Posts written by Shana A.

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    Sachi: - le da un golpe en la cara a Shana -
    Shana: D:!!!
    Sachii: hace 58 capis que no aparezco!!
    Shana: apenas vamos 18, con este, además Shana ya tiene trabajo D:< entre el trabajo, la universidad, y la vida social, no time, no time D:!! Sorry por la enormeeeee demora ;w; al menos logre terminar con este capi C: ! ~~ yeí o3o~~
    Sachii: y de nuevo no aparezco D:<
    Shana: lo importantes es tener shaoi :'D
    Sachi: cierto *w*

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    Capítulo 18:
    Caminamos hasta llegar a una zona alejada, era un calle antigua, las casas de arquitectura pasada, paredes desquebrajadas, las ventanas solo cubiertas por maderas, las calles llenas de baches y agujeros, sin mencionar el manto de polvo que cubría el lugar; seguramente destruirían los edificios en algún momento para construir más edificios de vivienda o negocio. Libero el agarre de mi mano, sin decir palabra alguna, se sentó en una de las bancas, el metal se notaba oxidado y las tablas de madera que se usaban en el asiento y respaldar habían perdido el color.
    – Seré directo – me miró fijamente – No te acerques a Koichi.
    Supuse que haría una declaración así, pero quisiera al menos saber el motivo.
    – ¿Por qué?... Ya sé que Koichi fue miembro de la Legión Azul… Algo paso – decidí preguntar – Algo paso para que él se fuera… ¿Qué paso?
    – Eso no es de tu incumbencia.
    Sus palabras me dolieron, no sabía el motivo exacto, pero fue así.
    – ¿Por qué?...
    – Eso paso ya hace tiempo, eres nuevo aun, no puedes conocer todo y mejor no conocer ciertas partes, así que ya no preguntes.
    – Sabes que si no consigo respuestas contigo iré a preguntarle a Koichi – Aoi estaba siendo más imponente que de costumbre, hay algo que oculta.
    – ¡Te prohíbo que vayas!
    – ¿Me prohíbes? – me ofendí – ¿Quién te crees para darme ordenes? No estamos en ese lugar.
    Levanto su mano tranquilamente, apuntando hacia mí. Pilares de hielos se formaron a mí alrededor, eran tal alto como una de las casas de allí.
    – ¡Sácame de aquí! – golpee con mis puños los pilares, el resultado obvio paso, nada.
    – Vendré a sacarte luego, primero necesito resolver un asunto.
    – ¡Sácame! ¡Aoi, no me dejes aquí! – exigí mientras seguía golpeando los pilares sin resultado alguno. Empezaba a tener frio, no podía salir aquí, no con mi tipo de magia. Pasados los minutos me empezó a dar sueño, me senté en el suelo y abrace a mí mismo. Cerré los ojos.
    La luz del sol golpe mi visión al ser lo primero que vi.
    – Mierda – me tape la vista.
    – Hasta que despiertas – escuche una voz poco familiar, una voz masculina. Mi visión ya se había acostumbrado al nivel de luz del lugar, mire al otro. Cabello rubio, ojos dorados, una sonrisa encantadora. Olsen Koji, el hermano mayor de Stella.
    – ¿Koji? – dude un poco. Yo estaba recostado en la banca del mismo lugar donde tuve esa pequeña riña con Aoi, más que riña fue un encarcelamiento.
    – Sip~ Tú debes el pequeño Kaito – sonrió alegre.
    – Omite el pequeño por favor – suspire.
    – Como gustes – respondió alegre – Pero deberías tener más cuidado, dormir en los bancos de las calles esta mal.
    – Yo no… – iba a responder pero decidí mentir – Lo siento.
    No estaba en el banco durmiendo, alguien debió sacarme de aquellos pilares de hielo, podría ser Koji o quizás otra persona, aun no estoy seguro en quien puedo confiar y en quien no, el propio Aoi me dejo encerrado.
    – No te preocupes, me quede a hacerte compañía hasta que despertaras, ya sabes te podría haber pasado algo grave en esta parte de la ciudad.
    – Sí lo sé… gracias… ¿Qué hacías tú por aquí? – me entro la curiosidad, esta parte no es muy segura, es extraño que apareciera por casualidad.
    – Paseaba…
    – ¿Tú solo? – empezaba a dudar de su palabra.
    – No~ iba con un amigo, él es muy tímido~ es tan lindo~ pero ya se fue, así que no lo puedes conocer – parecía divertido por esto – Es solo mío – logre oír su susurro, su mirada mostro cierta malicia que no logre comprender.
    – ¿Koji? – la voz de Aoi me hizo olvidar mis pensamientos para enfocarme a él.
    – ¿Qué quieres? – le mire molesto.
    – Ah… Kaito…
    – Hola Aoi – saludo Koji – Uhh uhh parece que hay tensión, Koji se va – sin decir más se fue.
    Un silencio incomodo se formó entre nosotros, al menos era incómodo para mí, ¿Qué tendría que decir Aoi ahora? Quizás me siga reprochando o regañando, como si él fuera perfecto. O quizás seguiría dándome órdenes como si fuera su marioneta.
    – Lo siento.
    Sorpresa, no, eso es poco, me quedé estupefacto por lo que dijo.
    – Lo siento, no debí reaccionar así.
    No le respondí, no cabía en mi asombro.
    – Me deje llevar y… ¿Me estas escuchando?
    – Sí… solo que… – me pellizque a mí mismo en el brazo – Carajo no es un sueño, si te estas disculpando de verdad…
    Se acercó para jalar mi mejilla con un poco de fuerza.
    – Suelta, suelta – pedí con cierto tono infantil.
    – Intento disculparme, déjame terminar – me soltó.
    – Es solo que no lo creo posible… no recuerdo que te hayas disculpado antes…
    – Me deje llevar por mis emociones… pido perdón por eso…
    – ¿Tan grave es que yo me entere? – pregunte con tacto.
    – Eso no fue lo que me irrito… Dijiste que quieras volver a ver a Koichi.
    – De hecho dije que buscaría las respuestas con él…
    – Es peligroso.
    – Lo sé… pero…
    – Pero nada… son cosas que pasaron antes… no sé si hará algún cambio en contártelas, pero en si eso no es lo importante… Me preocupo que quisiera ir a ver a Koichi por respuestas, él te puede dar una versión distorsionada de lo que sucedió o podría hacerte daño… no soportaría eso… Hoy estuvo a punto de hacerlo, también pido disculpas por aquello, por no llegar antes…
    Sentí el calor subir a mis mejillas, él está admitiendo que le preocupo, extrañamente me siento feliz.
    – No es tu culpa… yo debo ser más cuidadoso – baje la mirada por uno segundos – Además yo primero quiero saber todo lo que sucedió por ti… porque… confió en ti.
    – Yo también confió en ti, no he olvidado esa promesa… pero sabes que tengo ciertos temores de perder a seres cercanos e importantes para mí.
    – Lo sé – tome su mano entre las mía – Por eso necesito saber algunas cosas… para ti puede no ser importante… pero para mí quizás lo sea… yo quiero saber más.
    – Realmente eres un chico curioso y caprichoso.
    – ¿A qué vino eso? – pregunte con sorpresa.
    – Solo dije lo que pienso en voz alta, no es la primera vez.
    – Lo sé…. Pero arruinas el momento.
    – ¿El momento?
    – Si, ya sabes, teníamos un momento de amistad pura – explique – Y me ibas a decir todo lo que sucedió antes – dije esto rápidamente.
    – ¿Amistad pura? – el rostro sereno de Aoi mostro confusión.
    –… Sí… ¿acaso no era eso?... Ya sabes… tu confías en mí, yo en ti y todos felices – sonreí alegre.
    –… Eres un verdadero despistado.
    – ¿Acaso me equivoco? – pregunte con cierta confusión y nerviosismo, justo cuando pensábamos que podíamos volver a ser amigos.
    Todo pensamiento quedo en blanco, al sentir sobre mis labios una suave presión ocasionada por los del contrario. Un beso. Un momento, ¿Un beso?, ¿Aoi me está besando?, ¡¿Por qué estoy aun quieto sin hacer nada?!
    Se separó pasados unos segundos.
    – Sí querías que me callara solo debiste decirlo – intente buscar una razón lógica a lo que sucedió, ya que, no me desagrado lo que hizo.
    – ¿Acaso necesito violarte para que reacciones?
    Negué con la cabeza rápido, la declaración que hizo me dio escalofríos.
    – Entonces… tú… bueno…tú…. Tú – sentía mi rostro arder de la vergüenza, ni siquiera podía decir lo que pasaba, mi mente se empezaba a nublar, no pensaba claramente.
    – Respira… respira, tranquilo… escúchame… oye… ¡Que respires!
    Al oírlo gritar, reaccione, me di cuenta que por mi confusión había dejado de respirar, tome una gran bocanada de aire, suspire.
    – Gracias.
    – No te he dado permiso para morir.
    – ¿Ahora me tratas así? – me sorprendí, no logro comprenderlo – Entonces… ¿No tienes algo que decirme?
    – Ah – parecía que recordó el tema anterior – Me gustas.
    ¡Que directo es!
    – Aunque creo que sería más apropiado decir, que te amo, pero es muy pronto para eso.
    ¡Entonces no lo digas! Nuevamente mis pensamientos empezaron a nublarse, pero esta vez, recordé respirar o me desmayaría antes de poder saber porque bromeaba con esto ahora.
    – Ya basta, basta, deja de hablar, solo haces que me avergüence y confunda más, además ¡Eres demasiado directo!
    El silencio se formó rápidamente entre nosotros, esperaba que dijera algo más, pero no fue así.
    – ¿No dirás nada más?...
    – Me dijiste que deje de hablar… ¿Acaso no te quedo claro que me gustas?
    Me puse algo nervioso, no entiendo cómo puede decir ese tipo de cosas tan directamente.
    – ¡Pues no, no me queda claro! – le mire nervioso – Siempre me has tratado de alejar, me molestas, dices que soy idiota o una mascota… ¡¿Acaso eres un sádico?!
    – No, aunque se podría decir que precisamente por eso me gustas – sus labios se curvaron, formando una ligera sonrisa – Veras, durante años trate de alejarte, pero tu seguías allí, como una plaga – Que romántico – Yo sabía que el cariño que empezaba a sentir por ti, era más que simple amistad, por eso mismo quería alejarme más, no quería que te vieras involucrado con la realidad y ponerte en peligro, pero no pude hacerlo bien…. Y ahora estas aquí de nuevo a mi lado, como siempre lo estuviste aun si yo no lo quise así, vi muchos defectos en ti, así como vi muchas virtudes, pasar tiempo contigo me hizo darme cuenta de cuan maravilloso eres en verdad, siempre sonríes aun si las cosas no se ven bien para ti, siempre estás dispuesto a dar tu ayuda aun si estas en problemas, tienes un corazón muy noble e irradias optimismo, además de un sentimiento muy cálido.
    Mi corazón latía con fuerza y rapidez, mis mejillas me ardían, no sabía que decir, estaba confundido, avergonzado, y feliz aunque no sabía si esto era bueno o malo.
    –… ¿Hablas en serio? – dude aun, sentía aun confusión sobre esto.
    – Nunca bromeo con asuntos importantes.
    –…Yo…
    – Espera – me interrumpió – Que te haya dicho lo que siento, no significa que tengas que responder o corresponderme.
    –… Pero…
    – Estoy consciente de que habértelo dicho cambiara la situación actual, pero si no lo decía podrías a llegar a malinterpretar quizás algunas de mis acciones, además quería decírtelo llegado un momento, creo que ahora está bien, sabes la verdad sobre ambas realidades en las que nos encontramos.
    – Sí… antes no sabía nada – no sabía como continuar o terminar el tema, es decir, me siento extrañamente feliz al saber que le gusto, ¿Acaso eso significa que él también me gusta?, ¡Pero yo no soy gay! – ¿Eres Gay? – Mierda dije lo que pensaba en voz alta.
    Me miro fijamente antes de responder – La primera persona que me atrae has sido tú, así que no podría decir si soy gay o si tú eres una excepción.
    Esta declaración me hizo avergonzar – Ya…. Ya veo… Entonces… ¿Alguien sabe que tú…?
    – Sachi… pero ella tiene un extraño sentido para esto.
    – Oh sí… debí imaginarlo, a mí también me molesta contigo, insinuando que somos pareja – reí ligeramente, le mire fijamente antes de desviar la mirada, aun me sentía algo incómodo.
    – Deberíamos retirarnos, esta parte de la ciudad no es muy segura.
    – Sí…
    Me acompaño hasta mi casa, durante el camino ninguno menciono palabra alguna, a diferencia de las demás veces, ese silencio entre nosotros se sentía incómodo, demasiado pesado, como si fuera la primera vez que esto pasa, pero no es así, siempre surge el silencio cuando ninguno tiene nada más que decir, normalmente no me molesta, aunque luego de aquella declaración me siento demasiado nervioso, ansioso, no puedo pensar correctamente, me siento confundido, por qué una sola pregunta me viene a la mente, ¿Por qué me siento feliz? Debería sentir quizás cierto asco, quizás cierta indignación, es todo lo contrario. Me siento feliz, mi corazón late rápido, mis manos tiemblan ligeramente, siento la cara roja de la vergüenza, que patético soy.
    – Llegamos – hablo por fin.
    – ¿A dónde? – pregunte sin entender.
    – A tu casa.
    – ¿En serio?
    Me miró fijamente, desvié la mirada casi de inmediato – ¿Te sientes bien? Quizás atrapaste un resfriado porque te deje encerrado allí…
    – No… no creo que sea eso… Y deja de decirlo, ¿sí?, aun no puedo creer que lo hiciste.
    – Fueron celos - ¡Qué directo es! Sentí mi rostro enrojecer más.
    – No lo digas como si nada – susurre – En todo caso, ¿Cómo fue que salí de allí?
    – No puedo darte una respuesta, ya que no estuve junto a ti en ese momento.
    –… Koji… ¿Él no pertenece también a este asunto?
    – Quien sabe…
    – ¿No lo sabes? – me pareció extraño.
    – Hay muchas más personas de las que conoces que están involucradas y no lo sabes, después de todo la Legión Azul no es la única, pueden estar en otras legiones, incluso en las regiones neutrales, hay un rumores sobre grupos rebeldes viviendo allí, pero nada está comprobado.
    – ¿Grupos rebeldes? Como esos que se escuchan normalmente están contra el gobierno actual, ¿Ósea piensan rebelarse contra las legiones? – pregunte con cierta sorpresa.
    – Quien sabe, no lo sé, puede ser cierto o no, no hay nadie que controle todo.
    – Cierto.
    – Ya es hora de que me vaya.
    – Esta bien… Gracias por acompañarme… supongo – volví a tener vergüenza, con el asunto que menciono sobre los grupos rebeldes casi se me olvida su confesión y mi felicidad por esta.
    – No tienes nada que agradecer, descansa, mañana quizás sea un día pesado.
    – O quizás no, no tienes que ser tan pesimista – sonreí con diversión.
    – … Puede ser que tu seas demasiado optimista.
    – No tiene nada de malo eso – me encogí de hombros.
    – Cierto, después de todo es una de las razones por la cual me gustas.
    ¡Otra vez! ¡Demasiado directo! – Solo… solo vete – entre rápido a mi habitación, seguro mi rostro estaba completamente rojo por lo que dijo – Estúpido Aoi.


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    Lo sé cortito pero sé que lo amaron :v pisnhe Kaito dile que si a Aoi y dale a tu cuerpo alegría macarena que tu cuerpo pa lante y alegría cosa buena C:.... esperen cual era el punto :V ? en fin esperen conti ;w; prometo no demorar demasiado D:!!
  2. .
    Holi C: como siempre los jueves hay conti C: ok no es solo porque tengo un poco de tiempo libre XD

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    Capítulo 17:

    El suave color naranja iluminaba las calles de la ciudad, dando paso a la tarde. El viento soplaba con un poco de fuerza, por la época del año, otoño, septiembre. Me encontraba en casa, tomando un poco de chocolate caliente, sentado en el sillón de la sala, mi madre había salido a visitar a una amiga y mi padre estaba trabajando, disfrutaría de este momento a solas, de no ser porque Aoi está junto a mí en el sillón.
    Había pasado alrededor de una semana desde que ocurrió, aquel incidente vergonzoso en la otra realidad. No volví a tocar más el tema aun si tenía algunos comentarios y dudas sobre todo el asunto.
    – Entonces… ¿Qué haces aquí? – pregunte mirando el contenido de la taza, como si el chocolate caliente fuera lo más interesante del mundo.
    – ¿No puedo visitar a mi amigo? – él tomo un sorbo del contenido de su taza.
    – Eh… Extrañamente no te creo…
    – Yo confió en ti, tú confías en mí, eso nos convierte en amigos, ¿Cierto?
    Esta frase hizo que a mi mente volviera el recuerdo de lo ocurrido en la otra realidad. Fue un momento que me hizo sentir cálido, porque Aoi confió en mí, pero al mismo tiempo fue muy vergonzoso porque termine durmiendo con él, en el sentido más sano posible.
    – No lo sé… es decir… yo siempre te he considerado como mi amigo… pero…
    – Ese momento se te hizo muy vergonzoso – termino la frase por mí. Asentí – Siendo así, ¿Cuál crees que es nuestra relación ahora? – dejo la taza sobre la mesita, que se encontraba frente a nosotros.
    – No sé… supongo que algo más – Quizás debería decir: Mejores amigos, pero no creo que esta respuesta sea correcta.
    Deje de ver el contenido de la taza para poder ver a Aoi, su rostro estaba demasiado cerca del mío, esto me ponía nervioso, mis mejillas comenzaron a arder, buscaba desesperadamente desviar la mirada de sus ojos azules, mi corazón comenzaba a latir arrítmicamente.
    – Algo más… me gusta cómo suena eso… pero creo que deberíamos ponerle un nombre – susurro. Su mano tomo con delicadeza mi rostro, le mire a los ojos, no podía resistirme.
    – Un nombre – susurre, mis labios temblaron ligeramente.
    – Kaito ya volví, ¿Cómo estuviste? – la voz de mi madre en la puerta me saco del trance. Aoi volvió a su postura relajada, alejándose de mí, volviendo a tomar el contenido de su taza. Yo por otro lado, me encontraba aun medio embobado por lo que había pasado.
    – Buenas tardes – saludo Aoi con cortesía a mi madre.
    – Buenas tardes Aoi – devolvió ella el saludo con una sonrisa, luego dirigió su mirada hacia mí – Hijo estas rojo, ¿Estas bien? ¿No tienes fiebre? – sonaba preocupada, lo único que pude hacer fue negar con la cabeza.
    – Es-Estoy bien – por fin articule, mi corazón volvió a latir normalmente, el calor de mis mejillas iba desapareando poco a poco, suspire con alivio al sentirme normal.
    – Quizás sea un resfrió por el clima que estamos teniendo – comento Aoi.
    – Aoi, ya te dije que no estoy enfermo – suspire con cansancio.
    – Aun si lo dices deberías descansar – se levantó del sillón – Gracias por el chocolate, nos vemos en la escuela – se despidió de mí – Buen día – se despidió de mi madre.
    – Cuídate camino a casa – se despidió ella – Hijo, quizás deberías descansar.
    – Estoy bien, estoy bien – no quería darle preocupaciones innecesarias.
    Luego de ayudar a mi madre con algunas tareas del hogar, decidí salir a dar una vuelta por la calle, no era tan tarde, además solo caminaría por el parque que está a unas cuadras de mi casa.
    – Que bien se siente caminar sin pensar en alguna preocupación – me dije a mi mismo, este paseo se sentía muy normal, podía olvidarme de todo por un momento, de que pertenecía a Crime Scarlet, del miembro de la Legión Naranja, al final no me explicaron claramente cuál era su relación con la Legión Azul, de la Legión Azul, de la otra realidad, de Aoi. No es que quiera olvidarme de él, es solo que últimamente me siento extraño junto a él, eso me asusta en cierto modo.
    Sentí como alguien tomaba mi brazo, jalándome con fuerza, termine retrocediendo algunos pasos y cayendo al suelo, inmediatamente frente a mí vi como un auto paso a gran velocidad, me hubiera atropellado de no ser por quien me ayudo.
    – Gracias – me gire a ver al responsable, mi expresión de alivio y agradecimiento cambio a una de sorpresa al ver a la persona frente a mí.
    Chaqueo su lengua con molestia al verme – Así que eras tú, sabiendo eso te hubiera dejado morir – saco la lengua con burla, Koichi sigue igual que siempre.
    Me levante del suelo para ponerme a su altura, aun si él era un par de centímetros más altos, no me dejaría intimidar – Pues perdiste tu oportunidad – le dije con cierta burla.
    – Quien dice que esa fue mi única oportunidad – sonrió con burla y malicia, aquella sonrisa me causaba escalofríos – Pero sería muy aburrido solo hacerlo.
    – No me subestimes – me puse serio, sentía como si él se burlara de mí, pensando que puede matarme cuando quiera.
    – No lo hago, después de todo sé que estas con esos idiota de Crime Scarlet, no estoy tan chiflado como para pelear contra Aoi – rodo los ojos – La pelea entre dos contratistas, como nosotros, sería demasiado pareja y muy reñida, no gracias – bufo con molestia.
    – Cierto… tú eres un contratista – susurre.
    – Alguien dele a este chico el premio a la inteligencia – se burló mostrando una sonrisa socarrona.
    – Di lo que quieras… solo me quede pensando…
    – Milagro.
    – Si me dejaras terminar – pedí algo irritado, él solo me vio con diversión – Tú eres un contratista significa que diste algo a cambio de tu gran poder… Tú mataste a Tatsuya, el anterior líder amarillo… ¿Por qué elegiste al Líder Amarillo? – pregunte con tono tranquilo.
    – No creo que este sea un lugar adecuado para hablar de eso – me respondió con aburrimiento– Además, no tengo porque responder aquella pregunta – hablo con tono frio.
    – Solo me preguntaba aquello… después de todo él tiene cierta conexión con Crime Scarlet, supongo que también debió tener algo que ver contigo…
    – Crime Scarlet… ellos no te han – suspiro, ahora su mirada se mostraba aburrida – Solo vete antes de que te rompa un brazo – a pesar de su amenaza su tono era cansado.
    – Entonces tenía razón, tú tienes algo que ver con él…
    El ambiente se cubrió de un humo color negruzco, quedando solo ambos en lugar, no sabía si el resto de las gentes o los edificios seguía allí, quizás esta también era una ilusión del otro.
    – Si no te han dicho nada, no vengas a buscar respuestas conmigo, yo ya no tengo que ver con esos idiotas de Crime Scarlet, tampoco tengo relación con el anterior Líder Amarillo, solo sé lo que hizo, y lo que yo hice, lo hice porque quise, no hay motivo alguno en especial – se encogió de hombros – Necesitaba apoderarme de una legión, y la Legión Amarillo me pareció la adecuada.
    – ¿Por qué necesitas una legión?
    – Sabes eres demasiado descuidado – se acercó a paso lento, su mano tomo mi cuello, apretándolo un poco, empezaba a asfixiarme – Te lo advertí la vez anterior, que sería yo quien te devoraría – sus labios formaron una sonrisa arrogante y socarrona, la distancia entre nuestros rostros disminuía a cada segundo – Cuando termine contigo, terminaras suplicando por más…
    Se alejó rápidamente, entre nosotros paso un pedazo largo y afilado de hielo como si fuera una bala. Koichi me soltó antes de soltar una carcajada.
    – Eso esa bien… sabía que eras celoso pero nunca imagine que reaccionarias así.
    Tosí un poco, tome una bocanada de aire para recuperar el aliento, mire quien había sido el que arrojo el pedazo de hielo.
    – Quita tus manos de encima de él – hablo Aoi, su tono era frío, podía jurar que su mirada mostraba enojo.
    – ¿Por qué?... ¿Acaso es tu nuevo juguete?
    ¿Juguete? No sé de qué estará hablando Koichi, pero no me gusta a donde va l conversación.
    – Nunca he tratado a nadie como mi juguete – respondió Aoi con tono frío.
    – ¡No te hagas el tonto! Todos los de Crime Scarlet son tus juguetes, no te importan, ¡Nunca te importaron! – apretó sus puños.
    – Lo que paso es un tema aparte, tu caso fue diferente, tú fuiste quien abandono la Legión Azul, nadie te obligo.
    Me sorprendí al escuchar esto, ¿Koichi estuvo en la Legión Azul? ¿Cuál es su conexión con Aoi y los demás?
    – ¡Ya basta! Me niego a seguir hablando frente a este novato inútil.
    El lugar volvió a tener color, estábamos en la calle de hace solo unos momentos, aun así la tensión entre ellos era la misma.
    – Kaito, vámonos – ordeno Aoi, antes de que pudiera responder algo me tomo de la muñeca para llevarme junto a él, mire de reojo a Koichi, quien solo apretaba los puños con la mirada baja. Me pregunto cuál es la verdadera conexión entre ambos, pero si Koichi pertenecía a la Legión Azul antes por eso Sachi menciono aquella vez que su poder se comparaba al de un miembro de Crime Scarlet, si fuera así, hay una posibilidad que tuviera una conexión cercana con Aoi, es raro, me asusta pensar que ellos fueron cercanos antes, después de todo, yo apenas hablaba con Aoi y hace poco me he enterado sobre la otra realidad. Yo no sé nada de sus relaciones pasadas.


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    Notas finales: conste!! que Kaito se refiere a relaciones amicales...por ahora ewe jejeje Kaito es tan idiota que no sabe que ya cayo antes Aoi desde hace muchoooo xD lol lo siento, amo hacerle buylling~~ el buylling es amor C: XD lo sé corto, pero creo que es necesario(?)
  3. .
    Notas inciales: ah pues lalalaalalalalalala~~

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    Capítulo 16:

    Estúpido Aoi, con su estúpida mirada azul claro, un bonito azul claro, estúpido Aoi con tu estúpido cabello azul, un sedoso cabello azul, estúpido Aoi con tus estúpidas facciones perfectas, que te hacen ver tan guapo, estúpido Aoi que ahora estás leyendo para la clase el libro que indico la profesora, tu voz suena tan tranquila, apacigua mi alma.

    ¡¿Pero qué mierda estoy pensando?! Como diría Sachi: Santas Mariconadas. Debo dejar estos estúpidos pensamientos, también debo dejar de decir la palabra estúpido, si la repito tantas veces pierde el sentido.

