Amor Reberde [FINALIZADO]

(Harry x Draco) ¿Puede la guerra impedir que el amor nazca?

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  1. Lady Selandra
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    Amor Rebelde


    Capitulo 1 "La Caida"


    Era una noche extremadamente oscura, solo las estrellas se mostraban timidamente en cielo, entre nubes viajeras. Un frio viento soplaba, meciendo con suavidad las copas de los arboles. Ya casi era medianoche, y la mayoria de las personas se encontraban inmersos en sus camas, abrazando sus sueños.

    Solo una figura se movia por las callejuelas de aquel tranquilo pueblo, cubierto, no solo por la sombria noche, sino tambien, con una larga capa negra, su rostro se escondia en una capucha. Sus pasos resonaban haciendo eco en aquella soledad. Se deslizaba tranquilamente, sabia exactamente hacia donde se dirigia, y no perdia el tiempo. De pronto la luz de un foco alcanzo a iluminar momentaneamente su rostro, dejando ver una terrorifica sonrinsa en aquel rostro palido, sus ojos rojos como la sangre, como los ojos de un asesino, o peor, un demonio, brillaban, era la expresion de un ser que poco a poco perdia mas su humanidad. Siguio su camino hasta encontrarse casi fuera de aquel pintorezco pueblo ingles, hasta detenerse frente a lo que parecia un prado vacio, murmuro algo casi inaudible, y luego atraveso lo que parecia un manto o pared invisible. Despues de un momento, aparecio una casa en el sitio, un suceso que nadie hubiese creido aunque lo halla visto con sus propios ojos. En el interior de la casa, de pronto se escucharon gritos, rompiendo la tranquilidad de la noche.

    - ¡Corre, Lily, corre!- se escucho la desesperada voz de un hombre.- ¡Tomalo y sal de aqui!- Un destello se vio por una ventana.

    - ¡Noooo, James!- Grito una mujer.- ¡¿Por que?!- Una cruel risa invadia todo el lugar. De repente se escucho como un relampago, y un hombre de edad, con una larga barba plateada, aparecio de la nada en la puerta de la casa, entro a toda prisa en el interior de la casa.- ¡Albus, llevate a Harry! ¡AAAAAAAAAAAAAhh!- La voz de la mujer se dejo de escuchar, mientras la temible risa volvia a retumbar.

    - ¡Lily! ¡Tom, como has podido!- Dijo el hombre mayor.

    - ¿Tom? ¡JAJAJAJAJA!- Rio el encapuchado- Tom Riddle ya no existe, yo soy ¡Lord Voldemort!... Ahora, Albus, entregame al mocoso... o prefieres caer con el.- Dijo con una voz siseante.

    - Eso nunca...- El hombre se hecho a correr con un pequeño bulto en los brazos. Cuando llego a la salida, un rayo lo alcanzo, haciendo que su espalda se bañara de un liquido carmesi, dio un fuerte gruñido de dolor, apreto al pequeño niño cubierto por mantas, y trato con dificultad retomar su huida, su herida era bastante grave, pronto su vista comenzo a nublarse. Uno de sus pies se enredo y cayo a la suelo. La sombria figura se puso a su lado.

    - Te dije que era inutil... Una vez que acabe con este con este niño y contigo, ya no habra mas obstaculos para mi... Jajajajajaja!!- Rio Voldemort, apunto su varita al niño que no dejaba de llorar.- Adios, Albus Dumbledore, todos tus esfuersos fueron en vano, y una vez que te mate ire tras ese maldito traidor de Severus... ¡Pasa a mejor vida con ese mocoso! ¡Avada Kedavra!- Un destello verde inundo ambos cuerpos, hasta que el niño dejo de llorar. Solto una carcajada y miro con satisfaccion su obra por unos segundo, luego alzo su capa y desaparecio en la noche.

    Todo en quedo en silencio y quietud, las dos figuras permanecian en el suelo, sus ropas eran movidas por el viento. De pronto en el cielo aparecio una gigantesca calabera con serpientes saliendo de las cuencas de los ojos y pasando a la boca, la temida Marca Tenebrosa.

    De un momento a otro dos hombres aparecieron de la nada en medio del campo, uno con el cabello azavache en una melena muy pegada al rostro, el otro tambien tenia el cabello oscuro, pero mas alborotado. Corrieron hacia los cuerpos, quedando impactados al ver la marca en el cielo, sabian que habian llegado tarde.

    - ¡Severus, llegamos tarde!- Grito uno de ellos- ¡Lily! ¡James! ¡¿Donde estan?!- Severus lo tomo del brazo y lo miro a los ojos.

    - ¡Sirius, calmate! Ya es tarde...- Dijo Snape. Sirius se apego al pecho de Severus llorando desconsoladamente, este comenzo a acariciar la cabeza de su compañero, para tratar de calmarlo.- Yo... lo siento, si me hubiera dado cuenta antes de lo que planeaba, tal vez...- De pronto, un llanto los saco de sus lamentos, fijaron la vista en los cuerpos, y el pequeño bulto envuelto en mantas se estaba moviendo.- No puede ser, esta...-

    - ¡Vivo!- Termino Sirius.- Severus, Harry esta vivo, mi ahijado esta vivo.- Black se apresuro y tomo al niño en sus brazos y vio como un hilo de sangre corria por su cabeza, tenia un fea herida en su frente. Snape se acerco a Dumbledore, pero este no habia corrido con la misma suerte, lo tomo en brazos y se dirigio a Sirius.

    - Vamos, amor, tenemos que informar a la Orden.- Dijo Severus.

    - Esta bien, Sev.- Respondio Sirius a su pareja, y ambos desaparecieron en la oscuridad.

    Al paso de unas horas un grupo de personas se reunia en una casa muy peculiar, conocida como La Madriguera, en medio del campo, era nada mas y nada menos que la Orden del Fenix. La mayoria escuchaba atentamente las noticias que llegaban de todas parte.

    - Fue horrible, torturaron a los Longbottom, hasta la locura, sino hubiesemos llegado, Bellatrix Lestrange los habria matado a ellos y su pequeño...- Decia Arthur Weasley, abrazando a su esposa, la cual acariciaba su enorme barriga de embarazada.

    - Ya van mas de 30 pueblos y ciudades muggles que han sido totalmente destruidas.- Comento Molly Weasley.- La cantidad de muertos es incalculable. ¿Alguien tiene noticias de Hogwarts?.- Pregunto a los presentes. Luego unas llamas verdes asomaron de la chimenea, y una mujer aparecio, era Minerva McGonagall.- ¡Minerva! ¿Traes noticias?.-

    - Las peores, Hogwarts ha sido evacuado, los Mortifagos llegaron de sorpresa, perdimos algunos alumnos y maestros.- Dijo un poco angustiada.- ¿Es verdad lo de Albus?.- Miro a los que se encontraban en la habitacion.

    - Minerva... Lo siento, yo...- Dijo Snape, quien habia mantenido el silencio desde que llego con el cuerpo de Dumbledore.

    - No te culpes, Severus, Albus era conciente del peligro.- Decia McGonagall.- Bueno, la verdad es que no todos los alumnos huyeron, un grupo se quedo a esperar a los Mortifagos, mas bien a apoyarlos, casi todos eran Slytherin. Lo lamento Severus, no podras tener el puesto que Albus te habia prometido en Hogwarts.- Decia ella tratando de contener las lagrimas.

    - No te preocupes, Minerva, no era el puesto que yo queria de todas maneras.- Respondio Snape con un poco de humor para calmar su propia tension. De pronto volvieron a salir llamas verdes de la chimenea, y un hombre desgarvado que cojeaba, ademas de llegar con muchas heridas.- Moody, ¿Que le paso?.- Tanto Arthur como Severus se apresuraron a ayudarlo.

    - Eso malditos... entraron al ministerio... Cayeron casi todos los Aurores a mi cargo... el Ministro... el... ha sido asesinado.- Termino diciendo Ojoloco. Todos los presentes se quedaron boca-abierta. Como era posible, todo lo que conocian y protegian habia caido en manos de Lord Voldemort.- El Ministerio de Magia le pertenece a ese bastardo.



