Posts written by Tem-chan

  1. .
    Review de Vera... Esto no, de Tem... Primera parte xd

    Vaaale!! He llegit els extres 1 i 2, i crec que de moment ja es un pas, despres llegire el 4 i ja veure el 3 quan estigui en una millor etapa en la meva vida, jeje

    Dios... En serio, tu quan escrius sobre Vera penses en mi oi? Cada cop em sento mes aludida... Sobre tot en aquest extra jajaja pasa que Vera i jo no estem fetes per a ser protagonistes de la historia d'amor, saps? Preferim mes ser observadores, a mi em sembla molt millor aquest rol que no pas el de prota... Que m'agrada tambe pero no es el meu paper i acaba anant malament... Una noia de decoracio no es bona per a ser protagonista de la historia i aixo ens passa a ambdues, pero esta be, al menys provar-ho va be, pero no amb crios que la cosa acaba malament i mes si son gelosos, vaja putada... Apareixen rabietes per qualsevol pollada i aixo realment es inaguantable, entenc a la Vera xd

    Sobre els nens, o dios! Al final si que es fan el peto jajaja era obvi, Helios no es podria resistir si Viskar volia, eh? La careta de pena funciona molt be, sincerament... Fer peneta es una de les millors tacticas del mon, aixi es mes facil aconseguir el que es vol si es fa be, i Viskar ha atacat!! Ell volia un peto i ho ha aconseguit, pero no es el que s'esperava jajaja molt logic, son humits pero la gracia es una altra, i quan creixin ho entendran, son coses que s'aprenen a valorar amb l'edat, i a vegades costa fins i tot quan s'es gran xd experiencia propia jajaja Aqui Vera i jo ambdues estem flotant de lo tendres que son jejejeje aixi es la vida xd

    I fins aqui la primera part, ultimament estic cumplint,he penjat fics i contis i he llegit i comentat una mica del que debia, no esta mal... L'hospital motiva pel que es veu jajajajaja

    PD: Passa-t'ho per Bolvir!!
  2. .
    Como siempre que escribo un one-shot tienen la letra de la canción original y la traducción en castellano debajo, espero que les guste esta historia tan rara que me ha venido a la cabeza escuchando esta canción, xd



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    El tren de medianoche



    El tren de mitjanit
    de
    Sau



    Sovint em sento atrapat
    Pel meu propi malson
    I tinc ganes de cridar.
    Cada dia en algun lloc
    Surt el tren de mitjanit.
    --------------
    A menudo me siento atrapado
    Por mi propia pesadilla
    Y tengo ganas de gritar
    Cada día en algún lugar
    Sale el tren de medianoche.



    Estaba triste, se sentía solo, hacía tiempo que estaba solo pero intentaba que eso no le afectara. No era fácil y no siempre lo conseguía. A decir verdad no lo había conseguido nunca, pero podía fingir cuando estaba en compañía. Quizás no era la mejor opción, pero por el momento era la más efectiva. No quería que nadie sintiera pena por él o que le trataran de una forma diferente, aunque lo habían hecho hacía un tiempo, sobre todo cuando hacía poco que había pasado ese accidente. Hacía años de eso pero aún no lo superaba. Había pasado de vivir en una familia feliz, junto a sus padres y su gemelo a estar solo en cuestión de segundos. Los segundo que había tardado el alud a llevarse las vidas de su familia. Él se había salvado, pero se había quedado solo, y no sabía si eso era justo. Muchas veces habría preferido morir. Sólo para no sentirse así de solo y con su corazón vacío. No había nada en él, no podía haber amor porque no tenía a nadie cerca; no podía haber esperanza, porque no sabía para que debía tener esperanza; no podía haber alegría, porque estaba sólo. Su vida era simple monotonía, en la que no pasaba nada extraño ni diferente, donde no había nadie ni nada que realmente le importase. Hacía las cosas porque debía hacerlas, pero nada más. Hacía años que simplemente era una cáscara vacía que fingía no serlo cuando estaba con alguien, pero estaba seguro que no podría seguir así.
    —Si te sientes sólo ve a la cima de la montaña a medianoche.
    Shiro se asustó al escuchar esas palabras cuando estaba seguro de que no había nadie más en la calle donde se encontraba. Se giró y miró a su alrededor, quizás mientras él andaba metido en sus pensamientos había llegado alguien y estaba hablando con otras personas. No había nadie. Volvió a revisar y al constatarse de que estaba sólo salió corriendo de allí para llegar a su casa. Se encerró en esta, notando una sensación de alivio en su ser. Un lugar que para ti es seguro da seguridad aunque no sea cierta. Suspiró y se quedó pensando en que lo había imaginado. Con esa idea se puso a preparar la cena, pero de todos modos había unas palabras que no se le iban de la cabeza. Sólo. Montaña. Medianoche.

    Hi ha poetes que s’han perdut
    Pintant “graffities” en les seves parets.
    Molta gent que es troba sola
    Cada dia en algun lloc puja al tren de mitjanit.
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    Hay poetas que se han perdido
    Pintando grafitis en sus paredes
    Mucha gente que se siente sola
    Cada día en algún lugar sube al tren de medianoche



    En otro lugar de allí, en la misma ciudad fría, se encontraba un chico que llevaba una bufanda de color verde tapándole una parte de su rostro, más concretamente la boca. Estaba haciendo unas compras que su madre le había dicho que hiciera. Mientras andaba pensaba en sus cosas, hacía un tiempo que se sentía algo sólo, tenía amigos, tenía familia, su vida estaba bien, hasta podía formar parte del equipo de fútbol sin tener ni idea de ese deporte. Sí, no tenía muchos problemas que se dijera pero hacía un tiempo que se sentía algo sólo, como si a pesar de todo le faltara algo o alguien. Ni él mismo se entendía. Se fijó en una de las paredes de esa pared, tenía un dibujo que siempre le había gustado. Representaba un tren que volaba por el cielo de noche. A veces cuando no hacía tanto frío salía por la noche a la ventana y miraba el cielo imaginando que en ese momento pasaba ese tren hacia una destinación desconocida, o simplemente no iba a ningún lugar y solo daba una vuelta y regresaba a su casa. Le gustaba soñar con esas cosas, pensando en que existían los mundos de maravillas, con otras realidades y con muchas aventuras y cosas nuevas que explorar y aprender. Pero sabía que al ser tan tímido tampoco aprovecharía ese viaje y que en vez de eso se quedaría algo asustado por ese cambio repentino. No tenía espíritu aventurero a decir verdad, y lamentaba eso, porque le gustaba mucho leer historias de aventuras e imaginar que él las vivía. En su imaginación tenía mucho valor y podía hablar con las personas sin ponerse nervioso o tartamudear.
    —Si quieres hacer realidad tu sueño, ve a la cima de la montaña a media noche.
    Escuchó esa voz mientras miraba ese grafiti pintado en la pared. Se sorprendió y miró a ambos lados pero no había nadie, sólo una pareja de abuelos que iban de regreso a su casa. Decidió que también era hora de que él regresara a su casa, así que se puso de camino pensando en las palabras que acababa de escuchar ¿Su sueño? ¿Qué sueño? No había entendido las palabras, y tampoco sabía si tenía que hacerle caso o no.

    Sovint em sento enganyat
    Quan em veig en el mirall
    No en tinc prou amb somiar,
    Necessito desfer-me d’aquest pes
    Que em lliga al cor.
    -----------------------------
    A menudo me siento engañado
    Cuando me veo en el espejo
    No tengo suficiente con soñar
    Necesito deshacerme de este peso
    Que me ata el corazón



    Estaba duchándose antes de la cena, aún pensaba en esas palabras, la verdad era que le sorprendía mucho haber escuchado justamente eso. Era como si alguien leyera su mente y hubiera mencionado lo que necesitaba en esos momentos. Una válvula de escape de esa pesadilla en la que estaba sumergido. Necesitaba dejar de soñar y hacer un cambio pero él no se atrevía y no sabía si eso podría ser posible. Si se esforzaba seguramente sí, pero no había encontrado nada que le impulsara a hacer el cambio. Necesitaba un empujón, uno no cinco, eso podría debilitarle. Pero al menos algo que le ayudara no sería mal recibido. Esas palabras le parecían tontas pero quizás le podían ayudar a hacer el cambio. Tal vez no sería tan mala idea obedecer esas palabras, esa voz… aunque fuera obra de su imaginación, quizás su mente quería decirle algo.
    —Iré a la montaña. No pierdo nada, ¿verdad? —le preguntó a su reflejo en el espejo mientras se empezaba a secar el agua que caía por su cuerpo debido a la ducha.
    Estaba claro que no perdía nada, el día siguiente era sábado, no tenía clases y no tenía nada que hacer, podía simplemente dormir todo el día si le apetecía. Era a medianoche. Aún tenía tiempo para poder comer y prepararse para su “encuentro” en la cima de la montaña. Esperaba que al menos esa voz le acompañara. Esa idea le asustó un poco, estaba empezando a volverse loco. Eso le hacía pensar que la solitud le mataba psicológicamente. Sabía que algo así podría pasar, pero no esperaba tanto. Decidió no pensar más en eso porqué estaba seguro de que si seguía pensando en eso se pondría paranoico o quizás se volvería loco de verdad.

    Hi ha sirenes que estan cantant
    La llegenda d’un vell mariner
    Molta gent que es troba sola
    cada dia en algun lloc
    puja al tren de mitjanit
    ---------------------
    Hay sirenas que están cantando
    La leyenda de un marinero viejo
    Mucha gente que se encuentra sola
    Cada día en algún lugar
    Sube al tren de medianoche.



    Al llegar a casa, se puso a pensar en las palabras que había escuchado, las escribió. Y las releyó un par de veces. Según esas palabras debía ir a medianoche a la cima de la montaña, pero ¿Qué encontraría allí? No había nada claro en todo eso, su sueño ¿pero qué sueño? ¿El de vivir una aventura? ¿El de encontrar algo que le ayudara a no sentirse solo? No sabía cuál era su sueño, en realidad, pero iría allí. No las tenía todas, le daba algo de miedo ir, no sabía que podía encontrar ni tampoco quien le había hablado, si es que alguien lo había hecho. A lo mejor lo había imaginado, e iría allí porque sí. Debía arriesgarse, algo le decía que debía ir, aunque no estuviera seguro. Estaba algo más nervioso de lo habitual y durante la cena su madre se dio cuenta de ello.
    —Ryuu, ¿estás bien? —le preguntó al chico que en esos momentos no llevaba la bufanda.
    —S-sí, solo que esta noche saldré…
    —¿Cómo? —dijo la madre sorprendida por eso— ¿Dónde irás?
    —A ver las e-estrellas.
    —¿No puedes verlas des de la ventana?
    —Pe-pero des de la mo-montaña se verán me-mejor.
    La madre de Kitami miró a su hijo como si no fuera suyo pero no dijo nada más. En verdad estaba extraño. Por otro lado el padre sólo comía sin decir nada. No parecía que se hubiera enterado de algo de la conversación pero de todos modos si había escuchado todo lo que habían dicho.
    —Me parece bien, pero no vuelvas muy tarde —fue lo que dijo ante la mirada incrédula de su esposa.
    —Gra-gracias.

    Si ets llunàtic i estàs espantat
    Si vius als núvols i estàs deprimit
    Si la boira ja t’acompanya’t
    Cada dia en algun lloc pots pujar:
    Al tren de mitjanit
    --------------------
    Si eres lunático y estás asustado
    Si vives en las nubes y estás deprimido
    Si la niebla ya te acompaña
    Cada día en algún lugar puedes subir:
    Al tren de medianoche.



    Dos chicos estaban pensando en sus casas, buscando algo de fuerza y valentía para ir a la cima de la montaña siguiendo una extraña voz que los había hablado de la nada. Realmente estaban inseguros sobre lo que iba a pasar, no se les veía para nada convencidos, pero de todos modos, habían decidido ir, con dudas pero irían. Ninguno de los dos podía esperar encontrar lo que iban a encontrar al seguir esa voz, les esperaba una aventura que no habrían soñado nunca, pero que les marcaría y les haría felices de por vida. Aunque para ello tendrían que hacer un sacrificio, o al menos uno de ellos.
    Mientras tanto una mujer estaba pensando en cómo conseguir su propósito sin que el protector se enterara de lo que estaba haciendo. Realmente estaba infringiendo una norma, pero también estaba haciendo su trabajo. Estaba segura de que nada malo pasaría, y de todos modos, ya no vendría de aquí. Según la profecía de la vidente pronto llegaría el fin del mundo. Dejaría que vivieran felices hasta ese momento, era consciente que la vidente había profetizado este acontecimiento ya que le había ido a preguntar. No le habían respondido a la pregunta sobre las consecuencias pero tampoco le importaba mucho en esos momentos. Ella cumpliría con la profecía. Ayudaría a esos pobres chicos que estaban solos, deprimidos y predestinados a cumplir esa parte de la profecía.
    Las doce de la noche tocaron justo en esos momentos. Y ambos chicos llegaron allí al mismo momento que tocaban las campanas. Al encontrarse allí se sorprendieron, hacía mucho que no se veían y verse ahora les había resultado extraño. Antes de que pudieran hablar escucharon una canción, era una que había salido de moda y que gustaba a ambos. Hablaba de un tren para personas solitarias y otras cosas más. Miraron a los lados y encontraron un tren de vapor negro, brillante y atrayente por su hermosura. La música salía de allí así que se acercaron a este y al ver una puerta abierta se subieron para examinar. Dentro se hizo la luz y se cerró la puerta. Ambos miraron sorprendidos lo que había pasado pero antes de reaccionar cayeron al suelo cuando el tren se movió de repente. Miraron por la ventana y vieron que volaban por el cielo. Se sorprendieron pero no dijeron nada, la verdad es que estaban en shock en esos momentos y no sabían que decir. Poco a poco se acomodaron en los asientos del tren y se quedaron mirando el cielo debajo de ellos. Hubo un nuevo movimiento extraño del tren que les hizo cerrar los ojos del susto y de repente ya no veían el cielo, el tren iba por un desierto de hielo, donde no había nada más que hielo y nieve.
    —¿Dónde estamos? —preguntó Shiro Fubuki mirando sorprendido ese frío paisaje.
    No obtuvo respuesta ya que el otro chico no sabía que decir ante esa gran pregunta. El también buscaba una respuesta en su mente. De repente se escucharon unos ruidos muy fuertes y rítmicos. Miraron a su alrededor pero no vieron nada. Todo eso era muy extraño pero debían admitir que tenía un punto bastante emocionante. De repente dejaron ese lugar de hielo y entraron en otro lugar diferente, ahora cruzaban un río bastante amplio y poco después llegaron a un lugar con vegetación abundante. Tantos cambios les estaban sorprendiendo pero no dejaba de ser intrigante, tenían ganas de llegar al lugar y poder saber donde estaban y que había pasado. Quizás deberían tener miedo en una situación como esa, pero ellos no sentían eso. Kitami tenía la aventura que tanto deseaba, y por su otra parte Shiro no tenía nada que perder si en realidad pensaba que morir era su mejor opción.
    Al final el viaje se acabó y llegaron a su destino, ni más ni menos que el mismísimo Asgard, el mundo de los dioses escandinavos, aunque ellos no lo sabían por el momento. Se bajaron del tren y en ese momento este desapareció, y en su lugar apareció una chica que les miraba con una sonrisa pero con los ojos algo apagados. Esta se dejó caer de rodillas al suelo e intentó recuperar el aliento ya que estaba cansada por el esfuerzo que había hecho en esos momentos. Sabía que eso le iba a costar caro para su salud pero también sabía que su vida no iba a durar mucho más después de incumplir las normas divinas.
    —Yo ya he cumplido, he seguido la profecía, ahora solo queda que vosotros cumpláis —dijo la chica a los asombrados chicos con bufanda que la miraban sin saber que hacer o decir— Pronto será el fin del Midgard, y según una vidente es vuestro deber repoblar el nuevo mundo que vendrá después de este.
    Dichas estás palabras la mujer cayó completamente en el suelo y murió. Había cumplido su papel y había dejado entrar a dos humanos mortales en el mundo de los dioses algo que estaba prohibido. Los únicos que podían viajar de un mundo a otro eran los dioses, por eso el Bifrost, el arcoíris, estaba reservado a los dioses y vigilado por Heimdall. La chica había llevado a los chicos por otro camino pasando por el Reisenheim, el mundo de los gigantes de hielo y tierra, y por el río Ifing hasta llegar al Asgard. Por eso en cuanto Heimdall escuchó lo que había hecho la muchacha había avisado a Odín que la había matado con un hechizo. Heimdall era el dios con el oído más fino de todo el Asgard y podía enterarse de muchas cosas que pasaban lejos de su casa solo escuchando.

    N’he conegut molts com tu i jo
    És bo saber que no estem sols,
    Això és bo.
    No sempre s’està de sort
    No sempre trobaràs el mar darrere el port
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    He conocido muchos como tú y yo
    Es bueno saber que no estás solo,
    Eso es bueno.
    No siempre se está suerte
    No siempre encontrarás el mar detrás del puerto.



    No se lo podía creer, había hecho un viaje por el cielo en un tren muy extraño y de repente una mujer, antes de morir ante sus ojos, les decía que debían de repoblar el mundo que iba a acabar pronto. Miró a Kitami y luego se miró a sí mismo en su pensamiento, de solo pensar que debía de tener algo con ese chico le daba asco. A parte de que él no era doncel, y no parecía que el otro chico lo fuese. Entonces ¿que se suponía que estaba pasando en este lugar? Esa mujer debía de haberse equivocado pero no podía reclamar porqué esta se había muerto. No tenía ni idea de que hacer en estos momentos. No entendía nada de lo que pasaba y para colmo la única persona a su lado era Kitami un compañero de su antiguo equipo de fútbol. Suspiró.
    —Hola humanos —escuchó que decía una voz fría— está prohibido que los humanos entren en el Asgard.
    —Aunque sabemos que no habéis venido voluntariamente —añadió otra voz—. Esa bruja siempre tenía que hacer las cosas a su manera, por eso Odín la ha matado al final.
    Esta segunda voz era bastante más alegre y divertida aunque la muerte de la muchacha no era un tema para hablar alegremente. La miró y su mirada reflejó un poco de compasión antes de volver a mirarlos. Se fue acercando lentamente a ellos y se fijó especialmente en el chico de cabello corto y bufanda verde. Sonrió mientras se acercaba más a él.
    —Debo admitir que no me molesta mucho su tría —dijo acariciando la mejilla del más alto el cual no sabía qué hacer de lo nervioso que estaba— es bastante guapo, tiene buen gusto.
    Shiro miraba la escena algo incrédulo, no entendía nada de lo que pasaba, podía notar que su compañero estaba nervioso y paralizado pero tampoco sabía si debía intervenir o no, esa escena le venía grande. Dejó de mirar a ese par y centró su mirada en el otro chico, el cual no se había movido ni un ápice des de qué había hablado. Lo pudo observar bien aunque su mirada seria le hacía sentir algo incómodo. Tenía el cabello de color crema y tirado hacia arriba, sus ojos eran negros y absorbentes, aunque fríos y serios. Su piel estaba tostada como si hubiese tomado mucho Sol y llevaba una sudadera naranja hermosa que le quedaba muy bien.
    —Sorano, no hemos venido a ligar —dijo con una voz que iba muy acorde con su apariencia, debía admitirlo.
    —Yo creo que en parte sí, ya que la bruja nos los ha traído para nosotros.
    —Odín no está de acuerdo por eso la ha matado.
    —Siempre tan correcto, ¿eh? —le dijo Sorano sonriendo— esa bruja no era ni siquiera una diosa, era una semi-humana.
    —Sabes que nosotros también, así que podríamos tener el mismo final que ella si no cumplimos.
    Esas palabras fueron dichas con un tono de voz que solo denotaba indiferencia hacia esa posibilidad. No parecía preocupado y eso Shiro lo notó, al parecer no le importaba mucho que Odín quisiera matarlos, y eso hizo que sintiera algo de empatía con ese muchacho que al igual que él no temía la muerte. Quizás él tampoco tenía nada que perder y por eso le daba igual. Le estaba entrando curiosidad pero no creía que fuese momento para preguntar cosas como estas.
    —Entonces, ¿este otro chico no te interesa? —le preguntó burlón— que pena...
    No hubo respuesta por parte del desconocido del cual aún no sabían su nombre. Era el único que mantenía su aire de misterio detrás de su comportamiento, palabras y su nombre. Para Shiro ese chico era tan misterioso como interesante. Por otro lado el otro chico le abrumaba un poco con su comportamiento y ese extraño acoso hacia su compañero de equipo el cual aún no sabía cómo reaccionar.
    —¿No habláis? —preguntó de repente el peli-gris recién llegado— es de mala educación no presentarse. Yo me llamo Rebun Sorano, ¿y vosotros?
    Shiro lo miró y dudó un poco en si responder o no, pero no había otra opción posible y al parecer Kitami aún no había recuperado el habla. De todos modos al ser tan tímido seguramente sería mucho pedir que pudiese hablar con ese desconocido de repente. Por eso mismo fue el mismo quien cogió la conversación y los presentó a ambos.
    —Yo me llamo Shiro Fubuki y él es Ryuu Kitami, es muy tímido así que no habla mucho.
    —Interesante —dijo el chico que llevaba orejeras para el frío en la cabeza— me gusta la idea de conseguir que me hables, es como un reto.
    Cierto chico hermoso de cabello gris y mirada triste esperaba saber el nombre de ese desconocido que aún no había dicho nada al respeto a pesar de que había sido su compañero quien había hablado de la educación. Por mucho que esperó fue inútil, ese no dijo nada y solo se apoyó a uno de los árboles, mientras esperaba a ver qué pasaba. Su pose era tan guay que a Shiro le costó despegar sus ojos de este.