    – Houjo Kaito por favor continúa la lectura – pidió la maestra.
    ¿Eh? ¿Dónde rayos nos quedamos? Juraba que en mi expresión se mostraba lo que pensaba. Mi mirada de manera instintiva se fijó en Aoi, quien con cautela y disimulo me señalo la parte del libro que estábamos leyendo.
    – ¿Houjo Kaito?... ¿No estabas prestando atención? – la maestra parecía molesta – De ser así, te iras afuera y cargaras las maletas de todos…
    – ¡No! Si prestaba atención – me puse de pie para comenzar a leer, salvándome así de un castigo.
    La clase transcurrió sin ningún hecho parecido, ya que me concentre para no cometer el mismo error. La hora del almuerzo llego, finalmente podre distraerme.
    – Kaito – justo a la persona que no quería ver.
    – Aoi – respondí simple, él solo me miro – Si vas a decirlo algo dilo.
    – ¿Estas enfermo?
    – ¿Y eso? – me extrañe.
    – No eres el alumno más listo, pero tampoco eres tan descuidado y tonto como para no prestar atención, sabiendo que a esa profesora le gusta poner castigos raros.
    Sus palabras a pesar de que parece que me insulta, es básicamente un: ¿Por qué estas distraído?
    – Por favor resume tus preguntas sin necesidad de insultarme o mencionar mis debilidades académicas – suspire con cansancio.
    – Lo intentare para la próxima vez.
    – No estoy enfermo… solo… – le mire fijamente, él me devolvió la mirada, al final yo cedí, desvíe la mirada. Estúpido Aoi.
    – Tu cara esta roja…
    – Mi cara no está roja, y si esta roja es porque yo digo que esta roja – empecé a hablar idioteces.
    – ¿Desde cuando tienes fiebre? – arqueo una ceja – Sabia que comer tanto helado solo produciría que te enfermaras… y adelgazaras…
    – ¿Por qué mencionas mi peso ahora? – pregunte con sorpresa y cierta vergüenza.
    – Creo que no estas comiendo adecuadamente – fue directo – Al comer helado, te quita el apetito antes del almuerzo o cena.
    – Entiendo eso pero… ¿Por qué dices que adelgace? – Él no tiene manera para probar eso.
    – Ayer tuve la oportunidad de abrazarte, te sentí bastante delgado.

    Mi rostro comenzó a arder al escucharle decir aquello. Ya estaba olvidando lo que paso ayer y él fácilmente me lo recuerda.

    – Sí adelgace debe ser por el entrenamiento, el helado no tiene la culpa – me cubrí la mitad del rostro con una de mis manos, me sentía avergonzado.
    – Esa también es una posibilidad.
    – ¿Podemos dejar de hablar sobre lo ocurrido ayer? – pedí mirándolo por algunos segundos antes de desviar la mirada nuevamente.
    – ¿Por qué? – sentí en su mirada cierta intriga.
    – No voy a decírtelo…
    – Entonces seguiré hablando de eso y de todas las cosas vergonzosas que dijiste.
    – ¡Es muy vergonzoso! – me exalte un poco al pensar que podría llegar a decir lo ocurrido a los demás, luego recordé que, uno, a Aoi le gusta molestarme y dos, que no puede decírselo a los demás porque fue en la otra realidad.
    – Lo sé, eres muy cursi cuando quieres.
    – ¡¿Yo?! – me moleste ahora, si, lo que dije fue muy vergonzoso, pero Aoi también participo, así que yo no fui el único cursi.
    – Saben, como toda amante de las relaciones entre parejas homosexuales... Ósea fujoshi… me gusta verlos pelear chicos para poder fantasear escenas que terminan en resultados sexuales… pero no sé si el mejor lugar sea el pasillo – hablo Sachi. No sé en qué momento habrá llegado, pero no me da buena espina lo que dirá.

    – Creo que ella es la enferma – susurre.
    – Gracias – sonrió ella ampliamente. Eso no fue un cumplido – Ahora díganle a mama Sachi porque peleaban, para poder cumplir mis fantasías– sonaba más emocionada de lo normal.
    – Primero, no hacíamos nada que cumplan tus fantasías – explique – Segundo, no puedes relacionar todo con el amor entre hombres.
    – ¿A qué no? – Sachi parecía ahora motivada. Carajo – Díganme que estaban haciendo – pidió Sachi.
    – Conversando – respondí.
    – Bien, ahora este es el escenario – empezó a hablar con voz de narrador de película – Ambos conversaban, ¿Dé qué?, muy simple, hace poco tuvieron su primera noche juntos, pero fue algo que se desencadeno por la pasión del momento, Kaito como es obvio fue el pasivo, se sentía avergonzado por perder su supuesta hombría con otro hombre – ¿Ella acaba de decir supuesta hombría? – Aoi como siempre tan directo e inexpresivo, le dejo claro que no lo dejaría ir, que ahora era suyo por siempre – termino mirándonos con ilusión pura.
    – No – sin saberlo, Aoi y yo respondimos al mismo tiempo.
    – Que lindo, incluso se sincronizaron – sonrió alegre.
    – Sachi tu deducción no es correcta, solo creo que Kaito tiene fiebre, pero él se niega a aceptarlo – hablo Aoi con total calma.
    – Es porque no estoy enfermo, solo estoy algo distraído… saben… han pasado muchas cosas – suspire con cansancio.
    – Ahh… si es por eso, entonces creo que es comprensible – Sachi sonrió de manera ligera con amabilidad – Aun eres un novato, y quizás esta experiencia fue chocante para ti… pero es parte de la vida… Todos los seres están destinados a morir algún día.
    – Estoy consciente de eso… nada es para siempre – suspire – Pero no quiero hablar más de eso, así que vamos a comer o la hora del refrigerio se acabara pronto – sonreí alegre. La campana sonó justo al terminar de decir esto.
    – Tienes mala suerte hoy – rio alegre Sachi para volver a su salón.
    – No comí nada – iba a morir de hambre en la siguiente clase, lo sé.
    – Toma – Aoi me mostro una galleta salada – No es mucho…
    – ¡La quiero! – la tome rápido para comenzar a comer mientras íbamos de regreso al salón. Gracias Aoi.


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    Notas finales: Sé que es corto pero me gusta que esten un tiempo con su vida normal y el romance en vez de la accion(?) eso vendra despues C: hoy lloveran sapos (?) porque Shana puso conti el jueves C: cosa que nunca hace XD
  4. .
    Hi hi~~ aqui Shana luego de mil año trayendo conti XD en fin la vida de Shana es algo desordenada por lo cual recien sube conti C: ~~ espero ordenar todo pronto ;A; XD

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    Capítulo 15:
    Hoy era un día común, como cualquier otro, la misma rutina, ir a la escuela, ayudar a mi padre con las practicas a los alumnos, una rutina ya establecida, que para muchos podría ser aburrida, quizás la era, quizás no, realmente no notaba la diferencia, después de todo hace mucho tiempo no tengo la necesidad de sentir emoción alguna. La vida es muy simple para mí, veo todo en escalas de grises, muy pocas cosas o personas tienen un color. Aun si mi visión de las personas a mi alrededor, de los lugares, de la vida sea tan aburrida y sin color, aun para mí es posible ver un color brillante entre tantos sombríos, es un color cálido y hermoso, su nombre es Luis.
    Me acerco a él, mientras caminaba por la calle, tomo con suavidad pero firmeza su manga, tratando de llamar su atención. Él giro un poco su cabeza, solo lo suficiente para verme.
    – Buenos días – me saludo con su tono tranquilo e indiferente, su expresión era tranquila y su mirada distante, parecía el mismo de siempre, pero sabía que no era así. Asentí en señal de saludo, solté su manga – Lo siento, debí esperarte para ir a la escuela… se me olvido.
    Está mintiendo. Negué con la cabeza en señal de que no importaba.
    Así es nuestra relación, no suelo hablar más de lo necesario, prefiero las preguntas directas y sencillas, aquellas que se puedan responder con un asentimiento o negando con la cabeza. Luis habla cuando quiere, con quien quiere y si tiene la gana. Nosotros no hablamos mucho, pero el silencio no me incomoda, me gusta el silencio, así puedo escuchar mejor lo que me susurra el viento.
    – ¿Podrías volver solo hoy a casa?... No podré acompañarte hoy – hablo de repente, yo solo asentí, sin pedir explicación alguna. Sé el motivo de que no pueda acompañarme, sé el motivo de su cambio, aun así, no puedo decir o hacer algo para que se sienta mejor.
    Al llegar a la escuela, él se despide con un seco: “Nos vemos”, como es costumbre, ingreso a mi salón tranquilo y me siento en mi carpeta, esperando en cualquier momento un abrazo, ya programado.
    – ¡Kaze! – me abraza alegre – Buenos días – me saluda alegre, Sachi también tiene un color diferente a la típica escala de grises que observo. Asiento con la cabeza, es mi manera de devolverle el saludo – ¿Pasa algo? – pregunta curiosa, se dio cuenta.
    Me quedo unos segundos pensando, luego asiento nuevamente.
    – ¿Es por Luis? – deduce ella, vuelvo a asentir – Ya… me lo imaginaba – se separa, rompiendo el abrazo, se pone frente a mí – Es una reacción normal incluso para él, por el momento solo puedes darle tiempo – explico tranquila, pero sabía que diría luego algo incoherente o vergonzoso, para levantarme el ánimo – Y claro muchos besitos – sonrió alegre.
    Ladee un poco la cabeza, respecto a eso, nosotros llevamos saliendo desde el año pasado, aunque no sé si salir sea el termino correcto, nada ha cambiado en nuestra relación, él me recoge y me acompaña al volver a casa, jugamos videojuegos, a veces almorzamos juntos, va mi casa para explicarme temas de la escuela que no entiendo, me ayuda a entrenar artes marciales, eso es desde que íbamos en primaria, lo único diferente ahora sería…
    – Besos – susurre más para mí mismo.
    – ¿En serio lo harás? – pregunto Sachi con una mirada brillante, había olvidado que seguía aquí. Me encogí de hombros en señal de que no sabía – Bueno, todo con calma – sonrió alegre – Con que estés a su lado es suficiente, él sabe que le das tu apoyo aun si es de manera silenciosa.
    Asentí solamente. Quizás Sachi tiene razón, desde pequeños mantenemos la misma relación, nunca he sido muy comunicativo y él entiende todo lo que trato de transmitir solo con miradas o gestos.
    Las clases eran igual que siempre, sin ninguna novedad que valga la pena comentar o siquiera hacer mención.
    El timbre de salida sonó a la misma hora de siempre, aun si hoy no era igual a otros días, guarde mis cosas y salí del salón en silencio, hace mucho tiempo que no vuelvo solo a casa, supongo que así se siente la soledad. La soledad es un sentimiento que solo puedes experimentar cuando sepas que es la compañía, o eso es lo he oído decir, particularmente nunca me he sentido solo, siempre escucho el susurro del viento, pero cuando no está Luis, siento como si faltara algo, me pregunto porque.
    Decidí tomar un camino más largo para volver a casa, no tenía prisa por volver. Pase cerca de un restaurante de comida familiar, me empezaba a sentir hambriento, debería volver rápido. Corte camino cruzando por un parque que se encontraba junto a un arcade.
    – Por eso… me gustas… por favor, acepta mis sentimientos – escuche la voz de la chica, no la conocía pero supongo que era bonita, o al menos se veía más bonita que una chica promedio.
    Ella había abrazo a Luis, besándole en los labios, él solo se quedó quieto, ella finalmente se separó luego de un rato.
    Solo vi la escena, me aleje sin esperar a oír respuesta de Luis, su mirada lo decía todo, él ni siquiera estaba escuchando a aquella chica, ni siquiera le prestaba atención, me pregunto, ¿Por qué empiezo a sentir cierto malestar? Quizás tenga mucha hambre.
    Al llegar a casa almorcé, termine satisfecho pero aun así seguía ese malestar, quizás debería preguntar sobre él, pero no puedo hacerlo con mi familia, no saben de mi relación con Luis, porque no veo la necesidad de decirles, así que quizás debe hablarlo con Sachi. Me dirigí a mi habitación, abrí mi cuaderno de dibujos, me gusta dibujar, es una manera para distraerme, así podría olvidar mi malestar, así fue por un momento.
    No podía concentrarme para dibujar, era extraño, no me había pasado esto antes. Observe dibujos anteriores, encontré uno en donde estaban Daniela y Luis. Ese debe ser el motivo de mi malestar, la muerte de Daniela.
    Quizás, Luis también actúa extraño por eso, ellos eran medios hermanos, Luis es el hijo de la amante de su padre, cuando su madre murió, él fue criado por la madre de Daniela, ella era una persona realmente amable, si ella supiera que perdió a su hija, seguro se sentiría triste.
    Daniela murió para salvar a mi hermana, Yukiko, pero ella no sabe de esto… Si yo hubiera cuidado a mi hermana como es debido, Daniela no habría muerto. Este pensamiento me sorprendió. Se seguía repitiendo en mi mente una y otra vez.
    La puerta de mi habitación fue a abierta, ni siquiera voltee a mirar quien era, sabía que era Luis, su aroma era inconfundible, aun si estuviera mezclado con perfume de aroma frutal.
    – Kaze – escuche su voz llamando, se escuchaba lejana, ese pensamiento resonaba continuamente en mi cabeza, no me dejaba escucharlo bien – Kaze – volvió a llamar, esta vez logre escuchar su voz, aquel pensamiento se había desvanecido, él sostenía mi brazo con cierta fuerza. Le mire para indicar que me dolía, pero aun así no me soltaba.
    – Duele – dije por fin al notar que no me entendió. Él me soltó de manera lenta.
    –…Lo siento – se disculpó. No dijo nada, el silencio nuevamente reino entre nosotros, pero ahora, me sentía incómodo. Él tenía la mirada baja, como si no quisiera verme, como si hubiera hecho algo malo o algo que lo avergonzara, aunque no entendía esa reacción, Luis no ha hecho nada malo, soy yo quien ha cometido un error.
    – Quiero dormir – dije por fin, causando que me mirara con cierta confusión – Tengo un asunto pendiente allí – explique con mi voz baja de siempre.
    – Ah… – fue lo único que respondió, no se movió de su lugar.
    – ¿Puedo?... ¿Puedo dormir? – le pregunte al ver que no se movía.
    – Kaze no tienes que pedirme permiso – él parecía estar molesto ahora. Mire hacia la puerta.
    – No puedo si estás aquí, observándome – explique para mirarlo nuevamente.
    –…Sí… tienes razón… lo siento…
    – ¿Por qué te disculpas? – pregunte mientras me acostaba en mi cama – Luis no ha hecho nada por lo que deba disculparse – abrace mi almohada, cerré los ojos.
    Al abrir los ojos, estaba en mi otro cuarto, me levante con tranquilidad para salir de la mansión de la legión Azul. El clima era igual que siempre, el cielo gris, el sol apenas brillaba en el cielo, el suelo infértil y sin vida.
    Un asunto me estuvo rondando por la cabeza, cuando Yukiko llego a este mundo, el viento mi dijo que otra presencia fue la que le alejo de la torre. Esa era una criatura de la que no había percibido olor antes, pero si hay una persona que puede decirme si ese día hubo una presencia extraña o no, es Gii.
    Gii pertenece a la Legión Naranja, la cual es la más pacífica de todas, permanece completamente neutral e incluso sus habitantes viven en la superficie, asemejándose a una pequeña villa escondida. En los límites de esta vive Gii, este no es su nombre, pero todos le llaman así, se nos hizo una costumbre a aquellos que venimos aquí de vez en cuando llamarlo así también.
    – ¿Qué te trae por aquí miembro de Crime Scarlet? – hablo con tono serio al verme.
    – Solo quería consultarte sobre el asunto reciente.
    – No sé nada más que lo que hay he dicho acerca de su miembro llamado Daniela.
    – No me refería a eso, la otra chica con quien estaba… ella se alejó de la Torre porque un ser que no tengo identificado le incentivo a esto… ¿Sabes de algún ser fuera de lo común?
    – Un ser fuera de lo común – su mirada se ensombreció, el color que adquirió fue cada vez más sombrío.
    – Sabes algo – no lo acuse, simplemente dije la verdad. Él me dedico una mirada fría.
    – Sígueme – fue directo para empezar a caminar, obedecí sin poner protesta.
    Nos alejamos de la Legión Naranja, no sabía a donde vamos, solo escuchaba como el viento me decía que tuviera cuidado, que Gii en este momento no era el mismo, soy consciente de esto, puedo saberlo con solo mirara a los ojos, pero por eso mismo debó seguirlo, quiero saber quién es aquel que tomo posesión de Gii y está involucrado en este asunto.
    – Eres demasiado listo para ser parte de esos brutos de Crime Scarlet – se detuvo en medio de una de las tantas zonas neutral. No respondí – Es por eso que necesitas ser eliminado.
    Antes de que pudiera realizar algún hechizo o lanzarme alguna posición, el viento lo arrastro lejos, a unos metros para mantenerme seguro por ahora.
    – Hay esta otro problema contigo, ¿Qué clase de pacto raro es ese? Hasta ahora no tengo conocimiento de otra persona a quien su elemento proteja por si mismo.
    – ¿Pacto? – No entendí a lo que se refería, ladee ligeramente la cabeza.
    – Ya veo, así que no eres consciente, eso es todavía más fastidioso de lo que esperaba, así que pondré fin a tu vida, aquí y ahora.
    – Antes de que hagas eso, ¿Quién eres? ¿Por qué tienes el cuerpo de Gii?
    – Así que también te has dado cuenta de eso – su mirada se volvió más sombría – Tienes razón, este muchacho es solo una marioneta, ahora que lo sabes entiendes que no voy a contenerme, ¿Cierto?
    Me di cuenta de sus palabras, al no poder mover mi cuerpo, la sombra que el proyectaba se había unido a la mía, impidiendo moverme así.
    – Esto será fácil, un movimiento y estarás muerto – se acercó deprisa pero se detuvo, el viento había formado un escudo a mi alrededor – Maldición, pensé que si te inmovilizaba esa absurda habilidad tuya se detendría.
    – Aun si no puedo moverme, el viento me protegerá, ahora por favor sal de cuerpo de Gii para que pueda destruirte – pedí tranquilo, esperando que acepte mi petición sin protestar.
    Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro, el suelo debajo de mis pies tembló, duro menos de un segundo pero se formó un cráter, estaba por caer en este cuando sentí una mano tomando la mía con fuerza, mire a la persona que me salvo – Luis – susurre su nombre.
    Decidí elevarme para poder salir, aterrizaron suavemente sobre la tierra – Lo siento, debí hacer esto antes.
    – ¿Qué crees que estabas haciendo? – parecía molesto. No lo entiendo, no respondí y dirigí mi vista hacia donde estaba Gii pero no estaba, lo más seguro es que se fue cuando sintió a Luis, él que le posee sabe que debe tener cuidado de no ser descubierto por otro.
    Avance unos pasos, alejándome de Luis, intentando buscar si Gii había dejado algo.
    – Kaze – escuche que me llamo, pero no respondí – Kaze…. ¡Kazehaya!
    Me gire a verlo, le mire, esperando a que dijera algo, pero no lo hizo, solo me miro, así que me gire para seguir observando el suelo.
    – ¡¿Puedes decir al menos una palabra?!
    – Gracias por salvarme – fue lo único que dije, me puse en cuclillas, observando la sustancia color negro en el suelo, era pequeña y parecía viscosa, además que tenía un fuerte hedor a veneno, aquella sustancia desapareció rápidamente.
    – Kazehaya – me llamo de nuevo por mi nombre completo, me puse de pie para mirarlo nuevamente.
    – ¿Qué?
    – ¿Paso algo?
    – No lo sé… No puedo asegurar nada todavía.
    – Entonces paso algo, ¿Qué fue lo que paso? – su tono era severo y exigente. No me gustaba eso.
    – No puedo dar un informe sin información necesaria…
    – ¡No me refiero al maldito informe! – me sorprendió su grito por lo cual retrocedí un paso – Dime, que fue lo que paso – sonaba ahora preocupado.
    – Luis… actúas extraño… estas molesto, estas preocupado… no puedo entenderlo – baje la mirada. Unos brazos me rodearon, abrazándome con fuerza, Luis me abrazaba mientras ocultaba su rostro en la curvatura de mi cuello.
    – Han pasado muchas cosas… la muerte de mi hermana… me hizo pensar… no somos tan fuertes… no lo suficientes… no soy fuerte, no tanto como creí… no soy lo suficientemente fuerte para protegerte Kazehaya… no quiero perderte a ti también.
    Estas palabras me sorprendieron, pensé que él estaba molesto conmigo por ser en parte responsable de la muerte de Daniela, pero no es así, él se preocupa por mí. Antes de poder decir algo, el viento separo violentamente a Luis.
    Él me miro sorprendido, yo le mire y le indique con la mirada que esperara, al parecer me entendió ya que tomo una postura tranquila. Escuche atento todo lo que me dijo el viento, al parecer tenía una razón para separarlo de mí.
    – ¿Por qué demonios besaste a esa chica y ahora estas arrepintiéndote como imbécil diciendo que no quieres perderlo?, dijo el viento – le transmití el mensaje al otro.
    – ¿Me viste? – parecía sorprendido.
    – Maldito lujurioso, dice el viento.
    – Eso no es cómo crees, es cierto esa chica se me declaro, pero ni siquiera la escuche, mi mente estaba en otro lugar, es más ni recuerdo su rostro – Eso ya lo sabía, Luis normalmente no presta atención a personas que no le interesan, se nota en su mirada claramente esto.
    – Aun así no debiste dejar que te besara, dice el viento.
    – Sé que estuvo mal, y créeme, me arrepiento, debí rechazarla cuando dijo que la acompañara.
    – Pues por eso no te dejare que te acerques, dice el viento.
    ¿Eh? Yo no entiendo qué importancia tiene si Luis beso a esa chica o no, pero el viento debe saber lo que hace.
    – No puedes prohibirme eso, Kazehaya es mi novio.
    – ¡Ja! ¿Novio dices tú? Ni siquiera se lo preguntaste, solo le dijiste que serían novios sin pedir su opinión, dice el viento – ¿Acaso uno pregunta para ser novios? Pensé que era algo normal decir que la otra persona era tu novio o novia y se hacía realidad, así fue como me lo dijo Luis, un día sin previo aviso me dijo: “Somos novios”.
    – ¿Puedo hablar con Kaze?...
    – ¿Sobre qué vamos a hablar? – pregunte ladeando la cabeza.
    – ¿Te molesto que te dijera así de directo que somos novios?
    – No lo sé, no sé los procedimientos respectivos para ese tipo de relaciones, solo asumí que era normal.
    – Entonces si te lo pregunto, ¿Qué responderías?
    – No lo sé – confesé – No veo mucho cambio a nuestra relación de antes con la de ser novios… solo que ahora nos damos besos – no creí que este fuera un cambio significativo.
    – Quizás debo cambiar el enfoque – tomo mi mano, llevándome hacia la Legión Azul. No entendí a qué se refirió.
    Llegamos a la legión Azul, entramos a la mansión, no había nadie a la vista, quizás estaba en sus cuartos, Luis me llevo a la planta inferior, donde estaban todos los cuartos, allí me siguió guiando hasta llegar a su habitación, me soltó suavemente.
    – Entra – dijo abriendo la puerta.
    – No puedes obligarlo, aún tiene catorce años, dice el viento – No entendí porque mencionar mi edad ahora.
    – No voy a hacerle nada – al parecer el comentario del viento molesto a Luis – ¿Puedes pasar, Kaze? – Solo asentí y pase, sin hacer caso al viento, quien me repetía que era muy joven.
    Me senté en la cama de Luis, le mire fijamente, esperando a que dijera algo.
    – Vamos a hablar – puntualizo la última palabra, extrañamente deje de escuchar la voz del viento quejándose – Escucha Kaze, sé que no soy la mejor pareja.
    – Y eres idiota, dice el viento.
    – Por favor dile que no intervenga en esta conversación…
    Le pedí amablemente al viento que no interviniera, a regañadientes dijo que lo haría.
    – Como iba diciendo, sé que no fue correcto de mi parte, hace un año, cuando íbamos camino a tu casa, decirte directamente: Somos novios, y luego besarte en los labios…
    – ¿Eso no es lo normal?
    – No… normalmente, se le pregunto a la otra persona si quieres ser su pareja.
    – Ahh… ¿Eso afecta en algo nuestra relación? – ladee la cabeza – A mí no me molesta que lo dijeras directamente, si lo preguntabas seguro respondería con un: No sé.
    – Lo sé, por eso mismo fue que simplemente lo dije… No creo que afecte nuestra relación, pero si hay algo que podría hacerlo, es no explicarte lo que hacen los novios.
    – ¿Los novios hacen cosas?...
    – Sí…bueno… van juntos a casa, estudian juntos, dan paseos, como ir al parque, a comer, a divertirse…
    – Pero todo eso lo hacíamos antes de nuestra relación.
    – Sí, pero eso también se puede hacer con los amigos.
    – ¿Entonces somos amigos? – Estaba confundido.
    – Primero fuimos amigos, pero hay algo que no hacen los amigos – se acercó a mí, antes de que pudiera preguntar que era, me beso en los labios, con la punta de su lengua acaricio mis labios, los separe, dejando ingresar su lengua, era caliente, se sentía bien, sentir como acariciaba mi lengua, como la entrelazaba con la suya, como me quitaba el aliento por el beso intenso, se separó luego de algunos segundos, solté un pequeño suspiro por esto.
    – Besos…
    – Exacto, los besos se dan entre las parejas, y es algo que ambos quieren darse, hay otras cosas pero…
    – ¿Otras cosas? – pregunte con algo de curiosidad.
    – Sí… otras cosas…
    – ¿Cómo cuáles?...
    – Muchas cosas…
    – Estas evadiendo la pregunta…
    – Si tan solo no estuviera el estúpido viento – murmuro, yo lo escuche fuerte y claro.
    – Es muy joven, dice el viento – transmití el mensaje.
    – ¿Kaze hay alguna manera de que el viento no interfiera?
    – No lo sé… supongo que si se lo pido…
    – ¿Puedes pedírselo?...
    – Supongo.
    Le pedí al viento que no interfiriera con la conversación, pero solo me prometió que no alejaría bruscamente a Luis, supongo que eso es suficiente.
    – Listo – asentí suavemente.
    – Te enseñare otras acciones que hacen solo las parejas, es una manera para demostrar su amor.
    – ¿Demostrar su amor? – pregunte ladeando la cabeza. Esto es difícil de comprender.
    – Sí – me recostó en la cama, lo vi posicionarse sobre mí, me miraba fijamente, sentía como si aquella mirada me quisiera transmitir algo, era de cierta manera muy intensa por lo cual desvié la mirada. Él me miro así cuando me dijo que sería su novio.
    Sus manos comenzaron a desabotonar de manera tranquila la camisa negra que llevaba, el tacto frio de sus manos con mi piel me hizo estremecer, sus dedos fríos comenzaron a acariciar mi pecho desnudo, arquee mi espalda como reacción. Sus labios se posaron sobre los míos para formar un suave beso, acto seguido con ellos comenzó a acariciar suavemente mi cuello, sentía un poco de mosquillas, las cuales se fueron al sentir los besos del otro que bajan hasta la zona de mi pecho.
    – Luis – susurre, mi cuerpo comenzaba a sentirse más caliente.
    – No putas vergas mames – la voz de Marshall interrumpió los actos de Luis.
    La puerta estaba abierta, allí observando estaban Sachi y Marshall.
    – Carajo si van a hacer sus cochinadas homosexuales al menos cierren la puerta – se quejó.
    Luis se levantó, pero antes me cerro los botones de la camisa.
    – Tu ganas esta vez viento – oí su susurro.
    – Marshall, idiota vampiro pasiva que no quiere admitirlo, déjame disfrutar en paz – se quejó esta vez Sachi.
    – Menos mal vine o esta voyerista iba a estar aquí desangrándose todo el día – sonaba molesto.
    – ¿Cómo es que sabes esa palabra? Se supone que eres un idiota.
    Luis dio un portazo y cerró la puerta con llave. Lo único que pude oír fue como ellos siguieron discutiendo, alguno que otro golpe y luego como se alejaban.
    – Solo vamos a dormir – pidió Luis, escuche cierta resignación en su voz. Asentí.
    Se acostó a mi lado, me miró fijamente durante algunos minutos, me quería decir algo, pero creo que no estaba seguro de decirlo.
    – Kazehaya – me llamo para que le prestara atención – Si vas a hacer algo estúpido como hoy… al menos pídeme que vaya contigo.
    Se refería a lo que paso hoy, aun no le he dicho sobre Gii, el ser que lo controlar y la posible relación que tiene que ver con que atrajera a mi hermana cuando vino aquí.
    – De acuerdo – respondí con mi usual tono bajo.
    – Por favor… no hagas nada así de nuevo – susurro mirándome fijamente, parecía como si quisiera grabarme en su mirada.
    – Te prometo no morir antes que tú – aquellas palabras lo sorprendieron, tomo su mano, un suave agarre.
    – Yo te prometo lo mismo – entrelazo nuestros dedos, su mano es cálida, estar así, me hace creer que todo tiene un color brillantes, tan brillante como él, Luis.