    Capitulo 2 "El Plan para el Futuro"


    Ninguno podia ocultar su horror, Hogwarts y el Ministerio estaban en posecion de Voldemort y los Mortifagos, ademas habian perdido a muchos aliados, Dumblrdore, los Potter, los Longbottom, casi todos los Aurores y otros miembros de la Orden, todos habian caido. Las personas que quedaban no eran las suficiente para en frentar a los magos oscuros. Sus pensamientos eran muy desalentadores. Un ruido en la entrada los saco de sus divagaciones, Sirius Black y Remus Lupin entraron por la cocina.

    - Lo acabo de oir... El Ministerio ha caido, ¿es verdad?.- Pregunto Lupin, el silencio de los presentes fue suficiente respuesta, unas lagrimas asomaron por los ojos del licantropo.- Ademas, James y Lily estan...- No podia terminar la frase.

    - ¿Donde esta Harry?.- Consulto Sirius un poco alterado.

    - Esta durmiendo en la habitacion del pequeño de Arthur. Molly le curo la herida y le dio algo de comer. Dejalo descansar, es solo un bebe.- Respondio Severus, Sirius solo asintio.

    - ¿Harry?... El hijo de James... ¿esta vivo?- Pregunto Lupin, al ver que su amigo asintio, se sintio un poco mas calmado.

    - Al parecer, Voldemort, iba tras el pequeño.- Dijo Snape, y antes que cualquiera preguntara el "Por que", este continuo.- Fue por una profecia, la cual decia que: el Lord Oscuro caeria por la mano del salvador, nacido el dia 31 del mes 11, hijo de magos, tendra el poder de destronar al maldito... O algo asi. El asunto es que el Lord estaba convensido de que ese tal Salvador, era el hijo de los Potter, por eso fue esta noche a matarlo.- Molly dejo escapar una exalasion de terror.

    - La pregunta ahora es ¿Que haremos?... No podemos planear ningun ataque, no tenemos los suficientes aliados, cualquier cosa que hicieramos significaria un suicidio.- Dijo Lupin.

    - Necesitamos mas personas, si es que queremos hacer un ejercito lo suficientemente fuerte para enfrentar a esos malditos Mortifagos.- Dijo Moody con el ceño fruncido por el dolor de sus heridas.

    - Eso es cierto, ademas no puedo arriesgar a mi familia, Molly no puede pelear, y mis hijos aun son unos niños.- Comento Arthur Weasley.

    - Los niños... ¡Eso es!.- Grito Black.

    - Habla pronto, ¿Que es lo que tratas de decir?- Reglamo Ojoloco.

    - ¿No lo ven?... Ahora no podemos hacer nada, es muy dificil que alguien quiera ayudarnos en medio de este temor, primero hay que hacer que las aguas se calmen, que un bando tome el control...- Decia Sirius.- Debemos desaparecer por un tiempo y prepararnos.- Todos lo miraban fijamente.

    - Estas refiriendo a ¿dejar que Voldemort gane?.- Decia Snape.- Eso es una locura... Piensa en toda la destruccion que causara, todas las vidas que se perderan. Ademas cuando dices desaparecer, ¿A cuanto tiempo te refieres?- Sirius lo miro.

    - Tendran que ser varios años... Lo sufiente para que los que son niños ahora, puedan luchar.- Respondio Black.

    - ¡¿Que?! Pero son todos muy pequeños... Solo mira a tu ahijado, ni siquiera a cumplido dos años, en que clase mundo se criaran. Piensa en el bebe de Molly que aun no nace, en el niño de los Longbottom... Piensa en mi ahijado, por culpa de su padre crecera para ser un maldito Mortifago.- Dijo Severus con tono triste.

    - Espera Severus, no es una idea tan descabellada.- Dijo pensativo Moody.- En estas condiciones, es imposible que derrotemos a Voldemort, tambien es dificil que alguien se nos una. Si no podemos encontrar guerreros, entonces hagamoslos.- Tanto Molly como Arthur lo mirabas con reproche.- No me miren asi, o es que acaso ¿Quieren que ese maldito los busque y acabe con su familia?-

    - Claro que no quiero eso, pero me preocupa la clase de vida que les daremos a nuestros hijos, es injusto que tengan que pelear en una guerra que ellos no provocaron.- Explicaba el Señor Weasley.

    - Pero tambien es injusto que deban vivir con miedo, o peor, ser asesinados, por esa misma guerra.- Respondio Lupin.- Tal vez sea la unica forma de mantenerlos con vida. Ademas si la profecia es cierta, debemos preparar a Harry para el dia en que deba enfrentarse al Lord Oscuro, porque lo mas probable es que si se entera que el esta vivo, venga por el.- Nadie podia dudar de que si querian sobrevivir, la opcion de los niños, era la mas sensata, y a la vez la mas peligrosa.

    - Creo que es lo mejor.- Dijo de pronto McGonagall.- En este momento tenemos toda la desventaja. Si estos niños son la unica salvacion para que la futuras generaciones esten en paz, lo mejor sera seguir ese plan. Hay que separarnos, lo mejor sera irnos de inglaterra.-

    - Estoy de acuerdo con Minerva.- Murmuro Molly, a lo que el señor Arthur la miro asombrado.- No quiero que mis hijos sufran, pero si la unica forma de salvarlos es preparlos para pelear, pienso que no hay nada mas que hacer. Nada nos asegura que si huimos ellos no nos alcanzaran tarde o temprano, de todas formas estaremos en riesgo, sera mejor afrontarlo.- termino diciendo.

    - Ademas sera como un ataque sorpresa, buscaremos a todos los aliados posibles en la total clandestinidad y los esconderemos, para que los mortifagos no encuentren resistencia, puede que nunca esperen que nos enfrentemos a ellos despues de tanto tiempo.- Comento Sirius.

    - A eso te referias con 'calmar las aguas'.- Dijo Severus, dando un gran suspiro.- Bueno, hay que organizar todos los detalles del plan ahora, si vamos a estar ocultos, no podremos comunicarnos con libertad.- Sirius se lanzo a los brazos de su pareja, feliz de que este lo apoyara, y le dio un gran beso en los labios.

    Ya despues de un par de horas, muchos se veian cansados, pero no podian posponer la planeacion, pues en cualquier momento podian ser atacados. Hasta ahora estaba decidido de que los Weasley se irian al norte de Africa, Alastor Moody se refugiaria en Rusia, donde tenia algunos conocidos que podia reclutar, Hagrid, quien aparecio unas horas despues de la discucion, decidio ir a buscar a las montañas, los bosques y llanuras de Europa apoyo de criaturas magicas, pues estaba seguro que no pasaria desapercibido en lugares muy poblados; por otro lado Remus Lupin queria ir a America, pues junto con el se irian una familia muggle que rescato de un ataque de Mortifagos y la familia Tonks, pues era peligroso para una bruja como Andromeda quien se habia casado con un muggle, ademas en las zonas boscosas de America podria esconderse durante las noches de luna llena. Pero habia un detalle que faltaba por aclarar.

    - ¿Que haremos con Harry?- Pregunto Remus.- Mi cachorro podria ir conmigo a America.-

    - No es buena idea, tu ya estas viajando con muchas personas, podria ser muy notorio.- Dijo Moody.- No creo que un niño pueda aguantar el viaje hasta Rusia, mucho menos mi entrenamiento.- aseguro.

    - Tal vez pueda ir con nosotros, Arthur es un gran maestro.- Comento Molly.

    - No lo creo, tu ya tienes que preocuparte de siete niños, ademas seria el mismo problema que con Remus, son muchos y pueden llamar la atencion.- Respondio Minerva.- Tal vez este seguro conmigo en España, pero no creo ser capaz de entrenarlo apropiadamente. Ademas, el niño tiene parientes muggle, ¿Verdad?-

    - En estas circunstancias, es muy peligroso, pues, los Mortifagos estan destruyendo cada ciudad, pueblo o aldea que se les cruce, mas aun si es de muggles, sin poderes magicos no lo podran proteger... Y esta el hecho de que la hermana de Lily es una Anti-Magos.- Decia un frustrado Remus

    - Esperen, se olvidan de que Harry es mi ahijado, yo podre hacerme cargo de el.- Dijo Sirius muy seguro de si mismo, pero todos lo miraron algo desconfiados.- ¿Por que me miran asi? ¿Acaso no creen que puedo ser capaz?.- Miro molesto al grupo.

    - No es eso, es que... tu... como decirlo... Eres muy descuidado. El es un niño muy pequeño, puede que te sea dificil criarlo... "Ademas es muy peligroso para Harry".- Pensaba para si mismo Lupin. De pronto Snape se aclaro la garganta, y todos fijaron su vista en el.- Pero si Severus esta contigo, puede que sea la mejor opcion.- Sonrio aliviado el licantropo.

