Posts written by Shana A.

  1. .
    Como hace mucho que no paso por el foro, he olvidado que tenia este tema, en fin, intente hacer cosas en sai, pero no tengo mucha practica, asi que pondre algunos dibujos aqui owo


    tanuki_by_shana_ayuzawa-d8ofkkl


    Lo hice porque me gusta Watanuki de InuxBoku SS owo!!
  2. .
    Aqui otro capi, corto pero a nada(?)

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    Capítulo 4: Punto Verde


    La Legión Verde estaba vulnerable, en caos, con miedo de ser absorbidos, con miedo de ellos mismos, con miedo del futuro. Eso paso cuando su líder de legión murió, cuando yo morí por segunda vez.
    El cumpleaños es una fecha importante para muchos, un día especial y esperado, donde celebran el nacimiento, un año más de vida, lo cierto es que no es una fecha especial, cada cumpleaños solo te acerca un año más a la muerte.
    Mi cumpleaños número diez no fue la excepción a esta regla, la muerte puede venir por ti en cualquier momento, está acechando aun si no la vemos, esperando a recoger lo que siempre le perteneció. El lugar decorado con grandes globos, las serpentinas multicolores, la mesa llena de bocaditos, en el medio un gran pastel con mi nombre y las velitas. El lugar lleno de familiares y amigos, junto a mi querida hermana, el ser que más amo.
    Ese día se llenó de desgracia cuando desperté de este sueño que siempre conocí como realidad, cuando me enfrente a la pesadilla viviente que siempre ha existido, cuando salí de La Torre, cuando mi hermana me rescato. Sin embargo, la muerte al no tomar mi vida, quiso tomar la de ella a cambio, uno días después, no había afrontado aun por completo mi nuevo ser, un hada de elemento luz al igual que mi hermana, no había comprendido mi poder aun, a pesar de eso estaba allí, intentando mantenerla conmigo, dándole mi poder, rogando que viviría, aquel deseo atrajo a Mastema hasta mí, pero como logre mi cometido por mí misma, no tuve necesidad de hacer un trato, Mastema misma se ofreció a hacerle olvidar a Midori todo lo sucedido, alegando que no deseaba que ella sufriera, acepte sin dudar, grave error, porque yo era parte de aquello que hizo olvidar.
    Midori inconscientemente olvidaba mi existencia muchas veces, su indiferencia era el peor castigo que podía tener, fue allí cuando morí por primera vez, murió el yo que vivía tranquilamente en un sueño. Me di cuenta que aferrarse es una debilidad, quise cerrar mi corazón, eso atrajo a Mastema de nuevo, le interese, quizás más de la cuenta, ya que pidió un contrato conmigo, me di cuenta que necesitaba poder para sobrevivir. No acepte el trato, pero si una alianza, al contrario de lo que pensé ella acepto. Renací como la Líder de la Legión Verde.
    La segunda vez que morí fue cuando me aferre al pasado, al creer que podía salvar nuevamente a mi hermana cuando fue traída de nuevo a la realidad. No pude evitar el trato con Mastema, me sacrifique nuevamente por un amor imposible.
    La Legión Verde cayó en caos por mis deseos impuros, por mí ser egoísta. Creí que había muerto definitivamente, que no volvería a ver la luz, sin embargo me equivoque, no podía tener tal paz, había renacido como un ser diferente, Mastema se había unido a mí, dándome el poder que necesitaba para nuevamente poder sobrevivir en este mundo, un poder que incluso pienso es mayor que el de un líder de legión. Un poder superior que aun no comprendo.
    ¿Ese es el poder que necesitas o no?
    Sí, sabía que esa seria tu respuesta. Para obtenerlo, debes sacrificar más que tu humanidad, debes sacrificar tu vida, debes morir y renacer nuevamente, para defender tu convicción, para mantener a salvo a tus seres queridos, sin embargo el precio es alto como has visto, mi vida ya no avanzara, me quedare en este punto por siempre, si eso es lo que deseas no te detendré, adelante, pero estas advertido.
    La muerte no solo traerá aquello que buscas, trae dolor para los que sobreviven, traen caos para los que confiaban en tu mando, trae desgracia para los que te rodearon, así que dime una vez más.
    ¿Estás seguro de esta decisión?
    Sí, sabía que esa sería tu respuesta, entonces mis labios están sellados si es que decides tomar una decisión, solo pido que no olvides mi advertencia, no olvides que lo que pasara será provocado por este punto de quiere.

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    Como se habran dado cuenta los capis son sobre los lideres de las legiones asi que(?)
  3. .
    Se supone que pondria esto ayer...lo olvide :v

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    Capítulo 3: Punto Amarillo

    Un líder de legión, las responsabilidades con las que carga, los secretos que oculta, las tristezas que guarda, no lo entendí en ese momento, solo fui un niño caprichoso que buscaba reconocimiento, no estaba preparado para todas las consecuencias, no estaba preparado para lo que estaría pasando ahora, no estoy preparado.
    – El líder azul ha muerto – declare una vez su cuerpo desapareció entre las llamas azules. La tristeza de mis antiguos compañeros era palpable, pero no di explicación alguna, solo me fui, dejándolos creer lo que quisieran. Quizás seré culpado, posiblemente me llevarían a juicio por tener que ver con la muerte de otro líder de legión, no había manera de demostrar mi inocencia, no había manera de demostrar que él llego pidiendo ayuda, pidiendo que le dejara respirar su último aliento en su territorio. Nadie le creería a un traidor como yo.
    La Legión Azul esta vulnerable, muchos de los que hipócritamente se hacían llamar de mi círculo cercano, me aconsejaban que atacara, era la oportunidad para tomar otra legión y expandir mi dominio. Mi idea original cuando tome la Legión Amarillo era esa, invadir las demás legiones, poco a poco de esa manera todas se unirían bajo un mismo mando, podríamos así quizás volver a lo que una vez fue este mundo.
    Ahora lo único que quería hacer era alejarme, huir de todo lo que me conectara a mi pasado, escapar de las miradas juiciosas, solo quería refugiarme en mi mismo.
    – Xerbeth no estoy de humor para ti, ¿Qué te he dicho de aparecer así como así en mi habitación cuando estamos en el mundo del sueño? – no estaba de humor para hablar con mi contratista.
    – ¿Dejaras a la Legión Amarillo sin dar mayor explicación? – me miraba con indiferencia, jugaba con uno de sus mechones dorados y rizados – Sabes que ella no te dejara.
    – Me vale tres hectáreas de verga – me acosté boca abajo en mi cama.
    – Lastimosamente ese no es el trato, debes seguir como el líder de la Legión Amarillo, es necesario tener a alguien en el poder.
    – Ella puede conseguir a otro títere y a ti te da igual si soy o no tu contratante.
    – Eres reemplazable – pudo haber sido un poco más sutil – Pero me resulta más divertido que seas tú – sonrió ampliamente, una sonrisa maliciosa.
    – No le veo lo interesante, la persona que era mi objetivo ha muerto, ¿Cuál es el sentido para seguir?
    – Eso no es relevante en un contrato, tu error te hace imposible escapar ahora, aun si tu preciado ser amado ha muerto – su mirada era fría, no trataba de compadecerme, ella me decía la realidad.
    – Para un ser que representa las mentiras, eres muy mala en eso.
    Ella nunca lo negó, la existencia de aquellos seres nacidos de los pecados humanos, aquellos que viven en cada uno de nosotros, los que toman muchas veces posesión de uno, los que son lo suficientemente fuertes para materializarse en nuestro plano.
    – Que represente a la mentira, no significa que deba mentira, tampoco significa que lo diga siempre sea verdad, como un ser nacido de los deseos oscuros de un corazón que vio la maldad de cerca e incluso se consumió en ello, tengo imperfectos, casi tantos como los tienes tú.
    – O incluso más.
    – O incluso más – ella repitió sin negarlo. Según su versión existían seres iguales a ella, pero nunca me dijo si los contratos de aquellos que fueron mis aliados eran con esos seres – Pero al menos sé cuándo mi contratante debe cumplir los tratos que hace, no puedes escapar de ella, porque los seres de su tipo, a pesar de su encantador rostro, pueden dar más miedo incluso que los mismos demonios.
    – Blanco no siempre significa bueno, negro no siempre significa malo – repetí la frase que me dijo cuando conocimos al ángel.
    – Es por eso mismo que debes volver, te ha mandado a llamar.
    Aun cuando soy un líder de legión me tengo que someter a sus órdenes. Decidí levantar mi perezoso ser de la cama, sabía que me iría mal si la desafiaba, quizá ahora que el líder azul ha muerto me libre de mi contrato.

    La larga capa negra ocultaba mi ser, debía ser muy cuidadoso en las Zonas Neutrales, después de todo soy un enemigo público aquí solo por el cargo que presento.
    La Zona Neutral tenía ciudades subterráneas, sin embargo debías saber cómo encontrarlas, ya que todo el lugar era un laberinto específicamente diseñado para que no se encontrara la base de los rebeldes, la base de Liberium.
    – Hasta que al fin has llegado – se acercó el ángel, su cabello largo color oro pálido, sus ojos azul profundo, su tez de porcelana, parecía una muñeca frágil en medio de esta guerra, una gran mentira.
    Ella es Olsen Stella, es una chica muy bonita, lleva su largo cabello oro pálido suelto o a veces atado coletas, sus ojos son de color azul profundo, su tez es clara asemejándose con una fina porcelana, su figura era esbelta y delicada.
    – Lo siento señorita ángel, ya sabes que los chicos tenemos necesidades que tenemos que satisfacer – sonreía de manera burlona, esperando que no notara cuan desagradable se había vuelto su presencia para mí.
    – No quiero oír tus aventuras sexuales, te he mandado a llamar porque no quiero que ataques a la Legión Azul, al menos no por ahora.
    Aquello me sorprendió, estaba casi seguro de que para eso me había mandado a llamar ya que es la oportunidad perfecta para expandirnos, a menos que ella tenga otro plan, de cualquiera manera aun si quisiera poner a alguien de nuestro bando como futuro líder de legión sería imposible, Crime Scarlet le detendría y seriamos descubiertos.
    – Puedo saber el motivo – me atreví a preguntar, aunque seguramente no me daría mucha información.
    – Porque no puedes combatir contra aquellos que fueron tus compañeros.
    – Eso no será problema…
    – Sigues viviendo en mentiras, no olvides que puedo ver a través de ti – me miró fijamente a los ojos – Tus ojos color ámbar son sin duda hermosos pero se ensombrecen por tu corazón mentiroso, por negar tus sentimientos prohibidos, por traicionar a tu legión, a tus compañeros, y vender esos sentimientos por poder, sigues mintiendo, mintiendo, mintiendo, cada vez más te hundes pero en tú interior sabes que todo lo que dices no es verdad, y todo te ha llevado hasta mí, dime Koichi… ¿Ha valido la pena? ¿Valió la pena matar a miembros de la Legión Azul en una insensata misión de ataque? ¿Vender tus sentimientos a cambio del poder de un contratista?
    Su voz se iba metiendo cada vez más en mi cabeza, yo sé que son mentiras, yo sé que en el fondo me arrepiento de todo lo que ha pasado, de mis malas decisiones, de mi imprudencia por no escuchar a los demás, por pensar que era tan fácil como atacar otra legión y expandir el territorio de la Legión Azul, sé que estuve mal, sé que traicione la confianza de mis compañeros con mis apresuradas decisión, traicione la confianza de Crime Scarlet, de Aoi.
    – ¿Ha valido la pena matar a Aoi?
    Sus palabras me sorprendieron, el vino a mí pidiendo ayuda.
    – Yo no lo mate, yo no lo mate – mi voz sonó fuerte sin querer, me deje llevar por mis emociones.
    – Sigues viviendo en mentiras, tus manos están manchadas de su sangre.
    – No yo no lo hice… yo no… – mi cabeza comenzaba a doler, los recuerdos de ese día se volvieron borrosos, él vino a mi pidiendo ayuda, yo no lo mate – Yo no hice nada malo.
    – Creo que te ha sobrepasado, ha llegado el punto en que piensas que tus mentiras son reales.
    El dolor era cada vez más fuerte, me sentía débil, el peso de mi propio cuerpo me hizo caer sobre mis rodillas, ya no sabía que era verdad o mentira, sus palabras me hacían dudar.
    – Estando así no me sirves, mejor descansa.
    Fue lo último que escuche antes de que mi visión se volviera borrosa, cada vez más se volvía su imagen más y más distorsionada.
    El líder de la Legión Amarilla no es tan impresionante como creí.
    No logre ver al otro ser que estaba junto a ella, solo oí una voz masculina, su voz me parecía conocida pero no pude recordar a quien le pertenecía. Fue lo último que escuche antes de caer inconsciente.
    Abrió los ojos de golpe, mi respiración era dificultosa, mire rápidamente el lugar donde estaba, era mi cuarto en la legión amarilla. Me sentía más aliviado, aunque no sabía como había llegado aquí, seguramente el ángel había organizado todo para traerme de manera discreta.
    – Xerbeth – llame con cierta impaciencia y enojo en mi voz, estaba molesto, molesto porque recordaba sus palabras, sus palabras incriminándome por algo que no hice, que no pude haber hecho.
    Ella apareció frente a mí, usando aquella ropa de antaño, un vestido de tonalidades amarillas destacando el corset color marrón, sus mechones dorados perfectamente peinados en dos coletas, su mirada color oro me miraba con tranquilidad, una sonrisa amable se formó en sus labios, algo que me pareció extraño.
    – ¿En qué puedo ayudarle?
    – Tu sabes perfectamente lo que quiero preguntar, deja la actitud amable, no hay nadie aquí – me molestaba como actuaba a pesar de saber la causa de mi sentir y que ella era quien seguramente tendría las respuestas.
    – Es solo, me que pareció una actitud adecuada, no se moleste por favor – pidió con tono tranquilo.
    Me levante con prisa, aunque mi cuerpo se sentía pesado, logre ponerme firme frente a ella, no estaba de humor para más juegos, debía saber la verdad.
    – Es una orden – sabía que no podría negarse.
    – Joven Koichi, líder de la Legión Amarilla, ¿Acaso no es mejor vivir en una mentira aun?... Si toda su vida ha estado plagada de ellas, mentiras hacia usted mismo, mentiras hacia los demás, ¿Cuál es el motivo ahora para saber la verdad? ¡Cierto! Es porque tiene que ver con aquel ser que era su objetivo… ¿Puede manejar la verdad?
    Iba responder sin dudar que me dijera todo, pero que ella le diera tantas vueltas al asunto me hizo dudar, la cabeza comenzó a dolerme nuevamente, quería recordar que paso, pero algo dentro de mí me decía que no debía, que era mejor ignorar la verdad, era mejor la mentira que cree, aquella donde yo me apiade del Líder Azul y lo lleve a tener su último aliento a su amado territorio.
    – Olvídalo, esto es estúpido, no lo mate, ese ángel intenta hacerme confundir de nuevo – maldije para mis adentros por mi cobardía, pero me sentía más seguro así.

    Me concentre en seguir con mis deberes en la Legión Amarillo, la cual no era muy diferente a la Legión Azul, los seres residían en el subsuelo debajo de la gran mansión. Incluso la estructura central se asemejaba a aquellas mansiones antiguas que mencionaban en los libros de historia. Quizás por eso escogí la Legión Amarillo, porque me recordaba a la Legión Azul, porque su líder tenía que ver con una de mis antiguas compañeras, quizás fue una forma de redención, matar a aquel que la hizo sufrir. Sea cual sea el motivo, la situación no ha cambiado, soy un traidor, incluso para esta legión, porque aun si ellos no lo saben, solo soy un títere controlado por el ángel, que en cualquier momento destruirá todo a su paso.
    Una semana pasó desde la muerte del Líder Azul. Los días se sintieron cada vez más solitarios, lo único que podía mantener mi mente distraía de todo lo que pudiera venir, eran los patrullajes, muchos se ofrecían a acompañarme pero siempre los rechazaba, con Xerbeth era suficiente compañía molesta.
    “Koichi, un ser de La Torre, viene en esta dirección”
    Me sorprendió, pensé que el plan del ángel para atraer seres de La Torre había concluido, lo que solo significaba que había despertado un descendiente de una de la llamadas Grandes Casas.
    Apresuré el ritmo para llegar a la frontera, no sabía si alguno de los idiotas pertenecientes a la Legión Amarilla atacaría, eso provocaría un conflicto innecesario. Pare en seco al ver a la figura temblorosa que venía hacia aquí.
    – ¿Koichi? – llamo con una débil y asustada voz – ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?
    Quizás ahora tenía la oportunidad de redimirme, debía llevarla a la Legión Azul para que la hicieran olvidar que estuvo aquí, pero si despertó debe ser por algún motivo. Por ahora lo único que podía hacer era protegerla.
    Me acerque con paso firme, me saque aquella capa negra para cubrir su pequeño cuerpo que tiritaba – Todo estará bien, Sapphire.

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    Creo que es más corto que el anterior, y quizas no se prendio tanto como el cpai pasado(?) Y para los que no recuerden Sapphire es la hermana menor de Aoi o3o~ Y... y... ya creo que nada más xD
  4. .
    Y aqui si esta el capitulo siguiente, dije que subiera esta semana y lo hice xp

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    Capítulo 2: Punto Rojo.


    Sabía que era inútil hablar con ese niño, aun así deje que Sachi me convenciera porque una parte de mí, creía que él lo entendía pero no fue así. Sé que fui brusco, sé que es su primera vez perdiendo a alguien muy querido para él, sé que no tuve tacto, pero si yo no se lo decía, ningún otro miembro de Crime Scarlet lo hubiera hecho.
    – Marshall aun pienso que fuiste algo rudo con él – Sachi me seguía mientras nos alejábamos del hogar de Kaito.
    – ¿Y qué si lo fui? – no negare que lo fui, pero tampoco lo trataría de manera blanda.
    – Deberías comprenderlo…
    – Lo hago – use un tono mordaz sin darme cuenta – Una semana es suficiente, estamos sufriendo ataques debido a que no hay un nuevo líder, ese niño de ojos rosas es de gran ayuda a pesar de todo, lo necesitamos – mi argumento no era malo, no estoy equivocado.
    – Aun así…
    – Si tanta lastima le tienes, vuelve con él, yo iré a intentar solucionar al menos el tema de los ataques.
    Me aleje sin esperar respuesta, tampoco espere que me siguiera, sé que para ella tampoco es fácil, aun si no es la primera vez que pierde a alguien querido, eso no lo hace menos doloroso, solo nos recuerda la verdad de aquellos que tomamos este camino.
    Mi garganta estaba seca, cuando estaba molesto me daba más hambre de la usual, aún seguía dentro de esta realidad por lo cual no podía tomar a ningún ser. Me apresure a regresar al complejo de apartamentos, donde podía descansar.

    Mis manos estaban manchadas nuevamente, ahora provocado por mí hambre insaciable producto de mi reciente desequilibrio emocional, nunca es fácil lidiar con la muerte de un líder de Legión, los habitantes de esta comienzan la anarquía en busca de su propio beneficio o simplemente porque ya no hay quien detenga su naturaleza destructiva, así mismo los seres cercanos al líder difunto, sea el segundo al mando o su equipo, luchan mantener el orden mientras se apuñalan muchas veces unos a otros en busca del poder. La Legión Azul no es una excepción.
    “Eres débil. Pensé que al ser un vampiro, serías más digno de mi poder”
    Olvidaba que aun debo lidiar con ella. No respondí ante su provocación, incluso se me había quitado el hambre.
    “¿Qué harás? El líder Azul ha muerto, la legión nuevamente está en caos, no hay quien ocupe su lugar, en especial un bastardo impostor como tú”
    No caería ante sus provocaciones, ni sus insultos a los cuales ya me había acostumbrado, lo más importante ahora era volver a la Legión Azul.
    Me encontraba en las Zonas Neutrales cercanas a la legión, aproveche que estaba de patrullaje para tomar un bocadillo, sin embargo su insistente voz insultante da vueltas en mi cabeza. En momentos como este me pregunto porque me volví contratista.
    “Porqué tienes un corazón débil”
    Ella siempre me lo recuerda con esa frase, el día en que decidí tomar un apellido que no era mío, el día en que hice un pacto, el día en que sacrifique mi inmortalidad. Todo por una promesa, la cual él nunca cumplió.
    – Deja de ignorarme – apareció frente a mí. Su mirada rojo como el fuego me miraba con reproche.
    – Balban, al menos podrías esperar a que estemos a solas, aún seguimos en territorio neutro – permanecí calmado, pero sabía que mi contratista no se quedaría callada.
    Era un poco más alta que Sachi, de ojos y cabello como el fuego, vestido rosa pálido se podía confundir fácilmente con el tono de su piel, únicamente resaltando sus accesorios de color marrón, tales como la correa y el collar, además de sus extraños adornos en su cabello, dos cuernos de color blanco atados a lazos marrones.
    – Estoy frente a ti, porqué quiero saber, ¿Cuál es tu convicción?
    – ¿Mi convicción? – me sorpendía ante su pregunta – El trato fue claro, no intentes cambiar las reglas del juego.
    Negó con la cabeza – Serás el siguiente en desaparecer si continuas con esos pensamientos.
    Sonreí con burla, a pesar sus palabras, sabía que no había preocupación en ellas, sabía que yo no le importaba – ¿Y eso que te incumbe? Ustedes los contratistas igual obtienen su paga.
    – Así es – no se molestaba en negarlo – Sin embargo, aun quiero ver como se desarrollaran los eventos, a través de ti aun puedo participar, no es tan divertido solo ser un espectador – se atrevió a sonreír, una sonrisa arrogante, solo era una herramienta para ella.
    – Te aseguro que aún no me voy a morir si eso es lo que te preocupa – respondí con burla – Además no olvides los papeles, tú dependes de mí – me atreví a provocarla.
    Una mala elección, sus ojos brillaron antes de aplicarme una medida disciplinaria, como lo llamaba ella. Mi cabeza comenzó a doler, hace mucho que no pasaba esto, me apreté la sienes en un intento inútil por calmar el barullo que formaban mis propios pensamientos, nuevamente no pude reconocer ninguno de ellos aun si me sonaban tan familiares.
    “Dimitri”
    Un nombre, reconocí aquel nombre entre todo el ruido, era la primera vez que pasa, pero no sabía a quién pertenecía, solo reconocí la voz del ser que lo pronunció, el líder de la Legión Rojo.

