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| | -no, no- pellizcó la mejilla de Reine, frunciendo sus cejas -no puedes decir que mimarme es una responsabilidad, debes hacerlo si lo sientes, porque no quiero ser una carga sólo por ser tu esposo y que debas cumplirme porque es tu responsabilidad, eso es egoísta- sentenció sin dejar de fruncir el ceño. Suspiró -Mi ducado ya no es independiente, no veo porque debería seguir con acuerdos ajenos al reino, no tiene sentido que una zona del reino tenga acuerdos al sur y el resto al norte, si bien es más trabajo, se debería unificar cuanto antes, aunque sea un proceso que te líe más, sólo piénsalo ¿si no estoy yo? ¿Tendré que tener dos hijos para asignarles a cada uno una responsabilidad? ¿El mayor el reino y el menor el ducado anexo? |
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| | -¿entonces yo soy una responsabilidad?- preguntó, suspiró acomodándose en Reine -pero si lo unió entonces ¿no sería lo más correcto simplemente disolver lo que es el ducado? Bueno, no sé porque papá hizo ese acuerdo, las razones debió decírtelas y quizá es algo que no comprendo pero es que es más trabajo ¿no? Un ducado que no es independiente ya no sirve de nada ¿o si? - hizo una pausa -además, así podría ser una esposa linda y ya |
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| | -aunque sea pequeño es un reino importante por las producciones que tiene y aunque lo compares con esos grandes reinos, la zona de Pacem es muy diferente a donde nosotros vivimos- arrugó su nariz con ese beso -espera...¿tuviste más propuestas? ¿Y porque no te casaste con ellas? Son mujeres después de todo... también ¿qué propuesta te dio papá? Nunca me dijo- preguntaba con evidente curiosidad. |
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| | -yo soy el que debe estar preocupado, eres un rey bastante agraciado, eres inteligente, responsable, tienes los ojos más hermosos del mundo, un cuerpo envidiable...¡yo debo de preocuparme! Es más- lo señaló -¡sigo sorprendido de que no te hubieras casado antes! Es decir, todos querrían desposarte, además tienes un reino hermoso y único para la zona donde se localiza es un paraíso - expresó exaltado -tú no puedes comparar mi nivel de preocupación de que seas alejado de mí por alguien mejor que yo |
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| | Fue sorprendente para Bastian escuchar aquella declaración de parte de Reine. Se dejó acurrucar, pasando su mano por el brazo del pelinegro, acariciándolo -Oye, la única forma de que huyera sería a la fuerza, me quedaré contigo y seré un dolor de cabeza para ti de por vida- respondió para enseguida soltar una suave risa -el algodón también es agradable...por ahora hay suficiente encaje, pero si encuentras más me encantaría- se removió, apoyándose en Reine para besar su nariz -ya no estás preocupado ¿verdad? Eres el único que ve mis piernas de esa manera- sonrió |
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| | Se hizo un silencio que le pareció bastante largo. Se encontró con esa mirada y la retuvo, examinando sus palabras, tratando de entenderlo. Suspiró -No hay ningún otro hombre, sólo tú- se sentó, mirándole -Mi único enamoramiento ha sido por el príncipe dragón, del cuento que me leía mi madre todas las noches, nadie más- confesó -Fueron hechas para ti, para que te gustara...para que me aceptaras y no sintieras repulsión por haberte casado con un hombre, pero te digo la verdad con que me gusta mucho el encaje, es bastante cómodo, adoro esas pijamas- dijo lo último bastante bajo -Así que no te preocupes- sonrió ligeramente. |
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| neko_sayaka_chan_desu
La calidad de tu dibujo no se perdió, se ve bien así que no hay problema 
saludos. |