    - ¿Conmigo? Yo no se como cuidar niños.- Respondio Snape un poco incomodo.

    - Sev, por favor, no quiero separarme de Harry, ya perdi a mis grandes amigos, no quiero que pase lo mismo con el.- Llorisqueaba el animago.

    - Pero... no me parece que sea...- Decia Severus, pero Sirius le puso una carita de cachorrito triste, una cara que era irresistible para el.- Oh, esta bien, pero que te quede claro que sere muy estricto con el, no solo porque sea tu ahijado...-

    - Nuestro ahijado.- Termino la frase Sirius, lo cual desperto un sentimiento de melancolia en Snape, pues el sabia que al ser un traidor de los magos oscuros, no se le permitiria jamas volver a ver a su querido Draco.- Se que el no es tu Dragon, pero podria llegar a ser muy querido para ti... No lo mires como el hijo de James, miralo como un pequeño e inocente bebe que te necesita, que nos necesita a ambos, deja que sea nuestro Leon.- Una calida mirada adornaba la Sirius, a lo cual Severus le dedico una sonrisa.

    - Tu ganas, nos iremos con el a Suecia. De todas formas, si tu lo entrenas en las artes fisicas y magicas, me corresporndera a mi su educacion intelectual, Defensa de Artes Oscuras, Posiones, Inteligencia e Infiltracion, entre otras cosas debera saber. Me asegurare que este mas que preparado, ademas que lo faltara una educacion tradicional.- Explicaba solemnemente Snape.

    - Me parece exelente. Pero no olviden, ante todo, que Lord Voldemort no debe saber que Harry Potter esta vivo, eso nos delataria inmediatamente.- Explico McGonagall

    - Es verdad, pero ¿Como ocultar su nombre?- Dijo Molly.- Si alguien pregunta seria muy sospechoso no responder.-

    - Tienes razon, Molly. Ya que va a vivir con ustedes, podrian ponerle uno de sus apellidos.- Respondio Ojoloco.

    - No, recuerden que soy un traidor, por lo cual cada mago oscuro de Europa debe saber mi nombre... Sin contar el hecho de que Black, es un apellido muy raro para los muggles, y muy conocido entre los magos...- Contesto Severus.

    - Entonces, que sea Evans, era el apellido de soltera de Lily, es tan comun, que nadie se preocupara de su procedencia. Seria bueno que nosotros tambien nos cambiemos el apellido, Sev, pues, como tu dijiste seremos facilmente identificados con los nuestros. Ambos seremos Evans tambien.- Sonrio Sirius.

    - ¿Por que los dos llevaremos ese apellido? Eso seria extraño.- Dijo extrañado Snape.

    - Asi podremos ser una pareja casada, que ha adoptado a este lindo niño. Me parece una gran fachada.- Decia Black abiertamente feliz, en contraste con la enojada y avergonzada cara de Severus, pero tenia sentido ese plan, los matrimonios entre hombres eran normales y aceptados tanto en Europa muggle, como en la magica, por lo cual era creible.

    - No sabes cuanto me molesta que tengas la razon.- Respondio Snape aun molesto.

    - Bueno eso cubre todos los puntos faltantes. Queda claro esta sera la ultima vez que nos veamos hasta la fecha acordada, la cual es el cupleaños numero 15 de Harry, cuando la marca en forma de fenix aparesca en su piel.- Repasaba Arthur. Una vez que todos asintieron Sirius subio a recoger al niño. Se despidieron los unos de los otros, pues era muy insierto si se volverian a ver de verdad.

    Severus tomo a Harry en sus brazos, lo cual lo enternecio mucho, mientras Sirius busco un collar que servia de Traslador, aplicaron un Desmaius al niño y desaparecieron, justo cuando comenzaba a amanecer. Una vez que todos se fueron, rapidamente los Weasley empacaron sus cosas y antes de perderse con otro Traslador, prendieron fuego a la Madriguera, asi nada los ataria a ese lugar.



    Capitulo 3 "Cuatro años, y Contando..."


    En un pueblo asentado en las montañas, al norte de Suecia, los campos ya se encontraban cubiertos por la nieve, a pesar que apenas era otoño. A la afueras del pueblo, un pequeño niño jugaba entre la nieve, de cabellos negros, los ojos de un hermoso verde esmeralda, la tez un poco morena y con una cicatriz en forma de rayo en la frente, al parecer el niño no tenia mas de 5 años, llevaba un largo abrigo marron una bufanda de color verde, unos mitones y un gorrita tejida que hacia juego con la bufanda. El pequeño saltaba y corria felizmente cerca de una bella y enorme casa, un poco alejada del resto.

    - Harry, entra, es hora de tus lecciones.- Llamaba un hombre al niño, el cual tenia una apariencia un tanto seria y firme, vestido completamente de negro, con unos pantalones y un jersey con cuello alto, su cabello, el cual parecia como grasiento, lo llegaba hasta los hombros.

    - Ya voy, papá.- Dijo el niño, y corrio hasta abrazar las piernas del hombre.- ¿Que toca hoy? ¿Lectura? ¿Historia? ¿Pociones?.- El hombre lo levanto en sus brazos y lo acaricio la cabeza, entro con el y comenzo a quitarle el exeso de ropa.

    - Hoy toca Pociones y luego un poco de Lectura, deberias aprenderte tu horario de estudios, Harry.- Decia el hombre de forma rigida, pero un dejo de ternura en su voz.- Ahora, ve a lavarte las manos, y te esperare en el Cuarto de Estudios, ¿Bien?.- Dijo sonriendo levemente.

    - Si, papá.- Respondio el pequeño Harry. Cuando Severus entro a la cuarto de estudios para preparar la leccion del pequeño, un hombre se encontraba sentado en un sofa leyendo un libro.

    - Aqui estabas, Sirius.- Dijo Severus.

    - Oh, Amor, ¿Alistaras la leccion de Harry?.- Dijo Sirius, su pareja asintio mientras movia un par de cosas con su varita.- Bueno, entonces los dejare solos. Ire de compras al pueblo ¿Quieres que te traiga algo?.- Dijo a la vez que guardaba el libro en uno de los estantes.

    - No, solo trae las cosas de la despensa... ¡Ah, si! Pasa a la pasteleria, y compra pastel de calabaza, me dijieron que hoy si tendrian.- Respondio Severus Snape.

    - ¡Otra vez consintiendo a Harry!, porque dudo que el pastel sea para ti, odias lo dulce. Tu mismo fuiste el que dijo que no lo mal-acostumbremos.- Reprocho Sirius, aunque solo lo hacia para burlarse.

    - ¡Ya vete!.- Grito Snape, muy sonrojado. Sirius rio un momento, luego beso la mejilla de su amante y salio del cuarto, afuera se encontro con el pequeño que corria hacia su clase, Sirius lo tomo y le acaricio la mejilla con la suya.

    - Portate bien, no hagas enojar a Sev ¿Entendido, Harry?- Le dijo de una forma muy dulce.- Y no olvides que esta tarde practicaremos con la escoba.-

    - Si, papi.- Respondio Harry con una amplia sonrisa, Sirius le beso la frente y lo bajo, este entro inmediatamente a la habitacion. Sirius tomo su abrigo y salio.

    Sirius Black y Severus Snape -quienes se hacian llamar Evans- llevaban casi cuatro años viviendo en ese lugar, cerca de ese aislado pueblo de magos, con el fin de entrenar y proteger al pequeño Harry Evans, quien aun desconocia que su verdadero apellido era Potter. Gran parte del tiempo lo dedicaba estudiar con sus padres, el pequeño sabia bien que ellos no eran realmente sus padres, pero de todas formas los llamaba asi, por el cariño que les tenia. A pesar de su edad, tenia amplios conocimientos en las arte magicas, aunque solo teoricas, pues era muy pequeño para conseguir una varita, pero eso no le impedia saber mucho de pociones, historia de la magia, volar escobas, entre otras cosas. Siempre trataron de ser estrictos con el, pero les era imposible no demostrarle cariño, consentirlo, mimarlo y tratarlo como si fuera realmente su hijo, se habia convertido en su mimoso cachorro de leon, como solian llamarlo de vez en cuando.