    Las zonas neutrales en el camino hacia la Legión Rojo estaban muy tranquilas, era extraño, normalmente aparecería una u otra criatura entre en paisaje destruido, ya sea para atacar en busca de alimento o defender su escondite. Era como si todos los seres estuvieran ocultos. Solo esperaba que no planearan una rebelión como hace años, todas la legiones fueron atacadas, las bajas llegaron a cifras tan altas como las que hubieron durante las primeras guerras entre las legiones, el daño incluso provoco el paisaje de ahora en las Zonas Neutrales, un lugar de tierra infértil donde escasea la comida, edificaciones destruidas total o parcialmente, apenas servible para el refugio de los seres.
    Desde el límite del territorio, se observaba la imponente base de la Legión Rojo, la torre central resaltaba por la cúpula, a los lados dos torres más pequeñas y al lados de estas una más pequeña a cada lado, alrededor de toda la estructura se levantaban altos pilares con que solo dejaban paso hacia la enorme puerta con forma de arco.
    Eran un par de veces las que he venido aquí, apenas dos, junto al anterior líder azul, sin embargo conozco el camino como si fuera la palma de mi mano, me pregunto el porqué, mas cada vez que trato de recordar un evento anterior al de los ataques, mi mente estalla en un barullo incesante hasta dejarme exhausto.
    La Legión Rojo es diferente a la Azul, aquí la superficie estaba llena de pequeñas casas de estructura simple, cada una idéntica a la anterior, no obstante no parecía haber actividad de comercio o agrícola, seguramente esto lo hacían bajo tierra.
    La mirada de los seres sobre mí no pasó desapercibida, lo hacían desde la seguridad de sus pequeños hogares, no vine aquí con intenciones hostiles o eso pensaba, todo dependía de la conversación que tendría con el líder de esta legión, el cual solo había visto en pinturas.
    – Hablando del diablo – me atreví a decir cuando fui rodeado por un círculo de fuego.
    – Ese es un halago para mí – avanzó hacia mí, fui recibido por el mismísimo líder de la Legión Rojo.
    Los humanos mienten respecto a los demonios, no todos son de un aspecto horripilante como ellos creen, muchos son hermosos, es por eso que logran cautivar y someter a los demás seres sin necesidad de utilizar sus poderes, él es uno de estos casos.
    Su penetrante mirada violeta me examino, sus labios se curvaron un poco, como si estuviera algo indeciso – Es una verdadera sorpresa – se abrió paso entre las llamas hasta quedar frente a mí, era más alto que yo – Ciertamente, no esperaba tu visita… No luego de como terminaron las cosas…
    – ¿A qué te refieres? – no entendía a qué se refería, esta es la primera vez que lo veía en persona, las anteriores veces que había venido siempre me quedaba fuera, cuidando.
    – Sabes perfectamente a lo que me refiero – con su mano se acomodó su cabello rojizo oscuro hacia atrás, me sorprende que no se topara contra sus cuernos negros, los cuales contrastaban contra su nívea piel.
    – Solo vine aquí, por qué quiero preguntar algo…
    – Dudo que este sea el mejor lugar para hablar del pasado, sería mejor ir… a un lugar más privado…
    Las miradas curiosas de los residentes no se iban, en especial ahora que el líder ha salido a recibir a un extraño, peor aún, a un extraño que juro lealtad a otra legión.
    Acompañe al demonio hacia su castillo, aun no entendía el motivo por el cual un ser de ese tipo se involucraba en estos conflictos, normalmente seres superiores como ángeles y demonios, prefieren ser espectadores de los sucesos referente a seres, según ellos, inferiores tales como los humanos o bestias de menor rango a ellos.
    Los guardias nos dejaron libre el paso, avanzando así hasta llegar a la sala principal dentro del castillo. Era parecido al de la legión azul, salvo que aquí parecía todo nuevo.
    – Se ve que le das mantenimiento a este lugar…
    – No es precisamente que me guste, es solo que no soportaba los decorados con forma de corazón del primer gobernante – chaqueo los dedos, haciendo apareceré una charola con bocadillos – ¿Gustas?
    – No estoy aquí para socializar – me negué, esa comida podría estar envenenada.
    – No seas tan paranoico, no soy tu enemigo – él comió uno de los bocadillos, un chocolate relleno de sangre, lo sabía por el aroma.
    – Termina con eso, soy miembro de la Legión Azul, ¿No es suficiente razón para ser mi enemigo? – me puse un poco a la defensiva, el olor a la sangre me causo sequedad en la garganta, nuevamente me dio sed.
    Guardo silencio. Su mirada permanecía sobre mí, no notaba odio en ella, era más como si estuviera buscando algo.
    – Tú en serio no me recuerdas… ¿O sí?... Dimitri.
    Ese nombre – ¿Dimitri? – repetí con duda – ¿Quién es Dimitri?
    Sus ojos mostraron cierta sorpresa, me examino nuevamente con la mirada – Ese bastardo de la familia Cerulean – a pesar de su tono bajo logre escuchar lo que dijo, además de una par de maldiciones hacia esta familia, me miro nuevamente, pero ahora se notaba una clara tristeza en sus ojos – Una gran tristeza me invade, al ver mi querido amigo ignorante sobre su propia identidad y ser sometido por la familia que lo destruyo, la familia Scarlet.
    Mentira, lo que decía no podía ser cierto, es verdad que no puedo recordar lo que paso antes del primer ataque, pero eso no significa que sus palabras sean verdad.
    – No soy una marioneta – respondí con enojo, pero su mirada no cambiaba, sus ojos aún seguían tristes – No vine aquí para ser manipulado por tus ridículas palabras, vine aquí porque quiero saber quién es Dimitri.
    Solo eso, solo ese nombre tenía como clave para saber acerca de mi pasado.
    – Dimitri, no recuerdas ni tu propio nombre – sostuvo mis manos antes de arrodillarse antes mí – ¿Cómo es que un gran noble vampiro como tú termino así? Por favor, necesito saber, ¿Qué fue lo que le paso a mi querido amigo? ¿Qué fue lo que paso cuando fue a visitar a los territorios de los humanos llamados “Grandes Casas”?
    Visitar las Grandes Casas, aquellas que eran conformadas por las familias más reconocidas de humanos en ese entonces, entre ellas la familia Scarlet. ¿Fui allí alguna vez? ¿Por qué no puedo recordar nada antes del primer ataqué?
    Dimitri.
    Alguien está llamando nuevamente ese nombre, pero no es el demonio que está a mis pies, pidiendo con voz lastimosa una respuesta. Es la voz de otro hombre, su voz suena tan familiar, tan compasiva.
    Dimitri. Ya no llores más.
    ¿Llorar? ¿Por qué estaría llorando?
    Dimitri, te concederé tu libertad, aun si me odias en el futuro por esto.
    ¿Libertad? No puedo ver a quien me habla, solo escuchar su voz resonando en mi cabeza, junto a llantos y gritos de dolor, pero aquel que está sufriendo, soy yo.
    – ¡Dimitri! – la voz del demonio me saco del trance, me estaba sosteniendo para evitar que cayera al suelo. Sentía mi cuerpo pesado, como si no respondiera a mis órdenes.
    – No me llames con ese sucio nombre – no quería oírlo, no quería saber, tenía miedo de saber – Soy Marshall Evans, un vampiro de clase mediocre que está metido en una guerra de la cual no quería formar parte, un vampiro que traiciono a su raza al defender una grupo liderado por un humano – me negaba a saber más de mí mismo.
    Me abrazó contra sí, me sentía demasiado débil como para apartar su tacto. Él estaba sufriendo, sus brazos temblaban mientras me estrechaba, como si temiera que desapareciera, ¿Qué significo para él? ¿Qué significo para mí?
    – Por favor dime… necesito saber… qué fue lo que te hizo ese miembro de la familia Cerulean – rogaba por una respuesta, mas no tenía esa información, su voz era cada vez más triste mientras repetía lo mismo, una y otra vez, pero nunca respondí, porque no recuerdo el día en que perdí mi identidad.
    – Es inútil, ya he intentado hacerle recordar, pero su sello es demasiado poderoso – mi contratista se manifestó frente a nosotros. Ella también sabía la verdad, el único que desconocía aquí era yo.
    – Balban – reconoció el demonio mostrando sorpresa.
    – Tiempo sin vernos, Belial – al parecer ella también lo reconocía – Debo reconocer que eres más guapo que en lo recuerdos de mi contratante, así mismo eres más patético – se burló, su mirada estaba llena de malicia hacia el demonio.
    – De todos los seres con los que pudiste hacer contrato, tuviste que hacerlo con ella – estaba aún cerca, abrazándome, por lo cual pude escuchar su murmullo.
    – No estás en posición de juzgar – me aparte, tomando distancia, aun si él me trataba con tanta cercanía no lograba recordar nuestra relación pasada.
    – Es verdad, no supe que fue lo que te paso durante tu estadía en el territorio de Las Grandes Casas, solo sé que desde ese momento cambiaste, mi deber como tu amigo es hacerte recordar – sus manos se encendieron en llamas.
    – Debo ser honesto, esperaba que esto terminara en una pelea.
    – Hombres – parecía refunfuñar Balban antes de desaparecer.
    En mis manos apareció el arma dada por mi contratista, un hacha de doble filo, su mango largo me permitía manejar ataques a distancia. Di el primer golpe con fuerza, el impacto del arma contra el suelo causo que este se destrozara, el demonio lo había esquivado. Se acercó a gran velocidad, intentando golpearme con sus llamas, pero logre esquivarlo, hasta el momento parecía que teníamos la misma velocidad, pero dudaba acerca de que tan enserio tomaba esta pelea, dado que hasta el momento únicamente hemos estado intercambiando ataques, en un juego de esquivar y golpear que resulta en nada.
    – ¡Deja de jugar conmigo! – me moleste – Un líder de legión no es tan débil, en especial uno que es un demonio – Él no respondió.
    No me contendré. Los bloques destrozados del suelo comenzaron a temblar, lo dirigí directamente hacia él, pero los esquivaba sin esfuerzo alguno, él estaba jugando. Las columnas temblaron, iba a destrozar el maldito lugar si él seguía jugando.
    Antes de que pudiera destrozar el lugar sobre él, avanzó rápido, tomándome del cuello, haciéndome impactar contra el muro más cercano. Gruñí por el dolor.
    – Agradecería que no destroces este lugar, al fin logre acomodarlo a mis gustos – aplico más fuerza, mi cuerpo se hundió más el muro hasta dejar una huella.
    – Si vas a matarme hazlo de una buena vez – me intentaba soltar, pero su fuerza era superior a la mía.
    – Como puedes pronunciar tales palabras, aun peor insinuar que haría tal cosa – sostuvo mi arma, sin embargo no me la quito, únicamente la apunto a sí mismo – Tú me mataras.
    Sus palabras me sorprendieron a más no poder. No podía articular respuesta alguna de ningún tipo.
    – El sello que te puso ese miembro de la familia Cerulean, no puedo romperlo, no se me ocurre otra explicación que el hecho de que tú lo aceptaras, sin embargo puedo otorgarte los recuerdos que compartimos juntos y el poder de un líder de legión para permitirte romper el sello – su mano impulso mi arma hasta atravesarlo.
    – ¡Detente! ¡¿Por qué haces tal locura?! – intentaba sacar el hacha de su interior pero era inútil.
    – Incluso preguntas por qué – sonrió con tristeza – Muy pronto lo sabrás, mi querido amigo – aparto su mano de mi cuello, para tomar mi mejilla, el arma se adentró aún más en su interior hasta atravesarlo – La despedida es triste, mas sé que te volveré a ver, aunque seré yo quien no pueda recordarte.
    Su cuerpo desapareció entre llamas rojizas hasta extinguirlo, su rastro paso por mi arma hasta llegar a mí, cubriendo mi cuerpo pero sin hacer daño, una energía poderosa recorrió todo mi cuerpo. La Flama del Juicio.
    Los recuerdos de mi pasado pasaron como una película frente a mis ojos, aquellos recuerdos que compartí junto a Belial, momentos alegres, tristes, peleas, decepciones, calamidades, descubrimientos, jugarretas. Había recordado mi pasado, mi nombre es Dimitri, un vampiro de clase pura, cuya misión era eliminar la peor amenaza para nosotros los seres llamados míticos, esa amenaza era la familia Scarlet.


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    Se prendio esta mierda(?) :v
  5. .
    Well muchas cosas pasaron en los meses que estuve ausente, soy debil cuando me da gripe ;w; pero viendo el lado positivo, al fin traigo la continuacion y no he demorado tanto tiempo como cuando me fui sin avisar lol(?) asi que les traigo el primer capitulo de la segunda parte o3o~

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    Arco 2: Punto de Quiebre.

    Pareja Principal: JulioxKaito.

    Resumen: Luego de los acontenicimientos de la primera parte, la Legión Azul se encuentra en un cambio debido a su perdida, los miembros de Crime Scarlet son afectados y los demás líderes de legión toman diferentes rumbo debido a un nuevo grupo que buscar el ascenso.

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    Capítulo 1: Punto Multicolor.

    Nuevamente otro día lluvioso, nuevamente un día gris, las gotas de lluvia que empañaban mi ventana me recordaban a ti, la fría brisa que se colaba a mi habitación me recordaba a ti, este día lluvioso de primavera me recordaba a ti.
    Me levanto de mi cama, siento que he estado allí por décadas aun cuando solo ha pasado una semana; me dirijo hacia el baño en donde mi deprimente reflejo me dice lo que ya sé, mis ojos rojos e hinchados por tanto llorar, el rostro pálido, las sombras de ojeras bajo mis ojos, mi cabello negro desordenado y sucio.
    He permanecido en mi habitación, apenas probando alimento, incluso me atreví a usar mis poderes en mis padres y hermana para alejarlos cuando intentaron acercarse y entender lo que me sucedía, pero ellos nunca lo podrían, este sentido de perdida, porque en esta realidad Aoi no existe, nunca existió.
    Nuevamente escucho el sonido del golpeteo de la puerta de mi recamara, no quiero ver a nadie, he huido de todo, de la Legión Azul, de mis compañeros de Crime Scarlet, de los problemas que seguramente tienen por la pérdida de su líder, de la otra realidad y con ello su recuerdo, siento que lo he traicionado al abandonar todo lo que él protegía, pero no puedo dejar de sentir el vació en mi interior.
    Los golpes suenan un par de veces más antes de que la perilla se abra. No era ningún familiar mío, era Sachi, ella también debe estar sufriendo pero viene con su sonrisa tan radiante como siempre.
    – Vaya que estas tan sucio como un puerco – me inspecciono con la mirada. No respondí.
    – Te dije que la nena de ojos rosas seguía en la etapa de depresión – Marshall también estaba aquí, con su usual tono burlón.
    – Una semana es suficiente depresión, debes volver a la escuela – me animo Sachi.
    – ¿Para qué? Los tres sabemos que realmente no importa, además… No soportaría ir, todos estarían igual que siempre cuando la verdad es…es… – apreté mis mano en puños – Aoi ha muerto, no quiero ir, él no estará allí, lo peor es que nadie lo recuerda – mis ojos se llenaron nuevamente de lágrimas.
    – Te dije que comenzaría a llorar – escuche el susurro de Marshall.
    – Largo – respondí con molestia – A ti lo único que te importa, es que me recupere para usar mis habilidades nuevamente en la Legión Azul.
    – No lo niego – me miró fijamente con sus ojos negros – Pero, también me preocupo por ti, niño.
    – Entonces… – susurre, concentre mi energía, pero no la concentre en mi cuerpo, la concentre en el cuerpo de él.
    – Ni siquiera lo intente – amenazo antes de salir disparado hasta chocar con la pared – Mocoso – gruño, fue veloz, me tiro contra el suelo, estaba sobre mí tomando mis muñecas con fuerza para que no intentara liberarme – ¿Es que acaso te crees el único con derecho a sufrir?
    Lo sé, lo sé. Sé que no soy el único con derecho a sufrir, sé que los demás también sufren, los miembros de Crime Scarlet, los habitantes de la Legión Azul que se quedaron sin su protector, lo sé, estoy consciente de que no soy el único que sufre.
    – ¡Lo sé! ¡Pero no puedo evitar sentirme así! – sentí que mis lágrimas bajaban por mis mejillas – Sé que es doloroso para mucho, pero no puedo evitar sentirme así, ¿Qué se supone que debo hacer? – le grite esperando una respuesta, esperando que me dijera que debía hacer, me sentía perdido, con miedo y solo.
    – ¡Levantarte y pelea! ¡Maldita sea! ¡Pensé que eras más fuerte que eso! – me grito antes de ponerse de pie – Estoy harto de ti, olvídalo, vámonos Sachi – vi como le tomo del brazo.
    – Espera, fuiste algo rudo, ¿No crees? – respondió – Kaito, si quieres hablar ya sabes dónde estaremos – Marshall se la debe estar llevando, su voz sonaba cada vez más lejana – ¡No olvides sacar a sus padres del trance! – ese grito vino de abajo, oí como el vampiro soltaba una maldición.
    El silencio tomo posesión de mi mente apenas uno segundo, los suficientes para poder ordenar mis pensamientos, lo suficiente para decidirme levantarme al menos por hoy.
    La voz de mi madre llamándome a desayunar me condujo al comedor, ellos no son conscientes de que he faltado por una semana a la preparatoria, mejor así. Mi familia estaba reunida en el comedor, sé que mi apariencia es fatal y la mirada de mi hermana delata sus pensamientos.
    – Tuve una mala noche – fue la única explicación que di aun si nadie pregunto nada, sabía que estaban esperando a que dijera algo.
    La comida me supo insípida igual que las anteriores veces, pero era la primera vez desde que entre en este patético estado que me he dignado a acompañar a mi familia a comer. Una vez termine subí a mi cuarto, me duche con agua fría, mi cuerpo tembló con el solo contacto, pero era la única manera que encontraba para hacerme reaccionar y poder continuar. Me arreglé lo mejor que pude, aunque era inevitable no poder esconder las ojeras y rechace rotundamente la opción de mi hermana Alicia a ponerme maquillaje, oculte los ojos llorosos con gotas para los ojos, me puse el uniforme escolar, me sentía un poco incomodó, ver mi imagen en el espejo se me hacía tan extraño ahora, tan fuera de lugar.
    El camino a la escuela estaba lleno de charcos debido a la lluvia mañanera, ahora el sol brillaba cada vez más, dándole brillo a las gotas de roció que cubrían el verdor de las calles, era probable que un arcoíris adornara el cielo. La falsedad de este paisaje empieza a producirme nauseas.
    La masa estudiantil se veía igual en otros días, algunos conversando entre sí, un par corriendo por los pasillos, quizás olvidaron alguna tarea, otros tantos estaban metidos en sus celulares antes de ingresar a las aulas. Nadie sabía que uno de ellos faltaba, nadie notaba su ausencia, nadie sufría, quizás era mejor así, pero eso me hace sentir insatisfecho, incomodo, molesto, porque nadie lo recuerda.
    Sabía que su asiento estaría vacío cuando ingresara al salón, es más, incluso puede ser que ni siquiera haya rastro de la carpeta que ocupaba.
    Mi sorpresa fue grande al ver que había un par de libros y una mochila sobre el pupitre, él ha desaparecido, tampoco se ha hecho ningún tipo de reubicación en los salones, eso se hace normalmente al final del semestre dependiendo de las notas en los exámenes finales. Sin embargo allí estaba la clara señal de que ese asiento, su asiento, no estaba vació, que alguien lo ocupaba. No pude evitar acercarme, me parecía tan insólito, llegue a pensar incluso que era una pesadilla, que él nunca se había ido, que todo fue producto de un mal sueño, sentía mi cuerpo temblar al pensar que esa ínfima posibilidad era verdad.
    – ¿Pasa algo con mi asiento? – una voz desconocida me saco de aquel pensamiento.
    – ¿Tu asiento? – pregunte con un ligero tono escéptico al otro alumno, nunca lo había visto – ¿Quién eres? – no pude evitar preguntar con un tono frio.
    – Yo debería preguntar eso, no te he visto aquí antes – seguía manteniendo su amable sonrisa. A pesar de su rostro amable, sus ojos azules me daban desconfianza.
    No puedo creer que haya alguien en su lugar, alguien desconocido, alguien que no tiene nada que ver en este asunto. Antes de que pudiera responder alguien tomo de mi brazo, era Luis, su rostro era tan estoico como de costumbre. Comprendí su mirada, me aleje junto a él sin hacer comentario alguno.
    – ¿Qué está pasando? – pregunte en voz baja una vez salimos del salón.
    – Yo debería preguntar eso, te fuiste por una semana, no esperes que todo siga igual en esta parte – no había tono de reproche, aun así me sentía regañado.
    – Etapa de duelo – me encogí de hombros queriendo evitar el tema.
    – Me doy cuenta, tu rostro lo dice todo.
    Lo sé, no es necesario que me lo digan – ¿Quién es el chico nuevo? – fui directo al punto.
    – Se llama Julio Leblanc, un estudiante extranjero.
    Los sobrevivientes se encuentran en La Torre, donde viven el mundo del sueño, aun así esta realidad es parecida a la que fue antes del primer ataque, o eso es lo que dicen, todos están ubicados en diferentes puntos geográficos, debido a que antes existían diferentes zonas separadas por grandes océanos, cada una llenas de diferentes ecosistemas y climas, incluso dicen que los humanos en algún momento tuvieron varios idiomas, cuando ahora manejamos uno universal. Muchos de los sobrevivientes están en diferentes puntos dentro de esta simulación, sus vivencias están basadas en los recuerdos, paisajes y datos que insertaron en sus mentes, según dicen la única diferencia es que el idioma se mantiene universal para todos. Todo esto es controlado por un grupo selecto a fin de preservar la especie sin romper el sueño.
    – Sabes, su cabello rubio, ojos azules y sonrisa de comercial de pasta dental, me dieron una pista… – era notorio el sarcasmo.
    – Él llego al día siguiente de lo sucedido, seguramente “ellos” decidieron que fuera a si a fin de evitar un vació – a pesar de su comentario sé que solo eran especulaciones, solamente los líderes tienen derecho a hablar con los que controlan La Torre; no sabemos del porqué de sus decisiones ni podemos interferir.
    – Detesto su decisión – confesé apretando los puños, parecía que Aoi era fácil de reemplazar cuando no era así, él era muy importante para mí, muy importante para la Legión Azul, y sim embargo aquí ya nadie lo recuerda.
    – Sabes que no podemos interferir – Luis entro al salón, segundos después la campana sonó.
    Me dirigí a mi asiento, ni siquiera mire nuevamente al chico nuevo, me daba nauseas la idea de que ocupara el lugar de Aoi en este mundo.
    La clase comenzó, estaba perdido, solo me dedique a tomar notas de todo lo posible, luego le pediría ayuda a Luis para que me prestara sus apuntes.
    Se me hizo eterno el primer periodo, me recosté en mi pupitre, la cabeza me daba vueltas, no solo no entender nada me afectaba, siento una presión invisible sobre mí al volver a este lugar. Además sé que algunos de los alumnos me miran y hablan a mis espaldas, no necesito mis poderes mentales para eso.
    – Luces peor que en la mañana, y eso es mucho decir – Luis no ayudaba a mejorar mi estado de ánimo, pero me apoyaba un poco el tener compañía en este salón.
    – Lo sé, no quiero ni verme en el espejo, quizás debí escuchar a Alicia y dejar que me ponga el maquillaje – intente bromear, pero Luis no se rio – Lo sé, es una pésima broma.
    – No es eso, me quede callado porque la idea de que Alicia te pusiera maquillaje me pareció aterradora.
    Bufe ante su comentario, aun así no pude evitar sentirme un poco mejor, parecía como si nada hubiera cambiado, sin embargo este pensamiento me llenaba de culpa, era como si yo también estuviera olvidando a Aoi.
    – Deberías dejar de lamentarte, es patético… Y si quieres hacer algo al respecto, vuelve, idiota.
    Durante el segundo periodo, las palabras de Luis estuvieron dando vueltas en mi cabeza. Yo no quiero olvidar a Aoi, ni en este mundo ni en el otro, quizás no pueda hacer mucho por las reglas impuestas en La Torre, pero si puedo hacer algo en el otro mundo, puedo luchar, luchar por lo que Aoi quería. Asentí decidido ante mi nueva decisión.
    – ¡Kaito! ¡A la pizarra!
    Mierda, el profesor me pillo distraído, y es clase de matemáticas. Tuve que disculparme al no saber la respuesta, por suerte solo me regaño y me mando a mi sitio.

