente es aquella forma de aprender por medio de…-la voz del azabache se hizo más suave, el rubio por poco y no grita en ese momento…sintió claramente como la mano de su amo rozó levemente su miembro sobre su ropa-…las sensaciones- finalizó con un tono por demás sugestivo…¡bien…su amo lo había logrado…lo había vuelto loco!...simplemente estaba fantaseando…¡si eso era!...no podía ser otra cosa…pensó Tsumori reprimiendo un jadeo cuando sintió los elegantes y delgados dedos del menor “trepar” por su pecho.

    -¿sensei…?- tartamudeó casi sin voz.

    -shhh- lo calló- no quiero escuchar más que las respuestas…-murmuró la voz “¿sensual?” del azabache. Tsumori trago ruidosamente…¿algo en su cabeza estaba mal?...porque seguramente ya se había vuelto loco…un momento… ¿“preguntas” dijo?...ha cierto…Mason le había dicho que esto era….una….sesión de clases. Sintió perder los estribos de su cordura, mientras esperaba lo que fuera que haría su maestro…en la posición en la que estaba se sentía por demás expuesto y frágil y más cuando sabía que no podía moverse ni ver nada de lo que ocurría a su alrededor…eso volvía locos al resto de sus sentidos…pero en lo más profundo de su mente se preguntaba seriamente si tal vez el loco era su maestro.

    -bien…empecemos ahora- escuchó la voz del menor- dime…¿a qué grado puede enfriarse el agua en su estado líquido antes de congelarse?- preguntó con premura, Tsumori se preguntó realmente si valía la pena todo eso….con que propósito hacerlo de “esa” manera, se cuestionaba refiriéndose al hecho de estar atado. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo.

    -haa- no pudo evitar soltar un pequeño gemido al sentir como “algo” muy frío rozó suavemente su estómago. Sus ojos se abrieron con sorpresa e impresión …”era hielo” adivinó de inmediato…”no te he escuchado…Tsumori-kun”…escuchó que el oji-turquesa recordó en un tono burlón- hammnngg…-volvió a gemir el rubio con los ojos muy cerrados y esta vez mas fuerte al sentir el cubito de hielo en uno de sus pezones, hasta ese momento se había dado cuenta que su ropa que cubría la parte posterior de su cuerpo o no la tenía o estaba abierta- …menos…cuarenta y dos grados cent…centígrados…sensei-exclamó con dificultad.

    -jeje…muy bien…-alagó el menor- veremos que tanto sabes…- exclamó con una sonrisa tétrica, que no vio Tsumori, por su puesto. La voz que había utilizado no admitía replicas y Tsumori pudo darse cuenta por esta que…esto apenas comenzaba….

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    Yura observaba desde la puerta de la habitación a su pequeño hermanito…tenía los ojos entrecerrados…y su rostro muy serio para lo que estaba haciendo “supuestamente”. El pequeño Kioshi se encontraba con sus piernas dobladas, sentado sobre su cama con un carrito de juguete que su madre le había regalado hace un par de años…pero simplemente no se movía…no sonreía…ni si quiera parecía estar jugando. Yura arrugó el entrecejo…algo estaba pasando…y no es por paranoia o el simple hecho de que odiaba al tipo…pero estaba 99% seguro de que era culpa del maldito padre de ese angelito…Sousuke.

    Hace un rato que Yura había notado el drástico cambio del comportamiento de su hermanito…ya casi no salía a jugar ni corría de acá para allá pidiéndole incluso a los jardineros o a las mucamas que jugaran con él…todos en el castillo estaban preocupados también, en especial Kaede que no tenía ni una idea de lo que tenía su precioso bebé, incluso la cocinera se preocupó de no ver al pequeño oji-miel haciéndole pucheros para que le preparara un postre a escondidas de su mamá. Y muy observador también se dio cuenta que el pequeño temblaba como gelatina cada vez que veía a Sousuke…ese imbécil le había hecho algo…y por su cuenta corría que si así era se las iba pagar…

    -oie…Kioshi…¿quieres salir a pasear conmigo?…hoy iré a ver a Yuki- exclamó con una sonrisa Yura, alertando un poco al menor que casi brinca…fue entonces que Yura se dio cuenta que no había notado su presencia. Observó con un poco de tranquilidad como el menor sonrió.

    -¡si , Yura-niisan!- exclamó corriendo a su armario para “según el” escoger bonita ropa para salir. Yura sonrió ante la alegría de su hermanito…definitivamente iba a descubrir que pasaba…

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    Ya habían pasado por lo menos dos horas desde que había empezado su “castigo”. Tiempo en el que Tsumori se había dado cuenta, con creses, de que su querido amo no bromeaba…realmente se había metido mucho en el “papel” de ser un profesor de la clase y de retomar al pie de la letra “la sesión y el tema”…y de todo eso era testigo, ni más ni menos que su propio cuerpo. El azabache parecía disfrutar mucho la manera en que su cuerpo reaccionaba con cada pregunta que hacía y las sensaciones que “percibían” su cuerpo; para su mala suerte y de una manera extraña…su cuerpo también – haaa- Con la piel más sensible que nunca Tsumori gimió por milésima vez, quizás. Sus ojos seguían vendados y sus extremosidades amarradas, sin embargo, su cuerpo estaba ligeramente…hecho polvo. Si el hielo no hizo más que estremecerlo; no quería recordar lo que había hecho el oji-turquesa con su cuerpo cuando le preguntó sobre el punto de ebullición del mercurio, sobre las corrientes eléctricas en las tormentas, y sobre la acupuntura. Tan solo de recordarlo le daban escalofríos.

    -a...amo…-gimió de dolor al sentir un objeto punzocortante deslizarse con lentitud a la altura de su pecho ocasionando que la sangre brotara enseguida por la reciente herida- por favor…juro que no volveré a salir sin su consentimiento...pero…por favor…-rogó el rubio. Atento escuchó el bufido de su amo…seguido de unas cosquillas en su rostro…que identificó como el cabello azabache de Mason, al sentir también el tibió aliento sobre su oreja.

    -lo sé…- susurró el menor, el oji-miel soltó un suspiró cuando sintió como la suave lengua de su sensei recorrió con lentitud la herida, lamiendo los restos de sangre y causando un extrañó “placer- doloroso” cuando el travieso musculo húmedo intentaba internarse más en ella…-mmnn- reprimió un gemido….-“perfecto…ahora soy masoquista”- pensó sarcástico y rendido el rubio.

    -tranquilo…no te muevas…si lo haces, te juro que te mataré…- exclamo el oji-azul…El rubio se sorprendió mucho por las palabras…más que el significado le importó más la “forma” en que lo dijo… acaso había notado…”¿nerviosismo?...-…también tienes prohibido hablar…si me desobedeces…despídete de tu amiguito- exclamó con frialdad…Tsumori tragó grueso al mismo tiempo que dio un respingo…pues la mano de su sensei había tomado con fuerza su pene- ¿me entendiste?- preguntó el menor…el oji-miel se limitó a asentir- bien…- solo murmuró para después proseguir, el rubio sintió como aflojaba el agarre sobre su miembro y en su lugar empezó a moverlo suavemente de arriba a abajo –“… ¡por kami!...”-quiso gritar el menor sin embargo solo apretó los labios lo más que pudo…no podía hablar…ni decir absolutamente nada…sus pensamientos quedaron en blanco y sus sensaciones se hicieron más fuertes…”¡sensei…sensei…me está masturbando!” era la loca idea que recorría su mente en ese momento .Era cierto que el azabache gustaba de avergonzar y toquetear el cuerpo del mayor…que lo miraba con lujuria y que de vez en cuando “lo obligaba” a hacerle uno que otro “trabajito” a su miembro…pero de eso que a que le brindara placer…Nunca. Por un instante dejo de sentir la cálida mano del otro sobre su cuerpo, pero enseguida percibió como la cama se hundía en la parte de abajo…sus ojos se abrieron asombrados…no irá a….

    -¡haaaa…!- gimió en un tono ronco, arrastrando casi la palabra “placer” en la garganta…si sentir su mano lo sorprendió…sentir la tibia lengua del menor en su miembro lo iba a hacer perder la cordura…el menor parecía saber lo que estaba haciendo…chupaba, lamía y succionaba justo en el momento preciso. Sentía su miembro gotear escandalosamente y el sonido morboso de las succiones en su pene no ayudaban demasiado a mitigar su libido. Una corriente eléctrica recorrió su cuerpo…sintió que todo estaba por terminar…y sin previo aviso, porque no podía hablar ni moverse…se corrió con gran potencia…”carajo, ¡si había sido el mejor orgasmo de su vida!”…pensó el mayor, aun siendo víctima de las sensaciones del orgasmo.

    -esto…tomará un poco de tiempo- escuchó el murmullo de su sensei..Sin embargo no se atrevió a preguntar de que cosa hablaba, pues al parecer el dialogo no iba hacia él precisamente. Sintió como la cama se movió un poco más, seguido de cintas y telas deslizándose hasta caer el suelo…Tsumori estaba atónito…era su impura imaginación o el azabache se estaba…desvistiendo…sintió su rostro arder en nerviosismo, vergüenza, escepticismo y en especial de decepción…”¡¿el acontecimiento e su vida estaba pasando y el sin poder hacer o ver nada?!”…la cama se volvió a mover, esta vez Tsumori pudo sentir por unos segundos como la piel blanca del otro rozó la suya. Los segundos pasaron hasta que volvió a escuchar sonidos de la boca de su sensei- tsk…- fue primero que escuchó…un leve chasquido de inconformidad…-ah…- aquello había sonado como un murmullo…pero si no se equivocaba eso era… un…”¡un gemido!” casi gritaba en su mente el oji-azul como si fuera el más grande descubrimiento…¿pero qué rayos estaba haciendo su maestro?...- bien…aquí ya no puedo arrepentirme- escuchó otra voz esa suave voz…Tsumori se moría por preguntarle a qué se refería…¿Por qué estaba haciendo todo eso?...¡¿qué carajo pasaba?!...sus ideas revolotearon de nuevo al sentir una suave mano del menor sobre su pecho…y….la otra agarrando de nuevo su ya despierto miembro…

    -¡¿qué…?!...haa…-se atrevió a desobedecer el rubio la orden, al sentir la punta de su miembro tocar una superficie muy cálida…pero todas las dudas en su cabeza se resolvieron cuando percibió el leve tirón de su cuerpo cuando sintió como su miembro se enterraba en la misma calidez -¡carajo!- exclamó casi en un susurro con un placer indescriptible… sintió como la sangre se le aceleró en un segundo…y corrientes eléctricas recorrían como locas todo su cuerpo…el audible “ammm…” de su se sensei…lo sacó de sus sensaciones…solo para perderse en la situación….¡¿POR KAMI…Y LOS DIOSES DE TODAS LAS RELIGIONES EXISTENTES…ESTABA TENIENDO SEXO….Y NI MAS NI MENOS QUE CON EL MAGO MAS AMADO-TEMIDO-ODIADO DE TODOS LOS TIEMPOS?!....su sensei…estaba “dentro” de su amor platónico…intentó razonar el mayor…¡carajo…esto no es posible!- aaa..sensei…-murmuró con voz queda…

    -me has desobedecido…idiota- murmuró con claro tono de dolor…más Tsumori detectó también el placer…ambos se mantenían quietos…aunque el rubio se moría de ganas por moverse- solo espera…un poco…- el tiempo pasó silencioso…hasta cuando el rubio se dio cuenta que el azabache había empezado a moverse lentamente, de atrás hacia adelante y primero y después a dar pequeños saltitos…

    -sensei…-jadeaba el rubio…el menor se movía con rapidez auto-penetrándose, mientras ambas manos acariciaban el torso desnudo del rubio, quien si no supiera que estaba despierto jamás hubiera creído lo que pasaba…era seguro que él amaba con locura a ese “oscuro” oji-turquesa y que incluso pensó muchas veces en ser “tomado” por él…pero…realmente ni en sus más pervertidos sueños…se hubiera imaginado aquello…se moría de las ganas por decirle al menor que le soltara y que dejara verlo disfrutar de su cuerpo…porque sabía que lo disfrutaba …su gemidos altos y constantes se lo decían…quería decirle que lo amaba…pero aun en la situación en la que estaban…no podía decírselo…

    -haaa…haaa…amnn…ha…ya…ya…casi- gimió con voz suave el menor, casi chillona, prediciendo el orgasmo que estaban por experimentar. Tsumori sintió como el menor casi se salía por completo de su miembro para sentarse fuertemente de nuevo…haciendo un ruido vulgar entre el trasero del azabache y su pelvis…aquello fue le detonador de todo…y sin previo aviso el rubio terminó dentro del menor…que se permitió tomar unas bocanadas de aire antes de levantarse del regazo del otro sacando el miembro del mayor de su entrada en el proceso, todo acompañado de un precioso gemido. Mason respiraba agitado mirando una y otra vez con sus ojos preocupados y llorosos el cuerpo desnudo de su aprendiz…”carajo…” fue lo único que pensó…las lágrimas cayeron al fin de sus ojos cuando escuchó al rubio pronunciar esas palabras, sin embargo no fue capaz de quedarse a escuchar más…y con un hechizo rápido desapareció de allí ya vestido…

    -sensei…lo amo…-

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    Un niño de aproximadamente 11 años de edad se encontraba muy atento y emocionado mirando por la ventana de su habitación. Su cabello era azabache y un poco largo hasta el cuello…sus ojitos también tan oscuros como la noche que atentos y vivarachos esperaban con ansiedad la llegada de una persona muy importante para él. Esta persona era ni más ni menos que su padre. Hiroto, era un hombre de carácter fuerte y porte imponente, de ojos café claro y cabello tan oscuro como el de su hijo, sin embargo con su familia no temía derrumbar esa gran fachada de “amargado” y consentir a su mujer y a su pequeño. Hiroto rozaba tal vez los 40 años de edad y laboraba nada más y nada menos como el general del ejército del reino Usami; este hombre era conocido como “invencible”, pues teniendo ya más de 10 años en su puesto había logrado que los, pocos, enemigos que querían invadir el próspero reino pusieran siquiera un pie dentro. Esta vez había sido mandado a llamar hace 2 días, pues había un asunto “importante…eso que los niños no pueden saber”…pero él no tenía miedo de nada…porque a su papá…jamás alguien lo había vencido…

    El pequeño pelinegro observó casi con euforia como a la puerta de su mansión llegaba un carruaje con el logo de “Usami”…pensándolo bien era algo extraño…pues su padre siempre regresaba a casa a caballo, pero su mente de niño no procesaba mucho en eso entonces…sin demora dejó su “puesto de guardia” en el ventana y bajó corriendo las escaleras, ya tenía muchas ganas de decirle a su papa cuanto lo había extrañado, pedirle que lo entrenara como siempre lo hacía, reprocharle un poco por que había tardado y tal vez después hacerle ojos de cachorrito para que lo llevara a cabalgar a los bosques de Usami…sin embargo su rápida carrera fue interrumpida por el mayordomo de la mansión que lo tomó con fuerza de un brazo, extrañado el morenito le regresó la mirada…

    -lo siento joven amo, pero su madre ha dicho que no puede salir…-exclamó el hombre de cabellos castaños al igual que sus ojos. El niño hizo un puchero, observó el rostro lastimero del mayordomo y asomándose un poco más pudo ver a su madre, ataviada en un vestido rosado…el favorito de su padre…la cual hablaba con alguien…en la puerta…¿Qué pasaba?...su pequeño corazoncito se comprimió cuando observó cómo su mamá recibía una carta…sus manos ataviados con guantes abrieron el sobre…y temblaron…al igual que todo su cuerpo.

    -¿Qué pasa?- preguntaba el niño mirando al mayordomo, este no le respondió nada, solo bajó la cabeza. El morenito luchó un poco con el agarre del adulto hasta que pudo soltarse y corrió hasta la entrada ignorando olímpicamente el “espere joven…” del mayordomo. Abrió más la puerta para fijar su mirada primero en dos miembros del ejercito de Usami, y después en una mujer de cabellos largos y plateados con ojos violetas…los cuales estaban llorosos. El niño dedujo que no pasaba de los 27 años. Dejó a la peli-plateada y fijó su mirada en su madre quien parecía repetir una y otra vez la misma línea en la cata temblorosa en sus manos…

    -mamá…¿Qué pasa?...¿dónde está papá?- preguntó ya desesperado , ¡¿Por qué nadie le contestaba?!. Lentamente observó como la mujer de cabellos oscuros y ojos tan negros como los suyos se daban la vuelta y se arrodillaba hasta ponerse a su altura. El niño no entendía nada…

    -bebé…mi niño- empezaba la mujer todavía hipando por el llanto, su rostro estaba rojo y sus manos seguían temblando, sin embargo tomó entre su suaves manos las de su hijo- …la bruja…la reina…ella lo hizo…el pequeño príncipe…- la mujer ya no sabía cómo decirle a su niño…este estaba perdiendo la paciencia….quería saber que pasaba ¡y quería saberlo ya!...

    -¡no entiendo!... ¡¿dónde está papá?!...¡QUIERO VER A PAPÁ!- gritaba ya también con su ojitos llorosos…

    -hijo…tu papá ya no va a volver- explicó la mujer…el niño dejó caer una lágrimas, mientras se soltaba con fuerza de las manos de su madre mientras negaba con la cabeza.

    -no es cierto… ¡no es cierto!...¡papá va a volver!...¡él va a volver! ¡El me lo prometió!...¡no te creo!- gritó el chiquillo retrocediendo sin dejar que nadie le tocara, para después irse corriendo con todas su fuerzas hasta su habitación.

    -¡hijo!...¡hijo ven por favor!- gritaba la mujer de ojos negro. La peliplateada agachó la cabeza…ella también había perdido a alguien muy importante…-¡MIYAGI!- gritó el nombre del niño.

    ///////////////////////////////////////////////////////////////

    -…¿Mi…yagi?-

    Un susurro terminó por despertarlo. El azabache pasó una de su manos por su cara…hace tanto que no había recordado ese momento…su rostro se puso serio…después de que había pasado todo aquello, tardó mucho en superar la muerte de su padre…nunca imaginó que él se pusiera también a las órdenes de Usami, y mucho menos que ocupara también el lugar de “general”…como su padre. Claro su padre había sido asesinado esa noche que Aikawa regresó a Usami para llevarse consigo al príncipe Akihiko, quizás fue por eso que aceptó tan rápido la misión de ir en busca de Akihiko y vencer a Aikawa…no es que estuviera precisamente pensando en venganza…pero lo tomaba simplemente como justicia.

    -¿Miyagi?- el moreno esta vez puso atención en la vocecilla que le había hablado, topándose en primero plano con los ojos grandes y brillantes color plata…los labios rosados y las hebras doradas que cubrían graciosas su rostro. El oji-negro sonrió acariciando una de las hebras doradas, dándose cuenta hasta ese momento de que él se encontraba totalmente acostado en el suelo boca arriba y el lindo muchachito de piel blanca justamente sobre el recargando sus manos en su pecho…¿en qué momento se habían movido tanto?...se preguntó curioso…si la noche pasada se habi dormido sol sentado…-¿estás bien?- preguntó el menor con un tono preocupado.

    -s-si- exclamó un tanto ido todavía tratando de quitarse de encima al muchachito. Este se levantó curioso y miró directamente al mayor recargándose en sus hombros por un intento vano de igualar su altura.

    -no es cierto Miyagi…sabes…puedes confiar en mi…si quieres contarme algo- exclamó con su mejillas rojitas y desviando su plateada mirada- después de todo…tú también me has ayudado…- exclamó. Miyagi lo miró con sorpresa y sonrió, estos últimos días se le había hecho casi imposible no hacerlo…el niño, para bien o para mal, le estaba robando el corazón….y a esas alturas no sabía si era bueno o “malo”…

    -gracias…estoy bien…- exclamó el mayor, titubeó un poco antes de continuar- …solo son unos recuerdos…tristes…- explicó al niño quien le miró condescendientemente.

    -entonces no puedes dormir…por pesadillas- analizó Shinobu de lo más normal. Miyagi sonrió por la infantil que resultaba esa lógica – mamá me daba algo para que no tuviera pesadillas en las noches- exclamó nostálgico, pero una sonrisa adornaba su rostro.

    -¿y que era?- preguntó curioso el oji-negro.

    -un beso de buenas noches…- exclamó con una gran sonrisa el rubio. Miyagi abrió un poquito sus ojos. ”Un beso de buenas noches “repitió en su mente.

    -¿un…beso?- repitió el mayor aun extrañado…sin duda era un lado tierno de ese rubio...pero es que… ¡¿acaso no notaba lo que le hacía sentir?!...

    -si…uno así- susurró el menor, mientras con lentitud se acerca al rostro del demás y dejaba un tierno besito en los labios del contrario…
    .
    .
    .

    Continuará…
  8. .
    hola hola como estas?
    perdón por el pequeño abandono ñ.ñ, pero había estado algo delicada de la salud....u.u

    ya me había leído el cap pasado y me ha intrigado mucho...este capitulo me ha gustado
    bastante, me parece muy atinado el carácter y la forma de pensar que le pones a Akihiko
    joder ya quiero saber que pasará con los bebés de Misakito¡¡¡¡ me tiene preocupada¡¡¡
    espero con ansiasss la conty¡¡¡

    besos de chocolate¡¡¡¡

    Miasagi * *
  9. .
    Hola hola¡¡¡¡

    bay..baya....jejeje que gran regalo de año nuevo con tu fic¡¡¡
    gracias por continuarlo, mira que era uno de mis favoritos cuando dejaste de escribirlo¡
    me he tenido que leer al menos 3 capítulos antes para acordarme un poco¡ :D¡¡¡¡¡
    me ha encantado como lo has continuado, me tiene ansiosa la situación en la que se quedó todo¡¡¡
    ...espero la inspiración no te abandone por muuucho tiempo¡¡¡...

