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| Sonreí tomando sus muñecas para destapar suave sus manos de su rostro.
—Está bien. Detente. —Le ordené con una sonrisa inevitable al ver cómo mi adorable chico intentaba cerrar sus pies. El sirviente separó su lengua de la entrada de mi adorable Misha y se quedó arrodillado en el suelo esperando obediente más instrucciones. Mientras, mis dedos detuvieron las caricias para dedicarse a acurrucarlo bien en mi pecho y hombro, dándole algo de confort a mi agotado esclavo.
—¿Es difícil aguantar, cierto? —sonreí besándole el lóbulo, dándole un pequeño mordisco juguetón —Sigues teniendo que portarte bien y aguantar los diez minutos enteros... simplemente te daré descansos —sonreí divertido —Cuantos más descansis pidas... más tiempo tendrás que aguantar antes de que te deje terminar —susurré sexy abrazando su cintura para pegarlo a mí mientras le daba otro beso suave, cerrando los ojos. |
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| (Xavier)
—¿Que él ha decidido? —dije molesto entre dientes, iba a echarle una bronca sobre por qué una persona tan joven no tiene verdadera capacidad de decisión, pero terminó de hablar demasiado tarde y justo estaban entrando mi hermano y el... ese otro por la puerta.
(Asher)
Sonreí un poco dudoso, mirando a Richard sin saber qué decir —oh venga, no seas malo con tu hermano —dije tomando su brazo, pegándolo suave a mi —¿Tan importante es una sola habitación...? Si no lo puedes acoger en casa y ya está... —Escuché la risa que Xavier se aguantó de fondo... y me sonrojé un poco. A ver, que tampoco era tan naíf como para no darme cuenta de que se llevan un poco... tienen sus roces. Pero al final del día es como cualquier familia. Y me sentiría fatal si se peleasen porque ha venido a verle al enterarse de lo nuestro. El pobre seguro que lo hacía con buena intención... para apoyarle después de la que le ha caído en la prensa y en las redes... |
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| Seguí unos cuantos pasos preocupado al niño hasta que lo vi montarse en el ascensor y cerrar las puertas tan tranquilo... yo... yo me quedaba más inseguro...
Giré la cabeza dudoso, todavía con las manos apoyadas en la puerta de entrada al despacho, mirando a mi jefe mientras me mordía el labio —Efi... ¿Y si bajo? Es que... —murmuré preocupado y miré de nuevo hacia el ascensor —¿tú estás seguro de que sabe bajar? ¿Lo has hecho antes? ¿Estará bien...?
—¿Y si se equivoca de planta qué? Todo el mundo está trabajando, a su bola, no van a estar pendientes de él... ¿quién lo va a ayudar al pobrecito...? |
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| (Sin)
Lo miré serio y tranquilo, intentando mostrar que no estaba enfadado —Creo que sí. Pero no importa Draven no se enfadará por eso. Y menos sabiendo que estás enlazado a mí... simplemente... —¿qué debía decirle? No estaba seguro... —Creo que no deberías hablar con Draven sobre este lugar, ni sobre su estado, ni la gente... de hecho, tal vez lo mejor sería que no hablases con nadie en general... con nadie que sea demonio... quiero decir, con nadie que sea soldado —Era consciente de que no le podía prohibir hablar con todo el mundo, pero eso no hacía que no me pareciese una idea terrible.