    Hi ha julietes buscant Romeus
    Hi ha princeses que busquen dolors.
    Si tens el cor solitari
    Cada dia en algun lloc
    Puja el tren de mitjanit.
    ----------------------------
    Hay Julietas buscando Romeos
    Hay princesas que buscan dolor
    Si tienes el corazón solitario
    Cada día en algún lugar
    Sube en el tren de medianoche



    La aparición de esos desconocidos le había puesto nervioso, no sabía que querían de ellos aunque un chico de cabello gris, cortado recto a la altura del hombro con un ojo tapado por el flequillo y unas orejeras se le acercó invadiendo su espacio vital e insinuó que quería tener algo con él. No sabía cómo reaccionar. Aunque por suerte después de la conversación en la que él no había participado para nada, este se separó de él y se acercó al desconocido que no se había presentado aún.
    —Vamos —dijo el chico misterioso antes de empezar a andar seguido por Sorano que les había hecho señas para que les siguieran.
    Viendo que no tenían más opción que esa les siguieron. No conocían el lugar y no sabían qué hacer, al menos esos chicos parecían interesados en ellos y quizás podrían ayudarlos. Mientras los seguían pensaban en que podían hacer o que pasaría a partir de ahora. Su destino… ¿Qué quería decir eso de repoblar la tierra? ¿Qué se suponía que debían hacer? ¿Tener hijos como conejos? No podía creer que su vida solo tuviese importancia para que tuviera hijos y nada más. Él no era una fábrica de niños andante, ni siquiera se había planteado nunca el tener hijos, y de repente le decían que su misión era tener niño… Eso debía de ser una pesadilla, estaba seguro. ¿Aparte de que serviría tener hijos si no iba a haber otros humanos? ¿Cómo se reproducirían sus hijos? Deseaba que no fuese nada incestuoso, su familia le había enseñado que no era bueno mezclar sangres y la historia con los reyes europeos era el mejor ejemplo sobre eso.
    —¿Qué quiere decir que tenemos que repoblar la tierra? —preguntó Shiro sacando a Kitami de sus pensamientos.
    —Pues eso, que vosotros junto con nosotros tendréis hijos para que así haya sangre humana para poblar la tierra —dijo Sorano acercándose de nuevo— obviamente Ryuu es para mí, así que Shiro te toca seducir a ese amargado que va delante de nosotros.
    El personaje desconocido que ahora llevaba puesta la capucha pareció ignorar esos comentarios del chico de las orejeras. A Kitami no le gustaba ese chico de la capucha, le daba malas vibraciones. Aunque no fuese amigo íntimo de Fubuki le preocupaba que tuviese que lidiar con alguien así. ¿Y si le pegaba o lo trataba mal? La verdad es que su manera de ser daba para pensar sobre estas cosas.
    Después de andar un largo rato y de esa conversación llegaron delante de un castillo hermoso, hecho de oro. Entraron dentro después de una orden silenciosa y al llegaron se encontraron con tres tronos juntos uno al lado de otro. En ellos estaban tres dioses sentados y una diosa estaba detrás de estos de pie. El chico de naranja y Sorano le hicieron una reverencia y los recién llegados a ese país los imitaron para no faltar el respeto a esas personas.
    —Hola humanos —dijo el que estaba en medio— soy Odín, el dios de los dioses, y dominador de las runas mágicas y del conocimiento. Junto con Thor, mi hijo, y Frey, un Vanir, vamos a tratar vuestra estada en Asgard.
    Ambos chicos tragaron saliva pensando que les iban a matar en ese preciso momento pero en vez de eso Odín les ofreció silla en una mesa llena de comida que estaba cerca de allí. Ellos se levantaron y se fueron a sentar para empezar a comer y beber. Cuando el alcohol ya empezaba a sobrar en esa mesa los dioses centraron su atención de nuevo a sus huéspedes.
    —Ahora hablemos, vuestro destino estaba escrito des del inicio, por eso teníais que estar dispuestos a abandonar vuestro mundo por voluntad propia —empezó a decir Odín— el Ragnarok empezara mañana, la bruja que ha venido por vosotros os ha salvado de morir para que podáis repoblar el mundo con vuestros hijos. Era su destino, al igual que el morir después de cumplir su misión. Para que vuestra sangre pase a los nuevos humanos debéis de tener hijos pero ninguno de los dos es doncel así que o hemos preparado a dos donceles para este momento. No importa como os apareéis mientras lo hagáis.
    —Si tenéis problemas para concebir no os preocupéis porque mi hermana Freya es la diosa de la sexualidad y la fertilidad —intervino Frey— solo debéis hacer un sacrificio y ella os ayudará.
    —Vuestros hijos se aparearan con los supervivientes del Ragnarok, pero será vuestra sangre quien les dará la vida, porque los que no sean dignos de esto morirán dejando en la tierra solamente los descendientes directos de vuestros hijos.
    —¿Por qué nosotros? —preguntó Shiro que estaba sorprendido por todo lo que les estaban contando.
    —Como dije sois los escogidos, no preguntéis, solo aceptad vuestro destino como hombres que sois —contesto Thor blandiendo su martillo.
    Shiro ya no dijo nada más y mucho menos Kitami que aún no había dicho nada des de su conversación con sus padres… sus padres… ellos no sabían nada de todo esto y de seguro estarían preocupados. En realidad no importaba mucho si iban a morir al día siguiente… Abrió los ojos sorprendido, no podía ser eso. Él no quería que su familia muriese, quería salvarlos, pero lo veía imposible. ¿Qué hacer? Bajó la cabeza y se quedó callado pensando en lo mejor sería pensar en otras cosas por el momento, distraerse hasta que tuviera tiempo para meterse en sus pensamientos.
    —Os quedaréis en un palacio que hay cerca de allí, viviréis allí hasta que Midgard renazca y podáis ir a vivir allí con vuestros descendientes.
    Después de la cena y acabada la conversación se fueron al palacio guiados por el sirviente de Frey, Skirnir, a quien le habían encomendado la misión de llevarlos allí y vigilarlos. Cuando llegaron les mostró las habitaciones y les dijo que se las repartieran como quisieran pero que era aconsejable que durmieran por parejas para irse conociendo más profundamente. Sorano se lo tomó al pie de la letra arrastró al chico de la bufanda verde hacia una habitación que según él tenía buenas vistas.
    —Aún no has hablado… Pero puedo ver que estás triste —dijo Sorano acercándose a él mirándolo preocupado— ¿Puedo saber por qué?
    —… —Kitami estaba dudoso de si decirlo o no pero decidió coger valor y hacer el paso— Mi fa-fa-familia… mo-morirá-rá ma-maña-na…
    —Entiendo, aunque pensaba que no teníais nada… Lo siento por ti —dijo acariciando su mejilla suavemente— No sé muy bien como consolarte.
    Dicho esto decidió abrazarlo para darle su apoyo, realmente no sabía muy bien que hacer por él. Sorano creía que ambos estaban solos en el mundo pero al parecer no era así, Kitami tenía familia y estaba triste por su próxima muerte. Le gustaría poder hacer algo más para él pero no podían entrar los humanos en el Asgard sin el permiso de los dioses y solo ellos dos lo tenían. Kitami se sorprendió por el abrazo pero no se separó, le reconfortaba aunque no tuviese intenciones de decirlo.

    Si ets llunàtic i estàs espantat
    Si vius als núvols i estàs deprimit
    Si la boira ja t’acompanya’t
    Cada dia en algun lloc pots pujar:
    Al tren de mitjanit
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    Si eres lunático y estás asustado
    Si vives en las nubes y estás deprimido
    Si la niebla ya te acompaña
    Cada día en algún lugar puedes subir:
    Al tren de medianoche.


    En la otra habitación estaba el chico de sudadera naranja tumbado en la cama mientras que Shiro lo observaba de pie en la habitación sin saber qué hacer. Ese serio chico no parecía tener mucho interés en él y en esa habitación, al igual que las demás, solo había una cama. Observó al peli-crema del cual aún no conocía el nombre. Era todo muy extraño, le habían traído aquí para que tuviera hijos con otro hombre que le aseguraban que era doncel aunque parecía más seme que uke.
    —¿Cómo te llamas? —le preguntó rompiendo el silencio aunque solo consiguió que el otro le mirara de reojo antes de volver a su posición inicial— Aunque no tengas interés en mí al menos podríamos ser amigos, ¿no? —preguntó con algo de inocencia.
    —Quiero que tengas clara una cosa, me da igual el destino yo no voy a tener hijos.
    —La verdad es que yo no quiero tener hijos porqué sea una obligación, así que me parece bien, solo quiero que seamos amigos.
    —Me llamo Shuuya Goenji.
    —Hola Goenji, me alegro de conocerte, ¿puedo preguntarte algo? —el otro asintió— solo es curiosidad, pero ¿Por qué no quieres tener hijos?
    —Porque yo soy seme, y no voy a dejar que nadie me dé por culo.
    Shiro comprendió, ya le había parecido entender que ese chico no tenía nada de uke. Le parecía algo extraño que un seme fuese doncel, era poco práctico a decir verdad, y algo paradójico. También divertido pero no quería reírse para no herir los sentimientos del moreno, algo le decía que no estaba conforme con su condición de doncel.
    —Aunque no quieras tener hijos podemos ser amigos y dormir juntos, ¿no? —le preguntó empezando a acercarse a la cama que debían compartir.
    —Sí.
    El peli-gris estaba seguro de que en realidad su nuevo amigo no era tan malo como había parecido al inicio, hasta cierto punto tenía una idea de lo que le pasaba. Había decidido que quería ayudarlo y de paso intentar olvidar la soledad que sentía des de la muerte de sus padres estando lado de esta nueva familia que se le presentaba delante de sus narices en estas extrañas circunstancias. Con algo más de confianza se tumbó en la cama junto al otro chico y al poco rato se acabó durmiendo. Estaba muy cansado de tantas emociones y necesitaba descansar. Su cuerpo se lo pedía y sin más acabó abandonando ese mundo, para irse al mundo onírico.
    Por otra parte Goenji tenía cosas en las que pensar. No estaba de acuerdo con su destino, él siempre había sido seme, pero también doncel. Eran dos cosas opuestas en su manera de pensar. No servía de nada ser doncel si eras seme, y encima su destino era tener hijos para que los humanos pudiesen renacer de su final. La vida era injusta pero ese chico peli-gris que dormía a su lado en esos momentos le parecía muy lindo y tierno. No podía evitar pensar que le gustaría conocerlo más y tener más tiempo con él. Quizás no iban a tener hijos pero sí que podían tener algo entre ellos, con el tiempo.

    Si ets llunàtic i estàs espantat
    Si vius als núvols i estàs deprimit
    Si la boira ja t’acompanya’t
    Cada dia en algun lloc pots pujar:
    Al tren de mitjanit
    --------------------------------
    Si eres lunático y estás asustado
    Si vives en las nubes y estás deprimido
    Si la niebla ya te acompaña
    Cada día en algún lugar puedes subir:
    Al tren de medianoche.



    Pasaron los años y ambas parejas iban bien a su ritmo, cada cual a su manera. Los dioses se desesperaban porque habían pasado cinco años y no había nacido ningún hijo pero des de hacía pocos meses había llegado el rumor de que Sorano estaba embarazado. Eso les había alegrado. Después del Ragnarok el número de seres humanos había disminuido y temían que si no tenían hijos pronto estos se extinguirían y no quedaría nadie para adorarlos. La mayoría de los dioses habían muerto también, y solo estaban con vida, Balder, Hoder, Magni, Modi, Vidar y Vali. Y después algunos humanos. Es decir el mundo estaba muy deshabitado pero el mal también había muerto, Loki, la serpiente del Midgard, Fenrir, solo quedaba el dragón Nídhogur para devorar a los muertos. Pero ahora ya todo empezaba a seguir su cauce porque estaba por nacer el primer hijo de las parejas elegidas.
    Había sido muy difícil porque no se conocían de nada, habían tenido que conocerse y eso llevaba su tiempo, también habían tenido que aceptar sus sentimientos y dar el paso hacia la relación estable y el amor. No todo era fácil, Goenji se negaba a tener una relación con Shiro aunque habían tenido sexo varias veces con Shuuya como seme. No se negaba porque no amara al peli-gris. Este se había hecho amar pero no quería que al establecer una relación los dioses supervivientes le obligaran a tener hijos. No quería quedar embarazado de ninguna de las maneras, pero al final no le quedó más remedio que comprometerse ya que se había dado cuenta de que no podía seguir huyendo de sus sentimientos y deseos. De todos modos le había costado aceptar su destino y solo hacía un par de semanas que había permitido que Shiro pusiera su semilla en su interior para poder procrear. No podía decir que no era placentero hacer de uke pero su orgullo quedaba manchado al ser él quien tuviera que concebir y parir.
    Por otro lado la otra pareja no tenía esos problemas pero la timidez de Kitami hacía difícil cualquier intento de seducción o de romanticismo. Sorano no se había rendido y había conseguido su propósito, al final Kitami se le había declarado y le había dejado embarazado. Algo que había sorprendido mucho al chico de orejeras era ese cambio que hacía Kitami cuando se trataba de hacer el amor, porqué en esos momentos dejaba su timidez de lado y se volvía todo un seme dominante. A Sorano le fascinaba y encantaba ese cambio de su esposo y no podía evitar seducirlo para ver su reacción. Y ahora ya podía dar la noticia de que estaba embarazado de 5 meses.
    Al parecer ambas parejas cumplían y eso hacía pensar que la especie humana se podía salvar de ese Ragnarok en el que se había purificado el mundo en general, dejando solo a los elegidos para empezar una nueva y mejor era para todos.
    FIN

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    Muchas gracias por leer y espero les haya gustado y me comenten!!

    Hasta pronto :D

    Edited by Tem-chan - 2/8/2017, 19:14
  3. .
    Holaaaa! Años de ausencia… vale no, no son años pero si unos cuantos meses, pero bueno, ya os informo de que finalmente he acabado la carrera, así que la universidad ya no será una excusa para no escribir. Soy una graduada ya, xd pero como también he estado de excavaciones no he podido colgar lo que he escrito hasta el momento. Pero al fin hay continuación, ¡¡¡bravo!!! Perdón por la tardanza
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    Capítulo 17
    El peli-crema había conseguido que su padre aceptara, incluso ese hombre serio y algo amargado des de la muerte de su esposa era incapaz de dejar solo a un niño de 14 años que ha sufrido un golpe y está herido. Al fin y al cabo era doctor. Después de quedar de acuerdo con eso habían hecho el traslado de las cosas del peli-plateado hacia su casa y este se había establecido en un futón situado en el suelo de la habitación de Shuuya. Bueno, eso era un decir, porque al final Goenji le había convencido de que él era el invitado y que por tanto dormiría en la cama. No podía dejar que su amado Shiro estuviera durmiendo en un futón estando lesionado. Le había costado pero después de unos cuantos argumentos por parte de su novio había acabado aceptando aunque se sentía mal. Primero le invadía la casa y después le hacía dormir en el suelo, no precisamente su ideal de buen novio hacerle eso a su pareja, pero Goenji no le había dejado reclamar. Se tumbó en la cama y se tapó mientras pensaba en todo eso.
    —¿En serio está bien que duerma en tu cama? —preguntó preocupado sintiendo la olor que desprendían esas sábanas, era un olor que le reconfortaba.
    —Sí —respondió su novio— está bien así.
    De nuevo conseguía la misma respuesta. Intentaba creerla porque confiaba en su novio, pero él no creía todas esas atenciones. Le gustaban, sí, pero una cosa es que te gusten y otra que creas que las mereces. Si Goenji decía que él lo merecía quizás podía creerlo pero más adelante. En esos momentos seguía pensando y dándole muchas vueltas al tema.
    —¿Y porque no duermes conmigo en la cama? —le preguntó directamente aunque le avergonzaba un poco el tema.
    —Por dos motivos, uno no quiero hacerte daño mientras dormimos, y dos no creo poder resistirme a dormir contigo sin tocarte.
    —Pero ya hemos dormido juntos otras veces…
    —Y no habías recibido un balonazo ni te habías quedado inconsciente en medio del campo, ni te habías roto un brazo.
    —Pero yo quiero que duermas conmigo —le dijo decidido— me dormiré más tranquilo si me abrazas.
    Goenji lo escuchó, la idea era atractiva ¿Como no serlo, si un hermoso peli-plata de ojos verdosos le estaba invitando a compartir cama? Pero estaba preocupado en esos momentos y no sabía si aceptar. Miró a su novio que lo miraba desde la cama con mirada suplicante y al final decidió aceptar la idea. Se levantó de su futón y se acercó a la cama. Shiro le sonrió un poco y se apartó un poco para que su novio pudiese tumbarse junto a él y abrazarlo con cuidado de no hacerle daño en el brazo herido. No las tenía todas pero no había podido resistirse.