    Gracias por avisarme y cuenta conmigo como lectora de tu kawaioso fic¡¡¡ XD

    Besitos de fresa¡¡¡

    Hasta la conty¡¡¡


    Misagi * *
  10. .
    Hola¡¡¡ cómo están?, pues yo bien, disfrutando de mis últimos días de vacaciones T.T, lamento el retraso pero había estado ocupada organizando la posada en mi casa…y pues bueno, casi me vuelvo a enfermar…soy el colmo ¬¬ XD….muchas gracias por sus comentarios, de verdad que me alegran mucho y me sirven de inspiración para seguir escribiendo¡…bueno solo para comentar que lo que pasa con Keiichi es solo el comienzo¡ ya sabrán lo que sigue con su historia…. Y sobre Tsumori….nee…a mi también me gusta como seme…¡¿Por qué lo pondría como uke?¡ ….XD sorpresa jejeje….mucha gracias por leer y espero les guste esta conty¡¡¡….besitos de dulces de piñata¡¡¡ XD….FELICES FISTAS (atrasadas n.nU)¡¡¡¡¡

    Misagi * *






    Capítulo 17: “El Guardián del bosque”




    Eran quizás las 6 de la mañana, muy temprano todavía. El sol aún no se disponía a salir; sin embargo un hombre de ojos negros, al igual que sus ojos, se encontraba sepulcralmente en silencio, sentado en la silla de su escritorio en su estudio. Su cabeza estaba llena de cosas que debía resolver y ciertamente las miradas de reproche de su “queridísimo hijo” Yura, que recientemente lo estaban atormentando, le inquietaban más. “¿acaso el sabría algo de su planes?” se preguntaba el mayor, mas siempre terminaba diciéndose que eso sería imposible.

    Ya habían pasado un par de días desde que su amigo (realmente un conocido con ganas de obtener dinero) había venido a platicar con él sobre los planes que tenía con la poca fortuna que había logrado obtener en Sumi durante esos 7 años “en el poder”. Ahora solo le faltaba aparentar y esperar…si, todo saldría como lo tenía planeado.

    -¡papi!, ¿puedo pasar?-

    Una vocecilla lo despertó de sus pensamientos y observó con sus ojos oscuros a su invitado, pudo darse cuenta de que se trataba de su pequeño. Kioshi. El niño se asomaba por una pequeña abertura de la puerta con un avioncito de madera en la mano, traía un trajecito de camisa y saco, unos shorts cortos y unos zapatitos, todo el color beige.

    -ven acá crío- exclamó con media sonrisa el mayor, observando divertido como el chiquillo, emocionado, casi daba brinquitos para acercarse a él. Sosuke no era un hombre cariñoso; más bien, era uno frío, que no le importaba absolutamente un poco los demás, siempre había hecho sus cosas para su propio bien y disfrute. Era una verdadera lástima que un pequeño niño inocente, como Kioshi, aun confiara en sus palabras…

    -¡Hola papi!, ¿estás ocupado?, ¡ya terminaste?...¡¿juegas conmigo?!- preguntaba el pequeño moviéndose frenéticamente frente a su padre quien lo miraba con un deje de fastidio- ¿ya viste mi avioncito de madera?- señalaba el mismo que traía en sus manitas, haciendo como que volaba-¡es nuevo, y me la mandó Yuki-san con mi nii-san, ¿verdad que Yura se casará con un doncel muy hermoso y bueno?- sonreía el pequeño mientras hablaba de su “futuro cuñado”.Sousuke solo miraba a su hijo como si fuera la cosa más extraña del mundo , ingenua y dando vueltas de aquí para allá, pero la petición principal del pequeñito oji-miel le regresó a la realidad -¿entonces si juegas conmigo?- El oji-negro miró mal al pequeñito…cosa que no notó mucho el oji-miel.

    -lo siento bebé, pero no tengo tiempo, tengo cosas que hacer…ya luego jugaré contigo- dijo con cansancio, mientras fingía buscar unos papeles en su escritorio…¡es que de verdad , ese crío le levantaba dolor de cabeza!

    -pero…papá…yo quería jugar contigo…-susurraban el niño con un pucherito triste. El mayor frunció el ceño.

    -ahora no Kioshi, vete- exclamó con su voz más fría. Vio como las lágrimas se empezaban a asomar en los ojos del pequeño. Su paciencia se acababa.

    -¡no es justo!, ¡no es justo!...tu nunca tienes tiempo de jugar conmigo- alzaba la voz el menor, mientras casi zapateaba con lágrimas en sus ojos. Sousuke se levantó con rapidez de su asiento con el ceño fruncido, claramente enojado, tanto que causó un irremediable pánico en el pequeñito, quien con su ojitos viene abiertos retrocedió un poco.

    -pa…-

    -¡cállate!, ¡¿tú crees que no tengo cosas más importantes que estar perdiendo el tiempo contigo?!...- gritaba el mayor, mientras se acercaba la menor, quien lloró silenciosamente totalmente aterrado…su padre jamás la había hablado así- ¡me tienes cansado mocoso del demonio! ,¡y no!...¡no quiero jugar contigo, ni quise ni querré!-Sousuke miraba las lágrimas del niño, furioso lo agarró del cuello de su camisita elevándolo un poco del piso- ¡y deja de llorar maldita sea!, ¡deja de llorar me enferma escucharte!- exclamó mientras lo movía fuertemente, seguido lo soltó empujándolo hacia un lado, haciendo que el pequeño callera de sentón al suelo, llorando desconsolado.

    -…- el menor solo sollozaba en silencio y lentamente se levantó del suelo sacudiéndose su ropa- …no me quieres- susurró- muy despacio mientras su cuerpecito entero temblaba. Los ojos negros se posaron de repente en su pequeño y muy pronto se vio escaneándolo con la mirada…la imagen la pareció extrañamente…perfecta. Se acercó poco a poco a Kioshi sin reparar en que este temblaba al verlo tan de cerca. Tocó con el dorso de su mano la suave mejilla del niño, provocando que el oji-miel se estremeciera de miedo. Esa mano acarició todo el rostro deleitándose con la suavidad de esa lechosa piel, mientras la otra mano tiró del corbatín que adornaba su cuello deshaciendo el nudo de inmediato y lo aventó a algún lado de la habitación. La mano que recorría el rostro se detuvo en el labio inferior del pequeño y tiró un poquito de él. Suosuke acercó su rostro lentamente al del pequeño… los ojos mieles se abrieron mucho de la impresión y el miedo…¿su padre iba a darle “un beso como lo que les daba a mamá”?...

    -hump…-un gemidito extraño por parte del menor sacó de sus pensamientos a Sosuke quien alarmado se enteró de lo que estaba haciendo, se alejó del oji-miel como si este quemara. Ambos se quedaron en silencio por mucho tiempo…

    -ni si te ocurra decirle a nadie que estuviste aquí…- amenazó Susuke al niño que solo asintió frenéticamente -¡ahora lárgate!- exclamó, el pequeño salió corriendo, dejando atrás su corbatín y su avión de madera…Susuke rugió con fuerza agarrándose la cabeza… ¡¿QUE CARAJO ESTABA A PUNTO DE HACER?! ….

    ****************************************************************

    -interesante…es realmente interesante- exclamaba el castaño , mirando atentamente los grabados en una de las enormes estructuras que conformaban “la prisión del corazón de Ayami”, Nowaki solo lo observaba de cerca, viendo como los dedos del “reciente tritón” acariciaban las grafías de algún idioma que no conocía…que estaba escrito allí.

    Ya había pasado una semana desde que Hiroki había llegado a Ayami, tiempo en el que Nowaki había tratado de que Hiroki se sintiera, primero: a gusto dentro del agua (cosa que no le costó mucho trabajo), segundo: en confianza con los tritones (seguían trabajando en ello), tercero: conociera más sobre la maldición y las pruebas…al parecer iban bien con eso…Hiroki resultó ser más astuto de lo que pensaba…y cuarto: , el cual, por supuesto, no estaba planeado y al parecer se estaba volviendo un poco más complicado…conquistar al castaño. Bien, el oji-azul tenía que admitir que cuando supo de la supuesta llegado de un salvador para Ayami nunca pensó que realmente le llamara la atención el susodicho; y el, siendo tan concienzudo para tomar sus decisiones se enamorara perdidamente del principito de carácter “explosivo”, el cual, fuera de odiarlo, lograba atraerlo mucho más y volverlo más loco, si eso era posible. Tenía que admitir que su “estrategia de los besos” le había dado una ventaja increíble, sin embargo…aun no sabía mucho de lo que pensara sobre “él” Hiroki, y eso le ponía de alguna manera…intranquilo.

    -… ¿tú que crees?...¿Nowaki?...¡Nowaki!- exclamaba el oji-avellana tratando de llamar la atención del menor a quien sacó de sus pensamientos. Hiroki lo miró entrecerrando su ojos en una mueca de desagrado…¡¿acaso le había estado ignorando?!...

    -perdón…Hiro-san… ¿Qué decías?- exclamó avergonzado. Hiroki frunció el ceño.

    -¡¿no me escuchaste pedazo de baka?!...yo que estaba hablando como idiota¡¡¡-gritó el otro enfurruñado, logrando sacar una sonrisa del menor.

    Después de que Hiroki terminó todo lo que tenía que investigar en las anotaciones de la estructura regresaron a la habitación “especial” de Hiroki. Claro está que durante todo el camino Nowaki se la pasó pidiéndole a Hiroki que “lo disculpara” y logró sacarle algo de la información que había obtenido en las estructural, enterándose que Hiroki no tan solo sabía ya del funcionamiento del hechizo que estaba allí, sino también de que se trataban, aproximadamente, cada aun de las 3 pruebas.

    -bien, pues al menos ya tenemos todo lo que se pudo obtener de “teoría”- comentó Hiroki sentado una vez ya en su cama con las piernas cruzadas. Nowaki , quien también estaba convertido en su parte humana estaba sentado en el suelo , también con las piernas dobladas, mirando al castaño.

    -eso es bueno, muchas gracias Hiro-san, no sé qué hubiera sido de mi pueblo si no te hubiera encontrado- exclamó Nowaki mirando solemnemente al castaño mientras tomaba su mano. El mayor no deshizo el agarre, pero no fue capaz de sostenerle la mirada por mucho tiempo, pues volteó su rostro sonrojado hacia un lado.

    -no digas tonterías, cualquiera pudo haberlo hecho- exclamó en un murmullo Hiroki. Nowaki sonrió. Ver al castaño sonrojado era una de sus facetas favoritas, y era también una de las “señas” que le daban esperanza…

    -sabes que no es cierto, y eso es porque Hiro-san es maravilloso- avergonzó el azabache un poco más al otro, quien solo chasqueó apenado la lengua…y por fin deshizo el agarre del tritón con su mano.

    -tienes que irte…ya es tarde y quiero descansar- apuró con su ceño fruncido el oji-vellana sonrojado al menor, que le sonrió dulcemente, satisfecho con los gestos del mayor y se levantó del suelo dirigiéndose a la salida, Hiroki le siguió.

    -tienes razón, descansa- exclamó Nowaki, susurrando muy cerca del rostro contrario la última palabra. Y con lentitud tortuosa, si…para ambos, juntó sus labios con el castaño, apretándolos solo un poco, la mano del castaño viajó hasta la mejilla del más alto, el cual estaba ligeramente inclinado hacia abajo por la diferencia de estatura, Nowaki había colado una de sus manos a la cintura del doncel . El contacto duro poco más de 5 segundos…aunque ambos apostarían que había sido el momento más largo. Se separaron, con una mirada casi cómplice, a diferencia de que Hiroki estaba sonrojado.

    -esto…mañana lo intentaremos…entraremos por primera vez al laberinto, necesitamos conocer directamente qué preparó Aikawa- exclamó volteando un poco el rostro avergonzado Hiroki, encantando al oji-azul, mas también prestó atención a las palabras…mañana sería el gran día…

    -bien, entonces mañana entraremos. Entonces…hasta mañana Hiro-san, descansa- exclamó Nowaki, acariciando por última vez la mejilla al castaño, quien no reusó el tacto…este apenas se enteró cuando se había quedado solo en la habitación.

    -maldita sea…no puede ser verdad- murmuró Hiroki cubriéndose el rostro mientras se recargaba de espaldas a la puerta de donde se acaba de ir Nowaki. Se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Era verdad, todo era verdad, últimamente había notado al “príncipe tritón” más osado con él…bueno, no era como si fuera extraño…¡por kami ¿cuantas personas te han besado apenas te ven?!. Lo que si le parecía totalmente inaceptable, es su maldita conducta…¿ era su impresión o estaba siendo más permisivo con el oji-azul?...porque si, se había dado cuenta que era él (Hiroki), quien buscaba la mirada azul para perderse un rato en ella, era él quien permitía “demasiado” a Nowaki…y hasta se descubrió esperando…y disfrutando de los traviesos besos del menor…¡¿Qué demonios pasaba con él?!...¡el…el…él era un chico decente por Kami!...tal vez el menor solo se divertía con él…¡¡y ese era el maldito problema!!...¡¿Por qué carajo se enojaba que no fuera “algo formal” en vez de enojarse por el hecho de que el azabache se “pasaba” con él?! -…no puedo ser…no pude haber enamorado de ese idiota… ¿verdad?- se preguntó Hiroki con su rostro rojo…

    *************************************************************

    -¿con que propósito están aquí?- preguntó la hadita principal poniéndose justo enfrente del rostro de Masamune, con sus manitas a la cintura. Mune la miraba inquisidor…esas…”cosas” empezaban a hartarle, pero debía guardar la compostura, al fin y al cabo eran criaturas mágicas, seres mitológicos a los que ese les debía respeto, además de ser muy fuertes y claro…que tenían “aquella flor” que ellos necesitaban.


    -no con un propósito maligno de hurtar el tesoro de su villa, seguro- exclamó Yukina, ganándose al atención de la haditas- mis compañeros y yo pedimos solemnemente no más que una flor para que así puedas completar su recorrido- habló respetuoso ,lo que logró calmar a las “lilí”.

    -¿de qué recorrido hablas?- preguntó curiosa la alada, solo para afirmar sus sospechas.

    -soy…Takahashi Misaki…y ellos son Yukina y Masamune-san- exclamó Misaki algo cohibido- y somos la legión que viene de Usami para salvar al príncipe Akihiko- explicó. Las hadas murmuraron entre ellas acompañadas de risilla de emoción. Los humanos las miraban curiosos… ¿de qué hablarían?...

    -hey…hey…con que la legión de Usami hee- picó un poco la hadita- ¿tú debes ser entonces el lindo doncel que menciona la profecía, verdad?- preguntó a Misaki quien sonrojado asintió -¡haberlo dicho antes!...¿cierto lilis?-

    -¿entonces nos ayudarán? -Preguntó dubitativo Masamune, la hadita sonrió y asintió frenéticamente.

    -¡nosotras nos enteramos hace escaso años sobre la profecía…y hace relativamente pocos días que el “elegido” ya había emprendido el viaje!…aunque…sinceramente, no pensé que fueran tan rápido- exclamó la de vestidito violeta – nosotras les obsequiaremos , no solamente una flor Lili-Lang, si no 2- exclamó muy orgullosa, mas observó que los humanos la miraban intrigados -¿acaso no conocen las propiedades de la flor?- preguntó sorprendida.

    -es la primera vez que escuchó su nombre- exclamó Mune, Misaki asintió a eso.

    -yo solo había escuchado su nombre y que eran fuertemente protegidas- exclamó Yukina levantando los hombros.

    -¡qué ignorancia!- exclamó la parlanchina fingiéndose ofendida- ¡la Lili-Lang es una flor con la propiedad de volverte inmune a cualquier hechizo de magia!, claro solo funciona por un tiempo…pero durante su surgimiento varios magos han aprovechado de esta flor para vencer a su enemigos y dominar reinos enteros, por lo que hace aproximadamente un siglo el “predecesor” de Mason nos encargó cuidáramos esta villa-finalizó, dejando sorprendidos a los humanos…¡inmune!...esa flor los haría inmune.

    -…¿y…cómo funciona?- preguntó curioso Yukina, mientras observaba como dos haditas más se acercaban y traían en su diminutas manos dos flores parecidas a las “lilas” pero de un brillo mayor y con los pistilos tan brillantes y transparentes que juró que eran diamantes.

    -es sencillo, podrás cargar con ellas el tiempo que quieras…y cuando quieras utilizarla, solo la pondrás sobre el dorso de tu mano y ella hará el trabajo…la Lili-lang aparecerá como un tatuaje justo allí…cuando el dibujo de la flor desaparezca de tu mano se habrá acabado su magia…-explicó la alada, seguido miró con un rostro preocupado a Misaki- tu , Misaki, la utilizarás el día en que entres al castillo de Aikawa- seguido miró la espada roja que tenía Masamuen en la cinturilla- y la espada de Kyo te será de gran ayuda, es seguro que tendrás muchos que te ayudaremos ese día…pero finalmente tendrás que entrar solo allí…-exclamó la mujercita. Misaki asintió algo inseguro…aunque el “sacrificio” de sus amigos, especialmente Keiichi, le habían dado ese toque de fortaleza y valentía que tanto necesitaba y esperaban de él.

    -entiendo- solo respondió Misaki, y aceptó las flores que las haditas depositaron en sus manos- muchas gracias- sonrió el oji-verde, la hada le regresó la sonrisa.

    -suerte- escucharon y las aladas desaparecieron dejando muchos brillitos en el aire. Todos se quedaron en silencio por unos segundos…

    -bien eso fue demasiado fácil- exclamó Yukina, los otros dos asintieron, después de guardar bien las flores, ambos siguieron su camino. Algo silenciosos y apurados buscaban su siguiente destino…el último que marcaba “ese” mapa…:”la casa del guardián del bosque”, seguramente ese sería uno de los magos que les daría información y la otra parte del mapa…pensaban. Iban tan absortos que apenas se enteraron cuando dos sujetos se pararon justo frente a ellos, Masamune por inercia puso tras de él a Misaki y Yukina rápidamente se puso a un lado, frunciendo el ceño. Mas sus ojos se desorbitaron un poco al ver el vestuario de telas obscuras y la sonrisa macabra en esos sujetos…las varitas en sus manos no los tranquilizaron…¡¿eso eran…brujos?!

    -hey al fin los encontramos…-exclamó uno de ellos- seguramente Aikawa-san no recompensará por nuestra labor- completó el otro. Los humanos los miraban fijamente y tratando de pensar que hacer…Mune pensó que sería muy tonto desperdiciar las flores en eso…no tenía caso…ellos no podrías escapar solos de eso- que triste que no pudieron cumplir su misión- se burló el primero, mientras apuntaba con su varita retorcida a Masamune…la punta empezó a irradiar luz…

    -largo de aquí, o los destruiré- escucharon una voz ajena, Misaki regresó a ver hacia un lado encontrándose con un jovencito, aparentemente de unos 22 o 23 años alto, de cabellos rubios largos y ojos mieles. Se sorprendió al ver que se trataba de un mago…este chico amenazaba a los 2 brujos con su varita…los estaba defendiendo

    -¡maldita sea Tsumori, no tienes que estar aquí!- exclamó uno de los brujos que retrocedía inteligentemente ante el rostro serio del rubio.

    -no lo volveré a repetir- exclamó esta vez frunciendo el ceño. El brujo que no había hablado furioso lanzó un poder contra el rubio, pero este fácilmente lo desintegró mandándole a la vez un hechizo somnífero al insolente. El cual calló como costal al piso – llévate a tu compañero y no vuelvas a hacer estupideces si no quieres morir, no todos los magos serán piadosos con ustedes como yo- amenazó al consciente quien indignado y asustado desapareció de allí justo con el “dormido”.

    -gracias…Tsumori-san- exclamó Misaki recordando cómo lo llamaron los brujos, el muchacho le regresó a ver y sonrió… esos bastardos tenían razón…el no debería estar allí…pero simplemente no pudo resistirlo…no había alguien cerca y esos idiotas quería matarlos…seguramente se ganaría un fuerte castigo de su amo por salir sin permiso…

    -no hay porque…solo les advierto que tengan cuidado, de ahora en adelante los brujos intentaran matarlos- exclamó serio conmocionando a los 3 espectadores- los magos están de su parte y trataran de defenderlos…pero no les aseguro nada…sean precavidos…nos vemos- se despidió y desapareció de allí. Ok, las cosas se volvían más extrañas…

    Después de recuperarse de la reciente noticia de que prácticamente serían cazados…prosiguieron su camino…Caminaron aproximadamente dos días más hasta entrar al fin al bosque al que buscaban, con depresión Misaki se dio cuenta que el clima se volvía cada vez más frío, y es que el pobre oji-verde era muy friolento…y hasta los estornudos interrumpían de vez en cuando el silencioso recorrido. Pisaban la tierra húmeda en bosque, que al contrario de Towika, este parecía lleno de vida, pues podían escuchar a los animales, y el viento jugando con los árboles y las plantas… Mientras caminaban Masamune no podía dejar de mirar hacia atrás, pues hace un rato que sentía que alguien les seguía.

    -…-el crujido de una corteza los alertó e instintivamente todos regresaron a ver hacia arriba específicamente a las ramas de los árboles. Y allí encontraron su respuesta. Misaki observó con algo de temor al felino que caminaba casi elegantemente por la gruesa rama del árbol. Era un gato montés, de un tamaño considerable, tenía que decir. Tragó saliva. De un salto y con el corazón en la garganta observaron como el gato bajaba de la rama para ponerse justo frente a ellos. Su sorpresa no acababa…definitivamente a Misaki le iba a dar algo…con asombro contempló como la figura “perfecta” del animal desaparecía para dar lugar a un “hombre”.

    -¡Hey ya pensé que no llegaban!...empezaban a preocuparme- exclamó con un adorable puchero el “recién transformado”, mirando con sus ojos carmines a los 3 plantados allí, su cabello castaño claro un poco más bajo de los hombros y una sonrisa amable y pícara. Vestía un pantalón holgado café, un chalequito en tonos diverso de verdes y una florecilla lila adornaba su cabello- esto…siento lo de hace rato…pero ya saben, cuidar un bosque tan extenso como este me lleva mucho menos tiempo convertido en un felino- dijo con cierto deje de vergüenza rascándose la nuca.

    -entonces…tu eres…- exclamaba Masamune aun medio ido por la “presentación”.

    -ha si, pues claro- exclamó de lo menos despreocupado el muchachillo, mientras que hacia aparecer un cetro que parecía más bien tallado en la madera más fina y con una orbe transparente flotando – soy Yuu Yanase, el guardián del bosque del Norte -exclamó con una sonrisa divertida al ver la sorpresa de los 3 presentes
    .
    .
    .