(Simon)
Abrí los ojos poniéndome pálido cuando me di cuenta de lo que había dicho, girándome —Ah... pues... porque es el cuarto en mejores condiciones de la casa —ya una vez se me había escapado lo mejor era ir con la verdad hasta el final, mentir solo iba a enredar más la situación. —Él... esto... verás, es que.., no aceptó tomar mi habitación. Y las de invitados la están ocupando Sin, tu sirvienta... —le expliqué señalando a la chica —y el humano... y la sirvienta que trajo Sin... y su hermanito menor, claro... Entonces pues... el resto de habitaciones las ocupan los soldados... y queda alguna, pero de la zona del castillo que tiene las paredes derrumbándose y con moho... entonces yo le dije "deberías tomar una de la de los soldados y ya"... Pero... se enfadó. Y simplemente escogió la única habitación seca y con techo en la que podría estar solo... Pero no te preocupes. Él está acostumbrado al campo de batalla. Seguro que está durmiendo bien... —le terminé de explicar, al final, logrando evitar decirle dónde estaba. |
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| —Si a mí no me molesta... es un niño muy mono... —murmuré dudoso, mirándolo desconfiado —¿seguro? ¿no será mejor que baje con él...? —pregunté desconfiado —Bueno, por lo menos deja que te lleve con las de recepción y las deje avisadas de que se queden contigo hasta que venga tu papi...
Me giré a Efialtis con cara de preocupación —Sé que tenemos mucho trabajo, pero no tardo ni diez minutos, lo bajo con los de recepción y ya allí se encargan... y así nos quedamos tranquilos de que no le pasa nada, ¿vale? |
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| Me sorprendí al ver ese sobre, parecía hecho de oro de verdad, ¿qué clase de bastardo opulento y fuera de la realidad envía cartas con sobres envueltos en papel de oro...? Igualmente, joder qué curiosidad...
—Oh vaya... todos tenéis nombres muuyyy... mitológicos, es la primera vez que conozco a tanta gente con nombres antiguos —sonreí dudoso intentando mejorar el ambiente después del pedazo corte que le acababa de meter Efis a Hermes.
—En fin... tal vez lo mejor seríaque yo acompañase a su casa a nuestro invitado... y eso, ¿no? —murmuré yendo a tomarle la mano, obviamente no pensaba dejar volver solo a casa a un enano. |
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| (Draven)
—...puede hacer los cambios que quiera si eso le hace estar más cómodo... que contrate a un decorador si es lo que necesita —responí algo seco, dando media vuelta para salir de esa habitación. No tenía ganas de remodelar nada, no tenía sentido echarles cemento a estas paredes para evitar que cayesen. Esto es lo mejor.
(Sin)
Estuve apunto de abrir la boca para decirle que era complicado hablar con Draven sobre esta fortaleza, pero en el último momento decidí que era mejor callar y volví a cerrar los labios. Parecía un poco nervioso, y sabía que si hablaba se asustaría.
(Simon)
Me sorprendí un poco poniendo una mueca con una sonrisa, negando con la cabeza —Sígueme... —le pedí comenzando a andar delante suya —Estoy bastante seguro de que mi hermano no se ha cabreado contigo... tiene una paciencia sorprendente, más incluso que la que tiene Sin... Si hasta incluso te dio su habitación... hasta que no te la quite tú da por sentado que no se ha enfadado —le respondí risueño, sin darme cuenta de que se me había escapado algo que probablemente no le debería contar a él. Pero estaba tan acostumbrado al trato con los soldados y mis hermanos... es decir, al trato con los soldados... |
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| bReí suave con su pregunta —No, yo sé que no. Aparte de ser un poderoso dios mensajero inmortal, hijo de Zeus, que solo por eso ya era increíble... —le respondí sonriendo, enseñándole mis dedos para empezar a contar —Era dios de los viajeros que cruzan fronteras, y de las fronteras mismas, y también acompañaba las almas de los muertos al inframundo, y también del comercio, y el ingenio, y la astucia, y los ladrones las mentirijillas y los pilluelos como tú —le respondí revolviendo su pelo divertido.
—La prueba de que era tan importante es que todo el mundo se acuerda de su nombre porque estaba en el planteó principal de los olímpicos. Además un señor muy importante que era escritor dijo que era el jefe de los sueños. Yo respeto mucho a Hermes, no quiero que se enfade conmigo —reí poniéndome en pie hasta ver a Efi, mierda, no parecía muy contento...