    Aunque no todo podia ser tan calmado, a pesar de vivir tan lejos, las noticias de lo que acontecia en Inglaterra no era ajenas a nadie en mundo magico, incluso el mundo muggle estaba en panico. Los Mortifagos controlaban casi toda Ingleterra, Irlanda y Escocia, todos sabian que no pasaria mucho tiempo antes de llegar a Europa continental, y despues, probablemente, se expandiria a otros continentes. Otras naciones habian tratado de detener su avance, pero el ejercito de Voldemort habia estado creciendo en los ultimos años, por lo que detenia facilmente cual intento de detenerlo. Esto preocupaba mucho a la pareja, pues temian que su plan fracasara antes de poder ponerlo en accion, pero solo podian mantener la esperanza y esperar.

    La mañana paso rapidamente, el niño habia terminado sus lecciones justo antes del almurzo, lo cual era una gran satisfaccion para sus tutores. Mientras comian, Harry muy animado le contaba a Sirius lo que habia aprendido en su leccion. Ambos adultos lo miraban tiernamente, unque Severus trataba de que no se notara, pero era obvio el encanto que sintia por su pequeño protegido.

    - Papá, papi, despues del almurzo, ¿Puedo salir a jugar?.- Pregunto Harry, ambos se miraron un poco indecisos, no podian evitar pensar que el peligro estaba en cada rincon.- Por favor, prometo que no me alejare de casa.- Decia el niño suplicante. Los dos sonrieron.

    - Esta bien, pero solo un momento, luego tienes que seguir con tus lecciones.- Respondio Severus.

    - ¡Siiiii! Gracias por la comida.- dijo feliz el niño, levantandose de su asiento para salir corriendo a ponerse su abrigo, bufanda, mitones y gorro.

    - No te alejes, y no hables con extraños.- Le recordo Sirius, el niño asintio y salio.- Es solo un niño, no podemos mantenerlo encerrado, pero no puedo evitar preocuparme.- su pareja le tomo la mano.

    - Te entiendo, amor, pero nunca debemos bajar la guardia, cualquier descuido podria arrevatarnos a Harry.- Dijo Snape, cuando se dio cuenta de que expreso su amor por el niño dijo- Y... eso podria a rruinar el plan.- Su compañero rio divertido.

    - No entiendo por que tratas de ocultar tu cariño por el. Esta bien que lo quieras, lo has criado desde que era un bebe, y el te adora, como si realmente fueras su padre.- Explicaba Black. Severus se sonrojo levemente.

    - Lo se, de verdad lo quiero. Pero asusta la idea de encariñarme mucho y luego perderlo, de verdad es como un hijo para mi, y tambien me hace preguntarme que sera de mi Dragon, me pregunto si es tan vivaz y dulce como mi cachorro de Leon.- Su tono era muy triste, como si estuviera a punto de llorar.

    - Amor, no dejare que te lo quiten, el es nuestro cachorro, y lo protegere con mi vida si es necesario, y se que tu haras lo mismo. Te prometo que esta estupida guerra terminara algun dia y podras ver nuevamente a tu Dragon, solo debemos ser pacientes.- Sirius se paro de su silla, tomo el rostro de su amante y lo beso tiernamente en los labios, se mantuvieron unidos unos instantes y luego se miraron dulcemente.- Ire a preparar las escobas.- Severus asintio y comenzo a levantar los platos de la mesa.

    Afuera un vivaz morenito jugaba con la nieve, la lanzaba al cielo para ver como esta caia, estaba acostumbrado a jugar solo en la nieve, o dentro de la casa con sus padres, no tenia amigos, ni siquiera los niños del pueblo, pues sus tutores solo lo llevaban de compras y no se separaban de el. Harry rara vez se sentia solo, pues tanto Sirius como Severus, siempre estaban con el, lo cuidaban, lo mimaban, lo arropaban en las noches, jugaban con el, eran la unica familia que conocia, sabia que sus padres habian muerto, y que el culpable era persona muy mala, pero la verdad era muy joven para entenderlo; pero a veces deseaba jugar con otros niños, tener amigos y divertirse como los demas.

    Mientras corria por un monticulo de blanca nieve, noto que habia alguien mirandolo, lo cual le llamo mucho la atencion, miro cuidadosamente al extraño, y vio que era un niño, aparentemente de su edad. Lo analizo tranquilamente, el niño llevaba una capa plateada muy larga con capucha, aun asi unos cabellos escapaban de ella, su cabello era un tono rubio platinado, su piel era casi tan blanca como la nieve y sus ojos, fue lo que mas llamo la atencion de Harry, pues estos era grises, pero brillaban con el sol, eso ojos lo inspeccionaban tan meticulosamente como lo hacian los suyo a el.

    - Hola.- Dijo el pequeño extraño de repente. Harry no estaba seguro de responder, pues la regla era no hablar con extraños. El rubiecito torcio la cabeza en señal de pregunta, dibujando una linda sonrisa en su cara.

    - Hola.- Respondio finalmente Harry.

    - ¿Como te llamas?.- Prengunto el niño de capucha plateada. Harry miro hacia su casa para ver si alguno de sus tutores lo observaba, al comprovar que no era vigilado, se volvio nuevamente al visitante.

    - Me llamo Harry, Harry Evans.- Dijo mostrando una sonrisa.- Y tu ¿Cual es tu nombre?.-

    - Mi nombre es Draco, Draco Malfoy.- Ambos se sonrieron mutuamente. En su inocencia, desconocian lo riesgoso de su encuentro, las concecuencias que podia causar; pero mas que nada, no tenian idea de lo que les deparaba el destino, el cual parecia haber hecho una de sus jugarretas.



    Capitulo 4 "Mi amigo de las Nieves"


    Las Montañas era normalmente silenciosa, las personas que vivian comunmente en esas areas, buscaban la tranquilidad. Pero ese dia, agudas risitas invadian el lugar. Dos tiernos niño jugaban alegremente en la nieve, solo llevaban unos pocos minutos de conocerse, pero se divertian como los mejores amigos. De tanto correr y saltar, estaban muy cansados, asi que se recostaron uno al lado del otro en una duna de nieve.

    - Oye, Harry, ¿tu naciste aqui?- Pregunto el pequeño rubio. El morenito miraba constantemente hacia su casa, para asegurarse de no estar muy lejos, y a la vez de que no lo vigilaran.

    - Si, pero mis padres son Ingleses.- Mintio Harry, pues sus tutores le habian enseñado cada una de las respuestas que debia darle a los desconocidos, el niño no estaba seguro del por que, pero de todas formas sabia que eso era lo correcto.- ¿Y tu? Nunca te habia visto por aqui.

    - Bueno, es que solo estamos de visita, mi mama queria conocer la montañas de esta parte del mundo, somos Inglese, pero mi mama y yo vivimos en Francia.- Explicaba Draco

    - Y tu papa, ¿No vive con ustedes?.- Pregunto Harry.

    - No, el trabaja en Inglaterra, algunas veces nos visita y trae regalos, pero el me asusta. Mama siempre pelea con el, se gritan mucho, creo que mi padre quiere que vayamos a vivir a Inglaterra, pero mama dice que es muy peligroso. Yo no se que pasa alla, pero mi mama se preocupa mucho, y a mi no me gusta verla llorar.- El pequeño Draco tenia una expresion muy triste.- ¿Tu vives con tus padres?.- Dijo cambiando el tema.

    - Si, con mi Papi Sev y mi Papi Canuto.- Respondio sonriente el morenito.

    - ¡¿Tienes dos Papás?!- Pregunto muy curioso el rubio.- ¿Y tu mama?.-

    - No tengo Mama, solo mis papás. Vivo muy feliz con ellos.- Dijo Harry, recordando lo tenia que decir, aunque se sentia mal de mentirle a su nuevo amigo. Se mantuvieron unos minutos en silencio.- Draco... ¿Cuanto se quedaran aqui?.-

    - Partiremos mañana a Estocolmo, asi que esta noche sera la ultima.- Respondio.

    - ¡¿Que?!... Que mal, espera volver a jugar contigo.- Dijo un poco triste Harry. Draco puso la misma expresion que el moreno, tampoco queria perder a su nuevo amigo, de pronto comenzo a buscar algo entre sus ropas, hasta que saco parche bordado, con el escudo de Slytherin y se lo extendio a Harry, este lo tomo y lo miro muy curioso.- ¿Es para mi?.- Draco asintio.- ¿Por que?.-

    - Es para que no te olvides de mi, porque tu y yo somos amigos.- Respondio el rubio con una sonrisa, Harry estaba muy feliz, se metio la mano dentro del abrigo y saco un parche muy parecido, pero este tenia el escudo de Gryffindor, y tambien se extendio al rubiecito.