    Las luces titilaron antes de que los postes de alumbrado cumplieran su función de iluminar el camino de cemento y asfalto. El cielo era cada segundo más y más oscuro.
    ¡Soy un maldito cobarde! He estado deambulando por las calles, evitando lo que me había decidido a hacer, es más, había salido rápido de la preparatoria con la intención de volver, pero simplemente no pude dirigirme a mi morada, era como si mis pies se mandaran solos y comenzaran a tomar mil y un caminos antes de llegar a casa.
    – Esto apesta – patee una lata lejos. Antes de que pudiera seguir con mis patéticos pensamientos un ruido llamo mi atención, parecido a un quejido, provenía de la dirección en la cual patee la lata.
    Apresure el paso, chocándome contra quien menos esperaba encontrar, era el chico nuevo de la clase.
    – Corre, corre – me tomo del brazo antes de que pueda decir algo, él empezó a correr y me vi obligado a seguirle.
    – Espera, ¿De qué estas huyendo? – pregunte pero aun no podía soltarme de su agarre sin necesidad de usar la fuerza. Al final termino deteniéndose, estábamos cerca de una plaza llena de verdor.
    Los arbustos cercanos se movieron con ligereza, fije mí mi vista allí. Se asomó el rostro de un hombre, pensé que sería un vagabundo pero el rugido emitido por este me hizo ponerme alerta.
    – Allí esta – al parecer Julio reconoció a la criatura que le perseguía.
    El arbusto se sacudió con fuerza, mostrando el enorme cuerpo de buey unido a la cabeza humana, sus alas se sacudieron para ahuyentar las últimas hojas que pudieran quedar en su cuerpo. Era un lamassu. Su mirada enfurecida estaba sobre nosotros, mejor dicho sobre Julio.
    A pesar de que el lamassu tiene una cabeza humana, también posee cuernos, los cuales apuntaban directamente a su objetivo.
    – Tenemos que correr – Julio me tomo del brazo. Tenía que detener a la criatura, sea cual sea el motivo por el cual está molesto, si no lo hacía haría destrozos en el lugar.
    – Hay que dividirnos...
    – ¡¿Estás loco?! – me interrumpió con notable reproche – Si eso decide ir tras de ti, sería tu fin.
    Él estaba equivocado, pero no había en que refutara sin necesidad de verme descubierto. El lamassu intentaba embestirnos sin existo, ya que corríamos en zigzag.
    A pesar de que en nuestra huida no encontramos personas, si hubieron varios destrozos en el lugar, los autos estacionados fueron aplastados por la criatura en un intento de alcanzarnos más rápido, los muros destrozados por las embestidas fallidas que iban hacia nosotros.
    Debía detenerlo rápido, podría aparecer algún civil en cualquier momento y salir herido, lo había decidido, luego le borraría la memoria a Julio. Me libre detuve, él me miro con desconcierto, me libre de su agarre antes de darme la vuelta para enfrentar a la criatura.
    – Cállate – ordene antes de que me reprochara algo – Ven, pelea – le hable a la criatura, la cual sacudió sus alas, se preparaba para venir hacia mí.
    La energía recorrió de mi cabeza hacia todo mi cuerpo, mire directamente al lamassu, su mente estaba hecha un caos por la furia, oponía resistencia al control y cada vez estaba más cerca, al final logre que cediera. La criatura se desplomo antes de llegar a embestirme, quedando a unos pocos centímetros de mí. Estuvo cerca.
    Encare al chico nuevo, le pensaba borrar la memoria allí mismo, esto no debía tener involucrados civiles, ya no había la necesidad de contar la verdad a todos los que la descubrieran, tampoco era necesario eliminarlos, ahora ellos podían seguir viviendo aquella mentira de la cual siempre fueron parte.
    Estire mi mano con la intención de cubrir sus ojos, pero me paralizo un sonido estruendoso, un trueno. Una, dos, tres gotas fueron el inicio de la lluvia, cada vez más torrencial.
    – Se hace tarde – Julio tomo mi mano, parecía muy tranquilo, ambos estábamos empapados.
    Aleje mi mano, evitando el contacto – No es tan tarde – le mire a los ojos, él sostuvo mi mirada, era mi oportunidad para entrar en su mente y borrar este recuerdo.
    Una nueva distracción me impidió cumplir mi labor, ahora sí que no me esperaba esto, una patrulla de policía se había estacionado junto a nosotros. El uniformado nos pidió ingresar, ambos hicimos caso sin oponer resistencia, ocupando los asientos traseros.
    – Los llevare a sus moradas, es muy peligroso estar por aquí a estas horas, han habidos casos extraños últimamente – hablo mientras conducía.
    Significa que han sucedido más ataques así antes, puede que haya habido alguna distorsión entre la barrera que protege ambas realidades.
    Durante todo el camino Julio permaneció callado, no quería arriesgarme a borrarle la memoria aquí, debido a que el policía podría darse cuenta y ya que él conducía, si lo afectaba con mi poder, podría ocasionar un accidente.
    El uniformado me dejo en mi morada al ser la más cercana, entre silenciosamente una vez perdí de vista el vehículo, no fui descubierto por mis familiares, si no estarían esperándome en mi habitación desde hace ya varias horas. Apenas eran las diez de la noche.
    Me recosté en mi cama, miraba el techo como si este tuviera alguna respuesta mágica a mis pensamientos. Lo de hoy no fue la primera vez, Julio parecía ser el blanco esta vez, salve a un civil pero no sabía la cantidad de otros casos, con seres inocentes heridos o incluso muertos, debía remediarlo, no podía huir, ya no más, debo proteger este sueño, tal como Aoi hubiera querido. Cerré mis ojos.

    El castillo se estremecía, la fuente provenía de abajo, seguramente en la ciudad subterránea perteneciente a la Legión Azul. Me apresure a la causa de esta inquietud. Me llevé una sorpresa al ver el caos dominar lo que una vez fue una ciudad pacífica y sencilla. Los mismos habitantes entraron en un estado alarmante, saqueos a hogares, peleas callejeras y con armas, robo indiscriminado, los niños llorando solos o con un acompaña mente herido, eran algunos de las escenas que veían mis ojos.
    Mi pregunta más importante era, ¿Dónde están los miembros de Crime Scarlet? ¿Por qué no están para mantener la paz en esta ciudad?
    – ¡Deténganse todos! – grite a todo pulmón, la energía viajo a través de mi cuerpo hacia el de los causantes del caos, eran varias personas sobre las cuales intentaba tomar el control, me mi obligado a levantar los brazos y bajarlos con fuerza, forzando que los cuerpos sobre los cuales tenía el dominio chocaran contra el suelo, quedándose allí, aprisionados por mi poder sin posibilidad de moverse.
    Los habitantes se me quedaron mirando, muchos buscaban una esperanza en mí, una voz que los guiara, pero yo no soy así, no soy tan fuerte como para ser quien les motive, no soy Aoi.
    Sin embargo, tampoco soy capaz de que todo por lo que trabajo él se desmorone así de fácil – ¡¿Qué es lo que están haciendo?! – les reproche– Su líder ha caído, ¿Así es como quieren afrontarlo? – no soy Aoi, hare las cosas a mi manera – Sí seguimos así, las demás legiones nos despedazaran, se llevaran todo, no tendrán piedad – no mentía, iban directo hacia ese camino.
    – Pero… ya no hay un líder, no somos lo suficientemente fuertes – hablo un hombre mayor, tenía la apariencia de un ogro, aunque su figura era pequeña y encorvada.
    – Las legiones deben tener un guía, el nuestro ha caído y con él sus normas – se atrevió a hablar uno de los saqueadores, un hombre con rasgos caninos. Lo mire con notable molestia pero él prosiguió – ¡Tú no lo entenderías!
    – Tú puedes volver cuando quieras, nosotros no – hablo una madre sosteniendo a su niño, ambos con apariencia de elfos.
    Otras voces se levantaron, los reproches comenzaron, aumentaban cada vez más, no paraban, se estaban desahogando.
    – Sé que necesitan un líder, como miembro de Crime Scarlet también estoy aquí para ayudarles – libere del control a los causantes del disturbio previo, me encontraba cansado por la cantidad de seres en los que tome control, sin embargo las siguientes palabras salieron por si solas – Yo seré su nuevo líder – anuncie.
    El silencio se apodero del lugar, no sabía dónde estaban los demás miembros, pero no podía dejar que continuara la situación.
    Un circulo de llamas azules me rodeo, pensé que era algún tipo de ataque, pero todos los espectadores se mostraban sorprendidos, como si pudieran el significado de lo que ocurría. Las llamas subieron por mi cuerpo, pero no quemaban, era una sensación de tranquilidad, antes de darme cuenta habían desaparecido.
    – ¡El nuevo líder ha aparecido! – se escuchó un grito, seguido de un vitoreo masivo.
    Las flamas del juicio, recordé lo que Aoi me conto, son la marca de los líderes de cada Legión, solo ellos pueden usarlas, una energía tan poderosa que es incluso capaz de matar a otro de su mismo rango. Eso significa, que me he convertido en el nuevo líder de la Legión Azul.

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    Ahora debo actualizar el primer post para que incluya este mini resumen que puse o3o~
    Muchas cosas cambiaran, y la proxima semana hay conti, estoy emocionada porque ya esta avanzada jojojo~ (?)
  6. .
    Ayer tuve muchas cosas que hacer D; recien subo el capi ahora uwu

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    Capítulo 28:
    El silencio reinaba en el castillo de la Legión Azul, el líder había salido de manera presurosa, avisando que era un asunto de suma urgencia, nuevamente me puso a cargo hasta su regreso, acepte la responsabilidad sin poner oposición aun si no entendí su decisión, ya que los demás miembros de Crime Scarlet estaban presentes.
    – Aoi te dejo a cargo, ¿o tenía mucha prisa o ya se deschaveto? – como siempre Marshall se burlaba en estos tipos de caso, aunque he notado que lo hace para aligerar el ambiente y romper el hielo.
    – Cállate, vampiro idiota, no estoy de humor – Sachi ha estado últimamente de mal humor por el tema de la nueva líder de la Legión Verde.
    Aoi nos explicó que tuvo una reunión con ella quien resulto ser Rikkaru, la antigua líder que murió en uno de los tantos casos causados por el ser que despertaba a los de La Torres para traerlos aquí. Ese ser y su creador, Gii, siguen prófugos, todo apunta a que fueron a las Zonas Neutrales.
    La nueva líder llamada Rikka, es Rikkaru, quien era una contratista, durante su muerte hizo un último contrato en donde se entregaba completamente, dando como resultado un hibrido, el ser contratado ahora podía manifestarse en este plano al estar fusionado con su contenedor, en un solo cuerpo, en un solo ser, de manera que conservaba el gran poder que tiene el ser contratado.
    – Cállate tú, gata estúpida – le siguió el juego.
    – No estoy de humor para esto – se apretó el puente de la nariz.
    – La noticia es algo impactante ciertamente, dice el viento – hablo Kaze con su usual tono lleno de calma y su semblante estoico.
    – Al menos hemos estado tranquilos, tampoco hemos recibido noticias desagradables – sorprendentemente Luis intentaba alivianar el ambiente, no era propio de él pero aun así su esfuerzo no paso por alto.
    Al final Sachi se dio por vencida, volvió a su típico rostro lleno de alegría, aunque tenía los puños cerrados, como si quisiera golpear algo.
    – Pues si viene algo lo enfrentaremos y saldremos victoriosos – animo levantando sus brazos – ¿Verdad sustituto?
    Tarde me di cuenta que me hablaba a mí, todos se me quedaron mirando, esperando algún tipo de respuesta.
    – ¡S-sí! ... Creo – no pude evitar dudar.
    – ¡Sí! – reafirmo Sachi – Y nada de: creo, si Aoi te dejo a cargo es porque confía en ti – su mirada brillo de manera peculiar – Te lo dije Marshall, ambos son él uno para el otro.
    – Debí dejar que te pudrieras en tu mal humor, ya vas a salir con tus mariconadas nuevamente.
    El ambiente volvió al típico, ambos seres inmortales comenzaron su discusión debido a los gustos peculiares de uno de ellos sobre el romance entre hombres.
    Creo que la única persona que realmente conoce a Marshall es Sachi, aun sí el me ayudo con mi entrenamiento para mejorar mi magia mental, nunca menciono el hecho de ser un contratista, seguramente por eso tenía aquel poder de control sobre los objetos aun si su magia es de fuego. Otra dato que me inquieto fue que cuando Aoi me explica más sobre las legiones, sobre sus líderes, al estar más consiente de la situación actual preste atención a que el líder de la Legión Rojo es un demonio, según Aoi es un demonio de apariencia joven, aun así durante las conversaciones con Marshall me dijo que nunca vería a un demonio o un ángel, que nunca intervendrían. El vampiro guarda muchos secretos de mí, me pregunto si en algún momento llegare a ganar su confianza.
    Mientras divagaba en mis pensamientos, mi mirada se posó sobre Kazehaya y Luis, no era secreto para ninguno presente su relación, Luis se encontraba arreglando el comunicador de Kazehaya, quizás también deba darle el mío para que lo revise. Luis es un mago de elemento luz, pensé que era algo simple pero no era así, él posee un criatura de luz a su disposición, según me explicaron es algo parecido a la protección que tiene Kazehaya por parte de su elemento, pero nunca lo he visto por mí mismo para dar fe de ello.
    – Kaito has estado muy callado, seguro que extrañas a Aoi – Sachi movió sus orejas de gato.
    – Me pregunto si puedes convertirte en un gato también, serías la mascota oficial de Crime Scarlet – le moleste un poco.
    – Si pudiera lo haría, pero no puedo – ella parecía un poco inconforme con esto – Además no olvides que tú eres la mascota oficial de Crime Scarlet, eres como un perrito.
    Se me había olvidado que me molestaban con eso, justo cuando pensé en pasar una etapa vergonzosa en mi vida me lo vienen a recordar, quizás esto me gano por molestarla a ella, quien es campeona en fastidiar.
    – Además no olvides que aun eres el novato aquí – se burló Marshall con aquella sonrisita de lado suya un poco arrogante.
    – Pero sus ojos son rosas, ¿No debería ser un conejo? – intervino Luis.
    ¿Acaso hoy es el día de fastidiar a Kaito? ¡Luis, tu casi nunca te habías metido!
    La conversación siguió ese rumbo, me recordó un poco a mis días de escuela en el mundo del sueño, cuando no sabía nada de la realidad, en ese tiempo también me molestaban, nunca le tome importancia a esos días hasta ahora, a veces me gustaría volver y regresar a ignorancia, pero cuando pienso en él, no me arrepiento de estar aquí justo ahora.

    – ¡Aquí esta! – el grito de Kazehaya no sorprendió a todos, su rostro antes calmado se mostraba ahora con miedo, se llevó la mano a los oídos – No digas más, ¡Esta aquí!
    – Kaze, Kazehaya, tranquilízate, dime que pasa – pedía Luis intentando guardar la compostura, pero lo sostenía entre sus brazos.
    – ¡Afuera! – grito antes de que un estruendo proveniente del exterior llamara nuestra atención.
    El resto nos apresuramos a la entrada principal, dispuestos a enfrentar lo que viniera, pero ninguno de los tres estaba preparado para ver la siguiente escena.
    – La próxima vez – la voz de Koichi me helaba la sangre, arrojo el cuerpo inerte sobre el suelo, lo reconocí perfectamente a pesar de las manchas de sangre y su ropa hecha jirones – Encárguense de su basura – se sacudió las manos.
    – Imposible, imposible – Sachi repetía mientras se desplomaba en el suelo de rodillas.
    Marshall únicamente se puso a la defensiva, dispuesto a atacar si el líder de la Legión Amarilla lo hacía. A pesar de lo que el vampiro me decía no hice caso, no alcanzaba a escuchar su voz con claridad, solo avance a paso lento hacia donde estaba el cuerpo inerte, pero antes de poder tocarlo su cuerpo fue cubierto por llamas azul claro, las mismas que había visto la primera vez en que me rescato de una criatura.
    Su cuerpo se consumía en llamas, solo pude quedarme estático viendo como desaparecía frente a mis ojos sin poder hacer nada.
    – No puede ser, es imposible – reaccione tarde e intente acercarme pero Koichi me detuvo, sosteniéndome por detrás – ¡Suéltame! ¡Que me sueltes dije! ¡Esto es tú culpa! – forcejaba pero él no me dejo acercarme, no me dio oportunidad a intentar salvarlo, no pude hacer nada más que pelear en vano.
    ¿Por qué peleaba? ¿Cuál era el punto de mejorar? ¿Qué se supone que hare si tú no estás aquí? ¿Cómo enfrentare esta realidad sin ti? ¡Qué alguien me diga cómo debo afrontarlo!
    Deje se forcejear para liberarme, su cuerpo frente a mí ya no estaba, únicamente quedaba el rastro del hermoso fuego azul que se lo llevo.
    – El líder azul ha muerto – sentenció Koichi cuando no quedo nada, ni el fuego, ni el cuerpo, no quedo rastro de su ser en este mundo ni en el otro. Aoi murió.


    FIN
    Arco I: Bienvenido a esta pesadilla llamada Realidad



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    Así termino la primera parte C:< ahora ha publicar la segunda yei! pero!!... dentro de un mes, me tomare un descanso de publicar no de escribir.
    Nos leemos!!
  7. .
    Hoy estoy extrañamente de buen humor xp asi que dejare el capi aqui.... mientras pienso en el extraño sueño que tuve y si escribir sobre eso o no owoU

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    Capítulo 27:
    La tarde del sábado fue diferente a otras, hace minutos espiaba la conversación entre Aoi y Koichi, ahora estaba en un Café sentado junto a Aoi en una de las mesas del fondo, pegada a una de las esquinas, donde los asientos eran largos algo acolchados y la mesa era rectangular.
    – Creo que aquí está bien, no llamamos mucho la atención – tomo mi mano bajo la mesa.
    – Eso creo – sin querer mi voz tuvo un tono nervioso, carraspee un poco – Deberíamos… ir a ordenar… café o algo…
    Aoi dijo iríamos en una cita, la verdad es que hemos salido antes, pero nunca con el nombre oficial a una cita, estoy un poco, no, estoy realmente nervioso, es como si una presión invisible cayera sobre mí por el simple hecho de darle un nombre especial a esta salida.
    – Es un café grande, hay una mesera atendiendo, cuando venga ordenaremos algo.
    – Cierto…
    Esperar a la mesera se sentía como una eternidad. El agarre entre nuestras manos se suavizo, sus dedos entrelazaron los míos.
    – Estoy algo nervioso – susurre cubriendo parte de mis rostro con mi otra mano, estaba seguro que mi rostro estaba tan rojo como un tomate en estos momentos.
    – Eso es lindo – su aliento rozaba mi piel, me estaba hablando al oído.
    ¿Qué acaso no te acabo de decir que estaba nervioso? ¡Lo empeoras! ¡Lo peor es que me gusta que lo haga!
    – Estas muy cerca, estamos en público – susurre pero no pude evitar girar mi rostro un poco para poder verlo.
    – No estamos haciendo nada malo… aun – sonrió un poco, una sonrisa pícara.
    Mi corazón va a explotar, su rostro se aproximaba más al mío, cerré los ojos esperando el contacto entre nuestros labios.
    – ¿Jóvenes que van a ordenar? – oí la voz de la mesera.
    Abrí los ojos, para darme cuenta que Aoi estaba sentado a una distancia normal, revisando el menú. Ese maldito me hizo ilusionarme por nada.
    – Yo quiero un moka blanco alto y un cheesecake de fresa – pedí algo aburrido. También un novio que no haga acelerar mi corazón y luego me deje con las ganas.
    – Pediré un capucchino alto y uno de estos postres – le señalo a la mesera el menú para especificar que quería.
    Aoi me jugo una broma, lo peor es que seguro me debí ver como un tonto cuando la mesera vino.
    – ¿Estas molesto? – me pregunto una vez la mesera se fue.
    – No.
    – Eso es un sí.
    – Bien fue un sí… Solo no hagas ese tipo de bromas…
    – No era una broma, solo calcule mal el tiempo en que la mesera vendría.
    Remede lo que dijo una voz entre burla y molestia.
    – No sabía que eras tan infantil.
    Lo remede nuevamente. Él solo suspiro, tomo el menú que aún estaba en la mesa y señalo algo, me acerque un poco para leer lo que decía, no sabía a qué exactamente debía prestar atención.
    Su mano me tomo de la nuca para acercarme más, nuestros labios hicieron contacto en un beso. Aoi nos estaba cubriendo con el menú, aun si esto era lo que quería, no dejaría que viera que el enojo se me iba tan rápido con uno de sus besos. Mordí su labio inferior antes de alejarme.
    – Es tu culpa – lo señale – Y no creas que se me ha olvidado lo que conversabas con Koichi.
    Puntualice, no se me olvidaría lo extraño que me pareció la actitud con la cual conversaban, se notaba casi de manera amistosa, además la información que compartían.
    – No creo que sea el lugar ni el momento para hablar de eso – tomo mi mano bajo la mesa.
    La mesera trajo el pedido, decidí no decir más, solo comencé a comer mi postre en silencio.
    – Lo siento – se disculpó Aoi, quien tenía un curioso pastelillo de chocolate con forma de taza – Podemos… ¿Podemos tener una cita normal? Una que no involucre… el otro lado…
    Aoi miraba fijamente su postre mientras lo picaba de manera vaga con su cubierto, sentía algo diferente en él, en su tono de voz cuando hizo ese pedido, como si no estuviera conectado por completo, pero si era su deseo tener una cita normal sin involucrar el otro lado, no tenía nada en contra, después de todo a mí también me gustaría olvidar a veces la verdad de este mundo y la crueldad para los que son olvidados por siempre.
    – Entonces, quiero ir al cine luego, hay una película de terror que se estrenó apenas esta semana.
    – Eso puedo interpretarlo en muchos sentidos – su mano se puso sobre mi muslo, mi rostro enrojeció de manera inmediata.
    – ¡Obviamente ir al cine! – tome con prisa mi frappe para calmarme al ser una bebida fría.
    – Me refería a que seguramente compraríamos bocadillos allí, no sabía que tuvieras un gran apetito – ahora su mano paso a tomar su taza para poder tomar un poco de su bebida caliente.
    – Yo no sabía que te gustaran las cosas dulces – con mi cubierto tome un pedazo de su postre para probarlo – Amargo…
    – Eso es porque probaste la parte superior del bizcocho, la parte de abajo es normal y la taza es de chocolate dulce.
    – ¿Sapphire te obligo a venir aquí en más de una ocasión? – lo dije como pregunta pero fue más una afirmación, él solo pude asentir. Sonreí con cierta diversión.
    – Al principio no era de mi agrado, pero ahora me alegra que me obligara a acompañarla – en sus labios surco una pequeña sonrisa. Una de las pocas veces que he visto sonreír a Aoi, me siento afortunado de esta a su lado en momentos como este, un momento que puede parecer simple para muchos, para mí es especial.
    Conversamos de diversos temas, la escuela, nuestras hermanas, nuestros amigos, en ningún momento mencionamos la realidad que se esconde a muchos, somos solamente dos chicos disfrutando de un momento intimo en nuestra relación, compartiendo ideas, gustos, pensamientos que no habíamos dicho antes, por ejemplo nunca imagine que Aoi pensaba que al principio me gustaba Sachi, lo cual es un gran desacierto. Por su parte Aoi se mostró con cierta sorpresa cuando cuándo le conté que tenía un club de fans en la secundaria, debido a que participaba en el club de esgrima.
    La noche no demoro en caer, pagamos la cuenta e iba a irme a mi morada, pero Aoi me detuvo, me recordó que iríamos al cine, aunque solo bromeaba con respecto a eso, no desaprovecharía el poder pasar más tiempo a su lado.
    Alcanzamos a la última función de ese día, la que daba a las diez en punto. La cola de espera no fue tan larga como imagine en un principio, tampoco lo fue la de los bocadillos, compramos un balde de palomitas y dos sodas grandes.
    La sala estaba llena en su mayoría por adolescentes y universitarios, debía ser seguro debido al género de la película y la hora de la función. Nuestros asientos estaban en la fila J, la antepenúltima fila.
    La película capto al principio mi atención al ser de terror y suspenso; el roce de nuestras manos, las miradas que compartíamos, su voz susurrándome al oído, mi decisión de recostar mi cabeza en su hombro, la calidez de su tacto al entrelazar nuestras manos, hizo que la película pasara a segundo plano.
    Sus labios sobre los míos, el roce se convirtió en un beso con más intensidad que en las otras veces, en medio de la oscuridad del cine, donde nadie puede juzgarnos, mi mano se aferra a la suya, mientras la mano libre de mi amante toma mi rostro de manera suave pero con seguridad para permitirnos seguir en aquel beso íntimo, un beso particular de sabor dulce y salado al mismo tiempo. Mi respiración se agitaba cada vez que nuestros rostros se separaban, únicamente podía ver sus ojos azules, la mirada que me daba me hacía sentir escalofríos, al mismo tiempo me hacía querer continuar, por lo que lo incitaba besándole en la comisura de sus labios, mi mirada rogaba por volver a besarlo y el cumplía con mi capricho.
    La película termino y lo único que podía recordar era a Aoi, su mirada, su rostro, la sensación de sus labios sobre los míos, la calidez de sus manos. Si mis padres me preguntaban sobre la película mentiría, por suerte ni ellos ni mi hermana la han visto aun, buscare reseñas en internet antes de volver a casa.
    – Te acompaño a tu casa – Aoi no me dejas preparar mi cuartada.
    – Me parece bien – tome su mano para marcharnos. Yo tampoco soy bueno oponiéndome.
    Caminamos juntos tomados de la mano hasta una cuadra antes de llegar, con mi mano libre busque reseñas en la internet sobre la película, converse un poco con Aoi sobre esto, él también lo necesitaba después de todo seguro su padre y hermana preguntarían.
    Medianoche, me despedí de Aoi con un simple movimiento de mano, mis padres o mi hermana podrían estar atentos a las ventanas, él lo comprendió y se despidió de igual manera.
    – Te veo luego – fue lo último que dijo antes de irse, comprendí que quería verme en el otro lado.
    En mi hogar el silencio reinaba, entro sigiloso como un ratón, por suerte gracias a mi entrenamiento pude escabullirme hasta mi cuarto. Echado en mi cama me quede unos minutos mirando el techo, el día de hoy fue algo único, en ningún momento hablamos sobre la realidad, no ocurrió tampoco nada relacionado a ellos, no recibimos algún tipo de mala noticia sobre un ataque o sobre los líderes, hoy un día normal, un día tranquilo, un día en que fuimos solo dos chicos comunes, un día que quisiera fuera parte de mi realidad.
    La realidad volvió al abrir los ojos, era mi cuarto dentro del castillo de la Legión Azul, llevaba puesto aun un conjunto de ropa negra con aquella capa que llevaba un solo botón, aquel botón de color plateado tenía el símbolo de la “S” color rojo escarlata, una insignia que me marcaba como un miembro de Crime Scarlet.
    El sonido del golpeteo de la puerta me saco de mis vagos pensamientos. Al abrir la puerta, se encontraba Aoi, le deje pasar, no hubo necesidad de que dijéramos palabra alguna.
    – Es momento de compartirlo contigo – me vio fijamente a los ojos, yo sostuve su mirada.
    – Tu pasado, tu presente, tu futuro, tus errores, tus aciertos, lo aceptare todo – declare firme, no me echaría para atrás.