—L-lo siento mucho Efi, ya mismo lo quito de tu sitio para que te puedas sentar... es mi culpa por dejarlo, no le eches la bronca al pobrecito... —le respondí tomando al niño en brazos y apoyando su cabecita suave en mi pecho acariciando su pelo. Efi no parecía ser muy amigo de los niños, si es que se le ve... |
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| —Pero no toques el ratón Hermes corazón, que lo llenas todo de aceite y azúcar de las chuches... ¿Efi te deja mirar en su ordenador, seguro? —le pregunté dudoso mientras iba a mi bolso a por unos pañuelos y coger su manita para limpiarle entre los dedos, preguntándome por qué demonios tendrá un hombre adulto chucherías en su oficina, por dios que es el CEO de una multinacional...
Me sorprendí un poco con sus preguntas y solo sostuve la sonrisa algo dudoso —No, no... yo también soy griego —le respondí tomando el ratón del ordenador para limpiarlo también, sonriendo con su pregunta, qué graciosos que son los niños... —claro que sí —sonreí acercando mi dedo a dar un toquecito en su nariz —Y sé que compartes nombre con un dios griego, Hermes, muy bonito —le sonreí dulce agachándome a su altura —¿Sabes de qué era dios Hermes pequeño? —le pregunté mientras giraba la silla haciendo que me mirase, evitando que se fijase en la pantalla y se dispersase de la conversación para frenar esa verborrea hiperactiva que tiene, se le ve que es buen niño, pero no comprendo qué clase de padres irresponsables puenden dejar solo a un crío tan pequeño... o eso o me está mintiendo. |
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| (Xavier)
Rodé los ojos mirándolo de vuelta —"De la forma más bonitamente desastrosa" —lo imité poniendo voz aguda y suspiré mirándolo —todos los idealistas habláis igual, por dios, te compro que lo protegemos, que le vendrá muy bien la experiencia... todo lo que tú me cuentas, que sí. Pero para vivir experiencias no tienes que salir en la tele, ni revivir traumas de la infancia con ello, ni tampoco salir con un hombre veinte años mayor, ni pelearte con toda tu familia paterna, ni ser acosado en redes sociales... ¿sigo contando? —lo miré a los ojos molesto.
—Mi hermano menor de edad ha sido trending topic día sí, día no, durante DOS semanas, DOS, que se dice muy rápido, pero lo ha hundido moralmente, le han monqutado una campaña entera de desprestigio sin ser ni siquiera conocido. Asher no necesita nada de eso. Todavía se está terminando de formar como ser humano y esto solo lo va a hacer sufrir, no es un adulto formado que aunque sufra con esto se recupere, para él estas marcas pueden ser de por vida.
(Asher)
—Pero mira que eres tonto —le tomé de la mano juguetón entrando de nuevo en el salón de casa para encontrarme de frente con ese ambiente pesado —Pero bueno... ¿qué serios estáis los dos, no...? ¿No os habréis peleado? —pregunté un poco dudoso, intentando aligerarlo todo con una sonrisa y una mala broma, a ver si Xavier me respondía rodando los ojos o algo... |
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| (Draven)
Sin y yo nos miramos por un par de largos segundos y después bajé la vista a su marido —¿Cómodo? ¿acaso no está ya cómodo después de todo lo que he hecho? —pregunté en tono calmado, sin darme cuenta de que bajo su vista sonaba agresivo e intimidante hasta que vi su cara cambiar. Era demasiado brusco para la gente... —Está bien... —murmuré en el mismo tono, esforzándome por suavizarme para sonar más amable —¿Y qué debería hacer? ¿Qué debería cambiar?