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| | -bueno...- se incorporó, viendo hacia el armario dónde tenía su ropa -yo sé que es extraño que un hombre use esa clase de prendas, demasiado femeninas, pero no las usaba antes ni las usaría con otros hombres- de acercó inclinándose en Reine quedando su rostro cerca del ajeno, bastante cerca -fueron diseñadas para hacer perder la cordura de un solo hombre- besó su nariz, riendo -mentira- siguió riendo -el encaje es realmente cómodo y me encanta, siempre me ha gustado, si eso implica que mi pervertido esposo me vea las piernas pues ya ni modo, espero que sean de tu agrado- se separó pretendiendo dejar la cama para ir a arreglarse después de su divertido juego |
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| | -¡no!- se apresuró a decir -ay- se quejó con la nalgada en sus redondito trasero -si me das nalgadas quedaré planito de ahí también...- se quejó por la simple idea -pero pudiste ponerme pijama, por eso eres un pervertido- aseguró firmemente, aunque las pijamas que había estado usando no distaban mucho de la ropa interior que estaba usando en esos momentos. |
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| -ahh- cerró sus ojos al sentir el impulso hacia arriba y enseguida como caía con la misma velocidad. Abrió sus ojos al sentir ese beso, estaba en la seguridad de los brazos de su esposo. Rió abriendo sus brazos como si volara -no me atrapaste- le sacó la lengua pero sin ninguna intención de volver a huir. Así jugaba de pequeño y de verdad lo estaba disfrutando. Se movió para caer sobre el cuerpo de Reine y quedarse así en lo que su corazón baja el ritmo de sus latidos.
-oye...yo tenía pantalón ayer antes de cenar ¿no?- preguntó de pronto, moviéndose para ver a Reine pícaramente -...eres un pervertido- acusó divertido. |
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| | -wahh qué alto- dijo divertido con el primer salto de Reine, estirando sus brazos para intentar alcanzar el techo. -wii~-exclamó, dejándose llevar por el momento. apoyó sus manos en Reine, sonriéndole de una forma que claramente denotaba que quería más. De repente tuvo otra idea que para el peliblanco era estupenda. Apartó las manos de Reine y se separó de él lo suficiente en la cama, tomando la manta para hacer una barrera entre ellos. -¡atrápame!- gritó, arrojándole el cobertor para empezar a brincar de un lado a otro, huyendo del mayor con unas risas que seguro se escuchaban a kilómetros. |
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| Dejó que Reine se acercará más, pasando su mano por su cabello. Gruñó ligeramente al escuchar de nuevo como le llamaba. Pero se estaba dando cuenta que nada iba a conseguir si lo seguía negando, mejor lo iba a dejar pasar. -hace mucho que no brinco- abrió sus ojitos pues acababa de tener una gran idea. Separó a su esposo con una sonrisa traviesa -¡vamos a hacerlo!- se removió hasta ponerse de pie en la cama -ven, ven- llamó con expresivos movimientos con sus manos.
Así comenzó a saltar en la cama una y otra vez, queriendo que Reine se uniera a brincar con él. |
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| | Finalmente despertó. Alzó su rostro para encontrarse con Reine, que ya estaba despierto. Movió su mano para llevarla a la mejilla del pelinegro y acariciarla -buenos días- susurró suavemente, aunque quizá ya no era tan temprano como creía. Se removió un poco hasta estar más de frente y besar rápidamente sus labios. -no fuiste a entrenar ¿verdad?- preguntó sin dejar de mirar esos lindos ojos que le encantaban. |
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| | El peliblanco que rápidamente había vuelto a quedar dormido sintió una especie de cosquilleo en su nariz, que hizo que la arrugara y se restregara un poco en el cuerpo de Reine, sentía que le iba a provocar un estornudo. Frunció el ceño en el sueño sabiendo que debía despertar, aunque estaba bastante cómodo y realmente no quería dejar esa comodidad todavía. |
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| | Sintió la fuerza de Reine a pesar de que este estuviera dormitando. Se acomodó y asintió aunque el pelinegro no lo viera. Llevó su mano al cabello de su esposo y comenzó a acariciarlo, pasándolo por las yemas de sus dedos. Era bastante suave. Así cerró sus ojos y dejó que la comodidad y la calidez de Reine ayudaran para seguir descansando por un rato más. |
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