    - Entonces este es para ti, asi, ninguno olvidara al otro.- Dijo el pequeño moreno, Draco lo tomo y observo con gran admiracion. Ambos guardaron sus parches, seria su pequeño secreto, entonces Harry tomo con su diminuta mano la mejilla de Draco, y le dio un pequeño, pero tierno beso en los labios, casi como un roce. Draco se tapo la boca y se sonrojo.

    - ¿Por que hiciste eso?.- Dijo asombrado.

    - Es lo que mis papis hacen cuando estan de acuerdo o felices, es como un sello. Ahora tambien sera nuestro sello.- Le explico Harry, entonces Draco asintio con una timida sonrisa.

    - ¡Harry! ¡Harry! ¡Es hora de tu practica, entra!.- LLamo Sirius.

    - ¡Ya Voy!.- Respondio Harry, ni el ni Draco eran totalmente visibles desde la casa.- Es mi papi, creo que es hora de despedirnos.- Estaban muy desanimados. De pronto Draco le dedico una bella sonrisa.

    - Esta bien, estoy seguro de que algun dia nos volveremos a ver, porque somos amigos ¿Verdad?.- Dijo el rubio, Harry se alegro al escuchar eso y asintio, Draco lo miro un poco timido.- ¿Podemos sellar nuestra promesa?- Harry lo miro y asintio con una sonrisa, los dos niños volvieron a unir sus labios, para ellos era algo inocente, en el fondo no sabian el significado de eso a futuro. Ambos niños se depidieron, Draco se dirigio en direccion al pueblo, y Harry se fue a su casa, una vez adentro Sirius le acaricio la cabeza.

    - Ve a cambiarte, ponte tu tunica de Quidditch, y luego baja al jardin.- Le ordeno.

    - Si, papi.- Respondio el niño, subiendo las escaleras a prisa. Sirius se sonrio.

    La tarde paso tranquila, el niño practico hasta el atardecer, debia atrapar una pequeña Snitch, para agudizar sus reflejos, al igual que esquibar las Bludger. En gran parte, su educacion y entrenamiento parecia de lo mas normal, fuera del echo de que sabia cosas que eran dificiles hasta para un chico de grado mayor, su preparacion era intensiva, los unicos dias en los que no estudiaba o practicaba, era cuando estaba enfermo o en Navidad.

    Llegada la noche, y una vez que terminaron de cenar, el niño fue bañado por Sirius, y acostado y arropado por Severus, una vez dormido, estos se fueron a su dormitorio. Severus leia consentradamente un libro, pero Sirius tenia otra cosa en mente. Deslizo su mano por debajo de las mantas y acaricio suavemente el muslo de su amante.

    - Estas algo inquieto, Leon.- Dijo Severus, mientras dejaba su libro a un lado.

    - Me tienes al limite, sabes probocarme, Serpiente.- Contesto Sirius. En un seducto movimiento, el Gryffindor tiro del Slytherin, para dejarlo sobre el, y comenzo a moverse para insitarlo, lo cual era innecesario, pues una sola caricia, o una mirada picara de parte de Sirius, era suficiente para encender sus paciones, pero su juego favorito era ignorarlo para que este se desesperara.- Vamos, amor, este Leon necesita tu veneno.- No fueron necesarias mas palabras.

    Severus atrapo los labios de Sirius con los suyos, dejandose llebar por aquel seductor beso, uno que activaba cada fibra del cuerpo de ambos. antes que perdiran el control, Severus tomo su varita y aplico un hechizo silenciador y otro para cerrar la puerta. Poco a poco las caricias se hacian mas intensas, el Gryffindor tomaba la enorme ereccion de su compañero, y la masajeaba lentamente.

    - De verdad ya no aguantas, ¿Verdad Leon?.- Dijo el Slytherin, Sirius respondio con una lujuriosa sonrisa.- Entonces, preparate.- Black saco su varita e hiso el mismo un hechizo lubricante en su propia entrada, Severus se ubico entre sus muslos y lo penetro de una sola vez, haciendo que este gimiera de placer.

    La caricias y besos no hacian esperar, ambos se movian entre suspiros y gemidos. Cada centimetro de piel se encendia con el contacto del otro, sus cuerpos, cubiertos de sudor, brillaba con la lejana luz del fuego de la chimenea, la exitacion se apoderaba cada vez mas de ellos, solo podian ver los ojos del otro, los cuales estaban llenos de lujuria y amor.

    Las embestidas eran cada vez mas fuerte y rapidas, los dos estaban al borde de la locura, el extasis se apoderaba de sus sentidos, hasta que no pudieron contenerse mas, y se dejaron arrastrar al orgasmo. Una vez que se separaton limpiaron sus cuerpos con las varitas y quitaron los hechizos de la habitacion. Sirius se recosto en el pecho de su amado Severus, y este lo abrazo, dejandose llevar a un profundo sueño.

    Mientras, en una habitacion al otro lado del pasillo, un dulce y pequeño morenito, dormia tranquilamente, sosteniendo en su manita un parche bordado con la imagen de una serpiente, y escrito con hilos plateados la palabra "Slytherin", el no sabia que significaba esa palabra, pero el recuerdo de un rubiecito, que se habia convertido en su primer amigo, lo hacia aferrarse a el, como a su mas grande tesoro.



    Capitulo 5 "La Reunion de los Aliados"


    Harry Potter, alias Harry Evans, un joven de solo 11 años, se pasaeba por una concurrida calle de Paris, junto a el caminaban dos hombres, aquellos que conocia como sus tutores, protectores y unica familia. El muchacho, a simple vista, parecia un niño normal, vestido con unos jeans oscuros, un sweter rojo sobre una camisa verde, gafas redondas, y unas zapatillas un poco gastadas. Uno de los hombre, llevaba un pantalon de tela negra, un jersey color blanco invierno y una larga gabardina negra; mientras que el otro traia unos pantalones grises, una camisa negra, un abrigo gris y unas gafas oscuras. Ninguno llamaba la atencion, solo caminaban en direccion al boulevard.

    Quien sospecharia que aquel niño, era la carta maestra para detener el avance de los magos oscuros, quienes ya tenian en su poder todo el Reino Unido, parte de España y Portugal, y unos cuantos territorios mas, ademas del rumor de que algunos Mortifagos ya habian pisado America; ese joven que caminaba despreocupadamente por la capital de Francia, era nada mas y nada menos que el Elegido para derrotar a Lord Vodemort.

    Hasta hace unos dias, el habia vivido a las afueras de un pueblo, de magos y muggles, en las montañas, al norte de Suecia, desde que este tenia recuerdos. Pero hace casi 3 meses, llego una carta, al estilo muggle -Por correo tradicional-. Tanto sus tutores como Harry estaban sorprendidos, desde pequeño sabia lo que se habia planeado para vencer a los Mortifagos, sabia de la existencia de mas aliados alrededor del globo, estaba al tanto de que todo lo que le habian enseñado le serviria al momento de enfrentarse al maldito Lord Oscuro, el cual era responsable de la muerte de sus Padres y de Dumbledore, a quien no conocio, pero habia crecido escuchando sus historias, incluso la que narraba como perdio su vida para salvarlo cuando era un bebe; pero tambien sabia que la Orden del Fenix, no se reuniria hasta su cumpleaños numero 15, tampoco se comunicarian o buscarian hasta entonces, para evitar que fueran descubiertos. La carta estaba dirigida a la "Familia Evans", y decia asi:

    " Estimados Señores
    Sirius, Severus y Harry Evans:

    Junto con saludarlos, NOS complase decirles que resibimos su encargo. Pero por razones administrativas, este no llegara en la fecha acordada.

    Pero VEMOS la posibilidad de mandar su ENcargo, en escalas por las ciudades de Londres, PARIS, Amsterdam y Estocolmo, con la intencion de que este arribe EL DIA 20 DE NOVIEMBRE. Gracias por su comprecion.