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    Se estaba haciendo tarde en casa de Hijikata, de nuevo Kageto había ido a su casa a comer y a pasar tiempo con los niños que ya lo consideraban parte de la familia. Debía admitir que últimamente pasaba más tiempo de casa de Hijikata que en la suya o en el campo de fútbol de la Ribera, y ni siquiera sabía por qué. Después de la conversación con Sein tenía la idea de que le gustaba el hermano mayor de la familia, que se ocupaba de todo en la casa, que era sobreprotector y que jugaba bien de defensa. Pero le costaba creer que le gustara un chico. No estaba en contra de esas cosas, pero hasta el momento no había pensado que él fuese a enamorarse de un chico.
    —Es tarde —le dijo Raiden sacándolo de esos pensamientos— Ha oscurecido.
    —Es verdad, me iré a mi casa.
    —Te acompaño.
    —No es necesario.
    —Pero quiero hacerlo, no me molesta nada y así hablamos más —respondió este enérgicamente.
    Al final se encogió de hombros y empezó a salir por la puerta. Los pequeños ya estaban durmiendo a esa hora así que no había necesidad de despedirse de ellos. El más alto le siguió y empezó a andar a su lado. No había tema de conversación y Kageto empezaba a preguntarse cuál era el sentido de que lo acompañaran para hablar si después se quedaba callado. Lo miró de reojo pero tampoco dijo nada y solo esperó hasta que el otro habló.
    —Has estado muy pensativo hoy —empezó a decir Hijikata— me preguntó si no te estás quedando demasiado en nuestra casa y por eso te han dicho algo en la tuya.
    —No me han dicho nada, solo he estado pensando en algo que me dijo Sein.
    —¿Y qué te dijo? —le preguntó interesado.
    —Me preguntó si tú me gustas y estoy pensando en si puede gustarme un chico.
    —¿Qué piensas sobre eso?
    —¿Y tú? —le devolvió la pregunta— ¿Te parece agradable que quizás otro chico piense en ti de otra forma que no sea solo amigos?
    —Si fueses tú quizás lo pensaría. No veo que podría tener de malo.
    —Ya veo, ¿Entonces te parecería bien si me enamorase de ti?
    —Dependería de si yo me enamoro de ti, no me gustaría hacerte daño.
    —Entiendo.
    Después de esto ambos se quedaron callados sin saber que decir, y así llegaron a la casa de Shadow, la verdad era que el más alto no lo había acompañado nunca y que no sabía donde vivía. Pero al parecer no vivía demasiado lejos del Campo de la Ribera, por eso pasaba tanto tiempo allí.
    —Nos vemos otro día.
    —Sí. Buenas noches.
    —Igualmente.

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    El día anterior su madre le había tenido muy ocupado. Tanto que no había tenido tiempo ni de mirar su móvil en todo el día, y por la noche sólo se había quedado dormido. Esa mañana había intentando mirar el móvil pero este estaba apagado por culpa de la falta de batería, lo puso a cargar y se fue a la escuela, tuvo entrenamiento y regresó tarde a casa. Al llegar miró si tenía mensajes y vio una llamada perdida de Kame. Se sorprendió. Pensaba que no le quería ver después de la escena que le había montado su madre.
    —Salgo un momento.
    —Es la hora de la cena.
    —Comeré fuera —dijo antes de ir hacia la puerta— hasta mañana.
    Dicho esto el chico guepardo salió corriendo de su casa a gran velocidad hasta llegar a la casa de su ¿novio? No tenía claro que eran pero él no iba a dejar que ese camaleón se escapara de él tan fácilmente. Al llegar a la casa de Kame llamó al timbre. El chico de cabello verde fue a abrir la puerta y al encontrar al castaño se lo quedó mirando unos momentos sin saber cómo reaccionar. Pensaba que no volvería a verle. No dijo ni hizo nada durante unos momentos y el guepardo aprovechó ese momento para hablar.
    —Perdona —se disculpó antes que nada— por todo, por lo que te dijo mi madre y por no haber respondido a tu llamada ayer.
    El orgulloso guepardo en esos momentos se estaba rebajando. Debía admitir que tampoco había mostrado mucho orgullo esos días ya que el amor le había calmado pero lo que no se esperaba era que acabaría disculpándose de ese modo ante alguien. Si le hubieran dicho antes que el amor le cambiaría tanto se habría reído de esa persona, pero no le gustaba la situación que vivían en ese momento y si la culpa era de su familia, debía hacer algo.
    —Mi madre, es un poco extraña y está algo loca… cree que somos animales y odia cualquier animal que no sea un felino… —le explicó mirándole a los ojos— pero yo te amo y lo que diga ella me da igual, yo quiero estar contigo sea como sea.
    Kame se quedó sorprendido al escuchar esas palabras, que la madre de Chiita era rara lo había notado cuando había empezado a hablar sobre animales, pero no se esperaba esa disculpa ni esa declaración. Se sonrojó en cuanto se dio cuenta de lo que había dicho el castaño y sonrió. La madre del guepardo le había herido pero había valido la pena, gracias a ella había podido vivir este dulce momento con su amado. Se acercó a este y le dio un beso en los labios mientras rodeaba su cuello con sus brazos.
    —Yo también quiero estar contigo —después de eso le miró un poco lascivamente— ¿quieres entrar? Mis padres aún no han vuelto.
    Chiita aceptó la invitación y ambos entraron para poder pasar un momento íntimo que ambos deseaban des de hacía tiempo. Y qué momento para ello que una reconciliación. Kame lo invitó a la bañera ya que él estaba a punto de entrar de entrar en ella justo cuando el castaño había llegado. La idea de bañarse con su guepardo le parecía más atractiva que hacerlo solo y este había aceptado sin rechistar. Ambos se habían quitado la ropa, y ahora estaban juntos dentro del baño sin ropa mirándose fijamente admirando el cuerpo del otro. Era la primera vez que se veían completamente desnudos y no querían perderse ningún detalle.
    —Tienes un cuerpo hermoso —dijo el guepardo acercándose a Kame.
    —Tú también estás muy bueno.
    Se besaron mientras se abrazaban y poco a poco el ambiente se fue calentando por esos besos y caricias que se daban. Las manos del guepardo habían pasado por parte del cuerpo de Kame, su espalda y su trasero, aunque también había aprovechado para acariciar sus piernas. El camaleón por su parte había ido acariciando su ancha espalda y cuando se habían separado un poco había aprovechado para meter su mano entre ambos y acariciar su pecho.
    —Vamos dentro del agua.
    Chiita lo cogió de la mano y se metió en la bañera, se sentó en esta e hizo una seña para que su camaleón se sentara encima de él. Este lo hizo y volvió a besarlo, le gustaban los labios de su amado guepardo y hacía unos días que no habían pasado tiempo juntos, tan siquiera. Suizenji cogió un poco de jabón y lo aprovechó como lubricante para empezar a dilatar al camaleón. Sus dedos entraron en este y empezaron a moverse lentamente para que el peli-verde se acostumbrara a la invasión. Para distraerlo iba haciendo que sus miembros se rozaran y que sintiera placer en esa parte. La verdad era que él también se sentía bien haciendo estos movimientos, y cada vez estaba más duro y preparado para penetrarlo.
    —Hmmm… Ahhh… Suizenji… aahhh… —gemía su camaleón ante sus movimientos.
    —¿Se siente bien? —preguntó este con voz ronca por la excitación.
    —Sí… hmm…
    —Yo también… me siento bien —mientras hablaba iba fijándose en esos botoncitos rosados que había en ese hermoso pecho y que cada vez le parecían más apetecibles.
    Puso una de sus manos en su espalda y lo acercó a él de manera que su pecho quedó cerca de sus labios y lo aprovechó para poder lamerlos y jugar con ellos consiguiendo que su novio gimiese más fuerte. Eso fue una buena distracción ya que Kame no se dio cuenta de que ya tenía tres dedos en su interior. Poco a poco se fue dilatando más hasta que Chiita pensó que ya estaba preparado del todo, quitó sus dedos y escuchó un suspiro por parte de su novio que le pareció muy adorable.
    —Me toca a mí ahora —le dijo levantando un poco su cuerpo para poder coger su miembro y encararlo hacia la entrada del peli-verde— si te duele avísame —dicho esto empezó a entrar esperando alguna queja.
    —Hmm… —fue toda la respuesta que obtuvo el guepardo cuando empezó a entrar— Aaah… —Kame dio un pequeño grito cuando él mismo se autopenetró más rápido con el miembro de su novio haciendo que este entrara de golpe en su interior— solo duele un poco.
    Chiita no sabía que decir en esos momentos, Kame lo había hecho a su manera y había dicho que no dolía mucho. No sabía si debía responder o no a eso. Al final pensó que tampoco debía pensar tanto y solo se le acercó y le dio un beso en sus labios. Se besaron un poco hasta que Kame empezó a moverse arriba y abajo lentamente. El guepardo gimió un poco por eso, las sensaciones eran increíbles, se sentía muy cálido y apretado pero eso hacía que se sintiera genial. Llevó sus manos al trasero de su novio y le ayudó a moverse para que no tuviera que hacerlo él solo. Entre besos y gemidos fueron aumentando las embestidas hasta que ambos se corrieron.
    —Fue genial —dijo el camaleón mirando a su novio con una sonrisa— quiero más.
    —Si eso quieres, eso tendrás —le dijo el otro empezando ya con una segunda y más tarde una tercera ronda antes de irse a dormir directamente por el cansancio.

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    Al día siguiente, estábamos a Martes, todos menos un camaleón y un guepardo fueron a clases. Un chico peli-azul se veía muy contento esos días, y durante los entrenamientos sin darse cuenta había dejado de contenerse cuando jugaban. Sus compañeros de equipo alucinaban con ese cambio, aunque a pesar de todo Toramaru no mostraba todo su potencial. Había hecho buenos regates y hasta había metido un par de goles durante ese entrenamiento pero él podía hacer más que todo eso. Des de lejos un chico de cabello lila observaba ese entrenamiento bastante interesado en cómo se desenvolvía ese chico. Lo había estado observando des de que lo había conocido y realmente le daban ganas de entrenar con ellos cuando lo veía, pero sabía que aún no estaba al nivel necesario y debía entrenar. Con esos pensamientos miró la hora y cuando llegó el momento de ir a entrenar por su parte se fue a casa después de dar una última mirada al peli-azul.
    —Debo entrenar más si quiero estar a su nivel.
    Era un chico orgulloso, y aunque había notado que ese chico era muy lindo y que le gustaba pasar tiempo con él, estaba decidido a no decir nada sobre sus sentimientos hasta que estuviera al nivel de Toramaru, entonces se declararía, ya que sus sentimientos eran más que un deseo de amistad. No sabía que sentía el peli-azul por él, pero en cuanto estuviera a su nivel se iba a lanzar y le diría las cosas claras para que este lo pudiese tener en cuenta. Por el momento recordaba que tenía una cita con el chico para ir juntos a la feria de comida que se haría pronto. En un mes llegaría el día de la feria habían quedado ambos para ir allí y hacer alguna escapada para ir a entrenar, tenía la impresión de que se iba a divertir.

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    Habían acabado las prácticas de fútbol y era hora de irse a casa. En los vestuarios estaban todos cambiándose para irse a sus casas. Cada cual estaba con sus cosas, charlando y comentando cosas del entrenamiento. Solo uno estaba en su mundo en esos momentos, su mirada no se despegaba de un castaño, el cual poco a poco iba quitándose la ropa sin darse cuenta de que estaba siendo observado por otra persona. Sus pensamientos eran diferentes a los que uno podría pensar teniendo en cuenta la situación y su pequeño sonrojo cuando este se quitó los pantalones. Aunque admitía que el cuerpo del chico no estaba mal no era eso lo que le tenía preocupado. Sus pensamientos estaban dirigidos sobre otro tema, le preocupaba tener que escoger entre el sí o el no y equivocarse. La segunda cita había ido bien y todo parecía ir mejor que con su ex-novio, con Handa sentía cosas que antes no había sentido. Era raro, porque él creía que había estado verdaderamente enamorado… y lo estaba, él había amado a su ex-pareja pero ahora amaba a Handa de otro modo diferente. Algo le decía que el amor no era siempre igual y que dependía de las personas. La verdad era que se lo había pasado muy bien entrenando con Handa ese fin de semana anterior.

    Flashback
    Habían quedado en un parque algo alejado de donde iban normalmente, Handa lo había propuesto para que no les molestaran los chicos en su cita y él había aceptado. Le gustaba pasar tiempo con el castaño aunque a veces se le hacía extraño. Habían llevado el balón y se habían puesto a pensar en cuáles eran las habilidades de cada uno de ellos. Lo suyo sería tener una táctica defensiva, así que habían estado pensando y haciendo pruebas con el balón. En una de estas no se habían combinado bien y Handa se había tropezado con el balón cayendo de culo al suelo. Eso había hecho que Matsuno empezara a reír como loco.
    —No le veo la gracia —dijo el castaño un poco ofendido por esas risas.
    —L-lo… si… —por su parte Matsuno no podía parar de reír y aunque quería disculparse se le hacía difícil— e… n… to…
    —No he entendido que has dicho… Si dejas de reír quizás lo haría.
    El chico del gorrito intentaba dejar de reír pero la indignación de Handa le hacía reír más. El castaño se levantó del suelo y se acercó a este, le iba a decir que parara pero era la primera vez que lo veía reír y al final solo se había quedado mirándolo embobado. Se veía muy lindo cuando reía. Sonrió un poco y acabó por acercarse a él y cogerle su rostro con sus manos, cosa que asustó al peli-naranja quien dejó de reír de inmediato. Pensaba que había hecho enfadar al castaño pero solo vio una pequeña sonrisa antes de sentir un beso en sus labios. Un beso muy corto y tierno. Handa se separó de él algo sonrojado y le miró.
    —Lo siento, te veías tan lindo riendo que no he podido evitarlo.
    —E-está… bi-bi-bien —tartamudeó el peli-naranja mirando hacia el suelo sonrojado sin saber que decir.
    Fin Flashback

    Al recordar ese beso se sonrojó más y apartó la mirada del castaño intentando dejar sus pensamientos de lado mientras se metía en la ducha. Ese beso le había pillado desprevenido, aunque tampoco se había separado así que le había dado su consentimiento. Eso le ponía nervioso, pero por algún motivo había esperado otro beso durante ese día de entrenamiento. Eso era lo que le había dado a entender que estaba enamorándose de Handa y que quería que todo fuese bien con él para poder avanzar más adelante.

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    Sakuma estaba mirando a Kido, antes lo hacía más a menudo, pero últimamente se había dado cuenta de que ya no le prestaba tanta atención. Le seguía atrayendo hasta cierto punto, pero era diferente, ahora tenía algo que le distorsionaba esos pensamientos. Un pingüino que aparecía de vez en cuando con sus marcas en su rostro y ese cabello castaño en forma de león. Aún le hacía sentir molesto ver como ese par coqueteaban cuando lo hacía pero no tanto como antes. Algo estaba cambiando. No sabía porque pero sus sentimientos estaban cambiando. No quería ni siquiera pensar que la causa era Genda pero esa la idea que solía venir más a su mente. Ese chico tranquilo y caballeroso que pensaba primero en él que en alguien más y que le había invitado durante todas esas citas. Era la primera vez que alguien hacía algo así por él.
    —Aquí nos despedimos —dijo Kido sacándolo de sus pensamientos— nos vemos.
    —Ah, sí, adiós —respondió antes de que el chico de rastas se fuera, probablemente a una cita con Akio Fudo, su rival des de siempre.
    Cogió su camino pensando en que le molestaba un poco eso pero tampoco era para tanto, probablemente le molestase más porque no le caía bien ese chico medio rapado con pintas de delincuente. Suspiró y emprendió su camino a casa con pasos más rápidos. Tenía ganas de llegar a casa y distraerse con algo pero justamente en ese momento vio que el chico castaño estaba en un parque con una chica. Arqueó la ceja y se acercó un poco para escuchar.
    —Muchas gracias por decírmelo.
    —No ha sido nada, Koujiro —dijo la chica con una sonrisa— por ti lo que sea, ya lo sabes.
    —Pero en serio me has ayudado esta vez.
    —Tú también me has ayudado muchas veces a mí, era lo mínimo.
    —Está bien, gracias de todos modos, ahora ya podré seguir con mi plan.
    —Mucha suerte con tu conquista —dicho esto la chica le dio un beso en la mejilla al castaño— nos vemos en clase.
    Entonces la chica se fue dejando a Genda mirándola como se iba antes de irse él también. Sakuma no entendía que había pasado, pero lo que más le había dejado impactado había sido ese beso de la chica y que le llamaba por su nombre. ¿Quién era para tener esas confianzas con él? ¿Y qué quería decir con eso de conquista? ¿De quién hablaba? ¿De él? No, eso era imposible. ¿Sería que Genda estaba ligándose a alguien más? Frunció el ceño. Si era así no tenían nada más de que hablar ese chico y él, así que se fue a su casa entre enfadado y triste sin acabar de entender que era lo que acababa de ver.

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    Ambos habían hablado con terceras personas y ambos estaban pensando muy detenidamente en lo que les habían dicho, en realidad ninguno de los dos lo entendía muy bien. No estaban acostumbrados a los sentimientos. Ellos solo habían vivido todo ese tiempo para equilibrar el caos y la paz, pero ahora habían adquirido sentimientos humanos, probablemente por culpa de haberse mezclado demasiado con estos. Como no sabían que podía pasar si eso seguía así ambos tuvieron la misma idea y fueron a hablar con los ancianos que habían dado las pulseras a las amigas de los humanos. Ellos seguramente sabrían que hacer o que pasaría. Fueron donde creían que los encontrarían pero en vez de encontrar a los viejos se encontraron de cara con el otro.
    —Veo que los ángeles también pensáis a veces… —dijo con sorna Desta.
    —Más que los demonios que solo hacéis el mal.
    —Como la otra noche, ¿no? —le preguntó haciendo que el ángel de la trenza se sonrojara y no dijera nada— No has respuesta ¿eh? Quizás no te disgustó tanto al fin y al cabo.
    —Cállate.
    En esos momentos vieron que ambos ancianos salieron de la cueva y los miraban con esos sabios ojos aunque tenían un toque de preocupación en ellos. Eso hizo que ambos sintieran un nudo en la garganta pensando que quizás habían cometido un error. Podía ser así pero ambos sentían algo que no habían podido entender hasta que habían hablado con los humanos. Y ahora les preocupaba esa extraña mirada.
    —Debéis seguir juntos, porque es el destino —dijo le primero consiguiendo que los dos lo miraran algo más aliviados.
    —Pronto llegara alguien más en vuestras vidas, tendréis que aceptarlo y compartir —eso fue lo que dijo el segundo confundiéndolos un poco.
    —No será fácil pero eso puede ser el final y también el principio—reanudó su frase el primer anciano.
    —Os traerá muchas alegrías pero también penas —acabó de decir el segundo antes de que ambos desaparecieran.
    El pelirrojo y el castaño se quedaron mirando el lugar, ahora vacío, sin entender que había pasado pero después de mirarse unos momentos de reojo cada cual se fue por su lado para pensar en lo que acababa de pasar. Había sido todo tan extraño y rápido que no habían tenido tiempo de entenderlo, pero si pensaban con calma seguramente le encontrarían un sentido a todo eso.

