| Heart-san: hola ¿Qué tal? ¿Cómo andan? Yo bien, y por primera vez escribí un capi largo jeje de 4521 palabras, y eso es lo máximo que escrito alguna vez jeje y perdonen que tardara, en serio, pero lo que pasa es que ahora estoy cursando mi último año de liceo y salimos a mitad de noviembre por lo que nos exigen muuuuuuucho n.n así que solo me queda decirles gracias a yamíSora, FrikiBLOz, Evanyelin Uchiha, tigresa98, Tsuki Hime y a karuUsagui por comentar
Disfruten y sufran ^^
Capítulo 19: Nuevos problemas
En la Konoha’s University ya era la hora del almuerzo. Naruto y sus amigos se encontraban en la cafetería, pero éste estaba con la cabeza gacha y en silencio. Aun no le decía nada a Sai acerca de lo que le había dicho a Sasuke ya que a éste último ni siquiera lo había visto en todo el día, cosa que le preocupaba, y mucho.
—Naruto-kun —le habló Hinata llamando la atención del rubio— ¿pasó algo que no nos has dicho? Es que estás muy silencioso ¿tiene acaso que ver con sus pequeños?
—Ah, no, con ellos está todo bien
—Ya veo
—Por cierto, hoy no he visto a Sasuke —dijo Kiba—, Naruto ¿tú ya hablaste con él?
—Eh, ah… sí, en la mañana cuando venía para acá
— ¿Y qué pasó?
—Pues… al final no le pude decir nada de lo que debía
— ¿Eh?
—Lo que pasó es que nos encontramos y Sasuke comenzó a decirme que me amaba y que según él yo también y al final me besó pero yo le rechacé
—Woow ¿en serio? —preguntó Kiba impresionado.
—Sí y el punto es que le dije lo primero que se me vino a la cabeza
—Ay no, Naruto-kun, ¿Qué le dijiste? Ya que siempre que dices lo primero que se te ocurre, la riegas
—Algo así —pone una sonrisa nerviosa.
— ¿Y qué le dijiste? —preguntó Sai.
—Que… tenía novio —se formó un incómodo silencio— y que… eras tú Sai
— ¿Eh?
—Así que por favor te pido que finjas que eres mi novio, sólo será por un tiempo, hasta que Sasuke deje de insistir
—Naruto, yo…
—Claro que no, no está bien mentirle a una persona así —dijo Hinata.
—Pero es Sasuke —intervino Kiba—, y yo creo que Naruto hizo bien ya que es la única forma de que se quite a ese bastardo de encima
—Aunque sea Sasuke-kun o quien sea, una mentira puede traer terribles consecuencias ¿verdad Sai?
—Está bien —Hinata se alegra pensando que Sai le iba a dar la razón pero…— te ayudaré Naruto
— ¡¿Qué?!
— ¿De verdad Sai? —Éste asiente—, gracias, aunque me siento un poco mal por obligarte a hacer esto
—Claro que no, si de esta manera ese tipo te deja de molestar, entonces te ayudaré sin pensarlo dos veces ya que sabes que yo sólo quiero lo mejor para ti —le sonríe y Naruto se sonroja un poco.
—Gra-gracias
Hinata sólo bufó. En verdad que no lo podía creer, y sabía a la perfección las intenciones de Sai, no, él no quería ayudar a Naruto, él quería quitar a Sasuke del camino y de paso, demostrarle a Naruto que tan buen novio podía ser, o sea, mataría dos pájaros de un tiro y eso no le gustaba, y el rubio, como siempre tan ingenuo que ella apostaba, ni siquiera se había dado cuenta de eso. Aun así, vería hasta donde iban a ser capaces de llegar con esa farsa, ya que como había dicho anteriormente, las mentiras pueden traer consecuencias.
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Mansión Uchiha
Itachi y Sasuke habían llegado hace un rato y ahora ambos se encontraban en la habitación del último sentados en la orilla de la cama.
— ¿Ya estás mejor? —le pregunta Itachi y Sasuke asiente con la cabeza— ototo, será mejor que no dejes que esto te afecte sin contar de que era claro que en seis años pueden pasar muchas cosas.