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    Personalmente se me hizo algo dulzon(?) debe ser porque no estoy acostumbrada a escribir cosas así owoU
  8. .
    Muchas veces escribo los capitulos por partes, por lo que a veces me parecen aburridos e.e es mi caso para este capi siento que es una parte aburrido pero luego leo el resto y me doy cuenta que no lo es :v solo que no estoy acostumbrada a escribir las interacciones con personajes secundarios(lol)

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    Capítulo 26


    Los miembros de Crime Scarlet estaban reunidos dentro del castillo de la Legión Azul. El líder había regresado a salvo. La sospecha de que el líder de la Legión Verde estuviera relacionado con el grupo rebelde eran correctas, sin embargo Aoi conto que una muchacha intervino en la sala de reuniones, ella había acabado con los rebeldes que esperaban fuera para emboscar a los líderes reunidos, sin embargo no pudieron obtener información del elfo, quien se suicidó al verse descubierto.
    – Ella sabía dónde se reunían los líderes, fue allí con la única intención de ser la nueva líder de la Legión Verde – explico Aoi.
    – ¿Ella era una contratista? – pregunte a pesar de la mirada de reproche de Marshall.
    – Sí, su poder era inestable por lo cual fue notorio, si los demás líderes son contratistas seguramente se dieron cuenta.
    El único líder que conocía que era contratista además de Aoi, era Koichi, líder de la Legión Amarillo.
    – Alguien vino aquí antes, diciendo que se había confundido y que buscaba la Legión Verde – hablo Luis antes de dar la descripción de la joven que apareció.
    Aoi confirmo que era la misma que fue a la reunión de los líderes. Eso explica porque Sachi reacciono de esa manera, sintió el peligro que emanaba la presencia de aquella joven al ser también una contratista, sin embargo Marshall se comportó de la misma manera, puede que Sachi le haya dicho sobre eso para que actuara así o quizás hay algo sobre Marshall que aún no sé.
    – Ella dijo que la Legión Verde estaría nuevamente bajo su control – repetí sus palabras, atrayendo la atención de los demás – ¿Es posible que uno de los líderes de turno consiguiera un contratista para adueñarse nuevamente de la Legión Verde?
    – Es posible – reconoció Aoi – Pero, normalmente no exhibiría tanto su poder con su sola presencia, normalmente este contenido dado que es demasiado para sus portadores.
    – Sin embargo ella iba presumiendo su poder sin importarle ser descubierta – Sachi parecía molesta, algo raro en ella – Incluso su forma de venir fue extraña, ocasiono una tormenta ¡Fue demasiado excéntrico!
    – Cálmate – Marshall pidió con tono cansado antes de poner su mano sobre su cabeza y comenzar a despeinarla – Lo primero que hay que hacer es saber si solo quiere la Legión Verde o si planea una invasión, somos consiente de que tiene un gran poder, así que el ser con quien hizo el contrato es superior a los nuestros, en el mejor de los casos esta al mismo nivel pero al ser nueva no sabe controlar sus habilidades por lo cual desprende esa energía con su sola presencia.
    – Solo espero que sea la segunda opción… ¡Ya deja mi cabello! – le dio un manotazo pero el otro retiro su mano antes de que pudiera darle el golpe.
    – Por ahora debemos concentrarnos en cuidar la Legión Azul, formare a los grupos de vigilancia hoy, el resto pude irse a descansar – fue lo último que dijo Aoi antes de retirarse.
    Le seguí en silencio por el largo pasaje iluminado por antorchas, era una conexión entre el castillo y la aldea subterránea. Apenas se escuchaban nuestros pasos, aunque juraba que eran solo los míos.
    – Creo que dije que se vayan a descansar – hablo sin dejar de avanzar, yo iba apenas unos pasos detrás.
    – No fue una orden, fue una opción, tus palabras no las mías – di mi argumento – Además, eres tu quien debería descansar, tienes muchas cosas en mente…
    La nueva líder de la Legión Verde era solo una de las preocupaciones que debían rondar la cabeza de Aoi, no hace mucho hubo un ataque de un grupo rebelde, e incluso estaban involucrados con una de las legiones debido al caos en ella, nadie dice que otra legión no este colaborando con ellos secretamente, esperando el momento para derrocar a los otros líderes y apoderarse de todo.
    – Es así, pero no puedo permitirme descansar, primero debo asignar los grupos de vigilancia, ese ataque no será el último.
    – Entonces déjame ayudarte, será más fácil si te ayudo, además así aprenderé un poco más.
    Se detuvo de manera súbita, por lo cual casi choco con él, retrocedí un paso cuando él se giró para verme.
    – Lo hiciste bien – al oír sus palabras sentí mi rostro sonrojarse, él me había dejado a cargo mientras se iba a la reunión de los líderes, considero que no hice mucho mientras se marchó pero aun así me pone feliz que me halague.
    Sus labios tomaron contacto con los míos en un suave roce – Gracias – susurro antes de separarse.
    – Hice algo mínimo – trate de serenar a mi acelerado corazón, ese tipo de acercamientos aún me ponían nervioso y ansioso. Tomo mi mano para que caminara junto a él, significaba que aceptaría mi ayuda.

    El paisaje soleado que iluminaba el lugar lleno de árboles, de sus copas brotaban diversos colores brillantes, la suave brisa moviendo mis cabellos azabaches y acariciando mi rostro. Aun sí era una mentira una parte de mí no podía evitar anhelar que aquello fuera real.
    – Hermano, ¿Te gustaría un bocadillo? – mi hermana menor llamo mi atención agitando su mano frente a mi rostro.
    – Lo siento, estaba algo distraído, si me encantaría – respondí sonriéndole. Alicia había dejar el internado y continuar su educación en una escuela de la ciudad, aunque permanecería asistiendo a una academia de ballet cercana por lo cual aun si estaba en casa no lo estaba mucho tiempo. No la veía muy seguido, ella estaba en secundaría y yo había pasado a preparatoria apenas este año, incluso puedo decir que una parte de mi le agrada esta distancia entre nosotros, ella puede ser muy perspicaz, quizás ha notado que algo ha cambiado, pero al no saber que es, no puede confrontarme.
    Seguí cambiando los canales del televisor, no encontraba nada que me gustara. Alicia se acercó con un pequeño postre de chocolate, el cual tenía muy buena imagen.
    Agradecí antes de comenzar a comer. Notaba su mirada fija en mí, sin embargo no le iba a dar pie sus especulaciones, ella esperaba a que me pusiera nervioso.
    – He estado hablando con Sapphire – empezó ella a habar – Me comento que Aoi y tú ingresaron al mismo lugar, eso es genial, después de todo son grandes amigos.
    Solo asentí, no sabía de qué iba todo esto y por qué mencionaba a la hermana menor de Aoi, creo que ambas están en la clase este año. Ella siguió hablando de cosas triviales, antes le hubiera puesto atención y al menos fingido interés, pero ahora, se siente tan extraño.
    – Gracias – fue lo único que dije, era refiriéndome al postre – Saldré un momento a la biblioteca, olvide que debo devolver un libro, creo que la fecha final estaba cerca.
    Sin decir más me levante para dirigirme a mi cuarto por el susodicho libro e irme, no quería quedarme mucho tiempo allí, me sentía incómodo, como si hubiera preparado todo lo que iba a decir con anticipación.
    El camino a la biblioteca era tranquilo, no fue una mentira lo que dije, tenía que devolver un libro, aunque no estaba seguro si había incumplido la fecha de entrega, lo único que sabía era que quizás debía pagar una multa por los días atrasados.
    Devolví el libro, tal como dije, pague una multa por 3 días atrasados, por suerte no fue mucho, había llevado dinero de sobre. Me dirigía hacia la salida cuando una joven llamo mi atención, me parecía conocida por su estilo de vestimenta, usaba una polera cuya capucha cubría sus cabellos, algunos mechones color chocolate se podían ver. Ella también me miró fijamente, como si intentara hacer memoria, o eso creía ya que usaba uno anteojos de lunas gruesas.
    – ¿Kaito? – pregunto su tímida voz.
    – ¿Alana? – pregunte con sorpresa. Ella sonrió un poco antes de asentir.
    Alana era una joven que había conocido durante una de las presentaciones de ballet de mi hermana, trabajaba tras escena; sino me equivoco debe tener la misma edad que Sachi. Alana salvo a Alicia de ser golpeada por un reflector que cayó.
    – Ha pasado mucho tiempo, no sabía que estudiabas aun en esta ciudad, ¿No te habías mudado?
    La bibliotecaria rápidamente me reprendió, alegando que no se debía hablar en la biblioteca.
    – Lo siento – me disculpe en voz baja.
    – He venido a entregar un par de libros, puedes esperarme si quieres – susurro. Solo asentí.
    Espere afuera durante un par de minutos, hace más de un año que no la veía, siento que ha cambiado, aun sí si apariencia no lo haya hecho.
    – Me gustaría conversar contigo, pareces muy diferente, es decir, la presencias que emites de ti mismo – explico movimiento las manos de manera nerviosa.
    – Tú también, das una impresión diferente a la que te conocí, te noto más segura de ti misma – sonreí para darle más confianza, ella era una chica tímida.
    Caminamos sin un rumbo fijo al no saber a dónde ir, conversábamos de trivialidades, la escuela, nuestras familias, las vidas que llevamos en esta realidad que no es más que un sueño, obviamente obvie cualquier detalle que pudiera relacionarme con la verdad, hay muchas personas involucradas, pero todas están ocultas porque ninguno puede confiar en que la persona que está a su lado no sea su enemigo.
    La charla no duro mucho, ella debía terminar sus tareas, quizás yo también pero no tenía ganas. Alana se había mudado a principios del año para comenzar sus estudios aquí, ella se había mudado poco después de que nos conocimos hace tres años.
    Me despedí de ella en la parada de autobuses, espere a que abordara el suyo antes de tomar el camino a casa. Avanzando hacia allí vi a Aoi cerca de un callejón al otro lado de la calle, estaba hablando con Koichi, eso me sorprendió, pensé que no interactuaban aquí, aunque había la posibilidad de que fuera por un tema de las legiones, aun así Koichi no me inspiraba confianza.
    Me acerque con cautela, solo lo suficiente para poder escucharlos sin ser vistos, aunque mi oído no está al nivel de un licántropo, he entrenado para agudizar este sentido.
    – ¡Que se jodan! – ayudaba que Koichi gritara – ¡¿Acaso ser contratista está de moda?! Se supone que es algo nuestro, Sachi es contratista, Marshall también, yo lo soy, tú lo eres, ahora resulta que la nueva líder de la Legión Verde también lo es, y estoy casi seguro que esa perra de la líder de la Legión Naranja lo es – se quejaba mucho, pero gracias a eso ahora sabía más cosas.
    – Deberías bajar la voz – Aoi permanecía sereno – Aunque tienes un punto, la líder de la Legión Verde no negó ser contratista, tampoco es como si le hubiera creído si lo negaba cuando hable con ella.
    – No es como que hubiera cambiado mucho en personalidad, se llama Rikka, ¿Cierto? – soltó una risa con burla – Solo acorto su nombre esa niña, aunque sus habilidades actuales mejoraron también lo hizo su cuerpo.
    – No sabía que te interesaban las mujeres.
    – Oye, no niego que ahora está bien buena, pero aun así no le voy a las mujeres.
    No necesitaba ese tipo de información, si seguían hablando sobre las preferencias sexuales de Koichi mejor me iba. Aunque me era extraño que tuviera esa confianza para hablar, pensé que no se llevaban bien.
    – Otra cosa, dile a tu novia, que es de mala educación espiar.
    Mierda.
    – Se lo diré, y que debe mejorar en sus habilidades también.
    Mierda al cuadrado. En pocos segundos ambos estaban frente a mí.
    – Hola… chicos… ¿Qué tal? Yo solo iba pasando por aquí… Revisando que la pared estuviera firme – la palpe un par de veces – Si, todo normal…
    – Ahórratelo rosita, ya me voy, no me gustan los metiches – Koichi se marchó sin decir más, aunque tenía una expresión de fastidio.
    Aoi me veía fijamente, me sentía algo nervioso, además que la conversación que tuvo con Koichi solo me dio más preguntas sin respuestas.
    – ¿Quieres tener una cita?
    Aquello me saco totalmente de lugar, pensé que estaría molesto o me regañaría por escucharlos a escondidas, o por dejarme descubrir al espiarlos.
    – Sí.

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    Una cita llamada cita... lo hace muy formal no?? XD o3o~
  9. .
    Ayer tenia flojera y un dolor de cabeza que me adsadsadas en fin C: aqui dejo el capi, para mi fue emocionante(?) XD

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    Capítulo 25:

    Uno, dos, tres. Quince, dieciséis, diecisiete. ¿Quizás son más? Sin embargo aseguro de que no son menos, ya he perdido la cuenta de las veces en que he besado a Aoi desde que correspondí sus sentimientos, apenas ha pasado dos días, sin embargo han sido los dos día más agitados de mi vida. Nunca creí poder tener este tipo de intimidad con alguien, siento que la cercanía entre ambos es profunda, ambos nos acercamos desde la infancia hasta el punto actual, compartimos no solo el sueño, si no también le hacemos frente a la realidad.
    He mejorado mucho mis habilidades gracias a que ahora entreno con Aoi, aún me avergüenza mencionar que cuando le dije el motivo, no dejo de besarme, más de lo que lo hace usualmente.
    – Alquimista – susurre mientras buscaba más información en los libros que me dio Sachi. Tener libros intactos y antiguos era difícil, sin embargo ya que tenemos dos seres “inmortales” en Crime Scarlet, podemos darnos el pequeño lujo de tener ciertos tipos de conocimientos y artefactos que otros grupos o legiones no tienen.
    – ¿Qué buscas?
    Aoi se sentó a mi lado, interrumpiendo mi pequeña búsqueda en el salón de la base de Legión Azul, el gran castillo que estaba en medio de la zona de dicha legión, sin embargo si me preguntan a mí, tiene más un parecido a una antigua mansión aristocrática de aquellas que se aprende que existen en clase de historia o programas de representaciones antiguas, sin embargo por el tamaño y las torres que han sido incluidas para ampliar el lugar supongo que se puede denominar castillo.
    – Información… Pero es algo tonto, creo que solo puedo preguntártelo – cerré el libro que tenía y lo deje en la pila cercana que estaba en el piso.
    – Si es algo que este dentro de mis conocimientos podré ayudarte.
    – Aun no me terminan de explicar lo que sucede con Gii…
    – Idiota – tan directo como siempre – Eso debiste preguntarlo desde el principio – Discúlpame entonces, es difícil contigo sobre mí casi todo el tiempo.
    – Discúlpame entonces, iré a preguntar a otros, solo pensé que mi novio podría ser tan amable de explicármelo – solté con cierto sarcasmo.
    Aoi me miro durante unos segundos antes de suspirar – Supongo que te debo un par de explicaciones, pero no aquí.
    Me condujo hasta su cuarto, tenía un mal presentimiento sobre como acabaría esto, solo esperaba estar equivocado, aun soy muy joven y varonil para ser el pasivo. ¡Maldita Sachi! ¡Tanto que me dice pasivo que hasta yo me lo creo!
    Aoi cerró la puerta antes de empezar a hablar – En primero lugar Gii es un alquimista que se especializa en la creación de seres a partir de objetos artificiales, pueden ser rocas, arboles, partes de metal u otros, él les da forma y crea un nuevo ser a base de magia, dándoles vida, puede o no otorgarles algún tipo de poder.
    Eso significa que los seres con los que trate cuando intente llegar, era sus creaciones, así también lo que estaba bajo la montaña de rocas cuando encontré a los chicos, supongo que a lo que se enfrentaron ellos era un ser más poderoso que a los que yo enfrente o quizás fueron más de uno pero ese les causo más problemas, después de todo Gii logró huir aun cuando tres miembros de la legión azul, incluido el líder, iban tras de él.
    – Parece ser que una de sus creaciones se salió de control y ocasiono los problemas que ya sabes – asentí. Aún recuerdo que ese ser fue el culpable de atraer a tantos inocentes a este lugar, en donde para protegerlos otros murieron – No tenemos información clara sobre el tipo de criatura que era exactamente, nos referimos a su forma real, parece que puede cambiar de forma a su antojo, sin embargo el tipo de habilidad que tiene llama usando una apariencia o voz que los hace seguir sus órdenes, dándoles ellos su voluntad.
    – ¿Cómo sabes todo eso? – me mostré un poco sorprendido, ya que no lograron capturar a Gii o a esa criatura.
    – Gii lo dijo antes ser totalmente controlado, parecer ser que hay infiltrados que se están metiendo con las legiones nuevamente.
    – ¿Grupos rebeldes? – aun no podía creer su existencia de estos.
    – Es una posibilidad, en el pasado han existido, sin embargo este siglo no se ha detectado nada de ellos.
    Aoi se mostraba sereno, pero sabía que esto lo preocupaba. Me acerque a él y le tome ambas manos, como muestra de mi apoyo, aun no soy tan fuerte, pero seguiré entrenando para serlo, para poder permanecer a su lado.
    Apretó mi agarre suavemente antes de soltarlo y abrazarme, correspondí el abrazo, a veces quisiera quedarme así durante un largo tiempo, es una sensación cálida y reconfortante la que me llena cuando estoy cerca de él, cuando estoy entre sus brazos me siento seguro, como si nada malo fuera a pasar, como si el tiempo se detuviera solo para los dos.
    – Aun hay muchas cosas que debo decirte – susurro a mí oído. Lo sabía, aun esconde muchos secretos, muchos recuerdos dolorosos pasados y otros recientes, pero ahora estaba allí para él, escucharía todo lo que me quisiera decir.
    – Te escuchare, tu dolor, tus sueños, tus arrepentimientos, tus miedos, tu pasado, lo escuchare todo – le abracé un poco más fuerte, sentía como si fuera a derrumbarse en cualquier momento.
    El silencio se presentó en la habitación, no sé por cuánto tiempo fue exactamente, al principio no me incomodo, sin embargo empezaba a aterrarme.
    – Entonces, te lo contare todo.
    Un fuerte estruendo rompió aquel momento, cada vez era más y más ruidoso, más y más cercano. Nos precipitamos para salir a ver lo que sucedía afuera, no había nada, él ruido venía de la ciudad subterránea, que es donde vivían los seres pertenecientes a la Legión Azul.
    Bajamos rápidamente para darnos con la sorpresa de que diversos seres se encontraban atacando a los residentes.
    Saque mi espada rápidamente, sin embargo el lugar se llenó de una neblina tenue acompañado. Mire con sorpresa a Aoi, quien mostraba una mirada severa ante esos seres.
    – Emina – alcance a oír su susurro, llamaba al poder su contratista.
    Una suave voz lejana se empezó a oír en el lugar, era una voz relajante, la cual te llenaba de tranquilidad. Sentí la mano de Aoi sobre la mía, sus ojos azules claro tenía un brillo peculiar, me di cuenta que era él quien causaba dicho canto, al mirar a los perpetradores, ellos se estaban retorciendo en el suelo, eran los únicos afectados.
    El ambiente frío cubierto de neblina empezó a disiparse al igual que el canto, dejando ver a los afectados por ese poder tan peculiar.
    – Debemos llevarlos para interrogarlos – me susurro Aoi, se veía un poco cansado, quizás ese era el poder que le daba su contratista, seguramente exigía mucho de él. Asentí, solté su mano para aproximarme ante ellos, sin embargo antes de que pudiera llevarlos, con sus últimas fuerzas sacaron algo pequeño.
    – ¡Liberium! – fue lo último que dijeron antes de meterse una capsula, suicidándose.
    Todo hicieron lo mismo con sus últimas fuerzas, esto estaba planeado para terminar así en caso fueran capturados. Intente acercarme a ellos para ver si tenían algo que nos diera una pista, pero Aoi me detuvo, los cuerpos de los intrusos comenzaros a derretirse junto con sus ropas y cualquier tipo de objetos que pudieran portar, el olor putrefacto empezó a inundar el lugar, siendo una masa asquerosa y pegajosa en el suelo hasta desaparecer totalmente.
    – Estaban preparados por si eran atrapados.
    Odiaba admitirlo, ese ataque fue planeado, ellos no portaban uniformes de algún color, vestían de civiles, sin embargo sus ropas eran grises, no había otro color en ellas. Normalmente los que pertenecen a otras legiones tienen una insignia en alguna de sus prendas, una insignia del color de su legión.
    Aoi se mostraba pensativo, no podía saber que pasaba por su mente. Su mirada se desplazó rápidamente por el lugar.
    – La legión azul ha sido atacada – hablo con voz fuerte pero firme – Esto nos recuerda que debemos estar alerta, las vidas que fueron tomadas se pagaron con las vidas de quienes perturbaron nuestra paz – los seres se reunieron alrededor, pero había una distancia prudente como si supieran la diferencia de poderes. Hubo seres que fueron asesinados por los perpetradores, sus cuerpos yacían en el suelo, con sus familiares o seres queridos llorando cerca – ¡No dejaremos que estos actos terroristas nos intimiden! ¡La Legión Azul nunca será vencida! – levanto el puño hacia el cielo, lo apretaba con fuerza, él se sentía impotente pero trataba de transmitir seguridad a los demás.
    Los seres residentes se mostraron confiados en el Líder Azul, muchos aun lloraban por las pérdidas o por el miedo, pero ninguno parecía culparlo, se veía la esperanza en sus miradas, todo el peso de sus vidas caía en los hombros de un adolescente, quien luchaba internamente por no romperse frente a aquellos que dependían de él.
    Me aleje a paso tranquilo, ayudando a los seres que aun sostenían los cuerpos de sus familiares o seres queridos. Era lo único que podía hacer por ahora, yo no podía mostrar la misma fuerza que Aoi, aun si tiembla por dentro de rabia no se deja llevar por esos sentimientos de inseguridad sobre un grupo rebelde, él sigue de pie, brillando por sí mismo aun si eso le duele.
    Un funeral fue hecho para todos aquellos que perdieron sus vidas, había un cementerio alejado, pero todos fueron llevados allí, las tumbas aun si eran improvisadas debido a lo presuroso de la ceremonia, fueron adornadas con las pocas flores que uno podía encontrar en un lugar como este, además de con objetos personales, pañoletas, pulseras rusticas de un color desgastado e incluso insignias de la legión azul. Los seres más cercanos se quedaron allí, recordando por última vez a sus amados. Sentía empatía, y al mismo tiempo miedo, miedo de que algún yo este donde están ellos, llorando la muerte del ser que más amo.
    Aoi decidió convocar a los líderes de las demás legiones, aunque la legión verde aún estaba inestable. Cuando Rikkaru murió la lucha por quien sería el siguiente líder duro más tiempo de lo esperado, muchos se traicionaron matándose entre los del mismo bando, otros morían en peleas entre facciones opositoras, ahora el nuevo líder era un elfo, es el que más ha durado por ahora.
    La reunión de los líderes fue acordado en un lugar secreto, antes de irse Aoi me dejo a cargo, hubiera preferido que dejara a Sachi o Marshall al tener más tiempo, su decisión fue muy presurosa debido a los recientes acontecimientos pero acepte la responsabilidad.
    Todas las legiones contaban con un grupo de guerreros para la protección del lugar, algunas veces he entrenado con ellos, cuando necesitaba pulir mis destrezas con la espada, ahora acudiría a ellos nuevamente, por su ayuda y lealtad a la Legión Azul.
    Los grupos se dividieron a las entradas y salidas del territorio. Tenían la orden de registrar a cualquier que quiera ingresar o salir, otro grupo patrullaba vestido de civil para no llamar la atención, una de las ventajas de los guerreros fieles a esta legión es que de la gran mayoría su aspecto físico común no llama la atención, por lo cual pueden actuar si están cerca.
    Durante el atentado algunos estuvieron de civiles, dando como resultado la baja de cuatro seres que hacían patrullaje, además de un par de civiles.
    Había hecho lo único que se me ocurrió para que no volviera a ocurrir nada hasta que Aoi regrese. Tomo el cristal comunicador, sacando el cubo transparente de mi bolsillo izquierdo de mi pantalón, contacte a los miembros de Crime Scarlet, todos estaban en misiones lejos del lugar donde fue el atentado o realizando misiones fuera de la legión.
    – ¡¿Cómo dices que dijiste?! – Sachi empezó a gesticular con las manos – Pero se supone que los grupos rebeldes no deberían existir, ya iba un siglo sin noticias de ellos.
    – Fuimos demasiado descuidados al pensar que se retirarían y conformarían con las zonas neutrales – Marshall frunció el ceño – Lo más importante ahora es mantener al pueblo en calma, ¿Dónde está Aoi?
    – Se fue a reunir con los líderes.
    – Espero que salga algo bueno de esa reunión, esto no es para tomárselo a broma.
    – ¿Por qué el grupo rebelde atacaría a Legión Azul? No tiene sentido más que para fundir el temor, saben que deben tener cuidado o serán perseguidos nuevamente – hablo ahora Luis.
    – Inestabilidad – Kaze habló, todos le miramos esperando a que prosiga – La Legión Verde, ha caído, aún sigue en anarquía, es un blanco fácil donde establecerse y atacar a las demás legiones como muestra de que están aquí nuevamente, no creo que nosotros hayamos sido los únicos que sufrieron de este tipo de ataque.
    La Legión Verde carece de un líder poderoso, es cierto que ahora el líder que más ha durado es un elfo, escuche los rumores de que era porque poseía un tipo de magia que le permite tener ventaja sobre sus atacantes, él puede anular la magia de sus enemigos.
    – Quieres decir que este grupo rebelde, puede estar involucrado con el líder de la Legión Verde – me sorprendí al darme cuenta de que ahora mismo. Estaban todos los líderes reunidos, incluyéndolo a él, debía avisarle rápido a Aoi.
    Saque el cristal cubico para contactar a Aoi, pero este no lograba establecer el contacto, como si me intentara contactar con alguien inexistente.
    – Es inútil – Sachi me detuvo – Ellos se reúnen en un lugar especial, donde estos cristales no funcionan, esto con el fin de que ninguna información se filtre o puedan ubicarles, ni siquiera nosotros sabes dónde están o si solo se reúnen en un solo lugar o varían.
    – Pero si el líder de la Legión Verde resulta ser parte del grupo rebelde, puede atacar a los otros líderes, quizás él si les diga donde están para emboscarlos y eliminarlos – apreté mis puños, estaba aquí sin poder decirle Aoi sobre este peligro, no podía hacer nada esta vez.
    – Eso va contra el pacto…
    – ¡Ya no habría pacto si los eliminan!
    Sachi me miraba con preocupación, parecía querer encontrar las palabras para tranquilizarme.
    – Deja esa actitud – Marshall me reprendió – Aun si existe esa posibilidad, no podemos hacer nada, no sabemos en donde se encuentran reunidos, ni siquiera sabemos si eso podría pasar, pero quejarnos no servirá de nada, solo podemos prepararnos para lo peor que pudiera pasar… La muerte del líder Azul.
    Escuchar esa última frase me dejo helado. Soy consciente de lo que implica que ser un líder de legión, estar en el blanco de todos, cargar con responsabilidades más grandes que tú mismo, que todos confíen en ti, la agobiante presión, estar cara a cara con la muerte, sin embargo siempre me he negado aceptar que Aoi pudiera morir.
    Los fuertes estruendos afuera me hicieron reaccionar, temía lo peor, ya está comenzado. Salimos rápido para averiguar que estaba ocurriendo. Las nubes grises en el cielo se estaban acumulando cada vez más, los estruendos provenían de allí, cada vez el cielo se tornaba más y más oscuro.
    – Aquí viene – Sachi se puso frente al grupo, Marshall la siguió rápido. Sus ojos brillaban con intensidad, los de Sachi de un color tan claro como el blanco, mientras que los de Marshall de un tono vivido rojo, un tono diferente al color característico de los miembros de Crime Scarlet.
    Ambos se mostraban a la defensiva, sin embargo su semblante se volvió amenazador. El estruendo aumentaba cada vez más y más, como si se estuviera acercando. Ellos lo sabían.
    Un rayo cayó directamente frente a ellos, aquello me cegó por lo que tuve que cerrar los ojos. Al abrirlos, las nubes se habían ido al igual que los estruendos.
    En el suelo se encontraba una mujer tirada, en una posición cercana a donde cayó el rayo. La mujer abrió sus ojos, sus intensos ojos verdes se encontraron con los míos, esa mirada me parecía familiar. Se levantó sin prisa, su largo cabello marrón cubría parte de su cuerpo desnudo.
    – Verde – fue lo primero que salió de sus labios – No es la Legión Verde – miro a Sachi y Marshall, quienes seguían aun en guardia – No me interesan los contratistas de esta legión, aún están incompletos.
    – ¿Qué hace un contratista aquí? – el tono de Marshall era mordaz.
    – El líder Azul no está aquí – ignoro la pregunta de Marshall – ¿Acaso los líderes se reunieron? Eso explicaría porque estoy aquí, los dos contratistas llamaron mi atención y los confundí con el Líder Verde.
    – No nos importan tus asuntos con la Legión Verde, esta es la Legión Azul, no tienes nada que hacer aquí – Sachi blandió su espada.
    – Incorrecto – en su palma derecha se mostró cierta neblina negruzca la cual tomo forma larga hasta materializarse en una guadaña. La niebla se extendió a su cuerpo, materializándose en un traje de cuerpo completo verde oscuro – Esta apariencia estará bien por ahora – nos miró nuevamente – Crime Scarlet, recuerden mis palabras, la Legión Verde estará nuevamente bajo mi control.
    Una vez dicho esto desapareció entre neblina. Sachi y Marshall dejaron de estar en guardia.
    – Sea quien sea es muy poderosa – lo que dijo Marshall me extraño, yo no sentí poder alguno.
    – ¿En qué te basas para decir eso? – Luis también parecía no tener las cosas claras.
    – Ella es una contratista, ustedes no lo notaron por eso, los disturbios de hace nos minutos, fueron causados porque una puerta se abrió, así ella logro llegar hasta aquí… Es un tema difícil de explicar – Sachi curvo sus labios con molestia. En este tipo de casos solo podíamos confiar en lo que decían, sin embargo ella me pareció conocida, además lo que dijo sobre la Legión Verde me dejo intrigado.
    El cristal comunicador de mi bolsillo estaba siendo contactado por otro, lo saque rápidamente para responder, es Aoi.
  10. .
    Ya dije que mi internet se ha vuelto lento y eso me estresa? no? pues lo odio D:< no se porque rayos paso esto ;w; pero siempre a la misma hora e.e creo que se esta saturando la red :v hare mi peticion para que amplien la capacidad :V .... dejando a un lado mi vida ;w; les traigo otro capi , otro capi interesante (?) y con love(?)

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    Capítulo 24:

    Mi encuentro cercano con Aoi no tuvo mayor efecto, debido a que al día siguiente me entere de que tenía una misión de exploración junto a Luis en las zonas neutrales, aquello me pareció sin duda demasiado extraño. Aoi es el líder de la Legión Azul, ¿Por qué arriesgarse a ir a las zonas neutrales? ¿Qué es lo que está buscando exactamente? Y ¿Por qué va con Luis?
    Muchas preguntas vinieron a mi mente cuando Sachi me dio la noticia, sin embargo esas tres se repetían constantemente. Eso no significa que estoy celoso de Luis o algo por el estilo, simplemente me causa curiosidad por qué solo con él, es sabido que las zonas neutrales son peligrosas debido a que allí se originan muchos conflictos en los cuales no se mete ninguna legión, por lo que el Pacto de Paz no tiene efecto, siendo permitido las peleas, las matanzas, el contrabando y otro tipo de actos que están prohibidos en el pacto.