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    No saben como tengo ganas de dibujar al viento y a un Kaze chibi serian tan lindo C: el viento debe proteger la inocencia de Kaze C:< es necesario D:< ok ya XD lamento el restraso y nos vemos en el siguiente capi~~ Las cosas se pondran quizas un poco revueltas(?) osea vendran más malos(?) no soy buena con los adelantos ;W;
  5. .
    Pues hoy es sábado!! lo sé Shana no cumple sus promesas(?) pero es que realmente se me hizo difícil escribir esta parte u3u

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    Capítulo 14:

    La mujer tenía mucho parecido con Aoi, a excepción por los ojos, los ojos eran del mismo color que los de Sapphire. Madre e hijo iban caminando a paso tranquilo por el lugar.

    – Mamá – la voz de Aoi era más aguda por ser un niño – ¿Dónde estamos? – pregunto el pequeño con curiosidad.
    – No te preocupes, estamos en una zona cercana a la Legión Azul, pero esta es llamada Zona Neutral – explico la mujer con tranquilidad.
    – ¿Zona neutral?...
    – Sí, zona neutral… ¿Sabes lo que es?
    – Ah… Sachi me ha hablado un poco – el pequeño tomo una bocana de aire, como si fuera a recitar – Las zonas neutrales son aquellas que no pertenecen a ninguna Legión, aquí habitan los seres que no están de acuerdo con ninguna política de las seis legiones, tampoco aplican al Pacto de Paz que acordaron los lideres hace años, al ser zonas que no son vigiladas son muchas veces usadas para realizar combates o actos que están en contra de todo lo estipulado en la normativa acordada por los lideres – se expresó como si fuera un discurso que sabía de memoria.
    – Muy bien, Sachi te ha estado enseñado bien, eso es bueno – la mujer sonaba complacida al decir esto.
    Es cierto, Sachi ha vivido más tiempo del que aparenta su edad física, no sería erróneo deducir que ella ha pertenecido durante un considerable tiempo a la Legión Azul, después de todo ella le enseño a Daniela el arte de la espada al igual que a mí, seguramente también le enseño esa técnica a Aoi.
    – ¿Cómo te llevas con Marshall? – hablo nuevamente la mujer. Marshall es un vampiro, supongo que su caso es parecido al de Sachi, el estar desde hace tiempo en la Legión Azul.
    –… Cambiemos de tema – pidió el menor suspirando, Aoi se veía de cierta manera lindo de esa manera, debe ser porque es más pequeño.
    – Supongo que aún no congenian del todo… dale tiempo, él no es tan malo… es solo que es un poco difícil de tratar al principio – la mujer sonrió con cierta ternura – Es como un niño pequeño a pesar de tener su edad – comento. Me pregunto cuál será la verdadera edad de Marshall, empiezo a creer que tiene por lo menos cuatro cifras por el comentario.
    – Sé que Marshall no es malo… pero me molesta un poco que no confié del todo en los otros.

    Mira quien lo dice, futuro señor solitario. Quizás debería dejar de pensar así, ahora me pregunto cómo fue que llegue a aquí, normalmente cuando veo los recuerdos de otra persona, es como si fuera una película frente a mis ojos, jamás me ha pasado esto, estar presente en el hecho, según puedo deducir no estoy realmente aquí, soy solo una proyección de mi mente para saber lo que ocurrió aquel día, el hecho de que quiera saber cómo se sintió Aoi, debe haberme llevado a la situación actual.

    – ¿Qué estamos haciendo aquí? – pregunto el pequeño mirando el paisaje.
    – Solo estamos de paseo… necesitas acostumbrarte al lugar… sé que has despertado desde hace solo medio año, quizás estoy poniendo demasiada presión sobre ti… pero es porque quiero que entiendas la situación en la que estamos – explico ella con semblante serio.
    – La guerra… causada por las Legiones hace mucho tiempo… y la persona que las provoco… el líder de la familia Scarlet… Scarlet Antonio…
    – Así es… pero no debemos mencionar su nombre, es un tabú – hablo con expresión seria la mujer.
    – ¿Por qué?
    – Su nombre ha quedado como el peor de nuestra historia, él es el culpable e incluso se dice que tuvo que ver con las demás tragedias… todo por su magia… una poderosa pero peligrosa magia… Transmutación – la mujer se mostraba seria y quizás algo dolida.
    Era la primera vez que escuchaba el nombre de aquella persona causante de la primera tragedia, solo me dijeron que fue un joven que se convirtió en Líder a corta edad, el líder de la familia Scarlet, Antonio, su magia era peligrosa pero poderosa, Transmutación.
    – Entonces es mejor si dejamos de hablar de eso – propuso el pequeño.
    – Tienes razón – sonrió ella de manera suave pero con cariño hacia su hijo.
    Se escuchó el suave sonido de cascabeles. La expresión de la mujer se volvió seria.
    – Aoi… busca donde esconderte – lo dijo casi en orden, el pequeño le vio sin entender.
    – ¿Por qué?... ¿Mamá? – sonaba preocupado.
    – Viene un grupo hacia aquí… sus intenciones son hostiles, lo más seguro es que solo hayan detectado mi presencia y vengan por mí…
    – Entonces… escondámonos juntos, mamá… volvamos a la Legión Azul – pidió con cierto desespero.
    – No soy tan rápida como para volver ahora, además si tomamos ese riesgo puedes verte involucrado, escóndete en una de las grietas de poca profundidad, mamá promete que terminara pronto y ambos volverán, ¿sí? – le sonrió con ternura, intentando calmarlo.
    – Sí lo prometes, sé que es verdad – el pequeño abrazo a su madre antes de correr a una de las grietas algo alejadas, cuando vio que no era muy profunda se ocultó allí, había un espacio libre que se asemejaba a un pequeño agujero, era estrecho, por la parte superior se podía ver a través de una pequeña grieta lo que ocurría en la superficie.

    Me oculte junto a Aoi, ya que solo podía ver lo que el recordaba, decidí ver también por la pequeña grieta.

    Un grupo de diez criaturas apareció, todos animorfos, se notaban por sus orejas y colas, había zorros, gatos y licántropos, todos usaban una máscara blanca que cubría la mitad superior de su rostro, solo uno de ellos no usaba mascara, esta persona era alta, de tez blanca, cabello corto color chocolate, ojos azul opaco, sus orejas y cola eran las de un gato, en su rostro se mostraba una sonrisa maliciosa y llena de arrogancia. Excepto por los ojos, que son azul opaco, es idéntico a la descripción que me dio Sachi de Tatsuya.

    – Líder Amarillo – la mujer tenía una expresión seria y severa en su rostro. Entonces si era Tatsuya, el anterior líder de la Legión Amarillo.
    – Líder Azul – respondió torciendo su sonrisa – Es una gran sorpresa encontrarte en dominio neutral, sabes que aquí pasan… muchas cosas – soltó una risita burlesca y arrogante, el grupo rodeo a la mujer.
    – Estoy consiente… por eso mismo no tendré piedad – la mirada de la mujer era atemorizante y desafiante, esto hizo retroceder un paso a aquellos que tenían puesta la máscara.
    – Deberías saber que será lo mismo en mi caso – el joven mostro expresión seria – Somos mayoría y… soy un Líder de Legión, tengo en posesión la flama del juicio – su mirada se afilo, mostrándose amenazante. Las manos del joven se cubrieron por llamas de diferentes tonos de ámbar, por parte de la mujer fue igual, solo que las llamas eran de diferentes tonos de azul. Esas eran las mismas llamas que uso Aoi la primera vez que me salvo.
    – Estoy consciente de mi desventaja pero – los usuarios de máscaras quedaron atrapados en esferas de agua, impidiéndoles moverse – Lo más adecuado sería un enfrentamiento justo – se acercó rápidamente, con intención de golpearlo, pero se detuvo, no fue porque ella lo quisiera así, su cuerpo se vio forzado a detenerse en aquella posición – ¿Qué me has hecho? – exigió saber.
    – Pensé que había sido claro – sonrió con arrogancia, los de las máscaras se libraron fácilmente de las esferas de agua, uno de ellos levanto su mano, apareció en el suelo, debajo de la mujer, un símbolo extraño – Sabes los animorfos tenemos más posibilidades de aprender nuevas cosas, no como ustedes los usuarios de elementos.

    La mujer intento inútilmente tomar control de su cuerpo.

    – Ahora déjame oír tus gritos – su sonrisa se volvió macabra, su mano derecha aun cubierta por aquel fuego de tonos ámbar, logro formar con aquellas llamas unas enormes garras, con aquellas le destrozo su brazo derecho, el cual termino en el suelo, la mujer no soltó grito alguno, se mordió el labio inferior mientras su expresión cambio a una de molestia – Que irritante…
    – Debo suponer… que has tenido…este plan preparado desde hace un tiempo – hablo la mujer tranquila.
    – Supones bien, pero ya de nada sirve que pienses en eso – respondió con burla.
    – Quizás – susurro, el brazo que fue cortado se empezó a quemar en hermosas llamas azules, cubriendo el suelo en donde estaba el símbolo. La mujer volvió a tener control de su cuerpo, con su mano intacta formo varias cuchillas de agua, lanzándolas hacia los de las máscaras, terminando con sus vidas al decapitarlos.
    – Sabía que no sería tan fácil – chasqueo la lengua molesto, esquivando las cuchillas de agua –Pero has perdido un brazo en una estúpida estrategia… tus llamas no me dañaran mientras tenga las mías propias – llamas de diferentes tonos ámbares cubrieron el suelo, haciendo retroceder a las de tonos azules, ninguna parecía poder hacerse daño.
    – No necesito mi poder de líder para vencer a una escoria como tú – declaro sería, con su mano formo una corriente de agua, volviéndola un remolino.
    – Una escoria como yo tiene varios trucos bajo la manga – sonrió con malicia, saco una pistola de apariencia antigua, la mujer mostro sorpresa – Adiós – se despidió antes de disparar, la bala se disparó envuelta en las llamas de tonos ámbares, dándole directamente en el pecho, un tiro certero que logro destrozar la mayoría de la caja torácica.

    La mujer cayó al suelo, sus labios pronunciaron algo antes de que el otro se acercara para quitarle su cabeza, destrozando su cuello con sus garras.

    – Te pondré en un lindo lugar – hablo a la cabeza de la mujer para irse de allí.
    Aoi se encontraba sorprendido, era lógico verlo en shock al ver morir a su madre, él apretó sus puños con fuerza, se notaba su frustración y tristeza. El pequeño salió de su escondite, para regresar a la Legión Azul, se quedó estático apenas se acercó a la mansión, la cual no había cambiado nada, excepto porque se veía un asta, en la cima estaba la cabeza de su madre.
    –…Mamá… – susurro, fue allí cuando Aoi cambio, su mirada perdió el brillo. El suelo empezó a congelarse y grandes Pilates de hielos se formaron, Aoi estaba desatando su poder por sus emociones, se estaba descontrolando.
    – ¡Aoi! – escuche el grito de Sachi quien venía corriendo junto a Marshall.
    Abrí los ojos, había vuelto, mi frente seguía junta a la de Aoi, le mire a los ojos, su mirada se mostraba dolida.
    – Lo siento – susurre para abrazarlo, en ese momento Aoi debió sentirse frustrado e impotente por no poder hacer nada para rescatar a su madre.
    – No tienes que disculparte – susurro dejando que lo abrace, decidí soltarlo ya que quizás lo incomodaba, pero apenas me aleje unos milímetros, sentí como sus brazos me rodeaban – Lo siento… aun no… por favor aun no te alejes – pidió en susurro, sentí mi corazón latir con fuerza, Aoi es muy cálido.

    Nos quedamos así por un par de minutos más, hasta que sentí como caía sobre algo suave, cuando me di cuenta, era la cama de Aoi.

    – ¿Qué? – pregunte sin entender, Aoi había dejado de abrazarme, ahora estaba sobre mí pero sin aplastarme, sus manos estaba a los lados de mi cabeza – Aoi… ¿Podrías pararte? – pedí con nervios.
    – Ahora es momento de que tú te sinceres conmigo – pregunto con su expresión tranquila, al parecer había vuelto a ser el mismo de siempre. ¡Excepto por esta situación!
    – ¿Yo…? – le pregunte sin entender.
    – Sí, tú – me miro a los ojos – Me dirás la verdad… ¿Por qué?... ¿Por qué no te alejaste aquella vez? – su pregunta aun no era clara para mí – Aquella vez cuando éramos niños… yo trate de alejarte… trate de romper cualquier relación pero… tú seguiste y seguiste insistiendo ¿Acaso eres masoquista? – arqueo una ceja.
    – ¡No soy masoquista! – me queje porque me dijo eso, no soy un masoquista.
    – Entonces… ¿por qué te quedaste a mi lado siendo mi amigo?... o bueno, a lo que se podría llamar amigo quizás el término más adecuado sería como un perrito.
    – ¡Basta ya con eso! – me queje – Tú… eras mi mejor amigo cuando éramos niños… no quería perder eso… además me agradabas mucho y sabía que te dolía la muerte de tu madre, no podía dejarte solo – respondí con cierta vergüenza.
    – ¿No podías dejarme solo? – arqueo una ceja.
    – Es vergonzoso decirlo, ¿Sí? – fui directo.
    – … Ciertamente… muy vergonzoso – una suave sonrisa se formó en sus labios, era una hermosa sonrisa capaz de hacerme sonrojar a más no poder – Entonces… nunca me dejes solo – susurro volviendo a mostrar su expresión tranquila, pero su mirada se mostraba diferente a lo usual, me abrazo suavemente y yo correspondí el abrazo.
    –…Nunca lo hare… te lo prometo – susurre cerrando los ojos.
    – Gracias – escuche su respuesta en un susurro. Finalmente me quede dormido.

    Al despertar, me encontraba en mi cuarto, en el cuarto de mi hogar en la otra realidad.

    – Lo de ayer – recordé y me sonroje un poco al pensar todo lo vergonzoso que dije – No fue un sueño…
    – No lo fue – escucho la voz de Aoi, estaba en mi cama.
    – ¡¿Qué haces tú aquí?! – pregunte sintiendo mis mejillas arder.
    – ¿Quieres despertar a todo el vecindario? – arqueo una ceja.
    – Solo respóndeme – pedí tratando de estar más tranquilo.
    – Bueno… ayer intente que te fueras a tu cuarto pero… no me soltabas y realmente empezaba a considerar tirarte de mi cuarto…
    – ¡Eso es allá!... ¡Y tú fuiste quien me abrazo! – reclame.
    – Por eso decidí venir a verte a esta realidad, entre tranquilo y note que te removías inquieto, así que me quede aquí contigo… te calmaste luego de tomar mi mano.
    – Yo no tome tu mano – fruncí un poco el ceño, mi mirada bajo hasta mi mano, viendo como esta tomaba la de Aoi.
    –… ¿Me devuelves mi mano?...
    – Quédatela – solté su mano desviando la mirada – No deberías entrar aquí así… mis padres podrían verte…
    – Entre sin que me vieran pero por los gritos que lanzaste seguro vendrán a ver qué te pasa – se levantó de mi cama para dirigirse a la ventana – Nos vemos en la escuela, no llegues tarde – pude jurar que se burló cuando dijo aquello. Él se fue por la ventana de manera silenciosa.

    Escuche como tocaban la puerta de mi habitación y la voz de mi madre preocupada. Estúpido Aoi.


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    Me daba pena escribir sobre la muerte de la madre de Aoi u.u. el capi fue corto(?) pero realmente valio la pena por la ultima parte - sonrisa maliciosa - nos vemos el próximo viernes o sábado XD
  6. .
    @ Misa-chan: waa Misa-chan sabes que te amo(?) <3 xD se que dije que subiría conti el viernes pero no dije que viernes C: igual hoy es sábado ;A; la semana pasada tuve examen y no pude avanzar u3u....


    Capitulo 13 - Parte 2




    – Que bueno que estas bien Yukiko – me mostré alegre a pesar de haber matado a tres seres hace poco. Nuevamente no sentí nada.
    – Sí… estoy bien… Kaito – por suerte Yukiko contesto, al menos no quedo en shock por la imagen. Yukiko es la hermana mayor de Kaze, va en el mismo año que yo pero está en otro salón; ella es de contextura delgada, tiene el cabello largo avellana al igual que el color de ojos.
    – Menos mal, me sorprendió mucho saber que estabas aquí – seguía con mi tono alegre. La verdad es que estaba sorprendido de que ella fuera la nueva, sin embargo debí suponerlo, seguramente tiene habilidades parecidas a Kaze.
    – ¿Aquí?... ¿Dónde es aquí? – pregunto ella obviamente curiosa. ¿Así me veía yo cuando llegué? Empiezo a entender porque todos se burlaban de mí por ser el nuevo.
    – ¿Dónde? – no sabía exactamente cómo responder eso, fruncí un poco mis labios pero luego volví a sonreír alegre – Aquí es aquí – explique alegre, solo les pasaría esa responsabilidad a ellos – Me gustaría poder explicarte más, pero aún hay muchas cosas que no entiendo y eso que llevo ya aquí un par de meses.
    – Un par de meses… ¿Estás aquí desde hace un par de meses?... pero yo te vi hace poco junto a Daniela – como dije, ya entendiendo porque se burlaban de mí, ella parece asustada un poco pero al mismo tiempo curiosa, como una mascota al llegar a una nueva casa, debo dejar de pensar en mascotas o empezare a creer que soy una.
    – Es sin duda complicado… pero sí, llevo aquí unos meses, si no me equivoco desde inicios de abril, ya que fue allí cuando descubrí este lugar – hice un poco de memoria de cuánto tiempo llevaba aquí, quizás no sea mucho, pero yo siento como si fuera así.
    – Si te acompaño… me dirás que sucede…
    – No, no, no – respondió negando con la cabeza – Te lo dirá el líder – sí, le pasaría esta responsabilidad a él, es su deber informar a los nuevos.
    – ¿Líder? – Repitió ella, decidí meterme un poco en sus pensamiento para saber más de su estado – “Todo esto empezaba a sonarme a algún extraño libro de fantasía y horror, donde la joven recién llegada es obligada a unirse a una secta diabólica” – supongo que es típico este pensamiento.
    – ¡No te llevaremos a ninguna secta! – respondí rápido. No puedo creer que yo pensé lo mismo la primera vez.
    – Yo… yo no dije nada – respondió en voz baja. Olvide que ella no sabe nada.
    – Lo siento, lo siento, me deje llevar… aunque no te culparía si piensas en ellos por su forma rara de vestir – suspire con cansancio mientras me masajeaba las sienes un poco, seguro le harían la misma bienvenida que a mí, solo porque así era más divertido para ellos – Ellos visten como yo, pero se ponen sus capuchas, haciéndoles parecer más aterradores y más extraños de lo que ya son – explicaba mientras movía mis manos de una manera tanto extraña, quería parecer malvado, al parecer le causo gracia, ya que soltó una ligera risita – Al menos te hice reír, ahora vámonos, pueden venir más de esas cosas y en grupo son realmente molestos – recordé este punto insignificantemente importante.
    – ¿Más? – volví a poner tensa la situación.
    – Sí, pero no te preocupes, solo apresura el paso – intente meter un poco de presión.
    Caminamos ambos en silencio, la verdad era porque no sabía que decirle, tampoco quería meterme en su mente, se notaba que ella estaba algo asustada por todo lo nuevo, el paisaje no ayudaba, es decir no podría decirle: Mira, allí hay un lindo cuerpo en descomposición y por allá están partes de otro cuerpo, seguramente murió por una emboscada y entre todos los devoraron. Ese son tipos de cosas que no se le puede decir a alguien nuevo, menos a una mujer.
    De un momento a otro note que el camino estaba cubierto de nieve blanca.
    – Sera mejor que tengamos cuidado – me volee a verla pero ya no estaba. Mierda.