    Atte La Union Portuaria InterNacional"

    En un principio la nota no tenia ningun sentido, pero luego notaron que las palabras destacadas formaban el mensaje "NOS VEMOS EN PARIS EL DIA 20 DE NOVIEMBRE. LUPIN". Esto era extraño, pero si Remus Lupin se tomo tantas molestias en arriesgarse a enviar una carta, era porque se trataba de algo importante. Sin dudarlo mucho, arreglaron todo para el viaje, incluso se dehicieron de la casa que habia sido su hogar los ultimos 10 años. Cuando llegaron a Paris, un dia antes, un mensajero muggle les dio un papel por encargo que tenia una propaganda "En el BOULEVARD, frente a la TORRE EIFFEL, esta todo lo que usted busca y mas. Lo esperamos desde las 12:00 pm, ¡No Falte!". Estos mensajes eran cada vez mas tontos, pensaba Snape, pero si no conocian otra forma de comunicarse, no importaba.

    Conociendo su destino, se dirigieron a el sin desviarse. Harry miraba curioso la gran ciudad, era la primeravez que estaba en una, todo era muy llamativo para el. Una vez que llegaron al Boulevard, vieron que este era muy grande, estaba lleno de tiendas, cafes y restaurantes.

    - Ese tonto, debio haber sido mas especifico, este lugar es enorme.- Se quejaba Severus.

    - Conociendo a Remus, nos dara alguna señal o enviara a alguien por nosotros.- Respondio Sirius, mientras miraba los alrededores.

    - Hola niño, ¿Quieres un dulce?.- Dijo una voz tras ellos. Ambos voltearon rapidamente, pues el extraño le hablaba a Harry, por lo cual se pusieron a la defensiva. Al observar al desconocido, notaron que era joven unos pocos años mayor que su cachorro, era delgado y alto, tenia los ojos azules y el cabello pelirrojo. Harry nego con la cabeza, siempre evitaba a los desconocidos, pues no sabia cuales podian significar un peligro para el.- ¿No lo quieres? ¿Estas seguro?- El joven puso una expresion traviesa.

    - ¿Y ustedes?- Dijo otra voz a sus espaldas, casi identica a la del joven frente a ellos, al voltear vieron que no solo la voz era identica, sino todo en el muchacho, eran como dos gotas de agua.- Le aseguro que les encantaran.- dijo extendiendoles una paleta de azucar, cuando miraron bien la paleta, esta tenia el dibujo de un fenix hecho de dulce. El mensaje era obvio, estos gemelos eran los encargados de guiarlos hacia sus amigos de la Orden. Despues de avanzar unos pasos, Sirius dio una exclamacion.

    - ¡Ya lo recuerdo! Ustedes son hijos de Arthur y Molly ¿Verdad?- Señalo Black

    - Asi es, yo soy George.-

    - Y yo soy Fred.- dijo.- Ya llegamos.- Apunto a un Cafe que se veia algo descuidado, desentonaba con todos los demas locales de la calle.

    Cuando entraron casi no habian personas, los gemelos los guiaron a la trastienda, hasta un corredor que llegaba hasta una puerta, cuando la abrieron, varios pares de ojos se fijaron en ellos, Harry se sentia muy nervioso, era la primera vez que estaba entre tanta gente, por lo que recordaba. Por unos segudos hubo una gran silencio, lo que ponia a Harry mas ancioso.

    - Sirius, tanto tiempo, viejo amigo.- Dijo un desgarbado Remus Lupin.

    - En verdad a pasado mucho, Remus.- Respondio un emocionado Sirius Black, al momento que abrazaba a su amigo. Miro la habitacion, y reconocio un par de caras, estaban Arthur y Molly Weasley, Minerva McGonagall y Alastor Moody. Ademas habian unos cuantos que no conocia, una mujer joven de cabello corto y rosa, un hombre muy alto y muy moreno, un niño pelirrojo, como de la edad de Harry, una niña pelirroja mas pequeña, otro niña castaña, con el cabello largo y rizado, el cual parecia una melena de leon, un niño rubusto, y otro niñita de cabellos rubios.- ¿Donde estan Hagrid y Peter?- La mayoria de los mayores se miro.

    - Hagrid, aun sigue de viaje, al parecer le ha ido muy bien reclutando criaturas magicas...- Dijo Lupin, luego bajo la mirada.- Bueno... Veras, Sirius... Peter...- Tartamudeaba.

    - ¡Es un Traidor!- Grito Moody.- El fue el responsable de la muerte de los Potter, y por ende, tambien la de Dumbledore.

    - Ya nos lo suponiamos, ¿Verdad, Sirius?.- Dijo de pronto Severus, Sirius asintio con la mirada en el suelo.- Fue el unico de los que sobrevivimos que no volvio aquella noche, ademas era el responsable de proteger a los Potter, solo el podia haber entregado la informacion de la ubicacion de su casa.- Snape miro el rostro apenado de Harry.- Pero eso ya no importa, el caera con todos los demas Mortifagos.- dijo y acaricio la cabeza de su protegido.

    - Bueno, ahora presentaremos a los que no se conocen.- Dijo Arthur, animando al grupo.- Ella es Nymphadora Tonks, es la hija de Andromeda.- Dijo señalando al mujer de cabello rosa, esta sonrio y saludo con la mano.- El es Kingsley Shacklebolt, es muy abil en la lucha y Alastor lo entreno como Auror.- Señalo al hombre alto, el solo hiso una leve reverencia, se veia muy serio.- Este muchacho es Neville Longbottom.- dijo tomandole el hombro al niño robusto, el cual bajo la vista timidamente.- La rubia a su lado es Luna Lovegood, sus padres fellecieron en un ataque de Mortifagos, pero la abuela de Neville la ha cuidado todo este tiempo, los dos se criaron juntos.- La niña saludaba alegremente.- Esta linda muchachita es Hermione Granger.- Dijo señalando a la castaña.

    - Ella es la hija de la pareja muggle que viajo conmigo a America.- Explico Remus, Severus puso una expresion de extrañesa, ¿una niña muggle?- Se lo que estas pensando, Severus, pero resulta que ella es una bruja, la verdad fue una sorpresa cuando lo descubrimos. Yo mismo la he educado en las artes magicas, es extremadamente lista, y ella misma me pidio que la tragera. Se que sera un gran aporte.- La niña saludo muy educadamente con una reverencia.

    - Bueno, por ultimo, pero no menos importante, ellos son mis hijos menores, Ronald y Ginevra Weasley.- Decia orgulloso Arthur, El niño sonrio y la pequeña se escondio detras Molly. Todos saludaron cordialmente.

    - Me imagino que todos saben quien es este niño.- Dijo Severus poniendo su mano en la cabeza de Harry.- Pero lo presentare apropiadamente, el es Harry Potter, el pequeño que sobrevivio a Voldemort.- Los mas jovenes lo miraban muy curiosos, habian escuchado mucho hablar del famoso Niño-que-Vivio, pero a simple vista, no parecia tan especial, callado, de apariencia descuidada, vestido como un muggle, era como niño comun. Cuando el silencio se volvio incomodo, uno de los pequeño se acerco y le estiro la mano.

    - Mucho gusto, Harry Potter, soy Ronald Weasley, pero solo dime Ron.- Dijo sonriendo. Harry sintio gran ternura de ese gento, se sintio feliz, asi que tomo la mano del pelirrojo y sonrio.

    - Es un gusto, Ron, pero solo llamame Harry.- Respondio. Al instante todos se acercaron para presentarse, los mayores se sentian muy tranquilos, y admiraban felices la escena, Molly tambien se acerco y lo abrazo, de una forma muy maternal.

    Luego de que todos se sentaran, Molly sirvio te y unos pastelillos. Los chicos parecian mas interesados en hacerle preguntas a Harry, que en prestar atencion a la reunion que estaba a punto de dar inicio.

    - Supongo que ahora nos explicaran el por que nos citaron antes de la fecha acordada.- dijo Severus en un tono muy serio. Toda la atecion se centro en Remus.

    - Asi es. Bueno, como todos han oido, los Mortifagos han pisado America, aunque aun no han hecho un solo movimiento, mis fuentes corroboraron esos rumores.- Contaba Lupin.- Ademas, el avance que han hecho por Europa es bastante considerable, Minerva debio salir de España para evitar riesgos.- McGonagall asintio mientras bebia su te.

    - Remus nos contacto primero.- Continuo el Señor Weasley.- Y llegamos al acuerdo que seria mejor comenzar a preparnos desde ya. Es por eso que creimos conveniente el reunirnos todos de una vez.-

    - Pero, ¿Por que Paris?.- Pregunto Harry, quien no queria mantenerse al margen de la conversacion.