    Continuará…
  11. .
    Hola¡¡¡, cómo están?...yo estoy bien…me la he pasado de vaga en la playa XD, muchas gracias por sus comentarios, los amo, me hacen el día de verdad¡¡ :P, ahora mismo los respondo…

    Romantica_1: hola¡¡¡…gracias por comentar, que bueno que te gustó el cap pasado, fue uno de mis favoritos¡ XD, pues ya verás que pasará con Keiichi….mientras tanto Nowaki seguirá sonrojándose XDD….Espero te guste la conty, besitos de melón para tú¡¡¡

    Anne onodera takano: hola, gracias por comentar, me alegra que te parezca interesante mi fic, y si, yo también había pensado que Keiichi se llevó la peor parte, pero ya verás que pasa con el en el cap… espero te guste la conty, saluditos y besitos de fresa¡¡¡

    Melyoan: Hola¡¡,gracias por comentar, me alegra que te vaya gustando cómo va la historia, verás que pasa con Haruhiko ya ¡ :P. Yukina será importante no le pierdas la vista XD al igual que Suki, espero te guste la conty, saluditos y besitos de frambuesa¡¡¡


    Besitos de fresas enchocolatadas a todos mis lectores fantasmas¡¡¡ :P

    Misagi * *






    Capítulo 16: Kaoruko …¿la hechicera rosa?

    Los cascos del caballo resonaban con fuerza cuando golpeaban contra la tierra, levantando incluso polvo, considerando a la velocidad a la que iban. Tan pronto Haruhiko había sacado a su fiel caballo albino del establo, de nombre Toru, había salido cabalgando a todo galope del reino, ¿rumbo?...no lo sabía. Solo necesitaba salir de allí…o pronto se asfixiaría.

    Desde que el joven príncipe tenía memoria solo había hecho todo lo que le habían dicho, se había preocupado por ser perfecto, por ser tan pulcro y adecuado a los ojos de los demás. Nunca había hecho algo para complacerse a sí mismo, se llevó toda su infancia y parte de su juventud complaciendo a los demás. Lo que querían que fuera o hiciera…él lo había hecho. Y como a nadie le importó que es lo que quería o gustara regularmente no le conocían “tal y cómo era”. De las pocas ocasiones en que no lo tenían “o en clases de esgrima, o equitación, defensa personal, o cualquier otra ocupación” el gustaba de algo tan simple como es la naturaleza. Amaba realmente los lugares grandes y verdes llenos de árboles, por lo que apreciaba realmente las cabalgatas o paseo a pie en el bosque. Además de que era también su escape “del mundo”, siempre que sentía que no podría seguir más o que acabaría asfixiándose en cualquier momento “huía ahí” y lograba tranquilizarle en demasía. Sin contar que fue también en un bosque donde conoció al amor de su vida- sonrió- aun recordaba como si fuera ayer el día en que le propuso matrimonio…

    //Flash-Back//

    No cabía duda de que había quedado flechado desde que conoció al oji-miel. Él siendo tan serio, tan ordenado y tan “perfecto” con la vida más aburrida jamás imaginada estaba seguro que junto a ese bello doncel su vida cambiaría completamente…y no se equivocó…y después de buscarle por todas partes, preguntando a sus primos, sus padres y tíos dio al fin con el de Sumi. Al conocerlo y frecuentarlo más seguido (casi siempre a escondidas de su padre) se dio cuenta que era un doncel único…y que no querría tener a alguien más para toda su vida que no fuera él. Ya se conocían desde casi un año y medio y apenas llevaban saliendo formalmente cumplidos recientes 6 meses, cuando decidió dar el siguiente paso. Su madre (de Haruhiko) estaba muy contenta de que su hijo estuviera tan feliz con ese chico. Bueno, su padre pensaba que eso era pasajero. Haruhiko tuvo que ganarse con esfuerzo también a la familia del castañito, fue realmente fácil congeniar con Kaede y el pequeño Kioshi , incluso Sousuke estaba muy complacido con la relación que tenía con su hijastro (intuía que era solo porque todo aquello le olía a matrimonio= dinero) , y el más complicado de ganarse fue Yura, que más bien cuando lo veía junto a su hermanito parecía que se le iba a echar encima como perro furioso, muy pronto descubrió que era la forma de ser del mayor, pues celaba demasiado a Keiichi protegiéndolo, y con un poco más de esfuerzo al fin logró congeniar con él ( las amenazas de Yura salen sobrando).

    Era una noche joven de un fresco noviembre cuando un Keiichi, de entonces 18 años se encontraba en su balcón con papeles en mano, repasando su última lección de algebra, mantenía el ceño fruncido y un lápiz que jugaba entre sus dedos. Los padres del oji-miel realmente estaban agradecidos con la relación que llevaba con Haruhiko, pues el muchachito había retomado todas sus clases que en un principio había “mandado a volar” e incluso podían jurar que era más responsable y dedicado con sus obligaciones.

    -haber veamos…si a esto le agrego 815, más 176 y le resto la mitad de aquello…- Keiichi murmuraba dando pequeños golpecitos del lápiz con las problemas en las hojas de papel. Refunfuñó un poco al no comprender la cuenta y comenzó a dar vueltas en su habitación sin despegar a vista el “bendito problema”…

    -son 316-

    Keiichi casi pega un grito del susto y se volteó de inmediato, observando como una persona muy conocida para él estaba recargada en el barandal del balcón de su habitación. Sonrió casi bobamente por unos segundos para después acercarse a él con el ceño fruncido y un puchero marcado, observando como el otro soltaba una pequeña risita burlona al verlo saltar del susto.

    -¡maldita sea Haruhiko me asustaste!- exclamó con fingido enojo, más bien como reproche, mientras veía como el otro se acercaba a él lentamente con una sonrisa- ¡¿para qué carajo crees que existen las malditas puertas?!...no vez que- el menor calló al sentir como el oji-gris lo había abrazado por la cintura pegándolo a su cuerpo, su rostro se empezó a poner rojo cuando observó su rostro muy cerca del mayor sintiendo el aliento del otro chocar en su labios-…déjame Haruhiko ¿n-no ves que estoy enojado?…- refunfuñaba todavía rojito. Sin embargo no fue capaz de negarse al suave beso que le regaló el mayor sin soltarlo ni un poco, lo que hizo que inmediatamente enredara sus brazos en el cuello de su novio.

    -perdón, mi príncipe, pero necesitaba hablar algo muy importante solo contigo…-exclamó con un aire enigmático, que dejó perplejo al Sumi, y no por las palabras…a acaso había notado en su lindo oji-gris…¿nerviosismo?. Sonrió casi con malicia y se colgó del cuello del mayor…era extraño verlo así.

    -¿de qué se trata?... ¿tan importante es que no puedes venir en el día?- se burló un poco. Haruhiko también sonrió.

    -así es…mas es, sobre nosotros- exclamó Haruhiko con un tono algo más serio, pero muy cargado de sentimientos…Keiichi lo podía ver en sus ojos, por lo que se sonrojó extremadamente y su corazoncito empezó a latir rápidamente…creía que empezaba a adivinar hacia donde iba eso-ven- pidió el mayor tomándolo de la mano y llevándolo hacia el balcón, el oji-miel lo siguió sin chistar tal vez porque no sabía qué hacer ni que decir. Y cuando Keiichi se hubo recargado en el balcón de espaldas a este, se encontró con los ojos de SU Haruhiko, con una nerviosa sonrisa que le enterneció. El mayor tomó las manos del menor y comenzó a hablar después de suspirar fuertemente por los nervios- escucha Keiichi, sabes que has sido lo mejor que me ha pasado…y yo, me siento realmente feliz de estar a tu lado y compartir tantos momentos junto a ti. Te agradezco por haberme dejado entrar a tu vida- Keiichi juraba que había contenido el aire en sus pulmones todo este tiempo y se limitaba a escuchar atentamente el discurso de su amor, con el corazón en la garganta- Te agradezco por hacer de mis días monótonos los más…inesperados, divertidos y hermosos, tan inesperados y sorpresivos …como tú - decía con una sonrisa mientras Keiichi estaba que reinventaba nuevos colores de “rojos” en su cara-por eso…- Keiichi escuchó al mayor dar un gran respiró, después de arrodillarse frente a él, los ojos de keiichi se abrieron con mucha sorpresa y su sonrojó se incrementó más por si fuera posible, sintió como los labios de su príncipe besaban sus manos y las apretaba un poco entre las suyas, todo esto sin dejar de mirarle- Keiichi, ¿me amas tanto como te amo yo?...- empezó…Keiichi seguro ya no respiraba- ¿querrías casarte conmigo?-

    El silencio se extendió por unos segundos, en los cuales, Haruhiko estaba con el corazón en la garganta esperando la respuesta de su sonrojado amor y Keiichi trataba de recordar inútilmente como respirar y hablar…

    -¿Keiichi?- preguntó Haruhiko algo nervioso al notar a su oji-miel algo pálido, este le miró intensamente, mientras empezaba a hiperventilar y a “asentir”.

    -si…-respondió Keiichi casi en un susurró. El oji-gris observó extrañado la reacción del menor al verlo derramar lágrimas- ¡joder SI, SI SI!...¡¡si me quiero casar contigo Haruhiko!!- chillaba de emoción el menor con su rostro sonrojado, una sonrisa y unas lágrimas adornando su rostro. El mayor se puso de pie totalmente extasiado y rebosante de alegría y cargo a su hermoso novio de la cintura dando un par de vueltas de regreso a la habitación y unidos en un cálido y húmedo beso.

    -te amo Keiichi…te amo tanto mi príncipe- exclamó el mayor dándole un último beso limpiándole las lágrimas a su joven amor.

    -yo también te amo…-respondió el otro, antes de ver al mayor despedirse e irse tal y como había llegado, no sin antes prometerle venir al día siguiente para pedir su mano formalmente a sus padres. Haruhiko cumplió su palabra, pidió la mano de Keiichi a sus padres y estos encantados y emocionado la cedieron…tanto que Kaede ya empezaba a planear las cosas para la boda y Sousuke empezaba a planear una visita a sus futuros consuegros.

    Sin embargo la felicidad no les duró demasiado…Haruhiko sintió que todo el mundo se le vino encima cuando su padre le avisó del compromiso que se haría con Hiroki, para salvar a Usami… tendría que deshacer su compromiso con Keiichi…

    //Fin del Flash-Back//

    Tan metido iba en sus pensamientos que apenas y pudo detenerse abruptamente, jalando limpiamente las riendas de su caballo al observar como una “mujer” se interponía en su camino. Frunció un poco el ceño por la interrupción, pero enseguida relajó su rostro mostrando una clara sorpresa al observar detenidamente a la “dama”. Parecía apenas una jovencita de no más de 23 años de piel blanca y cabello largo y negro como la noche, al igual que sus grandes ojos; sus labios eran rosados y pequeños y vestía un kimono “rosa fucsia” con un obi verde y sobre este la típica vestimenta de mago en un rosa más pastel brillante.

    -¿a dónde con tanta prisa?...Haruhiko- preguntó la mujer, el príncipe la miró curioso, sonrió…era una maga, eso era seguro y respetuosamente se bajó de su caballo para responderle, a pesar de sus penas.

    -muy buenos días mi señora- respondió caballeroso bajando su cabeza en un signo de total respeto-necesito encontrar a una persona muy importante para mí, que he perdido por tonto- exclamó con tristeza respondiendo a la mujer. Quien sonrió complacida por lo respetuoso del joven.

    -¿y acaso sabes dónde está?- pregunto con premura la mujer acercándose al muchacho, Haruhiko negó con la cabeza al momento de bajarla. No es que no se hubiera dado cuenta…pero eso le ponía muy mal- hummm, eso si que es un gran problema- respondió la muchachita al mismo tiempo que sacaba de una de las mangas de su kimono una varita. Haruhiko la miró expectante…-te tengo una propuesta jovencito, te diré dónde ir para que encuentres a “esa persona importante”- sonrió la mujer, Haruhiko escuchó atentamente mientras asintió una sola vez totalmente obediente y preocupado, por no poder satisfacer lo que necesitaba la maga-…pero a cambio tú me darás lo más valioso para ti…¿te parece?- Preguntó con media sonrisa ella. Haruhiko no lo pensó mucho, pero si que le vino a la mente que esa era una de las pruebas más recurrentes de los hechiceros para engañar a los humanos, sin embargo, el…tan consternado como estaba decidió responder simplemente con la verdad…o con lo que sentía en ese momento que lo era.

    -lo siento mi señora…pero no puedo- la peli-negra lo miró totalmente sorprendida- como le he dicho, la persona que he perdido…es lo más valioso para mi…y aunque le tuviera conmigo no le cedería ni a cambio de mi vida, perdone usted- exclamó con total angustia, tanto que conmovió a la mujer.

    -buena respuesta…-sonrió la oji-noche y se acercó al muchacho aún mas- estoy complacida Haruhiko, estaba muy segura que no me decepcionarías, ahora tendrás tu recompensa…si “alguien” intenta detenerte en tu camino bastará con decirles que vienes de parte de Kaoruko…la maga rosa….y asunto arreglado- sonrió una vez más, Haruhiko asintió sin entender mucho de que hablaba ella. Expectante observó como la maga extendía una de sus blancas manos y golpeando una sola vez con su varita suavemente sobre ella apareció una hermosa mariposa rosada.

    -…- Haruhiko la miró extrañado siguiendo los movimientos rápidos del alado animalito.

    -¡vamos nena tienes que guiar a este apuesto chico lo más rápido que puedas a su destino!- habló Kaoruko a la mariposita-…su destino es …Towika- exclamó con un aire enigmático regresando sus orbes oscuros a los grises de Haruhiko que temblaron un poco ante el nombre del bosque lo que hizo que abriera sus ojos sorprendidos…Towika…¡maldita sea ¿qué hacia Keiichi en Towika?!...¡claro que sabía de ese bosque!...el siendo amante de los bosques ¿Por qué no saberlo?....su corazón se oprimió por algunos segundos. Tendría que correr para salvar a su amor…no…¡mejor volar!, sin embargo no iba a ser conocido por ingrato.

    -¡gracias Kaoruko-san, señora!, le estaré siempre agradecido por su ayuda- exclamó con real regocijo y dicha y dando una profunda reverencia a la mujer, montó en su caballo de manera veloz y persiguió al alado animalito rosa que ya le llevaba ventaja…era realmente una mariposa muy rápida. Kaoruko lo miró alejarse de allí a todo galope con una sonrisa.

    -haa- suspiró casi con dicha- estos amoríos de hoy…no me canso de admirarlos…¡viva el romance!- reía con un tono infantil, mientras hacia un bailecito improvisado por unos segundos, seguido de un gritillo algo descompuesto desapareció del camino solitario con un ¡puff!.

    ******************************************************************

    Era una habitación muy grande, ubicada en la parte superior de una de las torres de la mansión. La decoración era escasísima en tonos plateados y azules, los ventanales estaban totalmente cubiertos con cortinas oscuras, si, una habitación con toques claro-oscuros.Y distribuidas en toda esta habitación, sobre bases elegantes, plateadas o doradas reposaban orbes…o como coloquialmente son llamadas, esferas de cristal. Ciertamente esta era la base de “investigación” de magia, en donde los “mejores magos al servicio de la mansión” hacían su trabajo y se encargaban de averiguar qué es lo que pasaba con los asuntos importantes en el mundo exterior…aquello asuntos que pertenecían a la magia y a sus usuarios.

    En el centro de todas aquellas orbes ocupadas por más y más usuarios de la magia, tanto mago a como brujos, estaba un muchachito de cabellos rubios y ojos miles, con un rostro serio e imperturbable mientras trabajab tanbien en una orbe. Al parecer era el que estaba a cargo de todos esos magos…vigilar que hicieran bien su trabajo e informar…”personalmente al jefe” la situación. Todos en la misión le miraban con respeto…y no solo porque se lo imponían, sino que el joven hechicero era increíble en todos los sentidos…además de ser el más fuerte entre ellos, pues era el aprendiz-sirviente del gran amo, del mejor entre los mejores, del amo de la mansión a la que trabajaban…si, Mason. Sin embargo todos en la mansión sabía que bien que mal, ese pobre oji-miel sufría, si no las mismas, peores penas que todos ellos. Ante el amo Mason se volvía no menos que un obediente corderito…

    -Tsumori-san…-entró de repente una mujer con un uniforme perteneciente la servidumbre, todos en la habitación dejaron de hacer por unos segundos lo que hacían mirando el nerviosismo palpable en ella, el oji-miel la miró atentamente, esperando que le dijera qué sucedía- El amo Mason quiere verlo…ahora- exclamó con un hilo de voz. Tsumori reprimió un gesto de nervios asintió y se retiró en silenció pero con rapidez de la habitación. El resto de los magos lo vieron perderse por la puerta para después seguir con lo suyo suprimiendo comentarios de muchos tipos…

    ………….

    -¿me hablaba amo?- preguntó el oji-miel entrando no sin antes haber dado un mar de golpes en la puerta. Observó a Mason, tan perfecto, pulcro y guapo como siempre, esta vez estaba en su recamara, pero parado a la do de la ventana por la que observaba todo el exterior. Los ojos aguamarina se fijaron en Tsumori lentamente para después sonreírle.

    -sí, cierra la puerta por favor- exclamó el azabache, el oji-miel obedeció y se acercó cuidadoso al menor- háblame sobre las nuevas noticias que tienen sobre “el viaje de Aikawa”- pidió sin mucho interés, mientras se servía lentamente un té en una fina taza de porcelana que estaba a un lado suyo, sobre una mesita enana de madera junto con la tetera.

    -haa..claro- Tsumori divagó un poco viendo a su amo y como deslizaba la blanca cerámica hasta su labios delgados y rosados mojándolos con la tibia sustancia en la taza, sacudió la cabeza para concentrarse- Aikawa no ha cambiado ninguna de las reglas del juego- comenzó Tsumori- recientemente tenemos información de que algunos brujos pretenden “meterse” y al parecer quieren evitar si quiera que “la legión de Usami” llegue al castillo rojo- informó, observó cómo Mason levantaba una de su finas cejas en forma de duda…con la clara pregunta “¿qué?”. Tsumori suspiró.

    -quieren matarlos antes- respondió el oji-miel, seguido de un “prosigue” por parte de su amo continuó- obviamente los magos no se quedarían así…por lo que sutilmente y sin interferir demasiado pretender enfrentarse a los brujos que intenten atentar contra “los salvadores”-

    -ummm- suspiró Mason sin darle mucha importancia. Sabía que “nadie” puede interferir en la maldición- solución de alguien, pero…parecía divertido. Tsumori lo miró sonreír casi macabramente, trago saliva- déjalos entonces, no tomaremos represalias- exclamó tranquilo dejando la taza de té a un lado- … ¿hay algo más?-

    -s-si- exclamó Tsumori mirando fijamente al menor, como tratando de adivinar que pensaría de lo que le diría- Kaoruko está ayudandolos directamente- el oji-miel vio al otro tranquilo, soltando un suspiro pausado.

    -no le des importancia a eso, le di permiso de interferir en esa situación como paga de su…asesoría- exclamó el amo con una sonrisa…¿coqueta?. Tsumori miró extrañado esa expresión…¿Kaoruko…asesorando…a su amo Mason?...frunció el ceño…seguramente estaba dormido o el mundo ya se había vuelto loco…¿Qué no había sido Mason el que le había gritado a la cara que odiaba a esa “rosada” mujer?...¡además kaoruko es la maga del “amor”…no podría “asesorar” de otra manera a Mason!...Tsumori abrió los ojos muy sorprendidos y sus mejillas se sonrojaron de inmediato…”¿su amo…estaba…enamorado?...inconscientemente sintió el “¡crack!” de su corazón rompiéndose.

    -ok…-solo alcanzó a responder a su amo, que al parecer esperaba un respuesta más… ¿extensa?...-¿se le ofrece otra cosa amo?- preguntó casi esperanzado “di que sí” murmuraba su cabeza. Los ojos aguamarina le miraron brillantes, Mason asintió. Sintió un vuelco extraño en el estómago y se acercó a su amo. Pensó que podría pasar cualquier cosa…sin embargó solo sintió como la suave mano del azabache lo sujeto de su barbilla hasta dejar su rostro frente al de él y mirando su rostro sonrojado le dio un cortísimo beso. El rubio sintió perder la respiración…no que fuera la primera vez que le besaba, solo que esas veces eran muuuy contadas…5…6 veces?. Y NUNCA había sido tan…¿suave?...sin embargo una vos le despertó de sus pensamientos.

    -…gracias, puedes irte Tsumori-kun, recuerda que mañana toca práctica-le dijo con una última sonrisa. El rubio asintió, para salir corriendo de allí mientras se tocaba su pecho… ¡qué rayos pasaba!
    *********************************************************

    Tan pronto Yukina se había despedido de sus amigos-ladrones salieron del Towika, apenas la claridad empezó a aparecer en el suelo ya habían dejado el bosque maldito atrás. Masamune no había hablado en todo el camino y llevaba el mapa en sus manos…como teniéndolo de pretexto para no hablar. Ya llevaban cerca de horas caminando, mismas que Misaki caminaba con la cabeza gacha y reprimiendo las ganas de llorar…no quería que nada malo pasara. Yukina , que iba un poco más atrás solo miraba de reojo a ambos…no tenían razón de menos para preocuparse…ese bosque era peor que el infierno.

    -no es justo…-murmuró Misaki, ambos chicos le prestaron atención- Keiichi probablemente es el candidato menos “capaz” para esta prueba…es demasiado susceptible a los recuerdos…-exclamó con tristeza y preocupación el menor.

    -¿a que te refieres?- preguntó curioso Yukina…¿un príncipe…vida mediocre?....no lo creía.

    -dejémoslo en que tuvo una vida difícil, llena de recuerdos que realmente estarían mejor en el olvido- exclamó serio Masmaune , no es que despreciara a Yukina, solo que no lo sentí con la suficiente confianza como para andarle contando situaciones personales del oji-miel.