    Esta nieve era provocada seguramente por algún tipo de ser que intentaría atacar a Yukiko, debo darme prisa y encontrarla, pero empiezo a sentir que su conciencia se va perdiendo poco a poco. Si no me equivoco este escenario es provocado por la dama de las nieves, es una criatura que tiene forma de una mujer hermosa con una mirada que te infunde terror, aparece solo en climas
    – ¡Esto es lo que me gano cuando me mandan por novatos siendo aún yo un novato! – grite para ver si podía hacerla reaccionar, el grito también hizo eco dentro de su mente.
    – Kaito – por suerte aún estaba despierta, me acerque a ella con rapidez.
    – ¡Yukiko! – grite para que reaccionara, pero ella cerro los ojos, debería ser más colaboradora – ¡Despierta! – empecé a darle pequeños golpes en su mejilla hasta que abriera los ojos.
    – ¿Kaito?... – al menos aún sigue consiente, seguro no ha tenido contacto con la criatura.
    – Sí, soy yo, despierta – le ayude a levantarse – Por eso te dije que apresuraras el paso… no debes separarte si no conoces el lugar – le regañe, estaba molesto y asustado, pudo haberle pasado algo.
    – Lo siento…. Tengo frío – fue entonces cuando lo note, hace frio.
    – ¿Frío?... Ah, cierto, la dama de las nieves… lo siento no lo note… – confesé, la verdad es que hace frio, pero no me siento afectado por esto, hace más frio cuando Aoi te encierra en un cubo de hielo.
    Me alejé unos pasos para ponerme frente a Yukiko, la dama de las nieves estaba solo a unos metros de distancia, el frio aumento por ende.
    – Sí hace frio – sonreí ligeramente, hace frió pero eso no es suficiente. Las llamas cubrieron el lugar, derritiendo la nieve, reemplace el frió por un abrumador calor, esta ilusión estaba haciendo efecto en la dama de las nieves, ya que ponía sus brazos frente a ella, tratando de protegerse inútilmente. Yukiko también estaba bajo el efecto de la ilusión, se veía muy asustada, así que decidí quitar el efecto de ella, cuando ella me miro sonreí divertido, puse mi dedo índice sobre mis labios, “Shhh”, hice que sonara en su mente, si no había ruido la dama de la nieves seguiría atrapada en la ilusión.
    Mostré nuevamente mi espada, acabaría con su sufrimiento ahora, introduje mi espada en su pecho, clavándola en su corazón, ella cayo inconsciente sobre la nieve, la cual se empezaba a tomar color rojizo por su sangre. Creo que la escena no fue adecuada para Yukiko.
    – Despierta – intente sacarla de su ensoñación mientras chasqueaba los dedos a la altura de su nariz.
    – Ahhh… lo siento…
    – No importa – suspiro – Aun estamos algo lejos… y siento que podrías meterte en problemas apenas te quite el ojo de encima – fui sincero – No hay más remedio, sube a mi espada – propuse.
    – ¿Eh?
    – Sube a mi espalda – señalo mi espalda. Ella negó con la cabeza de inmediato – Sube – pedí nuevamente, pero ella no quiso, así que estaba en mi derecho de usar mi poder en ella.
    Ella camino hasta terminar sobre mi espalda, claro que no fue por su propia voluntad, me metí en su mente para ordenarle esto, al final ella se sujetó rodeando mi cuello con sus brazos, yo sujete sus piernas. Comencé a correr durante las siguientes horas, evitando todos los peligros posibles, así que el recorrido fue tranquilo, increíblemente no estaba cansado, eso es gracias al entrenamiento físico.
    Al final llegamos a la base de la Legión Azul, una enorme mansión, que tenía semejanza con un castillo por su diseño antiguo, yo al principio me confundí y pensé que era esto último pero luego me explicaron que no era así; la mansión se veía deteriorada por el tiempo pero es muy firme.
    – ¿Allí iremos? – pregunto ella cierto nerviosismo.
    – Así es, allí iremos, allí están los demás, a ellos los atacaras con preguntas, que yo ahora no puedo decirte mucho tampoco – explique.
    Una vez adentro le permití bajar, ella tenía que caminar por sí misma, aunque se notaban sus nervios, ella trataba de disimularlo caminando a un paso firme forzado, parecía un pingüino. Llegamos al salón, como siempre se veía elegante, en medio del salón habían un total de seis personas, si era tiempo para que la asustaran, pero oh sorpresa, ellos estaban normales.
    – Hola Yukiko – saludo alegre Sachi.
    – ¡Momento! – intervine antes de que continuaran, señalando de manera acusadora al resto – ¿Por qué con ella dejan ver su rostro? A mí me traumaron pensando que me iban a sacrificar y que eran una extraña secta – me queje, recordaba mi primera experiencia perfectamente.
    – Es que queríamos asustarte, asustarte con cariño – explico alegre Sachi, siento nuevamente como si fuera su mascota.
    – Además no te quejes, tú te diste cuenta de quienes éramos aun si estábamos con las capuchas – ahora hablo Marshall, no niego esto pero aun así no es justo.
    – Aun así, no es justo, igual trato para todos – dije lo que pensaba.
    – Deberíamos detener este espectáculo, ella seguro debe tener muchas preguntas – intervino Aoi, rayos contra él no puedo discutir.
    – ¡Aoi! – me queje intentando que me haga caso, pero seguro no lo haría.
    – Calla – me pidió, lo sabía – Entonces comenzaremos por explicarte lo básico – aquí vamos de nuevo, con la historia.
    – ¿Lo básico? – pregunto ella con duda.
    – Tranquila Yukiko – le animo Daniela, tener a tu mejor amiga aquí, seguro es un gran apoyo.
    – Este lugar, este mundo está dividido principalmente en seis Legiones, cada una con un color diferente, no se dividen por el tipo de criatura que son ni por el tipo de poder que tienen, cada legión tiene una política diferente y quienes aceptan esas políticas se unen, quienes no quedan vagando entre las legiones sin un lugar fijo en donde puedan refugiarse – esa es la situación aquí, si no me equivoco seguía la explicación sobre la familia Scarlet, ya que Yukiko también debe pertenecer por ser hermana de Kaze – Las legiones son Azul, Amarillo, Rojo, Blanco, Naranja, Verde. La Legión Azul está dirigida por Crime Scarlet.
    – ¿Crime Scarlet? – ella se notaba curiosa.
    – Crime Scarlet es un grupo de asesinos que pertenecen a la Legión Azul, nos encargamos de eliminar a nuestros enemigos – quien hablo fue Sachi, tan alegre como siempre.
    – ¿A-Asesino? – esa es la reacción común, aunque ya me ha visto matar a mí a las arpías y dama de las nieves.
    – Nosotros estamos en contra de la guerra, y contra aquellos que buscan conflictos entre las legiones, es por eso que nos dedicamos a eliminarlos – que hablara Kaze es algo poco usual, debe ser porque es su hermana
    – Ahhh… en ese caso ustedes son asesinos buenos… Ustedes luchan por detener esta guerra y las personas que quieren seguir con ella, son algo así como…. ¡Asesinos justicieros! – aquello lo dijo con tal entusiasmo e inocencia que me dejo sorprendido, no entendía como ella podía llegar a esa conclusión, después de todo no importa que razón tengamos, no justifica nuestras acciones.
    Una risa alegre resonó en el lugar ya que el resto nos quedamos callados por la declaración de Yukiko, quienes se reían eran Sachi y Marshall.
    – ¿Asesinos justicieros? – pregunto con burla Marshall – Eres solo una niña, no importa la razón por la cual lo haces, el hecho es que somos asesinos, hemos acabado con muchas vidas, ninguna razón es válida para justificar nuestros hechos – sonrió de manera burlesca y maliciosa, sabía que diría algo así, todos aquí estamos conscientes de eso.
    – Exactamente, sabemos que está mal pero aun así continuamos con eso, consideramos que es un método efectivo, quizás drástico, pero efectivo sin duda – siguió con la explicación Sachi con su misma alegría de siempre.
    Creo que lo mejor sería parar, aun es nueva y decirle tales cosas de esa manera es un poco cruel, sin mencionar que ella debe saber que se unirá también.
    – Es suficiente del tema por ahora – puso fin al tema Aoi – Daniela, es tarde, mañana continuaremos, muéstrale su habitación.
    ¿Qué? ¿Por qué no le ha dicho que ella también es un miembro?
    Decidí esperar a que Daniela se llevara a Yukiko para poder hablar con Aoi, al verlas a travesar la puerta que conducía hacia las habitaciones me acerque a Aoi.
    – ¿Por qué no le dijiste que ella también pertenecía a la familia Scarlet? – pregunte sin rodeos.
    – No era necesario que supiera esa información, en todo caso no aun – me respondió.
    – ¿Por qué?... Es decir a mí me lo dijeron sin perder el tiempo – no entendía porque se tomaban más tiempo con ella.
    – No exactamente – hablo ahora Luis – Si recordaras bien, nosotros te dijimos toda la verdad luego de que nos contaras como fue que llegaste aquí, pero eso solo era para confirmar lo que fue dicho hace algunos años.
    – Hace algunos años – hablo Aoi antes de que pudiera preguntar – Mi madre fue a visitar a los hijos de los anteriores miembros de Crime Scarlet, quizás no te recuerdes pero los visito a ti y a tu hermana, ella podía ver el potencial que cada uno tenía, siendo tu quien tenía más poder que tu hermana, lo mismo paso con Kaze y Yukiko, el poder de Yukiko es menos latente, no está dispuesto a despertar a menos que ella entrene con más rigor que cualquiera de nosotros, Kaze por otro lado tiene un poder que se manifiesta con mayor fluidez, por lo cual es fácil para él controlarlo con el entrenamiento adecuado.
    – Es por eso que no le dijiste nada de eso a Yukiko… ¿Entonces la dejaras volver así nada más? – quería saber qué pasaría con ella.
    – Esa es la idea, pero preferiríamos que no supiera nada, saber que todo lo que conoces es mentira y estar consciente de eso en el mundo falso, podría ponerla en peligro – lo que decía Aoi era cierto.
    – Así que tú te encargaras de eso – fue directo Luis, no entendí porque me dijo eso – He estado pensando, si tu magia mental ha mejorado debes ser capaz borrar la memoria de Yukiko sobre esta experiencia, así podrá volver a su vida normal.
    No pensé que Luis se preocupara tanto por Yukiko, pero al ver a Kaze pude entender un poco mejor, él se notaba algo decaído, Luis no propuso eso por Yukiko, lo hizo por Kaze.
    – No sé si podré hacerlo…
    – Pues debes intentarlo, así nos ahorraríamos futuras molestias también – tan directo como siempre.
    – Seria adecuado que lo hicieras – hablo ahora Aoi.
    –… Supongo que puedo intentarlo… es decir solo es bloquear sus recuerdos…
    – Claro cuando Aoi te lo pide si lo haces – empezó a molestarme Marshall con su tono burlón.
    – Calla Marshall, arruinas mi momento de OTP – regaño Sachi.
    – Mejor me voy a dormir – declare antes de que me siguieran molestando para ir a mi habitación. Sería una larga noche, solo quería descansar.
    Me quede dormido con bastante facilidad.
    Desperté de golpe al sentir una extraño sentimiento, era dolor, confusión, tristeza y culpa, ¿De quiénes eran estos pensamientos tan fuertes? Salí de mi habitación para ver qué era lo que pasaba, que era aquello que provocaba esos fuertes sentimientos pero que ahora habían disminuido de intensidad.
    – Alguien está aquí – oí la voz de Kaze, él estaba en el pasillo junto a Luis.
    – ¿En serio? – pregunte algo incrédulo.
    – ¿No fue por eso que te levantaste? – fue directo Luis.
    – De hecho fue porque sentí unos pensamientos muy fuertes, estos estaban llenos de un sentir que se debilito hace poco – explique.
    –… ¿Puedes decirme que tipo de sentimientos? – pidió Kaze, lo note más de decaído ahora.
    – Dolor… confusión… tristeza… y culpa, era muy fuerte ese sentir…
    –… Así que…eso es lo que siente – alcance a escuchar el susurro de Kaze, su mirada parecía mostrar un ápice de dolor. Luis tomo la mano de Kaze, me sentí algo incómodo porque pensé que era un momento íntimo entre ellos.
    – Ya que están despiertos entonces vengan a recibir a nuestros invitados – escuche la voz de Aoi, no sé en qué momento apareció frente a nosotros – Kazehaya no es necesario que vengas.
    – Quiero ir – alcance a oír su respuesta, aunque la dijo con un tono de voz bajo.
    – Si esa es tu decisión, está bien – Aoi me miro a mí – También ven, es necesario – Yo solo asentí.
    Nos dirigió hacia la entrada de la mansión, al llegar mire con sorpresa a un joven de cabello corto marrón claro, sus ojos eran color marrón amarillento, nunca lo había visto antes, ni en la otra realidad, pero lo que más me llamo la atención no lo atractivo que era, sino el hecho de que estuviera cargando a una inconsciente Yukiko.
    – ¿Esta mujer les pertenece? – hablo el joven desconocido con tono tranquilo.
    – Ella está al cuidado de la Legión Azul – respondió con tono tranquilo Aoi.
    – Deberían tenerla mejor vigilada – respondió, dejando a Yukiko en los brazos de Luis.
    – ¿Quién eres?... ¿Cómo fue que encontraste a Yukiko? – me atreví a preguntar.
    – A ti no te conozco – me miro aun conservando su postura tranquila y seria.
    –… Soy un miembro reciente – explique tratando de mantenerme relajado, por algún motivo me daba algo de nervios su mirada.
    – ¿Aoi? – miro ahora al mencionado, quien solo asintió – Soy un miembro de la Legión Naranja, encontré a esta joven cerca a los límites de la legión a la que pertenezco, como vi también a un miembro de la legión azul pensé que ella debía estar bajo su cuidado – explico.
    ¿Un miembro de la legión azul? Pero si era así, ¿Dónde estaba ese miembro? ¿Quién estaba con Yukiko y como término ella así?
    – Sería más fácil si explicaras todo lo que vistes – hablo Aoi.
    – De acuerdo – acepto él – Cuando yo las encontré, la joven presente estaba siendo rodeaba por tres Lindworms.
    Si no mal recuerdo los Lindworms, son criaturas que estaban en medio de los dragones y serpientes, eso se puede apreciar en su aspecto, ya que eran reptiles de tamaño considerable y variable, que poseía muchas veces dos patas o ninguna, una sola cabeza y no poseía alas.
    – Ellas se encontraban en una zona neutral, antes de que pudiera hacer algo, vi al miembro de la legión azul llegar, la joven que pertenece a Crime Scarlet, si no mal recuerdo su nombre es Daniela… Ella llego e impidió que devoraran a la otra joven, pero bajo la guardia y terminaron tomándola a ella, el daño que sufrió fue grave, pero aun así logro salvar a esta joven, al sacrificarse… supongo ese era su último recurso, siendo ella una maga del elemento fuego, consumir su cuerpo con su magia para eliminar a aquellas criaturas en una explosión.
    No podía creer lo que escuchaba, Daniela estaba muerta, se había sacrificado para salvar a Yukiko, pero eso no explicaba porque ella estaba inconsciente, pero ahora sé que aquello que sentí eran los pensamiento de Yukiko, debió ser muy duro para ella presenciar eso.
    – Antes de que la joven presente se viera envuelta en más problemas decidí dejarla inconsciente para traerla aquí, no se preocupen no le hice nada extraño, solo le di un golpe en la nuca para hacer que se desmaye – termino de explicar el miembro de la legión Naranja.
    – Gracias por explicarnos lo que viste y por traerla aquí – hablo Aoi con su tono tan tranquilo de siempre.
    – No es necesario agradecer… lamento la perdida de Daniela – dicho esto se marchó.
    Entramos a la mansión, Luis dejo a Yukiko en uno de los sillones, Kaze solo se dedicaba a mirar a su hermana.
    – Por favor… bórrale los recuerdos – escuche el susurro de Kaze.
    Sabía que tenía que hacerlo, borrar sus recuerdos de lo sucedido aquí, ya que según la regla que hay dentro de la Torre, el de una si una persona muere en esta realidad es olvidado en la otra, excepto por los que conocen ambas; si Yukiko recuerda que Daniela se sacrificó por ella, el peso de la culpa sería demasiado.
    Luis cargo a Yukiko en su cuarto, si lograba despertar nuevamente, era más seguro si lo hacía aquí. Ella se levantó a la media hora, pero el cuarto estaba a oscuras, no debía recordar que hice esto.
    – No te preocupes Yukiko – hablo Kaze – Todo ha terminado, ya no sufrirás – Kaze formo una ligera sonrisa triste en su rostro.
    Cerré los ojos para concentrarme. El recuerdo aún estaba latente en su memoria, pude ver con mis propios ojos lo que paso, Daniela quizás no merecía morir, pero si ella no lo hacia Yukiko moriría, también había la posibilidad de que ambas murieran o se salvaran, pero ella eligió la vida de la otra sobre la suya. Aquel recuerdo, empecé a borrarlo, como si nunca hubiera existido, como si todo hubiera sido parte de un sueño del cual ya no recordaría nunca. Ella volvería a soñar dulcemente en la realidad donde puede ser feliz.
    Nos retiramos del cuarto de Yukiko cuando ella volvió a aquella otra realidad, sabía que Kaze era uno de los afectados por el tema, el demostraba su dolor y tristeza a través de pequeñas expresiones, Luis seguía manteniéndose firme, pero estaba seguro de que él también estaba afectado por la situación, después de todo, su media hermana había muerto.
    – Sería mejor si fueras a descansar – me hablo Aoi, aun si su semblante y tono eran tan calmados como siempre, pude notar cierto cansancio en su mirada.
    – Tú también deberías… ¿Estas bien? – La pregunta que acabo de hacer quizás sea estúpida, no creo que nadie estaría bien en este tipo de situación, incluso yo estoy decaído.
    – Sabes la respuesta a eso.
    –… Lo siento, no quería incomodarte…
    – Lo sé… Es solo que yo… no me gusta perder a personas cercanas – en la mirada de Aoí pude notar un pequeño brillo de tristeza, sus puños estaban apretados al parecer con un sentir de impotencia.
    Esta escena me hizo recordar una de mi infancia, Aoi era mucho más joven, él se encontraba en el funeral de su madre, igual que en ese entonces, sus puños estaban apretados con impotencia. Aoi cambio desde la muerte de su madre, comenzó nuestro distanciamiento y comenzó a ser cada vez más solitario.
    –… Por favor no cambies – este pedido salió antes de que pudiera poner en orden mis pensamientos.
    – ¿Por qué haces esa petición? – me miro a los ojos, de esa manera no podía nada más que decirle la verdad.
    –…Cuando murió tu madre… tenías tus puños apretados de esa manera… tu cambiaste desde ese entonces… ¡No quiero que te cierres más a ti mismo! – pedí viéndole a los ojos. Sostuvo mi mirada, su mirada tranquila, parecía haberse vuelto más suave y cálida, esto me hizo desviar la mirada, me empezaba a entrar la vergüenza por lo que dije.
    – Quizás tienes razón… no debería cerrarme a mí mismo, pero tú hablas sin saber el motivo – Aoi tomo mi mano, su tacto era suave y cálido – ¿Puedo confiar en ti?
    Su mirada empezaba a hacer que mi corazón latiera más rápido, jamás pude contra aquella mirada, además, yo quería que volviéramos a ser amigos como cuando éramos niños, quería estar junto a Aoi de nuevo.
    – Sí, solo si… prometes que confiaras en mí, de verdad – fui directo, no quería que él me mintiera.
    –… Te lo prometo – su mirada fue sincera, apreté el agarre de nuestras manos.
    – Entonces, yo también lo prometo – sentí mis mejillas arder.
    Me guio, aun tomando mi mano, hasta llegar a su habitación.
    – ¿Cuánto recuerdas de ese día? – pregunto de repente.
    – No recuerdo con claridad, pero recuerdo que ese día cambiaste, ese día el cielo lloraba, y nosotros lo acompañábamos con nuestro sentimiento de tristeza, lo único que no recuerdo bien, es como era el rostro de tu madre – explique tranquilo.
    – Así que te diste cuenta de mi cambio…
    – Era imposible para mí no notarlo, sufrías, pero sentía que estabas frustrado también, siempre quise preguntarte que paso… pero no creí que fuera correcto.
    – Tienes razón… era una mezcla de tristeza, frustración y culpa – su mirada se mostró un poco severa.
    – ¿Por qué? – me atreví a preguntar.
    – No quiero hablar de eso – supuse que no me diría algo concreto, pero él me dijo que confiara en él, así que deberé ser paciente – Porque es más sencillo si lo ves por ti mismo.
    – ¿Eh? – aquello que dijo me dejo pensando, quizás estaba equivocado, quizás estaba en lo correcto.
    – Como dije, lo veras por ti mismo, lo que paso hace tantos años… Te dejare ver esos recuerdos de mi mente – junto su frente con la mía, sentí como la sangre subía a mi rostro, mi corazón empezó a latir con un poco más de rapidez, estaba nervioso.
    – ¿Estas… seguro? – pregunte dudoso.
    – Te dije que confiaría en ti, quiero confiar en ti – sentí como sus manos tocaban mi rostro con tacto suave, estoy seguro que estaba completamente rojo.
    –… Yo también quiero eso – susurre – Entonces veré ahora – cerré los ojos para concentrarme, quería saber qué fue lo paso para que Aoi se sintiera así, quería verlo y poder entender el motivo de su cambio, de sus sentimientos, quería sentir lo mismo que él.
    Abrí los ojos con sorpresa, a mí alrededor vi un paisaje desértico y gris, el suelo no era llano, tenía varias inclinaciones y alguna que otra grieta amplia.
    – ¿Dónde?... Si estaba con Aoi… – tenía una idea de lo que pasaba, pero no podía estar seguro, estaba confundido.
    Una hermosa mujer hermosa apareció caminando por allí a paso tranquilo, ella era de tez nívea, ojos color zafiro, cabellera larga azul opaco, contextura delgada y su estatura parecía promedio, su ropa era color negro, llamando mi atención la capa que usaba, era igual a la capa de Crime Scarlet. Junto a la hermosa mujer, camina un niño, de cabello azul, ojos color azul claro, tez blanca y contextura promedio, él iba tomado de la mano de la mujer, quien sonreía ligeramente, mientras el niño sonreía alegre y feliz.
    – Ese es… Aoi… y ella… debe ser su madre…


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    u3u la siguiente semana si hay conti !! o eso espero D:
  7. .
    Notas iniciales: Shana no estaba muerto, repetimos, Shana no estaba muerta, solo se fue de parranda XD ok no, la verdad es que no he tenido tiempo para continuar este fic, el trabajo, las nuevas clases y mi nueva mascota me han mantenido ocupada :'D, Odin saludo a la audiencia(?)
    Odin: Guau! C:

    Aquí les traigo el capi 13, de hecho es la primera parte del capi 13, este capi será super largo XD

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    Capítulo 13



    Han pasado aproximadamente 5 meses desde que me uní a Crime Scarlet, durante estos largos meses pude compartir mucho con los otros, me di cuenta de nuevos aspectos de ellos que ignoraba, nuevos aspectos propios que desconocía, he aprendido mucho de los demás, he aprendido mucho de mí mismo, he aprendido sobre mis poderes, sobre los poderes de los demás, sobre el mundo que es real, sobre el mundo que es falso. ¿Pero realmente puedo clasificarlos así? Para mi ambos son reales, en ambos todo lo que he vivido y viviré es verdadero, no porque luzca real, sino porque son recuerdos que formare junto al resto, por eso para mí es real. En una realidad todos ellos, e incluso yo, somos asesinos, que parecemos no tener remordimiento alguna de nuestras acciones, esto es la verdad para algunos, para mí la verdad es otra, aun sí realizamos tales actos atroces, nosotros también sentimos, nosotros cargamos con cada vida que hemos tomado, cargamos con nuestro pasado, cargamos con el futuro que soñamos hacer realidad. En otra realidad somos simples estudiantes sin nada extraordinario, somos amigos que solo se dedican a buscar momentos divertidos y pasar el rato. Las dos versiones son reales, porque para aquellos que solo conocen una de estas, esa es su realidad.
    El entrenamiento ha sido realmente duro, no solo he tenido que aprender a usar mi poder, he tenido que entrenar mi cuerpo, para poder defenderme, gracias a eso me han dado una espada color negro, el ancho era el doble de una espada normal y su largo eran tanto, que llegue a pensar que era del mismo tamaño que yo, pero es un poco más pequeña, al principio no he podido levantarla, ni siquiera he podido moverla un milímetro. He pasado por muchas pruebas físicas, incluso me dejaban afuera del castillo para acostumbrarme al clima, aunque la manera en que Marshall me lo decía no era nada agradable, ya que prácticamente me tiraba afuera. Los días eran apenas cálidos, aun sí el sol estuviera en lo más alto, no se podía sentir su calor. Las noches eran frías, demasiado frías algunas veces, odiaba quedarme afuera de noche, por el frio y porque el peligro de que una criatura viniera a atacarme, para mi sorpresa siempre que tenía que pasar la noche fuera, era Aoi quien me acompañaba, me dejaba usar las dos mantas que se suponía era una para cada uno, siempre que tenía que hacer pruebas peligrosas estaba junto a mí, rescatándome más de una vez, ayudándome a curar mis heridas y diciendo que era idiota, pero quizás sea extraño ya que esto me animara.
    Gracias a Aoi he aprendido muchas cosas, también he quedado un par de veces congelado en un cubo de hielo, pero eso es historia aparte; me he dado cuenta que es realmente amable, es alguien en quien se puede confiar, alguien leal, alguien sincero pero sobre todo es alguien solitario, me gustaría saber el motivo de este sentir que tiene, pero temo que por ser demasiado entrometido solo logre herirlo más, él es alguien fuerte, pero al mismo tiempo siento que es frágil por lo solo que parece estar. Ha cambiado mucho desde que éramos niños, aun sí nos llegamos distanciar luego de la muerte de su madre, ahora lo siento más cercano, pero aun siento que existe una separación entre ambos.
    He aprendido el arte de la espada gracias a Sachi, es ella quien también ha enseñado a Daniela usar sus espadas. Sachi me ha confesado que pude manejar más de 100 espadas, pero creo que exageraba; ella como siempre se muestra alegre y positiva, muy diferente a como uno esperaría dado el pasado que me ha contado.
    He pasado por mucho durante estos meses, ahora estamos a finales de agosto, cada vez más cerca de terminar el año.