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    Hacía unos pocos días que habían tenido su momento íntimo y debían admitir que ninguno de los dos se lo había esperado, había surgido el momento de un modo inesperado pero muy deseado por parte de ambos. Con música romántica de fondo, que ambos agradecieron ya que así pudieron seguir el ritmo de esta para demostrarse su amor. Después de esa escena habían decidido pasar más tiempo los dos juntos y compartir más cosas en común aparte de la música y ahora estaban juntos paseando por el centro comercial de la zona. Ambos estaban algo cansados por sus respectivos entrenamientos así que habían decidido parar unos momentos para comer algo y de paso descansar.
    —¿Vienes mucho por el centro comercial? —le preguntó Kenya al peli-azul.
    —No mucho, aunque siempre que vengo entro en la tienda de discos y en las de ropa de deporte.
    —Yo también voy a esas aunque también me gusta mirar otro tipo de ropa.
    —He notado que te gusta vestir lindo.
    —Tú vistes muy musical —dijo el otro como respuesta.
    Gakuya vestía con unos pantalones tejanos y un jersey de una banda musical del momento debajo de una camisa de manga corta de color lila oscuro, que llevaba abierta. Le quedaba bien, aunque era extraño verlo de ese modo teniendo en cuenta que normalmente se le veía con el uniforme de la escuela o de fútbol. Antes de la cita ambos habían pasado por casa para cambiarse de ropa. Por su parte Kenya vestía con unos pantalones negros ajustados y una chaqueta sin mangas, de color gris y con capucha, la cual no llevaba puesta. Cuando se la abrió el chico peli-azul, pudo ver que debajo llevaba una camiseta verde mate que se le pegaba bien al cuerpo.
    —¿Me veo provocativo? —preguntó viendo la mirada que le lanzaba su novio en esos momentos.
    —Demasiado.
    —Si me sigues comiendo así con la mirada te denunciaré por canibalismo —le dijo en broma viendo como Otomura sonreía por su ocurrencia.
    —¿Y que te parecería que te comiera de otra forma?
    —Después de dar la vuelta por el centro, te daré permiso.
    —Entonces tendremos que ir rápido.
    Ambos sonrieron un poco y se levantaron para ir a pagar sus consumiciones antes de reemprender su paseo con el pensamiento de un final feliz después de la cita por el centro comercial.

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    Después de despedirse de Sakuma se había ido directamente a su casa donde tenía una cita con su novio. Este siempre le esperaba en la puerta de su casa para poder pasar tiempo juntos. Hacían muchas cosas los dos juntos aunque normalmente siempre acababan haciendo lo mismo. Debía admitir que le gustaba mucho ese plan, la relación con Fudo era bastante entretenida, ambos se gustaban y encima sabían cómo pasarlo bien jugando. Ese día tenían planeado ver una película antes de empezar con la diversión final.
    —¿Qué película vamos a ver Akio? —le preguntó el chico de googles mientras se las sacaba y miraba a su novio.
    —Una sobre la guerra de Vietnam.
    —¿Qué romántico has salido, eh? —le dijo con sorna Kido.
    —Odio el romanticismo. Es mejor ver como matan gente.
    —Tú siempre tan sensible.
    —Siéntate de una vez, Yuuto, que está por empezar.
    Con un suspiro el chico de ojos rojos se sentó al lado de su novio en el sofá y se dispuso a ver esa película sobre gente que disparaba, bombas, coches de camuflaje, muertos por ambos lados y otros temas apasionantes. De vez en cuando veía hacia Akio el cual estaba muy metido en la película. No entendía que le veía a ese tipo de películas pero era divertido verlo tan emocionado.
    —Venga, tío —dijo en uno de los momentos— si te metes en el coche morirás...
    Aquí dejó de escuchar los comentarios y la película para dejarse llevar por sus pensamientos. Al inicio se preguntaba que le podía gustar de Akio pero poco a poco había ido conociendo facetas nuevas. La emocionada cuando se trataba de este tipo de películas, la tierna en momentos puntuales, la lujuriosa cada día y muchas más que se guardaría solo para él y que no dejaría que nadie más conociera. Seria egoísta pero se había enamorado de Akio y lo quería solo para él.

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    En un hospital cercano, donde trabajaba cierto doctor muy conocido, justamente en su consulta, estaban entrando un par de chicos muy jóvenes. Al menos para lo que habían venido. Entraron y se sentaron en las sillas que había allí. El doctor Goenji los miró esperando que dijeran algo. El chico castaño no sabía por dónde empezar y solo se sonrojó pero el peli-rosa empezó a contar el problema sin esperar más. Se le veía preocupado y un poco impaciente.
    —Hace unos meses que Yuuki está embarazado, su barriga ya empieza a notarse —empezó a decir recibiendo un asentimiento por parte del doctor— antes no se sentía muy bien, pero como era el inicio del embarazo todos nos decían que era normal… —siguió diciendo ante la mirada atenta de Goenji-san— des de hace una semana que se encuentra peor y a pesar de lo que digan quiero que le hagan una revisión.
    —Necesito que un tutor legal venga a hablar conmigo.
    —Yo soy su tutor legal y también su esposo.
    —¿Cuántos años tienes? —le preguntó el doctor sorprendido.
    —Dieciséis, pero vivimos en un circo y tenemos nuestras propias leyes, entre estas la posibilidad de casarse joven y obtener la custodia de la pareja si esta es menor de dieciséis años.
    —¿Puede mostrarme algún papel que certifiqué lo que dices?
    —Claro que sí —dijo sonriendo feliz— nadie se lo cree así que siempre lo llevo encima.
    Tsunami sacó los papeles que le habían dado los jefes del circo. Había una jerarquía bastante estricta pero eso era lo que conseguía un orden dentro de la comunidad del circo. El padre de Goenji leyó los papeles con seriedad y después de hacerle un par de miradas para comprobar que no fuesen falsos decidió confiar en los chicos y solicitar las pruebas. Primero de todo le hizo un pequeño examen y después decidió que era mejor pasar las pruebas como urgente porque quizás el embarazo iba peor de lo que parecía en principio. Lo más probable era que no perdiera la criatura si le hacían un buen tratamiento pero debía hacerle unas pruebas para estar seguro de los resultados. De todos modos estaba seguro que era culpa de la edad, era tan joven que su cuerpo no estaba preparado para tener un embarazo.

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    Sorano estaba preocupado por Fubuki así que esa tarde había decidido que ambos le irían a visitar. Se había enterado de que el genio del fútbol estaría quedándose en casa de su novio así que habían ido directamente a casa de Goenji. Fue este mismo quien les abrió la puerta y después de mirarlos fijamente les dejo entrar para que pasaran a su casa.
    —Hemos venido a ver a Fubuki —dijo Sorano con una sonrisa— ¿Cómo está?
    —Bien, podéis pasar al comedor.
    Ambos lo hicieron y se lo encontraron en el suelo jugando con una niña pequeña muy adorable. Se quedaron allí de pie mirándolo antes de que él levantara la cabeza y les sonriera un poco. No se esperaba que sus amigos le vinieran a ver a casa de su novio, pero en parte le hacía feliz. Se sentía un poco menos solo al pensar que tenía gente que se preocupaba por él. Des de que se había quedado sin familia que tenía la impresión de que se había quedado solo, pero gracias a Shuuya y a sus amigos eso iba quedando atrás.
    —Hola, ¿Qué hacéis por aquí? —preguntó mientras les hacía señas para que sentaran con él.
    —Hemos sabido que estabas aquí y te hemos venido a ver —le respondió Sorano— ¿Cómo te encuentras capitán?
    —Hace ya mucho que no soy tu capitán —respondió este divertido— ¿Cuándo dejarás de llamarme así?
    —Es bueno saber que te encuentras bien. ¿Y qué tal por aquí? ¿Te trata bien? —preguntó consiguiendo un sonrojo en el rostro de Shiro— No me digas que se ha aprovechado de ti ahora que estás indefenso…
    —No, se está portando muy bien y me cuida mucho.
    —E-Eso es bu-bueno —dijo Kitami desde detrás de su bufanda.
    —Gracias por preocuparos —respondió Shiro más calmado— en un mes ya estaré bien.
    Así continuaron hablando hasta que se hizo tarde y tuvieron que irse de la casa del peli-crema. Los dos amantes del frío se fueron cogidos de la mano, Ryuu con un gran sonrojo y Sorano con una sonrisa. Anduvieron en silencio sin decir nada, cada cual disfrutando de ese momento a su manera hasta que llegaron a la casa del chico de orejeras, el cual se despidió de Kitami con un beso y entró a su casa feliz de la vida.

    ------------------------------
    Bueno, y hasta aquí por hoy, uau, me ha costado escribir esto porque ya había perdido el ritmo del fic, pero espero encontrarlo de nuevo y poder acabarlo lo antes posible.
    Muchas gracias por la paciencia y disculpadme por tardar tanto en responder, pero necesitaba acabar mi trabajo de fin de grado para acabar la carrera y era importante.

    Hasta pronto, si todo va bien!!
  4. .
    Sé que me he hecho de rogar con este capítulo, he tardado lo mío en actualizar ¿eh? Perdonad es que estuve con mi trabajo de final de carrera, por cierto, lo aprobé y ya soy arqueóloga oficialmente, y después fui a una excavación arqueológica de una semana y allí no tenía internet así que solo pude aprovechar mi tiempo libre para escribir este final y así poder colgarlo al llegar. Bueno espero que les guste como acaba.
    --------------------------------------

    Capítulo 5
    Habían pasado unas semanas des de esa declaración, y en esas semanas habían pasado muchas cosas, aunque estas no venían a cuento para nuestra pareja ni nuestro yaoi, así que no las explicaremos. Para Yato y Yukine, aunque pareciera mentira todo pasaba de una forma muy natural, como si nunca se hubiesen declarado, pero ambos tenían en mente el momento. Sabían que algo especial había pasado esa noche, Yato se había liberado de Nora y había confesado sus sentimientos a Yukine y este le correspondía. Sí, ambos estaban felices pero no sabían que debían hacer, tampoco como era tener una relación ni si debían cambiar algo o no. Así que simplemente se limitaban a hacer lo de siempre, básicamente, matar ayakashis. De vez en cuando, pero, tenían algunos momentos algo mimosos como en esos momentos en los que estaban solos en su habitación, abrazados. Recalquemos, Yato abrazaba a Yukine mientras este se intentaba separar, aunque al final se había resignado a quedarse así. También había besos. Cuando Yukine se calmaba Yato solía atacarlo a besos.
    —Yato, para ya.
    —No seas así, yo quiero besarte más.
    —Ya es tarde, suéltame.
    —No quiero —le dijo con un tono de voz infantil que hizo que Yukine le mirara sin saber cómo reaccionar.
    —¿Se puede saber qué edad tienes dios sin templo propio?
    —Sí que tengo templo —le rebatió viendo ese pequeño templo que Hiyori le había construido antes de que se fuera con Nora por última vez— y hasta terreno sagrado.
    —No me jodas, allí no se puede dormir y por eso vivimos aún en casa de Kofuku y Daikoku, ¡cretino!
    Yato estaba ofendido pero para callarlo ahora tenía otro método más eficaz. Se acercó al chico y le dio un beso en los labios, este se tensó a la vez que se sonrojaba pero no se quejó más. Por algún motivo no podía quejarse cuando Yato le besaba y encima dejaba de pensar con claridad y no podía rebatirle las cosas. Al final del beso bufó y se separó de Yato con un rápido movimiento. Se tumbó en su futón y se tapó intentando que no se viera su sonrojo. Pero Yato no se rindió y se acercó a él de nuevo, se metió en su futón y lo abrazó.
    —¿Qué haces imbécil? Sal de aquí —le gritó Yukine removiéndose como un gusano entre sus brazos.
    —Silencio Yukine —le dijo mientras empezaba a bajar una de sus manos por su cintura acercándose a una zona íntima de Yukine.
    —N-No toques —le dijo en un susurró avergonzado— pervertido.
    Yukine tembló entre sus brazos y dejó escapar un suspiro cuando Yato llegó donde su miembro y empezó a tocarlo por debajo del pantalón del pijama. El Dios se sintió feliz por esa reacción aunque notó una pequeña punzada en corazón por el sentimiento pervertido de su shinki en ese momento. Sonrió.
    —Creo que no soy el único pervertido.
    —Cállate.
    —Quiero continuar Yukine, quiero hacerte mío.
    Este no respondió, no dijo que sí ni que no, solo dejó que Yato siguiera tocándolo y nada más. El cuerpo del menor temblaba por esas sensaciones que se sentía, se sentía avergonzado pero també se sentía muy bien, al menos dejando de lado el sudor de las manos de su amo. Se encogió un poco y se tapó su rostro con sus manos intentando no ver nada y no dejar escapar sus gemidos. Por extraño que le pareciera se sentía tan bien que no le importaba que le sudaran las manos a su Dios. Se dejó llevar por esos sentimientos y esas sensaciones hasta que acabó por correrse en su futón.
    —Imbécil, ahora se me ha manchado la cama… ¿dónde voy a dormir esta noche? —le gritó algo entrecortado.
    —Aún tenemos mi futón, conseguí que me dieran uno —dijo con tono victorioso.
    —No voy a dormir contigo.
    —Vas a dormir en un futón sucio y mojado.
    —Tú vas a dormir aquí, y yo dormiré en tu cama.
    —¿Cómo? ¿Y eso porque?
    —Porque fuiste tú quien me atacó…
    —Pero fuiste tú quien se corrió —dijo el otro como réplica.
    —Por tu culpa idiota.
    Decir eso le hizo ilusión a su Dios, más que sentirse culpable para él era algo increíblemente agradable de escuchar. Saber que su amado shinki, solo se había corrido porqué él lo había tocado le hacía sentirse extremadamente feliz. Consiguió girar a su irritado shinki y le besó nuevamente, este intentó resistirse pero finalmente aceptó el beso y se quedó tranquilo en los brazos del mayor. Para qué negarlo, él también quería continuar con lo que hacían aunque le diese vergüenza admitirlo.
    —Yukine, quiero continuar —el contrario solo respondió sonrojándose más y mirando hacia otro lado muerto de la vergüenza.
    Esa respuesta no decía que no, así que no tenía porque continuar reprimiéndose. Le quitó rápidamente la ropa y se puso encima de su shinki y empezó a acariciar el pecho del otro chico, cuando llegó a uno de sus pezones lo acarició con uno de sus dedos y después empezó a apretarlo con dos de sus dedos. El menor arqueó su espalda por esa sensación tan extraña para él, nunca antes había sentido algo así y desde que había muerto que no había pensado en eso. No había tenido ese tipo de necesidades ya que su cuerpo estaba muerto. Pero ahora todo era diferente, Yato había cambiado esa parte de no sentir nada y lo sentía todo, quizás era porque su alma lo sentía. Quizás era cosa del amor. Yato estaba encantado con esas reacciones del menor y hasta se dio el lujo de dejar de besarlo para lamer su otro pezón.
    —Hmmm… —escuchó un gemido ahogado por parte de Yukine en cuanto notó la húmeda lengua de su amo en su pezón.
    Esto hizo que Yato se motivara más con lo que hacía y que se aventurara a succionarlo y morderlo notando como este temblaba debajo de él. Sentía tantas sensaciones en esos momentos que no podía descifrar que sentía aunque estaba seguro de que no quería que acabara aún. Una de las manos de Yato se desplazó por el cuerpo de este, pasando por una de sus piernas, donde dejó suaves caricias hasta que llegó a su trasero, acarició uno de sus glúteos y acabó dirigiendo sus dedos, ya húmedos por el semen del chico, a su entrada. Este gimió un poquito al notar eso y miró a su Dios avergonzado por todo lo que estaba pasando en esos momentos.

    -----------------------------

    Algo lejos de allí, en otro templo donde reganaba una diosa muy pervertida, estaba esta con sus shinkis viendo la escena a través de su shinki espejo, Shoki, que le mostraba la vida de las personas que habían sido tocadas por Taiki y Geki. Hinata, estaba mirando toda esa escena de una manera tan apasionada que sus ojos estaban a punto de salírsele de sus órbitas. En esos momentos se podía decir que todos sus shinkis estaban esperando a ver qué pasaba, aunque lo hacían de un modo más moderado que su ama, la cual estaba muy ansiosa.
    —Hay que ver qué poca intimidad tienen las parejas gracias a ti… —comentó Shoki el cual siempre se quejaba por esa manía de su ama que no le dejaba descansar sus horas.
    —No seas así, ¿no quieres ver si tienen final feliz?
    —Tener sexo no es un final feliz, si el amor y la relación no dura hasta la muerte.
    —Que romántico me has salido, ¿eh? —respondió la diosa— y yo que te veía como un simple amargado… —entonces notó algo que no esperaba, un alma había entrado en su terreno sagrado— ¿Por qué ahora que viene lo más interesante? —dijo ésta cambiando la imagen del espejo para ver quién era.
    Parecía un alma pura muy asustada, aunque era raro que las almas estuvieran asustadas. Aún mantenía su forma humana. Era un chico joven de cabello verde y muy corto, y unos ojos azules bastante lindos aunque en esos momentos lucían algo perturbados. Aunque al parecer ese aspecto asustado hizo que algo pasara por la mente de Shoki. Algo no muy puro porque Hinata sintió una punzada que la hizo sonreír.
    —¿Quién está pensando cosas impuras? —preguntó esta mirándolos a todos, aunque solo había sorpresa en sus rostros— Así que eres tu Katsu… ¿al fin has encontrado a alguien? En ese caso lo haré mi shinki, pero no quiero que eso te distraiga del trabajo.
    Así lo hizo salió hasta el lugar donde se encontraba ese futuro shinki y sin que este pudiera resistirse le dijo las palabras para que este se convirtiera en su shinki y le sirviera. Ahora que por fin ese amargado de Katsume había sentido al menos una atracción hacia alguien era mejor mantenerlo cerca para ver que podía pasar entre ellos, así sus cámaras estarían más llenas aún de escenas interesantes. Sonrió con malicia y puso sus dedos en posición para poder hacer el “conjuro”.
    —A ti, que no tienes donde volver y que ni siquiera puedes partir, te otorgo un lugar donde permanecer. Mi nombre es Hinata. Me detengo aquí, mientras empuño tu nombre póstumo y con tu seudónimo te hago mi sirviente. El nombre obedece, el recipiente es vista… Conviértete en mi shinki y ponte a mis órdenes —dijo mientras trazaba unas líneas con sus dedos— Tu nombre es Haru, como recipiente eres Shun —acabó de decir y con un tono de voz más autoritaria añadió— Ven, Shunki.
    Dicho esto sus zapatos cambiaron y aparecieron unos patines en su lugar. Se quedó sorprendida mirando hacia ese lugar y sonrió unos momentos. La verdad era que no patinaba des de que era pequeña, así que tendría que practicar un poco. Dio un par de vueltas en los patines para probarlos y lo llamó por su nombre informal.
    —Harume.
    Este volvió a convertirse en el chico peli-verde que era antes. Lo miró de arriba abajo interesada en saber que le había visto su shinki y asintió convencida, al parecer tenía bastante buen gusto. Se presentó y lo llevó hacia la habitación donde estaban los otros shinkis, donde empezó a mirar por un espejo con una cara muy emocionada que poco a poco se transformó en desilusión y decepción sin que este entendiera nada.

    -----------------------

    Yato estaba embistiendo al menor y este a pesar de estar sonrojado y mirando hacia otro lado no paraba de gemir por lo que le hacía el contrario. Ya no podían más ninguno de los dos, así que Yato empezó a masturbar a Yukine y ambos se corrieron. Entonces el menor empezó a respirar algo raro y descontrolado, mientras su amo se caía encima de él y lo abrazaba mientras intentaba recuperar su aliento.
    —Salte en encima mío —se quejó Yukine con la voz entrecortada.
    —Estoy cansado.
    —Pues apártate y vamos a dormir.
    Dicho esto Yato de mala gana se bajó de encima del menor después de salir de su interior y se tumbó en la cama junto a él. Iba a abrazarlo cuando Yukine se escabulló y se fue a la cama del Dios donde se durmió casi de inmediato después de ese día tan agotador que había vivido. Estaba cansado pero aunque no lo admitiera también estaba realmente feliz por lo sucedido. Le daban vergüenza esas cosas pero no por eso deseaba menos tener momentos íntimos con su cretino con sudadera.