    -ummm…-murmuró con identificación el peli-chocolate- Towika no es un pueblo precisamente honesto, “rosa” y hogareño- empezó Yukina- quisiera poder recordar un poco a mi padre…viví con mi madre hasta los 9 años, hasta que ella murió, en ese tiempo el pueblo ya era contralado por los brujos…los más jóvenes nos “auto-desterramos” del lugar y nos dedicamos a ser nobles ladrones- exclamó, Misaki lo miró levantando una ceja- no me lo tomen a mal…pero es nuestra forma de vivir…nunca lastimamos a las personas…solo tomamos algunos prestamos sin permiso- exclamó algo cohibido- ese viaje , además de ser, como ya dije, una muestra de cortesía de mi parte, es una especie de libertad para mi…verás nunca he salido de Towika- exclamó con una voz seria. Mune le regresó a ver curioso…

    -yo espero que esto termine de una buena vez…no puedo dejar de pensar en los que se quedan atrás- exclamó con enojo y tristeza Masamune. Misaki quiso llorar de nuevo, pero la voz del príncipe lo detuvo- bien, si no me equivoco, detrás de esa colina está el valle- exclamó.

    -¿valle…es el siguiente punto que tienen que cruzar?- preguntó Yukina- ¿Qué valle?- mientras tanto seguían caminando.

    -El valle de Lang- exclamó Masamune. Yukina abrió los ojos con impresión. Ya habían cruzado la pequeña colina y se encontraban entrando a un frondoso bosque- ¿lo conoces?- preguntó al peli-chocolate al verlo asombrado.

    -he escuchado de el- respondió el peli-chocolate-…solo sé que este valle es muy especial y es fieramente custodiado por que ahí se cría la Lili-Lang que es una flor muy extraña…no conozco sus propiedades…pero supongo…que es eso lo que buscan… ¿no?- exclamó. Lo que dejó pensativos a los 2 de Usami.

    -eso parece- exclamó algo distante el mayor. Muy pronto se vieron adentrados en el valle, y conforme avanzaban los colores se hacían presentes…Mune observó que en el suelo empezaban a aparecer diminutas florecillas de pétalos acunados de un hermoso color “lila”, observó de nuevo la imagen en el mapa… ¡eran idénticas!...eso es lo que buscaban…pero… ¿para que servían?

    De repente un ruido los alertó y empezaron a buscar con la mirada algo.

    -“ji, ji, ji, ji…tenemos invitados lilis”- escucharon entre pequeñas bullas y risas una vocecilla por demás chillona. Y después muchas risas le siguieron. A Misaki le dio escalofríos…¡¿Qué era eso que reía?!...

    -¿Quién eres?¿qué quieres?- preguntó Mune- muéstrate- exigió.

    -no, no, no…ji, ji, ji- seguí riendo la vocecita, Mune se desesperaba cada vez más- ¿Quién eres tú y que quieres tú?- exclamó…-este es nuestro bosque…¿verdad lilis?- Todos fruncieron el ceño y después escucharon mucha voces reírse mientras decían “si, si , si”


    -¿entonces ustedes protegen este valle?- preguntó Yukina a la nada, pues “ lo que sea que fuera” no se dejaba ver.

    -asi es ji , ji, ji, ¿verdad lilis?- preguntó otra vez a su compañeras quienes respondieron con un “si, si , si”- somos las guardianas del Valle Lang, donde se crían las Lilis-Lang…somos las Hadas Lilis-respondió la vocecita. Los 2 humanos allí abrieron a mas no poder sus ojos… ¿hadas?¡¡¡.

    -M- Mu…Mune- alcanzó a tartamudear Misaki, tanto el príncipe como Yukina regresaron a ver al oji-verde, quien con cara de espantada señalaba al frente…Los dos varones abrieron la boca con asombro al percatarse lo que había visto Misaki ya…eran cientos y cientos de pequeñas hadas…de no más de 12 centímetros cada una, todas parecían tener unos ojos verdes muy curiosos y unos vestiditos en forma de flor…todas de color “Lila”…

    ¿Hadas…lili?...

    **************************************************************

    Con un potente relinchido Toru obedeció a su jinete y se detuvo un con el pecho alborotado por tan desesperada carrera. El camino, que normalmente tardaría un par de horas en ser recorridos, había sido superado en tiempo record de minutos. Por lo que Haruhiko con un veloz movimiento se bajó de su caballo y agitado al igual que Toru acercó su frente a la del caballo acariciando suavemente las crines albinas…

    -Toru…amigo, gracias por apoyarme en mis desplantes- rio tristemente por la situación- espérame aquí…ahora vuelvo- exclamó el muchacho entrecortado. Y seguido de eso se adentró en el bosque con rapidez y cautela, Towika era engañoso…pero él no se dejaría…

    Al fin había entrado al bosque, admirando sus frondosos y altísimos árboles, y a pesar de ser de día sintió como el viento soplaba tan frio y tan fuerte…como si quisiera sacarlo de allí. Ya se había adentrado un buen tramo, cuando el juego empezó…sintió el suelo temblar en sus pies, bajó su mirada y vio que se estaba hundiendo en arenas movedizas…frunció el ceño, sabía que era mentira…pero eso no le quitaba lo desesperante…La ilusión no desapareció …hasta que el viscoso lodo le tapó todo el cuerpo…sintió que le faltaba el aire…”se ahogaba”…¡No es verdad!...pensó con fuerza, abrió los ojos…no se había movido del lugar. Sacudió su cabeza y decidió seguir buscando a su oji-miel.

    Siguió caminando, mientras los recuerdos más dolorosos llegaban una y otra vez a su mente. Sacudía constantemente la cabeza tratando de disipar el dolor tanto físico como psicológico que sufría con cada paso. Entre tanto silencio en ese bosque, pudo escuchar el sonido de la basura crujir y un leve quejido. Sus ojos se abrieron mucho con impresión y salió disparado corriendo hacia donde escuchaba ese ruido…

    -no…no es cierto…él…el me ama…-escuchó un susurro. Los ojos grises se abrieron de par en par…y por unos segundos su cuerpo no pudo moverse. Sentía un montón de sentimientos encontrados…Ahí frente a él se encontraba su amado Keiichi, ¡¿hace cuánto que no lo veía?!...¡claro que quería verlo…pero no en esa situación!. Sus piernas al fin se pudieron mover y corrió hasta donde estaba el oji-miel…se arrodilló y lo revisó rápido con la mirada. Con lágrimas en los ojos pudo observar que el muchachito tenía una profunda herida en su costado, un brazo roto…su cabello estaba revuelto y su ropa sucia…seguramente había tropezado. Su rostro demostraba dolor. Mucho dolor. Sus lágrimas y sus gestos, además de sus quejidos lo demostraban -…Haru…hiko…¿también eres una… alucinación?...nee?- escuchó que el menor trataba de tocar su rostro con anhelo y una sonrisa triste…más la acción queda a medias…ya se había desmayado. Rompiendo su corazón en mil pedazos…

    -¡Keiichi!...aguanta mi príncipe…ya estoy aquí… ¡Debí haber llegado antes!, ¡maldita sea!- gritaba el mayor sin ser capaz de dejar de llorar, tomó con la mayor delicadeza que pudo a su joven amor cargándolo en sus brazos y se dispuso a salir de esa maldito bosque. Llegó con el castaño en brazos hasta donde había dejado a su caballo, como pudo los acomodó con él y salieron a todo galope…Haruhiko trató de serenarse y pensar…¿A dónde se dirigían?...

    ¿Sumi?... ¡no!...seguramente mataría a Kaede de un susto…y seguramente también Yura lo mataría sin siquiera preguntar qué demonios había pasado- suspiró-…definitivamente no.

    ¿Nakamura?...¡definitivamente no!...no quería escuchar a su padre nombrándole todas las razones por las cuales era incorrecto traer a Keiichi a SU reino…no quería ver a su padres…no por ahora al menos…¡Nakamura no!

    …La respuesta vino “sola” a su mente…¡además le quedaba más cerca!

    -¡vamos Toru!-

    ……………………………………….

    La tarde ya estaba acabando y el cielo empezaba a oscurecerse para dar paso a la noche. El rey Hitomi se encontraba despidiendo un mensajero que venía de un reino vecino, cuando escuchó un gran estruendo en la entrada de su casa, un grito que no supo reconocer y el sonido de cascos de caballos. El rey levantó su mirada gris, solo para observar como un caballo se acercaba, enfocó un poco mejor y pudo distinguir a su sobrino Haruhiko…¿Qué hacia allí?…francamente era muy tarde para un tipo de respuesta la carta. Sin embargo cesó sus pensamientos cuando reparó en “lo que” acompañaba a Haruhiko…con asombro, preocupación y sorpresa distinguió el rostro lastimado de Keiichi.

    -¡no puede ser!- alcanzó a susurrar el rey, acercándose a su sobrino quien se detuvo abruptamente frente a él- ¡llamen a Asuka!- pidió apurado el rey a una de las sirvientas que se habían quedado de piedra en la puerta observando la escena inesperada. La mujer corrió dentro del castillo- ¡¿Haruhiko que sucedió?!- preguntó alterado el rey, mientras ayudaba a bajar a Keiichi del caballo.

    -¡lo siento tío…lo siento, pero no sabía dónde más llevarlo, no podía llevarlo a Sumi ni mucho menos a Nakamura!- exclamaba con lágrimas Haruhiko. Hitomi lo miró tan destrozado que temió se desvaneciera en ese lugar.
    .
    .
    .
    Continuará…
  12. .
    Hola hola¡¡… cómo están?... :3, pues yo estoy un poquitín mas relajada ya que ya pude reinscribirme en la uni XD, me tenía el pendiente XD. Ya casi salgo completamente de la desgraciada gripa, gracias por sus buenos deseos¡¡ :P , de antemano muchas gracias por comentar, ya saben que me alegran mucho sus comentario y los tomo mucho en cuenta para escribir cada capítulo, así que por eso como les prometí la vez pasada les traigo una parte de lo que pasó con Haruhiko y la carta :D. Ya verán como irán apareciendo nuevas parejas…solo para decirles que casi escribiré sobre todas¡ (Junjou y SH ) XD, bueno…pues, gracias por sus comentarios y espero les guste la nueva conty . Besitos de manzana verde, especiales para: Melyoan, romantica_1 y Anne onodera takano¡¡¡

    Nos leemos pronto¡¡¡

    Misagi * *







    Capítulo 15: “Tercera prueba: un recuerdo letal”




    Se podía escuchar perfectamente los fuertes pasos del príncipe heredero al trono de Nakamura resonar por todo el pasillo. Los pasos eran rápidos y con cada uno parecía querer enterrarse en el suelo con furia. El rostro de Haruhiko no demostraba lo contrario, tenía sus ojos grises oscuros fijos al frente, su ceño fuertemente fruncido una de sus manos iba en puño, mientras la otra apretaba, al parecer, una carta con rabia. Cruzó casi medio palacio en ese estado ignorando a toda personan que se le atravesara, misma que se apartaba de su camino mirando con extrañeza al tranquilo muchacho perder el control. Finalmente cuando se encontró frente a la puerta del salón principal, que era donde se encontraban sus padres, abrió de un portazo las grandes hojas del portón para después entrar y plantarse frente a los dos. El chico pareció tomar aire por unos segundos antes de hablar, dirigiéndose específicamente al hombre.

    -¡¿Qué significa esto padre?!- gritó al hombre de aspecto estricto, los ojos negros cansados e inexpresivos del hombre de aproximadamente 50 años de edad y el cabello castaño oscuro, como el suyo. Haruhiko mantenía en su puño apretado la carta. La mujer a lado del hombre emitió un lastimero suspiro mirando los ojos furiosos y a punto de llorar de su hijo. Sabía que aquello no era una buena idea…y aun así no dijo nada.

    //Flash-Back//

    El joven príncipe acababa de llegar de una misión relativamente fácil, pues había sido de solamente un día, y ahora mismo se encontraba revisando unos documentos que le encargó su padre, por lo que estaba concentrado mirando los papeles en la privacidad de su cuarto, cuando unos toques en la puerta de su habitación lograron desconcentraron un poco.

    -pasa-dijo con tranquilidad común en él.

    -buenos días joven Haruhiko, la limpieza- explicó levemente. El príncipe despegó los ojos de su ocupación por un momento al reconocer la inconfundible voz de Nanami, una mujer de cabellos negros y ojos jade, de “cuarenta y tantos” años ya, a la cual le tenía mucha estima pues había sido su nana.

    -ha…buenos días Nanami-san, entra por favor…- respondió algo corto mientras seguía con sus papeles, la mujer entró regalándole una sonrisa al “niño” al que le había regalado su amor durante su juventud y empezó a hacer su trabajo- ¿cómo has estado?, hace mucho que no tenía el gusto de hablar contigo- preguntaba el príncipe mirándola de reojo.

    -muy bien, muchas gracias…aunque solo un poco consternada, debo decirte- digo algo preocupada la mujer, mientras deshacía la cama depositando las sabanas sucias en el canasto que había traído con ella. Haruhiko desvió su mirada de sus papales y puso atención a la mujer, algo sorprendido, Nanami, era una de las pocas personas con las que tenía una relación estrecha.

    -¿Por qué Nanami-san?- preguntó dudoso esperando a la mujer. Esta frunció un poco el ceño apretando las sábanas limpias contra su pecho antes de hablar.

    -pensé que viajaría a Usami muy pronto, pero veo, que después de todo el asunto no era tan importante, ¿no es verdad joven Haruhiko?- preguntó casi con pendiente- sabe que mi señora Asuka-sama, es tan buena mujer…y yo no sabría qué hacer si estuviera en problemas…después de todo…usted es su sobrino y una de las personas a las que le tiene más confianza, por eso pensé que algo así traería la carta- dijo mirando con sus intensos ojos jade al muchacho que había levantado una ceja en un rostro de clara duda.

    -¿de qué hablas Nanami-san?... ¿qué carta?- preguntó intrigado el muchacho, la mujer abrió sus ojos sorprendida.

    -¡¿mi príncipe no recibió la carta que venía con su nombre, aquella que venía de Usami?!- preguntó exaltada.

    -no Nanami-san, yo no lo sabía…¡¿Por qué no he recibido esa carta?!- preguntó contagiado de la preocupación- tal vez, tal vez…era algo importante…- exclamó alterado susurrando y empezando a dar vueltas en la habitación.

    -mi príncipe…yo recibí esa carta personalmente- explicaba la mujer dejando momentáneamente su trabajo y sujetándose sus manos con nerviosismo- el mensajero que la traía, según yo sé, venía con el caballo más rápido de Usami, parecía muy preocupado por llegar de inmediato, yo le hubiera entregado personalmente esa carta, pero su padre me dijo que él lo haría…yo no sé por qué no sabía usted de esa carta. Yo me di cuenta de inmediato…por que el sello de la carta mostraba claramente el escudo de Usami…en cera blanca y una rosa al centro- dijo mirando al chico que le regresó la mirada sorprendido.

    -es el sello de tía Asuka- dijo sorprendido, Haruhiko tomó las manos de la mujer preocupado- ¡dime Nanami-san hace cuanto que llegó la carta!..¡¿Sabes…si algo ocurre en Usami?!...¡Nanami-san!- insistió.

    -la carta llegó hace dos días- informó la mujer conmovida-…sinceramente no sé mucho sobre Usami, mi príncipe, lo siento…pero hace unos días, los rumores dicen que Asuka-sama ha encontrado al chico de la profecía- dijo con un gesto extraño – pero no sé si tenga algo que ver- exclamó la mujer.

    -¡¡¡dos días!!! ,¿lo encontró dices?...entonces es un doncel- dijo con un ceño extrañado-…espera…según la profecía...necesitan de varios guerreros que acompañen al doncel- dijo pensando y siguiendo dando vueltas en la habitación-…gente de confianza para ella…- siguió en su debate mental, mientras Nanami lo miraba consternada-…sino mandaba la carta para que yo acudiera al llamado…es porque…- respiró con dificultad mientras empezaba a fruncir su ceño- ¡gracias por todo Nanami-san!...¡pero ahora necesito ver esa carta!..- y sin decir nada más salió con rapidez de su habitación, dirigiéndose al estudio de su padre.

    Una vez allí, abrió de par en par las puertas, se dirigió específicamente al gran escritorio y abrió el primer cajón, rebuscando entre todos los papeles dio con lo que buscaba: la carta. Tomó el aire perdido entre toda la carrera de su habitación hasta el estudio, con el ceño fruncido observó como el sobre que claramente tenía SU nombre escrito había sido despegado…entonces sacó la carta del sobre…reconociendo de inmediato la caligrafía perfecta de su tía “oji-violeta”. Y sin poder aguantar la espera, el nerviosismo y la intriga comenzaron a leer…

    //Fin Flash-Back//

    El rey frunció el ceño observando muy bien la carta en manos de su hijo, Haruhiko parecía realmente furioso, no le extrañó para nada.

    -¡contéstame! ¡¿Por qué me ocultaste esta carta?!...¡no tenías derecho!... ¡era para mí!- discutió Haruhiko fulminando con la mirada a su padre, quien ni se inmutó.

    -Haruhiko, cariño…tranquilízate…por fav…-la mujer de cabellos oscuros y peinados en una moña y ojos azules, se había levantado de su trono para acercarse a su hijo pero se vio interrumpida por el mismo.

    -¡no me pidas que me tranquilice!... ¡tú también lo sabías madre!...¡¡y no me dijiste nada!- dijo con reproche observando como la mujer bajaba la cabeza, después regresó a ver al hombre otra vez -¡padre…contéstame!- exigió al hombre.

    -¡no estás en posición de gritarme Haruhiko!, así que deja de gritar, parece que has perdido la cordura- exclamó el hombre levantándose lentamente mirando reprobatoriamente a su hijo- por eso mismo decidí no darte esa carta, sabía que te pondrías así…ese doncel sería tu perdición…¡estoy seguro que irías tras el como un idiota!-

    -q-que...qué…¡¿lo decidiste?!...¿lo decidiste?- dijo perdiendo el control el príncipe frunciendo el ceño furioso - ¡maldita sea!...¡no tenías el maldito derecho!...¡no tienes que opinar sobre...el…es mi maldita decisión si quiero que sea mi maldita perdición!....no puedes opinar sobre mi vida…¡por supuesto que iré tras Keiichi!...- dijo decidido dando una mirada a sus padres- y no podrás hacer nada para evitarlo - advirtió a su padre dándole la espalda.

    -no permitiré que arruines tu vida Haruhiko, ¡regresa aquí!- exigió el hombre con el ceño fruncido y acercándose a su hijo - ¡no irás tras ese doncel de Sumi!, tu debes de casarte con Hiroki…¡tienes que cumplir tu palabra!-dijo reteniendo a su hijo del brazo fuertemente a quien sintió temblar-…¡lo prometiste!-

    -ese compromiso se romperá- dijo sin voltear a verlo con su voz algo más calmada- ahora que regresen con Akihiko, porque sé que regresarán, sabiendo quienes fueron...-susurró por lo bajo- Hiroki estará más que complacido con esta decisión, él nunca quiso casarse conmigo, al igual que yo-

    -deja de decir estupideces…-habló su padre- ven acá…o te arrepentirás- exclamó el hombre en su última gota de paciencia.

    -cariño…tú lo has dicho…Keiichi estará bien…ellos regresarán sanos y salvos…y- trataba la reina pero fue interrumpida de nuevo.

    -algo me dice que no será así del todo…necesito ir...madre…me voy…no puedo permitir que le pase algo….lo amo- dijo soltándose del agarre de su padre al fin y siguiendo su camino.

    -¡¡Haruhiko , maldita sea, ven aquí o….o!!- el rey Toshio empezaba a perder la paciencia- ¡no dejaré que te cases con ese doncel nunca!- dijo sin pensarlo mucho, Haruhiko le regresó a ver con su rostro completamente serio y sus ojos grises inexpresivos. Atsuko miró horrorizada la escena, a su hijo pareció no sorprenderle mucho la respuesta...pero temía lo que seguía…

    -pues entonces ve buscando un heredero que gobierne tu reino, no me casaré con nadie más- le contestó serio y se marchó de allí dando un portazo.

    ***************************************************

    -no me parecías tan tonto como para venir al bosque más peligroso de todo el Norte y no saberlo- exclamó con burla haciendo que Masamune frunciera le ceño muy pronunciadamente- pero en fin…no eres el único. Este bosque es la perdición para quien no sabe el camino correcto…”los termina volviendo locos”- rio de manera extraña y dijo lo último en un susurró, como si se tratara de un secreto, los 3 de Usami lo miraron como si ese ya hubiera perdido el juicio- Estás en el Bosque del Recuerdo. Estos que ves aquí, son mis muy apreciados compañeros- exclamó extendiendo sus brazos y señalando a los hombres- y yo, mi muy estimado amigo, soy Yukina, el ladrón del Bosque del Recuerdo- dijo con su típica sonrisa y con una pose de chulería bajó de un brinco de la rama del árbol.
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    -¿bosque del… recuerdo?- exclamó con dificultad Keiichi por el brazo que casi lo asfixiaba -…¡Suéltame idiota!- le gritó al tipo que lo sujetaba. El recientemente presentado Yukina, miró la escena con media sonrisa y habló.

    -así es, lindo doncel- ratificó Yukina sujetando por breves segundos la barbilla del oji-miel quien frunció el ceño disconforme- Luca, no maltrates la mercancía- habló al sujeto rechoncho que sujetaba a Keiichi, y enseguida dejó de abrazar al doncel sujetándolo solo por la mano.

    -¡¿mercancía…?! ¡Pero quien te crees desgraciado?!...-maldecía Keiichi a diestra y siniestra, se enfureció más cuando escuchó la risa de Yukina.

    -cállate ya Keiichi…¡¿Qué buscas realmente de nosotros?!...no traemos dinero que darte, además nos estás retrasando- exclamó Masamune con el ceño fruncido, aún en la misma posición, siendo sujeto por varios hombres y Misaki temblaba tanto que no tuvieron que sujetarlo. Yukina levantó la ceja con duda.

    -¿y adonde te diriges con tanta prisa, si se puede saber?- preguntó con premura acercándose al Takano.

    -necesitamos llegar a la entrada de Towika…es nuestra siguiente prueba- habló por primera vez Misaki, ganándole la pregunta a Masamune. Vieron abrir los ojos muy grandes a Yukina, sorprendido.