    Estábamos en el salón principal, el cual daba una tenue luz, seguramente el candelabro necesitaba mantenimiento. Los muebles se veían aún más antiguos de los que eran bajo esta luz, el tapiz de rombos azules más desgastado, pero de cierta manera lo prefería así, siento que si estuviera bajo una luz brillante podría adivinar el tiempo en que todo esto no ha cambiado, el tiempo desde que comenzó.
    – Aunque me preguntes, tampoco me dijo el motivo, solo dijo que debía averiguar algo urgente con ayuda de Luis – se encogió de hombros Sachi. Ella me había dicho que me siente antes de escuchar su noticia, pero ahora estaba dando vueltas en círculos por todo el salón.
    No me siento tranquilo aquí esperando, siento una opresión en mi pecho, recordar que fue en una de las zonas neutrales donde mataron a la madre de Aoi, me hace pensar que aquel horrible acto se pueda volver a repetir al ser él ahora el líder de la Legión Azul.
    – Mantente quieto o le harás un agujero en el piso, por si no lo has notado este lugar no es nuevo, lleva siglos – rodo los ojos Marshall, quien acaba de entrar a la habitación. Su comentario me pareció demasiado obvio, pero no diría nada.
    – No hacía nada – me deje caer sobre uno de los sofás, me hundí un poco en él, sin embargo aún seguía preocupado, mis dedos tamborileaban nerviosamente en uno de los brazos del sofá.
    – Por esta clase de reacción te dije que no le dijeras nada – Marshall reprocho a Sachi, ella quiso responder pero él continuo – Aun si puede suceder nuevamente, es mejor si un grupo se queda aquí, hay la posibilidad de que atraiga a otro más de La Torre aquí.
    Aquello llamo mi atención.
    – ¿Qué dijiste? – estaba sorprendido. Hay algo que me estaban ocultando. Me levante de golpe, avancé a paso firme hasta donde estaba, quedándome frente a él – ¿Qué fue lo que dijiste? – repetí ahora con un tono más serio.
    – Marshall… Yo solo le dije que Aoi y Luis fueron a una misión de exploración…
    Ante su declaración el vampiro soltó una grosería como muestra de irritación. Me miraba con notable fastidio, sabía que no podía evadir decirme lo que pasaba.
    – El conejo atrae a los niños perdidos al mundo podrido – escupió con acidez.
    Su declaración me sorprendió, no entendía a qué se refería. Mire a Sachi con intriga esperando una explicación, sin embargo fue Marshall quien continuo hablando, lográndome hacer entender.
    La aparición de Yukiko en esta realidad no fue una casualidad, su poder era demasiado bajo como para despertar del sueño, lo que significa que alguien la había liberado y atraído a este lugar. Grande fue la sorpresa al enterarme que no fue el único caso, según dijo habían alrededor de quince personas, las cuales tenían algún tipo de conexión con seres de aquí, ya se siendo sus descendientes o que alguno sea familiar directo de algún miembro de una legión.
    El día en que se anunció la muerte de la líder de la Legión Verde, Rikkaru Kagawa, fue el mismo día en día en que su hermana mayor Midori fue atraída en este mundo. Los demás casos tuvieron como resultado también la muerte de seres pertenecientes a diversas legiones, era como si aquel ser que los atrajo hubiera preparado una trampa para todos ellos, los niños perdidos volvían a La Torre sin recuerdo alguno de lo sucedido.
    – Entonces encontraron al ser que ocasiono todo esto – deduje.
    – Error – hablo Sachi – Veras… ¿Recuerdas a Gii?
    Ese nombre me hizo recordar a aquel miembro de la Legión Naranja que trajo a Yukiko inconsciente y nos informó sobre la muerte de Daniela.
    Asentí para que continuara. Me entere de que él tuvo un enfrentamiento con Kazehaya hace un tiempo, donde noto su comportamiento extraño como si algo lo hubiera estado controlando. Kaze decidió investigar los otros casos parecidos al que le sucedió a su hermana, todos tenían conexión en dos aspectos, el primero era el ser que los atraía a esta realidad, el segundo era que Gii era quien los llevaba con los seres que podían ayudarle a regresar a La Torre. Sin duda no podía ser una casualidad, ellos estaban relacionados.
    – ¿Dónde está Kazehaya? – me dio cuenta entonces que él no se encontraba en el castillo.
    – Él salió primero… Ya que se encontraría nuevamente con Gii – hablo Sachi con tono sutil. Eso me parece demasiado peligroso, ahora entiendo el motivo para que Aoi y Luis salieran.
    – Significa que irán a enfrentarse a él… O mejor dicho a buscar respuestas con su líder, si fue Aoi es para eso, ¿O me equivoco?
    Sachi negó con la cabeza, Marshall simplemente se limitó a bufar. Ahora que sabía esto tenía un mayor sentimiento de opresión en mi pecho, ¿Qué pasa si el Líder Naranja está involucrado? ¿Podría descaderar el conflicto? ¿Se terminaría esta paz armada?
    Debía averiguar como estaba, no podía quedarme quieto preocupándome, debía hacer algo.
    – Tengo que ir – me aleje a paso decidido pero Sachi me tomo del brazo impidiéndome avanzar más – Suéltame, no puedo quedarme sin saber que paso… sin saber que están bien…
    – Solo tenemos que contactarlos, ¿Acaso olvidaste lo que siempre llevamos cuando hacen este tipo de misiones? – Marshall tenía razón en eso, la manera de saber si estaban bien o no, o al menos si podíamos tener contacto con ellos. En este lugar podemos usar nuestros celulares, pero simplemente para tomar fotos o videos, no hay suficiente tecnología para poder realizar llamadas, por eso se utilizan otro tipo de artefactos, son colgantes que tiene un cubo de color transparente unido a estos, son utilizados para la comunicación, según me contaron fueron hechos hace mucho tiempo en colaboración de seres del elemento luz, hechiceros y científicos de la antigua era.
    Sachi saco el suyo para ponerlo sobre su mano, susurro el nombre de la persona con quien quería comunicarse, el cubo brillo con cierta intensidad, se la cara superior salió un rayo tenue de luz que luego se ensancho formando un rectángulo que sería como pantalla, normalmente mostraría al otro ser, pero este no mostraba nada, solo se oía un sonido extraño, distorsionado acompañado de sonidos de voces, no pude distinguir que decían, pero reconocí que una de ellas le pertenecía a Aoi, un sonido explosivo se produjo antes de que se perdiera la conexión.
    – Ahora definitivamente iré – esa era la prueba suficiente para darle razón a mi mal presentimiento.
    – Cálmate, ese fue solo el de Aoi, verifiquemos si podemos tener contacto con Luis o Kaze – Sachi no quería dejarme ir.
    Me tranquilice, quizás solo hubo un problema con el comunicador de Aoi, si eso debía ser, eso esperaba que fuera.
    Sachi intento establecer contacto primero con Luis, ya que sabíamos que era él con quien se marchó Aoi. El resultado fue el mimo que antes. Al intentar hacer contacto con Kazehaya, él respondió aun si su imagen se veía borrosa.
    – Gii huyo antes de que pudiéramos confrontarlo contra su líder – su voz sonaba distorsionada pero aún se podía entender su mensaje.
    – ¿Qué paso con Aoi y Luis? – pregunte rápido, si Gii intento huir eso explica los sonidos explosivos del lugar.
    – No estoy con ellos, lo último que supe fue que fueron tras de Gii quien se encontraba con el ser causante de despertar a los de La Torre – la señal se estaba perdiendo. Otro sonido explosivo lleno el lugar antes de perder la conexión nuevamente.
    Me apresure a la salida sin escuchar las protestas de Sachi, no podía quedarme sentado sabiendo que algo malo pudo haberle sucedido a Aoi. Era una buena oportunidad para tomar contacto con el único que teníamos certeza se encontraba a salvo.
    ¡Kazehaya! ¿Puedes escucharme?
    Intente llamarlo por el pensamiento, esperaba que resultara, me concentraba mientras salía del territorio de la Legión Azul hacia el de la Legión Naranja.
    ¿Kaito? ¿Aprendiste telepatía?
    Incluso su tono tranquilo y suave podía escucharle en mi mente, al parecer si había funcionado. Era una verdadera suerte porque si no hubiera demorado mucho en saber dónde estaban. Pregunte a Kazehaya el punto exacto donde se encontraba. Estaba en el límite de La Legión Naranja, era una zona neutral. La forma más rápida para llegar es atravesar la zona neutral entre las dos legiones. Una forma peligrosa pero no tenía otra alternativa, aun si estaba solo, aun si podían aparecer enemigos muy fuerte. Yo debo seguí, yo debo luchar.
    Las rocas temblaron en el lugar causando un estrepitoso ruido, todas ellas se amontonaron entre sí, surgiendo un golem de piedra del tamaño de un edificio. Su torpe andar hacia mí, me desesperaba, su gigantesca mano intento tomarme si éxito alguno.
    – ¡No tengo tiempo para ti! – sabía que mi espada no funcionaría ante este tipo. Una corriente de energía se desplazó desde mi cabeza hasta mi mano derecha, mire a los lados rápidamente, había grandes objetos de metal, seguramente eran vigas de algún edificio que hace mucho se encontraba aquí. Eleve el gran trozo de metal impactándolo contra el golem, haciéndole retroceder. Este tipo de criaturas, tiene un centro el cual les permite moverse, si encontraba su roca maestra y la destruía podía terminar con esto.
    Seguí lanzando los trozos de metal a mi disposición, sin darle oportunidad a atacar, su cuerpo se fragmentaba pero aún seguía resurgiendo, fue cuando note la pequeña piedra color negro. La atraje hacia mí, el rostro del golem se tiño de miedo, fue su última expresión antes de que rompiera su centro.
    Había perdido mucho tiempo con él, estaba seguro de que no sería la única criatura que vendría por mí.
    Las siguientes fueron arboles marchitos, en sus troncos tenían un rostro de sufrimiento, ellos tenían el poder de llena el lugar con una neblina color negro. Sin embargo sus brillantes ojos delataban su ubicación, al aproximarme a ellos sus ramas tomaron posesión de mí, logre librarme gracias que no me habían quitado mi espada aun, me abría paso entre todas sus raíces y ramas que se extendían con intención de atraparme, cortándolas de un tajo limpio con mi gran espada color negro. Una vez llego con los árboles, los corte por la mitad, antes de usar las rocas que dejo el golem atrás para aplastarlos.
    Apresure el paso, logre avanzar gran tramo, pero nuevamente apareció ante mi otro ser, esta vez era ser de metal, grande, de ocho patas, muy similar a una araña. Esto se volvía tedioso, no tenía tiempo, debía ir con Aoi.
    Levante las rocas una vez más, me sentía exhausto, no usaba mi poder tan seguido como hoy, tampoco para mover tantas cosas pesadas. Use ambos brazos debido a mi agotamiento, la energía que llevaban movió las rocas de la misma manera en que moví mis brazos, hacia atrás para impulsarlo y hacia adelante para el impacto. La araña se seguía moviendo bajo, así que utilice más rocas para poder enterrarla hasta que sentí que ya no movió más.
    Estaba cansado, mis brazos me dolían aun si físicamente no levante nada, el esfuerzo mental me logro entumecer los brazos. No podía detenerme a pensar en el dolor, estaba muy cerca de la ubicación que me dio Kazehaya.
    ¿Dónde estás?
    Me detuvo al ver que no estaba en el lugar que indico. Mire a todos lados en busca de una señal, una señal que me dijera que estaba bien o al menos aquí cerca.
    Avanza un poco más, encontré la explosión que causo Gii, creo que Aoi y Luis están por aquí.
    No tuvo que decir nada más para lograr que avanzara directamente hacia él.
    En la ubicación que me dio, había una gran pila de rocas, algo se movía debajo de estas. Me pregunto si Aoi está debajo, pero estaba muy cansado para usar mi poder, aun así mis brazos se movieron para sacar la mayor cantidad de rocas que podía, mis manos se llenaron de cortes y polvo, pero no me importaba.
    – Kaito – la voz de Kazehaya me hizo regresar a la realidad – Por favor para, fue mucho trabajo encerrar a esa criatura allí – me alejo tranquilamente.
    – ¿Criatura? – estaba confundido. Por el sonido de la explosión deduje que eran Aoi o Luis los que estaban debajo. Me detuve inmediatamente – ¿Dónde están los demás? – me apresure a preguntar.
    – ¿Qué planeas sacando a la criatura que encerramos bajo esas piedras? – Aoi se acercó, su cuerpo se veía lleno de polvo, su ropa estaba hecha jirones, la parte expuesta de su piel tenia uno que otro arañazo.
    Sin poder evitarlo corrí hacia él para abrazarlo, lo que lo tomo por sorpresa ya que se quedó estático allí. Segundo después me di cuenta de lo que había hecho y lo solté, me aleje un par de pasos.
    – Solo quería comprobar si estabas aun con fuerzas para mantenerte de pie.
    Mis excusas se vuelven patéticas. Intente cubrir mi rostro con una de mis manos, no podía verle por la vergüenza.
    – Debemos irnos de aquí, seguramente Gii dejo más de sus juguetes – notaba la molestia en el tono de Luis.
    – Luego hablaremos tu y yo – fue lo único que dijo Aoi.
    Tomamos el camino más seguro, sin embargo estábamos atravesando la ciudad de la Legión Naranja, la única que se encuentra en la superficie, dirigiéndonos al castillo.
    – ¿A dónde vamos? – me atrevía a preguntar a Aoi.
    – Donde la líder de la Legión Naranja, es una buena oportunidad para que la conozcas.
    Las personas nos daban pase, todas se alejaban mientras bajaban la cabeza. Seguro reconocían a Aoi como líder de la Legión Azul, también es probable que sepan de Crime Scarlet. Sea cual sea el caso, al menos podía recargar energías durante el camino al castillo.
    El gran castillo de la Legión Naranja se levantaba frente a nosotros, este castillo tenía torres cuadradas, juraría que es tan grande como el de la Legión Azul. De un color naranja suave, las ventanas llenas de vidríales de tonos oscuros que impedían ver lo había dentro.
    La gran puerta de madera frente a nosotros se abrió de par en par, permitiéndonos pasar. Al parecer conocían su camino, ya que no esperaron a que alguien viniera a guiarlos, yo solo seguí al grupo. La débil luz apenas daba sombras de los objetos presentes, los muebles, los cuadros, el tapiz de un solo color, tenían una apariencia lúgubre. Llegamos hasta un gran salón, el cual estaba iluminado por las luces que colgaban en las paredes.
    Frente a nosotros, en aquel salón que tenía como columnas relojes de arena, a varios metros sobre nosotros se encontraba sentada sobre un trono una joven que aparentaba nuestra edad. Cabello corto chocolate, sus mirada tranquila era del mismo color, su piel ligeramente bronceada era cubiera con un vestido de gala color naranja pastel. Su cabello era adorando por un broche de mariposa que tenía en medio una piedra brillante color naranja fuego.
    – Líder Azul, es grato recibir su visita, sin embargo debido a la presencia de sus seguidores y a su impropia vestimenta, debo suponer que está aquí con intenciones hostiles – hablo mientras nos miraba con semblante tranquilo.
    No podía creer que una persona tan joven estuviera dirigiendo la Legión Naranja, al menos en apariencia eso daba a entender, quizás era un tipo de ser que llevaba viviendo muchos años.
    – No vengo con intenciones hostiles hacia usted – Aoi hablaba con respeto, aunque me hubiera agradado que evitara la palabra hostil y solo se concentrara en el tema principal – Sin embargo, el miembro conocido como Gii ha atacado a miembros de mi Legión, no solo en una oportunidad, cuando hemos venido a buscarle ha huido dejando sus marionetas para distraernos.
    – Lo sé, sin embargo eso ha ocurrido en una zona neutral, por lo que el Pacto de Paz no aplica en este caso.
    Eso era usar los términos del acuerdo a su favor, si ella lo sabía quizás esté involucrada en todo esto.
    – Sin embargo se podría considerar una traición al pacto que un miembro de su legión esté involucrado con los casos del despertar de La Torre.
    La mirada de la líder de la Legión Naranja mostro sorpresa por un breve instante antes de permanecer en calma.
    – Expón tu caso.
    – Un ser atraía a personas de La Torre relacionadas con alguna de las legiones, las despertaba hasta guiarlos cerca a sus familiares, en donde ocurría una tragedia que terminaba en muerte, sin embargo la persona que despertaba era salvada por Gii y guiada hasta un lugar seguro para que puedan regresarlo, son quince los casos que hemos encontrado hasta ahora.
    – No está involucrado directamente – ¡No puedo creer que vaya a negarlo! – Aunque eso explicaría como evadía mi visión futura.
    Estaba confundido por lo que dijo, sin embargo no lo exteriorice, ¿Visión futura? Supongo que hay seres con ese tipo de poderes, como son la adivinación y poder predecir el futuro o incluso ver en el pasado del otro.
    – Descubrimos que una de sus marionetas fue la causante de todo, aún no sabemos si fue Gii el que le dio la orden de despertarlos, sin embargo él trataba de cubrir lo que hizo al ponerlos a salvo.
    – ¿Él les dijo eso?
    – Seguía repitiendo una y otra vez que no era culpa suya ni de sus creaciones, parecía estar poseído por una fuerza mayor, sus movimientos eran extraños así como su mirada cambiante y al momento de ordenar el ataque de sus criaturas.
    – Entiendo – se levantó de su trono, el sonido de sus tacones bajando las escaleras resonaba en el lugar, quedo frente a Aoi – Mis sinceras disculpas por los inconvenientes causados por mi seguidor, en muestra de mi arrepintiendo le hare una predicción – sus ojos adquirieron un color naranja brillante – La sombra y la nueva luz conspiraran para tener el papel principal, sin embargo la traición entre ellas y entre los colores será una escena recurrente a partir del punto de quiebre, la pasión carnal y los sentimientos serán las causas y las consecuencias de los cambios en el mundo.
    El color de sus ojos cambio nuevamente a un tono chocolate. Parecía desfallecer en ese instante, pero Aoi le sostuvo.
    – Es muy amable su predicción a pesar de saber que agota sus fuerzas.
    El salón retumbo, la arena contenida en los relojes que sostenían el lugar como pilares, salió para recoger a la líder de la Legión Naranja, la llevo hasta depositarla suavemente a su trono. Seguramente su tipo de magia era de arena.
    – Es momento de que te marches líder azul – sonó una voz femenina por toda la habitación. Sin embargo dicha voz no pertenecía a la líder, era una voz oculta en las sombras.
    – Me retiro, nuevamente agradezco su predicción, no la pasare por alto.
    Nos marchamos hacia la Legión Azul utilizando el camino más seguro, cruzando entre las legiones y atravesando la zona neutral más pequeña. Entre todas las legiones había zonas neutrales, sin embargo unas eran más extensas que las otras.
    Llegamos al anochecer. Sachi y Marshall no estaban a la vista, Luis y Kazehaya se despidieron antes de marcharse hacia sus habitaciones. Solo quedábamos Aoi y yo.
    – Creo que volveré a mi habitación…
    Mi andar fue detenido por la mano de Aoi sobre la mía. Era claro que teníamos que hablar. Obedientemente le seguí a su habitación, me senté en la cama como me lo pidió, él se quedó parado dando vueltas frente a mí, parecía pensativo.
    – No te entiendo – suspiro antes de mirarme.
    – Yo tampoco – él arqueo una ceja ante esta declaración – Quiero decir… Lo hice tarde… Y bueno…yo… veras lo de antes y lo ahora… fue porque…
    Antes de poder decir otra palabra más, Aoi estaba frente a mí, nunca había visto sus ojos azul claro de esta manera, suplicaban por una respuesta, porque esas palabras salieran de mis labios. Mi corazón latía más y más rápido con cada segundo, sentía que iba a estallar si no decía lo que sentía.
    – Me gustas.
    Sin poder decir otra palabra, sus labios sellaron los míos en un beso, uno mucho más demandante que el de ayer, sus labios se movían de manera hambrienta, buscando más contacto, más profundidad, una intimidad mayor. Mi mente se comenzaba a nublar por aquel sentimiento que me invadía, abrí los labios un poco para poder darle aquello que buscaba, el calor sofocante me empezaba a abrumar.
    Antes de ser consumido totalmente por aquel place, Aoi se separó, dejándome recuperar el aliento, él también estaba agitado, podía notarlo en su respiración.
    – ¿Para qué? ¿Te me vas a lanzar nuevamente? – no pude decir lo que pensaba.
    – Sí – mi rostro tomo un color rojo intenso por la vergüenza.
    – Al menos podrías disimular – me cubrí la mitad del rostro con una mano.
    Se sentó a mi lado, tomo mi mano libre, enlazo nuestros dedos antes de darme un beso en la mejilla.
    – Lo siento… Me emocione demasiado…
    Si lo hiciste, pero no puedo negar que no me haya gustado, creo que eso es lo peor de todo, ¿Qué clase de hechizo pusiste en mí, Fujimoto Aoi?
    – Podemos tomar las cosas con calma – pedí.
    – Sí… Estoy feliz y agradecido porque correspondas mi sentir – una sonrisa cálida surco sus labios, era la primera vez en que veía sus ojos mirarme de aquella manera, su rostro brillaba de felicidad sincera.
    Mis mejillas se tiñeron aún más de rojo si fuera posible.
    – Yo… Yo también estoy feliz.
  11. .
    La verdad no he avanzado un nuevo capi :v pero ya tenia este hecho asi que... a nada :v

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    Capítulo 23:

    Dos semanas habían pasado, ahora pasaba casi todos mis días con Marshall, entrenando mis nuevas habilidades, avance en la telequinesis, al punto de poder mover objetos más grandes, sin embargo tenía el defecto de mover una parte de mi cuerpo al mismo tiempo que movía un objeto, como si fuera una extensión de mi cuerpo y no de mi mente como se suponía que fuera.
    El tema del control mental me resulto más fácil de lo que pensé, descubrí que una vez me adentre a la mente del otro ser, solo necesito que este se someta a mi voluntad, a mis pensamiento, sin embargo sabía que debía tener cuidado con quien usaba este tipo de táctica, no quisiera acabar como la última vez en mi enfrentamiento con Nahema. Lo pude probar en diferentes misiones a las fui junto a Marshall, eran misiones de reconocimiento, por lo cual eran dentro de la Legión Azul, donde teníamos que encontrar a los infiltrados que causaban problemas. Una vez los encontramos me dejo poner a prueba mi control metal, entrar sus mentes no fue tan difícil, aun si algunos oponían más resistencias que otros, todos sucumbían antes mi poder. Aún recuerdo sus rostros llenos de miedo al ver lo que ellos mismos se hacían, como sufrían bajo su propia mano guiada por mí, dejando de existir de diferentes maneras, sin embargo aquello no me resulto perturbador, tampoco sentí asco o remordimiento, no sentí nada.
    La telepatía aún no he podido ponerla en práctica, Marshall me dijo que investigaría un poco más por su parte, aun así no puedo esperar así que he intentado practicar con Sachi, intentando comunicarme a través de la mente, sin embargo solo me ha servido para mejorar mi poder de control, claro que tampoco le he ordenado que haga cosas peligrosas, aunque sí que se diera una cachetada a sí misma, ella se mostró realmente sorprendida antes de estallar en carcajadas, supuse que no me reprendería, grave error, me estuvo persiguiendo por toda la Legión Azul con espada en mano, apenas pude librarme cuando la llamarón para hacerse cargo de una tarea.
    El primer año de preparatoria llego sin contratiempo alguno en la realidad, las fiestas pasaron igual que en otros años, lo cual me daba cierta tranquilidad ya que no quería causar malestar a mi familia en esas fechas al desaparecer. Logre ingresar a la misma preparatoria que Aoi, por lo cual aún mantenía contacto con él, estaba feliz por esto, ya que aún seguiríamos estudiando juntos, aunque Marshall también estudiaba allí, él estaba en segundo año, por lo cual lo veía a veces entre los cambios de hora.
    Me deje caer sobre mi pupitre, me sentía cansado tanto física como mentalmente, no quería ir a la escuela, pero debía hacerlo o levantaría sospechas, por ahora quiero que mi entrenamiento se mantenga secreto, no quiero alertar a posibles enemigos ocultos, tampoco a los que ya conozco. Sentía que mi cara estaba llena de ojeras y más pálida, para cualquiera de clase me habría quedado hasta tarde el día anterior viendo películas o jugando videojuegos.
    – Tú cara luce terrible – la voz de Luis me saco de mis pensamientos, solo seguía viendo por la ventana. Casi olvido que está en mi clase, supongo que es porque no tengo mucha interacción con él en este mundo.
    – Lo sé – me gire a verlo – Pero sabes, no me importa, es decir sé que parezco un zombi…
    – No los insultes…
    Eso fue un golpe bajo, pero no tenía los ánimos para responderle ni ponerme a pelear, al menos no hoy, no ahora. Me recosté sobre mi pupitre, usando mis brazos para esconder mi cara allí.
    – Me voy a dormir – fue lo único que dije antes de cerrar los ojos.
    La voz del maestro enojado me hizo dar un salto de la silla, escuche las carcajadas del salón de clases y me di cuenta que aún seguía aquí, en esta falsa realidad. Luego de recibir un bien merecido, ya que parece que me dormí durante la mitad de la clase, me enviaron fuera del salón a lavarme la cara, ¡Cómo si eso fuera a solucionar mis problemas!
    No tuve fuerzas para volver, así que decidí refugiarme en la biblioteca de la escuela, era la hora de clases por lo cual no habría nadie que me molestara, podría descansar si encuentro un rincón escondido y apartado en medio de todos los estantes.
    No sé cuánto tiempo me quede dormido, pero en serio me había quedado dormido, no era como en otras ocasiones que volvía a la realidad inmediatamente luego de dormir, por fin pude descansar un poco, sin embargo me preocupaba el tiempo que estuve aquí. Me acomode mejor en la silla, sentía el cuerpo un poco entumecido, pero era un dolor sutil a comparación a como me sentía antes. Al acomodarme note que me cubría una casaca de deportiva que tenía el logo de la escuela, no recuerdo haber sacado mi ropa de educación física, mucho menos haberme tapado o en qué momento me deje caer en la silla antes de dormir.
    – Hasta que al fin despiertas – gire mi rostro para encontrar que en la silla de al lado estaba Aoi leyendo un libro, él usaba el uniforme de educación física a excepción de su casaca. Cerró el libro antes de dejarlo sobre la mesa frente a nosotros. Me miró fijamente, sus ojos azules claro parecían querer transmitirme un mensaje, sus labios apretados en una fina línea recta mostrando seriedad, sabía que tenía algo que decirme.
    – Si, ya desperté – me senté correctamente en la silla, tome la casaca – Gracias por la casaca… ¿Hace cuánto tiempo has estado aquí? – pregunte mientras se la entregaba.
    Aoi se puso su casaca apenas se la pase – Desde la clase de educación física – esa clase es la segunda, no puedo creer que desde ese momento me haya estado acompañando, pero quizás no sea tanto tiempo, es decir no sé cuánto he dormido – Me preocupe cuando no te vi volver, supuse que irías a enfermería, pero hasta para eso eres lento.
    Me sentía estúpido ahora mismo, ¿Por qué no se me ocurrió ir a la enfermería? Allí hay camas cómodas, y no una silla dura.
    – Creo que estaba muy cansado como para pensar correctamente…
    – No es novedad.
    – Aoi no tengo ánimos en estos momentos como para ser molestado…
    La silla giro dando un chirrido que me hizo cubrir mis oídos, termine frente a Aoi, quien estaba parado acorralándome al apoyar sus brazos en los respaldares al lado de la silla. Inmediatamente sentía mis mejillas enrojecer por la distancia, además por la forma en como me miraba, aquella penetrante mirada azul claro que podía consumirme, me sentía más nervioso de lo habitual, el motivo llego a mi cabeza como un golpe repentino. Me gusta Aoi. En ese preciso momento me di cuenta que aún sigo sin responderle, parece como si lo hubiera rechazado, ¡No quiero eso! Pero no sé cómo sacar ese tema ahora.
    – Lo sé, has estado más cansado de lo habitual, ¿No me dirás el motivo?
    Susurro mirándome fijamente a los ojos, la forma en como modulo su voz de tal manera que se sintiera como una suave caricia, incitándome a revelar todo lo que él quisiera, siempre supe que Aoi era atractivo, ¡Pero vaya que al estar enamorado me lo resulta aún más!
    No tenía la confianza para confesarle el motivo, temía en el fondo que se riera por lo estúpido que quizás sonaba. Negué con la cabeza, desvié la mirada o perdería antes de encontrar una manera de librarme de esta situación.
    Su tacto en mi mejilla me hizo verlo nuevamente, me había tomado por sorpresa ese tipo de acción, a pesar que el poder de Aoi es del elemento hielo, su tacto se sentía tan cálido y reconfortante en ese momento.
    – Estoy preocupado por ti.
    Solo esas palabras bastaron para hacerme sonrojar completamente, estoy seguro que le haría competencia a cualquier tomate en este preciso momento. Sus hipnóticos ojos me fueron atrayendo poco a poco hacia él, dejando que ponga fin a la distancia en nuestros rostros con un beso.
    Sus labios sobre los míos, un tacto suave, sutil, cálido, pero al mismo tiempo íntimo, solo existíamos nosotros dos en ese mismo instante, un instante que me pareció la eternidad misma, en donde solo podía ver el hermoso color azul claro brillar de una manera en que nunca había visto antes, mientras nuestros labios comenzaban a moverse de manera presurosa, más ansioso, más hambrientos el uno del otro.
    El momento mágico llego a su fin, Aoi fue el que se separó, dejándome aun sentado en la silla, mi mente estaba hecha un revoltijo ahora mismo, no puedo creer cuanto disfrute aquel beso, me sentía embobado por aquella nueva sensación.
    – Lo siento – sus palabras me hicieron verlo con sorpresa – No… no debí aprovecharme – soltó un suspiro cansado. Aoi normalmente no me besaría, es más si lo pienso, desde que se me confeso nunca me ha besado, ha hecho algunas ligeras insinuaciones de que lo haría o estaba a punto de hacerlo, sin embargo es la primera vez en que pasa de esta manera.
    – No tienes que disculparte – me apresure a decir torpemente, logre notar el ápice de confusión en su mirada. Ahora debo pensar rápido en cómo salir de esta situación sin decir mis sentimientos, mejor dicho no esta manera.
    El sonido de unos pasos cercanos nos puso alerta, me levante de mi asiento percatándome de que aún no sabía qué hora era exactamente, esta parte de la biblioteca no tiene ventanas o algún reloj colgado en la pared. Dándome cuenta lo torpe que era una vez más, decidí dejar de buscar con la mirada y sacar mi teléfono, era la hora de salida.
    – Los alumnos están empezando a llegar, deberíamos retirarnos.
    Asentí a su comentario. Ya que las clases habían acabado, algunos de los alumnos venían para pasar el rato después de clases, otro a estudiar o realizar sus deberes. Dormí casi la mitad del día, tuve suerte de que no me descubrieran o me habría ganado un buen castigo. Mire a Aoi de reojo mientras nos dirigíamos a la salida. No, no tuve suerte, Aoi me estuvo cuidando todo este tiempo.
  12. .
    odio los feriados!! no es verdad ;A; los amo es solo que nunca puedo escribir cuando se que se viene uno D:< y luego ya no tengo más tiempo por el trabajo ;A; adsadsadsa el capi 22 esta aqui!