    – ¿Qué? – dije al sentir algo, era algo extraño, como algo nuevo; yo estaba dentro del castillo de la Legión Azul. El territorio de cada Legión es realmente extenso, pero cada uno tenía un centro, el cual era la construcción donde normalmente se encontraba el líder, las criaturas que apoyaban a cada legión se quedaban dentro de los limites, pero era un poco difícil verlos rondar incluso dentro de la misma legión, ya que habían muchos seres que no pertenecían a ninguna y atacaban cuanto podían.
    – ¿Qué pasa? – pregunto curiosa Sachi.
    – Quizás se le olvido una tarea – se burló Marshall.
    – ¡Ah! – Daniela puso una expresión de sorpresa – La tarea…
    – ¿Otra vez la olvidaste? – pregunto Luis con cierto regaño hacia su media hermana.
    – Iré a hacerla ahora mismo – dicho esto, Daniela se fue corriendo.
    – Nos desviamos del tema – como siempre Kaze era el más razonable – ¿Tú también los sentiste? – me miró fijamente, con aquella mirada dorada que tenía – “Alguien nuevo ha llegado” – leí su pensamiento. Asentí suavemente con la cabeza.
    – Esta confundido… al parecer acaba de llegar aquí, y está rodeando la torre – explique, aunque no podía saber mucho más, quien se haya llegado estaba en La Torre Blanca, lejos de aquí y solo podía saber que estaba allí porque este ser estaba bastante confundido, era un sentir fuerte, así que percibirlo con mi magia aun si estuviera lejos.
    – Es mujer – hablo Kaze.
    – ¿Eh?
    – Es mujer… la persona que ha venido es una mujer…
    – ¿Cómo lo sabes? – yo no supe identificar esto, me daba un poco de curiosidad.
    – El viento me lo dijo – aquí vamos con la usual frase de Kaze, al ser su magia de viento, usualmente responde así, aunque nunca le entiendo.
    – ¿Alguien nuevo? – por fin Marshall se mostró serió – No necesitamos otro novato – rápidamente entendí que esto lo dijo por mí.
    – Podría ser una buena oportunidad – aquella voz nueva en la conversación, era Aoi, estaba acercándose a paso tranquilo a nosotros.
    – ¿Oportunidad? – pregunto Sachi obviamente curiosa, yo también sentía lo mismo.
    – Así es – me miro a mí, esto me hizo pensar que algo malo me pasaría.
    – ¡Yo no hice nada! – dije de repente.
    – No te he acusado de nada… En todo caso, esta es una buena oportunidad para que el novato vaya – explico tranquilo Aoi aun mirándome.
    – Pero… pero… yo soy un novato – me intente excusar, soy el miembro más reciente de Crime Scarlet, he pasado por un tedioso entrenamiento tanto físico como mental, he asesinado a un par de seres a modo de defensa propia y siempre estaba acompañado de Aoi en esos momentos, pero ir a buscar a alguien nuevo, no podía hacer eso, en especial si lo hacía solo.
    – Aoi te dije que si lo mimabas iba a ser tan nena que no podría cumplir eso solo – hablo completamente serio Marshall, causando solo que me molestara.
    – No considero que lo estuviera mimando en ningún momento – contesto Aoi con su usual tono tranquilo.
    – ¿Podrá solo? – Sonaba algo dudosa Sachi, yo también tenía mis dudas – Es decir, podría aparecer una criatura y atacarle.
    – Cierto como un hibrido, según sé, son los que más atacan – intente defender el argumento de que yo no debía ir.
    – Que Sachi sea violenta no significa que los demás híbridos lo son – se burló Marshall.
    – Ya te dije que no me gusta ser llamada así – volvió a repetir Sachi, yo ya sabía esto, ella prefería otro termino – Yo soy un animorfo, puedo convertirme en un animal, en este caso gato.
    Ella es un ser capaz de transformarse parcialmente en gato, ya que antes era humana el termino adecuado podría ser hibrido, pero también animorfo por su capacidad de transformación, aun así no le gusta ser llamada hibrido.
    – Deberías ir pronto – me aconsejo Kaze.
    – ¿El viento te lo dijo? – sonreí un poco para aligerar la carga. El solo asintió.
    – Si necesitas ayuda con mucho gusto iré a acompañarte por una buena suma de dinero, ya sabes que no podemos seguirte mimando – hizo otra de sus bromas Marshall.
    – ¡Bien! Iré, no necesito su ayuda – dije para salir de allí rápido.
    El camino era tan desértico y gris como de costumbre, apenas y veía algunos seres salir de sus escondites, era obvio, nadie querría toparse con alguien de Crime Scarlet, tenía fama aquí.
    – ¿Por qué dije eso? No debí hacerlo – suspire con cansancio, definitivamente no debí decir que iría solo. Estúpido Marshall, me trata como un esclavo o quizás peor, no me deja saber mucho de él, solo parece ser que tiene una relación cercana con Sachi, no una relación romántica, si no, tiene un sentimiento de familiaridad, como si tuvieran un lazo muy fuerte entre ambos, esto lo siento gracias a mi poder, pero tengo miedo de ver dentro de sus mentes, eso siempre me pone los nervios de punta, sin mencionar que seguro se molestarían si hago eso, no es muy prudente que digamos.
    Ahora debo concentrarme en encontrar a la chica que ha venido, me pregunto quién podría ser, en fin, sea quien sea se está alejando de La Torre, es una mala idea, ese territorio es considerado neutral y está prohibido para otras criaturas ir allí, es el lugar más seguro para los nuevos ya que ningún ser se atrevería a atacarlos allí, pero si se alejan lo suficiente es historia a parte. Decidí apresurar el paso para evitar cualquier tragedia, aunque prefería evitar matar a alguien.
    Aún recuerdo la primera vez en que mate a un ser, fue durante mi estadía aquí, al principio solo usaba una daga ya que no podía ni mover la espada que ahora uso, caminaba por un gran risco, varias veces cruzo por mi cabeza en que podía caerme y era absurdo que estuviera allí, Aoi se encontraba junto a mí, como siempre tan tranquilo, me dijo que no me alejara mucho pero aun así lo hice, quizás por curiosidad, quizás porque su presencia me ponía nervioso, quizás era ambos. Algo llamo mi atención entre los escombros cercanos a la orilla, al acercarme para ver un poco mejor, era un joven de facciones delicadas, cabello blanco sedoso, era bastante atractivo para estar inconsciente, lo que más resaltaba eran sus orejas puntiagudas, si no mal recuerdo, me explicaron que este tipo de criaturas eran Elfos, había buenos como los habían malos, son conocidos y temidos por sus grandes conocimientos mágicos, además de que poseen una vida muy larga.
    Él abrió sus ojos, sus ojos gris eran grandes y brillantes, apenas me miro comenzó a retroceder, tal vez por miedo.
    – No te hare daño…
    Me miro con desconfianza, no lo culpo, se veía bastante herido, seguro fue atacado.
    – ¿Quién?... ¿Quién eres? – pregunto por fin, su voz era delicada.
    – Soy… No es muy cortes preguntar a otro si tú no te presentas primero – decidí que no era muy inteligente decirlo mi nombre, quizás podría entrar en su mente, me concentre, tratando de entrar en la mente del elfo, pero rápidamente fue rechazado, sé que apenas estaba aprendiendo pero eso fue realmente rápido.
    – Magia mental – reconoció rápido mi tipo de magia – Entonces eres un aprendiz idiota.
    Genial, otro que pensaba que era idiota, ya tenía suficiente con Aoi diciéndome idiota, hasta Marshall comenzó a llamarme así también, era irritante cuando él lo decía.
    – Quizás debería ir con él…
    – ¿Qué tanto balbuceas? – me reclamo mientras se levantaba con dificultad, a duras penas y podía estar de pie.
    – Estás muy herido, sería mejor si no te movieras tanto.
    – No seas idiota, si no me doy prisa… ella…
    Una flecha aterrizo cerca de nosotros, al ver quien la había disparado, vi a una joven de aspecto similar al elfo con el que estaba, solo que ella tenía el cabello largo y sus ojos eran color verde, estaba parada sobre una roca a unos metros.
    – Que consiguieras a alguien que te ayude no servirá, te matare – amenazo ella apuntándonos con otra flecha. Había una voz interna en mi cabeza que decía que debería huir rápidamente e ir a buscar a Aoi, pero esa voz razonable era acallada por otra más razonable que decía que si me movía la joven elfo me mataría a flechazo limpio, además esa voz razonable era acompañada por otra moral, que decía que no podía abandonar al joven elfo.
    – “¿Siempre hablas contigo mismo en estas situaciones?...Es realmente idiota” – escuche una voz intrusa en mi cabeza, vi de reojo al elfo, quien me devolvió la mirada solo por segundos.
    – “¿Tú también posees magia mental?” – pregunte con sorpresa.
    – “Por supuesto que si idiota, jamás pensé que otro usuario fuera tan idiota, ¿Cómo es que la magia mental siendo tan rara llego a manos de un idiota?”.
    – “Al menos podrías dejar de llamarme así… ¿Sabes? Quizás deberías usar tu magia contra esa chica, ¡Antes de que nos mate!”.
    – “Esa chica es mi hermana gemela, tienes el mismo poder que yo, idiota, si pudiera usar este tipo de magia ya lo habría hecho”.
    – ¡Ustedes dejen la conversación! – ella hablo de nuevo con tono amenazante. Se dio cuenta, quizás debería aprender algo de ellos.
    – Espera que yo no tengo nada que ver en esto – me defendí rápido.
    – ¡Lo estabas ayudando! – recrimino ella.
    – Lo encontré herido y apenas despertó llegaste tú, ni siquiera sé porque están peleando.
    – Así que eres ajeno a este tema… ¡Entonces vete!
    Antes de que pudiera decir una palabra o si quiera pensar en algún plan o acción el suelo bajo nosotros se destruyó. Mierda. El joven elfo y yo caímos, por suerte nuestro aterrizaje fue en el rio que cruzaba esa zona. Nade rápidamente a la orilla, pero vi que el otro pataleaba, intentado no hundirse, pese a que dude, fui a rescatarle. En la orilla del río vi por primera vez plantas, aunque estas eran pequeñas de un color verde oscuro.
    Él tosió un poco de agua – Gracias… supongo – No sentí que fuera sincero del todo.
    – Me debes una.
    – Tampoco te creas tanto – ahora estaba a la defensiva.
    – Solo quiero saber porque te persigue… ah espera, hubiera sido más inteligente pedirte que me enseñaras a usar la magia mental…
    – …Idiota – escuche claramente el tono de burla – Además para la magia mental solo necesitas concentrarte, tiene que ejercitar tu mente y tu cuerpo, es necesario que seas rápido con tus pensamientos, para poder irrumpir en los pensamientos de tus oponentes, aunque eso será más fácil si tienes un estímulo, para los primerizo es el miedo.
    – Tomare eso como que no me quieres decir lo que pasa entre tú y tu hermana – Agradecía la explicación pero también tenía curiosidad por lo otro.
    – Al menos no eres tan idiota.
    – Al menos se nadar – al decir esto él se mostró algo irritado, es una chistosa expresión la que hacía, por su apariencia bella cuando se molestaba parecía que fuera más adorable – ¿Todos los elfos son así?
    – ¿Cómo así? – ahora sonaba molesto.
    – Me refiero a que tienes una bella apariencia física – esto lo hizo sonrojarse, creo que no esperaba ese comentario y yo tampoco esperaba decirlo.
    – Sí… ¿Otra pregunta estúpida? – pregunto ahora algo cansado, el sonrojo había desaparecido de su rostro.
    – Sí, ¿Crees que tu hermana se atreva a venir hasta aquí?
    – Sí.
    No dijo nada más, solo se paró para empezar a caminar, yo hice lo mismo, y como no sabía el camino de regreso lo seguí.
    – No me sigas es molesto.
    – Pues no sé cómo regresar a donde estaba – Si lo pienso bien, creo que debería regresar rápido, quizás Aoi se moleste.
    Antes de que él pudiera decir algo más su rostro cambio de expresión, ahora mostraba dolor, se puso en cuclillas para finalmente sentarse.
    – ¿Estas bien? – me acerque algo preocupado.
    – Aléjate… ¡Aléjate! – el grito fue ensordecedor, como si se tratara de algún tipo de bestia. Su brazo derecho fue cubierto de un oscuro color por completo.
    Miedo, búsqueda de poder, traición, arrepentimiento, sufrimiento, angustia. Esos eran sus pensamientos, sin quererlo había entrado en su mente, él pertenecía a un clan de elfos que no seguía a ninguna legión, viviendo en paz en una zona lejos de los límites de las legiones, esta paz fue efímera, un día todo cambio, la anarquía acabo con el pueblo que habían formado, con la mayoría de sus integrantes, ya no quedaba ni la sobra de lo que fue, él buscando protegerse y a sus seres queridos, con la esperanza de levantar de nuevo aquel clan caído, hizo un contrato con un ser superior que no le pidió nada a cambio, cuando este deseo fue cumplido lo traiciono, dejándole una maldición en su cuerpo, la maldición lo obligaría a convertirse en una horrible bestia que destruiría todo su clan. Su historia paso rápidamente como una película en mi mente, pero solo hubo un detalle que llamo mi atención, del ser con quien hizo un contrato, solo pude ver una cabellera color marrón, un marrón tan claro que parecía rubio.
    Él soltó una pequeña risa – Ahora lo sabes… Tan débil estoy que dejo que un simple aprendiz se meta en mi cabeza… – su expresión era de lastima, lastima hacia si mismo.
    – Si estas así, es por la maldición… ¡Claro! Solo tienes que aguantar – lo levante como pude, pase su brazo por mis hombros para poder llevarlo.
    – ¿Qué estás haciendo? – pregunto con poco ánimo.
    – ¿Qué te parece que hago? – pregunte mientras avanzábamos.
    – Solo idiotas responden las preguntas con otras preguntas… idiota… además – me miro – No entiendo porque estás haciendo esto.
    – Bien, si me lo preguntas, no lo sé tampoco, supongo que no puedo dejarte allí agonizando mientras yo me escapo, no lo creo correcto.
    – Tu lógica y moral no tienen valor aquí…
    –… Lo sé… aun así hare lo que yo quiera – respondí seguro de mí mismo.
    – Verdaderamente eres un idiota – él esbozo una pequeña sonrisa.
    No importa cuánto avanzáramos, el camino no parecía tener fin, el estado del elfo empeoraba cada vez más, ahora la mitad de su cuerpo estaba cubierta por ese color negruzco.
    – Olvídalo… Es inútil…
    – Al menos podrías tratar de ser más optimista – pedí, aunque yo también empezaba a perder este sentir.
    – Debí dejar que mi hermana me matara…
    – No hables así, a ella también debe dolerle toda esta situación.
    – ¡Lo sé! – su tono se quebró – Lo sé pero… Es lo mejor… yo no quiero destruir todo lo que logramos construir de nuevo… Yo no quiero hacer daño… estaría mejor muerto…
    – No hables así – pedí deteniéndome, ya no me quedaban fuerzas – Puede haber una cura, tiene que haber una cura.
    – Eres demasiado optimista o idiota… quizás ambos – de nuevo esbozo una pequeña sonrisa – Mátame – pidió. Me sorprendí por esto.
    – No bromees con eso.
    –… He notado algo raro en ti… ¿No le temes a este lugar?...
    No supe cómo responder aquello, la primera vez que llegue, sentí miedo pero al mismo tiempo atracción, algo me llamaba, algo que no podía ignorar, la sangre que corre por mis venas, la sangre de la familia Scarlet.
    – No lo sé… Es extraño aquí… pero al mismo tiempo me siento cómodo…
    Sonrió débilmente, esta expresión cambio a una de dolor, se retorció de dolor mientras se alejaba de mí, cayó al suelo. Me acerque a él con rapidez, su cuerpo estaba casi por completo cubierto por aquel color oscuro, incluso sus cabellos y ojos. Era muy tarde, demasiado tarde para encontrar una cura, con su mirada suplicaba por ser asesinado.
    Antes de saberlo ya tenía la daga en mis manos. Todos los seres tenemos dos grandes debilidades, una es el corazón y la otra es la cabeza, un golpe certero al corazón y todo su sufrimiento acabaría.
    –…Gracias…– fue lo último que susurro, había clavado la daga directamente en su corazón, la sangre cubrió la hoja, salpico a mis manos y algunas gotas a mi ropa, levante la daga nuevamente para incrustarla de nuevo su interior. El cuerpo del elfo volvió a tomar la apariencia que tenías antes, no quedaba rastro del color oscuro.
    – Yo… yo lo mate… yo lo mate – repetí en voz baja. La muerte fue la salvación para sí mismo, para su clan, pero todo esto se sentía tan incorrecto, tan sucio, ¿Era realmente la muerte una forma de salvación? Bajo esta justificación, ¿No estamos evadiendo el problema? ¿No estamos evitando encontrar una solución?
    ¿Su vida o la vida del resto? ¿Cuál es más importante? Según el sentido común, se debe buscar el bien mayor, es por eso que cuando alguien es culpable de un crimen se le sentencia para darle un castigo, para proteger a las demás personas de aquella que hace mal, incluso si eso significa su muerte, ¿No sería mejor buscar una manera de cómo ayudar a aquella persona? Quizás aquella persona no pueda controlar sus acciones, quizás no quiera hacer daño, pero aun así su vida es insignificante a comparación del resto, se vuelve más eficaz castigar o eliminar a aquella persona a buscar una solución que pueda satisfacer a ambos bandos.
    ¿Quién puede decirme si es correcto o no esto?
    – Es un resultado inesperado – la voz de Aoi me saco de mis pensamientos. Yo aún seguía arrodillado junto al cuerpo que apuñale.
    – Yo lo mate…
    – Así es… ¿Te sientes bien?
    – Es extraño…
    – ¿Qué es extraño?
    – Muy a pesar de mis conflictos morales… no siento nada, no siento miedo, no siento asco, solo me pongo a pensar si lo que hice fue lo correcto o no, ¿Acaso la muerte fue su única salvación?
    – Eso tienes que decidirlo por ti mismo, pero te diré algo, la maldición que poseía no podía ser quitada a menos que lo hiciera el ser que lo realizo, al ser un pago impuesto por el contratista, este es el único que puede decidir sobre el asunto.
    – ¿Cómo sabes todo eso? – me sorprendió que supiera sobre el contratista.
    – Me encontré con su hermana mientras te buscaba, ella me explico todo, yo le dije que me haría cargo, pero al parecer no era necesario – explico con la misma tranquilidad de siempre, como si hablara del clima, pero yo no podía decirle que estaba equivocado, después de todo, yo sentía nada, absolutamente nada cuando lo mate.
    – Así que te harías cargo… debí suponerlo…
    – Quiero aclarar algo – pensé que esto sería importante – No creas que por matar a las personas no sentimos arrepentimiento o dolor, cada uno carga con una pasado y sufrimiento propio que jamás podrás entender, nadie lo entendería pues es algo que vivimos en carne propia, pero no por esto nos creemos con el derecho de juzgar quien vive o quien muere, tenemos mucho respeto hacia las personas y seres, respeto por sus vidas, y a la forma en como ellos decidan vivirlas, pero no por eso volveremos a dejar que nos hagan daño, que hagan daño a personas importantes para nosotros – se puso en cuclillas para quedar a mi altura, acaricio suavemente mi mejilla, quizás limpiaba una mancha de sangre que salpico hasta allí, quizás no lo hacía – Todos tenemos un motivo por el cual luchar.
    Un motivo por el cual luchar. No sé cómo lo hace, simplemente no lo sé, siempre logra convencerme con sus palabras, es como si me viera atraído a ellas, como si una sensación de confort se encontrara allí.
    – Debemos irnos – anunció él parándose.
    – ¿Qué pasara con el cuerpo del elfo? – pregunte parándome también.
    – Su hermana vendrá por él – levanto su mano, de ella salió disparada unas esfera de hielo que al llegar a lo alto del cielo, exploto. Habrán pasado pocos minutos antes de que la hermana del elfo apareciera, ella se veía firme, pero cuando se agacho a ver el cuerpo de su hermano, no pudo evitar romper en lágrimas. No lo entendía, yo no entendía ese sentimiento, sentía tristeza por verla así, pero mi tristeza quizás solo sea mera compasión al ver la escena, porque realmente la persona que está sufriendo no soy yo.
    Ella fue quien se llevó el cuerpo, este debe ser el sufrimiento que carga, hubiera sido aún más, si ella fuera la culpable de su muerte.

    – No tienes que preocuparte por nada – sentía la mano de Aoi revolver mi cabello.
    – No soy perro – me queje.
    – Entonces serás gato.
    – Para eso ya tenemos a Sachi – me sentía mejor ahora, mis conflictos morales se iban yendo poco a poco.
    – Cierto, entonces serás un conejo… anda sube conejo – señalo detrás de su espalda.
    –… No quiero – no iba a subir a su espalda, no estaba herido, además aun si no nos viera nadie seria vergonzoso.
    – Entonces suerte en salir de aquí.
    – Si quiero – me retracte rápido, lo que dijo fue suficiente para olvidar mi vergüenza. Lo que hizo que volviera esta, fue el hecho de que Aoi me cargara de manera nupcial, debí aceptar la primera oferta.
    – No pongas esa cara – aun si tenía su rostro y tono tranquilo, podía jurar que se burlaba de mí.
    – ¡No estoy poniendo ningún tipo de cara! – me queje, mientras me aferraba a su cuello, para Aoi salir de allí fue un juego de niños, pero como seguramente yo dije que no al principio, ahora me lleva cargando hasta el castillo, esto no puede ser peor, lo veo venir, las burlas de Marshall, los pensamientos raros de Sachi, esas dos cosas eran lo peor de todo – Casi olvido decírtelo… Ese clan ahora estará bajo la protección de la Legión Azul.
    No fue tan malo el viaje después de todo.

    Ahora, por fin había llegado, estaba cerca de la persona, podía sentirlo, como también podía sentir tres arpías acercándose rápidamente a su presa, creí sentir a alguien más, pero esto duro poco así que no hice mucho caso. Desenvaine mi gran espada color negro, me acerqué con rapidez hacia el trío de arpías que ya estaban cerca al suelo, de un movimiento certero sus cabezas ya estaban rodando por el suelo, la sangre salpico como era costumbre, sus cuerpos cayeron al suelo.

    – Que bueno que estas bien Yukiko – me mostré alegre a pesar de haber matado a tres seres hace poco. Nuevamente no sentí nada.
    – Sí… estoy bien… Kaito – por suerte Yukiko contesto, al menos no quedo en shock por la imagen. Yukiko es la hermana mayor de Kaze, va en el mismo año que yo pero está en otro salón; ella es de contextura delgada, tiene el cabello largo avellana al igual que el color de ojos.



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    Notas Finales: prometo subir el siguiente capi el viernes si o si ;A;!!
    PD: el capi será ahora de nuevo desde el punto de vista de Kaito C: ~~ y pos puse un poco de la experiencia que tuvo durante su entrenamiento, la verdad es que no se si habran varios recuerdos así ya que en si vivio varias cosas(?) durante ese tiempo y como no se hacer entrenamientos(?) :C me salte eso xD
  8. .
    @Misa-chan: Descuida igual yo no pude poner el capitulo la semana pasada oAoU por problemas de tiempo no pude terminar el capi ;A;
    pero aquí esta, el ultimo (?) uwu~~~


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    Capítulo 12:



    – Menos mal, me sorprendió mucho saber que estabas aquí – hablo con una alegre sonrisa. Por su gran espada color negro se deslizaban finos rastros color rojizo oscuro hasta llegar al suelo gris donde se mostraban de un color rojo más brillante.
    – ¿Aquí?... ¿Dónde es aquí? – me atreví a preguntar, este lugar no se parecía a ningún otro que había visto ni leído, ni siquiera había escuchado o soñado con un lugar tan lúgubre y destruido como es en el que me encuentro.
    – ¿Dónde? – parecía confundido un poco también, frunció un poco sus labios pero luego volvió a sonreír alegre – Aquí es aquí – explico con tono alegre – Me gustaría poder explicarte más, pero aún hay muchas cosas que no entiendo y eso que llevo ya aquí un par de meses.
    – Un par de meses… ¿Estás aquí desde hace un par de meses?... pero yo te vi hace poco junto a Daniela – sin poder evitarlo mi voz tembló por un segundo.
    – Es sin duda complicado… pero sí, llevo aquí unos meses, si no me equivoco desde inicios de abril, ya que fue allí cuando descubrí este lugar – él parecía hacer memoria de lo que hablaba, como si hace mucho tiempo hubiera ocurrido eso.
    – Si te acompaño… me dirás que sucede…
    – No, no, no – respondió él negando con la cabeza – Te lo dirá el líder – explico rápido antes de que pudiera quejarme.
    – ¿Líder? – no pude evitar repetir, todo esto empezaba a sonarme a algún extraño libro de fantasía y horror, donde la joven recién llegada es obligada a unirse a una secta diabólica.
    – ¡No te llevaremos a ninguna secta! – respondió el rápido.
    – Yo… yo no dije nada – respondí en voz baja, aquello de la secta lo había pensado, no entiendo como lo supo él.
    – Lo siento, lo siento, me deje llevar… aunque no te culparía si piensas en ellos por su forma rara de vestir – suspiro con cansancio mientras se masajeaba las sienes un poco – Ellos visten como yo, pero se ponen sus capuchas, haciéndoles parecer más aterradores y más extraños de lo que ya son – explicaba mientras movía sus manos de una manera tanto extraña, aquello me causo cierta gracia, por lo cual solté una ligera risita – Al menos te hice reír, ahora vámonos, pueden venir más de esas cosas y en grupo son realmente molestos.
    – ¿Más? – temblé por un ligero momento, pensar en que hay más de esas cosas me hace tener miedo y nervios, mientras no nos encontremos con nada, estaremos bien.
    – Sí, pero no te preocupes, solo apresura el paso.

    Caminamos sin decir alguna otra palabra, ambos en silencio, no sé cuánto tiempo pasamos así, pero no me sentía incomoda por esto. El camino siempre me parecía el mismo, un camino gris, sin rastro de color, algunas veces con encontrábamos con cuerpos en descomposición, otras con partes de cuerpos, todo lleno de escombros, como si hace mucho hubiera existido una prospera ciudad aquí pero haya llegado a su ruina y destrucción por algún motivo.

    A medida que avanzábamos, sentía cada vez el ambiente más frío, el viento que golpeaba mi rostro lo sentía más fuerte, mi cuerpo empezaba a temblar por el frio que sentía. No sé en qué momento, pero el camino quedo cubierto por la hermosa nieve blanca, el viento se había vuelto más violento, trayendo consigo una tormenta de nieve, la cual me dificultaba un poco la vista.

    – Kaito – llame al no verle cerca, al parecer estaba sola.

    Una hermosa voz inundo mis sentidos, era como la más dulce melodía que nunca hubiera escuchado. Distanciada a unos metros, creí ver a una joven de belleza indescriptible, su piel tan blanca, casi transparente, su traje blanco que hacia semejanza a mi parecer con un hermoso vestido largo, sus cabellos largos de color negro, con una figura tan perfecta. Mi mirada no pudo evitar ver a los ojos de la hermosa joven, aquello ojos eran hermosos, pero te infundían un gran terror, inevitablemente caía al suelo, temblando ahora no solo por el frío, sino también por el miedo.

    La joven avanzaba cada vez más y más, a medida que hacia esto, la tormenta se volvía más fuerte. Empezaba a perder sentido en mi cuerpo, ya no sentía frio al tocar la nieve, se sentía cálido, una calidez que me hacía querer dormir.

    – ¡Esto es lo que me gano cuando me mandan por novatos siendo aún yo un novato!

    Aquel grito me despertó un poco de mi ensoñación, esa era la voz de Kaito.

    – Kaito – susurre, podía ver mi aliento en forma de vapor blanco.
    – ¡Yukiko! – gritaba, su voz se escuchaba más cerca. Solo pude cerrar los ojos – ¡Despierta! – sentí unos pequeños golpes en mi mejilla, lo cual me hizo abrir los ojos.
    – ¿Kaito?...
    – Sí, soy yo, despierta – me ayudo a levantarme, ya que estaba echada sobre la nieve – Por eso te dije que apresuraras el paso… no debes separarte si no conoces el lugar – me regaño.
    – Lo siento…. Tengo frío.
    – ¿Frío?... Ah, cierto, la dama de las nieves… lo siento no lo note…
    Kaito se alejó unos pasos, poniéndose frente a mí, aquella mujer hermosa a estaba a solos unos pasos frente a él.
    – Sí hace frio – afirmo él, como si recién se diera cuenta por esto.

    Llamas empezaron a cubrir el lugar, derritiendo la nieve, el frío fue reemplazado por un abrumador calor. La hermosa mujer solo podía poner sus brazos frente a ella, tratando de protegerse. Sentía mi cuerpo sudar y debilitarse por el calor, empezaba a perder el aire por las llamas que veía cada vez más cerca.

    Suspire al ver la nieve en el suelo, el cielo sin color, el ambiente gris, la brisa se sentía fresca, trayendo consigo un ligero aroma a muerte. ¿Cómo fue que desapareció el fuego? Rápidamente mire a los otros dos, Kaito me miraba con una sonrisa divertida, poniendo su dedo índice sobre sus labios, “Shhh”, escuche en mi mente, la mujer estaba en la misma posición de antes, cubriéndose con sus brazos, intentando que no la dañen las llamas, pero aquí no habían llamas, la nieve se derretía a ritmo normal. Mi vista quedo dirigida a la nieve, como si supiera lo que pasaría ahora, no me atrevía a mirada a los otros dos.

    La mujer cayo inconsciente sobre la nieve, en su pecho se podía apreciar un profundo corte, la nieve a su alrededor empezaba a tomar un color rojizo, que se extendía cada vez más.

    Kaito estaba como si nada hubiera pasado, aun conservando su sonrisa alegre. Ahora me dedique a observar mejor su espada, era el doble de ancha de una normal, además que era más larga que una normal, podría jurar que el del alto de Kaito, la hoja color negro al igual que el mango. Kaito guardo la espada en la funda que tenía debajo de la capa.

    – Despierta – hablo mientras chasqueaba los dedos a la altura de mi nariz.
    – Ahhh… lo siento…
    – No importa – suspiro él – Aun estamos algo lejos… y siento que podrías meterte en problemas apenas te quite el ojo de encima.
    Lo que decía me hacía sentir un poco incomoda, aun así sabía que estaba en lo cierto.
    – No hay más remedio, sube a mi espada.
    – ¿Eh?
    – Sube a mi espalda – señalo su espalda. Negué con la cabeza de inmediato – Sube – pidió de nuevo.

    Mi cuerpo se movió por sí solo, terminando al final sobre la espalda de él, me sujete rodeando su cuello con mis brazos, él sujeto mis piernas. Me resigne a que me llevara así durante las siguientes horas.

    Una enorme mansión, aquella mansión tenia semejanza con un castillo por su diseño clásico antiguo, se veía también un poco deteriorada por el tiempo pero aun así se veía muy firme. Cada vez nos acercábamos más a esta.

    – ¿Allí iremos? – pregunte con cierto nerviosismo, no podía negar que ese lugar se veía algo aterrador.
    – Así es, allí iremos, allí están los demás, a ellos los atacaras con preguntas, que yo ahora no puedo decirte mucho tampoco – explico Kaito aun conservando el mismo semblante alegre y tranquilo de antes.

    Llegamos al lugar sin mencionar palabra alguna. Una vez adentro me bajo, camine por mí misma, siguiéndole a paso firme, al menos lo más firme que podía, me sentía realmente nerviosa. Llegamos a un gran salón, la decoración se veía elegante, como en esos lugares antiguos, me gustaba mucho, en medio del salón habían un total de seis personas, todas usaban la misma capa que traía Kaito, su ropa era de color negro también, aquellas personas las conocía. Aoi, Kaze, Luis, Daniela, Sachi y Marshall.