    -¿prueba dices, doncelito?- preguntó aun asombrado Yukina- entonces…ustedes…podrían ser…-

    -SOMOS la legión de Usami, y nos dirigimos al castillo de rojo de Aikawa para salvar a mi primo, el príncipe Akihiko- declaró Masamune con el ceño fruncido.

    -pruébalo- exigió Yukina, dando una señal a sus hombres para que soltaron a los chicos, estos lo hicieron. Observó intrigado como Misaki sacaba de una pequeña funda en la cinturilla de su pantalón una daga plateada muy hermosa…¡con el escudo de la Usami!.

    -esta daga me la dio Asuka-sama cuando salimos de Usami- explicó el oji-verde mostrando el arma a Yukina, este asintió sorprendido.

    -y este es el mapa que nos dio Mino-san, “destello azul”- exclamó Keiichi, sacando se sus ropas, muy bien escondido el mapa y mostrándoselo a Yukina quien observaba sorprendido todo lo que estaba señalado allí- marca el recorrido que tenemos que seguir, los lugares en donde debemos parar y las pruebas que tenemos que cruzar- explicó.

    -increíble- exclamaba el ladrón todavía sin creerlo- nunca pensé que realmente sucedía…había escuchado rumores de que habían encontrado al indicado…”al chico de la profecía”- decía Yukina y miró a Misaki- … ¿eres…tu?- preguntó al oji-verde quien asintió sonrojado-esto lo cambia todo- dijo con algo de preocupación.

    -¿a qué te refieres?- preguntó Masamune al fin viendo como el ladrón empezaba dar vueltas por allí.

    -¡hey…regresen su cosas a los salvadores de Usami!- habló Yukina a sus hombres quienes obedientes hicieron caso, los chicos estaban sorprendidos- todo esto es tan inesperado que me causa ¡emoción!- exclamó con una sonrisa que dejó aturdidos a todos-¡tenemos que darnos prisa!, pero antes…¿Quiénes están frente a mí?- preguntó reparando en que no sabía quiénes eran.

    -Takano Masamune, príncipe heredero de Marukawa- exclamó el pelicastaño serio haciendo que los ladrones se sorprendieran por la desfachatez que estaban haciendo con ellos.
    -Sumi Keiichi, príncipe- se presentó de mala gana el de ojos mieles- segundo hijo de los reyes de Sumi- finalizó cruzándose de brazos. Yukina adivinó que sería realmente complicado disculparse con el “príncipe doncel” por los malos tratos y solo sonrió nerviosamente.

    -Misaki…Takahashi- exclamó al último el oji-verde con voz cohibida.

    -por kami, que estamos…compañeros entre personajes de la realeza- exclamó hacia sus amigos- pido de manera solemne sus disculpas a todos- exclamó el ladrón- permítanme unirme a su misión como gesto de arrepentimiento ante tal ultraje cometido a su persona, prometo serles útil lo más que pueda y sobre todo guiarlos para salir del bosque del recuerdo- exclamó dando una leve reverencia. Masamune levantó una ceja en duda, Keiichi frunció el ceño inconforme y Misaki lo miró sorprendido.

    -eso no quita que estuvieron manoseándome- exclamó con reproche y mirando furiosamente al peli-chocolate, Yukina lo miró sorprendido y algo avergonzado.

    -no me perdonarás tan fácilmente ¿cierto?, ¿alteza?- exclamó con una sonrisa deprimida el ladrón.

    -tendrás que hacer muchos méritos, ladrón- exclamó con el ceño fruncido y mirando hacia otro lado Keiichi, a él no le perecía buena idea…pero de todos modos no tenía la última palabra- Masamune…- miró a su compañero, como pidiendo la última palabra. El aludido lo pensó y después miró seriamente a Yukina.

    -¿sabes dónde queda la entrada a Towika?, ahí es donde debemos ir- exclamó Mune mirando al ladrón.

    -este es el bosque de Towika- exclamó Yukina en tono insistente.

    -¿nos quieres tomar el pelo o qué?... ¿no dijiste que este era el bosque del recuerdo?- exclamó con el ceño fruncido Keiichi.

    -¡y lo es!- insistió Yukina, todos le miraron con duda y prosiguió a explicar- me refiero en que el bosque así se llama “El bosque del Recuerdo”, pero Towika es el pueblo que vive a los alrededores de este bosque, nosotros nacimos allí- explicó Yukina señalándose a sí mismo y a sus compañeros- pero nosotros salimos de ese pueblo…y preferimos vivir aquí en bosque donde todo parece más tranquilo…casi siempre. No hay muchos que se atrevan a entrar aquí…los únicos que los hacen son aquellos que no han escuchado de Towika -exclamó con un aire misterioso- aquellos rumores que dicen que Towika es un pueblo tan oscuro porque es habitado en su mayoría por descendientes de brujos y que su fundador fue uno de los más peligrosos brujos que ha existido en el mundo…Hisashi-

    -¿y quién es ese tal Hisashi?- preguntó keiichi algo intrigado por la historia

    -¿sabe que significa Hisashi, alteza?- preguntó Yukina al Sumi, este negó

    -vida eterna- respondió Masamune mirando a Keiichi para que prosiguiera

    -¡exacto Masamune-san!...la gente cuenta que Hisashi encontró la poción de la vida eterna- dijo haciendo extraños movimientos con las manos- y lo probó en él… y así vivió cientos de años. Cuentan también que el adoptó a una pequeña niña…a la cual convirtió en su aprendiz, enseñándole casi todo lo que sabía…llenándola de tanto odio como su cuerpecito pudo absorber de tal malvado ser- dijo de manera enigmática- ¿se animan a adivinar su nombre?- exclamó con media sonrisa. Todos los presentes fruncieron el ceño.

    -Aikawa- exclamó Misaki sintiendo que un escalofrío le recorría le cuerpo al pronuncia ese nombre precisamente en ese lugar. Todos abrieron los ojos estando de acuerdo con esa respuesta.

    -¡asi es!- continuó Yukina- Los viejos del pueblo…dicen que cuando el entonces actual líder de los “usuarios de la magia” vino junto con una legión de magos a asesinar a Hisashi pelearon en este mismo bosque y que tardaron tres días y tres noches en derrotarlo, sin embargo, con el ultimo suspiro de vida Hisashi encantó este bosque, protegiendo de esa manera a la pequeña Aikawa que solo observó cómo mataban a su maestro y nunca intervino para ayudarle- finalizó el chico observando el rostro absortó de todos- bueno , desde entonces los pueblerinos llaman a este bosque Towika, al igual que el pueblo…-

    -“eternamente”- tradujo de nuevo Masamune

    -exacto- exclamó Yukina de nuevo- porque por más que han tratado de deshacer el hechizo que envuelve a Towika, nadie lo ha podido hacer...muchos dicen que estará eternamente encantado- explicó.

    -¿encantado en qué sentido?- exclamó Masamune

    -pues verás, los que conocemos el bosque, sabemos que lugares son los más “fuertes” y que lugares son “inofensivos”, la hora también tiene mucho que ver, los caminos de este bosque te llevan perdición tras perdición, y otros…alucinaciones- dijo serio

    -¿alucinaciones?...no te creo- exclamó Keiichi incrédulo.

    -por algo se llama el “bosque del recuerdo”- exclamó frunciendo el ceño-…realmente es peligroso…yo no sé que tipo de “pruebas” tienen que cumplir ustedes…pero Towika no debería ser tomado tan a la ligera…el bosque “ha matado” a varias personas- dijo de manera preocupante- y si buscan la entrada de Towika…es la peor- exclamó mirándolos seriamente.

    -¿por qué lo dices?- preguntó Misaki

    -la entrada que está frente al pueblo lleva directamente con el corazón del bosque…nadie ha salido nunca de allí- exclamó Yukina dejando sorprendidos a todos- al menos no vivos. Todos han muerto y los pocos cuerpos reconocibles que han rescatado…han sido encontrados con gestos de terror y ojos desorbitados…apuñalados y con el cuchillo en mano- dijo preocupado- claros signos de demencia…ellos se mataban antes de seguir “recordando”. Son atacados por alucinaciones- finalizó, dejando sorprendidos a los presentes. ¡¡!¿ESO era su tercera prueba?!!... se preguntó exaltado y totalmente atemorizado Misaki…¡no podía ser!...intentó pensar las cosas un poco y solo fue peor…recordó que aún faltaba “un lugar en el cual quedarse”, Misaki casi grita, ¿¡acaso se quedaría porque al que le tocara…moriría!?...negó rápidamente para disipar esos pensamientos de su cabeza. Volteó a ver hacia un lado mirando a Keiichi, parecía sorprendió…y algo asustado también, lo vio respirar un poco más rápido…Misaki quiso llorar…sabía que el que seguía era “él”…Keiichi.

    ****************************************************************

    Sus ojos se abrieron después de un reparador sueño, se levantó de la cómoda cama y miró a su alrededor…una perfecta habitación de la realeza, adornada escasamente. Buscó ventanas pero no había, levantó una ceja extrañado. Entonces los recuerdos vinieron al fin a su mente. Estaba en Ayami, casi al mismo tiempo escuchó una voz pidiendo pasar, seguido de un resplandor.

    -buenos días Hiro-san, espero hayas pasado bien la noche- exclamó el recién llegado con una sonrisa. Hiroki miró los ojos azules del príncipe y se dio cuenta que estaba en su “forma de humano”.

    -hum…buenos días Nowaki, y gracias, he descansado bastante- exclamó Hiroki tratando se señorear, algo que simplemente salió como una mueca nerviosa y avergonzada. Le empezaba a poner muy nervioso ese oji-azul y su “extrema confianza con él”.

    -me alegro… ¿nos vamos?- preguntó con otra sonrisa y extendiendo su mano al doncel para que la tomara, este así lo hizo. Al instante una nueva luz los envolvió a ambos y tan pronto atravesaron la “habitación seca” Hiroki se vio convertido en “tritón” de nuevo al igual que Nowaki. Se dirigieron en un tranquilo silencio al interior del castillo, Hiroki estaba absorto viendo todo lo que había allí, hasta que reparó en la “servidumbre” que se detenía a observar tan “tierna” escena pues se había dado cuenta que aun “nadaba” de la mano del príncipe…se sonrojó un poco haciendo unos pucheros extraños en él y miraba de reojo como las sirenas y tritones que trabajaban en el castillo lo miraban “¿esperanzados?” o muy contentos…a lo mejor pensaban que él y su príncipe…Hiroki abrió mucho los ojos sonrojándose “¡¡No, no , no y no !!” se dijo de inmediato e hizo un escándalo mental, negando rápidamente con la cabeza para disipar esas ideas.

    -¿qué sucede Hiro-san?- preguntó el oji-azul al verlo alterado.

    -emm….nada, nada, no te preocupes -respondió nervioso, Nowaki levantó una ceja, dándole a entender que no le había creído nada.

    -umm, si tú lo dices- exclamó no muy seguro, seguido cambio su rostro con una sonrisa- bueno Hiro-san… primero te presentaré a mi madre- anunció el oji-azul mientras abría la gran puerta, Hiroki asintió y pensó que seguramente ese era el gran salón principal…no se equivocó. Al entrar pudo observar la exquisita decoración, toda parecía tan elegante y las altas columnas que sostenían la estructura eran adornadas con perlas y conchitas de mar, la alfombra que llevaba de la entrada hasta el inicio de una pequeña elevación donde estaba el trono era de… ¿algas?...se preguntó el castaño extrañado. Pero su atención definitivamente se la llevó la “mujer” que estaba sentada en el único trono allí. Era la más hermosa sirena que había admirado en todo su estancia en Ayami, no es tampoco como si les hubiera puesto mucha atención a las otras…pero esta era hermosa… es lo que pensó el castaño. Esta sirena miraba con sus ojos azules brillantes y llenos de alegría a su hijo a su lindo acompañante, Hiroki pudo jurar que esos ojos eran más brillantes incluso que los de Nowaki, y entonces reparó en el cabello de la monarca …¡era azul!...tal vez…era por ello los destellos azules en el cabello de Nowaki- pensó. La aleta de la mujer era en su totalidad plateada, y la prenda que cubría su torso, parecido a una blusa ceñida era de un bello color turquesa, contrastando sus ojos de manera perfecta… y para acabarla parecía muy joven…¡por Kami… si bien pudieran pasar por hermanos!. Hiroki miraba inconscientemente de madre a hijo alternadamente, fijándose en lo parecidos que eran. La risa discreta de la reina lo despertó de su ensoñación.

    -Nowaki-chan y yo somos muy parecidos… ¿no lo crees?- preguntó con una tenue voz, Hiroki la miró avergonzado por ser descubierto y se limitó a asentir mientras bajaba la cabeza en respeto- es un placer al fin conocerte…Hiroki, ayer ya no pudimos vernos- dijo con un puchero dirigido mas bien a su hijo quien sonrió nerviosamente- permíteme presentarme, mi nombre es Hisa, soy la reina de Ayami, creo que es algo tarde, pero deseo darte la bienvenida- exclamó la mujer con una linda sonrisa.

    -muchas gracias Hisa-sama, el placer es mío- respondió educado el castaño haciendo una leve reverencia. Dejando complacida a la reina además de lindo, el doncel era cortés.

    -dejemos las formalidades Hiro-chan, que ambos somos de la realeza- dijo al castaño con unas sonrisita- Nowaki, cariño…cuida muy bien de este lindo doncel- se dirigió a su hijo, riendo un poco divertida al ver el puchero de su hijo y el sonrojo de Hiroki.

    -¡majestad!/ ¡madre!- reclamaron cada cual, mientras la mujer reía divertida levantándose de su trono y dirigiéndose fuera de la habitación.

    -hai, hai- se fue haciendo una movimiento de con su mano- vayan a hacer sus cosas niños, que yo tengo que hacer las mías, nos vemos para el almuerzo- dijo saliendo de sus vistas. Ambos príncipes se miraron por un momento avergonzados…y después de un “lo siento” de Nowaki y de un “descuida” de un avergonzado Hiroki salieron a continuar con sus asuntos. O eso se disponía, pues cuando estaban por salir de la habitación se encontraron con un pequeño “torbellino”…

    -¡Nowaki nii-san…al fin te encuentro… ¿dónde te habías metido?!- exclamó una vocecita chillona llena de reproche, no fue hasta entonces cuando Hiroki se pudo dar cuenta que un pequeño tritón se encontraba aferrado al torso de Nowaki, y este al aparecer, tampoco lo había visto venir.

    - hola Suki- respondió Nowaki con una sonrisa devolviéndole el abrazo al pequeño. Hiroki sonrió inconscientemente, la escena le había recordado tanto a su pequeña hermanita Mikoto- lo siento mucho Suki, sé que te prometí que te llevaría a la cascada ayer, pero…estuve ocupado con un invitado muy especial- explicaba el mayor al menor.

    -¿especial?- preguntó ladeando su cabecita, entonces el pequeño reparó en Hiroki quien le miraba con una leve sonrisa y se deshizo del abrazo de Nowaki para mirar mejor al castaño.

    -hola…Suki- saludó algo tímido Hiroki. El menor hizo un puchero. Hiroki se dio cuenta que el menor no pasaría de los 6 añitos, de cabellos negros como los de Nowaki , pero de unos ojos verdes muy impactantes. También se dio cuenta de que era un doncel, pues vestía como uno y su cuerpo era mucho más delicado y menudo que el de un “varón” a su edad.

    -¡que sepas desde ahora que no te cederé a Nowaki tan fácilmente hee…¡ ¡¡¡Nowaki nii-san es MIOOO!!!- gritó en puchero berrinchudo abrazándose de nuevo a Nowaki. Dejando a los dos mayores otra vez con los rostro sorprendidos -¡no dejaré que te quedes con él….ni aunque seas lindo!- terminó el niño con ceño fruncido, reparando en que Hiroki era un doncel, quien se sonrojó de inmediato…¡rayos donde iba a parar con todos esos tritones!...¡¿podría morir de sonrojos excesivos?!...

    -esto…mejor vámonos Hiroki, hey…Suki-chan, mejor ve a ayudar a mamá con los preparativos del almuerzo, ¿si?- exclamó Nowaki.

    -¡claro que si nii-san!, adiós- dijo y el niño se fue como si nada.

    -eso…fue…extraño- exclamó Hiroki mirando hacia donde se había ido el niño, y señalando hacia ahí “intentó” preguntarle a Nowaki ¡que rayos pasaba con su hermanito!-…él- Nowaki suspiró tomando de la mano a Hiroki para “seguir” saliendo del castillo.

    - esto lo siento…de nuevo Hiro-san,- exclamó apenado el muchacho mirando levemente al castaño- no es mi hermano realmente- exclamó dejando a Hiroki sorprendido.

    -¿entonces…el “nii-san”?... ¿por qué?- preguntó extrañado.

    -bueno, él vive con nosotros casi desde que cumplió los 2 años, sus padres, mis tíos por parte de mamá, murieron en un incendio- exclamó, Hiroki lo miró con cara de “¡no me jodas…incendio ¿en el agua?!” – Sus padres, al igual que mi madre, eran humanos “completamente”- reveló a Hiroki, haciendo que este abriera sus ojos desorbitadamente- verás…esto por donde empiezo- exclamó tallándose su nuca, Hiroki simplemente calló para escuchar la historia que venía, mientras ambos seguían nadando para salir del castillo-…mi padre conoció a mi madre en uno de sus viajes a los “llamados” que hacia el líder de la magia…bueno, las cosas se dieron, y cuando mi padre le contó “lo que era” a mi madre, pues esta decidió “acompañarlo para siempre”, ya sabes…esas cosas- exclamó Nowaki con una sonrisa, contagiando a Hiroki quien se imaginaba mentalmente la historia de los padres del oji-azul – mi padre convirtió a mi madre permanentemente en una “sirena”, se casaron…y tuvieron un hermoso hijo- bromeó Nowaki mirando al oji-avellana que divertido volteaba los ojos.

    -¿y Suki?- preguntó el castaño.

    -bueno te decía, tras la muerte de los padres de Suki, mis padres decidieron hacerse cargo de él, mi padre convirtió al pequeño en un tritón…y desde entonces ha vivido con nosotros, aunque mi madre nunca lo ocultó la historia de su verdaderos padres él me dice a mi “nii-san”- exclamó. Hiroki solo asintió...

    -oye… ¿y por qué solo tu padre?...¿tu madre al convertirse en sirena…no tiene magia también?- preguntó Hiroki intrigado.

    -no- negó rápidamente Nowaki- todos los que están aquí en Ayami, como los puedes ver, son tritones y sirenas, pero no todos son “magos”, solo algunos nacen con el don y otros no-exclamó el oji-azul,- es exactamente como en tu mundo-

    -hoo baya, no lo imaginaba así- exclamaba Hiroki algo sorprendido por la nueva información.

    -¡bien aquí es!- mencionó Nowaki mientras se detenía, Hiroki apenas se había dado cuenta que se había alejado mucho de la zona “habitada” del reino…ahí parecía más bien solo…y podría jurar que el agua era más fría. Su vista acaparó especialmente la gran estructura que se levantaba ante sus ojos…pareció un revoltijo de lazos de metal oxidado, un gran nudo de lazos metálicos, es lo que pensó el castaño. Entrecerrando sus ojos pudo enfocar mejor y observar que se veía una tenue luz parpadeante.

    -eso…-

    -eso es el corazón de Ayami… y este es el “laberinto” que lo encierra, aquél que puso Aikawa- explicó Nowaki, mientras invitaba a Hiroki a que rodearan la gran “maraña”. Hasta entonces pudo ratificar que eso era ¡enorme!. Tragó saliva antes de hablar.

    -cuéntame más sobre esto- exclamó mirando seriamente y fijamente la cárcel. Nowaki asintió para seguido responder…

    ******************************************************************

    -ok, estás dentro- respondió Masamune- sabes los suficiente para guiarnos…además supongo sabes usar eso ¿no?- pregunto a Yukina señalando la espada de oro que portaba.

    -¡por supuesto!- respondió Yukina con una sonrisa por haber entrado a la “misión”.

    -ahora vámonos ya, que hemos perdido suficiente tiempo, llévanos a la entrada de Towika- pidió Masamune. Yukina a pesa de su propio temor asintió…¡a saber que querían esos príncipes con Towika , pero el definitivamente no entraría!. Caminaron por algunos minutos por el oscuro bosque, hasta que llegaron a una parte en donde se veían luces, al enfocar pudieron darse cuenta que se trataba del pueblo…

    -ahí está Towika- informó Yukina señalando las escasas casitas alrededor de los arboles- la entrada está del otro lado- completó. Muy pronto los ojos se fijaron en Keiichi, quien había soltado un lastimero suspiro que más bien se escuchó como gemido, tan solo todos lo vieron ponerse en cuclillas en el suelo, mientras tapaba su rostro. Misaki corrigió a abrazarlo preocupado. Masamune frunció pronunciadamente el ceño…sabía que Keiichi estaba asustado ¡¿y quién no lo estaría?! …¡maldita sea no podía ayudarlo…porque él tenía que llegar al final con Misaki!...frunció más el ceño…él quería protegerlos a todos y ahora no podría. Yukina lo miró con compasión…estos chicos no tan solo tendrían pruebas de fuerza e inteligencia…sino de resistencia en todos los sentidos…de alguna forma se sentía…cobarde, por no poder hacer nada para evitarlo.

    -¡Keiichi!- chilló Misaki abrazado al tembloroso cuerpo del príncipe- ¡lo siento tanto! ¡Siento tanto no poder quedarme en este lugar para que tu no lo hicieras!- exclamaba el pequeño oji-verde conmoviendo en demasía al resto- si quieres…-

    -no Misaki, lo voy a hacer- exclamó con una sonrisa Keiichi, algo más tranquilo, al menos ya había recordado como respirar. Midaki vio la tristeza en su ojos llorosos- yo no le tengo miedo a la muerte…- exclamó quedito. Misaki abrió los ojos.

    -¿entonces a que le tienes miedo Keiichi?- preguntó intrigado.

    -tengo miedo a saber que tan reales se verán las “alucinaciones”- susurró sorprendiendo al oji-verde y a Masamune quien se había acercado a escuchar todo-…tengo miedo a recordar algo muy…doloroso- terminó tapándose el rostro de nuevo, pasaron unos segundos que todos consideraron pertinentes para esperar que el príncipe se tranquilizara un poco. Después observaron al Sumi levantarse dando un fuerte suspiro.