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    Capítulo 22:


    El paisaje gris era algo común en esta realidad, lleno de escombros o edificios a medio caer, la luz del sol apenas y calienta mi cuerpo, sin mencionar las frías noches que calan los huesos junto al miedo que viene en aquella oscuridad tenebrosa. Ahora estaba cubierto con una capa más gruesa para soportar aquel frio nocturno. Marshall estaba junto a mí, no parecía afectado por el frio.
    – Escucha niño, tu poder es la magia mental, pero la has limitado mucho al solo inmiscuirte en la mente de los seres, sin embargo, eso es fatal en seres que poseen el control mental.
    – Como tú…
    – Como yo o un contratista, incluso otros seres quienes usan amuletos o hechizos para contrarrestar esto, es por eso que me moleste tanto cuando escuche que Saki te mostro a Nahema, ella es un ser el cual se aprovecha de los otros, buscando una manera de obtener algo a cambio, especialmente de personas con débiles mentes o corazones.
    – Pero si mi tipo de magia es mental, no creo que tenga una débil mente…
    – Pero puedes tener un corazón débil, a lo que me refiero es que me he dado cuenta que eres demasiado emocional con ciertas cosas, y con una persona en especial, ¿Por qué quieres entrenar ahora? – fue directo con esa pregunta, aunque no entendí a qué se refería con una persona especial.
    – Quiero ser más fuerte – respondí decidido.
    – ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por quién?
    Yo quiero ser más fuerte, porque así podría estar a su lado, para poder protegerlo y poder defender su ideal, de que este mundo pueda ser cambiado, por él. Por Aoi. Fue allí cuando me di cuenta de la anterior frase de Marshall, durante todo este tiempo, durante todo este trayecto desde que descubrí que soy un descendiente de la antigua y poderosa familia Scarlet, desde que me convertí en un miembro de Crime Scarlet, de la Legión Azul, los obstáculos que tuve que pasar, los secretos, las revelaciones, él siempre estuvo en mi mente, nunca le reclame nada a los demás aun si los conocía también, solo a él.
    – Él es la razón de esto – las palabras de Marshall me sacaron de mis pensamientos – Al principio pensé que Sachi solo exageraba al decir que ambos sentían atracción, después de todo ella tiene cierta fascinación por el romance entre dos hombres, sin embargo también me he dado cuenta de la forma en que se tratan.
    Inmediatamente sentí como mis mejillas se sonrojaban, sentía todo mi rostro caliente, incluso el frio viento de la noche no lograba hacerme tiritar.
    – Es normal que pienses y tengas el deseo de ser más fuerte para estar aun con él, no me sorprende ya que seguramente son pareja y… y… espera un segundo – me miró fijamente – No… ¿No son pareja? – parecía sorprendido.
    Me quede balbuceando un poco, es decir Aoi se me había confesado, pero nunca le di una respuesta clara, él tampoco insistió mucho en eso por lo cual técnicamente, ¿Lo rechace? Ahora estaba muy confundido sobre mi relación actual con él, pero ya me di cuenta que me gusta y lo hice gracias a otra persona, me siento como el ser más estúpido sobre la faz de la tierra.
    – Olvídalo no digas nada, no quiero oír tus dilemas amorosos – Marshall negó con la cabeza – Mi punto era, que debido a ese deseo que tienes, puedes buscar la manera incorrecta de obtenerlo si tu voluntad y corazón es débil, es por esto que debes aprender a desarrollar otras habilidades de tu magia, seres como yo, que tienen la habilidad de ejercer el control mental sobre las victimas a quienes miramos a los ojos, además de poseer gran velocidad y fuerza mayor al promedio, no caerán en trucos tan bajos como los que realizas ahora.
    Su explicación me hizo entender las palabras de Nahema, acerca de mi deseo, y el cómo este podía ponerme en desventaja ante seres como ella y como Marshall.
    – Tus habilidades con la espada no te salvaran aun si no son tan malas, tu nivel de combate cuerpo a cuerpo tampoco es tan malo y tus estadísticas de velocidad han mejorado, pero no sabrías como defenderte si estas inmovilizado…
    – Es por eso que debo desarrollar nuevas habilidades…
    – Como la telequinesis y telepatía, la primera es la habilidad para mover objetos con tu mente, la segunda es hablar con las personas con la mente, lo cual es muy diferente a meterte en su cabeza para ver sus recuerdos o tomar control.
    – Pero yo no tomo control de nadie…
    – Si lo haces – me interrumpió – Cuando creas ilusiones tomas el control de ese ser, haciéndole ver lo que tú quieras, si bien es cierto no tomas control de su cuerpo, si de su mente, eso es otra habilidad que necesitas mejor, es por esto que dije que te entrenaría, veras yo tomo el control de la mente y cuerpo de las personas, tomar el control del cuerpo es solo decirle a su mente que quieres que hagan.
    Empezaba a entender, si yo tomo su mente y logro hacer que vean lo que yo quiera, puedo con ese mismo control ordenarles tomar acciones con sus cuerpos aun si ellos no quieren. Mientras la telequinesis me permitirá tomar objetos inanimados para moverlos con mi pensamiento y la telepatía me permitiría establecer comunicación con la otra persona, más que nada esto lo veía como un medio de comunicación para reportar la situación o pedir ayuda. La explicación siguiente de Marshall estuvo acorde a lo que pensé. Si Marshall tiene el poder del control sobre otros seres, puede enseñarme sobre eso, pero sobre los otros dos, dudaba de cómo sería mi entrenamiento con él.
    – Aun no entiendo cómo me enseñaras los temas telequinesis y telepatía.
    – Quizás no pueda ayudar con telepatía, pero puedo ayudar con lo de la telequinesis.
    – ¿Acaso los vampiros tienen telequinesis? – pregunte con cierto asombro.
    – No, lo vampiros tienen diferentes poderes, pero todos coinciden en sus debilidad, y cierto tipo de habilidades.
    – Como el control de los otros – Marshall asintió ante mi comentario.
    – No solo eso, también poseemos la habilidad de transfórmanos en murciélagos, mayor velocidad y fuerza al promedio, sin embargo todos poseen un poder especial, el mío es el control del fuego, sin embargo también adquirí una nueva habilidad por un tema muy aparte, el cual es el tomar control de las cosas – hizo un leve movimiento con su mano, moviéndola ligeramente hacia arriba, la roca al lado de él se elevó.
    – Increíble – mire curioso lo que hizo. La roca se elevó, con el solo movimiento del dedo índice de Marshall esta dio vueltas, giro sobre su propio eje y finalmente fue lanzada lejos, rompiéndose en varios pedazos.
    – Lo sé, soy increíble – sonrió de lado de esa manera tan burlona y arrogante que tiene, aunque debo decir que está siendo muy amable por ayudarme – Ahora es tu turno, es muy diferente a entrar en la mente de una persona, debes materializarlo con tu mente.
    Mire hacia una roca del mismo tamaño que controlo Marshall, entrecerré los ojos concentrándome en ella, agite los brazos para intentar que esta haga lo mismo, me sacudí y salte sin ningún resultado. Note que Marshall se aguantaba la risa, lo sé me veía ridículo, luego al fijarme mejor, me di cuenta que me estaba grabando con su teléfono. Marshall siempre será Marshall.
    – Lo siento, es tan gracioso – estallo en una carcajada. Tuve que esperar que terminara para que siguiera hablando – Te dije que lo hiciera con la mente, pero supongo que por ahora puedes usar tu cuerpo, imagina que el objeto que moverás es una extensión de tu cuerpo y muévelo con alguna parte del cuerpo, así como yo lo hice.
    Tenía sentido como lo decía, pero él solo uso su dedo indicen para mover la roca, e incluso su movimiento con su dedo fue sutil, si sus manos estuvieran bajo su capa negra hubiera podido hacerlo sin que nadie lo notara.
    Me recomendó concentrarme en la meditación, él me cuidaría mientras lo intentaba debido a que estábamos cerca de los límites de la Legión Azul. Me senté en el suelo, sobre la dura tierra llena de relieves y asperezas, cruce mis piernas, cerré mis ojos mientras juntaba mis manos reposándolas sobre mi regazo. Frente a mí Marshall había colocado una pequeña piedra del tamaño de un guijarro para poder practicar, me parecía ridículo pero no podía decir que podía con un objeto más grande.
    Debía concentrarme, concentrar mi mente en aquellos objetos, en mi poder, en la energía que debía ejercer mi mente sobre aquel inerte ser. Se levantaría, se levantaría con mi voluntad. Abrí los ojos al sentir como una corriente cosquilleaba por mi cuerpo dando ligeras punzadas en cada parte, no eran dolorosas al contrario se sentían reconfortantes. Levante el brazo derecho mientras me concentraba en esa pequeña roca, la cual se elevó hasta la altura de mi mano pero segundos después de mi sorpresa se cayó contra el suelo.
    – Al menos es un progreso – Marshall hablo desde su posición.
    Supongo que es una manera de alentarme. El resto del día continué con la misma rutina, cada vez la energía que sentía en mi cuerpo se hacía más y más notoria para mí, las sensaciones punzantes cambiaban de lugar dependiendo de con que parte de mi cuerpo intentara liberar mi energía hacia el objeto, e incluso podía sentir mi energía en aquel objeto, una señal de que estaría bajo mi control. Apenas había logrado mover rocas medianas, ninguna del tamaño que movió Marshall, pero debido al esfuerzo quede agotado mentalmente, necesitaba descansar.
    Marshall me acompaño durante todo el trayecto hacia el castillo de la Legión Azul, pensaba que era una buena oportunidad para conocerlo un poco mejor.
    – Así que… eres un vampiro – Kaito eres un genio para iniciar conversaciones.
    – Ve al grano niño – fue directo, supongo que su paciencia solo duraría para el entrenamiento.
    – Me da algo curiosidad, el que seas un vampiro… La verdad nunca creí que ese tipo de seres existieran, vampiros, hombres lobos, ángeles, demonios…
    – Es porque nunca los habías vistos, los humanos solo creen en lo que pueden ver y para lo no tienen explicación inventan cosas, sin embargo no tienen la imaginación para hacerlo por lo cual usan los contactos que han tenido los seres míticos con ellos, de allí se crean los mitos que siempre se escuchan, por ejemplo en mi caso eso de buscar doncellas vírgenes para tomar de su sangre ¡Es ridículo! Recuerdo que antes del primer ataque, ese tipo de sangre era muy escaza, me hubiera muerto de hambre si no fuera porque podemos tomar cualquier tipo de sangre.
    Siguió contándome pequeños detalles, como el hecho de ser inmortales, no lo son, es simplemente porque absorben la energía vital de otro ser, dándoles a ellos más tiempo, por como hablaba ya deducía que había vivido mucho tiempo en especial cuando comentaba cosas que sucedieron antes del primer ataque, lo cual fue ya hace mucho años. Otro dato importante que logre rescatar es que me conto sobre la participación de los seres divinos, muchos de ellos solo son observadores, no interfieren, disfrutan del espectáculo desde sus posiciones junto a sus leales súbditos, esperando el momento en que crean inconveniente intervenir o se aburrieran de este show, hizo especial mención de esto al porque es probable que nunca veré a un demonio o ángel real, ya que ellos no intervendrían.


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    Algo corto pero a nada :v
  13. .
    El feriado del 01/05 me pego duro, tenia listo el capitulo pero no tenia ni fuerzas para subirlo! dios estaba tan aburrida y encima con mi examen de ingles uwu en fin aqui el capitulo o3o~


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    Capítulo 21:
    El fin de año estaba a la vuelta de la esquina, aun así un nuevo propósito surgió en mí, uno que quería cumplir antes de acabar el año si fuera posible, era una meta que quería compartir con Aoi, sin embargo debía buscar la ayuda de otros para poder ser digno de decir que podía estar a su lado en los momentos más difíciles. Los sentimientos que tengo por Aoi aún no son claros, aun si él se me ha confesado hace ya un tiempo, no he podido responderle correctamente, él tampoco me ha presionado para darle una respuesta o iniciar una relación, sin embargo lo único que se claramente, es que quiero poder ser lo suficiente fuerte para poder estar junto, fuerza y poder, eso es lo que necesito para apoyarlo, para ayudarle a cumplir su meta de que un día todo esto se acabe. El sueño se volverá una realidad, la realidad se convertirá en una pesadilla.
    Sachi es una de las personas a las que más le tengo confianza, es por eso que decidí pedirle que me ayudara a ser tan fuerte como Aoi, aun sí ella se burló al principio, no retrocedí en mi petición, por lo cual ha decidido apoyarme.
    – Como una miembro de Crime Scarlet ya te he mostrado todo lo que debes aprender, no hay nada más que pueda hacer por ti – esa respuesta me decepciono. Esperaba poder aprender algo más, en momento así me gustaría que hubiera otro miembro con mi tipo de magia, magia mental, para poder ayudarme a desarrollarla aún más.
    – Es una pena – no pude evitar mostrar la decepción en mi voz.
    – Sin embargo, no te he mostrado mi poder secreto – esto llamo mi atención, la sonrisa de Sachi se ensancho – Veras, dices que quieres ser tan fuerte como Aoi, y solo hay dos caminos para eso, el primero es ser Aoi, lo cual es imposible porque no eres un sexy peliazul serio – ignoraría ese comentario ahora – Y el segundo camino es el entrenamiento y el trabajo duro, por lo cual tienes que fortalecerte como miembro de Crime Scarlet, sin embargo debo admitir que has llegado a un nivel en que puedes defenderte y combatir portando con orgullo ese nombre – su declaración me levanto la moral, realmente nunca creí escuchar eso, después de todo llevo poco tiempo, pero me he esforzado mucho para no ser una carga.
    – Es por eso que me enseñaras tu poder secreto… Tu poder como contratista.
    Sachi sonrió, su sonrisa y mirada mostraba cierta amabilidad y simpatía, sin embargo solo duro unos segundos, volvió a su semblante alegre y despreocupado rápidamente.
    – Así es, creo que es una buena oportunidad para dejar que veas con quien hice el contrato – se alejó un par de pasos antes de parar y comenzar a recitar – Nahema, responde a mis sentimientos y deseos impuros, presentante ante tu amo, quien sacrifico aquello que le daba un último aliento de paz para poder obtener tu poder.
    Una risita dulce resonó en mis oídos, mire hacia todos lados pero aun en el campo desierto de una de las zonas más alejadas de la Legión Azul, no había nada más que escombros.
    – Joven, ¿A dónde dirige su mirada? – una nueva voz femenina me hizo ver hacia el frente. Sin embargo me quede estático, no debía moverme si lo hacía saldría herido, si es que acaso no moría por el impacto. Me rodeaban espadas afiladas, todas apuntando alrededor de mi cuello, sentía el frío metal rozar mi piel.
    Una joven de tez nívea se encontraba entre Sachi y yo, con su vestido blanco de falda pomposa la joven estaba florando, la abertura de enfrente me dejo ver sus delgadas piernas cruzarse, su vestido era descotado, pero llevaba largas mangas desde su antebrazo, impidiendo ver con totalidad su manos, apenas se veían sus delgados dedos, su cabello albino era largo, decorado con una flor del mismo tono, haciendo juego con los adornos del escote y mangas de su atuendo. Su mirada serena era de un color tan claro que parecía un blanco absoluto.
    – ¿Ella es Nahema? – me sorprendía que una joven como ella pudiera ser quien hizo el contrato con Sachi, esperaba una figura más horripilante y siniestra.
    – Te ves sorprendido, seguramente pensantes en algo más macabro – acertó completamente – Aun si me preguntas por su apariencia, yo tampoco puedo saberlo, cuando le pregunte respondió…
    – Mi apariencia es solo una ilusión, así fue como decidió que sería mi creador, no hay más explicación que dar, amo y joven – su voz era una dulce melodía. Su apariencia era demasiado pura, sin embargo Sachi nombro mientras recitaba que respondiera a sus sentimientos y deseos impuros – Recibí el llamado de mi amo, significa que es hora de poner fin a su existencia joven – estiro su delgado brazo hacia mí.
    – Aun no – respondió con cierta diversión Sachi. No me parecía nada divertido ya que era yo quien estaba inmovilizado – Te llame porque necesito que entrenemos un poco, es hora de poner en práctica las habilidades que me dio mi contratista, ¿Cierto?
    – Sin embargo, este no es un oponente que necesite de eso – apenas termino la frase las espadas desaparecieron, permitiéndome tomar una gran bocanada de aire por el alivio.
    – Quizás tienes razón, entonces por favor Nahema practica con él, necesitamos que sea muy fuerte – pidió con tono alegre mientras juntaba sus manos.
    – Si es la petición de mi amo no puedo negarme, sin embargo este enfrentamiento está decidido – chaqueo sus dedos, se quedó inmóvil allí.
    Me puse en posición de batalla, empuñe mi gran espada color negro esperando algún ataque directo que nunca llegó. Mi mirada se desplazó por todo el lugar de manera rápida pero cuidadosa, llamando mi atención el suelo, en el cual había sombras las cuales se hacían más grandes, fue allí cuando comprendí lo que sucedía.
    Medí el perímetro que cubrían las espadas que estaban cayendo del suelo, así que corrí rápido para salir de este, sin embargo Nahema hizo un asentimiento con la cabeza, las espadas ahora me perseguían, al ver que seguiría así sin importar la dirección que tomara decidí plantarme en el suelo, con mi espadas recibí y esquive todos los ataques que me lanzaba, sin embargo al desviar las espadas, algunas de estas rozaban mi cuerpo, ocasionando cortes, unos ligeros y otros más profundos.
    Había entendido las palabras de Nahema, el enfrentamiento estaba decidido, aun si lograba librarme de todas las espadas que me mandara, ella está en perfecto estado mientras yo me debilito con cada corte y golpe.
    Era hora de mostrar todo lo que había aprendido, entrecerré mis ojos para poder concentrarme más. Dirigí mis pensamientos hacia Nahema, intentando meterme en su mente.
    Una luz cegadora cubrió mis ojos, al abrirlos estaba en un espacio en blanco, significaba que estaba dentro de su mente, debía estar preparado para lo que pudiera venir, y al mismo tiempo buscar una manera para hacerla caer.
    – Una magia muy interesante joven – en medio del espacio en blanco apareció ella flotando frente a mí – Su poder es poco común, sin embargo es débil contra seres de mi tipo… ¿Cuál es tu deseo?
    – ¿Mi deseo? – pregunte con sorpresa.
    – Lo escucho, puedo escucharlo, es pequeño todavía, apenas ha nacido, y su voz es débil y temerosa, pero puedo escucharlo dentro de ti, tu deseo… ¿Qué es lo que estás dispuesto a pagar para que se haga realidad?
    El espacio se comenzaba a teñir de negro, la figura de Nahema se acercaba más a mí, su mirada parecía poder atravesarme, viendo a través de mí, leyendo cada uno de mis pensamientos, prediciendo cada uno de mis movimientos.
    – Lo que yo deseo… Aquello que yo busco… Lo obtendré solo – me aleje de inmediato, ella podía consumirme, no sé cuál es el proceso para ser un contratista, pero no me iba a convertir en uno, no le daría nada a ella.
    Ella sonrió suavemente, mientras su mirada cambio a una dulce, extendió su mano hacia mí, incitándome a tomarla pero no hice movimiento alguna, aun así ella dijo lo siguiente – Has perdido.
    Una voz me llamaba insistentemente, era ruidosa y molesta, empecé a sentir leves golpes en mis mejillas. El agua en mi cara me hizo reaccionar, casi me ahogo.
    – ¡¿Qué demonios?! – grite levantándome de inmediato.
    – Te dije que solo se hacia la reina del drama – Marshall estaba allí a mi lado, junto a él estaba Sachi quien parecía aliviada.
    – Que bueno que te despertaste – me abrazo – Nunca más intentes meterte a la mente de Nahema – regaño separándose.
    – Sachi – ahora Marshall lucia molesto – ¿Le mostraste a Nahema? – pregunto con tono serio. Sachi dio un pequeño saltito en su sitio al darse cuenta que fue atrapada.
    – Solo lo hice porque él quería entrenar así que…
    – ¡Nada de eso! Puedo haberlo consumido o peor aún, el idiota pudo haberle dado algo a cambio de ganar una tonta batalla de entrenamiento – ahora nos estaba regañando a ambos – Si quieres morir, debiste decírmelo antes, que con gusto los ayudaba a ambos.
    El sermón de Marshall continúo hasta que empezaba a anochecer, tuvimos que volver al castillo de la legión azul, en donde Marshall dejo de hablar, sin embargo aun con su mirada parecía regañarnos.
    – No le diré nada a Aoi – directo – Pero ahora el niño entrenara conmigo, solo saber meterse en la mente de la gente, no le servirá contra todas las especies o con poderes de controlar a otros seres…
    – Como tú – completo la frase Sachi.
    – Exacto como yo, o como los contratistas.
    Es verdad, ahora que me doy cuenta, mejor dicho que me pongo a pensar en ellos, Marshall es un vampiro, y como tal supongo que se rige a esos mitos que he escuchado, ya que normalmente no entreno ni hablo mucho con él nunca me había puesto a pensar en sus habilidades.
    – Marshall es un vampiro – dije en voz alta sin pensar.
    – A veces pienso que eres un genio – era obvio su sarcasmo e ironía en su frase.
    Fruncí un poco el señor – Me refiero a que, ¿Qué tipo de poderes tienes? ¿A caso también te hace daño la luz del sol?
    Empecé dar muchas preguntas sobre los mitos que escuche, por ejemplo si le disgustaba el ajo, las cruces de madera, la estacas de madera y si efectivamente bebía sangre humana. Me tapo la boca con su mano.
    – Ya cállate, no responderé a tus estúpidas preguntas – estaba irritado, lo veía en sus ojos.
    – Solo esta emocionado, no ha entrenado mucho contigo, siempre se la pasaba conmigo o con Daniela, es comprensible su curiosidad – Sachi hablaba como si ella también lo hubiera molestando en algún momento con su curiosidad, lo cual no me sorprende.
    Marshall no dijo nada más, solo siguió andando hacia el castillo con Sachi y conmigo detrás de él. Antes de entrar nos dirigió una mirada seria, como si quisiera decir algo más, pero no dijo nada, entramos al castillo de la Legión Azul.
  14. .
    Aqui con el capitulo 20, ni yo misma pense que la inspiracion seguiria XD


    Capítulo 20:


    El año llegaría pronto a su fin, faltaban apenas un par de meses para que terminara, un par de meses para acabar la secundaria, un par de meses para pasar a preparatoria. Muchos cambios habían pasado en apenas un año, muchos más de los que esperaba o imaginaba; ahora mismo estaba en mi hogar, aprovechando hacer del vago después de todo me preocuparía por los exámenes finales cuando estos lleguen.
    Sin duda enterarme de ser un miembro sucesor de una antigua familia, Scarlet, me ha mostrado la realidad cruda del mundo, siendo esta solo un dulce sueño para protegernos de la realidad, en el mundo que está en una paz armada silenciosa y tensa, allí existen seis Legiones. La Legión Azul liderada por mi amigo de la infancia, Aoi, dentro hay un grupo selecto conocido como Crime Scarlet, donde los miembros son descendientes de dicha familia.

    La Legión Amarillo, que es liderada ahora por Koichi, quien tomo el poder matando al anterior líder, tal parecer que Koichi tiene una relación con Crime Scarlet, pero aun desconozco cual es.
    La Legión Naranja, según escuche es neutral, aunque no conozco al Líder de allí, solo he tenido la oportunidad de conocer a un miembro, fue durante el despertar de Yukiko y el sacrificio que hizo Daniela, ignoro si este miembro de la Legión Naranja tiene algún tipo de relación con Crime Scarlet.

    La Legión Blanca al igual que la Legión Roja son desconocidas para mí, tal parece que mantienen un perfil bajo pero no son una legión neutral como se ha declarado a sí misma la Legión Naranja.

    Finalmente pero no menos importante, está la Legión Verde, quien acaba de perder a su líder, Rikkaru, ella era una conocida mía en el mundo del sueño, me entere por los otros miembros de Crime Scarlet que era ella quien tenía la Legión Verde a cargo debido a una deuda que ella tenía con el antiguo líder. Rikkaru murió hace poco, la Legión Verde quedo en caos, no se sabe quién tomara el poder, como es natural la hermana de Midori no recuerda a Rikkaru debido a que murió en el mundo real, es una triste regla pero es la más efectiva si queremos mantener a los demás en la ignorancia.