    - Esa es un muy buena pregunta, Harry.- Dijo orgulloso Remus.- El hijo de Arthur, Bill, ha estado haciendo un exelente trabajo de inteligencia, y ha averiguado que muchos hijos y esposas de Mortifagos estan usando a Paris como refugio, para no salir lastimados en la invacion. Por lo cual, esta ciudad, se podria considerar un lugar seguro, pues a pesar de la cercania con Inglerra, no ha sufrido ningun ataque de parte de los magos oscuros.

    - Estas diciendo que este, por ahora, ¿Es un punto neutro?- Consulto Severus.

    - Si, eso es exactamnete lo que es.- Respondio Molly.- No solo eso, tambien podria servir como un punto de referencia para conseguir informacion. Me he contactado con unos viejos amigos, los Delacour, y ellos me han comentado de la masiva llegada de magos ingleses a Paris. Incluso se rumorea que muchas esposas de magos oscuros, han huido de sus hogares para no ser parte de la guerra.-

    - Bueno, entonces debemos encontrar un centro de operaciones, tal vez hasta podamos acabar con esto antes de la fecha programada.- Dijo Sirius entuciasmado.

    - Esa es la idea.- Dijo Lupin.- Este viejo Cafe, es propiedad de un mago amigo, por ahora es un buen sitio para empezar. Ahora que estaremos juntos, me sentire mas tranquilo, pero de todas formas no hay que bajar la guardia, ¿Entendido?.- Todos lo presentes asintieron, el plan hay cambiado un poco, pero seguia ciendo la mejor forma de sobrevivir.

    - Escuchaste, Harry, ahora trabajaremos juntos.- Decia Ron, bajo un poco la cabeza, como avergonzado y dijo- Me gustaria que seamos amigo.- Harry lo miro un poco sorprendido, hace mucho que no oia esa palabra, pero a la vez estaba muy feliz, tenia un amigo que estaria con el mas que solo un dia.

    - Claro, eso me encantaria, Ron.- Respondio, ambos se dieron la mano, como sello de su amistad, de pronto un recuerdo vino a la mente de Harry, un lindo rubio uniendo sus labios con suyos, eso hiso que su rostro se pusiera rojo, de pronto la voz de la chica castaña lo saco de sus pensamientos.

    - Oye, Harry, ¿Yo tambien puedo ser tu amiga?- Dijo un poco avergozada, pero Harry asintio sonriente, ya tenia dos amigos.- Que bien, llamame Hermione, espero que tu y yo aprendamos muchas cosas, me encanta estudiar, espero que a ti tambian te guste.- decia muy alegre. Pronto todos lo chicos se acercaron para ofrecer su sincera amistad, era un grupo muy alegre. Sirius y Severus miraron la escena muy complacidos, siempre se sintieron culpables de reprimir la infancia de su cachorro, pero ahora estaba rodeado de amigos, y eso los puso felices, los dos se tomaron de las manos y se miraron con una sonrisa, hacia mucho que no sentian esta calma.



    Capitulo 6 "El Angel que cayo del Cielo"


    Las calles de Paris, la que normalmente rebosaba de energia, estaban casi completamente vacias, desde hace ya un tiempo, la gente tendia esconderse en sus casas por miedo, un miedo de ser asesinados. Los muggles no eran ajenos a lo que sucedia, no sabian si creer en la magia o no, pero lo que si sabian era que un grupo de maniacos asesinos habia llegado al pais.

    Sin embargo, un pequeño grupo, de 3 personas, se movia sigilosamente por las calles casi desiertas. Eran jovenes, pero valientes y decididos, pues habian sido preparados para eso. Llevaban tunicas con capucha de color negro, pero la orilla de las mangas, la de la capucha y el borde de abajo eran dorados, ademas de la imagen de la cilueta de un fenix en la espalda, como simbolo de pertenecer a la Orden del Fenix. Un joven de cabellos oscuros, moreno, con gafas y una cicratriz en forma de rayo en su frente, era quien los guiaba, su nombre era Harry Potter. Habian recibido la informacion que un grupo de Mortifagos rondaba por el centro de la ciudad, asi que se habian dividido para asaltarlo y eliminarlos.

    De pronto, un par de encapuchados salieron a su paso. Inmediamente se pusieron en guardia, en menos de un minuto, una feroz batalla habia comenzado. Los hechizos iban y venian, Ron casi es alcanzado por un mortifero resplandor verde, mientras Hermmione desarmaba al otro atacante. Harry no dudo, y lanzo un "Expeliarmus" al Mortifago que atacaba a su amigo, lanzandolo lejos. Al paso de unos minutos, la batalla habia terminado, los dos Mortifagos habian sido reducidos, y los chicos estaban ilesos.

    - Ron, puedes llevarte a estos al cuartel, de seguro Severus podra 'persuadirlos' para obtener algo de informacion.- Dijo Harry con una mirada traviesa.

    - Por supuesto, espero que les guste su te con Veritaserum.- Rio Ron. Hermione los miro con reproche, le molestaba que tomaran nada en serio.

    - Hermi, puede ir a verificar si el grupo de Neville encontro algo. Yo revisare un poco mas.- Pidio el moreno.

    - Esta bien, pero no te arriegues, sabes bien de que son capaces Siriu y Severus, si algo le llega pasar a su Cachorro de Leon.- Dijo Hermione, Harry se sonrojo.

    - Es cierto, recuerdas esa vez que estudiabamos pociones y comenti un error, haciendo que Harry se quemara una mano, Snape casi me entrega como perra a Voldemort.- Comento Ron.

    - Si, te escondiste detras de tu mami por semanas.- Contraataco Harry, los dos estaban rojos como tomates.

    - Como sea.- Refunfuño el pelirrojo.- De todas formas, cuidate, compadre, recuerda que somos un equipo.- Los tres se miraron y asintieron, solo se conocian hace tres años, pero eran inseparables, como si fueran amigos toda la vida, mas bien se sentian como hermanos, el trio dinamico, habia logrado una conexion mas profunda, que con los demas, aunque no los aislaban. Se despidieron y cada uno tomo su rumbo.

    Harry se puso la capucha, hacia frio, pero lo hacia mas para intimidar, algunos Mortifagos sentian bastante temor de la Orden, pues un dia, de la nada, reaparecieron, mas numerosos, mas fuerte y con la consigna de que Harry Potter, el niño que Voldemort habia intentado matar, estaba con ellos, mas poderoso y con el afan de cumplir la profecia que el Lord Oscuro tanto temia. En gran parte era como una propaganda, pero en muchas ocaciones hiso huir a mas de un mago oscuro. Muchos creian que Harry era el Salvador que acabaria con el genocidio de los Mortifagos, pero eso hacia sentir al moreno muy precionado, a veces deseaba ser un chico normal, asustado como los demas, poniendo sus esperanzas en otro, en vez de ser el la esperanza.

    Sus pasos, poco a poco lo llevaron a una callejuela, parecia desierta, pero de todas formas se aventuro a inspeccionarla. Todo se veia calmado, pero de pronto el ruido de unos pasos lo pusieron en alerta, parecia como si alguien corriera en su direccion, tomo su varita, observando en la direccion de la que venian los paso, pero poco a poco noto que estos venian de arriba, del techo de uno de los locales. Justo cuando dirigio su vista hacia arriba, la figura de un en capuchado caia derictamente hacia el, trato de apuntar su varita, pero aterrizo sobre Harry. Asustado, trato de quitarse a extraño de encima, este a su vez estiro los brazos para levantarse. En ese momento unos bellos ojos grises quejaron fijos sobre los de color esmerlda, fue una vista encantadora, ambos se miraban sin decir ni una palabra. Unos grito a lo lejos los sacaron de aquel transe.

    - ¡¿Donde se metio?! ¡Busquenlo!.- gritaba un hombre que se acercaba. Sin pensarlo mucho, Harry tomo al chico de ojos grises y se escondio con el tras unos basureros, justo cuando tres figuras con tunica negra y mascaras blancas, pasaban corriendo. Al cabo de unos minutos, el peligro se habia ido, Harry noto como el muchacho que estaba a su lado, el cual llevaba una tunica plateada, temblaba levemente, estaba asustado.