    -bien…hay que darse prisa- solo comentó. El resto asintió- creo que por mi bien, es mejor no llevar armas…por si acaso- dijo algo dudoso, entregando su arco y la espada de Bishamon a Masamune, así también como el mapa que les había dado Mino-tienen que darse prisa, nos hemos retraso bastante- dijo poniéndose enfrente de la entrada del “bosque maldito”.

    -¡Keiichi recuerda que nos veremos pronto!- exclamó Misaki abrazándose por última vez al oji-miel, este asintió con una pequeña sonrisa.

    -hey…Keiichi-esta vez habló Mune, con un rostro de preocupación palpable- recuerda que lo que veas allí no es real…tu sabes lo que pasó…no te dejes engañar…¿de acuerdo?- keiichi asintió.

    -Keiichi-san…solo tiene que cruzarlo…una vez pase el ultimo árbol del bosque se habrá terminado la prueba- recordó Yukina, el príncipe volvió a asentir. No supo cuánto tiempo se quedó mirando el oscuro lugar, solo reparó en que sus “compañeros” ya se habían ido. Keiichi tomó un gran respiro y se adentró entre todos los siniestros árboles.

    Su corazón latía rápidamente, el miedo que antes había logrado disipar se aglomeró en su pecho, impidiéndole respirar bien, de nuevo. Una extraña neblina que no había visto venir empezó a inundar el lugar. El oji-miel regresaba a ver hacia todos los lados, pero no vio nada. Los ojos le empezaron a arder mucho.

    -¡hag!- gimió en su desesperación y se talló los ojos, sintiendo como “lágrimas caían” de ellos, sin embargo por impulso miró el dorso de su mano, con la que se había limpiado…estaba rojo…¿acaso…estaba llorando….sangre?...su corazón pareció dar la vuelta entera a su pecho “NO, NO KEIICHI, ESTO NO ES REAL…NO ES REAL¡¡¡” se repetía en su mente y cerrando fuertemente los ojos miró sus manos otra vez…no había sangre…

    -uff- suspiró algo más aliviado y siguió caminando. Sin embargo la neblina empezó a disiparse…y tras unos árboles salió un personaje…-

    -Keiichi…hijo… ¿eres tú?- Keiichi abrió los ojos muy grandes al reconocer esa voz, observó con anhelo los ojos grises de ese sujeto…al igual que el cabello castaño oscuro… sintió las lágrimas recorrer sus mejillas de nuevo. Sin poder evitarlo caminó hacia él…

    -¿p-papa?...-
    .
    .
    .
    Continuará…
  13. .
    hola hola...
    vagando por el foro de originales me encontré con tu genialoso fic *W*
    me ha encantadooo¡¡¡
    la historia me atrapó de inmediato¡¡¡, teoría científica y yaoi....me encanta ¡ XD
    ya quiero saber que pasará después....
    espero con ansias la conty¡¡

    besos de cereza¡

    Misagi * *
  14. .
    Hola¡¡, waa lamento realmente tardarme tanto para subir la conty, bueno, considerando que ya estoy de vacaciones :P, me retrasé un poco debido a que viajé a mi ciudad natal XD y ahora estoy con la limpieza de mi casa :/ ( es en estos días en los que realmente considero no tan buena idea tener una casa grande T.T)…y pues bueno el cambio de clima no permite que se me quite la maldita gripa T.T, pero con todo esto….aquí estoy ya XD, muchas gracias por comentar, realmente leo todos sus comentarios y los amo¡¡¡, lamento dejarlos con la duda otra vez sobre Haruhiko y la carta….pero les prometo que para el prox capitulo lo sabrán XD¡¡¡, espero les guste la conty¡¡¡ besitos de cereza enchocolatada XDD¡¡¡ para: romantica_1 , melyoan y Mikeio Kamijou.

    Misagi * *







    Capítulo 14: "Encuentro con el ladrón del bosque del Recuerdo"




    Los colores anaranjados, rojos y amarillos adornaban el cielo en ese momento, dando entender que el atardecer estaba en su auge, y que pronto la oscuridad aparecería. Los pasillos del enorme palacio se escuchaban silenciosos, pues “supuestamente “no había mucha gente “en casa”. Para mala suerte de un monarca en banca rota, no estaba tan solo como pensaba. Dentro de su , por demás, ostentoso estudio se encontraba Sousuke acompañado de un “invitado”, que al parecer trataba asuntos importantes, o es eso lo que le informó una de las mucamas a Yura, que acaba de entrar al pasillo principal del segundo piso del castillo.

    Con el ceño fruncido, el príncipe oji-gris, heredero al trono de Sumi, y con pasos largos y firmes se dirigió hacia el estudio de su “padrastro”. No, Yura no era idiota, el bien sabía que algo estaba pasando. Y hace un tiempo que había notado a Sousuke algo más distante y preocupado… ¿tal vez nervioso?...algo estaba haciendo ese bastardo que probablemente repercutiría en toda la familia, y ¡por sus progenitores! Que mientras estuviera en sus manos el descubriría que era. El muy estúpido pensaba aprovechar la “oportunidad” que tenía , pues sabía que él (Yura) había salido a visitar a Yuki, su prometido y que también Kaede estaba fuera en un reino vecino visitando a alguna tía lejana, por lo que había llevado consigo al pequeño Kioshi. Y apurándose en su encomienda se propuso llegar más temprano a casa.

    Yura llegó al fin a la sala y deteniéndose solo por un segundo antes de abrir la puerta, su mano paró la acción al instante al escuchar la conversación de dentro.

    -entonces…¿quieres que haga el presupuesto de cada propiedad por separado?- escuchó una voz gruesa que no conocía. Yura frunció el ceño tratando de escuchar más.

    -así es, sabes que ese es mi propósito …necesito que lo hagas lo más antes posible…para ver que me invento para convencer a Kaede de que invertimos en otra cosa y cobrar el dinero a tiempo para poder irme en paz- escuchó ahora la inconfundible voz de Sousuke, ardió en ira. Estaba a punto de entrar pero se controló y siguió escuchando.

    -Los papeles que necesitamos, están todos aquí ya. Y en poco tiempo, tendrás estas propiedades a tu nombre. ¿dices que quieres hacer esto antes de la boda de Yura, ¿no es verdad?-

    -por supuesto, Cuando se case Yura con el doncel millonario ¡mis planes estarán arruinados!...porque todas las propiedades pasarían a su nombre…aunque eso no me preocupa demasiado ahorita…porque seguro que el estúpido de Yura esperará para casarse hasta que su lindo hermanito keiichi regresé- dijo en tono burlón- ojalá nunca regresé el maldito bastardo- exclamó con desdén. Yura frunció el ceño pronunciadamente, estar furioso era poco, ¡ese malnacido quería provecharse de ellos!...¡se estaba aprovechando desde el principio!, ¡quería hacer algo!, ¡¡debía!!, pero no tenía las pruebas!!...¡DEMONIOS!

    -oye….y ¿qué pasará con Kioshi?...él es tu hijo de sangre…¿no te importa que Sumi quede en ruinas y también se vea afectado?...podrías llevarlo contigo, después de todo…es solo un niño- hablaba el otro hombre.

    -un estorbo, querrás decir. Nunca me importó ese crío…solo era para asegurar mi puesto aquí…no me importa en lo absoluto lo que le pueda pasar…y definitivamente no lo llevaré conmigo- exclamó Sousuke sin siquiera pensarlo. Yura furioso se mordió la lengua para no gritar un improperio y ser descubierto…más si pateó con fuerza una estatua que adornaba una esquina del pasillo; por el ruido que hizo los hombres dentro de la habitación empezaron a moverse…Yura con agilidad logró meterse a la habitación de al lado justo antes de que Sousuke saliera del estudio acompañando del otro sujeto. Los escuchó despedirse, ignorando que él los había escuchado y lleno de información y con la idea de sacar de una vez por todas al bastardo de Sousuke de su reino…empezó a idear un plan.

    -…¿Keiichi…qué harías tú?...- se preguntó el príncipe con un gesto preocupado…mientras esperaba que se desocupara por completo el pasillo para poder salir.

    **************************************************************

    La luna había aparecido hace un tiempo, ya. Y ninguno de los dos se había movido de su lugar. Miyagi entró a la cueva y se sentó, recargándose en una de las rocosas paredes, se cruzó de brazos para intentar mitigar el frío que sentía su cuerpo y fijó sus ojos en el hermoso doncel rubio, que seguía en plena noche fría sentado arriba de la gran roca fuera de la cueva. Estaba haciendo lo que el oji-gris le había dicho…darle tiempo, trataba de entender todo lo que sentía el menor…y cada vas se deprimía más su corazón… ¿Qué pecado había cometido el rubio para sufrir tanto? Desde su lugar podía ver a la perfección al chiquillo, aunque fuera solo de espaldas…si bien…su cuerpo estaba, se podría decir, intacto…le ponía realmente mal ver el grillete aprisionando su tobillo, reteniéndolo de tantas cosas, de ¡tantas necesidades, de tantas libertades que necesitaba un niño!. Se imaginó la etapa de depresión del menor, la tristeza, el hambre y la soledad que vivió tan si quiera los primeros días de su prisión… ¿y el resto?... ¡de seguro peor!...ver perder las esperanzas de lo que seguramente a sus ojos sería “la mejor vida”….de echarse en cara…de culparse por todo lo que ocurría a su alrededor…la etapa del arrepentimiento, ¡¿y qué de su adolescencia?!...no tuvo a nadie que respondiera a sus preguntas…que consolara sus tristezas o que compartiera sus alegrías…toda su vida había estado solo…y por si fuera poco…convertido en un monstruo…

    Miyagi bufó una vez más desesperado…cada empezaba a pensar más que su supuesta prueba no era “enfrentar al dragón” sino a ayudarlo. Sus ojos color carbón observaron otra vez al rubio…fijándose nuevamente en las líneas del tatuaje de su espalda…las perfectas alas de un dragón…Sonrió…era un hermoso dragón… cerro los ojos tratando de buscar en sus sueños una solución al problema…

    Podía sentir una pequeña brisa cálida acariciar su rostro, casi como un suspiró. Escuchó después el cantar de las avecillas y después una suave caricia en su cabello…esperen… ¡¿caricia? Miyagi abrió sus ojos rápidamente alarmado y moviéndose tan rápido que chocó con “algo”…

    -¡auch!...eso sí que dolió- escuchó la suave voz del doncel quejarse con un pucherito en sus labios mientras se sobaba con una mano su frente. Hasta entonces Miyagi se dio cuenta que había chocado con la frente del rubio llevando su mano a su cabeza también se empezó a sobar con una pequeña mueca.

    -lo siento…- se disculpó el mayor aun atontado…sin estar seguro si realmente había sido su culpa…¿Qué hacía el doncel tan cerca de él?, sonrió de medio lado al menor que se había quedado frente a él sentado entre sus piernas solo mirándole -¿ qué hacías tan cerca de mí?, hee-

    -umm…solo te observaba…- contestó con una linda sonrisa, y sus mejillas rojitas, mientras se acercaba al mayor dejando sus manos recargadas en el piso y su rostro frente al otro- ya me empezaba a preocupar…ya es más de medio día…¿no se supone que normalmente se duerme hasta que sale el sol?- preguntó inocentemente. Miyagi lo miró sin ponerle realmente mucha atención a lo que decía…se había perdido en los ojos grises que se habían acercado otra vez mucho a su cara…”¿normalmente?”... recordó las palabras…”entonces no durmió”- sacó sus conclusiones Miyagi.

    -esto…no te preocupe estoy bien- exclamó el mayor, tomando de los hombros algo nervioso al rubio para alejarlo de él un poco, y poniéndose de pie dándole la espalda al menor- solo no he dormido bien anoche- exclamó alejándose un poco más del niño…”¡me quedé pensando en ti”…exclamó su subconsciente espantándose de si mismo.

    -huu…que pena- exclamaba el menor, levantándose del suelo y siguiendo la mayor, sin darse cuenta de las sensaciones que causaba al pelinegro- pues entonces sigue durmiendo…no hay problema- dijo con una gran sonrisa.

    -haa…no, seguro que no podré hacerlo….esperaré hasta la noche- aseguró el mayor. El menor no le dio la mayor importancia….pero después de eso ya no hablaron todo el día. Shinobu se había quedado pensando toda la noche, en que posibilidades había de que “Miyagi” fuera su salvador… y llegó a dos conclusiones…una: que lo fuera y que de alguna manera lo “conquistara” y así terminar su bella historia de “príncipes y princesas”…o la segunda: que todo lo que había sucedido no tenía nada que ver con él…que no molestara al mayor y que solo se ocupara de su cosas…el amor no era para el…y todo el mundo se había encargado de decírselo de todas las maneras que pudo…no puedes obligar a “amar” a alguien. Para la mala suerte, quizás de ambos, Shinobu había decidido por la segunda…no quería rogarle amor a alguien…ni arruinar la vida de ese bello caballero. Él estaba destinado a sufrir su maldición y punto.

    Todo el día pasó sin la mayor novedad, la tarde al fin llegó y con ella la hora en que normalmente salía a sentarse sobre la gran roca, Miyagi observó al menor de nuevo tratando de acomodarse sobre la piedra…lo vio también bufar un poco y luego bajar…para su sorpresa el chiquillo se dirigió hasta donde estaba el y en un movimiento despreocupado se dejó caer frente a él, sentándose.

    -bien, estoy listo…ahora si puedo seguir contándote- exclamó el rubio con una pequeña sonrisa. Miyagi lo miró sorprendido, asintió y se dedicó a escuchar al menor.

    -…bueno, como ya sabes, he estado desde los 10 años aquí…ahora tengo 17- empezó con su historia mientras se acomodaba mejor y bajaba la cabeza un poco- desde ese tiempo solo he visto dos veces más a un humano. Una vez fue cuando un ejército intentó cruzar por este sendero, yo tenía ya 12 años…como era obvio…yo no tenía permitido dejar pasar a nadie…bueno…sabrás lo que pasó- exclamó con una triste mueca. Miyagi no dijo nada…pero si compartió la pena del menor- la otra vez, fue, bueno- Shinobu empezó a tartamudear un poco mientras se sonrojaba, Miyagi intuyó que era algo vergonzoso para el rubio, por lo que no pudo evitar sonreír un poco, al menos tenía esa reacción-yo ya tenía 14 años entonces, un viajero intentaba cruzar el camino, yo no debía permitirlo, como te dije, en mi forma de “dragón” intenté ahuyentarlo, pero el hombre no lo hizo sino que se quedó inconsciente…ese día fue la primera vez que pude desafiar la maldición de Aikawa- exclamó el rubio.

    -¿cómo desafiar?...¿cuál es exactamente la maldición?- preguntó Miyagi atraído por la historia.

    -a eso iba- retomó la historia le rubio- supuestamente yo no “puedo” convertirme en humano- dijo con una sonrisita casi traviesa señalándose así mismo su cuerpo “perfectamente humano”- el punto fue que ese día intenté revertir con mi magia casi nula el hechizo de Aikawa…para ayudar a ese pobre hombre… ¡pensé que lo había matado de un susto!- exclamaba preocupado- entonces sucedió…y pude verme como humano después de 4 años siendo un monstro…sin embargo…la cadena nunca desapareció- dijo con tristeza mirando la cadena que aun ataba su tobillo. Miyagi imitó su mueca de tristeza- bueno…ayudé al hombre como pude…pero cuando despertó…en lugar de agradecerme…¡se lanzó hacia mí!...¡¿puedes creerlo?!- exclamó sonrojado y exaltado mirando avergonzado a Miyagi…quien mentalmente respondía un rotundo ¡sí! a la pregunta retórica del menor.

    -¿y qué pasó?- preguntó algo alarmado el pelinegro…¡¿le hizo algo!? Se preguntó en su mente furioso. Observó al menor levantar sus hombros.

    -no tenía sentido…haberme convertido por nada- dijo con un puchero- no pude sostener el hechizo…y revirtió mi contra hechizo regresando a ser un dragón…y no me mal interpretes…pero sí que fue en una situación conveniente- exclamó jugando con sus dedos. Miyagi suspiró se relajó al escuchar la respuesta.

    -desde luego- lo apoyó Miyagi- …¿y la maldición?...no me has dicho de que trata realmente?....¿me dirás?. Preguntó. Shinobu tembló un poco. Miyagi lo notó…esperando la respuesta del menor.

    -te contaré una parte- consintió Shinobu. Miyagi lo miró fijamente asintiendo, pero el menor le había huido a su mirada, bajándola completamente- esa mujer está loca…y tiene un serio trauma con el amor- empezó tratando de sonar como una mala broma- ¿sabes su historia?- preguntó. Miyagi al fin pudo ver los ojos tristes del rubio, estaban llenos de lágrimas, pero la sonrisa seguía ahí… el azabache solo negó a la pregunta del menor…mirándolo con sorpresa- ummm…otro día te la puedo contar…por ahora solo te diré que ella mató a su aprendiz por tratar de robarle al amor de su vida…un príncipe…al cual castigó su traición convirtiendo en dragón por el restos sus días y obligándolo a destruir su propio reino- explicó el menor. Miyagi quedó sorprendido por la historia pero siguió escuchando- bueno, Aikawa…normalmente sentencia en sus maldiciones solo con soluciones…de amor- dijo al avergonzado – pues, según ella, este sentimiento no existe…por lo que da por hecho que nunca se desharán sus embrujos…- El azabache abrió los ojos sorprendido…amor…-…mi maldición no es tan diferente -Continuó Shinobu después de un suspiro, por fin poniéndose de pie y dándole la espalda al mayor, que se levantó rápido al darse cuenta que el menor había empezado a sollozar -…amm…pero..yo…hace tanto que no busco romper esta maldición…esto…ya no me importa- finalizó…-porque…suéltame….-pidió Shinobu al sentir como el mayor lo había abrazado por la espalda…

    -tranquilo…- le susurró el azabache al oído. Shinobu, respiró un poco, más mientras por primera vez en su vida, sintió un calor tan embriagante recorrer su cuerpo…que sintió que todo lo que pasaba no tenía importancia y que todo estaba bien…

    -suéltame…no tiene nada que ver contigo…yo solo te ayudaré a que te encuentres con tus amigos de Usami…- dijo con su última gota de terquedad. Miyagi ya no dijo nada, solo esperó a que el hermoso doncel en sus brazos dejara de moverse. Regresó a ver hacia un lado…la noche ya había caído… se sentó en el suelo, recargando su espalda contra uno de los muros de la cueva, y sin soltar al menor lo obligó a sentarse entre sus piernas, recostando la espalda del rubio en su pecho.

    -¿ya estás mejor?- preguntó casi en un susurró, que Shinobu sintió como el cielo…- duerme un poco…no te preocupes por nada- pidió Miyagi, mientras el pequeño seguía temblando en su brazos fuertes.

    -no puedo- hizo un puchero el menor…- no he dormido desde que he llegado a este lugar…-declaró. El pelinegro gastó su última gota de cordura en los ojos grises llorosos, considerando que sentía todo lo que el menor dolía.

    -entonces cierra los ojos…yo estaré aquí…- dijo regalándole un beso en la cabeza rubia. Shinobu solo fue consciente de las ultimas lagrimas que recorrían sus ojos…después el recién descubierto calor recorrió su cuerpo…todo estaría bien…

    ********************************************************

    -nos veremos pronto- escuchó la voz de Masamune y observó de reojo como los 3 iban alejándose. Fijó su mirada al frente, observando como Nowaki había extendido una de sus manos hacia él. Quería que lo acompañara, seguro… Hiroki suspiró nervioso… ¿quería que entrara el agua? ¡Se ahogaría!

    -podrás respirar en al agua…confía en mí- explicó Nowaki con una sonrisa al ver, seguramente, su cara de confusión. Hiroki al fin emitió un gran suspiro, o más bien una bocanada de aire, tomó la mano que le ofrecía el mayor y entró al agua.
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    Hiroki sintió como su cuerpo perdía peso al mismo tiempo que la tibia agua inundar todas las partes de su cuerpo, entonces abrió los ojos, encontrándose con los ojos azules de Nowaki y una sonrisa en su rostro, su cabello azabache revuelto y moviéndose en el agua. Suspiró y enseguida llevó sus manos a su boca…

    -hum…¿cómo?- preguntó sorprendido…¡podía hablar en al agua, era tan irreal!, escuchó una pequeña risita proveniente del príncipe.

    -te dije que podrías respirar aquí…todo está bien- exclamó Nowaki. Hiroki frunció un poco el ceño y destapó su boca, dándose cuenta que efectivamente podía respirar ahora bajo el agua – ven, no hay tiempo que perder, te contaré algunas cosas mientras te muestro mi reino, ¡¿te parece Hiro-san?!- le preguntó con una sonrisa, mientras apretaba mas el agarre de su mano, Hiroki apenas se acababa de enterar que aún no lo había soltado.

    -ok…-aceptó aun sin creerse mucho lo que pasaba

    -pero antes…haré un pequeño cambio en ti, así me podrás seguir el ritmo…-exclamó guiñándole un ojo, Hiroki se sonrojó y levantó una ceja confuso…¡¿un cambio?!

    -¿a qué te refie…?- no terminó de hablar, cuando observó cómo su cuerpo empezaba a brillar. Su mirada avellana observó como Nowaki tenía extendida su mano hacía él…Hiroki sintió un extraño calor envolviendo su piernas…su ropa empezaba a desvanecerse y finalmente no sintió las piernas…Hiroki no se asustó ni tan poco se puso nervioso…no era de ese tipo de personas…más bien estaba curioso y ocupado en percibir todo lo que sentía…con sorpresa pudo darse cuenta el cambio que sufría…sus piernas ahora parecían estar unidas…¡ Nowaki le había hecho una aleta! ¡Lo había convertido en un tritón como él!...con curiosidad intentó mover su nueva parte de su cuerpo deleitándose con los colores dorados, amarillos y cafés que esta tenía.