—Lo sé, por eso es que ya no insistiré más con Naruto aunque claro que con lo de mis hijos no dejaré de insistir
—Así se habla ototo, hay que seguir adelante así que ahora ¿Qué tal si vamos a almorzar juntos a ya tú sabes dónde? Eh, tu hermano invita
—Está bien, pero sabes que no me gusta que me traten como a un niño así que yo pagaré mi parte
—Eh, pero si yo dije…
—Esa es mi condición
—Ok, está bien, pero vamos en mi auto
Sasuke asiente y ambos salen de la mansión y se dirigen hacia aquel restaurante bastante conocido para ellos.
Restaurante Mangekyou
Los hermanos llegaron al restaurante y un mesero los recibió y los dirigió a una mesa para posteriormente darle las cartillas con el menú y así ellos hicieron su pedido que fue pasta en salsa pomodoro junto con un vino Marqués de Griñon Reserva.
—Hacía mucho tiempo que no veníamos aquí juntos, ¿Cuánto será?
—Unos 8 años, creo
—Sí, más o menos, después de todo, tú eras muy pequeño cuando veníamos aquí toda la familia y luego cuando veníamos los dos solos
—Eran buenos tiempos
—Vaya que sí
Luego de charlar sobre cosas triviales, al rato, el mesero les trajo su pedido aunque con una botella extra que ellos no pidieron.
—Disculpe —habló Itachi—, nosotros no pedimos este Marqués de Murrieta Blanco Reserva 2000
—Es cortesía de la casa, señor
— ¿Eh?
—De parte mía —se escuchó una voz y de repente apareció junto al mesero, una mujer de cabello castaño largo en un corte escalonado y de ojos verdes con un sutil tono rosa en los labios que mostraban una sonrisa en ese momento.
— ¡Mei-san! —Exclamó Itachi— cuanto tiempo —la abraza.
—Sí Itachi, no pude evitar venir a saludarlos cuando me dijeron que los Uchiha habían venido
—Qué bien —la suelta— mira, aquí está Sasuke, ototo ¿te acuerdas de Mei-san?
—Como la voy a olvidar —dice Sasuke y se levanta.
—Por Kami Sasuke, mira cómo estás de grande, te has vuelto todo un hombre, y uno muy apuesto
—No es para tanto —Sasuke se avergonzó un poco ante las palabras de la mujer.
—Pero sí es cierto, y dime ¿no me vas a dar un abrazo? —abre los brazos.
—Claro —la abraza.
—Y bien —dijo cuándo soltó a Sasuke— ¿Qué no me van a invitar?
—Por supuesto —afirmó Itachi.
—Querido, tráeme lo mismo que comen ellos —le dice Mei al mesero.
—Sí, señora, de inmediato se lo traigo —el mesero se retiró y las tres personas procedieron a sentarse. No pasaron ni tres minutos, cuando el mesero trajo el plato de Mei y se retiró haciendo una reverencia.
—Bueno, supongo que han de tener mucho que contar
—Ni tanto jeje —dijo Itachi.
—A ver, empecemos por… ¿Qué tal sus amoríos? —dijo Mei y los otros chicos se exaltaron un poco.
—No muy bien —respondió Itachi—, pero mejor hablemos de cosas buenas
—Oh, sí, claro
Y entre tanta conversación, la tarde se fue pasando muy rápida para los tres
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Mansión Uchiha, 17:10 pm
—Oh, no sabe cuánto lo siento, mi más sentido pésame a todos —se encontraba Fugaku hablando por teléfono en su despacho cuando su esposa Mikoto entró y alcanzó a escuchar lo último— yo entiendo… no se preocupe… claro, yo iré… gracias por el aviso… adiós —y colgó el teléfono.
— ¿Se murió alguien? —preguntó por fin Mikoto.
—Sí, el señor Sabaku—Me acaba de llamar su esposa diciéndome que murió de un infarto anoche —Qué mal, pero ¿y qué tenías tu que ver con él? —Preguntó dudosa.
—Teníamos pensado hacer negocios juntos desde hace algún tiempo, pero aún no había nada concreto, por lo que deberé de viajar mañana a Inglaterra
—Bueno, supongo que tendré que cuidar yo sola de Itachi y de Sasuke
— ¡Dios santo! Ni que fueran niños pequeños
—Para mí siempre lo serán —finalizó y salió del despacho dejando a Fugaku con una gotita cayéndole por la sien. Luego de que Mikoto saliera del despacho vio que sus hijos venían llegando y de muy buen humor.