    - Oye, esos eran Mortifagos, ¿Por que te seguian?- Pregunto el oji-verde. El chico levanto la vista para ver bien el rostro del que le habia ayudado, no pudo evitar sentir como sus mejillas se llenaban de un tenue rosa, pero se hacia evidente en aquella piel tan palida.- ¿Estas bien?- Harry lo miraba con desconfianza, pues vestia muy parecido a los magos oscuros.

    - ¡Por favor, ayudame! Tu eres de la Orden ¿Verdad?.- Suplicaba el chico, pero de pronto su cuerpo comenzo a perder equilibrio, su vista se hizo borrosa, y justo antes de perder el conocimiento, dijo- Tengo... tengo que en contrar a mi... padrino.- El oji-gris cayo en los brazos de Harry, este lo tomo, preocupado, al ver que seguia con vida, lo levanto lentamente, en eso su capucha color plata se deslizo hacia atras, dejando ver unos hermosos cabellos rubios platinados, por un momento al moreno le parecieron familiares, pero no tenia tiempo para preocuparse de eso, lo acomodo en su espalda, y partio rumbo cuartel de la Orden.

    Mientras Harry caminaba, sentia la repiracion del rubio en su cuello, lo que lo hacia sentir un poco extraño, el muchacho de verdad era muy lindo, y Harry pensaba que era como un... Angel, en sus 14 años de vida no recordaba haber visto a alguien como el ¿o si?. Aparto esos pensamintos de su cabeza y camino mas a prisa. Al llegar a una calle, se metio en un casa casi en ruinas, una vez dentro se dirigio al sotano. Curiosamente, el sotano de esa casa parecia ser mas grande que la misma, habian escaleras que bajaban a una planta mas profonda. Al entrar una chica pelirroja lo recibio, fijandose inmediatamente en el extraño.

    - ¿Quien es el?.- Pergunto Ginny sorprendida.

    - No lo se. Era perseguido por Mortifagos, perdio el conocimiento, al parecer estaba muy asustado.- Respondio el moreno, dejando al muchacho en un sofa.- No estoy seguro, pero creo que buscaba a la Orden por ayuda.- Se saco la tunica y la dejo en perchero.

    - ¡¿Y lo tragiste aqui sin saber quien es?!- Grito molesta la pelirroja.- ¿Desde cuando eres tan confiado? Llamare al señor Snape, resien termino de interrogar a los malditos que trajo Ron.- La chica salio de la habitacion, y a los minutos volvio acompañada de Severus.

    - ¡¿Como es eso de que tragiste un extraño al cuartel?! Se te olvida lo peligroso de...- En un momento los ojos del mayor quedaron asombrados de ver al chico.- Tu... ¿Sabes cual es su nombre?- Harry bajo la vista, ni siquera se habia planteado esa interrogante.- Veo que no.- En ese momento Sirius Black aparecia por la puerta.

    - Ya llegue. ¿Como han estado las co...?- No pudo evitar notar al extraño.- Alguien me puede decir ¿Quien es este chico?- Los presentes se encogieron de hombros y miraron acusadoramente a Harry.- Harry...-

    - Lo perseguian unos Mortifagos... Yo... solo lo ayude.- Respondio. Antes de que cualquiera pudiera reprocharle su actuar, el rubio comenzo a despertar, vio a su alrededor, y no reconocio a nadie, instintivamente se aparto y se apego a una pared con una expresion de terror en su rostro.- Calmate, no te haremos daño...-

    - Al menos que nos des una razon.- Dijo la niña a la vez que sacaba su varita. Severus se interpuso entre Ginny y el muchacho.

    - Dime, muchacho, ¿Cual es tu nombre?.- Dijo Snape. El rubio se veia asustado, pero luego observo atentamente el rostro de hombre, se acerco a el, haciendo que Sirius sacara su varita rapidamente para protegerlo.

    - Usted es Severus Snape ¿Verdad?.- Dijo el rubio, los presentes se sorprendieron, Severus lo miraba con los ojos muy abiertos, miro a sus compañeros y luego asintio.- ¡Gracias a Merlin! Por fin lo he encontrado. Yo... yo soy... Draco, soy su ahijado.- Todos miraron hacia Snape, era posible que el fuese el padrino de ese joven.

    - ¿Draco... Draco Malfoy?.- Repitio Severus, el chico parecia feliz, lo miro atentamente.- Tu de verdad ¿Eres Draco?-

    - ¡¿Malfoy?! ¿Como Lucius Malfoy? La mano derecha del maldito de Voldemort.- Dijo Harry, quien no parecia muy contento.

    - No hay duda, es identico a el.- Dijo Sirius, volteo a mirar a su amante, el cual tenia una expresion muy melancolica.- El de verdad es... Tu Dragon.- Severus miro a su pareja, este aun no bajaba su varita.- Dime, niño, ¿Que buscas de Severus?-

    - Yo... he huido... hui de mi padre y de los Mortifagos.- Draco miro al suelo, sus ojos se llenaron de lagrimas.- Ellos... ellos... mataron a mi madre.- Su voz se entre cortaba, apretaba fuertemente sus puños.- Ella nunca quiso que me convirtiera en uno de ellos, pero mi padre insistio. Trato de llevarnos a Londres, pero ella se resistio, fue cuando el y mi tia la atacaron. Mi madre siempre me dijo, que si le pasaba algo, te buscara, padrino, dijo que tu estabas con la Orden del Fenix, pero eso malditos me siguieron, pense que estaba perdido, fue cuando lo encontre a el- apuntando a Harry- supe que me podia conducir a ti.- Snape miro nuevamente a Sirius y este se encogio de hombros, luego miro al niño, no parecia que estuviese actuando. Harry parecia un poco consternado, el hijo del mismisimo Lucius Malfoy estaba en el cuartel. Snape lo vio.

    - Harry, Ginevra, vayan a sacar la basura. Sirius y yo tenemos que interrogar a este niño.- Ordeno Severus. Los chicos se miraron y obedecieron, no era buena idea contrarear a Severus Snape. Los dos salieron, al cabo de unos minutos Draco los vio pasa a cada uno con un cuerpo sin vida en los hombros, el rubio se sorprendio, no se imaginaba que a eso se referia con "sacar la basura".- Espero que no estes mintiendo, porque de lo contrario, habra que sacarte como a esos dos.- Amenazo.

    Por otro lado, Harry trataba de recordar que era lo que le parecia familiar de es chico, sus ojos, su cabello, su piel, hasta su nombre. De pronto la imagen de un valle nevado vino a su mente, se vio a el mismo de pequeño, corriendo y saltando al lado de otro niño, un niño con los mismos ojos, la misma piel, el mismo cabello, ese pequeño que habia sido su primer amigo, ese niño que se llamaba... Draco. Busco desesperadamente en sus bosillos algo que que usaba de amuleto, eso de lo que no se habia separado desde hace 10 años; busco y rebusco hasta que porfin lo encontro, un parche bordado que decia "Slytherin". Lo apreto en la mano y corrio hasta la casa. Se acerco a la puerta de la sala, donde estaba el chico y miro cuidadosamente, el estaba solo, asi que decidio entrar.

    - ¿Donde estan Sirius y Severus?- Pregunto Harry.

    - Salieron, dijieron que esperara aqui.- Respondio el rubio.- ¿Eres Harry, verdad? Harry Potter.- El moreno asintio en silencio.- Cuando te conoci, eras Harry Evans.- Draco sonrio, pero Harry se veia muy sorprendido.- Al parecer no me recuerdas, pero yo jamas me olvide de ti.- El rubio metio la mano en el bolsillo de su tunica y saco un viejo parche de Gryffindor.

    - Eres tu, ¿de verdad eres tu?.- pregunto el moreno, el chico asintio con una sutil sonrisa.- ¿Como saber que no mientes? Pudiste haber conseguido eso en otra parte.- Harry estaba confundido, no sabia si confiar en ese desconocido. Este se paro del sofa y camino hasta Harry.

    - Pues, dejame demostrartelo, solo yo se como sellar nuestra promesa.- Respondio, tomo el rostro del moreno, y unio sus labios con los de el, era casi un roce, pero el corazon de Harry parecia que fuera a estallar, su rostro se baño de un rojo intenso, su mente quedaba en blanco, solo podia dejarse llevar. Luego de unos segundos Draco se aparto.- Ves. Nunca te olvide.- Harry lo miraba confundido, era la primera vez que se sentia asi. Pero no habia duda, el niño que conocio aquella vez, era ahora el joven que tenia frente a el, ese Angel que le cayo del cielo.
     
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