    -es tan…extraño- mencionaba el castaño con una rara mueca, sin embargo no había terminado todo, Hiroki percibió que también su camisa se estaba desvaneciendo y con un sonrojó regresó a ver inquisidor a Nowaki , mientras intentaba cubrirse su pecho, ganándose una sonrisa de Nowaki. Muy pronto otra prenda muy diferente a la que tenía empezó a cubrir su torso. Hiroki se permitió observar y sentir como unas suaves telas envolvían su pecho hasta formar algo parecido a un chaleco de colores diversos ceñido a su cuerpo, que apenas cubrían su pecho y parte de su estómago.

    -te vez muy bien, ¿te gusta?- preguntó Nowaki al castaño.

    -es... asombroso- contestó aun sorprendido admirándose, sin reparar mucho en el cumplido.

    -me alegra que te haya gustado…ahora si… ¿continuamos?- exclamó extendiéndole un mano. Hiroki asintió y le dio la mano al menor quien tiró de allí arrastrándolo hasta lo más profundo del agua. Nadaron en silencio hacia abajo, sumergiéndose cada vez más…sintiendo extrañamente el agua más tibia en el fondo…Hiroki trataba de no perderse de nada en el “recorrido” y emocionado trataba de no parpadear demasiado…bastaron unos cuantos segundos más para que pudieran divisar algo…Los ojos avellana se abrieron con deleite al observar como llegaban al fondo y unos largos postes turquesas parecidos a faroles alumbraban todo el lugar, las plantas acuáticas se movían suavemente con las ondas del agua…y los peces nadaban en cardúmenes tranquilos acariciando las algas de colores. Muy pronto se empezaron a divisar pequeñas construcciones que parecían hechos de corales y otras herramientas marinas…Hiroki se pudo dar cuenta que eran ¡casitas! Las estructuras eran diversas y muy coloridas, aunque abundaban mucho los colores celestes, plateados y transparentes…

    Nowaki, que conocía muy bien el lugar, lo arrastró cruzando varios camino…Hiroki seguía con la boca abierta…¡eso realmente era un ciudad!...¡una ciudad bajo el agua!…hasta entonces les vio. El castaño observó claramente sorprendido…como “los habitantes del lugar” algo tímidos y con extrañas sonrisas se acercaban a ellos, salían de su casitas y curiosos lo escudriñaban con la mirada, algunos reverenciaban levemente…suponía a Nowaki…que era el príncipe del lugar…¡eran sirenas y tritones!. Hiroki se permitió curiosear un poco más en ellos: las mujeres, es decir, la sirenas tenían su típica cola o aleta…solo que era un poco más delgada que la de los tritones…y algunas estaban adornadas con conchitas o perlas, su torso estaba cubierto con cintas que cubrían sus pechos o bien todo su torso. Los tritones solo portaban su fuerte aleta y tenían su pecho totalmente descubierto. Hiroki miró con asombro también una tercera “clase” de “tritones”…estos eran “varones” en definitivo, pero con facciones más delicadas y líneas más suaves…su aleta no era tan delgada como el de las sirenas, pero tampoco tan grande ni fuerte como la de los tritones…y en vez de lucir su pecho desnudo…finas cintas formaban una especie de saquito que cubría su pecho. Hiroki se miró a sí mismo, era como el suyo. Volteó a ver a Nowaki quien contestó a su pregunta muda.

    -son tritones donceles…- explicó con una sonrisa Nowaki. Hiroki se asombró por eso…hooo…era por eso de su vestuario- Hiro-san…bienvenido a mi reino…o lo que queda de el- dijo con una sonrisa melancólica- esto es Ayami- exclamó mirando los ojos maravillados del castaño.

    -es hermoso…- exclamó el oji-avellano admirando la “reluciente” ciudad llena de tantas luces y colores…-”si lo contará los chicos realmente no lo creerían”- pensó el oji-verde. Nowaki sonrió entusiasmado al observar la sonrisa y la mirada perdida y fascinada del avellana…era una linda sonrisa…

    -me alegra que te guste…- sonrió el oji-azul- Ayami fue fundada hace algunas siglos ya- empezó Nowaki, Hiroki intuyó que la historia iba a comenzar y trató de poner atención, mientras el menor hablaba…y seguían nadando algo más lento- mis padres fueron los décimos monarcas en encargarse del Ayami, En el séptimo año que llevaban gobernando fue cuando Aikawa llegó aquí y jurando que no interferiríamos en sus “planes” nos lanzó la maldición que te conté- explicó el azabache.

    -¿sus planes?...no entiendo con qué propósito lanzar una maldición tan grande contra ustedes…¿Qué ganaba ella?- preguntó Hiroki interesado.

    -bueno…tú debes saber que esa mujer está loca- exclamó Nowaki con media sonrisa mientras soltaba un suspiro antes de continuar- somos unos de los seres más poderosos usuarios de la magia blanca…la batalla entre magia oscura y magia blanca nunca acabó pare ella, era más “sencillo” sacarnos del “juego” y tenernos como fieles sirvientes y sabiendo nuestra debilidad ser “mitad peces mitad hombres”, no le importó gastar hasta su última reserva de magia para encerrarnos bajo el agua- explicó Nowaki- y cuando lo consiguió, por si fuera poco , la consideraron , entre todo los hechiceros oscuros , la más poderosa-dijo con enojo- ella nunca escatima en magia cuando se trata de sus maldiciones, por eso tiene más magos que “trabajan para ella”, por eso que aunque estuviese a punto de morir por falta de magia…basta solo con dejar de usarla por algunos meses…y después sigue con la tortura ajena y sus desplantes de crueldad…los antepasados cuentan que el mismo Mason, tuvo problemas para hacerla acudir a los “llamados”- comentó con un deje de sorpresa.

    -¿Mason?- preguntó extrañado Hiroki, pues a pesar de estudiar en libros mucho sobre magia, los llamados, y los grandes usuarios de la magia blanca y negra nunca había escuchado ese nombre.

    -Mason es el actual líder de los usuarios de la magia…y es el que se encarga de “obligar” a acudir a los llamados a todos los seres mágicos que habitan en el planeta…cada cierto tiempo todos tenemos que acudir. Mi pueblo hace algunos años que dejó de ir debido al hechizo de Aikawa….pero “todos” tienen como obligación estar allí. Los únicos que no se presentan son los que están con alguna maldición, los magos jóvenes o aprendices y hasta donde yo sé…Kyo Ijuuin…la reencarnación del dios de la guerra, Bishamon, debido al pacto que se tuvo con el dios hace muchos siglos-explicó con una mano en su barbilla Nowaki, Hiroki asintió tratando de retener toda la información que hablaba el oji-azul.

    -Nowaki…yo quisiera preguntarte algo- exclamó algo dudoso por si era correcto el castaño, el menor sonrió.

    -hazlo- aceptó

    -tu dices que eres el príncipe…y el encargado del lugar…¿no deberías ser el rey?...y …¿tu padres?- preguntó algo curioso. Nowaki sonrió un poco antes de responder.

    -bueno…formalmente no puedo ser rey hasta que mis padres ya no estén en condiciones de hacerse cargo del reino al mismo tiempo en que yo me haya casado- exclamó mirando fijamente al castaño que desvió la mirada de la profunda azul- mi padre murió hace algunos años…y mi madre se sigue haciendo cargo de algunas cosas…por eso yo no puedo tomar posesión de Ayami como rey…pero al ser el único “varón” en mi familia tengo la responsabilidad de tomar los cargos hasta entonces- concluyó.

    -haaa.. Ya veo…-

    Nadaron en silencio por algunos minutos más, hasta que el castaño pudo observar como una gran estructura se levantaba ante sus ojos. Hiroki abrió la boca en tal asombro…¡era el castillo!, bien podría parecer hecho de no más que cristales y perlas…y brillante reluciente adornaba al parecer el centro de Ayami.

    -vamos- habló el azabache mientras tiraba de su mano para entrar juntos al castillo. El tritón arrastró al castaño pro varios pasillos y subía unos acristalados escalones hasta pasar por una especie de canal angosto que conducía a… una habitación en forma de cúpula. Hiroki la miró curioso y regresó a ver a Nowaki, pidiendo una respuesta.

    -esto es todo por hoy Hiro-san, el día ha acabado…y seguramente estarás muy cansado- sonrió gentil- no quisiera que te desacostumbraras a tu forma natural…así que…mejor da un gran respiro- dejó su respuesta inconclusa para mejor actuar. Hiroki se limitó a obedecer y observar como el brillo en su cuerpo volvía a envolverlo, pero esta vez también a Nowaki quien mantenía su mano extendida hacia su cuerpos…asombrado contempló como sus piernas volvían a aparecer y con curiosidad acertó que ¡ Nowaki también se había convertido en humano!. Con el “aire” aun en sus pulmones apreció también como el agua de la cúpula iba bajando hasta dejarlo completamente sin agua, entonces abrió la boca exhalando una gran cantidad de aire. Cayó algo laxo y sin fuerza en las piernas al piso.

    -no te preocupes Hiro-san, es la costumbre- sonrió el nuevo Nowaki-humano y abrazándolo por la cintura y la espalda lo ayudó a ponerse de pie.

    -g-gracias- exclamó el castaño algo sonrojado, pues el menor no lo había soltado aun. Sin soltarlo aun del todo, Nowaki tronó sus dedos de la mano e hizo “amueblar” la habitación.

    -espero puedas descansar un poco Hiro-san…mañana nos veremos- exclamó el azabache tomando la mano del castaño. Hiroki pensó que besaría su mano, mas soltó un pequeño gemido de sorpresa cuando se vio jalado por el menor y en muy poco tiempo este le había dado un suave y rápido beso en los labios. Con asombro y sonrojado de nuevo frunció el ceño tapándose su boca escandalizado. Mirando al sonriente azabache que reprimía una risita burlona. Lo último que vio del oji-azul fue como atravesó la pared de la habitación sin ningún esfuerzo y volvía a su forma “normal” para desparecer de ahí.

    “¡maldito!...me robó un beso… ¡¡OTRA VEZ!!” pensaba abochornado el castaño todavía sonrojado

    ***************************************************************

    El sol ya se había metido por las montañas, llevaban exactamente medo día caminando desde que dejaron a Hiroki en Ayami, les costó trabajo a los mayores tratar de tranquilizar a Misaki diciéndole que Hiroki iba estar bien, pues era fuerte e inteligente y no se dejaría “convencer” de nada ni de nadie, hasta que el pequeño había cedido. Keiichi, que ahora iba hasta adelante en el recorrido, pensaba que Misaki se había encariñado de una manera muy especial con el gruñón de Hiroki y que por eso lo veía como una especie de hermano mayor, sonrió por eso. Ahora los 3 chicos se adentraban a un bosque algo extraño, Masamune se quedó quieto por unos segundos afilando su mirada y alertando sus sentidos dándose cuenta que era demasiado silenciosos…ningún insecto se escuchaba…ningún avecilla, ningún ruido. Y ciertamente esas circunstancias….en un bosque desconocido…a mitad de la noche…era algo tenebroso.

    -Keiichi…estate alerta- recomendó en un susurró Masamune, mientras caminaba más despacio, escuchando solamente el crujir de las hojas secas bajo sus pies.

    -si- respondió Keiichi en las mismas condiciones, soportando firme la flecha tensada en su arco. Poco a poco la hierba se iba haciendo más espesa, los arboles más profundos, el silencio más ensordecedor y el aire les empezó a faltar.

    -¡¿Qué rayos…?!- iba a decir Keiichi, pero escuchó sonidos de cómo desenvainaban armas…seguidos de muchas risas. Su actuar fue definitivamente rápido, y en escasos segundos se vieron rodeados de cerca de 30 hombres encapuchados y cubiertos hasta el rostro, todos armados.

    -¡maldita sea!- refunfuñó Keiichi al verse atrapado por uno de esos hombres, lo tenía fuertemente sujetado con su gordo antebrazo apretándole la garganta y su espalda pegada a la barriga del hombre, mientras con la otra mano había inmovilizado las suyas. Su arco había ido a parar muy lejos de él.

    -¡suéltalo!- exigió Masamune mirando las condiciones de Keiichi, él había alcanzado a moverse más rápido, por lo que en ese momento tenía abrazado a su cuerpo a Misaki, protegiéndolo, mientras apuntaba al regordete hombre que sostenía a Keiichi con su espada.

    -no creo que estés en las condiciones de exigir nada, mi estimado amigo- escucharon una voz, los 3 “de Usami” regresaron a ver al portador de esa voz. Encontrándolo parado arriba de la rama de un árbol con manos a la cintura y una sonrisa burlona mirando hacia abajo a los chicos. Misaki, con sus ojos llenos de pánico analizó al… ¿muchacho?...no parecía tan mayor a él…quizás unos 20 años, era muy alto, de chocolates castaños claros…casi rubios…y unos ojos miel…muy expresivos. Misaki se dio cuenta de la sonrisa que lucía…natural y confiada. Vestía muy parecido a ellos, con la diferencia de que “el sujeto” traía un capucha negra abierta muy parecida a la que traían sus amigos y una espada bellísima…que parecía ser tallada de oro puro –no veo correcto que anden vagando por estos rumbos…más si tienes a dos donceles tan hermosos contigo- hizo saber con cierta coquetería el que parecía ser el líder. Ganándose una mirada furiosa de Keiichi y Masamune y una avergonzada de Misaki.

    -¡exijo que nos sueltes…¿Qué es lo que quieres?!, ¡¿Quién eres?!- exclamó Masamune mientras observaba y sentía como los “maleantes” empezaban a escudriñar entre sus ropas despojándoles de armas y todo lo que tenía de valor. Takano no había hecho nada, por el bien de los donceles, no quería que los lastimaran, por lo que solo se limitó a mirar furioso al jovencito -¡responde!- gritó.

    -no me parecías tan tonto como para venir al bosque más peligroso de todo el Norte y no saberlo- exclamó con burla haciendo que Masamune frunciera le ceño muy pronunciadamente- pero en fin…no eres el único. Este bosque es la perdición para quien no sabe el camino correcto…”los termina volviendo locos”- rio de manera extraña y dijo lo último en un susurró, como si se tratara de un secreto, los 3 de Usami lo miraron como si ese ya hubiera perdido el juicio- Estás en el Bosque del Recuerdo. Estos que ves aquí, son mis muy apreciados compañeros- exclamó extendiendo sus brazos y señalando a los hombres- y yo, mi muy estimado amigo, soy Yukina, el ladrón del Bosque del Recuerdo- dijo con su típica sonrisa y con una pose de chulería bajó de un brinco de la rama del árbol.
    .
    .
    .
    Continuará…
  15. .
    Hola hola todos, ¿cómo están?, yo bien, con la noticia de que ya salía de vacaciones¡¡ XD, con la mala noticia de que aún no me puedo ir a mi pueblo ( mi ciudad natal XD) porque estoy enferma para variar de nuevo¡¡¡ T.T, no me deja en paz la mendiga gripa y la tos ( yo y mis alergias u.uU)….ya me duele mi nariz¡¡ T.T, pero en fin, dejo de aburrirlos con mis tragedias y les traigo la conty XD, muchas gracias por leer y comentar…mi les agradece….respondo sus comentarios:

    Melyoan: hola , gracias por comentar, si…a mí también me dio mucha tristeza la historia de Shinobu…ya verás que piensa Miyagi al respecto :P, sobre Haruhiko….no esperarás mucho para conocer su versión de la historia y que es lo que piensa acerca de Keiichi , te dejo con Ritsu y con una parte del hechizo de Ayami….que felicidad que te vaya gustando al historia y espero te guste este cap…besitos de limón…

    romantica_ 1 : hola…gracias por comentar, pues ya vez Aiwaka arruinando vidas sin razón aparente, ya verás como termina ella y como reaccionara Miyagi. Haruhiko tomará una decisión sobre esa carta :P, ya verás también…jajaja yo sabía que no sería difícil saber que se trataba de Nowaki-lindo XD, espero te guste la conty, besos de sandía…

    Mikeio Kamijou: hola, gracias por comentar…me alegra que te haya gustado la historia…jajajaj pronto sabrás la reacción de Haruhiko con respecto a la carta...y lo que hará después. En el cap sabrás un poco sobre su hechizo….sobre la culpable y el peligro que tiene…vaya que me sorprendió tus ideas en cuanto al hechizo XD, y por cierto no he visto ese anime T.T, lo veré pronto XD ahora que tendré tiempo ;P, no te preocupes por el tiempo, que yo sé que siempre lees y esto de la escuela nos quita tiempo importante que debemos dedicar a leer y escribir fics XDD…. Espero te guste la conty, besitos de mandarina…¡¡¡


    Misagi * *






    Capítulo 13: “Debe ser él…el primer encuentro”




    Los rayos de la luna se colaban apenas por la ventana…y en el barandal de ésta, a tan solo unos pasos de su “libertad” ,se encontraba un lindo minino. De pelaje visiblemente suave en un bello color café, de ojitos rasgados y verdes y el típico collar verde asegurado en su cuello, el cual indicaba que era “prisionero” de la odiosa bruja pelirroja…y que si en cualquier momento se le ocurre escapar…no saldría vivo del castillo. Si estuviera en su estado de humano, seguro que habría suspirado fuertemente. El pequeño gato fijo sus ojos en el horizonte oscuro y tranquilo, mientras su colita se movía de un lado a otro acompañando sus pensamientos.

    -“hace tanto que no te veo…”- se permitió pensar bajando sus orejitas, mientras su corazoncito se oprimía de angustia, tristeza, enojo y felicidad por igual…

    //Flash-Back//

    Un atolondrado oji-verde de algunos 17 años bajó con rapidez las escaleras que conectaban de su casa al negocio de su padre, ubicado en la planta baja. Había escuchado mucha bulla a los alrededores y las fuertes pisadas de un ejército entero galopando. Ese día su padre no estaba, había tenido que viajar, pues las nuevas mercancías llegaban al puerto, por lo que a él le tocaba abrir la tienda. ¡Lo malo era que se había quedado dormido y se le había hecho tarde!. Cambiándose como pudo abrió las puertas del negocio y espero a ver qué es lo que hacía tanto ruido. Aunque el indagaba algo…las pisadas de tantos caballos podía significar solo una cosa…era el ejercito del reino que venía quizás de alguna guerra o algún recorrido rutinario…comandado quizás por el rey…o por el príncipe- sus mejillas se enrojecieron de inmediato-. Él nunca había tenido la oportunidad de verle, ¡claro que no!, solo que los donceles y chicas amigos suyos decían que una vez le habían visto y que era tan…¡hermoso! , ¡¿Qué diría su padre si lo descubriera suspirando por un varón, que encima ni conocía?¡...¡peor si fuera el príncipe!...¡qué tan buena relación de comerciante –comprador tenía con la gente de la “corona”!...sería un desperdicio echar todo a perder por las “tonterías” de un crío enamorado….¡¿enamorado?!-se sorprendió Ritsu al encontrar esa insulsa palabra en sus pensamientos...”no, no y No”-

    Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó unas personas entrar al establecimiento, se tensó un poco y solo se permitió mirarlos desde atrás del mostrador, definitivamente eran del ejercito de Marukawa. Eran 3. Dos de ellos algo mayores ya, y un joven. Más los 3 le escudriñaron con la mirada sin ningún tipo de vergüenza, él se sonrojó dando por inercia un pasito hacia atrás.

    -hola ¿cómo estás hermoso?- exclamó el más joven de ellos recargándose en la vitrina y mirando los brillantes y avergonzados ojos verdes del doncel. Los otros dos se rieron, mientras se acercaban más al muchacho. Ritsu de la sorpresa y el miedo no pudo decir nada.

    -hee… ¿pero qué modales tienes preciosura?... ¿acaso no te enseñaron a saludar a un oficial?- preguntó otro de ellos con coquetería-

    -yo…- intentaba el oji-verde sin poder decir nada.

    -¡hey te están preguntando algo cariño, debes responder! ¡Tienes que respetarnos!- exclamó el otro viejo tomando de la mano y jalándolo hacia él. El castaño llenó sus ojitos de lágrimas…realmente estaba asustado y resistiendo a ser “tocado” por esos bárbaros iba a decir algo…pero alguien le ganó sus líneas.

    -no tienes derecho de exigirle respeto…, quítale tus asquerosas manos de encima o te las verás conmigo- escuchó una voz, Ritsu dejó de resistirse cuando escuchó esa voz y como la fuerza con la que estaba siendo jalado desapareció. Primero observó que la mano del “bárbaro” que lo sujeta estaba siendo apretada por otra. Y después su vista se fijó en otro “sujeto” que había aparecido, el no pudo verlo con claridad, pues se encontraba de espaldas.

    -¡alteza!...¡digo capitán!...usted perdone mi atrevimiento…pero el chico se negaba a atendernos- mintió descaradamente mientras Ritsu fruncía el ceño…¡ho no, no se quedaría eso así!.

    -¡mentira!- entró a la plática el menor, ganándose la mirada sorprendida de todos, más del recién llegado. Ritsu lo miró sorprendido…”¿alteza?” “¿capitán?”…volvió a preguntarse mentalmente….¡¡¡era el príncipe!!!. Tratando de no perder los estribos al ver el hermoso rostro varonil del chico de 21 años y ojos de color miel clarito siguió hablando, mientras agachaba su cabeza en una pronunciada reverencia más que por respeto para que no vieran su rojísimo rostro sonrojado- ¡es mentira alteza!, mi señor- exclamó, para subir su rostro todavía un poco sonrojado y apuntando a los 3 hombres que no sabían de donde había sacado esa valentía el muchachito miraron aterrados a su capitán- esos hombres no me preguntaron nada del comercio…¡me estaban coqueteando y querían tocarme! – dijo aún mas avergonzado. El príncipe le miró con admiración al chico, para fruncir el ceño de manera aterradora hacia sus insulsos lagartos que tenía por guardias.

    -ya decía yo de su tardanza por una simple cosa, ya lo haré yo- dictaminó con enojo- ¡largo de aquí o su castigo será peor! – gritó a los 3 hombres, que ni flojos, ni perezosos se fueron corriendo del lugar.

    Ritsu se quedó sorprendido admirando una vez más al hermoso ser que estaba frente a él. Lo había defendido…¡el príncipe!...su cara seguramente seguía muy roja, mientras observaba al muchachito castaño despedir a esos “brutos”…se veía muy sexy enojado…tenía que admitirlo…¡sus mejillas se sonrojaron más!