— ¿Qué pasó?, ¿Por qué tan alegres? —preguntó.
—Nada, sólo que fuimos al Mangekyou a almorzar y ahí nos encontramos con Mei-san —respondió Itachi.
—Oh, ¿en serio? Yo hace como un año que no la veo
—Sí, y dijo que eras una ingrata
— ¡¿Qué?! ¿Cómo se atreve? Si no la he ido a ver es porque estoy muy ocupada últimamente y a ella ¿Qué acaso también le cuesta mucho venir a verme? No lo puedo creer… —Itachi le hizo una seña a Sasuke para que se fueran porque sabían que el parloteo con queja de Mikoto, tenía para rato. Decidieron mejor ir al segundo piso, aunque esta vez al cuarto de Itachi.
—Mamá sí que exagera —dijo Itachi.
—Sí
—Al final, igual pasamos una tarde agradable, pero cambiando de tema ¿Qué es lo que vas a hacer? Ya que no pudiste hablar con Naruto-kun acerca de los pequeños
—Sí, así que aunque no quiera igual deberé de hablar con él mañana, eso sí, sin tocar el tema de lo de hoy
—Bien, a mí sólo me queda decirte: mucha suerte y que espero que todo salga bien para poder conocer pronto a mis sobrinos y poder regalonearlos
—Eso espero, sólo no exageres
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Al otro día, casa de los Namikaze 7:30 am
—Bien, ya me tengo que ir —dijo Naruto para posteriormente darles un beso en la frente a sus pequeños ángeles a modo de despedida— recuerden portarse bien y no darle problemas a Yugito-san sobre todo tu Tsubasa —la mira con reproche— menos mal que no me han vuelto a llamar de la escuela hace más de una semana porque ya hasta me da vergüenza ir una y otra vez porque te estuviste peleando
—Es culpa de ellos —habla refiriéndose a sus compañeros.
—Tsubasa aun así no te debes pelear, prométeme que no lo harás
—Bueno —dijo no muy honesta. Naruto bufó, definitivamente no sabía qué hacer con su hija ya que esta había salido igual de peleonera que Sasuke.
—Adiós mamá —se despidió.
—Tienes que ponerle un alto —Naruto la miró atento—. Lo que pasa es que eres muy permisivo con tus hijos, te falta ser estricto —le dijo Kushina mientras golpeaba con su puño derecho, la palma de la otra mano.
—Trato de ser lo más estricto posible-dattebayo
—Sí claro —dijo con sarcasmo ya que su hijo era de esas personas blandas que rara vez se enojan.
De repente se escuchó el pitido de un claxon y Naruto abrió la puerta y salió afuera a ver quién era y vio a un auto negro muy conocido por él parado afuera.
—Sai —le dijo cuándo lo vio bajar y rodear el auto para ir hasta donde estaba él—, ¿Qué haces aquí?
—Pues, como se supone que soy tu novio, debo venir a buscarte para llevarte a la universidad ¿no? Aparte también quería aprovechar para ver a Yukio y a Tsubasa y darles el regalo de cumpleaños que les debía.
—Ya veo, entonces pasa, ellos están adentro, aún no se van a la escuela —ambos entran a la casa y Naruto cierra la puerta tras de sí—. Yukio, Tsubasa, miren quien vino a verlos
— ¡Tío Sai! —exclamaron los gemelos al unísono para de inmediato, tirarse a los brazos de Sai.
—Pequeñines, no saben cómo los extrañé —los abraza y les acaricia la cabeza.
—Oto-chan nos dijo que no pudiste venir a nuestro cumpleaños porque estabas enfermo ¿es cierto? —preguntó Yukio cuando se soltaron de Sai.
—Eh, sí, así es y como he estado tan ocupado últimamente no había podido venir a verlos y pedirles una disculpa pero… —se agacha a la altura de los gemelos y les muestra la bolsa que traía consigo— aquí les traje su regalo, aunque no están envueltos
—No importa —dijo Tsubasa y Sai se los entregó. Eran dos peluches de conejos iguales. A Yukio le dio el celeste y a Tsubasa el rosa.