    Si mueres en el mundo real, tu existencia es borrada del mundo del sueño. Una forma curiosa para evitar el sufrimiento de la gente que vive en un dulce sueño, sim embargo no se puede tapar el sol con un dedo, estoy seguro que un día, este sistema fallara y todo colapsara, pero mientras ese día aun no llegue, aprovechare la paz tensa antes de que matar o morir se convierta en una regla diaria para mí, dado que hasta ahora como miembro de Crime Scarlet solo me apego a esta regla cuando es necesario.
    El salón de estudios de la escuela estaba vacío, era perfecto para intentar repasa inútilmente mis notas de cuadernos antes de los exámenes finales, sin embargo no podía mantener mi mente concentrada, aun divagaba por los acontecimientos de este año.

    – ¿En qué piensas? – una voz conocida me saco de mis pensamientos, aquella voz la conocía perfectamente. Tomo asiento a mi lado, esperando a que respondiera.

    – En todo lo que ha pasado este año – me sincere – Aoi, son muchas cosas, no lo digo por mi entrenamiento solamente.

    – La muerte de RIkkaru te está haciendo pensar demasiado – había dado en el blanco tal como siempre.

    Hasta ahora, el antiguo Líder la Legión Amarilla, Tatsuya, y la antigua Líder de la Legión Verde, Rikkaru, habían muerto con pocos meses de diferencia, si ellos, que eran los tan nombrados y temidos Líderes de su legión podían morir tan fácilmente, me preguntaba qué destino podría esperarle a Aoi, quien lleva el mismo cargo.

    – Algo así, no me afecta tanto pues solo era una conocía, no es el mismo sentimiento de cuando murió Daniela, pero aun así, es aterrador ver que personas que conoces mueren tan fácilmente.

    – Que una persona lleve un cargo alto no la hace invencible.

    – Pensé que tendrían más poder, después de todo son los lideres, ¿Acaso cada uno no tiene algún tipo de poder especial o algo así? – Quizás esto lo sacaba de las historietas que a veces leía, pero siempre pensé que el protagónico de cualquier historia debería tener algo que lo haga resaltar, algo que lo haga diferenciarse para poder cumplir sus objetivos, supongo que eso no aplica en la vida real.

    – Lo hay.

    No pude evitar sorprenderme ante su afirmación, pensé que solo eran boberías mías, pero eso solo me hace sentir más miedo, más temor, sobre aquellos que pudieron matar a los líderes, ¿Qué tipo poder poseen? ¿Acaso son contratistas? Y si lo son, ¿Cuánto poder poseen para matar a los líderes? ¿O es acaso otro ente del que no se nada aun?

    Esperaba impaciente a que continuara pero al ver que no seguía decidí preguntar – ¿Qué es? ¿Qué es aquello que les da el título de líderes? ¿Qué poder especial tienen?

    – La flama del juicio – Aoi se quedó callado unos segundos, antes de que pudiera preguntar el continuo – Cada líder cuando toma su posición como tal, durante su nombramiento le es concedida la flama del juicio, sin embargo es necesario que la flama haga su elección de quien quiera que la porte, muchos que han intentado apoderarse de ella han fracasado.

    – ¿De dónde viene y de qué está hecha la flama? – no pude evitar preguntar.

    – Nadie tiene una idea exacta de su origen, se dice que son tan antiguas como las legiones, quizás provengan de las antiguas familias, después de todo las antiguas familias usaban los colores actuales de las legiones, pero claro eran nueve las que estaban en el poder, mientras ahora solo hay seis legiones – note que divago un poco, frunzo los labios al darse cuenta – La flama es solo un nombre, es una energía que se le entrega a cada líder del color de su legión, cada uno adopta esa energía superior y la adapta a su tipo de magia, sin embargo por la forma irregular que tienen en su forma pura, se decidió llamar “Flama del juicio”

    En ese momento Aoi levanto su mano, la hizo un puño, en menos de un segundo una energía azul se envolvió en este, podía sentir su gran poder, sin embargo no podía identificar el tipo de magia que era, solo sentía su poder, su fuerza y una sensación de calidez.
    Acerque mi mano curioso, quería tocarla, sentir como era esa sensación, sin embargo Aoi disipo esa energía antes de que pudiera hacerlo.

    – No deberías hacerlo, si bien es cierto que nosotros tenemos el control de esta energía, nunca he intentado que otro la toque.
    Ahora que sabía un poco más sobre los líderes, recordé la muerte de la madre de Aoi, aquella vez también oí mencionar ese nombre.

    – Si solo los líderes pueden utilizarla… No veo el sentido para que se maten entre ellos…

    – Es para causar caos, veras una vez el líder muere, la Flama del juicio no es contenida en otro recipiente vivo, esta se resguarda hasta que aparezca otro ser digno según su juicio, uno no puede saber cuánto tiempo pasara para que pase aquello, esto genera descontrol y desbalance en los poderes.

    Empezaba a comprender un poco más sobre los motivos para matar a los otros líderes – Es por eso que ellos dejan sucesores, esperando que sean dignos de la Flama, pero si ellos no son aptos o no están listos…

    – Podrán dominar sus territorios y avanzar –término la frase Aoi, era cierto.

    Si Aoi llegara a morir, me pregunto qué le pasaría a este lugar, no quiero pensar que ese día llegara, pero de ser así, ¿Qué es lo que haría yo? ¿Podría ser capaz de proteger todo aquello que Aoi atesora? ¿O me derrumbaría al saber que nunca lo volvería ver?

    – ¿Kaito estas bien? – note una pizca de preocupación en su tono. Asentí con la cabeza, intentando borrar aquel pensamiento. Su mirada interrogante me presiono, él sabía que había algo que tenía que decir, que no podía ocultar.

    – ¿Qué pasaría si llegaras a morir?... Solo me preguntaba eso… Tu peleas para defender este lugar, para defender aquellos que han decidido confiar en ti, en Crime Scarlet…

    – No – aquella respuesta me hizo callar – Peleo porque quiero defender este territorio es cierto, pero sin duda siempre he querido que esto pare,
    que algún día el sueño se vuelva realidad, y la realidad solo una pesadilla.

    Sin embargo, aquello implicaría derribar a las otras lesiones y someterlas, retirarles su poderío, y todos ser dominados bajo un único mando, uno que reconstruya esta tierra gris y destruida, uno que pueda llevar un nuevo pensamiento a todos para colaborar y por fin poder despertar aquellos dentro de La Torre. Una meta aparentemente imposible, pero quizás si Aoi lo decía podía cumplirse, quizás depositaba mucha confianza en él, pero había algo de lo que estaba seguro, quería ayudarlo a cumplir su meta.

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    Quizas lo hice muy estilo resumen XD pero ya cositas nuevas vendran C:<
  15. .
    Han pasado 84 años... ah espera no solo 5.... creo.... buehhh me olvide de este sitio y el fic durante un tiempo, se me corto la inspiración y estaba como demonios solo tengo pensamientos jodidos y hetero, así que avanzaba con mi fic de comedia hetero lleno de idioteces y desventuras(?) como sea, ha pasado tanto desde que no actualizo y bam! inspiración viene a mi baby.... justo cuando ya acabe la universidad, soy una recien graduada wiiii , asi que aprovechare la inspiracion mientras pueda y mientras llegue :V

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    Capítulo 19:
    Un año más pronto llegaría a su fin, sin un cambio drástico, el siguiente año seguirá igual, algunos morirán, otros nacerán, lleno de tristezas, llenos de momentos felices, todos fugaces para nuestra corta vida, después de todo somos una de las especies que tienen una tasa de vida menor comprada con el resto, aun sí somos los que más disfrutan su vida, ya sea para bien o para mal.
    – ¡Rikkaru! – escuche a alguien gritarme. Mi hermana mayor, Midori. No entiendo porque me grita, estoy sentada solo a unos metros, al otro extremo de la sala.
    – No grites.
    – ¡Ah! Estabas aquí – parecía sorprendida. Me pregunto cuántas veces ya ha pasado esto, al parecer para ella soy invisible. No importa cuanto lo intente, no importa cuántas veces le haya hecho ver que estoy aquí, a su lado, no importa mis acciones porque nunca seré notada por la única persona que realmente quiero que me vea, mi hermana mayor.
    – Me voy a mi cuarto, tengo tarea – mentí, pero ella no puede darse cuenta, ni siquiera me mira cuando me alejo, me pregunto si alguna vez dirigió su mirada hacia mí por más de dos minutos.
    Subí las escalaras, dirigiéndome a mi habitación, abrí la puerta para entrar, viendo que dentro estaba ya un ser conocido por mí, mi contratista.
    – Rikkaru te demoraste – me habla con una ligera sonrisa la joven sobre mi cama, su tez pálida y fina, contrasta con sus cabellos verde oscuro, así como con su vestimenta negra. Sus ojos verdes claro siguen cada paso que doy, hasta llegar frente a ella.
    – Mastema – le llame por su nombre – ¿Cuántas veces te he pedido que no aparezcas de la nada?
    – Es aburrido estar alejada de ti – era su respuesta siempre – No me gusta ser como las otras contratistas, no me gusta estar lejos de mi contenedor – me abrazo de manera posesiva – Yo soy tu ángel, yo cumpliré todos tus deseos, anda solo pídelo Rikkaru – acerco su rostro al mío, conservando aquella sonrisa arrogante y superior que siempre tenía.
    – Yo no tengo deseo alguno que tú puedas cumplir – le di la misma respuesta que siempre.
    – Sí los tienes, no olvides que puedo ver a través de ti – me tomo del rostro con aquellas garras negras que tenía en lugar de manos – Soy el ángel que viene a librarte de las injusticias, solo debes aceptar mi poder y pagar el precio – me intento seducir con su tono dulce.
    – Mastema, esto no es divertido, quiero irme – dicho esto me soltó rápido.
    – ¡Haberlo dicho antes! – sonaba con cierta alegría – Es hora de sembrar la muerte en nuestro reino.
    Siguió hablando, no logro comprender del todo a Mastema, aun si hice un contrato con ella, no puede cumplir mi deseo, mi verdadero deseo, es por eso que sigue insistiendo con una nueva forma de contrato, aunque ella solo fue atraída por mi deseo. Desde nuestro contrato me vi involucrada en más de lo que me gustaría.
    Me acosté sobre mi cama, para cerrar los ojos, para dejar este dulce sueño e ir hacia la verdad, la realidad que es una pesadilla.
    Al levantarme estaba en una habitación amplia y solitaria, decorada con un papel tapiz elegante con un diseño de tréboles verdes, me gustaba por eso aún conservaba eso de aquella antigua habitación.
    Junto a mí, apareció Mastema, ella podía ir y venir entre ambas realidades, era parte del contrato que pudiera hacerlo, o eso decía ella.
    – ¿Cuáles son las tareas para hoy? – pregunte mientras empezaba a caminar en aquella infraestructura, que se asemejaba a una antigua catedral, quizás aquí antes vivieron en paz, antes de toda la guerra que trajo consigo la tristeza y decadencia actual.
    – No se han reportado ningún ataque, tampoco relaciones sospechosas con otras legiones o indicios de rebeliones – me informo mientras me acompañaba – Líder de la legión Verde, Kagawa Rikkaru, ¿Qué opina sobre la nueva adquisición del Líder de la legión Azul?
    Hace poco, nos enteramos que la legión Azul adquirió un nuevo combatiente, que quizás ocuparía el lugar que dejo Daniela tras su muerte. Inocente y amable Daniela, al final de nada sirvió tu sacrificio por tu persona amada, ¿Acaso es suficiente satisfacción verle de lejos? Yo solo me frustró por esto, mientras tu muestras una cálida sonrisa, pensé que quizás comprenderías que es amar a una persona prohibida, pero nuestro pensar sobre ese tema es completamente diferente; es mejor que mi persona anhelada siga en la ignorancia, no quiero sacrificarme por un amor que nunca sucederá, no quiero pensar que al final solo seré olvidada, que mi vida fue solo en vano, que tu vida será la misma sin mí, querida hermana.
    – Mientras no se metan en los asuntos de la Legión Verde, pueden hacer lo que quieran – fue mi respuesta con tono cortante.
    – Si esa es su respuesta, debería declararse neutral como la Legión Naranja – note burla en su tono.
    – No hagas comparaciones, sé que tarde o temprano vendrá otra guerra, un nuevo conflicto en donde tendremos que pelear por nuestros ideales, no permaneceré tranquila viendo como los demás se matan entre ellos, porque el resultado me afectara también a mí, a mi legión, que no es la más pacífica pero tampoco la más conflictiva, como la mayoría de las otras viven en ciudades subterráneas, pero yo soy quien se encargara de que sus vidas no se vean envueltas en más problemas.
    Mastema solo me vio mientras sonreía con aquella arrogancia que le caracterizaba, acaricio mis cabellos, jugando con algunos mechones de mis coletas.
    – Eres complicada y débil, pero sigues luchando – desato mis cabellos – Me gustas más con el cabello suelto, enmarca hermosamente tu rostro de muñeca – paseo suavemente sus garras por mis mejillas, sin hacerme daño alguno.
    – No desates mi cabello sin permiso – pedí pero no aparte su tacto.
    – No es que te guste tener el cabello amarrado, es solo que te gusta usar las cintas que tu querida hermana te regalo – se burló mientras volvía a atar mi cabello.
    Mi querida hermana me regalo estas cintas color negro cuando tenía ocho años, es mi bien más preciado, porque fue de una época donde nuestra relación era más unida, más cálida, una relación que ya nunca volverá. Lo que una vez fue roto ya nunca podrá volver a ser lo mismo.
    – En todo caso, al parecer el nuevo miembro de la Legión Azul parece ser muy fuerte – siguió hablando Mastema.
    – No me importa – fue directa – Mientras no intente nada contra la Legión Verde seguiremos en esta paz armada.
    Me dirigí hacia la parte subterránea de la construcción, bajando hacia la rustica ciudad que vivía allí. Las casa eran pequeñas y simples, los caminos no eran lisos, se sentía una brisa fría por la temporada, aun así todos parecían estar tranquilos.
    – Oh, es la señorita Rikkaru y el ángel Mastema – me dirigió la palabra una joven hechicera del lugar.
    – ¿Ángel? – mire a Mastema, quien tenía una radiante sonrisa en su rostro. Ella adora ser llamada ángel, aun si es realmente podría decirse es todo lo contrario.
    – Así es, yo soy Mastema, el ángel que acabara con la injusticia y condena a todos aquellos que las practican – se jactaba de sí misma con una brillante sonrisa narcisista en su rostro. Me pregunto si todos los contratistas son así, aunque no he escuchado la declaración personal de algún otro, por lo que no podría generalizar.
    – Señorita Rikkaru, ¿Es cierto que hay grupos rebeldes infiltrado en las legiones? – pregunto ella con cierta preocupación.
    – No te preocupes, no pasara nada aquí – respondí con seguridad, no dejaría que un simple grupo destrozara toda esta comunidad que trata de vivir lo más en paz que es posible.
    – Es bueno oír eso, esperemos no pase nada – parecía más tranquila y aliviada.
    La conversación fue breve, Mastema y yo seguimos caminando por las rusticas calles, mientras veíamos como todos seguían con sus actividades diarias, algunos se paraban a saludarnos, mientras otros lo hacían de lejos.
    – Rikkaru es la más popular – intento avergonzarme.
    – Es solo porque mantengo sus vidas en paz – respondí con tono cortante.
    – Serias más popular si no tuvieras ese tonito que suena a insulto, pero bueno, ese también es otro de tus encantos – de nuevo se burlaba.
    Mastema detuvo su paso elegante, me detuve también, esperando algún tipo de explicación.
    – Rikkaru, deberíamos volver.
    – ¿Qué ocurre? – supe rápidamente que trataba de ocultarme algo. No era la primera vez, siempre sabía cuándo mentía, mayormente lo hacía porque trataba de ocultarme cosas que alterarían mi rutina.
    – Solo regresemos, este lugar ya no es divertido.
    Antes de que pudiera preguntar más sobre el asunto, vi algo que me sorprendió, aquello que ella trataba de ocultarme.
    La joven de cabello corto marrón y hermosos ojos verdes, se paseaba la ciudad como si fuera algo común para ella.
    – Mi…Midori – susurre sin creer que estuviera allí.
    – Ella no debería estar aquí – Mastema se mostraba sería en este asunto – Ella fue traída aquí, inducida por alguien o algo.
    – Entonces debo liberarla – intento acercarme, pero Mastema me toma fuerte del brazo, impidiéndome moverme.
    – Si fue inducida no deberías ir tan rápidamente, es mejor esperar, además por su forma de caminar pareciera como si no fuera la primera vez que está aquí.
    – Pero, ella no debe estar aquí, no debe, debo ayudarla, debo ayudarla antes de que algo malo le pase de nuevo – no quise escuchar razón alguna, me solté de su agarre, apresure mi paso hacia mi hermana, pero cada vez se sentía más lejana.
    Subimos a la superficie, habíamos cruzado los límites de la legión verde, pero esto poco me importaba. Ella se detuvo.
    – ¡Midori!
    Al gritar su nombre, ella se giró para verme, me miro con cierta sorpresa.
    – ¿Rikkaru? Sabía que estabas aquí pero no espere encontrarte tan pronto – sonrió alegre.
    – ¿Cómo fue que llegaste aquí? – fue directa con mi pregunta, ella no debería estar aquí, no debería ser capaz de venir, aun si pudiera está demasiado tranquila como si nunca hubiera sucedido nada, como si aquel hecho en nuestra historia fuera mentira, como si ella nunca hubiera estado cara a cara contra la muerte.
    – Pero si tú fuiste quien me mando a llamar – sonrió despreocupadamente, yo no hice lo dicho, tampoco creo que Mastema lo hiciera.
    – ¿Quién te dijo aquello? – esta situación era demasiado sospechosa.
    – La chica de allí – señalo detrás de mí.
    Antes de que pudiera reaccionar vi una espada atravesar mi cuerpo, la sorpresa me invadió a tal punto de no poder moverme, la espada salió de mi interior.
    – Esto será suficiente – oí la voz de una mujer.
    Midori mostraba la sorpresa y miedo en su rostro, no podía dejar que esto avanzara más lejos, podría salir herida.
    – Pensé que sería algo más difícil – me gire para ver a mi agresora, una joven de tez pálida con cabello largo anaranjado que cubría parte de su rostro – ¿Quién eres? – fui directa.
    Ante mi sorpresa la joven cambio de forma a un ratón para salir corriendo, pero ella no era mi prioridad, me acerque rápidamente a mi hermana.
    – ¡Rikkaru! ¿Te encuentras bien? Por favor se sincera – se notaba verdaderamente preocupada, eso logro apaciguar mi dolor en cierta parte, era agradable que me hablara directamente como antes, aun si tuviera que pasar este tipo de situación para lograrlo.
    – Lo siento – la voz de aquella mujer hizo eco. La busque con la mirada pero debí haberme concentrado en el peligro que ahora nos amenazaba. Tome el brazo de mi hermana para jalarlo, intentando alejarme con ella pero fue tarde, una gran exposición cayó sobre nosotras, ambas quedamos sobre el suelo, aquel ataque que recibimos parecía tener incluida un tipo de maldición.
    – No puedo moverme – susurro Midori, pero al estar tan cerca pude oírla claramente – No puedo moverme – me miro asustada, sus piernas estaba cubiertas con esas marcas negras de maldición. Debía mantener la calma, aun podíamos salir a salvo.
    – Lo siento – escuche la voz de la mujer nuevamente, aquel tono de tristeza y culpa, me anuncio que otro ataque vendría.
    – ¡Mastema! ¡Mastema! – grite con desesperación.
    La figura elegante de la contratista apareció frente a nosotras – Tal parecer que ahora tendrás que hacer un contrato conmigo, lo quieras o no – una sonrisa de satisfacción surco su rostro.
    – ¡Te daré todo lo que quieras! ¡Todo! – lo único que no quería era ver a mi hermana a punto de morir nuevamente, aun si para eso tenía que sacrificar algo propio nuevamente. La figura de mi hermana se veía cada vez más hinchada, empezando a adquirir un color grisáceo.
    – Primero lo primero, no me estorbes muñeca – la mirada de Mastema se dirigió a algún punto, seguramente le hablaba a aquella mujer. El ambiente a nuestro alrededor comenzó a cubrirse con una nube color verde oscuro – Así nadie podrá interrumpirnos – sonaba feliz por este hecho.
    – Lo único que quiero es…
    – Lo único que quiero es salvar a mi hermana – completo mi frase con burla – No es la primera vez que me lo pides, ¿Has olvidado tu cumpleaños número diez? Esa frase insoportable la repetías cada vez más y más, un deseo impuro ante los ojos de todos pero el sentimiento que posees es simplemente exquisito, porque aun si no es correcto, siempre la antepones, aun sobre tu deseo – tomo mi rostro con sus garras apretándolo un poco – Si no te hubieras distraído con tu querida hermana, habrías notado la trampa ahora, si no te hubieras distraído con tu querida hermana cuando cumpliste diez años, ahora tendrías tus poderes, tus verdaderos poderes – soltó mi rostro, sentía las ligeras líneas de sangre caer por mi rostro, seguramente me había arañado al momento de soltarme – Pero si no fuera gracias a tu querida hermana, en tu cumpleaños número diez no habrías sacrificado tus poderes de hada para salvarla de su muerte, si no fuera por tu querida hermana nunca nos hubiéramos conocido, si no fuera por tu querida hermana, ahora no podríamos hacer el contrato, así que por primera y espero única vez diré esto, ¡Gracias Midori! – parecía disfrutar con una extraña malicia suya este hecho.
    – Ya te dije que te daré lo que quieras, solo quiero que la salves.
    – Claro que obtendré lo que quiero, siempre lo obtengo, y lo que más anhelo es tu vida – su expresión se tornó con tal placer que me causaba escalofríos.
    No veo importancia de mi vida para ella, no veo el valor que le pueda dar, ella pide devorar mi vida, mi alma, mi cuerpo. Tengo miedo, tengo dudas, pero no puedo dejar que la persona más importante para mí muera frente a mis ojos, ya una vez mi querida hermana se sacrificó por mí en este mundo, verla al borde la muerte me hizo usar todo mi poder, le di todo mi poder para devolverle la vida, aunque al ser tan joven para realizar ese acto tuve que pagar un precio, no solo perder mis poderes, involucrarme con esta realidad podrida, ocasionando que mi hermana me mirara cada vez menos, después de todo ella quiso olvidar todo lo relacionado a ese ataque, incluso a veces pienso que también quiso olvidarme a mí.
    – Soy tuya – mi voz tembló, no pude evitar que las lágrimas empezaran a brotar para descender por mis mejillas – Soy tuya, Mastema quiero hacer el contrato contigo a cambio de que alejes para siempre a mi hermana de esta horrible realidad – mi voz parecía más débil con cada palabra.
    Una suave sonrisa cruzo por su rostro, todo se volvió cada vez más y más oscuro, sin embargo la sombra del color verde seguía allí, no pude ver más, no pude oír más, no pude sentir más, no pude vivir más.

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    Como cuando te llega la inspiracion pero sobre la trama real y nada yaoi de esta historia...les traigo yuri!! okno, el proximo capitulo tendra más homosexualidades que nunca D:< ... se que es mentira pero decirlo quizas haga que me lo crea >:D espero actualizar más seguido o3oU
1251 replies since 22/11/2012
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