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    De nuevo en el templo donde estaba la chica amante del yaoi, esta estaba a punto de sufrir un colapso nervioso por culpa de que no había podido asistir a la parte central de la escena. No podía creerlo, podía pero su shock en ese momento era de los grandes. Miraba el espejo con una cara que daba hasta pena de ver. Un nuevo espectador de esto, el peli-verde que acababa de entrar en la familia, lo veía todo muy extrañado y sorprendido. No entendía que le pasaba a la mujer que le acababa de dar nombre y que no le había dicho nada de nada sobre nada. Esa confusión le empezaba a asustar y entristecer y eso hizo que Hinata saliera de ese trance en el que había entrado.
    —Oh, lo siento Harume —se disculpó con el peli-verde— no te preocupes, ahora te lo explicamos todo —se giró hacia el espejo— vuelve Katsu.
    Dicho esto un chico de cabello rojizo con el flequillo algo extraño y cara muy seria se presento ante ellos. Estaban los cuatro gemelos y el Fuyume junto a la Diosa, ese día se habían reunido para ver como acababan ese par, aunque unos lo veían más interesados que otros. La verdad es que solo Matsume y Tatsume estaban interesados y los otros dos estaban allí obligados por sus respectivas parejas. Katsume no le quitaba ojo al chico que acababa de llegar, parecía muy asustadizo y quizás podría divertirse un poco molestándolo. Su faceta sádica salía a la luz.
    —Katsume, por favor, contrólate un poco esos instintos… —en el fondo Hinata conocía muy bien a sus shinkis y sabía que pensaban sin necesidad de esa unión maestro-shinki— venga, te dejo que le enseñes como funciona todo, pero como me punces me enfadaré.
    El chico de cabello rojo la miró con ojos de “¿enserio me amenazas?” pero no dijo nada porque sabía que ella tenía razón al avisarlo, no se estaba portando muy bien desde que había visto a Harume dentro de él, cuando era un espejo. Se acercó al peli-verde y empezó a guiarlo por la casa esperando que lo siguiera. Mientras estuvieran a solas le explicaría todo lo demás.

    --------------------------

    Al día siguiente en casa de Kofuku todo estaba muy ajetreado. Yukine estuvo con mucho trabajo ayudando en la tienda, y la verdad era que lo agradecía. No podía imaginarse pasando el día con Yato después de lo ocurrido la noche anterior. Era todo muy extraño, se había sentido bien y a pesar de que no se arrepentía no era capaz de estar cerca de su Dios sin tener ganas de huir de él. Y suponía que eso debía de dolerle al otro, pero no sabía cómo calmarse en esos momentos. Así que solo se mantenía distraído para no tener que pensar y de paso evitar que Yato se sintiera mal por su culpa. Lo último que quería era repetir lo que había pasado al inicio, cuando tuvieron que purificarlo los amigos de su amo. En esos momentos estaba confuso y dolido, aunque después de la purificación se sentía culpable, después empezó a ser consciente de lo que Yato había hecho por él y lo importante que era. Y poco a poco se fue dando cuenta de sus sentimientos, incluidos sus celos hacia Nora por ser el shinki más antiguo de su amo. Aunque al entender que todos esos sentimientos solo hacían daño a Yato empezó a evitarlos, ya que no quería herirlo de nuevo.
    —Estás muy trabajador hoy —le dijo Kofuku acercándose a él— ¿ha pasado algo con Yatty? —preguntó con su voz juguetona haciendo que Yukine se pusiera rojo de golpe— ooooh!! Daikoku, nuestro niño ya se ha hecho un hombre —gritó esta mientras que el otro venía asustado por esos gritos.
    —N-no… no e…
    —Oh, no te hagas el puro que lo he oído todo —dijo esta mientras frotaba su mejilla contra la de Yukine.
    —Y-yo…
    Dicho esto salió corriendo de la tienda para irse muy lejos de allí, no podía ser que los hubieran escuchado. Eso le daba aún más vergüenza, sobre todo al recordar que había llamado a Yato por su nombre entre gemidos. Esos momentos no había pensado en que Kofuku y Daikoku pudieran escucharlo y seguramente a Yato tampoco le había importado que así fuera. Se enfadó con él pero después decidió que era mejor calmarse. No era bueno exaltarse aunque le cantaría las cuarenta en cuanto lo viera. Cosa que en realidad no tardó mucho en pasar ya que Yato apareció delante de él en ese momento.
    —No has dejado de pincharme en todo el día ¿Se puede saber qué te pasa?
    —Nada, es tu culpa, por idiota…
    —¿Qué he hecho ahora? —preguntó con un leve puchero.
    —E-esto… —se puso rojo al pensarlo— Kofuku nos oyó… —bajó la voz al decir eso— Por tu culpa —le volvió a gritar mientras le pegaba al chico de la sudadera.
    En cuanto Yukine acabó de pegar a su Dios, ambos se quedaron quietos pensando en sus cosas aunque ahora más calmados. Yato algo golpeado pero también más tranquilo ya que notaba que su shinki también lo estaba. Lo miró y este solo miraba la hierba concentrado en los movimientos de esta sin decir nada ni pensar nada. Aprovechó esa oportunidad para acercarse a este y darle un beso, la cual cosa sorprendió mucho al menor consiguiendo que se sonrojara pero nada más.
    —¿Estás más tranquilo? —le preguntó después del beso, aunque no obtuvo respuesta— prefiero que te desahogues a que te sientas mal.
    Después de eso se levantó y empezó a andar por las calles seguido por Yukine que se levantó también. Estaba empezando a oscurecer de nuevo y no quería quedarse solo por la calle, ya había aprendido la lección tiempo atrás, y nunca le había gustado la oscuridad.
    —Y se supone que yo tengo que llevarte por el buen camino para siempre… que tortura —le dijo bajito mientras se ponía a su lado— Daré todo lo mejor de mí.
    —Estoy seguro de ello —le respondió Yato con una sonrisita.
    —Y tu también, así que prepárate —le dijo con voz autoritaria que consiguió que Yato dejara de reír.
    FIN

    -----------------------------
    Espero reviews y que me digáis al menos que opináis sobre este fic o si el final os ha gustado o no, sería bueno saber vuestra opinión.

    ¡¡Muchas gracias!!
  5. .
    Hola a tod@s,

    Espero que me disculpeis momentaneamente pero entre la universidad (ya la acabo eh? Paciencia que solo me queda un mes), el carnet de conducir (eso dudo que me lo logre sacar algun dia, conducir es lo peor) y mi familia (mi abuelo esta con las pruebas para saber si tiene cancer y mi madre cada dos por tres esta mal de alguna cosa) no he tenido mucho tiempo para inspirarme jeje pero prometo que en cuanto acabe la universidad escribo este ultimo capitulo que me queda para este fic xd

    Perdonad y gracias por la paciencia!! Aunque no se si alguien lo lee en realidad xd
  6. .
    Hola a tod@s,

    Espero que me disculpeis momentaneamente pero entre la universidad (ya la acabo eh? Paciencia que solo me queda un mes), el carnet de conducir (eso dudo que me lo logre sacar algun dia, conducir es lo peor) y mi familia (mi abuelo esta con las pruebas para saber si tiene cancer y mi madre cada dos por tres esta mal de alguna cosa) no he tenido mucho tiempo para inspirarme jeje pero prometo que en cuanto acabe la universidad escribo este ultimo capitulo que me queda para este fic xd

    Perdonad y gracias por la paciencia!!
  7. .
    Hola a tod@s,

    Espero que me disculpeis momentaneamente pero entre la universidad (ya la acabo eh? Paciencia que solo me queda un mes), el carnet de conducir (eso dudo que me lo logre sacar algun dia, conducir es lo peor) y mi familia (mi abuelo esta con las pruebas para saber si tiene cancer y mi madre cada dos por tres esta mal de alguna cosa) no he tenido mucho tiempo para inspirarme jeje pero prometo que en cuanto acabe la universidad escribo este ultimo capitulo que me queda para este fic xd

    Perdonad y gracias por la paciencia!!
  8. .
    Hola!!! Uau, mereixo un premi a la persona mes lenta i despistada del mon! Em sap greu, perdona, he trigat un munt en llegir els capis i en escriure aixo!!! Ho sento!! Realment m'he recordat del fic perque el papa m'ha dit que semblava albina per la mania que li tinc al sol i m'ha vingut Aire al cap... Llavors m'he quedat: "em vaig llegir el final?" ho he mirat i no... I ha sigut en plan: "uuuuaaaaaa!! Idiota!!!" pero mes val tard que mai no? Donca apa,ara et responc jeje

    Nestor ja ho ha superat i torna a ser un perver amb el seu italia, deu ni do xd els agrada fer-ho a la dutxa xd pero la seva relacio va be, s'entenen i es deixen el seu espai, aixo m'agrada, Mario realment em mola molt com a seme, llastima que Aire sigui tan perfecte que sino m'enamoraria del rosset xd com desvariejo en els meus comentaris eh? Deu ni do, jeje Nestor es pren ve que el seu germanet marxi, pero ho entenc aquest ha d'explorar la seva propia vida i si vol anar de gira amb Pasi esta en el seu dret.

    Pasi es va enamorant mes de Simon de mica en mica aixo esta be, perque el pobre s'ho mereix que fa merits aguantant que estimi tan el seu germa besso xd es adorable super majo i persistent pero vaja que jo no ho soc amb Khalil ni res, tot i que jo no se fins a quin punt rebo compensacio per la meva paciencia xd aquest no es el tema i ara si no fos pel puto carnet de conduir estaria molt feliç, jeje tornant a la parelleta, m'alegro molt de que els vagi millor i de que Pasi valori mes al pobre Simon, a mes duren i duren com a parella i el nostre inocent uke va de gira i decideix grabarlos, si es fan famosos las gravacio valdra un paston jajajajajaja

    Vaja, aixi que no dura la unica parella hetero del fic... Jari em fot peneta, no hi ha manera de que durin les seves relacions i aixo que em sembla molt genial el seu caracter, te molta paciencia i es molt bona persona i et pot donar bessons ja que esta en els seus gens, jo vull!! Ehem... Res, res, que Fenix no sap apreciar el que te, pero no em queia be de principis aixi que ara continua igual i aixo que volia donar-li una oportunitat... Aix...

    Anem a pel que m'interesa ja collons, que sempre ho deixo pel final xd uooooooo!!!!! Diooooosss!!! Que adorables! Que tendres, que bufons!! Dios mio, em tenen boja, aquesta parella es tan guai! No podria adorar mes a Aire i Akira perque arribarien a nivells GoenjixShiro xd en serio, els adoro! Formaran la seva familia, aniran a viure junts tots amb nens inclosos i podran tenirla familia que tot gay no doncel (es a dir, normal) vol tenir i no els es facil perque els desgraciats dels homofobics si posen en contra, tsk! Aixo m'ha encantat realment jeje tambe la festa de Vera perque els nostra mini-parelleta estava aqui mostrant que no volen deixarse anar xd i a mes Zorro i Orion van mostrant lo units que estan tot i que no son gens empelagosos com els dos peques! Em tenen part del meu cor robat jajaja

    Doncs ja saps que jo vull un extra en el que surtin els nens i aclarin que pensen l'un de l'altre pero aixo hauria de ser fent pasar els anys per a que creixin que aixi de petits seria una mica estrany (encara que jo escrigui coses aixi continua sent raro, sincerament), a aquestes edats no tens clars els teus sentiments ni en broma, o si mes no... No duren massa xd aixi que em faria ilu un extra on mostris com passats els anys la familia de AirexAkira te els seus romances i com aquesta parella dura jeje pero obvi que tambe voldria saber una mica com continuen i si Jari troba algu altre o ho arregla amb Fenix :P
    Oks, trigo un collo en respondre i a sobre vinc amb milers d'idees i exigencies xd se que no en tinc dret pero bueno, al menys ho intentare


    Ha estat genial, llegir el final i el extra de cop!!
  9. .
    Holaaa!! Vengo con el segundo review, el primero es el del capítulo anterior, estaba escribiéndolo cuando tu colgaste el siguiente y no me di cuenta hasta que lo actualicé. Pero ahora te escribo el de esta semana, que tengo un poco de tiempo.

    Debemos reconocer que el menor de los Taki tiene una razón de santo, Sousuke quiere casarse con Kishibe y es un tonto, jejeje, Kariya también tiene razón cuando le dice que es una manera de buscar la infelicidad, pero es necesario hacerlo si no eres correspondido... solo que Sousuke si tiene un amor recíproco xd

    En este fic podemos encontrar un Hayato más calmado, hasta le deja a su seme dormir apoyando la cabeza en su estómago, xd en el otro fic, al menos al inicio hubiera sido algo imposible, o casi, en mi opinión... Está teniendo suerte el peli-blanco porque su vida no corre tanto peligro jeje

    El Hikaru azul es malo porque hace llorar a Hikaru, aunque es débil ante este y al final cede, xd no me parece tan malo, solo quiere salvar su vida de las personas con las que vive el corderito, xd pero acaba diciendo que sí, esperemos que sobreviva jajajajaja

    Uooooo!!! Y casi llega un beso, casi, pero no... Kyosuke interviene xd que bonito.... hermanos... pero esa conversación tan tierna entre Yuuichi y Furetsu sobre los ojos del menor, fue adorable, en verdad Yuuichi se lleva también algunos puntos en como conquistar a una persona de un modo algo romántico, jeje

    Fey y Einamu, ambos celosos porque sus semes tienen mucho éxito con las chicas, pero los dos están en negación. No quieren aceptarlo. Pero lo harán, porque ambos quieren tener a sus semes solo para ellos y algo harán al respeto, al menos en algún momento, Beta ya les dio pistas, para que sepan que no deben dejarlos solos ante las chicas o los acosaran, jajajajaja

    A Ichiban le gusta ver carne, ya que no puede ver su rostro... si, claro... vaya excusa, xd Así que siempre se está fijando en ver cuanta carne puede admirar ese dia y dirá que no le gusta verla? No se lo cree nadie, jeje, y menos aún la excusa de que le gusta porqué se ve que Yoichi se ve más cómodo, és un simple pervertido, jejeje Pero fue muy lindo cuando le dijo que siempre se veia bien y que no debía preocuparse, xd que pena que otra vez se interrumpiera el momento, con su posible beso...

    Kurama sigue confuso, no sabe porque Minamisawa lo mima de este modo, pero le gusta que lo haga, y le empieza a gustar el peli-lila, cuando este se le declara lo nota pero lo niega, entiendo bien que diga que no le gusta por su mente tsundere pero que diga que podría enamorarse de cualquiera menos de este no lo acabé de entender... porque no puede enamorarse de la persona que le gusta? Es ilógico... Me da penita Minamisawa, su declaración es algo triste, aunque lo entiendo, cuando amas a alguien pero no esperas que te corresponda, xd es lo normal, jejeje

    Pobre Tenma, él limpiando y va y cae el futón al suelo y encima Sasuke se tumba encima, seguro que dejo pelo por todas partes... estaba casi por llorar cuando de repente aparece Kyosuke y le dice que al día siguiente quiere que vayan a dar una vuelta para aclarar las cosas y no estar tan tristes ninguno de los dos, wiiiiii, ya era hora, xd Estos semes de hoy en día no hay manera de que den el paso... cobardes, xd

    Pobre Ichino, Aoyama aún no ha aprendido a cocinar y sigue igual de mal a la hora de hornear el pan... no lo entiendo, porque solo tienes que ir viendo cuando ya está y lo sacas ¿no? Si lo ves crudo lo dejas un poco más pero tampoco mucho por si se quema... pero como es despistado como él solo, pues claro, debe tener problemas para ello, jeje Ichino con una declaración encubierta lo distrae y al final se escaquea de probar esos extraños panes, xd

    Uoooooooooouooooooooo, así que el padre de Takuto también se llamaba Ranmaru, xd se repite la historia en padres e hijos, es algo predestinado que no se puede evitar, yo lo veo y se que Shindo también lo ha notado, aunque seria bueno que Kirino no se muriera como el doncel de la generación anterior, jeje

    Hamano es muy lindo, cuidando de Hayami para que no le pase nada de camino al campo donde juegan a fútbol, jeje, y le invita a jugar, que bonito, a mi no me dejaban jugar por ser chica y si me dejan lo hacian sin ganas y no me pasaban el balón ni contaban conmigo... jum... pero bueno, al menos Hayami si quiere podrá jugar, xd aunque por el momento no se le ve muy decidido a ello, jeje

    Aix... no lo intentes, sabes que por mucho que lo hagas siempre caerás ante los deseos de Miyabino, ya te tiene bien controlalito y también coladito por él... es como un niño mimado que despierta el instinto maternal, pero también otros instintos verdad Yukimura? Ya verás como poco a poco te tendrá comiendo de su mano.

    Estos ladrones siempre buscan excusas para decirse a si mismos que hacen bien con lo que hacen, pues si abandonar princesas es lo mejor que se muera ya mismo, pobre Makoto, y encima se va cuando nota que el otro le empieza a amar, aunque diga que es por su protección y seguridad, es muy egoista y cruel... Puedes sentir el peso de la culpa en ti, tsk!

    Manabe empieza a notar que Minaho no es tan malo y se ofrece a acompañarlo después de iniciar una conversación con su búho él solito... Tenemos a un búho muy feliz, y a un tejón muy avergonzado pero creo que esto es solo momentáneo ya que Manabe enseguida amenaza con irse por la primera broma, jajajajajaja Minaho se lo tendrá que currar un poco más si no quiere que cierto tejón huya de él xd

    Vaya, Taiyo le cuenta de su enfermedad a Kinsuke el cual se pone triste pero después feliz al ver que ya estaba bien, eso hace que el peli-naranja se emocione tanto que no puede evitar abrazarlo, Kinsuke corresponde tímidamente aunque también feliz, porque le gusta que Taiyo sea tan cariñoso y que lo abrace, xd no puede negarlo, jajajaja

    Pues sí, Hakuryuu, un poco fallido sí, por una parte salió bien porque ahora ya podrás hablar con Shuu sin que te mienta, y podrás ayudarle a superarlo, pero salió mal porque ahora Shuu se siente triste, ninguno de los dos peques parece que vaya a estar de buen humor durante una temporada, tendrás trabajo para animarles, pero creo que siendo Hakuryuu no le será complicado, xd

    Por último encontramos a Acrous y Sarjes; empiezo a pensar que algo malo va a suceder y que Sarjes va a tener que luchar en un combate por el amor, aunque es una batalla ya ganada en este sentido, quien no se enamoraría de alguien que siempre está pendiente de ti, cuidándote, preocupándose por ti, y que lo hace todo por ti? Quizás un tonto, jeje, pero se admite que hay muchos tontos que no valoran las cosas por suerte aquí no pasa esto xd

    Pues ya está, hasta aquí mi review, jeje, aunque vuelvo a decir que me gustaría que al menos salieran de vez en cuando Ozrock e Igarashi, no espero que los pongas en todos los capis pero un poco de vez en cuando para que pueda ver como los caracterizas si me gustaría, xd

    No sé si podré comentar la semana que viene pero al menos por el momento voy al día, :=WIJIS:

    Hasta pronto!!
  10. .
    Hola! Bueno lo lei a trozos asi que solo respondere de lo que me acuerde xd

    Hayami se dio un buen susto con esa extraña bebida pero lo que no mata cura no? En verdad es lo que no mata en gorda pero como Hayami no engorda y esta enfermo le hacemos un cambio xd

    Pobre Makoto lo abandonaron de la nada... Pero se volveran a ver eso seguro jeje no hay de que preocuparse xd

    Por otro lado Miyabino tambien es abandonado aunque en este caso el uke gana y consigue una cita con Yukimura en contra de su voluntad jajaja

    Acrous y la araña... Yo me moriria en su caso y no de la verguenza de casi besar a Sarjes precisamente xd

    Vaya con la madre de Ibuki, quien iba a decir que seria la Tachi de la madre de Hayato, de aqui sale una doble pareja... Suerte que Ibuki no tiene hermanos que sino violan a los de Hayato jajaja aunque sigo pensando que al mayor lo veo con el hermano de Sousuke xd

    Asi que Taki acosa leoncitos, eso era de esperar vaya que si xd aqui con todo su cuerpo, mostrando buenos abdominales y abrazando al pobre Kishibe que casi tiene un ataque de nervios, es el amo xd

    Diooos! Pobre Masaki, primero es conocido como el Hikaru azul y despues cae en la trampa de amor de un sobrino de mafioso xd su vida peligra o por parte de Fudo o por parte del Kageyama mayor xd

    Ichino como no, acaba de esclavo por alli, limpiando las tienda de Aoyama xd pero no es el unico, porque Ichiban ya empieza a ceder ante Yoichi y ya le ha invitado a comer, a este ritmo cae otro, junto con Minamisawa que tiene el deber de bajar el futon de su futuro uke para llevarlo a una habitacion mas caliente y asi evitar que se congele. Que lindo.