—Éstos —los apunta— son hermanitos, mellizos como ustedes, ojalá y les haya agradado.
—Claro que sí —dijo con alegría Yukio para posteriormente, lanzarse nuevamente a los brazos de Sai soltándose luego de un rato.
—Gracias —dijo Tsubasa aunque esta no se tiró encima de Sai como Yukio.
—Y saben qué —se acerca de modo que sólo ellos lo escuchen—, si se portan bien, les regalaré a los padres —y se aleja de ellos con una sonrisa.
—“Padres, los dos padres juntos” —pensó Tsubasa recordando a su oto-chan y a aquella persona que había aparecido diciendo ser su oto-san.
— ¡Siiii! —Gritó Yukio de la emoción llamando la atención de todos— lo siento —se disculpó apenado.
—Definitivamente es tu hijo —le dijo Sai a Naruto quien soltó una pequeña risita. Yukio era tan enérgico y a veces tímido, igual que él, mientras que Tsubasa era orgullosa y reservada igual que Sasuke.
—Bien —la voz de Kushina lo sacó de sus conclusiones—, vayan a dejar sus regalos a su cuarto y bajan para que los pueda ir a dejar a la escuela
—Kushina-san —intervino Sai— si quiere, Naruto y yo podemos pasar a dejarlos, después de todo tenemos tiempo, y en auto no se tarda ¿verdad Naruto?
—Así es-ttebayo
—Bueno
— ¡Siiii, nos vamos con oto-chan y el tío Sai a la escuela! —Dijo con clara emoción nuevamente Yukio—, vamos Tsu-chan, apurémonos
—Sí —y suben corriendo las escaleras.
— ¡Oigan, ya les dije que es peligroso correr en las escaleras-dattebane! —Les regañó Kushina—, estos niños
—Ya estamos listos —bajaron ahora con unas pequeñas mochilas en la espalda.
—Bien —Kushina les da sus colaciones y un beso—, suerte
—Sí —respondieron al unísono.
—Ok, vámonos, Yukio, Tsubasa, ya Sai nos espera en el auto —los tres avanzan hacia afuera y Sai les abre la puerta trasera a los gemelos en donde Naruto les acomoda los cinturones y posteriormente le abre la puerta delantera a Naruto.
—Es hora de irnos —les dijo Sai cuando se subió al asiento de piloto.
— ¡Siiii! —contestaron con emoción y entonces Sai hace partir el auto.
Mientras, Kushina miraba por la ventana como el auto partía. A su juzgar, parecían una hermosa familia yéndose de paseo a algún lugar.
—“Sai sería un maravilloso padre” —pensó Kushina y cerró las cortinas para dirigirse a hacer sus quehaceres diarios.
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Sai, Naruto y los gemelos no tardaron mucho en llegar a la Jinchuuriki School y en cuanto Sai se detuvo, Naruto se bajó sin darle tiempo a Sai siquiera de que le abriera la puerta. Ciertamente no sabía de qué se sorprendía, puesto que el rubio rara vez aceptaba la gentileza y cortesías de los hombres aludiendo a que él podía hacer las cosas por sí mismo.
Naruto, en cuanto se bajó fue a sacar a sus pequeños de la parte trasera del auto y al cabo de unos segundos, Sai se le unió por lo que los cuatro se dirigieron hacia la parte en donde se encontraban los salones de los kínder. Allí se encontraba una mujer rubia, con el cabello largo amarrado en una coleta baja, de ojos color marrón, un pantalón negro y un delantal azul de parvularia, recibiendo a los niños que llegaban. En cuanto vio a Naruto y a sus pequeños, los recibió con una gran sonrisa.
—Buenos días Yugito-san —le saludó Naruto.
—Buenos días Naruto-kun, Yu-chan, Tsu-chan y… —se detuvo al ver a Sai.
—Sai, Sai Shimura. Mucho gusto
—Mucho gusto, usted debe ser el padre ¿no?
—Oh, no —Naruto se apresuró de inmediato a intervenir y a Sai no le había gustado ya que eso significaba que el rubio ni siquiera lo tenía en consideración para poder algún día, ser un padre para los gemelos como él quería—. Él es un amigo mío —finalizó.
—Ah, ya veo. Perdone la confusión —se disculpó Yugito con Sai.