    – Hola Yukiko – saludo alegre Sachi. Sachi es una chica alegre de baja estatura, ella va en el mismo salón que Kaze y es su amiga.
    – ¡Momento! – intervino Kaito señalando de manera acusadora al resto – ¿Por qué con ella dejan ver su rostro? A mí me traumaron pensando que me iban a sacrificar y que eran una extraña secta – se quejó.
    – Es que queríamos asustarte, asustarte con cariño – explico alegre Sachi.
    – Además no te quejes, tú te diste cuenta de quienes éramos aun si estábamos con las capuchas – contesto Marshall. Marshall, recuerdo que él ya está en preparatoria, se graduó el año pasado de la secundaria donde estudio, también recuerdo que es muy unido a Sachi, o bueno siempre se la pasaban peleando por sus libros y estaban juntos, así que deben ser grandes amigos.
    – Aun así, no es justo, igual trato para todos – se volvió a quejar Kaito.
    – Deberíamos detener este espectáculo, ella seguro debe tener muchas preguntas – intervino Aoi. Fujimoto Aoi, estamos en el mismo año pero en diferentes salones, es un chico muy atractivo, además de que es bueno en todo lo que hace, muchas veces he oído a las demás chicas decir que él es “Perfecto”, quizás sea así, no lo sé, yo lo conozco un poco y las veces que he hablado con él no me parece una mala persona, simplemente me parece que dice lo que tiene que decir sin dar muchas vueltas a ello, simplemente es directo quizás algo insensible por eso, así que no creo que sea perfecto, mas no niego que sea uno de los chicos más inteligentes de la escuela y más populares.
    – ¡Aoi! – al parecer Kaito estaba quejándose por algo pero no entiendo el porqué.
    – Calla – pidió Aoi aun conservando su usual calma, ahora que lo pienso no recuerdo haberlo visto reír o estar molesto por algo – Entonces comenzaremos por explicarte lo básico.
    – ¿Lo básico? – pregunte con cierta duda.
    – Tranquila Yukiko – sonreía alegre Daniela. Me costaba un poco creer que ella y Kaze estuvieran aquí también, pero mis ojos no me engañaban.
    – Este lugar, este mundo está dividido principalmente en seis Legiones, cada una con un color diferente, no se dividen por el tipo de criatura que son ni por el tipo de poder que tienen, cada legión tiene una política diferente y quienes con esas políticas se unen, quienes no quedan vagando entre las legiones sin un lugar fijo en donde puedan refugiarse – empezó explicando Aoi. ¿Este mundo? Eso estaba claro, ya no estoy en casa – Las legiones son Azul, Amarillo, Rojo, Blanco, Naranja, Verde. La Legión Azul está dirigida por Crime Scarlet.
    – ¿Crime Scarlet? – me atreví a pregunta con cierta intriga.
    – Crime Scarlet es un grupo de asesinos que pertenecen a la Legión Azul, nos encargamos de eliminar a nuestros enemigos – explico ahora Sachi, conservando aquella sonrisa alegre.
    – ¿A-Asesino? – pregunte, aunque aun así no se me hacía difícil creerlo luego de haber visto a Kaito matar a aquellas criaturas.
    – Nosotros estamos en contra de la guerra, y contra aquellos que buscan conflictos entre las legiones, es por eso que nos dedicamos a eliminarlos – hablo Kaze, no pude creer que él haya dicho eso.
    – Ahhh… en ese caso ustedes son asesinos buenos – me atreví a decir al darme cuenta – Ustedes luchan por detener esta guerra y las personas que quieren seguir con ella, son algo así como…. ¡Asesinos justicieros! – dije un poco emocionada.

    Una risa alegre empezó a sonar, eran Sachi y Marshall quienes se reían.

    – ¿Asesinos justicieros? – pregunto con tono de burla Marshall – Eres solo una niña, no importa la razón por la cual lo haces, el hecho es que somos asesinos, hemos acabado con muchas vidas, ninguna razón es válida para justificar nuestros hechos – su sonrisa mostraba burla, malicia pero sobretodo algo que me hacía sentir escalofríos, ni en su sonrisa, ni en su mirada había alguna señal de arrepentimiento de sus acciones, como si estuviera orgulloso de haber acabado con todas esas vidas.
    – Exactamente, sabemos que está mal pero aun así continuamos con eso, consideramos que es un método efectivo, quizás drástico, pero efectivo sin duda – explico Sachi con aquella sonrisa alegre aun, como si todo esto fuera normal para ella.

    Eso estaba mal, ellos saben lo que hacen, saben que acaban con la vida de los demás, aun así no muestran arrepentimiento, no muestra señal de tristeza por todas las muertes que causaron, esto no les afecta, ¿Entonces si uno de ellos llegara a morir tampoco sentirían culpa o tristeza? Lo más probable es que no, hablan con tanta calma de esto, matan con aquella expresión natural que he muchas veces cuando he hablado con ellos, cuando hemos reído, cuando fuimos por un helado, cuando salíamos a pasear por la ciudad.

    Ellos me mintieron en todos esos momentos que quise pensar eran especiales, mintiendo con aquella expresión tan natural y alegre, ocultándome sus oscuras acciones, engañándome a mí, a los demás, mostrándose con un rostro inocente, cuando su verdadera naturaleza es otra. Sí, su verdadera naturaleza es malvada, no puedo confiar en ellos, porque en cualquier momento podrían matarme a mí también.

    – Es suficiente del tema por ahora – la voz Aoi me distrajo de mis pensamientos, solo lo mire, esperando que dijera algo más – Daniela, es tarde, mañana continuaremos, muéstrale su habitación – pidió conversando su tono tranquilo.
    – Sí, señor, a la orden – contesto Daniela con su alegre sonrisa de siempre, ella es mi mejor amiga, no, ella era mi mejor amiga. No puedo confiar en ellos – Vamos Yukiko, te mostrare tu habitación – me tomo la mano, como siempre suele hacerlo, ¿Cómo puedo confiar en ellos si actúan como si nada de esto estuviera mal? ¿Cómo pueden seguir actuando así cuando saben que sus acciones son crueles? ¿Acaso no les importa eso?
    – ¿A dónde vamos? – pregunte al ver que nos dirigíamos a lo que parecía ser un sótano.
    – A tu cuarto – respondió como si fuera obvio. Nos detuvimos frente a la puerta, ella la abrió, mostrando un largo pasillo lleno de puertas, parecía interminable, no era un sótano en ningún sentido.
    – Hay muchas puertas – comente con asombro.
    – Sí, sí, es genial – hablaba alegre – Te enseñare mi habitación primero – dicho esto me guio hacia una de las tantas puertas, en la perilla de esta vi una pegatina de una estrella dorada. Si no mal recuerdo es la misma pegatina que le di hace ya algunos años. Significa que me ha estado mintiendo desde hace tanto tiempo.

    Su habitación era una réplica exacta de la que yo conocía en ese otro lugar, era la misma que la de su casa, tenía los mismos muebles, un armario, un escritorio, una cama y una de repisa, en la cual estaban los mismos libros que siempre leía, normalmente con temática fantasiosa o de comedia, colgados en las paredes las mismas fotos, fotos de su familia, fotos de su nueva familia, fotos con sus amigos, fotos conmigo, el mismo papel tapiz color salmón con puntos blancos cubría aquellas paredes, la misma alfombra mullida blanca cubría la mayor parte del piso, todo era exactamente igual, excepto por que no se sentía igual.

    – Es igual a la de tu casa – no pude evitar decir esto con asombro.
    – Gracias, me esforcé mucho por esto – sonrió ella ampliamente.
    – ¿Por qué?...

    Ella hizo una pausa con expresión pensativa – Supongo que es porque así me siento más cómoda, se me hace así más fácil – respondió encogiéndose de hombros, volviendo a tener aquella sonrisa alegre en su rostro.

    – Ya veo… ¿Puedo hacerte una pregunta? – mi tono sonaba algo tímido, yo creí conocerla pero ahora sé que no es así y eso me duele, me cohíbe, siento como si estuviéramos hablando por primera vez.
    – Claro que sí – ella sonaba emocionada.
    – ¿Desde hace cuando estás aquí?... Involucrada en esto…
    – Si mal no recuerdo… ya es casi un año – ella parecía hacer memoria – Pero yo soy la más nueva, bueno, lo era hasta que Kaito llego hace meses – comento divertida.
    – Cierto… Kaito menciono algo de eso cuando estábamos viniendo hacia aquí – recordé un poco de la conversación.
    – Entonces… ¿Tienen algún tipo de habilidad o poder?...
    – ¡Sí! Todos, todos – sonaba emocionada, quizás porque mostraba interés por el tema, quizás porque tomaba toda la situación de manera aparentemente tranquila, pero no era así, estaba confundida, nerviosa y asustada.
    – ¿Todos? – susurre, una idea vino a mi mente – Entonces Kaze… él…también…
    –…Sí… Yukiko, tú también tienes poderes – confeso con tono tranquilo, ¿Yo poderes? Esto solo va de mal en peor, debo volver pronto – Los tuyos se manifiestan con menor intensidad, por eso no lo has notado, Kaze tiene un nivel de magia mucho más fluido, es decir en él sus poderes se manifestaron en mayor intensidad por lo cual era necesario que aprendiera a controlarlos – explicaba ella, pero ya no quería oír más.
    – Ahhh… así que poderes… suena realmente… raro – sonreí ligeramente – Daniela… ¿Podemos hablar de esto mañana? No creo soportar muchas más explicaciones.
    – Sí, sí, claro, lo siento, olvide que eras nueva en esto – ella parecía algo cohibida ahora, era algo gracioso. Tomo mis manos con las suyas, apretándolas un poco – Tranquila, todo estará bien, veras que… lograras adaptarte rápido… no tienes que preocuparte de nada por ser nueva, ¡yo te protegeré! – el agarre se volvió más fuerte y más cálido, aquellas palabras las había dicho con tanta sinceridad, decisión y un cariño que no lograba comprender, me hacían querer llorar.
    – Sí, confió en ti, Daniela – sonreí alegre. Esto es mentira, ya no puedo confiar en ella.

    Al parecer yo tenía que elegir una habitación de entre las muchas que había aquí, decidí que fuera la que está al lado de la de Daniela, ella pareció de mejor humor y muy feliz por mi decisión. La habitación que elegí era simple pero elegante, al parecer todas las habitaciones eran así en un principio, luego uno podía modificarlas como mejor les pareciera.

    Me quede recostada durante un par de horas, espera el momento en que ya no lograra escuchar ruido afuera. El sonido de la conversación animada de Sachi y Marshall me indico que estaban afuera, oía que algunas veces intervenían los otros, cerré los ojos y no pude evitar recordar, la típica escena era la escuela, por las palabras que decían, por el tono que usaban, por las pequeñas riñas amistosas, por todo aquello me recordó a como se comportaban, pero luego recordé la verdad, ahora solo podía ver un color rojo, un rojo intenso, el rojo de la sangre.

    El silencio inundo el lugar, no podía oír el más mínimo ruido, escuchaba mis pensamientos con tal claridad, que por momentos llegue a pensar que estaba hablando, pero no era así, mis labios permanecían sellados. Me levante de la cama en silencio, aun si creía que todo movimiento que realizaba producía un fuerte ruido, no era así, ya que al abrir la puerta y mirar por el largo pasillo, no había nadie, solo se podía apreciar oscuridad. Camine de puntillas por toda la planta inferior, aun si solo era un pasillo largo, subí la escalera hasta llegar a la puerta que conectaba con el piso superior. Para mi sorpresa fue más fácil salir de lo que esperaba, estaba ahora en el piso superior, dirigiéndome a la puerta por donde entre junto a Kaito, para poder salir de este lugar de pesadilla y volver a casa, no quería recordar este lugar, seguro todo era una horrible pesadilla, si cuando despierte, todo estará como antes.

    Me detuve luego de mucho andar, no sé cuánto tiempo habrá pasado, debió haber sido mucho para ya no sentir las piernas.

    – Me rindo – suspire cayendo de rodillas al suelo, me había alejado bastante de donde estaban los otros, y aquella torre blanca aún me parecía tan lejana, estaba segura que allí encontraría como volver, pero ya no podía caminar más. Me entro temor al darme cuenta que estaba vulnerable a que venga cualquier criatura, mire con algo de desespero para los lados, no vi nada peligroso ni nada acercándose. Suspire con alivio.

    Cerré los ojos un momento, para poder pensar mejor, ver ruinas destruidas o partes de personas no me ayudaba. Hasta ahora solo había visto un paisaje sólido, ni un rastro de algún lago o el mar, ¿Sera que todo el mundo se ha quedado desierto? Igual no me importa, todo lo que quiero es salir de aquí. Sí, todo lo que quiero es salir de aquí.

    – Salir de aquí – repetía en mi mente una y otra vez, por ciertos momentos creí escuchar otra voz en mi cabeza, que repetía la misma frase que yo, seguramente empezaba a alucinar.

    Un rugido cercano me hizo abrir los ojos de golpe, mire hacia todos lados con desesperación, a los lejos vi como un grupo de tres criaturas se acercaba, eran de un tamaño bastante grande, se asemejaban a los dragones que veía en las películas, con excepción de carecía de alas y solo tenía dos patas, con las cuales se desplazaba rápidamente.

    Sin pensarlo dos veces me levante para empezar a correr, no dudaba de que esas criaturas me matarían, debía correr, correr rápido, ¿Hacia dónde tenía que correr? ¿Era capaz de correr y ocultarme antes de que estuvieran lo suficientemente cerca como para devorarme?, no era tiempo de pensar, lo único que me salvaría ahora era correr, no se hacia dónde estoy corriendo, lo único que sé es que cualquier lugar es mejor que quedarse de pie sin hacer nada.

    Era inútil huir, las criaturas estaba a pocos metros, mis piernas comenzaban a flaquear, en cualquier momento ellos me atraparían o yo me detendría por el cansancio. Caí al suelo al tropezar con mis propios pies, intente arrastrarme por la desesperación, pero cometí un error, me gire para ver qué tan cerca estaban, apenas unos metros nos separaban, mi cuerpo se quedó estático por el miedo. Cerré los ojos esperando el inevitable final.

    – ¡Yukiko! – aquel grito me hizo abrir los ojos de golpe. Daniela apuñalo con su espada a la criatura, estaban solo poco más de un metro. Lo había apuñalado en el cuello, por lo cual cayo directamente al suelo, sangrando y retorciéndose, acto seguido, ella hizo lo mismo con los otros dos. Se acercó rápido a mí, tomándome de los hombros – ¿Estas bien? ¿Te hicieron algo? – pregunto con desespero. Ella había venido a salvarme, tal como lo prometió.

    Sentí lagrimas calientes bajar por mis mejillas. Lo siento por dudar de ti. Solo asentí repetidas veces. Ella me tomo de las manos, mostrando alivio, pero sus manos temblaban igual que las mías, seguramente ella también tenía miedo. Lo siento por no creer en ti. Lo siento.

    – Todo está bien, está bien, deja de llorar – pedía ella con mirada cristalina y un ligero temblor en la voz.
    – Pero si tú también pareces que quieres llorar – le dije con cierta diversión, sentía mi voz entrecortada por el llanto.
    – Claro que quiero llorar – confeso ella algo molesta – Me preocupaste mucho, tonta, tonta Yukiko – regaño.
    Quise decir algo más, pero Daniela fue arrebatada de mí, la cola escamosa de una de las criaturas la envolvió por la parte superior para que no pudiera usar sus brazos, al parecer la criatura aún seguía viva, aun si se tambaleaba y levantaba con dificultad.
    – ¡Daniela! – lo único que pude hacer fue gritar. Las dos criaturas se levantaron con pesar, a paso torpe y tambaleante, al parecer solo había logrado matar a la primera que apuñalo, las otras dos seguían vivas, se mostraba la herida en sus cuellos pero no se mostraba tan fatal como fue para la primera.
    – Maldición, así no puedo usar mis espadas – oí como ella se quejaba mientras intentaba liberarse. Lo único que pude hacer fue quedarme paralizada por el miedo. La segunda criatura que se levantó arranco con sus enorme y filudos dientes la mayor parte de las piernas de Daniela, haciéndola gritar de dolor. Su sangre salpico hasta donde estaba, sentí las pequeñas gotas en mi rostro.

    Nuestras miradas se cruzaron por instantes, pero ella desvió la suya, se mostraba con dolor y culpa, debería ser yo quien se sintiera así por no poder hacer nada en esta situación.

    – Corre – me dijo pero no hice caso, su voz sonaba tan lejana – ¡Corre! ¡Yukiko corre! – me pidió, no, era una súplica.
    Me levante como pude para correr, tenía que correr a todo lo que daba aun si estaba cansada y aterrada, aun si no podía oírla, sabía que ella estaba sufriendo, aun resonaba en mi cabeza aquel grito de dolor que había dado. El sonido de una explosión me hizo voltear a ver de dónde provenía, era del lugar en donde estaba Daniela con aquellas criaturas, yo ya estaba alejada de allí, viendo las llamas consumir aquel punto.

    Las llamas volvieron el viento ligeramente más cálido, trayendo consigo el olor a sangre y muerte. Sentí un dolor en mi cabeza, como si un golpe me hubiera dado, caí al suelo de inmediato, quedando inconsciente.
    Al abrir los ojos, lo único que podía ver era oscuridad, no sabía en donde estaba, solo sabía que estaba sentada sobre algo suave.

    – No te preocupes Yukiko – aquella voz que me hablo en la oscuridad, sabia a quien le pertenecía – Todo ha terminado, ya no sufrirás.



    La mañana era más fría que de costumbre, definitivamente se acercaba el otoño. El camino a la escuela se me hizo más largo que de costumbre.

    – ¡Yukiko! – escuche como alguien me llamaba, una voz femenina, una voz que me resultaba conocida, como si la hubiera oído muchas veces antes llamarme. Me voltee para ver a la persona dueña de esa voz, pero no había nadie, no había nadie me estaba llamando, estaba sola en aquella calle.

    – Juraría que… – susurre, quizás mi mente me jugaba una mala broma por la mañana. Lo más extraño es que podría asegurar que esa voz me resultaba familiar, pero no recordaba el nombre de a quien le pertenecía. Seguí mi camino hacia la escuela, por el mismo camino de todas las mañanas, eran las mismas calles, eran las mismas casas las que veía, todo era igual pero al mismo tiempo diferente, se sentía diferente, como si faltara algo, como si faltara alguien, como si faltara… ¿Quién falta?... ¿Por qué sigo aun aquí parada? Debo apresurarme o de nuevo Stella me regañara por casi llegar tarde a clases. Apresure el paso para llegar a la escuela.

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    Notas FinaleS: no soy fan de las relaciones entre chicas pero, esta me dolio ;A; porque para empezar nunca supo nada Yukiko adsadasdas - se va a llorar -
  9. .
    Notas iniciales: Aquí viene Shana con el capi 5 min antes de las 12 C: por lo tanto aun es viernes y mi record esta intacto XD...... me gustaría decir lo mismo de otro fic :C (fuck destiny(?))

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    Capítulo 11:



    Las hojas de árboles se comenzaban a marchitar, incluso la más ligera brisa podía hacerlos caer, el ambiente se volvía más frio al pasar los días, el día ya no parecía ser tan largo como antes, la brisa soplaba más fuerte, todo esto indicaba el fin del verano y el inicio del otoño. Caminaba cerca a las hojas secas que se encontraban sobre el suelo, sus distintos colores me hacían sonreír cada vez que caminaba a la escuela.

    El inicio del segundo semestre había iniciado como es común a finales de agosto, este año estaba un poco emocionada pues sería mi último año en secundaria, este sería mi último semestre como estudiante de secundaria, el próximo año pasaría a preparatoria. Camino a la escuela decidí cambiar de camino un poco, ya que me iba con tiempo de sobra, decidí pasar por el parque, el cual estaba silencioso por ser de mañana, solo se podía escuchar el suave canto de las aves y apreciar el verdor del lugar, lleno de bancas color blanco para descansar. Al pasar por los juegos para niños vi en el piso un dibujo de varios cuadrados en línea, era el juego de la rayuela. Mire a los lados por si había alguien más, peor estaba sola al parecer, sonreí alegre para empezar a saltar en aquel infantil dibujo, lleno de líneas que en vez de rectas y firmes eran algo curvas y temblorosas, el color de la tiza era desgastado y apenas se podían ver los números, aun así se sentía tan divertido saltar.

    – ¡Gane! – dije alegre al llegar al final.
    – ¿No estás muy grande para esos juego, Yukiko? – escuche una voz alegre venir detrás de mí, se sonroje al ver que fui descubierta, me voltee para ver a la persona que me hablo.
    – ¡Daniela! No es bueno espiar a la gente – le regañe cruzándome de brazos, fingiendo indignación y molestia por su presencia.

    Ella solo rio como siempre, se acercó con una alegre sonrisa y me abrazo por los hombros. Ella es Castillo Daniela, mi mejor amiga, su cabello es largo y lacio de un bonito color marrón claro, su tez es clara, sus ojos color marrón claro, pero esto es falso, ya que ella usa lentes de contacto para ocultar su verdadero color de ojos, su contextura es delgada, ella es apenas unos centímetros más alta que yo.

    – No te molestes, no te moleste, es una broma, mejor vamos a clases – sonrió ella alegre mientras me abrazaba un poco más fuerte.
    – No puedo ir a clases si me sigues abrazando – me queje sin intentar librarme de ella.
    – Pues entonces no iremos, ya que quiero seguir abrazando a Yukiko por más tiempo – declaro ella alegre aun abrasándome.
    – Vamos Daniela, déjame ir, llegaremos tarde las dos – pedí sonriendo alegre.
    – Bueno, pero solo porque Yukiko lo pide – escuche que dijo esto con pesar, realmente le gusta abrazarme mucho, no me molesta en absoluto que lo haga, es mi mejor amiga y me parece un lindo gesto, pero siento que quizás me ve como a un peluche al querer abrazarme tanto.
    – En marcha – sonreí alegre para comenzar a caminar, ella caminaba junto a mí, hablábamos sobre cualquier cosa, cualquier tema que surgiera en la conversación.

    Al llegar a la escuela me despedí de ella, a pesar de estar en el mismo año, estamos en salones diferentes. Entre en mi salón donde la situación era la habitual, tranquilamente fui a sentarme a mi pupitre.

    – Yukiko llegas cinco minutos tarde de tu habitual hora de entrada – hablo con tono calmado una joven que se acercó a mí. Ella es Olsen Stella, es una chica muy bonita, lleva su largo cabello oro pálido suelto o a veces atado en pequeñas coletas, sus ojos son de color azul profundo, su tez es clara asemejándose con una fina porcelana, su figura era esbelta y delicada.

    – Lo siento Stella, no volverá a pasar – me disculpe con una pequeña sonrisa.
    – Seguro estaba haciendo tijeretazos con Daniela y por eso llego tarde, déjale en paz señorita delegada – escuche como hablaban con burla desde su sitio. Él es Krawler Koichi, un chico atractivo alto, de tez morena, cabello algo alborotado color morado, sus ojos eran de color ámbar, él es un chico de buen ver pero por su actitud burlona no muchos se le acercan, muchas veces dice cosas que no entiendo, como en esta ocasión. Llamaba delegada a Stella porque ella es la delegada de la clase.
    – Deberías moderar tu lenguaje mientras estemos en la escuela – escuche como regañaba al otro – No tienes porque disculparte – su mirada ahora se dirigió hacia mí – Solo no quiero que haya tardanzas – explico para irse a su sitio.
    – Está bien – respondí antes de que se alejara.
    – Koichi deja de molestarle con cosas que no entiende – logre oír cómo le regañaba.
    – Sí no fuera tan idiota no lo haría, pero las dos son estúpidas, una por no darse cuenta y la otra por no decir nada – escuche como le respondía con aburrimiento.

    Esta mal oír las conversaciones ajenas, así que mejor me dedique a repasar la lección que tendríamos hoy en clase, concentrándome en esto hasta que llego el profesor de turno para comenzar con la clase.

    La clase paso como siempre, no soy especialmente buena en los estudios pero al menos me mantengo sobre el promedio, quien destaca en cuestión académica en mi clase es Stella, ella es realmente lista, además también le va bien en las clases de deportes, no tiene problema con explicarte pero a veces siento que tiene cierto sentimiento de superioridad y como no sonríe mucho, las personas piensan que es una mala persona, yo creo que es buena.

    La hora del almuerzo llego, tenía mucha hambre y quería comprar algo rápido en la cafetería antes de que se llene de gente.

    – Yukiko olvidaste tu billetera en tu pupitre – me detuve al escuchar a Koichi, era cierto, no la tenía, soy tan torpe a veces.
    – Gracias – sonreí alegre para tomarla, pero se sentía liviana, revise dentro y me di cuenta que no tenía nada de dinero, vi a Koichi rápidamente.
    – Mi comisión por encontrarla – me saco la lengua de manera burlona mientras me mostraba que en su mano se encontraba el dinero.
    – ¡Mi dinero! – me di cuenta con sorpresa.
    – No hagas eso – vi como Stella le pegó con un libro a Koichi en la cabeza, él mostro una expresión de molestia por esto.
    – Igual se lo iba a devolver, solo le molestaba – me devolvió el dinero Koichi, él hace a veces bromas pesadas pero termina haciendo lo correcto al final, aunque supongo que a Stella no le gustan sus bromas – Vale, ahora cómprame un juego – sonrió con burla y detuvo el golpe del libro de Stella – No hice nada delegada, no estas autorizada para usar la violencia física – meto ambas manos en sus bolsillos, mostrando una sonrisa arrogante y superior antes de irse.
    – No deberías dejar que te moleste tan fácilmente – me dijo antes de salir también, yo solo asentí como la cabeza para salir también.
    – ¡Yukiko! – escuche como Daniela gritaba mi nombre, al segundo siguiente me abrazaba como siempre – Vamos a la cafetería – sonreía alegre, para mi sorpresa me soltó de inmediato.
    – Hola Yukiko – escuche la voz de un chico, parpadee un par de veces al ver a Kaito junto a Daniela. Kaito es un chico de contextura delgada, su altura es promedio, pero aun así es más alto que yo, su tez es blanca, su cabello algo alborotado es negro, y lo más particular de él son sus ojos color rosa.
    – Hola Kaito – salude alegre.
    – Kaito perdió así que ahora me comprara todo lo que quiero para el almuerzo – explico con una alegre sonrisa Daniela.
    – Sí, sí perdí – Kaito solo un suspiro de cansancio – Rayos pensé que ganaría – se revolvió un poco sus cabellos azabaches.
    – Eres un novato, no puedes contra mí, ahora al suelo y alábame – Daniela fingió un tono arrogante, esto me causo cierta gracia.
    – Salve la gran Daniela – respondió él con sarcasmo y una sonrisa alegre.
    – ¿En qué ganaste Daniela? – me entro la curiosidad de esto, Kaito me agrada pero no sabía que era tan cercano a Daniela, ya que pocas veces los he visto hablar juntos, sé que están en el mismo salón también, antes ella nunca hablaba de él, ahora siempre habla de él o de otros alumnos, como es el caso de Aoi, Sachi, Marshall, quien ya no está en secundaria pero aun así parece como si no se hubiera ido; claro está que también habla de su medio hermano Luis o a veces de mi hermano menor Kazehaya, quien va en un año menor a nosotras, solemos llamarlo Kaze.
    – Gane en… – ella no completo la frase, se quedó por algunos segundos en silencio, como si estuviera reflexionando sobre algo.
    – Ella me gano al obtener una mejor nota que yo en el examen pasado – intervino rápido Kaito, si era así no entendía por qué Daniela dijo que era un novato.
    – Cierto, cierto…. Obtuve un puesto más que él en historia – anuncio alegre.
    – Felicidades Daniela – sonreí alegre mientras daba pequeños aplausos para felicitarla.
    – Como sea, vamos a comprar de una vez – metió sus manos en los bolsillos Kaito, parecía más relajado.
    – Yo quiero ensalada de fruta – anuncio Daniela alegre – ¿Qué vas a querer Yukiko?
    – ¿Eh? ¿Yo? – pregunte sin entender.
    – Si, pide lo que quieras – me volvió a abrazar por los hombros.
    – Pero Kaito te comprara todo lo que quieras a ti, no a mí – explique sin apartarla.
    – No importa, está bien – hablo él sonriendo alegre.
    – Entonces quiero pan relleno de manjar – pedí alegre.