    Hay gatos celosos en el mundo, quien iba a decir que Einamu seria uno de ellos? Pero si nunca tiene celos de nadie, es muy seguro de si mismo y nunca le molesta que esas mujerzuelas se acerquen a su amado Gamma... Claro que no xd pues ahora es celoso de otros gatos, que grande xd

    Alpha aqui provando los mochis de su futuro esposo, pero no solo eso sino que cuando escucha hablar de que Fey preparo mochis para Wandaba se pone celoso durante unos segundos!!! Dioos! Increible, casi me emociono xd

    Manabe, ese tejoncito desconfiado empieza a darse cuenta de que su amigo búho no es tan malo y de que puede amarlo, que mas se puede desear... No llego a tanto pero Minaho si ya sabe que hay algo alli, por eso esta feliz xd

    Y como no, a Kirino lo confunden con una chica, y eso causa celos en la hija del vendedor de tofu, pero tambien Kirino se pone celoso porque a la chica le gusta Shindo y se portan bien el uno con el otro. Que lindo!

    Y Kinsuke se presta a hacerle un masaje a Taiyo porque este llega medio moribundo, encantador xd realmente encantador jeje me encantan xd

    Hakuryuu quiere que le acompañen a buscar su futon porque no quiere solo! Como no le gusta la gente quiere ir acompañado, yo lo se, es mas divertido que ir solo, yo le entiendo xd pero por algun motivo ese par de morenos tienen miedo, a saber que les paso en la ciudad...

    Tenma y Tsurugi solo tienen conflictos de matrimonio que se ven poco a causa del trabajo, aix... Empiezan pronto xd pero debe haber una razon por la que Tsurugi lo hiciera, solamente que aun no sabemos cual es y de momento hace que todos esten tristes y malhumorados... Aparte de que Kyosuke siente celos de Furetsu y mas al verlos dormir juntos xd

    Yuuichi no quiere que el menor se vaya pero no se si podra hacer algo al respeto... Al menos podra visitarlo al templo si no lo convence en un principio y luego ya lo traera cuando lo enamore xd paso a paso jeje

    Por cierto espero que algun dia salgan de nuevo Ozrock y Igarashi, al menos que salgan un poco de vez en cuando jeje merci!

    Me olvide alguna pareja fijo pero hacerlo asi mentalmente cuesta y mas a estas horas de la noche!

    Hasta pronto!!
  11. .
    ¡¡Hola!! Aquí llega este cuarto capítulo de este fic de Noragami que tanto me apetecía escribir des de hace más de un año pero que no me atreví, espero que les esté gustando tanto como a mí me está gustando escribirlo.
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    Capítulo 4
    Había pasado una semana des de que Yato había regresado de su desaparición, aún no había hablado con su shinki. Sabía que debía hacerlo y todo eso pero le costaba dar el paso. Este no había preguntado nada más aunque a veces lo había pillado observándole algo serio. Podía entender que pensaba. Él mismo lo había “dicho” la noche en que había regresado a casa después de su ausencia. Y había podido comprobar que estaba bien decidido a ello porqué, este había mejorado mucho. Se había enterado de que Yukine iba a entrenar con Kazuma para ser más fuerte y aprender los hechizos. Se sentía orgulloso de su hafuri, porque no decirlo, pero este no era el único sentimiento que tenía por él. Con Nora había descubierto más cosas de las que imaginaba. Que Yukine se esforzara tanto por él le hacía feliz, aunque eso lo llevaba a sentirse mal por no contarle la verdad.
    —Yato —le llamó la voz de Hiyori.
    —¿Qué pasa Hiyori?
    —Pareces preocupado, ¿pasó algo? —le preguntó esta sentándose a su lado.
    —Estoy bien.
    —Esto… quería decirte… —dijo empezando a sonrojarse un poco— ¿Tú… querías a Capyper land, verdad?
    —Sí —dijo con los ojos iluminados.
    —Bueno… conseguí tres entradas y… pensé que podríamos ir juntos…
    —¿En serio? —le dijo feliz mirándola fijamente.
    —S-sí —dijo un poco intimidada por ello aunque se sentía contenta por ver al chico así de feliz.
    La verdad era que se sentía culpable por haberle olvidado cuando este se había ido. Recordaba que tenía a alguien importante pero su recuerdo era borroso y hasta que estos dos no fueron a verla no se acordó de ellos. Ella le había dicho a Yato que no le olvidaría, había pensado ilusamente que ella no los olvidaría como hacían todos los demás, pero por el contrario no era diferente y se había olvidado de ellos temporalmente.
    —Cuando Yukine vuelva le preguntaremos si quiere venir.
    —Bieeeen!! Al fin iré a Capyper Land con Yukine y Hiyori —dijo gritando de felicidad por la noticia.
    —Yo también quiero ir —dijo Kofuku con su carita de niña buena.
    —Tú no puedes, o llevarás la desgracia contigo —le dijo Daikoku cogiéndola del cuello de la camisa y llevándosela de allí.
    —Pero Daikoku… —le dijo con lagrimitas en los ojos que hicieron que su shinki se sintiera culpable—. Sólo un poco…
    Este no pudo decir nada en contra de la petición de su diosa y simplemente se alejaron de allí dejando solos a la parejita. Hiyori miraba toda la escena con un poco de nervios mientras que Yato aún seguía en su mundo de felicidad donde podría ver a Capyper en persona por primera vez. Hiyori miró a Yato y sonrió enternecida por la escena, se alegraba de que ver que Yato al fin no parecía tan decaído.
    —Iremos el fin de semana —le explicó esta al chico que la miró feliz y asintió— ahora me tengo que ir que se hace tarde.
    —Gracias Hiyori.
    Esta le sonrió como respuesta a su agradecimiento y se preparó para irse a su casa, ya había acabado los exámenes pero tenía que repasar lo que habían hecho en clase. Y porque no, Touno tenía un nuevo combate y quería ver cómo luchaba. No iba a perderse ese gran combate que se iba a celebrar ese día, así que debía ir a su casa para poder verlo encerrada en su habitación para que su madre no se enterara, sino le daría un ataque por esa afición tan poco femenina que tenía su amada hija.

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    Después del fin de semana Yato era consciente de que era el momento de decirle las cosas a Yukine. Durante ese día se habían divertido pero no había podido quitarse ese sentimiento de encima. Realmente necesitaba sincerarse con Yukine en todos los sentidos, pero quizás el primer paso era dejar de tener secretos con él y después una vez limpio contarle todo lo que tenía en su mente sobre él y sus sentimientos. Así que esa noche lo llevó a dar una vuelta por el parque. El rubio estaba un poco sorprendido por eso pero le siguió hasta que estuvieron solos.
    —Yato…
    —Yukine, des de pequeño he matado a muchos humanos.
    —Pero eso fue en el pasado, ahora ya no lo haces.
    —Recientemente, cuando no preguntaste… Fui con Nora.
    —¿Por qué hiciste eso?
    —Porque padre nos los dijo.
    —¿Padre? ¿Quién es este?
    —Es el hombre que me creó y también el que hace que aún siga vivo después de tantos siglos.
    —¿Y… él te dice que mates personas? ¿Vas a volver a hacerlo? ¿Te gusta? —el pobre shinki estaba algo asustado por esas declaraciones de su dios, pero también le daba miedo la respuesta que pudiera obtener de este.
    —No, Yukine, escúchame —negó Yato rápidamente—. No quiero matar a más seres humanos, ni buenos ni malos, yo… quiero hacer felices a las personas.
    —¿Cómo?
    —No lo sé, sólo se matar. Por eso te necesito Yukine.
    —Ya-Yato —dijo sonrojado.
    En ese momento apareció Nora y se quedó mirando esa escena con su típico rostro sin sentimientos ni pasión. Se quedó un poco alejada de la pareja aunque lo suficiente para que ambos la miraran y se escuchara su tranquila voz. Vestía como siempre, miraba como siempre, todo era igual, no había ni rastro de ningún sentimiento a pesar de lo que le había dicho a Yato la última vez ni de su rechazo hacia ella.
    —Eres horrible, dejándome atrás de este modo, pero te perdono como siempre —le dijo esta tranquilamente—. He venido a buscarte por orden de padre —le miró—, no puedes dejarnos tan fácilmente. Recuerda que soy lo único que tienes realmente.
    —No eres lo único que tiene —dijo Yukine molesto por esas palabras de Nora—. También me tiene a mí.
    Yukine dijo eso por el momento pero después se sonrojó un poco al observar la mirada sorprendida de Yato por esas palabras. Aunque después de escuchar eso el moreno sonrió un poco antes de mirar a Nora de una forma más seria, aunque no por ello menos feliz.
    —Ya lo oíste. No sólo te tengo a ti. Ya no quiero seguir contigo —dicho esto Yato dio un paso en firme— Hiiro, gracias por todo —antes de juntar sus dedos que se iluminaron de color azul.
    —No puedes… —dijo esta con una cara algo horrorizada por ello.
    —Hiki —le llamó y empezó a escribir la palabra de liberación— yo te libero —dicho esto el nombre de Hiiro desapareció del cuerpo de Nora.
    Yukine en ese momento sintió una mezcla de sentimientos. El primero por ver la cara de dolor de Nora, era la primera vez que le cambiaba el rostro, siempre se la veía tan tranquila y con esa pequeña sonrisa de calma, y le dolió pensar en lo que estaría sintiendo Nora al ser liberada por Yato, pero a la vez fue feliz por ello. Él deseaba que Yato la liberara y que solo contara con él, como su único shinki. Aunque fuera egoísta él quería ser el único para Yato. Vio como Nora desaparecía y como Yato lo miraba de nuevo, esta vez algo serio.
    —Yukine, quiero ser un dios de la fortuna, guíame —le dijo antes de alzar la voz con algo de desesperación—. Sé mi guía para que pueda ser un dios que haga feliz a la gente.
    —Soy tu shinki, y estoy aquí para ti, así que me aseguraré que no mates a ninguna otra persona —le dijo seriamente— pero como solo sabes matar, deberías matar a los ayakashis antes de que posean a las personas.
    —Yukine…
    El rostro de Yato era de sorpresa pero también tenía un leve sonrojo en sus mejillas por las palabras de Yukine. Quizás para el menor no había tenido más significado que ese pero para él eran unas palabras importantes. Sobre todo la parte “Estoy aquí para ti”, todos sus shinkis hasta el momento, menos Nora, habían acabado huyendo de él. Después de escuchar eso sonrió a su modo infantil y prácticamente se lanzó a los brazos de su shinki.
    —Oye… —dijo este siendo abrazado por su dios, haciendo que se sonrojara.
    —Gracias Yukine.
    Este se calmó al escuchar esas palabras y se dejó abrazar antes de pensar en si corresponder o no. Tímidamente acabó por corresponder ese abrazo. Siendo todo observado por Hiyori la cual no sabía que pensar de eso. Ambos chicos estaban abrazados en el parque después de esas palabras que le habían hecho sonreír. Estaba segura de que si estaban juntos todo iría bien para ambos pero ese abrazo la había sorprendido y también sonrojado. Estaba por irse de allí cuando de repente escuchó como Yato hablaba.
    —Yukine —le llamó el mayor— quería decirte otra cosa.
    Se separó un poco de ese abrazó y observó como el chico se sonrojaba más al encontrarse sus miradas. Ambos estaban algo nerviosos por el momento, ese abrazo les había dejado a ambos un poco tímidos. La verdad era que Yato no sabía por dónde empezar exactamente. Lo había soltado así sin pensar y sin saber si el shinki le correspondería o no.

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    En el templo de Hinata, la emoción se podía palpar en el ambiente. Sinceramente, la Diosa del Yaoi no se había perdido nada de esa escena. Su instinto de fujoshi le había dicho que esa noche sería algo especial que algo pasaría y por eso se puso a observar en Shoki todo lo que pasaría entre ese par de inocentes que no sabían que habían sido tocados por esos guantes que abrían el amor interno que estaba dentro de las personas.
    —Hinata-sama —le llamó Tatsume al ver que Katsu aún no había salido de esa habitación—. Es muy tarde…
    —Cállate Tatsu, que viene la mejor parte.
    —¿De qué? —preguntó algo inocente.
    —De la declaración entre Yato y Yukine.
    —¿Los tocaste con Natsu y Matsu?
    —Sí, cuando tu decidiste hacer tuyo a Fuyume en el primer día.
    —¿Có-cómo lo sabe? ¿La punzamos? —preguntó preocupado.
    —N-no, tranquilo, Katsu me lo mostró.
    En ese momento notó como le llegaba un poco de dolor en su pecho y miró a su espejo con una pequeña mueca por el dolor. Obviamente Katsume no estaba feliz con esa conversación. Pero en ese momento Yato dejó de mirar a Yukine de ese modo y pareció que se disponía a hablar.
    —Oh, ya empieza, silencio chicos.
    Tatsume la miró des de dónde estaba cerca de la puerta y se fue acercando para ver qué pasaba entre ese par de tortolitos. Su ama le había pegado esa maña de observar las parejas, él era el encargado de mostrar el amor que había en ellos y con quien reaccionaba mejor así que era lógico que al final también quisiera saber si esas parejas tenían futuro o no. Se puso junto a su ama y observó a través de su hermano esa escena que llegaba.

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    Se habían observado un rato, y ambos estaban cada vez más nerviosos así que Yato decidió cortar ese momento y directamente se acercó a su shinki y le dio un buen beso en sus labios, consiguiendo una gran sorpresa en este pero también un sonrojo que se podía ver a leguas. Hiyori se tapó la cara con las manos al ver esto y se fue de allí sintiendo algo en su pecho, algo extraño que no tenía muy claro que era pero que dolía. Mientras ella se iba Yukine se separó nervioso de este y con ese sonrojo en sus mejillas que le delataban.
    —¿Q-Qué haces? —le dijo sin poder evitar tartamudear mientras acercaba su mano a sus labios— ¿N-no ibas… a-a decirme a-algo?
    —Sí —este miró las reacciones de su shinki y se armó de valor—. Estando con Nora esos días me di cuenta de que siento algo por ti, que va más allá de ser Dios y Shinki.
    —¿Qué quieres decir? —preguntó Yukine sin tartamudear pero con lentitud, no acababa de entender lo que Yato le quería decir.
    —Te amo.
    —¿Q-Qué? —de la sorpresa Yukine dio un pequeño saltito.
    No podía ser, realmente no podía ser eso. A Yato le gustaba Hiyori, los había visto abrazados y en otras circunstancias algo comprometedoras. Pero ahora le estaba diciendo que lo amaba a él. Su pecho dolió ante ello, no era un dolor malo, solo eran unas leves punzadas producidas por los nervios y los rápidos latidos de su corazón. Miró a Yato esperando que este dijera que era una broma o soltara alguna tontería pero este solo lo miraba seriamente.
    —Yo te amo, cuando Nora me dijo que me amaba, lo primero que pensé fue que no podía corresponder sus sentimientos porque te amo a ti.
    —Y-yo… —en serio no sabía que responder estaba muy feliz por esos sentimientos que Yato decía que tenía por él.
    Yukine durante esos días también había pensado que lo más probable era que el amara a Yato. Cuando lo veía junto a Hiyori su pecho dolía un poco, aunque intentaba controlar sus pensamientos y sentimientos para que Yato no se viera afectado, sabía que no los había escondido del todo. Sobre todo cuando se trataba de Nora, se había puesto muy celoso de esta, porque era la shinki de Yato des de mucho antes, era más fuerte que él y este se había fugado un tiempo con ella. Y encima esta se le había declarado. Otra oleada de celos atacó y Yato lo notó porque hizo una mueca por el dolor. Al ver eso Yukine se calmó rápidamente.
    —Perdona —se disculpó rápidamente— ¿En serio amas a alguien que siempre te acaba haciendo daño?
    —Creo que es por esto mismo que te amo.
    —¿Eres masoquista? —le preguntó ahora mirándolo con una cara de circunstancias.
    —Claro que no —respondió este con su voz algo alterada por esa afirmación—. Pero con esas punzadas me demuestras que sientes y eso es lo que me gusta de ti. Nora no sentía nada en ningún momento.
    Se acercó al chico y le acarició la mejilla viendo como este se ponía nervioso de nuevo. Esperaba que Yukine le hubiera entendido, cuando le acarició la mejillas este simplemente cerró sus ojos. Estaba nervioso y necesitaba relajarse un poco si debía darle una respuesta al mayor. Sabía que iba en serio así que la respuesta debía ser seria también. No sabía que responder pero justo cuando estaba empezando a encontrar una respuesta Yato le dio otro beso aprovechando que tenía sus ojos cerrando. Se le olvidó que era lo que pensaba en ese momento. Pero al final correspondió al beso como toda respuesta.
    —Yo también… te amo —le dijo después del beso mientras miraba hacia otro lado por la vergüenza del momento.

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    —¡¡¡Kyaaaaaa!!! —fue lo que se escuchaba en el templo esa noche.
    —Hinata-sama —le llamó Tatsume— Despertara a los demás.
    —Perdona, es que no lo pude evitar, ¡es una declaración y un momento romántico tan a su estilo!
    —Eso es cierto, nunca olvidan sus comentarios fuera de lugar, ni siquiera cuando están un momento romántico —respondió el pelirrojo con una gotita en la sien.
    —Cierto, pero ese es el toque adorable de esta pareja. Fueron tan tiernos, oh Dios mío.
    —Usted es la diosa, ama.
    —No me hables tan formal hombre, ya nos conocemos de hace tiempo —le regañó está dejando de adorar a la pareja momentáneamente—. Pero te perdono porque estoy feliz y emocionada por lo que he visto.
    —No funcionó la táctica del despiste —dijo este con un suspiro— yo con tu permiso me voy a descansar.
    —Buenas noches —respondió esta simplemente mientras este ya se iba aunque luego de ver que ya no quedaba nada para ver con ese par se acordó de que Shoki también debía ir a dormir— Katsume, vuelve.
    En ese momento apareció un chico de pelo rojo con el flequillo desordenado y la miró. Hizo un pequeño bostezo y se retiró sin decirle nada a su maestra ya que esta había vuelto a su mundo feliz donde seguramente estaría pensando en cómo sería un lemon entre este par. Si no era eso de todos modos no quería saber de qué iban sus pensamientos. Habían aprendido a temer los pensamientos de su ama así que ninguno de ellos quería saber nada de ello. Todos se limitaban a obedecer lo que esta les ordenaba como los shinkis que eran y a ignorar sus ataques de adoración hacia las parejas que creaba porque sabían que eso podía ser tóxico para su mente después de ver esos numeritos que montaba.