—No, no se preocupe —dijo con un deje de tristeza que nadie notó.
—Bueno, nosotros andamos con algo de prisa así que… —se agacha a la altura de sus hijos y les da un beso en la frente a cada uno— pórtense bien y nos vemos a la tarde en la casa
—Sí, adiós tío Sai, oto-chan —dijeron ambos hermanos y se fueron corriendo hacia su salón.
—Estos niños —dijo Naruto seguido de un suspiro—. Te los encargo mucho Yugito-san —se levanta.
—Sí, no te preocupes, yo me hago cargo
—Gracias —mira la hora en su reloj de mano—, será mejor irnos Sai
—Sí
—Adiós —se despiden los dos de Yugito y se vuelven a subir al auto para dirigirse a la universidad.
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Sasuke con todo el valor que un Uchiha puede tener, se dirigió dignamente a la universidad. Cuando llegó a la facultad de medicina una chica de cabello rojo y largo, ojos marrón y un espectacular cuerpo a la vista de cualquiera lo abordó dejándolo con una clara cara de incógnita hasta que la chica habló.
—Tú debes ser Sasuke Uchiha ¿cierto? —Éste asintió— yo soy Tayuya Yamashita, mucho gusto, voy en último año de pediatría —se presentó y le extendió la mano que Sasuke aceptó.
—Mucho gusto, soy Sasuke
—Me dijeron que eres el nuevo, un inglés y que viniste del extranjero. El lunes no te pude recibir ya que tuve un percance personal y ayer te estuve esperando y no te apareciste ¿pasó algo?
—No, pues digamos que también tuve un percance y no, no soy inglés, soy japonés tan solo es que estuve viviendo allá algunos años
—Ya veo, pues qué bien. Ven acompáñame, te voy a mostrar un poco la facultad y la universidad ya que debes de andar algo perdido ¿no?
—Bueno, sí
—Vamos —Tayuya le indicó que le siguiera y Sasuke fue detrás de ella.
— ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Ya la estás haciendo ¿no? Anda, pregunta
— ¿Por qué me ayudas?
—Ah bueno porque estoy a cargo del comité de bienvenida aparte de que como vas a estudiar lo mismo que yo, preferí ser yo quien te reciba
—Gracias
—De nada, por cierto… —vuelve a caminar— ¿Qué año vienes a cursar?
—El tercero
—Ah, como te dije yo ya curso el último para mi buena suerte
—Entonces eres mi sempai
—Algo así. Pero te ruego que no uses el sempai conmigo ya que debemos de tener la misma edad, ¿Cuánto tienes?
—23
—Ya ves, tenemos la misma edad así que no hay problema en que uses mi nombre de pila
—Mejor, ya que no se me da bien eso de usar el “chan”, “san”, “kun” y todas esas cosas
—A mí tampoco. Sabes, eres bastante agradable. Creo que nos vamos a llevar muy bien. Vamos, te mostraré primero la facultad
Y de esa forma Tayuya guió a Sasuke a lo que este captó muy bien todas las indicaciones.
Ahora, se encontraban en la hora de almuerzo y Tayuya llevó a Sasuke a comer aludiendo a que les presentaría a unas personas que de seguro, le caerían muy bien al Uchiha a lo que este aceptó gustoso.
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La jornada en la universidad pasó sin inconvenientes para Naruto aunque este notaba lo molesta que estaba Hinata respecto a lo de la mentira. Y no la culpaba ya que él mismo sabía que mentir no estaba bien y que había actuado sin pensar, pero lo hecho, hecho estaba y en estas instancias ya nada se podía hacer.
El grupo de Naruto (Sai, Kiba, Hinata y él) como era hora de almuerzo, fueron al comedor a comer. Los cuatro estaban muy a gusto (menos Hinata) bromeando y hablando de cosas sin sentido hasta que el rubio vio algo que lo dejó descolocado. Más allá, venía llegando a una mesa Sasuke y lo peor, era que no venía solo, no, venía con “esa mujer”. Naruto no lo podía creer ¿Qué demonios hacía Sasuke junto con Tayuya la mujer más promiscua de la universidad? ¡No!, gritó su subconsciente ya que él sabía de lo que era capaz esa mujer, es más, todos en la universidad lo sabían, ella era una persona que seducía a los hombres hasta… bueno, hasta llegar a “eso”, y luego los botaba. Ella era alguien con muy mala fama y justamente alguien como ella estaba ahí, llegando de vuelta (porque se había levantado mientras Naruto divagaba) con una bandeja de almuerzo tanto para ella como para Sasuke ¿Por qué? Se preguntaba mentalmente una y otra vez.