    Al llegar a la cafetería ya estaba llena de alumnos, justo lo que no quería pues siempre había una enorme fila para comprar.

    – Esto debe ser una broma – Kaito no sonaba tan animado como siempre.
    – Buena suerte perdedor – le animo Daniela dándole una palmada en la espalda.
    – Esto apesta – se quejó para ir a formar fila.
    – Vamos a una de las mesas – me sonrió alegre para tomar mi mano, yo solo le seguí tranquila hasta llegar a una mesa en donde estaban sentadas Midori y Rikkaru.

    Midori es de mi misma edad, están en mí mismo año pero en un distinto salón, ella tiene el cabello marrón hasta un poco por debajo de los hombros, sus ojos son de color verde, me gusta mucho el color de sus ojos, su tez es clara, con respecto a su figura ella tiene una buena pechonalidad mientras yo soy una tabla de planchar. Rikkaru es un dos años menor, está en primero de secundaria, ella es de contextura delgada, su altura es promedio, su tez es blanca, su cabello es marrón pero de un tono diferente al de su hermana, es un poco más claro, ella tiene el cabello largo por lo que suele atárselo en dos coletas, algo que me llama la atención de ella es que normalmente se viste como esas muñecas antiguas victorianas.

    – Hola – saludo alegre Midori mientras comía una hamburguesa.
    – Hola – saludo con tono seco Rikkaru mientras comía una ensalada de frutas.
    – Hola chicas, ¿Cómo las trata la vida? – tomo asiento Daniela, yo también me senté.
    – Lo típico, tú debes saberlo – le respondió con tono áspero Rikkaru.
    – Realmente no puedo saberlo señorita – respondió Daniela con una sonrisa alegre.
    – En ese caso pregúntale a Aoi – se levantó de la mesa – He terminado – dicho esto Rikkaru se fue.
    – Lo siento Daniela, mi hermana ha estado últimamente más distante de lo normal estos últimos días – se disculpó Midori antes de soltar un pequeño suspiro.
    – Quizás esta bajo mucho estrés – respondió aun alegre Daniela.
    – Espero que no le afecte más o para la próxima creo que ya ni nos hablara – Midori no sonaba tan preocupada por esto.
    – Deberías tenerle un poco más de consideración a tu hermana – comente – Kaze tampoco es muy comunicativo, pero puedo saber cuándo algo le molesta y si aun así no me lo quiere decir, siempre sé que él cuenta con otros amigos como por ejemplo Luis, él es muy amable y siempre me dice que le tenga paciencia y siempre Kaze vuelve a ser el mismo – sonreí alegre.
    – Eso es genial, pero es porque Kaze tiene a Luis – soltó un bufido Midori – No he visto a Rikkaru interactuar con algo más que no sean sus libros, además cada vez más su tono de hablar es como un golpe directo a la cara cuando hablas con ella.
    – Seguro exageras – le animo Daniela.
    – Eso espero – ella suspiro antes de darle otra mordida a su hamburguesa.
    – ¡Lo hice! – escuche la voz de Kaito, llevaba lo que le pedimos en las manos, pero se veía desaliñado.
    – ¿Qué te paso? – pregunte con cierta preocupación.
    – Allí dentro… es… horrible – confeso mientras jadeaba.
    – Al menos cumpliste, bien hecho – sonrió Daniela alegre para darle un palmada en la espalda.

    Una vez terminamos de comer cada uno nos dirigimos a nuestros respectivos salones, pero antes de entrar pase cerca de la máquina expendedora, había contado el dinero que me dio Koichi, había más de lo que yo tenía en mi billetera, así que con ese dinero demás compre dos bebidas, una con sabor a pera y otra con sabor a piña. Al entrar a mi salón deje la bebida con sabor a piña en el pupitre de Koichi, me senté en el mío luego. Koichi cuando entro tomo la bebida como si nada, seguro sabía que capte el mensaje.

    – Ahh… odio la piña – escuche que dijo por fin luego de tomar casi la mitad del líquido contenido en la botella de plástico. Quizás debí traer de naranja.

    Las clases transcurrieron como de costumbre hasta la hora de salida, salí del salón rumbo a la salida de la escuela, no regreso con Kaze a casa, ya que él normalmente sale con Luis o Sachi, lo cual me alegre mucho al pensar que él tiene amigos.

    Mi hogar es como cualquier otro, tengo un padre, una madre y un hermano menor, todos juntos vivimos en una casa de dos pisos, consta con un enorme patio trasero, en el cual se ha construido un lugar en donde se pueda practicar artes marciales, ya que mi familia se dedica a enseñar, mejor dicho mi padre. Cuando era pequeña recuerdo que siempre practicaba allí, siempre estaba sudorosa, mi cabello avellana lo tenía atado en una desastrosa coleta y era poco femenina, pero todo eso cambio al darme cuenta que al chico que me gustaba de pequeña le daba miedo como era.

    – ¿Por qué tuve que recordar eso ahora? – susurre mientras caminaba por el pasillo del primer piso, sabía que a esta hora mi padre estaba dando clases, y eso no me entusiasmaba demasiado, ya que si me veía podría hacerme ayudarle y no quiero revivir mis días de infancia, aunque gracias a eso es Kaze quien tiene que ayudar y practicar, aunque debo admitir que él es muy bueno en eso.

    Subí al segundo piso para ir directamente a mi cuarto, pero antes de llegar vi que la puerta del cuarto de Kaze estaba abierta, por curiosidad entre, su cuarto era tan ordenado como siempre, sobre el escrito vi un papel que me llamo la atención, me acerque para verlo mejor, era un dibujo, era muy lindo y realista, el dibujo era un cuervo dibujado y pintado con carboncillo.

    – Que lindo – no pude evitar decir, mi atención fue desviada cuando sonó mi celular, era un mensaje, un mensaje de Kaze, decía: “1”, eso significaba que volvería en una hora.
    Fui al primer piso para avisar a mi padre esto, toque la puerta y entre con cuidado, me acerque a informarle.
    – Así que Kazehaya no vendrá sino hasta dentro de una hora… es una lástima, necesito que practiquen con alguien – hablo con cierta pesadez, mi padre es un hombre de mediana edad, tiene el cabello negro azabache pero sus ojos son del mismo color que los míos, avellana.
    – Sin duda es una lástima, pero bueno sé que lo resolverás – sonreí alegre. Él me miro durante algunos segundos, yo no entendía porque hacia esto.
    – Sí, lo resolveremos – sonrió alegre posando una de sus manos en mi hombro, esto no acaba bien para mí.
    – Yo… yo…tengo tarea así que – me tomo del brazo mientras sonreía – Nooooo – intente oponerme pues sabía que quería que le ayudara.

    Al final no tuve opción más que aceptar, me cambie a un ropa deportiva y me ate el cabello en una coleta alta para estar más cómoda, dejaría que me vencieran para poder irme rápido.

    – ¡Yukiko! – se alarmo la mayoría al verme, supongo que recuerdan lo que paso la última vez que ayude. Fue hace un año, fui obligada a ayudar, pensaba no hacer nada, pero como colmaron mi paciencia los termine dejando a todos inconscientes, supongo que no me controlo cuando me enfado.
    – Hola – salude alegre con una sonrisa algo nerviosa.
    – ¿Una niña?... Sé que es la hija del maestro pero… – los nuevos comenzaban a tener dudas de mí, no los culpo, mi contextura es delgada, parezco un palito, toda debilucha y cobarde.
    – Supongo que es más fuerte de lo que parece – comento otro de los alumnos nuevos.
    – Después de todo dicen que las planas son más agresivas – escuche varias risas por este comentario. Muy bien, él estaba en mi lista.
    – Solo no tengo que dejarlos lesionados, ¿Verdad? – pregunte a mi padre.
    – Exacto, no queremos demandas – me dijo con seriedad, asentí por esto.

    No sé cuánto tiempo había pasado exactamente, lo que si sabía era que habían cuerpos a mi alrededor, todos quejándose mientras aún seguían en el suelo, por mi parte, yo estaba sentada sobre el chico que había hecho ese comentario gracioso, doblándole el brazo detrás de la espalda, con su cara contra el suelo.

    – Anda repítelo – le exigí mientras él solo se quejaba.

    Escuche como alguien carraspeaba la garganta, al ver de dónde provenía eso me di cuenta que Luis y Kaze estaba en la entrada, viendo todo tranquilamente.

    – ¿Interrumpimos? – pregunto Luis. Inmediatamente me puse de pie.
    – No – dije algo nerviosa.
    – Lamento la tardanza – hablo Kaze – Lo siento – se agacho para disculparse con las personas que estaban aún tiradas en el suelo.
    – Eso solo me hace sentir peor – susurre con cierta depresión.
    – Es tu culpa por no saber controlarte – como siempre Luis fue demasiado directo.
    – No la regañes – me defendió con su tono bajo y calmado Kaze – Fue mi culpa por no llegar a tiempo.
    – No, no, no – me apresure a negar – No fue tu culpa… solo que debería controlarme mejor… lo siento – me disculpe sincera, ahora me sentía un poco mal por haber dado tal espectáculo – Sería mejor que me fuera – suspire con cansancio.
    – Si, es lo mejor – fue nuevamente directo Luis.

    Me fui antes de que Luis pudiera decir otro comentario, él me agrada pero a veces quisiera que no fuera tan directo, la verdad duele.
    Luego de una larga ducha estaba lista para continuar con mis actividades diarias.

    Finalmente llego la noche, estaba muy cansada más que nada por el esfuerzo físico que realice hoy, no suelo hacerlo normalmente así que cuando pasa termino un poco adolorida al día siguiente. A penas me recosté en la cama termine profundamente dormida.

    Rojo, fue lo único que podía ver, solo el color rojo escarlata, era un largo e interminable pasillo con solo ese único color presente, mis piernas se movían por si solas, corriendo frenéticamente hacia adelante, no podía controlar mi propio cuerpo, lo único de lo que estaba consiente es que quería salir, quería salir rápido. Al final había un resplandor, pero este era de un color muy oscuro, casi negro.

    Abrí los ojos de golpe, el cielo gris inundo mi mirada, busque con ella alguna señal de color en el cielo, pero era inútil lo único que poseía color en ese cielo era una hermosa luna llena color rojo sangre, mi cuerpo estaba echado sobre la tierra dura e infértil, me senté para observar el paisaje, no sabía dónde estaba, no reconocía el lugar, todo estaba en ruinas, tampoco veía signos de que alguna persona estuviera cerca. Me puse de pie con dificultad, fue allí cuando me di cuenta de una gran sombra, detrás de mí había una enorme torre color blanco, no veía la entrada cerca por lo cual camine rodeando la torre en busca de alguna entrada.

    Un conejo blanco llamo mi atención, me extrañe de que ese pequeño animal estuviera aquí, decidí seguirlo, quizás a donde iba había alguna señal de vida. Apresuraba el paso cada cierto tiempo, el conejo iba aumentando su velocidad cada vez más, finalmente le perdí de vista cuando se internó en una pequeña estructura que parecía caerse en cualquier momento, yo no entre allí, tenía miedo que colapsara cuando estuviera dentro.

    – Lo siento – escuche una débil voz aguda, pero no veía a nadie más a mi alrededor, quizás solo había sido mi imaginación.
    Los graznidos grotescos me distrajeron de mis pensamientos, intente adivinar de donde provenía el sonido que cada vez lo sentía más cercano, finalmente levante mi mirada hacia el cielo, creí alucinar por lo que vi, me talle los ojos y nuevamente levante la mirada, pero no era ninguna ilusión. En el cielo veía a tres mujeres, que tenían alas por brazos, sus piernas estaban llenas de escamas, parecían como unas garras gigantes de ave, todas tenían miradas feroces, bajaron en picada de manera apresurada, lo único que hice fue correr hacia unos escombros intentando ocultarme, me agache con las manos sobre la cabeza y los ojos cerrados, no sabía que más hacer en un momento como ese.

    Durante un segundo perduro el silencio, inmediatamente después se escuchó un grito horrible de dolor y nuevamente el silencio, no me atreví a abrir los ojos para averiguar que paso.

    – Que fastidio son, de nuevo molestando a los demás – escuche una voz familiar. Abrí los ojos asomándome un poco entre los escombros para comprobar al dueño de aquella voz. Él usaba ropa oscura, destacando una capa que tenía solo un botón que era de color plateado, en este tenía el símbolo de la “S” color rojo escarlata, además de la gran espada color negro que sostenía con su mano derecha. Sus orbes color rosa cruzaron con los míos color avellana, una cálida sonrisa surco su rostro – Que bueno que estas bien Yukiko – sonaba alegre, aun si estaba parado en medio de un charco de sangre, cerca de él estaban los cuerpos de las mujeres tirados, estos no poseían sus cabezas, estas estaban alejadas, mostrando una expresión de horror y dolor combinado.
    – Sí… estoy bien… Kaito – fue lo único que pudo salir de mis labios.


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    Notas finales: gosh!! este capi lo sentí demasiado largo D:< pero es necesario asi que no digan resheno(?) porque yo no soy pan D:<(?) en fin C: como verán todo tiene conexión o3o y luego entenderá y blah blah blah XD nos vemos el viernes owó
  10. .
    Aksdakdjasldas nuevo capi siiiii!!! OMG!!! no puedo creer que Diego lo haya aceptado tan facilmente D:!! es decir yo pensé que se iba a armar la gorda(?) menos mal lo tomo bien ;w; y la amistad permanecio o3o !! y Santiago!! ese chico D:<!! oh my gosh pensé que estaba recapacitando pero veo que no TTATT por algun motivo siento que algo pasara entre él y Ulises ewé XD ..... pos pos Ramses como que no se que pensar de él, supongo que escoge bien con quien meterse y si tiene que ver con algun conocido o amigo ni lo toca e.e No puedo decir nada definitivo e.e más que conti C: !!!
  11. .
    ..................... khé :v donde esta mi conti ;A; esto es muy corto (shora shora)
    Ejem dejando eso de lado, me ha gustado owó es decir has mejorado con la narrativa, ahora me he podido imaginar mejor el lugar donde estaban (clap clap)

    Espero la continuacion C: porque se me hizo muy corto D:<
  12. .
    Notas iniciales: primero mis quejas.......................... maldita sea estoy con fiebre y gripe, todo mi hermoso cuerpo duele, y tengo un litro de helado esperandome ;A; fuck vida.....ahora si con respecto al capi, pos lo normal... Misa-chan oie cy :v trio ... ok no xD, no, no, no, nop...... ahora si la conti C: lamento si esta corta, estoy cocinandome en mi propio jugo y no tengo mucha imaginación e.é


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    Capítulo 10



    Me tape la boca al darme cuenta que grite, lo mire a él, quien solo se dispuso a abrocharse la camisa.

    – Ahora, dime que paso – pidió aun en donde estaba, sentado en aquella cama.
    – Es solo que quería dormir… y vine aquí…
    – Sachi me informo que te explico la situación, así que te recuerdo que todo aquello del otro mundo es una ilusión, tu cuerpo permaneció en descanso durante todo ese tiempo que estuviste allí, así que técnicamente ya dormiste mucho, no seas perezoso y dime que fue lo que paso allá – dije con aquel tono sereno, tan directo como siempre.
    – ¿Cómo supiste que paso algo allá? – pregunte con cierta duda.
    – Lo supuse, ahora con lo que me has dicho sé que es verdad, ¿Qué fue lo que paso?

    Genial, yo solo le dije que si paso algo, pensaba inventar alguna excusa, pero Aoi puede leer a través de mí, como si fuera un libro abierto para él.

    – Bueno… fui víctima de otro ataque por así decirlo – susurre.
    – ¿Cómo fue que lograste salir a salvo? – pregunto arqueando una ceja, era obvio que no creería que me libre solo.
    – Pude derrotarlo yo solo – me apresure a decir.
    – ¿Quién te ayudo? – fue directo. Susurre el nombre de Koichi mientras miraba el suelo. Me acorralo en la puerta, poniendo ambos brazos a cada lado de mí para evitar que escape, Aoi era más alto que yo, así que levante la mirada para poder verlo a los ojos, esos hermosos ojos azul claro – ¿Quién te ayudo? – volvió a repetir.
    –… Koichi… – susurre un poco más audible.
    – Koichi – repitió él sin alejarse – ¿Quién te ataco? – llegados a este punto era mejor si le contaba todo.
    –… Fue un incubo, su objetivo era atacar al Líder Amarillo, así que como estaba cerca de Koichi me ataco a mí, pensando que yo era su amigo, yo me libre de él pero Koichi fue quien lo mató al final – explique obviando el hecho de que me ataco con un tentáculo.
    – ¿Qué hacías junto a Koichi?
    – Me encontré con él en el parque de casualidad, allí fue donde nos atacó, el incubo simpatizaba con el anterior líder, por eso lo ataco, pero Koichi lo venció utilizando diferentes tipos de magia.

    Aoi dejo de acorralarme, alejándose un paso de mí, suspire de alivio al no tenerlo tan cerca, me ponía nervioso cuando hacia eso.

    – Diferentes tipos de magia – repitió él con una mirada pensativa – La magia de Koichi le permite manipular las sombras – explico él.
    – Lo sé, utilizo eso para tener uno de sus ataques, pero además creo una ilusión para engañarlo, pero lo que más me llamo la atención es que antes de que matara al incubo con explosiones escuche la voz de una chica – explique recordando aquello.
    – Si la magia que ha adquirido es de tipo explosivo lo más probable es que esa haya sido la voz de su contratista… ¿Pudiste oír si Koichi menciono un nombre antes de que escucharas la voz?

    Hice un poco de memoria, intentando recordar las palabras de Koichi.

    – Xerbeth dale el mismo trato que le dimos a su preciado líder – repetí las palabras que Koichi dijo en esa ocasión.
    – Así que su contratista se llama Xerbeth, ya veo, Emina, ¿sabes algo al respecto? – pregunto con tranquilidad. Emina, ese nombre lo había oído en otro lado, si no mal recuerdo lo menciono también la primera vez que me rescato.
    – Recuerdo ese nombre – se escuchó una fina voz femenina, pero no veía a nadie más en la habitación – Xerbeth, representa las mentiras, no es extraño que le haya dado el poder para crear ilusiones, el arma que le dio seguramente fue de tipo explosivo, pero este al ser tan pequeño no es fácil de ver.
    – Es lo más probable si tomamos en cuenta lo que vieron los testigos ese día que fue la confrontación para ser el nuevo líder.

    Emina, fue el nombre que menciono antes de acabar con aquella criatura la primera vez que me salvo, Xerbeth fue el nombre que Koichi menciono antes de que explotara el incubo, pero ese no es el único nombre que he escuchado, si no mal recuerdo aquella vez que vi por primera vez a Sachi peleando ella menciono un nombre, Nahema. Si Sachi y Koichi son contratistas, lo más probable entonces es que Aoi también lo sea.

    – ¿Tú también eres un contratista? – pregunte de repente, aun si esto sonaba más a afirmación.
    – Así es – no se molestó en negarlo – Yo soy un contratista.
    – Entonces esa es la razón por la cual no te consideras humano – susurre, él me miró fijamente – Lo digo por la conversación que tuvimos el otro día… ¿Qué eres? – me atreví a volver a preguntarle de nuevo.
    – Lo siento, yo tampoco lo sé – esa fue la misma respuesta que me dio la vez anterior.
    – Aoi es Aoi, eso es lo único que importa, ¿Cierto? – sonreí ligeramente.
    – Se podría considerar que esa es la respuesta correcta entonces.
    – Sí.

    Al terminar aquella charla ambos nos dirigimos al salón, en donde estaban los demás, con aquella ropa oscura y capas color negro, pero esta vez podía ver el rostro de todos, debe ser porque ya sé quiénes son, además la escena parecía muy normal. Sachi y Marshall discutiendo y molestándose como siempre, Luis, Kaze y Daniela los veían mientras conversaban entre ellos, esta escena era típica, ellos eran ellos mismos no importa el lugar o las circunstancias, al menos me alegra saber que su actitud no ha sido mentira.

    – ¡Kaito! – me llamo alegre Sachi – Te dije que era fácil venir.
    – De hecho vine de manera involuntaria – sonreí con diversión.
    – Lo importante es que hayas venido, debes estar listo para tu entrenamiento – dio pequeños saltos, como si estuviera emocionada – Te va a doler – afirmo con una alegre sonrisa.
    – Por favor no digas esas cosas con esa expresión de felicidad – pedí de inmediato.
    – Es la verdad, te va a doler – afirmo Luis.
    – ¡Tú no hables! – pedí al recordar lo directo que podía ser.
    – Pero te va a doler – afirmo ahora Daniela.
    – Lo capte con la primera vez que me lo dijeron – suspire de manera pesada – Saben que me vaya a doler no es problema realmente, el problema es… ¿Alguno tiene idea de cómo voy a entrenar? Recuerdo que mencionaron que mi magia es poco común, no creo que haya alguien de quien pueda aprender – explique, al decir esto Sachi, Marshall y Daniela cambiaron su expresión a una de sorpresa.
    – ¿Cómo es que el idiota se dio cuenta de ese detalle? – hablo con sorpresa Marshall.
    – Que hayas pensando es aterrador – hablo ahora Sachi.
    – Cállense que esto es serio – dije con cierta irritación, ellos podían ser muy molestos cuando se lo proponían.
    – Brrrr – hizo un sonido gracioso con su boca Sachi – Tranquilo, ya te dije que anteriormente conocí a alguien que tenía tú mismo tipo de magia.
    – Pero también dijiste que no pudo aprovecharlo hasta el máximo – recordé la conversación que tuvimos.
    – Bueno no hay mucho que pueda enseñarte, pero al menos hare el intento – lanzo un libro, que parecía ya bastante desgastado por el tiempo, lo atrape para empezar a hojearlo.
    – ¿Qué es esto? – pregunte mientras observa las páginas. Las paginas a pesar de estar desgastadas, la letra con que escribieron era legible, allí había diferente tipo de información, hablaba de híbridos, humanos con características y habilidades de animales, magia de tipo elemental, magias de tipo destructiva, magia de tipo constructiva, magias poco comunes, habías varios tipos, algunos fáciles de entender mientras otros eran más complejos.
    – Pues es un registro que llevo, a todas las personas que conocí durante la tercera tragedia, tome nota de sus habilidades, lo normal es tener un tipo de magia, es muy raro que se pueda tener dos, siempre ha sido así, aunque hubo una chica que parecía tener varios tipos de magia no era así, era más que todo porque ella podía copiar, pero en fin eso es el pasado – se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. Alguien que puede copiar los tipos de magia, eso suena realmente fantástico, da la ilusión de que debes tener varios tipos, pero debo suponer que también es muy agotador.
    – Allí debe haber sobre el tipo de magia mental – explico Marshall – Aunque esa niña nunca pudo sacar el máximo a ese potencial – sonrió con burla.
    – Entonces lo normal es tener un tipo de magia, lo poco usual es tener dos tipos, a excepción de si son contratistas – repetí para mí mismo mientras buscaba la página que me interesaba.
    – Básicamente – se encogió de hombros Sachi.

    Encontré una página que hablaba acerca de un chico que era un hibrido, al parecía tenia habilidades de un dragón, podía sacaras alas y convertir su mano en una garra, además tenía el poder del fuego, al leer esto me hizo mirar a Sachi, ella era un híbrido mitad gato.

    – Oye Sachi – le llamé, ella me miro con curiosidad – Tu eres un hibrido mitad gato… ¿Qué habilidades tienen los híbridos?
    – Pues solo adquirimos la habilidad del animal que somos, ¿Por qué?
    – Aquí leí sobre un chico que es un hibrido, pero él tiene las habilidades de un dragón y es elemento fuego – señale la página que leí.
    – Ahh… eso, pues la mayoría desarrolla habilidades mágicas dependiendo de su linaje también depende de que si es un animal común o es un ser mitológico, después de todos existen híbridos de muchas clases, como es el caso de Kaze y mio, yo soy un hibrido mitad gato y puedo sacar adorables y lindas orejitas, Kaze es un hibrido mitad unicornio pero él no presenta características de este más que su sangre que tiene poderes curativos, en el caso de lo que estás leyendo, ese chico era un descendiente directo de la familia Scarlet, él tenía ojos color rojo, además era un hibrido de una criatura mítica.

    Dejando a un lado la nueva información que tenía de Kaze, me concentre más en lo que dijo sobre el color de ojos.

    – ¿Ojos color rojo? – pregunte con curiosidad.
    – Bueno ya sabes que lo de Crime Scarlet tenemos ojos color rojo escarlata y la esclerótica color negro, pero podemos controlar el cambio, y solo volver nuestra iris color rojo, algunos ya nacen con ese color de ojos, por lo que se reconoce fácilmente que son descendientes de la familia Scarlet – explico ella alegre.
    – Pero digamos que nacer con los ojos color rojo en esta época te vuelve un blanco fácil – explico Daniela, aun si sonreía alegre notaba cansancio en su voz.
    – Ojos color rojo, Scarlet – dije más para mí mismo – Pero… Aoi tiene los ojos color azul, me parece raro que cambien de rojo a azul – mencione de repente, al decir esto el resto se quedó callado durante unos segundos.
    – Yo tengo cosas que hacer – se apresuró a decir Sachi mientras se iba.
    – Yo la iré a joder – Marshall salió detrás de Sachi.
    – Nosotros nos vamos sin motivo aparente – hablo Luis para tomar a Kaze de la mano e irse de allí.
    – Lo mismo – Daniela salió detrás de ellos.
    – ¿Dije algo malo? – pregunte a Aoi con algo de nervios, solo estábamos ambos.
    – Dices cosas raras, pero ciertas.
    – ¿Estas molesto por lo que dije? – pregunte aun con nervios.
    – No, solo que es algo incómodo hablar de eso.
    – ¿Y eso por qué?... Tus ojos son color azul claro, es un bonito color – fui sincero con esto.
    – Ese es el problema, tú mismo lo dijiste, los que poseen iris color rojo de nacimiento es normal que se crea que son descendiente de la familia Scarlet, pero la familia Scarlet no fue la única familia que existió antiguamente, en la época en donde las criaturas mitológicas no se podían distinguir de los humanos, hubo varios grupos y familias.
    – Mencionaste algo de eso antes, la familia Scarlet fue una de las más poderosas cuando los humanos con habilidades lograron tomar gran dominio – recordé la explicación de Aoi.
    – Exacto pero habían otras familias y agrupaciones, una de ellas es la familia Cerulean, las cuales se reconocían antiguamente por su ojos color azul claro.

    Según lo que decía Aoi, los descendientes de la familia Cerulean son fácilmente reconocidos cuando el color natural de sus ojos es azul claro. Azul claro, como el color de los ojos de Aoi, pero él es el líder de Crime Scarlet, así que debe llevar también sangre de esta familia.