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    Y hasta aquí el capítulo 4 de este fic, prometo que el próximo es el último pero también que intentaré que haya lemon, básicamente porque es para eso que lo hago, jejeje y para ver si me he dejado algo para cerrar en estos capis y de este modo finalizar el fic.
    Sé que casi todo se basa en alguna parte del manga pero no soy buena con la imaginación basada en mangas/animes ajenos así que he usado esas partes para poder encontrar mi propia inspiración, jeje, de verás espero que les haya gustado y que eso no les moleste.

    Gracias por leerme, y hasta pronto!!
  12. .
    Hola a todo el mundo, vengo a traer el capítulo 16 de este fic, ya no sé cuanto hace que no colgó nada, pero debe ser un mes más o menos… Sé que he tardado, pero lo he escrito, no puedo decir que vaya a tardar menos en escribir el siguiente capítulo pero al menos podéis leer este, divertíos, lo he hecho lo mejor que he podido, jeje
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    Capítulo 16
    Era un domingo por la mañana, cierto camaleón no podía dormir, estaba despierto como si le hubieran dado un café pero en verdad no había tomado nada. Sólo estaba pensando en su pelea con Chiita, se había enfadado con la familia de su novio, en teoría aún eran novios, o eso esperaba. Y por culpa de eso le había dicho a su guepardo que lo odiaba cuando este le había defendido ante su madre. En verdad no estaba enfadado con Chiita, sino con su madre, la cual se había portado muy hostil con él. Miró su móvil, debía decirle algo a Suizenji para disculparse con él, no merecía ese maltrato de su parte. Sollozando marcó el número de su amado guepardo y esperó que este respondiera.
    TUT, TUT, TUT, TUT, TUT…
    No respondía. Se tumbó de nuevo en la cama con todo el aura negra que lo rodeaba en esos momentos. Quizás estaba enfadado con él por haberle dicho que lo odiaba en ese arrebato. No sabía que podía hacer para arreglar las cosas con Chiita, y eso le ponía más triste aún. Quizás necesitaba algo de ayuda, pero no sabía a quién acudir exactamente. Todos parecían muy concentrados en lo suyo y le daba vergüenza explicar lo que había pasado en casa de Suizenji el viernes por la noche. ¿Cómo iba a explicarle a alguien que la madre de su novio se había reído de él en su cara y después lo había echado? No podía tenía su orgullo, y no iba a rebajarse a que alguien supiera lo ocurrido. Volvería a llamar en unas horas, quizás era muy pronto en esos momentos y su novio aún dormía.

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    Esa misma mañana, bastante pronto también se encontraba un peli-crema sentado en la hierba del campo de la ribera pensando en que podría hacer en esos momentos. Su novio estaba aún dormido y no despertaba. Su padre ya le había dicho que era un simple golpe, que había despertado pero que le habían recomendado dormir después de hacerle unas pruebas. Le darían el alta pronto, pero eso a él le preocupaba. Shiro vivía sólo y ahora tenía un brazo roto y un golpe en la cabeza, no le gustaba la idea de que estuviera solo en tal condición. Sabía que tenía dos opciones, o llevar a Shiro a su casa o ir él a la suya a pasar unos días, pero tendría que hablar con su padre sí o sí, para cualquiera de las opciones.
    —¿Estás sólo, humano? —escuchó que le hablaba alguien.
    Miró hacia la procedencia de la voz y vio a Desta, este parecía que se negaba a llamar a la gente por su nombre, así que tampoco dijo nada. Desvió la mirada y miró hacia delante como no dándole importancia al chico aunque después le habló.
    —Hoy no hay entrenamiento.
    —No me importa, sólo quería hablar con un humano —Goenji lo miró de nuevo pero no dijo nada esperando que el otro hablara— el otro día follé con Sein y desde entonces aparte de sentirme más relajado noto algo extraño en el pecho —el peli-crema siguió en silencio esperando a saber más, si el otro quería contarle—. Es como si doliera cuando pienso en él, pero a la vez no es algo doloroso, y no puedo quitármelo de la cabeza.
    —Lo amas.
    —¿Cómo? Claro que no, los demonios no amamos —le dijo Desta como respuesta, se había malhumorado al escuchar eso.
    —Aunque lo quieras negar, parece que lo amas.
    —El amor es un sentimiento humano… —respondió Desta a ese comentario.
    Goenji se quedó en silencio ya no había nada más que decir. El amor era más complejo que eso, pero este era un inicio y era evidente. Desta no parecía estar muy conforme, pero como demonio era la primera vez que sentía algo como esto, tal vez era culpa de pasar tanto tiempo con los humanos. Después de eso sin decir nada se fue dejando de nuevo solo a Goenji. El cual pensó en la conversación, y decidió que hablaría con su padre ese mismo día. Shiro lo merecía.

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    Después de la escenita de sexo que habían tenido ambos, Sorano había decidido que no quería irse de la casa de su novio, así que había pedido permiso a los padres de ambos y estos habían accedido a la petición. Por ese motivo cuando Kitami se despertó esa mañana se encontró con un Sorano dormido. Se veía muy hermoso, al menos a sus ojos, con su pelo algo expandido por la almohada y su rostro serio pero tranquilo. Estaba tumbado de lado en su dirección y tenía un brazo en su cintura como si lo estuviera abrazando. Eso le pareció más tierno aún. Se movió un poco para poder levantarse de la cama y fue hacia el lavabo para poder lavarse la cara y asearse un poco. Al volver a la habitación se dio cuenta de que Sorano ya estaba despierto y con cara de estar algo enfadado.
    —¿Te-te desperté? —le preguntó el chico de cabello más corto cerrando la puerta de la habitación y acercándose a su novio.
    —¿Dónde fuiste? —le preguntó el otro.
    —A-al lavabo… —respondió el otro confundido.
    —Pensé que te habías ido…
    Dicho esto se acercó a Kitami y lo abrazó. Sorano no entendía muy bien que le pasaba, estaba muy sensible en esos momentos. Despertar y ver que no estaba su seme cuando debía de estar le había hecho recordar cuando este se había ido de su ciudad natal sin avisar. Se sentó encima de Kitami con una pierna a cada lado de su cintura y se abrazó más a él empezando a sollozar. Kitami tampoco entendía nada en esos momentos. No sabía que le pasaba a su novio para que de repente estuviera tan sensible pero empezó a acariciar su cabeza para ver si eso lo reconfortaba mientras con el otro brazo rodeaba su cintura.
    —¿Do-donde debería i-irme? —le preguntó en un susurro a su novio— si tu e-estás aquí, no ha-hay otro lugar donde… qui-quiera estar.
    Decir esas palabras era algo vergonzoso, y él era tímido por naturaleza pero había hecho su mayor esfuerzo para no tartamudear mucho y poder decir la frase con seguridad. Quería que Sorano volviera a ser el chico alegre de siempre, no podía negar que esta faceta tan adorable de él le parecía muy tierna y encantadora pero, se veía tan frágil y triste que prefería que fuera el de siempre. Sorano al escuchar eso se sonrojó tanto como Kitami y sonrió abrazándolo más fuerte.
    —Te amo Ryuu, no te vayas nunca de mi lado, ¿sí?
    —No me iré de nuevo, lo prometo —le respondió el otro sin tartamudear, todo un logro, que no duró mucho— y-y-yo tambi-bien te a-amo.

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    Tanto Handa como Matsuno tenían muchas cosas que pensar ese día. Habían tenido la cita el día anterior, y eso les tenía algo preocupados. La cita había ido bien pero cada uno tenía sus propios pensamientos y preocupaciones al respeto. Era algo inevitable después de una cita, había dudas y llegaban recuerdos de partes que podrían haber ido mejor. Ambos tenían cosas que pensar respeto a sus propios sentimientos y los del otro chico.
    Por una parte Handa estaba algo preocupado porque parecía que Matsuno estaba preocupado por su anterior relación y por el hecho de que hablara con su ex-novia pero no solo eso, estaba seguro de que no paraba de compararle con su propia ex-pareja. Sabía que Matsuno aún no había superado su relación pasada. No sabía si sentía algo por esta pero sabía que le había dejado una marca y que en esos momentos estaba a prueba. No le gustaba mucha esa situación pero había decidido que tenía que ser él mismo para no engañar al chico del gorrito. Lo mejor en una relación era eso, ser sincero y honesto del inicio, así nadie se llevaba una sorpresa. Entendía eso y sabía que Matsuno estaba siendo sincero, pero de todos modos había algo que no acababa de dejarlo vivir tranquilo. Una espinita clavada en su corazón. No sabía que debía hacer con el peli-naranja, quería ganarse su favor, y aunque en estos momentos estaban algo mejor que antes, aún estaba algo tensa su relación.
    Por otro lado Matsuno estaba pensando en lo calmado y simpático que le parecía Handa, tenía bastante paciencia con él. Su ex-novio no era así, tenía menos paciencia y a veces era algo irracional por cosas sin importancia. En eso Handa no se parecía nada a este y eso le gustaba. Sonrió un poco pensando en eso pero en ese momento le vino a la mente que le había dicho que aún se hablaba con su ex-novia. O era demasiado bueno o aún la amaba… este último pensamiento le dolía, pero el castaño había dejado claro que solo eran amigos y nada más. Debía creerle. Se abrazó a su almohada y la apretó contra su pecho con fuerza. Habían tenido un buen día y habían quedado para quedar el sábado siguiente eso era lo importante, aunque aún le gustara esa chica ahora estaba interesado en él, debía tener confianza. Al menos dejaría pasar el tiempo para ver como acababa todo.

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    Al final ese pingüino había ganado, no había podido resistirse a él. Esa noche había soñado de nuevo con él. Con ese pelo castaño como de león y esas marcas en sus mejillas, sus ojos y ese comportamiento tan caballeroso habían ganado la partida. Al despertar después de ese sueño tenía dolor de cabeza, algo le estaba haciendo sentir mal y solo lo podría arreglar si llamaba a Genda y le decía de ir juntos al circo. Pero no iba a llamar, tenía su orgullo así que simplemente le mandó un simple mensaje diciéndole que lo pasara a buscar para ir al circo. Y ese era el motivo por el cual estaba cierto chico con cabello de león en la puerta de su casa. Sakuma a decir verdad se había arreglado más de lo que quería, ni siquiera sabía porque lo había hecho pero había estado largo rato pensando que ponerse. Fueron hacia el circo donde pudieron ver varios espectáculos. Un pelirrojo haciendo bailes aéreos por unas cuerdas y unos trapecios. Un chico de cabello verde haciendo malabares, un chico castaño que jugaba con fuego. Y por último llegó la parte esperada. Cambiaron de escenario y allí pudieron ver la actuación de los pingüinos y de un delfín.
    —Señoras y señores, me llamo Jousuke Tsunami y ahora les voy a presentar a mis compañeros de trabajo —dijo mientras señalaba al delfín— esta es Umi, la última delfín que participará en nuestro circo —después señaló al par de pingüinos que estaban también junto a él— ellos son: Waka y Ojō.
    Después de presentarlos hizo una señal con su mano y ambos pingüinos saltaron al agua acompañados de Umi. El chico peli-rosa sonrió y sacó una tabla de surf para empezar a surfear des de ese lado de la piscina hasta el otro. En eso los pingüinos empezaron a saltar por encima del agua yendo sincronizados, cuando uno estaba dentro el otro fuera. Por otro lado la delfín se levantó sobre su cola y empezó a andar por el agua moviendo la cola con la fuerza de sus músculos. Cuando llegaron al otro lado de la piscina el chico salió del agua junto con la tabla de surf y dio un par de silbatos que los animales entendieron a la perfección. Fueron hacia el lado de la piscina donde estaban antes. Umi sacó su morrito del agua y los delfines saltaron con una gran elegancia de la piscina para ponerse en la orilla. Tsunami llegó hasta ellos y les dio un pescado a cada uno de ellos.
    Sakuma se había quedado embobado viendo esa parte de la actuación y era solo el inicio. Parecía fascinado por los movimientos de los pingüinos pero también por cómo había caminado por el agua esa delfín. Genda también había observado con atención la actuación de estos pero de vez en cuando miraba el rostro del chico del parche, que se veía tan feliz. Ese rostro que normalmente era serio en esos momentos parecía el de un niño pequeño. Al chico león eso le pareció muy adorable y sonrió antes de volver la mirada a lo que hacían en la piscina.
    Al acabar la función Sakuma se veía tan emocionado como un niño el día de los reyes magos viendo sus regalos. Solo por verlo así el mayor ya se daba por pagado, aunque las entradas no habían sido precisamente baratas. Se podía hacer un esfuerzo para ver al amante de los pingüinos así de feliz. Normalmente se le veía enfadado y hasta triste, pero en esos momentos se veía muy adorable. Genda cada vez más tenía ganas de hacerle alguna caricia pero no quería que se enfadara justo en ese momento. Ya le había parecido raro que le hablara y le dijera de ir juntos; Genda pensaba que Sakuma prefería ir con Kido a ver el espectáculo pero le había dicho que fuera a recogerlo. No mentiría, estaba feliz de que prefiriera ir con él pero de todos modos no creía que eso le diera alguna posibilidad, por el momento.
    —Espérame un momento, ahora vuelvo —después de decirle eso se fue hacia la tienda y le compró una imagen de un pingüino que cuando lo movías cambiaba.
    Lo pagué y se lo di al menor, lo movió un poco. Ese pingüino a medida que lo movías parecía que saltara fuera del agua y volviera a caer, eso era gracias a como se reflejaba la luz en el con el movimiento. Genda se había dado cuenta que había sido lo que más le había gustado al menor, este se sonrojó al ver eso y luego lo guardó. Iba a dar las gracias pero al final la vergüenza le ganó. Se estaba empezando a sentir raro al lado de Genda y no sabía por qué. Estaba algo confundido.

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    Goenji había regresado al hospital después de hablar con Desta y se había encontrado con Shiro ya despierto, habían estado hablando de cosas banales, aunque Goenji quería abordar el tema que le preocupaba. Después de comer, decidió que era el momento de hablar con él. Y después hablaría con su padre. Si quedaba de acuerdo con Shiro ignoraría lo que dijera su padre, al menos en caso de que no aceptara ninguna de las dos opciones.
    —Shiro —le llamó para conseguir su atención después de unos momentos de tranquilidad—. Sería bueno que vinieras a vivir a mi casa mientras no te recuperas.
    —¿Tu padre está de acuerdo? —preguntó bajando un poco la cabeza para después mirarlo con una sonrisa— No quiero ser una molestia.
    —No lo serás. Eres mi novio, así que eres de la familia diga lo que diga mi padre.
    —Gracias, Shuuya —le dijo feliz de escuchar eso—, pero no creo merecer esto.
    Shuuya lo miró unos momentos y después de esa pausa puso su mano en su mentón e hizo que le mirara. Shiro se sonrojó un poco por esa acción y después le sonrió un poco. Le gustaba lo cariñoso que podía ser Shuuya, aunque fuera a su manera. Se preocupaba por él y con sus acciones siempre le hacía feliz y le transmitía sus sentimientos. Se despertó de esos pensamientos al notar un suave beso en sus labios.
    —Tú mereces cualquier cosa —fue la respuesta del peli-crema después de ese tierno beso que hizo suspirar a Shiro y desear más.
    Goenji entendió ese suspiro y se acercó de nuevo a su uke para besarlo de ese mismo modo, suave y tiernamente, para demostrarle que estaba allí para él y que nunca más tendría que sentirse solo. Él nunca lo dejaría.

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    Un ángel estaba indeciso entre lo que sentía y lo que se suponía que debía sentir. Debería sentir asco, repudio y odio pero en vez de eso se sonrojaba cuando pensaba en cierto castaño de pelo largo que vivía justamente en el lado opuesto al suyo. Él vivía en la pureza, pero por otro lado el castaño vivía en el lado oscuro. No podía ser eso. Decidió bajar al mundo humano y tener una conversación con alguien, con cualquiera de sus amigos valdría. No le importaba mucho quien fuera. Se fue al campo de la ribera donde siempre entrenaban y se encontró con un chico de pelo grisáceo que chutaba a portería con su técnica. Intentaba perfeccionarla lo mejor que podía siempre con esa intención para mejorar.
    —Hola Shadow —le dijo al verle.
    Yamino se giró dejando de observar la portería y lo miró. Se había sorprendido un poco al verle llegar. No se lo esperaba, él estaba esperando a otra persona. Observó al pelirrojo con trenza que tenía delante, no era hora de entrenamiento pero sabía que muchas veces se equivocaba de hora y llegaba cuando ya habían acabado. No se sorprendió, porque él siempre se había quedado hasta tarde y se habían visto varias veces.
    —Hola.
    —Últimamente es raro verte aquí fuera de horas —le comentó con voz seria Sein.
    —Sí.
    —¿A qué se debe?
    —Tengo otras cosas que hacer.
    —Ya veo… —le respondió pensando en que no sabía que sería eso que hacía—, ¿es cosa de algún chico?
    —Sí.
    —¿Te gusta?
    —Puede ser —Shadow le miró un momento con expresión de intriga—. Dime.
    —Estoy confuso —empezó a decir antes de mirar un balón y darle una patada para mandarlo hacia la portería— creo que me gusta Desta, o no sé. Noto cosas muy raras en mi pecho cuando pienso en él y me sonrojo al pensar en lo que hicimos el otro día.
    —¿Qué hicieron?
    —Tuvimos sexo en este parque.
    Shadow lo miró unos momentos y decidió que era mejor no pensar en eso último que le acababan de decir, podía ser incómodo imaginar a un amigo teniendo sexo en el lugar donde pasaba más tiempo en todo el día. Decidió pensar más en lo que le había dicho antes de eso. Sobre sus sentimientos y lo que creía. Asintió con la cabeza.
    —Es posible que te guste.
    Después de eso solo pensó en Raiden, él también sentía unas sensaciones desconocidas cuando pensaba en él o estaba con él. Se sentía muy a gusto con el defensa y también con sus hermanitos. Le gustaban esas sensaciones, empezaba a pensar que sí estaba enamorado de Raiden, o al menos se estaba enamorando de él. Intentó no pensar más en eso y chutó un balón. Ambos estaban metidos en sus pensamientos.