Kiba, quien en ese momento comía una hamburguesa, paró de repente al ver la cara de Naruto. Ésta mostraba entre una mezcla de furia, sorpresa y ¿celos? Eso era lo raro por lo que decidió fijar su vista en la dirección en la que su amigo miraba y lo que vio lo dejó sorprendido. Vio a Sasuke junto con Tayuya y de inmediato entendió el porqué de la cara de Naruto. Sí, Naruto estaba molesto, aunque se notaba más celoso que molesto.
—Tierra llamando a Naruto —le dijo Kiba mientras agitaba la mano delante del rubio y llamaba la atención de los otros dos presentes.
— ¿Eh?
—Vamos, regresa del planeta Uchiha jajaja —se burló Kiba.
— ¿De qué hablas Kiba-kun? —preguntó Hinata.
—De eso —le apuntó de forma discreta a donde se encontraban Sasuke y Tayuya y tanto Hinata como Sai dirigen su vista hacia el lugar.
—Oh, ya veo
—Yo que tú estoy alerta Naruto —le dijo Kiba a modo de burla.
—Pe-pero de qué hablas Kiba, yo no estoy celoso
—Yo nunca te he dicho que estas celoso —el rubio se avergonzó al notar de que se había delatado—, no hace falta decirlo, se te nota a kilómetros sobre todo considerando con quien está, con la señorita “te atrapo y me diviertes” jajaja
—Ya cállate ¿quieres? —dijo Naruto agachando la cabeza y Sai no pudo evitar sentir una opresión en el pecho. Definitivamente iba a ser muy difícil poder ganarse el corazón de Naruto y más si ahora estaba presente Sasuke Uchiha ya que el rubio, se notaba que aún lo amaba.
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Sasuke recibió con gusto la bandeja que trajo Tayuya. La chica en verdad había resultado parecer muy amable y se notaba que ella no mostraba “ese” interés que tenían todas las chicas y donceles los cuales se le acercaban con no muy buenas intenciones.
Se disponía a comer su almuerzo cuando notó que la mayoría de las miradas de la gente de la cafetería estaban puestas en él, o en su compañera, no sabía bien.
—Oye —le llamó a su compañera quien estaba mordiendo una hamburguesa (la misma de Kiba).
—Sí
—Dime ¿me están mirando a mí o a ti?
—Puede que sea a ti. Tienes una apariencia bastante llamativa o puede ser que no estén mirando a ambos ya que yo… —agachó la cabeza— digamos que no tengo muy buena reputación aquí
— ¿Por qué?
—Por muchas cosas, pero que te las contaré otro día —sonrió.
—Bueno —volvió a su sándwich de jamón y tomate tratando de ignorar esas miradas, a pesar de que había visto a Naruto mas allá mirándole. Sabía que tenía que hablar con él, pero no aún, o, ya que no quería armar cuchicheos después.
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Fugaku recién se había bajado del avión y ahora se dirigía hacia un taxi para poder ir a un hotel y descansar un poco antes de ir a la casa de los Sabaku. Había partido a eso de las seis de la mañana para llegar lo antes posible aunque entre Inglaterra y Japón había 8 horas de diferencia por lo que ahí, era más temprano (como las seis de mañana más o menos) y no quería sufrir los efectos del jet lag. Llegó a donde el chofer y este le guardó sus maletas en la cajuela y le abrió la puerta para que Fugaku se suba, se la cerró y se subió al asiento piloto para disponerse a conducir.
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Ya daban eso de las 5 de la tarde en el Konoha’s University y Naruto recién se iba a ir a la casa a cambiarse para después irse al trabajo. Iba caminando por los pasillos casi desiertos cuando de repente…
—Naruto —escucha que alguien le habla sabiendo perfectamente a quien pertenecía esa voz.