(Simon)
Me sorprendí al encontrarme a dos de nuestros invitados hablando en ese tono de cuchicheo al final de la escalera, así que tuve que acercarme a ver qué estaba pasando —Esto... ¿va todo bien? —pregunté con una sonrisa suave, intentando ser amable con ellos al notar que estaban tan tensos. —¿Ha vuelto a pasar algo acaso? ¿Os puedo ayudar de alguna forma...? |
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| | Estaba sacando las llaves del bolsillo hasta que lo escuché decir eso y me giré con una mueca de sonrisa —Gracias por decirme que voy guapo, ya lo sé. Pero de verdad, si prefieres el coche me da igual eh... O bueno, tal vez te hace ilusión estrenarlo a ti... —murmuré dejando las llaves en el aparador de metal —Te prometo ir despacio con la moto... —le dije acercándome para tomar su cintura y darle un beso cerrando los ojos —Y tomo las curvas con cuidado. —Cerré el discurso poniendo un beso sobre su frente y dejando el casco sobre su cabeza sonriendo para que él se lo pusiera —¿Ya te lo sabes abrochar? |
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| —Yo... —respondí cortado, no sabía muy bién cómo responderle ya, porque estaba seguro de que se me tenía que notar la incomodidad en la cara, vamos... hasta pálido tenía que estar —Sí, tal vez es buena idea que... bueno —murmuré —que salgas y te de un... poco... el... sol. —Poco a poco mis palabras se fueron ralentizando al ver cómo tragaba varias pastillas de una sin pestañear...
Por lo visto no era la primera vez que lo hacía, porque... ni había ni pestañeado. Automedicarse tan a lo bestia de esta manera iba a tener que ser otro tema que teníamos que hablar al final... yo no sabía si podía manejar... todo esto.
Pero era tan dulce al preocuparse por mí... y me hablaba tan suave y tan amable y yo... yo... necesitaba algo justo así.
Sonreí mientras lo veía entrar al baño y poco a poco desperté de la ensoñación, acercándome a la puerta del baño para llamar suave... pero decidí cortarme a medio camino. Ya cuando saliera se lo decía... o me inventaba alguna excusa. |
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| Miré al niño sin poderme creer lo que estaba pasando cuando empezó a revolverle los cajones a mi jefe —¡N-no pequeño! E-esas son cosas de mayores, no puedes revolverle los papeles a Efialtis, son cosas muy importantes... —le decía dudoso y sorprendido. Me iba a caer una bronca... joder —C-claro, es mejor tu amigo... sí... pero por favor, ¿por qué no esperamos a que venga para que él te de lo que estés buscando, no cielo? —Esto no resolvía ninguna de mis dudas —pero... ¿cómo vas a haber llegado solito hasta aquí amor, te ha traído mamá? —le pregunté dudoso con una sonrisa. Intentando detener sus pequeños dedos de revolver nuestros cajón. No sabía qué hacer, si a mí ni siquiera se me daban los niños, siempre lloran cuando los tomo...
Me callé sorprendido y aliviado al ver que lo que buscaba eran dulces —Si querías caramelos yo te habría traído un bol entero Hermes bonito... —le empecé a decir, aunque su respuesta sin ningún filtro me dejó cortado y con la boca abierta —Ehhh... yo, esto... no. Nuestra relación es... estrictamente profesional chiquitín... Eso... no —sonreí dudoso, no sabía qué responder, ¿sabría tan siquiera lo que significaba "íntimo" un chaval tan pequeñajo? Si seguro que se lo ha escuchado decir a alguien y lo está imitando... |
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| (Xavier)
Suspiré manteniendo la sonrisa —Que sí, que todo eso suena muy bonito. Pero que no. No me cuela, no me encaja. Yo sé que el tiro va a salir por la culata de alguna manera. Se llevan demasiada edad... Venga ya hombre.
(Asher)
Sonreí enternecido por su dulzura dejándome acariciar. —Yo también estoy contigo en todo —le respondí dulce acercando nuestros rostros y dándole un besito —Y tranquilo, entiendo perfectamente lo que es Lalia para ti, y lo mucho que la quieres aunque... no sea el mismo amor que conmigo, espero —le respondí divertido, acercando nuestras narices en un beso de nomo juguetón y después besando nuestros labios. |
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1290 replies since 2/3/2013
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