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    Al día siguiente despertaron muy tarde pero decidieron quedar de todos modos. Aún era la tarde, habían despertado más o menos para la hora de la comida, pero aún se notaban eufóricos y podían notar ese sentimiento que les había llenado el día anterior. Recordaban todo lo que había pasado y lo veían como una experiencia inolvidable. Todo. Todo estaba bien grabado en su memoria, desde que se habían encontrado hasta que se habían despedido con esos tiernos besos. Realmente había sido algo que no olvidarían, por el contrario, lo único en lo que pensaban en ese momento era en hablar de ello y seguir manteniendo ese sentimiento en ellos. Por este motivos entre otros habían decidido quedar después de haber comido. Se encontraron en el lugar que habían escogido, concretamente la parada de bus cercano a la casa de Kenya, y dieron un paseo mientras hablaban sobre el concierto. Sus palabras, a pesar de ser callados ambos, salían por la emoción. La música era su pasión y cuando hablaban de ella podían mostrar una parte de ellos que normalmente no salía a la luz.
    El paseo les condujo por diferentes calles hasta que llegaron a un parque, allí se podía ver unas cuantas personas sentadas en bancos y unos niños que jugaban en un parque cerrado para evitar que salieran y se fueran sin que los padres se dieran cuenta. Pasaron por allí hablando ahora con más calma de los acontecimientos. Pasados los primeros momentos de emoción su ánimo iba calmándose para volver a ser un poco más ellos mismos. De todos modos seguían sintiendo como sus corazones latían algo rápido y fuerte. Se cogieron de la mano cuando estuvieron en una zona del parque que estaba más alejada de los niños y siguieron su camino hasta que decidieron ir a casa de Narumaki, la cual estaba vacía, por azares de la vida. Ambos tenían más o menos claro que era lo que iban a hacer en la casa, iban a seguir con lo que habían empezado el día anterior en la calle.
    En cuanto llegaron a la casa de los Narumaki fueron primero a la cocina a tomar un poco de agua, y después se dirigieron a la habitación. Estaba claro que ambos tenían ganas de seguir con esos besos que habían tenido que dejar el día anterior a causa de la tardía hora. Ambos se sentaron en la cama de Kenya, pero les parecía algo precipitado y ninguno de los dos quería parecer desesperado. Al final, después de unos segundos de pausa simplemente se acercaron y sin pensarlo mucho empezaron a darse pequeños y tranquilos besos, hasta que Kenya se separó un poco del peli-azul, el cual le miró un poco confundido.
    —Pondré unas baladas para acompañar el momento —dicho esto el peli-lila se levantó de la cama y cogió su reproductor de música para buscar un CD adecuado para poner en un momento como este.
    Se acercó de nuevo hacia su seme y esta vez se sentó encima de sus piernas. Puso sus brazos alrededor del cuello de Otomura y se acercó a él para besarlo. Los besos seguían siendo iguales a los anteriores, parecía que ninguno de los dos iba a dar otro avance ese día pero no fue así. Otomura llevó sus manos a la espalda de Kenya y le empezó a acariciar primero sobre la tela, pero poco a poco, acabó colándolas por debajo de la ropa de este. Acarició la piel suave de la espalda del peli-lila, y escuchó un pequeño suspiro de este entre sus besos. Le pareció muy adorable escuchar un suspiro de Kenya por unas caricias en su espalda, debía tenerla sensible. La acarició un poco más disfrutando de ese tacto tan suave y aterciopelado que tenía la piel del menor. Notó como la respiración de su uke se estaba acelerando poco a poco, le sorprendió eso. Se separó un poco de él y le miró al rostro y vio que estaba sonrojado.
    —¿Tanto te gusta? —le preguntó serio aunque feliz de haber encontrado un punto sensible en su pareja.
    —Me estoy calentando.
    Otomura no esperaba esa respuesta pero no por eso le gustó menos. Le gustaba saber que le había causado ese efecto en el menor con unas simples caricias, no iba a negar que sentía un gran orgullo hacia su persona.
    —Entonces déjame ayudarte.
    Dejó de acariciar la espalda de este, al menos con una mano, y la dirigió hacia la parte inferior delantera, donde acarició un poco por encima de la ropa para comprobar que tan duro estaba Kenya, quedó más sorprendido aún, al notar que estaba ya muy duro. Sonrió un poco y le abrió un poco ese pantalón que empezaba a molestarle al peli-lila. Este suspiró un poco aliviado. Otomura metió su mano dentro de la ropa de su novio, aunque la posición era algo incómoda para ello, más que nada por la ropa. Decidió no darle mucha importancia al tema y solo se dedicó a ayudar a Kenya con su problema. Este respiraba de un modo algo agitado mientras daba pequeños suspiros y jadeos. Acabó por apoyar su cabeza en el hombro de su novio mientras sentía como la mano del otro se movía por su miembro, no muy rápido por la dificultad que presentaba la posición y la ropa, pero con la suficiente velocidad para que se calentara, más.
    —Ah, Gakuya, más rápido… —le pidió al pobre chico que hacía lo que podía.
    —Es complicado de esta manera.
    El peli-azul decidió cambiar la posición. Dejó a su novio a la cama tumbado, y le quitó la ropa que le molestaba, apartándola de esa zona pero sin acabar de quitarla. Cuando vio que tenía mejor posición y comodidad llevó de nuevo su mano a ese miembro ya algo mojado por la excitación y empezó a masturbarlo hasta que se corrió. Ese tranquilizó su respiración después de eso. Pero en esos momentos Otomura estaba algo excitado por la visión que le había mostrado su novio.
    —¿Puedo seguir? —le preguntó a este acercándose a su rostro para besar su mejilla.
    —… —Kenya se lo pensó un poco pero no le parecía justo dejar a su novio de ese modo así que acabó asintiendo—. Bien, pero con cuidado.
    —Claro —fue la respuesta del otro antes de darle un beso en sus labios.
    Dejó de besar a Narumaki para poder lamer sus dedos y así empezar a dilatar al chico que tenía debajo de él en esos momentos. Entonces se acercó para besarle de nuevo, el plan era distraerlo un poco mientras lo dilataba para evitar que sintiera mucho dolor. Entre besos fue dilatándolo bien hasta que ya cabían los tres dedos a la perfección. No le había costado tanto como pensaba y eso lo agradecía ya que su miembro estaba pidiendo penetrar al peli-lila desde que le había visto jadeando debajo de él con esa expresión tan violable. Sacó sus dedos del interior del otro chico y se separó de él para poder quitarse su ropa. Se sentó en la cama y atrajo a Kenya hacia él haciendo que de nuevo se quedara sentado en su regazo. Llevó su miembro a la entrada del peli-lila y este poco a poco fue bajando por este hasta que sintió que estaba completamente lleno por su novio. Se abrazó a este, y dio un jadeo cuando este le volvió a acariciar su espalda. Sin decir nada empezó a moverse de arriba abajo por ese falo notando como cada vez llegaba más profundo y que se sentía mejor. Otomura soltaba pequeños jadeos a la par que le ayudaba un poco a subir y bajar, lo había cogido por la cintura para ello. Así estuvieron hasta que ambos se corrieron; Otomura dentro de Kenya, y Kenya entre ellos.

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    Después de ese incidente en el parque apenas se habían reunido para entrenar, así que cuando acabó sus repartos en el restaurante de su madre salió a dar un paseo o más bien en busca de alguien. Quería ver al peli-lila con peinado raro que siempre entrenaba solo porque le daba vergüenza que vieran que aún no dominaba bien el fútbol. Tenía ganas de entrenar un poco con él, estando solos. Se sentía como junto al ex-delincuente que ahora trabajaba en un restaurante de fideos. Sonrió ante ese pensamiento, parecía que se tratase de esas historias antiguas donde había un chico frío y malo que recogía un gatito que estaba bajo la lluvia mojándose, y lo cuidaba. Le daba sensación, aunque sabía que Tobitaka no era malo, era buen chico. Lo había aceptado a pesar de que había mostrado su habilidad en el fútbol, y no lo había rechazado por ser demasiado buen. Tan metido estaba en esos pensamientos que no se dio cuenta de cuando llegó al restaurante de fideos. Allí encontró al chico de sus pensamientos, entrenando solo chutando el balón contra una pared en un pequeño solar que había junto al restaurante. Se acercó a él con una sonrisa y le quitó el balón sin que Tobitaka se diera cuenta.
    —Buenas tardes —le saludó con una sonrisa antes de pasarle el balón.
    —Hola —fue la respuesta del otro— ¿Qué haces por aquí?
    —He venido porque tenía ganas de verte —le explicó Toramaru feliz de la vida—, ¿puedo entrenar contigo?
    —Estoy haciendo pases.
    —No hay problemas.
    Tobitaka le pasó el balón a Toramaru, y así empezó una tanda de pases entre ambos chicos. Esos pases no solo servían de entrenamiento, con estos también se mostraban sus sentimientos, era algo extraño, pero ambos podían sentir una conexión con el otro más allá del balón. Les sorprendía esa sensación pero no les incomodaba, estaban bien de este modo. Toramaru sonría pensando en lo divertido que le parecía pasarse el balón con el chico de cabello de reno, aunque tampoco hacían nada del otro mundo y tenía que correr para perseguir el balón cada vez que Tobitaka fallaba en el pase. Le dio algunos consejos sobre cómo patear el balón cuando sólo hacía un pase. Después de un rato ambos estaban cansados, así que decidieron tomar un descanso para recuperar energía.
    —Estás mejorando bastante des de la primera vez que te vi patear el balón.
    —He entrenado cada día.
    —Así mejorarás más rápido, el esfuerzo y la constancia son importantes.
    —Que me lo diga genio la hace perder credibilidad a la frase.
    —No soy un genio —respondió Toramaru avergonzado pero sonriendo feliz por esas palabras.
    —Tienes razón, solo eres un niño prodigio —se burló un poco Tobitaka consiguiendo que este bajara la mirada avergonzado.
    —Lo siento —se disculpó como toda respuesta.
    —Eso es algo que me gusta de ti, no cambies.
    Toramaru se sonrojó ante esas palabras y asintió sonriendo un poco, no sabía que responder así que ambos se quedaron callados unos momentos mirando al cielo, que había empezado a oscurecer mientras jugaban. Al final Tobitaka dejó de mirar al cielo y se giró para ver al chico de cabello azul y corto. Se veía hermoso a la luz de la farola con ese cielo oscuro encima de él. Le acarició la cabeza y Toramaru se giró para mirarlo algo sorprendido por ese acto.
    —¿No llegarás tarde a casa?
    —Es probable, debería irme ya —respondió el otro chico algo nervioso por todo empezando a levantarse del suelo donde se había sentado para descansar— nos veremos mañana.
    —Buenas noches.
    —Igualmente.
    Después de esa despedida bastante cálida, en cierto modo, Toramaru se fue corriendo hacia su caso. Estaba cansado pero necesitaba sacar sus nervios y su vergüenza de algún modo y correr podía ser la mejor manera en esos momentos.

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    ¡¡¡Al fin!!! Fin de este capítulo, xd creo que me he pasado un poco con el lemon, no sé si la escena me quedó muy bien pero de todos modos espero que les haya gustado todo el capítulo. Se hizo esperar pero ya avisé de que estaría algo ocupada y todo.
    La operación fue bien, ya aprobé la teórica de conducir, pero me queda la práctica y el trabajo de final de carrera, que aunque lo he avanzado un poco sigue yendo muy lento y atrasado, así que quizás tarde un poco aún en escribir el siguiente capítulo, perdonadme por tardar, y muchas gracias por la paciencia.

    ¡Hasta la próxima!
  13. .
    Hola, Hola, Hola!!! Buuuueeeeeno, aquí vengo a comentar, jeje, la verdad es que mi tesis no avanza, pero ya me sentía mal por no comentar durante tantos capis y hoy me lo leí todo de golpe, xd en verdad solo estaba leyendo un poco de vez en cuando mientras esperaba en algun lugar pero hoy fui a la uni y durante el camino aproveche para leer tus capítulos xd La buena noticia es que la teorica de coche la aprobé, la mala es que me toca hacer la práctica y lo odio a muerte, jeje, quiero quemar un coche en estos momentos, xd dejando estos detalles voy a comentar ya el capítulo, xd

    Miyabino ganó, como no, él siempre gana al pobre peli-azul que no puede resistirse esos encantos del peli-gris, y por eso se queda a dormir a la casa del uke porque este insiste, a ver si así se conoce un poco más.

    Ibuki cada vez que se pelea con Hayato decide irse, al parecer... que mal, no puede hacer eso, pobre uke, después se siente mal porque no puede disculparse, pero esta vez lo hará bien, Hayato podrá ir a verlo antes de que se vaya, pero seguro que después de esto recibirá una buena por parte de Hayato, jejeje

    En una bañera se pueden aprender muchas cosas, que confesiones que se hacen cuando uno se baña, así que no tiene previsto casarse con Sousuke pero se pone rojo y nervioso, y en verdad lo quiere,jejeje, pero no cree que sea posible, será porqué debe creer que el mayor no lo quiere, sobre todo porque le dice que él le ayudará a buscar un novio, como si hablase de otro, jejeje muy mal, tendría que decirlo de otro modo...

    Per altra banda Yoichi ha conseguido que Kirino se sienta culpable después de su visita y por culpa de eso este dice que no se encuentra bien y que no puede acompañar a Shindo a dar una vuelta, aunque este se lo pide. Que pena, pero es algo normal cuando pasan cosas así, que piensas en algo que te va bien a ti y que para eso te tienes que alejar de un amigo... todo pasará, yo estoy seguro de ello...


    Pobre Minamisawa, al parecer el perrito no le tiene confianza a pesar de que le ha comprado un futón para que esté calentito, estos inus de hoy en dia, que desconfiados, jejeje

    Furetsu sigue con su miedo a las personas, pero Yuuichi intenta ayudarlo, así que le hace ir a comer con todos los de la casa, y empieza la pelea con Kyosuke, la primera de este fic pero no será la última, xd le preocupa que este hagga sufrir a su amigo, pero el no se preocupa por el dolor de su pierna, que lo ignora cuando le arrastra y de seguro le debe de doler, xd

    Manabe por su parte sigue en sus trece de que no quiere darle otra oportunidad al búho, con lo bien que se porta ahora con él, hasta le envia cartitas como disculpa por las molestias ocasionadas por que le pidió ir a comer a su casa sabiendo que esto le incomodaría, creo que es algo lindo, jeje

    Jajajaja pobre Namikawa, él que intentaba huir de escondidas y Makoto lo pilló antes de que pudiera hacerlo, pero viendo el lado bueno, al final fueron juntitos y tuvieron un buen viaje de ida, tanto que Makoto no quería llegar a la casa de Taiyo, pero viéndolo por el lado bueno ahora ya tiene un nuevo amigo, xd

    Fey está estresado y cocina mochis que seran su perdicio pero así le pueden dar de comer a Einamu, que està hambriento, jejeje, y de paso aprovechan para poder hablar de Gamma y poner algo nervioso al gatito, xd

    Uau, Ichino es muy adorable, preocupándose por si sus sentimientos han llegado y que pasaría si así fuera, xd quiere demostrarle aún más a Aoyama que le ama, tiene claro que no lo ve solo como a un amigo y eso es un punto esencial, xd

    Uooooooooooo!!! Pero Sarjes en este fic se está llevando la medalla de oro, en el seme más adorable de todos, en serio, mira que me gustan más los RBD pero en este fic al menos, se está portando de un modo adorable que me encanta, aquí entregándose a fondo en su entrenamiento para protegerlo mejor, esas ganas de demostrar que se ganó su puesto y que solo quiere proteger a Acrous y prometiendo que lo protegerá a costa de su vida, me parecen unos detalles increiblemente lindos, jeje

    Pero no solo Acrous y Sarjes estan en un momento adorable, la verdad es que Hakuryuu también hace muchos méritos, comprando esos kimonos para que no cojan frio y siempre cuidando de sus morenitos, a parte de que se porta de un modo tan obediente a los pedidos del chico solo para darle el gusto que parece adorable a más no poder, xd

    Hamano por su parte es tan adorable como tonto, pero me encanta, jeje, hace que Hayami sea adorable con su timidez, su caracter es tan alocado que el pobre cerdito se queda algo perdido, sin saber que decir... Pero de momento está aquí fingiendo ser una chica y aún no sé el porqué... es algo que no entiendo, pero supongo que lo entenderé, jejeje

    Buuuueeeeno!!! yo discrepo con Beta, jeje, hoy justamente fui a ver a mi profe para el trabajo de fin de grado y este me dijo que tenia que escribir el título en inglés, le dije que eso lo dejaba para él y me empezó a deletrear como escribirlo, pero como no pillaba ni uno lo hizo él... yo no diría que me guste este idioma, y mucho menos que sea un idioma lindo, pero bueno, al menos servirá para unir a un koala con un conejo, le daremos un punto solo por eso, xd

    Pobre Yoichi, el zorrito se siente solo de verdad, lo puedo entender, si tu amigo se va, te sientes solo y lloras, me ha pasado muchas veces en mi vida, así que se lo que se siente, pero al menos él tiene a Ichiban, ya es un punto a favor, no está solo del todo, jejeje

    Taiyo como no, debía hacer su aviso, con una declaración de intenciones hacia el rubio, que dejo a Kinsuke muy agitado, que lindo, es típico de ellos, jejeje, me encanta esta pareja, la verdad, me gusta como Taiyo dice las cosas de este modo a su rubito que en el fondo lo desea, si le hubiese besado tampoco habría puesto resistencia, se notaba eso, xd

    Y por último Kariya y suss pensamientos hacia el corderito, en verdad se parece un poco en lo que pensaba Ichiban al no ver a su kitsune... semes que siempre se ponen nerviososs cuando no ven a su uke, y ya empiezan a pensar de más, aunque en el caso de Kariya lo entiendo, yo también quiero saber porque compra tantos pepinos, supongo que para cocinar pero las cantidades industriales que se lleva quizás sean demasiado exageradas, jejeje

    Bueno aparte de esto, iba a decir que no creo poder coomentar todos los capis pero comentaré de vez en cuando y siempre que pueda, por el momento debo centrar en leer un texto de Tácito para mi TFG, y hacer mis clases de conducir, pero no escribiré fics eso está claro, no hay tiempo, xd pero si escribí algunos fics nuevos, hace unos meses, en cuanto pueda tengo ideas para hacer otros, jeje

    Hasta otro capítulo, sea cuando sea :D
  14. .
    Misu-chaaaan!! Vengo a lloriquear un poco, TT-TT

    No podré leer ni comentar en tus capis en una temporada, perdón!! con lo que te molesté para que escribieras, pero es que suspendí el examen del carnet de conducir, y como estaba estudiando para el carnet no he hecho nada de mi tesis, y tengo que leerme 4 libros de esos rollos, para poder sintetizarlos y luego hacer algo con eso, que no tengo ni idea, y si no me sale bien el trabajo no me dan el título de la carrera, y ahora que la tengo acabada pues quiero mi titulo, y he tenido que dejar también mis fics de lado, y hasta mis rols, que no los respondo casi nunca, y también el leer yaoi, que asco de vida la verdad... hasta el pokémon he tenido que dejar, así que tampoco podré comentarte, al menos hasta que avance y me ponga un poco al día, jeje

    Perdona, solo vine a avisar, jeje no pienses que he abandonado tu fic o algo, es por causas mayores, espero poder leerte lo antes posible, por eso.

    Hasta lo antes posible TT-TT
  15. .
    Hola Nath! bienvenid@ a este fic, que pensé que nadie seguiría ni comentaría en verdad, así que muchas gracias, jeje

    En verdad vengo a informarte de que estaré unos meses desaparecida porque tengo que estudiar y no tengo tiempo para escribir pero prometo que colgaré el próximo capítulo en cuanto pueda!!

    Muchas gracias de verdad

    PD: no tardaré más de unos meses, ok? Esperame!! :D
1251 replies since 25/6/2012
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