—Sasuke —dijo antes de darse la vuelta viendo al moreno que tenía una cara sin expresión—, ¿pasa algo? —hizo una pregunta tonta.
—Sí. Todavía hay algo que me tienes que decir —toma una bocanada de aire—, ¿Qué decidieron ellos? —fue directo al asunto.
—Ah, bueno, ellos aún no toman una decisión, por eso decidí darles algo de tiempo, no te importa ¿cierto?
—No, si ya he esperado todo este tiempo, puedo esperar más. Era eso, nos vemos —comienza a caminar para irse mientras que Naruto se mordía el labio inferior ya que en el fondo quería ir y parar a Sasuke para preguntarle ¿Qué demonios hacia él con Tayuya? Pero no podía ya que mostraría que estaba celoso, y él no estaba celoso ¿o sí? Ya ni sabía.
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Daban eso de las 11 de la mañana y Fugaku decidió que era hora de ir a la casa de los Sabaku así que solicitó un taxi que lo llevó a aquel lugar. Cuando llegó, le pagó al del taxi y fue hasta la puerta, tocó el timbre y una mujer de ojos y cabello negro corto le abrió.
—Sí ¿diga?
—Soy Fugaku Uchiha
—Ah, sí, lo están esperando. Pase —la mujer se hizo a un lado y le dio el pase a Fugaku para que este entrara, cuando entró, la sirvienta le dijo que la siguiera y lo guió hasta una sala en donde se encontraba una mujer de cabello claro corto y una niña pelirroja haciendo un dibujo—. Karura-sama, el señor Fugaku ya está aquí
—Oh, bienvenido —la mujer se pone de pie Fugaku hace una pequeña reverencia.
—Karura-san, mi más sentido pésame
—Gracias. El velorio será más tarde aunque agradezco que viniera tan temprano ya que necesito hablarle acerca de algo muy importante —mira a la pequeña—. Ven, preséntate querida —la niña se levanta del suelo y sonríe, entonces Fugaku puede apreciar mejor su apariencia. La niña debería de tener unos 5 o 6 años como más, tenía el cabello rojo, largo un poco ondulado con unos profundos ojos negros. “Negros” le quedó resaltando eso pero no sabía por qué.
—Buenos días, mi nombre es Yume no Sabaku —sonrió de nuevo e hizo una pequeña reverencia.
—Buenos días —le saludó de la misma manera cordial Fugaku.
—Querida, ve con Shizune a jugar al patio que yo tengo que hablar con el señor
—Sí. Con permiso —Shizune se la lleva de la mano y ambos adultos se quedan a solas.
—Bien, acerca de lo que le tenía que hablar es acerca de mi nieta, tome asiento por favor
—La escucho —se sienta.
—Esa niña —se sienta— es la hija de mi hijo menor doncel, Gaara y pues hasta ahora no teníamos ni idea de quién era su padre
— ¿Hasta ahora? O sea que ya lo saben
—No es nada confirmado pero… lo suponemos
—Ok, pero y esto ¿Qué tiene que ver conmigo?
—Mucho, hasta donde yo tengo entendido, usted tiene un hijo que vino a estudiar aquí ¿no es así?
—Sí, pero… —Fugaku ya se estaba comenzando a asustar.
—Lo que pasa es que su hijo y el mío fueron compañeros en el internado Grand Prince y pues… tuvieron una relación
— ¡¿Qué?!
—Así es
—O sea que… usted está diciendo que…
—Que probablemente Yume sea hija de su hijo o sea, su nieta
Fugaku no podía procesar aquello. Primero Sasuke le salía con que tenía dos nietos y ahora, una tercera. No, su hijo lo escucharía cuando volviera y tendría que dar una muy buena explicación.
Continuará…
Heart-san: —con escudo en mano— ya sé que han de querer matarme, por eso vine con protección u.u
Y tal como prometí en el adelanto que di en mi página, salieron varios personajes nuevos, como Tayuya, Yugito, Mei Terumi, Karura y Yume la, supuesta hija de Sasu y entiendo que algunos se han de preguntar ¿de dónde demonios saqué esa idea? Fácil, ni yo misma lo sé, solo sé que es para empeorar la trama jeje
Y pues que más, que espero sus reviews, amenazas de muerte, tomatazos, felicitaciones (lo dudo) de todo
Matta ne n.n
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