    -siento mucho el rato incomodo que te hicieron pasar mis hombres, acepta mis disculpas por favor- Ritsu despertó de sus pensamientos al escuchar la voz del príncipe suave, arrepentido con congoja, y con su rostro compungido y admirándolo solo a él…¡solo a él!- soy Masamune Takano, para servirte-

    ¡Claro que sabía quién era!...¡rayos! ¡Ritsu di algo por amor a Kami!, ¡no te quedes como idiota!... se regañaba mentalmente el oji-verde y regalándole la más linda sonrisa que pudo…inclinó un poco la cabeza para presentarse también.

    -Onodera Ritsu, alteza, para servirle- exclamó el muchacho mirando fijamente al muchacho que sonrío divinamente, tuvo que contenerse para no soltar un suspiro, por lo que decidió hablar- disculpe mi falta de atención, por favor, ¿Qué se le ofrece?- preguntó en su papel de comerciante el doncel mientras se distanciaba…muy a su pesar…del príncipe.

    -¡es cierto!- comentó el oji-miel, aun aturdido por la belleza de hermoso doncel- mi padre nos ha mandado para reabastecer las provisiones que serán llevadas al reino de Nara hoy a medía día, como podrás ver…se me hace un poco tarde- explicó el mayor a Ritsu quien asintió con una sonrisa y se limitó a tomar una lista que le ofrecía el mayor - ¿tienes todo, verdad?- preguntó casi preocupado.

    -si no se preocupe alteza, ahora mismo lo buscaré- le regaló un sonrisa. Masamune se la regresó.

    El príncipe no había hecho otra cosa más que observar como el hermoso doncel recorría de un lugar a otro el establecimiento moviendo algunos paquetes, medicamente, botellas de licor, especias y demás cosas que había en la lista. Sus ojos miel admiraban la belleza del chico, que cada que le descubrí mirándolo se sonrojaba y seguía con lo suyo. Sonrió por eso. Se permitió observar las finas ropas que vestía el doncel haciéndolo parecer un lindo muñequito de porcelana: unas cortitos shorts azul marino que apenas llegaban un poco debajo de la mitad del muslo, una camisa rosa claro, un saco largo de ¾ de manga de azul marino también, unas botitas negras...y por ultimo un lindo corbatín del mismo color. A sus ojos era: perfecto. Definitivamente por su cuenta corría que volvería verlo…se dijo convencido y con media sonrisa.

    -alteza, está todo lo que pidió- avisó el muchachito entregándole la lista de vuelta al mayor. Este que apenas se enteraba se apresuró a tomar la nota, pero no solo eso sino que guardó rápidamente la nota para tomar directamente la mano al oji-verde.

    -muchas gracias Ritsu…me gustaría venir a verte muy pronto…y disculpa de nuevo lo sucedido…tengo que retirarme- exclamó el príncipe con una sincera sonrisa. Depositando suavemente un beso en el dorso de su mano…haciendo que el doncel se sonrojara irremediablemente. Y después de que el heredero de Marukawa dejara en sus manos una pequeña bolsita…donde suponía él había dinero…el chico salió del establecimiento. Ritsu no había podido hablar…Ritsu ni quiera se había movido….¡por Kami seguramente Ritsu ni siquiera había respirado!

    Apenas y se enteró cuando unos hombres entraron a llevarse las cosas…y después nada. Seguramente pasaron muchos minutos…hasta que él logró emitir un largo y deseoso suspiro…¡por Kami…que alguien le diga que no se había enamorado por favor! ¡y menos del príncipe!. Llevó sus manos al pecho, tratando de controlar su emocionado corazoncito, hasta que escuchó la puerta abrirse de nuevo. Sus ojos se relajaron ante el evidente “susto-emoción” de que fuera “su alteza”.

    -hola Ritsu…¿estás bien?- cambió la pregunta el recién llegado mientras dejaba unas grandes cajas en el suelo y se acercaba a su lindo doncel.

    -si, papi, estoy bien, solo algo cansado- suspiró algo aliviado el oji-verde – ha habido buenas ventas- exclamó como quien no quiere la cosa.

    -¿ha si?...cuéntame- pidió el padre distraídamente mientras comenzaba arreglar en los estantes las cosas que había traído.

    -surtí una gran lista para provisiones a un viaje a Nara- comentó el doncelito, obteniendo la mirada atenta de su padre- vino el príncipe- dijo muy bajito, tratando de no sonrojarse. Seiji todo emocionado felicitó a su hijo por la prospera venta, pues él sabía bien que la realeza pagaba con monedas de oro… ¡eso era fantástico!...el hombre hablaba y hablaba cosas “sin sentido” según Ritsu…a él solo le quedaron los recuerdos de esos lindos ojos miel mirándolo. Suspiró de nuevo.

    …………………………………………………………………….

    Algunos días después Ritsu se encontraba en el enorme jardín trasero que tenía su casa, específicamente permanecía sentado en un columpio en la rama de un árbol que su padre había mandado a hacer para él cuando era más pequeño. Irónico era que aun siendo “mayor” su pies no tocaban el suelo, por lo que ahora se encontraba columpiando sus piernas. Seiji había visto extraño a su “bebé” desde hace algunos días, se le veía como más pensativo y nervioso…casi podía jurar que esperaba algo. Sin contar los inacabable suspiros. Por su puesto que él le preguntó a su doncelito la razón….pero su hijo simplemente lo negaba con una sonrisa. Esa tarde tenía algunos pendientes que hacer en el reino vecino, por lo que muy a su pesar y preocupado, dejó solo a su niño, no sin antes dejarle una lista de recomendaciones de que se cuidara y entrara a la casa antes de oscurecer.

    Ritsu observaba el amanecer y la preciosa mezcla de colores anaranjados, amarillos y rojos mientras se columpiaba. Sus ojitos brillosos admiraban el paisaje con una sonrisa, entonces lanzó el, quizás, milésimo suspiro del día.

    -…es realmente hermoso…-murmuró Ritsu cautivado por el paisaje.

    -no tanto como tú-

    Ritsu se asustó por la repentina voz, pero se sonrojó al escuchar el mensaje y reconocer a su interlocutor. Bajó rápidamente del columpio solo para cerciorarse que quien le hablaba era…

    -Masamune-san…-murmuró con su carita sonrojada mirando al muchacho que estaba tras la reja que encerraba el patio de su casa. Este le sonrió, mientras hacía amago de acercarse al menor. Ritsu rápidamente fue hasta la cerca y la abrió dejando pasar al chico, por inercia el retrocedió.

    -Masamune-san…digo…alteza…digo, este…creí que no vendría, digo…no es como si le estuviera esperando, claro- hablaba todo nervioso y rápido el menor, haciendo sonreír al príncipe de pura ternura que le causaba el chico que cada que hablaba se ponía cada vez más y más rojo, contuvo una pequeña risa.

    -me alegra mucho verte también- dijo con una media sonrisa, mientras tomaba con sus manos las del doncelito, haciendo que el otro fijara su mirada verde en la suya- de verdad que quería venir desde mucho antes, por mi hubiera venido a penas el siguiente día que te conocí- admitió haciendo sonrojar más al otro- pero mi padre me ha mandado a algunos lugares y me ha tenido ocupado en palacio - hizo un puchero gracioso, que terminó de derretir a Ritsu. Por su parte Masamune no sabía que pasaba con él, ¡maldita sea de cuando a acá anda haciendo pucheros y sonrojándose ante el solo pensamiento de alguien!...-abrió sus ojos sorprendido de el mismo -…”tal vez era él…” sonrió.

    -esto…no debería molestarse…por alguien como yo, Masamune-san, digo alteza- exclamó el niño deshaciéndose del agarre de las manos del príncipe y desviando su sonrojado rostro.

    -dime solo Masamune, te lo pido – exclamó el oji-miel- y no es una molestia venir a verte, de hecho…he venido porque se trata de ti- dijo sin ningún tipo de tapujo, haciendo sonrojar al otro.

    -haa…Masamune-s…Masamune, no me diga eso- dijo totalmente avergonzado el doncel dándole la espalda al chico, quien solo le tomó la mano sonriendo por lo tierno que se veía el otro, y le dio un beso en la mano, tal y como la última vez que le vio. El mayor tiró un poco de la mano del pequeño hasta que hizo que se sentara en su columpió, donde en un cómodo silencio, el mayor lo empujaba muy despacio, y entre algunas platicas, bueno preguntas por parte del príncipe y respuestas por parte de Ritsu, el cielo se oscureció.

    -creo que es hora de que me vaya, Ritsu- mencionó el príncipe- creo que es muy tarde para que estés fuera de tu casa- exclamó el mayor. El castaño asintió sonrojado.

    -si, mi padre llegará muy pronto seguramente- exclamó el menor levantándose de su cómodo asintió, siendo ayudado por la mano del príncipe.

    -ha sido un verdadero placer volver a verte Ritsu, permíteme frecuentarte por favor- pidió muy seguro, El doncel no se lo creía, y desvió su rostro sonrojado. Masamune no había soltado su mano en ningún momento- espero verte muy pronto- exclamó el mayor…Ritsu esperó el acostumbrado beso en su mano…pero le sorprendió mucho que el oji-miel se acercara a su rostro y dejara un suave beso en su mejilla- hasta pronto- escuchó como se despedía y al final como salía a todo galope de allí.

    Ok…Ritsu se había quedado sin respiración, otra vez.

    ….

    Como el príncipe lo prometió le empezó a frecuentar muy seguido, y casualmente cuando su padre no estaba. Ritsu cada vez le tomaba más confianza, platicaba con más soltura con él, a veces paseaban de la mano en un bosque cercano o lo subía a su caballo mientras él le seguía a pie platicándole las cosas aburridas que tenía que hacer en el palacio. Ritsu se reía con Masamune. Ritsu disfrutaba realmente de la compañía de Masamune. Ritsu se había enamorado, muy a su pesar, de Masamune.

    //Fin Flash-Back//

    Un ruido hizo que Ritsu-neko despertara de sus recuerdos, y regresó a ver con gran agilidad felina de qué se trataba. Se relajó al observar a un muy conocido conejito gris, que le miraba con sus ojitos lilas curioso. Muy pronto se vio un resplandor celeste y tanto Ritsu como el conejo tomaron la forma de sus cuerpos “normales”.

    -ha, eres tu Akihiko- suspiró el castaño regresando a ver de nuevo la oscuridad, y la hermoso luna. El ahora hombre peligris se acercó a su amigo y se recargó en el barandal de la ventana tal y como estaba el castaño.

    -supuse que estarías aquí… ¿pasa algo?- preguntó tranquilo regresando a ver al doncel que seguía pensativo y solo negó con la cabeza.

    -solo estaba pensando- dijo algo distraído, los ojos violetas la miraron inquisidores, tratando de saber más, Onodera odiaba eso de Akihiko…pero sonrió- recordaba a Masamune- dijo al fin, encogiéndose de hombros y tratando de esconder un pequeño sonrojo. Akihiko le sonrió…él sabía, más o menos, la historia de esos dos porque Ritsu se lo había contado ya- ya sabes, en que tal vez haya probabilidad de que sea uno de los que acompañan a “tu salvador”- dijo algo divertido. Akihiko sonrió igual.

    -…¿y que pensabas sobre él?- indago más el mayor cambando de tema.

    -pensaba en cómo lo conocí- empezó- aunque ahora también pienso en la posibilidad de que no lo logren. Ya sabes…es inevitable no pensar catástrofes en una situación así- dijo algo compungido el menor. Akihiko solo asintió.

    -seguro que el viene en camino…y seguro que te está buscando- consintió Akihiko. Eran pocas veces las que Ritsu podía ver el lado “tierno” del mayor, y como en esas veces lo agradecía mucho. Akihiko vio unas gotitas mojar el barandal de la ventana, se percató que eran lagrimas del menor que no había levantado aun la cabeza…entonces lo envolvió en sus brazos y acarició las orejitas de neko del castaño, quien se deshacía en lágrimas y temblores. Akihiko sonrió una vez más…ese muchachito se había convertido en un hermano para él…uno que lo necesitaba tanto como él lo necesitaba a él.

    -oie Onodera- intento el mayor para levantarle el ánimo al neko, pero sin deshacerse de su abrazo- ¿le hubieras dicho que si?-

    -que sí que…-murmuró todavía en un puchero sin entender mucho Ritsu.

    -¿si mi primo Masamune te hubiera pedido que te casaras con él?... ¿le hubieras dicho que si?- preguntó en un tono entrometido y pícaro.

    -Akihiko baka¡- gritó rojo, mientras le pegaba un zape al mayor…para después volver a abrazarse a él – sabes la respuesta- murmuró muy bajito. Akihiko sonrió. Ritsu también.

    ********************************************************

    -eres….eres…un tritón- dijo Hiroki con una cara de sorpresa total.

    -así es- respondió tranquilo y con una bella sonrisa el oji-azul- soy Nowaki, el príncipe del reino Ayami- se presentó con una leve reverencia con su cabeza, Hiroki lo miró fascinado aun con el sonrojo en su cara, lo que no veía venir es que el rostro feliz del oji-azul se convirtiera en uno preocupado…-tú eres uno de los que viene a romper el hechizo de Akihiko-san, ¿verdad?, dime, por favor, ¿tú me ayudarás a romper el hechizo de mi reino?- preguntó con mirada triste. Hiroki abrió mucho los ojos… ¿otro hechizo?... ¡heeee!???...

    -¡¿Hechizo dijiste?!- preguntó con exaltación Hiroki

    -si, el hechizo que puso Aikawa en mi pueblo desde hace casi 3 generaciones, ¿eres tú el príncipe del reino Kamijou, verdad?, el genio estratega… ¿Hiroki?- exclamaba el muchacho con emoción y una sonrisa, queriendo acercarse al castaño que seguía tirado en el piso.

    -¡¿cómo…?¡- intentaba Hiroki preguntar por qué le conocía…pero algo lo interrumpió.

    -¡Hiroki!- escuchó la vos de Masamune, tanto el pelinegro como el castaño le regresaron a e ver como venía corriendo -¿Qué pasó?...- pero el recién llegado se quedó sin habla cuando observó la escena. A los pocos segundos llegó también Keiichi acompañado de Misaki quedando igual de sorprendidos que los otros.

    -¿Qué pasa aquí Hiroki?- preguntó el de Sumi- ¿tu…quién eres?- preguntó mirando detenidamente al tritón, que le miraba con una sonrisa amable y sus ojos azules tranquilos. Abrió la boca con mucha sorpresa cuando vio juguetear en el agua la “cola” del tritón.

    -soy Kusama Nowaki, príncipe del reino Ayami- empezó con una pequeña reverencia con su cabeza- es un placer conocerlos en persona…Sumi Keiichi, del reino Sumi - nombró primero mirándolo con una sonrisa- Masamune Takano, de Marukawa- continuó- y Takahashi Misaki, el salvador de Usami- nombró con una gran sonrisa- realmente lo considero un honor- concluyó con alegría. Todos allí contuvieron la respiración por la sorpresa… ¡¿cómo rayos sabía sus nombres?!

    -¿cómo-cómo lo sabes?- tartamudeó Misaki su pregunta.

    -es un mago tritón- respondió Hiroki , poniéndose al fin de pie. Los otros se quedaron sorprendidos por la respuesta. ¡Un mago!

    -pero…se suponía que se habían extintito hace algún tiempo- exclamaba sorprendido Keiichi.

    -eso es lo que Aikawa hizo crear a la humanidad- comenzó Nowaki- como le decía a Hiroki, esta bruja puso un hechizo a Ayami desde hace 3 generaciones…y es este el cual nos inhibe nuestros poderes…y nos obligó a permanecer solo bajo el agua…cuando nuestra naturaleza es poder estar tanto la tierra como en las profundidades del agua-

    -Aikawa otra vez- exclamó con enojo Masamune

    -¿quieres decir que esto es otra prueba?...¿una prueba que marca el mapa?- preguntó Keiichi.

    -así es…y lamento decirlo…pero aquí…alguien más se quedará- dijo con seriedad. Todos lo miraron dolidos…aquí se separaban de nuevo.

    -¿y…tendremos que elegir nosotros…o…tú tienes alguien en mente?- preguntó Masamune imitando la seriedad del tritón- además…¿de qué se trata el hechizo?...porque supongo que esta persona…tendrá que ayudarte ¿no es así?- exclamó Takano, con remarcado tono de protección hacia los donceles.

    -tienes razón Masamune- sonrió gentil Nowaki- y por eso elegiré yo a le persona que necesito- hizo una breve pausa-Hiroki- todos regresaron a ver al oji-avellana algo exaltado y sorprendido mirando al “pervertido” tritón que le había robado un beso. Masamune frunció un poco el ceño- no me malinterpretes Masamune, es solo que he escuchado la gran habilidad que tiene como estratega y su maravillosa inteligencia, y creo que él sería el mejor para ayudarme-terminó sonriendo.

    -no me has respondido la otra pregunta-comento Masamune. Nowaki sonrió antes de responder.

    -Ayami, es un pueblo guerrero, ahora un pueblo reprimido. Que debido al hechizo que impuso Aikawa, además de prohibirnos nuestra libertad en la tierra, quitándonos la habilidad de convertimos en “hombres”, redujo nuestros poderes y nos ha obligado a servirle…un ejemplo es esta “prueba”…pero generalmente “nuestro trabajo” es no dejar pasar a nadie por este sendero…pasar por la fuerza es…imposible- dijo el oji-azul con congoja- no somos una raza asesina- exclamó en un melancólico susurró que dejó a todos sorprendidos, después continuó- En el fondo de la ciudad de Ayami, tenemos la última esperanza de nuestra libertad, es la joya…el corazón que mantiene vivos y poderosos los corazones de nosotros los tritones…Aikawa encerró esa joya en una especie de jaula, protegida por un laberinto, el cual , hasta ahora nadie se ha atrevido a cruzar para deshacer el hechizo- dijo el príncipe de ojos azules.

    -¡¿Por qué?!...si es solo encontrar el camino y liberar la joya- exclamó Keiichi.

    -no es tan sencillo- exclamó con una sonrisa amarga- cada pasillo del laberinto está asegurado con acertijos y pruebas complicadas…y con cada camino tomado de manera incorrecta desaparecerá una porción de mi pueblo. Lo peor es…que solo tenemos 3 intentos…o Ayami desaparecerá-finalizó. Todos los que escuchaban estaban sorprendidos.

    -no puede ser- exclamó Misaki conmovido y asustado por la condena de los tritones.

    -Desde hace 4 años que me he estado haciendo cargo de mi pueblo. ¡Y sufrido con él la maldición que tenemos por culpa de esa bruja!- exclamó con desdén el oji-azul, sorprendiendo a todos- yo, realmente lamento todo lo que pasa en Usami, pero…agradezco mucho que Aikawa haya dado esta oportunidad para poder comunicarnos con otros humanos…y así ayudarnos a salvar mi pueblo- dijo triste- ¿vez Masamune…porque necesito a Hiro-san?- se dirigió al aludido, Hiroki se sonrojó y miró hacia un lado , preocupado y conmovido…todo le causaba un conflicto con el mismo. Pero claro que quería ayudar…maldito el mismo y su debilidad con la injusticia.

    -¿estás consciente de lo que estás diciendo?- exclamó Masamune con su ceño fruncido, mirando al hombre pez- ¿estás diciendo que Hiroki irá , supongo , contigo al lugar del laberinto…y si algo malo pasa …¡morirá?¡- preguntó enojado.

    -yo no dije eso- se defendió Nowaki- recuerda que aún tengo poder, solo que no todo…yo te garantizo la seguridad de Hiro-san…no lo dejaría morir por una causa que pertenece a Ayami- dijo el muchacho serio-ni por ninguna otra- dijo más tranquilo mirando al sorprendido castaño…que no había dicho nada…seguía avergonzado. Pero logró calmar la ira de Masamune- si todo esto sale bien…y podemos salir de nuestro encierro, les aseguro que tendrán al ejercito real de los magos tritones en su batalla contra Aikawa- finalizó el oji-azul con decisión dejando sorprendidos a todos.

    -pero…- Keiichi trataba de decir algo, pero Hiroki le interrumpió.

    -¡basta ya!… han escuchado todo lo que tenían que escuchar…yo estaré bien- dijo Hiroki serio- hare todo lo posible por ayudarlos- aceptó decidió Hiroki, mirando a Nowaki, quien le sonrió en manera de agradecimiento, seguido vio a su equipo- mientras estamos discutiendo inútilmente, estamos perdiendo tiempo que es necesario para la misión, deben irse ya- finalizó. El resto asintió a su pesar.

    -Hiroki…cuídate por favor…- empezó Masamune abrazando al castaño, este aceptó el abrazó y asintió.

    -lo haré…pero por favor cuida también de Misaki y de este baka- pidió con media sonrisa, mirando a Keiichi quien había hecho un puchero gracioso.

    -claro- aceptó con una sonrisa Takano. Después Hiroki se acercó a Misaki y lo abrazó.

    -cuídate mucho Misaki, sé valiente y recuerda que todo va estar bien…- le sonrió- te veré pronto- Misaki le regresó la sonrisa, algo preocupado, pero si el príncipe le había dicho que estaría bien, es porque así era, y reprimiendo sus ganas de llorar lo volvió a abrazar. Por ultimo Hiroki se acercó a Keiichi.

    -más te vale que estés vivo para el final de todo esto idiota- le dijo con media sonrisa- sé que cuidarás bien de Misaki…y cumplirás también tus metas…- le dijo. Keiichi le regresó al misma sonrisa arrogante y sorprendido recibió la espada roja que Bishamon había dado a Hiroki-…te la encargo- le dedicó por ultimo. Keiichi asintió – ya tienen que irse -dijo alejándose al fin de ellos y acercándose hacia donde se encontraba Nowaki.

    -nos veremos pronto- aseguro Masamune, mientras empezaban a retirarse junto con Misaki y Keiichi. Observando como Nowaki había extendido una de sus manos a Hiroki y este la tomó.

    -podrás respirar en al agua…confía en mí- explicó Nowaki con una sonrisa al ver la cara de confusión del castaño. Hiroki al fin entró al agua. Lo último que vieron el resto de los muchachos fue desaparecer en la cristalina agua tanto a Hiroki como al tritón…seguido de un resplandor blanco bajo el agua….
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    Continuará…
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