    – Entonces… Tú eres un descendiente de ambas familias – termine por concluir.
    – Se podría decir que sí, pero al parecer la sangre de la familia Cerulean predomina, esto se ve reflejado en mi color de ojos.
    – Esto quizás… ¿se convertiría en un problema al ser el líder de Crime Scarlet?
    – Efectivamente, aunque no se puede juzgar a nadie por el color de ojos, ya que solo suponen cuando es color rojo por ser un color poco común, en mi caso es cierto, ya que también tengo magia de la familia Cerulean, quienes se especializaban en la magia de tipo de agua y hielo, mientras que la familia Scarlet se especializaba en la magia de fuego y oscuridad, aun si estos tipos de magia no eran los únicos que utilizaban eran los más comunes que podias encontrar en el linaje de aquella familia.

    Si alguien descendiente de otra familia fuera líder de Crime Scarlet, me debo suponer que los de esta familia estarían molestos y frustrados por esto, de ser así, debió ser difícil al principio.

    – Pero no creo que sea algo tan malo, es decir, a los demás no parece importarles que tú tengas rasgos de la familia Cerulean…
    – Eso es porque mi nivel es superior, de no ser así no sería el líder.
    – Supongo que tienes razón – baje la mirada por algunos segundos – Aunque… igual no hay nadie que tenga ojos naturales color rojo… así que nadie puede sentirse incómodo con que tú seas el líder y no esa persona – intente ver el lado positivo.
    – Eres pésimo dando ánimos – fue directo.
    – ¿Por qué? – pregunte sorprendido – ¿Acaso hay alguien que tenga el color de ojos rojo de manera natural?
    – Sí lo hay.
    – Soy pésimo dando ánimos – susurre – Ahora entiendo porque el resto se fue.
    – Sí, como dije es incómodo hablar de esto, en especial con el nuevo.
    – No es mi culpa, no sé muchas cosas, solo sé cosas generales.
    – Sí lo es, por andar de curioso terminaste aquí – fue directo.
    – ¿Podemos hablar de otra cosa? – pedí.
    – Entonces hablemos de otra cosa, como por ejemplo, ¿Qué fue lo que te hizo el incubo?

    Pensé que ese tema estaba olvidado, pero me doy cuenta que no, empiezo a dudar sobre decirle lo que paso, pero si no le digo sé que me ira mal también.

    – Me ataco, ya te dije, me logre librar por suerte y Koichi lo mato – suspire, debía desviar el tema, ahora que lo recuerdo hay algo importante que no le he dicho a Aoi – Por cierto… lo siento… Koichi sabe que soy de Crime Scarlet… ya que use mi poder para hacerle creer al incubo que se quemaba, pero no resulto, se dio cuenta de que no pasaba.
    – Considere que eso podía pasar tarde o temprano, de ahora en adelante deberás tener cuidado con él, así que trata de permanecer cerca de nosotros – pidió con tono tranquilo, me alegraba poder desviar el tema – Otra cosa – le mire atento por si formulaba otra pregunta respecto al tema del incubo – Buen trabajo, solo no te sobre esfuerces – acaricio mi cabello antes de retirarse de allí.
    Sentí como mis mejillas estaban calientes, seguro estaba muy sonrojado, se toque el rostro aun sin creer que él me haya felicitado, yo no hice nada, pero me gusto que me felicitara y acariciara mi cabello.

    Note que alguien me observaba, vi a los demás observando, estaban escondidos cerca de la salida.

    – ¡¿Qué están haciendo?! – me cubrí todo el rostro por la vergüenza.
    – Solo confirmo mi OTP – escuche la voz emocionada de Sachi.
    – Confirmo que eres joto – sonó la voz burlona de Marshall.
    – Yo tenía curiosidad por saber que paso con el incubo del que hablaban – hablo alegre Daniela.
    – Seguro se lo quería violar – fue directo Luis.
    – Koichi lo salvo… raro – hablo ahora Kaze conservando su tono de siempre.
    – ¡No escuchen conversaciones ajenas! – ahora seguro mi rostro estaba rojo, pero rojo porque estaba molesto, aun así ellos seguían igual que siempre, pero al menos sé que ellos son reales, no me han mostrado personalidades falsas, eso me pone alegre.

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    Notas finales: Pues este es el final chan chan chan.... es el final(?) bueno no.... pero sí.... pero no.... es dificil explicarlo sin dar spoiler ;A; así que solo hay que leer el siguiente capi para saberlo -w-
    PD, no soy mexicana pero me suena chida(?) la palabra Joto cuando Marshall la dices C: XD
    PD de la PD: Nunca lo mencione pero para aclarar las cosas esta historia comienza en abril, lo más seguro es que en los siguientes capitulos se diga esto, pero es solo un pequeño adelanto o3ó no pidan más spoiler(?) que no pidan nunca dire nada, solo que amo a Sachi D: ella es mi ejemplo a seguir XD

    Hasta el proximo viernes owo)/
  13. .
    Owwww~~~ nueva lectora presente~~

    La verdad es que al principio no me llamo la atención tu fic, sorry me deje llevar por el titulo, pensé que estaba llenos de vida sexual incontrolable, el mundo de un señor de la noche (?), que disfruta de orgias sexuales (ah re que imaginacion más cochina tengo lul), llegue aqui de casualidad, en fin, no me arrepiento de nada(?) (quizas solo de comerme el helado de chocolate, ahora ya no tengo nada de helado :T .....)

    Well, ahora hablando del fic, realmente me ha gustado, es decir es algo diferente, si bien se centra en la vida de un chico que descubre su homosexualidad, para mi estas llevando la historia basante bien, muestras las viviencias que tiene y su entorno, quizas si, en algun momento se tenga que mostrar su vida sexual, pero no haces eso el punto central de la historia, lo cual me gusta mucho, se puede notar realismo y eso me gusta tambien - clap clap clap clapiti clap - por cierto gracias por poner los significados XD no sabia muchos de ellos o3ó ahora Shana sabe algo más xD
    La trama me parece muy original y amo tu forma de escribir, es sencilla pero sin ser aburrida, es decir va directo al punto , es clara y concisa, bueno~ quizas ya te aburri con todo esto, solo me queda esperar decir conti!!!
  14. .
    Misa-chan: Como corrompes mi sana(?) mente queriendome hacer escribir Lemon D:<(?) XD

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    Capítulo 9:

    Camine hasta llegar a otro parque, lo único que lograba ver eran perros, los cuales se me acercaban con intensión de jugar conmigo.

    – ¡No! Fuera, shu shu, no quiero jugar con ustedes ahora – hacia movimientos con las manos para indicar a los perros que se vayan.
    – ¿Qué te han hecho los pobres perros? – escuche como alguien se burlaba, perfecto, esto era perfecto, para mejorar mi día y mi estado de ánimo, Koichi apareció junto a su perro pit bull terrier de color blanco con grandes manchas color marrón, al cual por suerte sostenía de una correa.
    – ¿Qué te he hecho yo para que vengas a hablar conmigo? – pregunte con cierta incomodidad, su perro estaba en estado de alerta mirándome a mí, juraría que si Koichi no lo estuviera sujetando de su correa saltaría sobre mí ahora mismo.
    – Lo dices como si fuera una maldición hablar conmigo – se burló sosteniendo aquella sonrisa burlona de lado.
    – Lo es un poco – rodee los ojos. El pit bull me mostro en ese momento los dientes, retrocedí por reflejo, no es que le tuviera miedo a los perros ni nada por el estilo, pero tener a un perro pit bull con intenciones de atacarte frente a ti puede causar ciertos nervios, en especial que sí que te ataque o no está en manos de un tipo como Koichi.
    – Vamos, mi perrito solo quiere jugar contigo.
    – Yo no quiero jugar con él, seguro es igual al dueño.
    – Tomare eso como un gran cumplido – sonrió alegre.
    – Como sea, yo me voy – comencé a alejarme de él.
    – Si yo fuera tú, no iría por allá – se mostró serio. No le hice caso, como si fuera a hacerle caso a un tipo como él.

    Mientras caminaba sentí como empezaba a marearme, e incluso juro que veía como el espacio a mí alrededor se volvía oscuro.

    – ¿Qué está pasando ahora? – intente ponerme alerta, no era una alucinación, realmente el espacio a mi alrededor se volvía sombrío, una versión macabra y deteriorada de donde estaba antes.

    Antes de que pudiera hacer algo, sentía como me tomaban del tobillo para alzarme de cabeza, estaba a unos cuantos metros del suelo.

    – ¿Qué mierda? – gruñí por lo que pasaba, era una especie de tentáculo el que me tomo por el tobillo, me sujetaba con fuerza – ¡Suéltame! – exigí, solo podía ver el tentáculo, pero no podía ver la criatura a la que le pertenecía, aunque seguramente era un pulpo gigante.
    – Quizás si lo pidieras por favor, esa cosa podría soltarte – esa era la voz de Koichi, intente buscarle con la mirada pero no lograba verlo en ningún lado – Además de bobo eres ciego – soltó una carcajada de burla.
    – ¡Ya te vi! – dije al ver que estaba frente a mí, parado a unos metros – ¿Por qué no podía verte?
    – Porque esta oscuro y eres ciego – se siguió burlando.
    – ¡No me refiero a eso! Es como si hubieras desaparecido o te hubieras mezclados con el ambiente de sombras… ¡HIIIII! – solté lo último con nervios, sentía como el tentáculo se colaba bajo mi ropa, arrastrándose por mi pierna, se sentía pegajoso y extraño.
    – Si así chillas por un toquecito, ¿Cómo será cuando esa cosa te viole?
    –… ¿EH?
    – ¿Eres sordo?... Esa cosa es un incubo.
    – No tengo mucho conocimiento pero… Un incubo… ¿no es acaso un demonio masculino que se acuesta con mujeres para robar su energía? – pregunte con cierto desconcierto, esa cosa pegajosa me empezaba a poner los nervios de punta.
    – Sí, correcto, no eres tan idiota como pensé – se seguía burlando.
    – ¡Pero soy un hombre! – empecé a balancearme para intentar librarme, esa cosa estaba demasiado cerca de mi entrepierna para mi gusto.
    – ¿Y? – pregunto él como si no fuera importante este hecho.
    – ¡Que no soy una mujer! ¡Además esta cosa tiene un tentáculo! – pateaba con mi otro pie el tentáculo que me sostenía, pero era inútil, no me soltaba.
    – Ahh… Eso solo una representación, su forma real no la ha mostrado pero sin duda está aquí, pero quizás pensó que un solo tentáculo sería suficiente para doblegar a un virgen como tú.
    – ¡Tú también eres virgen! – reclame aun intentando soltarme. Koichi desvió la mirada por lo que dije, él también es virgen, así que no sé porque se burla de mí por eso – ¡Eres virgen! ¡Virgen! ¡Virgen! ¡Virgo! – me burlaba mientras aún me balanceaba y pateaba el tentáculo, él es el nuevo líder de la Legión Amarillo, si tengo suerte, me atacara pero esquivare eso y le dará al tentáculo, dejándome libre para caer de cara a unos cuantos metros del suelo, no era el mejor plan, pero era el único que tenía.
    – ¡Ya cállate! – soltó Koichi con una sonrisa forzara, bien, estaba molesto.
    – ¡No quiero! ¿Qué harás? – seguía intentando librarme pero sin éxito.

    Koichi me miro por unos segundos, su expresión era seria, pero luego volvió a mostrar su sonrisa arrogante y burlona de siempre – Dejare que esa cosa te viole – declaro alegre.

    – ¡¿EH?! – me queje, mi cuerpo se tensó, esa cosa me empezaba a acariciar mi pierna, bien, eso era asqueroso, pero como odio que se sienta en parte bien.
    – Mira me di cuenta de tu plan, querías que me molestara para que te librara de esa cosa, pero mejor te dejo sufrir – se burló.
    – Puto – susurre con molestia.
    – Insultarme no te sacara de esa situación… ¡Ya sé! Si me lo pides lambisconamente te ayudare.
    – ¡Como si me fuera a humillar! – sentía una corriente eléctrica recorrer mi columna vertebral, el tentáculo comenzaba a tocarme sobre la ropa interior. Tenía que librarme solo, la vez pasada active mi poder cuando el ciempiés me ataco, allí sentí peligro, pero ahora siento asco.
    – Sera divertido ver como te viola – se burló aun sin hacer nada.
    – ¡¿Y por qué a ti no te ataca?! – me queje mientras con mis manos intentaba apartarlo, se sentía pegajoso y resbaladizo.
    – Pues porque… Realmente no sé porque, supongo que tú eres su tipo de chico.
    – ¡Si no vas a ayudar entonces ni hables! – me queje molesto, dónde rayos esta Sachi, ella debería estar cerca, pero no puedo depender siempre de ella.

    Quizás sí había una manera de librarme, recordé que hoy tuvimos clase de arte, en mi mochila traía un cutter y una tijera, no sé que tanto daño le pueda causar con esto, pero algo debía de hacer, no iba a dejar que esta cosa me siguiera tocando, me empezaba a gustar y eso era malo. Saque como pude los dos objetos de mi mochila, me doble intentando alcanzar lo más que pude mi tobillo, la que allí es de donde me sujetaba el tentáculo. Primero clave las tijeras hasta hundirlas lo más que pude, esto lo hizo detenerse, antes de que pudiera reaccionar y continuar con lo que hacía, hundí también la hoja del cutter pero con esta comencé a cortarlo. Me soltó finalmente, iba a caer directo contra el suelo e iba a dolerme mucho, de eso no tenía duda, así que solo cerré los ojos esperando que a me rompiera solo un brazo.
    ¿Eh? No sentí el dolor del impacto, de hecho me sentía cómodo – Quizás no sea una niña miedica como creí – hablo Koichi, al abrir los ojos lentamente, lo primero que vi fue a Koichi, estaba en sus brazos, al parecer me había salvado de darme el golpazo de mi vida.

    – ¿Qué crees que haces? – me queje al ver que me cargaba de manera nupcial.
    – Haces mucho ruido – me soltó de repente, caí al suelo pero no dolió tanto a como hubiese dolido si no me hubiera atrapado.
    – Pensé que los humanos tenían más unidad entre sí, solidaridad y compañerismo – escuche una voz masculina, el tono era profundo y grave, como si intentara seducirte con cada palabra, pero no veía a nadie, me pare rápido por si algo más pasaba – Pero no ayudaste a tu compañero humano de inmediato, ¿Por qué? – se presentó frente a nosotros, era un joven alto, de tez pálida, cabello negro, orbes color amatista, sus facciones del rostro era finas, su presencia era embriagadora, era como si tuviera un hechizo, el cual te atraía hacia él.
    – ¿Ayudarlo?... ¿Por qué iba a hacer eso? – fue directo, su expresión era seria.
    – Ya veo, ese humano no tenía nada que ver contigo… Entonces cambiar mis planes, te matare directamente.
    – ¿Seguro de que un incubo debería decir esas cosas? – sonrió con burla – Conmigo tus truquitos sexuales no funcionan.
    – No son los únicos que tengo – declaro serio.
    – Sería interesante ver otras habilidades – sonrió de lado. Esto era malo, empezarían a pelear, obviamente Koichi no iba a preocuparse por mi seguridad, debía encontrar forma de salir de aquí; lo mire al darme cuenta que me veía de reojo, sentí esa sensación de superioridad viniendo de él – Sera mejor que no me estorbes, vete de aquí – fue directo.
    – Sí supiera como irme lo habría hecho hace mucho – declare directo también.
    – Tsk, al final solo eres peso muerto – se burló.
    – ¡Yo no pedí estar aquí! – me queje, era claro que el incubo iba tras él – Oye, tú – le hable al incubo, quien me miro de manera fría pero al mismo tiempo aquella mirada era muy atrayente y cautivadora – No tengo nada que ver con esto.
    – Llamémoslo daños colaterales, esperaba que te ayudara, pero como no es así, serás mi bocadillo cuando todo esto termine.
    – Hablas como si ya estuviera muerto – sonrió de lado Koichi, una sonrisa burlona y arrogante.

    Antes de que pudiera seguirme quejando Koichi hizo un movimiento ligero con su mano derecha apuntando al incubo, no pude ver bien aquello que lanzo hacia él, pero vi claramente como dos tentáculos salían detrás de incubo para desviar aquello que lanzo, aun así los tentáculos fueron cortados a la mitad, cayendo al suelo donde se retorcieron por algunos segundos, esto causo una ligera mueca de molestia en el incubo.

    – Estoy casi seguro de que desvió eso – susurre.
    – Eres un ciego – hablo con expresión seria ahora, fruncí ligeramente el ceño al escucharle – Lance dos veces, uno tras el otro, de esa manera no vería el segundo par – sonrió con burla – Pero que te cuento si ni vas a entender – se burló.

    Un tentáculo se acercó rápido hacia él, parecía que lo iba a tomar el cuello, pero Koichi solo levanto su mano su mano, como si pidiera que parara, así fue, el tentáculo se detuvo, pero esto parecía haber sido de manera forzosa, se notaba como temblaba y parecía querer librarse, pero no veía que fuera sostenido por nada, al fijarme mejor, note como delgados hilos oscuros los aprisionaban, eso era lo que no le permitía moverse. El incubo de nuevo mostro una expresión de molestia.

    – Sera qué – susurre, ¿Por qué pelea? Es obvio que Koichi tiene más poder que él, solo se me ocurre una razón – Sera que… ¿tú eras simpatizante del anterior líder de la Legión Amarillo? – pregunte de repente, la expresión de Koichi fue de sorpresa, entonces él no sabía que yo estaba enterado de la situación real.

    Koichi fue tomado del cuello por uno de los tentáculos, lo levanto a unos metros del suelo para luego azotarlo con fuerza hacia el suelo.

    – Exacto – sonrió de manera macabra y enigmática, mientras el tentáculo volvía a repetir la misma acción una y otra vez, una y otra vez volvía hacer lo mismo, pero había algo que me hacía creer que aquello no era cierto – Tú eres de Crime Scarlet, ¿Qué haces con el actual líder de la Legión Amarillo? – pregunto serió, me sorprendí un poco de la afirmación del otro.
    – Primero dime que te llevo a decir que soy de Crime Scarlet – fui directo.
    – Tus ojos, ojos color escarlata y esclerótica color negro, todos los miembros tienen los ojos así – sonrió de lado – Entonces te comeré y absorberé tu poder, junto con el del Líder Amarillo – declaro como si ya hubiera ganado.
    – Pero… Si aún no has vencido al líder amarillo – fue directo, antes de que pudiera decir algo continúe – Esa escena de tu tentáculo golpeándolo contra el suelo una y otra vez… se ve muy falsa.
    – Supongo que no tiene sentido seguir ocultándolo, te has dado cuenta y el jodido incubo ya revelo porque estaba aquí – se escuchó la voz de Koichi.

    La escena de él siendo azotado contra el suelo por el tentáculo desapareció, ahora la escena era la siguiente, el tentáculo estaba partido en varias partes, al igual que muchos otros, Koichi estaba sentando en el pasto, mirándonos como si fuéramos algún tipo de espectáculo callejero.

    – ¿Pero cómo? – el incubo parecía confundido.
    – Oh vamos, el novato se dio cuenta rápido, fue solo una ilusión creada por mi mente – se burló mientras se levantaba, limpio un poco su pantalón de manera despreocupada antes de mirarnos – Déjame adivinar, tú fuiste uno de los que vieron mi pelea contra el anterior líder, ¿o quizás te lo contaron?, como sea, no te dejes engañar por tus ojos.
    – ¿Qué fue lo que hiciste? Tú magia causa explosiones – declaro rápido el incubo, parecía alterado.
    – Por eso dije que no te dejes engañar por tus ojos – sonrió, esa sonrisa llena de burla y arrogancia, aun si solo soy un novato como él dice, puedo ver claramente que esta pelea nunca inicio, porque el incubo nunca pudo atacar a Koichi – Cometiste un grave error al creer que me derrotarías, pero cometiste un erro más grande al atraparme en este lugar lleno de oscuridad.

    Ahora entiendo un poco mejor, Koichi debe poseer dos tipos de magia, una dada por su contratista, una debe ser de elemento oscuridad por lo que dijo, la otra debe ser capaz de crear explosiones, según lo que dijo el incubo, ya que la magia que genera explosiones fue usada contra el anterior líder, esta debe ser el poder otorgado por su contratista.

    – Necesito energía – de inmediato el incubo me miro a mí, sus tentáculos se acercaron a mí rápidamente con intensión de tomarme.
    Según me dijeron, mi poder es la magia mental, quizás pueda emplearla, quizás si me concentro lo suficiente, pueda convertirlo en cenizas.
    Los tentáculos que iban dirigidos a mí se encendieron en llamas, obligando al incubo a retroceder.
    – No quema – se dio cuenta de mi truco a los segundos, así que volvió a acercarse. Debí suponer que no funcionaría a la primera, aunque ahora tengo una mejor idea de mi poder.
    – No está nada mal, pero la idea es que se lo crea – se burló Koichi – Me aburrí… Xerbeth, dale el mismo trato que le dimos al líder que tanto apreciaba.
    – Como ordene, yo me encargare a partir de ahora – se escuchó una voz femenina, pero no lograba ver a nadie más.

    El fuerte sonido de varias explosiones comenzó a resonar, me tape los oídos por todo el estruendo que causaban, antes de cerrar los ojos pude observar como el incubo explotaba en varias partes. Todo se volvió silencio luego de unos segundos, abrí mis ojos para comprobar lo sucedido, allí estaba, el cuerpo desmembrado y destrozado del incubo, estaba lleno de quemaduras graves, no quedo ni sombra de aquel joven atractivo, ahora solo es solo carne.

    Las sombras se dispersaron poco a poco, dejando ver el paisaje en donde estaba antes, el parque, un hermoso día, personas caminando, mascotas jugando, no había ni rastro de lo que paso allí.

    – Entonces – hablo Koichi, su expresión ahora era seria – Has vuelto a la normalidad – cuando dijo eso supuse que mis ojos volvieron a su tono rosa – No esperaba que fueras miembro de Crime Scarlet, por lo que dijiste en ese momento, también parece que estas bien informado, además ahora ambos hemos descubierto algo interesante – surco una sonrisa en su rostro, aquella sonrisa burlona y arrogante – He descubierto que hay alguien con magia de tipo mental, lo cual me hará querer matarte lo más pronto posible.
    – Y yo he descubierto que el tipo de magia que obtuviste por tu contratista es un tipo explosivo – no me deje intimidar por lo que dijo.
    – Eso no será suficiente para intimidarme – sonrió con burla – Dile a Aoi que más le vale cuidarse, la próxima vez no solo le romperé un brazo – al decir esto su expresión fue seria. Él dio un silbido, su mascona vino corriendo hacia él, moviendo su cola alegre, no parecía estar agresivo como antes – Más vale que te cuides Kaito, si no lo haces… quizás sea yo quien te devore la próxima vez – aquella sonrisa burlona surco de nuevo sus labios, sin decir nada más ninguno, él se fue de allí.

    Me quede allí algunos minutos más, viendo a mi alrededor, asegurándome de que todo fuera normal, no quería caer en alguna ilusión. Le dije a Koichi que descubrí que el tipo de magia que obtuvo por su contratista es de tipo explosivo, pero sé que también tiene el poder de crear ilusiones, no sé si esto sea por su contratista, también sé que tiene un poder relacionado con las sombras, este lo más seguro es que sea propio.

    Ahora él sabe que también estoy involucrado, ya tengo bien en claro que no lo agrada que tenga este tipo de magia, debe ser por lo inusual que me han dicho que es, aun así no se utilizarla, a lo mucho puedo hacer una ilusión y darme cuenta de estas, pero me gustaría poder desarrollarme más, poder llegar a descubrir mis límites.

    Mientras estaba metido en mis pensamientos camine de regreso a casa – Regrese – dije esperando a que alguien me contestara en la morada vacía – Aun falta para que regresen – bufe con aburrimiento, cualquier chico estaría feliz en mi lugar, yo no. Mi hermana menor Alicia había vuelto a su internado ayer por la tarde, me dio algo de pena no prestarle mucha atención, ya que no pasamos mucho tiempo juntos por que ella va a ese internado normalmente cuando viene de visita por un par de días le presto mucha atención pero ahora con todo lo que me ha pasado, apenas y le dirigí la palabra, la próxima vez la recompensaría.

    Termine con mi rutina diaria de todos los días, hacer la tarea, ver televisión, usar el internet, lo que es común. Me recosté cuando tenía mucho sueño, lo único que quería era dormir, poder descansar de lo pesado que fue el día de hoy.

    Al abrir mis ojos estaba en aquel cuarto que Daniela me mostro – Esto debe ser una broma de mal gusto – bufe, me levante de la cama, camine hasta la puerta y la abrí un poco, vi que no había nadie en el largo corredor, así que salí siendo lo más sigiloso que pude, avance un tramo quedando cerca a la salida. El sonido de varios pasos acercándose me hizo poner nervioso, di varias vueltas sobre mí eje, mire a los lados intentando buscar esconderme, corrí alejándome de la puerta de salida, mire nuevamente a los lados para asegurarme de que no hubiera nadie cerca, por algún motivo no quería ver a nadie y tampoco quería que me viera nadie, debe ser porque no quería hablar de mi asquerosa experiencia con el incubo.

    Abrí cualquier puerta que vi, me metí rápido y cerré la puerta detrás de mí, escuchaba como afuera los pasos disminuían, quizás habían entrado a alguna habitación.

    – Uff eso estuvo cerca – suspire aliviado.
    – ¿Por qué estás aquí? – aquella voz la conocía, la conocía perfectamente, solo para comprobar me gire a ver si él estaba allí.
    Sentado en la cama estaba Aoi, al parecer se cambiaba ya que la camisa negra la tenía desabrochada.
    – Yo… bueno…yo…
    – Tranquilo, solo dime que paso.
    – ¡Primero termina de cambiarte!

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    Notas Finales: Lol, el capitulo se me hizo corto(?) pero es que no tenia más imaginación - arcoiris - y tampoco queria que lo violaran!! nadie interferira con mi OTP(?) XD hasta la proxima semana C:
  15. .
    Primero que nada e.e ..... holi owó)/
    La historia me parece interesante, más que nada por el hecho de las hadas, un ser tan fragil y aparentemente inofensivo, aquí es uno de los seres más peligrosos, quizas haya una explicacion para eso (quizas no, aunque yo espero que si).
    La verdad es muy facil leer y entender la historia, pero para mí (no te ofendas, es mi opinion persona) es un poco pobre con respecto a la descripción, al ser un mundo diferente y nuevo, esperaba un poco más de detalle sobre este desde el punto de vista de Dimitri, quizas alguna semejanza con el real o que tan diferente era del real.
    Lo ultimo, seria que separaras tus comentarios finales de la historia, no los pongas tan pegados (me confundi y pensé que aun seguia ;w; y luego me di cuenta que eran tus comentarios XD)

    Como dije la historia me parece interesante y creo que tiene mucho potencial (ah ni que yo fuera master escribiendo o3o~ para estar criticando XD), espero subas más capitulos owo, es decir, e.e tienes que subirlos por mí (?), espero haberte ayudado con este insignificante comentario mio -w- ~~ esperando conti~

    Shana se despide o3o~
1251 replies since 22/11/2012
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